CEFALEA AGUDA. ACTITUD DIAGNOSTICA Y TERAPEUTICA EN
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CEFALEA AGUDA. ACTITUD DIAGNOSTICA Y TERAPEUTICA EN
DRA. E. PICAZO CEFALEA AGUDA. ACTITUD DIAGNOSTICA Y TERAPEUTICA EN URGENCIAS. Introducción Se denomina cefalea a toda sensación dolorosa localizada entre la región orbitaria y la suboccipital. Es uno de los síntomas más frecuentes por los que las personas solicitan asistencia médica. Genera un elevado gasto sanitario por consumo de medicamentos y recursos y es una causa importante de absentismo laboral. Cerca de un 90% de la población padece por lo menos un dolor de cabeza al año, siendo de carácter intenso e incapacitante en un 40% de los casos1. En el entorno de Urgencias, aproximadamente un 5% de los pacientes que consultan por este síntoma sufren un trastorno neurológico grave. Es fundamental diferenciar si nos encontramos ante una cefalea primaria o secundaria, ya que la actitud terapéutica es radicalmente diferente (tabla 1)2. Cerca de un 90% de las cefaleas en la práctica clínica se consideran primarias (migraña, cefalea tensional, cefalea en racimos y otras cefaleas neurovasculares), tratándose normalmente de un síntoma benigno. Las cefaleas secundarias son síntomas de una lesión intracraneal y suponen un pequeño pero importante grupo de trastornos que incluyen la hemorragia subaracnoidea, meningitis, encefalitis, tumor cerebral, hipertensión intracraneal idiopática y sinusitis. Para saber si nos encontramos ante una cefalea primaria o secundaria debemos realizar una anamnesis y exploración cuidadosas, valorando el patrón temporal del proceso y siguiendo una sistemática que incluya una exploración neurológica exhaustiva que nos ayude a enfocar adecuadamente el caso. La clasificación que probablemente resulte más útil y práctica para el manejo en Urgencias es la basada en el patrón temporal, distinguiendo cuatro grandes grupos: cefalea aguda, cefalea aguda recurrente, cefalea subaguda progresiva y cefalea crónica no progresiva3. Manejo de la cefalea en Urgencias Tras la valoración inicial del paciente mediante una anamnesis y exploración física exhaustivas, deberemos hacernos las siguientes preguntas: 1. ¿Es una cefalea primaria o secundaria? 2. ¿Es aguda o crónica, existen cambios recientes en el tipo de cefalea? 3. ¿Existen signos de alarma sobre enfermedades potencialmente graves? 4. ¿Son necesarias exploraciones complementarias adicionales? 5. ¿Es necesario derivar al paciente al servicio de Urgencias para tratamiento parenteral y hospitalización? Criterios de hospitalización Los criterios de hospitalización son los siguientes6: 1. Estado migrañoso (duración superior a 72 horas) que no responde al tratamiento en Urgencias. Suele ir acompañado de náuseas, vómitos, anorexia, diarrea, deshidratación, ansiedad, depresión o abuso de fármacos. 2. Infarto migrañoso. Cuando el aura con déficit neurológico se prolonga más de 7 días o se detecta en la TAC el infarto cerebral. 3. Cefalea crónica diaria refractaria. Cefalea diaria durante al menos 3 ó 6 meses, asociada en la mayoría de los casos a abuso de fármacos. 4. Cefalea complicada con abuso de fármacos. Cefalea diaria durante más de 15 días al mes y toma de medicación durante más de 10-15 días al mes. Se ingresarán aquellos pacientes que hayan fracasado en la deshabituación farmacológica ambulatoria varias veces y cuando existan enfermedades graves concomitantes. 5. Cefalea acompañada de importantes problemas médicos o quirúrgicos. Enfermos infectados con el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), insuficiencia renal, hepatopatía, cardiopatía isquémica, asmáticos, enfermedad psiquiátrica. 6. Cefalea secundaria a enfermedad orgánica intracraneal. Meningitis, tumor cerebral, enfermedad cerebrovascular (hemorragia subaracnoidea, trombosis de senos venosos, disección carotídea). 7. Arteritis de células gigantes. Puede asociar ceguera por neuritis óptica isquémica e infartos cerebrales en el territorio vertebrobasilar. 8. Formas resistentes de cefalea en racimos. Suele ser preciso el tratamiento con oxígeno a alto flujo y medicación parenteral para la desensibilización histaminérgica, debiendo realizar el diagnóstico diferencial con la disección carotídea, arteritis de la temporal o feocromocitoma. En casos seleccionados considerar cirugía (estimulación del hipotálamo póstero-inferior). 9. Cefalea que interrumpe y compromete de forma muy importante las actividades personales, familiares y sociolaborales. Medidas terapéuticas inmediatas y diferidas Tras tener en cuenta todos los aspectos anteriores, deberemos esforzarnos por ofrecer al paciente un tratamiento sintomático adecuado que alivie la cefalea, motivo de consulta. Deberemos asegurar las constantes vitales, administrar el tipo, dosis y vía de administración adecuada de cada fármaco, teniendo en cuenta la intensidad de la cefalea, los síntomas asociados y la experiencia farmacológica previa del paciente. Cefaleas primarias Dentro de las cefaleas primarias y atendiendo a las características de cada una: Cefalea en racimos7 Se administrará oxígeno durante 20 minutos a 7-10 litros por minuto (lpm)8, 6 mg de sumatriptán subcutáneo (sc)9,10 o lidocaína nasal (1 ml en una concentración del 410%), eficaz en un tercio de los casos11,12, los resultados son contradictorios con la ergotamina. Migraña con o sin aura13,14 1. Medidas generales y tratamiento de los síntomas acompañantes: metoclopr%0 mg, como antiemético y analgésico15, dejar al paciente en reposo, en un lugar tranquilo y con poca iluminación. 2. Tratamiento no específico vía oral con analgésicos o antiinflamatorios no esteroideos (500-1.000 mg de naproxeno, 400-800 mg de ibuprofeno, ácido acetilsalicílico (AAS) con o sin cafeína) en el caso de migraña de intensidad leve-moderada16. 3. Tratamiento específico en los episodios de intensidad moderada-severa o que no responden al tratamiento analgésico no específico: oxígeno a 8 lpm, 6 mg de sumatriptán sc (100 mg de sumatriptán vía oral, 20 mg de sumatriptán intranasal en adolescentes)17 o 2 mg de ergotamina rectal (de segunda elección). Estos dos últimos están contraindicados en pacientes con hipertensión arterial mal controlada, enfermedad arterial periférica, cardíaca o cerebrovascular. 4. Si persiste la cefalea pasada una hora se repetirá el mismo tratamiento anterior, añadiendo 5-10 mg de diazepan vía oral (vo). 5. Si no mejora, se probará de nuevo con 6 mg de sumatriptán sc o 10 mg de rizatriptán liotab o 20 mg de sumatriptán nasal o 5 mg de zolmitriptan nasal o 2,5 mg de naratriptán vía oral 6. Si no mejora, se administrarán 30 mg de ketocorolaco intramuscular (im), 60 mg de codeína, neurolépticos (clorpromacina 10-15 mg vo, 25 mg vía rectal o 0,1 mg/kg intravenoso [iv]). 7. Si no mejora, se considerará un estado migrañoso, precisando de ingreso para la administración de oxígeno, reposo, sueroterapia, antieméticos, ansiolíticos y corticoides intravenosos (40-80 mg de prednisona o 4-20 mg de dexametasona)18. Cefalea tensional Tratamiento analgésico (1 g de paracetamol o 500 mg de AAS) o antinflamatorios (ibuprofeno 800 mg, naproxeno 500-1.000 mg), ansiolíticos y técnicas de relajación. Cefaleas secundarias En el caso de tratarse de una cefalea secundaria: 1. Medidas generales y tratamiento de los síntomas asociados (fiebre, náuseas, vómitos), tratamiento de la hipertensión intracraneal. 2. Tratamiento analgésico no específico con analgésicos y antinflamatorios no esteroideos y tratamiento específico según la patología subyacente, origen de la cefalea (antibioterapia en el caso de las infecciones intracraneales, trombólisis o antiagregación en los ictus isquémicos según los casos, tratamiento quirúrgico en casos seleccionados de pacientes con lesiones ocupantes de espacio intracraneales (tumor, hematoma), prednisona en la arteritis de células gigantes a razón de 1 mg/kg/día vía oral inicialmente. Pérdida de peso, dieta baja en sal, acetazolamida 250 mg/8 horas o derivación quirúrgica del LCR en la hipertensión intracraneal benigna. Tras el tratamiento del episodio agudo y si el paciente no cumple criterios de ingreso hospitalario, deberá valorarse la necesidad de derivación a una consulta especializada para su seguimiento y considerar el tratamiento profiláctico en casos seleccionados (tabla 4). Tratamiento profiláctico Deberá indicarse en los siguientes casos: Migraña Si el número de episodios mensuales es superior o igual a tres, cuando los episodios interfieran en la vida del paciente a pesar del tratamiento pautado, cuando exista contraindicación, fallo, sobredosis o poca tolerancia a los tratamientos de fase aguda o cuando una migraña poco común sitúe al paciente en un mayor riesgo de complicaciones. El objetivo será reducir la frecuencia, intensidad y duración de los ataques, mejorar la respuesta al tratamiento y disminuir la discapacidad asociada. Deberán identificarse y evitar los factores precipitantes (nicotina, estrés, café). El tratamiento deberá iniciarse en dosis bajas con aumento lento y progresivo: propanolol (40-160 mg/día); amitriptilina (10-75 mg/día); valproato sódico (400-1.500 mg/día). Cefalea en racimos Profilaxis transitoria con esteroides (prednisona 60 mg/d, durante tres días con disminución progresiva) mientras se inicia la profilaxis de mantenimiento con verapamilo (240-320 mg/día), litio (600-1.500 mg/día)7. Cefalea tensional Antidepresivos tricíclicos (amitriptilina 10-75 mg/día), inhibidores de la recaptación de la serotonina (20 mg/día de fluoxetina), 30 mg de mirtazapina nocturna, olanzapina, inyección de toxina botulínica. Mantener durante 6 meses con retirada lenta posterior. Se ha de incidir sobre técnicas de relajación y fisioterapia como tratamientos asociados.