pau-cantabria-sept 08 - Oxford University Press Espa? SA
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Lengua castellana y Literatura 1 Lengua castellana y Literatura 2 CANTABRIA CONVOCATORIA SEPTIEMBRE 2008 SOLUCIÓN DE LA PRUEBA DE ACCESO AUTOR: Alberto Mangado Macua Opción de examen N.º1 El esquema del texto es el siguiente: 1. Introducción (líneas 1-6): 1.1. Quejas del articulista que precede al autor sobre la dificultad de emplear una palabra en sentido figurado, debido a las posibles ofensas que puede ocasionar. 1.2. Reproches que el autor de este artículo recibe por ese motivo. 2. Ejemplificación (líneas 7-11): 2.1. Recriminación por parte de una asociación de epilépticos. 2.2. Expresión por la que el autor recibe dicha recriminación. 2.3. Se trata de un recurso expresivo que no representa ninguna ofensa. 3. Justificación (líneas 11-20): 3.1. El uso figurado puede darse tanto en el lenguaje literario como en el coloquial. 3.1.1. Ejemplo: uso de los términos pueril y cojo. 3.2. Comparación con la que critica a quienes no aprecian el sentido figurado del lenguaje literario. 3.3. Definición metafórica de lenguaje literario. 4. Conclusión (líneas 21-22): 4.1. El autor seguirá utilizando el lenguaje en sentido figurado. 4.2. Se considera seguidor en este aspecto de Dostoievski, que era epiléptico. Nos hallamos ante un texto periodístico, en concreto, ante un artículo de opinión. Se trata de un ensayo de carácter expositivo-argumentativo, ya que el autor, Juan Manuel de Prada, nos presenta unas ideas y nos muestra su opinión acerca de ellas. Por ello, en este texto predominan las siguientes funciones del lenguaje: 쐌 Función referencial. El autor expone, principalmente en la parte inicial del artículo, una serie de ideas y de hechos que sirven para introducir el tema. 쐌 Función expresiva. A partir de dicha exposición, el autor muestra su punto de vista acerca de esas ideas. 쐌 Función apelativa. El autor trata de defender su postura con el objetivo de convencer al lector y que este comparta la misma opinión. Además, también podríamos hablar de una función metalingüística, pues el autor utiliza el lenguaje para hablar del propio lenguaje. De hecho, el tema principal de este artículo periodístico es el uso figurado del lenguaje y sus posibles consecuencias. Como se puede apreciar en el esquema realizado en la actividad anterior, Juan Manuel de Prada © Oxford University Press España, S. A. establece una estructura clara para conseguir su objetivo. En primer lugar, realiza una introducción del tema sobre el que va a girar el artículo (el peligro de utilizar el lenguaje en sentido figurado), partiendo tanto de la experiencia del articulista que le precede como de la suya propia. En segundo lugar, expone un caso concreto (el reproche recibido por parte de una asociación de epilépticos) para ejemplificar lo dicho en la introducción. En tercer lugar, trata de justificar su actitud y convencer por medio de diferentes argumentos al lector (para lo que se vale de un ejemplo, una comparación y una definición). Por último, concluye afirmando que va a seguir actuando de la misma manera (es decir, que nunca renunciará a utilizar el lenguaje en sentido figurado). Juan Manuel de Prada comienza el artículo con una expresión temporal (Hace algunos meses) que le sirve para hacer referencia al articulista que le precede en la revista para la que escribe. Este articulista es Arturo Pérez-Reverte; y la revista, XLSemanal. Como se puede apreciar, el autor inicia este ensayo exponiendo la opinión de otra persona para lograr una mayor credibilidad y ofrecer un apoyo a la tesis que intenta defender. En este primer párrafo, introduce el tema sobre el que va a tratar el artículo, y lo hace mostrando una actitud crítica. Por un lado, se vale del pronombre indefinido alguien, que adquiere en este contexto un carácter claramente despectivo; y más si aparece como dispuesto a hacerse el ofendido. Por otro lado, hace referencia al uso figurado de tal o cual palabra, mostrando una consciente falta de concreción. Por último, el autor considera que dicho uso figurado se convierte para ciertas personas en una imperdonable agresión; esta expresión refleja claramente la postura que adopta el autor ante el tema expuesto, si bien en esta parte inicial solo se manifiesta de una forma velada. En el segundo párrafo, el autor se centra ya en su persona, de lo que el lector se percata rápidamente al ver la presencia del pronombre yo. Además, se produce un cambio temporal, ya que, frente a las formas de pretérito imperfecto que hallábamos en el primer párrafo (se quejaba, se tropezaba), ahora encontramos otras pertenecientes a un presente habitual (recibo, publico, utilizo). En estas líneas, Juan Manuel de Prada señala que a él le ocurre algo similar a lo que le sucedía al otro articulista, lo cual se pone de manifiesto con la aparición al comienzo del párrafo del adverbio también. Nos habla de las cartas iracundas que recibe de algunos lectores, algunos de los cuales le echan en cara el uso que hace de tal o cual término por considerarlo hiriente. Mediante estas expresiones, muestra las consecuencias que lleva consigo el uso del lenguaje en un sentido figurado, percibiéndose de nuevo el malestar del autor por los reproches que recibe de determinados lectores. Lengua castellana y Literatura 3 CANTABRIA A partir de una nueva referencia temporal (Hace unas semanas), el autor expone un caso concreto a modo de ejemplificación. Este hecho lleva consigo un nuevo salto temporal, de modo que vuelven a aparecer formas del pretérito imperfecto (publicaba, afeaba, menospreciaba). Juan Manuel de Prada nos habla de la recriminación que ha recibido por parte de una asociación de epilépticos. Al explicar el símil por el que recibió ese reproche, deja claro al lector que es él quien lo escribe, lo que hace que aparezca de nuevo el pronombre yo. Para el autor, el símil puede ser más o menos brillante, pero quiere dejar claro que en ningún caso puede ser considerada una expresión discriminatoria. Por ello, señala que nadie podría negar que se trata de un recurso expresivo, y muestra su malestar hacia la asociación de la que recibió el reproche al indicar que solo a través de interpretaciones torticeras puede verse en dicho recurso un propósito denigratorio. El autor regresa en estas líneas al espacio temporal actual; de ahí que hallemos formas de presente como se le escapa, se trata o puede detectarse. En la segunda parte de este párrafo, Juan Manuel de Prada intenta justificar el uso del lenguaje en sentido figurado. Afirma que este uso puede hallarse tanto en el lenguaje literario como en el lenguaje coloquial, lo que trata de ejemplificar con el empleo de dos términos: pueril y cojo. Al hacerlo, se vale de la primera persona del plural, tratando de implicar al lector. En la ejemplificación del primer término, hallamos una crítica encubierta hacia la asociación de epilépticos, pues considera evidente (desde luego) que los niños se comportan en ocasiones de un modo más cabal y lógico que los adultos. Tras esta ejemplificación, el autor vuelve a trasladarse en el tiempo, de lo que deja constancia por medio de una nueva expresión temporal, en este caso menos concreta (En cierta ocasión). Juan Manuel de Prada realiza una comparación para poner en evidencia a quienes son incapaces de penetrar en el sentido figurado de un texto literario. La imagen que refleja es realmente significativa y pone de manifiesto la pereza de aquellas personas que no ven más allá de lo que se expresa de manera literal. Al final de este párrafo, el autor nos presenta una definición de lenguaje literario, y lo hace, claro está, utilizando este tipo de lenguaje. Así, mediante diferentes metáforas, trata de defender la importancia de dotar a las palabras de nuevos significados que consigan liberar al lenguaje de la monotonía en la que está sumido. Por último, en las dos últimas líneas del artículo, el autor afirma que seguirá utilizando el lenguaje en sentido figurado, de modo que hallamos una forma verbal de futuro (renunciaré). Además, hace un nuevo guiño a la asociación de epilépticos (a la que, como hemos visto, intenta criticar durante todo el artículo), ya que se considera seguidor del escritor ruso Fiodor Dostoievski, del que dice era epiléptico. El tema principal del artículo es el uso figurado del lenguaje y sus posibles consecuencias. Este aspecto lleva consigo que el autor estructure el texto por medio de dos grandes campos semánticos relacionados con el tema tratado: © Oxford University Press España, S. A. CONVOCATORIA SEPTIEMBRE 2008 쮿 Campo semántico del lenguaje. En este artículo hallamos la función metalingüística (se utiliza el lenguaje para hablar del propio lenguaje). Así son numerosos los términos del ámbito lingüístico, dentro de los que podemos realizar otras divisiones: 쐌 Términos relacionados con el lenguaje y, en concreto, con la lengua: lenguaje (línea 2), palabra (línea 3), registro lingüístico (línea 5), término (línea 6). 쐌 Términos relacionados con el lenguaje literario: recursos expresivos (línea 2), uso figurado (línea 3), símil (línea 4), recurso retórico (líneas 10-11), expresión literaria (línea 12), sentido figurado (línea 17), texto literario (línea 17), lenguaje literario (línea 19). 쮿 Campo semántico de las consecuencias. Juan Manuel de Prada explica en este artículo los reproches que recibe de ciertos lectores por el uso figurado que realiza de algunas palabras. En este campo semántico también podemos diferenciar diversos grupos: 쐌 Términos relacionados con los aspectos negativos que encontramos en el uso figurado del lenguaje: agresión (líneas 3-4), hiriente (línea 6), menospreciaba (línea 8), denigratorio (línea 11), escarnecer (línea 14). 쐌 Términos relacionados con las reacciones que produce este uso en determinados lectores: ofendido (línea 3), iracundas (línea 6), reprochan (línea 6), afeaba (línea 7), interpretaciones torticeras (línea 11). Por otro lado, en este artículo hallamos otros campos semánticos que, sin adquirir la misma relevancia que los ya estudiados, también ayudan al autor a estructurar el texto: 쮿 Campo semántico del tiempo. En este texto hallamos algunas expresiones temporales que sirven al autor para localizar determinados hechos: hace algunos meses (línea 1), cada vez que (línea 5), hace unas semanas (línea 7), cuando (línea 13), a veces (línea 14), en cierta ocasión (línea 16), jamás (línea 21). 쮿 Campo semántico de la comunicación. El autor presenta en este artículo una serie de ideas y de hechos; para ello, utiliza verbos de discurso o hace referencia a determinados escritos o publicaciones: páginas (línea 1), publico (línea 5), artículo (línea 5), cartas (línea 6), revista (línea 7), escribía (línea 9), decimos (línea 13). En este artículo se combinan la exposición y la argumentación. Por un lado, el autor da a conocer un determinado tema, a partir de unos hechos presentados de modo objetivo, con el fin de que sea comprendido por el lector. Pero, por otro lado, muestra su punto de vista y aporta razones para convencer al lector y conseguir que este piense de una determinada forma. En el artículo encontramos diferentes aspectos lingüísticos que caracterizan estos dos modos de elocución: 쐌 Empleo de oraciones enunciativas. El autor, además de expresar su opinión, intenta presentar unas ideas al lector, lo que hace que se valga de este tipo de oraciones. Además, en el texto hallamos varios ejemplos y definiciones que también necesitan ser expuestos mediante esta modalidad oracional. Lengua castellana y Literatura 4 CANTABRIA 쐌 Predominio de los períodos sintácticos largos. En este artículo hallamos numerosas oraciones subordinadas, pues es la estructura oracional que mejor permite la expresión del razonamiento. En concreto, encontramos muchas oraciones subordinadas adjetivas, que tratan de aclarar determinados conceptos, por ejemplo, El lenguaje literario es un pájaro que vuela libre, evadido de la jaula donde las palabras crían michelines… Por otro lado, aparecen también oraciones coordinadas, que ayudan a establecer relaciones entre diferentes ideas o elementos, como en La imagen podrá ser más o menos brillante; pero a nadie se le escapa que se trata de un recurso retórico… Por último, también es reseñable la presencia de alguna oración yuxtapuesta, que permite encadenar ideas sin establecer ningún tipo de relación, por ejemplo, El uso figurado del lenguaje no es privativo de la expresión literaria; también la expresión coloquial lo admite sin empacho. 쐌 Uso de marcadores textuales. El autor se vale de estos elementos para señalar la progresión del texto e indicar los cambios de contenido en el desarrollo del tema: por ejemplo (que indica concreción), desde luego o por supuesto (que indican seguridad o certeza), por cierto (que anuncia una digresión)… 쐌 Empleo de oraciones impersonales y pasivas reflejas. El autor utiliza este tipo de oraciones para evitar la presencia del emisor u ocultar el sujeto que realiza la acción, ya sea por desconocimiento, ya sea porque carece de interés: Siempre hay alguien dispuesto a hacerse el ofendido…; Hace unas semanas se publicaba en esta revista… 쐌 Uso de la tercera persona. En este artículo hallamos formas verbales en tercera persona cuando el autor intenta exponer de manera objetiva unos hechos o ideas. Por ejemplo, ofrece, constituye, se publicaba, se trata, es… 쐌 Empleo de la primera persona del plural. El autor utiliza varias formas verbales en primera persona del plural para implicar al lector en el texto y hacerle partícipe de lo que está diciendo, por ejemplo, decimos, pretendemos, sabemos. 쐌 Uso de la primera persona del singular. El autor se vale de formas verbales en primera persona del singular para expresar su opinión y su punto de vista acerca del tema: comparé, renunciaré, sigo… CONVOCATORIA SEPTIEMBRE 2008 쐌 Empleo del modo indicativo. El hecho de que el autor exponga unos hechos e intente considerar como reales las ideas que presenta lleva consigo el uso de este modo verbal. Comprobamos que en el fragmento predominan las formas de presente, con las que generalmente el autor intenta otorgar un carácter intemporal a las ideas que plantea (El uso figurado del lenguaje no es privativo de la expresión literaria). No obstante, también hallamos formas de pretérito imperfecto, utilizadas para informar de un proceso sucedido en el pasado (Hace algunos meses se quejaba el articulista…). 쐌 Aparición de verbos de estado, discurso o razonamiento. Juan Manuel de Prada se vale de este tipo de verbos para exponer sus ideas en el texto: el comportamiento de los niños es a veces mucho más cabal y lógico que el de los adultos; cuando decimos que tal comportamiento es pueril o que tal argumentación es coja…; ni se nos ocurre pensar que los cojos… 쐌 Presencia de sustantivos abstractos y tecnicismos. Por un lado, el autor utiliza sustantivos abstractos para enjuiciar con más facilidad la realidad a la que se refiere (dificultades, empleo, imagen, interpretaciones, comportamiento, argumentación…). Por otro lado, aparecen determinadas expresiones y términos relacionados con el lenguaje, tema central del artículo (recurso expresivo, uso figurado, registro lingüístico, símil…). 쐌 Empleo de adjetivos valorativos. La mayoría de los adjetivos que aparecen en este artículo poseen un significado valorativo, ya que el autor los utiliza para mostrar su punto de vista acerca del tema del que estaba hablando. Además, muchos de ellos poseen un matiz negativo, pues no debemos olvidar que en este texto el autor se queja de las adversas consecuencias que lleva consigo el uso figurado del lenguaje, por ejemplo: imperdonable, iracundas, hiriente, torticeras, denigratorio… 쐌 Uso de recursos expresivos. Para tratar de aclarar algún concepto o aportar una visión diferente acerca del mismo, el autor se vale de recursos literarios, como la metáfora (El lenguaje literario es un pájaro que vuela libre, evadido de la jaula donde las palabras crían michelines, hartas de decir siempre lo mismo) Opción de examen N.º 2 La narradora (Ángela) nos cuenta la ilusión que tenía por conocer a don Manuel y ponerse a su servicio en su regreso a Valverde de Lucerna. Por motivos familiares, don Manuel había decidido hacerse cura y entrar en el seminario, donde destacó por su inteligencia e ingenio. Su deseo era ejercer el ministerio en Valverde de Lucerna, donde llevó una vida dedicada a la ayuda y consuelo de los demás. Entre otras cosas, consiguió que Perote reconociese como suyo a un hijo que no lo era y que, más adelante, se convertiría en su gran apoyo. Asimismo, la narradora nos dice que © Oxford University Press España, S. A. en la noche de San Juan numerosas personas acuden al lago para recibir su curación. Nos hallamos ante un texto literario perteneciente a la obra San Manuel Bueno, mártir, escrita por Miguel de Unamuno en 1931. Es esta una novela que gira en torno a dos de las grandes obsesiones del autor: la inmortalidad y la fe. No obstante, estos temas son tratados en esta obra con un nuevo enfoque: el dilema entre la verdad angustiosa y la felicidad ilusoria. Lengua castellana y Literatura 5 CANTABRIA Este fragmento constituye el tercer capítulo de la obra y la parte inicial del cuarto. En él, Ángela proporciona detalles de la vida de don Manuel y lo caracteriza valiéndose de alguna anécdota y experiencia. El tema principal de este texto es el amor al prójimo, encarnado en la figura de don Manuel, un hombre sin fe y sin esperanza que se convierte en esta novela en un ejemplo de caridad. La estructura de este fragmento es la siguiente: 쮿 Primera parte (líneas 1-4). Ángela muestra las ganas que tenía de conocer a don Manuel y ponerse a su servicio a su regreso a Valverde de Lucerna. 쮿 Segunda parte (líneas 5-8). Ángela destaca la inteligencia e ingenio de don Manuel y el deseo de ejercer de cura en su querida Valverde de Lucerna. 쮿 Tercera parte (líneas 9-27). Ángela elogia la capacidad de don Manuel para amar y ayudar a los demás: 쐌 El caso de Perote (líneas 12-19). Don Manuel hace que Perote reconozca como suyo un hijo del que no es padre, que acabará convirtiéndose en su gran apoyo. 쐌 La noche de San Juan (líneas 20-27). Muchas personas acuden esa noche al lago en busca de descanso y de la curación de don Manuel. Este fragmento comienza con una forma verbal en primera persona (pasé), que convierte en narrador a uno de los personajes de la novela (Ángela). Las cuatro primeras líneas giran en torno a su persona. Así, nos dice que estuvo cinco años en un colegio, una etapa de la que apenas tiene recuerdos. Para reflejar esta sensación de lejanía, la narradora hace uso de una comparación de gran valor expresivo: se me pierden como un sueño de madrugada. Nos cuenta que a los quince años regresa a Valverde de Lucerna, con unas ganas enormes de conocer a don Manuel y dejarse guiar por él. Ya en este primer párrafo deja constancia de la importancia que este personaje tiene para la aldea, llegando a ser identificado con ella: Toda ella era don Manuel. Por otro lado, el protagonista de la novela de Unamuno aparece también representado a partir de dos elementos de la naturaleza: el lago y la montaña. Estos dos símbolos son recurrentes a lo largo de toda la novela y adquieren un significado muy importante. En primer lugar, la montaña, que se eleva hacia el cielo, simboliza la fe firme del pueblo. En numerosas ocasiones esta montaña aparece cubierta de nieve, que refleja la vida eterna en que confían los habitantes de la aldea. Por otro lado, el lago simboliza la duda y la inseguridad. Como veremos más adelante, refleja el cielo a la vez que esconde una aldea muerta. De este modo, a veces invita a elevarse hacia lo alto y otras, a hundirse fatalmente en sus aguas. A partir del segundo párrafo, don Manuel se convierte en el auténtico protagonista. Este párrafo está constituido por una única oración introducida por la forma verbal decíase, que tiene como sujeto tres oraciones subordinadas sustantivas. En la primera de ellas, se nos muestra el cariño familiar de don Manuel, que ingresa en el seminario para atender a los hijos de una su hermana recién viuda; en la segunda, se destaca su inteligencia y talento; y en la tercera, © Oxford University Press España, S. A. CONVOCATORIA SEPTIEMBRE 2008 se pone de manifiesto su apego a Valverde de Lucerna, que le llevó a renunciar a una brillante carrera eclesiástica. El final de este párrafo vuelve a hacer hincapié en un aspecto ya reseñado en el primero. Por medio de una magnífica comparación, la narradora considera que Valverde de Lucerna es una aldea perdida como un broche entre el lago y la montaña que se mira en él. Así como el broche es un conjunto de dos piezas que encajan entre sí, Valverde es una aldea que aparece perdida entre los dos elementos de la naturaleza que ya hemos analizado anteriormente. La fe del pueblo, simbolizada por la montaña, contrasta con las dudas de don Manuel, representadas por el lago. El tercer párrafo comienza con una oración exclamativa que pone de manifiesto la subjetividad de la narradora: ¡Y cómo quería a los suyos! Esta oración anuncia el tema sobre el que va a girar el resto del fragmento, que no es otro que el amor que siente don Manuel hacia el prójimo. La narradora nos cuenta que su vida ha estado siempre destinada a consolar a los más necesitados y a ayudar a todos a bien morir. Este último aspecto es clave también en el desarrollo de la novela, pues don Manuel finge creer ante sus fieles para mantener en ellos la paz que da la creencia en la otra vida. Él quiere hacer a los hombres felices, y solo mediante la religión podrá conseguir que se crean inmortales. El siguiente párrafo comienza, al igual que el primero, por una forma verbal en primera persona de singular (me acuerdo). Con la presencia de esta forma, la narradora vuelve a mostrar su subjetividad y pone de manifiesto el punto de vista desde el que se narran los hechos. En estas líneas, Ángela trata de justificar lo dicho en el anterior párrafo. A modo de ejemplificación, y dejando claro que se trata de un caso de muchos (entre otras cosas), nos cuenta como el religioso fue capaz de que Perote aceptase como suyo a un hijo del que no era padre. Según la narradora, la hija de la tía Rabona regresó de la ciudad soltera y desahuciada, trayendo un hijito consigo. Ángela quiere que el lector se compadezca de ese pobre niño, para lo que hace uso del diminutivo (hijito, criaturita). Ante esta situación, don Manuel intenta que Perote, antiguo novio de esa mujer, reconozca que ese hijo es suyo. Para reflejar con más claridad esta actitud de don Manuel, la narradora reproduce un diálogo entre ambos personajes. En este diálogo, hallamos muchos rasgos propios del lenguaje conversacional, con los que Unamuno trata de darle un carácter más realista. Entre estos rasgos, podemos destacar los siguientes: el uso del imperativo (da); la aparición de muletillas (mira); la presencia de oraciones exclamativas e inacabadas (¡Pero, Don Manuel, si no es mía la culpa…!; ¡Quién lo sabe, hijo, quién lo sabe…!); y el uso de vocativos (Don Manuel; hijo). Tras este diálogo, la narradora trata de dar valor a la acción de Bueno. Nos dice que hoy en día el pobre Perote es un hombre inválido, paralítico que tiene como único báculo y consuelo a ese hijo que aceptó como suyo. La narradora ve en el clérigo a un santo; de ahí que utilice el término báculo y señale que ese niño fue contagiado de la santidad de Don Manuel. Lengua castellana y Literatura 6 CANTABRIA El último párrafo del texto constituye una prueba más del carácter bondadoso y caritativo del protagonista. Ángela nos cuenta que en la noche de San Juan acuden al lago todas las pobres mujerucas, y no pocos hombrecillos que creen estar poseídos por el demonio en busca de curación y descanso. De este modo, don Manuel tiene que hacer de lago, de piscina probática. El lago desempeña una función privilegiada, al aparecer, como un espacio protector contra amenazas exteriores y contra la verdad misma, a veces difícil de soportar. Don Manuel consigue la curación de los enfermos por medio de su presencia, su mirada, la autoridad de sus palabras y su voz, es decir, mediante el poder de sugestión de una personalidad fuerte sobre los débiles e influenciables. La inmersión real en las aguas milagreras es sustituida por la entrada en el alma, donde todo mal es bañado de comprensión y sometido a cura de amor. Como se puede apreciar, Ángela resalta, ante todo, el poder de su voz, y lo hace por medio de una oración exclamativa: ¡qué milagro de voz! El hecho de conseguir curaciones sorprendentes provoca que cada vez sean más los enfermos que acuden al lago y a don Manuel. De hecho, como nos cuenta la narradora, en una ocasión una mujer le pidió que hiciese un milagro en su hijo. Ante esta petición, el clérigo contesta que no tiene licencia del obispo para ello; pero lo hace sonriendo tristemente, lo que pone de manifiesto una vez más la implicación de don Manuel con los más necesitados. En síntesis, podemos señalar que este fragmento es una prueba significativa de la maestría con la que Unamuno conduce la narración, pues asistimos a la caracterización progresiva del personaje central de la novela por medio de diferentes anécdotas. Asimismo, es importante destacar el valor simbólico que adquieren ciertos elementos del paisaje, reflejo de los conflictos existenciales y religiosos que obsesionaban a Unamuno. El análisis de la oración se encuentra en el Cuadro 1, en la última página. Nos hallamos ante dos oraciones. La primera de ellas es una oración compuesta formada por dos oraciones coordinadas copulativas unidas mediante el nexo y. La primera oración coordinada es predicativa, transitiva y activa; mientras que la segunda es predicativa, intransitiva y activa. Por su parte, la primera oración coordinada incluye una oración subordinada adjetiva (predicativa, intransitiva y activa). La segunda oración también es compuesta y está formada por dos oraciones yuxtapuestas. Ambas son atributivas. En primer lugar, es necesario realizar una diferenciación entre la estructura externa e interna de la novela. En lo que respecta a la primera, debemos decir que la novela está dividida en veinticinco fragmentos, a los que podemos llamar secuencias o capítulos. Generalmente, estas secuencias aparecen sin numerar, pero para entender mejor las diferentes partes de las que consta la novela, será muy útil numerarlas. De este modo, las primeras veinticuatro secuencias constituyen el relato de Ángela, mientras que la última se convierte en un epílogo del autor. © Oxford University Press España, S. A. CONVOCATORIA SEPTIEMBRE 2008 En lo que atañe a la estructura interna de la obra, podemos distinguir tres partes, seguidas del reseñado epílogo: 쐌 Primera parte (secuencias 1-8). En ella Ángela, la narradora, caracteriza progresivamente a don Manuel a partir de diferentes anécdotas o experiencias que va engarzando con mucha habilidad. 쐌 Segunda parte (secuencias 9-20). Constituye el cuerpo central del relato. Tras su estancia en el colegio de religiosas de Renada, Ángela regresa a los quince años a Valverde de Lucerna. Posteriormente, cuando ella ya ha cumplido veinticuatro años, vuelve de América su hermano Lázaro. Con la presencia de estos dos personajes en la aldea, la narración recibe un nuevo impulso que nos lleva hasta el descubrimiento del secreto de don Manuel, momento culminante del relato. Esta parte termina con la muerte del sacerdote, quien fallece sin recobrar la fe, pero siendo considerado un santo por todos. 쐌 Tercera parte (secuencias 21-24). En ella se nos relata la muerte de Lázaro, tras la cual Ángela se interroga acerca de la salvación de aquellos seres queridos. 쐌 Epílogo (secuencia 25). El autor apela al lector y relaciona este relato con otras obras que él ha escrito. Realiza una reflexión acerca de la novela y nos revela que este relato es simplemente un manuscrito de Ángela Carballino que llegó a sus manos y que ha transmitido tal cual. Este fragmento refleja varios aspectos fundamentales de la novela. Por un lado, observamos la presencia de una voz narrativa que corresponde al personaje de Ángela. Su función en la obra es determinante, pues se muestra como el evangelista, cuya misión es dar a conocer al lector la vida de don Manuel, una persona que ya no está presente. Ángela tiene que dejar consignado, como si de una confesión se tratase, todo lo que sabe y lo que recuerda de él. En este fragmento, Ángela nos habla de su regreso a Valverde de Lucera y sus ganas de conocer a don Manuel. Este hecho es clave en la obra, ya que, al volver a la aldea, Ángela consigue acercarse al sacerdote y adivinar que algo le tortura interiormente. Finalmente, acabará sabiendo por su hermano Lázaro el terrible secreto que le ha acompañado toda su vida: no tiene fe, no puede creer en Dios, pese a su anhelo de eternidad. Por otro lado, en estas líneas Ángela quiere reflejar el amor que siente don Manuel hacia las personas más necesitadas. Este tema marca, en cierta manera, el desarrollo del relato, ya que un hombre sin fe y sin esperanza se convierte en ejemplo de caridad, lo que constituye una auténtica paradoja. El carácter caritativo de don Manuel se pone de manifiesto en este fragmento a partir de la narración de diferentes anécdotas. Otro aspecto que adquiere gran relevancia en la novela y al que se hace referencia en este fragmento es el carácter simbólico del que se dota al espacio narrativo. En varias ocasiones, Manuel Bueno aparece relacionado con dos elementos de la naturaleza presentes en Valverde de Lucerna: la montaña y el lago. El primer elemento simboliza la fe, mientras que el segundo representa la inseguridad acerca Lengua castellana y Literatura 7 CANTABRIA de la existencia de Dios. Como se puede leer en el segundo párrafo, Ángela nos presenta Valverde como una aldea perdida entre el lago y la montaña, lo que podemos interpretar como la comunidad situada entre la fe y la duda, pero mantenida en la fe por don Manuel. Por último, debemos hacer referencia a un aspecto de gran valor en la novela. Es preciso recordar que el tema principal de San Manuel Bueno, mártir es el dilema existente entre una verdad trágica y una mentira consoladora. Don Manuel, un hombre sin fe, considera que la verdad no permitiría vivir a los habitantes de Valverde de Lucerna, de modo que finge creer ante sus fieles por mantener en ellos la paz que proporciona la creencia en la otra vida. © Oxford University Press España, S. A. CONVOCATORIA SEPTIEMBRE 2008 Su modo de actuar permite que el pueblo mantenga esa esperanza consoladora de la que él carece. Como se aprecia al final de este fragmento, son numerosas las personas enfermas que se acercan al lago en la noche de San Juan para recibir la ayuda de don Manuel. Este debe entonces emprender la tarea de hacer de lago, de piscina probática. ¿Y cómo lo hace? De la única manera posible: a través de su presencia, de su mirada, de la autoridad de sus palabras y de su voz. Él mismo reconoce que no tiene licencia para hacer milagros; sin embargo, el hecho de mantener viva la fe en la gente que solicita su ayuda, a pesar de ser un hombre que no cree en Dios, constituye por sí mismo un verdadero milagro. Lengua castellana y Literatura 8 Nx © Oxford University Press España, S. A. T (SN) CCL (Const Prep) E N D D N S (SN) N N S (SN) P(SV) N D CCT O1 N P (SV) At N N T (SN) N O2 P (SV) At (SN) Ady (Const Prep) T (SN) Nx T (SN) N CCT (Const Prep) E D N E D O2 CCL (Const Prep) N O1 D T (SN) P (SV) Ady (OS Adj) P (SV) E E N P (SV) Ady (Const Prep) Nx E D T (SN) Ady (Const Prep) T (SN) CCM (Const Prep) CD (SN) D T (SN) N Ady (Const Prep) E D ↓ (SC: toda ella) Ya toda ella era Don Manuel, [era] Don Manuel con el lago y con la montaña. N D CCT E E D CCL (Const Prep) T (SN) N ↓ (SO: 1.ª pers. sing.) ↓ (SO: 1.ª pers. sing.) Pasé en el colegio unos cinco años, que ahora se me pierden como un sueño de madrugada en la lejanía de ⫹ el recuerdo, y a los quince volvía a mi Valverde de Lucerna. Cuadro 1 (Opción de examen N.º 2) CANTABRIA CONVOCATORIA SEPTIEMBRE 2008 Lengua castellana y Literatura 9