la recuperación: un proceso de cambio para las

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la recuperación: un proceso de cambio para las
ES P A CIO T .O. V EN EZ U ELA
Revista Electrónica Gratuita
TERAPIA OCUPACIONAL
Depósito Legal
Nº PP 200802DC3027
ISSNº 1856 - 8412
LA RECUPERACIÓN: UN PROCESO DE CAMBIO PARA LAS
PERSONAS Y PARA LOS SERVICIOS DE SALUD MENTAL
RECOVERY: A PROCESS OF CHANGE FOR PERSONS AND FOR
MENTAL HEALTH SERVICES
Autor:
Carmen Forn de Zita. Terapeuta Ocupacional.
[email protected]
Caracas – Venezuela.
Referencia: Forn, C. La recuperación: un proceso de cambio para las persona y para los servicios de salud
mental.
Espacio
T.O.
Venezuela.
Revista
electrónica,
Nº
8,
2012.
[http://espaciotovenezuela.com/pdf_recuparacion_salud_mental.pdf]
Resumen:
Abstract:
Este artículo presenta los principales
conceptos sobre la recuperación como
orientación, perspectiva, o modelo para
que las personas con trastornos mentales
recuperen una vida “común” y para que
se den ciertos cambios en la provisión de
servicios de Salud Mental. Estos
conceptos fueron difundidos en Alemania
por las autoras M. Amering y M.
Schmolke,
ex – usuarias de esos
servicios. Plantean, no sólo lo que es la
recuperación y el cambio que se da en la
persona a través del proceso, sino los
cambios que deben darse en los
Servicios de Salud Mental para pasar, de
las relaciones jerárquicas habituales en
esos servicios, a una relación horizontal,
de alianza, donde el profesional presta
apoyo
y
mantiene
una
actitud
esperanzadora, pero no interfiere con la
autodeterminación del individuo y su
libertad de elección.
This article presents the main concepts of
recovery as an orientation, perspective, or
model for the recovery of an “ordinary” life
by persons with mental disorders, and for
certain changes to take place in the
provision of Mental Health services,
These concepts were disseminated in
Germany by authors M. Amering and M.
Schmolke, previously users of those
services. They mention, not only what
recovery is and changes in the person
through the process, but also the changes
that must take place in Mental Health
services to pass, from the hierarchical
relations usual in those services, to a
horizontal relation of partnership, where
the professional lends support and keeps
a hopeful attitude, but does not interfere
with the self-determination and freedom
of choice of the individual.
Palabras claves: Libertad de elección,
autodeterminación, esperanza.
Key words: Freedom of choice, selfdetermination, hope.
LA RECUPERACIÓN: UN PROCESO DE CAMBIO PARA LAS
PERSONAS
Y PARA LOS
SERVICIOS DE SALUD MENTAL
Autora: Carmen Forn de Zita, Terapeuta Ocupacional
TITULO EN INGLÉS: Recovery: a process of change for persons and for Mental
Health services
Resumen
Este artículo presenta los principales conceptos sobre la recuperación como
orientación, perspectiva, o modelo para que las personas con trastornos mentales
recuperen una vida “común” y para que se den ciertos cambios en la provisión de
servicios de Salud Mental. Estos conceptos fueron difundidos en Alemania por las
autoras M. Amering y M. Schmolke, ex – usuarias de esos servicios. Plantean, no
sólo lo que es la recuperación y el cambio que se da en la persona a través del
proceso, sino los cambios que deben darse en los Servicios de Salud Mental para
pasar, de las relaciones jerárquicas habituales en esos servicios, a una relación
horizontal, de alianza, donde el profesional presta apoyo y mantiene una actitud
esperanzadora, pero no interfiere con la autodeterminación del individuo y su
libertad de elección.
Palabras clave: Libertad de elección, autodeterminación, esperanza.
Abstract
This article presents the main concepts of recovery as an orientation, perspective,
or model for the recovery of an “ordinary” life by persons with mental disorders,
and for certain changes to take place in the provision of Mental Health services,
These concepts were disseminated in Germany by authors M. Amering and M.
Schmolke, previously users of those services. They mention, not only what
recovery is and changes in the person through the process, but also the changes
that must take place in Mental Health services to pass, from the hierarchical
relations usual in those services, to a horizontal relation of partnership, where the
professional lends support and keeps a hopeful attitude, but does not interfere with
the self determination and freedom of choice of the individual.
Key words: Freedom of choice, selfdetermination, hope.
Introducción
La orientación/perspectiva/modelo de la recuperación se desarrolló en la década
de 1980, en los grupos organizados de usuarios de servicios de Salud Mental, un
movimiento pro derechos civiles, dedicado a luchar contra la marginalización y la
exclusión de las personas con trastornos mentales. Su lema es: “Nada para
nosotros sin nosotros”. A través de los años ha ido ganando espacios; el mayor
logro es la adopción de esta orientación como un principio guía para la política de
Salud Mental en países como Estados Unidos de América, el Reino Unido, Irlanda,
Nueva Zelanda y Canadá.
Estar “en recuperación” significa un proceso de búsqueda de una vida satisfactoria
a pesar de los estragos causados por la enfermedad mental. Personas que han
pasado exitosamente por ese proceso, como Michaela Amering y Margit
Schmolke, ex usuarias de servicios de Salud Mental en Alemania, trasmiten en su
libro Recovery in Mental Health- Reshaping Scientific and Clinical Responsibilities
(2009), sus experiencias y las de otros que han transitado el camino de la
recuperación, cada quien a su manera. Sus convicciones las llevan a afirmar lo
siguiente: “No es necesario que desaparezcan todos los síntomas de una
enfermedad para que una persona tenga control sobre su propia vida, para que
maneje constructivamente sus tendencias e idiosincrasia como individuo, y para
que pueda disfrutar de confianza en sí mismo y libertad de elección. Los síntomas
se pueden comprender dentro del contexto de una enfermedad y se los puede
controlar, hasta un punto en que no interfieran con la vida”.
Amering y Schmolke se refieren asimismo a los cambios que deben darse en los
servicios de Salud Mental para que en estos se promueva la libertad de elección,
la autodeterminación y el empoderamiento de los usuarios. El presente trabajo
tiene la intención de difundir entre lectores de habla hispana, los interesantes
planteamientos de las dos autoras, en una materia sobre la cual se conoce poco
en nuestro medio.
Que es la recuperación:
La recuperación ha sido definida como un proceso único y personal de cambio de
actitudes, valores, sentimientos, metas, habilidades y roles. Es una forma de vivir
una vida satisfactoria y esperanzadora, a pesar de las limitaciones causadas por la
enfermedad. La recuperación implica desarrollar nuevo sentido y propósito en la
vida, a medida que la persona supera los efectos destructivos de la enfermedad
mental.
El tratamiento, en el contexto del movimiento de la recuperación, consiste en un
proceso de cambio impulsado por el usuario, en el cual el personal de salud actúa
como consultor y facilitador. La meta de la orientación/perspectiva de la
recuperación es lograr una vida con significado y bienestar. El proceso de estar
“en recuperación” se define generalmente en términos de autodeterminación, de
vida en la comunidad con las relaciones sociales que ello conlleva y de
independencia social y económica.
La orientación hacia la recuperación implica cambios importantes para los
servicios psiquiátricos. La libertad de elección, la auto-determinación y el
empoderamiento debieran incorporarse a la práctica de salud mental de rutina.
Actualmente, las organizaciones de servicio de varios países desarrollados deben
trabajar según el concepto de orientación a la recuperación porque ésta ha sido
adoptada como principio guía para la política de Salud Mental. Sus cuatro valores
clave son: orientación hacia la persona, involucramiento de la persona, autodeterminación/elección, y potencial para el crecimiento.
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Orientación hacia la persona: los servicios se definen según las
necesidades de un individuo.
Involucramiento de la persona: las personas tiene derecho a ser
colaboradores y aliados en todas las relaciones en el ámbito de la
recuperación ( planificación, organización y evaluación de servicios)
Auto-determinación/elección: las personas tienen el derecho de tomar
decisiones y de elegir como individuos, en todos los aspectos de su
recuperación (metas del tratamiento, elección de apoyos y determinación
de cuando y donde hacer uso de los servicios)
Potencial para el crecimiento: los servicios se enfocan sobre el potencial
inherente para la
recuperación de cada persona. Los proveedores
profesionales de servicios deben apoyar los sentimientos de esperanza, y
quienes reciben los servicios también.
El uso del lenguaje de “persona-primero” (“Soy una persona con esquizofrenia”)
tiene la intención de recordar a otros “que primero y antes que nada somos seres
humanos que podemos tomar una posición acerca de lo que nos preocupa”. Cada
proceso de recuperación individual es único. Cada persona debe descubrir por sí
misma lo que promueve su recuperación y lo que no. Un elemento clave para la
recuperación es la presencia de una persona que crea en el individuo, aún bajo
circunstancias en las cuales él no cree en sí mismo. La recuperación exige un
cambio de actitud en los proveedores de servicios de Salud Mental; la empatía, la
esperanza, y apoyar a la persona, son factores esenciales.
Cambios en los Servicios de Salud Mental:
El concepto de los pacientes como expertos, la auto-administración de la
enfermedad y la toma de decisiones en conjunto, representan desarrollos
relativamente recientes, que han cambiado los roles tradicionales del personal
clínico y de los pacientes. Estos últimos están asumiendo un rol más activo de
usuario en la relación de servicio. A nivel de las relaciones terapéuticas, los
modelos de participación o colaborativos persiguen la “toma compartida de
decisiones” más que los modelos paternalistas de adhesión al tratamiento. Esto
exige habilidades nuevas, tanto del personal clínico como de los usuarios de
servicios.
Según estas autoras, los usuarios consideran que los profesionales de Salud
Mental que más los ayudan, son aquellos con la capacidad de escuchar y de
seguir a otro, más que de dirigir, y aquellos que permiten a la persona tomar sus
propias decisiones, a pesar de los errores que pueda cometer. Consideran un
apoyo que los profesionales se preocupen verdaderamente por ellos y que
piensen que son capaces de hacer muchas cosas por sí mismos en busca de la
recuperación. Comunicarse con sus pares es de gran importancia. Participar en
actividades cotidianas, relevantes o simples, tales como iniciar un programa de
entrenamiento fìsico, prepararse una comida o ver una película, también los ayuda
porque brinda estructura al uso del tiempo.
Amering y Schmolke consideran preocupante el uso por parte de los
profesionales, de ciertos términos que suenan como muy positivos; tal es el caso
de “integración del usuario”, “empoderamiento” y “alianzas para la salud mental”.
Existe el peligro de que simplemente se esté usando lenguaje “políticamente
correcto” y nada más. Lograr un cambio en los servicios que realmente posibilite
el crecimiento de las personas con problemas mentales, puede ser dificultoso.
Observan que las relaciones básicas entre los usuarios y los profesionales no han
cambiado significativamente en los últimos tiempos, y que los proveedores de
servicios deben comenzar a compartir “el poder” con la gente y preguntar a los
usuarios lo que desean para sus propias vidas. Consideran que un cambio
importante en la prestación de servicios, podría lograse con:
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El reemplazo del trato paternalista por abordajes colaborativos que resalten
la autonomía
La promoción de la esperanza, el crecimiento personal y el
empoderamiento
Un contexto de relaciones colaborativas entre quienes brindan los servicios
y las personas que utilizan los servicios
La atención de personas en recuperación considerándolos como aliados.
Estigma y discriminación
La estigmatización es uno de los mayores obstáculos a la recuperación. Causa
que las personas con trastornos mentales y sus familiares se alejen de los
servicios e impide intervenciones que podrían minimizar el sufrimiento y promover
la integración social. Algunos comportamientos observables (síntomas que
perduran) pueden conducir a la estigmatización. La ignorancia y la creación de
mitos no sólo influencian a la población en general respecto a la enfermedad
mental, sino también al personal de salud, a las compañías de seguros, a los
maestros, y a muchos líderes de la sociedad. Las siguientes son algunas de las
suposiciones típicas de estigmatización acerca de la enfermedad mental: es
crónica, incurable, de mal pronóstico; el enfermo o la familia tienen la culpa; el
tratamiento es poco
peligrosos.
efectivo; los enfermos mentales son impredecibles y
El proceso de estigmatización se ha conceptualizado como sigue:
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Se nota una diferencia (por ejemplo, un síntoma)
Se aplica una etiqueta (“enfermo mental”)
Se establece una conexión con estereotipos negativos (por ejemplo,
impredecible, incurable)
Se busca poner distancia
A continuación se da la discriminación
Apoyo de pares e información brindada por pares
El apoyo de pares ha sido definido como “apoyo social y emocional,
frecuentemente asociado a apoyo instrumental, que se ofrece mutuamente o es
provisto por personas que sufren una condición de salud mental, a otros que
comparten una condición similar de salud mental, para lograr un cambio social o
personal deseado”.
La recuperación incluye intervenciones de ayuda mutua y de auto-ayuda que:
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Estimulan el crecimiento personal,
Apoyan esfuerzos para “continuar con la vida más allá de la enfermedad”, y
Promueven la esperanza en la posibilidad de lograr una vida “común” y
significativa a pesar del trastorno mental
Amering y Schmolke consideran que el apoyo de pares y los servicios controlados
y organizados por pares, deben ser parte integral de cualquier sistema abarcativo
de atención. En el apoyo por parte de pares, la persona que apoya se basa en su
propia experiencia para saber cómo ayudar. Este no es un conocimiento adquirido
formalmente, sino que ha sido logrado a través de la lucha para vencer a la
enfermedad y el desasosiego; la persona se ha convencido de que la recuperación
es real, continua, que requiere esfuerzo y en última instancia, que es
transformadora. Así, un par puede crear un espacio para otro, apoyarlo y también
desafiarlo cuando es necesario, estimulando triunfos similares por sobre la
enfermedad.
El papel de las organizaciones de usuarios
Promover la esperanza, desarrollar habilidades y conocimientos que permitan
asumir responsabilidad personal por la propia salud, y realizar esfuerzos para
apoyar el continuar con la vida más allá de la enfermedad, son elementos
centrales del trabajo exitoso en el modelo/perspectiva/orientación de la
recuperación.
Una de las organizaciones más activas dirigidas por usuarios en los Estados
Unidos de Norte América, el Centro Nacional de Empoderamiento (National
Empowerment Center-NEC-Lawrence/Massachusetts) aspira a que la psiquiatría
institucional tradicional se convierta en sistemas de apoyo orientados hacia la
recuperación. Las declaraciones de este Centro se agrupan en cinco categorías
principales:
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Creencias de la recuperación
Relaciones de recuperación
Habilidades de recuperación
Identidad de recuperación
Comunidad y recuperación
Creencias de la recuperación: “Necesitas personas a tu alrededor que confíen en
que serás capaz de comenzar a vivir tu vida de nuevo”. La esperanza es esencial;
también lo es la necesidad de crear un ambiente o entorno que ofrezca
posibilidades de desarrollo.
Relaciones de recuperación: “Debes tener a alguien que crea en ti y te pueda dar
consejos prácticos”. Las personas con experiencias similares son las más aptas
para desempeñar tal rol. Esa es la razón por la cual los iguales o pares y los
proyectos dirigidos por iguales o pares son importantes dentro del conjunto de los
servicios.
Habilidades de recuperación: “Tienes que descubrir por ti mismo cuales son las
cosas que sientes como agradables. Tomar responsabilidad por ti mismo es un
primer paso importante”.
Identidad de recuperación: “Es esencial que no te identifiques totalmente como un
paciente. El lenguaje de “persona primero” significa que hablamos de una persona
con una enfermedad, dejando claro que la persona siempre debe ser vista como
un ser humano en su totalidad”.
Comunidad y recuperación: “La identidad y una vida con significado se logran en
la comunidad en la cual vives. Muchas personas le encuentran significado a la
vida involucrándose, y ayudando a sí mismas y a otros a empoderarse. El trabajo
y las actividades habituales con significado son la terapia principal para muchos”.
Conclusión:
La frase que antecede hace referencia, intencionalmente o no, a la Terapia
Ocupacional. La orientación hacia la recuperación es considerada en varios
países, y también por la Federación Mundial de Terapeutas Ocupacionales, como
un modelo de práctica para la profesión, o inclusive, a nivel gubernamental, como
un principio orientador de la política de Salud Mental. En este sentido, Amering y
Schmolke afirman:
“A través de estos últimos años, países importantes de habla inglesa tales como
Estados Unidos de América, el Reino Unido, Irlanda, Nueva Zelanda y Canadá,
han adoptado la orientación hacia la recuperación como un principio guía para su
política de salud mental. Es interesante señalar que el resto del mundo aún no ha
reaccionado en ninguna forma perceptible”. Justamente, el escribir el libro
obedeció a su deseo de difundir el modelo en Alemania y otros países de Europa
que tienen al alemán como segundo idioma.
Es obvio que las publicaciones en español sobre este tema son mínimas,
destacando el artículo de Marianne Farkas en World Psychiatry (edición en
español, Septiembre de 2007). Una muy rápida consulta a varios amigos y colegas
de habla hispana, sobre la familiaridad con el tema en sus respectivos países, tuvo
como respuesta que existe “conocimiento incipiente entre unos pocos expertos;
falta bibliografía”, o que se trata de la posibilidad de lograr adelantos durante
períodos de estabilización entre recurrencias de la enfermedad. Esto me ha
convencido de la necesidad de difundir información sobre la recuperación como
movimiento de los usuarios por lograr su autodeterminación y como orientación a
ser considerada por las autoridades de Salud Mental y los respectivos servicios.
Comienzo muy humildemente, con este artículo que apenas recoge las principales
ideas y opiniones de dos personas recuperadas; aunque ellas a su vez muestran
la influencia de W. Anthony y M. Farkas del Centro de Rehabilitación Psiquiátrica
de la Universidad de Boston e incorporan la definición y los valores que ellos
promueven.
Referencia:
Amering, M.; Schmolke, M. Recovery in Mental Health-Reshaping scientific and
clinical responsibilities. World Psychiatric Association. 2009. John Wiley and Sons,
Ltd. ISBN: 978-0470-99796-3

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