mediadores LOS VALORES Y LA COMUNICACION 10
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mediadores LOS VALORES Y LA COMUNICACION 10:mediadores-10 23/04/09 16:56 Página 1 PROGRAMA INTEGRAL DE DESARROLLO EDUCATIVO FAMILIAR Los valores y la convivencia familiar mediadores LOS VALORES Y LA COMUNICACION 10:mediadores-10 23/04/09 16:56 Página 2 © FAD, 2001 Obra colectiva de la FAD Edita y distribuye FAD Fundación de Ayuda contra la Drogadicción Avda. de Burgos, 1 y 3 28036 Madrid Teléfono: 91 383 80 00 E-mail: [email protected] Web FAD: www.fad.es Dirección Técnica Eusebio Megías Gerardo Lerma Director Técnico de la FAD Jefe del Departamento de Cooperación al Desarrollo de la FAD Coordinación Miguel A. Rodríguez Carlos Alonso Texto Carlos Alonso Fernando Bayón Agustín Compadre Carmen Loureiro Luis Salarich Colaboraciones Julio Bustos Marisol Cámara Miguel A. Fernández Miriam Narvarte Mercedes Rodríguez Ilustraciones Ricardo de Arce Diseño y maquetación Quadro Plaza de Clarín, 7 - 28529 Rivas Vaciamadrid (Madrid) Impresión Ancares Gestión Gráfica, S.L. Ciudad de Frías, 12 - Nave 21 - 28021 Madrid Depósito legal M-40753-2001 mediadores LOS VALORES Y LA COMUNICACION 10:mediadores-10 23/04/09 16:56 Página 3 Indice OBJETIVOS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5 LO QUE DEBE SABER . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5 Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5 La transmisión de valores en la familia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6 El trabajo infantil . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 12 Los derechos de los niños . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 22 TRABAJO CON LAS FAMILIAS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 24 Valores sociales y familia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 24 El trabajo infantil . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 32 3 mediadores LOS VALORES Y LA COMUNICACION 10:mediadores-10 23/04/09 16:56 Página 4 mediadores LOS VALORES Y LA COMUNICACION 10:mediadores-10 23/04/09 16:56 Página 5 Objetivos El desarrollo de esta área tiene por objeto que los familiares... ■ Tomen conciencia de la importancia de transmitir valores sociales positivos a sus hijos. ■ Aprendan distintas formas de educar en valores a sus hijos. ■ Controlen la actividad laboral de los hijos y eviten cualquier tipo de trabajo infantil que conlleve un riesgo físico, moral o psicológico. ■ Cuiden la escolarización como medio esencial para el desarrollo de valores, conocimientos y promoción social y profesional en el futuro de los hijos. Lo que debe saber INTRODUCCIÓN Cuando analizamos los numerosos problemas que tiene la sociedad, nos encontramos con una serie de cuestiones básicas que son fuente de conflicto permanente: la desigualdad entre los hombres, la mala distribución de las riquezas y de los recursos, los prejuicios, las diferencias en el acceso a la educación, la lucha por el poder, etc. Muchos de estos conflictos obedecen a una cultura, cada vez más extendida en el mundo, que prima el individualismo, el materialismo y el enriquecimiento rápido. En este marco, es frecuente que la explotación de la naturaleza y de los hombres sean los principales medios por los cuales los más poderosos obtienen sus beneficios. Los derechos humanos responden a una declaración relativamente moderna y, realmente su defensa y aplicación todavía no está extendida en el mundo entero. En muchos de los países que se consideran en desarrollo, la lucha por los derechos básicos (a la educación, a la sanidad, al trabajo en condiciones dignas, al respeto por las razas o ideologías, etc.) es una labor que debe seguir haciéndose. El trabajo infantil, especialmente aquel que explota a los menores, es uno de los mejores ejemplos que refleja una sociedad en la que no importan los sentimientos y las condiciones humanas, en la que —para sobrevivir muchos y enriquecerse unos pocos— se han perdido las bases fundamentales que asegurarían el futuro de la humanidad: el amor, respeto y cuidado de los niños. Pero esta labor no sólo es propia de los gobiernos, sino de todos. La educación en valores morales, aquellos que defienden los derechos de las personas y el respeto por la naturaleza, aquellos que orientan la conducta hacia una relación positiva y respetuosa con las personas, aquellos que estiman a la niñez como el más preciado tesoro... comienza en el seno de la familia. Educar en valores equivale a ofrecer a los hijos una “brújula”, una orientación en la vida. Saber hacia dónde nos dirigimos y entonces elegir nuestro propio camino, con la seguridad de que lo que hacemos tiene un sentido. Educar en valores significa, por tanto, enseñar a los niños a defender sus propios derechos y los de los demás, a potenciar 5 mediadores LOS VALORES Y LA COMUNICACION 10:mediadores-10 23/04/09 16:56 Página 6 6 relaciones sociales positivas, a establecer vínculos afectivos y, en definitiva, a preparar un futuro mejor para uno mismo y para los demás. En esta área usted encontrará la información básica que ayudará a los padres a desarrollar una educación en los valores fundamentales, incluso cuando las condiciones de vida familiar sean tan difíciles que exijan que los hijos trabajen. Esta información se organiza en torno a los siguientes temas: ■ La transmisión de valores en la familia. ■ El trabajo infantil. ■ Los derechos de los niños. LA TRANSMISIÓN DE VALORES EN LA FAMILIA Cuando reflexionamos acerca de los valores, probablemente acudan a nuestra mente palabras como libertad, justicia, igualdad, derechos, respeto, compasión, amistad, amor. Se trata de conceptos abstractos, es decir, no representan algo tangible, físico o concreto, sino que se refieren más bien a un modo de relaciones entre las personas. Puesto que las relaciones sociales son algo básico para los seres humanos, todos necesitamos compartir una serie de valores, unos criterios que nos permitan diferenciar lo bueno de lo malo, lo que es deseable para nuestra convivencia, de lo que no lo es. Esta es una de las funciones que cumplen los valores: representan el marco que da sentido a nuestras relaciones con los demás y que nos permite orientarnos en ellas, elegir lo que es adecuado y fijar nuestras metas. Existe una estrecha relación entre los valores y las normas o reglas sociales, de manera que éstas reflejan los valores de quienes las dictan. Las normas son principios explícitos, más concretos, que regulan la conducta de las personas estableciendo lo que debe o no debe hacerse y que, por tanto, orientan a las personas hacia unos objetivos determinados. De esta forma vemos que asumir un determinado valor implica el cumplimiento de muchas normas. Por ejemplo, alguien que valora mucho la salud tratará de seguir reglas tales como hacer ejercicio físico todos los días, no comer demasiadas grasas o no fumar. Así, cada vez que la persona realice un acto que coincida con sus valores, se sentirá satisfecha, segura de que sus decisiones son correctas y creerá que lo que hace tiene sentido en su vida. Sin embargo, las normas personales que cada uno entiende que se derivan de sus propios valores no tienen por qué coincidir con las leyes o las normas establecidas con carácter general. Por ejemplo, asumir la libertad o la justicia como valores, puede llevar a las personas a manifestarse en contra de las normas que dicta un gobierno, aunque sepa que esta acción puede conllevar la detención o el encarcelamiento. Igualmente, entender que la defensa de la naturaleza es un valor, puede lleva a las personas a implicarse en movimientos ecologistas y arriesgar sus vidas para evitar la tala y quema de bosques, la contaminación de ríos o la extinción de las ballenas. Y, como éstos, un sinfín de casos ilustrarían la influencia de los valores sobre el comportamiento humano, poniendo de manifiesto que en muchas ocasiones la acción compen- mediadores LOS VALORES Y LA COMUNICACION 10:mediadores-10 23/04/09 16:56 Página 7 sa el riesgo, porque la persona siente que actúa en coherencia con sus valores. Su fuerza y motivación radica en sus valores y en la necesidad de defenderlos. Naturalmente, las personas no tienen un único valor. Su comportamiento está orientado simultáneamente por distintos valores, los cuales pueden entrar en conflicto cuando las normas de conducta que se derivan de unos u otros son contradictorias. En estos casos, cada persona debe decidir qué valores son prioritarios para ella en ese momento y actuar en consecuencia. Al mismo tiempo debemos tener en cuenta que algunos “valores” orientan a las personas sólo hacia su propio beneficio, incluso perjudicando a una mayoría. Por ejemplo, todos necesitamos dinero para sobrevivir y nos gusta sentir que tenemos alguna influencia sobre los demás, pero para algunas personas el poder y la riqueza material constituyen auténticos valores. En algunas personas predominan estos “valores”, llegando a tener más peso que otros que conducen a la unión afectiva y positiva con los demás. Cuando esto ocurre, las relaciones con los demás están motivadas por lo que el otro puede aportar materialmente, por el beneficio inmediato de la relación. El interés personal y humano por otras personas, quedaría en un segundo o tercer plano. Vemos así que los valores influyen poderosamente en las metas y decisiones que uno toma en la vida. Por ejemplo, podemos pensar en alguien a quien le ofrecen un trabajo que le va a reportar fama y dinero inmediato, pero cuya realización implica renunciar a estar con su familia o bien realizar una tarea que no respeta los derechos de los demás. Si la persona renuncia a ese trabajo estará guiándose por valores como la familia y la justicia. ¿CÓMO SE TRANSMITEN LOS VALORES? Para que una persona llegue a incorporarse como miembro de la sociedad necesita aprender una serie de conocimientos, de formas de comportarse, que le permitan desenvolverse adecuadamente en ese grupo social. Es en el marco de este proceso, que llamamos socialización, donde se aprenden también los valores que forman parte de la cultura de esa colectividad. Los valores, por tanto, forman parte de la cultura de una comunidad o de un grupo social y se expresan en una serie de normas y costumbres que son compartidas de una forma más o menos general por los miembros que pertenecen a ese grupo. Los valores se aprenden, no se nace con ellos. Los niños, desde pequeños, aprenden a valorar unas cosas u otras dependiendo de cómo las valoran los adultos más próximos. Los padres, por tanto, tienen un papel de crucial importancia en la transmisión de los valores a los hijos. Con su ejemplo y con sus normas les enseñan lo que es verdaderamente importante y cómo comportarse para alcanzarlo. Lógicamente, a medida que el niño crece, el aprendizaje de esos valores se verá reforzado o debilitado en función de sus experiencias y de un contacto más extenso con la sociedad en general. Los valores prosociales, es decir aquellos que promueven la ayuda y colaboración con los demás son algunos de los más deseables desde un punto de vista moral. Estos valores fomentan una relación positiva con los demás y orientan a los individuos hacia la participación en la sociedad, de manera que se hace más probable la obtención de los beneficios que nos pueden reportar las relaciones sociales (comprensión, ayuda, afecto, amistad, sentimiento de pertenencia a un grupo, seguridad, etc.). 7 mediadores LOS VALORES Y LA COMUNICACION 10:mediadores-10 23/04/09 16:56 Página 8 8 Es especialmente deseable que los niños incorporen estos valores prosociales a través de la educación. Como hemos visto, las personas que los desarrollan proporcionan importantes ventajas a los demás, pero, al mismo tiempo, obtienen de ellos comportamientos parecidos. Para las personas con valores prosociales, las relaciones sociales están motivadas por el aprecio y el respeto mutuo, no por la imposición de ideas o intereses. Este aprecio y respeto a otros incluye, naturalmente, el valor y respeto hacia uno mismo. Por eso es fácil encontrar entre las personas más “humanas”, personas con autoestima, con confianza en sí mismas y en los demás. Esta confianza y respeto por los demás comienza a construirse en la infancia. Aquellos que nunca han percibido el afecto y consuelo de sus padres, que han sido desvalorizados por cualquier característica que les diferenciara de los demás (por ejemplo, por ser niños y no adultos, por ser pobres o no disponer de recursos, por ser de una raza u otra, etc.) tienen muy difícil desarrollar valores positivos relacionados con los demás. Desde que el niño nace, a través de la relación que establece con sus padres, a través del cuidado y la atención que recibe, comienzan a crearse las bases que le permitirán más tarde organizar sus relaciones con los demás en base a valores adecuados. EL INTERCAMBIO DE SENTIMIENTOS Y LA EMPATÍA La relación con la madre o con la persona que le cuida permanentemente será la base a partir de la cual el niño desarrollará el deseo de estar con otras personas diferentes a sí mismo. Si esas personas le sonríen, le acarician, le quieren, consuelan su malestar y satisfacen sus necesidades, el niño establecerá el primer vínculo afectivo y social. Si, por el contrario, no hay nadie que responda a sus llamadas o necesidades, o sufre malos tratos, el niño aprenderá a defenderse de los demás, aprenderá a sobrevivir sin necesitar nada de nadie, y no se vinculará social o afectivamente. Para que alguien pueda reconocer y comprender los sentimientos y necesidades de otro ser humano es necesario que “se ponga en su lugar”, que trate de ser sensible a las emociones y circunstancias en las que está la otra persona. Ponerse en el lugar de otro, comprender lo que puede estar sintiendo y hacer algo para compartir esa emoción o ayudarle, es empatizar. La empatía con otros es la base de la ética y, por tanto, de todos los valores morales. Cuando una madre descubre a su hijo triste, se acerca para saber qué le ocurre, y trata de ofrecerle consuelo, está empatizando. Cuando alguien empatiza con nosotros, sabemos que nos atiende, que comprende nuestra necesidad y nuestra circunstancia, que nos acepta tal como somos y sentimos alivio, bienestar y seguridad. Todo ello promueve en nosotros tres cosas importantes: ■ El aprendizaje de que somos valiosos, importantes para otros. ■ La confianza de que siempre habrá alguien que esté ahí para ayudarnos, para querernos. ■ La reproducción de empatía con los demás, es decir, nuestro interés por las per- sonas en el sentido más humano y el reforzamiento de nuestra tendencia a hacer algo por otros. La mayoría de las personas que maltratan o desprecian a otros, no han experimentado en su infancia la empatía y el afecto suficientes. mediadores LOS VALORES Y LA COMUNICACION 10:mediadores-10 23/04/09 16:56 Página 9 Cuando los padres escuchan a sus hijos, tratan de comprender cómo se sienten y se lo hacen saber a través de expresiones como “te comprendo”, “sé cómo te sientes...”, están favoreciendo que después ellos hagan lo mismo con otras personas. En realidad, están construyendo en sus hijos los pilares sobre los que se apoyarán sus valores sociales en el futuro. Las emociones de los adultos son una de las claves de las que se sirven los hijos a dotar de significado o valor a las cosas y las personas. No debemos olvidar que, sin apenas darnos cuenta, estamos expresando constantemente nuestras emociones o sentimientos ante los acontecimientos y que todo ello es captado y registrado por los hijos. Cuando un padre manifiesta su enfado o su alegría por algo que el hijo ha hecho, le está transmitiendo sus valores. Por ejemplo, imaginemos que unos padres, al enterarse de que su hija no ha ido ese día a la escuela. le dicen con gesto de poco interés “¡Tú verás lo que haces...!”. Sin embargo, se enfadan mucho cuando la hija, que trabaja para ayudar a la familia, no ha traído suficiente dinero a casa. A través de sus reacciones los padres están transmitiendo sus valores (el dinero importa más que la educación). LAS NORMAS EN EL HOGAR: RECOMPENSAR LA CONDUCTA POSITIVA Y CAMBIAR LA CONDUCTA NEGATIVA Un modo de facilitar el desarrollo de valores es educar a los hijos ofreciéndoles una guía clara de cómo comportarse, es decir, a través del establecimiento de normas o reglas. Si las reglas son claras, justas y flexibles (se adaptan a las capacidades del niño y su aplicación tiene en cuenta las circunstancias en las que se encuentra), los hijos aprenderán a respetarlas y comprenderán su utilidad para regular la convivencia. Las reglas en el hogar marcan el camino que uno debe seguir y representan los valores de quienes conviven en familia. Si los padres valoran el respeto por los demás, enseñarán a sus hijos la norma de no insultarse o agredirse cuando hay una riña entre ellos. Si los padres valoran la educación, impondrán la norma de acudir todos los días a la escuela. Si los padres valoran la salud, impondrán la norma de lavarse las manos antes de comer y después de ir al baño o la de no fumar, por ejemplo. Si valoran la justicia, la igualdad de derechos y la colaboración, propondrán la norma de repartir las tareas del hogar entre todos, en función de las capacidades y circunstancias de cada miembro de la familia, pero no en función de su sexo o de su posición de poder. Las consecuencias que siguen a los actos regulan la conducta de las personas. Por ello, cuando hacemos conscientes a los niños de las consecuencias que tiene comportarse de un modo u otro, estamos facilitando el aprendizaje de valores. Cumplir con las normas supone obtener una consecuencia positiva (la satisfacción, el halago de los padres, el sentimiento de haber hecho lo correcto). Saltarse las reglas conlleva la decepción de los padres, el enfado de los hermanos, la pérdida de un beneficio en el futuro, etc.). Pensemos en el caso de un niño que comparte sus cosas con otro que no tiene apenas nada (para jugar, para comer, para...). Si los padres halagan su comportamiento y le hacen ver las ventajas de ayudar a los demás (“Has hecho muy feliz a ese niño, ahora tienes un nuevo amigo, estamos orgullosos de ti”), estarán reforzando la empatía con otros, el valor de la compasión y la solidaridad. 9 mediadores LOS VALORES Y LA COMUNICACION 10:mediadores-10 23/04/09 16:56 Página 10 10 Imaginemos que ante un acto de desobediencia, el hijo se atreve a reconocer su responsabilidad y los padres le perdonan, mostrándole su satisfacción por la sinceridad que ha demostrado. Esta será una forma de reforzar la honradez, la sinceridad. Pongamos el caso de una niña que acude todos los días a la escuela, además de participar o ayudar a sus padres en su trabajo. Si los padres le muestran su cariño, su satisfacción por el esfuerzo realizado, haciéndole ver los beneficios que tiene aprender y además, como premio a su esfuerzo, le ofrecen un regalo, le estarán reforzando el valor del esfuerzo y la educación. Si un niño coge algo que no le pertenece y sus padres le muestran su preocupación explicándole la consecuencias negativas que tiene esa conducta (el disgusto que causa a la otra persona, la injusticia que supone ese acto, etc.) y, a continuación, le piden que lo devuelva, estarán enseñándole el valor de la justicia y el respeto por las pertenencias de los demás. Halagar, premiar, recompensar todo aquello que favorece una relación positiva, respetuosa con los demás, ayuda a los niños y adolescentes a desarrollar valores prosociales. Pero además, poner límites a las conductas sociales negativas, mostrando siempre el camino alternativo, es también una forma de desarrollar en los hijos los valores positivos. LOS PADRES COMO MODELOS Los niños también aprenden los valores a través de la observación de lo que hacen y dicen sus padres u otra figuras importantes para ellos. Las personas más próximas son “ejemplos vivos” de los valores que deben orientarles en la vida. De esta forma, aprenderán el valor de la amistad si ven que sus padres tienen amigos y los cuidan de manera especial. Aprenderán el valor de la solidaridad si les observan ayudando a otros o compartiendo sus bienes con aquellos que también lo necesitan. Aprenderán el valor de la justicia si observan que sus padres defienden a personas que sufren situaciones o actitudes injustas o saben perdonar en determinados momentos. Aprenderán el valor de la igualdad entre las personas si observan que su padre y su madre tienen los mismos derechos y obligaciones, o si todos los hermanos son tratados del mismo modo, independientemente de su sexo. Por el contrario, un padre o una madre pueden insistir en el valor de la verdad y la sinceridad, e incluso castigar a su hijo por haber mentido, pero nada de esto será aprendido como un valor si el niño observa que sus padres mienten. Los padres, por tanto, constituyen con su conducta ejemplos de valores para los hijos y, especialmente durante la infancia, serán sus principales modelos (para bien o para mal). Más tarde, a medida que se van haciendo mayores, los hijos también pueden comparar la conducta de sus padres con la de otras personas y así estimar lo que es importante en la vida. Esto ocurre especialmente durante la adolescencia, momento en que los chicos y chicas se distancian más del hogar familiar y tienen más contacto con los iguales y la sociedad en general. Es frecuente que durante la adolescencia se cuestionen los valores paternos al confrontarlos con las experiencias de otras personas. De hecho, no es raro que los adolescentes mediadores LOS VALORES Y LA COMUNICACION 10:mediadores-10 23/04/09 16:56 Página 11 sufran de ciertos conflictos de valores o crisis, al ver que lo que han aprendido a valorar durante la infancia, no siempre es lo que ahora les parece bueno, importante o práctico. Esta dificultad de los adolescentes para establecer sus propios valores, es especialmente problemática en la actualidad ya que vivimos en un momento en el que parece que “todo vale” y en el que se refuerzan constantemente los valores materialistas frente a los espirituales. La publicidad y los medios de comunicación a veces ponen a los jóvenes ante la posibilidad de obtener fama y dinero sin esfuerzo. ¿Por qué estudiar y sacrificar el tiempo si puedo ser famoso de otra manera? ¿por qué interesarme por los demás si yo no intereso a nadie? ¿por qué trabajar o esforzarme, si estando guapo o guapa puedo conseguir lo mismo?… No obstante, si el niño ha recibido una sólida educación en valores positivos durante la infancia, ello le permitirá sentirse orientado cuando llegue a la adolescencia y tenga que organizar de forma personal sus propios valores. LA INFORMACIÓN SOBRE LOS VALORES Los niños también aprenden los valores a través de la información o de las opiniones que reciben de los adultos. Por ejemplo, cuando oyen a sus padres decir: “Es más importante el amor que el dinero”, “El dinero no es suficiente para ser felices” o “Nosotros tenemos poco dinero, pero estamos unidos y nos queremos, somos afortunados”, también están consolidando su sistema de valores. Vemos así que, cuando expresamos nuestras opiniones sobre distintos aspectos de la vida, estamos transmitiendo valores a los pequeños o adolescentes. Un ejemplo de ello lo podemos encontrar en frases que nos pueden resultar familiares: ■ “Si no tienes dinero, no vales nada.” ■ “No se puede confiar en nadie.” ■ “Cada uno va a lo suyo, si no piensas en ti mismo nadie lo hará.” ■ “Los indígenas son inferiores.” ■ “Las mujeres, a sus labores.” ■ “Pisa antes de que te pisen.” Todas estas frases refuerzan el materialismo, el individualismo, la idea de que algunas personas son superiores a otras, la agresividad, etc. como valores que deben orientar la conducta de las personas. Otras expresiones, por el contrario, refuerzan valores mucho más deseables: ■ “Hay que ayudar al que lo necesite.” ■ “Todos nacemos con los mismos derechos.” ■ “Quien tiene un amigo, tiene un tesoro.” ■ “La unión hace la fuerza.” ■ “La belleza nace del interior.” ■ “Mejor morir de pie que vivir de rodillas.” 11 mediadores LOS VALORES Y LA COMUNICACION 10:mediadores-10 23/04/09 16:56 Página 12 12 LA ESCUELA La escuela también resulta imprescindible para la educación moral. Aunque es en el seno de la familia donde se asientan las bases de los valores morales, en la escuela los niños reforzarán el aprendizaje de tales valores y los comprenderán de una forma más profunda. No debemos olvidar que en la escuela no sólo se adquieren conocimientos. También se aprenden las normas que regulan las relaciones con los demás. Allí se establecen relaciones con otros niños de la misma edad y, posiblemente, con otras características (diferente raza, sexo, habilidades, etc.). Ello permitirá que, a través de los juegos con otros niños y de la colaboración con éstos para alcanzar un fin, los pequeños desarrollan aquellos valores que les aseguran la convivencia positiva y pacífica con otros. A su vez, en la escuela los niños son dirigidos por sus educadores y son sometidos a una serie de normas, que inicialmente están basadas en la autoridad al adulto, pero que más tarde asumirán como algo propio, entendiendo que son beneficiosas para sí mismos y para la convivencia con los demás. Todo ello les ayudará a entender el valor del trabajo, el conocimiento, la colaboración, etc. También en la escuela se aprende a conocer tanto la propia cultura como otras sociedades más lejanas. Se aprende que existen formas diferentes de organizarse política, económica y culturalmente, y ello facilita el desarrollo del espíritu crítico al comprender que muchos principios ideológicos o creencias son relativos. Por último, la escuela ofrece la oportunidad de desarrollar conocimientos y habilidades que permitirán un desarrollo social óptimo frente al futuro. Por todas estas razones es tan importante asegurar la escolarización de los pequeños hasta una edad suficiente —si es posible, hasta la adolescencia— permitiéndoles asimilar los conocimientos y principios morales básicos, necesarios para desarrollar un adecuado sistema de valores que oriente su conducta a lo largo de toda su vida. EL TRABAJO INFANTIL Como hemos dicho, los valores no son algo abstracto, sino que son los principios que organizan toda nuestra vida y que dan sentido a las decisiones que tomamos. Cuando unos padres se plantean si es necesario que sus hijos trabajen o no, deben tomar una grave decisión. La respuesta será el reflejo de su situación y de sus valores. Tendrán que resolver un conflicto de valores en el que hay que considerar simultáneamente la necesidad de sobrevivir y el valor que se concede a la educación, a las necesidades de la infancia (el juego, el afecto, el contacto familiar, et.). NIÑOS QUE TRABAJAN La colaboración de los niños en muchas de las tareas que debemos hacer en la vida es una práctica universal. Muchos niños ayudan a sus padres en las tareas domésticas, otros participan en momentos puntuales en que se acumula el trabajo (por ejemplo, en la recolección de las cosechas) o dedican parte de su tiempo libre a colaborar en trabajos familiares como la confección de productos artesanales. En estos casos, normalmente mediadores LOS VALORES Y LA COMUNICACION 10:mediadores-10 23/04/09 16:56 Página 13 son los adultos los responsables del trabajo y los niños constituyen una pequeña colaboración, manteniendo siempre su asistencia a la escuela y sus momentos de juego. En estas circunstancias podríamos decir que el trabajo que el niño realiza, lejos de ser perjudicial, puede incluso beneficiar su educación, reforzar su inteligencia, sus habilidades y su desarrollo social. Lamentablemente, en muchos momentos la ayuda de los hijos se hace imprescindible para sostener la economía del hogar, y los niños, a través de su trabajo, aportan un apoyo a toda la familia. Esta situación, en la que la actividad del niño ya no es una colaboración con los padres, sino un “auténtico trabajo”, nunca es deseable. Sin embargo, también es cierto que, en algunos casos, las labores que hacen los niños se ajustan a sus capacidades y no entorpecen su asistencia a la escuela. En otros, por el contrario, se trata de una situación absolutamente inaceptable ya que el trabajo puede llegar a convertirse en una explotación del menor o interrumpir de diversas maneras su desarrollo, provocando riesgos muy graves para su salud y su evolución personal. Todos los padres deben conocer y ser conscientes de cuáles son las condiciones adecuadas de trabajo en las que el niño puede participar y, por el contrario, cuáles son las que acarrean riesgos gravísimos y por tanto deben ser evitadas a toda costa. Disponer de información sobre la situación del trabajo infantil en el mundo y, en concreto, en algunos países de América Latina le facilitará al mediador la transmisión a las familias de los aspectos claves sobre el tema, así como la promoción de los cuidados y valores adecuados sobre la infancia. En todo el planeta trabajan 250 millones de niños cuya edad no supera los 14 años y el porcentaje podría ser aún mayor si se pudiera conocer la cifra de los que trabajan en su propio hogar o a jornada completa. Se considera que unos 120 millones de niños sufren condiciones de explotación laboral extrema: desempeñando tareas vejatorias, perjudiciales para la salud o incluso para la vida, debido a su alta vulnerabilidad física y mental que les impide tener una formación educativa y una relación adecuada con su entorno social. De los 250 millones de niños que trabajan en el mundo, casi la mitad lo hacen a jornada completa. El 61% de todos ellos, unos 153 millones, reside en Asia. Un 32% corresponde a África, donde trabajan 80 millones de niños y el 7% restante tiene un empleo en América Latina, que suma 17 millones de niños trabajadores. En Oceanía se estima que pueden estar trabajando alrededor de medio millón. En América Latina, un niño de cada cinco trabaja. Los países de América que registran un mayor índice de trabajo infantil son Ecuador, donde se estima que trabajan un 30.2% de los niños del país, Guatemala con un 23.8%, Brasil con un 20.5%, Haití, donde trabajan el 25% de los niños y Perú con más del 16% de su población infantil empleada. En algunas ciudades, trabajan hasta el 26% de los niños. La mayor parte de los niños comienza a trabajar a los diez años, aunque el promedio de edad inicial es aún más bajo en las áreas rurales, donde suelen trabajar a los cinco años. En conjunto, hay más niños que niñas económicamente activos (3 niños por cada 2 niñas). Entre los empleados domésticos se da, en general, una proporción inversa: ese 13 mediadores LOS VALORES Y LA COMUNICACION 10:mediadores-10 23/04/09 16:56 Página 14 14 ámbito cuenta con el 40% de todas las niñas que trabajan. Las niñas son también mayoría en las cifras de no inscripción en las escuelas y de abandono escolar. Algunas encuestas realizadas en varios países indican que más de un tercio de los pequeños trabajan al menos 40 horas por semana e incluso los hay que llegan a las 56 horas. Los niños que nunca han asistido a la escuela o la han abandonado antes de finalizar la escolarización representan un elevado porcentaje entre los menores que trabajan. Dentro del trabajo infantil las actividades más frecuentes son las agrícolas, que ocupan al 90% de los niños y niñas trabajadores. Algunos de estos niños y niñas colaboran con sus padres y madres de una manera temporal o parcial. Sin embargo, el problema para los niños aparece cuando la economía de subsistencia de muchas familias obliga a que los menores trabajen largas jornadas, al igual que sus padres y madres. Las condiciones se agravan en los casos de niños y niñas esclavos que trabajan en grandes y medianas plantaciones. Dentro del sector de producción primario, también tienen especial relevancia los niños mineros, no tanto por la cantidad de niños trabajando sino por las condiciones en las que lo hacen. Los casos más conocidos en América Latina son los de niños que se dedican a la extracción de oro en Perú y los que extraen carbón en Colombia. En la India se cree que una cuarta parte de los trabajadores de las canteras son niños y niñas. El segundo sector en importancia es el de servicios. En él que se encuentran los niños y niñas que trabajan como empleados domésticos, los de la industria del turismo, aquellos que trabajan en las calles o los que se dedican a la prostitución (se conocen pocas cifras sobre este trabajo, ya que en pocos países se han realizado estudios al respecto). Los niños que realizan trabajos domésticos se encuentran, seguramente, entre los más vulnerables y explotados. En Haití están la mayoría de ellos. El salario que reciben es mínimo o inexistente y dependen en todos los aspectos de sus empleadores (quienes en algunas ocasiones abusan física y sexualmente de ellos). No tienen derechos legales, están privados de escolarización, del afecto familiar, y de juegos y actividades propias de los niños y las niñas que les permitirían un desarrollo social adecuado. El turismo sexual se trata de un negocio que incluye la venta, prostitución y pornografía infantil. Sólo en Asia se cree que son cerca de un millón los niños y las niñas que se dedican a ello. Según señala la OIT (Organización Internacional del Trabajo), en algunos países, el 30% de las personas que ejercen la prostitución tiene menos de 18 años. Los datos recogidos por la OIT demuestran además un crecimiento de la prostitución masculina por encima de la femenina, animada por el crecimiento del turismo sexual y de la pornografía. Otro de los aspectos cuya situación empeora día a día, es el de la venta y tráfico transfronterizo de niños por medio de grandes redes organizadas mundialmente. La finalidad de este comercio humano es usar a los niños para el ejercicio de la prostitución, la mendicidad, así como para el trabajo en la construcción, talleres o el servicio doméstico. El sector industrial no se diferencia de los otros sectores productivos, de manera que también se encuentran niños y niñas en talleres y factorías. Los niños y las niñas trabajan mediadores LOS VALORES Y LA COMUNICACION 10:mediadores-10 23/04/09 16:56 Página 15 en la industria de la alimentación, del mueble, vidrio, calzado, tabaco, transformación del cuero... La mayoría trabajan en pequeños negocios, algunos de los cuales son familiares. Su producción está dirigida principalmente a los mercados nacionales, pero también una pequeña parte se destina a los mercados internacionales a través de la subcontratación. En India, Nepal y Pakistán, en algunas factorías de alfombras, el 50% o incluso el 70% de los empleados son niños. El caso más escandaloso de trabajo forzoso en niños a causa de la pobreza es el de los siervos o esclavos. En Asia suroriental hay varios millones de niños siervos. LOS NIÑOS DE LA CALLE La pobreza y el desarraigo familiar pueden culminar en un proceso por el cual los niños buscan en la calle formas de sobrevivir hasta convertir la vía pública en su casa. Según la UNICEF, un 44,09% de los niños que viven en la calle salieron de sus casas por maltrato. En otras tantas ocasiones la situación precaria en la familia fomenta la desvinculación progresiva con los hijos o la búsqueda de alguna alternativa en la calle. En otros casos la ausencia de la escuela se sustituye por la vida en la calle. Los niños callejeros suelen relacionarse entre ellos, formar su propia “comunidad”, su “familia sustituta” y suelen tener puntos de encuentro en las ciudades, para dormir y para trabajar. La mayor parte se encuentran en avenidas y cruceros, estaciones del metro, mercados, corredores comerciales, zonas turísticas, terminales de autobuses, estacionamientos y basureros. Los niños y las niñas de la calle, se dividen entre los que viven con sus familias, un 40%, y aquellos que no sólo desempeñan su trabajo en las calles sino que viven y mueren en ellas. Sus trabajos se centran en la mendicidad, la venta ambulante, la limpieza de zapatos y ventanas, el transporte o el cuidado de automóviles. El número de estos niños y niñas ha aumentado durante las últimas décadas debido a las grandes migraciones del campo hacia la ciudad. Pero la calle no podrá nunca ser un hogar para los niños. La calle es un medio muy peligroso para ellos porque se encuentran desarraigados, indefensos, desprotegidos, afectados constantemente por condiciones de total insalubridad y violencia. Un gran número de ellos padecen enfermedades que no pueden curarse, hacen un uso precoz y de gran riesgo de drogas, se inician en actos delictivos, etc. Cualquier cosa con tal de sobrevivir o ligarse a alguien afectivamente. Los casos estudiados reflejan que, en muchos casos, los niños de la calle son detenidos por la policía por relación con las drogas, por robar, por trabajar en la calle, por invadir la propiedad ajena, por vagancia, etc. Lamentablemente, algunos niños se quejan también de maltrato físico o verbal, o incluso de abuso o acoso sexual por parte de policías. A la mayoría de estos niños les espera un futuro desolador. Una parte terminará de indigentes y otra morirá apenas alcanzada la mayoría de edad. En otros casos, se integrarán en procesos discontinuos de institucionalización: albergues, centros especializados, etc. Otros, con más suerte, podrán encontrar trabajo de taqueros, de chóferes, etc. 15 mediadores LOS VALORES Y LA COMUNICACION 10:mediadores-10 23/04/09 16:56 Página 16 16 CAUSAS DEL TRABAJO INFANTIL Desde los años 80, el trabajo infantil ha crecido de forma alarmante por tres razones: el fuerte crecimiento demográfico, la crisis económica que obliga a muchas familias a sobrevivir y la crisis de los sistemas educativos que no ofrecen la suficiente calidad como para encontrar en un futuro trabajos bien remunerados. Las encuestas realizadas por la OIT han puesto de manifiesto una correlación positiva entre el trabajo de los menores y factores como la pobreza, el analfabetismo, el nivel de subdesarrollo rural, la situación de los barrios urbanos pobres, la falta de asistencia a la escuela, los niños abandonados o fugitivos, el fallecimiento o la ausencia permanente del padre, las familias de gran tamaño y la ocupación de los padres. En el Informe sobre el Estado Mundial de la Infancia de 1997 de UNICEF (Fondo de la Naciones Unidas para la Infancia), se destacan tres causas fundamentales: la explotación de la pobreza, las consecuencias de la cultura y valores tradicionales y la falta de acceso a la enseñanza. La pobreza es la principal causa del trabajo infantil, alimentada por la crisis económica, por los programas de ajuste estructural, por el desempleo, el subempleo, el abandono del campo para ir a las ciudades y el crecimiento demográfico incontrolado. Incluso en Europa Central y Oriental el trabajo infantil crece cada día más debido a las dificultades que amplios sectores de la población experimentan por la transición de una economía de planificación central a una economía de mercado. Debido a la pobreza, los niños se convierten en la moneda de cambio de las deudas familiares, contraídas con prestamistas a lo largo de generaciones. Pero, por desgracia, tales deudas nunca se saldan debido al fraude y a los intereses abusivos. La familia queda así esclavizada durante varias generaciones. Estas prácticas, a pesar de que son ilegales en muchos países, están muy extendidas. La ignorancia, el miedo y la intimidación, dificultan que muchas familias salgan de esta situación. Muchos niños, desde el mismo momento en que nacen, ya están vendidos a un deudor y su destino sacrificado. En muchos casos, las familias del campo, demasiado pobres para mantener a sus hijos, los envían a familias conocidas de la ciudad, que se comprometen a facilitar su educación, alojamiento y alimentación a cambio de trabajo doméstico. Pero estas promesas no siempre se cumplen y la situación acaba siendo la explotación de los menores. Un 75% de estos trabajadores domésticos infantiles no saben leer o escribir. En muchos casos, son huérfanos. Trabajan todo el día, pero no ganan nada, solo reciben un cobijo. Frecuentemente no duermen en camas, sino en el suelo, y, en el caso de las niñas, pueden sufrir abusos sexuales. La explotación de las características de los niños y la desvaloración de la infancia es otra de las principales causas del trabajo infantil, ya que los menores son más fáciles de controlar: apenas conocen sus derechos, crean menos problemas que los adultos y están más dispuestos a aceptar órdenes y a hacer tareas monótonas. Los niños, sensibles y sin recursos, se atemorizan fácilmente ante la autoridad de los adultos. Dependen de su aprobación y de sus cuidados. Su menudo su cuerpo no se valora como algo que hay que cuidar y proteger, sino como una herramienta o máquina que permite realizar labores diminutas y difíciles para un cuerpo adulto. mediadores LOS VALORES Y LA COMUNICACION 10:mediadores-10 23/04/09 16:56 Página 17 Todas estas características son aprovechadas por los explotadores que consideran a los niños una mano de obra ideal para algunas tareas: tienen dedos ágiles, buena vista y son capaces de estar sentados en la misma postura durante horas. Así por ejemplo, las alfombras trabajadas por niños se cotizan más en el mercado, ya que sus dedos minúsculos hacen nudos más finos. En algunas minas, se emplea a los niños porque pueden arrastrarse por túneles de 90 centímetros de ancho. Cuando crecen, pierden su valor como herramienta de trabajo y se les echa. Cuando hay que aumentar la producción y se precisa de mano obrera barata, los menores constituyen una reserva disponible, y en cuanto la producción debe disminuir se les despide fácilmente. Algunos empresarios emplean a menores porque no les cuestan prácticamente nada, especialmente cuando se trata de negocios pequeños no registrados, en situación financiera precaria. En los casos de trabajo en el servicio doméstico, es frecuente que los menores sólo reciban cama y comida. Cuando se los utiliza para la prostitución o la pornografía, ni siquiera el riesgo de su situación les compensa en modo alguno, ya que el dinero obtenido va a parar directamente a quienes dirigen la industria del sexo. La situación tiende a agravarse en el caso de los más pequeños, a los que se cotiza más debido a que se estima que, por su edad temprana, no son portadores del virus del sida. Se puede afirmar que, en general, por el mismo tipo de trabajo, un niño recibe aproximadamente la mitad del salario de un empleado adulto. La mayoría no percibe paga alguna por horas extraordinarias, ni tampoco las prestaciones sociales y de otro tipo que se puedan conceder a los trabajadores adultos. En tercer lugar, la cultura y los valores sobre la infancia también contribuyen en gran medida a la existencia del trabajo infantil. En la base de todos estos casos citados se encuentra una cultura que no valora a la infancia como algo fundamental para nuestro desarrollo, como el futuro de la humanidad. Los valores que priman son los materialistas: el dinero y el poder inmediato. Esta cultura denota una concepción de la infancia completamente alejada de lo que en realidad es, considerando a los niños como adultos en miniatura pero con menos valor incluso (menos inteligencia, menos recursos, más necesidades, etc.), pero que deben participar en el trabajo y en cualquier condición. El egoísmo y la ambición materialista, la profunda ignorancia sobre los niños y la ausencia de vínculos afectivos entre las personas, dificultan un aspecto esencial en la relación con los menores: la empatía con sus sentimientos, necesidades y respeto por su condición de niños, de seres humanos en desarrollo. Los menores a quienes se somete a las formas más intolerables de trabajo generalmente pertenecen a sectores de la población que, no sólo son económicamente vulnerables, sino también cultural y socialmente desfavorecidos. Según UNICEF, la vulnerabilidad de los menores también obedece a ciertas actitudes tradicionales o de la sociedad que justifica que los niños pertenecientes a sectores pobres y desfavorecidos, a minorías étnicas o a distintas castas, realicen trabajos peligrosos y en condiciones de explotación. Las normas culturales también difieren al entender la niñez y al asignar papeles al hombre y a la mujer, por lo que, en algunos casos, las niñas pueden ser peor valoradas y más vulnerables a la explotación. 17 mediadores LOS VALORES Y LA COMUNICACION 10:mediadores-10 23/04/09 16:56 Página 18 18 Naturalmente, la falta de educación y escuelas contribuye también al trabajo infantil. En las zonas rurales alejadas, faltan escuelas y profesores. En muchos casos, la escolarización supone un coste insalvable para las familias más modestas. A menudo, la calidad de la enseñanza no es suficientemente buena, no pudiendo preparar para el futuro a muchos niños que asisten a ella. Estas deficiencias en la cantidad y en la calidad de los recursos educativos favorecen la demanda de trabajo por parte de los menores. Según la UNESCO (Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura), 145 millones de niños de todo el mundo entre 6 y 11 años no van a la escuela. En otras ocasiones, cuando la escuela es accesible e incluso de calidad suficiente, puede que los niños no asistan a ella. Quizá sus familias no valoren la educación escolar y crean que la mejor alternativa para sus hijos es el trabajo. También es posible que los niños trabajen y el tipo de trabajo les impida asistir a las clases. En otras ocasiones, los padres mandan a sus hijos a la escuela pero ellos se quedan inmersos en un proceso de callejización animados por otros niños de su edad o incluso tomando como modelos a sus propios padres. En cualquier caso, la no escolarización supone la no adquisición de conocimientos. Esto determina la imposibilidad de superar las condiciones de pobreza, al no poder acceder a trabajos más especializados y mejor remunerados. De este modo, la precaria situación de vida tenderá a perpetuarse de padres a hijos, generación tras generación. RIESGOS DEL TRABAJO INFANTIL Muchos de los trabajos representan un grave riesgo para la salud y el desarrollo integral de los niños. En el cuadro que se incluye a continuación, se muestran algunos de los sectores en los que se han detectado riesgos en varios países de América Latina donde se ha verificado un alto nivel de ocupación infantil: PAÍS TRABAJOS Bolivia Minería, zafra (corte de caña), construcción, trabajo callejero, agricultura. Colombia Minería, agricultura, trabajo urbano, explotación sexual, mercados. Costa Rica Servicio doméstico, construcción, prostitución, bananeras, maquila, mariscos. Ecuador Floricultura, trabajo callejero, construcción, ladrilleras, agricultura, basurales. El Salvador Curiles, maquila, pirotecnia, construcción, cafetales, explotación sexual, trabajo callejero, basura. Guatemala Sector de la cal, cafetales, minería, pirotecnia, servicio doméstico, maquila, transporte, basura, construcción. mediadores LOS VALORES Y LA COMUNICACION 10:mediadores-10 23/04/09 16:56 Página 19 PAÍS TRABAJOS Honduras Industria del cuero, panadería, maquilas, maderas, metalurgia, construcción, ejército, industria fármacos, industria química, industria en general. Nicaragua Cafetales, bananeras, arroz, tabaco, algodón, ganadería, trabajo callejero. Panamá Trabajo callejero, servicio doméstico, zafra (corte de caña), carga. Paraguay Trabajo callejero, servicios domésticos, explotación sexual. Perú Lavaderos de oro, ladrilleras, picapedreros, camales, construcción, metalurgia, procesamiento hoja de coca, pirotecnia, basura, minería, trabajo urbano. Rep. Dominicana Agricultura, servicio doméstico, basura, prostitución. Labores de alto riesgo identificadas por el IPEC3. Las consecuencias del trabajo forzoso para la salud de los niños son muy graves. Al estar en proceso de desarrollo, son más vulnerables a las condiciones extremas del trabajo. Tienen en general menos defensas que los adultos, poca resistencia y fuerza física, necesitan dormir más y alimentarse muy bien para que su crecimiento sea normal. Físicamente no están preparados para resistir largas horas de trabajo arduo y monótono. Cualquier condición que amenace estos requisitos afectará al desarrollo del niño. Los estudios sobre el trabajo infantil demuestran que algunas condiciones de trabajo extremas provocan en los niños lesiones visuales y óseas, deformaciones, numerosos accidentes, muerte temprana... Los estudios realizados sobre los niños que trabajan en algunas zonas de Latinoamérica como empleados domésticos en condiciones de semiesclavitud, demuestran que un 80% de ellos sufre trastornos de estómago o dolores de cabeza como consecuencia, según los psiquiatras de su aislamiento emocional. Muchos parecen retardados física y psíquicamente, sin que lo sean. De hecho, en las ocasiones en que se consiguen liberarlos de su situación e integrarlos en una comunidad, demuestran un alto rendimiento en los estudios. La violencia y los abusos sexuales figuran entre los peligros más graves que padecen los niños, en el caso de los servicios domésticos. El abuso sexual de los menores provoca en ellos no sólo lesiones físicas sino otras más duraderas y graves como son las psicológicas. La cerámica y la fabricación de vidrio o la industria fosforera y pirotécnica somete a los niños a temperaturas elevadísimas, polvo, humos, vapores y concentraciones gaseosas de sustancias peligrosas. Algunos niños desde los tres años sólo respiran humo y gas, de manera que las afecciones y enfermedades respiratorias formarán parte de su futuro más próximo. La pesca submarina en Birmania mantiene sumergidos durante doce horas al día a niños de entre 10 y 15 años. Cada barco necesita un total de 300 niños para que la faena diaria salga a plena satisfacción. 19 mediadores LOS VALORES Y LA COMUNICACION 10:mediadores-10 23/04/09 16:56 Página 20 20 En la construcción, los niños transportan grandes pesos y mantienen posiciones corporales inadecuadas, lo que provoca deformaciones y afecta especialmente a su crecimiento. Los estudios sobre el tema reflejan que los trabajos en la minería se hacen con muchas horas de trabajo infantil, sin equipo, ropa, ni formación adecuados para protegerse. En Colombia, aunque se prohíbe que los menores de 16 años desarrollen este tipo de actividades, es una labor que se realiza en familia a cambio sólo de comida. En Guatemala existen familias dedicadas a la actividad de picar piedra a las orillas del río Samalá, en el Departamento de Retalhuleu. Según informa el IPEC (Programa Internacional para la Erradicación del Trabajo Infantil), más de 400 familias, aún conscientes del peligro que corren (inundaciones, traumas fuertes en las manos, etc.) , se asientan de lunes a domingo en las orillas del río para trabajar en la producción del piedrín. La mitad de los niños sometidos a trabajo forzoso en las fábricas de alfombras paquistaníes no llega nunca a los 12 años. Según informes de 1991, muchos presentan infecciones en la piel y grave desnutrición, así como trastornos psicológicos. Todos estos ejemplos ilustran muy bien los peligros para la salud del niño, para su seguridad, pero también nos informan del estado emocional y psicológico en el que se pueden llegar a encontrar. El principal riesgo en este sentido lo constituye la falta de vínculos afectivos con la familia y la desvaloración personal a la que es sometido el niño. El niño se encuentra rodeado de violencia y falta de compasión o ayuda, sin consuelo. Esto le forzará a aprender a vivir desvinculado de los demás, a defenderse de las personas, a no importarle nada ni nadie, nunca podrá desarrollar el afecto y los valores que le puedan motivar a convivir positivamente con los demás. Según demuestran los estudios, los trabajadores infantiles llegan a la edad adulta disminuidos en el plano psicológico, intelectual y afectivo. Han reducido seriamente sus oportunidades para promocionarse socialmente y su capacidad de formación, de educación y de desarrollo personal. Los niños que sufren estas terribles condiciones terminarán reproduciendo estos esquemas de violencia y explotación en sus hijos o con otras personas. PREVENCIÓN Y CONTROL DEL TRABAJO INFANTIL Todo lo dicho anteriormente refuerza la idea de que es muy necesario y urgente para los padres favorecer el desarrollo de sus hijos en las mejores condiciones posibles. En el caso de ser necesario el apoyo de éstos como soporte a la economía familiar, los padres deben cuidar y proteger a sus hijos de cualquier condición que pueda suponerles una amenaza a su salud y a sus necesidades psicológicas y sociales. Por ello, han de poner mucho cuidado en que: ■ Las actividades o tareas laborales que se le demandan al niño estén dentro de sus posibilidades. No se le debe exigir al niño realizar tareas que sólo los adultos pueden hacer, ya sea por las condiciones físicas necesarias o por la complejidad o dificultad de la tarea. ■ El resultado de la tarea no sea responsabilidad del niño. ■ Que los niños reciban apoyo, ayuda y suficientes recursos de los adultos, para poder realizar la labor que se requiera de ellos. mediadores LOS VALORES Y LA COMUNICACION 10:mediadores-10 23/04/09 16:56 Página 21 ■ Esté asegurada su alimentación variada y frecuente durante la jornada, así como cubiertas sus necesidades de sueño y descanso. ■ El niño pueda hacer compatible la ayuda a sus padres en el trabajo con la asis- tencia a la escuela. La escolarización del niño es la forma de asegurar: conocimientos, formación profesional para el día de mañana, la relación con otros niños y el desarrollo de valores prosociales. ■ Que el niño no realice tareas que le empujen a la callejización, sino que se ase- gure el tiempo y la convivencia en el hogar familiar. ■ Que no se elimine completamente la posibilidad de que los niños jueguen. El juego es un objetivo importante en la educación de los niños, ya que a través del mismo se desarrollan psicológica, física y socialmente. ■ Que el niño perciba que es querido por su familia, valorado positivamente y res- petado por ser niño y no un adulto. De este modo, el niño aprenderá el valor del trabajo, pero también que sobre éste se sitúa el valor de las propias personas. Si la actividad laboral del niño se realiza fuera del hogar, los padres deben proteger a sus hijos y asegurarse de que las condiciones del trabajo son las que corresponden tanto a sus derechos como niños como a las de cualquier otro trabajador. En este sentido, deben controlar rigurosamente que sus hijos no acaben en las siguientes situaciones: ■ Realizando tareas laborales que impliquen un riesgo para su salud (actividades peligrosas: alturas, carga de pesos, contacto con sustancias tóxicas, basuras, etc.). ■ Situaciones de servidumbre por deudas, trabajos forzados, venta y trata de niños, actividades en las que se utiliza al niño para cometer actos delictivos, en especial la prostitución, la pornografía infantil o el tráfico de drogas. ■ Trabajos que impiden la asistencia a la escuela con la frecuencia necesaria. ■ Trabajos que fomentan la callejización del niño a todos los niveles. Así mismo es muy importante tener en cuenta la edad mínima de admisión al empleo. La OIT, en el Convenio sobre la edad mínima de admisión al empleo, de 1973, artículo nº 138, fija que no deberá ser inferior a la edad en que cesa la obligación escolar o, en todo caso, a 15 años (14 en los países en desarrollo). En este Convenio se considera la posibilidad de trabajar entre los 13 y 15 años siempre y cuando ello no perjudique la asistencia de los pequeños a la escuela y formación profesional. Respecto del trabajo que pueda resultar peligroso para la salud, la seguridad o la moralidad, el Convenio fija que la edad no deberá ser inferior a los 18 años. ■ Es fundamental el registro de nacimiento del niño, ya que constituye una herra- mienta importante para vigilar la situación real de los menores y asegurar su escolarización y su formación profesional, para impedir que trabajen o se les obligue a trabajar en actividades ilícitas, y para proteger sus condiciones de trabajo en casos concretos de empleo ilícito. ■ Es esencial que los empresarios y patrones respeten estas normas y no realicen contratos de trabajo a niños si no pueden garantizarles las condiciones mínimas que ellos necesitan. Del mismo modo, debe asegurarse un salario digno y equiparable al de cualquier adulto si realiza las mismas labores que él. ■ Deben defenderse los derechos de los niños que trabajan y denunciar todas aquellas situaciones que se considere que violan tales derechos. 21 mediadores LOS VALORES Y LA COMUNICACION 10:mediadores-10 23/04/09 16:56 Página 22 22 Todas las personas del mundo estamos obligadas moralmente a realizar un consumo ético y responsable, y por eso, a rechazar cualquier producto en el que sepamos que se han vulnerado los derechos básicos de los trabajadores. Es necesario garantizar que lo que compramos ha sido hecho por personas que han recibido un salario digno, que no emplearon mano de obra esclavizada, que no se dieron discriminaciones de ningún tipo y que no se destruyó el medio ambiente. De este modo, no contribuiremos a perpetuar las condiciones inmorales y la explotación de los niños y los hombres en el mundo. LOS DERECHOS DE LOS NIÑOS Uno de los principales valores que debe realizarse y transmitirse a través de la familia es el respeto por la infancia y, en consecuencia, el respeto por los derechos de los niños. PRINCIPIO 1 El niño disfrutará de todos los derechos enunciados en esta Declaración. Estos derechos serán reconocidos a todos los niños sin excepción alguna ni distinción o discriminación por motivos de raza, color, sexo, idioma, religión, opiniones políticas o de otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento u otra condición, ya sea del propio niño o de su familia. PRINCIPIO 2 El niño gozará de una protección especial y dispondrá de oportunidades y servicios, dispensado todo ello por la ley y por otros medios, para que pueda desarrollarse física, mental, moral, espiritual y socialmente en forma saludable y normal, así como en condiciones de libertad y dignidad. Al promulgar leyes con este fin, la consideración fundamental a que se atenderá será el interés superior del niño. PRINCIPIO 3 El niño tiene derecho desde su nacimiento a un nombre y a una nacionalidad. PRINCIPIO 4 El niño debe gozar de los beneficios de la seguridad social. Tendrá derecho a crecer y desarrollarse en buena salud; con este fin deberán proporcionarse, tanto a él como a su madre, cuidados especiales, incluso atención prenatal y postnatal. El niño tendrá derecho a disfrutar de alimentación, vivienda, recreo y servicios médicos adecuados. PRINCIPIO 5 El niño física o mentalmente impedido o que sufra algún impedimento social, debe recibir el tratamiento, la educación y el cuidado especiales que requiere su caso particular. mediadores LOS VALORES Y LA COMUNICACION 10:mediadores-10 23/04/09 16:56 Página 23 PRINCIPIO 6 El niño, para el pleno y armonioso desarrollo de su personalidad, necesita amor y comprensión. Siempre que sea posible, deberá crecer al amparo y bajo la responsabilidad de sus padres y, en todo caso, en un ambiente de afecto y de seguridad moral y material; salvo circunstancias excepcionales, no deberá separarse al niño de corta edad de su madre. La sociedad y las autoridades públicas tendrán la obligación de cuidar especialmente a los niños sin familia o que carezcan de medios adecuados de subsistencia. Para el mantenimiento de los hijos de familias numerosas conviene conceder subsidios estatales o de otra índole. PRINCIPIO 7 El niño tiene derecho a recibir educación, que será gratuita y obligatoria por lo menos en las etapas elementales. Se le dará una educación que favorezca su cultura general y le permita, en condiciones de igualdad de oportunidades, desarrollar sus aptitudes y su juicio individual, su sentido de responsabilidad moral y social, y llegar a ser un miembro útil de la sociedad. El interés superior del niño debe ser el principio rector de quienes tienen la responsabilidad de su educación y orientación; dicha responsabilidad incumbe, en primer término, a sus padres. El niño debe disfrutar plenamente de juegos y recreaciones, los cuales deben estar orientados hacia los fines perseguidos por la educación; la sociedad y las autoridades públicas se esforzarán por promover el goce de este derecho. PRINCIPIO 8 El niño debe, en todas las circunstancias, figurar entre los primeros que reciban protección y socorro. PRINCIPIO 9 El niño debe ser protegido contra toda forma de abandono, crueldad y explotación. No será objeto de ningún tipo de trata. No deberá permitirse al niño trabajar antes de una edad mínima adecuada; en ningún caso se le dedicará ni se le permitirá que se dedique a ocupación o empleo alguno que pueda perjudicar su salud o su educación o impedir su desarrollo físico, mental o moral. PRINCIPIO 10 El niño debe ser protegido contra las prácticas que puedan fomentar la discriminación racial, religiosa o de cualquier otra índole. Debe ser educado en un espíritu de comprensión, tolerancia, amistad entre los pueblos, paz y fraternidad universal, y con plena conciencia de que debe consagrar sus energías y aptitudes al servicio de sus semejantes. 23 mediadores LOS VALORES Y LA COMUNICACION 10:mediadores-10 23/04/09 16:56 Página 24 24 Trabajo con las familias El trabajo con familias en esta área se va a desarrollar en torno a los siguientes temas: ■ Valores sociales y familia. ■ El trabajo infantil. VALORES SOCIALES Y FAMILIA ¿A DÓNDE QUEREMOS LLEGAR? Al terminar este módulo, los participantes deben tener claro que: ■ Los valores desempeñan un papel fundamental en la vida de las personas. ■ Cómo pueden aprovechar la convivencia diaria en la familia para transmitir valo- res a sus hijos. PLANTEAMIENTO Haga una breve presentación con las siguientes ideas: Ustedes saben que es imposible pensar en una sociedad sin normas. Las reglas nos permiten organizarnos en las ciudades, en el trabajo y en la propia familia. Sin embargo, debemos aspirar a que esas normas sean lo más justas posible, que todos participemos en su decisión y que resulten beneficiosas para la mayoría de las personas, respetando a todos por igual. Pregunte a los participantes si están de acuerdo con estas afirmaciones. Coménteles que hay normas escritas y no escritas. Pídales que pongan ejemplos de las primeras (por ejemplo, la obligación de pagar impuestos o las normas que regulan el tráfico o la circulación de vehículos) y de las segundas (por ejemplo no se puede faltar a la palabra dada). Ustedes saben que detrás de cada norma hay siempre un valor. Las normas se hacen para asegurar el logro de ese valor. Por ejemplo, detrás de la obligación de pagar impuestos, está el valor de la solidaridad. Detrás de la obligación de respetar la palabra, está la lealtad. Pida a los participantes que pongan ejemplos de normas y que indiquen los valores que hay detrás de cada una de ellas. Por ejemplo, detrás de las normas que regulan los procedimientos jurídicos, está la justicia. Detrás de la norma que prohíbe fumar en un hospital, está la salud, etc. mediadores LOS VALORES Y LA COMUNICACION 10:mediadores-10 23/04/09 16:56 Página 25 Ustedes saben que los valores que más estimamos no siempre estuvieron presentes en nuestra sociedad. Muchos de ellos costó mucho alcanzarlos y sigue costando mantenerlos. Por ejemplo, la justicia, la salud, la igualdad, la libertad. Pero además de estos valores con tanta importancia social, hay otros como la honradez, la sinceridad, etc. que dan, a las personas que los defienden, unas características especiales. Pida a los participantes que mencionen algunos valores que se hubieran alcanzado en su sociedad o en su familia y que merezca la pena conservar. Ustedes saben que la única forma de transmitir algo es conseguir que las futuras generaciones, los niños de hoy, lo asuman como propio y lo incorporen a sus vidas. También saben que los niños hacen lo que ven. Por eso es muy importante que nos vean practicando los valores que estimamos y queremos conservar si queremos que ellos también los acepten como propios. Pregunte a los asistentes si consideran que sus hijos están influidos por sus valores. ACTIVIDAD: TRANSMITIENDO VALORES DESCRIPCIÓN Hemos visto que los valores que ustedes acaban de identificar son realmente valiosos y sería ideal poder transmitirlos a las futuras generaciones para que pudieran seguir perfeccionándolos. Hoy vamos a reflexionar acerca de la forma en que es posible educar a los hijos en esos valores, aprovechando la convivencia diaria. La actividad que desarrollaremos les ayudará a encontrar oportunidades para transmitir a los hijos eso que ustedes consideran tan valioso y, por eso, su nombre: los valores. MATERIAL Pizarra o papel grande. TIEMPO Una hora. PREPARATIVOS Aunque esta actividad no busca precisión en el lenguaje, es conveniente que el mediador disponga de un diccionario para solucionar posibles dudas respecto al significado de las palabras que designan los valores. 25 mediadores LOS VALORES Y LA COMUNICACION 10:mediadores-10 23/04/09 16:56 Página 26 26 DESARROLLO Secuencia 1 Recuerde, con la ayuda de los participantes, los valores que éstos han mencionado durante el debate de planteamiento como los que más interesa conservar para futuras generaciones, tanto por su importancia social (por ejemplo, la libertad), como por su importancia para la vida en la familia (por ejemplo, la sinceridad). Secuencia 2 Dibuje 5 ó 6 columnas en una pizarra o papel grande. En el encabezamiento de cada una de estas columnas deberá escribir uno de los valores que han mencionado. Ordénelos con la ayuda de los participantes, a través de preguntas como “¿cuál de ellos anotamos primero? ¿cuál de ellos les parece más importante?”. Si tiene más de 6 valores, selecciónelos con la ayuda de los participantes. En este caso, aproveche la oportunidad para recalcar que esto es sólo un ejemplo en el cual no podemos tener presentes todos los valores que merecen la pena. Sin embargo ellos, en sus casas, deberán intentar transmitir todos aquellos valores que consideren positivos, sin “dejar ninguno fuera”. El resultado puede ser una tabla parecida a la siguiente: Sinceridad Honradez Justicia Amistad Igualdad Paz Secuencia 3 Pida ahora a los participantes que se distribuyan en grupos de 4 personas y que, en cada grupo, elijan un secretario que tomará nota de las conclusiones. La tarea que deben realizar es identificar, para cada uno de los valores señalados en la tabla, una o varias situaciones que hayan vivido o que sean frecuentes en la convivencia familiar, a través de las cuales podrían enseñar a los hijos esos valores y cómo lo harían. El secretario de cada grupo tomará nota de todas ellas. mediadores LOS VALORES Y LA COMUNICACION 10:mediadores-10 23/04/09 16:56 Página 27 Si tienen dificultad para entender la tarea, puede ponerles el siguiente ejemplo. “¿Cómo podemos transmitir a través de la convivencia con nuestros hijos el valor de la honradez?”. Uno de ustedes podría plantear un caso que le ha sucedido: “El otro día mientras comíamos, uno de mis hijos nos contó que un amigo había entregado a la policía una cartera llena de billetes que había encontrado en la calle. Otro amigo le dijo que la policía no encontraría al dueño y que el dinero acabaría en manos de alguien con menos derecho a quedarse con él que quien lo encontró. Yo le dije que había hecho bien devolviéndolo. Que no era suyo y que había que intentar que su dueño lo recuperara. ¡Que alegría se llevará! Le dije también que, si a nosotros nos ocurriera eso, también nos gustaría que nos la devolvieran y que yo me sentiría orgulloso de aquel de mi familia que hiciera algo así, aunque nos quedáramos sin el dinero. Y así pienso que le estoy enseñando a ser honrado.” Para reflejar esta aportación en la tabla, escribirían debajo de la palabra HONRADEZ la frase “Mostrar orgullo por devolver dinero.” Más o menos así: Sinceridad Honradez Mostrar orgullo por devolver dinero. Justicia Amistad Igualdad Paz Secuencia 4 Cuando los grupos hayan terminado su trabajo, pida a los secretarios que pongan en común los resultados. Mientras lo hacen, usted puede recoger las aportaciones en la pizarra o papel. Refuerce todas las participaciones; especialmente, aquellas que señalen modos óptimos de transmitir los valores, indicando también los motivos por los que es bueno comportarse de acuerdo a los valores señalados o creer en esos valores. Secuencia 5 Resuman en pocas palabras las aportaciones de los participantes y anótelas en la tabla. 27 mediadores LOS VALORES Y LA COMUNICACION 10:mediadores-10 23/04/09 16:56 Página 28 28 Por ejemplo: Sinceridad Cuando me dicen que hicieron algo malo no les castigo. De esa forma, la próxima vez también serán sinceros conmigo. Honradez Mostrar orgullo por devolver dinero. Justicia En casa se reparte lo que hay, sea poco o mucho, a partes iguales entre todos. Amistad Que vean que yo me lo paso muy bien con mis amigos cuando voy a jugar fútbol. Igualdad Cuando sale la conversación de personas ricas, les digo que, en el fondo, todos somos iguales y que ellos también tienen sus problemas. Paz Cuando los niños causan problemas en casa, trato de arreglarlos sin pegarles. Secuencia 6 Resuma las aportaciones para cada valor y úselas para demostrarles lo fácil que puede ser educar a los hijos, día a día, en las cosas que ellos consideran importantes. ACTIVIDADES PARA PROFUNDIZAR ACTIVIDAD 1 Pregunte entre los asistentes quiénes tienen hijos que van a la escuela y felicítelos por el interés que demuestran con ello en la educación de sus hijos. Proponga al grupo hacer una lista de las ventajas de que los niños vayan a la escuela. Para ello, en una pizarra o papel grande, puede señalar dos columnas que rellenará con la ayuda de los participantes. En la primera de ellas recogerá las ventajas a corto plazo y, en la segunda, las ventajas a largo plazo (los participantes que tengan hijos mayores pueden aportar ideas para esta última columna). Refuerce las participaciones y añada cualquier aspecto que le parezca de interés. Pregunte a los padres que tengan hijos en edad escolar, pero que no vayan a la escuela, si tienen alguna dificultad o razón que lo explique. Empatice con su situación y hágales ver porqué es importante que los niños acudan a la escuela. Promueva entre todos la generación de posibles soluciones para esas familias con el fin de posibilitar la escolarización de los niños. ACTIVIDAD 2 Para realizar esta actividad es conveniente disponer de vídeo y televisión. En caso de que ello no sea posible, puede realizarse también con la ayuda de periódicos o revistas. mediadores LOS VALORES Y LA COMUNICACION 10:mediadores-10 23/04/09 16:56 Página 29 Antes de llevar a cabo la actividad, deberá grabar unos cuantos anuncios de televisión y algunos fragmentos de series o películas. Si utiliza prensa escrita, deberá recoger algunos anuncios publicados en revistas. En este caso, puede analizar las series televisivas que vean habitualmente los participantes. Explique a los asistentes que, a menudo, los valores sociales no pueden observarse directamente, no son explícitos. Sin embargo se infieren o aprenden a través de la información que transmite la publicidad. Muéstreles como ejemplo los valores que transmite un determinado anuncio (por ejemplo, la fama y el éxito es fácil si se consume “x”). La actividad consiste en identificar los valores que se transmiten a través de la publicidad y de los medios de comunicación. Para ello puede organizar a los participantes en grupos de 4 ó 5 personas. Pídales que vean los anuncios y fragmentos de series televisivas (o que las recuerden) seleccionadas e identifiquen los valores que promueven. Realice una puesta en común y debata si esos valores son los más adecuados. Pregúnteles si consideran que esos valores están influyendo en sus hijos y en qué comportamientos lo notan. Cierre la sesión halagando sus ideas y extrayendo conclusiones sobre la educación en valores. ENTREGA DE LA FICHA PARA LAS FAMILIAS Hemos visto que educar en valores es ofrecer una orientación a nuestros hijos en la vida, y vemos que hay multitud de ocasiones para hacerlo: interesándonos por sus sentimientos (para que ellos también desarrollen el interés hacia los otros), sirviéndoles de modelo con nuestra conducta, hablándoles de esos valores, aprovechando los acontecimientos para subrayar lo importantes que son, etc. Haga entrega de la ficha a las familias y comente con ellos sus contenidos, relacionándolos con la actividad realizada. 29 mediadores LOS VALORES Y LA COMUNICACION 10:mediadores-10 23/04/09 16:56 Página 30 V alores sociales y familia R ORDA C E R PARA LOS VALORES SON NUESTRA ORIENTACIÓN EN LA VIDA 2 Somos modelos para nuestros hijos. A través de nuestro comportamiento les hacemos saber lo que es importante para nosotros, es decir, nuestros valores. VIÉNDONOS ACTUAR, NUESTROS HIJOS APRENDEN… …el valor de la salud …de la solidaridad …del respeto a los demás …de la sinceridad mediadores LOS VALORES Y LA COMUNICACION 10:mediadores-10 23/04/09 16:56 Página 31 CER A H A PAR Cuando su hijo le diga la verdad en una cuestión comprometida, refuércele por ello. Dígale lo importante que es la sinceridad. Haga lo mismo cuando le vea comportarse de forma solidaria, respetuosa con los demás, saludable, etc. Cada vez que usted se comporte de acuerdo a un valor y esté su hijo cerca, explíquele por qué lo hace y por qué es tan importante ese valor. AR XION E L F RA RE PA ¿Qué sería de nuestros hijos si sólo les dejáramos cosas materiales? ¿Qué sería de ellos si tuvieran que vivir sin valores? mediadores LOS VALORES Y LA COMUNICACION 10:mediadores-10 23/04/09 16:56 Página 32 32 EL TRABAJO INFANTIL ¿A DÓNDE QUEREMOS LLEGAR? Al terminar este módulo, los participantes deben tener claro que: ■ Si los hijos trabajan en determinadas actividades o en determinadas condiciones, están expuestos a riesgos importantes. ■ Se debe evitar toda actividad laboral que interfiera con la educación y el adecua- do desarrollo de sus hijos. PLANTEAMIENTO Haga una breve presentación con las siguientes ideas: Ustedes saben que muchos niños colaboran con sus padres en las faenas agrícolas, en la confección de productos artesanales o en el trabajo doméstico. Seguramente muchos de ustedes estén en alguno de estos casos. Pida a los participantes que le indiquen cuántos tienen hijos que les ayuden en este tipo de tareas y en qué consiste la colaboración de sus hijos. Ustedes saben que también hay familias en las que los niños no se limitan a ayudar a los padres, sino que trabajan como si fueran adultos. Pida a los asistentes que le digan cuántos de ellos tienen hijos que trabajan como si se tratara de adultos, cobrando un salario y con las obligaciones de un trabajador. Si ninguno de ellos está en este caso, pregúnteles si conocen familias cuyos hijos trabajen de esta forma. Ustedes saben que para los niños puede resultar educativo ayudar a los padres en sus tareas, siempre que no sean excesivamente pequeños o se trate de labores penosas y siempre que sean adultos quienes lleven el peso y la responsabilidad del trabajo. Sin embargo, esta actividad puede alterar seriamente su desarrollo cuando no se cumplen estas condiciones, es decir, cuando los niños son demasiado pequeños, cuando las tareas son peligrosas o excesivamente fatigosas, cuando les impide ir a la escuela o cuando no les permite dedicar un mínimo de tiempo al juego y a la relación con su familia. Pida a los asistentes su opinión sobre los riesgos del trabajo infantil y sobre las diferencias entre los dos casos planteados. Intente que pongan ejemplos de niños que conozcan y que estén en uno o en otro caso, comentando los efectos que ello les ha provocado. mediadores LOS VALORES Y LA COMUNICACION 10:mediadores-10 23/04/09 16:56 Página 33 ACTIVIDAD: EL TRABAJO DE LOS NIÑOS DESCRIPCIÓN Hemos visto que, en muchas ocasiones, la situación económica en la casa es tan problemática que toda ayuda es poca para conseguir el dinero necesario para subsistir. Sin embargo, a pesar de la ayuda que puede suponer el trabajo de los hijos, estas ventajas pueden ser mínimas si se comparan con los riesgos que pueden acarrear determinados trabajos. En la actividad que hoy vamos a realizar analizaremos las ventajas y riesgos de las tareas que desempeñan los niños y luego trataremos de buscar soluciones a los problemas que detectemos. PREPARATIVOS Es conveniente que, antes de iniciar esta actividad, el mediador se informe acerca de las organizaciones o asociaciones, tanto privadas como públicas, que trabajan en la zona y que pueden ayudar a los niños trabajadores y a sus familias. MATERIAL Pizarra o papel grande. TIEMPO Dos sesiones de hora y media cada una, aproximadamente, con un intervalo de varias semanas entre ellas. DESARROLLO Secuencia 1 Pregunte a los asistentes cuántos niños trabajan en sus casas o fuera de ellas. Vaya anotando cada caso en la pizarra o en un papel grande, incluyendo los de trabajos más livianos o de menos tiempo, y apuntando las ventajas que, según los padres, tiene que trabajen. La idea es que acabe confeccionando un cuadro parecido al siguiente ejemplo: NOMBRE EDAD TRABAJO REALIZADO VENTAJAS José 9 Ayudante en un bar. Gana dinero. Se hace responsable. RIESGOS SOLUCIONES Pedro Raúl 33 mediadores LOS VALORES Y LA COMUNICACION 10:mediadores-10 23/04/09 16:56 Página 34 34 En caso de que entre los participantes haya pocos casos (o ninguno) en que sus hijos realicen algún tipo de trabajo (incluido ayudar a los padres en sus tareas), puede pedirles que pongan casos de niños que conozcan. Secuencia 2 A continuación, discuta con el grupo cuáles son los riesgos que, en su opinión, conlleva ese trabajo para ese niño. Naturalmente, puede haber casos en que los riesgos sean mínimos y no se anote nada en este apartado. Sin embargo, debe ponerse especial cuidado en que aparezcan los riesgos de todo tipo (físicos, psicológicos y sociales): abandono de la escuela, alteraciones del desarrollo por la realización de esfuerzos excesivos, adquisición de malos hábitos, falta de descanso, explotación laboral, etc. NOMBRE EDAD TRABAJO REALIZADO VENTAJAS RIESGOS José 9 Ayudante en un bar. Gana dinero. Se hace responsable. Deja de ir a la escuela. SOLUCIONES Pedro Raúl Secuencia 3 Siempre que se haya escrito algo en la columna de riesgos, debe preguntarles a los padres cómo se podrían mejorar las cosas. Para ello, pida también al resto del grupo que aporte ideas para superar los riesgos señalados. Anote las aportaciones en la columna “soluciones” y refuerce mucho la participación de todos, especialmente de los padres del niño cuyo trabajo se acaba de analizar. Es muy importante que los padres de niños que trabajan se sientan cómodos, no criticados o acusados por ello, ya que sólo de esta forma tendrán la actitud positiva necesaria para mejorar las condiciones de vida de sus hijos. NOMBRE EDAD TRABAJO REALIZADO VENTAJAS RIESGOS José 9 Ayudante en un bar. Gana dinero. Se hace responsable. Deja de ir a la escuela. Pedro Raúl SOLUCIONES Reducir las horas para que pueda ir al colegio. Evitar que que haga tareas excesivamente penosas. mediadores LOS VALORES Y LA COMUNICACION 10:mediadores-10 23/04/09 16:56 Página 35 En caso de que los padres de un niño trabajador no acepten hablar de este asunto en el grupo o la situación se vuelva excesivamente incómoda para ellos, el mediador puede proponerles hablar en privado de ello. En este caso, puede hacer un análisis más detallado de la situación y animar a los padres a ponerse en contacto con las organizaciones de ayuda existentes en la zona, ya sean las relacionadas con el trabajo infantil u otras relacionadas con las necesidades que pudieran haber motivado la situación, ofreciéndose a servir de mediador con dichas entidades. Una vez identificadas las soluciones, los participantes deberán proponer actuaciones concretas que puedan llevar a cabo entre todos para ayudar a los padres a paliar la situación de los menores, entendiendo siempre que las medidas que se pongan en marcha deben dirigirse a solucionar el problema del niño y no a sancionar o culpabilizar a sus padres. En el caso de que los niños analizados no sean hijos de los participantes, deberán también asumirse compromisos concretos para tratar de mejorar su situación (hablar con sus padres o sus empleadores, ofrecerles ayuda, etc.). Secuencia 4 Proponga un período de tiempo (un mes, por ejemplo) para poner en marcha las soluciones propuestas. Pasado ese plazo, convoque una nueva reunión de los participantes para analizar cómo han evolucionado los casos analizados. Lógicamente, debe anotar toda la información que contenga el cuadro que ha elaborado con la ayuda de todos los participantes, con el fin de poder revisarla en la nueva reunión. Secuencia 5 En la reunión de seguimiento de los casos analizados, valore con los participantes si se han cumplido los compromisos de éstos. Valore también con su ayuda si las medidas puestas en marcha han permitido reducir lo anotado en la columna de “riesgos”. ACTIVIDADES PARA PROFUNDIZAR ACTIVIDAD 1 Proponga a los participantes analizar los sentimientos de los niños que trabajan. Pregúnteles si alguno de ellos trabajó cuando era niño y pídale que les cuente su experiencia. A medida que la relate, tome nota de todos los sentimientos que aparezcan (miedo, rabia, cansancio, inseguridad…). Pida al resto de participantes que aporten también su conocimiento de otros niños que trabajen y que señalen otros sentimientos que, a su entender, experimentan estos menores. Hágales ver que es muy importante para los niños poder expresar sus emociones y poder encontrar apoyo y consuelo en sus padres porque eso les ayudará a superar las dificultades y a ser más seguros y felices de adultos. Para ayudarles a tomar conciencia de los sentimientos que acompañan al trabajo infantil, propóngales representar una escena en la que el mediador asumirá el papel de niño que 35 mediadores LOS VALORES Y LA COMUNICACION 10:mediadores-10 23/04/09 16:56 Página 36 36 trabaja y uno de los participantes el de padre o madre. Durante la representación, ayude al voluntario a empatizar con “su hijo”. En caso de que alguno de los hijos de los participantes trabaje, anímele a dialogar con él sobre su actividad y a ofrecerles calor y consuelo. ACTIVIDAD 2 Pregunte a los padres si conocen los riesgos a que están sometidos los niños de la calle. Elabore un listado con todas las aportaciones y complételas para que aparezcan todas los problemas en los órdenes físico, psicológico y social. Pídales que intercambien ideas para prevenir esta situación y o minimizar sus efectos negativos. Refuerce la participación y las iniciativas de prevención y solución. Si disponen de tiempo, pueden analizar los diez derechos de los niños y reflexionar conjuntamente acerca de las formas en que el trabajo infantil hace difícil su realización. ENTREGA DE LA FICHA PARA LAS FAMILIAS Hemos visto que... ■ En muchas ocasiones, el trabajo de los niños es fundamental para la subsisten- cia de las familias, aunque esta situación no sea deseada por los padres. ■ Los niños, al ser personas en desarrollo, son mucho más vulnerables que los adultos a las condiciones extremas de determinados trabajos. ■ Debemos evitar por todos los medios que los niños realicen tareas que excedan sus capacidades y que les pongan en situación de riesgo. ■ En cualquier caso, es muy importante que los niños que se ven obligados a tra- bajar acudan a la escuela y mantengan la convivencia con sus familias, ya que ello es esencial para su adecuado desarrollo intelectual, afectivo y social. Entregue las fichas para llevar a casa y haga una breve explicación de cada uno de sus apartados. Anime a los participantes a opinar sobre su contenido y a debatir la relación de los dibujos que aparecen con las ideas elaboradas a lo largo de esta actividad. mediadores LOS VALORES Y LA COMUNICACION 10:mediadores-10 23/04/09 16:56 Página 37 E l trabajo infantil DAR R O C RE PARA Los niños que trabajan no dejan de ser niños. Necesitan afecto y educación, tiempo para jugar y tiempo para estar con su familia. Cuando el trabajo sea inevitable, es esencial que permita al niño asistir a la escuela. NO DEBEMOS OLVIDAR QUE TODOS LOS NIÑOS TIENEN DERECHO A... …ser protegidos contra toda forma de abandono o explotación… …y que, en ningún caso deben realizar trabajos que puedan perjudicar su salud o su educación, o impedir su desarrollo físico, social o moral. mediadores LOS VALORES Y LA COMUNICACION 10:mediadores-10 23/04/09 16:56 Página 38 CER A H A PAR 1 Si su hijo realiza algún tipo de trabajo, aunque sea ayudándole con las tareas domésticas, busque un momento del día para hablar con él acerca de cómo se siente con la tarea que hace, qué problemas y sentimientos le genera y trate de apoyarle para solucionarlo. 2 Pregunte a sus hijos pequeños, todos los días, por lo que hacen cuando están fuera de casa. Hágalo sin desconfianza, con verdadero interés. 3 Contacte con las organizaciones de su zona que intentan ayudar a los niños que trabajan. AR XION E L F RE PARA Todos los niños tienen derecho a ser educados y protegidos. Todos tienen derecho a una oportunidad. mediadores LOS VALORES Y LA COMUNICACION 10:mediadores-10 23/04/09 16:56 Página 39 mediadores LOS VALORES Y LA COMUNICACION 10:mediadores-10 23/04/09 16:56 Página 40