Fármacos y estados de conciencia INTRODUCCIÓN La

Transcripción

Fármacos y estados de conciencia INTRODUCCIÓN La
Fármacos y estados de conciencia
INTRODUCCIÓN
La problemática de las drogas en general y más precisamente de las toxicómanas excede en gran medida del
ámbito estricto de la psicopatología y de la psiquiatría para constituirse en la sociología, la antropología etc...
Para conocer más acerca de cómo es que influyen las drogas en una persona es necesario contemplar ámbitos
como el biológico o médico que atañe la relación organismo droga y psicológico donde se sitúan las
relaciones sujeto droga.
Por ogro lado es importante mencionar que el uso de las drogas puede ser realizado en diversas formas como
lo son: el uso experimental, social , abuso, y que estas se transmiten dentro del organismo y del medio
ambiente diferentes reacciones.
Dentro de este trabajo se tratará de explicar las reacciones a nivel neurofisiológico así como en el ámbito
psicológico del uso de las drogas y las repercusiones que tienen. Para esto se hizo un análisis de las drogas
más frecuentes tanto en adicciones como a nivel farmacológico.
ANTECEDENTES
Enfoque psicopatológico.
Este enfoque puede ser considerado en primer lugar como consecuencia de ser considerado a nivel básico,
primario e imprescindible para que aparezcan todos los fenómenos que encajan en la toxicomanía.
Dentro de este aspecto se han elaborado una gran cantidad de teorías y las que más se acercan a la realidad
son el hecho de que el yo del sujeto es lábil y tiene la necesidad de protegerse tanto del medio ambiente que le
¿rodea tanto de él mismo debido a la angustia que le provoca la interacción o las fantasías que el sujeto tiene.
Lo que lo acerca al uso de las drogas es el hecho de tener una incapacidad para enfrentarse a sus problemas
por lo que trata de hacer un cambio autoplástico, es decir, modificar él sin alterar el medio ambiente. Por otro
lado sus introyectos son muy amenazadores por lo que trata de destruirlos a través del consumo de drogas y
esto le provocan sentimiento de culpa mayor por lo que vuelve a tener una necesidad de la droga provocando
así una dependencia y que esto se vuelva un círculo vicioso. Por otro lado es una manera de no perder al
objeto original y de tratarlo de conservarlo a través de la fantasía provocada por el consumo de drogas.
Comportamentalmente el sujeto al estar bajo los efectos de la droga tiene un manejo inadecuado de límites así
como del control de impulsos por lo que en ocasiones pierde el control y su conducta se muestra agresiva al
tener al super−yo ( que la mayoría de las veces es punitivo y sádico ) inhibido y la energía concentrada en el
ello. Esto lo lleva a tener conductas antisociales, de inseguridad, paranoicas y principalmente de agresión.
Enfoque biológico.
La dependencia va en aumento ya que determinadas sustancias químicas que por la especie de sus propiedades
farmacológicas hacen que aparezcan síntomas que no pueden ser explicados solamente desde posturas
psicodinámica, sino que manifiestan una alteración de la homeostasis del organismo. En efecto, determinadas
sustancias provocan una actividad enzimática que aumenta el catabolismo de la droga que motiva la necesidad
de aumentar progresivamente las dosis para obtener los mismos resultados. A este fenómeno se le llama
tolerancia. Por otro lado al caso contrario es decir la intolerancia es cuando a pequeñas dosis se produce un
gran efecto a consecuencia de la destrucción de las cadenas enzimáticas encargadas de su metabolización,
verbigracia los alcohólicos.
1
De forma paulatina , tras la aparición de la tolerancia y el consiguiente aumento de la dosis, la droga de que se
trate va alterando la homeostasis de tal manera que su presencia en su organismo empieza a hacerse necesaria
para el mantenimiento de ésta, estado al que se denomina dependencia física u orgánica. Una vez que se ha
instaurado este grado de dependencia orgánica el descenso de los niveles en sangre provoca un conjunto de
síntomas que se denominan síndrome de abstinencia. Síndrome que aparece tanto si se suprime la toma de la
droga como si se administra el antídoto adecuado.
Uso experimental.
El uso o el abuso de las drogas debe empezar con el empleo experimental o exploratorio, después del cual el
individuo puede rechazar el uso de la droga o progresar en uno de los patrones de uso que se describen
enseguida.
Uso social.
Las drogas sociales se usan en grupos y son sedantes que alivian la angustia y facilitan la acción recíproca de
los grupos. Cuando la sustancias como café, cigarrillos, alcohol por mencionar algunos se emplean como
drogas sociales, la separación de los factores relativos a las drogas se hace más compleja.
Abuso episódico.
Cantidades excesivas de una droga se pueden consumir periódicamente. En estos casos si es que la droga
funciona como desinhibidor, el sujeto se puede dañar a sí mismo o a otras personas.
Abuso compulsivo.
En algunos individuos que han experimentado con una y otra droga su uso se torna una compulsión, esto es,
un acto basado en la emoción más que en la volición reconociblemente irracional aun para el propio
consumidor, pero intensamente repetido para evitar la angustia que se presenta.
Cannabis (mariguana)
La mariguana se trata por separado de los sedantes hipnóticos fundamentalmente por que no es usada en
tratamientos terapéuticos y por la controversia que rodea. Dentro de las acciones farmacológicas, los
mecanismos de acción son: produce la misma depresión difusa del SNC que los barbitúricos. El sistema
reticular activador ascendente es especialmente sensible a la acción de la mariguana. Las reacciones adversas
son conducta desinhibida, potencial de abuso, reacciones de angustia, progreso a otro uso de drogas entre las
más importantes.
LSD (Acido)
La dietilamida del ácido lisérgico es un alcaloide del cornezuelo de centeno químicamente modificado y
causando cambios observables de la conducta y en su capacidad para causar los cambios deseados en la
percepción con un mínimo de cambios simpaticomiméticos. Los efectos iniciales pueden limitarse a grados
variables de euforia o angustia y sentimiento de despersonalización. Subsecuentemente hay una alteración
progresiva de la percepción de los estímulos táctiles, visuales, auditivos. Se presentan ilusiones. Causa una
pequeña elevación de la presión sanguínea, taquicardia, dilatación pupilar, hiperglucemia tremulación,
despertar y euforia.
TRASTORNOS MENTALES INDUCIDOS POR SUSTANCIAS.
Existen: el delirium, la demencia, trastorno amnésico persistente, trastorno psicótico, trastorno de ansiedad,
2
del sueño y trastorno perceptivo persistente por alucinógenos entre otros.
Los trastornos inducidos por sustancias pueden aparecer en el contexto de una intoxicación por una
abstinencia de sustancias, o pueden persistir largo tiempo una vez la sustancia ha sido eliminada del
organismo (trastornos persistentes inducidos por sustancias). Deben tenerse en cuenta las dosis utilizadas de la
sustancia, por ejemplo, la presencia de ideas delirantes paranoides podría ser poco frecuente tras fumar un
cigarrillo de marihuana, pero puede ser compatible con altas dosis del hashish.
TRASTORNO PERCEPTIVO POR ALUCINÓGENOS (FLASHBACKS)
Síntomas: Cambios perceptivos que tienen lugar en un estado de alerta y vigilia totales (por ejemplo,
intensificación sensitiva de las percepciones, despersonalización, desrrealización, ilusiones, alucinaciones,
sinestésias) que se aparecen durante o poco
tiempo después del consumo de alucinógenos. También dilatación pupilar, taquicardia, sudoración,
palpitaciones, visión borrosa, temblores e incoordinación.
La característica esencial del trastorno perceptivo persistente por alucinógenos (flashbacks) es la recurrencia
transitoria de alteraciones de la percepción que son reminiscencias de intoxicaciones por alucinógenos
experimentadas previamente. Esta reexperimentación de síntomas perceptivos causa malestar clínicamente
significativo o un deterioro social, laboral o de otras importantes áreas de la actividad del sujeto. Las
alteraciones perceptivas influyen formas geométricas, imágenes de campo periférico, flashes de color, colores
intensificados, imágenes que dejan estela, percepciones de objetos enteros, post−imágenes (aparece una
"sombra del mismo color o de color complementario al de un objeto después de desaparecer éste), halos
alrededor de los objetos, macropsia y micropsia.
Trastorno del sueño inducido por sustancias
La característica esencial es la presencia de alteraciones prominentes del sueño de suficiente gravedad como
para merecer una atención clínica independiente y que se consideran debidas a los efectos fisiológicos directos
de una sustancia (por ejemplo, drogas, fármacos o tóxicos). Dependiendo de la sustancia, pueden aparecer 4
tipos de alteraciones del sueño: los tipos insomnio (dificultad para conciliar y mantener el sueño, o en la
sensación al despertarse de sueño no reparador), hipersomnia (excesiva duración del sueño nocturno o la
excesiva somnolencia durante las horas de vigilia), parasomnia (comportamientos anormales que tienen lugar
durante el sueño o durante la transición sueño − vigilia) y mixto (múltiples síntomas relacionados con el
sueño, pero sin que ninguno de ellos predomine). Este trastorno sólo aparece coincidiendo con estados de
intoxicación o abstinencia.
Este trastorno aparece casi siempre durante la intoxicación con las siguientes clases de sustancias: alcohol,
anfetaminas y derivados: cafeína, cocaína, opiáceos y sedantes hipnóticos y ansiolíticos. Puede asociarse
también a la abstinencia. El alcohol produce insomnio, las anfetaminas y estimulantes afines producen
insomnio durante la intoxicación e hipersomnia durante la abstinencia, la cafeína produce insomnio, algunos
individuos presentan hipersomnia y somnolencia diurna. La cafeína
ejerce un efecto dosis − dependiente a medida que aumenta su consumo se incrementa el estado de vigilia y
disminuye la continuidad del sueño.
La cocaína produce insomnio durante la intoxicación aguda e hipersomnia durante la abstinencia, los opiáceos
producen típicamente un aumento de la somnolencia y de la profundidad subjetiva del sueño, la
administración crónica de éstos produce tolerancia a los efectos sedantes en la mayoría de los individuos,
algunos de los cuáles empiezan a quejarse de insomnio. La abstinencia de opiáceos se acompaña de
hipersomnia. Los sedantes hipnóticos y ansiolíticos, por ejemplo, barbitúricos, bezodiacepinas, etc. producen
3
efectos similares aunque no idénticos sobre el sueño. Durante la intoxicación aguda, los fármacos sedantes
hipnóticos, producen aumento de somnolencia y disminución del estado de vigilia. El consumo crónico de
estas sustancias puede producir tolerancia, reapareciendo de ésta forma el insomnio. Si el individuo
incrementa entonces la dosis del fármaco aparecerá hipersomnia diurna. Puede producir insomnio debido a la
abstinencia, además ansiedad, temblor y ataxia.
Trastorno psicótico inducido por sustancias
La característica esencial es la presencia de alucinaciones o ideas delirantes que se consideran efectos
fisiológicos de alguna sustancia (por ejemplo, una droga, medicamento o exposición a un tóxico). No se
incluyen alucinaciones cuando el sujeto es consciente de que son provocadas por una sustancia. Estos
trastornos sólo se producen en asociación con estados de intoxicación o abstinencia. Una vez iniciados, los
síntomas psicóticos pueden continuar mientras continúe el consumo de la sustancia. Debido a que en algunas
sustancias el síndrome de abstinencia puede aparecer con relativo retraso, el inicio de los síntomas psicóticos
puede darse hasta 4 semanas después del abandono de la sustancia.
Los trastornos psicóticos pueden presentarse en asociación con la intoxicación por las siguientes clases de
sustancias: alcohol, alucinógenos, anfetaminas y sustancias de acción similar, cannabis, cocaína, feniciclirina
y sustancias de acción similar, inhalantes, opiáceos, sedantes, hipnóticos y ansiolíticos y otras sustancias o
desconocidas. Estos trastornos pueden presentarse en asociación con la abstinencia de estas mismas
sustancias. En el trastorno psicótico inducido por el alcohol, con
alucinaciones, de inicio durante la abstinencia, las alucinaciones vívidas, persistente y desagradables aparecen
poco después del cese o la reducción de la ingesta de alcohol (en 48 horas). Este trastorno sólo se presenta
después de ingestas prolongadas e intensas de alcohol en personas que aparentemente tienen una dependencia
del alcohol. Las alucinaciones auditivas son las habituales voces, pero también pueden haber alucinaciones
visuales o táctiles.
Los trastornos psicóticos inducidos por la intoxicación de anfetaminas y cocaína producen ideas delirantes de
persecución. La alucinación de larvas y gusanos que pululan por la piel o debajo de ésta (formicación) pueden
conducir al rascado y a producir extensas excoriaciones de la piel. El trastorno inducido por cannabis, puede
aparecer poco después del consumo de cannabis, y normalmente implica la presencia de ideas delirante y de
persecución. Aparentemente este trastorno es poco frecuente, puede haber una marcada ansiedad, labilidad
emocional, despersonalización y amnesia posterior para el episodio.
Algunos medicamentos provocan síntomas psicóticos como los analgésicos y anestésicos, agentes
anticolinérgicos, anticonvulsivantes, antistamínicos, antihipertensivos y medicamentos cardiovasculares,
agentes quimioterápicos, medicamentos gastrointestinales, relajantes musculares, antinflamatorios,
medicamentos de libre dispensación, antidepresivos. Los tóxicos que se han relacionado con éste trastornos
son: insecticidas, gases nerviosos, monóxido de carbono, dióxido de carbono y sustancias volátiles como
combustibles o pinturas.
Trastorno amnésico persistente inducido por sustancias
Se denomina persistente puesto que la alteración de la memoria persiste una vez que el sujeto deja de
experimentar los efectos de la intoxicación o abstinencia de la (s) sustancia (s).
Las sustancias que los provocan: alcohol, sedantes, hipnóticos y ansiolíticos y otras sustancias o desconocidas.
Este trastorno inducido por alcohol, aparentemente es debido a la deficiencia de vitaminas, y se asocia al
consumo prolongado de grandes cantidades de alcohol. Entre los síntomas asociados se encuentran
alteraciones neurológicas, como neuropatía periférica, ataxia cerebelosa y miopatía. También
4
puede apareer el síndrome de Korsakoff y la encefalopatía de Wernike, enfermedad que se manifiesta por
confusión, ataxia, anomalías del movimiento de los ojos (mirada fija, nistagmo) y otros signos neurológicos.
Estas manifestaciones disminuyen gradualmente mientras que el deterioro de la memoria perdura. Entre los
medicamentos señalados como causantes de estos trastornos se incluyen anticonvulsivantes. Los tóxicos
relacionados son plomo, mercurio, monóxido de carbono, insecticidas y disolventes industriales.
El deterioro de la memoria se manifiesta por un déficit de la capacidad para aprender información nueva, o
incapacidad para recordar información aprendida previamente.
Demencia persistente inducida por sustancias
Los síntomas que se asocian a la demencia persistente son las que se asocian a las demencias en general. La
edad del inicio de este trastorno empieza excepcionalmente antes de los 20 años. Puede presentarse en
asociación con las siguientes clases de sustancias: alcohol, inhalantes, sedantes, hipnóticos y ansiolíticos, otras
sustancias o desconocidas. Entre los tóxicos señalados como desencadenantes de este trastorno se incluyen el
plomo, el mercurio, monóxido de carbono, insecticidas y los disolventes industriales.
La presencia de los múltiples déficit cognoscitivos se manifiesta por: deterioro de la memoria (deterioro de la
capacidad para aprender nueva información o recordar información aprendida previamente), una (o más) de
las siguientes alteraciones cognoscitivas: afasia (alteración del lenguaje), apraxia (deterioro de la capacidad
para llevar a cabo actividades motoras a pesar de que la función motora está intacta), agnosia (fallo en el
reconocimiento o identificación de objetos a pesar de que la función sensorial está intacta), alteración de la
actividad de ejecución (por ejemplo, planificación, organización, secuenciación y abstracción).
Delirium inducido por sustancias:
El delirium que aparece durante la intoxicación por sustancias puede desarrollarse en minutos u horas después
de haber ingerido dosis relativamente altas de algunas
drogas como cannabis, cocaína y alucinógenos. Con otras sustancias como el alcohol, los barbitúricos o la
meperidina, el delirium a veces solo se presenta después de una intoxicación mantenida durante algunos días.
El delirium por abstinencia de sustancias puede mantenerse desde unas horas hasta 2 a 4 semanas. El delirium
puede presentarse con los siguientes tipos de sustancias: alcohol, alucinógenos, anfetaminas y sustancias
afines, cannabis, cocaína, feniciclidina y sustancias de acción similar, inhalantes, opioides, sedantes,
hipnóticos y ansiolíticos y otras sustancias o desconocidas. El delirium por abstinencias se puede dar con los
siguientes tipos de sustancias: alcohol (denominado delirium tremens), sedantes, hipnóticos y ansiolíticos y
otras sustancias o desconocidas.
Entre los medicamentos relacionados se encuentran: anestésicos, analgésicos, agentes antiasmáticos,
anticonvulsionantes, antistamínicos, medicación cardiovascular y antihipertensiva, antimicrobianos, fármacos
antiparkinsonianos, corticosteroides, medicación gastrointestinal, relajantes musculares y medicaciones
psicotrópicas con efectos secundarios anticolinérgicos. Los tóxicos señalados incluyen: insecticidas,
monóxido de carbono, bióxido de carbono y sustancias volátiles como la gasolina y la pintura.
Produce alteración de la consciencia (disminución de la capacidad de prestar atención al entorno) con
reducción de la capacidad para centrar, mantener o dirigir la atención. También cambio en las funciones
cognoscitivas (como deterioro de la memoria, desorientación, alteración del lenguaje) o presencia de una
alteración perceptiva que no se explica por una demencia previa o en desarrollo.
BIBILIOGRAFÍA
CASTILLA, C. (1982) Introducción a la psiquiatría. Alianza editorial, Madrid.
5
MOIZESZOWICZ, J. (1988) Psicofarmacología psicodinámica II. Editorial Paidós. Buenos Aires.
MEYERS, F. (1974) Farmacología Clínica. Editorial Manual Moderto, México.
6

Documentos relacionados