Discurso durante la 50 Ceremonia Anual de Graduación
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Discurso durante la 50 Ceremonia Anual de Graduación
Discursos, ponencias y entrevistas Discurso durante la 50 Ceremonia Anual de Graduación Manuel Espinosa Yglesias Autor: Manuel Espinosa Yglesias Tipo de documento: discurso Título: Discurso durante la 50 Ceremonia Anual de Graduación Fecha: 3 de junio de 1994 Lugar: Cholula, Pue Audiencia: Universidad de los Américas Puebla Clave de clasificación: II.A.3.a/1994-1 Caja: 41 Palabras clave: educación, régimen de libre mercado, globalización, ahorro, inflación, seguridad social (versión estenográfica) Hoy, 3 de junio, celebramos la Quincuagésima Ceremonia Anual de Graduación que se lleva a cabo en la Universidad de las Américas-Puebla, desde que su antecesor más remoto, el Mexico City College, graduó a sus primeros estudiantes en 1944. De ese tiempo a la fecha, nuestro panorama a nivel internacional ha cambiado mucho. El día de hoy hemos incursionado a una gran economía global y enfrentamos la competencia en todos los niveles de nuestro país. Esta globalización tiene como principal objetivo satisfacer las carencias de tipo material de todas las naciones del mundo, mediante el Libre Comercio. Durante toda mi vida he tratado de exhortar sobre las bondades de dicho sistema. Para mí, el libre comercio y la formación de capitales son indispensables para la satisfacción de nuestras necesidades. Sin embargo, existen todavía varios obstáculos para que alcancemos estos objetivos. Algunos de éstos son tan graves que pueden poner en riesgo todo lo que hemos logrado, con base en grandes sacrificios colectivos, en todas las regiones del globo. Me gustaría hablarles acerca de éstos impedimentos, ya que como egresados de esta institución enfrentarán estas dificultades en todos los sectores de nuestra sociedad. Y es su responsabilidad, como futuros líderes del país, contribuir en la medida de sus posibilidades para lograr erradicar estos cánceres, que intentan acabar con la persona humana. Por un lado, hay que considerar a las personas que por diferentes causas no ingresan a la universidad, y por lo tanto no pueden aspirar a un nivel de vida digno. Para ellos hay que crear los mecanismos o instituciones especializadas para determinar cuántos empleos se necesitan y en qué ramo. De esta manera podrá crearse una mayor cantidad de escuelas técnicas para que esta gente que no quiere o no puede llegar a ser profesional pueda especializarse. Ya sea en la plomería, en la mecánica, la electricidad; etc. En cuyos campos hay una gran escasez en México. Hace ya 35 años bajo el gobierno del Presidente Adolfo López Mateos, la Fundación Mary Sreet Jenkins donó 5 centros de capacitación. La función de éstos era la de adiestrar técnicos, dándoles todo lo que necesitaban para realizar este tipo de labor. Hemos observado que este tipo de escuelas han resurgido reciente-mente. Nosotros aplaudimos estos esfuerzos tan nobles, y esperamos que este tipo de proyectos se multipliquen rápida y eficazmente. No hay que olvidarse que ser especialista, en una actividad técnica, es tan respetable como ser un profesionista. Por otro lado, estamos descubriendo que en el mundo se hace cada vez más difícil lograr y mantener el ahorro. Solamente basta con ver los diversos programas de Seguridad Social otorgados por el estado, No cabe duda que se han puesto gravámenes muy altos para pagarla y, que a pesar de ello, este sistema ha fracasado. Sobre todo porque la población económicamente activa disminuye cada vez más y sostiene a más personas. Y el estado no da nada, sólo quita a unos para dar a otros, teniendo que soportar a muchos que no producen. El mismo Estados Unidos tiene un déficit ©Centro de Estudios Espinosa Yglesias • Discursos, ponencias y entrevistas Discurso durante la 50 Ceremonia Anual de Graduación • Manuel Espinosa Yglesias • junio de 1994 interno gigantesco por no controlar su gasto. Y todavía no ha logrado enderezar sus políticas de Seguridad Social. Si el Estado no controlara las fuerzas de la oferta y la demanda de ésta, y la seguridad social fuese privatizada, el consumidor se beneficiaría muchísimo. Imagínense ustedes el siguiente escenario: un empleado llega a la caja a recoger su cheque quincenal. Dentro de ésta ya está considerada la nueva reforma fiscal, que estipula se le remunere el dinero que antes se mandaba al Seguro Social, vía deducción de sus impuestos. Por otro lado, el empresario, comprometido también vía un pacto con el gobierno, le bonifica la misma cantidad que él antes tenía que mandarle al seguro, sabiendo que ahora es la responsabilidad del empleado asegurarse y ahorrar para su retiro. No se necesita ser un doctor en economía para concluir que el trabajador sale con más que una sonrisa de la empresa. Pero, aún hay más. Los diversos centros de atención ya fueron privatizados. Pero no monopólicamente. Cada estado se ha encargado de privatizar estas clínicas entre diversos grupos empresariales, a un nivel exclusivamente estatal. El trabajador ya no recibe la receta, que ordenó un burócrata desde la ciudad de México. Y esto se debe a que las clínicas privadas ya no dependen de un control centralizado. Al contrario, éstas mismas, que compiten en cada estado, saben bien que para preservar al cliente tienen que dar un servicio y una atención no sólo esmeradas, sino excelentes. Por lo tanto, el trabajador recibe un trato digno y muy profesional. Todos sabemos bien que el cambio cuesta trabajo, pero estas reformas son absolutamente indispensables, ya que quien más las necesita es la gente, y el gobierno está para servirla. Ahora bien, el ahorro del individuo también se ve amenazado por el alto nivel de riesgo que implica invertir en acciones o en bonos en estos días. Las acciones que cotizan en bolsa están sujetas a fluctuaciones enormes, que pueden llevarlo a grandes quebrantos. Pero, además, aunque el precio de determinada acción suba, el individuo tiene que venderla, porque los dividendos que paga son muy pequeños y no puede vivir sin los mismos. Por otra parte, si el vecino decide ahorrar invirtiendo en bonos, que pudieran dar un rendimiento un poco mayor, estaría sujeto a la inflación, que puede reducir su valor rápidamente. Vale la pena hacer hincapié en que esto ha causado enorme inestabilidad económica y política en época reciente. Acabo de mencionar un verdadero obstáculo para que las sociedades puedan tener un sano desarrollo: La inflación, que no es sino el alza de los precios causada principalmente por las emisiones de papeles, sean billetes u otros instrumentos de gobierno, que fomenten el exceso de demanda con respecto a la oferta. Es como un virus que puede ser controlado mediante la aplicación de ciertas técnicas y disciplinas. En cambio, si los países del mundo se niegan a tomar su medicina, las consecuencias pueden ser catastróficas. A los mexicanos la inflación y años ha llevado a desgracias enormes en los últimos 25 años, en aras de mejorar la distribución del ingreso. Para detener este círculo vicioso llamado inflación, deben existir leyes que impidan que el gobierno gaste más de lo que tiene. Todos los países deben darse un plazo para pagar todas sus deudas, incluso los Estados Unidos, y que cada gobierno se comprometa a hacer hasta lo imposible para lograr mantener una inflación igual a cero. ©Centro de Estudios Espinosa Yglesias • Discursos, ponencias y entrevistas Discurso durante la 50 Ceremonia Anual de Graduación • Manuel Espinosa Yglesias • junio de 1994 Por supuesto que esto no está siempre en manos del gobierno, porque hay algo que no está bajo el control del mismo: lo que cada país importa. Si cualquier importación llegase a subir de precio —y me refiero a materias primas, bienes de consumo o de capital— evidentemente la inflación tendría que ser mayor. Pero, aunque hay situaciones que están fuera de cualquier tipo de control, es indispensable enfatizar que si las naciones no comienzan a esforzarse desesperadamente a no gastar más de lo que tienen, el nivel de vida de la gente seguirá empeorando en una forma perpetua y devastadora. Esto puede parecer no sólo exagerado sino utópico, pero las políticas para mejorar la distribución del ingreso y el consecuente déficit fiscal de los gobiernos han propiciado, tarde o temprano, desastres económicos para su población. Cuando un gobierno no controla sus niveles inflacionarios, muchos países llegan a devaluaciones constantes de su moneda y en muchos casos no pueden pagar sus adeudos con otros entes económicos. Ahora bien, es importante enfatizar que Estados Unidos, también padece este tipo de problemáticas, aunque no lo parezca, debido a que este país paga en dólares. En pocas palabras, en papel, que cada día vale menos. Es decir, siempre castiga a sus acreedores, reduciendo su deuda en un porcentaje igual al de la inflación. Pero la prueba del enorme déficit que tiene Estados Unidos ocurrió en 1971, cuando tenía la obligación de cambiar estos dólares por oro a 35 dólares la onza. Se vio obligado a decirles a los bancos que no seguiría cambiando dólares por oro. No hay números que puedan mostrar cuánto perdieron los países que tenían reservas en dólares, en esa operación. Por otra parte, es muy probable que, por influencia del marxismo, en este siglo se haya establecido el impuesto sobre las herencias, los dividendos y los intereses, evitando que se acumulen los capitales en manos privadas. Esto ha dado lugar al surgimiento de conglomerados enormes. Pues, no teniendo las empresas que distribuir sus utilidades reinvierten en lo que sus administradores desean. Y que quede claro que cuando digo «manos privadas» no me refiero a un mero accionista, un número más dentro de una sociedad determinada. No. Hablo de una parte indispensable de la administración misma. La formación de estos grandes grupos evita la entrada de más competidores, dando lugar a monopolios o, en el mejor de los casos, a oligopolios tanto públicos como privados, que no son deseables en ninguna sociedad. Porque la monstruosidad de estos conglomerados hace al individuo perder su significado. Las burocracias están avanzando y acabando con la iniciativa de la persona. Vale la pena mencionar que en Estados Unidos, Du Pont y JP Morgan salvaron a la General Motors de ir a la quiebra y nombraron a Alfres Sloan como director general. No obstante, unos años después, el gobierno les exigió vender General Motors para evitar la concentración de la riqueza. Se había hecho un gran monopolio, ya que esta empresa automotriz compraba todos los productos de Dupont, evitando así la competencia. Pienso que en aras de lograr el mejor precio por las empresas que vendió el gobierno mexicano, y la rapidez de la venta de las mismas, eligió venderlas a grupos de por sí muy grandes, conformando el control de tal manera que las personas elegidas manejan prácticamente toda nuestra economía. Esta concentración, ya criticada por varios medios de comunicación a nivel mundial, lo único que ha ©Centro de Estudios Espinosa Yglesias • Discursos, ponencias y entrevistas Discurso durante la 50 Ceremonia Anual de Graduación • Manuel Espinosa Yglesias • junio de 1994 garantizado ha sido que la disparidad económica, la cual ya existe entre ricos y pobres, se acrecente a una velocidad alarmante. Es necesario que el próximo gobierno solvente esta situación, aún cuando varios de los funcionarios que lo conforman actualmente continúen en su puesto. La pregunta es: ¿cómo haremos para que el capital se redistribuya nuevamente para que el individuo pueda formar su propio patrimonio y para evitar la formación de estos enormes conglomerados? Una respuesta para esta pregunta puede ser que las compañías se obliguen a pagar al menos el 70% de sus utilidades a los accionistas, en lugar de que los administradores de las mismas repartan lo que consideran conveniente. Exceptúo de esto a las compañías privatizadas por el gobierno. Éstas tienen que reinvertir casi todas sus utilidades para hacerlas eficaces. Pero debe haber límites de tiempo, Pienso que el plazo justo debe ser de 5 años, y después deberán entrar a la regla general. De esta manera el capital podría distribuirse, dinamizando así las economías, ya que los muchos que vayan ahorrando seguramente habrá líderes que crearán nuevas empresas. Pero aún más importante es que esta descentralización seguramente restaurará la independencia y la dignidad del individuo. En pocas palabras, me gustaría hacer hincapié en que es absolutamente necesario que las sociedades reconsideren el valor de cada persona como tal, ya que es el ser humano quien ha construido a todas y cada una de las sociedades que han sido, que son y que serán. El individuo con sus anhelos, propósitos, ilusiones y metas. Aquel empresario que no tiene un gran monopolio, pero lo que posee es un ardiente deseo de ser alguien en la vida. Y es obligación de las instituciones responsabilizarse por el crecimiento del capital privado. Que éste se acumule para que las personas retomen las riendas sobre las instituciones y no viceversa, como ocurre actualmente. Nosotros, en la Universidad de las Américas Puebla, nos damos cuenta que cada uno de nuestros estudiantes es un individuo, único con posibilidades y potencialidades propias. Y es nuestra misión estimular su crecimiento integral, que lo lleve a la armonía plena de sus facultades. Para llevar a cabo esta noble tarea se ha mejorado sustancialmente el número de profesores de tiempo completo por alumno. Actualmente, éste es de un profesor por cada 25 alumnos, lo cual aventaja a las demás universidades en una proporción considerable. Estamos convencidos de que un estudiante es mucho más que un número, ante todo es una persona, con la dignidad y atributos propios de su naturaleza. Asimismo, deseamos una vez considerados los programas de licenciatura, abrir nuevos programas a nivel maestría y doctorado, con los cuales los profesionales se encontrarán más preparados para beneficio tanto de su país como de ellos mismos. Lo primero porque la nación contará con gente capaz para dirigir acertadamente el gobierno y las empresas, y lo segundo porque nuestros egresados podrán disfrutar no sólo de recursos para su bienestar, sino para su bien espiritual. Ahora bien, en lo referente a los valores espirituales, nosotros siempre hemos creído que una educación integral debe, de manera indispensable, incluir una base de conocimientos humanísticos, que permita a nuestros estudiantes realizar una introspección, para así entender quiénes son y hacia dónde quieren ir. Ya lo ©Centro de Estudios Espinosa Yglesias • Discursos, ponencias y entrevistas Discurso durante la 50 Ceremonia Anual de Graduación • Manuel Espinosa Yglesias • junio de 1994 dice el filósofo español Baltasar Gracián: «conócete: tu carácter, tu intelecto, tu juicio, tus emociones. Nunca te vas a poder dominar si no te entiendes. Existen espejos para tu rostro, pero el único espejo para el alma es la sabia autorreflexión», La importancia que merece este conocimiento del hombre propició que hace ya algunos años decidiéramos construir un edificio de Humanidades. Este mismo está virtualmente terminado y se inaugurará en unos meses. Estamos muy orgullosos y satisfechos de este proyecto tan ambicioso, el cual requerirá una inversión de 35 millones de nuevos pesos. De esta manera, la Universidad de las Américas, Puebla, seguirá mejorando, fortaleciéndose y contribuyendo al crecimiento de nuestro país. Para concluir, me gustaría decirles a nuestros graduados que recuerden el día de hoy no como un gran final, sino como un gran comienzo. Hoy no es el último día de clases, hoy es el primer día del resto de sus vidas. Aprovechen lo que han aprendido en esta casa de estudios. Considérense afortunados, porque hay pocos en este país que han recibido este tipo de educación. Recuerden que el que más recibe es el que más debe. Ya han recibido demasiado. Ya es tiempo de corresponder. A sus familias, que tanto los apoyaron. Y a este país, que mucho los necesita. Muchas gracias