Marina Fernandez La sobreocupación femenina

Transcripción

Marina Fernandez La sobreocupación femenina
Autor
Marina Fernandez
Artículo
La sobreocupación femenina
LA SOBREOCUPACIÓN FEMENINA
Lic. Marina Liliana Fernández
Facultad de Ciencias Económicas y Estadística - U. N. R.
Consideraciones introductorias
El presente informe forma parte de mi trabajo "Tendencias Actuales en la Condición Laboral
de la Mujer Ocupada". realizado para el Consejo de Investigaciones de la U.N.R. y finalizado en
Abril de 2001. Dicho trabajo consiste básicamente en un análisis exploratorio de datos efectuado en
base a la información aportada por la Encuesta Permanente de Hogares en las ondas del mes de
Octubre de los años 1993, 1995, 1997 y 1999. Los aglomerados utilizados han sido Gran Rosario,
Gran Córdoba y Gran Buenos Aires, reunidos los tres en un solo conjunto.
El objetivo del trabajo mencionado consistió en determinar las variaciones verificadas en la
condición laboral de varones y mujeres a lo largo de los seis años considerados, teniendo en cuenta
principalmente que la gran crisis de desocupación de 1995 produjo profundas transformaciones en
tales condiciones.
Uno de los capítulos de este trabajo se denomina "La sobreocupación femenina". En él no
me limito a estudiar las variaciones producidas entre 1993 y 1999 en este grupo poblacional, sino
que abordo en forma general la comparación entre las características de la actividad laboral de
mujeres sobreocupadas y no sobreocupadas, y eventualmente de varones sobreocupados y no
sobreocupados.
Generalidades
Pese a que el término "sobreocupación" parece estar indicando en sí mismo una situación
anómala, este fenómeno se halla instalado en nuestra sociedad con tal intensidad que ya ha ganado
un lugar dentro de nuestra cotidianeidad.
Así es principalmente para el caso de los trabajadores varones, entre quienes los índices de
sobreocupación son altísimos. El gráfico nº1 nos muestra las cifras precisas: 1.675.000 trabajadores
varones sobreocupados en 1993 y 1.748.000 en 1999, lo cual implica el 53% y el 52% de la
población ocupada total, respectivamente. Tanto para el varón como para la mujer, habitualmente el
sobreocupado posee un nivel de INGLHORA (Ingreso laboral por hora) muy inferior al del ocupado
pleno (gráfico nº2). Esto no nos sorprende: el trabajador con buena renta horaria no tiene necesidad
de sobreocuparse, más allá que de hecho muchas veces opte por ello en procura de un elevado
ingreso total mensual. Lo destacable es que muchos trabajadores sobreocupados, pese a la cantidad
de horas que dedican a su actividad laboral, no consiguen superar magros niveles de ingreso
mensual; pero de esto nos ocuparemos más adelante.
Señalábamos que para el varón los niveles de sobreocupación son notablemente altos. Las
cifras de población femenina sobreocupada no son tan elevadas: 515.000 en 1993 y 629.000 en
1999 (28% de la población ocupada femenina total en ambos casos); de todos modos muchos casos
de sobreocupación femenina, especialmente entre las clases sociales más bajas, son especialmente
lamentables, ya que, causados por una situación económica apremiante, se acompañan de la
necesidad de atención del hogar (en el que con frecuencia los hijos son numerosos) en el tiempo
restante por parte de la mujer trabajadora.
No obstante, no todas las mujeres sobreocupadas poseen condiciones laborales y sociales
similares. Después de desagrupar al total de estas mujeres según distintas variables, concluí en que
era el tipo de ocupación la que más favorecía la comprensión de las diferencias internas del
conjunto.
Sobreocupación y tipo de ocupación
(ver "Tipos de ocupación" en el apéndice)
Los gráficos nº3 y nº4 nos muestran cómo se reparte la población sobreocupada femenina
entre los cuatro tipos de ocupaciones principales de ese sexo. Sabemos que el tipo de ocupación 1
nuclea mucha más población ocupada que cualquier otro; sin embargo, la población sobreocupada
del tipo 2 es mayor que la del 1, siendo incluso mayor que el resto de la población ocupada de ese
tipo de ocupación, tanto para 1993 como para 1999. Por otra parte, es esta población sobreocupada
la única que ha decrecido en 1999, cosa que no nos sorprende teniendo en cuenta que la población
ocupada total de este tipo de ocupación también es la única que decrece a lo largo de esos seis años.
Al mismo tiempo, vemos que la población sobreocupada de los tipos 1 y 2 es siempre
mucho más numerosa que la de los tipos 3 y 5; sumados, en 1999 constituyen los 2/3 del total de
sobreocupados.
Pero la diferencia más importante entre estos grupos no radica en su cifra poblacional.
Observemos el gráfico nº6: aquí se halla expresado el promedio de INGLHORA de las mujeres
sobreocupadas, una vez más divididas por tipo de ocupación: evidentemente, existen dos niveles
completamente diferentes al respecto de esta variable: el de las mujeres del tipo de ocupación 1, con
un valor de INGLHORA cercano a los $4,50 en 1993 y que aún se eleva un poco más en 1999, y el
resto, con un valor entre $2 y $2,60 en 1993 y que desciende aún más en 1999.
En realidad, esta diferencia es reflejo, al menos parcialmente, de la ya existente para el total
de población ocupada: vemos en el gráfico nº5 que el tipo de ocupación 1 es siempre el de mayor
valor de INGLHORA; no obstante, la diferencia entre su valor y el del resto de los tipos de
ocupación nunca llega a ser tan grande como lo es para las sobreocupadas.
Arribamos pues a la conclusión que las sobreocupadas de los tipos de ocupación diferentes
del 1 sufren una situación laboral muy desfavorable: pese a trabajar gran cantidad de horas fuera de
su hogar alcanzan niveles de ingreso mensuales relativamente magros, dado su muy bajo nivel de
INGLHORA.
Tal vez en un intento por compensar la escasez de estos niveles, estas mujeres trabajan en
promedio más horas semanales que las de la ocupación 1. El gráfico nº7 nos aporta los datos al
respecto; vemos en él que las mujeres del tipo de ocupación 2 alcanzan la elevadísima cifra de 63,6
horas semanales en 1999. Como pequeño atenuante para este grupo vale el considerar que algunas
de estas mujeres atienden un negocio ubicado en su propio domicilio, tal que pueden superponer el
trabajo hogareño a su actividad laboral. Estas mujeres, obviamente, son cuentapropistas; cabe
señalar que esta categoría laboral es mayoritaria entre las mujeres sobreocupadas del tipo de
ocupación 2. Así lo vemos en el gráfico nº8, estableciéndose una diferencia muy grande en este
sentido con las sobreocupadas de los otros tipos de ocupación, entre las cuales predominan
ampliamente las mujeres asalariadas.
Sobreocupación y NI (Nivel de instrucción)
(ver "Nivel de instrucción" en el apéndice)
Intentando comprender más las características de las mujeres sobreocupadas y la gran
diferencia que existe entre ellas según el tipo de ocupación a la que se dediquen, pasemos a
considerar sus niveles de instrucción máxima alcanzados.
Sabemos con seguridad que, tanto para varones como para mujeres, en forma casi
invariable, a mayor NI mayor probabilidad de conseguir un empleo y mayor probabilidad de poseer
un alto nivel de INGLHORA en el mismo. Observando el gráfico nº9 podríamos agregar: mayor
probabilidad (al menos para las mujeres) de escapar de la sobreocupación; en efecto, tanto en 1993
como en 1999 el NI promedio de las sobreocupadas es inferior al del resto de las trabajadoras. La
diferencia se incrementa si tomamos en cuenta sólo el tipo de ocupación 2: entre la población
ocupada total de la misma el porcentaje de NI alto es 43% para 1993 y 50% para 1999 (gráfico
nº10), mientras que entre las sobreocupadas es de 36% y 47% respectivamente (gráfico nº11).
Sobreocupación y variables familiares
Entrando en el terreno familiar de la mujer sobreocupada, cabe plantearnos algunos
interrogantes. Uno de ellos es cómo influye el NHC (número de hijos convivientes) en la
probabilidad que una mujer sea sobreocupada. Sabemos que la Tasa de Actividad y la Tasa de
Empleo de la mujer son menores a mayor cantidad de hijos; podríamos suponer que, siendo los
hijos un factor retentivo importante, la población ocupada femenina con alto NHC presentará menor
proporción de sobreocupadas. Sin embargo no es así; el gráfico nº12 nos muestra que, con ciertas
fluctuaciones, la proporción de mujeres sobreocupadas no ha variado en forma importante en cada
año bajo la influencia del NHC. Parece ser que la mujer sobreocupada es una trabajadora que, en la
mayor parte de los casos, ha decidido (muchas veces forzada por la necesidad) asumir
prioritariamente el rol de sostén económico del hogar (sostén único o compartido) y los factores
retentivos habituales pierden en ella su influencia.
Si bien el principal factor retentivo son los hijos, el cónyuge también merece ser considerado
como tal. Lo expresado más arriba vale también en este caso. Observemos el gráfico nº13: en 1993
la proporción de sobreocupadas entre las trabajadoras unidas y casadas es muy similar a la de las
solteras, separadas y viudas. No obstante, en 1997 y 1999 se crea cierta diferencia en favor de éstas
últimas. Es posible pues que esta situación esté cambiando actualmente, aunque aún es temprano
para dar opiniones seguras al respecto.
Diversidad entre las mujeres sobreocupadas
Sintetizando algunos aspectos de lo considerado hasta el momento digamos que la mujer
sobreocupada que no trabaja en tareas primordialmente intelectuales ni de escritorio (tipo de
ocupación 1) vive una situación laboral difícil: muy alto promedio de horas semanales de trabajo,
muy bajo promedio de INGLHORA que además tiende a descender, imposibilidad de atender a los
factores familiares retentivos que normalmente actúan sobre la mujer económicamente activa en
acto o en potencia. Para completar este cuadro observemos el gráfico nº14: aún el marco
socioeconómico de estas mujeres parece empeorar. Mientras que en 1993 las mayores proporciones
de población sobreocupada se encontraban en los rangos más altos de IPCF (Ingreso "per capita"
familiar), en 1999 los cuatro rangos se han equilibrado; esto implica que cada vez son más las
mujeres que, pese a sobreocuparse, no pueden evitar que su familia posea un bajo nivel de IPCF.
Pero no todas las mujeres sobreocupadas viven situaciones tan difíciles. Ya hemos visto que
aquéllas que trabajan en ocupaciones de tipo 1 poseen un promedio de horas semanales de trabajo
algo menor que el resto, y por sobre todo un INGLHORA muy superior, si bien no llega a ser tan
alto como el del total de mujeres ocupadas en este tipo de ocupación. Dentro de este conjunto de
mujeres sobreocupadas hay aún un subgrupo que se desempeña en condiciones mucho más
favorables: son las profesionales y las mujeres con cargos directivos (en instituciones públicas o
privadas). Estas mujeres, que en 1999 son algo más que la tercera parte del total (gráfico nº15),
poseen un nivel de INGLHORA muy superior a los observados hasta ahora entre las sobreocupadas
(gráfico nº16): $6,80 en 1993, casi el doble del valor del resto de la sobreocupadas del tipo de
ocupación 1. En 1999 esta relación ha descendido; no obstante ello, son éstas sin duda mujeres que
se sobreocupan no por estricta necesidad sino porque, teniendo la ocasión a través de una elevada
cantidad de horas de trabajo semanal de obtener un ingreso laboral mensual importante, asumen la
decisión de no desaprovecharla.
Aspecto evolutivo
Nos queda aún una pregunta importante por formular: ¿cuál ha sido el perfil evolutivo de la
sobreocupación en el período 1993-1999? En la mayor parte de los aspectos principales del tema no
se produjeron variaciones importantes o, si se produjeron, acompañaron en su movimiento a las
variaciones de la población ocupada total. Incluso la proporción de mujeres sobreocupadas con
respecto a la población total presenta en 1999 un valor porcentual igual al que poseía en 1993
(gráfico nº17), después de haber experimentado en 1995 cierto descenso consecuencia lógica del
pico de desocupación reinante en ese momento. El único factor importante cuya modificación a lo
largo del período cabe destacar es el descenso en los valores de INGLHORA de las sobreocupadas
de los tipos de ocupación 2 y 5; la magnitud del descenso no ha sido exagerada, pero ya de por sí en
1993 estas sobreocupadas poseían valores muy bajos de este indicador; vale incluso señalar como
contraste que, en el caso de la ocupación de tipo 5, el valor del INGLHORA del total de la
población ocupada no experimentó descenso en el período considerado. No cabe duda que entre
todas las mujeres trabajadoras decididas seriamente a asumir una actividad laboral extradoméstica
de dedicación plena las mujeres de estos tipos de ocupación constituyen el sector que sufre las
condiciones más desfavorables.
Conclusiones
He tratado de presentar un panorama general de la sobreocupación femenina; el mismo es un
tanto multiforme; no obstante, hemos tenido ocasión de enfatizar ciertos aspectos del tema que
parecen tener particular relevancia. Rescatemos algunos:
1) El 52% de la población ocupada masculina es sobreocupada; para la población ocupada
femenina, la proporción de sobreocupación es del 28%. La necesidad de atender el hogar hace que
para la mujer sea muy costoso sobreocuparse (gráficos nº17 y nº1).
2) Entre las mujeres dedicadas a las actividades comerciales más de la mitad son
sobreocupadas (gráficos nº3 y nº4).
3) El promedio de INGLHORA de sobreocupados varones y mujeres es muy ni ferior al del
resto de los ocupados (gráfico nº2).
4) En el caso de las mujeres sobreocupadas de los tipos de ocupación 2, 3 y 5 el promedio de
INGLHORA es particularmente bajo (gráfico nº5 ). Además, los factores retentivos familiares
habituales (hijos y cónyuges) ejercen poco o ningún efecto. Se trata pues de mujeres que se
sobreocupan por estricta necesidad económica.
5) El promedio de INGLHORA de las mujeres sobreocupadas del tipo de ocupación 1 es
muy superior al de las otras sobreocupadas (si bien es inferior al de las ocupadas plenas de ese tipo
de ocupación). Dentro de ellas, las mujeres sobreocupadas profesionales o que desempeñan cargos
directivos poseen valores de INGLHORA especialmente altos (gráfico nº16). La causa de que estas
últimas mujeres se sobreocupen no es una situación económica apremiante, sino la meta de obtener
un ingreso laboral mensual elevado.
Gráfico Nº 1
POBLACIÓN OCUPADA SEGÚN DEDICACIÓN
1993
1997
2000
S
.
ub
d
.
em
S
.
ub
d
no
e
m.
Oc
u
p
p.
o
len
515
651
382
0
172
s
So
bre
1000
378
179
500
0
.
oc
S
Mujeres
.
ub
de
m.
b
Su
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m.
Oc
Varones
1995
de
up
le
.p
no
577
218
500
1071
622
1000
1500
319
1094
1640
440
1500
Trabajadores x 1000
1675
302
Trabajadores x 1000
2000
s
S
re
ob
oc
.
Mujeres
Varones
1999
334
500
b
Su
.
Su
.
b.
d
no
e
m.
u
Oc
p.
n
ple
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S
ob
441
333
0
m
de
600
131
c
reo
999
1000
416
168
500
0
.
Mujeres
Varones
S
.
ub
de
m.
Su
b.
d
no
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Oc
.
up
le
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no
s
b
So
629
1000
1500
677
997
358
1500
1748
572
Trabajadores x 1000
2000
1524
415
Trabajadores x 1000
2000
reo
c.
Mujeres
Varones
Gráfico Nº 2
INGLHORA DE LA POBLACIÓN OCUPADA SEGÚN DEDICACIÓN
1997
m.
Oc
u
p
p.
o
len
s
So
bre
.
oc
Mujeres
Su
b.
d
no
4,60
3,86
4,23
4,79
2,76
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no
2,98
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S
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ob
oc
.
Mujeres
Varones
6,00
os
So
bre
.
oc
Mujeres
Varones
5,43
$6
4,32
$5
3,62
$4
$3
$2
$1
$0
S
.
ub
2,86
Ingreso laboral por
hora
4,86
d
b.
em
Oc
$7
4,79
Ingreso laboral por
hora
m.
1999
6,71
Su
de
Varones
1995
$7
$6
$5
$4
$3
$2
$1
$0
S
.
ub
3,70
4,17
b
Su
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e
od
2,96
3,75
.
4,28
4,79
em
5,29
5,16
4,70
Su
d
b.
3,88
4,87
4,28
$5
$4
$3
$2
$1
$0
Ingreso laboral por
hora
$6
$7
$6
$5
$4
$3
$2
$1
$0
4,00
5,47
4,58
Ingreso laboral por
hora
$7
5,44
6,80
4,63
1993
de
m.
Su
b.
d
no
em
Oc
.
up
le
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no
s
S
re
ob
oc
.
Mujeres
Varones
Gráfico Nº 3
POBLACIÓN OCUPADA FEMENINA SEGÚN DEDICACIÓN Y TIPO DE OCUPACIÓN
1999
1200000
1000000
1000000
Población
1200000
800000
600000
400000
800000
600000
400000
200000
200000
18%
53%
1
2
28%
18%
0
3
5
Ocupación
Resto de
ocupadas
Sobreocup
adas
21%
52%
1
2
32%
19%
0
3
5
Ocupación
Resto de
ocupadas
Sobreocup
adas
Gráfico Nº 4
POBLACIÓN SOBREOCUPADA FEMENINA SEGÚN TIPO DE OCUPACIÓN
60%
150
104
96
197
100
0
1
72
75
50
50%
32,3%
40%
20,9%
30%
20%
10%
19,0%
0%
2
Tipos de ocupación
3
1
5
1993
1999
2
Tipos de ocupación
3
18,0%
200
52,3%
28,2%
188
52,7%
Proporción de PSobr
con respecto a la PO
210
18,1%
250
140
Población sobreocupada
(en miles)
Población
1993
5
1993
1999
Gráfico Nº 5
INGLHORA SEGÚN TIPO DE OCUPACIÓN Y SEXO
1997
2
$4
$2
4
Mujeres
Varones
5
2
$ 2,77
3
4
$ 2,54
Mujeres
5
Tipos de ocupación
Varones
1999
2
$ 3,29
$ 2,59
$0
1
$ 3,03
$ 2,43
$ 3,07
$2
$ 3,15
$ 5,35
$4
$6
$ 3,66
$4
$2
$0
1
3
Tipos de ocupación
4
5
Mujeres
Varones
$ 3,10
2
$ 2,74
3
Tipos de ocupación
$ 2,40
$ 3,16
$ 4,05
$ 2,65
$6
$ 7,08
$8
$ 2,64
$8
Ingreso laboral por hora
$ 7,36
$ 5,46
1995
$ 3,10
$0
1
3
Tipos de ocupación
Ingreso laboral por hora
$ 3,59
$ 3,22
$ 3,13
$ 3,12
$0
1
$ 3,02
$ 2,81
$2
$ 3,68
$4
$ 3,21
$6
$ 2,76
$ 4,10
$ 2,82
$6
$ 6,94
$8
$ 5,37
Ingreso laboral por hora
$ 7,10
$8
$ 4,87
Ingreso laboral por hora
1993
4
5
Mujeres
Varones
500000
$4
$ 1,75
$ 2,04
$1
300000
200000
100000
2
0
3
1993
1999
5
Tipos de ocupación
Gráfico Nº 7
HS. SEM. DE TRABAJO DE LAS SOBREOC. S/TIPO DE OCUP.
63,6
56,8
Otras
Vended...
1999
14%
Otras
Asalariadas
Cuentaprop.
Gráfico Nº 9
SOBREOCUPADAS SEGÚN NIVEL DE INSTRUCCIÓN
57,8
1500000
Ocupadas
20
57,4
59,4
61,0
56,9
50
30
Vended...
1993
52%
2000000
59,8
60
40
57%
16%
1
70
400000
Sobreocupadas
$ 1,97
$ 2,02
$2
$ 2,00
$ 2,60
$3
$0
Horas semanales de
trabajo
Gráfico Nº 8
SOBREOCUPADAS SEGÚN CATEGORÍA Y TIPO DE OCUP.
$ 4,60
$5
$ 4,48
Ingreso laboral por hora
Gráfico Nº 6
INGLHORA DE LAS SOBREOCUPADAS SEGÚN TIPO DE OCUP.
1000000
59%
500000
10
0
52%
54%
43%
1
2
Tipos de ocupación
0
3
5
1993
1999
Sobreocup.
1993
Resto
Sobreocup.
1999
Resto
Niv.
Bajo
Niv.
Alto
Gráfico Nº 10
MUJERES OCUPADAS SEGÚN TIPO DE OCUPACIÓN Y NIVEL DE INSTRUCCIÓN
1993
1999
600000
400000
43%
200000
0
1
2
600000
400000
200000
0
25%
1
7%
3
800000
50%
800000
91%
Población ocupada
1000000
85%
Niv. Alto
5
Tipo de ocupación
2
34%
3
15%
5
Tipo de ocupación
Niv. Bajo
Gráfico Nº 11
MUJERES SOBREOCUPADAS SEGÚN TIPO DE OCUPACIÓN Y NIVEL DE INSTRUCCIÓN
88%
100%
Porcentaje de Nivel
Alto
Población ocupada
1000000
80%
47%
60%
83%
27%
40%
20%
36%
0%
18%
1
2
Tipo de ocupación
3y5
1993
1999
Niv. Alto
Niv. Bajo
Gráfico Nº 12
MUJERES OCUPADAS SEGÚN DEDICACIÓN Y NÚMERO DE HIJOS CONVIVIENTES
1997
1200000
1200000
1000000
1000000
Población
Población
1993
800000
600000
400000
200000
0
26%
0 hijos
25%
1 ó 2 hijos
800000
600000
400000
200000
30%
0
3 ó más
hijos
Número de hijos convivientes
Resto de ocupadas
31%
0 hijos
26%
1 ó 2 hijos
26%
3 ó más
hijos
Número de hijos convivientes
Sobreocupadas
Sobreocupadas
1995
1999
1200000
Población
1000000
Población
Resto de ocupadas
800000
600000
400000
200000
24%
22%
24%
0
0 hijos
1 ó 2 hijos
3 ó más
hijos
Número de hijos convivientes
1400000
1200000
1000000
800000
600000
400000
200000
0
28%
0 hijos
Resto de ocupadas
Sobreocupadas
26%
1 ó 2 hijos
27%
3 ó más
hijos
Número de hijos convivientes
Resto de ocupadas
Sobreocupadas
Gráfico Nº 13
MUJERES OCUPADAS SEGÚN DEDICACIÓN Y ESTADO CIVIL
1993
1997
800000
800000
Población
1000000
Población
1000000
600000
400000
400000
200000
200000
27%
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26%
28%
31%
26%
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Resto de ocup.
Sobreocupadas
27%
30%
23%
s
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a
Un
a
p
C
Se
s
da
Viu
33%
Resto de ocup.
Sobreocupadas
1999
1995
1000000
1000000
800000
800000
Población
Población
600000
600000
400000
23%
ras
lte
o
S
400000
200000
200000
0
600000
23%
24%
s
s
as
ida
da
rad
sa
Un
a
a
p
C
Se
23%
s
da
Viu
29%
25%
25%
27%
31%
0
Resto de ocup.
Sobreocupadas
ras
lte
o
S
s
s
as
da
ida
rad
sa
Un
a
a
p
C
Se
s
da
Viu
25%
Resto de ocup.
Sobreocupadas
Gráfico Nº 14
MUJERES SOBREOCUPADAS SEGÚN RANGOS DE IPCF
1993
1999
700000
Población
500000
400000
300000
200000
21%
28%
400000
300000
0
$0,1$145
$145,1- $265,1- más de
$265
$480
$480
Rangos de IPCF
Resto de ocup.
26%
$0,1$145
28%
26%
Sobreocupadas
Gráfico Nº 15
PROPORCIÓN DE MUJERES SOBREOCUPADAS EN OCUPACIONES DE TIPO 1
32%
31%
35%
30%
25%
20%
15%
10%
5%
0%
1993
1999
Otras
Jefas y Prof.
28%
$145,1- $265,1- más de
$265
$480
$480
Rangos de IPCF
19%
0
19%
15%
100000
600000
500000
200000
100000
29%
Sobreocupadas
Población
700000
600000
Resto de ocup.
Sobreocupadas
Gráfico Nº 16
INGLHORA DE TRABAJADORAS DE OCUPACIONES DE TIPO 1 SEGÚ N DEDICACIÓN
1999
$0
das
a
p
u
Oc
$6
$4
$2
$0
p.
ocu
e
r
b
So
s
da
pa
u
Oc
Otras
Jefas y Prof.
.
up
oc
e
r
b
So
Gráfico Nº 17
POBLACIÓN OCUPADA FEMENINA SEGÚN DEDICACIÓN
2500000
2000000
Ocupadas
$2
$ 3,46
$6
$ 5,97
$8
$ 4,80
INGLHORA
$ 6,80
$8
$4
$ 8,20
$ 10
$ 7,66
$ 4,30
INGLHORA
$ 10
$ 4,05
1993
28%
28%
1500000
1000000
500000
25%
29%
30%
34%
32%
19%
16%
16%
23%
22%
26%
1993
1995
1997
1999
35%
21%
16%
0
Sobreoc.
Ocup. plenos
Sub. no dem.
Sub. dem.
Otras
Jefas y Prof.
APÉNDICE
VARIABLES QUE REQUIEREN ACLARACIONES ESPECÍFICAS
NIVEL DE INSTRUCCIÓN
En la información brindada por la EPH el nivel de instrucción máximo alcanzado se halla
dividido básicamente en seis rangos:
- primario incompleto
- primario completo
- secundario incompleto
- secundario completo
- superior o universitario incompleto
- superior o universitario completo
En el presente trabajo he agrupado estos conjuntos en dos grandes rangos:
- nivel de instrucción bajo (secundario incompleto o menos)
- nivel de instrucción alto (secundario completo o más)
TIPO DE OCUPACIÓN
A la hora de dividir la PO según el tipo de ocupación comprobamos que el criterio
tradicional de las grandes divisiones o el de las ramas de actividad no resultaba práctico, teniendo
en cuenta que era necesario evitar que apareciesen grupos muy pequeños por razones de
confiabilidad estadística, que era conveniente aislar las ocupaciones que eran ejercidas
mayoritariamente por un solo sexo y que era conveniente también agrupar aquellas ocupaciones que
habían demostrado comportamientos laborales semejantes. Fue así que decidimos realizar una
división propia, creando cinco tipos de ocupaciones; los mismos son:
1) Profesionales, docentes, técnicos, gerentes, empleados administrativos, cajeros bancarios
y otros cajeros, carteros, cadetes bancarios.
2) Comercio (dueños, empleados, promotores, vendedores ambulantes).
3) Trabajadores en oficios, operarios, choferes, camareros, personal de vigilancia.
4) Trabajadores de la construcción (albañiles, pintores, oficios de la construcción),
changarines, repartidores, peones.
5) Empleados domésticos, trabajadores de la limpieza, niñeras, cuidadores de enfermos.
DEDICACIÓN
Denomino con este término al carácter de ocupado pleno, sobreocupado, subocupado
demandante o subocupado no demandante que puede tener el trabajador.
Al respecto de éste último, digamos que:
- Se lo considera "ocupado pleno" cuando trabaja entre 35 y 45 hs. semanales.
- Se lo considera "sobreocupado" cuando trabaja más de 45 hs. semanales.
- Se lo considera "subocupado demandante" cuando trabaja menos de 35 hs. semanales y
desea trabajar una cantidad horaria igual o superior a esa cifra.
- Se lo considera "subocupado no demandante" cuando trabaja menos de 35 hs. semanales y
no desea trabajar una cantidad horaria igual o superior a esa cifra.
BIBLIOGRAFÍA
- ANDERSON, David R., SWEENEY, Dennis J. y WILLIAMS, Thomas A., "Estadística
para Administración y Economía", International Thomson Editores, 1999.
- BERGER, Silvia, "Ajuste estructural en la Argentina. Cambios regionales y de género en
el empleo y los ingresos", ASET, Noviembre de 1998.
- ENCUESTA PERMANENTE DE HOGARES para el Gran Rosario, IPEC. Base de datos
correspondiente a la segunda onda de 1993, 1995, 1997 y 1999.
- ENCUESTA PERMANENTE DE HOGARES para el Gran Buenos Aires y el Gran
Córdoba, INDEC. Base de datos correspondiente a la segunda onda de 1993, 1995, 1997 y 1999.
- FEDERICO, Andrea, "Trabajo femenino y familia", ASET, Noviembre de 1998.
- FERNANDEZ, Marina L., "Dos estudios sobre el trabajo femenino en el aglomerado Gran
Rosario", CIUNR, Rosario, Abril de 1995.
- FERNANDEZ, Marina L., "Los principales determinantes de la participación femenina en
el mercado de trabajo", CIUNR, Rosario, Abril de 1997.
- FERNANDEZ, Marina L., "La influencia de la crisis de desocupación de 1995 en el
trabajo femenino", CIUNR, Rosario, Abril de 1999.
- Mc CONNELL, Campbell R. y BRUE, Stanley L., "Economía laboral", Mc Graw Hill,
1997.
- MALLEA, María José, "Nuevas estrategias familiares de vida frente a la distribución
regresiva del ingreso", ASET, Noviembre de 1998.
- RECCHINI DE LATTES, Zulma y WAINERMAN, Catalina, "Empleo femenino y
desarrollo económico: algunas evidencias". Cuaderno del Cenep Nº6.
- WAINERMAN, Catalina H., "Educación, familia y participación económica femenina en
la Argentina", CENEP.

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