la indiferencia - oscar aguero ministry

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POR EL APÓSTOL OSCAR AGÜERO
“LA INDIFERENCIA”
Indiferencia: Estado de ánimo, en que no se siente ni
inclinación ni rechazo, hacia alguien o algo. Frialdad,
displicencia.
Sinónimos de indiferencia: Insensibilidad, desinterés,
apatía, indolencia, tibiez. Desafecto, desamor.
El Pan Nuestro de Cada Día
El amor nos lleva al compromiso, a dar de lo nuestro, a
la abnegación a la entrega. Cuando el amor se enfría la
indiferencia toma lugar y se abandona lo que antes se
amaba; resulta como un peso el dedicar tiempo, cariño,
amor, finanzas etc.
El humanismo ha hecho que su mensaje cale hondo incluso con personas que
visitan la iglesia del Señor, de manera que se ha entibiado el compromiso con el que
no conoce la verdad y el camino. Y nos olvidamos de “comprar oro refinado en
fuego” (Apocalipsis. 3:18). Y de esta manera ungir nuestros ojos con colirio para que
veamos. El pasaje donde Jesús relata cómo, un sacerdote pasó de largo, y un levita
de la misma manera, y no ayudaron a un herido tirado al costado de la calle nos
enseña que estas personas en las cuales recaía el servicio en el templo para llevar a
cabo los ritos religiosos, iban y trabajaban en el templo pero no imitaban al dueño
del templo (Dios) en los hechos de amor y misericordia.
Déjeme hablarle de una experiencia personal: de pasada por el comedor de mi
hogar vi que le estaban haciendo un reportaje por Televisión a Lady Gaga y como
siempre, me molestó su comentario, porque sé que estas expresiones y manera de
pensar que transmite no le hace bien a la juventud. Y dije a mi esposa: nada de ella
me agrada, porque todo es malo….seguidamente Dios habló a mi corazón y me dijo:
Jamás ella se convertiría contigo y tú eres un ministro de la reconciliación.
La Indiferencia
Esto me llevó a buscar en las escrituras que Jesús
amaba a todos y no era indiferente con las
necesidades de las personas. Un leproso se acercó y
dijo: “Si quieres puedes sanarme”. El leproso era
considerado un inmundo, no un enfermo, por lo
tanto creo personalmente que él dijo: Se que tú
tienes poder para sanarme, lo que no sé, es si
querrás hacerlo por mi inmundicia. “Jesús respondió:
Si quiero y tocando su llaga le limpió”. No solo quiso,
sino que hasta llegó a tocar la misma lepra para
hacerlo. El pudiera haberlo sanado con solo hablar la
palabra; pero creo que el contacto personal fue una
demostración, del amor que sentía por el
despreciado por la sociedad.
En el pasaje que multiplica los peces y los panes dice: “Y tuvo compasión de la
multitud porque eran como ovejas que no tienen pastor”. Bueno las ovejas sin
pastor hacen lo equivocado, pecan, desobedecen, hacen lo malo etc. Por lo tanto
dicen las escrituras que: “Les enseñó muchas cosas”. Luego pensó en sus
necesidades y multiplicó los panes y los peces para dar a todos de comer;
seguramente entre los 5.000 hombres sin contar las mujeres y niños, habría
fornicarios, adúlteros, mentirosos, estafadores etc. Recuerden eran como ovejas
que no tienen pastor y sin embargo pensó en saciar (y lo hizo) sus necesidades.
El Pan Nuestro de Cada Día
Me di cuenta que me era más fácil criticar, que amar, porque en el amor se
involucra el compromiso, ya que es imposible amar sin dar. Pedí perdón a Dios,
porque estoy orando por un avivamiento, sé que viene y quiero que Dios me use ¿Y
usted? Y estaba equivocado con una joven que no tiene pastor.
El humanismo dice: Defiende tus derechos. Vive la vida a tu manera. No dejes que
nadie te diga lo que debes hacer. Jesús dice: “El que quiera venir en pos de mi,
niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame”.
Creo que el avivamiento vendrá cuando corrijamos los errores como Dios me
mostró a mí, y amemos a los que están sin el Buen Pastor. Estemos dispuestos a
caminar una milla más de lo normal, por los que están heridos al costado del
camino y recordar lo que dijo, el que murió para que vivamos: “Entonces el Rey dirá
a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para
vosotros desde la fundación del mundo. Porque tuve hambre y me disteis de
comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero y me recogisteis; estuve
desnudo y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel y vinisteis a mí.
La Indiferencia
Entonces los justos le responderán diciendo: Señor, ¿Cuándo te vimos hambriento,
y te sustentamos, o sediento y te dimos de beber? ¿Y cuando te vimos forastero, y
te recogimos, o desnudo, y te cubrimos? ¿O cuándo te vimos enfermo, o en la
cárcel y vinimos a ti? Y respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os digo que en
cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis”.
SI QUEREMOS UN AVIVAMIENTO Y QUE ESTADOS UNIDOS VUELVA A DIOS, ES
NECESARIO QUE LA IGLESIA VENZA LA INDIFERENCIA CON EL AMOR.
Apóstol:
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