Historia Natural de Puertollano y el Campo de Calatrava
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Historia Natural de Puertollano y el Campo de Calatrava
Historia Natural de Puertollano y el Campo de Calatrava Margarita Costa, Agustín Pieren, José Luis Viejo (Eds.) ISSN: 1132-0869 ISBN: 978-84-936677-3-3 Memorias de la Real Sociedad Española de Historia Natural Segunda época, Tomo VI, año 2009 Memorias de la Real Sociedad Española de Historia Natural Las Memorias de la Real Sociedad Española de Historia Natural constituyen una publicación no periódica que recogerá estudios monográficos o de síntesis sobre cualquier materia de las Ciencias Naturales. Continuará, por tanto, la tradición inaugurada en 1903 con la primera serie del mismo título y que dejó de publicarse en 1935. La Junta Directiva analizará las propuestas presentadas para nuevos volúmenes o propondrá tema y responsable de la edición de cada nuevo tomo. Cada número tendrá título propio, bajo el encabezado general de Memorias de la Real Sociedad Española de Historia Natural, y se numerará correlativamente a partir del número 1, indicando a continuación 2ª época. Correspondencia: Real Sociedad Española de Historia Natural Facultades de Biología y Geología. Universidad Complutense de Madrid. 28040 Madrid e-mail: [email protected] Página Web: www.historianatural.org © Real Sociedad Española de Historia Natural ISSN: 1132-0869 ISBN: 978-84-936677-3-3 DL: XXXXXXXXX Fecha de publicación: 13 de mayo de 2009 Composición: Alfredo Baratas Díaz Imprime: Fotoimpresión RM. 28890 Loeches Madrid Memorias de la Real Sociedad Española de Historia Natural Segunda época, Tomo VI, año 2009 Historia Natural de Puertollano y el Campo de Calatrava Margarita Costa, Agustín Pieren, José Luis Viejo (Eds.) Real Sociedad Española de Historia Natural Facultades de Biología y Geología Universidad Complutense de Madrid 28040 - Madrid 2009 ISSN: 1132-0869 ISBN: 978-84-936677-3-3 Nos encontramos ante un nuevo volumen de las Memorias de la Real Sociedad Española de Historia Natural, en este caso dedicado a Puertollano y a su comarca. Se edita esta publicación con motivo de la celebración de la XVIII Bienal de nuestra querida Sociedad en la ciudad de Puertollano y con ella se pretende divulgar algunos de los numerosos valores naturales de este enclave geográfico. Muchos son los aspectos naturales dignos de estudio que ofrecen el Campo de Calatrava y el Valle de Alcudia, tierra de volcanes y de minas, de huertas y de dehesas, de encinares y de sotos, y sería inútil intentar resumir en un solo volumen la enorme riqueza natural de este rincón meridional de la meseta. Hemos elegido únicamente cuatro aspectos con la idea de que representan otras tantas facetas igualmente interesantes, como son la base geológica, el paisaje vegetal, la fauna de vertebrados y los aspectos históricos y sociales derivados de la explotación minera de Puertollano. Entroncan los temas tratados en este volumen con la más noble y clásica tradición de nuestra Sociedad, en la que desde su fundación hemos tratado de afrontar el estudio conjunto del mundo natural, que ahora llamamos multidisciplinar, pero que antes sencillamente se conocía como Historia Natural, y que incluye también las implicaciones sociales de la explotación de los recursos naturales, sean las minas, sean los bosques, los pastos o la caza. Los autores a los que se propusieron los capítulos de este volumen de Memorias son científicos de toda solvencia en sus respectivos campos de especialidad, y con acreditada experiencia en el estudio del Campo de Calatrava y del Valle de Alcudia. Todos ellos son doctores y profesores, bien en institutos, bien en universidades, y han vertido en su trabajo para la Real tanta solvencia, como entusiasmo. A todos ellos queremos agradecer los editores su valiosa colaboración. Igualmente queremos mostrar nuestra profunda gratitud al Ayuntamiento de Puertollano por acoger, patrocinar y sufragar esta edición, y la Bienal en la que se integra, en especial a su Alcalde, D. Joaquín Hermoso, y a su Concejal de Cultura, D. Luis Pizarro. Los editores Madrid 30 de abril de 2009 Índice Fuentes de energía y su incidencia en el desarrollo demográfico, 3 económico, político y social: el caso de Puertollano (1873-1982), por Modesto Arias Fernández. El paisaje vegetal del Campo de Calatrava, por Alejandro Quintanar, 35 Carlos J. Martín-Blanco y María A. Carrasco Fauna vertebrada terrestre en un espacio de transición biogeográfica: el 55 borde meridional de la Meseta Sur en el entorno de Puertollano, por R. U. Gosálvez Rey, E. Ayllón López y T. Flores Polanco. Rasgos geológicos de la comarca de Puertollano y del valle de Alcudia (Ciudad Real, España), por Agustín Pedro Pieren Pidal 95 Fuentes de energía en Puertollano (1873-1982) 3 Fuentes de energía y su incidencia en el desarrollo demográfico, económico, político y social: el caso de Puertollano (1873-1982). Energy sources and their incidence in the demographic, economic, political and social development: the case of Puertollano (1873-1982). Modesto Arias Fernández IES “Leonardo da Vinci”. Puertollano - Ciudad Real Palabras clave: Fuentes de energía. Carbón. Pizarras bituminosas. Refinería de petróleo. Complejo Petroquímico. Sociedad Minero Metalúrgica de Peñarroya. Empresa Nacional Calvo Sotelo. ENPETROL. Restauración. Dictadura de Primo de Rivera. Segunda República. Guerra Civil. Franquismo. Transición Democrática. Puertollano. Key words: Energy sources. Coal. Bituminous slates. Oil refinery. Petrochemical Complex. Mining Metallurgical Society of Peñarroya. National Company Calvo Sotelo. ENPETROL. Restoration. Primo de Rivera Dictatorship. Civil War. Franco Period. Democratic Transition. Puertollano. Resumen El trabajo expone la influencia que el hallazgo de determinados yacimientos energéticos, y las posteriores actividades derivadas de su explotación, tienen en un lugar concreto y en su área de influencia, afectando a aspectos tan señalados como el demográfico, el económico, el político y el social. Las siguientes páginas intentan reflejar este hecho, centrándonos en la evolución seguida por Puertollano a lo largo de más de un siglo de su existencia, concretamente entre 1873 y 1982, tiempo que coincidió con el transcurrir de distintas fases históricas, caso de la Restauración, la Dictadura de Primo de Rivera, la Segunda República, la Guerra Civil, el franquismo y la Transición Democrática. Cada una de ellas, en mayor o menor medida, repercutió y dejó su peculiar impronta en el desarrollo de los acontecimientos. Abstract The work explains the influence which the discovery of certain energy deposits, and the activities derived from their explotation, have in a concrete place and its area of influence, affecting to aspects as remarkable the demographic, economic, political, and social ones. The following pages try to reflect this fact, concentrating on the evolution followed by Puertollano during more than one century of existence, specifically between 1873 and 1982, time which coincided with different historical periods, such as the Restoration, Primo de Rivera Dictatorship, the Second Republic, the Civil War, the Franco period and the Democratic Transition. Each of them, to a large or small extent, had repercussions and left its mark on the development of the events. Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009 Modesto Arias Fernández 4 1. Introducción Este artículo pretende mostrar, basándonos en el caso concreto de Puertollano, las repercusiones que, tanto los yacimientos energéticos, como las tareas encaminadas a obtener rendimiento productivo de los mismos, tienen en la evolución de los espacios naturales y urbanos y, primordialmente, en las sociedades que en ellos se desarrollan. Muestra evidente de lo señalado es el de este enclave, un lugar ubicado en el sur de la provincia de Ciudad Real, y del que vamos a tratar su evolución demográfica, económica, política y social en el período comprendido entre 1873 y 1982. El punto de partida es 1873, año en que, merced al descubrimiento de carbón en su término municipal, dio comienzo un proceso que transformó un entorno rural, en el que predominaba una economía de subsistencia, fundamentada en la agricultura y la ganadería, en un núcleo minero y, con el tiempo, en una factoría industrial de primer orden, que se convertiría en centro de atracción de un amplio espacio del que incorporó abundante población y, en el que, de rondar los tres mil habitantes en los años previos al hallazgo del mineral, llegó a superar los cincuenta y siete mil en la década de los sesenta del siglo XX, etapa de su mayor expansión, coincidiendo con el pleno auge de la industria petroquímica. Tras ésta, llegó una fase de estancamiento, que tuvo que ver con el cierre de las minas de carbón, hecho acaecido en 1975, y que supuso un punto de inflexión en la trayectoria de la ciudad, que, a partir de entonces, quedó en manos casi exclusivas del Complejo Industrial, el cual tampoco se vio libre de una serie de vicisitudes que le obligaron a llevar a cabo distintas modificaciones, con el fin de adaptarse a la evolución de los mercados y a sus demandas y necesidades. El trabajo, siguiendo un eje cronológico a través de las distintas etapas históricas, se ha dividido en cuatro apartados: la Restauración (1874-1923) y la Dictadura de Primo de Rivera (1923-1930); la Segunda República (1931-1936) y la Guerra Civil (1936-1939); el franquismo (1939-1975) y la Transición Democrática (1975-1982), respectivamente. 2. La época de la Restauración (1874-1923) Dictadra de Primo de Rivera (1923-1930) y de la A mediados del siglo XIX, la villa de Puertollano mostraba una economía predominantemente agropecuaria. La propiedad, concentrada en pocas manos, y el terreno, que era de secano, pedregoso, sin bosques, con monte bajo y dehesas de pastos, originaba una agricultura y una ganadería con escaso rendimiento. Contribuían a mejorar la situación las blondas, elaboradas para los almacenes de Almagro, así como fábricas de vidriado, hornos de teja y ladrillo, molinos harineros y de aceite y, sobre todo, las actividades derivadas de los visitantes que, cada año, acudían a tomar las aguas de sus fuentes minerales y balneario, generalmente en la Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009 Fuentes de energía en Puertollano (1873-1982) 5 temporada comprendida entre el 15 de junio y el 31 de agosto, y que ascendieron a 553 en 1861 (De Hosta, 2008). Existía el desempleo, dándose el mayor número de parados entre los braceros, 99 en 1868, a los que el Ayuntamiento, cuyo alcalde era José Domingo Maestre, procuraba atender en la medida de sus escasas posibilidades. De 2.979 habitantes, en 1860, se había pasado a 3.348 una década después (Quirós, 1976). En junio de 1873, fecha en la que en España estaba instaurada la Primera República, se produjo un acontecimiento que marcó el devenir de la localidad: el comienzo de los registros mineros, tras haberse encontrado carbón, el mes anterior y de manera casual, a pocos kilómetros del núcleo urbano. Sobre el hecho hay dos teorías. Una señala que el hallazgo provino de un grupo de cazadores, quienes, al improvisar un hogar con piedras oscuras, comprobaron que ardían largo tiempo, hasta extinguirse. La otra, tal vez con más fundamento, tiene que ver con unos ingenieros de la Casa Loring-Heredia y Larios que, mientras llevaban a cabo reconocimientos mineros en el Valle de Alcudia, observaron, en los escombros del pozo de una noria que se estaba construyendo, fósiles vegetales pertenecientes al Carbonífero, tras lo que siguieron profundizando y, a los treinta metros, cortaron algunas capas de carbón de hulla. La cuenca tenía una extensión que oscilaba entre 30 y 74 km2, según las apreciaciones de los geólogos, y la primera mina registrada fue La Extranjera, cuya concesión se hizo en 1874 (Ramírez, 1994). El descubrimiento originó que la población comenzase a crecer, por la llegada de un amplio contingente de inmigrantes, que la mayoría de las actividades giraran en torno al carbón y que la distribución por sectores económicos tendiese a evolucionar, pasando el secundario del 7 por ciento, en 1871, al 32 en 1884 (Rodríguez, 1985). Durante los primeros tiempos, la producción no fue excesivamente alta, 4.800 toneladas en 1881, aunque, ya en 1895, se llegó a 111.175 (Cañizares, 2001), obtenidas de siete minas en las que trabajaban 620 personas, 130 de ellas mujeres y niños. Desde un principio, los capitales franceses fueron mayoritarios, caso de la Compagnie Française des Mines et Usines d’ Escombreras Bleiberg y de la Societé des Charbonnages de Puertollano. Hubo huelgas, en 1881 y 1891, que afectaron a la cuenca minera, buscando mejorar las condiciones de trabajo, y una manifestación, en 1898, contra el impuesto de consumos y la carestía de las subsistencias, pero, pese a ello, se puede afirmar que aún no existía una resistencia obrera organizada en la localidad. Ese año, a raíz de la guerra contra Estados Unidos, enmarcada en el conflicto cubano, se crearon nuevos mercados y aumentó la producción de carbón, que llegó a 201.097 toneladas, en tanto que dicha tarea ocupaba a 759 obreros (Cañizares, 2001), el 40 por ciento de la población activa (Rodríguez, 1985). Para entonces, el aumento del número de habitantes ya se dejaba notar, pues de 3.545, en 1877, llegó a 7.548 en 1900, si bien la villa presentaba múltiples carencias, como un hospital y una escuela municipales (Ramírez, 1995). En 1895, bajo la alcaldía de Fulgencio Arias Cabañero (1894-1897), se creó la Feria de Mayo. El Ayuntamiento, al incrementarse la población, creó una Comisión Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009 6 Modesto Arias Fernández de Ensanche, que concedió licencias de obras y calles en diversas zonas, entre ellas las situadas al este de la Fuente Agria. Hacia 1900, en que echó a andar Eléctrica de Puertollano, se podían considerar tres distritos en la localidad: los barrios de la Soledad y del Duque, y la zona que iba de la plaza del Ayuntamiento a la Virgen de Gracia, respectivamente. Durante este tramo finisecular se crearon algunas asociaciones civiles. La más antigua, el Círculo de Recreo (1885), tenía por objeto “facilitar un centro de reunión para todas las clases sociales, donde encontrar distracción, estrechar relaciones y facilitar los negocios”. Le siguió la muy importante, y aún en activo, si bien sus fines fueron cambiando con el paso del tiempo, Sociedad Benéfica La Esperanza, fundada el 8 de abril de 1894, en la plaza de Palacio nº 7, con Eduardo Pastor Gijón como presidente, y con un Reglamento de acuerdo a la Ley de Asociaciones de 1887, que había aparecido durante la etapa conocida como el Parlamento Largo, con los liberales de Sagasta en el poder. Su objetivo fue lograr una mejor instrucción para los componentes y familiares y, sobre todo, la beneficencia, consistente en dar un socorro diario a los socios que cayesen enfermos, quedasen inválidos o se jubilasen y, en caso de fallecimiento, aportar una cantidad de dinero para el entierro. Se trataba, en realidad, de suplir, con los propios medios de los integrantes, unas carencias de tipo social que la legislación vigente no contemplaba, ya que ni siquiera el Trabajo tenía el rango político-jurídico de Ministerio. Otras entidades posteriores, como el Círculo Obrero, el Círculo Artístico, el Círculo Agrícola Mercantil, el Círculo Minero y el Casino de la Unión, presentaron un carácter básicamente recreativo (Gascón, 1983 y 1984). En aquellos años, las fiestas de Carnaval estaban muy arraigadas entre la población, organizando bailes, mediante un organillo, la mayoría de estas entidades. A comienzos de 1904, Alejandro Lerroux, entonces diputado por Barcelona y que había participado en la fundación de Unión Republicana, cuyo presidente era Nicolás Salmerón, visitó la villa. Tal partido, que no era turnista, tenía bastante arraigo entre los obreros de Puertollano, como, posteriormente, lo tendría el Radical, del que ya Lerroux fue la cabeza visible. En octubre de ese año se celebró un mitin en el local de La Esperanza, seguido de una manifestación en la que los participantes protestaron por la subida del pan y otros artículos básicos de consumo, y por el mal estado del camino que, partiendo de la calle Cervantes y pasando por delante del antiguo Cementerio Viejo, llegaba hasta las minas. La ideología republicana y, posteriormente, la socialista fueron llegando a través de los trabajadores que acudían a desarrollar sus tareas en las minas. El año de 1910, cuando el número de habitantes llegó a 10.503, de los que el 75 por ciento no sabían leer ni escribir (Ramírez, 1995), y el de mineros a 1.640, cifra que representaba más de la mitad de la población activa, supuso para Puertollano una fecha clave en el desarrollo del movimiento obrero, apareciendo diversas sociedades de resistencia, como El Porvenir del Trabajo, formada por albañiles y evidencia del continuo crecimiento urbano; La Precisa, compuesta por mineros y que fue la más significativa de la década, y El Bien, integrada por obreros metalúrgicos. Su número de socios era de 130, 1.050 y 160, respectivamente (Fernández, 1981). Salvo La Precisa, que tenía local propio en la calle Bajada del Pilar nº 2, las restantes ocuparon Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009 Fuentes de energía en Puertollano (1873-1982) 7 dependencias alquiladas en distintos lugares de la localidad. Algo más tarde, aparecieron El Buen Vivir, también de resistencia; La Confianza, una sociedad de previsión; La Igualdad, a la que pertenecían los panaderos; La Buena Fe, dedicada a los productos ultramarinos; el Círculo Industrial y el Círculo Artístico y Comercial, de índole recreativa; El Porvenir, que alternaba el carácter de ocio con el de propaganda republicana, y la Comunidad de Labradores, de naturaleza conservadora. En 1912, aprovechando la presencia de Pablo Iglesias en Ciudad Real, se organizó la Agrupación Socialista de Puertollano (Barreda, 1980). Al margen de sus propósitos específicos, algunas Sociedades crearon cooperativas para vender productos. En ocasiones, sólo abrían los días de pago en las minas, señal de que la vida de la localidad estaba articulada, en gran medida, en torno a ellas. Entre 1910 y 1913 hubo abundantes conflictos y huelgas. Destacados dirigentes obreros fueron Servando Monroy, que fue concejal, presidió La Esperanza y ocupó cargos importantes en La Precisa y en la Agrupación Socialista; José Guerrero, primer presidente de esta entidad; Teodoro Carrión, fundador, en 1921, de la Agrupación Comunista, y Eduardo Gómez, trabajador del metal y alcalde de Puertollano entre 1914 y 1916, algo reseñable y, a la vez, poco usual en aquella España de la Restauración, ya que, hasta entonces, el cargo siempre había estado en manos de las elites locales. El hecho se debió a que en el Ayuntamiento, por entonces, estaban presentes siete concejales que procedían de distintas agrupaciones obreras, tras un previo acuerdo electoral entre ellas. En 1912 se instaló la Sociedad Minero Metalúrgica de Peñarroya (SMMP), que se convirtió, hasta el cierre de la minas, en 1975, en la Compañía más influyente, controlando, en ocasiones, hasta el 75 por ciento de los recursos de la cuenca. Los años de la Primera Guerra Mundial (1914-1918) fueron de gran crecimiento, debido a que, al no poder importarse carbón de Gran Bretaña, sumida en el conflicto, aumentó la demanda del de Puertollano y, a su vez, el precio del mineral. Estos factores hicieron incrementar la producción y el número de empleados, que pasó de 369.375 toneladas y 2.084 obreros en 1913, a 978.745 y 5.195, respectivamente, en 1918, fecha en la que había veinticinco minas funcionando. Sin embargo, las empresas se limitaron a aprovechar la coyuntura del momento, no invirtiendo los beneficios en adecuar la industria con vistas a un futuro que, inevitablemente, habría de llegar, una vez finalizase la contienda. En 1916, la SMMP descubrió, bajo las capas de carbón, otras de pizarra bituminosa, las más importantes del país, por lo que construyó una fábrica de destilación que entró en servicio dos años más tarde y que permaneció en funcionamiento hasta 1955, siendo este pequeño complejo industrial el embrión del que se levantaría más tarde. Juan Samper Gómez llegó a la alcaldía en 1920, fecha en la que, durante la Feria de Mayo, se inauguró el Gran Teatro, obra encargada por Adolfo Porras Delgado, y en la que el número de habitantes llegó a 20.083, es decir, casi había duplicado su número en una década. El porcentaje de analfabetos, aunque mejoró algo, situándose en el 65 por ciento, reflejaba la coyuntura de la villa en éste y otros Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009 8 Modesto Arias Fernández campos, pese a los esfuerzos de la ya creada Junta Local de Reformas Sociales. Dicho año, La Precisa y El Bien dieron origen al Sindicato Minero Metalúrgico y Similares, integrado en la UGT, mientras que Reivindicación, creada en 1917, se vinculó a la CNT. Con ello, las dos tendencias más importantes del movimiento obrero español en aquellas fechas, la marxista y la anarquista, quedaron claramente arraigadas en la población. Líderes obreros destacados eran Leonardo Rodríguez Barrera, Benito Bonales Gijón, Ponciano Amaro y Antonio Picó (Barreda, 1980). Acabado el conflicto mundial, disminuyeron los pedidos a las Compañías locales, y el carbón inglés, más barato y de mejor calidad, volvió a los mercados españoles (Ramírez, 1994). Muchas empresas quebraron, siendo algunas de ellas absorbidas por la SMMP. Los años veinte fue de crisis para Puertollano, que pagaba que su economía estuviese en manos de la minería, hacia la que mostraba una dependencia total. Al reducirse la demanda de carbón, bajó la producción y, como consecuencia, la falta de trabajo hizo que se acortaran las jornadas, apareciendo el paro, aunque, a partir de 1923, la situación mejoró algo, merced al mayor desarrollo de la actividad industrial en el país, lo que originó nuevos pedidos a las minas. En esa fecha entró en funcionamiento la Casa Consistorial, convertida, desde 1992, en Museo Municipal. Durante buena parte de la década, en concreto, entre 1923 y 1930, España se encontró bajo la dictadura de Primo de Rivera. La conflictividad laboral, frecuente en los meses previos al golpe de Estado, disminuyó de manera drástica. La UGT fue permitida, en tanto que la central anarquista debió pasar a la clandestinidad, por lo que Reivindicación, en 1926, acordó disolverse. Ese año fue creada la Asociación Comercial e Industrial, originando la nueva condición política que se vivía que a todas las Juntas Generales celebradas por las distintas Sociedades en funcionamiento, tuviese que acudir un delegado gubernativo. A lo largo de este tiempo fueron alcaldes Samuel Palomo Ángel, Enrique Martínez Pontremuli, durante el que su mandato Puertollano recibió el título de ciudad, concedido por Alfonso XIII, Eduardo Porras Martín-Duarte y José García Castañeda. Al llegar 1930, la población había descendido a 19.275 habitantes. Las secuelas de la depresión económica mundial y el agotamiento de las primeras capas de carbón contribuyeron a que el sector de la minería no acabase de remontar. Las toneladas obtenidas fueron 422.673, y los trabajadores 2.361. Hubo intentos de ampliar la extracción y destilación de pizarras bituminosas, que ese año produjo 55.147 toneladas, dando empleo a 78 personas y, aunque se hicieron reconocimientos en la cuenca por parte del Instituto Geológico, la falta de agua se vio como un problema de difícil solución. Desde la caída de Primo de Rivera, a quien, en enero de 1930, sustituyó el general Berenguer, y hasta la llegada de la Segunda República, algo más de un año después, por la alcaldía pasaron Santos González García, nuevamente Samuel Palomo Ángel y Florentino Rodríguez Gómez. Presidido por éste, el 15 de marzo de 1931 se celebró el que sería el último Pleno reinando Alfonso XIII. En él se dijo, de cara a las Elecciones Municipales del 12 de abril, convocadas por el Gobierno del almirante Aznar, que el número de residentes en Puertollano era de 19.809, que Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009 Fuentes de energía en Puertollano (1873-1982) 9 la ciudad se dividiría en cinco distritos electorales y que el número de concejales a proclamar sería de veintidós. A los comicios, en realidad y según muchos, un plebiscito entre Monarquía y República, concurrieron, por una parte, la Comunidad de Labradores y la Asociación Comercial e Industrial, entidades en las que radicaban las fuerzas principales de la primera opción, y, por otra, la Alianza Republicano-Socialista. Ésta, que organizó un mitin al que acudió Rodolfo Llopis, del PSOE, centró la campaña en el descrédito de la institución regia y en la crítica al sistema caciquil que había imperado en España desde los inicios de la Restauración. 3. Los años de la Segunda República (1931-1936) y de la Guerra Civil (1936-1939) Celebrada la consulta el 12 de abril de 1931, el triunfo correspondió a la coalición formada por socialistas y republicanos, que obtuvo quince concejales, doce de ellos del PSOE. Los monárquicos lograron siete, de los que cuatro eran de la Comunidad de Labradores y tres de la Asociación Comercial e Industrial. Pese a la abrumadora victoria socialista, se daba la paradoja de que la Agrupación Local contaba con pocos militantes, hecho que también se produciría años después, tras la muerte de Franco, una vez recuperadas las libertades en nuestro país, pues el fuerte apoyo que, en esa época, iba a recibir en las urnas no se correspondía con el número de afiliados, habitualmente escaso. Los veintidós concejales elegidos fueron Antonio Cañizares Peñalva, Rafael Meneses Pavón, Julio Guzmán Izquierdo, Cecilio López Mozos, Antonio Agudo Delgado, Leonardo Rodríguez Barrera, Florentino Rodríguez Gómez, Francisco Rodrigo Rayo, Ángel Vallejo Recuero, Emilio Porras Rivilla, Juan Gregorio Cabañero Fernández, Ramón Ramírez Villalón, Antonio Arcas Arcas, Carmelo Moreno Pareja, Vicente Lacunza Subinza, Benito Bonales Gijón, Tiburcio Morales Cañizares, José Álvaro Martín, Antonio Rubio Pujol, Julio Hernández Novas, Gilberto Sánchez Barrilero y Andrés Cardeñoso Negretti. El 14 de abril, en distintos lugares de España fue proclamada la Segunda República. En Puertollano, el hecho ocurrió a las 17 horas, cuando el socialista Antonio Cañizares Peñalva, seguido de otros concejales y de buen número de personas, se dirigió al Ayuntamiento para ocupar, provisionalmente, el poder local, tras entregarle el anterior alcalde la vara que simbolizaba el cargo, y anunciar, desde un balcón, el advenimiento del nuevo régimen. Dos días más tarde, tomó posesión la Corporación Municipal. La convocatoria la hizo “el alcalde provisional de la República Española de esta ciudad”, Antonio Cañizares, quien fue propuesto para el cargo, aún sin carácter permanente, por Julio Guzmán Izquierdo, y elegido por aclamación. El recién nombrado se congratuló de la “correcta actitud de la minoría monárquica”, terminando la sesión con un “¡Viva la República!”. El Ayuntamiento se constituyó, de manera definitiva, el 21 de abril, siendo nombrado el alcalde por los concejales presentes en el acto, mediante votación por Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009 10 Modesto Arias Fernández papeletas. Antonio Cañizares obtuvo dieciséis votos, y hubo cuatro en blanco. A continuación, fueron elegidos los cargos de teniente de alcalde y de regidor síndico y, posteriormente, se designaron las distintas Comisiones Municipales. Durante la sesión, el concejal Juan Gregorio Cabañero Fernández, que se había sentido aludido por la referencia del alcalde en el Pleno anterior, cuando mencionó “la minoría monárquica”, manifestó que, en adelante, se les considerase con la filiación política por la que llegaron a la Corporación, la de Concejales Independientes Agrarios. Al parecer, recién proclamada la República, eran tiempos en que nadie deseaba ser tildado bajo la denominación monárquica, aunque, hasta pocos días atrás, hubiese estado adscrita a ella, tal era el desconcierto en que, momentáneamente, habían caído sus partidarios. De este modo, llegadas las primeras Elecciones Generales, que se celebraron el 28 de junio, en la provincia de Ciudad Real votó el 71’30 por ciento del electorado, produciéndose una alta abstención monárquica. La Conjunción Republicano Socialista obtuvo ocho diputados (tres, el PSOE; dos, el Partido Radical; dos, el Radical-Socialista, y uno, Acción Republicana), por dos la Derecha Republicana (Sánchez, 1986). Al ser elegido Antonio Cañizares miembro de las Cortes, debió dimitir de alcalde, ocupando el cargo, en funciones, el republicano Antonio Agudo Delgado, hasta que, el 31 de agosto, fue elegido por unanimidad Leonardo Rodríguez Barrera, del PSOE, pues los diecinueve asistentes le otorgaron el voto. Es decir, cuatro más de los que podía esperar de su propia candidatura, muestra de que, hasta entonces, los problemas entre los integrantes de la Corporación no eran graves, si bien se cambiaron los nombres de varias calles y se anuló el nombramiento de algún hijo adoptivo, como el de Calvo Sotelo, acordado durante la Dictadura, aunque, paradójicamente, sería este el nombre que iba a recibir el Complejo Industrial levantado en la ciudad durante el franquismo. Con la llegada del nuevo régimen, tanto el país como la propia localidad, heredaron los graves problemas que, durante décadas, el sistema liberal, no había podido solucionar. En Puertollano, las carencias eran enormes en cuanto a medios sanitarios, educativos, agua potable, alcantarillado, pavimentación y alumbrado eléctrico, aunque hubo algunas mejoras, pues se puso en funcionamiento un Hospital Municipal, un Centro de Higiene Rural, una Biblioteca y Hemeroteca y se hicieron varias escuelas. Importante fue la creación, en 1932, del Instituto de Bachillerato, llamado, en un principio, Colegio Subvencionado de Segunda Enseñanza. Se ubicó en la calle Torrecilla y contó con la ayuda económica del Estado y del Ayuntamiento, que facilitó un edificio de dos plantas, con capacidad para doscientos alumnos. El primer año de funcionamiento, el curso 1932-1933, con Enrique Aguado y Felipe Ros como directores, la matrícula fue de sesenta y un alumnos, la mayoría varones, y a poco de iniciarse el siguiente, ya fue considerado Instituto Elemental de Segunda Enseñanza, vinculado al Nacional de Ciudad Real, lo que, en adelante, permitió impartir el Bachillerato en su totalidad. El panorama laboral estuvo lleno de dificultades, pues, mientras se realizaban Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009 Fuentes de energía en Puertollano (1873-1982) 11 nuevas prospecciones en las minas, el número de trabajadores en paro llegó, aproximadamente, a quinientos, intentando el Ayuntamiento paliar el desempleo a través de diversas obras públicas. Volvió a surgir el asunto de las pizarras bituminosas, y aunque, el 25 de mayo de 1932, Antonio Cañizares presentó en el Congreso de los Diputados una interpelación, solicitando una destilería en Puertollano, e igual hizo, el 9 de marzo de 1934, Enrique Izquierdo Jiménez, del Partido Radical, insistiendo en que el material tenía un alto coeficiente de destilación, no se llegó a logros concretos. Algunas de las Sociedades creadas tiempo atrás no fueron ajenas a los problemas por los que atravesaba la ciudad, caso de La Esperanza que, al comenzar 1932, tenía 686 afiliados y, meses después, había perdido más de 200. Fueron tales sus dificultades económicas que se vio obligada a suspender, por tiempo indefinido, los socorros, algo que ocurría por primera vez en casi cuarenta años de existencia (Arias, 1999). Pese a que la llegada del nuevo régimen favoreció la situación de los obreros, se trató de una época con intensa conflictividad social. Las huelgas fueron abundantes, sobre todo en el sector de las minas, algo lógico en el caso de Puertollano, convocadas por la UGT y la CNT, en pos de mejoras en los salarios y en las condiciones laborales, o por solidaridad con otros trabajadores. El sindicato Reivindicación, que editaba el semanario Tiempos Nuevos, volvió a aparecer, en tanto que el órgano difusor del PSOE era Emancipación. En 1932, al llegar el Primero de Mayo y anunciarse la convocatoria de dos manifestaciones diferenciadas, a cargo de la CNT, por un lado, y del PSOE y la UGT, por otro, entidades entre las que hubo frecuentes desacuerdos a la hora de plantear las acciones reivindicativas, el Ayuntamiento, para evitar conflictos, decidió suspender ambas (Ladrón de Guevara, 1993). No obstante, fue a comienzos de septiembre cuando se produjeron los hechos más graves, que ocasionaron tres muertos y numerosos heridos, como consecuencia del enfrentamiento entre fuerzas del orden público y manifestantes anarquistas, a lo que siguió un paro en la cuenca minera, que se extendió, prácticamente, por toda la ciudad. Aquel año hubo varios mítines, organizados, respectivamente, por el PSOE, en el que intervino Margarita Nelken, la UGT, con Antonio Cabrera, y la CNT, participando Vicente Orobón (Fernández, 1981). El 19 de noviembre de 1933 se celebraron las segundas Elecciones Legislativas, a las que ya sí concurrieron los monárquicos, absteniéndose, en cambio, los anarquistas. En la provincia, los electores representaron el 82’30 por ciento del censo. La CEDA y el Partido Radical obtuvieron tres escaños cada uno, y el PSOE, el Partido Republicano Conservador, el Partido Republicano Progresista y el Partido Agrario, uno. Ese año, en el Paseo San Gregorio de la ciudad, se inauguró el monumento a Pablo Iglesia, fundador del PSOE y de la UGT. La Revolución de Octubre de 1934 tuvo escaso eco en la localidad. A ello contribuyó la actitud del Ayuntamiento, que, tras recibir órdenes del gobernador civil, Pérez Moya, publicó una nota para que fuesen atendidos los servicios públicos. A pesar de todo, se produjeron algunos paros en las minas y en las industrias eléctricas Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009 12 Modesto Arias Fernández y pequeños incidentes en la estación de tren. La reacción de la autoridad provincial fue clausurar los locales de las organizaciones obreras, detener a sus dirigentes y ordenar el cese del alcalde en sus funciones de orden público. Con motivo de los sucesos ocurridos, el gobernador civil dio un paso más, pues acordó suspender la Corporación Municipal y nombrar una nueva a la que, el 11 de diciembre de 1934, dio posesión el delegado gubernativo, Manuel Rufilanchas López-Peláez, compuesta por doce miembros del Partido Radical y diez de la CEDA y que, por tanto, no era representativa de la soberanía popular. La integraron, por el Partido Radical, Dimas Cortés Acero, que quedó como alcalde, Francisco Martínez Gil, Gumersindo Castilla Rubio, Secundino García Acevedo, Antonio Rodríguez Pedrero, Doroteo Almodóvar Mosqueda, Leonardo Gil Sánchez, Casto Ruiz Díaz, Nicolás Rodríguez Mozos, Luis Dorado Guerrero, Francisco Mozos Mora y Andrés Sánchez Mena, y por la CEDA, Miguel Belló Chinchilla, que estuvo al frente del Ayuntamiento en los primeros tiempos del franquismo, Clemencio López de Lerma, Rafael Fernández Serna, Escolástico Olmo Mora, Daniel Ruiz Calatrava, Pablo Mozos Sánchez, Patricio León Alcaide, Vicente Lacunza Subinza, que había abandonado, previamente, la Corporación elegida en 1931, Gregorio Delgado Ureña y Francisco Díaz Nieto. Esta composición varió pronto, porque, en el Pleno del 28 de febrero de 1935, los diez concejales de la CEDA presentaron la dimisión por no estar conformes con la votación efectuada para sacar un concurso-oposición de plazas auxiliares. Tras no ser aceptada, en un principio, por el gobernador civil, éste, el 15 de abril, anunció la entrada, en su lugar, de otros miembros. Eran Manuel Delgado Tercero, Jacinto Hernández Bravo, Vicente Gimeno Aznar, Agustín Villanueva Pavón, Gordiano Arias Pérez, José Espinosa Moya, Manuel Barrajón Escobar, Vicente Castedo Pérez, Bernardo Alcázar Limón y Andrés Lérida Garrido. Además de en lo anterior, los sucesos de octubre de 1934 incidieron en que las huelgas disminuyeran a lo largo del año siguiente. En julio, José Antonio Primo de Rivera dio un mitin en la plaza de toros, detallado en el semanario local Mentalidad. El líder falangista achacó la escasa asistencia, apenas un millar de personas, “a la presión de los dirigentes marxistas y a que los trabajadores estaban hartos de que no hubiera respuesta a sus demandas”. La UGT, por su parte, organizó otro, con la presencia de Ramón Almoneda, e igual hizo el PCE, interviniendo Francisco Galán. En esas fechas, la producción de carbón y de pizarras bituminosas fue de 359.219 y 70.647 toneladas, empleando, cada actividad, a 1.872 y 92 trabajadores, respectivamente. Las terceras, y últimas, Elecciones Generales celebradas durante la República tuvieron lugar el 16 de febrero de 1936. En la provincia de Ciudad Real acudieron a las urnas el 73 por ciento de los votantes. La CEDA logró cinco representantes; el PSOE, dos, y Renovación Española, el Partido Radical y el Partido Agrario, uno cada uno. Sin embargo, a nivel nacional, el triunfo lo obtuvo el Frente Popular, por lo que, cuatro días más tarde, el 20 de febrero, la Corporación constituida en abril de 1931 volvió al Ayuntamiento y el socialista Leonardo Rodríguez Barrera recuperó la alcaldía. Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009 Fuentes de energía en Puertollano (1873-1982) 13 A finales de mayo, hubo un enfrentamiento entre miembros de grupos de izquierda y falangistas, produciéndose un tiroteo que hirió de gravedad a uno de éstos, José Hernández Novas, quien falleció el 14 de junio. Un mes más tarde, el 18 de julio, se llevó a cabo el levantamiento militar contra el Gobierno de la República, dando comienzo una guerra civil que se prolongó a lo largo de tres años. En la ciudad, ese día ya hubo un enfrentamiento armado, pues, nada más conocerse la sublevación, los mineros organizaron patrullas e hicieron registros en los domicilios de los vecinos considerados de derechas. A las 23’30, llegaron al de la familia Cabañero, en la calle Pi y Margall, y al pedir que entregasen las armas que tuvieran, los de la casa iniciaron un tiroteo que se prolongó hasta las 14 horas del día siguiente, a raíz del que murieron el padre, Juan Gregorio, y sus tres hijos, Juan, Fernando y Eugenio, y un militante socialista, José Belda (Alía, 1994). También en esos primeros momentos de la contienda que se avecinaba, las iglesias de la Asunción y de la Virgen de Gracia fueron incendiadas, y la de la Soledad sufrió daños (Mondéjar, 1992). Las instalaciones de la SMMP quedaron bajo la autoridad del Gobierno republicano, al igual que el tramo ferroviario que iba desde la ciudad a Villanueva del Duque. Las autoridades locales desarmaron a los guardas de la empresa y requisaron los automóviles, y el Sindicato Minero se apoderó del depósito de dinamita. Por su parte, la UGT y la CNT se hicieron cargo de la mayor parte de la actividad económica del municipio, siendo gestionada por los trabajadores y suprimiendo la iniciativa privada. Durante la guerra, la ciudad permaneció en la retaguardia y alejada de las operaciones militares. El mando militar estableció un Destacamento de Defensa Antiaérea y, en octubre de 1936, se creó el Batallón “Puertollano”, con 236 miembros, procedentes de los sindicatos UGT y CNT, y que, organizado por el sargento Lorenzo García Gómez, del Regimiento Nº 2 de Infantería, acudió a los frentes cordobés, extremeño y valenciano, para dedicarse, cuando regresaba a la localidad, a vigilar las entradas y salidas de la misma y a custodiar los trenes de carbón. En enero del año siguiente hubo ataques aéreos que provocaron sólo destrozos materiales. Los bombardeos se repitieron el 6 de marzo, en esta ocasión a cargo de la aviación alemana, originando varios heridos graves (Alía, 1994). La alarma creada hizo que se construyeran tres refugios subterráneos, ubicados en el Paseo San Gregorio, junto a la iglesia de la Asunción y en la confluencia de las calles Ave María, General Aguilera y San Gregorio, respectivamente. Aunque se pretendió que los organismos e instituciones continuaran funcionando dentro de la mayor normalidad posible, el ritmo de la vida diaria, como es lógico, se alteró en gran medida. Ejemplo de que se vivía una situación extraordinaria fue que, pese a no mermar el número de matrículas del Instituto, que en el curso 1936-1937, ya en pleno conflicto, tuvo 144 alumnos, apareció en el mismo la figura del comisario director. El año académico siguiente, con una mujer, Ana Fernández, por primera vez como responsable del Centro, disminuyó algo la cifra de estudiantes, algunos de los cuales, con 18 ó 19 años, debieron causar baja a lo largo del curso, por tener que incorporarse al frente, situación que se repetiría hasta el final Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009 Modesto Arias Fernández 14 de la contienda. También faltaron profesores, e incluso uno que iba a ser director, Edgar Agostini, ni siquiera pudo tomar posesión del cargo, al ser movilizado. A la localidad llegaron refugiados procedentes, en su mayoría, de las zonas limítrofes de Córdoba y Extremadura, muchos de los cuales fueron volviendo a sus lugares de origen conforme se vislumbraba el final de la contienda. El 3 de mayo de 1937 se creó el Consejo Municipal, compuesto por seis miembros de la UGT, seis de la CNT, tres del PCE, dos del PSOE, dos de Izquierda Republicana y uno de Unión Republicana, continuando como alcalde Leonardo Rodríguez Barrera. La producción media de carbón y de pizarras durante los años de la Guerra Civil, tan necesarios para la causa republicana, sobre todo tras caer, en octubre de 1937, la cuenca asturiana en manos de los nacionales, fue de 360.000 y 72.000 toneladas, respectivamente, en medio de unas condiciones laborales difíciles, pues muchos de los trabajadores, además de mal alimentados, apenas tenían experiencia en estas tareas. En el otoño de 1938, las perspectivas para República eran poco favorables, evidenciándose una desmoralización en la mayor parte de los habitantes. De cara a la ciudadanía, las autoridades procuraron dar una imagen de esperanza, pues, incluso, en la sesión del 29 de noviembre, elaboraron el Presupuesto Municipal para 1939, cifrado en 1.693.489 pesetas, pensando en que, tal vez, se llevase a la práctica, algo que, obviamente, no ocurrió. 4. La etapa del Franquismo (1939-1975) Entre 1939 y 1975 estuvo instaurado en España un sistema político dictatorial, surgido de la Guerra Civil, y que supuso un corte drástico y profundo con el pasado más reciente de la historia de nuestro país. En la ciudad de Puertollano, el nuevo régimen se inició a finales de marzo de 1939, tras ser ocupada la población por las fuerzas nacionales, y cuando ya los frentes republicanos se habían desplomado por completo, ordenando el comandante militar de la plaza, Álvaro Rivero Dávila, mediante un Bando, la entrega de armas y explosivos en el Parque de Artillería, que durante la contienda se había instalado en la sede de la Sociedad Benéfica La Esperanza. Un serio problema que se planteó, al haber permanecido la localidad en territorio de la República, fue que gran parte de la población no disponía de la moneda que, en adelante, tendría carácter legal, es decir, la peseta de lo que había sido zona nacional, e, igualmente, también debieron adquirirse nuevas banderas, tanto de España como del Movimiento, para que ondeasen en los edificios y lugares públicos, y algunas calles y colegios cambiaron de nombre, adoptando, en bastantes casos, los de militares y personalidades del nuevo régimen. Para guarnecer la ciudad se destinaron diversas fuerzas, entre ellas un Tabor de Regulares, que permaneció hasta 1948, alojándose las tropas en dependencias del Gran Teatro, de la avenida José Antonio y de las escuelas del Ave María. Muy pronto comenzó la incautación de bienes a entidades políticas y sindicales Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009 Fuentes de energía en Puertollano (1873-1982) 15 adheridas al Frente Popular, así como las depuraciones en los puestos de trabajo y las detenciones, siendo apresadas unas seiscientas personas, de las que la mitad, aproximadamente, fueron ejecutadas, con una fecha especialmente significativa, la del 13 de junio de 1939, en que se produjo el fusilamiento de cuarenta de ellas. Aunque escaseaban los alimentos y las materias básicas para el normal desenvolvimiento de la vida cotidiana, algunos comerciantes estuvieron dispuestos a reanudar la vida mercantil por su cuenta, ya que pensaban, optimistamente, que ese trance sería temporal, cuando, en realidad, hasta 1952, se mantuvo la cartilla de racionamiento. La falta de comida llevó a que, en ocasiones, la ciudad estuviese varios días sin pan y sin repartirse los alimentos previstos en las raciones, por lo que fue necesario suspender el trabajo en algunas minas. Pese a la vigilancia en el mercado de abastos, entonces instalado en la plaza del Generalísimo, y en la estación, a la salida y llegada de los trenes, intentando erradicar el estraperlo, era tanta la carestía y la penuria que resultaba muy difícil atajar este problema. Se crearon comedores de Auxilio Social y, hasta comienzos de 1941, se puso en vigor el Día del Plato Único en las comidas y cenas de los jueves, pero la coyuntura siguió sin mejorar. Aquel verano se produjo una epidemia de tifus, que no se erradicó hasta marzo del año siguiente, y, a lo largo de la década, se dio con frecuencia el paludismo. Faltaron lámparas para sustituir a las que se fundían, quedando muchas calles a oscuras; tinta de escribir para los escolares; carburas para los mineros; papel, publicándose, en bastantes jornadas, el periódico provincial Lanza, con sólo cuatro páginas; gasolina, incluso para el tanque municipal contra incendios, y agua, suministrada por fuentes durante varias horas al día, en las que había guardas y se formaban largas colas. En agosto de 1943 se logró aportar más caudal, desde el Pozo de la Rincona, tras ímprobos esfuerzos para conseguir arena, cemento, tuberías y grifos, aunque la escasez de precipitaciones provocó que la situación empeorara, llegando, en el verano de 1950, a secarse la Fuente Agria durante unos meses. Tras la contienda, la principal actividad laboral continuó relacionada con el carbón, siendo la Sociedad Minero Metalúrgica de Peñarroya la empresa más significativa. En 1949 había once compañías mineras, con 4.600 asalariados que produjeron 900.000 Tm. de carbón, y en cuanto a la agricultura y la ganadería, con el paso del tiempo, cada vez tuvieron menor importancia. A poco de iniciarse la autarquía económica, las autoridades locales solicitaron la instalación de una destilería de pizarras bituminosas de mayor envergadura que la que funcionaba en Peñarroya, con el fin de obtener carburantes líquidos sin necesidad de importarlos. De este modo, en noviembre de 1939, el general Varela, entonces al frente de la cartera del Ejército, recibió a una representación municipal, con el compromiso de llevar el asunto al Consejo de Ministros, mostrándose también interesado el propio Caudillo, quien, de manera inesperada, y sin detenerse en la ciudad, el 15 de febrero de 1940, visitó las Destilerías ya existentes, acompañado del general Saliquet y de los ministros de Industria y Comercio, Luis Alarcón de Lastra, y de Obras Públicas, Alfonso Peña Boeuf. Pero, pese a las expectativas creadas, pasó más de un año y no se produjeron avances concretos, por lo que, al conocerse Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009 16 Modesto Arias Fernández que la Compañía Anónima del Ázoe pensaba invertir cien millones de pesetas en una factoría, incluso se designó la fecha del 12 de octubre de 1941 para colocar la primera piedra (Arias, 2005). Esta iniciativa, sin embargo, no llegó a fructificar, pues los acontecimientos pronto dieron un giro que, con el tiempo, se iba a mostrar crucial en la trayectoria de la población. En septiembre de ese año fue creado el Instituto Nacional de Industria y, en febrero de 1942, acudió a Puertollano el presidente de dicho organismo, Juan Antonio Suanzes, quien, posteriormente, se trasladó a Alemania y gestionó que, en julio, unos técnicos de ese país, visitasen la cuenca minera y los lugares donde se pensaban ubicar las futuras instalaciones. En noviembre se fundó la Empresa Nacional Calvo Sotelo y pronto comenzaron las obras, entre las que se incluía la destinada al abastecimiento de agua procedente del río Montoro, por lo que fue necesaria la construcción de una presa. El primer director de ENCASO fue Joaquín Muñoz Amor, y el subdirector Camilo Rambaud Portusach. La única actividad política permitida estuvo a cargo de Falange Española Tradicionalista y de las JONS, de su Sección Femenina y de las agrupaciones juveniles de ambas, siendo algunos de los dirigentes, durante los años cuarenta, Francisco Romero Ballesteros, Félix Belló, Donato Luján, Paulina González y Sacramento Rodríguez. El monumento a Pablo Iglesias fue demolido a comienzos de 1940, cuando de él ya sólo quedaban unos restos, y, junto a la iglesia de la Virgen de Gracia, se levantó el que homenajeaba a los Caídos en el lado vencedor de la reciente guerra civil. El 25 de julio de 1943, en la plaza de toros, se recordó el octavo aniversario del discurso que, en ese lugar, pronunció José Antonio Primo de Rivera. Durante el conmemorativo, con el recinto lleno, el jefe provincial del Movimiento, José Gutiérrez Ortega, señaló que “en esas fechas, la Falange estaba pletórica de vida”, apreciación ya sólo relativamente cierta, pues su etapa de mayor hegemonía en el entramado del régimen acababa de finalizar. La evolución de la Segunda Guerra Mundial y el temor a que los aliados atacasen nuestro territorio hizo que se tomasen algunas medidas preventivas, como, en Puertollano, la puesta en marcha de una Junta Local de Defensa Pasiva contra Aeronaves, y la revisión periódica de los tres refugios existentes. Acabado el conflicto, en la Conferencia de Potsdam se recomendó la no inclusión de España en la recién creada Organización de las Naciones Unidas, dando comienzo una etapa de aislamiento internacional. Las manifestaciones de apoyo al sistema se sucedieron en todo el país, celebrándose la de Puertollano en la tarde del 10 de diciembre de 1946, en la que se pronunciaron consignas a favor de Franco y contrarias al comunismo. El 6 de julio del año siguiente se llevó a cabo el referéndum para aprobar la Ley de Sucesión a la Jefatura del Estado, en el que, además de amenazar con sanciones a quien no acudiese a las urnas y de efectuarse sin ninguna garantía, la propaganda oficial se volcó en la petición del voto afirmativo, contribuyendo a enardecer el ambiente previo la visita de Eva Perón a España, mostrada como una salida del ostracismo internacional, al igual que, en el caso concreto de la ciudad, el mitin que, el día anterior, pronunció en la plaza de toros el ministro de Trabajo, José Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009 Fuentes de energía en Puertollano (1873-1982) 17 Antonio Girón de Velasco. Los resultados de la consulta dieron un apoyo masivo a la Ley, si bien hay que indicar que el 25 por ciento de los votos negativos de la provincia se dieron en Puertollano y que la prensa señalaba que “la trascendencia de la jornada era similar a la del 18 de julio de 1936”. En esta época, la oposición al régimen provino del maquis, en torno al Partido Comunista, y bajo las directrices de Ramón Guerreiro y Luis Ortiz de la Torre. Al necesitar dinero, en septiembre de 1946, la organización atracó la sucursal del Banco Español de Crédito de la ciudad, haciéndose con un botín de 250.000 pesetas (Moreno, 2001). Sin embargo, a partir del año siguiente, la actividad guerrillera descendió notablemente en la zona, tras ser abatidos varios de sus miembros en una casa de labor situada en las afueras de la localidad, en la carretera a Almodóvar del Campo. Recién entradas las tropas nacionales en Puertollano, fue nombrada una Comisión Gestora, con Toribio Mora García como alcalde, a quien sucedieron, hasta 1951, Miguel Belló, Martín Garrido, Félix Belló, Enrique Porras y José León. Corporación como tal no hubo hasta 1948, tras las primeras elecciones municipales organizadas por el franquismo, mediante el peculiar sistema de tercios familiar, sindical y de entidades. En mayo de 1939 fue suprimido el Instituto de Bachillerato, si bien gestiones de las autoridades locales ante el subsecretario del Ministerio de Educación Nacional, Jesús Rubio, lograron su restablecimiento, siendo designado, desde marzo de 1947, con el nombre de “Fray Andrés”. Por su parte, el Colegio María Inmaculada y la Escuela de Trabajo comenzaron a funcionar en el curso 1942-43. Uno de los campos en los que más se notó la nueva situación política fue en el de la cultura, siendo eliminados de la Biblioteca Municipal los libros “de ideología marxista” y los que, a juicio de las autoridades, “atentaban contra la moral y la religión católica”, y adquiridos, en cambio, los que “encarnaban la espiritualidad e ideas del Movimiento Nacional”. Salvo contadas ocasiones, fueron personas y entidades de la localidad las que realizaron actividades de tipo cultural, interpretando y representando algunas zarzuelas y obras teatrales. La mayor parte de la Iglesia se mantuvo identificada con el sistema, produciéndose una sacralización de la vida española que afectó a casi todos sus ámbitos e instituciones. Los templos de la Virgen de Gracia y de la Asunción fueron restaurados y, en 1948, se consagró el de Santa Bárbara. Al iniciarse la década de los cincuenta, la ciudad de Puertollano era una pura contradicción, al estar convirtiéndose en una factoría industrial de primer orden, pero, con tales carencias en el ámbito de los servicios, que hacían de ella un lugar en el que algunas de las caras más evidentes del subdesarrollo se mostraban con toda su crudeza. Las jornadas conmemorativas eran muy abundantes, destacando la del 18 de julio, aniversario de la sublevación militar; la del 29 de octubre, en que se constituyó la Falange, y la del 20 de noviembre, que evocaba la muerte de su creador, José Antonio Primo de Rivera. En octubre de 1953, al cumplirse veinte años de su fundación, la Falange Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009 18 Modesto Arias Fernández celebró en Madrid su primer y único Congreso Nacional tras la Guerra Civil. Con anterioridad, en julio, se realizaron en Puertollano el Local y el Comarcal, y en septiembre, en Ciudad Real, el Provincial, donde el gobernador civil, José María del Moral, dijo, del mismo, que había sido “un acto de fe y esperanza, con sentido de continuidad”, y aunque la organización era consciente de que no podría lograr una mayor influencia, siguió siendo útil y leal a Franco, pues su única razón de existencia era la que el propio régimen le suministraba. Las dificultades para los vecinos continuaron siendo abundantes, aunque el entorno tendió a mejorar. Paulatinamente, fueron acabando las restricciones eléctricas, del pan, del tabaco y de la gasolina, y la llegada de agua, procedente del pantano de Montoro, alivió esta penuria, instalándose nuevas fuentes y creciendo las acometidas a particulares. La mayoría de la población activa tuvo que ver con las labores del carbón y de las industrias de ENCASO. En mayo de 1952, Franco, acompañado por siete ministros, inauguró el Complejo Industrial, en concreto, la factoría de destilación de pizarra. Previamente, en el Ayuntamiento, le fue impuesta la Medalla de Oro de la Ciudad, concedida por la Corporación, que calificó de “período de paz octaviana el que, desde el 1 de abril de 1939, disfrutaban los españoles”. ENCASO vivió tiempos de continua expansión, contando con todo tipo de dependencias El Poblado que había ido creando. El carbón, en cambio, vio sus primeras dificultades en 1953, en la mina San Francisco, resurgiendo los problemas del sector seis años después, y manifestados en una posterior visita del Caudillo, en noviembre de 1959, realizada para inaugurar los nuevos edificios del Instituto de Bachillerato y de la Escuela de Maestría Industrial, así como la fábrica de abonos nitrogenados del Complejo, pues bastantes pancartas, en su recibimiento, aludían a un asunto cuya problemática se vislumbraba que no había hecho más que comenzar. Esta época fue pródiga en accidentes laborales. Los más graves ocurrieron en octubre de 1953 y 1958, por explosiones de grisú en el pozo Calvo Sotelo, causando once y doce muertos, respectivamente. El aumento de población hizo que la falta de viviendas se convirtiese en un obstáculo de gran envergadura, debiendo vivir numerosas familias en casas de alquiler con pésimas condiciones de habitabilidad, y recurriendo otras a cuevas, chozas y chabolas. Más de la mitad de los habitantes no había nacido en la localidad, prueba del aluvión de personas que llegó a la misma, las cuales, en un porcentaje bastante elevado, no sabían leer ni escribir. También tuvo difícil solución la escasez de colegios, por la incesante llegada de jóvenes en edad escolar. Pese a arbitrarse soluciones, como levantar aulas prefabricadas o habilitar dependencias en doble sesión, de mañana y tarde, con alumnos y maestros diferentes en cada turno, en 1959 había 6.200 niños sin escolarizar. En enero de 1953 fue inaugurado el Colegio Salesiano y, en marzo, el Hogar Infantil Virgen de Gracia. Entre los años 1950 y 1952, la alcaldía la ocupó José León Gascón, que mejoró la situación económica del Ayuntamiento y creó la guardia urbana de circulación, “comprobado el alto número de vehículos que circulan por la ciudad y que, con Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009 Fuentes de energía en Puertollano (1873-1982) 19 tanta frecuencia, ponen en peligro la seguridad de los transeúntes”, afirmación que se hacía en 1950. Desde 1952, y hasta 1965, al frente de la Corporación estuvo Emilio Caballero Gallardo, quien, al igual que sus antecesores, tuvo que afrontar las múltiples dificultades que acarreaba una ciudad en la que, durante aquel tiempo, su población y necesidades crecieron a un ritmo bastante mayor del que lo hicieron los recursos económicos disponibles en el Consistorio, pues, aunque el Presupuesto Municipal pasó de tres millones de pesetas en 1950 a dieciocho en 1959, se trataba de cantidades a todas luces insuficientes para los muchos menesteres que había. Durante esta etapa se celebraron sendas ediciones de la Feria Oficial de Muestras de la Provincia; se levantó la iglesia de San José, en la Barriada 309; el Pabellón de Música, instalándose en sus bajos, posteriormente, la Biblioteca Municipal; el mercado de abastos; los monumentos a Fulgencio Arias y Ricardo Cabañero, fundadores de la Feria de Mayo y de la Cruz Roja de la localidad, respectivamente, y a los Caídos en el Trabajo, con proyecto de Marino Amaya, y que inauguró, en julio de 1958, el ministro secretario general del Movimiento, José Solís Ruiz, mientras que el mayor barco de la flota mercante española de aquella época, botado en 1955, recibió el nombre de “Puertollano”, y un nacido en la ciudad, Manuel Fernández-Conde y García de Rebollar, a comienzos de 1959, fue nombrado obispo de Córdoba, e investido por el papa Juan XXIII en Roma. En octubre de 1953 echó a andar el Aula de Cultura, dependiente de Falange, patrocinada por el Ayuntamiento y dirigida por Tomás García de la Santa, posterior director del Instituto Fray Andrés. De la entidad, que no disponía de un lugar fijo e idóneo para celebrar sus actos, desarrollados en medio de un panorama cultural paupérrimo y en el contexto de la época, surgieron agrupaciones de tipo musical y fotográfico, y la organización de exposiciones de pintura y de charlas que, entre otros, dieron Francisco García Pavón, Gerardo Diego, José Hierro y Álvaro de la Iglesia. Conviene mencionar el paso, en 1958, por algunas barriadas periféricas, de la Cátedra Ambulante “Francisco Franco”, perteneciente a la Sección Femenina; la prohibición de los Carnavales, para lo que se publicaba un Bando indicador de sanciones; la emisora Radio Parroquial, fundada por el sacerdote Pedro Muñoz Fernández; las pinturas de Fernando Gómez Cuadra, Manuel Prior y Daniel Ciudad; la presencia, por primera vez en la población, de los Festivales de España, evento que se produjo en la Feria de Mayo de 1956, con la obra teatral La fierecilla domada, de William Shakespeare, en versión de José Luis Alonso y a cargo de la Compañía de María Jesús Valdés, y que, en 1954, la nueva coyuntura internacional y los acuerdos firmados por nuestro país, hicieron que aterrizasen en las proximidades de la localidad, para repostar, dos helicópteros de las Fuerzas Aéreas norteamericanas, hecho que despertó el interés y la curiosidad de la ciudadanía, acercándose bastantes personas para verlos de cerca. Los años sesenta coincidieron con la fase desarrollista que pasó el país y de la que Puertollano participó plenamente, alcanzando, en 1964, la mayor cifra de habitantes de su historia, casi 58.000, lo que significaba que, desde el año 1940, la población había crecido un 135 por ciento y, pese a que, en algunos comentarios Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009 20 Modesto Arias Fernández sobre la ciudad, se afirmaba que “tenía un aire de nueva California”, era evidente que las carreteras que la rodeaban se encontraban en mal estado, y que carecía de medios urbanísticos imprescindibles, como agua, alcantarillado y pavimentación, además de viviendas y escuelas, aunque, con el tiempo, se notaron importantes mejoras. En 1960, había casi 14.000 trabajadores y 1.705 empresas, de las que 43 eran talleres artesanales, mientras que 150 familias vivían de la ganadería y 96 de la agricultura. Siete años después, la renta por habitante de la ciudad casi duplicaba a la provincial. Continuaron las inversiones en ENCASO, a cuyo frente estuvieron Pedro Lloret y Julio de los Cobos. Ya a comienzos de la década, y debido a las nuevas circunstancias por las que pasaba nuestro país, era poco rentable la destilación de pizarras bituminosas y el tratamiento de los aceites, al resultar más barato obtener del petróleo los productos que, hasta esa fecha, aquí se elaboraban, por lo que, en el Consejo de Ministros celebrado en San Sebastián el 11 de agosto de 1961, se confirmó algo que se esperaba desde tiempo atrás y que tantas expectativas había creado, pues fue aprobada la instalación de una refinería de petróleo y la construcción, para su transporte, de un oleoducto que partía de Málaga. En diciembre de 1964, el príncipe Juan Carlos de Borbón, aún no presentado a las Cortes por Franco como su sucesor, a título de rey, estuvo en la empresa, a la que, en septiembre del año siguiente, llegaron los primeros crudos procedentes del puerto malacitano. Franco inauguró la refinería en junio de 1966, en la que fue su cuarta y última visita a la población, ya con 73 años de edad, si bien el despegue de la industria petroquímica forzó el cierre de los pozos de pizarra y que casi 700 trabajadores quedasen sin empleo. En esa fecha, el petróleo representó el 47 por ciento de la demanda con fines energéticos del país, mientras que, en 1945, sólo había sido del 1´6, dando lugar las nuevas explotaciones a que, en sus alrededores, apareciesen otras factorías, como Alcudia, Calatrava, Butano y Paular. Por contra, los cambios en la orientación de los mercados y la entrada en vigor del Plan de Estabilización de 1959 provocaron que el sector minero del carbón iniciara un retroceso del que ya no logró sobreponerse. Entre 1960 y 1967 se perdieron 1.600 empleos, surgiendo en la localidad el paro, un fenómeno inédito durante las décadas anteriores. La medida más factible que se vislumbró fue el establecimiento de una central térmica que absorbiese las disponibilidades de hulla, comenzando las obras en julio de 1968, aunque el problema no pudo solucionarse. Si en el ámbito económico hubo transformaciones importantes, el político, en cambio, permaneció inmutable, prosiguiendo las conmemoraciones, los ciclos de conferencias, en los que, de forma continua, se hacía mención a la “revolución pendiente”, y los homenajes. De este modo, en 1959 se descubrió una lápida a José Hernández Novas; en 1962, se levantó un monumento a los cuatro miembros de la familia Cabañero, y en septiembre de 1967, se erigió un busto a Juan Antonio Suanzes, como agradecimiento a su labor en la instalación del Complejo Industrial. En mayo de 1964, en la Jefatura Local del Movimiento, se inauguró una exposición de ciento cincuenta carteles, cedidos por el Ministerio de Información Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009 Fuentes de energía en Puertollano (1873-1982) 21 y Turismo, y enmarcada en los fastos con los que el régimen conmemoró los autodenominados XXV Años de Paz, a los que dio gran pompa y propaganda, fecha en la que el Caudillo aseguraba que “no era necesario cambiar de doctrina, pues el pluripartidismo estaba en crisis”. El 14 de diciembre de 1966 fue sometida a referéndum la Ley Orgánica del Estado, con la que se pretendió consolidar el sistema político por el que se regiría el país cuando Franco desapareciera. Días antes, en el Gran Teatro, se celebró un acto, en el que, entre otros, intervino Emilio Romero, director del diario Pueblo, y en el que se dijo que dicha Ley significaba “la auténtica continuidad histórica de España”. En cambio, Andrés Cejudo Cano, miembro de Comisiones Obreras, fue detenido cuando portaba ejemplares del periódico Mundo Obrero, en el que se pedía a los lectores la no participación en la consulta. Efectuada la votación, el porcentaje de papeletas afirmativas fue muy mayoritario, si bien las circunstancias en que se desarrolló el proceso no ofrecieron garantía alguna. Esta fue la etapa de mayor oposición al régimen, centrada en la labor llevada a cabo por el Partido Comunista y Comisiones Obreras. La oleada de huelgas que, en distintos lugares del país, se produjo en la primavera de 1962 tuvo repercusión en la ciudad, extendiéndose el paro por la cuenca minera y el Complejo Industrial, y acudiendo a sofocarla ochocientos guardia civiles venidos de fuera. El conflicto se inició el 9 de mayo, en la parte final de la Feria, y concluyó el 18, tras la amenaza de las fuerzas del orden de cargar contra los trabajadores si no regresaban a la ciudad, ya que, durante el paro, habían permanecido en los aledaños de sus centros de trabajo (Ruiz, 1993). Finalizada la huelga, se organizaron, de manera estable, la central sindical Comisiones Obreras y el Comité Comarcal del Partido Comunista, ambas entidades encabezadas por Pedro Ruiz García. En las elecciones sindicales de 1966, la central presentó una candidatura encubierta, que obtuvo un claro triunfo y motivó que, en el entramado vertical, el número de infiltrados de ideología contraria a la oficialista fuera muy numeroso. Desde 1965, la alcaldía la ocupó Millán Aguilar Mazarro, quien estuvo en el cargo hasta abril de 1979, fecha de la constitución de los Ayuntamientos democráticos. Los problemas urbanísticos que heredó fueron ingentes, intentando resolverlos en la medida de las siempre menguadas arcas del Consistorio. A finales de la década, con la construcción de nuevas unidades, quedó resuelto el problema de niños sin escolarizar, acudiendo a los colegios de Primaria, en el curso 1967-68, casi 9.000 alumnos. En cambio, el Instituto Fray Andrés, ante la masiva incorporación de estudiantes a las Enseñanzas Medias, se había quedado pequeño. En 1960 se creó el arciprestazgo de Puertollano, puesto que ocupó D. José María Gómez, y síntomas de modernidad fueron la instalación de los primeros semáforos, en la confluencia de las avenidas de José Antonio y de los Mártires; del Servicio Urbano de Autobuses; de un repetidor de televisión, y de una central telefónica automática. Adversidades también hubo, como las frecuentes inundaciones, siendo la más dañina la que se originó el último día del año 1961, al desbordarse, por las lluvias, el río Ojailén, que anegó varios pozos mineros y asoló la Barriada María Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009 22 Isabel. Modesto Arias Fernández En su tramo final, la crisis por la que, a nivel estatal, pasó el régimen franquista, pareció afectar, en igual medida, a la ciudad de Puertollano, en la que el número de habitantes tendió a decrecer, hasta quedar en poco más de 49.000 a la conclusión de esta etapa. El problema de la escasez de viviendas desapareció, tanto por la pérdida de población como por el cada vez mayor afán constructor. La economía quedó supeditada, en gran medida, a las empresas establecidas en el Complejo Industrial, ante el declive definitivo de la minería. El 30 de junio de 1969, Peñarroya creó HUCESA, Hullera del Centro, Sociedad Anónima, y desligó la explotación del carbón del resto de su patrimonio industrial y metalúrgico, para, el 10 de marzo del año siguiente, anunciar que, el 31 de ese mes, promovería expediente de crisis por motivos económicos, con vistas al cierre total de sus minas e instalaciones en Puertollano. Ante esa noticia, los días 15 y 16, los obreros, acompañados de sus mujeres e hijos, se manifestaron, siendo duramente reprimidos por la policía, en tanto que las jerarquías locales y el jurado de empresa enviaron telegramas a distintos organismos y personalidades y acudieron en Madrid a varios Ministerios, regresando con la promesa de que, al menos, el 31 de marzo, las minas continuarían en explotación. Sin embargo, la decisión ya estaba tomada y, en el Consejo de Ministros del 27 de noviembre de 1970, se dispuso el cierre escalonado, en cinco años, de todas las dependencias, perdiendo su empleo las 2.500 personas que aún quedaban en la empresa. Respecto a ENCASO, en 1969, contaba con 4.200 trabajadores, poniendo en marcha, en fechas posteriores, nuevas plantas de etileno y de ácido nítrico. La recesión económica surgida en 1973 se hizo notar, pues, en un año, el precio del petróleo casi cuadruplicó su importe. En agosto de 1974, con la intención de lograr una mayor eficacia, el Gobierno aprobó la fusión de la Compañía a otras firmas, surgiendo ENPETROL, en la que el capital del INI suponía el 72 por ciento. A las Sociedades instaladas en el Complejo se añadieron Montoro y Enfersa, mientras que Sevillana de Electricidad se encargó del funcionamiento de la central térmica, una vez ésta se puso en marcha. En el plano político, y paralelo al Consejo Local del Movimiento, al que, por entonces, se pretendía no asociar con la Falange, estaba formado el Círculo Doctrinal José Antonio, que editaba un Boletín Informativo en el que los asociados exponían su ideario y credo. El domingo 20 de diciembre de 1970, con motivo del Consejo de Guerra desarrollado en Burgos contra dieciséis miembros de ETA, se celebró una manifestación en Puertollano, en la que se volvió a hablar del “patriotismo que llevó a la victoria del 18 de julio”. Exactamente tres años más tarde, el asesinato del presidente del Gobierno, Luis Carrero Blanco, a manos de dicha organización terrorista, hizo que, en el Ayuntamiento, se colocase un pliego de firmas para mostrar la condolencia por esa muerte y la adhesión a las autoridades del Estado, y que, el 22, en la iglesia de la Asunción, se celebrara un funeral, oficiado por el nuevo arcipreste, Jesús Jiménez-Ortiz. El 20 de noviembre de 1975, fecha de a muerte de Franco, transcurrió con Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009 Fuentes de energía en Puertollano (1873-1982) 23 normalidad en la población. Dos días después, a las 5 de la tarde, también en el templo de la Asunción y a cargo del arcipreste, junto a ocho sacerdotes representantes de las parroquias de la localidad, se celebró otra solemne función religiosa en honor del Caudillo, leyendo el alcalde, al final de la misma, su testamento espiritual. En el siguiente Pleno Municipal, se acordó erigirle un monumento por suscripción popular, apareciendo incluso un Bando que lo anunciaba, pero esta iniciativa, al igual que otra anterior, de poner el nombre de Carrero Blanco al próximo colegio que se construyese en la ciudad, no llegó a materializarse, tal vez porque la situación política pronto cogió unos derroteros muy diferentes a los de la etapa que acababa de finalizar. Mientras, la oposición al régimen continuó centrada en el Partido Comunista y Comisiones Obreras, aunque sin alcanzar la pujanza de la etapa anterior. Entre agosto y octubre de 1970, la policía detuvo a cuarenta militantes de ambas organizaciones y destrozó las multicopistas donde se elaboraba Mundo Obrero, cuyos clichés eran enviados desde Madrid. Los principales dirigentes lograron salir de la ciudad y trasladarse a la capital de España, donde vivieron en la clandestinidad, pasando, posteriormente, a Francia. Todo esto motivó que las acciones opositoras se redujeran considerablemente, aunque ya en las vísperas del Primero de Mayo de 1971 hubo siembra de octavillas por las calles. En julio de 1974 fue creada en París la Junta Democrática, organización que, a finales de ese año, inició sus actividades en la localidad, contando entre sus miembros con Agustín Fernández Calvo, Manuel Caballero Vigara y Pilar Sierra Tapiador. En junio de 1975, la policía de Ciudad Real desarticuló la estructura provincial, coordinada por José Antonio García Rubio, pero, al no caer varios dirigentes de Puertollano, el Partido Comunista pudo mantenerse activo en la población. En otro orden de cosas, la Residencia Sanitaria Santa Bárbara fue inaugurada, en febrero de 1973, por el ministro de Trabajo, Licinio de la Fuente, y, tiempo después, comenzaron a funcionar el nuevo edificio del Ayuntamiento, la Casa Municipal de Cultura y la Estación de Autobuses. Desaparecieron, en cambio, la plaza de toros y la Feria de Ganados, la “Cuerda”, como era conocida popularmente. 5. El período de la Transición Democrática (1975-1982) A la muerte del Caudillo, una gran parte de la sociedad española se encontraba muy alejada de los valores propugnados por un sistema que, en 1975, hacía de nuestro país el único de Europa Occidental en el que no estaba instaurado un modelo representativo de la soberanía popular. Comenzaba, de este modo, una época que la ciudad vivió intensamente, pues, en plena efervescencia democrática y en medio de las dificultades económicas que tuvo que afrontar, siempre asistió a los hechos que se sucedieron con un alto compromiso en pos de la libertad y del logro de derechos fundamentales para la persona humana, no en vano estaba avalada como un bastión importante en su oposición al régimen de Franco. En el aspecto demográfico, entre 1975 y 1982 hubo 9.058 nacimientos y Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009 24 Modesto Arias Fernández 3.023 defunciones, por lo que llegó a 6.062 el crecimiento natural, si bien la población de derecho sólo aumentó en 523 habitantes, prueba de los numerosos vecinos que, en medio de la recesión, tuvieron que dejar la localidad. En 1981, el porcentaje de analfabetos era del 11’1 por ciento, y los escolarizados entre 6 y 13 años, del 97’29. La incorporación de la mujer a la actividad económica había ido aumentando, hasta llegar, ese año, al 12’45 por ciento, y en cuanto a la población ocupada, por sectores, se repartía así: agricultura, 1’6 por ciento; energía y agua, 12’8; industria, 31’1; construcción, 12’3, y servicios, 42’2. De ella, el 86’6 por ciento era asalariada. El 31 de diciembre de 1975 todavía quedaban 442 trabajadores en Hucesa, pasando 145 a la jubilación anticipada y 297 a la situación de despedidos. Cerradas las minas, la dependencia de la ciudad hacia el Complejo Industrial fue notable, e incluso de la comarca, ya que, en 1982, 467 empleados procedentes de los pueblos limítrofes desempeñaban sus tareas en él (Arias, 2001). Los momentos para la industria petroquímica fueron poco favorables, pues, si hasta 1973, había dispuesto de materia prima abundante y barata, desde esa fecha ya no fue así, como consecuencia de la crisis del petróleo, agravada, en 1979, por la situación en Irán, donde fue derrocado el sha y, a partir del año siguiente, por la guerra entre este país e Irak. Ante esta coyuntura, los países acomodaron la producción a sus necesidades de financiación, más que a satisfacer la demanda del mercado mundial. En Puertollano, Enpetrol continuó siendo, con diferencia, la sociedad más destacada. Se invertía en ella, pero los problemas del sector eran obvios y, como consecuencia, generaba poco empleo. En 1975, el volumen de sus beneficios fue de 1.014 millones de pesetas, ocupando el segundo lugar de las empresas del INI, tras Enher, que tuvo 1.058. Tres años después apareció el Real Decreto que autorizaba el montaje de la planta de Cracking Catalítico en la ciudad, a la que se destinarían, en un principio, 19.000 millones de pesetas, y que sirvió, al menos, para consolidar el Complejo Petroquímico, dándole una estabilidad mayor de la que tenía. Este lugar fue visitado por los reyes de España, Juan Carlos I y Sofía, durante su estancia en la localidad, el 9 de noviembre de 1978. Tres años después, las producciones de la empresa, en toneladas métricas, llegaron a 5.424 de crudo destilado; 88 de aceites lubricantes; 298 de olefinas, y 48 de aromáticos. Otras entidades destacadas eran Alcudia, orientada a la fabricación de plásticos en polietileno de baja densidad, polipropileno y polioles, y que, en 1982, tuvo un déficit de 448 millones de pesetas; Calatrava, dedicada al polietileno de alta densidad, y que debía hacer un esfuerzo considerable para poder sobrevivir; Montoro, que producía estireno monómero y óxido de propileno, y a la que la entrada de empresas norteamericanas en los mercados europeos había ocasionado dificultades; Enfersa, que creaba amoníaco a partir de gas natural; Encasur, dedicada a la explotación de carbón a cielo abierto; Sevillana de Electricidad, que originaba unos 1.300 millones de kw/h al año, y Tamoin, dedicada a montar plantas en Enpetrol. Junto a ellas se encontraba Paular, con 552 trabajadores en 1979, pero en plena crisis. Ésta se había precipitado por la creación de una planta de acrilonitrilo, para cuya financiación recibió un préstamo de seiscientos millones de pesetas del Banco Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009 Fuentes de energía en Puertollano (1873-1982) 25 de Crédito Industrial, inversión que no se rentabilizó porque había un excedente de mercados. El asunto preocupaba a la población, celebrándose, el 1 de febrero de 1980, una manifestación a la que acudieron 8.000 personas y, del 16 al 18 de marzo, una huelga general en la ciudad y la comarca, convocada por UGT y Comisiones Obreras, seguida muy mayoritariamente. Al final, la empresa no pudo mantenerse, y 41 trabajadores pasaron al centro de Morell, en Tarragona, repartiéndose el resto entre Alcudia y Enpetrol. Sin duda, la más importante dificultad por la que Puertollano tuvo que pasar en esta etapa fue el paro, algo que se podía hacer extensivo a bastantes lugares del país. En 1978, los desempleados de la ciudad eran 2.288, llegando a 3.876 en 1981. Si en 1960, 4.900 personas desarrollaban sus tareas en las minas y 5.614 en el Complejo Industrial, es decir, 10.514 trabajadores, veintidós años más tarde, las cifras eran 238 y 4.125, respectivamente, proporcionando un total de 4.363 operarios, dato elocuente de por sí. En cuanto a la vida municipal, en 1975 la Corporación la integraban Millán Aguilar Mazarro, que continuaba como alcalde, y dieciocho concejales. Para el domingo 25 de enero de 1976 estaban convocadas elecciones a las alcaldías de la mitad de los municipios del Estado, entre ellos Puertollano, según el Estatuto de Régimen Local, aprobado por la Ley 41/1975, de 19 de noviembre, que señalaba que los concejales, mediante votación secreta, elegirían al alcalde. Sin embargo, en la ciudad no hubo necesidad de celebrarlas, porque la única candidatura presentada fue la del propio Millán Aguilar. Hubo que esperar hasta el 3 de abril de 1979 para la realización de las primeras elecciones municipales democráticas, por lo que la ciudad, al igual que las del resto de la nación, ya pudo contar con un Ayuntamiento decidido por sus ciudadanos. En ellas venció el Partido Socialista Obrero Español, que obtuvo doce concejales, por siete Unión de Centro Democrático y seis el Partido Comunista de España, quedando como alcalde Ramón Fernández Espinosa, del PSOE. La llegada de esta Corporación hizo que hubiese debates y confrontación de opiniones entre sus miembros, algo no muy habitual hasta entonces, y que, mostrando un gran dinamismo, abordase múltiples temas y aspectos, pues no había asunto, a nivel nacional e internacional, además del local, evidentemente, sobre el que no opinara y diese su versión. Muchas calles y colegios cambiaron de nombre, respetando, de manera general, las denominaciones que tenían antes de la Guerra Civil. También dio un fuerte impuso al asociacionismo vecinal, sumándose, en los distintos barrios de la ciudad, nuevas entidades a las ya existentes, con lo que este movimiento alcanzó un auge sin precedentes. La noche del 23 de febrero de 1981, durante el intento de golpe de Estado, el alcalde y varios concejales permanecieron en el Consistorio, a la espera de la evolución de los acontecimientos, en la que fue la más dura prueba que la entonces joven democracia tuvo que afrontar. Los presupuestos municipales pasaron de 158.150.952 pesetas, en 1975, a 686.768.000, en 1982. El 14 de septiembre de 1981, un Pleno Extraordinario aprobó el Plan General de Ordenación Urbana, que sustituía al elaborado en 1968. La estructura que definía estaba determinada por la red viaria y la clasificación del Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009 26 Modesto Arias Fernández suelo en urbano (sobre el que se asentaba la ciudad), urbanizable (al margen del crecimiento de la ciudad) y no urbanizable (el resto del suelo municipal). Cuestión destacada fue la evolución política, pues, lógicamente, se trató de una época con grandes cambios. Ya conforme se acercaba el 29 de octubre de 1976, aniversario de la fundación de la Falange, existía cierto interés por comprobar cómo se desarrollaría, pues era la primera ocasión en que se iba a realizar sin el Generalísimo en la Jefatura del Estado. En Madrid, la conmemoración estuvo llena de incidentes, sobre todo cuando Sigfredo Hillers atacó la figura del Caudillo y al régimen surgido el 18 de Julio; en Ciudad Real, Federico Castejón se refirió, una vez más, a la revolución pendiente y al desarrollo de las Leyes Fundamentales aparecidas durante el franquismo, y en Puertollano ocurrió algo tan significativo como que no se celebró acto alguno. El 20 de noviembre sí hubo un funeral por el Caudillo, organizado por el Ayuntamiento, aunque con la ausencia de bastantes concejales, y otro por José Antonio Primo de Rivera, convocado por militantes del partido que creara, pero no tuvo lugar la tradicional conferencia que se daba por la tarde. El 1 de abril de 1977 desapareció el Movimiento Nacional, y los militantes falangistas se dispersaron en varias tendencias. Falange Española de las JONS Auténtica presentó candidatura en las Elecciones Generales de 1979 y 1982, pero con resultados muy pobres en la localidad. Igual ocurrió con Fuerza Nueva, cuya sede inauguró Blas Piñar en mayo de 1981, hasta su disolución a finales del año siguiente. A la muerte de Franco, el PCE y Comisiones Obreras eran las fuerzas más estables y preparadas para la lucha por las libertades que se avecinaba. En 1976, al ser amnistiados, volvieron los dirigentes de estas organizaciones que se habían visto obligados a huir seis años antes, lo que era un símbolo más de una época que acababa y de otra que comenzaba. Pronto, sin embargo, a las dos agrupaciones se fueron incorporando otras. Así, el 1 de febrero de 1976, comenzaron las inscripciones en el PSOE y el 5 de marzo, el secretario de Organización a nivel estatal, Nicolás Redondo, en una carta enviada desde Madrid, les invitaba a crear una sección, al objeto de integrarla en el partido, por lo que un día más tarde, el 6, se constituyó la Agrupación Local, la única en la provincia por entonces, y el 8 se formó la Comisión Ejecutiva, presidida por Cipriano Morales Liñán, un veterano militante socialista, lo que se comunicó al secretario general, Felipe González, quien, el 21 de septiembre, acudió a Puertollano. Igualmente, el 1 de febrero de 1976 dio sus primeros pasos la Unión General de Trabajadores que, en agosto, contaba con cincuenta y tres inscritos, también los primeros de la provincia. En abril de 1976 se había creado, en París, Coordinación Democrática, que agrupaba a la Junta y a la Plataforma. Organizado por ella, el 14 de julio, con Adolfo Suárez recién llegado al frente del Gobierno, se celebró en Puertollano un acto que, en su momento, tuvo especial relevancia y significado: una manifestación en la que se abogó por la amnistía, algo que, en aquellas fechas, se había convertido en un auténtico clamor popular. Asistieron unas dos mil personal y, en el Pabellón de la Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009 Fuentes de energía en Puertollano (1873-1982) 27 Música, Eduardo de la Orden, concejal y militante del PSOE y la UGT, durante los cinco minutos permitidos, pidió libertad y la desaparición de las dos Españas que habían coexistido durante las últimas décadas, además de la salida de la cárcel de los presos por razones políticas. Los acontecimientos se sucedían en la ciudad y, el 15 de agosto, Comisiones Obreras llevó a cabo, en las Pocitas del Prior, su primera Asamblea Provincial, sin permiso gubernativo. El 28 de noviembre constituyó la Unión Sindical Comarcal y, el 19 del mes siguiente, la de la provincia de Ciudad Real, en sendos actos también celebrados en Puertollano. Finalmente, el 9 de enero de 1977, en el despacho de abogados laboralistas de la calle Atocha, en Madrid, donde, días después, fueron asesinados cinco afiliados por miembros de la extrema derecha, creó la de Castilla la Nueva, con Pedro Ruiz García como secretario general, persona que, en la localidad, había llevado a cabo una labor muy importante en el sindicato durante buen tramo del régimen anterior, hasta que se vio obligado a huir de la misma y a vivir en la clandestinidad. Legalizados los partidos políticos, cada uno siguió su propia andadura. El 25 de marzo de 1977, en el Gran Teatro, hizo su presentación el PSOE, con la leyenda “Socialismo es libertad”. Era su primer acto público en Puertollano desde los años de la Segunda República, y la expectación que despertó hizo que hubiese personas hasta en el vestíbulo. El partido, muy pronto, se consideró una alternativa de poder que le llevó a debates internos, como el de la conveniencia o no de la reafirmar el término marxista, y a mostrar discrepancias, sobre todo en los primeros momentos, con algunas decisiones tomadas a nivel provincial, consciente de su peso y, sobre todo, de los votos que en la ciudad proporcionaba, pues ganó con claridad en todas las citas electorales celebradas durante este período. El PCE ya se había hecho notar en diciembre de 1976, cuando, tras la detención en Madrid de su secretario general, Santiago Carrillo, los militantes se repartieron por la población, en grupos de dos, llenándola de pintadas que reclamaban su puesta en libertad. El partido fue legalizado el 9 de abril de 1977, Sábado Santo, volviendo a salir, esa noche y a la mañana siguiente, sus afiliados a la calle para celebrarlo. El 28 hizo su presentación en el Gran Teatro, que, una vez más, se quedó pequeño, con el lema “Por la democracia”. Aunque sus posteriores resultados en las urnas no obtuvieron cotas brillantes, se trató de un partido que siempre tuvo gran presencia y poder de convocatoria y movilización en la localidad. UCD se vio obligada a nacer de forma rápida, a partir de los organismos e instituciones, ante la proximidad de las primeras Elecciones Generales. En este caso, fue el gobernador civil, Eduardo Ameijide Montenegro, quien se puso en contacto con Pedro Muñoz Arias para que fuese el encargado de organizar la agrupación y, aunque su incidencia en la ciudad fue escasa, ya que el mayor protagonismo lo acapararon las entidades de izquierda, fue un partido fundamental a la hora de entender lo que representaron aquellos años en que se iniciaba la andadura democrática en nuestro país. Los primeros pasos de Alianza Popular estuvieron llenos de dificultades, con muy escasa militancia, sin directiva y sólo varias personas integrando una Comisión Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009 28 Modesto Arias Fernández Gestora de Organización, con Julián Díaz Alcázar a la cabeza. Tales eran sus problemas de implantación que no presentó candidatura a las Elecciones Municipales de 1979, y no dispuso de sede propia hasta 1982. Con el paso del tiempo, y de forma paralela al declinar de UCD, sus expectativas electorales crecieron, hasta convertirse, en la cita electoral de 1982, en la segunda fuerza más votada de la población. Hubo otros partidos con una presencia menor, como el Partido Socialista Popular (PSP), que en 1978 se integró en el PSOE; el Partido del Trabajo de España (PTE), la Organización Revolucionaria de Trabajadores (ORT) y el Centro Democrático y Social (CDS). Entre 1975 y 1982, los ciudadanos fueron convocados a las urnas en los referéndums sobre la Ley para la Reforma Política (1976) y la Constitución (1978); en tres Elecciones Generales (1977, 1979 y 1982), y en unas Municipales (1979). El referéndum sobre la Ley para la Reforma Política se celebró el 15 de diciembre de 1976, y fue la última ocasión en que se pidió parecer a los españoles sin haberles permitido la realización de actos o propaganda de signo contrario a lo que desde el poder establecido se preconizaba, aunque la permisividad con la oposición, todavía ilegal, fue mayor que en ocasiones precedentes. Así, el 8 de diciembre, durante el recital que dio Rosa León en el Gran Teatro, dos asistentes subieron al escenario y colocaron una pancarta en la que figuraba “Ante el referéndum, la abstención es la mejor canción”. Los portadores fueron detenidos a la conclusión del acto, pero media hora después salieron de la Comisaría, adonde se habían dirigido bastantes personas para interesarse por su suerte. El domingo 12, en el Paseo San Gregorio, un grupo desplegó varios carteles y repartió octavillas pidiendo, igualmente, la abstención, y repitiéndose, como días atrás, su detención y, doce minutos después, su puesta en libertad, en medio de aplausos de los que les esperaban fuera. En Puertollano, los votos afirmativos alcanzaron el 96’92 por ciento, mientras que a nivel nacional y provincial llegaron al 94’2 y 94’8, respectivamente. Las Elecciones Generales del 15 de junio de 1977 eran las primeras que se celebraban en nuestro país en cuarenta y un años, eligiéndose los representantes para el Congreso de los Diputados y el Senado. La campaña electoral se desarrolló con normalidad y con una asistencia masiva de los ciudadanos a los actos y mítines de los distintos partidos políticos, tratándose de una auténtica fiesta democrática. Además, la apertura y los cambios hacía ya meses que afectaban a otros ámbitos, como el de las costumbres, la libertad de expresión, con masiva publicación de libros y estreno de películas prohibidas, o la libre crítica al Gobierno y a las instituciones. Celebrados los comicios, a nivel nacional y provincial venció UCD, mientras que en la localidad fue claro el triunfo del PSOE, que duplicó en votos a la segunda fuerza, el partido centrista, en tanto que dos puertollanenses obtuvieron escaño, Pedro Muñoz Arias, por UCD, en el Congreso, y Cipriano Morales Liñán, por el PSOE, en el Senado. Las Cortes Constituyentes surgidas de estas elecciones elaboraron una Carta Magna, que fue aprobada, por las dos Cámaras, el 31 de octubre de 1978, y votada, en referéndum, por los ciudadanos, el 6 de diciembre. El índice de participación, a nivel estatal, provincial y local fue del 67’1, 70’1 y 71’7 por ciento, y el de las papeletas afirmativas del 87’7, 85’1 y 94´1, respectivamente, prueba de que los Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009 Fuentes de energía en Puertollano (1873-1982) 29 votantes siguieron las consignas dadas por los partidos mayoritarios, favorables a su aceptación. Ratificada la Constitución, las Cortes fueron disueltas y, para el 1 de marzo de 1979, se convocaron nuevas Elecciones Generales, en las que se volvieron a repetir, casi con exactitud, los resultados de 1977. Es decir, tanto en el país como en la provincia, ganó UCD, mientras que en Puertollano volvió a vencer el PSOE. Poco después, el 3 de abril, se desarrollaron las primeras Elecciones Municipales, largo tiempo esperadas, originando una Corporación que integraron, por el PSOE, Ramón Fernández Espinosa, que fue nombrado alcalde, como se mencionó anteriormente, José Andrés Martínez, Vicente Cachero Buitrón, Rufino Duque Duque, Jesús Jiménez Fernández, José Piedrabuena Fernández, Herminia Vicente Rodríguez-Borlado, Francisco Navarro Villanueva, Germán Díez Viñuela, Eduardo Quesada Fernández, Antonio Hidalgo Ramos y Antonio Mansilla Vigara; por UCD, Eduardo Mora Soler, Fernando Bermejo Romero, César Martín-Duarte Delgado, Nicolás Palomo Viñas, Filiberta Bueno Martín, Sotero Bernal Morales, Fermín Hurtado de Mendoza Casermeiro, y por el PCE, Agustín Fernández Calvo, Manuel Caballero Vigara, Dolores Adámez Ortiz, José Manuel García Cañuelo, Felipe Montes Belmonte y Isabel Ana Rodríguez Blanco. La última cita electoral de este período tuvo lugar el 28 de octubre de 1982, presentándose bajo unos auspicios distintos a las precedentes, ya que UCD, el partido en el Gobierno, se encontraba en plena fase de desmembración. Por ello, en esta ocasión, sí coincidieron los resultados a nivel nacional, provincial y local, pues en todos ellos ganó el PSOE, siendo abrumador en el caso de Puertollano, con el 65’9 por ciento de los votos, y donde un vecino, Fernando Sanz Alonso, obtuvo plaza en el Senado. En lo que concierne a las organizaciones sindicales, hasta 1977 mantuvo su presencia el sistema vertical, siendo catorce los sindicatos constituidos en Puertollano. Las centrales fueron legalizadas el 28 de abril de 1977. Comisiones Obreras se presentó el 20 de mayo, en el Gran Teatro, en un nuevo acto multitudinario. Tras ello, fue formando las distintas Comisiones de Empresas, llegando a tener, en abril de 1979, la notable cifra de 3.495 afiliados, de los que un elevado porcentaje, el 41’5 por ciento del total, pertenecían a la Rama de Químicas, reflejo de la importancia que, en éste y tantos otros ámbitos, tenía el Complejo Industrial. En cambio, la otrora tan destacada de la Minería sólo alcanzaba el 4’8 por ciento. Con el tiempo, el número de militantes fue disminuyendo, pues permanecieron, únicamente, los más implicados en el proyecto. El peso de la UGT fue menor. Una vez legalizada, comenzaron a constituirse las distintas Federaciones, siendo también la de Química la que contaba con más inscritos. Su cifra más elevada de asociados se dio en agosto de 1978, sobrepasando los 2.700, número que también fue descendiendo de manera paulatina. Otras centrales reseñables fueron Unión Sindical Obrera (USO), con cierta implantación en el sector sanitario; la Confederación Nacional del Trabajo (CNT), que dispuso de un Ateneo Libertario, y el Sindicato Independiente de Trabajadores Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009 Modesto Arias Fernández 30 (SIT), cuya sede provincial se encontraba en Puertollano. También desarrollaron su labor la Central Obrera Nacional Sindicalista (CONS), en línea con el desaparecido vertical; Fuerza Nueva del Trabajo (FNT), vinculada al partido ultraderechista de Blas Piñar, y el Sindicato Unitario (SU), alineado con la ORT y el PTE. Hubo elecciones sindicales en 1978, 1980 y 1982, algo que, igualmente, contribuyó a consolidar el sistema democrático. En todas venció Comisiones Obreras, seguida, a cierta distancia, de la UGT, siendo obvio que la central, al contrario que el PCE, en las Elecciones Generales y Municipales celebradas en la población, recogía lo que había sembrado durante el franquismo, al ser, prácticamente, y pese a su carácter clandestino, la única fuerza sindical organizada opositora al régimen establecido. Hasta 1978 no se autorizó la celebración del Primero de Mayo, debiendo recurrir los organizadores, hasta entonces, a las concentraciones en el Parque de la Rincona, como tantas veces habían hecho durante la etapa anterior. Una vez permitida, la manifestación pudo recorrer las principales calles de la ciudad, concluyendo en el Pabellón de Música del Paseo San Gregorio. En el aspecto cultural y educativo, destacó la entrada en funcionamiento, durante el curso 1976-77, del Instituto Dámaso Alonso, ante la imposibilidad del Fray Andrés de acoger a todos los estudiantes que deseaban cursar Bachillerato. En junio de 1976 terminó sus estudios la primera promoción de la Escuela Femenina de Ayudantes Técnicos Sanitarios, ubicada en la Residencia Santa Bárbara, y que desapareció a comienzos de la década siguiente. En marzo de 1981, se acordó crear la Universidad Popular, la segunda que echó a andar en España, tras la de San Sebastián de los Reyes, y el 26 de abril de 1983 fue inaugurado el Conservatorio de Música Pablo Sorozábal, una vez concluidas las adaptaciones hechas en la Casa de Baños. 6. Conclusiones Lo anteriormente expuesto es un recorrido, a través de algo más de un siglo, en el que, tomando como referencia la ciudad de Puertollano, se ha analizado la trascendencia que, en distintos ámbitos, tienen las fuentes de energía y las labores relacionadas con las mismas. Durante este período, es decir, entre 1873 y 1982, transcurrieron diversas fases históricas y, cada una de ellas, por sus características, aportó una serie de circunstancias al propio desarrollo de los acontecimientos. Así, en un principio, desde 1874, estuvo instaurado un sistema liberal, con predominio de las oligarquías, y que confluyó en una dictadura populista y demagógica. La villa que inició la etapa, poco tuvo que ver con la que, en 1930, la terminó, pues el hallazgo de carbón en sus alrededores, transformó un entorno rural en otro minero que, en esos años, multiplicó por seis el número de sus habitantes, que pasaron de tres mil a casi veinte mil. El aumento demográfico siempre estuvo supeditado a los vaivenes en la demanda del mineral, con momentos álgidos, como los que coincidieron con el conflicto cubano (1895-1898) y con el desarrollo de la Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009 Fuentes de energía en Puertollano (1873-1982) 31 Primera Guerra Mundial (1914-1918), y complicados, caso de buena parte de la década de los veinte. La llegada de tal aluvión de personas, caótico y apresurado, provocó múltiples carencias y, a la vez, forjó una idiosincrasia y unas peculiaridades, en muchos de sus moradores, distintas a la del entorno que lo rodeaba, pues el arraigo de las tendencias republicanas, socialistas y anarquistas dio origen a una conciencia de clase y a un movimiento obrero que creó diversas sociedades de resistencia. Concluida la Dictadura de Primo de Rivera y, poco después, la Monarquía de la Restauración, arrastrada, entre otras causas, por el desprestigio de aquélla, se produjo en España un serio intento democratizador y reformista, el de la Segunda República, que desembocó en una contienda civil. En Puertollano, siguieron predominando las tareas extractivas del carbón, pero el agotamiento de las primeras capas del mineral y la crisis económica, surgida en 1929, provocaron un escenario de paro y abundante conflictividad social. A partir de 1936, la vida en la localidad estuvo mediatizada, lógicamente, por el desarrollo del conflicto, si bien, al estar en la retaguardia, sólo la afectaron algunos hechos bélicos aislados. Acudieron numerosos refugiados de las zonas limítrofes y la producción de carbón, artículo considerado prioritario para abastecer los mercados republicanos, aun debiendo sobreponerse a múltiples dificultades, se mantuvo en términos relativamente aceptables. La Guerra Civil dio origen a un largo régimen autoritario que, como todos los de tipo personalista, y pese a sus esfuerzos por perpetuarse en el tiempo, no pudo hacerlo, ante una sociedad en pleno cambio. Durante el mismo, convergieron las labores mineras, si bien cada vez en mayor declive, con el nacimiento y desarrollo, a gran escala, de la industria. Fue innegable la repercusión que, para la localidad, tuvo la instalación, en la misma, de la Empresa Nacional Calvo Sotelo, provocando, a partir de entonces, y en cierto modo, una especie de simbiosis entre ambos entes. El número de habitantes creció sin cesar, hasta llegar a casi cincuenta y ocho mil en los años sesenta, algo desmesurado para un lugar que no contaba con medios para acogerlos, lo que siguió ocasionando enormes deficiencias urbanísticas y de infraestructuras, algo crónico, en realidad, desde bastantes décadas atrás, y que, poco a poco, intentaron ser paliadas. Durante esta fase desarrollista, la ciudad, simultáneamente, se convirtió en un firme foco opositor contra el poder establecido, con movimientos huelguísticos tan señalados como el de la primavera de 1962. Finalizado el franquismo, llegó al país un modelo democrático, tras un camino que no fue fácil de recorrer. El nuevo sistema, que trajo notables cambios, y en el que, para su logro, la mayoría de los habitantes de Puertollano estuvo implicado, coincidió con una época en que, desaparecida la actividad minera, las entidades fabriles aquí ubicadas, debido al cambio de tendencia en algunos sectores productivos, pasaron por dificultades, manifestadas en el paro, cuyo índice creció sin cesar, y en el estancamiento del número de habitantes, ya que fueron numerosas las familias que se vieron obligadas a abandonar la población, en busca de un trabajo que habían perdido o que no encontraban en ella. Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009 Modesto Arias Fernández 32 Bibliografía AA. VV. 1983. Libro del Centenario de la Empresa Peñarroya (1881-1981). Ed. PeñarroyaEspaña. AA. VV. 1985. VI Semana de Historia de Puertollano. Ed. Biblioteca de Autores Manchegos. AA. VV. 1989. VII, VIII y IX Semanas de Historia de Puertollano. Ed. Biblioteca de Autores Manchegos. AA. VV. 1990. 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En aquellos lugares donde la vegetación natural ha logrado sobrevivir, más o menos intacta, a la intensa acción humana, podemos encontrar formaciones con una composición florística característica de la región biogeográfica en la que nos encontramos, la luso-extremadurense, con plantas propias, cuando no endémicas, del suroeste de la Península Ibérica. Podemos destacar los encinares de Quercus ilex subsp. ballota con piruétano (Pyrus bourgaeana), orlados por jarales de Cistus ladanifer con Genista hirsuta. En emplazamientos xerotérmicos aparecen coscojares de Quercus coccifera, mientras que, en aquellas estaciones más húmedas y umbrías crecen quejigares de Quercus faginea adscribibles a ambas subespecies (subsp. broteroi y subsp. faginea). La formación típica de las riberas es la fresneda de Fraxinus angustifolia, substituida por tamujares de la euforbiácea Flueggea tinctorea en lugares xerotérmicos de suelos pedregosos. Además de bosques y arbustedas, aparecen en el territorio una rica variedad de pastizales y comunidades de pequeños sufrútices muy favorecidos por la actividad agrícola y ganadera. Abstract Calatrava’s Land is a region located at the southwestern extreme of the Castilian tableland, where acid soil and Mediterranean climate are predominant, besides of either the edaphic or the microclimatic variability that, from time to time, are provided by both other kind of soils -basic and/or volcanic ones- and orography. In those places where natural vegetation has got to survive, more or less intact, over the intense human action, we can find formations with a characteristic floristic composition from the biogeographic region where we are, the luso-extremadurense region, with characteristic and/or plants from the southwestern Iberian Peninsula. We can point the oak forests of Quercus ilex subsp. ballota with piruétano (Pyrus bourgaeana) up, surrounded by jarales of Cistus ladanifer with Genista hirsuta. In xeric places, coscojares of Quercus coccifera appear, whereas in more humid and shady places quejigares of Quercus faginea (subsp. broteroi and subsp. faginea) grow up. The typic river formation is the fresneda de Fraxinus angustifolia, substituted by tamujares of Flueggea tinctorea (Euphorbiaceae) in more xeric places on stony soils. Besides of forests and shrub lands, there is, scattered throughout the territory, a rich variety of grasslands and small shrub communities very favoured by farming and livestock. Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009 A. Quintanar, C. J. Martín-Blanco, M. A. Carrasco 36 1. Introducción La comarca del Campo de Calatrava se asienta, en su mayor parte, sobre una penillanura que está constituida por formaciones silúricas del Ordovícico. Los límites del territorio cuyo paisaje vegetal se aborda a continuación, a pesar de no ser muy precisos, se ajustan a los delineados en la fig. 1 y abarcan una extensión de más de 6500 Km2, en el que alternan las pizarras en los valles con las cuarcitas, más duras, que afloran en las serretas y que, en muchas ocasiones, dan lugar a rañas. A medida que nos desplazamos hacia el E, los relieves van desapareciendo y el paisaje se convierte en una gran llanura. Las diferencias altitudinales no son muy marcadas, aunque en la comarca casi se llegan a alcanzar de forma puntual los 1000 msm (990 msm en el Collado de las Cruces en la Sierra de Calatrava), mientras que y en las depresiones apenas se llega a los 400 msm. Figura 1. Comarcas naturales de la provincia de Ciudad Real. - Natural region of the province of Ciudad Real. Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009 El paisaje vegetal del Campo de Calatrava 37 Sin duda, la característica más acusada y original de esta comarca son los fenómenos volcánicos que tuvieron lugar desde el Plioceno hasta el Cuaternario y que se manifiestan por la presencia de lavas, lapillis, capas de cenizas, coladas y mantos de rocas eruptivas, así como por depresiones que fueron cráteres, en los que actualmente se instalan lagunas y charcas. La vegetación está condicionada por múltiples factores, entre los que destacan tres: clima, sustrato y acción humana. Las características climáticas de esta comarca se ponen de manifiesto por la presencia de taxones de óptimo andaluz que consiguen extender sus áreas de distribución hacia el norte, remontando Sierra Morena y acomodándose en las sierras calatraveñas y también de plantas más propias de Extremadura que penetran por la vecina comarca de Los Montes. Pese a que el relieve de la provincia de Ciudad Real no ofrece fuertes contrastes, introduce numerosas modificaciones microclimáticas que han permitido el desarrollo de enclaves de tendencia atlántica en las comarcas vecinas. Sin embargo, el Campo de Calatrava tiene un clima muy homogéneo, con temperaturas moderadas y precipitaciones escasas. El sustrato rocoso tampoco aporta grandes fuentes de variación a los suelos, que generalmente son ácidos (pobres en nutrientes) en las sierras y presenta acumulaciones de sales en alguna de las cubetas (ocupadas por pequeñas lagunas y navajos de agua salobre). Sin embargo, la acción humana sí ha jugado un papel fundamental en el desarrollo de la vegetación. La mayor parte de los terrenos situados en las cubetas de los ríos Tirteafuera, Guadiana y sus tributarios, han sido utilizados con fines agrícolas y ganaderos. Es por ello que buena parte de la comarca se encuentra deforestada o presenta una cubierta vegetal formada por plantas de pequeño porte. No siempre los usos del suelo por parte del hombre han sido tan drásticos con la vegetación, así las dehesas de encinas suponen una forma de explotación más armónica con el medio. Este tipo de formaciones se extiende aquí y allá por el valle del río Tirteafuera en los términos municipales de Abenójar, Cabezarados, Tireteafuera, Villamayor de Calatrava y Corral de Calatrava. Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009 38 A. Quintanar, C. J. Martín-Blanco, M. A. Carrasco 2. Encuadre biogeográfico del Campo de Calatrava La adscripción biogeográfica de la vegetación de la comarca del Campo de Calatrava es la siguiente: Reino Holártico Región Mediterránea Subregión Mediterránea occidental Superprovincia Mediterráneo-Iberolevantina Provincia Castellano-Maestrazgo-Manchega Sector Manchego Subsector Manchego guadianés Superprovincia Mediterráneo-Iberoatlántica Provincia Luso-Extremadurense Sector Toledano-Tagano Subsector Oretano Sector Mariánico-Monchiquense Subsector Marianense 3. Los encinares y sus matorrales de sustitución. Pese a que la vegetación arbórea es actualmente escasa, en el Campo de Calatrava aún se pueden encontrar algunos bosquetes en un estado de conservación aceptable e incluso bueno. Los encinares prosperan fundamentalmente en las serranías, donde la pobreza del suelo, unida a la pendiente, han hecho estos terrenos poco aptos para el cultivo. Son muy interesantes desde el punto de vista biogeográfico, pues son encinares lusoextremadurenses, que aquí se encuentran en su límite de distribución oriental procedentes de su óptimo extremeño. El encinar luso-extremadurense (así llamado por los fitosociólogos) es una formación vegetal dominada por la encina (Quercus ilex subsp. ballota). Las encinas viven sobre los suelos preferentemente ácidos del piso mesomediterráneo en el cuadrante suroccidental de la Península Ibérica, donde representan la vegetación climax. A pesar de desarrollarse sobre suelos pobres, (por ejemplo, en los coluviones cuarcíticos de las laderas de las sierras), es una formación rica en especies y que alberga numerosos endemismos. Una de los árboles que acompaña a la encina en estos bosques es el piruétano o galapero (Pyrus bourgeana) que permite distinguir este encinar de otros tipos. No es el galapero un arbolito fácil de ver en las sierras calatraveñas, ya que disminuye su presencia de O a E. Otro arbolillo presente en esta formación el arce de Montpellier (Acer mosnpessulanus), que acompaña a las encinas en las posiciones más húmedas y frescas en las sierras. Otras dos especies que forman parte de estos bosques son dos oleáceas: la olivilla o labiérnago (Phyllirea angustifolia) y el acebuche (Olea europaea var. sylvestris). Son Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009 El paisaje vegetal del Campo de Calatrava 39 arbustos de gran talla, que a veces llegan a ser arbolitos, y que, al igual que la encina, tienen hojas perennes. Estas dos oleáceas suelen estar acompañadas del torvisco (Daphne gnidium), la esparraguera (Asparagus acutifolius), el jazmín silvestre (Jasminum fruticans), la rubiácea Rubia peregrina y el madroño (Arbutus unedo). Este último es más frecuente en el occidente del territorio y su presencia se hace cada vez más rara hacia oriente. La orla espinosa de estos encinares está formada por especies de la familia rosáceas como el majuelo (Crataegus monogyna) y rosales de Rosa pouzinii junto a lianas (Tamus communis y Bryonia dioica) y madreselvas (Lonicera implexa y Lonicera etrusca). Podemos encontrar ejemplos de estas formaciones en la Umbría del Cerro Herranderos y Cerro de Las Lagunas. Una familia típicamente mediterránea que aparece muy bien representada en estos encinares es la de las cistáceas. Están representadas en el Campo de Calatrava por cuatro géneros (Cistus, Halimium, Helianthemum y Xolantha). A destacar, una especie muy característica y frecuente: la jara común o jara pringosa (Cistus ladanifer), que forma los jarales. Es la jara pringosa planta muy común en la mayor parte de las sierras, su distribución geográfica mundial está restringida a la Península Ibérica y el Sur de Francia, viviendo siempre sobre suelos silíceos por lo que aparece en casi todo el territorio, ya que incluso las depresiones rellenas de materiales terciarios carbonatados están frecuentemente acidificadas por los derrubios cuarcíticos o pizarrosos de las laderas. Aparece en casi todos los lugares de la comarca (laderas de solana, cumbres, taludes, etc), bien formando jarales o al menos de modo aislado; sólo está ausente de los lugares umbrosos que reciben poca insolación. Cuando el bosque sufre alteraciones, se aclara progresivamente y es sustituido finalmente por un matorral dominado por las especies arbustivas que acompañan a la encina. De este modo, sobre suelos ácidos, se desarrolla un jaral con aulagas en el que, acompañando a la jara pringosa (Cistus ladanifer) y a la jara blanca (Cistus albidus), cobra gran importancia en el paisaje una leguminosa espinosa llamada ahulaga, (Genista hirsuta). Esta especie se distribuye por el C y O de la península, por lo que es un endemismo que permite caracterizar bastante bien el territorio del encinar lusoextremadurense, al que también acompaña. En las zonas venteadas, la ahulaga adopta un porte almohadillado y cobra mayor protagonismo en las formaciones que, por efecto del viento, están empobrecidas en plantas de mayor porte. Allí donde las poblaciones son densas, la abundancia de flores amarillas producidas por las ahulagas hace de su floración un auténtico espectáculo en la primavera calatraveña. A veces acompaña en estas formaciones la labiada Teucrium fruticans. En el Macizo de Calatrava encontramos encinares con jara en la Sierra de la Higuera y encinares con jara blanca en el Cerro de la Vaqueriza. En localidades más expuestas y áridas, preferentemente en cresteríos Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009 40 A. Quintanar, C. J. Martín-Blanco, M. A. Carrasco cuarcíticos y laderas más rocosas, el encinar se empobrece en especies acompañantes y se hacen más presentes los enebros (Juniperus oxycedrus subsp. badia) de la familia de las cupresáceas, que es la única conífera que vive silvestre en el Campo de Calatrava. No llegan a formar bosques, excepto en las sierras orientales. En el resto de la comarcalos enebros, habitualmente de porte arbustivo, sólo son acompañantes de los encinares. Únicamente en los lugares más abruptos, sobre suelos esqueléticos o muy poco desarrollados, se comporta como dominante y puede llegar a formar pequeños bosquetes ante la ausencia de especies competidoras. En estas situaciones extremas, como especies acompañantes del enebro encontramos a la encina, (Quercus ilex subsp. ballota), a la jara común (Cistus ladanifer), y al romero (Rosmarinus officinalis). La presencia de enebros en estas estaciones pone de manifiesto la continentalidad del clima. El porte y el aspecto de esta gimnosperma confiere una personalidad especial a estos encinares. Ejemplos de estos enebrales con encinas y con jara aparecen en la Sierra de la Higuera, en el Macizo de Calatrava. Otra especie arbustiva que acompaña a los encinares es la coscoja (Quercus coccifera), de aspecto muy parecido al de una encina arbustiva, con la que podría confundirse de no ser por sus hojas, totalmente lampiñas por ambas caras, mientras que las hojas de la encina tienen el envés cubierto de pelos. En las estaciones más continentales, con una mayor insolación y termicidad, el matorral que sustituye al encinar no es un jaral sino un coscojar. Estos coscojares se desarrolla en las zonas bajas del territorio, entre los 500 y los 700 m, donde la insolación es alta y las precipitaciones escasas, frecuentemente en solanas, donde tienen ventaja sobre otros competidores. En este matorral es significativa la presencia del espino negro (Rhamnus lycioides) y de especies muy conocidas, como el espárrago triguero (Asparagus acutifolius) y el romero (Rosmarinus officinalis) mucho más abundante en los terrenos calizos pero que también consigue medrar en estas comunidades, junto a la anacardiácea Pistacia lentiscus y a la santalácea Osyris alba. Hay coscojares en Cerro Herranderos y cerros al N de la Laguna de las Carboneras. Los derrubios de las sierras acumulados en la base de algunas de las laderas, unido a una mayor humedad y una menor probabilidad de helada, lleva a la formación de suelos más profundos. Estos suelos son aprovechados por otras plantas acompañantes de los encinares que dan un aspecto distinto al bosque. Se trata de leguminosas de aspecto retamoide, profusamente ramificadas, con ramas áfilas o con escasas hojas, como la retama (Retama sphaerocarpa), la retama de escobas o escoba amarilla (Cytisus scoparius) y la escoba blanca (Cytisus multiflorus). Ésta última es otra planta endémica, propia del NO y del C de la Península Ibérica, de apetencias oceánicas en lo que al clima se refiere. Alcanza el Campo de Calatrava a duras penas, siendo mucho más abundante cuando nos desplazamos hacia occidente. Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009 El paisaje vegetal del Campo de Calatrava 41 Cuando el bosque desaparece de estos lugares, es reemplazado inicialmente por un escobonal dominado por estas leguminosas y en el que destacan además el tomillo blanco (Thymus mastichina) y el cantueso (Lavandula stoechas subsp. pedunculata), las dos son endémicas de la Península Ibérica y muy apreciadas por el agradable aroma de sus aceites esenciales. Se pueden ver escobonales en los cerros en la laguna de las Carboneras. Finalmente podemos encontrar una cuarta variante del encinar que ocupa los terrenos más termófilos del Campo de Calatrava, en los que aparecen especies más frecuentes en el S de España que en estas latitudes. Así, acompañan a la encina arbustos como el mirto (Myrtus communis), y dos anacardiáceas: el lentisco (Pistacia lentiscus) y la cornicabra (Pistacia terebinthus). En estos encinares termófilos también se hacen más abundantes especies de las que ya hemos hablado como el acebuche, la olivilla o el madroño. El matorral de sustitución de estos encinares es en primera instancia un madroñal, o un jaral con ahulagas si la alteración sufrida ha sido mayor. En estos jarales con ahulagas aparecen nuevas especies de jaras más termófilas como la estepa blanca (Cistus albidus) y la estepa negra (Cistus monspeliensis) y otra oleácea: el jazmín silvestre (Jasminum fruticans). Figura 2. Facies y matorrales de sustitución del encinar lusoextremadurense - Facies and scrub oak replacement at the lusoextremadurense region. Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009 A. Quintanar, C. J. Martín-Blanco, M. A. Carrasco 42 Las especies Cytisus multiflorus, Pyrus bourgeana y Genista hirsuta son indicadoras de las condiciones climáticas y edáficas de este territorio y su presencia caracteriza el dominio del encinar luso-extremadurense. Figura 3. Matorrales de sustitución del quejigar. - Scrub oak replacement. 4. Los quejigares Los bosques de quejigo lusitano (Quercus faginea subsp. broteroi) están muy bien representados en las zonas serranas más próximas al Campo de Calatrava como la comarca de Los Montes y en la Sierra de Alcudia, así como en Sierra Madrona. Sin embargo, son pocos los lugares propicios que esta fagácea encuentra en las tierras de Calatrava. El quejigo busca el abrigo de exposiciones húmedas y un tanto umbrías, por lo que se sitúa en los valles abrigados en donde la mayor parte de sus acompañantes, aparte del arce de Montpellier (Acer monspessulanus), son especies herbáceas y helechos. Más que quejigares propiamente dichos, lo que encontramos son formaciones aclaradas de quejigo resguardadas en algunas vaguadas de las sierras elevadas periféricas de la comarca, preferentemente sobre substratos silíceos. El matorral de sustitución de los quejigares está dominado por ericáceas, acompañadas de especies de apetencias más umbrófilas que las presentes en los encinares y sus matorrales de sustitución (jarales, madroñales y escobonales). Las especies dominantes en estas formaciones son el brezo blanco (Erica arborea) y el labiérnago (Phyllirea angustifolia). En situaciones menos umbrófilas aparecen el brezo rojo (Erica australis) y la brecina (Calluna vulgaris). Todas estas especies son las que tienen mayor repercursión en el aspecto Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009 El paisaje vegetal del Campo de Calatrava 43 de la formación a la que se suele denominar brezal-jaral o sólo brezal cuando apenas hay jaras. Otra jara que aparece en las zonas más umbrosas de estos matorrales es la jara cervuna (Cistus populifolius). Cuando los quejigares están instalados en pedrizas o lugares con algo más de insolación, aparece el madroño (Arbutus unedo), especie más termófila y cuya abundancia origina bosquetes mixtos en los que ambas especies, quejigo y madroño, comparten la dominancia. Formando pequeños rodales, en las formaciones más aclaradas de los quejigares, crecen especies de la orla espinosa en la que podemos encontrar Figura 4. Relaciones dinámicas entre los matorrales de sustitución del encinar lusoextremadurense - Dynamic relationships among the scrub oak replacement lusoextremadurense el majuelo (Crataegus monogyna), los escaramujos (Rosa canina y Rosa pouzinii), y la zarzamora (Rubus ulmifolius). Creciendo entre ellas pueden encontrarse lianas como la madreselva (Lonicera periclymenum subsp. hispanica), la nueza negra (Tamus communis), la nueza blanca (Bryonia cretica subsp. dioica) y la zarzaparrilla (Smilax aspera). También aparecen el torvisco (Daphne gnidium), el rusco (Ruscus aculeatus) y, sobre todo, helechos. 5. Otro matorrales Cuando el estado de degradación del habitat es bastante acusado, Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009 44 A. Quintanar, C. J. Martín-Blanco, M. A. Carrasco pueden aparecer pequeñas formaciones de vegetales leñosos de escaso porte que suponen un estado un poco más avanzado estructuralmente que los pastizales. Estas formaciones reciben diversos nombres genéricos dependiendo de cuáles sean las especies más significativas en la fisonomía de la comunidad. Cabe destacar, entre ellos, a los tomillares y a los cantuesares. Los tomillares albergan pocas especies leñosas entre las que destacan los dos tomillos propios de la zona, el tomillo blanco (Thymus mastichina) y el tomillo salsero (Thymus zygis). Éste último es de tendencia basófila y está muy bien distribuido por los suelos de origen calizo de la zona oriental de la provincia; su presencia en el Campo de Calatrava queda relegada a los afloramientos volcánicos en los que el sustrato de partida para la edafogénesis no es ácido. En estos tomillares puede aparecer otra mata de tendencia basófila: Hippocrepis commutata, leguminosa endémica de la Península Ibérica. Los cantuesares están dominados por Lavandula stoechas de la familia de las labiadas, planta aromática denominadas genéricamente cantueso o lavanda. Suele verse acompañada por la bolina u ontina (Santonina rosmarinifolia), de la familia de las compuestas, de llamativas cabezuelas de color amarillo y también aromática. Otra compuesta frecuente en estas comunidades es la siempreviva amarilla (Helichrysum stoechas). Podemos encontrar cantuesares en las sierras de Villamayor de Calatrava, en zonas de pastoreo acusado. En las cuencas nitrófilas se desarrollan, habitualmente, comunidades de plantas herbáceas, pero en ciertos casos pueden llegar a formarse matorrales dominados por quenopodiáceas como el sisallo (Salsola vermiculata) y la barrilla (Salsola kali) acompañadas por la artemisa (Artemisia campestris), de la familia de las compuestas, y la harmaga (Peganum harmala). 6. Riberas y lagunas En los lugares donde la capa freática aflora o se encuentra muy próxima a la superficie, tanto si se trata de aguas corrientes o estancadas o de suelos con una elevada hidromorfía, se desarrollan comunidades vegetales de aspecto muy diferente al del entorno circundante y de gran originalidad biológica y paisajística. Son formaciones que requieren un aporte de agua elevado para su desarrollo y cuya composición y hábito dependen, en gran medida, del nivel y de la estacionalidad del agua del que disponen. Esta mayor disponibilidad de agua hace que la evapotranspiración vegetal sea alta y que la humedad ambiental en el seno de estas comunidades sea también mayor que la del entorno circundante lo que, a la vez, atempera las oscilaciones térmicas y disminuye las máximas del estío. En toda la región mediterránea y, por tanto también en el Campo de Calatrava, las comunidades higrófilas contrastan visualmente con el resto de formaciones aledañas de carácter esclerófilo, puesto que son formaciones arboreas caducifolias con una composición florística diferente y que recuerdan a las propias de territorios con un clima Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009 El paisaje vegetal del Campo de Calatrava 45 más húmedo y fresco que el que domina en esta zona. La avidez del ser humano por la explotación de los recursos hídricos, ha provocado que la vegetación higrófila y acuática haya estado, ya desde muy antiguo, sometida a la destrucción de su hábitat a causa de la sobreexplotación de los sistemas acuíferos y fluviales, la captación de manaderos, las infraestructuras de canalización de las aguas, los drenajes, las desecaciones, la contaminación y un largo etcétera. A lo largo de los cursos fluviales de buena parte del Campo de Calatrava se asientan, o deberían harcerlo, fresnedas de Fraxinus angustifolia. Estos bosques riparios flanquean los cursos de agua, principalmente en altitudes medias, y están sometidos a un régimen de estacionalidad muy variable debido a la sequía estival. Lamentablemente, actualmente estas formaciones son algo escasas debido a que al desarrollarse sobre suelos arenosos o limosos de vega, gran parte de su hábitat potencial se ha transformado en áreas de cultivo o dehesas. Se pueden encontrar fresnedas en el río Guadiana. Entre los árboles y arbustos que acompañan al fresno, aparecen la encina (Quercus ilex subsp. ballota), el olmo (Ulmus minor) y matorrales espinosos como el majuelo (Crataegus monogyna), la zarzamora (Rubus ulmifolius) y otras especies de los géneros Rubus y Rosa. A mayor altitud también aparece como acompañante el quejigo (Quercus faginea). Las lianas son abundantes: Vitis vinifera var. sylvestris, Clematis campaniflora, Bryonia dioica, Tamus communis, Rubia peregrina y, en lugares de más termicidad, Smilax aspera. En el estrato herbáceo podemos encontrar Ranunculus ficaria, Arum italicum, Aristolochia paucinervis, Galium aparine, etc. También pueden estar presentes el brusco o rusco (Ruscus aculeatus) y Osyris alba. Localmente, más cercanos al cauce, en los arroyos y ríos de caudal menos estable, aparecen saucedas, formaciones que son generalmente de porte arbustivo y en las que predominan los sauces Salix atrocinerea y Salix salviifolia, siendo menos abundante Salix purpurea var. lambertiana. Los sauces también crecen a menudo mezclados en las fresnedas. En las zonas más alejadas del agua, los fresnos se mezclan, muy ocasionalmente, con choperas de Populus alba. Los tamujares, matorrales espinosos riparios de la euforbiácea Flueggea tinctorea, también aparecen ligados a cursos de agua con estacionalidad muy marcada, sobre suelos pedregosos y silíceos en altitudes medias. El tamujo es endémico del SO de la Península Ibérica, por lo que su presencia en el Campo de Calatrava es de especial interés biogeográfico. Forma comunidades generalmente muy densas y pobres, a veces monoespecíficas, con apenas plantas acompañantes o con algunas especies propias de las fresnedas; en zonas más térmicas puede aparecer junto a la adelfa (Nerium oleander). Esta última especie, de la familia de las apocináceas, también de cursos de agua con elevada estacionalidad, conforma adelfares propiamente dichos. Estas comunidades, de apetencias marcadamente termófilas, aparecen Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009 46 A. Quintanar, C. J. Martín-Blanco, M. A. Carrasco generalmente por debajo de los 700 msm, y con frecuencia, constituyen formaciones mixtas con Rubus ulmifolius (zarzamora). Existen tamujares en las riberas del río Tirteafuera. En los humedales y en las lagunas endorreicas donde se acumulan sales, aparece un tarayal presidido sobre todo por Tamarix gallica. La orla de degradación de de estos bosquetes y matorrales riparios son espinares y zarzales de Rubus ulmifolius con Clematis campaniflora, Lonicera peryclymenum subsp. hispanica (madreselva), Crataegus monogyna y varias especies de Rosa. Al degradarse las saucedas que se asientan en los bordes de los ríos, en remansos y márgenes de aguas tranquilas y en lagunas que soportan una ligera sequía estival, aparecen los carrizales y espadañales. Cerca del borde del agua, hacia el interior con la parte basal sumergida, se situan Typha angustifolia, Typha domingensis y Typha latifolia (las tres especies denominadas espadañas), seguidas hacia fuera de un cinturón de Phragmites australis (carrizo), además de Sparganium erectum y Scirpus tabernaemontani. Si la corriente de agua es más rápida, aparecen Roripa nasturtium-aquaticum, Apium repens, Apium nodiflorum y Veronica anagallis-aquatica. Ligados a suelos más profundos, pisoteados, frescos o temporalmente encharcados, se desarrollan los vallicares o gramadales. Forman comunidades herbáceas vivaces de carácter higrófilo y generalmente de origen antropozoógeno, ya que son pastos muy apreciados por el ganado y, por tanto, muy protegidos por el hombre. En estos herbazales, juncales y céspedes húmedos, están presentes muchas gramíneas, como Cynodon dactylon (grama dura), Molinia caerulea, Agrostis castellana, Holcus setiglumis, Alopecurus arundinaceus, Holcus lanatus, Agrostis pourretii y Anthoxanthum aristatum, junto a especies higronitrófilas de otras familias, como Verbena officinalis, Hypericum humifusum, Geranium dissectum y Ranunculus muricatus. Si la alteración del medio es mayor, aparece una comunidad ruderal pero exigente de humedad, constituída por hierbas de gran porte, como Conium maculatum (cicuta), Arctium minus (arrancamoños) y Galium aparine subsp. aparine. Los suelos aún más nitrificados, son colonizados por las altas hierbas de la familia de las compuestas Silybum marianum (cardo mariano) y Carduus bourgeanus (cardo común). Las aguas tranquilas, tanto las de lagunas como de los remansos de arroyos y ríos, están tapizadas por comunidades flotantes de lentejas de agua (Lemna minor y Lemna gibba). Enraizados en en fondo de arroyos y charcas son frecuentes Ranunculus peltatus subsp. peltatus, Ranunculus peltatus subsp. fucoides, Zannichellia palustris, Zannichellia obtusifolia, Potamogeton pectinatus, Callitriche brutia, Callitriche stagnalis y Glyceria declinata. También fijas a los fondos de las aguas tranquilas, pero sin alcanzar jamás la superficie, aparecen algunas algas carófitas muy apreciadas como Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009 El paisaje vegetal del Campo de Calatrava 47 Figura 5. Esquema de la vegetación de la laguna de Caracuel. 1. praderas subacuáticas de carófitos; 2. Zannichellia obtusifolia; 3. Ranunculus peltatus subsp. fucoides; 4. Potamogeton pectinatus; 5. Lentejas de agua; 6. Scirpus maritimus; 7. Scirpus lacustris; 8. Carrizo; 9. Espadaña; 10. Juncus maritimus; 11. Lythrum flexuosum (Modificado de Cirujano & Medina, 2002). - Outline of the vegetation of Lake Caracuel. 1. underwater meadows of carófitos 2. Zannichellia obtusifolia 3. Ranunculus peltatus subsp. fucoides 4. Potamogeton pectinatus; 5. Lentils water 6. Scirpus maritimus 7. Scirpus lacustris; 8. Carrizo 9. Espadaña 10. Juncus maritimus, 11. Lythrum flexuosum (Modified from Cirujano & Medina, 2002) alimento por las anátidas, son sobre todo Chara connivens y Chara galioides. En los bordes del agua, sobre substrato silíceo y generalmente oligotrófico, se instalan los juncales, comunidades estrechamente ligadas al agua, con óptimo primaveral y apetencias heliófilas. Los forman especies de pequeño porte y con la parte basal sumergida, como Scirpoides holoschoenus (junco churrero), Eleocharis palustris, Cyperus longus, Juncus conglomeratus, Veronica anagallis-aquatica, Rorippa nasturtium-aquaticum, Oenanthe croccata, Glyceria declinata, etc. Cuando los bordes de las charcas están sujetos a variaciones del nivel de agua, sobre todo debido al estiaje y a las lluvias, aparecen comunidades anfibias con aspecto de juncales enanos, formadas por terófitos de óptimo mediterráneo entre los que abundan los juncos de pequeña talla como Juncus bufonius, Juncus pygmaeus y Juncus capitatus, a los que acompañan frecuentemente Montia fontana subsp. amporitana, Trifolium strictum y Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009 48 A. Quintanar, C. J. Martín-Blanco, M. A. Carrasco Elatine alsinastrum. Dispersos por la mitad occidental del Campo de Calatrava existen humedales estacionales oligotróficos que también desarrollan una vegetación herbácea de borde y fondo de charcas compuesta por plantas anfibias, sobre todo anuales, como Preslia cervina, Eryngium galioides, Eryngium corniculatum, Pulicaria paludosa, Baldellia ranunculoides, Antinoria agrostidea, etc. orladas por Isoetes hystrix, Crassula vaillantii, Lotus angustissimus, Lotus conimbricense, Elatine macropoda, Juncus pygmaeus, Juncus bufonius, Juncus hybridus, Lythrum borysthenicum, etc., de ecología más amplia, o por vallicares anuales de Agrostis pourretii, Trifolium cernuum, Chamaemelum nobile, Chamaemelum fuscatus, Lotus parviflorus y otras propias de los pastizales anuales propios de la zona. 7. Los pastizales Bajo este nombre general agrupamos una gran variedad de tipos de vegetación, que aunque menos llamativos que los bosques y matorrales, son muy interesantes porque su composición responde fielmente a las diferentes condiciones de los suelos en los que se instalan. Así, los pastizales que aparecen en los claros de encinares, quejigares, o entre los matorrales como última etapa en la serie de degradación de los bosques, son muy diferentes de los que se instalan en suelos muy nitrificados por el paso de ganado o entre los cultivos. En el Campo de Calatrava, dado que la vocación del territorio es mayoritariamente agrícola y ganadera, la acción humana es responsable de la abundancia de pastizales que han sido favorecidos por el hombre. Aproximadamente el 50% de la superficie del Campo de Calatrava está labrada y distintos tipos de pastos ocupan casi el 30% del total de su territorio. La degradación de los jarales y matorrales de pequeña talla como los cantuesares, da lugar a la aparición de unos pastizales de hierbas altas denominados lastonares. Están formados fundamentalmente por gramíneas y presididos por Melica magnolii y el berceo (Stipa gigantea). En los claros de los encinares y quejigares, sobre suelos silíceos con muy poca o nula nitrificación, aparecen pastizales efímeros de tendencia termófila que se desarrollan en primavera. Son muy ricos en especies, de familias muy diversas y siempre de ciclo anual (terófitos). Los forman plantas pequeñas, entre las que destacan por su abundancia la hierba turmera Xolantha guttata, a la que acompañan otras especies como Plantago bellardi, Helianthemum aegyptiacum, Corynephorus fasciculatus, Pterocephalidium diandrum, Asterolinon linum-stellatum, Teesdalia coronopifolia, Cardamine hirsuta, Rumex bucephalophorus, Euphorbia exigua, Coronilla repanda y algunos tréboles, como Trifolium cherleri, Trifolium arvense, Trifolium campestre, Trifolium stellatum y otras muchas. Estos pastizales, cuando son pastoreados y por tanto aumenta la nitrificación, lo que generalmente ocurre en el Campo de Calatrava, son Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009 El paisaje vegetal del Campo de Calatrava 49 sustituídos por majadales. Los pastizales denominados majadales, están formados por plantas que requieren un mayor aporte de nutrientes y tienen mayor rentabilidad como alimento para el ganado, por lo que son favorecidos por el hombre. Predominan la gramínea Poa bulbosa, la cariofilácea Paronychia argentea, compuestas como la margarita Bellis annua y muchas leguminosas como Astragalus pelecinus, los tréboles Trifolium subterraneum, Trifolium tomentosum, Trifolium campestre y Trifolium glomeratum, además de la alfalfa Medicago sativa y otras especies de arvejas, como Medicago doliata, Medicago lupulina, Medicago minima y Medicago polymorpha. El pastoreo moderado es beneficioso, porque permite la diversificación del medio, favorece el encharcamiento del suelo, posibilita la polinización entomófila que tiene que llevarse a cabo en áreas despejadas y permite la penetración de especies acuáticas y propias de lugares húmedos (hidrófitos y helófitos) en las pozas y lugares encharcados. El sobrepastoreo, que en el Campo de Calatrava es sobre todo ovino y caprino, afecta al suelo y a la cubierta vegetal. La acumulación de excrementos hace aumentar las poblaciones de especies nitrófilas, además el suelo se endurece mucho lo que impide o al menos disminuye la capacidad de expansión y regeneración de muchas especies, deteniendo o ralentizando los ciclos de la materia orgánica y disminuyendo la capacidad de absorción de agua en el suelo. En suelos muy compactados por pisoteo, aparece otro tipo de pastizal formado por especies de ciclo anual, que en muchas ocasiones son reptantes, tienen hojas en roseta y crecen aplicadas al suelo, como la poligonácea Polygonum aviculare y varias especies de la familia cariofiláceas, como Polycarpon tetraphyllum, Spergularia rubra, Spergularia purpurea, Stellaria pallida y Herniaria cinerea. Son tambieén frecuentes las gramíneas Vulpia myurus, Vulpia ciliata y Vulpia membranacea, el llantén Plantago coronopus y la euforbiácea Chamaesyce canescens. Estos pastizales se pueden considerar como parte de la vegetación edafófila. 8. Vegatación edafófila Es la vegetación que depende de especiales condiciones edáficas especiales más que de ningún otro factor. Los medios en los que se desarrollan son muy diferentes por lo que separamos dos grupos: vegetación rupícola y saxícola y vegetación ruderal y arvense. La vegetación acuática e higrófila, la hemos presentado en el apartado de riberas y lagunas. 8.1. Vegetación rupícola y saxícola Los roquedos y taludes: los taludes, derrubios, pedregales y las Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009 50 A. Quintanar, C. J. Martín-Blanco, M. A. Carrasco fisuras anchas de las rocas silíceas sueltas, son colonizados por plantas generalmente perennes, con cepas más o menos fuertes que se introducen entre las piedras buscando la humedad y los nutrientes del escaso suelo. Son plantas de mediano porte como la poligonácea Rumex induratus, la compuesta Phagnalon saxatile y el clavel Dianthus lusitanus. En las oquedades, rellanos y fisuras de los roquedos aparece, además de Dianthus lusitanus, la dedalera endémica Digitalis mariana subsp. mariana, la crasulácea Umbilicus rupestris (ombligo de Venus), algunos helechos como Ceterach officinarum, Asplenium billotii, Annogramma leptophylla, Cheilanthes tinaei y Cheilanthes hispanica, la crasulácea Sedum mucizonia y las campanuláceas Jasione crispa subsp. tomentosa y Jasione crispa subsp. mariana, esta última es endémica del Centro-Oeste español. En muros y paredones húmedos y nitrificados se instala la urticácea Parietaria judaica, la escrofulariácea Cymbalaria muralis, la compuesta Sonchus tenerrimus y a veces incluso la higuera Ficus carica. Al resguardo de muros, rocas y en oquedades y pequeños enclaves muy abrigados de bosques y matorrales, aparecen comunidades escionitrófilas y humícolas de pequeñas plantas anuales que se desarrollan en primavera y se extinguen en cuanto el verano hace disminuir la humedad de estos lugares. Son propias de estas comunidades: Geranium purpureum, Geranium lucidum, Viola kitaibeliana, Anthriscus caucalis, Torilis nodosa, Myosotis ramossisima, Galium aparine, Valerianella microcarpa, Aphanes microcarpa y Centranthus calcitrapae. 8.2. Vegetación ruderal y arvense Está muy extendida en el territorio debido a la acción humana. Las explotaciones antrópicas del medio crean condiciones favorables para la vida de plantas de apetencias nitrófilas, que de otra forma, apenas tendrían oportunidades de prosperar en estos suelos. Las separamos en: comunidades que viven en terrenos removidos, caminos y cunetas, malas hierbas de cultivo y las que viven el lugares muy frecuentados por el ganado. En terrenos removidos, caminos y cunetas, se instalan herbazales de apetencias nitrófilas, representados por distintas comunidades vegetales cuya composición varía según avanza el año y el grado de nitrificación del suelo. En lugares donde la nitrificación no es alta, aparecen pastizales de aspecto graminoide formados por plantas anuales (terófitos) de pequeña talla y tendencia subnitrófila. Empiezan a aparecer, en campos abandonados y bordes de caminos a finales del invierno llegando a vivir hasta principios del verano, cuando se agostan. Las especies que dominan en estas comunidades son las gramíneas Taeniatherum caput-medusae, Avena barbata, Aegilops triuncialis, Aegilops geniculata, y Aegilops neglecta, las leguminosas Medicago rigidula, Medicago minima, Trifolium cherleri, Trifolium glomeratum, Trifolium Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009 El paisaje vegetal del Campo de Calatrava 51 striatum, Trifolium angustifolium, la cariofilácea Petrorhagia nanteuilii y las compuestas Filago pyramidata y Leontodon longirostris. Cuando la nitrificación aumenta en zonas de alta influencia humana, estos pastizales viarios forman comunidades densas de óptimo primaveral, presididas por Rumex pulcher subsp. woodsii y Papaver rhoeas (amapola), junto a gramíneas como Hordeum leporinum (cebadilla loca), Avena barbata subsp. lusitanica (avena), Bromus sterilis, Bromus rubens, Bromus matritensis y Bromus tectorum, compuestas como Anacyclus clavatus, Crepis vesicaria, Carduus tenuiflorus, Scorzonera laciniata, Calendula arvensis, crucíferas como Eruca vesicaria, Diplotaxis virgata, Descurainia sophia e Hirschfeldia incana, además de otras como Euphorbia serrata, Medicago orbicularis, Fumaria officinalis y Salvia verbenaca. Algo más de nitrificación exigen las comunidades que se instalan sobre zonas más degradadas. En ellas son frecuentes las quenopodiáceas Chenopodium murale y Atriplex postrata, las malváceas Malva sylvestris y Malva parvifora, además de Urtica urens (ortiga), Xanthium spinosum y Ecbalium elaterium (pepinillo del diablo). Según avanza el verano, en escombreras, reposaderos de ganado, cunetas y otros lugares antrópicos y removidos, se instala otro tipo de vegetación nitrófila, que es muy llamativa debido al tamaño de las especies que la conforman. Son megaforbias con aspecto de grandes cardos que están acompañadas por plantas anuales, bienales o vivaces con hojas arrosetadas y floración estival. Estos cardunales incluyen muchas especies de la familia compuestas como las cardenchas Onopordon illyricum y Onopordon nervosum, Carduus tenuiflorus (cardo), Cichorium intybus (achicoria), Chondrilla juncea, Scolymus hispanicus (cardillo), Silybum marianum (cardo de María), Carthamus lanatus, Echinops strigosus, Cynara humilis, Anacyclus clavatus, Carlina corymbosa, Carlina racemosa, Centaurea calcitrapa, Centaurea cordubensis, Centaurea melitensis, Centaurea ornata var. macrocephala, las escrofulariáceas Verbascum rotundifolium subsp. haenseleri e Hypericum perforatum. Malas hierbas de cultivo: durante la primavera aparecen comunidades que invaden los cultivos de cereales, leguminosas de secano, viñedos y olivares. Es la vegetación arvense, es decir, de malas hierbas que viven infestando estos cultivos y desaparecen con las cosechas. Entre las especies invasoras hay varias de la familia papaveráceas, como Hypecoum imberbe, Roemeria hybrida (amapola morada), Fumaria officinalis y Papaver rhoeas (amapola), a las que acompañan las crucíferas Biscutella auriculata y Neslia paniculata, además de Erodium cicutarium, Anchusa azurea, Anacyclus clavatus, Ranunculus arvensis, Euphorbia serrata y Scandix pecten-veneris. Al avanzar el año, en cultivos de secano no cerealistas (olivares y viñedos) y también en los barbechos, aparecen comunidades arvenses de fenología estival y otoñal. En el Campo de Calatrava están presentes las boragináceas Heliotropium europaeum y Heliotropium supinum acompañada Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009 A. Quintanar, C. J. Martín-Blanco, M. A. Carrasco 52 por las amarantáceas Amaranthus retroflexus, Amaranthus blitoides, Amaranthus albus, Amaranthus hybridus y Amaranthus deflexus, por las quenopodiáceas Salsola kali, Chenopodium opulifolium, Chenopodium vulvaria y Chenopodium album, además de Xanthium spinosum, Chondrilla juncea, Polygonum aviculare, Convolvulus arvensis, Cucumis myriocarpus, Tribulus terrestris (abrojos), Xanthium spinosum y Portulaca oleracea subsp. oleracea. También en verano, en los cultivos de regadío o sobre suelos húmedos y nitrificados, se instala una comunidad en la que abundan las gramíneas como Setaria verticillata, Setaria adherens, Setaria viridis, Echinochloa crus-gallii, Eragrostis barrelieri y Digitaria sanguinalis a las que acompañan Solanum nigrum, Portulaca oleracea y Amaranthus hybridus. Estas formaciones vegetales llegan a su óptimo en otoño. 9. Vegetación de los volcanes. En el Campo de Calatrava existen numerosos afloramientos volcánicos, que al ser de pequeña extensión y estar dispersos no albergan una vegetación propia. La vegetación que presentan está muy influída por la del entorno, lo que hace que su cubierta vegetal no sea muy diferente a la ya descrita. Se trata, además, de zonas que siempre están muy alteradas o incluso han desaparecido por completo debido a que, desde antiguo, han estado sujetas a una continua explotación por parte del hombre para cultivos, minería, extracción de áridos y canteras. A pesar de todo ello, los materiales volcánicos aportan cationes basificantes a los suelos que son por ello más ricos que los estrictamente ácidos del resto del territorio que los circunda. Esto permite que en las zonas volcánicas, aunque nunca llegando a formar comunidades propias de suelos básicos, aparezcan algunas especies calcícolas, basófilas o indiferentes edáficas con apetencias por los suelos básicos. Así son frecuentes, intercaladas en las comunidades que hemos descrito anteriormente, la labiada Thymus zygis, las papaveráceas Hypecoum imberbe y Platycapnos spicata, la ranunculácea Adonis annua, las campanuláceas Campanula erinus y Legousia hybrida, las cistáceas Helianthemum ledifolium, Helianthemum hirtum y Helianthemum salicifolium y las leguminosas Hippocrepis commutata, Trigonella monspeliaca y Medicago coronata. Bibliografía Cirujano, S. & L. Medina. 2002. Plantas acuáticas de las lagunas y humedales de CastillaLa Mancha. Real Jardín Botánico, CSIC y Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha. García-Camacho, R., C. Santamaría, C.J. Martín-Blanco & M.A. Carrasco. 2004. Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009 El paisaje vegetal del Campo de Calatrava 53 Análisis de la flora vascular de los volcanes del Campo de Calatrava. Anales Jard. Bot. Madrid 61 (2): 209-220. García Rayego, J.L. 1995. El medio natural en los montes de Ciudad Real y el Campo de Calatrava. 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Terrestrial vertebrate fauna in an area of biogeographic transition: the southern edge of the Southern Meseta at Puertollano. R. U. Gosálvez Rey1; E. Ayllón López2 y T. Flores Polanco3. Departamento de Geografía y Ordenación del Territorio (UCLM), [email protected]; 2Asociación Española de Herpetología, [email protected]; [email protected]. 1 Palabras clave: Vertebrados, Biogeografía, hábitats, Península Ibérica, Meseta Sur. Key words: Vertebrates, Biogeography, habitats, Iberian Peninsula, Southern Meseta. Resumen Puertollano y su entorno constituye una zona de transición entre dos unidades naturales muy singulares de la Meseta Sur: el Campo de Calatrava y el “Valle de Alcudia y Sierra Madrona”. En el ámbito de estudio se pueden distinguir seis importantes hábitats para la fauna vertebrada a partir de sus manifestaciones paisajísticas: el monte mediterráneo y las dehesas; los pinares; los cultivos cerealistas extensivos; los paisajes ligados al agua; los roquedos y los medios urbanos. Se describe cada uno de ellos, así como se destacan aspectos llamativos de una serie de especies de vertebrados características, adaptadas a las condiciones ambientales propias de cada tipo de hábitat. Tras recopilar los datos sobre los vertebrados terrestres de las 45 cuadrículas UTM de 10x10 km que cubren el área, se han obtenido citas recientes de presencia de 273 especies (14 anfibios, 19 reptiles, 193 aves y 47 mamíferos), lo que constituye alrededor del 50% de los vertebrados de la Península Ibérica y confirma el alto valor ecológico del entorno de Puertollano. Abstract Puertollano and around it make up a transition area between two very special natural units in the Southern Meseta: Campo de Calatrava and “Valle de Alcudia y Sierra Madrona”. In the study area is possible the distinction between six significant habitats for vertebrates by means of its landscapes: Mediterranean shrub and dehesas; pine woods; extensive herbaceous crops; water landscapes; rocky areas and urban environments. Each one is described, furthermore are reviewed some aspects of a series of representative species, which are adapted to own conditions of each type of habitat. By collecting data about vertebrates at the forty five 10 km UTM grids that cover the area, current presence data set was recorded for 273 species (14 amphibians, 19 reptiles, 193 birds and 47 mammals), which set up about 50% of the vertebrates in the Iberian Peninsula like confirmation of its high ecological value. Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009 56 R. U. Gosálvez, E. Ayllón, T. Flores Polanco 1. Introducción Los vertebrados están jugando un papel importante en la toma de decisiones de conservación de la biodiversidad en nuestra sociedad actual. Esto se debe, en especial, a que es el grupo taxonómico para el cual existe mayor información generada y divulgada, algunas especies suelen requerir grandes territorios para su supervivencia, por lo cual se les considera especies “paraguas” (su conservación implica la conservación de muchas especies más) y son grupos carismáticos para el público en general (educación ambiental y turismo). La heterogeneidad del hábitat es el principal factor determinante de la biodiversidad, aunque otros factores influyen en la riqueza de especies de vertebrados. Este es el caso del espacio geográfico analizado en este trabajo, Puertollano y su entorno, zona ecotónica entre dos unidades naturales muy singulares de la Meseta Sur: el Campo de Calatrava y el Valle de Alcudia y Sierra Madrona. En el primero, cabe destacar la existencia de la región volcánica más importante de la Península Ibérica, generando un complejo palustre de excepcional valor ambiental, al tratarse de las únicas lagunas de origen volcánico de toda la Península (Gosálvez, 2003). Por su parte, el Valle de Alcudia y Sierra Madrona albergan algunas de las mejores dehesas y serratas paleozoicas de la Meseta Sur, constituyendo un espacio de primer orden para la fauna vertebrada a escala europea. Así ha quedado reconocido en la red de espacios naturales de la Unión Europea, NATURA 2000, al quedar incluido gran parte de este territorio en la misma. Este trabajo recopila los datos sobre los vertebrados terrestres en Puertollano y su entorno y constata la presencia de alrededor del 50% de los vertebrados de la Península Ibérica, lo que convierte a este territorio en una de las áreas de mayor valor ecológico en Europa. 2. Área de estudio. La Península Ibérica se halla encuadrada en el extremo más occidental de la región Paleártica, ejerciendo de puente para la fauna vertebrada entre el Norte de África y el suroeste de Europa. En el contexto europeo destaca la riqueza faunística ibérica dentro de la uniformidad del Paleártico, resultado de una compleja interacción entre procesos geológicos y bioclimáticos, además de una tradicional intervención humana sobre el territorio. La cuenca mediterránea ha sufrido una intensa acción humana a lo largo de toda la historia, y la Península Ibérica no ha escapado a ello. Ganadería, agricultura, carboneo, construcción naval, incendios, caza y minas han empobrecido progresivamente la riqueza faunística en vertebrados, sobre todo en lo referente a depredadores (osos, linces, lobos, etc.). A finales del siglo XVI, las llamadas Relaciones Topográficas de Felipe II (Viñas Mey et al., 1971), dan una idea de los montes y la caza de entonces en Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009 Fauna vertebrada terrestre en un espacio de transición 57 las principales villas de su reino. Veamos ejemplos de ello en dos municipios del territorio estudiado en esta contribución: Puertollano: “Que la dicha villa es abundosa de leña y aunque vale algo cara y se proveen de la dicha leña de montes de la dicha villa como son xara, madroño, quexigo, labernago, chaparro, y coscoja y otro monte y que no hay otras arboledas mas del dicho monte y que en los dichos montes hay perdices y conejos y muchos lobos”. Fuencaliente: “Que la tierra es muy abundante de leñas de muchas y diversas montañas como es robles, alcornoques, quexijos y encinas y otros montes comunes como son jarales, romero, arraigan brezales, ladiernagos y madroños y hay animales de diversos generos fieros, como son: osos, lobos, zorros, cazas, ciervos, corzos; puercos jabalies y cabras montesas, perdices, conejos y tienen salvajinas, gatos salvajes y jinetos y tejones y garduñas, las cuales dichas salvajinas se crian y hayan en esta tierra”. Evidentemente, destaca la otrora abundancia de lobos y la presencia de osos. Centrándonos en el territorio de estudio, destaca su particularidad biogeográfica, al tratarse de una zona de transición entre dos de las unidades naturales más interesantes del borde meridional de la Meseta Sur, el “Valle de Alcudia y Sierra Madrona” y el Campo de Calatrava, que hacen de frontera entre las comunidades autónomas de Castilla-La Mancha y Andalucía (Figura 1). Las 45 cuadrículas UTM de 10x10 km que cubren el área constituyen un total de 4.500 km2 en los que se tienen citas recientes de presencia de 273 especies de vertebrados terrestres. “En Sierra Madrona y su entorno están representados 25 hábitats de interés comunitario, por lo que posee el 40,3%, 22,5% y 12,6% de los tipos existentes en el conjunto de Castilla-La Mancha, España y Europa, respectivamente” según García Río (2006:184), lo cual da idea de la diversidad de medios de los que dispone la fauna. El Valle de Alcudia, Sierra Madrona y el Campo de Calatrava albergan en la actualidad poblaciones importantes de varias especies de vertebrados amenazados entre las que destacan el águila imperial ibérica, la cigüeña negra, el águila-azor perdicera, el lince ibérico, el lobo o el galápago europeo, entre otras. La importancia faunística y botánica ha motivado la declaración de unas 200.000 has. de espacios protegidos incluidos en la Red Europea NATURA 2000 y en la Red de Áreas Protegidas de Castilla-La Mancha. 3. Los paisajes, base de Puertollano y su entorno. la diversidad de vertebrados de En el ámbito de estudio podemos distinguir a modo de síntesis siete grandes manifestaciones paisajísticas que dan lugar a seis importantes hábitats para la fauna vertebrada (Figura 2): el monte mediterráneo y las dehesas; los pinares; los cultivos Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009 R. U. Gosálvez, E. Ayllón, T. Flores Polanco 58 Figura 1. Localización del área de estudio: Puertollano y su entorno. Líneas negras discontinuas: ríos; manchas grises: lagunas y embalses; círculos grises con punto negro: principales núcleos urbanos; Líneas negras continuas: carreteras. - Location of the study area: Puertollano and its environment. Discontinuous black lines: rivers; gray spots: lakes and reservoirs; gray circles with black point: major urban, continuous black lines: roads. cerealistas extensivos o pseudoestepas; los paisajes ligados al agua; los roquedos y, por último, los medios urbanos. En cada uno de ellos vamos a encontrar a una serie de especies de vertebrados características, adaptadas a las condiciones ambientales concretas de cada tipo de hábitat, junto a una lista más extensa de especies que no son exclusivas de él. La utilización del término monte mediterráneo se justifica por la degradación fisionómica a la que ha sido sometido el bosque mediterráneo por la acción del hombre, lo que ha favorecido la aparición de áreas de arbolado claro o con porte arborescente, formaciones arbustivas, matorrales y pastizales. Existen pocos lugares en que el bosque no haya sido intensamente transformado. El monte mediterráneo, tal vez el mejor y más representativo hábitat en extensión del área estudiada, sigue siendo extraordinariamente rico a pesar de las múltiples agresiones sufridas. Encinas, robles, quejigos, alcornoques, enebros, brezos, jaras y tomillos, son las especies botánicas más representativas que lo caracterizan. Majestuosos en porte y dimensiones, las distintas especies del género Quercus, suponen un auténtico Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009 Fauna vertebrada terrestre en un espacio de transición 59 Figura 2. Paisajes/hábitats del área de estudio: Puertollano y su entorno. - Landscapes / habitats in the study area: Puertollano and its environment. manto protector durante todo el año. Otra variante singular de la degradación del bosque mediterráneo lo proporciona la dehesa. Los árboles de una dehesa son preservados de forma selectiva y una vez liberados de la competencia de otros congéneres reciben cuanta luz, agua y nutrientes necesitan, desarrollando los fustes más gruesos, los follajes más tupidos y las fructificaciones más abundantes. A esta singularidad se suma la continua intervención humana, en su búsqueda de los mejores frutos, realizando podas que favorecen ramas más bajas y horizontales. Esta abundancia y calidad de alimento es aprovechada por un gran número de especies salvajes que se suman a las domésticas, sobre todo en otoño. En el suelo de la dehesa se encuentra el complemento productivo de los árboles, el pasto, que es favorecido mediante el ganado para evitar su embastecimiento por especies no deseadas y para mantener a raya el matorral. En los pinares, dominados por el pino resinero Pinus pinaster, encontramos numerosas especies de aves casi exclusivas como el piquituerto común Loxia curvirostra, el herrerillo capuchino Parus cristatus o los reyezuelos Regulus sp.. Entre los mamíferos destaca un especialista como la ardilla roja Sciurus vulgaris. El predominio del estrato arbóreo es la principal característica de este hábitat, cuya extensión se ha visto favorecida por la mano del hombre en Puertollano y su entorno a través de numerosas plantaciones forestales, intensificadas a mediados del siglo Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009 60 R. U. Gosálvez, E. Ayllón, T. Flores Polanco XX. No podemos dejar de mencionar que recientemente se ha demostrado el carácter autóctono de una población relicta de pino resinero en el paraje de Burcio del Pino (Charco y Gil, 2005). Las zonas intensamente intervenidas por el hombre, como son los espacios dedicados a los cultivos cerealistas y a los pastos, son el lugar óptimo para la especies de aves propias de ambientes esteparios, tales como el aguilucho cenizo Circus pygargus, el sisón común Tetrax tetrax, el alcaraván común Burhinus oedicnemus, la ganga ibérica Pterocles alchata y la avutarda común Otis tarda. El principal problema de conservación de las especies que residen en este tipo de hábitat es la reducción cada vez más acusada del mismo por la intensificación agrícola y, en menor medida, por el desarrollo urbano y las infraestructuras de comunicación (aeropuertos, autovías, etc.). En este tipo de paisajes, se establece un interesante mundo de relaciones entre animales que dependen de un mismo recurso y que, por tanto, oscila al ritmo impuesto por el calendario agrícola. En los márgenes de los cultivos o en el interior de ellos, el amontonamiento de piedras retiradas de los campos de labor (majanos) permite que la humedad se conserve por más tiempo, lo que favorece el crecimiento de especie vegetales autóctonas. Estos majanos sirven también de oteadero para algunas aves, como trigueros, mochuelos y collalbas, así como un lugar de asolamiento para el lagarto ocelado y un refugio para las culebras bastarda y de escalera. En la estación fría, esas mismas grietas acogen el letargo invernal de erizos, musarañas, culebras, lagartos y lagartijas. Junto a los majanos, no podemos dejar de mencionar la presencia, cada vez menor, de las lindes entre las distintas parcelas de labor y las cunetas de los caminos, constituyendo minúsculos hábitats lineales, no siempre respetados por el arado, y que dan cobijo a especies vegetales eliminadas de los alrededores, donde encuentra refugio la fauna. Por último, este tipo de paisajes es clave para la supervivencia de las especies ligadas al monte mediterráneo, pues constituyen espacios alternativos de campeo y alimentación de numerosos consumidores primarios, sobre todo rapaces. En cuanto a los paisajes ligados al agua, no podemos dejar de advertir que muchos de ellos se encuentran en un grave estado de degradación, sobre todo los de menor entidad, a pesar de constituir lugares ricos y frágiles del que dependen un gran número de especies de invertebrados, así como de peces, anfibios, galápagos y aves acuáticas. Patos nadadores, garzas y aves limícolas aprovechan las escasas lagunas y ríos que sobreviven milagrosamente en Puertollano y su entorno, mientras que los anfibios aprovechan las pequeñas charcas temporales o semipermanentes para poder reproducirse. Aunque muchos mamíferos necesitan la cercanía del agua en su vida diaria, aquí podemos encontrarnos con dos especies que tienen una clara dependencia de ella, la nutria y la rata de agua. El curso medio de los ríos, como son los que drenan el territorio estudiado, se caracteriza por un escaso caudal y una baja velocidad del agua. Distintas especies de peces con un elevado número de individuos se desplazan por su interior, mientras las algas y ranúnculos proliferan. La orilla pone en contacto dos medios muy Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009 Fauna vertebrada terrestre en un espacio de transición 61 diferentes, el acuático y el terrestre, creando un ambiente singular rico en formas de vida, animales y vegetales, resultando notable la capacidad de adaptación de muchos de ellos a vivir en ambos medios. Una tupida vegetación protege comunidades de animales más o menos ligadas al agua. Las principales especies botánicas que pueblan los cursos fluviales de nuestro territorio son los tamujos, juncos, fresnos, sauces y alisos, configurando unas formaciones de galería singulares en estas latitudes. La combinación del arbolado con espacios abiertos, los frecuentes huecos en los troncos y el agua favorecen la instalación de una fauna abundante y variada. Los roquedos, formados mayoritariamente por cuarcitas muy diaclasadas y fracturadas de la Era Primaria, son el soporte de colonias de aves gregarias como el buitre leonado y el lugar de nidificación de un elevado número de especies, entre las que cabe destacar el águila real, el alimoche común, el halcón común o la mítica cigüeña negra. La cabra montés Capra pyrenaica encuentra refugio entre los riscos más inaccesibles. Aquí, los reptiles con tendencias más rupícolas utilizan sus grietas como refugio y lugares de caza. Por último, no nos podemos olvidar de las especies animales que se encuentran ligadas a nuestros pueblos y ciudades, pues con ser los hábitats menos ricos en diversidad no deben ser olvidados. Aquí encuentran un buen óptimo ecológico especies como la cigüeña blanca Ciconia ciconia, las lechuzas Tyto alba, salamanquesa común Tarentola mauritanica y los vencejos Apus sp. o las golondrinas Hirundo sp., que tanto alegran el ambiente y tan buen servicio realizan en la captura de invertebrados voladores, especialmente mosquitos. Menos reconocida es la labor de los pequeños murciélagos que se alimentan al anochecer de las polillas que acuden a la luz de las farolas. Podemos concluir afirmando que la fauna de Puertollano y su entorno está estrechamente relacionada con la diversidad de paisajes y, por lo tanto, de los hábitats con que cuenta, siendo esta diversidad el resultado de una combinación de los distintos factores ambientales que convergen en el espacio geográfico. En este contexto, la actividad humana ha jugado un papel trascendental, modelando unas veces los paisajes primitivos o generando otros nuevos, los llamados paisajes culturales, a los que la fauna se ha ido adaptando paulatinamente y cuando no lo ha podido hacer, ha reducido su área de distribución, desplazándose o incluso extinguiéndose. 4. La fauna vertebrada terrestre: catálogo y especies de interés. 4.1. Catálogo de vertebrados El número total de vertebrados terrestres identificados en el territorio estudiado asciende a 273 especies, de las cuales 14 son anfibios, 19 son reptiles, 193 son aves (entre residentes, migratorias, invernantes y estivales) y, finalmente, 47 mamíferos. Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009 62 R. U. Gosálvez, E. Ayllón, T. Flores Polanco A partir de datos de campo y bibliográficos se ha elaborado el presente catálogo, que se estructura en una serie de tablas en las que se caracteriza taxonómica y ecológicamente las especies identificadas en el ámbito de estudio, realizándose al mismo tiempo un diagnóstico de su estado de conservación a partir de su estatus legal y de su inclusión en alguna categoría de amenaza o prioridad (Libros Rojos y Catálogo Regional de Especies Amenazadas). El contenido de cada columna de las tablas que organizan este catálogo de vertebrados terrestres se explica a continuación, así como las abreviaturas utilizadas en cada caso. Orden/Familia/Nombre científico/común: Estructura taxonómica de todas las especies identificadas en el territorio. Estatus fenológico (Aves): Utilizamos las seis clases fenológicas del Anuario Ornitológico de la provincia de Ciudad Real (Casas et al., 2007): - Residente (R): Habitual a lo largo de todo el año con cifras importantes. (r): Habitual a lo largo de todo el año con cifras reducidas. - Estival (E): Habitual en primavera y verano con cifras importantes. (e): Habitual en primavera y verano con cifras reducidas. - Reproductor ocasional (ro): No se reproduce todos los años. - Invernante (I): Habitual en otoño e invierno con cifras importantes. (i): Habitual en otoño e invierno con cifras reducidas. - Migrante (P): Habitual durante los pasos migratorios con cifras importantes. (p): Habitual durante los pasos migratorios con cifras reducidas. - Accidental (A): Se presenta con muy poca frecuencia. Hábitats: Para cada especie indicamos los hábitats más característicos ya mencionados. MD: Monte mediterráneo y Dehesas P: Pinares C: Cultivos cerealistas y pastizales A: Hábitats acuáticos R: Roquedo MU: Medio urbano U: Ubiquista, estos taxones pueden distribuirse por la mayoría de los hábitats identificados Estado de conservación: Considerando los libros rojos de vertebrados de España y el Catálogo Regional de Especies Amenazadas de Castilla-La Mancha se pueden distinguir las siguientes categorías: Libros Rojos: - Extinto (EX): Un taxón se considera extinto cuando no queda ninguna duda razonable de que el último individuo existente ha muerto, tras la realización de prospecciones exhaustivas de sus hábitats, conocidos y/o esperados, en los momentos apropiados (diarios, estacionales, anuales), y a lo largo de su área de distribución histórica. - Extinto a nivel regional (RE) Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009 Fauna vertebrada terrestre en un espacio de transición 63 En peligro crítico (CR): Taxones que se enfrentan a un riesgo extremadamente alto de extinción en estado silvestre. La probabilidad de extinción es de por lo menos un 50% en los próximos 10 años. - En peligro (EN): Taxones que se enfrentan a un riesgo muy alto de extinción en estado silvestre. La probabilidad de extinción es de por lo menos un 20% en los próximos 20 años. - Vulnerable (VU): Taxones que se enfrentan a un riesgo alto de extinción en estado silvestre. La probabilidad de extinción es de por lo menos un 10% en los próximos 100 años. - Casi amenazado (NT): Taxón que ha sido evaluado y no satisface, actualmente, los criterios para En peligro crítico, En peligro o Vulnerable; pero está próximo a satisfacer los criterios, o posiblemente los satisfaga, en el futuro cercano. - Preocupación menor (LC): Taxones evaluados que no cumplen ninguno de los criterios de las categorías anteriores. Se incluyen en esta categoría taxones abundantes y de amplia distribución. - Datos insuficientes (DD): No estamos ante una categoría de amenaza, simplemente se trata de taxones para los cuales son hay información para realizar una evaluación adecuada. - No evaluado (NE): Taxones a los que todavía no se les ha aplicado estos criterios de evaluación. Catálogo Regional de Especies Amenazadas: Según el Decreto 33/1998 por el que se crea el Catálogo Regional de Especies Amenazadas de Castilla-La Mancha, se distinguen las siguientes categorías legales: - En peligro de extinción (EX): Reservada a aquellas especies cuya supervivencia es poco probable si los factores causales de la actual situación siguen actuando. - Vulnerable (VU): Destinada a aquellas especies que corren el riesgo de pasar a las categorías anteriores en un futuro inmediato si los factores adversos que actúan sobre ellas no son corregidos. - Interés especial (IE): Aquellas especies que sin estar contempladas en ninguna de las categorías precedentes sean merecedoras de una atención particular en función de su valor científico, ecológico, cultural o por su singularidad. - Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009 R. U. Gosálvez, E. Ayllón, T. Flores Polanco 64 Tabla 1. Anfibios identificados en Puertollano y su entorno. — Identified amphibians at Puertollano and its surroundings. Nombre común Nombre científico Hábitat Estado de conservación Libro rojo Cat Reg Orden Caudata Familia Salamandridae Gallipato Pleurodeles waltl U NT IE Salamandra común Salamandra salamandra A, MD VU IE Tritón ibérico Lissotriton boscai A, MD LC IE Triturus pygmaeus A, MD VU IE Alytes cisternasii MD NT IE Discoglossus galganoi A,C,MD LC IE Pelobates cultripes U NT IE Pelodytes punctatus C, MD LC IE Sapo común Bufo bufo U LC IE Sapo corredor Bufo calamita U LC IE Ranita de San Antón Hyla arborea A, MD, C NT IE Ranita meridional Hyla meridionalis A, MD, C NT IE Pelophylax perezi U LC - Tritón pigmeo Orden Anura Familia Alytidae Sapo partero ibérico Sapillo pintojo ibérico Familia Pelobatidae Sapo de espuelas Familia Pelodytidae Sapillo moteado Familia Bufonidae Familia Hylidae Familia Ranidae Rana común Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009 Fauna vertebrada terrestre en un espacio de transición 65 Tabla 2. Reptiles identificados en Puertollano y su entorno. — Identified reptiles at Puertollano and its surroundings. Estado de conservación Nombre común Nombre científico Orden Chelonii Familia Bataguridae Galápago leproso Mauremys leprosa A VU IE Emys orbicularis A VU VU Blanus cinereus U LC IE Hábitat Libro rojo Cat Reg Familia Emydidae Galápago europeo Orden Squamata Familia Blanidae Culebrilla ciega Familia Scincidae Eslizón ibérico Chalcides bedriagai MD, C NT IE Eslizón tridactilo Chalcides striatus MD, A LC IE Familia Gekkonidae Salamanquesa común Tarentola mauritanica U LC IE Salamanquesa rosada Hemidactylus turcicus U LC IE MD LC IE U LC IE Familia Lacertidae Lagartija colirroja Acanthodactylus erithrurus Lagarto ocelado Timon lepidus Lagartija ibérica Podarcis hispanica U LC IE Lagartija colilarga Psammodromus algirus MD, P LC IE Lagartija cenicienta Psammodromus hispanicus C,MD LC IE Familia Colubridae Culebra de herradura Hemorrhois hippocrepis U LC IE Culebra de escalera Rhinechis scalaris U LC IE Culebra lisa meridional Coronella girondica MD, P LC IE Culebra bastarda Malpolon monspessulanus U LC IE Culebra de cogulla Macroprotodon brevis MD,C,P NT IE Culebra de collar Natrix natrix A, MD LC IE Culebra viperina Natrix maura A LC IE Vipera latastei R, MD NT - Familia Viperidae Víbora hocicuda Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009 R. U. Gosálvez, E. Ayllón, T. Flores Polanco 66 Tabla 3. Aves identificadas en Puertollano y su entorno. — Identified birds at Puertollano and its surroundings. Nombre común Nombre científico Fenología Hábitat Estado de conservación Dir Libro Cat aves rojo reg A NE IE A NE IE Orden Podicipediformes Familia Podicipedidae R. Reproductor, I, P R. Reproductor, I, P. Zampullín común Tachybaptus ruficollis Somormujo lavanco Podiceps cristatus Zampullín cuellinegro Podiceps nigricollis E reproductor, i, P. A NT VU Phalacrocorax carbo r reproductor, I, P. A NE IE Martinete común Nycticorax nycticorax E reproductor, p. A NE VU Garcilla bueyera Bubulcus ibis R reproductor. A,C NE IE Garceta común Egretta garzetta R reproductor. A NE IE Garza real Ardea cinerea e reproductor, P, i. A NE IE Garza imperial Ardea purpurea e, p. A I NE VU e reproductor, i, p. A, R I VU EN R, P, I. U I NE IE A A I VU VU A A I NT VU i, p A II/1 NE R reproductor, i. A Orden Pelecaniformes Familia Phalacrocoracidae Cormorán grande Orden Ciconiiformes Familia Ardeidae I I Familia Ciconiidae Cigüeña negra Ciconia nigra Cigüeña blanca Ciconia Ciconia Familia Treskiornithidae Espátula común Platalea leucorodia Orden Phoenicopteriformes Familia Phoenicopteridae Flamenco rosa Phoenicopterus roseus Orden Anseriformes Familia Anatidae Ánsar común Anser anser Tarro blanco Tadorna tadorna Ánade friso Anas strepera r reproductor, I, P. A II/1 NE Cerceta común Anas crecca e reproductor, I, P. A II/1 VU Ánade azulón Anas platyrhynchos R reproductor, I. A II/1 NE Ánade rabudo Anas acuta ro, i, P A II/1 VU Cerceta carretota Anas querquedula ro, P A II/1 VU Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009 NT VU Fauna vertebrada terrestre en un espacio de transición Nombre común Nombre científico 67 Estado de conservación Dir Libro Cat aves rojo reg Fenología Hábitat r reproductor, I, P. A II/1 NT Cuchara común Anas clypeata Pato colorado Netta rufina R reproductor. A II/2 VU Porrón europeo Aythya ferina R reproductor, I, P. E II/1 NE Porrón moñudo Aythya fuligula i, p A II/1 NE Abejero europeo Pernis apivorus ro, P. P,MD I NE IE Elanio común Elanus caeruleus R reproductor MD,C I NT VU Milano negro Milvus migrans e reproductor, P. U I NT IE Milano real Milvus milvus r reproductor, I, P. MD I EN VU Alimoche común Neophron percnopterus e reproductor, p. R I EN VU Buitre leonado Gyps fulvus R reproductor. R I NE IE Buitre negro Aegypius monachus R reproductor MD I VU VU Orden Falconiformes Familia Accipitridae Culebrera europea Circaetus gallicus e reproductor, p. MD I NE VU Aguilucho lagunero cccidental Circus aeruginosus r reproductor, I, P. A I NE VU Aguilucho pálido Circus cyaneus ro, I, P. C I NE VU Aguilucho cenizo Circus pygargus E reproductor, P. C I VU VU Azor común Accipiter gentilis R reproductor. P NE VU Gavilán común Accipiter nisus R reproductor, i, P. P VU VU U NE IE Busardo ratonero Buteo buteo R reproductor, I, P. Águila imperial ibérica Aquila adalberti r reproductor MD,P I EN EN Águila real Aquila chrysaetos r reproductor. R I NT VU Aguililla calzada Hieraaetus pennatus e reproductor, P. MD,P I NE IE Águila-azor perdicera Hieraaetus fasciatus r reproductor. R I EN EN Pandion haliaetus r no reproductor A I CR VU Cernícalo primilla Falco naumanni E reproductor, i muy escaso. MU,C I VU VU Cernícalo vulgar Falco tinnunculus R reproductor, I. U NE IE Esmerejón Falco columbarius i, P. C NE IE Familia Accipitridae Águila pescadora Familia Falconidae I Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009 R. U. Gosálvez, E. Ayllón, T. Flores Polanco 68 Nombre común Nombre científico Fenología Hábitat Estado de conservación Dir Libro Cat aves rojo reg NT VU VU Alcotán europeo Falco subbuteo e reproductor, p. C,R Halcón peregrino Falco peregrinus r reproductor, i. R I NE R reproductor MD,C II/1 DD E reproductor, i, p. C II/2 DD R reproductor. A II/2 NE Orden Galliformes Familia Phasianidae Perdiz roja Alectoris rufa Codorniz común Coturnix coturnix Orden Gruiformes Familia Rallidae Gallineta común Gallinula chloropus IE Focha común Fulica atra R reproductor, I. A II/1 NE Grus grus I, P. MD,C I RE VU Familia Gruidae Grulla común Familia Otididae Sisón común Tetrax tetrax R reproductor, I, P. C I VU VU Avutarda común Otis tarda R reproductor. C I VU VU Orden Charadriiformes Familia Recurvirostridae Cigüeñuela común Himantopus himantopus E reproductor, i, P. A I NE Avoceta común Recurvirostra avosetta E reproductor, i, P. A I NE Burhinus oedicnemus R reproductor, i, P. C I NT Glareola pratincola E reproductor, p. A,C I VU Chorlitejo chico Charadrius dubius e reproductor, i, p. A NE IE Chorlitejo grande Charadrius hiaticula i ocasional, P A NE IE Chorlitejo patinegro Charadrius alexandrinus E reproductor, p, i. A I VU IE Chorlito dorado Pluvialis apricaria i, p. A I NE IE Avefría europea Vanellus vanellus R reproductor, I, P. A,C II/2 NE VU Familia Burhinidae Alcaraván común Familia Glareolidae Canastera común Familia Charadriidae Familia Scolopacidae Correlimos común Calidris alpina i, p. A Combatiente Philomachus pugnax i, P. A Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009 II/2 NE IE NE IE Fauna vertebrada terrestre en un espacio de transición Nombre común 69 Estado de conservación Dir Libro Cat aves rojo reg Nombre científico Fenología Hábitat Agachadiza común Gallinago gallinago I, P. A Aguja colinegra Limosa limosa i, P. A VU Zarapito trinador Numenius phaeopus p. A NE Zarapito real Numenius arquata i, p. A NE Archibebe común Tringa totanus ro, i, P. A Andarríos chico Actitis hypoleucos I, P. A Gaviota reidora Larus ridibundus r reproductora, I, P. A II/2 NE Gaviota sombría Larus fuscus I, P. A II/2 NE e reproductor, p. A I VU VU ro, p. A I EN VU II/1 II/2 EN IE VU IE NE IE Familia Laridae Familia Sternidae Fumarel cariblanco Chlidonias hybridus Fumarel común Chlidonias niger Orden Pterocliformes Familia Pteroclidae Ganga ortega Pterocles orientalis R reproductor C I VU VU Ganga ibérica Pterocles alchata R reproductor. C I VU VU Paloma bravía Columba livia R reproductor MU II/1 NE Paloma zurita Columba oenas U II/2 DD Paloma torcaz Columba Palumbus MD,P II/1 NE Tórtola turca Streptopelia decaocto R reproductor. MU II/2 NE Tórtola europea Streptopelia turtur E reproductora, P. MD II/2 VU Orden Columbiformes Familia Columbidae r reproductora, I, P. R reproductor, I, P. Orden Cuculiformes Familia Cuculidae Críalo europeo Clamator glandarius E reproductor, i ocasional. MD NE IE Cuco común Cuculus canorus E reproductor, P. MD,C NE IE R reproductor. MU NE IE NE IE NE VU Orden Estrigiformes Familia Tytonidae Lechuza común Tyto alba Familia Strigidae Autillo europeo Otus scops E reproductor, P. A,MU Búho real Bubo bubo R reproductor. R I Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009 R. U. Gosálvez, E. Ayllón, T. Flores Polanco 70 Nombre común Nombre científico Fenología Hábitat Estado de conservación Dir Libro Cat aves rojo reg Mochuelo europeo Athene noctua R reproductor. U NE IE Cárabo común Strix aluco R reproductor. A,MD NE IE Búho chico Asio Otus R reproductor, i. A,MD NE IE Búho campestre Asio flammeus ro, i, p. C I NE MD I NE Orden Caprimulgiformes Familia Caprimulgidae Chotacabras Caprimulgus europaeus europeo Chotacabras Caprimulgus ruficollis cuellirrojo Orden Coraciiformes Familia Coraciidae e reproductor, P, i ocasional E reproductor, p, i ocasional. IE C,MD,P NE E reproductor, P. C VU IE Upupa epops R reproductor U NE IE Pito Real Picus viridis R reproductor. MD NE IE Pico Picapinos Dendrocopos major R reproductor. A NE IE Carraca Coracias garrulus Familia Upupidae Abubilla Orden Piciformes Familia Picidae Orden Passeriformes Familia Alaudidae Calandria Melanocorypha caladra R reproductor, I. C I NE IE Terrera común Calandrella brachydactyla E reproductor, P. C I VU IE Cogujada común Galerida cristata R reproductor. C NE IE Cogujada montesina Galerita theklae R reproductor. C,R NE Totovía Lullula arborea R reproductor. C I NE IE Alondra común Alauda arvensis r reproductor, I. C II/2 NE IE Avión roquero Ptyonoprogne rupestris R reproductor. R NE IE Golondrina común Hirundo Rustica E reproductor, P. MU NE IE Golondrina dáurica Hirundo Daurica e reproductor, p. R, A NE IE Avión común Delichon urbica E reproductor, P. MU NE IE Bisbita campestre Anthus campestris e reproductor, p. C, MD NE IE Bisbita común Anthus pratensis I, P. C NE IE Familia Hirundinidae Familia Motacillidae Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009 I Fauna vertebrada terrestre en un espacio de transición Nombre común Lavandera boyera Nombre científico Motacilla flava 71 Fenología Hábitat Estado de conservación Dir Libro Cat aves rojo reg E reproductor, P. A NE IE R reproductor, I, P. A NE IE Lavandera cascadeña Motacilla cinerea Lavandera blanca Motacilla alba r reproductor, I, P. U NE IE Cinclus cinclus r reproductor. A NE VU Troglodytes troglodytes R reproductor, i, p. A NE IE I, p. R NE IE Familia Cinclidae Mirlo acuático Familia Troglodytidae Chochín Familia Prunellidae Acentor común Prunella modularis Familia Turdidae Alzacola rojizo Cercotrichas galactotes e reproductor, p. C EN IE Petirrojo Erithacus rubecula r reproductor, I. MD,P,A,O NE IE Ruiseñor común Luscinia megarhynchos E reproductor, P. A NE IE Colirrojo tizón Phoenicurus ochruros e reproductor, I, P. MD,P,C,O NE IE Colirrojo real Phoenicurus phoenicurus e reproductor, P MD,P,C,O NE IE Tarabilla norteña Saxicola rubetra P. C NE IE Tarabilla común Saxicola torquata R reproductor, I, P. C,O NE IE Collalba gris Oenanthe oenanthe e reproductor, P. C NE IE Collalba rubia Oenanthe hispanica E reproductor, P. C NT IE Collalba negra Oenanthe leucura r reproductor. R NE IE Roquero solitario Monticula solitarius R reproductor. R NE IE Mirlo común Turdus merula R reproductor, I, P. U II/2 NE IE Zorzal común Turdus philomelos r reproductor, I, P. MD,P,O II/2 NE IE Zorzal alirrojo Turdus iliacus i, p. MD,P,O NE IE Zorzal charlo Turdus viscivorus R reproductor, I. MD,P,O NE IE I II/2 Familia Sylviidae Ruiseñor bastardo Cettia cetti R reproductor. A NE IE Buitrón Cisticola juncidis R reproductor. A NE IE Carricero común Acrocephalus scirpaceus E reproductor, P. A NE IE Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009 R. U. Gosálvez, E. Ayllón, T. Flores Polanco 72 Nombre común Carricero tordal Nombre científico Acrocephalus arundinaceus Fenología Hábitat Estado de conservación Dir Libro Cat aves rojo reg E reproductor, p. A NE IE e posible reproductor, p muy escaso. A NT IE E reproductor, P. A NE IE R reproductor. MD NE IE Zarcero pálido occidental Hippolais pallida Zarcero común Hippolais polyglotta Curruca rabilarga Sylvia undata Curruca tomillera Sylvia conspicillata e reproductor, p. MD DD IE Curruca carrasqueña Sylvia cantillans E reproductor, p. MD NE IE Curruca cabecinegra Sylvia melanocephala R reproductor. MD NE IE Curruca mirlona Sylvia hortensis e reproductor, p. MD NE IE Curruca zarcera Sylvia communis e reproductor probable, p. MD,C NE IE Curruca capirotada Sylvia atricapilla e reproductor, I, P. MD NE IE Mosquitero papialbo Phylloscopus bonelli e reproductor, P. P NE IE Mosquitero común Phylloscopus collybita I, P. MD,P,O NE IE Mosquitero musical Phylloscopus trochilus P. MD,P NT IE Reyezuelo sencillo Regulus regulus i, p. P DD IE Reyezuelo listado Regulus ignicapillus probable reproductor, I, P. P NE IE Papamoscas gris Muscicapa striata e reproductor, P. P NE IE Papamoscas cerrojillo Ficedula hypoleuca e reproductor, P. MD,P,C,O NE IE Aegithalos caudatus R reproductor. FA,MD,P NE IE Herrerillo capuchino Parus cristatus R reproductor. P NE IE Herrerillo común Parus caeruleus R reproductor P,MD,O NE IE Carbonero común Parus major R reproductor. P, MD,O NE IE Sitta europaea R reproductor. P,MD NE IE R reproductor, I. P,MD NE IE I Familia Muscicapidae Familia Aegithalidae Mito Familia Paridae Familia Sittidae Trepador azul Familia Certhiidae Agateador común Certhia brachydactyla Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009 Fauna vertebrada terrestre en un espacio de transición 73 Fenología Hábitat Estado de conservación Dir Libro Cat aves rojo reg Oriolus oriolus E reproductor. A NE IE Alcaudón real Lanius meridionalis R reproductor. MD,C NE IE Alcaudón común Lanius senator E reproductor, p. C,MD NT IE Nombre común Nombre científico Familia Oriolidae Oropéndola Familia Laniidae Familia Corvidae Arrendajo Garrulus glandarius R reproductor. P,MD Rabilargo Cyanopica cyana R reproductor. P,MD,O Urraca Pica pica R reproductor. U Chova piquirroja Pyrrhocorax pyrrhocorax r reproductor, p. Grajilla Corvus monedula Corneja común Cuervo II/2 NE NE IE II/2 NE IE R I NE IE R reproductor. R II/2 NE Corvus corone r reproductor. P,C II/2 NE Corvus corax R reproductor, i, p. R NE IE Familia Sturnidae Estornino pinto Sturnus vulgaris I, P. MU,C II/2 NE Estornino negro Sturnus unicolor R reproductor. MU,C NE Gorrión común Passer domesticus R reproductor. MU NE Gorrión moruno Passer hispaniolensis R reproductor, I. U NE IE Gorrión molinero Passer montanus R reproductor. MU NE IE Gorrión chillón Petronia petronia R reproductor. R NE IE Pinzón vulgar Fringilla coelebs R reproductor, I, P. MD,P,O NE IE Pinzón real Fringilla montifringilla IE Familia Passeridae Familia Fringillidae Verdecillo Serinus serinus Verderón serrano Serinus citrinella Verderón común Carduelis chloris Jilguero Carduelis carduelis Lúgano Carduelis spinus i, p. P,O NE R reproductor, I, P. U NE i. P NE U NE C NE C NE R reproductor, I, P. R reproductor, I, P. I, P. IE IE Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009 R. U. Gosálvez, E. Ayllón, T. Flores Polanco 74 Nombre común Fenología Hábitat Estado de conservación Dir Libro Cat aves rojo reg R reproductor, I, P. C NE Nombre científico Pardillo común Carduelis cannabina Piquituerto común Loxia curvirostra r reproductor, i, p. P NE IE Camachuelo común Pyrrhula pyrrhula i, p. P NE IE Picogordo Coccothraustes coccothraustes R reproductor, p, i. A,MD,O,P NE IE Escribano soteño Emberiza cirlus R reproductor. A, C NE IE Escribano montesino Emberiza cia R reproductor. MD NE IE Escribano hortelano Emberiza hortulana p MD NE IE Triguero Miliaria calandra R reproductor. C NE IE Familia Emberizidae I Tabla 4. Mamíferos identificados en Puertollano y su entorno — Identified mammals at Puertollano and its surroundings. Nombre común Nombre científico Hábitat Estado de conservación Libro Cat reg. rojo Orden Erinaceomorpha Familia Erinaceidae Erizo europeo Orden Soricomorpha Familia Soricidae Musaraña gris Erinaceus europaeus MD, C LC IE Crocidura russula MD, C, P LC IE Suncus etruscus MD, C LC IE Murciélago grande de herradura Rinolophus ferrumequinum MD, R, C NT VU Murciélago pequeño de herradura Rhinolophus hipposideros MD, R, A NT VU Murciélago mediterráneo de herradura Rinolophus euryale MD, R VU VU Murciélago mediano de herradura Rinolophus mehelyi MD, R EN VU Musgaño enano Orden Chiroptera Familia Rhinolophidae Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009 Fauna vertebrada terrestre en un espacio de transición Nombre común 75 Nombre científico Estado de conservación Hábitat Libro rojo Cat reg. Familia Vespertilionidae Murciélago ratonero grande Myotis myotis MD, R VU VU Murciélago ratonero mediano Myotis blythii MD, R VU VU Murciélago ratonero pardo Myotis emarginatus MD, R VU VU Murciélago ratonero gris Myotis escalerai MD, R, A NT VU Murciélago ratonero ribereño Myotis daubentonii MD, A IE Murciélago hortelano mediterráneo Eptesicus isabellinus R, MU, A Murciélago de cueva Miniopterus schreibersii MD, R VU VU Murciélago enano Pipistrellus pipistrellus U IE Murciélago de Cabrera Pipistrellus pygmaeus MU, R, A IE Orejudo gris Plecotus austriacus MD, R, C NT IE Tadarida teniotis R, C, MU NT IE Lobo Canis lupus MD, P NT EX Zorro Vulpes vulpes MD, P, C Nutria Lutra lutra A VU Familia Molossidae Murciélago rabudo Orden Carnivora Familia Canidae Familia Mustelidae Garduña Martes foina U IE Tejón Meles meles MD IE Comadreja Mustela nivalis MD, C, A IE Turón Mustela putorius U NT IE Herpestes ichneumon MD IE Genetta genetta MD, A IE Gato montés Felis sylvestris MD, C NT IE Lince ibérico Linx pardinus MD CR EX Familia Herpestidae Meloncillo Familia Viverridae Gineta Familia Felidae Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009 R. U. Gosálvez, E. Ayllón, T. Flores Polanco 76 Nombre común Estado de conservación Nombre científico Hábitat Libro rojo Cat reg. Orden Artiodactyla Familia Bovidae Arrui Ammotragus lervia R Cabra montés Capra pyrenaica R NT Muflón Ovis aries P, MD, R Corzo Capreolus capreolus MD Ciervo Cervus elaphus MD, C Gamo Dama dama C, MD Sus scrofa MD Ratón de campo Apodemus sylvaticus MD, C Ratón casero Mus musculus MU Ratón moruno Mus spretus MD, C, R Rata parda Rattus norvegicus MU, A, C Rata negra Rattus rattus MD, C,MU Arvicola sapidus A VU IE Lirón careto Eliomys quercinus MD, R, P Topillo mediterráneo Microtus duodecimcostatus MD, C Sciurus vulgaris P IE Liebre ibérica Lepus granatensis MD, C Conejo Oryctolagus cuniculus MD VU Orden Artiodactyla Familia Cervidae Familia Suidae Jabalí Orden Rodentia Familia Muridae Familia Cricetidae Rata de agua Familia Gliridae Familia Sciuridae Ardilla roja Orden Lagomorpha Familia Leporidae Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009 Fauna vertebrada terrestre en un espacio de transición 77 4.2. Especies de interés. 4.2.1. Especies vinculadas al monte mediterráneo y las dehesas. Salamandra común Salamandra salamandra (Linnaeus, 1758) Urodelo de tamaño mediano a grande, de coloración compuesta de manchas amarillas y rojizas sobre fondo negro, en cabeza, cuerpo y extremidades. En la zona de estudio aparece una subespecie propia de Sierra Morena y Valle de Alcudia: Salamandra salamandra morenica, fácilmente identificable por presentar manchas amarillas y rojizas con forma de coma o redondeadas. Aparece en las áreas más húmedas y mejor conservadas de Sierra Madrona, ligada al bosque mediterráneo y otros hábitats con suficiente humedad ambiental (bosques de ribera, pinares y melojares). Al ser una especie de requerimientos ecológicos muy selectivos (zonas frescas, aguas limpias, terrenos forestales) se muestra muy sensible a la alteración del hábitat. También se ve afectada por los atropellos y la persecución directa del hombre al ser considerada por mucha gente como una especie venenosa. Sapo partero ibérico Alytes cisternasii (Boscá, 1879) Sapo endémico de la Península Ibérica, en Ciudad Real está presente en las comarcas de Montes de Ciudad Real, Valle de Alcudia y Sierra Morena, Montes de Toledo, Campo de Calatrava (parte más occidental) y citas aisladas en el Campo de Montiel que marcan el límite oriental de su distribución peninsular. Los hábitats donde aparece de forma más abundante son encinares y bosques de ribera, pero está también presente en secanos, matorrales, quejigares, pinares y pastizales, ligado siempre a arroyos o ríos de aguas limpias donde depositar sus huevos. La destrucción y contaminación de los lugares que utiliza para la reproducción, así como la introducción de peces alóctonos que compiten y/o predan sobre sus larvas como el pez sol, la gambusia, y el black-bass, son las principales amenazas para la especie. Lagartija colilarga Psammodromus algirus (Linnaeus, 1758) Especie distribuida por toda el área de estudio, abunda en biotopos de monte mediterráneo, siendo especialmente abundantes en encinares, matorrales acidófilos montanos y jarales. También es frecuente en bosque de ribera. Como especie muy ligada al monte mediterráneo, cualquier actuación que suponga la destrucción del mismo tal como incendios, infraestructuras, excesiva presión de herbívoros, etc., afecta a su supervivencia. Por su distribución en el territorio, se aprecia claramente cómo le influye la pérdida total de la cobertura arbórea. Culebra lisa meridional Coronella girondica (Daudin, 1803) Resulta bello contemplar los movimientos y las evoluciones de esta culebra, seguramente la más grácil y esbelta de los ofidios ciudadrealeños a lo que se une su temperamento apaciguado y nada agresivo. Especialmente dotada cuando adulta para la captura de reptiles, destacando pequeños saurios (lagartijas, eslizones, etc.) y Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009 R. U. Gosálvez, E. Ayllón, T. Flores Polanco 78 en menor medida micromamíferos e invertebrados. Presenta una distribución escasa en Ciudad Real, apareciendo en el Valle de Alcudia y Sierra Morena. Sus selectivos requerimientos ecológicos la hacen circunscribirse a hábitats bien conservados, con cobertura vegetal suficiente, prefiriendo encinares, matorral mediterráneo y pinares. Los atropellos en carretera, junto con la alteración del medio en que vive, suponen las principales amenazas de esta especie poco frecuente en nuestra región. Cigüeña negra Ciconia nigra (Linnaeus, 1758) Mucho más escasa y esquiva que la cigüeña blanca, evita la presencia humana buscando zonas recónditas y tranquilas tanto para anidar como para alimentarse. Quizás con suerte pueda verse algún ejemplar pescando en algún arroyo o charca, aunque lo más probable es que se la vea en vuelo. Durante los pasos migratorios se puede disfrutar de la observación de varios individuos, incluso algunas decenas, volando camino de sus zonas de reproducción en primavera, o hacia el sur en otoño buscando el Estrecho de Gibraltar para pasar a sus cuarteles invernales africanos. Sus colores no pasan desapercibidos, principalmente en los adultos, con un plumaje blanco y negro azabache con irisaciones verdes y violetas y un rojo brillante en pico, anillo ocular y patas. Es una especie muy escasa, con un mínimo de 10 parejas reproductoras, encontrándose en el Valle de Alcudia y Sierra Morena la mayor parte de la población provincial. Águila imperial ibérica Aquila adalberti (C.L. Brehm, 1861) El territorio estudiado es uno de los últimos refugios de la rapaz más amenazada de Europa y el ave más representativa de los ecosistemas mediterráneos de nuestro país. Algunas parejas se reproducen en Puertollano y su entorno, un mínimo de 4, no siendo raro también observar individuos, inmaduros principalmente, desplazándose entre áreas de dispersión de la especie. Muchas veces se unen en vuelo a los grandes bandos de buitres, incluso participan junto a ellos en carroñadas de cadáveres de ganado y/o reses cinegéticas. Su distribución esta muy ligada a la base de su dieta alimenticia, el conejo; siendo la principal amenaza de esta especie la muerte por choque o electrocución con tendidos eléctricos. Grulla común Grus grus (Linnaeus, 1758) Por octubre, las grullas llegan a las zonas de pastizal y de dehesa (la bellota es su alimento preferido en las zonas de invernada) de nuestro territorio anunciando con su escandaloso canto, parecido a un trompeteo, que el invierno está a punto de llegar. El número de ejemplares dependerá de la climatología que encuentran estas aves a lo largo de su ruta migratoria. Hay años en los que se pueden concentrar en la zona unas 2.000 aves, existiendo a lo largo del Valle de Alcudia varios dormideros. Es una especie bastante ruidosa, lo que facilita enormemente su localización, tanto en vuelo como en las zonas de alimentación. Meloncillo Herpestes ichneumon (Linnaeus, 1758) Este carnívoro mediano prefiere las manchas más densas de monte Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009 Fauna vertebrada terrestre en un espacio de transición 79 mediterráneo, pero la presencia de un superpredador como el lince ibérico puede desplazarle a áreas menos apropiadas. Las hembras acostumbran a desplazarse en fila con sus crías, lo que unido a su aspecto alargado, de cabeza puntiaguda, patas cortas y cola ancha en la base, ha dado lugar a extrañas historias sobre serpientes peludas. Al ser el carnívoro ibérico más claramente diurno, su observación es frecuente cuando atraviesa algún claro. Único representante europeo de los herpéstidos, su distribución está limitada actualmente al cuadrante ibérico sudoccidental, sugiriendo la falta de registro fósil reciente una introducción histórica de ejemplares procedentes de África. Conejo Oryctolagus cuniculus (Linnaeus, 1758) En Castilla-La Mancha se acaba de declarar (Decreto 10/2009, de 10/02/2009) el conejo Oryctolagus cuniculus como especie cinegética de interés preferente y se ha aprobado el Plan General de la especie. Esta declaración supone su reconocimiento como eslabón básico dentro de los ecosistemas mediterráneos, formando parte de la dieta de más de 30 especies de mamíferos carnívoros y aves rapaces en la Península Ibérica. Dos enfermedades víricas, primero la mixomatosis y después la NHV, han llegado a extinguir poblaciones locales y actualmente se puede considerar que la mayoría de poblaciones están todavía en regresión. Su fuerte declive durante varias décadas no ha impedido que haya sido la pieza de caza menor más frecuentemente cobrada por los cazadores en Castilla-La Mancha. Aunque la provincia de Ciudad Real tiene una de las mayores densidades de la Península, es necesaria una mejora apreciable en los manejos de hábitat, que parecen ser las medidas más acertadas para la recuperación del conejo. Lince ibérico Linx pardinus (Temminck, 1827) y lobo Canis lupus (Linnaeus, 1758) Estamos ante los dos superpredadores por excelencia, teniendo en común la falta de confirmación de presencia reciente en la Comunidad de Castilla-La Mancha, aunque con núcleos de población cercanos al área de estudio. Por ello, se han incluido en el Catálogo Regional en la categoría de en peligro de extinción. El lince ibérico es una especie exclusiva de la Península Ibérica desde la reciente aceptación internacional de su categoría taxonómica a nivel molecular y morfológico, siendo considerado a partir de entonces por la UICN como el felino más amenazado del planeta, con sólo dos núcleos de población estables (Doñana y Sierra de Andújar) y menos de 200 individuos. El lobo, Canis lupus, tal como se refiere a él la última edición del Atlas y Libro Rojo de Mamíferos de España, ha perdido su tradicional consideración de subespecie ibérica diferenciada como Canis lupus signatus, lobo, por la falta de base científica reconocida internacionalmente. Aunque la subpoblación principal del cuadrante noroccidental peninsular no sufre amenazas actualmente, el aislamiento de la reducida subpoblación de Sierra Morena, sí está bajo inminente riesgo de inviabilidad. Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009 80 R. U. Gosálvez, E. Ayllón, T. Flores Polanco 4.2.2. Especies vinculadas a las llanuras cerealistas y pastos. Gallipato Pleurodeles waltl (Michaelles, 1830) Con una longitud de hasta 30 cm., se trata del urodelo de mayor tamaño de la Península Ibérica, siendo un endemismo ibero-magrebí. Es muy abundante, encontrándose ampliamente distribuida por toda la zona de estudio. Ocupa cualquier hábitat con el único requerimiento de que exista una zona húmeda apropiada para vivir. El principal problema de conservación del gallipato es la pérdida efectiva de sus lugares de reproducción, ya sea por desecación directa o por sobreexplotación de acuíferos y bajada de niveles freáticos. También sufre numerosos atropellos en carreteras. Por otro lado, la proliferación de charcas ganaderas en zonas agrícolas puede estar favoreciendo a esta especie que se muestra poco selectiva a la hora de elegir lugar de puesta y no parece afectarle en demasía la eutrofización y turbidez del agua. Lagarto ocelado Timon lepidus (Daudin, 1802) Conspicuo y llamativo reptil, el más grande de los saurios de la herpetofauna ciudadrealeña, llegando a sobrepasar los 60 cm. de longitud. Con frecuencia nos sorprende su quietud o mas bien su rápido movimiento en el borde de los caminos y carreteras. Especie abundante, se distribuye por toda la zona de estudio, escaseando en las áreas donde la agricultura intensiva alcanza su máxima expresión. Ocupa multitud de hábitats, prefiriendo zonas abiertas y de monte mediterráneo. Aparece habitualmente en linderos y majanos. Esta especie, aún siendo frecuente, ha experimentado un notable descenso de adultos de gran tamaño en los últimos años, sin poderse definir una causa clara que explique este suceso. El uso de productos biocidas podría ser una de las principales, junto con los atropellos en carretera y la persecución directa de que es objeto por el odio totalmente infundado que genera en gran parte del entorno rural y cinegético. Culebra de escalera Rhinechis scalaris (Schinz, 1822) No resulta difícil identificar esta agilísima culebra dado el diseño inconfundible de dos nítidas líneas longitudinales oscuras que transitan el dorso paralelamente (en los adultos) o formando, por adición de franjas transversales, la figura de una “escalera” (en los jóvenes y algunos adultos). De temperamento bravo y nada dócil, buenísima escaladora y trepadora, a causa de su querencia por calentarse en el asfalto de las carreteras y el firme de los caminos sufre mortalidades muy altas. Los adultos incorporan a su dieta especialmente pequeños mamíferos y aves. La culebra de escalera se distribuye de forma homogénea y abundante por toda la zona de estudio. Su presencia es sumamente plástica ya que aparece en áreas de monte mediterráneo, campos de cultivo, linderos e incluso en medios urbanos e interior de viviendas rurales. El atropello en carretera constituye la principal amenaza para su conservación junto a la persecución directa por el hombre. Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009 Fauna vertebrada terrestre en un espacio de transición 81 Cernícalo primilla Falco naumanni (Fleischer, 1818) La más pequeña de las aves rapaces diurnas de la Península Ibérica, antiguamente era una especie frecuente en las torres de las iglesias de muchos de nuestros pueblos y en casas de labor en el campo, pero actualmente sus poblaciones son cada vez más escasas. Aún hoy, en Puertollano y su entorno existen algunas colonias de cría, resultando fácil verlos durante la primavera-verano cazando en zonas de erial y de cultivo de cereal, principalmente en el valle del río Tirteafuera. Cuando la agricultura se realizaba de forma tradicional, la gente del campo respetaba a la especie por ser un “insecticida natural”, que protegía sus cosechas. Actualmente, con las nuevas políticas agrarias se está destruyendo el hábitat de estas pequeñas rapaces, usando insecticidas químicos, eliminando las lindes y destruyendo los tejados y tapando los mechinales que constituyen su tradicional lugar de nidificación. Avutarda común Otis tarda (Linnaeus, 1758) A pesar de ser el ave voladora más pesada del mundo, hasta 18 kg en el caso de algunos grandes machos, y una de las mayores de Europa, es un ave que por su plumaje críptico, por sus costumbres y su hábitat puede pasar fácilmente desapercibida. Muchos agricultores conocen a esta especie con el nombre de “avetarda”, quizás por lo pausado de su vuelo debido a su envergadura y a su gran peso. La podemos encontrar en los cultivos cerealistas de secano del norte del territorio de estudio, zonas dedicadas principalmente a la cebada. En primavera se producen las ruedas de los machos, comportamiento de exhibición para atraer a las hembras con fines reproductivos en los que los machos “dan la vuelta a su plumaje” convirtiéndose en una gran bola blanca que destaca sobre los cultivos. La primera cita por la que se tiene constancia de la especie en el entorno de Puertollano se corresponde con la aldea de Tirteafuera, donde se menciona su presencia en las Relaciones Topográficas de Felipe II, respondidas en esta aldea en 1575 (Viñas y Paz, 1971). Carraca europea Coracias garrulus (Linnaeus, 1758) No puede pasar desapercibida un ave de tonos azulados metálicos posada en un poste junto a la carretera o sobre algún gran árbol seco junto a alguna casa vieja de una finca. Cría en huecos de grandes árboles, cada vez más escasos e incluso en oquedades de algún cortijo. Aunque no es rara de observar, en los últimos años es una especie cada vez más escasa, posiblemente por la pérdida de lugares de nidificación y por la pérdida de hábitat. Liebre ibérica Lepus granatensis (Rosenhauer, 1856) Aunque Cabrera (1914) consideraba a las liebres dentro de los roedores, actualmente se clasifican junto a los conejos en el orden Lagomorpha, lo cual no significa que estén aclaradas sus relaciones filogenéticas. La liebre ibérica, de las tres presentes en la Península, es la única con distribución en Puertollano y su entorno. Este endemismo peninsular, aunque de aspecto similar a su pariente el conejo, se distingue fácilmente por su mayor tamaño, sus orejas más largas y con las puntas negras, además de Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009 R. U. Gosálvez, E. Ayllón, T. Flores Polanco 82 un mayor desarrollo de sus extremidades posteriores como adaptación a la carrera. Cuando nos limitamos a verlas fugazmente desde atrás, podremos distinguirlas fácilmente de un conejo porque no dejan ver el color blanco de la parte inferior de la cola. Ratón moruno Mus spretus (Berkenhout, 1769) Este pequeño roedor es de hábitos silvestres, no conviviendo nunca con el hombre, a diferencia del ratón casero. Además, es algo menor que su congénere y su cola es más corta que la longitud cabeza-cuerpo. Aunque puede habitar en cultivos herbáceos, no llega a constituir una plaga. Es un micromamífero de actividad esencialmente nocturna, presa habitual de mamíferos carnívoros, rapaces nocturnas y culebras. 4.2.3. Especies vinculadas a hábitats acuáticos. Tritón ibérico Triturus boscai (Lataste, 1879) Urodelo de pequeño tamaño, fácilmente reconocible por su llamativo vientre anaranjado, con o sin manchas negras. Estamos ante un endemismo ibérico que aparece en multitud de hábitats, siendo más abundante en zonas de matorral y bosque mediterráneo, siempre vinculado a arroyos de aguas limpias, fuentes y manantiales. Es una especie que vive continuamente en el agua, la cual debe tener una buena calidad, por lo que es muy vulnerable a la alteración de las condiciones de los medios acuáticos, viéndose afectada principalmente por la contaminación debida a vertidos y a las desecaciones de éstos. Las poblaciones más orientales de la zona de estudio merecen una especial atención pues nos encontramos ante uno de sus límites de distribución peninsular. Estas poblaciones son escasas y están muy localizadas, lo que las hace especialmente vulnerables. Sapo común Bufo bufo (Linnaeus, 1758) Este es el sapo más grande con el que nos podemos topar, llegando algunas hembras a superar los 20 cm. de longitud. De hábitos muy terrestres es inconfundible su aspecto masivo y robusto. En el entorno de Puertollano está ampliamente distribuido, tratándose de una especie de carácter ubiquista. Se localiza tanto en ambientes naturales como antropizados, siendo indiferente a la orientación y al grado de humedad ambiental. Se trata de una de las especies más afectadas por los atropellos, pudiendo llegar a alcanzar una mortalidad muy elevada en tramos puntuales de carreteras. Es el anfibio que más rechazo social provoca debido a su aspecto y tamaño y al considerársele erróneamente como venenoso, siendo habitual darles muerte por ello. Por lo demás, comparte factores de amenaza comunes al resto de anfibios y su escasez en diversas zonas es debido a la intensificación de las tareas agrícolas y a la drástica disminución de los medios acuáticos. Galápago europeo Emys orbicularis (Linnaeus, 1758) De querencias totalmente acuáticas, se le sorprende la mayoría de las veces Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009 Fauna vertebrada terrestre en un espacio de transición 83 soleándose en las orillas de los ríos y arroyos o asomando la cabeza y parte del espaldar en la superficie del agua. Muy ágil buceando, se desenvuelve bien en tierra. Predomina la componente animal en su dieta. En Puertollano y su entorno está bien distribuida, siendo sus poblaciones, junto a las de Sierra Morena de Jaén, las más surorientales de la Península Ibérica. Se distribuye en tramos lentos de ríos y arroyos, principalmente en riberas y áreas de monte mediterráneo, apareciendo también en lagunas permanentes y embalses. Es una especie muy sensible a la alteración de su hábitat, viéndose afectada por la contaminación de los ríos, las canalizaciones, la destrucción de la vegetación ribereña, la construcción de infraestructuras (sobre todo, grandes embalses) y la extracción de áridos. Culebra viperina Natrix maura (Linnaeus,1758) Es la típica culebra de agua, habitante de áreas húmedas, ya sean ríos, charcas, lagunas o acequias, aún cuando estos medios se sequen temporalmente, siendo común y familiar en muchos de ellos, mostrando una excepcional capacidad de dispersión. Su parecido externo con la víbora hocicuda la puede confundir fácilmente con aquella. Es una habilísima nadadora y también buceadora. En el entorno de Puertollano es abundante, estando muy ligada al medio acuático. Aparece en formaciones de ribera, monte mediterráneo, pastizales, ríos, manantiales, lagunas, balsas terrizas, albercas y pozos someros, depósitos de agua municipales y piscinas. Su principal amenaza ha sido la destrucción y modificación del hábitat, la contaminación y la persecución directa, a pesar de ser considerada mayoritariamente como inofensiva. Pato colorado Netta rufina (Pallas, 1773) Las poblaciones de esta anátida están en regresión por la pérdida y deterioro de los humedales, lo que le valió su designación como ave del año en 2008 por parte de la Sociedad Española de Ornitología (SEO). En Puertollano y su entorno encuentra y utiliza algunas lagunas y embalses donde invernar. La reproducción de la especie en nuestra zona es más rara ya que muchas de las lagunas que usa en invierno se encuentran secas, pero cuando se mantienen los niveles de agua en primavera las lagunas de Cabezarados son un buen lugar para ver a los adultos de esta especie acompañados de sus pollos. Fumarel cariblanco Chlidonias hybrida (Pallas, 17811) Es de gran interés observar cómo un grupo de fumareles cazan insectos acuáticos de forma cooperativa y a escasa altura sobre el agua, manteniéndose separados entre sí unos 2 a 3 metros. Es un nidificante escaso, siendo más fácil observarlos en los pasos migratorios. Para reproducirse selecciona lagunas y charcas de aguas someras con abundante vegetación acuática. Debido a las condiciones climáticas de nuestro territorio, son frecuentes los fracasos reproductivos debidos a la sequía. Las lagunas del entorno de Cabezarados y de Villamayor de Calatrava son los lugares más idóneos para su observación. Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009 84 R. U. Gosálvez, E. Ayllón, T. Flores Polanco Martín pescador Alcedo atthis (Linnaeus, 1758) A pesar de su pequeño tamaño, por su coloración no pasa desapercibido en absoluto. Sus colores azules metálicos destellan sobre arroyos, ríos y colas de embalses cuando vuelan rasantes sobre el agua. Pesca pequeñas presas al acecho desde un posadero. Permanece a la espera en una rama sobre el agua zambulléndose con fuerza y capturando con gran precisión a sus desprevenidas presas. Con el pez en el pico, sale del agua para regresar al mismo posadero donde lo coloca para engullirlo entero. Teóricamente, la presencia de esta especie es un indicador de la calidad de las aguas, pues precisa de una alta claridad para poder ver y acechar a sus presas, aunque la realidad no siempre confirma esta idea. Nutria Lutra lutra (Linnaeus, 1758) Este mustélido semiacuático es capaz de sobrevivir en un clima tan irregular como el mediterráneo, con ríos y arroyos de cauces intermitentes que llegan a secarse largas temporadas. En la Península Ibérica sufrió una importante regresión desde 1950 hasta mediados de la década de 1980, desapareciendo de muchos ríos de régimen mediterráneo. La lenta recuperación general a partir de 1980 puede peligrar si no se controla la contaminación de las aguas, su sobreexplotación y la destrucción de las riberas. Rata de agua Arvicola sapidus Miller, (1908) Este es nuestro único roedor permanentemente ligado al agua, aunque la ubiquista rata parda Rattus norvegicus puede llegar a desplazarlo. Sólo tiene dos requisitos a la hora de elegir su hábitat, que los caudales sean lentos y que las orillas sean accesibles y excavables. Las nutrias y turones ejercen de predadores principales de la especie, siendo menos habituales los zorros y garduñas. En otra época más necesitada de aporte proteico fueron un alimento apreciado, como reflejó Miguel Delibes en su novela Las ratas. 4.2.4. Especies vinculadas a roquedos. Lagartija ibérica Podarcis hispanica (Steindachner, 1870) Frecuentemente encontrada en edificios, majanos y cantiles rocosos, muestra un despliegue de destrezas escaladoras sin parangón entre nuestros pequeños saurios, solo superada por las salamanquesas. En la zona estudiada escasea en el Valle de Alcudia, siendo común en el resto del área. Abunda en zonas de monte mediterráneo, apareciendo también en cultivos de secano, encinares, melojares y pinares. Claramente rupícola y fisural, presenta un carácter antrópico asociado a viejas edificaciones en núcleos urbanos y también en edificios y construcciones de piedra seca. Aparentemente no presenta ningún problema importante de conservación. Se encuentra afectada únicamente por la reducción del número potencial de presas que conlleva el uso generalizado de insecticidas en tareas agrícolas y forestales, la supresión de construcciones rurales tradicionales y de setos en los campos cultivados. Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009 Fauna vertebrada terrestre en un espacio de transición 85 Vibora hocicuda Vipera latasti (Boscá, 1878) La cabeza triangular, los ojos con pupila vertical, el hocico prominente y el cuerpo grueso y recorrido dorsalmente por una traza ancha en zig-zag o formando rombos continuos ponen en conocimiento del observador que delante de sus ojos posa la serpiente venenosa por excelencia de la fauna ciudadrealeña. Injusta y obsesivamente perseguida por este hecho, siempre que puede evita el contacto con el hombre. Muestran los adultos una gran preferencia en cazar roedores y otros pequeños mamíferos. Es el único ofidio ibérico, junto con las otras dos especies de víboras (no presentes en Ciudad Real), que no pone huevos y en cambio pare a las crías. Buena nadadora y trepadora, el veneno sólo es fatal en circunstancias excepcionales. Se trata de una especie escasa, mucho más de lo que popularmente se piensa, que habita en zonas de monte mediterráneo, pinares, quejigares, melojares y también en mosaicos de secanos y matorral. Hemos constatado su predilección por zonas de pedrizas o “casqueras”. Considerada como un verdadero “enemigo público”, se la ha perseguido hasta el exterminio. Presenta poblaciones muy fragmentadas debido a la pérdida de hábitats favorables y a la extensión de los cultivos agrícolas. Águila real Aquila chrysaetos (Linnaeus, 1758) La mayor de nuestras águilas, utiliza como zona de campeo una amplia variedad de hábitats, aunque son las grandes crestas cuarcíticas de nuestras sierras donde construye sus nidos. Su envergadura le permite capturar, aunque solo de forma muy esporádica, alguna cría de corzo o cabra montés, pero sus presas habituales son conejos, liebres, córvidos, palomas,... Es la rapaz rupícola más abundante y más ampliamente distribuida en Puertollano y su entorno. Buitre leonado Gyps fulvus (Hablizl, 1783) El Valle de Alcudia y Sierra Madrona han sido conocidos desde antiguo por sus ricos pastos, por lo que la cabaña ganadera ha sido siempre bastante importante. Como las aves carroñeras y la ganadería extensiva están íntimamente relacionadas, Puertollano y su entorno es sin duda de las mejores áreas de campeo a nivel nacional para la especie. Además, la zona de sierra está dedicada en su mayor extensión a la actividad cinegética, actividad ésta que también aporta un importante porcentaje de los recursos tróficos que requiere la especie. En los últimos años, desde la aparición de la Enfermedad Espongiforme Bovina, la legislación obliga a la recogida de los cadáveres de ganado (bovino, ovino y caprino), hecho que está afectando de forma importante a la especie. Es prácticamente imposible moverse en la zona sin observar varios individuos de buitre leonado, ya sea en vuelo o si hay más suerte posados o incluso dando cuenta de algún cadáver. Alimoche común Neophron percnopterus (Linnaeus, 1758) También conocido en la zona como quebrantahuesos, nombre que puede hacer dar un vuelco al corazón a los aficionados a la ornitología que hablan de pájaros con los paisanos si no conocen este detalle. Muy posiblemente esta denominación se la han dado por su comportamiento trófico, ya que aprovechan los pocos restos Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009 86 R. U. Gosálvez, E. Ayllón, T. Flores Polanco que dejan las otras carroñeras de mayor tamaño, en muchas ocasiones lo que puedan encontrar pegado a los esqueletos de los cadáveres. Puertollano y su entorno no solo es importante para la especie por tener varias parejas reproductoras sino por ser un lugar de vital importancia durante los pasos migratorios, ya que existen zonas de concentración en esta época donde se pueden reunir para descansar y dormir más de 170 individuos. Es un ave fácil de observar en todo el Valle de Alcudia y en muchas zonas de sierra, siendo los puertos de montaña un buen lugar para su observación. Cabra montés Capra pyrenaica (Schinz, 1838) Esta especie ha sufrido fuertes regresiones locales que han hecho peligrar muchas de sus poblaciones, unas veces por caza abusiva y otras por enfermedades parasitarias. Aunque actualmente la situación en general es de recuperación, poblaciones como la de Sierra Madrona se encuentran en una situación de amenaza para su supervivencia a largo plazo por su aislamiento y escaso número de individuos. 4.2.5. Especies ligadas a pinares. Piquituerto común Loxia curvirostra (Linnaeus, 1758) Especie gregaria, inconfundible por el entrecruzamiento de las mandíbulas del pico, de ahí el nombre vulgar, que se encuentra completamente ligada a los pinares localizados en Puertollano y su entorno, no desdeñando los parques y zonas verdes urbanas. Estamos ante un auténtico especialista en el aprovechamiento de los piñones de las coníferas. Es una especie muy desconocida, pues sus efectivos son difíciles de estimar debido a su carácter errático, presentando poblaciones reproductoras muy localizadas en pinares de repoblación en Sierra Morena. Las poblaciones del área estudiada son fundamentalmente sedentarias, aunque las poblaciones de la mitad septentrional de la Península tienden a desarrollar movimientos dispersivos relacionados con la disminución de la producción de piñones. Carbonero garrapinos Parus ater (Linnaeus, 1758) Párido especialista de las coníferas, de ahí su denominación vulgar, presentando densidades máximas en pinares, aunque también es común en eucaliptales, robledales de melojo, quejigares y encinares bien desarrollados y conservados. En cualquier caso, la presencia de coníferas y las precipitaciones son dos factores ambientales limitantes de su distribución. Ardilla roja Sciurus vulgaris (Linnaeus, 1758) Destaca en los pinares este mediano roedor de larga y peluda cola que suele mantener erguida cuando está en reposo. La especie se ha extendido rápidamente durante el siglo XX, a veces a partir de introducciones, gracias a las plantaciones de pinos que durante décadas han transformado el paisaje peninsular. Las poblaciones de Sierra Morena forman un núcleo aislado, aunque no sufren amenazas conocidas. Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009 Fauna vertebrada terrestre en un espacio de transición 87 4.2.6. Especies ligadas a hábitats urbanos Salamanquesa común Tarentola mauritanica (Linnaeus, 1758) En plena época estival nos resultan familiares unas siluetas que trepan hacia un lado u otro en una pared sembrada de pequeños insectos atraídos por la luz. Se trata de un pequeño reptil, denominado popularmente como lagartija o salamandra, pero que en realidad forma un grupo propio y diferenciado, los gecónidos o salamanquesas. Esta especie presenta una elevada querencia hacia los núcleos habitados por el hombre pero también cualquier otro medio que le ofrezca roquedo, pedreras o paredes donde desplegar sus excepcionales aptitudes trepadoras. Está presente en toda la zona de estudio. Su principal amenaza es la persecución por repulsión y por considerarla venenosa, además del uso generalizado de plaguicidas sobre sus presas potenciales. Cigüeña blanca Ciconia ciconia (Linnaeus, 1758) Es una especie muy abundante en la zona, nidificando tanto en áreas urbanas (iglesias, antiguos silos, chimeneas de antiguas industrias y minas,...) como en plena naturaleza (grandes árboles y apoyos de tendidos eléctricos), creando en estas zonas colonias que pueden llegar a varias decenas de parejas. El Valle de Alcudia y el entorno de Cabezarados son lugares propicios para observar estas colonias. A pesar de que tradicionalmente se le ha considerado como una especie migratoria, en la actualidad parte de la población inverna o incluso se ha vuelto sedentaria en la Península Ibérica al encontrar comida durante todo el año (sobre todo por los vertederos de residuos sólidos urbanos), de manera que podemos observar a esta especie durante todo el año en nuestro territorio. Lechuza común Tyto alba (Scopoli, 1769) Por las noches, se puede ver cruzar el cielo a un fantasma blanco y sigiloso,... la lechuza. Es la rapaz nocturna más ligada a nuestros pueblos. Además de las ruinas de viejos caseríos en el campo, todavía utiliza los campanarios de las iglesias y otros edificios apropiados de nuestros pueblos como lugares de nidificación. Por el diseño de su plumaje, su vuelo no hace ningún ruido. Sin embargo, en el nido, tanto los adultos como los pollos emiten una gama de sonidos guturales a modo de susurros y ronquidos, que en muchas ocasiones se están convirtiendo en un problema de conservación. Ello es debido que esos sonidos que emite resultan molestos para los humanos, especialmente en noches calurosas de verano, lo que lleva a tapar los huecos donde cría, algo que resulta paradójico en una sociedad de “ruidos” como es la actual. Esta especie supone un control natural de las poblaciones de roedores, evitando que se conviertan en plaga y dañen los cultivos cercanos a sus nidos. Golondrina común Hirundo rustica (Linnaeus, 1758) Posiblemente una de las aves más ligadas al medio urbano. Si se duerme en cualquiera de nuestros pueblos o casas de campo, te despertará en primavera y verano el insistente “parlancheo” de las golondrinas desde algún cable o pared cercana. Para Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009 88 R. U. Gosálvez, E. Ayllón, T. Flores Polanco hacer sus curiosos nidos de barro y saliva en forma de cuenco abierto, aprovechan cualquier balcón, voladizo o interior de naves o pasillos abiertos. A última hora de la tarde, las golondrinas junto con los vencejos, cubren los cielos de nuestros pueblos con sus rápidos vuelos y sus ruidosos cantos. Rata parda Rattus norvegicus (Berkenhout, 1769) Mucho mayor y más agresiva que la rata negra Rattus rattus, tiene orejas más pequeñas y la cola más corta que el cuerpo. En pueblos y ciudades puede alcanzar elevadas densidades, lo que llega a provocar serios problemas sanitarios al ser vector de graves enfermedades infecciosas. También existen poblaciones silvestres ligadas al agua. Posee escasos enemigos naturales y en estado adulto sólo el búho real puede capturarla. Murciélago de Cabrera Pipistrellus pygmaeus (Leach, 1825) En Castilla-La Mancha su distribución llega a solaparse con la del murciélago enano Pipistrellus pipistrellus, especie gemela de la que se separó como taxon la última década del siglo XX. Es el murciélago más pequeño de Europa, pudiendo llegar a volar portando a sus crías. Se refugia en grietas y oquedades de árboles, rocas y construcciones humanas, prefiriendo áticos y falsos techos cálidos o lugares cercanos al agua como puentes. Se conocen casos de mortandad por colisión en parques eólicos, aunque la contaminación de las aguas y la restauración de edificios suponen las amenazas más habituales. 5. Áreas de interés para la conservación de los vertebrados terrestres en Puertollano y su entorno. El Valle de Alcudia y Sierra Madrona y el Campo de Calatrava constituyen uno de los territorios peninsulares mejor conservados para los vertebrados. A nivel europeo, la Red Natura 2000, cuyo diseño y aprobación definitiva depende de la Unión Europea, consta en nuestra zona de dos ZEPAs y cinco ZEC/LIC. A nivel autonómico, la Red de Áreas Protegidas de Castilla-La Mancha, diseñada por el gobierno autonómico a través de la Ley 9/1999, de Conservación de la Naturaleza, consta de nueve espacios naturales protegidos. En ambas redes de espacios protegidos, Puertollano y su entorno se haya bien representado con unas 200.000 ha reconocidas a nivel europeo y autonómico como áreas de importancia para la conservación (Figura 3), no solo de las aves, sino también de mamíferos, anfibios y reptiles, peces, invertebrados, plantas e incluso elementos y recursos geológicos y geomorfológicos de interés (volcanes, pedrizas, crestas cuarcíticas, etc.). Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009 Fauna vertebrada terrestre en un espacio de transición 89 Figura 3. Áreas protegidas en el área de estudio: Puertollano y su entorno. - Protected areas in the study area: Puertollano and its environment. 5.1. Red Natura 2000: LICs y ZEPAs. La primera norma legal que tiene como objetivo garantizar la conservación de la naturaleza en el ámbito de la Unión Europea se remonta a la Directiva Aves, aprobada en el año 1979 por el Consejo de la Comunidad Económica Europea. Los antecedentes de esta Directiva se encuentran en la Declaración del Consejo de 22 de noviembre de 1973, por la que se expresaba la necesidad de poner en marcha un Programa de Acción de las Comunidades Europeas en materia de medio ambiente. Este programa preveía unas acciones específicas para la protección de las aves, acciones complementadas por la Resolución del Consejo de las Comunidades Europeas de 17 de mayo de 1977, relativa a la realización de una política y de un programa comunitario medioambiental. La Directiva de Aves identifica 200 especies y subespecies amenazadas que necesitan una especial atención, debiendo los Estados miembros de la UE designar zonas de protección especial para ellas. La lista de especies de aves que precisan medidas de protección específicas queda recogida en el anexo I de la Directiva, de las cuales contamos con 53 especies en Puertollano y su entorno. Hay que señalar que la protección de los hábitats es uno de los elementos cruciales de la Directiva Aves, de manera que los territorios más apropiados, en Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009 90 R. U. Gosálvez, E. Ayllón, T. Flores Polanco número y tamaño para la conservación de este grupo de vertebrados, deben ser designados como zonas de protección especial, lo que se conoce con el acrónimo castellano de ZEPA. En el territorio estudiado son dos los espacios que han merecido la consideración como Zonas de Especial Protección para las Aves: Sierra Morena y la Sierra de los Canalizos. Por su parte, cinco espacios se han incluido en la Red Natura 2000 en la categoría de LIC/ZEC. Nos referirmos, además de a Sierra Morena y la Sierra de los Canalizos, a los ríos Quejigal, Valdeazogues y Alcudia; los ríos de la Cuenca Media del Guadiana y laderas vertiente y las lagunas volcánicas del Campo de Calatrava. ZEPA / LIC Sierra Morena Extenso territorio de gran interés para la conservación, incluyendo la totalidad del área probable de distribución de la población de lobo y del lince ibérico en la Sierra Morena ciudadrealeña. La crítica situación actual de ambas especies, tal vez ya extintas, confiere a esta zona un especial valor de cara a mantener la viabilidad de sus poblaciones. Además, esta zona sustenta extensos hábitats bien conservados de monte mediterráneo, que constituyen el hábitat de especies amenazadas de aves tan valiosas como el águila imperial ibérica, el águila perdicera o la cigüeña negra, entre otras. A lo largo de los cursos de agua (ríos Guadalmez, Montoro, Tablillas, Fresnedas, etc.), se desarrollan formaciones de sotos fluviales con alto grado de conservación, que sustentan poblaciones de nutria, tritón pigmeo y diversas especies de ciprínidos de gran interés. Finalmente, existen importantes refugios de reproducción e invernada de quirópteros, destacando por su importancia el Túnel de Niefla y las minas de Valmayor, Las Lastras y de los Pontones. ZEPA / LIC Sierra de Los Canalizos Estas sierras y macizos montañosos son de especial interés para la avifauna, por lo que también ha sido declarados como ZEPA al albergar importantes núcleos de nidificación y campeo de águila imperial ibérica, buitre negro y cigüeña negra. En sus laderas y rañas se asientan formaciones vegetales con alto grado de conservación de bosque y matorral de quercíneas, existiendo manifestaciones de bosque galería bien conservadas en los cursos fluviales (fresnedas, saucedas) e interesantes poblaciones de nutria y tritón pigmeo. LIC Ríos Quejigal, Valdeazogues y Alcudia Estos ríos albergan una ictiofauna de enorme interés, con poblaciones bien conservadas de jarabugo, calandino, boga de río, pardilla, barbo comiza y blenio, entre otras especies de ciprínidos, así como importantes poblaciones de nutria y tritón pigmeo. Por otro lado, estos cauces fluviales sustentan valiosas formaciones vegetales riparias (fresnedas, saucedas, adelfares, tamujares, juncales, etc.), constituyendo el territorio de nidificación y alimentación de la cigüeña negra, así como importantes zonas de concentración premigratoria de esta especie. Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009 Fauna vertebrada terrestre en un espacio de transición 91 LIC Ríos de la Cuenca Media del Guadiana y Laderas Vertientes Este territorio presenta un alto grado de conservación y naturalidad, con bosques de galería y otras formaciones vegetales riparias de gran calidad, destacando fresnedas, saucedas, alamedas, olmedas, juncales, tamujares, tarayales e incluso un avellanar relicto (Finca El Campillo). Asociada a estos ecosistemas fluviales, aparece una interesante fauna, con buenas poblaciones de nutria, galápago europeo, galápago leproso, tritón pigmeo y distintas especies de ciprínidos de gran interés. Por otro lado, se ha reconocido un importante refugio de quirópteros en el entorno próximo a Puertollano: la Cueva de los Muñecos, en Abenójar. LIC Lagunas Volcánicas del Campo de Calatrava Conjunto de lagunas que tienen su origen en el contacto de un magma ascendente con agua subterránea, produciendo una erupción muy explosiva y violenta (freatomagmática). En el área de estudio aparecen protegidas las lagunas de la Carrizosa y la Perdiguera tratándose de grandes depresiones (1.000-1.500 m de diámetro) circulares o semielípticas, labradas unos 10 ó 20 m por debajo de la superficie topográfica. Estas lagunas temporales tienen gran interés para la conservación de una gran comunidad de anfibios, pero sin lugar a dudas es el hábitat por excelencia de los vertebrados alados, destacando las poblaciones de fumarel cariblanco, cigüeñuela, aguilucho lagunero, zampullín chico y cuellinegro, además de diversas especies de anátidas, que encuentran en estos humedales un refugio para la invernada y la reproducción. 5.2. Red de Áreas Protegidas de Castilla-La Mancha. La Red de Áreas Protegidas de Castilla-La Mancha nace con la Ley 9/1999, de 26 de mayo, de Conservación de la Naturaleza, configurándose en una doble vertiente: por una parte, los espacios naturales protegidos sensu stricto en los que se incluyen parques nacionales, parques naturales, reservas naturales, monumentos naturales, microrreservas, reservas fluviales, paisajes protegidos, parajes naturales y zonas periféricas de protección y, por otra parte, las denominadas zonas sensibles, que incluyen a todos aquellos espacios que se encuentren sometidos a Planes de Ordenación de los Recursos Naturales, a los que son de aplicación la legislación sectorial de caza y pesca de Castilla-La Mancha (Refugios de Caza y Refugios de Pesca), a los espacios que integran la Red Natura 2000 y, finalmente, las Áreas Criticas de especies amenazadas (águila imperial ibérica, buitre negro, lince ibérico). Dentro del territorio estudiado en este trabajo tenemos como figuras de protección integradas en la Red de Áreas Protegidas de Castilla-La Mancha los siguientes espacios, junto a las zonas designadas en el marco de la Red NATURA 2000 ya mencionadas: Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009 R. U. Gosálvez, E. Ayllón, T. Flores Polanco 92 PARQUE NATURAL - Valle de Alcudia y Sierra Madrona. Acuerdo de 01-06-2004, del Consejo de Gobierno. Espacio en tramitación como Parque Natural. MONUMENTOS NATURALES - Laguna Volcánica de Michos, en el término municipal de Abenójar. Decreto 209/1999. - “Los Castillejos Volcánicos de la Bienvenida” en el término municipal de Almodóvar del Campo. Decreto 208/1999. - “Laguna Volcánica de la Alberquilla”, en el término municipal de Mestanza. Decreto 211/1999. MICRORRESERVAS - Túnel de Niefla, en el término municipal de Brazatortas. Decreto 114/2002. - Mina de los Pontones, en el término municipal de Mestanza. Decreto 311/2003. - Refugios de Quirópteros de Fuencaliente, en el término municipal de Fuencaliente. Decreto 282/2003. - Túneles del Ojailén en los términos municipales de Calzada de Calatrava, Mestanza, San Lorenzo de Calatrava y Villanueva de San Carlos. Decreto 320/2003. REFUGIOS DE CAZA - Cerro de Brezalón y Collado del Valhermoso, en el término municipal de Solana del Pino. Resolución de 19-05-98 de la Dirección General del Medio ambiente Natural. Bibliografía Acosta Echevarría, A. (coord.) 1998. El Valle de Alcudia. Naturaleza y Patrimonio Cultural. Biblioteca de Autores Manchegos, nº 112. Excma. Diputación Provincial de Ciudad Real. Ayllon, E. (2002). “Análisis Regional de la Herpetofauna Española. Castilla-La Mancha”. In: Atlas y Libro Rojo de los Anfibios y Reptiles de España. Pleguezuelos, JM, Márquez, R. y Lizana, M. (Eds). Ministerio de Medio Ambiente /Asociación Herpetológica Española. 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Viñas Mey, C. y Paz, R. 1971. Relaciones histórico-geográfico-estadísticas de los pueblos de España hechas por iniciativa de Felipe II. Ciudad Real. Instituto Balmes. Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009 Rasgos geológicos de la comarca de puertollano 95 Rasgos geológicos de la comarca de Puertollano y del valle de Alcudia (Ciudad Real, España) Geologic features of the Puertollano shire and Alcudia valley (Ciudad Real, Spain) Agustín Pedro Pieren Pidal Departamento de Estratigrafía. Facultad de Ciencias Geológicas e Instituto de Geología Económica CSIC-UCM. Universidad Complutense de Madrid. 28040 Madrid Palabras clave: Estratigrafía, Geología Regional, Puertollano, Anticlinal de Alcudia, Ciudad Real, España. Key words: Stratigraphy, Regional Geology, Puertollano, Alcudia Anticline, Ciudad Real, Spain. Resumen Se presentan los rasgos geológicos más importantes de la comarca de Puertollano y de los sectores central y oriental del anticlinal de Alcudia por su transcendencia suprarregional, enfatizando las aportaciones recientes más destacadas. Se trata de una región de un especial interés geológico porque además de tener magníficas exposiciones de los rasgos más habituales de la Zona Centroibérica Meridional, presenta caracteres exclusivos, geológicos y mineros, como el carbonífero superior productivo del sinclinal de Puertollano, la minería metálica del Valle de Alcudia y de la mina Diógenes, el volcanismo fini-terciario de Campo de Calatrava y una serie de rasgos geomorfológicos muy particulares. Abstract The more important geologic characteristics of the region of Puertollano and the central and eastern sectors of Alcudia anticline are here reviewed for their superregional importance, emphasizing the recent more outstanding contributions. It is a special geologic interest area because besides to have magnificent exhibitions of the most habitual characteristics of the Southern Central Iberian Zone, exclusive geologic and mining characters can be found, like the productive Upper Carboniferous of the of Puertollano syncline, the metallic mining of Alcudia Valley and “Diogenes” mine, the late tertiary volcanism of the Calatrava shire and several interesting geomorphologic characteristics. 1. Introducción La presente memoria, redactada con motivo de la Bienal que la Real Sociedad Española de Historia Natural realiza en 2009 en la localidad de Puertollano, resulta necesariamente variada debido a la gran cantidad de elementos geológicos significativos que se agrupan en este marco geográfico. La memoria se estructura Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009 96 A. P. Pieren Pidal con una componente estratigráfica y de geología regional que corresponde a la especialización del autor, pero contemplando necesariamente los importantes elementos estructurales, mineros y geomorfológicos característicos de la zona además de la singularidad que supone el volcanismo del Campo de Calatrava que se extiende en toda la región desde las inmediaciones de Ciudad Real al N hasta el valle de Alcudia al S. La geología de la zona ha sido realizada en etapas relativamente recientes en el plan nacional de cartografía geológica a escala 1/50.000 (Plan MAGNA). La hoja 809, Tirteafuera, se entregó en 1983 por el equipo de Minas de Almadén; posteriormente, realizadas en dos fases en 1994 y 1996, y basadas en la Tesis de Palero (1991) se entregaron las hojas 835 Brazatortas, 836, Mestanza, 861, Solana del Pino y 862 Santa Elena. La hoja 810, Puertollano no está publicada y se está revisando actualmente pero hemos tenido acceso a ella para la redacción de esta memoria. Los trabajos geológicos recientes que revisan la geología de la zona son la mencionada Tesis de Palero (1991) que se centra en la estructura y minería de la zona y aporta la cartografía de base, Palero (1993) que aporta datos fundamentales de la deformación prevarisca (o prehercínica) que afecta a los materiales ante-ordovícicos y la Tesis de Pieren (2000) que aunque se centra en Badajoz, incluye el estudio estratigráfico del anticlinal de Alcudia y ahonda en la cartografía, discriminación y caracterización de unidades y su correlación. El volcanismo de Campo de Calatrava fue objeto de la Tesis de Ancochea (1983) que ha participado además en una gran parte de las hojas geológicas de Ciudad Real, presentando el estado de la cuestión en la memoria de la hoja de Puertollano (in litt.) o en Ancochea (2004). Desde el punto de vista estratigráfico este área puede considerarse bastante representativa del conjunto de la Zona Centro-Ibérica (Z.C.I.) meridional, con la excepción del Carbonífero Superior productivo, específico de Puertollano, y el volcanismo reciente, peculiar de este entorno. El anticlinal de Alcudia es una gran estructura alargada, de hasta 150 km de longitud, con un núcleo anteordovícico, principalmente precámbrico, que aparece en un afloramiento lineal de más de 120 km. Este anticlinal constituye una estructura llamativa en las imágenes de satélite, donde destaca haciendo un doblete de estructuras paralelas con el batolito de los Pedroches. Aparecen en el anticlinal de Alcudia, de muro a techo, materiales turbidíticos del Proterozoico Terminal, de una somera plataforma marina que incluye los albores del Cámbrico y parte del Cámbrico Inferior, y fluviales o litorales del Ordovícico basal. Aparecen pues tres conjuntos diferenciados en los anticlinales bajo la Cuarcita Armoricana. La presencia de Carbonífero superior en las proximidades de Bienvenida, dentro del valle de Alcudia, es un elemento distintivo en esta zona cuya transcendencia se estudiará más adelante. El sinclinal de Puertollano tiene las características de la mayoría de los sinclinales de la Zona Centroibérica con el aditamento especial de que además tiene un Carbonífero superior post-hercínico, productivo. Sobre las rocas anteordovícicas se inicia en discordancia angular y/o cartográfica un importante ciclo sedimentológico que comienza con la gran transgresión del Ordovícico Inferior y con sedimentos Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009 Rasgos geológicos de la comarca de puertollano 97 conservados en esta zona hasta el Silúrico Inferior. La sedimentación del Paleozoico muy probablemente continuó por lo menos hasta el Devónico inferior, como atestiguan las sucesiones próximas de los Sinclinales de Herrera del Duque y Guadalmez en Badajoz, o el de Almadén en Ciudad Real aunque este último con la particularidad de un volcanismo en el Silúrico Inferior, origen del Mercurio que ha hecho mundialmente conocida la región de Almadén. La sucesión muestra una pizarras bastante fosilíferas en las que aparecen bancos de areniscas y cuarcitas. Esto responde a la existencia de una serie de ciclos de colmatación y variaciones relativas del nivel del mar, que explicaron acertadamente por primera vez Portero y Dabrio (1988). Las rocas del Carbonífero Superior representan los sedimentos más antiguos posteriores a la estructuración del orógeno hercínico o varisco y aparecen en la cuenca hullera de Puertollano, que forma una cubeta sinclinal alargada de dirección aproximadamente EO. Los depósitos conservados alcanzan un espesor de 475 m (Alvarado y Meléndez, 1930), posteriormente cifrado en 625 m (Wagner et al., 2003, los cuales aparecen casi completos en el llamado “Ovalo Sur” y se encuentran casi totalmente cubiertas por materiales recientes, pero gracias a la actividad extractiva de carbones se dispone de abundante información (Alvarado y Meléndez, op.cit.; Wagner, 1983). En la actualidad, la minería a cielo abierto por transferencia ha removido una gran parte de estos depósitos y la explotación está agotando el yacimiento. La sucesión estratigráfica, las relaciones geométricas entre los conjuntos tectonoestratigráficos denota la existencia de una deformación finiprecámbrica (cadomiense) que da lugar a la discordancia entre los materiales finiproterozoicos y los del Cámbrico inicial afectados por fracturación y basculamiento preordovícicos como demostró Palero (1993). La deformación varisca se produce durante el Carbonífero Superior, mientras que los materiales productivos de la Cuenca de Puertollano, todavía carboníferos son ya posteriores a esta deformación. La ulterior deformación alpina es difícil de detectar y datar, al no haberse depositado sobre esta zona del Macizo Hespérico materiales mesozoicos ni cenozoicos anteriores al Plioceno, sin embargo, es la responsable de la elevación que ha formado los niveles de cumbres y, sobre todo, del relieve actual. La Geomorfología de la zona muestra en Alcudia, al Sur de Brazatortas, paisajes vestigio del relieve terciario, con glacis formados desde los piedemontes prácticamente sin depósito, directamente sobre pizarras en la divisoria de aguas entre las cuencas del Guadalquivir, con afluentes muy encajados en esta zona, frente a los del Guadiana, que prácticamente no erosionan. En otras zonas son las rañas las que vestigian estos paisajes finiterciarios. Esta diferencia ha provocado capturas de algunos ríos, antiguos afluentes del Guadiana. Adicionalmente, se aprecian niveles de cumbres en la Cuarcita Armoricana con cotas que descienden hacia el Suoeste marcando un reciente basculamiento de la península, también observable en la región de los Montes de Toledo. (Fig 2) Considerando las aplicaciones mineras e industriales en el sector de Puertollano, existen numerosos estudios y libros, entre ellos la Tesis doctoral de F. Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009 A. P. Pieren Pidal 98 Fotografía 1. El chorro estuvo expulsando agua y gas desde Agosto hasta Septiembre de 2000. En la foto aparecen numerosos socios de la RSEHN, incluyendo a varios expresidentes, y a su secretario D. Antonio Perejón a la izquierda. - This jet was expelling water and gas from August to September from 2000. In the photo are several members of the RSEHN, including several ex-presidents, and its secretary Mr. Antonio Perejón standing at left. Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009 Rasgos geológicos de la comarca de puertollano 99 Palero (1991), que analiza la minería metálica en los filones del valle de Alcudia y del sinclinal de Solana del Pino. Los mapas geológicos 1/50.000 de esta zona (Serie MAGNA) muestran que el núcleo precámbrico y cámbrico inicial está desgarrado por numerosísimas fracturas SW-NE, muchas de las cuales están mineralizadas. De ahí el “Plan Alcudia de investigación minera” que en los años 1970 ahondó significativamente el conocimiento geológico de esta región. (Palero 1986, 1991). Desde el punto de vista histórico Hevia (2003) revisa el “patrimonio minero del Valle de Alcudia y Sierra Madrona”. Tan sólo en la minería metálica han existido cientos de indicios y pequeñas explotaciones entre las que ha tenido particular interés la mina Diógenes en el Sinclinal de Solana del Pino y luego ya más local “La Gitana”, en Alcudia, al NE de Mestanza, “El Encinarejo”. La explotación minero-medicinal del “agua agria” fue un recurso de Puertollano; se trata de un agua mineral carbonatada con propiedades terapéuticas. Esta agua, de la que existían tres manantiales estaba relacionada con el vulcanismo cuaternario. El “chorro” que brotó recientemente durante varias semanas al Sur de Almagro en el fin del Verano de 2000 parece ser otra manifestación del efecto del vulcanismo reciente en las aguas subterráneas (Foto 1). El descubrimiento del yacimiento de carbón en 1873 por ingenieros de la sociedad asturiana “Casa Loring Heredia”, que vieron casualmente fósiles de vegetales carboníferos con lo que profundizaron un pozo de investigación cuando regresaban de estudiar la minería metálica de Alcudia, pone en marcha la minería energética en la cuenca de Puertollano y modifica significativamente la actividad de la ciudad (Cañizares, 2005). Las pizarras bituminosas de Almodóvar del Campo contribuyeron a este desarrollo de la industria energética mediante el procesos de industrialización para la obtención de aceites industriales que puso en marcha en 1917 otra de las empresas históricamente significativas en toda la región: la Sociedad Minero-Metalúrgica de Peñarroya (Cañizares, 2003). Existe un reducido número de canteras que han aprovechado los basaltos de los volcanes terciarios, aunque la mayoría se hallan inactivas o han agotado el material volcánico. En la zona de Brazatortas la más importante ha sido la del volcán del Retamar, realizada para la obtención de basaltos para balasto de ferrocarril. En los años 80 se cerró la cantera que existía en la misma entrada a Puertollano y que explotaba la zona de aporte al volcán de la Valona. 2. Marco Estructural y Estratigráfico En toda esa zona, tanto el relieve como su marco estratigráfico y estructural están marcados por la presencia de la “Cuarcita Armoricana” que forma las cumbres más elevadas y particularmente las cuerdas que separan las estructuras y valles. Por lo tanto, aunque no sea lo más correcto desde el punto de vista estructural, solemos denominar como sinclinales a los valles que quedan comprendidos entre dos cuerdas de Cuarcita Armoricana, con materiales posteriores, depositados sobre ésta, pero que actualmente y por efecto de la estructura original y de la acción erosiva Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009 100 A. P. Pieren Pidal posterior aparecen topográficamente más bajos que los flancos. Los anticlinales que corresponden a los núcleos constituidos principalmente por materiales pizarrosos menos competentes y resistentes, que se encuentran estratigráfica y estructuralmente bajo la cuarcita Armoricana, han visto sus cúpulas erosionadas, exponiendo los materiales más antiguos de la región y formando valles como el de Alcudia, que constituye un referente. Presentamos un mapa en el que, utilizando esta distinción, se presentan las principales estructuras anticlinales y sinclinales de la zona meridional de la Zona Centroibérica, las principales fracturas y los grandes cuerpos plutónicos, con la situación de las localidades más importantes como referencia (Fig 1). En cuanto al marco estratigráfico del área, Vilas y San José (1.990) dividen los sedimentos presentes en la Zona Centroibérica del Macizo Hespérico en cuatro macro-conjuntos sedimentarios que usaremos como referencia para nuestra descripción, separados por tres importantes discontinuidades: Estos conjuntos son (1) Alcudiense Inferior, la secuencia sedimentaria más antigua cuya base no es visible ; (2) Alcudiense Superior - Pusiense, que comprende varias unidades separadas por discontinuidades de menor rango; (3) Ordovícico Inferior - Carbonífero Inferior, que puede ser también dividido en subunidades mediante discontinuidades, limitado a techo por discordancias angulares relacionadas con las principales fases de deformación varisca o hercínica, y (4), el Carbonífero Medio y Superior, asociado con las fases hercínicas tardías, o post-tectónico. - Alcudiense Inferior: Presenta una gran uniformidad litológica aparente, y predominantemente corresponde al relleno turbidítico de una cuenca cuya extensión debía ser netamente superior a la de los actuales límites de la Zona Centroibérica. Su límite inferior y yacente se desconocen en la Zona Centroibérica, pero engloba en sus conglomerados cantos de rocas plutónicas metamórficas, metasedimentarias (liditas) y abundante cuarzo filoniano procedente de un basamento, del que una parte podría corresponder a la “Serie Negra”, término creado por Carvalhosa (1965) difundido por Alía y su escuela y posteriormente utilizado por numerosos autores (Vegas 1971, Chacón 1974, ...) y que actualmente aflora mucho más al S. - Alcudiense Superior - Pusiense: Presenta mayor variedad litológica y sus depósitos varían entre sedimentos de turbiditas profundas a depósitos progradantes de plataforma en los que se reconocen episodios de emersión. Predominan los depósitos de plataformas siliciclásticas y carbonáticas, siendo estas últimas características del Alcudiense Superior de la parte meridional de la Zona Centroibérica. Esta macrosecuencia incluye, de acuerdo con las escalas cronoestratigráficas más recientes, la parte basal del Cámbrico Inferior. Pieren et al. (1991) describen en la Serena (Badajoz) materiales de abanicos aluviales, fluviales, fan-delta y litorales que corresponden al límite SW de esta cuenca - Ordovícico Inferior - Carbonífero Inferior: Esta megasecuencia comprende la mayor parte del Paleozoico post-Cámbrico y comienza con depósitos fluviales o fluviomareales como en el caso de Alcudia, seguidos consecutivamente de depósitos de plataforma siliciclástica proximal y distal, con muy escasos sedimentos carbonáticos, que se repiten en sucesivas secuencias durante el Paleozoico Inferior y Medio, y que culmina con turbiditas pre y sin-orogénicas, durante el Devónico Superior y Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009 Rasgos geológicos de la comarca de puertollano 101 Figura 1.Mapa regional de las estructuras variscas de la Z.C.I. meridional con sus nombres - Regional map of southern Central Iberian zone variscan structures with their name. Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009 A. P. Pieren Pidal 102 Carbonífero Inferior. Dicha megasecuencia presenta numerosas características comunes con sus equivalentes en otras Zonas del Macizo Hespérico, y también con el Macizo Armoricano (en Bretaña, Francia), al que durante esta etapa geológica muchos autores suponen vecino. En nuestra zona, los materiales sólo alcanzan el Silúrico inferior, habiendo sido erosionados los términos más altos. - Carbonífero Medio y Superior: Comprende depósitos continentales ciclotemáticos, conservados en cuencas intramontanas, sintectónicas tardías o postumotectónicas, límnicas. Estas se han preservado a lo largo de bandas de cizalla o formando semigrábenes. El Carbonífero de Puertollano se sitúa temporalmente en el límite más alto de este rango, alcanzando el Autuniense (Pérmico) y de ahí la mencionada especificidad. La macrosecuencia 1 y parte de la macrosecuencia 2, forman el anteriormente denominado “Complejo Esquisto-Grauváquico “ante-Ordovícico” (Carrington da Costa, 1950; Teixeira 1954, 1955) o “Hispaniense” (Teixeira (1979), mientras que las otras dos secuencias, 3 y 4, forman un hiperciclo sedimentario distinto, con ciclos transgresivo-regresivo sucesivos y subordinados (Gutiérrez Marco et al., 1990, Portero y Dabrio 1988), con las lagunas estratigráficas y disconformidades correspondientes, que reflejan variaciones eustáticas asociadas a diferentes fenómenos y episodios diastróficos. Encontramos además en esta comarca los depósitos pliocuaternarios que forman las rañas y los glacis además de los materiales de los volcanes del “Campo de Calatrava” (Ancochea 1983, 2004), desarrollado en dos fases y cuya edad varia entre 8,7 y 6,4 M.a para la primera y desde los 3,7 M.a. hasta menos de 0,7 M.a. para la más reciente. En Alcudia se ve, al Sur de Mestanza, como alguno de estos volcanes se dispone sobre las rañas. En el mapa geológico simplificado que acompaña a este trabajo se han diferenciado el Alcudiense Inferior en claro, el Alcudiense Superior (muy oscuro), el Cámbrico (2º gris más oscuro), la sucesión paleozoica que comienza en el Ordovícico inferior (gris medio), los cuerpos plutónicos, la cobertera post paleozoica (blanco) y las rocas de la región volcánica del Campo de Calatrava (negro; Fig 2). 3. Estratigrafía del Valle de Alcudia El anticlinal de Alcudia es una gran estructura varisca con más de 150 km de continuidad, desde su entronque con la Serena en Badajoz (Pieren y Herranz 1988) hasta desdibujarse en las inmediaciones de la Sierra de Cazorla al Este. La correlación entre los términos valle de Alcudia y anticlinal de Alcudia es válida para su núcleo anteordovícico, principalmente precámbrico, que se extiende desde un cierre periclinal marcado por los conglomerados de San Lorenzo, al Este de San Lorenzo de Calatrava, hasta la misma terminación occidental. Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009 Rasgos geológicos de la comarca de puertollano 103 Figura 2. Mapa geológico regional, modificado a partir del Mapa geológico de España 1:1.000.000, y actualizado con la nueva información, con tonos divididos en función de las divisiones en hiperciclos mencionadas. - Regional geologic map, modified from the geologic Map of Spain 1:1.000,000, and updated with the new information. The grey shading is divided after the divisions of the mentioned hypercycles. Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009 104 A. P. Pieren Pidal 3.1. Alcudiense Inferior Esta unidad, cuyo rango es de grupo o supergrupo, está formada en el anticlinal de Alcudia, por grauvacas, micrograuvacas y limolitas. Se desconoce su base en toda la parte meridional de la Zona Centroibérica así como su yacente. En esta zona está prácticamente exenta de niveles guía, como pudieran ser gruesos niveles de grauvaca, o conglomerados y presenta una compleja deformación lo que dificulta su estudio estratigráfico y macroestructural (Fig 2). Se trata por lo general de una monótona alternancia de niveles milimétricos o centimétricos de grauvacas, micrograuvacas y limolitas. En algunas ocasiones, se engrosan siendo entonces métricos los niveles basales grauváquicos (a y b) y los demás niveles de la secuencia son entonces decimétricos. Generalmente los mejores afloramientos corresponden a aquellos niveles en los que predominan los gruesos bancos grauváquicos, condición que ha limitado el desarrollo de la esquistosidad. Las secuencias más finas son prácticamente inabordables para un estudio estratigráfico convencional por su alto grado de deformación (fracturación, esquistosidad y relleno por pequeñas venas de cuarzo). El grado de metamorfismo es muy bajo situándose en la anquizona media y eventualmente en la superior. La potencia de esta unidad es difícil de evaluar por la falta de niveles guía, el desconocimiento del muro y techo de la unidad, y su compleja deformación pero se suelen contemplar valores que oscilan entre los 4000 y los 6000 m; estos deben ser en realidad valores de la progradación del medio y no espesores reales. La existencia de valores mayores citados por algunos autores, pese a la gran extensión cartográfica de la unidad, no es avalada por los bajos valores de metamorfismo encontrados. Designada inicialmente por Bouyx (1970) como “Esquistos de Alcudia”, desde los trabajos de Crespo y Rey (1971) y Crespo y Tamain (1971) se denomina a esta unidad regionalmente como “Alcudiense Inferior”, tomando el nombre del Valle de Alcudia y en referencia a los afloramientos del entorno de Cabezarrubias. Recientemente también se han utilizado otros nombres como “Grupo Domo-Extremeño” (Álvarez-Nava et al. 1988) que tienen ciertos problemas en su definición (lo que se denomina Grupo Domo-Extremeño se define en el anticlinal de Valdelacasa, siendo la correlación con Alcudia dudosa o por lo menos arriesgada). Dado que nos encontramos exactamente en su lugar de definición, utilizaremos siempre el término Alcudiense Inferior. Los mejores afloramientos se encuentran en el Valle del Río Montoro, muy encajado respecto a los restos de la superficie de erosión, o en la carretera MestanzaEl Hoyo. También hay cortes representativos de la unidad en la carretera que va desde la confluencia del Chorrillo a San Lorenzo de Calatrava. Estos materiales fueron estudiados con un enfoque sedimentológico y paleogeográfico por Puigdefabregas (1981) en el embalse del Río Montoro en la carretera de Mestanza a Solana del Pino (hoja de Mestanza): las tendencias secuenciales muestran un claro dominio de las organizaciones estrato crecientes.; abundan los flute cast en la base de los tramos a de las secuencias. Las secuencias reconocidas corresponden a secuencias de Bouma, Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009 Rasgos geológicos de la comarca de puertollano 105 Fotografía 2: Afloramiento típico de niveles gruesos de turbiditas del Alcudiense Inferior en la zona central del anticlinal de Alcudia. Los niveles finos no suelen presentar afloramiento natural. - Typical outcrop of Lower Alcudian coarse turbiditic layers in the central part of Alcudia anticline. The fine levels usually do not outcrop naturally. generalmente incompletas; las más frecuentes son las secuencias truncadas ta-c y tbd. Se reconocen en afloramientos distintos dos asociaciones de facies: las primeras se caracterizan por tener un mayor desarrollo de los términos a, b y c, con bancos de grauvaca correspondiendo a los niveles a y b que superan el metro de potencia aunque los valores más normales varían entre 15 y 40 cm. Corresponden a las litologías más gruesas descritas en la parte occidental del valle del Río Montoro. Por otra parte, y con mayor distribución geográfica, tenemos las facies “finas”, constituidas por alternancias de micrograuvacas y limolitas, milimétricas o centimétricas. Predominan las secuencias incompletas tc-e tb-e e incompletas truncadas tc-d y tb-d. Éstas son más frecuentes en el borde septentrional de la unidad, por ejemplo en el barranco de la Gargantilla. Sin embargo, no está clara de momento una relación cartográfica entre los dos conjuntos de facies, por lo que no se ha podido precisar una distribución cartográfica (Fotos 2 y 3). Los dos tipos de asociaciones de facies descritos corresponden a facies de lóbulos turbidíticos. No se han reconocido en esta zona facies de interlóbulo también características de esta unidad en otros lugares en el extremo occidental del anticlinal de Alcudia y en otras estructuras (Pieren y Herranz 1988). Se distinguen además intercaladas posibles facies de talud (5). Estas últimas se han podido a veces diferenciar cartográficamente (Palero, 1993). Es difícil establecer con exactitud una edad para el Alcudiense Inferior, dada Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009 A. P. Pieren Pidal 106 Fotografía 3: Corte de carretera con una buena exposición de las turbiditas del Alcudiense Inferior en el Km 130 de la N-420. - Lower Alcudian section along the highway N-420, in the km 130, with a good exhibition of the turbidites la práctica inexistencia de microfósiles. Tan sólo la presencia local (un sólo registro) de los acritarcos Orygmatosphaeridium sp. y Protosphaeridium sp. (Mitrofanov y Timofeiev 1977 en San José, 1984) en la parte central del Valle de Alcudia, permitió su atribución al Rifeense en un sentido amplio (San José 1983, 1984), sin que se pudiera descartar la posibilidad de que los niveles más altos alcancen el Vendiense Inferior dado el amplio rango de distribución de ambos taxones (San José et al 1990). Desde entonces la definición de estos sistemas ha sido ampliamente revisada (Knoll et al. 1995) Este registro de acritarcos procede precisamente de una muestra tomada en el anticlinal de Alcudia, en afloramientos próximos al cruce de la carretera de Almadenejos a Almadén con el Río Valdeazogues, a unos 6 km de esta última localidad, dando una edad Rifeense segura para Mitrofanov y Timofeiev (op. cit). Otros autores, (Palacios, 1989, 1993; Vidal et al 1994) han propuesto una edad Vendiense Superior, para materiales supuestamente del Grupo Domo Extremeño del Anticlinal de Valdelacasa mediante acritarcos, negando en unos casos la existencia de una discordancia intra-alcudiense, o sin contemplar su existencia en otros. Más recientemente estos mismos autores (Palacios et al., 1996), con base en niveles fosfatados en el valle del Río Montoro, en la hoja de Mestanza (836) proponen que el límite entre el Vendiense Superior y el Cámbrico Inferior pudiese estar dentro del “Conjunto Alcudiense Inferior”, considerando ya el Alcudiense Superior en su totalidad como Cámbrico Inferior, en concreto desde el Nemakit-Daldyniense Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009 Rasgos geológicos de la comarca de puertollano 107 (un nuevo piso propuesto para el Cámbrico Inferior, bajo el Tommotiense) hasta el Atdabaniense. Como es más que dudosa la pertenencia al “Grupo Domo Extremeño” de los materiales en los que se tomó la muestra de Valdelacasa, y además es también discutible su correlación con el Alcudiense Inferior del Anticlinal de Alcudia, hacemos referencia al hallazgo local atribuyendo estos materiales al Rifeense Superior?- Vendiense Inferior. Respecto a la propuesta de PALACIOS et al. (1996) ésta consiste en considerar en su conjunto más alto a todos los materiales anteordovícicos, estando el límite Cámbrico-Precámbrico dentro del Alcudiense Inferior. 3.2. Alcudiense Superior Como se precisará más adelante, el Alcudiense Superior de Alcudia se dispone sobre el Alcudiense Inferior mediante discordancia angular y tiene una traza cartográfica subparalela respecto a la del Ordovícico Inferior suprayacente. Este hecho, inicialmente revelado por Redlin (1955), observado por Bouyx (1970) descrito por Crespo y Rey (1971) y largo tiempo debatido, fue confirmado por Palero (1993) en el anticlinal de Alcudia, y se extiende a toda la zona meridional de la Zona Centroibérica (Pieren 2000). Existe un hito importante surgido durante la realización de las Hojas MAGNA de Brazatortas y Mestanza, que fue la asignación del Macizo de Valdoro considerado tradicionalmente como Ordovícico al Alcudiense Superior por su contenido en facies, ichnofósiles y carbonatos. Los afloramientos de Alcudiense Superior conocidos con anterioridad se ubicaban en el flanco Norte del Anticlinal de Alcudia donde al Oeste de un desgarre, en Puertosuelta, dichos los afloramientos, subparalelos al Paleozoico, están controlados por la primera fase varisca, que es la que estructura el anticlinal de Alcudia. Al Este del mencionado desgarre, la interferencia con un sinclinal de dirección N-S forma una cubeta. Este sinclinal de dirección N-S, se extiende hasta el flanco Sur de Alcudia, donde aparece otra cubeta que denominamos Macizo de Valdoro-Montoro. La interferencia de dicho sinclinal de dirección N-S, con el eje del anticlinal de Alcudia, de dirección N 120º, forma una estructura en silla de montar. Hasta la cartografía realizada por el plan Magna, (Pieren et al 1997, Palero et al. 1997, Pieren 2000), se consideraba el Macizo de ValdoroMontoro como “Tremadoc”, con lo que la estructura era forzada y difícil de explicar ya que aparecía dicha “silla de montar”, con una cubeta formada por materiales del Alcudiense Superior al Norte, y otra cubeta con materiales del “Tremadoc” al Sur. Esta solución requeriría una fase de plegamiento posterior al Ordovícico basal y previa a las fases variscas. (Fig 3) Esta extraña estructura es la que aparece en el Mapa Geológico de España a Escala 1/1.000.000 (ITGE, 1994). La primera cartografía geológica de la zona es la de De La Rosa et al. (1929) quienes realizaron la hoja de Mestanza de la 1ª serie. Posteriormente esta zona fue reconocida en la tesis de Redlin (1955), recogida en la síntesis de las tesis de los alumnos de Lotze realizada por Walter (1977). La síntesis de la cartografía a 1/200.000, (Fontboté, 1970) desconoce el Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009 A. P. Pieren Pidal 108 Figura 3. Mapa geológico de la parte central de Alcudia. - Geologic map of the central part of Alcudia anticline. Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009 Rasgos geológicos de la comarca de puertollano 109 trabajo de Redlin (1955) y para el estudio del precámbrico se basa en los trabajos de Bouyx (1966, 1969, 1970), quién tampoco cita a Redlin en su Tesis Doctoral. Pese a basarse en el trabajo de Bouyx (1970), no se hace ninguna discriminación en el núcleo del valle de Alcudia, siendo el origen de la cartografía trabajos inéditos del IGME, y los de Richter (1967) en la terminación oriental. El trabajo de Fontboté (op. cit.) sí distingue dentro de lo que denominamos Macizo de Valdoro materiales precámbricos, pero cartografía el conjunto como Cámbrico/“Tremadoc”. Amor y Ortega (1987) realizan la cartografía MAGNA de la hoja de Tirteafuera. Hay otra cartografía realizada con concepto MAGNA, inédita y recogida por Palero (1991, 1993), de Gil Toja et al (inédita) en la hoja de Brazatortas y de Lorenzo (inédito) en una pequeña zona de la de Mestanza, pero que corresponde a los afloramientos de Alcudiense Superior de Cabezarrubias-Hinojosas. Palero (1991), presenta en su Tesis Doctoral un mapa completo a escala 1:50.000, que recoge el material de todos los trabajos mencionados y cartografía propia, de toda la zona central y oriental del anticlinal de Alcudia. Con posterioridad, la zona vuelve a ser investigada en una campaña organizada en dos fases (1994 y 1996) para la realización de la Cartografía MAGNA de las hojas de Brazatortas, Mestanza, Solana del Pino y Santa Elena (Lillo et al. 1997, Palero et. al.1997; Pieren et al. 1997). Estas hojas se sintetizan en la Hoja a escala 1/200.000 de Linares Nº 70 (López Sopeña et al. in litt.), que al incluir ocho hojas nuevas y revisar las restantes, constituye un importante aporte al conocimiento regional, pero que de cara al presente apartado, simplifica demasiado la distribución del Alcudiense Superior, llegando incluso a provocar incongruencias en la estructura del cierre periclinal del núcleo pre-ordovícico de Alcudia (Fig 4). La estratigrafía del Anticlinal de Alcudia fue estudiada por Pieren y GarcíaHidalgo (1999 a y b) quiénes propusieron la división del Alcudiense Superior de Alcudia en cinco unidades con rango de Formación. En la Tesis de Pieren (2000) se presentaron nuevos datos adicionales, como la existencia de una importante discontinuidad en la base de la Fm Conglomerados de San Lorenzo y la existencia de un surco subsidente en el que aparecen los mayores espesores de sedimentos, relacionado con la falla del Guijo (Palero 1991) en Mestanza. Dentro de lo posible, Pieren (2000) mantiene las formaciones previamente propuestas con modificaciones introducidas necesariamente a la luz de los nuevos descubiertos, y que son las siguientes (Fig 5). Formación Tamujar: Se caracteriza por su contenido en grauvacas, limolitas arenosas (micrograuvacas) y litoarenitas. Como en la zona de Mestanza existe un importante surco, las facies son mucho más similares a ambos lados de este surco, en las zonas de Cabezarrubias-Hinojosas, Macizo de Valdoro-Montoro y San Lorenzo de Calatrava. En la zona de Mestanza hay un importante cambio de facies, que responde a la generación en esa época de un considerable espacio de acomodación que no existe más al Este. El límite inferior de la formación Tamujar es una discordancia angular, con paleoalteración asociada en la zona de Cabezarrubias-Hinojosas, ya descrita por Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009 A. P. Pieren Pidal 110 Figura 4. Mapa geológico de la parte oriental de Alcudia. - Geologic map of the Eastern part of Alcudia anticline. Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009 Rasgos geológicos de la comarca de puertollano 111 Figura 5: Correlación de ciclos sedimentarios utilizando las columnas estratigráficas del Alcudiense Superior del anticlinal de Alcudia, con tonos en función de las Formaciones aquí descritas. - Correlation chart of the sedimentary cycles using Alcudia anticline Upper Alcudian stratigraphic logs , with the grey shading based on the Formations described in this paper. Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009 112 A. P. Pieren Pidal Peláez et al. (1986). Refleja un notable paleorrelieve. Su corte tipo se define en el del Arroyo del Tamujar, al sur de Cabezarrubias, del que la unidad toma nombre. El límite superior de la unidad es una transición gradual a la Fm Hinojosas cuando ésta no falta por erosión. En la zona de San Lorenzo de Calatrava se pasa también de forma gradual a la Fm de Pizarras de Cabezarrubias. La unidad presenta 50 m de potencia en el corte tipo, 72 m sería el espesor máximo en la columna del Arroyo Venero - Mina La Gitana, mientras que en la zona de San Lorenzo de Calatrava varía entre 5 y 12 m. Sedimentológicamente las facies descritas corresponden a medios submareales someros en una plataforma siliciclástica de energía relativamente elevada. En esta unidad no se han encontrado fósiles. Fm. Hinojosas: La formación fue propuesta en el mencionado trabajo de Pieren y GarcíaHidalgo (1999). El nombre corresponde al pueblo de Hinojosas en el Sector Central del anticlinal, y pretende respetar el término “Serie de Hinojosas” de Bouyx (1970), aunque éste era utilizado englobando todo el Alcudiense Superior de la zona de Cabezarrubias-Hinojosas. Esta unidad es muy variada litológicamente y se caracteriza por la presencia de lentejones de carbonatos, niveles de conglomerados más o menos persistentes (lentejones en Cabezarrubias-Hinojosas, niveles con gran continuidad y poco desarrollo vertical en el Macizo de Valdoro-Montoro, y niveles de mayor consideración en Mestanza). Pese a ello, predominan los depósitos arenosos ya sean grauváquicos, de grauvacas arcósicas o areniscas cuarcíticas, (estas últimas de morfología canalizada), frecuentemente, de grano grueso a microconglomerático. En la zona de Mestanza no aparecen carbonatos, que son la característica más importante de la unidad en las otras dos localidades. El corte tipo sería el del Camino a Cotofía al SW de Cabezarrubias, mencionado en el trabajo pionero de Crespo y Rey (1971). El límite inferior es un tránsito que se realiza mediante “pizarras bandeadas”, que incluimos totalmente en esta misma Fm. Hinojosas. Estas pizarras bandeadas, que constituyen un mero nivel de tránsito en Alcudia Central, presentan un gran desarrollo en Mestanza, donde llegan a tener más de 30 m, aunque se intercalan con cuerpos de conglomerados. El límite superior es un tránsito a las pizarras de la unidad superior, gradual pero rápido. Los espesores son de 80 m en Cabezarrubias, 50 en Mestanza y la unidad desaparece al Este, en la Zona de la Gargantilla-San Lorenzo de Calatrava. Interpretamos sedimentológicamente la unidad como generada en ambientes de plataforma siliciclástica somera. Primero aparecen sedimentos de menor energía (las pizarras bandeadas) que corresponden a medios probablemente más profundos, que pasan hacia techo a niveles de mayor energía, más someros. Los carbonatos aparecen relacionados geométricamente con estos medios de mayor energía; sólo localmente se dieron las condiciones para la formación de bioconstrucciones orgánicas que deben corresponder a medios submareales, siempre sumergidos, de baja energía, muchas veces desmantelados con posterioridad. Así aparecen asociadas a los cuerpos de conglomerados, a veces con morfología de canal. Hacia el Este, en Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009 Rasgos geológicos de la comarca de puertollano 113 Fotografía 4. Taphhelmithopsis, un ichnofósil característico del Alcudiense Superior e Alcudia, procedente del nuevo afloramiento reconido como tal, el “Macizo de Valdoro” - Taphhelmithopsis, a characteristic Lowermost Cambrian ichnofósil, coming from the new Upper Alcudian area recognized: “Valdoro massif” la Zona de Mestanza, las facies de pizarras bandeadas están asociadas a cuerpos de conglomerados. La tasa de sedimentación es mucho mayor y no se dan las condiciones para el crecimiento de los carbonatos en este surco subsidente. Al Este del surco que estaría condicionado por la Falla del Guijo, la Fm Hinojosas desaparece, tal y como se puede observar en el esquema de correlación de las columnas estratigráficas de Alcudia que presentamos. El contenido fósil de esta unidad es el más amplio y variado en el anticlinal de Alcudia: En los afloramientos de Cabezarrubias-Hinojosas aparecen Planolites, Hormosiroidea canadensis y Monomorphichnus lineatus. En el Macizo de Valdoro aparecen Planolites muy abundantes asociados a zonas intensamente bioturbadas próximas a los carbonatos y conglomerados. En la parte más alta de la unidad de predominio grauváquico y “micrograuváquico” aparecen Taphrhelminthopsis y muy abundantes ejemplares de Gordia Molassica (Foto 4). Fm. Pizarras de Cabezarrubias” Esta unidad, originalmente llamada Formación Pizarrosa Inferior por Pieren y García-Hidalgo (1999), se encuentra muy bien representada al W y SW de Cabezarrubias donde aparecen los mejores cortes pese a la existencia de intensa esquistosidad normal a la dirección, y también en el valle del Río Montoro en el Macizo de Valdoro. Dado que consideramos que tiene rango de Formación, Pieren Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009 114 A. P. Pieren Pidal (2000) propuso el nombre de Fm. Pizarras de Cabezarrubias, incluyendo el nombre de la localidad donde mejor se aprecian. En esta unidad incluye, además de los depósitos de su zona tipo en Cabezarrubias-Hinojosas, las “Pizarras acintadas de la zona de la Mina de la Gitana y las “Pizarras Inferiores” de San Lorenzo de Calatrava. La unidad comienza con alternancias de pizarras con finas capas centimétricas de microconglomerados o de areniscas de grano grueso que suelen presentar ripples; posteriormente pasa a pizarras masivas o microbandeadas con finas intercalaciones locales de capas de 1-2 cm de areniscas grauváquicas de grano grueso. En esta unidad es donde se ha recolectado la mayor cantidad de pistas fósiles en el muro de las capas arenosas. El límite inferior es gradual y corresponde a un contacto rápido pero transicional desde las areniscas y conglomerados de la parte alta de la Fm. Hinojosas. Este contacto se puede ver muy bien en el “Camino de Cotofía”. El contacto superior está frecuentemente cubierto por derrubios de los materiales Ordovícicos o de los conglomerados suprayacentes. Cuando es visible, este contacto parece conforme con los Conglomerados de San Lorenzo, pero estudiado en detalle (por ejemplo en la zona de Mina la Gitana) puede reconocerse que es erosivo. La unidad supera los 120 m en Cabezarrubias, alcanza 390 m en la zona de Mina La Gitana, en el término de Mestanza, y presenta espesores variables en la zona de La Gargantilla - San Lorenzo de Calatrava que van desde 30 m al Oeste hasta 75 m al Este. Sedimentológicamente los depósitos corresponden a los de una plataforma siliciclástica de baja energía; son de mayor profundidad que los infrayacentes y siempre bajo el nivel de base del oleaje; habría una zona tranquila donde la proliferación de organismos sería más favorable. La Fm. de Pizarrosa de Cabezarrubias ha suministrado abundantes Planolites y Bergaueria aff. langi (García-Hidalgo, 1993), en la zona de Cabezarrubias. En Mestanza no se han encontrado pistas ni restos fósiles, quizás por las limitaciones de los afloramientos, o quizás por la importante tasa de sedimentos en este surco activamente subsidente. “Fm. Conglomerados de San Lorenzo”. Esta unidad fue propuesta con rango de Formación por Pieren y GarcíaHidalgo (1999). Está compuesta casi en su totalidad por conglomerados masivos, ortosostenidos, de cantos de cuarzo centimétricos de distinto tamaño (1,2 a 5 cm). Solamente al Este, éstos presentan intercalaciones de “pizarras acintadas”. Pieren (2000) considera englobadas en esta unidad además de los conglomerados del corte tipo de San Lorenzo de Calatrava, los “Conglomerados de las casas del Ahorcado” de Alcudia Central, y los “Conglomerados de la Alberquilla” de Mestanza. El corte tipo, sería el del Barranco de la Gargantilla (Fig 6), aunque puede no recoger la parte más alta de la unidad. En otras zonas en las que sí se aprecian con claridad los dos límites, como en San Lorenzo de Calatrava, la silicificación es tan intensa que no permite un estudio estratigráfico de detalle y mucho menos sedimentológico de la unidad (Foto 5). De nuevo el espesor máximo se sitúa en la zona de Mestanza donde los “Conglomerados de la Alberquilla” alcanzan 250 m. Al este, al SW de Brazatortas, Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009 Rasgos geológicos de la comarca de puertollano 115 se han conservado 40 m y en el Conjunto de Afloramientos de San Lorenzo los espesores varían entre 95 y 120 m. El límite inferior, como queda demostrado por las observaciones realizadas en la zona de Mina La Gitana, es una discontinuidad con erosión asociada, y como puede observarse en los gráficos de correlación de columnas adjuntos, la unidad se apoya de hecho sobre distintos niveles de las unidades infrayacentes, e incluso sobre unidades distintas, por lo que la laguna estratigráfica y la erosión asociada son importantes. El límite superior es rápido y gradual con una rápida disminución de energía y de tamaño de grano (paso de conglomerados y pelitas). Las estructuras sedimentarias son muy escasas en los cuerpos conglomeráticos de esta unidad, que suelen presentarse como muy masivos y homogéneos. Simplemente se observan algunas estructuras de corte y relleno, y en las areniscas microconglomeráticas se han apreciado “lags” de cantos. Únicamente en la zona de Mestanza, la morfología lenticular de los cuerpos sedimentarios parece indicar que corresponden a rellenos de canal, aunque dada la mencionada escasez de estructuras preservadas es difícil precisar el tipo de depósitos. Sin embargo, es clara una progradación Figura 6. Corte geológicos del Arroyo de Fuentepizarra en San Lorenzo de Calatrava, desde el Alcudiense Inferior a la izquierda hasta la Cuarcita Armoricana a la derecha. - Geologic section along Fuentepizarra Stream in San Lorenzo de Calatrava, from the Lower Alcudian in the left to the Armorican Quartzite in the right upper part. Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009 A. P. Pieren Pidal 116 Fotografía 5. Los conglomerados de San Lorenzo de Calatrava del Alcudiense Superior (Cámbrico basal), en las inmediaciones de esa localidad - The Upper Alcudian San Lorenzo de Calatrava conglomerates (Early Cambrian) in the environs of that town. de medios someros sobre los sedimentos de plataforma infrayacentes, pero la calidad de los afloramientos, a la que se asocia la falta de estructuras sedimentarias, impide precisar si estamos contemplando la progradación de un delta o fan-delta sobre las facies finas del prodelta, o de una plataforma externa, o bien si de trata de otro medio sedimentario. En esta unidad hemos encontrado en San Lorenzo de Calatrava Anabarella plana y latouchélidos, estos últimos aún en estudio y pendientes de figurar. “Fm. de Pizarras Superiores con Anabarella”. Esta es por el momento la unidad datada más alta del Alcudiense Superior, no sólo en el Anticlinal de Alcudia, sino en toda la zona meridional de la Zona Centroibérica al N del batolito de Los Pedroches. Solamente unos depósitos de arenisca y conglomerados en la Sierra de Puebla de Alcocer (Badajoz) podría ser equivalente o más alta, siempre dentro de los que consideramos Alcudiense Superior, pero esta última no tiene elementos de datación (Pieren, 2000). Como su nombre indica, la unidad es fundamentalmente pizarrosa, aunque se pueden reconocer tres tramos dentro de ella: el más bajo está formado por una alternancia de grauvacas de grano muy fino y limolitas (“grès rubannés” de los autores franceses que trabajaron en la zona), el segundo está formado por pizarras con presencia de niveles con fosfatos y gran acumulación de small shelly fossils, y el tercero es fundamentalmente pizarroso (ver corte del Arroyo de Fuentepizarra). Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009 Rasgos geológicos de la comarca de puertollano 117 La unidad se ha reconocido cartográficamente tan sólo en dos localidades, e la zona de Mestanza, y en el arroyo de Fuentepizarra al E y cerca de San Lorenzo de Calatrava, es decir tan sólo se ha detectado la existencia de la unidad en el Sector de Alcudia Oriental (ver mapa adjunto). El corte tipo es el del mencionado Arroyo, donde se encontraron inicialmente los ejemplares de Anabarella, y que es además uno de los pocos sitios en los que la unidad presenta continuidad. El espesor total en esta zona es 155 m, y según nuestras estimaciones en Mestanza sólo se han conservado excepcionalmente 40 m. En otros lugares pueden haberse conservado espesores mayores que este último, pero la unidad suele estar recubierta por los derrubios de la Cuarcita Armoricana o por los del Arenig basal, hecho por el que no se ha reconocido cartográficamente en más lugares. El límite inferior es un tránsito rápido pero gradual desde la Fm. de Conglomerados de San Lorenzo, y no hemos detectado en ningún sitio afloramientos del límite superior, que en cualquier caso parece corresponder al contacto discordante de las cuarcitas o conglomerados del Ordovícico basal sobre estas pizarras superiores. Desde el punto de vista sedimentológico, esta unidad corresponde a una clara profundización desde los medios de influencia continental de la unidad anterior pasando a facies de plataforma siliciclástica. El tránsito se realiza en los niveles de grauvaca de grano fino y las alternancias basales. Discontinuidades y discusión: En su Tesis, Pieren (op.cit.) caracteriza 3 de las 5 discontinuidades que afectan al Alcudiense Superior enumeradas por Vilas et al (1987) San José et al (1990), siendo algunas de ellas discordancias angulares (la 1ª o 2ª) o discordancias erosivas. Estas quedan patentes en el gráfico de correlación de ciclos sedimentarios identificándose una discordancia angular basal y la discontinuidad (erosiva) que aparece en la base de los conglomerados de San Lorenzo y niveles equivalentes. Rodríguez-Alonso et al. (2004) y Díez-Balda et al. (2004) presentan una reciente actualización de la correlación suprarregional de las unidades del NeoproterozoicoCámbrico Inferior para el conjunto de la Zona Centro-Ibérica Meridional con una tabla de correlación en la que se utilizan como referencia las unidades aquí descritas. 4. El Paleozoico Solana del Pino. de los Sinclinales de Puertollano y de El sinclinal de Puertollano tiene las características de la mayoría de los sinclinales de la Zona Centroibérica con la excepción de que además tiene un Carbonífero superior post varisco, productivo. Las características comunes del Paleozoico que aparece sobre el Cámbrico Basal o Inferior en los Sinclinales que flanquean el anticlinal de Alcudia, es decir el de Puertollano, en el que nos centraremos, y en el de Solana del Pino, se han recogido en varios trabajos importantes de síntesis de la Geología del Macizo Hespérico o de la Península como son Gutiérrez Marco et al (1990), San José et al (1992) resumidas más recientemente (y con mucho menos detalle por la limitación Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009 118 A. P. Pieren Pidal en extensión del trabajo) por Martínez Poyatos et al (2004) refiriéndose al muy apropiado nombre de “la secuencia paleozoica postcámbrica” que corresponde a la megasecuencia Ordovícico Inferior – Carbonífero Inferior citada en el punto 2. También recientemente y de manera más extensa, en el libro “The Geology of Spain” que está estructurado por Sistemas, encontraremos esta información en el “Ordovícico” (Gutiérrez Marco et al, 2002), y en el “Silúrico” (Robardet y Gutiérrez Marco, 2002). El Devónico aparece en muchos de los sinclinales de la Zona Centroibérica Meridional, como Almadén, Guadalmez y El Centenillo, con características similares y presentando en todos ellos una laguna mesodevónica de amplia transcendencia paelogeográfica y tectónica. Por ello, y aunque no se hayan conservado o estén ocultos bajo el Estefaniense discordante, en el centro del sinclinal de Puertollano, se puede deducir que hubo sedimentación en la zona de Puertollano y aledaños durante el Devónico Inferior, y puede que también en el Devónico Superior, pero estos últimos depósitos habrían desaparecido, al menos en su mayor parte, en la erosión previa a la sedimentación de los depósitos fini-carboníferos. Los depósitos del Ordovícico basal (incluyendo a veces, posiblemente, la parte más alta del Cámbrico Superior), previos a la transgresión materializada en los depósitos de la Cuarcita Armoricana, son probablemente los más variados de la secuencia paleozoica postcámbrica de la Zona Centroibérica Meridional. Pueden variar desde depósitos conglomeráticos de más de 800 m en los Montes de Toledo, a 400 m de litoarenitas de color púrpura en la zona del Parque de Cabañeros (Navas de Estena, Anchuras, el Zumajo) hasta reducirse a unas decenas de metros (Orellana, Fuenlabrada de los Montes, flanco Sur del Sinclinal de Almadén) o desparecer totalmente, como en una gran parte del Sinclinal de Herrera del Duque (Pieren, 2000). Esto se debe a que rellenan fosas o semi-grábenes creados en la etapa de rifting final del Cámbrico, y a que son parcialmente erosionados por la base de la transgresión de la “Cuarcita Armoricana” que según los lugares, se apoyará sobre distintas facies y medios del Ordovícico Basal, sobre depósitos del Cámbrico Superior, o incluso directamente sobre el Alcudiense Inferior como en la parte occidental de Herrera del Duque o el flanco Sur del Anticlinal de Alcudia (Fig.2). Existe una asimetría en el yacente de los anticlinales variscos en los que aparecen los materiales más antiguos al S y SW, y los más recientes al NE, que delata como mínimo un basculamiento pre-ordovícico. En el flanco Norte del Anticlinal de Alcudia, la variación de estos materiales es muy interesante, y aparecen diferentes facies bajo la “Cuarcita Armoricana2 en la zona próxima a Cabezarrubias o Mestanza y en la terminación oriental, próxima al cierre periclinal del núcleo ante-ordovícico en San Lorenzo de Calatrava. En la zona próxima a la Mina de la Gitana, en las inmediaciones de la laguna de la Alberquilla aflora una sucesión que se apoya sobre el Alcudiense Superior, en la que aparecen conglomerados y protocuarcitas. En la laguna de la Alberquilla, estos conglomerados canalizados y bien lavados llegan a presentar centiles que superan los 25 cm (cantos rodados de cuarcita como “melones”) y se interpretan como depósitos fluvio- mareales a fluviotorrenciales. Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009 Rasgos geológicos de la comarca de puertollano 119 Por el contrario, en la zona de San Lorenzo de Calatrava, la sucesión del Ordovícico basal que aparece bajo la “Cuarcita Armoricana” está formada por barras de areniscas cuarcíticas o cuarcitas en delgados niveles, que se encuentran totalmente bioturbados por Skolithos sp., de mayor potencia que los niveles mencionados y que se interpretan como depósitos litorales afectados por la acción del oleaje. Estos niveles se han denominado en esta zona como “Formación de Base”, y por su gran variación en facies y espesores serán objeto de trabajos específicos. Por encima encontramos, con una gran homogeneidad en distribución facies y espesores, al resto de la secuencia paleozoica postcámbrica, cuyo rasgo de mayor variación es la amplitud de la laguna estratigráfica del Ordovícico Terminal, que se encuentra frecuentemente erosionando, incluso en su totalidad, a la Caliza Urbana y a los Bancos Mixtos (El Centenillo) o a las Alternancias Superiores (AlmadénGuadalmez). La laguna estratigráfica está sellada según las zonas por las “cuarcitas de base del Silúrico” (Cuarcita del Criadero, o del Castellar), por las “pelitas con fragmentos”, que denotan la glaciación del Ordovícico Superior, o por niveles más bajos como las Pizarras del Muro o Pizarras Chavera (Gutiérrez Marco et al, 1990). En resumen, las formaciones que encontramos en los sinclinales de Puertollano y de Solana del Pino sobre la “Formación de Base”, son la “Cuarcita Armoricana”, de edad Arenigiense s.l., los “Estratos Pochico”, de edad Arenigiense Superior Oretaniense Inferior, los “Esquistos de Río”, cuya edad es Oretaniense Dobrotiviense Inferior, las “Alternancias de Canteras”, del Dobrotiviense Inferior Dobrotiviense Medio, la “Cuarcita de Canteras”, atribuible al Dobrotiviense Mediosuperior, los “Bancos Mixtos”, que comienzan en el Berouniense y terminan en el único episodio carbonatado reconocido de la sucesión paleozoica y cuya edad es Kralodvoriense. Sobre la mencionada laguna estratigráfica del Hirnantiense aparecen los “Esquistos Chavera”, de edad Hirnantiense Superior Llandoveriense Inferior, La “Cuarcita del Criadero”, del Llandoveriense, las “Alternancias Volcanosedimentarias”, de edad Llandoveriense Medio y que probablemente no superan el Wenlockiense y que son el nivel más alto conservado en estos sinclinales. La Cuarcita Armoricana”, que puede encontrarse sobre la “Formación de Base” sobre una base erosiva, está formada por una potente alternancia de gruesos paquetes de ortocuarcitas blancas que, por su gran competencia, da lugar a los relieves más importantes de toda la región. Es singular que no forme una sierra en el collado en el que se asienta Puertollano y de ahí el nombre de la localidad. La “Cuarcita Armoricana” se puede subdividir en tres tramos, los cuales son reconocibles en toda la Sierra Morena y que ya fueron distinguidos por Bouyx (1970) y Tamain (1972): Un tramo inferior formado por una alternancia de paquetes decimétricos y métricos de ortocuarcitas blancas con finas y escasas intercalaciones pizarrosas de 125 a 175 m de espesor. El tramo intermedio de 50 a 75 m, con malos afloramientos formado por alternancias de paquetes centi a decimétricos de ortocuarcitas con delgados niveles de pizarras grises. En las cuarcitas aparecen estratificaciones cruzadas de bajo ángulo, que dan lugar a geometrías lenticulares y a frecuentes acuñamientos. Aparecen abundantes ichnofósiles, como Cruziana furcífera y Cruziana goldfussi. El tramo superior, de 150 a 200 m, está constituido por paquetes decimétricos y métricos Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009 120 A. P. Pieren Pidal de ortocuarcitas blanquecinas, con escasas intercalaciones pizarrosas. Los estratos cuarcíticos son potentes en bancos incluso superiores a los 5 m, especialmente en la parte más alta. Se reconocen estratificaciones cruzadas de bajo ángulo: megarripples y dunas submarinas (sand waves) siendo escasos los ichnofósiles. El medio de sedimentación de esta unidad es de llanura mareal, probablemente en la zona inmediatamente por debajo del nivel del oleaje. La alta pureza de las ortocuarcitas indican que son sedimentos muy retrabajados y muchos autores consideran que son depósitos que corresponden a una sedimentación multicíclica, no pudiéndose lograr en un solo ciclo sedimentario tal pureza en el contenido en cuarzo. A techo de esta unidad aparece una alternancia muy regular de paquetes centi a decimétricos de ortocuarcitas, arenisca y pizarras arenosas conocida con el nombre regional de “Estratos Pochico”, término establecido por Tamain (1967) en El Centenillo (Jaén) cuyo espesor varía entre 150 y 175 m. Presentan laminación cruzada producida por ripples de oscilación, así como localmente estratificación fláser. Cuando los paquetes alcanzan algunos decímetros, es frecuente observar geometrías de sand waves. La unidad constituye una transición progresiva desde un medio de llanura mareal somera a condiciones de sedimentación más profundas. Respecto a la “Cuarcita Armoricana”, la base de los “Estratos Pochico” supone una ligera somerización de la plataforma a niveles claramente afectados por el oleaje. En esta zona sólo presenta restos de lingúlidos fosfatizados pero regionalmente presenta en la base pistas como Cruziana goldfussi, Rouaultia rouaulti, Rhusophycus sp., etc. que han permito la datación como Arenigiense Superior Oretaniense Inferior. En tránsito gradual, pero rápido, los “Estratos Pochico” pierden los paquetes arenosos pasando a una potente unidad de pizarras arenosas y pizarras negras denominada por Tamain (1967, 1972) “Esquistos de Río”, equivalentes regionalmente a las “Pizarras de Calymene Inferiores” de Almadén (García Sansegundo et al., 1987). Se encuentran habitualmente muy recubiertos en la parte baja de los valles. El medio de sedimentación de los “Esquistos de Río” es claramente de plataforma profunda con condiciones fuertemente reductoras, suponiendo el máximo de la transgresión ordovícica aunque presentan localmente somerizaciones denotadas por sand-waves o facies de tormenta que aumentan al techo de la unidad cuyo espesor se puede estimar en 350 m. Presenta graptolitos, trilobites y braquiópodos descritos en Tamain (1972), Hamman (1973) y Rábano (1989) entre otros que han permitido la datación como Oretaniense-Dobrotiviense. Sigue una potente alternancia de areniscas silíceas y pizarras que culmina con un tramo ortocuarcítico muy característico, conjunto que ha sido definido por Palero (1992) como “Formación Canteras”, comprendiendo las unidades cartográficas “Alternancias de Canteras” y la “Cuarcita de Canteras” cuyo nombre corresponde a un nivel con canteras en el mismo Almadén (Almela et al., 1962). Este conjunto que se reconoce en toda la zona Centroibérica meridional recibe distintos nombres como puede observarse en Gutiérrez Marco et al. (1990), San José et al. (1992). Sobre las alternancias de canteras que equivalen a las “Pizarras de Calymene Superiores” la cuarcita de canteras está formada por una alternancia de 30 a 40 m. de espesor de paquetes decimétricos y métricos de ortocuarcitas y cuarzoarenitas, separados por Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009 Rasgos geológicos de la comarca de puertollano 121 finos niveles de areniscas micáceas, siendo característico el resalte de dos barras cuarcíticas a muro y techo del tramo. Representan el máximo regresivo, originado por el aumento generalizado de los aportes arenosos o por colmatación al cesar la subsidencia de la cuenca, indicando las estructuras sedimentarias y las asociaciones de facies medios de llanura mareal y la presencia de huellas de desecación citadas por Tamain (1972) en El Centenillo, indicarían que en zonas se han dado condiciones de llanura supramareal. Es el tramo pizarroso el que permite la datación de la unidad por varios autores (Amor y Ortega, E. 1988), mientras que la cuarcita es azoica y por posición estratigráfica se considera que representa el límite DobrotivienseBerouniense. Recibe el nombre de “Bancos Mixtos” un conjunto de alternancias arenosopizarrosas muy fosilíferas que termina a techo con el único episodio carbonatado del Paleozoico Inferior de Sierra Morena y la banda meridional de la Zona Centroibérica, la “Caliza Urbana” (Henke, 1926) y constituye el nivel guía mas seguro de la serie paleozoica, que comienza en el Caradociense Inferior y termina en el único episodio carbonatado reconocido de la sucesión paleozoica cuya edad es Ashgilliense Inferior. El término “Bancos Mixtos” se debe a Tamain (1967 y 1972). Los “Bancos Mixtos” están constituidos por alternancias de paquetes centi y decimétricos de areniscas silíceas de grano medio y/o fino, areniscas micáceas finas, areniscas finas carbonosas y pizarras arenosas (lutitas) y la “Caliza Urbana” es un tramo lumaquélico carbonatado datado por conodontos como Kralodvoriense. En contacto neto se encuentran los “Esquistos Chavera”, Tamain (1967 y 1972) que aparecen en malos afloramientos en el núcleo del sinclinal de Puertollano, constituidos por pizarras ampelíticas, con aspecto satinado, bien esquistosadas, que se vuelven algo arenosas hacia la parte alta de la unidad. Como corresponde al ambiente reductor en el que se depositaron hay huellas de cubos diagnéticos de pirita y nódulos ferruginosos además de la abundante materia orgánica característica de las ampelitas. Entre los “Bancos Mixtos” y la presente unidad pizarrosa existe una laguna sedimentaria presente en la mayor parte de la zona Centroibérica Gutiérrez Marco et al. (1990) San José et al. (1992) y García Palacios et al.(1996) muestran una edad Ordovícico terminal (Hirnantiense) para los “Esquistos Chavera” pero el límite Ordovícico-Silúrico lo colocan en la unidad suprayacente la “Cuarcita del Criadero”. La “Cuarcita del Criadero”, definida por Almela et al., (1962) recibe su nombre de la cuarcita productiva en la mina de mercurio de Almadén. Se conoce como la “cuarcita del Silúrico” y regionalmente recibe otros nombre como la Cuarcita de Castellar o de Las Majuelas (ver el cuadro de correlación en Gutiérrez Marco et al. (1990, pp 162-163). Aquí la unidad, cuyo espesor varía entre 24 y 40 m y es un referente en el paisaje de los sinclinales por sus crestones, está formada por una alternancia de paquetes de espesor variable de ortocuarcitas blancas o grises. A grandes rasgos se reconocen dos tramos de paquetes de espesor decimétrico a métrico, situados respectivamente en la base y en el techo de la unidad. Estos dos tramos están separados por otro de alternancias centimétricas a decimétricas. Las estructuras sedimentarias reconocidas y la geometría de los paquetes indican un Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009 122 A. P. Pieren Pidal medio de una llanura mareal, representando los tramos de muro y techo episodios intramareales, inmediatamente por debajo de la zona afectada por el oleaje. Considerada tradicionalmente como azoica a escala regional, fueron hallados restos fósiles a techo de la unidad indicando una edad Llandoveriense Inferior (GutiérrezMarco y Pineda, 1988; García Palacios et al. (1996) Finalmente, como unidad más alta de este hiperciclo aflorante en el Sinclinal de Puertollano, recibe el nombre “Alternancias Volcanosedimentarias” un conjunto de materiales volcanosedimentarios con intercalaciones de pizarras grafitosas (García Sansegundo et al. 1987). Esta unidad comprende a los “Esquistos con Monograptus” de Tamain (1972) y a las “Pizarras de Techo” de almadén (Almela et al., (1962). Los materiales que integran las “Alternancias Volcanosedimentarias” en esta zona son volcánicos casi en su totalidad, encontrándose principalmente tobas bien estratificadas y localmente niveles de pizarras ampelíticas intercaladas. Las rocas volcánicas son principalmente tobas, bien estratificadas, con colores pardos y ocres de alteración que corresponden a rocas volcánicas básicas sin clasificar debido a una muy intensa carbonatización. Alternando con las rocas puramente piroclásticas, aparecen estratos que contienen numerosos elementos detríticos, principalmente granos de cuarzo, y que presentan estratificación paralela y cruzada de bajo y gran ángulo. La datación se hace en función de los niveles fosilíferos encontrados en los tramos ampelíticos de la unidad, pero la parte más alta de la unidad, que aquí no aflora alcanza en Almadén la base del Devónico. El espesor que aparece es parcial ya que falta el techo por erosión. 5. El Carbonífero: Estratigrafía y transcendencia de ciertos afloramientos Como ya se ha mencionado en la introducción, la existencia de Carbonífero productivo se conoce en la Cuenca de Puertollano desde 1873. Esta cuenca lacustre y deltaica con componentes volcánicos fue estudiada por Wallis (1983). Se trata de un Carbonífero superior y post-varisco datado como Estefaniense B (Wagner y Utting, 1967) pero que más recientemente Wagner et al. (2003) lo datan como finicarbonífero, es decir Estefaniense C, equivalente en parte a un antiguo Autuniense Inferior, es decir prácticamente en el límite Carbonífero-Pérmico. En el trabajo de Palero (1993) se da un dato importante de cara a las reconstrucciones paleogeográficas y a la historia geológica de la región, y es la presencia de una sucesión con conglomerados del Carbonífero superior o Pérmico Inferior en las proximidades de Bienvenida, denominados en la memoria de la hoja 835 de Brazatortas (Pieren et al 1997) como “Conglomerados de Mina Riquilla”. En conjunto se trata de unos megaconglomerados muy peculiares que en una primera impresión pueden ser considerados como rañas pero que se presentan estratificados y ligeramente plegados (buzamientos del orden de 10-15°), mientras que las rañas aparecen horizontales o fosilizando algunos paleorrelieves. Además el tamaño de algunos de los bloques de estos extraños conglomerados es enorme, absolutamente Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009 Rasgos geológicos de la comarca de puertollano 123 impropio de los depósitos tipo raña y más aun teniendo en cuenta que los relieves ortocuarcíticos se encuentran a más de 2 Km de distancia en mapa. Finalmente, una gran cantidad de bloques y cantos están fracturados y tectonizados, en especial cerca de los bordes, lo que quiere decir que hay fallas que afectan de forma notable a estos conglomerados. En estas fallas se encuentran inyectados diques de composición básica anfibolítica. La deformación de los cantos es claramente posterior a su depósito, pues sus superficies redondeadas aparecen rotas. No presentan fósiles por lo que se han correlacionado con unos depósitos muy similares que afloran en el sinclinal de Almadén, los cuales han sido considerados como carboníferos (García Sansegundo et al., 1987). En ellos fueron encontrados restos de Neuropteris, lo que permitió datarlos como Westfaliense Estefaniense Medio. En la parte norte del afloramiento de Mina Riquilla presentan una sucesión basal con conglomerados redondeados cuarcíticos (pudingas de 4 a 12 cm) y areniscas grauváquicas semejante a la base de la sucesión de la Cuenca productiva de Puertollano. Destacamos aquí este hallazgo puesto que es un rasgo muy importante ya que denota una intensa erosión post-varisca, ya que estos conglomerados del Carbonífero de Mina Riquilla, se encuentran depositados directamente sobre el núcleo precámbrico del anticlinal de Alcudia, lo que hace suponer que se produjo una rápida erosión de los relieves asociados a los anticlinales recién creados por el orógeno varisco, y también aprovechando zonas de fractura, o semi-grábenes. Es decir, que los miles de metros de toda la sucesión paleozoica prehercínica ya habían sido erosionados en ciertas zonas durante el Carbonífero Superior, muy poco tiempo después de la creación de los relieves. Pero volvamos a la cuenca productiva de Puertollano. Aquí los depósitos finicarboníferos prácticamente no están plegados, y presentan buzamientos muy suaves; a su vez están revestidos por un fino recubrimiento Neógeno. Los antiguos pozos atraviesan esta cobertera terciaria para llegar al Carbonífero productivo, pero a partir de los años 90 se han aplicado los métodos de una moderna minería de transferencia, y la explotación se ha realizado mediante una corta multicapa explotada por Encasur, la descubierta “Emma”. La sucesión carbonífera, que corresponde a lutitas, lutitas carbonosas, pizarras bituminosas y alguna arenisca, y que corresponde a un medio de sedimentación lacustre, presenta varias intercalaciones de tobas volcánicas que aparecen como constituyente principal en los primeros 170 metros de la sucesión, aunque luego entre los depósitos lacustres y las capas de carbón también aparecen cenizas volcánicas. Esta asociación, característica de una zona pantanosa o lacustre con la participación en reiteradas veces de tobas, brechas y cenizas volcánicas, es analizada en la contribución de Wagner et al. (2003) al libro de Patrimonio geológico de Castilla-La Mancha con el sugestivo nombre de “una Pompeya Paleobotánica”. En este trabajo se revisa la sucesión estratigráfica del Carbonífero de Puertollano, el medio sedimentario en el que se produjo y se hace un especial y exhaustivo estudio del contenido fósil de esta cuenca, por lo que al tratarse de un trabajo tan reciente nos remitimos a él. Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009 A. P. Pieren Pidal 124 Fotografía 6. La descubierta Emma vista hacia el Este, con la cuerda de Cuarcita Armoricana al fondo (flanco Norte del sinclinal de Puertollano), y la localidad de Puertollano. Foto cedida por ENCASUR. - Emma mine, as seen towards the East, with the Armorican Quartzite ridge in the horizon (North flank of Puertollano Syncline), and the locality of Puertollano. Photo yielded by ENCASUR. Fotografía 7. La descubierta Emma vista hacia el Oeste, con la cuerda de Cuarcita Armoricana del flanco Norte del anticlinal de Alcudia a la izquierda y al fondo. Foto cedida por ENCASUR - Emma mine open pit, as seen Westwards, with the Armorican Quartzite ridge at the left and in the horizon (North flank of Alcudia Anticline). Photo yielded by ENCASUR. Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009 Rasgos geológicos de la comarca de puertollano 125 6. Los sedimentos terciarios y los volcanes del Campo de Calatrava El Macizo Hespérico estuvo emergido durante la mayor parte del Mesozoico y por lo tanto expuesto a erosión. Desde los materiales del límite PaleozoicoMesozoico de la Cuenca Carbonífera de Puertollano no se registran sedimentos hasta los del Plioceno que forman parte de la terminación meridional de la cuenca terciaria de la Llanura Manchega-Campos de Calatrava. Este último nombre geográfico esta geológicamente asociado y da el nombre más conocido a la Región Volcánica Central Española (Ancochea, 1983, 2004). El terciario está constituido por arcillas limos arenas y gravas de un espesor de hasta 18 m, que por correlación con la cuenca terciaria de los campos de Calatrava, donde se localiza el yacimiento de mamíferos de Valverde de Calatrava (Molina, 1975), puede atribuirse una edad Pliocena. Por encima se han medido se han medido 1,5 m de margas calcáreas blancas de aspecto pulverulento, sobre las que yacen 2 m de calizas blancas con caráceas y que constituyen el techo de la sucesión terciaria. Esta aflora cubriendo gran parte del núcleo del Sinclinal de Puertollano y por lo tanto recubriendo la mayor parte de los sedimentos del Carbonífero productivo. De los depósitos recientes hemos de destacar por su transcendencia geomorfológica en Alcudia las rañas. Allí se da un caso curioso en la que se encuentra en la proximidad del embalse del Rio Montoro, ya que presenta un metamorfismo de contacto por la acción del volcán que se encuentra sobre ella. Las manifestaciones volcánicas en la región de Puertollano, y particularmente las que se encuentra al N y NE de la localidad han tenido gran importancia, siendo ésta una de las áreas más representativas de la Región Volcánica Central Española, de la que constituye en buena parte su zona occidental. La Región Volcánica Central Española que se extiende entre los Montes de Toledo y Sierra Morena, en la zona de borde de la cuenca manchega es una región formada por unos 200 centros de emisión puntuales y dispersos, que se reparten por un área de 5000 km2 (Ancochea, 2004). En el ámbito de nuestro trabajo es el mencionado del embalse del Rio Montoro el más meridional y el volcán de Bienvenida, cuya forma de volcán es aún reconocible, el más occidental. Las primeras referencias a la existencia de vulcanismo en Campos de Calatrava son de la primera mitad del siglo XIX y corresponden a Maestre (1836) y Ezquerra del Bayo (1844), y es Hernández Pacheco (1932) quien proporciona una primera visión de conjunto. La actividad volcánica ha sido estromboliana o hidromagmática. Cuando has sido estromboliana se han formado pequeños conos piroclásticos que la erosión ha degradado hoy a cerros redondeados condiámetros del centenar de metros y alturas que raramente superan el centenar de metros y que reciben localmente el nombre de cabezos. Las coladas alcanzan has 6-7 km (Ancochea, 2004). Atendiendo a criterios vulcanológicos, se pueden distinguir en esta región: lavas, piroclastos de caída y piroclastos hidromagmáticos. En cada uno de ellos se puede, además, especificar Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009 126 A. P. Pieren Pidal la composición: melilititas olivínicas, limburgitas, nefelinitas olivínicas, leucititas olivínicas, basanitas y basaltos; aunque no en todas las hojas aparecen todos los tipos vulcanológicos o composicionales. En el caso de los depósitos hidromagmáticos, la naturaleza de los mismos, compuestos esencialmente por fragmentos no volcánicos, o incluso volcánicos, pero con dudas con respecto al origen juvenil (del mismo magma), o accidental (sin relación con él), no permite hacer diferencias en cuanto a la composición. Desde el punto de vista vulcanológico en la zona de Puertollano afloran tanto lavas, como productos piroclásticos y, entre estos, tanto piroclastos estrombolianos, como hidromagmáticos. En cuanto a composición están representados todos los tipos litológicos, siendo la zona de Puertollano la única en la que aparecen las leucititas olivínicas (Ancochea, In Hoja de Puertollano, MAGNA, in litt.). Se han diferenciado así: por un lado lavas basálticas (incluyendo las basaníticas), lavas de nefelinitas olivínicas (incluyendo las limburgíticas), lavas de melilitíticas olivínicas y lavas de leucititas olivínicas, por otro lado piroclastos basálticos, piroclastos nefeliníticos y piroclastos melilitíticos, finalmente piroclastos hidromagmáticos y piroclastos estrombolianos indiferenciados. Aunque existen piroclastos de composición leucitítica, no tienen expresión cartográfica. En este apartado dedicado a los depósitos más recientes, no queremos dejar de señalar que la zona se encuentra geomorfológicamente en el límite entre las cuencas del Guadalquivir encajado y del Guadiana que prácticamente no erosiona. Esto genera dos tipos de relieve toalemente distintos: Penillanuras que contrastan en pocos kilómetros con redes fluviales encajadas, con la capturas de ríos que eran antiguos afluentes del Guadiana. En la zona de Alcudia próxima a Brazatortas encontramos paisajes vestigio del relieve terciario, con glacis y rañas no erosionadas y niveles de cumbres en la cuarcita armoricana que corresponden a antiguos niveles de arrasamiento destacados por erosión diferencial. Sus cotas que descienden hacia el Sur-Oeste marcando un basculamiento reciente de la península. 7. Conclusión Por limitaciones de espacio y de la especialidad del autor no se pueden abordar muchos otros temas de interés geológico en la zona de Puertollano. Hemos querido mencionar el interés histórico de la Minería en el Valle de Alcudia y en el sinclinal de Solana del Pino. Este condujo al desarrollo del Plan Alcudia de investigación minera en los años 70. Los resultados de este plan en la geología regional resultaron trascendentes para la geología de la parte meridional de la Zona Centroibérica acuñándose los términos, esquistos de Alcudia, posteriormente Alcudiense, y a continuación, al reconocer la discordancia intra-alcudiense (que ha Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009 Rasgos geológicos de la comarca de puertollano 127 Fotografía 8. La antigua central térmica de Puertollano con su parque de carbones y la corta de la Mina Emma al Fondo. - Puertollano’s older thermal power station, with its coal park and the Emma open pit in the horizon. sido y es aún hoy origen de debates) el término Alcudiense Inferior y Superior, cuya descripción en este, su sitio de origen son el núcleo de este trabajo (Pieren, 2000). Se resumen las características del ciclo paleozoico que comienza en el Ordovícico basal y que está representado por formaciones que alcanzan el Silúrico, reconociéndose la laguna estratigráfica regional en el límite Ordovícico – Silúrico. Se considera también el Carbonífero Superior productivo y la importancia de la minería energética de la cuenca de Puertollano en el desarrollo de la Ciudad y en su tradición industrial, que se refleja aún hoy con la descubierta Emma, la central térmica clásica y la central piloto en España de las de ciclo combinado. La minería del carbón de Puertollano y posteriormente la explotación de las Pizarras bituminosas de Almodóvar del Campo son las que convirtieron al pueblo conocido por las calidades terapéuticas del “agua agria” en una ciudad industrial que por ello acogió a la refinería de petróleos (Cañizares, 2005). Hasta hace poco Puertollano también ha contado con una Cantería que aprovechaba los basaltos del volcán de la Valona en las proximidades de la ciudad. Finalmente y aunque no se han desarrollado se apuntan lo que consideramos como interesantes rasgos en la morfología de la Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009 A. P. Pieren Pidal 128 región, destacando la singularidad del vulcanismo terciario de Campos de Calatrava. Agradecimientos: El autor quiere agradecer la revisión de este trabajo a D. Miguel Ángel de San José, y a Eumenio Ancochea la provisión de datos recientes no publicados de los volcanes terciarios de la zona de Puertollano. Este trabajo se ha podido realizar gracias a datos de la campaña MAGNA y al proyecto CGL200612245. Bibliografía Almela, A.; Alvarado, M.; Coma, J. E.; Felgueroso, C.; Quintero, I. (1962) .- Estudio geológico de la región de Almadén. Boletín del Instituto Geológico y Minero de España; 73: 193327. Madrid. Alvarado, A. y Menéndez, L. 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Universidad Complutense de Madrid. 28040 Madrid [email protected] www.historianatural.org