Las mil desgracias de Ahmad

Transcripción

Las mil desgracias de Ahmad
Las mil desgracias de Ahmad
Una cadena de errores policiales y periodísticos sobre el
11-M destroza la vida de un hombre
JOSÉ MARÍA IRUJO - Madrid - 30/07/2007
Ahmad Mardini, de 55 años, pensó que después de ser detenido por error en una operación policial contra una célula islamista y perder su trabajo de repartidor de Coca Cola, -­‐"te seguiremos pagando, pero no vuelvas por aquí"-­‐, nada peor podría ocurrirle, pero se equivocó. Desde aquel martes 13 de noviembre de 2001 en que fue conducido a los calabozos del cuartel madrileño de Canillas su vida ha estado sacudida por un cúmulo de errores encadenados, primero policiales y luego periodísticos, de los que no logra zafarse. Ahora una sentencia judicial y 75.000 euros de indemnización le han dado un respiro. Cuando recuperó el sueño y olvidó los cinco días que permaneció incomunicado en las dependencias policiales -­‐las fotos, la toma de huellas y la humillación que sintió cuando le filmaron en vídeo y quitaron el reloj y los cordones de los zapatos-­‐ la errónea aparición de su imagen en varias televisiones como uno de los ocho miembros de Al Qaeda que habían ingresado en prisión le recordó que la pesadilla no había hecho más que empezar. Mardini estaba libre sin cargos de orden del juez Baltasar Garzón, pero las televisiones le siguieron presentando como un terrorista de la célula de Imad Eddin Barakat, Abu Dahdad. Entonces Mardini, sirio nacionalizado español, casado con una zamorana y padre de tres hijos, no hizo nada. Se concentró en buscar otro trabajo y en explicar a sus vecinos de San Martín de la Vega, localidad situada a las afueras de Madrid, que su único error fue vender su tienda de decomisos a Osama Darra y Mohamed Needl, dos ex muyahidin, condenados años después por colaboración con Al Qaeda, dos tipos a los que no conocía. Mardini pensó que su mala racha había pasado, pero el 10 de marzo de 2005, un día antes del primer aniversario del 11-­‐M, vio de nuevo su imagen en Telemadrid tras la de Serhane Abdelmajid, El Tunecino, Alekema Lamari y Jamal Ahmidan, El Chino, suicidas en Leganés y presuntos autores de la matanza. Su rostro, en primer plano, apareció bajo el nombre equivocado de Mohamed Nedl en el documental titulado 11M, historia de un atentado, producido por El Mundo TV, productora del diario del mismo nombre, dueño de la casa de Morata de Tajuña donde los terroristas montaron las bombas. Su fotografía permaneció en pantalla un minuto y un periodista de El Mundo presentó a Mardini como el propietario del refugio de los terroristas. A la misma hora del 10 de marzo el rostro de Mardini apareció en las cadenas de televisión TV de Galicia, Canal 9 de Valencia y Canal 4 de Baleares a las que la productora vendió su reportaje. El documental, que en Madrid tuvo una audiencia de 275.000 espectadores, 267.000 en Valencia y 34.000 en Galicia, se distribuyó después junto al diario El Mundo, en formato DVD, en los quioscos de toda España. Aquel trabajo provocó la protesta de sindicatos y partidos porque, antes de su emisión, Manuel Soriano, director de la cadena pública madrileña, envió una copia del vídeo a la presidencia de la Comunidad de Madrid junto a un tarjetón que decía: "Te mando la primera parte del documental que daremos el jueves y el viernes en 'prime time'. Pásaselo a la Presidenta. Creo que ha quedado bien cinematográficamente e ideológicamente". Un portavoz de la cadena explicó después que la alusión "ideológicamente" no era "sentido partidista, sino en términos generales". El 11 de marzo, 24 horas después, durante la emisión del programa El Debate de Telemadrid se difundió de nuevo la imagen de Mardini, a cámara lenta y reteniendo su rostro en varias ocasiones. Para colmo, el debate tuvo lugar poco después de que la cadena emitiera la segunda parte del reportaje sobre el 11-­‐M en el que apareció una nota de disculpas de la productora. El periódico publicó una fe de errores que el demandante consideró "insatisfactoria" porque el DVD se siguió comercializando durante más de un año sin suprimir su imagen "con el agravante de que la editorial era perfectamente consciente de la vulneración cometida". La ansiedad que provocó esta nueva equivocación le causó una baja laboral y Mardini presentó una demanda contra la televisión pública y la productora por intromisión al derecho al honor y a la imagen. La juez María José González Ovejero, titular del juzgado número uno de Valdemoro (Madrid), ha condenado a Telemadrid y a Canal Mundo Producciones Audiovisuales SA a indemnizar a Mardini con 15.000 y 60.000 euros respectivamente por "intromisión ilegítima en su derecho al honor y propia imagen". El fallo destaca que ese daño lo causó " la falta de diligencia de los profesionales que elaboraron el mencionado reportaje quienes debieron extremar las precauciones a la hora de colocar imágenes de presuntos terroristas". La sentencia obliga a la productora a destruir los soportes con la fotografía de Mardini y a reproducir el fallo a la misma hora y en todos los canales donde se emitió. El recurso presentado por la productora contra las medidas cautelares que paralizan la venta del DVD ha sido rechazado. El fallo ha sido recurrido. ¿Cuál será el próximo error? se pregunta Ahmad. 

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