El libro rojo del Putumayo, precedido de una

Transcripción

El libro rojo del Putumayo, precedido de una
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il-^
irí fi*
.
:
1
Mi ir
\^
a primera edición inglesa. Abril de 1913
EL LIBRO ROJO
DEL PUTUMAYO
PRECEDIDO DE UNA INTRODUCCIÓN
SOBRE EL VERDADERO ESCÁNDALO
DE LAS ATROCIDADES DEL PUTUMAYO
PUBLICADO EN INGLES POR
27,
N. THOMSON & Co.
CANNON STREET, LONDON,
EDICIÓN ESPAÑOLA DE ARBOLEDA
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E.
VALENCIA. BOGOl
C.
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EL LIBRO ROJO
DEL PUTUMAYO
PRECEDIDO DE UNA INTRODUCCIÓN
SOBRE EL VERDADERO ESCÁNDALO
DE LAS ATROCIDADES DEL PUTUMAYO
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PUBLICADO EN INGLÉS POR
N.
27,
THOMSON &
Co.
CANNON STREET, LONDON,
EDICIÓN ESPAÑOLA DE ARBOLEDA
&
E.
C.
VALENCIA. BOGOTÁ. 1913
O
A
D. K.
PREFACIO
Este pequeño volumen
Libro Azul publicado en
sirve
el
complemento
de
pasado mes de
al
su
julio:
contenido va seriamente encaminado a perseguir los
que no logró realizar
fines humanitarios
Afirma
Sir
Roger Casement que
la
el
Libro Azul.
única esperan-
za para los indios que sirven de víctima a los caucheros peruanos en
o mejor dicho, en
el
la
Putumayo
está en la "clausura,"
suspensión de
la
producción de
caucho en esas regiones por un período no menor
de dos años. Con esto
establecerse
cauchera podría
la industria
sobre sólidas bases económicas, y se
podría dar tiempo suficiente también a los indígenas
para que emprendieran cultivos que aseguraran
subsistencia y para que pudieran ponerse bajo
su
la in-
"
fluencia benéfica de la civilización.
Llegar a ese
fin
ne este pequeño
es
el
libro.
único objeto que se propo-
Colombia
y el
Perú se
dis-
inmensas regiones del Putumayo. Una y
otra nación han reconocido su neutralidad, mientras
putan
el
las
de
arbitraje resuelve, definitivamente, sus cuestiones
límites.
No
hay probabilidad de que ninguno de
los
dos países presente dificultades insuperables para
solución arbitral de sus antiguos
Mientras se espera
la
litigios
la
limítrofes.
decisión de los arbitros, podría
PREFACIO
VI
hacerse efectiva
la
Grey ha dicho en
propuesta "clausura." Sir Edward
la
Cámara de
cuestión de suspender
bía tenerse
muy
la
los
Comunes que
la
exportación del caucho de-
en cuenta.
La lectura de estas páginas demostrará la prioridad de los derechos de Colombia. En ellas se verá
que
el
de Colombia ha sido usurpado por
territorio
el
Perú por
vado a
la
Iquitos,
fuerza de las armas, y que se han
como
lle-
muchos de los coPutumayo. Colombia po-
prisioneros,
lonizadores colombianos del
dría indudablemente pedir la introducción de reformas
efectivas
como
preliminar a una "clausura" de dura-
ción razonable.
Digna de atención es
la
siguiente
recomendación
hecha por Mr. Bryce, Embajador de Inglaterra en
Washington, en carta dirigida a
Sir
Edward Grey
con fecha 12 de enero de 1912:
"Es mi creencia que este
seria
el
momento de que
el
Gobierno de
sugiriera a los Estados Unidos una línea de acción definida,
acuerdo por los dos Gobiernos, con
todas, la supresión de las
tiempo han existido en
"La presión de
M.
da asegurar, una vez por
la
opresión
que por tanto
Putumayo.
Inglaterra y de los Estados Unidos sobre
el
Gobierno
podría obligarlo no solamente a perfeccionar sus títulos en
del Perú
esa región, mediante
traje, sino
parte de
el
el fin
crueldades y de
S.
tomada de
la
negociaciones con Colombia o mediante
el
arbi-
también a establecer una administración correcta sobre esa
misma región que pueda declararse peruana."
Fácil es explicar el origen de este pequeño volumen. La lectura del Libro Azul me convenció de
que era imposible esperar reformas efectivas del Gobierno peruano. Afirmaban esta
convicción
las
res-
PREFACIO
puestas dadas a
mara de
las interpelaciones
Comunes,
los
presentadas en
la
así
como
vil
hechas en
las
la
Cá-
declaraciones
investigación general. La contro-
versia que resultó del propósito de enviar una Mi-
sión protestante
al
Putumayo
dio peso
mayor
a las
conclusiones alcanzadas por mí. En una o dos car-
por mí, hice ver que el Perú no tenía
derecho legal para ejercer jurisdicción en esa región,
tas dirigidas
y que, por consiguiente, no tein'a porqué intervenir en
el establecimiento de una Misión protestante. La simple aseveración de un hecho, sin
ninguna
desde
clase,
el
comprobación de
no convence a nadie. Vi claramente,
principio,
la
necesidad de presentar los
hechos comprobados y en su totalidad.
Los datos publicados en el presente volumen no
son, en
manera alguna, completos, y han sido reco-
gidos en las fuentes
este país.
A
de información existentes en
ese respecto
he
sido
muy
afortunado.
Camacho, autor de un libro
titulado Las crueldades en el Putumayo y en el Cagueta, publicado en Bogotá en 1910, vino a Europa
a fines del aíio pasado. Obtuve de él un ejemplar
El doctor Vicente Olarte
de su obra. El doctor Olarte Camacho es autor también de otro libro importante titulado Los convenios
con
el
Perú. En esos libros he encontrado numero-
sos documentos
oficiales.
De
fuentes innumerables
he logrado adquirir grande acopio de datos.
Después de
volumen,
la
llegar a la
decisión de
publicar este
Comisión Parlamentaria sobre
gación de las atrocidades del
Putumayo ha
investiilustra-
PREFACIO
VIII
do considerablemente
las
al
condiciones reinantes en
timos años. Es cosa
sufrían la
misma
con
público,
el
probada que
que
suerte
referencia a
Putumayo en
los
los úl-
colombianos
los indígenas. El Libro
Azul hace apenas referencia a asaltos ocasionales de
los
peruanos contra los colombianos:
ciones de
detalles
la
Comisión Parlamentaria hacen conocer
que se explican ampliamente en estas pá-
que no tienen,
ginas,
las declara-
sino hacer público
el
sin
embargo, por único objeto
daño sufrido por
los
manos peruanas. Este punto de
puede, en manera alguna, importarme. Mi
bianos, de
ésta:
suspendida
la
exportación de caucho,
colomvista-no
tesis
es
las atro-
cidades cesarán automáticamente. El objeto de estas
páginas es
el
de señalar
la
manera
sencilla, natural
y práctica de efectuar esa suspensión. Ellas van en-
caminadas también a desvanecer
que
el
Putumayo
la
idea errónea de
es territorio peruano.
N. T.
CONTENIDO
PÁGS.
Prefacio
Mapas:
:
.
Principales secciones caucheras
Regiones habitadas por las principales TRIBUS indígenas
.
.
xi
.
XIII
Regiones productoras de caucho
Introducción
I.
III.
IV.
.
...
...
La región del Putumayo
Primera ocupación del Putumayo
El diario de un misionero
Tratamiento de los indios en Colom.
V.
VIL
VIII.
IX.
X.
XI.
Tratamiento de los indios en el Perú
Los INDIOS DEL PUTUMAYO
Historia de las atrocidades
El informe del Juez Paredes
Las declaraciones DE Mr. Hardenburg
Las revelaciones de Mr. Paternóster
...
.
.
XIII.
22
Revelaciones hechas
en
el
34
38
.
42
.
86
91
97
Parla-
mento
XII.
1
6
28
bia
VI.
xv
xix
Capítulo.
II.
v
101
Derechos de soberanía de Colombia 103
.119
Neutralidad del Putumayo
.
El arbitraje como
Apéndice: Investigaciones de la Comisión
única solución
XIV.
Selecta
.
125
131
Principales secciones caucheras.
Regiones habitadas por
las principales tribus indígenas.
Regiones productoras de caucho.
INTRODUCCIÓN
Desde
Azul
la
publicación
en julio
pasado del Libro
británico, se ha arrojado considerable luz sobre
de
la historia
mayo en
mente a
los
atrocidades cometidas en
últimos
años.
investigación de
la
taria que,
las
el
Putu-
Débese esto principalComisión Parlamen-
la
en los interrogatorios que ha hecho a los
testigos, ha logrado, indirectamente, adquirir
nuevos
informes sobre puntos numerosos e importantes. Es
uno de
ellos la
que se
refiere a los
cuestión
internacional:
derechos
es
territoriales
decir, la
de Colom-
bia y del Perú sobre las regiones yacentes al Norte
del
Amazonas. Esta cuestión, de importancia capi-
tal,
que no puede separarse de investigación com-
prensiva ninguna que se emprenda sobre las atroci-
dades cometidas con los indios del Putumayo, no
ha sido estudiada detalladamente en este país. El
bienestar futuro de las innumerables
bitan las vastas regiones del
tribus
que ha-
Putumayo depende
del
arreglo definitivo de los límites entre Colombia y
el
Perú. Es pues de esperarse que estas páginas sean
suficientemente completas para
claridad
los
títulos
república sobre
el
hacer aparecer con
de jurisdicción de una y otra
territorio en cuestión.
2
INTRODUCCIÓN
XX
Otro punto de grandísima importancia es
que
el
se refiere a las medidas adoptadas por las autorida-
des peruanas para ganar ascendiente sobre
las tribus
que habitan esas regiones y para adquirir soberanía
sobre el territorio y control de una industria que
prometía grandes utilidades financieras, no solamente
para aquellos que actualmente
también para
el
explotaban, sino
la
Gobierno del Perú. Es esa
de un grave escándalo que envuelve
que es tan deshonroso como
del Perú y
hayan sido en
lo
informe
al
la historia
de
la
base
buen nombre
el
los
que más
En su
las naciones.
Foreign Office Sir Roger Casement hizo
definidos cargos criminales contra algunos de los em-
pleados de
la
nombrada por
Peruvian
la
Amazon
Cámara de
atrocidades
vestigar las
del
Comunes para inPutumayo averigua si
los
Directores de
cae alguna responsabilidad sobre los
dicha Compañía.
se
ha pretendido saber
asunto.
No pretendemos
ninguno; pero no es posible,
de los límites
al
en
territoriales
emitir
al
adverso
juicio
estudiar
cuestión
la
de Colombia y
el
Perú y
recopilar los resultados de una investigación so-
bre
la historia
comercial del Putumayo, descuidar o
no tener en cuenta
la
parte que corresponde, en los
crímenes del Putumayo, a
na.
si
Gobierno peruano tiene alguna responsabilidad
el
el
No
La Comisión
Co.
En
la
Administración
otras palabras, el papel activo y
riosamente pasivo representado por
el
el
perua-
papel cu-
Gobierno pe-
ruano en los acontecimientos del Putumayo, desde
los primeros
años de este
siglo, constituye
un es-
INTRODUCCIÓN
xxi
cándalo infinitamente más grande que aquel que deriva su origen de la explotación comercial de las re-
giones caucheras por individuos que con
ello perse-
guían ganancias puramente personales. Por una parte
tenemos un grupo de aventureros
sin escrúpulo
que no
vacilaron ante crimen ni brutalidad ninguna, con
el fin
de enriquecerse; por otra parte, una nación que, con
pleno conocimiento de los terribles crímenes que se
cometían, se aprovechó deliberadamente de
ducta criminal de sus
la
con-
ciudadanos y agentes para
usurpar una gran porción de territorio que estaba
en
litigio,
pero que estaba, también, ocupada por ciu-
dadanos y autoridades de otra nación.
Estas páginas demuestran que en 1907
no peruano tenía conocimiento
Arana Hermanos
ejercía
Caraparaná. En ese año
del
diera la prueba
el
la
Gobier-
Casa de
dominio comercial sobre
zona cauchera situada entre
Exteriores
de que
el
la
los ríos Igaraparaná y
Ministerio de Relaciones
Perú pidió a su Representante que
documentada de
sesión de la Casa Arana, con
el
derechos de Colombia sobre ese
ocupación y pofin de discutir los
la
territorio.
En
otras
palabras, las Autoridades peruanas, en su exceso de
celo para
medio de
adquirir soberanía
la
sobre esa región
por
decantada empresa patriótica de los ne-
gociantes peruanos, o por los medios diferentes del
arbitraje,
no solamente han tolerado
indios, sino
litares,
que,
con
han contribuido
las
matanzas de
el
apoyo de sus fuerzas mi-
al
despojo de los propietarios
colombianos. Es evidente que
el
Gobierno peruano
XXII
INTRODUCCIÓN
consideraba que
la
selvas haría fácil
remota soledad de esas
el
vastas
evadir las quejas que pudieran
levantarse. Esa distancia podría hacer también inno-
cua toda acción por parte del Gobierno de Colombia.
Desde
los tiempos
de
la
independencia surameri-
Perú ha reconocido y admitido repetidas veces que las vastas regiones situadas al Sur de Cocana
el
lombia,
Norte del
al
Este del Ecuador,
rreinato de la
1873, sin
Perú,
al
formaban
Oeste del Brasil y
Nueva Granada, hoy Colombia. En
embargo, una Comisión peruano-brasileiía
un lindero situado a noventa y tres millas de
fijó
boca del
río
Putumayo:
el
Putumayo, que
mide, según datos fidedignos, mil millas.
tarde
el
General
Dos años
Reyes, ex-Presidente de Co-
lombia, estableció un servicio de vapores en
Putumayo: hasta
la
Perú quiere hoy ejercer
jurisdicción sobre todo el curso del
más
al
antiguo Vi-
parte del
fines del siglo
el
río
pasado Colombia go-
zó posesión tranquila de las regiones discutidas. La
ocupación peruana data del año de 1900, época en
que
los <:olomb¡anos
no como
Iquitos,
fueron atacados y llevados a
prisioneros de guerra
sino
como
competidores comerciales de los negociantes peruanos.
En
el
año siguiente
la
Casa Arana Hermanos
logró adquirir dominio completo sobre
la
zona cau-
chera: los caucheros colombianos que prestaban pro-
tección a los desventurados
de
zon
las
indios
garras de los capataces de
la
que escapaban
Peruvian
Co., fueron encarcelados o asesinados.
Ama-
INTRODUCCÍON
No puede
ser
más desagradable
atrocidades reveladas en
el
la
xxiii
historia
Libro Blanco publicado recientemente por
no de
los
de esas
Libro Azul inglés, en
Estados Unidos, en
el
el
Gobier-
inglesa Truth,
la revista
en los periódicos de Iquitos La Sanción y La Felpa
y en
Crueldades en
las
el
Putumayo y
en el Cagueta,
publicado en Bogotá en 1910. El Gobierno peruano
permanece inconmovible ante
en esas publicaciones. Las
por
el
los
hechos
relatados
representaciones hechas
Foreign Office no han producido acción efec-
tiva ninguna.
bia han
ridades
Las protestas del Gobierno de Colom-
servido para animar
el
ardor de
peruanas en sus conquistas
las auto-
inicuas.
La
re-
velación del tratamiento que se da a los trabajadores en el
cial,
Perú tiene
porque
que
serle,
los capitalistas
a
la
larga, perjudi-
y negociantes extranje-
ros de quienes
depende en gran parte
económico de
las
Repúblicas
garán a prestar apoyo a
las
el
desarrollo
suramericanas se ne-
empresas de ese país
rehusando identificarse con una nación que ha perla civilización, y que pretende,
únicamente, aprovecharse de su influencia benéfica.
dido todo derecho a
EL LIBRO ROJO
DEL PUTUMAYO
CAPITULO
PUTUMAYO
LA REGIÓN DEL
El
Putumayo
bañada por
el
I
nombre que
Putumayo y sus
es
el
río
recibe
región
la
afluentes, y
com-
prende una extensión más grande que aquella en que
la
Casa Arana Hermanos, y posteriormente
viart
Amazon
Co.,
han
efectuado
la
Pem-
sus operaciones
caucheras. Esta área, comparativamente limitada, se
la región situada entre el Igaraparaná y
Caraparaná, los dos principales afluentes del Putu-
confina a
mayo, y se extiende desde este
ta.
Este importante afluente del
nea que divide
do
al
Norte y
gio entre
el
el
la
el
hasta
el
Amazonas
Caquees la
vasta región del Putumayo, en
el
lí-
colombiano no disputa-
territorio
Colombia y
Sur hasta
río
liti-
Perú, que se extiende por
Amazonas y
afluente. Mientras viene el
hasta
arbitraje
el
río
Ñapo, su
que defina
derechos respectivos de ambas Repúblicas para
los
ejer-
cer soberanía en esa región, su neutralidad ha sido
declarada en cierto número
de convenios firmados
EL LIBRO ROJO DEL
2
PUTUMAYO
por ambas naciones durante los ocho años que
minan en IQIL La región
ter-
Putumayo abraza un
del
área calculada aproximadamente en 200,000 millas cuadradas.
La zona en donde Arana Hermanos llevaron a cabo
sus infames operaciones comerciales abraza de diez
a doce mil millas
En prospectos de
cuadradas.
Pemvian Amazon Co. Limited
mente que
la
la
afirma ambigua-
se
Compaíiía tiene derechos sobre una
gran región conocida con
el
nombre
del
Putumayo,
que se estima en cerca de doce mil millas cuadradas;
más adelante
se verá que
el
Gobierno peruano
se ha aprovechado hábilmente de que esa zona haya
estado bajo
el
control
comercial de Arana Herma-
nos y posteriormente de la Pemvian Amazon Co.
para reclamar y ejercer jurisdicción sobre toda la
región del
Putumayo que
beceras del
Poco
río
río
se extiende hasta las
ca-
que lleva ese nombre.
se sabe del vasto
bañado por
territorio
el
Putumayo. Los numerosos exploradores colom-
bianos, misioneros, negociantes y colonos que desde
el siglo
XVI han viajado por esas regiones o en ellas
se han establecido, no
suministran
datos
geográfi-
cos de importancia alguna. Gran lástima causa esto,
porque es evidente, como
las
lo
demuestran claramente
desconcertantes declaraciones hechas por los tes-
tigos interrogados
por
la
Comisión
con respecto a
la
dicho a
de administración) en
la falta
del
Putumayo
Administración peruana (o mejor
las selvas
del
Perú, que los recursos naturales de esas 200,000 mi-
PUTUMAYO
LA REGIÓN DEL
cuadradas de
Has
hasta cuando
territorio
no podrán
3
conocerse
peruana haya sioo
to-
talmente reemplazada por una administración más
ci-
la
jurisdicción
vilizada y humanitaria.
Debe
muy
notarse, y esto es
favorable a las actividades colombianas en
la
ocupa-
ción y exploración de esta región, que ningún misio-
nero o comerciante
agentes de
la
con excepción de
peruano,
Casa Arana, se ha establecido en
tumayo. Afortunadamente para
las tribus
el
los
Pu-
aborígenes
esparcidas en ese territorio, los agentes del crimen no
han traspasado
iniciado
No
el
infame
se conoce
Putumayo, pero
del río
la
zona en donde sus patrones han
sistema de explotación cauchera.
la
las
población india de
tribus
la
que habitan
Putumayo suman, según
región del
las
riberas
cálculos hechos hace
algunos años, cosa de cien mil almas. Teniendo en
cuenta
la
disminución considerable efectuada por los
asesinatos incesantes de los agentes de Arana,
fra
si
la ci-
de población tiene que ser aún más considerable
a ella se añaden las tribus que habitan las regio-
nes interiores y las riberas de los treinta o cuarenta
pequeños afluentes
del río
Putumayo. La obvia
sig-
hecho hace surgir pensamientos
nificación de
este
siniestros. El
conocimiento perfecto de los terribles
crímenes resultantes de
parte,
la
ocupación peruana de una
pequeña afortunadamente, de
tumayo, está en poder de todo
páginas se revelará
tados por
territorio.
el
la historia
el
la
región del Pu-
mundo: en
estas
de los métodos adop-
Perú para adquirir soberanía sobre ese
EL LIBRO ROJO DEL
4
Es hecho reconocido que
PUTUMAYO
las
atrocidades no han
alguna y que las "posesiones"
Putumayo no son un aislado "Pa-
en manera
cesado
de Arana en
raíso del
el
diablo" bajo
yo de esta
la vigilancia
pueden traerse
tesis
peruana. En apodeclaraciones
las
presentadas por Sir Roger Casement y por Mr. Mit-
Comisión del Putumayo,
chell a la
las cuales repro-
ducimos más adelante. ¿Nos veremos
nombre de
pedir, en
los
derechos de
obligados a
la
Humanidad,
región del
Putumayo,
que cubren una extensión veinte veces
mayor que
que todas
la
de
las
selvas
llamadas
las
en donde viven
de
la
millares de aborígenes
queden por siempre bajo
yugo de
el
y de su Gobierno que, en toda
tierras
Aranas y
''posesiones" de los
la
indefensos,
los
peruanos
extensión de las
montañosas de esa República, no solamente
como animales salvajes sino que
tratan a los indios
convierten a sus hijos en esclavos y a sus mujeres
en
concubinas? ¿Se permitirá que
el
asesinato, la
de
la
zona central
rapiña y
la
tortura se extiendan
ocupada por agentes y empleados que gozan de
la
protección de las autoridades de Iquitos, a las más
Putumayo? Ese
vastas y remotas regiones del
problema:
amenos que
es
el
la civilización y sus fuerzas
sean un fraude, los hombres y las mujeres pensantes
de este país no pueden dejar de aprovechar
oportunidad de impedir
la
la
continuación de las atro-
cidades que se cometen sobre los pocos millares de
indios que aún
quedan en
la
agentes peruanos: es preciso
zona dominada por los
también impedir
que
LA REGIÓN DEL
PUTUMAYO
5
se cometan estos crímenes con los desgraciados salvajes que habitan toda la región bañada por
tumayo y sus
afluentes.
el
Pu-
CAPITULO
II
PRIMERA OCUPACIÓN DEL PUTUMAYO
La región del Putumayo
atrajo,
por primera vez,
como campo de empresas comerciales, cuando la demanda de caucho hizo que, debido al agotamiento de fuentes más accesibles, se
especial atención,
emprendiera su recolección en regiones remotas. El
Brasil,
Colombia y
el
Perú han sido
por muchos
años los centros principales de producción de cau-
cho silvestre en Suramérica. Los caucheros de esas
tres Repúblicas
han tenido que penetrar en regiones
inexploradas o poco conocidas, con
el
fin
derarse de ese valioso producto. Fue esa
ra
como
los
caucho desde
difícil
y a
mane-
caucheros extendieron su esfera de ac-
ción a regiones de acceso
y
de apola
las lejanas
menudo
difícil.
El transporte del
colonias se hizo
imposible.
No
costoso
es extraño, pues,
que en estas circunstancias los caucheros peruanos
y colombianos entraran en contacto directo en esas
vastas regiones desconocidas, que quedan al Sur de
Colombia,
al
Norte del Perú y
al
Oeste del
Brasil.
muchos años después, cuando, seinforme de Sir Roger Casement, "se efectuó
Sin embargo, fue
gún
la
el
primera invasión colombiana (a principios del 80)
a las regiones del
Putumayo. Fue entonces "cuando
PRIMERA OCUPACIÓN DEL PUTUMAYO
se estableció un gran
7
número de colonias colombia-
nas en las riberas del Caraparaná y del Igaraparaná, y
aun en la región situada entre este último río y el
Caquetá, y en las
cabeceras del Cahuinari. Los pri-
meros caucheros colombianos que bajaban de
las
colonias establecidas en las tierras altas se establecieron en puntos diferentes sobre las cabeceras del
Caraparaná y del Igaraparaná y entraron en
que
lo
se llamó relaciones de comercio con esas tribus inocentes."
Durante los primeros años de
la
ocupación los
colonos colombianos gozaron de posesión tranqui-
porque
la,
los
peruanos no entraron a aquellas re-
giones en número apreciable sino a principios del
siglo, y
cial
no tomaron parte en
explotación comer-
de esa región sino en los últimos años del
glo pasado
los
la
(1).
si-
Durante los doce o catorce años que
caucheros colombianos permanecieron en pose-
sión completa de la región, su administración esta-
ba directamente en poder del Gobierno
bia. El
de Colom-
primer atentado de usurpación por parte del
Gobierno
peruano se efectuó en 1900, año en que
una lancha peruana armada en guerra subió
el
Pu-
tumayo y estableció una Aduana en un punto cercano a su desembocadura, llamado Cotuhé. Cuatro
años antes J. C. Arana había entrado en negocios
con los colonos colombianos. En su informe al Fo-
(l) Sir
Roger Casement asegura en su informe que en 1903 "la
gión estaba principalmente ocupada por caucheros colombianos."
re-
EL LIBRO ROJO DEL
8
Roger Casement hace el siguiente
circunstancias en que Arana y las au-
reign
Office sir
relato
de
las
PUTUMAYO
toridades peruanas entraron por primera vez en contacto con los colombianos establecidos en
el
Putu-
mayo:
"A
fines de 19D4 la
Casa de Arana Hermanos no tenía dominio com-
pleto sobre la región en que efectuaba sus negocios con los indios.
mayoría de aquellos que explotaban a
ellos
eran colombianos que
caucho de
Putumayo y
se habían
habían venido
al
establecido en diferentes lugares sobre las riberas de sus afluentes
Caraparaná y
nos colombianos poseían concesiones otorgadas por su Gobierno.
no era cosa
fácil
montañosa de
del caucho
la
obtener víveres de Colombia, debido a
región en que nace
quedaba
el
Parece que en algunos casos esos colo-
Igaraparaná.
el
La
los indios y obtenían
río abajo,
sobre
la
Como
naturaleza
el
Putumayo, y como
el
Amazonas, era más conveniente
el
mercado
entrar en relaciones con los negociantes del Brasil o del Perú y obtener de ellos lo que se necesitaba que buscar víveres en Colombia, ha-
ciendo uso de
Hermanos en
la
larguísima y
difícil
Iquitos entró desde
vía de Pasto.
muy temprano
La Casa de Arana
en relaciones con los
colonos colombianos, estableciendo una línea de vapores entre Iquitos
y los dos tributarios del
Putumayo
arriba nombrados, proveyó a las
necesidades de los colombianos y trasportó
el
al
mercado de Iquitos todo
caucho que producían. Poco a poco tales relaciones cambiaron
:
Ara-
na Hermanos, de simples intermediarios se convirtieron en propietarios
de
la
mayor parte de
las
empresas colombianas en esas regiones. El
traspaso era hecho, en ocasiones, por compraventa, y algunas veces por
otros medios."
Más
adelante dice
el
Informe:
"Los caucheros que se establecían de esa manera tenían que apelar
a los territorios peruanos y brasileños situados abajo del río para pro-
veerse de víveres y de todo lo necesario, para una existencia civilizada,
así
como de
las
mercancías indispensables para sus tratos con los
in-
dios: era imposible dirigirse a las ciudades colombianas de donde vi-
nieran originalmente.
de Iquitos por
Era cosa comparativamente
la vía fluvial;
Arana Hermanos con
los
fácil
llevar víveres
en esa forma, en 1896 abrieron negocios
caucheros colombianos. Los tratos recíprcoos
PRIMERA OCUPACIÓN DEL PUTUMAYO
se hicieron cada dia
9
más grandes y terminaron en la adquisición hecha
la mayor parte de las empresas colombia-
por Arana Hermanos de
nas"
(1).
Azul demuestra claramente que
El Libro
ra
la
prime-
ocupación del Putumayo fue efectuada por ciuda-
danos de
la
República de Colombia, quienes fueron
los primeros en explotar las riquezas
esa región que,
como
dice Sir
Roger Casement, "no
pertenecía, prácticamente, a nadie, y
lejos
caucheras de
estaba situada
de toda autoridad y de toda influencia
zadora, figurando en los
punto de
El Libro
litigio
civili-
mapas de Suramérica como
de tres repúblicas suramericanas."
Azul establece además
el
hecho de que
las
colonias fundadas por estos caucheros colombianos
"se adquirían unas veces por compraventa y otras
diferentes," y que un explorador francés
por medios
llamado Eugenio Robuchon "fue contratado en 1903
por
el
señor Julio C. Arana, en nombre del Gobier-
no del Perú, para conducir una misión exploradora
Casa Arana Her-
a las regiones reclamadas por
la
manos," aunque en ese año
región "estaba ocu-
la
pada principalmente por caucheros colombianos," y
en 1904 "la Casa Arana Hermanos no tenía aún do(1) Se verá más adelante que según los informes publicados por Mr. W.
Hardenburg, en su libro titulado El Putumayo, que, no obstante el precedente establecido por la Casa Arana con respecto al tratamiento criminal de los indios, no se pudo hacer cargo ninguno contra los colombianos que en la época de su visita tenían empresas en esa región. Por
el contrario, Hardenburg claramente manifiesta que los colonos colombianos trataban a sus empleados indios caritativa y bondadosamente. El
hecho es que los colonos colombianos sufrieron de manos peruanas el
E.
mismo tratamiento que
los indígenas.
EL LIBRO ROJO DEL
10
minio completo sobre
Casement que
PUTUMAYO
región." Afirma Sir Roger
la
'Mos colombianos que furtivamente ex-
plotaban las posesiones de
la
Compañía.
.
.
cuando
.
no eran asesinados eran llevados maniatados de
tación en estación, en donde se
es-
insultaba, gol-
les
peaba y abofeteaba." En otras palabras, el Libro Azul
prueba abundantemente que la Casa de Arana Hermanos, y más tarde los agentes de
Pemvian Ama-
la
zon Co. Limited, emprendieron expediciones armadas contra los colombianos establecidos tanto en
esa región
como
en
el
de Colombia situa-
territorio
Norte del Caquetá y que no está sujeto a discusión. Es éste un punto de importancia, pues debe
do
al
recordarse
que
Pemvian Amazon Co. Limited
como tal no solamen-
la
era una Asociación inglesa y
te
perpetuó atrocidades sobre
aboríge-
tribus
las
nes que habitan territorios no disputados de Colombia, así
les
por
como sobre
el
regiones reconocidas
como
neutra-
Perú en los convenios por éste firmados con
Colombia, sino que también envió fuerzas armadas
contra los ciudadanos de Colombia en esa República
como claramente
y a regiones que,
prospecto de
tre
la
Colombia y
placablemente
sado,
la
el
al
lo
manifestaba
Compañía, eran punto de
Como
Perú.
estudiar
el
Times
lo
dijo im-
Libro Azul en julio pa-
el
Casa Arana Hermanos "despojó a
los colo-
nos colombianos haciendo uso de los métodos
mitivos de
la
exterminación y
de notarse también que
Compañía,
tal
como
lo
el
el
en-
litigio
la
pri-
conquista." Es digno
llamado territorio de
describía
el
Presidente
la
de
PRIMERA OCUPACIÓN DEL PUTUMAYO
en
ella
reunión anual de
la
11
Compañía, efectuada
la
en diciembre de 1910, no existía,
como
se verá
más
adelante.
NEGOCIANTES QUE PRECEDIERON A LOS CAUCHEROS
El negocio de
salvajes
de
caucho en
remotas y
regiones
las
América del Sur comenzó a
la
princi-
pios de la penúltima década del siglo pasado;
como
lo explica Sir
Roger Casement, fue entonces cuan-
do entraron
Putumayo
lombianos.
al
No
los primeros
fueron ellos, sin
caucheros co-
embargo,
prime-
los
ros explotadores de los recursos comerciales de esa
región: diez años antes, en
vas de Colombia y
tural
el
la
época en que
las sel-
Perú, debido a su riqueza na-
en quina, ofrecían considerable atractivo a los
negociantes emprendedores, gran número de colombianos invadieron
región en busca
la
ducto que sirve de base a
nina. El valor
la
de ese pro-
fabricación de la qui-
de ese artículo era entonces de diez
chelines por onza: la explotación
de
las selvas, ri-
cas en esos productos, era origen de cuantiosas fortunas.
La
prueba de esa ocupación del Putumayo
los negociantes
tas
escritas por
región en 1895.
"Hace veinte años,
la
época de
colombianos se encuentra en
un misionero francés que
De
ellas
(1875), había
la cascarilla
extractamos
la
no-
visitó la
lo siguiente:
más blancos en Mocoa que hoy: era
(corteza de quina). Los
maron una compañía para
por
las
hermanos Reyes
explotación y exportación
de
la
for-
quina;
3
EL LIBRO ROJO DEL
12
PUTUMAYO
durante muchos años efectuaron un activo negocio. Tres vapores subían regularmente por
Amazonas y
el
el
Putumayo hasta San José para
Compa-
recoger ese producto natural; las agencias establecidas por la
La prosperidad, sin embargo, no fue larga, y todas las utilidades fueron para los intermediarios. El trabajo manual era
ñía eran numerosas.
La Compañía no pudo sostenerse. Uno de
costoso.
gó y
los otros fueron
los
buques naufra-
vendidos."
"Los vapores pequeños pueden entrar por el Atlántico y subir por el
Amazonas y el Putumayo hasta San José. Era aquí donde el Prefecto
de la Provincia de Mocoa tenía un pequeño vapor construido especialmente para bajar el Putumayo y subir el Amazonas hasta Iquitos, en
el limite con el Perú. Cuando llegué a San José (1895) el vapor había
salido la semana anterior con el fin de recoger carga un poco más
abajo."
En SU
libro
denburg,
al
sobre
el
Putumayo, Mr. W.
E.
referirse a las exploraciones del
Har-
General
Reyes en esa región, dice:
"La
Sofía era el centro de operaciones del General Reyes en la época
en que se ocupaba en
años. Era
fue
allí
allí
el
el
negocio de quinas en esta región, hace muchos
centro de la
donde se perdió
el
navegación de vapor en
el
Putumayo y
vapor Tundama de propiedad
Cuando Materón (colombiano)
visitó aquel lugar, once
de Reyes.
meses antes,
encontró todo cubierto de rastrojo y de vegetación tropical; los
cios estaban casi
Cuando
completamente destruidos."
se formó
la
Compañía de Reyes Herma-
nos no había transitado aún ningún vapor
mayo. Esa Casa estableció
pores en ese
lo
edifi-
río,
el
el
Putu-
primer servicio de va-
y es digno de notarse que en nu-
merosos puntos de su curso se encuentran
lugares
y puertos bautizados por el General Reyes: por ejemplo. Puerto Sofía se llama así en recuerdo de la es-
posa del General.
PRIMERA OCUPACIÓN DEL PUTUMAYO
Como
en ese entonces no existía
13
tratado de na-
vegación y comercio entre Colombia y el Brasil, los
hermanos Reyes tuvieron que obtener permiso del
Gobierno del
"para explotar un negocio de
Brasil
exportación e importación, en buques brasileños entre los
puertos del
dos en
el interior
la vía del río Iza
Amazonas y
o Putumayo." El permiso fue con-
cedido en orden firmada
por
el
2 de septiembre de 1875
hermanos Reyes conti-
licencia, los
nuaron como dueños de
mayo
el
Ministro'de Hacienda del Brasil. Provistos de
permiso o
este
puertos situa-
los
de la República de Colombia, por
la
navegación en
hasta 1884, año en que
Putu-
el
Compañía entró en
la
liquidación.
Es digno de notarse que
el
establecimiento de los
vapores de Reyes Hermanos en
sionó
protesta alguna
el
Putumayo no oca-
por parte del
Gobierno
pe-
ruano durante los nueve años en que esos señores
tuvieron en su poder
lejos
brado
de eso,
así
el
la
navegación de ese
hecho fue que
por una provincia
¡quitos en su primer viaje
las
Muy
de Boyacá)
salió
de
con patente concedida por
autoridodes peruanas. Los papeles del buque in-
dicaban claramente que se
el
río.
Tundama (nom-
el
Putumayo, situados en
dirigía a puertos
territorio
fue sino hasta fines de 1900
cuando
salió
el
No
de Iqui-
tos la lancha de guerra Cahuapanos, que fue
mer barco peruano que navegó
sobre
colombiano.
el pri-
Putumayo. La
lancha estaba adaptada para fines comerciales, pero
llevaba a bordo una escolta militar que desembarcó
EL LIBRO ROJO DEL
14
PUTUMAYO
Cotuhé, a cosa de noventa y tres
en
millas de la
desembocadura del Putumayo. El Cahuapanas
por primera vez
y
el
pabellón
sirvió para establecer en
Comisaría
alguna a Colombia o
al
extraño
oficial
Brasil de ese procedimien-
Circunstancia que hace
extraño e insólito.
to
Cotuhé una aduana y una
Perú no dio notificación
fluvial. El
llevó
peruano a esas aguas
más
hecho de que dos años antes un perua-
el
no llamado Raategui, acompañado de un italiano de
ocupaban en cauchar en las
apellido Catta, que se
vecindades de Coiuhé y que querían extender el campo de sus operaciones pretendieron subir el Putu-
mayo
en
lancha peruana Tahuaya; pero
la
autoridades
no
brasileñas
como
las
hubo de
permitieran,
lo
registrarse la barca bajo pabellón brasileño. El General
Reyes nos envía
la
siguiente relación referente a la
Compañía formada en 1875 con
el
cabo operaciones de comercio en
el
fin
de
llevar a
Putumayo y sus
afluentes:
"En
el
año de 1874 exploré
el
Putumayo en compañía de mis herma-
nos Enrique y Néstor, Durants diez años exploramos
Ñapo,
el
Caquetá y otros afluentes
del
el
Amazonas. En
Putumayo,
el
esos rios establecimos un servicio de vapores que se llamaban
Apihi, Larroque y Colombia. Construímos caminos
lombia. Abolimos
en
la
el
tráfico d3 esclavos
parte inferior del río; en
al
el
primero de
Tandama,
interior
que se efectuaba con
de Co-
los indios
muchas ocasiones combatimos con
los
entregamos a
las
traficantes de esclavos, y haciéndolos prisioneros, los
autoridades brasileñas para que se les juzgara y castigara. Civilizamos
muchas
tribus salvajes
tas mil almas.
que en aquella época contaban más de doscien-
Mantuvimos
la
soberanía de Colombia sobre
yo, que le pertenece hasta la frontera del
Brasil,
el Putumaaunque actualmente
Perú pretende avanzar hasta la cima de las montañas y hasta las
mismas puertas de Pasto y Quito. Ef>;ctuámos esas exploraciones con
el
PRIMERA OCUPACIÓN DEL PUTUMAYO
nuestro propio dinero;
apoyo
ni
más de cuarenta
nos costaron
15
mil libras, sin
protección de gobierno alguno."
La obra llevada a cabo por esos negociantes colombianos en
la
región del
Putumayo mereció elogio
de los Representantes suramericanos en
cia
la
Conferen-
Panamericana reunida en Méjico en 1902.
forme de
de los viajes del General Reyes, y
el Delegado del Perú, manifestó
minar
la relación
en
cual figuraba
la
El in-
Comisión especial nombrada para exa-
la
que "los hermanos Reyes fueron
los primeros en su-
en canoas y que más tarde introdujeron
buques de vapor, abriendo así a la civilización y al
bir el río
comercio una inmensa región en
la
cual se encierran
todas las riquezas naturales."
En
1892, algunos años
después de que entrara en
Compañía de
el
hermanos Reyes en
Putumayo, un peruano llamado Benavides propu-
so
al
liquidación
la
los
Gobierno del Brasil encargarse de
otorgada a Reyes en 1875, con
el
fin
la
raciones de comercio entre los puertos del
y
Putumayo en
los del
la
según
1892,
el
el
el
Gobierno del
Brasil,
Decreto número 99, de 17 de octubre de
Presidente del Brasil confirmó
ción del Congreso que autorizaba
sileño para contratar con
mercancías y
el
al
Benavides
establecimiento
una resolu-
Ejecutivo bra-
el
transporte de
de vapores en
Putumayo por un término de cinco años.
to incluía
Amazonas
República de Colombia. La
propuesta fue aceptada por
y,
concesión
de efectuar ope-
el
El contra-
una cláusula que liberaba de derechos de
importación ''todos los productos naturales que
vi-
PUTUMAYO
EL LIBRO ROJO DEL
16
nieran de Colombia'' y que fueran llevados en buques brasileños a los puertos de Manaos y Belén.
A
la
muerte de Benavides
concesión pasó a ma-
la
nos de un colombiano llamado Manuel Vélez Uribe,
quien hizo dos viajes por vapor en 1890 y tres en 1900.
Al efectuar su sexto viaje en 1901, Vélez Uribe, que
estaba a bordo del remolcador Victoria,
bijado por
el
tumayo, recibió una descarga de
cual iba co-
el 11
el
Pu-
peruanas
las fuerzas
acantonadas en Cotuhé. Esto sucedió
ro de 1901,
el
pabellón brasileño y remontaba
de febre-
un año después del establecimiento de
la
aduana peruana en ese puerto.
Debe recordarse
la
fecha de ese incidente
memo-
rable que no solamente fue la primera tentativa de-
liberada
entonces bajo
sino que
autoridades
parte de las
por
usurpación de territorios
la
peruanas de
que habían estado hasta
exclusiva jurisdicción de Colombia,
también
facilitó
que Arana Hermanos
el
iniciaran, bajo la administración peruana, las terribles
atrocidades que todos conocemos. Es
der que
los
grandes
éxitos
Uribe en sus empresas de comercio
codicia y
la
fácil
compren-
alcanzados por Vélez
despertaran
ambición de los traficantes de
entre los cuales se contaba
el
la
Iquitos
célebre Arana, que se
había establecido en esa ciudad en 1898.
Uno
o dos
años antes Arana había entrado en tratos con los colombianos: en 1903 quedó definitivamente establecida
en Iquitos
la
infame Casa de Arana Hermanos. Queda,
pues, demostrado que
la
llamada jurisdicción del Perú
sobre las regiones del Putumayo tiene su origen en
PRIMERA OCUPACIÓN DEL PUTUMAYO
17
codicia despertada en los traficantes peruanos por
la
los
negocios de caucho establecidos por los colonos
colombianos.
Ya desde el año de 1835, y en años posteriores,
muchos negociantes colombianos de Pasto bajaron
por el Putumayo y por el Amazonas hasta Manaos
y Belén, ciudades en donde se entregaban a un tráfico importante
de zapatos, cigarros, barnices y otros
productos manufacturados en Colombia. Esos negociantes regresaban llevando sal, hierro, licores y otros
productos manufacturados en
el
Brasil o en Europa.
PROPUESTAS COMERCIALES DE UN INGLES
En
de
la
1899, o sea
Peravían
en que
la
ocho años
Amazon
antes de
la
formación
Co. Limited, y en la
época
Casa de Arana Hermanos entró por
mera vez en negociaciones con
lombianos, las posibilidades
los
pri-
caucheros co-
comerciales de esa re-
mota región, como fuente valiosa de producción de
caucho, fueron reconocidas
entonces en
Thomson,
por un inglés residente
Colombia. Era éste
quien,
como
el
finado
Robert
Director de los jardines bo-
tánicos de Jamaica, introdujo en 1876
el
caucho Para
en esa región, y seis años después, en 1882, fundó
la
primera plantación importante de caucho en Sur-
américa, con 60,000
árboles.
Robert Thomson
fue,
pues, uno de los zapadores del cultivo del caucho.
Fue también autor de dos documentos publicados
por el Foreign Office en 1894 y 1895, respectiva-
PUTUMAYO
EL LIBRO ROJO DEL
18
mente, sobre los
Thomson
caucheros de Colombia.
recursos
se proponía establecer un servicio de va-
pores en
el
da para
los
Putumayo, y fue una lamentable pérdiintereses de la humanidad que los fi-
nancistas de Londres, a quienes se dirigió, no atendieran sus propuestas. Es digno de notarse también
que
Sir
Clements Markham,
del Perú, al escribir en
de
la
conocido explorador
el
I895aMr. Thomson, en nombre
Real Sociedad geográfica,
beceras
colombianas
se refería a las ca-
Putumayo.
del
El
pasaje en
cuestión dice así: "¿Podría usted suministrarme una
nota sobre Colombia, tanto con referencia a las re-
como
giones dignas de exploración,
aquellas que ya
exploradas pudieran visitarse nuevamente, con ventajas para adquirir importantes
datos
Imagino que existen
sobre
regiones
del Japurá
(o Caquetá) y el
nocidas."
Debe añadirse que
la
soberanía sobre
extiende
río.
Así
al
lo
Norte,
allá
cabeceras
Putumayo, apenas co-
región
la
más
geográficos?
las
Perú reclama ahora
el
del
de
demuestra un mapa
las
Putumayo que
se
cabeceras de este
oficial
publicado en
Inglaterra en 1993 por orden del Ministro de Rela-
ciones Exteriores del Perú.
PRIMERAS EXPLORACIONES
A
fines del
siglo
xvi y a principios
del xvii
al-
gunos Capitanes españoles y algunos misioneros jesuítas y franciscanos, dependientes del Gobierno de
Popayán, en Colombia,
fueron los primeros expío-
:
PRIMERA OCUPACIÓN DEL PUTUMAYO
19
radores de las regiones de Mocoa, Sucumbios y Co-
exploraron
ellos
Putumayo. Muchos de
En esa época lejana los mide la Nueva Granada, hoy
cabeceras del
fanes, en las
sioneros del
el
río.
Virreinato
Colombia, establecieron
cristianismo y la instruc-
el
ción religiosa en las regiones del Putumayo.
En
1541 una expedición
Quesada, que fue
rez de
regiones bañadas por
el
dirigida por
Hernán Pé-
primero en descubrir
el
las
Caquetá, salió de Santa Fe
de Bogotá; poco después Pineda y otros españoles
de Quito exploraron las regiones bañadas por el
Amazonas,
las cuales
el
Misiones de
te.
Ñapo
Las
tierras
Putumayo, y entre este
y
Caquetá, eran conocidas con el nombre de
situadas entre
último y
en 1548 constituían provincias
dependientes de Quito.
invariablemente
el
Mocoa
(1)
el
y Sucumbios, respectivamen-
Esas misiones dependían políticamente de Pasto.
En 1609
el
Capitán Juan
de
Sosa, a
la
cabeza de
unos pocos soldados y aventureros, exploró las cabeceras del Putumayo haciendo de ello un curioso
relato,
que aún
que
Gobernador de Popayán
el
se
conserva:
positiva en las regiones del
en
él
se demuestra
ejercía jurisdicción
Putumayo. La descripPutumayo merece
ción que hace de las fuentes del
citarse.
"El
Dice así
tercer río que nace en la meseta citada es
línea recta hacia el Oriente,
cerca a
(1)
todo
la
En su
el
como ochenta
ciudad de Agreeda, en Mocoa,
libro
Mr.
territorio del
el
Caquetá. Corre en
millas de su fuente, pasando
la
cual
está
situada en una
Hardenburg se refiere a Mocoa como
Putumayo, lo cual es indiscutible.
capital de
PUTUMAYO
EL LIBRO ROJO DEL
20
zona montoñosa,
contiene
mucho
de
Oriente
al
oro,
Gobernación de Popayán. Saliendo de
allí
atravesamos
las
direción oriental y llegamos a San Juan de Pasto, en la
ción.
La distancia
de esa región
suelo
El
la cordillera.
aunque de calidad pobre. Agreeda depende de
como de
es
llegar a Pasto se encuentra
la
montañas en
misma Goberna-
setenta millas. Diez y seis millas antes de
un
cubierto de praderas sin árboles,
valle
llamado Sibundoy. Tiene ocho millas de largo por cuatro de ancho, en
cuyo extremo nacen tres ríos
Quinchoa o Santiago. En
la
se encuentran esos tres ríos,
te, llegan
a
la
En 1639
"
A
payán, pues
la montaña per
nombre de Putumayo."
extractamos
río
Putumayo,
antes de
llegar al
razón por
la
bien
el
Oriente,
el
orien-
siguiente pasaje:
el
en
el
lado del Norte, queda
conocido en
Amazonas
Los habitantes
baja de las cordilleras de Pasto
mucho
el
el
ella
treinta grandes ríos.
tiene
el
diez y seis leguas de estas aldeas, por
boca del gran
hacia
Acuña hizo una interesante relación
Amazonas, que fue traducida en
Clements Markham, para la Sociedad
1859, por Sir
la
San Pedro y
el
valle,
P.
el
De
San Francisco,
el
que atravesando
llanura y reciben
de un viaje por
Hakluyt.
:
extremidad de ese
recibe
la
Provincia de Po-
las
aguas de otros
del país lo llaman el Yza. El río
Nuevo Reino de Granada, con-
el
oro, y sus riberas, según dicen, están
cual los españoles que por
allí
pobladas de
infieles,
bajaron hace pocos años
tuvieron que retirarse apresuradamente."
En nota
hace
la
a esta traducción Sir Clements
siguiente cita de
un
llavicencio: "El Aguarico nace
Cayambe y forma
el
límite
de
Markham
informe del señor Vien las montañas de
las
modernas Repú-
Ecuador y Nueva Granada (Colombia).
Es famoso por la cantidad de oro que allí se lava."
La importancia de esta afirmación consiste en el
blicas
del
hecho de que
del Perú,
el Aguarico, según las reclamaciones
queda dentro de su jurisdicción, así como
PRIMERA OCUPACIÓN DEL PUTUMAYO
la
zona que está en poder de
la
21
Pemvian Amazon
Company.
En
el
siglo xviii
los
franciscanos
fundaron algunas aldeas en
el
de
Colombia
Putumayo, como San-
San Pedro y Mocoa. Otros franciscanos que
viajaban por el Fragua y el Orteguaza fundaron las
tiago,
aldeas de
Tunguillo,
riberas del Caquetá.
Oficiales del
En un
Descanso y Simón sobre las
En compañía de los frailes iban
Gobierno
capítulo
civil
de Colombia.
posterior se verá que en
1873
el
Perú puso unos linderos en Cothué, a 93 millas de
distancia de la
desembocadura
del
Putumayo.
CAPITULO
III
EL DIARIO DE UN MISIONERO
En
la
última
parte
bianos establecieron
del
el
anterior se dice
capítulo
del
que hace uno o dos siglos
franciscanos colom-
los
cristianismo en las regiones
Putumayo. Veremos ahora, en
los extractos
que
reproducimos de notas hechas por un misionero francés que visitó
el
Putumayo en
1895,
que
los
colom-
bianos habían fundado innumerables iglesias en esa
región y que los negociantes colombianos, lejos de
maltratar a los aborígenes, los
plimiento de los ritos de
la
ayudaban en
el
cumLas
iglesia cristiana (1).
notas en cuestión fueron publicadas en 1909 en un
periódico católico francés: en
ron redactadas
(1895)
posesión exclusiva de
frecuentemente
el
la
época en que fue-
la
colombianos estaban en
los
región;
territorio
el
autor considera
como colombiano. Se
verá que las tribus aborígenes cumplían con los
ri-
tos del cristianismo. Las notas prueban los grandes
esfuerzos hechos por Colombia para llevar
tianismo a esas regiones.
(1)
nero.
Mr. Hardsnburg confirma plenamente
Como
su visita ss verificó doce años
nero francés, los hachos por
te,
Además,
él
las
la
cris-
del
afirmaciones del misio-
después que
relatados, y que se leerán
tienen importancia y significación.
el
relación
la del
misio-
más adelan-
UN MISIONERO
EL DIARIO DE
sacerdote francés confirma,
Casement
Foreign Office
al
la parte superior
con abundancia de depor Sir Roger
general hecha
afirmación
talles, la
del
23
al
Putumayo
la
"en
de que
efecto
instrucción
giosa y las prácticas cristianas aparece que
reli-
fueron
establecidas por colonos colombianos."
Cuando comparamos
peruanos con
los
las
prácticas
criminales de
presencia inofensiva de los ne-
la
gociantes colombianos que iban acompañados y pre-
cedidos por
la
avances de
tar los
podemos menos de lamen-
Cruz, no
la
jurisdicción peruana en la re-
gión del Putumayo.
Publicamos a continuación los extractos de
tas del misionero francés
el
Putumayo; en
las líneas
verá que
cita se
munidades
el
entre
no-
con que concluye nuestra
autor deplora
los
las
que vivió cinco meses en
indios del
la
ausencia de co-
Putumayo, pensa-
miento que dice mucho en favor de
la fe
y confian-
za que ese misionero tenía, después de una prolon-
gada excursión en esas regiones, en
el
pueblo co-
lombiano:
"Pasto,
cuyos habitantes
pasan de 23,000, es una de las ciudades
más grandes de Colombia. Tiene un Obispado, dos seminarios
y un
Colegio dirigido por los religiosos de San Felipe, quienes tienen también
un convento. Al Oriente de Pasto, y después de un lago no muy distante de allí, vive una importante tribu de indígenas llamados "Lagunos."
"Al día siguiente, por
que queda situado en
po tuvo
la
primera vez,
de
vi a los indios
la cordillera;
bondad de visitarme en
los indios de esa
te o
la
la falda
el
hospital:
esa
de Santiago,
misma tarde
el
Obis-
hablamos largamente de
inmensa región de su Diócesis que se llama
Caquetá y que está completamente abandonada."
el
Orien-
PUTUMAYO
EL LIBRO ROJO DEL
24
"Esa región que bañan dos graneles
Amazonas,
tributarios del
merosos indios que habitan
la
Putumayo y
ríos, el
es tan grande
como
Caqueta,
el
Entre los nu-
Francia.
muchos blancos. Como
el Obispo— vaya
que usted permanezca entre esas
selva virgen hay
usted quiere visitar a los indios de Santiago— me dijo
hasta Mocoa.
Con unos pocos
buenas gentes
les
días
hará un bien inmenso. Esas palabras confirmaron mi
resolución de emprender una misión por
Caquetá.
el
"El domingo 20 de octubre llegué a Lagunos, en donde celebré
querían cargarme de regalos:
misa. Esos buenos indios
patatas, huevos, etc.
Como yo
la
panes, maíz,
presentara dificultades por temor de au-
mentar mi equipaje, ofrecieron acompañarme hasta Santiago,
la
de las aldeas que pertenece a los indios orientales. Partimos
primera
al
día
si-
guiente después de la misa. Cosa de sesenta personas, buenas gentes, que
aman
al
sacerdote y lo reconocen
como
su mejor amigo,
me acompa-
ñaron hasta Devisadero.
"Ese encuentro con
los indios en
mitad del desierto es uno de mis
recuerdos más agradables. Conversamos por mucho tiempo alrededor
del fuego y nos
acostamos después de rezar nuestro rosario. Al día
si-
amontonando mi equipaje, fabriqué un altar a cuyo alrededor
se reunieron los indios con mucha calma. En las grandes y hermosas
guiente,
muy
catedrales las ceremonias religiosas son
cha a unos pocos salvajes, en
cuatro
mil
la
bellas; pero esta misa, di-
inmensidad del desierto y a más de
metros de altura, parecióme
espectáculo de
un
la
mayor
majestad.
"Continuamos nuestro
viaje al través de estrechas trochas cubiertas
de heléchos, que en Colombia suben a
la altura
villosa la vista de las selvas y del alto valle en
yo.
Ese
una inmensa cuenca, húmeda, en
valle es
rabies arroyuelos
tándose, forman
pronto
la
gran
como abandona
la cual
el
Putuma-
nacen innume
río
que se precipita
al
través de la montaña, tan
las llanuras.
la
iglesia
estaba reunida
aldea: de un lado las mujeres, de otro los hombres.
como entramos, todos
alabado sea
Es mara-
la rodilla.
que corren con lentitud indescriptible hasta que, jun-
el
"Al día siguiente llegamos a Santiago. En
toda
de
donde nace
se
postraron y dijeron en español:
Tan pronto
'Bendito y
Santísimo Sacramento del altar y María concebida sin
pecado original.' Después de una corta oración, dirigí algunas palabras a
el
esos buenos indios que a mi alrededor se agrupaban en la nave.
" Los indios de Santiago son en su mayoría grandes y fuertes y vi-
ven en relaciones tranquilas con
sin
embargo,
vivir
con
ellos.
los
blancos, a quienes no
Reconocen
la
permiten,
autoridad de un Goberna-
UN MISIONERO
EL DIARIO DE
25
dor a quien nombran cada año y a quien asiste un Consejo de muchos
miembros, elegido también anualmente.
" Hace cosa de cuarenta años
Santiago
;
que
Actualmente sólo reciben
ellos les dieron.
del bautismo y
como
los misioneros, así
las capillas rústicas y las
En
En Santiago
encuentra una cruz.
instrucción
la
Sacramento
el
vasos sagrados y los ornamentos de
los
habitación de los sacerdotes.
la aldea,
del último de
embargo, en Santiago, San Andrés,
del matrimonio. Sin
el
Sibundoy y Mocoa conservan
la
compañero
Desgraciadamente poco aprovecharon
esos misioneros.
religiosa
vivían con los indios de
jesuítas
los
encontré un indio que había sido
el
sale
de
centro
pequeñas casas para
las plazas se
todas
una procesión, por
las calles
cruz de madera mientras que los otros cantan
munidad que
Una
rosario.
el
sola co-
residiera bastaría para que al cabo de dos o tres ge-
allí
neraciones esos indios
sacramentos y de
ser,
de
estuvieran en posibilidad
como
" La iglesia de Santiago es
recibir todos los
buenos cristianos.
los lagunos,
muy grande
paredes son de barro
sus
;
y están rodeadas con una galería fabricada con troncos de árboles.
un hermoso altar y todo
allí
"Durante
concluía con
lo
necesario para
semana que estuve en Santiago
la
tantemente a
Jefe
de
todos los domingos, a cuya cabeza va un indio joven con una
la
misa por
mañana, y por
la
bendición del
la
Santísimo.
acompañado de todos sus
la
Al
el
Hay
servicio.
los indios
acudían cons-
tarde a la enseñanza que
caer
la
noche llegaba
el
sirvientes.
"En alguna ocasión bauticé hasta
treinta
en
la
sacristía:
el
mayor
de esos niños tendría tres años. Que lástima no haber podido regresar
o permanecer más tiempo!
Un mes
niños todo lo necesario para
la
dantes obtuve en otro campo: por
matrimonios. Era cosa sumamente
cesarias, puesto
seis.
que
Los cónyuges,
tivo: al
menos
"San Andrés
los
sin
así lo
habría bastado para enseñar a esos
primera comunión. Cosechas más abun-
apellidos
la
tarde efectuaba gran
difícil
de
la
número de
hacer las investigaciones nealdea se
reducían a cinco o
embargo, no tenían nunca parentesco prohibi-
aseguraban.
Putumayo queda situado sobre la fuente de ese
menor distancia que Santiago del primitivo lago de
del
gran río y está a
Coucha. Hay quienes suponen que esta pequeña tribu es todo
queda de
de
allí
la
desaparecida de los sucumbís, que emigraron o
perseguidos por enemigos que
común,
mente a
sin
la
embargo, es
la
misma
que
tribu
les
hacían la guerra.
lo
que
huyeron
La opinión
de que los putumayos pertenecen absolutael
pueblo de Santiago, cuyo lenguaje ha-
EL LIBRO ROJO DEL
26
blan,
a
la
usando
mismas costumbres y
las
PUTUMAYO
vestidos.
Su
iglesia es casi igual
de Santiago. Tres días después decidí emprender viaje a Sibundoy.
"La aldea de Sibundoy contiene una considerable población blanca.
Hay allí dos escuelas, una para indígenas y otra para blancos. Además
del Jefe, a quien reconocen los indios, hay un Alcalde para los blancos
nombrado por
"Mocoa
el
Gobierno de Colombia. En seguida
consiste en una gran plaza en cuyo
Las casas son todas de guadua, y de
centro está
casa cural, y a
la
menos adornada que
"Después de dos
neo,
En
capilla,
la
la
la
la iglesia,
En
el
que es espaciosa pero
de Santiago.
días de viaje
saliendo de Mocoa, llegamos a Gui-
cumbre de una pequeña
colina los indios han
edificado su
cortando los árboles en una extensión de quinientos o seiscientos
metros, alrededor. La capilla está en
el
Mocoa.
hay una cruz.
plaza salen dos calles.
la
derecha
visité a
centro
cementerio y en
el
otro
el
"Después de permanecer
una canoa en
el
el
centro; en
uno de
los
extremos
convento.
tres días en
San Vicente, nos embarcamos en
Putumayo, que es en aquel punto excesivamente rápido.
Al cabo de un día de viaje llegamos a San Diego.
Los indios de San
Diego y de San José no pertenecen a la misma tribu que los mocoas.
Los del Putumayo forman una tribu separada: usan el cabello corto, se
arrancan las cejas y pestañas y llevan generalmente pantalones. Adornan sus cabezas con gorras formadas de hermosas plumas de loro o de
brillantes plumas.
guacamayo; llevan también algunas veces tocas de
Atraviesan sus narices y orejas con
el fin
de poner en
ellas varillas pe-
queñas o plumas y alas de insectos. Juntando cocos pequeños o semillas,
hacen cinturones. Finalmente, usan collares de jaguar o de mono, etc.
Sus armas son lanzas con puntas de hierro o de guadua, con
les
las cua-
no vacilan en atacar a los jaguares. Intrépidos, valientes, activos
e inteligentes,
activas:
son grandes cazadores y pescadores. Las mujeres son
del trabajo de la casa y del sembrado, tienen gran ha-
además
bilidad en la fabricación da
hamacas y de
loza, sobre
cuyo fondo, de un
rojo obscuro, se destacan claramente blancos dibujos.
toza es de un negro brillante y permanente.
El interior de la
Los indios conocen algu-
nas palabras españolas dal Padrenuestro y del Avemaria.
neros vivieron entre ellos hace cosa de sesenta años.
Los misio-
Desde entonces
han sido visitados raras veces, y es de admirar que hayan logrado preservar lo poco que saben. Generalmente hacen bautizar a sus hijos por
los negociantes y sacerdotes
barqué para San José.
que por
allí
pasan. Poco después
me em-
EL DIARIO DE UN MISIONERO
27
"San José, como San Diego, queda sobre la ribera izquierda del Puallí ancho y majestuoso. En San José se nos esperaba,
tumayo, que es
y los indios hicieron a nuestra llegada grandes manifestaciones de gozo.
Bauticé niños y bendije
muchos matrimonios. Recordé
indios el Padrenuestro y
la
mañana
el
a esos
pobres
Avemaria, que ya habían casi olvidado. En
del 12 de diciembre celebré la misa en la vasta
ramada que
servía de capilla.
"Deseaba
yo,
viajar
aún más por esas encantadoras riberas del Putuma-
cuyo clima, aunque ardiente, es sano. Esa
fértil
tierra
podría
ali-
mentar poblaciones numerosas. Sus aguas son abundantes y su riqueza
extraordinaria.
Como
el
Putumayo
tiene sobre el
carriles en aquellas vastas regiones sería juego
tar
Caquetá
la
ventaja de
La construcción de
ser navegable, los transportes serían fáciles.
ferro-
de niños. Es de lamen-
que no se establezcan con esos benévolos indios comunicaciones que
faciliten la evangelización
lles del
Putumayo.
hoy, desde
el
el
de los numerosos
Caquetá y
punto de vista
el
infieles
que pueblan
los va-
Ñapo, regiones más abandonadas
religioso,
que
el
mismo centro de África!"
CAPITULO
IV
TRATAMIENTO DE LOS INDIOS EN COLOMBIA
En
las
rígenes,
Repúblicas suramericanas
medianamente
las
tribus abo-
como
civilizadas, así
aquellas
completamente salvajes, reciben tratamiento muy
verso de manos de
las autoridades
di-
y de los ciuda-
danos. Es éste un hecho que no se debe perder de
vista,
porque
la
ignorancia
general
que prevalece
sobre este punto hace que se apliquen
las condicio-
nes conocidas que rigen en una República a las de
la
nación vecina. El Perú está hoy deshonrado ante
el
mundo
civilizado. Es, por consiguiente,
de
la
ma-
yor importancia hacer diferencia entre los métodos
(o ausencia de
tratos
con
otra nación
rígenes.
des
métodos) usados por
las tribus
y los
Perú en sus
que posee también gran número de abo-
Tanto Colombia como
el
selvas y tribus innumerables
los cuales se
el
métodos adoptados por
Perú tienen grande
indios,
entre
encuentran salvajes feroces y hombres
perfectamente civilizados.
El autor
posee algún co-
nocimiento personal de Colombia, y tiene también
medios suficientes para adquirir toda clase de datos imparciales
respecto de
micas de esa República.
las
Con
condiciones econótan
ventajosos
me-
TRATO DE LOS INDIOS EN COLOMBIA
29
dios de información, puede asegurar sin vacilación y
con el mayor énfasis posible que, en proporción a sus
mundo
recursos financieros, ningún país del
poder con mayor
eficacia en el sentido
ejerce su
de mejorar las
condiciones de las tribus aborígenes, dentro de su jurisdicción,
que
la
República de Colombia. Debe recor-
darse también que, debido a su extensión, a
la
natu-
raleza montañosa de su suelo y a la falta completa
de ferrocarriles, no hay país del mundo en donde
las
comunicaciones
más
sean
A
difíciles.
pesar de
tan grandes desventajas naturales, los esfuerzos de
Colombia para
llevar la civilización a sus razas in-
han tenido resultados benéficos y prácticos.
Grandes regiones de Colombia, con el nombre de
feriores,
Territorios nacionales,
mente para
la
están
muchísimas escuelas para
rígenes.
reservados
población india.
En toda
la
la
exclusiva-
Se han fundado
allí
educación de los abo-
extensión de
República en-
la
cuéntranse misiones y misioneros, y
el
Gobierno no
ahorra esfuerzos para ver de llevar las ventajas de
la civilización
a esos seres que por vivir en las pro-
la selva quedan fuera de su influenHace pocas semanas supo el autor, por
que ha viajado por muchos años en Co-
fundidades de
cia benéfica.
un inglés
y que formó parte como misionero de
expedición formada para buscar a Livingston en
lombia
África central, que, en su. opinión,
Colombia llevaba su celo por
un extremo ridículo.
El
inglés
los
el
la
el
Gobierno de
aborígenes hasta
atribuía esto a
en alguna época se había decidido que
el
que
Gobierno
PUTUMAYO
EL LIBRO ROJO DEL
30
prestara especial protección a los indios, y que esto
no solamente formaba parte del sistema constitucional de gobierno,
que se había convertido en
sino
verdadera pesadilla de
Sea de
tá.
ello
se en cuenta
el
tiguamente por
de 6,000
de tener-
suma votada anlos indios,
que era
ha sido aumentada última-
libras.
Simons, subdito inglés que vive en Co-
F. A.
conocimiento
el
la
Congreso para
lombia desde 1882, nos
sobre
digno
es
de que
hecho
el
Administración de Bogo-
fuere,
libras esterlinas,
mente a 20,000
Mr.
la
que
lo
envía
la
personal
tiene y sobre el tratamiento
que
siguiente
relación
que de
los indios
dan
las autori-
les
dades:
"Colombia,
al
contrario de la
mayor parte de
americanas, ha mostrado invariablemente interés
las
Repúblicas sur-
profundo y benévolo
por los indios que están bajo su jurisdicción. Las leyes del país
pres-
mayor protección a los indios que a los mismos blancos. En 1882
Gobierno de Colombia me comisionó para que levantara el mapa del
tan
el
Estado del Magdalena y para que rindiera un informe sobre el territorio nacional de la Goajira. Permanecí seis meses en la Goajira, en
donde habitan veinte o veinticinco mil indios que, en esa época, no
Vivían
habían sido completamente subyugados.
tosas con los
mas con
el
Oficiales
colombianos, y
el
Gobierno
propósito de civilizarlos.
colombianos con
civilizadoras, pero
era
el fin
había
Habíanse
de llevar a los
muy poco
lo
sí
en relaciones amis-
gastado grandes suenviado innumerables
indígenas influencias
que se había logrado. La Sierra
los indios arhuacos,
Nevada de Santa Marta está habitada por
tán civilizados y cuyos hijos aprenden a leer y a escribir.
ocasiones se
me
invitó a los
notablemente
la inteligencia
Sebastián,
viejo
de
la
el
exámenes de
maestro de escuela
Todos sabían
leer
y
me
es-
sorprendió
de los jóvenes indios. Cuando visité a San
escuela de indígenas. Permanecí
agradable.
las escuelas,
que
En muchas
muy
me
allí
bien,
invitó a la inspección anual
durante un día, que fue
muy
aunque repetían como loros
la
TRATO DE LOS INDIOS EN COLOMBIA
materia aprendida.
un indiecito que
Vi
por encima del hombro pude
el
rápidamente
leía
mirarlo
al
:
31
convencerme, sin embargo, de que tenia
Evidentemente su memoria era mejor que su lectura.
libro al revés.
"La enseñanza toda
se hace en español y
comprende
escritura, lec-
tura y rudimentos de aritmética. Los colombianos se jactan de que en
la
nación no hay un solo hombre, mujer o niño que no sepa leer o es-
cribir. El
blica
Gabinete comprende siempre un Ministro de Instrucción pú-
que gasta en escuelas anualmente una suma enorme,
la cual, si
se tienen en cuenta las finanzas del pais, está perfectamente justificada.
chimilas que habi-
"Existe otro pequeño grupo de indios llamados
número no creo pase
tan las faldas inferiores de la Nevada, pero cuyo
Son
de quinientos.
casi
salvajes y carecen en absoluto
de educación,
pero cuando entran en contacto con los colombianos son benévolos. Se
les trata
siempre
muy
bien.
"Los motilones habitan
el
oriental de los
contrafuerte
Andes en
la
región del Golfo de Maracaibo: han sido siempre fuente de grandes in-
quietudes para
muy
tratara
la nación.
Como
durante
la
dominación española se
mal, no ha sido posible a los colombianos
ciones con ellos. Repetidas veces se han
les
entrar en rela-
enviado comisiones con
el fin
de entablar comunicación con esos indios, pero no se ha logrado éxito
en
ello,
debido
do niños con
al
el
antiguo resentimiento.
objeto de enseñarles
bus. El Gobierno de
Colombia
nicación con esas tribus, con
el
Muchas veces
se han captura-
español y devolverlos a las
tiene grandes deseos de entrar en
tri-
comu-
de civilizarlas. El fracaso de los co-
el fin
lombianos es tanto más extraordinario cuanto que los venezolanos de
Maracaibo han tenido a grandes intervalos relaciones de comercio con
los indios.
Por esta razón
indiqué
al
Gobierno de Colombia
viara comisiones en busca de los indios por
lo
que pude saber,
tuada sobre
invitados
alli
una granja, a
llamas trescientos
si-
septentrional de la Sierra negra. Los indios fueron
a una fiesta, y se les hizo entrar, por
la
que en-
lado de Venezuela. Por
resentimiento se originó en Villanueva, ciudad
el
la falda
el
cual
se prendió
fuego,
medio de engaños, a
haciendo
hombres con sus mujeres y sus
claramente que existían relaciones
perecer
niños.
entre
las
Esto indica
de comercio y que, a causa
tal
vez
del asesinato de algunos negociantes, los españoles se vengaron de esa
manera. Sea como fuere, desde esa época los indios hacen
los colombianos.
como
do de
Las ciudades colombianas en
Becerrill, Jobo,
sitio.
el
la
guerra a
valle del Cesar, tales
Palmira y Espiritusanto, están en perpetuo esta-
Los colombianos que viajan
por aquellas regiones tienen
EL LIBRO ROJO DEL
32
PUTUMAYO
que hacerlo en compañía para defenderse de
emboscadas de
las
los
indios.
"Hace dos años
viajé con el jefe principal
de los indios de San Blas,
quien había ido a Bogotá a ofrecer sus servicios y los
Gobierno de Colombia con
el fin
de su tribu
al
de rescatar a Panamá. Los indios de
San Blas son muy belicosos y viven en las montañas que separan el
Atrato del Istmo. Son medianamente civilizados, tienen leyes propias
y obedecen a sus jefes, pero aman a los colombianos.
"Los indios de
viven en estado
las
regiones superiores del
absolutamente salvaje: no
han logrado entrar en tratos con
ellos. El
Opón
Sogamoso
y del
obstante, los colombianos
muy
Gobierno de Colombia es
no permite represalias y prohibe allí la venta de bebidas alcohólicas. En el caso de la muerte violenta de un colombiano o de un inestricto,
comisiones que investiguen
dio, se envían invariablemente
"Los indios que habitan
la
región
grandes ríos que desembocan en
parte de
otro territorio nacional.
el
situada entre
Orinoco y en
Se
les
el
el
el
asunto.
Putumayo y
los
Amazonas, forman
gobierna directamente
desde
Bogotá. El Territorio Nacional es independiente del Gobierno nacional,
pero sus empleados son nombrados en Bogotá, y consisten generalmente
de un Prefecto y su Secretario, quienes nombran los diferentes
sarios de las aldeas y distritos.
La
religión es
absolutamente
comi-
libre en
Colombia."
La siguiente relación
suplementaria de un inglés
que vivió muchos años en Colombia y que dirigió
muchas expediciones en diferentes partes de la República, suministra pruebas evidentes sobre las
didas tomadas
por
el
Gobierno de Colombia
defender los intereses y promover
indios en toda la nación:
"He
vivido
el
mepara
bienestar de los
dos años en Colombia, y en ese espacio de tiempo he
el país, inclusas las regiones de Tierra
viajado extensamente por todo
Adentro y del
río
Meta, y puedo decir que en todas partes encontré a
los indios salvajes viviendo en paz, felices y contentos.
En muchos
dis-
Gobierno ha establecido escuelas, y en todas partes se encuentran misiones religiosas sostenidas con fondos del Estado. Los aborígenes se ocupan en agricultura y minería, siendo además grandes catritos el
TRATO DE LOS INDIOS EN COLOMBIA
33
zadores y pescadores. El Gobierno ejerce sobre ellos autoridad paterque está a su alcance para promover su bienestar.
nal y hace todo lo
Una
legislación especial exige
he oído decir que se
"En
las regiones
que se dé buen trato a
pobladas de
nación existen territorios
la
mismo que
indios civilizados, quienes visten lo
bianos,
los indios.
Jamás
les trate mal.
los
para los
ciudadanos colom-
hablan solamente español y gozan de muchas
por
garantías
parte del Gobierno. Esos indios son en su mayor parte ciudadanos pacíficos
y trabajadores que gozan de derechos iguales a los de
español. Ortega y Cozaima son ejemplo de esos
las
tes de origen
rios.
Colombia se ha manifestado eminentemente bondadosa en
nera
como
los
la
ma-
trata a los indios."
En. las mismas páginas se encontrará
que
gen-
territo-
la
prueba de
colombianos tratan con humanidad a los
dios del Putumayo. Sir
hecho de que
Roger Casement
los indios huían
registra
inel
de los peruanos en
busca de colombianos que los protegieran. Es cosa
sabida que un
atravesó
número de aborigénes
considerable
Caquetá en
el
nocidamente colombiano.
dirección a territorio
Sir
reco-
Roger Casement hace
referencia en su informe a las invasiones efectuadas
más
allá del
Caquetá con
felices salvajes
peruana.
el
fin
de apresar a los
que habían huido de
Hoy mismo
los periódicos
la
de Lima dan pú-
blica cuenta de los grandes preparativos
los agentes
de Arana en
trabajadores en las
Norte del Caquetá.
el
in-
persecución
hechos por
Putumayo para
exhaustas regiones
reclutar
situadas
al
CAPITULO V
TRATAMIENTO DE LOS INDIOS EN EL PERÚ
En
si,
al
páginas anteriores nos hemos preguntado
las
agotarse
de
recursos
los
permitirá en lo porvenir que
civilización,
la
se
Perú maneje los des-
el
tinos de las hordas de tribus salvajes esparcidas en
regiones
vastas
las
no tienen facultad
tranjeras
venir
por
bailadas
negocios
en los
ni
Putumayo. Se
el
inconscientemente que
contestará
naciones ex-
las
derecho
para inter-
de esa
República.
internos
Puede que esto parezca como argumento
ese fuera
el
final: si
caso, preciso sería confesar que habían
llegado a un término fatal los recursos de
la
diplo-
macia. Algún conocimiento reflexivo del asunto hace
ver claramente
autor que
al
la
diplomacia tiene aún
en sus manos armas efectivas. El Perú ha reconocido y declarado que
como
neutral:
tal,
el
Putumayo
no tiene sobre
él
es un territorio
derecho
esta-
blecido para ejercer jurisdicción. Colombia está dis-
puesta a someter
nía,
y
el
al arbitraje
meter su
litigio
cuestión de sobera-
Colombia a
con
tribunal independiente.
donde puede entrar
de
la
Perú ha expresado también
la civilización,
tante y a
la
la
Hé
la
el
deseo de so-
decisión de un
ahí la puerta abierta por
diplomacia, en representación
para que ponga
fin al
brutalidad sistemática.
crimen cons-
TRATO DE LOS INDIOS EN EL PERÚ
En nombre de
civilización pretende el
la
35
Perú que
ha hecho uso de esa puerta introduciendo reformas
En
importantes.
otras
llevadas
palabras,
al
último
han lanzado más de dos-
extremo, las autoridades
cientas órdenes de arresto contra gentes criminales
de
Amazon
Peruvian
la
contra
otra cosa
ñar a la
según se asegura,
Co., y,
mismo Arana. No
el
naturalmente,
es esto;
que una maniobra inteligente para engacivilización, porque el Perú es absoluta-
mente incapaz de efectuar reformas en esa región.
Este hecho evidente lo prueban las declaraciones del
doctor Paredes, quien,
do por
el
mas en
en
como Comisionado nombra-
Gobierno peruano para efectuar
el
Putumayo, dice en su
pasado "que entre
julio
la
informe
las refor-
rendido
mayoría de los pe-
Putumayo el asesinato como crimen." Sir Roger Casement confirma la
aceptación general de esa idea en el Perú. Según
ruanos no se
las
considera
en
el
declaraciones de este testigo
Selecta
(1),
el
Putumayo no
se
ante
la
Comisión
diferencia esencial-
mente de otras regiones en que ejerce jurisdicción
el
Perú
;
alH es
común, en todas
de trabajo forzoso
;
partes, el sistema
dondequiera que se encuentran
aborígenes en estado salvaje o semicivilizado se efectúa corrientemente
la trata
no consideran como delito
los indios en la selva.
(I)
Las declaraciones de
encontrarán en
el
las declaraciones
Apéndice,
Sir
el
presentadas a
peruanos
de indios
;
los
punible
el
asesinato de
En apoyo de sus informacioRoger Casement sobre
cual
la
el
particular se
contiene un extracto de parte de
Comisión.
PUTUMAYO
EL LIBRO ROJO DEL
36
Roger Casement presentó a la Comisión
número
de periódicos peruanos y de declaragran
ciones que demuestran que los métodos usados por
nes, Sir
los
peruanos con los indios despoblaban
que en muchas ocasiones
pais,
el
representantes de
los
han protestado contra esos métodos.
Iglesia católica
y han solicitado suscripciones de fondos con
de suprimir la trata de indios.
Gobierno ha prometido
El
profundas en
y
la
el
del
territorio
el
fin
emprender
reformas
Putumayo.
¿Se han
efectuado esas reformas ? ¿ Es posible que se efectúen alguna
territorio
vez? ¿Las condiciones que
peruano indican que
la
na haya llegado a una altura
rigen en
el
civilización perua-
que permita
la reali-
zación de esas reformas? ¿El hecho de que esa re-
gión esté en
entre
litigio
mite suponer que
el
Perú y Colombia per-
el
Perú haga
el
más pequeño
necesarias ? La
fuerzo para introducir las reformas
respuesta a estas preguntas es
es-
vital
para
el
futuro
bienestar de los indios del Putumayo, y debe darse
antes de que
cese
la influencia
tenido entre nosotros
la
Gobierno peruano, como
El
inquietante que ha
publicación del Libro Azul.
lo
probaremos, no pue-
de pretender ignorar los crímenes
dos en
el
Putumayo en
su
brutales cometi-
nombre y desde
princi-
pios de este siglo.
Como nueva
esperar que
del
los
el
prueba de
la
inutilidad absoluta de
Perú efectúe reformas en
el territorio
Putumayo, estamos autorizados para reproducir
siguientes párrafos
de
cartas
publicadas en
el
TRATO DE LOS INDIOS EN EL PERÚ
37
Times y en el Manchester Guardian por el TenienCoronel Fawcett, R. A., distinguido Oficial inglés
te
que ha viajado extensamente por
"Ahora que
pública sobre
que
la
las
Perú:
atrocidades del Putumayo han llamado
tráfico
el
el
cauchero de los peruanos,
me
la
atención
atrevo a sugerir
investigación se haga extensiva a todas las selvas del Perú: las
condiciones que hoy dominan
la
cauchera hacen
industria
pensar que
escándalos no se confinan solamente a las regiones conocidas y ac-
los
Amazonas y sus afluentes. Además de las tribus del Putumayo hay muchas otras sometidas a la esclavitud, y aunque muchos
peruanos inteligentes miran esos escándalos con horror, la nación, como
cesibles del
comunidad, estima demasiado
la floreciente industria
preocupa por los métodos que aseguren
"Es obvio que
la
inmunidad y
las
cauchera y no se
éxito de esa empresa.
el
grandes ganancias pueden tentar
a propietarios o agentes avaros a emprender una explotación barata de
riquezas caucheras haciendo
las
uso de los indios salvajes hasta
el
punto de obligarlos a trabajar gratis y a matarlos de hambre. No existe
inspección gubernamental ninguna, ni creo que ella pudiera ser efec-
allí
tiva.
la
Además, no creo que haya un solo
oficial del
Perú que no tenga
convicción sincera de que los indios sólo sirven para ser esclavos o
para ser fusilados. Tal ha sido
me
tengo de muchas tribus
los indios es el
la política tradicional. El
hace opinar que
el
conocimiento que
mejor método de tratar a
de dejarlos en territorios propios en donde puedan gozar
de protección efectiva.
"Por qué da
libre
el
Perú este ejemplo único de barbarie? El Brasil está
de tales horrores. En Bolivia no hay idea de
ellos.
El reciente e
interesante relato que Mr. Lange hace de sus expediciones en
zonas superior demuestra que es
el
petua hostilidad hacia los indios, se ha captado su odio. En
nicie del
Perú se venden
haciendas;
en
toros, en tanto
el
el
los indios salvajes
que otras repúblicas
vas para fabricar vino.
la
¿Qué
Ama-
las
la altipla-
como semovientes de
Perú despiertan todavía entusiasmo
Perú no causa escándalo
el
peruano quien, a causa de su per-
las
las
corridas de
han suprimido por salvajes; en
industria atroz de desollar las cabras vile
pasa a ese país? Las clases superiores
sufren de la inevitable atrofia moral de una raza híbrida nacida y edu-
cada sobre
el nivel del
tes del país son
por
las
glo XVI.
mar, cerca
al
Ecuador. Las nueve décimas par-
un desierto. Las minas del viejo Perú han sido vencidas
de Bolivia,
el
Ecuador y Colombia. No es éste
el
Perú del
si-
CAPITULO
VI
LOS INDIOS DEL PUTUMAYO
Se ha dicho
que
región
la
sobre
dominio
pública del Perú
ejerce
un área de
comparativamente
tierra
gan
en
las
la
peruanos de
los
Poco
grandes
sin
las tribus
indias que
Ñapo y
el
adonde rara vez
soledades,
los indígenas
como
habitan
el
Ca-
se sabe de las tribus que habitan esas
Conócense,
co.
Re-
la
limita a
ilegal se
vastas regiones situadas entre
quetá.
cual
pequeíia y que
graves temores y grandes
explotación que en lo futuro ha-
no es posible pensar
inquietudes
la
sin
llega
blan-
el
embargo, algunos detalles sobre
que habitan
las
"posesiones" de Arana;
vimos en un capítulo anterior, un misionero francés relata hechos interesantes referentes a los
lo
aborígenes que
habitan las regiones
superiores del
Putumayo.
El relato
hecho por Eugenio Robuchon,
explora-
rador francés que visitó las "posesiones" de Arana en
1904,
por cuenta del
Gobierno peruano,
Casa Arana, contiene
pero
con
dinero
de
santes.
Sin embargo,
por
Gobierno peruano y editado bajo la direcempleado del Ministerio de Relaciones
el
la
como
detalles
intere-
ese relato fue publicado
ción de un
Exteriores
del Perú,
no sabemos hasta
qué punto
LOS INDIOS DEL PUTUMAYO
sea correcta
reproducción de
la
El explorador
chon.
hacer una
Delegado nombrado por
el
los
doc-
el
Perú para
el
las atrocidades
sobre
investigación
Putumayo, niega
pecto, dice
notas de Robu-
asegura, por ejemplo, que
son caníbales, en tanto que
indios hüitotos
tor Paredes,
las
39
A
hecho enfáticamente.
del
ese res-
doctor Paredes en su informe:
el
"Esas humildes gentes a quienes se ha prohibido el uso de sus armas primitivas son nobles, generosas y desinteresadas, no obstante el
hecho de que sus verdugos, con
como depravados y
presentan
el fin
lo contrario
Me
fue imposible, a pesar de
un solo caso de canibalis-
descubrir
una investigación cuidadosísima,
mo. Los que digan
de atenuar sus crímenes, los re-
caníbales.
son culpables de falsedad voluntaria."
Esto contradice directamente
lo
dicho por Robu-
chon y confirma las notas del misionero francés a
que arriba se hizo referencia. Robuchon desapareció misteriosamente en 1905. El primer capítulo de
su libro, que fue publicado
en 1907 por
el
Gobier-
no del Perú, y cuyo contenido fue reproducido un año
más tarde en la colección de documentos oficiales
referentes a
Loreto, se titula Entre los indios caní-
Refiriéndose a los
bales.
buchon
indios
hüitotos,
dice Ro-
:
" Los hüitotos tienen piel cobriza, y su cabello largo y abundante es
negro y
a que
liso.
Se cortan o arrancan
pertenezcan,
los
las cejas y pestañas.
hombres se mutilan
Según
los labios o las
la tribu
narices.
Los del Igaraparaná superior se perforan la nariz, atravesando en ella
un pequeño tubo de junco que adornan con plumas de colores. En el
labio inferior insertan un clavo de metal.
el
Casi todos
tienen perforado
lóbulo de la oreja, que adornan con grandes pedazos de madera in-
crustados de concha.
PUTUMAYO
EL LIBRO ROJO DEL
40
'\Los huitotos usan
con las
cuales lanzan
como armas cerbatanas de dos metros de
largo,
pequeñas saetas de veinticinco centímetros de
inocentes en apariencia pero envenenadas con curare, y cuya
longitud,
menos de un minuto. Usan también saetas
envenenadas llamadas morucos, que tienen una longitud de un metro
herida produce la muerte en
y ochenta centímetros y son llevadas en carcajs de
nen a
vez ocho o diez de
la
Los indios
ellas.
de veinte metros, y hacen uso de
cia
ellas
bambú que
las arrojan a
contie-
una distan-
con gran destreza en
la
caza
macanas o mazos de madera durísima que semeuna grande espada son su arma guerrera.
y en
jan
la
guerra. Las
" Los huitotos
no tienen religión propiamente dicha. Creen,
em-
sin
bargo, en un ser superior, a quien llaman Usinamú; en un ser inferior,
Taifeno, a quien consideran
como
espíritu del mal. Creen en la inmor-
alma y en una vida futura. Rinden homenaje al sol bajo el
nombre de Itoma, y a la luna bajo el nombre de Fuei. Queman a los
talidad del
muertos envolviéndolos en una hamaca nueva con todas sus propiedades.
No usan ceremonias
donde vive
la
El futuro novio visita la casa
nupciales.
mujer de su elección; cava un hoyo; corta leña en
que de su futuro suegro, y obsequia
tabaco.
Dos semanas después se
le
al jefe
entrega
esa forma. Allí no existe la poligamia.
el
en
bos-
con un saco de cacao o de
la
mujer que ha pedido en
Es muy raro
el jefe
que tiene
dos esposas.
"El vestido de
chama,
la cual,
semejante
al
los huitotos consiste en
un cinturón de fibra de lian-
una vez triturada, lavada y secada, forma un material
paño.
Se
le
corta y se usa envuelta
en
dada por delante. Los hombres acostumbran envolverse
la
cintura y anu-
los
brazos fuerte-
mente. Lo mismo hacen las mujeres con las piernas.
"En
las
se pintan
el
danzas y ceremonias que se efectúan anualmente
los indios
cuerpo con dibujos complicadísimos. No hay espectáculo
más pintoresco que
el
que presentan
los
hombres y
las
mujeres ador-
nados con coronas de plumas vistosas, con collares de dientes humarodillas. Danzan
compás con el pie derecho y cantantando a la vez y en coro un himno festivo. Esa música extraña va
acompañada por golpes acompasados en la mangada. Las danzas terminan generalmente con una orgía canibalesca acompañada de ritos y
nos y con campanillas que resuenan en sus cinturas y
con ritmo uniforme, marcando
ceremonias religiosas."
el
LOS INDIOS DEL PUTUMAYO
No
tratamos en
el
41
presente volumen de los
terri-
bles crímenes cometidos con los indios del Putuma-
yo. Del
región
que se efectúa en
de esclavos
tráfico
podemos
esa
que nos comunica un co-
citar lo
rresponsal que dice que ha visto los papeles de los
caucheros, en los cuales se menciona
dios
como un negocio
rentes
a ese negocio
lícito.
de
la trata
Los documentos
son apenas
in-
refe-
legibles a causa
de los innumerables traspasos y endosos de propie-
dad de esclavos transcritos en
to
mencionarse
merece
mercio y navegación
taña y
el
Perú
el
A
ellos.
ese respec-
tratado de amistad,
el
celebrado entre
10 de abril
de 1850,
co-
Gran Bre-
la
el
cual dice
en su artículo 14: "La República del Perú se compromete a cooperar con S. M. Británica para la abolición
total
todas
las
del tráfico de
personas que
esclavos,
habitan
el
prohibiendo a
territorio
de
la
República o que están sujetas a su jurisdicción, ocuparse
en ese
tráfico
o.
tomar parte en
él
de cual-
quiera manera, bajo penas severísimas". Es por consiguiente
se
muy
curioso que en
el
mercado de
Iquitos
vendan públicamente niños indios importados
Putumayo.
del
CAPITULO
HISTORIA
Vil
DE LAS ATROCIDADES.
RESPONSABILIDAD DEL GOBIERNO DEL PERÚ
Se ha dicho, según
que
sement,
negocios
la
con
que en 1904
Casa de Arana Hermanos entró en
colonos colombianos en 1896, y
Casa habia adquirido dominio com-
los
la
pleto de la región.
que en 1903
testimonio de Sir Roger Ca-
El Libro
Azul informa además
región estaba ocupada principalmen-
la
por caucheros colombianos, y que desde la primera invasión de los caucheros colombianos, a prin-
te
cipios de 1880,
la
Casa Arana,
cheros
de
la
hasta la llegada de los agentes
la
explotación de los
región
estaba en
colombianos. En otras palabras,
biana
de
la
comerciales
región del
allí
de
recursos cau-
manos de colonos
la
ocupación colom-
Putumayo y
derechos
los
establecidos por ciudadanos colom-
bianos han sido violentamente usurpados por
el
Go-
bierno del Perú, por ciudadanos peruanos y por
Peruvian
Amazon
Co. Según los peruanos,
sión de dominio sobre
esa región y
la
la
la
pose-
explotación
fructuosa de las selvas caucheras envolvía no sola-
mente
el
asesinato de
los
indios
sino
también
exterminación de los colonos colombianos.
la
HISTORIA DE LAS ATROCIDADES
Uno de
los actos
el
primeros documentos oficiales en que
los
consta que
el
43
Gobierno peruano tenía conocimiento de
de vandalismo que cometían los peruanos en
Putumayo puede encontrarse en
cruzadas en 1891 entre
En ese año
del Perú.
de notas
la serie
Gobierno de Colombia y el
Gobierno de Colombia tuvo
el
el
ocasión de presentar una reclamación ante
el
Gobier-
no del Perú contra ciertos actos de vandalismo cometidos por un peruano establecido en territorio colombiano
(el
Putumayo). En su respuesta
de Colombia,
Ministro de
el
al
Gobierno
Relaciones del
Perú
aseguró que se habían hecho investigaciones sobre
la
supuesta venta de indios colombianos en
mayo, pero que
el
Putu-
"el criminal, al verse perseguido, había
huido a Aguarico, que queda en territorio colombiano." (1)
Un año después
el
Gobierno de Colombia
in-
Ecuador y del Brasil para
Gobiernos
que protestaran conjuntamente contra los crímenes
vitó a los
del
indios por aventureros peruanos
perpetrados en los
sin conciencia.
En 1889
Julio C.
en 1898 se abrió
tarde, el
la
Arana principió sus negocios, y
Casa de ¡quitos. Un año más
Gobierno de Colombia, alarmado por
los
actos de vandalismo que con los indios del Putuma-
yo ejecutaban
ruanos, llamó
(i)
las
al
autoridades y los ciudadanos pe-
efecto la atención del Gobierno pe-
Es digno de tenerse en cuenta
cial del
el
hecho de que en un mapa
ofi-
Perú, publicado en Inglaterra en 1903 por orden del Ministerio
de Relaciones Exteriores del Perú, se considera ciudad como situada bajo
jurisdicción del Perú.
EL LIBRO ROJO DEL
44
PUTUMAYO
En ese mismo año se presentó al Congreso
de Colombia un denuncio sobre el tráfico vergonruano.
zoso de indios, que fue publicado en
cial
Diario Ofi-
el
La respuesta recibida del Gobierno del Perú no
contenía negativa ninguna de las afirmaciones explícitas del Ministro
de Relaciones Exteriores de Co-
lombia "sobre
premeditado proyecto de apode-
el
rarse gradualmente del
Putumayo."
La fecha de esta correspondencia es
terior a la primera explotación
años pos-
tres
emprendida por Arana
en las riquezas caucheras del Putumayo. Es evidente
que
al
hacer esta afirmación referente
colombianos,
el
despojo de
al
Gobierno de Colombia se daba cuenta
perfecta de los designios del Gobierno peruano so-
bre adquisición de soberanía en
de
litigio entre las dos naciones.
siguientes una prolongada
impidió que
el
materia
el territorio
En
los cuatro
Colombia
en
revolución
años
Gobierno prestara atención a
sucedía en ese territorio restante. En 1903
lo
la
que
Casa
Arana Hermanos estableció su centro de negocios
en Iquitos.
En
el
Libro Azul se encuentran pruebas evidentes
de los ataques hechos por Arana Hermanos contra
colombianos establecidos tanto en
en
el territorio
del Caquetá.
el
Putumayo como
netamente colombiano situado
al
Norte
Esos ataques fueron frecuentemente apo-
yados por autoridades
civiles y militares
del
Perú.
Víctimas de los crimeneb hoy conocidos fueron no
solamente los indios sino también
colombianos.
Esto
lo
corroboran
los
las
ciudadanos
declaraciones
HISTORIA DE LAS ATROCIDADES
de los testigos interrogados por
del
Putumayo y
entre los
la
la
45
Comisión Selecta
correspondencia cruzada en 1903
gobiernos de Colombia y
Perú, en
el
cual se trata detalladamente de los crímenes de
la
que
habían sido víctimas ciudadanos colombianos. El 18
de febrero de 1903, por ejemplo,
lombia en Lima presentó
la
el
Ministro de Co-
sígnente Nota
al
Ministro
de Relaciones Exteriores del Perú:
"Mi Gobierno
tiene conocimiento de que, desde hace algún tiempo,
autoridades del Departamento de Loreto vienen ejerciendo actos de
las
dominio y jurisdicción en los territorios situados en la margen septentrional del Amazonas en las hoyas de los rios Ñapo, Putumayo y Caquetá o Yapurá, territorios que Colombia considera como suyos y cuya
propiedad definitiva está sujeta a
lebrada
en esta capital
el
15
Convención de Arbitramento,
la
de diciembre
de
1894, entre
ce-
Colombia,
Perú y Ecuador.
"La
Cancillería colombiana no había
querido tomar en seria consi-
deración dichos procedimientos porque creía que ellos podían obedecer a un excesivo celo de parte del
mento para favorecer
ma
Prefecto de aquel lejano Departa-
comerciales de esa vasta y riquísi-
región, pero hechos recientes han venido a comprobar, de una
nera evidente,
tomadas con
torios,
para
el
fin
indicado, sino de un plan perfectamente preconce-
lo cual se
ellos comisarías
el
objeto de
los
ir
tomando posesión de esos
terri-
han establecido en distintos puntos avanzados
aduanillas, en
fluviales, autoridades militares,
todo aquello que constituye
comprueban
ma-
que no se trata en modo alguno de medidas aisladas
bido y combinado con
de
los intereses
perfecta y absoluta
soberanía,
como
fin,
lo
hechos que paso a enumerar.
"En septiembre de
1333, el
señor Prefecto de Loreto dictó una Re-
solución respecto a la navegación del río
Putumayo
e introducción
de
mercaderías en esa región. En septiembre de 1903 establecióse una Comisaría fluvial en
al
el río
Ñapo, nombrándose para
el
desempeño de
ella
señor don Manuel Carrillo.
"En noviembre
del
mismo año zarpó de
peruano Cahuapanas con destino
al río
Iquitos
el
aviso de guerra
Putumayo, conduciendo
don Francisco Zapatero y a otros empleados con
el
al
señor
objeto de estable-
PUTUMAYO
EL LIBRO ROJO DEL
46
como también
cer una Aduanilla en dicho río, así
González con tropa armada con
Juan M.
el fin
Comandante don
al
de fundar
allí
una Co-
misaría fluvial.
"En
julio
de 1931 llegó a Iquitos
la
lancha peruana
yendo a su bordo, en calidad de presos, a
los
Putumayo
tra-
colombianos Rafael To-
bar Cabrera, Cecilio Plata Rojas, Juan de Jesús Cabrera y Aquiles Torres,
quienes fueron tomados en Igaraparaná,
en la margen
en un punto
izquierda,
sados de un delito cometido en
el
Caquetá, región
colombiana, y cuyo juzgamiento, por
Estos
toridades de Colombia.
afluente de! Putumayo,
denominado La Chorrera, acu-
lo
sin
disputa alguna
correspondía a las au-
tanto,
puestos en
individuos fueron
la cárcel
pública de Iquitos, y sólo por instancias del Cónsul de Colombia en esa
ciudad se
les dio libertad.
"En septiembre de 1901 fue nombrado jefe de la Comisaría fluvial
en el río Putumayo el señor don Ildefonso Fonsecas, quien se dirigió
a tomar posesión de su destino, acompañado de cinco soldados. En
enero de 1992 zarpó de
la
ciudad de Iquitos
lancha del Estado ¡qui-
la
tos conduciendo en comisión del Gobierno peruano al
G.
M. von Hassel con
el
nera de abrir un camino o vía de comunicación
río
Ingeniero señor
objeto de levantar planos y ver
con
la
la
mejor ma-
parte
del
alta
Putumayo.
"En marzo
del
mismo año
el
señor Prefecto del
Departamento de
Loreto, Coronel don Pedro Portillo, se dirigió personalmente con algu-
nos oficiales y quince hombres de tropa a los ríos Ñapo, Putumayo y
Caquetá con el objeto de establecer en ellos nuevas oficinas y autori-
dades peruanas.
"En noviembre del mismo año salió de Iquitos en la lancha Putumayo el Oficial Albarracín con algunos soldados con el objeto de reforzar la guarnición establecida en
Igaraparaná, afluente del
Putumayo.
"Podría, señor Ministro, citar muchos otros hechos, pero juzgo suficientes los
que he mencionado para demostrar
autoridades peruanas están procediendo con
posesión, no sólo de territorios situados en
entre Colombia y
tible
el
el
la
el
empeño con que
deliberado
fin
las
de tomar
zona oriental disputada
Perú, sino aun en regiones de absoluta e indiscu-
propiedad de Colombia.
"Por
lo
expuesto se convencerá V. E. de
Gobierno para llamar
la
la justicia
atención del del Perú acerca
que asiste
a
dimientos que constituyen una infracción del statu quo derivado de
Convención tripartita de
límites.
mi
de estos procela
HISTORIA DE LAS ATROCIDADES
"Esta ocupación que viene haciendo
Perú en toda
el
47
región
la
en
como no se escapa a la penetración de V. E., de consecuencias tanto más trascendentales para Colombia, cuanto que aquel
pacto de arbitramento faculta a S. M. el Rey de España para que diri-
litis
ma
es hoy,
las cuestiones
de limites entre
Diez días después
teriores del
"Tengo
el
así:
honor de acusar recibo de
la cual se
Ex-
Ministro de Relaciones
Perú contestaba
de los corrientes, en
las
el
las tres repúblicas."
Nota de
la
S. E.
actos
ciertos
refiere a
de fecha 18
cometidos por
autoridades del Departamento de Loreto en regiones que S. E. cree
están sujetas
al
Convenio de Arbitraje celebrado en Lima
ciembre de 1894 entre
el
Perú, Colombia y
el
el
15
de
di-
Ecuador. Manifiesta S. E.
su desaprobación por tales actos que tienden a alterar la amistad leal
y sincera que existe y debiera siempre existir entre
"He pedido
cuidadosamente
el
detalles referentes a este asunto con
la
gurar a S. E. que
Perú y Colombia.
el
fin
de estudiar
protesta presentada por S. E. Puedo, entretanto, aseel
Perú no olvida
ni traicionará la
amistad
leal
que
hasta hoy ha existido entre nuestras dos naciones."
Ocho meses después de cruzada
cia anterior entre los
la
corresponden-
Gobiernos de Colombia y
el
Perú,
el
Ministro de Relaciones Exteriores del Perú
envió
la
siguiente comunicación a los señores
Hermanos, de
Iquitos,
Arana
ordenándoles que hicieran uso
de los servicios del explorador francés Eugenio Ro-
buchon:
*
"Señores
J.
C
"Lima, noviembre 4 de 1903
Arana y Hermanos— Iquitos
"Tiene conocimiento este Ministerio de que
miembro de
la
la
el
señor E.
Robuchon,
Sociedad Geográfica de París, y*antiguo explorador de
zona oriental de América, salió del Havre para Iquitos en mayo del
año pasado.
"Dirijo, pues, esta carta a ustedes con el objeto de
sible,
que,
si
es po-
empleen, por cuenta del Gobierno del Perú, a dicho señor Robu-
PUTUMAYO
EL LIBRO ROJO DEL
48
chon con
el fin
de que efectúe, en
propiedades de ustedes,
la
zona en que están situadas las
las investigaciones
de que tratan las adjuntas
instrucciones.
"El Gobierno considera que es deseable principiar
nes en esa zona, y espera que ustedes facilitarán
todo
lo
al
las
investigacio-
señor Robuchon
necesario para que logre cumplido éxito en su empresa.
"Tengan
suma de
35
la
bondad de pagar mensualmente
libras,
además de
al
señor Robuchon
la
que en concepto de ustedes pueda
lo
necesitar para su mantención, para
el
transporte de su equipaje y para
compra de los efectos que le sean necesarios.
"En vista del reconocido patriotismo de ustedes, espera
terio que presten al asunto la atención que requiere."
la
este Minis-
Diez meses más tarde Arana Hermanos enviaron
la
siguiente contestación
al
Ministro de
Relaciones
Exteriores del Perú:
"Iquitos, septiembre de 1904
"Tenemos
el
honor de enviar copia del contrato que por cuenta del
Gobierno del Perú hemos celebrado con
acuerdo con
la atenta
el
señor Eugenio Robuchon, de
nota de ese Ministerio de 4 de noviembre pasado.
"Tenemos también mucho gusto en informar
Casa ha resuelto tomar a su cargo todos
los
a 8. E. que
nuestra
gastos que requiera
la
misión del señor Robuchon, pues deseamos ardientemente contribuir,
aunque sea en pequeña
escala, a los patrióticos designios de nuestro
Gobierno."
En el contrato se explica que el objeto del viaje de
Robuchon era la exploración de los ríos en la región
del Putumayo y de las tierras adyacentes a ellos, situadas entre el Ñapo y el Caquetá. Robuchon tenía
orden de tomar fotografías de los puntos más notables que visitara, "de los indígenas y de todas las
estaciones caucheras." Era cosa convenida que indicaría las reformas
extender
la
que
explotación
le
ocurrieran "para mejorar y
de dicha región, principal-
HISTORIA DE LAS ATROCIDADES
mente en
ros."
Su
que se
lo
recursos cauche-
de investigación debía limitarse a cua-
viaje
En
tro meses.
refiere a sus
contrato figura
el
la
cláusula de que
como mapas
todos los trabajos de Robuchon, tales
como dos
y fotografías, así
copias de su informe,
que debería publicarse en español y en
rían
49
propiedad del Gobierno del Perú.
que fue fechado
inglés, se-
El contrato,
30 de agosto de 1904 en Iquitos,
el
Robuchon y de Arana Hermanos.
Robuchon permaneció en el Putumayo hasta 1906,
aíio en que desapareció misteriosamente. En julio
de 1906, se firmó en Lima un convenio entre el Gobierno del Perú y el Ministro Plenipotenciario de Colleva las firmas de
lombia por
dades
el
"todas
cual
civiles y militares
país hubieren establecido en
tiradas. Al efecto, el
res
guarniciones, autori-
las
y aduanas" que uno u otro
Putumayo
el
serían re-
Ministro de Relaciones Exterio-
de Colombia, en despacho dirigido un año des-
pués (1907)
Encargado de Negocios de Colombia
al
en Lima, daba las siguientes instrucciones:
"Posteriormente a
la
aprobación de los tratados dichos, nuestro
el 6 de julio del año pasado, un acuerdo sobre modas vivendi en el Putumayo y sus afluentes, acuerdo por
cuya cláusula segunda se comprometieron los dos Gobiernos a retirar
Plenipotenciario en
Lima
celebró,
de ese río y sus afluentes transitoriamente todas las guarniciones, autoridades civiles y militares, aduanas que allí tuvieran establecidas. El
Gobic^rno de Colombia dio su aprobación
al
acuerdo dicho y
lo
ha cum-
plido religiosamente.
"Ahora bien
:
al
aprobar ese acuerdo sobre modus vivendi, tuvo
Gobierno de Colombia en cuenta
parte del Congreso
ponían en
peruano de
camino de llegar
a
la
los
una
probable
tratados sobre
solución
el
próxima aprobación por
arbitraje
que nos
definitiva y amigable
de
nuestras controversias sobre
bado aún
los
PUTUMAYO
EL LIBRO ROJO DEL
50
peruanos en
niciones
manera
rios,
limites.
Pero
lieclio
el
Congreso del Perú esos tratados,
el
el territorio
disputado
y autoridades colombianas,
la
de no haber apro-
continuado avance de
el
amparo de
al
necesidad
la falta
de proteger
de guarde una
eficaz a nuestros compatriotas establecidos en aquellos territo-
ponen
al
Gobierno de Colombia en
caso de ordenar a usted,
el
como lo hago por la presente, el inmediato denuncio del acuerdo sobre
modas vivendi existente. Ese denuncio lo hará usted en debida forma,
dejando constancia de
él,
en nota oficial
Ministerio
al
de Relaciones
Exteriores del Perú, y se servirá dar aviso por cable a este Ministerio
una vez que
lo
haya hecho.
"Se servirá usted manifestar
en que se halla
tal
Gobierno del Perú
al
la
imposibilidad
nuestro de convenir en que nuestro territorio orien-
el
siga convertido, en virtud del
modus
vivendi, en un asilo de bando-
que se roba y se asesina impunemente y en donde no ha quedado otra ley que la del más fuerte."
leros en
La nota está fechada
nueve días antes a
en Londres
la
Peruvian
la
Amazon
cuando
rante el verano de 1907
Director de
17 de septiembre de 1907,
el
fecha en que
fue
registrada
Co. Limited. Fue duel
intrépido Rocca,
La Felpa y La Sanción, hizo conocer
del
público los terribles crímenes que se cometían en
Putumayo. En
la
el
Revista inglesa Truth se publicaron
hace tres años extractos de esos periódicos. Rocca
envió números de sus publicaciones a los Presidentes
de los Tribunales,
etc.,
de Lima. En
La Felpa correspondiente
encontramos
el
"Los asesinos de
digo asesinos de
vendido sus
la
al
el
número de
3 de diciembre de 1907,
siguiente párrafo:
la Casa Arana continúan su obra de carniceria, y
Casa Arana, porque aunque su socio principal ha
propiedades a un Sindicato
inglés, J. C.
Arana y sus pa-
rientes son todavía los accionistas principales del Sindicato y tienen en
el
Putumayo sus antiguos agentes."
HISTORIA DE LAS ATROCIDADES
Para probar que
Colombia y
entre
terior
reproducimos
Iquitos,
convenio
el
la
firmado
Perú
el
siguiente
en La Sanción correspondiente
al
al
51
año an-
conocido
era
en
página publicada
10 de octubre de
1907:
"Los asesinos de la Casa Arana Hermanos continúan su obra de criy maldad. Nada se ha ganado con las declaraciones que hemos
hecho sobre los crímenes innumerables que se cometen diariamente. El
robo, el asesinato, el incendio siguen adelante y nada hacen nuestras
men
autoridades judiciales para impedir que
te el castigo
el
Juez posponga indefinidamen-
de los criminales, e inspirado sabe Dios por qué influencia,
Suprema con el fin de que
modas vivendi existente entre
se dirige a la Corte
del Convenio de
Putumayo
es territorio neutral, y
cer jurisdicción
si,
ésta decida
si,
en vista
Perú y Colombia, el
por consiguiente, puede o no ejerel
allí.
"Buena pregunta!
"¿Olvida
después de
que
el
Juez que
el
la
la
Corte principió sus augustas labores mucho
firma del famoso
primer acto de
la
modas
Corte fue
el
vivendi ? ¿Olvidaba tan pronto
de nombrar todos los Magistra-
dos que debían obrar dentro de su jurisdicción y que ese nombramienCasa Arana o sobre Macedo,
to recayó sobre los agentes asesinos de la
¿Dónde está, pues, la jurisdicción?
"La Corte Suprema no puede contradecirse abiertamente
Loaisa, etc?
prueba tan palpable de incompetencia. No creemos que
ni
dar
los Magistra-
dos se equivoquen y muchísimo menos en asuntos internacionales que
presentan tan pequeñas dificultades. Si
distrito es neutral,
de dos cosas: o parcialidad o error
trito
sobre
el
cual
la
Corte decide ahora que ese
semejante decisión puede significar solamente una
el
al
n mbrar Magistrados en un dis-
Perú había perdido todo derecho de soberanía.
Lo repetimos: no creemos que
la
Corte Suprema llegue a
Lo dicho por La Sanción demuestra
del crimen ante
quien
tal
que
decisión."
el
Juez
Rocca había presentado un
denuncio referente a los crímenes del Putumayo, se
dirigía a la
Putumayo
Corte Suprema con
caía bajo su
el fin
jurisdicción.
de saber
si el
En otras pala-
EL LIBRO ROJO DEL
52
PUTUMAYO
bras, el Juez evitaba, ante todo, llegar a decisión nin-
guna ^obre
En
la
Roger Casement ante
Sir
Putumayo
se hace
cuando se urgía a
notar
las
el
la
Putumayo
era
neutralidad de
Comisión Selecta
del
hecho de que en 1910,
autoridades judiciales de ¡quilos criminales peel
hecho de que
neutral y
quedaba, por
refugiaban en
ruanos, aquéllas se
la
declaración rendida por
que procedieran contra
tos para
el
debido a
los criminales,
región en cuestión.
la
territorio
consiguiente, fuera de la jurisdicción del Perú. Sobre
ese punto insiste con énfasis en su informe
nombrado por
tor
Paredes, Delegado
del
Perú para investigar
El
los asuntos del
denuncio presentado por Rocca
men de
Iquitos es un
doc-
el
Gobierno
el
Putumayo.
Juez del
al
cri-
documento de considerable ex-
tensión, del cual extractamos lo siguiente:
"Yo, Benjamín Saldaña Rocca, residente en
me permito
del Próspero,
humanidad por
afluentes
me
los
el
número 38 de
desgraciados indios que habitan
el
Putumayo y sus
obligan a denunciar ante S. E. a los célebres malhechores
Víctor Macedo, Miguel Loaisa.
.
.
.
Los acuso de haber cometido críme-
nes de asesinato, incendio, estafa y robo, agravados
las
la calle
informar a S. E. de que los sentimientos de
por
la
práctica de
más crueles torturas y martirios, cometidos con agua, fuego y látigo.
"Los crímenes de que acuso a estos hombres fueron cometidos en
los afluentes del río
Putumayo, es
decir, éntrelos ríos Igaraparaná, Ca-
raparaná, Cahuinari y otros ríos en los cuales los señores Vega, Arana
y
Compañía y
J.
C.
Arana y Hermanos efectúan
la industria
cauchera.
Las propiedades se llaman La Chorrera y El Encanto y están divididas
en numerosas haciendas que se denominan "secciones" (Oriente, etc.)
Macedo es administrador de La Chorrera y Miguel Loaisa de
Macedo y Loaisa, su rival, se complacen en asesinar y
en quemar vivos a los pobres indígenas, indefensos e inofensivos que
Víctor
El
Encanto.
habitan esa región. El peor de todos los actos cometidos por esos dos
criminales ocurrió en 19J3.
En ese año llegaron
a
La Chorrera más de
HISTORIA DE LAS ATROCIDADES
800 indios de Ocaima, que iban
allí
con
de entregar
el fin
Después de pesar y de entregar
habían recogido.
la
el
53
caucho que
goma, Fidel Ve-
larde, Subadministrador de la sección a la cual pertenecían los indios,
apartó 25 de éstos so pretexto de que eran demasiado perezosos en el
trabajo. Víctor Macedo y su cómplice Loaisa dieron orden de que cada
indio fuera envuelto en un saco
empapado en
petróleo,
al
cual se pren-
dió fuego inmediatamente. Pronto se incendiaron las desventuradas víc-
timas de tan atroz crueldad, y emprendiendo
cercano río con
la
la
fuga se arrojaron en
el
esperanza de salvarse, cosa que no lograron, pues
todos se ahogaron. Esas eran las diversiones habituales de Macedo y
de sus compañeros infernales.
"Otra de
asesinó tal
espantado y
las hienas del Patumayo se llama Miguel Flórez, el cual
número de hombres, mujeres, viejos y niños, que Macedo,
temeroso de que despoblara totalmente la región, le dio or-
den expresa de que no matara por diversión sino solamente en el caso
de que los indios no llevaran caucho. Flórez obedeció las órdenes de
su superior, y en dos meses no mató más que 43 indios. A pesar de
todo, las torturas con
que
los
castigaba eran constantes y las mutila-
manos y pies a un
ocupaciones favoritas
ciones terribles, porque les cortaba orejas, narices,
número considerable de víctimas. Tales eran
del empleado modelo de la Casa Arana.
las
"La sección de Abisinia ha sido también teatro de escenas horribles.
Abelardo Agüero, en compañía de su segundo Augusto Jiménez, tiene la
costumbre de practicar el tiro al blanco con los indígenas que mantiene presos. Tienen también
niños
el
hábito de hacerlo con los viejos y con los
pequeños. La sección de Matanzas es
la
peor de todas.
Allí se
ocultan los esqueletos de los millares de victimas del terrible Normand,
oven que no ha cumplido aún veintidós años."
El
denuncio hace también referencia de dos ne-
gros de Barbados llamados
Stanley y Lewis, quie-
nes, para cumplir las órdenes del Subdirector de la
Sección, dieron ciento cincuenta y cinco azotes a una
india, hasta el
seguida
la
punto de despedazarle los muslos. En
fusilaron.
viajes periódicos
Rocca describe también
los
que esa cuadrilla de malhechores
EL LIBRO ROJO DEL
54
PUTUMAYO
Hé aquí
hacía en persecución de los indios.
Después de ordenar
re-
Jefe de la Sección a sus
el
subordinados que se armen, emprenden
busca de
el
viaje en
término de diez días. Se dirigen
casa en donde
la
el
de indios y del caucho que de-
las tribus
ben entregar en
a
el
de una de esas correrías:
lato
indios
los
caucho, y proceden a dictar
el
deben entregar el
número de kilos de
caucho que cada indio debe entregar. Al pesar
las
cantidades entregadas se nota que algunos no han
logrado
presentar
la
cantidad
entregada: en esas
circunstancias reciben veinticinco azotes de los ne-
gros barbadenses que han sido llevados
fin
de que sirvan de verdugos.
único
azote
la
veces
que
en
la
víctima
pierde
el
tres e cuatro
correría,
En ese caso
exigida.
orden a cuatro civilizados
para
otras
dejan de aparecer
porque no han podido recoger
tidad de caucho
el
décimo
Sucede
sentido.
indios
con
allí
Al
el
la
can-
Jefe da
que interroguen a
diez indios hostiles a los que hacen falta para que
digan dónde se ocultan.
pectáculo
más
horrible.
Verifícase
en donde se ocultan esos
de fuego;
fuga son
los
indios
fusilados
que
ancianos, niños
recen bajo
el
El
desgraciados se
el
En
las
es-
la
choza
le
pren-
pretenden emprender
inmediatamente.
se ocultan
la
chozas
y enfermos. Todos pe-
bárbaro machete del putumayo.
denuncio de Rocca está fechado
de 1907.
entonces
Después de rodear
el
9 de agosto
:
HISTORIA DE LAS ATROCIDADES
Como
Azul,
lo
dice
Roger Casement en
Sir
Gobierno peruano publicó en 1907
el
de Eugenio Robuchon.
maneció dos anos en
Como
antes, desapareció misteriosamente. Sir
ment reproduce en
posesiones de Arana
cias en
que fue hecha
nifiesto en la
Libro
notas
se ha dicho
Roger Case-
Libro Azul uno o dos pasajes
el
hecha por Robuchon en
del relato de la excursión
las
el
las
explorador francés per-
El
Putumayo.
el
55
Hermanos. Las circunstan-
la
publicación quedan de ma-
correspondencia cruzada entre
señor
el
Carlos de Castro, Cónsul General del Perú en
naos, y
el
Con fecha 4 de
abril
de 1907 dirigió
Relaciones Exteriores del Perú,
seíior de
la
el
al
Castro
"El 30 de agosto de
Robuchon, por
1934, los señores
Arana Hermanos, obrando por
el
cual ese caballero se
y etnográfico en
tumayo y sus afluentes que ocupan
los señores Aranas.
"Sírvase obtener de los señores Aranas todo
por
el
señor
Robuchon,
así
el
señor Euge-
comprometía a efectuar una
exploración de carácter geográfico
vado a cabo
Ministro de
siguiente carta
cuenta del Gobierno del Perú, celebraron un contrato con
nio
Ma-
Ministro de Relaciones Exteriores del Perú.
como
el
la
región del Pu-
trabajo original
los
planos,
mapas
lle-
y
fotografías referentes a su exploración.
"Me
permito informarle que
los
señores Aranas, con
triotismo, se han encargado de cubrir todos
la
expedición
de Robuchon. Usted
los
laudable pa-
gastos que demande
no tendrá que hacer, pues, gasto
ninguno.
"Tan pronto como
esté en poder de usted el original de los trabajos
mencionados, sírvase traerlo a esta ciudad (Lima), tomando todas las
precauciones necesarias para que llegue a poder del Gobierno."
La especial significación de este documento consiste
en que
el
Gobierno
del
Perú daba
la
mayor
PUTUMAYO
EL LIBRO ROJO DEL
56
lo
complementa
siguiente comunicación, que
la
Eso
Robuchon.
de
informes
importancia a los
prueba
la anterior, y con la misma fecha, lleva como titulo:
Ampliación de las anteriores instrucciones paro otros
documentos referentes a
Perú sobre
la
los derechos territoriales del
región del Patumayo.
"Tiene conocimiento este Ministerio de que
manos, de Iquitos, tienen en su poder
al
Magistrado del Bajo Amazonas, con
chos sobre las tierras que
mayo y de sus
"Como
el
Arana Herpresentado
las riberas del río
Putu-
afluentes.
alegato es de la
mayor importancia debido a
que contiene con referencia a nuestros
lombia, sírvase
escrito
de establecer sus dere-
fin
el
ocupan en
ellos
los señores
alegato
el
hacer
lo
posible
litigios
por
las
pruebas
de fronteras con Co-
conseguirlo,
si
no original,
al
menos en copia legalizada, que usted entregará aquí en la misma
forma que los documentos de Robuchon mencionados en mi despacho
de esta fecha."
Sería tan instructivo
como
interesante saber por
medio de qué sistema de razonamiento inductivo se
proponía
rechos en
la
el
Gobierno
el
del
Perú establecer sus de-
Putumayo basándose en
el
alegato de
Casa Arana Hermanos, referente a sus derechos
en la región del Putumayo por ella
de propiedad
reclamada. Las "posesiones" de Arana comprendían,
de acuerdo con
el
to de la Peruvian
llas
avalúo que figura en
Amazon
Co. Limiied,
cuadradas, en tanto que
tumayo abraza más de 200,000
se también que
el
la
prospec-
el
12,000 mi-
región toda del Pu-
millas.
Presidente de
la
Debe
recordar-
Compañía, en
reunión anual verificada en 1910, declaró que
la
la
Com-
pañía no poseía títulos sobre esa región, que cual-
HISTORIA DE LAS ATROCIDADES
quiera otra
petencia
Compañía que
se organizara
allí
57
en com-
gozaría iguales derechos a los de las de-
más sociedades de comercio que explotaran
giones caucheras. Sin
embargo,
los
re-
las
llamados dere-
chos de propiedad fueron arrebatados por una sola
Compañía de comercio y adquiridos por una organización ilegal compuesta de mil empleados que go-
zaba del apoyo de
la
soldadesca peruana y cuyo
objeto final era despojar a los colombianos de sus
propiedades. El Gobierno peruano tenía conocimien-
de
to
tales hechos.
Las comunicaciones arriba
das prueban abundantemente que
gó
Gobierno peruano a usar de
al
Robuchon
fue simplemente
dio da una táctica artera,
en
el
la
la
el
cita-
razón que obli-
de
los servicios
de adelantar, por me-
avance de sus derechos
Putumayo. La siguiente nota
del Ministerio de
Relaciones Exteriores del Perú, fechada en Lima
el
23 de septiembre de 1907, da instrucciones sobre
la
publicación que, a costa del Gobierno, debe hacerse
del informe de
"En
de
vista
Robuchon:
despacho enviado a este Ministerio por don Carlos
del
Castro, Cónsul General
instrucciones
a
él
Robuchon sobre
el río
gato
al
J.
presentado
del Perú en
enviadas, y en
el
Manaos, de acuerdo con
se incluyen
cual
Putumayo y sus
tributarios,
Magistrado del Bajo
C. Arana y Hermanos, con
el fin
los informes
junto con
el
las
de
ale-
Amazonas presentado por
de probar su derecho de propiedad
sobre dicho río y sus afluentes, ordenamos que los informes de Robuchon se publiquen a costa de este Gobierno, bajo la vigilancia de dicho Cónsul General, quien gozará de su sueldo hasta que termine el
trabajo."
PUTUMAYO
EL LIBRO ROJO DEL
58
El informe fue, pues, editado
tiene
por de Castro, y con-
un prólogo suyo, muchas fotografías tomadas
por Robuchon y un retrato de
J.
C. Arana. Se im-
primieron 20,000 ejemplares de
la
obra. La nota an-
terior,
fechada
el
23 de septiembre de 1907, tres días
antes de efectuarse
Amazon
ruvian
Debe
tenerse
registro en Londres de la Pe-
el
Co., figura en las páginas del libro.
en cuenta que
el
Una de
publicarse en inglés.
pecialmente significativa: se
celebrado
contrato
con Robuchon especifica claramente que
las
titula
la
obra debe
fotografías es es-
En marcha
hacia
los hüitotos y representa un grupo de veinte blan-
cos armados con
Según el editorial del imLa Prensa correspondiente al
rifles.
portante diario limeño
8 de julio último,
las fotografías
por Robuchon son
muy
tomadas
inéditas
conocidas y representan es-
cenas verdaderamente espantosas.
En su prólogo a
obra de Robuchon,
el
Cónsul
General del Perú manifiesta su pesar por
la
muerte
la
prematura que alcanzó
el
explorador francés en mi-
tad de sus estudios de exploración. Asegura
tor
que
las
el
edi-
posesiones de los señores Aranas ocupan
un área grandísima del Putumayo, y que la Casa ha
invertido más de trescientas mil libras con el fin de
civilizar,
de alguna manera, "a los salvajes que ha-
bitan esas regiones, entre los cuales
níbales." Concluye
el
hay muchos ca-
prefacio diciendo que
el
informe
de Robuchon "tendrá indudablemente valor grandísimo, porque probará, en caso de que
necesaria,
la
aplicación de
la
tal
cosa fuere
actividad peruana a re-
HISTORIA DE LAS ATROCIDADES
59
giones que ciertas naciones vecinas reclaman hoy de
nosotros." El prólogo está fechado en Lima en 1907.
Estamos perfectamente de acuerdo con
Castro en
la
el
señor de
parte final de su prólogo, siempre que
Robuchon" por
tendría idea más
se cambien las palabras "informe de
de "Libro Azul inglés": así se
las
clara y completa de los fines a
que se encaminaban
las actividades peruanas.
La gravedad de
Putumayo en 1906
el Go-
los asuntos del
y 1907 fue causa de serias inquietudes para
Ya
bierno de Colombia.
época en Bogotá de
Putumayo.
el
de febrero de
El 20
Presidente de
se tenía conocimiento en esa
los crímenes
la
legrama, referente
cometidos en
1907, por
República recibió
al
el
el
ejemplo,
siguiente te-
asesinato del jefe de los indios
huitotos:
"Diariamente tenemos conocimiento de
el
las atrocidades
cometidas en
Igaraparaná por los peruanos. Obedeciendo órdenes de Arana, hicie-
ron preso en
Barcelona, hace tres meses, a
huitotos, y después de darle
una cadena
al cuello.
cien
principal de los
Ifes, jefe
azotes lo colgaron
boca
abajo con
Las víctimas son muchísimas. Ciudadanos respe-
tables se apresuran a informar a S. E."
A
principios de 1908 la prensa
conocer los crímenes de
mayo de 1908
el
la
de Bogotá hacía
Casa Arana.
Ministro de Relaciones
de Colombia, en nota dirigida
al
El 19
de
Exteriores
Ministro de Colom-
bia en Riojaneiro, deploraba el exterminio de los in-
dios del
Putumayo y
protestara ante
el
le
daba instrucciones para que
Gobierno del Perú contra esos
crí-
PUTUMAYO
EL LIBRO ROJO DEL
60
menes y contra los ataques dirigidos por Arana Hermanos con apoyo de las fuerzas peruanas contra los
colonos colombianos. La nota en cuestión dice así:
*Me
refiero al
cablegrama de usted del
dice así: 'Informan
Manaos
verificóse
mes en curso, que
17 del
nuevo encuentro Argelia entre pe-
ruanos y colombianos; tropas peruanas por orden Prefecto Loreto prepararon emboscada para capturar David Serrano y veinticinco Colombia-
Nada
nos. Prepáranse peruanos invadir Caquetá.
Es
inútil
reclamar Lima.' En respuesta
los corrientes, el siguiente
grama
al
con fecha 14 de
despacho: 'Impuesto. Sírvase
Gobierno peruano, protesta contra atentados
Unión, contra nuevo
Ministro Perú.
sé de
dirigí a usted,
dirigir cable-
en La
12 enero
ataque colombianos, contra ocupación territorio
colombiano tropas Perú, destrucción vidas, propiedades colombianos.
Pida usted evacuación, órdenes autoridades
civiles y
Loreto
militares
responsables, indemnización vícti-
respetar nuestros derechos, castigo
mas. Diga usted retardo protesta sólo por necesidad informes completos
y,
anuncio hecho por Gobierno peruano de que venía representante
Perú ésta con encargo discutir bases de un modas vivendi. Esperaba su
llegada para exponerle toda gravedad
correo.
Términos protesta a
juicio
Ofrezca ampliaciones
agravios.
de usted expresen procede expresa
orden Gobierno.'
"Como
usted sabe, cuando
se efectuaron
mientos de enero pasado, se encontraba en
Legación
al
digno cargo de usted,
láez, a quien se dio
el
los
deplorables aconteci-
Lima
el
de
Secretario
la
malogrado doctor Ramírez Arbe-
orden de presentar inmediatamente
una protesta
formal contra los atentados perpetrados por oficiales y tropa peruanos
en La Unión. El doctor Ramírez preparaba esa protesta cuando
prendió
la
en los primeros días de
mayo
Europa, vía para Colombia,
tor Ernesto de
el
se había
Tezanos Pinto,
a quien su
peruano para presentarle
la
modas
la
documentación
la
doc
-
pro-
vivendi en las regiones
lo
más completa
la
posible
protesta y de las
gravedad del atentado requería. Pero como nada ha vuel-
Tezanos Pinto, no obstante haber transmás de dos meses desde su salida de Buenos Aires, y como e
to a saberse aquí del señor de
currido
el
llegada del Plenipoten-
sobre los acontecimientos de enero, acompañada de
demandas que
del Perú, señor
Gobierno enviaba con
Putumayo. Resolvióse entonces aguardar
ciario
sor-
embarcado en Buenos Aires para
nuevo Plenipotenciario
pósito de proponer las bases de un nuevo
del
le
muerte. Al mismo tiempo recibió aviso este Ministerio de que
HISTORIA DE LAS ATROCIDADES
me
cablegrama de usted, a que
61
comienzo de este
refiero en el
oficio,
hace comprender que continúan y continuarán los atentados contra nuestra soberanía en las regiones del
dir el Caquetá,
más tiempo
no ha creído
el
Putumayo, y que aun
se intenta inva.
Gobierno que pueda deferirse ya por
formal protesta del caso, protesta que sólo un espíritu
la
exagerado de cordialidad había podido suspender hasta ahora. Siendo
como
y
el
es usted
el
órgano natural de comunicación entre este Gobierno
del Perú, se ha creído también
que esa protesta debía ser presen-
tada por usted. Nadie mejor que usted conoce los sucesos
su excepcional gravedad
ni la
de que ha
como usted podrá
sido teatro nuestra región oriental, y nadie
forma en que
la
apreciar
protesta debe estar con-
cebida. El Gobierno, con razón, ha creído conveniente dejar a juicio de
usted los términos en que
"De
las
ha de ser presentada.
protesta referida
la
informaciones recibidas en este Ministerio de individuos que
fueron testigos presenciales y víctimas de las tropelías de los agentes,
podido deducir
jefes militares y tropas peruanos, he
expongo a usted en resumen,
a fin de
que
lo siguiente,
que vea usted hasta dónde
es-
tán de acuerdo esas informaciones con las que había obtenido la Legación al digno cargo de usted.
"El 14 de diciembre del año pasado en Juvineto, a
tumayo,
el
Pu-
orillas del río
señor Gabriel Martínez, Inspector de Policía del Putumayo,
con unos once soldados de su dependencia fue sorprendido por una
fuerza peruana que llegó
en
allí
la
lancha de guerra Callao, de pro-
piedad del Gobierno del Perú. La fuerza estaba comandada por
Ca-
el
pitán Bartolomé Zumaeta. Los soldados de Martínez, que se encontra-
ban casi moribundos por efecto de
pudieron defenderse,
de
la
y,
las fiebres
y de las privaciones, no
una vez aprisionados, fueron conducidos a bordo
misma lancha Callao
al
piedad de los señores Arana
establecimiento de El Encanto, de pro-
á Compañía,
en donde fueron despojados
de cuanto tenían, aun de sus papeles enteramente particulares.
"El 12 de enero del año- en curso fuerzas peruanas en número consL
derable, al
mando de
los jefes Benito Lores y Carlos Zubiano, llegaron
a bordo del vapor Liberal, de propiedad de la
Casa
J.
C. Arana
nos, y de la lancha de guerra Iquitos, del Gobierno del Perú, al
denominado La Unión, en
la
Hermapunto
ribera occidental del río Caraparaná: ata-
caron a los habitantes de establecimientos colombianos existentes
asesinaron
al
señor Prieto, colombiano que
allí
residía, y a
allí;
varios
de
sus compañeros; incendiaron las casas de los señores Ordóñez y Martí-
mismo nombre, y, después de
consumados estos hechos y otros más vergonzosos aún, embarcaron
nez, dueños de la agencia comercial del
;
PUTUMAYO
EL LIBRO ROJO DEL
62
en las embarcaciones
nombradas
los
ganados, máquinas y productos
almacenados, conduciéndolos a Iquitos.
"En
el
punto denominado La Argelia, en
margen
la
oriental
Caraparaná, los mismos jefes ya nombrados aprisionaron
Orjuela, Inspector de policía del
papeles que tenía,
lo
por Liberal, y en éste
Putumayo,
le
del río
señor Jesús
al
despojaron de dinero y
pusieron en un infecto calabozo a bordo del valo
condujeron preso a Iquitos, en donde
el
Prefecto
no se dignó recibirlo.
Ham-
"El mismo procedimiento se adoptó con otros colombianos.
brientos y casi desnudos se pasearon por las calles de la población pe-
ruana quienes tan iniíumanamente fueron conducidos
gunos de
ellos pudieron,
mediante
el auxilio
allí,
hasta que
al-
privado de generosos com-
patriotas, venir a dar cuenta a este Gobierno de los crímenes perpetrados
otros han perecido, otros sufren aún en tierra peruana las consecuencias
de los atroces hechos a que nos referimos.
"Fuera de
hechos que a grandes rasgos he referido aquí,
los
el
Go-
bierno tiene noticia de otros igualmente crueles perpetrados contra ciu-
dadanos colombianos en sus personas y bienes, unas veces por las mismas autoridades civiles y militares del Perú, otras por los empleados
de
la
Casa Arana, que goza de
Gobierno y de
la
franca e incondicional protección del
autoridades peruanas.
las
"Debe también tenerse en cuenta
terminio, que se lleva a cabo centra
la
persecución, por no decir
la^ tribus
el ex-
indígenas colombianas,
persecución y exterminio que recuerdan y superan a las de igual carác-
de épocas
ter
pasadas, que anatematiza
la
historia de la
humanidad.
"Los atentados aquí expuestos constituyen gravísima ofensa a nuestra soberanía nacional en sus más esenciales derechos. La usurpación
de territorio consumada ya;
colombianos, y
día
más
la
el
ataque a
las
personas y bienes de los
tentativa de llevar esa usurpación y ese ataque cada
adelante, todo aquello efectuado por agentes, autoridades y tropas
peruanos, agravios son de aquellos que no pueden menos de perturbar
profundamente
y
el
biano en
el
el
orden internacional y
Perú. Ellos han herido
más
lo
más
el
las
relaciones
entre
Colombia
sentimiento nacional del pueblo colom-
vivo y han sido calificados por
la
opinión pública
como
ultrajante desconocimiento de nuestros derechos de nación
so-
berana.
"Aun
en
el
supuesto de que hubiera existido un
entre las dos Repúblicas, los hechos perpetrados por
en las regiones del
Putumayo son de
tal
naturaleza
estado de guerra
tropas
que
peruanas
la ley
de
las
naciones y las prácticas civilizadas, en solemnes acuerdos consignadas,
HISTORIA DE LAS ATROCIDADES
las
condenan unánimemente. Usted se servirá a este propósito recordar
a la Cancillería peruana los términos de la Convención
Haya
la
63
el
La
suscrita en
29 de julio de 1599 para reglamentar las leyes y costumbres de
guerra en tierra, y especialmente los términos del
artículo
23,
que
prohibe en absoluto herir o matar a traición a individuos pertenecientes
al
ejército enemigo, herirlos o matarlos
cuando
han rendido y no pue-
se
den ya defenderse, negarles cuartel, destruir o aprisionar propiedades
enemigas, salvo
reglas que
el
el
caso de que
Perú aceptó
dicha de La Haya, que
al
al
la
guerra
adherirse
lo exija.
como
prevalecen aun en casos de guerra y
enemigo armado, ¿cómo puede concebirse
amparo de
Ahora bien:
las relaciones
estas
si
se adhirió a la Convención
el
que se
protegen
les atropelle al
de amistad no interrumpidas entre
las
dos
Repúblicas y que se las haya atropellado y que se las siga atropellando, no para destruir a enemigo armado sino a pacíficos habitantes co-
lombianos de
las regiones del
Putumayo,
a cultivadores indefensos y a
desgraciados indígenas cuya condición se ha hecho
las
allí
inferior a la de
bestias?
"El Gobierno de Colombia cree que
ción actual en las regiones del
la
Putumayo
misma gravedad de
será un motivo
la situa-
para que se
trate cuanto antes de ponerle fin.
"Como
la
protesta que usted habrá
por cable necesita
dirigido
la
correspondiente ampliación, he querido exponer a usted las ideas del
Gobierno acerca de esta delicada cuestión, a
de que
fin
la
ampliación
que usted haga se conforme a dichas ideas, pero dejando siempre
al
acer-
tado criterio de usted y a su reconocida discreción los términos de las
comunicaciones que
dirija al
señor Ministro de Relaciones Exteriores del
Perú."
Esta
ella se
comunicación no
desprende
comentarios:
requiere
claramente
que
el
de
Gobierno de
Colombia se
anticipó, en tres años, al Foreign Office
para buscar
la
diabólicos
de
datos que
ella
manera de poner
los
en
fin
el
a los crímenes
Putumayo.
Los
contiene referentes a los ataques he-
chos a ciudadanos
adelante.
peruanos
colombianos se estudiarán
más
PUTUMAYO
EL LIBRO ROJO DEL
64
LA PERUVIAN
AMAZON COMPANY LIMITED
que fue registrada
Esta Compañía,
el
26 de sep-
tiembre de 1907, inició sus suscripciones públicas en
diciembre de 1908.
Sir
Sus primeros Directores fueron
John Lister Kaye, Baronet;
el
Sousa
Barón de
Henry M. Read, John Russell
Gubbins, Henry Bonduel, Julio C. Arana y Abel AlarDeiró, y los señores
de 1.000,000 de libras
co. El capital era
del cual recibieron
esterlinas en acciones. El
ción dice que
la
esterlinas,
Arana Hermanos 780,000
memorándum de
Compañía
libras
asocia-
la
se formó "para comprar,
tomar en arrendamiento o adquirir en cualquier otra
forma
las fincas
caucheras que hoy son propiedad de
Hermanos y que quedan situadas en ¡quitos y Manaos (Suramérica) y son cono-
la
Casa
J.
C. Arana y
nombres de Colonia indiana, El En-
cidas con los
Argelia, Pevas y Nanay, asi
canto,
de
propiedades
cualquier
otra
como todas
especie
que
las
posea
dicha Casa."
En
prospecto de
el
ella se
formaba para
la
Compañía se afirmaba que
además de las hacienderechos que la Casa Ara-
adquirir,
das y propiedades, los
na Hermanos tenía sobre
cido con
te
que
el
"el
gran
distrito
nombre de Putumayo, situado en
bañan
los
superiores del
afluentes
conola
par-
Amazo-
nas y cuya área se calcula en 12,000 millas cuadradas. Los señores Arana han establecido allí cuarenta y cinco centros para
la
extracción de caucho,
HISTORIA DE LAS ATROCIDADES
rodeándolos de
tierras cultivadas.
65
La población pasa
de cuarenta mil indios, a los cuales se enseña gra-
dualmente
la
manera de mejorar
métodos primi-
los
tivos usados por ellos para la extracción del caucho,
logrando
así
producción.
mejorar
En
calidad y la cantidad de la
la
encuentra gran canti-
el distrito se
dad de empleados europeos y peruanos. Existe actualmente entre los Gobiernos del Ecuador, Colombia y
el
Perú un
litigio
de límites cuya resolución,
aunque afectara políticamente una parte
del
Putu-
moyo, no podrá afectar en manera alguna los derechos legales de los colonos. Por esta razón, sin embargo, los derechos de
Casa en
la
el
Putumayo, aunque son propiedad de
territorio
la
del
Compañía,
han sido excluidos del cálculo de
utilidades y ganancias a que se hace referencia. Los señores Ara-
na y Alarco, dos de los Directores, afirman que solamente en el distrito del Putumayo se han gastado
más de 500,000
libras esterlinas,
exclusivamente
de
las
suma que proviene
utilidades
obtenidas
en esa
región."
El
año de 1909 recibió
la
Compañía 887,012
libras
de caucho. El informe anual publicado en diciembre
del
mismo año
ese año las
dice que "durante la primera parte de
operaciones
un grave atraso en
el
de
Compañía
la
sufrieron
Putumayo, debido a una
demia de viruela que embargó
la
rección, obligándola a entrar en
atención de
la
epi-
Di-
mayores gastos en
forma de trabajo adicional."
No sabemos
si
la
Compañía
fue
registrada
en
PUTUMAYO
EL LIBRO ROJO DEL
66
de Robuchon
que
en cuenta
Lima, pero debe tenerse
fue publicado a
Gobierno
el momento en que efectuaba
Compañía en Londres. Las leyes
peruano en
de
tro
la
caucho que se extraigan.
debe pagarse en
to
portación del caucho,
plo,
Aduana
la
como
curioso
el
otra parte, el
caso de
cuando
ba en Iquitos, se
Como
Putumayo, es
Amazon
el
im-
Co.
Por
Sin emCompañía estamanifestó que el Congreso del
comisión
le
Perú tenía facultad
para
sobre las tierras
la
de
documentos que daban
la
de
Colombia.
la
otorgar
Compañía.
la
ocupación, y se dijo
títulos perfectos
Se
prueba de
al
la
presentaron
explotación
Gerente que era urgen-
tísimo no perder tiempo. Se calculaba que
para obtener esta
ex-
sido contrario a los
habría
convenios con
la"
el
haga efectivo
Peruvian
la
impuesto
términos de los
y
la
ha hecho, por ejem-
lo
su Gobierno no
que
puesto en
bargo,
impues-
El
Inambary Rubber Company Limited.
la
Perú
por cada
efectuarse
al
Perú reclama jurisdicción sobre
el
regis-
el
del
estipulan un impuesto de cuatro chelines
cien libras de
informe
el
costa del
concesión no
En
mil libras esterlinas.
el
pasaría de
costo
cuatro
otras palabras, esta fue otra
maniobra inteligente de parte del Gobierno peruano
como suyo
para que se reconociera
En 1911
Putumayo.
convenio
En
el
con Colombia
caso, pues, de que
lombiano, es claro
sería inútil.
que
el territorio
Perú admitió en
el
el
que
el
la
un
del
nuevo
región era neutral.
territorio se declare co-
gasto arriba
mencionado
HISTORIA DE LAS ATROCIDADES
Como
toda libra de caucho exportada en
67
Iquitos
tiene
que pagar un impuesto de dos peniques y cuar-
to,
como
y
las
exportaciones del Putumayo
últimos siete años han
bras, esto representa
li-
Gobierno
del
una renta para
Perú de 60,000 a 100,000
momento
en los
pasado de un millón de
el
desde
libras esterlinas
el
en que los Aranas principiaron sus opera-
ciones en
Putumayo. En
el
que terminan
el
los
ocho años y medio
30 de junio de 1908
las
exporta-
Putumayo subieron a 6.332,932 libras de caucho. En 1908 el Cónsul General del
ciones totales del
Perú en Londres decía en una Revista inglesa "que
el
caucho era
la
Departamento de
Aduana de
terlinas."
principal fuente de rentas
Loreto
y que
el
Iquitos en 1906 subía a 166,791
La imaginación se pasma
del rico
producto
al
de
la
libras es-
pensar en los
crímenes necesarios para obtener esa suma.
No debe
olvidarse que los derechos de importación pagados
sobre
rifles,
carabinas y cartuchos han
debido
au-
mentar, en no poca, suma, las rentas del Perú.
En diciembre de 1908, cuando se pidió al público inglés que comprara la empresa de la Casa Arana, el
Cónsul General de Colombia en Londres, por
conducto
del
abogado de su Gobierno, llamó
atención de los Directores y abogados de
vian
Amazon
región del
ción
el
hecho de que
Putumayo no quedaba bajo
del Perú, y que, por consiguiente,
ciones de
la
la
Peru-
Co. y también del Secretario de Esta-
do de Relaciones Exteriores sobre
la
la
las
jurisdic-
opera-
Compañía en esa región no podían
ser
PUTUMAYO
EL LIBRO ROJO DEL
68
legales.
El
Cónsul
indicadas en
Foss,
dres.
General
copia de
al efecto,
protesta
partes
Edward
jurada de Mr.
declaración
la
una
presentó
cual fue enviada a las
la
abogado del Gobierno de Colombia en LonHé aquí copias de la protesta y de la declaración:
"Por medio de
este instrumento público de protesta se hace saber a
todos aquellos a quienes concierna, que en este día 8 de diciembre de
1903, ante mí,
John Heathcote James, de
la
ciudad de Londres, y No-
debidamente admitido y juramentado,
compareció personalmente Mr. Francisco Becerra, Cónsul General de la
tario público por autoridad real,
República de Colombia en Londres, quien
anunciado
la
me
que, habiendo
declaró
prensa de Londres una emisión de acciones de
la
Peruvian
Amazon Company
Limited, abierta a suscripción pública desde
diciembre de 190?,
él
la
República de Colombia reserva sus derechos sobre
tumayo, por cuanto a que a
tal
7 de
el
por eso interpone su protesta declarándome que
ella le
región del Pu-
la
pertenece, y que en
consecuencia
región no puede ser explotada mientras no se cumplan las formali-
dades respectivas prescritas por
"El mismo demandante
me
la ley
de Colombia.
declaró también
como
a Notario que la
de su Gobierno en Londres comunicará esa protesta
Legación
al
Se-
Exteriores de S. M., y que ha dado instruccio-
cretario de Relaciones
nes a sus abogados, señores Foss, Bilbrough, Plaskitt, Foss
&
Bryant,
de esta ciudad, para que envíen una copia de esa protesta a cada uno
de los Directores de
la
Peruvian
pañía y a los abogados de
"Por
tanto, dicho
Amazon Company
demandante declara que protesta,
tario protesto a petición suya, contra la
bién contra cualquier
Limited, a
la
Com-
ella.
y yo
como No-
mencionada Compañía
y
tam-
persona o personas que sean responsables por
cualquier pérdida o perjuicio que su Gobierno haya sufrido o sufra de-
bido a
la
contravención de sus defechos en
la
mencionada región.
"Así se hizo y protestó en Londres, como queda dicho, en
y año indicados.
"(Firmado)
el día,
mes
Fco. BECERRA, Cónsul General de Colombia
"(Firmado)
Jonh
H. James, Notario Público
HISTORIA DE LAS ATROCIDADES
69
"Sea también sabido por todos aquellos a quienes interese, que hoy,
nueve de diciembre de mil novecientos ocho, ante mí, Jonh Heathcote
James, Notario público por autoridad real, debidamente admitido y
juramentado, compareció personalmente Mr. Edward Foss, socio de la
firma de Foss Bilbrough, Plaskitt, Foss
&
como
Bryant, de esta ciudad,
abogados del Gobierno de Colombia, quien me declaró que el día ocho
de diciembre de mil novecientos ocho hizo once copias del instrumento notarial de protesta adjunto,
con
ratificadas
el
a cada uno de los
día
como sigue
Company Limited, así
Limited,
A
:
de
los Directores
expedido bajo mi
mismo y remitidas por
Directores de la Peruvian
la
en
mismo
el
Amazon Company
Peruvian Amazon
Y a los abogados de la
Y al Secretario de dicha Compañía, así
Peruvian Amazon Company Limited.— Salis-
....
:
para ser
sello oficial,
registro postal
....
:.
.
.
.
bury House, London Wall, E. C.
mismo demandante me presentó como a Notario once certifipostal de paquetes dirigidos como ya se ha dicho.
"En fe y testimonio de esto, yo he puesto en ello mi mano y mi
"Y
el
cados de registro
sello oficial para
mes y año
que sirva y valga donde sea necesario. Londres,
Hemos
horrorizo de
me
cartas de los
Compañía. Dice uno de
pensar
haya sido utilizado en
y
número de
recibido un gran
accionistas de esta
pantan
día,
JONH H. JAMES, Notario Público.
(Firmado)
"Me
el
escrito antes al principio.
ellos:
que parte de mi dinero
fines tan
horrendos.
Me
es-
crueldades horribles que se han cometido,
las
llena de cólera ver
que
los culpables
han es-
capado a su merecido castigo." Otro escribe: "Cuan-
do
invertí
zon
Co.,
mi capital en acciones de
pensé que
camente en
el
las
la
contribuye a que se haga
El señor Juez Swinfen
la
Peruvian
Ama-
caucho." Otro accionista firma
aceptará gustosamente
se efectuara
la
utilidades se obtendrían úni-
pérdida de su dinero
que
si ella
justicia.
Eady
dio orden
para que
liquidación obligatoria de la Peruvian
EL LIBRO ROJO DEL
70
Amazon
Co.,
talladísima.
PUTUMAYO
después de hacer una investigación deEsa orden fue dictada
el
marzo
19 de
último.
PROTOCOLO DE
EL
En 1909
se firmó en
1909
Lima un Protocolo entre
el
Gobierno del Perú y el Ministro Plenipotenciario de
Colombia en Lima: en él se hace referencia a los
Putumayo en
acontecimientos sucedidos en
el
los cuales fueron puestos en
conocimiento del Go-
bierno del Perú en
de una protesta
Firmóse
el
mayo
oficial
Protocolo
del
mismo año por medio
Gobierno de Colombia.
del
de
21
el
1908,
abril
de 1909; ya en
marzo de ese mismo año el Ministro de Colombia
en Lima protestó nuevamente contra estos actos de
violencia y crueldad cometidos en
el
Putumayo por
agentes y autoridades peruanas. Los artículos publicados en Truth hace tres años hacían
referencia
a este Protocolo y daban la mayor importancia al
hecho de que "los actos efectuados en esa región"
quedaban
sujetos,
públicas, a una
según convenio entre
investigación. El pasaje
las
dos Re-
del Proto-
colo citado por Truth dice así:
"Los Gobiernos de Colombia
y
Perú
el
de profunda pena por los acontecimientos
pasado en
convienen
misión
la
ftn
región del
constituir,
Internacional,
manifiestan su sentimiento
efectuados
durante
el
año
Putumayo, y en prueba de mutuo acuerdo,
por medio de una Convención especial, una Co-
que investigue
y
ponga en claro todo
lo
sucedido
HISTORIA DE LAS ATROCIDADES
71
en esa región, dando cuenta de sus trabajos por medio de un informe.
Si los
dos Gobiernos no lograran ponerse de acuerdo sobre las respon-
sabilidades
que incumben a dichos actos,
arbitramento.
Tan pronto como
nados, sufrirán los castigos que
les el
las familias
asunto será sometido a
hayan sido determi-
prescribe, después de seguírse-
la ley
correspondiente proceso. Además,
frido perjuicio material recibirán
el
los responsables
todos aquellos que hayan su-
una indemnización equitativa,
El escritor
de Truth hacía uso de
la
del
como
cláusula del
Protocolo arriba citada para probar que
no
así
de las víctimas de los actos punibles."
el
Gobier-
Perú tenía pleno conocimiento de los críme-
nes cometidos por los peruanos en
respuesta a esa
acusación,
el
el
Putumayo. En
Encargado de Nego-
cios del Perú en Londres envió
la
siguiente carta
al
Director de Truih:
"Esta Legación niega categóricamente que los sucesos que usted
describe y que la ley castiga severamente hayan podido efectuarse sin
conocimiento de mi Gobierno en
tiene autoridades
el río
Putumayo, en donde
nombradas directamente por
el
el
Perú
supremo Gobierno y
en donde existe además una respetable guarnición militar. Iquitos está
unido por telégrafo inalámbrico con Lima, y es imposible suponer que
pudieran cometerse actos de
sin
que
naturaleza de los
la
los criminales fueran pronta y
que usted describe
severamente castigados por las
autoridades."
El
Encargado de Negocios pretendía también des-
mentir a los periódicos
de
Iquitos 'la
Felpa y La
Sanción, que eran citados en los artículos de Truth.
Esto demuestra que
y
la
por
la
existencia de esos periódicos
naturaleza de su contenido eran bien conocidos
el
Encargado de Negocios en Londres. En otra
misma carta dice con justicia que el exter-
parte de la
minio de los indios era una pésima política comer-
EL LIBRO ROJO DEL
72
cial.
Al comentar las
autor de los
PUTUMAYO
palabras de ese empleado,
Truth afirmaba que jamás
artículos de
había dicho que los sucesos por
él
mencionados se
hubieran efectuado sin conocimiento
"Por
del Perú.
cierto
que
el
el
Gobierno
del
contrario, decía, es absolutamente
el
Gobierno del Perú
tiene conocimiento
de muchos de esos actos." En respuesta a esto y
el Encargado de
otros comentarios semejantes, decía
Negocios:
"Los conflictos en cuestión se efectuaron entre
autoridades de
las
ambos países con respecto a límites que aún no han sido fijados es
a esos conflictos, y en manera alguna a crímenes de ninguna clase,
:
a lo que hacía
referencia mi Gobierno en la
cláusula
del tratado
que
usted cita.
"No hay absolutamente base
efecto de que se
castigara
alguna para
nombró una Comisión
la
sugestión de usted
al
Internacional que investigara y
crímenes comunes, tanto más cuanto que los
crímenes que
usted denuncia se supone que fueron cometidos en territorio peruano,
en donde rigen, naturalmente, leyes peruanas."
El autor de los
artículos de
conclusiones sobre
ruano basándose en
Los lectores
de
la
el
las
Truth
Protocolo arriba mencionado.
páginas
anteriores pueden, sin
embargo, usar de pruebas mayores en
de sus opiniones sobre
la
Encargado de Negocios
ocurrieron conflictos en
Amazon
que
la
la
formación
culpabilidad del Gobierno
peruano en los crímenes cometidos en
El
llegaba a sus
culpabilidad del Gobierno pe-
del Perú
el
Putumayo.
confiesa
región en que
la
que
Peruvian
Co. efectuaba sus operaciones, pero afíade
ellos se referían
"a cuestiones de
límites
aún
no determinadas." La primera de esas afirmaciones
HISTORIA DE LAS ATROCIDADES
no está de acuerdo con
los hechos,
hoy su
fesará indudablemente
como
misión Selecta, así
numerosos
sometidas a
la
en
Co-
imparcial de los
relato
el
con-
lo
autor. Encontrará
Libro Azul las declaraciones
el
como
73
cometidos con los colonos. La
ultrajes
segunda afirmación es una confesión de que
el
terri-
Encargado de Negocios
torio está en litigio. El
nie-
ga que una Comisión Internacional pudiera castigar
crímenes en territorio peruano en donde rigen leyes
peruanas, pero había admitido previamente que los
límites
no habían sido aún
Sin embargo, en
fijados.
año siguiente se firmó en Bogotá un Convenio entre las dos Repúblicas, en el cual se especificaba que
el
Comisión debía decidir
la
de someterse a
El
si
la ley
habían
colombiana.
[Encargado de Negocios del Perú parece
norar
que en Inglaterra todos aquellos
una afirmación por medio de
que hubiera verdad en
burg sobre
las
que hacen
prensa están sujetos
dicho por Mr. Harden-
lo
atrocidades del Putumayo. En julio
de 1912, después de
nifestó
la
ig-
En 1909 negó categóricamen-
a una responsabilidad.
te
criminales
los
peruana o
la ley
publicado
el
Libro Azul, ma-
públicamente que los crímenes habían sido
cometidos
antes
de
1907.
Enfrentado con
las
de-
claraciones de Sir Roger Casement, creyó conveniente hacer
poco caso de
período anterior a
la
ellas,
relacionándolas con un
formación de
la
zon Co. Debe tenerse en cuenta que
ingleses de
las
la
Peruvian
Ama-
los Directores
Compañía afirmaron enfáticamente que
negativas de ese caballero en 1909 los obligaron
PUTUMAYO
EL LIBRO ROJO DEL
74
a pensar que las acusaciones de Mr.
Hardenburg no
tenían base ninguna y que, por consiguiente, no habían tomado medidas activas para iniciar una inves-
como
tigación,
lo
habrían hecho en
el
caso contra-
En tanto que es fácil suponer que el Encargado
de Negocios del Perú no tenía conocimiento de los
rio.
terribles acontecimientos del
en que se hizo
Truth, es evidente,
el
como
la
época
artículos
Gobierno del Perú tenía pleno conocimiento de
crímenes cometidos en
el
Putumayo,
medida ninguna para castigar a
poner
fin
de
hemos demostrado en
desde muchos años atrás
lo
páginas anteriores que,
las
Putumayo en
publicación de los
la
sin
los
que tomara
los criminales o para
ocho meses pa-
a las atrocidades. Diez y
saron después de las publicaciones de Truth sin que
una comisión investigadora,
se enviara
nombrada debido
gracias
bre
la
al
a la
presión
del
la
cual
Foreign
fue
Ofiice,
informe rendido por su Comisionado so-
parte
tomada en
los crímenes por los
negros
de Barbados.
La responsabilidad
del
Gobierno del Perú en
los
crímenes del Putumayo será un borrón eterno en su
historia,
porque comprueba que
lombia decía
la
el
Gobierno de Co-
verdad cuando prevenía
de Relaciones del Perú en 1899 que
peruanas en
al
Ministro
las actividades
las re'giones septentrionales del
Amazo-
nas tenían por objeto "apoderarse gradiiamente del
Putumayo."
En
1909,
dos años después de
negocios de Arana en Iquitos,
el
la iniciación
de los
caucho sacado por
HISTORIA DE LAS ATROCIDADES
75
Putumayo alcanzaba apenas a la canEn 1903 subió a 450,000 libras y en 1906 a 1.400,000. Es decir, hasta el momento en que se clavó la bandera peruana en el Pulos indios del
tidad de 33,600 libras.
tumayo, en Cotuhé, en 1900, y hasta cuando Arana
principió la explotación de esta región, la produc-
De
de caucho era insignificante.
ción
aquí se de-
duce que, aunque en esa época había muchos caucheros colombianos establecidos en esa región,
la
pro-
ducción combinada de todos ellos alcanzaba apenas,
en 1900, a 33,600 libras.
Como
caucho depende directamente
producción
la
del
trabajo, y
del
como
una pequeña propiedad de cien acres de árboles perfectamente
desarrollados
produce a
cantidad anual, es claro que los
que habitan
mil indios
los
la
como
los
menos esa
sesenta u ochenta
zona que más ocuparon
Aranas no hubieron de
época en que estuvieron
lo
sufrir
nada durante
los colombianos.
colombianos establecidos en
el
la
Además,
Putumayo
poseían grandes plantaciones de caucho, es evidente
que no se proponían obtener ganancias inmediatas
sino fundar futura prosperidad.
En 1900 un colombiano llamado Larrañaga,
menciona
el
Libro Azul com.o
uno de
caucheros colombianos que invadieran
1880,
formó una Compañía con
J.
C.
a quien
los primeros
la
región en
Arana para
la
explotación del negocio de caucho. La Chorrera fue
una de
las
agencias establecidas por este colombia-
no, la cual sirvió de base para los futuros negocios
de Arana. Larrañaga murió con todos los síntomas
7
PUTUMAYO
EL LIBRO ROJO DEL
76
envenenamiento por arsénico; su
del
ro fue puesto en la
hijo y
cárcel en Iquitos, y
pués desapareció, según se
poco des-
entre los indios (1).
dijo,
Debe recordarse que durante mucho tiempo
la
cár-
de Iquitos se llamaba irónicamente Oficina de
cel
Casa Arana, pues
"O nos venden
allí
irremediablemente.
su tierra por tanto (aquí
la cárcel.
Una vez
proponía negocio en esta forma:
la cárcel, se les
mueren en
la
colombianos que no eran ase-
los
sinados eran llevados
en
herede-
"Es
inútil decir
el
precio) o se
que casi todos pre-
ferían la primera de estas alternativas. Otros, temero-
sos de males mayores, vendían voluntariamente
Por estas razones todos
sus propiedades en
la
(2).
los
colombianos perdieron
región
dominada por Arana.
La firma de Larrañaga, Arana y Compañía se disolvió en 1904, ocupando su lugar la firma de Arana,
Vega y Compañía.
(1)
Es preciso advertir que
didas a Arana por una fuerte
linas.
No podemos
decir
si el
las
propiedades de Larrañaga fueron ven-
suma que pasaba de
pago fue hecho
al
13,000 libras ester-
contado o en qué
for-
ma. Se aseguraba que muchas otras propiedades colombianas habían
sido vendidas a Arana. Esto prueba simplemente que en una región en
la
cual no existían títulos de ninguna clase era preciso que Arana com-
prara las propiedades de los colombianos para hacerse señor de la región. Como hemos visto, Sir Roger Casement afirma que " los traspa-
sos de propiedades se hacían por
(2) Sir
Roger Casement dice en
compraventa y por otros medios."
el
Libro Azul que hay uno o dos
colombianos tan culpables como los peruanos. Cita
el
caso de Aquileo
Torres, a quien se mantuvo preso durante un año, con una
cuello, y
cadena
al
de quien se aseguraba que había sido ahogado en diciembre
de 1910. Los colombianos que no eran asesinados o enviados a Iquitos
se veían forzosamente obligados a ponerse
na, de la cual eran víctimas inocentes.
al
servicio de la
Casa Ara-
HISTORIA DE LAS ATROCIDADES
Las autoridades de Iquitos y
el
77
Gobierno del Perú
cerraron los ojos ante todo lo que estaba sucediendo, y muchas veces prestaron su apoyo. En esa época empezaron a aparecer en las selvas del Putuma-
yo
los
llamados
pertenecían
tenía y
soldados caucheros, hombres
al ejército
del Perú. El
derivaba de ellos grandes
Gobierno
que
los sos-
utilidades.
Eran
caucheros por su propia cuenta, pero trabajaban también
muchas veces por cuenta de
la
Casa Arana.
Los últimos negociantes colombianos que permanecieron en
el
Putumayo fueron Serrano, González,
Ordóñez y Martínez (1). En enero de 1908 fue atacada la empresa de La Unión, propiedad de Ordóñez
y Martínez.
Londres
Ya en
ese año había sido registrada en
Peruvian
Amazon
Co. Limited, y uno de
vapores de esa Compañía, El Liberal,
los
la
la
así
como
lancha de guerra peruana Iquitos, que llevaba 85
hombres de
la
guarnición militar de Iquitos, seis ca-
ñones y dos ametralladoras, tomaron parte en el ataque. Parece que los agentes de la Peruvian Amazon
Co. ofrecieron a esos colombianos doscientos mil soles (20,000 libras esterlinas)
por su empresa, con
condición de que se retiraran de
la
la
región. Al princi-
pio rehusaron la oferta, pero la prudencia les obli-
gó a demorar su resolución hasta tanto que la Compañía hubiera entregado en cambio de caucho algunas mercancías que necesitaban para los indios. Los
(1)
Mr. Hardenburg, que presenció
el
asesinato y captura
colombianos, hace un relato gráfico de esa
E! Putumayo.
de esos
escena en su libro titulado
EL LIBRO ROJO DEL
78
PUTUMAYO
colombianos recibieron como respuesta un verdadeentregaban todo
ro ultimátum: o
beral se apoderaría de
mente efectuóse
el
por
él
la
el
caucho o El LiInmediata-
fuerza.
ataque. Ordóñez logró escapar y
Martínez fue llevado prisionero a Iquitos.
Haciendo
Oriente,
brado por
para que
Paredes, nom-
Gobierno peruano como Comisionado
el
investigara los
indicara las
El
un periódico de Iquitos,
referencia
que era propiedad del Juez
crímenes del Putumayo e
reformas indispensables,
decía que
''el
único deseo de esos jóvenes patriotas era el de hacer
avanzar siquiera una pulgada
la tierra de
ría
la
bandera del Perú en
conquistad El mismo periódico se
a ese asalto llamándolo
''acto patriótico
y espléndido," y trataba
enérgico, varonil
refe-
y moral,
a los otros
periódicos de Iquitos de traidores porque decían que"
las fuerzas del ejército
en ese asalto, en
el
peruano hablan tomado parte
cual habían figurado también la
cañonera y sus ametralladoras. Refiriéndose a ese
asalto decía de Castro, Cónsul General del Perú en
Manaos y Abogado de
se reducía a que
el
la
Casa Arana:
'*
que todo
Presidente Pardo había resuelto
enviar una guarnición
al
Putumayo." La soldadesca
peruana ocupa hoy La Unión. Allí se colocó una
guarnición inmediatamente después de verificado el
asalto contra los colombianos.
No
figura en
el
informe de Sir Roger Casement
el
colombianas se contaban
hecho de que
las víctimas
por centenas,
cosa que los peruanos atribuyeron a
los indios caníbales
que tanto figuran en
el
libro
de
HISTORIA DE LAS ATROCIDADES
Robuchon. Tampoco
el
hace notar
el
Libro
79
Azul que
exterminio de los colombianos significaba aumen-
aduana de Loreto.
to de rentas en la
En
las
llamadas posesiones de
la
Casa Arana ha-
uno en La ChoPemvian Amazon Co.
bía dos establecimientos principales:
rrera y otro en El Encanto. La
estaba dividida, en
la
época en que se formó, en
cuarenta secciones, a cargo cada una de diez a veinticinco
El
empleados
civilizados.
Encanto estaba dividido en quince secciones,
con ciento diez empleados
había de
una de
En Andoques
civilizados.
sesenta a ochenta, y
veinticinco
en cada
secciones denominadas Entrerrios, Provi-
las
Boras y Ca/minarí.
número total de los empleados
dencia,
El
la
de
civilizados
Amazon Co., en 1907, era de mil, poco
menos. No era parte de sus funciones hacer
Peruvian
más
o
cultivos de
tenía idea)
árboles de caucho (cosa
(1)
o emplear su tiempo
de que no se
sangrando los
árboles que a largas distancias se encuentran en
fondo de
las selvas.
Correspondía este trabajo a
el
los
desventurados indios, cuyo número, en 1906, según
Robuchon, pasaba de 50,000 y no subía, cinco años
después, según Sir Roger Casement, de 7,000. Esta
disminución debe ser mayor aún hoy. Es
tener en
cuenta
que
la
Casa Arana
preciso
principió
sus
Debe tenerse en cuenta que Mr. Hardenburg asegura que Serrano,
el Putumayo, había
sembrado muchos miles de árboles de caucho que tenían entonces de
(1)
uno de los últimos propietarios colombianos en
dos a cuatro años de edad v estaban en
muy buena
condición.
PUTUMAYO
EL LIBRO ROJO DEL
80
operaciones
en 1900. La
destrucción de los indios,
quienes debido a su dócil naturaleza presentaban una
rica presa a
enorme en
Arana y a los peruanos, ha debido ser
doce primeros años de este siglo. Es
los
de suponer que
las
autoridades peruanas tenían ra-
zones para creer que su dominio sobre
la
región era
simplemente transitorio, y que, por consiguiente, era
necesario obtener los mayores beneficios en el menor tiempo posible.
Si
queremos saber
las
si
atrocidades han termina-
do debemos ante todo tener en cuenta
los siguien-
tes hechos:
(1)
Más de dos años han pasado desde
en que Sir Edward Grey amonestó
al
fecha
la
Gobierno
del
Perú; sin embargo, Miguel Loaisa, uno de los peores criminales
del
Putumayo, dirige aún
sección
la
de El Encanto. Ninguno de los criminales ha
sufri-
do castigo alguno.
como
dicial
propietario del periódico de
Juez Paredes,
(2) El
Iquitos
que consideró
los asesinatos
de colombianos
acción patriótica y moral, domina
nombrado por
y ha sido
el
el
Gobierno
poder
del
ju-
Perú
para efectuar las reformas.
(3)
La región está bajo
la
administración del Go-
bierno del Perú.
(4) El actual
administrador de La Chorrera fue an-
teriormente jefe de
según
él
bía tenido
tumayo."
la
policía de Iquitos, en donde,
mismo informó
a Sir
Roger Casement, "ha-
conocimiento de los
A
pesar de
crímenes en
el
Pu-
que este señor ha estado
al
.
HISTORIA DE LAS ATROCIDADES
servicio de la Peruvian
bre de 1909,
tenemos
Amazon
la
81
Co. desde noviem-
certeza de que las
atroci-
dades continuaron mucho después de esa fecha. Además, en septiembre de 1909 envió a El Comercio de
Lima una carta que era un simple
tejido
de falseda-
Según
el
doctor Paredes, a juicio de dicho ad-
ministrador
el
bandido O'Donnell "era una persona
des.
estimabilísima a quien
amaban
los indios por su
bon-
dadoso corazón."
Se nota un considerable aumento en
(5)
tación de caucho, a pesar de que los
tenido que agotarse y que
el
la
expor-
árboles
han
número de indios ha
disminuido enormemente.
Es cosa sabida que en
(6)
Perú se
las selvas del
esclaviza a los indios y se les trata
como
a bestias
feroces.
(7) El
Cónsul
inglés, Mr. Mitchell, quien confiesa
visita al Putumayo se le ocultaron
muchas cosas, asegura que no hay probabilidad de
que en su última
que hayan cesado
Los
(8)
las atrocidades.
colombianos son arrestados
mayo y encarcelados
Los peores criminales, en
(9)
los
en
el
Putu-
en Iquitos.
el
pasado,
fueron
soldados caucheros peruanos.
(10)
Nombróse
Amazon
Co. con
peruana en
el
a Arana Liquidador de
el
fin
de
mantener
la
la
Peruvian
jurisdicción
Putumayo.
Pablo Zumaeta, cuyos servicios,
según Sir
Roger Casement, no debía aceptar en manera algu(11)
na
la
Compañía, dirige aún sus negocios en
Iquitos.
:
PUTUMAYO
EL LIBRO ROJO DEL
82
Roger Casement afirma en
(12) Sir
que
porvenir comercial
el
el
Libro Azul
Putumayo depende
del
principalísimamente del apoyo extranjero, del inglés
principalmente,
puede obtenerse.
cual
el
Con fecha 5 de
(13)
febrero de 1912 dice Sir Ro-
ger Casement dirigiéndose a Sir
sabido que
de
sustituir
cultivo
la
Edward Grey: "Es
obra de plantar árboles de caucho y
con los métodos más humanitarios del
la
explotación
individual
sido suspendida por orden de
la
de los
Compañía, volviéndose a establecer
la
como
tarea única de las diversas
genas del Putumayo,
las cuales se
la
la
Compañía." La nueva
recolección
comunidades
indí-
consideraban 'des-
moralizadas' por mis visitas y las del
de
indios, ha
dirección local de
comisionado
iniciación de la recolec-
ción de caucho, en las antiguas condiciones, se con-
sideraba
como
hacer volver
explotación
claro
que
la
al
primer paso administrativo
el
Putumayo
para
a su condición normal de
sana y provechosa. Era perfectamente
Compañía o sus representantes en el
Putumayo habían
resuelto
forzosa de los indios
continuar
la
explotación
como un derecho de conquis-
como manera de obtener utilidades rápidas.
Con fecha 27 de junio de 1912 decía Sir
Edward Grey al Embajador inglés, en Washington
"En el pasado abril fueron embarcadas en Iquitos
más de setenta y cinco toneladas de caucho como
ta
y
(14)
resultado de una
de
las
des hechas del Putumayo
exportado desde
el
1.°
consignaciones más granen
los
últimos años. Lo
de enero de este año
hasta
HISTORIA DE LAS ATROCIDADES
de
fines
cuartas partes de
abril iguala a las tres
producción
de 1911
total
83
la
a esta cifra se puede
lle-
los
antiguos métodos
de
las
opiniones
:
gar solamente siguiendo
trabajo forzoso."
Como
prueba de que
por nosotros
en
muy
también a personas
producimos
publicado
riódico
"No
se han
Lima, re-
párrafos de un editorial
importante de Lima:
descrito en este país los crímenes en
proporciones porque nos falta
los a la cara al
de
pasado en La Prensa, pe-
8 de julio
muy
importantes
siguientes
los
el
expresadas
páginas anteriores pertenecen
las
Gobierno,
verdaderas
sus
valor moral necesario para arrojárse-
el
aunque tenía pleno conocimiento de
el cual,
tan vergonzosos sucesos^ dejó, sin embargo, que siguiera adelante con
el
fin
de apoyar los intereses de
la
Casa Arana o con
el
de obedecer
a razones de política internacional vergonzosas e indignas de nosotros.
Hace más de
Rocca
años que
seis
el
pública, ante las autoridades
Benjamín Saldaña
peruano
periodista
una campaña vigorosa ante
inició
Gobierno, ante
el
la
opinión
y ante la prensa con el objeto de poner
a esas atrocidades. Sus esfuerzos fueron inútiles porque cuando el
fin
oro de
la
hecho de
Casa Arana no ponía obstáculos invencibles
existir
un
litigio
derechos de soberanía en
a su
acción,
el
Colombia y el Perú respecto a sus
Putumayo, obligaba aun a las gentes
entre
el
honradas a callar por motivos patrióticos.
"
Todo
esto se ha mantenido en
la
por
los
la
vida
porque
obscuridad
ha cimentado su línea de conducta sobre una
falta
humana. Esa misma obscuridad cubrió
denuncios y
la
muerte del francés Robuchon en
el
Gobierno
absoluta de respeto
las exploraciones,
el
Putumayo."
De otro artículo publicado en La Prensa, tomamos lo siguiente:
" Es preciso poner
fin
a semejante
estado
de cosas. Según
el
De-
recho Internacional, se ignora aún, de manera definida, cuáles son los
derechos que
el
Perú posee en
las
regiones
mayo. El Gobierno, en vez de examinar
el
del
Caquetá y del Putu-
asunto de manera racional
PUTUMAYO
EL LIBRO ROJO DEL
84
con
de tomar
el fin
que realmente
posesión de lo
le
pertenece, ha
confiado esa misión delicada y responsable a aventureros criminales.
Son
ellos quienes fijan
los
limites
bre los derechos de jurisdicción
sin consultar, ni
territoriales y quienes
que posee
el
por asomo, los intereses de
deciden so-
Perú en esas regiones,
la
esos rapaces que pretenden no solamente saber
Nación.
el
si
¿Quiénes son
Perú posee dere-
chos legales sobre esa región, sino que pretenden que, sin tenerlos,
le
conviene adquirirlos? El hecho es que ellos obran por cuenta del Perú
y con consentimiento del
Gobierno.
Su sistema de colonización conel caucho que ellas contienen y
siste en destruir las selvas para sacar
en despoblar las aldeas indias para satisfacer sus apetitos criminales.
Esos nuestros novísimos diplomáticos creen que brutalizar a un pueblo de indígenas, y no civilizarlo, constituye pleno derecho de propie-
dad sobre esas regiones.
"Esas gentes han mentido demasiado. Nuestras regiones
orientales
mal y un peligro, no una tierra de
promisión, mientras no descubramos manera de enviar allí colonos que
serán siempre, para nosotros, un
la civilicen,
y no aventureros que
"Procedamos
tencia,
de
lo
con conocimiento y con
que nos pertenezca y de
El Libro
la
devasten.
a delimitar nuestras fronteras con prontitud y
justicia.
lo
Tomemos
compe-
posesión solamente
que pueda convenirnos."
Blanco publicado por
Gobierno de
el
los
Estados Unidos en 7 de febrero último arroja uueva
luz sobre la
"esclavitud en
el
Perú."
Tomamos
lo
siguiente de los informes presentados por Mr. Fuller,
el
en
Cónsul americano
el
Putumayo
"Un empleado de
el
la
que acompañó
a Mr. Mitchell
año pasado:
Compañía
es Juez de paz en toda la región del
Putumayo. Esto prueba claramente que
las
autoridades locales no
nen intención verdadera de llevar mejora ninguna a
que reina en
el
"Lamento que tanto
"La agitación
el
tie-
atroz
Putumayo."
la
Compañía como
pedido hacer un estudio serio de
Es más
la situación
verificada en
el
lo
el
Gobierno nos hayan im-
que verdaderamente sucede."
Exterior ha causado gran sensación.
temor que se tiene de que nazca
la
soberanía
peruana
en
HISTORIA DE LAS ATROCIDADES
esa región que
la so'.ic-.tud
que se manifiesta por
los
85
pobres indios vic-
timas de los atropellos."
"El énfasis con que se comenta
tadas eran colombianas
me
el
hecho de que
colombianos en
el
personas arres-
métodos usados por
niones d3 Sir Roger Casement sobre los buenos
los
las
hace creer que en Lima se conocian las opi-
gobierno de esa región.
.
.
.
Puede que exista
la
idea de que los Estados Unidos piensen intervenir en las cuestiones de
límites entre
el
Ecuador, Colombia y
el
Perú."
CAPITULO
VIII
EL INFORME DEL JUEZ PAREDES
Tenemos
a la vista un
sentado por
el
ejemplar del informe pre-
Juez Paredes a su Gobierno con
cha 14 de junio último. Es un
fe-
extenso documento
que contiene millares de palabras cuyo único objecontra
to,
lo
que quería
el
es
autor,
que
las
condiciones que prevalecen en
son
las
mismas que
allí
"Los
el
Putumayo
reinaban antes de
da de Sir Roger Casement. Dice
el
probar
de
el
la
llega-
doctor Paredes:
criminales fueron reemplazados por otra clase
de hombres, ignorantes y mal remunerados, los cuales,
si
no continúan ejecutando
bles de sus predecesores en
el
los actos
abomina-
exterminio de los indios,
no harán, ciertamente, nada en favor de
ellos."
adelante aíiade: *'En vista de todo lo que
Más
sucedió
en tiempos pasados, es de justicia declarar que antes
de
la
actuación iniciada por
el
actual
Gobierno
nadie pretendió reprimir los crímenes cometidos en
el
Putumayo,
la
condición desventurada de los indios, a pesar de
ni
castigar a los criminales, ni mejorar
que se habían hecho repetidas acusaciones y de que
la opinión pública en el Departamento de Loreto tenía conocimiento de los crímenes
estaban cometiendo."
horribles
que se
EL INFORME DEL JUEZ PAREDES
Las instrucciones dadas
al
87
Juez Paredes por su Go-
bierno antes de que emprendiera viaje
al
Putumayo
ordenaban "proceder con prudencia y discreción
para no hacer daño a la Compañía Arana ni alterar
le
obra de nuestras guarniciones, que estaban cum-
la
pliendo un deber patriótico defendiendo esas remotas fronteras
de nuestro territorio." Esta cláusula re-
fuerza lo dicho anteriormente sobre existencia de una
conspiración general basada en motivos ya honrados,
ya
viles,
por parte de todos aquellos que quieren man-
tener la jurisdicción peruana en
Putumayo. Ade-
el
más, debe recordarse que las guarniciones en cuestión estaban
formadas por hombres a quienes men-
cionamos con
En
el
nombre de soldados caucheros.
otra parte de su informe, refiriéndose a los ne-
gros de Barbados,
el
doctor Paredes los llama hie-
nas del Putumayo. Esto no exige comentario, pero
el
pasaje en que figura merece copiarse, pues debe
recordarse que Sir Roger Casement se comprometió
a poner a los negros bajo la jurisdicción de los
tri-
bunales de Iquitos (estuviera esto o no de acuerdo
con
la legislación
inglesa),
con
tal
que
los agentes
peruanos fueran igualmente procesados. Se contestó
que,
como
el
territorio
estaba en
litigio
entre
Co-
lombia y el Perú, las autoridades judiciales no podían obrar en regiones que quedaban fuera de su jurisdicción. El pasaje citado dice así:
"Una
de las razones que hicieron inútiles los esfuerzos del Gobierno
fue la exportación de los negros barbadenses,
inglés Sir
Roger Casement. Con
ello
ordenada por
el
Cónsul
perdieron los tribunales peruanos
PUTUMAYO
EL LIBRO ROJO DEL
88
una importante fuente de información, pues no se puede -negar que
testimonio de esos hombres habría arrojado muchísima luz en
el
el juicio,
iluminando puntos oscuros del proceso. El apoyo que se prestó a esos
negros
— hienas
verdaderas del Putuniayo
— fue
el
primer paso hacia
la
disolución de esas cuadrillas de asesinos."
El Juez propietario de
un periódico en que se ha-
blaba de los asesinatos de colombianos
como de
ac-
tos "patrióticos y morales," dice también:
"Había una especie de convenio
tácito para negar los hechos, a pe-
sar de que habla certidumbre sobre ellos.
tismo,
la
Una
especie de falso patrio-
estúpido y erróneo, y cierto respeto basado en
adulación a la opulencia de la Casa Arana,
hicieron
el
servilismo y
que
las
cosas
mantuvieran ocultas durante mucho tiempo y que se llegara hasta
negar absolutamente la existencia del mal."
se
Se hace referencia también a que
los jefes
de
las
tropas estacionadas castigan a los indios con látigo.
En muchas
partes
el
informe del
Comisionado pe-
ruano admite que los esfuerzos de su Gobierno han
fracasado, y lamenta
al
sión de que hace parte
mismo tiempo que
la
Comi-
no hubiera llegado aja
gión algunos años antes, pues con
ello se
re-
habrían
muchísimos crímenes y se habrían podido
sacar grandes riquezas. Se asegura que con el lanevitado
zamiento de doscientas quince órdenes de arresto,
de
ve,
las cuales se
sitos laudables
taurar
la
han hecho efectivas solamente nue-
"se llevan a cabo satisfactoriamente
el
del
Gobierno."
Con
el
los
propó-
fin
de res-
orden y de conciliar los sentimientos de
humanidad, en tanto que es cosa sabida que por
menos uno de los peores criminales— el famoso
Loaisa— tiene a su cargo una de las dos empresas
lo
;
EL INFORME DEL JUEZ PAREDES
Paredes informa que "no hay hoy,
centrales, el Juez
en servicio, ninguno de los
nistradores de
la
objeto
las
a todo
las citas anteriores
de demostrar
la
in-
el
revelaciones de La
La Sanción convencieron
Hemos hecho
el
antiguos jefes o admi-
Compaiiía Arana." Además,
forme dice claramente que
Felpa y de
89
poca
el
mundo.
únicamente con
que merece
fe
el
Comisionado. De nada serviría comentar línea por
línea el informe, pero
que a
sin
ello
nos creemos obligados a decir,
nos mueva ningún sentimiento de
animadversión, que
el
informe del Comisionado del
Gobierno del Perú, sobre asuntos de tan
portancia, es un
El informe del doctor
nas de un periódico
con
el
vital
im-
modelo insuperable de hipocresía.
Paredes figura en
pági-
las
publicado en inglés, en Lima,
nombre de Perú To-day. La Legación
del
Perú
en Londres distribuye ejemplares de ese periódico
en
el
mismo número en que
figura
el
Informe apa-
rece un editorial extraordinario sobre los indios caníbales del
Putumayo. Sin embargo,
el
doctor Pa-
redes, en su informe, afirma enfáticamente que quie-
nes digan que los indios del Putumayo son caníbales,
''se
hacen culpables de falsedad voluntaria," Otro
número
rrible
del periódico
reproduce
una fotografía ho-
de una india asesinada, según se afirma
por los colombianos. Es importante anotar,
cosa curiosa,
el
hecho dé que
suelto, últimamente,
los
encarcelar en
allí,
como
peruanos han reIquitos a
ciuda-
danos colombianos por crímenes cometidos en el
Putumayo. Aparentemente, no ha llenado aún el Perú
EL LIBRO ROJO DEL
90
la
copa de
la
iniquidad.
Como
PUTUMAYO
arriba dijimos, se han
hecho efectivas solamente nueve órdenes de
Personas bien informadas
opinan que
es
prisión.
más que
probable que no se efectúe castigo alguno. Se sabe,
además, que Pablo Zumaeta, antiguo Administrador
de
la
Pemvian Amazon Co. en Iquitos, está en litoma parte activa en los negocios públicos
bertad,
de esa ciudad, y dirige nuevamente
de
la
Compañía en
Iquitos.
las
operaciones
CAPITULO
IX
LAS DECLARACIONES DE MR. HARDENBURG
Profunda deuda de gratitud debe
W.
E.
el
Hardenburg, porque, debido a
nes por
hechas
él
al
editor de
Truth,
público a Mr.
las
revelacio-
el
Ministerio
de Relaciones Exteriores de Inglaterra
trar
resolvió en-
en acción, haciendo una investigación indepen-
diente
sobre
En su
libro
verdadera
la
titulado El
Putumayo.
situación del
Putumayo
figura un
relato
detallado de sus viajes sensacionales en esa región
en 1907 y 1908. Aunque recomendamos vivamente a
nuestros lectores
ponemos
remos a indicar
de base a
el
estudio de ese libro, no nos pro-
analizarlo aquí detalladamente.
las
Nos
limita-
hechos y opiniones que sirvan
afirmaciones que hemos hecho en eslos
tas páginas.
Menciónanse
allí
especialmente
los esfuerzos he-
chos últimamente por los colombianos para llevar
el
cristianismo a esa región. Allí se describe a Santia-
go como una aldea de cincuenta chozas alrededor
de una iglesia construida por los
la
capuchinos para
conversión e instrucción de los indios, en
dirigen
el
servicio cinco o seis religiosos.
la
cual
En Sibun-
doy hay un convento de Capuchinos; allí ha establecido su residencia el Padre Prefecto, jefe de las
8
PUTUMAYO
EL LIBRO ROJO DEL
92
misiones capuchinas en los territorios de Caquetá y
Putumayo. En 1937 se construía otro convento. Los
Mocoa, ciudad que menciona Mr. Harden-
indios de
burg como capital del
fesan
Con el fin de
de Mocoa se
del castellano.
religiosos
los
Guineo,
te a
Putumayo, pro-
territorio del
cristianismo y tienen conocimiento limitado
el
lugar del Alto
predicar a los indios,
dirigen
frecuentemen-
donde
Putumayo, en
una iglesia y un convento. Los indios
de esa región reciben el nombre de dones; como
se levantan
prueba
de
que
en
región
esa
se
han
negocios con blancos, debe mencionarse
efectuado
el
hecho
de que esas tribus llevan machetes y escopetas,
troducidos
allí
cuerpos con cuentas y baratijas de
dencia.
Añade
el
in-
colombianos, y adornan sus
por los
la
misma proce-
"Esos indios son hoy
viajero:
in-
dolentes y pacíficos; las guerras intestinas, antes frecuentes y terribles, han desaparecido hoy, gracias a
enseñanza de los religiosos." En
la
dea de San Diego todos
recibir a
rón,
la
Mr.
los
la
pequeña
habitantes
al-
salieron a
Hardenburg y a su compañero Mate-
colombiano que había figurado como socio de
Casa colombiana Martínez y González, y que era,
lo que parece, muy popular entre los indios.
por
Mr. Hardenburg describe
el
establecimiento de
Ma-
terón diciendo que constaba de una casa grande de
dos pisos donde reinaba
González no permitía
la
allí
más
estricta moralidad.
que se cometiera ningún
abuso con
los indígenas.
vivían
tranquilos y contentos;
allí
Según
el
autor, los
"toda
la
peones
región
DECLARACIONES DE HARDENBURG
colonizada
había sido
desde
un principio
93
por los
colombianos, quienes fueron despojados por los pe-
ruanos" hasta
el
punto de que en enero de 1908 so-
lamente quedaban en pie tres empresas colombianas.
Cuando
la
noticia
de los crímenes llegó
por
primera vez a oídos de Mr. Hardenburg, éste inte-
muy
rrogó a su guía, que era persona
quien
inteligente,
contestó *'que los peruanos trataban malí-
le
simamente a
matándolos."
los indios, azotándolos, mutilándolos y
El
guía aseguraba además,
volunta-
riamente, que los colombianos no hacían uso de tales
prácticas,
y trataban siempre a los indios
con
la
mayor benevolencia.
El viajero hace un relato sensacional del rapto de
la
esposa de Serrano,
dado a
este
que éstos
le
así
como
del
pésimo trato
colombiano por los peruanos y del robo
hicieron de mercancías por valor de
sabuyanos que Serrano tenía en La Reserva, dice Mr. Hardenburg, nos
sirvieron admirablemente, porque eran benévolos, alegres y honrados. Serrano los trataba con tanta bon-
"Los
mil libras esterlinas.
indios
dad, que mereció de ellos
Cuando
llegaron
al
lombianos, enfermos
mente recibidos por
y
el
sin
de padre."
título
Putumayo
los
dinero,
primeros co-
fueron
cordial-
los indios huitotos, quienes les
suministraron toda clase de víveres. Mr. Hardenburg
declara que los empleados
de Serrano dormían en
hamacas, en tanto que los desventurados que esta-
ban en servicio de
la
Peruvian
obligados a dormir en
el
Amazon
suelo.
Co. se veían
Los indios emplea-
EL LIBRO ROJO DEL
94
PUTUMAYO
dos por este colombiano usaban ropa extranjera,
como
lo
hacían también los que estaban
al
servicio
de Ordóñez y Martínez. Esto debe tenerse muy en
cuenta, puesto que demuestra que en la misma época
en que a pocas millas de distancia se cometían los
más
atroces
quedaban en
crímenes, los pocos
colombianos que
Putumayo trataban
el
a sus
dores con las mayores consideraciones.
esto es, además,
daban a
el
los indios
que Serrano y sus compañeros
tiempo suficiente para que cul-
tivaran y cosecharan
que
los
indios
trabaja-
Prueba de
víveres
abundantes, en
que esclavizaba
Peruvían
la
tanto
Ama-
zon Co. morían muchas veces de hambre.
El autor describe detalladamente los
pleados por
a
los
la
métodos em-
Casa Arana Hermanos para depojar
colombianos,
robándoles sus
asesinándolos,
esposas y esclavizando sus empleados.
Allí se da cuenta gráfica del ataque
contra La Unión en enero de 1908
Muchas páginas de El Paiumayo
das
a los
crímenes terribles
indios; es un libro
fos
que debe
verificado
(1).
están consagra-
cometidos contra
leerse.
que a continuación copiamos,
el
De
los
los párra-
primero apoya
simplemente nuestro argumento principal;
el
segun-
do nos da materia para profundas meditaciones, y
el tercero, debido a su aplicación personal, impone
a
la
humanidad un deber imprescindible:
(I)
Tenemos en nuestro poder gran número de decumentos sobre
como no se refieren directamente al fin que
éste y otros puntos, pero
nos proponemos, nos abtcnemos de publicarlos.
DECLARACIONES DE HARDENBURG
"En
los
95
tiempos en que los colombianos dominaban en esa región,
acostumbraban
religiosos
llevar
de Pasto y A'locoa, para que convir-
tieran a los huitotos y los iniciaran en los caminos y costumbres de la
civilización cristiana."
"El número de indios disminuye de
manera alarmante, y a menos
que se haga algo para protegerlos, pronto desaparecerá completamente
esa noble raza de aborígenes,
como ha sucedido con muchas otras en
las regiones del Alto Amazonas."
" Pjeblo de Inglaterra! ¡Pueblo
justo
i
siempre
el
generoso que
y
centinela avanzado del cristianismo
y
has sido
la civilización, consi-
dera a las pobres víctimas de esos crímenes inenarrables, liberta a los
"
indios de la cruel esclavitud en que gimen, y castiga a sus opresores!
Mr. Reginald Enock, en su introducción
al relato
de
Mr. Hardenburg, hace revelaciones importantes. Dice
Mr. Enock que
el
Gobierno del Perü y
la
prensa de
esa República han tenido siempre conocimiento del
tratamiento brutal que se daba a los indios, a quie-
nes consideraban
como
animales. Cita un pasaje de
un volumen que contiene documentos
ferentes
1905,
la
oficiales re-
Departamento de Loreto, publicados en
al
que demuestran
el
exterminio de los indígenas y
venta y compra que de éstos se hacía
como de
mercancías ordinarias. Mr. Enock menciona también
un número de El Comercio de Lima correspondiente
a febrero de 1905, en que se dice que
y
la
esclavitud son parte
el
asesinato
integrante de las costum-
bres del Perú en otras regiones de su territorio. Se-
gún
el
mismo
escritor, en
la
Revista de Revistas
americana correspondiente a septiembre de 1912, se
dice que
bible
de
el
Juez
Paredes tuvo
manifestar
atrocidades
se
la
públicamente
debían a
la
osadía inconce-
que
Compañía
las
peores
inglesa
cau-
EL LIBRO ROJO DEL
96
chera. El caso es,
clara Mr. Enock,
como muy
que
PUTUMAYO
inteligentemente lo de-
Compañía fue recibida
por el Perú, como garantía
la tal
con los brazos abiertos
segura del dominio del Perú sobre un territorio en
La introducción nos informa, además, que la
producción de caucho en Iquitos, de 1911 a 1912,
litigio.
fue
muy
superior a
la
de 1910 a 1911.
CAPITULO X
LAS REVELACIONES DE MR. PATERNÓSTER
Cuando Mr. Hardenburg
llegó a Londres en agos-
to de 1909, se dirigió a las Oficinas de
Truth, don-
de tuvo una entrevista con Mr. Sidney Paternóster,
Subeditor de esa Revista. Convencido de
del
que
relato extraordinario
le
hacía
la
verdad
su visitante,
Mr. Paternóster principió a revelar semanalmente ante los cjos del
mundo
sos verificados en
aterrorizados los terribles suce-
el
''Paraíso del Diablo." Corres-
ponde, pues, a Mr. Paternóster y a Mr. Hardenburg
el
hon^r de haber hecho esas revelaciones excep-
cionales,
haciéndose acreedores a
la
gratitud pública.
Hace poco publicó Mr. Paternóster un libro interesante sobre las atrocidades del Putumayo. En esa
obra, cue fue editada por Stanley Paul con
el
título
de Los dueños del Paraíso del Diablo, encontramos
datos Ltilísimos sobre
la
verdadera situación del Pu-
tumayo durante muchos años.
Opina Mr. Paternóster que los colombianos
tra-
generalmente a los indígenas con bondad, y
añade que "con la desaparición de los colonos co-
taban
lombian)s y con
la iniciación
Casa peuana principiaron
el
Putunayo."
Allí se
de los negocios de
los orgías
confirma
el
la
de crueldad en
dicho de Mr. Har-
PUTUMAYO
EL LIBRO ROJO DEL
98
denburg, quien asegura que mientras permaneció en
verdaderamente colombiano fue bien
territorio
además que
bido, notando
reci-
se trataba a los indíge-
nas bondadosamente.
ciudadano americano y compañero
de Mr. Hardenburg en sus viajes por el Putumayo,
Mr.
Perkins,
cuando estuvo en
dice que
El
Encanto "fueron captu-
rados veintinueve colombianos por una fuerza considerable de peruanos que los
engaños, a que depusieran
obligó, por medio de
armas. Esos prisioneros,
las
atados e inermes, fueron asesinados con pistolas y
machetes. Algunos de los peruanos, más valientes
que
muertos
los otros, mutilaban a los
cortándoles
cabezas y los brazos." Dice también el americano que Rocca, Director de La Felpa y de La San-
las
ción,
abandonó
a Iquitos en 1908 y se dirigió a Li-
ma, en donde formó parte de
Dirección de Lo Pren-
la
periódico importante de esa ciudad y que reprodujo la mayor parte de los artículos publicados en
sa,
los
dos periódicos mencionados.
En
el
libro
de Mr. Paternóster encontrarán nues-
tros lectores un comentario severo sobre la conducta del
Encargado de Negocios
Dice Mr.
Paternóster que
del
Perú en Londres.
verdaderamente ver-
''es
gonzoso que, una nación que se considera
se entregue
al
prevaricato y a
la
civilizada
mentira con
el
fin
de impedir que se castigue a los criminales."
Mr.
la
S.
Bell,
Compañía,
tiva del
que formó parte de
demuestra que
Gobierno del
la
Comfeión de
la intervencióii
Perú en
la
ejecu-
supresión de las
REVELACIONES DE MR. PATERNÓSTER
atrocidades es tan nula hoy
gura
iMr.
que
Bell
la
como
99
anteriormente. Ase-
única persona que ha recibido
castigo alguno de las altas autoridades del Perú ha
sido
el
Juez del crimen de Iquitos, a quien se des-
tituyó por haber lanzado órdenes de arresto contra
Compañía.
los principales agentes de la
pecto dice Sir Roger Casement en
"El Tribunal Superior anuló
Zumaeta y destituyó
tra
al
el
A
ese res-
Azul:
Libro
orden de prisión con-
la
Juez, doctor
Valcárcel,
so pretexto de que había abandonado su puesto. Ese
mismo
día tuvo conocimiento
cio iniciado por
el
Zumaeta contra
Tribunal de un
el
a quien acusaba de 'revelación de
jui-
doctor Valcárcel,
documentos
ofi-
ciales.'"
Dice Mr. Paternóster: "Podría haber
de poner
la
las vidas
recolección de
que tuvieran con
peto que exije
El
primer
de los indígenas
empleados en
manos de individuos
caucho en
ellas las
posibilidad
consideraciones y
res-
el
la civilización."
capítulo
de
la
obra
se
titula
Acusa-
ción: en ella nos recuerda el autor que el único re-
medio que tienen esas abominaciones está en la fuerza de la opinión pública, la cual, aunque irresistible,
no ha despertado aún. De parte del Perú nada puede esperarse. Su buena fe es más que dudosa. Sir
Edward Grey publicó
la
el
Libro Azul para apelar ante
opinión pública contra los métodos falaces del
bierno del Perú. Mr. Paternóster,
cia,
con mucha
pide a sus lectores que consideren
para que juzguen por
sí
los
Go-
justi-
hechos
solos de la inacción de ese
PUTUMAYO
EL LIBRO ROJO DEL
100
Gobierno. Acusa
criminales,
Gobierno peruano de ocultar a
al
los
de perdonar sus delitos y de no hacer
nada para impedir
"La sangre de
la
los
renovación de
las atrocidades.
asesinados y torturados
indios
pide justicia— dice Mr. Paternóster— pero es preciso
mirar
al
más
futuro
bien que
pasado." El Gobier-
al
no del Perú, añade, tenía conocimiento, en 1907, por
la
prensa peruana, de las atrocidades, las cuales se
efectuaban todavía en
tuvo
glés
No
la
de
las últimas
ellas.
Putumayo. Mr.
situación, y asegura
el
verda-
que en vista
inmensas consignaciones de caucho,
métodos,
"se ha vuelto a los antiguos
medio
al
vez sobre
Paternóster insiste una y otra
la
público in-
inmediatamente antes de
de Sir Roger Casement
dero estado de
el
conocimiento de
por prim.era vez
había cesado en 1910,
visita
cuando
1909,
del látigo, el
machete y
el
y
que por
revólver, se obli-
ga a los indígenas a trabajar por sus patrones hasta
derramar por ellos
la
última
gota de sangre."
Re-
petimos con Mr. Paternóster que ''en ese hecho debe
buscarse
te libro."
la justificación final
de
la
publicación de es-
CAPITULO
XI
REVELACIONES HECHAS EN EL PARLAMENTO
En
la
época en que se publicó
chos miembros de
la
Cámara de
el
los
Libro Azul, mu-
Comunes
hicie-
ron interpelaciones referentes a los crímenes del Pu-
tumayo. La siguiente servirá para mostrar cuál es
el
sentimiento que prevalece en ese país con respecto
Putumayo: "Se
servi-
rá mi honorable colega, preguntaba Mr. Hall,
tomar
a
la
soberanía peruana en
el
medidas serias para considerar
hacen
los
Estados Unidos a
de saber
fin
nación que deba tener dominio
si
recomendación que
la
Perú es
si el
sobre esa región o
se la debe despojar forzosamente de
ese
domi-
nio?"
Sir Edward Grey declaró en
munes que el relato hecho por
Cámara de los CoRoger Casement
de las atrocidades del Putumayo era la lectura más
horrible que hubiera hecho en su vida, y "que el
Gobierno haría todo
y apoyaría todas
lo
la
Sir
que estuviera a su alcance
de las -demás Po-
las indicaciones
tencias para llegar a la certidumbre de
que
do de cosas había terminado." El mismo
Grey hizo
Cámara de
la
Sir
tal
esta-
Edward
siguiente declaración importante en la
los
Comunes
el 1.°
de agosto pasado:
"Hemos hecho todo
plomática a
que
PUTUMAYO
EL LIBRO ROJO DEL
102
fin
lo
que a nuestro alcance estaba
de probar que era esencial para
Gobierno de esta nación
el
tomara
castigara los criminales e impedir en
delitos.
placer nos
Grandísimo
lo
difícil
saber
sencia de Sir Roger
la
ni
Gobierno
nosotros
del
que
go, es
muy
allí
ni los
el
la
poder promover o apo-
Putumayo.
situación del
sucede hoy. No dudo que
allí
ejerce
el
—y
creo
remota, y
la
intermitente. Estoy
la pre-
vista de
Gobierno del Perú, ¿qué sucederá
Estados Unidos tengan
Perú afirma
criminales cuyos
medidas necesarias para
las
ocasionará
que
atrocidades pertenecen definitivamente
e
la vía di-
Casement impediría todo abuso, pero, en
poca autoridad que
cuando
lo
en
buen nombre del Perú
futaro la renovación de esos
yar medidas que aseguren un cambio total en
"Es muy
el
al
lo
allí
representante? El
haga de buena
acción del Gobierno peruano ha sido
seguro de que
a
— que
fe
menos que
se
allí
tenue
castigue a los
nombres son conocidos y que fueron responsables de
esos horrores, no se puede tener la seguridad
abstengan de cometer nuevas atrocidades con
de que otras gentes se
la
esperanza de quedar
impunes. Mientras no se castiguen esos criminales conocidos, no
atrevería, a
las
pasado. La región, sin embar-
menos de tener informes
me
directos, a cargar con la respon-
sabilidad de dar seguridad alguna o de expresar opiniones sobre la
si-
tuación actual del Putumayo.
"Se ha llamado mi atención sobre otra medida que consiste en impedir la exportación de caucho del Putumayo, cosa que sólo puede hacer el Brasil. Al efecto, he llamado la atención del Gobierno de los Es-
tados Unidos,
pues
el
asunto merece considerarse, y
resuelto a dar algún paso en ese sentido, nada sería
si
más
el
Brasil está
eficaz. Si al-
go se resolviere en este particular, debería hacerse, una vez que los Estados Unidos se convencieran de
cidieran a prestarle apoyo."
la
necesidad de esa medida y se de-
CAPITULO
XII
DERECHOS DE SOBERANÍA DE COLOMBIA
La simple tenencia del suelo no constituye propiedad
Aunque, como lo hemos visto, los
Colombia sobre el Putumayo son, en
anteriores a los del Perú, Colombia no
territorial.
derechos de
ese sentido,
como derecho válido para
sobre el Putumayo y sus afluen-
presenta ese argumento
ejercer jurisdicción
debe hacerlo, empero, puesto que
tes:
dona
el
principio del ut¿ possidetis de
yéndolo con
legalizar su
de
el
Perú aban-
jwe,
sustitu-
fado con el fin de
Tomando, pues, esta base
uti possidetis
usurpación.
el
de
argumentación, encontramos que
la
ocupación
constante del Putumayo por Colombia hasta 1900,
fue usurpada en ese año por una Casa de comercio
peruana que se convirtió, más tarde, en compañía
inglesa.
Esa organización comercial principió sus
tra-
bajos asesinando millares de indígenas colombianos
y muchos ciudadanos de esa misma nación. En tanto
que el mundo entero protesta, el usurpador extranjero, es decir, el
criminal con
el
de retener
a otra nación. Es éste
tión,
sigue adelante
Perú,
fin
el
tierras
su
campaña
que pertenecen
aspecto general de
de cuya consideración debe alejarse
pio del üti possidetis de fado, puesto
que
la
el
cues-
princi-
el
Perú
PUTUMAYO
EL LIBRO ROJO DEL
104
reconoce que
el
tamente
el
uti
Por
territorio en cuestión es neutral.
mayor importancia
possidetis de jure. Con
esta razón es de
la
nuestros lectores se den cuenta clara
estudiar atenel
de que
fin
de los dere-
chos de soberanía que Colombia posee sobre ese
territorio, es
mención de
necesario hacer breve
los
de Colombia que acreditan ese derecho.
títulos
Antes del descubrimiento de América
el
imperio
de los incas no se extendió jamás en dirección oriental
y mucho menos por
el
Norte hacia
El reino indígena de Quito
ción de las llanuras orientales
Conquistados por
tañas.
del siglo XV, ese reino fue
el
Amazonas.
no se extendía en direc-
más
allá
de
mon-
las
incas hacia mediados
subyugado cincuenta años
los
después por Belalcázar; y Orellana, partiendo de QuiÑapo, descubrió y na-
to y descendiendo por el río
vegó
el
el
importante
río
Gobierno de Quito
cias,
a saber:
tioquia; en
ñaris,
el
en
el
que lleva su nombre. En 538
1
incluía cinco
Norte,
centro, Quito,
Calvas y Ayavaca; en
grupos de Provin-
Pasto,
Popayán
y
An-
Tacunga, Puruhá, Cael
Sur,
Huancabamba,
Jaén y Yaguarsongo; en Occidente, Atacama, Caras,
Babas, Túmbez, Paita, Piura y Póseos; en
Orien-
el
Macas, Canelas y Quijos. En 1541, sin embargo,
cuando Carlos V decretó el establecimiento del Go-
te,
bierno de Quito, separó las tres Provincias septentrionales
(Pasto,
Popayán y Antioquia), y
las
aña-
dió a Santa Fe de Bogotá. Separó también algunas
de
las
Provincias occidentales y meridionales y las
agregó a Lima, fijándoles como
límite los ríos
Túm-
soberanía de COLOMBIA
bez y Macara. En
das."
el
lejano Oriente se suponía que
regiones " aún no conocidas
existían
En
el
105
mismo año
ni
conquista-
de Santa Fe
salió
la
expe-
dición dirigida por Hernán Pérez de Quesada, quien
fue
el
primero en descubrir
los ríos
las
regiones bañadas por
Caquetá y Putumayo. Al mismo tiempo Pi-
neda y otros españoles, partiendo de Quito, exploel Amazonas, las cua-
raron las tierras bañadas por
les,
en 1548, constituían provincias dependientes exclu-
sivamente de Quito.
Ñapo y Pu-
Las regiones situadas entre los ríos
tumayo, y entre éste y el Caquetá, eran conocidas
con el nombre de Misiones de Mocoa y Sucumbios
y dependían invariablemente del
hecho
por nadie
discutido
época
primitiva
principiaron
ni
Cantón de Pasto,
contradicho.
a fundarse
En esa
aldeas
en
esas regiones; en 1635 llegaron religiosos francisca-
nos de
Popayán y Neiva y autoridades
civiles
que
formaron colonias en diferentes puntos.
En 1717 y 1739 se constituyó el Virreinato de la
Nueva Granada, en el cual quedó incluida la Presidencia de Quito. Limitaba la Nueva Granada con el
Virreinato del Perú por
el
río
Túmbez
y por
el
río
el Amazonas. Un
Vaca había partido de Loja acompañado de muchos misioneros con el fin de subyugar
a los indios maynas; después de viajar por los ríos
Ucayali, Huallaga y Yavarí, puso a la región el nombre de Maynas, e hizo de ella una Provincia de-
Macara, en su desembocadura en
siglo antes .De
pendiente de Quito. Entre los años de 1616 y 1760
PUTUMAYO
EL LIBRO ROJO DEL
106
los misioneros jesuítas y los oficiales
daron veintidós ciudades en
políticos fun-
las riberas
de esos ríos
y conquistaron cuarenta tribus de indios.
Debido
a la
expulsión de los jesuítas en 1767, las
misiones fueron abandonadas, resultando de
ello la
vuelta de los indios al estado salvaje.
No
existe ley ninguna
paña en
la cual, tácita
forme o modifique
el
1739 que marcaba
o expresamente, se cancele, re-
Real Decreto de 20 de agosto de
la línea territorial
entre los Virreinatos de
Ese
que emane del Rey de Es-
la
Decreto establece a
de jurisdicción
Nueva Granada y el Perú.
Popayán y a Quito como
Nueva Granada, y de acuerdo con él,
Corona de España, cuyos títulos a las regiones
septentrionales del Amazonas quedaban claramente
Provincias de
la
definidos en
las
del
te
el
Tratado de San Ildefonso, hacía que
regiones del
Putumayo formaran
Virreinato de Santa
momento en que
parte integran-
Fe de Bogotá. Hasta
se verificó la
el
independencia sur-
americana, las autoridades del Virreinato de Santa Fe
ejercieron jurisdicción pacífica sobre toda la región
septentrional del
Después de
la
Amazonas.
emancipación
de Suramérica
nuevas Repúblicas aceptaron y proclamaron
cipio del utí possidetis juris de 1810
el
las
prin-
como base de
sus límites territoriales. Es decir, convinieron en garantizar la
tal
como
ma forma
integridad de sus
respectivos
dominios
había existido hasta ese año y en
la
mis-
en que había sido establecida por las cé-
dulas de los Reyes de España
que crearon
los Vi-
SOBERANÍA DE COLOMBIA
Generales o Presidencias
rreinatos, Capitanías
más tarde
Constitución del Congreso de Angostu-
razón
ra
de 1818 dice que
la
Colombia "será
fijarán
el
de
el territorio
la
República de
mismo que antiguamente forma-
Capitanía General de Venezuela y
la
nato d2
la
que
vinieron a ser Estados Soberanos. Por es-
ta
ban
107
Nueva Granada, cuyos
posteriormente, en circunstancias
rables." La
el
Virrei-
límites precisos se
más favo-
misma cláusula figura en la Constitución
el Congreso de Cúcuta. Una y otra
que dictó en 1821
se refieren a
la
Real
Cédula de 1739 que
sirve de
base a los derechos de Colombia en relación con
el
Perú.
En
1824, en
una ley aprobada por
Colombia sobre
afirmaba "que
el
de
el
Congreso de
territoriales,
se
Departamento de Azuay incluye
las
No
te-
fijación
límites
Provincias de Cuenca, Loia, Jaén y Maynas."
nemos
tra
noticia de
que
esa ley que definía
el
Perú protestara jamás consoberanía de Colombia so-
la
bre Jaén y Maynas. En una ley aprobada por
greso de Bogotá en 1830 se repite
la
las
diciendo que
"el territorio de
la
el Conmisma fórmu-
Colombia
Provincias que antiguamente constituían
incluye
el
Vi-
Nueva Granada y la Capitanía General
de Venezuela." Nueva prueba de lo dicho se enrreinato de
cuentra en los artículos
í
y 3 de las Constituciones
de 1853 y 1863, respectivamente, que dicen: *'E1 antiguo Virreinato de
la
Nueva Granada, que formaba
Colombia y que ha
República de la Nue-
parte de la antigua República de
venido a formar últimamente
la
9
EL LIBRO ROJO DEL
108
PUTUMAYO
va Granada, se constituye en República
democráti-
y soberana, independiente de toda autoridad, dominación o potencia extranjera. Las fronteras
ca, libre
del territorio de los Estados
las
Unidos de Colombia son
mismas que en 1810 separaban
rreinato de
Nueva Granada de
el territorio
las
del Vi-
Capitanías Gene-
Venezuela y Guatemala y de las posesiones
portuguesas del Brasil. Por el Sur, los límites serán,
rales de
provisionalmente, los mismos que define
celebrado con
el
Ecuador
el
Tratado
el
9 de julio de 1856. Las
demás fronteras serán las que hoy separan al Ecuador
y a Colombia del Perú." Ese mismo artículo figura
en la Constitución de 1886. Los textos que hemos
citado de las varias Constituciones prueban que Colombia ha mantenido persistentemente
tradición de
la
sus derechos, sin que en ello hayan tenido
influencia sus
muchos cambios
la
políticos. Es,
menor
además,
evidente que cuando las Constituciones arriba men-
cionadas decretaron que
lombia fuera
el
Granada esto se
mismo
nacional de Co-
Virreinato
refería a los límites
de
la
cepción de
la frontera
la
la
Nueva
de fronteras
Real Cédula de 1739, con
dicados en
Después de
el territorio
del
la
in-
sola ex-
ecuatoriana.
independencia ningún territorio del
continente suramericano quedó a despota, es decir,
sin
propietario, de
adquirir
tal
manera que ningún Estado podía
territorio
como
quistador. Ese principio
su
descubridor o con-
particular del
Derecho
In-
ternacional americano fue espontáneamente aceptado
en su origen, siendo corroborado más tarde portra-
soberanía de COLOMBIA
tados. Fue uno de ellos la alianza firmada en
Panamá
blea Internacional de
el
109
la
Asam-
15 de julio de 1826
por los Plenipotenciarios de Colombia, Perú, Méjico y América Central. En 1848 se firmó también un
tratado de federación por los Plenipotenciarios de
la
Nueva Granada, Perú, Ecuador,
el
Solivia y Chile, en
cual se declaraba que las Repúblicas confederadas
" tenían
derecho para mantener los límites de sus
rritorios tal
como
se libertaron de
ellos existían en la
España y en que
te-
época en que
existían
mu-
los
chos Virreinatos, Capitanías Generales o Presidencias en
que se dividió
Ministro peruano
el
la
América española." En 1853
Tirado declaró que admitía
principio del uti possidetis que expresaba
el
el
estado
de cosas que existía con respecto a los límites
te-
en 1810 y que está vigente en los asuntos referentes a derechos territoriales entre las na-
rritoriales
ciones americanas. Puede aducirse prueba mayor
mismo
efecto para demostrar
que
nocido en sustancia y en hecho
possidetis de 1810, pero
como base
el
como
el
el
al
Perú ha reco-
principio del uti
esas pruebas tienen
reconocimiento y admisión por parte
del Perú, es inútil estudiarlas.
En 1822
el
Gobierno
del
Perú incluyó en un De-
creto sobre circunscripciones electorales las Provincias
de Jaén, Quijos y Maynas. Esto, naturalmente,
no indicaba intención alguna de incluirse las
situadas al Norte del Amazonas, pues aun en
de
tierras
el
caso
que se supusiera que Maynas formaba parte del
antiguo Virreinato del Perú, su jurisdicción nunca se
EL LIBRO ROJO DEL
lio
extendió más
allá
Sin embargo,
río.
de
el
la
ribera
PUTUMAYO
septentrional de ese
Gobierno de Colombia protes"que
tó contra ese procedimiento del Perú, diciendo
consentía,
si
el
para reclamar
Perú se apoyaría en
título
5 de julio de 1822 anuló
las
circunscripciones
Dando
el
de su empeño, y
el
Decreto que incluía en
electorales a Jaén
así satisfacción
conocía
tarde
de soberanía sobre esa región."
Gobierno del Perú desistió
El
más
ello
plena a Colombia,
y Maynas.
el
Perú
re-
derecho de soberanía de esa nación so-
el
bre tales Provincias.
Un año más
Lima un convenio según
el
cual
tarde se firmó en
ambas Repúblicas
aceptaban "como límites de sus respectivos
territo-
mismos que primitivamente pertenecieron a
de la Nueva Granada y el Perú."
La situación del Perú en esa época era sumamen-
rios los
los Virreinatos
debido a su guerra de independencia con-
te crítica,
tra
España.
sufridos
A
por
consecuencia
las
tropas
de los graves
peruanas,
el
reveses
Gobierno
del
Perú se vio obligado a pedir ayuda a Colombia. Bolívar consintió en enviar 6,000
Perú;
al
bia cumplirá su deber con
pas
al
el
el
del
"Colom-
Perú enviando sus tro-
Potosí. Volverán nuestros soldados a sus ho-
gares y a su patria trayendo
sa
hombres en apoyo
hacerlo, manifestó así su opinión:
como
recuerdo del apoyo que
ruanos en
la
conquista de
única recompen-
prestaron a los pe-
la libertad.
Colombia no
exige una sola pulgada de suelo peruano, porque su
seguridad, su gloria y su felicidad consisten en preservar su propia libertad, dejando que sus hermaiías
soberanía de COLOMBIA
repúblicas gocen
111
Cumplié-
independencia."
de su
ronse tales aspiraciones, y las victoriosas tropas co-
lombianas regresaron a
los laureles alcanzados
negó a pagar
la
patria
llevando tan sólo
por su heroísmo. El Perú se
los gastos
hechos por Colombia, que
constituyeron sencillamente
precio de su indepen-
el
dencia.
Fue entonces cuando Bolívar, ansioso de evitar una
guerra con
Perú, envió a
el
Lima una Comisión de
paz que no fue recibida por
el
Gobierno peruano.
El Perú en seguida bloqueó a Guayaquil, y
dice
la
como
lo
Mariscal Sucre, "invadió con 8,000 soldados
el
tierra
de sus libertadores, pero fue derrotado por
4,000 colombianos
el
27 de febrero de 1829," en
la
batalla de Tarqui. Posteriormente el Mariscal Sucre,
como
en la época se dijo, "firmó con una pluma de
paloma un tratado de paz que debiera haber arrancado,
como
conquistador, con
la
punta de su espa-
da." En vez de seguir adelante y de destruir com-
pletamente a los invasores, planteando en Lima las
condiciones
miento de
la
Maynas y
al
de paz,
que se reducían
al
reconoci-
soberanía de Colombia sobre Jaén y
pago de las costas de la guerra de la
Independencia, Sucre se limitó a nombrar delegados
por cuenta de
Colombia para que suscribieran
convenio de Jirón, en
límites
el
cual se estipulaba que
de ambas naciones serán arreglados por una
Comisión que tomará como base de dichos
la
el
"los
límites
demarcación política que existía en agosto de 1809
entre los Virreinatos de la
Nueva Granada y
el
Perú."
EL LIBRO ROJO DEL
112
PUTUMAYO
Pocos meses después firmóse un nuevo tratado
que fue promulgado ese mismo año como
definitivo
ley colombiana. Era el tratado de Guayaquil, en cu-
yos artículos
5,
6 y 7 se estipulaba que los limites
de los respectivos territorios serían los mismos que
los
la
de los antiguos Virreinatos antes de verificarse
independencia suramericana. Ese tratado constitu-
ye un
título incontrovertible,
lombia y
Ecuador con
el
el
y fue formado por Cofin
defenderse con-
de
proditorios de los peruanos. Ese tra-
tra los actos
tado da fuerza
al
batalla de Tarqui.
statu quo que existía antes de la
Además, en
vista del
hecho que
esa batalla debía decidir, a falta de un arreglo por
ja vía diplomática,
sobre cuál de los beligerantes de-
bía ser propietario de las dos Provincias de Jaén y
Maynas, es claro, aun pretendiendo que los títulos
anteriores no poseyeran suficiente validez, que la
Colombia presupone un derecho incues-
victoria de
tionable.
En ese entonces, naturalmente, nadie poque años después
día suponer
risdicción sobre regiones
tensión de tierra que va desde
nas hasta
la
Durante
cima de
las
mucho tiempo
Perú reclamara
el
ju-
que comprenden una exel
Norte del Amazo-
montañas vecinas a Pasto.
el
Perú negó
el
derecho
que Colombia tuviera para inmiscuirse en las cuestiones de límites entre el Ecuador y el Perú, dando
como razón que, como las fronteras del Perú no
coexistían con las de Colombia,
el
asunto concernía
Perú y al Ecuador. Convengamos teóricamente en que Colombia no posee una frontera
únicamente
al
soberanía de COLOMBIA
común con
arreglar
el
Perú y que es
teóricamente sus
el
113
Ecuador quien debe
de límites con
litigios
el
Perú, cosa que no puede afectar en manera alguna
territorio del
el
Putumayo. La Nueva Granada y
el
Ecuador se separaron en 1832, y de esa fecha en
adelante, desgraciadamente los dos Gobiernos no han
adoptado una actitud igual con respecto a sus controversias de límites con
En
ció
la
acción
Perú.
el
Perú no ejer-
alguna, de. hecho o palabra,
situadas
tierras
el
primera mitad del siglo xix
Norte del Amazonas.
al
de 1829 estableció
el
sobre
las
La guerra
derecho de Colombia sobre
las
Provincias meridionales de Jaén y Maynas. Sin em-
bargo, en 1853, cuando
Gobierno del Perú dictó
el
un Decreto para establecer
política
la
Gobernación
de Loreto, que abrazaba todo
que comprendía
la
el
militar
y
territorio
antigua Provincia de Maynas, Co-
lombia protestó inmediatamente, basándose en
de-
el
recho del üti possidetis.
Años más tarde
el
Perú,
sin tener
en cuenta
el
Tratado de 1777 entre España y Portugal, celebró
un tratado con el Brasil para la delimitación de fronteras,
que fue
la línea
la
cambiado más tarde cuando se
de demarcación
desembocadura
del río
Apaporis a otro punto
tuado cincuenta millas arriba de
del
el
Putumayo. Según
Perú cedía
la
que no
le
como soberano de
desembocadura
pertenecían: su se-
creta intención era, indudablemente,
reconociera
si-
de ese 'tratado,
los términos
territorios
fijó
desde un punto cercano a
la
la
de que se
región situada
le
al
EL LIBRO ROJO DEL
114
Occidente
de
línea
la
PUTUMAYO
indicada. El
no
tratado
fue
puesto en conocimiento de Colombia, pero posterior-
como fue descubierto, Colombia
ambos Gobiernos, haciendo mención de
mente, tan pronto
se dirigió a
los
derechos que
Como
le
asistían
resultado de tales
sobre esos territorios.
gestiones,
Brasil decla-
el
que no tenía conocimiento de que
ró
territorio
el
en cuestión hubiera sido transferido
al Perú, y que
Colombia lograba hacerlo reconocer como propio
si
Brasil aceptaría esa solución.
el
Teniendo conocimiento
de
la
como
Ministro de Relaciones
el
cuenta
el
Perú se preparaban a llevar a cabo
delimitación de fronteras sobre
se dirigió
tenía
de su Gobierno y de que tanto
las protestas
Brasil
el
Colombia de que no se
Exteriores de
el
terreno mismo,
nuevamente a esos Gobiernos presentan-
do una protesta más fuerte aún. No por eso se obtuvo que los dos Gobiernos no llevaran a efecto
la
delimitación actual de fronteras, porque en 1873 una
comisión nombrada
al
ca de lindero en
la
y Putumayo
Con
(1).
efecto plantó un poste o mar-
confluencia de los ríos
el
fin
Cotuhé
de llegar a ese punto,
Comisión tuvo que pasar adelante del lugar ocupado por un oficial del Gobierno de Colombia, cuya
la
casa y oficina estaban situadas un poco más abajo,
(1) El
Perú reclama hoy jurisdicción
Putumay.).
12-Long.
mite del
Las inscripciones
6')^
41
10;
Perú— 26 de
Manuel Pardo."
(2)
al
Norte de
Limito do Brazil— 23 de
julio
de
(1)
julio
1873— Presidente de
cabeceras del
las
de los postes decían:
la
de
"Lat.
2« 53,
1873; (3) Li-
República,
don
soberanía de COLOMBIA
en
Putumayo. La jurisdicción que por cuenta de
el
empleado se extendía has-
su Gobierno ejercía ese
ta la
el
desembocadura
Comisario del
Putumayo; por esa razón
del
Brasil,
en nota dirigida a
que "había observado que
taba
115
mucho más
arriba del sitio en
él,
decía
de frontera es-
la línea
que habitaba ese
empleado y desde el cual ejercía jurisdicción por
cuenta del Gobierno de la Nueva Granada, ya para
inspeccionar
esa parte del
chos de exportación sobre
cobrar dere-
o para
río
que bajaban
los artículos
al Brasil"; en conclusión, advertía
solemnemente
al
empleado colombiano "que debía abstenerse de continuar en
el
ejercicio de dichos
poderes en
la
región
Putumayo desde el punto en que éste entra al
Amazonas hasta el punto en que había colocado la
marca del lindero." En otras palabras, la nota cladel
ramente establece
1873
hecho de que hasta
el
el
año de
Colombia había gozado pacífica posesión de
la confluencia del Putumayo con
Amazonas, ya fuera para la inspección de la parte
inferior del Putumayo, o para el cobro de derechos
esas regiones hasta
el
de exportación sobre los artículos que bajaran
sil."
Esto prueba además que
tuado más
allá del
Posteriormente
res de
río
el
el
Brasil
Brasi-
Putumayo.
Ministro de Relaciones Exterio-
Colombia, en nota dirigida
Brasil, protestó
al
quedaba
contra
la
al
Gobierno
del
demarcación de fronteras
mencionada y declaró que el Gobierno de Colombia
no tenía conocimiento de que el Brasil tuviera derecho para
proceder de esa
manera. El Presidente
EL LIBRO ROJO DEL
116
Estado del Cauca dirigió también
del
nota
al
las fuerzas
que ocupan
los colonos
extensión de
a
todos los colonos y léales en voz alta
Secretario de
la tierra
cabeza de dichas
la
extranjeros.
memorándum de
el
3.
Reúna
nuestro
Relaciones Exteriores. Corte en seguida los árboles,
cuidado de llevar a
que contenga
A
2.
desplegadas y a tambor batiente, recorra toda
la
4.
siguiente
que he mencionado.
los árboles
de que tenga necesidad.
fuerzas, con banderas
niendo
la
Prefecto del Caquetá:
"Proceda inmediatamente a cortar
Tome
1.
PUTUMAYO
la señal
la capital
de
la
región la parte
de que habia servido para demarcar
te-
del árbol
la frontera.
Levante un acta en que conste que se dio cumplimiento estricto a
las instrucciones anteriores,
colonos.
5.
abandonar
alli
y hágala firmar por los prominentes de los
Notifique inmediatamente después a los colonos que deben
el
territorio sin
demora, y que
si
quieren
autoridad nacional y de que gozan posesión de
Estados Unidos de Colombia.
los
seguir
viviendo
deben prestar juramento de que reconocerán y obedecerán nuestra
la tierra
en nombre de
Esto debe constar en un documento
firmado por dichos colonos, a quienes leerá usted en voz alta nuestra
Constitución Nacional y la del Estado Soberano del Cauca. Si hubiere
en esas regiones una fuerza o guarnición extranjera, envíe notificación
escrita a su Jefe para
que desocupe
el
territorio
de que ofrezca resistencia o de que desobedezca
hacer uso de
dirija
la
fuerza
una protesta
armada que
a! Jefe
de
lo
sin
la
demora. En caso
orden, usted debe
acompaña. En caso contrario,
las fuerzas hostiles,
dando cuenta de
ello
Debe usted también enviar un informe dede cuanto suceda. Debe usted también tomar las precauciones
a esta Oficina sin demora.
tallado
más
estrictas para impedir
que se cometa ningún otro acto de usurpa-
ción contra nuestro territorio. Informe inmediatamente a esta Secretaría
de cuanto suceda."
Después de que fueron cortados
tes
ra,
que sirvieron para
las partes
de
demarcar
los árboles o posla
ñales mencionadas iueron llevados a
de permanecieron muchos
ron. El
línea
de fronte-
aquellos en que figuraban las se-
aíios,
Mocoa, en don-
hasta que se pudrie-
Gobierno de Colombia, pues, no se
protestar por escrito, sino que replicó
al
limitó a
acto de
la
soberanía de COLOMBIA
Comisión de fronteras destruyendo
linderos y
restaurando
la
las
117
marcas de
que había sido interrumpida, aunque solamente
hasta
papel,
el
el
los
de Colombia
jurisdicción
en
Amazonas. La conducta del
río
Perú y del Brasil es tan absurda como el caso imaginario de Alemania y Austria al fijar límites propios
dentro de los territorios británicos en
tral.
Además, hoy
nía sobre el
el
África Cen-
el
Perú pretende poseer sobera-
Putumayo hasta Pasto. Colombia pue-
con igual razón y justicia, establecer su derecho
de soberanía hasta Cuzco, y, en verdad, con mayor
de,
justicia,
puesto
que
el
dominio del Perú sobre
región que forma parte de
Maynas
la
antigua
como ya
está sujeto,
hemos
lo
la
Provincia de
visto, a
un
litigio.
Para reforzar
los
derechos de soberanía que Co-
lombia ha reclamado siempre sobre
Putumayo, copiamos
nota dirigida en 1875 por
territorio del
el
tomado de una
siguiente,
lo
Ministro de Relaciones
el
Exteriores de Colombia con referencia a
ción de marcas de lindero en
ella se
de
la
el
río
la
coloca-
Putumayo. Por
verá que en ningún tiempo, desde
la
época
independencia, ha dejado Colombia de mante-
ner y defender esos derechos:
"La pretensión para establecer una
de Colombia sin
el
sus derechos soberanos, contra la cual
"Desde
el
línea de fronteras en territorio
permiso de esta nación constituye una violación de
me veo
en
el
año de 1855, y especialmente durante
plomática que se verificó entre
sentantes del Imperio del Brasil,
de 1S37 y 1839, se demostró que
deber de protestar.
la
controversia di-
Gobierno de Colombia y los repreen la ciudad de Bogotá, por los años
el
la jurisdicción
de Colombia se exten-
EL LIBRO ROJO DEL
118
PUTUMAYO
Amazonas, es decir, hasta el Avatiparaná. Como
Putumayo en toda la extensión de su curso corre por territorio
día hasta la ribera del
el
río
colombiano, cualquier
alteración en la línea de fronteras es un proce-
dimiento que no va encaminado ciertamente a promover relaciones cordiales y corteses entre los dos países."
En
los archivos
mentos
oficiales
de Lima
existen
muchos docu-
en que se reconoce que Colombia
ejerce jurisdicción sobre las
riberas del
Amazonas.
CAPITULO
XIII
NEUTRALIDAD DEL PUTUMAYO
Solamente como materia de interés académico y
como prueba de que el Perú ha reconocido en los
últimos años
mayo, sobre
la
de
neutralidad
la cual, sin
la
región
del Putu-
embargo, pretende hoy
ejer-
cer jurisdicción exclusiva, los varios convenios pro-
Colombia y
Perú son de poca importancia y no merecen es-
visionales celebrados desde 1904 entre
el
tudiarse
detalladamente. La ocupación
por una compañía
dad
territorial.
ruanos en
el
Esa es
la
Putumayo.
base de los
Si
la
territorio
derechos pe-
forzáramos un poco
argumento podríamos decir que dicho
tenece a
de
no constituye propie-
comercial
Gran Bretaña, puesto que
el
territorio per-
tales
derechos
fueron propiedad de una compañía inglesa. Los con-
venios de
modas
vivendi a que pronto haremos re-
ferencia no afectan en
manera alguna
la
cuestión de
propiedad.
En mayo de 1904
entre
bia,
ción
el
en
se firmó un convenio
Gobierno del Perú y
el
el
en Lima
Ministro de Colom-
que una y otra naautoridades que habían esta-
cual se especificaba
mantendrían
las
blecido en los ríos Caquetá y Ñapo, respectivamente.
Dicho convenio fue revisado en Bogotá en 1905.
PUTUMAYO
EL LIBRO ROJO DEL
120
resolvió que
Entonces se
de línea
Putumayo
río
el
divisoria entre las zonas que
mente debían ocupar
sirviera
provisional-
dos Repúblicas, convinién-
las
dose además en establecer una doble aduana en
desembocadura de Cotuhé, en
la
la
cual debería situar-
se un Inspector colombiano.
Los impuestos de exportación sobre
el
caucho y
los de importación sobre mercancías extranjeras de-
bían
dividirse por partes
desde
ciones
convenio.
día en
el
iguales entre las dos na-
que entrara en vigencia
Cada nación debía
el
de
cubrir los gastos
sus propios empleados en
do que
al
la
la aduana, y era entendimercancía importada no pagaría derechos
pasar por
la
aduana de
Iquitos.
Una y
otra nación
gozarían de iguales facilidades de comercio en
la re-
gión, y sus buques podían navegar libremente en
Putumayo. El convenio en cuestión no implicaba
el
re-
nuncia o reconocimiento de derechos territoriales por
parte
de una nación en favor de
estipulaba
que
los intereses
la
otra; en
él
se
de los negociantes pe-
ruanos o colombianos serían respetados o protegidos.
El 6
de
julio
de
1906 se firmó un nuevo conve-
nio en Lima, y en vista del tratado de arbitraje ce-
lebrado en Bogotá
el
año
anterior, los
nos convinieron en mantener
tumayo.
Ambas
el
dos Gobier-
statu quo en
el
Pu-
naciones convinieron en retirar du-
rante la situación temporal así creada todas las guarniciones,
autoridades civiles o militares
establecidas en
la
región. El
y aduanas
nuevo convenio no im-
NEUTRALIDAD DEL PUTUMAYO
plicaba reconocimiento ni
de una
rritoriales
121
abandono de derechos
nación en favor de
te-
Am-
la otra.
bas Repúblicas gozarían de iguales derechos de co-
mercio y los ríos navegables serían igualmente abiertos a sus buques.
Como
resultado
mero de
Colombia
convenio,
del
Oficiales, en tanto
sus
que
el
Perú aumentó
greso del Perú no aprobara
y como
los
el
nú-
y más en su
animándolos más
los suyos,
obra de usurpación. Posteriormente,
retiró
el
como
el
Con-
Tratado de Arbitraje,
peruanos continuaran avanzando en
te-
Gobierno de Colombia se se-
rritorio discutido, el
paró del convenio de modas vivendi de 1906 e
in-
formó al Gobierno del Perú que no podía permitir
que en virtud del modas vivendi el territorio oriental
de Colombia fuera convertido en asilo de ban-
didos.
En
abril
de 1909 se firmó en Lima
el
célebre pro-
tocolo a que hacen referencia los artículos de Trath.
Se convenía en nombrar una Comisión internacional
que investigara sobre
los
crímenes del Putumayo
indemnizara a los damnificados y a
las víctimas.
Como
efecto, se firmó en
abril
el
el
e
familias de
protocolo no fuera llevado a
Bogotá un nuevo convenio en
de 1910, según
cional debería fijar
las
el
cual
monto de
una
la
Comisión interna-
indemnización paga-
dera por uno de los dos países
al otro por los daños
causados a sus ciudadanos, a sus autoridades y a
sus propiedades hasta la fecha del convenio. De-
bería también iniciarse una investigación judicial con
objeto de que
el
PUTUMAYO
EL LIBRO ROJO DEL
122
fueran juzgados y
criminales
los
castigados. La Comisión internacional debía reunirse
cuatro meses después de firmado
el
convenio y es-
taba facultada para nombrar y despachar comisiones
a
donde fuera necesario en busca de datos. Con
de decidir cuál de
fin
cargarse
oficiales
del
o
las
de los criminales, fueran éstos
juicio
particulares,
delitos ¡labían sido
ninguna de
las
convino en
se
cometidos en
que
si
la
juzgados de acuerdo
época, los criminales serían
con
leyes de la nación a
las
que pertenecieran. Este Convenio tampoco fue
El último
los
territorio *en el cual
dos partes contratantes tenía autori-
dades constituidas en
vado a efecto
el
dos naciones debería en-
lle-
(1).
convenio lleva
fecha de 19 de julio
la
de 1911, y fue firmado en Bogotá. Su única importancia es la de que en la época en que fue celebrado,
el
Gobierno peruano despachaba tropas organi-
zadas en Lima para que atacaran
lombiana de La Pedrera. En
la
guarnición co-
convenio se estipu-
dos naciones admitía los
laba que ninguna de las
derechos de
el
la
otra sobre
el
Putumayo.
del Perú se comprometía, además, a
La Pedrera acto ninguno de
El
Gobierno
no cometer en
hostilidad contra los co-
lombianos.
(1)
casti.10
El convenio
de
contenía
los criminales,
vista de las protestas
que
las
el
mismas
cláusulas, con
referencia
al
protocolo de 1939, que fue firmado en
de Colombia ante
el
Gobierno del Perú en VM^
y 1JJ3 contra los crímenes que se cometían en
el
Putumayo.
NEUTRALIDAD DEL PUTUMAYO
123
TRATADO DE ARBITRAJE
Como
se ha dicho anteriormente, se firmó en
905, un
gotá, en setiembre de
para
la
definición de h'mites, el cual fue
mente confirmado en Lima por
dus vivendi de 6 de
nombrar como
que decidiera
Su Santidad
fronteras a
sustancial-
convenio de mo-
el
de 1906. Se convenía en
julio
arbitro
Bo-
tratado de arbitraje
el
la
cuestión de
Papa.
PROPOSICIÓN DEL SENADO DE COLOMBIA
En setiembre
del
año pasado
el
Senado de Co-
lombia aprobó unánimemente una proposición en que
como
Gobiernos de Inglaterra y de los
Estados Unidos, creyendo erróneamente que el Perú
decía que,
soberanos sobre
tenía títulos
bían dirigido
que pusiera
los
al
fin
el
Putumayo, se ha-
Gobierno del Perú con
el
objeto de
a las atrocidades cometidas por los
peruanos con los indígenas del
bia proclamaba una vez
jurisdicción sobre
el
Putumayo, Colom-
más su derecho único de
territorio
en cuestión, y declara-
ba que, aunque del año de 1901 en adelante
los cau-
cheros peruanos hubieran despojado y robado a los
colonos
colombianos, no
por eso renunciaba a su
dominio sobre esas regiones.
Tal vez no esté lejano
los derechos
el
de Colombia,
día en que, reconocidos
el
actual conflicto de in-
tereses entre las dos Repúblicas
pueda convertirse
en rivalidad benéfica que fomente
la
obra de
la ci10
EL LIBRO ROJO DEL
124
vilización en esas lejanas
PUTUMAYO
comarcas.
A
ello contri-
buiría eficazmente la celebración de un convenio
ar-
mónico con naciones que, como
Bolivia, Brasil y el
Ecuador, tienen intereses en
hoya
zonas.
la
De
la
concordia, realizándose así
Humboldt, quien previo
Amazonas
dría añadirse
ejemplo de
el
la
cazmente cooperó a
profecía
que
la
del
poderosas y
sería
Amapaz y
gran
las riberas del
común de muchas
libres,
que nada
la
día en
el
serían herencia
y centro de ciudades
guir
del río
esa manera podrían cimentarse
razas
ricas.
más hermoso que
Legión Británica, que tan
la
Poseefi-
independencia de Colombia,
haciendo que los zapadores del progreso completaran
ticia
la
obra de esa independencia estableciendo jus-
igual para cuantos habitan las regiones del
tumayo.
Pu-
CAPITULO XIV
EL ARBITRAJE
COMO ÚNICA SOLUCIÓN
Gobierno del Perú asegura que ejerce
El
ción sobre
Putumayo,
el
menes cometidos con
de
— dice
Sir
jurisdic-
relato de los crí-
prueba evidente
"Llevaba conmigo
dominio.
Jorge Casement en su informe— una carta
de autorizaciones dirigida por
vincia de Loreto a los
nía el
el
los indios es
ausencia de ese
la
pero
el
Prefecto de
la
empleados que, según
Gobierno del Perú en
confesar que no encontré
allí
el
Pro-
él,
te-
Putumayo. Debo
autoridades ningunas
Gobierno peruano."
del
Es cosa sabida que
Sir
publicación del Libro Azul
vamente de que
el
Edward Grey ordenó
al
convencerse
la
definiti-
Gobierno peruano no tomaba me-
alguna para castigar a los criminales o para
impedir que se renovaran las atrocidades. Con ese
dida
fin
inició
enero
negociaciones diplomáticas con
de 1911
el
el
Perú en
Secretario de Relaciones Exterio-
demorando la publicación del Libro Azul hasta
julio de 1912. En un telegrama que con fecha 21 de
res,
abril
de 1911 dirigió
teriores a la
el
Secretario de Relaciones Ex-
Legación inglesa en Lima, encontramos
las siguientes palabras:
EL LIBRO ROJO DEL PUTUA4AY0
126
"El Gobierno de
mado por
el
M. no duda que
S.
el
Gobierno del Perú está
deseo de investigar plenamente
criminales a quienes se
menciona en
los peores delitos, pero
ción piensa iniciar
el
querría
el
Parlamento
al
la
mayor brevedad, qué
ac-
de arrestarlos. Tie-
el fin
seguridad de que
Perú está resueltamente determinado a poner
del
ani-
conducta de aquellos
telegrama como culpables de
saber, a la
Gobierno del Perú con
ne esto por objeto dar
la
fín a los
el
Gobierno
excesos co-
metidos contra los indígenas y a impedir su renovación."
En
pruebas que
vista de la ausencia absoluta de
demostraran por parte del Gobierno del Perú intención verdadera de castigar a los culpables, se orde-
nó
la
publicación del Libro Azul,
como primera me-
dida para introducir las reformas en
Termina ese
libro
Putumayo.
el
con una carta dirigida
nio de 1912 por Sir
Edward Grey
al
el
27 de ju-
Embajador
in-
Washington, y en la cual dice, entre otras
cosas, lo siguiente, que no puede ser más significaglés en
tivo:
"Más
de setenta y cinco toneladas de caucho fueron embarcadas en
Iquitos, en
el
abril
pasado
(1912),
como resultado de una de
más
las
grandes consignaciones individuales extraídas del Putumayo en los
timos pocos años. La cantidad
exportada del
l.o
de enero
al
de abril de este año (lyl2), ¡guala a las tres cuartas partes de
úl-
último
la
pro-
ducción total de 1911. Ese resultado puede alcanzarse únicamente con
la
continuación del antiguo sistema de trabajo forzoso."
Esto no
exige comentario, pero
cordar que inmediatamente antes
cionada figura en
sidente
en
el
del
el
sí
de
debemos recarta men-
la
Libro Azul un Decreto del Pre-
Perú, fechado
el
22 de
abril
de 1912,
cual se hace referencia a los crímenes cometi-
dos en
el
Putumayo antes de
1907.
Nada
se dice de
COMO SOLUCIÓN
EL ARBITRAJE
los crímenes
de
127
cometidos durante ese año o después
él.
Al rendir declaración ante
la
de los Comunes, Mr. Cubbins, antiguo Presi-
Cámara
dente de
Peruvian
la
hecho de que
hiciera
Comisión Selecta de
la
el
Amazon
una reclamación ante
manifestó que el
Co.,
Gobierno de
Estados Unidos
los
Gobierno
el
Perú para
del
que se indemnizara a su ciudadano Mr. Hardenburg por
las
pérdidas sufridas por
ba que
cía
el
que
samente
Gobierno de
el
la
en
él
los
Putumayo, indica-
el
Estados Unidos recono-
Putumayo pertenecía
aplicación de ese
que sirve de base
al
al
Perú. Es preci-
de lógica
sistema
lo
Perú en sus afirmaciones sobre
su pretendida soberanía en
laciones sensacionales
Putumayo. Las reve-
el
hechas
en
el
informe de Sir
Roger Casement, han hecho patente ante
la
opinión
que una Casa peruana organizó y llevó a
cabo un sistema de crueldades increíbles contra los
pobres indios que habitaban la región cauchera por
pública,
ellos explotada.
Formóse una Compañía
inglesa para
aprovechar ese sistema, pero como los agentes de
la
Compañía eran ciudadanos peruanos, su castigo
al Gobierno del Perú. En tales circuns-
correspondía
tancias
no es sorprendente, en ausencia de decla-
raciones en contra, que
rado y descrito
el
territorio
que se acentuó aún más con
envío de
las
fuera
conside-
generalmente como peruano, cosa
la
publicidad
dada
dos misiones religiosas enviadas con
de que se establecieran en
el
actuación del Foreign Office
Putumayo. Además,
facilitó al
al
el fin
la
Gobierno del
EL LIBRO ROJO DEL
128
Perú
proclamación de sus pretensiones en
la
En
terior.
PUTUMAYO
julio
de 1911, cuando
se
negociaciones diplomáticas entre
Gobierno
del Perú,
se especificaba
que
la
el
el
Foreign
Putumayo. En
el
Perú reconocerían
que
ción, y
do con
las leyes
el
ni
el
año an-
Colombia
ni
el
de una u otra na-
país en que hubieran nacido.
del
hiciera justicia y de
los criminales
peruanos sirvió de
Perú para formular planes de Gobierno
al
Putumayo, bajo
el
cual
serían juzgados de acuer-
natural de que se
que se castigara a
en
que
jurisdicción
la
el
derecho adquirido so-
convenio firmado
los criminales
Un deseo
pretexto
el
también
terior se estipulaba
Office
ocupación peruana no signi-
ficaba en manera alguna un
bre
Ex-
Ministro del Perú en Bo-
y
gotá firmaba un convenio con Colombia en
el
el
efectuaban las
la
presión internacional y con
propósito aparente de salvar a los indios de ma-
nos de sus propios nacionales. Nadie
que
el
Perú ha perdido
que
región. El hecho de
el
puede dudar
derecho de gobernar esa
los criminales
estén impu-
nes es un argumento formidable en favor de un arbitramento que determine las fronteras del Perú y de
Colombia, decidiendo a cuál de
debe corresponder
el
indios esparcidos en
manejo de
las
las
dos Repúblicas
los destinos de los
vastas regiones del Putu-
mayo.
Eso precisamente formaba
tido por Mr. Brys,
ton, a sir
1912, en
la
base del consejo emi-
Embajador inglés en Washing-
Edward Grey, con fecha
el
cual decía:
12 de enero de
COMO SOLUCIÓN
EL ARBITRAJE
"Tengo
para que
el
convencimiento de que ha llegado
el
Gobierno de
nea de acción común con
M. sugiera
S.
el fín
129
momento oportuno
el
a los Estados Unidos una
de acabar, de una vez por todas, con
régimen de crueldad y de oprobio existente hace tiempos en
lí-
el
Putu-
el
mayo.
"La
el
presión combinada de Inglaterra y de los Estados Unidos sobre
podría obligarlo no solamente a regularizar sus
Gobierno del Perú
títulos
de propiedad sjbre esa región, ya por medio de arreglo direc-
to o de arbitraje con Colombia, sino
blecimiento de
que también propendería
una administración correcta sobre
gión que correspondiera
al
la
parte
Times
al
el
esta-
la re-
Perú."
Ese mismo consejo figuraba en una carta
da
al
de
23 de
último,
julio
dirigi-
firmada con
el
seudónimo O. La carta, que ocupaba lugar preferente en las columnas del célebre diario inglés, decía
entre otras cosas:
"Colombia
tiene
danos establecidos
un derecho anterior sobre
antes de
alli
la
el
Putumayo. Sus ciuda-
llegada de los agentes del Sindicato
Arana fueron despojados y asesinados por éstos.
"Que las pretensiones de Colombia sobre el Putumayo sean sometidas
1
al arbitraje,
y que, mientras
el
Tribunal emite su juicio,
os Estados Unidos y nosotros insistamos en que
como
territorio rf/scuí/cfo,
la vigilancia
local
de
conjunta de
la civilización,
asegurando
el
la
el
Brasil
región sea considerada
bienestar de sus habitantes con
las tres potencias. El Brasil,
como representante
podría vigilar efectivamente, por medio de sus
cañoneras, las vías fluviales que dan acceso o salida a esa región, ha-
ciendo cumplir estrictamente
la
"clausura" de
la
extracción de caucho
por medio de esas desgraciadas tribus, hoy casi exterminadas."
De
las
la Comisión
Roger Casement, se deducía clara-
declaraciones presentadas en
Selecta por
Sir
mente que el bienestar futuro de los indios en el Putumayo dependía directamente de la suspensión forzosa, durante dos aiios, de toda recolección de caucho.
Es ese
el
objeto que se propone
el
presente volumen,
130
EL LIBRO ROJO DEL
PUTUMAYO
porque estamos seguros de que bajo
biano se suspendería
tumayo, dando
darse que
el
la
el
régimen colom.-
explotación cauchera del Pu-
así libertad a los indios.
Debe
recor-
Gobierno de Colombia ha buscado hace
mucho tiempo manera de poner
fin
a los
crímenes
del Putumayo, sufriendo en ello un fracaso parecido
al
alcanzado con
el
mismo objeto por Foreing
Office.
APEÍsTOICE
INVESTIGACIONES DE LA COMISIÓN SELECTA
Una Comisión Selecta nombrada por la Cámara de
Comunes con el fin de investigar si los Directores ingleses de la Peruvian Amazon Co. tienen reslos
ponsabilidad en
las
atrocidades cometidas en
tumayo, se reunió bajo
la
Roberts, tomando declaraciones a
SIR
muchos
opinaría que
el
la
Pu-
testigos.
ROGER CASEMENT
Este testigo dijo que presumía que
basándase en
el
Presidencia de Mr. Charles
informe que
él
le
el
Foreign Office,
había presentado,
Casa Arana era culpable
cauchero establecido en
el
del sistema
Putumayo. Según
sistema no era simple efecto de
la
él,
ese
casualidad o del
descuido y obedecía a planes deliberadamente concebidos. Después de formada la Compañía los agentes de ella efectuaron invasiones contra las
propie-
dades de ciudadanos colombianos, asesinándolos,
in-
EL LIBRO ROJO DEL
132
PUTUMAYO
cendiando sus casas y confiscando sus propiedades.
caucho encontradas en una de
Veintitrés toneladas de
esas empresas colombianas fueron llevadas a Londres
como propiedad de
no pudo encontrar
despojaran
las
Compañía.
la
prueba de que
propiedades de
tendieran atacarlas. Por
nocimiento de que
Roger Casement
la
el
Sir
pre-
contrario, tuvo pleno co-
invasiones
las
por Arana Hermanos con
colombianos
los
Compañía o
la
el
fin
organizadas
eran
de despojar a los
colombianos, quienes no solamente eran competidores sino
que también ofrecían refugio a
que huían de las persecusiones de
tras existieron
los
indios
la
opinaba que todo
lo
refugiarse
en
indios
el
Putumayo,
ellas.
El testigo
empresas colombianas en
pudieron
los
Compañía. Mien-
que se había llevado a cabo en
esa región constituía actos de perfecto vandalismo.
Al preguntársele
los
ruano para
el
apoyo
del
Gobierno pe-
desarrollo de sus empresas en
el
Pu-
Sir
filibusteros
de
el
suponer que
tenía razón para
Roger Casement contestó afirmativamenañadiendo que los Aranas iban al Putumayo como
tumayo,
te,
si
Aranas contaran con
la
despojando a
los
estafa y del ataque.
del ejército
peruano y de
la
colombianos por medio
Arana gozaba
del
apoyo
simpatía de ese Gobierno.
TRATAMIENTO DE LOS INDIOS EN EL PERÚ
En posteriores declaraciones,
llamó
la
atención de
la
Sir
Roger Casement
Comisión acerca de dos pu-
blicaciones religiosas hechas en Lima, que contenían
afirmaciones específicas hechas por los
misioneros
APÉNDICE
133
católicos del territorio oriental del Perú sobre tráfi-
co de esclavos y trato bárbaro que se daba a los
indios. Sir
Roger Casement decía que aunque
tales
aseveraciones eran de carácter general, ellas arroja-
ban mucha luz sobre
peruanos para
el
sistema adoptado
por los
esclavización de los indios y para
la
su venta. El testigo tenía seguridad
de que
el
Go-
bierno peruano tenía conocimiento pleno de esos escándalos.
La Prensa de Lima, en uno de sus núme-
ros de noviembre pasado,
rrería efectuada
con
el
que se destinaban para
•presentado
que
los
por
el
fin
la
daba cuenta de una code dar caza a los indios
venta.
Otro documento
demostraba
testigo
métodos usados en
el
indios despoblaban la región
claramente
de los
tratamiento
rápidamente. El
testi-
go aseguró que estaba en posesión de muchos otros
documentos que probaban
lo
mismo. Los indios de
montaña carecen de derechos humanos y se les
trata simplemente como a bestias feroces. Sir Roger
Casement citó las palabras del doctor Paredes, en
la
que éste afirmaba que
mayo no
constituían un
los
asesinatos
crimen. Es
en
esa
el
la
Putu-
máxima
que rige en toda aquella desgraciada región.
MR. BARNES
Este testigo, que hizo parte de
la
Comisión de
la
Compañía como experto en agricultura tropical, convino con Sir Roger Casement en que Arana era el
organizador del sistema criminal vigente en
tumayo.
el
Pu-
EL LIBRO ROJO DEL
134
PUTUMAYO
MR. MITCHELL
Este
declaró
testigo
ocupa
que actualmente
el
puesto de Cónsul inglés en Iquitos, y que había hecho un viaje al Putumayo por cuenta del Foreign
Office en
agosto y setiembre pasados. Opinaba que
se daba pésimo trato a los indios en todo
Afirma Mr. Mitchell que
oriental.
si
Arana vuelve
considera en Iquitos
le
A
como un buen
pa-
dinero con
fin
el
lioso territorio.
ni
de adquirir para su patria un va-
Una vez que
pública, era evidente
el
los
que no había economizado salud, fuerzas
triota,
al
indios.
Putumayo, sólo Dios podrá salvar a
Arana se
Perú
el
caso de que se
se distrajera la opinión
que se apelaría
adelante
llevara
a la fuerza en
la
explotación
cauchera.
MR. GUBBINS
La Comisión llamó
e interrogó a
Gubbins, Presidente de
la
Peruvian
Mr. Jonhn Russell
Amazon
convino en que su Compañía no tenía
la
Co., quien
título
sobre
propiedad del Putumayo, aunque esto no consti-
Arana
tuía ausencia de derechos.
que
Gobierno
el
del
cesión de esas tierras
Perú
le
le
había informado
había prometido
la
con-
siempre que pagara un impuesto
de 5,000 libras esterlinas. Considerábase a Arana como
una especie de símbolo de
la
región del
lombia.
de
la
la
Putumayo que
soberanía del Perú en
está en litigio con
Co-
Era cosa segura que no se daría posesión
zona cauchera a un liquidador
inglés.
Si las
APÉNDICE
135
propiedades del Puíumayo no eran entregadas a
la
Compañía o a Arana, podrían caer en otras manos
sobre las cuales la Compañía no ejercería dominio
La prensa
local del Perú
debía entregarse a
los
entrar en comunicación con
evadiendo
el
No
cosas se arreglarían.
el
a
él
la
allí
el
les
creía
el
testigo que hu-
arbitraje,
al
con
los respectivos territorios
el
tivamente bajo
insinuó que
indios.
el
fin
el
Putumayo
de determinar
colombianos y perua-
territorio en cuestión estaba
la
de
informe presentado por
el
Compañía en 1910 decía que
nos, pero que
tráfico
Arana estaba
mayor número posible de
el
100,000
garantizara que
interés de
el
testigo que en
estaba sujeto
allí
había dicho que
Putumayo ningún
escfavos puesto que en
Añadía
le
listos a adelantar
que se
libras esterlinas siem.pre
mantener
no
Gobierno de Colombia
Roger Casement
algunos amigos ricos estaban
biera continuado en
territorio
el
porque éstos podían
soberanía peruana. Afirmaba e
tal vez la
testigo que Sir
las
que
decía
ingleses
efec-
ocupación del Perú. Mr. Malcolm
el territorio
no pertenecerá
al
Perú hasta
tanto que no se llegue a un arreglo por arbitraje entre
Colombia y
sabía
si el
prueba de que
ción hecha
del
el
Perú. El testigo contestó que no
Perú se sometería
al
el
al arbitraje,
territorio era
efecto por
el
peruano,
y dio,
la
como
declara-
Encargado de Negocios
Perú en Londres.
Mr. Malcolm dijo que durante
dos en 1908,
las
siete
años termina-
empresas de La Unión y La Re-
serva habían estado en posesión indiscutible de los
PUTUMAYO
EL LIBRO ROJO DEL
136
colombianos. El testigo contestó que
no creía que
hubiera prueba ninguna que demostrara que
tumayo pertenecía
Colombia:
a
el
hecho de que
el
Pulos
colombianos vivieran en esa región no probaba que
ella fuera
colombiana.
En posteriores declaraciones
hecho de que
el
testigo
el
reveló
maeta había presentado una reclamación contra
colombianos por 898,934.5.7
juicios.
daiio
al
De
el
22 de setiembre de 1910 Pablo Zu-
libras esterlinas
esta suma, 160,000 libras
causado por
la
los
por per-
correspondían
fuga de los indios a quie-
nes favorecían las autoridades colombianas y en gastos de las comisiones empleadas en perseguir á los
indios que se fugaban, etc.
que
El testigo aiíadió
Colombia se sometiera a
el
Perú no confiaba en que
la
decisión de los arbitros.
Era preciso arreglar cuanto antes
límites. Refiriéndose al
liquidador, dijo que era
de corresponder
la
difícil
Al ser interrogado
J.
sar
el
saber a quién había
LISTER-KAYE
por
Comisión
la
Kaye, quien formaba parte de
la
haber confiado en que
obraría rápidamente. Había
el
el
Sir
J.
Lister-
Dirección inglesa
la
Compaíiía, dijo que era para
de que
cuestiones de
posesión efectiva del Putumayo.
SIR
de
las
nombramiento de Arana como
él
motivo de pe-
Gobierno
tenido
del
Perú
plena seguridad
Gobierno del Perú habría acabado con
Putumayo hace tres años.
los horrores del
APÉNDICE
Al rendir declaración
el
autor
137
del presente volu-
asunto en un pun-
men, declaró que consideraba
el
to de vista internacional, pero
que deseaba presen-
algunos
tar
ción de
de
él
la
copia
documentos referentes a
la
investiga-
Comisión. La Comisión recibió de manos
de los convenios entre Colombia y
el
Perú y otros documentos. En contestación a una
pregunta de Lord Alexander Thynne, el autor dijo
que
del
la
si
se declaraba
Putumayo,
explotación
el
como colombiano
el
territorio
Gobierno de Colombia acabaría con
cauchera, gravándola
de exportación prohibitiva.
con derechos
El
Pütuiíío y
[mím
la
eolfe
Por
En todos
al
Clemens Markham, K. C. B.
documentos
los
Putumayo
región del
lo
Peii y [oloiia
el
oficiales
F. R. S.
sobre los asun-
Putumayo, se ha dado por sentado que
tos del
dose
Sir
le límites
es territorio
Gobierno peruano
ocurrido.
Sin
responsabilidad de todo
la
embargo,
la
peruano, cargán-
en cuestión
territorio
el
es motivo de reclamación entre la República de Co-
lombia y
Perú. Colombia, es cierto, ha protestado
el
únicamente contra
lo
que consideraba como inva-
sión de sus derechos.
La cuestión de
rresponde
el
los límites entre las naciones co-
dominio de
al
geografía
la
política.
caso presente, tenemos que apelar a
nes hechas
trativos.
desde
Cuando
en 1548, éste
tiago y
el
xvi
se organizó
incluía
Morona;
siglo
a
a
el
Macas
el
las divisio-
con fines adminis-
Gobierno de Quito
entre los
Canelos entre los
y Pastaza; a Quijos entre
En
Pastaza y
ríos
ríos
el
San-
Morona
Ñapo;
las
APÉNDICE
140
Misiones de Mocena y Sucumbios
entre
el
Ñapo,
Putumayo y el Caquetá. Esas Misiones dependían
de Pasto, de donde partían ios religiosos jesuítas y
franciscanos. Toda la región fue erigida en Provincia dependiente de Quito en 1616. Llainósele Mayel
nas.
En 1739
nato,
convirtióse
que abrazaba
la
la
Nueva Granada en
Virrei-
Presidencia de Quito con
la
Provincia de Maynas. El Gobierno de Colombia re-
clama todo
el
territorio incluido
Nueva Granada correspondiente
Ecuador, de acuerdo con
que representa
límites actuales
el
de
en
a
el
Virreinato de
Colombia y
uii possidetis
el
al
de 1810,
principio que sirve de base a los
las repúblicas
suramericanas.
Los derechos del Perú tienen como base una Real
Cédula cuya validez
niega
Colombia. Parece que
de 1616 a 1767 los jesuítas fundaron veinte aldeas
en las márgenes de los
dos de
allí,
ríos.
Cuando fueron expulsa-
los indios convertidos volvieron ai es-
tado salvaje. Para remediar semejante mal, don Francisco Requena, uno de los comisionados para arreglar las cuestiones de límites entre
España y Portugal,
propuso que se fundara una Diócesis en Maynas.
A
raíz
chada
de ese consejo lanzó
el
una
15 de julio de 1802, por
ba una Gobernación que incluía
Maraiión y
las
Uyacali, Yavarí,
quetá, hasta
hoyas de
los ríos
cual se forma-
las
dos riberas del
Morona, Pastaza,
Ñapo, Putumayo
y Ca-
ellos fueran navegables.
La ad-
Huallaga,
donde
Real Cédula fe-
la
ministración civil y militar quedaba a cargo del Vi-
APÉNDICE
rrey del Perú y
el
141
Obispo que era sufragáneo
del Ar-
zobispo de Lima.
En esa Real Célula basa el Perú sus derechos soel Putumayo y los demás ríos
que quedan al
bre
Los peruanos no han espera-
Norte del Marañón.
do una solución amigable
del asunto y han tomado
con
posesión forzosa
los resultados descritos en el
Libro Azul y en las declaraciones de Mr. Hardenburg.
Colombia niega
la
de
validez
1802, so pretexto de que
Real Cédula de
la
nunca entró en vigencia,
y por consiguiente carece de existencia. Como prueba de ello se hace referencia a la Guía de Forasteros de 1788 del Virreinato de
cual Quijos y
Maynas quedan
Nueva Granada, en
la
incluidas en el terri-
torios de ese Virreinato.
Colombia refuerza sus derechos sobre
yo con
el
Putuma-
Cédulas Reales de 27 de mayo de 1717
las
y de 20 de agosto de 1739, documentos en los cuales se definen
los límites
del Virreinato
de
la
Nue-
va Granada.
Aparte de
bia sostiene
la
cuestión estrictamente legal, Colom-
que tiene derecho a un
Amazonas por uno de
montañas.
No
los
ríos
libre
acceso
que nacen en
al
las
sirve para ello el Caquetá, debido al
obstáculo que presenta
tumayo es el único
al Amazonas.
el
río
Salto de Araraucara. El Puque da a Colombia acceso
Los colombianos se han establecido siempre en
las
cabeceras del Putumayo, en
por los indios cionis.
Allí
se
la
región
encuentran
habitada
haciendas
APÉNDICE
142
como La So-
y empresas perfectamente establecidas,
fia.
Mr. Hardenburg asegura que los indios
allí
felices
viven
y contentos, y que no se cometen con
abusos de ningún género. Los peruanos, por
ellos
su parte, hacían
invasiones contra los colonos,
despojaban cuando
gaban
al
tráfico
tal
los
cosa era posible y se entrela forma descrita en
de indios, en
Libro Azul.
el
Parece que se ha querido ignorar sistemáticamente el
del
punto de vista de Colombia en
Putumayo.
El
la
cuestión
Congreso de Colombia acaba de
presentar una protesta formal contra
el
mal trato que
gentes extrañas dan a los indios de territorio
co-
lombiano.
(Del Geographical Journal correspondiente a febrero de 1913).
ASUNTOS DEL PUTUMAYO
LA SOBERANÍA DE COLOMBIA
En
el
curso de sus declaraciones ante
Selecta de
manifestó
el
Cámara de
la
el
los
Comunes,
el
la
Comisión
señor Arana
10 del presente, que en el año de 1907
Gobierno peruano había requerido su apoyo para
rechazar una invasión efectuada por colombianos en
territorio
bates
y
truida
peruano, que tuvo
asesinatos,
la
como
después de
los
resultados comcuales fue des-
avanzada colombiana de La Unión, pere-
ciendo diez colombianos. Este desagradable incidente,
que es uno entre muchos, arroja abundante luz
sobre un asunto que, en vista del escándalo suscita-
do por
revelaciones del Putumayo,
las
no deja de
tener grande interés. El Gobierno inglés, Sir
Casement,
la
rido suponer,
tidas en el
prensa y
el
Roger
público en general han que-
con referencia a
las
atrocidades come-
Putumayo, que esa región es
territorio
peruano y que por consiguiente el Gobierno peruano es responsable por la buena marcha de su administración.
Poco
trabajo ha costado a las autori-
dades de Lima repudiar
tal
responsabilidad.
qué no? Nada más enojoso que someterse a
insultos;
¿Por
recibir
nada más fastidioso que inquietarse por
APÉNDICE
144
como
asuntos tan triviales
los
supuestos maltratos
de que han sido víctimas caníbales
Los pe-
infieles.
ruanos son, sin embargo, diplomáticos por tradición,
y considerarían todas esas pequeñas incomodidades
como
precio que bien podía pagarse por
cimiento implícito de derechos que,
al fin
recono-
el
y
al
cabo,
son, por lo menos, dudosos, y que han sido materia
de litigios interminables desde mucho antes que se
efectuara
separación de
la
Gran Colombia.
la
La suposición, que tan agradable es para
es,
Colombia,
con razón o
cual,
la
beranía sobre todo
ve
el
Perú,
por esa misma razón, profundamente ofensiva para
Putumayo,
el
el territorio
Maynas,
Ñapo con todo
el
afluentes y la ribera septentrional del
forma
con
el límite
Amazonas que
las
presentes controversias en
oficiales y en publicaciones
por colombianos en
la
que
el
hechas
prensa y en folletos diversos.
Se argumentaba, con apariencia perfecta de
dad, aunque con
inclusi-
sistema de
su
Perú. Esos derechos han sido
el
proclamados durante
comunicaciones
reclama so-
sin ella,
del
fundamentos
pacífico desarrollo de
la
sinceri-
de apreciar,
difíciles
región del Maynas,
colombiana por derecho de tratados y por colonización anterior, se habría efectuado tranquilamente, si
no hubiera sido por
ruanos que obligó
órdenes de
eran
bien
la
conocidos.
el
espíritu agresivo
de los pe-
gobierno peruano a ponerse a
Casa Arana, cuyos
idea clara y bien
Colombia,
el
al
Con
el
fin
fines y propósitos
de dar
documentada sobre
la
al
mundo
actitud de
Boletín del Ministerio de Relaciones Ex-
APÉNDICE
145
tenores de Colombia publica en sus números 8 y
correspondientes
al
último trimestre del año pasado,
un artículo titulado Soberanía d3 Colombia en
tumayo. Los documentos
Putumayo, y de
el
Pu-
publicados son de
alli
importancia, en lo que se refiere a
del
9,
tal
la
cuestión toda
interés tan grande,
que bien me-
recen amplia publicidad. Allí se encuentran, además
de los decretos que crean
nas del
las
Comisarías colombia-
Caquetá y del Putumayo, a
remos referencia más adelante,
el
los cuales ha-
discurso del Se-
nador Uribe Uribe en
el
Senado de Colombia,
de septiembre pasado;
la
circular del Ministro, señor
Urrutia, sobre Crímenes del
Putumayo;
y los informes de
viada a levantar
la
Caque-
Comisión de Longitudes en-
mapas
los
26
los informes
del General Valencia, Comisario Judicial del
tá,
el
del Huila,
Tolima, Cal-
das y Antioquia. En esos datos se basa
el
examen
que en seguida hacemos.
DERECHOS TERRITORIALES
Para comprender los derechos de soberanía que
el
Perú o Colombia puedan tener sobre
debe recordarse que
son sucesoras de
las
el
Maynas
repúblicas latinoamericanas
americanas de
la
Monarquía española, cuyas cédulas, anteriores a
la
las
provincias
declaración de independencia, son aún válidas en materia
de
1810, en
límites.
Ese principio quedó establecido en'
que
nuevas repúblicas reunidas en Con
las
APÉNDICE
146
mutuamente en reconocer el uti
Colombia basa, pues, sus derechos en
greso convinieron
possidetis.
Reales Cédulas de 1717 y 1739, que crean
las
el
Vi-
Nueva Granada y que constituyeron
a Maynas como cantón de Pasto, en la Gobernación
rreinato de la
de Popayán, que hoy pertenece a
República de
la
Colombia. En contra de esa pretensión
la
Cédula de 1802, cuya
tiene interés especial.
el
Maynas, con grande
historia,
De 1616
con
Perú aduce
a verlo,
a 1760 se ejerció en
de
influencia, la actividad
misiones de los padres jesuítas en
nas, pero
el
como vamos
región del
la
las
May-
expulsión de esos religiosos en 1767,
la
la
comarca volvió a su primitivo estado de barbarie.
A
instancias de
nombrado para
las
don Francisco Requena, Comisario
delimitación de los linderos entre
la
posesiones de España y del Portugal,
España, con
el
fin
de reparar
el
una Cédula en 1802, que constituía
Capitanía del Maynas,
Amazonas y sus
el
afluentes hasta
Rey de
Gobierno y
cual abrazaba
la
el
mal causado, lanzó
el
la
Marañón o
el
punto en que
los
saltos y cataratas de los ríos no permitieran su nave-
gación.
La administración
quedó bajo
la
cuyo cargo quedaban
de
la
civil
y
militar
en
dependencia del Perú. El
las
Diócesis de Lima.
misiones,
cuestión
Obispo
a
era sufragáneo
Colombia pretende que
Cédula es de dudosa autenticidad, puesto que sus
la
ori-
ginales no se encuentran en los archivos de España;
que nunca fue confirmada; que los Virreyes de Quito
ignoraron
su
existencia; que
no hace mención de
APÉNDICE
Real Ordenanza
ella la
sobre
147
Intendencias y Dele-
gaciones de Indias, lanzada en 1803; y finalmente,
que
los
peruanos renunciaron formalmente a sus de-
rechos después de
la
derrota que sufrieron en Jar-
como de ello quedó constancia en el tratado de
A todos esos arj^umentos replica el Perú
qui,
Guayaquil.
diciendo que
Cédula es válida,
la
y
que Colombia
no puede, en ningún caso, pretender que representa
los
derechos de
tres
repúblicas,
ante
valor
el
Gran Colombia, dividida hoy en
la
argumento éste absolutamente
Derecho Internacional. A grandes
son los
neas,
tales
spñor
Ilrihi' llriht' t-n
argumentos
un (iiscurso
ARGUMENTOS GEOGRÁFICOS
Si
examinamos
el
gran
mapa
presentados por
lie
V
grande
sin
lí-
el
interés.
ECONÓMICOS
del Ecuador, publi-
cado en 1906 por Fray Ezequiel Vacas Galindo, de
Orden de Predicadores, veremos que de los grandes afluentes del Amazonas, dos tienen nacimiento
la
en las cordilleras colombianas, que son
el
Yapurá o
Caquetá y el Putumayo o Iza. El Caquetá en sus
aguas superiores recibe al Orteguazaque, que corre
el
hacia
el
Norte hasta cerca a Florencia, en donde se
encuentra con
la
el
antiguo camino indio que atraviesa
cordillera colombiana, y
hasta
el
paso de
yán. Sobre
dad
del
el
las
que sigue hacia
mismo nombre; de
Norle
dirección a
Popa-
de Mocoa, queda
la ciu-
Papas, en
rio tributario
el
allí
parte un camino que
APÉNDICE
148
atraviesa
la
que se dirige a Pasto y
cordillera y
a
demás ciudades del interior. El Putumayo tiene
origen en las montañas que dominan a Pasto; su
las
afluente, el
Guames, nace en el lago de San Pablo, que
poco más abajo. En sus aguas inCaquetá recibe las grandes ríos del Yari
está situado un
feriores el
con su tributario
Caguán, y en
el
Uno
Apoporis.
Brasil, el
y otro
río,
afluentes numerosos, tienen origen en
la
frontera
del
como
sus
así
la
cordillera de
Colombia.
Desde
el
punto
de vista colombiano,
es que en tanto
que
man importantes
vías fluviales para
interna, el
do a
las
aguas
ideal
tas
Caquetá y sus afluentes forla comunicación
el
al
Amazonas
grandes cataratas del
inferiores. El
un río
el
acceso
colombiano
acceso
es,
Como
Putumayo
es
el
el
señor Uribe Uribe,
el
los estadis-
como
entre éste y
Ñapo
el
único río verdaderamente nave-
gable, es deber imprescindible de
las
sus
Caquetá no es navegable
mar sus derechos sobre ese
son
en
Amazonas, por medio de
según
por buques de vapor, y
el
al
es imposible debi-
Araraucara
que nunca debieran abandonar
colombianos.
esencial
lo
río.
Colombia procla-
Creemos que esas
razones indudables que determinan
tud del Gobierno de Colombia.
Una leyenda
la
acti-
nacida
en fuentes alemanas y acogida por los diarios pe-
ruanos El Comercio y Perú To-clay, pretende que Sir
Roger Casement fue un simple instrumento de un
poderoso sindicato que quería arrojar a los peruanos del Putumayo apoderándose así de la floreciente
APBNDICR
L.uKiRTa
mLÍiisiii;i
149
ül* L'^ci rc¿;i.)ii. i:s
liiiiíii
que
ucv."ir
no existe prueba ninguna sobre cosa semejante. En
cuanto
caucho, los documentos publicados en
al
Bolelin no
ciertos distritos dice el General Valencia
damente gracias a
colección y
í'ti
que
la
caucho está en vía de desaparecer
tencia de
íli'sfriiír
el
dan mayor importancia. Hablando de
le
los
interés
al
rápi-
métodos empleados en la renatural que tienen los indios
de
imu^.t
la
exis-
^ii-^
tnrtitras
LA MISIÓN DEL GKNERAL VALENCIA
Como
de
abril
resultado de
la
convenció;i
de 1910 entre Colombia y
el
firmada
Perú, se
el
13
nom-
bra una comisión internacional para que investigara
la
el
verdad sobre los crímenes atroces cometidos en
Putumayo.
KI
Gobierno de Colombia nombró como
Comisionado especial
judicial al
General Gabriel Va-
como
guardia a un peque-
lencia, quien llevó
consigo
ño cuerpo de
Gendarmería Nacional. Posterior-
mente
lo
manejar
la
acompañó una pequeña
las
Pedrera en
fuerza destinada a
aduanas nacionales de Colombia en La
el
bajo Caquetá.
El relato
General Valencia de su expedición de
la
que hace
la
capital
el
de
República a sus fronteras meridionales ilustra ad-
mirablemente los obstáculos que para
ción se
encuentran en esa región.
la
comunica-
Sería imposible
hacer aquí una relación detallada de tan penoso viaje.
Baste decir que
la
única vía práctica es
la
de Bar-
APÉNDICE
150
bados, en donde tocan los buques que hacen
el
salió
de Bogotá
diezmada por
en
el
10 de
la fiebre
a su destino
En
número
una
lista
los
ultrajes
de
diciembre de 1910;
amarilla en
Manaos y
General Valencia publicados
juradas referentes a
declaraciones
las
de que fueron
primera de
«la.
La
la
segunda
víctimas los ciudadanos
Citaremos
serie:
del señor Félix Mejía Peláez,
biano Emilio Gutiérrez,
presa,
fue
llegó
del Boletín arriba mencionado, figura
colombianos por parte de los peruanos.
la
viaje
10 de marzo de 1911.
el
los informes del
el
el
Amazonas y Nueva York. La expedición
entre
sobre
el
asesinato del colom-
de su emcompuesta de más de cuarenta personas (blancos), crimen que se
su esposa y todos
los habitantes
asegura fue cometido a insinuaciún de los peruanos.»
De
interés
más permanente son
nes hechas por
ción de
la
el
las
recomendacio-
General Valencia sobre coloniza-
comarca. La colonización del Caquetá es
cuestión que se divide en dos secciones: organización de
la
región superior a las cataratas del Ararau-
cara y organización de las regiones correspondientes al bajo
Caquetá y sus afluentes. Dice el General
la región abunda en caucho y presen-
Valencia que
taría
campo de acción
suficiente para los caucheros
colombianos que hoy emigran
al
Brasil.
Los colo-
Orteguaza y en la región situada entre su confluencia con el Caquetá y
nos que se establezcan en
las cataratas del
cultivar
el
Araraucara, tendrían forzosamente que
relaciones de comercio
con
las
Provincias
cisandinas del Huila y Nariño. La comunicación con
APÉNDICE
el
interior tendría
151
que hacerse por medio de
los ca-
minos que pasando por Florencia y Mocoa se dirigen al centro de la República. El General Valencia
menciona
la construcción
y conservación de esos
caminos como asunto de necesidad primordial. Ase-
gura que Florencia y Tresesquinas deben ser asiento principal de la administración, y prefiere
mo
por
encontrarse en
principales arterias de tráfico:
tablece
el
la
comunicación con
Caquetá con Nariño y
nas.
En cuanto
da por
opina
a
la
las cataratas
el
de
confluencia
la
el
el
la
al
las
últi-
tres
Orteguaza, que es-
provincia del Huila;
Caguán, con
el
Amazo-
parte del bajo Caquetá separa-
de comunicación con
General Valencia que
ella
el
Norte.
debe pertenecer
comercialmente a Manaos y debe tener organización
especial. Sugiere
dad en
el
punto
también
la
fundación de una ciu-
comparativamente sano de Puerto
Córdoba, construyendo habitaciones a prueba de mosquitos,
como
caucheros
gran
en Panamá, en donde puedan vivir los
dedicándose a
la
año en
la
porción del
causadas por
el
agricultura
cual
invierno hacen
lección del caucho.
Con
ello la
las
durante
la
inundaciones
imposible
la
reco-
población dispersa
actualmente encontraría asilo seguro y permanente.
Los indios numerosos del Caguán, del Apoporis, etc.,
suministrarían
bajo
la
brazos suficientes
para los trab.ajos,
Su civilización queGobierno, que no podía encontrar
dirección de los blancos.
daría a cargo del
colaboración mejor que
la
de
las
cas. Refiriéndose a las atrocidades
misiones evangéli-
cometidas por los
APÉNDICE
152
peruanos,
afirma
el
General
Valencia
que
no hay
peores conquistadores de esas tribus de salvajes que
tales negociantes.
Es preciso convenir en eso.
ACTITUD DEL GOBIERNO DE COLOMBIA
Como
lencia, el
resultado de los informes del General Va-
Gobierno resolvió emprender
la
organización
de esas inmensas regiones. El 7 de marzo del año
pasado se dictó un decreto por
cual se establecía
el
una Comisaría permanente del Putumayo con
resi-
dencia en Mocoa. El 17 de junio dictóse otro decreto
(modificado
cía la
rencia,
el
10 de agosto) por
el
cual se estable-
Comisaría del Caquetá con residencia en Flo-
que era elevada a
la
Se resolvió, además, activar
no de Florencia con
lo posible, las
el fin
categoría de municipio.
la
construcción del cami-
de hacer más rápidas, en
comunicaciones con
el
Gobierno
Las descripciones que de ese camino hace en
letín
central.
el
Bo-
citado la Comisión de Longitudes, son particular-
mente interesantes. En ese informe, que está absoluta-
mente desprovisto de
las
exageraciones
líricas
de que
tanto gustan los latinoamericanos, hay datos de gran-
dísimo valor. Encontramos
tan
el
país
en toda su
allí
cuadros que represen-
realidad:
campos inmensos
ganado que no tiene quien lo cuide; plantaciones de cacao abandonadas y perdidas. Allí vemos la descripción de Altamira, en donde las mujeres
se dedican a tejer sombreros, en tanto que sus mallenos de
APÉNDICE
ridos pasan
el
día tendidos y
"tienen poca afición
pital
153
fumando tabaco porque
trabajo"; de Medellín,
la
ca-
de Antioquia, con sus grandes factorías y
fá-
al
bricas de tejidos; de Neiva, antigua ciudad floreciente,
destruida hoy por las guerras civiles y por las epi-
demias; de
El
Magdalena, cuya miseria
las riberas del
no se atreve a describir
el
autor.
Gobierno de Colombia merece felicitaciones muy
grandes por esa publicación. En cuanto a los detalles
de
la
cuestión principal no se atreve
presente escrito a emitir opinión.
el
autor del
De una cosa
sí
está
seguro, y es de que será una gran cosa, no solamente
para los indígenas del
Amazonas
lización latinoamericana, el
que
los
sino
y de Colombia dejen la política de
ras
y emprendan una
para
la
civi-
gobiernos del Perú
rivalidad de
amenazas guerrebuenas obras en
esas regiones lejanas en los términos arriba indicados.
(Turnado de The Times South American Supplement, del 29 de Abril
de 1913).
i^^y^V'
'^'-
v^ff ?;^N%?:'^
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IV^v
C3 1914

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