La planificación una herramienta para enriquecer la
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La planificación una herramienta para enriquecer la
“La planificación: una herramienta para enriquecer la práctica.” Lic. Laura Pitluk La formación permanente, es una necesidad, una exigencia y un derecho de los educadores, que jerarquiza la profesión, mejora la calidad de la educación y asegura la real transformación deseada por todos, según los nuevos requerimientos de la época, de las nuevas demandas sociales, científicas y culturales. Las escuelas se encuentran en un proceso de redefinición de sus perfiles institucionales, de sus roles y de la propia práctica educativa, dándose o buscando sus propias estrategias de transformación, todo lo cual pone en un lugar privilegiado la discusión y el compartir experiencias de trabajo. La planificación como herramienta enriquece la tarea educativa porque permite anticipar, secuenciar, reflexionar, evaluar; le imprime coherencia y unidad de sentido a las propuestas y tareas escolares. Sobre la base de considerar a la planificación didáctica como una herramienta de profesionalización de las propuestas e intervenciones educativas, es fundamental que se conforme como un instrumento válido para educadores e instituciones. Mirar a la planificación desde este lugar, nos permite alejarnos de la idea de que es una sobrecarga que agrega pedidos sin sentido a la compleja tarea docente. Entenderla como necesaria para organizar el trabajo, permite vivirla como una parte de la tarea a realizar que colabora en el desarrollo de la práctica cotidiana. Es decir, cuando se anticipan los aspectos posibles de ser pensados previamente, en la realidad podemos dedicarnos con más tranquilidad a todo lo que inevitablemente va surgiendo más allá de lo previsto. Cabe aclarar que, contrariamente a lo que se cree, planificar no implica ser rígido ni caminar por andariveles fijos; la planificación entendida como una trama flexible sostiene los recorridos educativos imprimiéndoles riqueza y creatividad. Sin embargo, cuando se improvisa no se puede ser creativo, sino más bien sobre la base de lo previamente pensado se pueden establecer innovaciones que enriquecen las ideas en función de lo que va surgiendo. Por otra parte, la planificación no es sólo un instrumento fundamental para los docentes sino también para las instituciones, porque permite articular las tareas de las diferentes aulas, organizar el encuadre común, y mantener una coherencia en el proyecto compartido. Ahora bien, la planificación pone en juego un determinado enfoque didáctico enmarcado en aspectos teóricos e ideológicos; dicho enfoque da sustento a los lineamientos curriculares del País y de la Provincia o Juridicción. Para abordar la tarea de planificar, es necesario conocerlos y comprenderlos. Así mismo es importante definir los componentes del modelo didáctico, su inclusión en la planificación, y las posibles propuestas de actividades en función de todos estos aspectos. Entendemos a la planificación como una trama que teje diseños de recorridos de enseñanza, como una instancia organizativa que antecede a las acciones, pensada para ser modificada y adecuada a los diferentes contextos y situaciones reales, como un entramado de elementos articulados en función de las metas educativas. Esta idea de planificación difiere de otras que la entienden como una estructura rígida, inmodificable, y, por lo tanto, no factible de ser contextualizada y recreada. Desde esta concepción el docente es un mero ejecutor de lo diseñado por otros, y la enseñanza es una mera actividad práctica que ejecuta las ideas tomadas prestadas de otras disciplinas, consideradas más rigurosas desde lo científico que la didáctica (cuyo objeto de estudio es la enseñanza). Lejos de estas consideraciones, pensamos en un docente diseñador creativo de sus acciones, que pueda tejer tramas ricas y plenas de colores, en función del acceso a las mejores alternativas para la infancia. Las decisiones educativas nunca son azarosas, responden a un marco teórico, a un encuadre didáctico, a un enfoque que se sustenta en una ideología peculiar que se pone en juego en lo esencial y en lo cotidiano. Desde esta mirada, las propuestas de enseñanza que seleccionamos, el modo de diseñarlas, llevarlas a la práctica y evaluarlas, las intervenciones que ponemos en juego, y todas las elecciones, decisiones y acciones que desarrollamos, se relacionan estrechamente con el marco teórico que sustenta nuestras ideas y acciones. Desde allí la fundamental importancia de reflexionar sobre nuestras propuestas desde la prioridad puesta en la infancia. Por todo lo expuesto, planteamos la importancia de una planificación pensada como un instrumento que colabora con la tarea de los docentes y las instituciones, pero entendida como una herramienta flexible que se adecua a los cambios y las necesidades que se van sucediendo. Entonces, para incorporar la tarea de planificar desde la concepción planteada, debemos repensar las preconcepciones que tenemos sobre la planificación: • Implica “sentenciar” que se va a hacer y la obligación de realizarlo. • Presupone “garantizar” que se realice todo lo previsto y tal cual fue pensado. • No hay lugar para lo que va surgiendo ni acepta modificaciones, inclusiones, renuncias. • Anticipar es sinónimo de “determinar estrictamente” por lo cual se coarta la creatividad. En realidad, es todo lo contrario. La planificación, pensada como una trama flexible y dinámica, permite anticipar de manera abierta todo lo posible de ser pensado previamente. Desde estas anticipaciones se pueden establecer modificaciones ricas, tanto cuando se va evaluando como cuando se van desarrollando los acontecimientos. Es decir, se pueden establecer modificaciones, agregados u omisiones cuando se va evaluando el desarrollo como en el mismo momento en que se van realizando las propuestas, la idea es que se “re - planifique” constantemente, y eso es parte de la misma tarea de planificar, es parte de la idea desde la cual entendemos la planificación, sus características y sus funciones. Todos los docentes deben constantemente ir analizando y tomando decisiones en función de la evaluación del modo en el cual se van desarrollando las acciones y los resultados a los que se van llegando. Ningún docente debe continuar con una tarea que no está permitiendo el disfrute de los niños, el acercamiento a los logros esperados o que no plasma las situaciones deseadas. Sólo que a veces se mantienen presentes (incluso de manera inconsciente) las preconcepciones mencionadas, que forman parte de las posturas tradicionales que entienden a la planificación como un elemento estructurado y no como a un sistema abierto. Este escrito toma aportes de los siguientes libros de la autora: - “La planificación didáctica en el Jardín de Infantes: unidades didácticas, proyectos y secuencias didácticas. El juego trabajo. Ed. Homo Sapiens. Rosario. 2006. “Educar en el Jardín Maternal: enseñar y aprender de 0 a 3 años” Ed. Novedades Educativas. Bs As 2007.