Descargar Archivo - Centro Universitario de Arte, Arquitectura y
Transcripción
Descargar Archivo - Centro Universitario de Arte, Arquitectura y
24 PASAJE CULTURAL La feria en Tonalá Aimeé Muñiz Machuca C on teatro, música, danza y canto, Ismael García Ávila agudiza los sentidos de quienes deciden sumarse al Fandango de los novios, puesta en escena a cargo del grupo folclórico de la División de Artes y Humanidades, del Centro Universitario de Arte, Arquitectura y Diseño (CUAAD), que recrea una boda tradicional jalisciense de finales del siglo XIX. El público no solo permanece con ojos y oídos fijos en el espectáculo, sino que puede bailar en el escenario, comer, beber, oler o tocar. “La audiencia poco a poco descubre y utiliza sus cinco sentidos, ya sea para degustar tequila, oler una flor o saborear la gastronomía mexicana que ofrecemos en la puesta. También hay un espacio para bailar”. La obra será presentada en el hotel La nueva posada, de Ajijic, el 11 de marzo, a las 18:00 horas, y después en abril, del 25 al 29, en los museos de la Ciudad y Regional. Hasta cierto punto es como una cenaespectáculo. El eje consiste en una boda, y la cena resulta un ingrediente básico. Una vez que han comido todos, viene el baile de los novios: un verdadero fandango, porque el público tiene cabida en la pista o puede ser parte de la fiesta alrededor de sus mesas. Ricardo Ibarra Fandango de los novios comienza con un personaje tradicional del barrio del Santuario: el “Polidor”, quien pregona las delicias gastronómicas de la zona. Continúa con el momento en que la pareja (una hacendada y un pastor) se conoce en una garita, fuente o pozo a donde iban las mujeres a bañarse, y el posterior cortejo de los novios. Entonces la hacendada decide contraer matrimonio, de manera que entrega al hombre un pañuelo, símbolo del compromiso formal de las nupcias. El tercer cuadro muestra las actividades previas a la fiesta. El punto fuerte consiste en la preparación de los alimentos típicos de la alta cocina tapatía, mismo que muestra cocineras dedicadas a tortear y cantar. “Estoy jugando con los sentidos del espectador. En ese momento tenemos prendidos cinco braseros de barro de Tonalá alrededor del público. Quemamos canela para propagar el olor, para que el espectador sienta que está en la cocina, donde preparan la comida que recibirá más tarde”. La boda viene después, con los novios y sus trajes tradicionales. La mujer es acicalada según las costumbres de antaño, cuando a las casas de las novias no acudían maquilladoras o peinadoras y la familia realizaba estas tareas. Cuando la pareja está lista, llega la cena: ensalada verde, pechuga de pollo con pipián, arroz a la mexicana, verdura de temporada y postre de mango. El cierre llega con el fandango, que incluye música, baile y canto. La duración de la obra depende de la participación del público: si decide entrar a la fiesta, puede durar hasta dos horas y media. EL VESTUARIO ADOLFO ÁVILA LA HISTORIA Se presentan este 11 de marzo en Ajijic Fandango de los novios Además del baile, las canciones y la comida, sobresale el vestuario de los bailarines y actores. Al comienzo de la obra, la mujer viste un medio fondo con tres rebozos trenzados para la escena de los baños. El hombre usa calzonera de manta, huarache, bule, sombrero y gabán. “El segundo vestuario fue diseño mío. A partir de un traje típico de Jalisco, hecho de manta y listones de colores, degradé el tono del listón, para obtener un vestido elegante. También usamos el traje de china, del siglo XIX, empleado de manera frecuente en esta entidad. El hombre lleva traje charro de gala. “El vestido de novia es de manta. Tiene cola, como 400 metros de listón y otros 200 de tira bordada y encaje. Como tocado porta tres rebozos de santa María, de San Luis Potosí”. EL PRESUPUESTO Fandango de los novios pudo surgir, en parte, gracias a una beca que Ismael García Ávila recibió del Consejo estatal para la cultura y las artes (Ceca), así como de recursos propios de director y coreógrafo. Parte del vestuario, también costoso, ya lo tenía García Ávila, porque además de su carrera en la danza, también ha dedicado tiempo al diseño de prendas. Incluso posee un taller y una costurera. “Tenía el monto económico de un premio nacional de danza, de hace dos años; uno atrás había concursado en otra beca, misma que me proporcionó otra cantidad en efectivo, y recibí algo en este, de manera que poco a poco he juntado para la producción de esta pieza”. En la obra participan 19 bailarines, egresados y estudiantes de la División de Artes y Humanidades, un coro integrado por Yolanda Pérez Borrado, Fabia Escamilla, Martín Vázquez Jiménez y Óscar Medrano Chávez, así como el grupo Medieros, dirigido por Víctor Ávila Gutiérrez. La tercera llamada “va con todo”, confirmaron los miembros de la Compañía de teatro de la Universidad de Guadalajara, previo al estreno de La feria, luego de reconocer que este montaje sería posiblemente la última puesta como grupo teatral universitario. Ante la depresión que generó en los actores la noticia del nuevo modelo teatral de esta casa de estudios, vieron con buenos ojos el probable “cambio de ciclo”, con una obra del escritor jalisciense Juan José Arreola que llevarán al teatro. “No pudo haber sido mejor”, exclamó el director de la Compañía, Fausto Ramírez, “que cerrar un ciclo con uno de los autores más grandiosos de Jalisco”. Antonio Navarro, actor con 13 años en la comunidad teatral de la Universidad, dijo que el replanteamiento del modelo fue “un balde de agua fría. Sin embargo, ahora hay mucho entusiasmo por asistir a esta fiesta. ¡Ya hasta compramos cacahuates! Vamos a llegar con el brío que da cada estreno. La tercera llamada va con todo. Como siempre, nos transformaremos al pisar el escenario. Así lo he visto y así será en La feria”. Previo a la rueda de prensa informativa, los siete actores de la obra desplegaron cuatro actos de La feria: procesión, mayordomía, monólogo de cuervos y el temblor, fragmentos de la obra literaria que detallan la lucha entre campesinos indígenas de Zapotlán y las autoridades políticas y religiosas. La feria pretende ser una puesta que pueda viajar por los municipios de Jalisco. “Nos interesa implementar una provocación hacia la lectura. Podremos presentar el montaje un día, y al siguiente leer el texto de Arreola con la comunidad, en la iglesia o cualquier otro punto de reunión municipal”. En la presentación, Orso Arreola, hijo del “Juglar” de las letras jaliscienses, expresó su alegría a los actores y representantes de los medios, por “retomar un texto que revela un hecho histórico de Jalisco”. Los actores participantes son Antonio Navarro, Rafael Rosas, Carlos Gómez Cacho, Abelardo Ferré, Andrés David, Salvador Rodríguez, Meli Ortiga, Azucena Evans y Francisco Santiago. La dirección es de Fausto Ramírez, quien será asistido por Susana Romo. La adaptación teatral fue de Teófilo Guerrero. La última función de La feria, después de su estreno, en marzo, es este lunes 7 y martes 8, a las 19:00 horas, en el patio Miguel Hidalgo, de la presidencia municipal de Tonalá (Hidalgo 21, entre Juárez y Emiliano Zapata). El costo de los boletos es de 60.00 (general) y 30.00 (estudiantes y maestros).