Física de la Atmósfera y Oceanografía - Bienal Física
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Física de la Atmósfera y Oceanografía - Bienal Física
Simposio de Física de la Atmósfera y Oceanografía XXXII Reunión Bienal de la Real Sociedad Española de Física Equatorial America: Precipitation patterns and a Lagrangian approach of Moisture Sources Ana María Durán Quesada1, Michelle Reboita2, Luis Gimeno1 and Raquel Nieto1 epartamento de Física Aplicada, Facultad de Ciencias de Ourense, Universidad de Vigo, Campus As D Lagoas s/n, ES-32004 Ourense, Spain. 2 Universidade de Sao Paulo, USP, Brasil. 1 Abstract The role of the tropics in the climate system is well known, its importance as the motor of the general circulation due to the solar radiation received as well as the biological importance of tropical regions are just few elements to confirm its importance. Tropical climate system is rich in interactions between land, ocean and atmosphere; where teleconecctions are important determining local climate processes. Particularly, equatorial America presents a contrast regarding the land-sea distribution; this area comprises Southern North America, Central America and Northernmost South America. One of the most important features of the tropics is precipitation, along the tropical regions extreme situations have been analysed, from severe droughts to monsoons. Precipitation patterns in equatorial America have been identified and many works have been dealing mainly with the rainfall in the Amazon basin for its particular importance as ecosystem. While analising precipitation, important questions begin to rise: where does the moisture come from?, which are the moisture transport mechanisms? Current research over America has been focused on moisture sources and transport in La Plata and Orinoco Basins and more recently Central America. Results indicate the importance of low level jet structures as moisture conveyors. Furthermore winds and the thermal gradients induced by the ocean and land distribution, local topography is an important element which accounts for the observed precipitation patterns. Using the methodology followed for analising moisture transport in Central America, three precipitations cores in the equatorial regions are analysed. In a general way the main moisture sources are relatively known and using a Lagrangian analysis method the existence and annual cycle of the sources is determined. This work presents from a general point of view, the importance of the ITCZ seasonal migration, local topography, thermal gradients and low level jet structures as important elements involved in the moisture transport in the tropical regions. Since tropics are highly sensible to ENSO phases, the relatively neutral period 2000-2004 is analysed and further research of the group is now focused in the interannual variability of the moisture transport in equatorial America as well as the impact of the ENSO phases. 287 Simposio de Física de la Atmósfera y Oceanografía Características de las corrientes inerciales y de marea entre Lanzarote y África J. M. Ugía, A. Martínez-Marrero y A. Hernández-Guerra Departamento de Física, Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, 35017 Las Palmas de Gran Canaria, [email protected]. En este trabajo se utilizan datos de corrientes medidos en el canal formado por Lanzarote y África con objeto de estudiar la variabilidad espacial y temporal de las oscilaciones semidiurnas y diurnas. Los datos empleados se obtuvieron con cuatro líneas de correntímetros (EBC2, EBC3, EBC4, EBC5) fondeadas entre enero de 1997 y enero de 1999, a lo largo de una sección transversal del canal, con las que se midieron series temporales a distintitas profundidades comprendidas entre 100 y 1150 m. Los resultados obtenidos mediante análisis espectral permiten comparar las energías de la banda de baja frecuencia, la banda diurna y la banda semidiurna. En la zona profunda del canal la banda de frecuencias más energética es la banda diurna la cual está dominada por oscilaciones de tipo inercial. Las energías máximas de esta banda se observan en la línea EBC4, situada en la zona central del canal cercana al talud de Lanzarote, y a profundidades mayores de 300 metros. La corriente semidiurna está originada por la marea y la máxima energía de esta banda se produce también en la línea EBC4, aproximadamente a 300 metros de profundidad. Los resultados obtenidos mediante la descomposición en funciones empíricas ortogonales muestran una estructura vertical compleja, aunque estable a lo largo del tiempo, de la corriente de marea que está originada por la combinación del modo barotrópico con los modos baroclínicos. Sin embargo, se observa que la importancia de los modos baroclínicos es mayor en el fondeo EBC5, el más cercano a Lanzarote, lo que sugiere la generación de ondas internas en el talud de dicha isla. Figura 1. Elipses obtenidas para la banda semi- Figura 2. Elipses obtenidas para la banda diurna. diurna mediante la aplicación de análisis espectral rotatorio a los datos de corriente. 288 XXXII Reunión Bienal de la Real Sociedad Española de Física Estudio de las concentraciones de CO2 en Castilla y León a partir de datos en superficie y medidas de satélite M. A. García, I. A. Pérez y M. L. Sánchez Departamento de Física Aplicada, Facultad de Ciencias, Universidad de Valladolid, 47071-Valladolid. Introducción En la actualidad, resulta evidente la influencia de los gases de efecto invernadero sobre el cambio climático. El aumento de sus emisiones ha propiciado un incremento de la temperatura del aire a escala global de aproximadamente 0.76 ºC desde principios de siglo pasado hasta 2005. Las concentraciones del dióxido de carbono, CO2, uno de los gases de efecto invernadero más importantes, se han incrementado desde 280 ppm al comienzo de la era industrial hasta 379 ppm en 2005 [1]. El principal objetivo del Protocolo de Kyoto es reducir las emisiones globales al menos un 5% respecto a los niveles de 1990 en el período 2008-2012. Para garantizar el cumplimiento de los objetivos fijados es necesario un control y un adecuado estudio de las fuentes y sumideros. A ello contribuyen los instrumentos presentes en el espacio. Para mostrar la fiabilidad de los datos obtenidos desde satélites es necesario contrastar los resultados con observaciones desde la superficie. En este trabajo se presentan los resultados de comparación de los niveles de CO2 en superficie con la columna total de CO2 obtenida por el sensor SCIAMACHY (Scanning Imaging Absorption Spectrometer for Atmospheric Cartography). Descripción experimental y resultados Las concentraciones ambientales de CO2 se midieron en el Centro de Investigación de la Baja Atmósfera, CIBA, (lat: 41º49’N, long: 4º56’W, alt: 845 m), situado en el centro geográfico de Castilla y León y en una zona rural de uso agrícola. Para ello se utilizó un analizador de infrarrojo de respuesta lenta MIR 9000. Los datos se almacenaron en continuo en un datalogger y se procesaron como valores medios semihorarios. La gran influencia de las intensas inversiones térmicas que se originan en el lugar de muestreo (hasta 7.3 ºC/100m) se redujo rechazando los datos registrados con inversiones térmicas superiores a 1.5 ºC/100m. Posteriormente se calcularon las medias mensuales. Estos valores se compararon con los datos concurrentes de la columna total de CO2 obtenida por SCIAMACHY embarcado en el satélite ENVISAT de la ESA, en el pixel centrado en la zona considerada durante 2003, 2004 y 2005. Los datos utilizados para la validación están basados en los productos operacionales mensuales del Nivel 3 procesados por la Universidad de Bremen. Estos datos mensuales se suavizaron utilizando una media móvil de 3 meses. A continuación se presentan los principales resultados obtenidos. 1) La evolución mensual de las concentraciones ambientales en superficie se caracterizó por un progresivo aumento del CO2 desde finales del invierno, alcanzando el valor más alto en mayo, un descenso en verano (julio y agosto) y un posterior aumento desde septiembre hasta diciembre. El incremento observado durante el período de crecimiento vegetativo, totalmente acorde con la evolución estacional registrada en el Hemisferio Norte, confirma la influencia de la fijación fotosintética en la variación de CO2 en el lugar de medida. Por el contrario, la reducción que experimenta en verano puede ser atribuida a la falta de vegetación después de la cosecha, así como a la alta temperatura del suelo y la baja humedad del suelo de la zona, principales factores que gobiernan la fotosíntesis y la respiración. La presencia de un valor máximo secundario en octubre se 289 Simposio de Física de la Atmósfera y Oceanografía asocia a un aumento en la vegetación y la vitalidad de las raíces por el incremento de las precipitaciones en esta época del año. Los promedios mensuales máximo y mínimo fueron 388.1 y 377.9 ppm, con una amplitud de 10.2 ppm. Los datos filtrados mostraron una amplitud inferior, 7.6 ppm. 2) La variación estacional de la columna total de CO2 proporcionada por SCIAMACHY presentó un comportamiento simi- Figura 1. Datos mensuales de la columna total de lar, caracterizado por un crecimien- CO2 de SCIAMACHY. to progresivo de las medias mensuales desde enero, llegando a un valor máximo en mayo, para reducirse en verano y alcanzar los valores mínimos en agosto-septiembre (Figura 1). Otra analogía muestra la presencia de un pico secundario de CO2 en octubre-noviembre. Los promedios mensuales extremos oscilaron entre 361.6 y 371.6 ppm en enero y mayo, respectivamente, dando lugar a una amplitud ligeramente superior a la obtenida para los datos en superfi- Figura 1. Anomalías entre la columna total de CO2 cie filtrados, 10.0 ppm. SCIAMA- de SCIAMACHY y la concentración en superficie. CHY subestima los resultados de superficie en un promedio de 3.9%. 3) Las desviaciones mensuales obtenidas durante los 36 meses de análisis mostraron una variación estacional. Las anomalías mínimas se alcanzaron sistemáticamente en primavera-verano (desde marzo a agosto), descendiendo a 2.2% en mayo. Las desviaciones mayores se registraron en invierno (desde noviembre a enero), hasta 5.7% en diciembre, debido al número reducido de datos de SCIAMACHY a su paso sobre el lugar de medidas, así como a un aumento local de las emisiones antropogénicas. 4) La comparación entre las tendencias anuales de superficie y la columna total de CO2 de SCIAMACHY mostró un resultado satisfactorio, 2.5 ppm/año, que es un valor consistente con la mayor parte de los resultados presentados en la bibliografía [2]. La tendencia anual de los datos en superficie fue más marcada mostrando un progresivo aumento lineal entre 376.8 y 383.5 ppm en 2003 y 2005, respectivamente. El ligero descenso en el promedio de la columna total de CO2 obtenido en 2004 frente al 2003, podría atribuirse a una anomalía superior de los datos mensuales registrados este año, 4.6%, comparado con el obtenido en 2003 y 2005, 3.6% (Figura 2). Agradecimientos: Los autores agradecen a la CICYT y a la Junta de Castilla y León su apoyo económico. Referencias [1] IPCC. Geneva, Switzerland (2007). [2] M. Buchwitz, O. Schneising, J. P. Burrows et al., Atmos. Chem. Phys., 7, 4249-4256 (2007). 290 XXXII Reunión Bienal de la Real Sociedad Española de Física Influencia de la actividad solar, las erupciones volcánicas y la composición atmosférica sobre la temperatura global y el cambio climático A. de la Cruz C/ Maternidad 1 2ºC, 13004 Ciudad Real ([email protected]). En un trabajo anterior [1] se describe con detalle un modelo de balance de energía MBE cerodimensional que predice la temperatura de equilibrio global terrestre al introducir en él los valores de la constante solar, la reflectividad y la emisividad de la superficie terrestre, la composición atmosférica, y la nubosidad. En dicho trabajo el modelo considera, como es habitual, que del aumento total de temperatura respecto a la que habría si la atmósfera no produjera Efecto Invernadero, el 64% se debe al contenido atmosférico de agua (vapor y nubes), el 21% al contenido de CO2, el 6% al de ozono troposférico, otro 6% al de metano, y el 3% al de N2O. Con este reparto del Efecto Invernadero, en el trabajo se muestra que al tener en cuenta la evolución de los contenidos atmosféricos de gases invernadero en el último milenio, manteniendo constantes el resto de variables, las temperaturas globales predichas por el modelo coinciden aceptablemente con las observadas en las últimas décadas y con las predichas por el IPCC para el siglo XXI, pero las predicciones fallan catastróficamente para los mil años anteriores, al proporcionar valores muy por debajo de los observados, y no reproducir en absoluto las variaciones producidas durante ese periodo. Por tanto, en ese trabajo se concluye que debe haber otros factores que expliquen la evolución observada de la temperatura, y se propone que algunos de los más influyentes pueden ser la variabilidad de la actividad solar, la sucesión de erupciones volcánicas acaecidas, y una distribución diferente del Efecto Invernadero (mayor debido al agua, y menor debido al resto de gases). En este trabajo se modifica el modelo anterior para tener en cuenta la mencionada influencia sobre la temperatura global terrestre de la evolución registrada tanto en la actividad solar como en la volcánica [2], además de aumentar el Efecto Invernadero del agua incluso hasta el 95% rebajando el del resto de gases invernadero [3]. Modificando en primer lugar el Efecto Invernadero de la manera señalada, los valores de la temperatura predichos por el modelo hasta 1970 se acercan mucho más a los observados, aunque lógicamente sus fluctuaciones siguen inexplicadas. Paralelamente, disminuye el acuerdo entre predicción y observación desde 1970, confirmando la existencia de otros factores que expliquen el calentamiento de las últimas décadas y la variabilidad general de la temperatura en el milenio. Al incluir la evolución de la actividad solar y su influencia sobre el contenido troposférico de aerosoles y sobre la nubosidad, el acuerdo general entre predicción y observación mejora ostensiblemente, dando cuenta en buena parte tanto del actual calentamiento como de las fluctuaciones de la temperatura a lo largo del milenio. Por fin, la inclusión de la influencia de las emisiones volcánicas sobre los contenidos estratosférico y troposférico de aerosoles mejora nuevamente el acuerdo, aunque en menor medida que en el caso de la actividad solar. De los resultados obtenidos puede concluirse que el calentamiento global actual y la variabilidad de la temperatura global terrestre a lo largo del último milenio no son consecuencia fundamentalmente del Efecto Invernadero, sino que el factor más influyente sobre ambos es la evolución de la actividad solar a lo largo de dicho periodo. 291 Simposio de Física de la Atmósfera y Oceanografía Referencias [1]A. de la Cruz, CONAMA9 (2008); http://www.conama9.org/conama9/paginas/paginas_view.php?id paginas=91&lang=es&menu=376&id=191&op=view. [2] T.J. Crowley, Science 289, 270 - 277 (2000); http://www.sciencemag.org/. [3]G.G. Duffy, Climate Change Fraud (2008); http://www.climatechangefraud.com/content/view/2169/228/. 292 XXXII Reunión Bienal de la Real Sociedad Española de Física La señal de la QBO en la alta estratosfera y mesosfera MAECHAM5 y HAMMONIA Peña-Ortiz C.1, Giorgetta M. A.2, Schmidt H.2 y Keller M.2 epartamento de Sistemas Físicos, Químicos y Naturales, Universidad Pablo de Olavide, 41013 Sevilla D ([email protected]). 2 Max Planck Institute for Meteorology, Hamburg, Germany. 1 La señal de la Oscilación Cuasi-bienal (QBO) en la alta estratosfera es analizada a partir de las simulaciones de dos modelos de circulación general, MAECHAM5 y HAMMONIA. Los resultados muestran que la QBO afecta de manera significativa a la alta estratosfera y a la mesosfera ecuatorial. En la alta estratosfera, la QBO modula el descenso de las fases este y oeste de la Oscilación Semi-anual estratosférica (SSAO). Los resultados demuestran que la propagación vertical de la señal de la QBO hacia la mesosfera media y alta depende de la fase de la SAO y consecuentemente del ciclo estacional. La QBO no afecta de manera directa a la fase oeste de la Oscilación Semi-anual mesosférica (MSAO). Durante los solsticios, cuando vientos del oeste de la MSAO dominan en la media y alta mesosfera, la señal de la QBO no se observa más allá de la stratospausa. Sin embargo, durante los equinoccios, cuando vientos del este de la MSAO predominan en la mesosfera media y alta, la señal de la QBO se propaga a través de toda la mesosfera llegando hasta la baja termosfera. Los resultados obtenidos sugieren que la modulación de la SAO por parte de la QBO se produce a través de la filtración de ondas de gran escala como las de inercia-gravedad pero también a través de ondas de gravedad de pequeña escala. Figura 1. Perfil vertical de viento zonal en 1.40N según el modelo de circulación general HAMMONIA. 293 Simposio de Física de la Atmósfera y Oceanografía Validación del modelo isótropo para la estimación del Índice ultravioleta en planos inclinados D. Serrano1, M. J. Marín2, M. P. Utrillas1, A. R. Esteve1, F. Tena1 y J. A. Martínez-Lozano1 epartamento de Física de la Tierra y Termodinámica, Universidad de València, 46100 Burjassot; D [email protected]. 2 Fundación Centro de Estudios Ambientales del Mediterráneo (CEAM), 46980 Paterna (Valencia). 1 I. Introducción El Índice UV (UVI) se utiliza como medio para concienciar a la población sobre los efectos negativos que tiene la radiación solar UV en la salud, y para alertar a la población sobre la necesidad de adoptar medidas de protección [1]. Sin embargo, la medida de la irradiancia eritemática (UVER) incidente y el posterior cálculo del UVI sobre superficies horizontales no siempre es el método más adecuado para poder estimar la dosis real recibida por los seres humanos que presentan a la radiación superficies con diversas orientaciones e inclinaciones. Por este motivo el conocimiento de la irradiancia incidente sobre superficies inclinadas resulta importante para estudios dosimétricos. El presente trabajo se centra en el modelo geométrico isótropo [2] para la estimación del UVI sobre superficies inclinadas en Valencia (España). II. Instrumentación y metodología Para estudiar los efectos de la irradiancia sobre planos distintos al horizontal, se ha diseñado y puesto en funcionamiento una estación de medida de UVER instalada en la Facultat de Física por el Grupo de Radiación Solar de Valencia. La estación de medida está ubicada en Burjassot (Valencia) y cuenta con cuatro radiómetros de banda ancha ultravioleta YES-UVB-1. Uno de ellos mide irradiancia UV global en el plano horizontal. Un segundo, tiene acoplado una banda de sombra, por lo que realiza medidas de irradiancia UV difusa, también en el plano horizontal. Los otros dos instrumentos toman medidas de irradiancia UV global sobre planos inclinados 40º, alternando las orientaciones Norte-Sur y Este-Oeste [3]. La irradiancia total recibida sobre un plano inclinado, Iβ, con un ángulo de inclinación β y en un plano acimutal Ap, se determina como: Ib = Ib, b + Ir, b + Id, b [1] donde Ib,β es la irradiancia solar directa sobre dicho plano; Ir,β es la irradiancia solar difusa reflejada por el suelo sobre el plano inclinado y Id,β es la irradiancia solar difusa procedente del cielo sobre el mismo plano inclinado. El modelo isótropo considera la radiación difusa procedente del cielo uniforme en todas las direcciones de la bóveda celeste. Así, la irradiancia solar difusa en un plano inclinado procedente del cielo según este modelo, Id,β, se halla según: Id, b = 1 Id _1 + cos bi 2 [2] donde Id es la irradiancia solar difusa en un plano horizontal y (1+cosβ) el factor de configuración para la radiación UV difusa. Posteriormente se ha calculado el valor del UVI multiplicando el valor de la UVER (expre- 294 XXXII Reunión Bienal de la Real Sociedad Española de Física sado en W/m2) por 40, y redondeado este valor al entero más próximo, lo que proporciona un valor numérico comprendido entre 1 y 10 en nuestras latitudes. III. Resultados A partir del modelo geométrico isótropo se obtuvieron las estimaciones del UVI correspondiente a las medidas registradas experimentalmente y que abarcan desde el 21 de Mayo de 2004 hasta el 25 de Octubre de 2007 en los cuatro planos de orientación, disponiéndose de más de 28.000 datos. Los resultados fueron comparados con el UVI obtenido a partir de las dichas medidas experimentales. La Tabla I permite la comparación entre los valores estimados y los medidos para el UVI para cada uno de los planos analizados. Diferencia UVI (%) Orientación Norte Orientación Sur Orientación Este Orientación Oeste 0 72 85 72 73 1 27 15 27 26 >2 <1 0 <1 <1 Tabla 1. Diferencia entre los valores del UVI medidos y los estimados con el modelo isótropo (en %). Se observa un buen acuerdo general entre los datos estimados y los medidos, ya que sus valores coinciden en más del 71% de los casos, en todas las orientaciones siendo en el Sur donde mejor resultado se obtiene (85%), debido posiblemente a que para esta orientación la irradiancia es superior a la que reciben los demás planos inclinados. También podemos observar que en todas las orientaciones la diferencia de dos enteros o más no se da prácticamente (menos del 1% de los casos) por lo que podemos concluir que el modelo realiza una estimación muy buena. IV. Conclusiones Los buenos resultados en los cuatro planos estudiados y para cualquier condición meteorológica permiten considerar al modelo isótropo como una herramienta adecuada para la estimación del UVI en planos inclinados. En el plano Sur la coincidencia entre valores experimentales y estimados es aún mayor. Estos resultados mejoran la estimación realizada por el modelo para la UVER [4] debido al redondeo al entero más próximo que representa la propia definición del UVI. Por tanto, a pesar de su sencillez, puede resultar adecuado para estimar el UVI incluso en lugares con predominio de cielos despejados como es el caso de Valencia. Agradecimientos: Este trabajo ha sido cofinanciado por el Ministerio de Ciencia e Innovación (MICINN) a través de los proyectos CGL2005-03428-C04-01 y CGL2007-60648. Referencias [1] [2] [3] [4] WHO, Índice UV Solar Mundial: Guía Práctica 28 pp. http://www.who.int/uv. (2003). Liu, B.Y.H. y R.C. Jordan., Trans ASHRAE: 41-526 (1962). Esteve A.R. et al., Photochem. and Photobiol: 82, 1047-1052 (2006). Utrillas M.P. et al., Photochem. and Photobiol: (en prensa) (2009). 295 Simposio de Física de la Atmósfera y Oceanografía Técnicas lineales y no lineales aplicadas al relleno de huecos: Un estudio comparativo en series temporales de caudales D. Calandria Hernández, J. Hidalgo Muñoz, D. Argüeso, S. Gámiz Fortis, M. J. Esteban Parra y Y. Castro Díez Departamento de Física Aplicada. Universidad de Granada, 18071 Granada. [email protected]. En este trabajo se ha realizado una comparativa entre los métodos lineales y no lineales para el relleno de huecos de series temporales climatológicas. El estudio, viene motivado por el alto índice de huecos encontrados en las series mensuales de caudal de las estaciones de aforo de la Península Ibérica que, en algunos casos, llega a superar el 50%. Dada una serie x(t), se pueden rellenar sus huecos siguiendo dos criterios: el primero, consiste en utilizar la información de otras series temporales, y1(t),…,yn(t), para construir un modelo de regresión que permita conocer el valor de la serie en el instante t’, aplicando la ecuación x(t’) = F(y1(t’),…,yn(t’)). Aunque este enfoque es simple, tiene como inconveniente que todas las series yi(t) tienen que estar completas y carecer de huecos. Cuando no se cumple este requisito se puede usar una segunda aproximación que consiste en construir un modelo autorregresivo de la forma x(t’) = F(x(t’-1),…,x(t’-p)), donde p es el orden del modelo, que se elige a partir del estudio de la autocorrelación de la serie. En ambos casos, la función F determina si el modelo es lineal o no. Tradicionalmente, los principales modelos han sido lineales. Sin embargo, en los últimos años se están desarrollando técnicas no lineales que permiten obtener una mejor solución para el problema del relleno de huecos. Las más comunes están basadas en las denominadas redes neuronales artificiales (ANNs) y en los algoritmos de búsqueda evolutivos (Algoritmos Genéticos). En este trabajo, el modelo de regresión no lineal utilizado ha consistido en una red neuronal feed-forward con una sola capa oculta cuyo tamaño se determina automáticamente a partir la serie temporal que se está rellenando. Como función de transferencia, se ha utilizado la tangente sigmoide. En el algoritmo de entrenamiento de la red, se ha aplicado un método de regularización bayesiana [1] con el fin de evitar el sobre-ajuste. Las series temporales sobre las que se ha trabajado corresponden a datos de caudales procedentes de la confederación hidrográfica del Duero, publicados en el anuario de aforos del Centro de Estudios y Experimentación de obras públicas (CEDEX, www.cedex.es). De todas las estaciones disponibles, se han seleccionado aquellas que carecían de huecos, obteniendo un total de 25. La cobertura temporal de las series abarca el periodo 1965 a 2005, con ambos años incluidos. Este periodo, ha sido dividido en dos: un periodo de entrenamiento, comprendido entre 1965 y 1995, y un periodo de prueba, comprendido entre 1996 y 2005, sobre el que se han generado huecos de manera aleatoria. Todas las series han sido preprocesadas eliminando la tendencia lineal encontrada, y han sido normalizadas a media cero y varianza 1. Para realizar la comparativa, se han construido modelos de regresión lineales y no lineales siguiendo los enfoques ya descritos: dada una serie de caudales x(t), se han escogido las series yi(t) como las cinco que mayor correlación muestran con ella. A continuación, se han construido los modelos de regresión con los datos del periodo de entrenamiento, y éstos han sido aplicados para rellenar los huecos del periodo de chequeo. La tabla 1 resume los resultados obtenidos al realizar el relleno de huecos sobre las 25 estaciones con las que se ha trabajado. Como puede observarse, los métodos no lineales ofrecen mejores resultados tanto para la regresión múltiple como en los modelos autorregresivos. En estos últimos, los resultados son algo peores debido a que los errores se van acumulando cuando hay una sucesión de huecos 296 XXXII Reunión Bienal de la Real Sociedad Española de Física consecutivos. La Figura 1 muestra una de las series de caudal utilizada junto con las series simuladas a partir del relleno de huecos. En ella se puede ver como los métodos no lineales, además de reproducir fielmente la tendencia de la serie que rellena, consigue estimar los extremos con mayor precisión. Regresión Lineal Múltiple Regresión No-Lineal Múltiple Autorregresión Lineal (AR) Autorregresión No-Lineal (NLAR) Coef. Corr. 0.73 0.81 0.60 0.66 RMSE 23.68 20.54 30.25 29.40 Tabla 1. Resultados obtenidos con los modelos desarrollados, mostrando el coeficiente de correlación medio y el error cuadrático medio entre las series originales y las simuladas. Actualmente, se está trabajando en la implementación de modelos más complejos que superen los resultados obtenidos con la regresión múltiple y la autorregresión. Concretamente, se está trabajando con modelos ARMA no lineales. Hasta ahora se han realizado experimentos con la parte AR del modelo y, como se aprecia en la tabla anterior, parece que mejora a su análogo lineal. Así pues, al introducir la parte de media móvil (MA), se espera una caracterización más exacta de la tendencia de las series con las que se está trabajando, lo que permitirá resolver el problema de la acumulación de errores en el relleno de huecos usando la parte AR, y obtener resultados mejores. Además, los modelos no lineales desarrollados en este trabajo podrán servir de utilidad en el desarrollo de otras tareas como predicción u homogenización de series. Figura 1. Serie de caudales rellenada durante la fase de test. La línea continua se corresponde con los valores originales de la serie. La línea discontinua, se corresponde con la reconstrucción de la serie usando métodos lineales y la punteada con la reconstrucción usando métodos no lineales. Referencias [1] Bishop, C. M. Neural Networks for Pattern Recognition. Oxford University Press. 1995. 297 Simposio de Física de la Atmósfera y Oceanografía Medida de isótopos de plutonio, 239Pu y 240Pu, en filtros de aire de Sevilla mediante espectrometría de masas con aceleradores E. Chamizo1, M. García-León2 y L. Wacker3 entro Nacional de Aceleradores (CNA), Avda. Tomás Alba Edison s/n, 41092 Sevilla; C [email protected]. 2 Departamento de Física Atómica, Molecular y Nuclear, Universidad de Sevilla, Avda. Reina Mercedes s/n, 41012 Sevilla. 3 ETH Institute of Particle Physics, Schafmattstrasse 20, CH-8093 Zürich, Suiza. 1 Hoy en día, 30 años después del último ensayo nuclear a cielo abierto y 23 después años del accidente de Chernobyl, el último en liberar radionucleidos directamente a la atmósfera, el plutonio sigue estando presente en la troposfera. La razón son los procesos físicos de resuspensión: erosión de suelos de zonas desérticas por parte del viento; formación de aerosoles marinos, principalmente en las zonas costeras; y actividades humanas como la construcción o la agricultura. Por ejemplo, en una zona urbana libre de fuentes locales de contaminación, las actividades del plutonio en aire son del orden del nBq/m3, pero en el caso de Palomares, Almería, afectado por un siniestro nuclear en 1966, asciende en, al menos, tres órdenes de magnitud. Aprovechando los bajos límites de detección para la medida de 239,240Pu ofrecidos por la técnica de espectrometría de masas con aceleradores (~ 5 μBq), de reciente implantación en el CNA, en este trabajo caracterizaremos por primera vez las concentraciones de 239,240Pu en muestras atmosféricas de Sevilla. Las muestras estudiadas fueron recogidas en la azotea de la Facultad de Física con resolución semanal durante los años 2001 y 2002, mediante un captador de partículas de alto volumen (Aerosol Sampling Station ASS-500), quedando los aerosoles retenidos sobre un filtro de polipropileno de 40x40 cm2 de superficie (Vpromedio = 80000 m3, Mpromedio = 6 g). Para el análisis de 239,240Pu por AMS, se empleó un 10% de la superficie de los filtros individuales, que fueron agrupados por meses y procesados con esta resolución (Vmuestra = 32000 m3, Mmuestra = 2.4 g). La extracción y purificación del plutonio de los filtros se realizó mediante resinas de extracción cromatográfica TEVA, previa calcinación y digestión ácida de las cenizas, según el procedimiento publicado en [1]. Las medidas de 239,240Pu fueron realizadas con el sistema de AMS de 600 kV del ETH de Zürich y con la instalación de 1 MV del CNA. Brevemente, el plutonio es extraído de la fuente de iones de sputtering con Cs+ como Pu16O-, transformado a Pu3+ en el proceso de stripping, y cuantificado a partir de la señal de energía total proporcionada por una cámara de ionización con una ventana de nitruro de silicio [2]. Los resultados obtenidos para las actividades de 239+240Pu por unidad de volumen, y para los cocientes isotópicos 240Pu/239Pu en número de átomos, se presentan en la Figura 1. Observamos que concentración de plutonio en aire sigue un ciclo estacional, con máximos durante el período estival. En concreto, las actividades de 239+240Pu en aire presentaron máximos en agosto del 2001, con 19 nBq/m3, y en junio del 2002, con 15 nBq/m3. Los mínimos anuales se alcanzaron durante las estacione lluviosas (enero del 2001 y noviembre del 2002), con valores de 2 nBq/m3. Es interesante comentar que las concentraciones de aerosol en aire o índice TSP (del inglés Total Suspended Particles) presentaron una evolución similar, con máximos también en agosto del 2001 (C=120 μg TSP/m3) y en junio del 2002 (C=90 μg TSP/m3). Esta correlación está de acuerdo con la hipótesis de la resuspensión. A través del análisis visual de las imágenes proporcionadas por la sonda TOMS de la NASA (Figura 2), que informan sobre la concentración total de partículas en la atmósfera terrestre a partir de un parámetro denominado Aerosol Index, se identificaron 8 intrusiones de aire Sahariano en el 2001, y 6 en el 2002, con máximos evidentes en los meses de 298 XXXII Reunión Bienal de la Real Sociedad Española de Física agosto y junio del 2001 y del 2002, respectivamente. La ocurrencia de estas intrusiones permite explicar también la existencia de máximos secundarios durante las estaciones húmedas (Figura 3). En consecuencia, es bastante probable que la presencia del plutonio en muestras atmosféricas de Sevilla Figura 1. SResultados obtenidos por AMS para las concentraciones en esté afectada por las actividad de 239+240Pu (■), en nBq/m3, y para las relaciones isotópicas intrusiones de polvo 240Pu/239Pu en número de átomos (▲), en %, en aire de Sevilla a lo largo mineral procedente del 2001 y del 2002. del Norte de África. Las relaciones isotópicas 240Pu/239Pu presentaron en la mayoría de los casos valores a los esperados para el fallout global en el Hemisferio Norte, del orden del 17%, de acuerdo con la hipótesis de la resuspensión. Este trabajo ha sido parcialmente financiado con el proyecto FIS-2008-01149 del Ministerio de Ciencia e Innovación. Figura 2. Imagen de la sonda TOMS de la NASA en la que se muestra la distribución de aerosoles a nivel mundial. Figura 3. Representación de las concentraciones en actividad de 239+240Pu y de las precipitaciones, proporcionadas por el Instituto Nacional de Meteorología, en los dos años estudiados. Las flechas representan las intrusiones de aire Sahariano, de acuerdo con las imágenes de la sonda TOMS. Referencias [1]E. Chamizo, M.C. Jiménez-Ramos, L. Wacker, I. Vioque, A. Calleja, M. García-León, R. García-Tenorio, Anal. Chim. Acta 606, 239 (2008). [2]E. Chamizo. S.M. Enamorado, M. García-León, M. Suter, L. Wacker, Nucl. Inst. Meth. B 266, 2217 (2008). [3] http://toms.gsfc.nasa.gov/aerosols/. 299 Simposio de Física de la Atmósfera y Oceanografía Influencia de las condiciones hidrológicas sobre la distribución espacial de Clor-a en el sector NO del Mar de Alborán T. Ramírez1, D. Cortés1, J. M. Mercado1 y E. Liger2 1 2 Instituto Español de Oceanografía, Centro Oceanográfico Málaga, Málaga. Departamento de Física Aplicada II, Universidad de Málaga, 29071 Málaga. [email protected]. Mientras que la oceanografía física y los patrones de circulación del Mediterráneo occidental y mar de Alborán se vienen estudiando hace largo tiempo y se conocen relativamente bien, no ha sido hasta la última década cuando se han comenzado a obtener datos en relación con los aspectos biológicos y el acoplamiento físico-químico-biológico [1]. Desde un punto de vista físico, la circulación en el mar de Alborán está dominada por el intercambio de aguas que se produce a través del Estrecho de Gibraltar, y que a grandes rasgos, se puede resumir como una fuerte corriente de aguas atlánticas, poco salinas, entrando en superficie a través de Gibraltar, mientras que aguas Mediterráneas más salinas y densas, fluyen en profundidad hacia el Atlántico. La capa superior de Alborán presenta una compleja hidrodinámica que da lugar a una elevada variabilidad espacial y temporal en las características hidrológicas que son reflejadas en la productividad de las aguas [2]. Esto conduce a que el estado trófico de la cuenca sea muy variable, presentando una elevada heterogeneidad espacial debido a los elevados gradientes horizontales en las propiedades físicas y químicas de las masas de agua. En el margen continental del sector noroccidental del mar de Alborán están localizadas las zonas mesotróficas que contrastan con las condiciones oligotróficas encontradas en el centro de los giros anticiclónicos, donde tiene lugar la convergencia de aguas superficiales empobrecidas en nutrientes. En este trabajo se analiza la variabilidad horizontal de la temperatura y salinidad en la capa superficial y su efecto sobre la distribución de la concentración de clorofila-a (Clor-a) en el período 2002-2004 en el sector norte y noroccidental del mar de Alborán. Los muestreos se efectuaron en seis transectos situados de forma aproximadamente perpendicular a la costa, donde se ubicaron varias estaciones costeras (20-30 m), neríticas (80-100 m) y oceánicas (210-540 m). En cada uno de los años de estudio se efectuaron 4 campañas oceanográficas con periodicidad aproximadamente trimestral, coincidiendo con cada estación meteorológica del año. En cada estación se obtuvieron perfiles verticales de conductividad (que fueron convertidas a salinidad (S) y temperatura (T) en la columna de agua y se tomaron muestras a profundidades discretas para la estimación de la concentración de Clor-a. Para determinar si en promedio las distintas estaciones y transectos se diferenciaron por sus características oceanográficas, se realizaron mapas de distribución horizontal de S, T y Clor-a en la capa superficial (0-20 m) (Figura 1). La salinidad y la temperatura en superficie estuvieron afectadas por la circulación general de la zona y por diferentes mecanismos de afloramiento. Los sectores occidental y oriental presentaron diferencias en sus características hidrológicas. En el sector occidental las estaciones oceánicas estuvieron frecuentemente bajo la influencia de la corriente atlántica mientras que los transectos orientales se encontraron habitualmente bajo la influencia de aguas más cálidas procedentes del Este. En promedio, la salinidad mostró un pronunciado gradiente dirigido hacia la costa, lo que se debe a la mayor incidencia de los afloramientos inducidos por los vientos en las estaciones costeras. Este gradiente fue más acentuado en los transectos occidentales debido a las bajas salinidades detectadas en las estaciones oceánicas como consecuencia de la mayor influencia atlántica, observándose con frecuencia la presencia de la corriente at- 300 XXXII Reunión Bienal de la Real Sociedad Española de Física lántica principal o de alguna de sus ramificaciones en las proximidades de estas estaciones, como indicaron las imágenes de SST y los registros in situ. La distribución media de la salinidad reflejó la existencia de un gradiente dirigido hacia el NE en las estaciones más oceánicas. Las temperaturas más altas se registraron en el sector oriental y estuvieron asociadas en algunas estaciones a valores medios de salinidad relativamente bajos y altos valores de oxígeno lo que sugiere que este sector estuvo bajo la influencia de Figura 1. Distribución espacial del valor medio de Clor-a aguas superficiales con mayor tiem- en las capas superficiales (0-20 m) a lo largo del periodo po de residencia, tratándose proba- de estudio. blemente de aguas que han recirculado en el Mar de Alborán. En el sector oriental, las menores temperaturas coincidieron con los menores valores medios de salinidad, debido posiblemente a incursiones de Agua Central Noratlántica en las estaciones más oceánicas, observándose un pronunciado gradiente de temperatura hacia la costa. La surgencia de aguas subsuperficiales, debidas a afloramientos inducidos por el viento y a los movimientos verticales asociados al frente atlántico, también pudieron contribuir a las menores temperaturas medias en ese sector. La variabilidad hidrológica afectó notablemente a la distribución de la Clor-a. Así, en los transectos occidentales los diferentes mecanismos de fertilización condujeron a las mayores concentraciones de Clor-a y a una elevada variabilidad de las mismas. Las concentraciones medias en las capas superficiales durante el periodo de estudio fueron superiores a 1 μg L-1 mientras que en los transectos orientales las concentraciones fueron en la mayoría de las estaciones inferiores a 0.7 μg L-1. Las menores concentraciones en este sector coincidieron con valores medios de temperaturas más elevados. Agradecimientos: Este trabajo ha sido financiado por los proyectos ECOMALAGA (Instituto Español de Oceanografía) y NITROALBORAN (CTM 2006-00426) del Ministerio de Ciencia e Innovación (cofinanciado por FEDER-UE). Referencias [1] T. Ramírez. Tesis Doctoral, Universidad de Málaga (2007). [2] T. Ramírez et al. Est. Coast. Shelf Sci., 65, 654-670 (2005). 301 Simposio de Física de la Atmósfera y Oceanografía Caracterización de la variabilidad de los extremos térmicos en Andalucía S. Pampín-García, M. J. Esteban-Parra, S. R. Gámiz-Fortis, J. M. Hidalgo-Muñoz y Y. Castro-Díez Departamento de Física Aplicada, Facutad de Ciencias, Universidad de Granada, 18071 Granada, [email protected]. Uno de los grandes problemas a los que se enfrenta la humanidad en el siglo XXI es el del cambio climático. Los estudios llevados a cabo hasta la fecha indican un calentamiento global del planeta, especialmente durante la segunda mitad del siglo XX, y se espera que continúe en el siglo XXI. Además, se prevé que uno de los mayores impactos del cambio climático sea el aumento de la intensidad y de la frecuencia de los extremos climáticos [1], hecho éste que se refleja de forma diferente en las distintas zonas del planeta. En este contexto, el presente trabajo, analiza la variabilidad de los eventos extremos de temperatura de invierno y verano en Andalucía durante la segunda mitad del siglo XX. Con este fin, se han analizado los datos de temperaturas máximas y mínimas diarias para diversas localidades andaluzas, obtenidos de la base de datos del subsistema Clima de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía. En total se obtuvieron datos de 628 estaciones meteorológicas repartidas por toda la comunidad autónoma andaluza. Estas series iniciales de datos fueron sometidas a un control de calidad con el fin de seleccionar las adecuadas para el análisis de extremos. En cualquier tipo de análisis climático es necesario contar al menos con una serie cuya cobertura temporal mínima sea de 30 años. Así pues, en primer lugar se desestimaron aquellas estaciones cuya longitud de datos era inferior a ese periodo, y se seleccionaron aquellas que incluían, al menos, el intervalo temporal 1970-2000. También se excluyeron las series con más de un 25% de huecos, especialmente entre los años 1950 y 2000. A continuación se llevó a cabo un análisis de la homogeneidad de dichas series, mediante la aplicación en primer lugar del FHtest, que analiza la homogeneidad en base mensual, y posteriormente del RHtest, que la analiza en base diaria [2]. Además, en algunos casos se ha estudiado la homogeneidad relativa de algunas estaciones con el fin de que, al menos, todas las provincias andaluzas contaran con cuatro estaciones. Para el estudio de los extremos de temperatura en Andalucía, se han seleccionado índices que caracterizaran distintos tipos de eventos extremos de entre los recomendados en el proyecto europeo STARDEX [3] (Statistical and Regional Dynamical Downscaling of Extremes for European Regions), cuyo fin es comparar rigurosa y sistemáticamente los cambios en la frecuencia e intensidad de los eventos extremos futuros en relación con los actuales. La selección de dichos índices fue llevada a cabo de manera que permitiera caracterizar la variabilidad tanto en frecuencia como en intensidad y persistencia de los eventos con temperaturas extremas y de olas de calor y frío. Las tendencias en las series temporales de dichos índices han sido cuantificadas a partir de la pendiente de la recta ajustada por mínimos cuadrados, y su significación fue evaluada mediante el test de Mann-Kendall. Además, con el fin de detectar cambios no lineales, se obtuvo la diferencia de los promedios de los índices seleccionados en dos subperiodos (desde el principio del registro de cada estación hasta 1985 y desde 1986 hasta el final del registro). Para analizar la significación estadística de estas diferencias se ha empleado el test t. 302 XXXII Reunión Bienal de la Real Sociedad Española de Física Los resultados obtenidos reflejan un aumento de los valores de temperatura máxima, así como de sus valores extremos y una mayor persistencia de las olas de calor, al menos de las que pueden considerarse extremas en la mayor parte de la región de estudio. Los cambios tienden a ser más significativos en el área oriental de Andalucía, siendo el interior occidental donde no se presentan aumentos significativos, o incluso en algún caso, cambios de signo opuesto a los del resto de las estaciones. En cuanto a las temperaturas mínimas cabe concluir que se tiende en general a un aumento de los índices relacionados con un incremento en el valor de la temperatura mínima, así como un descenso de los relacionados con la persistencia de los eventos extremos fríos durante el verano. No hay un comportamiento significativo claro de estos índices durante el invierno en la mayor parte de Andalucía, destacando el comportamiento hacia un descenso de la temperatura mínima y a un aumento de los episodios fríos en las estaciones interiores más orientales. Los resultados obtenidos en este trabajo indican que, en general, las tendencias de los eventos extremos en la mayor parte de Andalucía son coherentes con resultados obtenidos en otras regiones. Cabe destacar la magnitud y significación de los cambios experimentados en verano, que puede suponer un importante impacto ambiental y económico en esta región. El estudio presentado no permite establecer si las tendencias detectadas son el resultado del calentamiento global o de la variabilidad natural, si bien estos resultados están en concordancia con las proyecciones de clima para finales siglo XX obtenidas a partir de simulaciones climáticas que tienen en cuenta el forzamiento radiativo ocasionado por el aumento de la concentración de gases de efecto invernadero. Para ello se debería contar con registros temporales más amplios que permitan analizar las posibles causas de estas tendencias, lo que supone un objetivo fundamental en trabajos futuros. Referencias [1]Beniston, M., Stephenson, D.B., Christensen, O.B., Ferro, C., Frei, C., Goyette, S., Halsnaes, K., Holt, T., Jylhä, K., Koffi, B., Palutikof, J.P., Schöll, R., Semmler, T. and Woth, K. “Future extreme events in European climate: an exploration of regional climate model projections.” Climatic Change, 81, 71-95, 2007). [2]Wang, X. L. L. and Feng, Y.,“Penalized maximal test for detecting undocumented mean change in climate data series.” Journal of Applied Meteorology and Climatology, 46(6), 916-931, (2007). [3] STARDEX Final Report. (2005). http://www.cru.uea.ac.uk/projects/stardex/. 303 Simposio de Física de la Atmósfera y Oceanografía Sistemas de Alerta Sísmica. Aplicación a la línea de ferrocarril de Alta Velocidad Córdoba-Málaga M. Herraiz1, F. Sánchez-Dulcet1, A. García-Herráiz1, J. Mejuto1, D. Córdoba1 y J. L. Rodríguez2 epartamento de Física de la Tierra, Astronomía y Astrofísica I (Geofísica y Meteorología). Universidad D Complutense de Madrid; [email protected] 2 Administrador de Infraestructuras Ferroviarias, ADIF. Dirección General de Desarrollo de la Infraestructura Ferroviaria, José Abascal, 56, 28003, Madrid 1 En el estado actual del conocimiento, resulta imposible predecir adecuadamente la ocurrencia de terremotos, entendiendo como tal predicción la determinación precisa de los parámetros de localización del hipocentro, el instante de la ruptura, y el tamaño (magnitud) del terremoto predicho. La única posibilidad eficaz para disminuir tanto el número de víctimas como los daños materiales que se producen como consecuencia de un evento sísmico es mejorar los métodos de prevención. En esta línea se enmarca el establecimiento de Sistemas de Alerta Sísmica eficaces que, una vez que se ha producido el terremoto, permitan detectarlo, evaluar su tamaño y emitir, en su caso, la correspondiente alarma, todo ello en tiempo real, antes de que el movimiento fuerte del terreno alcance las poblaciones o instalaciones sensibles a proteger. La idea no es nueva. El concepto de alerta sísmica fue publicado por primera vez en el San Francisco Daily Evening Bulletin de noviembre de 1868 por J. D. Cooper y se basaba en aprovechar la mayor velocidad de las ondas electromagnéticas respecto de las sísmicas para hacer llegar una alarma transmitida por telégrafo. Desafortunadamente, el nivel tecnológico del momento impidió la realización práctica de la idea de Cooper. Después de 100 años, en 1972, el profesor M. Hakuo, del Earthquake Research Institute, de la Universidad de Tokio, propuso la misma idea para la ciudad de Tokio, despertando el interés entre las autoridades del Japanese National Railways, que promovieron la investigación y desarrollo del proyecto. En 1982 se había completado el Coast-line Detection System para el tren de Alta Velocidad “Shinkansen”. El Sistema de Alerta Sísmica para la ciudad de México, prácticamente idéntico, fue instalado en 1991.[1] Actualmente existen dos tipos de Sistemas de Alerta Sísmica en funcionamiento, en todo el mundo. Los sistemas del tipo “Front Detection”, o de Alarma Regional, como los instalados en el ferrocarril japonés, en Taiwán y en la ciudad de México, analizan el movimiento del terreno registrado por sismómetros instalados en las áreas fuente de terremotos para emitir mensajes de alerta hacia áreas urbanas más alejadas. Los sistemas del tipo “On Site”, o de Alarma Localizada, analizan la parte inicial de las ondas P registradas por acelerómetros instalados en las proximidades del elemento sensible a proteger, para emitir mensajes de alerta antes de que tenga lugar el inminente movimiento fuerte del terreno provocado por la llegada de las ondas S. El denominado Urgent Earthquake Detection and Alarm System, UrEDAS, en servicio desde 1992 en la red ferroviaria de Alta Velocidad del Japón emplea este método. Los sistemas “On Site”, de más reciente desarrollo, si bien determinan los parámetros del terremoto con menor precisión que los obtenidos con sistemas “Front Detection”, necesitan para ello un tiempo mucho menor, de sólo unos pocos segundos. Esto resulta de vital importancia cuando se trata de viviendas e instalaciones situadas en las proximidades del epicentro. La rápida recepción de las alertas permite la activación automática de mecanismos de 304 XXXII Reunión Bienal de la Real Sociedad Española de Física seguridad en los sistemas de transporte público, redes de distribución de gas y electricidad, hospitales, etc. tendentes a minimizar los efectos del terremoto. Esto ha motivado que para la Definición del Sismo de Disparo de un Prototipo de Sistema de Control Sísmico aplicado a la línea de Alta Velocidad Córdoba-Málaga [2] se haya optado por la metodología propuesta por Wu y Kanamori [3] para sistemas de tipo “On Site”, basada en la determinación del parámetro τc calculado a partir de los tres primeros segundos de la componente vertical de la onda P. Figura 1. Sismicidad instrumental (Datos del Instituto Geográfico Nacional) en las proximidades de la línea de Alta Velocidad Córdoba-Málaga. Para la obtención de la expresión que relaciona dicho parámetro con la magnitud del terremoto se han analizado 629 registros de aceleración y 246 de velocidad, proporcionados por el Instituto Geográfico Nacional, el Instituto Andaluz de Geofísica, la Universidad Complutense de Madrid, y el Real Instituto y Observatorio de la Armada. Corresponden a 208 sismos de magnitud superior a 3.0 ocurridos desde 1993 en la zona de interés. El estudio se ha complementado con la realización de tres campañas de toma de datos en diferentes puntos de la vía, durante los meses de enero, junio y julio del pasado año. Aunque existe constancia de terremotos históricos destructores con epicentro en las proximidades del trazado, las características de la sismicidad de la zona de estudio hacen necesario el empleo de acelerogramas sintéticos que permitan ampliar el rango de magnitud de los registros instrumentales disponibles, dada la falta de este tipo de datos para eventos de magnitud superior a 5.0. Referencias [1] Y. Nakamura, QR of RTRI, Vol. 37, No. 3, (1996). [2] M. Herraiz et al. 8th International Workshop on Seismic Microzoning Risk Reduction (2009). [3] Y. M. Wu y H. Kanamori, BSSA. Vol. 95, No. 1, (2005). 305 Simposio de Física de la Atmósfera y Oceanografía Efecto de las anomalias ionosféricas en las posiciones determinadas por GNSS G. Rodríguez Caderot1, B. Moreno1, M. Herraiz2 y M. C. de Lacy3 ección Departamental de Astronomía y Geodesia, Facultad de Matemáticas, Universidad ComplutenS se, 28040, Madrid; [email protected], [email protected]. 2 Departamento de Geofísica y Meteorología, Facultad CC. Físicas Universidad Complutense, 28040, Madrid; [email protected]. 3 Departamento de Ingeniería Cartográfica, Geodesia, y Fotogrametría, Universidad de Jaén, 23071 Jaén. [email protected]. 1 Las observaciones GNSS (Global Navigation Satellite System) permiten estimar el contenido electrónico de la ionosfera, TEC (Total Electronic Content). En este trabajo se pretende, a partir de estas estimaciones, detectar anomalías ionosféricas, en concreto el caso de las burbujas de plasma en la ionosfera, EPBs (Equatorial Plasma Bubbles) en las zonas ecuatoriales geográficas y estudiar la magnitud de su efecto sobre el posicionamiento. Estas anomalías pueden producir efectos no deseados en las señales, que afectan fundamentalmente a las comunicaciones satelitales y, en el caso de observaciones GNSS, pueden influir en la determinación de las coordenadas geográficas de puntos terrestres. Los observables que se obtienen usando GNSS dependen de las distancia receptor-satélite, de los efectos atmosféricos, de los errores en los relojes de los receptores y de los satélites y de las ambigüedades de fase, así como de los retardos electrónicos en receptores y satélites. Observables GNSS específicos entre un receptor y un satélite (observaciones no diferenciadas) se pueden usar para estimar el efecto ionosférico. El retardo ionosférico se ha estimado mediante un ajuste mínimos cuadrados de la ecuaciones de Euler-Goad, que permiten estimar las pseudodistancias, el retardo inosférico y las ambigüedades de fase a partir de medidas de código y fase (de Lacy et al, 2008). Se ha aplicado este método para obtener el contenido oblicuo de electrones individualmente para cada satélite, sTEC, en estaciones de la red IGS (International GNNS Service) y de la red EGNOS (European Geostationary Navigation Overlay Service) y se han comparado los resultados con los obtenidos por otros métodos para la detección de anomalías ionosféricas que estudian la disminución rápida del contenido electrónico de la ionosfera (Portillo et al., 2008). Las estaciones están situadas en la región ecuatorial africana ya que en estas regiones se carece de estudios de este tipo. Para cuantificar el efecto sobre el posicionamiento de estas anomalías se han estimado las coordenadas de estas estaciones en las épocas en las que se han detectado anomalías ionosféricas mediante la técnica de PPP (Precise Point Positioning). El software usado, que ha sido desarrollado en colaboración entre la Universidad Complutense de Madrid y la Agencia Espacial Europea (ESA), obtiene precisiones del centímetro en el cálculo de la posición, ya que tiene en cuenta los offset de los relojes, los efectos atmosféricos, los sesgos electrónicos y el offset de los centros de antena. En esta técnica se emplean únicamente observaciones GNSS de la estación y productos precisos del IGS (Internacional GPS Service). Las ambigüedades iniciales y el Retraso Ionosférico son estimados en un ajuste mínimos cuadrados y corregidos de las observaciones. Con la precisión proporcionada por el software de PPP es posible apreciar el efecto de las EPBs en la estimación de la altitud. Para estimar el efecto sobre la posición de las EPBs se ha realizado la estimación de la posición haciendo un ajuste mínimo cuadrados época por época de 1 segundo y las observaciones 306 XXXII Reunión Bienal de la Real Sociedad Española de Física se han procesado dos veces, eliminando y sin eliminar el efecto ionosférico del satélite en el que se había detectado la EPB. Finalmente estos resultados se han comparado para estimar la magnitud de la influencia de las burbujas en el posicionamiento, centrándonos en la altimetría, que es la coordenada más afectada por estas anomalías, y estimando que se obtiene una variación de alrededor de 50 cm por metro de variación del retardo ionosférico. Referencias [1] De Lacy, M.C., Gil, A.J., Rodríguez-Caderot, G., Moreno, B., Física de la Tierra, 20, 133-150 (2008). [2]A. Portillo, M. Herraiz, S. M. Radicella, L. Ciraolo, J. Atm. and Solar-Terrestrial Physics, 70 907917(2008). 307 Simposio de Física de la Atmósfera y Oceanografía Análisis de las Barreras Físicas como protección frente a la Radiación Solar Ultravioleta J. C. Moreno Esteve1, G. Gurrea Ysasi3, J. Cañada Ribera2, M. A. Serrano Jarreño1 y M. Lorente Peiró1 Dpto. de Física Aplicada, Universidad Politécnica de Valencia; [email protected]. Dpto. de Termodinámica Aplicada, Universidad Politécnica de Valencia. 3 Instituto de Tecnología Eléctrica, Av. Juan de la Cierva 24, Parque Tecnológico de Valencia, 46980 Paterna. 1 2 La vida en la Tierra depende fundamentalmente de la radiación solar. Sin embargo, la radiación ultravioleta (280-400 nm) puede producir a nivel de la piel, quemaduras, cáncer cutáneo, y fotoenvejecimiento. A nivel de los ojos, fotoqueratitis, conjuntivitis y melanoma ocular. Todos los efectos biológicos se cuantifican mediante sus espectros de acción con los que se obtiene una medida del suceso en función de la longitud de onda de la radiación que lo induce. La quemadura solar o eritema es la consecuencia más común de la exposición humana a la radiación UV. Su espectro de acción, o respuesta de la piel frente a la radiación, muestra un valor máximo a 297 nm. La Comisión Internationale de l’Eclarage (CIE) acordó en 1987 la Curva Patrón de Eritema, la cual presenta valores máximos en la banda UVB (280-320 nm) y valores exponenciales decrecientes en la banda UVA (320-400 nm). Para evitar los daños, es necesario minimizar la exposición de la piel y ojos a la radiación UV. Al respecto, diversos autores han desarrollado estudios de barreras físicas o sombras; por ejemplo, Parisi et al. (2001), analizaron el grado de protección de las sombras de árboles en ciertas etapas del año. Turnbull et al. (2005), investigaron la protección de estructuras como sombrillas de playa, de terrazas y cubiertas de paso de peatones. Grifoni et al. (2005) examinaron la radiación solar en verano, sobre una playa del Mediterráneo (Italia), e investigaron la protección de la sombrilla de playa. El objetivo de este trabajo es comparar las eficiencias de la sombrilla de playa, árbol y edificio, respecto a la radiación solar Ultravioleta Eritemática (UVER), considerando la eficiencia como radiación bloqueada por la barrera física. Las medidas se han realizado en una playa de Valencia, y en el campus de la Universidad Politécnica (árbol y edificio), en febrero de 2007, escogiendo días claros, con un total de seis días. La playa forma parte del Golfo de Valencia, y tiene orientación Este. Su suelo es arenoso de aproximadamente dos kilómetros de longitud y 200 m de anchura. Carece de edificios elevados en las proximidades y es limítrofe por el Sur con el puerto de Valencia. Como barrera física a la radiación se utilizó una sombrilla de playa de 2.03 m de diámetro y 1.2 m de altura. La radiación UVER se mide utilizando dos sensores Solar Light modelo PMA 2120 (280-315 nm) conectados a un datalogger modelo PMA 2100. Dichos sensores se colocan en trípodes a una altura de 0.4 m con respecto al suelo. Las medidas de irradiancia (μW·cm-2) se realizaron cada minuto desde las 10:30 a las 17:30 en dos tandas simultáneas con y sin sombra. El procedimiento experimental consiste en colocar uno de los sensores al sol y a 4 m de la sombrilla. El otro sensor se utiliza para obtener las medidas en el centro de la sombra proyectada por la sombrilla. Las medidas realizadas utilizando como barrera física el árbol y el edificio, consistieron en situar un sensor expuesto al sol y otro sensor junto al tronco y a la sombra en el caso del árbol, y en el centro de la sombra en el caso del edificio. Las posiciones de los sensores se modificaban, de forma manual cada cinco minutos alternativamente según dos planos: horizontal, y vertical. 308 XXXII Reunión Bienal de la Real Sociedad Española de Física Las eficiencias en función de la hora del día, mostraron los siguientes resultados: Con el sensor en plano horizontal las eficiencias más elevadas corresponden al árbol, siendo iguales las de la sombrilla y el edificio. Con el sensor en plano vertical, las eficiencias son superiores respecto a las eficiencias con el sensor en horizontal, para las tres barreras físicas. También se observa una eficiencia superior del árbol respecto a la sombrilla y edificio. En la tabla 1 se muestran los valores medios y desviaciones típicas de dichas eficiencias (en %). El incremento en porcentaje de la eficiencia del árbol respecto a las otras barreras, es de 30% con el sensor en posición horizontal, y el 15% en posición vertical. La desviación típica de los valores de la eficiencia, es más elevada en el árbol con el sensor sobre plano horizontal (50% respecto a los homólogos de sombrilla y edificio). Sin embargo, la desviación típica de los valores correspondientes al plano vertical, es más elevada en la sombrilla (14% y 24% respecto al árbol y edificio). Media Desv. Típica Coef. Variación Posición del sensor Sombrilla (%) horizontal 29.12 vertical 58.50 horizontal 13.60 vertical 13.84 horizontal 0.47 vertical 0.24 Árbol (%) 41.27 67.93 21.43 11.82 0.52 0.17 Edificio (%) 26.10 56.91 10.03 10.52 0.39 0.19 Tabla 1. Media aritmética y desviaciones típicas de las eficiencias de la sombrilla de playa, árbol y edificio. La dispersión de los valores de eficiencia, es superior con el sensor en plano horizontal respecto a la orientación vertical, con incrementos del 67%, 49% y 51% para el árbol, sombrilla, y edificio respectivamente. Con el sensor sobre plano vertical el coeficiente de variación es el menor en comparación a las otras barreras, mientras que sucede lo contrario cuando el sensor está sobre el plano horizontal. Agradecimientos Los autores agradecen la financiación económica del proyecto G.V. O4B/409 de la Generalitat Valenciana de título:”Estudio de las Eficiencias de las Barreras Físicas frente a la radiación ultravioleta”. Referencias [1]Parisi AV, Wong JCF, Kimlin MG, Turnbull D, Lester R. Comparison between seasons of the ultraviolet environment in the shade of trees in Australia. Photodrematol Photoimmunol Photomed 2001, 17, p.55-59. [2]Turnbull DJ, Parisi AV. Increasing the ultraviolet protection provided by shade structures. J Photochem Photobiol B, Biol 2005, 78, 61-67. [3]Grifoni D, Carreras G, Sabatini F, Zipoli G. UV hazard on a summer’s day under Mediterranean conditions, and the protective role of a beach umbrella. Int J Biometeorol 2005, 50, 75-82. 309 Simposio de Física de la Atmósfera y Oceanografía Variabilidad hidrológica a corto plazo inducida por el viento y su efecto sobre la distribución vertical de nutrientes y clorofila a en el sector NO del Mar de Alborán J. M. Mercado1, D. Cortés1, E. Liger2, T. Ramírez1 y S. Sallés1 1 2 Instituto Español de Oceanografía, Centro Oceanográfico Málaga, Málaga, [email protected]. Departamento de Física Aplicada II, Universidad de Málaga, 29071, Málaga. El sector norte del Mar de Alborán se caracteriza por la presencia de fuertes gradientes horizontales de temperatura y salinidad dirigidos desde la costa hacia el centro de la cuenca, que son debidos a la presencia casi permanente del giro anticiclónico, que ocupa la parte central de la cuenca, y de remolinos ciclónicos al norte del mismo. Estas estructuras son alimentadas por el chorro de agua atlántica que penetra a través del Estrecho de Gibraltar. En el área de influencia del giro anticiclónico, los valores de salinidad en superficie (36.5 PSU) denotan la presencia de una capa de agua atlántica no modificada. Por el contrario, en las zonas costeras, la capa de agua superficial corresponde a agua atlántica más o menos modificada dependiendo de la fase del ciclo estacional. Así, la salinidad en la capa superficial de 20 m varía en promedio desde 36.7 en otoño hasta 37.1 en primavera [1]. No obstante, y con independencia del ciclo estacional, el régimen de vientos locales parece también jugar un papel determinante en la regulación de la intensidad de los afloramientos costeros. Así se ha puesto de manifiesto en [2], donde se muestra que la variabilidad en la intensidad del viento de poniente explica aproximadamente un 52% de la variabilidad en la salinidad de superficie en estaciones costeras que fueron muestreadas cada tres meses durante el período de 2002 a 2004. En este trabajo se analiza el efecto de un episodio de viento de poniente intenso sobre las características hidrológicas en el sector norte de Alborán y sus consecuencias sobre la productividad primaria. Los muestreos se llevaron a cabo en el mes de mayo de 2008, cuando se visitaron 10 estaciones distribuidas en dos transectos perpendiculares a la costa, uno ellos frente a Marbella y el otro frente a Málaga. Las estaciones más costeras se localizaron sobre la plataforma continental, mientras que las más alejadas se localizaron en torno al eje central este-oeste del mar de Alborán. Los muestreos comenzaron el día 9 en la radial de Marbella y finalizaron el día 15 en la radial de Málaga. Durante las travesías de una estación a otra se obtuvieron registros en continuo de la intensidad y dirección del viento, así como de la temperatura y salinidad del agua de superficie. La estación costera de la radial de Marbella se muestreó los días 9 y 12 de mayo. En estos muestreos se realizaron perfiles de salinidad y temperatura (de 0 a 100 m de profundidad) y se recogieron muestras a profundidades discretas para análisis de nutrientes y clorofila a. Durante el primer día de muestreo (9 de mayo) hubo un cambio sustancial en la velocidad y dirección promedio del viento respecto a los Figura 1. Registros de la salinidad en superdías previos. Así, la velocidad aumentó a 8.6 m/s ficie obtenidos durante el primer día de muesen promedio (con rachas de hasta 21.6 m/s), treo (9 de mayo) y el resto de la campaña. mientras que su dirección predominante fue del 310 XXXII Reunión Bienal de la Real Sociedad Española de Física oeste. Este régimen de viento no varió prácticamente durante toda la campaña. En la Figura 1 se muestra la salinidad de superficie como una función de la latitud, registrada durante los días en que se realizaron los muestreos. En promedio, la salinidad disminuyó al aumentar la distancia a la costa, con un fuerte gradiente horizontal localizado aproximadamente a 36.5o de latitud norte. Esta distribución denota la presencia probable durante toda la campaña del giro anticiclónico en el centro de la cuenca y de áreas de afloramiento en las zonas más próximas a la costa. Sin embargo el gradiente latitudinal de salinidad fue mucho menos pronunciado durante el día 9 de Figura 2. Perfiles de concentración de nimayo, debido a que la salinidad en el área locali- trato y clorofila a obtenido en una estación zada al norte de los 36.5o de latitud fue en prome- costera localizada frente a Marbella los días dio de 36.7 PSU (frente a los 37.5 PSU obtenidos 9 y 12 de mayo. posteriormente). Similarmente la temperatura entre el día 9 de mayo y los posteriores se redujo de 20 a 16 ºC. Estos cambios en superficie se reflejaron también en modificaciones sustanciales de los perfiles verticales de salinidad. Además, la intensificación del afloramiento produjo una fertilización de la capa de agua superficial en las estaciones costeras (Figura 2), lo que a su vez trajo consigo un aumento de la concentración de clorofila a por un factor de 10 (Figura 2). Estos datos indican que el cambio en el régimen de viento producido entre los días previos al muestreo y el día 9 de mayo, trajo consigo una intensificación del afloramiento de agua mediterránea en el sector norte de la zona de estudio. Es de notar que el cambio en la salinidad de superficie inducido por el viento fue incluso mayor que el cambio descrito en promedio para todo el ciclo estacional. Este trabajo ha sido financiado por el Proyecto NITROALBORAN (CTM 2006-00426) del Ministerio de Ciencia e Innovación (cofinanciado por FEDER-UE). Referencias [1] J.M. Mercado et al., Prog. Oceanog., 74, 273-293 (2007). [2] T. Ramírez. Tesis Doctoral, Universidad de Málaga (2007). 311 Simposio de Física de la Atmósfera y Oceanografía Estudio físico-químico comparativo de una atmósfera próxima a una zona industrial y otra rural y su implicación en el currículo de secundaria J. Parra1, F. Muñoz1, E. Romero2, A. Parra2, J. A. Adame3, Y. Díaz-de-Mera4, A. Notario4 y A. Aranda4 IES Alonso Quijano, Argamasilla de Calatrava (Ciudad Real). IES Ribera del Bullaque, Porzuna (Ciudad Real). 3 Departamento de Física Aplicada, Universidad de Huelva (Huelva); Estación de Sondeos Atmosféricos – El Arenosillo, Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial. 4 Departamento de Química Física, Universidad de Castilla-La Mancha, Ciudad Real. 1 2 El objetivo de este trabajo es analizar y comparar una atmósfera próxima a una zona industrial (Argamasilla de Calatrava) y otra rural (Porzuna). Para ello se han medido de forma continua y en tiempo real las concentraciones de ozono, uno de los contaminantes troposféricos más importantes [1,2]. Esto se ha hecho por primera vez en estas localidades donde no existen estaciones de vigilancia de la contaminación. Se pretende también particularizar los contenidos relativos a contaminación atmosférica de las materias de Física y Química en la Educación Secundaria a un episodio concreto (contaminación por ozono troposférico) e introducir a los alumnos en el método científico con el desarrollo de un trabajo de investigación específico. Los dos centros de enseñanza donde se lleva a cabo el proyecto son: - IES “Alonso Quijano” ubicado en Argamasilla de Calatrava, población de seis mil habitantes, aprox 5 km al noreste de Puertollano, que es una ciudad industrial muy importante localizada en el corazón de la Mancha a unos 240 km al sur de Madrid. Puertollano tiene un polo petroquímico situado a unos 5 km al sureste del centro de la ciudad, que incluye refinería, petroquímica, minería de carbón y 2 centrales térmicas. - El IES “Ribera del Bullaque” se encuentra situado en Porzuna; municipio de cuatro mil habitantes situado al noroeste de la provincia de Ciudad Real (a unos 50 km al norte de Argamasilla) en las estribaciones de los Montes de Toledo. La actividad económica de la localidad se basa fundamentalmente en la agricultura, la ganadería y la construcción. El equipo utilizado para llevar a cabo las medidas es un analizador de ozono por absorción ultravioleta (Environment modelo O342M). Este método de análisis se basa en que el ozono presenta una fuerte banda de absorción en la región ultravioleta, con un máximo de 253.7 nm. Usando esta propiedad y la ley de Lambert-Beer de absorción de radiación electromagnética, se obtiene de forma precisa la concentración de ozono. Dadas las características de especificidad, objetividad y sensibilidad reunidas por el método por espectrofotometría ultravioleta, se considera en la actualidad como el estándar para la medida de ozono superficial y es recomendado por las agencias medioambientales tanto europea como americana. El periodo de medida ha sido desde Enero de 2008 hasta Noviembre de 2008 en Argamasilla. Desde noviembre de 2008 se encuentra midiendo en Porzuna, hasta mayo de 2009 cuando finaliza el proyecto donde se enmarca este trabajo. Se han podido observar los diferentes ciclos que presenta el ozono, diario, mensual y estacional. Se han obtenido los valores máximo y mínimos, así como los valores promedio en esos periodos de tiempo mencionados. Se han intentado correlacionar estos valores y su evolución con las correspondientes variables meteorológicas que también se han recogido de forma continua y en tiempo real. 312 XXXII Reunión Bienal de la Real Sociedad Española de Física Como anteriormente se mencionó, a través de este trabajo se pretende introducir a los alumnos en el método científico con el desarrollo de un trabajo de investigación específico. Los autores agradecen financiación de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha. Referencias [1]Ernesto Martínez y Yolanda Díaz de Mera. “Contaminación atmosférica”. Coordinadores. Ediciones de la Universidad de Castilla-La Mancha. Cuenca, 2004. [2] J.E. Figueruelo y M. Dávila “Química Física del medio ambiente”. 1ª Ed., Reverté, México, 2001. 313 Simposio de Física de la Atmósfera y Oceanografía Relación entre contaminantes troposféricos y situaciones meteorológicas sinópticas utilizando el contraste de Kruskal-Wallis J. F. Sanz Requena1, S. Quirós Alpera1, A. C. Guimarães1, M. C. Rey de las Moras1, J. Martín Gil2 y L. M. Navas Gracia2 epartamento de Recursos Naturales. Universidad Europea Miguel de Cervantes. Valladolid. D [email protected] 2 Universidad de Valladolid 1 1. Resumen El objetivo de la investigación cuyos resultados se presentan aquí, es determinar si existe alguna dependencia entre la concentración de tres contaminantes habituales en la atmósfera urbana en Valladolid (NO2, NO y O3) [1] y las distintas situaciones meteorológicas sinópticas que pueden presentarse. Para ello se determina si las medianas correspondientes a la concentración de cada contaminante para los distintos tipos de tiempo son diferentes entre sí mediante el test de Kruskal – Wallis. 2. Introducción En Castilla y León existen setenta y tres estaciones de medición de contaminantes atmosféricos. El conjunto de dichas estaciones adopta el nombre de Red de Control de la Inmisión. Dentro de este entramado de estaciones se encuentra la Red de Control de la Contaminación Atmosférica del Ayuntamiento de Valladolid, que está formada por 18 estaciones remotas dispuestas en diferentes puntos de la geografía de la ciudad (Dirección General de Calidad ambiental, Junta de Castilla y León, 2007). Las estaciones miden con periodicidad horaria los diferentes contaminantes atmosféricos, fundamentalmente aquellos cuyo control ha sido objeto de regulación legal (dióxido de azufre, partículas en suspensión, óxidos de nitrógeno, hidrocarburos, monóxido de carbono, sulfhídrico, ozono y benceno). Para la obtención de los datos se realizó una solicitud formal al Ayuntamiento de Valladolid de las siguientes series temporales: Diciembre de 2004, enero y febrero de 2005, y junio, julio y agosto de 2006. 3. Metodología En este trabajo se utiliza el test de Kruskal – Wallis, para evaluar la iguadad entre las medianas de cada uno de los tres contaminantes estudiados, en cada uno de los seis tipos de tiempo diferentes considerados. Si el p-valor resulta menor que 0,05 se rechaza la hipótesis nula (H0) de igualdad de las medianas con un nivel de significación del 95%, y en caso contrario se acepta. 4. Resultados El objetivo último de este análisis es determinar si las medianas de concentración de cada contaminante para los distintos tipos son diferentes entre sí, con el fin de establecer una dependencia entre los valores de concentración de contaminante y la situación meteorológica sinóptica [2]. Para ello hemos realizando un contraste de Kruskal – Wallis para cada par de niveles. Los resultados de estos contrastes se presentan a continuación. 314 XXXII Reunión Bienal de la Real Sociedad Española de Física P-valor NO NO2 O3 Tipo 1 Tipo 1 Tipo 2 Tipo 3 Tipo 4 Tipo 5 Tipo 2 Tipo 3 Tipo 4 Tipo 5 Tipo 6 0,265562 0,0000182859 0,0533022 0,0015231 0,00000203321 0,191207 0,0640782 0,154233 8,09156E-7 0,292796 0,249675 0,842677 0,942904 0,000133647 0,00604121 0,0969154 0,0000143884 0,298258 0,00197364 0,0483665 0,00000138099 0,00000369944 2,25447E-11 7,74327E-9 3,17817E-8 0,0 0,0 0,000962893 0,000255342 0,00000105932 0,37119 0,709445 0,000953574 0,605865 0,0000183532 0,00186095 0,0376718 6,10822E-7 3,49484E-9 0,776746 0,148127 0,0000719137 0,0000855296 0,000477478 0,0000133649 Tabla 1. Contraste de Kruskal-Wallis para tipos de situaciones establecidas y las concentraciones medianas de los agentes contaminantes estudiados. Tipo 1: Anticiclón Británico, borrascas europea oriental y atlántica. Tipo 2: Situación del noroeste. Tipo 3: Anticiclón Atlántico y borrasca en el mediterráneo. Tipo 4: Situación general de levante.Tipo 5: Situación anticiclónica. Tipo 6: Situación ciclónica. 5. Conclusiones. El nivel de NO muestra diferencias estadísticamente significativas entre los valores de los tipos 1y 3 y 3 y 6. Sin embargo, el valor de la mediana sólo es significativamente distinto entre la situación meteorológica 5 y 6. En el caso del NO2, todos los tipos muestran medianas diferentes estadísticamente significativas entre sí salvo en el caso de los tipos 1 y 4, 1 y 6, 2 y 3, y 4 y 6. La mediana de la concentración de O3 en los tipos 5 y 6 presenta diferencias estadísticamente significativas entre sí y con el resto, y está por debajo de la mediana de los demás tipos. Este estudio demuestra que existe una relación entre meteorología y contaminación [3], si bien es necesaria una investigación en más profundidad teniendo en cuenta otras variables condicionantes (orografía, meteorología a escala local, vegetación, etc.) que permitan establecer predicciones más precisas de los episodios de contaminación. Como conclusión final se puede decir que aunque la meteorología no basta por sí sola para reducir en general los riesgos de polución, sí debe ser parte integrante de cualquier programa para resolver un problema de esta clase, ya sea en una fábrica o en una zona industrial. Una estación meteorológica debidamente situada en la que se midan los vientos, la radiación solar, los gradientes de temperatura, etc., permitirá conocer las características microclimáticas de la zona y, por lo tanto, su capacidad potencial para la dispersión y eliminación de los contaminantes, así como los lugares idóneos para la ubicación de futuras instalaciones industriales en prevención de sus efectos nocivos sobre la población. Referencias [1]X. Doménech, Química atmosférica: Origen y efectos de la contaminación, Miraguano, Madrid. (2000). [2] R.G. Barry & R.J. Chorley: Atmósfera, tiempo y clima, Omega, Barcelona, (1999). [3]J.H. Seinfeld, Atmospheric chemistry and physics o air pollution, Wiley Interscience, Pasadena (California). (1986). 315 Simposio de Física de la Atmósfera y Oceanografía Variabilidad espacio-temporal de los caudales en la cuenca hidrográfica del Guadalquivir J. Hidalgo-Múñoz, D. Argüeso, D. Calandria-Hernández, S. Gámiz-Fortis, M. J. Esteban-Parra and Y. Castro-Díez Departamento de Física Aplicada, Facultad de Ciencias, Universidad de Granada, 18071 Granada; [email protected] Se ha llevado a cabo un análisis de la variabilidad espacial y temporal en invierno y primavera de las series de caudales mensuales pertenecientes a la cuenca del río Guadalquivir para el periodo 1965-2005. Además, se ha analizado la relación de dichos caudales con la precipitación de invierno y con algunos de los índices de teleconexión más influyentes en la Península Ibérica. De entre las series de caudal mensual de las estaciones de aforo de la cuenca del Guadalquivir (proporcionadas por el Centro de Estudios y Experimentación de obras públicas, www. cedex.es) para el intervalo temporal de estudio, se realizó una primera selección limitando el estudio a aquellas que tuviesen menos de un 20% de huecos. Este filtro fue superado sólo por 17 estaciones, situadas casi en su totalidad en la zona de la cabecera de Guadalquivir, por lo cual se amplió el límite de huecos permitidos. Aumentando el porcentaje de huecos permitidos hasta un 35%, se consiguió ampliar a 28 el número de series a analizar, siendo la localización de las mismas bastante heterogénea, situándose en su mayor parte en la cabecera y primera parte del Guadalquivir y en una zona el sur del río, sobre la provincia de Granada y el sur de Córdoba (Figura 1). Para determinar la variabilidad espacial de las series de caudal se utilizó un análisis de componentes principales (PCA) [1], que es una técnica multivariante que permite obtener los patrones dominantes de las variaciones simultáneas de un campo o variable. El objetivo principal de este método es buscar combinaciones lineales de las variables que maximicen las fracciones de varianza, lo que permite reducir el número de series a tratar. De esta forma las nuevas series obtenidas, llamadas Componentes Principales (PCs) son capaces de representar el comportamiento de las estaciones con evolución temporal coherente. Además, a partir de la Regla de North se estudió la significación de las mismas y se aplicó la rotación Varimax con el fin de obtener patrones espaciales físicamente más coherentes. Posteriormente se evaluó la posible tendencia de las series rotadas a través del test de Mann-Kendall. Para las series de caudales en invierno, se encuentran dos componentes significativas. La Figura 1 representa los factores de carga, que muestran la correlación de las series originales con las series PCs, y que representan un 70.1% de la varianza total de los datos. La primera PC relaciona las estaciones situadas en la cabecera y primera parte del río, mientras que la segunda engloba a estaciones situadas en la parte más al sur-sureste de la cuenca. El análisis de la tendencia de ambas series indica un decremento, si bien solo la tendencia de la segunda es significativa al 95% de acuerdo al test de Mann-Kendall. Para los caudales de primavera, se encontró un resultado análogo, con dos componentes principales significativas cuya representación espacial es similar al caso del invierno, y cuyas tendencias, en este caso son negativas, siendo sólo significativa para la primera PC. A partir de 99 series de precipitación en Andalucía en el intervalo temporal 1961-2004 se realizó un estudio de componentes principales, encontrándose 3 PCs significativas (no mostradas). La primera representa la mitad occidental de Andalucía, la segunda la zona de Almería y la tercera la zona de la provincia de Jaén y parte de Granada). Se encuentra que es la tercera PC de la precipitación la que mejor correlaciona co con las dos series PCs de los cau- 316 XXXII Reunión Bienal de la Real Sociedad Española de Física dales en invierno, mostrando también una tendencia negativa. Por último, de analizó la correlación de las dos componentes principales de las series de los caudales en invierno con distintos patrones de circulación (NAO, SCA y EA/WR en invierno, y ENSO y PNA en otoño), con el fin de comprobar posibles mecanismos causales en el comportamiento del caudal. Los resultados muestran correlaciones significativas sólo en el caso de la NAO. Para éste índice, además, se ha realizado un estudio del comportamiento del caudal en situaciones extremas (NAO > 1, NAO < -1) encontrándose picos del caudal en esos años. En resumen, la variabilidad espacio-temporal de las series de los caudales bajo estudio se puede analizar usando dos series de componentes principales, que explican gran parte de su varianza. Los primeros resultados de los análisis de estas series y su comparación con la precipitación y los índices de teleconexión apuntan a una tendencia negativa en los caudales de la zona, siendo la NAO el patrón atmosférico más relacionado con las mismas. Sin embargo, este estudio presenta una limitación en cuanto a la cantidad, distribución espacial y completitud de las series utilizadas, por lo que actualmente se está trabajando en el desarrollo y aplicación de metodologías que permitan un adecuado rellenado de las series. Figura 1. Factores de carga asociados a la primera PC (arriba) y a la segunda PC (abajo) resultantes del PCA de los caudales de invierno de la cuenca del Guadalquivir durante el periodo 1965-2005. Referencias [1]Von Storch H, Zwiers HW, 1999. Statistical Analysis in Climate Research. Cambridge University Press: Cambridge. 317 Simposio de Física de la Atmósfera y Oceanografía Análisis Wavelet para detectar pautas de circulación en las trayectorias de las boyas de deriva L. Cardona1, A. Cianca1, J. M. Martín2, J. Pérez-Marrero1, M. G. Villagarcía1, M. J. Rueda1 y O. Llinás3 I nstituto Canario de Ciencias Marinas, Departamento de Oceanografía. Telde, Las Palmas de Gan Canaria, España. 2 Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, Departamento de Física, Las Palmas de Gran Canaria, España. 3 Plataforma Oceánica de Canarias, Telde, Gran Canaria, España. 1 Este trabajo se basa en el análisis wavelet para la detección de patrones de velocidad en las trayectorias seguidas por las boyas a la deriva. Se analizaron las trayectorias de 52 boyas de deriva mediante el análisis wavelet, observándose diferentes patrones de frecuencia-escala variable. Los wavelets son funciones matemáticas que se pueden utilizar para filtrar series temporales de datos y analizar la variación de su contenido espectral, ofreciendo una representación tiempo-frecuencia más precisa para las señales no estacionarias que el análisis tradicional de Fourier. Representando la evolución temporal del espectro de la señal se puede localizar en el tiempo la ocurrencia de discontinuidades, impulsos y variaciones que escapan de los métodos habituales de análisis. Hay dos tipos de transformadas de wavelet. La transformada discreta (DWT) que actúa sobre la señal de forma semejante a un banco de filtros paso-bajo y paso-alto, separando las contribuciones de alta y baja frecuencia de la señal. Y la transformada continua (CWT) que actúa como un filtro de paso-banda, dejando solo las componentes de frecuencias deseadas. En este caso vamos a trabajar con la transformada continua, la cual descompone la serie en el dominio tiempo-escala o tiempo-frecuencia y permite la identificación de cambios temporales de las frecuencias dominantes de la señal. Con el fin de caracterizar los patrones de circulación en la región del Archipiélago Canario, han sido desplegadas numerosas boyas a la deriva en la zona. El despliegue de estos dispositivos pertenece a un programa de colaboración con la NOAA (the National Oceanic and Atmospheric Administration), el Programa de Velocidad Superficial (SVP), que consiste en lanzar una boya de deriva cada mes en la estación oceanográfica ESTOC (Estación Europea de Series Temporales Oceánicas de Canarias). Esta estación está situada a 60 millas norte del Archipiélago Canario y el régimen de circulación en la zona está dominado por la Corriente de Canarias. Sin embargo, debido a la proximidad de la costa africana y a los obstáculos que representan las islas al paso del flujo, se observan numerosos fenómenos mesoescalares en la zona que modifican el patrón de circulación normal en esta región que es claramente predominante hacia el SSW. Por todo esto es frecuente que al sur de las islas se observen remolinos tanto ciclónicos como anticiclónicos. En la siguiente figura se muestran dos de estos ejemplos. Mediante los análisis de frecuencia de onda se observan variaciones de velocidad en las trayectorias de las boyas. Estos cambios corresponden a menudo con períodos en los que la boya se encuentra con estas estructuras de mesoescala o cuando cruzan una región frontal (región con diferentes características oceanográficas). Por lo tanto, podríamos establecer diferentes pautas de comportamiento en las trayectorias de las boyas relacionándolo con el tipo de la estructura oceanográfica. Se observan cambios en los campos de velocidad (un aumento en la frecuencia e intensidad de la señal) y en el análisis wavelet (un aumento significativo en las bajas frecuencias). De las 52 boyas analizadas, este comportamiento fue observado en aquellos casos en los que las boyas se quedaban retenidas en estructuras mesoescalares (ciclónicas o anticiclónicas). 318 XXXII Reunión Bienal de la Real Sociedad Española de Física Figura 1. En las dos gráficas superiores se observa las trayectorias de dos boyas que se quedan retenidas en estructuras tipo Eddy. En la parte central se representa la serie temporal de la velocidad-Zonal para cada una de las dos boyas anteriores. Y en la parte inferior se representan los resultados del análisis wavelet para las dos boyas. Esta técnica nos ha permitido identificar diferentes estructuras oceanográficas basándonos en los resultados de los análisis wavelet, mediante cambios de frecuencia e intensidad de la señal. Debido a la gran variabilidad que presentan los fenómenos de circulación superficial en el océano, el análisis wavelet puede llegar a ser una buena herramienta para la identificación de diferentes patrones de circulación. Referencias [1] Daubechies, I., 1992. Ten Lectures on Wavelets, SIAM, Philadelphia, PA. [2]Percival, D.B., Walden, A.T., 2000. Wavelet methods for time series analysis, Cambridge University Press, New York. 594 pp. [3]Torrence, C.and Compo, G., 1998. A practical guide to wavelet analysis, Bull.Am. Meteorol. Soc., 79, 61–78. 319 Simposio de Física de la Atmósfera y Oceanografía Mapas de tropopausa extratropical a partir de datos de reanálisis ERA40 G. Sáenz1, M. García-Chamorro1, D. Barriopedro2 y F. J. Acero1 1 2 Departamento de Física, Universidad de Extremadura [email protected]. CGUL-IDL, Faculdade de Ciências, Lisboa. A lo largo del último siglo se ha observado un considerable aumento de estudios sobre la región de la tropopausa, sin embargo hasta la fecha no se tiene un conocimiento certero acerca de su localización, altitud, espesor y demás parámetros, ni del papel que juega en diferentes procesos atmosféricos y climáticos. Su caracterización a diferentes escalas temporales y espaciales es un resultado importante para responder a diversas cuestiones científicas en grandes áreas de investigación meteorológica, medioambiental y climática. El objetivo de este trabajo es la obtención de climatologías de algunos de los parámetros físicos de la tropopausa tales como: altura geopotencial, presión, temperatura potencial, humedad, viento zonal y viento meridional. Para la localización de la tropopausa se utilizó la definición dinámica[1], basada en la situación de las superficies de valores constantes prefijados de vorticidad potencial isentrópica. Asumiendo que la tropopausa dinámica es una superficie cuasi-material que separa los valores de vorticidad potencial bajos de la troposfera de los valores elevados en la estratosfera, se han construidos los llamados mapas de tropopausa. Se ha demostrado en estudios anteriores[2][3] mediante la comparación de dos de las definiciones de la tropopausa (térmica y dinámica) y utilizando datos observacionales, que la definición dinámica proporciona resultados suficientemente buenos en extratrópicos mientras en trópicos falla debido a regiones de vorticidad absoluta pequeña debido a cambios de signo de la vorticidad potencial. Por lo tanto se ha realizado un estudio anual y estacional de la tropopausa dinámica en latitudes extratropicales (de 20o a 80o de latitud Norte), para un amplio rango de valores de vorticidad potencial (1PVU, 2PVU, 3PVU y 3.5PVU), donde (1PVU = 1.0 x 10-6 Km2kg-1s-1) y para el periodo comprendido entre (1960-2000). En la elaboración de los mencionados mapas se usaron los datos del reanálisis ERA40 del European Centre for Medium-Range Weather Forecasts (ECMWF), utilizándose la versión de 60 niveles, para conseguir una buena resolución en la región de la tropopausa. A partir de los datos de presión, temperatura, viento y humedad en niveles del modelo se realizó una interpolación vertical a 28 niveles de temperatura potencial fijados entre 440 y 270 K, con una resolución de 5 K y se calculó la vorticidad potencial en dichos niveles. Con estos resultados y mediante interpolación se evaluaron los diferentes parámetros físicos en las superficies de PVU constante. Un análisis preliminar mostró una estructura similar en la distribución de presiones para los diferentes valores de PVU constante, anteriormente citados. Así basándonos en el trabajo de Hoerling et al.(1991)[2] el cual sugiere que el valor óptimo para delimitar la tropopausa en latitudes extratropicales es de 3.5 PVU, se adoptó dicho valor para el subsiguiente estudio. En la Figura 1 se muestra el promedio de la distribución de presiones para las estaciones de verano (junio-julio-agosto) e invierno (diciembre-enero-febrero) en la superficie de 3.5 PVU para el periodo entre (1983-1992). Se observa claramente un cinturón con un fuerte gradiente meridional concentrado entre 30o y 60o de latitud. Este gradiente se intensifica en invierno y se debilita en verano posiblemente asociado a la variación estacional de la intensidad de la corriente en chorro subtropical. También se observa un desplazamiento de esta estructura hacia el Norte en verano y hacia el Sur en invierno, probablemente debido a los movimientos 320 XXXII Reunión Bienal de la Real Sociedad Española de Física estacionales del mismo. El gradiente longitudinal de las isobaras se ve intensificado al Este de los Estados Unidos y al Este de Asia lo cual puede ser consecuencia de los accidentes orográficos en dichas regiones, las Montañas Rocosas y el Himalaya. Figura 1. Distribución de presiones para una tropopausa dinámica de 3.5 PVU: verano (JJA) (arriba a la izquierda); invierno (DEF) (abajo a la izquierda). A la derecha la desviación estándar para las dos estaciones. La desviación estándar para el promedio en presiones de las estaciones de invierno y de verano (Figura 1, a la derecha), muestra una mayor variabilidad sobre la estructura asociada al chorro subtropical, probablemente debido a la variación estacional de la posición y de la velocidad del mismo, y sobre la región del Océano Atlántico y el Océano Pacífico posiblemente coincidiendo con el rastro de tormentas provocadas por grandes contrastes de temperatura entre tierra y mar[3]. Los resultados obtenidos en este estudio fueron comprobados y comparados con estudios existentes en la bibliografía como, Hoinka,(1998)[3] y Hoerling,(1991)[2], obteniendo una buena correlación con ellos. Agradecimientos al Ministerio de Ciencia e Innovación por la financiación del proyecto de investigación CGL2007-65891-C05-05/CLI y a la Junta de Extremadura, FSE y FEDER. Referencias [1] WMO, Report 16, World Meteorological Organization, Geneva, Switzerland, 392 pp (1986). [2] M. P. Hoerling, T., K. Shaack and A. J. Lenzen, Mon. Wea. Rev., 119, 1816-1813 (1991). [3] K. Hoinka, Monthly Weather Review, 126, 3303–3325 (1998). 321 Simposio de Física de la Atmósfera y Oceanografía Ozono total en columna obtenido a partir de los satélites OMI, SCIAMACHY y GOME2 para la Comunidad Valenciana en 2008 M. J. Marín1, F. Tena2, I. Gómez1, M. P. Utrillas2 y J. A. Martínez-Lozano2 nidad Mixta Laboratorio de Meteorología y Climatología CEAM-UVEG. Fundación CEAM. 46980 U Paterna (Valencia). [email protected]. 2 Grupo de Radiación Solar. Departament de Física de la Terra i Termodinàmica. Universitat de València. 46100 Burjassot (Valencia). 1 El índice UV es un parámetro creado con una finalidad divulgativa y de prevención que da cuenta de la irradiancia eritemática de un modo sencillo [1]. La predicción del índice UV se efectúa mediante modelos de transferencia radiativa, que calculan la irradiancia solar UV que atraviesa la atmósfera y alcanza la superficie terrestre. En ausencia de nubosidad, el factor atenuante que más influye en la radiación ultravioleta es el ozono estratosférico [2] por lo que una adecuada estimación de la columna total de ozono (TOC) determinará en buena medida una óptima predicción del índice UV. Está ampliamente extendida la utilización del dato de la columna total de ozono medido con el sensor TOMS (Total Ozone Mapping Spectrometer) hasta finales 2004 y posteriormente su sucesor OMI de la NASA, disponible sin coste en http://jwocky.gsfc.nasa.gov/teacher/ ozone_overhead_v8.html. El principal inconveniente de estos datos para su utilización en la predicción del índice UV es que presentan un desfase temporal de al menos tres días con respecto al día en vigor. Por tanto resulta imprescindible obtener datos en tiempo real o disponer incluso del ozono previsto para los días sucesivos. Este hecho nos lleva a plantearnos la necesidad de encontrar otras fuentes de ozono cuyo dato esté más actualizado. En una página web de la ESA, se calculan los datos asimilados de la TOC a partir de los sensores OMI, SCIAMACHY y GOME2, http://www.temis.nl/protocols/O3global.html. Este producto proporciona el dato de la TOC global para el día en vigor e incluso el pronóstico para los próximos días. El programa que calcula los datos globales de ozono (TM3-dam) no sólo calcula el dato del TOC sino que proporciona una estimación del error del dato previsto. Este error estimado es mayor si no se dispone de medidas de satélite en el área consultada. En los mapas que se generan en este website se descartan aquellos datos cuyo error estimado supere los 25 DU. En este trabajo se han comparado los datos obtenidos por el OMI con el algoritmo de TOMS, con los datos asimilados del OMI, SCIAMACHY y GOME2 a partir del programa TM3-dam para el año 2008 en cinco puntos de la Comunidad Valenciana correspondientes a la ubicación de estaciones de la red de medida de radiación UVB. Inicialmente se han planteado dos opciones, tomar el dato de ozono más próximo a las coordenadas de cada estación de medida o interpolar el valor correspondiente a las coordenadas exactas. La diferencia entre el valor más cercano y el interpolado no supera los ±13 DU en ningún caso, lo que supone para un valor medio de ozono de 300 DU un 4%. Este valor es menor que la incertidumbre de la medida de ozono para el OMI y GOME2 que está en torno a 8 y 9 DU de valor medio para todas las estaciones pero es menor que el error medio para el SCIAMACHY que es de 18 DU para todos los puntos de medida considerados. Analizando la discrepancia por estaciones, Valencia y La Mata son las que más diferencia presentan. Valencia es la estación con más diferencia entre la latitud real y la aproximada (0.46o) y La Mata la que más discrepancia presenta entre la longitud real y la aproximada (0.66o). En el lado opuesto, Denia, cuyo diferencia entre las coordenadas reales (38.82o N y 0.04o E) está muy próxima al punto de rejilla (39o N y 0o E). 322 XXXII Reunión Bienal de la Real Sociedad Española de Física Posteriormente se ha comparado los resultados obtenidos con el OMI medidos (OMIR) con los estimados y asimilados para el mismo sensor OMI y por el GOME2 y SCIAMACHY. Se ha representado la diferencia entre ambos valores para cada día con respecto al valor OMIR en la estación de Aras de los Olmos (Valencia) (Figura 1). Figura 1. Diferencia entre el valor de la TOC OMIR y el asimilado de OMI. Año 2008 en Aras de los Olmos (Valencia) (39.95oN,1.11oW). El 92% de los datos están comprendidos entre el 5% y el -5%. Y tan sólo un dato está por encima del 10%. Para el resto de estaciones se obtiene que al menos el 87% están comprendidos entre el ±5% y en el peor del casos, que corresponde a la estación de Denia, el 2% de los casos presentan una discrepancia mayor que el ±10%. Por tanto, se puede tomar los valores asimilados de OMI como muy fiables y próximos a las medidas, lo que permitirá utilizarlos para la predicción del índice UV. Se ha repetido este análisis con los TOC asimilados de los satélites GOME2 y SCIAMACHY obteniéndose peores resultados que los obtenidos para el OMI por lo que podemos concluir que es más conveniente utilizar los datos asimilados del OMI para la predicción del Índice UV. Referencias [1] World Meteorological Organization (WMO). W.M.O. Global Atmosphere Watch 127 (1998). [2]A.R. Esteve, J.A. Martínez-Lozano, M.J. Marín, V. Estellés, F. Tena, y. Utrillas, M.P. International Journal of Climatology. DOI: 10.1002/joc.1847 (2009). Agradecimientos Este trabajo ha sido financiando por el Ministerio de Ciencia e Innovación (MICINN) a través de los proyectos “GRACCIE (CSD2007-00067, Programa CONSOLIDER-INGENIO 2010) y CGL2007-60648 junto al Fondo Social Europeo a través del contrato “Torres Quevedo” de M.J. Marín y por la Generalitat Valenciana (proyecto GVPRE/2008/210) y la Conselleria de Medi Ambient, Aigua, Urbanisme i Habitatge. La Fundación CEAM está financiada por la G.V. y Bancaixa. 323 Simposio de Física de la Atmósfera y Oceanografía Impacto climático de las grandes erupciones volcánicas de 1783, 1808 y 1815 en el Suroeste de España M. I. Fernández-Fernández1, J. M. Vaquero2, M. C. Gallego1 y F. J. Acero1 1 2 Departamento de Física, Universidad de Extremadura, 06071 Badajoz; [email protected]. Departamento de Física Aplicada, Universidad de Extremadura, 10071 Cáceres; [email protected]. Es bien conocido que las erupciones volcánicas tienen un gran impacto en el clima terrestre en las fechas sucesivas a la inyección de polvo y ceniza a la atmósfera. Asociado a este tiempo inusual, tenemos consecuencias socioeconómicas que se traducen en malas cosechas, malnutrición e incluso enfermedades y epidemias en las zonas afectadas. Fischer et al. [1] analizaron la señal climática originada en Europa por las 15 erupciones volcánicas tropicales más importantes de los últimos cinco siglos. Sus resultados muestran veranos fríos en el ámbito continental durante el primer y el segundo año tras la erupción. Sin embargo, los datos utilizados en este estudio cubrían pobremente la Península Ibérica. Este trabajo se centra en el estudio de los efectos climáticos que tuvieron tres importantes erupciones volcánicas sobre el suroeste de España usando la documentación conservada en el Archivo Municipal de Zafra (Badajoz) en la sección de “Consultas y Decretos del Ducado de Feria”. En particular, revisaremos las informaciones relativas a las erupciones de 1783, 1808 y 1815. La erupción del Laki en Islandia produjo el mayor flujo de lava basáltica del último milenio, teniendo consecuencias directas sobre el medio ambiente y la salud de la población [2-3]. La erupción volcánica de 1808 ha sido detectada por Crowley et al. [4] usando las señales climáticas existentes en corales de Nueva Caledonia. Así mismo, Chenoweth [5] confirmó dicha erupción usando datos de temperaturas marítimas globales. Sin embargo, el volcán responsable de esta erupción no es conocido. Finalmente, la erupción del Tambora en la isla de Sumbaya en Abril de 1815 fue la responsable de de las inusuales condiciones climáticas ocurridas durante los años 1816 y 1817 en parte de Europa y América del Norte. El año 1816 fue llamado “el año sin verano” ya que las temperaturas fueron anormalmente bajas durante la época estival [6]. Recientemente, Trigo et al. [7] ha estudiado en detalle el impacto climático de esta erupción en la Península Ibérica. Los informantes del Duque de Feria consideraron el año de 1784 como uno de los más fríos, registrándose nevadas en primavera y días muy fríos durante el verano. Por ejemplo, el día 5 de abril se informó al Duque de la nevada y las bajas temperaturas acaecidas durante esa semana: “Después que ha dejado de llover por este país, aunque no hace muchos días, se han movido unos aires fríos y ayer llegó a nevar, no mucho, pero todo en muy contra a los campos”. Lo mismo ocurrió en los informes al Duque durante los meses de verano donde se demuestran los fríos acaecidos durante esta época del año. Veamos algunos ejemplos: “Los días de esta semana ha hecho un frío muy extraordinario e irregular mediante la estación del tiempo”. (12 de julio); “La inconstancia de este clima se experimenta a cada instante: han hecho unos calores muy fuertes y después fríos extremados”. (2 de agosto); “En esta semana se han levantado unos aires tan fríos como fuertes”. (23 de agosto). De acuerdo con los informantes del Duque de Feria, el año de 1809 se caracterizó por las abundantes lluvias que tuvieron lugar durante primera mitad de año, así como por las bajas temperaturas durante el verano, como aparece en algunas de las consultas al Duque: “Se experimenta un tiempo vario, pues parece muy semejante a los últimos de otoño, y desde ayer no ha dejado de llover con bastante frío, causa porque es muy temible resulten algunas enfermedades” (25 de julio); 324 XXXII Reunión Bienal de la Real Sociedad Española de Física “El tiempo es muy vario mediante que hasta el día han sido muy pocos los que se han experimentado de calor y sí de aires fríos, de lo que dimana haber vuelto las enfermedades”. (1 de agosto). Durante el verano de 1816 se registraron días muy fríos en la comarca de Zafra que afectaron incluso a la recolección de las cosechas como se manifiesta en el informe al Duque de Feria del día 5 de agosto de 1816: “El tiempo muy fresco, por cuyo motivo va atrasada la recolección”. Además durante la primera mitad del año se experimentaron en la región extremeña lluvias muy intensas. Un ejemplo de ello puede verse en el informe del día 9 de febrero de 1816: “Desde que empezaron las aguas, han seguido sin intermisión de día, y noche tan sumamente abundantes que aseguran no las han conocido en iguales términos muchos años hace, las que desde que empezaron han acarreado más miserias, no tan solamente por haberse puesto los caminos intransitables, sino es también porque los infelices del campo no tienen donde ganar un jornal, por cuya causa se ven obligados a pedir limosna, en términos que esta Casa Palacio de V.E. se llena de miserables sin poderlos socorrer; con este motivo se van descubriendo cada día más goteras en dicha Casa Palacio”. Podemos concluir que el año posterior a las erupciones volcánicas de 1783, 1808 y 1815 fue muy frío, especialmente en la época estival, y con abundantes lluvias durante la primera parte del año en la comarca de Zafra como se resume en la Tabla 1. INVIERNO PRIMAVERA VERANO OTOÑO 1784 1809 Abundantes lluvias Abundantes lluvias Nevadas Abundantes lluvias Abundantes lluvias Fríos excesivos Fríos excesivos Información irrelevante 1816 Abundantes lluvias Abundantes lluvias Fríos excesivos Tabla 1. Resumen de las informaciones sobre el tiempo atmosférico en el año posterior a la erupción según los documentos de “Consultas y Decretos del Ducado de Feria”. Los autores agradecen la financiación recibida a través del proyecto “Salvá-Sinobas” (http://salva-sinobas.uvigo.es) del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, así como a la Junta de Extremadura, FSE y FEDER. Referencias [1] E. M. Fischer, J. Luterbacher, E. Zorita et al., Geophysical Research Letters 34: L05707 (2007). [2] T. Thordarson, S. Self, J. Geophys. Res., 108 (D1): 4011 (2003). [3] M. Durand, J. P. Grattan, Environmental Geochemistry and Health 21: 371-376. (1999). [4] T. J. Crowley, T. M. Quinn, F. W. Taylor et al., Paleoceanography 12(5): 633–639 (1997). [5] M. Chenoweth, Geophys. Res. Lett. 28 (15): 2963-2966 (2001). [6]C. D. Harington, The Year without a Summer: World Climate in 1816, Canadian Museum of Nature, 576 (1992). [7]R. M. Trigo, J. M. Vaquero, M. Alcoforado et al., International Journal of Climatology 29: 99-115 (2009). 325 Simposio de Física de la Atmósfera y Oceanografía Estudio de Burbujas Ionosféricas: Desarrollo de un nuevo método de detección basado en datos de sTEC y su aplicación a la ionosfera ecuatorial africana M. Herraiz1, G. Rodríguez Caderot2, A. Portillo1, B. Moreno2 y S. Magdaleno3 epartamento de Geofísica y Meteorología, Facultad CC. Físicas Universidad Complutense, 28040, MaD drid; [email protected]. 2 Sección Departamental de Astronomía y Geodesia, Facultad de Matemáticas, Universidad Complutense, 28040, Madrid. 3 Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA) Estación de Sondeos Atmosféricos, “El Arenosillo” (Mazagón), 21130, Huelva. 1 Las burbujas de plasma (Equatorial Plasma Bubbles, EPBs) son regiones que aparecen en la ionosfera ecuatorial con densidad electrónica menor que la del medio que las rodea. Se generan en el sector nocturno de la capa F a partir de irregularidades y ascensos de plasma, cuando éstos evolucionan de forma no lineal según el mecanismo de inestabilidad de Rayleigh-Taylor. Para que se inicie esta inestabilidad, deben darse varias condiciones en la ionosfera en relación con el fenómeno del Equatorial-Spread-F, siendo su aparición más probable cuanto más densa sea la capa F y mayores sean los movimientos ascensionales. Por el contrario, los movimientos descendentes y los vientos meridionales estabilizan la región, evitando la formación de EPBs (Abdu, 2005). Las burbujas han sido objeto de estudio desde hace décadas, utilizando para ello una gran variedad de técnicas de observación, como el radar, el análisis de ionogramas, la detección de airglow, o la realización de medidas in situ tomadas desde satélites. También la red global de posicionamiento por satélite GPS proporciona información para estudiar estas irregularidades sobre grandes extensiones de manera simultánea, bien analizando las frecuencias L1 y L2, o bien relacionando las disminuciones en el Contenido Electrónico Total Oblicuo (sTEC) con el centelleo (Kintner & Ledvina, 2005). Todos estos métodos tienen sus limitaciones. La detección del airglow, por ejemplo, se complica en presencia de nubes y llega incluso a hacerse imposible si hay luna llena. Por otro lado, el radar sólo da información de una región de pequeñas dimensiones. Por el contrario, el sistema GPS ofrece observaciones continuas de la generación y evolución de irregularidades de plasma a gran escala gracias a su funcionamiento permanente y a su cobertura, casi global. El interés en el estudio de estas estructuras se debe, principalmente, a su influencia perjudicial sobre los sistemas de observación, ya que las EPBs dan lugar a cambios rápidos tanto en amplitud como en fase de las señales de radio cuando se propagan en su interior, produciendo centelleo y degradando así las señales de navegación y las comunicaciones. Los estudios de centelleo son necesarios para elaborar modelos predictivos que permitan evitar estos efectos negativos sobre los sistemas de observación por lo que es muy importante mejorar nuestro conocimiento de estas irregularidades. A pesar de que existe una gran cantidad información de burbujas detectadas en India y en América, otras regiones ecuatoriales carecen de este tipo de estudios. Este es el caso de África, que es estudiada en este trabajo. El método desarrollado para detectar burbujas analiza el Contenido Electrónico Total Oblicuo entre la estación y el satélite, por lo que se ha intentado tener el mayor número de enlaces satélite-estación. Para ello se han utilizado tanto estaciones de la red IGS (Internatio- 326 XXXII Reunión Bienal de la Real Sociedad Española de Física nal GNNS Service) como de la red EGNOS (European Geostationary Navigation Overlay Service). En este trabajo se han procesado los datos correspondientes al año 2004 obtenidos en las estaciones que aparecen en la figura 1. El procedimiento para detectar EPBs tiene en cuenta la física del fenómeno: cuando el rayo que une el satélite con la estación en tierra atraviesa una burbuja, el TEC disminuye bruscamente para recobrarse una vez que el rayo vuelve al medio con densidad normal. El objetivo del método es detectar estas disminuciones para lo que en primer lugar es necesario obtener las variaciones en el sTEC. Para ello, se asume que las medidas del sTEC en un mismo arco satéliteestación se comportan como una serie temporal, de manera que las variaciones se pueden estimar eliminando la tendencia de la serie de medidas. A su vez, la Figura 1. Localización de las estaciones tendencia de la serie viene dada por el promedio móutilizadas en el estudio. vil a 90 minutos (Portillo et al., 2008). Las anomalías detectadas han sido consideradas como burbujas sólo si satisfacían unos criterios muy exigentes referidos a su tamaño, duración y características elegidos de acuerdo con el estado e conocimiento del fenómeno. El número de arcos satéliteestación disponibles para aplicación del método ascendió a 35235. La aplicación del método ha permitido detectar 394 EPBs cuya distribución temporal (con máximos en los equinoccios) y espacial (concentración en latitudes entre -0.5º y 10º) se ajusta a las características del fenómeno observadas en otras regiones de la ionosfera ecuatorial. Referencias [1] M. A. Abdu, Advances in Space Research, 35, 771-787 (2005). [2]A. Portillo, M. Herraiz, S. M. Radicella, L. Ciraolo, J. Atm. and Solar-Terrestrial Physics, 70 907917(2008). 327 Simposio de Física de la Atmósfera y Oceanografía Clasificación de masas de aire sobre el suroeste de la Península Ibérica M. A. Hernández1,2, J. A. Adame2, J. P. Bolívar1 y B. A. de la Morena2 Departamento de Física Aplicada, Universidad de Huelva, Campus de El Carmen. 21071. Huelva. Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA). Área de investigación e Instrumentación atmosférica. Estación de Sondeos Atmosféricos “El Arenosillo”, 21130 Mazagón - Huelva. e-mail: [email protected]. 1 2 En este trabajo se propone una clasificación de las masas de aire incidentes sobre el suroeste de la Península Ibérica tomando como referencia la Estación de Sondeos Atmosféricos “El Arenosillo” (37.10 N, -6,70 W), y cuyo objetivo central es el conocimiento de los tipos de masas de aire que circulan por esta región, así como la identificación de los patrones sinópticos asociados a las mismas. Ésta ha sido realizada a partir del análisis del conjunto (cluster) de retro-trayectorias diarias calculadas durante el periodo 1997-2007, con llegada a las 12 h, recorrido previo de 120 horas y tres alturas diferentes 500 m, 1500 m y 3000 m. Su aplicación permite un mejor conocimiento sobre las configuraciones sinópticas que afectan a un determinado ámbito, además es una herramienta útil para realizar una mejor interpretación de la evolución de los niveles de calidad del aire, ya que permiten discernir entre aportes externos y locales, favoreciendo la identificación de fuentes externas. Para el cálculo de las retro-trayectorias 3D se empleó el modelo Hybrid Single-Particle Lagrangian Integrated Trajectory (HYSPLIT) Versión 4 [1], utilizándose los ficheros meteorológicos FNL-GDAS (Final Global Data Assimilation System). Éstos han sido testeados con la base de datos disponible tanto de meteorología de superficie como de sondeos meteorológicos realizados en El Arenosillo, obteniéndose valores de correlación aceptables (entre 0.6 y 0.8) que garantizan una óptima representatividad de los resultados en las cercanías de la estación de medida. Se han calculado un total de 3479 trayectorias (98% del total), habiéndose excluido en el análisis cluster aquellos días dominados por procesos de mesoescala [2]. Esta exclusión es motivada por la mayor resolución espacial requerida para resolver los procesos de mesoescala comparada con la propia del modelo (196 km), buscándose así minimizar los posibles errores futuros derivados de la aplicación de técnicas clusters. Para la obtención del número óptimo de clusters se ha utilizado la combinación de la variación espacial total (TSV) y la varianza espacial entre clusters (SPVAR). El análisis de los promedios anuales muestran una gran similitud en función de los orígenes de masas de aire entre alturas, identificándose 8 grandes regiones fuente (Figura 1), existiendo áreas donde la distancia recorrida se amplía en función de la altura y otras conformadas por varios tipos de clusters. 1. Advecciones continentales del oeste (NA). 2. Advecciones atlánticas rápidas (DA). 3. Advecciones atlánticas lentas (SA). 4. Advecciones rápidas del norte (DN). 5. Advecciones lentas del norte (NN). 6. Mediterráneas (M). 7. Sur (S). 8. Locales (L). 328 Figura 1. Localizaciones de las regiones fuente. XXXII Reunión Bienal de la Real Sociedad Española de Física A nivel general se observa un incremento paulatino del número de retro-trayectorias procedentes del oeste al aumentar la altura del nivel de referencia, así como del recorrido previo realizado fruto de la mayor influencia de la circulación zonal del oeste. Dentro de este grupo de masas de aire (NA, DA, SA) son el tipo DN y SA las que ofrecen una mayor frecuencia, presentando el tipo NA una progresiva separación latitudinal de su origen respecto a la Península Ibérica en función de la altura. El resto de tipos presentan una frecuencia variable en función del nivel considerado. De esta forma se ha observado que las masas de aire tipo M son más frecuentes en el nivel de 500 m, en contraposición al tipo S, más habitual en los niveles de 1500 m y 3000 m. Dentro de este grupo se encuadran aquellas con tránsito u origen sobre el desierto del Sáhara, asociadas a intensos movimientos convectivos de origen térmico. El tipo L, representativo de advecciones cortas, presenta una mayor probabilidad en niveles bajos e intermedios, al igual que los desplazamientos procedentes del norte DN y NN. Durante el invierno las trayectorias generalmente son de mayor recorrido, llegándose en el nivel de 3000 m a identificarse orígenes en la costa oeste de Norteamérica, en contraposición con el verano donde la mayor estabilidad atmosférica aumenta la influencia de aquellas con menor recorrido en niveles bajos e intermedios, del tipo M, S o L. Las estaciones de primavera y otoño pueden ser consideradas como transitorias entre los dos grandes patrones, siendo la primavera más similar al invierno con incremento del porcentaje de masas de aire cercanas, mientras que el otoño posee mayor similitud con los resultados de la estación estival, aumentando la presencia de advecciones rápidas. Por último, las conclusiones extraídas de la comparativa entre alturas indica la existencia de una elevado porcentaje de coincidencia entre tipos similares de masas de aire en las tres alturas. Así, por ejemplo la presencia del tipo S se complementa con ella misma y con el tipo M. En el caso concreto del tipo L, por su naturaleza y origen presenta una elevada correlación con los tipos NA y S. Referencias [1]R.R. Draxler, B. Stunder, G. Rolph, A. Taylor., Hysplit_4 User’s Guide. NOAA Air Resources Laboratory.(2005). [2]J.A. Adame, E. Serrano, J.P. Bolívar, and B.A. de la Morena. On the tropospheric ozone variations in a coastal area of the southwestern Europe under mesoscale circulation. Submitted to Journal of Applied Meteorology and Climatology. 329 Simposio de Física de la Atmósfera y Oceanografía Medidas de Radiación Solar UVB en escolares valencianos J. C. Moreno Esteve1, G. Gurrea Ysasi3, J. Cañada Ribera2, M. A. Serrano Jareño1 y M. Lorente Peiró1 Dpto. de Física Aplicada, Universidad Politécnica de Valencia, 46022 Valencia; [email protected]. Dpto. de Termodinámica Aplicada, Universidad Politécnica de Valencia, 46022 Valencia. 3 Instituto de Tecnología Eléctrica, Av. Juan de la Cierva 24, Parque Tecnológico de Valencia, 46980 Paterna. 1 2 En la escolarización los alumnos reciben radiación solar durante el tiempo de recreo, actividades deportivas y desplazamientos a sus domicilios. Aproximadamente el 7% de la radiación solar está compuesta de radiación ultravioleta (UV) siendo ésta, biológicamente activa, por lo que puede representar un peligro para la vida. El 80% de los efectos indeseables, tales como cáncer de piel, cataratas y fotoenvejecimiento, entre otros, se originan a consecuencia de la exposición a la banda UVB (290 a 320 nm). Por su situación geográfica, la Comunidad Valenciana recibe dosis elevadas de radiación UVB. El objetivo de este trabajo es determinar la dosis de radiación UVB que reciben los niños y adolescentes durante su asistencia a una escuela de verano, en concreto julio de 2008, utilizando dosímetros personales. La metodología fue la siguiente: Se seleccionaron unos 20 alumnos voluntarios, distribuidos por sexos y grupos de edad, entre 4 y 12 años. Se midieron durante las cuatro semanas de julio de 2008 en la Escola d’ Estiu de la U. Politécnica de Valencia, únicamente en días claros. Para la medida de la dosis personal se utilizaron dosímetros VioSpor fabricados por BioSense (Bornheim, Alemania); [1] Moehrle y Garbe, (2000). Los dosímetros se colocaron en los hombros. Además, el monitor/a del grupo también llevaba un dosímetro, en este caso, en la muñeca. Para analizar cuanta radiación reciben los alumnos de toda la posible (denominada dosis ambiente), medimos con un dosímetro situado horizontalmente la dosis diaria ambiente en el Laboratorio de Radiación Solar situado en la terraza de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales de la U.P.V., así como la dosis media recibida por los dosímetros colocados en los alumnos. Los niños permanecen en la Escola d’ Estiu de 9 a 14 h de las que al aire libre están el tiempo que hacen actividades al aire libre y la hora del almuerzo. Reciben diariamente una radiación solar UVER (Ultravioleta Eritemática) media de 248.2 J/m2 y como el alumno está 2h 8’ al aire libre supone una dosis horaria de 111.5 J/m2. Para una piel normal en la población española, la dosis eritemática mínima (MED) es de 350 J/m2, luego todos los alumnos de la Escola d’Estiu con piel normal, con la radiación UVER media recibida (251.2 J/m2) estarían por debajo de la MED. En la tabla 1 se muestran las medidas realizadas en función del sexo y grupo de edad. Analizando las medidas respecto al sexo, se observa que las niñas reciben más radiación UVER, de manera que para las niñas de 2º, si son de piel blanca, la dosis recibida (324.6 J/m2), es superior a su dosis mínima eritemática (250 J/m2), y por tanto podrían tener problemas de eritema. En cuanto a los niños de 2º se encuentran en una situación similar pero reciben menos dosis (297.6 J/m2). En cuanto a las niñas de 6º, la dosis recibida (357 J/m2) es superior a la dosis mínima eritemática para piel normal (350 J/m2) y por tanto incluso las niñas de piel normal podrían tener problemas de eritema. No sucede lo mismo con los niños de este grupo ya que la dosis recibida es casi igual a la dosis mínima eritemática (250 J/m2) para piel blanca. Las dosis horarias (cociente entre la dosis UVER y el tiempo en que el dosímetro está puesto) varían entre 56.4 y 158.7 J/m2. 330 XXXII Reunión Bienal de la Real Sociedad Española de Física Grupo preescolar Niñas Niños Monitores Grupo 2º Niñas Niños Monitores Grupo 6º Niñas Niños Monitores Horas puesto Horas aire libre (h) (h) 5 1.60 5 1,61 5 1,58 5 1,63 5 2.42 5 2.43 5 2.44 5 2,42 5 2.25 5 2.26 5 2.27 2,25 5 Dosis UVER (J/m2) 90.3 90,5 90,0 138,7 313.7 324,6 297,3 298,2 292.5 357,0 249,4 249,8 Dosis UVER horaria (J/m2) 56.4 56,6 56,9 85,1 129.6 134,1 122,9 123,2 130.0 158,7 110,8 111,0 Tabla 1. Medidas de radiación ultravioleta eritemática (UVER) por grupos de edad y sexo, recibidas por alumnos de la Escola d’Estiu de la U.P.V. (julio de 2008). Comparando estos datos con las dosis ambiente, se deduce que los alumnos de preescolar han recibido del orden del 2% de toda la radiación ambiente medida sobre un plano horizontal, mientras que el resto de grupos oscila entre el 6.5 y 7%. En cuanto a los monitores de los grupos, con una media de 2h 7’/día al aire libre, reciben diariamente una radiación UVER media de 251 J/m2, que supone una dosis horaria de 118.9 J/m2. Los monitores que menos radiación UVER reciben son los de preescolar (138.7 J/ m2) siendo también los que menos tiempo están al aire libre (1.6 h). En cambio, los que reciben mayor radiación UVER (350 J/m2) son los del grupo 4º y los que están más tiempo al aire libre (2.42 h.) los del grupo 2º. En conjunto, los monitores han recibido del orden del 6% de toda la radiación ambiente medida sobre un plano horizontal. Agradecimientos Los autores agradecen la financiación económica del proyecto CGL2007-61813/CLI de la Subdirección General de Proyectos de Investigación del M.E.C., con título:”Dosis de Radiación Solar UVB en escolares valencianos”. Referencias [1]M. Moehrle, C. Garbe; Personal UV Dosimetry by Bacillus subtilis Spore Films. Dermatology 2000; 200:1-5. 331 Simposio de Física de la Atmósfera y Oceanografía Un estudio del aerosol atmosférico procedente de la combustión de biomasa Mª Ángeles Obregón, Antonio Serrano y Mª Luisa Cancillo Universidad de Extremadura, Avda. de Elvas s/n, 06071 - Badajoz (España) [email protected]. La vigilancia de los incendios forestales es de gran interés, ya que éstos provocan pérdida de vidas humanas y recursos materiales, comprometen la sostenibilidad de los bosques, afectan al balance energético terrestre mediante, por ejemplo, la incorporación de la atmósfera de aerosoles, modificación del albedo superficial en la zona quemada, y aceleran los procesos erosivos del suelo, como principales efectos dañinos. Los aerosoles incorporados a la atmósfera por los incendios forestales se caracterizan por su elevado espesor óptico y el pequeño tamaño de dichas partículas. Debido a su elevada concentración, dichos aerosoles interaccionan de forma intensa con la radiación, tanto solar como terrestre, afectando notablemente al balance radiativo. Dadas sus especiales características, los aerosoles procedentes de la combustión de biomasa despiertan un interés especial. Por ello, el objetivo de este trabajo es estudiar la existencia de casos de este tipo en la estación radiométrica de Cáceres. El presente trabajo se basa en las medidas realizadas por un fotómetro CIMEL 318 situado en el Campus de la Universidad de Extremadura (UEX) en Cáceres (39.48ºN, 6.34ºW, 397 m s.n.m.) y perteneciente al grupo de investigación AIRE de la Universidad de Extremadura. Dicho fotómetro está integrado en la red AERONET (AErosol RObotic NETwork) gestionada por la NASA. La pertenencia a esta red garantiza el seguimiento de unos protocolos estándar de calibración y procesado de los datos (Holben et al., 1998). El fotómetro CIMEL mide radiancia directa del Sol, en las longitudes de onda de 340, 380, 440, 500, 675, 870, 940 y 1020 nm, y de cielo, en las longitudes de onda de 440, 670, 870 y 1020 nm. A partir de estas medidas se obtienen valores del espesor óptico y del parámetro α de Angström, que caracterizan a los aerosoles en columna sobre la estación. El período de estudio se extiende desde julio de 2005 hasta diciembre de 2007. Estos dos años y medio de medidas garantizan la representatividad temporal de las medidas utilizadas en el presente estudio. A partir de los valores de espesor óptico y del parámetro α, se han clasificado los casos de aerosol siguiendo los criterios propuestos por Otero et al., (2006). Según dichos criterios, los casos de aerosol procedente de la combustión de biomasa corresponden a valores del espesor óptico superiores a 0.2 y del parámetro α entre 1.5 y 2.6. Una vez identificados los casos de aerosol procedente de combustión de biomasa, se ha investigado la posible existencia de incendios en las cercanías de la estación mediante la consulta de la base de datos de incendios forestales facilitada por la Consejería de Industria, Energía y Medio Ambiente de la Junta de Extremadura. Dicha base de datos aporta información de la fecha y hora de inicio y extinción de los incendios forestales, así como de la superficie quemada y de los términos municipales en los que se han producido. Para completar el estudio, se han calculado mediante el modelo HYSPLIT (HYbrid SingleParticle Lagrangian Integrated Trajectory) y se han analizado las trayectorias de las masas de aire a una altura de 500 metros sobre el nivel del mar y durante los dos días previos al caso de aerosol procedente de combustión de biomasa. Así, conociendo la situación geográfica de los incendios y las trayectorias de las masas de aire, se puede analizar la posible relación entre los aerosoles detectados y el origen e historia de la masa de aire. 332 XXXII Reunión Bienal de la Real Sociedad Española de Física Se ha identificado un total de 18 casos de aerosol procedente de combustión de biomasa. De ellos, 12 casos ocurren en verano, época con mayor frecuencia de incendios debido a las elevadas temperaturas, escasez de precipitación, mayor disponibilidad de material combustible, etc. En 8 casos, se ha confirmado la existencia de incendios en las proximidades de la estación y que la trayectoria atraviesa la zona del incendio. Esta correspondencia confirma la validez de los criterios de clasificación de aerosoles en lo relativo a la clase “combustión de biomasa”. En el resto de casos esta relación no ha podido ser confirmada, debido a que las masas de aire proceden de zonas de las que no se dispone de información sobre los incendios ocurridos. Los resultados indican la compatibilidad y coherencia entre la identificación de los aerosoles procedentes de la combustión de biomasa siguiendo los criterios propuestos por Otero et al., y el estudio de las retrotrayectorias de las masas de aire, y la consulta de información suministrada por la base de datos de incendios forestales de la Consejería de Industria, Energía y Medio Ambiente de la Junta de Extremadura. Agradecimientos Este trabajo ha sido financiado por el proyecto de investigación CGL2008-05939-C03-02 concedido por el Ministerio de Ciencia e Innovación, así como por la Junta de Extremadura mediante la beca FPI (CGL2005-05693-C03-03) y la ayuda a la consolidación de grupos de investigación GRU09080. Referencias [1]B.N. Holben, T. F. Eck, I. Slutsker, D. Tanre, J.P. Buis, K.A. Setzer, E. Vermote, J.A. Reagan, Y.J. Kaufman, T. Nakajima, F. Lavenu, I. Jankowiak and A. Smirnov, Elsevier Science Inc., 1–16, (1998). [2] L. Otero, P. Ristori, B. Holben and E. Quel, Opt. Pura Apl., (2006). 333 Simposio de Física de la Atmósfera y Oceanografía Análisis de los mecanismos de los extremos de altura de tropopausa en la región del Mediterráneo M. Gómez-Escolar, R. García-Herrera, N. Calvo y E. Hernández Departamento de Física de la Tierra II, Facultad de Ciencias Físicas, Universidad Complutense de Madrid, 28040 Madrid. [email protected]. La importancia que ha adquirido la tropopausa en los últimos años puede observarse en el incremento sustancial del número de artículos publicados sobre este tema. El interés más reciente es el estudio de los cambios en la altura de la tropopausa como indicador de cambio climático [1]. Es por ello que se requiere una mayor comprensión de su variabilidad y de los mecanismos asociados a sus extremos. En este estudio se ha buscado identificar y caracterizar los mecanismos que dan lugar a las situaciones de extremos de altura de la tropopausa en la cuenca del Mediterráneo. Para ello se han usado los radiosondeos de seis estaciones de la base de datos de IGRA (Integrated Global Radiosonde Archive) alrededor de la región del Mediterráneo (ver figura 1). A partir de la tropoausa térmica hallada de cada sondeo, se seleccionaron aquellos días de sondeo nocturno donde la altura de la tropopausa térmica se encontraba entre los percentiles 5 y 95 de la distribución de altura geopotencial para cada una de las estaciones. El ciclo estacional se ha representado en la figura 2. En esta se observa una distribución diferenciada entre la ocurrencia de máximos y mínimos de altura. Estando los máximos más localizados en los meses de verano y principio de otoño y los mínimos desde finales de otoño ahasta la primavera. Figura 1. Estaciones de radiosondeo usadas. Figura 2. Distribución del número de casos de extremos para la estación 08001. Gris para las situaciones de mínima altura (percentil 5) y negro para las de máxima altura (percentil 95). A partir de datos de reanálisis de ERA-40 de las variables temperatura, viento zonal, geopotencial, vorticidad potencial, obtenidos del centro europeo para la predición a medio plazo (ECMWF), se han realizado composites de las situaciones de extremos para cada estación y cada mes. Los mismos se han calculado promediando el número total de días de 334 XXXII Reunión Bienal de la Real Sociedad Española de Física máximos y de mínimos, respectivamente, seleccionados de los radiosondeos. Se han analizado principalmente tres tipos de composites (ver figura 3): El perfil vertical de las anomalías sobre la estación, el campo absoluto de las variables y las anomalias de las variables, halladas restando a la media de los extremos, la media climática calculada a partir de datos mensuales de ERA-40 para el periodo entre septiembre de 1957 y agosto de 2002. El estudio de estos composites permite observar la correspondencia entre los diferentes patrones de las estaciones asociados a las situaciones de altura máxima y mínima de la altura de la tropopausa, con el fin de caracterizar los mecanismos asociados a estos extremos.. Los autores agradecen la financiación por parte del Ministerio de Educación y Ciencia, a través del proyecto TRODIM (CGL2007-65891-C05-02/CLI y de la UE, mediante el proyeto CIRCE (GOCE 036961). Figura 3. Composites de temperatura para las situaciones de altura mínima de la estación de A Coruña en febrero: izquierda, perfil vertical de anomalía sobre la estación; centro, campo absoluto a 400 hPa; y derecha, anomalía en 400 hPa donde el color indica significatividad al 95%. Referencias [1]B. D. Santer, M. F. Wehner, T. M. L. Wigley, R. Sausen, G. A. Meehl, K. E. Taylor, C. Ammann, J. Arblaster, W. M. Washington, J. S. Boyle, W. BrüggemannScience 25 July Vol. 301. no. 5632, pp. 479 – 483 (2003). 335 Simposio de Física de la Atmósfera y Oceanografía Detección y caracterización de la corriente en chorro P. Ribera, C. Peña-Ortiz y D. Gallego Departamento de Sistemas Físicos, Qúiicos y Naturales. Universidad Pablo de Olavide, 41013 Sevilla. [email protected]. El principal conductor de la actividad sinóptica en la atmósfera, además de una medida directa de la circulación atmosférica, es la corriente en chorro. Esta estructura consiste en un cinturón de vientos del oeste cuyo centro se encuentra localizado en la troposfera superior, estando íntimamente relacionado con las rupturas en la tropopausa. Sus cambios determinan el tiempo diario en latitudes medias y se encuentran profundamente asociadas a los principales modos de variabilidad atmosférica. Los estudios climáticos de la corriente en chorro han estado históricamente afectados por la falta de datos en altura, pero también por los problemas encontrados a la hora de definir el chorro de una forma adecuada para diseñar un algoritmo de seguimiento de tipo objetivo. Las metodologías objetivas se han aplicado con profusión a estudios de varios tipos de sistemas atmosféricos durante la última década, principalmente para localizar características troposféricas como sistemas ciclónicos o situaciones de bloqueo. Sin embargo, el seguimiento de la evolución de los chorros o incluso localizar su posición es muy difícil de conseguir utilizando métodos objetivos. La cuestión es todavía más complicada debido al hecho de que se puede encontrar más de una corriente en chorro por hemisferio. Cualquier definición objetiva debería ser capaz de tener en cuenta la enorme complejidad de esta estructura. En este trabajo se ha desarrollado un método para la detección y reconstrucción de la corriente en chorro. A partir de datos de viento del reanálisis de NCEP/NCAR, se identifican los máximos relativos de viento superiores a 30 m/s entre los niveles de 400 hPa y 100 hPa. Un vez hecho esto se representa el numero de máximos relativos detectados durante un cierto periodo de tiempo dentro de cada celda de resolución 2.5º de latitud por 2.5º de longitud y en 6 niveles diferentes de presión (400, 300, 250, 200, 150 y 100 hPa). De esta forma se han identificado los chorros polares y subtropicales en ambos hemisferios. También se ha detectado la corriente en chorro del este que se produce en el sureste asiático, India y África durante el verano. Este método permite realizar una climatología de las corrientes en chorro, relacionarlas con otros patrones climáticos y analizar su evolución como consecuencia del calentamiento global. Figura 1. Número de máximos relativos de viento superiores a 30 m/s detectados durante 2008 en 250 hPa (izquierda) y 200 hPa (derecha). 336 XXXII Reunión Bienal de la Real Sociedad Española de Física Ruido Urbano: Análisis y Correlación de Niveles Sonoros S. Quirós y Alpera, J. F. Sanz Requena, A. C. Guimaraes, H. Fresneda Cuesta Universidad Europea Miguel de Cervantes, Valladolid; [email protected]. Introducción En la evaluación y valoración del clima de ruidos en exteriores, sobre todo en espacios urbanos, se utilizan una serie de parámetros que describen las distintas situaciones de los niveles de ruido que se producen. En la DIRECTIVA 2002/49/CE y la Ley del Ruido, [1] y [2], los parámetros principales son los índices de ruido Lden y Lnight que se obtienen a partir de los niveles equivalentes de periodo largo diario y nocturno respectivamente. Sin embargo, con estos índices solamente, no se obtiene una información completa del estado ruidoso de los espacios y se recurre a medir o calcular los valores de otros parámetros. Resultados Según se pone de manifiesto en diversos estudios, las fuentes de ruido principales más comunes en una ciudad son el ruido de tráfico con carácter general y otras fuentes características de la hora del día y de la actividad ciudadana. Así por ejemplo una fuente importante son las obras públicas pero estas tienen un ámbito territorial circunscrito a una superficie del entorno donde se está trabajando. Otra fuente también importante es la de los lugares de ocio pero esta aparece principalmente por las noches y en puntos concretos de la ciudad. Cabe reseñar también que la actividad ciudadana constituye una fuente importante en ciertos intervalos de tiempo y en algunos lugares de la ciudad como son las zonas comerciales, asistencia a lugares de esparcimiento o culturales o eventos de carácter deportivo, etc. Por tanto, a la hora de planificar medidas de niveles de ruido, es importante tener en cuenta la distribución de las fuentes. Ello requiere un análisis urbanístico de la ciudad lo más completo posible para seleccionar de forma adecuada los puntos de medida. Este método de selección de los puntos de muestreo es el que se suele utilizar ateniéndose a criterios urbanísticos y es un procedimiento seguido por distintos grupos de investigación desde hace algún tiempo tratando de contemplar situaciones diferenciadas por el origen de las fuentes. Guiándonos por estos criterios seleccionamos puntos de muestreo apropiados. Los resultados que hemos encontrado muestran la relación existente entre el nivel sonoro continuo equivalente (Leq) y distintos niveles sonoros descriptores, en particular L10, L50, L90, Lmax y Lmin. El objetivo final es determinar qué indicadores son los que mejor se ajustan a los niveles sonoros dados por Leq, con el fin de comprender mejor el problema del ruido urbano y realizar valoraciones más precisas del mismo. Para ello se han empleado datos sonoros continuos –L10, L50, L90, Lmax, Lmin y Leq– [4] medidos en cinco puntos distintos del área urbana de la ciudad de Valladolid, en intervalos de media hora, durante cinco días consecutivos. Se han seleccionado los métodos de regresión simple y múltiple por ser modelos que arrojan resultados fiables a la hora de determinar las relaciones entre las distintas variables. Los resultados de la regresión simple entre cada percentil y el nivel Leq muestran índices elevados de correlación (R2 y R2 corregida), superiores en todos los casos al 73.2% y con una media correlativa del 86.4%. Los resultados de las regresiones múltiples entre L10, L50, L90, Lmax, Lmin y Leq muestran unas R2 y R2 corregida superiores en todos los casos al 90.4%, con una media correlativa del 94.8%. El nivel que mejor se ajusta al Leq es L10 para todos los puntos de 337 Simposio de Física de la Atmósfera y Oceanografía medida, (Leq = exp(2,95966 + 0,0181474*L10), figura1. El que peor se ajusta es L90 para todos los casos, (Leq = 25,7837 + 0,653358*L90), figura2. Figura 1. Regresión simple de Leq frente a L10. Figura 2. Regresión simple de Leq frente a L90. El modelo matemático que mejor aproxima, en general, es el exponencial. Sólo en uno de los lugares de medida se muestra autocorrelación entre los residuos (p-valor de Durbin Watson < 0.05). Conclusiones Es complicado encontrar un modelo matemático que relacione los percentiles y el Leq con exactitud para todos los casos, dada la fluctuación de los resultados para los distintos puntos de medida. Es observable una relación estadísticamente significativa entre las distintas variables independientes L10, L50, L90, Lmax y Lmin, y la variable dependiente Leq, lo que permitiría realizar valoraciones ambientales más precisas si todas se tuvieran en cuenta. Dos de los cinco lugares de medida muestran una discontinuidad en los episodios de contaminación acústica provocada por el carácter cíclico de las actividades humanas a lo largo del día. Este carácter cíclico se demuestra con la presencia de multicolinealidad debida a una correlación entre los residuos de la regresión múltiple en el lugar en que aparece autocorrelaxión entre los residuos. Referencias [1]DIRECTIVA 2002/49/CE del Parlamento Europeo y del Consejo de 25 de Junio de 2002 sobre evaluación y gestión del ruido ambiental. [2] Ley 37/2003 de 17 de Noviembre BOE 18/11/2003, del ruido. [3]Brüel, P.V. “Do we measure damaging noise correctly?”, Noise Control Engineering Journal, Vol. 8, N° 2. (1997). [4]Laforga, P. “Conceptos físicos de las ondas sonoras”. Física y Sociedad, Revista del Colegio Oficial de Físicos. (2000). 338 XXXII Reunión Bienal de la Real Sociedad Española de Física Proceso de ruptura de los terremotos: estudio de los terremotos de Islandia de 2000 y 2008 E. Buforn1, C. Pro2, T. Girona1, S. Peyrat3 y A. Udías1 epartamento de Geofísica y Meteorología. Facultad CC. Físicas. Universidad Complutense, 28040 MaD drid ([email protected]). 2 Departamento de Física, Universidad de Extremadura, C. U. de Mérida. [email protected]. 3 Institut de Physique du Globe. Université Pierre et Marie Curie, Paris. 1 Los terremotos tectónicos se producen cuando se fractura el material de la litosfera terrestre, como consecuencia de los esfuerzos que actúan en una determinada región. Como la Tierra se comporta como un cuerpo elástico, cuando se produce un terremoto la energía liberada se propaga en todas direcciones en forma de ondas elásticas: las ondas sísmicas. El estudio de la propagación de estas ondas no sólo proporciona información acerca de la estructura del interior de la Tierra, sino también de cómo se ha llevado a cabo el proceso de ruptura, es decir, cuál es la orientación y dimensiones de la fractura (mecanismo focal) y en qué dirección y con qué velocidad se ha propagado la ruptura. Uno de los métodos más empleados en el estudio del proceso de ruptura de un terremoto, es el de inversión de formas de onda, que consiste en comparar los sismogramas observados en una serie de estaciones con los sismogramas teóricos o calculados. La minimización de los residuos mediante un método numérico permite calcular los parámetros que definen el modelo de fractura. La aproximación más sencilla consiste en modelos cinemáticos del foco sísmico, en los cuales se considera sólo la Figura 1. Distribución del desplazamiento sobre discontinuidad en los desplazamientos y no en el plano de falla para el terremoto de 17 de junio los esfuerzos, y de foco puntual. Sin embargo, de 2000. A la izquierda se muestra el mecanispara terremotos de magnitud superior a 6.5 es mo, la función temporal de la fuente sísmica y necesario tener en cuenta las dimensiones de el mecanismo focal. A la derecha la distribución la fractura y la dirección y velocidad de pro- del slip sobre el plano de falla de orientación pagación de la ruptura, es decir, el efecto de N-S, los colores son proporcionales al slip. directividad. En este trabajo se presenta el estudio del proceso de ruptura de tres terremotos, ocurridos en Islandia en 2000 (17-06-00, Mw = 6.5 y 21-06-00, 6.4) y el 29-05-08 (Mw = 6.2), con epicentros muy próximos. El método empleado ha consistido en la determinación del mecanismo focal a partir de la inversión de la distribución del desplazamiento para un modelo cinemático de foco sísmico extenso utilizando registros telesísmicos (Kikuchi y Kanamori (1982, 1986, 1991) y de campo próximo. Por otra parte se ha determinado la velocidad y sentido de propagación de la ruptura mediante el estudio de la función de directividad de las ondas Rayleigh de registros telesísmicos. Los resultados obtenidos muestran que los tres terremotos presentan un mecanismo focal de falla de desgarre, con el plano de falla orientado en dirección NS, lo cual concuerda con la tectónica de la zona. El valor obtenido para la velocidad de propagación de la ruptura a partir de la función de directividad es muy bajo, de 1.5 km/s, propagándose la ruptura hacia el sur. 339 Simposio de Física de la Atmósfera y Oceanografía A fin de confirmar estos valores de la velocidad de ruptura, se ha obtenido la distribución del desplazamiento para registros de campo próximo. Valores de la velocidad tan bajos ya se han observado también en otros terremotos de la Dorsal Atlántica (Udías, 1971; Pro et al. 2007). Referencias [1]Kikuchi, M.; H. Kanamori (1982). Inversion of complex body waves. Bull. Seismol. Soc. Am., 72, 491506. [2]Kikuchi, M.; H. Kanamori (1986). Inversion of complex body waves II. Phys. Earth Planet. Inter., 43, 205-222. [3]Kikuchi, M.; H. Kanamori (1991). Inversion of complex body waves III. Bull. Seismol. Soc. Am., 81, 2335-2350. [4]Pro, C.; E. Buforn, A. Udías (2007). Rupture length and velocity for earthquakes in the Mid-Atlantic Ridge from directivity effect in body and surface waves. Tectonophysics, 433, 65-79. [5]Udías, A. (1971). Source Parameters of Earthquakes from Spectra of Rayleigh Waves.Geophys. J. R. Astr. Soc. 22, 353-376. 340 XXXII Reunión Bienal de la Real Sociedad Española de Física Efecto fin de semana en la evolución de contaminantes atmósféricos de zonas urbanas V. Tricio, R. Viloria y A. Minguito Departamento de Física, Universidad de Burgos. Facultad de Ciencias, Plaza Misael Bañuelos s/n 09001 Burgos; [email protected]. Desde hace años está asumido que todos los esfuerzos que se hagan para la prevención, detección y estudio de los contaminantes atmosféricos supondrán una ayuda al mejor conocimiento de la problemática de los problemas de contaminación atmosférica. La calidad del aire depende de la interacción entre una serie de factores naturales, tales como la climatología o la orografía, y de una serie de factores humanos como la densidad de población, el desarrollo industrial o los transportes, por lo que sigue siendo necesario detectar y analizar el fenómeno, legislar y poner remedio a los elevados niveles en la atmósfera de sustancias o energías perjudiciales. Se conoce que las reacciones químicas entre los constituyen- Figura 1. Concentración de ozono en tres estaciones de medida tes mayoritarios de la troposfera en Burgos, durante la primavera del año 2001. son prácticamente inexistentes; en cambio, la formación de muchas especies químicas activas bajo la influencia de la luz solar produce un rápido incremento de reacciones en cadena que desempeñan un papel muy importante en la presencia de trazas en la composición de la atmósfera. Nuestro grupo viene realizando estudios de contaminación atmosférica y meteorología midiendo concentraciones de contaminantes en zonas tanto urbanas como rurales; en particular realiza mediciones y modelización de las concentraciones de ozono superficial y de variables meteorológicas en zonas tanto urbanas como rurales y semiurbanas [1]. Con el fin de comprender mejor la dinámica de los procesos que afectan a la calidad del aire, nuestro interés actual está centrado en estudiar Figura 2. Concentración de ozono en cuatro estaciones de mediel comportamiento de especies da, en Miranda y Aranda, durante el otoño del año 2003. 341 Simposio de Física de la Atmósfera y Oceanografía contaminantes y su evolución temporal en el intervalo semanal, aspecto que ya habíamos iniciado anteriormente con un reducido número de muestras [2]. Para el estudio se ha dispuesto de los datos de los últimos años de la red de contaminación atmosférica, estaciones de medida en inmisión, que el Gobierno de Castilla y León tiene instaladas en distintas poblaciones de la Comunidad autónoma. La metodología aplicada en el Figura 2. Efecto fin de semana en el dióxido de nitrógeno y en proceso experimental se basa en el ozono en la estación de medida enAranda, durante julio del los datos quinceminutales proceaño 2007. dentes de las estaciones de medida localizadas en tres ciudades. Se han estudiado los patrones semanales usando diferentes periodos de promedio y su análisis indica que los niveles de concentración varían según el agrupamiento. Las tres figuras adjuntas muestran el efecto fin de semana y el grado de contribución a los niveles de contaminación de los dos grupos. Para el ozono en las figuras 1 y 2; en tres estaciones de medida de Burgos y en las estaciones ubicadas en Aranda y Miranda repectivamente. En esas figuras se representa la evolución de los valores medios diarios de concentración en algunos días de la primavera de 2001 y el otoño de 2003, respectivamente. Para la estación situada en la ciudad de Aranda se han obtenido resultados con altos porcentajes de variación en los dos grupos de días durante el mes de julio del año 2007; lo que se observa en la figura 3 que muestra los valores medios horarios diarios de las concentraciones de NO2 y de O3. Los autores agradecen la financiación de la Junta de Castilla y León [Proyecto BU035A08]. Referencias [1]V. Tricio, R. Viloria y A. Minguito, Evolución del ozono en Burgos y provincia a partir de los datos de la red de medida de contaminación atmosférica. Los retos del desarrollo sostenible en España. Informe CONAMA 2006, nº pp: 31, (2006). [2]V. Tricio y G. Carneiro, Evolución temporal de O3 y NO en zonas urbanas diferenciadas: BBAA, Argentina-Burgos, España. AIDIS Argentina, Ingeniería Sanitarias y Ambiental. Nº 81, 56-59 (2005). 342 XXXII Reunión Bienal de la Real Sociedad Española de Física Temperaturas Extremas en Europa M.Cony, E. Hernández y T. del Teso Departamento de Física de la Tierra II, Universidad Complutense de Madrid, 28040 Madrid; [email protected] Entre todas las variable climáticas, las temperaturas extremas despierta una atención particular por su relación directa asociadas al cambio climático. Tanto la temperaturas mínimas, cuanto las máximas, afecta y generan serias consecuencias en sectores como el transporte, agricultura, energía o suministro de agua aunque su efecto más importante se produce sobre la salud humana. Las consecuencias directas con los valores extremos de frío o de calor son diversas; aunque el impacto de las temperaturas mínimas no sea tan claro como la producida por las olas de calor. Durante el siglo XX, se ha producido incrementos en la temperatura global del planeta de orden de 0,60 C. Este incremento está asociado a incrementos de las temperaturas mínimas y de las máximas, aunque existen importantes diferencias dependiendo de la región del planeta que se considere, ya que estos incrementos no ocurren de forma homogénea sino concentrada alrededor de una región. Estudios previos han mostrado periodos de calentamientos significativos desde el final del siglo XIX hasta el momento actual (Cony et al., 2007; 2008). Basándose en 127 series de temperaturas máximas y 135 series de temperatura mínima distribuidas por Europa para el período de 1955-98 se ha observado incrementos significativos en los eventos extremos de temperatura. Durante los 44 años analizados, se ha producido un descenso en los eventos de días de frío extremo (DFE) e incrementos en los de días de calor extremo (DCE). La figura 1, muestran el promedio de los eventos de DFE y DCE producidos en este período. Figura 1. Promedios anuales de eventos de DFE y DCE para el período de 1955-98. La linea continua representa una media móvil de cinco años y la lineas en trazos la tendencia. La disminución como el incremento producido en los eventos de temperatura extrema se ha visto más afectada en la región de Europa occidental; a partir de un análisis de tendencias realizado en las series de frecuencias anuales de DFE y de DCE se ha detectado en 65,2% de las estaciones, tendencias negativas estadísticamente significativas al 90% para los DFEs y un 39,4% de las estaciones, tendencias positivas significativas a los mismos niveles correspon- 343 Simposio de Física de la Atmósfera y Oceanografía diente a los DCEs, ubicándose la mayoría de las estación con tendencias significativas en esta región mencionada de Europa. Las posibles causas en la disminución de DFE e incrementos de DCE ocurridos en el periodo analizado, pueden ser debido a un gran número de factores tanto locales como globales; los factores locales, se cita entre otros, las islas de calor que se puede producirse en el interior de los centros urbanos y para los globales, pueden estar asociados con el cambio de la circulación general de la atmósfera, de las cuales favorecen la ocurrencia de fenómenos extremos. Referencias [1]M. Cony, E. Hernández y T. del Teso. Influrnce os synoptic sacle in the generation of extremely hot days and extremely cold days in Europe. EMS7/ECAM8, Vol. 4, EMS2007-A-00071. [2]M. Cony, E. Hernández, T. del Teso, L. Prieto. Extremely hot day and extremely cold days and the relationship with sinoptic scale. Geophysical Research, Vol. 9, 00202 – 2007. [3]M. Cony, E. Hernández y T. del Teso. Influence of synoptic scale in the generation of extremely cold days in Europe. Atmósfera, 21(4), 389-401, 2008. [4]M. Cony, E. Hernández y T. del Teso. Fewer days of extreme cold and more days of extreme heat in Europe. Science Daily. http://www.sciencedaily.com/releases/2009/01/090130084127.htm. 344 XXXII Reunión Bienal de la Real Sociedad Española de Física Evolución e impacto de las tormentas costeras en el golfo de Cádiz P. Ribera1, L. del Rio2, D. Gallego1, H. Plomaritis2, C. Peña-Ortiz1 y J. Benavente2 epartamento de Sistemas Físicos, Químicos y Naturales, Universidad Pablo de Olavide, 41013 Sevilla, D ([email protected]). 2 Departamento de Ciencias de la Tierra. Universidad de Cádiz. 1 Es abundante la información documental sobre el impacto producido en las costas del golfo de Cádiz debido a la llegada de tormentas costeras. En este trabajo se analiza con detalle la evolución de dichas tormentas a lo largo del siglo XX a partir de datos sobre altura de olas, utilizados para establecer a qué llamamos tormenta, y a partir de datos de viento extraidos de la base de datos ICOADs. Para definir una tormenta como tal se ha utilizado una doble vía. Por un lado se ha trabajado con una base de datos de altura de olas y con la serie de observaciones de la boya situada junto a la costa, cerca de la ciudad de Cádiz. Por otro lado se ha trabajado con datos instrumentales sobre los impactos morfológicos en la costa de Cádiz a lo largo de tres años de observación. La comparación de ambas bases de datos nos permite establecer un umbral para la altura de las olas a partir del cual se observan cambios morfológicos significativos en la costa o impactos de tipo socioeconómico. Se ha podido observar que, para la zona de estudio, las tormentas con impacto sobre la costa se producen fundamentalmente durante los meses fríos (octubre a marzo) y con vientos procedentes del cuadrante occidental. No se han detectado grandes diferencias ni en la frecuencia ni la intensidad de las tormentas en función de la fase de NAO. También ha sido posible extender la serie de evolución del número anual de tormentas para todo el siglo XX, y no se observan tendencias significativas en las mismas para ninguna de las 6 categorías de tormentas que han sido utilizadas. Este trabajo ha sido realizado dentro del proyecto MICORE, financiado dentro del 7o Programa Marco de la UE (Grant agreement no.: 202798). Figura 1. Evolución anual del número de tormentas de categoría 0 según serie reconstruida (línea gris) y serie de observaciones original (línea negra). 345