Liliana de la Quintana

Transcripción

Liliana de la Quintana
Liliana de la
Quintana
Liliana de la
Quintana
Nació en Sucre, Bolivia el 28 de Agosto de 1959. Comunicadora,
videoasta, guionista y escritora de literatura infantil. Licenciada en
Ciencias de la Comunicación (Universidad Católica Boliviana)
trabaja hace 30 años en la producción de videos y libros para el
público infantil y videos documentales y de ficción. Escribe reseñas
de libros para niños en suplementos culturales de periódicos
bolivianos.
Organizadora de Festivales y muestras de videos dirigidos por
mujeres y muestras de video para niños en Latinoamérica. Obtuvo
12 premios en video en Bolivia y 19 premios internacionales en
Festivales de video.
Cofundadora de Producciones Nicobis en 1981 donde trabaja
como Directora de Proyectos. Ha realizado alrededor de 100
producciones en video tanto documentales, dibujos animados y
ficciones especialmente sobre pueblos indígenas, mujeres y
programas para niños.
.
Conoce a tu Autor: Una Publicación realizada por la Academia Panameña de Literatura Infantil y Juvenil
Coordinación: Prof. Irene de Delgado
Diseño gráfico: Génesis T. Espinosa
Julio 2012
Academia Panameña de
Literatura Infantil y Juvenil
y niñas más pequeñas empezaban a llorar. Y es que Iquebi sacaba unos sonidos tan
adormecedores con las maracas, que los niños pronto se quedaban profundamente
dormidos.
Pero Iquebi no sabía que hacer, cuando su hermanita Urucú con solo cuatro años,
empezaba a jugar con todo lo que encontraba en su camino. Pero además reía a
carcajadas con las travesuras del perrito que les acompañaba, o se ponía a llorar a
gritos cuando quería algo. En ese momento Iquebi, que sabia que no se podía
despertar a Asojna, daba un salto pidiéndole silencio.
La fiesta de la vida (fragmento)
El abuelo recorría lentamente el Gran Chaco en busca de alimentos. Ese gran bosque seco
estaba en silencio y la naturaleza apenas se dejaba sentir. El abuelo sabía que el mundo
estaba cerrado para los ayoreos, hasta los riachuelos se asomaban tímidamente ante los
fuertes rayos del sol.
Este tiempo era muy respetado, porque Asojna dormía y nadie podía despertarla. Este
misterioso pájaro anunciaba el inicio de una nueva estación, la llegada de la primavera. La
peor que podía pasar era despertar a Asojna de su sueño de invierno, porque se ponía en
peligro el orden de la naturaleza y de la vida.
Así todos caminaban lentamente y los niños y niñas estaban cuidados por sus padres o
abuelos para mantener la calma y tranquilidad.
Iquebi, un niño ayoreo de ojos negros muy grandes, le gustaba tanto la música y tocar sus
maracas, que este tiempo de silencio le costaba mucho.
Como tenía gran habilidad musical, las madres desesperadas lo llamaban cuando los niños
Urucú shssss!, no escuchaste al abuelo que nos dijo que estuviéramos en
silencio…
Yo quiero miel, me gusta el dulce…
Pero ahora no hay miel y tienes que esperar que encuentren nuestros padres, ya
volverán pronto
Yo quiero mielll…. y empezó a llorar.
Iquebi asustado empezó a tocar la maraca para calmar a Urucú que cada vez lloraba
más fuerte.
Mientras tanto en el bosque, el abuelo que recogía algunos frutos empezó a ver como
algunas flores empezaban a abrirse y eso era muy extraño.
Alguien había roto la regla del silencio y Asojna podría despertar y eso era muy
grave. Se apresuro en volver a la comunidad y ver que había pasado.
Iquebi tocaba con gran alegría la maraca y Urucú reía a carcajadas. Se habían unido a
ellos el grupo de niños y niñas y todos jugaban y gritaban.
El abuelo estaba aterrado, de un salto llegó hasta donde estaba Iquebi y le quito la
maraca y espantó al grupo de niños que se fueron corriendo.
Iquebi, no hiciste caso! Ahora estamos en problemas, has despertado a Asojna!
Abuelo… yo quería calmar a Urucú porque estaba llorando…
Ahora tenemos que actuar rápidamente… ven conmigo!

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