Tipos de pie
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Tipos de pie
Cómo elegir el calzado adecuado para correr Si tienes en mente comenzar a correr o si ya estás inmerso en esta actividad, seguramente en más de una oportunidad has pensado si estás usando la zapatilla correcta Por claro que parezca, hay que tener en consideración que los pies son todos diferentes y que en la compra de una zapatilla, no debe considerarse como ejemplo las que se compró un amigo o familiar. Hay diferentes estudios que te permiten conocer el tipo de pisada que se tiene y que ayudará a resolver cual es el calzado más adecuado para la práctica del running. Para elegir el calzado adecuado a la hora de correr y minimizar los riesgos derivados de la exigencia de la actividad, es recomendable que un especialista te evalúe y permita conocer que tipo de pie tienes y cómo debiese ser la zapatilla más recomendable. [*PAGINA*] Tipos de pie Existen distintos tipos de pisada y por lo mismo, muchas marcas ofrecen zapatillas específicas para un deporte concreto y para una configuración de pie especifica. “La compleja movilidad en el pie y tobillo durante la marcha son la suma de muchos pequeños movimientos entre sus diversas articulaciones. De esta interacción se deprenden las conocidas pronacion y supinación que normalmente posee nuestra marcha, sin embargo cuando estos movimientos son exagerados, repetitivos en el tiempo y asociados a otras alteraciones tanto corporales como del plan de entrenamiento, suelen ocasionar problemas”, sostiene el Dr. Julio Botello Correa, especialista en rodilla, tobillo y pie y Traumatología Deportiva de MEDS. La pronación es un movimiento que normalmente se produce en el pie donde el talón se inclina hacia la línea media del cuerpo y sirve para disipar la energía del impacto del pie sobre el suelo. En el pie hiperpronador el talón se inclina exageradamente esta línea media, aplanando el arco longitudinal del pie, produciendo una mayor carga a lo largo de toda el borde interno del pie y el resto de la extremidad inferior. Por el contrario en el pie supinador no existe esta inclinación del talón con lo que no es posible disipar la energía y ésta es absorbida en exceso por las estructuras músculo-esqueléticas. “En pies planos con excesiva pronación se necesitará una zapatilla o una plantilla, que evite que el pie se incline demasiado hacia adentro, es decir, con un soporte interior. [*PAGINA*] Por el contrario, los pies supinadores al no absorber bien el impacto, necesitarán una zapatilla capaz de amortiguar adecuadamente. Lo ideal sería aquella zapatilla que ayude a inclinar el pie hacia dentro Un corredor debe considerar que por cada kilómetro corrido, la persona da entre 650 y 800 saltos, ya que correr es una sucesión de saltos continuos. Hay que saber, también, que el corazón del calzado deportivo está entre la parte superior y la suela externa y provee la mayor parte de la amortiguación. Dentro los materiales más usados para las suelas están la goma, el poliuretano y etileno-vinil-acetato (EVA) “La duración, sin embargo, es limitada porque el impacto repetitivo produce daño por compactación de la estructura del material. Según estudios, hay un 40 % de pérdida en la capacidad de absorción de choque después de 400 a 800 km según el material usado en la zapatilla” agrega el Dr Botello. ¿Cuánto beneficia una amortiguación? “Aunque el aumento de la amortiguación parece ser obviamente beneficioso, existen estudios internacionales que sostienen lo contrario, puesto que el uso de materiales muy blandos produce un incremento en el impacto final de la extremidad sobre el terreno. Según postulan estos estudios los materiales muy blandos engañarían el mecanismmo natural que posee nuestro aparato músculo-esquelético para absorber la energía del impacto contra el suelo”, señala el dcotor Botello. [*PAGINA*] Tipos de Zapatillas Sin embargo, si es factible considerar las zapatillas según los diferentes atributos. Por ejemplo: Zapatillas con buena amortiguación: Son ideales para corredores que por su peso necesitan gran capacidad de absorber el impacto, o bien, quienes realizan la mayoría de su entrenamiento por superficies muy duras. Zapatillas para distintos terrenos: Llamadas también de “trail running”, son ideales para correr por pasto, tierra y piedras. Se caracterizan por tener buena tracción sobre cualquier superficie y gran durabilidad. Zapatillas con control de movimiento: Para corredores que rotan excesivamente sus pies hacia adentro cuando apoyan. También tienen buena absorción de impacto, por lo que se las podría considerar una variedad de las de buena amortiguación. Zapatillas para performance: Diseñadas para corredores que quieren un calzado liviano para entrenamientos muy veloces o competencia. Consejos a la hora de comprar tus zapatillas: Debe quedar suficiente espacio en la punta. Entre la punta de la zapatilla y el dedo del pie mas largo debería entrar nuestro pulgar. Un secreto es llevar nuestro pie hasta que toque en la punta y luego nos fijamos que espacio queda atrás. El pie no debe estar apretado ni deslizarse por la zapatilla, para así evitar la temida formación de ampollas. Verificar que el calzado sea flexible (sobre todo en la zona del arco). No estrenarlas el día de una carrera. Para quienes corren más de 40 Km por semana, comprar más de un par y alternarlas. Cambiarlas cuando ya se haya corrido con ellas 500 Km o bien cuando tengan más de 2 años, ya que pierden amortiguación y flexibilidad. TIPS Pie Plano: Este es un tipo de pie con disminución del arco longitudinal interno, generalmente se asocia con mayor pronación, como consecuencia, el tobillo se inclina hacia la línea media del cuerpo aumentando las fuerzas de tensión en las estructuras internas de la extremidad inferior. Pie Cavo: La principal característica, en este caso, es el aumento del arco longitudinal interno y la nula o escasa pronación. Encontraremos un pie muy rígido con problemas en la amortiguación. Pie Normal: Presenta una forma del apoyo similar a la del dibujo, teniendo un arco adecuado para una pronación más amortiguadora y apoyo equilibrado.