4.2.3 Capacidades Sociomotrices

Transcripción

4.2.3 Capacidades Sociomotrices
4.2.3
Capacidades Sociomotrices
Movimiento: Expresión y Comunicación
Como lo manifiestan Castañer y Camerino (1993, 116), «La expresión es el resultado
«visible» de la actividad consciente que conjuga el mundo interior con el exterior»
La expresión y la comunicación son capacidades y necesidades propias del ser
humano, ambas fundamentales para su socialización. «Las distintas formas de
comunicación y representación sirven de nexo entre el mundo interior y el exterior, al
ser instrumentos que posibilitan las interacciones, la representación y la expresión de
pensamientos, sentimientos, vivencias, etc…» «(Espinosa y Vidanes, 1991, cit. por
Conde y Viciana, 1997, 30, en Trigo, 2000, 278)».
La motricidad se constituye en el lenguaje y medio de expresión a través de la cual el niño
se comunica, se relaciona con los demás; es por medio de la acción motriz que el niño
vivencia sus capacidades corpóreas, y establece los primeros contactos con el mundo
exterior, se conoce a sí mismo y conoce las características de los objetos, el medio y
otros seres humanos.
De este modo, por medio de la motricidad el niño se comunica, llega al deseo y/o a la
necesidad de colaboración con otros, comprendiendo, asimilando y sosteniendo reglas
comunes y buscando el placer en su expresión a través del juego.
En la Educación Física, la sociomotricidad se constituye en un medio que el maestro
puede usar para la formación de los niños, el juego como elemento didáctico básico,
contribuye a que el niño se pueda expresar en una integración global como unidad, a partir
de las relaciones que establece con su propio cuerpo, con los objetos y con otras personas.
El maestro puede encontrar en el movimiento un lenguaje corporal, un medio de
comunicación, que a través de las acciones motrices, se puede disponer para que el niño
resuelva problemas de naturaleza cognitiva y motriz, y al mismo tiempo adquiera
habilidades y desarrolle sus capacidades.
En la escuela primaria se deben propiciar espacios para el desarrollo y la vivenciación de
experiencias, en las cuales el niño por medio de la motricidad, de salida a su imaginación,
exprese ideas creativas, se relacione con el mundo de los objetos y con los demás; estos
elementos de igual forma contribuyen significativamente al desarrollo de la personalidad
del ser humano.
La Motricidad: Vivenciación de la Corporeidad
Efectivamente el niño vivencia, siente, conoce el medio y los objetos, interactúa con
los demás, y se comunica vivenciando su cuerpo por medio de la motricidad; es así
como a través de la interacción de sus dimensiones introyectiva, extensiva y proyectiva,
potencia el desarrollo de sus capacidades.
«La motricidad acompaña a la corporeidad y ambas no se distinguen (Gomes
de Freitas. 1998, citado por Trigo, 2000, 80), pues cuando nos movemos es el
cuerpo el que se mueve y nuestra corporeidad la que se manifiesta. Ser cuerpo
implica habitar con otros cuerpos en la dimensión de la intercoporeidad (Bosi,
1995, citado por Trigo, 2000, 80). Podemos entender que la corporeidad implica
la inserción de un cuerpo humano en un mundo significativo, en relación dialéctica
del cuerpo consigo mismo, con otros cuerpos y con los objetos». (Gomes de
Freitas, 1998 citado por Trigo 2000, 80).
La vivenciación de la corporeidad a través de la acción motriz, a través del juego,
asumida con los elementos afectivos, y emocionales que le incorporan el niño, se
convierte en un medio básico para potenciar el desarrollo integral, para estimular además
de las funciones motrices, el desarrollo de funciones de orden social, valorativo y de
naturaleza cognitiva, todas indispensables para la incorporación, asimilación y
equilibración –desequlibración de nuevos elementos y conceptos requeridos en el
contexto sociocultural en el que interactúa el ser humano.
Durante los primeros años de vida, y en la edad escolar, se debe aprovechar la magnitud
del significado simbólico que contienen los movimientos, los gestos como primer
sistema de señales y como medio de comunicación e interacción fundamental del niño
para interactuar de manera eficiente en el medio y con los demás.
En este sentido, el juego simbólico se convierte en la herramienta básica de la
Educación Física, pues precisamente por medio de las formas jugadas y el juego
como tal, el niño se expresa, transmite sus conocimientos, comunica sus deseos, y
expresa sus emociones.
Gráfico No. 33: Sociomotricdad
El Juego como Instrumento de Sociabilización
Por medio de la interacción entre los procesos de crecimiento, maduración y
desarrollo, con los estímulos dispuestos en el contexto social y educativo, estructurados
básicamente a través del juego, el niño evoluciona en el desarrollo de su conciencia
corporal, traspasa las fronteras del egocentrismo propio de los primeros años, y
emprende nuevos caminos necesarios para la estructuración de su personalidad.
En esta nueva fase de la vida, el niño debe comprender y asimilar el concepto de
grupo, el cual se constituye en la base para la construcción del concepto de equipo,
aspecto este que supone mayores niveles en la capacidad de abstracción del niño.
Partiendo del desarrollo de estos conceptos, se empiezan a observar cambios
estructurales en el juego, éste se transforma en concordancia con los nuevos
procesos de maduración, asimilación y desarrollo del niño, situación que supone
nuevas formas de percibir el cuerpo, de percibir a los demás, de comprender el
juego, de ver el mundo.
Ahora el niño está listo y dispuesto para asimilar y aprender habilidades de mayor
complejidad, habilidades específicas, propias de la iniciación deportiva, estableciendo
además las bases para el conocimiento, la comprensión y la integración de las realidades
objetivas del complicado mundo del juego deportivo, con toda su diversidad codificada
e institucionalizada.
Considerando el potencial educativo del juego y la acción motriz, es fundamental que los
maestros dispongan contextos de aprendizaje, de tal modo que se posibilite al niño la
oportunidad de expresar sus ideas, su imaginación y la posibilidad de comportarse
creativamente.
Se ha llegado a un momento en el cual el niño ha adquirido, aprendido y desarrollado
las habilidades motrices y cognitivas, y las capacidades afectivo-emocionales a niveles que
le permiten desempeñarse con autonomía en el medio, ahora es posible proyectarse
individual y colectivamente mediante procesos de «inter-acción, asimilación, adaptación,
regulación y equilibración con el fin de poner en marcha las formas de creación y expresión
propias de cada niño» Castañer y Camerino (1996, 116)
4.2.4 Aprendizaje de las Habilidades
Motrices Básicas y Específicas
Los conceptos de Habilidad y Destreza han sido ampliamente tratados, por diversos
autores en el campo de la Educación Física y el Deporte; sin embargo, aún no se ha
logrado llegar a un acuerdo que defina absolutamente las fronteras que diferencien los
dos términos. Después de un breve paso por la literatura, que se ha ocupado por
profundizar en el estudio de los fundamentos teóricos de estos dos elementos, se puede
ver que se mantiene una confusión en la que se manifiestan dos posiciones opuestas. En la
primera, algunos teóricos se deciden por definir los conceptos de Habilidad y Destreza
por medio de la identificación de las diferencias que existen entre ellas, mientras que en la
segunda, los autores les atribuyen el mismo significado, dándoles un tratamiento de sinónimos.
Algunos conceptos, expresados por diversos autores, pueden ayudar a comprender
los términos e identificar los elementos comunes y las diferencias que hay entre las
habilidades y las destrezas.
Según Contreras (1998: 189) en la literatura inglesa «la palabra skill significa habilidad,
destreza, pericia, arte o técnica; y la palabra ability, significa habilidad capacidad, talento,
aptitud o dote». En estos significados se puede resaltar como hecho importante, que entre
ambos solamente coincide la palabra habilidad, mientras que en los otros elementos se
presentan diferencias.
Ahora bien, en la comunidad académica y el ámbito científico «las «abilities» son
consideradas genéricamente determinadas e inmodificables con la práctica o experiencia.
Sin embargo, «skill» se describe como pericia en una determinada tarea que puede ser
modificada o desarrollada con la práctica, representando la capacidad particular de mejorar
una actividad específica. Así, el término ability supone una capacidad o talento innato, mientras
que skill supone una destreza, arte o pericia adquirida» (Contreras 1998: 189)
Desde esta doble perspectiva se opta por asumir la posición de Contreras, en el sentido
de tomar como referencia general de las habilidades y destrezas, el término skill, es decir,
adoptar el significado de capacidades susceptibles de educación y mejora.
En esta dirección, Gutherie, citado por Contreras (1998: 189), define la habilidad como
«la capacidad, adquirida por aprendizaje, de producir resultados previstos con el máximo de
certeza y frecuentemente, con el mínimo dispendio de tiempo, de energía o de ambas cosas».
En el campo de la Educación Física, tal como lo manifiestan Generelo y Lapetra
(1993), En habilidades y Destrezas Motrices Básicas: análisis y evolución», el concepto de
habilidad hace referencia a la capacidad que se adquiere por aprendizaje para realizar
acciones motrices por medio de las que se logra el objetivo esperado con un mínimo
gasto de energía y/o de tiempo.
Sobre la misma idea de la relación capacidad y habilidad, y prácticamente con los
mismos términos, Bárbara Knapp (1981, citada por Generelo y Lapetra, 1993. 448)
«propone el vocablo «habilidad», a saber «capacidad, adquirida por aprendizaje, de
producir resultados previstos con el máximo de certeza y frecuentemente, con el mínimo
dispendio de tiempo, de energía o de ambas».
Es importante precisar que, desde estos referentes, las habilidades trascienden el
movimiento como simple acción, ya que están dirigidas a la consecución de un objetivo,
asunto que implica una dirección y orientación de las acciones motrices con un sentido y
una intención determinadas, es decir, el aprendizaje de las habilidades está mediado por
la interpretación de las exigencias que se presentan en la situación motriz y por la toma
de decisiones implicadas en los procesos de aprendizaje.
Considerando los elementos teóricos presentados, y basados fundamentalmente en
los conceptos de Contreras, se puede plantear que la habilidad motriz sugiere la adquisición
de una competencia motriz que se origina en el aprendizaje, es de tendencia finalista y
tiene las características de eficacia, flexibilidad y adaptabilidad, además las habilidades motrices
en sí constituyen el medio por el cual los individuos desarrollan las tareas motrices.
Gráfico No. 34: Habilidades Motrices
Relación entre Habilidades Básicas y Específicas
El desarrollo humano está condicionado por factores psicológicos, biológicos y
socioculturales, y el aprendizaje y desarrollo de habilidades motrices, como posibilidad
de manifestación de las dimensiones del ser humano, así mismo, es un proceso
progresivo y sistemático en el que interactúan estos factores.
En el individuo, desde el nacimiento, surgen una serie de movimientos que responden
a la solución de sus necesidades fundamentales. Movimientos reflejos, patrones básicos
de movimiento, como el gateo, el arrastrarse, el reptar, etc., habilidades motrices básicas
como el caminar, correr, saltar, lanzar, atrapar, etc., habilidades específicas como la
danza, los gestos deportivos y las destrezas necesarias para la actividad laboral, y,
actividades especializadas como las habilidades que requieren desarrollarse para la
dedicación exclusiva a alguna actividad o función específica, ya sea en la vida deportiva,
laboral o en el ocio.
El Aprendizaje y Perfeccionamiento de las Habilidades
como Proceso de Desarrollo
Los patrones motores se adquieren en los primeros años de vida y constituyen las
formas fundamentales de la motricidad en el ser humano. La práctica permanente de
estos patrones, conduce al desarrollo de las habilidades básicas, ya constituidas y afirmadas
como secuencias de movimientos con alto grado de orden y precisión, movimientos
automatizados, que por su disponibilidad inmediata, en cualquier momento y situación,
permiten, favorecen y facilitan el dominio motriz del medio, como condición primaria
para la conquista de la autonomía por parte del niño.
Estas habilidades básicas, a su vez, por medio de procesos educativos y de interacción
social altamente determinados por el contexto y la cultura, se constituyen en la base
indispensable para el aprendizaje de habilidades específicas, como son los gestos
deportivos, la danza, el mimo, los movimientos artísticos y otras habilidades propias del
medio laboral que el individuo debe adquirir durante las etapas de la vida para continuar
su proceso de crecimiento, maduración, adaptación y socialización. El dominio y la
automatización de estas habilidades específicas son la base para lograr el dominio
específico del medio.
Gráfico No. 35: Habilidades Básicas y Específicas
.
Para Ruiz Pérez, (1987: 157), se da tratamiento de habilidad básica o fundamental,
por ser habilidades comunes a todos los individuos, porque filogenéticamente, han
permitido la supervivencia del ser humano y por ser el fundamento de posteriores
aprendizajes motrices.
De ahí, la importancia que se asigna a la cualificación y el perfeccionamiento de la motricidad
básica, ya que por medio de la práctica repetida, variada y sistemática de las habilidades
básicas, se configura y construye el aprendizaje de las habilidades específicas y especializadas,
todas ellas, como fundamentos y componentes esenciales del desarrollo humano.
Para Sánchez Bañuelos (1986: 135), el desarrollo de las habilidades básicas se presenta
en el momento en que los niños demuestran «una habilidad perceptiva operativa a
niveles básicos, una suficiente familiarización, y una idea bastante definida sobre la
función de dichas habilidades». Con el desarrollo de estas características, el niño está en
condiciones de explorar y conocer su cuerpo a través del movimiento, afianzar los
procesos de adquisición de aprendizaje y desarrollo de los patrones motrices básicos, y
de perfeccionarlos hasta llegar a la adquisición de las habilidades básicas.
Las habilidades motrices específicas, como gestos de altos niveles de complejidad
que se aprenden y desarrollan atendiendo a criterios de certeza, economía en el gasto de
energía, eficacia, flexibilidad y adaptabilidad, se realizan bajo condiciones determinadas,
responden a objetivos claramente definidos y se adquieren solamente como el resultado
del desarrollo, perfeccionamiento y la combinación de las habilidades básicas.
El siguiente es un cuadro en el que se muestran algunas de las características de las
habilidades básicas y específicas
Gráfico No. 36: Cuadro Modificado de Genérelo y Lapetra. Características de las Habilidades Básicas y
Específicas
Gráfico No. 37: Hipótesis Explicativa del Papel de la Motricidad Básica en otros Niveles de la Motricidad
Humana. Ruiz Pérez, adaptado de (Singer 1975).
.
Estructura Didáctica de las Habilidades y Destrezas Motrices
Por medio del desarrollo de los contenidos de la Educación Física, plasmados a través de
las habilidades y destrezas motrices, el niño adquiere conciencia de sus posibilidades de acción,
de su corporeidad. El tratamiento de las capacidades perceptivomotrices debe realizarse
por medio de la práctica, la experiencia, la vivenciación, y sólo por estos medios, se pueden
aprender los conceptos, procedimientos y las actitudes referidas a ellas.
La riqueza y variedad de acciones, situaciones y experiencias motrices es fundamental en
el desarrollo de la capacitación perceptivomotriz. Igualmente, el tratamiento de los contenidos
conceptuales, procedimentales y actitudinales deben trabajarse en interacción permanente.
Como ejemplo, se puede plantear que el desarrollo de un contenido conceptual como el de
la direccionalidad, se puede tratar por medio de contenidos procedimentales como el aprendizaje
de habilidades básicas de lanzamientos y recepciones con pelotas y objetos de variados
tamaños y texturas; además, por medio de juegos que motiven en los niños y las niñas
actitudes positivas para la práctica.
Gráfico No. 38: Interacción de Contenidos en Educación Física
Considerando que en el aprendizaje de habilidades y destrezas motrices, los contenidos
deben ser planificados de manera que el niño adquiera el aprendizaje y afianzamiento de
una gran variedad de patrones y habilidades motrices, en la clase deben tener prioridad los
criterios y principios de la variabilidad y la diversidad sobre la especialización de determinadas
habilidades motrices, ya sean básicas o específicas; y en el mismo sentido, la metodología
de enseñanza-aprendizaje debe seguir un orden en el cual se vaya de lo fácil a lo difícil, de
lo simple a lo complejo, de lo general a lo particular y de lo global a lo específico.
Clasificación de las Habilidades Básicas o Fundamentales
En el análisis de las propuestas presentadas, se advierte el interés por parte de todos los
autores en encontrar una clasificación que favorezca el tratamiento adecuado, sistemático y
eficaz de las habilidades en la Educación Física.
En esta dirección para Castañer y Camerino (1996: 127), «Las habilidades fundamentales
surgen de la combinación de patrones de movimiento que introducen al trabajo, tanto
global como segmentario del cuerpo. Su base reside en la dotación filogenética de la
especie humana traducida por la herencia del parentesco».
En esta propuesta se opta por la clasificación que proponen Castañer y Camerino, por considerar
que en esencia incluye los aspectos fundamentales que se han tratado por otros autores. Castañer
y Camerino desde un enfoque global, presentan una idea en la que las habilidades se
pueden categorizar en función de los ámbitos donde se desarrollan, lo que permite
y facilita, a la vez, diferenciar las funciones de locomoción, manipulación y estabilidad.
- Las Habilidades Locomotrices
Estas habilidades se caracterizan porque en ellas se presenta el desplazamiento del
cuerpo de un lugar a otro en el espacio, y en su desarrollo se interrelacionan los diferentes
elementos espaciales: direcciones, planos y ejes.
Las habilidades locomotrices se adquieren y desarrollan en forma automática, ya que
son movimientos naturales y heredados, sobre los que se pueden desarrollar varias habilidades
fundamentales, habilidades que con el crecimiento del individuo van madurando y se van
diversificando en varias formas, de acuerdo con los factores externos que influyen en la
especialización motriz de cada niño.
Entre las habilidades locomotrices se encuentran las siguientes: andar, correr, saltar,
variaciones del salto, galopar, deslizarse, rodar, pararse, botar, caer, esquivar, trepar, bajar, etc.
- Las Habilidades Manipulativas
Estas habilidades son movimientos de manipulación gruesa y fina. Se caracterizan por
la capacidad de imprimir fuerza a los objetos o personas y recibir y amortiguar la misma
de los objetos y personas con quienes se interactúa, en la mediada que se perfeccionan hay
una mayor participación de las capacidades perceptivomotrices y coordinativas, las que
imprimen la base del componente cualitativo.
Los movimientos naturales y de manipulación gruesa se adquieren por herencia biológica
y cultural y se constituyen en la base de la especialización motriz que se logra o aprende por
medio de la experimentación de gran variedad de actividades deportivas y no deportivas que
se practican en la vida cotidiana; además la práctica sistemática y variada, contribuye
determinantemente a los procesos de cualificación de las habilidades caracterizadas por
movimientos fluidos, flexibles, armónicos, eficientes y eficaces que son el producto
de la interacción socio-perceptivo y físicomotriz. De esta manera, habilidades como
el lanzar, atrapar, patear, golpear, pueden dar origen a otra gran variedad de habilidades,
como lanzar un balón y atraparlo con una, dos manos y de varias formas más.
- Las Habilidades de Estabilidad
Estas habilidades suponen el desarrollo de la capacidad perceptivomotriz de
adecuación y adaptación espacio-temporal del cuerpo y la participación de las capacidades
físicomotrices (condicionales y coordinativas) para lograr superar la fuerza de gravedad,
y así realizar eficazmente las tareas motrices que se requieren en las acciones propuestas.
Son habilidades motrices, en las que se tata de mantener una estabilidad del equilibrio
estático y dinámico ante una situación o tarea motriz propuesta, y el equilibrio se logra por
medio de un adecuado ajuste postural que resuelva eficazmente el problema planteado.
Algunas de las habilidades motrices de estabilidad son: levantar, inclinarse, estirarse,
girar, empujar, colgarse.
Gráfico No. 39: Habilidades Básicas o Fundamentales
4.3 El Calentamiento como Medio de Aprendizaje
y Diversión
Antes de iniciar una clase de Educación Física o cualquier práctica deportiva y
recreativa en el campo de la Pedagogía de la Motricidad, es de importancia
fundamental realizar con las personas, actividades orientadas desde una predisposición
física, motriz, social y psicológica. Estas actividades en el campo de la Pedagogía Motriz
reciben el nombre de Calentamiento.
En las prácticas de Educación Física, Recreación y Deporte, el Calentamiento
se constituye en una estructura de carácter pedagógico orientada a posibilitar
adecuadas respuestas adaptativas de carácter motriz, físico, psicológico y social
que contribuyan a motivar y facilitar una disposición óptima para el desarrollo de
las actividades propuestas.
4.3.1.1 El Calentamiento
Estructura Pedagógica
El Calentamiento desde un enfoque pedagógico debe ser entendido fundamentalmente
como una estructura de carácter pedagógico, orientada a potenciar desde una dimensión
lúdica y formativa, la iniciativa, la imaginación, la creatividad, el compañerismo, la
responsabilidad y la autonomía de los niños y las niñas, teniendo como propósito el
desarrollo de actividades para disponer a la persona al desarrollo de esfuermotrfísicos,
mentales y sociales de mayores niveles de exigencia.
En este sentido, el calentamiento se entiende como el proceso de aprendizaje y
construcción permanente en el cual los estudiantes asumen la dirección en el desarrollo de las actividades, contando para ello con la orientación de los y las profesores.
Con ello se quiere decir que una vez los niños hayan introyectado y comprendido el
sentido, los objetivos y la estructura básica de las clases y del mimo calentamiento,
serán ellos quienes diseñen y desarrollen los ejercicios y juegos que lo componen, ya
sea de manera individual o colectiva de acuerdo con los objetivos de formación proyectados.
En el campo de la estructura técnica del Calentamiento, nos acogemos a la
propuesta de Pareja Castro (Kinesis. 1994: 37) que se desarrolla a partir de tres
componentes que son: la activación dinámica general, los estiramientos y la
activación dinámica específica.
4.3.1.2 Los Objetivos del Calentamiento
Según Pareja Castro (Kinesis 1994: 37), un adecuado calentamiento permite
lograr los siguientes objetivos.
1. “Provocar respuestas orgánicas de carácter funcional que predispongan integralmente
al alumno para realizar la actividad física subsiguiente: la parte principal de la clase, del
entrenamiento o de la competencia.
2. Evitar disfuncionalidades que influyan negativamente en el organismo y que originen
inadecuadas respuestas de adaptación momentánea al ejercicio.
3. Prevenir lesiones, especialmente musculares, tendinosas, ligamentosas y articulares”.
Es importante resaltar que el calentamiento no se limita a una predisposición
orgánica para lograr un mejor rendimiento físico y motriz de los niños durante la
práctica de las actividades, sino que de manera igualmente importante, durante el
calentamiento el sentido de integral atribuye el carácter complementario e indispensable
a predisposiciones de carácter mental y social como se ha planteado antes.
En este sentido, un adecuado calentamiento debe incluir ejercicios y juegos que
provoquen la generación de estados mentales de satisfacción, optimismo y entusiasmo
para el desarrollo de las actividades; igualmente, cuando se trata de prácticas colectivas,
el calentamiento debe contribuir a generar ambientes sociales saludables caracterizados
por la alegría, la cooperación en el desarrollo de las actividades, la cohesión grupal y el
estado de bienestar común de los participantes.
Además de los aspectos mencionados, según Pareja Castro (Kinesis 1994: 37), un buen
calentamiento se caracteriza por desencadenar efectos como: el aumento de la temperatura
corporal, la frecuencia cardiaca, el volumen sistólico, la vaso dilatación de las arterias y
capilares, el transporte adecuado de oxígeno y nutrientes por medio de la sangre, la
adaptación del metabolismo energético aeróbico a la actividad, la disminución de la
viscosidad muscular, adecuación del tono muscular, funcionalidad articular y periarticular,
la activación de la memoria motriz y de los estereotipos motores adquiridos.
4.3.1.3 Organización y Estructura Básica del Calentamiento
Pareja Castro (Kinesis 1994: 38), propone como estructura del calentamiento la siguiente.
1.
2.
3.
“La activación dinámica general o aumento de la temperatura corporal
Los estiramientos
La activación dinámica específica, también llamada puesta a punto”.
La Activación Dinámica General
El objetivo de esta activación es provocar respuestas de los grandes sistemas del
organismo, que éstos se adecúen a la actividad posterior a realizar; una de estas
respuestas se evidencia en el aumento de la temperatura corporal, la cual se consigue por
medio de la práctica de ejercicios y juegos de media y moderada intensidad.
Para esta fase del Calentamiento, se proponen ejercicios y juegos de mediana intensidad.
Los Estiramientos
Los estiramientos son elongaciones que se realizan en los diferentes grupos musculares.
Estos contribuyen a disminuir las tensiones musculotendinosas, posibilitando una mejor
funcionalidad del tono muscular (relajación y tensión muscular) durante la práctica de
ejercicios y juegos.
Es muy importante aclarar, como expone Pareja Castro (Kinesis 1994: 38), que los
ejercicios de estiramiento deben realizarse posteriormente al aumento de la temperatura
corporal (activación dinámica general), debido a que provocan la disminución de la viscosidad
muscular y facilitan la elongación muscular, evitando que se presenten algunas lesiones.
La Activación Dinámica Específica o Puesta a Punto
Ésta consiste en la ejecución de juegos y/o ejercicios con mayores niveles de exigencia
(similares a los que se desarrollarán en la parte central de la clase o la competición), con
la intención de conseguir respuestas funcionales, psicológicas y sociales específicas de
adaptación al esfuerzo. Según Pareja Castro (Kinesis 1994, 39), cuando se trata de
competiciones deportivas, también se busca reactivar con ejercicios de la técnica, los
estereotipos dinámicos motrices adquiridos con anterioridad, a lo que podemos agregar
que, de igual importancia en este caso es la activación de la memoria motriz para buscar
mejores resultados en la ejecución de las prácticas.
4.3.1.4 Algunos Factores que Condicionan la Realización
del Calentamiento
Tanto la estructura de la clase en general con todas sus partes como la del
calentamiento, son condicionadas por una variedad de factores que influyen
significativamente en el desarrollo y ejecución de sus elementos o componentes
básicos como son: la duración total y de cada una de sus partes (activación dinámica
general, estiramientos y activación dinámica específica), la magnitud o grado de
esfuerzo de los ejercicios y los juegos a emplear.
Para Pareja Castro (Kinesis 1994: 40) algunos factores son:
1.
2.
3.
4.
5.
6.
7.
8.
El tiempo total de la clase, el juego o el entrenamiento.
Los contenidos de la clase, el entrenamiento o la competición en su parte principal..
El tipo de actividad a practicar: juego, ejercicio, deporte individual o colectivo,
de combate.
El nivel de desarrollo de la condición física y deportiva de los participantes
Las características de los niños o deportistas: edad, sexo, condición física,
dominio de la actividad y estado de entrenamiento.
La disposición psicológica hacia la actividad, asunto que genera estados óptimos
o de angustia en las personas como son: la apatía, la sobreexitación, el estado
óptimo, también llamados estados de prearranque.
Factores ambientales como la temperatura, la humedad relativa, la altura sobre el
nivel del mar y la hora de las prácticas.
El tiempo que se requiere para que se logren los objetivos fisiológicos, mentales
y sociales adecuados.
Teniendo en cuenta los factores mencionados, en el texto de Pareja Castro recomienda de
manera global para las prácticas deportivas, los siguientes aspectos a considerar para el desarrollo
de un Calentamiento:
La activación dinámica general debe tener una duración aproximada entre los 5 y 10 minutos
con una intensidad moderada, los estiramientos deben tener entre 5 y 10 minutos de duración con
una carga pasiva de baja influencia fisiológica en su ejecución y la activación dinámica específica
entre 5 y 10 minutos con una intensidad un poco más elevada, de manera que se acerque a la
intensidad de los esfuerzos a realizar durante la práctica principal.
Es muy importante considerar que estas recomendaciones finales son propuestas para las
prácticas deportivas con una orientación deportiva. En tal sentido, el maestro y los estudiantes
deben adaptar el calentamiento a las características de su práctica.
Finalmente, se considera de fundamental importancia fijar la atención en aspectos relacionados con la motivación para la práctica, el desarrollo de un estado mental de optimismo y satisfacción con las actividades que se desarrollan y generan un ambiente social de camaradería, alegría
y también de responsabilidad individual y colectiva con relación a las personas, con las
prácticas que se pretenden realizar y con la clase.

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