Estudiante jalisciense desarrolla pruebas de

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Estudiante jalisciense desarrolla pruebas de
Estudiante jalisciense desarrolla pruebas de
detección de VIH
Por Montserrat Muñoz
Guadalajara, Jalisco. 11 de abril de 2016 (Agencia Informativa
Conacyt).- Estudiantes de la Universidad de California en San Diego
(UCSD) trabajan en la creación de una prueba de diagnóstico de bajo
costo para detectar el virus de inmunodeficiencia humana (VIH).
Este método tendría un costo aproximado de 80 pesos en el mercado
farmacéutico nacional y estaría listo en una etapa de prototipo este
mismo año. El equipo liderado por el maestro Jahir Mauricio Gutiérrez
Bugarín busca que este dispositivo tenga impacto positivo en el sector
salud del país y ayude en la detección oportuna de VIH, principalmente
entre personas de escasos recursos económicos.
En el marco del Primer Foro Internacional de Talento Mexicano
Innovation Match MX 2016, Gutiérrez Bugarín compartió en entrevista
para la Agencia Informativa Conacyt los alcances del proyecto.
“Lo que estamos haciendo es un sistema de biología sintética para
detectar la presencia de un ácido ribonucleico (ARN) del virus del VIH.
Ese sistema lo embebemos en un trozo de papel que tiene un lisado
de Escherichia coli y eso se puede mezclar con un poco de agua y ARN
del VIH, provocando que el color del papel cambie de amarillo a
púrpura”, sostuvo.
Aunque en México tales pruebas no existen, en el mercado
estadounidense ya se utilizan dos pruebas del tipo positivo-negativo
para la detección del VIH —Alere Determine HIV Combo y OraQuick—,
ambas aprobadas por la Administración de Alimentos y Medicamentos
(FDA, por sus siglas en inglés).
Sin embargo, el costo de estos productos oscilan entre 40 y 190 dólares
cada una, lo cual las hace de difícil acceso para un segmento importante
de la población, compartió el también estudiante de doctorado en
bioingeniería.
Experimento
El equipo de jóvenes investigadores diseñó un programa para testar la
prueba de diagnóstico de bajo costo en una zona de Tijuana, Baja
California, llamada El Bordo.
“La prueba está enfocada en personas de la comunidad de El Bordo,
donde hay un grave problema de salud. Personas que han sido
deportadas y viven en las calles, utilizan drogas con jeringas
contaminadas y tienen relaciones sexuales entre las mismas personas
de la comunidad. Es tres veces más probable infectarse de VIH en
Tijuana que en otra parte de México”, indicó Gutiérrez Bugarín.
Se logró bajar los costos de la prueba gracias a que se modificó el
volumen de los reactivos. La prueba se compone de un sistema de papel
filtro de un diámetro de dos milímetros, que para su activación necesita
de apenas dos microlitros del suero del paciente.
Cada gradilla tendría un costo aproximado de cinco dólares, y en ella se
pueden realizar 25 reacciones a la vez, es decir, se podría diagnosticar a
25 personas con un costo alrededor de 20 centavos de dólar por cada
una. La prueba está diseñada para que sea aplicada por una enfermera
o un médico, no para uso casero o autónomo.
“Queremos ayudar a los pacientes, pero la idea no es que la utilicen en
casa sino para que las enfermeras y doctores que van a El Bordo puedan
adquirir un sistema de muy bajo costo que les permita incrementar el
número de pruebas que hacen por semana”, señaló el investigador
jalisciense.
El proyecto
Este proyecto al momento funciona con fondos propios y en él colaboran
cuatro estudiantes de licenciatura de la Universidad de California en San
Diego y es asesorado por el doctor José Utrilla Carreri del Centro de
Ciencias Genómicas (CCG) de la Universidad Nacional Autónoma de
México (UNAM), en Cuernavaca, Morelos.
Uno de los problemas del VIH es que la secuencia genómica es
cambiante con el tiempo; sin embargo, la longitud de la secuencia a
reconocer bajo este circuito genético puede ser desde los seis
nucleótidos hasta los 36, explicó durante su ponencia Gutiérrez
Bugarín.
Abundó al respecto que los genes Gag y Pol se conservan siempre
dentro de la estructura del ARN y son los que expresan proteínas para la
célula del VIH, por lo que son utilizados como detonadores de la
prueba.
Además, mediante un análisis computacional de alineamiento se
tomaron 350 secuencias de la base de datos del Centro Nacional para la
Información Biotecnológica (NCBI, por sus siglas en inglés), donde se
analizaron secuencias del VIH detectadas en pacientes de todo el
mundo, lo que vuelve la prueba efectiva sin importar la cepa de donde
provenga el virus.
Los retos
Actualmente, el principal inconveniente de la prueba es el tiempo de
incubación que requiere, ya que toma de cuatro a seis horas poder
determinar la presencia del VIH, misma que se hace patente a partir del
cambio de color del papel.
Sin embargo, Gutiérrez Bugarín se mostró optimista al señalar que hay
un laboratorio que recientemente ha logrado la detección de dos cepas
del virus del ébola en tan solo 20 minutos, por lo que se plantea
establecer contacto para realizar un intercambio de información que
abone a mejorar los tiempos de la prueba.
Otro de los obstáculos es la falta de recursos, reconoció el también
egresado de la Universidad de Guadalajara. “Hemos tenido problemas
porque somos independientes. Estamos participando en concursos para
conseguir fondos o buscando empresas para encontrar patrocinio, los
recursos son limitados, así como el tiempo también lo es, todos tenemos
clases y otras investigaciones que desarrollar”.
El éxito del circuito genético es tal que en un futuro se aplicará en la
detección de otras enfermedades como la artritis reumatoide. Jahir
Gutiérrez Bugarín sostuvo que esto es posible si en vez de detectar ARN,
se detectan proteínas.
PERFIL
Jahir Mauricio Gutiérrez Bugarín
Es ingeniero biomédico por la Universidad de Guadalajara. Maestro en
bioingeniería por la Universidad de California en San Diego y
actualmente cursa el doctorado en bioingeniería en la misma
universidad. Es becario bajo el esquema de UC Mexus, con apoyo del
Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) y de la misma
UCSD.

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