La nueva `intifada` saharaui se extiende más allá de los

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La nueva `intifada` saharaui se extiende más allá de los
Del 9 al 22 de junio de 2005 // Diagonal
GLOBAL // 7
SAHARA // LAS PROTESTAS INICIADAS EN AL AAIÚN SE REPITIERON EN NUMEROSAS LOCALIDADES MARROQUÍES Y ESPAÑOLAS
La nueva ‘intifada’ saharaui se extiende
más allá de los territorios ocupados
Moratinos llama a los
saharauis a la calma
mientras Marruecos deja
un saldo de decenas
de detenidos, heridos
y desaparecidos.
J. Cabarga
Argel
“Hoy en día, el miedo ha cambiado
de campo. Se encuentra en terreno
del régimen marroquí, al que ha desgarrado y debilitado”. Con estas palabras, el ministro de los Territorios
Ocupados de la República Árabe
Saharaui Democrática (RASD),
Khalil Sid M´Hemad, valoraba la
oleada de movilizaciones que, con
un trasfondo independentista, recorre actualmente el Sahara ocupado y
buena parte de Marruecos. Una nueva ‘intifada’ contra la que el gobierno alauita ha respondido violentamente, dejando en el camino decenas de personas heridas, detenidas y
desaparecidas.
La espita que prendió la llama fue
el traslado forzoso, el pasado 21 de
mayo, de un preso político saharaui,
Ahmed Mahmud, de la Cárcel Negra
de El Aaiún a la de Agadir, unos 600
kilómetros más al norte. Como protesta, sus familiares y varias organizaciones de derechos humanos saharauis realizaron una sentada pacífica que no tardó en ser disuelta a
golpes por la policía colonial. A partir de ese momento las manifestaciones de solidaridad se sucedieron en
El Aaiún, principalmente en los barrios populares de Maatalá y Zemla,
que ya vivieron una situación similar
en octubre de 1999, durante la última ‘intifada’ saharaui. Era la primera vez desde esa fecha que la pobla-
alicia celebra el domingo 19 sus elecciones autoanémicas. A nadie se
le esconde qué es lo que,
por encima de todo, se dirime en
esa consulta: la permanencia, en el
gobierno, del PP de Manuel Fraga.
Pese a la inyección, no despreciable, de fondos comunitarios, que ha
tapado algo el desastre, el país vive
inmerso en una vorágine en la que
se dan cita el caciquismo más descarnado –eso que los bien pensantes prefieren llamar redes clientelares–, un despotismo parlamentario
que carece de parangón, el estallido de frecuentes espasmos ultramontanos, la incompetencia y la inmoralidad a la hora de encarar genuinas desfeitas ambientales, la
consolidación de inéditos niveles
de desempleo y, por dejarlo ahí, la
reaparición de una lacra que se creía del pasado, la emigración, en la
carne de muchos jóvenes.
Si razones sobradas hay para
desear que todo lo anterior acabe
o, lo que es lo mismo, que Fraga
se convierta en jefe de la oposición –habría que verlo–, con el
riesgo paralelo de que el PP se divida, conviene preservar las cautelas con respecto a lo que aportan las dos principales fuerzas de
oposición. Digamos por lo pronto
G
REBELIÓN Y ESTADO DE SITIO. En la foto, protestas en la ciudad saharaui de Dajla.
ción saharaui de los territorios ocupados, de manera pública y masiva,
salía a la calle para reivindicar abiertamente no sólo el respeto por los
derechos humanos y la libertad de
manifestarse y expresarse libremente, sino la independencia y la salida
de las fuerzas de ocupación.
Con objeto de abortar la movilización, que se inició solo tres días después de la celebración del trigésimosegundo aniversario del Frente POLISARIO, el Gobierno alauita redobló la presencia y actividad de gen-
darmes y policías en la capital del
Sahara, que del 23 al 25 de mayo vivió un auténtico estado de sitio. Las
marchas se transformaron en violentos enfrentamientos entre saharauis y policías, y la protesta, en vez
de aplacarse, se extendió a otras ciudades del Sahara y Marruecos. El día
26, decenas de personas se manifestaron en Dajla y en la ciudad marroquí de Assa en solidaridad con los
heridos y detenidos de El Aaiún, y el
27 hacían lo propio los estudiantes
saharauis de los campus de Souissi I
y Souissi II de Rabat y de la
Universidad de Casablanca. Dos jornadas más tarde, cuando por primera vez desde la ocupación marroquí
del Sahara Occidental se permitía la
entrada ‘guiada’ en las calles de El
Aaiún a un grupo de periodistas extranjeros, las marchas se repitieron
en Smara, Boujdour y en la localidad
marroquí de Gulimin. El 30 de mayo
los campus universitarios de Marrakech, Agadir y Fez fueron los protagonistas de la movilización, que se
retomaría dos días después en
Smara y Tan Tan, y que al cierre de
esta edición de DIAGONAL aún no
había remitido.
La extensión geográfica y social
de esta nueva ‘intifada’ marca una
diferencia neta con las protestas de
1999, que se limitaron a la ciudad de
El Aaiún, tal y como señaló a DIAGONAL el embajador de la RASD
en Argelia, Mohamed Bissat. Según
Bissat, en este nuevo ciclo de luchas
podemos ver la “implicación de toda
la sociedad saharaui, de jóvenes y
viejos, e incluso de aquellos que antes eran pro marroquíes y que ahora
se hallan muy descontentos con la
política colonial de Marruecos”. Una
política que en esta ocasión ha dejado un saldo de 45 personas detenidas (de las cuales 15 han sido ya liberadas), más de 75 heridos y decenas de casas saharauis asaltadas y
violentadas por la policía marroquí,
como informa la agencia Sahara
Press Service (SPS). Además, muchos detenidos sufrieron torturas en
estos días y un joven fue violado por
varios agentes, entre los que hay que
resaltar la acción, por particularmente virulenta, del recientemente creado Grupo Urbano de Seguridad.
Moratinos llama a la calma
En el Estado español, al igual que en
otras zonas del mundo, las muestras
ELECCIONES EN GALICIA
Don Simón para o bandullo
Carlos Taibo*
que el Partido Socialista es una impostación urbana que, con escasa
presencia en la Galicia real, depende en demasía de los vientos que
soplan en Madrid. Aunque cualquier persona sensata convendrá
en que cualquier cosa es preferible a Fraga, no parece que la
oferta del PSdG-PSOE,
una suerte de galleguismo descafeinado adobado de un discurso formalmente socialdemócrata, deba suscitar entusiasmo alguno
entre quienes pujan por que las
cosas cambien con claridad.
Basta con prestarle oídos un par
de minutos a Pérez Touriño para
percatarse de que sus propuestas, planas donde las haya, a
duras penas van a romper
moldes. Y con recordar, de paso, que el PSOE gallego sigue
contando entre sus filas a ese
baluarte del nacionalismo es-
Paco Arjona
pañol más montaraz que es el
alcalde de A Coruña.
Lo del Bloque es harina de
otro costal, siquiera sólo sea por
dos razones: si la primera recuerda que, a diferencia del PSdGPSOE, configura una fuerza política real, la segunda subraya que su
militancia de base se sitúa inequívocamente en la izquierda. Esta última circunstancia nos emplaza
ante el problema mayor que el
BNG arrastra desde tiempo atrás:
una esquizofrénica relación entre
una búsqueda desesperada, y un
tanto estéril, del voto de centro y
un esfuerzo por preservar las señas de identidad propias. Aunque,
encuestas en mano, el Bloque se
halla lejos del hundimiento
electoral que algunos auguraban, conviene preguntarse
por su futuro, que en el mejor
de los casos –el de una pérdida
de la mayoría absoluta del PP–
de solidaridad con los represaliados saharauis se repitieron durante la última semana. Sevilla, Algeciras, Valencia, Madrid, Burgos y
A Coruña, entre otras ciudades, han
vivido diferentes actos de protesta
por la actitud marroquí y centenares
de colectivos sociales, políticos y sindicales de nuestra geografía se han
manifestado a favor de la causa saharaui. Por su parte, la representación de la ONU en el Sahara (MINURSO), encargada de hacer velar
el alto el fuego en la zona de conflicto, ha mostrado desde el inicio de la
revuelta una actitud pasiva y neutral,
al igual que el Gobierno español, que
a través de su ministro de Asuntos
Exteriores, se ha limitado a llamar a
la “serenidad” a saharauis, marroquíes y argelinos, a quienes Marruecos acusa de estar detrás de las
movilizaciones.
Esta “inesperada y poco honorable” respuesta del Ejecutivo de
Zapatero, en palabras del embaja-
La espita que prendió
la llama fue el traslado
forzoso, el pasado 21 de
mayo, de un un preso
político saharaui
dor Bissat, “sitúa en el mismo nivel
a las víctimas y a los verdugos” y sigue ignorando la “enorme responsabilidad del Estado español” en el
problema del Sahara.
El Frente POLISARIO ha exigido
a la ONU que intervenga “con urgencia” para proteger a los civiles
saharauis de los territorios ocupados de la “feroz represión” marroquí, ya que, si la situación persiste,
se verá obligado a “intervenir”, sin
excluir la opción de retomar la lucha armada.
lo sería de fuerza llamada a asumir
un papel subalterno con respecto
al PSdG-PSOE. No está de más que
agreguemos que, aunque el designio de deshacerse de Fraga y de los
suyos es suficiente para que muchos abstencionistas de siempre
acudan a las urnas el día 19, no parece que los guiños del BNG –ahí
está su recalcitrante mensaje de
excelsa moderación en lo que respecta al Estado de las autonomías
o al derecho de autodeterminación– se muevan por ese lado.
Anxo Quintana prefiere ahuyentar
los miedos de esos electores de
centro que, según se cree supersticiosamente, se cuentan por centenas de millares.
Si el Partido Popular pierde la
mayoría absoluta el 19, lo suyo es
que en muchos lugares de Galicia
las gentes se rasquen el bolsillo para descorchar el mejor de los vinos.
A partir del día siguiente, y como lo
decían con sorna, días atrás, unos
colegas vigueses, Don Simón para
el cuerpo.
El autor
* Carlos Taibo es profesor de Ciencias
Políticas de la UAM

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