plan inspectorial de formación de escuelas

Transcripción

plan inspectorial de formación de escuelas
PLAN INSPECTORIAL DE FORMACIÓN DE ESCUELAS
SECCIÓN GENERAL
1. Introducción y justificación
La Inspectoría Salesiana Mª Auxiliadora, desde la Coordinación de Escuelas, presenta el documento
Plan Inspectorial de Formación de Escuelas (PIFE).
Con este documento pretendemos reflexionar, analizar y concluir planificando las grandes líneas de
la formación en el ambiente Escuela de la Inspectoría, de sus personas y equipos para una adecuada
y óptima realización del trabajo que tienen encomendado: educar y evangelizar a niños y jóvenes.
Estamos convencidos de que “el trabajo cotidiano es lugar del crecimiento auténtico: la red de
relaciones que se entablan en una comunidad educativo-pastoral viva y operante es lugar de intensa
formación permanente, que abarca los aspectos humanos, pedagógicos y salesianos” (CG24, 55).
Sin embargo, el trabajo cotidiano no es suficiente. Es preciso plantear planes de formación que
puedan exigir el compromiso y facilitar la evaluación de los progresos formativos; orientar y apuntar
el desarrollo de la escuela ante el reto y el dinamismo de la sociedad actual, el compromiso de la
formación integral de la juventud y las relaciones con el entorno y otros.
El Plan de formación recoge las exigencias de La Propuesta Educativa de las Escuelas Salesianas sobre
la formación de los diferentes sectores de la Comunidad Educativo-Pastoral (7.3-5) y saca de ellas
las orientaciones para la planificación y organización de las actividades formativas de todos sus
componentes.
También nuestro Reglamento de Régimen Interior incide en la formación permanente como
derecho y deber de cada uno de los miembros de la Comunidad Educativa-Pastoral, considerando la
formación tanto un derecho (22.d y 31.c) como un deber (23.o y 32.d).
Así pues, la importancia de este documento estriba en la necesidad de ofrecer a nuestros agentes
educativos un hilo conductor en el proceso de formación inicial y continua para el adecuado
desarrollo de la misión.
La formación no se puede improvisar, debe responder a las necesidades individuales y colectivas de
nuestro profesorado, equipos de trabajo y personal de administración y servicio. En la formación
que planificamos estamos transparentando el tipo de educación que ofrecemos, significamos
nuestro posicionamiento en el mundo educativo y su proyección social.
Por todo ello desde la Inspectoría Salesiana nos preocupa ofrecer una formación que:
• Atienda al conocimiento de las diferentes edades y rasgos evolutivos de nuestro alumnado.
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• Le preocupe la educación integral de su alumnado.
• Ofrezca una manera de ser y posicionarse ante la sociedad desde una perspectiva creyente de la
vida.
• Garantice la identidad cristiana y salesiana de sus escuelas.
• Busque la competencia y actualización de su profesorado.
• Se interrogue sobre la práctica docente y sea capaz de cambiar para mejorarla.
• Adapte las didácticas y las metodologías a los nuevos tiempos y nuevas circunstancias.
• Incorpore la innovación y la adecuación de los recursos con los que enseña.
• Se adecue y adapte a los contextos socioculturales del alumnado
• Garantice la actualización y evolución dinámica de la escuela en relación con los elementos
propios, destinatarios y relación social.
• Sitúe a la escuela en un diálogo crítico y activo ante los espacios legales y normativos y la propia
identidad.
Además de todo lo dicho, estamos persuadidos de que nuestro desarrollo personal y profesional no
se alcanza sin un buen proceso formativo. La formación inicial es básica, principio, condición
primera, pero no suficiente y definitiva. Sin una formación permanente no crecemos, nos
anquilosamos perdiendo la perspectiva y el referente. Con todo ello, con un adecuado
planteamiento de formación buscamos:
• Personas actualizadas en el fondo y en las formas.
• Personas activas intelectual y emocionalmente.
• Personas curiosas, que satisfacen sus ganas de aprender.
• Personas críticas que reflexionan sobre su práctica docente.
• Personas comprometidas consigo mismas y con lo que les rodea.
• Personas que descubren y se comprometen con la misión, visión y valores educativos salesianos.
• Personas activas y comprometidas desde la escuela con la obra salesiana local y global.
En primer lugar, y tras la presentación de los objetivos de este documento, definimos el perfil de
educador que pretendemos en un Colegio Salesiano. Si tenemos clara la meta que deseamos
conseguir, tendremos parte del camino recorrido y nos será más fácil trazar las líneas formativas
coherentes con nuestros fines.
En las páginas que siguen procuraremos responder, en alguna medida, a que todos estos buenos
deseos y metas que deseamos alcanzar puedan convertirse en un proceso de trabajo y planificación
a varios años vista, pero que tienen un norte, un sentido y un objetivo claro.
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2. Objetivos del PIFE
Por todo ello, surge este Plan Inspectorial de Formación de Escuelas con los siguientes objetivos:
1. Planificar las grandes líneas y criterios de la formación de las escuelas de la Inspectoría y de
los distintos miembros de la Comunidad Educativa, según el contexto y las necesidades de
nuestra Institución.
2. Establecer las áreas de intervención formativa tanto en el ámbito inspectorial como en el
local, formando personas y equipos de trabajo.
3. Orientar a la concreción de la formación en posteriores programaciones anuales de la
Inspectoría o de cada Colegio.
4. Definir la metodología y modos de las acciones y procesos formativos.
3. Perfil del educador salesiano
El enfoque de nuestros planes de formación debe contemplar diversas áreas que conforman el perfil
del educador salesiano. Definimos el perfil del educador tomando como base las competencias
personales y profesionales de los educadores salesianos que se está reflexionando en el ámbito de
las escuelas salesianas de Europa. El educador salesiano desarrolla dos grandes áreas de
competencias. Una orientada al ser del educador, que se concreta en su desarrollo personal y en su
identidad cristiana; la segunda, al hacer del educador, que a su vez queda concretada en la
competencia profesional y en la experiencia salesiana.
No siempre podrán ser atendidas todas estas áreas en cada acción formativa. No obstante, la
tendencia es que los planes formativos que se elaboren (en el ámbito local o en el ámbito
inspectorial) aseguren la formación en cada una de estas áreas a lo largo de un curso. Alguna de
estas áreas actuará necesariamente como eje transversal de diferentes momentos formativos.
Éstas son las áreas que debe cultivar un agente educativo en una Comunidad Educativo-Pastoral
Salesiana.
3.1.
Desarrollo personal integral
El educador salesiano es una persona que conoce sus propios límites y sus posibilidades y es
capaz de poner sus cualidades al servicio de los demás. La aceptación de sí mismo no impide
que intente aprender constantemente de la experiencia personal y de la de sus compañeros.
El educador salesiano tiende a mejorar continuamente sus habilidades para el desempeño de
su misión, y encuentra en la colaboración y el trabajo en equipo un importante campo de
aprendizaje.
3.2.
La identidad cristiana
El educador salesiano se abre a la experiencia cristiana como lugar donde buscar o encontrar
las señas de identidad de su ser y de su tarea educativa, que está llamada a ser también
apostólica.
La misma escuela cristiana, como plataforma de la Iglesia en el mundo de la cultura,
encuentra en esta área sus señas de identidad, su tarea…
3.3.
La competencia profesional
El educador salesiano se preocupa por mantener su competencia profesional abordando
acciones que le permitan afrontar con eficacia los nuevos retos que demanda el sistema
educativo actual, mantener la puesta al día en las áreas propias de su especialidad docente y
asegurar una iniciación adecuada en el conocimiento y uso de las tecnologías de la
información y la comunicación.
3.4.
Experiencia educativo-pastoral salesiana
La experiencia del educador salesiano debe basarse en el binomio educación-evangelización.
La sensibilidad pastoral y el conocimiento de los fundamentos de la animación pastoral en la
escuela son necesarios para la coherencia y solidez de nuestro mensaje.
La identidad de una escuela salesiana se manifiesta en unos rasgos característicos que tienen
su origen en la experiencia educativo-pastoral de Don Bosco y que ha ido cristalizando en la
tradición salesiana. Dichos rasgos se manifiestan en un estilo que configura a las personas y al
ambiente en el que viven, a las estructuras y a las relaciones que dan vida a las mismas;
proceden de unas opciones de fondo hechas por Don Bosco; y se concretan en una serie de
valores y actitudes que posibilitan la fidelidad dinámica a la misión educativo-pastoral de
nuestro fundador.
4. Competencias prioritarias en la formación inspectorial
Entendemos por competencias prioritarias aquellos contenidos de formación, referidos a cada una
de las áreas que definen el perfil del educador salesiano, y que queremos asegurar y atender de una
manera especial en la formación de nuestros educadores. El contexto sociocultural, nuestros
fundamentos carismáticos y los documentos salesianos (capítulos, PEPSI…) inspiran estas prioridades
que, lógicamente, no se agotan en este documento, sino que se completan y enriquecen con las
prioridades locales según los contextos, experiencia y necesidades particulares. Éstas son las
competencias prioritarias según áreas:
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ÁREAS
HACER DEL EDUCADOR
SER EDUCADOR
DESARROLLO PERSONAL INTEGRAL
IDENTIDAD CRISTIANA
LA COMPETENCIA PROFESIONAL
EXPERIENCIA EDUCATIVOPASTORAL SALESIANA
COMPETENCIAS PRIORITARIAS
•
Analizar y asumir las propias habilidades y potencialidades para el
desarrollo de su acción educativa.
•
Conocer y desarrollar las herramientas personales que faciliten la
colaboración y el diálogo.
•
Reconocer la necesidad de ser creyentes para dar sentido al trabajo
que realizamos.
•
Identificar y comprender contenidos básicos de iglesia y tradición
cristiana.
•
Asumir la educación en los valores evangélicos que surge de su
opción cristiana y participar activamente en ella.
•
Conocer los procesos implantados de la gestión del centro y
orientación hacia la mejora continua.
•
Conocer y desarrollar habilidades útiles para el liderazgo y el
trabajo en equipo.
•
Tender a la innovación educativa: Plurilingüismo, Proyectos
Europeos, Tecnologías de la información y la comunicación…
•
Conocer y elaborar los documentos y proyectos necesarios para el
funcionamiento de nuestros centros.
•
Conocer y relacionar los diferentes ámbitos que son necesarios en
la organización del centro desde las claves económicas,
administrativas y jurídicas-legislativas.
•
Mostrar una adecuada predisposición a la actualización pedagógica y
académica.
•
Orientar y proyectar el desarrollo personal y académico del alumno
a través del acompañamiento personal y la acción tutorial.
•
Reconocer las nuevas realidades de pobreza en los jóvenes e
interesarse por ellas, atendiendo a la diversidad y las necesidades
específicas de apoyo educativo.
•
Expresar el conocimiento y la aplicación del Sistema Preventivo.
•
Sintetizar la fórmula educar evangelizando - evangelizar educando,
clave en la oferta educativa salesiana.
•
Compartir los elementos y momentos de la Pastoral Juvenil
Salesiana en el ámbito de la enseñanza reglada.
•
Elaborar y asumir el Proyecto Educativo-Pastoral Salesiano.
•
Participar en la Comunidad Educativo-Pastoral de la Obra.
Estas competencias que definen al educador salesiano tienen una aplicación directa y total a todos los
profesores de nuestras escuelas. Sin embargo, nuestras propuestas formativas no se agotan en los
profesores (aunque resulten ser los principales destinatarios), sino que afectan también al personal
de administración y servicio y a los padres y madres de alumnos.
Las competencias prioritarias definidas son concretadas y matizadas en unidades de formación que se
definen en la Sección específica de este Documento.
5. Opciones metodológicas
Entendemos la formación como un proceso mediante el cual los agentes educativos van adquiriendo
una serie de competencias que mejora su acción como educadores salesianos. Desde nuestras
convicciones optamos por una metodología que favorece:
•
El trabajo en equipo como instrumento de intercambio de experiencia y formación conjunta.
•
La participación activa y la autoformación.
•
La investigación educativa y su aplicación.
•
La realización de experiencias de innovación pedagógica.
•
La evaluación constante de la eficacia formativa y la autoevaluación de la acción docente.
•
El empleo de recursos tecnológicos que favorezca el proceso formativo.
SECCIÓN ESPECÍFICA
6. Las unidades de formación
En el siguiente cuadro se asocian unidades de formación a cada competencia prioritaria. Las
unidades de formación son núcleos temáticos orientados a aportar la capacitación que se
enuncia en la competencia correspondiente. Estas unidades de formación se desarrollarán en las
diferentes acciones formativas que se programen, según destinatarios y duración de la acción.
Se distinguen distintos grupos de destinatarios:
• El profesorado en general y tutores de grupos de alumnos.
• Los directivos y otros órganos unipersonales.
• El personal de administración y servicio.
• Los padres y las madres de los alumnos.
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En las unidades de formación se dibuja el perfil de cada uno de estos miembros de la Comunidad
educativa.
7. Cuadro de competencias prioritarias y unidades de formación
Este punto está recogido y desarrollado en el anexo I.
SECCIÓN ORGANIZATIVA
8. Modelos de formación
Podemos definir dos modelos de formación según el ámbito de organización y convocatoria, y
otros dos modelos según la metodología. En el primer caso podemos encontrar:
•
Formación local: Cada centro programa al inicio de curso las acciones formativas que tiene
previsto realizar, según las necesidades de cada uno de los sectores de la Comunidad
educativa y según el plan de formación inspectorial. En relación al profesorado, el centro
elaborará anualmente un plan de formación que debe ser presentado en tiempo y forma
como un documento del sistema de gestión de calidad y enviado a la Coordinación
Inspectorial de Escuelas.
•
Formación inspectorial: La Coordinación Inspectorial de Escuelas, atendiendo a su
programación anual de formación, organiza cursos para los diferentes sectores de las
comunidades educativas de los centros de la Inspectoría: profesorado en general y tutores,
profesores de nueva contratación, directivos, orientadores, auditores, PAS, Juntas de
AMPA…
Según la metodología empleada, distinguimos:
•
Formación presencial: La acción formativa tiene como requisito la asistencia física del
destinatario durante un número determinado de horas.
•
Formación on-line y semipresencial: Es un modelo de formación que facilita la gestión del
propio tiempo y evita desplazamientos y empleo de horario lectivo. Se estima que la
flexibilidad en su desarrollo permite alcanzar la capacitación en la formación en intervalos de
tiempo adecuados. Cada curso on-line tiene un número estimado de horas para su
realización.
Es preciso que en los planes de formación (locales e inspectorial) se distinga con claridad la
acción formativa propiamente dicha de la sesión de sensibilización. En el primer caso se podrá
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evaluar la eficacia formativa. En el segundo, sólo podremos evaluar el grado de satisfacción de
los destinatarios.
En el plan local de formación tienen cabida iniciativas formativas provenientes de otros
organismos públicos o privados (CEP provincial, Escuelas Católicas…) que coadyuven al logro
de los objetivos marcados.
9. Programación anual de formación inspectorial
La Coordinación Inspectorial de Escuelas establecerá cada curso una programación anual con
acciones formativas que desarrolle y concrete el presente Plan. La programación anual será
presentada al Consejo Inspectorial para su aprobación.
10. Plan local de formación
Cada Centro es autónomo para trazar los propios objetivos y programar las acciones formativas
que considera necesarias para sus profesores. Por ello, al inicio de cada curso elabora un plan
anual de formación del profesorado. Dicho plan debe ser presentado en tiempo y forma como
un documento del sistema de gestión de calidad y enviado a la Coordinación Inspectorial de
Escuelas antes del 30 de noviembre, coincidiendo con la entrega de la programación general
anual.
Para la elaboración de este plan se seguirá el siguiente proceso y el esquema propuesto en el
anexo II “Plan local de formación”:
A. Reflexión sobre el marco de referencia:
Habrá que partir del Proyecto Educativo-Pastoral salesiano local, el Plan Inspectorial de
Formación de Escuelas, el Plan de Mejora y la memoria final / IRSD, además del análisis de la
propia realidad y la detección de necesidades. Se deberá atender la visión, los objetivos y
proyectos de la escuela a medio y largo plazo.
B. Delimitación/redacción de objetivos muy específicos
Se pueden definir entre uno y tres objetivos por área. Conviene que cada objetivo quede
claramente justificado desde los elementos revisados en el Proyecto educativo, el sistema de
gestión de calidad y la proyección y objetivos del centro.
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C. Diseño esquemático del Plan
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Una vez definidos los objetivos del plan de formación, se relacionan las acciones formativas y en
cada una de ellas se concretan los objetivos, los contenidos, la metodología, la temporalización y
la valoración de la eficacia de la formación. Para este último punto habría que señalar algún
indicador, el modo y el momento de la medición.
D. Evaluación del Plan
Al final del curso debe evaluarse el plan. El resultado de esta revisión orientará la elaboración del
plan del curso siguiente y se recogerá en la memoria final.
11. Momentos de intervención formativa desde la Coordinación inspectorial de Escuelas
Son diversos los momentos programados de formación y distintos los sectores de la Comunidad
educativa convocados a estos momentos. En el siguiente cuadro aparece la oferta que desde la
Coordinación de Escuelas se programa según destinatarios.
DESTINATARIOS
Profesorado en general y tutores.
Profesorado de nueva contratación
ACCIÓN FORMATIVA
Curso de veteranos.
Escuela de verano.
Curso on-line de calidad.
Jornadas
técnicas
Profesional.
Curso inicial de profesores nuevos.
Cursos on-line (Don Bosco y SGC).
de
Formación
Nuevos directivos
Curso de formación para nuevos directivos.
Directivos en ejercicio
Encuentros durante
programación.
el
curso,
según
Coordinadores de pastoral escolar
Encuentros durante
programación.
el
curso,
según
Orientadores y profesorado de UAI
Un encuentro durante el curso.
Coordinadores de Calidad
Tres encuentros durante el curso.
Auditores internos
Dos encuentros durante el curso.
Curso de iniciación, la reuniones programadas.
PAS
Curso de formación sobre salesianidad y
habilidades sociales y profesionales.
AMPA
Dos encuentros formativos en el curso con las
Juntas de AMPA.
Estas acciones se programan cada curso y son acreditadas mediante certificación de Fundación
Tripartita para la Formación y el Empleo (salvo las referidas al AMPA).
Esta oferta puede ser completada cada año con nuevas acciones formativas que aparecerán en la
programación anual de formación inspectorial.
12. Requisitos mínimos de formación
Se establece, según los perfiles mínimos de competencias, los siguientes requisitos de formación:
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•
Profesorado en general y tutores: Acreditación de al menos 20 horas de formación cada dos
años. Los cursos deben ser conocidos y aprobados por el Equipo directivo para reconocer la
acreditación.
•
Profesorado de nueva contratación: Realizar en los dos primeros años los cursos (presencial
y on-line) propuestos para profesores nuevos.
•
Nuevos directivos: Curso sobre la función directiva.
•
Directivos 1en ejercicio: Un curso de actualización a la función directiva cada dos años.
•
Coordinadores de pastoral escolar: Curso “La animación pastoral en la escuela” (al inicio del
ejercicio del cargo) y Curso de actualización en la acción pastoral de la escuela cada dos
años.
•
Orientadores Curso de actualización profesional específica cada dos años.
•
Coordinadores de Calidad: Curso de actualización profesional sobre temas de calidad cada
dos años.
•
Auditores internos: Curso de iniciación y según las acciones programadas para cada curso.
Se entiende por directivo en ejercicio aquel que forma parte del Equipo directivo según se define en el RRI.
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13. Financiación de la formación
La sistemática establecida para aquellas actividades formativas con posibilidad de financiación
aparece desarrollada en el anexo III: “Financiación de la formación”, el cual recogerá todos los
pasos que deben seguirse para la solicitud, organización y participación en acciones formativas.
14. Evaluación del PIFE
El PIFE recoge las orientaciones que emanan de cada Capítulo Inspectorial y del PEPSI. Por ello,
desde la Coordinación Inspectorial de Escuelas se propone la revisión tras cada Capítulo para
adecuarlo a las nuevas líneas marcadas.

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