Redecilla - Instituto Cubano por la Libertad de Expresión y Prensa

Transcripción

Redecilla - Instituto Cubano por la Libertad de Expresión y Prensa
Por: Juliet Michelena Díaz
G
elasia María Naranjo Hernández vecina de Calzada de San Miguel del Padrón, No.
12812 interior, entre Beltrán y Otero, Reparto Jacomino, La Habana, relata sus
vicisitudes:
“A mis 90 años tengo que recolectar latas y botellas para poder vivir. Nací el 22 de
noviembre de 1922. Acudí al llamado de la brigada alfabetizadora Conrado Benítez
como maestra en diversos campos de Cuba. Luego me incorporé a trabajar en la
fábrica de calzado Nguyen Van Troi y finalmente me retiré como artesana”.
“Toda mi vida he trabajado, por lo que me dieron una chequera de 200 cup
mensuales, que no me alcanza para vivir, y tengo la penosa necesidad de recoger
latas y botellas en las calles, las cuales vendo”.
“Mi casa se cae a pedazos pues es de madera y está en un deterioro total. Los
funcionarios de la Vivienda municipal me dicen que tengo que esperar, pero no se
¡hasta cuándo! Mi difunto esposo Francisco Guerra Bravo se murió esperando y
nunca hicieron nada y por lo que veo aguardan a que me muera yo también y no van
a resolver nada”.
“Me arrepiento de haberme desgastado tanto por este gobierno ya que ahora que
me hace falta su ayuda, no me la dan”.
Gelasia con el fruto de
su trabajo
Así vive esta mujer que trabajó
casi dos tercios de su vida para
la “Revolución”
Fotos: Juliet Michelena Díaz
8
Redecilla
Publicación Mensual del Instituto Cubano por la
Libertad de Expresión y Prensa y la Red Cubana
de Comunicadores Comunitarios
Año 1, Número 8. 8 de Junio de 2013
Editorial
E
l 1ro. de junio ha comenzado la temporada ciclónica, que se extenderá hasta
el mes de noviembre, existirá la posibilidad de que a nuestro país lo azoten
depresiones y tormentas tropicales, pero también huracanes; hay que recordar a
Sandy que el pasado año ocasionó 147 muertes durante su paso por Haití, Cuba,
Estados Unidos y otros países. Pero tampoco se puede olvidar que esta bella Isla
está destruida por un ciclón que se ha mantenido por más de 54 años, al que
pusieron por nombre “Revolución”.
El tercer domingo de junio que es día 16, será el Día de los Padres. Para papá no se
han confeccionado ni tarjetas de felicitación, es el hombre olvidado; pero también el
26 de julio, día de Santa Ana, se celebrará el día de los abuelos. Como se sabe Ana y
Joaquín eran los padres de María y por consiguiente abuelos de Jesús.
Desafortunadamente esta fecha se utilizó para el acto terrorista de asalto al Cuartel
Moncada, en el año 1953, por lo que está marcada de luto por la sangre derramada;
aunque el régimen totalitario que detenta el poder en el país, lo considera un día
festivo.
También en los próximos meses, tanto los padres
como los abuelos -dicho de forma genérica- tendrán
la carga de las vacaciones escolares. El niño –que no
tiene juguetes, como la mayoría- pasará dos meses y
algo más en la casa, con un largo aburrimiento. Una
programación televisiva que repite lo mismo todos
los años, unos muñequitos “tiras animadas”
cansados de ver; con muy pocas posibilidades de ir a
la playa o a algún tipo de paseo y con el sensible
tema de la comida.
.A los muchachos les gustan las chucherías, que se venden en moneda convertible
cuc o muy caras en cup y todos en la familia se pondrán en función de “inventar”
para hacer pasar esos días de la forma más aceptable, es un reto.
Desde Redecilla felicitamos a los padres, los abuelos y también a los niños que
vencieron su año escolar.
1
Por: Tania de la Torre Montesinos
Por: Arnaldo Ramos Lauzurique.
Hubo una vez que el país se encontraba en una
situación desesperada, las malas hierbas invadían
los campos, y en especial el dañino marabú, la
tercera parte de las tierras agrícolas se
encontraban improductivas y las industrias
estaban descapitalizadas o sin funcionar por falta
de materias primas.
Las principales fuentes de recursos externos, como
la industria azucarera, mantenían niveles de
producción de un siglo atrás y la caña de azúcar se
había convertido en un cultivo exótico.
Exportaciones tradicionales como el café pasaron
a ser importaciones, los cítricos no tenían
significación económica y ya nadie recordaba
cuanto tiempo había pasado desde que una parte
de la alimentación dependía de una cartilla de
racionamiento.
Las ciudades, y en especial la capital, estaban en
ruinas con multitud de edificios apuntalados, el
transporte era deficiente y solo contribuían a
aligerar esa vicisitud viejos automóviles llamados
popularmente “almendrones” y los conocidos bici
taxis que eran una imitación de los palanquines
que, con fuerza humana, se utilizaban para
trasladar a las personas en la antigua China.
Las calles estaban llenas de baches, escombros y
basuras. Los tragantes tupidos provocaban
inundaciones cuando llovía, las urbes citadinas
permanecían oscuras en las noches y la actividad
de la población cesaba cuando oscurecía.
La relación de los problemas económicos era muy
larga para resumirla y más amplia la de la
depauperación social, ya que predominaba la falta
de urbanidad, los malos tratos y la deficiente
educación. Las mujeres e incluso las niñas,
vociferaban expresiones gruesas pública y
frecuentemente.
La población decrecía porque la juventud estaba
muy poco motivada por formar familias en
hogares donde se aglutinaban hasta 4
generaciones de personas. Apenas se podían
apreciar mujeres embarazadas en las calles.
Pero todo comenzó a cambiar cuando el tiempo
empezó a pasar al revés. Transcurridos 10 años, en
2003, aumentaron 2 libras per cápita mensuales
de azúcar en la libreta de racionamiento y se
recogía la basura con cierta frecuencia.
Gigantescos vehículos de 18 ruedas, conocidos
como “camellos” aliviaban el transporte urbano,
aunque contribuían a arruinar los viales. Pero
comenzaba a pulular el marabú en los campos. La
mejoría era muy modesta.
En 1989 dejó de existir el período especial y aún el
apuntalamiento soviético permitía que hubiera un
mercado liberado donde se podían adquirir algunas
laterías. La producción de azúcar se elevó a más de
7 millones de toneladas, que se exportaban en su
mayoría al campo socialista a precios
preferenciales, que permitía adquirir todo lo que no
se producía en el país, que era bastante.
En 1970 se logró una producción record en la
producción de azúcar, aunque se paralizaron el
resto de las actividades del país. Se poblaron de
campos de caña enormes espacios de tierra pero a
costa de la tala de frutales y bosques.
Ya para 1962 se había eliminado el racionamiento
alimentario pero las personas tenían que hacer
colas para adquirirlos. Las ciudades estaban
bastante limpias, el transporte urbano funcionaba
con cierta calidad y todo parecía transcurrir
bastante adecuadamente, aunque la población no
se enteró nunca que la nación estuvo a punto de
desaparecer si Nikita Kruschov le hubiera hecho
caso a Fidel Castro lanzando un artefacto atómico
sobre EEUU.
Al llegar a la década del 50 las ciudades y en
especial La Habana no dormían, las calles estaban
limpias, la iluminación nocturna convertía la noche
en día, se podía viajar de un extremo al otro de la
Isla en cómodos ómnibus en apenas 12 horas,
modernos automóviles que eran los ancestros de
los vetustos almendrones circulaban por las vías,
por todas partes había comercios, restaurantes,
cines y centros culturales asequibles a los distintos
niveles económicos. Las tierras agrícolas estaban
cultivadas con frutos menores, caña de azúcar, café,
vegas de tabaco y pastos para la enorme masa de
ganado vacuno que alcanzaba una res por
habitante. Los árboles frutales se extendían por
todas partes. La gente se movía libremente dentro
del país y podía viajar al exterior sin restricción
alguna.
Para no aburrir, la nación progresaba.
2
Toda la primera semana del mes de junio, en la mayoría del país ha estado lloviendo. En particular en
la capital, que tiene un fondo habitacional prácticamente destruido en casi todos sus municipios y que
también está necesitada de que se destupan sus alcantarillas. En barrios tan extranjerizados como
Miramar, las calles se inundan de agua con cualquier aguacerito, en particular la 5ta. Avenida que cierra
el tráfico a los automóviles y como es lógico a los peatones. Muchos autos se arriesgan y suben por el
paseo que se encuentra en medio de la calle y que es por donde caminan las Damas de Blanco los
domingos después que terminan la misa en la iglesia de Santa Rita.
En el municipio de Centro Habana, en numerosos edificios, a pesar de su estado de destrucción y de
estar apuntalados, se mantienen viviendo las familias. El lector podrá imaginar sus angustias.
Por: Dr. Santiago Emilio Márquez Frías
El pasado 25 de mayo, el periódico Granma, Órgano Oficial del Partido Comunista de Cuba, publicó
una foto con el título: “Se camina por las aceras”, donde critica a la población porque camina por las
calles de la ciudad, y esto es una indisciplina que obstaculiza el movimiento vehicular y pone en riesgo la
vida de las personas. Para eso están las aceras.
Lo que no dice el Granma es que las personas caminan por la calle, porque las aceras están
intransitables, en algunos lugares ni existen; pero además ha habido más de un muerto por balcones en
mal estado que han caído a la calle mientras las personas transitan.
Una muestra de las aceras
7
Dirigente corrupto e inmoral
J
uana Jany Morena Terán vecina de la calle F No.7822 entre 1ra. y 6ta. Reparto 2da. Ampliación de
Luyanó Moderno, municipio San Miguel del Padrón, La Habana, relata:
“Mis familiares me botaron de la vivienda donde yo estaba y me quedé desprotegida en la calle con mis
cuatro hijos menores de edad. Después del fallecimiento de Caridad Paula Martínez en el año 2007 y
Santiago Pérez Cabrera en el 2008 que eran los dueños de la vivienda yo me metí a vivir en esta casa que
estaba deshabitada y después apareció el hijo de las personas antes mencionadas, llamado José, para
reclamar la casa y me encontró allí con mis 4 hijos y entonces decidió dejarme habitar la casa. Ahora el
delegado del Poder Popular que se llama Carlos, más conocido como Tabaco, se tomó la atribución de
dividirme la vivienda a la mitad, dejándome con la peor parte, que se filtra y me mojo con mis hijos
pequeños. Le entregó la otra parte a una señora llamada Maida que es su querida, esto sin la aprobación
de José el cual es el dueño de la casa y no sé dónde encontrarlo”.
“Carlos, vecino de la calle 6ta. entre Calzada de San Miguel y Pasaje Santa Bárbara, Reparto Luyanó
Moderno, utilizando su cargo en el gobierno está abusando con la población, haciendo cosas como esta
que no le corresponde, sino al nuevo dueño que es José. Soy una mujer que tiene hijos enfermizos como:
Henry Morena Terán de 11 años asmático crónico, Juan Alberto Ceballos Morena de 6 años, que tiene
una hernia umbilical y por las condiciones de la vivienda no lo he podido llevar a operar, por miedo a que
coja una bacteria en la casa. El techo es de madera y está lleno de huecos donde se me moja todo, solo
tengo una chequera por seguridad social de 175 cup, necesito ayuda del gobierno cubano y que
sancionen a este señor Carlos por corrupto y vividor”.
Juan Jany su casa y uno
de sus hijos
No reconocen mis años de tr abajo
Por: Iris Dania Cabarroca Pentón
El señor Rolando Arturo López Enamorado, residente en calle 4ta. No. 20328
interior, entre Luna y Central, reparto Alturas de Luyanó, municipio San Miguel del
Padrón, explica:
“Vivo con mi hermana Graciela Amparo López Enamorado la cual es jefa de núcleo.
Tengo 67 años y toda mi vida he trabajado para el gobierno manejando tractores
por lo cual me pagan 126 cup”.
“También trabajé en la construcción de la Central Termo Nuclear de Juraguá, en
Cienfuegos; que en aquel tiempo dirigía el hijo de Fidel Castro, conocido por Fidelito.
Fui 5 años Vanguardia Nacional, que no me ha servido de nada, ya que ahora que
tengo necesidad de una chequera y no me la quieren dar. A mi edad tengo que
seguir manejando un tractor y en mis tiempos libres recoger laticas de cerveza, de
refresco y botellas de cristal para venderlas a las instalaciones que recuperan
materia prima, y así poder subsistir. No pensé tener una vejez tan deprimente”.
6
Por: Yazmani Nicles Abad.
Por: José Antonio Sieres Ramallo
Los cubanos estamos viviendo un periodo crítico. Necesitamos una convivencia social distinta en
cuanto a la vida personal. Encontramos, con más frecuencia de lo que es normal; personas que viven en
un constante agobio; que se puede calificar de estrés, que constituye; en sí mismo; una alteración de la
salud física y mental y que además es causa de otras muchas enfermedades.
La mayoría de los ciudadanos libra cada día una lucha silenciosa que los lleva a explotar en el humor. Se
trata de la lucha por la vida o mejor dicho por sobrevivir. Si alguien se cruza con usted en la calle de
forma abrupta, sin pedirle ni escusas; aguarda un ómnibus que no llega; está en la autopista repleta de
viajeros sin trasporte y con la incertidumbre si podrá lograr -por lo menos salir- de donde está desde
hace horas; entonces puede percibir -sin mayor esfuerzo- la verdadera ``batalla`` que está librando
nuestro pueblo: la lucha de vivir el presente, sin saber cómo será el mañana.
La realidad es que la causa profunda de este desorden en el alma de las personas es la angustia y la
inseguridad en la forma de vida, que surge, entre otras causas, por algunas razones muy elementales y
comprobables sin necesidad de investigaciones ni encuestas. No tener trabajo, laborar cada vez más lejos
y sin garantía de transporte que es el primero de los agobios diario, cómo llegar al trabajo. Otra causa es
desempeñar una labor a disgusto, que no cubre la expectativa de realizarse como trabajador. Pero
además, está la lucha interior de que el salario no alcanza para casi nada; que existe una doble moneda,
una por la que pagan por el trabajo realizado y que no sirve para comprar la inmensa mayoría de los
suministros necesarios para la vida; y otra -que tiene una tasa de cambio prohibitiva- para poder adquirir
esos productos y servicios que son cada vez más caros y con menor calidad.
Esa es la raíz del desorden social existente que puede parecer simplemente económica: ganarse el pan
de cada día, sostener, alimentar y educar a una familia. En un país como el nuestro, que el Estado
controla y dirige todo; y que en los centros de trabajo si no se hace lo que éste exige, desde el contenido
hasta la participación en las actividades políticas, culturales y hasta militares, puede uno ser expulsado,
con perjuicio de la familia que depende del exiguo salario.
Por ello nadie debe asombrarse al contemplar la incuria y la negligencia que nos rodea, la suciedad que
impera por todas partes, la mala educación, el ruido, los escándalos a toda hora, los malos tratos en los
establecimientos y muchos otros males; porque cada persona lo que quiere es resolver sus problemas a
como dé lugar, sin importarle los perjuicios que cause a los demás.
El verdadero culpable es el régimen que nos ha llevado a esta situación y la población lo sabe, pero todos
tienen miedo y tratan de salir del paso lastimándose los unos a los otros.
Excluible deambula por La Habana
El
Rolando Arturo
Por: Lázaro Aramis Sáez Sánchez
indocumentado Luis Felipe Orta López, plantea que no porta
identificación por falta de recursos para hacérsela; y que no tiene dirección
porque fue deportado de los Estados Unidos y es excluible.
“Estuve preso por broncas y me sentenciaron a un año y seis meses de
privación de libertad en el penal Combinado del Este en el año 1980. Estando
en prisión las autoridades de ese reclusorio me dieron la opción de irme del
país, a través del Mariel, o hacer mi condena más larga por lo que decidí
marcharme que era mejor que estar preso. “
“Estuve viviendo veinte años en los Estados Unidos de América, hasta que emigración me trajo para
Cuba. Hasta hoy duermo en parques o portales, vivo de limosnas o cuando alguien deja sobras de comida
en las calles”. “Desde que me trajeron para Cuba no he recibido ayuda del gobierno. Lo único que quiero
es que me regresen a los Estados Unidos o aunque sea me den un hogar donde vivir aquí en Cuba, porque
mi situación es crítica y ahora soy un mendigo más en esta Isla”.
3
Me desechan debido a mi avanzada edad
.
Por: Reynaldo Echeverría Ávila
L
a ciudadana Lucia Grant Kelly residente en la calle Manuel González No.19307 entre Calzada de San
Miguel del Padrón y Gabriel, reparto La Rosalía me comunica lo siguiente:
“Siempre he trabajado para este gobierno y tengo 81 años de edad, me operé de un seno y me lo
extirparon. Tengo varias enfermedades, vivo en una casa que está en malas condiciones y con falta de
iluminación. En reiteradas ocasiones he tropezado, dándome golpes en el cuerpo porque no veo nada”.
“Dependo de una chequera de 270 cup y tengo que pagar, mensualmente, una deuda por el refrigerador
de 67 cup, además de mis medicamentos, que son bien caros. Lo que me queda casi no me alcanza para
comer”.
“He acudido en múltiples ocasiones a las personas que atienden Seguridad Social para que me abran un
expediente y me ayuden, pero nunca me contestan ni me dan importancia. Me siento abandonada,
rechazada y sin apoyo para resolver mi situación”.
Lucía Grant Kelly, nos muestra el lugar
donde cocina
Por: Armando Rey Riera
N
ilda Isabel Valdés Oropesa vecina de la Calzada San Miguel, No.7402A, entre 4ta y 1ra. (sótano).
Reparto Afán, municipio San Miquel del Padrón, relata lo siguiente:
“Mi vivienda se inunda de agua en días alternos cuando Acueducto pone el agua para que sea
suministrado el precioso líquido. Me he quejado a diferentes organismos del país por mi situación: Poder
Popular, Acueducto, Comunales, Vivienda, al Delegado de la Circunscripción y otros; no he recibido
ninguna respuesta satisfactoria a mi problema. El agua potable se mezcla con albañales y me he quedado
sin puerta ni ventana. Tengo miedo a que suceda un accidente”.
“Buscando una solución desesperada, me instalé en el
local que está encima de mi vivienda, el cual está tan
malo como el mío. Ahora se han destruido todas mis
cosas, duermo en un colchón en el piso, Vivo con mi
anciana madre que es impedida física y se encuentra
postrada en cama. Mi madre recibe una chequera de la
que malamente nos alimentamos las dos. Estoy cansada
de vivir miserablemente, pobre y con dificultades
Nilda Isabel
y su mamá
extremas”.
La Colonia: lugar de detención
Por: Billy Joe Landa Linares
C
Mi casa era legal y me la demolieron
Por: Yadira Rodríguez Bombino.
“Yo me llamo Luis Blanco Abreu y vivía en la calle #13 entre 4ta y 6ta reparto Ciudamar, municipio de
San Miguel del Padrón. Me encontraba residiendo en un terreno particular, del cual compré un pedazo,
para construir mí casa y cuento con su propiedad. Al cabo de estar 3 años aquí, vinieron inspectores de
vivienda y tres médicos para decirme que al día siguiente iba a ser desalojado”.
“Cumplieron sus amenazas y vinieron con una buldózer y empezaron a echarme la casa abajo. Yo no fui
solamente el afectado, también fueron desalojadas 10 familias más y ahora no tenemos a donde ir,
porque ni albergues nos asignaron. Cuando se efectuó la extracción hubo maltrato físico y sicológico,
había menores de edad en medio de ese desagradable momento”.
“No tuvieron en cuenta de que soy cocinero en la 11 Unidad de la PNR (Policía Nacional Revolucionaria) y
que las casas eran de mampostería y el terreno estaba en regla. Es irónico que los propios oficiales de la
policía a los que yo les preparo la comida todos los días, fueran los que me derrumbaron mi casa. Ahora
estoy en la calle, sin casa, y decepcionado totalmente”.
arlos Rafael Rodríguez Cárdenas, con carné de identidad No. 62080716904 y cuya dirección, donde
ya no vive, es calle 238 A No 5646 e/ 240 y Lindero, Reparto Jaimanitas, municipio Playa, La Habana,
relata lo siguiente:
“En estos momentos no tengo dirección fija, porque vivo en las terminales de ómnibus y los parques.
Carezco de casa pues mi hermana Miriam Rodríguez Cárdenas me echó a la calle y dependo de la caridad
de unas monjas que me ayudan cuando pueden. Ellas son del convento que está en la calle 23 No. 602
esquina a F, Vedado, Plaza de la Revolución y el santuario se nombra Religiosas Siervas de María”.
“Mi situación viene deteriorándose desde hace años porque trate de salir ilegalmente del país 3 veces y la
tercera fui encarcelado en la prisión Valle Grande en el año 1988, ahora estoy aquí sin casa ni vida
prácticamente”.
“He sido recluido en contra de mi voluntad varias veces en el centro llamado La Colonia, que es el lugar a
donde llevan a los mendigos y los tienen detenidos allí para que no estén en las calles, allí la alimentación
es pésima, muchos de nosotros somos maltratados, sin contar que estamos trancados como si
estuviésemos presos.”
“De este centro tuve que huir, prefiero morir de hambre en las calles que ser maltratado y humillado de
esa forma, me sostengo revendiendo periódicos y gracias a la ayuda de las monjitas”.
Después
de la
demolición.
El régimen
cruel
solo sabe
destruir
Este es
Luis Blanco
en la casa
que le
demolieron
4
Carlos Rafael muestra los
periódicos que vende
5

Documentos relacionados