- SelectedWorks

From the SelectedWorks of Guillermo Arosemena
2007
Adiós al socialismo en África
Guillermo Arosemena
Available at: http://works.bepress.com/guillermo_arosemena/116/
Adiós al socialismo en África
Guillermo Arosemena Arosemena
África y América Latina tienen afinidades: ambas fueron colonias, son pobres, tienen
enormes recursos naturales, población y gente joven, y les falta institucionalidad.
También hay diferencias, salvo Cuba, los demás países latinoamericanos, no acogieron el
socialismo; en África, tan pronto se independizaron a mediados del siglo XX, la mayoría
adoptaron regímenes socialistas. En el siglo pasado, las guerras africanas fueron
devastadoras para la economía y población, las latinoamericanas no fueron tan crueles, ni
perjudiciales.
En los últimos años, algunas naciones africanas cansadas de tanto derramamiento de
sangre y gobiernos autocráticos, han adoptado la democracia; reconocieron que el
socialismo es la “prédica del fracaso”, para citar a Churchill, y optaron por cambiar su
sistema económico al de libre mercado; los resultados son altamente positivos:
crecimiento económico sostenido. En América Latina, ocurre lo contrario, cinco países
pretenden implementar el socialismo, cuando las evidencias históricas señalan que
quienes lo impusieron, terminaron arruinando la economía.
Un reciente informe del Banco Mundial señala que, en la última década, el crecimiento
promedio anual de la economía africana fue 5.4%, tasa muy superior a la ecuatoriana.
Hace pocos días, nuestro Ministro de Economía afirmo que el PIB de Ecuador aumentaría
menos de 3.0% en el 2007. Como sucede en los demás continentes, el crecimiento
económico no ha sido uniforme en todos los países africanos: 9 han tenido incrementos
superiores a 7% anual (el necesario para salir de la pobreza, según el Banco Mundial),
por la mayor integración con la economía global a través del comercio internacional. El
Banco de Desarrollo de África, agrupa las economías en 3 categorías: la de 7 países
petroleros con 27.7% de la población, la de 18 naciones con economías diversificadas y
crecimiento sostenido de mínimo 4% anual con 35.6% de la población y la de 17 países
con pobres recursos, conflictos o problemas que limitan el crecimiento, a menos de 4%
anual con 36.7% de la población.
En el reporte de Indicadores Económicos del 2007 de África, del Banco Mundial, que
analiza la economía africana hasta el 2005, se aprecia el crecimiento del producto interno
bruto (PIB) a partir de las reformas y liberalización. En la década 1980-1989, el PIB
africano fue 403,308 millones de dólares; entre 1990 y 1999, aumentó a 503,383 millones
y entre el 2000 y 2005, se incrementó a 692,196 millones; es decir durante la primera
mitad de la década, aumentó más de 150%.Buena señal.
Entre los países que sobresalen se encuentran Bostwana, Angola, Mali, Mozambique,
Uganda, Tanzania, Ghana y Mali, cuyas economías han crecido entre 4.8% y 9.0% por
año sostenidamente del 2000 al 2005 (último año de información consolidada). En estos
países hay emprendedores que han iniciado negocios, como centros de llamadas,
manufacturas de textiles, telefonía, pequeñas bolsas de valores, etc.
En África, no menos de 5 países tienen un ingreso por habitante superior al ecuatoriano y
entre los que tienen niveles inferiores, por contar con tasas de crecimiento superiores a
las nuestras, la brecha se va acortando a favor de ellos.
Revistas empresariales estadounidenses, como Fortune, Business Week o Forbes,
publican reportajes del éxito de las reformas que tienen lugar en África. En uno sobre
Madagascar, su ministro de Economía, afirma que han elaborado un plan de acción
económica que incrementará el crecimiento del PIB entre 7% y 12% para el 2012, por
medio de reforzar el sector privado y promulgar reformas económicas.
África seguirá siendo un continente pobre durante décadas, la media del ingreso por
habitante es 50% del latinoamericano, por haber países muy mal gobernados como
Zimbawe, donde la inflación es de 4 dígitos. Pero, por lo menos hay algunas naciones que
aceptaron a la libertad económica como poderoso motor para desarrollar el
emprendimiento,
crear
empleo
y
mejorar
el nivel de vida.