Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX

Transcripción

Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los
siglos XVIII y XIX
Trabajo Fin de Máster del Máster de Estudios superiores de Lengua
española: investigación y aplicaciones
UNIVERSIDAD DE GRANADA
Curso 2012/2013
Junio de 2013
Estela González Torres
Dirección: Dr. Miguel Calderón Campos
Estela González Torres
Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
0. ÍNDICE
1. Introducción..................................................................................................................4
2. Hipótesis de partida ......................................................................................................5
3. Metodología..................................................................................................................6
4. Descripción del corpus..................................................................................................7
5. Estado de la cuestión.....................................................................................................9
6. Fenómenos detectados en el siglo XVIII

Rasgos fonológicos...............................................................................................11

Rasgos fonéticos...................................................................................................14

Rasgos morfológicos............................................................................................25

Rasgos morfosintácticos.......................................................................................29

Rasgos sintácticos.................................................................................................36

Rasgos léxicos......................................................................................................50
7. Fenómenos detectados en el siglo XIX

Rasgos fonológicos...............................................................................................61

Rasgos fonéticos...................................................................................................67

Rasgos morfológicos............................................................................................75

Rasgos morfosintácticos.......................................................................................78

Rasgos sintácticos.................................................................................................88

Rasgos léxicos......................................................................................................92
8. Conclusiones...............................................................................................................97
9. Bibliografía.................................................................................................................99
10. Anejos
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Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX

Modelo de análisis de rasgos y fenómenos propios de la lengua oral..............103

Normas de edición y transcripción de los documentos....................................110

Documentos objeto de estudio del siglo XVIII................................................117

Documentos objeto de estudio del siglo XIX...................................................123

Documentos del XIX transcritos por EG dentro del marco del Taller
Metodológico
II
de
Historia
lingüística
del
Uruguay
de
la
UdelaR..............................................................................................................128

Rasgos de la impericia del escribiente semiculto.............................................171
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1. INTRODUCCIÓN
«Para deziros la verdad, muy pocas cosas observo, porque el estilo que tengo me es natural, y sin
afetación ninguna escrivo como hablo —solamente tengo cuidado de usar de vocablos que
signifiquen bien lo que quiero dezir, y dígolo quanto más llanamente me es possible, porque a mi
parecer, en ninguna lengua está bien el afetación (…)»
(Valdés 1535 y 1967; presente en Gauger 1996: 341)
'La oralidad en la escritura', 'oralidad y escrituralidad', 'lo hablado en lo escrito', son varios
los autores que han bautizado de muy distintas formas el estudio de rasgos y fenómenos
orales en textos escritos. Il parlatto scritto de Giovanni Nencioni, la fórmula Schriftlichkeit
im Duktus der Mündlichkeit de Brigitte Schlieben-Lange o 'lo hablado en textos' del
también alemán Wulf Oesterreicher (Oesterreicher 1996: 318). Aunque pueda antojarse
paradójico, es posible analizar la oralidad de un documento en función de espontaneidad e
inmediatez comunicativa. Es a través del medio escrito, de documentos originales de época,
cómo la Lingüística Histórica toma sus datos con el fin de acercarse a la realidad lingüística
imperante.
En una fundamentación de los tipos de 'lo hablado en textos', Oesterreicher explica
que intervienen necesariamente categorías tales como la 'competencia lingüística del emisor
y del receptor', la 'competencia discursiva', la 'tradición discursiva', el 'tipo de participación
afectiva', la 'conciencia del proceso de la formulación lingüística', la 'finalidad estéticoestilística', etc. (1996: 324), así como las condiciones de producción y recepción del escrito
en cuestión, con sus correspondientes limitaciones.
«En primer lugar hay que observar que esta LH revitalizada (redefinida) se sirve,
con mayor fuerza y convicción, de fuentes escritas informales antes que de textos literarios
o textos muy formales. Y ello porque le interesa reconstruir, en la medida de lo posible,
primero la lengua hablada (…)» (Elizaincín, en prensa; citado en Canale 2004: 5). Por esta
razón, Adolfo Elizaincín apunta, muy acertadamente, que son los textos informales, en los
que prima un trato cercano e incluso familiar o coloquial, los que más facilitan el estudio de
la manifestación o representación gráfica de lo hablado.
Los textos que componen nuestro corpus atienden al criterio de oralidad
concepcional defendido por Oesterreicher, ya que se localizan en un lugar próximo a uno
de los dos polos de un continuo comunicativo que, en un extremo, tiene la inmediatez
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comunicativa y en el otro, la distancia comunicativa (Oesterreicher 2002, 2004; tomado de
Bertolotti et al. 2010: 11). Los escritos de oralidad concepcional son, precisamente, los que
emulan la inmediatez comunicativa. Como ya hemos adelantado, su mayor o menor o
acercamiento a esta inmediatez en la comunicación dependerá de diversos factores, siendo
los documentos de carácter informal los más propicios.
La investigación de la lengua hablada espontánea y la cultura oral es sumamente
fascinante y, sobre todo, absolutamente necesaria. Partiendo de la base de que lengua y
sociedad son dos realidades inseparables, el conocimiento de la historia de una lengua (y
por ende, de la variedad) concreta permite ahondar en la historia de la identidad cultural de
su pueblo.
2. HIPÓTESIS DE PARTIDA
A raíz de nuestra participación en el Taller Metodológico II de Historia lingüística del
Uruguay (colaboración mencionada en Bertolotti et al. 2012: 12) en la Universidad de la
República, Montevideo, durante el semestre de marzo a julio de 2011, comenzó a gestarse
la idea que hoy se plasma aquí por escrito. Tanto al transcribir e informatizar algunos
documentos, como al corregir las transcripciones ya existentes de otros, un total de 25
textos —de los cuales, 23 forman parte de los 50 contenidos en el corpus aquí analizado del
siglo XIX (§ Anejo 5)—, entramos en contacto directo con el estudio diacrónico del
español uruguayo. Trabajamos, en todo momento, con los originales a la vista y, como
parte importante del informe final del taller, desarrollamos los fenómenos, interesantes
desde un punto de vista lingüístico, detectados. Así, atendimos a los siguientes criterios de
división en función de las posibilidades de cada documento: rasgos ortográficos —algunos
de los cuales pueden evidenciar fenómenos fónicos—; rasgos morfológicos y léxicos. El presente trabajo resulta mucho más ambicioso, puesto que intenta reconstruir la
oralidad del español hablado en el territorio que, en la actualidad corresponde a la
República Oriental del Uruguay, desde el establecimiento oficial de la corona española
hasta finales del XIX, a través de la consideración de una serie de escritos de autores y
estilos muy diversos. Nuestro corpus comprende 138 de los 145 documentos publicados en
dos libros (Bertolotti et al. 2010, 2012) por la Universidad de la República, obra de Virginia
Bertolotti, Magdalena Coll y Ana Clara Polakof. Estos textos nacen en el seno del proyecto
«Historia del Español del Uruguay», en marcha desde 1991 en el Instituto de Lingüística de
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la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación (FHCE, de ahora en adelante) de la
Universidad de la República, en Montevideo. Inicialmente dirigido por el Prof. A.
Elizaincín, en la actualidad está liderado por Bertolotti y Coll, profesionales con las que
tuvimos el placer de trabajar. Asimismo, este proyecto forma parte de uno de mayor
envergadura: «Historia del Español de América», organizado por la Asociación de
Lingüística y Filología de América Latina (ALFAL) y coordinado, en sus comienzos, por la
tempranamente fallecida lingüista argentina Beatriz Fontanella de Weinberg, luego por
Elena Rojas y actualmente por Claudia Parodi y Micaela Carrera de la Red (Bertolotti et al.
2012: 9). Se trata de una empresa de dimensión iberoamericana que cuenta con
investigadores americanos y españoles que estudian la historia de la lengua española en
México, República Dominicana, Perú, Chile, Costa Rica, Venezuela, Cuba, Bolivia,
Argentina y Canarias.
De esta manera, motivados sobremanera por el creciente interés hacia la lingüística
diacrónica y la variedad rioplatense, más concretamente, la uruguaya, nos proponemos
determinar hasta qué punto nuestro corpus escrito presenta rasgos y fenómenos propios de
la lengua oral con el fin de dibujar la evolución de la lengua hablada durante los siglos
XVIII y XIX en el territorio que hoy llamamos Uruguay.
3. METODOLOGÍA
Con el fin de analizar los rasgos de oralidad que presentan los documentos contenidos en
Bertolotti et al. 2010, 2012, desarrollamos un modelo o patrón (§ Anejo 1) inspirado en
varios estudios consultados y ampliados (Fontanella de Weinberg 1982, Rizos 2000, Canale
2004, Bertolotti 2008 y Calderón 2012). Separados por siglos, los fenómenos están
ordenados de mayor a menor importancia dentro del apartado de rasgos al que pertenecen.
Hemos respetado la ortografía y los elementos tipográficos (cursiva, subrayado, etc.) de la
transcripción de Bertolotti et al. para facilitar su localización en el corpus publicado. La
gran mayoría se acompañan de comentarios y explicaciones con objeto de ilustrarlos y
documentarlos por medio de la bibliografía consultada. La frecuencia de aparición de los
mismos se refleja como sigue: X (número) casos. Si el rasgo en cuestión se repite en varios
documentos consecutivos en el tiempo se manifestará de la manera siguiente: matreros
[E211, 1882, fol.1r; E212, 1882, fol. 1r; E213, 1882, fol. 1r, 2 casos, fol.2v, fol.3r]. De
ocupar más de una línea, el cambio de línea se expresará con una barra: “por aquello de
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¿donde vas Vicente? al/ ruido de la gente-”[E295, 1883, fol.2r]. En lo que a su localización
respecta, se ha seguido un mecanismo que, por orden cronológico, presenta el documento,
la fecha y la foliación —no hemos considerado oportuno incluir también la numeración de
líneas—; por ejemplo: ynfraescripto [E24, 1730, fol.1v]. Este análisis se llevará a cabo en
los puntos 6 y 7, respectivamente (§ 6. Fenómenos detectados en el siglo XVIII y § 7.
Fenómenos detectados en el siglo XIX). Como es presumible, no todos los fenómenos se ponen de manifiesto en ambos
corpus, pero sí un gran número de ellos. Es conveniente tener en cuenta que, en todo
momento, se han respetado las últimas normas de edición y transcripción de los originales
marcadas por Bertolotti et al. 2012: 23 (§ Anejo 2) para sus corpus «Documentos para la
historia del español en el Uruguay» y «Documentos para la historia del portugués en el
Uruguay», Instituto de Lingüística, FHCE.
Antes de profundizar en este estudio de los rasgos y fenómenos hallados,
describiremos el corpus de manera detallada (§ 4) y nos aproximaremos al estado de la
cuestión a través de todos los estudios publicados hasta la fecha sobre el tema (§ 5). Así,
tras la exposición y desarrollo de los fenómenos localizados en los siglos XVIII y XIX (§ 6
y § 7, respectivamente) realizaremos una valoración global de los resultados obtenidos y
extraeremos las conclusiones oportunas.
4. DESCRIPCIÓN DEL CORPUS
Como ya hemos adelantado, nuestro corpus se confeccionó conforme al modelo propio de
detección y análisis de rasgos de oralidad (§ Anejo 1), aplicado a los 145 documentos
publicados en Bertolotti et al. 2010, 20121 —perteneciendo 70 de ellos al siglo XVIII (530
folios, 101.700 palabras) y 75 al XIX (182 folios, 45.300 palabras)—. Fruto de un complejo
y costoso análisis, el corpus de trabajo se redujo, al descartar aquellos fragmentos que no
presentaban fenómenos, a 138: 68 del XVIII y 70 del XIX (§ Anejo 3, 4 y 5). El texto más
temprano data de 1730 (y tan solo cinco documentos más fueron redactados en la primera
mitad del XVIII) y el más tardío de 1890.
1
Estos 145 textos son, a su vez, una selección de los 593 que conforman el Corpus para la historia del
español en el Uruguay (siglos XVIII y XIX) (Bertolotti et al. 2012: 10).
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Bertolotti et al 2010, 2012 clasifican su corpus, donde se han privilegiado
documentos de oralidad concepcional y con cierto grado de coloquialidad, en función de la
tipología textual distinguiendo, así, entre cartas personales, documentos privados y
documentos oficiales. Esta diversidad tipológica es lo suficientemente válida como para
que, sumada a la diversidad temática, esta selección del corpus permita el estudio de
diversos fenómenos del español en el Uruguay (Bertolotti et al. 2010: 12).
Toda la correspondencia familiar se engloba dentro de la primera categoría,
existiendo una relación personal (familiar, amical, amorosa) patente entre emisor y
destinatario. Así, en el siglo XVIII abundan las epístolas que relatan escenas de la vida en
Uruguay o arreglan el viaje de familiares al Nuevo Mundo. Por su parte, en el XIX,
sobresalen las notas, las misivas y las cartas personales. Nuestro corpus recoge las 15 cartas
personales del siglo XVIII compiladas en Bertolotti et al. 2010 y 27 de las 28 reunidas en
Bertolotti et al. 2012 para el XIX (§ Anejo 3, 4).
Bertolotti et al. entienden como textos privados aquellos cuyo origen no tiene nada
que ver con la relación interpersonal entre escritor y destinatario, sino que están
relacionados con el rol social de uno o ambos (Bertolotti et al. 2012: 13). A pesar de este
rol social o público, el tema del documento, a diferencia del de la correspondencia personal,
es de interés privado, como en el caso de cartas con peticiones a personajes públicos de la
esfera religiosa, militar o política. Destacan, pues, pedidos, solicitudes, informes, etc.,
recurriendo, muchos de ellos, al género epistolar. De los 27 documentos privados de
Bertolotti et al. 2010 para el XVIII, nuestro corpus contiene 25; y de los 22 del XIX en
Bertolotti et al. 2012, 21 (§ Anejo 3, 4).
La documentación oficial, por su parte, se compone de manuscritos tales como
causas criminales, sentencias, sumarios, demandas judiciales, querellas civiles, expedientes
matrimoniales, tasaciones de bienes, testamentos, etc. Por consiguiente, son textos de
carácter y circulación públicos en los que, en ocasiones, interviene la autoridad oficial. En
este tipo de textos es muy frecuente encontrarnos con más de una voz (el escribano, el
declarante, el médico, el testigo...), fenómeno sumamente enriquecedor para el estudio de
distintitos registros de la oralidad. Recogemos los 28 documentos oficiales del siglo XVIII
de Bertolotti et al. 2010 y 22 de los 25 de Bertolotti et al. 2012 para el XIX (§ Anejo 3, 4).
Los textos escogidos se encuentran, en su mayoría, en el Archivo General de la
Nación de Uruguay y el Archivo General de la Nación de Argentina y, en su minoría, en el
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Archivo de la Cura Eclesiástica del Arzobispado de Montevideo (Uruguay), el Archivo del
Museo Histórico Nacional (Uruguay), el Archivo General de Indias (Sevilla, España) y en
archivos particulares. A la hora de seleccionar los documentos, Bertolotti et al. tuvieron en
cuenta el origen geográfico, el sexo y el nivel cultural de los autores, así como el fechado
tópico y crónico. Prácticamente la totalidad de los textos de ambos siglos se escribieron en
el territorio que hoy ocupa Uruguay, aunque también se incluyen, de manera excepcional,
algunos del XVIII fechados en el extranjero, pero redactados por uruguayos.
La mayoría de los emisores están identificados y conviene aclarar que no todos
nacieron en América. Esto se pone especialmente de manifiesto en el siglo XVIII, cuando
la población criolla alfabetizada era escasa; por esta razón, también gran parte de los
escribientes de este siglo son hombres, por ser estos los que más posibilidades de acceso a
la educación tenían en la época. No obstante, cabe mencionar aquí que, debido a la
extensión y diversidad de nuestro corpus, no entraremos a analizar la nacionalidad de los
distintos autores de los fragmentos dieciochescos. Por el contrario, en el XIX todos los
autores son criollos.
Además, los autores pueden ser clasificados de acuerdo con dos categorías que ya
defiende Oesterreicher: cultos y semicultos. Para el alemán, será semiculto «el autor que
escribe o dicta un texto no conociendo suficientemente ni la variedad lingüística exigida
por el género respectivo ni las reglas discursivas válidas para la estructuración del texto»
(Oesterreicher 1996: 324-325). Esta falta de conocimientos lingüístico y
discursivo
posibilita la creación de un escrito cercano a la inmediatez comunicativa y genera cierta
inseguridad que, en el papel, se traduce en ultracorrecciones. Oesterreicher 1996 la bautiza
competencia escrita de impronta oral. Así, la diferencia entre textos cultos y semicultos
supondrá otro foco de atención importante, en el que prestaremos especial atención a la
impericia del escribiente (§ Anejo 6). Auguramos, pues, que la mayoría de los autores de
los documentos oficiales y los privados serán cultos y los de las cartas personales,
semicultos.
5. ESTADO LA CUESTIÓN
Los dos siglos que abarca nuestro corpus se corresponden con una época poco explorada —
especialmente el XIX —, en comparación con otros corpus europeos y americanos, en los
estudios de historia de la lengua española. Esto se explica debido a la tardía fundación, y
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posterior colonización por canarios y porteños, principalmente, de Montevideo, actual
capital de la República Oriental del Uruguay, entre 1724 y 1730.
Fue a partir de la década de los 90 cuando se dejaron atrás la literatura colonial y los
documentos seleccionados por historiadores y comenzó a investigarse la historia del
español en Uruguay en el Instituto de Lingüística de la FHCE. El proyecto pionero,
Historia del español en el Uruguay, fue impulsado por Elizaincín y financiado por la
Comisión Sectorial de Investigación Científica de la UdelaR. El corpus publicado en
Bertolotti et al. 2010, 2012, base del nuestro, es, a su vez, parte de uno mucho más amplio
—conformado por 593 documentos—: Corpus para la historia del español en el Uruguay
(siglos XVIII y XIX), que ha dado pie a investigaciones lingüísticas tanto dentro como
fuera de Uruguay. Nunca antes se había conseguido compilar y publicar semejante volumen
de textos para el estudio de la historia del español uruguayo. Con Bertolotti et al. 2010 se
empezó a superar el obstáculo para las investigaciones en el campo de la diacronía del
español en Uruguay.
Son muchos los investigadores que han contribuido a ampliar el conocimiento de la
historia de la lengua española en la Banda Oriental y cuyos estudios hemos tenido en
consideración. En fonética y fonología del español del XVIII, destacan Elizaincín, Groppi,
Malcuori y Coll (1997); y en morfosintaxis Bertolotti y Coll (2001), Elizaincín (1997).
Sobresalen, también, otras investigaciones dedicadas a las fuentes para el estudio del
español del XVIII y XIX en el actual territorio uruguayo (Rizos 2000, Elizaincín y Groppi
1992), así como en cuestiones metodológicas (Elizaincín 1995) o sociolingüísticas
(Ramírez Luengo 2006). De carácter general, resultan fundamentales Canale (2004),
Bertolotti y Coll (2006), Malcuori (1994), Elizaincín, Malcuori y Coll (1993-1994),
Elizaincín (1992); y, de carácter más específico, Bertolotti (2008).
Aun así, conviene aclarar que no existen trabajos previos a esta investigación
basados en el estudio sistemático de la totalidad del corpus español publicado que abarca
los siglos XVIII y XIX (Bertolotti et al. 2010, 2012). Bertolotti et al. 2010 incluyen una cita
sumamente ilustradora: «los corpus construidos a partir de documentos de archivo,
específicamente seleccionados con criterios que emanan de la Lingüística Histórica,
constituyen la infraestructura necesaria para completar el conocimiento (fónico,
morfológico, léxico y sintáctico) del español —americano—, sustituyendo así los textos
literarios y los documentos publicados por historiadores, como fuentes para la historia de la
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lengua. Este giro teórico-metodológico se relaciona con la aspiración a acercarse a la
lengua oral a través de la escritura, inevitablemente» (2010: 10-11). De esta manera,
esperamos poder ofrecer una visión de conjunto del español uruguayo hablado en la época
estudiada, así como de su comportamiento y evolución durante la misma —además de su
posible extensión a la actualidad, donde sea posible—.
6. FENÓMENOS DETECTADOS EN EL SIGLO XVIII
RASGOS FONOLÓGICOS
1. SESEO
Basándonos en la infinidad de casos de seseo encontrados en el corpus consultado,
presentes en todas las capas sociales y en documentos de distinta naturaleza, es posible
afirmar, como no podía ser de otra forma, que el español uruguayo del siglo XVIII era ya
seseante. Por esta razón, hemos optado por mencionar solo tres de los sesenta y ocho
documentos objeto aquí de estudio, al ser estos los más representativos de este fenómeno
concreto.
Así, nuestro corpus está plagado de ejemplos de seseo (tanto confusiones de <s> por
<c/z> —selebrar, paresco—, como ultracorrecciones bajo la forma de equivocaciones de
<c/z> por <s> —precente—). Cabe aquí apuntar que consideramos esta última confusión
como ultracorrección ya que, además de no existir datos de ceceo en Uruguay, el hablante
seseante tenderá, por desconocimiento e inseguridad, a escribir —que no pronunciar— con
<c/z> las palabras que contengan <s>. Por regla general, los hablantes saben que existe
más de un grafema para representar el mismo sonido, pero no conocen muy bien las reglas
ortográficas ni la identidad gráfica de las palabras (Coll y Malcuori 1994: 45). El hecho de
que existan casos de seseo en hablantes tanto cultos como semicultos es prueba clara y
convincente de que el fenómeno estaba ampliamente extendido en la Banda Oriental en la
centuria objeto de estudio.
E24 es el documento más antiguo del corpus, del año 1730. Es el expediente
matrimonial de Antonio Albares y Francisca Albares. El hecho de que sea un documento
oficial —aunque el escribiente sea semiculto— y contengan gran cantidad de ejemplos
seseantes nos revela que, ya a comienzos del siglo XVIII, este fenómeno estaba
ampliamente extendido en Uruguay. Destacan, pues: confusiones de <s> por <c/z>
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(AlBares [fol.1r, 3 casos], Albares [fol.1r; fol.1v, 6 casos; fol.2r, 4 casos; fol.2v, 4 casos;
fol.3r], bs.o —por vecino—, sertificaon —que convive con Certificaz.on [fol.1r]—,
selebrado, selebrar, resiuir —por recibir—, bendisi-/ ones, atension, aser, amonestasiones
[fol.1r], notisia, selebridad, paresio, Gimenes, conosco, sierto [fol.1v], tersera [fol.1v,
fol.3r], Alba/ res [fol.1v, fol.2v], desir [fol.1v; fol.2r, 4 casos; fol.2v, 2 casos], conose
[fol.1v, 3 casos; fol.2r; fol.2v, 2 casos], moso, conosio [fol.2r, fol.2v], Paresio, resevi,
vesino, nasido, conosio [fol.2v], dosse fol.3r]) y ultracorrecciones de equivocaciones de
<c/z> por <s> (prez.te —por presente— [fol.1v], Prez.te [fol.2v, 3 casos; fol.3r, 2 casos]).
Contamos con otro documento, también oficial, sumamente revelador de mediados
de siglo: las maldiciones del Vicario Joseph Nicolás Barrales [E37, 1763]. Posee rasgos
claramente seseantes, como los ya mencionados: tanto confusiones de <s> por <c/z>
(paresco [fol.1r], dies [fol.2r], merescais, anathemathisare —por anatematizaré—, maldi-/
saré —por maldeciré—, Escuresca —por oscurezca— [fol.2v], Lansando [fol.3r]) como
ultracorrecciones de <c/z> por <s> (Recidente [fol.1r, 2 casos], “se precentó”[fol.1r]).
Detectamos numerosas ultracorrecciones seseantes bajo la forma de <c/z> por <s>
en el documento E19, informe sobre el costo de la calzada de la esquina de la plaza (1793):
precente, citio, concidere, [fol.1r]. Existe también un caso de confusión de <s> por <c/z>
(execusion [fol.1r]). Al tratarse de un texto oficial, podemos concluir la gran extensión del
seseo a finales del siglo XVIII.
Nótese que también hemos registrado varios ejemplos de seseo en posición final:
Lenguaras [E385, 1768, fol.1r x 2, fol.3v x 2, fol.4v], Sulenguaras [fol.4v, fol.5v];
estreches [E387, 1768, fol.1v]; aprendis [E206, 1789, fol.8r]; reprodusco [E204, 1799,
fol.79v]. Esta confusión se manifestaba oralmente en una aspiración de la -s implosiva,
rasgo que estudiaremos más en profundidad dentro del apartado dedicado a los distintos
fenómenos consonánticos detectados en nuestro corpus documental.
Nuestros hallazgos coinciden con los publicados con anterioridad por otros
investigadores. En 1992, Elizaincín documenta ricamente el seseo característico de
Andalucía y Canarias (luego de América), tierra de origen de gran parte de los pobladores
de Uruguay, al trabajar con dos epístolas familiares del siglo XVIII. Coll y Malcuori
ilustran, por medio de un solo documento, de carácter formal, la extensión del seseo en esta
centuria. El autor de dicho documento, el notario Isidro Pérez de Roxas es,
«indudablemente, seseante y, en esta medida, es un buen representante del español de la
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Banda Oriental del siglo XVIII» (1994: 45). Argumentan, también, que el hecho de que el
jesuita Pérez Castellano, «hombre de gran nivel cultural y con un manejo notable de la
literalidad» (1994: 45), presente grafías confundidoras es otra prueba más de la gran
extensión del seseo en la etapa fundacional del español oriental.
En un estudio posterior, Elizaincín se reafirma declarando que «con relación al
seseo, la situación de Montevideo en el siglo XVIII era ya muy clara, y la interpretación de
los documentos es directa y transparente. Las confusiones gráficas detectadas prueban la
extensión total del fenómeno (…) Aun los autores más cultos de la época como Juan
Manuel Pérez Castellanos (1743-1814), considerado el primer escritor nacional, hombre de
gran cultura e influencia en su época, también presenta grafías de este tipo. (...)
Concluyendo, entonces, estamos frente a un caso en que la oralidad de la época puede
reconstruirse en forma relativamente sencilla» (1995: 219). Años más tarde, continúa «no
cabe duda de que el seseo, heredado de España, está representado en los documentos que
analizamos. (...) el seseo es uno de los rasgos propios de la etapa fundacional», señalando
grafías seseantes en españoles provenientes de zonas seseantes, españoles provenientes de
zonas distinguidoras y en criollos provenientes de la región (Elizaincín et al. 1997: 77-78).
No contamos con datos sobre el español uruguayo de los siglos XVI y XVII, pero sí
del país vecino, Argentina, gracias a Fontanella de Weinberg. Durante estos siglos, tan solo
un tercio de la población presentaba confusiones seseantes, frente a una extensión
prácticamente total del seseo en el español boanerense de 1700 a 1800, «no solo en los
autores criollos, andaluces y no identificados, sino también en los procedentes de zonas no
seseantes de la Península Ibérica» (1987: 54). Señala, pues, «la existencia de una única
sibilante en el habla porteña y que la falta de distinción de la variedad lingüística local se
imponía aún a los hablantes originarios de otras variedades regionales, luego de un cierto
tiempo de permanencia en el Río de la Plata» (1987: 55).
De esta manera, teniendo en cuenta la analogía existente, nos atrevemos a declarar
que, salvando las distancias, el comportamiento de la lengua española en Montevideo debió
de ser similar al mostrado en Buenos Aires, esto es, con una creciente y potente difusión del
seseo. A este respecto, Elizaincín escribe: «creo que en parte, las características de la
evolución del seseo que la autora encuentra para Buenos Aires serían las mismas para
Montevideo; no me parece, en cambio, que ese papel homogeneizante que cupo a Buenos
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Aires en el proceso se cumpliera también en Montevideo, dado su todavía inestable y
exigua población» (1992: 749).
2. YEÍSMO
En los documentos que hemos tomado como base para nuestro análisis no aparece ninguna
confusión (casos como /lla/ por /ya/ y /yevar/ por /llevar) en las grafías que revelan que los
segmentos consonánticos /λ/ y /y/ no podían distinguirse en la oralidad en el siglo XVIII.
Por consiguiente, según nuestro corpus, podemos concluir que en Uruguay, entre 1700 y
1800, todavía no se confundían los sonidos en cuestión. A esta misma teoría llegan también
Coll y Malcuori: «(...) no hay confusiones entre estos dos segmentos consonánticos. Esto
significa que el español de la Banda Oriental en ese siglo era distinguidor con respecto a los
fonemas /λ/ y /y/» (1994: 47). Elizaincín concluye de igual manera: «no hay testimonios de
grafías confundidoras ni siquiera en autores como los que hemos llamado semicultos»
(1995: 219). Y, más tarde, el uruguayo añade que «(...) la consideración del yeísmo escrito,
en cuanto a su valor probatorio de la oralidad dieciochesca montevideana, no presenta la
relativa sencillez que caracteriza al seseo», pudiendo afirmar que «desde el punto de vista
fonológico la zona era distinguidora de /λ/ - /y/» (1997: 80).
Por su parte, en el habla porteña de 1580 a 1700 Fontanella de Weinberg tampoco
localiza confusiones yeístas. No obstante, teniendo en cuenta que el yeísmo ya estaba
ampliamente registrado en el siglo XVI, así como las características de su corpus, la
argentina determina que el fenómeno no era característico de los niveles socioculturales
más altos de Buenos Aires. En lo que al siglo XVIII respecta, «en los documentos
estudiados aparecen ya con cierta frecuencia grafías confundidoras de /λ/ y /y/, que se dan
tanto en autores criollos como en peninsulares y de origen no identificado» (1987: 55).
Nos reafirmamos en la rareza de la inexistencia de casos yeístas en el XVIII
uruguayo, ya sugerido por Fontanella para el Buenos Aires del siglo XVII, puesto que en
otras regiones del mundo hispánico eran relativamente frecuentes en la época. Tal es el
caso del Reino de Granada (77 ocurrencias), México (35 ocurrencias) y Venezuela (26
ocurrencias) durante el siglo XVIII, analizado en Calderón 2012.
RASGOS FONÉTICOS
1. FENÓMENOS VOCÁLICOS
14
Estela González Torres
Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
Tal y como señalan Elizaincín et al. (1997: 81), a diferencia de los otros, el status
sociolingüístico de estos fenómenos de vocalismo ha sido siempre el de indicador de nivel
bajo, instrucción escasa, poca familiriadad con la lengua escrita. Así pues, las vacilaciones
o confusiones vocálicas son rasgos que caracterizan la oralidad del español desde hace
siglos, ya que no se encuentran sujetas a la presión normativa propia de la lengua escrita.

Adición de vocal: ynfraescripto [E24, 1730, fol.1v], ínfraes Crí/ ptto [E38, 1739,
fol.1r], InfraesCríptto [fol.1v], infraes/ crito [E208, 1789, fol.4v]; desacar-/ go [E57,
1750, fol.0]; ace/ rrucho [E402, 1768, fol.5r]. Este último ejemplo se entiende por la
analogía existente con el americanismo aserruchar.

Otros fenómenos fonéticos: Incontiniente [E56, 1750, fol.1v]; Alimirez [E53, 1751,
fol.5r]; dependiencia [E522, 1768, fol.5v]; tenderas (por tendrás) [E87, 1787, fol.1r];
obidencia [E28, 1796, fol.1v].
Obidencia y dependiencia responden a un fenómeno frecuente por confusión de los
modelos -iencia / -encia; diferiencia / diferencia, por ejemplo. Por su parte, en Alimirez y
tenderas se da el mismo fenómeno fonético, la anaptixis (del griego ἀνάπτυξις 'epéntesis') o
«desarrollo de la resonancia vocálica de las consonante hasta convertir esta resonancia en
vocal» (DRAE 2001); por ejemplos, Ingalaterra por Inglaterra o corónica por crónica.

Elisión de vocal: remplazo [E543, 1770, fol.1r].

Cambio de vocal
-
Vacilación del vocalismo átono:
Al haber contabilizado numerosas confusiones vocálicas, hemos optado por clasificarlas,
principalmente, en función del cierre o apertura de la serie, agrupando aquellas que se
repitan bajo el mismo lema (por ejemplo, todos los casos relacionados con el verbo enviar
irán seguidos, siempre respetando la cronología de los documentos que las contienen).
La apertura de /i/ en sílaba tónica aparece en: resevi (por recibí) [E24, 1730, fol.2v],
Reseuido (por recibido) [E56, 1750, fol.8r], Rezeuir (por recibir) [E207, 1789, fol.11v];
aper/ zevim.o [E54, 1747, fol.1v], aperzevimiento [E55, 1748, fol.1v, fol.7v], apercebim.to
[E206, 1789, fol.15v], apercevimiento [E204, 1799, fol.52v]; deliGensia [E406, 1761,
fol.1r], Delixensia [E206, 1789, fol.17r, fol.19r, fol.19v], deli-/ jencias [E204, 1799,
fol.7v]; defunto, provenCial (por provincial) [E218, 1741, fol.4r]; admetia [E57, 1750,
15
Estela González Torres
Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
fol.2r]; empedimentos [E94, 1753, fol.2r]; Melicianos [E422, 1763, fol.1r]; deMelicias (por
de milicias) [E385, 1768, fol.10v]; desminuir [E385, 1768, fol.10r, fol.11v]; “paraq.e te
abelite” [E87, 1787, fol.1r]; denegrativas [E205, 1788, fol.5r]; vendicta [E206, 1789,
fol.15v]; desfrutamos [E28, 1796, fol.1r]. Nótese que, aunque el DRAE registra la variante
apercebimiento como forma en desuso, nos ha parecido interesante comentar su aparición
en nuestro corpus.
El fenómeno contrario, o sea, el cierre de la serie anterior, está representado en
imviar [E528, 1769, fol.1v]; Imbiar [E540, 1770, fol.1r], Imbio [E543, 1770, fol.1r], Imbíe
[E559, 1771, fol.1r], yn bíar (por enviar) [E28, 1796, fol.1r]; virtió [E204, 1799, fol.22v],
virtio [fol.42r]; dire Cho (por derecho), en ven tario [E218, 1741, fol.4r]; difiniciòn [E57,
1750, fol.1r], difinitiva [fol.1v, fol.3r]; maldi-/ saré —por maldeciré— [E37, 1763, fol.2v];
sigun [E88, 1787, fol.1r]; “loneci-/ sito” [E27, 1793, fol.1r]; obidencia [E28, 1796, fol.1v];
Montivideo [E29, 1795, fol.1v]; “en/ las penas en q.e p.r fuero, y dro se halla in-/ causa”
(por encausado) [E204, 1799, fol.79r]
En la serie posterior, se han registrado más ejemplos de cierre (Ducientos [E56,
1750, fol.1r; fol.3r, 2 casos; fol.7r, 2 casos; fol.8r; E204, 1799, fol.87v], ducientos [fol.8r],
Duzientos [E53, 1751, fol.2v, 2 casos]; Siapatú —por Siapato— [E206, 1789, fol.1r, 2
casos; fol.15v], Siapatu [fol.14v], Ziapatú [fol.16r]; muria [E218, 1741, fol.4v]; suvrino
[E27, 1793, fol.1r]; “hiso casas Ycurrales” [E430, s/f, fol.1r]) que de apertura (podiendolo
[E59, 1750, fol.3v]; sortidos [E87, 1787, fol.1v]). En lo que a Siapatú, Siapatu y Ziapatú
respecta, la hemos incluido ya que el propio título del documento E206 (Causa Criminal
contra Dionisio Siapato, vecino de la villa de San Carlos) nos señala la grafía de este
inusual apellido.
En cuanto a las diptongaciones, detectamos casos de esta tendencia antihiática, más
presente en el español americano que en el peninsular: JuaCín [E38, 1739, fol.1r, fol.1v,
fol.2r], Juaqín [fol.2v]; Jua-/ chin [E419, 1763, fol.1v]; Juachin [E530, 1769, fol.1r];
Juaquin [E208, 1789, fol.7r]; Espontania [E206, 1789, fol.19r]; expontania [E204, 1799,
fol.52r]; riales [E218, 1741, fol.3v], Riales [E37, 1763, fol.1v]; norueste [E54, 1747,
fol.3v].
También hemos encontrado tres ocurrencias de apertura o cierre con fusión: ttrujo
(por trajo) [E218, 1741, fol.1r]; trujeron (por trajeron) [E385, 1768, fol.10r, 2 casos;
fol.10v; fol.11v, 2 casos; fol.12r, fol.13r]; “ochecientos quarenta y un pesos” [E53, 1751,
16
Estela González Torres
Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
fol.3r]; Escuresca —por oscurezca— [E37, 1763, fol.2v]. Recuérdese que escuro («escuro,
ra. 1. adj. desus. oscuro. U. c. vulg.», DRAE 2001) fue la forma más general en español
hasta el XVII; y, aunque ya en el XVIII se consideraba vulgar, aquí tenemos un ejemplo
fantástico prueba de que todavía sobrevivía.
-
Vacilación del vocalismo tónico: noteficasion [E56, 1750, fol.7v].
En total, hemos localizado fenómenos vocálicos en 33 de los 68 documentos
dieciochescos que presentan rasgos de oralidad, resultado similar al de Elizaincín et al.
(1997), en cuyo corpus las confusiones vocálicas están representadas en 18 de los 39
autores estudiados.
2. FENÓMENOS CONSONÁNTICOS

Relajación de –s implosiva
-
Omisión de /-s/: “Híslas de Canaría” [E38, 1739, fol.1r]; “dieron Bastante/ motivo
uno a otro” [E58, 1748, fol.7r]; Ducientos [E56, 1750, fol.1r; fol.3r, 2 casos; fol.7r,
2 casos; fol.8r], Dozientos [fol.1v], docientos [fol.4r, fol.7v], [*Do]/ cientos
[fol.4v], ducientos [fol.5v], Docientos [fol.5v, fol.7v], ducientos [fol.8r], trecientos
[fol.7r]; Juridiccion [E57, 1750, fol.1r, fol.1v], “los au-/ tos entecedente” [fol.6r];
Duzientos [E53, 1751, fol.1r, 2 casos]; “Los equipaje […] que por aversede
embarcar luego para/ España lo adelantara Montev.o” [E392, 1762, fol.1r]; “Copia
dela Declarazes” [E519, 1767, fol.1r]; “venian àbuscar hazienda compradas” [E385,
1768, fol.5v]; bucase (por buscase) [E386, 1768, fol.1r]; “del Partido dela Viuoras”
[E403, 1768, fol.1r]; “Docientos Nobenta, y ocho” [E543, 1770, fol.1r], “Do=/
cientos cincuenta” [fol.1r]; “a estos Infelices a que sean victima” [E90, 1787,
fol.1r]; “docientas cincuenta” [E44, 1789, fol.32r]; marte, Sastifacion, sastifiso
[E206, 1789, fol.1r], satifaccion [fol.15v]; “nras. ofensa, asta oy cometidas” [E207,
1789, fol.11r]; “le tengo gana” [E204, 1799, fol.4r], “en sazon de ha-/ ver notado se
le havìan prendido fuego sus cal-/ zoncillos diciendo, q.e si supiera quien se lo ha-/
vìa quemado” [fol.34r], Ducientos [fol.87v].
Nuestro corpus resulta más revelador, con un total de 36 omisiones, que el de
Elizaincín et al. (1997), donde solo aparecen cuatro elisiones de -s en posición final de
palabra y 7 de -s implosiva interna, así como el de Calderón (2012), que localiza 17
17
Estela González Torres
Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
omisiones de -s implosiva en el Reino de Granada, 21 en el corpus venezolano y 9 entre los
documentos mexicanos.
-
Ultracorrecciones: nescessario [E57, 1750, fol.1v]; Sastifacion, sastifiso [E206,
1789, fol.1r].
Mientras que Elizaincín et al. (1997) no contemplan ninguna sobrecorrección,
Calderón (2012) contabiliza 4 ultracorrecciones de -s implosiva en el corpus documental
del Reino de Granada, ninguna en el de Venezuela y 5 en el mexicano. De esta manera,
nuestro corpus es igualmente escaso en sobrecorrecciones, al registrar tan solo 3.
En definitiva, podemos, así, corrobar la existencia una importante tendencia a la
aspiración de -s en el español uruguayo dieciochesco.
Los dos autores que escoge Elizaincín (1992) presentan aspiración y pérdida de -s
final de sílaba, rasgo que, curiosamente, son más abundantes en el escribiente de nivel
educacional alto. Así, señala que «un cuadro como este solo puede ser producto de una
variación muy intensa a fines del XVIII» (1992:750). Fontanella de Weinberg también se
pronuncia al respecto, comentando que, frente a tan solo algunas pérdidas esporádicas de -s
durante los siglos XVI y XVII en el español porteño, en el XIX «estas se hicieron mucho
más frecuentes, comprendiendo inclusive a autores de gran cultura» (1987: 56). Tanto
Fontanella como Elizaincín coinciden en que, debido a su actual vigencia en el habla
rioplatense, se trata de un fenómeno de variación lingüística que ha permanecido
relativamente estable en el tiempo.

Confusiones de líquidas (/l/ y /r/)
-
/r/ en lugar de /l/: “nuro trato hera” [E56, 1750, fol.3r]; “el suteniente de sanbrea”
(por de asamblea) [E206, 1789, fol.17r].
-
-l en lugar de -r: resurtivas [E204, 1799, fol.8v].
-
Pérdida de -r o -l: Agucil (por alguacil), Migue [E54, 1747, fol.0]; Agua-/ cil [E55,
1748, fol.0], dòlo [fol.7r]; “un partido/ Biscambra” [E208, 1789, fol.2v].
Biscambra convive en el fragmento con “jugando á B[*ris]/ cambra” [fol.3v],
sinónimo de brisca registrado en Martín Fierro centenario (Isaacson 1972: 220): «Don
Santiago M. Lugones dice lo cierto: "alude al punto más alto y más difícil de conseguir en
18
Estela González Torres
Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
el juego de la brisca o briscambra: caballo y rey del palo del triunfo ". En verdad no se
llama punto — entre nosotros, el punto es para el envido, ...».
-
Metátesis: Grabiel [E24, 1730, fol.1v]; drecreto [E56, 1750, fol.1v, fol.2r, fol.2v];
prejudican [E204, 1799, fol.34v].
Nasalizaciones: Fontete (por Fortete) [E204, 1799, fol.9v, fol.10v].
Fontanella localiza casos de confusión de /r/ y /l/ durante los siglos XVI y XVII y
advierte que este fenómeno adquiere mucho mayor difusión y arraigo en el XVIII, con un
total de 328 grafías confundidoras (1987: 57). Esto lleva a la autora a sostener que el
debilitamiento de las líquidas tuvo lugar en América desde los años de la conquista,
culminando, en el caso del español bonaerense, hacia finales del siglo que aquí nos ocupa.
No obstante, el caso de Uruguay es ligeramente diferente, sobresaliendo una dicotomía
urbano/rural que bien señala Elizaincín (1992). «(...) Interesa señalar que el fenómeno
aparece en Uruguay al influjo de los habitantes españoles que lo trajeron; luego, el proceso
de estandarización (provocado, entre otras razones, por la escolarización) hizo retroceder el
fenómeno en los medios urbanos, el que, sin embargo, persiste en las comunidades rurales
aisladas» (1992: 751). Así, observamos que el Montevideo actual ha seguido la estela
porteña, mientras que en varias regiones rurales aisladas del país se siguen hoy mostrando
ajenos a este cambio. Gracias a nuestro estudio del siglo posterior, podremos corroborar
esta información. Cabe aquí comentar que nuestro corpus es muy pobre —tan solo 1 caso— en
confusiones de -l en lugar de -r, frente al de Calderon (2012), que contiene 15 para el Reino
de Granada, 7 para Venezuela y 1 para México. Además, no hemos podido localizar
ninguna ocurrencia de equivocaciones de -r por -l. Por consiguiente, el español uruguayo de
esta centuria no se mostraba tan innovador como el del Reino de Granada y Venezuela, por
ejemplo. Ya Elizaincín et al. (1997) apuntaban que la confusión de líquidas tiene poca
representatividad en su colección documental.

Pérdida de -d-, -d, d-
Pérdida de -d: eda [E38, 1739, fol.1v]; ciuda [E218, 1741, fol.1r], atau [fol.5r];
uste [E207, 1789, fol.14r, 2 casos; E27, 1793, fol.1r].
19
Estela González Torres
-
Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
Confusión con otros fonemas: fidelinos (por fidedignos) [E24, 1730, fol.1v];
Sanidaz [E208, 1789, fol.10r]; “alas nuebe o nuebe y meria” [E454, 1769, fol.1r].
Elizaincín (1992) registra una ocurrencia de -d- implosiva intervocálica y cuatro de -d en
posición final de palabra. Añade, además, que en el español rural uruguayo pervive este
fenómeno de elisión, propio de las variedades peninsulares meridionales, en casos como el
cerramiento vocálico de los participios terminados en -ado. «La situación de retroceso en el
español urbano es parecida a la anotada anteriormente con respecto a la confusión de
líquidas» (1992: 752). Aprovecharemos nuestro estudio del siglo XIX para apoyar esta
teoría.
Por su parte, Elizaincín et al. (1997) manejan tres ejemplos de elisión de -d
implosiva final. En el país vecino, donde no existían testimonios de pérdida de /d/ para el
habla porteña de los siglos XVI y XVII, se da con cierta frecuencia en el XVIII y en
escribientes de orígenes dispares bajo la forma de omisiones gráficas, ultracorrecciones y
confusiones (1987: 62-63).
Esta pérdida de -d implosiva final también se pone de manifiesto en las tres
colecciones documentales manejadas por Calderón (2012), registrándose 5 casos en el
Reino de Granada, 3 en Venezuela y 2 en México. Si tenemos en cuenta estos datos, al
haber detectado 6 en nuestro corpus, podríamos concluir que el español uruguayo es
claramente innovador. No obstante, al contrario de lo que sucede con los documentos de
Calderón 2012, nuestro textos no contienen ni pérdidas de d- inicial ni ultracorrecciones.

Lenición o pérdida de otras sonoras intervocálicas: ahuja [E54, 1747, fol.2r]: el caso
de ahuja se traduce, más bien, oralmente en una pérdida de la consonante -g-, puesto
que la h es muda. Así, seguramente se trata de un ejemplo de pronunciación aúja, es
decir, de lenición de la sonora /g/ (como en aijada por "aguijada", por ejemplo). Al
igual que sucediera con la d, las sonoras intervocálicas b y g tienden a perderse, aunque
no con tanta frecuencia.

Grupos consonánticos de los cultismos
En este apartado trataremos el debilitamiento de grupos cultos, esto es, la inestabilidad de
las consonantes agrupadas de los cultismos. Esto se explica ya que apenas en este siglo la
Real Academia de la Lengua Española fijó la pronunciación de los grupos consonánticos de
los cultismos de acuerdo con criterios etimológicos. 20
Estela González Torres
-
Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
Confusión de las grafías <x> y <s>: prosimo [E24, 1730, fol.1r]; protex/ to [E55,
1748, fol.1v], protexto [fol.5r; E56, 1750, fol.1r]; esautitud (por exactitud) [E217,
1761, fol.2r]; esplica/ do [E417, 1763, fol.1r]; espresada [E419, 1763, fol.1r];
esquisitas [E37, 1763, fol.1v]; esplanadas [E528, 1769, fol.1v; E530, 1769, fol.1r];
escusar [E540, 1770, fol.1r]; se escusara [E561, 1771, fol.1r]; contextar [E580,
1774, fol.1r], expecies [fol.1v]; <^contextar^> [E586, 1774, fol.0]; Estraños [E33,
1783, fol.1r]; espedita [E35, 1787, fol.1r]; estraño [E90, 1787, fol.1r]; expontanea
[E205, 1788, fol.3v], contextase [fol.25v], exclarecim.to [fol.28r], con-/ textó
[fol.36r], Velex (por Vélez; por consiguiente, denota también seseo) [fol.37r],
contexto [fol.42v, fol.43r, fol.45v], contextò [fol.44r], lexion (por lesión) [fol.49v],
contexte [fol.52v, fol.61v], contextando [fol.54r], contextado [fol.55v, fol.66r],
esperimentarse [fol.58v], esplayara [fol.79v], “hagase saberadn/ Andres Cabezas q.e
esiva los beinti-/ seis pezos” (por exhiba) [fol.84r]; espresado [E206, 1789, fol.1r, 2
casos], espresada [fol.1r], espuesto, escusar [fol.1v], Expesificaz.on [fol.17r],
expontanea [fol.18v], Espuesto [fol.19r]; con/ textó [E207, 1789, fol.1v]; esa minar
[E19, 1793, fol.1v]; esaustos [E26, 1795, fol.1v]; estra Muros, espresado, eszeso
(por exceso) [E204, 1799, fol.2r], prosima [fol.3r], espresn (por expresión) [fol.4v],
exclarecimto [fol.6v], contextó [fol.6v, 2 casos; fol.27r, fol.28r, fol.73r, fol.76v],
espongo [fol.7v, fol.13r, fol.38r, fol.41r], contexta [fol.8v, 2 casos; fol.11r, fol.14r,
fol.15v, fol.16v, fol.17v, fol.23r, fol.23v, fol.28r, fol.42r], exclarecer-/ se [fol.10v],
expontania [fol.52r].
En el documento E206 (Causa criminal contra Dionisio Siapato, vecino de la villa
de San Carlos), expontanea [fol.18v] convive con Espontania [fol.19r]. Y en E204 (Causa
Criminal contra Andrez Cavezas2) estra Muros [fol.2r] está seguido de extra/ muros
[fol.2v].
Esta confusión de grafías es claro indicio de la relajación de /ks/ implosiva, más
evidente, si cabe, en palabras cultas o poco habituales. Nótese, también, que aquellos
ejemplos de <x> por <s> pueden considerarse ultracorrecciones que esconden un hablante
seseante detrás.
2
Reproducimos aquí el nombre con el que figura el documento en el corpus de Bertolotti et al.
21
Estela González Torres
-
Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
Confusión de fonemas: susebsibo [E205, 1788, fol.4v]; Racta (por rapta) [E206,
1789, fol.18v].
En este caso concreto el hablante semiculto no sabe dónde poner la consonante
implosiva ni cuál poner, porque en esa posición se neutralizan: ¿succesivo? / ¿sucecsivo? /
¿sucebsivo? / ¿sucepsivo?.
-
Otras consonantes agrupadas. Reducción de fonemas (<ct>, <sc>/<cc>, <tm>,
<bj>, <bv>, <nm>, <ns>, <bs>, etc.): dine (por digne) [E24, 1730, fol.1r],
fidelinos (por fidedignos) [fol.1v]; rettí/ fíCo [E38, 1739, fol.1r/ fol.1v], RettífíCo
[fol.1v]; ottubre [E218, 1741, fol.1r], conducion [fol.5r]; satisfazion [E58, 1747,
fol.3r]; Jurisdizion [E59, 1750, fol.3r], reducion [fol.5r]; pratique [E217, 1761,
fol.2r]; Jurisdizion [E385, 1768, fol.11r], ímediattamente [fol.11v]; contrucion
[E561, 1771, fol.2r]; conducion [E33, 1783, fol.1r]; satisfacion [E88, 1787, fol.1r];
satisfacion [E86, 1788, fol.1r]; exeso [E205, 1788, fol.5v]; Sastifacion, âcion
[E206, 1789, fol.1r]; jurisdicion [E207, 1789, fol.10v], beninidad, Jurrisdicion,
satisfacion [fol.14r], Jurisdision [fol.14v];
aCide/ nte [E208, 1789, fol.9v];
praticado, à/ ministracion [E19, 1793, fol.1v]; efeto [E204, 1799, fol.2r],
rrespetibas [fol.7v], rrespetiba [fol.13r], conducion [fol.39v], obgeci-/ on [fol.43r],
letura [fol.87r].
En el caso de rettí/ fíCo y RettífíCo (E38, Expediente matrimonial de Joachim
Marin firmado por el notario Joseph Milan) consideramos que ha habido reducción de
fonemas ya que el escribiente, en este caso, notario, tiende a duplicar las -t-, fenómeno, sin
valor fonético, frecuentísimo entre los escribientes del siglo XVIII: ínfraes Crí/ ptto,
asísttente [fol.1r], nattural [fol.1r, fol.2v], Nottarío [fol.1v, fol.2r; fol.2v, 2 casos],
InfraesCríptto
[fol.1v],
ínfraesCríptto,
ynpedíMen/
tto
[fol.2r],
En
conttínente,
ynfraesCríptto, Presentte EstteVan balenttín [fol.2v].
-
Neutralización de -k/-g en posición implosiva: diafracma [E208, 1789, fol.10r];
Pracmatica [E6, 1791, fol.1r].
-
Vocalización de -k: “Incontin.te en la casa capitular donde autuo” [E56, 1750,
fol.3v].
22
Estela González Torres
Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
En el caso de autuo se da una vocalización de -k, como en el portugués doutor.
Fontanella estudia un caso muy similar, autual, que demuestra la existencia de
vocalizaciones de la consonante final en su corpus.
-
Ultracorreciones: respecto (por respeto) [E57, 1750, fol.1v]; Ractifico (por
ratifico) [E94, 1753, fol.2v]; Audictor [E385, 1768, fol.5v], Prisción [fol.7v];
Ractifica [E205, 1788, fol.2r], “no havia guardado el Res-/ pecto debido” [fol.5r];
Respecto [E206, 1789, fol.12r]; acceptando [E204, 1799, fol.38v], succesibo
[fol.85r]; actencion [E430, s/f, fol.1r].
Creemos que las dos ultracorrecciones de grupos cultos detectadas en el documento
E385 (Documento judicial por robo realizado por los Indios Christov Jimenez, Paravaty y
Barayure) responden a dos analogías diferentes: por un lado, el autor escribe Audictor por
influencia del verbo dictar y sus derivados —además, hemos localizado una ocurrencia de
auditor [fol.6r]—; por otro, parece redactar Prisción por analogía con formas antiguas
como nascer, y todos los verbos incoativos del tipo fallescer, remanescer, amanescer.
Los fenómenos relacionados con los grupos consonánticos propios de los cultismos
no están muy representados en los análisis de corpus uruguayos ya existentes. Así,
Elizaincín (1992) no hace ninguna alusión al comportamiento de los cultismos y Elizaincín
et al. (1997) tan solo reflejan la simplificación de los grupos de oclusivas en su estudio. Por
su parte, Fontanella señala que, durante los siglos XVI y XVII encontramos una gran
fluctuación en las grafías y que, en el material del XVIII, la situación continúa sin mayores
variantes, lo que revela que, en la mayoría de los casos, se los simplificaba en el habla
(1987: 64 y 103).
En los tres corpus analizados por Calderón, se da una proporción similar respecto a
la alteración grafía <x>: 15 casos en el Reino de Granada, 17 en Venezuela y 14 en
México. El autor señala también «una importante inseguridad gráfica en la representación
de estas consonantes agrupadas, lo que debe interpretarse como una tendencia general del
español a la relajación de la consonante implosiva, máxime en voces de uso poco frecuente
o culto» (2012: 242). El Reino de Granada sigue mostrándose como la modalidad más
innovadora.
23
Estela González Torres

Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
Elisión de consonante: beite, beittiseis [E218, 1741, fol.1r]; ysudito [E417, 1763,
fol.1v]; sudito [E418, 1763, fol.1v]; inumerables [E44, 1789, fol.30r]; suteniente [E206,
1789, fol.17r], elsut.e [fol.18v], sut.e [fol.19v]; desvergosado [E207, 1789, fol.8v].

Síncopas silábicas: to= (por todo) [E519, 1767, fol.6r]; “el precio de ca uno” [E561,
1771, fol.1v]; y p.r/ sima del le descargó un golpe” (i.e. y por encima de él le descargó
un golpe) [E207, 1789, fol.6r].
En lo que al último ejemplo se refiere, cabe señalar que en el XVIII hay
competencia entre porcima (porsima y variantes) y encima, variante culta.

Cambio de consonante: “elde/ haber el Declarante obstigado de los empedimentos”
(por obstinar) [E94, 1753, fol.2r]; defer sor (por defensor) [E27, 1793, fol.1r].

Palatalización de s: “encontrò algunos/ caballos […] y entre/ ellos havia uno troncho”
(por tronzo) [E522, 1768, fol.5r], “y que entre ellos/ havio uno troncho” [fol.6v], “uno
de ellos era/ troncho” [fol.7v].
Se trata de una palatalización de s (tronso > troncho) por proximidad fonética, como
en el caso de Sancho > chancho.

Velarización del diptongo wé: Oríguela (por Orihuela) [E38, 1739, fol.1r, fol.2r];
gueies (por bueyes) [E218, 1741, fol.1v]; Guellas [E216, 1773, fol.4r].

F- inicial latina
-
Mantenimiento de la aspiración procedente de F- inicial latina: dijunto (por
difunto) [E218, 1741, fol.1r]; Juiría [E206, 1789, fol.1r].
Hemos incorporado aquí el ejemplo de dijunto aunque no sea en posición inicial, ya
que lo más probable es que interpretaran di- como una especie de prefijo.
-
Realización de F- inicial latina: fierro [E402, 1768, fol.5r, 3 casos]; fierro [E580,
1774, fol.3v].
Además de fierro, hemos localizado numerosos casos de realización de F- típicas
del lenguaje notarial (véanse fecho y foja y sus variantes). No obstante, no los incluimos
aquí ya que responden a un fenómeno relacionado con la escritura administrativa y no a una
cuestión fonética.
24
Estela González Torres
Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
Fontanella también registra pocos casos de aspiración procedente de F- medieval,
asociando, pues, este fenómeno más al habla rústica que a la urbana (1987: 66). Por otro
lado, Calderón constata el mantenimiento de tanto la procedente de F- inicial latina, como
la propia de los arabismos en el Reino de Granada, frente a tan solo tres ejemplos seguros
en el corpus venezolano y ninguno con valor fonético en el mexicano (2012: 246-247). Por
consiguiente, podemos afirmar que el español americano se mostraba aún conservador
respecto a este rasgo concreto.

Amalgamas
-
Amalgamas fonéticas: dotro (por de otro) [E385, 1768, fol.7r]; “el suteniente de
sanbrea” (por de asamblea) [E206, 1789, fol.17r], “elsut.e desanblea” [fol.18v], “el
sut.e de sanblea” [fol.19v]; “y p.r/ sima del le descargó un golpe” (i.e. y por encima
de él le descargó un golpe) [E207, 1789, fol.6r].
-
Amalgamas morfosintácticas: la prohibido (por le ha prohibido) [E94, 1753,
fol.2r]; “Suyo/ dicho Reo Apie” (por se huyó) [E406, 1761, fol.1v]; “le dio la orn el
señor Coman/ dantte deestte Canpo […] para que […] pasase ausiliar/ al Sarg.to de
Drag.s Juan Garzia” [E385, 1768, fol.7v], “que quando Recibiò la orn del S.or Com.te
del Canpo para/ pasar ausiliar con Gentte dela Canp.a desu cargo-/ al sarg.to de
Drag.s Juan Garcia” [fol.8r], “Si […] aoido dezir que alguno de/ ellos o todos Juntos
ayan benido hazer Rovos/ de Cavalladas” [fol.8v], “fue ausiliar al Sarg.to/ de Drag.s
Juan Garcia” [fol.9v]; “El yndio que ba// haze pregunttado” [E385, 1768, fol.3v//
fol.4r], “ó save si en otras/ ocassions vbiessen benido hazer otros Rovos” [fol.10v];
tallebuena (por te halle buena) [E87, 1787, fol.1r]; proxima hazerse (próxima a
hacerse) [E86, 1788, fol.1r]; “sebaya vivir” [E205, 1788, fol.4v]; “y dezir que laia
de coMisionado” (por la haya) [E204, 1799, fol.2r], “que yo crehidoseragravio al
Juzg.do” (por yo he creído ser agravio), “Por tanto y por que nada se quanto se/ ha
dicho por los ministerios Fiscal y de pobres/ puede serme perjudicial, ni desvanece
los/ fundamentos con qe contradicho mi acu-/ sacion, reproduciendo mi Escrito de f
54” (por he contradicho) [fol.82v].
RASGOS MORFOLÓGICOS
1. MORFOLOGÍA NOMINAL

Sufijación apreciativa
25
Estela González Torres
Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
La Nueva gramática de la lengua española (NGLE, de aquí en adelante) llama apreciativos
a «los sufijos que se añaden a numerosos sustantivos y adjetivos, y en ocasionalmente
también a otras clases de palabras, para expresar tamaño, atenuación, encarecimiento,
cercanía, ponderación, cortesía, ironía, menosprecio y otras nociones —no siempre
deslindables con facilidad— que caracterizan a la valoración afectiva que se hace de las
personas, los animales o las cosas (...)» (2009, Vol. I: 627). Tradicionalmente se distinguen
tres clases de sufijos apreciativos: diminitivos, aumentativos y despectivos.
-
Diminutivos (-ejo/a, -ete/a, -ico/a, -illo/a, -ín/ina, -ino/ina, -ito/a, -uco/a, -uelo/a,
etc.): lanchita [E519, 1767, fol.1v, 2 casos], Lanchita [fol.2r, 2 casos; fol.2v],
Barquita [fol.3r], “vio qe estos tenian las Chapetas/ remachadas” [fol.5r, fol.5v,
fol.6r], Playuela [fol.6r]; Casilla [E558, 1771, fol.1r]; enCargitos [E15, 1789,
fol.1r]; pobrecillos [E44, 1789, fol.32r]; chiquita [E206, 1789, fol.8v]; “tomó un/
banquillo para darle con él” [E207, 1789, fol.10r]; Perrita [E208, 1789, fol.1v],
“combidando con Polvillo” [fol.3v], Vidrito [fol.8r]; Juancito [E204, 1799, fol.3r,
fol.9v], chucita [E204, 1799, fol.23v, fol.26r, fol.35r], Santiagueñito [fol.22r].
En lo que a Chapetas se refiere, el significado no coincide, en este contexto
concreto, con el que figura en el DRAE bajo chapeta («(Del dim. de chapa). 1. f. Mancha
de color encendido que suele salir en las mejillas»), pero sí con la octava acepción de chapa
(«(Voz onomat.). 8. f. chapeta»), recogida en el mismo diccionario y que remite a la
anterior. En otra nota, sobresale también Juancito por ser una forma de diminutivo +
nombre propio característica de América, mientras que en España se prefiere no tener que
añadir ninguna consonante para posibilitar la unión (Juanito).
Es menester mencionar aquí la formas lexicalizadas detectadas: calsonsillos [E218,
1741, fol.1r, fol.2r], pañete [fol.2r]; “y traxo sucojinillo, y lo ten/ dio sobre un banco” [E59,
1750, fol.1v]; Ampolleta [E402, 1768, fol.5r]; “esse caballo […] esse rosillo” [E522, 1768,
fol.7v]; Piquete [E530, 1769, fol.1r]; pocillos [E87, 1787, fol.1v]; “le dio un moquete en la
Cara” [E207, 1789, fol.2v]; calzon-/ cillos [E204, 1799, fol.15r], Calzon-/ cillos [fol.17r,
fol.45r], fundillos [fol.17v, fol25v, fol.30r], Calzoncillos [fol.18v, fol.45r], calzoncillos
[fol.22r, fol.49r], cal-/ zoncillos [fol.24v, fol.34r, fol.42r], Cal/ zoncillos [fol.58v].
No obstante, tanto en calsonsillos y sus distintas variantes gráficas (calzon-/ cillos,
Calzon-/ cillos, Calzoncillos, calzoncillos, cal-/ zoncillos, Cal/ zoncillos), como en pañete,
cojinillo, Ampolleta, rosillo, Piquete, pocillos, moquete y fundillos hay lexicalización
26
Estela González Torres
Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
plena, es decir, ya no se interpreta como forma con sufijación apreciativa. Por lo tanto, los
descartamos en la contabilización de ocurrencias de diminutivos, por orden de aparición, en
el corpus del siglo XVIII que incluimos a continuación:
DIMINUTIVO
N
-ito/a
16
-ete/a
3
-uelo/a
1
-illo/a
4
Tabla 1: Frecuencia de los diminitivos detectados en el XVIII.
Por lo tanto, apreciamos claramente cómo el sufijo -ito/a es el que cuenta con más
acogida, al igual que en Buenos Aires en esta misma época, según señala Fontanella. En el
habla porteña de los siglos XVI y XVII, los sufijos -illo e -uelo eran los más populares (con
un 52% y 44%, respectivamente) y el uso de -ito solo era del 4%. Sin embargo, cien años
más tarde, la situación cambió drásticamente e -ito se impuso con un 86% sobre el resto
(1987: 75). Estos datos del español rioplatense se corroboran con los recogidos por Ramírez
Luengo (2006), quien justifica esta situación según los orígenes de los pobladores de
Montevideo, que, al ser procedentes de Canarias y de la vecina Buenos Aires, ya preferían ito sobre el resto de diminutivos (2006: 40).
• Aumentativos (-azo/a, -ón/ona, -ote/a, etc.): calsones [E218, 1741, fol.1r, fol.2r];
Bríbon [E405, 1761, fol.1r]; “deunpistole[??]aso” [E406, 1761, fol.1v], Písttole/
ttaso [fol.2r]; orcones (por horcones) [E418, 1763, fol.1v]; amigotes [E389, 1766,
fol.2r]; Barrigon [E385, 1768, fol.3r]; Calzones [E402, 1768, fol.3v, fol.4r]; arcon
[E402, 1768, fol.5r]; tablazon [E528, 1769, fol.1v; E530, 1769, fol.2r]; Torreon
[E216, 1773, fol.1r], balazos [fol.3v x 2]; Bofeton [E206, 1789, fol.1r], Tisonaso
[fol.2r, fol.4r], bofeton [fol.3r], Guanton [fol.4r], guanton [fol.5v]; bofetones [E207,
1789, fol.2r, fol.9r], bofeton [fol.2v], guascasos (i.e. guascazos) [fol.9v]; Calsones
[E208, 1789, fol.1v]; garrotazos [E204, 1799, fol.3r, fol.4v, fol.6r, fol.8r, fol.9v,
fol.11r, fol.24v, fol.54r, fol.78r, fol.81r], correón [fol.10r], garrotazo [fol.11v,
fol.26r x 2, fol.19r, fol.36r], correon [fol.14r], refon (por rejón) [fol.23v], porrazo
[fol.25v], rejón [fol.26r], puñetazo (de puñete) [fol.15v], calzones [fol.17v, fol.26r,
fol.30r], calzon [fol.22r], Calzones [fol.25v x 2], Rejon [fol.35r], calzo-/ nes
[fol.35v], bofeton [fol.39r], garrota/ zo [fol.43r], rejon [fol.44r], Garrotazo
27
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Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
[fol.49v], puñetazos [fol.59r], Garrotazos [fol.59r], gar-/ rotasos, garrotasos
[fol.82r].
De todos estos sufijos aumentativos tan solo amigotes [E389, 1766, fol.2r] no es
forma lexicalizada que, además, tiene carácter despectivo: «amigote. (Del aum. de amigo).
1. m. despect. Compañero habitual de francachelas y diversiones» (DRAE 2001). Llama
también la atención Guanton / guanton, por analogía con palabras similares tales como
bofetón, dado que no existe; así, no lo incluiremos en el apartado dedicado a mecanismos
de derivación diferentes a las peninsulares. Por otro lado, Juancho [E385, 1768, fol.11v]
presenta una terminación que coincide con la clasificación académica de los sufijos
despectivos (-aco/a, -acho/a, -ajo/a, -ango/a, -engue, -ingo/a, -orro/a, -ucho/a, -uzo/a); no
obstante, este caso concreto no es despectivo, sino cariñoso, ya que se trata de un
hipocorístico. En resumen, aun teniendo un único aumentativo y ningún despectivo, la
relevancia de nuestro corpus se pone de manifiesto, ya que, por ejemplo, Fontanella solo
registra casos de sufijos diminutivos.

Derivación: Guanton [E206, 1789, fol.4v], guanton [fol.5v], procreo (por procreación)
[E7, 1799, fol.1r]; “la causa e-/ fectriz de aquella desgracia” [E204, 1799, fol.43v].
Téngase en cuenta que, en este apartado, solo estudiaremos los casos de derivación
que se sirvan de mecanismos de formación distintos a los empleados en el español de
España. En cuanto a efectriz, que no está recogida en el DRAE y cuyo sentido es 'causa
efectiva', es forma analógica con emperatriz, motriz, directriz, etc.

Género
Los sustantivos en español pueden ser masculinos o femeninos. Si el referente es animado,
algunos poseen una forma específica para cada uno de los género gramaticales (gato/gata,
profesor/profesora, nene/nena, conde/condesa y zar/zarina son los ejemplos sugeridos por
el DPD 2005), otros son heterónimos (toro-vaca) y otros tantos, los llamados sustantivos
comunes en cuanto al género (futbolista) y los sustantivos epicenos —masculinos (vástago)
o femeninos (víctima)— presentan una única forma, válida para ambos sexos. Para los
referentes inanimados, es habitual que el sustantivo sea solo masculino (bosque) o
femenino (comida), aunque también hay un grupo de sustantivos que poseen ambos
géneros: los sustantivos ambiguos en cuanto al género.
28
Estela González Torres
Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
• Sustantivos comunes en cuanto al género: “la declaranta” (por la declarante)
[E207, 1789, fol.3r].
Capta, aquí, nuestra atención el hecho de que declaranta convive con la declarante
[fol.3v, fol.4r], esto es, el empleo de un sustantivo de dos terminaciones (el declarante / la
declaranta) frente al uso del mismo sustantivo (la declarante / el declarante), como
sustantivo de género común. Por consiguiente, en el XVIII en Uruguay había variación en
la consideración del género de este sustantivo, como la hay hoy en la jueza / el juez o la
juez / el juez, por ejemplo. Aunque juez/a puede emplearse como común en cuanto al
género por su terminación, los hablantes, incluso en el nivel culto, tienden a decantarse por
la forma femenina específica (DPD 2005). Hoy declarante es sustantivo común en cuanto
al género (el/la declarante).
• Sustantivos epicenos: “Cuio encargo tenia la Centinela […] estaba prevenido
avisase el centinela al Cavo, para que conducidos por este” [E519, 1767, fol.5r],
“puso un par deGrillos alas/ dos Centinelas” [fol.6r].
A pesar de que centinela es hoy, de acuerdo con el DPD (2005), sustantivo común
en cuanto al género (el/la centinela), lo hemos incluido en este apartado ya que centinela
era antes epiceno femenino en español. Con el tiempo, se hizo de género común; de esta
manera, es en esta época cuando está teniendo lugar ese cambio.
Nuestro corpus no cuenta con ejemplos de sustantivos ambiguos en cuanto al
género.
2. MORFOLOGÍA VERBAL
Tampoco hemos localizado ninguna ultracorrección verbal ni vulgarismo morfológico.
RASGOS MORFOSINTÁCTICOS

Formas de tratamiento (Voseo/tuteo/ustedeo)
En Fontanella (1999) se exponen los cuatro sistemas pronominales de segunda persona —
uno de ellos, el tercero, con dos subsistemas diferentes— empleados en el mundo
hispanohablante. Una labor de lo más ardua, teniendo en cuenta que el sistema pronominal
de segunda persona es uno de los aspectos más complejos de la morfosintaxis española y
que la combinación de estos sistemas con las formas verbales la torna aún más complicada,
29
Estela González Torres
Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
si cabe, ante las múltiples y variadas posibilidades combinatorias que existen —sobre todo
en las zonas voseantes—. El sistema pronominal de tratamiento que aquí nos interesa es el
uruguayo, esto es, el sistema IIIb.
El sistema pronominal III cuenta con dos subsistemas de funcionamiento dispar: IIIa
(vos ~ tú para la forma singular de confianza, usted para la de formalidad y ustedes para el
plural) y IIIb (vos para la forma singular de intimidad, tú para la forma singular de
confianza, usted para la de formalidad y ustedes para el plural). Comparten paradigma
flexivo: vos, te, te, vos, tu/s ~ tuyo/a/os/as; tú, te, te, ti/contigo, tu/s ~ tuyo/a/os/as; usted,
lo/le, se, usted, su/s ~ suyo/a/os/as; ustedes, los/las, se, ustedes, su/s ~ suyo/a/os/as,
vuestro/a/os/as. El subsistema IIIa es el más extendido en las regiones de América en las
que coexisten voseo y tuteo, reinando una alternancia bastante generalizada en función de
la preferencia del hablante culto por tú y de vos en los niveles socioculturales inferiores y
estilos más informales. Este es el caso de Chile, gran parte de Bolivia y Colombia, el sur de
Perú y México, parte de Ecuador, el oeste venezolano y la región limítrofe de Panamá y
Costa Rica. Por otro lado, el IIIb es propio de Uruguay donde se distinguen, pues, tres
niveles de formalidad y tanto vos como tú aparecen con formas verbales voseantes
monoptongadas (vos querés, tú querés): así, en Uruguay se establece un sistema de tres
grados de cortesía: usted tiene ~ tú tenés ~ vos tenés. Retomaremos este punto en este
mismo apartado, pero aplicado al siglo XIX.
• Voseo y tuteo
a. Elementos nominales: nuestro corpus no presenta ningún elemento nominal de
voseo o tuteo.
b. Elementos pronominales
-
Voseo pronominal: no hemos encontrado ningún elemento de voseo pronominal.
-
Tuteo pronominal: “q.e no/ quiero quememueras ti y la niña” [E87, 1787, fol.1r],
contigo [fol.1v]; tu [E90, 1787, fol.1r].
Nótese que solo incluimos aquí las ocurrencias de los pronombres personales tú, ti,
contigo por ser los únicos que permiten detectar el paradigma tuteante, despejando, así,
cualquier tipo de duda. Descartamos, pues, tanto las de los determinantes posesivos tu/s
30
Estela González Torres
Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
como la forma de dativo o acusativo de segunda personal del singular te, por existir
también en el paradigma voseante. Esto es aplicable al segundo punto (§ 3 c. Tuteo verbal).
c. Elementos verbales:
-
Voseo verbal: tampoco hemos hallado elemento verbal de voseo alguno.
-
Tuteo verbal: tienes [E90, 1787, fol.1r], Dile [fol.2r]; puedes, dispon [E29, 1795,
fol.1r].
En el documento E87 (Carta de Antonio Sánchez a su esposa, 1787) el autor, de
origen español, tutea a su esposa. E90 es correspondencia familiar, más concretamente, una
epístola de Joaquín de Toca a su primo.
d. Mezcla de paradigmas: Lamentablemente, en nuestra colección documental no
existe ningún ejemplo de la mezcla de paradigmas propia del sistema pronominal de
tratamiento del español uruguayo. Elizaincín (1992), al establecer que el tuteo
pronominal y verbal es la norma en su corpus, se atreve a declarar: «creo que puedo
concluir que el tuteo era la forma más generalizada de la época. (...) Es probable que el
voseo sea un fenómeno propio del siglo XIX, en una etapa posterior a la que estoy
analizando. Creo que la situación actual en Montevideo, donde aparecen en variación
formas como tú tenés ~ vos tenés da prueba de ello». Estamos completamente de
acuerdo con este autor, puesto que en nuestro corpus también se registran únicamente
formas verbales y pronominales de tuteo. Nuestro posterior análisis del XIX permitirá
arrojar más luz sobre la teoría de Elizaincín sobre la aparición del voseo en el español
de Uruguay.
Todo esto se verifica en Bertolotti y Coll (2001), quienes documentan para el
español oriental del siglo XVIII las formas de tratamiento tú, vosotros, Vuestra(s)
Merced(es) y con baja frecuencia usted(es) con los siguientes valores:
Cercanía
Distancia
Singular
Tú
Vuestra Merced/usted
Plural
Vosotros
Vuestras Mercedes/ustedes
Tabla 2: Español colonial oriental.
Según las autoras, en efecto, la incorporación de vos no llegará hasta la centuria
posterior.
31
Estela González Torres
Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
• Usted
-
Elemento pronominal: uste [E207, 1789, fol.14r, 2 casos; E27, 1793, fol.1r].
-
Abreviaturas: VM [E218, 1741, fol.4r, 2 casos], Vm [fol.4r]; Vmd [E54, 1747,
fol.1r, 2 casos; fol.1v], vmd [fol.3r], Vmd [fol.3r, fol.4r], vmd., Vmd. [fol.3v]; Vm.
[E58, 1747, fol.1r], Vm [fol.1r, 2 casos]; Vmd [E55, 1748, fol.1r; fol.3r, 4 casos;
fol.4r, 2 casos; fol.5r, fol.5v], Vmd [fol.1v, 2 casos; fol.5r], vmd [fol.4r, 2 casos];
vm. [E56, 1750, fol.1r, 3 casos; fol.3r, 2 casos; fol.3v, 2 casos; fol.7r, 2 casos], Vm.
[fol.1r, fol.7r], vm [fol.3r, 2 casos]; vm [E57, 1750, fol.1r, 12 casos; fol.1v, 9 casos];
Vmd [E59, 1750, fol.1r, fol.2r, fol.2v], Vm.d [fol.3v]; Vm [E60, 1751, fol.1r, 5 casos];
vm [E217, 1761, fol.1r, 3 casos], Avm [fol.1r]; vm [E392, 1762, fol.1r], avm [fol.1r,
2 casos]; Vmd [E37, 1763, fol.1r, fol.1v]; Vm, vm, deVm [E421, 1763, fol.1r]; vm.
[E519, 1767, fol.5v]; Vm [E386, 1768, fol.1v, 2 casos], “gue à Vmm.s/ a.s” [fol.1v];
Vm [E387, 1768, fol.1r, fol.1v, 2 casos], aVm [fol.1r], Gueàvm [fol.1v]; vm [E522,
1768, fol.5v], vm. [fol.5v, 2 casos; fol.6r, 3 casos; fol.6v, 4 casos; fol.7v, 5 casos],
devm. [fol.6r]; Vmd, devm [E558, 1771, fol.1v]; q.evm [E561, 1771, fol.2r]; vm
[E580, 1774, fol.3r; fol.3v, 2 casos], àvm, devm [fol.3r]; vm [E588, 1774, fol.1r, 3
casos; fol.1v, 2 casos]; vm [E33, 1783, fol.1r, fol.1v], Vm. [fol.1r], vm. [fol.1r, 2
casos; fol.1v], Vm [fol.1v]; vm [E35, 1787, fol.1v, 3 casos; fol.2r, 5 casos]; avm.
[E89, 1787, fol.1r, 2 casos; fol.1v, fol.2r], Vm. [fol.1v]; Vm. [E205, 1788, fol.3r],
deVm. [fol.3r],
Vm [fol.3r], devm. [fol.3v], AVm. [fol.3v], vm [fol.3v], AVm.
[fol.4r]; Vm. [E15, 1789, fol.1r, 2 casos], V.d. [E16, 1789, fol.1r, 1v]; vmd., Vme.
[E206, 1789, fol.1r], vm, Vm., Vm [fol.16r], Vmd [fol.18r], AVmd [fol.18v]; Vm
[E207, 1789, fol.11r], Vm. [fol.11r , fol.11v]; Vmd [E27, 1793, fol.1r]; v. [E28,
1796, fol.1r]; Vm [E204, 1799, fol.4r, fol.7r; fol.12r, 3 casos], Vmd [fol.20r; fol.57v,
2 casos; fol.59v; fol.66r, 2 casos; fol.79r, 2 casos; fol.81r, 2 casos]; Vm. [fol.39v,
fol.57r; fol.61r, 2 casos; fol.65r, fol.67r, fol.77v], devm., VM. [fol.46r, fol.52r], vm.
[fol.48r, fol.52v], VMd [fol.54r, 2 casos; fol.55v], VMd. [fol.54r], VMD [fol.55v],
V. [fol.64r, 2 casos; fol.67r], Vmd. [fol.80r, fol.82r, fol.82v], U. [fol.83r]; devmd,
avmd [E430, s/f, fol.1r, 2 casos].
Hemos contabilizado el número de abreviaturas que, en sus distintas formas,
contienen m arcaizante:
32
Estela González Torres
Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
ABREVIATURA
N
Vmd
3
vmd
7
Vmd
25
vmd.
2
Vmd.
4
Vm.
27
Vm
21
Vmd
6
vm.
37
vm
54
Vm.d
1
Vmd
2
VM.
2
VMd
3
VMd.
1
VMD
1
Vme.
1
VM
2
Tabla 3: Frecuencia de los abreviaturas arcaizantes (vuestra merced) en el XVIII.
A raíz de este análisis, podemos determinar que, entre las formas arcaizante, las
cinco más populares eran: vm, vm., Vm., Vmd, Vm (sin punto).
Llaman la atención los casos de correspondencia familiar entre hijos y padres,
sobrinos y tíos o nietos y abuelos, especialmente si existe tuteo, posibilidad que,
lamentablemente, no contiene nuestro corpus. La carta E35, redactada por Miguel
Fernández de Agüero está dirigida a su tío, a quien le habla de usted. El documento E33 es
una carta de Ramón de Cevallos a su tío de 1783, en la que, como hemos podido observar a
través de las abreviaturas recién expuestas, le habla de usted (se halle, Remi-/ ta, su hijo de
vm., Abisseme [fol.1r], piense, quiera [fol.1v]. El E16 (Carta de Julián Marciano a Miguel
Fernández Agüero, 1789) también se trata de una epístola de sobrino a tío (Carta de Julián
33
Estela González Torres
Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
Marciano a su tío en la excusa de no poder cumplir obligaciones financieras contraídas con
anteriordidad).
Por su parte, E27 y E28 son cartas de Juan García a su progenitor, al que le habla de
usted (darle, este —por esté—, vea, mandara —por mandará—, rrecivira Vmd, tomara
[E27, 1793, fol.1r], “aDios N.ro Leguarde”, “Sumano Besa” [E27, 1793, fol.1v];
“gozasalud”, dice, suia, “le escribi” [E28, 1796, fol.1r], “rendidos àsu obidencia” [fol.1v])
y llama padre, como veremos más adelante.
-
su m.d [E58, 1747, fol.2r]; su Md [E57, 1750, fol.2r, fol.2v]; su mrd [E53, 1751,
fol.1r], sumrd [fol.1v, fol.2r, fol.3v, fol.4r], sumd [fol.1v, fol.3v, fol.5r], sumd
[fol.3v; fol.4r, 2 casos]; su m.d [E54, 1747, fol.2r]; su md [E59, 1750, fol.3v]; mrd
[E60, 1751, fol.1r], su m.d. [fol.1v], su md [fol.2r]; Su mrd [E204, 1799, fol.2v], su
mrd [fol.2v, fol.4v, fol.5r; fol.5v, 2 casos; fol.6v, fol.8r; fol.9r, 2 casos; fol.10v;
fol.11r, 2 casos; fol.11v, fol.13v, fol.14v, fol.16r, fol.16v, fol.18r, fol.18v, fol.23r,
fol.24r, fol.28v], su merced [fol.7v, fol.13r, fol.33r, fol.75v, fol.76r], su mrd.
[fol.15r, fol.16r, fol.18v, fol.19v, fol.21r, fol.28r, fol.28v, fol.29r, fol.29v, fol.35r,
fol.36r, fol.40r, fol.41v, fol.44r, fol.44v, fol.45v, fol.60v, fol.71r; fol.71v, 3 casos;
fol.72r; fol.72v, 2 casos; fol.73r, 2 casos; fol.73v; fol.74r, 3 casos; fol.74v, 2 casos;
fol.75r, 2 casos; fol.75v, fol.76r; fol.76v, 2 casos], Su mrd. [fol.22r, fol.24r, fol.30r,
fol.31r], Su Mrd. [fol.27r, fol.30r], Su mrd [fol.30v], su/ mrd. [fol.72r].
Según apunta García-Godoy, en el español del siglo XVIII conviven las formas
vuesa merced y usted, denotando el tratamiento nominal mayor grado de deferencia que el
pronominal (2012: 146). El español pre-moderno contaba con un sistema tridimensional en
el que «el sintagma vuesa merced es la forma no marcada en la lengua escrita, mientras que
el pronombre usted lo es en la lengua hablada» (2012:146). Asistimos, pues, a la fase
evolutiva de vuestra merced > usted a lo largo del siglo XVIII, etapa «clave en la
formación de los nuevos pronombres» (2012: 147).
• Vosotros/ustedes
a. Elementos pronominales:
-
Vosotros: “Os amonesto”[E37, 1763, fol.2r], “Vos las dhas per-/ sonas” [fol.2v, 2
casos], “os excomulgamos”, “os declaramos”, “os dejaredes”, “os amonesto”
[fol.2v]; “noticias buestras”, “buestra voluntad” [E26, 1795, fol.1r].
34
Estela González Torres
-
Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
Ustedes: “àvstedes” [E28, 1796, fol.1r], Vstes, “sus Amantes/ Hijos y nieta [fol.1v].
b. Elementos verbales:
-
Vosotros: encubris, guardais, saveis, tengais [E37, 1763, fol.2r], salgais, estais,
ayais, merescais, vengais [fol.2v]; “a q.e le res=/ pondio: podeis ir al Rincon del
Rey” [E522, 1768, fol.2v], “à q.e le respondiò, podeis ir al Rincon del/ Rey, donde
los hallareis” [fol.3v]; estaìs, determineis [E26, 1795, fol.1r].
-
Ustedes: han recivido, socorrerles [E28, 1796, fol.1r], reciviran [fol.1v].
c. Mezcla de vosotros y ustedes: El caso del documento E522 (Causa por robo de
caballo, 1768) resulta muy llamativo porque, más allá de la fórmula protocolaria arcaica
de juramento en segunda persona del plural, a pesar de estar dirigida a una sola persona
(“Jurais a Dios/ y Prometeis al Rey, dezir verdad en lo q.e/ fuereis interrogado?”
[fol.1v], “Jurais a Dios, y prometeis al Rey dezir ver=/ dad en lo quefuereis
interrogado?” [fol.3v], “Jurais, á Dios, y prometeis al Rey/ dezir verdad en lo q.e
supiereis y fuereis interrogado?” [fol.6r], “Jurais a Dios, y prometeis al Rey dezir/
verdad, en lo que supiereis y fuereis interrogado? [fol.7r]; “Jurais a Dios, y prometeis
al Rey dezir verdad/ enlo que supiereis, y fuereis interrogado?” [fol.9r]) encontramos
tres casos puros, dentro de la reproducción directa de dos discursos distintos: podeis [2
casos] y hallareis (“a q.e le res=/ pondio: podeis ir al Rincon del Rey” [E522, 1768,
fol.2v], “à q.e le respondiò, podeis ir al Rincon del/ Rey, donde los hallareis” [fol.3v]).
Estos tres casos demuestran que las formas verbales de vosotros seguían vivas en el
habla común uruguaya en el XVIII. Aunque los datos del CORDE apuntan en esta
dirección, es de destacar que en el CORDE los textos tienen carácter culto y literario, y
la pervivencia en ellos de vosotros puede estar condicionada por el tipo textual. Estos
ejemplos uruguayos son una prueba de la pervivencia del paradigma de vosotros en el
siglo XVIII en el español hablado.
Moreno de Alba (2010) comenta el avasallamiento, prácticamente total, de vosotros
(99%) sobre ustedes (1%) tanto en el español europeo del XVII como en el americano, así
como el mantenimiento del mismo, aunque con una ligera variación a favor de ustedes
(13%, frente al 87% de vosotros), en la centuria posterior. Como veremos el capítulo
dedicado al siglo XIX, el cambio de preferencias respecto a vosotros/ustedes no llegará
hasta entonces.
35
Estela González Torres

Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
Tratamientos afectivos en el ámbito familiar: Padre [E53, 1751, fol.4v]; “tu/ Señora
Madre” [E88, 1787, fol.1r, 2 casos]; Madre [E89, 1787, fol.1r, fol.1v]; “te llamen
Padre” [E90, 1787, fol.1r]; Padre [E27, 1793, fol.1v, 2 casos]; Madre [fol.1v]; Padre
[E28, 1796, fol.1r, 2 casos], Madre [fol.1r].
En E53 (Tasación de los bienes del difunto Antonio de León) se hace referencia
explícita a los progenitores, no habiendo redactado ellos el documento en cuestión ni siendo
destinatarios del mismo. Por otro lado, la epístola E88 (Carta de Luis de Casal a su esposa)
menciona, de manera indirecta, a los progenitores del destinatario.
E89 es una carta de Joaquín de Toca a su madre, a la que se dirige en tercera
persona del singular (Sirva, vm., procure [fol.1r], Vm. [fol.1v], haya, suya, “su hijo de
corazon” [fol.2r]). En el documento E90 (Carta de Manuel Joaquín de Toca a su primo,
1787), el autor tutea a su primo. Por último, como ya adelantamos, Juan García, autor de
los documentos E27 y E28, dos cartas personales a su padre, trata al mismo de usted.

Forma no apocopada de ciertos adjetivos: “grande inclinacion” [E57, 1750, fol.1v];
“grande falta” [E33, 1783, fol.1r]; “grande contusion” [E204, 1799, fol.1r], “grande
espacio” [fol.6v].

Hemos detectado un ejemplo de la forma arcaizante vide que demuestra la todavía
supervivencia de la misma en el siglo XVIII: “en efeto bide era/ cierto” [E204, 1799,
fol.2r].
RASGOS SINTÁCTICOS

Artículo + nombre propio de persona (antropónimo): el Juan Roman [E205, 1788,
fol.1v], el Roman [fol.1v, fol.2v], à el Chalar, el Chalar [fol.5v]; la Andrea [E206,
1789, fol.2r, 2 casos; fol.3r, 4 casos; fol.3v; fol.4r, 2 casos; fol.6r; fol.7v, 2 casos;
fol.8v], el Dionisio [fol.2r, fol.2v, fol.12r], a el Dionisio [fol.3r], el Siapató [fol.3r;
fol.5v, 2 casos], el Siapato [fol.3v, fol.5r], a la Andrea [fol.3v], â la Andrea [fol.3v, 3
casos; fol.4v, 3 casos; fol.6r], de la/ Pereyra [fol.3v], de la Andrea [fol.3v, fol.4v,
fol.6r], de la/ Pereyra [fol.4v], â el Dionisio [fol.5r, fol.8r, fol.8v], del Siapato [fol.6r],
la Eugenia, â la An-/ drea [fol.8r], la Andrea de Acosta [fol.8v], â el Siap[*a-]/ to
[fol.12v]; la Magdalena [E207, 1789, fol.3v, fol.5v], à el Quebedo [fol.4v; fol.5r, 2
casos; fol.10r, 2 casos], el Quebedo [fol.4v, fol.5v, fol.6r, fol.7r], del Fran.co/ Quebedo
[fol.5r], de la Magdalena [fol.5r, fol.6r, fol.10r], p.r el Quebe-/ do [fol.6r], del Quebedo
36
Estela González Torres
Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
[fol.6v; fol.10r, 2 casos], dela Magdalena [fol.6v], el Ben-/ tura [fol.8r, fol.8v], p.r el
Quebedo [fol.10r], ala Madalena Fuentes [fol.12r]; el Vela [E208, 1789, fol.2r, fol.2v,
fol.3v; fol.4r, 2 casos; fol.4v; fol.5r, 2 casos], el/ Pereyra [fol.3r], â el Vela, el dho/
Pereyra [fol.3v], el Perey/ ra, a el Pe-/ reyra, a el Sosa [fol.4r], el Pereyra [fol.4r, 2
casos; fol.4v, fol.5r, fol.5v, fol.6r], á el Pereyra [fol.4r, fol.5r, fol.6r], del Vela [fol.4v],
a el Pereyra [fol.5r], el Don José deSosa [fol.7r], del Lamego [fol.8r]; el Muñoz [E209,
1790, fol.1r]; al Juan Ibáñez [E204, 1799, fol.3v], la Maria/ Bonifacia [fol.10r], èl d.n
Andrès Cabe-/ zas [fol.19v], el/ Juan [fol.22v], al Ibañez [fol.39r, fol.78r], al d.n Andres
Cabezas [fol.40r], el JuanYbañez [fol.49v], el Juan Ibáñez [fol.59v, 2 casos], el Ibañez
[fol.77v, fol.78r], al Andres [fol.78r].
Sobresale notablemente uno de los casos de la Andrea en el documento E206
(Causa criminal contra Dionisio Siapato, vecino de la villa de San Carlos): “Está preso, p.r
causa de una muger llama-/ da la Andrea” [fol.4r]. Todos los documentos que presentan la
fórmula artículo + NP en nuestro corpus son de carácter judicial: cuatro sumarios (E205,
207, 208, 209) y dos causas criminales (E204 y E206).
Ortiz Ciscomani y Reynoso Noverón (2012) estudian la frase nominal (FN) con
nombre propio de persona (NP) cuando aparece acompañada de modificadores y, más
concretamente, de un artículo definido o determinado; además de la relación de adyacencia
o no adyacencia directa ART-NP. Las autoras se valen de un corpus de investigación con
textos de género variado que datan de los siglos XII al XVI3. Afirman que la combinatoria
determinante + NP muestra un comportamiento sintáctico diacrónicamente variable y,
sirviéndose de la teoría de Kirsner (1985) que sostiene que el uso de modificadores
sintácticos en el nombre propio es un recurso por medio del cual el hablante hace llegar a
su interlocutor valoraciones distintas sobre el referido, se atreven a concluir que el artículo
adyacente a un NP es un recurso del hablante para mostrar su perspectiva sobre el referente,
distinta según artículo y NP entablen o no relación sintáctica directa. Así, determinan que el
artículo pasa de ser marca subjetiva positiva en contacto con nombre común a marca
negativa en contacto directo con NP.
3
La edición paleográfica del Cantar de Mio Cid de Menéndez Pidal, así como sus Documentos Lingüísticos
de España: Reino de Castilla; la Crónica anónima de Enrique IV de Castilla y la obra de Company Company
Documentos Lingüísticos de la Nueva España (1525-1816).
37
Estela González Torres
Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
De esta manera, Ortiz Ciscomani y Reynoso Noverón hablan de degradación del
estatus social del referente ante artículo en contacto directo con NP y en contextos
determinados; reduciendo, así, su uso a contextos de marcada degradación social o de alta
afectación negativa. Llama también la atención la nula o escasa documentación del artículo
definido en adyacencia al NP a lo largo de los cuatro periodos que abarca el corpus
escogido por las investigadoras: del XII al XVI, con tan solo un 1% (3/376) de presencia en
el XV y un 2% (5/251) en el XVI.
No obstante, nuestra investigación propia, basada en datos procedentes del Corpus
Diacrónico del Español (CORDE), nos lleva a desmentir estos dos argumentos. Tras buscar
varios nombres propios concretos (el Juan, el Francisco, la Juana, la Francisca, la Maria
—sin cursiva y en minúsculas—) en bloques de cien desde el siglo XIII hasta el XX,
averiguamos lo siguiente: tomando el ejemplo de el juan -por ser el más temprano-, vemos
cómo su primera aparición data del siglo XIV (con un caso en un documento histórico de
España: Crónica de Alfonso X de Fernán Sánchez Valladolid, c. 1340-1350), o sea, un
siglo antes de la fecha apuntada por Ortiz y Reynoso. Nótese también aquí la relevancia y
mayor fiabilidad de este uso en la prosa histórica y en la jurídica frente a la narrativa.
En lo que a el francisco respecta, en el CORDE aparece, por primera vez, un caso
en el siglo XV en un documento histórico de 1499 de Gonzalo García de Santa María,
seguido de otro caso en el XVI, más concretamente en 1574, y otro en 1626 (aunque
ambos de prosa narrativa española). Ya en el XVIII se recogen dos coincidencias en un
mismo documento jurídico colombiano de 1727. No consta nada en el XIX, pero sí en el
XX: dos casos en dos documentos. Uno, fechado en 1901, narrativo y español. El otro, de
1969, histórico y de Guatemala.
Todo esto nos lleva a afirmar que la estructura ART + NP surge tímidamente en el
XIV —y no en el XV—, experimentando un auge en el XVI y XVII y cayendo
drásticamente en el XVIII y XIX, para luego repuntar en el XX. Además, cabe añadir que
estos casos son más recurrentes en prosa histórica, esto es, crónicas y que el 80% de los
ejemplos del CORDE son de esta naturaleza. Esto último explica el decaimiento que se
experimenta en los siglos XVIII y XIX debido a la ausencia de crónicas en la época, así
como el hecho de que sea inferior el número de coincidencias con nombres propios de
mujer al no ser protagonistas habituales de estos textos. El fenómeno de ART + NP entró
directamente como fenómeno de la lengua culta y luego se extendió al registro oral que,
38
Estela González Torres
Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
lamentablemente, no recoge el CORDE. Por último, nuestros datos nos permiten establecer
que se trata meramente de un mecanismo neutro —sin valoraciones negativas algunas—
con función anafórica discursiva, empleándose para recuperar o hacer referencia a la
persona anteriormente presentada, equivaliendo a las grupos nominales del tipo el citado
Juan, el mencionado Juan, el dicho Juan de los que también nuestra colección de
documentos uruguayos dieciochescos recoge numerosas ocurrencias:
el dichosimon [E218, 1741, fol.1r]; el Cittado Xptbl Ji-/ menez [E385, 1768, fol.5r]; a el
mencionado Geronimo [E522, 1768, fol.2r]; e[*l]/ Referido Gutierres, el anuncia/ do
Gutierres [E205, 1788, fol.4v], el sitado Chalar [fol.5r]; del espresado Ruiz, la Yncinuada
Eujenia, el espresado Siapatú, la espresada Eujenia [E206, 1789, fol.1r], el citado Dioni/
sio, la citada Andrea [fol.15r]; la Referida/ Magdalena [E207, 1789, fol.11r]; el di-/ cho
Vela [E208, 1789, fol.2r], el sitado Vela, el expresado/ Pereyra [fol.2v], el dicho Pereyra
[fol.3r, fol.5v], el/ ya dho Vela [fol.3v], el sitado Pereyra [fol.5v], del sitado Sosa [fol.7r],
el dho Sosa [fol.7v]; el dho Muños, el Muñoz [E209, 1790, fol.1r]; el espresado Cabezas
[E204, 1799, fol.2r], el ci-/ tado Juan Ibañez, el dicho Juan, del nominado Andrés Cabezas
[fol.3v], al nominado Juan [fol.4r], el nominado Cabezas [fol.4r, fol.5r, fol.6r, fol.9v,
fol.23v], el dho Ibañez [fol.4v], el nominado Ca/ bezas [fol.6v], al/ consavido Andres
Cabezas [fol.7r], el expresado Ibañez, al referido Ibañez, al ci-/ tado Ibañez [fol.8v], del
referido Fortete, el enunciado/ Thadeo Fontete [fol.9v], el citado Juan Ibañez, al
sobredicho/ Juan Ibañez [fol.10r], el nominado Juan [fol.11v], del nomi-/ nado Thadeo
Fortete, el citado Juan, el mencio-/ nado Juan, el referido Benito [fol.14v], el mencionado
Juan, al relacionado Ibáñez, al mencionado Juan, al relatado Juan Iba-/ ñez [fol.15r], el
nomi-// nado Benito, el citado Benito, el antedicho Cabezas [fol.16v// fol.17r], el
nominado/ d.n Andrés Cabezas [fol.16v], el mencionado Cabezas [fol.17v], del citado
Cabezas [fol.18r], el dho d.n Andrès/ Cabezas [fol.19r], el nominado Benito, el antedicho
Juan Ibañez [fol.22v], al citado Benito [fol.22v, fol.25r], el enunciado Juan, el referido
Cabezas [fol.23r], al nominado Benito [fol.25r], al enunciado Fortete [fol.27r], al indicado
Benito [fol.34r], el enunciado d.n Andres Cabezas [fol.35r], al/ citado Cabezas [fol.36r], el
referido Vinceyro [fol.39r, fol.78r], al enunciado Rodriguez, al expresado Cavezas
[fol.39v], al expresado Cabezas [fol.41r], del citado Juan [fol.42v], el citado Juan Ibañez
[fol.43r], el citado Ibañez [fol.43v], el in-/ dicado Binceiro [fol.47v], al mencionado
Ybañez [fol.49r], al indicado Cabezas [fol.52r], el enunciado Cabezas [fol.58v], el re/
ferido Ibañez [fol.59r], del expresado Ibañez [fol.61r], el enun/ ciado Vinceyro [fol.78r]. 39
Estela González Torres
Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
En conclusión, para Ortiz y Reynoso el artículo adyacente a NP, que se documenta a
partir del XV con un paulatino incremento histórico, es, más allá del uso anafórico
discursivo
y de la función pragmática de señalar entidades, un recurso para valorar
negativamente al referente anulando o desconociendo o degradando su estatus social,
mientras que el CORDE, y especialmente los documentos históricos y jurídicos que recoge,
nos revelan toda ausencia de valoración –positiva o negativa-, familiaridad u oralidad. Por
lo tanto, se trata única y exclusivamente de un mecanismo de recuperación discursiva
neutro que comienza a darse en el siglo XIV y no en el XV como defienden las autoras.
Esto último podría explicarse teniendo en cuenta que el corpus de Ortiz y Reynoso recoge
muy pocos ejemplos y, por lo tanto, no sirve para estudiar este fenómeno. En el caso
concreto de nuestro corpus uruguayo, la inmensa mayoría de las ocurrencias de
determinante + NP corresponden a distintas voces que relatan los acontecimientos foco de
atención en distintas procesos judiciales.

Determinante artículo/forma contracta + nombre de departamento, país o
continente: del Paraguay [E59, 1750, fol.3r]; “Isla del Maldonado” [E422, 1763,
fol.1r]; la America [E90, 1787, fol.1r].
Nótese aquí que no hemos contemplado los casos de formas contractas detectados
en el corpus (tales como “a el alcalde” [E218, 1741, fol.5r]; “deel escrito” [E55, 1748,
fol.4r]), ya que es un fenómeno muy frecuente en los documentos del XVIII que, aunque no
haga la contracción ortográfica, la pronunciación sería correcta (al alcalde, del escrito). En
definitiva, lo descartamos como rasgo aquí relevante, puesto que se trata de una ortografía
que oculta fenómenos de la oralidad.

Otros usos de determinantes: una acha [E218, 1741, fol.1r, fol.2v]; “Conla arma”
[E406, 1761, fol.1v]; la/ Arma [E204, 1799, fol.6r], “una arma blanca” [fol.23v],
alguna arma, ninguna arma [fol.33v], otra ar-/ ma [fol.35r, 2 casos].
Cabe comentar aquí que en el documento E204 (Causa Criminal contra Andrez
Cavezas) también hemos localizado una ocurrencia de con “a el arma” [fol.85r].

Omisión de determinante: “le\aco-/ metia con arma prohibida” [E204, 1799, fol.54r],
“me acometio este con cuchillo” [fol.54v], “El estaba con cuchillo” [fol.55r], “me
acometió con cuchillo” [fol.81v].
40
Estela González Torres
Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
En este punto, llama también la atención la elisión de determinante en determinadas
construcciones como mecanismo propio de la lengua culta: “ò en otros/ parages, tal vez
mas ventajosos, de que nadie podrá in-/ formar mejor que el Señor Brigadier [...]”[E44,
1789, fol.29r], “en los rode-/ os mansos, de que están llenas las cercanias de Mon-/ tevideo”
[fol.30r], “en las denuncias (con que nadie/ busca otro interés [...])” [fol.31r]; “sesenta y
dos ps y quatro Rs aqueseaña/ den diez y seis pesos” [E53, 1751, fol.4v]. Aunque aquí solo
hemos citado algunos ejemplos, nuestro corpus es rico en ellos. Resulta interesante
considerar esta estructura, puesto que juto está cambiando en ese momento concreto. Girón
Alconchel lo estudia muy bien en La historia del artículo como antecedente de relativas
oblicuas desde el punto de vista de la gramaticalización (2006: 765-776).

Construcciones de determinante + posesivo + sustantivo: esa mi Casa [E88, 1787,
fol.1r].
Este es el único caso relevante que se registra en nuestro corpus, ya que también se
detectan bastantes pertenecientes a la prosa culta jurídico-administrativa (esta su
declaracion [E519, 1767, fol.1v], essa su/ Declaraz.on [fol.2r]; “en èste mi Juzgado” [E204,
1799, fol.20r], esta mi oficina (fol.51r); entre otros muchos).

Cuyo/a/s sin antecedente expreso:
“a quuio tienpo” [E218, 1741, fol.1r]; “por
cuiomo/ tivo”, “en Cuio Supuesto” [E54, 1747, fol.1r], “en cuia Consecuencia”, “por
cuia causa” [fol.3v]; “Porcuios motibos” [E54, 1748, fol.1v]; “acuias razones”[E55,
1748, fol.5r], “en cuio acto”, “en/ cuia atencion” [fol.7r]; “cuio delito egecuto el dho”
[E59, 1750, fol.1r], “acuio tiempo” [fol.1v x 2, fol.3v], “acuio tpo.”, “acuia relacion”,
“en cuia vista” [fol.2r], “porcuio motivo”, “por cuia causa” [fol.3v], “por cuio motivo”
[fol.4r]; “Cuios sugetos nom-/ brados” [E217, 1761, fol.2r]; “Cuia Arca fue hallada”
[E37, 1763, fol.1v], “cuyo acaecimiento ha sido bastante extraordinario” [E216, 1773],
“con cuya ac-/ cion el Golpe Principal lo recivio ella” (siendo ella la puerta) [fol.2v],
“por cuia/ causa” [fol.3v]; “y al rayar el sol/ le avisó al cavo, faltaban dos Presos. Cuia
noticia passo al Ca=/ pitan” [E519, 1768, fol.5r], “hasta las tres de la mañana a su
parezer, en Cuia/ hora” [fol.5v]; “hasta cerca del Pueblo […] á cuio parage” [E522,
1768, fol.1r]; “y que se Junto con unos Ladrones […] cuio// ejercicio hatenido muchos
Años” [E522, 1768, fol.1v// fol.2r], “como cosa/ demes y medio, en cuio tpo.” [fol.2v],
“con cuio motivo” [fol.3r], “en cuio empleo” [fol.9r], “desde cuio Puesto”, “desde/ cuio
paraje” [fol.9v]; “por cuio motivo” [E558, 1771, fol.1v]; “por cu-/ ya razón” [E88,
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1787, fol.2r]; “con quya rre[*s]/ puesta” [E205, 1788, fol.1v], “acuia combersacion”
[fol.3r], “acuio fin” [fol.3v], “Acuyo ttiempo” [fol.4r], “Por Cuias Razones” [fol.4v]; “a
Cuia âcion”, “con cuia Yncinuacion” [E206, 1789, fol.1r], “a cuyo tiempo” [fol.2r], “â
cuyo tiempo” [fol.2v], “a/ cuyo tiempo” [fol.5v], “decuyo modo” [fol.15v]; “de cuyo
acaecimto” [E204, 1799, fol.7r], “cuyo individuo viendose libre tomó/ la Puerta”
[fol.10r], “à cuyo tpo” [fol.17r], “a cuyo tpo.”, “Cuyas expresiones” [fol.17v], “sobre
cuyo/ percibo p.r no ser de pres.te”, “cuyos dos individuos” [fol.40r], “cuyas todas
circunstancias” [fol.43r], “cuya causa qe para ello haya havido” [fol.44v], “En cuia
virtud” [fol.50r], “En cuia atención” [fol.57r], “en cuias resultas” [fol.58r], “a cuia
indignación” [fol.58v], “en cuia segunda ocas.n” [fol.59r], “En cu/ ia Virtud” [fol.59v],
“en cuio estado” [fol.64r].
Hemos encontrado muchos usos del pronombre relativo cuyo/a/s sin antecedente
expreso, como equivalente del determinante demostrativo este/a/o/s. Bertolotti et al. 2010
señala este rasgo para el estudio del documento E204 (Causa Criminal contra Andrez
Cavezas) al comienzo de su obra y Elizaincín, Malcuori y Coll lo amplían comentando:
«Sin embargo, la lengua oral olvida ese significado posesivo, quizás motivado por el uso
más literario de cuyo que lo vuelve extraño al hablante con escasa instrucción, el que, no
obstante, busca la formalidad en ciertas situaciones de habla» (1993-1994: 100). Elizaincín
et al. (1993-1994) también señalan que la forma a cuio tiempo funciona como conector que
introduce acciones que se desarrollan simultáneamente.

Discordancia de número: “conosco â/ sus Padres y que sellamaba Manuel Albares y
Manue/ la Pesoa” [E24, 1730, fol.1v]; “docientos pesos/ de Luis de Leon, pero que no
le ha dicho si estaua/ apartir de Ganancias, o no” [E56, 1750, fol.4r]; “Los equipaje
[…] que por aversede embarcar luego para/ España lo adelantara Montev.o vá es/
coltado por una Partida” [E392, 1762, fol.1r]; “salio para Castí-/ llos grande” (por
Castillo Grande) [E419, 1763, fol.1v]; “paso el Patro y dos marineros con el bote”
[E519, 1767, fol.1v]; “para que se con/ tinue estas declarazs [E385, 1768, fol.6v], “que
oyo dezir al Indio Christoval Jimenez havia benido/ en otras ocassions de Baqueano y
havian llevado barías Ca-/ balladas y Yeguadas” [fol.10r]; “procurare con el onor/
honrra, y estimacion, qe me correspon/ de azer todo mi deber” [E454, 1769, fol.1v]; “Y
hallando-/ sen en la misma avitacion viendo Jugar el Theniente/ de Ynfanteria Don
Francisco Rodrigo, Don Pedro Landa, Don/ Juan Galarza, y Don Manuel de Robles”
[E216, 1773, fol.2r]; “a estos Infelices a que sean victima” [E90, 1787, fol.1r];
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“rrespondio al q.e declara en tono descomp[*ues]/ to q.e el Coman.te y el se fuesen
mucho enoramala/ pues a el no logobernaba” [E205, 1788, fol.2v], “uotra quales
quiera Persona” [fol.4v]; “le hizo saver el/ pareser del Señor Fiscal […] y enterada deel
con Expesificaz.on delos Puntos/ q.e enel se contiene” [E206, 1789, fol.17r]; “El
Promotor fiscal de esta Causa// ha visto haberse ebacuado las Dilig.s que en su/ anterior
vista pidio en concepto del Merito/ que exijian el sumario” [E204, 1799, fol.45v//
fol.46r], “qe la zaña de Ybañez y su-/ atrevimiento, no solo se dirigia a mi” [fol.54v].
Entendemos que la única ocurrencia registrada en el documento E216 (Informe
sobre acontecimientos en la Plaza de Montevideo) atiende a analogía con la tercera persona
del plural: “Y hallando-/ sen en la misma avitacion viendo Jugar el Theniente/ de
Ynfanteria Don Francisco Rodrigo, Don Pedro Landa, Don/ Juan Galarza, y Don Manuel
de Robles” [E216, 1773, fol.2r]. Todos estos errores de concordancia son muy habituales
en la lengua hablada cuando, por ejemplo, el sujeto y el predicado están lejos uno del otro o
el verbo precede al sujeto.

Discordancia de género ad sensum: “Cuio encargo tenia la Centinela […] estaba
prevenido avisase el centinela al Cavo, para que conducidos por este” [E519, 1767,
fol.5r], “puso un par deGrillos alas/ dos Centinelas” [fol.6r]; “hallarse el corr.o el
Aguila proxima hazerse ala/ Vela” [E86, 1788, fol.1r]; “siendo de la/ edad, q.e tiene
declarado” [E206, 1789, fol.6v].

Discordancia temporal: “al Pasar Solís/ Grande lo rebata la corriente/ y le saco al
mar” [E417, 1763, fol.1v].

Adverbios y locuciones adverbiales: aca [E90, 1787, fol.1r; E27, 1793, fol.1r]; àca
[E28, 1796, fol.1r, 3 casos], p.a junto àmi [fol.1r]; “se puso en marcha con un Soldado
de Infant.a vien/ vaquiano de las estancias de Montevideo” [E389, 1766, fol.1r]; “Luego
que tuve noticia” [E19, 1793, fol.1v].
Cabe recordar, aquí, que el autor de los documentos E27 y E28, de 1793 y 1796,
respectivamente, es el mismo, Juan García. Así, los casos de acá, más característico del
español americano, por aquí se reducen a dos autores en todo el corpus examinado. Por su
parte, el DRAE (2001) señala para bien: «7. adv. Antepuesto a un adjetivo o adverbio, muy.
U. en sent. ponderativo. Bien tarde Bien rico Bien malo». En cuanto a luego que, se trata de
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Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
una conjunción americana: «~ que. 1. loc. conjunt. Am. Así que, tan pronto como» (DRAE
2001, artículo enmendado).

Conjunciones: “natural de la ciudad/ delparaguay, y, y hijo lejitimo” [E24, 1730,
fol.1r]; “o otra qualquier nacion” [E57, 1750, fol.1r]; “muebles, y immuebles” [E53,
1751, fol.0]; y/ iban [E522, 1768, fol.11v]; “tu Mardio, y hijos” [E26, 1795, fol.1r]; u
anteriormte [E204, 1799, fol.10v], ù anteriorm.te [fol.19v].

Vacilación en las formas apocopadas de los ordinales: “por ser la prímer vez” [E385,
1768, fol.8v], “hera la prímer bez” [fol.9v]; “dentro de tercero dia” [E54, 1747, fol.2r;
E56, 1750, fol.6r; E59, 1750, fol.56r; E204, 1799, fol.61v]; “dentro/ deterzero dia”
[E55, 1748, fol.1v]; “dentro de tercero Dia” [E204, 1799, fol.52r], “dentro de 3o dia”
[fol.57r], “dentro de 3.o dia” [fol.61r]; “dentro del/ tercero dia” [E60, 1751, fol.1r]; “en
el primero correo” [E87, 1787, fol.1v]; “Sor Alcde de 1ro boto” [E204, 1799, fol.7v],
“Juzgdo de 1o voto” [fol.13r], “Alcalde ordinario de/ primero voto” [fol.20v, fol.32v,
fol.33r], “S.or Alc.e/ ordin.o de primero voto” [fol.20v], “Alc.e ordin.o de prim.o Voto”
[fol.21r], “Sor Alc.e ordin.o/ de prim.o voto” [fol.21v], Alc.e/ ordin.o de primero voto”
[fol.20v, fol.31r], “S.or Alcde de 1o Voto” [fol.32r, fol.41r, fol.58r], “Juzgado de 1o voto”
[fol.37r], “S.or Alc.e ordinario de primero/ Voto” [fol.38r],“S.or Alc.e ordinario/ de prim.o
voto” [fol.38v], “Alc.e ordin.o de prim.o/ Voto” [fol.40r], “S.or Alcalde de 1.o Voto”
[fol.45v], “Alc.e ordin.o de prim.o voto” [fol.46r], “Alcalde odinario de prime-/ ro Voto”
[fol.48v], “Alcalde ordin.o de prim.o voto” [fol.50v], “S.or Alcalde de 1o voto” [fol.52r],
“Señor Alcalde Ordinario de primero vo-/ to” [fol.53r], “Señor Al-/ calde ordinario de
primero voto” [fol.56r], “Señor/ Alcalde ordinario de prim.o Voto” [fol.57v], “Sor./
Alcalde ord.o de primero voto” [fol.60r], “Sor Alcde de 1o Voto” [fol.61r], “Señor
Alcalde ordinario de primero/ voto” [fol.61v, fol.65r], “Sr. Alc.de de 1o voto” [fol.63r],
“S.r Alcde de 1o Voto” [fol.63v], “Alcalde ordina-/ rio de primero Voto” [fol.64v], “S.or
Alc.de de 1.o voto” [fol.66r], “S.or Alc.de/ ordin.o de primero Voto” [fol.66v], “S.r Alcde
de 1.o Voto” [fol.67r], “señor Alcalde ordinario [^de primero voto]” [fol.67v], “S.or
Alc.e De 1.o voto” [fol.64v], “S.or Alc.e Ord.o de Prim.o Voto” [fol.79r], “S.or Alc.de 1.o
Voto” [fol.81r], “Alc.de ordinario de primero voto” [fol.82v], “S.or Alc.e de 1.o voto”
[fol.83r], “Sor Alcalde/ de primero voto” [fol.83v], “S.r Alcalde de primero/ voto”
[fol.84v], “Alc.e ordin.o de primero Voto” [fol.85v], “Alc.de de 1.o Voto” [fol.87r]; “S.or
Alcalde ordinar[*io]/ de seg.do voto”, “señor Alc[*al]/ de segundo voto” [E217, 1761,
fol.1v]; “señor alcalde/ de segundo voto” [E218, 1741, fol.3r].
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Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
Nótese que todas las ocurrencias contenidas en el documento E204 (Causa Criminal
contra Andrez Cavezas) conviven con “Sor Alcde de 1 boto” [fol.20r], “Juez del Primer
Voto” [fol.47r], “Al-/ calde ordin.o de primer voto” [fol.78v], “S.or Alcalde de pri/ mer
voto” [fol.80v].

Usos preposicionales: “pido y suplico de haber por presentado en tiem/ po y lugar”
[E55, 1748, fol.3r], “p.a/ alegar Demi derecho” [fol.5r]; “por dos vezes” [E56, 1750,
fol.4r]; “a la noche” [E59, 1750, fol.1v, 2 casos; fol.3v; fol.4r, 2 casos], “por dos vezes”
[fol.3v]; “elde/ haber el Declarante obstigado de los empedimentos” [E94, 1753, fol.2r];
“por dos vezes” [E522, 1768, fol.2v]; “a la verdad te digo” [E90, 1787, fol.1v];
“estando â la puerta” [E205, 1788, fol.1v]; “to-/ da suerte de frutos, los mas necesarios
à la vida” (i.e. para) [E44, 1789, fol.29r]; “estaba â Caballo â la puerta” [E206, 1789,
fol.2r]; “por lograr de una/ libertad sin límites” [fol.34r]; à la noche [E207, 1789,
fol.10r]; “estaba à la puerta” [E208, 1789, fol.4v]; “trata-/ ron el exponte y demas
personas de su/ casa a labarle la sangre” [E204, 1799, fol.3v]; “a tomarla satisfacc.on p.r
dos vezes” [fol.3v], “logró/ tirarlo en tierra” [fol.6r], “se afirmó en/ lo dicho de haver
amenasado de muerte â la An-/ drea […] p.r dos ô tres vezes” [fol.8r].
En lo que “a la noche” respecta, el DPD (2005) explica que, en español,
normalmente se emplean las preposiciones por y en —solo en América— para introducir
complementos temporales en referencia a las partes del día. En lo que al uso de a respecta,
«solo es normal en la Argentina y, en España, entre hablantes vascos o catalanes». Por su
parte, también hemos localizado varias ocurrencias de la construcción estar a la puerta,
hoy más común con la preposición en. Por esta razón, hemos realizado una búsqueda en el
CORDE para ver cuántos ejemplos de a la puerta registra este corpus durante el siglo
XVIII: un total de 259 casos en 80 documentos, entre ellos ninguno uruguayo y 2
argentinos. En lo que a la construcción preposicional en tierra respecta, el CORDE recoge
639 ocurrencias en 158 documentos, 1 de estos es de Uruguay [Viana, Francisco de Javier
(1958), Diario de viaje, I] y 44 del país vecino.
Hemos considerado oportuno tratar por separado las siguientes confusiones en lo
que al uso de distintas preposiciones para expresiones similares se refiere: “para darle de
palos” [E206, 1789, fol.10v]; “le diera de bofetones” [E207, 1789, fol.2r]; “sacudirle de
Garrotazos” [E204, 1799, fol.6r], “sacudiendole de palos” (dar de palos), “le maltratase de
palos”[fol.6v], “maltra-/ tò à palos” [fol.17v], “empezò à ti-/ rarle de puñaladas” [fol.19r],
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“p.r haver maltratado à palos” [fol.20r], “haver dado de palos ò garrotazos” [fol.24v], “p.r
haver maltratado a pa-/ los” [fol.32r], ], “p.r haver maltratado y herido a palos” [fol.41r],
“maltratado a palos” [fol.63r], “pr haver maltratado á palos” [fol.71r], “maltratar à palos”
[fol.77v], “maltratado a palos” [fol.87r]. Localizamos incluso un caso sin preposición: “le
sacudió Andres Cabezas dos/ garrotazos” [fol.9v]. En su mayoría, estas confusiones se
explican por contagio con dar de garrotazos o dar de palos. En el Léxico
Hispanoamericano del siglo XVI de Bowman encontramos: «DAR DE — (CdMx 31) les
daban de palos (Bienes Cortés, 38) / (TF 35) darles del maíz que traían (Docs Col, III, 237)
/ (TF 35) ha dado de palos... a muchos soldados... sin causa (Docs Col, III, 235) / (Pan 43)
para le dar de puñaladas (Docs Nic, VIII, 94) (...)» (1971: 263).

Dequeísmo: “prometieron de tasar” [E53, 1751, fol.2v]; “promette al Rey de dezir/ la
verdad” [E385, 1768, fol.1r], “y si jura a Dios y aquella Señal/ de Cruz, de dezir
laverdad” [fol.2r]; estoy deseando de/ berla [E87, 1787, fol.1r].
El DPD (2005) define este fenómeno como «el uso indebido de la preposición de
delante de la conjunción que cuando la preposición no viene exigida por ninguna palabra
del enunciado». En el último documento (E385, Documento judicial por robo realizado por
los Indios Christov Jimenez, Paravaty y Barayure) “promette al rey de dezir la verdad”
convive con “promette al Rey dezir la Verdad” [fol.6v]. Por último, el verbo desear rige
complemento directo y, por consiguiente, no debe ir precedido de la preposición de.

Queísmo: “no ay duda/ que si esta” [E389, 1766, fol.1r]; “con la con-/ dicion, que viba
christianamente” [E205, 1788, fol.4r]. El queísmo, por el contrario, es «la supresión
indebida de una preposición (generalmente de) delante de la conjunción que, cuando la
preposición viene exigida por alguna palabra del enunciado» (DPD 2005). La locución
no haber duda se construye con un complemento introducido por la preposición de,
aquí ausente, al igual que la conjunción conjuntiva con la condición de que + oración
subordinada.

Elisión de preposición: “y auiendo salido della alli cerca encontrar/ mis carros qe
venian llegando del monte” [E59, 1750, fol.2r]; “ttubela/ notisia Como dicho agresor
queauia da/ do la puñalada auia llegado auna es/ ttansía” [E406, 1761, fol.1r]; yndiciado
aver oculttado vndezeror (i.e. indiciado por haber un ocultado a un desertor) [E422,
1763, fol.1r]; “fue por carne” [E519, 1767, fol.1v], “laprimera fue por carne […] yla
quarta por el Patron” [fol.2r], “en casso/ ofrezerseles alguna nezesidad precisa” [fol.7r];
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Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
“y si jura a Dios y aquella Señal/ de Cruz, de dezir laverdad” [E385, 1768, fol.2r], “si
oyo como se llamavan los tres que prehendieron y el/ que mataron” [fol.10v];
“aiudaron, àqui-/ tar el preso” [E403, 1768, fol.1r]; “á fin q.e/ leYnformase” [E522,
1768, fol.3r]; “y laplata de estos conpraras loque/ te paresca” [E87, 1787, fol.1r]; “fue
dos ve-/ zes, Casa de Eugenia Pereyra”, “estuvo aquella tarde dos vezes, casa de la
Pereyra”, “Pregunt.o Que motivo tuvo, para llegar aquella/ mañana Casa de la Andrea”
[E206, 1789, fol.4v]; “otros los sepa/ raron segunda vez” (por segunda vez) [E207,
1789, fol.4v]; “no haviendo […] reparado quien lo/ tomò” [E204, 1799, fol.23v].
Según el DPD (2005), en América se prefiere la construcción de verbos de
movimiento como ir, venir, salir, etc. seguidos de por con el sentido de ‘en busca de’. Por
su parte, en España también se emplea la forma a por, más popular en la norma culta.

Ausencia de la preposición a para introducir CD de persona/animado: “Si conose á
Antonio Alba/ res y sus Padres” [E24, 1730, fol.1v], “conosio ál/ difunto su Padre [...] y
la difunta su madre” [fol.2r]; “Dijo, que Joseph Villasante sacò de/ su casa la
Muchacha” [E59, 1750, fol.5v]; “nombre un sargento detoda satisfas.on/ con los
soldados” [E392, 1762, fol.1r]; “arreconocer si en/ ellas se mantiene el mulato esclavo
de V.E.” [E389, 1766, fol.1r]; “hizo comparezer asupresencia y/ ante mi Elias Nuñez”
[E519, 1767, fol.3v], “reconocio los Presos, y vio estaban todos en los/ Puestos”
[fol.5v], “dejo Salir los dos Ladro=/ nes” [fol.6v], “que delo contrario no dejase salir
ninguno” [fol.7r]; “hi/ so compareser ante si tres Indios”, “perseguir los ladrones”
[E385, 1768, fol.1r], “hizo Comparezer ântesi un Yndio” [fol.4v], “Y tres Compañeros
delosquelos Soldad[*os]/ mataron uno” [fol.5r], “que Tpo a conoze los tres sujettos”,
“llegando al Arroy [*o]/ nombrado el Cordoves alcanzaron unos Indios” [fol.7r], “Si
anttes deestta Priscion conocio alguno deellos” [fol.7v], “Si conozio alguno de los
presos ó al que murio” [fol.8v], “prehendieron tres que/ son los que se le nombran
mataron uno” [fol.9r], “se hallava en el Canpo/ siguiendo unos Ladrones” [fol.9v],
“prehendieron los tres que se le nombran”, mattaron uno [fol.10r], “si alcanzaron los
Ladrons”, prehendieron tres, “si oyo como se llamavan los tres que prehendieron y el/
que mataron [fol.10v], “si los Alcanzaron Prehendieron ó/ mataron algunos” [fol.11r],
“Alcanzaron los Ladrones que serian astta diez los/ que Corrieron”, “Si antes de
haverlos presos conocio alguno de los que tru-/ jeron ó al que murio” [fol.11v],
“Alcanzaron/ los Ladrones, les quitaron todos los animales/ que llevavan mataron uno
por no querers[*e]/ dar preso y prehendieron tres que son los/ que sele nombran”
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Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
[fol.12r], “murio uno en la Refriega y prehendieron tre[*s]/ que son los mismos que se
le nombran” [fol.13r]; “Persiguiendo/ la gente intrusa”, “descubri/ un hombre” [E386,
1768, fol.1r]; “resolvio el Comand.te de ella, re=/ tirarse, trayendo el Baqueano, à el/
que teniendolo ami presencia” [E522, 1768, fol.1v]; “sirba para/ satisfacer los quatro
Albañiles” [E528, 1769, fol.1v]; “ten-/ go destinados los cuatro Albaniles” [E561,
1771, fol.2r]; “mandar el muchacho a la es-/ cuela” [E90, 1787, fol.2r]; “y haver/
querido forsar una China casada” [E206, 1789, fol.11r]; “recelosa, que su Yerno Fran.co
Quebedo castigase su/ hija de resultas de una Riña”, “mando un hijo/ suyo llamado
Geronimo” [E207, 1789, fol.1v], “sustentar mi familia” [E207, 1789, fol.14r]; “yn bíar
mi primo” (por enviar) [E28, 1796, fol.1r].
Resulta interesante señalar aquí que, en el documento 519 (Causa sobre la fuga de
presos portugueses en la Isla de Maldonado, 1767), la fórmula hacer comparecer a alguien
(“hizo comparezer asupresencia y/ ante mi Elias Nuñez” [fol.3v]) solo carece de
preposición en este caso concreto, incluyéndola en todos los restantes a lo largo del
fragmento [fol.1r; fol.2r, 2 casos; fol.2v, fol.3r; fol.4r, 2 casos; fol.4v, fol.5r, fol.5v, fol.6r,
fol.6v]. Asimismo, “dejo Salir los dos Ladro=/ nes” [fol.6v] y “que delo contrario no dejase
salir ninguno” [fol.7r] conviven con “dejó salir a los dos Ladro/ nes”. Por su parte, en
E385, “hizo Comparezer ântesi un Yndio” [fol.4v] convive con ”hizo comparezer ante si a
un hombre” [fol.1r] e “hizo parezer ante sí, aun In/ dío preso” [fol.3v] y “Y tres
Compañeros delosquelos Soldad[*os]/ mataron uno” [fol.5r] con mataron auno” [fol.10v].

Deber de + infinitivo (probabilidad) por deber + infinitivo (obligación): “Deuia de/
mandar, y mandò” [E53, 1751, fol.3v]; “La referida estancia no deue de ser/ por ningun
modo agregada” [E60, 1751, fol.1r]; “debemos de estar contentos” [E90, 1787, fol.1r],
debe de mirar [fol.1v].
El verbo deber funciona como auxiliar de dos tipos de perífrasis de infinitivo: de
obligación y de suposición o probabilidad. Con el primer sentido, «la norma culta rechaza
hoy el uso de la preposición de ante el infinitivo». La segunda perífrasis va seguida de la
preposición de; no obstante, el DPD señala que «con este sentido, la lengua culta admite
también el uso sin preposición».

Laísmo: “y a dicha niña […] la tapó la boca” [E59, 1750, fol.1v], “la bolviò a tapar la
boca” [fol.2r], “ta/ pandola la boca” [fol.4v]; “pidi/ endola mate” [E206, 1789, fol.1r],
“la dixo” [fol.1r, fol.3r, fol.4r, fol.5v], “y preguntandola sobre ello” [fol.3v], “la dió un
48
Estela González Torres
Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
Guanton” [fol.4r], “la decia la havia de torear” [fol.5r], “la dio/ un guanton” [fol.5v],
“lo q.e más la combeniese” [fol.17r]; “solisitandola para tomar/ la declar.on” [E207,
1789, fol.1r], diciendola, dandola [fol.2r], “la dixo” [fol.3v], “y la empezó à con-/ tar,
que su Yerno la havia querido dar con un Cu-/ chillo […]”, “la dió” [fol.4r], “diciendo/
la, se fuese à su Casa”, “la respondió” [fol.8v], “ponerla miedo” [fol.9r], “la pegó”
[fol.9v].
Tan solo en el caso de la voz que habla en el folio 8v del documento E207 (Sumario
contra Francisco Quevedo) sabemos que se trata de un español, ya que en el folio 8r lo
describen: “uno de los Pobladores Europeos”.

Leísmo: “tratando de palabras/ este con el mulato Lorenzo Maturano que [??]/ [??] en
la dha [??]/ Domingo Castellano llamandole grandisimo/ perro mulato” [E55, 1748,
fol.5v]; “que al exprezado Joseph del/ Castillo, le tenía yo Armado” [E56, 1750, fol.7r];
“y se escondio porque lueg[*o]/ le buscaron” (al declarante) [E59, 1750, fol.3v]; “al
Pasar Solís/ Grande lo rebata la corriente/ y le saco al mar” [E417, 1763, fol.1v]; “trajo
a reconocer el horno de Ladrillo qe VE le encargo/ y le encontró inservible” [E419,
1763, fol.0]; “Que sellama Xptbl Jimenez […] Preg.do Quien le ynduxo abenir arrovar
cavallos” [E385, 1768, fol.2v], “Yque el ótro compañero Juan Mentira [??]/ le mataron
los Soldados” [fol.4r]; “le conchabo El/ prímer Baqueano” [fol.5v], “dotro Indio que se
Resistio le ma/ taron” [fol.7r]; “descubri/ un hombre […] huyo/ sin que dos Soldados
quedespache/ le pudiesen alcanzar” [E386, 1768, fol.1r], “Sabiendo que le patrocina/ va
su Cuñado […] lehi/ ze llamar, y que le bucase”, “letengo en arresto” [fol.1v]; “el
comand.te de lavilla de/ s.n carlos […] le avissò un Paysano […] le cogieron unos
ladrones […] acompañandole/ hasta cerca del Pueblo”, “y le acompañase gente” [E522,
1768, fol.1r], “conserbar, á/ este Hombre en su Prision […] que saviendo le ten[*e]/
mos” [fol.11v]; “su hijo de vm. àqui-/en, à demas de tenerle en mi compañia, le
impondrè en/ este giro de comercio, para dejarle instruhido”, “tendrele como hijo mio”
[E33, 1783, fol.1r]; “le interrogo” [E206, 1789, fol.2r], “le in-/ terrogó”, “teniendo la
orden/ para arrestarlo, le halló un dia â la puerta desu/ Casa […] marchó llamandole con
el Sombre-/ ro para que le siguiese, lo que el declarante hizo/ hasta q.e haviendo salido â
el Campo disparó sin/ esperarle; y en otra ocasion, que le encontró â de [??]/ horas de
noche â Caballo, le detuvo” [fol.9v]; “lo llamó su Ama, para// q.e le acompañase”
[E207, 1789, fol.6v// fol.7r]; “le detuvo el brazo” [fol.7r], “le asegundó con otro”, “sin
que/ le pudiese alcansar otro palo” [fol.7v]; “le amonestó” [E208, 1789, fol.5r], “lo
49
Estela González Torres
Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
amonestaba” [fol.7r], “dho Josphe fran.co […] no le doy por sano” [fol.10r]; “Abia
llegado unombre erido llamado Juan Ibañez […] le pregunte qn le abia/ lastimado”
[E204, 1799, fol.2r], “estando el qe depone en/ dha Pulperia […] derrepente le abra-/ zó
uno”, “y seguidamte sin qe el expo-/nente […] empezó el nominado Cabezas/ a sucudirle
de Garrotazos” [fol.6r], “spre dho Cabezas sacudiendole de palos” [fol.6v], “lle-/ gò a
dha casa un Mozo [...]// y con sus propias manos le curò” [fol.13v// fol.14r], “hi-/ zo
tambièn ademan de atropellar al dho. Mo-/ zo con el Cuchillo, si bien no le ofendió con
èl” [fol.19r], “al enunciado/ Fortete […] se le pusie-/ se de manifiesto el Cuchillo […]
el proprio/ on q.e le acometió” [fol.27r], “su/ S.or Padre: que tambien le viò al mismo/
hombre […] sacar una chucita” [fol.29v], “se viò obligado el Mozo de la/ Pulperìa […]
a e-/ efecto de contenerle” [fol.34v], “le\aco-/ metia con arma prohibida” [fol.54r], “el
re/ ferido Ibañez […] y sigui-/ endole de atras Andres Cabezas con un/ Garrote ó raja de
leña en la mano le al/ canzo y descargandole un furioso golpe en/ la Cabeza le trajo con
el a tierra”, “asta q.e acudiendo el Blandengue flores/ le separo a Cabezas” [fol.59r], “le
acometió con su c[^u]chillo” [fol.78r].
El leísmo de Ramón de Cevallos, autor de E33 (Carta de Ramón Cevallos a su tío),
se explica al saber que dirige su misiva a Santander, región leísta del norte peninsular. No
obstante, no hallamos en los otros documentos prueba alguna de la nacionalidad de sus
autores. Cabe comentar, también, que el primer caso leísta que aparece en el documento
E385 (Documento judicial por robo realizado por los Indios Christov Jimenez, Paravaty y
Barayure), esto es, “Preg.do Quien le ynduxo” [fol.2v] convive en el escrito con “Resp.do
Que quien los ynduxo” [fol.2v]. 
Confusión ser/estar: “pues esta cierto en qe/ no dió merito alguno” [E204, 1799,
fol.6v].

Compuestos sintagmáticos: casa habitacion [E204, 1799, fol.9v], quarto habitacion
[fol.26v], quarto havitacion [fol.34v], casa Pulperia [fol.49r], CasaP[*ul]/ peria
[fol.49v].
RASGOS LÉXICOS

Palabras o fórmulas de uso coloquial: soplon [E54, 1748, fol.1r, fol.6r]; “como
queestava amanzevado/ conella” [E59, 1750, fol.3v]; deay ana/ da [E406, 1761, fol.1r];
Barrigon [E385, 1768, fol.3r]; “enlas cercanías ^delo^ del capataz” [E522, 1768,
50
Estela González Torres
Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
fol.4r]; “y/ el Dionisio le bolvió una Trompada” [E206, 1789, fol.2r]; “que estaba à la
puerta, contiendo-/ los, á agarrarse otra vez con su Yerno”, “se bolbieron á agar/ rar”
[E207, 1789, fol.4v], “estando agarrado con/ dicha su Suegra” [fol.9r]; “a eso de una
hora” [E204, 1799, fol.3r], “riña ni camorra al-/ guna” [fol.34r], “se agarro con el dho.
Buzo” [fol.43v], camorra [fol.59r].
El DRAE (2001) califica de coloquiales las siguientes palabras:
-
soplón: «1. adj. coloq. Dicho de una persona: Que acusa en secreto y
cautelosamente. U. t. c. s.».
-
agarrar: «14. prnl. coloq. reñir (ǁ‖ contender de obra o de palabra)».
-
camorra: «2. f. coloq. riña».
-
trompada: «1. f. coloq. trompazo (ǁ‖ golpe recio). 2. f. coloq. Choque de frente de
una persona con otra. 3. f. coloq. puñetazo».

barrigón, na: «1. adj. coloq. barrigudo».
Indigenismos: Chacara [E54, 1747, fol.0], Chacra [fol.1r, 3 casos; fol.3r, fol.3v;
fol.4r, 2 casos], C[*ha]/caras [fol.1v], Cha/ caras [fol.4r]; chacra [E59, 1750, fol.5r, 2
casos]; Chacra [E60, 1751, fol.1v]; chaca-/ ra [E217, 1761, fol.2r]; Chacara [E207,
1789, fol.1r, fol.1v, fol.3r, fol.3v, fol.4v, fol.6v, fol.7r, fol.10v], Cha/ cara [fol.1r];
Chaca/ ra [E207, 1789, fol.4v]; “avi-/ endo Ydo dechasque â Montevi/ deo” [E417,
1763, fol.1v]; “Lengua Guarany” [E385, 1768, fol.2r]; mate [E206, 1789, fol.1r, fol.2r],
Mate [fol.2r, fol.3r], mate [E207, 1789, fol.6v], mate [E204, 1799, fol.22v]; “y haver/
querido forsar una China casada”, “Como se llama la China” [E206, 1789, fol.11r],
“por no haver Comparezido la china” [fol.11v]; guascasos [E207, 1789, fol.9v]; Tala
[E204, 1799, fol.3r], guasca [fol.4r, fol.26v; fol.14r, 2 casos; fol.36r].
Es a través de estos términos que podemos comprobar la presencia del componente
indígena en el español uruguayo. A continuación, incluimos, tal y como figura en el DRAE
(2001) y con información adicional procedente del DEU (2011) donde sea necesario, las
acepciones de estos vocablos, ordenados alfabéticamente, que nos interesan en función de
su contexto concreto:
Del guaraní
51
Estela González Torres
-
Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
«guaraní. (Del guar. abá guariní, hombre de guerra). 3. m. Lengua hablada hoy en el
Paraguay y en regiones limítrofes, sobre todo en la provincia argentina de
Corrientes».
Del quechua
-
«chacra. (Del quechua ant. chacra, mod. chajra).1. f. Am. Mer. Alquería o granja» y
«chácara. chácara1. 1. f. Am. chacra». El DEU (2011) escribe la etimología de esta
palabra como sigue: «(Del quech. chakra, tierra de labor)».
-
«chasque. (De chasqui). 1. m. Arg., Par. y Ur. chasqui»; «chasqui» (De or.
quechua). 1. m. Am. Mer. En el Imperio incaico, mensajero que transmitía órdenes
y noticias». El DEU (2011) añade la palabra original: «(Del quech. chaski)».
-
«chino3, na. (Del quichua čína, hembra, sirvienta). 2. adj. Arg., Chile, Par., Ur. y
Ven. Dicho de una persona: aindiada. U. t. c. s.». El DEU (2011) prefiere escribir la
palabra etimológico como «china, hembra».
-
«guasca. (Del quechua waskha). 1. f. Am. Mer., P. Rico y R. Dom. Ramal de cuero,
cuerda o soga, que sirve especialmente de rienda o de látigo. 2. f. Col. Hierba de la
familia de las Compuestas que se usa para aromatizar el ajiaco. 3. f. Pan. y Ur.» y
«guascazo. 1. m. Am. Mer., P. Rico y R. Dom. Azote dado con una guasca o cosa
semejante, como un látigo o una vara flexible». El DEU (2011) añade que el
quechua washka significa 'soga'. Corominas (1954), que señala su empleo en
Argentina, Chile, Perú y Colombia, amplia la definición de la voz quechua a:
«'soga, lazo, cable, cuerda utilizada para liar»; se registra por vez primera en 1599,
en la obra del peruano Vargas Machuca». Y en Uruguay en la obra Poetas
Gauchescos de Bartolomé Hidalgo de 1815, fecha posterior a la de aparición en
nuestro corpus (1799).
-
«guascazo. 1. m. Am. Mer., P. Rico y R. Dom. Azote dado con una guasca o cosa
semejante, como un látigo o una vara flexible» (DRAE 2001) y «guascazo. (Der. de
guasca). m. esp. Latigazo. ♦ sogazo. // 2. m. esp. Golpe» (DEU 2011). Corominas
también define guascazo como 'latigazo' en Chile y Argentina —pero no en
Uruguay—.
-
«mate3. (Del quechua mati, calabacita). 1. m. Infusión de yerba mate que por lo
común se toma sola y ocasionalmente acompañada con yerbas medicinales o
aromáticas. Mate de poleo. 3. m. Arg., Bol., Chile y Ur. Recipiente donde se toma la
infusión de yerba mate, hecho de una calabaza pequeña o de otra materia» (es
artículo enmendado). Este origen etimológico coincide con el apuntado por
52
Estela González Torres
Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
Corominas, quien lo documenta por primera vez en 1570, en la obra de Lope de
Atienza —con referencia al norte peruano— (nótese que Corominas localiza el uso
de mate en el Río de la Plata, Chile, Perú, Ecuador y Paraguay).
-
«tala3. (Del quichua tára).1. m. Arg. y Ur. Árbol de la familia de las Ulmáceas, de
madera blanca y fuerte cuya raíz sirve para teñir, y cuyas hojas, en infusión, tienen
propiedades medicinales». Corominas no considera que se trata de una etimología
de origen quechua: «'palo pequeño y puntiagudo con que juegan los muchachos
poniéndolo en el suelo y haciéndolo saltar a golpes con un palo mayor', origen
incierto, quizá tomado del port. tala, que además de esto designa las tablillas de
entablillar un miembro enfermo, y otras piezas de madera; este es de origen incierto,
probablemente de LATA por metátesis. 1.ª doc.: Aut.».

Latinismos e influencia latina: yncontinenti [E24, 1730, fol.2r], Yncontinenti [fol.2v],
Parrochia [fol.3r]; En conttínente [E38, 1739, fol.1r]; Yncontinenti [E58, 1747, fol.2r];
Incontiniente [E56, 1750, fol.1v], Incontin.te [fol.3v], Incontinenti [fol.4r, fol.4v],
Yncontintenti [fol.5v], Yncontinenti [fol.6r]; Incontinenti [E59, 1750, fol.5v],
Incontinente [fol.6r]; Incontinenti [E53, 1751, fol.2r, fol.4r]; Canonica Monitiones/
pure premisa [E37, 1763, fol.2r], Deus laudem meam/ netaccieris [fol.3r]; ut supra
[E519, 1767, fol.1r]; yncontinente [E31, 1787, fol.1r]; ut supra [E205, 1788, fol.4v], ut
retro [fol.5v]; mensura [E44, 1789, fol.33r, 2 casos]; incontinenti [E206, 1789, fol.7r,
fol.8r]; ut supra [E204, 1799, fol.7v, fol.13r, fol.59v, fol.63r, fol.76v], Incontinenti
[fol.9r, fol.40r, fol.51r, fol.56r, fol.57v, fol.65v, fol.67v], incontinenti [fol.26v], ut
antea [fol.28v], incontinen/ ti [fol.43v], yncontinenti [fol.79r], ], “sabe mui bi-/ en el
quid” [fol.80r], Yncontinenti [fol.80v], “en poder del Home” [fol.82r];
Hemos considerado apropiado añadir aquí un subapartado que contemple las formas
latinizantes que presentan una consonante de más:
-
Adición de consonante en grafías latinizantes: subzecion (por sucesión) [E53,
1751, fol.1r]; Psalmo (por influencia del latín psalmus) [E37, 1763, fol.3r];
Prompta [E519, 1767, fol.1r]; prompta [E385, 1768, fol.8r]; assumpto [E522,
1768, fol.5r]; subscribio [E35, 1787, fol.1r]; asumpto (por influencia del latín
assumptus) [E88, 1787, fol.1r]; subcesivo [E89, 1787, fol.1v]; asumptos, asumpto,
sub/ zesibo [E205, 1788, fol.3v], Escriptura [fol.5r], subsesivo [fol.5v]; promp-/
títud [E16, 1789, fol.1v]; asumpto [E206, 1789, fol.18r]; asumptos [E207, 1789,
53
Estela González Torres
Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
fol.1r]; subcesores [E7, 1799, fol.1r]; subcesivamte [E204, 1799, fol.8r, fol.10r],
asumpto [fol.10r], subcesivam.te [fol.14r, fol.16v], subcesi-/ vam.te [fol.19r],
subcesos [fol.47v, 2 casos; fol.50r, fol.52v], obcurrido, subminis-/ tro [fol.47v],
subceso [fol.49r], substancialm.te [fol.77v], subscrive [fol.83r].

Galicismos: Comboy [E540, 1770, fol.1r, 2 casos; fol.1v].

Influencia del portugués y lusismos: “que iba allegar elPasso/ o maciega en que lo
tenía atado” [E59, 1750, fol.1v, 2 casos; fol.4r, fol.4v]; Adreia (por Andrea) [E206,
1789, fol.18v].
Maciega es uruguayismo y no figura en el DRAE (2001): «maciega. (Del port.
macega, hierba dañina). f. Matorral de paja de diversas especies de porte mediano» (DEU
2011).

Catalanismos: fresada [E218, 1741, fol.1v, fol.2v; E207, 1789, fol.9r, fol.10r]. Se trata
de una variante de frazada (del catalán flassada).

Americanismos:
TÉRMINO
DEFINICIÓN
OCURRENCIAS
aguatero
«aguatero, ra. 1. m. y f. Am. Aguatero [E204, 1799, fol.25v]
aguador» (DRAE 2001)
cuadra
«cuadra. (Del lat. tardío quadra, un “cosa de dos quadras” [E59,
cuadrado). 10. f. Am. Medida de 1750, fol.1v]
longitud, variable según los países, y
comprendida más o menos entre los
100 y 150 m» (DRAE 2001)
conchabar
conchabo
«conchabar.(Del lat. conclavāre). 3.
tr. Am. Mer. Contratar a alguien para
un servicio de orden inferior,
generalmente doméstico. U. t. c.
prnl.» (DRAE 2001)
«conchabar(se). tr. esp. Contratar a
alguien para un trabajo generalmente
zafral. // 2. prnl. esp. Obtener un
empleo, generalmente zafral»
[«zafral. (Der. de zafra). adj.
Referido a un empleo, oficio o labor:
que se realiza en ciertas épocas del
año] (DEU 2011)
“sin/ emplearse en algun trabajo,
sino quando se conchababa”
[E206, 1789, fol.10r], “lo ha
tenido conchabado de Peon”, “lo
ha tenido de/ Peon conchabado”
[fol.11r]; “Que quien los ynduxo
y Conchavo” [E385, 1768,
fol.2v]; “le conchavo El/ prímer
Baqueano” [fol.5v], “peon
conchavado” [fol.9v]; “Relazion
de los Negros que se han
Conchavado” [E402, 1768,
fol.3r]; “delos peo/ nes qe
seallauan conchauados” [E406,
1761, fol.1r]
«conchabo. (De conchabar). 1. m. “Peon deConcha/ vo” (por
54
Estela González Torres
Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
Am. Mer. Contrato de servicio
doméstico» (DRAE 2001). Pero
preferimos la definición del DEU:
«conchabo. (Der. de conchabar). m.
esp. Contrato de trabajo provisorio»
chiquita
cimarrón
feriado
fierro
fregar
media
overo
parado
pronto/a
conchabo)
[E204,
1799,
fol.33v]; En Dinero Existente/
que aproducido el conchavo de
algunos/ Negros” [E402, 1768,
fol.2r], “yloque mensual/ mente
handexado del conchavo desde
Mayo” [E402, 1768, fol.3r]
Las acepciones que recogen el “lo ha hecho con Respe-/ to, y
DRAE no se corresponden con el miedo desde chiquita” [E206,
contexto hallado y el DEU no recoge 1789, fol.8v]
la palabra. En América se prefiere
chiquito/a al peninsular chiquitito/a
con el sentido de 'pequeñito/a'.
«cimarrón, na. (De cima). 3. adj.
“perros cimar-/ rones” [E44,
Am. Dicho de un animal: Salvaje, no 1789, fol.29r], “el ganado
domesticado» (DRAE 2001)
Cimarron” [fol.30r]; “el ganado/
cimarron”, “cobraria del ganado
manso, y ahora no cobra del
cimar-/ ron” [fol.34r]
Aunque el DRAE (2001) no lo “dias feriados” [E24, 1730,
especifica, la expresión feriado es fol.1r]; “dias feriados” [E207,
más común en Hispanoamérica, 1789, fol.1r]
prefiriéndose festivo en España.
«fierro. (art. enmendado) 1. m. Am. fierro [E402, 1768, fol.5r, 3
hierro (ǁ‖ con que se marca el casos]
ganado).» (DRAE 2001)
«fregar. (Del lat. fricāre, frotar, “si no fueran mis/ Calzones; me
restregar). 3. tr. coloq. Am. Fastidiar, huvieras fregado” [E204, 1799,
molestar, jorobar. U. t. c. prnl.» fol.25v]
(DRAE 2001)
«media2. (De media [calza]). 2. f. Medias [E402, 1768, fol.3v,
Am. calcetín» (DRAE 2001)
fol.4r]
«overo, ra. (Del b. lat. *fulvus “usa pellón obero te/ xido” (por
varius, amarillento de varios colores; obero) [E385, 1768, fol.3r]
cf. port. fouveiro). 1. adj. Dicho de
un animal, especialmente de un
caballo: De color parecido al del
melocotón. U. t. c. s.» (DRAE 2001)
«parado, da. (Del part. de parar). 3. “se apeó, man-/ teniendose
adj. Am. Derecho o en pie» (DRAE parado un buen rato” [E206,
2001)
1789, fol.2r]
El DPD (2005) explica que pronto “estoy pronto a justificar” [E54,
(del latín promptus), con el 1748, fol.1v]; “Junto quanta
significado de «dispuesto, aparejado Jente hallo mas/ prompta”
para la ejecución de algo» (artículo [E385, 1768, fol.8r]; pronto
enmendado del DRAE 2001) suele ir [E35, 1787, fol.1r]; “el azeyte, qe
acompañado de un complemento a ya estaba pronto” [E204, 1799,
través de la preposiciones a y para, fol.17r], “el/ aceite q.e ya estaba
en menor medida. Este uso recuerda pronto” [fol.25r]; “la adm.on
sobremanera a la fórmula italiana pronta de Jus-/ ticia” [fol.61r].
55
Estela González Torres
pulpería
pulpero
Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
essere pronto/ a + infinitivo: Sono
pronto a tutto (‘Estoy listo para
todo’). El DPD no especifica
limitación
geográfica
alguna,
simplemente señala que se emplea
más frecuentemente como adverbio
(‘en breve’, ‘temprano’). Sin
embargo, sabemos que esta forma es
más común en el español americano,
particularmente en el rioplatense,
probablemente debido a la influencia
de la inmigración italiana desde
finales del siglo XIX hasta pasada la
mitad del XX. Este ejemplo
concreto, fechado en 1870, bien
podría corroborar esta información.
«pulpería. (De pulpo). 1. f. Am.
Tienda donde se venden artículos de
uso
cotidiano,
principalmente
comestibles» (DRAE 2001)
Pulperia [E56, 1750, fol.0,
fol.3r, fol.4r, fol.5r, fol.6r,
fol.6v, fol.7r], “empulpería”
[fol.1r], pulperia [fol.1r, fol.5v,
fol.7r], enpulperia [fol.3r, 2
casos], [*pul]/ peria [fol.4v];
pulperia [E204, 1799, fol.2r,
fol.30r, fol.38v, fol.78r, 2 casos],
Pulperia [fol.5r, 2 casos; fol.6r,
4 casos; fol.8r, 2 casos; fol.16r,
fol.18v, fol.19v, fol.20r, fol.22r;
fol.22v, 3 casos; fol.25r; fol.25v,
3 casos; fol.27r, 2 casos; fol.27v,
2 casos; fol.28r, fol.30r, fol.33v;
fol.47v, 3 casos; fol.54v, 2 casos;
fol.57v], pulperìa [fol.11r, 2
casos], Pulperìa [fol.15r, 2
casos; fol.15v, 4 casos; fol.16r;
fol.16v, 2 casos; fol.17r, 2 casos;
fol.17v; fol.18r, 3 casos; fol.19r,
3 casos; fol.22r; fol.24v, 2 casos;
fol.25r, fol.29r, fol.29v; fol.34r,
2 casos; fol.34v, fol.45v], Pulpe/ rìa [fol.17v], Pul-/ perìa
[fol.17v, fol.35r], pulper/ ria
[fol.39r],
“casa
Pulperia”
[fol.49r], CasaP[*ul]/ peria
[fol.49v], Pulpería [fol.58v;
fol.59r, 2 casos], pulpería
[fol.58v]
«pulpero2, ra. 2. m. Am. Propietario Pulpero [E204, 1799, fol.25r, 2
o dependiente de una pulpería» casos; fol.27r, fol.50r, fol.58v;
(DRAE 2001)
fol.59r, 2 casos; fol.59v], Pulpe/
ro [fol.63r]; Pulpero [E522,
56
Estela González Torres
Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
1768, fol.2r]
rumbear
«rumbear . (De rumbo ). 1. intr. Am. ).“en rumbear ni amojonar
Orientarse, tomar el rumbo. 2. intr. tierras” [E54, 1747, fol.1v], “yo
Am. Encaminarse, dirigirse hacia un me segui del principal [*mo]/ jon
lugar» (DRAE 2001)
a les nordeste fondo como
esta[??]/ Rumbeado por legitimo
medidor” [fol.3v]
sacar (por «sacar. (Quizá del gót. sakan,
“y q.e el cuchil-/ lo [...] no/ sabe
quitar)
pleitear). 1. tr. Poner algo fuera del
donde fuè à parar […] despues
lugar donde estaba encerrado o
de
haverselo/
sacado
al
contenido. 2. tr. Quitar, apartar a
Santiagueño” (sacar por quitar)
alguien o algo del sitio o condición
[E204, 1799, fol.23v]; “lo
en que se halla. Sacar al niño de la
amonestaba, q.e/ soltase el Lazo,
escuela. Sacar de un apuro» (DRAE lo executó, y se sacó el lazo del//
2001)
pie” (sacarse por quitarse)
[E208, 1789, fol.7r// fol.7v]
vereda
«vereda. (Del b. lat. vereda, camino, vereda [E19, 1793, fol.1r, 1v],
vía). 6. f. Am. Mer. Acera de una
veredas [fol.1v]
calle o plaza» (DRAE 2001)
1
1
Tabla 4: Americanismos recogidos en nuestro corpus del XVIII.

Uruguayismos y argentinismos: A continuación incluimos una lista con los
uruguayismos y argentinismos detectados en el corpus, además de los ya expuestos
como indigenismos (chasque, chino/a, guasca, guascazo, mate y tala) y el lusismo
maciega.
TÉRMINO
DEFINICIÓN
OCURRENCIAS
acollarado
«acollarar. 5. tr. rur. Arg., Bol., Chile y
Ur. Unir dos cosas o personas» (DRAE
2001); «acollarar(se). 3. tr. rur. Unir o
aproximar mediante ataduras o collares
dos animales o cosas que cumplen una
misma función» (DEU 2011)
«blandengue. 3. m. Ur. Soldado de
caballería de la Guardia presidencial y de
la Corte de justicia de la República
Oriental del Uruguay» (DRAE 2001).
«blandengue1. (Der. de blandear y este
de blandir). m. pl. En el período colonial
de la Banda Oriental: regimiento militar
de criollos denominado Cuerpo de
Blandengues de la Frontera de
Montevideo, en el cual revistó José
Artigas. // 2. m. Integrante del Cuerpo de
Blandengues de la Frontera de
Montevideo. // 6. m. pl. En el período
colonial del Río de la Plata: primer
cuerpo militar de criollos denominados
“dos de los Ladrones que
estaban acollarados” [E519,
1767, fol.5v]
blandengue
57
Blandengue [E204, 1799,
fol.6r; fol.7v, 2 casos;
fol.11r, 2 casos; fol.49v,
fol.59r, fol.60v, fol.76r],
Blandengues
[fol.11r],
Blande [fol.12r].
Estela González Torres
Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
Compañía de Blandengues, destinado a
proteger las fronteras del territorio
bonaerense. // 7. m. En el período
colonial del Río de la Plata: integrante
de la Compañía de Blandengues» (DEU
2011)
calentón
«calentón, -a. adj. / m. y f. esp. Referido calentones de la cabeza
a una persona: irascible, propensa al [E204,
1799,
fol.18r,
enojo» (DEU 2011)
fol.19v, fol.27r], calen-/
tones de la cabeza [fol.19v],
“estaba calenton con/ la
bebida” [fol.23v].
chifle
«chifle. // 3. m. rur. p. us. Recipiente de “unos Chifles de vino”
asta de vacuno, cerrado por el extremo [E207, 1789, fol.2v], Chi-/
más ancho y con tapa en la punta, que se fle [fol.9r].
utiliza como cantimplora para el
aguardiente» (DEU 2011)
chuza
«chuza. (var. de chuzo). f. Lanza rústica» chucita (de chuza) [E204,
(DEU 2011)
1799, fol.23v, fol.26r], Chu/
za [fol.26v], Chuza [fol.27v,
2 casos; fol.28r; fol.29v, 2
casos; fol.35v, 3 casos], chu/ za [fol.27v], chuza
[fol.27v, fol.28v, fol.44r,
fol.49v, fol.54v, fol.81v]
cojinillo
«cojinillo. 1. m. Arg., Bol. y Ur. Manta
pequeña de lana o vellón, que se coloca
sobre el lomillo del recado de montar» y
«cojinillo. (Der. de cojín). m. Cuero
ovino, sobado, que se coloca sobre el
recado para dar blandura al asiento del
jinete» (DEU 2011)
«fundillo. (Var. de fondillo). m. En
pantalones y ropa interior: parte trasera
que cubre las nalgas. ¶ Uso: Se emplea
más en plural» (DEU 2011)
fundillos
gaucho
“y traxo sucojinillo, y lo
ten/ dio sobre un banco”
[E59, 1750, fol.1v]
“los fundillos de los
calzones” [E204, 1799,
fol.17v, fol.25v, fol.30r]
«gaucho, -a. (De etim. contr.) m. Mestizo “unhonbre Gaucho” [E209,
rioplatense y del estado brasilero de Río 1790, fol.1r]
Grande del Sur de hábitos nómades, que
en los siglos XVIII y XIX trabajó a
destajo en la explotación del ganado
vacuno e integró las fuerzas vivas de
emancipación de los imperios español y
lusitano. // 3. m. urb. esp. Habitante del
campo. // 4. m. y f. Persona diestra para
cabalgar y realizar las faenas rurales»
58
Estela González Torres
Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
(DEU 2011)
minuanes
Su singular, minuán/a, no figura en el “Indios Minuanes” [E53,
DRAE (2001), pero sí en el DEU: 1751, fol.0, fol.1r]; “Indios
«(Etim. en inv.) m. pl. Parcialidad Minua-/ nes” [E44, 1789,
indígena nómade que ocupó parte del fol.33r]
territorio uruguayo y el sur del actual
estado brasileño de Rió Grande del Sur. //
2. m. y f. Persona que pertenecía a la
parcialidad minuana. // 3. adj. / m. y f.
Perteneciente o relativo a los minuanes.
♦♦ guenoa.» y «guenoa. (Etim. en inv.).
m. p. us. minuán, -a.». No confundir con
«minuano, na. 1. adj. Natural de Minas.
U. t. c. s. 2. adj. Perteneciente o relativo a
esta ciudad, capital del departamento de
Lavalleja, en el Uruguay» (DRAE 2001)
petiso
«petiso, sa. (Del port. petito, caballo de
poca alzada). 1. adj. Arg., Bol., Chile,
Par., Perú y Ur. Dicho de una persona:
Pequeña, baja, de poca altura. U. t. c. s. 2.
m. Arg., Bol., Chile, Par. y Ur. Caballo
de poca alzada» (DRAE 2001). «petiso, a. (Etim. en inv.) 2. m. y f. esp. Persona
de baja estatura. Tb. petizo» y «petizo, a. (Var. de petiso). adj. petiso, -a» (DEU
2011).
“Es Portugue[*s]/ denazion
Petizo, Barrigon, Color blan/
co”
(por
petiso,
del
portugués petito, caballo de
poca alzada) [E385, 1768,
fol.3r]
sonsera
«sonsera.1. f. Arg., Bol. y Cuba.
zoncera». No figura en el DEU (2011),
pero sí «zoncera. (Der. de zonzo). f. esp.
gilada (1). // 3. f. esp. pavada (1)»; al
igual que en el DRAE «zoncera. (De
zonzo). 1. f. Am. tontera (ǁ‖ tontería)»
«recado. (De recadar, y este del lat.
*recapitāre, recoger). 9. m. Arg., Bol. y
Ur. Apero de montar» (DRAE 2001).
«recado. m. apero. // 3. m. Silla de
montar con armazón recubierta de suela,
dos bastos, dos arzones y acionera»
(DEU 2011)
“yo con mi sonsera” [E205,
1788, fol.3r]
recado
59
recado [E204, 1799, fol.4r,
fol.10r], recad [*o] [fol.8v]
Estela González Torres
Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
toldería
«toldería. 3. f. Conjunto de toldos de una “una/ tolderia de Yndios”
población indígena // 4. f. En el Río de la [E522, 1768, fol.2r]
Plata: población de indígenas que vivía
en toldos» (DEU 2011)
voltear
«voltear. 5. tr. Arg., Bol., Chile y Ur. “lo bolteo à tierra” [fol.78r]
derribar (ǁ‖ tirar contra la tierra)» (DRAE
2001)
yerba
«yerba. (Del lat. hĕrba). 1. f. hierba. 2. f. “En quantto al repuesto/ de
Arg. y Ur. yerba mate (ǁ‖ hoja)»; «~ mate. vizcocho, y Yerva” [E588,
1. f. Arg. té de los jesuitas (ǁ‖ árbol). 2. f. 1774, fol.1r]
Arg. Hoja de esta planta, seca y molida,
con la que se prepara el mate» (DRAE
2001). «yerba. f. Producto de las hojas de
yerba mate tostadas y molidas, que se
emplea para tomar mate» (DEU 2011)
Tabla 5: Uruguayismos y argentinismos presentes en nuestro corpus del XVIII.
Creemos también haber localizado otro uruguayismo que no figura en el DEU (ni en
el DRAE), por estar, seguramente, en desuso hoy. Se trata de la palabra zumaca, con el
sentido de 'embarcación': “una Zumaca Portugue/ sa por los Contrarios vientos huvo de dar/
fondo en este puerto” [E528, 1769, fol.1r]; “ha entrado en es=/ te Puerto una Zumaca
Portuguesa” [E529, 1769, fol.1r]. Nuestra teoría se basa en el siguiente hallazgo: “fondeó la
lancha de la zumaca “Batalha” que juntamente con la zumaca “Cobra” fueron tomadas por
insurgentes (...) andando la zumaca “Batalha”, bordejeando, vió venir hacia ella una
embarcación (...) y se fueron a tierra dejando la zumaca sola (...) y viendo que no la
alcanzaban fueron a bordo de la zumaca (...)» (Beraza, 1948: 164).

Tabúes: “la agarró en brazos” [E216, 1773, fol.3r]; “se agarraron del Cabello” [E206,
1789, fol.1r, fol.2r], “la/ agarro de los Cabellos” [fol.4r], “y la agarró del pelo”
[fol.5v], “la agarró” [fol.11r]; “le agarró de los Ca-/ bellos” [E207, 1789, fol.2r], “la
agarró/ del pecho” [fol.3r],“y ella lo agarró del Cabello” [E207, 1789, fol.2v]; “la
agarró del pecho” [E207, 1789, fol.9r]; “y agarran/ do el Vaso”, “agarrando el vaso”
[E208, 1789, fol.3v], “lo agarró” [fol.7r]; agarrar [E204, 1799, fol.25v], agarrarla
[fol.26r], agarro[*o] [fol.27v], agarró [fol.30r, fol.47v]. Incluimos aquí agarrar, ya
que en América se evita emplear coger por estar considerada palabra tabú.

Otros:
 Hemos hallado muchos ejemplos de lenguaraz, con el sentido de 'intérprete', en el
documento E385 (Documento judicial por robo realizado por los Indios Christov
60
Estela González Torres
Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
Jimenez, Paravaty y Barayure; 1768): “y haviendo sido Interrogados, por medio del/
Lenguaras”, “hizo comparezer ante si a un hombre te/ nido por Lenguaras” [fol.1r],
“hizo parezer ante sí, aun In/ dío preso, y abista del Lenguaras Anto/ nio
Villanueba”, “Yrrenobando el Juramento al/ Lenguaras” [fol.3v], “por no saver
firmar/ hizo una Senal de Cruz prezentte Sulenguaras”, “hizo Comparezer ântesi un
Yndio, y prezentto El Lenguaras ya Cittado” [fol.4v], “ypor no Sa/ ver firmar/ hizo
una Señal de Cruz prezento Sulenguaras” [fol.5v]. Definido por el DRAE como «2.
adj. desus. Que domina dos o más lenguas. Era u. t. c. s.», es un sinónimo general
de intérprete (trujimán, lenguarán, lengua) en la época, incluso en el XVI.
Asimismo, interesa aquí el uso antiguo del adjetivo superlativo caríssima (del latín
carus y semejante a su equivalente italiano carissima) con el significado de queridísima:
“Caríssíma es esposamía” [E87, 1787, fol.1r]. Al consultar el CORDE, no encontramos
ejemplos de carissima, carisima, caríssima, carísima, carissimo, carisimo, caríssimo y
carísimo durante el siglo XVIII en Argentina y Uruguay.
Por último, hemos detectado un caso de constituir con el sentido de 'concurrir',
acepción no recogida en el DRAE: “haviendome yo el actuario/ constiuido a las Rea.s
Carc.s” [E204, 1799, fol.40r].
7. FENÓMENOS DETECTADOS EN EL SIGLO XIX
RASGOS FONOLÓGICOS
1. SESEO
Nuestro corpus es claramente seseante, sobresaliendo continuamente confusiones de <s>
por <c/z> y ultracorrecciones bajo la forma de equivocaciones de <c/z> por <s>. Este dato
nos permite afirmar que, siguiendo la estela dieciochesca, el español uruguayo del siglo
XIX era también seseante. A continuación incluimos varios ejemplos de seseo detectados
en nuestro corpus documental:
El corpus comprende una serie de documentos oficiales relacionados con María
Clara Zabala de Vidal, redactados a principios de siglo, en los que se detectan algunos
casos de seseo que resultan determinantes para considerar la amplitud de este fenómeno
61
Estela González Torres
Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
entre todos los estratos de la sociedad uruguaya. Existen, pues, confusiones de <s> y <c/z>
(escases [E179, 1808, fol.1r]; Benavidez [E173, 1812, fol.1r]) y ultracorrecciones por
medio de confusiones de <c/z> por <s> (Eucebio, invacion, concecuencias, ocacionarles
[E175, 1809, fol.1r]; concecuencia, ocacion [E176, 1809, fol.1r]; Comicionados [E173,
1812, fol.1r]; espocicion —donde también se da un debilitamiento del grupo culto /ks/
mediante la confusión de las grafías <x> y <s>— [E174, 1812, fol.1r]; Eucebio [E177,
1814, fol.1r]).
El documento E203 (Informe a propósito del naufragio del Navío Salvador, 1812)
es un texto oficial, plagado de tecnicismos marítimos —gavias, trinquete, juanete, etc.—,
grafías etimológicas —del tipo obscurecer y derivados— y con escasos fenómenos aquí
relevantes. Así, su autor, el piloto de la embarcación, se desvela como un hombre culto con
cierta pericia en la escritura. Sin embargo, se localizan algunos casos de seseo que permiten
confirmar que, efectivamente, se trata de una realidad ampliamente extendida entre toda la
población uruguaya: confusiones de <s> por <c/z> (cerrason [fol.2v] en tan solo una
ocasión, frente a dos ocurrencias de cerrazon [fol.2v]; abonansó [fol.2v] -que convive con
bonancible [fol.2r]-; acahesimiento
[fol.3r]; “cada ves mas”, cañonasos [fol.4r];
abonansar [fol.4v]) y ultracorrecciones por confusión de <c/z> por <s> (Refrezcó -seguido
de refrescando una líneas después- [fol.2v]).
En 1841, Rafael Quiñones le escribe tres cartas a Juan María Pérez, hoy aquí
recogidas, llamándole señor, amigo y paisano y hablándole de usted. Estas epístolas son: el
documento E62, en el que intercede por la liberación del hijo de un amigo; el E63, donde le
comunica cuestiones relacionadas con el comercio rural y el E64, redactado con el fin de
informarle sobre remisión de ganado. E63 y E64 son muy ricos en fenómenos reveladores
de oralidad, presentando ambos rasgos seseantes bajo la forma de confusiones de <s> por
<c/z> y viceversa, entendiendo estas últimas como ultracorrecciones: “hayudaron/ àser la
tropa”, capatas [E63, 1841, fol.1r, 2 casos], capasion, durasno, aser (por hacer), desirle
[fol.1r]; apresiado, sien^total^tos, “dos siento desinuebe”, sito, sinco, condusion, resibido,
dose, onsa, m[*a]rcasion, desírle, gimenes, Florensio, encarnasion, honse, cudusiendo,
tibursio [E64, 1841, fol.1r], peres [fol.1r, 2 casos]; hezo, amanzar [E63, 1841, fol.1r]. Cabe
mencionar también cómo las dos ocurrencias del apellido peres conviven en el documento
E64 con una de Perez [fol.1r].
62
Estela González Torres
Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
El documento E70, un anónimo injurioso al general Máximo Santos —XIII
Presidente Constitucional de Uruguay de 1882 a 1886— fechado en 1870, es uno de los
más reveladores del corpus. Está escrito por el amante de su mujer, un hablante claramente
semiculto que, además de dirigirle todo tipo de insultos, le soborna. Es un texto
ampliamente seseante, destacando confusiones de <s> por <c/z> (parese, asiendo, ase, asia
[fol.1r], beses [fol.1r, 2 casos], sitas, desirte, pedaso, birgensita [fol.1v], contestasion,
sientos, asìa [fol.2r]) y asimilaciones (tresientos [E70, 1870, fol.1v, 3 casos; fol.2r, 2
casos]).
E215 (Informe y pedido de la Junta Económica Administrativa de Cerro Largo al
Gobierno de Montevideo, 1872) es un documento altamente oficial en el que solo se
detectan algunos fenómenos, en su mayoría seseantes: confusiones de <s> por <c/z> (sanjó
[fol.1v], autorisar [fol.6r]) y ultracorrecciones de <c/z> por <s> (pretencion [fol.2r] —se
entiende que por contagio de sustantivos acabados en –ción que le acompañan en el
fragmento, tales como reparticion [fol.2r] o contribucion [fol.4r]—, Velazco [fol.6r]).
En el documento E125 (Carta de Lucas Requena García a su primo Joaquín
Requena, 1880), escrito por un hablante culto y en tono bastante formal y oficial, a pesar de
tratarse de correspondida familiar, encontramos varios ejemplos de seseo en sus distintas
formas:
confusiones
de
<s>
por
<c/z>
(remplasen
[fol.1r],
hasme
[fol.1r]),
ultracorrecciones bajo la forma de confusiones de <c/z> por <s> (quizo, hize [fol.1r], voz
—por vos— [fol.1r, 2 casos], voz [fol.1v], voz [fol.2r, 2 cosas]). Aunque estos ejemplos son
puntuales, ya que la mayoría de formas que contienen estas grafías están escritas
correctamente (merecedor, oficina, Comision, tomaras [fol.1r]), nos sirven para respaldar
fuertemente nuestra teoría sobre la amplia extensión del seseo en el Uruguay
decimonónico.
El pintor naturalista uruguayo Juan Manuel Blanes se cartea, desde Florencia, con
su hermano Mauricio, quien residía en Montevideo, en dos ocasiones durante el año 1880
(documentos E129 y E130). Blanes era un académico culto y sofisticado, entre cuyas líneas
solo detectamos un ejemplo de seseo: “tengo una toz incómoda” [E129, fol.1v], que nos
descubre a un hablante seseante con una ortografía envidiable.
Nuestro corpus es sumamente rico, destacando, también, un documento de carácter
jurídico, más concretamente, un sumario (contra Manuel Joaquín Pereira: E210, 1883)
donde detectamos muestras de seseo: confusiones de <s> por <c/z> (aparescan [fol.2r]; fa 63
Estela González Torres
Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
/ llesido [fol.3]; cabesa [fol.4r], isquierda [fol.4r, 2 casos]; aser silensio, serado
encerrado —, yse
—por hice —, condusi
—por
—por *conducí— [fol.12r]; restablesca
[fol.16r]; Esperansa [fol.18r]; jusjamos –por juzgamos- [fol.19r]), ultracorrecciones bajo la
forma de confusiones de <c/z> por <s> (Bacilio [fol.3r, 2 casos], que convive con Basilio
[fol.1r]; dispocicion [fol.16r]; precente [fol.19r, 2 casos]). Llaman especialmente la
atención los casos localizados en el folio 4r, debido a que se hallan dentro de una carta
escrita por el médico que atendió a la víctima. Por su profesión, se le presume un nivel
sociocultural alto. Sin embargo, su escrito está repleto de fenómenos sumamente
interesantes. También el folio 12r está redactado por una persona con pocas habilidades
para la escritura. Se trata del capitán de otro barco que presenció parte del incidente y lo
describe con numerosos fenómenos aquí objeto de estudio.
La carta de Isabelino Andai a Máximo Santos solicitando licencia (E286, 1885,
fol.1r) presenta dos confusiones de <s> por <c/z>, dato que, teniendo en cuenta la brevedad
del fragmento, resulta altamente significativo: solisitarme lisencia. Joaquín Requena
escribe tres cartas a su hijo (E126, E127 y E128) en 1887 y estas se caracterizan por su
estilo culto, ordenado, claro y puro. Apenas esconden rasgos que reflejen la oralidad, por lo
que todos y cada uno de estos resultan esencial para nuestro estudio. De esta manera, el
único caso de seseo hallado, consebi [E126, 1887, fol.1r], nos muestra, una vez más, que, a
pesar de convivir con grafías distinguidoras, la amplitud de este fenómeno entre todos los
estratos de la sociedad uruguaya del siglo XIX.
Por último, también hemos registrado algunos ejemplos de seseo en posición
interior o final de los grupos -sc- o -cc-: asendia [E78, 1821, fol.1r]; cudusion [E64, 1841,
fol.1r]; tresientos [E70, 1870, fol.1v; fol.2r, 2 casos]. Esta confusión se podía manifestar
oralmente en una aspiración de la -s implosiva
o en una simplificación asimilatoria
(asendía, tresientos, condusión), rasgo que estudiaremos más en detalle al principio del
apartado dedicado a los distintos fenómenos consonánticos presentes en nuestro corpus
documental.
Como ya adelantábamos en la centuria anterior, en palabras de Elizaincín (2012),
defendíamos, salvando las distancias entre ambas metrópolis, la existencia de cierta
analogía entre el comportamiento y evolución del seseo bonaerense y montevideano. En su
estudio de lingüística histórica basado en dos epístolas, Elizaincín y Groppi documentan
«un inequívoco seseo generalizado» (1992: 279) y remiten de nuevo al país vecino,
64
Estela González Torres
Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
señalando que, para Fontanella, ya «en el siglo XVIII el seseo está absolutamente
generalizado y aun los peninsulares procedentes de regiones no confundidoras presentan
algunas grafías sesantes, como consecuencia de su contacto con el habla rioplatense»
(1987: 91).
Rizos (2000) no estudia este fenómeno, mientras que Canale (2004) sí, sugiriendo
también la continuidad del seseo durante el XIX: «vale destacar que el seseo se constata en
piezas léxicas con diferentes funciones gramaticales y sintácticas y en diferentes contextos
fónicos, por lo que la corroboración de la generalización del fenómeno no se da solamente
por la continuidad histórica, sino además por la variedad de contextos y frecuencia de
variedad» (2004: 24). Este autor registra 49 ocurrencias para el tipo de confusión gráfica
<s> por <c/z> y 22 casos a la inversa, esto es, <c/z> por <s> en 20 de los 32 documentos
que examina. Respecto a la convivencia de “grafías cultas” y “grafías seseantes”, Canale
expone que «esta peculariedad podría justificarse no solo en el hecho de que el seseo es uno
de los fenómenos más paradigmáticos de esta variedad de español, sino además porque es
uno de los menos estigmatizados, y en consecuencia la “fuerza correctora” es menor que en
otros fenómenos (...)» (2004: 38).
2. YEÍSMO
Si bien el siglo XVIII uruguayo no presentaba ni una sola grafía yeísta, el XIX nos regala
ejemplos como los que siguen: llo, lla [E113, c.1830, fol.1r]; llo, lla [E67, 1839, fol.1r];
anyebado [E62, 1841, fol.1r]; “no te podido àyar car/ reta” [E63, 1841, fol.1r]; llo [E120,
1841, fol.1r, 2 casos]; ollo [E66, 1846, fol.1v]; tull[*a] [E101, 1863, fol.1r]; llo, mallor
[E74, 1865, fol.1r]; llo [E70, 1870, fol.1r, 3 casos]; “halla influido” [E125, 1880, fol.1r].
Algunas de estos casos conviven con formas no yeístas: por ejemplo, Félix Garzón, autor
del documento E113, escribe otra carta a su hermano Eugenio, que también recoge nuestro
corpus, donde redacta yo [E114, c. 1830, fol.1r]; por su parte, las tres ocurrencias de llo que
se detectan en el texto E70 conviven con dos yo [fol.1r y fol.1v]. Por consiguiente, el
yeísmo se trata de un fenómeno de imposición más lenta que el seseo en el territorio
uruguayo.
De esta manera, podemos declarar que el español decimonónico de la Banda
Oriental no era distinguidor con respecto a los fonemas /λ/ y /y/ y si comparamos esta
situación con la descrita por Fontanella para Buenos Aires, llegaremos a la misma
conclusión de Coll y Malcuori: «(...) el siglo XVIII oriental corresponde a una prolongación
65
Estela González Torres
Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
del XVII porteño. Recién en los documentos orientales del siglo XIX empiezan a percibirse
claramente las confusiones en grafías como <cabayo> y <llo>» (1994: 47). En el XVIII
Fontanella presenta ya testimonios yeístas hasta en los niveles socioculturales más altos;
por consiguiente, a lo largo de la centuria posterior continúan las confusiones entre estos
dos segmentos consonánticos, ahora «más frecuentes en los autores de más bajo nivel
educacional, dado su menor dominio de las normas ortográficas» (1987: 98). Frente a lo
expuesto por Coll y Malcuori (1994), Canale se atreve a afirmar que, durante el periodo con
el que él trabaja —la segunda mitad del XIX—, el yeísmo no parecía estar aún
generalizado, puesto que él solo detecta 7 ocurrencias, que se mueven en la misma
dirección /y/>/λ/ en 5 documentos de su corpus (2004: 39). Nosotros hemos localizado
algunos casos más: 16 en 10 documentos; aunque la cifra sigue siendo baja teniendo en
cuenta que hemos manejado los 75 textos publicados en Bertolotti et al. (2012).
Por otro lado, Fontanella apunta que «la representación fonética del fonema /y/
resultante de la fusión de /y/ y /λ/ era ya a fines del siglo XVIII —por lo menos para parte
de la población bonaerense— [z], es decir, de tipo rehilada. En las primeras décadas del
siglo XIX existen varios testimonios del carácter rehilado de la /y/ porteña (...)» (1987: 99).
Por su parte, Elizaincín documenta la fusión fonológica de /λ/ e /y/ mediante ejemplos que
también nosotros hemos localizado en nuestro corpus documental: «llo/yo (alternan en un
mismo documento de la segunda mitad del siglo XIX), llo (yo, 1865), mallor (mayor,
1865), llo (1839), lla (ya, 1839), y realizaciones rehiladas del fonema resultante» (1995:
220). Añade, además, la siguiente información tomada de Un nuevo aporte sobre el
rehilamiento bonaerense del siglo XIX que publica Fontanella en 1989: «(...) se censura con
vehemencia el llamado “vicio” de pronunciar la grafía ll en forma rehilada; no se aduce, sin
embargo, ningún comentario sobre la pronunciación también rehilada de y. Lógicamente,
ya que está probada la simplificación fonológica /y/-/λ/ , existía un solo sonido (no
necesariamente único) que realizaba a ambos» (1995: 221).
En estudios más recientes, Rizos (2000) también señala la existencia de ocurrencias
yeístas entre las cartas que analiza (ay gado por allegado y los ejemplos de mallor, llo y lla,
ya comentados). Así, afirma que todo ello da muestra de que en 1825 ya se confundían el
sonido lateral palatal y el central palatal (ambos sonoros) en algo así como el llamado
yeísmo rioplatense (2000: 110). Canale concibe el periodo que estudia —la segunda mitad
del siglo XIX— como una especie de transición entre dos periodos: el de distinción y el de
neutralización de ambos fonemas, como lo es el actual. Como hipótesis provisional,
66
Estela González Torres
Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
propone, entonces, que el yeísmo se haya conformado, para el Uruguay, en la segunda
mitad del siglo XIX (2004: 28). No obstante, no podemos compartir esta última afirmación
ya que tanto según los resultados arrojados en nuestro análisis documental, como los
expuestos por Elizaincín (1995) y por Rizos (2000), existen ya ocurrencias yeístas durante
la primera mitad del XIX.
RASGOS FONÉTICOS
1. FENÓMENOS VOCÁLICOS

Adición de vocal: Felicidade [E81, 1828, fol.1v, fol.1r, fol.2v].

Otros fenómenos fonéticos: pariedad (por paridad) [E75, 1821, fol.1v]; indiferiencia
(por indiferencia) [E77, 1821, fol.1r]; preesenciado [E210, 1883, fol.19v].
Los casos concretos de pariedad e indiferiencia se entienden por la confusión de
formas analógicas en hablantes semicultos. Así, pariedad nace del contagio de aquellas
palabras que contienen el sufijo –iedad e indiferiencia, al igual que ocurriera con obidencia
y dependiencia en el XVIII, de las acabadas en –iencia. A continuación incluimos un
listado con palabras que han podido influir o posibilitar estos dos ejemplos:
-
Terminadas en -iedad: aleatoriedad, ansiedad, arbitrariedad, contrariedad,
ebriedad, impiedad, impropiedad, impropriedad, involuntariedad, nimiedad,
notoriedad,
obligatoriedad,
patriedad,
perentoriedad,
piedad,
propiedad,
propriedad, ranciedad, saciedad, seriedad, sobriedad, sociedad, suciedad,
transitoriedad, turbiedad, vaciedad, variedad, voltariedad, voluntariedad, zafiedad.
-
Acabadas en -iencia: apariencia, audiencia, autosuficiencia, ciencia, coeficiencia,
conciencia, consciencia, conveniencia, deficiencia, desconveniencia, desipiencia,
desobediencia, disconveniencia, eficiencia, esciencia, experiencia, impaciencia,
inconsciencia,
inconveniencia,
inexperiencia,
inobediencia,
insipiencia,
insuficiencia, nesciencia, obediencia, omnisciencia, paciencia, premoriencia,
presciencia, proveniencia, sapiencia, subconciencia, subconsciencia, suficiencia,
superveniencia.
Por su parte, preesenciado responde también a una analogía, pero con verbos con la
vocal e duplicada en la primera sílaba, como preexistir o reenviar.
67
Estela González Torres
Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
Tanto el corpus de Rizos (2000) como el de Canale (2004) presentan escasos
problemas de vocalismo. En lo que a la adición vocálica respecta, en el primero no hay
ningún caso —tampoco en el de Fontanella—, y en el último sobresalen dos ocurrencias
únicamente (priesa, auciencia —por ausencia—) y un total de 9 casos de confusiones de
vocalismo; lo que se puede deber a una característica sociolingüística de este fenómeno,
que es atribuido a las clases más bajas, con menos participación escrituaria en el periodo
estudiado por Canale (2004: 39).

Elisión de vocal: a char (por a echar) [E64, 1841, fol.1r]; contrale (por encontrarle)
[E70, 1870, fol.1v]; provera [E215, 1872, fol.3r]; remplasen [E125, 1880, fol.1r];
“vinyte cua / [*tro]” [E210, 1883, fol.4r], Contra-/ mestre [fol.12r].
Recuérdese aquí que hemos desechado aquellas grafías puramente ortográficas, esto
es, que no reflejan rasgos de oralidad aquí relevantes, a diferencia de Canale (2004) que
destaca dos: orintal —oriental— y serbiso —por servicio—. Fontanella (1987) y Rizos
(2000) no presentan casos de elisión vocálica.

Cambio de vocal
-
Vacilación del vocalismo átono:
Tal y como señala Fontanella para el español porteño, a comienzos del siglo XIX siguen
aún presentes, en el habla de autores cultos, las vacilaciones en las vocales átonas, aunque
su frecuencia es visiblemente menor y declina notoriamente con el avance del siglo (1987:
96). En nuestro corpus, la apertura de /i/ en sílaba tónica aparece en: apar.sebimiento [E80,
1816, fol.3r]; prencipiaron [E63, 1841, fol.1r]; “emporta cincuenta y dos pesos y medio”
[E595, 1857, fol.1r]; escrevirte, escaeviré [E102, 1863, fol.1r]; apercebimiento [E594,
1890, fol.48v] —aunque también lo escriben con i más adelante, en los fol.52r y 64r—.
Fontanella (1987) solo señala un par de casos de apertura de /i/ (previlegio y deliga —por
diligencia—) y Rizos (2000) otro dos (adquerirse y hesterico). Por su parte, Canale (2004)
solo registra una pieza léxica recogida, también, en nuestro corpus de estudio: escrevirte.
Nótese que, en el caso particular de escaeviré [E102, 1863], no consideramos la
posibilidad de que se haya producido un cambio de consonante a vocal, sino un fallo del
escribiente. Teniendo en cuenta este ejemplo, así como el que le antecede, escrevirte,
resulta aquí pertinente abordar la vacilación de origen clásico (del latín scribere) que
existió entre escrevir y escrivir, imponiéndose finalmente esta última variante. Como
68
Estela González Torres
Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
podemos observar, en el siglo XIX uruguayo aún quedan vestigios de la variante que no
terminó triunfando.
Mientras tanto, el cierre de /i/ tiene lugar en: dicimos [E173, 1812, fol.1r]; sigun
[E203, 1812, fol.2r]; prosidimientos, difinitibaMente [E120, 1841, fol.1r]; despidirme [E98,
1845, fol.1v]; iminensia (por eminencia) [E210, 1883, fol.4r]; [*as]pirava (por esperaba)
[E210, 1883, fol.4r]. Ni Rizos (2000) ni Fontanella (1987) detectan casos de cerramiento en
sus estudios, frente a Canale (2004) que señala algunos, como, por ejemplo, despidirme —
también en nuestro corpus—.
En lo que a la serie posterior respecta, detectamos varios casos de apertura: oeso
(por hueso) [E210, 1883, fol.4r]; pregonte [E210, 1883, fol.12r, 2 casos]; foe [E210, 1883,
fol.19r]. Y también uno de cierre: cudusiendo [E64, 1841, fol.1r]. Canale (2004) no registra
ningún caso de cerramiento o apertura de las vocales /o/ y /u/ en su corpus.
Hemos localizado otras tantas diptongaciones, una de ellas ya frecuente en el siglo
anterior, que reflejan la ya comentada tendencia antihiática del español americano: biamos
(por veamos) [E30, 1803, fol.1v]; traira (por traerá) [E125, 1880, fol.1v]; antiojo,
Yuaquín, Yuaq.n [E210, 1883, fol.19r]; acuertelada [E295, 1883, fol.2v]. Canale (2004)
encontró momentania, momentaniamente y traira, donde se ve afectado el «segmento /je/,
es decir, en donde la forma culta presenta la grafía <e>, el corpus muestra ejemplos de
<ie>, equivalente a /je/ en el plano fonológico, agregando /j/ como margen silábico prenuclear» (2004: 32 y 39). Además, en nuestro corpus figuran tres ocurrencias de apertura o
cierre con fusión: Jeneiro [E30, 1803, fol.2r]; [*as]pirava (por esperaba) [E210, 1883,
fol.4r]. Jeneiro puede ser portuguesismo, por lo que lo volveremos a mencionar en la
sección léxica, y asperar es variante clásica y dialectal: aspértate.
-
Vacilación del vocalismo tónico: semos [E30, 1803, fol.1r]; trainta [E91, 1821,
fol.1r]; cun (por con) [E595, 1857, fol.1r].
-
Vacilación en las formas verbales del presente del indicativo: “Haré que / los
muchachos tenten tu retrato en escultura” (por tienten) [E129, 1880, fol.1v].

Fusión vocálica: acredora [E177, 1814, fol.1r]; pose (por posee) [E80, 1816, fol.3r];
crer [E65, 1846, fol.1r].
69
Estela González Torres
Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
Fontanella también localiza, en el XIX, simplificaciones o elisiones de vocal cuando
esta se encuentra contigua a una vocal igual: cree (2 casos) y lé —por lee— (1987: 97).
2. FENÓMENOS CONSONÁNTICOS

Relajación de –s implosiva
-
Omisión de /-s/: difruto, “semos besino” [E30, 1803, fol.1r], “mis iJa”, “a mis iJas
le dadaras” [fol.2r]; “tanto disgustos” [E67, 1839, fol.1r]; “son los mas proxímo”
[E72, 1839, fol.1r]; “dos siento desinuebe” [E64, 1841, fol.1r]; “en esta misma le
contesto/ à las dos” [E65, 1846, fol.1r]; “mi hijos” [E66, 1846, fol.1r], “mí hijos”
[fol.1v]; “que le dejo cargado en su cuenta mismas” [E595, 1857, fol.1r];
diminución [E22, 1857, fol.1r]; “Recuerdo á mí comadre y de/ mas familia” [E596,
1860, fol.1r];“tenga mucha calma” (por tengas* por contagio de la forma negativa
no tengas) [E102, 1863, fol.1r]; Fernande [E74, 1865, fol.1r]; a sido (por has sido)
[E70, 1870, fol.2r], “dos dia”, “tresientos peso” [fol.2r]; “unos vesso” [E125, 1880,
fol.2r]; “la ocho [E210, 1883, fol.9r], “a estos le ha oído decir” [fol.10r], “se ha
oido uno Crito”, “vie= / ndo qe segia los Grito”, la Camaras
[fol.12r], antiojo
[fol.19r]; “en que / [??] casos favorable”, “Mi pobres religiosas” [E126, 1887,
fol.1r].
Fernande [E74, Carta de Ciriaca Fernández de Gallardo a Jacinto Vera, 1865] ha
perdido claramente la grafía <z>; no obstante, debido a la condición de seseantes de los
uruguayos, merece tenerse en cuenta al desvelar una pronunciación con <s>.
Rizos (2000) también estudió la pérdida de la -s en posición final e interior con un
total de 6 ocurrencias y Canale (2004) localizó 2 ejemplos de elisión del fonema /s/ en final
de palabra y 2 en posición implosiva. Este último, escribe una nota comparativa con el
XVIII, en el que se encontraron 4 y 6 casos, respectivamente, por lo que se podría pensar
que no es uno de los fenómenos más dispuestos a traslucirse en la escritura (2004: 40).
Nuestro corpus decimonónico es, sin duda, más rico, puesto que cuenta con 24 ejemplos de
omisión de /-s/; y en el dieciochesco registramos 36. De manera que, si bien se reducen en
12 las ocurrencias, se aprecia esa misma tendencia a la baja que apunta Canale.
-
Ultracorrecciones: baustimo [E30, 1803, fol.1v]; “mes es” (por me es) [E120,
1841, fol.1r]; Garcias [E596, 1860, fol.1r].
70
Estela González Torres
Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
La segunda, “mes es”, convive con la forma culta me es en las dos líneas que le
anteceden [fol.1r].

Confusiones de líquidas (/l/ y /r/)
-
-l en lugar de -r: albitrío [E63, 1841, fol.1r].
-
Pérdida de -r o -l: “amasen de brea estopa” (por almacén), bernadino [E30, 1803,
fol.1v]; contrale (por encontrarle) [E70, 1870, fol.1v]; resueta [E123, 1865, fol.1v];
sebi_ / dor [E286, 1885, fol.1r].
-
Metátesis: Aunque, al igual que Fontanella, hemos contemplado este fenómeno
para el siglo XVIII, no lo hemos podido desarrollado aquí, prefiriendo comentarlo
en el apartado dedicado a las habilidades del escribiente (§ Anejo 6). Esto se explica
ya que, considerando los casos hallados, podemos concluir que, aunque el autor
podía cometer metátesis al escribir, sin duda alguna, no hablaba así. Así, este
fenómeno no sería relevante a la hora de detectar rasgos del habla uruguaya
durantes el siglo XIX; pero sí para determinar la naturaleza de los documentos y,
sobre todo, el nivel sociocultural de los autores conforme a su pericia: muJre [E30,
1803, fol.1v]; emencuentor (por encuentro) [E70, 1870, fol.1r] y sentrir [E213,
1882, fol.3r], entre otros.
En lo que a la confusión de líquidas se refiere, Fontanella (1987) estudia algunos
casos de metátesis (Quatrel por cuartel), Rizos (2000) tiene pocos ejemplos de elisión
(conpar por comprar) y Canale (2004) no encuentra ocurrencias de elisión, pero sí de
metátesis (pirmero —por primero; que también recoge nuestro corpus en el documento
E70— y cursado —por cruzado—). No obstante, como ya hemos comentado consideramos
que los ejemplos que estos autores presentan no arrojan luz sobre la oralidad del español
escrito, sino sobre la ortografía y la impericia del redactor.
-
Asimilaciones: merelgildo [E63, 1841, fol.1r], que muestra doble asimilación con
epéntesis de l-.
-
Disimilaciones: tentaicuatro [E64, 1841, fol.1r]; en=/ contarla [E70, 1870, fol.1v].
El primero es una disimilación tr-tro> t-tro y el segundo, una simplificación entre
un verbo en infinitivo seguido de un pronombre enclítico l-, trar>tar, ambos con con su
consiguiente pérdida de -r-.
71
Estela González Torres
Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
Conviene aquí incluir la reflexión que hace Fontanella en torno a la progresiva
desaparición de alteraciones de líquidas en el español bonaerense, que bien podría aplicarse
al uruguayo: «en las primeras décadas del siglo XIX (...) aún persisten —aunque en menor
número—, mientras que a menudo que avanza la centuria se hacen excepcionales en el
habla culta» (1987: 100).

Pérdida de -d-, -d, d-
Pérdida de -d-: rruea [E30, 1803, fol.1v].
-
Pérdida de -d: salu [E30, 1803, fol.1r, 3 casos], nobeda [fol.1r],
comodida
[fol.1v]; salu [E117, 1829, fol.1v]; salu [E67, 1839, fol.1r]; uste [E64, 1841, fol.1r,
2 casos]; uste, orfanda, Cantida, Nesesida [E74, 1865, fol.1r]; salu [E70, 1870,
fol.1v], us[??] {TACH} te [fol.2r].
-
Pérdida de d-: esnudamente [E30, 1803, fol.1r]; onde [E210, 1883, fol.12r, 2
casos].
-
Confusión con otros fonemas: Cuanto (por Cuando) [E213, 1882, fol.1v]).
Fontanella también localiza casos de caída de -d (enfermedá, volunta), aunque con
menos frecuencia que en el siglo XVIII y tanto Rizos como Canale trabajan, al igual que
nosotros, con ocurrencias de salu, y el último también de uste. Como ya expusiera
Fontanella para la confusión de líquidas, la frecuencia de la pérdida de /d/ y /b/ disminuye
en el habla culta porteña a medida que avanza la centuria. Ya adelantaba esto Elizaincín
(1992) cuando exponía su teoría de la dicotomía urbano-rural en la Banda Oriental.

Lenición o pérdida de otras sonoras intervocálicas: auja [E203, 1812, fol.2v, 2
casos]. Recuérdese que en el siglo XVIII ya registrábamos un ejemplo de ahuja [E54,
1747, fol.2r].

Grupos consonánticos de los cultismos
-
Confusión de las grafías <x> y <s>: espresado, espresada [E175, 1809, fol.1v];
espresado [E176, 1809, fol.1r], esponer [fol.1v]; espocicion [E174, 1812, fol.1r];
espresados [E177, 1814, fol.1r]; pretestando [E80, 1816, fol.3r]; esisten, espresa
[E73, 1839, fol.1r]; esplorada [E23, 1853, fol.1r]; esprecion [E83, 1865, fol.1r];
espediente [E85, 1865, fol.1r, fol.1v], espresaría [fol.1v]; espresada, esplicaciones,
72
Estela González Torres
Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
espedidas [E215, 1872, fol.4r], espedidos, ausiliar [fol.4v, 2 casos], espu[*esto]
[fol.6r]; esplique [E125, 1880, fol.1r]; esperimentado [E129, 1880, fol.1r]; estrañe
[E212, 1882, fol.1v]; estraordina[*rias] [E330, 1882, fol.1r]; Masimiano [E210,
1883, fol.12r, 2 casos; fol.14r]; especta_ / tiva [E295, 1883, fol.1r], pretesto [fol.2r];
exclusivamente [E302, 1884, fol.1v]; Escmo, Escelencia [E286, 1885, fol.1r];
Estrañará [E288, 1885, fol.1r]; espida [E594, 1890, fol.5v], esponente [fol.8v, 3
casos; fol.9r, 3 casos; fol.9v, fol.10r; fol.28v, 2 casos; fol.29r, fol.29v; fol.31r, 2
casos; fol.33r; fol.50r, 2 casos], espone [fol.9r, fol.51r], espedirse [fol.13r], sesta
esterior [fol.13v, fol.26r], esterior [fol.13v], estension, espedí [fol.14r], espedido
[fol.15r], espongo [fol.18r], espuesto [fol.21v, fol.23r, fol.56v], estien-/ da [fol.21v],
escarcelacion [fol.22v], escarcelese, estendi- / da [fol.23r], espresado [fol.23v,
fol.64r], escusas [fol.24r], esplica [fol.28r, fol.32v], esplican [fol.30v, fol.36v,
fol.49v], esplicando [fol.59v], “el Señor Ministro de Relaciones/ Esteriores de la
República Argenti / na” [fol.61r], “Ministerio de Relaciones/ Esteriores” [fol.69v].
Esta confusión de grafías es claro indicio de la relajación de /ks/. Además, cabe
mencionar aquí cómo esponente y espone [E594, 1890] conviven en el texto con expuesto
[fol.11r].
-
Otras consonantes agrupadas. Reducción de fonemas (<ct>, <sc>/<cc>, <tm>,
<bj>, <bv>, <mn>, <ns>, <bs>, etc): otubre [E30, 1803, fol.1v]; subenir [E80,
1816, fol.3r]; Otubre [E62, 1841, fol.1r; E63, 1841, fol.1r]; cudusion [E64, 1841,
fol.1r]; admosfera [E22, 1857, fol.1r]; irmenso [E102, 1863, fol.1r]; ogeto, Aflisión,
Aflisi[*on] [E74, 1865, fol.1r]; protetor [E83, 1865, fol.1r]; comocion [E210, 1883,
fol.4r], istante [fol.12r], efeto [fol.16v], exepto [fol.21r]; Exelentisimo [E325, 1885,
fol.1r, 2 casos; fol.1v].
-
Ultracorreciones: “todo mi respecto” [E174, 1812, fol.1r]; expecial [E80, 1816,
fol.1v]; acsequible [E77, 1821, fol.1r]; respecto (por respeto) [E83, 1865, fol.1r;
E302, 1884, fol.1v; E325, 1885, fol.1r].
-
Neutralización de -k/-g en posición implosiva: fracmentos [E215, 1872, fol.4v].
En el siglo XVIII porteño siguen siendo habituales las confusiones en las grafías de
los cultismos, mientras que en el XIX se nota una mayor seguridad en las grafías —que, al
igual que las confusiones de líquidas y de /b/ y /d/, progresa a medida que avanza la
73
Estela González Torres
Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
centuria—, consecuencia sin duda de la presión normalizadora (1987: 103). No parece este
el caso exacto del territorio uruguayo, ya que el siglo XIX sigue registrando muchísimas
ocurrencias en los grupos consonánticos cultos.
«Pese a que la simplificación de los grupos cultos se mantuvo en el habla rural
durante el siglo XIX, tal como lo atestigua la literatura guachesca (...) y aún persiste tanto
en el habla subestándar rural como en la urbana, en el habla estándar bonaerense se
pronuncian actualmente con regularidad y con mayor tensión que en muchas otras
variedades, incluida la castellana, poniendo de manifiesto (...) un decidido proceso de
estandarización» (1987: 65).
Rizos (2000) no estudia ni la simplificación ni la sobrecorreción de grupo
consonántico culto. Mientras que Canale (2004) encuentra casos de relajación de /ks/ a /s/,
uno de /kt/ a /t/ (protetor) y uno de sonorización (admosfera), así como un ejemplo de
ultracorrección (obctenido); todos ellos, a excepción del último, reflejados en nuestro
corpus junto a otros muchos.

Apócope de sílaba átona:
Pa (i.e. para) [E595, 1857, fol.1r]; contrale (por
encontrarle) [E70, 1870, fol.1v]; Sandu (por Paysandú) [E210, 1883, fol.19r, fol.21r].
El caso de Pa atiende a un claro desgaste fonético de la preposición para.

Asimilaciones: precendente [E594, 1890, fol.63r].

Fusión consonántica: tamie [E64, 1841, fol.1r, 2 casos].
Aquí se ha producido la siguiente asimilación: -mb->-mm->-m-. Otro ejemplo de
esta fusión consonántica sería la voz patrimonial palomba, hoy paloma. En casos como el
de ambos (antes amos), no triunfó la forma asimilada y terminó imponiéndose la
patrimonial.

F- inicial latina
-
Mantenimiento de la aspiración procedente de F- inicial latina: juyendo [E62,
1841, fol.1r].
-
Realización de F- inicial latina: fierro [E98, 1845, fol.1r; E210, 1883, fol. 9r,
fol.10v; E215, 1872, fol.5r]; fariña [E598, 1856, fol.1r, 2 casos].
74
Estela González Torres
Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
Ningún otro autor estudia este fenómeno durante el siglo XIX uruguayo. Tampoco
Fontanella lo hace para el habla porteña, más allá de comentar, en el apartado perteneciente
al XVIII, que la realización de la /f/ perduró en español moderno en algunas palabras, ya
sea por tratarse de cultismos o por hallarse en determinadas posiciones (1987: 66), como
fierro. Y el cambio /f/>/h/ ante vocal posterior (como juyendo aquí), que aún perdura en el
habla rural del Río de la Plata, está muy difundido en grandes zonas del mundo hispánico y
en el habla regional aparece reiteradamente reflejada en literatura gauchesca (1987: 66).
Por último, tal y como hiciéramos en la centuria posterior, en esta tampoco hemos
contemplado las ocurrencias de foja y fecho, por ser lenguaje notarial.

Amalgamas
-
Amalgamas fonéticas: “mis dos amadas sijas” [E30, 1803, fol.1r], “los soJos”,
“muchos saños” [fol.1v].
-
Amalgamas morfosintácticas: iba hacer, y ba, acomodar [E109, 1830, fol.1r];
hivas hacer [E114, c.1830, fol.1r]; “hayudaron àser”, “no te podido àyar” [E63,
1841, fol.1r]; a serlo (por a hacerlo) [E123, 1865, fol.1v].
Nótese que las dos ocurrencias del documento E109 (Carta de Féliz Garzón a su
hermano Eugenio Garzón) conviven en el fragmento con ba a esperar [fol.1r].
RASGOS MORFOLÓGICOS
1. MORFOLOGÍA NOMINAL

Sufijación apreciativa
-
Diminutivos (-ejo/a, -ete/a, -ico/a, -illo/a, -ín/ina, -ino/ina, -ito/a, -uco/a, -uelo/a,
etc.): bernadino [E30, 1803, fol.1v]; lanchita [E203, 1812, fol.4r, 2 casos; fol.4v];
mulatillas [E75, 1821, fol.1v]; andresito [E117, 1829, fol.1r], Luisito [fol.1v];
paulinita [E67, 1839, fol.1r]; tropita [E63, 1841, fol.1r]; Abuelito [E98, 1845,
fol.1r, 2 casos], postemilla, esfuercito [fol.1r]; hijita, socorrito [E65, 1846, fol.1r],
Antuquita [E65, 1846, fol.1v, 3 casos], “Humitas de choclo”, chiquita, Patitos,
chiquitos [fol.1v]; Pobrecíta [E66, 1846, fol.1r], higita, Antuquita, hijita, vicentito,
mamita, Paulinita [fol.1v]; esquelita, cositas [E598, 1856, fol.1r]; hermanitos [E99,
1857, fol.1r]; temporadita, cositas [E20, 1858, fol.1r]; Agapita [E101, 1863, fol.1r];
birgensita, birgito, barigonsita [E70, 1870, fol.1v]; Angelita [E125, 1880];
75
Estela González Torres
Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
apurillos, Agapito [E129, 1880, fol.1r], Victorianito, Carpito [fol.1v]; yesitos,
cajoncito [E130, 1880, fol.1r]; “el/ Vaporcito Rio Negro” [E295, 1883, fol.2v];
“tengo/ uno de los chiquilines enfermo” [E301, 1884, fol.1v]; jobencito [E325,
1885, fol.1r]; hijitos [E69, 1887, fol.1v]; Carlitos [E126, 1887, fol.1r, fol.2r; E128,
1887, fol.1r], Juanita [fol.2r]; galletitas [E594, 1980, fol.9v, fol.44r, fol.46r].
Los documentos E129 y E130 están redactados por el mismo autor, el célebre pintor
uruguayo Juan Manuel Blanes (1830-1901). Remárquese también el valor pragmático de la
forma apurillos. De todos los sufijos diminutivos localizados, tres son forma lexicalizada
(postemilla, humitas de choclo, chiquilines), que no tendremos en consideración en la tabla
de frecuencia de los diminutivos detectados, siguiendo un orden cronológico, en el corpus
del siglo XIX que incluimos a continuación:
DIMINUTIVO
N
-ino/a
1
-ito/a
50
-illa/o
2
Tabla 6: Frecuencia de los diminutivos detectados en el XIX.
Por lo tanto, apreciamos claramente cómo el sufijo -ito/a se impone, con diferencia,
sobre el resto que tienden, en su inmensa mayoría, a quedar reducidos a su empleo en
formas lexicalizadas. Esto mismo señalan Fontanella (1987) para la ciudad de Buenos Aires
y Ramírez Luengo (2006) para el territorio uruguayo, quien en su estudio sociológico
apunta que -ito resulta prácticamente exclusivo en los grupos sociales populares (con
97,46%) y que comparte su espacio en los estratos elevados (64,28%) con otros de
aparición más escasa, como -illo (28,57%) y -uelo (2006: 43 y 44), inexistente el último en
nuestro corpus. «Será, por tanto, en un momento posterior a esta primera mitad del siglo
XIX cuando esta tendencia popular termine por imponerse en todos los estratos sociales y
se alcance la situación que ofrece actualmente el Uruguay» (2004: 45). De esta manera,
ciertamente existen diferencias sociolingüísticas, en función del nivel socioeducacional, en
cuanto al empleo del diminutivo en el español uruguayo decimonónico.
Bertolotti y Coll (2006) estudian el siglo XVIII en conjunto con las primeras
décadas del XIX llegando a las mismas conclusiones reveladas por nuestro corpus. Las
autoras encuentran un 69% de formas sufijadas acabadas en -ito/a frente a un 31% restante
76
Estela González Torres
Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
del diminitivo -illo/a. Además, adelantan que, a finales del XX, la predominancia será
mucho más marcada: 92% contra un 8% (2006: 35).
Para concluir, a diferencia del siglo XVIII, no se han encontrado sufijos apreciativos
(-azo/a, -ón/ona, -ote/a, etc.) ni despectivos (-aco/a, -acho/a, -ajo/a, -ango/a, -engue, ingo/a, -orro/a, -ucho/a, -uzo/a) en nuestro corpus documental.

Derivación: capasion (por capadura) [E63, 1841, fol.1r]; Inventariantes [E215, 1872,
fol.5r]; crapulismo [E129, 1880, fol.1r]; comportacion [E125, 1880, fol.1r].
Recuérdese aquí que solo incluimos aquellos derivados diferentes de los del español
de España. En lo que a comportacion respecta, entendemos que su formación se explica por
analogía con otros sustantivos con sufijo -ción presentes en el mismo documento y no muy
separados en el espacio: Contribucion, destitucion [fol.1r], repartición [fol.1v].
2. MORFOLOGÍA VERBAL

Ultracorrecciones verbales: encontrastes [E70, 1870, fol.1v]; fuistes [E69, 1887,
fol.1r] .
En la primera ocurrencia registrada (E70, Anónimo injurioso a Máximo Santos,
1870), el autor, de origen incierto, tutea al destinario, el general Máximo Santos; con lo
cual, esta ultracorrección sería un vulgarismo analógico general de tú al extenderse la –s
propia de la segunda persona (tú tienes, comes, cantabas, vivirás, etc.) al único tiempo que
etimológicamente no tenía –s en latín: amavisti > amaste.
“[…]. y si no pregunta=/ le, al dependiente de mata/ aunque tu te, abras, den/ desengañado
pedaso de/ cornudo cuando cerias de en=/ contarla birgensita y de/ contrale el birgito pero en=/
cambio la encontrastes barigonsita/ y a sido tan carnero que […]” (Bertolotti et al. 2012: 49)
Por su parte, la segunda ultracorrección verbal, fuistes, se encuentra en un
documento (E69, Carta de María B. de Santos a su hijo Máximo, 1887) en el que conviven
varios paradigmas y formas personales: segunda persona del singular de los paradigmas
tuteante (ti; tu, 2 casos) y voseante (vos), así como tercera del plural (no se olviden);
detectamos, también, un elemento verbal de segunda persona que bien puede pertenecer a
ambos paradigmas (no dejes). Así, al existir una forma voseante pronominal en el
fragmento, la ultracorrección verbal hallada podría ser etimológica. No obstante, al existir
77
Estela González Torres
Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
más elementos pronominales pertenecientes al paradigma tuteante, podría concluirse que se
trata, más bien, de un vulgarismo analógico.
“[…] yo hijo no se como no me he e^n^loque/ cido con tanto disgustos como he/ pasado
desde el día en que/ te fuistes la perdida de tu po/ bre hermano Filomeno me ha […] Maximo tu
sabes que yo no tengo/ mas amparo que vos que soy una/ pobre viuda y faltandome tu/ que va
hacer de mí sola sin […] (Bertolotti et al. 2012: 46)
Elizaincín y Groppi (1992) también detectan varias casos de emergencia de la -s en
la segunda persona del pretérito simple en las cartas de Fructuoso Rivera, el primer
presidente constitucional de Uruguay: pasastes, llegates, mandastes, tu hablastes. Así, «se
puede comprobar la existencia de una variación estabilizada que está caracterizando la
lengua hablada popular desde, por lo menos, los comienzos del siglo 19» (1992: 280).

Vulgarismos morfológicos: “los aigan” [E70, 1870, fol.1r]; “cualquier cosa que
haiga” [E294, 1882, fol.1r]; “se aiga caido” [E210, 1883, fol.19r].
RASGOS MORFOSINTÁCTICOS

Formas de tratamiento (Voseo/tuteo/ustedeo)
Bertolotti y Coll establecen que el sistema pronominal de tratamiento del español uruguayo
decimonónico incorpora el voseo, perfilándose hacia lo que es en la actualidad, a excepción
de la permanencia de vosotros (2001: 215):
Cercanía
Distancia
Singular
Tú/vos
Vuestra Merced/usted
Plural
Vosotros
Vuestras Mercedes/ustedes
Tabla 7: Sistema pronominal de trato del español oriental (principios del SXIX).
Sobresale, pues, la (re)aparición de vos con su valor moderno de cercanía e
informalidad, que convive únicamente con tú en el español oriental, no registrándose
siquiera en el habla de la vecina Buenos Aires. Como ya apuntaba Fontanella (1987) el uso
del voseo verbal es un cambio de los llamados “de abajo hacia arriba”, o sea, de que los que
emergen en los sectores populares hasta alcanzar a las clases altas. Destaca, también, el
crecimiento de usted, en situaciones de simetría o mayor cercanía. Vuestra(s) Merced(es)
continúan su evolución hacia Usted(es) y, «en las primeras décadas de siglo, vosotros
conserva su vitalidad que irá perdiendo en la medida que se expandan los usos de ustedes»
78
Estela González Torres
Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
(Bertolotti y Coll 2001: 215). El uso de vosotros, que coexistía con el de ustedes, ha de ser
interpretado como de cercanía o, al menos, no lejanía. «Quizás se lo considerara, en la
medida que estaba siendo desplazado por usted, una forma más culta o por “arcaizante” o
peninsular, más prestigiosa (2001: 218). «Si bien no es posible establecer exactamente
cuándo se dieron los cambios pronominales, sí sabemos, sin embargo, que ese tránsito
coincidió, al menos parcialmente, con la ruptura del orden colonial» (2001: 212), esto es,
durante el primer cuarto de siglo.
Son varios los documentos de nuestro corpus que ponen de manifiesto esta mezcla
de paradigmas propia del territorio uruguayo. Como ya hemos comentado en el apartado
dedicado al seseo, el documento E70 es uno de los más ricos del corpus. En él, el autor
anónimo emplea, principalmente, la segunda persona del singular para dirigirse al
presidente. Además, mezcla los paradigmas tuteante y voseante:
“la que a sido mienbra es hoi tu/ muger desde ya te digo que sos un cornudo que no solo has/
cargado con la enbra, sino sino/ con la cria tanbien como te as/ puesto a senbrar porotos cuando/ yo
los abia, senbrado primero/ que, vos parese inposible que/ carneros como vos los aigan/ […]
mientras sigas asiendo vida=/ con ella, que seras toda la vida=/ un cornudo y los cargaras/ cuantas
beses llo quiera y tengo/ derecho en cuanto llo e sido/ pirmero que vos, cornudo/ si quieres saber
quien soi llo/ preguntale à tu puta de tu mugr/ […] [fol.1r] (Bertolotti et al. 2012: 48)
[…] estoi pronto a provarte perso=/ nalmente aunque, tu te aras el/ sonso por que no puedes to=/
mar la defensiba por una/ muger que a sido enbra mi=/ a, como te lo pruebo cuantas=/ beses tu
quieras. y si no pregunta=/ le, al dependiente de mata/ aunque tu te, abras, den/ desengañado
pedaso de/ cornudo cuando cerias de en=/contarla birgensita y de/ contrale el birgito pero en=/
canbio la encontrastes barigonsita/ y a sido tan carnero que/ abiendola encontrado en el/ estado que
yo la dege/ preñada de 4 meses, el muchacho/ mandamelo al otel orintal que/ pienso llevarlo por
Buenos Ayeres y/ dile que me mande los tresientos pesos/ que le di para que me los àguardara/ […]
tu ibas a bisitarla y le eche un polvo/ a tu salu, [fol.1v] (2012: 49)
[…] que le diga de vos […] me cuestan tu puta de muger/ toda la union saben bien/ tu muger lo que
asìa conmigo/ te repito que le digas que me mand[*e]/ los tresientos peso que son miyo/s sino van a
ser 300 cuernos que vas a cargar mas [fol.2r]” (2012: 49-50)
Apréciese cómo el autor anónimo vosea en los folios 1r y 2r, pero usa el paradigma
tuteante en el folio 1v.
El documento E69 (Carta de María B. Santos a su hijo contándole sus penas, 1887)
es otro caso claro de la mezcla de paradigmas del español de la Banda Oriental. La autora
79
Estela González Torres
Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
se dirige a su hijo, como presumible, en segunda persona del singular, pero combinando los
paradigmas tuteantes y voseantes:
“Con el alma/ traspasada de dolor te dirijo esta/ ya que no tengo la suerte de po=/ derte ir ^á^ver
[…] desde el día en que/ te fuistes la perdida de tu po/ bre hermano Filomeno me ha concluido y
ahora que te espe=/ raba con tanto anhelo verme/ separada otra vez de tí sín/ tener el consuelo de
verte de/ darte un abrazo sabe ^Dios^por cuan/ to tiempo.// Maximo tu sabes que yo no tengo/ mas
amparo que vos que soy una/ pobre viuda y faltandome tu/ que va hacer de mí sola sin/ [fol.1r]
asi es que espero hijo querido que/ desde ahí dispongas como quedo/ yo […]// Sin mas recibe la
bendicion de/ tu madre que desea verte pron/ to” [fol.1v] (Bertolotti et al. 2012: 46)
Tal y como adelantábamos en el apartado dieciochesco, Bertolotti y Coll (2001)
hacen referencia a la dificultad a la hora de distinguir entre los paradigmas tuteante y
voseante, propios de la cercanía habitual de la correspondencia familiar; dado que, por un
lado, la lengua española tiende a elidir el sujeto pronominal y, por otro, las formas tú y vos
solo se distinguen en unas pocas conjugaciones verbales. Además, teniendo en cuenta las
características del manejo de la ortografía en la época, el uso de tildes no puede
considerarse una guía fiable para la interpretación.
• Voseo y tuteo
a. Elementos nominales: “a V. y a las madamas” [E98, 1845, fol.1r]. Sumamente
llamativo, el DRAE (2001) define este término como: «madama. (Del fr. madame). 4. f.
p. us. U. como fórmula de cortesía o título de honor, equivalente a señora. U. t. en sent.
irón».
b. Elementos pronominales:
-
Voseo pronominal: vos [E114, 1830, fol.1r]; bos [E120, 1841, fol.1r, 2 casos;
fol.1v]; vos [E65, 1846, fol.1v]; bos [E66, 1846, fol.1v]; vos [E70, 1870, fol.1r, 3
casos; fol.2r]; voz, voz [E125, 1880, fol.1r], voz [fol.2r, 3 casos]; vos [E69, 1887,
fol.1r].
Las cartas E65 y E66 están redactadas por la misma persona, Eugenio Garzón, y
dirigidas a la hermana de este en 1846. Le habla en segunda persona del singular, siendo
posible localizar un caso del pronombre personal vos en cada escrito. No señalamos aquí
todas los formas verbales de segunda personal encontradas debido a las características del
80
Estela González Torres
Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
sistema de tratamiento uruguayo, ya que, como adelantábamos más arriba, el paradigma
tuteante también las contiene.
-
Tuteo pronominal: ti [E99, 1857, fol.1r]; “y tu recibe” [E102, 1863, fol.1r]; “tu te
aras”, “tu quieras”, “tu te, abras, den/ desengañado”, “tu ibas a bisitarla” [E70,
1870, fol.1v]; contigo [E125, 1880, fol.1r], “y tu recibe el cariño” [fol.2r]; ti [E129,
1880, fol.1r], tú [fol.1v, 2 casos]; “a ti” [E301, 1884, fol.1r], “por ti”, “para que tu le
ordenes” [fol.1v]; tí, “tu sabes”, tu (por tú) [E69, 1887, fol.1r].
Conviene aquí recordar que solo destacamos las ocurrencias de los pronombres
personales tú, ti, contigo al ser los únicos que permiten detectar, unívocamente, el
paradigma tuteante.
c. Elementos verbales:
-
Voseo verbal: “como si bos misma me lo/ dieras” [E66, 1846, fol.1v]; sos [E70,
1870, fol.1r]; “creo voz no me tomaras à mal” [E125, 1880, fol.1r], “pero voz
comprendes” [fol.2r].
-
Tuteo verbal: “el trato q.e as hecho tu” [E113, 1830, fol.1r]; tienes, recive, diriges
[E66, 1846, fol.1r]; Recibe [E99, 1857, fol.1r, 2 casos]; tien[*es] [E101, 1863,
fol.1r], Recibe [fol.1v]; “y tu recibe” [E102, 1863, fol.1r]; “tu te aras”, puedes, “tu
quieras”, “tu te, abras, den/ desengañado”, dile, “tu ibas a bisitarla” [E70, 1870,
fol.1v]; “Si me quieres faborecer hasme / dar otro empleo”, “y tu recibe el cariño”
[E125, 1880, fol.2r]; puedes, Cuentame [E129, 1880, fol.1r], “tú sabes”, Dile,
Cuéntame, “tú sabrás”, mándamelo [fol.1v]; adviértele [E130, 1880, fol.1r], dices
[fol.1v]; “para que tu le ordenes lo que quieras” [E301, 1884, fol.1v]; “tu sabes”
[E69, 1887, fol.1r], recibe [fol.1v].
Se incluyen aquí todas las ocurrencias pertenecientes exclusivamente al paradigma
tuteante, descartando aquellas que este paradigma comparte con el voseante cuando el
discernimiento resulta imposible.
De manera que, aunque el documento parezca ser
tuteante, no hemos contabilizado las formas que, pudiendo ser voseantes, no vayan
acompañadas de algún elemento diferenciador (véase un pronombre personal como tú o ti).
Esta decisión se ha tomado conforme a las características particulares del sistema de
tratamiento del español uruguayo ya expuestas.
81
Estela González Torres
Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
d. Mezcla de paradigmas: sos [E70, 1870, fol.1r], vos [fol.1r, 3 casos; fol.2r], tu te
aras”, puedes, “tu quieras”, “tu te, abras, den/ desengañado”, dile, “tu ibas a bisitarla”
[fol.1v]; voz, voz no me tomaras, contigo [E125, 1880, fol.1r], quieres, hasme, voz, voz
comprendes, voz, tu recibe [fol.2r]; tí, tu sabes, vos, tu (por tú) [E69, 1887, fol.1r],
recibe [fol.1v].
Como ya adelantamos al comienzo de este epígrafe, son varios los documentos
donde la mezcla de paradigmas del español uruguayo se hace patente. Además de los
anteriormente expuestos, contamos con tres cartas de Félix Garzón a su hermano Eugenio
(E109, E113 y E114) escritas en torno a 1830. En ellas, Félix emplea la segunda persona
del singular para referirse a Eugenio, sin explicitar, no obstante, si es tuteante o voseante ni
en la E109 ni en la E113. Sin embargo, la epístola E114 (Carta de Félix Garzón a su
hermano Eugenio Garzón) resulta bastante reveladora en tanto y cuanto el emisor, además
de usar formas de la segunda persona del singular no diferenciadoras —esto es, comunes a
ambos paradigmas—, escribe quieres y vos [fol.1r].
En E66 (Carta de Eugenio Garzón a su hermana, 1846) el autor destina el último
párrafo a su hija Antuquita, mezclando los paradigma tuteantes y voseantes: “Antuquita La
contestacion: el/ abrazo í el bezo que me diriges, lo/ he rrecivido como si bos misma me lo/ dieras
mí hijita” [fol.1v] (Bertolotti et al. 2012: 44).
El documento E125 (Carta de Lucas Requena García a su primo Joaquín Requena,
1880) es un claro ejemplo de la mezcla de los paradigmas voseante y tuteante en Uruguay.
Encontramos, pues, elementos, tanto pronominales como verbales, de ambos4 que el emisor
emplea para dirigirse a su primo: “que yo halla influido con voz”, “creo voz no me tomaras
à mal que yo me esplique en este sentido contigo” [fol.1r], “Si me quieres faborecer hasme/
dar otro empleo”, “trabajos mios, con voz”, “pero voz comprendes”, “sera un servicio de los
muchos que he recibido de voz.”, “y tu recibe el cariño/ de ^tu^ primo hermano” [fol.2r].
Por último, cabe mencionar, aquí, la situación reinante en el Buenos Aires de la época
respecto a estos paradigmas. Así, Fontanella sostiene que el uso casi exclusivo de vos como
término de complemento y la alternancia de vos y tú como sujeto, con predominio del
primero, junto a formas verbales de presente y futuro tuteantes, muestra la existencia en la
capital argentina de un sistema muy cercano al que es usado hoy ampliamente en Santiago
4
Por razones obvias, no incluimos los ejemplos con el pronombre personal te ni la formas verbales que
comparten ambos paradigmas (“desearia me contestases”, “No deges de contestarme[fol.1v]) o las que a falta
de tilde es imposible calificar como voseantes o tuteantes.
82
Estela González Torres
Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
del Estero y por hablantes de los niveles socioculturales más altos en los restantes
provincias del noreste argentino y de Cuyo (1987: 114).
• Usted
-
Elemento pronominal: uste [E64, 1841, fol.1r, 2 casos; E74, 1865, fol.1r]; us[??]
{TACH} te [E70, 1870, fol.2r].
-
Abreviaturas: Ud., ud [E174, 1812, fol.1r], Ud [fol.1r, 2 casos]; Ud. [E173, 1812,
fol.1r, 2 casos], Ud [fol.1r]; Vm [E77, 1821, fol.1r, 10 casos]; Vmd. [E62, 1841,
fol.1r]; vmd. [E63, 1841, fol.1r]; V. [E98, 1845, fol.1r, 3 casos; fol.1v]; Ustedes
[E65, 1846, fol.1r]; V [E23, 1853, fol.1r, 3 casos]; V. [E21, 1856, fol.1r, 6 casos]; U,
U. [E598, 1856, fol.1r]; V. [E22, 1857, fol.1r, 2 casos]; V. [E595, 1857, fol.1r, 5
casos]; U. [E20, 1858, fol.1r]; Uds [E85, 1865, fol.1r]; Ud. [E597, 1867, fol.1r], Ud
[fol.1r, 2 casos]; V. [E290, 1870, fol.1r]; Ud. [E295, 1883, fol.2v; fol.3r, 2 casos];
Ud. [E286, 1885, fol.1r, 3 casos]; V. [E288, 1885, fol.1r, 6 casos; fol.1v, 4 casos];
Vd. [E297, 1885, fol.1v]; “el V. vicario / Sr Soler [E126, 1887, fol.1r]; Ud [E127,
1887, fol.1v]; “Dios Gde á V. ms añs” [E594, 1890, fol.6r], Vd. [fol.13r, fol.25r, 2
casos], VD. [fol.13r], Ud. [fol.40r, 2 casos; fol.47r]; Vd [fol.45r, fol.52v]; Vd
[fol.63r].
El emisor de la epístola E290 (Carta de Nicasio Borges a Máximo Santos sobre
temas familiares, 1870) le habla a su destinatario de usted aunque comienza con Mi querido
amigo. En E295 (Carta de Amaro Carve a Máximo Santos sobre temas políticos, 1883), el
autor también se dirige al general de usted, pero emplea muchísimas palabras y expresiones
coloquiales. En E288 (Carta de solicitud de Celina Massias de Benavente a Máximo
Santos, 1885), la que escribe se esfuerza en hablarle al general de usted (“merecer su
atención, recordándole, etc), pero en dos ocasiones no lo consigue al emplear el pronombre
enclítico equivocado: “me atrevo á molestar= lo” y “por no molestarlo tanto” [fol.1r]. El
emisor de E297 (Carta de solicitud de E. Castro a Máximo Santos, 1885) se dirige a su
destinatario formalmente, exceptuando el cierre de la epístola (“Sin mas por ahora te/
saluda tu compañero/ y amigo” [fol.1v]).
Son escasas las abreviaturas que, en sus distintas formas, contienen m arcaizante:
83
Estela González Torres
Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
ABREVIATURA
N
Vm
10
Vmd.
1
vmd.
1
DOCUMENTO
E77 (Carta de Raymundo
Guerra a María Antonia Farías,
1821)
E62 (Carta de Rafael Quiñones a
Juan María Pérez, 1841)
E63 (también una epístola de
Quiñones a Pérez de 1841)
Tabla 8: Frecuencia de los abreviaturas arcaizantes (vuestra merced) en el XIX.
Todos estas abreviaturas van conjugadas en tercera persona del singular. Sobresalen
notablemente algunos documentos como el anónimo injurioso a Máximo Santos E70, en el
que el autor le habla al presidente, como ya hemos visto, en segunda persona del singular
mezclando los paradigmas tuteante y voseante. No obstante, inicia el escrito llamándole
Señor y hacia el final del mismo le habla de usted en tres ocasiones:
“Señor// Maximo Santos// [fol.1r]
los tresientos/ pesos […] los quiero lo ma[*s]/ pronto posible dispese cornudo,/ que le diga de vos a,
us[??] {TACH} te,/ [fol.2r]” (Bertolotti et al. 2012: 48 y 49).
• Vosotros
a. Elementos pronominales: buestros [E120, 1841, fol.1r], bosotro [fol.1v]; daros
[E99, 1857, fol.1r]; deci-/ ros, “os escaeviré” [E102, 1863, fol.1r]. Nótese que no
hemos detectado formas verbales de vosotros.
Estos 5 ejemplos resultan sumamente interesantes. Ya citábamos a Moreno de Alba
(2010) para el siglo pasado y adelantábamos que en el que aquí nos ocupa se produciría el
giro respecto al uso de vosotros/ustedes. Pues bien, ustedes pasa, entonces, a ser la forma
claramente predominante, aunque todavía no exclusiva, de tratamiento a interlocutores
plurales en el español americano decimonónico. En lo que a vosotros se refiere, «(...) tiene
vigencia en las primeras décadas del siglo XIX y no la pierde totalmente ni siquiera en las
últimas» (2010: 465). Nuestros datos corroboran esta teoría de que vosotros aún pervivía
coloquialmente, aunque estuviera en retroceso: en la segunda parte del XIX por 1 vosotros
Moreno de Alba registra en textos americanos 4 ustedes, diferencia que irá en aumento con
el paso del tiempo (2010: 466).
• Ustedes
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Estela González Torres
Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
a. Elementos pronominales: berlos en su pays” [E67, 1839, fol.1r]; “le contesto a las
dos”, Ustedes [E65, 1846, fol.1v], “las quieren mucho sin verlas” [fol.1v]; Uds,
“suponemos sin embar-/ go que estarán sin novedad”, “no dejen de encomendarla en
sus oraciones” [E85, 1865, fol.1r]; “[…] no poder despedirme de Teresa/ y de mis
queridos nietos […] hasta que pue=/ da verlos otra vez á todos reuni=/ dos”, “y no se
olviden” [E69, 1887, fol.1v]; “Recibanle uds” [E126, 1887, fol.2r].
b. Elementos verbales: “berlos en su pays- […] me conforma qe – siquiera tengan”
[E67, 1839, fol.1r]; den, aumenten [E101, 1863, fol.1r]; tengan, “me habrán prestado”,
se habrán colocado, Reciban [E102, 1863, fol.1r]; “Recibanle uds” [E126, 1887,
fol.2r].
La presencia de ustedes en nuestro corpus comienza a documentarse en 1839, dato
que coincide plenamente con lo expuesto por Moreno de Alba: «ustedes, por su parte,
comienza a ser claramente predominante solo a partir de 1840» (2010: 465). No obstante,
diferimos con este autor en su teoría para Uruguay, que sostiene que, de acuerdo con su
corpus, hay un 100% de vosotros a lo largo del XIX oriental (2010: 467). Por el contrario,
nuestro corpus se inclina, precisamente, hacia una mayor presencia de la forma ustedes ya
que hemos localizado 5 ocurrencias de elementos pronominales de vosotros y 11 de
ustedes, así como 0 formas verbales de vosotros, frente a 8 de ustedes. Tampoco estamos de
acuerdo con Moreno de Alba cuando expone que «el ustedes, sin que llegue casi nunca a
emplearse como signo de deferencia, deja ver que los interlocutores son personas
afectivamente más distantes» (2010: 468), ya que los documentos en los que hemos
detectado la presencia de formas nominales y verbales de ustedes son todas epístolas
personales (E67, E65, E101, E102, E85, E69 y E126).
• Mezcla de vosotros y ustedes: deci-/ ros, “os escaeviré”, “tengan mucha calma”,
“me habrán prestado”, se habrán colocado, Reciban [E102, 1863, fol.1r].
Sobresale notablemente el hecho de que Venancio Flores mezcle las formas de
segunda y tercera persona del plural —vosotros y ustedes— para referirse a su hija y a otros
familiares en sus tres escritos. Así, redacta “y no hé que-/ Rido dejar de daros el ultimo
adiós”) [E99, 1857, fol.1r], “den el ejemplo […] No aumenten mis sinsabores” [E101,
1863, fol.1r]. Estos casos recién mencionados aparecen en dos epístolas diferentes; no
obstante, el documento E102 (Carta de Venancio Flores a su hija Ágapa, 1863) presenta
ambas formas: deci-/ ros, “os escaeviré”, “tengan mucha calma”, “me habrán prestado”, se
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Estela González Torres
Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
habrán colocado, Reciban [fol.1r]. Por consiguiente, podemos concluir que el entonces
presidente de la República utilizaba tanto vosotros como ustedes, en sus formas
pronominales y verbales, indistintamente. Entonces, es posible concluir que la fase de
variación estaba aún teniendo lugar hacia 1863. Cabe señalar también que para el singular,
Flores es tuteante: ti [E99, 1857, fol.1r], Recibe [fol.1r, 2 casos]; tien[*es] [E101, 1863,
fol.1r], Recibe [fol.1v]; “y tu recibe” [E102, 1863, fol.1r].

Tratamientos afectivos en el ámbito familiar: ma [E117, 1829, fol.1r], ma [fol.1v];
Madre [E109, 1830, fol.1r], madre [fol.1v]; Madre [E114, c.1830, fol.1r]; “mi /
paulinita qe no habla sino de su papa”, “tu madre qe te distingue” [E67, 1839, fol.1r];
mama [E120, 1841, fol.1v]; Abuelito [E98, 1845, fol.1r, 2 casos]; Papa [E65, 1846,
fol.1v, 3 casos]; “La Madre de Narciso”, mamita [E66, 1846, fol.1v]; Ma[*d]re [E99,
1857, fol.1r]; mama [E101, 1863, fol.1r], mamá, Papa [fol.1v]; Mamá, Mama, papa
[E102, 1863, fol.1r]; madre [E85, 1865, fol.1r]; Madre [E123, 1865, fol.1v]; madre
[E69, 1887, fol.1v]; padre, madre [E126, 1887, fol.1v], tata (por papá) [fol.2r]; “Papa
y Mama tutores”, tata [E127, 1887, fol.2r]; mama [E128, 1887, fol.1r], tata [fol.1v].
Es de obligada inclusión aquí una serie de observaciones en torno a la designación
de los progenitores:
FÓRMULA DE TRATO
N
papa (con y sin tilde)
7
mama (con y sin tilde)
7
pa (con y sin tilde)
0
ma (con y sin tilde)
2
papito
0
mamita
1
tata
3
Tabla 9: Frecuencia de tratamientos a progenitores en el siglo XIX uruguayo.
Joaquín Requena le escribe tres cartas a su hijo (E126, E127, E128) en 1887
mezclando las distintas posibilidades de tratamiento para progenitores. Así, en la primera,
escribe madre, padre y tata; en la siguiente prefiere Papa y Mama; y para la tercera y
última, mama. Nótese que tanto la forma conservadora tata [«(Del lat. tata). 3. m. afect.
Am. padre (ǁ‖ varón que ha engendrado). U. en algunos lugares de América como
86
Estela González Torres
Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
tratamiento de respeto», DRAE (2001)] como las modernas papa, mama, pa y ma —
también acentuadas— son la novedad del XIX uruguayo, pues en el siglo pasado no
encontramos ningún ejemplo de las mismas.
Consideramos acertado volver a realizar una comparación con el país vecino, esta
vez de la mano de Elizabeth M. Rigatuso (1992), quien analiza las fórmulas de tratamiento
vigentes en el español boanerense entre 1830 y 1930, esto es, durante el proceso de
modernización argentino (fines del XIX y primeras décadas del XX). La autora habla de
una importante reestructuración en los usos de las fórmulas de trato a partir de mediados
del XIX, que implicó un marcado cambio hacia usos simétricos y familiares y hacia formas
nominales más modernas (1992: 177). Nos interesa especialmente este último aspecto, es
decir, «la aparición, dentro del sistema nominal para el trato con el padre de la forma
innovadora papá, que comienza a desplazar del habla infantil y adolescente a la fórmula
más tradicional tatita» (1992: 179). En el habla porteña caen en desuso, de igual manera,
formas como padre —al igual que hemos observado para el caso oriental—; pero también
mama que, precisamente, “nace” en el español uruguayo de esta época. Rigatuso también
menciona la aparición de papito y mamita, así como de las relajaciones pa y ma durante
este proceso argentino de innovación. Respecto al esquema pronominal, la argentina
documenta el trato de solidaridad de tú ~ vos mutuo entre padres e hijos y entre primos y,
para finales del siglo XIX, también de sobrinos a tíos y de nietos a abuelos.
Es necesario dedicar, aquí, un apartado al ustedeo cariñoso presente en muchas
epístolas familiares de nuestro corpus. Llaman especialmente la atención los casos de V.
detectados en el documento E98, una carta de nieta a abuelo en la que esta lo llama
cariñosamente Abuelito y lo trata de usted. En ella, María del Pinto le escribe a su abuelo
contándole novedades y hablándole de posibles visitas en 1845. O el documento E66 (Carta
de Eugenio Garzón a su hermana, 1846), en el que el autor se dirige, inicialmente, a su
hermana Anacleta en tercera persona del singular y luego en segunda, también del singular.
Se trata, pues, de un ejemplo de ustedeo cariñoso:
“Pobrecíta, ací la escrivo que se aníme,/ í que no se havata tanto, que Dios/ querra poner termino á
sus desgracias, […] La relacion que me haces de mis tres/ amados hijos […] [fol.1r]
Soy con el mayor dever obligado al/ cuidado que tienes con mí hijos./ La Madre de Narciso, lloro
mucho/ cuando le lei tu carta, y ollo lo/ que decias de su hijo./ Recive el cariño con que te
distingue/ tu hermano” [fol.1v] (Bertolotti et al. 2012: 44)
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Estela González Torres
Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
En el documento E123, 1865, fol.1v (Carta de Josefa Alfonsín de Lamas a su hijo
Andrés Lamas) la autora le habla a su hijo de usted (“lo molesto”, “para prebenirle”, “es
presiso. que se sir/ba”, prebiniendole, de su agrado, “Esto no debe serle sorprendente”, “la
Madre que lo alimento”, “Sin mas lo saluda su adfetisma”) y se dirige a ella misma como
Madre.
Nuestro corpus comprende tres cartas del presidente Venancio Flores a su hija
Ágapa (E99, E101 y E102). En la carta E99, de 1857, se refiere a sí mismo como “(tu)
Padre” [fol.1r]; pero seis años más tarde, como “tu Papa” [E101, 1863, fol.1r] y “tu
amado/ papa” [E102, 1863, fol.1r]. Además, también en E101 y E102, le habla de su
esposa como “tu mama” y “tu/ mamá” [E101, 1863, fol.1r], así como “tu Mamá” y “tu
Mama” [E102, 1863, fol.1r]. Como era de esperar Flores tutea a su hija en su
correspondencia: “Mucho me/ he acordado de ti”, “con el pe-/ sar de no estar a tu lado
como lo deseaba”, “Recibe recuerdos”, “y tu/ recibe la bendicion de tu Padre” [E99, 1857,
fol.1r]; tien[*es], “No tengas cuydado […], tenga calma […] no hagas caso […]” [E101,
1863, fol.1r], Recibe [fol.1v] y tu recibe [E102, 1863, fol.1r]. Cabe mencionar aquí que en
“tenga calma” observamos otro caso de ustedeo cariñoso.

Formas características del español de América: Recién [E65, 1846, fol.1r].
En el español americano, el adverbio recién no va seguido de un participio, sino de
una forma verbal conjugada; por ejemplo: Recién terminé el proyecto.
RASGOS SINTÁCTICOS

Artículo + nombre propio de persona (antropónimo): la Severina Rosa [E81, 1828,
fol.1v]; “el Rufino Bausa, es un Picar, de 7 suelas” [E114, c.1830, fol.1r].
Llama la atención notablemente cómo este fenómeno disminuye considerablemente
en esta centuria, respecto a la precedente —de hecho, el CORDE no recoge casos de
fórmulas como el francisco, por ejemplo—. Este dato verifica la teoría de Ortiz Ciscomani
y Reynoso Noverón (2012) que sostiene que la combinatoria determinante + NP cae
drásticamente en el XIX, para luego repuntar en el XX. Además, tan solo hemos localizado
un caso con participio adjetivado que ponga de manifiesto explícitamente que la persona en
cuestión ya fue introducida antes en el fragmento: la predicha Felicidade Rosa [E81, 1828,
fol.2v].
88
Estela González Torres

Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
Determinante artículo/forma contracta + nombre de país: del Uruguay [E594,
1880, fol.18r, fol.59r, 2 casos; fol.61r, fol.68r, fol.69r; E210, 1883, fol.1r, fol.3r, fol.4r;
fol.7r , 2 casos; fol.8v, 2 casos; fol.10v, fol.11r, fol.12r, fol.15r, fol.17r, fol.19r; fol.21r,
2 casos]; el Brasil, al Brasil [E211, 1882, fol.1r]; al Brasil [E212, 1882, fol.1v].

Otros usos de determinantes: una acta [E213, 1882, fol.2r]; alguna arma [E594,
1980, fol.31r]; nin- / guna árma [fol.33r]; esta acta [fol.39v].

Construcciones de determinante + posesivo + sustantivo: “Reciba SSria. los saludos
de/ los de esta su casa del P. Suárez” [E85, 1865, fol.1v]; “saber de la buena salud de
esa/ su famili” , “Recuerdo á mí comadre y de/ mas familia de esa su casa de parte/ de
toda esta familia de esta su casa” [E596, 1860, fol.1r]. Se trata de usos cultos afectivos.

Posesivos: “Esta mañana lo he/ encontrado en la calle yendo él para casa mía” [E130,
1880, fol.1r], por influencia del italiano.

Cuyo/a/s sin antecedente expreso: “En cuio testimonio asi lo otorgó”, “la hice sacar/
para entregarle á cuio fin la signo y firmo” [E80, 1816, fol.2v].
Como ya adelantamos en el XVIII, hemos encontrado algunos usos del pronombre
relativo cuyo/a/s sin antecedente expreso, como equivalente del determinante demostrativo
este/a/o/s.

Discordancia de número ad sensum: “han llegado a la playa vivos por distintos
modos bastante gente” [E203, 1812, Fol.5r]; “algunos meses […] mas como pasásen y
ella no cumpliesen” [E75, 1821, fol.1r]; “toda la union saben bien/ tu muger lo que asìa
conmigo” [E70, 1870, fol.2r]; “que si no se atienden con ur- / gencia, especialmente el
de varones, pronto se reducira / á ruinas” [E215, 1872, fol.6r]; “Extracto del Registro
de actas del / Estado Civil, correspondiente á (l) Nacimiento / ocurridos en esta
seccion” [E594, 1980, fol.20r], “Don Francisco / [*Goyo]aga, Español de treinta años,
casado comerciantes” [fol.20r], “nacio el en la calle y un-/ [*me]ro ya dicho” [E594,
1980, fol.20r], “y le comprende las gene-/ rales de la Ley con los nom// brados
Federico y Francisco/ por ser éstos hijos del de-/ clarante” [fol.34r // fol.34v]; “y no le
comprende/ las generales de la Ley, que/ se le esplican” [fol.36v]; “y no le comprende
las ge-/ perales de la Ley, con los/ nombrados” [fol.42v]; “El vecindario / de ámbas
partes de las secciones se hán / prestados” [E294, 1882, fol.1r]; “vie= / ndo qe segia los
89
Estela González Torres
Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
Grito” (segia por seguían) [E210, 1883, fol.12r]; “Las fiestas de Carnaval / ha sido el
pretesto” [E295, 1883, fol.2r].

Discordancia de género ad sensum: “a alguna de esas dos encantos” [E98, 1845,
fol.1r]; “vicentito, mamita / y Paulinita. Ninguna se separa de mi memoria ni un dia”
[E66, 1846, fol.1v].

Adverbios y locuciones adverbiales: “una sola lanchita de vien pequeño porte” [E203,
1812, fol.4r]; “no solo es/ de nececida tener asunto para ser este un mo/ tibo para tener
relacion, a mas que en ti/ es un deber” [E117, 1829, fol.1r]; Por acá no hay novedad
parti-/ -cular” [E85, 1865, fol.1r]; “si su destitucion es por mí no/ acepto, y á mas no
quiero que crea Pereira/ que yo halla influido” [E125, 1880, fol.1r]; “tiene por acá muy
mala fama” [E213, 1882, fol.2r].

Usos preposicionales: “poco resguardados a mi parecer para si nos/ cargaba un
temporal” (i.e. por) [E203, 1812, fol.3r]; “los niños que ven-/ -gan á vacaciones” [E85,
1865, fol.1r]; “no podra/ negarse de desirte quien soy yo” [E70, 1870, fol.1v]; “Hago
lo/ que puedo por hacerte conocer de algunas persona aquí”, “estas contento de tus
programas” [E129, 1880, fol.1r]; “En dicho día se pasarón los oficios que hace re-/
ferencia la anterior providencia” [E210, 1883, fol.2v], “que el dia que se ha-/ ce
referencia” [fol.6r], “en la noche que/ se hace referencia” [fol.7v], a causa que
[fol.16r].
En el caso del ejemplo “Hago lo/ que puedo por hacerte conocer de algunas persona
aquí” (E129, Carta de Juan Manuel Blanes a su hermano Mauricio), el pintor emplea
incorrectamente el verbo conocer, con el sentido de ‘saber o tener noticia de algo’, como
intrasitivo seguido de un complemento introducido por la preposición de. Según el DPD
(2005), este fenómeno se explica por el cruce con el verbo saber. En este caso concreto,
creemos que se debe a un calco del italiano, lengua del país donde residía el emisor en el
momento de redactar la carta y que, asimismo, le había acogido en el pasado.

Queísmo: “Quedo enterado q.e tia marica, a recivido el dinero” [E113, 1830, fol.1r];
“estoi seguro que” [E70, 1870, fol.1r]; “se daba cuenta que es= / taba preso” [E594,
1890, fol.9r].
90
Estela González Torres

Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
Ausencia de la preposición a para introducir CD de persona: “conducir los/
salvados del naufragio” [E203, 1812, fol.1r], “dexando a bordo el Practico5 me/
embarque” [fol.2v]; “seduciendo un ,,Negro Esclavo” [E79, 1821, fol.2v]; “boi a
nombrar, huna persona respetable y sufisiente capas, para que arregle mis alimentos.”
[E123, 1865, fol.1v]; “se han llevado una joven hija” [E211, 1882, fol.1r]; “asesinar los
pasageros” [E211, 1882, fol.1r]; “alarmó la población” [E213, 1882, fol.1r], “puse en /
inmediato movimiento los policías” [fol.1v]; “salvaria V. un hombre de un mal paso, / y
a una madre de familia” [E288, 1885, fol.1r]. ““6Dios se lleva “los niños (...)” [E127,
1887, fol.1v].
Nótese que el primer documento, E203 (Informe a propósito del Navío Salvador), es
un texto oficial culto plagado de tecnicismos, aunque manifiesta seseo. Por otro lado,
“seduciendo un ,,Negro Esclavo” convive en el mismo folio con examinó al Negro [E79,
1821, fol.2v].

Ausencias de preposición: “1 Rollo tavaco” [E595, 1857, fol.1r].
-
Deber de + inf (probabilidad) por deber + inf (obligación): “y por lo/ tanto jamas
debes de olbidar que soi tu/ ma” [E117, 1829, fol.1r].
-
Desear de + inf: desearia de/ ser util [E175, 1809, fol.1v].
Ya que este tipo de construcción introduce un complemento directo, no debe
emplearse la preposición de, tal y como censura el DPD (2005). En caso de ir seguida de
una oración subordinada —y no de un infinitivo— precedida por la conjunción nexo que se
produciría un dequeísmo o «uso indebido de la preposición de delante de la conjunción que
cuando la preposición no viene exigida por ninguna palabra del enunciado» (DPD, 2005).

Laísmo: “Pobrecíta, ací la escrivo”, servirla [E66, 1846, fol.1r]; “la Junta no ha
recibido las/ rentas que la corresponden” [E215, 1872, fol.1v], “en esta reparticion, para
ponerla á la/ altura que la corresponde” [fol.3r].
5
Es una persona que ostenta ese cargo concreto («6. m. Mar. Técnico que, por el conocimiento del lugar en
que navega, dirige el rumbo de las embarcaciones en la costa o en un puerto»; DRAE, 2005).
6
Es una cita, de ahí la doble comilla de apertura. Joaquín Requena le copia a su hijo parte de una carta de J.
Estrada, amigo de la familia.
91
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Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
Nótese, por un lado, que el documento E215 (Informe y pedido de la Junta
Económica Administrativa de Cerro Largo al Gobierno de Montevideo) es un texto
sumamente oficial; y, por otro, que casos como los del documento E66 convive con otros
no laístas (“La Madre de Narciso, lloro mucho/ cuando le lei tu carta” [fol.1v].

Loísmo: “suplicandolo tubiese la/ bondad de hacerle presente” [E175, 1809, fol.1v].

Leísmo: “Sin embargo lo [??] pronto posible se le he/ de mandarlo buscar” [E597,
1867, fol.1r]; “Preg.do Si conocio al Baqueano del Bergantín llama-/ do Calado, y si
sabe quien le hirio […] é ignora quien le hirio” [E210, 1883, fol.6r], “que entonces
gritó á sus compañeros/ los que le ayudaron […] en donde le acostaron” [fol.7v], “le
conocia” [fol.9r].
En relación al siglo anterior, se aprecia una gran disminución en el número de casos
de laísmo y leísmo registrados en el XIX —nótese que suplicandolo es el único ejemplo
loísta del corpus—. Esto se explica ya que todos los autores de los textos de esta centuria
son uruguayos, mientras que estos fenómenos son originalmente castellanos.

Confusión ser/estar: “no estaba capas de tomar/ la pluma en la mano” [E98, 1845,
fol.1r]; “soi dispuesto”
[E66, 1846, fol.1r] , “soy con el mayor dever obligado”
[fol.1v]; “eran unidos” [E594, 1980, fol.9v].

Participios: “sean pagos” [E78, 1821, fol.1r]; “están pagos” [E63, 1841, fol.1r];
“qedan pagos” [E64, 1841, fol.1r].
El DRAE (2001) define pago, en su tercera entrada, como el participio irregular
coloquial poco usado del verbo pagar. Así, podemos concluir que se trata de un tecnicismo
comercial arcaizante hallado en dos cartas del mismo autor, Rafael Quiñones.
RASGOS LÉXICOS

Palabras o fórmulas de uso coloquial: “puedes echar dos meses” [E30, 1803, fol.1v];
“à/ lo de D.ª Ana” [E290, 1870, fol.1r]; “en lo de Cattá” [E212, 1882, fol.1v]; “por
aquello de ¿donde vas Vicente? al/ ruido de la gente-”[E295, 1883, fol.2r], “pero me/
contestó aquel con un nó/ mas redondo que la cabeza/ de Pagola-”, Una vez metido en
el fandango [fol.2v], “no_/ haria Ud. una cosa del otro/ mundo” [fol.3r]; “el querido
nené” [E126, 1887, fol.2r; E128, 1887, fol.1r]; “habia tomado un cuchillo que/ como
92
Estela González Torres
Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
cualquier otra cosa encontró/ á mano” [E594, 1890, fol.50r], “que/ en esto llegó
Francisco / Goyoaga” [fol.65v].

Indigenismos: chacra [E176, 1809, fol.1r]; Humitas de Choclo [E65, 1846, fol.1v];
Mani [E598, 1856, fol.1r]; “te/ as puesto a sembrar porotos cuando/ yo los abia,
senbrado primero” [E70, 1870, fol.1r]; “los Casiques Charruas” [E297, 1885, fol.1v];
mate [E594, 1890, fol.51r]. Chacra (y chácara) y mate ya aparecían en nuestros
archivos dieciochescos, pero el resto de palabras, cuyas definiciones incluimos a
continuación, no.
Del quechua:
-
«choclo2. (Del quechua choccllo). 1. m. Am. Mer. Mazorca tierna de maíz. 2. m.
Am. Mer. humita (ǁ‖ comida criolla)». En el Diccionario del español del Uruguay
(DEU, de aquí en adelante), publicado en 2011, la etimología se escribe choqllo.
Corominas (1954) documenta la primera aparición de este vocablo en 1540.
-
«humita. (Del quechua humint'a). 1. f. Arg., Bol., Chile, Ec., Perú y Ur. Comida
criolla hecha con pasta de maíz o granos de choclo triturados, a la que se agrega una
fritura preparada generalmente con cebolla, tomate y ají colorado molido. Se sirve
en pequeños envoltorios de chala, en empanadas o a modo de pastel». Para
Corominas humita tiene la misma etimología señalada en el DRAE y es común al
español hablado en Argentina, Chile y Perú —pero no en la Banda Oriental—. Su
primera documentación data de 1673, en el chileno Pineda y Bascuñán.
-
«poroto, ta. (Del quechua purutu). 1. m. y f. coloq. Chile. niño (ǁ‖ persona que está en
la niñez). 2. m. Am. Mer. judía (ǁ‖ planta papilionácea). 3. m. Am. Mer. judía (ǁ‖
semilla). 4. m. Am. Mer. Guiso que se hace con estas semillas». En este contexto
concreto (el documento E70 es un anónimo injurioso al general Máximo Santos en
el que lo tachan de cornudo), bien podría entenderse con el significado de la primera
acepción ya que la esposa del destinatario tuvo una hija con el autor de la misiva.
Por su parte, Corominas no contempla esta última acepción: «rioplat., chil., boliv.,
ecuat., 'habichuela', del quich. purútu íd. 1.ª doc.: 1586, en una relación geográfica
relativa al Perú.
93
Estela González Torres
Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
De otras lenguas indígenas:
-
«maní. (Voz taína). 1. m. cacahuete». Corominas (1954) se extiende más en su
descripción:
«del taíno de Haití. 1.ª doc.: 1535, Fz. de Oviedo. Este declara
categóricamente que así le llaman los indios de la Española (...) Sin embargo, sería
raíz común al araucaco con el caribe isleño (manà) y con el tupí».
-
«cacique, ca. (De or. caribe). 1. m. y f. Señor de vasallos en alguna provincia o
pueblo de indios. MORF. U. t. la forma en m. para designar el f. Doña Manuela era
la cacique del pueblo. 2. m. y f. Persona que en una colectividad o grupo ejerce un
poder abusivo. MORF. U. t. la forma en m. para designar el f. Doña Manuela era la
cacique del pueblo. 3. m. y f. coloq. Persona que en un pueblo o comarca ejerce
excesiva influencia en asuntos políticos. MORF. U. t. la forma en m. para designar
el f. Doña Manuela era la cacique del pueblo» (es artículo enmendado). Bajo la
entrada de cacique, Corominas escribe: «del taíno de Santo Domingo, donde
designaba a los reyezuelos indios, 1.ª doc.: 1492, Colón».
Según el DEU (2011), la etimología de charrúa es de origen controvertido: «m. pl.
Etnia indígena nómade, integrada por la parcialidad del mismo nombre y la de los bohanes
y yaros, que ocupó parte del territorio de la Banda Oriental y el de las actuales provincias
argentinas de Santa Fe y Entre Ríos hasta principios del siglo XIX. // 2. m. pl. Parcialidad
indígena nómade que integraba la etnia del mismo nombre; ocupó la parte sur de la Banda
Oriental hasta fines del siglo XVIII; tenía una economía basada casi exclusivamente en la
caza y la recolección; se distinguió por su carácter bélico. // 3. m. / f. Persona que
perteneció a la parcialidad charrúa o a su etnia. // 4. adj. Perteneciente o relativo a los
charrúas. (...)». Corominas, por su parte, lo señala como derivado de charro: «'basto,
tosco', 'aldeano', 'de mal gusto', vocablo familiar probablemente emparentado con el vasco
txar 'malo, defectuoso', 'débil', 'pequeño', y tomado de esta voz vasca o heredado de la
ibérica correspondiente. 1.ª doc.: 1627, G. Correas (Voc., p. 284, s. v. Dios); Aut.».

Latinismos: “sobre que renuncia su fuero y/ vecindad con la ley sit convenit de jurisdi/
-tione omnium judicum” [E80, 1816, fol.2r].

Italianismos: espedizionere [E130, 1880, fol.1r].
94
Estela González Torres

Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
Influencia del portugués y lusismos: Jeneiro [E30, 1803, fol.2r]; Felicidade [E81,
1828, fol.1v, fol.1r, fol.2v]; Setembre [E596, 1860, fol.0]; brasilero [E214, 1882, fol.1r;
E210, 1883, fol.1r, fol.17r, fol.21r].

Americanismos: En este mismo siglo ya incluíamos el significado del americanismo
tata [E126, 1887, fol.2r; E127, 1887, fol.2r; E128, 1887, fol.1v]. Y en el XVIII, las
definiciones de pronto/a (“no estoy pronto a certificar/ la verdad” [E174, 1812, fol.1r];
“estoi pronto a provarte” [E70, 1870, fol.1v]; “espéreme […] con su/ gente pronta”),
boletos ([E215, 1872, fol.4v]), pulpero ([E75, 1821, fol.1r]), fierro (fierro [E98, 1845,
fol.1r; E210, 1883, fol.10v; E215, 1872, fol.5r]), sacar por quitar (se/ le saque el
empleo, “se le saque el empleo á Horacio” [E125, 1880, fol.1v/1r]) y vereda (vere-/ ,,da
[E79, 1821], vereda [E594, 1980, fol.36v]).
TÉRMINO
boleto
fletar
flete
patacón
petardo
potrero
quebrarse
DEFINICIÓN
«boleto. (De boleta). 1. m. billete (ǁ‖ para
ocupar asiento o para viajar)». Nótese
que no figura como americanismo en el
DRAE (2001)
«fletar. (De flete). 3. tr. Am. Alquilar
una bestia o un vehículo para
transportar personas o cargas»
«flete. (Del fr. fret). 4. m. Am. Carga
que se transporta por mar o por tierra.
Los arrieros buscan flete» (DRAE,
2001)
«patacón. (De pataca1). 1. m. Moneda
de plata, de peso de una onza, y cortada
con tijeras». El DRAE (2001) no lo
señala como americanismo.
«petardo, da. (Del fr. pétard). 4. m.
Estafa, engaño, petición de algo con
ánimo de no devolverlo» (es avance de
la vigésimo tercera edición del DRAE)
OCURRENCIAS
boletos [E215, 1872, fol.4v,
2 casos]
fletar [E63, 1841, fol.1r]
“No sé si convendrá
mandarlo á flete” [E129,
1880, fol.1v]
patacones
[E64,
1841,
fol.1r, 2 casos; E595, 1857,
fol.1r]
“me comunica el cumpli-/
miento del petardo que di a
V. de hacer mis/ veces en el
Bautismo del hijo del
Comandante/
Golfarini”
[E21, 1856, fol.1r]
“vajar sobre/ la costa del río
Uruguay recorriendo, los
potreros” [E294, 1882,
fol.1r]
«potrero1. 3. m. Am. Terreno cercado
con pastos para alimentar y guardar el
ganado. 4. m. Arg., Bol. y Perú. Terreno
inculto y sin edificar, donde suelen
jugar los muchachos» (DRAE, 2001)
Aunque el DRAE (2001) no lo recoja “se me quebro”
—el DPD (2005) sí—, el verbo quebrar 1830, fol.1v]
suele emplearse en pronominal en el
español americano con el sentido
95
[E109,
Estela González Torres
Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
partirse o romperse.
regresar
Aunque el DRAE solo comenta que este
verbo suele emplearse en forma
pronominal en América, nos atrevemos
a añadir que es mucho más habitual allí
con el sentido de 'volver al lugar de
donde se partió'
regresar
[E203,
1812,
fol.4v]; regresaba [E594,
1890, fol.29r]; “para que si
hubiese
regre-/
sado
[fol.48v]; “en caso de que ya
haya regresado” [fol.52r];
“no/ ha regresado aun”
[fol.52v]; “manifieste si ha
regresado”, “si su hijo
Enrique ha regresado”
[fol.55v]
Tabla 10: Americanismos presentes en el corpus del español uruguayo del XIX.

Uruguayismos y argentinismos:
TÉRMINO
atorrante
atorrar
fariña
frente
inscripta
matrero
DEFINICIÓN
«atorrante, ta.1. adj. despect. Arg. y Ur.
vago (ǁ‖ holgazán). U. t. c. s. 2. m. y f.
despect.
Arg.
y
Ur.
Persona
desfachatada, desvergonzada» (DRAE,
2001)
No figura en el DRAE, pero sí en el
DEU (2011): «atorrar. (Etim. en inv.)
intr. obs. esp. boludear(se) (1). // 2.
intr. esp. apoliyar» [apoliyar. (Del it.
appollaiarsi, quedarse quieto). intr. esp.
Dormir (...)]
«(Del gall. fariña, harina). 1. f. Arg.,
Col., Par., Perú y Ur. Harina gruesa de
mandioca» (DRAE, 2001)
«hacer ~ ancha, o la ~ ancha. 1. locs.
verbs. coloqs. Arg. y Ur. Hacer frente a
un peligro o dificultad» (DRAE, 2001)
«inscripto, ta. (Del lat. inscriptus). 1.
part. irreg. Arg. y Ur. inscrito» (DRAE,
2001)
«matrero, ra. (De or. inc.). 4. adj. Arg.,
Chile, Perú y Ur. Fugitivo que buscaba
el campo para escapar de la justicia. U.
t. c. s.» (DRAE, 2001)
OCURRENCIAS
atorrante [E594, 1980,
fol.65v]
“y, se trabaja ó se atorra,”
[E594,
1980,
fol.8v,
fol.29r];
fariña [E598, 1856, fol.1r, 2
casos]
“he tenido que hacer frente
y pata ancha” [E295, 1883,
fol.2v]
“Enmendado inscripta vale”
[E594, 1980, fol.26v]
matreros
[E211,
1882,
fol.1r; E212, 1882, fol. 1r;
E213, 1882, fol. 1r, 2 casos;
fol.2v, fol.3r]
Tabla 11: Uruguayismos y argentinismos del corpus del español uruguayo del XIX.

Tabúes: Tomar vs. coger es uno de los tabúes más comunes del español americano,
respecto al peninsular. Nuestro corpus registra un caso de tomar que ocupa, pues, el
espacio que deja libre el tabú coger: “no estaba capas de tomar/ la pluma en la mano”
[E98, 1845, fol.1r].
96
Estela González Torres
Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX

Eufemismos: morenos [E23, 1853, fol.1r].

Otros: “mi carísimo P. Vera” [E20, 1858]. Consultando el CORDE, no hallamos
ejemplos de carissima, carisima, caríssima, carísima, carissimo, carisimo y caríssimo
durante el siglo XIX en Argentina y Uruguay; pero sí 3 de carísimo, aunque solo uno de
ellos tiene el sentido de 'queridísimo'.
Hemos encontrado un caso de darse broma con el sentido de 'hacerse bromas':
“solian/ darse bromas con relacion al/ trabajo” [fol.10r]. Hemos buscado ejemplos de
verbos combinados con el complemento bromas en el CORDE durante el XIX y abundan
los siguientes: estar de broma, ser broma, ser en broma, echar a broma, tomar en broma,
tomarse por broma, hablar en broma, decir en broma, dar (una) broma, hacer de broma,
parecer broma... De entre todas las ocurrencias de dar(se) broma/s, ninguna de las
registradas figura en forma pronominal.
8. CONCLUSIONES
Después de analizar en profundidad los dos primeros siglos de la historia de la lengua
española en Uruguay, se hace imprescindible comentar una serie de consideraciones
finales. En primer lugar, nuestro corpus, tanto para el XVIII como para el XIX, es
altamente potencial y revelador. Compuesto de cartas personales, documentos oficiales y
privados —y no de piezas literarias—, son las primeras las que más se acercan a la oralidad
e inmediatez en la comunicación, «por estar escritas por semicultos, tener implicación
emocional, ir dirigidas a familiares o amigos, contener cierto grado de dialogicidad, sin
propósito exclusivamente informativo ni fijación temática» (Arias Álvarez 2013). No
obstante, algunos textos de carácter jurídico son también sumamente útiles, ya que en ellos
confluyen distintas voces, muchas de ellas de manera natural y espontánea.
En lo que a los fenómenos detectados se refiere, entre los más significativos
sobresalen: en fonología, el seseo como un cambio ya concluido y, por consiguiente,
ampliamente extendido en las tres tipologías textuales y entre autores de diversas
nacionalidades y niveles socioeducacionales; y el yeísmo, como un cambio recién iniciado
en época decimonónica. En relación con estos dos rasgos, entre otros, el siglo XVIII
oriental bien podría tratarse de una prolongación del XVII porteño, como también comenta
Elizaincín (1997: 166) en referencia a las formas de tratamiento y otros fenómenos
97
Estela González Torres
Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
lingüísticos: «en lo que tiene que ver con el siglo XVIII (...) la Banda Oriental presenta
siempre aspectos conservadores en comparación con lo que sucede en la “banda
occidental”, esto es, Buenos Aires. Montevideo (...) ha vivido y vive en constante relación
de acercamiento/alejamiento con respecto a la capital argentina».
Desde el punto de vista fonético, son numerosos los fenómenos vocálicos (bajo la
forma de vacilaciones, principalmente) y consonánticos (entre los que destacan la
aspiración de -s implosiva, la pérdida de -d, la confusión de las grafías <x> y <s> y la
reducción en los grupos cultos, así como algunos casos de F- latina) que recorren los
fragmentos analizados. En el nivel morfológico, apreciamos que el sufijo por excelencia
para ambos siglos es -ito, con 16 casos registrados en el siglo XVIII y 50 en el XIX.
En lo que a la morfosintaxis respecta, el siglo XIX vuelve a resultar mucho más
innovador que el anterior, ya que la mezcla de paradigmas tuteante y voseante del actual
sistema pronominal de trato uruguayo comienza a gestarse entonces con la llegada del
voseo. Las abreviaturas arcaizantes de vuestra(s) merced(es) decrecen considerablemente
en esta misma centuria. Y nuestros datos corroboran que vosotros aún pervivía
coloquialmente en época decimonónica, aunque estuviera en retroceso, frente a la creciente
preferencia por el empleo de ustedes.
En relación al tratamiento familiar, notamos cómo, también en el XIX, se dan usos
simétricos de confianza de padres a hijos, así como muchos casos de ustedeo cariñoso entre
familiares. Además, tanto la forma conservadora como las modernas papa, mama, pa y ma
—también acentuadas— son la novedad del XIX uruguayo, pues en el siglo pasado no
encontramos ningún ejemplo de las mismas.
Sintácticamente, durante el XVIII predominan notablemente la fórmula de artículo
determinante + nombre propio, el uso de cuyo/a sin antecedente expreso, la variación
ausencia/presencia de la preposición a para introducir OD de persona o ser animado, así
como el laísmo y el leísmo, que caen drásticamente en el siglo XIX. Los dos últimos
fenómenos se explican dado que todos los autores decimonónicos que hemos manejado
eran criollos. Además, a lo largo de las dos centurias, hemos localizado varios usos
preposicionales y de determinantes, casos de concordancia de género y número y algunos
ejemplos queístas y dequeístas —estos últimos solo en el XVIII—.
98
Estela González Torres
Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
Para terminar, la influencia de lo indígena se hace patente en ambos siglos a través
de ciertas piezas léxicas aún vigentes en la actualidad. Además, encontramos muchos más
americanismos y uruguayismos y argentinismos entre los escritos del XVIII.
Confiamos en que nuestro análisis haya contribuido a conocer mejor la historia
lingüística de Uruguay, permitiendo acercarnos más al español que, hipotéticamente, se
hablaba en la Banda Oriental desde la fundación de Montevideo en 1724 hasta finales del
siglo XIX.
99
Estela González Torres
Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
9. BIBLIOGRAFÍA
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100
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102
Estela González Torres
Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
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103
Estela González Torres
Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
10. ANEJOS
ANEJO 1. Modelo de análisis de rasgos y fenómenos propios de la lengua oral
A continuación exponemos el modelo o patrón, a modo de listado, que hemos utilizado para
enmarcar y desarrollar todos los fenómenos que hemos detectado en nuestro corpus del
español uruguayo dieciochesco y decimonónico:
RASGOS FONOLÓGICOS
2. SESEO
3. YEÍSMO
RASGOS FONÉTICOS
2. FENÓMENOS VOCÁLICOS
 Adición de vocal:
 Otros fenómenos fonéticos:
 Elisión de vocal:
 Cambio de vocal
-
Vacilación del vocalismo átono:
-
Vacilación del vocalismo tónico:
 Tendencia antihiática del español americano:
 Fusión vocálica:
2. FENÓMENOS CONSONÁNTICOS
 Relajación de –s implosiva
-
Omisión de /-s/:
-
Ultracorrecciones:
-
Metátesis:
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Estela González Torres
-
Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
Disimilaciones:
 Confusiones de líquidas (/l/ y /r/)
-
/r/ en lugar de /l/:
-
-r en lugar de -l:
-
-l en lugar de -r:
-
Pérdida de -r o -l:
-
Metátesis:
-
Asimilaciones:
-
Disimilaciones:
-
Nasalizaciones:
-
Aspiraciones:
-
Ultracorrecciones:
 Pérdida de -d-, -d, d-
Pérdida de -d-:
-
Pérdida de -d:
-
Pérdida de d-:
-
Confusión con otros fonemas:
-
Ultracorrecciones:
 Lenición o pérdida de otras sonoras intervocálicas:
 Grupos consonánticos de los cultismos
-
Confusión de las grafías <x> y <s>:
-
Confusión de otros fonemas:
105
Estela González Torres
-
Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
Otras consonantes agrupadas. Reducción de fonemas (<ct>, <sc>/<cc>, <tm>,
<bj>, <bv>, <mn>, <ns>, <bs>, etc.):
-
Neutralización de -k/-g en posición implosiva:
-
Vocalización de -k:
-
Asimilaciones:
-
Metátesis:
-
Vocalizaciones de la consonante final:
-
Ultracorrecciones:
 Adición de consonante:
 Elisión de consonante:
 Síncopas silábicas:
 Cambio de consonante:
 Palatalización de s:
 Velarización del diptongo wé:
 Asimilaciones:
 Ultracorrecciones:
 Fusión consonántica:
 F- inicial latina:
-
Mantenimiento de la aspiración procedente de F- inicial latina:
-
Realización de F- inicial latina:
 Amalgamas
-
Amalgamas fonéticas:
-
Amalgamas morfosintácticas:
106
Estela González Torres
Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
RASGOS MORFOLÓGICOS
3. MORFOLOGÍA NOMINAL
 Sufijación apreciativa
-
Diminutivos (-ejo/a, -ete/a, -ico/a, -illo/a, -ín/ina, -ino/ina, -ito/a, -uco/a, -uelo/a,
etc.):
-
Apreciativos (-azo/a, -ón/ona, -ote/a, etc.):
-
Despectivos (-aco/a, -acho/a, -ajo/a, -ango/a, -engue, -ingo/a, -orro/a, -ucho/a, uzo/a):
 Derivación:
 Género
-
Sustantivos comunes en cuanto al género:
-
Sustantivos epicenos:
-
Sustantivos ambiguos en cuanto al género:
4. MORFOLOGÍA VERBAL

Ultracorrecciones verbales:

Vulgarismos morfológicos:
RASGOS MORFOSINTÁCTICOS
 Formas de tratamiento (Voseo/tuteo/ustedeo)
• Voseo y tuteo
d. Elementos nominales:
e. Elementos pronominales:
-
Voseo pronominal:
-
Tuteo pronominal:
107
Estela González Torres
Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
f. Elementos verbales:
-
Voseo verbal:
-
Tuteo verbal:
d. Mezcla de paradigmas:
• Usted
-
Elemento pronominal:
-
Abreviaturas:
• Vosotros/ustedes
c. Elementos pronominales:
-
Vosotros:
-
Ustedes:
d. Elementos verbales:
-
Vosotros:
-
Ustedes:
c. Mezcla:
 Tratamientos afectivos en el ámbito familiar:
 Formas características del español de América:
 Forma no apocopada de ciertos adjetivos:
RASGOS SINTÁCTICOS
 Artículo + nombre propio de persona (antropónimo):
 Determinante artículo/forma contracta + nombre de país:
 Otros usos de determinantes:
108
Estela González Torres
Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
 Omisión de determinante:
 Construcciones de determinante + posesivo + sustantivo:
 Posesivos:
 Cuyo/a/s sin antecedente expreso:
 Discordancia de número:
 Discordancia de género ad sensum:
 Discordancia temporal:
 Adverbios y locuciones adverbiales:
 Conjunciones:
 Vacilación en las formas apocopadas de los ordinales:
 Usos preposicionales:
 Dequeísmo:

Queísmo:
 Elisión de preposición:
 Ausencia de la preposición a para introducir CD de persona/animado:
 Deber de + infinitivo (probabilidad) por deber + infinitivo (obligación):
 Laísmo:
 Loísmo:
 Leísmo:
 Confusión ser/estar:

Compuestos sintagmáticos:
 Participios:
109
Estela González Torres
Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
RASGOS LÉXICOS
 Palabras o fórmulas de uso coloquial:
 Indigenismos:
 Latinismos e influencia latina:
 Italianismos:
 Anglicismos:
 Galicismos:
 Influencia del portugués y lusismos:
 Catalanismos:
 Americanismos:
 Uruguayismos y argentinismos:
 Tabúes:
 Eufemismos:
110
Estela González Torres
Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
ANEJO 2. Normas de edición y transcripción de los documentos
A continuación incluimos las normas de edición y transcripción de todos los documentos
que conforman el corpus según Bertolotti et al. 2012: 23-27.
Normas de edición de los documentos
Encabezado del documento: Cada documento estará encabezado con un título precedido
de la letra inicial de la lengua en que está escrito (E para español, P para portugués, por
ejemplo) y por el número con el que el documento ha sido ingresado al corpus, sin dejar
espacio entre la letra y la numeración. El título que se use será el del archivo, si lo tuviera.
En el caso de las cartas, serán nombradas de la siguiente manera: Carta de quien escribe a
quien recibe. De no existir el título, se creará uno en consonancia con los ya existentes. No
se incluirán fórmulas de tratamiento en el título del documento. Los nombres y apellidos se
normalizarán. El formato será: Título 1, Times New Roman, 12, Negrita o su equivalente.
No llevará punto final.
Ej.
E216. Informe sobre acontecimientos en la Plaza de Montevideo
Ubicación: Debajo del encabezado del documento, y con un renglón en medio, se incluirá
la ubicación. En primer lugar, se pondrá el siglo del documento luego de la palabra Siglo
seguida de dos puntos (Siglo:). Se separará con un tabulador del ítem siguiente, Año, en que
se incluirá el año del documento. Si se tratara de un documento que abarca varios años se
pondrá el año de comienzo. En renglón debajo y encabezado por la palabra Ubicación
seguida por dos puntos (Ubicación:) se incluirán los datos de la localización en el archivo
en el siguiente orden: nombre del archivo –incluyendo país y/o ciudad del mismo–, sección
del archivo, caja, carpeta, número de documento. Si no tiene número se pondrá Doc. s/d. El
111
Estela González Torres
Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
formato será: Título 2, Times New Roman, 12 o su equivalente.
Ej.
Siglo: XVIII
Año: 1773
Ubicación: Archivo General de la Nación (Uruguay), Caja 1, Carpeta 5, Doc. s/d.
Revisión: Con un renglón de separación de la Ubicación se deben incluir las iniciales del o
de los revisores, separadas por comas y sin puntos (Rev: JP, ML). El formato será: Times
New Roman, 12, o su equivalente.
Síntesis: Consiste en un breve resumen que contenga la información sobre el contenido del
documento. No debe confundirse con el título del mismo. Se pondrá con un renglón de
separa- ción de la Revisión, y el formato será: Times New Roman, 12, Negrita o su
equivalente. La síntesis llevará punto final.
Ej.
Se informa sobre la entrada de un tigre a la Plaza de Montevideo.
Observaciones: Se incluirán comentarios pertinentes que permitan una mejor comprensión
del documento, por ejemplo, referencias a la inserción del fragmento trascripto en un
documento mayor, a soluciones tipográficas ad hoc, a cuestiones de foliación. El formato
será: Times New Roman, 12, Cursiva o su equivalente. La palabra Observaciones será
seguida de dos puntos y las observaciones se comenzarán a escribir con minúscula.
Las transcripciones serán realizadas en un procesador de texto y en tamaño de hoja A4, con
alineación izquierda.
Normas de transcripción de los documentos7
Foliación: cada transcripción debe tener indicación del número de los folios que la
7
Las normas de transcripción se inspiran en las «Normas para transcrição de documentos manuscritos” -R.
Virginia Mattos e Silva (org.) 2001 Para a história do português brasileiro: primeiros estudos.
Humanitas/FADESP: São Paulo: 553-555 y en el Manual de Transcripción para el Diccionario del Español
Antiguo Mackenzie (1986) ídem, 4ta. ed. de Victoria A. Burus, trad. de Aurora Santa Olalla. Madison: The
Hispanic Seminary of Medieval Studies.
112
Estela González Torres
Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
componen. Esta estará escrita aisladamente en la primera línea de la misma, a la izquierda
sin tabulación alguna y de la siguiente manera: [fol. 1r], [fol. 1v], [fol. 2r], [fol. 2v], etc., en
el entendido de que r = recto, v = verso. Si el documento carece de foliación, como suele
suceder en los documentos no judiciales, o la foliación existente es posterior a la creación
del documento, el transcriptor impondrá su propia numeración de folios, precediéndola de
*. En estos casos, también se escribi- rá, a lápiz, en el margen superior derecho de los
originales. La carátula de los expedientes se podrá foliar como [*fol. 0] y se escribirá
[s/fol.] cuando alguna foja esté anexada o interpuesta, es decir, cuando no esté incluida en
la foliación original.
Si hay partes de un documento, que por diferentes razones, no se seleccionan para su
reproduc- ción, serán foliadas en forma independiente, lo cual se señalará en
Observaciones.
Numeración de líneas: en el margen izquierdo aparecerá una numeración de líneas de
cinco en cinco. Luego de un espacio de tabulador se comenzará la transcripción del texto.
Se respetará la división de líneas del documento original, es decir, en cada línea de la
transcripción se escribirá únicamente lo que aparece en la correspondiente del documento.
Se numerará el original tam- bién de cinco en cinco, a lápiz. Si la extensión de la línea del
original superara la del espacio de la hoja en la que se está transcribiendo, se pasará al otro
renglón señalando con una barra oblicua ( \ ) el fin de la línea. No se contará este renglón
en la numeración de líneas.
Si el documento manuscrito tuviera una serie de líneas en blanco, por ejemplo, entre el
destina- tario de una carta y el fechado tópico y crónico, no se dejará ese espacio en el texto
transcripto. Se transcribirán las líneas en forma continuada.
Alfabeto: se respetará, con la mayor fidelidad posible, la ortografía del manuscrito:
Será respetado el uso de mayúsculas y minúsculas que aparece en el original.
La R mayúscula, cualquiera sea su tamaño en relación con las otras letras y su posición en
la palabra, se transcribirá R. Si en el manuscrito se utiliza rr- en posición inicial, se
respetará esa grafía.
113
Estela González Torres
Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
En la transcripción de b, u y v se tendrá cuidado de distinguir entre las diferentes grafías
utilizadas por el autor del documento. Se reproducirán exactamente como aparecen en el
manuscrito, sin intentar normalización alguna basada en el uso moderno.
Puntuación: la puntuación original será rigurosamente mantenida. Sin embargo, no se
transcribirán los puntos que sean evidente producto del apoyo de la pluma con que se
escribió el original.
Tildes: será mantenido el uso de los tildes del original. Sin embargo, las formas de tilde en
lugar de puntos de íes no se considerarán tildes.
Separación de palabras: la separación de palabras seguirá un criterio moderno. Por lo
tanto se juntarán fragmentos de palabra que aparezcan separados y se separarán palabras
que aparezcan juntas.
Subrayados: los subrayados del original se subrayarán en el texto. Se prestará especial
atención a no reproducir los subrayados realizados por quienes hayan manipulado los
documentos con posterioridad.
Repasados: los repasados del original se marcarán en negritas.
Correcciones: se considerarán correcciones las letras o pasajes sobrescritos. De aparecer en
un documento, debe transcribirse el texto que el escribiente dejó como definitivo y se
anotará a pie de página la forma elegida en primera instancia por el escribiente, si esta
pudiera apreciarse.
Intercalados: se considerarán intercalados las letras o pasajes agregados entre renglones.
Se los incluirá en el lugar en que los puso el autor del documento y si estuviera literalmente
superpuesto a otro texto, se lo incluirá en el lugar que permita la mejor comprensión del
texto.
Tachaduras: los pasajes tachados del original aparecerán como tales en la transcripción, si
lo tachado se lee. Si en el documento aparece un pasaje tachado y luego se intercala uno
114
Estela González Torres
Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
nuevo, el texto tachado debe ir primero y luego se escribirá la intercalación. Si la tachadura
hace ilegible lo tachado se señalará como {TACH}.
Abreviaturas: no serán extendidas. Podrá incluirse una tabla de abreviaturas de todos los
docu- mentos, ordenadas alfabéticamente.
Rúbricas: deben registrarse las rúbricas que aparezcan en el documento. Por ejemplo, si la
firma Juan Pérez tiene una rúbrica se escribirá: Juan Pérez {RUB}.
Glosas: cada glosa debe incluirse en una llave {GL} y no debe contabilizarse en la
numeración de las líneas. La separación de líneas de las glosas se marcará con una barra (/).
Ej. {GL. Paysandú Julio 30/833/ Paso esta comunicacion/ original al Sor/ Alc.e
Ord.o del Departamen[*to]}
Sellos: cuando aparece un sello, se dará cuenta de este con [SELLO]. De entenderse
pertinente se podrá aclarar el contenido del sello. No se transcribirán los sellos de los
archivos.
Dibujos: cuando aparece un dibujo, se dará cuenta de este con [DBJO]. Incluimos entre los
dibujos los crismones, las cruces, las marcas de ganado. De entenderse pertinente, se podrá
acla- rar el contenido del dibujo.
Impresos: cuando parte del documento es un impreso, se dará cuenta de esto
transcribiéndolo en letra cursiva.
Lista de símbolos
^ ^ intercalación hecha por el autor del documento, por ejemplo, una palabra agregada entre
líneas.
[^] intercalación hecha por otra persona que no es el autor del documento.
[??] indica la presencia en el manuscrito de parte de una palabra que resulta ilegible, por
ejemplo, “fueron a po[??]” o para indicar que una palabra entera es ilegible (estrellas [??]).
115
Estela González Torres
Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
[???] señala la ilegibilidad de una frase. Si nada es legible en una línea del manuscrito, esta
línea debe representarse también como tres signos de interrogación entre corchetes. Se
escribirá [???] por cada línea ilegible de un documento a los efectos de que coincida la
numeración de líneas del original con la de la transcripción.
[* ] indica la reconstrucción por parte del transcriptor de un texto ilegible o faltante. Solo se
utlilizará cuando el contenido resulte evidente al transcriptor y no suponga una opción entre
posibles variaciones de un sonido, graficación o expresión.
[ ] todo lo que está incluido dentro de corchetes no aparece en el original: deben entenderse
como intervenciones de quien hizo la transcripción del texto.
[ ... ] indica la no transcripción de un pasaje del texto.
Ejemplo de transcripción (primer folio del doc. 216):
E216. Informe sobre acontecimientos en la Plaza de Montevideo
Siglo: XVIII
Año: 1773
Ubicación: Archivo General de la Nación (Uruguay), Caja 1, Carpeta 5, Doc. s/d.
Rev: VB, MC, AP, CP
Se informa sobre la entrada de un tigre a la Plaza de Montevideo.
[*fol. 1r]
1.
Noticia de lo acaècido la noche del dia 19. De Noviembre de 1773 en casa del Governador Interino
de la Plaza de Montevideo Don Joachin del Pino,
por havèr entrado en ella vn Tigre à poco mas de las
5.
nueve de la expresada noche: cuyo acaecimiento hà
sido vastante extraordinario: respecto à que (segun
aseguran todos) hace mas de 12, ò 14. años, que nò se
116
Estela González Torres
Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
hà visto entràr tigre ninguno en el pueblo especialmente desde que se cerró de Muralla de uno à otro
10.
Torreon.
Poco despues de las nueve de la noche del referido
dia, estando Jugando à los Naypes, en una Mesa la Señora
Doña Maria Ygnacia Ramerì Muger del susodicho
Governador, el Capitán de Fragata Don Francisco Gil Provis-
15.
to Governador de las Yslas Malvinas, y los Padres
Capellanes Pita, y Aràs; en otra mesa el Capitan de Navio Don Juan Antonio del Camino Comandante de Marina de los Bageles de este Rio de la Plata, Don Manuel de la Quintana Capitan del Regim.to
20.
de Infanteria de Buenos Ayres, el theniente del mismo Regimiento Don Antonio del Olmo, y el yà dho
Governador Don Joachin del Pino Yngeniero en Segundo
Montevideo, febrero de 2012
117
Estela González Torres
Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
ANEJO 3. Documentos objeto de estudio del siglo XVIII
De los setenta documentos recogido en Bertolotti et al. 2010 hemos trabajado, finalmente,
con los siguientes sesenta y ocho, ordenados cronológicamente:
[E24, 1730], [E38, 1739], [E218, 1741], [E54, 1747], [E58, 1747], [E55, 1748], [E56,
1750], [E57, 1750], [E59, 1750], [E53, 1751], [E60, 1751], [E94, 1753], [E217, 1761],
[E405, 1761], [E406, 1761], [E392, 1762], [E37, 1763], [E417, 1763], [E418, 1763],
[E419, 1763], [E421, 1763], [E422, 1763], [E389, 1766], [E519, 1767], [E385, 1768],
[E386, 1768], [E387, 1768], [E402, 1768], [E403, 1768], [E522, 1768], [E529, 1768],
[E454, 1769], [E528, 1769], [E530, 1769], [E540, 1770], [E543, 1770], [E588, 1771],
[E559, 1771], [E561, 1771], [E216, 1773], [E580, 1774], [E586, 1774], [E588, 1774],
[E33, 1783], [E31, 1787], [E35, 1787], [E87, 1787], [E88, 1787], [E89, 1787], [E90, 1787],
[E86, 1788], [E205, 1788], [E15, 1789], [E16, 1789], [E44, 1789], [E206, 1789], [E207,
1789], [E208, 1789], [E209, 1790], [E6, 1791], [E19, 1793], [E27, 1793], [E26, 1795],
[E29, 1795], [E28, 1796], [E7, 1799], [E204, 1799], [E430, s/f].
No hemos detectado fenómenos en los textos [E453, 1765] y [E383, 1768].
Índice por fecha de los documentos
1730. E24. Expediente matrimonial de Antonio Albares.
1739. E38. Expediente matrimonial de Joachim Marin firmado por el notario Joseph Milan.
1741. E218. Solicitud de inventario y tasación de bienes de Simón Coronel.
1744. E54. Demanda judicial contra Joseph de León.
1747. E58. Demanda puesta por Andrés Gordillo.
118
Estela González Torres
Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
1748. E55. Querella civil puesta por Joseph de León contra Domingo Castellano.
1750. E56. Memorial presentado por Francisco Xavier Ximénez.
1750. E57. Memorial presentado por Juan de Morales.
1750. E59. Querella presentada por Juan de Toledo contra Joseph Villasante.
1751. E53. Tasación de los bienes del difunto Antonio de León.
1751. E60. Memorial presentado por Agueda Gaytan.
1753. E94. Expediente judicial sobre el hallazgo de barajas en la playa producto de un
naufragio.
1761. E217. Testamento de Juan de Castro.
1761. E405. Carta de Francisco de Ma(g)una a Pedro de Cevallos.
1761. E406. Carta de Thomas Escudero a Francisco de Ma(g)una.
1762. E392. Carta de Joseph Gómez al Comandante de Rosario.
1763. E37. Maldiciones del Vicario Joseph Nicolás Barrales.
1763. E417. Carta de Don Lázaro Bernardo Mendinueta a Don Pedro de Cevallos.
1763. E418. Carta de Don Lázaro Bernardo Mendinueta a Don Pedro de Cevallos.
1763. E419. Carta de Don Lázaro Bernardo Mendinueta a Don Pedro de Cevallos.
1763. E421. Carta de remitente desconocido a Antonio Pascual.
1763. E422. Relación de presos en la Isla de Maldonado.
1766. E389. Carta de Joseph Nietto a Pedro de Cevallos.
1767. E519. Minutas de las raciones suministradas a los fuertes de Santa Teresa y de San
Miguel.
1768. E385. Documento judicial por robo realizado por los Indios Christov Jiménez,
Paravary y Barayure.
1768. E386. Carta de Nicolás de Miquelerena a Diego de Salas.
1768. E387. Carta de Nicolás de Miquelerena a Diego de Salas.
1768. E402. Estado sobre vestimentas de los Negros del Campo de Bucareli y Ursua.
1768. E403. Carta de Nicolás Miquelerena a Francisco Bucareli y Ursua.
1768. E522. Causa por robo de caballos.
1768. E529. Carta del Coronel Bartolomé Ferro a Francisco Bucareli y Ursua.
1769. E454. Carta de Lucas Infante a Pedro de Cevallos.
1769. E528. Carta del Coronel Bartolomé Ferro a Francisco Bucareli y Ursua.
119
Estela González Torres
Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
1769. E530. Carta del Coronel Bartolomé Ferro a Francisco Bucareli y Ursua.
1770. E540. Carta de Bartolomé Ferro a una autoridad.
1770. E543. Carta de Bartolomé Ferro a una autoridad.
1771. E558. Carta del párroco Joseph Planes a Bartolomé Ferro.
1771. E559. Carta de Don Bartolomé Ferro a Joseph Vértiz.
1771. E561. Carta de Bartolomé Ferro a Joseph Vertíz.
1773. E216. Informe sobre acontecimientos en la Plaza de Montevideo.
1774. E580. Carta de Joseph Ignacio de la Quintana.
1774. E586. Carta de Joseph de la Quintana a Juan de Vértiz.
1774. E588. Copia de carta de Pedro Medrano, Juan de Bustinaga, Martin Joseph de
Altolaguirre y Joseph Ignacio de la Quinttana.
1783. E33. Carta de Ramón de Cevallos a su tío.
1787. E31. Carta de Pedro de Susviela a su esposa.
1787. E35. Carta de Miguel Fernández Agüero a su tío Diego Agüero.
1787. E87. Carta de Antonio Sánchez a su esposa.
1787. E88. Carta de Luis de Casal a su esposa.
1787. E89. Carta de Joaquín de Toca a su madre.
1787. E90. Carta de Manuel Joaquín de Toca a su primo.
1788. E86. Carta de Francisco Javier Paredes a su esposa.
1788. E205. Sumario a Juan Roman.
1789. E15. Carta de Francisco Zeballos a Miguel Agüero.
1789. E16. Carta de Julián Marciano a Miguel Fernández de Agüero.
1789. E44. Caxon de sastre de José Manuel Pérez Castellano.
1789. E206. Causa Criminal contra Dionisio Siapato, vecino de la Villa de San Carlos.
1789. E207. Sumario contra Francisco Quevedo.
1789. E208. Sumario contra Antonio Vela.
1790. E209. Sumario contra Francisco Muñoz.
1791. E6. Solicitud de Lecocq a G. Martínez de Cáceres para casarse.
1793. E19. Costo de la calzada de la esquina de la Plaza.
1793. E27. Carta de Juan García a su padre.
120
Estela González Torres
Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
1795. E26. Carta de Juan Bautista a Eleicegui a su hermana Josefa Antonia.
1795. E29. Carta de Jerónimo Olloniego a su prima.
1796. E28. Carta de Juan García a su padre.
1799. E7. Memoria testamentaria de Bernardo Lecocq.
1799. E204. Causa Criminal contra Andrez Cavezas.
S/f. E430. Carta de Joseph Rodríguez de Acuña al Señor Comandante.
Índice por tipo de documento
Cartas personales
E15. Carta de Francisco Zeballos a Miguel Agüero.
E16. Carta de Julián Marciano a Miguel Fernández de Agüero.
E26. Carta de Juan Bautista a Eleicegui a su hermana Josefa Antonia.
E27. Carta de Juan García a su padre.
E28. Carta de Juan García a su padre.
E29. Carta de Jerónimo Olloniego a su prima.
E31. Carta de Pedro de Susviela a su esposa.
E33. Carta de Ramón de Cevallos a su tío.
E35. Carta de Miguel Fernández Agüero a su tío Diego Agüero.
E44. Caxon de sastre de José Manuel Pérez Castellano.
E86. Carta de Francisco Javier Paredes a su esposa.
E87. Carta de Antonio Sánchez a su esposa.
E88. Carta de Luis de Casal a su esposa.
E89. Carta de Joaquín de Toca a su madre.
E90. Carta de Manuel Joaquín de Toca a su primo.
Documentos privados
E6. Solicitud de Lecocq a G. Martínez de Cáceres para casarse.
E386. Carta de Nicolás de Miquelerena a Diego de Salas.
E387. Carta de Nicolás de Miquelerena a Diego de Salas.
121
Estela González Torres
Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
E389. Carta de Joseph Nietto a Pedro de Cevallos.
E392. Carta de Joseph Gómez al Comandante de Rosario.
E403. Carta de Nicolás Miquelerena a Francisco Bucareli y Ursua.
E405. Carta de Francisco de Ma(g)una a Pedro de Cevallos.
E406. Carta de Thomas Escudero a Francisco de Ma(g)una.
E417. Carta de Don Lázaro Bernardo Mendinueta a Don Pedro de Cevallos.
E418. Carta de Don Lázaro Bernardo Mendinueta a Don Pedro de Cevallos.
E419. Carta de Don Lázaro Bernardo Mendinueta a Don Pedro de Cevallos.
E421. Carta de remitente desconocido a Antonio Pascual.
E422. Relación de presos en la Isla de Maldonado.
E454. Carta de Lucas Infante a Pedro de Cevallos.
E528. Carta del Coronel Bartolomé Ferro a Francisco Bucareli y Ursua.
E529. Carta del Coronel Bartolomé Ferro a Francisco Bucareli y Ursua.
E530. Carta del Coronel Bartolomé Ferro a Francisco Bucareli y Ursua.
E540. Carta de Bartolomé Ferro a una autoridad.
E543. Carta de Bartolomé Ferro a una autoridad.
E558. Carta del párroco Joseph Planes a Bartolomé Ferro.
E559. Carta de Don Bartolomé Ferro a Joseph Vértiz.
E561. Carta de Bartolomé Ferro a Joseph Vertíz.
E580. Carta de Joseph Ignacio de la Quintana.
E586. Carta de Joseph de la Quintana a Juan de Vértiz.
E588. Copia de carta de Pedro Medrano, Juan de Bustinaga, Martin Joseph de Altolaguirre
y Joseph Ignacio de la Quinttana.
Documentos oficiales
E7. Memoria testamentaria de Bernardo Lecocq.
E19. Costo de la calzada de la esquina de la Plaza.
E37. Maldiciones del Vicario Joseph Nicolás Barrales.
E38. Expediente matrimonial de Joachim Marin firmado por el notario Joseph Milan.
E53. Tasación de los bienes del difunto Antonio de León.
122
Estela González Torres
Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
E54. Demanda judicial contra Joseph de León.
E55. Querella civil puesta por Joseph de León contra Domingo Castellano.
E56. Memorial presentado por Francisco Xavier Ximénez.
E57. Memorial presentado por Juan de Morales.
E58. Demanda puesta por Andrés Gordillo.
E59. Querella presentada por Juan de Toledo contra Joseph Villasante.
E60. Memorial presentado por Agueda Gaytan.
E94. Expediente judicial sobre el hallazgo de barajas en la playa producto de un naufragio.
E204. Causa Criminal contra Andrez Cavezas.
E205. Sumario a Juan Roman.
E206. Causa Criminal contra Dionisio Siapato, vecino de la Villa de San Carlos.
E207. Sumario contra Francisco Quevedo.
E208. Sumario contra Antonio Vela.
E209. Sumario contra Francisco Muñoz.
E216. Informe sobre acontecimientos en la Plaza de Montevideo.
E217. Testamento de Juan de Castro.
E218. Solicitud de inventario y tasación de bienes de Simón Coronel.
E383. Carta a Nicolás de Miquelerena a Francisco Bucareli y Ursua.
E385. Documento judicial por robo realizado por los Indios Christov Jiménez, Paravary y
Barayure.
E402. Estado sobre vestimentas de los Negros del Campo de Bucareli y Ursua.
E430. Carta de Joseph Rodríguez de Acuña al Señor Comandante.
E519. Minutas de las raciones suministradas a los fuertes de Santa Teresa y de San Miguel.
E522. Causa por robo de caballos.
123
Estela González Torres
Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
ANEJO 4. Documentos objeto de estudio del siglo XIX:
El corpus de Bertolotti et al. 2012 compila setenta y cinco textos que, sometidos a nuestro
análisis, se redujeron a setenta, que incluimos, en orden cronológico, a continuación: [E30,
1803], [E174, 1808], [E179, 1808], [E175, 1809], [E176, 1809], [E173, 1812], [E203,
1812], [E177, 1814], [E80, 1816], [E75, 1821], [E76, 1821], [E77, 1821], [E78, 1821],
[E79, 1821], [E91, 1821], [E81, 1828], [E117, 1829], [E109, 1830], [E113, c.1830], [E114,
c.1830], [E67, 1839], [E72, 1839], [E73, 1839], [E62, 1841], [E63, 1841], [E64, 1841],
[E120, 1841], [E98, 1845], [E65, 1846], [E66, 1846], [E23, 1853], [E21, 1856], [E598,
1856], [E22, 1857], [E99, 1857], [E595, 1857], [E20, 1858], [E596, 1860], [E101, 1863],
[E102, 1863], [E74, 1865], [E83, 1865], [E85, 1865], [E123, 1865], [E597, 1867], [E70,
1870], [E290, 1870], [E215, 1872], [E125, 1880], [E129, 1880], [E130, 1880], [E211,
1882], [E212, 1882], [E213, 1882], [E214, 1882], [E294, 1882], [E330, 1882], [E210,
1883], [E295, 1883], [E301, 1884], [E302, 1884], [E286, 1885], [E288, 1885], [E297,
1885], [E325, 1885], [E69, 1887], [E126, 1887], [E127, 1887], [E128, 1887], [E594, 1890].
Así pues, descartamos los documentos [E8, 1800], [E178, 1813], [E82, 1828], [E84,
1865], [E329, 1886], cuyos títulos no incluimos a continuación.
Índice por fecha de los documentos
1803. E30. Carta de Josef de Mesa a su esposa
1808. E174. Carta de S. de Bargas a María Clara Zabala de Vidal
1808. E179. Certificación de préstamo realizado por María Clara Zabala de Vidal
1809. E175. Carta de María Clara Zabala de Vidal al Comandante General de la Marina
1809. E176. Informe de Juan Jacinto de Vargas sobre María Clara Zabala de Vidal
1812. E173. Solicitud de pago
1812. E203. Informe a propósito del naufragio del Navío Salvador
1814. E177. Certificación de Jacinto Acuña de Figueroa
124
Estela González Torres
Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
1816. E80. Escritura de Don José Aldado
1821. E75. Solicitud de intimación de pago
1821. E76. Solicitud de prórroga temporal en la causa de María Antonia Farías
1821. E77. Carta de Raymundo Guerra a María Antonia Farías
1821. E78. Testamento de Benito Rosende
1821. E79. Causa por robo de dinero a Agustín Busquets
1821. E91. Razón de los gastos de honras al finado Benito Rosendo
1828. E81. Expediente matrimonial de Severino José de Rosa
1829. E117. Carta de Josefa Alfonsín de Lamas a su hijo Andrés Lamas
1830. E109. Carta de Félix Garzón a su hermano Eugenio Garzón
1830. E113. Carta de Félix Garzón a su hermano Eugenio Garzón
1830. E114. Carta de Félix Garzón a su hermano Eugenio Garzón
1839. E67. Carta de Antonia Avellaneda a su hijo Eugenio Garzón
1839. E72. Carta de Felipe Estavillo al Vicario Apostólico
1839. E73. Informe de Benito Alonso Covian al Vicario Apostólico
1841. E62. Carta de Rafael Quiñones a Juan María Pérez
1841. E63. Carta de Rafael Quiñones a Juan María Pérez
1841. E64. Carta de Rafael Quiñones a Juan María Pérez
1841. E120. Carta de Josefa Alfonsín de Lamas a su hijo Andrés Lamas
1845. E98. Carta de Martina del Pino a su abuelo
1846. E65. Carta de Eugenio Garzón a su hermana Eustaquia
1846. E66. Carta de Eugenio Garzón a su hermana
1853. E23. Carta de Joaquín Reyna a Jacinto Vera
1856. E21. Carta de Juan Manuel Oribe a Jacinto Vera
1856. E598. Carta de Pedro Fernández a Constantino García
1857. E22. Carta de José Sato a Jacinto Vera
1857. E99. Carta de Venancio Flores a su hija Ágapa
1857. E595. Carta de Pedro Fernández a Constantino García
1858. E20. Carta de Francisco Ramón Cabre a Jacinto Vera
1860. E596. Carta de Gregorio Martines a Constantino García da Roza
1863. E101. Carta de Venancio Flores a su hija Ágapa
1863. E102. Carta de Venancio Flores a su hija Agapa
1865. E74. Carta de Ciriaca Fernández de Gallardo a Jacinto Vera
1865. E83. Solicitud de permiso de Miguel Riestra a Jacinto Vera para estudiar música
125
Estela González Torres
Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
1865. E85. Carta de Rafael Yeregui a Jacinto Vera
1865. E123. Carta de Josefa Alfonsín de Lamas a su hijo Andrés Lamas
1867. E597. Carta de Guillermo Buiste a Constantino da Roza
1870. E70. Anónimo injurioso a Máximo Santos
1870. E290. Carta de Nicasio Borges a Máximo Santos sobre temas militares
1872. E215. Informe y pedido de la Junta Económica Administrativa de Cerro Largo al
Gobierno de Montevideo
1880. E125. Carta de Lucas Requena García a su primo Joaquín Requena
1880. E129. Carta de Juan Manuel Blanes a su hermano Mauricio
1880. E130. Carta de Juan Manuel Blanes a su hermano Mauricio
1882. E211. Carta de Carlos Escayola a Máximo Santos
1882. E212. Carta de Carlos Escayola a Máximo Santos
1882. E213. Carta de Carlos Escayola a Máximo Santos
1882. E214. Carta de Carlos Escayola a Máximo Santos
1882. E294. Informe de Manuel Abadi a Amaro Carve
1882. E330. Carta de Julio Roustan a Máximo Santos
1883. E210. Sumario contra Manuel Joaquín Pereira
1883. E295. Carta de Amaro Carve a Máximo Santos sobre temas políticos
1884. E301. Carta de Justino de los Santos a su primo Máximo Santos
1884. E302. Carta de solicitud de Laureano Ruiz a Máximo Santos
1885. E286. Carta de Isabelino Andai a Máximo Santos solicitando licencia
1885. E288. Carta de solicitud de Celina Massias de Benavente a Máximo Santos
1885. E297. Carta de solicitud de E. Castro a Máximo Santos
1885. E325. Carta de solicitud de Agustín Romero a Máximo Santos
1887. E69. Carta de María B. de Santos a su hijo Máximo
1887. E126. Carta de Joaquín Requena a su hijo
1887. E127. Carta de Joaquín Requena a su hijo
1887. E128. Carta de Joaquín Requena a su hijo
1890. E594. Causa criminal contra Francisco Goyoaga
Índice por tipo de documento
Cartas personales
E20. Carta de Francisco Ramón Cabre a Jacinto Vera
126
Estela González Torres
Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
E21. Carta de Juan Manuel Oribe a Jacinto Vera
E22. Carta de José Sato a Jacinto Vera
E30. Carta de Josef de Mesa a su esposa
E62. Carta de Rafael Quiñones a Juan María Pérez
E65. Carta de Eugenio Garzón a su hermana Eustaquia
E66. Carta de Eugenio Garzón a su hermana
E67. Carta de Antonia Avellaneda a su hijo Eugenio Garzón
E69. Carta de María B. de Santos a su hijo Máximo
E70. Anónimo injurioso a Máximo Santos
E98. Carta de Martina del Pino a su abuelo
E99. Carta de Venancio Flores a su hija Ágapa
E101. Carta de Venancio Flores a su hija Ágapa
E102. Carta de Venancio Flores a su hija Agapa
E109. Carta de Félix Garzón a su hermano Eugenio Garzón
E113. Carta de Félix Garzón a su hermano Eugenio Garzón
E114. Carta de Félix Garzón a su hermano Eugenio Garzón
E117. Carta de Josefa Alfonsín de Lamas a su hijo Andrés Lamas
E120. Carta de Josefa Alfonsín de Lamas a su hijo Andrés Lamas
E123. Carta de Josefa Alfonsín de Lamas a su hijo Andrés Lamas
E125. Carta de Lucas Requena García a su primo Joaquín Requena
E126. Carta de Joaquín Requena a su hijo
E127. Carta de Joaquín Requena a su hijo
E128. Carta de Joaquín Requena a su hijo
E129. Carta de Juan Manuel Blanes a su hermano Mauricio
E130. Carta de Juan Manuel Blanes a su hermano Mauricio
E596. Carta de Gregorio Martines a Constantino García da Roza
Documentos privados
E23. Carta de Joaquín Reyna a Jacinto Vera
E63. Carta de Rafael Quiñones a Juan María Pérez
E64. Carta de Rafael Quiñones a Juan María Pérez
E72. Carta de Felipe Estavillo al Vicario Apostólico
E74. Carta de Ciriaca Fernández de Gallardo a Jacinto Vera
E77. Carta de Raymundo Guerra a María Antonia Farías
127
Estela González Torres
Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
E83. Solicitud de permiso de Miguel Riestra a Jacinto Vera para estudiar música
E85. Carta de Rafael Yeregui a Jacinto Vera
E174. Carta de S. de Bargas a María Clara Zabala de Vidal
E286. Carta de Isabelino Andai a Máximo Santos solicitando licencia
E288. Carta de solicitud de Celina Massias de Benavente a Máximo Santos
E290. Carta de Nicasio Borges a Máximo Santos sobre temas militares
E295. Carta de Amaro Carve a Máximo Santos sobre temas políticos
E297. Carta de solicitud de E. Castro a Máximo Santos
E301. Carta de Justino de los Santos a su primo Máximo Santos
E302. Carta de solicitud de Laureano Ruiz a Máximo Santos
E325. Carta de solicitud de Agustín Romero a Máximo Santos
E330. Carta de Julio Roustan a Máximo Santos
E595. Carta de Pedro Fernández a Constantino García
E597. Carta de Guillermo Buiste a Constantino da Roza
E598. Carta de Pedro Fernández a Constantino García
Documentos oficiales
E73. Informe de Benito Alonso Covian al Vicario Apostólico
E75. Solicitud de intimación de pago
E76. Solicitud de prórroga temporal en la causa de María Antonia Farías
E78. Testamento de Benito Rosende
E79. Causa por robo de dinero a Agustín Busquets
E80. Escritura de Don José Aldado
E81. Expediente matrimonial de Severino José de Rosa
E91. Razón de los gastos de honras al finado Benito Rosendo
E173. Solicitud de pago
E175. Carta de María Clara Zabala de Vidal al Comandante General de la Marina
E176. Informe de Juan Jacinto de Vargas sobre María Clara Zabala de Vidal
E177. Certificación de Jacinto Acuña de Figueroa
E179. Certificación de préstamo realizado por María Clara Zabala de Vidal
E203. Informe a propósito del naufragio del Navío Salvador
E210. Sumario contra Manuel Joaquín Pereira
E211. Carta de Carlos Escayola a Máximo Santos
E212. Carta de Carlos Escayola a Máximo Santos
128
Estela González Torres
Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
E213. Carta de Carlos Escayola a Máximo Santos
E214. Carta de Carlos Escayola a Máximo Santos
E215. Informe y pedido de la Junta Económica Administrativa de Cerro Largo
al Gobierno de Montevideo
E294. Informe de Manuel Abadi a Amaro Carve
E594. Causa criminal contra Francisco Goyoaga
ANEJO 5. Documentos del XIX transcritos por EG dentro del marco del Taller
Metodológico II de Historia Lingüística de la UdelaR
De los setenta documentos que conforman el corpus publicado del XIX (Bertolotti et al.
2012), tuvimos la suerte de transcribir y/o revisar (EG son las siglas de Estela González) la
transcripción ya existente de veintitrés de ellos en el Taller Metodológico II de la asignatura
Historia lingüística del Uruguay en la Universidad de la República, Montevideo. Estos
textos son: [E30, 1803], [E175, 1809], [E80, 1816], [E98, 1845], [E65, 1846], [E66, 1846],
[E99, 1857], [E101, 1863], [E102, 1863], [E85, 1865], [E70, 1870], [E290, 1870], [E294,
1882], [E330, 1882], [E295, 1883], [E301, 1884], [E302, 1884], [E286, 1885], [E297,
1885], [E288, 1885], [E325, 1885], [E329, 1886], [E69, 1887]. A continuación incluimos
sus transcripciones:
E30. Carta de Josef de Mesa a su esposa
Siglo: XIX Año: 1803
Ubicación: Archivo General de Indias, Sección V, Gobierno Audiencia de Buenos Aires,
Legajo 570, Doc. s/d.
Rev: VB, MM, AP, EG
Josef de Mesa le pide a su esposa que se traslade a Montevideo cuanto antes y le da
indicaciones sobre el particular.
[*fol.1r]
1.
Mi mas estimada y q.erida esposa de
mi corazon me alegrare qe al rresibo des
129
Estela González Torres
Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
ta te alles con la salu q.e yo para mi dese^o^
en conpañia, de mis dos amadas siJas
5.
de mi corason y de tu familia y mia
la q.e yo difruto es buena para q.e me
mandes qe lo are como me toca de obli
gasion.
Juana esta se diriJe a
10.
notisiarte al estado de mi salu pues en e
lla no tengo nobeda ygualmente, tu
ermano y cuñada y tu sobrino en
cuanto a lo q.e te e dicho q.e semos besino
desta y q.e aqui lo pasaremos tranqui
15.
lamente pues con el trato del amasen
de brea estopa y clabason y todo lo de
mas y los dos negros y el bote y te
digo esnudamente q.e la rrespuesta
desta se^a^ tu benida ten animo como las
20.
demas q.e aqui bienen todos los Dias
[*fol.1v]
1.
pues lo mas q.e puedes echar son
dos meses y mira si puedes benir
con la muJre del D.n nantonio es
cudero q.e se qesta para benir a esta
5.
y no te bengas sin las fe de baustimo de
las niñas y la carta de casamiento au
torisada por los escribanos q.e les corres
ponda y no ai que pensar sono serrar
los soJos y los testigos de todo lo dicho es
10.
D.n Juan de rruea y D.n mig.le de
quintas y D.n fran.co sesas y
D.n bernadino errera para tu abilita
sion ya sabes a quien tienes de ablar
y conpar todo lo nesesario y q.e ben
130
Estela González Torres
15.
Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
gas con toda comodida tu y tus iJas,
q.es lo q.e deseo pue ai muchos saños qe
no nos bemos q.e ase nuebe pues mi
salida fue el nobenta y cuator e mes
de otubre Dios quiera q.e los tres q.e aya[??]
20.
rresibido esta nos biamos con cumplida
[*fol.2r]
1.
salu ya la casa la tienes puesta y por
D.n manuel diaga e mandado traer
una negra del Jeneiro para ti y q.e
te sirba en cuanto tomes posesion des
5.
ta tu casa por Dios te pido q.e tu benida
con mis iJa no se enfrie sino q.e sea lo mas
pronto q.e sea posible es cuanto tengo
que desrite en el particular daras, memorias a tu ermana y a conpadre fran.co
10.
a mi madre y ermanos y ermana y
cuñada y a mis sobrinos y a los tuyos
y a toda tu familia de nuestra obligasion
ya los q.e preguntaren por mi y en
particular al conpadre rrasado y su
15.
familia y a ti te las manda conpadre
sapata y comadre fran.ca y de tu er
mano y ermana politica y q.e no tar
des en tu benida y a mis iJas le dadaras
un beso y abarsos tu rresibiras el
20.
fino cariño de tu fiel espos qe tes
tima y berte desea, es
[*fol.2v]
1.
Josef de Mesa {RUB}
q.erida esposa Juna de la peña
Montebideo a 25 de Marzo
131
Estela González Torres
Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
de 1803
5.
pp esta ba por un amigo
q.e ba en un barco particu
lar nonbrado el rrosario
E175. Carta de María Clara Zabala de Vidal al Comandante General de la Marina
Siglo: XIX Año: 1809
Ubicación: Archivo General de la Nación (Uruguay), Archivo María Clara Zabala de Vidal,
Doc. 13.
Rev: MN, CS, EG
Carta de María Clara Zabala de Vidal al Comandante General de la Marina
ofreciendo el pago del sueldo cuatro soldados para ayudar a la causa contra los
ingleses.
[*fol.1r]
1.
Sor Comandante Gnl de Marina
{GL. Montevideo/6 de Diciem-/bre de 1809.} Doña Maria Clara Zabala viuda del
finad[*o]
Capitan de Dragones Don Eucebio Vidal vecino
a esta Ciudad, ante Ud. con su mayor
{GL. Como lo pido,/pasandose/al Capitan/De la Ral Ar-/mada D. Jua^n^/de Bargas
pa-/ra
5.
que certifi-/que lo que/le conste so-/bre lo conteni-/do de
esta/solicitud/Salazar}respecto
dice: Que octubre de 1806 hallan
dose esta Plaza bloqueada por una Escuadr[*a]
Inglesa y enemiga, y amenazada de una
proxima invacion para cuya defensa se estaba
tomando ^reuniendo^ toda la gente posible, desearia de
132
Estela González Torres
10.
Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
ser útil al Rey, y a su Patria en cuanto
le fue dable ya que no tenia hijos varones
que poder sacrificar en su defensa, estando
para salir de la Ciudad con su familia a fin
de evitar las funestas concecuencias que
15.
pudiera ocacionarles el sitio que por
momentos se estaba esperando pusiesen
los enemigos, resolvió pasar a la casa
habitacion del Señor Gobernador que lo
era entonces el Brigadier de la Armada Don
20.
Pascual Ruiz Huidobro para ofrecerle se
obligaba a pagar mensualmente por sí,
y sus tres hijos menores cuatro soldados
por el tiempo que lo exigiese la necesidad,
y que habiendolo verificado no encontró
25.
en ella indicado Sr Gobernador; pero
hallandose en el despacho de la Comandancia de Marina que estaba entonces
unida al Gobierno el Capitan de Fragta.
de la Rl Armada y Ayudante Secretario
30.
Don Juan de Vargas lo impuso
[*fol.1v]
1.
de su solicitud suplicandolo tubiese la
bondad de hacerle presente al Sr Gobernador
y de darle aviso de su resultado, si aun
no hubiesen salido de la Ciudad
5.
en cuyo caso podra dar solo a su apoderado Don Juan Francisco Martinez,
para que por el se entregase mensualmente al sugeto que es Sr Gobernador tubiese a bien nombrar al efecto, la cantidad
10.
a que acendiese el sueldo de los
indicados cuatro soldados;
133
Estela González Torres
Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
-y no habiendosele dicho nada
sobre el asunto por el espresado Sr Bargas, para los fines que puedan con15.
venirle= A V. Sup.ca Se sirva providenciar que por el referido Sr Don
Juan de Bargas se certifique
á continuacion si lo efectibamente
cierta la oferta que deja espresada
20.
si de ella impuso ó no al Sr Gobernador, y en el primer caso cual fué su
resolucion, que es, gracia que espera
recibir de V.S.= Montevideo 6 de
Diciembre de 1809.-
25.
Maria Clara de Zabala
E80. Escritura de Don José Aldado
Siglo: XIX Año: 1816
Ubicación: Archivo General de la Nación (Uruguay). Archivos Judiciales, No.200-198,
Civil 1, AI, Doc. s/d.
Rev: EG, CS, MN
Hipoteca de un solar en garantía del pago de una deuda. Documento firmado por
Luciano de las Casas.
[*fol.1r]
1.
En la Ciudad de San Felipe de Montevideo
á veinte y tres de Octubre de mil ochocientos
diez y seis: ante mi él infrascripto Escrivano
publico, y de los testigos que ál finál hirán
5.
nombrados pareció presente Don José Al134
Estela González Torres
Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
-dado, de este vecindario, ál que certifico que
conozco y dixo: Que por él tenor dél presente
publico instrumento, otorgaba y otorgó, que
devé, dará y pagará realmente y con efecto
10.
llano y sin pleito alguno á Don Juan Ca-yetano de Molina, vecino de esta misma
Ciudad, á él sus herederos ó quien su derecho
y causa hubiere y representare en quales-quiera forma ó manera que sea la suma de
15.
seiscientos pesos, que le há prestado para subve-nir á sus urgencias en dinero efectivo, sin in-teres ni redito alguno, y por que la entrega
no és hecha de presente, renuncia la excep-cion y leyes de la non numerata pecunia y
20.
demas dél caso, otorgando como otorga él mas
bastante recivo y carta de deuda que á la se-guridad de su dicho acrehedor convenga; y
como liso, llano y verdadero deudór que és
[*fol.1v]
1.
y por tál se consciente de los explicados seisci-entos pesos, se obliga en toda forma de derecho
á pagarselos ál referido Don Juan Cayeta-no de Molina en él momento que este se
5.
los reclame, y si no lo hiciere, quiere y con-siente ser á ello apremiado y executado por todo
rigor de derecho no entregando la pre-dicha cantidad á su acrehedór puesta en
su casa y manos y en una sola partida en
moneda usuál de plata ú oro y no en otra
cosa ni especie, siendo asi mismo de su cuen-ta la satisfaccion de las costas, costos, daños
y perjuicios que se siguieren á su acrehedor
por falta de su cumplimiento que pueda
135
Estela González Torres
15.
Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
resultár de parte dél otorgante, cuia liqui-dacion de su importe, cumplimiento de
plazo y todo lo demas que se requiera li-quidár y averiguár, deja y difiere en la
relacion Jurada dél mismo su acrehedor,
20.
ó de quien su derecho representare relevandole de otra prueba, aunque por derecho
se requiera. Y á la responsabilidad, de
esta deuda, sin que la obligacion general
de bienes derogue ni perjudique la expecial,
25.
ni por él contrario esta á aquella, si no
[*fol.2r]
1.
que antes bien há de podér él acrehedor usar
{GL. [*hip]oteca} y de anvas á su arbitrio hipoteca expresa-mente él otorgante y pone afecto ál pago
de esta dependencia un Solár suio propio
5.
que posehé en él plano de esta misma Ciudad,
sito en la Calle de San Diego, compuesto de
doce varas de frente y treinta y una y media
dichas de fondo, lindante por aquel con finca
de Don Cristobál Pugno, Calle de por medio,
10.
por este con otra de Don Juan Bautista de
Aramburu, y por él Oeste con otra de los
herederos dél finado Francisco Alvarez, él
qual declara estár libre de censo, empeño, ni
otra obligacion ni gravamen, por lo que
15.
le sugeta á la presente, con obligacion que
hace de no enagenarle mientras no conste
pagada y chancelada esta Escritura, de la
quál habrá él otorgante de presentár co-pia fee haciente ál Excelentisimo Ayunta-
20.
-miento para que en él perentorio termi-no de seis dias, primeros siguientes se tome
136
Estela González Torres
Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
razon por él oficio de hipotecas de la conteni-da en este instrumento, so pena de que en
su defecto no tendrá fuerza ni valor alguno.
25.
Y á la firmeza, cumplimiento y seguridad
de esta Escritura se obliga él otorgante con
su persona y bienes habidos y por haver
[*fol.2v]
1.
con poderio y sumision á las Justicias y Seño-res Jueces que de la causa puedan y devan cono-cér, para que ál cumplimiento de lo que dicho
és le obliguen y compelan por todo rigor de
5.
derecho via breve y executiva, y como por sen-tencia definitiva de Juez competente pasada
en autoridad de cosa Juzgada consentida y
no apelada, sobre que renuncia su fuero y
vecindad con la ley sit convenit de jurisdi
10.
-tione omnium judicum, y las ultimas pragmaticas
de las sumisiones con la generál en
forma. En cuio testimonio asi lo otorgó y
firmó siendo testigos Don Salvador Font, Don
Lorenzo Navarro y Don Ramon Maria
15.
Pelaez, vecinos de que doy fee, en este papél
comun por usarse de otro = José
Aldao = Luciano de las Casas, Escrivano
publico -------------------——————————Concuerda esta copia con la Escritura originál que expresa su
20. tenor en mi rexistro corriente de contratos publicos ál que en lo
necesario me remito. Y de pedimento dél otorgante la hice sacar
para entregarle á cuio fin la signo y firmo en Montevideo en
él dia mes y año de su fecha, en este papél comun por no usarse
de otro——————————————————————
25.
{RUB} Luciano de las Casas
Ess.o pp.co
137
Estela González Torres
Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
[??]
Tomese razon al f209 del rexistro de hipotecas, q.e corre en la
[??].a a mi cargo. Montev.o Octubre 26, 1816.
30.
Taveyro {RUB}
[*fol.3r]
1.
{GL. P. 18.rN} S.r Alcalde de 2o Voto.
D.n Raf.l Sanchez de Molina a nombre de mi legitimo
Padre S. D. Juan Cayetano ante V.S. presento y digo: q.e
D.n Jose Aldao fallecio intestado siendo deudor de mi
5.
dho S. Padre de seiscientos pesos q.e le prestó en efectivo para subenir a sus urgencias las quales se obligo a rein
tegrarselos en el momento q.e se los exijiera, y para se
guridad de su pago Ypoteco un terreno de su propiedad q.e pose en esta Plaza con las demas condiciones
10.
q.e constan de la Escritura q.e en copia feaciente y con
los requisitos legales presento. He reclamado de su viuda D.a Pilar Romero el pago de esta obligacion y se
niega a hacerlo pretestando puerilidades propias de su
sexo; pero entretanto ella husufructua de los vienes del
15.
deudor en perjuicio del derecho que se presento p.r tanto
^A.V.S.^ Suplico se sirba mandar que dha S.a me haga entrega de la mencionada Cantidad en el acto bajo de apar.
sebimiento pues asi es de Justicia q.e pido con el Juramento necesario.
Raf.l Sanchez de Molina {RUB}
20.
Montevideo
[*fol.3v]
1.
10 de Febo de 1821.
Lo provehido en esta fha á pedim.to
de esta parte
{RUB}
5.
L. Ober {RUB}
138
Estela González Torres
Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
Luciano De las Casas {RUB}
Ess.o pp.co
En el mismo dia, mes y año hice saver el decre
to antecedente á Don Rafael Molina. Doy feé10.
Casas {RUB}
{GL. Vi Dco/20-9 P/{RUB}}En trece del propio mes y año: Yo el Escribano p.a
Ocupacion del Actuario, notifiqué el Anterior deCreto á D.a Pilar Romero; doy feéPastor {RUB}
E98. Carta de Martina del Pino a su abuelo
Siglo: XIX Año: 1845
Ubicación: Archivo General de la Nación (Uruguay), Archivos Particulares familia Brito
del Pino, Caja 50, Carpeta 1, Doc. 6.
Rev: NP, EG
Martina del Pino le escribe a su abuelo contándole novedades y hablándole de posibles
visitas.
[*fol.0]
1.
Sor Dn
Jose Ma del Pino
Buenos-Ayres
[*fol.1r]
1.
Sn. Jose de Flores Mayo 2 de 1845
Mi amado Abuelito.
Desde q.e bine deseaba escrivir a V. pero no me
ha sido posible, por q.e una vez q.e bino, el chico
5.
Jose Ma fue tan de priza q.e apenas le conteste a
Juan para q.e supiera abia recivido lo q.e me man
139
Estela González Torres
Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
daba, y ayer pase tan mal dia con una postemilla
en q.e tal vez me entro frio, q.e no estaba capas de tomar
la pluma en la mano, y aun q.e me he alibiado mu
10.
cho, pero ahora mismo siento mis latidos q.e me hacen
tener mi cuidado no me siga esta fi[*e]sta. Da Pepa a
tenido fatigas terribles, noches malissimas, pero parese
de fierro, ayer fue a Misa y tambien se confeso, y
paso el dia muy regular, dice q.e tiene muchas ga-
15.
nas de ber a V. y a las madamas pero q.e no es posi
ble por barios motivos hacer esos biajes, q.e si no con
todo su corazon iria a hacerles una bisita; y dice q.e
le parese q.e alguna de las dos podia hacer un esfuercito para benir, pues es biaje de hora y cuarto y
20.
tienen la proporcion de benir con Benjamina q.e a
ofrecido benir un dia, q.e aunq.e no estubiera la q.e
biniera sino un par de horas de bisita y otra hora
y cuarto de búelta es como cuando ban a alguna
bisita un poco lejos y buelben a las dos de la tarde
25.
de mi parte no puedo decir el gusto q.e tendría en
ber aquí aunq.e fuera un momento a alguna de
esas dos encantos, lo mismo disen Candelaria y Rosa y las tres me encargan para V. los mas
[*fol.1v]
1.
cariñosos afectos, q.e tambien reciviran con los
mios Mi tiá y la gorda, sin olbidarnos todas de
tiá Malena y Mercedes y Lorenza cuando la
bean Da Pepa y Rosa me encargan le de a V.
5.
tantas gracias por su fineza; mucho mas larga quisiera ser pero temo por la cara escribir
mucho y tengo q.e despidirme de mi Abuelito con
un abrazo muy apretado q.e le da desde aqui su
amante nieta.
10.
Martina del Pino {RUB}
140
Estela González Torres
Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
E65. Carta de Eugenio Garzón a su hermana Eustaquia
Siglo: XIX Año: 1846
Ubicación: Archivo General de la Nación (Uruguay), Archivo Eugenio Garzón, Caja 37,
Carpe- ta 17, Doc. 26.
Rev: VB, NP, EG
Eugenio Garzón le escribe a su hermana sobre asuntos familiares.
[*fol.1r]
1.
Marzo 3//.
Mi querida hermana Eustaquia: con el
mayor gusto recivi la carta que me
escrives Junto con mi hijita idolatrada
5.
Antuquita: en esta misma le contesto
à las dos.
Hermana Eustaquia; mucho pesar e tenido
al saver la cituacion de mi mui
querida hermana Anacleta, nunca
10.
pude crer que mi compadre Cavia
no tuviera algun egercicio, p.r lo
tanto no la concideraba en la
abundancia; pero tampoco en la
indigencia como esta la Pobre de su
15.
Comadre. Le rremito un socorrito
de cuatro onzas.
Recien hace ocho días que llegaron las
cartas de Ustedes à mis manos
[*fol.1v]
1.
Te rremito una onza de oro para que
141
Estela González Torres
Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
les des vos misma media onza á tu
Tía Eustaquia y la otra media á tu
Tía Jacinta.
5.
Todos los sirvientes y las criadas que tengo con
migo, las quieren mucho sín verlas.
La mulata Felipa la madre de Narciso
te distingue tanto, que cuando hace
Humitas de Choclo hace una chiquita
pa Da Antuquita, y la manda en un
10.
Plato aparte, y se la come Papa. Dn
Man.l Serna, que es el mayordomo q.e
me cuida todo; cría Gallinas, y todas
las líndas Pollas son de Da Antuquita,
15.
lo mismo los Patitos de la Laguna.
Los Huebos que ponen tus Pollas los
Junta Felipa son mui chiquitos y
tanvien se los come Papa.
Tengo un cuero de Leon Grande con
cola pa mandarte pa qe le des á tu
20.
Tía Eustaquia _______
Recive la vendición de Papa
Garzon{RUB}
E66. Carta de Eugenio Garzón a su hermana
Siglo: XIX Año: 1846
Ubicación: Archivo General de la Nación (Uruguay), Archivo Eugenio Garzón, Caja 37,
Carpe- ta 17, Doc. s/d.
Rev: NP, MN, EG
Carta de Eugenio Garzón a su familia en la que comenta la desgracia de su hermana
Anacleta.
142
Estela González Torres
Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
[*fol.1r]
1.
Escritas el 12 de Diciembre; despues
de la llegada del com.te Moreno.
Naturalmente soi dispuesto con lo poco q.e
tengo, á reparar la desgracia de mís
5.
semejantes, áunque sean de personas
desconocidas ¿con cuanto gusto no
partire el Pan de mi hijos con mi
Hermana y comadre Anacleta?
Pobrecíta, ací la escrivo que se aníme,
10.
í que no se havata tanto, que Dios
querra poner termino á sus desgracias, y
a mí el consuelo de servirla, que
espero me lo conseda.
La relacion que me haces de mis tres
15.
amados hijos, me llena de contento:
los quiero con tanta ternura como
sino ubiera estado ní un día
separado de mi Angela y ellos.
[*fol.1v]
1.
Soy con el mayor dever obligado al
cuidado que tienes con mí hijos.
La Madre de Narciso, lloro mucho
cuando le lei tu carta, y ollo lo
5.
que decias de su hijo.
Recive el cariño con que te distingue
tu hermano
Eugenio{RUB}
Ahora sigue pa mi higita amada
10.
Antuquita La contestacion: el
abrazo í el bezo que me diriges, lo
he rrecivido como si bos misma me lo
143
Estela González Torres
Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
dieras mí hijita, y como todos los días
veo tu retrato, lo vezo y ago cariños;
15.
lo mismo que á vicentito, mamita
y Paulinita. Ninguna se me
separa de mi memoria ni un dia.
E99. Carta de Venancio Flores a su hija Ágapa
Siglo: XIX Año: 1857
Ubicación: Archivo General de la Nación (Uruguay), Archivos Particulares familia Brito
del Pino, Caja 10, Carpeta 13, Doc. s/d.
Rev: NP, EG
Venancio Flores saluda a su hija Ágapa por su cumpleaños, le encarga que se ocupe
de la fa- milia y le señala que está próximo a dejar el puerto de Fray bentos.
[*fol.1r]
1.
Frayventos Ag.to 20 de 1857.
Mi querida Agapa: Mucho me
he acordado de ti el 18,, dia de tu cumpleaños,
y q.e [??]nos che, de lo de Man[??] con el pe-
5.
sar de no estar a tu lado como lo deseaba.
Son las ocho de la mañana, y acabamos de llegar [*a] este puerto, y no hé querido dejar de daros el ultimo ádios al
dejar el suelo de la Patria ámada.
10.
Mucho te recomiendo á mi Ma[*d]re
y a todos tus hermanitos miles de veces
a la prim[*e]ra, y recuerdos a mi Suegra,
y toda la fama y amigos, no tengo
tiempo pa mas, te escribo esta con
15.
un pie en tierra, y otro en el vote, yo es
marchando á Gualeguaychú, y con el doble
144
Estela González Torres
Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
disgusto qe Causa al dejar el suelo natal
pues mi [??] qe siempre Causan, imprevistos desagradables.
20.
Recibe recuerdos de Eduardo, Apolino, tu Padrino Ml = J.n y sus famas
Todos te envian sus recuerdos, y tu
recibe la bendicion de tu Padre y des
Recuerdos a todos. Veno Flores {RUB}
25.
todos
E101. Carta de Venancio Flores a su hija Ágapa
Siglo: XIX Año: 1863
Ubicación: Archivo General de la Nación (Uruguay), Archivos Particulares, Caja 10,
Carpeta 13, Doc. s/d.
Rev: NP, EG
Venancio Flores da noticias a su hija Ágapa y le recomienda que no haga caso de
“chismografía de conversadores”.
[*fol.0]
1.
Sta. D.a Agapita Flores
[*fol.1r]
1.
Mercedes Octbre. 26,, de 1863
Mi querida Agapa: Recibi la tull[*a]
te
del 6,, del corr p.r la q.e veo, no tien[*es]
novedad en union de tu mama
5.
y demas fam.a lo q.e me es satisfactorio; Yo cigo bien, desde q.e vin[*ie]
ron mas [??]os [??]dos, no me
quejo del supremo hacedor del Universo.
145
Estela González Torres
10.
Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
Vamos marchando muy trabajosamente,
p.r las inmensas lluvias, los
malos Caminos, los innumerables
enfermos q.e tenemos, mas de 600,, cabezas
y un tren de Artilleria de
15.
100 piezas, mas bien mas q.e menos.
No obstante, vamos haciendo un
esfuerzo p.a venser todos estos inconvenientes, y seguir adelante.
No tengas cuydado p.r mi, {TACH} en
20.
este dest.o ni menos en ésa, tenga
Calma, y prudencia, no hagas caso de Chismografia de conversadore[*s]
al contrario den el exemplo de no e[*n]cender la discordia ó el fuego como ce
25.
[*d]ice vulgarm.te- el tiempo Dirá
lo demas. No aumenten mis sinsabores
[*fol.1v]
1.
Recibe en union de tu
mamá, y hermanos mis
áfectos, y los de Justo y Eduardo
tu Papa,
5.
Flores {RUB}
E102. Carta de Venancio Flores a su hija Agapa
Siglo: XIX Año: 1863
Ubicación: Archivo General de la Nación (Uruguay), Archivos Particulares, Caja 10,
Carpeta 13, Doc. s/d.
Rev: NP, EG
146
Estela González Torres
Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
Venancio Flores le escribe a su hija Agapa refiriéndole novedades.
[*fol.1r]
1.
Frente á Paysandu, Octbre. 31 de 1863
Mi Querida Agapa.
Robo un mom.to á mis
átenc.s p.a escrevirte esta, y deci-
5.
ros no tengo novedad en union de
tus herm.s y todos los ámigos A tu Mamá q.e reciba esta p.r
suya. Hoy marcho p.a el Rio Negro
y pronto os escaeviré de mas adentro
10.
Tengan mucha calma, en los meses q.e se desenbuelven, y me habran
prestado un servicio irmenso, y se
habran colocado á Una altura sin limites.
15.
Reciban en union de tu Mama
mis mas tiernos áfectos, unidos á los
de toda la fama; y Mi Maria [??]
y tu recibe el cariño de tu amado
papa - Flores {RUB}
E85. Carta de Rafael Yeregui a Jacinto Vera
Siglo: XIX Año: 1865
Ubicación: Archivo de la Curia Eclesiástica de Montevideo, Doc. 6319/66.
Rev: VB, CS, MN, EG
Rafael Yeregui da noticias diversas a Jacinto Vera y adjunta una nota de solicitud de
dispensa.
147
Estela González Torres
Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
[*fol.1r]
Ilmo Sor. Obispo y Vico Appco
1.
D. Jacinto Vera
Montevideo Novbre 21/865
Mi respetable Prelado: aunq’.
5.
no hemos recibido cartas de Uds en
la ultima diligencia, acaso por es-tar de viage, suponemos sin embar-go que estarán sin novedad.
Por acá no hay novedad parti-
10.
-cular. Nuestra madre sigue siempre
lo mismo; no dejen de encomendarla
en sus oraciones.
El P. Superior sigue perfectamen-te, y piensa irse el viernes para Bue-
15
. -nos Ayres y Sta. Fé_ y tiene miras
de volver con los niños que ven-gan á vacaciones.
Adjunto á SSria una solicitud
del P. Gianelli de Sta Lucia, en la q.
20.
pide una dispensa de 2o grado sin
mas formalidad que esa nota, la
que viene sirviendo de sobre á un
espediente qe yo le mandé hace
[*fol.1v]
1.
algun tiempo para que le sirviese
de modelo en estos casos. Nada
me dice del espediente y me man-da esa nota por la que se
5.
trasluce que debia venir el intere-sado el qe espresaría las causales
pero el óficio vino por el correo.
El Sor Provisor es quien me encarga
148
Estela González Torres
Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
qe remita á SSria esa nota10.
Del mes de Maria no le
diré mas que va bastante bien
hasta ahora, muy concurrido y
con orden. Estos dias estamos mas
recargados pues Estrazulas partió
15.
ayer para Buenos-Ayres con
motivo de estar el hermano
D. Jaime muy enfermo; segun
dicen está loco.
Reciba SSria. los saludos de
20.
los de esta su casa, del P. Suarez,
de las Hermanas y muy sinceros de
su obediente subdito qe pide su bendi-cion.
Rafael Yeregui{RUB}
25.
P.D. Las hermanas han tenido noti-cias de la M.Clara q’ llegó bien
al Rosario de regreso de Cordoba.
E70. Anónimo injurioso a Máximo Santos
Siglo: XIX Año: 1870
Ubicación: Archivo General de la Nación (Uruguay), Archivo del Cap. Gral. Máximo
Santos, Caja 100, Carpeta 14, Doc. s/d.
Rev: NP, EG
Anónimo a Máximo Santos escrito por el amante de su mujer insultándolo y
sobornándolo.
[*fol.1r]
149
Estela González Torres
1.
Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
Señor
Maximo Santos
Es llegar à esta emencuentor que
la que a sido mienbra es hoi tu
5.
muger desde ya te digo que sos
un cornudo que no solo has
cargado con la enbra, sino sino
con la cria tanbien como te as
puesto a senbrar porotos cuando
10.
yo los abia, senbrado primero
que, vos parese inposible que
carneros como vos los aigan
en este, siglo. que cargen cuernos
desde la primera noche. asta
15.
mientras sigas asiendo vida=
con ella, que seras toda la vida=
un cornudo y los cargaras
cuantas beses llo quiera y tengo
derecho en cuanto llo e sido
20.
pirmero que vos, cornudo
si quieres saber quien soi llo
preguntale à tu puta de tu mugr
que ella sabe. bien qui soi yo
y estoi seguro que se ase la
25.
olvidada. dile si se acuerda
cuando à las 2 dos de la mañana
cuando la madre, estaba
durmiendo me asia entrar à
su cuarto y dormia con ella
30.
toda la noche.
[*fol.1v]
1.
y las sitas que teniamos en la=
quinta de Basañes y aquel dia que
150
Estela González Torres
Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
fuimos al paso del molino
con estos recuerdos no podra
5.
negarse de desirte quien soi yo.
estoi pronto a provarte perso=
nalmente aunque, tu te aras el
sonso por que no puedes to=
mar la defensiba por una
10.
muger que a sido enbra mi=
a, como te lo pruebo cuantas=
beses tu quieras. y si no pregunta=
le, al dependiente de mata
aunque tu te, abras, den
15.
desengañado pedaso de
cornudo cuando cerias de en=
contarla birgensita y de
contrale el birgito pero en=
canbio la encontrastes barigonsita
20.
y a sido tan carnero que
abiendola encontrado en el
estado que yo la dege
preñada de 4 meses, el muchacho
mandamelo al otel orintal que
25.
pienso llevarlo por Buenos Ayeres y
dile que me mande los tresientos pesos
que le di para que me los àguardara
asta mi regreso que fue el dia de la
30.
ida para el paso del molino y me
pidio que binieramos pronto por que
tu ibas a bisitarla y le eche un polvo
a tu salu,
[*fol.2r]
1.
y espero que no sera el ultimo,
lo que era de mi parte nunca
151
Estela González Torres
Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
e pensado casarme con una
obega desta clase espero la
5.
contestasion lo mas pronto posible
en el otel orien oriental a las 8
de la noche
esta sera la ultima=
cartata asta no recibir los tresientos
10.
pesos que yo le di para que los
guardara y aora los quiero lo ma[*s]
pronto posible dispese cornudo,
que le diga de vos a, us[??] {TACH}
te,
15.
son 300 $
Cornudo si no los tengo
antes de dos dia voi a poner
carteles por las calles de Montevide[*o]
como ya e visto ya varias,
20.
que bastante sientos de pesos
me cuestan tu puta de muger
toda la union saben bien
tu muger lo que asìa conmigo
te repito que le digas que me mand[*e]
25.
los tresientos peso que son miyos
sino van a ser 300 cuernos que vas a cargar mas
E290. Carta de Nicasio Borges a Máximo Santos sobre temas militares
Siglo: XIX Año: 1870
Ubicación: Archivo General de la Nación (Uruguay), Archivos Particulares, Caja 91,
Carpeta 3, Doc. 1.
Rev: VB, EG
152
Estela González Torres
Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
Nicasio Borges escribe al joven Capitán Máximo Santos para acordar con él
movimientos militares.
[*fol.1r]
1.
Costa de Pando Julio 20 de 1870.
Sor. Cap.n D. Maximo Santos
Mi querido amigo: estoy con
forme con todo lo q.e V. me
5.
dice. Al oscureser ensille y
esperemé del otro lado del Arro
yo de Bayarres, en la casa de
Saturnino Sanchez con su
gente pronta.
10.
El armamento y muni
ciones, mandemelos derecho à
lo de D.a Ana (Capilla)
Mandemeló à Palacios pa
darle ordenes y darle el nombra
15.
miento.
Sin mas su am.o y S.S.
Nicasio Borges {RUB}
E294. Informe de Manuel Abadi a Amaro Carve
Siglo: XIX Año: 1882
Ubicación: Archivo General de la Nación (Uruguay), Archivos Particulares, Caja 91,
Carpeta 25, Doc. 33.
Rev: VB, EG
Manuel Abadi escribe a Amaro Carve informándole sobre temas militares.
153
Estela González Torres
Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
[*fol.1r]
1.
Sr. Géfe Politico y de Policia del Dto
Tte Cnel Dn Amaro Carve
Tengo el hónor de poner en conocimiento
de V.S. que hé recorrido una parte de la
5.
5a seccion y 6a y 7a de punta há punta sin
encontrar novedad ninguna; El vecindario
de ámbas partes de las secciones se hán
prestados generosamente rodeando la
aútoridad
10.
Pues tengo úna columna de ciento treinta hóm=
bres, hásta la fécha, nó contando las comisio=
nes que tengos en varios puntos en obserbaciones
así que cualquier cosa que haiga se ló co=
municaré en el ácto,
15.
Por nota que pasé há esa Géfatura de fécha
22. del pasado, solicitaba municiones y ful=
minantes, ló cual nó hé recibido nada, pues
me hase falta para municionar mi jente
sírbase mandarme ún clarin, sigo marcha
20.
para la varra de el Río Dayman y vajar sobre
la costa del río Uruguay recorriendo, los potreros
y vajaré hásta la varra del rio Queguay
Es cuanto tengo el hónor de comunicar á V.S.
á quien Dios, G.de Ms Años
25.
Campamento en marcha
Chapicuí Julio 7. de 1882
Manuel Abadi {RUB}
E330. Carta de Julio Roustan a Máximo Santos
Siglo: XIX Año: 1882
154
Estela González Torres
Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
Ubicación: Archivo General de la Nación (Uruguay), Archivos Particulares, Caja 97,
Carpeta 34, Doc. 1.
Rev: VB, EG
Julio Roustan comenta a Máximo Santos sobre posibilidades de aprobación de la Ley
de Va- gancia.
[*fol.1r]
1.
[SELLO]
Julio 13/
882.
Estimado Señor Presidente.
Segun las opiniones que
5.
estoy oyendo á algunos Sres Representantes,
vamos á perder la cuestion, sobre vagancia,
y si desechamos las observaciones hechas
por el P.E. nos vamos á quedar sin
Ley hasta la proxima Legislatura.
10.
Seria conveniente pues,
una vez que no vamos á tener los
dos tercios de sufragio, el quedarnos
con la Ley tal cual fué sancionado
por las dos càmaras, sin perjuicio
15.
que V.E. en las sesiones estraordina[*rias]
mande las modificaciones necesarias á
la Ley de Vagancia.
Espero su contestaciòn
en esta Secretaria.
[*fol.1v]
1.
Lo saluda su affmo amigo
Julio Roustan {RUB}
155
Estela González Torres
Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
E295. Carta de Amaro Carve a Máximo Santos sobre temas políticos
Siglo: XIX Año: 1883
Ubicación: Archivo General de la Nación (Uruguay), Archivos Particulares, Caja 92,
Carpeta 1, Doc. 5.
Rev: VB, EG
Amaro Carve escribe a Máximo Santos comentando sucesos políticos y expresándole
su apoyo.
[*fol.1r]
1.
[SELLO] Paysandú Febrero 4/83
Señor Presidente de la Republica
General Dn Maximo Santos
Montevideo
5.
Mi querido amigo:
Aquí estamos à la especta_
tiva de las ocurrencias de ahí.
Cuando se trata de un ejercito
perfectamente organizado y
10.
disciplinado como el que tene_
mos actualmente no es posible
abrigar dudas sobre él; así es
[*fol.1v]
1.
que no me han preocupado
las alarmas esparcidas por
la oposicion –
No obstante, entiendo que tra_
5.
tandose de conato de soborno
no es conveniente, ni politico
156
Estela González Torres
Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
cubrir con el manto de la cle_
mencia à los que se atreven á
intentar conmover el orden
10.
publico – El General Santos
puede perdonar à sus enemigos
y à sus calumniadores; pero
el Presidente de la Republica
no puede, ni debe perdonar,
15.
equivale á decir: alentar á
los revolucionarios – y si estos
[*fol.2r]
1.
no son orientales entonces se_
ria un absurdo pensar en
clemencia- Que se cumplan
las ordenanzas militares.
5.
Como le decia en mi anterior,
aquí ha habido un cambio
de opinion benefico.
Las fiestas de Carnaval
ha sido el pretesto de que me
10.
he valido para atraerme mu
cha gente que era hostil al or_
den de cosas actual, nada mas
que porque sí, por aquello
de ¿donde vas Vicente? al
15.
ruido de la gente- Sino fue_
ra por no dar un bofeton
[*fol.2v]
1.
al consonante, diria canalla
Dias pasados me diriji al
Ministro de Gobierno pidien_
dole permiso para disponer
157
Estela González Torres
5.
Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
de algunos pesos de las entra
das policiales para las fiestas
que empiesan hoy; pero me
contestó aquel con un nó
mas redondo que la cabeza
10.
de PagolaUna vez metido en el fan_
dango he tenido que hacer
frente y pata ancha, à esos
gastos; así es que ya que
15.
no quiso Ud. prestarnos el
Vaporcito Rio Negro, no_
[*fol.3r]
1.
haria Ud. una cosa del otro
mundo autorizandome a em_
plear algo de las entradas, en
las fiestas mencionadas.-
5.
Le apunto, y si es necesario le
regalo la idea, por sino la
encuentra Ud. chabacana.
Digame tambien que he de
hacer para reembolsar á esta
10.
pobre caja (tan escualida
como los bolsillos de su futuro
compadre Elola de Navarro)
de lo que le facilité al Doctor
[*fol.3v]
1.
Piera por orden de S.E.
Aquí todo tranquilo; pero
no por eso pierde la vigi_
lancia que se observa en la
5.
fuerza, que está acuertelada
158
Estela González Torres
Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
desde que el Batallon tiene
orden de marcha.
Lo quiere y lo abraza su
muy amigo
10.
Amaro Carve {RUB}
E301. Carta de Justino de los Santos a su primo Máximo Santos
Siglo: XIX Año: 1884
Ubicación: Archivo General De la Nación (Uruguay), Archivos Particulares, Caja 92,
Carpeta 22, Doc. 42.
Rev: EG, CS
Justino de los Santos escribe a su primo Máximo Santos acerca de una deuda que
tiene con el Batallón 5to de Cazadores.
[*fol.1r]
1.
San José, Mayo 5 de 1884
Exmo Señor Presidente de la República
Brigadier General Don Maximo Santo
5.
Querido primo: Me tomo la libertad de dirigirme á ti por medio de
la presente para hacerte saber que
las fuerzas del 5o de Cazadores destaca-
10.
dos en este Departamento me adeuda
la cantidad de cuatro cientos diez
y nuebe pesos y 42 cents.
He visto al Sr Gefe del
5o Comandante Abreu y me dijo que
15.
esa cuenta la pagaba la Gefatura y
el Gefe Político me ha contestado que
se pagaba en el 5o
159
Estela González Torres
Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
No tengo Capital para
poder darles tanto y por ese motivo
[*fol.1v]
1.
espero te sirvas ordenar lo que
consideres conveniente.Si les he dado ese gasto
y les estoy dando ha sido por ti;
5.
asi es que espero te sirvas mandarme decir si puedo darles mas
Proveeduria.
El portador de la presente
es mi cuñado Rodolfo el que vá
10.
encargado para que tu le ordenes
lo que quieras; pues yo no puedo
ir personalmente porque tengo
uno de los chiquilines enfermo de
gravedad.-
15.
Sin otro motivo, te saluda
Atentamente tu primo y mejor amigo
Justino de los Santos {RUB}
E302. Carta de solicitud de Laureano Ruiz a Máximo Santos
Siglo: XIX Año: 1884
Ubicación: Archivo General de la Nación (Uruguay), Archivos Particulares, Caja 93,
Carpeta 25, Doc. 10.
Rev: VB, EG
Laureano Ruiz, invocando los servicios a la Patria, manda a través de Genaro
Fernández una carta a Máximo Santos solicitándole ayuda en su situación de miseria.
160
Estela González Torres
Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
[*fol.1r]
1.
Exmo Sr. Presidente de la República
Brigadier General Don Máximo Santos
Señor:
Perdonad que un ins=
5.
tante embargue vuestra atencion; dedicada á los altos intere=
ses de la Patria._ Quizas V.E. no ignore mi nombre, que
aunque humilde y oscuro en estos momentos, el se haya
ligado al acontecimiento mas glorioso de nuestras tradiciones
nacionales; me refiero Exmo. Señor á la inmortal empresa
10.
de los Treinta y tres! Cábeme el alto honor de haber for=
mado entre el número de los Treinta y Tres Orientales que
el 19 de Abril de 1825 desembarcaron en el Arenal Grande
y juramos allí morir ó libertar la Patria! Como tambien
he tenido el disgusto de haber presenciado la muerte de mis
15.
heroicos compañeros de aquella gloriosa cruzada, quedando
unicamente el que suscribe, que en estos momentos se dirije
á V.E. en demanda de un pedido, como intérprete de los
destinos de la Nacion.
Constame positivamente que V.E.
20.
en su elevado puesto nunca olvida á los servidores de la
Patria, y es confiando en esa nobleza de sentimientos, que me
permito elevar mi voz pidiendole un servicio, que creo que
será el último que profieren mis lábios en son de súplica,
pues considero que no está lejano el término de mi jorna=
25.
da en este vida.
Señor Presidente, Braulio Cambres hijo
único de la anciana Doña Maria Oyola de Cambres
vecina de este departamento, fué tomado el 2 de Agosto del
año pasado por el Sr. Cárambula Gefe Politico de la Colo=
30.
nia, hallándose incidentalmente en Nueva Palmira, y
[*fol.1v]
1.
se encuentra hoy destinado en la 1a Compañía del batallon
161
Estela González Torres
Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
5° de Cazadores.
Dicha señora hace mas de cuarenta
años, ella y su hijo que me acompañan y me asisten en mi
5.
postracion en los últimos años de mi vida, á mas Sr. la con=
ducta del jóven Braulio Cambres dedicado esclusivamente
á sus trabajos de Campo y á mi cuidado, se halla á salvo
de toda sospecha como lo puede acreditar el testimonio hon=
rado y unáníme de todos los vecinos.- Yo Sr. vivo afliji=
10.
do con su alejamiento y su anciana madre portadora de esta
carta no tiene un momento de consuelo, pues hace diez me=
ses que reclama por su hijo y por mi inseparable servidor.
Ahora bien señor Presidente á V.E.
pido que no me niegue el último consuelo á mi vejez,
15.
ordenando que mi querido y leal compañero sea puesto en
libertad, favor que agradecería en el alma, el anciano
que hoy eleva esta súplica, y á quien asiste desde ya
la intima conviccion de que vuestro corazon no se mos=
trará sordo á esta peticion.
20.
Sin otro motivo saluda á V.E. con
el respecto que se debe al primer Magistrado de la República, á quien Dios guarde m.s a.s.
á pedido de Don Laureano Ruíz por no saber
firmar Genaro Fernandez {RUB}
25.
Agraciada Julio 15 de 1884
E286. Carta de Isabelino Andai a Máximo Santos solicitando licencia
Siglo: XIX Año: 1885
Ubicación: Archivo General de la Nación (Uruguay), Archivos Particulares, Caja 90,
Carpeta 1, Doc. 23.
Rev: VB, EG
162
Estela González Torres
Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
Isabelino Andai escribe a Máximo Santos para solicitarle ayuda económica y licencia
para casarse.
[*fol.1r]
1.
Escmo Sor Teniente General
Don Maximo Santos ruego
á su Escelencia me haga el bi_
en de solisitarme lisencia pa_
5.
casarme y al mismo tiempo
lo imbito si es gustoso para
salir de padrino y su Sra.
Esposa y encontrandone atrasa_
disimo desearia de Ud me reme_
10.
diase en halgo que pudiese y
ruego me disculpe el atrebimi_
ento de apersonar á Ud.
Espero de Ud. la contestacion de
esta.
15.
Sin mas lo saluda su seguro sebi_
dor Sargento 1o, de linea
Isabelino Andai {RUB}
Montevideo 7 de Junio de 1885
E297. Carta de solicitud de E. Castro a Máximo Santos
Siglo: XIX Año:1885
Ubicación: Archivo General de la Nación (Uruguay), Archivos Particulares, Caja 92,
Carpeta 5, Doc. 5.
Rev: VB, EG
163
Estela González Torres
Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
Castro pide a Máximo Santos conservar su marca de ganado.
[*fol.1r]
1.
Salto Setiembre 16 de 1885
Señor
Dn. Maximo Santos
Montevideo
5.
Estimado amigo:
Se me
ordena por el Registro
General de Marcas de
ganado mayor que di=
10.
ferencie mi marca por
haber otra semejante á
ella y yo he determina=
do no hacerlo por que
la poseo y soy su dueño
15.
desde que yo tenia un
año de edad, asi es que
la marca tiene casi sesen=
ta y siete años y es recu=
erdo de mis ante-sesores
[*fol.1v]
1.
su primer servicio fué
marcar animales dados
por los Casiques Charruas
Asi es que pido á Vd. me
5.
haga el servicio de remediar
esto ordenando a quien
corresponda no se altere
en nada mi marca –
esto es si se puede hacer
164
Estela González Torres
10.
Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
Sin mas por ahora te
saluda tu compañero
y amigo
E. Castro {RUB}
E288. Carta de solicitud de Celina Massias de Benavente a Máximo Santos
Siglo: XIX Año: 1885
Ubicación: Archivo General de la Nación (Uruguay), Archivos Particulares, Caja 90,
Carpeta 18, Doc. 22.
Rev: VB, EG
Celina Messias de Benavente solicita dinero a Máximo Santos.
[*fol.1r]
1.
Junio 15.
1885.
S.r Presidente de la República Oriental
del Uruguay
5.
General D.n Máximo Santos.
Distinguido S.r
Estrañará V. sobremanera,
que no teniendo el honor de conocer á
V. ni título alguno de que valerme, para
10.
merecer su atencion, me atrevo á molestar=
lo, desde mi humilde posicion, recordándole
el pedido que le hizo mi esposo, F. Bena=
vente, en momentos sumamente apremian=
tes, pues su situacion es harto embarazosa,
15.
no habiendosela manifestado él, tal cual
es, por no molestarlo tanto con minuciosi=
dades.
Si V. estuviera en antecedentes, podria
165
Estela González Torres
Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
valorar la magnitud del servicio que nos
20.
haria, con esa cantidad para V. insignifican=
te, salvaria V. un hombre de un mal paso,
y a una madre de familia de un disgusto
inmenso; crea V. que nunca deja Dios sin re=
compensa un beneficio que se hace a quien real=
[*fol.1v]
1.
mente lo necesita; abrigo la esperanza de
poder devolver éste dinero, sino todo junto,
al ménos en tres ó cuatro cantidades; contan=
do V. con nuestro mas síncero agradecimiento.
5.
Con el deseo de no ver defraudada mi esperanza y que nos sacará V. de este apuro.
Tiene el honor de saludar á V. con
la mas alta consideracion
S.A.S.
10.
Celina Massias de Benavente {RUB}
Casa de V.
Moreno 992.
E325. Carta de solicitud de Agustín Romero a Máximo Santos
Siglo: XIX Año: 1885
Ubicación: Archivo General de la Nación (Uruguay), Archivos Particulares, Caja 97,
Carpeta 14, Doc. 42.
Rev: VB, EG
Agustín Romero solicita a Máximo Santos que libere al joven Eustaquio Correa.
[*fol.1r]
1.
Exelentisimo, Señor:
166
Estela González Torres
Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
Precidente De la Republica
Exelentisimo, Señor:
Por medio De la precente, benco á
5.
manifestar á B. E. que – entre
Los presos que trajeron Del Departamento, Del Durazno, ace hia barios
Dias, hay un jobencito, Eustaquio
Correa, éste joben ace Seis meses, to
10.
Dabia no cumplidos, que Salio Del
Colejio, para Dedicarce al trabajo
de Campo:
A principios Del Corriente mes, Salio
De áqui, Don Gabriel Lema, Comer
15.
Ciante Del paso de los toros del Rio
Negro, este Señor, llebaba orden
de – entregarle por mi cuenta ál
joben Correa una majada De
obejas, para que, principiase
[*fol.1v]
1.
La carrera de la bida, el trabajo,
Si, B. E. considera que, este
joben debe yr á ceguir el trabajo.
Seria, gracia, y justicia, que
5.
B. E. aria; a este joben que,
mas adelante puede onrar a su pa
tria con Su propio trabajo.
Con todo respecto, Saludo ál
Exelentisimo, Señor Presidente.
10.
Agustin Romero {RUB}
Montevideo Mayo 27, 1885
Casa de B.E. San jose 142.
167
Estela González Torres
Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
E329. Carta de Manuel María Rodríguez a Máximo Santos
Siglo: XIX Año: 1886
Ubicación: Archivo General de la Nación (Uruguay), Archivos Particulares, Caja 97,
Carpeta 27, Doc. 91.
Rev: VB, EG
Manuel María Rodríguez se dirige a Máximo Santos solicitándole que se ascienda a
militares a su cargo en el departamento de Treinta y Tres.
[*fol.1r]
1.
[SELLO] Sor Teniente General
Don Máximo Santos.
Montevideo.
De conformidad con el telégra=
5.
ma de V.E., fecha de ayer, adjunto una re=
lacion de los Gefes y Oficiales de éste De=
partamento, cuyo ascenso al grado inme=
diato que he solicitado.
Sí he insistido constantemente
10.
á ese respecto, es porqué no hay Gefes en
el Departo ni Oficiales bastantes para
la organización militar que se le quie
re dar. Sobretodo necesito que me rodeen
personas de toda confianza y colorados,
15.
y las que propongo reunen esas condicio=
nes.
Espero que V.E. pondrá todo
empeño á cerca de S.E. el Presidente
de la República, para que esos nom=
20.
bramientos sean despachados á la
mayor brevedad.
Dios Gde á V.E.
168
Estela González Torres
Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
Manuel M. Rodriguez {RUB}
“33”, Marzo 4/86.
E69. Carta de María B. de Santos a su hijo Máximo
Siglo: XIX Año: 1887
Ubicación: Archivo General de la Nación (Uruguay), Archivo Máximo Santos, Caja 100,
Car- peta 13, Doc. s/d.
Rev: NP, EG
Carta de María B. de Santos contándole sus penas a su hijo.
[*fol.1r]
1.
Querido hijo:
Con el alma
traspasada de dolor te dirijo esta
ya que no tengo la suerte de po=
5.
derte ir ^á^ ver como son mis deseos
yo hijo no se como no me he e^n^loque
cido con tanto disgustos como he
pasado desde el día en que
te fuistes la perdida de tu po
10.
bre hermano Filomeno me ha
concluido y ahora que te espe=
raba con tanto anhelo verme
separada otra vez de tí sín
tener el consuelo de verte de
15.
darte un abrazo sabe ^Dios^ por cuan
to tiempo.
Maximo tu sabes que yo no tengo
169
Estela González Torres
Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
mas amparo que vos que soy una
pobre viuda y faltandome tu
20.
que va hacer de mí sola sin
[*fol.1v]
1.
tener aquien dar vuelta mis ojos
asi es que espero hijo querido que
desde ahí dispongas como quedo
yo y qiuen quedo recomendada
5.
yo he tenido un gran sentimiento
de ^no^ poder despedirme de Teresa
y de mis queridos nietos porque ella
no tenía valor de despedirse y se
fué sín decirme nada ese senti
10.
miento me quedara hasta que pue=
da verlos otra vez á todos reuni=
dos
Sin mas recibe la bendicion de
tu madre que desea verte pron
15.
to recuerdos á Teresa besos á
todos mis hijitos chicos y no se
olviden de este terron de tierra
que queda aqiu
María Bde Santos
20.
Febrero 11 de 1887 / no dejes de contestarme
170
Estela González Torres
Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
ANEJO 6. RASGOS DE LA IMPERICIA DEL ESCRIBIENTE SEMICULTO
A la hora de determinar el nivel sociocultural de los distintos autores, resulta esencial
atender a su pericia o ausencia de la misma, si bien esta no responde a fenómenos fonéticos
o fonológicos, sino ortográficos. No obstante, estos fenómenos gráficos esconden
cuestiones fonéticas detrás y es ahí precisamente donde reside su importancia.
A
continuación se incluyen todos los ejemplos que demuestran la poca habilidad de los
autores semianalfabetos del corpus uruguayo del siglo XVIII:
Fenómenos vocálicos
-
Confusiones vocálicas por impericia del escribiente: Josphe [E218, 1741, fol.1r];
qaurenta [E55, 1748, fol.6r]; Respectiue (por respectivo) [E56, 1750, fol.7r];
entecedente [E59, 1750, fol.5r, 2 casos]; “segun/ Veprevine” (por según V. E. previno)
[E405, 1761, fol.1r]; dezer (por decir) [E519, 1767, fol.3r]; Induos (por indios) [E385,
1768, fol.3r], retifico (por ratificó) [fol.7v, fol.10r], Retifico [fol.8v, fol.9v, fol.11r], se
Retifico [fol.11v, fol.13r], se Retifica [fol.12v], prezentto [E385, 1768, fol.4v], prezento
[fol.5v] (por presente); “à instandola” (por e) [E207, 1789, fol.1v], “fuá à darle con el”
(por fue) [fol.2v], “Ante Vm, ambos de man Comon/ con el debido Respeto dezimos”
(i.e. mancomún) [fol.11r], Veinteuno [fol.14r]; “se jefe” (por su) [E204, 1799, fol.7v],
refon (por rejon) [fol.23v], daclarac.n [fol.71v].
-
Adición de vocal: quuio, Rejistraarle [E218, 1741, fol.1r], Jorgue [fol.3v, fol.4v,
fol.5v], Josephe [fol.3v].
-
Elisión de vocal: ciguntte (por siguiente) [E218, 1741, fol.1r]; Agucil (por alguacil)
[E54, 1747, fol.1r]; “puse enexcusíon” (por en ejecución) [E406, 1761, fol.1r]; Qinze
[E519, 1767, fol.1v]; Porttugeses, Migel [E422, 1763, fol.1v]; Andra (por Andrea)
[E206, 1789, fol.6v]; axiliarle [E204, 1799, fol.4r].
-
Asimilación: espontaenea [E7, 1799, fol.1r].
171
Estela González Torres
-
Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
Otros: esautitud (por exactitud) [E217, 1761, fol.2r]; precapci/ on (por precaución)
[E204, 1799, fol.52v]; tendido (por tenido) [E206, 1789, fol.8r].
Fenómenos consonánticos
-
Confusiones consonánticas por impericia del escribiente: aflta (por a falta) [E55,
1748, fol.2r]; Banca (por barca) [E519, 1767, fol.1v]; settezsienttos [E385, 1768,
fol.1r]; boluntan (por voluntad) [E7, 1799, fol.1r]; p abera (por pavesa) [E204, 1799,
fol.58v], Rebuelza (por Revuelta) [fol.83v].
Achacamos la escritura de boluntan a un descuido del escribiente ya que existen dos
casos de boluntad en el mismo fragmento [fol.1r y 1v].
-
Adición de consonante: montibo [E94, 1753, fol.2r], “D. Antonio Velas” (por Vela)
[E208, 1789, fol.10v]; ocpt.re (posiblemente relacionado con los grupos consonánticos
de los cultismos) [E217, 1761, fol.2r]; “albordo del/ la Lanchita” [E519, 1767, fol.2r].
-
Elisión de consonante: Justifiacion [E217, 1761, fol.2r]; Adreia (por Andrea) [E206,
1789, fol.18v].
-
Síncopas silábicas: Pabra (por palabra) [E24, 1730, fol.2v]; comante (por
comandante) [E519, 1767, fol.1r]; “un berdero disimulo” (por verdadero) [E204, 1799,
fol.59v], Ca-/ zas (por Cabezas) [fol.85r].
-
Apócope silábica: Picolomi (por Picolomini) [E522, 1768, fol.7v, 2 casos], Pregun=
[fol.3v].
-
Pérdida de -r o -l: coRan [E24, 1730, fol.1r, 2 casos], ReCuRe [fol.1r]; tíeRa [E38,
1739, fol.1r]; caro (por carro), aRiba [E218, 1741, fol.1v], cori-/ ente [fol.4r]; “Es
Cuantto puedo Partticipare” (por es cuanto puedo participarle) [E406, 1761, fol.2r];
agarandola [E206, 1789, fol.1r]; aReglada [E19, 1793, fol.1v]; odinario [E204, 1799,
fol.48v], Andes (por Andrés) [fol.76r].
-
Pérdida de consonante distinta de <r> y <l>: beittiseis [E218, 1741, fol.1v].
172
Estela González Torres
-
Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
Cambio de consonante: JuaCín [E38, 1739, fol.1r, fol.1v, fol.2r], Joachím [fol.1v];
Jua-/ chin [E419, 1763, fol.1v]; Joachin [E402, 1768, fol.4r, 3 casos]; Juachin [E530,
1769, fol.1r]; Joachin [E216, 1773, fol.1r, 2 casos; fol.4r]; Joachin [E88, 1787, fol.1v,
fol.2r]; Joachin [E90, 1787, fol.2r]; Joachím [E206, 1789, fol.13r].
-
Asimilación: Yncontintenti [E56, 1750, fol.5v]; Jurrisdicion [E207, 1789, fol.14r];
execpcion [E19, 1793, fol.1r].
-
Metátesis: Ladornes [E522, 1768, fol.11v]; “A Vmd. Supp.co que haviendo p.r
contestado el tras/ lado recirva proveher y declarar” [E204, 1799, fol.82v], derecto (por
decreto) [fol.78v, fol.80v x 3, fol.83v].
Otras confusiones: vienes auido (por bien es sabido) [E58, 1747, fol.3r]; hay (por ahí)
[E87, 1787, fol.1r; E29, 1795, fol.1r; E204, 1799, fol.17v].
Rasgos ortotipográficos: pano [E218, 1741, fol.2r]; Senal [E385, 1768, fol.4v], ano
[fol.11r], Aguero [E16, 1789, fol.1r y 1v]; “pin-/ gues en pastos oportunos para la Cria de
ganados” (por pingües) [E44, 1789, fol.29r], “aoro son pingues aqui al-/ gunos terrenos”
[fol.34r]; Anadiendo [E208, 1789, fol.4r].
Por último, conviene recordar que, en los manuscritos del XVIII, es muy frecuente
representar la vibrante múltiple por duplicado, esto es, -tt en lugar de t sin ningún valor
fonético. Es una práctica habitual, al igual que la doble s, que pone también de manifiesto
entre escribanos cultos. Así, hemos detectado infinidad de ejemplos en nuestro corpus;
pero, al no ser indicio de la impericia del escribiente, no los incluimos aquí.
Para el siglo XIX hemos detectado menos ejemplos que ponen en evidencia las
habilidades del que redacta:
Fenómenos vocálicos
-
Confusiones vocálicas por impericia del escribiente: “Juna de la peña” [E30, 1803,
fol.2v]; “esta tien por ogeto”, Serbiso “por servicio” [E74, 1865, fol.1r]; gratitd [E83,
1865, fol.1r]; birgito, orintal [E70, 1870, fol.1v]; Gra –por guerra- [E210, 1883, fol.3r],
“vinyte cua / [*tro]” [fol.4r], Gera [fol.12r, fol.13r], ls ocho [fol.12r], grra. [fol.16r,
fol.18r]; “este vida” [E302, 1884, fol.1r].
Pérdida de vocal: adfetisma [E123, 1865, fol.1v].
173
Estela González Torres
Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
Fenómenos consonánticos
-
Confusiones consonánticas por impericia del escribiente: adfetisma [E123, 1865,
fol.1v]; yulio, Crito -por gritos- [E210, 1883, fol.12r]; “Pues tengo […], nó contando
las comisio= / nes que tengos” [E294, 1882, fol.1r]; encontrandone [E286, 1885,
fol.1r]; hia (por ya) [E325, 1885, fol.1r].
-
Pérdida de -r o -l: conpar [E30, 1803, fol.1v]; larea (por el apellido Larrea) [E64,
1841, fol.1r]; tiera [E74, 1865, fol.1r, 2 casos]; escaeviré [E102, 1863, fol.1r];
barigonsita [E70, 1870, fol.1v]; desareglo [E210, 1883, fol.4r], estibor [fol.7v], serado
[fol.12r].
-
Pérdida de consonante distinta de <r> y <l>: cudusion [E64, 1841, fol.1r]; dispese
[E70, 1870, fol.2r]; desigado [E215, 1872, fol.2r]; bastate [E210, 1883, fol.4r], “a
bordo el qual Encontré” [fol.12r].
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Metátesis: muJre, cuator [E30, 1803, fol.1v], desrite, abarsos [fol.2r]; premite [E75,
1821, fol.1v]; emencuentor (por encuentro), pirmero [E70, 1870, fol.1r], cerias (por
creías) [fol.1v]; sentrir [E213, 1882, fol.3r].
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Adición de consonante: “D.n nantonio” [E30, 1803, fol.1v].
-
Asimilación: merelgildo [E63, 1841, fol.1r]. Este caso se trata de una doble asimilación
con epéntesis de l-.
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Disimilación: malissimas [E98, 1845, fol.1r]
Otros
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*producio (por produjo) [E210, 1883, fol.4r]
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Estela González Torres
Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
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