Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
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Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX
Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX Trabajo Fin de Máster del Máster de Estudios superiores de Lengua española: investigación y aplicaciones UNIVERSIDAD DE GRANADA Curso 2012/2013 Junio de 2013 Estela González Torres Dirección: Dr. Miguel Calderón Campos Estela González Torres Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX 0. ÍNDICE 1. Introducción..................................................................................................................4 2. Hipótesis de partida ......................................................................................................5 3. Metodología..................................................................................................................6 4. Descripción del corpus..................................................................................................7 5. Estado de la cuestión.....................................................................................................9 6. Fenómenos detectados en el siglo XVIII Rasgos fonológicos...............................................................................................11 Rasgos fonéticos...................................................................................................14 Rasgos morfológicos............................................................................................25 Rasgos morfosintácticos.......................................................................................29 Rasgos sintácticos.................................................................................................36 Rasgos léxicos......................................................................................................50 7. Fenómenos detectados en el siglo XIX Rasgos fonológicos...............................................................................................61 Rasgos fonéticos...................................................................................................67 Rasgos morfológicos............................................................................................75 Rasgos morfosintácticos.......................................................................................78 Rasgos sintácticos.................................................................................................88 Rasgos léxicos......................................................................................................92 8. Conclusiones...............................................................................................................97 9. Bibliografía.................................................................................................................99 10. Anejos 2 Estela González Torres Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX Modelo de análisis de rasgos y fenómenos propios de la lengua oral..............103 Normas de edición y transcripción de los documentos....................................110 Documentos objeto de estudio del siglo XVIII................................................117 Documentos objeto de estudio del siglo XIX...................................................123 Documentos del XIX transcritos por EG dentro del marco del Taller Metodológico II de Historia lingüística del Uruguay de la UdelaR..............................................................................................................128 Rasgos de la impericia del escribiente semiculto.............................................171 3 Estela González Torres Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX 1. INTRODUCCIÓN «Para deziros la verdad, muy pocas cosas observo, porque el estilo que tengo me es natural, y sin afetación ninguna escrivo como hablo —solamente tengo cuidado de usar de vocablos que signifiquen bien lo que quiero dezir, y dígolo quanto más llanamente me es possible, porque a mi parecer, en ninguna lengua está bien el afetación (…)» (Valdés 1535 y 1967; presente en Gauger 1996: 341) 'La oralidad en la escritura', 'oralidad y escrituralidad', 'lo hablado en lo escrito', son varios los autores que han bautizado de muy distintas formas el estudio de rasgos y fenómenos orales en textos escritos. Il parlatto scritto de Giovanni Nencioni, la fórmula Schriftlichkeit im Duktus der Mündlichkeit de Brigitte Schlieben-Lange o 'lo hablado en textos' del también alemán Wulf Oesterreicher (Oesterreicher 1996: 318). Aunque pueda antojarse paradójico, es posible analizar la oralidad de un documento en función de espontaneidad e inmediatez comunicativa. Es a través del medio escrito, de documentos originales de época, cómo la Lingüística Histórica toma sus datos con el fin de acercarse a la realidad lingüística imperante. En una fundamentación de los tipos de 'lo hablado en textos', Oesterreicher explica que intervienen necesariamente categorías tales como la 'competencia lingüística del emisor y del receptor', la 'competencia discursiva', la 'tradición discursiva', el 'tipo de participación afectiva', la 'conciencia del proceso de la formulación lingüística', la 'finalidad estéticoestilística', etc. (1996: 324), así como las condiciones de producción y recepción del escrito en cuestión, con sus correspondientes limitaciones. «En primer lugar hay que observar que esta LH revitalizada (redefinida) se sirve, con mayor fuerza y convicción, de fuentes escritas informales antes que de textos literarios o textos muy formales. Y ello porque le interesa reconstruir, en la medida de lo posible, primero la lengua hablada (…)» (Elizaincín, en prensa; citado en Canale 2004: 5). Por esta razón, Adolfo Elizaincín apunta, muy acertadamente, que son los textos informales, en los que prima un trato cercano e incluso familiar o coloquial, los que más facilitan el estudio de la manifestación o representación gráfica de lo hablado. Los textos que componen nuestro corpus atienden al criterio de oralidad concepcional defendido por Oesterreicher, ya que se localizan en un lugar próximo a uno de los dos polos de un continuo comunicativo que, en un extremo, tiene la inmediatez 4 Estela González Torres Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX comunicativa y en el otro, la distancia comunicativa (Oesterreicher 2002, 2004; tomado de Bertolotti et al. 2010: 11). Los escritos de oralidad concepcional son, precisamente, los que emulan la inmediatez comunicativa. Como ya hemos adelantado, su mayor o menor o acercamiento a esta inmediatez en la comunicación dependerá de diversos factores, siendo los documentos de carácter informal los más propicios. La investigación de la lengua hablada espontánea y la cultura oral es sumamente fascinante y, sobre todo, absolutamente necesaria. Partiendo de la base de que lengua y sociedad son dos realidades inseparables, el conocimiento de la historia de una lengua (y por ende, de la variedad) concreta permite ahondar en la historia de la identidad cultural de su pueblo. 2. HIPÓTESIS DE PARTIDA A raíz de nuestra participación en el Taller Metodológico II de Historia lingüística del Uruguay (colaboración mencionada en Bertolotti et al. 2012: 12) en la Universidad de la República, Montevideo, durante el semestre de marzo a julio de 2011, comenzó a gestarse la idea que hoy se plasma aquí por escrito. Tanto al transcribir e informatizar algunos documentos, como al corregir las transcripciones ya existentes de otros, un total de 25 textos —de los cuales, 23 forman parte de los 50 contenidos en el corpus aquí analizado del siglo XIX (§ Anejo 5)—, entramos en contacto directo con el estudio diacrónico del español uruguayo. Trabajamos, en todo momento, con los originales a la vista y, como parte importante del informe final del taller, desarrollamos los fenómenos, interesantes desde un punto de vista lingüístico, detectados. Así, atendimos a los siguientes criterios de división en función de las posibilidades de cada documento: rasgos ortográficos —algunos de los cuales pueden evidenciar fenómenos fónicos—; rasgos morfológicos y léxicos. El presente trabajo resulta mucho más ambicioso, puesto que intenta reconstruir la oralidad del español hablado en el territorio que, en la actualidad corresponde a la República Oriental del Uruguay, desde el establecimiento oficial de la corona española hasta finales del XIX, a través de la consideración de una serie de escritos de autores y estilos muy diversos. Nuestro corpus comprende 138 de los 145 documentos publicados en dos libros (Bertolotti et al. 2010, 2012) por la Universidad de la República, obra de Virginia Bertolotti, Magdalena Coll y Ana Clara Polakof. Estos textos nacen en el seno del proyecto «Historia del Español del Uruguay», en marcha desde 1991 en el Instituto de Lingüística de 5 Estela González Torres Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación (FHCE, de ahora en adelante) de la Universidad de la República, en Montevideo. Inicialmente dirigido por el Prof. A. Elizaincín, en la actualidad está liderado por Bertolotti y Coll, profesionales con las que tuvimos el placer de trabajar. Asimismo, este proyecto forma parte de uno de mayor envergadura: «Historia del Español de América», organizado por la Asociación de Lingüística y Filología de América Latina (ALFAL) y coordinado, en sus comienzos, por la tempranamente fallecida lingüista argentina Beatriz Fontanella de Weinberg, luego por Elena Rojas y actualmente por Claudia Parodi y Micaela Carrera de la Red (Bertolotti et al. 2012: 9). Se trata de una empresa de dimensión iberoamericana que cuenta con investigadores americanos y españoles que estudian la historia de la lengua española en México, República Dominicana, Perú, Chile, Costa Rica, Venezuela, Cuba, Bolivia, Argentina y Canarias. De esta manera, motivados sobremanera por el creciente interés hacia la lingüística diacrónica y la variedad rioplatense, más concretamente, la uruguaya, nos proponemos determinar hasta qué punto nuestro corpus escrito presenta rasgos y fenómenos propios de la lengua oral con el fin de dibujar la evolución de la lengua hablada durante los siglos XVIII y XIX en el territorio que hoy llamamos Uruguay. 3. METODOLOGÍA Con el fin de analizar los rasgos de oralidad que presentan los documentos contenidos en Bertolotti et al. 2010, 2012, desarrollamos un modelo o patrón (§ Anejo 1) inspirado en varios estudios consultados y ampliados (Fontanella de Weinberg 1982, Rizos 2000, Canale 2004, Bertolotti 2008 y Calderón 2012). Separados por siglos, los fenómenos están ordenados de mayor a menor importancia dentro del apartado de rasgos al que pertenecen. Hemos respetado la ortografía y los elementos tipográficos (cursiva, subrayado, etc.) de la transcripción de Bertolotti et al. para facilitar su localización en el corpus publicado. La gran mayoría se acompañan de comentarios y explicaciones con objeto de ilustrarlos y documentarlos por medio de la bibliografía consultada. La frecuencia de aparición de los mismos se refleja como sigue: X (número) casos. Si el rasgo en cuestión se repite en varios documentos consecutivos en el tiempo se manifestará de la manera siguiente: matreros [E211, 1882, fol.1r; E212, 1882, fol. 1r; E213, 1882, fol. 1r, 2 casos, fol.2v, fol.3r]. De ocupar más de una línea, el cambio de línea se expresará con una barra: “por aquello de 6 Estela González Torres Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX ¿donde vas Vicente? al/ ruido de la gente-”[E295, 1883, fol.2r]. En lo que a su localización respecta, se ha seguido un mecanismo que, por orden cronológico, presenta el documento, la fecha y la foliación —no hemos considerado oportuno incluir también la numeración de líneas—; por ejemplo: ynfraescripto [E24, 1730, fol.1v]. Este análisis se llevará a cabo en los puntos 6 y 7, respectivamente (§ 6. Fenómenos detectados en el siglo XVIII y § 7. Fenómenos detectados en el siglo XIX). Como es presumible, no todos los fenómenos se ponen de manifiesto en ambos corpus, pero sí un gran número de ellos. Es conveniente tener en cuenta que, en todo momento, se han respetado las últimas normas de edición y transcripción de los originales marcadas por Bertolotti et al. 2012: 23 (§ Anejo 2) para sus corpus «Documentos para la historia del español en el Uruguay» y «Documentos para la historia del portugués en el Uruguay», Instituto de Lingüística, FHCE. Antes de profundizar en este estudio de los rasgos y fenómenos hallados, describiremos el corpus de manera detallada (§ 4) y nos aproximaremos al estado de la cuestión a través de todos los estudios publicados hasta la fecha sobre el tema (§ 5). Así, tras la exposición y desarrollo de los fenómenos localizados en los siglos XVIII y XIX (§ 6 y § 7, respectivamente) realizaremos una valoración global de los resultados obtenidos y extraeremos las conclusiones oportunas. 4. DESCRIPCIÓN DEL CORPUS Como ya hemos adelantado, nuestro corpus se confeccionó conforme al modelo propio de detección y análisis de rasgos de oralidad (§ Anejo 1), aplicado a los 145 documentos publicados en Bertolotti et al. 2010, 20121 —perteneciendo 70 de ellos al siglo XVIII (530 folios, 101.700 palabras) y 75 al XIX (182 folios, 45.300 palabras)—. Fruto de un complejo y costoso análisis, el corpus de trabajo se redujo, al descartar aquellos fragmentos que no presentaban fenómenos, a 138: 68 del XVIII y 70 del XIX (§ Anejo 3, 4 y 5). El texto más temprano data de 1730 (y tan solo cinco documentos más fueron redactados en la primera mitad del XVIII) y el más tardío de 1890. 1 Estos 145 textos son, a su vez, una selección de los 593 que conforman el Corpus para la historia del español en el Uruguay (siglos XVIII y XIX) (Bertolotti et al. 2012: 10). 7 Estela González Torres Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX Bertolotti et al 2010, 2012 clasifican su corpus, donde se han privilegiado documentos de oralidad concepcional y con cierto grado de coloquialidad, en función de la tipología textual distinguiendo, así, entre cartas personales, documentos privados y documentos oficiales. Esta diversidad tipológica es lo suficientemente válida como para que, sumada a la diversidad temática, esta selección del corpus permita el estudio de diversos fenómenos del español en el Uruguay (Bertolotti et al. 2010: 12). Toda la correspondencia familiar se engloba dentro de la primera categoría, existiendo una relación personal (familiar, amical, amorosa) patente entre emisor y destinatario. Así, en el siglo XVIII abundan las epístolas que relatan escenas de la vida en Uruguay o arreglan el viaje de familiares al Nuevo Mundo. Por su parte, en el XIX, sobresalen las notas, las misivas y las cartas personales. Nuestro corpus recoge las 15 cartas personales del siglo XVIII compiladas en Bertolotti et al. 2010 y 27 de las 28 reunidas en Bertolotti et al. 2012 para el XIX (§ Anejo 3, 4). Bertolotti et al. entienden como textos privados aquellos cuyo origen no tiene nada que ver con la relación interpersonal entre escritor y destinatario, sino que están relacionados con el rol social de uno o ambos (Bertolotti et al. 2012: 13). A pesar de este rol social o público, el tema del documento, a diferencia del de la correspondencia personal, es de interés privado, como en el caso de cartas con peticiones a personajes públicos de la esfera religiosa, militar o política. Destacan, pues, pedidos, solicitudes, informes, etc., recurriendo, muchos de ellos, al género epistolar. De los 27 documentos privados de Bertolotti et al. 2010 para el XVIII, nuestro corpus contiene 25; y de los 22 del XIX en Bertolotti et al. 2012, 21 (§ Anejo 3, 4). La documentación oficial, por su parte, se compone de manuscritos tales como causas criminales, sentencias, sumarios, demandas judiciales, querellas civiles, expedientes matrimoniales, tasaciones de bienes, testamentos, etc. Por consiguiente, son textos de carácter y circulación públicos en los que, en ocasiones, interviene la autoridad oficial. En este tipo de textos es muy frecuente encontrarnos con más de una voz (el escribano, el declarante, el médico, el testigo...), fenómeno sumamente enriquecedor para el estudio de distintitos registros de la oralidad. Recogemos los 28 documentos oficiales del siglo XVIII de Bertolotti et al. 2010 y 22 de los 25 de Bertolotti et al. 2012 para el XIX (§ Anejo 3, 4). Los textos escogidos se encuentran, en su mayoría, en el Archivo General de la Nación de Uruguay y el Archivo General de la Nación de Argentina y, en su minoría, en el 8 Estela González Torres Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX Archivo de la Cura Eclesiástica del Arzobispado de Montevideo (Uruguay), el Archivo del Museo Histórico Nacional (Uruguay), el Archivo General de Indias (Sevilla, España) y en archivos particulares. A la hora de seleccionar los documentos, Bertolotti et al. tuvieron en cuenta el origen geográfico, el sexo y el nivel cultural de los autores, así como el fechado tópico y crónico. Prácticamente la totalidad de los textos de ambos siglos se escribieron en el territorio que hoy ocupa Uruguay, aunque también se incluyen, de manera excepcional, algunos del XVIII fechados en el extranjero, pero redactados por uruguayos. La mayoría de los emisores están identificados y conviene aclarar que no todos nacieron en América. Esto se pone especialmente de manifiesto en el siglo XVIII, cuando la población criolla alfabetizada era escasa; por esta razón, también gran parte de los escribientes de este siglo son hombres, por ser estos los que más posibilidades de acceso a la educación tenían en la época. No obstante, cabe mencionar aquí que, debido a la extensión y diversidad de nuestro corpus, no entraremos a analizar la nacionalidad de los distintos autores de los fragmentos dieciochescos. Por el contrario, en el XIX todos los autores son criollos. Además, los autores pueden ser clasificados de acuerdo con dos categorías que ya defiende Oesterreicher: cultos y semicultos. Para el alemán, será semiculto «el autor que escribe o dicta un texto no conociendo suficientemente ni la variedad lingüística exigida por el género respectivo ni las reglas discursivas válidas para la estructuración del texto» (Oesterreicher 1996: 324-325). Esta falta de conocimientos lingüístico y discursivo posibilita la creación de un escrito cercano a la inmediatez comunicativa y genera cierta inseguridad que, en el papel, se traduce en ultracorrecciones. Oesterreicher 1996 la bautiza competencia escrita de impronta oral. Así, la diferencia entre textos cultos y semicultos supondrá otro foco de atención importante, en el que prestaremos especial atención a la impericia del escribiente (§ Anejo 6). Auguramos, pues, que la mayoría de los autores de los documentos oficiales y los privados serán cultos y los de las cartas personales, semicultos. 5. ESTADO LA CUESTIÓN Los dos siglos que abarca nuestro corpus se corresponden con una época poco explorada — especialmente el XIX —, en comparación con otros corpus europeos y americanos, en los estudios de historia de la lengua española. Esto se explica debido a la tardía fundación, y 9 Estela González Torres Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX posterior colonización por canarios y porteños, principalmente, de Montevideo, actual capital de la República Oriental del Uruguay, entre 1724 y 1730. Fue a partir de la década de los 90 cuando se dejaron atrás la literatura colonial y los documentos seleccionados por historiadores y comenzó a investigarse la historia del español en Uruguay en el Instituto de Lingüística de la FHCE. El proyecto pionero, Historia del español en el Uruguay, fue impulsado por Elizaincín y financiado por la Comisión Sectorial de Investigación Científica de la UdelaR. El corpus publicado en Bertolotti et al. 2010, 2012, base del nuestro, es, a su vez, parte de uno mucho más amplio —conformado por 593 documentos—: Corpus para la historia del español en el Uruguay (siglos XVIII y XIX), que ha dado pie a investigaciones lingüísticas tanto dentro como fuera de Uruguay. Nunca antes se había conseguido compilar y publicar semejante volumen de textos para el estudio de la historia del español uruguayo. Con Bertolotti et al. 2010 se empezó a superar el obstáculo para las investigaciones en el campo de la diacronía del español en Uruguay. Son muchos los investigadores que han contribuido a ampliar el conocimiento de la historia de la lengua española en la Banda Oriental y cuyos estudios hemos tenido en consideración. En fonética y fonología del español del XVIII, destacan Elizaincín, Groppi, Malcuori y Coll (1997); y en morfosintaxis Bertolotti y Coll (2001), Elizaincín (1997). Sobresalen, también, otras investigaciones dedicadas a las fuentes para el estudio del español del XVIII y XIX en el actual territorio uruguayo (Rizos 2000, Elizaincín y Groppi 1992), así como en cuestiones metodológicas (Elizaincín 1995) o sociolingüísticas (Ramírez Luengo 2006). De carácter general, resultan fundamentales Canale (2004), Bertolotti y Coll (2006), Malcuori (1994), Elizaincín, Malcuori y Coll (1993-1994), Elizaincín (1992); y, de carácter más específico, Bertolotti (2008). Aun así, conviene aclarar que no existen trabajos previos a esta investigación basados en el estudio sistemático de la totalidad del corpus español publicado que abarca los siglos XVIII y XIX (Bertolotti et al. 2010, 2012). Bertolotti et al. 2010 incluyen una cita sumamente ilustradora: «los corpus construidos a partir de documentos de archivo, específicamente seleccionados con criterios que emanan de la Lingüística Histórica, constituyen la infraestructura necesaria para completar el conocimiento (fónico, morfológico, léxico y sintáctico) del español —americano—, sustituyendo así los textos literarios y los documentos publicados por historiadores, como fuentes para la historia de la 10 Estela González Torres Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX lengua. Este giro teórico-metodológico se relaciona con la aspiración a acercarse a la lengua oral a través de la escritura, inevitablemente» (2010: 10-11). De esta manera, esperamos poder ofrecer una visión de conjunto del español uruguayo hablado en la época estudiada, así como de su comportamiento y evolución durante la misma —además de su posible extensión a la actualidad, donde sea posible—. 6. FENÓMENOS DETECTADOS EN EL SIGLO XVIII RASGOS FONOLÓGICOS 1. SESEO Basándonos en la infinidad de casos de seseo encontrados en el corpus consultado, presentes en todas las capas sociales y en documentos de distinta naturaleza, es posible afirmar, como no podía ser de otra forma, que el español uruguayo del siglo XVIII era ya seseante. Por esta razón, hemos optado por mencionar solo tres de los sesenta y ocho documentos objeto aquí de estudio, al ser estos los más representativos de este fenómeno concreto. Así, nuestro corpus está plagado de ejemplos de seseo (tanto confusiones de <s> por <c/z> —selebrar, paresco—, como ultracorrecciones bajo la forma de equivocaciones de <c/z> por <s> —precente—). Cabe aquí apuntar que consideramos esta última confusión como ultracorrección ya que, además de no existir datos de ceceo en Uruguay, el hablante seseante tenderá, por desconocimiento e inseguridad, a escribir —que no pronunciar— con <c/z> las palabras que contengan <s>. Por regla general, los hablantes saben que existe más de un grafema para representar el mismo sonido, pero no conocen muy bien las reglas ortográficas ni la identidad gráfica de las palabras (Coll y Malcuori 1994: 45). El hecho de que existan casos de seseo en hablantes tanto cultos como semicultos es prueba clara y convincente de que el fenómeno estaba ampliamente extendido en la Banda Oriental en la centuria objeto de estudio. E24 es el documento más antiguo del corpus, del año 1730. Es el expediente matrimonial de Antonio Albares y Francisca Albares. El hecho de que sea un documento oficial —aunque el escribiente sea semiculto— y contengan gran cantidad de ejemplos seseantes nos revela que, ya a comienzos del siglo XVIII, este fenómeno estaba ampliamente extendido en Uruguay. Destacan, pues: confusiones de <s> por <c/z> 11 Estela González Torres Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX (AlBares [fol.1r, 3 casos], Albares [fol.1r; fol.1v, 6 casos; fol.2r, 4 casos; fol.2v, 4 casos; fol.3r], bs.o —por vecino—, sertificaon —que convive con Certificaz.on [fol.1r]—, selebrado, selebrar, resiuir —por recibir—, bendisi-/ ones, atension, aser, amonestasiones [fol.1r], notisia, selebridad, paresio, Gimenes, conosco, sierto [fol.1v], tersera [fol.1v, fol.3r], Alba/ res [fol.1v, fol.2v], desir [fol.1v; fol.2r, 4 casos; fol.2v, 2 casos], conose [fol.1v, 3 casos; fol.2r; fol.2v, 2 casos], moso, conosio [fol.2r, fol.2v], Paresio, resevi, vesino, nasido, conosio [fol.2v], dosse fol.3r]) y ultracorrecciones de equivocaciones de <c/z> por <s> (prez.te —por presente— [fol.1v], Prez.te [fol.2v, 3 casos; fol.3r, 2 casos]). Contamos con otro documento, también oficial, sumamente revelador de mediados de siglo: las maldiciones del Vicario Joseph Nicolás Barrales [E37, 1763]. Posee rasgos claramente seseantes, como los ya mencionados: tanto confusiones de <s> por <c/z> (paresco [fol.1r], dies [fol.2r], merescais, anathemathisare —por anatematizaré—, maldi-/ saré —por maldeciré—, Escuresca —por oscurezca— [fol.2v], Lansando [fol.3r]) como ultracorrecciones de <c/z> por <s> (Recidente [fol.1r, 2 casos], “se precentó”[fol.1r]). Detectamos numerosas ultracorrecciones seseantes bajo la forma de <c/z> por <s> en el documento E19, informe sobre el costo de la calzada de la esquina de la plaza (1793): precente, citio, concidere, [fol.1r]. Existe también un caso de confusión de <s> por <c/z> (execusion [fol.1r]). Al tratarse de un texto oficial, podemos concluir la gran extensión del seseo a finales del siglo XVIII. Nótese que también hemos registrado varios ejemplos de seseo en posición final: Lenguaras [E385, 1768, fol.1r x 2, fol.3v x 2, fol.4v], Sulenguaras [fol.4v, fol.5v]; estreches [E387, 1768, fol.1v]; aprendis [E206, 1789, fol.8r]; reprodusco [E204, 1799, fol.79v]. Esta confusión se manifestaba oralmente en una aspiración de la -s implosiva, rasgo que estudiaremos más en profundidad dentro del apartado dedicado a los distintos fenómenos consonánticos detectados en nuestro corpus documental. Nuestros hallazgos coinciden con los publicados con anterioridad por otros investigadores. En 1992, Elizaincín documenta ricamente el seseo característico de Andalucía y Canarias (luego de América), tierra de origen de gran parte de los pobladores de Uruguay, al trabajar con dos epístolas familiares del siglo XVIII. Coll y Malcuori ilustran, por medio de un solo documento, de carácter formal, la extensión del seseo en esta centuria. El autor de dicho documento, el notario Isidro Pérez de Roxas es, «indudablemente, seseante y, en esta medida, es un buen representante del español de la 12 Estela González Torres Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX Banda Oriental del siglo XVIII» (1994: 45). Argumentan, también, que el hecho de que el jesuita Pérez Castellano, «hombre de gran nivel cultural y con un manejo notable de la literalidad» (1994: 45), presente grafías confundidoras es otra prueba más de la gran extensión del seseo en la etapa fundacional del español oriental. En un estudio posterior, Elizaincín se reafirma declarando que «con relación al seseo, la situación de Montevideo en el siglo XVIII era ya muy clara, y la interpretación de los documentos es directa y transparente. Las confusiones gráficas detectadas prueban la extensión total del fenómeno (…) Aun los autores más cultos de la época como Juan Manuel Pérez Castellanos (1743-1814), considerado el primer escritor nacional, hombre de gran cultura e influencia en su época, también presenta grafías de este tipo. (...) Concluyendo, entonces, estamos frente a un caso en que la oralidad de la época puede reconstruirse en forma relativamente sencilla» (1995: 219). Años más tarde, continúa «no cabe duda de que el seseo, heredado de España, está representado en los documentos que analizamos. (...) el seseo es uno de los rasgos propios de la etapa fundacional», señalando grafías seseantes en españoles provenientes de zonas seseantes, españoles provenientes de zonas distinguidoras y en criollos provenientes de la región (Elizaincín et al. 1997: 77-78). No contamos con datos sobre el español uruguayo de los siglos XVI y XVII, pero sí del país vecino, Argentina, gracias a Fontanella de Weinberg. Durante estos siglos, tan solo un tercio de la población presentaba confusiones seseantes, frente a una extensión prácticamente total del seseo en el español boanerense de 1700 a 1800, «no solo en los autores criollos, andaluces y no identificados, sino también en los procedentes de zonas no seseantes de la Península Ibérica» (1987: 54). Señala, pues, «la existencia de una única sibilante en el habla porteña y que la falta de distinción de la variedad lingüística local se imponía aún a los hablantes originarios de otras variedades regionales, luego de un cierto tiempo de permanencia en el Río de la Plata» (1987: 55). De esta manera, teniendo en cuenta la analogía existente, nos atrevemos a declarar que, salvando las distancias, el comportamiento de la lengua española en Montevideo debió de ser similar al mostrado en Buenos Aires, esto es, con una creciente y potente difusión del seseo. A este respecto, Elizaincín escribe: «creo que en parte, las características de la evolución del seseo que la autora encuentra para Buenos Aires serían las mismas para Montevideo; no me parece, en cambio, que ese papel homogeneizante que cupo a Buenos 13 Estela González Torres Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX Aires en el proceso se cumpliera también en Montevideo, dado su todavía inestable y exigua población» (1992: 749). 2. YEÍSMO En los documentos que hemos tomado como base para nuestro análisis no aparece ninguna confusión (casos como /lla/ por /ya/ y /yevar/ por /llevar) en las grafías que revelan que los segmentos consonánticos /λ/ y /y/ no podían distinguirse en la oralidad en el siglo XVIII. Por consiguiente, según nuestro corpus, podemos concluir que en Uruguay, entre 1700 y 1800, todavía no se confundían los sonidos en cuestión. A esta misma teoría llegan también Coll y Malcuori: «(...) no hay confusiones entre estos dos segmentos consonánticos. Esto significa que el español de la Banda Oriental en ese siglo era distinguidor con respecto a los fonemas /λ/ y /y/» (1994: 47). Elizaincín concluye de igual manera: «no hay testimonios de grafías confundidoras ni siquiera en autores como los que hemos llamado semicultos» (1995: 219). Y, más tarde, el uruguayo añade que «(...) la consideración del yeísmo escrito, en cuanto a su valor probatorio de la oralidad dieciochesca montevideana, no presenta la relativa sencillez que caracteriza al seseo», pudiendo afirmar que «desde el punto de vista fonológico la zona era distinguidora de /λ/ - /y/» (1997: 80). Por su parte, en el habla porteña de 1580 a 1700 Fontanella de Weinberg tampoco localiza confusiones yeístas. No obstante, teniendo en cuenta que el yeísmo ya estaba ampliamente registrado en el siglo XVI, así como las características de su corpus, la argentina determina que el fenómeno no era característico de los niveles socioculturales más altos de Buenos Aires. En lo que al siglo XVIII respecta, «en los documentos estudiados aparecen ya con cierta frecuencia grafías confundidoras de /λ/ y /y/, que se dan tanto en autores criollos como en peninsulares y de origen no identificado» (1987: 55). Nos reafirmamos en la rareza de la inexistencia de casos yeístas en el XVIII uruguayo, ya sugerido por Fontanella para el Buenos Aires del siglo XVII, puesto que en otras regiones del mundo hispánico eran relativamente frecuentes en la época. Tal es el caso del Reino de Granada (77 ocurrencias), México (35 ocurrencias) y Venezuela (26 ocurrencias) durante el siglo XVIII, analizado en Calderón 2012. RASGOS FONÉTICOS 1. FENÓMENOS VOCÁLICOS 14 Estela González Torres Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX Tal y como señalan Elizaincín et al. (1997: 81), a diferencia de los otros, el status sociolingüístico de estos fenómenos de vocalismo ha sido siempre el de indicador de nivel bajo, instrucción escasa, poca familiriadad con la lengua escrita. Así pues, las vacilaciones o confusiones vocálicas son rasgos que caracterizan la oralidad del español desde hace siglos, ya que no se encuentran sujetas a la presión normativa propia de la lengua escrita. Adición de vocal: ynfraescripto [E24, 1730, fol.1v], ínfraes Crí/ ptto [E38, 1739, fol.1r], InfraesCríptto [fol.1v], infraes/ crito [E208, 1789, fol.4v]; desacar-/ go [E57, 1750, fol.0]; ace/ rrucho [E402, 1768, fol.5r]. Este último ejemplo se entiende por la analogía existente con el americanismo aserruchar. Otros fenómenos fonéticos: Incontiniente [E56, 1750, fol.1v]; Alimirez [E53, 1751, fol.5r]; dependiencia [E522, 1768, fol.5v]; tenderas (por tendrás) [E87, 1787, fol.1r]; obidencia [E28, 1796, fol.1v]. Obidencia y dependiencia responden a un fenómeno frecuente por confusión de los modelos -iencia / -encia; diferiencia / diferencia, por ejemplo. Por su parte, en Alimirez y tenderas se da el mismo fenómeno fonético, la anaptixis (del griego ἀνάπτυξις 'epéntesis') o «desarrollo de la resonancia vocálica de las consonante hasta convertir esta resonancia en vocal» (DRAE 2001); por ejemplos, Ingalaterra por Inglaterra o corónica por crónica. Elisión de vocal: remplazo [E543, 1770, fol.1r]. Cambio de vocal - Vacilación del vocalismo átono: Al haber contabilizado numerosas confusiones vocálicas, hemos optado por clasificarlas, principalmente, en función del cierre o apertura de la serie, agrupando aquellas que se repitan bajo el mismo lema (por ejemplo, todos los casos relacionados con el verbo enviar irán seguidos, siempre respetando la cronología de los documentos que las contienen). La apertura de /i/ en sílaba tónica aparece en: resevi (por recibí) [E24, 1730, fol.2v], Reseuido (por recibido) [E56, 1750, fol.8r], Rezeuir (por recibir) [E207, 1789, fol.11v]; aper/ zevim.o [E54, 1747, fol.1v], aperzevimiento [E55, 1748, fol.1v, fol.7v], apercebim.to [E206, 1789, fol.15v], apercevimiento [E204, 1799, fol.52v]; deliGensia [E406, 1761, fol.1r], Delixensia [E206, 1789, fol.17r, fol.19r, fol.19v], deli-/ jencias [E204, 1799, fol.7v]; defunto, provenCial (por provincial) [E218, 1741, fol.4r]; admetia [E57, 1750, 15 Estela González Torres Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX fol.2r]; empedimentos [E94, 1753, fol.2r]; Melicianos [E422, 1763, fol.1r]; deMelicias (por de milicias) [E385, 1768, fol.10v]; desminuir [E385, 1768, fol.10r, fol.11v]; “paraq.e te abelite” [E87, 1787, fol.1r]; denegrativas [E205, 1788, fol.5r]; vendicta [E206, 1789, fol.15v]; desfrutamos [E28, 1796, fol.1r]. Nótese que, aunque el DRAE registra la variante apercebimiento como forma en desuso, nos ha parecido interesante comentar su aparición en nuestro corpus. El fenómeno contrario, o sea, el cierre de la serie anterior, está representado en imviar [E528, 1769, fol.1v]; Imbiar [E540, 1770, fol.1r], Imbio [E543, 1770, fol.1r], Imbíe [E559, 1771, fol.1r], yn bíar (por enviar) [E28, 1796, fol.1r]; virtió [E204, 1799, fol.22v], virtio [fol.42r]; dire Cho (por derecho), en ven tario [E218, 1741, fol.4r]; difiniciòn [E57, 1750, fol.1r], difinitiva [fol.1v, fol.3r]; maldi-/ saré —por maldeciré— [E37, 1763, fol.2v]; sigun [E88, 1787, fol.1r]; “loneci-/ sito” [E27, 1793, fol.1r]; obidencia [E28, 1796, fol.1v]; Montivideo [E29, 1795, fol.1v]; “en/ las penas en q.e p.r fuero, y dro se halla in-/ causa” (por encausado) [E204, 1799, fol.79r] En la serie posterior, se han registrado más ejemplos de cierre (Ducientos [E56, 1750, fol.1r; fol.3r, 2 casos; fol.7r, 2 casos; fol.8r; E204, 1799, fol.87v], ducientos [fol.8r], Duzientos [E53, 1751, fol.2v, 2 casos]; Siapatú —por Siapato— [E206, 1789, fol.1r, 2 casos; fol.15v], Siapatu [fol.14v], Ziapatú [fol.16r]; muria [E218, 1741, fol.4v]; suvrino [E27, 1793, fol.1r]; “hiso casas Ycurrales” [E430, s/f, fol.1r]) que de apertura (podiendolo [E59, 1750, fol.3v]; sortidos [E87, 1787, fol.1v]). En lo que a Siapatú, Siapatu y Ziapatú respecta, la hemos incluido ya que el propio título del documento E206 (Causa Criminal contra Dionisio Siapato, vecino de la villa de San Carlos) nos señala la grafía de este inusual apellido. En cuanto a las diptongaciones, detectamos casos de esta tendencia antihiática, más presente en el español americano que en el peninsular: JuaCín [E38, 1739, fol.1r, fol.1v, fol.2r], Juaqín [fol.2v]; Jua-/ chin [E419, 1763, fol.1v]; Juachin [E530, 1769, fol.1r]; Juaquin [E208, 1789, fol.7r]; Espontania [E206, 1789, fol.19r]; expontania [E204, 1799, fol.52r]; riales [E218, 1741, fol.3v], Riales [E37, 1763, fol.1v]; norueste [E54, 1747, fol.3v]. También hemos encontrado tres ocurrencias de apertura o cierre con fusión: ttrujo (por trajo) [E218, 1741, fol.1r]; trujeron (por trajeron) [E385, 1768, fol.10r, 2 casos; fol.10v; fol.11v, 2 casos; fol.12r, fol.13r]; “ochecientos quarenta y un pesos” [E53, 1751, 16 Estela González Torres Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX fol.3r]; Escuresca —por oscurezca— [E37, 1763, fol.2v]. Recuérdese que escuro («escuro, ra. 1. adj. desus. oscuro. U. c. vulg.», DRAE 2001) fue la forma más general en español hasta el XVII; y, aunque ya en el XVIII se consideraba vulgar, aquí tenemos un ejemplo fantástico prueba de que todavía sobrevivía. - Vacilación del vocalismo tónico: noteficasion [E56, 1750, fol.7v]. En total, hemos localizado fenómenos vocálicos en 33 de los 68 documentos dieciochescos que presentan rasgos de oralidad, resultado similar al de Elizaincín et al. (1997), en cuyo corpus las confusiones vocálicas están representadas en 18 de los 39 autores estudiados. 2. FENÓMENOS CONSONÁNTICOS Relajación de –s implosiva - Omisión de /-s/: “Híslas de Canaría” [E38, 1739, fol.1r]; “dieron Bastante/ motivo uno a otro” [E58, 1748, fol.7r]; Ducientos [E56, 1750, fol.1r; fol.3r, 2 casos; fol.7r, 2 casos; fol.8r], Dozientos [fol.1v], docientos [fol.4r, fol.7v], [*Do]/ cientos [fol.4v], ducientos [fol.5v], Docientos [fol.5v, fol.7v], ducientos [fol.8r], trecientos [fol.7r]; Juridiccion [E57, 1750, fol.1r, fol.1v], “los au-/ tos entecedente” [fol.6r]; Duzientos [E53, 1751, fol.1r, 2 casos]; “Los equipaje […] que por aversede embarcar luego para/ España lo adelantara Montev.o” [E392, 1762, fol.1r]; “Copia dela Declarazes” [E519, 1767, fol.1r]; “venian àbuscar hazienda compradas” [E385, 1768, fol.5v]; bucase (por buscase) [E386, 1768, fol.1r]; “del Partido dela Viuoras” [E403, 1768, fol.1r]; “Docientos Nobenta, y ocho” [E543, 1770, fol.1r], “Do=/ cientos cincuenta” [fol.1r]; “a estos Infelices a que sean victima” [E90, 1787, fol.1r]; “docientas cincuenta” [E44, 1789, fol.32r]; marte, Sastifacion, sastifiso [E206, 1789, fol.1r], satifaccion [fol.15v]; “nras. ofensa, asta oy cometidas” [E207, 1789, fol.11r]; “le tengo gana” [E204, 1799, fol.4r], “en sazon de ha-/ ver notado se le havìan prendido fuego sus cal-/ zoncillos diciendo, q.e si supiera quien se lo ha-/ vìa quemado” [fol.34r], Ducientos [fol.87v]. Nuestro corpus resulta más revelador, con un total de 36 omisiones, que el de Elizaincín et al. (1997), donde solo aparecen cuatro elisiones de -s en posición final de palabra y 7 de -s implosiva interna, así como el de Calderón (2012), que localiza 17 17 Estela González Torres Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX omisiones de -s implosiva en el Reino de Granada, 21 en el corpus venezolano y 9 entre los documentos mexicanos. - Ultracorrecciones: nescessario [E57, 1750, fol.1v]; Sastifacion, sastifiso [E206, 1789, fol.1r]. Mientras que Elizaincín et al. (1997) no contemplan ninguna sobrecorrección, Calderón (2012) contabiliza 4 ultracorrecciones de -s implosiva en el corpus documental del Reino de Granada, ninguna en el de Venezuela y 5 en el mexicano. De esta manera, nuestro corpus es igualmente escaso en sobrecorrecciones, al registrar tan solo 3. En definitiva, podemos, así, corrobar la existencia una importante tendencia a la aspiración de -s en el español uruguayo dieciochesco. Los dos autores que escoge Elizaincín (1992) presentan aspiración y pérdida de -s final de sílaba, rasgo que, curiosamente, son más abundantes en el escribiente de nivel educacional alto. Así, señala que «un cuadro como este solo puede ser producto de una variación muy intensa a fines del XVIII» (1992:750). Fontanella de Weinberg también se pronuncia al respecto, comentando que, frente a tan solo algunas pérdidas esporádicas de -s durante los siglos XVI y XVII en el español porteño, en el XIX «estas se hicieron mucho más frecuentes, comprendiendo inclusive a autores de gran cultura» (1987: 56). Tanto Fontanella como Elizaincín coinciden en que, debido a su actual vigencia en el habla rioplatense, se trata de un fenómeno de variación lingüística que ha permanecido relativamente estable en el tiempo. Confusiones de líquidas (/l/ y /r/) - /r/ en lugar de /l/: “nuro trato hera” [E56, 1750, fol.3r]; “el suteniente de sanbrea” (por de asamblea) [E206, 1789, fol.17r]. - -l en lugar de -r: resurtivas [E204, 1799, fol.8v]. - Pérdida de -r o -l: Agucil (por alguacil), Migue [E54, 1747, fol.0]; Agua-/ cil [E55, 1748, fol.0], dòlo [fol.7r]; “un partido/ Biscambra” [E208, 1789, fol.2v]. Biscambra convive en el fragmento con “jugando á B[*ris]/ cambra” [fol.3v], sinónimo de brisca registrado en Martín Fierro centenario (Isaacson 1972: 220): «Don Santiago M. Lugones dice lo cierto: "alude al punto más alto y más difícil de conseguir en 18 Estela González Torres Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX el juego de la brisca o briscambra: caballo y rey del palo del triunfo ". En verdad no se llama punto — entre nosotros, el punto es para el envido, ...». - Metátesis: Grabiel [E24, 1730, fol.1v]; drecreto [E56, 1750, fol.1v, fol.2r, fol.2v]; prejudican [E204, 1799, fol.34v]. Nasalizaciones: Fontete (por Fortete) [E204, 1799, fol.9v, fol.10v]. Fontanella localiza casos de confusión de /r/ y /l/ durante los siglos XVI y XVII y advierte que este fenómeno adquiere mucho mayor difusión y arraigo en el XVIII, con un total de 328 grafías confundidoras (1987: 57). Esto lleva a la autora a sostener que el debilitamiento de las líquidas tuvo lugar en América desde los años de la conquista, culminando, en el caso del español bonaerense, hacia finales del siglo que aquí nos ocupa. No obstante, el caso de Uruguay es ligeramente diferente, sobresaliendo una dicotomía urbano/rural que bien señala Elizaincín (1992). «(...) Interesa señalar que el fenómeno aparece en Uruguay al influjo de los habitantes españoles que lo trajeron; luego, el proceso de estandarización (provocado, entre otras razones, por la escolarización) hizo retroceder el fenómeno en los medios urbanos, el que, sin embargo, persiste en las comunidades rurales aisladas» (1992: 751). Así, observamos que el Montevideo actual ha seguido la estela porteña, mientras que en varias regiones rurales aisladas del país se siguen hoy mostrando ajenos a este cambio. Gracias a nuestro estudio del siglo posterior, podremos corroborar esta información. Cabe aquí comentar que nuestro corpus es muy pobre —tan solo 1 caso— en confusiones de -l en lugar de -r, frente al de Calderon (2012), que contiene 15 para el Reino de Granada, 7 para Venezuela y 1 para México. Además, no hemos podido localizar ninguna ocurrencia de equivocaciones de -r por -l. Por consiguiente, el español uruguayo de esta centuria no se mostraba tan innovador como el del Reino de Granada y Venezuela, por ejemplo. Ya Elizaincín et al. (1997) apuntaban que la confusión de líquidas tiene poca representatividad en su colección documental. Pérdida de -d-, -d, d- Pérdida de -d: eda [E38, 1739, fol.1v]; ciuda [E218, 1741, fol.1r], atau [fol.5r]; uste [E207, 1789, fol.14r, 2 casos; E27, 1793, fol.1r]. 19 Estela González Torres - Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX Confusión con otros fonemas: fidelinos (por fidedignos) [E24, 1730, fol.1v]; Sanidaz [E208, 1789, fol.10r]; “alas nuebe o nuebe y meria” [E454, 1769, fol.1r]. Elizaincín (1992) registra una ocurrencia de -d- implosiva intervocálica y cuatro de -d en posición final de palabra. Añade, además, que en el español rural uruguayo pervive este fenómeno de elisión, propio de las variedades peninsulares meridionales, en casos como el cerramiento vocálico de los participios terminados en -ado. «La situación de retroceso en el español urbano es parecida a la anotada anteriormente con respecto a la confusión de líquidas» (1992: 752). Aprovecharemos nuestro estudio del siglo XIX para apoyar esta teoría. Por su parte, Elizaincín et al. (1997) manejan tres ejemplos de elisión de -d implosiva final. En el país vecino, donde no existían testimonios de pérdida de /d/ para el habla porteña de los siglos XVI y XVII, se da con cierta frecuencia en el XVIII y en escribientes de orígenes dispares bajo la forma de omisiones gráficas, ultracorrecciones y confusiones (1987: 62-63). Esta pérdida de -d implosiva final también se pone de manifiesto en las tres colecciones documentales manejadas por Calderón (2012), registrándose 5 casos en el Reino de Granada, 3 en Venezuela y 2 en México. Si tenemos en cuenta estos datos, al haber detectado 6 en nuestro corpus, podríamos concluir que el español uruguayo es claramente innovador. No obstante, al contrario de lo que sucede con los documentos de Calderón 2012, nuestro textos no contienen ni pérdidas de d- inicial ni ultracorrecciones. Lenición o pérdida de otras sonoras intervocálicas: ahuja [E54, 1747, fol.2r]: el caso de ahuja se traduce, más bien, oralmente en una pérdida de la consonante -g-, puesto que la h es muda. Así, seguramente se trata de un ejemplo de pronunciación aúja, es decir, de lenición de la sonora /g/ (como en aijada por "aguijada", por ejemplo). Al igual que sucediera con la d, las sonoras intervocálicas b y g tienden a perderse, aunque no con tanta frecuencia. Grupos consonánticos de los cultismos En este apartado trataremos el debilitamiento de grupos cultos, esto es, la inestabilidad de las consonantes agrupadas de los cultismos. Esto se explica ya que apenas en este siglo la Real Academia de la Lengua Española fijó la pronunciación de los grupos consonánticos de los cultismos de acuerdo con criterios etimológicos. 20 Estela González Torres - Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX Confusión de las grafías <x> y <s>: prosimo [E24, 1730, fol.1r]; protex/ to [E55, 1748, fol.1v], protexto [fol.5r; E56, 1750, fol.1r]; esautitud (por exactitud) [E217, 1761, fol.2r]; esplica/ do [E417, 1763, fol.1r]; espresada [E419, 1763, fol.1r]; esquisitas [E37, 1763, fol.1v]; esplanadas [E528, 1769, fol.1v; E530, 1769, fol.1r]; escusar [E540, 1770, fol.1r]; se escusara [E561, 1771, fol.1r]; contextar [E580, 1774, fol.1r], expecies [fol.1v]; <^contextar^> [E586, 1774, fol.0]; Estraños [E33, 1783, fol.1r]; espedita [E35, 1787, fol.1r]; estraño [E90, 1787, fol.1r]; expontanea [E205, 1788, fol.3v], contextase [fol.25v], exclarecim.to [fol.28r], con-/ textó [fol.36r], Velex (por Vélez; por consiguiente, denota también seseo) [fol.37r], contexto [fol.42v, fol.43r, fol.45v], contextò [fol.44r], lexion (por lesión) [fol.49v], contexte [fol.52v, fol.61v], contextando [fol.54r], contextado [fol.55v, fol.66r], esperimentarse [fol.58v], esplayara [fol.79v], “hagase saberadn/ Andres Cabezas q.e esiva los beinti-/ seis pezos” (por exhiba) [fol.84r]; espresado [E206, 1789, fol.1r, 2 casos], espresada [fol.1r], espuesto, escusar [fol.1v], Expesificaz.on [fol.17r], expontanea [fol.18v], Espuesto [fol.19r]; con/ textó [E207, 1789, fol.1v]; esa minar [E19, 1793, fol.1v]; esaustos [E26, 1795, fol.1v]; estra Muros, espresado, eszeso (por exceso) [E204, 1799, fol.2r], prosima [fol.3r], espresn (por expresión) [fol.4v], exclarecimto [fol.6v], contextó [fol.6v, 2 casos; fol.27r, fol.28r, fol.73r, fol.76v], espongo [fol.7v, fol.13r, fol.38r, fol.41r], contexta [fol.8v, 2 casos; fol.11r, fol.14r, fol.15v, fol.16v, fol.17v, fol.23r, fol.23v, fol.28r, fol.42r], exclarecer-/ se [fol.10v], expontania [fol.52r]. En el documento E206 (Causa criminal contra Dionisio Siapato, vecino de la villa de San Carlos), expontanea [fol.18v] convive con Espontania [fol.19r]. Y en E204 (Causa Criminal contra Andrez Cavezas2) estra Muros [fol.2r] está seguido de extra/ muros [fol.2v]. Esta confusión de grafías es claro indicio de la relajación de /ks/ implosiva, más evidente, si cabe, en palabras cultas o poco habituales. Nótese, también, que aquellos ejemplos de <x> por <s> pueden considerarse ultracorrecciones que esconden un hablante seseante detrás. 2 Reproducimos aquí el nombre con el que figura el documento en el corpus de Bertolotti et al. 21 Estela González Torres - Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX Confusión de fonemas: susebsibo [E205, 1788, fol.4v]; Racta (por rapta) [E206, 1789, fol.18v]. En este caso concreto el hablante semiculto no sabe dónde poner la consonante implosiva ni cuál poner, porque en esa posición se neutralizan: ¿succesivo? / ¿sucecsivo? / ¿sucebsivo? / ¿sucepsivo?. - Otras consonantes agrupadas. Reducción de fonemas (<ct>, <sc>/<cc>, <tm>, <bj>, <bv>, <nm>, <ns>, <bs>, etc.): dine (por digne) [E24, 1730, fol.1r], fidelinos (por fidedignos) [fol.1v]; rettí/ fíCo [E38, 1739, fol.1r/ fol.1v], RettífíCo [fol.1v]; ottubre [E218, 1741, fol.1r], conducion [fol.5r]; satisfazion [E58, 1747, fol.3r]; Jurisdizion [E59, 1750, fol.3r], reducion [fol.5r]; pratique [E217, 1761, fol.2r]; Jurisdizion [E385, 1768, fol.11r], ímediattamente [fol.11v]; contrucion [E561, 1771, fol.2r]; conducion [E33, 1783, fol.1r]; satisfacion [E88, 1787, fol.1r]; satisfacion [E86, 1788, fol.1r]; exeso [E205, 1788, fol.5v]; Sastifacion, âcion [E206, 1789, fol.1r]; jurisdicion [E207, 1789, fol.10v], beninidad, Jurrisdicion, satisfacion [fol.14r], Jurisdision [fol.14v]; aCide/ nte [E208, 1789, fol.9v]; praticado, à/ ministracion [E19, 1793, fol.1v]; efeto [E204, 1799, fol.2r], rrespetibas [fol.7v], rrespetiba [fol.13r], conducion [fol.39v], obgeci-/ on [fol.43r], letura [fol.87r]. En el caso de rettí/ fíCo y RettífíCo (E38, Expediente matrimonial de Joachim Marin firmado por el notario Joseph Milan) consideramos que ha habido reducción de fonemas ya que el escribiente, en este caso, notario, tiende a duplicar las -t-, fenómeno, sin valor fonético, frecuentísimo entre los escribientes del siglo XVIII: ínfraes Crí/ ptto, asísttente [fol.1r], nattural [fol.1r, fol.2v], Nottarío [fol.1v, fol.2r; fol.2v, 2 casos], InfraesCríptto [fol.1v], ínfraesCríptto, ynpedíMen/ tto [fol.2r], En conttínente, ynfraesCríptto, Presentte EstteVan balenttín [fol.2v]. - Neutralización de -k/-g en posición implosiva: diafracma [E208, 1789, fol.10r]; Pracmatica [E6, 1791, fol.1r]. - Vocalización de -k: “Incontin.te en la casa capitular donde autuo” [E56, 1750, fol.3v]. 22 Estela González Torres Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX En el caso de autuo se da una vocalización de -k, como en el portugués doutor. Fontanella estudia un caso muy similar, autual, que demuestra la existencia de vocalizaciones de la consonante final en su corpus. - Ultracorreciones: respecto (por respeto) [E57, 1750, fol.1v]; Ractifico (por ratifico) [E94, 1753, fol.2v]; Audictor [E385, 1768, fol.5v], Prisción [fol.7v]; Ractifica [E205, 1788, fol.2r], “no havia guardado el Res-/ pecto debido” [fol.5r]; Respecto [E206, 1789, fol.12r]; acceptando [E204, 1799, fol.38v], succesibo [fol.85r]; actencion [E430, s/f, fol.1r]. Creemos que las dos ultracorrecciones de grupos cultos detectadas en el documento E385 (Documento judicial por robo realizado por los Indios Christov Jimenez, Paravaty y Barayure) responden a dos analogías diferentes: por un lado, el autor escribe Audictor por influencia del verbo dictar y sus derivados —además, hemos localizado una ocurrencia de auditor [fol.6r]—; por otro, parece redactar Prisción por analogía con formas antiguas como nascer, y todos los verbos incoativos del tipo fallescer, remanescer, amanescer. Los fenómenos relacionados con los grupos consonánticos propios de los cultismos no están muy representados en los análisis de corpus uruguayos ya existentes. Así, Elizaincín (1992) no hace ninguna alusión al comportamiento de los cultismos y Elizaincín et al. (1997) tan solo reflejan la simplificación de los grupos de oclusivas en su estudio. Por su parte, Fontanella señala que, durante los siglos XVI y XVII encontramos una gran fluctuación en las grafías y que, en el material del XVIII, la situación continúa sin mayores variantes, lo que revela que, en la mayoría de los casos, se los simplificaba en el habla (1987: 64 y 103). En los tres corpus analizados por Calderón, se da una proporción similar respecto a la alteración grafía <x>: 15 casos en el Reino de Granada, 17 en Venezuela y 14 en México. El autor señala también «una importante inseguridad gráfica en la representación de estas consonantes agrupadas, lo que debe interpretarse como una tendencia general del español a la relajación de la consonante implosiva, máxime en voces de uso poco frecuente o culto» (2012: 242). El Reino de Granada sigue mostrándose como la modalidad más innovadora. 23 Estela González Torres Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX Elisión de consonante: beite, beittiseis [E218, 1741, fol.1r]; ysudito [E417, 1763, fol.1v]; sudito [E418, 1763, fol.1v]; inumerables [E44, 1789, fol.30r]; suteniente [E206, 1789, fol.17r], elsut.e [fol.18v], sut.e [fol.19v]; desvergosado [E207, 1789, fol.8v]. Síncopas silábicas: to= (por todo) [E519, 1767, fol.6r]; “el precio de ca uno” [E561, 1771, fol.1v]; y p.r/ sima del le descargó un golpe” (i.e. y por encima de él le descargó un golpe) [E207, 1789, fol.6r]. En lo que al último ejemplo se refiere, cabe señalar que en el XVIII hay competencia entre porcima (porsima y variantes) y encima, variante culta. Cambio de consonante: “elde/ haber el Declarante obstigado de los empedimentos” (por obstinar) [E94, 1753, fol.2r]; defer sor (por defensor) [E27, 1793, fol.1r]. Palatalización de s: “encontrò algunos/ caballos […] y entre/ ellos havia uno troncho” (por tronzo) [E522, 1768, fol.5r], “y que entre ellos/ havio uno troncho” [fol.6v], “uno de ellos era/ troncho” [fol.7v]. Se trata de una palatalización de s (tronso > troncho) por proximidad fonética, como en el caso de Sancho > chancho. Velarización del diptongo wé: Oríguela (por Orihuela) [E38, 1739, fol.1r, fol.2r]; gueies (por bueyes) [E218, 1741, fol.1v]; Guellas [E216, 1773, fol.4r]. F- inicial latina - Mantenimiento de la aspiración procedente de F- inicial latina: dijunto (por difunto) [E218, 1741, fol.1r]; Juiría [E206, 1789, fol.1r]. Hemos incorporado aquí el ejemplo de dijunto aunque no sea en posición inicial, ya que lo más probable es que interpretaran di- como una especie de prefijo. - Realización de F- inicial latina: fierro [E402, 1768, fol.5r, 3 casos]; fierro [E580, 1774, fol.3v]. Además de fierro, hemos localizado numerosos casos de realización de F- típicas del lenguaje notarial (véanse fecho y foja y sus variantes). No obstante, no los incluimos aquí ya que responden a un fenómeno relacionado con la escritura administrativa y no a una cuestión fonética. 24 Estela González Torres Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX Fontanella también registra pocos casos de aspiración procedente de F- medieval, asociando, pues, este fenómeno más al habla rústica que a la urbana (1987: 66). Por otro lado, Calderón constata el mantenimiento de tanto la procedente de F- inicial latina, como la propia de los arabismos en el Reino de Granada, frente a tan solo tres ejemplos seguros en el corpus venezolano y ninguno con valor fonético en el mexicano (2012: 246-247). Por consiguiente, podemos afirmar que el español americano se mostraba aún conservador respecto a este rasgo concreto. Amalgamas - Amalgamas fonéticas: dotro (por de otro) [E385, 1768, fol.7r]; “el suteniente de sanbrea” (por de asamblea) [E206, 1789, fol.17r], “elsut.e desanblea” [fol.18v], “el sut.e de sanblea” [fol.19v]; “y p.r/ sima del le descargó un golpe” (i.e. y por encima de él le descargó un golpe) [E207, 1789, fol.6r]. - Amalgamas morfosintácticas: la prohibido (por le ha prohibido) [E94, 1753, fol.2r]; “Suyo/ dicho Reo Apie” (por se huyó) [E406, 1761, fol.1v]; “le dio la orn el señor Coman/ dantte deestte Canpo […] para que […] pasase ausiliar/ al Sarg.to de Drag.s Juan Garzia” [E385, 1768, fol.7v], “que quando Recibiò la orn del S.or Com.te del Canpo para/ pasar ausiliar con Gentte dela Canp.a desu cargo-/ al sarg.to de Drag.s Juan Garcia” [fol.8r], “Si […] aoido dezir que alguno de/ ellos o todos Juntos ayan benido hazer Rovos/ de Cavalladas” [fol.8v], “fue ausiliar al Sarg.to/ de Drag.s Juan Garcia” [fol.9v]; “El yndio que ba// haze pregunttado” [E385, 1768, fol.3v// fol.4r], “ó save si en otras/ ocassions vbiessen benido hazer otros Rovos” [fol.10v]; tallebuena (por te halle buena) [E87, 1787, fol.1r]; proxima hazerse (próxima a hacerse) [E86, 1788, fol.1r]; “sebaya vivir” [E205, 1788, fol.4v]; “y dezir que laia de coMisionado” (por la haya) [E204, 1799, fol.2r], “que yo crehidoseragravio al Juzg.do” (por yo he creído ser agravio), “Por tanto y por que nada se quanto se/ ha dicho por los ministerios Fiscal y de pobres/ puede serme perjudicial, ni desvanece los/ fundamentos con qe contradicho mi acu-/ sacion, reproduciendo mi Escrito de f 54” (por he contradicho) [fol.82v]. RASGOS MORFOLÓGICOS 1. MORFOLOGÍA NOMINAL Sufijación apreciativa 25 Estela González Torres Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX La Nueva gramática de la lengua española (NGLE, de aquí en adelante) llama apreciativos a «los sufijos que se añaden a numerosos sustantivos y adjetivos, y en ocasionalmente también a otras clases de palabras, para expresar tamaño, atenuación, encarecimiento, cercanía, ponderación, cortesía, ironía, menosprecio y otras nociones —no siempre deslindables con facilidad— que caracterizan a la valoración afectiva que se hace de las personas, los animales o las cosas (...)» (2009, Vol. I: 627). Tradicionalmente se distinguen tres clases de sufijos apreciativos: diminitivos, aumentativos y despectivos. - Diminutivos (-ejo/a, -ete/a, -ico/a, -illo/a, -ín/ina, -ino/ina, -ito/a, -uco/a, -uelo/a, etc.): lanchita [E519, 1767, fol.1v, 2 casos], Lanchita [fol.2r, 2 casos; fol.2v], Barquita [fol.3r], “vio qe estos tenian las Chapetas/ remachadas” [fol.5r, fol.5v, fol.6r], Playuela [fol.6r]; Casilla [E558, 1771, fol.1r]; enCargitos [E15, 1789, fol.1r]; pobrecillos [E44, 1789, fol.32r]; chiquita [E206, 1789, fol.8v]; “tomó un/ banquillo para darle con él” [E207, 1789, fol.10r]; Perrita [E208, 1789, fol.1v], “combidando con Polvillo” [fol.3v], Vidrito [fol.8r]; Juancito [E204, 1799, fol.3r, fol.9v], chucita [E204, 1799, fol.23v, fol.26r, fol.35r], Santiagueñito [fol.22r]. En lo que a Chapetas se refiere, el significado no coincide, en este contexto concreto, con el que figura en el DRAE bajo chapeta («(Del dim. de chapa). 1. f. Mancha de color encendido que suele salir en las mejillas»), pero sí con la octava acepción de chapa («(Voz onomat.). 8. f. chapeta»), recogida en el mismo diccionario y que remite a la anterior. En otra nota, sobresale también Juancito por ser una forma de diminutivo + nombre propio característica de América, mientras que en España se prefiere no tener que añadir ninguna consonante para posibilitar la unión (Juanito). Es menester mencionar aquí la formas lexicalizadas detectadas: calsonsillos [E218, 1741, fol.1r, fol.2r], pañete [fol.2r]; “y traxo sucojinillo, y lo ten/ dio sobre un banco” [E59, 1750, fol.1v]; Ampolleta [E402, 1768, fol.5r]; “esse caballo […] esse rosillo” [E522, 1768, fol.7v]; Piquete [E530, 1769, fol.1r]; pocillos [E87, 1787, fol.1v]; “le dio un moquete en la Cara” [E207, 1789, fol.2v]; calzon-/ cillos [E204, 1799, fol.15r], Calzon-/ cillos [fol.17r, fol.45r], fundillos [fol.17v, fol25v, fol.30r], Calzoncillos [fol.18v, fol.45r], calzoncillos [fol.22r, fol.49r], cal-/ zoncillos [fol.24v, fol.34r, fol.42r], Cal/ zoncillos [fol.58v]. No obstante, tanto en calsonsillos y sus distintas variantes gráficas (calzon-/ cillos, Calzon-/ cillos, Calzoncillos, calzoncillos, cal-/ zoncillos, Cal/ zoncillos), como en pañete, cojinillo, Ampolleta, rosillo, Piquete, pocillos, moquete y fundillos hay lexicalización 26 Estela González Torres Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX plena, es decir, ya no se interpreta como forma con sufijación apreciativa. Por lo tanto, los descartamos en la contabilización de ocurrencias de diminutivos, por orden de aparición, en el corpus del siglo XVIII que incluimos a continuación: DIMINUTIVO N -ito/a 16 -ete/a 3 -uelo/a 1 -illo/a 4 Tabla 1: Frecuencia de los diminitivos detectados en el XVIII. Por lo tanto, apreciamos claramente cómo el sufijo -ito/a es el que cuenta con más acogida, al igual que en Buenos Aires en esta misma época, según señala Fontanella. En el habla porteña de los siglos XVI y XVII, los sufijos -illo e -uelo eran los más populares (con un 52% y 44%, respectivamente) y el uso de -ito solo era del 4%. Sin embargo, cien años más tarde, la situación cambió drásticamente e -ito se impuso con un 86% sobre el resto (1987: 75). Estos datos del español rioplatense se corroboran con los recogidos por Ramírez Luengo (2006), quien justifica esta situación según los orígenes de los pobladores de Montevideo, que, al ser procedentes de Canarias y de la vecina Buenos Aires, ya preferían ito sobre el resto de diminutivos (2006: 40). • Aumentativos (-azo/a, -ón/ona, -ote/a, etc.): calsones [E218, 1741, fol.1r, fol.2r]; Bríbon [E405, 1761, fol.1r]; “deunpistole[??]aso” [E406, 1761, fol.1v], Písttole/ ttaso [fol.2r]; orcones (por horcones) [E418, 1763, fol.1v]; amigotes [E389, 1766, fol.2r]; Barrigon [E385, 1768, fol.3r]; Calzones [E402, 1768, fol.3v, fol.4r]; arcon [E402, 1768, fol.5r]; tablazon [E528, 1769, fol.1v; E530, 1769, fol.2r]; Torreon [E216, 1773, fol.1r], balazos [fol.3v x 2]; Bofeton [E206, 1789, fol.1r], Tisonaso [fol.2r, fol.4r], bofeton [fol.3r], Guanton [fol.4r], guanton [fol.5v]; bofetones [E207, 1789, fol.2r, fol.9r], bofeton [fol.2v], guascasos (i.e. guascazos) [fol.9v]; Calsones [E208, 1789, fol.1v]; garrotazos [E204, 1799, fol.3r, fol.4v, fol.6r, fol.8r, fol.9v, fol.11r, fol.24v, fol.54r, fol.78r, fol.81r], correón [fol.10r], garrotazo [fol.11v, fol.26r x 2, fol.19r, fol.36r], correon [fol.14r], refon (por rejón) [fol.23v], porrazo [fol.25v], rejón [fol.26r], puñetazo (de puñete) [fol.15v], calzones [fol.17v, fol.26r, fol.30r], calzon [fol.22r], Calzones [fol.25v x 2], Rejon [fol.35r], calzo-/ nes [fol.35v], bofeton [fol.39r], garrota/ zo [fol.43r], rejon [fol.44r], Garrotazo 27 Estela González Torres Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX [fol.49v], puñetazos [fol.59r], Garrotazos [fol.59r], gar-/ rotasos, garrotasos [fol.82r]. De todos estos sufijos aumentativos tan solo amigotes [E389, 1766, fol.2r] no es forma lexicalizada que, además, tiene carácter despectivo: «amigote. (Del aum. de amigo). 1. m. despect. Compañero habitual de francachelas y diversiones» (DRAE 2001). Llama también la atención Guanton / guanton, por analogía con palabras similares tales como bofetón, dado que no existe; así, no lo incluiremos en el apartado dedicado a mecanismos de derivación diferentes a las peninsulares. Por otro lado, Juancho [E385, 1768, fol.11v] presenta una terminación que coincide con la clasificación académica de los sufijos despectivos (-aco/a, -acho/a, -ajo/a, -ango/a, -engue, -ingo/a, -orro/a, -ucho/a, -uzo/a); no obstante, este caso concreto no es despectivo, sino cariñoso, ya que se trata de un hipocorístico. En resumen, aun teniendo un único aumentativo y ningún despectivo, la relevancia de nuestro corpus se pone de manifiesto, ya que, por ejemplo, Fontanella solo registra casos de sufijos diminutivos. Derivación: Guanton [E206, 1789, fol.4v], guanton [fol.5v], procreo (por procreación) [E7, 1799, fol.1r]; “la causa e-/ fectriz de aquella desgracia” [E204, 1799, fol.43v]. Téngase en cuenta que, en este apartado, solo estudiaremos los casos de derivación que se sirvan de mecanismos de formación distintos a los empleados en el español de España. En cuanto a efectriz, que no está recogida en el DRAE y cuyo sentido es 'causa efectiva', es forma analógica con emperatriz, motriz, directriz, etc. Género Los sustantivos en español pueden ser masculinos o femeninos. Si el referente es animado, algunos poseen una forma específica para cada uno de los género gramaticales (gato/gata, profesor/profesora, nene/nena, conde/condesa y zar/zarina son los ejemplos sugeridos por el DPD 2005), otros son heterónimos (toro-vaca) y otros tantos, los llamados sustantivos comunes en cuanto al género (futbolista) y los sustantivos epicenos —masculinos (vástago) o femeninos (víctima)— presentan una única forma, válida para ambos sexos. Para los referentes inanimados, es habitual que el sustantivo sea solo masculino (bosque) o femenino (comida), aunque también hay un grupo de sustantivos que poseen ambos géneros: los sustantivos ambiguos en cuanto al género. 28 Estela González Torres Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX • Sustantivos comunes en cuanto al género: “la declaranta” (por la declarante) [E207, 1789, fol.3r]. Capta, aquí, nuestra atención el hecho de que declaranta convive con la declarante [fol.3v, fol.4r], esto es, el empleo de un sustantivo de dos terminaciones (el declarante / la declaranta) frente al uso del mismo sustantivo (la declarante / el declarante), como sustantivo de género común. Por consiguiente, en el XVIII en Uruguay había variación en la consideración del género de este sustantivo, como la hay hoy en la jueza / el juez o la juez / el juez, por ejemplo. Aunque juez/a puede emplearse como común en cuanto al género por su terminación, los hablantes, incluso en el nivel culto, tienden a decantarse por la forma femenina específica (DPD 2005). Hoy declarante es sustantivo común en cuanto al género (el/la declarante). • Sustantivos epicenos: “Cuio encargo tenia la Centinela […] estaba prevenido avisase el centinela al Cavo, para que conducidos por este” [E519, 1767, fol.5r], “puso un par deGrillos alas/ dos Centinelas” [fol.6r]. A pesar de que centinela es hoy, de acuerdo con el DPD (2005), sustantivo común en cuanto al género (el/la centinela), lo hemos incluido en este apartado ya que centinela era antes epiceno femenino en español. Con el tiempo, se hizo de género común; de esta manera, es en esta época cuando está teniendo lugar ese cambio. Nuestro corpus no cuenta con ejemplos de sustantivos ambiguos en cuanto al género. 2. MORFOLOGÍA VERBAL Tampoco hemos localizado ninguna ultracorrección verbal ni vulgarismo morfológico. RASGOS MORFOSINTÁCTICOS Formas de tratamiento (Voseo/tuteo/ustedeo) En Fontanella (1999) se exponen los cuatro sistemas pronominales de segunda persona — uno de ellos, el tercero, con dos subsistemas diferentes— empleados en el mundo hispanohablante. Una labor de lo más ardua, teniendo en cuenta que el sistema pronominal de segunda persona es uno de los aspectos más complejos de la morfosintaxis española y que la combinación de estos sistemas con las formas verbales la torna aún más complicada, 29 Estela González Torres Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX si cabe, ante las múltiples y variadas posibilidades combinatorias que existen —sobre todo en las zonas voseantes—. El sistema pronominal de tratamiento que aquí nos interesa es el uruguayo, esto es, el sistema IIIb. El sistema pronominal III cuenta con dos subsistemas de funcionamiento dispar: IIIa (vos ~ tú para la forma singular de confianza, usted para la de formalidad y ustedes para el plural) y IIIb (vos para la forma singular de intimidad, tú para la forma singular de confianza, usted para la de formalidad y ustedes para el plural). Comparten paradigma flexivo: vos, te, te, vos, tu/s ~ tuyo/a/os/as; tú, te, te, ti/contigo, tu/s ~ tuyo/a/os/as; usted, lo/le, se, usted, su/s ~ suyo/a/os/as; ustedes, los/las, se, ustedes, su/s ~ suyo/a/os/as, vuestro/a/os/as. El subsistema IIIa es el más extendido en las regiones de América en las que coexisten voseo y tuteo, reinando una alternancia bastante generalizada en función de la preferencia del hablante culto por tú y de vos en los niveles socioculturales inferiores y estilos más informales. Este es el caso de Chile, gran parte de Bolivia y Colombia, el sur de Perú y México, parte de Ecuador, el oeste venezolano y la región limítrofe de Panamá y Costa Rica. Por otro lado, el IIIb es propio de Uruguay donde se distinguen, pues, tres niveles de formalidad y tanto vos como tú aparecen con formas verbales voseantes monoptongadas (vos querés, tú querés): así, en Uruguay se establece un sistema de tres grados de cortesía: usted tiene ~ tú tenés ~ vos tenés. Retomaremos este punto en este mismo apartado, pero aplicado al siglo XIX. • Voseo y tuteo a. Elementos nominales: nuestro corpus no presenta ningún elemento nominal de voseo o tuteo. b. Elementos pronominales - Voseo pronominal: no hemos encontrado ningún elemento de voseo pronominal. - Tuteo pronominal: “q.e no/ quiero quememueras ti y la niña” [E87, 1787, fol.1r], contigo [fol.1v]; tu [E90, 1787, fol.1r]. Nótese que solo incluimos aquí las ocurrencias de los pronombres personales tú, ti, contigo por ser los únicos que permiten detectar el paradigma tuteante, despejando, así, cualquier tipo de duda. Descartamos, pues, tanto las de los determinantes posesivos tu/s 30 Estela González Torres Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX como la forma de dativo o acusativo de segunda personal del singular te, por existir también en el paradigma voseante. Esto es aplicable al segundo punto (§ 3 c. Tuteo verbal). c. Elementos verbales: - Voseo verbal: tampoco hemos hallado elemento verbal de voseo alguno. - Tuteo verbal: tienes [E90, 1787, fol.1r], Dile [fol.2r]; puedes, dispon [E29, 1795, fol.1r]. En el documento E87 (Carta de Antonio Sánchez a su esposa, 1787) el autor, de origen español, tutea a su esposa. E90 es correspondencia familiar, más concretamente, una epístola de Joaquín de Toca a su primo. d. Mezcla de paradigmas: Lamentablemente, en nuestra colección documental no existe ningún ejemplo de la mezcla de paradigmas propia del sistema pronominal de tratamiento del español uruguayo. Elizaincín (1992), al establecer que el tuteo pronominal y verbal es la norma en su corpus, se atreve a declarar: «creo que puedo concluir que el tuteo era la forma más generalizada de la época. (...) Es probable que el voseo sea un fenómeno propio del siglo XIX, en una etapa posterior a la que estoy analizando. Creo que la situación actual en Montevideo, donde aparecen en variación formas como tú tenés ~ vos tenés da prueba de ello». Estamos completamente de acuerdo con este autor, puesto que en nuestro corpus también se registran únicamente formas verbales y pronominales de tuteo. Nuestro posterior análisis del XIX permitirá arrojar más luz sobre la teoría de Elizaincín sobre la aparición del voseo en el español de Uruguay. Todo esto se verifica en Bertolotti y Coll (2001), quienes documentan para el español oriental del siglo XVIII las formas de tratamiento tú, vosotros, Vuestra(s) Merced(es) y con baja frecuencia usted(es) con los siguientes valores: Cercanía Distancia Singular Tú Vuestra Merced/usted Plural Vosotros Vuestras Mercedes/ustedes Tabla 2: Español colonial oriental. Según las autoras, en efecto, la incorporación de vos no llegará hasta la centuria posterior. 31 Estela González Torres Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX • Usted - Elemento pronominal: uste [E207, 1789, fol.14r, 2 casos; E27, 1793, fol.1r]. - Abreviaturas: VM [E218, 1741, fol.4r, 2 casos], Vm [fol.4r]; Vmd [E54, 1747, fol.1r, 2 casos; fol.1v], vmd [fol.3r], Vmd [fol.3r, fol.4r], vmd., Vmd. [fol.3v]; Vm. [E58, 1747, fol.1r], Vm [fol.1r, 2 casos]; Vmd [E55, 1748, fol.1r; fol.3r, 4 casos; fol.4r, 2 casos; fol.5r, fol.5v], Vmd [fol.1v, 2 casos; fol.5r], vmd [fol.4r, 2 casos]; vm. [E56, 1750, fol.1r, 3 casos; fol.3r, 2 casos; fol.3v, 2 casos; fol.7r, 2 casos], Vm. [fol.1r, fol.7r], vm [fol.3r, 2 casos]; vm [E57, 1750, fol.1r, 12 casos; fol.1v, 9 casos]; Vmd [E59, 1750, fol.1r, fol.2r, fol.2v], Vm.d [fol.3v]; Vm [E60, 1751, fol.1r, 5 casos]; vm [E217, 1761, fol.1r, 3 casos], Avm [fol.1r]; vm [E392, 1762, fol.1r], avm [fol.1r, 2 casos]; Vmd [E37, 1763, fol.1r, fol.1v]; Vm, vm, deVm [E421, 1763, fol.1r]; vm. [E519, 1767, fol.5v]; Vm [E386, 1768, fol.1v, 2 casos], “gue à Vmm.s/ a.s” [fol.1v]; Vm [E387, 1768, fol.1r, fol.1v, 2 casos], aVm [fol.1r], Gueàvm [fol.1v]; vm [E522, 1768, fol.5v], vm. [fol.5v, 2 casos; fol.6r, 3 casos; fol.6v, 4 casos; fol.7v, 5 casos], devm. [fol.6r]; Vmd, devm [E558, 1771, fol.1v]; q.evm [E561, 1771, fol.2r]; vm [E580, 1774, fol.3r; fol.3v, 2 casos], àvm, devm [fol.3r]; vm [E588, 1774, fol.1r, 3 casos; fol.1v, 2 casos]; vm [E33, 1783, fol.1r, fol.1v], Vm. [fol.1r], vm. [fol.1r, 2 casos; fol.1v], Vm [fol.1v]; vm [E35, 1787, fol.1v, 3 casos; fol.2r, 5 casos]; avm. [E89, 1787, fol.1r, 2 casos; fol.1v, fol.2r], Vm. [fol.1v]; Vm. [E205, 1788, fol.3r], deVm. [fol.3r], Vm [fol.3r], devm. [fol.3v], AVm. [fol.3v], vm [fol.3v], AVm. [fol.4r]; Vm. [E15, 1789, fol.1r, 2 casos], V.d. [E16, 1789, fol.1r, 1v]; vmd., Vme. [E206, 1789, fol.1r], vm, Vm., Vm [fol.16r], Vmd [fol.18r], AVmd [fol.18v]; Vm [E207, 1789, fol.11r], Vm. [fol.11r , fol.11v]; Vmd [E27, 1793, fol.1r]; v. [E28, 1796, fol.1r]; Vm [E204, 1799, fol.4r, fol.7r; fol.12r, 3 casos], Vmd [fol.20r; fol.57v, 2 casos; fol.59v; fol.66r, 2 casos; fol.79r, 2 casos; fol.81r, 2 casos]; Vm. [fol.39v, fol.57r; fol.61r, 2 casos; fol.65r, fol.67r, fol.77v], devm., VM. [fol.46r, fol.52r], vm. [fol.48r, fol.52v], VMd [fol.54r, 2 casos; fol.55v], VMd. [fol.54r], VMD [fol.55v], V. [fol.64r, 2 casos; fol.67r], Vmd. [fol.80r, fol.82r, fol.82v], U. [fol.83r]; devmd, avmd [E430, s/f, fol.1r, 2 casos]. Hemos contabilizado el número de abreviaturas que, en sus distintas formas, contienen m arcaizante: 32 Estela González Torres Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX ABREVIATURA N Vmd 3 vmd 7 Vmd 25 vmd. 2 Vmd. 4 Vm. 27 Vm 21 Vmd 6 vm. 37 vm 54 Vm.d 1 Vmd 2 VM. 2 VMd 3 VMd. 1 VMD 1 Vme. 1 VM 2 Tabla 3: Frecuencia de los abreviaturas arcaizantes (vuestra merced) en el XVIII. A raíz de este análisis, podemos determinar que, entre las formas arcaizante, las cinco más populares eran: vm, vm., Vm., Vmd, Vm (sin punto). Llaman la atención los casos de correspondencia familiar entre hijos y padres, sobrinos y tíos o nietos y abuelos, especialmente si existe tuteo, posibilidad que, lamentablemente, no contiene nuestro corpus. La carta E35, redactada por Miguel Fernández de Agüero está dirigida a su tío, a quien le habla de usted. El documento E33 es una carta de Ramón de Cevallos a su tío de 1783, en la que, como hemos podido observar a través de las abreviaturas recién expuestas, le habla de usted (se halle, Remi-/ ta, su hijo de vm., Abisseme [fol.1r], piense, quiera [fol.1v]. El E16 (Carta de Julián Marciano a Miguel Fernández Agüero, 1789) también se trata de una epístola de sobrino a tío (Carta de Julián 33 Estela González Torres Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX Marciano a su tío en la excusa de no poder cumplir obligaciones financieras contraídas con anteriordidad). Por su parte, E27 y E28 son cartas de Juan García a su progenitor, al que le habla de usted (darle, este —por esté—, vea, mandara —por mandará—, rrecivira Vmd, tomara [E27, 1793, fol.1r], “aDios N.ro Leguarde”, “Sumano Besa” [E27, 1793, fol.1v]; “gozasalud”, dice, suia, “le escribi” [E28, 1796, fol.1r], “rendidos àsu obidencia” [fol.1v]) y llama padre, como veremos más adelante. - su m.d [E58, 1747, fol.2r]; su Md [E57, 1750, fol.2r, fol.2v]; su mrd [E53, 1751, fol.1r], sumrd [fol.1v, fol.2r, fol.3v, fol.4r], sumd [fol.1v, fol.3v, fol.5r], sumd [fol.3v; fol.4r, 2 casos]; su m.d [E54, 1747, fol.2r]; su md [E59, 1750, fol.3v]; mrd [E60, 1751, fol.1r], su m.d. [fol.1v], su md [fol.2r]; Su mrd [E204, 1799, fol.2v], su mrd [fol.2v, fol.4v, fol.5r; fol.5v, 2 casos; fol.6v, fol.8r; fol.9r, 2 casos; fol.10v; fol.11r, 2 casos; fol.11v, fol.13v, fol.14v, fol.16r, fol.16v, fol.18r, fol.18v, fol.23r, fol.24r, fol.28v], su merced [fol.7v, fol.13r, fol.33r, fol.75v, fol.76r], su mrd. [fol.15r, fol.16r, fol.18v, fol.19v, fol.21r, fol.28r, fol.28v, fol.29r, fol.29v, fol.35r, fol.36r, fol.40r, fol.41v, fol.44r, fol.44v, fol.45v, fol.60v, fol.71r; fol.71v, 3 casos; fol.72r; fol.72v, 2 casos; fol.73r, 2 casos; fol.73v; fol.74r, 3 casos; fol.74v, 2 casos; fol.75r, 2 casos; fol.75v, fol.76r; fol.76v, 2 casos], Su mrd. [fol.22r, fol.24r, fol.30r, fol.31r], Su Mrd. [fol.27r, fol.30r], Su mrd [fol.30v], su/ mrd. [fol.72r]. Según apunta García-Godoy, en el español del siglo XVIII conviven las formas vuesa merced y usted, denotando el tratamiento nominal mayor grado de deferencia que el pronominal (2012: 146). El español pre-moderno contaba con un sistema tridimensional en el que «el sintagma vuesa merced es la forma no marcada en la lengua escrita, mientras que el pronombre usted lo es en la lengua hablada» (2012:146). Asistimos, pues, a la fase evolutiva de vuestra merced > usted a lo largo del siglo XVIII, etapa «clave en la formación de los nuevos pronombres» (2012: 147). • Vosotros/ustedes a. Elementos pronominales: - Vosotros: “Os amonesto”[E37, 1763, fol.2r], “Vos las dhas per-/ sonas” [fol.2v, 2 casos], “os excomulgamos”, “os declaramos”, “os dejaredes”, “os amonesto” [fol.2v]; “noticias buestras”, “buestra voluntad” [E26, 1795, fol.1r]. 34 Estela González Torres - Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX Ustedes: “àvstedes” [E28, 1796, fol.1r], Vstes, “sus Amantes/ Hijos y nieta [fol.1v]. b. Elementos verbales: - Vosotros: encubris, guardais, saveis, tengais [E37, 1763, fol.2r], salgais, estais, ayais, merescais, vengais [fol.2v]; “a q.e le res=/ pondio: podeis ir al Rincon del Rey” [E522, 1768, fol.2v], “à q.e le respondiò, podeis ir al Rincon del/ Rey, donde los hallareis” [fol.3v]; estaìs, determineis [E26, 1795, fol.1r]. - Ustedes: han recivido, socorrerles [E28, 1796, fol.1r], reciviran [fol.1v]. c. Mezcla de vosotros y ustedes: El caso del documento E522 (Causa por robo de caballo, 1768) resulta muy llamativo porque, más allá de la fórmula protocolaria arcaica de juramento en segunda persona del plural, a pesar de estar dirigida a una sola persona (“Jurais a Dios/ y Prometeis al Rey, dezir verdad en lo q.e/ fuereis interrogado?” [fol.1v], “Jurais a Dios, y prometeis al Rey dezir ver=/ dad en lo quefuereis interrogado?” [fol.3v], “Jurais, á Dios, y prometeis al Rey/ dezir verdad en lo q.e supiereis y fuereis interrogado?” [fol.6r], “Jurais a Dios, y prometeis al Rey dezir/ verdad, en lo que supiereis y fuereis interrogado? [fol.7r]; “Jurais a Dios, y prometeis al Rey dezir verdad/ enlo que supiereis, y fuereis interrogado?” [fol.9r]) encontramos tres casos puros, dentro de la reproducción directa de dos discursos distintos: podeis [2 casos] y hallareis (“a q.e le res=/ pondio: podeis ir al Rincon del Rey” [E522, 1768, fol.2v], “à q.e le respondiò, podeis ir al Rincon del/ Rey, donde los hallareis” [fol.3v]). Estos tres casos demuestran que las formas verbales de vosotros seguían vivas en el habla común uruguaya en el XVIII. Aunque los datos del CORDE apuntan en esta dirección, es de destacar que en el CORDE los textos tienen carácter culto y literario, y la pervivencia en ellos de vosotros puede estar condicionada por el tipo textual. Estos ejemplos uruguayos son una prueba de la pervivencia del paradigma de vosotros en el siglo XVIII en el español hablado. Moreno de Alba (2010) comenta el avasallamiento, prácticamente total, de vosotros (99%) sobre ustedes (1%) tanto en el español europeo del XVII como en el americano, así como el mantenimiento del mismo, aunque con una ligera variación a favor de ustedes (13%, frente al 87% de vosotros), en la centuria posterior. Como veremos el capítulo dedicado al siglo XIX, el cambio de preferencias respecto a vosotros/ustedes no llegará hasta entonces. 35 Estela González Torres Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX Tratamientos afectivos en el ámbito familiar: Padre [E53, 1751, fol.4v]; “tu/ Señora Madre” [E88, 1787, fol.1r, 2 casos]; Madre [E89, 1787, fol.1r, fol.1v]; “te llamen Padre” [E90, 1787, fol.1r]; Padre [E27, 1793, fol.1v, 2 casos]; Madre [fol.1v]; Padre [E28, 1796, fol.1r, 2 casos], Madre [fol.1r]. En E53 (Tasación de los bienes del difunto Antonio de León) se hace referencia explícita a los progenitores, no habiendo redactado ellos el documento en cuestión ni siendo destinatarios del mismo. Por otro lado, la epístola E88 (Carta de Luis de Casal a su esposa) menciona, de manera indirecta, a los progenitores del destinatario. E89 es una carta de Joaquín de Toca a su madre, a la que se dirige en tercera persona del singular (Sirva, vm., procure [fol.1r], Vm. [fol.1v], haya, suya, “su hijo de corazon” [fol.2r]). En el documento E90 (Carta de Manuel Joaquín de Toca a su primo, 1787), el autor tutea a su primo. Por último, como ya adelantamos, Juan García, autor de los documentos E27 y E28, dos cartas personales a su padre, trata al mismo de usted. Forma no apocopada de ciertos adjetivos: “grande inclinacion” [E57, 1750, fol.1v]; “grande falta” [E33, 1783, fol.1r]; “grande contusion” [E204, 1799, fol.1r], “grande espacio” [fol.6v]. Hemos detectado un ejemplo de la forma arcaizante vide que demuestra la todavía supervivencia de la misma en el siglo XVIII: “en efeto bide era/ cierto” [E204, 1799, fol.2r]. RASGOS SINTÁCTICOS Artículo + nombre propio de persona (antropónimo): el Juan Roman [E205, 1788, fol.1v], el Roman [fol.1v, fol.2v], à el Chalar, el Chalar [fol.5v]; la Andrea [E206, 1789, fol.2r, 2 casos; fol.3r, 4 casos; fol.3v; fol.4r, 2 casos; fol.6r; fol.7v, 2 casos; fol.8v], el Dionisio [fol.2r, fol.2v, fol.12r], a el Dionisio [fol.3r], el Siapató [fol.3r; fol.5v, 2 casos], el Siapato [fol.3v, fol.5r], a la Andrea [fol.3v], â la Andrea [fol.3v, 3 casos; fol.4v, 3 casos; fol.6r], de la/ Pereyra [fol.3v], de la Andrea [fol.3v, fol.4v, fol.6r], de la/ Pereyra [fol.4v], â el Dionisio [fol.5r, fol.8r, fol.8v], del Siapato [fol.6r], la Eugenia, â la An-/ drea [fol.8r], la Andrea de Acosta [fol.8v], â el Siap[*a-]/ to [fol.12v]; la Magdalena [E207, 1789, fol.3v, fol.5v], à el Quebedo [fol.4v; fol.5r, 2 casos; fol.10r, 2 casos], el Quebedo [fol.4v, fol.5v, fol.6r, fol.7r], del Fran.co/ Quebedo [fol.5r], de la Magdalena [fol.5r, fol.6r, fol.10r], p.r el Quebe-/ do [fol.6r], del Quebedo 36 Estela González Torres Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX [fol.6v; fol.10r, 2 casos], dela Magdalena [fol.6v], el Ben-/ tura [fol.8r, fol.8v], p.r el Quebedo [fol.10r], ala Madalena Fuentes [fol.12r]; el Vela [E208, 1789, fol.2r, fol.2v, fol.3v; fol.4r, 2 casos; fol.4v; fol.5r, 2 casos], el/ Pereyra [fol.3r], â el Vela, el dho/ Pereyra [fol.3v], el Perey/ ra, a el Pe-/ reyra, a el Sosa [fol.4r], el Pereyra [fol.4r, 2 casos; fol.4v, fol.5r, fol.5v, fol.6r], á el Pereyra [fol.4r, fol.5r, fol.6r], del Vela [fol.4v], a el Pereyra [fol.5r], el Don José deSosa [fol.7r], del Lamego [fol.8r]; el Muñoz [E209, 1790, fol.1r]; al Juan Ibáñez [E204, 1799, fol.3v], la Maria/ Bonifacia [fol.10r], èl d.n Andrès Cabe-/ zas [fol.19v], el/ Juan [fol.22v], al Ibañez [fol.39r, fol.78r], al d.n Andres Cabezas [fol.40r], el JuanYbañez [fol.49v], el Juan Ibáñez [fol.59v, 2 casos], el Ibañez [fol.77v, fol.78r], al Andres [fol.78r]. Sobresale notablemente uno de los casos de la Andrea en el documento E206 (Causa criminal contra Dionisio Siapato, vecino de la villa de San Carlos): “Está preso, p.r causa de una muger llama-/ da la Andrea” [fol.4r]. Todos los documentos que presentan la fórmula artículo + NP en nuestro corpus son de carácter judicial: cuatro sumarios (E205, 207, 208, 209) y dos causas criminales (E204 y E206). Ortiz Ciscomani y Reynoso Noverón (2012) estudian la frase nominal (FN) con nombre propio de persona (NP) cuando aparece acompañada de modificadores y, más concretamente, de un artículo definido o determinado; además de la relación de adyacencia o no adyacencia directa ART-NP. Las autoras se valen de un corpus de investigación con textos de género variado que datan de los siglos XII al XVI3. Afirman que la combinatoria determinante + NP muestra un comportamiento sintáctico diacrónicamente variable y, sirviéndose de la teoría de Kirsner (1985) que sostiene que el uso de modificadores sintácticos en el nombre propio es un recurso por medio del cual el hablante hace llegar a su interlocutor valoraciones distintas sobre el referido, se atreven a concluir que el artículo adyacente a un NP es un recurso del hablante para mostrar su perspectiva sobre el referente, distinta según artículo y NP entablen o no relación sintáctica directa. Así, determinan que el artículo pasa de ser marca subjetiva positiva en contacto con nombre común a marca negativa en contacto directo con NP. 3 La edición paleográfica del Cantar de Mio Cid de Menéndez Pidal, así como sus Documentos Lingüísticos de España: Reino de Castilla; la Crónica anónima de Enrique IV de Castilla y la obra de Company Company Documentos Lingüísticos de la Nueva España (1525-1816). 37 Estela González Torres Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX De esta manera, Ortiz Ciscomani y Reynoso Noverón hablan de degradación del estatus social del referente ante artículo en contacto directo con NP y en contextos determinados; reduciendo, así, su uso a contextos de marcada degradación social o de alta afectación negativa. Llama también la atención la nula o escasa documentación del artículo definido en adyacencia al NP a lo largo de los cuatro periodos que abarca el corpus escogido por las investigadoras: del XII al XVI, con tan solo un 1% (3/376) de presencia en el XV y un 2% (5/251) en el XVI. No obstante, nuestra investigación propia, basada en datos procedentes del Corpus Diacrónico del Español (CORDE), nos lleva a desmentir estos dos argumentos. Tras buscar varios nombres propios concretos (el Juan, el Francisco, la Juana, la Francisca, la Maria —sin cursiva y en minúsculas—) en bloques de cien desde el siglo XIII hasta el XX, averiguamos lo siguiente: tomando el ejemplo de el juan -por ser el más temprano-, vemos cómo su primera aparición data del siglo XIV (con un caso en un documento histórico de España: Crónica de Alfonso X de Fernán Sánchez Valladolid, c. 1340-1350), o sea, un siglo antes de la fecha apuntada por Ortiz y Reynoso. Nótese también aquí la relevancia y mayor fiabilidad de este uso en la prosa histórica y en la jurídica frente a la narrativa. En lo que a el francisco respecta, en el CORDE aparece, por primera vez, un caso en el siglo XV en un documento histórico de 1499 de Gonzalo García de Santa María, seguido de otro caso en el XVI, más concretamente en 1574, y otro en 1626 (aunque ambos de prosa narrativa española). Ya en el XVIII se recogen dos coincidencias en un mismo documento jurídico colombiano de 1727. No consta nada en el XIX, pero sí en el XX: dos casos en dos documentos. Uno, fechado en 1901, narrativo y español. El otro, de 1969, histórico y de Guatemala. Todo esto nos lleva a afirmar que la estructura ART + NP surge tímidamente en el XIV —y no en el XV—, experimentando un auge en el XVI y XVII y cayendo drásticamente en el XVIII y XIX, para luego repuntar en el XX. Además, cabe añadir que estos casos son más recurrentes en prosa histórica, esto es, crónicas y que el 80% de los ejemplos del CORDE son de esta naturaleza. Esto último explica el decaimiento que se experimenta en los siglos XVIII y XIX debido a la ausencia de crónicas en la época, así como el hecho de que sea inferior el número de coincidencias con nombres propios de mujer al no ser protagonistas habituales de estos textos. El fenómeno de ART + NP entró directamente como fenómeno de la lengua culta y luego se extendió al registro oral que, 38 Estela González Torres Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX lamentablemente, no recoge el CORDE. Por último, nuestros datos nos permiten establecer que se trata meramente de un mecanismo neutro —sin valoraciones negativas algunas— con función anafórica discursiva, empleándose para recuperar o hacer referencia a la persona anteriormente presentada, equivaliendo a las grupos nominales del tipo el citado Juan, el mencionado Juan, el dicho Juan de los que también nuestra colección de documentos uruguayos dieciochescos recoge numerosas ocurrencias: el dichosimon [E218, 1741, fol.1r]; el Cittado Xptbl Ji-/ menez [E385, 1768, fol.5r]; a el mencionado Geronimo [E522, 1768, fol.2r]; e[*l]/ Referido Gutierres, el anuncia/ do Gutierres [E205, 1788, fol.4v], el sitado Chalar [fol.5r]; del espresado Ruiz, la Yncinuada Eujenia, el espresado Siapatú, la espresada Eujenia [E206, 1789, fol.1r], el citado Dioni/ sio, la citada Andrea [fol.15r]; la Referida/ Magdalena [E207, 1789, fol.11r]; el di-/ cho Vela [E208, 1789, fol.2r], el sitado Vela, el expresado/ Pereyra [fol.2v], el dicho Pereyra [fol.3r, fol.5v], el/ ya dho Vela [fol.3v], el sitado Pereyra [fol.5v], del sitado Sosa [fol.7r], el dho Sosa [fol.7v]; el dho Muños, el Muñoz [E209, 1790, fol.1r]; el espresado Cabezas [E204, 1799, fol.2r], el ci-/ tado Juan Ibañez, el dicho Juan, del nominado Andrés Cabezas [fol.3v], al nominado Juan [fol.4r], el nominado Cabezas [fol.4r, fol.5r, fol.6r, fol.9v, fol.23v], el dho Ibañez [fol.4v], el nominado Ca/ bezas [fol.6v], al/ consavido Andres Cabezas [fol.7r], el expresado Ibañez, al referido Ibañez, al ci-/ tado Ibañez [fol.8v], del referido Fortete, el enunciado/ Thadeo Fontete [fol.9v], el citado Juan Ibañez, al sobredicho/ Juan Ibañez [fol.10r], el nominado Juan [fol.11v], del nomi-/ nado Thadeo Fortete, el citado Juan, el mencio-/ nado Juan, el referido Benito [fol.14v], el mencionado Juan, al relacionado Ibáñez, al mencionado Juan, al relatado Juan Iba-/ ñez [fol.15r], el nomi-// nado Benito, el citado Benito, el antedicho Cabezas [fol.16v// fol.17r], el nominado/ d.n Andrés Cabezas [fol.16v], el mencionado Cabezas [fol.17v], del citado Cabezas [fol.18r], el dho d.n Andrès/ Cabezas [fol.19r], el nominado Benito, el antedicho Juan Ibañez [fol.22v], al citado Benito [fol.22v, fol.25r], el enunciado Juan, el referido Cabezas [fol.23r], al nominado Benito [fol.25r], al enunciado Fortete [fol.27r], al indicado Benito [fol.34r], el enunciado d.n Andres Cabezas [fol.35r], al/ citado Cabezas [fol.36r], el referido Vinceyro [fol.39r, fol.78r], al enunciado Rodriguez, al expresado Cavezas [fol.39v], al expresado Cabezas [fol.41r], del citado Juan [fol.42v], el citado Juan Ibañez [fol.43r], el citado Ibañez [fol.43v], el in-/ dicado Binceiro [fol.47v], al mencionado Ybañez [fol.49r], al indicado Cabezas [fol.52r], el enunciado Cabezas [fol.58v], el re/ ferido Ibañez [fol.59r], del expresado Ibañez [fol.61r], el enun/ ciado Vinceyro [fol.78r]. 39 Estela González Torres Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX En conclusión, para Ortiz y Reynoso el artículo adyacente a NP, que se documenta a partir del XV con un paulatino incremento histórico, es, más allá del uso anafórico discursivo y de la función pragmática de señalar entidades, un recurso para valorar negativamente al referente anulando o desconociendo o degradando su estatus social, mientras que el CORDE, y especialmente los documentos históricos y jurídicos que recoge, nos revelan toda ausencia de valoración –positiva o negativa-, familiaridad u oralidad. Por lo tanto, se trata única y exclusivamente de un mecanismo de recuperación discursiva neutro que comienza a darse en el siglo XIV y no en el XV como defienden las autoras. Esto último podría explicarse teniendo en cuenta que el corpus de Ortiz y Reynoso recoge muy pocos ejemplos y, por lo tanto, no sirve para estudiar este fenómeno. En el caso concreto de nuestro corpus uruguayo, la inmensa mayoría de las ocurrencias de determinante + NP corresponden a distintas voces que relatan los acontecimientos foco de atención en distintas procesos judiciales. Determinante artículo/forma contracta + nombre de departamento, país o continente: del Paraguay [E59, 1750, fol.3r]; “Isla del Maldonado” [E422, 1763, fol.1r]; la America [E90, 1787, fol.1r]. Nótese aquí que no hemos contemplado los casos de formas contractas detectados en el corpus (tales como “a el alcalde” [E218, 1741, fol.5r]; “deel escrito” [E55, 1748, fol.4r]), ya que es un fenómeno muy frecuente en los documentos del XVIII que, aunque no haga la contracción ortográfica, la pronunciación sería correcta (al alcalde, del escrito). En definitiva, lo descartamos como rasgo aquí relevante, puesto que se trata de una ortografía que oculta fenómenos de la oralidad. Otros usos de determinantes: una acha [E218, 1741, fol.1r, fol.2v]; “Conla arma” [E406, 1761, fol.1v]; la/ Arma [E204, 1799, fol.6r], “una arma blanca” [fol.23v], alguna arma, ninguna arma [fol.33v], otra ar-/ ma [fol.35r, 2 casos]. Cabe comentar aquí que en el documento E204 (Causa Criminal contra Andrez Cavezas) también hemos localizado una ocurrencia de con “a el arma” [fol.85r]. Omisión de determinante: “le\aco-/ metia con arma prohibida” [E204, 1799, fol.54r], “me acometio este con cuchillo” [fol.54v], “El estaba con cuchillo” [fol.55r], “me acometió con cuchillo” [fol.81v]. 40 Estela González Torres Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX En este punto, llama también la atención la elisión de determinante en determinadas construcciones como mecanismo propio de la lengua culta: “ò en otros/ parages, tal vez mas ventajosos, de que nadie podrá in-/ formar mejor que el Señor Brigadier [...]”[E44, 1789, fol.29r], “en los rode-/ os mansos, de que están llenas las cercanias de Mon-/ tevideo” [fol.30r], “en las denuncias (con que nadie/ busca otro interés [...])” [fol.31r]; “sesenta y dos ps y quatro Rs aqueseaña/ den diez y seis pesos” [E53, 1751, fol.4v]. Aunque aquí solo hemos citado algunos ejemplos, nuestro corpus es rico en ellos. Resulta interesante considerar esta estructura, puesto que juto está cambiando en ese momento concreto. Girón Alconchel lo estudia muy bien en La historia del artículo como antecedente de relativas oblicuas desde el punto de vista de la gramaticalización (2006: 765-776). Construcciones de determinante + posesivo + sustantivo: esa mi Casa [E88, 1787, fol.1r]. Este es el único caso relevante que se registra en nuestro corpus, ya que también se detectan bastantes pertenecientes a la prosa culta jurídico-administrativa (esta su declaracion [E519, 1767, fol.1v], essa su/ Declaraz.on [fol.2r]; “en èste mi Juzgado” [E204, 1799, fol.20r], esta mi oficina (fol.51r); entre otros muchos). Cuyo/a/s sin antecedente expreso: “a quuio tienpo” [E218, 1741, fol.1r]; “por cuiomo/ tivo”, “en Cuio Supuesto” [E54, 1747, fol.1r], “en cuia Consecuencia”, “por cuia causa” [fol.3v]; “Porcuios motibos” [E54, 1748, fol.1v]; “acuias razones”[E55, 1748, fol.5r], “en cuio acto”, “en/ cuia atencion” [fol.7r]; “cuio delito egecuto el dho” [E59, 1750, fol.1r], “acuio tiempo” [fol.1v x 2, fol.3v], “acuio tpo.”, “acuia relacion”, “en cuia vista” [fol.2r], “porcuio motivo”, “por cuia causa” [fol.3v], “por cuio motivo” [fol.4r]; “Cuios sugetos nom-/ brados” [E217, 1761, fol.2r]; “Cuia Arca fue hallada” [E37, 1763, fol.1v], “cuyo acaecimiento ha sido bastante extraordinario” [E216, 1773], “con cuya ac-/ cion el Golpe Principal lo recivio ella” (siendo ella la puerta) [fol.2v], “por cuia/ causa” [fol.3v]; “y al rayar el sol/ le avisó al cavo, faltaban dos Presos. Cuia noticia passo al Ca=/ pitan” [E519, 1768, fol.5r], “hasta las tres de la mañana a su parezer, en Cuia/ hora” [fol.5v]; “hasta cerca del Pueblo […] á cuio parage” [E522, 1768, fol.1r]; “y que se Junto con unos Ladrones […] cuio// ejercicio hatenido muchos Años” [E522, 1768, fol.1v// fol.2r], “como cosa/ demes y medio, en cuio tpo.” [fol.2v], “con cuio motivo” [fol.3r], “en cuio empleo” [fol.9r], “desde cuio Puesto”, “desde/ cuio paraje” [fol.9v]; “por cuio motivo” [E558, 1771, fol.1v]; “por cu-/ ya razón” [E88, 41 Estela González Torres Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX 1787, fol.2r]; “con quya rre[*s]/ puesta” [E205, 1788, fol.1v], “acuia combersacion” [fol.3r], “acuio fin” [fol.3v], “Acuyo ttiempo” [fol.4r], “Por Cuias Razones” [fol.4v]; “a Cuia âcion”, “con cuia Yncinuacion” [E206, 1789, fol.1r], “a cuyo tiempo” [fol.2r], “â cuyo tiempo” [fol.2v], “a/ cuyo tiempo” [fol.5v], “decuyo modo” [fol.15v]; “de cuyo acaecimto” [E204, 1799, fol.7r], “cuyo individuo viendose libre tomó/ la Puerta” [fol.10r], “à cuyo tpo” [fol.17r], “a cuyo tpo.”, “Cuyas expresiones” [fol.17v], “sobre cuyo/ percibo p.r no ser de pres.te”, “cuyos dos individuos” [fol.40r], “cuyas todas circunstancias” [fol.43r], “cuya causa qe para ello haya havido” [fol.44v], “En cuia virtud” [fol.50r], “En cuia atención” [fol.57r], “en cuias resultas” [fol.58r], “a cuia indignación” [fol.58v], “en cuia segunda ocas.n” [fol.59r], “En cu/ ia Virtud” [fol.59v], “en cuio estado” [fol.64r]. Hemos encontrado muchos usos del pronombre relativo cuyo/a/s sin antecedente expreso, como equivalente del determinante demostrativo este/a/o/s. Bertolotti et al. 2010 señala este rasgo para el estudio del documento E204 (Causa Criminal contra Andrez Cavezas) al comienzo de su obra y Elizaincín, Malcuori y Coll lo amplían comentando: «Sin embargo, la lengua oral olvida ese significado posesivo, quizás motivado por el uso más literario de cuyo que lo vuelve extraño al hablante con escasa instrucción, el que, no obstante, busca la formalidad en ciertas situaciones de habla» (1993-1994: 100). Elizaincín et al. (1993-1994) también señalan que la forma a cuio tiempo funciona como conector que introduce acciones que se desarrollan simultáneamente. Discordancia de número: “conosco â/ sus Padres y que sellamaba Manuel Albares y Manue/ la Pesoa” [E24, 1730, fol.1v]; “docientos pesos/ de Luis de Leon, pero que no le ha dicho si estaua/ apartir de Ganancias, o no” [E56, 1750, fol.4r]; “Los equipaje […] que por aversede embarcar luego para/ España lo adelantara Montev.o vá es/ coltado por una Partida” [E392, 1762, fol.1r]; “salio para Castí-/ llos grande” (por Castillo Grande) [E419, 1763, fol.1v]; “paso el Patro y dos marineros con el bote” [E519, 1767, fol.1v]; “para que se con/ tinue estas declarazs [E385, 1768, fol.6v], “que oyo dezir al Indio Christoval Jimenez havia benido/ en otras ocassions de Baqueano y havian llevado barías Ca-/ balladas y Yeguadas” [fol.10r]; “procurare con el onor/ honrra, y estimacion, qe me correspon/ de azer todo mi deber” [E454, 1769, fol.1v]; “Y hallando-/ sen en la misma avitacion viendo Jugar el Theniente/ de Ynfanteria Don Francisco Rodrigo, Don Pedro Landa, Don/ Juan Galarza, y Don Manuel de Robles” [E216, 1773, fol.2r]; “a estos Infelices a que sean victima” [E90, 1787, fol.1r]; 42 Estela González Torres Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX “rrespondio al q.e declara en tono descomp[*ues]/ to q.e el Coman.te y el se fuesen mucho enoramala/ pues a el no logobernaba” [E205, 1788, fol.2v], “uotra quales quiera Persona” [fol.4v]; “le hizo saver el/ pareser del Señor Fiscal […] y enterada deel con Expesificaz.on delos Puntos/ q.e enel se contiene” [E206, 1789, fol.17r]; “El Promotor fiscal de esta Causa// ha visto haberse ebacuado las Dilig.s que en su/ anterior vista pidio en concepto del Merito/ que exijian el sumario” [E204, 1799, fol.45v// fol.46r], “qe la zaña de Ybañez y su-/ atrevimiento, no solo se dirigia a mi” [fol.54v]. Entendemos que la única ocurrencia registrada en el documento E216 (Informe sobre acontecimientos en la Plaza de Montevideo) atiende a analogía con la tercera persona del plural: “Y hallando-/ sen en la misma avitacion viendo Jugar el Theniente/ de Ynfanteria Don Francisco Rodrigo, Don Pedro Landa, Don/ Juan Galarza, y Don Manuel de Robles” [E216, 1773, fol.2r]. Todos estos errores de concordancia son muy habituales en la lengua hablada cuando, por ejemplo, el sujeto y el predicado están lejos uno del otro o el verbo precede al sujeto. Discordancia de género ad sensum: “Cuio encargo tenia la Centinela […] estaba prevenido avisase el centinela al Cavo, para que conducidos por este” [E519, 1767, fol.5r], “puso un par deGrillos alas/ dos Centinelas” [fol.6r]; “hallarse el corr.o el Aguila proxima hazerse ala/ Vela” [E86, 1788, fol.1r]; “siendo de la/ edad, q.e tiene declarado” [E206, 1789, fol.6v]. Discordancia temporal: “al Pasar Solís/ Grande lo rebata la corriente/ y le saco al mar” [E417, 1763, fol.1v]. Adverbios y locuciones adverbiales: aca [E90, 1787, fol.1r; E27, 1793, fol.1r]; àca [E28, 1796, fol.1r, 3 casos], p.a junto àmi [fol.1r]; “se puso en marcha con un Soldado de Infant.a vien/ vaquiano de las estancias de Montevideo” [E389, 1766, fol.1r]; “Luego que tuve noticia” [E19, 1793, fol.1v]. Cabe recordar, aquí, que el autor de los documentos E27 y E28, de 1793 y 1796, respectivamente, es el mismo, Juan García. Así, los casos de acá, más característico del español americano, por aquí se reducen a dos autores en todo el corpus examinado. Por su parte, el DRAE (2001) señala para bien: «7. adv. Antepuesto a un adjetivo o adverbio, muy. U. en sent. ponderativo. Bien tarde Bien rico Bien malo». En cuanto a luego que, se trata de 43 Estela González Torres Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX una conjunción americana: «~ que. 1. loc. conjunt. Am. Así que, tan pronto como» (DRAE 2001, artículo enmendado). Conjunciones: “natural de la ciudad/ delparaguay, y, y hijo lejitimo” [E24, 1730, fol.1r]; “o otra qualquier nacion” [E57, 1750, fol.1r]; “muebles, y immuebles” [E53, 1751, fol.0]; y/ iban [E522, 1768, fol.11v]; “tu Mardio, y hijos” [E26, 1795, fol.1r]; u anteriormte [E204, 1799, fol.10v], ù anteriorm.te [fol.19v]. Vacilación en las formas apocopadas de los ordinales: “por ser la prímer vez” [E385, 1768, fol.8v], “hera la prímer bez” [fol.9v]; “dentro de tercero dia” [E54, 1747, fol.2r; E56, 1750, fol.6r; E59, 1750, fol.56r; E204, 1799, fol.61v]; “dentro/ deterzero dia” [E55, 1748, fol.1v]; “dentro de tercero Dia” [E204, 1799, fol.52r], “dentro de 3o dia” [fol.57r], “dentro de 3.o dia” [fol.61r]; “dentro del/ tercero dia” [E60, 1751, fol.1r]; “en el primero correo” [E87, 1787, fol.1v]; “Sor Alcde de 1ro boto” [E204, 1799, fol.7v], “Juzgdo de 1o voto” [fol.13r], “Alcalde ordinario de/ primero voto” [fol.20v, fol.32v, fol.33r], “S.or Alc.e/ ordin.o de primero voto” [fol.20v], “Alc.e ordin.o de prim.o Voto” [fol.21r], “Sor Alc.e ordin.o/ de prim.o voto” [fol.21v], Alc.e/ ordin.o de primero voto” [fol.20v, fol.31r], “S.or Alcde de 1o Voto” [fol.32r, fol.41r, fol.58r], “Juzgado de 1o voto” [fol.37r], “S.or Alc.e ordinario de primero/ Voto” [fol.38r],“S.or Alc.e ordinario/ de prim.o voto” [fol.38v], “Alc.e ordin.o de prim.o/ Voto” [fol.40r], “S.or Alcalde de 1.o Voto” [fol.45v], “Alc.e ordin.o de prim.o voto” [fol.46r], “Alcalde odinario de prime-/ ro Voto” [fol.48v], “Alcalde ordin.o de prim.o voto” [fol.50v], “S.or Alcalde de 1o voto” [fol.52r], “Señor Alcalde Ordinario de primero vo-/ to” [fol.53r], “Señor Al-/ calde ordinario de primero voto” [fol.56r], “Señor/ Alcalde ordinario de prim.o Voto” [fol.57v], “Sor./ Alcalde ord.o de primero voto” [fol.60r], “Sor Alcde de 1o Voto” [fol.61r], “Señor Alcalde ordinario de primero/ voto” [fol.61v, fol.65r], “Sr. Alc.de de 1o voto” [fol.63r], “S.r Alcde de 1o Voto” [fol.63v], “Alcalde ordina-/ rio de primero Voto” [fol.64v], “S.or Alc.de de 1.o voto” [fol.66r], “S.or Alc.de/ ordin.o de primero Voto” [fol.66v], “S.r Alcde de 1.o Voto” [fol.67r], “señor Alcalde ordinario [^de primero voto]” [fol.67v], “S.or Alc.e De 1.o voto” [fol.64v], “S.or Alc.e Ord.o de Prim.o Voto” [fol.79r], “S.or Alc.de 1.o Voto” [fol.81r], “Alc.de ordinario de primero voto” [fol.82v], “S.or Alc.e de 1.o voto” [fol.83r], “Sor Alcalde/ de primero voto” [fol.83v], “S.r Alcalde de primero/ voto” [fol.84v], “Alc.e ordin.o de primero Voto” [fol.85v], “Alc.de de 1.o Voto” [fol.87r]; “S.or Alcalde ordinar[*io]/ de seg.do voto”, “señor Alc[*al]/ de segundo voto” [E217, 1761, fol.1v]; “señor alcalde/ de segundo voto” [E218, 1741, fol.3r]. 44 Estela González Torres Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX Nótese que todas las ocurrencias contenidas en el documento E204 (Causa Criminal contra Andrez Cavezas) conviven con “Sor Alcde de 1 boto” [fol.20r], “Juez del Primer Voto” [fol.47r], “Al-/ calde ordin.o de primer voto” [fol.78v], “S.or Alcalde de pri/ mer voto” [fol.80v]. Usos preposicionales: “pido y suplico de haber por presentado en tiem/ po y lugar” [E55, 1748, fol.3r], “p.a/ alegar Demi derecho” [fol.5r]; “por dos vezes” [E56, 1750, fol.4r]; “a la noche” [E59, 1750, fol.1v, 2 casos; fol.3v; fol.4r, 2 casos], “por dos vezes” [fol.3v]; “elde/ haber el Declarante obstigado de los empedimentos” [E94, 1753, fol.2r]; “por dos vezes” [E522, 1768, fol.2v]; “a la verdad te digo” [E90, 1787, fol.1v]; “estando â la puerta” [E205, 1788, fol.1v]; “to-/ da suerte de frutos, los mas necesarios à la vida” (i.e. para) [E44, 1789, fol.29r]; “estaba â Caballo â la puerta” [E206, 1789, fol.2r]; “por lograr de una/ libertad sin límites” [fol.34r]; à la noche [E207, 1789, fol.10r]; “estaba à la puerta” [E208, 1789, fol.4v]; “trata-/ ron el exponte y demas personas de su/ casa a labarle la sangre” [E204, 1799, fol.3v]; “a tomarla satisfacc.on p.r dos vezes” [fol.3v], “logró/ tirarlo en tierra” [fol.6r], “se afirmó en/ lo dicho de haver amenasado de muerte â la An-/ drea […] p.r dos ô tres vezes” [fol.8r]. En lo que “a la noche” respecta, el DPD (2005) explica que, en español, normalmente se emplean las preposiciones por y en —solo en América— para introducir complementos temporales en referencia a las partes del día. En lo que al uso de a respecta, «solo es normal en la Argentina y, en España, entre hablantes vascos o catalanes». Por su parte, también hemos localizado varias ocurrencias de la construcción estar a la puerta, hoy más común con la preposición en. Por esta razón, hemos realizado una búsqueda en el CORDE para ver cuántos ejemplos de a la puerta registra este corpus durante el siglo XVIII: un total de 259 casos en 80 documentos, entre ellos ninguno uruguayo y 2 argentinos. En lo que a la construcción preposicional en tierra respecta, el CORDE recoge 639 ocurrencias en 158 documentos, 1 de estos es de Uruguay [Viana, Francisco de Javier (1958), Diario de viaje, I] y 44 del país vecino. Hemos considerado oportuno tratar por separado las siguientes confusiones en lo que al uso de distintas preposiciones para expresiones similares se refiere: “para darle de palos” [E206, 1789, fol.10v]; “le diera de bofetones” [E207, 1789, fol.2r]; “sacudirle de Garrotazos” [E204, 1799, fol.6r], “sacudiendole de palos” (dar de palos), “le maltratase de palos”[fol.6v], “maltra-/ tò à palos” [fol.17v], “empezò à ti-/ rarle de puñaladas” [fol.19r], 45 Estela González Torres Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX “p.r haver maltratado à palos” [fol.20r], “haver dado de palos ò garrotazos” [fol.24v], “p.r haver maltratado a pa-/ los” [fol.32r], ], “p.r haver maltratado y herido a palos” [fol.41r], “maltratado a palos” [fol.63r], “pr haver maltratado á palos” [fol.71r], “maltratar à palos” [fol.77v], “maltratado a palos” [fol.87r]. Localizamos incluso un caso sin preposición: “le sacudió Andres Cabezas dos/ garrotazos” [fol.9v]. En su mayoría, estas confusiones se explican por contagio con dar de garrotazos o dar de palos. En el Léxico Hispanoamericano del siglo XVI de Bowman encontramos: «DAR DE — (CdMx 31) les daban de palos (Bienes Cortés, 38) / (TF 35) darles del maíz que traían (Docs Col, III, 237) / (TF 35) ha dado de palos... a muchos soldados... sin causa (Docs Col, III, 235) / (Pan 43) para le dar de puñaladas (Docs Nic, VIII, 94) (...)» (1971: 263). Dequeísmo: “prometieron de tasar” [E53, 1751, fol.2v]; “promette al Rey de dezir/ la verdad” [E385, 1768, fol.1r], “y si jura a Dios y aquella Señal/ de Cruz, de dezir laverdad” [fol.2r]; estoy deseando de/ berla [E87, 1787, fol.1r]. El DPD (2005) define este fenómeno como «el uso indebido de la preposición de delante de la conjunción que cuando la preposición no viene exigida por ninguna palabra del enunciado». En el último documento (E385, Documento judicial por robo realizado por los Indios Christov Jimenez, Paravaty y Barayure) “promette al rey de dezir la verdad” convive con “promette al Rey dezir la Verdad” [fol.6v]. Por último, el verbo desear rige complemento directo y, por consiguiente, no debe ir precedido de la preposición de. Queísmo: “no ay duda/ que si esta” [E389, 1766, fol.1r]; “con la con-/ dicion, que viba christianamente” [E205, 1788, fol.4r]. El queísmo, por el contrario, es «la supresión indebida de una preposición (generalmente de) delante de la conjunción que, cuando la preposición viene exigida por alguna palabra del enunciado» (DPD 2005). La locución no haber duda se construye con un complemento introducido por la preposición de, aquí ausente, al igual que la conjunción conjuntiva con la condición de que + oración subordinada. Elisión de preposición: “y auiendo salido della alli cerca encontrar/ mis carros qe venian llegando del monte” [E59, 1750, fol.2r]; “ttubela/ notisia Como dicho agresor queauia da/ do la puñalada auia llegado auna es/ ttansía” [E406, 1761, fol.1r]; yndiciado aver oculttado vndezeror (i.e. indiciado por haber un ocultado a un desertor) [E422, 1763, fol.1r]; “fue por carne” [E519, 1767, fol.1v], “laprimera fue por carne […] yla quarta por el Patron” [fol.2r], “en casso/ ofrezerseles alguna nezesidad precisa” [fol.7r]; 46 Estela González Torres Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX “y si jura a Dios y aquella Señal/ de Cruz, de dezir laverdad” [E385, 1768, fol.2r], “si oyo como se llamavan los tres que prehendieron y el/ que mataron” [fol.10v]; “aiudaron, àqui-/ tar el preso” [E403, 1768, fol.1r]; “á fin q.e/ leYnformase” [E522, 1768, fol.3r]; “y laplata de estos conpraras loque/ te paresca” [E87, 1787, fol.1r]; “fue dos ve-/ zes, Casa de Eugenia Pereyra”, “estuvo aquella tarde dos vezes, casa de la Pereyra”, “Pregunt.o Que motivo tuvo, para llegar aquella/ mañana Casa de la Andrea” [E206, 1789, fol.4v]; “otros los sepa/ raron segunda vez” (por segunda vez) [E207, 1789, fol.4v]; “no haviendo […] reparado quien lo/ tomò” [E204, 1799, fol.23v]. Según el DPD (2005), en América se prefiere la construcción de verbos de movimiento como ir, venir, salir, etc. seguidos de por con el sentido de ‘en busca de’. Por su parte, en España también se emplea la forma a por, más popular en la norma culta. Ausencia de la preposición a para introducir CD de persona/animado: “Si conose á Antonio Alba/ res y sus Padres” [E24, 1730, fol.1v], “conosio ál/ difunto su Padre [...] y la difunta su madre” [fol.2r]; “Dijo, que Joseph Villasante sacò de/ su casa la Muchacha” [E59, 1750, fol.5v]; “nombre un sargento detoda satisfas.on/ con los soldados” [E392, 1762, fol.1r]; “arreconocer si en/ ellas se mantiene el mulato esclavo de V.E.” [E389, 1766, fol.1r]; “hizo comparezer asupresencia y/ ante mi Elias Nuñez” [E519, 1767, fol.3v], “reconocio los Presos, y vio estaban todos en los/ Puestos” [fol.5v], “dejo Salir los dos Ladro=/ nes” [fol.6v], “que delo contrario no dejase salir ninguno” [fol.7r]; “hi/ so compareser ante si tres Indios”, “perseguir los ladrones” [E385, 1768, fol.1r], “hizo Comparezer ântesi un Yndio” [fol.4v], “Y tres Compañeros delosquelos Soldad[*os]/ mataron uno” [fol.5r], “que Tpo a conoze los tres sujettos”, “llegando al Arroy [*o]/ nombrado el Cordoves alcanzaron unos Indios” [fol.7r], “Si anttes deestta Priscion conocio alguno deellos” [fol.7v], “Si conozio alguno de los presos ó al que murio” [fol.8v], “prehendieron tres que/ son los que se le nombran mataron uno” [fol.9r], “se hallava en el Canpo/ siguiendo unos Ladrones” [fol.9v], “prehendieron los tres que se le nombran”, mattaron uno [fol.10r], “si alcanzaron los Ladrons”, prehendieron tres, “si oyo como se llamavan los tres que prehendieron y el/ que mataron [fol.10v], “si los Alcanzaron Prehendieron ó/ mataron algunos” [fol.11r], “Alcanzaron los Ladrones que serian astta diez los/ que Corrieron”, “Si antes de haverlos presos conocio alguno de los que tru-/ jeron ó al que murio” [fol.11v], “Alcanzaron/ los Ladrones, les quitaron todos los animales/ que llevavan mataron uno por no querers[*e]/ dar preso y prehendieron tres que son los/ que sele nombran” 47 Estela González Torres Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX [fol.12r], “murio uno en la Refriega y prehendieron tre[*s]/ que son los mismos que se le nombran” [fol.13r]; “Persiguiendo/ la gente intrusa”, “descubri/ un hombre” [E386, 1768, fol.1r]; “resolvio el Comand.te de ella, re=/ tirarse, trayendo el Baqueano, à el/ que teniendolo ami presencia” [E522, 1768, fol.1v]; “sirba para/ satisfacer los quatro Albañiles” [E528, 1769, fol.1v]; “ten-/ go destinados los cuatro Albaniles” [E561, 1771, fol.2r]; “mandar el muchacho a la es-/ cuela” [E90, 1787, fol.2r]; “y haver/ querido forsar una China casada” [E206, 1789, fol.11r]; “recelosa, que su Yerno Fran.co Quebedo castigase su/ hija de resultas de una Riña”, “mando un hijo/ suyo llamado Geronimo” [E207, 1789, fol.1v], “sustentar mi familia” [E207, 1789, fol.14r]; “yn bíar mi primo” (por enviar) [E28, 1796, fol.1r]. Resulta interesante señalar aquí que, en el documento 519 (Causa sobre la fuga de presos portugueses en la Isla de Maldonado, 1767), la fórmula hacer comparecer a alguien (“hizo comparezer asupresencia y/ ante mi Elias Nuñez” [fol.3v]) solo carece de preposición en este caso concreto, incluyéndola en todos los restantes a lo largo del fragmento [fol.1r; fol.2r, 2 casos; fol.2v, fol.3r; fol.4r, 2 casos; fol.4v, fol.5r, fol.5v, fol.6r, fol.6v]. Asimismo, “dejo Salir los dos Ladro=/ nes” [fol.6v] y “que delo contrario no dejase salir ninguno” [fol.7r] conviven con “dejó salir a los dos Ladro/ nes”. Por su parte, en E385, “hizo Comparezer ântesi un Yndio” [fol.4v] convive con ”hizo comparezer ante si a un hombre” [fol.1r] e “hizo parezer ante sí, aun In/ dío preso” [fol.3v] y “Y tres Compañeros delosquelos Soldad[*os]/ mataron uno” [fol.5r] con mataron auno” [fol.10v]. Deber de + infinitivo (probabilidad) por deber + infinitivo (obligación): “Deuia de/ mandar, y mandò” [E53, 1751, fol.3v]; “La referida estancia no deue de ser/ por ningun modo agregada” [E60, 1751, fol.1r]; “debemos de estar contentos” [E90, 1787, fol.1r], debe de mirar [fol.1v]. El verbo deber funciona como auxiliar de dos tipos de perífrasis de infinitivo: de obligación y de suposición o probabilidad. Con el primer sentido, «la norma culta rechaza hoy el uso de la preposición de ante el infinitivo». La segunda perífrasis va seguida de la preposición de; no obstante, el DPD señala que «con este sentido, la lengua culta admite también el uso sin preposición». Laísmo: “y a dicha niña […] la tapó la boca” [E59, 1750, fol.1v], “la bolviò a tapar la boca” [fol.2r], “ta/ pandola la boca” [fol.4v]; “pidi/ endola mate” [E206, 1789, fol.1r], “la dixo” [fol.1r, fol.3r, fol.4r, fol.5v], “y preguntandola sobre ello” [fol.3v], “la dió un 48 Estela González Torres Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX Guanton” [fol.4r], “la decia la havia de torear” [fol.5r], “la dio/ un guanton” [fol.5v], “lo q.e más la combeniese” [fol.17r]; “solisitandola para tomar/ la declar.on” [E207, 1789, fol.1r], diciendola, dandola [fol.2r], “la dixo” [fol.3v], “y la empezó à con-/ tar, que su Yerno la havia querido dar con un Cu-/ chillo […]”, “la dió” [fol.4r], “diciendo/ la, se fuese à su Casa”, “la respondió” [fol.8v], “ponerla miedo” [fol.9r], “la pegó” [fol.9v]. Tan solo en el caso de la voz que habla en el folio 8v del documento E207 (Sumario contra Francisco Quevedo) sabemos que se trata de un español, ya que en el folio 8r lo describen: “uno de los Pobladores Europeos”. Leísmo: “tratando de palabras/ este con el mulato Lorenzo Maturano que [??]/ [??] en la dha [??]/ Domingo Castellano llamandole grandisimo/ perro mulato” [E55, 1748, fol.5v]; “que al exprezado Joseph del/ Castillo, le tenía yo Armado” [E56, 1750, fol.7r]; “y se escondio porque lueg[*o]/ le buscaron” (al declarante) [E59, 1750, fol.3v]; “al Pasar Solís/ Grande lo rebata la corriente/ y le saco al mar” [E417, 1763, fol.1v]; “trajo a reconocer el horno de Ladrillo qe VE le encargo/ y le encontró inservible” [E419, 1763, fol.0]; “Que sellama Xptbl Jimenez […] Preg.do Quien le ynduxo abenir arrovar cavallos” [E385, 1768, fol.2v], “Yque el ótro compañero Juan Mentira [??]/ le mataron los Soldados” [fol.4r]; “le conchabo El/ prímer Baqueano” [fol.5v], “dotro Indio que se Resistio le ma/ taron” [fol.7r]; “descubri/ un hombre […] huyo/ sin que dos Soldados quedespache/ le pudiesen alcanzar” [E386, 1768, fol.1r], “Sabiendo que le patrocina/ va su Cuñado […] lehi/ ze llamar, y que le bucase”, “letengo en arresto” [fol.1v]; “el comand.te de lavilla de/ s.n carlos […] le avissò un Paysano […] le cogieron unos ladrones […] acompañandole/ hasta cerca del Pueblo”, “y le acompañase gente” [E522, 1768, fol.1r], “conserbar, á/ este Hombre en su Prision […] que saviendo le ten[*e]/ mos” [fol.11v]; “su hijo de vm. àqui-/en, à demas de tenerle en mi compañia, le impondrè en/ este giro de comercio, para dejarle instruhido”, “tendrele como hijo mio” [E33, 1783, fol.1r]; “le interrogo” [E206, 1789, fol.2r], “le in-/ terrogó”, “teniendo la orden/ para arrestarlo, le halló un dia â la puerta desu/ Casa […] marchó llamandole con el Sombre-/ ro para que le siguiese, lo que el declarante hizo/ hasta q.e haviendo salido â el Campo disparó sin/ esperarle; y en otra ocasion, que le encontró â de [??]/ horas de noche â Caballo, le detuvo” [fol.9v]; “lo llamó su Ama, para// q.e le acompañase” [E207, 1789, fol.6v// fol.7r]; “le detuvo el brazo” [fol.7r], “le asegundó con otro”, “sin que/ le pudiese alcansar otro palo” [fol.7v]; “le amonestó” [E208, 1789, fol.5r], “lo 49 Estela González Torres Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX amonestaba” [fol.7r], “dho Josphe fran.co […] no le doy por sano” [fol.10r]; “Abia llegado unombre erido llamado Juan Ibañez […] le pregunte qn le abia/ lastimado” [E204, 1799, fol.2r], “estando el qe depone en/ dha Pulperia […] derrepente le abra-/ zó uno”, “y seguidamte sin qe el expo-/nente […] empezó el nominado Cabezas/ a sucudirle de Garrotazos” [fol.6r], “spre dho Cabezas sacudiendole de palos” [fol.6v], “lle-/ gò a dha casa un Mozo [...]// y con sus propias manos le curò” [fol.13v// fol.14r], “hi-/ zo tambièn ademan de atropellar al dho. Mo-/ zo con el Cuchillo, si bien no le ofendió con èl” [fol.19r], “al enunciado/ Fortete […] se le pusie-/ se de manifiesto el Cuchillo […] el proprio/ on q.e le acometió” [fol.27r], “su/ S.or Padre: que tambien le viò al mismo/ hombre […] sacar una chucita” [fol.29v], “se viò obligado el Mozo de la/ Pulperìa […] a e-/ efecto de contenerle” [fol.34v], “le\aco-/ metia con arma prohibida” [fol.54r], “el re/ ferido Ibañez […] y sigui-/ endole de atras Andres Cabezas con un/ Garrote ó raja de leña en la mano le al/ canzo y descargandole un furioso golpe en/ la Cabeza le trajo con el a tierra”, “asta q.e acudiendo el Blandengue flores/ le separo a Cabezas” [fol.59r], “le acometió con su c[^u]chillo” [fol.78r]. El leísmo de Ramón de Cevallos, autor de E33 (Carta de Ramón Cevallos a su tío), se explica al saber que dirige su misiva a Santander, región leísta del norte peninsular. No obstante, no hallamos en los otros documentos prueba alguna de la nacionalidad de sus autores. Cabe comentar, también, que el primer caso leísta que aparece en el documento E385 (Documento judicial por robo realizado por los Indios Christov Jimenez, Paravaty y Barayure), esto es, “Preg.do Quien le ynduxo” [fol.2v] convive en el escrito con “Resp.do Que quien los ynduxo” [fol.2v]. Confusión ser/estar: “pues esta cierto en qe/ no dió merito alguno” [E204, 1799, fol.6v]. Compuestos sintagmáticos: casa habitacion [E204, 1799, fol.9v], quarto habitacion [fol.26v], quarto havitacion [fol.34v], casa Pulperia [fol.49r], CasaP[*ul]/ peria [fol.49v]. RASGOS LÉXICOS Palabras o fórmulas de uso coloquial: soplon [E54, 1748, fol.1r, fol.6r]; “como queestava amanzevado/ conella” [E59, 1750, fol.3v]; deay ana/ da [E406, 1761, fol.1r]; Barrigon [E385, 1768, fol.3r]; “enlas cercanías ^delo^ del capataz” [E522, 1768, 50 Estela González Torres Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX fol.4r]; “y/ el Dionisio le bolvió una Trompada” [E206, 1789, fol.2r]; “que estaba à la puerta, contiendo-/ los, á agarrarse otra vez con su Yerno”, “se bolbieron á agar/ rar” [E207, 1789, fol.4v], “estando agarrado con/ dicha su Suegra” [fol.9r]; “a eso de una hora” [E204, 1799, fol.3r], “riña ni camorra al-/ guna” [fol.34r], “se agarro con el dho. Buzo” [fol.43v], camorra [fol.59r]. El DRAE (2001) califica de coloquiales las siguientes palabras: - soplón: «1. adj. coloq. Dicho de una persona: Que acusa en secreto y cautelosamente. U. t. c. s.». - agarrar: «14. prnl. coloq. reñir (ǁ‖ contender de obra o de palabra)». - camorra: «2. f. coloq. riña». - trompada: «1. f. coloq. trompazo (ǁ‖ golpe recio). 2. f. coloq. Choque de frente de una persona con otra. 3. f. coloq. puñetazo». barrigón, na: «1. adj. coloq. barrigudo». Indigenismos: Chacara [E54, 1747, fol.0], Chacra [fol.1r, 3 casos; fol.3r, fol.3v; fol.4r, 2 casos], C[*ha]/caras [fol.1v], Cha/ caras [fol.4r]; chacra [E59, 1750, fol.5r, 2 casos]; Chacra [E60, 1751, fol.1v]; chaca-/ ra [E217, 1761, fol.2r]; Chacara [E207, 1789, fol.1r, fol.1v, fol.3r, fol.3v, fol.4v, fol.6v, fol.7r, fol.10v], Cha/ cara [fol.1r]; Chaca/ ra [E207, 1789, fol.4v]; “avi-/ endo Ydo dechasque â Montevi/ deo” [E417, 1763, fol.1v]; “Lengua Guarany” [E385, 1768, fol.2r]; mate [E206, 1789, fol.1r, fol.2r], Mate [fol.2r, fol.3r], mate [E207, 1789, fol.6v], mate [E204, 1799, fol.22v]; “y haver/ querido forsar una China casada”, “Como se llama la China” [E206, 1789, fol.11r], “por no haver Comparezido la china” [fol.11v]; guascasos [E207, 1789, fol.9v]; Tala [E204, 1799, fol.3r], guasca [fol.4r, fol.26v; fol.14r, 2 casos; fol.36r]. Es a través de estos términos que podemos comprobar la presencia del componente indígena en el español uruguayo. A continuación, incluimos, tal y como figura en el DRAE (2001) y con información adicional procedente del DEU (2011) donde sea necesario, las acepciones de estos vocablos, ordenados alfabéticamente, que nos interesan en función de su contexto concreto: Del guaraní 51 Estela González Torres - Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX «guaraní. (Del guar. abá guariní, hombre de guerra). 3. m. Lengua hablada hoy en el Paraguay y en regiones limítrofes, sobre todo en la provincia argentina de Corrientes». Del quechua - «chacra. (Del quechua ant. chacra, mod. chajra).1. f. Am. Mer. Alquería o granja» y «chácara. chácara1. 1. f. Am. chacra». El DEU (2011) escribe la etimología de esta palabra como sigue: «(Del quech. chakra, tierra de labor)». - «chasque. (De chasqui). 1. m. Arg., Par. y Ur. chasqui»; «chasqui» (De or. quechua). 1. m. Am. Mer. En el Imperio incaico, mensajero que transmitía órdenes y noticias». El DEU (2011) añade la palabra original: «(Del quech. chaski)». - «chino3, na. (Del quichua čína, hembra, sirvienta). 2. adj. Arg., Chile, Par., Ur. y Ven. Dicho de una persona: aindiada. U. t. c. s.». El DEU (2011) prefiere escribir la palabra etimológico como «china, hembra». - «guasca. (Del quechua waskha). 1. f. Am. Mer., P. Rico y R. Dom. Ramal de cuero, cuerda o soga, que sirve especialmente de rienda o de látigo. 2. f. Col. Hierba de la familia de las Compuestas que se usa para aromatizar el ajiaco. 3. f. Pan. y Ur.» y «guascazo. 1. m. Am. Mer., P. Rico y R. Dom. Azote dado con una guasca o cosa semejante, como un látigo o una vara flexible». El DEU (2011) añade que el quechua washka significa 'soga'. Corominas (1954), que señala su empleo en Argentina, Chile, Perú y Colombia, amplia la definición de la voz quechua a: «'soga, lazo, cable, cuerda utilizada para liar»; se registra por vez primera en 1599, en la obra del peruano Vargas Machuca». Y en Uruguay en la obra Poetas Gauchescos de Bartolomé Hidalgo de 1815, fecha posterior a la de aparición en nuestro corpus (1799). - «guascazo. 1. m. Am. Mer., P. Rico y R. Dom. Azote dado con una guasca o cosa semejante, como un látigo o una vara flexible» (DRAE 2001) y «guascazo. (Der. de guasca). m. esp. Latigazo. ♦ sogazo. // 2. m. esp. Golpe» (DEU 2011). Corominas también define guascazo como 'latigazo' en Chile y Argentina —pero no en Uruguay—. - «mate3. (Del quechua mati, calabacita). 1. m. Infusión de yerba mate que por lo común se toma sola y ocasionalmente acompañada con yerbas medicinales o aromáticas. Mate de poleo. 3. m. Arg., Bol., Chile y Ur. Recipiente donde se toma la infusión de yerba mate, hecho de una calabaza pequeña o de otra materia» (es artículo enmendado). Este origen etimológico coincide con el apuntado por 52 Estela González Torres Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX Corominas, quien lo documenta por primera vez en 1570, en la obra de Lope de Atienza —con referencia al norte peruano— (nótese que Corominas localiza el uso de mate en el Río de la Plata, Chile, Perú, Ecuador y Paraguay). - «tala3. (Del quichua tára).1. m. Arg. y Ur. Árbol de la familia de las Ulmáceas, de madera blanca y fuerte cuya raíz sirve para teñir, y cuyas hojas, en infusión, tienen propiedades medicinales». Corominas no considera que se trata de una etimología de origen quechua: «'palo pequeño y puntiagudo con que juegan los muchachos poniéndolo en el suelo y haciéndolo saltar a golpes con un palo mayor', origen incierto, quizá tomado del port. tala, que además de esto designa las tablillas de entablillar un miembro enfermo, y otras piezas de madera; este es de origen incierto, probablemente de LATA por metátesis. 1.ª doc.: Aut.». Latinismos e influencia latina: yncontinenti [E24, 1730, fol.2r], Yncontinenti [fol.2v], Parrochia [fol.3r]; En conttínente [E38, 1739, fol.1r]; Yncontinenti [E58, 1747, fol.2r]; Incontiniente [E56, 1750, fol.1v], Incontin.te [fol.3v], Incontinenti [fol.4r, fol.4v], Yncontintenti [fol.5v], Yncontinenti [fol.6r]; Incontinenti [E59, 1750, fol.5v], Incontinente [fol.6r]; Incontinenti [E53, 1751, fol.2r, fol.4r]; Canonica Monitiones/ pure premisa [E37, 1763, fol.2r], Deus laudem meam/ netaccieris [fol.3r]; ut supra [E519, 1767, fol.1r]; yncontinente [E31, 1787, fol.1r]; ut supra [E205, 1788, fol.4v], ut retro [fol.5v]; mensura [E44, 1789, fol.33r, 2 casos]; incontinenti [E206, 1789, fol.7r, fol.8r]; ut supra [E204, 1799, fol.7v, fol.13r, fol.59v, fol.63r, fol.76v], Incontinenti [fol.9r, fol.40r, fol.51r, fol.56r, fol.57v, fol.65v, fol.67v], incontinenti [fol.26v], ut antea [fol.28v], incontinen/ ti [fol.43v], yncontinenti [fol.79r], ], “sabe mui bi-/ en el quid” [fol.80r], Yncontinenti [fol.80v], “en poder del Home” [fol.82r]; Hemos considerado apropiado añadir aquí un subapartado que contemple las formas latinizantes que presentan una consonante de más: - Adición de consonante en grafías latinizantes: subzecion (por sucesión) [E53, 1751, fol.1r]; Psalmo (por influencia del latín psalmus) [E37, 1763, fol.3r]; Prompta [E519, 1767, fol.1r]; prompta [E385, 1768, fol.8r]; assumpto [E522, 1768, fol.5r]; subscribio [E35, 1787, fol.1r]; asumpto (por influencia del latín assumptus) [E88, 1787, fol.1r]; subcesivo [E89, 1787, fol.1v]; asumptos, asumpto, sub/ zesibo [E205, 1788, fol.3v], Escriptura [fol.5r], subsesivo [fol.5v]; promp-/ títud [E16, 1789, fol.1v]; asumpto [E206, 1789, fol.18r]; asumptos [E207, 1789, 53 Estela González Torres Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX fol.1r]; subcesores [E7, 1799, fol.1r]; subcesivamte [E204, 1799, fol.8r, fol.10r], asumpto [fol.10r], subcesivam.te [fol.14r, fol.16v], subcesi-/ vam.te [fol.19r], subcesos [fol.47v, 2 casos; fol.50r, fol.52v], obcurrido, subminis-/ tro [fol.47v], subceso [fol.49r], substancialm.te [fol.77v], subscrive [fol.83r]. Galicismos: Comboy [E540, 1770, fol.1r, 2 casos; fol.1v]. Influencia del portugués y lusismos: “que iba allegar elPasso/ o maciega en que lo tenía atado” [E59, 1750, fol.1v, 2 casos; fol.4r, fol.4v]; Adreia (por Andrea) [E206, 1789, fol.18v]. Maciega es uruguayismo y no figura en el DRAE (2001): «maciega. (Del port. macega, hierba dañina). f. Matorral de paja de diversas especies de porte mediano» (DEU 2011). Catalanismos: fresada [E218, 1741, fol.1v, fol.2v; E207, 1789, fol.9r, fol.10r]. Se trata de una variante de frazada (del catalán flassada). Americanismos: TÉRMINO DEFINICIÓN OCURRENCIAS aguatero «aguatero, ra. 1. m. y f. Am. Aguatero [E204, 1799, fol.25v] aguador» (DRAE 2001) cuadra «cuadra. (Del lat. tardío quadra, un “cosa de dos quadras” [E59, cuadrado). 10. f. Am. Medida de 1750, fol.1v] longitud, variable según los países, y comprendida más o menos entre los 100 y 150 m» (DRAE 2001) conchabar conchabo «conchabar.(Del lat. conclavāre). 3. tr. Am. Mer. Contratar a alguien para un servicio de orden inferior, generalmente doméstico. U. t. c. prnl.» (DRAE 2001) «conchabar(se). tr. esp. Contratar a alguien para un trabajo generalmente zafral. // 2. prnl. esp. Obtener un empleo, generalmente zafral» [«zafral. (Der. de zafra). adj. Referido a un empleo, oficio o labor: que se realiza en ciertas épocas del año] (DEU 2011) “sin/ emplearse en algun trabajo, sino quando se conchababa” [E206, 1789, fol.10r], “lo ha tenido conchabado de Peon”, “lo ha tenido de/ Peon conchabado” [fol.11r]; “Que quien los ynduxo y Conchavo” [E385, 1768, fol.2v]; “le conchavo El/ prímer Baqueano” [fol.5v], “peon conchavado” [fol.9v]; “Relazion de los Negros que se han Conchavado” [E402, 1768, fol.3r]; “delos peo/ nes qe seallauan conchauados” [E406, 1761, fol.1r] «conchabo. (De conchabar). 1. m. “Peon deConcha/ vo” (por 54 Estela González Torres Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX Am. Mer. Contrato de servicio doméstico» (DRAE 2001). Pero preferimos la definición del DEU: «conchabo. (Der. de conchabar). m. esp. Contrato de trabajo provisorio» chiquita cimarrón feriado fierro fregar media overo parado pronto/a conchabo) [E204, 1799, fol.33v]; En Dinero Existente/ que aproducido el conchavo de algunos/ Negros” [E402, 1768, fol.2r], “yloque mensual/ mente handexado del conchavo desde Mayo” [E402, 1768, fol.3r] Las acepciones que recogen el “lo ha hecho con Respe-/ to, y DRAE no se corresponden con el miedo desde chiquita” [E206, contexto hallado y el DEU no recoge 1789, fol.8v] la palabra. En América se prefiere chiquito/a al peninsular chiquitito/a con el sentido de 'pequeñito/a'. «cimarrón, na. (De cima). 3. adj. “perros cimar-/ rones” [E44, Am. Dicho de un animal: Salvaje, no 1789, fol.29r], “el ganado domesticado» (DRAE 2001) Cimarron” [fol.30r]; “el ganado/ cimarron”, “cobraria del ganado manso, y ahora no cobra del cimar-/ ron” [fol.34r] Aunque el DRAE (2001) no lo “dias feriados” [E24, 1730, especifica, la expresión feriado es fol.1r]; “dias feriados” [E207, más común en Hispanoamérica, 1789, fol.1r] prefiriéndose festivo en España. «fierro. (art. enmendado) 1. m. Am. fierro [E402, 1768, fol.5r, 3 hierro (ǁ‖ con que se marca el casos] ganado).» (DRAE 2001) «fregar. (Del lat. fricāre, frotar, “si no fueran mis/ Calzones; me restregar). 3. tr. coloq. Am. Fastidiar, huvieras fregado” [E204, 1799, molestar, jorobar. U. t. c. prnl.» fol.25v] (DRAE 2001) «media2. (De media [calza]). 2. f. Medias [E402, 1768, fol.3v, Am. calcetín» (DRAE 2001) fol.4r] «overo, ra. (Del b. lat. *fulvus “usa pellón obero te/ xido” (por varius, amarillento de varios colores; obero) [E385, 1768, fol.3r] cf. port. fouveiro). 1. adj. Dicho de un animal, especialmente de un caballo: De color parecido al del melocotón. U. t. c. s.» (DRAE 2001) «parado, da. (Del part. de parar). 3. “se apeó, man-/ teniendose adj. Am. Derecho o en pie» (DRAE parado un buen rato” [E206, 2001) 1789, fol.2r] El DPD (2005) explica que pronto “estoy pronto a justificar” [E54, (del latín promptus), con el 1748, fol.1v]; “Junto quanta significado de «dispuesto, aparejado Jente hallo mas/ prompta” para la ejecución de algo» (artículo [E385, 1768, fol.8r]; pronto enmendado del DRAE 2001) suele ir [E35, 1787, fol.1r]; “el azeyte, qe acompañado de un complemento a ya estaba pronto” [E204, 1799, través de la preposiciones a y para, fol.17r], “el/ aceite q.e ya estaba en menor medida. Este uso recuerda pronto” [fol.25r]; “la adm.on sobremanera a la fórmula italiana pronta de Jus-/ ticia” [fol.61r]. 55 Estela González Torres pulpería pulpero Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX essere pronto/ a + infinitivo: Sono pronto a tutto (‘Estoy listo para todo’). El DPD no especifica limitación geográfica alguna, simplemente señala que se emplea más frecuentemente como adverbio (‘en breve’, ‘temprano’). Sin embargo, sabemos que esta forma es más común en el español americano, particularmente en el rioplatense, probablemente debido a la influencia de la inmigración italiana desde finales del siglo XIX hasta pasada la mitad del XX. Este ejemplo concreto, fechado en 1870, bien podría corroborar esta información. «pulpería. (De pulpo). 1. f. Am. Tienda donde se venden artículos de uso cotidiano, principalmente comestibles» (DRAE 2001) Pulperia [E56, 1750, fol.0, fol.3r, fol.4r, fol.5r, fol.6r, fol.6v, fol.7r], “empulpería” [fol.1r], pulperia [fol.1r, fol.5v, fol.7r], enpulperia [fol.3r, 2 casos], [*pul]/ peria [fol.4v]; pulperia [E204, 1799, fol.2r, fol.30r, fol.38v, fol.78r, 2 casos], Pulperia [fol.5r, 2 casos; fol.6r, 4 casos; fol.8r, 2 casos; fol.16r, fol.18v, fol.19v, fol.20r, fol.22r; fol.22v, 3 casos; fol.25r; fol.25v, 3 casos; fol.27r, 2 casos; fol.27v, 2 casos; fol.28r, fol.30r, fol.33v; fol.47v, 3 casos; fol.54v, 2 casos; fol.57v], pulperìa [fol.11r, 2 casos], Pulperìa [fol.15r, 2 casos; fol.15v, 4 casos; fol.16r; fol.16v, 2 casos; fol.17r, 2 casos; fol.17v; fol.18r, 3 casos; fol.19r, 3 casos; fol.22r; fol.24v, 2 casos; fol.25r, fol.29r, fol.29v; fol.34r, 2 casos; fol.34v, fol.45v], Pulpe/ rìa [fol.17v], Pul-/ perìa [fol.17v, fol.35r], pulper/ ria [fol.39r], “casa Pulperia” [fol.49r], CasaP[*ul]/ peria [fol.49v], Pulpería [fol.58v; fol.59r, 2 casos], pulpería [fol.58v] «pulpero2, ra. 2. m. Am. Propietario Pulpero [E204, 1799, fol.25r, 2 o dependiente de una pulpería» casos; fol.27r, fol.50r, fol.58v; (DRAE 2001) fol.59r, 2 casos; fol.59v], Pulpe/ ro [fol.63r]; Pulpero [E522, 56 Estela González Torres Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX 1768, fol.2r] rumbear «rumbear . (De rumbo ). 1. intr. Am. ).“en rumbear ni amojonar Orientarse, tomar el rumbo. 2. intr. tierras” [E54, 1747, fol.1v], “yo Am. Encaminarse, dirigirse hacia un me segui del principal [*mo]/ jon lugar» (DRAE 2001) a les nordeste fondo como esta[??]/ Rumbeado por legitimo medidor” [fol.3v] sacar (por «sacar. (Quizá del gót. sakan, “y q.e el cuchil-/ lo [...] no/ sabe quitar) pleitear). 1. tr. Poner algo fuera del donde fuè à parar […] despues lugar donde estaba encerrado o de haverselo/ sacado al contenido. 2. tr. Quitar, apartar a Santiagueño” (sacar por quitar) alguien o algo del sitio o condición [E204, 1799, fol.23v]; “lo en que se halla. Sacar al niño de la amonestaba, q.e/ soltase el Lazo, escuela. Sacar de un apuro» (DRAE lo executó, y se sacó el lazo del// 2001) pie” (sacarse por quitarse) [E208, 1789, fol.7r// fol.7v] vereda «vereda. (Del b. lat. vereda, camino, vereda [E19, 1793, fol.1r, 1v], vía). 6. f. Am. Mer. Acera de una veredas [fol.1v] calle o plaza» (DRAE 2001) 1 1 Tabla 4: Americanismos recogidos en nuestro corpus del XVIII. Uruguayismos y argentinismos: A continuación incluimos una lista con los uruguayismos y argentinismos detectados en el corpus, además de los ya expuestos como indigenismos (chasque, chino/a, guasca, guascazo, mate y tala) y el lusismo maciega. TÉRMINO DEFINICIÓN OCURRENCIAS acollarado «acollarar. 5. tr. rur. Arg., Bol., Chile y Ur. Unir dos cosas o personas» (DRAE 2001); «acollarar(se). 3. tr. rur. Unir o aproximar mediante ataduras o collares dos animales o cosas que cumplen una misma función» (DEU 2011) «blandengue. 3. m. Ur. Soldado de caballería de la Guardia presidencial y de la Corte de justicia de la República Oriental del Uruguay» (DRAE 2001). «blandengue1. (Der. de blandear y este de blandir). m. pl. En el período colonial de la Banda Oriental: regimiento militar de criollos denominado Cuerpo de Blandengues de la Frontera de Montevideo, en el cual revistó José Artigas. // 2. m. Integrante del Cuerpo de Blandengues de la Frontera de Montevideo. // 6. m. pl. En el período colonial del Río de la Plata: primer cuerpo militar de criollos denominados “dos de los Ladrones que estaban acollarados” [E519, 1767, fol.5v] blandengue 57 Blandengue [E204, 1799, fol.6r; fol.7v, 2 casos; fol.11r, 2 casos; fol.49v, fol.59r, fol.60v, fol.76r], Blandengues [fol.11r], Blande [fol.12r]. Estela González Torres Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX Compañía de Blandengues, destinado a proteger las fronteras del territorio bonaerense. // 7. m. En el período colonial del Río de la Plata: integrante de la Compañía de Blandengues» (DEU 2011) calentón «calentón, -a. adj. / m. y f. esp. Referido calentones de la cabeza a una persona: irascible, propensa al [E204, 1799, fol.18r, enojo» (DEU 2011) fol.19v, fol.27r], calen-/ tones de la cabeza [fol.19v], “estaba calenton con/ la bebida” [fol.23v]. chifle «chifle. // 3. m. rur. p. us. Recipiente de “unos Chifles de vino” asta de vacuno, cerrado por el extremo [E207, 1789, fol.2v], Chi-/ más ancho y con tapa en la punta, que se fle [fol.9r]. utiliza como cantimplora para el aguardiente» (DEU 2011) chuza «chuza. (var. de chuzo). f. Lanza rústica» chucita (de chuza) [E204, (DEU 2011) 1799, fol.23v, fol.26r], Chu/ za [fol.26v], Chuza [fol.27v, 2 casos; fol.28r; fol.29v, 2 casos; fol.35v, 3 casos], chu/ za [fol.27v], chuza [fol.27v, fol.28v, fol.44r, fol.49v, fol.54v, fol.81v] cojinillo «cojinillo. 1. m. Arg., Bol. y Ur. Manta pequeña de lana o vellón, que se coloca sobre el lomillo del recado de montar» y «cojinillo. (Der. de cojín). m. Cuero ovino, sobado, que se coloca sobre el recado para dar blandura al asiento del jinete» (DEU 2011) «fundillo. (Var. de fondillo). m. En pantalones y ropa interior: parte trasera que cubre las nalgas. ¶ Uso: Se emplea más en plural» (DEU 2011) fundillos gaucho “y traxo sucojinillo, y lo ten/ dio sobre un banco” [E59, 1750, fol.1v] “los fundillos de los calzones” [E204, 1799, fol.17v, fol.25v, fol.30r] «gaucho, -a. (De etim. contr.) m. Mestizo “unhonbre Gaucho” [E209, rioplatense y del estado brasilero de Río 1790, fol.1r] Grande del Sur de hábitos nómades, que en los siglos XVIII y XIX trabajó a destajo en la explotación del ganado vacuno e integró las fuerzas vivas de emancipación de los imperios español y lusitano. // 3. m. urb. esp. Habitante del campo. // 4. m. y f. Persona diestra para cabalgar y realizar las faenas rurales» 58 Estela González Torres Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX (DEU 2011) minuanes Su singular, minuán/a, no figura en el “Indios Minuanes” [E53, DRAE (2001), pero sí en el DEU: 1751, fol.0, fol.1r]; “Indios «(Etim. en inv.) m. pl. Parcialidad Minua-/ nes” [E44, 1789, indígena nómade que ocupó parte del fol.33r] territorio uruguayo y el sur del actual estado brasileño de Rió Grande del Sur. // 2. m. y f. Persona que pertenecía a la parcialidad minuana. // 3. adj. / m. y f. Perteneciente o relativo a los minuanes. ♦♦ guenoa.» y «guenoa. (Etim. en inv.). m. p. us. minuán, -a.». No confundir con «minuano, na. 1. adj. Natural de Minas. U. t. c. s. 2. adj. Perteneciente o relativo a esta ciudad, capital del departamento de Lavalleja, en el Uruguay» (DRAE 2001) petiso «petiso, sa. (Del port. petito, caballo de poca alzada). 1. adj. Arg., Bol., Chile, Par., Perú y Ur. Dicho de una persona: Pequeña, baja, de poca altura. U. t. c. s. 2. m. Arg., Bol., Chile, Par. y Ur. Caballo de poca alzada» (DRAE 2001). «petiso, a. (Etim. en inv.) 2. m. y f. esp. Persona de baja estatura. Tb. petizo» y «petizo, a. (Var. de petiso). adj. petiso, -a» (DEU 2011). “Es Portugue[*s]/ denazion Petizo, Barrigon, Color blan/ co” (por petiso, del portugués petito, caballo de poca alzada) [E385, 1768, fol.3r] sonsera «sonsera.1. f. Arg., Bol. y Cuba. zoncera». No figura en el DEU (2011), pero sí «zoncera. (Der. de zonzo). f. esp. gilada (1). // 3. f. esp. pavada (1)»; al igual que en el DRAE «zoncera. (De zonzo). 1. f. Am. tontera (ǁ‖ tontería)» «recado. (De recadar, y este del lat. *recapitāre, recoger). 9. m. Arg., Bol. y Ur. Apero de montar» (DRAE 2001). «recado. m. apero. // 3. m. Silla de montar con armazón recubierta de suela, dos bastos, dos arzones y acionera» (DEU 2011) “yo con mi sonsera” [E205, 1788, fol.3r] recado 59 recado [E204, 1799, fol.4r, fol.10r], recad [*o] [fol.8v] Estela González Torres Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX toldería «toldería. 3. f. Conjunto de toldos de una “una/ tolderia de Yndios” población indígena // 4. f. En el Río de la [E522, 1768, fol.2r] Plata: población de indígenas que vivía en toldos» (DEU 2011) voltear «voltear. 5. tr. Arg., Bol., Chile y Ur. “lo bolteo à tierra” [fol.78r] derribar (ǁ‖ tirar contra la tierra)» (DRAE 2001) yerba «yerba. (Del lat. hĕrba). 1. f. hierba. 2. f. “En quantto al repuesto/ de Arg. y Ur. yerba mate (ǁ‖ hoja)»; «~ mate. vizcocho, y Yerva” [E588, 1. f. Arg. té de los jesuitas (ǁ‖ árbol). 2. f. 1774, fol.1r] Arg. Hoja de esta planta, seca y molida, con la que se prepara el mate» (DRAE 2001). «yerba. f. Producto de las hojas de yerba mate tostadas y molidas, que se emplea para tomar mate» (DEU 2011) Tabla 5: Uruguayismos y argentinismos presentes en nuestro corpus del XVIII. Creemos también haber localizado otro uruguayismo que no figura en el DEU (ni en el DRAE), por estar, seguramente, en desuso hoy. Se trata de la palabra zumaca, con el sentido de 'embarcación': “una Zumaca Portugue/ sa por los Contrarios vientos huvo de dar/ fondo en este puerto” [E528, 1769, fol.1r]; “ha entrado en es=/ te Puerto una Zumaca Portuguesa” [E529, 1769, fol.1r]. Nuestra teoría se basa en el siguiente hallazgo: “fondeó la lancha de la zumaca “Batalha” que juntamente con la zumaca “Cobra” fueron tomadas por insurgentes (...) andando la zumaca “Batalha”, bordejeando, vió venir hacia ella una embarcación (...) y se fueron a tierra dejando la zumaca sola (...) y viendo que no la alcanzaban fueron a bordo de la zumaca (...)» (Beraza, 1948: 164). Tabúes: “la agarró en brazos” [E216, 1773, fol.3r]; “se agarraron del Cabello” [E206, 1789, fol.1r, fol.2r], “la/ agarro de los Cabellos” [fol.4r], “y la agarró del pelo” [fol.5v], “la agarró” [fol.11r]; “le agarró de los Ca-/ bellos” [E207, 1789, fol.2r], “la agarró/ del pecho” [fol.3r],“y ella lo agarró del Cabello” [E207, 1789, fol.2v]; “la agarró del pecho” [E207, 1789, fol.9r]; “y agarran/ do el Vaso”, “agarrando el vaso” [E208, 1789, fol.3v], “lo agarró” [fol.7r]; agarrar [E204, 1799, fol.25v], agarrarla [fol.26r], agarro[*o] [fol.27v], agarró [fol.30r, fol.47v]. Incluimos aquí agarrar, ya que en América se evita emplear coger por estar considerada palabra tabú. Otros: Hemos hallado muchos ejemplos de lenguaraz, con el sentido de 'intérprete', en el documento E385 (Documento judicial por robo realizado por los Indios Christov 60 Estela González Torres Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX Jimenez, Paravaty y Barayure; 1768): “y haviendo sido Interrogados, por medio del/ Lenguaras”, “hizo comparezer ante si a un hombre te/ nido por Lenguaras” [fol.1r], “hizo parezer ante sí, aun In/ dío preso, y abista del Lenguaras Anto/ nio Villanueba”, “Yrrenobando el Juramento al/ Lenguaras” [fol.3v], “por no saver firmar/ hizo una Senal de Cruz prezentte Sulenguaras”, “hizo Comparezer ântesi un Yndio, y prezentto El Lenguaras ya Cittado” [fol.4v], “ypor no Sa/ ver firmar/ hizo una Señal de Cruz prezento Sulenguaras” [fol.5v]. Definido por el DRAE como «2. adj. desus. Que domina dos o más lenguas. Era u. t. c. s.», es un sinónimo general de intérprete (trujimán, lenguarán, lengua) en la época, incluso en el XVI. Asimismo, interesa aquí el uso antiguo del adjetivo superlativo caríssima (del latín carus y semejante a su equivalente italiano carissima) con el significado de queridísima: “Caríssíma es esposamía” [E87, 1787, fol.1r]. Al consultar el CORDE, no encontramos ejemplos de carissima, carisima, caríssima, carísima, carissimo, carisimo, caríssimo y carísimo durante el siglo XVIII en Argentina y Uruguay. Por último, hemos detectado un caso de constituir con el sentido de 'concurrir', acepción no recogida en el DRAE: “haviendome yo el actuario/ constiuido a las Rea.s Carc.s” [E204, 1799, fol.40r]. 7. FENÓMENOS DETECTADOS EN EL SIGLO XIX RASGOS FONOLÓGICOS 1. SESEO Nuestro corpus es claramente seseante, sobresaliendo continuamente confusiones de <s> por <c/z> y ultracorrecciones bajo la forma de equivocaciones de <c/z> por <s>. Este dato nos permite afirmar que, siguiendo la estela dieciochesca, el español uruguayo del siglo XIX era también seseante. A continuación incluimos varios ejemplos de seseo detectados en nuestro corpus documental: El corpus comprende una serie de documentos oficiales relacionados con María Clara Zabala de Vidal, redactados a principios de siglo, en los que se detectan algunos casos de seseo que resultan determinantes para considerar la amplitud de este fenómeno 61 Estela González Torres Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX entre todos los estratos de la sociedad uruguaya. Existen, pues, confusiones de <s> y <c/z> (escases [E179, 1808, fol.1r]; Benavidez [E173, 1812, fol.1r]) y ultracorrecciones por medio de confusiones de <c/z> por <s> (Eucebio, invacion, concecuencias, ocacionarles [E175, 1809, fol.1r]; concecuencia, ocacion [E176, 1809, fol.1r]; Comicionados [E173, 1812, fol.1r]; espocicion —donde también se da un debilitamiento del grupo culto /ks/ mediante la confusión de las grafías <x> y <s>— [E174, 1812, fol.1r]; Eucebio [E177, 1814, fol.1r]). El documento E203 (Informe a propósito del naufragio del Navío Salvador, 1812) es un texto oficial, plagado de tecnicismos marítimos —gavias, trinquete, juanete, etc.—, grafías etimológicas —del tipo obscurecer y derivados— y con escasos fenómenos aquí relevantes. Así, su autor, el piloto de la embarcación, se desvela como un hombre culto con cierta pericia en la escritura. Sin embargo, se localizan algunos casos de seseo que permiten confirmar que, efectivamente, se trata de una realidad ampliamente extendida entre toda la población uruguaya: confusiones de <s> por <c/z> (cerrason [fol.2v] en tan solo una ocasión, frente a dos ocurrencias de cerrazon [fol.2v]; abonansó [fol.2v] -que convive con bonancible [fol.2r]-; acahesimiento [fol.3r]; “cada ves mas”, cañonasos [fol.4r]; abonansar [fol.4v]) y ultracorrecciones por confusión de <c/z> por <s> (Refrezcó -seguido de refrescando una líneas después- [fol.2v]). En 1841, Rafael Quiñones le escribe tres cartas a Juan María Pérez, hoy aquí recogidas, llamándole señor, amigo y paisano y hablándole de usted. Estas epístolas son: el documento E62, en el que intercede por la liberación del hijo de un amigo; el E63, donde le comunica cuestiones relacionadas con el comercio rural y el E64, redactado con el fin de informarle sobre remisión de ganado. E63 y E64 son muy ricos en fenómenos reveladores de oralidad, presentando ambos rasgos seseantes bajo la forma de confusiones de <s> por <c/z> y viceversa, entendiendo estas últimas como ultracorrecciones: “hayudaron/ àser la tropa”, capatas [E63, 1841, fol.1r, 2 casos], capasion, durasno, aser (por hacer), desirle [fol.1r]; apresiado, sien^total^tos, “dos siento desinuebe”, sito, sinco, condusion, resibido, dose, onsa, m[*a]rcasion, desírle, gimenes, Florensio, encarnasion, honse, cudusiendo, tibursio [E64, 1841, fol.1r], peres [fol.1r, 2 casos]; hezo, amanzar [E63, 1841, fol.1r]. Cabe mencionar también cómo las dos ocurrencias del apellido peres conviven en el documento E64 con una de Perez [fol.1r]. 62 Estela González Torres Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX El documento E70, un anónimo injurioso al general Máximo Santos —XIII Presidente Constitucional de Uruguay de 1882 a 1886— fechado en 1870, es uno de los más reveladores del corpus. Está escrito por el amante de su mujer, un hablante claramente semiculto que, además de dirigirle todo tipo de insultos, le soborna. Es un texto ampliamente seseante, destacando confusiones de <s> por <c/z> (parese, asiendo, ase, asia [fol.1r], beses [fol.1r, 2 casos], sitas, desirte, pedaso, birgensita [fol.1v], contestasion, sientos, asìa [fol.2r]) y asimilaciones (tresientos [E70, 1870, fol.1v, 3 casos; fol.2r, 2 casos]). E215 (Informe y pedido de la Junta Económica Administrativa de Cerro Largo al Gobierno de Montevideo, 1872) es un documento altamente oficial en el que solo se detectan algunos fenómenos, en su mayoría seseantes: confusiones de <s> por <c/z> (sanjó [fol.1v], autorisar [fol.6r]) y ultracorrecciones de <c/z> por <s> (pretencion [fol.2r] —se entiende que por contagio de sustantivos acabados en –ción que le acompañan en el fragmento, tales como reparticion [fol.2r] o contribucion [fol.4r]—, Velazco [fol.6r]). En el documento E125 (Carta de Lucas Requena García a su primo Joaquín Requena, 1880), escrito por un hablante culto y en tono bastante formal y oficial, a pesar de tratarse de correspondida familiar, encontramos varios ejemplos de seseo en sus distintas formas: confusiones de <s> por <c/z> (remplasen [fol.1r], hasme [fol.1r]), ultracorrecciones bajo la forma de confusiones de <c/z> por <s> (quizo, hize [fol.1r], voz —por vos— [fol.1r, 2 casos], voz [fol.1v], voz [fol.2r, 2 cosas]). Aunque estos ejemplos son puntuales, ya que la mayoría de formas que contienen estas grafías están escritas correctamente (merecedor, oficina, Comision, tomaras [fol.1r]), nos sirven para respaldar fuertemente nuestra teoría sobre la amplia extensión del seseo en el Uruguay decimonónico. El pintor naturalista uruguayo Juan Manuel Blanes se cartea, desde Florencia, con su hermano Mauricio, quien residía en Montevideo, en dos ocasiones durante el año 1880 (documentos E129 y E130). Blanes era un académico culto y sofisticado, entre cuyas líneas solo detectamos un ejemplo de seseo: “tengo una toz incómoda” [E129, fol.1v], que nos descubre a un hablante seseante con una ortografía envidiable. Nuestro corpus es sumamente rico, destacando, también, un documento de carácter jurídico, más concretamente, un sumario (contra Manuel Joaquín Pereira: E210, 1883) donde detectamos muestras de seseo: confusiones de <s> por <c/z> (aparescan [fol.2r]; fa 63 Estela González Torres Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX / llesido [fol.3]; cabesa [fol.4r], isquierda [fol.4r, 2 casos]; aser silensio, serado encerrado —, yse —por hice —, condusi —por —por *conducí— [fol.12r]; restablesca [fol.16r]; Esperansa [fol.18r]; jusjamos –por juzgamos- [fol.19r]), ultracorrecciones bajo la forma de confusiones de <c/z> por <s> (Bacilio [fol.3r, 2 casos], que convive con Basilio [fol.1r]; dispocicion [fol.16r]; precente [fol.19r, 2 casos]). Llaman especialmente la atención los casos localizados en el folio 4r, debido a que se hallan dentro de una carta escrita por el médico que atendió a la víctima. Por su profesión, se le presume un nivel sociocultural alto. Sin embargo, su escrito está repleto de fenómenos sumamente interesantes. También el folio 12r está redactado por una persona con pocas habilidades para la escritura. Se trata del capitán de otro barco que presenció parte del incidente y lo describe con numerosos fenómenos aquí objeto de estudio. La carta de Isabelino Andai a Máximo Santos solicitando licencia (E286, 1885, fol.1r) presenta dos confusiones de <s> por <c/z>, dato que, teniendo en cuenta la brevedad del fragmento, resulta altamente significativo: solisitarme lisencia. Joaquín Requena escribe tres cartas a su hijo (E126, E127 y E128) en 1887 y estas se caracterizan por su estilo culto, ordenado, claro y puro. Apenas esconden rasgos que reflejen la oralidad, por lo que todos y cada uno de estos resultan esencial para nuestro estudio. De esta manera, el único caso de seseo hallado, consebi [E126, 1887, fol.1r], nos muestra, una vez más, que, a pesar de convivir con grafías distinguidoras, la amplitud de este fenómeno entre todos los estratos de la sociedad uruguaya del siglo XIX. Por último, también hemos registrado algunos ejemplos de seseo en posición interior o final de los grupos -sc- o -cc-: asendia [E78, 1821, fol.1r]; cudusion [E64, 1841, fol.1r]; tresientos [E70, 1870, fol.1v; fol.2r, 2 casos]. Esta confusión se podía manifestar oralmente en una aspiración de la -s implosiva o en una simplificación asimilatoria (asendía, tresientos, condusión), rasgo que estudiaremos más en detalle al principio del apartado dedicado a los distintos fenómenos consonánticos presentes en nuestro corpus documental. Como ya adelantábamos en la centuria anterior, en palabras de Elizaincín (2012), defendíamos, salvando las distancias entre ambas metrópolis, la existencia de cierta analogía entre el comportamiento y evolución del seseo bonaerense y montevideano. En su estudio de lingüística histórica basado en dos epístolas, Elizaincín y Groppi documentan «un inequívoco seseo generalizado» (1992: 279) y remiten de nuevo al país vecino, 64 Estela González Torres Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX señalando que, para Fontanella, ya «en el siglo XVIII el seseo está absolutamente generalizado y aun los peninsulares procedentes de regiones no confundidoras presentan algunas grafías sesantes, como consecuencia de su contacto con el habla rioplatense» (1987: 91). Rizos (2000) no estudia este fenómeno, mientras que Canale (2004) sí, sugiriendo también la continuidad del seseo durante el XIX: «vale destacar que el seseo se constata en piezas léxicas con diferentes funciones gramaticales y sintácticas y en diferentes contextos fónicos, por lo que la corroboración de la generalización del fenómeno no se da solamente por la continuidad histórica, sino además por la variedad de contextos y frecuencia de variedad» (2004: 24). Este autor registra 49 ocurrencias para el tipo de confusión gráfica <s> por <c/z> y 22 casos a la inversa, esto es, <c/z> por <s> en 20 de los 32 documentos que examina. Respecto a la convivencia de “grafías cultas” y “grafías seseantes”, Canale expone que «esta peculariedad podría justificarse no solo en el hecho de que el seseo es uno de los fenómenos más paradigmáticos de esta variedad de español, sino además porque es uno de los menos estigmatizados, y en consecuencia la “fuerza correctora” es menor que en otros fenómenos (...)» (2004: 38). 2. YEÍSMO Si bien el siglo XVIII uruguayo no presentaba ni una sola grafía yeísta, el XIX nos regala ejemplos como los que siguen: llo, lla [E113, c.1830, fol.1r]; llo, lla [E67, 1839, fol.1r]; anyebado [E62, 1841, fol.1r]; “no te podido àyar car/ reta” [E63, 1841, fol.1r]; llo [E120, 1841, fol.1r, 2 casos]; ollo [E66, 1846, fol.1v]; tull[*a] [E101, 1863, fol.1r]; llo, mallor [E74, 1865, fol.1r]; llo [E70, 1870, fol.1r, 3 casos]; “halla influido” [E125, 1880, fol.1r]. Algunas de estos casos conviven con formas no yeístas: por ejemplo, Félix Garzón, autor del documento E113, escribe otra carta a su hermano Eugenio, que también recoge nuestro corpus, donde redacta yo [E114, c. 1830, fol.1r]; por su parte, las tres ocurrencias de llo que se detectan en el texto E70 conviven con dos yo [fol.1r y fol.1v]. Por consiguiente, el yeísmo se trata de un fenómeno de imposición más lenta que el seseo en el territorio uruguayo. De esta manera, podemos declarar que el español decimonónico de la Banda Oriental no era distinguidor con respecto a los fonemas /λ/ y /y/ y si comparamos esta situación con la descrita por Fontanella para Buenos Aires, llegaremos a la misma conclusión de Coll y Malcuori: «(...) el siglo XVIII oriental corresponde a una prolongación 65 Estela González Torres Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX del XVII porteño. Recién en los documentos orientales del siglo XIX empiezan a percibirse claramente las confusiones en grafías como <cabayo> y <llo>» (1994: 47). En el XVIII Fontanella presenta ya testimonios yeístas hasta en los niveles socioculturales más altos; por consiguiente, a lo largo de la centuria posterior continúan las confusiones entre estos dos segmentos consonánticos, ahora «más frecuentes en los autores de más bajo nivel educacional, dado su menor dominio de las normas ortográficas» (1987: 98). Frente a lo expuesto por Coll y Malcuori (1994), Canale se atreve a afirmar que, durante el periodo con el que él trabaja —la segunda mitad del XIX—, el yeísmo no parecía estar aún generalizado, puesto que él solo detecta 7 ocurrencias, que se mueven en la misma dirección /y/>/λ/ en 5 documentos de su corpus (2004: 39). Nosotros hemos localizado algunos casos más: 16 en 10 documentos; aunque la cifra sigue siendo baja teniendo en cuenta que hemos manejado los 75 textos publicados en Bertolotti et al. (2012). Por otro lado, Fontanella apunta que «la representación fonética del fonema /y/ resultante de la fusión de /y/ y /λ/ era ya a fines del siglo XVIII —por lo menos para parte de la población bonaerense— [z], es decir, de tipo rehilada. En las primeras décadas del siglo XIX existen varios testimonios del carácter rehilado de la /y/ porteña (...)» (1987: 99). Por su parte, Elizaincín documenta la fusión fonológica de /λ/ e /y/ mediante ejemplos que también nosotros hemos localizado en nuestro corpus documental: «llo/yo (alternan en un mismo documento de la segunda mitad del siglo XIX), llo (yo, 1865), mallor (mayor, 1865), llo (1839), lla (ya, 1839), y realizaciones rehiladas del fonema resultante» (1995: 220). Añade, además, la siguiente información tomada de Un nuevo aporte sobre el rehilamiento bonaerense del siglo XIX que publica Fontanella en 1989: «(...) se censura con vehemencia el llamado “vicio” de pronunciar la grafía ll en forma rehilada; no se aduce, sin embargo, ningún comentario sobre la pronunciación también rehilada de y. Lógicamente, ya que está probada la simplificación fonológica /y/-/λ/ , existía un solo sonido (no necesariamente único) que realizaba a ambos» (1995: 221). En estudios más recientes, Rizos (2000) también señala la existencia de ocurrencias yeístas entre las cartas que analiza (ay gado por allegado y los ejemplos de mallor, llo y lla, ya comentados). Así, afirma que todo ello da muestra de que en 1825 ya se confundían el sonido lateral palatal y el central palatal (ambos sonoros) en algo así como el llamado yeísmo rioplatense (2000: 110). Canale concibe el periodo que estudia —la segunda mitad del siglo XIX— como una especie de transición entre dos periodos: el de distinción y el de neutralización de ambos fonemas, como lo es el actual. Como hipótesis provisional, 66 Estela González Torres Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX propone, entonces, que el yeísmo se haya conformado, para el Uruguay, en la segunda mitad del siglo XIX (2004: 28). No obstante, no podemos compartir esta última afirmación ya que tanto según los resultados arrojados en nuestro análisis documental, como los expuestos por Elizaincín (1995) y por Rizos (2000), existen ya ocurrencias yeístas durante la primera mitad del XIX. RASGOS FONÉTICOS 1. FENÓMENOS VOCÁLICOS Adición de vocal: Felicidade [E81, 1828, fol.1v, fol.1r, fol.2v]. Otros fenómenos fonéticos: pariedad (por paridad) [E75, 1821, fol.1v]; indiferiencia (por indiferencia) [E77, 1821, fol.1r]; preesenciado [E210, 1883, fol.19v]. Los casos concretos de pariedad e indiferiencia se entienden por la confusión de formas analógicas en hablantes semicultos. Así, pariedad nace del contagio de aquellas palabras que contienen el sufijo –iedad e indiferiencia, al igual que ocurriera con obidencia y dependiencia en el XVIII, de las acabadas en –iencia. A continuación incluimos un listado con palabras que han podido influir o posibilitar estos dos ejemplos: - Terminadas en -iedad: aleatoriedad, ansiedad, arbitrariedad, contrariedad, ebriedad, impiedad, impropiedad, impropriedad, involuntariedad, nimiedad, notoriedad, obligatoriedad, patriedad, perentoriedad, piedad, propiedad, propriedad, ranciedad, saciedad, seriedad, sobriedad, sociedad, suciedad, transitoriedad, turbiedad, vaciedad, variedad, voltariedad, voluntariedad, zafiedad. - Acabadas en -iencia: apariencia, audiencia, autosuficiencia, ciencia, coeficiencia, conciencia, consciencia, conveniencia, deficiencia, desconveniencia, desipiencia, desobediencia, disconveniencia, eficiencia, esciencia, experiencia, impaciencia, inconsciencia, inconveniencia, inexperiencia, inobediencia, insipiencia, insuficiencia, nesciencia, obediencia, omnisciencia, paciencia, premoriencia, presciencia, proveniencia, sapiencia, subconciencia, subconsciencia, suficiencia, superveniencia. Por su parte, preesenciado responde también a una analogía, pero con verbos con la vocal e duplicada en la primera sílaba, como preexistir o reenviar. 67 Estela González Torres Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX Tanto el corpus de Rizos (2000) como el de Canale (2004) presentan escasos problemas de vocalismo. En lo que a la adición vocálica respecta, en el primero no hay ningún caso —tampoco en el de Fontanella—, y en el último sobresalen dos ocurrencias únicamente (priesa, auciencia —por ausencia—) y un total de 9 casos de confusiones de vocalismo; lo que se puede deber a una característica sociolingüística de este fenómeno, que es atribuido a las clases más bajas, con menos participación escrituaria en el periodo estudiado por Canale (2004: 39). Elisión de vocal: a char (por a echar) [E64, 1841, fol.1r]; contrale (por encontrarle) [E70, 1870, fol.1v]; provera [E215, 1872, fol.3r]; remplasen [E125, 1880, fol.1r]; “vinyte cua / [*tro]” [E210, 1883, fol.4r], Contra-/ mestre [fol.12r]. Recuérdese aquí que hemos desechado aquellas grafías puramente ortográficas, esto es, que no reflejan rasgos de oralidad aquí relevantes, a diferencia de Canale (2004) que destaca dos: orintal —oriental— y serbiso —por servicio—. Fontanella (1987) y Rizos (2000) no presentan casos de elisión vocálica. Cambio de vocal - Vacilación del vocalismo átono: Tal y como señala Fontanella para el español porteño, a comienzos del siglo XIX siguen aún presentes, en el habla de autores cultos, las vacilaciones en las vocales átonas, aunque su frecuencia es visiblemente menor y declina notoriamente con el avance del siglo (1987: 96). En nuestro corpus, la apertura de /i/ en sílaba tónica aparece en: apar.sebimiento [E80, 1816, fol.3r]; prencipiaron [E63, 1841, fol.1r]; “emporta cincuenta y dos pesos y medio” [E595, 1857, fol.1r]; escrevirte, escaeviré [E102, 1863, fol.1r]; apercebimiento [E594, 1890, fol.48v] —aunque también lo escriben con i más adelante, en los fol.52r y 64r—. Fontanella (1987) solo señala un par de casos de apertura de /i/ (previlegio y deliga —por diligencia—) y Rizos (2000) otro dos (adquerirse y hesterico). Por su parte, Canale (2004) solo registra una pieza léxica recogida, también, en nuestro corpus de estudio: escrevirte. Nótese que, en el caso particular de escaeviré [E102, 1863], no consideramos la posibilidad de que se haya producido un cambio de consonante a vocal, sino un fallo del escribiente. Teniendo en cuenta este ejemplo, así como el que le antecede, escrevirte, resulta aquí pertinente abordar la vacilación de origen clásico (del latín scribere) que existió entre escrevir y escrivir, imponiéndose finalmente esta última variante. Como 68 Estela González Torres Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX podemos observar, en el siglo XIX uruguayo aún quedan vestigios de la variante que no terminó triunfando. Mientras tanto, el cierre de /i/ tiene lugar en: dicimos [E173, 1812, fol.1r]; sigun [E203, 1812, fol.2r]; prosidimientos, difinitibaMente [E120, 1841, fol.1r]; despidirme [E98, 1845, fol.1v]; iminensia (por eminencia) [E210, 1883, fol.4r]; [*as]pirava (por esperaba) [E210, 1883, fol.4r]. Ni Rizos (2000) ni Fontanella (1987) detectan casos de cerramiento en sus estudios, frente a Canale (2004) que señala algunos, como, por ejemplo, despidirme — también en nuestro corpus—. En lo que a la serie posterior respecta, detectamos varios casos de apertura: oeso (por hueso) [E210, 1883, fol.4r]; pregonte [E210, 1883, fol.12r, 2 casos]; foe [E210, 1883, fol.19r]. Y también uno de cierre: cudusiendo [E64, 1841, fol.1r]. Canale (2004) no registra ningún caso de cerramiento o apertura de las vocales /o/ y /u/ en su corpus. Hemos localizado otras tantas diptongaciones, una de ellas ya frecuente en el siglo anterior, que reflejan la ya comentada tendencia antihiática del español americano: biamos (por veamos) [E30, 1803, fol.1v]; traira (por traerá) [E125, 1880, fol.1v]; antiojo, Yuaquín, Yuaq.n [E210, 1883, fol.19r]; acuertelada [E295, 1883, fol.2v]. Canale (2004) encontró momentania, momentaniamente y traira, donde se ve afectado el «segmento /je/, es decir, en donde la forma culta presenta la grafía <e>, el corpus muestra ejemplos de <ie>, equivalente a /je/ en el plano fonológico, agregando /j/ como margen silábico prenuclear» (2004: 32 y 39). Además, en nuestro corpus figuran tres ocurrencias de apertura o cierre con fusión: Jeneiro [E30, 1803, fol.2r]; [*as]pirava (por esperaba) [E210, 1883, fol.4r]. Jeneiro puede ser portuguesismo, por lo que lo volveremos a mencionar en la sección léxica, y asperar es variante clásica y dialectal: aspértate. - Vacilación del vocalismo tónico: semos [E30, 1803, fol.1r]; trainta [E91, 1821, fol.1r]; cun (por con) [E595, 1857, fol.1r]. - Vacilación en las formas verbales del presente del indicativo: “Haré que / los muchachos tenten tu retrato en escultura” (por tienten) [E129, 1880, fol.1v]. Fusión vocálica: acredora [E177, 1814, fol.1r]; pose (por posee) [E80, 1816, fol.3r]; crer [E65, 1846, fol.1r]. 69 Estela González Torres Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX Fontanella también localiza, en el XIX, simplificaciones o elisiones de vocal cuando esta se encuentra contigua a una vocal igual: cree (2 casos) y lé —por lee— (1987: 97). 2. FENÓMENOS CONSONÁNTICOS Relajación de –s implosiva - Omisión de /-s/: difruto, “semos besino” [E30, 1803, fol.1r], “mis iJa”, “a mis iJas le dadaras” [fol.2r]; “tanto disgustos” [E67, 1839, fol.1r]; “son los mas proxímo” [E72, 1839, fol.1r]; “dos siento desinuebe” [E64, 1841, fol.1r]; “en esta misma le contesto/ à las dos” [E65, 1846, fol.1r]; “mi hijos” [E66, 1846, fol.1r], “mí hijos” [fol.1v]; “que le dejo cargado en su cuenta mismas” [E595, 1857, fol.1r]; diminución [E22, 1857, fol.1r]; “Recuerdo á mí comadre y de/ mas familia” [E596, 1860, fol.1r];“tenga mucha calma” (por tengas* por contagio de la forma negativa no tengas) [E102, 1863, fol.1r]; Fernande [E74, 1865, fol.1r]; a sido (por has sido) [E70, 1870, fol.2r], “dos dia”, “tresientos peso” [fol.2r]; “unos vesso” [E125, 1880, fol.2r]; “la ocho [E210, 1883, fol.9r], “a estos le ha oído decir” [fol.10r], “se ha oido uno Crito”, “vie= / ndo qe segia los Grito”, la Camaras [fol.12r], antiojo [fol.19r]; “en que / [??] casos favorable”, “Mi pobres religiosas” [E126, 1887, fol.1r]. Fernande [E74, Carta de Ciriaca Fernández de Gallardo a Jacinto Vera, 1865] ha perdido claramente la grafía <z>; no obstante, debido a la condición de seseantes de los uruguayos, merece tenerse en cuenta al desvelar una pronunciación con <s>. Rizos (2000) también estudió la pérdida de la -s en posición final e interior con un total de 6 ocurrencias y Canale (2004) localizó 2 ejemplos de elisión del fonema /s/ en final de palabra y 2 en posición implosiva. Este último, escribe una nota comparativa con el XVIII, en el que se encontraron 4 y 6 casos, respectivamente, por lo que se podría pensar que no es uno de los fenómenos más dispuestos a traslucirse en la escritura (2004: 40). Nuestro corpus decimonónico es, sin duda, más rico, puesto que cuenta con 24 ejemplos de omisión de /-s/; y en el dieciochesco registramos 36. De manera que, si bien se reducen en 12 las ocurrencias, se aprecia esa misma tendencia a la baja que apunta Canale. - Ultracorrecciones: baustimo [E30, 1803, fol.1v]; “mes es” (por me es) [E120, 1841, fol.1r]; Garcias [E596, 1860, fol.1r]. 70 Estela González Torres Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX La segunda, “mes es”, convive con la forma culta me es en las dos líneas que le anteceden [fol.1r]. Confusiones de líquidas (/l/ y /r/) - -l en lugar de -r: albitrío [E63, 1841, fol.1r]. - Pérdida de -r o -l: “amasen de brea estopa” (por almacén), bernadino [E30, 1803, fol.1v]; contrale (por encontrarle) [E70, 1870, fol.1v]; resueta [E123, 1865, fol.1v]; sebi_ / dor [E286, 1885, fol.1r]. - Metátesis: Aunque, al igual que Fontanella, hemos contemplado este fenómeno para el siglo XVIII, no lo hemos podido desarrollado aquí, prefiriendo comentarlo en el apartado dedicado a las habilidades del escribiente (§ Anejo 6). Esto se explica ya que, considerando los casos hallados, podemos concluir que, aunque el autor podía cometer metátesis al escribir, sin duda alguna, no hablaba así. Así, este fenómeno no sería relevante a la hora de detectar rasgos del habla uruguaya durantes el siglo XIX; pero sí para determinar la naturaleza de los documentos y, sobre todo, el nivel sociocultural de los autores conforme a su pericia: muJre [E30, 1803, fol.1v]; emencuentor (por encuentro) [E70, 1870, fol.1r] y sentrir [E213, 1882, fol.3r], entre otros. En lo que a la confusión de líquidas se refiere, Fontanella (1987) estudia algunos casos de metátesis (Quatrel por cuartel), Rizos (2000) tiene pocos ejemplos de elisión (conpar por comprar) y Canale (2004) no encuentra ocurrencias de elisión, pero sí de metátesis (pirmero —por primero; que también recoge nuestro corpus en el documento E70— y cursado —por cruzado—). No obstante, como ya hemos comentado consideramos que los ejemplos que estos autores presentan no arrojan luz sobre la oralidad del español escrito, sino sobre la ortografía y la impericia del redactor. - Asimilaciones: merelgildo [E63, 1841, fol.1r], que muestra doble asimilación con epéntesis de l-. - Disimilaciones: tentaicuatro [E64, 1841, fol.1r]; en=/ contarla [E70, 1870, fol.1v]. El primero es una disimilación tr-tro> t-tro y el segundo, una simplificación entre un verbo en infinitivo seguido de un pronombre enclítico l-, trar>tar, ambos con con su consiguiente pérdida de -r-. 71 Estela González Torres Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX Conviene aquí incluir la reflexión que hace Fontanella en torno a la progresiva desaparición de alteraciones de líquidas en el español bonaerense, que bien podría aplicarse al uruguayo: «en las primeras décadas del siglo XIX (...) aún persisten —aunque en menor número—, mientras que a menudo que avanza la centuria se hacen excepcionales en el habla culta» (1987: 100). Pérdida de -d-, -d, d- Pérdida de -d-: rruea [E30, 1803, fol.1v]. - Pérdida de -d: salu [E30, 1803, fol.1r, 3 casos], nobeda [fol.1r], comodida [fol.1v]; salu [E117, 1829, fol.1v]; salu [E67, 1839, fol.1r]; uste [E64, 1841, fol.1r, 2 casos]; uste, orfanda, Cantida, Nesesida [E74, 1865, fol.1r]; salu [E70, 1870, fol.1v], us[??] {TACH} te [fol.2r]. - Pérdida de d-: esnudamente [E30, 1803, fol.1r]; onde [E210, 1883, fol.12r, 2 casos]. - Confusión con otros fonemas: Cuanto (por Cuando) [E213, 1882, fol.1v]). Fontanella también localiza casos de caída de -d (enfermedá, volunta), aunque con menos frecuencia que en el siglo XVIII y tanto Rizos como Canale trabajan, al igual que nosotros, con ocurrencias de salu, y el último también de uste. Como ya expusiera Fontanella para la confusión de líquidas, la frecuencia de la pérdida de /d/ y /b/ disminuye en el habla culta porteña a medida que avanza la centuria. Ya adelantaba esto Elizaincín (1992) cuando exponía su teoría de la dicotomía urbano-rural en la Banda Oriental. Lenición o pérdida de otras sonoras intervocálicas: auja [E203, 1812, fol.2v, 2 casos]. Recuérdese que en el siglo XVIII ya registrábamos un ejemplo de ahuja [E54, 1747, fol.2r]. Grupos consonánticos de los cultismos - Confusión de las grafías <x> y <s>: espresado, espresada [E175, 1809, fol.1v]; espresado [E176, 1809, fol.1r], esponer [fol.1v]; espocicion [E174, 1812, fol.1r]; espresados [E177, 1814, fol.1r]; pretestando [E80, 1816, fol.3r]; esisten, espresa [E73, 1839, fol.1r]; esplorada [E23, 1853, fol.1r]; esprecion [E83, 1865, fol.1r]; espediente [E85, 1865, fol.1r, fol.1v], espresaría [fol.1v]; espresada, esplicaciones, 72 Estela González Torres Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX espedidas [E215, 1872, fol.4r], espedidos, ausiliar [fol.4v, 2 casos], espu[*esto] [fol.6r]; esplique [E125, 1880, fol.1r]; esperimentado [E129, 1880, fol.1r]; estrañe [E212, 1882, fol.1v]; estraordina[*rias] [E330, 1882, fol.1r]; Masimiano [E210, 1883, fol.12r, 2 casos; fol.14r]; especta_ / tiva [E295, 1883, fol.1r], pretesto [fol.2r]; exclusivamente [E302, 1884, fol.1v]; Escmo, Escelencia [E286, 1885, fol.1r]; Estrañará [E288, 1885, fol.1r]; espida [E594, 1890, fol.5v], esponente [fol.8v, 3 casos; fol.9r, 3 casos; fol.9v, fol.10r; fol.28v, 2 casos; fol.29r, fol.29v; fol.31r, 2 casos; fol.33r; fol.50r, 2 casos], espone [fol.9r, fol.51r], espedirse [fol.13r], sesta esterior [fol.13v, fol.26r], esterior [fol.13v], estension, espedí [fol.14r], espedido [fol.15r], espongo [fol.18r], espuesto [fol.21v, fol.23r, fol.56v], estien-/ da [fol.21v], escarcelacion [fol.22v], escarcelese, estendi- / da [fol.23r], espresado [fol.23v, fol.64r], escusas [fol.24r], esplica [fol.28r, fol.32v], esplican [fol.30v, fol.36v, fol.49v], esplicando [fol.59v], “el Señor Ministro de Relaciones/ Esteriores de la República Argenti / na” [fol.61r], “Ministerio de Relaciones/ Esteriores” [fol.69v]. Esta confusión de grafías es claro indicio de la relajación de /ks/. Además, cabe mencionar aquí cómo esponente y espone [E594, 1890] conviven en el texto con expuesto [fol.11r]. - Otras consonantes agrupadas. Reducción de fonemas (<ct>, <sc>/<cc>, <tm>, <bj>, <bv>, <mn>, <ns>, <bs>, etc): otubre [E30, 1803, fol.1v]; subenir [E80, 1816, fol.3r]; Otubre [E62, 1841, fol.1r; E63, 1841, fol.1r]; cudusion [E64, 1841, fol.1r]; admosfera [E22, 1857, fol.1r]; irmenso [E102, 1863, fol.1r]; ogeto, Aflisión, Aflisi[*on] [E74, 1865, fol.1r]; protetor [E83, 1865, fol.1r]; comocion [E210, 1883, fol.4r], istante [fol.12r], efeto [fol.16v], exepto [fol.21r]; Exelentisimo [E325, 1885, fol.1r, 2 casos; fol.1v]. - Ultracorreciones: “todo mi respecto” [E174, 1812, fol.1r]; expecial [E80, 1816, fol.1v]; acsequible [E77, 1821, fol.1r]; respecto (por respeto) [E83, 1865, fol.1r; E302, 1884, fol.1v; E325, 1885, fol.1r]. - Neutralización de -k/-g en posición implosiva: fracmentos [E215, 1872, fol.4v]. En el siglo XVIII porteño siguen siendo habituales las confusiones en las grafías de los cultismos, mientras que en el XIX se nota una mayor seguridad en las grafías —que, al igual que las confusiones de líquidas y de /b/ y /d/, progresa a medida que avanza la 73 Estela González Torres Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX centuria—, consecuencia sin duda de la presión normalizadora (1987: 103). No parece este el caso exacto del territorio uruguayo, ya que el siglo XIX sigue registrando muchísimas ocurrencias en los grupos consonánticos cultos. «Pese a que la simplificación de los grupos cultos se mantuvo en el habla rural durante el siglo XIX, tal como lo atestigua la literatura guachesca (...) y aún persiste tanto en el habla subestándar rural como en la urbana, en el habla estándar bonaerense se pronuncian actualmente con regularidad y con mayor tensión que en muchas otras variedades, incluida la castellana, poniendo de manifiesto (...) un decidido proceso de estandarización» (1987: 65). Rizos (2000) no estudia ni la simplificación ni la sobrecorreción de grupo consonántico culto. Mientras que Canale (2004) encuentra casos de relajación de /ks/ a /s/, uno de /kt/ a /t/ (protetor) y uno de sonorización (admosfera), así como un ejemplo de ultracorrección (obctenido); todos ellos, a excepción del último, reflejados en nuestro corpus junto a otros muchos. Apócope de sílaba átona: Pa (i.e. para) [E595, 1857, fol.1r]; contrale (por encontrarle) [E70, 1870, fol.1v]; Sandu (por Paysandú) [E210, 1883, fol.19r, fol.21r]. El caso de Pa atiende a un claro desgaste fonético de la preposición para. Asimilaciones: precendente [E594, 1890, fol.63r]. Fusión consonántica: tamie [E64, 1841, fol.1r, 2 casos]. Aquí se ha producido la siguiente asimilación: -mb->-mm->-m-. Otro ejemplo de esta fusión consonántica sería la voz patrimonial palomba, hoy paloma. En casos como el de ambos (antes amos), no triunfó la forma asimilada y terminó imponiéndose la patrimonial. F- inicial latina - Mantenimiento de la aspiración procedente de F- inicial latina: juyendo [E62, 1841, fol.1r]. - Realización de F- inicial latina: fierro [E98, 1845, fol.1r; E210, 1883, fol. 9r, fol.10v; E215, 1872, fol.5r]; fariña [E598, 1856, fol.1r, 2 casos]. 74 Estela González Torres Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX Ningún otro autor estudia este fenómeno durante el siglo XIX uruguayo. Tampoco Fontanella lo hace para el habla porteña, más allá de comentar, en el apartado perteneciente al XVIII, que la realización de la /f/ perduró en español moderno en algunas palabras, ya sea por tratarse de cultismos o por hallarse en determinadas posiciones (1987: 66), como fierro. Y el cambio /f/>/h/ ante vocal posterior (como juyendo aquí), que aún perdura en el habla rural del Río de la Plata, está muy difundido en grandes zonas del mundo hispánico y en el habla regional aparece reiteradamente reflejada en literatura gauchesca (1987: 66). Por último, tal y como hiciéramos en la centuria posterior, en esta tampoco hemos contemplado las ocurrencias de foja y fecho, por ser lenguaje notarial. Amalgamas - Amalgamas fonéticas: “mis dos amadas sijas” [E30, 1803, fol.1r], “los soJos”, “muchos saños” [fol.1v]. - Amalgamas morfosintácticas: iba hacer, y ba, acomodar [E109, 1830, fol.1r]; hivas hacer [E114, c.1830, fol.1r]; “hayudaron àser”, “no te podido àyar” [E63, 1841, fol.1r]; a serlo (por a hacerlo) [E123, 1865, fol.1v]. Nótese que las dos ocurrencias del documento E109 (Carta de Féliz Garzón a su hermano Eugenio Garzón) conviven en el fragmento con ba a esperar [fol.1r]. RASGOS MORFOLÓGICOS 1. MORFOLOGÍA NOMINAL Sufijación apreciativa - Diminutivos (-ejo/a, -ete/a, -ico/a, -illo/a, -ín/ina, -ino/ina, -ito/a, -uco/a, -uelo/a, etc.): bernadino [E30, 1803, fol.1v]; lanchita [E203, 1812, fol.4r, 2 casos; fol.4v]; mulatillas [E75, 1821, fol.1v]; andresito [E117, 1829, fol.1r], Luisito [fol.1v]; paulinita [E67, 1839, fol.1r]; tropita [E63, 1841, fol.1r]; Abuelito [E98, 1845, fol.1r, 2 casos], postemilla, esfuercito [fol.1r]; hijita, socorrito [E65, 1846, fol.1r], Antuquita [E65, 1846, fol.1v, 3 casos], “Humitas de choclo”, chiquita, Patitos, chiquitos [fol.1v]; Pobrecíta [E66, 1846, fol.1r], higita, Antuquita, hijita, vicentito, mamita, Paulinita [fol.1v]; esquelita, cositas [E598, 1856, fol.1r]; hermanitos [E99, 1857, fol.1r]; temporadita, cositas [E20, 1858, fol.1r]; Agapita [E101, 1863, fol.1r]; birgensita, birgito, barigonsita [E70, 1870, fol.1v]; Angelita [E125, 1880]; 75 Estela González Torres Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX apurillos, Agapito [E129, 1880, fol.1r], Victorianito, Carpito [fol.1v]; yesitos, cajoncito [E130, 1880, fol.1r]; “el/ Vaporcito Rio Negro” [E295, 1883, fol.2v]; “tengo/ uno de los chiquilines enfermo” [E301, 1884, fol.1v]; jobencito [E325, 1885, fol.1r]; hijitos [E69, 1887, fol.1v]; Carlitos [E126, 1887, fol.1r, fol.2r; E128, 1887, fol.1r], Juanita [fol.2r]; galletitas [E594, 1980, fol.9v, fol.44r, fol.46r]. Los documentos E129 y E130 están redactados por el mismo autor, el célebre pintor uruguayo Juan Manuel Blanes (1830-1901). Remárquese también el valor pragmático de la forma apurillos. De todos los sufijos diminutivos localizados, tres son forma lexicalizada (postemilla, humitas de choclo, chiquilines), que no tendremos en consideración en la tabla de frecuencia de los diminutivos detectados, siguiendo un orden cronológico, en el corpus del siglo XIX que incluimos a continuación: DIMINUTIVO N -ino/a 1 -ito/a 50 -illa/o 2 Tabla 6: Frecuencia de los diminutivos detectados en el XIX. Por lo tanto, apreciamos claramente cómo el sufijo -ito/a se impone, con diferencia, sobre el resto que tienden, en su inmensa mayoría, a quedar reducidos a su empleo en formas lexicalizadas. Esto mismo señalan Fontanella (1987) para la ciudad de Buenos Aires y Ramírez Luengo (2006) para el territorio uruguayo, quien en su estudio sociológico apunta que -ito resulta prácticamente exclusivo en los grupos sociales populares (con 97,46%) y que comparte su espacio en los estratos elevados (64,28%) con otros de aparición más escasa, como -illo (28,57%) y -uelo (2006: 43 y 44), inexistente el último en nuestro corpus. «Será, por tanto, en un momento posterior a esta primera mitad del siglo XIX cuando esta tendencia popular termine por imponerse en todos los estratos sociales y se alcance la situación que ofrece actualmente el Uruguay» (2004: 45). De esta manera, ciertamente existen diferencias sociolingüísticas, en función del nivel socioeducacional, en cuanto al empleo del diminutivo en el español uruguayo decimonónico. Bertolotti y Coll (2006) estudian el siglo XVIII en conjunto con las primeras décadas del XIX llegando a las mismas conclusiones reveladas por nuestro corpus. Las autoras encuentran un 69% de formas sufijadas acabadas en -ito/a frente a un 31% restante 76 Estela González Torres Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX del diminitivo -illo/a. Además, adelantan que, a finales del XX, la predominancia será mucho más marcada: 92% contra un 8% (2006: 35). Para concluir, a diferencia del siglo XVIII, no se han encontrado sufijos apreciativos (-azo/a, -ón/ona, -ote/a, etc.) ni despectivos (-aco/a, -acho/a, -ajo/a, -ango/a, -engue, ingo/a, -orro/a, -ucho/a, -uzo/a) en nuestro corpus documental. Derivación: capasion (por capadura) [E63, 1841, fol.1r]; Inventariantes [E215, 1872, fol.5r]; crapulismo [E129, 1880, fol.1r]; comportacion [E125, 1880, fol.1r]. Recuérdese aquí que solo incluimos aquellos derivados diferentes de los del español de España. En lo que a comportacion respecta, entendemos que su formación se explica por analogía con otros sustantivos con sufijo -ción presentes en el mismo documento y no muy separados en el espacio: Contribucion, destitucion [fol.1r], repartición [fol.1v]. 2. MORFOLOGÍA VERBAL Ultracorrecciones verbales: encontrastes [E70, 1870, fol.1v]; fuistes [E69, 1887, fol.1r] . En la primera ocurrencia registrada (E70, Anónimo injurioso a Máximo Santos, 1870), el autor, de origen incierto, tutea al destinario, el general Máximo Santos; con lo cual, esta ultracorrección sería un vulgarismo analógico general de tú al extenderse la –s propia de la segunda persona (tú tienes, comes, cantabas, vivirás, etc.) al único tiempo que etimológicamente no tenía –s en latín: amavisti > amaste. “[…]. y si no pregunta=/ le, al dependiente de mata/ aunque tu te, abras, den/ desengañado pedaso de/ cornudo cuando cerias de en=/ contarla birgensita y de/ contrale el birgito pero en=/ cambio la encontrastes barigonsita/ y a sido tan carnero que […]” (Bertolotti et al. 2012: 49) Por su parte, la segunda ultracorrección verbal, fuistes, se encuentra en un documento (E69, Carta de María B. de Santos a su hijo Máximo, 1887) en el que conviven varios paradigmas y formas personales: segunda persona del singular de los paradigmas tuteante (ti; tu, 2 casos) y voseante (vos), así como tercera del plural (no se olviden); detectamos, también, un elemento verbal de segunda persona que bien puede pertenecer a ambos paradigmas (no dejes). Así, al existir una forma voseante pronominal en el fragmento, la ultracorrección verbal hallada podría ser etimológica. No obstante, al existir 77 Estela González Torres Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX más elementos pronominales pertenecientes al paradigma tuteante, podría concluirse que se trata, más bien, de un vulgarismo analógico. “[…] yo hijo no se como no me he e^n^loque/ cido con tanto disgustos como he/ pasado desde el día en que/ te fuistes la perdida de tu po/ bre hermano Filomeno me ha […] Maximo tu sabes que yo no tengo/ mas amparo que vos que soy una/ pobre viuda y faltandome tu/ que va hacer de mí sola sin […] (Bertolotti et al. 2012: 46) Elizaincín y Groppi (1992) también detectan varias casos de emergencia de la -s en la segunda persona del pretérito simple en las cartas de Fructuoso Rivera, el primer presidente constitucional de Uruguay: pasastes, llegates, mandastes, tu hablastes. Así, «se puede comprobar la existencia de una variación estabilizada que está caracterizando la lengua hablada popular desde, por lo menos, los comienzos del siglo 19» (1992: 280). Vulgarismos morfológicos: “los aigan” [E70, 1870, fol.1r]; “cualquier cosa que haiga” [E294, 1882, fol.1r]; “se aiga caido” [E210, 1883, fol.19r]. RASGOS MORFOSINTÁCTICOS Formas de tratamiento (Voseo/tuteo/ustedeo) Bertolotti y Coll establecen que el sistema pronominal de tratamiento del español uruguayo decimonónico incorpora el voseo, perfilándose hacia lo que es en la actualidad, a excepción de la permanencia de vosotros (2001: 215): Cercanía Distancia Singular Tú/vos Vuestra Merced/usted Plural Vosotros Vuestras Mercedes/ustedes Tabla 7: Sistema pronominal de trato del español oriental (principios del SXIX). Sobresale, pues, la (re)aparición de vos con su valor moderno de cercanía e informalidad, que convive únicamente con tú en el español oriental, no registrándose siquiera en el habla de la vecina Buenos Aires. Como ya apuntaba Fontanella (1987) el uso del voseo verbal es un cambio de los llamados “de abajo hacia arriba”, o sea, de que los que emergen en los sectores populares hasta alcanzar a las clases altas. Destaca, también, el crecimiento de usted, en situaciones de simetría o mayor cercanía. Vuestra(s) Merced(es) continúan su evolución hacia Usted(es) y, «en las primeras décadas de siglo, vosotros conserva su vitalidad que irá perdiendo en la medida que se expandan los usos de ustedes» 78 Estela González Torres Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX (Bertolotti y Coll 2001: 215). El uso de vosotros, que coexistía con el de ustedes, ha de ser interpretado como de cercanía o, al menos, no lejanía. «Quizás se lo considerara, en la medida que estaba siendo desplazado por usted, una forma más culta o por “arcaizante” o peninsular, más prestigiosa (2001: 218). «Si bien no es posible establecer exactamente cuándo se dieron los cambios pronominales, sí sabemos, sin embargo, que ese tránsito coincidió, al menos parcialmente, con la ruptura del orden colonial» (2001: 212), esto es, durante el primer cuarto de siglo. Son varios los documentos de nuestro corpus que ponen de manifiesto esta mezcla de paradigmas propia del territorio uruguayo. Como ya hemos comentado en el apartado dedicado al seseo, el documento E70 es uno de los más ricos del corpus. En él, el autor anónimo emplea, principalmente, la segunda persona del singular para dirigirse al presidente. Además, mezcla los paradigmas tuteante y voseante: “la que a sido mienbra es hoi tu/ muger desde ya te digo que sos un cornudo que no solo has/ cargado con la enbra, sino sino/ con la cria tanbien como te as/ puesto a senbrar porotos cuando/ yo los abia, senbrado primero/ que, vos parese inposible que/ carneros como vos los aigan/ […] mientras sigas asiendo vida=/ con ella, que seras toda la vida=/ un cornudo y los cargaras/ cuantas beses llo quiera y tengo/ derecho en cuanto llo e sido/ pirmero que vos, cornudo/ si quieres saber quien soi llo/ preguntale à tu puta de tu mugr/ […] [fol.1r] (Bertolotti et al. 2012: 48) […] estoi pronto a provarte perso=/ nalmente aunque, tu te aras el/ sonso por que no puedes to=/ mar la defensiba por una/ muger que a sido enbra mi=/ a, como te lo pruebo cuantas=/ beses tu quieras. y si no pregunta=/ le, al dependiente de mata/ aunque tu te, abras, den/ desengañado pedaso de/ cornudo cuando cerias de en=/contarla birgensita y de/ contrale el birgito pero en=/ canbio la encontrastes barigonsita/ y a sido tan carnero que/ abiendola encontrado en el/ estado que yo la dege/ preñada de 4 meses, el muchacho/ mandamelo al otel orintal que/ pienso llevarlo por Buenos Ayeres y/ dile que me mande los tresientos pesos/ que le di para que me los àguardara/ […] tu ibas a bisitarla y le eche un polvo/ a tu salu, [fol.1v] (2012: 49) […] que le diga de vos […] me cuestan tu puta de muger/ toda la union saben bien/ tu muger lo que asìa conmigo/ te repito que le digas que me mand[*e]/ los tresientos peso que son miyo/s sino van a ser 300 cuernos que vas a cargar mas [fol.2r]” (2012: 49-50) Apréciese cómo el autor anónimo vosea en los folios 1r y 2r, pero usa el paradigma tuteante en el folio 1v. El documento E69 (Carta de María B. Santos a su hijo contándole sus penas, 1887) es otro caso claro de la mezcla de paradigmas del español de la Banda Oriental. La autora 79 Estela González Torres Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX se dirige a su hijo, como presumible, en segunda persona del singular, pero combinando los paradigmas tuteantes y voseantes: “Con el alma/ traspasada de dolor te dirijo esta/ ya que no tengo la suerte de po=/ derte ir ^á^ver […] desde el día en que/ te fuistes la perdida de tu po/ bre hermano Filomeno me ha concluido y ahora que te espe=/ raba con tanto anhelo verme/ separada otra vez de tí sín/ tener el consuelo de verte de/ darte un abrazo sabe ^Dios^por cuan/ to tiempo.// Maximo tu sabes que yo no tengo/ mas amparo que vos que soy una/ pobre viuda y faltandome tu/ que va hacer de mí sola sin/ [fol.1r] asi es que espero hijo querido que/ desde ahí dispongas como quedo/ yo […]// Sin mas recibe la bendicion de/ tu madre que desea verte pron/ to” [fol.1v] (Bertolotti et al. 2012: 46) Tal y como adelantábamos en el apartado dieciochesco, Bertolotti y Coll (2001) hacen referencia a la dificultad a la hora de distinguir entre los paradigmas tuteante y voseante, propios de la cercanía habitual de la correspondencia familiar; dado que, por un lado, la lengua española tiende a elidir el sujeto pronominal y, por otro, las formas tú y vos solo se distinguen en unas pocas conjugaciones verbales. Además, teniendo en cuenta las características del manejo de la ortografía en la época, el uso de tildes no puede considerarse una guía fiable para la interpretación. • Voseo y tuteo a. Elementos nominales: “a V. y a las madamas” [E98, 1845, fol.1r]. Sumamente llamativo, el DRAE (2001) define este término como: «madama. (Del fr. madame). 4. f. p. us. U. como fórmula de cortesía o título de honor, equivalente a señora. U. t. en sent. irón». b. Elementos pronominales: - Voseo pronominal: vos [E114, 1830, fol.1r]; bos [E120, 1841, fol.1r, 2 casos; fol.1v]; vos [E65, 1846, fol.1v]; bos [E66, 1846, fol.1v]; vos [E70, 1870, fol.1r, 3 casos; fol.2r]; voz, voz [E125, 1880, fol.1r], voz [fol.2r, 3 casos]; vos [E69, 1887, fol.1r]. Las cartas E65 y E66 están redactadas por la misma persona, Eugenio Garzón, y dirigidas a la hermana de este en 1846. Le habla en segunda persona del singular, siendo posible localizar un caso del pronombre personal vos en cada escrito. No señalamos aquí todas los formas verbales de segunda personal encontradas debido a las características del 80 Estela González Torres Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX sistema de tratamiento uruguayo, ya que, como adelantábamos más arriba, el paradigma tuteante también las contiene. - Tuteo pronominal: ti [E99, 1857, fol.1r]; “y tu recibe” [E102, 1863, fol.1r]; “tu te aras”, “tu quieras”, “tu te, abras, den/ desengañado”, “tu ibas a bisitarla” [E70, 1870, fol.1v]; contigo [E125, 1880, fol.1r], “y tu recibe el cariño” [fol.2r]; ti [E129, 1880, fol.1r], tú [fol.1v, 2 casos]; “a ti” [E301, 1884, fol.1r], “por ti”, “para que tu le ordenes” [fol.1v]; tí, “tu sabes”, tu (por tú) [E69, 1887, fol.1r]. Conviene aquí recordar que solo destacamos las ocurrencias de los pronombres personales tú, ti, contigo al ser los únicos que permiten detectar, unívocamente, el paradigma tuteante. c. Elementos verbales: - Voseo verbal: “como si bos misma me lo/ dieras” [E66, 1846, fol.1v]; sos [E70, 1870, fol.1r]; “creo voz no me tomaras à mal” [E125, 1880, fol.1r], “pero voz comprendes” [fol.2r]. - Tuteo verbal: “el trato q.e as hecho tu” [E113, 1830, fol.1r]; tienes, recive, diriges [E66, 1846, fol.1r]; Recibe [E99, 1857, fol.1r, 2 casos]; tien[*es] [E101, 1863, fol.1r], Recibe [fol.1v]; “y tu recibe” [E102, 1863, fol.1r]; “tu te aras”, puedes, “tu quieras”, “tu te, abras, den/ desengañado”, dile, “tu ibas a bisitarla” [E70, 1870, fol.1v]; “Si me quieres faborecer hasme / dar otro empleo”, “y tu recibe el cariño” [E125, 1880, fol.2r]; puedes, Cuentame [E129, 1880, fol.1r], “tú sabes”, Dile, Cuéntame, “tú sabrás”, mándamelo [fol.1v]; adviértele [E130, 1880, fol.1r], dices [fol.1v]; “para que tu le ordenes lo que quieras” [E301, 1884, fol.1v]; “tu sabes” [E69, 1887, fol.1r], recibe [fol.1v]. Se incluyen aquí todas las ocurrencias pertenecientes exclusivamente al paradigma tuteante, descartando aquellas que este paradigma comparte con el voseante cuando el discernimiento resulta imposible. De manera que, aunque el documento parezca ser tuteante, no hemos contabilizado las formas que, pudiendo ser voseantes, no vayan acompañadas de algún elemento diferenciador (véase un pronombre personal como tú o ti). Esta decisión se ha tomado conforme a las características particulares del sistema de tratamiento del español uruguayo ya expuestas. 81 Estela González Torres Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX d. Mezcla de paradigmas: sos [E70, 1870, fol.1r], vos [fol.1r, 3 casos; fol.2r], tu te aras”, puedes, “tu quieras”, “tu te, abras, den/ desengañado”, dile, “tu ibas a bisitarla” [fol.1v]; voz, voz no me tomaras, contigo [E125, 1880, fol.1r], quieres, hasme, voz, voz comprendes, voz, tu recibe [fol.2r]; tí, tu sabes, vos, tu (por tú) [E69, 1887, fol.1r], recibe [fol.1v]. Como ya adelantamos al comienzo de este epígrafe, son varios los documentos donde la mezcla de paradigmas del español uruguayo se hace patente. Además de los anteriormente expuestos, contamos con tres cartas de Félix Garzón a su hermano Eugenio (E109, E113 y E114) escritas en torno a 1830. En ellas, Félix emplea la segunda persona del singular para referirse a Eugenio, sin explicitar, no obstante, si es tuteante o voseante ni en la E109 ni en la E113. Sin embargo, la epístola E114 (Carta de Félix Garzón a su hermano Eugenio Garzón) resulta bastante reveladora en tanto y cuanto el emisor, además de usar formas de la segunda persona del singular no diferenciadoras —esto es, comunes a ambos paradigmas—, escribe quieres y vos [fol.1r]. En E66 (Carta de Eugenio Garzón a su hermana, 1846) el autor destina el último párrafo a su hija Antuquita, mezclando los paradigma tuteantes y voseantes: “Antuquita La contestacion: el/ abrazo í el bezo que me diriges, lo/ he rrecivido como si bos misma me lo/ dieras mí hijita” [fol.1v] (Bertolotti et al. 2012: 44). El documento E125 (Carta de Lucas Requena García a su primo Joaquín Requena, 1880) es un claro ejemplo de la mezcla de los paradigmas voseante y tuteante en Uruguay. Encontramos, pues, elementos, tanto pronominales como verbales, de ambos4 que el emisor emplea para dirigirse a su primo: “que yo halla influido con voz”, “creo voz no me tomaras à mal que yo me esplique en este sentido contigo” [fol.1r], “Si me quieres faborecer hasme/ dar otro empleo”, “trabajos mios, con voz”, “pero voz comprendes”, “sera un servicio de los muchos que he recibido de voz.”, “y tu recibe el cariño/ de ^tu^ primo hermano” [fol.2r]. Por último, cabe mencionar, aquí, la situación reinante en el Buenos Aires de la época respecto a estos paradigmas. Así, Fontanella sostiene que el uso casi exclusivo de vos como término de complemento y la alternancia de vos y tú como sujeto, con predominio del primero, junto a formas verbales de presente y futuro tuteantes, muestra la existencia en la capital argentina de un sistema muy cercano al que es usado hoy ampliamente en Santiago 4 Por razones obvias, no incluimos los ejemplos con el pronombre personal te ni la formas verbales que comparten ambos paradigmas (“desearia me contestases”, “No deges de contestarme[fol.1v]) o las que a falta de tilde es imposible calificar como voseantes o tuteantes. 82 Estela González Torres Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX del Estero y por hablantes de los niveles socioculturales más altos en los restantes provincias del noreste argentino y de Cuyo (1987: 114). • Usted - Elemento pronominal: uste [E64, 1841, fol.1r, 2 casos; E74, 1865, fol.1r]; us[??] {TACH} te [E70, 1870, fol.2r]. - Abreviaturas: Ud., ud [E174, 1812, fol.1r], Ud [fol.1r, 2 casos]; Ud. [E173, 1812, fol.1r, 2 casos], Ud [fol.1r]; Vm [E77, 1821, fol.1r, 10 casos]; Vmd. [E62, 1841, fol.1r]; vmd. [E63, 1841, fol.1r]; V. [E98, 1845, fol.1r, 3 casos; fol.1v]; Ustedes [E65, 1846, fol.1r]; V [E23, 1853, fol.1r, 3 casos]; V. [E21, 1856, fol.1r, 6 casos]; U, U. [E598, 1856, fol.1r]; V. [E22, 1857, fol.1r, 2 casos]; V. [E595, 1857, fol.1r, 5 casos]; U. [E20, 1858, fol.1r]; Uds [E85, 1865, fol.1r]; Ud. [E597, 1867, fol.1r], Ud [fol.1r, 2 casos]; V. [E290, 1870, fol.1r]; Ud. [E295, 1883, fol.2v; fol.3r, 2 casos]; Ud. [E286, 1885, fol.1r, 3 casos]; V. [E288, 1885, fol.1r, 6 casos; fol.1v, 4 casos]; Vd. [E297, 1885, fol.1v]; “el V. vicario / Sr Soler [E126, 1887, fol.1r]; Ud [E127, 1887, fol.1v]; “Dios Gde á V. ms añs” [E594, 1890, fol.6r], Vd. [fol.13r, fol.25r, 2 casos], VD. [fol.13r], Ud. [fol.40r, 2 casos; fol.47r]; Vd [fol.45r, fol.52v]; Vd [fol.63r]. El emisor de la epístola E290 (Carta de Nicasio Borges a Máximo Santos sobre temas familiares, 1870) le habla a su destinatario de usted aunque comienza con Mi querido amigo. En E295 (Carta de Amaro Carve a Máximo Santos sobre temas políticos, 1883), el autor también se dirige al general de usted, pero emplea muchísimas palabras y expresiones coloquiales. En E288 (Carta de solicitud de Celina Massias de Benavente a Máximo Santos, 1885), la que escribe se esfuerza en hablarle al general de usted (“merecer su atención, recordándole, etc), pero en dos ocasiones no lo consigue al emplear el pronombre enclítico equivocado: “me atrevo á molestar= lo” y “por no molestarlo tanto” [fol.1r]. El emisor de E297 (Carta de solicitud de E. Castro a Máximo Santos, 1885) se dirige a su destinatario formalmente, exceptuando el cierre de la epístola (“Sin mas por ahora te/ saluda tu compañero/ y amigo” [fol.1v]). Son escasas las abreviaturas que, en sus distintas formas, contienen m arcaizante: 83 Estela González Torres Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX ABREVIATURA N Vm 10 Vmd. 1 vmd. 1 DOCUMENTO E77 (Carta de Raymundo Guerra a María Antonia Farías, 1821) E62 (Carta de Rafael Quiñones a Juan María Pérez, 1841) E63 (también una epístola de Quiñones a Pérez de 1841) Tabla 8: Frecuencia de los abreviaturas arcaizantes (vuestra merced) en el XIX. Todos estas abreviaturas van conjugadas en tercera persona del singular. Sobresalen notablemente algunos documentos como el anónimo injurioso a Máximo Santos E70, en el que el autor le habla al presidente, como ya hemos visto, en segunda persona del singular mezclando los paradigmas tuteante y voseante. No obstante, inicia el escrito llamándole Señor y hacia el final del mismo le habla de usted en tres ocasiones: “Señor// Maximo Santos// [fol.1r] los tresientos/ pesos […] los quiero lo ma[*s]/ pronto posible dispese cornudo,/ que le diga de vos a, us[??] {TACH} te,/ [fol.2r]” (Bertolotti et al. 2012: 48 y 49). • Vosotros a. Elementos pronominales: buestros [E120, 1841, fol.1r], bosotro [fol.1v]; daros [E99, 1857, fol.1r]; deci-/ ros, “os escaeviré” [E102, 1863, fol.1r]. Nótese que no hemos detectado formas verbales de vosotros. Estos 5 ejemplos resultan sumamente interesantes. Ya citábamos a Moreno de Alba (2010) para el siglo pasado y adelantábamos que en el que aquí nos ocupa se produciría el giro respecto al uso de vosotros/ustedes. Pues bien, ustedes pasa, entonces, a ser la forma claramente predominante, aunque todavía no exclusiva, de tratamiento a interlocutores plurales en el español americano decimonónico. En lo que a vosotros se refiere, «(...) tiene vigencia en las primeras décadas del siglo XIX y no la pierde totalmente ni siquiera en las últimas» (2010: 465). Nuestros datos corroboran esta teoría de que vosotros aún pervivía coloquialmente, aunque estuviera en retroceso: en la segunda parte del XIX por 1 vosotros Moreno de Alba registra en textos americanos 4 ustedes, diferencia que irá en aumento con el paso del tiempo (2010: 466). • Ustedes 84 Estela González Torres Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX a. Elementos pronominales: berlos en su pays” [E67, 1839, fol.1r]; “le contesto a las dos”, Ustedes [E65, 1846, fol.1v], “las quieren mucho sin verlas” [fol.1v]; Uds, “suponemos sin embar-/ go que estarán sin novedad”, “no dejen de encomendarla en sus oraciones” [E85, 1865, fol.1r]; “[…] no poder despedirme de Teresa/ y de mis queridos nietos […] hasta que pue=/ da verlos otra vez á todos reuni=/ dos”, “y no se olviden” [E69, 1887, fol.1v]; “Recibanle uds” [E126, 1887, fol.2r]. b. Elementos verbales: “berlos en su pays- […] me conforma qe – siquiera tengan” [E67, 1839, fol.1r]; den, aumenten [E101, 1863, fol.1r]; tengan, “me habrán prestado”, se habrán colocado, Reciban [E102, 1863, fol.1r]; “Recibanle uds” [E126, 1887, fol.2r]. La presencia de ustedes en nuestro corpus comienza a documentarse en 1839, dato que coincide plenamente con lo expuesto por Moreno de Alba: «ustedes, por su parte, comienza a ser claramente predominante solo a partir de 1840» (2010: 465). No obstante, diferimos con este autor en su teoría para Uruguay, que sostiene que, de acuerdo con su corpus, hay un 100% de vosotros a lo largo del XIX oriental (2010: 467). Por el contrario, nuestro corpus se inclina, precisamente, hacia una mayor presencia de la forma ustedes ya que hemos localizado 5 ocurrencias de elementos pronominales de vosotros y 11 de ustedes, así como 0 formas verbales de vosotros, frente a 8 de ustedes. Tampoco estamos de acuerdo con Moreno de Alba cuando expone que «el ustedes, sin que llegue casi nunca a emplearse como signo de deferencia, deja ver que los interlocutores son personas afectivamente más distantes» (2010: 468), ya que los documentos en los que hemos detectado la presencia de formas nominales y verbales de ustedes son todas epístolas personales (E67, E65, E101, E102, E85, E69 y E126). • Mezcla de vosotros y ustedes: deci-/ ros, “os escaeviré”, “tengan mucha calma”, “me habrán prestado”, se habrán colocado, Reciban [E102, 1863, fol.1r]. Sobresale notablemente el hecho de que Venancio Flores mezcle las formas de segunda y tercera persona del plural —vosotros y ustedes— para referirse a su hija y a otros familiares en sus tres escritos. Así, redacta “y no hé que-/ Rido dejar de daros el ultimo adiós”) [E99, 1857, fol.1r], “den el ejemplo […] No aumenten mis sinsabores” [E101, 1863, fol.1r]. Estos casos recién mencionados aparecen en dos epístolas diferentes; no obstante, el documento E102 (Carta de Venancio Flores a su hija Ágapa, 1863) presenta ambas formas: deci-/ ros, “os escaeviré”, “tengan mucha calma”, “me habrán prestado”, se 85 Estela González Torres Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX habrán colocado, Reciban [fol.1r]. Por consiguiente, podemos concluir que el entonces presidente de la República utilizaba tanto vosotros como ustedes, en sus formas pronominales y verbales, indistintamente. Entonces, es posible concluir que la fase de variación estaba aún teniendo lugar hacia 1863. Cabe señalar también que para el singular, Flores es tuteante: ti [E99, 1857, fol.1r], Recibe [fol.1r, 2 casos]; tien[*es] [E101, 1863, fol.1r], Recibe [fol.1v]; “y tu recibe” [E102, 1863, fol.1r]. Tratamientos afectivos en el ámbito familiar: ma [E117, 1829, fol.1r], ma [fol.1v]; Madre [E109, 1830, fol.1r], madre [fol.1v]; Madre [E114, c.1830, fol.1r]; “mi / paulinita qe no habla sino de su papa”, “tu madre qe te distingue” [E67, 1839, fol.1r]; mama [E120, 1841, fol.1v]; Abuelito [E98, 1845, fol.1r, 2 casos]; Papa [E65, 1846, fol.1v, 3 casos]; “La Madre de Narciso”, mamita [E66, 1846, fol.1v]; Ma[*d]re [E99, 1857, fol.1r]; mama [E101, 1863, fol.1r], mamá, Papa [fol.1v]; Mamá, Mama, papa [E102, 1863, fol.1r]; madre [E85, 1865, fol.1r]; Madre [E123, 1865, fol.1v]; madre [E69, 1887, fol.1v]; padre, madre [E126, 1887, fol.1v], tata (por papá) [fol.2r]; “Papa y Mama tutores”, tata [E127, 1887, fol.2r]; mama [E128, 1887, fol.1r], tata [fol.1v]. Es de obligada inclusión aquí una serie de observaciones en torno a la designación de los progenitores: FÓRMULA DE TRATO N papa (con y sin tilde) 7 mama (con y sin tilde) 7 pa (con y sin tilde) 0 ma (con y sin tilde) 2 papito 0 mamita 1 tata 3 Tabla 9: Frecuencia de tratamientos a progenitores en el siglo XIX uruguayo. Joaquín Requena le escribe tres cartas a su hijo (E126, E127, E128) en 1887 mezclando las distintas posibilidades de tratamiento para progenitores. Así, en la primera, escribe madre, padre y tata; en la siguiente prefiere Papa y Mama; y para la tercera y última, mama. Nótese que tanto la forma conservadora tata [«(Del lat. tata). 3. m. afect. Am. padre (ǁ‖ varón que ha engendrado). U. en algunos lugares de América como 86 Estela González Torres Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX tratamiento de respeto», DRAE (2001)] como las modernas papa, mama, pa y ma — también acentuadas— son la novedad del XIX uruguayo, pues en el siglo pasado no encontramos ningún ejemplo de las mismas. Consideramos acertado volver a realizar una comparación con el país vecino, esta vez de la mano de Elizabeth M. Rigatuso (1992), quien analiza las fórmulas de tratamiento vigentes en el español boanerense entre 1830 y 1930, esto es, durante el proceso de modernización argentino (fines del XIX y primeras décadas del XX). La autora habla de una importante reestructuración en los usos de las fórmulas de trato a partir de mediados del XIX, que implicó un marcado cambio hacia usos simétricos y familiares y hacia formas nominales más modernas (1992: 177). Nos interesa especialmente este último aspecto, es decir, «la aparición, dentro del sistema nominal para el trato con el padre de la forma innovadora papá, que comienza a desplazar del habla infantil y adolescente a la fórmula más tradicional tatita» (1992: 179). En el habla porteña caen en desuso, de igual manera, formas como padre —al igual que hemos observado para el caso oriental—; pero también mama que, precisamente, “nace” en el español uruguayo de esta época. Rigatuso también menciona la aparición de papito y mamita, así como de las relajaciones pa y ma durante este proceso argentino de innovación. Respecto al esquema pronominal, la argentina documenta el trato de solidaridad de tú ~ vos mutuo entre padres e hijos y entre primos y, para finales del siglo XIX, también de sobrinos a tíos y de nietos a abuelos. Es necesario dedicar, aquí, un apartado al ustedeo cariñoso presente en muchas epístolas familiares de nuestro corpus. Llaman especialmente la atención los casos de V. detectados en el documento E98, una carta de nieta a abuelo en la que esta lo llama cariñosamente Abuelito y lo trata de usted. En ella, María del Pinto le escribe a su abuelo contándole novedades y hablándole de posibles visitas en 1845. O el documento E66 (Carta de Eugenio Garzón a su hermana, 1846), en el que el autor se dirige, inicialmente, a su hermana Anacleta en tercera persona del singular y luego en segunda, también del singular. Se trata, pues, de un ejemplo de ustedeo cariñoso: “Pobrecíta, ací la escrivo que se aníme,/ í que no se havata tanto, que Dios/ querra poner termino á sus desgracias, […] La relacion que me haces de mis tres/ amados hijos […] [fol.1r] Soy con el mayor dever obligado al/ cuidado que tienes con mí hijos./ La Madre de Narciso, lloro mucho/ cuando le lei tu carta, y ollo lo/ que decias de su hijo./ Recive el cariño con que te distingue/ tu hermano” [fol.1v] (Bertolotti et al. 2012: 44) 87 Estela González Torres Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX En el documento E123, 1865, fol.1v (Carta de Josefa Alfonsín de Lamas a su hijo Andrés Lamas) la autora le habla a su hijo de usted (“lo molesto”, “para prebenirle”, “es presiso. que se sir/ba”, prebiniendole, de su agrado, “Esto no debe serle sorprendente”, “la Madre que lo alimento”, “Sin mas lo saluda su adfetisma”) y se dirige a ella misma como Madre. Nuestro corpus comprende tres cartas del presidente Venancio Flores a su hija Ágapa (E99, E101 y E102). En la carta E99, de 1857, se refiere a sí mismo como “(tu) Padre” [fol.1r]; pero seis años más tarde, como “tu Papa” [E101, 1863, fol.1r] y “tu amado/ papa” [E102, 1863, fol.1r]. Además, también en E101 y E102, le habla de su esposa como “tu mama” y “tu/ mamá” [E101, 1863, fol.1r], así como “tu Mamá” y “tu Mama” [E102, 1863, fol.1r]. Como era de esperar Flores tutea a su hija en su correspondencia: “Mucho me/ he acordado de ti”, “con el pe-/ sar de no estar a tu lado como lo deseaba”, “Recibe recuerdos”, “y tu/ recibe la bendicion de tu Padre” [E99, 1857, fol.1r]; tien[*es], “No tengas cuydado […], tenga calma […] no hagas caso […]” [E101, 1863, fol.1r], Recibe [fol.1v] y tu recibe [E102, 1863, fol.1r]. Cabe mencionar aquí que en “tenga calma” observamos otro caso de ustedeo cariñoso. Formas características del español de América: Recién [E65, 1846, fol.1r]. En el español americano, el adverbio recién no va seguido de un participio, sino de una forma verbal conjugada; por ejemplo: Recién terminé el proyecto. RASGOS SINTÁCTICOS Artículo + nombre propio de persona (antropónimo): la Severina Rosa [E81, 1828, fol.1v]; “el Rufino Bausa, es un Picar, de 7 suelas” [E114, c.1830, fol.1r]. Llama la atención notablemente cómo este fenómeno disminuye considerablemente en esta centuria, respecto a la precedente —de hecho, el CORDE no recoge casos de fórmulas como el francisco, por ejemplo—. Este dato verifica la teoría de Ortiz Ciscomani y Reynoso Noverón (2012) que sostiene que la combinatoria determinante + NP cae drásticamente en el XIX, para luego repuntar en el XX. Además, tan solo hemos localizado un caso con participio adjetivado que ponga de manifiesto explícitamente que la persona en cuestión ya fue introducida antes en el fragmento: la predicha Felicidade Rosa [E81, 1828, fol.2v]. 88 Estela González Torres Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX Determinante artículo/forma contracta + nombre de país: del Uruguay [E594, 1880, fol.18r, fol.59r, 2 casos; fol.61r, fol.68r, fol.69r; E210, 1883, fol.1r, fol.3r, fol.4r; fol.7r , 2 casos; fol.8v, 2 casos; fol.10v, fol.11r, fol.12r, fol.15r, fol.17r, fol.19r; fol.21r, 2 casos]; el Brasil, al Brasil [E211, 1882, fol.1r]; al Brasil [E212, 1882, fol.1v]. Otros usos de determinantes: una acta [E213, 1882, fol.2r]; alguna arma [E594, 1980, fol.31r]; nin- / guna árma [fol.33r]; esta acta [fol.39v]. Construcciones de determinante + posesivo + sustantivo: “Reciba SSria. los saludos de/ los de esta su casa del P. Suárez” [E85, 1865, fol.1v]; “saber de la buena salud de esa/ su famili” , “Recuerdo á mí comadre y de/ mas familia de esa su casa de parte/ de toda esta familia de esta su casa” [E596, 1860, fol.1r]. Se trata de usos cultos afectivos. Posesivos: “Esta mañana lo he/ encontrado en la calle yendo él para casa mía” [E130, 1880, fol.1r], por influencia del italiano. Cuyo/a/s sin antecedente expreso: “En cuio testimonio asi lo otorgó”, “la hice sacar/ para entregarle á cuio fin la signo y firmo” [E80, 1816, fol.2v]. Como ya adelantamos en el XVIII, hemos encontrado algunos usos del pronombre relativo cuyo/a/s sin antecedente expreso, como equivalente del determinante demostrativo este/a/o/s. Discordancia de número ad sensum: “han llegado a la playa vivos por distintos modos bastante gente” [E203, 1812, Fol.5r]; “algunos meses […] mas como pasásen y ella no cumpliesen” [E75, 1821, fol.1r]; “toda la union saben bien/ tu muger lo que asìa conmigo” [E70, 1870, fol.2r]; “que si no se atienden con ur- / gencia, especialmente el de varones, pronto se reducira / á ruinas” [E215, 1872, fol.6r]; “Extracto del Registro de actas del / Estado Civil, correspondiente á (l) Nacimiento / ocurridos en esta seccion” [E594, 1980, fol.20r], “Don Francisco / [*Goyo]aga, Español de treinta años, casado comerciantes” [fol.20r], “nacio el en la calle y un-/ [*me]ro ya dicho” [E594, 1980, fol.20r], “y le comprende las gene-/ rales de la Ley con los nom// brados Federico y Francisco/ por ser éstos hijos del de-/ clarante” [fol.34r // fol.34v]; “y no le comprende/ las generales de la Ley, que/ se le esplican” [fol.36v]; “y no le comprende las ge-/ perales de la Ley, con los/ nombrados” [fol.42v]; “El vecindario / de ámbas partes de las secciones se hán / prestados” [E294, 1882, fol.1r]; “vie= / ndo qe segia los 89 Estela González Torres Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX Grito” (segia por seguían) [E210, 1883, fol.12r]; “Las fiestas de Carnaval / ha sido el pretesto” [E295, 1883, fol.2r]. Discordancia de género ad sensum: “a alguna de esas dos encantos” [E98, 1845, fol.1r]; “vicentito, mamita / y Paulinita. Ninguna se separa de mi memoria ni un dia” [E66, 1846, fol.1v]. Adverbios y locuciones adverbiales: “una sola lanchita de vien pequeño porte” [E203, 1812, fol.4r]; “no solo es/ de nececida tener asunto para ser este un mo/ tibo para tener relacion, a mas que en ti/ es un deber” [E117, 1829, fol.1r]; Por acá no hay novedad parti-/ -cular” [E85, 1865, fol.1r]; “si su destitucion es por mí no/ acepto, y á mas no quiero que crea Pereira/ que yo halla influido” [E125, 1880, fol.1r]; “tiene por acá muy mala fama” [E213, 1882, fol.2r]. Usos preposicionales: “poco resguardados a mi parecer para si nos/ cargaba un temporal” (i.e. por) [E203, 1812, fol.3r]; “los niños que ven-/ -gan á vacaciones” [E85, 1865, fol.1r]; “no podra/ negarse de desirte quien soy yo” [E70, 1870, fol.1v]; “Hago lo/ que puedo por hacerte conocer de algunas persona aquí”, “estas contento de tus programas” [E129, 1880, fol.1r]; “En dicho día se pasarón los oficios que hace re-/ ferencia la anterior providencia” [E210, 1883, fol.2v], “que el dia que se ha-/ ce referencia” [fol.6r], “en la noche que/ se hace referencia” [fol.7v], a causa que [fol.16r]. En el caso del ejemplo “Hago lo/ que puedo por hacerte conocer de algunas persona aquí” (E129, Carta de Juan Manuel Blanes a su hermano Mauricio), el pintor emplea incorrectamente el verbo conocer, con el sentido de ‘saber o tener noticia de algo’, como intrasitivo seguido de un complemento introducido por la preposición de. Según el DPD (2005), este fenómeno se explica por el cruce con el verbo saber. En este caso concreto, creemos que se debe a un calco del italiano, lengua del país donde residía el emisor en el momento de redactar la carta y que, asimismo, le había acogido en el pasado. Queísmo: “Quedo enterado q.e tia marica, a recivido el dinero” [E113, 1830, fol.1r]; “estoi seguro que” [E70, 1870, fol.1r]; “se daba cuenta que es= / taba preso” [E594, 1890, fol.9r]. 90 Estela González Torres Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX Ausencia de la preposición a para introducir CD de persona: “conducir los/ salvados del naufragio” [E203, 1812, fol.1r], “dexando a bordo el Practico5 me/ embarque” [fol.2v]; “seduciendo un ,,Negro Esclavo” [E79, 1821, fol.2v]; “boi a nombrar, huna persona respetable y sufisiente capas, para que arregle mis alimentos.” [E123, 1865, fol.1v]; “se han llevado una joven hija” [E211, 1882, fol.1r]; “asesinar los pasageros” [E211, 1882, fol.1r]; “alarmó la población” [E213, 1882, fol.1r], “puse en / inmediato movimiento los policías” [fol.1v]; “salvaria V. un hombre de un mal paso, / y a una madre de familia” [E288, 1885, fol.1r]. ““6Dios se lleva “los niños (...)” [E127, 1887, fol.1v]. Nótese que el primer documento, E203 (Informe a propósito del Navío Salvador), es un texto oficial culto plagado de tecnicismos, aunque manifiesta seseo. Por otro lado, “seduciendo un ,,Negro Esclavo” convive en el mismo folio con examinó al Negro [E79, 1821, fol.2v]. Ausencias de preposición: “1 Rollo tavaco” [E595, 1857, fol.1r]. - Deber de + inf (probabilidad) por deber + inf (obligación): “y por lo/ tanto jamas debes de olbidar que soi tu/ ma” [E117, 1829, fol.1r]. - Desear de + inf: desearia de/ ser util [E175, 1809, fol.1v]. Ya que este tipo de construcción introduce un complemento directo, no debe emplearse la preposición de, tal y como censura el DPD (2005). En caso de ir seguida de una oración subordinada —y no de un infinitivo— precedida por la conjunción nexo que se produciría un dequeísmo o «uso indebido de la preposición de delante de la conjunción que cuando la preposición no viene exigida por ninguna palabra del enunciado» (DPD, 2005). Laísmo: “Pobrecíta, ací la escrivo”, servirla [E66, 1846, fol.1r]; “la Junta no ha recibido las/ rentas que la corresponden” [E215, 1872, fol.1v], “en esta reparticion, para ponerla á la/ altura que la corresponde” [fol.3r]. 5 Es una persona que ostenta ese cargo concreto («6. m. Mar. Técnico que, por el conocimiento del lugar en que navega, dirige el rumbo de las embarcaciones en la costa o en un puerto»; DRAE, 2005). 6 Es una cita, de ahí la doble comilla de apertura. Joaquín Requena le copia a su hijo parte de una carta de J. Estrada, amigo de la familia. 91 Estela González Torres Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX Nótese, por un lado, que el documento E215 (Informe y pedido de la Junta Económica Administrativa de Cerro Largo al Gobierno de Montevideo) es un texto sumamente oficial; y, por otro, que casos como los del documento E66 convive con otros no laístas (“La Madre de Narciso, lloro mucho/ cuando le lei tu carta” [fol.1v]. Loísmo: “suplicandolo tubiese la/ bondad de hacerle presente” [E175, 1809, fol.1v]. Leísmo: “Sin embargo lo [??] pronto posible se le he/ de mandarlo buscar” [E597, 1867, fol.1r]; “Preg.do Si conocio al Baqueano del Bergantín llama-/ do Calado, y si sabe quien le hirio […] é ignora quien le hirio” [E210, 1883, fol.6r], “que entonces gritó á sus compañeros/ los que le ayudaron […] en donde le acostaron” [fol.7v], “le conocia” [fol.9r]. En relación al siglo anterior, se aprecia una gran disminución en el número de casos de laísmo y leísmo registrados en el XIX —nótese que suplicandolo es el único ejemplo loísta del corpus—. Esto se explica ya que todos los autores de los textos de esta centuria son uruguayos, mientras que estos fenómenos son originalmente castellanos. Confusión ser/estar: “no estaba capas de tomar/ la pluma en la mano” [E98, 1845, fol.1r]; “soi dispuesto” [E66, 1846, fol.1r] , “soy con el mayor dever obligado” [fol.1v]; “eran unidos” [E594, 1980, fol.9v]. Participios: “sean pagos” [E78, 1821, fol.1r]; “están pagos” [E63, 1841, fol.1r]; “qedan pagos” [E64, 1841, fol.1r]. El DRAE (2001) define pago, en su tercera entrada, como el participio irregular coloquial poco usado del verbo pagar. Así, podemos concluir que se trata de un tecnicismo comercial arcaizante hallado en dos cartas del mismo autor, Rafael Quiñones. RASGOS LÉXICOS Palabras o fórmulas de uso coloquial: “puedes echar dos meses” [E30, 1803, fol.1v]; “à/ lo de D.ª Ana” [E290, 1870, fol.1r]; “en lo de Cattá” [E212, 1882, fol.1v]; “por aquello de ¿donde vas Vicente? al/ ruido de la gente-”[E295, 1883, fol.2r], “pero me/ contestó aquel con un nó/ mas redondo que la cabeza/ de Pagola-”, Una vez metido en el fandango [fol.2v], “no_/ haria Ud. una cosa del otro/ mundo” [fol.3r]; “el querido nené” [E126, 1887, fol.2r; E128, 1887, fol.1r]; “habia tomado un cuchillo que/ como 92 Estela González Torres Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX cualquier otra cosa encontró/ á mano” [E594, 1890, fol.50r], “que/ en esto llegó Francisco / Goyoaga” [fol.65v]. Indigenismos: chacra [E176, 1809, fol.1r]; Humitas de Choclo [E65, 1846, fol.1v]; Mani [E598, 1856, fol.1r]; “te/ as puesto a sembrar porotos cuando/ yo los abia, senbrado primero” [E70, 1870, fol.1r]; “los Casiques Charruas” [E297, 1885, fol.1v]; mate [E594, 1890, fol.51r]. Chacra (y chácara) y mate ya aparecían en nuestros archivos dieciochescos, pero el resto de palabras, cuyas definiciones incluimos a continuación, no. Del quechua: - «choclo2. (Del quechua choccllo). 1. m. Am. Mer. Mazorca tierna de maíz. 2. m. Am. Mer. humita (ǁ‖ comida criolla)». En el Diccionario del español del Uruguay (DEU, de aquí en adelante), publicado en 2011, la etimología se escribe choqllo. Corominas (1954) documenta la primera aparición de este vocablo en 1540. - «humita. (Del quechua humint'a). 1. f. Arg., Bol., Chile, Ec., Perú y Ur. Comida criolla hecha con pasta de maíz o granos de choclo triturados, a la que se agrega una fritura preparada generalmente con cebolla, tomate y ají colorado molido. Se sirve en pequeños envoltorios de chala, en empanadas o a modo de pastel». Para Corominas humita tiene la misma etimología señalada en el DRAE y es común al español hablado en Argentina, Chile y Perú —pero no en la Banda Oriental—. Su primera documentación data de 1673, en el chileno Pineda y Bascuñán. - «poroto, ta. (Del quechua purutu). 1. m. y f. coloq. Chile. niño (ǁ‖ persona que está en la niñez). 2. m. Am. Mer. judía (ǁ‖ planta papilionácea). 3. m. Am. Mer. judía (ǁ‖ semilla). 4. m. Am. Mer. Guiso que se hace con estas semillas». En este contexto concreto (el documento E70 es un anónimo injurioso al general Máximo Santos en el que lo tachan de cornudo), bien podría entenderse con el significado de la primera acepción ya que la esposa del destinatario tuvo una hija con el autor de la misiva. Por su parte, Corominas no contempla esta última acepción: «rioplat., chil., boliv., ecuat., 'habichuela', del quich. purútu íd. 1.ª doc.: 1586, en una relación geográfica relativa al Perú. 93 Estela González Torres Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX De otras lenguas indígenas: - «maní. (Voz taína). 1. m. cacahuete». Corominas (1954) se extiende más en su descripción: «del taíno de Haití. 1.ª doc.: 1535, Fz. de Oviedo. Este declara categóricamente que así le llaman los indios de la Española (...) Sin embargo, sería raíz común al araucaco con el caribe isleño (manà) y con el tupí». - «cacique, ca. (De or. caribe). 1. m. y f. Señor de vasallos en alguna provincia o pueblo de indios. MORF. U. t. la forma en m. para designar el f. Doña Manuela era la cacique del pueblo. 2. m. y f. Persona que en una colectividad o grupo ejerce un poder abusivo. MORF. U. t. la forma en m. para designar el f. Doña Manuela era la cacique del pueblo. 3. m. y f. coloq. Persona que en un pueblo o comarca ejerce excesiva influencia en asuntos políticos. MORF. U. t. la forma en m. para designar el f. Doña Manuela era la cacique del pueblo» (es artículo enmendado). Bajo la entrada de cacique, Corominas escribe: «del taíno de Santo Domingo, donde designaba a los reyezuelos indios, 1.ª doc.: 1492, Colón». Según el DEU (2011), la etimología de charrúa es de origen controvertido: «m. pl. Etnia indígena nómade, integrada por la parcialidad del mismo nombre y la de los bohanes y yaros, que ocupó parte del territorio de la Banda Oriental y el de las actuales provincias argentinas de Santa Fe y Entre Ríos hasta principios del siglo XIX. // 2. m. pl. Parcialidad indígena nómade que integraba la etnia del mismo nombre; ocupó la parte sur de la Banda Oriental hasta fines del siglo XVIII; tenía una economía basada casi exclusivamente en la caza y la recolección; se distinguió por su carácter bélico. // 3. m. / f. Persona que perteneció a la parcialidad charrúa o a su etnia. // 4. adj. Perteneciente o relativo a los charrúas. (...)». Corominas, por su parte, lo señala como derivado de charro: «'basto, tosco', 'aldeano', 'de mal gusto', vocablo familiar probablemente emparentado con el vasco txar 'malo, defectuoso', 'débil', 'pequeño', y tomado de esta voz vasca o heredado de la ibérica correspondiente. 1.ª doc.: 1627, G. Correas (Voc., p. 284, s. v. Dios); Aut.». Latinismos: “sobre que renuncia su fuero y/ vecindad con la ley sit convenit de jurisdi/ -tione omnium judicum” [E80, 1816, fol.2r]. Italianismos: espedizionere [E130, 1880, fol.1r]. 94 Estela González Torres Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX Influencia del portugués y lusismos: Jeneiro [E30, 1803, fol.2r]; Felicidade [E81, 1828, fol.1v, fol.1r, fol.2v]; Setembre [E596, 1860, fol.0]; brasilero [E214, 1882, fol.1r; E210, 1883, fol.1r, fol.17r, fol.21r]. Americanismos: En este mismo siglo ya incluíamos el significado del americanismo tata [E126, 1887, fol.2r; E127, 1887, fol.2r; E128, 1887, fol.1v]. Y en el XVIII, las definiciones de pronto/a (“no estoy pronto a certificar/ la verdad” [E174, 1812, fol.1r]; “estoi pronto a provarte” [E70, 1870, fol.1v]; “espéreme […] con su/ gente pronta”), boletos ([E215, 1872, fol.4v]), pulpero ([E75, 1821, fol.1r]), fierro (fierro [E98, 1845, fol.1r; E210, 1883, fol.10v; E215, 1872, fol.5r]), sacar por quitar (se/ le saque el empleo, “se le saque el empleo á Horacio” [E125, 1880, fol.1v/1r]) y vereda (vere-/ ,,da [E79, 1821], vereda [E594, 1980, fol.36v]). TÉRMINO boleto fletar flete patacón petardo potrero quebrarse DEFINICIÓN «boleto. (De boleta). 1. m. billete (ǁ‖ para ocupar asiento o para viajar)». Nótese que no figura como americanismo en el DRAE (2001) «fletar. (De flete). 3. tr. Am. Alquilar una bestia o un vehículo para transportar personas o cargas» «flete. (Del fr. fret). 4. m. Am. Carga que se transporta por mar o por tierra. Los arrieros buscan flete» (DRAE, 2001) «patacón. (De pataca1). 1. m. Moneda de plata, de peso de una onza, y cortada con tijeras». El DRAE (2001) no lo señala como americanismo. «petardo, da. (Del fr. pétard). 4. m. Estafa, engaño, petición de algo con ánimo de no devolverlo» (es avance de la vigésimo tercera edición del DRAE) OCURRENCIAS boletos [E215, 1872, fol.4v, 2 casos] fletar [E63, 1841, fol.1r] “No sé si convendrá mandarlo á flete” [E129, 1880, fol.1v] patacones [E64, 1841, fol.1r, 2 casos; E595, 1857, fol.1r] “me comunica el cumpli-/ miento del petardo que di a V. de hacer mis/ veces en el Bautismo del hijo del Comandante/ Golfarini” [E21, 1856, fol.1r] “vajar sobre/ la costa del río Uruguay recorriendo, los potreros” [E294, 1882, fol.1r] «potrero1. 3. m. Am. Terreno cercado con pastos para alimentar y guardar el ganado. 4. m. Arg., Bol. y Perú. Terreno inculto y sin edificar, donde suelen jugar los muchachos» (DRAE, 2001) Aunque el DRAE (2001) no lo recoja “se me quebro” —el DPD (2005) sí—, el verbo quebrar 1830, fol.1v] suele emplearse en pronominal en el español americano con el sentido 95 [E109, Estela González Torres Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX partirse o romperse. regresar Aunque el DRAE solo comenta que este verbo suele emplearse en forma pronominal en América, nos atrevemos a añadir que es mucho más habitual allí con el sentido de 'volver al lugar de donde se partió' regresar [E203, 1812, fol.4v]; regresaba [E594, 1890, fol.29r]; “para que si hubiese regre-/ sado [fol.48v]; “en caso de que ya haya regresado” [fol.52r]; “no/ ha regresado aun” [fol.52v]; “manifieste si ha regresado”, “si su hijo Enrique ha regresado” [fol.55v] Tabla 10: Americanismos presentes en el corpus del español uruguayo del XIX. Uruguayismos y argentinismos: TÉRMINO atorrante atorrar fariña frente inscripta matrero DEFINICIÓN «atorrante, ta.1. adj. despect. Arg. y Ur. vago (ǁ‖ holgazán). U. t. c. s. 2. m. y f. despect. Arg. y Ur. Persona desfachatada, desvergonzada» (DRAE, 2001) No figura en el DRAE, pero sí en el DEU (2011): «atorrar. (Etim. en inv.) intr. obs. esp. boludear(se) (1). // 2. intr. esp. apoliyar» [apoliyar. (Del it. appollaiarsi, quedarse quieto). intr. esp. Dormir (...)] «(Del gall. fariña, harina). 1. f. Arg., Col., Par., Perú y Ur. Harina gruesa de mandioca» (DRAE, 2001) «hacer ~ ancha, o la ~ ancha. 1. locs. verbs. coloqs. Arg. y Ur. Hacer frente a un peligro o dificultad» (DRAE, 2001) «inscripto, ta. (Del lat. inscriptus). 1. part. irreg. Arg. y Ur. inscrito» (DRAE, 2001) «matrero, ra. (De or. inc.). 4. adj. Arg., Chile, Perú y Ur. Fugitivo que buscaba el campo para escapar de la justicia. U. t. c. s.» (DRAE, 2001) OCURRENCIAS atorrante [E594, 1980, fol.65v] “y, se trabaja ó se atorra,” [E594, 1980, fol.8v, fol.29r]; fariña [E598, 1856, fol.1r, 2 casos] “he tenido que hacer frente y pata ancha” [E295, 1883, fol.2v] “Enmendado inscripta vale” [E594, 1980, fol.26v] matreros [E211, 1882, fol.1r; E212, 1882, fol. 1r; E213, 1882, fol. 1r, 2 casos; fol.2v, fol.3r] Tabla 11: Uruguayismos y argentinismos del corpus del español uruguayo del XIX. Tabúes: Tomar vs. coger es uno de los tabúes más comunes del español americano, respecto al peninsular. Nuestro corpus registra un caso de tomar que ocupa, pues, el espacio que deja libre el tabú coger: “no estaba capas de tomar/ la pluma en la mano” [E98, 1845, fol.1r]. 96 Estela González Torres Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX Eufemismos: morenos [E23, 1853, fol.1r]. Otros: “mi carísimo P. Vera” [E20, 1858]. Consultando el CORDE, no hallamos ejemplos de carissima, carisima, caríssima, carísima, carissimo, carisimo y caríssimo durante el siglo XIX en Argentina y Uruguay; pero sí 3 de carísimo, aunque solo uno de ellos tiene el sentido de 'queridísimo'. Hemos encontrado un caso de darse broma con el sentido de 'hacerse bromas': “solian/ darse bromas con relacion al/ trabajo” [fol.10r]. Hemos buscado ejemplos de verbos combinados con el complemento bromas en el CORDE durante el XIX y abundan los siguientes: estar de broma, ser broma, ser en broma, echar a broma, tomar en broma, tomarse por broma, hablar en broma, decir en broma, dar (una) broma, hacer de broma, parecer broma... De entre todas las ocurrencias de dar(se) broma/s, ninguna de las registradas figura en forma pronominal. 8. CONCLUSIONES Después de analizar en profundidad los dos primeros siglos de la historia de la lengua española en Uruguay, se hace imprescindible comentar una serie de consideraciones finales. En primer lugar, nuestro corpus, tanto para el XVIII como para el XIX, es altamente potencial y revelador. Compuesto de cartas personales, documentos oficiales y privados —y no de piezas literarias—, son las primeras las que más se acercan a la oralidad e inmediatez en la comunicación, «por estar escritas por semicultos, tener implicación emocional, ir dirigidas a familiares o amigos, contener cierto grado de dialogicidad, sin propósito exclusivamente informativo ni fijación temática» (Arias Álvarez 2013). No obstante, algunos textos de carácter jurídico son también sumamente útiles, ya que en ellos confluyen distintas voces, muchas de ellas de manera natural y espontánea. En lo que a los fenómenos detectados se refiere, entre los más significativos sobresalen: en fonología, el seseo como un cambio ya concluido y, por consiguiente, ampliamente extendido en las tres tipologías textuales y entre autores de diversas nacionalidades y niveles socioeducacionales; y el yeísmo, como un cambio recién iniciado en época decimonónica. En relación con estos dos rasgos, entre otros, el siglo XVIII oriental bien podría tratarse de una prolongación del XVII porteño, como también comenta Elizaincín (1997: 166) en referencia a las formas de tratamiento y otros fenómenos 97 Estela González Torres Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX lingüísticos: «en lo que tiene que ver con el siglo XVIII (...) la Banda Oriental presenta siempre aspectos conservadores en comparación con lo que sucede en la “banda occidental”, esto es, Buenos Aires. Montevideo (...) ha vivido y vive en constante relación de acercamiento/alejamiento con respecto a la capital argentina». Desde el punto de vista fonético, son numerosos los fenómenos vocálicos (bajo la forma de vacilaciones, principalmente) y consonánticos (entre los que destacan la aspiración de -s implosiva, la pérdida de -d, la confusión de las grafías <x> y <s> y la reducción en los grupos cultos, así como algunos casos de F- latina) que recorren los fragmentos analizados. En el nivel morfológico, apreciamos que el sufijo por excelencia para ambos siglos es -ito, con 16 casos registrados en el siglo XVIII y 50 en el XIX. En lo que a la morfosintaxis respecta, el siglo XIX vuelve a resultar mucho más innovador que el anterior, ya que la mezcla de paradigmas tuteante y voseante del actual sistema pronominal de trato uruguayo comienza a gestarse entonces con la llegada del voseo. Las abreviaturas arcaizantes de vuestra(s) merced(es) decrecen considerablemente en esta misma centuria. Y nuestros datos corroboran que vosotros aún pervivía coloquialmente en época decimonónica, aunque estuviera en retroceso, frente a la creciente preferencia por el empleo de ustedes. En relación al tratamiento familiar, notamos cómo, también en el XIX, se dan usos simétricos de confianza de padres a hijos, así como muchos casos de ustedeo cariñoso entre familiares. Además, tanto la forma conservadora como las modernas papa, mama, pa y ma —también acentuadas— son la novedad del XIX uruguayo, pues en el siglo pasado no encontramos ningún ejemplo de las mismas. Sintácticamente, durante el XVIII predominan notablemente la fórmula de artículo determinante + nombre propio, el uso de cuyo/a sin antecedente expreso, la variación ausencia/presencia de la preposición a para introducir OD de persona o ser animado, así como el laísmo y el leísmo, que caen drásticamente en el siglo XIX. Los dos últimos fenómenos se explican dado que todos los autores decimonónicos que hemos manejado eran criollos. Además, a lo largo de las dos centurias, hemos localizado varios usos preposicionales y de determinantes, casos de concordancia de género y número y algunos ejemplos queístas y dequeístas —estos últimos solo en el XVIII—. 98 Estela González Torres Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX Para terminar, la influencia de lo indígena se hace patente en ambos siglos a través de ciertas piezas léxicas aún vigentes en la actualidad. Además, encontramos muchos más americanismos y uruguayismos y argentinismos entre los escritos del XVIII. Confiamos en que nuestro análisis haya contribuido a conocer mejor la historia lingüística de Uruguay, permitiendo acercarnos más al español que, hipotéticamente, se hablaba en la Banda Oriental desde la fundación de Montevideo en 1724 hasta finales del siglo XIX. 99 Estela González Torres Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX 9. 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Modelo de análisis de rasgos y fenómenos propios de la lengua oral A continuación exponemos el modelo o patrón, a modo de listado, que hemos utilizado para enmarcar y desarrollar todos los fenómenos que hemos detectado en nuestro corpus del español uruguayo dieciochesco y decimonónico: RASGOS FONOLÓGICOS 2. SESEO 3. YEÍSMO RASGOS FONÉTICOS 2. FENÓMENOS VOCÁLICOS Adición de vocal: Otros fenómenos fonéticos: Elisión de vocal: Cambio de vocal - Vacilación del vocalismo átono: - Vacilación del vocalismo tónico: Tendencia antihiática del español americano: Fusión vocálica: 2. FENÓMENOS CONSONÁNTICOS Relajación de –s implosiva - Omisión de /-s/: - Ultracorrecciones: - Metátesis: 104 Estela González Torres - Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX Disimilaciones: Confusiones de líquidas (/l/ y /r/) - /r/ en lugar de /l/: - -r en lugar de -l: - -l en lugar de -r: - Pérdida de -r o -l: - Metátesis: - Asimilaciones: - Disimilaciones: - Nasalizaciones: - Aspiraciones: - Ultracorrecciones: Pérdida de -d-, -d, d- Pérdida de -d-: - Pérdida de -d: - Pérdida de d-: - Confusión con otros fonemas: - Ultracorrecciones: Lenición o pérdida de otras sonoras intervocálicas: Grupos consonánticos de los cultismos - Confusión de las grafías <x> y <s>: - Confusión de otros fonemas: 105 Estela González Torres - Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX Otras consonantes agrupadas. Reducción de fonemas (<ct>, <sc>/<cc>, <tm>, <bj>, <bv>, <mn>, <ns>, <bs>, etc.): - Neutralización de -k/-g en posición implosiva: - Vocalización de -k: - Asimilaciones: - Metátesis: - Vocalizaciones de la consonante final: - Ultracorrecciones: Adición de consonante: Elisión de consonante: Síncopas silábicas: Cambio de consonante: Palatalización de s: Velarización del diptongo wé: Asimilaciones: Ultracorrecciones: Fusión consonántica: F- inicial latina: - Mantenimiento de la aspiración procedente de F- inicial latina: - Realización de F- inicial latina: Amalgamas - Amalgamas fonéticas: - Amalgamas morfosintácticas: 106 Estela González Torres Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX RASGOS MORFOLÓGICOS 3. MORFOLOGÍA NOMINAL Sufijación apreciativa - Diminutivos (-ejo/a, -ete/a, -ico/a, -illo/a, -ín/ina, -ino/ina, -ito/a, -uco/a, -uelo/a, etc.): - Apreciativos (-azo/a, -ón/ona, -ote/a, etc.): - Despectivos (-aco/a, -acho/a, -ajo/a, -ango/a, -engue, -ingo/a, -orro/a, -ucho/a, uzo/a): Derivación: Género - Sustantivos comunes en cuanto al género: - Sustantivos epicenos: - Sustantivos ambiguos en cuanto al género: 4. MORFOLOGÍA VERBAL Ultracorrecciones verbales: Vulgarismos morfológicos: RASGOS MORFOSINTÁCTICOS Formas de tratamiento (Voseo/tuteo/ustedeo) • Voseo y tuteo d. Elementos nominales: e. Elementos pronominales: - Voseo pronominal: - Tuteo pronominal: 107 Estela González Torres Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX f. Elementos verbales: - Voseo verbal: - Tuteo verbal: d. Mezcla de paradigmas: • Usted - Elemento pronominal: - Abreviaturas: • Vosotros/ustedes c. Elementos pronominales: - Vosotros: - Ustedes: d. Elementos verbales: - Vosotros: - Ustedes: c. Mezcla: Tratamientos afectivos en el ámbito familiar: Formas características del español de América: Forma no apocopada de ciertos adjetivos: RASGOS SINTÁCTICOS Artículo + nombre propio de persona (antropónimo): Determinante artículo/forma contracta + nombre de país: Otros usos de determinantes: 108 Estela González Torres Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX Omisión de determinante: Construcciones de determinante + posesivo + sustantivo: Posesivos: Cuyo/a/s sin antecedente expreso: Discordancia de número: Discordancia de género ad sensum: Discordancia temporal: Adverbios y locuciones adverbiales: Conjunciones: Vacilación en las formas apocopadas de los ordinales: Usos preposicionales: Dequeísmo: Queísmo: Elisión de preposición: Ausencia de la preposición a para introducir CD de persona/animado: Deber de + infinitivo (probabilidad) por deber + infinitivo (obligación): Laísmo: Loísmo: Leísmo: Confusión ser/estar: Compuestos sintagmáticos: Participios: 109 Estela González Torres Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX RASGOS LÉXICOS Palabras o fórmulas de uso coloquial: Indigenismos: Latinismos e influencia latina: Italianismos: Anglicismos: Galicismos: Influencia del portugués y lusismos: Catalanismos: Americanismos: Uruguayismos y argentinismos: Tabúes: Eufemismos: 110 Estela González Torres Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX ANEJO 2. Normas de edición y transcripción de los documentos A continuación incluimos las normas de edición y transcripción de todos los documentos que conforman el corpus según Bertolotti et al. 2012: 23-27. Normas de edición de los documentos Encabezado del documento: Cada documento estará encabezado con un título precedido de la letra inicial de la lengua en que está escrito (E para español, P para portugués, por ejemplo) y por el número con el que el documento ha sido ingresado al corpus, sin dejar espacio entre la letra y la numeración. El título que se use será el del archivo, si lo tuviera. En el caso de las cartas, serán nombradas de la siguiente manera: Carta de quien escribe a quien recibe. De no existir el título, se creará uno en consonancia con los ya existentes. No se incluirán fórmulas de tratamiento en el título del documento. Los nombres y apellidos se normalizarán. El formato será: Título 1, Times New Roman, 12, Negrita o su equivalente. No llevará punto final. Ej. E216. Informe sobre acontecimientos en la Plaza de Montevideo Ubicación: Debajo del encabezado del documento, y con un renglón en medio, se incluirá la ubicación. En primer lugar, se pondrá el siglo del documento luego de la palabra Siglo seguida de dos puntos (Siglo:). Se separará con un tabulador del ítem siguiente, Año, en que se incluirá el año del documento. Si se tratara de un documento que abarca varios años se pondrá el año de comienzo. En renglón debajo y encabezado por la palabra Ubicación seguida por dos puntos (Ubicación:) se incluirán los datos de la localización en el archivo en el siguiente orden: nombre del archivo –incluyendo país y/o ciudad del mismo–, sección del archivo, caja, carpeta, número de documento. Si no tiene número se pondrá Doc. s/d. El 111 Estela González Torres Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX formato será: Título 2, Times New Roman, 12 o su equivalente. Ej. Siglo: XVIII Año: 1773 Ubicación: Archivo General de la Nación (Uruguay), Caja 1, Carpeta 5, Doc. s/d. Revisión: Con un renglón de separación de la Ubicación se deben incluir las iniciales del o de los revisores, separadas por comas y sin puntos (Rev: JP, ML). El formato será: Times New Roman, 12, o su equivalente. Síntesis: Consiste en un breve resumen que contenga la información sobre el contenido del documento. No debe confundirse con el título del mismo. Se pondrá con un renglón de separa- ción de la Revisión, y el formato será: Times New Roman, 12, Negrita o su equivalente. La síntesis llevará punto final. Ej. Se informa sobre la entrada de un tigre a la Plaza de Montevideo. Observaciones: Se incluirán comentarios pertinentes que permitan una mejor comprensión del documento, por ejemplo, referencias a la inserción del fragmento trascripto en un documento mayor, a soluciones tipográficas ad hoc, a cuestiones de foliación. El formato será: Times New Roman, 12, Cursiva o su equivalente. La palabra Observaciones será seguida de dos puntos y las observaciones se comenzarán a escribir con minúscula. Las transcripciones serán realizadas en un procesador de texto y en tamaño de hoja A4, con alineación izquierda. Normas de transcripción de los documentos7 Foliación: cada transcripción debe tener indicación del número de los folios que la 7 Las normas de transcripción se inspiran en las «Normas para transcrição de documentos manuscritos” -R. Virginia Mattos e Silva (org.) 2001 Para a história do português brasileiro: primeiros estudos. Humanitas/FADESP: São Paulo: 553-555 y en el Manual de Transcripción para el Diccionario del Español Antiguo Mackenzie (1986) ídem, 4ta. ed. de Victoria A. Burus, trad. de Aurora Santa Olalla. Madison: The Hispanic Seminary of Medieval Studies. 112 Estela González Torres Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX componen. Esta estará escrita aisladamente en la primera línea de la misma, a la izquierda sin tabulación alguna y de la siguiente manera: [fol. 1r], [fol. 1v], [fol. 2r], [fol. 2v], etc., en el entendido de que r = recto, v = verso. Si el documento carece de foliación, como suele suceder en los documentos no judiciales, o la foliación existente es posterior a la creación del documento, el transcriptor impondrá su propia numeración de folios, precediéndola de *. En estos casos, también se escribi- rá, a lápiz, en el margen superior derecho de los originales. La carátula de los expedientes se podrá foliar como [*fol. 0] y se escribirá [s/fol.] cuando alguna foja esté anexada o interpuesta, es decir, cuando no esté incluida en la foliación original. Si hay partes de un documento, que por diferentes razones, no se seleccionan para su reproduc- ción, serán foliadas en forma independiente, lo cual se señalará en Observaciones. Numeración de líneas: en el margen izquierdo aparecerá una numeración de líneas de cinco en cinco. Luego de un espacio de tabulador se comenzará la transcripción del texto. Se respetará la división de líneas del documento original, es decir, en cada línea de la transcripción se escribirá únicamente lo que aparece en la correspondiente del documento. Se numerará el original tam- bién de cinco en cinco, a lápiz. Si la extensión de la línea del original superara la del espacio de la hoja en la que se está transcribiendo, se pasará al otro renglón señalando con una barra oblicua ( \ ) el fin de la línea. No se contará este renglón en la numeración de líneas. Si el documento manuscrito tuviera una serie de líneas en blanco, por ejemplo, entre el destina- tario de una carta y el fechado tópico y crónico, no se dejará ese espacio en el texto transcripto. Se transcribirán las líneas en forma continuada. Alfabeto: se respetará, con la mayor fidelidad posible, la ortografía del manuscrito: Será respetado el uso de mayúsculas y minúsculas que aparece en el original. La R mayúscula, cualquiera sea su tamaño en relación con las otras letras y su posición en la palabra, se transcribirá R. Si en el manuscrito se utiliza rr- en posición inicial, se respetará esa grafía. 113 Estela González Torres Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX En la transcripción de b, u y v se tendrá cuidado de distinguir entre las diferentes grafías utilizadas por el autor del documento. Se reproducirán exactamente como aparecen en el manuscrito, sin intentar normalización alguna basada en el uso moderno. Puntuación: la puntuación original será rigurosamente mantenida. Sin embargo, no se transcribirán los puntos que sean evidente producto del apoyo de la pluma con que se escribió el original. Tildes: será mantenido el uso de los tildes del original. Sin embargo, las formas de tilde en lugar de puntos de íes no se considerarán tildes. Separación de palabras: la separación de palabras seguirá un criterio moderno. Por lo tanto se juntarán fragmentos de palabra que aparezcan separados y se separarán palabras que aparezcan juntas. Subrayados: los subrayados del original se subrayarán en el texto. Se prestará especial atención a no reproducir los subrayados realizados por quienes hayan manipulado los documentos con posterioridad. Repasados: los repasados del original se marcarán en negritas. Correcciones: se considerarán correcciones las letras o pasajes sobrescritos. De aparecer en un documento, debe transcribirse el texto que el escribiente dejó como definitivo y se anotará a pie de página la forma elegida en primera instancia por el escribiente, si esta pudiera apreciarse. Intercalados: se considerarán intercalados las letras o pasajes agregados entre renglones. Se los incluirá en el lugar en que los puso el autor del documento y si estuviera literalmente superpuesto a otro texto, se lo incluirá en el lugar que permita la mejor comprensión del texto. Tachaduras: los pasajes tachados del original aparecerán como tales en la transcripción, si lo tachado se lee. Si en el documento aparece un pasaje tachado y luego se intercala uno 114 Estela González Torres Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX nuevo, el texto tachado debe ir primero y luego se escribirá la intercalación. Si la tachadura hace ilegible lo tachado se señalará como {TACH}. Abreviaturas: no serán extendidas. Podrá incluirse una tabla de abreviaturas de todos los docu- mentos, ordenadas alfabéticamente. Rúbricas: deben registrarse las rúbricas que aparezcan en el documento. Por ejemplo, si la firma Juan Pérez tiene una rúbrica se escribirá: Juan Pérez {RUB}. Glosas: cada glosa debe incluirse en una llave {GL} y no debe contabilizarse en la numeración de las líneas. La separación de líneas de las glosas se marcará con una barra (/). Ej. {GL. Paysandú Julio 30/833/ Paso esta comunicacion/ original al Sor/ Alc.e Ord.o del Departamen[*to]} Sellos: cuando aparece un sello, se dará cuenta de este con [SELLO]. De entenderse pertinente se podrá aclarar el contenido del sello. No se transcribirán los sellos de los archivos. Dibujos: cuando aparece un dibujo, se dará cuenta de este con [DBJO]. Incluimos entre los dibujos los crismones, las cruces, las marcas de ganado. De entenderse pertinente, se podrá acla- rar el contenido del dibujo. Impresos: cuando parte del documento es un impreso, se dará cuenta de esto transcribiéndolo en letra cursiva. Lista de símbolos ^ ^ intercalación hecha por el autor del documento, por ejemplo, una palabra agregada entre líneas. [^] intercalación hecha por otra persona que no es el autor del documento. [??] indica la presencia en el manuscrito de parte de una palabra que resulta ilegible, por ejemplo, “fueron a po[??]” o para indicar que una palabra entera es ilegible (estrellas [??]). 115 Estela González Torres Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX [???] señala la ilegibilidad de una frase. Si nada es legible en una línea del manuscrito, esta línea debe representarse también como tres signos de interrogación entre corchetes. Se escribirá [???] por cada línea ilegible de un documento a los efectos de que coincida la numeración de líneas del original con la de la transcripción. [* ] indica la reconstrucción por parte del transcriptor de un texto ilegible o faltante. Solo se utlilizará cuando el contenido resulte evidente al transcriptor y no suponga una opción entre posibles variaciones de un sonido, graficación o expresión. [ ] todo lo que está incluido dentro de corchetes no aparece en el original: deben entenderse como intervenciones de quien hizo la transcripción del texto. [ ... ] indica la no transcripción de un pasaje del texto. Ejemplo de transcripción (primer folio del doc. 216): E216. Informe sobre acontecimientos en la Plaza de Montevideo Siglo: XVIII Año: 1773 Ubicación: Archivo General de la Nación (Uruguay), Caja 1, Carpeta 5, Doc. s/d. Rev: VB, MC, AP, CP Se informa sobre la entrada de un tigre a la Plaza de Montevideo. [*fol. 1r] 1. Noticia de lo acaècido la noche del dia 19. De Noviembre de 1773 en casa del Governador Interino de la Plaza de Montevideo Don Joachin del Pino, por havèr entrado en ella vn Tigre à poco mas de las 5. nueve de la expresada noche: cuyo acaecimiento hà sido vastante extraordinario: respecto à que (segun aseguran todos) hace mas de 12, ò 14. años, que nò se 116 Estela González Torres Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX hà visto entràr tigre ninguno en el pueblo especialmente desde que se cerró de Muralla de uno à otro 10. Torreon. Poco despues de las nueve de la noche del referido dia, estando Jugando à los Naypes, en una Mesa la Señora Doña Maria Ygnacia Ramerì Muger del susodicho Governador, el Capitán de Fragata Don Francisco Gil Provis- 15. to Governador de las Yslas Malvinas, y los Padres Capellanes Pita, y Aràs; en otra mesa el Capitan de Navio Don Juan Antonio del Camino Comandante de Marina de los Bageles de este Rio de la Plata, Don Manuel de la Quintana Capitan del Regim.to 20. de Infanteria de Buenos Ayres, el theniente del mismo Regimiento Don Antonio del Olmo, y el yà dho Governador Don Joachin del Pino Yngeniero en Segundo Montevideo, febrero de 2012 117 Estela González Torres Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX ANEJO 3. Documentos objeto de estudio del siglo XVIII De los setenta documentos recogido en Bertolotti et al. 2010 hemos trabajado, finalmente, con los siguientes sesenta y ocho, ordenados cronológicamente: [E24, 1730], [E38, 1739], [E218, 1741], [E54, 1747], [E58, 1747], [E55, 1748], [E56, 1750], [E57, 1750], [E59, 1750], [E53, 1751], [E60, 1751], [E94, 1753], [E217, 1761], [E405, 1761], [E406, 1761], [E392, 1762], [E37, 1763], [E417, 1763], [E418, 1763], [E419, 1763], [E421, 1763], [E422, 1763], [E389, 1766], [E519, 1767], [E385, 1768], [E386, 1768], [E387, 1768], [E402, 1768], [E403, 1768], [E522, 1768], [E529, 1768], [E454, 1769], [E528, 1769], [E530, 1769], [E540, 1770], [E543, 1770], [E588, 1771], [E559, 1771], [E561, 1771], [E216, 1773], [E580, 1774], [E586, 1774], [E588, 1774], [E33, 1783], [E31, 1787], [E35, 1787], [E87, 1787], [E88, 1787], [E89, 1787], [E90, 1787], [E86, 1788], [E205, 1788], [E15, 1789], [E16, 1789], [E44, 1789], [E206, 1789], [E207, 1789], [E208, 1789], [E209, 1790], [E6, 1791], [E19, 1793], [E27, 1793], [E26, 1795], [E29, 1795], [E28, 1796], [E7, 1799], [E204, 1799], [E430, s/f]. No hemos detectado fenómenos en los textos [E453, 1765] y [E383, 1768]. Índice por fecha de los documentos 1730. E24. Expediente matrimonial de Antonio Albares. 1739. E38. Expediente matrimonial de Joachim Marin firmado por el notario Joseph Milan. 1741. E218. Solicitud de inventario y tasación de bienes de Simón Coronel. 1744. E54. Demanda judicial contra Joseph de León. 1747. E58. Demanda puesta por Andrés Gordillo. 118 Estela González Torres Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX 1748. E55. Querella civil puesta por Joseph de León contra Domingo Castellano. 1750. E56. Memorial presentado por Francisco Xavier Ximénez. 1750. E57. Memorial presentado por Juan de Morales. 1750. E59. Querella presentada por Juan de Toledo contra Joseph Villasante. 1751. E53. Tasación de los bienes del difunto Antonio de León. 1751. E60. Memorial presentado por Agueda Gaytan. 1753. E94. Expediente judicial sobre el hallazgo de barajas en la playa producto de un naufragio. 1761. E217. Testamento de Juan de Castro. 1761. E405. Carta de Francisco de Ma(g)una a Pedro de Cevallos. 1761. E406. Carta de Thomas Escudero a Francisco de Ma(g)una. 1762. E392. Carta de Joseph Gómez al Comandante de Rosario. 1763. E37. Maldiciones del Vicario Joseph Nicolás Barrales. 1763. E417. Carta de Don Lázaro Bernardo Mendinueta a Don Pedro de Cevallos. 1763. E418. Carta de Don Lázaro Bernardo Mendinueta a Don Pedro de Cevallos. 1763. E419. Carta de Don Lázaro Bernardo Mendinueta a Don Pedro de Cevallos. 1763. E421. Carta de remitente desconocido a Antonio Pascual. 1763. E422. Relación de presos en la Isla de Maldonado. 1766. E389. Carta de Joseph Nietto a Pedro de Cevallos. 1767. E519. Minutas de las raciones suministradas a los fuertes de Santa Teresa y de San Miguel. 1768. E385. Documento judicial por robo realizado por los Indios Christov Jiménez, Paravary y Barayure. 1768. E386. Carta de Nicolás de Miquelerena a Diego de Salas. 1768. E387. Carta de Nicolás de Miquelerena a Diego de Salas. 1768. E402. Estado sobre vestimentas de los Negros del Campo de Bucareli y Ursua. 1768. E403. Carta de Nicolás Miquelerena a Francisco Bucareli y Ursua. 1768. E522. Causa por robo de caballos. 1768. E529. Carta del Coronel Bartolomé Ferro a Francisco Bucareli y Ursua. 1769. E454. Carta de Lucas Infante a Pedro de Cevallos. 1769. E528. Carta del Coronel Bartolomé Ferro a Francisco Bucareli y Ursua. 119 Estela González Torres Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX 1769. E530. Carta del Coronel Bartolomé Ferro a Francisco Bucareli y Ursua. 1770. E540. Carta de Bartolomé Ferro a una autoridad. 1770. E543. Carta de Bartolomé Ferro a una autoridad. 1771. E558. Carta del párroco Joseph Planes a Bartolomé Ferro. 1771. E559. Carta de Don Bartolomé Ferro a Joseph Vértiz. 1771. E561. Carta de Bartolomé Ferro a Joseph Vertíz. 1773. E216. Informe sobre acontecimientos en la Plaza de Montevideo. 1774. E580. Carta de Joseph Ignacio de la Quintana. 1774. E586. Carta de Joseph de la Quintana a Juan de Vértiz. 1774. E588. Copia de carta de Pedro Medrano, Juan de Bustinaga, Martin Joseph de Altolaguirre y Joseph Ignacio de la Quinttana. 1783. E33. Carta de Ramón de Cevallos a su tío. 1787. E31. Carta de Pedro de Susviela a su esposa. 1787. E35. Carta de Miguel Fernández Agüero a su tío Diego Agüero. 1787. E87. Carta de Antonio Sánchez a su esposa. 1787. E88. Carta de Luis de Casal a su esposa. 1787. E89. Carta de Joaquín de Toca a su madre. 1787. E90. Carta de Manuel Joaquín de Toca a su primo. 1788. E86. Carta de Francisco Javier Paredes a su esposa. 1788. E205. Sumario a Juan Roman. 1789. E15. Carta de Francisco Zeballos a Miguel Agüero. 1789. E16. Carta de Julián Marciano a Miguel Fernández de Agüero. 1789. E44. Caxon de sastre de José Manuel Pérez Castellano. 1789. E206. Causa Criminal contra Dionisio Siapato, vecino de la Villa de San Carlos. 1789. E207. Sumario contra Francisco Quevedo. 1789. E208. Sumario contra Antonio Vela. 1790. E209. Sumario contra Francisco Muñoz. 1791. E6. Solicitud de Lecocq a G. Martínez de Cáceres para casarse. 1793. E19. Costo de la calzada de la esquina de la Plaza. 1793. E27. Carta de Juan García a su padre. 120 Estela González Torres Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX 1795. E26. Carta de Juan Bautista a Eleicegui a su hermana Josefa Antonia. 1795. E29. Carta de Jerónimo Olloniego a su prima. 1796. E28. Carta de Juan García a su padre. 1799. E7. Memoria testamentaria de Bernardo Lecocq. 1799. E204. Causa Criminal contra Andrez Cavezas. S/f. E430. Carta de Joseph Rodríguez de Acuña al Señor Comandante. Índice por tipo de documento Cartas personales E15. Carta de Francisco Zeballos a Miguel Agüero. E16. Carta de Julián Marciano a Miguel Fernández de Agüero. E26. Carta de Juan Bautista a Eleicegui a su hermana Josefa Antonia. E27. Carta de Juan García a su padre. E28. Carta de Juan García a su padre. E29. Carta de Jerónimo Olloniego a su prima. E31. Carta de Pedro de Susviela a su esposa. E33. Carta de Ramón de Cevallos a su tío. E35. Carta de Miguel Fernández Agüero a su tío Diego Agüero. E44. Caxon de sastre de José Manuel Pérez Castellano. E86. Carta de Francisco Javier Paredes a su esposa. E87. Carta de Antonio Sánchez a su esposa. E88. Carta de Luis de Casal a su esposa. E89. Carta de Joaquín de Toca a su madre. E90. Carta de Manuel Joaquín de Toca a su primo. Documentos privados E6. Solicitud de Lecocq a G. Martínez de Cáceres para casarse. E386. Carta de Nicolás de Miquelerena a Diego de Salas. E387. Carta de Nicolás de Miquelerena a Diego de Salas. 121 Estela González Torres Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX E389. Carta de Joseph Nietto a Pedro de Cevallos. E392. Carta de Joseph Gómez al Comandante de Rosario. E403. Carta de Nicolás Miquelerena a Francisco Bucareli y Ursua. E405. Carta de Francisco de Ma(g)una a Pedro de Cevallos. E406. Carta de Thomas Escudero a Francisco de Ma(g)una. E417. Carta de Don Lázaro Bernardo Mendinueta a Don Pedro de Cevallos. E418. Carta de Don Lázaro Bernardo Mendinueta a Don Pedro de Cevallos. E419. Carta de Don Lázaro Bernardo Mendinueta a Don Pedro de Cevallos. E421. Carta de remitente desconocido a Antonio Pascual. E422. Relación de presos en la Isla de Maldonado. E454. Carta de Lucas Infante a Pedro de Cevallos. E528. Carta del Coronel Bartolomé Ferro a Francisco Bucareli y Ursua. E529. Carta del Coronel Bartolomé Ferro a Francisco Bucareli y Ursua. E530. Carta del Coronel Bartolomé Ferro a Francisco Bucareli y Ursua. E540. Carta de Bartolomé Ferro a una autoridad. E543. Carta de Bartolomé Ferro a una autoridad. E558. Carta del párroco Joseph Planes a Bartolomé Ferro. E559. Carta de Don Bartolomé Ferro a Joseph Vértiz. E561. Carta de Bartolomé Ferro a Joseph Vertíz. E580. Carta de Joseph Ignacio de la Quintana. E586. Carta de Joseph de la Quintana a Juan de Vértiz. E588. Copia de carta de Pedro Medrano, Juan de Bustinaga, Martin Joseph de Altolaguirre y Joseph Ignacio de la Quinttana. Documentos oficiales E7. Memoria testamentaria de Bernardo Lecocq. E19. Costo de la calzada de la esquina de la Plaza. E37. Maldiciones del Vicario Joseph Nicolás Barrales. E38. Expediente matrimonial de Joachim Marin firmado por el notario Joseph Milan. E53. Tasación de los bienes del difunto Antonio de León. 122 Estela González Torres Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX E54. Demanda judicial contra Joseph de León. E55. Querella civil puesta por Joseph de León contra Domingo Castellano. E56. Memorial presentado por Francisco Xavier Ximénez. E57. Memorial presentado por Juan de Morales. E58. Demanda puesta por Andrés Gordillo. E59. Querella presentada por Juan de Toledo contra Joseph Villasante. E60. Memorial presentado por Agueda Gaytan. E94. Expediente judicial sobre el hallazgo de barajas en la playa producto de un naufragio. E204. Causa Criminal contra Andrez Cavezas. E205. Sumario a Juan Roman. E206. Causa Criminal contra Dionisio Siapato, vecino de la Villa de San Carlos. E207. Sumario contra Francisco Quevedo. E208. Sumario contra Antonio Vela. E209. Sumario contra Francisco Muñoz. E216. Informe sobre acontecimientos en la Plaza de Montevideo. E217. Testamento de Juan de Castro. E218. Solicitud de inventario y tasación de bienes de Simón Coronel. E383. Carta a Nicolás de Miquelerena a Francisco Bucareli y Ursua. E385. Documento judicial por robo realizado por los Indios Christov Jiménez, Paravary y Barayure. E402. Estado sobre vestimentas de los Negros del Campo de Bucareli y Ursua. E430. Carta de Joseph Rodríguez de Acuña al Señor Comandante. E519. Minutas de las raciones suministradas a los fuertes de Santa Teresa y de San Miguel. E522. Causa por robo de caballos. 123 Estela González Torres Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX ANEJO 4. Documentos objeto de estudio del siglo XIX: El corpus de Bertolotti et al. 2012 compila setenta y cinco textos que, sometidos a nuestro análisis, se redujeron a setenta, que incluimos, en orden cronológico, a continuación: [E30, 1803], [E174, 1808], [E179, 1808], [E175, 1809], [E176, 1809], [E173, 1812], [E203, 1812], [E177, 1814], [E80, 1816], [E75, 1821], [E76, 1821], [E77, 1821], [E78, 1821], [E79, 1821], [E91, 1821], [E81, 1828], [E117, 1829], [E109, 1830], [E113, c.1830], [E114, c.1830], [E67, 1839], [E72, 1839], [E73, 1839], [E62, 1841], [E63, 1841], [E64, 1841], [E120, 1841], [E98, 1845], [E65, 1846], [E66, 1846], [E23, 1853], [E21, 1856], [E598, 1856], [E22, 1857], [E99, 1857], [E595, 1857], [E20, 1858], [E596, 1860], [E101, 1863], [E102, 1863], [E74, 1865], [E83, 1865], [E85, 1865], [E123, 1865], [E597, 1867], [E70, 1870], [E290, 1870], [E215, 1872], [E125, 1880], [E129, 1880], [E130, 1880], [E211, 1882], [E212, 1882], [E213, 1882], [E214, 1882], [E294, 1882], [E330, 1882], [E210, 1883], [E295, 1883], [E301, 1884], [E302, 1884], [E286, 1885], [E288, 1885], [E297, 1885], [E325, 1885], [E69, 1887], [E126, 1887], [E127, 1887], [E128, 1887], [E594, 1890]. Así pues, descartamos los documentos [E8, 1800], [E178, 1813], [E82, 1828], [E84, 1865], [E329, 1886], cuyos títulos no incluimos a continuación. Índice por fecha de los documentos 1803. E30. Carta de Josef de Mesa a su esposa 1808. E174. Carta de S. de Bargas a María Clara Zabala de Vidal 1808. E179. Certificación de préstamo realizado por María Clara Zabala de Vidal 1809. E175. Carta de María Clara Zabala de Vidal al Comandante General de la Marina 1809. E176. Informe de Juan Jacinto de Vargas sobre María Clara Zabala de Vidal 1812. E173. Solicitud de pago 1812. E203. Informe a propósito del naufragio del Navío Salvador 1814. E177. Certificación de Jacinto Acuña de Figueroa 124 Estela González Torres Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX 1816. E80. Escritura de Don José Aldado 1821. E75. Solicitud de intimación de pago 1821. E76. Solicitud de prórroga temporal en la causa de María Antonia Farías 1821. E77. Carta de Raymundo Guerra a María Antonia Farías 1821. E78. Testamento de Benito Rosende 1821. E79. Causa por robo de dinero a Agustín Busquets 1821. E91. Razón de los gastos de honras al finado Benito Rosendo 1828. E81. Expediente matrimonial de Severino José de Rosa 1829. E117. Carta de Josefa Alfonsín de Lamas a su hijo Andrés Lamas 1830. E109. Carta de Félix Garzón a su hermano Eugenio Garzón 1830. E113. Carta de Félix Garzón a su hermano Eugenio Garzón 1830. E114. Carta de Félix Garzón a su hermano Eugenio Garzón 1839. E67. Carta de Antonia Avellaneda a su hijo Eugenio Garzón 1839. E72. Carta de Felipe Estavillo al Vicario Apostólico 1839. E73. Informe de Benito Alonso Covian al Vicario Apostólico 1841. E62. Carta de Rafael Quiñones a Juan María Pérez 1841. E63. Carta de Rafael Quiñones a Juan María Pérez 1841. E64. Carta de Rafael Quiñones a Juan María Pérez 1841. E120. Carta de Josefa Alfonsín de Lamas a su hijo Andrés Lamas 1845. E98. Carta de Martina del Pino a su abuelo 1846. E65. Carta de Eugenio Garzón a su hermana Eustaquia 1846. E66. Carta de Eugenio Garzón a su hermana 1853. E23. Carta de Joaquín Reyna a Jacinto Vera 1856. E21. Carta de Juan Manuel Oribe a Jacinto Vera 1856. E598. Carta de Pedro Fernández a Constantino García 1857. E22. Carta de José Sato a Jacinto Vera 1857. E99. Carta de Venancio Flores a su hija Ágapa 1857. E595. Carta de Pedro Fernández a Constantino García 1858. E20. Carta de Francisco Ramón Cabre a Jacinto Vera 1860. E596. Carta de Gregorio Martines a Constantino García da Roza 1863. E101. Carta de Venancio Flores a su hija Ágapa 1863. E102. Carta de Venancio Flores a su hija Agapa 1865. E74. Carta de Ciriaca Fernández de Gallardo a Jacinto Vera 1865. E83. Solicitud de permiso de Miguel Riestra a Jacinto Vera para estudiar música 125 Estela González Torres Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX 1865. E85. Carta de Rafael Yeregui a Jacinto Vera 1865. E123. Carta de Josefa Alfonsín de Lamas a su hijo Andrés Lamas 1867. E597. Carta de Guillermo Buiste a Constantino da Roza 1870. E70. Anónimo injurioso a Máximo Santos 1870. E290. Carta de Nicasio Borges a Máximo Santos sobre temas militares 1872. E215. Informe y pedido de la Junta Económica Administrativa de Cerro Largo al Gobierno de Montevideo 1880. E125. Carta de Lucas Requena García a su primo Joaquín Requena 1880. E129. Carta de Juan Manuel Blanes a su hermano Mauricio 1880. E130. Carta de Juan Manuel Blanes a su hermano Mauricio 1882. E211. Carta de Carlos Escayola a Máximo Santos 1882. E212. Carta de Carlos Escayola a Máximo Santos 1882. E213. Carta de Carlos Escayola a Máximo Santos 1882. E214. Carta de Carlos Escayola a Máximo Santos 1882. E294. Informe de Manuel Abadi a Amaro Carve 1882. E330. Carta de Julio Roustan a Máximo Santos 1883. E210. Sumario contra Manuel Joaquín Pereira 1883. E295. Carta de Amaro Carve a Máximo Santos sobre temas políticos 1884. E301. Carta de Justino de los Santos a su primo Máximo Santos 1884. E302. Carta de solicitud de Laureano Ruiz a Máximo Santos 1885. E286. Carta de Isabelino Andai a Máximo Santos solicitando licencia 1885. E288. Carta de solicitud de Celina Massias de Benavente a Máximo Santos 1885. E297. Carta de solicitud de E. Castro a Máximo Santos 1885. E325. Carta de solicitud de Agustín Romero a Máximo Santos 1887. E69. Carta de María B. de Santos a su hijo Máximo 1887. E126. Carta de Joaquín Requena a su hijo 1887. E127. Carta de Joaquín Requena a su hijo 1887. E128. Carta de Joaquín Requena a su hijo 1890. E594. Causa criminal contra Francisco Goyoaga Índice por tipo de documento Cartas personales E20. Carta de Francisco Ramón Cabre a Jacinto Vera 126 Estela González Torres Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX E21. Carta de Juan Manuel Oribe a Jacinto Vera E22. Carta de José Sato a Jacinto Vera E30. Carta de Josef de Mesa a su esposa E62. Carta de Rafael Quiñones a Juan María Pérez E65. Carta de Eugenio Garzón a su hermana Eustaquia E66. Carta de Eugenio Garzón a su hermana E67. Carta de Antonia Avellaneda a su hijo Eugenio Garzón E69. Carta de María B. de Santos a su hijo Máximo E70. Anónimo injurioso a Máximo Santos E98. Carta de Martina del Pino a su abuelo E99. Carta de Venancio Flores a su hija Ágapa E101. Carta de Venancio Flores a su hija Ágapa E102. Carta de Venancio Flores a su hija Agapa E109. Carta de Félix Garzón a su hermano Eugenio Garzón E113. Carta de Félix Garzón a su hermano Eugenio Garzón E114. Carta de Félix Garzón a su hermano Eugenio Garzón E117. Carta de Josefa Alfonsín de Lamas a su hijo Andrés Lamas E120. Carta de Josefa Alfonsín de Lamas a su hijo Andrés Lamas E123. Carta de Josefa Alfonsín de Lamas a su hijo Andrés Lamas E125. Carta de Lucas Requena García a su primo Joaquín Requena E126. Carta de Joaquín Requena a su hijo E127. Carta de Joaquín Requena a su hijo E128. Carta de Joaquín Requena a su hijo E129. Carta de Juan Manuel Blanes a su hermano Mauricio E130. Carta de Juan Manuel Blanes a su hermano Mauricio E596. Carta de Gregorio Martines a Constantino García da Roza Documentos privados E23. Carta de Joaquín Reyna a Jacinto Vera E63. Carta de Rafael Quiñones a Juan María Pérez E64. Carta de Rafael Quiñones a Juan María Pérez E72. Carta de Felipe Estavillo al Vicario Apostólico E74. Carta de Ciriaca Fernández de Gallardo a Jacinto Vera E77. Carta de Raymundo Guerra a María Antonia Farías 127 Estela González Torres Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX E83. Solicitud de permiso de Miguel Riestra a Jacinto Vera para estudiar música E85. Carta de Rafael Yeregui a Jacinto Vera E174. Carta de S. de Bargas a María Clara Zabala de Vidal E286. Carta de Isabelino Andai a Máximo Santos solicitando licencia E288. Carta de solicitud de Celina Massias de Benavente a Máximo Santos E290. Carta de Nicasio Borges a Máximo Santos sobre temas militares E295. Carta de Amaro Carve a Máximo Santos sobre temas políticos E297. Carta de solicitud de E. Castro a Máximo Santos E301. Carta de Justino de los Santos a su primo Máximo Santos E302. Carta de solicitud de Laureano Ruiz a Máximo Santos E325. Carta de solicitud de Agustín Romero a Máximo Santos E330. Carta de Julio Roustan a Máximo Santos E595. Carta de Pedro Fernández a Constantino García E597. Carta de Guillermo Buiste a Constantino da Roza E598. Carta de Pedro Fernández a Constantino García Documentos oficiales E73. Informe de Benito Alonso Covian al Vicario Apostólico E75. Solicitud de intimación de pago E76. Solicitud de prórroga temporal en la causa de María Antonia Farías E78. Testamento de Benito Rosende E79. Causa por robo de dinero a Agustín Busquets E80. Escritura de Don José Aldado E81. Expediente matrimonial de Severino José de Rosa E91. Razón de los gastos de honras al finado Benito Rosendo E173. Solicitud de pago E175. Carta de María Clara Zabala de Vidal al Comandante General de la Marina E176. Informe de Juan Jacinto de Vargas sobre María Clara Zabala de Vidal E177. Certificación de Jacinto Acuña de Figueroa E179. Certificación de préstamo realizado por María Clara Zabala de Vidal E203. Informe a propósito del naufragio del Navío Salvador E210. Sumario contra Manuel Joaquín Pereira E211. Carta de Carlos Escayola a Máximo Santos E212. Carta de Carlos Escayola a Máximo Santos 128 Estela González Torres Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX E213. Carta de Carlos Escayola a Máximo Santos E214. Carta de Carlos Escayola a Máximo Santos E215. Informe y pedido de la Junta Económica Administrativa de Cerro Largo al Gobierno de Montevideo E294. Informe de Manuel Abadi a Amaro Carve E594. Causa criminal contra Francisco Goyoaga ANEJO 5. Documentos del XIX transcritos por EG dentro del marco del Taller Metodológico II de Historia Lingüística de la UdelaR De los setenta documentos que conforman el corpus publicado del XIX (Bertolotti et al. 2012), tuvimos la suerte de transcribir y/o revisar (EG son las siglas de Estela González) la transcripción ya existente de veintitrés de ellos en el Taller Metodológico II de la asignatura Historia lingüística del Uruguay en la Universidad de la República, Montevideo. Estos textos son: [E30, 1803], [E175, 1809], [E80, 1816], [E98, 1845], [E65, 1846], [E66, 1846], [E99, 1857], [E101, 1863], [E102, 1863], [E85, 1865], [E70, 1870], [E290, 1870], [E294, 1882], [E330, 1882], [E295, 1883], [E301, 1884], [E302, 1884], [E286, 1885], [E297, 1885], [E288, 1885], [E325, 1885], [E329, 1886], [E69, 1887]. A continuación incluimos sus transcripciones: E30. Carta de Josef de Mesa a su esposa Siglo: XIX Año: 1803 Ubicación: Archivo General de Indias, Sección V, Gobierno Audiencia de Buenos Aires, Legajo 570, Doc. s/d. Rev: VB, MM, AP, EG Josef de Mesa le pide a su esposa que se traslade a Montevideo cuanto antes y le da indicaciones sobre el particular. [*fol.1r] 1. Mi mas estimada y q.erida esposa de mi corazon me alegrare qe al rresibo des 129 Estela González Torres Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX ta te alles con la salu q.e yo para mi dese^o^ en conpañia, de mis dos amadas siJas 5. de mi corason y de tu familia y mia la q.e yo difruto es buena para q.e me mandes qe lo are como me toca de obli gasion. Juana esta se diriJe a 10. notisiarte al estado de mi salu pues en e lla no tengo nobeda ygualmente, tu ermano y cuñada y tu sobrino en cuanto a lo q.e te e dicho q.e semos besino desta y q.e aqui lo pasaremos tranqui 15. lamente pues con el trato del amasen de brea estopa y clabason y todo lo de mas y los dos negros y el bote y te digo esnudamente q.e la rrespuesta desta se^a^ tu benida ten animo como las 20. demas q.e aqui bienen todos los Dias [*fol.1v] 1. pues lo mas q.e puedes echar son dos meses y mira si puedes benir con la muJre del D.n nantonio es cudero q.e se qesta para benir a esta 5. y no te bengas sin las fe de baustimo de las niñas y la carta de casamiento au torisada por los escribanos q.e les corres ponda y no ai que pensar sono serrar los soJos y los testigos de todo lo dicho es 10. D.n Juan de rruea y D.n mig.le de quintas y D.n fran.co sesas y D.n bernadino errera para tu abilita sion ya sabes a quien tienes de ablar y conpar todo lo nesesario y q.e ben 130 Estela González Torres 15. Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX gas con toda comodida tu y tus iJas, q.es lo q.e deseo pue ai muchos saños qe no nos bemos q.e ase nuebe pues mi salida fue el nobenta y cuator e mes de otubre Dios quiera q.e los tres q.e aya[??] 20. rresibido esta nos biamos con cumplida [*fol.2r] 1. salu ya la casa la tienes puesta y por D.n manuel diaga e mandado traer una negra del Jeneiro para ti y q.e te sirba en cuanto tomes posesion des 5. ta tu casa por Dios te pido q.e tu benida con mis iJa no se enfrie sino q.e sea lo mas pronto q.e sea posible es cuanto tengo que desrite en el particular daras, memorias a tu ermana y a conpadre fran.co 10. a mi madre y ermanos y ermana y cuñada y a mis sobrinos y a los tuyos y a toda tu familia de nuestra obligasion ya los q.e preguntaren por mi y en particular al conpadre rrasado y su 15. familia y a ti te las manda conpadre sapata y comadre fran.ca y de tu er mano y ermana politica y q.e no tar des en tu benida y a mis iJas le dadaras un beso y abarsos tu rresibiras el 20. fino cariño de tu fiel espos qe tes tima y berte desea, es [*fol.2v] 1. Josef de Mesa {RUB} q.erida esposa Juna de la peña Montebideo a 25 de Marzo 131 Estela González Torres Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX de 1803 5. pp esta ba por un amigo q.e ba en un barco particu lar nonbrado el rrosario E175. Carta de María Clara Zabala de Vidal al Comandante General de la Marina Siglo: XIX Año: 1809 Ubicación: Archivo General de la Nación (Uruguay), Archivo María Clara Zabala de Vidal, Doc. 13. Rev: MN, CS, EG Carta de María Clara Zabala de Vidal al Comandante General de la Marina ofreciendo el pago del sueldo cuatro soldados para ayudar a la causa contra los ingleses. [*fol.1r] 1. Sor Comandante Gnl de Marina {GL. Montevideo/6 de Diciem-/bre de 1809.} Doña Maria Clara Zabala viuda del finad[*o] Capitan de Dragones Don Eucebio Vidal vecino a esta Ciudad, ante Ud. con su mayor {GL. Como lo pido,/pasandose/al Capitan/De la Ral Ar-/mada D. Jua^n^/de Bargas pa-/ra 5. que certifi-/que lo que/le conste so-/bre lo conteni-/do de esta/solicitud/Salazar}respecto dice: Que octubre de 1806 hallan dose esta Plaza bloqueada por una Escuadr[*a] Inglesa y enemiga, y amenazada de una proxima invacion para cuya defensa se estaba tomando ^reuniendo^ toda la gente posible, desearia de 132 Estela González Torres 10. Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX ser útil al Rey, y a su Patria en cuanto le fue dable ya que no tenia hijos varones que poder sacrificar en su defensa, estando para salir de la Ciudad con su familia a fin de evitar las funestas concecuencias que 15. pudiera ocacionarles el sitio que por momentos se estaba esperando pusiesen los enemigos, resolvió pasar a la casa habitacion del Señor Gobernador que lo era entonces el Brigadier de la Armada Don 20. Pascual Ruiz Huidobro para ofrecerle se obligaba a pagar mensualmente por sí, y sus tres hijos menores cuatro soldados por el tiempo que lo exigiese la necesidad, y que habiendolo verificado no encontró 25. en ella indicado Sr Gobernador; pero hallandose en el despacho de la Comandancia de Marina que estaba entonces unida al Gobierno el Capitan de Fragta. de la Rl Armada y Ayudante Secretario 30. Don Juan de Vargas lo impuso [*fol.1v] 1. de su solicitud suplicandolo tubiese la bondad de hacerle presente al Sr Gobernador y de darle aviso de su resultado, si aun no hubiesen salido de la Ciudad 5. en cuyo caso podra dar solo a su apoderado Don Juan Francisco Martinez, para que por el se entregase mensualmente al sugeto que es Sr Gobernador tubiese a bien nombrar al efecto, la cantidad 10. a que acendiese el sueldo de los indicados cuatro soldados; 133 Estela González Torres Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX -y no habiendosele dicho nada sobre el asunto por el espresado Sr Bargas, para los fines que puedan con15. venirle= A V. Sup.ca Se sirva providenciar que por el referido Sr Don Juan de Bargas se certifique á continuacion si lo efectibamente cierta la oferta que deja espresada 20. si de ella impuso ó no al Sr Gobernador, y en el primer caso cual fué su resolucion, que es, gracia que espera recibir de V.S.= Montevideo 6 de Diciembre de 1809.- 25. Maria Clara de Zabala E80. Escritura de Don José Aldado Siglo: XIX Año: 1816 Ubicación: Archivo General de la Nación (Uruguay). Archivos Judiciales, No.200-198, Civil 1, AI, Doc. s/d. Rev: EG, CS, MN Hipoteca de un solar en garantía del pago de una deuda. Documento firmado por Luciano de las Casas. [*fol.1r] 1. En la Ciudad de San Felipe de Montevideo á veinte y tres de Octubre de mil ochocientos diez y seis: ante mi él infrascripto Escrivano publico, y de los testigos que ál finál hirán 5. nombrados pareció presente Don José Al134 Estela González Torres Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX -dado, de este vecindario, ál que certifico que conozco y dixo: Que por él tenor dél presente publico instrumento, otorgaba y otorgó, que devé, dará y pagará realmente y con efecto 10. llano y sin pleito alguno á Don Juan Ca-yetano de Molina, vecino de esta misma Ciudad, á él sus herederos ó quien su derecho y causa hubiere y representare en quales-quiera forma ó manera que sea la suma de 15. seiscientos pesos, que le há prestado para subve-nir á sus urgencias en dinero efectivo, sin in-teres ni redito alguno, y por que la entrega no és hecha de presente, renuncia la excep-cion y leyes de la non numerata pecunia y 20. demas dél caso, otorgando como otorga él mas bastante recivo y carta de deuda que á la se-guridad de su dicho acrehedor convenga; y como liso, llano y verdadero deudór que és [*fol.1v] 1. y por tál se consciente de los explicados seisci-entos pesos, se obliga en toda forma de derecho á pagarselos ál referido Don Juan Cayeta-no de Molina en él momento que este se 5. los reclame, y si no lo hiciere, quiere y con-siente ser á ello apremiado y executado por todo rigor de derecho no entregando la pre-dicha cantidad á su acrehedór puesta en su casa y manos y en una sola partida en moneda usuál de plata ú oro y no en otra cosa ni especie, siendo asi mismo de su cuen-ta la satisfaccion de las costas, costos, daños y perjuicios que se siguieren á su acrehedor por falta de su cumplimiento que pueda 135 Estela González Torres 15. Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX resultár de parte dél otorgante, cuia liqui-dacion de su importe, cumplimiento de plazo y todo lo demas que se requiera li-quidár y averiguár, deja y difiere en la relacion Jurada dél mismo su acrehedor, 20. ó de quien su derecho representare relevandole de otra prueba, aunque por derecho se requiera. Y á la responsabilidad, de esta deuda, sin que la obligacion general de bienes derogue ni perjudique la expecial, 25. ni por él contrario esta á aquella, si no [*fol.2r] 1. que antes bien há de podér él acrehedor usar {GL. [*hip]oteca} y de anvas á su arbitrio hipoteca expresa-mente él otorgante y pone afecto ál pago de esta dependencia un Solár suio propio 5. que posehé en él plano de esta misma Ciudad, sito en la Calle de San Diego, compuesto de doce varas de frente y treinta y una y media dichas de fondo, lindante por aquel con finca de Don Cristobál Pugno, Calle de por medio, 10. por este con otra de Don Juan Bautista de Aramburu, y por él Oeste con otra de los herederos dél finado Francisco Alvarez, él qual declara estár libre de censo, empeño, ni otra obligacion ni gravamen, por lo que 15. le sugeta á la presente, con obligacion que hace de no enagenarle mientras no conste pagada y chancelada esta Escritura, de la quál habrá él otorgante de presentár co-pia fee haciente ál Excelentisimo Ayunta- 20. -miento para que en él perentorio termi-no de seis dias, primeros siguientes se tome 136 Estela González Torres Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX razon por él oficio de hipotecas de la conteni-da en este instrumento, so pena de que en su defecto no tendrá fuerza ni valor alguno. 25. Y á la firmeza, cumplimiento y seguridad de esta Escritura se obliga él otorgante con su persona y bienes habidos y por haver [*fol.2v] 1. con poderio y sumision á las Justicias y Seño-res Jueces que de la causa puedan y devan cono-cér, para que ál cumplimiento de lo que dicho és le obliguen y compelan por todo rigor de 5. derecho via breve y executiva, y como por sen-tencia definitiva de Juez competente pasada en autoridad de cosa Juzgada consentida y no apelada, sobre que renuncia su fuero y vecindad con la ley sit convenit de jurisdi 10. -tione omnium judicum, y las ultimas pragmaticas de las sumisiones con la generál en forma. En cuio testimonio asi lo otorgó y firmó siendo testigos Don Salvador Font, Don Lorenzo Navarro y Don Ramon Maria 15. Pelaez, vecinos de que doy fee, en este papél comun por usarse de otro = José Aldao = Luciano de las Casas, Escrivano publico -------------------——————————Concuerda esta copia con la Escritura originál que expresa su 20. tenor en mi rexistro corriente de contratos publicos ál que en lo necesario me remito. Y de pedimento dél otorgante la hice sacar para entregarle á cuio fin la signo y firmo en Montevideo en él dia mes y año de su fecha, en este papél comun por no usarse de otro—————————————————————— 25. {RUB} Luciano de las Casas Ess.o pp.co 137 Estela González Torres Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX [??] Tomese razon al f209 del rexistro de hipotecas, q.e corre en la [??].a a mi cargo. Montev.o Octubre 26, 1816. 30. Taveyro {RUB} [*fol.3r] 1. {GL. P. 18.rN} S.r Alcalde de 2o Voto. D.n Raf.l Sanchez de Molina a nombre de mi legitimo Padre S. D. Juan Cayetano ante V.S. presento y digo: q.e D.n Jose Aldao fallecio intestado siendo deudor de mi 5. dho S. Padre de seiscientos pesos q.e le prestó en efectivo para subenir a sus urgencias las quales se obligo a rein tegrarselos en el momento q.e se los exijiera, y para se guridad de su pago Ypoteco un terreno de su propiedad q.e pose en esta Plaza con las demas condiciones 10. q.e constan de la Escritura q.e en copia feaciente y con los requisitos legales presento. He reclamado de su viuda D.a Pilar Romero el pago de esta obligacion y se niega a hacerlo pretestando puerilidades propias de su sexo; pero entretanto ella husufructua de los vienes del 15. deudor en perjuicio del derecho que se presento p.r tanto ^A.V.S.^ Suplico se sirba mandar que dha S.a me haga entrega de la mencionada Cantidad en el acto bajo de apar. sebimiento pues asi es de Justicia q.e pido con el Juramento necesario. Raf.l Sanchez de Molina {RUB} 20. Montevideo [*fol.3v] 1. 10 de Febo de 1821. Lo provehido en esta fha á pedim.to de esta parte {RUB} 5. L. Ober {RUB} 138 Estela González Torres Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX Luciano De las Casas {RUB} Ess.o pp.co En el mismo dia, mes y año hice saver el decre to antecedente á Don Rafael Molina. Doy feé10. Casas {RUB} {GL. Vi Dco/20-9 P/{RUB}}En trece del propio mes y año: Yo el Escribano p.a Ocupacion del Actuario, notifiqué el Anterior deCreto á D.a Pilar Romero; doy feéPastor {RUB} E98. Carta de Martina del Pino a su abuelo Siglo: XIX Año: 1845 Ubicación: Archivo General de la Nación (Uruguay), Archivos Particulares familia Brito del Pino, Caja 50, Carpeta 1, Doc. 6. Rev: NP, EG Martina del Pino le escribe a su abuelo contándole novedades y hablándole de posibles visitas. [*fol.0] 1. Sor Dn Jose Ma del Pino Buenos-Ayres [*fol.1r] 1. Sn. Jose de Flores Mayo 2 de 1845 Mi amado Abuelito. Desde q.e bine deseaba escrivir a V. pero no me ha sido posible, por q.e una vez q.e bino, el chico 5. Jose Ma fue tan de priza q.e apenas le conteste a Juan para q.e supiera abia recivido lo q.e me man 139 Estela González Torres Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX daba, y ayer pase tan mal dia con una postemilla en q.e tal vez me entro frio, q.e no estaba capas de tomar la pluma en la mano, y aun q.e me he alibiado mu 10. cho, pero ahora mismo siento mis latidos q.e me hacen tener mi cuidado no me siga esta fi[*e]sta. Da Pepa a tenido fatigas terribles, noches malissimas, pero parese de fierro, ayer fue a Misa y tambien se confeso, y paso el dia muy regular, dice q.e tiene muchas ga- 15. nas de ber a V. y a las madamas pero q.e no es posi ble por barios motivos hacer esos biajes, q.e si no con todo su corazon iria a hacerles una bisita; y dice q.e le parese q.e alguna de las dos podia hacer un esfuercito para benir, pues es biaje de hora y cuarto y 20. tienen la proporcion de benir con Benjamina q.e a ofrecido benir un dia, q.e aunq.e no estubiera la q.e biniera sino un par de horas de bisita y otra hora y cuarto de búelta es como cuando ban a alguna bisita un poco lejos y buelben a las dos de la tarde 25. de mi parte no puedo decir el gusto q.e tendría en ber aquí aunq.e fuera un momento a alguna de esas dos encantos, lo mismo disen Candelaria y Rosa y las tres me encargan para V. los mas [*fol.1v] 1. cariñosos afectos, q.e tambien reciviran con los mios Mi tiá y la gorda, sin olbidarnos todas de tiá Malena y Mercedes y Lorenza cuando la bean Da Pepa y Rosa me encargan le de a V. 5. tantas gracias por su fineza; mucho mas larga quisiera ser pero temo por la cara escribir mucho y tengo q.e despidirme de mi Abuelito con un abrazo muy apretado q.e le da desde aqui su amante nieta. 10. Martina del Pino {RUB} 140 Estela González Torres Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX E65. Carta de Eugenio Garzón a su hermana Eustaquia Siglo: XIX Año: 1846 Ubicación: Archivo General de la Nación (Uruguay), Archivo Eugenio Garzón, Caja 37, Carpe- ta 17, Doc. 26. Rev: VB, NP, EG Eugenio Garzón le escribe a su hermana sobre asuntos familiares. [*fol.1r] 1. Marzo 3//. Mi querida hermana Eustaquia: con el mayor gusto recivi la carta que me escrives Junto con mi hijita idolatrada 5. Antuquita: en esta misma le contesto à las dos. Hermana Eustaquia; mucho pesar e tenido al saver la cituacion de mi mui querida hermana Anacleta, nunca 10. pude crer que mi compadre Cavia no tuviera algun egercicio, p.r lo tanto no la concideraba en la abundancia; pero tampoco en la indigencia como esta la Pobre de su 15. Comadre. Le rremito un socorrito de cuatro onzas. Recien hace ocho días que llegaron las cartas de Ustedes à mis manos [*fol.1v] 1. Te rremito una onza de oro para que 141 Estela González Torres Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX les des vos misma media onza á tu Tía Eustaquia y la otra media á tu Tía Jacinta. 5. Todos los sirvientes y las criadas que tengo con migo, las quieren mucho sín verlas. La mulata Felipa la madre de Narciso te distingue tanto, que cuando hace Humitas de Choclo hace una chiquita pa Da Antuquita, y la manda en un 10. Plato aparte, y se la come Papa. Dn Man.l Serna, que es el mayordomo q.e me cuida todo; cría Gallinas, y todas las líndas Pollas son de Da Antuquita, 15. lo mismo los Patitos de la Laguna. Los Huebos que ponen tus Pollas los Junta Felipa son mui chiquitos y tanvien se los come Papa. Tengo un cuero de Leon Grande con cola pa mandarte pa qe le des á tu 20. Tía Eustaquia _______ Recive la vendición de Papa Garzon{RUB} E66. Carta de Eugenio Garzón a su hermana Siglo: XIX Año: 1846 Ubicación: Archivo General de la Nación (Uruguay), Archivo Eugenio Garzón, Caja 37, Carpe- ta 17, Doc. s/d. Rev: NP, MN, EG Carta de Eugenio Garzón a su familia en la que comenta la desgracia de su hermana Anacleta. 142 Estela González Torres Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX [*fol.1r] 1. Escritas el 12 de Diciembre; despues de la llegada del com.te Moreno. Naturalmente soi dispuesto con lo poco q.e tengo, á reparar la desgracia de mís 5. semejantes, áunque sean de personas desconocidas ¿con cuanto gusto no partire el Pan de mi hijos con mi Hermana y comadre Anacleta? Pobrecíta, ací la escrivo que se aníme, 10. í que no se havata tanto, que Dios querra poner termino á sus desgracias, y a mí el consuelo de servirla, que espero me lo conseda. La relacion que me haces de mis tres 15. amados hijos, me llena de contento: los quiero con tanta ternura como sino ubiera estado ní un día separado de mi Angela y ellos. [*fol.1v] 1. Soy con el mayor dever obligado al cuidado que tienes con mí hijos. La Madre de Narciso, lloro mucho cuando le lei tu carta, y ollo lo 5. que decias de su hijo. Recive el cariño con que te distingue tu hermano Eugenio{RUB} Ahora sigue pa mi higita amada 10. Antuquita La contestacion: el abrazo í el bezo que me diriges, lo he rrecivido como si bos misma me lo 143 Estela González Torres Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX dieras mí hijita, y como todos los días veo tu retrato, lo vezo y ago cariños; 15. lo mismo que á vicentito, mamita y Paulinita. Ninguna se me separa de mi memoria ni un dia. E99. Carta de Venancio Flores a su hija Ágapa Siglo: XIX Año: 1857 Ubicación: Archivo General de la Nación (Uruguay), Archivos Particulares familia Brito del Pino, Caja 10, Carpeta 13, Doc. s/d. Rev: NP, EG Venancio Flores saluda a su hija Ágapa por su cumpleaños, le encarga que se ocupe de la fa- milia y le señala que está próximo a dejar el puerto de Fray bentos. [*fol.1r] 1. Frayventos Ag.to 20 de 1857. Mi querida Agapa: Mucho me he acordado de ti el 18,, dia de tu cumpleaños, y q.e [??]nos che, de lo de Man[??] con el pe- 5. sar de no estar a tu lado como lo deseaba. Son las ocho de la mañana, y acabamos de llegar [*a] este puerto, y no hé querido dejar de daros el ultimo ádios al dejar el suelo de la Patria ámada. 10. Mucho te recomiendo á mi Ma[*d]re y a todos tus hermanitos miles de veces a la prim[*e]ra, y recuerdos a mi Suegra, y toda la fama y amigos, no tengo tiempo pa mas, te escribo esta con 15. un pie en tierra, y otro en el vote, yo es marchando á Gualeguaychú, y con el doble 144 Estela González Torres Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX disgusto qe Causa al dejar el suelo natal pues mi [??] qe siempre Causan, imprevistos desagradables. 20. Recibe recuerdos de Eduardo, Apolino, tu Padrino Ml = J.n y sus famas Todos te envian sus recuerdos, y tu recibe la bendicion de tu Padre y des Recuerdos a todos. Veno Flores {RUB} 25. todos E101. Carta de Venancio Flores a su hija Ágapa Siglo: XIX Año: 1863 Ubicación: Archivo General de la Nación (Uruguay), Archivos Particulares, Caja 10, Carpeta 13, Doc. s/d. Rev: NP, EG Venancio Flores da noticias a su hija Ágapa y le recomienda que no haga caso de “chismografía de conversadores”. [*fol.0] 1. Sta. D.a Agapita Flores [*fol.1r] 1. Mercedes Octbre. 26,, de 1863 Mi querida Agapa: Recibi la tull[*a] te del 6,, del corr p.r la q.e veo, no tien[*es] novedad en union de tu mama 5. y demas fam.a lo q.e me es satisfactorio; Yo cigo bien, desde q.e vin[*ie] ron mas [??]os [??]dos, no me quejo del supremo hacedor del Universo. 145 Estela González Torres 10. Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX Vamos marchando muy trabajosamente, p.r las inmensas lluvias, los malos Caminos, los innumerables enfermos q.e tenemos, mas de 600,, cabezas y un tren de Artilleria de 15. 100 piezas, mas bien mas q.e menos. No obstante, vamos haciendo un esfuerzo p.a venser todos estos inconvenientes, y seguir adelante. No tengas cuydado p.r mi, {TACH} en 20. este dest.o ni menos en ésa, tenga Calma, y prudencia, no hagas caso de Chismografia de conversadore[*s] al contrario den el exemplo de no e[*n]cender la discordia ó el fuego como ce 25. [*d]ice vulgarm.te- el tiempo Dirá lo demas. No aumenten mis sinsabores [*fol.1v] 1. Recibe en union de tu mamá, y hermanos mis áfectos, y los de Justo y Eduardo tu Papa, 5. Flores {RUB} E102. Carta de Venancio Flores a su hija Agapa Siglo: XIX Año: 1863 Ubicación: Archivo General de la Nación (Uruguay), Archivos Particulares, Caja 10, Carpeta 13, Doc. s/d. Rev: NP, EG 146 Estela González Torres Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX Venancio Flores le escribe a su hija Agapa refiriéndole novedades. [*fol.1r] 1. Frente á Paysandu, Octbre. 31 de 1863 Mi Querida Agapa. Robo un mom.to á mis átenc.s p.a escrevirte esta, y deci- 5. ros no tengo novedad en union de tus herm.s y todos los ámigos A tu Mamá q.e reciba esta p.r suya. Hoy marcho p.a el Rio Negro y pronto os escaeviré de mas adentro 10. Tengan mucha calma, en los meses q.e se desenbuelven, y me habran prestado un servicio irmenso, y se habran colocado á Una altura sin limites. 15. Reciban en union de tu Mama mis mas tiernos áfectos, unidos á los de toda la fama; y Mi Maria [??] y tu recibe el cariño de tu amado papa - Flores {RUB} E85. Carta de Rafael Yeregui a Jacinto Vera Siglo: XIX Año: 1865 Ubicación: Archivo de la Curia Eclesiástica de Montevideo, Doc. 6319/66. Rev: VB, CS, MN, EG Rafael Yeregui da noticias diversas a Jacinto Vera y adjunta una nota de solicitud de dispensa. 147 Estela González Torres Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX [*fol.1r] Ilmo Sor. Obispo y Vico Appco 1. D. Jacinto Vera Montevideo Novbre 21/865 Mi respetable Prelado: aunq’. 5. no hemos recibido cartas de Uds en la ultima diligencia, acaso por es-tar de viage, suponemos sin embar-go que estarán sin novedad. Por acá no hay novedad parti- 10. -cular. Nuestra madre sigue siempre lo mismo; no dejen de encomendarla en sus oraciones. El P. Superior sigue perfectamen-te, y piensa irse el viernes para Bue- 15 . -nos Ayres y Sta. Fé_ y tiene miras de volver con los niños que ven-gan á vacaciones. Adjunto á SSria una solicitud del P. Gianelli de Sta Lucia, en la q. 20. pide una dispensa de 2o grado sin mas formalidad que esa nota, la que viene sirviendo de sobre á un espediente qe yo le mandé hace [*fol.1v] 1. algun tiempo para que le sirviese de modelo en estos casos. Nada me dice del espediente y me man-da esa nota por la que se 5. trasluce que debia venir el intere-sado el qe espresaría las causales pero el óficio vino por el correo. El Sor Provisor es quien me encarga 148 Estela González Torres Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX qe remita á SSria esa nota10. Del mes de Maria no le diré mas que va bastante bien hasta ahora, muy concurrido y con orden. Estos dias estamos mas recargados pues Estrazulas partió 15. ayer para Buenos-Ayres con motivo de estar el hermano D. Jaime muy enfermo; segun dicen está loco. Reciba SSria. los saludos de 20. los de esta su casa, del P. Suarez, de las Hermanas y muy sinceros de su obediente subdito qe pide su bendi-cion. Rafael Yeregui{RUB} 25. P.D. Las hermanas han tenido noti-cias de la M.Clara q’ llegó bien al Rosario de regreso de Cordoba. E70. Anónimo injurioso a Máximo Santos Siglo: XIX Año: 1870 Ubicación: Archivo General de la Nación (Uruguay), Archivo del Cap. Gral. Máximo Santos, Caja 100, Carpeta 14, Doc. s/d. Rev: NP, EG Anónimo a Máximo Santos escrito por el amante de su mujer insultándolo y sobornándolo. [*fol.1r] 149 Estela González Torres 1. Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX Señor Maximo Santos Es llegar à esta emencuentor que la que a sido mienbra es hoi tu 5. muger desde ya te digo que sos un cornudo que no solo has cargado con la enbra, sino sino con la cria tanbien como te as puesto a senbrar porotos cuando 10. yo los abia, senbrado primero que, vos parese inposible que carneros como vos los aigan en este, siglo. que cargen cuernos desde la primera noche. asta 15. mientras sigas asiendo vida= con ella, que seras toda la vida= un cornudo y los cargaras cuantas beses llo quiera y tengo derecho en cuanto llo e sido 20. pirmero que vos, cornudo si quieres saber quien soi llo preguntale à tu puta de tu mugr que ella sabe. bien qui soi yo y estoi seguro que se ase la 25. olvidada. dile si se acuerda cuando à las 2 dos de la mañana cuando la madre, estaba durmiendo me asia entrar à su cuarto y dormia con ella 30. toda la noche. [*fol.1v] 1. y las sitas que teniamos en la= quinta de Basañes y aquel dia que 150 Estela González Torres Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX fuimos al paso del molino con estos recuerdos no podra 5. negarse de desirte quien soi yo. estoi pronto a provarte perso= nalmente aunque, tu te aras el sonso por que no puedes to= mar la defensiba por una 10. muger que a sido enbra mi= a, como te lo pruebo cuantas= beses tu quieras. y si no pregunta= le, al dependiente de mata aunque tu te, abras, den 15. desengañado pedaso de cornudo cuando cerias de en= contarla birgensita y de contrale el birgito pero en= canbio la encontrastes barigonsita 20. y a sido tan carnero que abiendola encontrado en el estado que yo la dege preñada de 4 meses, el muchacho mandamelo al otel orintal que 25. pienso llevarlo por Buenos Ayeres y dile que me mande los tresientos pesos que le di para que me los àguardara asta mi regreso que fue el dia de la 30. ida para el paso del molino y me pidio que binieramos pronto por que tu ibas a bisitarla y le eche un polvo a tu salu, [*fol.2r] 1. y espero que no sera el ultimo, lo que era de mi parte nunca 151 Estela González Torres Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX e pensado casarme con una obega desta clase espero la 5. contestasion lo mas pronto posible en el otel orien oriental a las 8 de la noche esta sera la ultima= cartata asta no recibir los tresientos 10. pesos que yo le di para que los guardara y aora los quiero lo ma[*s] pronto posible dispese cornudo, que le diga de vos a, us[??] {TACH} te, 15. son 300 $ Cornudo si no los tengo antes de dos dia voi a poner carteles por las calles de Montevide[*o] como ya e visto ya varias, 20. que bastante sientos de pesos me cuestan tu puta de muger toda la union saben bien tu muger lo que asìa conmigo te repito que le digas que me mand[*e] 25. los tresientos peso que son miyos sino van a ser 300 cuernos que vas a cargar mas E290. Carta de Nicasio Borges a Máximo Santos sobre temas militares Siglo: XIX Año: 1870 Ubicación: Archivo General de la Nación (Uruguay), Archivos Particulares, Caja 91, Carpeta 3, Doc. 1. Rev: VB, EG 152 Estela González Torres Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX Nicasio Borges escribe al joven Capitán Máximo Santos para acordar con él movimientos militares. [*fol.1r] 1. Costa de Pando Julio 20 de 1870. Sor. Cap.n D. Maximo Santos Mi querido amigo: estoy con forme con todo lo q.e V. me 5. dice. Al oscureser ensille y esperemé del otro lado del Arro yo de Bayarres, en la casa de Saturnino Sanchez con su gente pronta. 10. El armamento y muni ciones, mandemelos derecho à lo de D.a Ana (Capilla) Mandemeló à Palacios pa darle ordenes y darle el nombra 15. miento. Sin mas su am.o y S.S. Nicasio Borges {RUB} E294. Informe de Manuel Abadi a Amaro Carve Siglo: XIX Año: 1882 Ubicación: Archivo General de la Nación (Uruguay), Archivos Particulares, Caja 91, Carpeta 25, Doc. 33. Rev: VB, EG Manuel Abadi escribe a Amaro Carve informándole sobre temas militares. 153 Estela González Torres Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX [*fol.1r] 1. Sr. Géfe Politico y de Policia del Dto Tte Cnel Dn Amaro Carve Tengo el hónor de poner en conocimiento de V.S. que hé recorrido una parte de la 5. 5a seccion y 6a y 7a de punta há punta sin encontrar novedad ninguna; El vecindario de ámbas partes de las secciones se hán prestados generosamente rodeando la aútoridad 10. Pues tengo úna columna de ciento treinta hóm= bres, hásta la fécha, nó contando las comisio= nes que tengos en varios puntos en obserbaciones así que cualquier cosa que haiga se ló co= municaré en el ácto, 15. Por nota que pasé há esa Géfatura de fécha 22. del pasado, solicitaba municiones y ful= minantes, ló cual nó hé recibido nada, pues me hase falta para municionar mi jente sírbase mandarme ún clarin, sigo marcha 20. para la varra de el Río Dayman y vajar sobre la costa del río Uruguay recorriendo, los potreros y vajaré hásta la varra del rio Queguay Es cuanto tengo el hónor de comunicar á V.S. á quien Dios, G.de Ms Años 25. Campamento en marcha Chapicuí Julio 7. de 1882 Manuel Abadi {RUB} E330. Carta de Julio Roustan a Máximo Santos Siglo: XIX Año: 1882 154 Estela González Torres Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX Ubicación: Archivo General de la Nación (Uruguay), Archivos Particulares, Caja 97, Carpeta 34, Doc. 1. Rev: VB, EG Julio Roustan comenta a Máximo Santos sobre posibilidades de aprobación de la Ley de Va- gancia. [*fol.1r] 1. [SELLO] Julio 13/ 882. Estimado Señor Presidente. Segun las opiniones que 5. estoy oyendo á algunos Sres Representantes, vamos á perder la cuestion, sobre vagancia, y si desechamos las observaciones hechas por el P.E. nos vamos á quedar sin Ley hasta la proxima Legislatura. 10. Seria conveniente pues, una vez que no vamos á tener los dos tercios de sufragio, el quedarnos con la Ley tal cual fué sancionado por las dos càmaras, sin perjuicio 15. que V.E. en las sesiones estraordina[*rias] mande las modificaciones necesarias á la Ley de Vagancia. Espero su contestaciòn en esta Secretaria. [*fol.1v] 1. Lo saluda su affmo amigo Julio Roustan {RUB} 155 Estela González Torres Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX E295. Carta de Amaro Carve a Máximo Santos sobre temas políticos Siglo: XIX Año: 1883 Ubicación: Archivo General de la Nación (Uruguay), Archivos Particulares, Caja 92, Carpeta 1, Doc. 5. Rev: VB, EG Amaro Carve escribe a Máximo Santos comentando sucesos políticos y expresándole su apoyo. [*fol.1r] 1. [SELLO] Paysandú Febrero 4/83 Señor Presidente de la Republica General Dn Maximo Santos Montevideo 5. Mi querido amigo: Aquí estamos à la especta_ tiva de las ocurrencias de ahí. Cuando se trata de un ejercito perfectamente organizado y 10. disciplinado como el que tene_ mos actualmente no es posible abrigar dudas sobre él; así es [*fol.1v] 1. que no me han preocupado las alarmas esparcidas por la oposicion – No obstante, entiendo que tra_ 5. tandose de conato de soborno no es conveniente, ni politico 156 Estela González Torres Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX cubrir con el manto de la cle_ mencia à los que se atreven á intentar conmover el orden 10. publico – El General Santos puede perdonar à sus enemigos y à sus calumniadores; pero el Presidente de la Republica no puede, ni debe perdonar, 15. equivale á decir: alentar á los revolucionarios – y si estos [*fol.2r] 1. no son orientales entonces se_ ria un absurdo pensar en clemencia- Que se cumplan las ordenanzas militares. 5. Como le decia en mi anterior, aquí ha habido un cambio de opinion benefico. Las fiestas de Carnaval ha sido el pretesto de que me 10. he valido para atraerme mu cha gente que era hostil al or_ den de cosas actual, nada mas que porque sí, por aquello de ¿donde vas Vicente? al 15. ruido de la gente- Sino fue_ ra por no dar un bofeton [*fol.2v] 1. al consonante, diria canalla Dias pasados me diriji al Ministro de Gobierno pidien_ dole permiso para disponer 157 Estela González Torres 5. Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX de algunos pesos de las entra das policiales para las fiestas que empiesan hoy; pero me contestó aquel con un nó mas redondo que la cabeza 10. de PagolaUna vez metido en el fan_ dango he tenido que hacer frente y pata ancha, à esos gastos; así es que ya que 15. no quiso Ud. prestarnos el Vaporcito Rio Negro, no_ [*fol.3r] 1. haria Ud. una cosa del otro mundo autorizandome a em_ plear algo de las entradas, en las fiestas mencionadas.- 5. Le apunto, y si es necesario le regalo la idea, por sino la encuentra Ud. chabacana. Digame tambien que he de hacer para reembolsar á esta 10. pobre caja (tan escualida como los bolsillos de su futuro compadre Elola de Navarro) de lo que le facilité al Doctor [*fol.3v] 1. Piera por orden de S.E. Aquí todo tranquilo; pero no por eso pierde la vigi_ lancia que se observa en la 5. fuerza, que está acuertelada 158 Estela González Torres Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX desde que el Batallon tiene orden de marcha. Lo quiere y lo abraza su muy amigo 10. Amaro Carve {RUB} E301. Carta de Justino de los Santos a su primo Máximo Santos Siglo: XIX Año: 1884 Ubicación: Archivo General De la Nación (Uruguay), Archivos Particulares, Caja 92, Carpeta 22, Doc. 42. Rev: EG, CS Justino de los Santos escribe a su primo Máximo Santos acerca de una deuda que tiene con el Batallón 5to de Cazadores. [*fol.1r] 1. San José, Mayo 5 de 1884 Exmo Señor Presidente de la República Brigadier General Don Maximo Santo 5. Querido primo: Me tomo la libertad de dirigirme á ti por medio de la presente para hacerte saber que las fuerzas del 5o de Cazadores destaca- 10. dos en este Departamento me adeuda la cantidad de cuatro cientos diez y nuebe pesos y 42 cents. He visto al Sr Gefe del 5o Comandante Abreu y me dijo que 15. esa cuenta la pagaba la Gefatura y el Gefe Político me ha contestado que se pagaba en el 5o 159 Estela González Torres Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX No tengo Capital para poder darles tanto y por ese motivo [*fol.1v] 1. espero te sirvas ordenar lo que consideres conveniente.Si les he dado ese gasto y les estoy dando ha sido por ti; 5. asi es que espero te sirvas mandarme decir si puedo darles mas Proveeduria. El portador de la presente es mi cuñado Rodolfo el que vá 10. encargado para que tu le ordenes lo que quieras; pues yo no puedo ir personalmente porque tengo uno de los chiquilines enfermo de gravedad.- 15. Sin otro motivo, te saluda Atentamente tu primo y mejor amigo Justino de los Santos {RUB} E302. Carta de solicitud de Laureano Ruiz a Máximo Santos Siglo: XIX Año: 1884 Ubicación: Archivo General de la Nación (Uruguay), Archivos Particulares, Caja 93, Carpeta 25, Doc. 10. Rev: VB, EG Laureano Ruiz, invocando los servicios a la Patria, manda a través de Genaro Fernández una carta a Máximo Santos solicitándole ayuda en su situación de miseria. 160 Estela González Torres Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX [*fol.1r] 1. Exmo Sr. Presidente de la República Brigadier General Don Máximo Santos Señor: Perdonad que un ins= 5. tante embargue vuestra atencion; dedicada á los altos intere= ses de la Patria._ Quizas V.E. no ignore mi nombre, que aunque humilde y oscuro en estos momentos, el se haya ligado al acontecimiento mas glorioso de nuestras tradiciones nacionales; me refiero Exmo. Señor á la inmortal empresa 10. de los Treinta y tres! Cábeme el alto honor de haber for= mado entre el número de los Treinta y Tres Orientales que el 19 de Abril de 1825 desembarcaron en el Arenal Grande y juramos allí morir ó libertar la Patria! Como tambien he tenido el disgusto de haber presenciado la muerte de mis 15. heroicos compañeros de aquella gloriosa cruzada, quedando unicamente el que suscribe, que en estos momentos se dirije á V.E. en demanda de un pedido, como intérprete de los destinos de la Nacion. Constame positivamente que V.E. 20. en su elevado puesto nunca olvida á los servidores de la Patria, y es confiando en esa nobleza de sentimientos, que me permito elevar mi voz pidiendole un servicio, que creo que será el último que profieren mis lábios en son de súplica, pues considero que no está lejano el término de mi jorna= 25. da en este vida. Señor Presidente, Braulio Cambres hijo único de la anciana Doña Maria Oyola de Cambres vecina de este departamento, fué tomado el 2 de Agosto del año pasado por el Sr. Cárambula Gefe Politico de la Colo= 30. nia, hallándose incidentalmente en Nueva Palmira, y [*fol.1v] 1. se encuentra hoy destinado en la 1a Compañía del batallon 161 Estela González Torres Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX 5° de Cazadores. Dicha señora hace mas de cuarenta años, ella y su hijo que me acompañan y me asisten en mi 5. postracion en los últimos años de mi vida, á mas Sr. la con= ducta del jóven Braulio Cambres dedicado esclusivamente á sus trabajos de Campo y á mi cuidado, se halla á salvo de toda sospecha como lo puede acreditar el testimonio hon= rado y unáníme de todos los vecinos.- Yo Sr. vivo afliji= 10. do con su alejamiento y su anciana madre portadora de esta carta no tiene un momento de consuelo, pues hace diez me= ses que reclama por su hijo y por mi inseparable servidor. Ahora bien señor Presidente á V.E. pido que no me niegue el último consuelo á mi vejez, 15. ordenando que mi querido y leal compañero sea puesto en libertad, favor que agradecería en el alma, el anciano que hoy eleva esta súplica, y á quien asiste desde ya la intima conviccion de que vuestro corazon no se mos= trará sordo á esta peticion. 20. Sin otro motivo saluda á V.E. con el respecto que se debe al primer Magistrado de la República, á quien Dios guarde m.s a.s. á pedido de Don Laureano Ruíz por no saber firmar Genaro Fernandez {RUB} 25. Agraciada Julio 15 de 1884 E286. Carta de Isabelino Andai a Máximo Santos solicitando licencia Siglo: XIX Año: 1885 Ubicación: Archivo General de la Nación (Uruguay), Archivos Particulares, Caja 90, Carpeta 1, Doc. 23. Rev: VB, EG 162 Estela González Torres Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX Isabelino Andai escribe a Máximo Santos para solicitarle ayuda económica y licencia para casarse. [*fol.1r] 1. Escmo Sor Teniente General Don Maximo Santos ruego á su Escelencia me haga el bi_ en de solisitarme lisencia pa_ 5. casarme y al mismo tiempo lo imbito si es gustoso para salir de padrino y su Sra. Esposa y encontrandone atrasa_ disimo desearia de Ud me reme_ 10. diase en halgo que pudiese y ruego me disculpe el atrebimi_ ento de apersonar á Ud. Espero de Ud. la contestacion de esta. 15. Sin mas lo saluda su seguro sebi_ dor Sargento 1o, de linea Isabelino Andai {RUB} Montevideo 7 de Junio de 1885 E297. Carta de solicitud de E. Castro a Máximo Santos Siglo: XIX Año:1885 Ubicación: Archivo General de la Nación (Uruguay), Archivos Particulares, Caja 92, Carpeta 5, Doc. 5. Rev: VB, EG 163 Estela González Torres Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX Castro pide a Máximo Santos conservar su marca de ganado. [*fol.1r] 1. Salto Setiembre 16 de 1885 Señor Dn. Maximo Santos Montevideo 5. Estimado amigo: Se me ordena por el Registro General de Marcas de ganado mayor que di= 10. ferencie mi marca por haber otra semejante á ella y yo he determina= do no hacerlo por que la poseo y soy su dueño 15. desde que yo tenia un año de edad, asi es que la marca tiene casi sesen= ta y siete años y es recu= erdo de mis ante-sesores [*fol.1v] 1. su primer servicio fué marcar animales dados por los Casiques Charruas Asi es que pido á Vd. me 5. haga el servicio de remediar esto ordenando a quien corresponda no se altere en nada mi marca – esto es si se puede hacer 164 Estela González Torres 10. Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX Sin mas por ahora te saluda tu compañero y amigo E. Castro {RUB} E288. Carta de solicitud de Celina Massias de Benavente a Máximo Santos Siglo: XIX Año: 1885 Ubicación: Archivo General de la Nación (Uruguay), Archivos Particulares, Caja 90, Carpeta 18, Doc. 22. Rev: VB, EG Celina Messias de Benavente solicita dinero a Máximo Santos. [*fol.1r] 1. Junio 15. 1885. S.r Presidente de la República Oriental del Uruguay 5. General D.n Máximo Santos. Distinguido S.r Estrañará V. sobremanera, que no teniendo el honor de conocer á V. ni título alguno de que valerme, para 10. merecer su atencion, me atrevo á molestar= lo, desde mi humilde posicion, recordándole el pedido que le hizo mi esposo, F. Bena= vente, en momentos sumamente apremian= tes, pues su situacion es harto embarazosa, 15. no habiendosela manifestado él, tal cual es, por no molestarlo tanto con minuciosi= dades. Si V. estuviera en antecedentes, podria 165 Estela González Torres Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX valorar la magnitud del servicio que nos 20. haria, con esa cantidad para V. insignifican= te, salvaria V. un hombre de un mal paso, y a una madre de familia de un disgusto inmenso; crea V. que nunca deja Dios sin re= compensa un beneficio que se hace a quien real= [*fol.1v] 1. mente lo necesita; abrigo la esperanza de poder devolver éste dinero, sino todo junto, al ménos en tres ó cuatro cantidades; contan= do V. con nuestro mas síncero agradecimiento. 5. Con el deseo de no ver defraudada mi esperanza y que nos sacará V. de este apuro. Tiene el honor de saludar á V. con la mas alta consideracion S.A.S. 10. Celina Massias de Benavente {RUB} Casa de V. Moreno 992. E325. Carta de solicitud de Agustín Romero a Máximo Santos Siglo: XIX Año: 1885 Ubicación: Archivo General de la Nación (Uruguay), Archivos Particulares, Caja 97, Carpeta 14, Doc. 42. Rev: VB, EG Agustín Romero solicita a Máximo Santos que libere al joven Eustaquio Correa. [*fol.1r] 1. Exelentisimo, Señor: 166 Estela González Torres Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX Precidente De la Republica Exelentisimo, Señor: Por medio De la precente, benco á 5. manifestar á B. E. que – entre Los presos que trajeron Del Departamento, Del Durazno, ace hia barios Dias, hay un jobencito, Eustaquio Correa, éste joben ace Seis meses, to 10. Dabia no cumplidos, que Salio Del Colejio, para Dedicarce al trabajo de Campo: A principios Del Corriente mes, Salio De áqui, Don Gabriel Lema, Comer 15. Ciante Del paso de los toros del Rio Negro, este Señor, llebaba orden de – entregarle por mi cuenta ál joben Correa una majada De obejas, para que, principiase [*fol.1v] 1. La carrera de la bida, el trabajo, Si, B. E. considera que, este joben debe yr á ceguir el trabajo. Seria, gracia, y justicia, que 5. B. E. aria; a este joben que, mas adelante puede onrar a su pa tria con Su propio trabajo. Con todo respecto, Saludo ál Exelentisimo, Señor Presidente. 10. Agustin Romero {RUB} Montevideo Mayo 27, 1885 Casa de B.E. San jose 142. 167 Estela González Torres Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX E329. Carta de Manuel María Rodríguez a Máximo Santos Siglo: XIX Año: 1886 Ubicación: Archivo General de la Nación (Uruguay), Archivos Particulares, Caja 97, Carpeta 27, Doc. 91. Rev: VB, EG Manuel María Rodríguez se dirige a Máximo Santos solicitándole que se ascienda a militares a su cargo en el departamento de Treinta y Tres. [*fol.1r] 1. [SELLO] Sor Teniente General Don Máximo Santos. Montevideo. De conformidad con el telégra= 5. ma de V.E., fecha de ayer, adjunto una re= lacion de los Gefes y Oficiales de éste De= partamento, cuyo ascenso al grado inme= diato que he solicitado. Sí he insistido constantemente 10. á ese respecto, es porqué no hay Gefes en el Departo ni Oficiales bastantes para la organización militar que se le quie re dar. Sobretodo necesito que me rodeen personas de toda confianza y colorados, 15. y las que propongo reunen esas condicio= nes. Espero que V.E. pondrá todo empeño á cerca de S.E. el Presidente de la República, para que esos nom= 20. bramientos sean despachados á la mayor brevedad. Dios Gde á V.E. 168 Estela González Torres Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX Manuel M. Rodriguez {RUB} “33”, Marzo 4/86. E69. Carta de María B. de Santos a su hijo Máximo Siglo: XIX Año: 1887 Ubicación: Archivo General de la Nación (Uruguay), Archivo Máximo Santos, Caja 100, Car- peta 13, Doc. s/d. Rev: NP, EG Carta de María B. de Santos contándole sus penas a su hijo. [*fol.1r] 1. Querido hijo: Con el alma traspasada de dolor te dirijo esta ya que no tengo la suerte de po= 5. derte ir ^á^ ver como son mis deseos yo hijo no se como no me he e^n^loque cido con tanto disgustos como he pasado desde el día en que te fuistes la perdida de tu po 10. bre hermano Filomeno me ha concluido y ahora que te espe= raba con tanto anhelo verme separada otra vez de tí sín tener el consuelo de verte de 15. darte un abrazo sabe ^Dios^ por cuan to tiempo. Maximo tu sabes que yo no tengo 169 Estela González Torres Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX mas amparo que vos que soy una pobre viuda y faltandome tu 20. que va hacer de mí sola sin [*fol.1v] 1. tener aquien dar vuelta mis ojos asi es que espero hijo querido que desde ahí dispongas como quedo yo y qiuen quedo recomendada 5. yo he tenido un gran sentimiento de ^no^ poder despedirme de Teresa y de mis queridos nietos porque ella no tenía valor de despedirse y se fué sín decirme nada ese senti 10. miento me quedara hasta que pue= da verlos otra vez á todos reuni= dos Sin mas recibe la bendicion de tu madre que desea verte pron 15. to recuerdos á Teresa besos á todos mis hijitos chicos y no se olviden de este terron de tierra que queda aqiu María Bde Santos 20. Febrero 11 de 1887 / no dejes de contestarme 170 Estela González Torres Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX ANEJO 6. RASGOS DE LA IMPERICIA DEL ESCRIBIENTE SEMICULTO A la hora de determinar el nivel sociocultural de los distintos autores, resulta esencial atender a su pericia o ausencia de la misma, si bien esta no responde a fenómenos fonéticos o fonológicos, sino ortográficos. No obstante, estos fenómenos gráficos esconden cuestiones fonéticas detrás y es ahí precisamente donde reside su importancia. A continuación se incluyen todos los ejemplos que demuestran la poca habilidad de los autores semianalfabetos del corpus uruguayo del siglo XVIII: Fenómenos vocálicos - Confusiones vocálicas por impericia del escribiente: Josphe [E218, 1741, fol.1r]; qaurenta [E55, 1748, fol.6r]; Respectiue (por respectivo) [E56, 1750, fol.7r]; entecedente [E59, 1750, fol.5r, 2 casos]; “segun/ Veprevine” (por según V. E. previno) [E405, 1761, fol.1r]; dezer (por decir) [E519, 1767, fol.3r]; Induos (por indios) [E385, 1768, fol.3r], retifico (por ratificó) [fol.7v, fol.10r], Retifico [fol.8v, fol.9v, fol.11r], se Retifico [fol.11v, fol.13r], se Retifica [fol.12v], prezentto [E385, 1768, fol.4v], prezento [fol.5v] (por presente); “à instandola” (por e) [E207, 1789, fol.1v], “fuá à darle con el” (por fue) [fol.2v], “Ante Vm, ambos de man Comon/ con el debido Respeto dezimos” (i.e. mancomún) [fol.11r], Veinteuno [fol.14r]; “se jefe” (por su) [E204, 1799, fol.7v], refon (por rejon) [fol.23v], daclarac.n [fol.71v]. - Adición de vocal: quuio, Rejistraarle [E218, 1741, fol.1r], Jorgue [fol.3v, fol.4v, fol.5v], Josephe [fol.3v]. - Elisión de vocal: ciguntte (por siguiente) [E218, 1741, fol.1r]; Agucil (por alguacil) [E54, 1747, fol.1r]; “puse enexcusíon” (por en ejecución) [E406, 1761, fol.1r]; Qinze [E519, 1767, fol.1v]; Porttugeses, Migel [E422, 1763, fol.1v]; Andra (por Andrea) [E206, 1789, fol.6v]; axiliarle [E204, 1799, fol.4r]. - Asimilación: espontaenea [E7, 1799, fol.1r]. 171 Estela González Torres - Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX Otros: esautitud (por exactitud) [E217, 1761, fol.2r]; precapci/ on (por precaución) [E204, 1799, fol.52v]; tendido (por tenido) [E206, 1789, fol.8r]. Fenómenos consonánticos - Confusiones consonánticas por impericia del escribiente: aflta (por a falta) [E55, 1748, fol.2r]; Banca (por barca) [E519, 1767, fol.1v]; settezsienttos [E385, 1768, fol.1r]; boluntan (por voluntad) [E7, 1799, fol.1r]; p abera (por pavesa) [E204, 1799, fol.58v], Rebuelza (por Revuelta) [fol.83v]. Achacamos la escritura de boluntan a un descuido del escribiente ya que existen dos casos de boluntad en el mismo fragmento [fol.1r y 1v]. - Adición de consonante: montibo [E94, 1753, fol.2r], “D. Antonio Velas” (por Vela) [E208, 1789, fol.10v]; ocpt.re (posiblemente relacionado con los grupos consonánticos de los cultismos) [E217, 1761, fol.2r]; “albordo del/ la Lanchita” [E519, 1767, fol.2r]. - Elisión de consonante: Justifiacion [E217, 1761, fol.2r]; Adreia (por Andrea) [E206, 1789, fol.18v]. - Síncopas silábicas: Pabra (por palabra) [E24, 1730, fol.2v]; comante (por comandante) [E519, 1767, fol.1r]; “un berdero disimulo” (por verdadero) [E204, 1799, fol.59v], Ca-/ zas (por Cabezas) [fol.85r]. - Apócope silábica: Picolomi (por Picolomini) [E522, 1768, fol.7v, 2 casos], Pregun= [fol.3v]. - Pérdida de -r o -l: coRan [E24, 1730, fol.1r, 2 casos], ReCuRe [fol.1r]; tíeRa [E38, 1739, fol.1r]; caro (por carro), aRiba [E218, 1741, fol.1v], cori-/ ente [fol.4r]; “Es Cuantto puedo Partticipare” (por es cuanto puedo participarle) [E406, 1761, fol.2r]; agarandola [E206, 1789, fol.1r]; aReglada [E19, 1793, fol.1v]; odinario [E204, 1799, fol.48v], Andes (por Andrés) [fol.76r]. - Pérdida de consonante distinta de <r> y <l>: beittiseis [E218, 1741, fol.1v]. 172 Estela González Torres - Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX Cambio de consonante: JuaCín [E38, 1739, fol.1r, fol.1v, fol.2r], Joachím [fol.1v]; Jua-/ chin [E419, 1763, fol.1v]; Joachin [E402, 1768, fol.4r, 3 casos]; Juachin [E530, 1769, fol.1r]; Joachin [E216, 1773, fol.1r, 2 casos; fol.4r]; Joachin [E88, 1787, fol.1v, fol.2r]; Joachin [E90, 1787, fol.2r]; Joachím [E206, 1789, fol.13r]. - Asimilación: Yncontintenti [E56, 1750, fol.5v]; Jurrisdicion [E207, 1789, fol.14r]; execpcion [E19, 1793, fol.1r]. - Metátesis: Ladornes [E522, 1768, fol.11v]; “A Vmd. Supp.co que haviendo p.r contestado el tras/ lado recirva proveher y declarar” [E204, 1799, fol.82v], derecto (por decreto) [fol.78v, fol.80v x 3, fol.83v]. Otras confusiones: vienes auido (por bien es sabido) [E58, 1747, fol.3r]; hay (por ahí) [E87, 1787, fol.1r; E29, 1795, fol.1r; E204, 1799, fol.17v]. Rasgos ortotipográficos: pano [E218, 1741, fol.2r]; Senal [E385, 1768, fol.4v], ano [fol.11r], Aguero [E16, 1789, fol.1r y 1v]; “pin-/ gues en pastos oportunos para la Cria de ganados” (por pingües) [E44, 1789, fol.29r], “aoro son pingues aqui al-/ gunos terrenos” [fol.34r]; Anadiendo [E208, 1789, fol.4r]. Por último, conviene recordar que, en los manuscritos del XVIII, es muy frecuente representar la vibrante múltiple por duplicado, esto es, -tt en lugar de t sin ningún valor fonético. Es una práctica habitual, al igual que la doble s, que pone también de manifiesto entre escribanos cultos. Así, hemos detectado infinidad de ejemplos en nuestro corpus; pero, al no ser indicio de la impericia del escribiente, no los incluimos aquí. Para el siglo XIX hemos detectado menos ejemplos que ponen en evidencia las habilidades del que redacta: Fenómenos vocálicos - Confusiones vocálicas por impericia del escribiente: “Juna de la peña” [E30, 1803, fol.2v]; “esta tien por ogeto”, Serbiso “por servicio” [E74, 1865, fol.1r]; gratitd [E83, 1865, fol.1r]; birgito, orintal [E70, 1870, fol.1v]; Gra –por guerra- [E210, 1883, fol.3r], “vinyte cua / [*tro]” [fol.4r], Gera [fol.12r, fol.13r], ls ocho [fol.12r], grra. [fol.16r, fol.18r]; “este vida” [E302, 1884, fol.1r]. Pérdida de vocal: adfetisma [E123, 1865, fol.1v]. 173 Estela González Torres Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX Fenómenos consonánticos - Confusiones consonánticas por impericia del escribiente: adfetisma [E123, 1865, fol.1v]; yulio, Crito -por gritos- [E210, 1883, fol.12r]; “Pues tengo […], nó contando las comisio= / nes que tengos” [E294, 1882, fol.1r]; encontrandone [E286, 1885, fol.1r]; hia (por ya) [E325, 1885, fol.1r]. - Pérdida de -r o -l: conpar [E30, 1803, fol.1v]; larea (por el apellido Larrea) [E64, 1841, fol.1r]; tiera [E74, 1865, fol.1r, 2 casos]; escaeviré [E102, 1863, fol.1r]; barigonsita [E70, 1870, fol.1v]; desareglo [E210, 1883, fol.4r], estibor [fol.7v], serado [fol.12r]. - Pérdida de consonante distinta de <r> y <l>: cudusion [E64, 1841, fol.1r]; dispese [E70, 1870, fol.2r]; desigado [E215, 1872, fol.2r]; bastate [E210, 1883, fol.4r], “a bordo el qual Encontré” [fol.12r]. - Metátesis: muJre, cuator [E30, 1803, fol.1v], desrite, abarsos [fol.2r]; premite [E75, 1821, fol.1v]; emencuentor (por encuentro), pirmero [E70, 1870, fol.1r], cerias (por creías) [fol.1v]; sentrir [E213, 1882, fol.3r]. - Adición de consonante: “D.n nantonio” [E30, 1803, fol.1v]. - Asimilación: merelgildo [E63, 1841, fol.1r]. Este caso se trata de una doble asimilación con epéntesis de l-. - Disimilación: malissimas [E98, 1845, fol.1r] Otros - *producio (por produjo) [E210, 1883, fol.4r] 174 Estela González Torres Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX 175 Estela González Torres Rasgos de oralidad en el español uruguayo de los siglos XVIII y XIX 176