Francisco Montaño EL FUERO DE GUERRA : RÉMORA

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Francisco Montaño EL FUERO DE GUERRA : RÉMORA
Francisco Montaño
EL FUERO DE GUERRA : RÉMORA INCOMPATIBLE CON LA MODERNIDAD
El miércoles 22 de septiembre, en el Paraninfo de la BUAP, se llevó a cabo la presentación del libro Derecho
Militar, Fuero de Guerra en Tiempo de Guerra y no de Paz, de Agenor González Valencia, destacado poeta,
jurista y académico, quien ha recibido todo un cúmulo de reconocimientos, tanto en su tierra natal,
Tabasco, como en su tierra adoptiva, Puebla. Ha sido maestro de tiempo completo del Instituto Juárez de
Tabasco y de la BUAP. Actualmente es profesor investigador de la División Académica de Ciencias Sociales y
Humanidades de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco (UABJT). Ha desempeñado los cargos de
Presidente de la Junta Local de Conciliación y Arbitraje, Juez Mixto de Primera Instancia y Oficial de Registro
Civil, en Tabasco. Como escritor y poeta ha sido objeto de múltiples premios y distinciones. Entre sus obras
principales destacan Poema Verde (1954), Cimbra (1962), y Tríptico Centroamericano (1979). En 1984 el
Cabildo de Puebla le otorgó el título de ciudadano distinguido. En 2001 la UABJT le otorgó la medalla al
Mérito Académico.
Lo acompañaron en la presentación del libro el libro el doctor Miguel Ángel Ruiz Sánchez y el General
Brigadier José Francisco Gallardo Rodríguez. El primero es ampliamente conocido como académico (en la
actualidad se desempeña como profesor de la División de Universidad Abierta, Educación a Distancia y
División de Estudios de Postrado de la Facultad de Derecho de la UNAM), como investigador y escritor ( es
autor de dos libros, editados bajo el título de La Constitucionalidad de la Portación de Arma de Fuego y
Ejercicio de un Derecho ante la Inseguridad Pública) y como funcionario público. Entre otros, ha ocupado
los siguientes cargos: jefe de oficina en el Departamento del Distrito Federal, Agente del Ministerio Público
Federal y Subdirector de Control de Procedimientos Penales “B” en la Procuraduría General de la República.
El General José Francisco Gallardo tiene una trayectoria sumamente brillante como militar, como
académico, y como experto en administración pública. En 1993 presentó su tesis de maestría en la UNAM
mediante el trabajo “Las necesidades de un Ombusman militar en México”, en el que cuestiona
severamente el sistema de tribunales militares de nuestro país. Dicho trabajo suscitó una reacción
inusitada entre las autoridades militares, quienes lo acusaron de “injurias, difamación y calumnias” al
ejército, al extremo de enviarle a prisión en noviembre de 1993. El caso obtuvo no sólo una gran resonancia
a nivel nacional sino también internacional, convirtiéndose el general Gallardo en un verdadero símbolo de
valentía y dignidad. Gracias a la intervención de diversas organizaciones defensoras de los derechos
humanos –en particular, de la Corte Interamericana de Derechos Humanos— logró su libertad en 2002.
El libro del doctor Agenor González Valencia aborda un tema sumamente espinoso, pero no por ello
menos actual : la cuestión del fuero militar, figura que –como recalcaron los ponentes—no se justifica en
tiempos de paz, sino solamente de guerra. Tal prerrogativa –el fuero-- es incompatible con la existencia de
un Estado de derecho y una sociedad democrática, dado que implica que algunos ciudadanos (en este caso
los militares) pueden ser tratados por un tribunal especial cuando perpetren algún delito o delitos.
Desde 1824, en ocasión del Congreso Constituyente de 1824, el célebre escritor liberal José María Luis
Mora hizo una crítica severa al fuero militar, señalando que “en una nación sabiamente constituida que ha
adoptado para su gobierno el sistema representativo, la independencia efectiva del poder judicial es el
complemente de las leyes fundamentales y la garantía de las libertades políticas. Si ésta se destruye o
desnaturaliza, el gobierno, sin conservar otra cosa que las apariencias constitucionales, realmente se
convierte en absoluto, pues por medio de tribunales que le son en todo dependientes, no hace otra cosa
que violar las libertades políticas valiéndose del nombre sacrosanto de las leyes”.
Tal “Obiter Dictum” continúa siendo válido.
El doctor González Valencia, a lo largo de su libro nos expone las razones –o mejor dicho, sinrazones-- del
por qué subsiste el fuero militar. Aquí, por cuestiones de espacio, no podemos explayarnos al respecto. Sólo
nos limitaremos a señalar que la sobrevivencia de tal rémora se debe en gran medida a las presiones que
han ejercido los militares a lo largo de la historia de nuestro país para preservar sus privilegios, el más
preciado de los cuales es, sin duda, el citado fuero.
Durante los debates del Congreso del Constituyente de 1917 hubo propuestas encaminadas a anular el
fuero militar, pero lamentablemente no prosperaron. El general Francisco J. Múgica fue quien más destacó
en la recusación de tal figura, señalando que “El Fuero de Guerra que se trata de conservar en nuestra
Constitución, no es más que un resquicio histórico del militarismo que ha prevalecido en toda la historia del
país, no producirá más efecto que el hacer creer al futuro Ejército nacional y a los civiles de toda la
República, que la clase militar es una clase privilegiada y distinta ante nuestras leyes del resto de los
habitantes de este suelo patrio. Esto que a primera vista no parece un peligro ni significa una amenaza a la
tranquilidad pública y al bienestar de los pueblos, se convierte, indefectiblemente, en un desquiciamiento
social, corriendo el tiempo, debido a que el Ejército se ha infatuado, y creyéndose privilegiado, va
despreciando poco a poco el elemento civil y puede terminar por no aceptar en los poderes públicos a los
simples ciudadanos, pues por su privilegio mismo, no cree el militar en la unción del voto público y en la
responsabilidad y poderío con el que está investido el funcionario civil mediante la voluntad del pueblo”.
A la luz de lo que sucede actualmente en el país tales palabras se han convertido en proféticas : desde
que el presidente Felipe Calderón Hinojosa decidió utilizar al ejército en su declaración de guerra contra el
narcotráfico miles de civiles han perdido la vida, sin que nada ni nadie sea capaz de frenar la violencia
castrense. Esto se debe, en no poca medida, al hecho de que estos gozan de ese privilegio denominado
Fuero Militar.
Ha llegado la hora de que desaparezca dicha rémora, si es que en realidad pretendemos avanzar hacia
la construcción de un Estado de derecho y una sociedad realmente democrática. Esta fue la conclusión a que
llegaron el autor y los presentadores del libro.
El evento fue organizado por el Programa de Estudios Universitarios Comparados de la BUAP. Hubo un
notable interés por parte de los asistentes, quienes intercambiaron varias impresiones con el maestro
Agenor, con el doctor Ruiz Sánchez, y con el general Gallardo Rodríguez.

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