Movilización de recursos para los programas del FIDA
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Movilización de recursos para los programas del FIDA
Dar a la población rural pobre la oportunidad de salir de la pobreza Movilización de recursos para los programas del FIDA Fuentes alternativas y modalidades innovadoras Resumen de los debates de la mesa redonda 12 y 13 de junio de 2012 Movilización de recursos para los programas del FIDA Fuentes alternativas y modalidades innovadoras Resumen de los debates de la mesa redonda 12 y 13 de junio de 2012 Dar a la población rural pobre la oportunidad de salir de la pobreza Elaborado por: Naheed Vatcha, Consultora; Emily Spiegel, Pasante; Sarah Dadush, Oficial de Asociaciones de la Oficina de Asociaciones y Movilización de Recursos, y Cheryl Morden, Directora Adjunta de la Oficina de Asociaciones y Movilización de Recursos. FIDA Sitio web: www.ifad.org/events/resources/index.htm Tel: +39 06 5459 2861 Correo electrónico: [email protected] La mesa redonda sobre “Movilización de recursos para los programas del FIDA: fuentes alternativas y modalidades innovadoras” se organizó en el marco de la iniciativa del FIDA para la movilización de recursos alternativos, dirigida por Mohamed Beavogui, Director de la Oficina de Asociaciones y Movilización de Recursos; Iain Kellet, Oficial Financiero Principal, y Rutsel Martha, Asesor Jurídico. Estos desean agradecer especialmente la valiosa contribución de la editora, Catharine Way, y los coordinadores de la mesa redonda: Sabina Cattarin, Ana Fernández, Xuan Gao, Jin Kim, Ebele Ikezogwo, Antje Kaspurz, Laura Luccioli, Tom Pesek, Soraya Vicente Matías, Luisa Volpe y Xiaozhe Zhang. Las denominaciones empleadas en esta publicación y la forma en que aparecen presentados los datos que contiene no suponen, de parte del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola de las Naciones Unidas, juicio alguno sobre la condición jurídica de países, territorios, ciudades o zonas, o de sus autoridades, ni respecto de la delimitación de sus fronteras o límites. Las denominaciones “economías en desarrollo” y “economías desarrolladas” se utilizan a efectos estadísticos y no expresan necesariamente un juicio acerca de la fase alcanzada por un determinado país o zona en el proceso de desarrollo. ISBN 978-92-9072-352-3 Septiembre de 2012 © 2012 por el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) Índice Introducción 5 Fondos fiduciarios: aprender de la experiencia 6 El FIDA: una oportunidad de inversión para las instituciones públicas 9 Finanzas islámicas 12 En busca de posibilidades de colaboración con inversores privados 15 Conclusiones 18 Anexo Lista de participantes externos 19 Lista de acrónimos y siglas BAfD Banco Africano de Desarrollo BBI Bosna Bank International BIsD Banco Islámico de Desarrollo BMD banco multilateral de desarrollo CEPAL Comisión Económica para América Latina y el Caribe FAfD Fondo Africano de Desarrollo FAO Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura FMI Fondo Monetario Internacional FMO Empresa de financiación para el desarrollo (Países Bajos) FNUDC Fondo de las Naciones Unidas para el Desarrollo de la Capitalización IFC Corporación Financiera Internacional IFI institución financiera internacional IMFD institución multilateral de financiación del desarrollo PMA Programa Mundial de Alimentos PNUD Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo USAID Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional 3 Con la mesa redonda sobre “Movilización de recursos para los programas del FIDA: fuentes alternativas y modalidades innovadoras”, celebrada en la Sede del FIDA el 12 y 13 de junio de 2012, se puso en marcha el estudio del FIDA sobre nuevas fuentes y modalidades de movilización de recursos. La finalidad de la mesa redonda era ayudar al FIDA a extraer enseñanzas de las actividades de otras entidades de desarrollo encaminadas a obtener financiación alternativa de fuentes públicas y privadas. También tenía por objeto arrojar luz sobre las perspectivas y los enfoques de los bancos y los inversores de impacto que participan en la financiación del desarrollo, así como identificar las estructuras y asociados más prometedores para ampliar la colaboración del FIDA. Más de 50 participantes externos tomaron parte en la mesa redonda, en representación de una amplia gama de instituciones: bancos centrales, ministerios de hacienda, instituciones financieras de desarrollo, organismos de las Naciones Unidas, centros de estudio, bancos comerciales y fondos de inversión de impacto. Para la lista de los participantes externos, véase el anexo. 4 Introducción La mayoría de los pobres del mundo vive en las zonas rurales, y casi 1 000 millones de personas que dependen de estas zonas para obtener sus medios de vida subsisten con menos de USD 1,25 al día. Los niños del medio rural tienen más probabilidades de sufrir de malnutrición que los niños de las zonas urbanas, y los ecosistemas y la biodiversidad de los que dependen las poblaciones rurales están cada vez más degradados. El objetivo fundamental de la labor del FIDA es dar a los pobres de las zonas rurales la oportunidad de superar de manera sostenible los obstáculos que contribuyen a esta pobreza y hambre persistentes y, por mandato, el Fondo tiene la obligación de movilizar los recursos necesarios para llevar a cabo esta misión. En efecto, la razón por la que el FIDA se estableció a mediados de los años setenta fue movilizar nuevos recursos en condiciones favorables destinados al desarrollo agrícola de los países en desarrollo. El alza de los precios de los alimentos que se registró entre 2007 y 2008 sacudió a la comunidad internacional e hizo que la atención mundial se volviera a concentrar en la seguridad alimentaria y nutricional, especialmente en apoyo de la agricultura en pequeña escala que, cada vez más, se reconoce como motor fundamental del crecimiento económico y la reducción de la pobreza en muchos países en desarrollo. Además, como observó Johannes Linn, Presidente de la mesa redonda —y quien también se desempeñó como Presidente externo de la Consulta sobre la Novena Reposición de los Recursos del FIDA—, la ampliación de escala de las intervenciones de desarrollo que han dado buenos resultados, sin limitarse a un enfoque restringido a un pequeño proyecto, ayudará a lograr un impacto sostenible a una escala en la que se aborden en gran medida los desafíos relacionados con el crecimiento de la productividad agrícola, la pobreza rural y la inseguridad alimentaria. La necesidad de acelerar y ampliar el alcance de los programas que han tenido éxito en la esfera de la agricultura y la seguridad alimentaria y nutricional es evidente y resulta cada vez más apremiante ante una coyuntura que se caracteriza por la incertidumbre económica mundial, el cambio de la arquitectura de la ayuda y la proliferación de nuevos agentes en la esfera del desarrollo. Este contexto también está determinado por el hecho de que los donantes, prestamistas y prestatarios no han invertido en el sector agrícola durante varios decenios, lo que ha originado un enorme déficit de inversión en la agricultura de los países en desarrollo que, en 2009, se estimó en USD 83 000 millones al año.1 Esto significa que la inversión en el sector agrícola de estos países tendrá que crecer un 50 por ciento para sostener el aumento necesario de la producción.2 Estos factores han empujado al FIDA a estudiar nuevas fuentes de inversión en el desarrollo rural y nuevos mecanismos para canalizar esas inversiones. El Fondo está comenzando a analizar nuevas formas y fuentes de financiación para determinar cuáles serían compatibles con su estructura operacional, financiera y jurídica. Al poner en marcha esta iniciativa, la dirección del FIDA parte de la premisa de que estas actividades están impulsadas por la necesidad de encontrar fuentes alternativas de financiación que se sumen a las contribuciones tradicionales de los Estados Miembros y los propios recursos del FIDA (reembolsos de préstamos e ingresos generados por la cartera de inversiones del Fondo), que son la base de la movilización de recursos del FIDA. Para ayudar a poner en marcha este estudio, el Fondo organizó una mesa redonda sobre “Movilización de recursos para los programas del FIDA: fuentes alternativas y modalidades innovadoras”, que se celebró en Roma los días 12 y 13 de junio de 2012. Durante la mesa redonda se analizaron los cuatro temas siguientes: fondos fiduciarios, inversión soberana, finanzas islámicas e inversión del sector privado. En este informe se resumen los aspectos más destacados de esta actividad. El FIDA espera poder ampliar el diálogo iniciado en la mesa redonda y continuar compartiendo conocimientos y experiencias con los participantes y otras partes interesadas. 1 Dato de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). 2 Foro de Expertos de Alto Nivel: “Cómo alimentar al mundo en 2050” (octubre de 2009), en www.fao.org/fileadmin/ templates/wsfs/docs/Issues_papers/HLEF2050_Investment.pdf. 5 Fondos fiduciarios: aprender de la experiencia Los ponentes en esta sesión compartieron sus experiencias en materia de fondos fiduciarios de donantes múltiples y destacaron las ventajas e inconvenientes de estos instrumentos. Moderador: Kevin Cleaver, Vicepresidente Adjunto encargado de Programas, FIDA Bisrat Aklilu, Coordinador Ejecutivo, Oficina de Fondos Fiduciarios de Donantes Múltiples, Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) Federica Cerulli, Oficial de Asociaciones, FIDA Roberto Tarallo, Gerente, Alianzas Mundiales y Operaciones del Fondo Fiduciario, Banco Mundial Antecedentes Los donantes recurren cada vez más a las organizaciones multilaterales para canalizar los recursos bilaterales destinados a fines específicos. Estas contribuciones se suman a las contribuciones básicas que dichas instituciones reciben para llevar a cabo sus operaciones ordinarias. Los fondos fiduciarios son un mecanismo ampliamente utilizado por las instituciones financieras internacionales y las organizaciones de desarrollo para movilizar y administrar estos recursos no básicos. Ejemplos y experiencias El Banco Mundial mantiene en fideicomiso alrededor de USD 29 000 millones, repartidos en más de 1 000 cuentas, y desembolsa aproximadamente USD 8 700 millones al año. Los donantes soberanos proporcionan la mayor parte de los recursos de los fondos fiduciarios del Banco Mundial, pero también hay contribuciones procedentes de fundaciones privadas, corporaciones y otras entidades sin fines de lucro y comerciales. Gracias a los fondos fiduciarios se financia una amplia gama de actividades de desarrollo como, por ejemplo, proyectos de desarrollo regionales y específicos de los países, asistencia técnica o la adopción de medidas coordinadas relacionadas con bienes públicos mundiales. En 2004 se estableció la Oficina de Fondos Fiduciarios de Donantes Múltiples del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) con objeto de administrar los fondos fiduciarios destinados a las operaciones en las que participaban varios organismos de las Naciones Unidas. Esta oficina mantiene unos USD 6 800 millones en activos y desembolsa anualmente unos USD 1 000 millones. Al ser una entidad que actúa como ¿Qué son los fondos fiduciarios? agente administrativo de los programas en los que intervienen varios organismos, esta oficina sirve como Los fondos fiduciarios son instrumentos para medio para racionalizar la gestión de los fondos dentro canalizar los recursos de ayuda de los donantes del sistema de las Naciones Unidas. Los recursos de la gubernamentales y no gubernamentales que deben ser administrados por una organización financiación pueden proceder de los organismos fiduciaria [...]. No son programas en sí mismos, participantes de las Naciones Unidas o de otras fuentes, sino que son fuentes de financiación destinadas como entidades soberanas, organismos públicos, el sector exclusivamente a la financiación de actividades y privado e incluso donantes particulares. programas acordados entre el donante (o los Por el contrario, el volumen de recursos en forma de donantes) y la organización fiduciaria. donaciones y préstamos que el FIDA moviliza y -- Trust Fund Support for Development, administra de forma separada de sus recursos básicos es Grupo de Evaluación Independiente, relativamente reducido: USD 212,5 millones en Banco Mundial, 2011 donaciones suplementarias en nombre de los donantes y EUR 300 millones en préstamos en nombre de los inversores. Entre 2007 y 2009, el FIDA recibió un mayor 6 volumen de recursos no básicos porque los países donantes reaccionaron a la escalada de los precios de los productos básicos. En consecuencia, el FIDA ha adoptado un papel más activo en lo relativo a la solicitud de recursos no básicos y presta mayor atención a los fondos fiduciarios como un mecanismo específico para gestionar esos recursos. Oportunidades Los fondos fiduciarios ofrecen un mecanismo para aprovechar una serie de oportunidades. Son un instrumento conocido para movilizar grandes volúmenes de recursos procedentes de una amplia gama de donantes. También pueden apoyar la innovación y ampliar el alcance y la capacidad de los donantes bilaterales en tanto que encierran posibilidades de incrementar la eficacia de la ayuda, dado que mejoran la coordinación entre los donantes y aumentan la versatilidad al funcionar de manera más flexible. El Banco Mundial, por ejemplo, utiliza los fondos fiduciarios como instrumentos flexibles para experimentar ideas innovadoras que no se pueden financiar con recursos básicos. Entre estas, por ejemplo, cabe destacar la financiación en común para abordar problemas de desarrollo específicos en una serie de países o la orientación de la ayuda a entidades no estatales o de otro tipo a las que el Banco Mundial, de otra manera, no podría proporcionar recursos. Los fondos fiduciarios también ofrecen a los donantes la oportunidad de lograr un impacto en zonas en las que tienen pocas opciones para intervenir a nivel bilateral. Por ejemplo, cuando el PNUD estableció un fondo para el Iraq en 2004, muchos posibles donantes no disponían de la capacidad para establecer una presencia sobre el terreno en ese país. Desafíos El funcionamiento eficaz de los fondos fiduciarios también plantea una serie de desafíos. El primero de ellos es encontrar la manera de alentar a los donantes a que no sustituyan las contribuciones básicas por las contribuciones que aportan a los fondos fiduciarios. Una estrategia para atenuar este riesgo de erosión de los recursos básicos es establecer un límite máximo a la cuantía que un miembro puede aportar a través de los fondos fiduciarios, vinculando esta cuantía a su contribución total a la reposición. Otra dificultad consiste en encontrar el modo de asegurar que los programas financiados a través de los fondos fiduciarios estén alineados con las prioridades institucionales y que, al mismo tiempo, resulten atractivos a los donantes para cumplir sus objetivos de financiación específicos. Para establecer fondos fiduciarios es fundamental estar dispuestos a apoyar las prioridades de los donantes. Sin embargo, se necesitan mecanismos de salvaguardia para no desviarse de la misión o protegerse contra el riesgo de estar sujetos a las agendas políticas bilaterales. Uno de estos mecanismos es crear fondos de múltiples donantes en lugar de fondos de un único donante. Los fondos fiduciarios suelen ser instrumentos de movilización de recursos imprevisibles, lo que dificulta la labor de planificación. Aunque establecer un fondo fiduciario es un procedimiento relativamente sencillo, garantizar el proceso de reposición en curso no siempre resulta fácil. Para complicar aún más la situación, son muy pocos los fondos fiduciarios que se cierran. Cuando los fondos que no están alcanzando los objetivos establecidos o no se están reponiendo adecuadamente se mantienen nominalmente activos, pueden surgir problemas en lo relativo a la gobernanza y la eficacia. A fin de simplificar el establecimiento y la gestión de los fondos fiduciarios, el Banco Mundial, el PNUD y el FIDA utilizan documentos de acuerdo estandarizados para movilizar los recursos de las donaciones suplementarias. Por lo general, estos acuerdos se modifican en distinta medida con miras a satisfacer las necesidades de los diferentes donantes. La estandarización reduce al mínimo los costos administrativos y limita el riesgo de que los fondos fiduciarios operen al margen de las políticas institucionales establecidas. Asimismo, facilita la armonización de los donantes y ayuda a asegurar que los fondos fiduciarios tienen objetivos claramente definidos. La presentación de informes periódicos para actualizar y compartir los resultados de desempeño con los donantes también se ve facilitada por un acuerdo estandarizado. Además, la transparencia en la gestión de los fondos contribuye a reforzar la confianza de los donantes y el compromiso en materia de armonización. Los Estados Miembros hicieron hincapié en que el aumento de la cartera de fondos fiduciarios no debía alterar la gobernanza básica de las instituciones financieras internacionales, que está basada en las reposiciones periódicas y la vinculación de las contribuciones a los derechos de voto. 7 Perspectivas en el FIDA El crecimiento de la cartera de fondos fiduciarios del FIDA ofrece muchas ventajas, como la mejora de la capacidad del Fondo para ampliar el alcance de los programas que han tenido éxito mediante la multiplicación de las fuentes de financiación destinadas a apoyar esas iniciativas. Los recursos que se administran a través de los fondos fiduciarios suelen ser más versátiles porque tienen objetivos específicos y no están sujetos al sistema del FIDA de asignación de recursos basado en los resultados.3 En consecuencia, fortalecen la capacidad de innovación del FIDA en el diseño de programas y en la prestación de servicios innovadores de asistencia técnica y fomento de la capacidad, que los países clientes pueden no estar dispuestos a financiar mediante préstamos. Por otro lado, con una mayor cartera de fondos fiduciarios, el FIDA tendrá que encontrar un equilibrio entre su mandato básico —poner a disposición financiación en condiciones favorables para el desarrollo agrícola en los países en desarrollo— y la tendencia de los donantes a querer destinar los fondos fiduciarios a fines concretos. En el plano administrativo, se trata de un factor importante porque los fondos fiduciarios asignados a fines específicos suelen proliferar y resultan imposibles de gestionar. Para garantizar la eficacia del FIDA, sus proyectos han de centrarse en los resultados, independientemente de su fuente de financiación. Desde el punto de vista de los destinatarios de la ayuda, es importante cerciorarse de que los instrumentos financieros promueven la sostenibilidad y no la dependencia. Otra cuestión que se debe tener en cuenta es la necesidad de asegurar a los órganos rectores del FIDA que el Fondo no incurrirá en riesgos indebidos en lo relativo a sus finanzas y reputación a causa de la diversificación de sus fuentes de financiación. Para ello, será necesario adoptar una gestión dinámica de los fondos fiduciarios y llevar a cabo una labor concertada para determinar quiénes son los contribuyentes cuyos objetivos se ajustan mejor a las prioridades estratégicas del FIDA; el Fondo no puede ser un receptor pasivo de las iniciativas de los donantes. Para hacer frente a los desafíos descritos anteriormente, el FIDA puede optar por centrarse en el establecimiento de un número limitado de fondos fiduciarios temáticos de múltiples donantes, que estén estrechamente alineados con sus prioridades estratégicas. El éxito que han obtenido otras instituciones en el establecimiento de fondos fiduciarios pone de manifiesto el interés de los donantes en estos mecanismos. También evidencia que existen recursos disponibles para financiarlos, especialmente en el sector agrícola. El FIDA se encuentra en una situación favorable para canalizar estos recursos hacia el desarrollo rural y la agricultura en pequeña escala. Además de establecer sus propios fondos fiduciarios, el FIDA podría estudiar la posibilidad de participar en fondos gestionados por otras instituciones, como el Fondo Fiduciario de Asociados Múltiples. El FIDA ya participa en el Programa Mundial para la Agricultura y la Seguridad Alimentaria, para el cual el Banco Mundial actúa como administrador fiduciario. 3 Este sistema es la fórmula que el FIDA utiliza para asignar los recursos en forma de préstamos y donaciones a los programas en los países en función de los resultados (marco normativo general, política de desarrollo rural y resultados de la cartera) y la necesidad (población e ingreso nacional bruto per cápita) de los países. Los recursos se asignan en ciclos de tres años. 8 El FIDA: una oportunidad de inversión para las instituciones públicas Esta sesión se centró en los préstamos del sector público a las instituciones de desarrollo. Los ponentes examinaron el diseño y la estructura de algunos fondos fiduciarios de múltiples donantes, determinaron las ventajas e inconvenientes de estos instrumentos y analizaron las posibilidades de reproducción. Moderador: Hugo Beteta, Director Subregional, Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) Antonella Bassani, Directora, Departamento de Movilización de Recursos, Asociación Internacional de Fomento (AIF) – por videoconferencia Benoît Chervalier, Jefe, Dependencia de Movilización y Asignación de Recursos, Banco Africano de Desarrollo (BAfD) Chris Hemus, Director Adjunto, Departamento de Finanzas, Fondo Monetario Internacional (FMI) Rutsel Martha, Asesor Jurídico, FIDA Elizabeth Uwaifo, Asociado, Sidley Austin LLP Antecedentes Algunas instituciones están recién comenzando a recurrir a los préstamos como medio de movilizar fondos para el desarrollo. Este enfoque evidencia las dificultades económicas y presupuestarias que muchos Estados Miembros están experimentando y que limitan los recursos disponibles para aportar contribuciones en forma de donaciones. En la mayoría de los casos, las instituciones se están centrando en primer lugar en la posibilidad de aprovechar los programas de préstamo de los Estados Miembros, sin excluir la posibilidad de obtener créditos del sector privado en un futuro. Ejemplos y experiencias Al analizar la posibilidad de financiación de la deuda, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Asociación Internacional de Fomento (AIF) del Banco Mundial, por ahora, han excluido la opción de solicitar préstamos al sector privado o a entidades públicas que no sean gobiernos, pese a que es una opción que está jurídicamente permitida. Para recibir préstamos de ese tipo hay que establecer una calificación crediticia, lo que constituye un proceso largo y costoso. Por otra parte, los préstamos de los gobiernos pueden ser un primer paso hacia la obtención de préstamos del sector privado. La AIF está estudiando la forma de incorporar la financiación de la deuda en sus estructuras financieras como una de las opciones para mejorar su sostenibilidad financiera a largo plazo. Un grupo de trabajo de donantes está analizando la posibilidad de establecer acuerdos para obtener créditos y recibir préstamos en condiciones favorables de los Estados Miembros con miras al représtamo. El grupo está evaluando cuáles son los factores financieros que se deben abordar, como los niveles de liquidez necesarios, los tipos de cambio y los riesgos crediticios, así como las posibles repercusiones para la gobernanza y la gestión de riesgos de la AIF. El Fondo Africano de Desarrollo (FAfD), que es el servicio de ayuda en condiciones favorables del Banco Africano de Desarrollo (BAfD), también está estudiando posibilidades para complementar los mecanismos de financiación de que dispone. La opción de tomar empréstitos de los Estados Miembros con fines de représtamo se ve limitada por el hecho de que 40 de los 41 países que reúnen las condiciones necesarias para recibir los recursos del FAfD contraen préstamos únicamente en condiciones favorables. 9 El FMI tiene dos mecanismos para obtener crédito que lo ayudan a complementar las suscripciones de las cuotas de los países miembros cuando se considera que los recursos de esas cuotas son insuficientes.4 Estos mecanismos, que se denominan “Acuerdos Generales para la Obtención de Préstamos” y “Nuevos Acuerdos para la Obtención de Préstamos”, son acuerdos a través de los cuales los países miembros y las instituciones están dispuestos a prestar recursos adicionales si es necesario. El FMI también dispone de un número limitado de acuerdos de préstamo bilaterales como opción adicional para aumentar la disponibilidad de recursos. Además, mantiene reservas para imprevistos a fin de respaldar sus préstamos y hacer frente al riesgo crediticio. Los recursos procedentes de las suscripciones de las cuotas y de los préstamos concedidos con arreglo a los Nuevos Acuerdos para la Obtención de Préstamos y los Acuerdos Generales para la Obtención de Préstamos se prestan a los países miembros a fin de que atiendan sus necesidades reales o potenciales de la balanza de pagos. Estos préstamos tienen por objeto ayudar a los países a cumplir sus compromisos financieros en tanto que introducen ajustes y reformas con miras a restaurar la estabilidad económica y las bases financieras para el crecimiento. Los préstamos que el FMI otorga en condiciones favorables a los países de bajos ingresos se conceden a través del Fondo Fiduciario para el Crecimiento y la Lucha contra la Pobreza. La diferencia entre el tipo de interés de mercado al que estos recursos se reciben en préstamo y los tipos de interés sumamente favorables al que estos recursos se represtan a los países de bajos ingresos se financia mediante las contribuciones que los donantes bilaterales aportan en forma de donación y los propios recursos del FMI. Esta manera de reducir los tipos de interés, que supone utilizar los recursos de las donaciones a fin de subsidiar los tipos de interés de los représtamos, es una solución para cumplir el mandato de conceder financiación en condiciones favorables. En 2010 el FIDA estableció el Fondo Fiduciario de España para el mecanismo de cofinanciación de la seguridad alimentaria (Fondo Fiduciario de España). Este mecanismo de financiación, de EUR 300 millones, está compuesto principalmente por un préstamo del Gobierno de España y un componente en forma de donación de EUR 14,5 millones. El elemento de donación tiene por objeto compensar la diferencia entre el tipo de interés del EURIBOR a 12 meses aplicado al préstamo y los intereses percibidos por el Fondo Fiduciario de los préstamos otorgados a los países prestatarios. Al igual que la reducción del tipo de interés que caracteriza la concesión de préstamos del FMI en condiciones favorables, este componente de donación facilita el représtamo del FIDA a los Estados Miembros en condiciones favorables, como establece su mandato. El modelo financiero en que se basa el Fondo Fiduciario de España se concibió para garantizar el reembolso del préstamo a España; al menos el 50 por ciento del préstamo se asigna con arreglo a las condiciones ordinarias del FIDA, que son inferiores a los tipos de interés de mercado. En consonancia con su mandato, el FIDA debe conceder a los Estados Miembros en desarrollo financiación en condiciones favorables con miras al desarrollo agrícola. Por consiguiente, todas las condiciones de los préstamos del FIDA —desde las favorables a las ordinarias— están por debajo de los tipos de interés actuales de mercado. Esta característica no interfiere en la facultad jurídica del FIDA de recurrir a la financiación de la deuda para respaldar sus programas. Además, el Fondo posee instrumentos para la gestión de los riesgos de flujo de efectivo y liquidez, y la denominación de sus préstamos en derechos especiales de giro sirve para mitigar algunos de los riesgos de los tipos de cambio. Oportunidades Las opciones de financiación de la deuda podrían ser un medio importante para movilizar fondos a fin de complementar los recursos básicos que se fundamentan en las contribuciones de las reposiciones. Si esta opción se pusiera a disposición de los organismos públicos, también sería posible ampliar la participación de los donantes existentes y atraer a inversores públicos no tradicionales, como los bancos centrales y los fondos soberanos de inversión. 4 A cada país miembro del FMI se le asigna una cuota —basada en general en el tamaño de la economía del país en relación con la economía mundial— que determina su contribución máxima a los recursos financieros de la institución. Fuente: “¿De dónde obtiene dinero el FMI?”, Ficha técnica del FMI, agosto de 2012, http://www.imf.org/external/np/exr/facts/spa/finfacs.htm. 10 Desafíos El uso de la consolidación de la deuda para la financiación del desarrollo plantea una serie de desafíos, que están relacionados principalmente con la gestión de mayores riesgos. Entre las medidas disponibles para afrontar estos riesgos cabe citar, por ejemplo, el aumento de los requisitos de liquidez y de suficiencia de capital. Cabe la posibilidad de que se necesiten otras medidas para hacer frente a los posibles desajustes temporales entre la necesidad de pagar el servicio de la deuda y reembolsar los préstamos de los donantes en condiciones favorables. También hay que prever el riesgo de impago de los prestatarios. Por último, el aumento de los requisitos de liquidez puede reducir los recursos internos disponibles para la concesión de préstamos en condiciones muy favorables. Una medida que ayudaría a las instituciones financieras internacionales a llevar a cabo la consolidación de la deuda es rectificar las condiciones actuales de los préstamos —mediante la reducción de los períodos de gracia, la disminución de los plazos de vencimiento o el aumento de los tipos de interés— de tal manera que estén en mejores condiciones para hacer frente al costo de los préstamos. Se deben analizar estas opciones teniendo debidamente en cuenta las necesidades de financiación y los objetivos de desarrollo de los países prestatarios. Otro desafío importante consiste en encontrar la mejor manera de determinar y consignar el componente de la financiación de la deuda proporcionada por los Estados Miembros en condiciones favorables, a fin de que dicha asistencia pueda incluirse en los cálculos de la asistencia oficial para el desarrollo de esos países. Si bien el elemento subvencionado o de donación de la financiación de la deuda generada por los Estados soberanos se podría tener en cuenta inicialmente con miras a calcular la asistencia oficial para el desarrollo, no está claro cómo se contabilizaría este elemento al reembolsarse el préstamo. Otro problema sería determinar si este tipo de asistencia podría contabilizarse como contribuciones a las reposiciones, lo que podría repercutir en los derechos de voto. Otra dificultad consiste en encontrar el modo de evitar crear incentivos contraproducentes que lleven a los donantes a sustituir las contribuciones tradicionales en forma de donaciones por préstamos. En efecto, habida cuenta del mandato del FIDA consistente en proporcionar financiación en condiciones favorables, los servicios de préstamos en condiciones favorables de las instituciones financieras internacionales y el hecho de que los représtamos se conceden principalmente mediante préstamos en condiciones muy favorables y donaciones, es fundamental que los Estados Miembros sigan aportando la mayor parte de la financiación en forma de donaciones. También conviene tener presente que, si bien los préstamos promoverían un aumento del programa de trabajo del FIDA, no servirían para incrementar los activos del Fondo. Existe una diferencia fundamental entre obtener préstamos de entidades públicas y recibir contribuciones para las reposiciones de dichas entidades. Perspectivas en el FIDA Durante el debate se identificaron las siguientes cuestiones que el FIDA querrá examinar más a fondo: • El FIDA quizá desee examinar cómo se diferenciarían los posibles prestamistas públicos en los distintos países y entre los organismos en los países (por ejemplo, bancos centrales, gobiernos nacionales, fondos soberanos) por lo que se refiere a su interés en conceder préstamos, los requisitos en materia de medidas de seguridad y mitigación de los riesgos, y las normas y reglamentos que rigen sus préstamos. Es fundamental que los Estados Miembros apoyen este enfoque, en parte para evitar socavar las contribuciones a las reposiciones. • El FIDA quizá desee examinar la posibilidad de reproducir los mecanismos de crédito disponibles, como el Fondo Fiduciario de España. También podría considerar otros tipos de préstamos soberanos, como la emisión de pagarés u otras formas de deuda con el sector oficial, como ya ha hecho el FMI. • El FIDA también podría desear estudiar el modo de estructurar las transacciones de los préstamos soberanos para reducir efectivamente los tipos de interés que cobra a los prestatarios, con lo que aseguraría el cumplimiento de su mandato de conceder financiación en condiciones favorables. • Por último, el FIDA tendrá que analizar los siguientes aspectos: a) los incentivos que puede ofrecer a los donantes para que aporten préstamos en tanto que evita que sustituyan las contribuciones ordinarias en forma de donaciones; b) la gestión de los riesgos en materia de prudencia y reputación relacionados con la financiación de la deuda, y c) la conveniencia de evitar los fondos de préstamos de un solo donante en favor de los fondos de donantes múltiples. 11 Finanzas islámicas Las finanzas islámicas son un sector de gran potencial para movilizar recursos en apoyo del desarrollo agrícola. Los expertos intercambiaron puntos de vista sobre los aspectos innovadores, las enseñanzas extraídas y las mejores prácticas de este sistema financiero, así como sobre las posibilidades, para los inversores que seguían esta tradición, de establecer asociaciones financieras con una organización como el FIDA. Moderador: Hafez Ghanem, Investigador Superior, Instituto Brookings Amer Bukvic’, Director General, Bosna Bank International Antje Kaspurz, Oficial de Gestión de Inversiones, FIDA Salman Syed Ali, Oficial encargado de Investigación en Economía y Finanzas Islámicas, Banco Islámico de Desarrollo (BIsD) Mohammad Saeedullah, Especialista Principal en Mercados de Capital, Tesorería, BIsD Antecedentes Las finanzas islámicas son un sector financiero grande y en expansión: con un volumen de mercado de USD 1,3 billones y un crecimiento anual del 15 por ciento, están cosechando un interés cada vez mayor fuera del mundo musulmán. Aunque los instrumentos financieros islámicos se crean para que obedezcan a los principios del derecho islámico, la mayoría de ellos no prevé ningún requisito de que las partes que los vayan a utilizar mantengan una afiliación religiosa con el Islam. Las finanzas islámicas son una forma de administrar activos financieros de acuerdo con los principios del islamismo. Aunque muchos de sus instrumentos financieros son comparables a los de las finanzas convencionales, hay una diferencia fundamental: el sistema financiero islámico no está basado en la noción de deuda, sino en una economía financiera vinculada con la economía real por medio de financiación respaldada por activos reales (ligando instrumentos financieros a bienes tangibles) y en la prohibición de los intereses y la especulación. Los intereses se consideran ingresos generados por el dinero y la especulación, ingresos derivados del azar; por ello, ninguno de estos dos tipos de ingresos están directamente relacionados con activos tangibles. Las finanzas islámicas promueven también ciertas prácticas, como la asociación (en lugar de la relación prestamista-prestatario), la distribución de riesgos y beneficios y la zakat (oferta para obras de caridad). Cuando los recursos se movilizan con arreglo al sistema financiero islámico, las transacciones a posteriori en las que se utilicen esos recursos también deben respetar los principios islámicos, para que el pasivo y el activo sigan ajustándose a los preceptos y prohibiciones de las finanzas islámicas. Los ingresos derivados de las inversiones deben utilizarse para financiar activos en lugar de, por ejemplo, obtener intereses. La mayoría de esos activos deben ser tangibles (por ejemplo, en forma de arrendamiento o inversiones en acciones). Los activos intangibles pueden ser sumas por cobrar en concepto de venta a plazos o contratos de construcción. Los conocimientos, como los que se adquieren por medio de la asistencia técnica, son un activo para el que puede emitirse un instrumento financiero islámico, aunque no son comerciables como lo sería un activo tangible. El sector financiero islámico, al vincular las finanzas y la economía real, es muy adecuado para el desarrollo agrícola, en particular para la infraestructura, la adquisición de bienes y la contratación de obras y servicios y la promoción del comercio, actividades que comportan la financiación de activos tangibles. 12 Ejemplos y experiencias Para movilizar recursos, el Banco Islámico de Desarrollo (BIsD) utiliza diversos instrumentos financieros islámicos. Entre ellos se encuentra el sukuk, un método de financiación semejante a los bonos respaldados por activos. El BIsD tanteó el mercado en 2003 con una emisión quinquenal de sukuk por valor de USD 400 millones. Esa operación está respaldada por otros varios instrumentos financieros islámicos, como contratos de alquiler y construcción. La mayoría de los inversores iniciales en sukuk provienen de los Estados miembros del BIsD, pero la atención de inversores externos ha aumentado. Desde esa exitosa oferta inicial, el BIsD ha emitido otras numerosas ofertas de sukuk por un valor medio igual o superior a USD 750 millones. Otro instrumento financiero islámico, utilizado por el BIsD para movilizar recursos a corto y medio plazo, es la murabaha renovable. Este método comporta la compra y reventa de productos básicos en las que el banco actúa como intermediario entre el vendedor y el comprador final. Por el contrario, el habiz, o ingreso por concepto de alquiler de propiedades utilizadas a fines de beneficencia, es un instrumento a más largo plazo que genera ingresos regulares y, por lo tanto, crea liquidez para los inversores. El BIsD también administra dos fondos fiduciarios islámicos: uno se utiliza para financiar la asistencia técnica y el otro es un nuevo fondo rotatorio para financiar proyectos en condiciones favorables. El Bosna Bank International (BBI) es un banco comercial fundado por el BIsD y los Bancos de Desarrollo Islámico de Dubai y Abu Dhabi, cuyo objetivo es la reconstrucción y el desarrollo socioeconómico de Bosnia y Herzegovina. El BBI ofrece una amplia gama de servicios bancarios, basándose exclusivamente en instrumentos financieros islámicos. La mayor parte de su actividad se centra en asociaciones y arrendamientos islámicos. Como Bosnia y Herzegovina no dispone de un marco jurídico específico para la banca islámica, el BBI estructuró sus instrumentos financieros para adecuarlos al sistema bancario comercial sin perder su carácter islámico. Este banco tiene un historial demostrado de éxito en la utilización de las finanzas islámicas para el desarrollo agrícola; ejemplo de ello son unas tasas de morosidad muy bajas en los préstamos agrícolas. Por ese motivo, el Gobierno de Turquía ha concedido al BBI una línea de crédito decenal de hasta EUR 100 millones a cero intereses y paga al banco para que administre esos recursos. La capacidad del BBI para obtener resultados en la esfera del desarrollo ha sido esencial para aumentar su capacidad de movilización de recursos. Oportunidades Las finanzas islámicas representan una fuente de financiación para el desarrollo importante por la magnitud de los recursos de que se podría disponer y por la posibilidad que ofrecen de explorar nuevas asociaciones y profundizar la colaboración actual con los países y las instituciones públicas de la región árabe y del Golfo. Estos países están demostrando un gran interés en invertir en el desarrollo agrícola. Las estructuras financieras y operativas actuales y los mandatos de muchas instituciones de desarrollo son en gran medida compatibles con los principios y requisitos de las finanzas islámicas. Desafíos La posibilidad de asociarse ajustándose a los preceptos e instrumentos financieros islámicos depende de un conocimiento exhaustivo de dichos principios y modalidades. La mejor oportunidad para alcanzar una mayor familiaridad con este enfoque podría ser colaborar con instituciones cuya experiencia en el sector complemente mejor la experiencia del FIDA o la de otras instituciones de desarrollo. Las posibilidades de colaboración con instituciones financieras islámicas podrían verse limitadas por la necesidad de garantizar que todos los recursos movilizados a través de las finanzas islámicas estén vinculados a proyectos apropiados financiados mediante représtamos. Estos proyectos, por ejemplo, no deberían prever préstamos en condiciones intermedias u ordinarias, que comportan cargos por intereses. 13 Podría resultar difícil garantizar que la combinación de activos de un proyecto sea compatible con los principios de las finanzas islámicas y, a la vez, apoye plenamente los objetivos de desarrollo del proyecto en cuestión. Si bien las finanzas islámicas deberían utilizarse principalmente para financiar activos tangibles, como edificios y maquinaria, algunos proyectos también podrían incluir componentes que financien activos intangibles, como asistencia técnica, o tengan como objetivo mejorar el acceso en el medio rural a los servicios financieros convencionales, como la financiación de la deuda y los seguros. Perspectivas en el FIDA El FIDA tiene mucho que aprender acerca de las finanzas islámicas, pero las perspectivas preliminares en cuanto a movilización de recursos son muy prometedoras. Podría, por ejemplo, atraer financiación de los Estados Miembros que estén interesados en invertir en el desarrollo y tengan recursos para ello. La apertura del FIDA para estudiar las alternativas que ofrecen las finanzas islámicas demostraría, al menos, su buena fe para entablar un diálogo con esos Estados. Un fondo fiduciario acorde con los dictámenes de las finanzas islámicas podría ser la manera más fácil para que el FIDA inicie su andadura en este sector. Los recursos de ese fondo fiduciario islámico, de forma análoga a como funciona el Fondo Fiduciario de España, podrían mantenerse totalmente separados de los recursos generales del FIDA para garantizar que se administren de acuerdo con principios aceptables para las finanzas islámicas. Otra posibilidad para el FIDA sería la de asociarse con una entidad financiadora islámica. Ese financiador podría aportar capital, mientras que el FIDA prestaría servicios de gestión y conocimientos técnicos para proyectos que se ajustaran tanto a los principios islámicos como a sus propios objetivos y directrices. Hay otros tantos instrumentos financieros islámicos que pueden ofrecer oportunidades de asociación al FIDA. Uno de ellos es la mudarabah, mediante la cual el FIDA invertiría el dinero de un Estado Miembro en un proyecto, compartiendo las ganancias con él según un porcentaje pactado de antemano. Otra opción podría ser la de distribuir el zakat, esto es, fondos de beneficencia recaudados para la población pobre. El FIDA, al trabajar con la población rural pobre, podría solicitar que un Estado Miembro le permitiera acceder a los fondos del zakat para financiar donaciones. La emisión de sukuk es una posibilidad que quizá el FIDA desee plantearse en un segundo momento, aunque probablemente no sea la mejor primera opción porque plantea algunas cuestiones fundamentales acerca de la capacidad del FIDA para emitir cualquier tipo de bonos. Para cualquier iniciativa relacionada con las finanzas islámicas, un proyecto piloto puede ser una buena manera de tantear el interés por este tipo de inversión y aumentar en el FIDA los conocimientos especializados internos relacionados con el uso de los instrumentos conexos. Las mejores prácticas derivadas de ese proyecto piloto podrían aplicarse a mayor escala en una herramienta de movilización de recursos a más largo plazo. 14 En busca de posibilidades de colaboración con inversores privados Existen varios instrumentos para atraer financiación de fuentes privadas que destinar a actividades de desarrollo. En el debate se examinaron estrategias e instrumentos en la esfera de las mejores prácticas, basándose en la experiencia en el sector bancario, la inversión de impacto y la financiación innovadora en otros sectores, como la salud y el cambio climático. Moderador: Iain Kellet, Oficial Financiero Principal, FIDA Deborah Burand, Profesora de la Facultad de Jurisprudencia de la Universidad de Michigan Craig Courtney, Consultor Independiente Superior Laura Mecagni, Jefa del Programa Mundial para la Agricultura y la Seguridad Alimentaria, Departamento de Industria Manufacturera, Agronegocios y Servicios, Corporación Financiera Internacional (IFC) Siddharth Tata, Gerente de la Cartera Agrícola, Acumen Fund (India) Antecedentes Los recursos de inversión del sector privado para actividades de desarrollo son enormes. Según ciertos informes, en torno a USD 212 billones en activos administrados buscan formas de rentabilidad ambiental y social, mientras que alrededor del 20 por ciento de los activos administrados se hallan invertidos en el sector de la agricultura. Esto indica un gran interés de los inversores en este sector. Para aprovechar esos recursos, una gran variedad de organismos de desarrollo recurre cada vez más a instrumentos financieros tradicionales para colaborar con el sector privado y los inversores del mismo. La experiencia hasta la fecha apunta a las grandes posibilidades de este enfoque, pero también a la existencia de importantes desafíos. Ejemplos y experiencias La Corporación Financiera Internacional (IFC) es el órgano del Grupo del Banco Mundial que se ocupa del fomento del sector privado, recurriendo a la concesión de préstamos paralelos y de consorcios para canalizar capital hacia las empresas privadas de los países en desarrollo y atenuando al mismo tiempo el riesgo país y los riesgos crediticios y de reputación para los inversores comerciales. Con arreglo a su programa de préstamos de consorcios, la IFC generalmente actúa como agente o subscriptor principal de préstamos financiados por un grupo de prestamistas (el “consorcio”), compuesto en gran parte por bancos comerciales. El prestatario del sector privado celebra un acuerdo para un solo préstamo con la IFC, que actúa como prestamista principal. Este método permite a los miembros del consorcio beneficiarse de la condición de acreedor privilegiado de la IFC y de las prerrogativas e inmunidades conexas. Además, el consorcio tiene acceso a las competencias de la IFC en materia de diligencia debida y análisis de proyectos, y se beneficia de su experiencia y presencia mundial. El programa de préstamos de consorcios de la IFC ha movilizado financiación por un valor superior a USD 39 000 millones destinada a más de 1 000 proyectos, concediendo préstamos de una cuantía media de USD 119 millones, con lo que se ha convertido, entre los bancos multilaterales de desarrollo, en el programa de mayor envergadura. En los acuerdos de préstamo paralelo, en los que instituciones financieras de desarrollo y gobiernos soberanos actúan como coprestamistas, la ICF interviene como uno de los participantes en el consorcio. Según esta estructura, la ICF no es el prestamista principal; por lo tanto, los otros participantes en el consorcio no tienen derecho a la condición de acreedor privilegiado. 15 De forma análoga a los préstamos paralelos utilizados por la ICF, la Corporación de Inversiones Privadas en el Extranjero de los Estados Unidos también celebra acuerdos marco con grandes bancos comerciales. Sin embargo, a diferencia de la ICF, son los bancos, y no la Corporación, quienes otorgan esos préstamos. La Alianza para una Revolución Verde en África está definiendo instrumentos de distribución de riesgos para colaborar con bancos comerciales. Varias entidades del sector público están financiando mecanismos de distribución de riesgos que están atrayendo un volumen mucho mayor de recursos del sector privado. En Kenya, por ejemplo, el Gobierno, invirtiendo USD 65 millones, ha obtenido USD 500 millones para los pequeños agricultores. El capital inicial utilizado para poner en marcha el primer experimento de este tipo se puso a disposición del Equity Bank of Kenya a través de un proyecto financiado por el FIDA. El Acumen Fund es una compañía mundial de capital de riesgo sin fines de lucro que invierte en empresas proveedoras de bienes y servicios esenciales a precios asequibles para las familias de bajos ingresos. En la India, este fondo ha comprobado el gran interés de los inversores privados en invertir en la agricultura. El Acumen Fund invierte en las primeras etapas de desarrollo de las empresas, algo que resulta especialmente arriesgado y para lo que a menudo se utilizan fondos de entidades filantrópicas. Un ejemplo es la inversión en el sector del riego por goteo en la India. Una empresa local recibió una donación de la Fundación Gates para crear un mercado para el producto, y una de las estrategias de promoción utilizadas consistió en utilizar una película de Bollywood. Otras empresas competidoras, dedicadas a la promoción de sistemas de riego por goteo, también se beneficiaron de esta iniciativa de promoción. Oportunidades La financiación agrícola está resultando cada vez más atractiva para los inversores que buscan oportunidades para financiar programas y proyectos que produzcan tanto beneficios sociales como rentabilidad financiera. Una amplia gama de inversores están interesados en la agricultura: desde inversores de fundaciones filantrópicas hasta inversores de capital privado y bancos comerciales. Muchos de los proyectos financiados actualmente por las instituciones de desarrollo representan el tipo de productos que los inversores están buscando. La clave consiste en elaborar modelos de inversión e inversiones financiables que sean sostenibles. Desafíos Entablar relaciones de asociación con inversores del sector privado, como bancos comerciales, fundaciones, fondos soberanos de inversión y particulares con un gran patrimonio neto, plantea una serie de cuestiones. Las numerosas diferencias institucionales, por ejemplo en los enfoques y mandatos, plantean una serie de complicaciones relacionadas con la factibilidad y viabilidad de esas asociaciones. Por lo tanto, es especialmente importante elegir asociados adecuados y prever las dificultades que puedan surgir, como la cuestión de armonizar las expectativas de rentabilidad del capital y determinar la manera de estructurar el riesgo, distribuir los ingresos y adjudicar los derechos. También es importante considerar estrategias de salida en caso de que las inversiones no cumplan las metas financieras previstas. Otras dificultades guardan relación con la necesidad de alinear los objetivos financieros y sociales de los fondos prestados en las distintas instituciones participantes; otro problema de alineación parecido afecta a las normas y metodologías relativas a la diligencia debida en materia ambiental y social aplicadas en las diferentes instituciones. También puede resultar difícil armonizar las necesidades operacionales en todas las instituciones participantes, en particular por lo que se refiere a concordar un tipo de interés y unos mecanismos de desembolso comunes. Dada la variedad disponible de tipos de financiación de la inversión, un problema adicional consiste en decidir cuál es el momento más propicio para entablar una determinada asociación con el sector privado. Los asociados pueden reunirse al comienzo de un proyecto, como cofinanciadores, o en un momento posterior, como compradores de los activos desarrollados por medio de proyectos financiados por las instituciones de desarrollo. 16 Por último, las instituciones de desarrollo tienen que tener en cuenta los riesgos de reputación que pueden derivarse de la asociación con algunos actores del sector privado. Es legítimo que una asociación basada en recursos públicos y que se traduzca en beneficios privados suscite una serie de interrogantes, por lo que hay que estudiar detenidamente criterios que contribuyan a evitar o atenuar este riesgo. Perspectivas en el FIDA El FIDA, dada la competencia técnica demostrada en el sector de la agricultura, está en condiciones de explorar sus posibilidades de acceder a esta fuente de financiación en rápido crecimiento y entablar asociaciones nuevas y fructíferas con inversores privados. Si bien el modelo operativo actual del FIDA puede limitar su capacidad para colaborar con inversores estrictamente comerciales, es fácil imaginar de qué forma el Fondo podría asociarse con organizaciones filantrópicas que tengan pocas expectativas de obtener rendimientos financieros, así como con inversores de impacto que traten de obtener de sus inversiones una rentabilidad tanto financiera como social y ambiental. Esas asociaciones podrían adoptar la forma de cofinanciación, financiación paralela o contribuciones a los fondos fiduciarios administrados por el FIDA u otras organizaciones. También podrían materializarse en forma de asistencia técnica prestada por el Fondo o la organización asociada. Tanto para las organizaciones filantrópicas como para los inversores de impacto, estas asociaciones podrían servir para canalizar un mayor volumen de recursos hacia el desarrollo agrícola y aumentar al máximo el impacto de los proyectos apoyados por el FIDA en el desarrollo. El FIDA tendrá que determinar si las tasas de rendimiento de la financiación que concede en condiciones favorables son lo bastante altas como para permitirle asociarse con inversores estrictamente comerciales, o si resultaría viable desde el punto de vista financiero y estatutario fomentar esas asociaciones, y decidir en qué condiciones. Análogamente, habrá de adaptar las propuestas de asociación financiera y técnica que reciba a las que tengan unas expectativas de rentabilidad financiera y social que se ajusten más a sus propias expectativas, como las de inversores de impacto. Además, tendrá que tomar sistemáticamente en consideración los riesgos de reputación inherentes a la asociación con actores privados. Por ejemplo, cuando desde el principio haya cofinanciación de por medio, el FIDA debería elaborar mecanismos de diseño de proyectos y presentación de informes para cerciorarse de que sus asociados cumplan las mismas normas ambientales y sociales que las que él aplica actualmente a los proyectos que apoya. Por último se señaló que el FIDA, para establecer relaciones satisfactorias con inversores privados, tendría que definir claramente las expectativas respecto del impacto y los efectos que pretende conseguir con sus programas, y concordar asimismo los mecanismos que servirán de base para demostrar y dejar constancia de dicho impacto. Dicho con otras palabras, será importante determinar y concordar desde el principio parámetros apropiados de evaluación del impacto. En la medida en que el interés de los inversores en la evaluación de impacto es cada vez mayor, y dado que los proyectos del FIDA han obtenido normalmente puntuaciones elevadas en las evaluaciones independientes del impacto realizadas, la importancia atribuida a la cuantificación del impacto no debería obstaculizar el establecimiento de asociaciones. 17 Conclusiones Los debates pusieron de relieve que, a nivel mundial, existen importantes recursos disponibles para apoyar el desarrollo agrícola y rural en los países pobres. Estos fondos están siendo utilizados por agentes sumamente distintos como, por ejemplo, entidades soberanas, organizaciones de desarrollo, bancos comerciales, instituciones de microfinanciación e inversores de impacto. Todos ellos se centran cada vez más en la agricultura, que se considera a la vez un sector de crecimiento y un instrumento para promover el desarrollo económico y social. La mesa redonda fue una oportunidad importante para empezar a analizar algunos de los mecanismos que el FIDA podría adoptar a fin de aumentar el volumen y el impacto en la reducción de la pobreza de los recursos que se canalizan hacia el desarrollo agrícola. Hay que estudiar más a fondo los cuatro temas que se debatieron durante la mesa redonda. Todos ellos requieren el establecimiento de un conjunto diferente de medidas institucionales, marcos, conocimientos y asociaciones. Algunos de ellos pueden necesitar que se reorganice el modo en que funciona el FIDA. En el caso de ciertos mecanismos, especialmente los fondos fiduciarios financiados por donantes y prestamistas, es posible adoptar medidas rápidas a fin de ampliar y mejorar los enfoques actuales. En el de otros, como la emisión de diversas formas de deuda con el sector público, se requiere la creación de capacidad adicional, además de una mayor comprensión de la viabilidad y la posible oferta y demanda de préstamos en condiciones menos favorables. Como tal, esta esfera se podría analizar a corto o medio plazo. Por lo que se refiere a las finanzas islámicas, será necesario colaborar estrechamente con expertos en la materia a fin de evaluar a fondo la compatibilidad de esta forma de financiación con la estructura operacional, financiera y jurídica del FIDA. El estudio de este tema requerirá cierto tiempo. Sin embargo, a más corto plazo, se podría establecer un fondo fiduciario acorde con los dictámenes de las finanzas islámicas. Por último, dadas las diferencias institucionales entre las entidades privadas y las organizaciones públicas, sobre todo en cuanto a las expectativas de rendimiento y la mitigación de riesgos financieros, el estudio de las transacciones de la deuda con prestamistas privados se llevará a cabo a más largo plazo. No obstante, el FIDA puede comenzar a buscar posibilidades de cofinanciación de proyectos de desarrollo agrícola, especialmente con inversores privados que, como el FIDA, atribuyen importancia al impacto en el desarrollo. Esta mesa redonda puso en marcha una iniciativa plurianual encaminada a analizar nuevas vías para apoyar la labor del FIDA en la lucha contra la pobreza rural. Sus debates fueron importantes porque sirvieron para identificar posibilidades a corto y largo plazo que el FIDA estudiará sistemáticamente a fin de atraer nuevas fuentes y formas de financiación para sus programas. Si quiere obtener buenos resultados, el FIDA tendrá que trabajar estrechamente con sus Estados Miembros y otras entidades involucradas para formular nuevos enfoques de financiación en favor de la agricultura. La mesa redonda ayudó al FIDA a identificar instituciones y personas clave en esta esfera, con las que espera seguir colaborando a medida que avanza en su misión. 18 Anexo Lista de participantes externos Tipo de institución Institución Participante Cargo IFI/BMD/IMFD BAfD Benoît Chervalier Jefe, Dependencia de Movilización y Asignación de Recursos (ORMU) IFI/BMD/IMFD BAfD Preeti Sinha Oficial Principal de Movilización de Recursos, Dependencia de Movilización y Asignación de Recursos (ORMU) IFI/BMD/IMFD BAfD Ngarnim-Ganga Gerente, Departamento de Servicios Jurídicos IFI/BMD/IMFD FMO Anton Timpers Oficial Superior de Inversiones, Departamento de Agroindustrias IFI/BMD/IMFD IFC Marta Gucciardini Coordinadora para Italia IFI/BMD/IMFD IFC Laura Mecagni Jefa, Programa Mundial para la Agricultura y la Seguridad Alimentaria, Departamento de Industria Manufacturera, Agronegocios y Servicios IFI/BMD/IMFD FMI Chris Hemus Director Adjunto, Departamento de Finanzas IFI/BMD/IMFD BIsD Mohammad Saeedullah Especialista Principal en Mercados de Capital, Tesorería IFI/BMD/IMFD BIsD Salman Syed Ali Oficial encargado, División de Investigación en Economía y Finanzas Islámicas IFI/BMD/IMFD BIsD Seedy Keita Jefe de Finanzas, Cooperación Islámica IFI/BMD/IMFD Banco Mundial Antonella Bassani Directora, Departamento de Movilización de Recursos, AIF IFI/BMD/IMFD Banco Mundial Roberto Tarallo Gerente, Alianzas Mundiales y Operaciones del Fondo Fiduciario Organismos bilaterales de desarrollo CEPAL Hugo Beteta Director Subregional (ex Ministro de Finanzas Públicas de Guatemala) 19 20 Tipo de institución Institución Participante Cargo Organismos bilaterales de desarrollo USAID Franklin Moore Consejero Superior de Desarrollo Organismos de las Naciones Unidas FAO Richard China Director, División de Apoyo a la Elaboración de Políticas y Programas Organismos de las Naciones Unidas FAO Purveen Kharas Oficial Superior de Programas Organismos de las Naciones Unidas FAO Craig Fedchock Coordinador de la Convención Internacional de Protección Fitosanitaria (CIPF) y ex negociador comercial de los Estados Unidos con considerables conocimientos sobre asociaciones público-privadas y sistemas de financiación innovadores Organismos de las Naciones Unidas FAO Téa Franich Oficial de Actividades de Promoción Organismos de las Naciones Unidas FNUDC Magnus Magnusson Jefe, Dependencia de Asociaciones Organismos de las Naciones Unidas PNUD Bisrat Aklilu Coordinador Ejecutivo, Oficina del Fondo Fiduciario de Donantes Múltiples, Dirección de Gestión Organismos de las Naciones Unidas PMA Marco Selva Jefe, Asociaciones Público-Privadas Órganos oficiales Angola Carlos Amaral Representante Permanente Órganos oficiales Banca d’Italia Giovanni Majnoni Director Superior, Gestión de Riesgos Órganos oficiales Bélgica Martine Van Dooren Representante Permanente ante los organismos de las Naciones Unidas Órganos oficiales Canadá Adair Heuchan Representante Permanente Adjunto Órganos oficiales China Li Xinhai, Consejero Representante Permanente Adjunto de la República Popular China ante las organizaciones de las Naciones Unidas para la alimentación y la agricultura Órganos oficiales China Shen Zhihua Tercer Secretario, Representante Permanente Suplente de la República Popular China ante las organizaciones de las Naciones Unidas para la alimentación y la agricultura Órganos oficiales Fondo de Desarrollo China-África Liu Jianguo Director Ejecutivo, Inversiones Agrícolas e Inmobiliarias Tipo de institución Institución Participante Cargo Órganos oficiales Unión Europea Lourdes Magana Asesora, Delegación de la Unión Europea ante la Santa Sede, la Orden de Malta y las organizaciones de las Naciones Unidas con sede en Roma Órganos oficiales Francia Elizabeth Connes-Roux Representante Permanente Adjunto Órganos oficiales Francia Cécile Humbert-Bouvier Asesora Económica, Representante en la Junta Ejecutiva del FIDA Órganos oficiales Alemania Michael Bauer Primer Consejero, Representación Permanente de Alemania Órganos oficiales México Alan Romero Representante Permanente Suplente Órganos oficiales Ministerio de Economía y Finanzas de la República Italiana Stefania Bazzoni Directora, Dirección General para las Relaciones Financieras Internacionales Órganos oficiales Ministerio de Economía y Finanzas de la República Italiana Lucia Senofonte Dirección General para las Relaciones Financieras Internacionales Órganos oficiales Ministerio de Asuntos Exteriores de la República Italiana Nicola Pisani Experto, Oficina de Relaciones con las Organizaciones Internacionales no Financieras (Oficina II) Órganos oficiales Ministerio de Asuntos Exteriores de Suiza Cristine Grieder Representación Permanente de Suiza ante la FAO, el FIDA y el PMA Órganos oficiales Suecia Amalia Garcia-Tharn Representante Permanente de Suecia ante el FIDA Bancos comerciales Bosna Bank International Amer Bukvic’ Director General Bancos comerciales Morgan Stanley Kaylan A. Christofferson Mercados de Capitales de Deuda Bancos comerciales Standard Chartered Bank Steven Marshall Director, Banca de Transacciones Bancos comerciales Standard Chartered Bank Inci Yalman Jefe Regional de Organizaciones de Desarrollo 21 Tipo de institución Institución Participante Cargo Bancos comerciales Wells Fargo Lucy A. Kinosian Primera Vicepresidente, Estrategias de Cartera y Originación de Créditos Inversores de impacto e inversores comerciales Blue Orchard Geert Roosen Director Financiero Instituciones académicas y centros de estudio Alianza para una Revolución Verde en África Nixon Bugo Oficial de Programas, Financiación Innovadora Instituciones académicas y centros de estudio Acumen Fund Siddharth Tata Gerente de la Cartera Agrícola, India Instituciones académicas y centros de estudio Instituto Brookings Hafez Ghanem Asociado principal Instituciones académicas y centros de estudio Instituto Brookings Johannes Linn Asociado principal Instituciones académicas y centros de estudio Facultad de Deborah Burand Jurisprudencia de la Universidad de Michigan Instituciones académicas y centros de estudio 22 Profesora de derecho relacionado con las inversiones de impacto en la Facultad de Jurisprudencia de la Universidad de Michigan, y anteriormente Asesora Jurídica de la Corporación de Inversiones Privadas en el Extranjero (OPIC) Craig Courtney Consultor Superior Independiente Bufetes de abogados Luther Oltmann G. Siemens Asesor (oficina de Múnich) Bufetes de abogados Sidley Austin LLP Elizabeth Uwaifo Socia (oficina de Londres), especializada en finanzas mundiales y fondos de inversiones, asesoramiento y productos financieros derivados Bufetes de abogados Sidley Austin LLP Zartasia Khan Asociada Bufetes de abogados Sidley Austin LLP Jung-ui Sul Asociado Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola Via Paolo di Dono, 44 - 00142 Roma, Italia Tel.: +39 06 54591 - Fax: +39 06 5043463 Correo electrónico: [email protected] www.ifad.org www.ruralpovertyportal.org ifad-un.blogspot.com www.facebook.com/ifad www.twitter.com/ifadnews www.youtube.com/user/ifadTV ISBN 978-92-9072-352-3 Septiembre de 2012 El Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) trabaja con la población rural pobre para que pueda cultivar y vender más alimentos, aumentar sus ingresos y determinar la orientación de sus propias vidas. Desde 1978, el FIDA ha invertido alrededor de 14 300 millones de dólares estadounidenses en donaciones y préstamos a bajo interés en los países en desarrollo mediante proyectos con los cuales se ha empoderado a más de 400 millones de personas para que salgan de la pobreza y, por tanto, se ha contribuido a construir comunidades rurales dinámicas. El FIDA es una institución financiera internacional y un organismo especializado de las Naciones Unidas con sede en Roma, donde se encuentra el mecanismo central de las Naciones Unidas para el sector de la alimentación y la agricultura. Se trata de una asociación de 168 miembros, única en su género, integrada por países de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), otros países en desarrollo y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).