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UY ISSN 0004-0584 pediatría 2012 ISSN on line 1688 - 1249 Archivos de Pediatría del Uruguay 2012: 83 (1) 1 ARCHIVOS DE DEL URUGUAY PUBLICACIÓN OFICIAL DE LA SOCIEDAD URUGUAYA DE PEDATRÍA artículo 11 sobra la Convención sobre los Derechos del Niño NÚMERO 83 1 VOLÚMEN 1. Los Estados Partes adoptarán medidas para luchar contra los traslados ilícitos de niños al extranjero y la retención ilícita de niños en el extranjero. 2. Para este fin, los Estados Partes promoverán la concertación de acuerdos bilaterales o multilaterales o la adhesión a acuerdos existentes. 2 Archivos de Pediatría del Uruguay 2012: 83 (1) Archivos de Pediatría del Uruguay 2012: 83 (1) ARCHIVOS de PEDIATRÍA del URUGUAY SOCIEDAD URUGUAYA DE PEDIATRIA COMISIÓN DIRECTIVA 2012 Presidente Dr. Walter Pérez Vicepresidente Dr. Alfredo Cerisola Secretario general Dr. Gabriel Peluffo Tesorera Dra. Laura Delgado Secretaría de actas Dra. Laura Pardo Coordinadora de Comités Dra. Virginia Kanopa Coordinadora de Áreas Estratégicas Dra. Claudia Romero Coordinadoras Dra. Mariana Más Dra. María Laura Michelini Dra. Joyce Stewart Dra. Soledad Iglesias ARCHIVOS DE PEDIATRÍA Director-Editor Dr. Raúl Bustos Director Adjunto-Editor Dr. Guillermo Pose Comité Editorial Dra. Marina Caggiani Dr. Alfredo Cerisola Dr. Oscar Chavarría Dra. Alicia García Dr. Miguel Martell Dr. Mario Moraes Asesores metodológicos Prof. Enrique Barrios Ing. Rafael Alonso Dra. Mónica Pujadas Bibliotecóloga Lic. Inés Nessi Secretaría Karina Alzugaray Las opiniones expresadas en Archivos de Pediatría reflejan los puntos de vista de los autores y no representan necesariamente la opinión de la SUP. Queda prohibida la reproduccion de ésta publicación sin autorización de los editores y del autor. La SUP y Archivos de Pediatría no promueven la compra de los productos que se publicitan en esta revista. 3 4 Archivos de Pediatría del Uruguay 2012: 83 (1) Archivos de Pediatría del Uruguay 2012: 83 (1) Archivos de Pediatría Volumen 83, número 1 UY ISSN 004-0584 ISSN on line 1688-1249 Publicación Oficial de la Sociedad Uruguaya de Pediatría Afiliada a ALAPE e IPA Publicación indexada por LILACS (Literatura Latinoamerica y del Caribe de Información en Ciencias de la Salud) Integra Scielo Uruguay y LATINDEX Publicación trimestral sometida a arbitrajes nacionales y extranjeros Lord Posomby s/n 1er piso CP 11600 Tel. (598)2709 1801, fax (598)2708 5213 [email protected]/[email protected] http://www.sup.org.uy DESCARGAR LISTA DE AVISADORES BAYER | CELSIUS | GAUTIER | JOHNSON | LAZAR | ROEMMERS 5 Archivos de Pediatría del Uruguay 2012: 83 (1) Archivos de Pediatría del Uruguay 2012: 83 (1) SUMARIO La Residencia de Pediatría María Catalina Pirez Graciela Sehabiague, Daniel de Leonardis, Serrana Ibañez, Verónica Etchevarren, María Hortal, Osvaldo Bello El trabajo de parto previo a la cesárea protege contra la taquipnea transitoria del recién nacido Grabriela Bazán, Claudia Martínez, Roxana Zannola, Oscar Galván, Daniel Grasso, Nicolás Martino, Rául Bustos, Claudio Sosa Síndrome de Cushing secundario a interacción medicamentosa ritonavir/fulicasona Mey Aguirre,Stella Gutiérrez, Jorque Quian, María José Ramírez, Virginia González PAUTAS Cristina Estefanell, Rocío Olivera, Rosario Satriano, María Noel Tanzi, Carmen Donangelo, Marina Salmenton, Gustavo Giachetto, Yelenna Ramírez, Marie Boulay, Anabella Santoro, Mariela Larrandaburu, Virginia Puyares, Sergio Paz, Mara Castro. Actualización en sífilis congénita temprana ACTUALIZACIÓN Infecciones respiratorias agudas graves del niño y su impacto en la demanda asistencial Pauta de vitamina D CASOS CLÍNICOS Evolución del cáncer pediátrico en Uruguay (1992-2011) INFORME Luis Castillo, Agustín Dabezies, Gustavo Dufort, Carolina Pages, María Carracedo, Mariela Castiglioni, Elizabeth Simón, Silvana Zuccolo, Rodrigo Barcelona, Andrea Incoronato, Magdalena Schelotto, Fabiana Morosini, María Ferrando, Ana Siri, Estad. Anaulina Silveira Mario Moraes, Miguel Estevan Pesquisa neonatal Aída Lemes, Cecilia Queijo, Paola Garlo, María Machado, Graciela Queiruga LOS EXPERTOS RESPONDEN Comentario sobre Lactate dehydrogenase predicts hypoxic ischaemic encephalopathy in newbom REVISTA DE intants: a preliminary study REVISTAS Miguel Martell, Fernanda Blasina Profesor José Portillo Walter Pérez OBITUARIO Efecto del campeo demorado del cordón umbilical en la ferritina sérica a los seis meses de vida. Estudio clínico controlado aleatorizado CONO SUR Walter Pérez EDITORIALES Conflicto de intereses ARTICULOS ORIGINALES 6 José Ceriani, Guillermo Carroli, Liliana Pellegrini, Marina Ferreira, Carolina Ricci, Ofelia Casas, Jaime Lardizabal, María del Carmen Morasso Prevención de la infección aociada a catéteres: utilidad y costo-eficacia de los catéteres con antisépticos en pediatría Ana Lenz, Juan Vassallo, Guillermo Moreno, María Althabe, Silvia Gómez, Ricardo Magliola, Lidia Casimir, Rosa Bologna, Jorge Barretta, Pablo Ruffa 7 Archivos de Pediatría del Uruguay 2012: 83 (1) Archivos de Pediatría del Uruguay 2012: 83 (1) CONTENTS The residence of Pediatrics María Catalina Pirez Graciela Sehabiague, Daniel de Leonardis, Serrana Ibañez, Verónica Etchevarren, María Hortal, Osvaldo Bello Labor prior to caesarean section protects against transient tachypnea of the newborn Grabriela Bazán, Claudia Martínez, Roxana Zannola, Oscar Galván, Daniel Grasso, Nicolás Martino, Rául Bustos, Claudio Sosa Cushing´s syndrome secondary to ritonavir drug interaction/fluticasone Mey Aguirre,Stella Gutiérrez, Jorque Quian, María José Ramírez, Virginia González REPORT GUIDELINES Cristina Estefanell, Rocío Olivera, Rosario Satriano, María Noel Tanzi, Carmen Donangelo, Marina Salmenton, Gustavo Giachetto, Yelenna Ramírez, Marie Boulay, Anabella Santoro, Mariela Larrandaburu, Virginia Puyares, Sergio Paz, Mara Castro. Update on early congenital syphilis REPORT Severe acute respiratory infections of children and its impact on welfare demand Guidelines on vitaminin D CLINICAL CASES Evolution of pediatric cancer in Uruguay (1992-2011) Luis Castillo, Agustín Dabezies, Gustavo Dufort, Carolina Pages, María Carracedo, Mariela Castiglioni, Elizabeth Simón, Silvana Zuccolo, Rodrigo Barcelona, Andrea Incoronato, Magdalena Schelotto, Fabiana Morosini, María Ferrando, Ana Siri, Estad. Anaulina Silveira Mario Moraes, Miguel Estevan Neonatal research Aída Lemes, Cecilia Queijo, Paola Garlo, María Machado, Graciela Queiruga THE EXPERT ANSWERS Commentary on: Lactate dehydrogenase predicts hypoxic ischaemic encephalopathy in JOURNAL newborn infants: a preliminary study REVIEW Miguel Martell, Fernanda Blasina Professor José Portillo Walter Pérez OBITUARY The effect of early and delayed umbilical cord clamping on ferritin levels in term infants at six months of life. A randomized, controlled trial José Ceriani, Guillermo Carroli, Liliana Pellegrini, Marina Ferreira, Carolina Ricci, Ofelia Casas, Jaime Lardizabal, María del Carmen Morasso Prevention of catheter-related infection, usefulness and cost-effectiveness of antiseptic catheters in children SOUTH CONE Walter Pérez EDITORIALS Conflict of interest ORIGINAL ARTICLES 8 Ana Lenz, Juan Vassallo, Guillermo Moreno, María Althabe, Silvia Gómez, Ricardo Magliola, Lidia Casimir, Rosa Bologna, Jorge Barretta, Pablo Ruffa 9 EDITORIAL 10 Archivos de Pediatría del Uruguay 2012: 83 (1) Archivos de Pediatría del Uruguay 2012: 83 (1) Conflicto de intereses El vínculo del médico con las empresas farmacéuticas y de insumos médicos es necesario y conveniente, pero debe regirse y controlarse para beneficio de todos, sobre todo para los pacientes. No hay dudas sobre la colaboración de la industria farmacéutica con los médicos y con el desarrollo de la medicina. Se difunde información sobre nuevos productos, se apoyan eventos de carácter docente, se financian proyectos de investigación, se posibilita la publicación de material de investigación y se solventan gastos para la asistencia a actividades dentro y fuera del país de profesionales de nuestro país y extranjeros. Sin embargo los objetivos son diferentes y a menudo se contraponen constituyendo conflictos de intereses. Como destaca Rotondo “… entendemos por conflicto de intereses la situación originada cuando una persona puede ser influida en su juicio por una intención o un fin diferente al que está obligado a perseguir por su rol” (1). Estos conflictos a menudo no son percibidos por el médico actuante y sólo una escasa minoría piensa que pueden influir en sus recomendaciones. Es en el área de la investigación, donde este conflicto puede ser más peligroso y afectar la ética profesional. ¿Cuándo se debe pensar en que estamos frente a un posible conflicto de intereses? Según Thomson (2) “cuando el conocimiento de la cercanía o asociación con intereses no científicos haga dudar razonablemente al lector sobre la libertad del investigador en sus decisiones y /o conclusiones” o sea, si la opinión del lector pueda cambiar al conocer esta cercanía. No es imprescindible que haya menoscabo real de esta libertad ya que el concepto se aplica tanto a los conflictos reales como a la percepción por .terceros de la presencia de un conflicto (1). Según Leutscher “un estudio no es peor que otro por ser patrocinado por la industria y sí por ocultar este patrocinio o por la sumisión del interés primario de la investigación (validez científica) a los intereses comerciales” (3). Cuando alguno de los autores de la investigación pertenece a la industria farmacéutica, es necesario destacar cual es la razón de su intervención y que productos o dispositivos implicados en la investigación son comercializados por la empresa involucrada. Pero además, es imprescindible aclarar el alcance de la participación: ¿propuso el tema principal?, ¿colaboró ������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������� en el diseño o en recabar la información?, ¿participó en el análisis de los datos o en la redacción de las����������������������� conclusiones? Si existió apoyo económico se debe conocer el destino del mismo, incluyendo honorarios médicos o incentivos de cualquier tipo, incluyendo regalos o viajes. La falta de normatización en esta área ha llevado a situaciones inadmisibles como la selección de temas en forma sesgada para comercializar un producto oportunamente o el ocultamiento de investigaciones financiadas que no mostraron las conclusiones que la empresa buscaba para la comercialización del producto investigado (4,5). De la misma manera, cuando un médico participa en eventos o conferencias sobre productos comercializados por una empresa que, además, está promoviendo y financiando el evento de difusión, es imperativo que la audiencia sea informada sobre cuál es su relación y si se percibe dinero de la misma. Este aspecto es aún más importante en aquellos médicos que ejercen la docencia en forma remunerada. Es probable incluso que estas funciones sean incompatibles, ya que se utiliza la imagen del docente y de la institución donde ejerce, en un contexto diferente (6,7). Está más normatizado el vínculo en la acreditación de eventos de Educación Médica Continua (EMC). Existe legislación nacional e internacional al respecto que ayuda al vínculo entre empresas y docentes en esta área. La Comisión de Bioética del SMU estudió, a pedido de la Comisión de EMC, el apoyo de los laboratorios a los eventos científicos de EMC. En su declaración afirma que no existen faltas éticas si se manejan los procedimientos con transparencia y se comunica a los participantes en forma veraz el apoyo de la industria, aunque sugiere que se aclare a los patrocinadores que el acto de aceptar apoyo al programa no supone obligación de fomentar sus productos (8). 11 12 Archivos de Pediatría del Uruguay 2012: 83 (1) Archivos de Pediatría del Uruguay 2012: 83 (1) Es difícil evitar los conflictos de intereses, pero se puede disminuir y controlar sus consecuencias. Citamos algunas medidas que han demostrado su eficacia: • Promover y jerarquizar la educación moral de los profesionales de la salud, pilar de conductas éticamente correctas • Exigir declaración de conflictos por parte de las instituciones de educación, investigación y para editoriales de revistas científicas. Para la presentación de trabajos a publicar existen formularios específicos para la declaración de conflictos de intereses (10-12). • Crear comités de ética de investigación y comités de ética de las asociaciones profesionales, supervisando el cumplimiento de normas éticas y la declaración pública de compromisos presentes o futuros (10,11). • Establecer, de acuerdo a la resolución del Consejo de nuestra Facultad en 1997, “… que los docentes deben declarar todas las instancias en que reciben contribuciones en forma individual o grupal de fuentes vinculadas a las industrias médicas, independientemente si ellas fueron recibidas en forma explícita en el marco de su función docente o en otras actividades profesionales relacionadas. Estas contribuciones y/o retribuciones por actividades docentes, invitaciones a actividades científicas, viajes, estadías, donaciones, etcétera, deberán constar además en el informe anual de los Servicios” (7). (9). Nunca tendremos suficientes reglas y normas para delimitar el conflicto de intereses en esta área, lo que debe compensarse con un mayor conocimiento de las normas éticas con que el médico debe manejarse frente a sí mismo, sus pares, la comunidad y sus pacientes. Prof. Dr. Walter Pérez Presidente de Sociedad Uruguaya de Pediatria Referencias bibliográficas 1. Rotondo MT. Relaciones profesionales: conflictos de intereses. Rev Méd Urug 2006; 22: 88 99. 2. Thompson DF. Understanding financial conflicts of interest. N Engl J Med 1993; 329(8): 573-6. 3. Leutscher E. Comentario. Gestión Clín Sanit 2003; 5: 78. 4. Portillo J. Reflexiones acerca de la relación médicos y empresas farmacéuticas. Rev Méd Urug 1998; 14: 60-6. 5. Coppola F. Conflicto de intereses. Rev Méd Urug 2007; 23: 3-6. 6. Ferrari AM. Algunas reflexiones sobre las relaciones entre los profesionales médicos y la industria del medicamento. Arch Pediatr Urug 2001; 72(2): 148. 7. Uruguay. Universidad de la República. Facultad de Medicina. Las relaciones entre los servicios de facultad y las firmas y representantes del área biomédica. (Resoluciones del Consejo de Facultad 17/VII/96 y 5/III/97). Montevideo: Universidad de la República, 1997. 8. Sindicato Médico del Uruguay. Comisión de Bioética. Informe interno. Montevideo: SMU, 2003. 9. Zamarriego Izquierdo JF. Relación entre el médico y la industria farmacéutica. ¿Cómo debe ser? Unidad de Supervisión Deontológica. Farmaindustria. Med Clin (Barc). 2008; 130(8): 298-9. 10. Rubio Montañés ML, Cordon Granados F. Relación con la industria farmacéutica: ¿un dilema ético? Aten Primaria 2000; 25(3): 21-2. 11. International Committee of Medical Journal Editors. Uniform requirement for manuscript submitted to biomedical journal. N Engl J Med 1997; 336(4): 309-15. 12. Bekelman JE, Li Y, Gross CP. Scope and financial conflicts of interests in biomedical research. JAMA 2003; 289(4): 454-565. 13 EDITORIAL 14 Archivos de Pediatría del Uruguay 2012: 83 (1) Archivos de Pediatría del Uruguay 2012: 83 (1) La Residencia de Pediatría Desde la década de 1980 existen en nuestro país cargos de Residente de Pediatría (RP). Vale la pena reflexionar sobre las características del cargo, su rica historia y el futuro de la Residencia de esta especialidad. La Ley de Residencias Médicas modificada en 2009 la define y expresa con claridad los lugares donde se puede desempeñar el cargo: “Este sistema de capacitación progresiva vincula funcionalmente a los recién egresados con un centro docente asistencial debidamente acreditado, de carácter público o privado, en el que actúa en forma intensiva bajo la orientación y supervisión del personal superior estable de dicho centro en lo asistencial y del personal superior docente en la formación académica, donde cumplirá el programa de formación de especialistas a los efectos de obtener el título respectivo.”El acceso al cargo de residente se logra a través de concurso abierto de oposición. A este cargo formativo aspiran muchos médicos jóvenes. A lo largo del tiempo el número de postulantes para la Residencia de Pediatría siempre ha superado largamente el número de cargos ofrecidos, inicialmente por instituciones públicas y más adelante también privadas. Para obtener el título de Especialista en Pediatría es posible realizar el curso de posgrado fuera del marco de la residencia. Anualmente alrededor de 40 médicos obtienen su título de pediatra; la mitad de ellos no cursaron su carrera con la modalidad de residencia. Docentes y médicos en formación consideran que el régimen de residencias ofrece la mejor formación al futuro pediatra. También se reconoce que facilita la temprana y fuerte vinculación del futuro pediatra a la institución donde desempeñó su cargo. Muchas instituciones tienen una larga historia en relación a los cargos de RP: Administración de Salud de los Servicios del Estado (ASSE), Hospital Policial, Hospital Militar, Centro Asistencial del Sindicato Médico del Uruguay (CASMU) e Intendencia Municipal de Montevideo. Todas ellas reconocen el aporte fundamental que representan estos médicos que durante su etapa de capacitación son un pilar para mejorar la calidad de la asistencia tanto a nivel hospitalario como ambulatorio. En los últimos 3 años otras instituciones han ofrecido cargos de RP al concurso anual: Asociación Española Primera de Socorros Mutuos, Sanatorio Americano y Cooperativa Médica de Paysandú (COMEPA). El compromiso progresivo de otras instituciones en la formación de recursos humanos para la asistencia pediátrica es un avance, aunque el 70 % de los cargos de RP aún los ofrece ASSE. Los 42 cargos de RP concursados en 2011 se distribuyeron en Montevideo, Canelones (Las Piedras), Maldonado, Paysandú, Salto, Tacuarembó y Rivera. Esta descentralización es una realidad de los últimos años y un claro avance, a pesar de que el 75 % de los médicos desempeñan su cargo de RP en Montevideo. La modalidad de residente de 4to año ha dado la oportunidad de un año más de ejercicio a los médicos que terminan sus 3 años de RP. Esta modalidad ha sido impulsada por el Banco de Previsión Social (BPS), pero hoy este 4to año es ofrecido también por ASSE en otras especialidades Pediátricas: Cuidado intensivo, Neonatología y Neuropediatría. En los últimos 10 años la especialidad de Pediatría ha sido la carrera de la Escuela de Graduados de la Facultad de Medicina (EG de la FM) de la que más especialistas egresan por año. La demanda de especialistas en Pediatría y en otras especialidades pediátricas ha ido aumentando a lo largo de los años debido a cambios en las formas de atención a la salud, especialmente por el desarrollo de la Neonatología y del Cuidado Intensivo y la aparición de las Emergencias Móviles. En enero de 2008 la puesta en marcha del Sistema Nacional Integrado de Salud puso en evidencia que el número de especialistas en Pediatría y otras especialidades pediátricas como Neonatología, Cuidado Intensivo y Cirugía Pediátrica no es suficiente para atender a la población pediátrica del país. Teniendo en cuenta esta realidad la EG de la FM considera a la Pediatría como una especialidad en crisis. El Instituto de Pediatría Luis Morquio de la Facultad de Medicina (FM), el Decano de la Facultad de Medicina, la EG de la FM, la Comisión de Residencias Médicas, el Ministerio de Salud Pública y ASSE han realizado desde el 2010 un análisis de la situación de la Pediatría y otras especialidades Pediátricas. Como resultado de sucesivas reuniones de trabajo (talleres) han surgido diversas propuestas que tienen como finalidad contribuir a superar esta situación crítica que conspira contra la calidad de la atención a la salud de los niños. Es intención de la SUP compartirlas con todos los pediatras del país. 15 16 Archivos de Pediatría del Uruguay 2012: 83 (1) Archivos de Pediatría del Uruguay 2012: 83 (1) Las propuestas van dirigidas a aumentar el número de pediatras y otros especialistas pediátricos y a mejorar su formación profesional. En este último aspecto se considera imprescindible mantener la supervisión académica de los cursos de posgrado de Pediatría y Especialidades Pediátricas por parte de la EG de la FM de la Universidad de la República. Por el momento no es posible definir el número de pediatras que el país necesita y cuales son los lugares donde es prioritario que ejerzan su actividad. Estas definiciones requieren la participación de distintas instituciones y de expertos en el tema y son necesarias para una buena planificación de los recursos humanos a formar en el futuro. Se deberán realizar esfuerzos para impulsar y alcanzar este objetivo. Mientras tanto es urgente aumentar el número de cargos de RP teniendo como meta que todos los posgrados de Pediatría realicen su curso en este régimen, manteniendo además el curso de posgrado convencional mientras dicha meta no se logre. Se promoverán acciones para aumentar el número de residentes y de instituciones involucradas en la formación de especialistas. Algunas propuestas interesantes se deben seguir trabajando, como la de ampliar los ámbitos de formación a aquellas instituciones que tengan las condiciones de recursos docentes, tecnológicos y de población asistida, requeridos para aceptar la rotación de posgrados y que estén dispuestas a acreditarse como Centros Docentes Asociados por la Escuela de Graduados. También se planteó promover la rotación de residentes por instituciones públicas o privadas en todo el país si éstas cumplen con las exigencias de Unidad Docente Asociada pautadas por la Escuela de Graduados. El aumento de la cantidad de cargos de RP requiere el correspondiente financiamiento, procedente de las instituciones que deseen participar en la formación de especialistas. En este sentido surgieron algunas propuestas innovadoras como la de que los prestadores destinen un monto de dinero relacionado al número de recursos humanos que trabajen en la institución para la formación de nuevos especialistas. Este aporte se utilizaría para un fondo común de financiamiento de residencias médicas. Se promoverán acciones para que la mayoría de los alumnos que ingresan al posgrado de Pediatría o de especialidades pediátricas terminen los cursos y obtengan su titulo en los plazos estipulados. Para esto se plantean estrategias de seguimiento de los alumnos evaluando sus avances. Se planteó revisar el perfil del pediatra y de otras especialidades pediátricas y realizar modificaciones de los cursos de algunas de éstas para acortar el tiempo en que el egresado obtiene el título de la especialidad así como facilitar el ingreso a las mismas. Se propuso crear un tronco común de dos años de Pediatría después del cual el alumno pasaría a cursar 2 años de la especialidad, de manera que al finalizar los 4 años el egresado obtendría el título de pediatra y el de la especialidad por la que optó. Existe una fuerte voluntad de impulsar estas modificaciones. Las especialidades que en este momento participarían son Cuidado Intensivo Pediátrico, Neonatología y Emergencia Pediátrica (curso de posgrado aprobado por las autoridades universitarias en 2011). Estamos en un momento de cambios, momento de impulsar mejoras y felizmente todas las miradas aportan nuevos elementos a un objetivo común: mejorar la formación de los profesionales que asisten a los niños Los participantes del taller plantearon que en el futuro se deberán aunar esfuerzos con el Sindicato Médico y las sociedades científicas como la SUP para que sumen propuestas e ideas para aumentar el número de cargos de RP, mejorar sus áreas de desempeño, las condiciones de trabajo y su remuneración salarial. Muchos caminos se abren y muchas miradas se necesitan para un mismo fin: definir en conjunto el futuro de la RP y por qué no de la RP y especialidades pediátricas. Todos debemos contribuir a estos cambios que pueden ser históricos para la Pediatría nacional. Prof. Dra. María Catalina Pirez Profesora de Clínica Pediátrica. Departamento de Pediatría. Facultad de Medicina. Universidad de la República 17 18 Archivos de Pediatría del Uruguay 2012: 83 (1) Archivos de Pediatría del Uruguay 2012: 83 (1) ARTICULO ORIGINAL • Resumen Infecciones respiratorias agudas graves del niño y su impacto en la demanda asistencial Graciela Sehabiague 1, Daniel de Leonardis 1, Serrana Ibañez 1, Verónica Etchevarren 1, María Hortal 2, Osvaldo Bello 1 1. Departamento de Emergencia Pediátrica, Centro Hospitalario Pereira Rossell. 2. Programa Nacional de Salud de la Niñez,DIGESA, MSP. Fecha recibido: 31 de marzo de 2011. Fecha aprobado: 27 de marzo de 2012. Las infecciones respiratorias agudas graves (IRAG) en los niños, representan un importante problema de salud. Durante los meses fríos generan una mayor demanda asistencial en Unidades de Cuidados Intensivos Pediátricos (UCIP). insuficiencia respiratoria y 40,2% recibieron asistencia ventilatoria mecánica. Ciento cincuenta niños (74,3%) continuaron su asistencia en UCIP, de los cuales 7 fallecieron, en tanto 52 niños (25,7%) luego de ser estabilizados en URE completaron su evolución en sala de internación convencional. El objetivo del presente estudio fue describir los aspectos clínicos, etiológicos y evolutivos de estos pacientes y analizar el impacto de la demanda asistencial en el Centro Hospitalario Pereira Rossell. Se concluye que la URE del DEP tuvo un papel fundamental en satisfacer la demanda asistencial de las IRAG, logrando estabilizar a los niños con insuficiencia respiratoria. Se realizó un estudio descriptivo y prospectivo de un año de duración, incluyendo todos los pacientes asistidos por IRAG en la Unidad de Reanimación y Estabilización (URE) del Departamento de Emergencia Pediátrica, así como su permanencia en las diferentes áreas de derivación. Desde julio de 2007 a junio 2008 ingresaron 204 niños con IRAG, representando el 30,3% de las admisiones a URE. Ciento treinta y cuatro niños eran menores de un año. Los diagnósticos de ingreso más frecuentes fueron neumonía (n=111) y bronquiolitis (n=52). La etiología viral se identificó en 67 pacientes menores de 23 meses. La etiología bacteriana fue identificada principalmente en menores de dos años. De los pacientes asistidos en URE el 78.9% (161/204), presentaron Además, el antecedente de este estudio permitirá estimar el impacto de la vacuna conjugada antineumococo y su participación en las IRAG. • Palabras clave: INFECCIONES DEL SISTEMA RESPIRATORIO INSUFICIENCIA RESPIRATORIA NEUMONÍA BRONQUIOLITIS CUIDADOS INTENSIVOS • Summary Severe acute respiratory infections (SARI) in children have an important impact on their health. Intensive care assistance is required for those very severe cases, whose demand increases in winter. Our study aimed at describing the clinic-etiologic characteristics and outcome of the critically ill patients admitted to an special unit (URE) of the Pediatric Emergency Department. Also were recorded the services where the patients were referred after the most urgent as- sistance and the time of stay. A prospective descriptive study involved all SARI patients (n=204) admitted to URE between July 2007 and June 2008 (30,3% of total admissions). Patients (n=134) aged less than 12 months predominated; 64% were well nourished and 51% breast fed. Most frequent diagnosis at admission were pneumonia (n=111) and bronchiolitis (n=52). Viral diagnosis was achieved in 67 patients younger than 23 months as well as bacterial etiology. The majority of the admitted patients (78,9%) had respiratory failure and 40,2% required mechanical ventilation. One hundred and fifty four patients (74,3%) were referred to an intensive care service (7 died), meanwhile 52 patients (25,7%) were stabilized enabling their referral to a pediatric ward. In conclusion the URE assistance was crucial for the care of SARI enabling the respiratory estabilization. Additionally the data provided by this study, in future, will allow the evaluation of the benefits of the pneumococcal conjugate vaccine application. • Key words: RESPIRATORY TRACT INFECTIONS RESPIRATORY FAILURE PNEUMONIA BRONCHIOLITIS INTENSIVE CARE 19 20 Archivos de Pediatría del Uruguay 2012: 83 (1) Archivos de Pediatría del Uruguay 2012: 83 (1) • Introducción Las infecciones respiratorias agudas (IRA) en los niños son la principal causa de demanda asistencial, tanto en los servicios ambulatorios como en los hospitalarios. Un adecuado manejo de las IRA, la mejoría en las condiciones de vida y las intervenciones con vacunas fueron logrando en cierta medida aminorar su impacto. No obstante, anualmente se registran en la comunidad cuadros respiratorios graves que de no mediar medidas terapéuticas especiales comprometerían la vida de muchos niños (1). Las IRA engloban numerosos síndromes clínicos que obedecen a una variedad de etiologías bacterianas, virales y mixtas, que abarcan desde cuadros leves hasta los de gravedad extrema. En la mayoría de los casos se evitan muertes pero para lograrlo se requiere una atención especializada y oportuna, como la disponible en la Unidad de Reanimación y Estabilización (URE) del Departamento de Emergencia Pediátrico (DEP), del Centro Hospitalario Pereira Rossell (CHPR) y/o por las Unidades de Cuidados Intensivos Pediátricos(UCIP) (2) . El objetivo del presente trabajo es describir aspectos clínicos, etiológicos, terapéuticos y evolutivos de la poblacióninfantil con IRA grave (IRAG) asistida en la URE y analizar la demanda asistencial generada por esos pacientes hasta su egreso o fallecimiento en distintos servicios de asistencia del CHPR o externos. • Métodos Es un estudio descriptivo y prospectivo de un año de duración, en el cual se efectuó un seguimiento activo de todos los casos de IRAG, adquiridas en la comunidad, ingresados en la URE. El criterio general de inclusión se basó en el fallo de uno o más de los sistemas orgánicos, incluyendo pacientes de todas las edades, con síndromes clínicos de neumonía, bronquiolitis, IRA con broncoobstrucción , tos coqueluchoide, IRA con apnea y laringitis. Se excluyó a los pacientes con asma enfermedad. Los diagnósticos de egreso de URE correspondientes a neumonía (con o sin participación pleural) y bronquiolitis se realizaron de acuerdo a criterios clínicos y radiológicos; en otras ocasiones no se especificaron y fueron clasificados como IRA (con broncoobstrucción, apnea). Los datos de la historia clínica de cada paciente fueron registrados diariamente en un formulario ad hoc previamente validado. En dicho formulario también se anotó el o los servicios al que fue referido cada paciente y el tiempo de permanencia en cada uno de ellos hasta el alta clínica definitiva. Se analizó grupos de edades, duración de la internación en los distintos servicios y las principales pato- logías respiratorias. A los efectos de calcular los tiempos de permanencia en los diferentes servicios en relación con las variables edad, tiempo y diagnósticos clínicos se hicieron las siguientes agrupaciones: • • • Para la edad se formaron seis grupos de acuerdo a los meses a saber: 0-5, 6-11, 12- 23, 24-35, 36-59 y > de 59 meses. La duración de la internación se registró en horas en la URE y en días en las UCIP así como en las salas de asistencia convencional. Los diagnósticos clínicos se repartieron en tres grupos: neumonías, bronquiolitis y otras patologías respiratorias de menor frecuencia incluidas en el protocolo del estudio. La investigación etiológica en la URE se realizó al ingreso, siempre que la situación del paciente lo permitió. Se analizó bacterias en sangre y líquido pleural y virus (sincicial respiratorio y adenovirus) mediante aspirados nasofaríngeos por inmunocromatografía. No se registraron los resultados de exámenes microbiológicos realizados con posterioridad al egreso de la URE. La información fue ingresada en base de datos de EpiInfo y con el paquete estadístico se procesó la información. • Resultados Entre julio de 2007 y junio de 2008 se captaron todos los pacientes con IRAG (n=204) admitidos en la URE, lo que representó 30,3% del total de ingresos (n=673) a ese servicio. En la tabla 1 se muestra la distribución por edades de los pacientes, observándose un franco predominio de los menores de un año (65,7%), que incluye a 16 recién nacidos. El 64% de los pacientes (131/204) eran eutróficos, y 51% (68/134) alimentados a pecho. En la figura 1 se aprecia la distribución estacional de los casos de IRAG, destacando su predominio en los meses fríos. La mediana de duración de la enfermedad previo al ingreso a URE fue de 72 horas (rango 2-360) (figura 2). El 54% de los pacientes estudiados (107/199) presentaban antecedentes ambientales de infección respiratoria. Los diagnósticos clínicos al ingreso en URE se distribuyeron de la siguiente manera: 111 neumonías (54,4%), 52 bronquiolitis (25,5%), y 41 otras IRAG (20,1%). 21 Archivos de Pediatría del Uruguay 2012: 83 (1) Archivos de Pediatría del Uruguay 2012: 83 (1) 22 La tabla 2 muestra los resultados de los estudios virológicos realizados (n: 147), de los hemocultivos (n: 174), así como los cultivos de líquidos pleurales en quince pacien- tes. En ningún caso el laboratorio informó investigación de neumococo en líquido pleural mediante determinación de antígenos. 23 Tabla 2. IRAG. Etiología versus edad Etiología viral < 12 m 12-23 m 24 m y más 55 9 0 3 0 0 2 3 1 Neumococo: 4 2 2 0 SAMAR-com: 1 1 0 0 VRS: 64/147 (43,5%) Adenovirus: 3/140 (2,1%) Hemocultivo positivo: 6/174 (3,4%) Tabla 1. Grupos de edades de pacientes con IRAG. Neumococo: 6 Líquido pleural: 5/15 (33,3%) Edades (m) Nº casos % 0-5 94 65,7 6-11 40 12-23 38 18,6 24-35 5 2,5 36-59 3 1,5 > 59 24 11,7 Total 204 100 Fig. 2. IRAG. Duración en horas de la enfermedad previo ingreso a URE n Fig. 1. IRAG. Distribución mensual 60 s/d 2 6 9 12 24 36 48 72 50 76 96 120 144 168 192 216 240 360 Horas de enfermedad 40 30 20 10 0 jul.07 ago.07 sep.07 oct.07 nov.07 dic.07 ene.08 feb.08 mar.08 abr.08 may.08 jun.08 Con independencia de los diagnósticos clínicos realizados en URE, 78,9% de los pacientes presentaron insuficiencia respiratoria (161/204) y recibieron asistencia ventilatoria mecánica (AVM) en ese servicio 40,2% (82/204). Además, se registró en 12% de los pacientes fallo hemodinámico y necesidad de uso de drogas inotrópicas (25/204). • Diferentes servicios asistenciales La permanencia en URE tuvo una mediana de 17 horas (rango 1 a 120 horas). Cincuenta y dos de los pacientes (25,7%), luego de ser estabilizados, fueron trasladados a sala de asistencia convencional de pediatría del 24 Archivos de Pediatría del Uruguay 2012: 83 (1) Archivos de Pediatría del Uruguay 2012: 83 (1) CHPR, donde permanecieron internados un promedio de 5 días (rango 2 a 57 días), en tanto que 150 pacientes (74,3%) debieron continuar su asistencia en UCIP, en su mayoría en instituciones públicas (44%) y el resto en servicios contratados. En la totalidad de los pacientes derivados se completó su seguimiento, ya sea en sala de internación convencional como en las diferentes UCIP, registrándose siete muertos (todos en UCIP) cuyas características clínicas y etiología se exponen en la tabla 3. • Duración de las internaciones según edad y patología de los pacientes Las neumonías y bronquiolitis generaron la mayor demanda asistencial, y ambas tuvieron un promedio de 9,5 días de atención. La duración de la asistencia de las neumonías en el destino se registró en todos los grupos de edades, en tanto que para las bronquiolitis se concentró en los menores de seis meses de edad (tablas 4 y 5). En el conjunto de otras patologías se incluyó a las IRA con broncoobstrucción (24), IRA con apnea (8), síndrome coqueluchoide (5) y laringitis (4). Todas estas patologías requirieron internaciones de duración variable según edades diferentes, pero no se comprobó ninguna atención especial para pacientes mayores de 59 meses de edad (tabla 6). • Discusión Los 204 casos de IRAG analizados demostraron que la neumonía y algunas bronquiolitis representan un riesgo vital para los niños pequeños. Este hecho fue corroborado en nuestro estudio en donde los niños fallecidos con estos diagnósticos eran menores de un año. La disponibilidad de recursos como los de URE y UCIP para la atención de esas patologías evitó muertes (1) . Por otra parte, la estabilización de algunos pacientes en URE con la posibilidad de transferirlos a salas convencionales de pediatría, reservó lugares en las UCIP, evitando erogaciones por internaciones breves y la correspondiente alteración de la dinámica de estos servicios. Se racionalizó así la asistencia de pacientes críticos, reafirmando el concepto de muerte evitable (2). El predominio de las IRA en el período invernal, puede estar vinculado a la estacionalidad de algunos agentes virales como el virus respiratorio sincicial e influenza, los que a su vez facilitan infecciones bacterianas con aumento de la severidad en algunos pacientes, hecho que estaría corroborado por el aislamiento predominante de S pneumoniae en casos de neumonía (3,4). Múltiples factores contribuyen a una mayor diseminación y severidad de los agentes de infecciones respiratorias. No es posible descartar que el periodo estudiado se caracterice por una mayor virulencia y circulación de los agentes etiológicos, determinando una mayor severidad de las IRA (5). Este impacto percibido por las autoridades sanitarias fue uno de los determinantes para la introducción en el país de la vacuna conjugada heptavalente antineumococo (PCV7), en marzo de 2008, y de la implementación del nuevo Sistema Nacional Integrado de Salud (SNIS), racionalizando la demanda asistencial con la participación de instituciones privadas. Además, en el año 2007 se registró un aumento de la tasa de mortalidad infantil (12,1/1 000), hecho que posiblemente contribuyó a imple- mentar las medidas expuestas . (1) Los datos presentados correspondientes al período 2007-2008, se constituirán en un antes apropiado para evaluar los beneficios posteriormente logrados con el SNIS y la aplicación de la PCV7. Además, teniendo en cuenta la mayor demanda asistencial de IRAG por neumonía, es previsible que la aplicación de la vacuna aminore el impacto de esa patología (6-8). En consecuencia la información presentada vendría a documentar y justificar la pertinencia de dos decisiones sanitarias de importancia, como son la redistribución de los usuarios, según un nuevo sistema asistencial, y la incorporación de la vacuna PCV7 al Programa Ampliado de Inmunizaciones (8). Tabla 3. IRAG: fallecidos: edad, diagnóstico, etiología Edad (meses) Sexo Diagnóstico Etiología Destino 9m F 6m M Neumonía VRS UCIP propio Neumonía Adenovirus UCIP propio 12 m M Neumonía UCIP propio 7m F Neumonía UCIP contratado 6m M Bronquiolitis 11 m F IRAG 2m M IRAG VRS UCIP contratado UCIP contratado VRS UCIP contratado 25 26 Archivos de Pediatría del Uruguay 2012: 83 (1) Archivos de Pediatría del Uruguay 2012: 83 (1) • Referencias bibliográficas Tabla 4. Neumonías: días totales de internación según edad y servicios asistenciales (n: 111) Servicio 0-5 m 6-11 m 12-24 m 25-34 m 35-59 m > 59 m Total Sala 40 58 18 10 9 35 170 UCIP 255 81 90 65 4 49 544 Sala final 97 98 83 30 3 58 369 Total 392 237 191 105 16 142 1083 Tabla 5. Bronquiolitis: días totales de internación según edad y servicios asistenciales (n: 52) Servicio 0-5 m 6-11 m 12-23 m total Sala 0 0 5 5 UCIP 297 50 20 367 Sala final 135 20 12 167 Total 432 70 37 539 Servicio 0-5 m 6-11 m 12-23 m 24-35 m 36-59 m > 59 m Total Sala 12 0 16 s/d 2 0 30 UCIP 145 37 0 9 7 0 198 Sala final 121 36 0 10 4 0 171 Total 278 73 16 19 13 0 399 A la Oficina Panamericana de la Salud (OPS) por financiación parcial del trabajo. A la Lic. Hilda Benítez por seguimiento de los pacientes en el destino; a Alicia Aguilar por su contribución en el procesamiento de los datos y a todo el personal de los diferentes servicios. 2. Bello O, de Leonardis D. Impacto de una Unidad de Reanimación. En: Bello O, Sehabiague G, Prego J, de Leonardis D. Pediatría: urgencias y emergencias. Montevideo: BiblioMédica, 2009: 29-40. 3. Alberti M, Fernández A, Ferrari AM, Gutiérrez C, Montano A, Pirez MC, et al. Informe del Comité de Auditoría de Fallecidos Hospital Pediátrico. Centro Hospitalario Pereira Rossell. Actualización 2007. Arch Pediatr Urug 2008; 79(3): 241-5. 4. Arbiza JR, Delfraro A, Frabasile S, Ruchansky D, Vitureira N, de Sierra MJ, et al. Variable dominance of respiratory syncitial virus groups A an B in Uruguay during fourteen consecutives years (1998-2001). Virus Rev Res 2003; 8: 35-41. 5. Hortal M, Sehabiague G, Camou T, Iraola I, Estevan M, Pujadas M. Pneumococcal pneumonia in hospitalized uruguayan children and potencial prevention with different vaccine formulations. J Pediatr 2008; 152: 850-3. Tabla 6. Otras IRAG: Días totales de internación según edad y servicios asistenciales (n: 41) • Agradecimientos 1. Uruguay. Ministerio de Salud Pública. Evolución de la tasa de mortalidad infantil, Uruguay 1900-2008. Montevideo:MSP, 2008. Disponible en: www.msp.gub.uy [consulta: 08 de marzo de 2012]. Correspondencia: Dra Graciela Sehabiague. Puntas de Santiago 1680. Montevideo, Uruguay. Correo electrónico: [email protected] 6. Camou T, Palacio R, Di Fabio JL, Hortal M. Invasive pneumococcal diseases in uruguayan children: comparation between serotype distribution and conjugate vaccine formulations. Vaccine 2003; 21: 2093-6. 7. Pilishvili T, Lexau C, Farley MM, Hadler J, Harrison LH, Bennett NM, et al. Sustained reductions in invasive pneumococcal diseases in the era of conjúgate vaccine. J Infect Dis 2010; 201: 32-41. 8. Estevan M, Laurani H, Iraola I, Meny M, Hortal M. Introduction of Prevenar in Uruguay: a population based study of its impact. International Symposiumon Pneumococci and Pneumococcal Diseases, 7. Tel Aviv, Israel. 14 -18 march 2010. CON EL INTENTO DE AGILITAR Y MEJORAR LOS TIEMPOS DE PUBLICACIÓN DE LOS ARTÍCULOS ORIGINALES Y CASOS CLÍNICOS LOS ÁRBITROS REALIZARÁN HASTA DOS CORRECCIONES Y EL PLAZO DE ENTREGA A LOS AUTORES Y SU DEVOLUCIÓN SERÁ DE CUATRO MESES COMO MÁXIMO 27 28 Archivos de Pediatría del Uruguay 2012: 83 (1) Archivos de Pediatría del Uruguay 2012: 83 (1) ARTICULO ORIGINAL • Resumen En los últimos años se ha observado un importante aumento en el número de cesáreas, tanto en nuestro país como en el mundo, llegando en muchos centros a representar 50% de los nacimientos. Esto ha tenido un impacto significativo a nivel de la salud, dado que numerosos estudios evidencian una asociación entre cesárea electiva y morbilidad neonatal, en comparación con los que nacen por parto vaginal. El trabajo de parto previo a la cesárea protege contra la taquipnea transitoria del recién nacido La taquipnea transitoria del recién nacido (TTRN) es una de las causas más frecuentemente encontradas dentro de la morbilidad respiratoria asociada al nacimiento por cesárea. Objetivos: determinar si el trabajo de parto previo a la cesárea es un factor protector para la taquipnea transitoria (TTRN) del recién nacido y conocer su incidencia. Diseño: estudio analítico de cohorte Gabriela Bazán , Claudia Martínez , prospectiva. Roxana Zannota 1, Oscar Galván 1, Daniel Grasso 2, Nicolás Martino 2, Lugar: Centro Hospitalario Pereira Rosell, Montevideo. Raúl Bustos 3, Claudio Sosa 4 1 1 Período de estudio: 1/9/2008 al 14/1/2009. Población: recién nacidos de 35 se1. Neonatólogo manas o más de edad gestacional, Centro Hospitalario Pereira Rosell. embarazo único, sin malformaciones 2. Residente de Ginecología. 3. Profesor Jefe de Neonatología Centro y con feto vivo, nacidos por cesárea, diferenciando dos cohortes: coHospitalario Pereira Rosell. 4. Profesor adjunto de Ginecología Cen- horte 1: recién nacidos por cesárea, sintrabajo de parto previo; cohorte tro Hospitalario Pereira Rosell. 2: recién nacidos por cesárea, con Fecha recibido: 27/10/2011. trabajo de parto previo. Fecha aprobado: 20/4/2012. Resultados: la TTRN fue más frecuente en el grupo cesárea sin trabajo de parto previo (48/231, 20,8%), comparando con el grupo cesárea con trabajo de parto previo (20/163, 12,3%). La diferencia fue estadísticamente significativa: RR=0.59 (0,36-0,96), p=0,028. Conclusión: el trabajo de parto previo a la cesárea podría ser un factor protector para disminuir la incidencia de la taquipnea transitoria del recién nacido (TTRN). • Palabras clave: TAQUIPNEA TRANSITORIA DEL RECIÉN NACIDO FRECUENCIA RESPIRATORIA TRABAJO DE PARTO CESÁREA RECIÉN NACIDO ORIGINALES • Summary In recent years a significant increase has been observed in the number of Caesarean sections both in our country and around the world, reaching 50% of the births in many centres. This had a significant level of health impact, given that numerous studies show an association between ECS and neonatal morbidity, compared to those born by vaginal delivery. Transient tachypnea of the newborn (TTRN) is one of the causes most frequently found in respiratory morbidity associated with birth by caesarean section. Objectives: determine if the work of previous caesarean section birth is a protective factor for transient tachypnea (TTRN) of the newborn and get to know its incidence. Design: analytical study of prospective cohort. Place Hospital Pereira Rossell (CHPR), Montevideo city. Period and study: 1/9/2008 to 1/14/2009. Population: infants 35 weeks or more of gestational age, unique pregnancy without malformations and with live fetus, born by caesarean section, differentiating two cohorts: cohort 1: newborn babies by caesarean section without prior labor; cohort 2 - newborn baby by caesarean section, with previous labor. Results: the TTRN was more frequent among the caesarean section without prior labour (48/231) 20.8%, compared with the other Group which had caesarean section with previous labor (20/163) 12.3%. The difference was statistically significant RR: 0.59 (0.360.96) q: 0.028. Conclusion: the work of previous caesarean section birth could be a protective factor in reducing the incidence of transient tachypnea of the newborn (TTRN). • Key words TRANSIENT TACHYPNEA OF THE NEWBORN RESPIRATORY RATE LABOR, OBSTETRIC CESAREAN SECTION INFANT, NEWBORN 29 30 Archivos de Pediatría del Uruguay 2012: 83 (1) Archivos de Pediatría del Uruguay 2012: 83 (1) • Introducción La taquipnea transitoria del recién nacido (TTRN), conocida también como retraso de la eliminación del líquido pulmonar, fue descrita por Avery y colaboradores en 1966 (1,2). Esta entidad se caracteriza por presentarse en recién nacidos de término y casi a término de 35-36 semanas con sufrimiento respiratorio de comienzo temprano, transitorio y leve con evolución a la mejoría al cabo de 2 a 5 días. Radiografía de tórax con hiperaireación pulmonar, marcas vasculares prominentes y una ligera cardiomegalia (1-6). Fisiopatológicamente podría explicarse por un edema pulmonar transitorio, secundario al retraso en la eliminación del líquido pulmonar fetal (1,2,7). El pulmón fetal en las primeras etapas tiene un epitelio con función secretoria generando líquido pulmonar, necesario para su correcto crecimiento y desarrollo. La eliminación de este líquido comienza antes del nacimiento debido a un gran cambio fisiológico donde el epitelio secretor de cloro pasa a absortivo de sodio . El responsable de este cambio es el aumento gradual de epinefrina a nivel sanguíneo fetal generado al final del embarazo debido a la acción combinada de hormonas tiroideas y esteroideas. La mayor cantidad de epinefrina en sangre se ve asociada a las contracciones uteri(3,6) nas durante el trabajo de parto (estrés) siendo éste uno de los factores fundamentales que generan el pasaje a un epitelio absortivo. Durante el nacimiento, el incremento de la tensión de oxígeno, asociado al comienzo de la respiración, consolidan el cambio definitivo hacia el epitelio absortivo del líquido pulmonar fetal. Por lo cual el primer paso consiste en la preparación del feto para nacer, generándose la inhibición de la secreción del líquido pulmonar. • Objetivos Los recién nacidos prematuros, y/o en aquellos que nacen sin trabajo de parto previo, no tienen oportunidad de eliminar tempranamente el líquido pulmonar, por lo que comienzan su vida extrauterina con un exceso de líquido en sus pulmones (3,6,8) . La taquipnea transitoria del recién nacido (TTRN) es una de las causas más frecuentemente encontradas dentro de la morbilidad respiratoria asociada al nacimiento por cesárea (9-11). • Diseño de la investigacion El objetivo primario de este estudio está relacionado a un problema de salud prioritario en el país, ya que determinar algunos de los factores de riesgo para TTRN brindará a los clínicos valiosa información. La identificación de un factor de riesgo potencialmente modificable ayudará a diseñar programas de prevención y futuras estrategias capaces de reducir las tasas de TTRN, lo que resultará en una disminución de la morbimortalidad neonatal y de los gastos en salud. * Objetivo primario: determinar si el trabajo de parto previo a la cesárea es un factor protector para la taquipnea transitoria del recién nacido. * Objetivo secundario: conocer la incidencia de taquipnea transitoria en los recién nacidos de 35 semanas o más de gestación, nacidos mediante operación cesárea en el Centro Hospitalario Pereira Rossell. y métodos Estudio analítico de cohorte prospectiva en la cual se compara la incidencia de taquipnea transitoria en dos cohortes de niños nacidos por cesárea según tuvieron o no trabajo de parto previo. Este estudio fue aprobado por el Comité de ética del Centro Hospitalario Pereira Rossell. • Cohorte 1. Cesárea electiva (sin trabajo de parto previo). • Cohorte 2. Cesárea intraparto (con trabajo de parto previo). En el período comprendido entre el 1/09/2008 al 14/ 01/2009 se identificaron, en el pase de guardia realizado por los obstetras, todos los casos de embarazo terminados mediante operación cesárea asistidos en el Centro Hospitalario Pereira Rossell. Se generó una lista con todas las cesáreas del día anterior. Los neonatólogos eran los responsables de registrar el resultado final, investigando si el recién nacido había o no desarrollado taquipnea transitoria (tabla 1). Las características de la población fueron similares en ambos grupos, aun cuando hubo diferencias significativas en la edad materna y edad gestacional. En el año 2008 fueron asistidos 7.200 nacimientos, de los cuales 24,2% correspondieron a partos por cesárea. Criterios de inclusión 1. Todas las cesáreas de término o cercanas al término (35 semanas o más de edad gestacional). 2. Feto único, vivo. Criterios de exclusión 1.Embarazo menor a 35 semanas. 2. Embarazo múltiple. 3. Malformaciones fetales. 4. Muerte fetal. 5. Corticoterapia (maduración fetal). 31 32 Archivos de Pediatría del Uruguay 2012: 83 (1) Archivos de Pediatría del Uruguay 2012: 83 (1) Definición de variables de resultado • Taquipnea transitoria del recién nacido (TTRN). El resultado primario fue la presencia de taquipnea transitoria del recién nacido, definida como la presencia de dificultad respiratoria al momento de nacer objetivada por la presencia de dos omás de los siguientes signos: aleteo nasal, tiraje subxifoideo, tiraje intercostal, quejido respiratorio, balanceo toracoabdominal con necesidad de requerimiento de oxígeno en descenso y evolución hacia lamejoría clínica en 48 a 72 horas sin otra causa que lo pudiera explicar. Definición de las cohortes Cohorte 1: cesárea electiva. Es definido como un parto de un recién nacido vivo, con edad gestacional de 35 semanas o más, en el cual se realizó una intervención cesárea sin haber presentado inicio espontáneo o inducido del trabajo de parto (electiva). Cohorte 2: cesárea intraparto. Es definida como un parto de un recién nacido vivo, con edad gestacional de 35 semanas o más, con inicio espontáneo o inducido del trabajo de parto en el cual, luego de haber alcanzado una dilatación de 3 o más cm, se realizó una intervención cesárea, cualquiera sea la causa de ésta. • Recolección de datos Datos maternos Los recolectores de datos fueron los médicos neonatólogos y ginecobstetras de la Institución debidamente entrenados para tal fin. Demográficos Edad, raza, nivel educativo, trabajo, estado civil y área geográfica de residencia. Estrategias de reclutamiento y recolección de datos Los recolectores de datos revisaron diariamente los libros (el libro de parto y libro de los recién nacidos) y el pase de guardia realizado por los obstetras a fin de identificar a las mujeres que cumplían con los criterios de inclusión. Una vez que un caso elegible era identificado, la edad gestacional era verificada de la historia clínica, la misma fue adjudicada según el mejor estimador disponible basado en un protocolo jerárquico sistemático. Medidas antropométricas Altura, peso previo al embarazo, peso actual (peso posparto) e índice de masa corporal. Los datos eran obtenidos de las historias clínicas y volcados en el formulario principal del estudio. Si era necesario consultaban al obstetra, así como al neonatólogo tratante, para obtener información adicional. Instrumentos Se desarrollaron instrumentos específicos para la recolección de datos obstétricos y neonatales. El instrumento de recolección de datos incluía: datos demográficos, medidas antropométricas, historia personal médica y obstétrica, características del embarazo actual, características del parto (si correspondía), de la cesárea y del recién nacido. Historia personal médica y obstétrica Historia de hipertensión, diabetes, número de embarazos y abortos anteriores, número de partos vaginales y de cesáreas anteriores, número de muertes fetales, muertes neonatales e infantiles, número de partos de pretérmino anteriores, el peso más bajo de los partos anteriores, embarazos anteriores con ruptura prematura de las membranas. Características del embarazo actual Fecha de la última menstruación, fecha de la primera prueba positiva de embarazo, fecha de la primera ultrasonografía y edad gestacional, hábito de fumar durante el embarazo (pasivo y activo), enfermedades de transmisión sexual, stress psicológico, actividad física, cuidado prenatal (Índice de suficiencia en la Utilización de Cuidado Prenatal), episodios de hemorragia, contracciones uterinas y pérdida de líquido amniótico (fecha, tiempo y acciones subsecuentes), fecha de cualquier hospitalización anterior, diagnósticos al ingreso y enfermedades durante el embarazo como diabetes, hipertensión y preeclampsia. Parto Fecha del parto, duración del trabajo de parto previo a la cesárea, motivo de la cesárea, tipo de cesárea (urgencia, electiva) personal que asistió, edad gestacional al parto, complicaciones. Datos del recién nacido Sexo, peso, longitud, perímetro craneano, edad gestacional por examen físico (test de Capurro), peso para edad gestacional, Apgar, gasometría de cordón, presencia de distrés respiratorio, score de Silverman, requerimiento de oxigenoterapia, método de oxigenación, valor de FIO2, sector de internación, radiología de tórax, etiología del distrés respiratorio, tiempo de internación y fallecimiento al alta. Manejo de datos Se creó una base de datos ACCES. Las pantallas de datos fueron desarrolladas de acuerdo a los cuestionarios usados durante la recolección de los datos. Los datos fueron entrados sin identificadores personales para mantener la confidencialidad; a todas las mujeres embarazadas y recién nacidos les fue adjudicado un número de identificación. Se confeccionó una lista que vinculaba ese número de identificación con los identificadores personales, la que fue guardada en gabinetes cerrados 33 34 Archivos de Pediatría del Uruguay 2012: 83 (1) Archivos de Pediatría del Uruguay 2012: 83 (1) bajo llave y a la que sólo el PI y el co-PI tienen acceso. Esta lista sólo fue utilizada para realizar el control de calidad de los datos. Análisis de los datos Análisis univariado y aleatorio multivariado Se realizarán primero los análisis univariados para examinar la asociación con cada una de las cohortes. Para variables binarias será usada la prueba de chi cuadrado. Para variables continuas, t de Student, compararemos la diferencia entre grupos que usan el análisis de varianza (ANOVA). Finalmente, la regresión logística será usada para estimar el posible efecto del factor potencial de riesgo y explorar la modificación del efecto entre los diferentes factores de riesgo. Los RR ajustados y sus IC 95% serán obtenidos de los coeficientes de modelos de regresión logística y sus errores estándares. Las características demográficas, así como los factores determinantes fueron comparados entre ambos grupos. Para variables continuas comparamos la diferencia media entre ambos grupos. La prueba de MannWhitney U será usada para comparar variables continuas no paramétricas. La prueba t de Student o la prueba de Wilcoxon fueron usadas para comparar variables continuas normalmente distribuidas. Para las variables categóricas compararemos la frecuencia de estas variables entre ambos grupos. Serán realizadas la prueba de chi cuadrado o la prueba exacta de Fisher. Tamaño de la muestra y cálculos de poder Una muestra de 400 cesáreas fue calculada asumiendo una incidencia de TTRN de 12% para el grupo de cesáreas electivas y estimando una disminución de 4% en el grupo de las cesáreas intraparto con un error alfa de 5% y un error beta de 20%. • Resultados Los resultados fueron comparables en cuanto a las variables pronósticas (tabla 1). En el periodo comprendido entre 1/09/2008 al 14/ 01/2009 se practicaron 394 cesáreas en RN de 35 semanas o más con feto único vivo y sin malformaciones. De ellas 231 fueron electivas o anteparto (58,6%) y 163 (41,4%) intraparto (tabla 2). En la muestra analizada la sobrevida fue de un 100%, no hubo necesidad de asistencia respiratoria mecánica (ARM). Presentaron distréss respiratorio (SDR) 73 recién nacidos. De ellos 68 (93,1%) tuvieron TTRN (tabla 3). Se presentó TTRN en el 17,3% de todas las cesáreas efectuadas en esta población de recién nacidos de 35 semanas o más (tabla 4). Tabla 1. Población de estudio Cesárea intraparto Cesárea electiva Variables Media DE Media DE P Edad materna (años) 23,706 6,92 26,465 6,60 0,0001 Edad gestacional (meses) 39,121 1,47 38,339 1,68 0,0000 Peso al nacer (gramos) 3.253 499,2 3.179 589,5 0,1890 Apgar al minuto 7,809 1,47 8,08 1,15 0,149 Apgar al 5º minuto 9,175 0,9874 9,250 0,7544 0,333 Sexo masculino 53% 53% Realizamos estratificación en cuanto a presencia de TTRN por edad gestacional y por peso, de dicho análisis surge que existe una relación inversamente proporcional en cuanto a presencia deTTRNvs edad gestacional y peso (tablas 5 y 6). Si bien existen diferencias significativas en las edades gestacionales de las cohortes analizadas, los valores promedio están por encima de las 37s (38,33 para cohorte 1 y 39,1 Tabla 2. Modalidad de cesárea 0,954 para cohorte 2), considerado en la literatura el comienzo del término (37 a 41 semanas y 6 días). La incidencia deTTRNen el grupo de cesárea electiva y anteparto fue de 20,78% (48/231) superior a la de los niños nacidos por cesárea pero que tuvieron un trabajo de parto previo que fue del 12,3% (20/163) (tabla 7). Esta diferencia es estadísticamente significativa. RR: 0.59 (0,36-0,96) p: 0,028, como se ve en la tabla 8. Frecuencia Porcentaje %acumulado Intraparto 163 41,37 41,37 Electiva 231 58,63 100 Total 394 100,00 35 36 Archivos de Pediatría del Uruguay 2012: 83 (1) Archivos de Pediatría del Uruguay 2012: 83 (1) Tabla 3. Etiología del SDR (n=33) Tabla 6. Etiología del SDR Frecuencia Porcentaje %Acumulado Aspiración de meconio 1 1,37 1,37 Neumonía 1 1,37 2.74 Otras 2 2,74 5,48 Sepsis 1 1,37 6,85 Transicional 68 93,15 100,00 Total 73 100,00 Tabla 4. Incidencia de TTRN TTRN Frecuencia Porcentaje Acumulado No 326 82,74 82,74 100,00 Si 68 17,26 Total 394 100,00 Categoría peso TTRN No TTRN Sí TOTAL 1.500-2.499 g 22 56,41 17 43,59 39 100,00 2.500-2.999 g 78 78,00 22 22,00 100 100,00 3.000-3.499 g 114 82,01 25 17,99 139 100,00 3.500-3.999 g 85 90,43 9 9,57 94 100,00 4.000 g o más 21 80,77 5 19,23 26 100,00 Total 320 80,40 78 19,60 398 100,00 Tabla 7. Incidencia del TTRN según modalidad cesárea Tabla 5. EG semanas TTRN No TTRN Sí TOTAL 35 semanas 8 36,36 14 63,64 22 100,00 36 semanas 14 56,00 11 44,00 25 100,00 37 semanas 51 83,61 10 16,39 61 100,00 38 semanas 84 88,42 11 11,58 95 100,00 39 semanas 68 85,00 12 15,00 40 semanas 51 82,26 41-42 semanas Total Cesárea total 17,3% Cesárea electiva 20,8% Cesárea con trabajo de parto 12,3% Tabla 8 (análisis bivariado) CST intraparto vs electiva/ anteparto TTRN No TTRN Sí Total 80 100,00 Intraparto 143 (87,73%) 20 (12,27%) 163 100,00 11 17,74 62 100,00 Electiva/ anteparto 183 (79,22%) 48 (20,78%) 231 100,00 39 81,25 9 18,75 48 100,00 Total 315 80,15 78 19,85 393 100,00 326 68 394 (82,74%) 68 (17,26%) Pearson chi2= 41,6158; Pr=0,000 Pearson chi2 (1) = 4,8457; Pr = 0,028 394 100,00 37 38 Archivos de Pediatría del Uruguay 2012: 83 (1) Archivos de Pediatría del Uruguay 2012: 83 (1) justificaba por la altísima mortalidad materna asociada al procedimiento (6% en primíparas). Figura 1. Cesárea intrapartro versus electiva. RR: 0,59 (0,36-0,96); p: 0,028 250 200 TTRN NO 150 TTRN SI 100 50 0 TRABAJO • Discusión En este estudio prospectivo evaluamos principalmente la morbilidad respiratoria neonatal, nacidos mediante operación cesárea electiva versus cesárea con trabajo de parto previo. Nuestros resultados reafirman que el nacimiento por cesárea electiva incrementa la morbilidad neonatal, sobre la base de una mayor morbilidad respiratoria. En los últimos 30 años se ha observado un importante aumento en el número de cesáreas electivas tanto en nuestro país como a nivelmundial, llegando en muchos centros a representar el 50% de los nacimientos (3-5,7,12-14). En EE.UU. el porcentaje de nacimientos por cesárea CESAREA electiva reportado se incrementó de 20,7% en el año 1996 a 32,9% en el año 2009 (http://www.cdc. gov/ nchs/data/nvsr/nvsr60/nvsr60 _02.pdf). En Uruguay, en el Centro Hospitalario Pereira Rosell resultó 35,5% en 2009 (estadística básica del SIP de Uruguay). Esto constituye una situación sumamente conflictiva en la medicina perinatal y es motivo de gran preocupación por su negativo impacto sobre la salud de las madres y sus RN, como así también por el incremento en los costos de la atención. En un artículo reciente, Ecker y Frigoletto refieren varios aspectos interesantes relacionados con esta situación (15). Mencionan que en el Hospital de Boston, la tasa de cesárea en 1937 era de 3,5% y que, en gran parte, esta baja frecuencia se En la medida en que, a través de los años, los riesgos inherentes al procedimiento decrecían notablemente, las indicaciones de cesárea aumentaban. Al inicio esto resultó beneficioso por ser una solución adecuada ante situaciones que comprometían la salud de las madres o de sus hijos. Sin embargo, progresivamente las indicaciones de la intervención no se relacionaron con ningún riesgo o los beneficios potenciales eran mínimos o muy improbables. Otros factores, como la mayor proporción de madres mayores de 35 años y el incremento de embarazos múltiples motivado por la fertilización asistida, pueden también explicar el aumento de cesáreas. Dentro de la morbilidad respiratoria la taquipnea transitoria del recién nacido (TTRN) se presenta como una de las principales causas (11,16,17). Si bien su etio- Correspondencia: Dra. Claudia Martinez Correo electrónico: [email protected] logía es benigna, autolimitada, sin repercusiones pulmonares a largo plazo, algunos recién nacidos pueden evolucionar a falla respiratoria severa, requiriendo cuidados intensivos, antibioticoterapia, oxigenoterapia bajo diferente modalidades de administración, incluyendo asistencia ventilatoria mecánica. Villar y colaboradores observaron, en un extenso número de cesáreas (más de 11.000), que la presencia de trabajo de parto en presentación cefálica se asoció significativamente a menor mortalidad neonatal y a menor tasa de internación en UCIN durante más de siete días (17), siendo esto compatible con lo encontrado • Conclusión De acuerdo a este hallazgo, el trabajo de parto previo a la realización de una cesárea sería un factor de protección contra el TTRN en los RN de término o cercano al término nacidos por cesárea. 39 40 Archivos de Pediatría del Uruguay 2012: 83 (1) • Referencias bibliográficas 1. Avery ME, Gatewood OB, Brumley G. Transient tachypnea of newborn. Am J Dis Child 1966; 111: 380-5. 2. Taeusch HW, Avery ME. Compendio de neonatología de Avery. Madrid: Harcourt, 2001. 3. Ashwin R, Lucky J. Elective cesarean section: its impact on neonatal respiratory outocome. Clin Perinatol 2008; 35: 373-93. 4. Castro López FW, Labarrere Cruz Y, González Hernández G, Barrios Rentería Y. 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CON EL INTENTO DE AGILITAR Y MEJORAR LOS TIEMPOS DE PUBLICACIÓN DE LOS ARTÍCULOS ORIGINALES Y CASOS CLÍNICOS LOS ÁRBITROS REALIZARÁN HASTA DOS CORRECCIONES Y EL PLAZO DE ENTREGA A LOS AUTORES Y SU DEVOLUCIÓN SERÁ DE CUATRO MESES COMO MÁXIMO 41 42 • Resumen CASOS CLÍNICOS Archivos de Pediatría del Uruguay 2012: 83 (1) Archivos de Pediatría del Uruguay 2012: 83 (1) Síndrome de Cushing secundario a interacción medicamentosa ritonavir/fluticasona Mey Aguirre 1, Stella Gutiérrez 2, Jorge Quian 2, María José Ramírez 3, Virginia González 4 Se presentan tres casos clínicos de niños con infección por el virus de la inmunodeficiencia humana (en tratamiento con ritonavir/lopinavir, zidovudina y lamivudina) y asma persistente y/o rinitis alérgica (en tratamiento con propionato de fluticasona inhalado o intranasal) que luego de terapia concomitante presentan, aumento de peso, cara de luna llena y estrías en muslos. En el caso 1 el diagnóstico fue clínico no lográndose la confirmación por laboratorio. En los casos 2 y 3 el cortisol�������������������������� sérico y ACTH fueron����� consistentes con supresión adrenal. En el caso 1 al suspender la fluticasona se normalizó examen físico a los 6 meses. En el caso 2 al suspender fluticasona se normalizó examen clínico a los 6 meses, no realizándose paraclínica. En el caso 3 a los 6 meses del cambio de ritonavir se evidencia retroceso de la clínica y normalización de la ACTH y cortisolemia. Se confirma así un síndrome de Cushing iatrogénico secundario a interacción medicamentosa ritonavir/fluticasona. • Palabras clave: 1. Residente de Pediatría. 2. Profesor Agregado de Pediatría. 3. Pediatra. Endocrinólogo. 4. Asistente de Pediatría. Fecha recibido: 18 /11/2011. Fecha aprobado: 8/5/2012. SÍNDROME DE CUSHING INFECCIONES POR VIH ASMA RITONAVIRefectos adversos CORTICOESTEROIDES efectos adversos INTERACCIONES DE DROGAS • Summary We present 3 cases of children infected with human immunodeficiency virus (treated with ritonavir / lopinavir, zidovudine and lamivudine) and persistent asthma, and/or allergic rhinitis (treatment with inhaled fluticasone propionate or intranasal) that later have concomitant therapy, weight gain, moon face, and stretch marks on thighs. In case 1 the diagnosis did not achieve clinical laboratory confirmation. In cases 2 and 3, the serum cortisol and ACTH were consistent with adrenal suppression. In case 1 after discontinuation of fluticasone physical examination was normal at 6 months. In case 2 after stopping fluticasone clinical examination was normal at 6 months, no paraclinical performing. In case 3 to 6 months of ritonavir exchange of clinical regression and normalization of ACTH and cortisol levels was evident. This confirms iatrogenic Cushing›s síndrome secondary to ritonavir drug interaction/fluticasone. • Key words: CUSHING SYNDROME HIV INFECTIONS ASTHMA RITONAVIR-adverse effects ADRENAL CORTEX HORMONES adverse effects DRUG INTERACTIONS • Introducción El tratamiento de la infección por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) ha experimentado cambios sustanciales en los últimos 20 años. La implementación de la terapia antirretroviral (TARV) y la profilaxis y tratamiento de las infecciones oportunistas ha sido esencial en este grupo vulnerable de pacientes (1,2). Se logra de este modo que los niños afectados mejoren su calidad de vida disminuyendo la morbimortalidad, las hospitalizaciones y transformando la infección por el VIH en una enfermedad crónica (3,4). El TARV desde la década de los 90 incluye generalmente un inhibidor de la proteasa (IP) (5-7). Todo este grupo farmacológico presenta frecuentes efectos adversos e interacciones medicamentosas (8). Desde el inicio de la utilización de los IP se describieron efectos adversos entre los que se incluye síndrome de Cushing y seudo síndrome de Cushing. ���������������������������� En 1999 una correspondencia de Hillebrand y col informan lo que parece ser la primera comunicación que un IP, ritonavir utilizado como tratamiento produjo el síndrome de Cushing en un paciente tratado con fluticasona (9,10). Ritonavir es un IP que ha sufrido modificaciones en su utilización. En una primera etapa se utilizó como antirretroviral formando parte del triple plan; en los últimos años se utiliza como “booster” asociado a otro IP pero en dosis bajas con lo que potencia la acción del otro IP. 43 44 Archivos de Pediatría del Uruguay 2012: 83 (1) Ritonavir inhibe en forma potente el sistema enzimático citocromo P450 por unión competitiva reversible a la isoenzimaCYP3A4 (11). Esta potente inhibición enzimática permite alcanzar mayores concentraciones de otros IP por lo que se puede reducir el número de comprimidos al día lo que mejora la adherencia y previene fallos de tratamiento por resistencia (12,13) Los efectos adversos de ritonavir son varios entre los que se menciona el síndrome de lipodistrofia que puede confundir clínicamente con el síndrome de Cushing (14,15). Fluticasona es un glucocorticoide inhalatorio o intranasal utilizado en la prevención de las exacerbaciones del asma persistente y de la rinitis alérgica. Habitualmente tiene efectos sistémicos mínimos a las dosis recomendadas (100-250 μg día). Es metabolizada por el mismo sistema enzimático mencionado anteriormente por lo que la coadministración con ritonavir resulta en un incremento de las concentraciones sistémicas de fluticasona pudiendo causar supresión del eje hipotálamo-hipofiso-adrenal y síndrome de Cushing. Este síndrome ha sido reportado en pacientes que reciben esta combinación medicamentosa frecuentemente en adultos y menos en pediatría (16,17). El objetivo de la presente comunicación es describir tres casos clínicos de Cushing exógeno, secundario a la interacción medicamentosa entre ritonavir y fluticasona y llamar la atención de quienes utilizan estos medicamentos sobre el riesgo de aparición de esta interacción medicamentosa. • Casos clínicos Caso 1. Niño de 7 años, infectado por transmisión vertical. Buen crecimiento y desarrollo, bien inmunizado. Tratado con zidovudina (AZT), lamivudina (3TC) y nelfinavir desde los 3 meses de vida. A los 7 años de edad (año 2008) se cambió nelfinavir por lopinavir-ritonavir. Seis meses después, en consulta con neumología pediátrica, se agregó fluticasona 250 μg cada 12 horas por asma persistente. Dos meses luego de esta indicación, aumento de peso, giba dorsal, estrías en muslos con escaso desarrollo muscular glúteo. Con planteo clínico de síndrome de Cushing secundario a interacción medicamentosa se suspendió fluticasona con retroceso de los signos clínicos, alcanzando un examen físico normal a los 6 meses. No se realizaron dosificaciones sanguíneas. Se suspendió el tratamiento preventivo del asma quedando sólo con tratamiento de las crisis. Caso 2. Niño de 7 años infectado por transmisión vertical. Talla baja y retraso del desarrollo; bien inmunizado. En tratamiento con AZT, 3TC y nel- Archivos de Pediatría del Uruguay 2012: 83 (1) finavir desde los 16 meses de vida. A los 5 años de edad se cambió el IP por lopinavir/ritonavir. En mayo 2010, a los 7 años de edad, dada la persistencia de obstrucción nasal crónica (adenoidismo) y en interconsulta con otorrinonaringólogo, se inició tratamiento con fluticasona intranasal 100 μg cada 12 horas. Dos meses después, aumento del apetito y de peso. En el examen físico cara de luna llena, hipertricosis, obesidad central y estrías rojas en muslos. Se realizó diagnóstico clínico de síndrome de Cushing secundario a interacción fluticasona/ ritonavir. Las determinaciones sanguíneas deACTHy cortisol fueron indetectables. Se suspendió fluticasona y se inició descenso progresivo con hidrocortisona 10 mg/día con buena evolución. Se reemplazó la fluticasona por budesonida. Caso 3. Adolescente de 14 años de sexo femenino con antecedentes personales de neumonías reiteradas y asma persistente moderada tratada con fluticasona 250 μg cada 12 horas desde enero de 2008 con buena respuesta terapéutica. Buen crecimiento y desarrollo, inmuniza- ciones vigentes. En febrero 2009, candidiasis orofaríngea severa que condujo al diagnóstico de infección por VIH de mecanismo de transmisión desconocida, comenzando tratamiento con AZT, 3TC y lopinavir/ ritonavir. Al mes de iniciada la TARV presentó en forma progresiva cambio de carácter con irritabilidad, aumento del apetito y de peso, cara de luna llena, brillante, estrías en cara interna de ambos muslos. Carga viral indetectable. El crecimiento se detuvo. La cara de luna llena y las estrías se muestran en las figuras 1 y 2; el incremento de peso y detención de la talla en las figuras 3 y 4. Se realizó diagnóstico de síndrome de Cushing secundario a interacción fluticasona-ritonavir. ACTH y cortisol fueron indetectables en sangre. Dada la gravedad de su asma, continuó con fluticasona disminuyendo la dosis a 250 μg/día y se suspendió lopinavir/ritonavir sustituyéndolo por efavirenz. Se inició hidrocortisona 15 mg/día con descenso progresivo. A los 6 meses del cambio de medicación ARV, presentó desaparición de los signos clínicos con valores de cortisol y ACTH normales. 45 46 Archivos de Pediatría del Uruguay 2012: 83 (1) Archivos de Pediatría del Uruguay 2012: 83 (1) Figura 3. Aumento del IMC. Figura 1. Fascies de luna llena. Figura 2. Estrías cutáneas Figura 4. Crecimiento en curva talla/edad 47 48 Archivos de Pediatría del Uruguay 2012: 83 (1) • Discusión Los ARV utilizados en el TARV si bien tienen ya varios años de indicación en niños y adolescentes, se usan en combinaciones variables entre ellos y con medicamentos necesarios para otras patologías. Esto ha hecho dificultoso diagnosticar rápidamente los efectos adversos y las interacciones medicamentosas. Uno de los primeros planes de TARV utilizados por los autores fue la asociación de AZT, 3TC y primero ritonavir y posteriormente nelfinavir como IP. En el año 2007 hubo una recomendación general de no utilizar mas nelfinavir por sus posibles efectos adversos graves (8) y se decidió sustituirlo por la combinación lopinavir/ ritonavir que anteriormente no se disponía. En esta combinación el ritonavir se prescribe a dosis menores que cuando se utilizaba aislado (18,19). Los IP así como la mayoría de los ARV solos o en combinación pueden provocar el síndrome de lipodistrofia, que clínicamente pueden confundirse con el síndrome de Cushing y que llevan a retardar el diagnóstico. Hay varias publicaciones al respecto y sobre todo en los pacientes pediátricos, al iniciar el TARV se observa que el paciente aumenta de peso, tiene más apetito, aparecen depósitos de grasa donde previamente existía desnutrición, elementos que pueden confundir el diagnóstico (20). Recién en el año 2010 aparecieron las recomendaciones de no combinar ritonavir con fluticasona (21). Los pacientes presentados todos fueron tratados y diagnosticados antes de esa fecha. Pero no es sólo la fluticasona la que puede provocar este síndrome en conjunción con ritonavir. Hay publicaciones que involucran a budesonida y triamcinolona (22,23). Por otra parte son frecuentes en los pacientes infectados con VIH la hiperreactividad bronquial y las enfermedades obstructivas de la vía aérea (24). Son pocos los profesionales pediatras que utilizan ARV; pero son varios los que ven estos pacientes en sus consultas y los especialistas a quienes son derivados para optimizar ciertos tratamientos. Es con ese objetivo que se presentan estos tres casos de niños infectados con el VIH que tuvieron enfermedad respiratoria y requirieron consultas especializadas. Son dos las posibilidades que se presentan para evitar esta asociación. En cuanto a los ARV es posible modificar el IP o por otro IP (aunque muchos tienen como booster a ritonavir) o a ARV de otra clase. Existen limitaciones terapéuticas, porque si bien en el mercado existen más de 20 ARV, muchos de ellos no son de uso pediátrico o no tienen presentaciones adecuadas y por tanto es necesario ser muy cuidadoso en la indicación. Archivos de Pediatría del Uruguay 2012: 83 (1) • Referencias bibliográficas 1. Sterne J, Hernán M, Ledergerber B, Tilling K, Weber R, Sendi P et al. 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Guidelines for the use of antirretroviral agents in pediatric HIV infection. August 16, 2010. Correspondencia: Jorge Quian. Pilcomayo 5163. Montevideo, Uruguay. Correo electrónico: [email protected] 51 52 Archivos de Pediatría del Uruguay 2012: 83 (1) • Introducción INFORME Actualmente, para la mayoría de los niños con cáncer, la cura es posible (1) . Evolucion del cáncer pediátrico en Uruguay (1992-2011) Luis Castillo, Agustín Dabezies, Gustavo Dufort, Carolina Pages, Maria Carracedo, Mariela Castiglioni, Elizabeth Simón, Silvana Zuccolo, Rodrigo Barcelona, Andrea Incoronato, Magdalena Schelotto, Fabiana Morosini, María Ferrando, Ana Siri, Estad. Anaulina Silveira Servicio de Hemato-Oncologíca Pediátrica del Centro Hospitalatrio Pereira Rossell Los progresos conseguidos se deben no solo a tratamientos muy agresivos –administración aislada o combinada, de quimioterapia, radiación y en algunos casos, cirugía-, sino también a la creación de unidades o centros especializados, a la colaboración entre diferentes instituciones nacionales o internacionales y al tratamiento multidisciplinario de la enfermedad. Fue posible cambiar el devastador diagnóstico en una enfermedad tratable, con sobrevidas prolongadas y curación en un porcentaje importante de pacientes. El cáncer en niños es un evento raro que requiere un abordaje terapéutico multidisciplinario, costoso, experimentado y disponible en escasísimos lugares en el país. En el año 2001, publicamos un estudio de incidencia y mortalidad del cáncer de los niños y adolescentes en el Uruguay entre 1992 y 1994 (2) . Para ello utilizamos los datos de nuestro propio registro de cáncer pediátrico (el primero de esta índole en América latina) y los aportados por el Ministerio de Salud Pública. Del análisis de los datos de ese estudio surgieron dos conclusiones importantes. Primero, que los tipos Archivos de Pediatría del Uruguay 2012: 83 (1) de cánceres en nuestra niñez eran muy similares a los reportados en Estados Unidos de América (EE.UU.) y los países europeos occidentales. Segundo, que teníamos la oportunidad y obligación de mejorar los resultados que se obtenían hasta ese momento. El rango de mortalidad global por cáncer estandarizada por edad para la población entre 0 y 14 años inclusive era de 6,2 por 100.000. El del sexo masculino era, para el mismo grupo, de 7,7 comparado al sexo femenino que era de 4,6 por 100.000. La comparación con los países de la región era más que satisfactoria, pero la mortalidad por cáncer era el doble de la que ocurría en el mundo desarrollado (EE.UU., Canadá, Alemania, España, etcétera) (3,4). La disparidad más notoria ocurría en la mortalidad por leucemia aguda linfoblástica -la enfermedad más frecuente- 1,65 en Uruguay versus 0,6 por 100.000 en EE.UU. y Canadá. El desafío era entonces analizar las causas de esa disparidad y enmendarlas. • Análisis de la situación de la oncología pediátrica en Uruguay en la década del 90 En la década de los 90 los pacientes se dividían entre el sector público y el sector mutual. Exceptuando algunos proveedores de salud privados o mutuales de buena calidad, la mayoría de los pacientes carecían de una adecuada asistencia multidisciplinaria, que ya era un notorio requerimiento de acuerdo a los avances en el conocimiento de las necesidades terapéuticas. La provisión de fármacos, la mayoría de las veces muy costosos, nunca fue una carencia, sino que los niños con cáncer siempre fueron privilegiados, aún en los momentos más difíciles de nuestra economía. El análisis de los resultados, no sólo nos mostraba lejos de los obtenidos en países desarrollados sino que claramente se destacaban los desniveles que existían entre los niños que se asistían en el sector mutual y el sector público. Pero ese desnivel no era sólo debido a las carencias estructurales del sector público, sino también a las carencias socioeconómicas y culturales de la población que se asistía en esa área. El sector público concentraba en ese momento la franja de población con más bajos recursos, tanto de Montevideo como del interior del país y su asistencia se hacía en el Centro Hospitalario Pereira Rossell (CHPR). 53 54 Archivos de Pediatría del Uruguay 2012: 83 (1) Los tratamientos en ambos sectores en general dependían del especialista encargado del cuidado del paciente en cada centro asistencial y no se acostumbraba a utilizar protocolos comunes estandarizados internacionalmente. En el sector público a comienzos de la década del 90 en el hospital pediátrico de referencia nacional, el CHPR, teníamos cuatro diferentes servicios que atendían niños con enfermedades oncológicas y/o hematológicas. El cáncer no es una enfermedad aguda, es una enfermedad crónica que requiere períodos más o menos prolongados de tratamiento, con internaciones frecuentes, complicaciones derivadas de la enfermedad y la terapia, seguimientos médicos prolongados para detectar complicaciones a corto y largo plazo, a veces secuelares de esas terapias agresivas, así como problemas síquicos, sociales, etcétera. Además de enfermedad crónica, el cáncer pediátrico es un evento raro, con una incidencia de 10-12 casos al año cada 100.000 niños menores de 14 años (5). Por tanto, se necesitaba de una asistencia lo más centralizada posible (especialmente la franja más carenciada) y la conformación de un equipo capaz de brindar esa asistencia compleja y completa. Nos referimos a recursos humanos, pediatras oncólogos, cirujanos pediatras, radioterapeutas, hemoterapia, enfermería especializada, asistentes sociales, sicólogos, siquiatras infantiles, educadores, etc. Todos ellos concentrados en un centro especializado. Además, era evidente que no alcanzaba con todos esos recursos si no facilitábamos el acceso equitativo a todos los niños y apoyo a sus familias. También era clara la necesidad de disponer de recursos infraestructurales, hasta el momento ausentes en el país. No se disponía de sectores de internación adecuados para la especialidad, había carencia de camas específicas y sin aislamiento para proteger a nuestros pacientes inmunodeprimidos. Carecíamos de un área de contención de los pacientes que venían del interior del país y no requerían internación, o procedentes de Montevideo que podían manejarse ambulatoriamente, pero las condiciones de su vivienda no lo hacían posible. Tampoco disponíamos de facilidades para trasplante de médula ósea, una opción terapéutica única para algunos pacientes, y una posibilidad también única de rescate luego de haber recaído con el tratamiento inicial. Archivos de Pediatría del Uruguay 2012: 83 (1) El diagnóstico de situación demostró la necesidad de la creación de un centro de referencia nacional donde funcionara un equipo multidisciplinario dedicado al cuidado integral de estos niños. Las demandas y los resultadosmostraban que la individualidad debería dar paso al equipo multidisciplinario. También, que debíamos incluir nuestros pacientes en estudios o protocolos de tratamiento internacionales. La participación activa en estudios cooperativos y prospectivos entre centros de referencia de distintos países permite el avance del conocimiento y ha demostrado que mejora los resultados. La participación permite la revisión central de los casos, auditorías de la calidad del trabajo y consultas con los expertos más calificados. Implica también un esfuerzo activo del personal y de la institución involucrada. Así, también fue clara la necesidad del desarrollo de una fundación para apoyar a los niños con cáncer y sus familias y especialmente aquellos provenientes de las franjas sociales de menores recursos y del interior del país, que se concentraban en nuestro sector público. En el año 1995 se llevó a cabo en Montevideo el 27º Congreso Mundial de Oncología Pediátrica organizado por la Sociedad Internacional de Oncología Pediátrica (SIOP). Era la primera vez que la Sociedad salía de Europa, EE.UU. o Canadá y se interpretó como una contribución al desarrollo de la especialidad en esta región. En el marco de dicha reunión científica se hizo lo que se consideró un llamado de alerta sobre la situación del cáncer infantil en el mundo. Esa proclama lleva el nombre de Declaración Montevideo y un resumen se adjunta en la tabla 1. • Cambios implementados: situación actual El Servicio de Oncología Pediátrica del CHPR concentraba 65%-70% de los pacientes con cáncer y prácticamente todos los provenientes de la franja socioeconómica más carenciada de la población infantil. Era claro que el mayor impacto debería obtenerse trabajando en el sector público, tanto en los aspectos de infraestructura, como recursos humanos y fundamentalmente en bloquear los factores socioeconómicos y culturales negativos. El crecimiento de la Fundación Peluffo-Giguens (FPG) y el recono- 55 56 Archivos de Pediatría del Uruguay 2012: 83 (1) cimiento social a su transparencia y acción jugaría un rol muy importante en resolver varias de las falencias enumeradas en el análisis de situación. Paralelamente, el 4 de junio del 2002 se firmó un acuerdo entre las autoridades del MSP y la FPG, por el cual se estableció una asociación público-privada que desde entonces permite que bajo la supervisión de las autoridades del Hospital, la FPG gerencia y suplementa la acción pública. Así, la FPG inauguró en el ámbito hospitalario el Hospital de Día con fines de consultas diagnósticas, laboratorio especializado, tratamientos, procedimientos y seguimientos. Este nuevo Servicio tiene la finalidad de dar respuestas a todo lo que no implique acciones mayores a las 8 horas diarias, por tanto minimiza las internaciones a lo indispensable, evitando los traumas derivadas de las mismas, permite mayor libertad a la familia y disminuye los costos de internación. También se construyó, a pocos metros del hospital, un hotel especial (La Campana) para nuestros pacientes, donde niños con sus madres pueden alojarse y se les brinda alimentación supervisada por nutricionista, cuando deben estar en Montevideo pero pueden evitar la internación. Finalmente, la FPG inauguró en mayo del 2002 el área especializada de internación con 19 camas, nueve de las cuales son aislamientos individuales que cuentan con la mejor tecnología disponible. Se incorporaron al equipo pediatras, enfermería especializada, asistentes sociales, sicólogos, músico-terapeutas, etcétera. Se establecieron convenios de cooperación internacional que permitieron que nuestros profesionales médicos y enfermería accedieran a una capacitación más específica y moderna. Se dispuso además, de los mejores recursos del Hospital, tanto humanos como técnicos (imagenología, laboratorio, hemoterapia, cuidados intensivos, patología, ortopedia, oftalmología, radioterapia, cirugía, etcétera) con quienes interactuamos y hemos, en algunos casos, contribuido a crecer. Dado también que los resultados que teníamos con las leucemias no eran del todo satisfactorios, resolvimos participar directamente y por primera vez en el año 2002 en un estudio internacional cooperativo de tratamiento de las leucemias linfoblásticas del niño y adolescente (IC –BFM ALL 2002). Participaron de ese estudio, originado en Alemania, 15 países europeos, Israel, Hong Kong, Argentina, Chile y Uruguay. Archivos de Pediatría del Uruguay 2012: 83 (1) En 1996, apoyado por el Fondo Nacional de Recursos, se creó la Unidad de Trasplantes de Médula Ósea de Niños en la Asociación Española. Desde entonces los niños y adolescentes en quienes esté indicado el procedimiento son referidos a dicha Unidad sin costo alguno para los pacientes. Se han realizado cerca de 200 trasplantes en niños con una sobrevida global de casi 50%, resultados bien comparables a los publicados en la literatura internacional. A estos trasplantes convencionales, hemos incorporado para aquellos pacientes que necesitan un donante compatible y no lo poseen, la posibilidad de recibir un trasplante haplo-idéntico. Esta técnica, de la que somos pioneros en América latina, fue incorporada al Servicio de Oncología Pediátrica del Hospital y permite utilizar como donante a uno de los padres. Todos los cambios e innovaciones llevaron a que los actuales datos de mortalidad por cáncer en la franja entre 0 y 14 años se redujeran a menos de la mitad. Las cifras publicadas recientemente por la Organización Mundial de la Salud en Globocan 2008 muestran que Uruguay tiene una mortalidad para ambos sexos combinada de 3,1 por 100.00. La mortalidad masculina de 4,7 y la femenina de 1,1 por 100.00 niños y niñas respectivamente entre 0 y 14 años (6). A la vez, acabamos de analizar y publicaremos los datos de sobrevida a 5 años de nuestros pacientes incluidos en el estudio de las leucemias agudas linfoblásticas. La tasa de curación de esta variedad de leucemias en Uruguay pasó del 65%al80%en el estudio actual, las mismas cifras que los países más desarrollados (figura 1). Analizamos en este estudio comparativamente los resultados del tratamiento en los niños y adolescentes que provenían del área socioeconómica y cultural más riesgosa con los pacientes que no tenían ese tipo de riesgo “social”. Se tomaron como indicadores de riesgo social el grado de satisfacción de las necesidades básicas: vivienda, capacidad de subsistencia del hogar y asistencia a centros de educación. La gráfica que se adjunta (figura 2) muestra que no hubo diferencias significativas en la sobrevida de ambos grupos aunque había, paradójicamente, un mejor comportamiento en el grupo de mayor riesgo social. 57 58 Archivos de Pediatría del Uruguay 2012: 83 (1) Archivos de Pediatría del Uruguay 2012: 83 (1) Tabla 1. Resumen de la Declaración Montevideo Situación actual * Cuando son tratados adecuadamente, el 60%-70% de los niños con cáncer son curables. * Hoy, sólo 20% de los niños del mundo se benefician con la terapia más adecuada. * Al 80% de los niños del mundo –por ejemplo: aquellos en los países con recursos limitados- se les niega una cura. Figura 1.- * El cáncer representa la primera causa de muerte relativa a una enfermedad entre los niños en países desarrollados (segunda sólo en relación a los accidentes). La mortalidad por cáncer es la tercera o cuarta causa de muerte más común entre niños en muchos países en desarrollo. * La importancia del cáncer aumenta en los países con recursos limitados a causa del aumento sustancial de la población infantil, como resultado de altas tasas de natalidad y del descenso de la mortalidad por enfermedades infecciosas y desnutrición. * La mortalidad por cáncer infantil podría reducirse con la implementación de programas de hematología/oncología pediátricas, con centros que provean terapia esencial sin cargo para todos los niños que necesitan tratamiento. * La implementación de tales programas debería considerarse como un paso hacia la aplicación de la Convención de los Derechos del Niño de las Naciones Unidad (Nueva York, Nov.29, 1989) Figura 2.- 59 60 Archivos de Pediatría del Uruguay 2012: 83 (1) • Discusión La salud infantil es un indicador de la desigualdad entre los países más o menos desarrollados y marca asimismo las diferencias en un mismo país. El cáncer en los niños y adolescentes es una enfermedad curable y la incapacidad de ofrecer el tratamiento adecuado y efectivo representa una violación a los derechos de los niños y un incumplimiento de los deberes de la comunidad médica hacia la infancia. Nuestro país reconoció la realidad y ello sirvió como base para mejorar la situación. Esfuerzos considerables se pusieron en marcha para resolver las dificultades de nuestra oncología pediátrica. Se aunaron los esfuerzos de nuestra sociedad, a través de la acción de la FPG y el MSP, para la creación del mejor centro de referencia nacional para el tratamiento de estas enfermedades. Obtuvimos la infraestructura, formamos nuestros técnicos y fuimos capaces de apoyar a nuestros pacientes definidos como más riesgosos socialmente y sus familias en todos los aspectos que impedían que recibieran la atención más adecuada y eficiente. A consecuencia de ello fue posible reducir la mortalidad infantil por cáncer a menos de la mitad: de 6,5 a 3,1 por 100.000 menores de 14 años. Esta cifra representa la más alta curación por cáncer de toda América Latina, y muy comparable a la de los países más desarrollados. Lo más notable, y para lo que no tenemos una explicación, es la tasa de mortalidad femenina del 1,1 por 100.000 que es de las más bajas del mundo, incluidos los países desarrollados Como fue explicado también, desde 2002 participamos de estudios cooperativos internacionales en la leucemia linfoblástica aguda (LAL) con el objetivo de mejorar nuestros resultados. La revisión de los dos últimos estudios consecutivos para el tratamiento de laLAL mostró un aumento importante de la sobrevida de los pacientes con ese diagnóstico, pasando de 65% en el estudio iniciado en 1995 a80% en del 2002. Estos resultados son iguales a los obtenidos por la medicina en países más avanzados, pero más importante aún es que esta sobrevida es igual para todos nuestros niños, independientemente de sus problemas económicos, sociales y/o culturales. En suma, los resultados en términos de sobrevida y eficacia nos llenan Archivos de Pediatría del Uruguay 2012: 83 (1) de orgullo y resalta el hecho que toda la población ha tenido acceso a la mejor calidad de tratamientos. Pero el progreso es constante y debemos seguir reconociendo las dificultades para acompasar ese progreso. Nuestro país ha tenido cambios sustanciales en el sistema de salud, muchos beneficiosos y otros no tanto. En el área de la oncología pediátrica, con eventos raros y mucha especialización, donde los equipos centralizados brindan las mejores oportunidades de curación y donde existe una organización nacional de apoyo a los niños más necesitados, la reforma del sistema de salud pone en peligro todos los logros obtenidos. Muchos niños provenientes de la franja de población más necesitada ya no se asisten en el Servicio de Oncología del CHPR, sino que se han distribuido (se han descentralizado) en la multiplicidad de proveedores de salud. La mayoría de ellos carecen de toda la infraestructura técnica, humana y solidaria que fue creada en el ámbito público destinada especialmente a ese sector. Es menester a la brevedad buscar la forma o mecanismos que permitan reinsertar estos niños en el Centro de referencia nacional que ha demostrado que funciona bien y donde la sociedad ha hecho una inversión importante. El progreso también obliga a la incorporación en tiempo de aquellos fármacos omedicamentos que se utilizan en el mundo desarrollado. Para participar en esos estudios internacionales que hemos hecho referencia es necesario disponer, como es imaginable, de los medicamentos que han demostrado mayor eficiencia o menor toxicidad. Fármacos aprobados con celeridad por EE.UU. (Food and Drug Administration) y la Comisión Europea, en Uruguay tienen exigencias y demoras burocráticas, que además de ser de difícil interpretación, generan situaciones de impotencia innecesarias e influirán negativamente en los resultados futuros. También es necesaria una inversión en el área de la radioterapia, ya que el CHPR no dispone de muchas de las técnicas radiantes que son no sólo importantes por su eficiencia, sino también para reducir los efectos secundarios relacionados con esa forma de terapia. Satisfacción, orgullo y devolverle a la sociedad todo lo que la sociedad nos ha dado es el compromiso. Mantener la capacidad de evolución y detectar a tiempo nuestras carencias es nuestra obligación con la misma sociedad y todos nuestros niños. 61 62 Archivos de Pediatría del Uruguay 2012: 83 (1) Archivos de Pediatría del Uruguay 2012: 83 (1) 63 • Referencias bibliográficas 1. Greenlee RT, Munray T, Bolden S, Wingo PA. Cancer Statistics 2008. Cancer J Clin 2010; 50: 7-33. 2. Castillo L, Fluchel M, Dabezies A, Pieri D, Brockhorst N, Barr R. Childhood Cancer in Uruguay: 1992–1994. Incidence and Mortality. Med Pediatr Oncol 2001; 37: 400-4. 3. Kosary CL, Ries LA, Miller BA, Hankey BF, Harras A, Edwards BK, eds. SEER cancer statistics review, 1973-1992: tables and graphs. Bethesda: National Cancer Institute, 1995. (NIH Pub nº 96-2789). 4. National Cancer Institute of Canada. Canadian cancer statistics 1999. Toronto: NCIC, 1999. 5. Stiller CA, Parkin DM. Geographical and ethnic variations in the incidence of childhood cancer. Br Med Bull 1996; 52: 682-703. 6. International Agency for Research on Cancer (WHO). Globocan 2008: cancer incidence, mortality and prevalence worldwide in 2008. Lyon: IARC, 2010. Disponible en: http://globocan.iarc.fr [consulta: 27 de setiembre de 2011]. • Agradecimientos A todos los pacientes y sus familias. Al personal de enfermería. Al equipo psicosocial y administrativo del Servicio de Hemato-Oncología Pediátrico. Correspondencia: Dr. Luís A. Castillo. Correo electrónico: [email protected] CON EL INTENTO DE AGILITAR Y MEJORAR LOS TIEMPOS DE PUBLICACIÓN DE LOS ARTÍCULOS ORIGINALES Y CASOS CLÍNICOS LOS ÁRBITROS REALIZARÁN HASTA DOS CORRECCIONES Y EL PLAZO DE ENTREGA A LOS AUTORES Y SU DEVOLUCIÓN SERÁ DE CUATRO MESES COMO MÁXIMO SUP SOCIEDAD URUGUAYA DE PEDIATRIA Para lograr un sueño más seguro y disminuir el riesgo de la muerte súbita del lactante recuerde que los bebes, si no presentan problemas de salud y en especial entre los 0 y 6 meses de vida deben dormir boca arriba, evitar el tabaquismo materno y en su entorno, evitar el sobre abrigo, dormir en cuna con colchón firme y sábana sin pliegues y deben alimentarse con leche materna exclusivamente siempre que sea posible. Comité de Estudio y Prevención de la Muerte Súbita del Lactante 64 Archivos de Pediatría del Uruguay 2012: 83 (1) PAUTAS • Resumen Pauta de vitamina D Comunicación conjunta: 1. Comité de Nutrición SUP: Dra. Cristina Estefanell, Lic. Nut. Rocio Olivera, Dra. Rosario Satriano, Dra. Maria Noel Tanzi. 2. Invitadas a participar de la Pauta junto con el Comité y Programa Niñez: a) Dra. Carmen Donangelo: Profesor Titular, Unidad de Grado y Posgrado del Área de Investigación, Escuela de Nutrición, Universidad de la República. b) Dra. Marina Salmenton: Docente especializada de Dermatología Pediátrica del CHPR. 3. Programa Nacional de Salud de la Niñez MSP: Prof. Dr. Gustavo Giachetto, Dra. Yelenna Ramírez, Dra. Marie Boulay, Prof. Agda. Dra. Anabella Santoro, Dra. Mariela Larrandaburu, Lic. Nut. Virginia Puyares, Dr. Sergio Paz, Dra. Mara Castro. La revisión de la recomendación actual sobre la indicación de vitamina D en los lactantes ha sido realizada por un grupo técnico interdisciplinario integrado por el Comité de Nutrición de la SUP y el Programa Nacional de Salud de la Niñez del MSP. Esta revisión fue motivada por los cambios recientes en las recomendaciones nutricionales realizadas en otros países, como es el caso de EEUU. Uruguay presenta características diferentes en cuanto a ubicación geográfica, tipo de alimentación y disponibilidad de alimentos fortificados con vitamina D. Estos factores fueron analizados para adaptar las recomendaciones y elaborar el presente documento consensuado sobre la suplementación de vitamina D para los niños. • Introducción Para la mayoría de los seres humanos la exposición solar es la única forma de satisfacer los requerimientos de vitamina D (1,2). La radiación ultravioleta (290-315 nm) es absorbida por el 7-dehidrocolesterol presente en la membrana de los queratinocitos epidérmicos y los fibroblastos dérmicos, se sintetiza 25 hidroxi-vitamina D que es hidroxilada en el hígado y presenta una segunda hidroxilación en los riñones, convirtiéndose en 1,25 dihidroxivitaminaD o calcitriol. Archivos de Pediatría del Uruguay 2012: 83 (1) La recomendación de evitar el sol o utilizar protectores solares, siguiendo las advertencias médicas sobre el daño comprobado que provoca la radiación ultravioleta en la piel, ha reinstalado el peligro del déficit de vitamina D en niños y adultos (1-3). y otro en hombres y mujeres donantes de sangre (8). En ambos se comprobó déficit de vitaminaDen más de 50% de��������������������� los individuos estudiados, sobre todo en invierno. No existen publicaciones sobre niveles de vitamina D en niños. Se han publicado numerosas investigaciones sobre la situación nutricional de la vitamina D en diversas poblaciones (4-6). La vitamina D es necesaria para la homeostasis del calcio y el fósforo. Aumenta la absorción intestinal de calcio, mantiene la concentración de calcio iónico dentro de límites normales en el líquido extracelular y actúa a nivel del metabolismo óseo. Su déficit provoca raquitismo en el niño y osteomalacia en el adulto. Entre 25%–33% de la población adulta de EE.UU. tiene déficit de vitamina D (4). La prevalencia de calcidiol menor a 50 nmol/l aumenta con la edad, es mayor en mujeres que en varones, en individuos de raza negra y en personas con mayor porcentaje de grasa corporal. Los valores son siempre más bajos durante el invierno. En un estudio en Nueva Zelanda en niños de 10 a 22 meses, se observó un aumento en la incidencia de deficiencia de vitamina D durante el invierno. Se detectó, además, que los valores de hormona paratiroidea en el plasma de los niños estudiados se mantuvo en valores estables para calcidiol en plasma de 50 nmol/l o más (5,6). En lactantes de hasta 6 meses, el uso de vitamina D 400 UI/día aumentó el calcidiol en plasma y se relacionó con mayor contenido mineral óseo (2). En Uruguay se han realizado dos estudios en población adulta, uno en mujeres en la posmenopausia (7) Se han detectado, además, receptores de vitamina D en otro tejidos: cerebro, próstata, mamas, gónadas y linfocitos T y B, por lo que se ha relacionado a la vitamina D con funciones inmunomoduladoras, antiproliferativas, estimulante de la secreción de insulina, bloqueadora de la secreción de renina. Estas acciones han sido señaladas en forma indirecta, no se dispone de ensayos clínicos controlados demostrando estos beneficios terapéuticos (9,10). Se han identificado más de 50 metabolitos diferentes de la vitamina Den el organismo (6,11), pero las que se dosifican habitualmente son el 25 hidroxi-vitamina D o calcidiol y el 1,25 dihidroxi-vitaminaDo calcitriol. Este último �������������������������������� es el principal metaboli��������� to activo de la vitamina D, que interacciona con mayor afinidad con su receptor nuclear. 65 66 Archivos de Pediatría del Uruguay 2012: 83 (1) Archivos de Pediatría del Uruguay 2012: 83 (1) Tiene una fuerte regulación homeostática mediada por la hormona paratiroidea. El calcidiol es considerado el mejor biomarcador del estado nutricional de la vitamina D porque su concentración refleja el grado de exposición del organismo a las fuentes alimentarias y a la síntesis cutánea de vitamina D (3,6,11). El Instituto de Medicina de EE.UU. (11) recomienda, como punto deseable de normalidad, una concentración plasmática de calcidiol de por lo menos 50 nmol/l, para todas las personas, independiente de la edad o el sexo (tabla 1). En relación a las fuentes de vitaminaDse puede considerar que la más importante es la exposición a la luz solar. La síntesis cutánea depende de la coloración de la piel, la latitud, la altitud, la estación del año y la hora del día en que se toma sol. Si bien es unánime la decisión de evitar la exposición solar sin protección, no hay acuerdo sobre cual es la dosis justa de sol para la síntesis de vitamina D sin riesgo para la piel. Hay autores que señalan que la exposición solar tendría otros efectos beneficiosos sobre la salud, además de la síntesis de vitamina D (2,3,7) . Los protectores solares absorben y filtran la radiación solar, por ejemplo un factor mayor a 8 inhibe más de 95% de la síntesis de vitamina D y un factor de protección 15 el 98%. La alimentación diversificada puede proveer hasta 10% de los requerimientos diarios, una porción de pescado graso provee 40 UI, dos tazas de leche 10 UI, y si es fortificada 80 UI (8,12). Las fórmulas infantiles suministran hasta 400 UI por litro. Tabla 1. Calcidiol Condición Diagnóstico <4 ng/ml (10 nmol/l) Deficiencia Osteomalacia <8 ng/ml (20 nmol/l) Deficiencia Raquitismo <10-20 ng/ml (25-50 nmol/l) Insuficiencia Aumento de PTH Aumento recambio óseo >20 ng/ml (50 nmol /l) Suficiencia Masa ósea normal En Uruguay algunos productos fortificados como algunas leches enteras, yogures, bebidas lácteas con jugos naturales tienen entre 16 UI% a 64 UI% (13). La Academia Americana de Pediatría, en noviembre de 2010, recomienda 400 UI desde el nacimiento hasta los 50 años y una ingesta de calcio variable según el rango etario (12) (tabla 2). En virtud de la evidencia disponible y de los factores mencionados, se modifica la recomendación actual de administración de vitamina D (1418) de acuerdo al siguiente esquema: 1. VitaminaD 400 UI todo el primer año de vida sin interrupción en los meses de verano. 2. Continuar con suplementos de vitamina D hasta los 2 años en: - Niños nacidos en invierno. - Prematuros. - Recién nacidos con retardo del crecimiento intrauterino. - Gemelares. - Niños de raza negra. 3. Administrar vitamina D a los niños de todos las edades afectados de enfermedades que comprome- tan la absorción de nutrientes (por ejemplo fibrosis quística y colestasis). 4. Administrar vitamina D independientemente de la edad, si el niño recibe antiepilépticos, tiene obesidad mórbida o afecciones cutáneas que impiden tomar sol, o no se expone al sol por diversas razones. 5. Luego de los dos años y hasta la adolescencia inclusive, la fuente de vitamina D se obtiene por exposición solar con los cuidados que se detallan. 6. La exposición solar se hará cumpliendo las sugerencias* de la Unidad de Dermatología Pediátrica CHPR de la siguiente forma: - Los primeros seis meses de vida no se recomienda exposición solar. - Luego del sexto mes, exponer en cara y manos durante 15 minutos (sin protector solar) diariamente, para conseguir niveles óptimos de vitamina D. - Horario: - Verano: antes de las 11 de la mañana y después de las 17 horas. - Invierno: de 11 a 13 horas - Primavera y otoño: de 9 a 15 horas. 67 68 Archivos de Pediatría del Uruguay 2012: 83 (1) Archivos de Pediatría del Uruguay 2012: 83 (1) Preparaciones médicas que contienen vitamina D (19) Tabla 2. Ingesta dietética referente de calcio y vitamina D Calcio *** Vitamina D Grupo etario Requerimiento promedio estimado (mg/día) Recomendación ración dietética (mg/día) Nivel alto ingesta (mg/día) Requerimiento promedio estimado (lU/día) Recomendación ración dietética (lU/día) Nivel alto ingesta (lU/día) Lactantes 0–6 meses * * 1.000 ** ** 1.000 Lactantes 6–12 meses * * 1.500 ** ** 1.500 1–3 años 500 700 2.500 400 600 2.500 4–8 años 800 1.000 2.500 400 600 3.000 9–13 años 1.100 1.300 3.000 400 600 4.000 14–18 años 1.100 1.300 3.000 400 600 4.000 19–30 años 800 1.000 2.500 400 600 4.000 31–50 años 800 1.000 2.500 400 600 4.000 51–70 años 800 1.000 2.000 400 600 4.000 51 – 70 años mujeres 1.000 1.200 2.000 400 600 4.000 + 71 años 1.000 1.200 2.000 400 600 4.000 14-18 años Embarazadas/ amamantando 1.100 1.300 3.000 400 600 4.000 19–50 años Embarazadas/ amamantando 800 1.000 2.500 400 600 4.000 * Para lactantes: el ingreso adecuado es 200 mg/día de 0 a 6 meses y 260 mg/día de 6 a 12 meses. ** Para niños: el ingreso adecuado es 400 lUdía de 0 a 6 meses y 400 lU/día de 6 a 12 meses. *** Sujeta a revisión por parte del Comité de Nutrición SUP y MSP para la Población Infantil Uruguaya (próximamente) • VIOSTEROL (Celsius). Gotas x 5 mL, Vit. D3 (colecalciferol) 1.600 U/mL (8 gotas = 400 UI de Vit. D). • VITAMINA D ION (Ion). Frasco gotero x 5-10 mL, Vit. D3 (colecalciferol) 1.600 U/mL. • MULSI D3 GOTAS (Spefar). Gotas x 5mL c/5 mL: Vit. D3 (colecalciferol) 8.000 UI (400 UI de Vit. D equivalen a 8 gotas). • D3 VITEX (Dispert). Gotas x 5 mL, Vit. D3 (colecalciferol) 1.600 U/mL. • MULSIFEROL (Spefar). Solución oral x 10 mL: Vit. D3 (colecalciferol) 600.000 UI. Dosis: el contenido de un frasco cada 30 días. • VIOSTEROL 1000 (Celsius). Comp. x 60, Vit. D3 1000 UI (colecalciferol 25 mcg). • MULSI D3 800 (Spefar). Comp. x 30, Vit. D3 (colecalciferol) 800 UI. • VITAMINA D 400 UI GOOD’ N NATURAL (Natural LifeGood’N Natural Manufacturing Corporation).Comp. rec x 100, Vit. D (colecalciferol) 400 UI. • ROCALTROL (Roche). Cáps. x 30 calcitriol 0.25 mcg. • VITADIA (Roemmers-Rowe). Caps. blandas x 30, calcitriol 0.25 mcg. 69 70 Archivos de Pediatría del Uruguay 2012: 83 (1) • Referencias bibliográficas 1. Holick MF. 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CON EL INTENTO DE AGILITAR Y MEJORAR LOS TIEMPOS DE PUBLICACIÓN DE LOS ARTÍCULOS ORIGINALES Y CASOS CLÍNICOS LOS ÁRBITROS REALIZARÁN HASTA DOS CORRECCIONES Y EL PLAZO DE ENTREGA A LOS AUTORES Y SU DEVOLUCIÓN SERÁ DE CUATRO MESES COMO MÁXIMO 71 72 Archivos de Pediatría del Uruguay 2012: 83 (1) • Introducción ACTUALIZACIÓN La sífilis congénita es una enfermedad que se trasmite por vía sexual, el feto la adquiere por vía hematógena. Es causada por Treponema pallidum. Su tratamiento es efectivo, de fácil realización y bajo costo. Actualización en sífilis congénita temprana Mario Moraes 1, Miguel Estevan 2 1. Profesor Agregado de Neonatología. 2. Profesor Agregado de Imagenología Pediátrica. En Uruguay la incidencia aumentó significativamente en los últimos años. En 2006 el porcentaje de embarazadas VDRL positivo fue de 2,5%, en 2010 fue 4,2%. El VDRL en sangre de cordón umbilical aumentó de 1,2% a 2,6% en el mismo período. En necropsias de óbitos fetales realizadas en 2010 en el Centro Hospitalario Pereira Rossell el 14,5% correspondieron a sífilis congénita (1). En Maldonado la incidencia de sífilis en el embarazo en el año 2009 fue de 3,5% (2). • Diagnóstico El principal elemento diagnóstico para sífilis congénita es un adecuado diagnóstico de la enfermedad materna. En el adulto y en el embarazo la enfermedad cursa tres períodos (primario, secundario y terciario) con manifestaciones clínicas y riesgo de trasmisión diferente en cada período. El período secundario se resuelve en forma espontánea dando paso a un período asintomático denominado período latente. Archivos de Pediatría del Uruguay 2012: 83 (1) Hasta el primer año del período latente se considera sífilis temprana y luego sífilis tardía. Este concepto es importante por el riesgo de pasaje transplacentario. En el caso del recién nacido, debido a que la infección se realiza por vía hematógena transplacentaria la enfermedad no presenta el período primario comenzando en el secundario. El diagnóstico de certeza es difícil de realizar y se basa en estudios serológicos no treponémicos (VDRL, RPR) y treponémicos (FTAabs, TPHA). Con VDRL y RPR se informan resultados cuantitativos proporcionales a la actividad de la enfermedad, que descienden con el tratamiento adecuado. El Venereal Disease Research Laboratory (VDRL) mide anticuerpos contra antígenos de la membrana celular modificada del Treponema. Pueden informarse resultados falsos positivos debido a enfermedades autoinmunes, exantemas virales, vacunaciones y drogas intravenosas. En estos casos los títulos son 1/4 o menos. Los falsos negativos son informados por el efecto prozona que se debe al exceso de anticuerpos (1% a 2%). El RPR (reaginas rápidas en plasma) es más económico, más fácil de realizar y de leer. Los títulos suelen ser una dilución mayor que VDRL. Valores de RPR de 1/8 o mayores son considerados signos de actividad de la enfermedad o contagio reciente. Son positivos en el 75% de los casos sintomáticos de sífilis primaria y en casi el 100% de sífilis secundaria. Las pruebas no treponémicas deben confirmarse con una prueba treponémica. Son más sensibles y especificas, se informan positivas o negativas. No se negativizan con el tratamiento, por lo cual no tienen utilidad en el seguimiento y no se relacionan con la actividad de la enfermedad. La trasmisión al recién nacido depende del estadio de la enfermedad en la embarazada y de las semanas de gestación. El promedio de complicaciones en las pacientes con tratamiento inadecuado fue de 29,2% de abortos, 13,3% muerte neonatal al término y 25% parto prematuro. Un 22% nació con síntomas de sífilis congénita (3). La sífilis se trasmite generalmente al feto cuando la embarazada tiene una enfermedad activa (RPR 1/8 o mayor) con una evolución de menos de 5 años sin tratamiento adecuado (4,5) . Cabe consignar que si la infección es reciente y los estudios no treponémicos son negativos o con títulos bajos el riesgo de infección es alto y puede pasar desapercibido en algunos casos. El feto se infecta en 50% de sífilis primaria, 67% de sífilis secundaria y 83% de latente temprana (6). Luego del período latente temprano el riesgo baja al 10% (7). 73 74 Archivos de Pediatría del Uruguay 2012: 83 (1) Archivos de Pediatría del Uruguay 2012: 83 (1) Actualmente las recomendaciones del CDC son realizar serología materna al principio del embarazo y repetir al tercer trimestre en población de riesgo mientras que Facultad de Medicina. Universidad de la República OMS recomienda repetir el estudio no treponémico luego de las 20 semanas. En Uruguay se encuentra vigente una ley que determina realizar VDRL de cordón umbilical al recién nacido, pero esta práctica es menos efectiva que la serología materna en el momento del parto. En Uruguay con una elevada incidencia de sífilis en el embarazo se justifica cambiar la reglamentación y práctica actual por la determinación de la serología materna para sífilis al parto abandonando la serología de cordón (8,9). • Tratamiento en el embarazo Los estudios clínicos sugieren que la primera dosis de penicilina trata al feto en el 95% de los casos y las subsiguientes dosis a la madre (1013) . La eficacia del tratamiento depende de la edad gestacional en la cual se realiza. Las guías actuales del CDC y OMS para tratamiento materno recomiendan una única dosis de penicilina benzatínica para el tratamiento de la sífilis temprana y en el caso de enfermedad con más de un año de duración o si se desconoce su evolución, tres dosis en forma semanal (14,15). Se considera respuesta apropiada al tratamiento el descenso de 4 veces los títulos luego de 3 meses en sífilis primaria o secundaria y en 6 meses en el caso de latente temprana (7). • Diagnóstico en el recién na- cido El diagnóstico de sífilis congénita es difícil de confirmar por el paso de anticuerpos tipo IgG maternos (treponémicos y no treponémicos) al feto. La identificación de los recién nacidos con riesgo de sífilis connatal se basa principalmente en la serología materna. A todos los recién nacidos hijos de una madre con serología positiva se les debe realizar RPR o VDRL en sangre periférica. Los estudios no treponémicos de sangre de cordón umbilical tienen baja sensibilidad y especificidad, por lo que no es adecuado realizar diagnóstico de sífilis congénita con sus resultados. El 60% al 78% de los niños con sífilis congénita temprana son asintomáticos al nacer y 2/3 tendrán síntomas entre las 3 y las 8 semanas (tabla 1) (3, 15). Cuando los resultados de VDRL o RPR se deben a pasaje de IgG materno al recién nacido, los títulos descienden a los 3 meses y son negativos a los 6 meses. Hollier, en el caso de sífilis fetal intrauterina confirmada en una muestra pequeña de 24 fetos, encontró hepatomegalia en 66%, asociada a ascitis en 12% de ellos. Las transaminasas hepáticas estaban elevadas en 88% de los estudios de cordocentesis intrauterina, anemia en 26%, trombocitopenia en 35%. Concluyen que las transaminasas se elevan en la infección temprana y las alteraciones hematológicas son manifestaciones tardías de la enfermedad. Esta hipótesis necesita ser confirmada con estudios que incluyan un número mayor de casos (6). • Muerte del recién nacido por sífilis congénita Gust analizó 14627 casos de sífilis congénita reportados en EE.UU. entre 1992-1998. De ellos, 182 nacieron vivos y murieron posteriormente (1,2%). La mortalidad se produjo en el 91,8% de los casos antes de los 28 días y en todos antes de los 3 meses de vida. El 89% de los que fallecieron tenían menos de 37 semanas de gestación y 87% pesaban menos de 2500 g al nacer. En 87,4% de los casos las madres no fueron tratadas o el tratamiento fue inadecuado. En los restantes casos el tratamiento se realizó en forma adecuada pero los títulos no descendieron 4 veces al nacimiento (13) . • Neurosífilis Es difícil de realizar el diagnóstico de compromiso del SNC y la indicación de realización de punción lumbar es discutida en los recién nacidos asintomáticos. La incidencia de neurosífilis en recién nacidos sintomáticos varía entre 22% a 66% (18-21). Se observan casos de VDRL en LCR y análisis citoquímicos falsos negativos (22). También se reportan casos de VDRL en LCR falsos positivos (23). En 92 recién nacidos con diagnóstico presuntivo de sífilis se practicaron 74 punciones lumbares con un caso de neurosífilis. La madre tenía títulos de 1/16, en el cordón los títulos fueron 1/1, en sangre periférica 1/32 y el recién nacido era sintomático. Con estos hallazgos los autores proponen reconsiderar la realización de PL en recién nacidos asintomáticos. Beeram no encontró diferencia en celularidad y proteínas en el estudio citoquímico de una población con diagnóstico presuntivo de sífilis y de un grupo control evaluado por riesgo de infección inespecífica. Solo 2 de 329 pacientes asintomáticos (0,6%) tuvieron VDRL positivo, los cuales tenían indicación de tratamiento por la historia materna de sífilis no tratada o tratamiento inadecuado (19). Los recién nacidos con neurosífilis son generalmente sintomáticos. En los casos que no presentaron síntomas, la valoración paraclínica estuvo alterada. Las embarazadas en estos casos tuvieron títulos de RPR o VDRL iguales o mayores a 1/8, el tratamiento se realizó en el último mes o no se utilizó penicilina. “La realización de punción lumbar y radiografía de huesos largos en recién nacidos asintomáticos tiene actualmente escaso rendimiento y su utilidad en la evaluación de sífilis congénita parece limitarse a los niños sintomáticos o en la toma de decisión en el caso particular y no como estándar de evaluación.” (24) 75 76 Archivos de Pediatría del Uruguay 2012: 83 (1) Archivos de Pediatría del Uruguay 2012: 83 (1) La presencia de sangre visible en el LCR con VDRL maternos bajos o escasa cantidad de sangre en LCR con títulos plasmáticos elevados, puede alterar el resultado del VDRL en LCR (25) . • Radiografía de huesos largos No hay evidencia contundente para la indicación de radiografía como método de evaluación sistemática en sífilis congénita asintomática. Las lesiones óseas se ven en 65% de recién nacidos sintomáticos, en 5,9% asintomáticos que nacieron de madres no tratadas o reinfectadas y en 0,8% de los que fueron evaluados por riesgo bajo de sífilis. En un estudio en ningún caso de 853 recién nacidos evaluados con radiografía ésta modificó la conducta determinada en base a la historia clínica y el examen físico; desaconsejando su realización rutinaria en la evaluación (26). Las alteraciones radiográficas revierten con el tratamiento, sin dejar secuelas. La consideración que una radiografía normal permite la utilización de penicilina benzatínica no tiene sustento porque pacientes con diagnóstico confirmado de sífilis congénita tienen radiología normal (7). Si un recién nacido se infectó en el útero antes de recibir tratamiento, las alteraciones radiográficas pueden persistir luego del nacimiento a pesar de que el recién nacido no esté infectado (7,24). Brion reporta 20% de alteraciones en la metáfisis de recién nacidos asintomáticos con diagnóstico serológico de sífilis y concluye que la radiografía debe considerarse en la evaluación de la sífilis congénita temprana asintomática, pero todos estos pacientes hubieran sido tratados solo considerando las alteraciones serológicas (27) . En un estudio prospectivo de 93 recién nacidos con alta probabilidad de sífilis por la serología o la autopsia, el 81% de las radiografías fueron normales. Los hallazgos más frecuentes fueron bandas radiolúcidas inespecíficas. En 5 los hallazgos fueron más específicos pero en todos se hubiera realizado el tratamiento basados en la historia clínica y la serología (28). Las lesiones incluyen osteocondritis, periostitis y osteítis; los hallazgos son simétricos y comprometen múltiples huesos, siendo las extremidades inferiores las más afectadas. En la sífilis congénita temprana la osteocondritis aparece después de la infección reciente (semanas) y la periostitis implica una afectación de mayor duración (meses), lo que sugiere infección iniciada al menos en el segundo trimestre del embarazo. A nivel de las tibias pueden observarse alteraciones destructivas u osteolíticas que constituyen el “signo de Wimberger”. Se ha descrito la presencia de bandas radiolúcidas metafisiarias, que se consideran actualmente como un Tabla 1. Manifestaciones clínicas y de laboratorio observadas en niños sintomáticos con sífilis congénita temprana (16,17). N=139 Manifestaciones clínicas Porcentaje Hepatoesplenomegalia 71 Lesiones en piel (rash) 68 Fiebre 42 Falla de crecimiento 33 Neurosífilis 23 Neumonitis 17 Pseudoparálisis 15 Rinitis 14 Linfadenopatía 14 Ascitis 9 Alteraciones paraclínicas Leucocitosis 72 Anemia 58 Trombocitopenia 40 Proteinuria, hematuria 16 Radiografía de huesos largos Periostitis, metafisitis, osteocondritis. 78 hallazgo no específico de la sífilis. En caso de sífilis sintomática, con dificultad respiratoria, debe obtenerse una radiografía de tórax. La neumonía sifilítica es común en la sífilis congénita y se traduce por un infiltrado pulmonar difuso denominadoneumonía alba. No es específico y consiste en un proceso de predominio intersticial caracterizado por imágenes retículo-nodulares, difusas. 77 78 Archivos de Pediatría del Uruguay 2012: 83 (1) Archivos de Pediatría del Uruguay 2012: 83 (1) • Propuesta de evaluación • y tratamiento 1. Recién nacido sintomático • Evaluación: • • • • • Test no treponémico en sangre periférica. Punción lumbar: VDRL y citoquímico. Otros estudios que pueden estar indicados: hemograma, radiografía de huesos largos, funcional hepático, radiografía de tórax, examen de orina. Control con fondo de ojo en la evolución. Tratamiento: penicilina cristalina 10 días. (Puede considerarse extender el tratamiento). 2. Recién nacido asintomático. Sífilis materna activa con títulos iguales o mayores a 1/8 y: • Madre no tratada, tratamiento inadecuado o no consignado,o • Títulos maternos no descendieron 4 veces en sífilis primaria a los 3 meses y en 6 meses en sífilis secundaria, o • Tratamiento en el mes previo al nacimiento, o Reinfección materna con títulos que aumentaron 4 veces. Si la madre se infectó recientemente puede tener títulos bajos y el recién nacido alto riesgo de infección. • Recién nacido de término. • VDRL en sangre periférica no cuadriplica los títulos maternos. No requiere evaluación y tratamiento. Seguimiento estricto con VDRL o RPR. • a) Test no treponémico de sangre periferica. Si cuadriplica los títulos maternos pasa a escenario 1. b) Test no treponémico en sangre periférica no cuadriplica títulos maternos. Evaluación: punción lumbar (VDRL y citoquímico). Puede considerarse la realización de hemograma y radiografía de huesos largos pero no son determinantes del tratamiento. Tratamiento: penicilina cristalina 10 días. En estos casos si se decide realizar penicilina cristalina puede optarse por no realizar la punción lumbar al nacimiento. 3. Recién nacido asintomático y madre con sífilis con títulos iguales o menores a 1/4, que recibió tratamiento para sífilis con penicilina en el embarazo (excepto si fue tratada 4 semanas previas al parto o se diagnostica infección reciente que pasa al escenario 2): • Sin elementos de reinfección. • Títulos estables y bajos. 4. Recién nacido asintomático. • Madre que recibió tratamiento completo y oportuno con penicilina benzatínica. • Descenso de títulos maternos cuatro veces, en tres meses en sífilis primaria y en 6 meses en sífilis secundaria o de mayor evolución. • Sin riesgo de sífilis congénita, sin evaluación ni tratamiento. • Seguimiento clínico y con test no treponémico. En los casos de recién nacidos asintomáticos hay dos recomendaciones con consideraciones diferentes para el uso de penicilina benzatínica. La OMS (29) en los recién nacidos asintomáticos con bajo riesgo de sífilis propone no realizar evaluacíon paraclínica en el recién nacido y tratar con penicilina benzatínica. Los CDCproponen la realización de penicilina benzatínica si la evaluación del recién nacido con radiografía de huesos largos, hemograma y LCR son normales debido al bajo riesgo de neurosífilis. • Tratamiento de la sífilis congénita El tratamiento se realiza con penicilina cristalina, 50.000 UI/kg de peso por dosis. Se indican dos dosis en la primera semana de vida y al cumplir siete días de vida se indican 3 dosis, hasta completar 10 días de tratamiento. Otra opción es penicilina procaínica 50.000UI por kg en una dosis diaria intramuscular 10 días. En caso de que se pierda un día de tratamiento, debe reiniciarse elmismo. En los casos que se indique el uso de penicilina benzatínica, la dosis es de 50.000 UI/kg única dosis intramuscular. Actualmente no existe evidencia contundente para apoyar o rechazar la utilización de penicilina benzatínica. Sólo dos estudios con escaso número de pacientes se publicaron utilizando este tratamiento (30,31). • Seguimiento A pesar de extremar los cuidados puede pasar desapercibido un recién nacido infectado cerca de su nacimiento, lo cual será minimizado con controles clínicos antes de los 7 días de vida, segundo control antes del primer mes y controles posteriores indicados por el Ministerio de Salud Pública en la República Oriental del Uruguay. Los casos de sífilis congénita con- 79 80 Archivos de Pediatría del Uruguay 2012: 83 (1) firmada o que presenten alto riesgo se catalogan como riesgo 1 y se controlan en domicilio. Los recién nacidos con serología positiva deben tener un seguimiento estricto con realización de VDRL hasta la negativización. Los títulos de los tests no treponémicos descienden a los 3 meses y deben negativizarse a los 6 meses si el recién nacido no está infectado. En los casos de alteraciones en el LCR, debe reiterarse la punción lumbar con estudio citoquímico y VDRL cada 6 meses, hasta que se normalicen los resultados. Si se confirma una adecuada evolución de los títulos en plasma y se asegura la curación se puede no realizar PL. De presentar VDRL positivo en LCR a los 6 meses debe reiniciarse el tratamiento. • Prevención Ningún recién nacido debe ser dado de alta sin conocer la serología materna para sífilis. La enfermedad es de denuncia obligatoria a División Epidemiología de MSP. Archivos de Pediatría del Uruguay 2012: 83 (1) • Referencias bibliográficas 1. Uruguay. Ministerio de Salud Pública. Centro Hospitalario Pereira Rossell. Hospital de la Mujer. Informe de gestión. Montevideo: MSP, 2010. 2. Blanco B, Fierro P, Moraes M. Incidencia de sífilis materna y sífilis congénita en Maldonado. Arch Obst Ginecol Urug 2011; 49(1): 3-6. 3. World Health Organization. Department of Reproductive Health and Research. Investment case for eliminating congenital syphilis : promoting better maternal and child health outcomes and stronger health systems. Geneva : WHO, 2010. 4. Berman SM. Maternal syphilis : pathophysiology and treatment. Bull World Health Organ 2004; 82 (6): 433-8. 5. Watson-Jones D, Changalucha J, Gumodoka B, Weiss H, Rusizoka M, Ndeki L, et al. Syphilis in pregnancy in Tanzania : impact of maternal syphilis on outcome of pregnancy. J Infect Dis 2002; 186 (7):940-7. 6. Hollier LM, Harstad TW, Sanchez PJ, Twickler DM, Wendel GD. 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El Código del Niño y el Adolescente lo protege. 7.- Hablar con el adolescente de las conductas de riesgo, prevenirlas y asesorarlo. 8.- Ayudar al adolescente a adaptarse a un cuerpo que duplica su tamaño y adquiere características sexuales. 9.- Suministrar a los padres herramientas para educar adolescentes saludables. 10.- Asegurar a los padres que los adolescentes los siguen necesitando y los quieren tener cerca. De manera diferente a los años de la infancia, con los límites adecuados a la edad. 11.- Jerarquizar a la familia y apoyarla. 12.- Reafirmar la condición de normalidad de los cambios, verificar si comprendieron las indicaciones. Comité de Adolescencia Archivos de Pediatría del Uruguay 2012: 83 (1) ¿Qué es la pesquisa neonatal? La pesquisa neonatal (PNN) es un camino completamente establecido para identificar, entre miembros de una población, como es la de recién nacidos, aquellos posiblemente afectados por una enfermedad específica antes del desarrollo de signos clínicos de la afección. El objetivo es iniciar un tratamiento temprano que pueda cambiar el curso natural de la enfermedad o sea prevenir una severa incapacidad o incluso la muerte. LOS EXPERTOS RESPONDEN 86 Pesquisa neonatal Aída Lemes 1, Cecilia Queijo 2, Paola Garlo 2, María Machado 2, Graciela Queiruga 3 1. Médico. Laboratorio de Pesquisa Neonatal. BPS. 2. Bioquímica Clínica. Laboratorio de Pesquisa Neonatal. BPS. 3. Dra Q.F Graciela Queiruga. Gerente de Laboratorio. Laboratorio de Pesquisa Neonatal. BPS. Laboratorio de Pesquisa Neonatal. Banco de Previsión Social Un concepto importante en cuanto a los estudios efectuados npara PNN, es que los análisis realizados no permiten hacer diagnóstico, logran detectar algún individuo con alta sospecha. Este debe ser estudiado con análisis confirmatorios los cuales son diferentes de acuerdo a las afecciones pesquisadas. La PNN lo que logra entonces es separar, en una población aparentemente sana, individuos que probablemente tengan una enfermedad específica de aquéllos que probablemente no la tengan. ¿Cómo ha sido el desarrollo histórico de la��������������� PNN en el mundo? Históricamente, la PNN comienza con el estudio de fenilcetonuria (PKU) gracias a los trabajos pioneros de un gran investigador de EE.UU., Robert Guthrie, quien describe el método de cuantificación de fenilalanina que lleva su nombre: método de inhibición bacteriana de Guthrie (1). Hasta ese momento, la Archivos de Pediatría del Uruguay 2012: 83 (1) PNN estaba limitada a centros hospitalarios. Los programas nacionales de pesquisa neonatal se inician a partir del desarrollo de una manera sencilla de toma y transporte de muestra de sangre como es la gota de sangre en papel de filtro, ideada y validada también por R. Guthrie en 1963. Esto, que en la actualidad nos resulta tan simple y cotidiano, es lo que garantizó el éxito de los programas de pesquisa neonatal a partir de la década del 60. ¿Existen guías internacionales respecto a las características que deberían cumplir las enfermedades a incluir en un programa de PNN? Los principios de detección temprana formulados por Wilson y Jungner en 1968 han sido el marco inicialmente establecido y usado para considerar si un programa de pesquisa neonatal es aplicable (2). En 1997, estos criterios fueron revisados, modificados y expandidos por Pollit y colaboradores (3). En resumen, la pesquisa neonatal debería incluir afecciones severas que tengan una prevalencia razonable, que sean tratables o controlables y para las cuales exista un análisis bioquímico sencillo y específico realizable en gran escala. ¿Los paneles de enfermedades a pesquisar son uniformes en los programas de diferentes países? Si bien, como se dijo, hay guías internacionalmente aceptadas con respecto a los criterios que deberían cumplir las enfermedades para ser incluidas en los programas de PNN, en los diferentes países de Europa, hay diferencias importantes en cuanto a las enfermedades incluidas en los paneles de detección por PNN (tablas 1 y 2). Lo mismo se aprecia en los programas de PNN en los diferentes estados en EE.UU., como puede verse en: http://genes-r-us.uthscsa. En definitiva, cuáles son las enfermedades que son detectadas por PNN depende de decisiones de los estados, si bien hay trabajos que intentan llegar a paneles uniformes (4,5) . ¿Es de esperar falsos positivos y falsos negativos en la PNN? Es importante tener presente que los programas de PNN pueden tener falsos positivos que ameritan la recitación del paciente, así como falsos negativos. Esto último hace que sea relevante que el pediatra mantenga siempre el juicio clínico ante cada paciente independientemente de que tenga PNN normal. Hay trabajos que muestran el impacto a nivel de los padres y la familia en los casos de recitaciones por parte de los programas de PNN ya sea por falso positivo como por otros motivos como es una muestra insuficiente (6). 87 88 Archivos de Pediatría del Uruguay 2012: 83 (1) Archivos de Pediatría del Uruguay 2012: 83 (1) 89 Tabla 2. Desórdenes recomendados para PNN usando MS/MS Tabla 1. Desórdenes recomendados para PNN Desorden EE.UU. Dinamarca Alemania Holanda Inglaterra + PKU + + + + Desorden EE.UU. Dinamarca Alemania Holanda Inglaterra MSUD + + + + HC + + + + + Hcy + HAC + + + + Tyr I + Galactosemia + + + Citrulinemia + + Drepanicitosis + Biotinidasa + FQ + Toxo. Cong + + + + + + + + Toxo Cong: toxoplasmosis congénita. Tomado de referencia 13 ¿Cómo avanza la PNN en Latinoamérica? La pesquisa neonatal en Latinoamérica, tiene sus primeros pasos a mediados de los años 70. Se trató de iniciativas individuales restringidas a maternidades puntuales en el ámbito público o privado. Paulatinamente, con el tiempo se logra su implementación sistemática bajo la estructura, en algunos países, de un programa nacional de PNN. Por lo tanto, actualmente en Latinoamérica, el grado de variación en cuanto a la organización para PNN es importante. A saber: países con un cumplimiento óptimo respecto a número de enfermedades a pesquisar������������������������� y cobertura de nacimientos (Chile, Costa Rica, Cuba, Uruguay); otros con rápida expansión de su cobertura (Brasil, México, Argentina, Colombia); algunos otros en una fase de implementación reciente (Paraguay, Panamá, Venezuela); otros con actividades mínimas aisladas, no organizadas en programas nacionales y en algunos casos a demanda de los padres (Nicaragua, Perú, Ecuador, Guatemala, Honduras) y finalmente otros sin ninguna actividad relacionada con la pesquisa neonatal como Haití, El Salvador (7). + + Ac Arg + + Argininemia + + HHH + + VLCAD + + + + LCAD + + + + MCAD + + + + SCAD + + Ac Glut II + + CPT I + + + CPT II + + + + CATD + + Ac Prop + + + Ac Met + Ac Isoval + As Glut I + MCD + Def 3OHMGCoALY + + + Def BKT + + + Def 3MCCoAC + + + + + + + + + Tomado de referencia 13 PKU: fenilcetonuria; MSUD: leucinosis; Hcy: homocistinuria; Tyr I: tirosinosis I; AC Arg: Aciduria argininosuccinica; HHH: hiperamoniemia, hiperornitinemia, homocitrulinuria; VLCAD: deficiencia de acilCoA-deshidrogenasa de cadena muy larga; LCAD: deficiencia acil-CoA-deshidrogenasa de cadena larga; MCAD: deficiencia de acilCoA-deshidrogenasa de cadena media; SCAD: deficiencia de acil- CoA-deshidrogenasa de cadena corta; Ac Glut II: aciduria glutarica II; CPT I: deficiencai de carnitina palmitoil transferasa I; CPT II: deficiencia de carnitina palmitoil transferasa II; CATD: deficiencia de carnitina aciltransfersa; Ac Prop: acidemi apropionica; Ac Met: academia metilmalónica; Ac Isoval: academia isovaleric; Ac Glut I: academia glutarica I; MCD: ; Def 3OHMGCoALy: deficiencia 3 -hidroxi-metil-glutaril-CoA-liasa; Def BKT: deficiencia beta cetotiolasa; Def 3MCCoAC: deficiencia de 3-metilcrotonilCoA-carboxilasa. 90 Archivos de Pediatría del Uruguay 2012: 83 (1) ¿Cómo ha sido el desarrollo de la PNN y en qué estamos en Uruguay? En Uruguay, la pesquisa neonatal se inicia en agosto del año 1990 en la maternidad del Sector Salud del Banco de Previsión Social, segunda en el país por el número de nacimientos en aquel momento. Esto fue una iniciativa del pediatra Dr. Aquiles Delfino y la Dra Q.F. Graciela Queiruga, para la detección de hipotiroidismo congénito (HC) dosificando TSH en suero obtenido de sangre de cordón umbilical (8). Cuatro años después la PNN para esta enfermedad, se hace obligatoria a través del decreto 183/94 del Ministerio de Salud Pública (MSP). A un año del comienzo de la PN, obligatoria para HC, la cobertura llega a casi 100% de los recién nacidos del país. En noviembre del 2007, se hace obligatoria la PNN para dos enfermedades: fenilcetonuria (PKU) e hiperplasia suprarrenal congénita (HAC) por el decreto del MSP número 416/07. Apartir del año 2009 se hace obligatoria la PNN para fibrosis quística (FQ) por el decreto 677/09. Por otra parte, a partir del decreto 389/08 es obligatoria la PNN para hipoacusia congénita (Hc), la cual se lleva a cabo mediante estudio de emisiones otoacústicas. En nuestro país, la PNN para HC, PKU, HAC, FQ e Hc es universal, gratuita y obligatoria y al momen- Archivos de Pediatría del Uruguay 2012: 83 (1) to mantiene una cobertura de casi 100% de los nacimientos. Los análisis para laPNNse encuentran centralizados en el Laboratorio de Pesquisa Neonatal (LPN) de la Gerencia de Laboratorios del BPS en Montevideo, a donde llegan las muestras desde todas las maternidades del país, públicas y privadas. La incorporación de un espectrómetro de masa en tándem (MS/ MS) al LPN, permitió, en diciembre del 2008, iniciar un plan piloto para el estudio sistemático en los recién nacidos de 20 enfermedades por errores congénitos del metabolismo: aminoacidopatías, defectos en la beta-oxidación mitocondrial de ácidos grasos y acidosis orgánicas. A fines del año pasado el LPN incorporó dos equipos que permiten realizar estudios confirmatorios para los tres grupos de errores congénitos del metabolismo mencionados. En el curso del presente año, se prevé el desarrollo y puesta a punto de las técnicas necesarias. ¿Cuáles son los componentes de un programa nacional de PNN? Lo primero que hay que decir es que un programa nacional de PNN no es sólo el análisis del laboratorio que permite detectar un posible afectado. Por el contrario, el laboratorio no es más que un eslabón en una importante y compleja cadena de elementos. En este sentido y como puede verse en la figura 1, en Figura 1. Las cuatro instituciones públicas comprometidas con el funcionamiento de Sistema Nacional de Pesquisa Neonatal. MPS: Ministerio de Salud Pública; BPS: Banco de Previsión social-Instituto de la Seguridad Social; ANC: Administración Nacional de Correo; CHLAEP: Comisión Honoraria de Lucha Antituberculosa y Enfermedades Prevalentes (ver funciones en el texto). Uruguay las instituciones públicas comprometidas en el funcionamiento del Programa Nacional de Pesquisa Neonatal son: MSP decretando la obligatoriedad de la detección, la Comisión Honoraria para la Lucha Antituberculosa y Enfermedades Prevalentes (CHLAEP) supervisando y controlando que todos los recién nacidos tengan la pesquisa y recitando a los pacientes que requieren repetición, la Administración Nacional de Correos (ANC) transportando las muestras y el Banco de Previsión 91 92 Archivos de Pediatría del Uruguay 2012: 83 (1) Social-Instituto de la Seguridad Social (BPS) aportando el LPN entre otros componentes. Por otro lado, un programa de PNN debe garantizar que cada individuo identificado sea estudiado, evaluado clínicamente, en caso de confirmación tenga el tratamiento adecuado a su patología, seguimiento clínicobioquímico protocolizado y asesoramiento genético a la familia. En este sentido, nuestro programa cuenta con policlínicas de seguimiento y tratamiento de los pacientes detectados por PNN que funcionan en el Departamento Médico Quirúrgico (DEMEQUI) del BPS donde son derivados los pacientes pesquisados. Funciona allí un equipo técnico multidisciplinario para PKU y otros errores congénitos del metabolismo y otro para FQ. Ambos equipos mantienen vínculo con el pediatra de cada paciente para lograr un óptimo seguimiento de los pacientes detectados y confirmados. Tanto para HC como HAC, los recién nacidos detectados por PNN, son seguidos y tratados en sus centros de origen. Otro componente importante de un programa de PNN es la educación de todos los integrantes del mismo, así como a la población general y en especial de las madres. Con este objetivo, es que en nuestro país, año a año, se realizan reuniones nacionales, regionales y locales (se visitan diferentes maternidades de todo el país) con los distintos efectores de salud vinculados al programa de PNN con fines de hacerlo cada vez más eficiente capacitando respecto a: • • calidad de las muestras: se refuerza la importancia de un control de calidad de la muestra a nivel local y de tomar enseguida una nueva muestra en caso de mala calidad. Es crítico, disminuir el impacto emocional que determina en la familia, una recitación. Cuando se realiza el control de calidad en el laboratorio de PNN y el recién nacido debe se recitado por este motivo, hay una demora de varios días en la realización del estudio y por lo tanto en la captación de un posible positivo. Por otro lado, en la medida que se han ido incorporando nuevas enfermedades a nuestro panel de PNN, el número y calidad de la muestra son por demás importantes; importancia de que las muestras sean remitidas al LPN de forma inmediata, diariamente, independiente del número de muestras/ nacimientos. Evidentemente, el factor tiempo es importante en todos los casos, pero en algunos como es el caso de FQ más aún ya que su marcador, la tripsina inmunorreactiva (TIR) por un lado es inestable en la muestra y por otro disminuye biológicamente en el niño a medida que pasan los días, todo lo Archivos de Pediatría del Uruguay 2012: 83 (1) cual enfatiza el factor tiempo a fin de evitar no poder realizar la PNN adecuadamente. Por último, respecto a la educación a la población han sido diseñados especialmente folletos de divulgación así como pósters que están destinados a ser colocados en todas las maternidades para que sean accesibles para las embarazadas. ¿Hacia adónde avanza la PNN, cuál es el futuro? Por un lado, se está viendo el avance en aspectos técnicos para la pesquisa de enfermedades lisosomales que pueden verse beneficiadas de un diagnóstico temprano para un tratamiento oportuno como puede ser transplante de precursores he- matopoyéticos o terapia de reemplazo enzimático (9,10). Por otro lado, una autora australiana de reconocida experiencia en el campo de la PNN como es B.Wilcken destaca el éxito en la iniciativa del sistema de salud pública al incorporar la pesquisa neonatal para enfermedades tratables, pero advierte también de no perder el horizonte dado que los avances tecnológicos tienen gran magnitud pudiendo llegar a ofrecer pesquisas para enfermedades de inicio en el adulto (11) . Este punto ya unos años antes preocupaba a J-L Dhondt cuando hablaba de los riesgos de moverse del campo de la medicina preventiva de la PNN actual al de lamedicina predictiva (pesquisa para susceptibilidad para afecciones complejas) (12,13) . • Referencias bibliográficas 1. Guthrie R, Susi A. A simple phenylalanine method for detecting phenylketonuria in large populations of newborn infants. Pediatrics 1963; 32: 338–43. 2. Wilson J, Jungner G. Principles of Screening for disease. Geneva: World Health Organization, 1968. 3. Pollitt RJ, Green A, McCabe CJ, Booth A, Cooper NJ, Leonard JV, et al. Neonatal screening for inborn errors of metabolism: cost, yield and outcome. Health Technol Assess 1997; 1(7): i-iv, 1-202. 4. Watson M, Mann MY, Lloyd-Puryear, Rinaldo P, Howell R. Newborn screening: toward a uniform screening panel and system – executive summary. Pediatrics 2006; 177: S297-307. 93 94 10Archivos Pasos para una Lactancia de Pediatría del Uruguay 2012: 83Exitosa (1) 95 Archivos de Pediatría del Uruguay 2012: 83 (1) 5. Green NS, Rinaldo P, Brower A, Boyle C, Dougherty D, Lloyd-Puryear M, et al. Committee Report: Advancing the current recommended panel of conditions for newborn screening. Advisory Committee on Heritable Disorders and Genetic Diseases in Newborns and Children. Genet Med 2007;9(11): 792-6. 6. Gurian EA, Kinnamon DD, Henry JJ, Waisbren SE. Expanded newborn screening for biochemical disorders: the effect of a false-positive result. Pediatrics 2006; 117(6): 1915-21. 7. Borrajo GJ. Newborn screening in Latin America at the beginning of the 21st century. J Inherit Metab Dis 2007; 30(4): 466-81. 8. Queiruga G. Detección sistemática de Hipotiroidismo Congénito a todos los recién nacidos de Uruguay. Asociación de Química y Farmacia del Uruguay. Rev Institucional 1994; 11: 7-11. 9. De Jesus VR, Zhang XK, Keutzer J, Bodamer OA, Mühl A, Orsini JJ, et al. Development and evaluation of quality control dried blood spot materials in newborn screening for lysosomal storage disorders. Clin Chem 2009; 55(1): 158-64. DECLARACIÓN CONJUNTA OS/UNICEF (1989) SUP Todo Servicio de maternidad y cuidado de recién nacidos debe: SOCIEDAD URUGUAYA DE PEDIATRIA 1.- Tener una política de Lactancia Materna escrita que sea periódicamente comunicada al personal. 2.- Entrenar a todo el personal para implementar esta política. 3.- Informar a toda mujer embarazada sobre los beneficios y manejo de la Lactancia Materna. 4.- Ayudar a las madres a iniciar la lactancia durante la primer media hora después del parto. 10. Reuser AJ, Verheijen FW, Bali D, van Diggelen OP, Germain DP, Hwu WL, et al. The use of dried blood spot samples in the diagnosis of lysosomal storage disorders: current status and perspectives. Mol Genet Metab 2011; 104(12): 144-8. 5.- Enseñar a las madres cómo amamantar y cómo mantener la lactancia aún si se separan de sus bebés. 11 Wilcken B. Newborn screening: how are we travelling, and where should we be going? J Inherit Metab Dis 2011; 34: 569-74. 6.- No darle a los recién nacidos ningún alimento ni bebida que no sea leche materna. Hacerlo sólo por indicación médica. 12. Dhondt JL. Neonatal screening: from the Guthrie age to “genetic age” J Inherit Metab Dis 2007; 30: 418-22. 13. Pollit RJ. Introducing new screens: Why are we all doing different things? J Inherit Metab Dis 2007; 30: 423-9. Correspondencia: Dra A. Lemes. Laboratorio dePesquisa Neonatal. Banco de Previsión Social. Montevideo, Uruguay. Correo electrónico: [email protected] 7.- Practicar el alojamiento conjunto, dejar que los bebés y sus madres estén juntos las 24 horas del día. 8.- Fomentar la Lactancia Materna a libre demanda. 9.- No dar tetinas, chupetes u otros objetos artificiales para succión a los bebés que están siendo amamantados. 10.- Promover la creación de grupos de apoyo a la Lactancia Materna y referir a las madres a estos grupos. 96 Archivos de Pediatría del Uruguay 2012: 83 (1) Archivos de Pediatría del Uruguay 2012: 83 (1) 97 98 Archivos de Pediatría del Uruguay 2012: 83 (1) Archivos de Pediatría del Uruguay 2012: 83 (1) 99 Archivos de Pediatría del Uruguay 2012: 83 (1) Este trabajo plantea un nuevo desafío para mejorar el diagnóstico de encefalopatía hipóxica-isquémica (EHI) del recién nacido que ayudaría al clínico a tomar decisiones diagnósticas, terapéuticas y de pronóstico. REVISTA DE REVISTAS 100 Los autores plantean que la hipoxia responsable del daño celular que afecta al cerebro también afecta a las células de otros órganos y sistemas. El objetivo específico es la determinación de enzimas: láctico deshidrogenasa (LDH), alanino-aminotransferasa (ALT) y aspartatoaminotransferasa (AST) en las primeras 12 horas de vida. Comentario sobre: Lactate dehydrogenase predicts hypoxic ischaemic encephalopathy in newborn infants: a preliminary study Karlsson M, Wiberg-Itzel E, Chakkarapani E, Blennow M, Winbladh B, Thoresen M. Acta Paediatrica 2010; 99: 1139-44 El diagnóstico de EHI se basó en el examen neurológico: alteraciones de la conciencia, tono muscular, pobre succión, necesidad de ventilación y convulsiones (registradas en el EEG de amplitud integrada). Además se registró el equilibrio ácido-base del cordón así como la presencia de sufrimiento fetal. Se estudiaron 41 pacientes con encefalopatía: leve (n=8);moderada (n=16) y severa (n=17). El grupo control fueron 205 neonatos sin signos clínicos de encefalopatía. Ambos grupos con EHI (n=41) y sin EHI (n=205) se distribuyeron al azar en dos grupos.Con uno de estos grupos constituido por 123 niños (101 sin EHI y 22 conEHI) usando la curvaROCse determinó elmejor valor del punto de corte y el pHpara la detección de EHI y alteraciones del neurodesarrollo. Este punto de corte se usó en el otro grupo de Archivos de Pediatría del Uruguay 2012: 83 (1) 123 pacientes (104 sin EHI y 19 con EHI) para el cálculo del valor predictivo positivo del punto de corte para EHI, convulsiones y trastornos del desarrollo evaluados a los 18 meses. La encima LDH fue la de más alta sensibilidad, especificidad y valor predictivo positivo de EHI moderada o severa (90%), trastornos del desarrollo (29%) y convulsiones (83%) para un punto de corte de 1.176 U/L. Se destaca en los resultados que se encontró una diferencia significativa en el puntaje de Apgar a los 5 minutos y los valores de pH y déficit de base entre los grupos sin EHI y el que tenía cualquier grado de EHI. No hubo diferencias en Apgar o pH/exceso de base entre los que tenían encefalopatía leve y los que tenían EHI moderada o severa con lo cual estos parámetros no resultaron de utilidad para distinguir los grados de EHI. Los autores sugieren que la dosificación de la enzimaLDH sería de ayuda para el diagnóstico temprano de EHI y podría ayudar para establecer un tratamiento como la hipotermia u otro (topiramato y/o eritropoyetina). Apropósito de este estudio es importante hacer algunos comentarios de los requisitos que deben tener estos trabajos para el aporte que hacen al conocimiento. Aunque la asfixia perinatal sigue siendo uno de los problemas más importantes de la perinatología por su frecuencia y la gravedad de las lesiones no se tienen parámetros, en las primeras horas, que posean un valor predictivo conocido. Las estrategias para tratar el síndrome hipóxico isquémico con neuroprotectores (hipotermia, topiramato, etcétera) es un desafío al diagnóstico temprano usando la clínica y paraclínica. Dos caminos podrían ayudar a conocer mejor esta relación: 1. Valorar la manifestación aguda y su relación con el neurodesarrollo de estos niños. 2. La otra alternativa sería evaluar la fase aguda y el seguimiento con resonancia magnética entre los 7 y 30 días de nacido. • Valoración de la manifestación aguda Manifestaciones clínicas La posibilidad de diagnosticar tempranamente la afectación del sistema nervioso central producida por el episodio hipóxico-isquémico, permite seleccionar a aquellos pacientes pasibles de intervenciones neuroprotectoras específicas. Se debe valorar al paciente con el objetivo de detectar las alteraciones que presentan valor predictivo positivo, particularmente la encefalopatía grado II, ya que la hipotermia inducida ha demostrado ser efectiva en la neuroprotección de los pacientes que tienen este grado de EHI, no así con la grado 3 que es la más severa (1). Para cumplir con este primer obje- 101 102 Archivos de Pediatría del Uruguay 2012: 83 (1) tivo debe realizarse una exhaustiva historia clínica, destinada a detectar eventos marcadores de asfixia perinatal, como puede ser el caso de alteraciones maternas que conduzcan al bajo aporte de oxígeno al circuito feto-placentario (infecciones severas, shock, paro cardiorrespiratorio, anemia severa, patologías graves que disminuyan la disponibilidad de oxígeno, farmacológicas) o fetoplacentarias (procidencia, nudo real de cordón, desprendimiento de placenta, corioamnionitis). Se complementará con un examen neurológico seriado, siguiendo usualmente la escala de Sarnat y Sarnatmodificada, que es sencilla y toma en cuenta el estado de vigilia, la presencia de convulsiones, el tono, los reflejos de succión, la capacidad para respirar con autonomía, la frecuencia cardiaca, la relajación pupilar (2-5). De especial importancia es la detección de una alteración en el tono de la cintura escapular dado su relevancia en el diagnóstico de encefalopatía grado II. Se debe extremar el diagnóstico de grado de encefalopatía dado que la leve (presenta tono normal) puede no evidenciar daño en el futuro y la severa lleva a elevada morbimortalidad con pobre respuesta a las estrategias terapéuticas conocidas (6) . Equilibrio ácido-base La valoración clínica inicial se complementará con un estudio del equilibrio ácido-base y del intercambio gaseoso ocurrido en los momentos previos al nacimiento. Para esto la muestra debe ser tomada de la arteria umbilical dado que trae la sangre que ha recorrido todo el organismo del feto y es la más alejada del pasaje por la placenta, por lo que nos habla del manejo fetal de los analitos buscados. Será obtenida con aguja gruesa a los efectos de evitar la hemólisis y del sector con doble pinzado del cordón, para que las maniobras de reanimación inmediatas no modifiquen los componentes gasométricos de la sangre en ese sector del cordón umbilical. De ser posible, y en forman concomitante, se solicitará muestra de sangre materna (venosa o arterial) a los efectos de dosificar el déficit de base y el lactato (7). Monitoreo de función cerebral En los últimos años se ha estudiado la utilidad de diferentes metodologías paraclínicas para evaluar el grado de afectación neurológica de los recién nacidos en riesgo de desarrollar EHI. Dentro de éstas el monitoreo de función cerebral (MFC) o electroencefalograma de amplitud integrada (aEEG) ha permitido establecer tres patrones de afectación (normal, moderada, severa), simples de detectar, para médicos no expertos en electrofisiología. Además permite la detección de crisis convulsivas y el impacto de la depresión del voltaje inducida Archivos de Pediatría del Uruguay 2012: 83 (1) por bajo gasto cardiaco o fármacos (usualmente administrados como anticonvulsivantes o sedantes) (8). Aunque tiene sus limitaciones técnicas se ha agregado como criterio de inclusión para la toma de decisiones en aquellos pacientes pasibles de hipotermia inducida como estrategia neuroprotectora. Por otro lado, la presencia de un patrón de MFC con afectación moderada o severa inicial, y su mejoría en los días siguientes, ha demostrado ser uno de los escasos factores de pronóstico favorable que puede ser tenido en cuenta a los efectos de predecir alteración del neurodesarrollo. Cada vez más las unidades de cuidado intensivo neonatal han incorporado, en todo el mundo, esta metodología, que a su vez incluye equipos de la siguiente generación que permiten analizar los dos hemicerebros por separado (BrainZ). En la actualidad se están desarrollando índices de salud cerebral multiparamétricos en recién nacidos, mediante análisis del EEG inicial, con el objetivo de contar con indicadores objetivos de injuria neurológica en niños con EHI (9). Biomarcadores dosificables en plasma Dentro de los marcadores paraclínicos dosificables en sangre, el lactato que se eleva y persiste elevado se asocia con encefalopatía grave. Es uno de los compuestos rápida y fácilmente dosificables con los datos que se obtienen de la gasometría inicial, dado que hoy en día se cuenta con equipos tipo microlaboratorios que permiten acceder a esta dosificación, junto con otras de interés como la gasometría completa, el equilibrio ácido base, la glucosa y el potasio. Un lactato inicial elevado que desciende en las primeras horas, es una señal de restablecimiento del metabolismo aeróbico, luego del evento agresor inicial (10). La enzima recientemente reportada LDH, podría dosificarse tempranamente y su alteración evidenciar la afectación durante la instauración de encefalopatía posthipóxica. Nuevas metodologías de monitorización del cerebro Por resonancia magnética (RM) se ha demostrado que la relación lactato/N acetil aspartato y lactato/ creatina en la sustancia gris profunda (ganglios basales/tálamo), son los biomarcadores dosificables más sensibles para la predicción del desarrollo neurológico luego de encefalopatía neonatal (11). La espectroscopía cercana al infrarrojo (NIRS) es otra técnica que permite monitorizar la cantidad de sangre que circula a nivel encefálico y la concentración de deoxihemoglobina y de hemoglobina oxigenada, en el lecho arterial y venoso del cerebro. Esta metodología es capaz de mostrar la extracción de oxígeno del cerebro, y su combinación con técnicas como el a EEG permite valorar la respuesta al tratamiento y ha resultado otro de los marcadores que podrían tener valor pronóstico (12,13). 103 104 Archivos de Pediatría del Uruguay 2012: 83 (1) • Seguimiento de los recién nacidos para evaluar el neurodesarrollo En cuanto al seguimiento de los recién nacidos con riesgo de alteración del desarrollo neurológico, no existe consenso en cuanto a cuáles son los elementos que deben ser tenidos en cuenta para contar con información uniforme que permita comparar los resultados entre diferentes formas de diagnosticar o tratar a los pacientes en los distintos lugares del mundo. Incluso no se ha fijado una edad mínima para que aporte una información más completa de su desarrollo. Habitualmente se siguen hasta los dos años donde si bien se pueden encontrar alteraciones especialmente motoras, falta el desarrollo del lenguaje y la organización de otras áreas. Esta edad tendría que ser aquella que le permita evaluar el aprendizaje hasta finalizada por lo menos la enseñanza primaria que sería alrededor de los 12 años, coincidiendo con la finalización del tercer período de desarrollo según Piaget, donde utilizará el pensamiento y los símbolos en forma lógica para resolver problemas. Pocos estudios alcanzan esta edad. La tabla 1 resume los estudios de seguimiento más importantes que se describen en la literatura que usaron diferentes marcadores pronósticos. El marcador que tiene buen valor predictivo es la encefalopatía grado 2. Cuando está presente, más de un 25% de los niños tienen algún tipo de problemas. La tabla 1 muestra un breve resumen de los principales estudios. Se debe notar que es muy bajo el número de niños seguido hasta la adolescencia. • Seguimiento imagenológico del recién nacido con episodio asfíctico Actualmente hay un uso extendido de la RM convencional para identificar morfológicamente las estructuras cerebrales normales y anormales del recién nacido. La RM potenciada en difusión, la espectroscopía por RMy la RM funcional (imágenes dependen del nivel de oxígeno sanguíneo) son técnicas complementarias que pueden indicar los mecanismos fisiopatológicos presentes al establecerse una lesión y la plasticidad posterior a la misma (14). El estudio por medio de espectroscopía por RM de tálamos y ganglios basales de la relación lactato/N-acetil aspartato y lactato/ creatina resultaron de mayor exactitud para pronosticar EHI durante el período neonatal (1 a 30 días). La RM convencional realizada antes de los 8 días tiene pobre poder discriminador. La RM convencional tardía (8 a 30 días) tiene sensibilidad de 99% pero baja especificidad (53%). El coeficiente de difusión aparente y el signo de baja señal de intensidad en la cápsula interna de miembros inferiores no han demostrado utilidad pronóstica (11). Archivos de Pediatría del Uruguay 2012: 83 (1) El soporte técnico de la RM colabora con la optimización de la espectroscopía por RM que es esencial para la determinación de los índices mencionados. La mayoría de los hospitales con RM tienen acceso a este tipo de soporte. De todos modos se sugiere en los trabajos la estandarización, entre los diferentes centros de resonancia, de los métodos usados en la espectroscopía por RM, lo cual puede facilitar el uso generalizado de esta tecnología de utilidad en el pronóstico de la EIH . (11) Todos los niños que desarrollaron un episodio asfíctico y una encefalopatía grado 2 o 3 deben ser seguidos, hayan o no recibido terapéutica neuroprotectora. Aunque el seguimiento a largo plazo será el que tenga la mejor información, la alternativa del estudio por imágenes es una solución excelente y permitirá la evaluación más dinámica de las medidas de neuroprotección que se proponen. 105 106 Archivos de Pediatría del Uruguay 2012: 83 (1) Archivos de Pediatría del Uruguay 2012: 83 (1) Tabla 1. Seguimiento de niños con episodio asfíctico Bibliografía Seguimiento y número de casos Marcador pronóstico Neurodesarrollo (evaluación) Drage JS. Berendes H. Pediatr Clin North Am 1966; 13:637-43 1 año n=14.115 Apgar Examen neurológico alterado Apgar 5º min: 0-3= 4.3% 7-10= 1.4% RR=3.07 Levene MI. Grindules H Lancet 1986; 11:67-68 1-5 años Prom. 2,5 años n=122 Apgar a los 10 minutos y EHI moderada Puntaje de Bayley Apgar <5 a los 10 min. Sens. 45% y Esp. 95% * EHI (mod)=25% lesionados Odd DE, Lewis G, Whitelaw A. Lancet 2009; 373: 1615-22 8años n=5.887 Control=5.014 Sin EHI=815 Con EHI=58 Necesidad de reanimación IQ < 80 Reanimación sin EHI; n=815 OR=1,65 (IC95% 1,13-2,43) Reanimación con EHI n=58 OR=6,22(IC95% 6,22-24,63) Lindström K, Hallberg B, et al. Acta Obstetricia et Gynecologica 2008;87:503 15-19 años n=43 Apgar < de 7 al 5º minuto y encefalopatía moderada (EHI) Seguimiento (clínico y batería de pruebas) Parálisis cerebral (13/43)=30% Alt. cognitivas (22/43)=51% Normales (8/42)=19% Seguimiento (clínico y batería de pruebas). Se describe IQ en las diferentes EHI Control (sin EHI); IQ = 112 EHI leve; IQ =106 EHI moderada (todas); IQ =95* EHI moderada (sin lesión neurológica);IQ =102* EHI moderada (con lesión neurológica);IQ=68* EHI severa; IQ=48* * Dif.Sig.con los controles y la leve. Robertson CMT y col J Pediatr 1989;114:753-60 8 años EHI=145 Controles=155 Encefalopatía: leve, moderada y severa. (Los niños con hipotonía leve entraron en el grupo de EHI moderada Roth SC, Bandin J, et al. Developmental Medicine and Child Neurology 4 años (3,8 a 5,3) n=41 Daño del metabolismo oxidativo cerebral (evaluado por un descenso de la relación Fosfocreatina/Fosfato inorgánico) expresado en puntaje “z” Seguimiento clínico y prueba de MacCathy (IQ) Puntaje Z IQ media (desvío) n < de -1.99 89 (20) 28 -2.00 a -4.00 71 (27) 7 > de -4.00 58 (12) 6 -Imágenes por RM -Biomarcadores por RM (sustancia gris profunda) Muerte o incapacidad severa o moderada RM convencional (imagen) entre 1 y 30 días: Sensibilidad 91%; Especificidad 51% Espectroscopía por RM (biomarcadores) entre 1 y 30 días Lactato/N-acetil aspartato (Lac/NAA) Sensibilidad 82% ; Especificidad 95% Sudhin Thayyil. Taylor A et al. Pediatrics 2010; 125:e382e395. Metaanálisis Más de 1 año (hasta 4) N=860 107 108 Archivos de Pediatría del Uruguay 2012: 83 (1) • Referencias bibliográficas 1. Shah PS. Hypothermia: a systematic review and meta-analysis of clinical trials. Semin Fetal Neonatal Med 2010; 15: 238-46. 2. Sarnat HB, Sarnat MS. Neonatal encephalopathy following foetal distress: a clinical and electroencephalographic study. Arch Neurol 1976; 33: 695–706. 3. Fenichel GM. Hypoxic-ischaemic encephalopathy in the newborn. Arch Neurol 1983; 40: 261 6. Archivos de Pediatría del Uruguay 2012: 83 (1) 8. Al Naqeeb N, Edwards AD, Cowan FM, Azzopardi D. Assessment of Neonatal Encephalopathy by Amplitude-integrated electroencephalography. Pediatrics 1999; 103: 1263. 9. Hathi M, Sherman DL, Inder T, Rothman NS, Natarajan M, Niesen C, et al. Quantitative EEG in babies at risk for hypoxic ischemic encephalopathy after perinatal asphyxia. J Perinatol 2010; 30: 122–6. 10. Murray DM, Boylan GB, Fitzgerald AP, Ryan CA, Murphy BP, Connolly S. Persistent lactic acidosis in neonatal hypoxic-ischaemic encephalopathy correlates with EEG grade and electrographic seizure burden. Arch Dis Child Fetal Neonatal Ed 2008; 93(3): F183-6. 4. Leviton A, Nelson KB. Problems with definitions and classifications of newborn encephalopathy. Pediatr Neurol 1992; 8: 85-90. 11. Thayyil S, Chandrasekaran M, Taylor A, Bainbridge A, Cady EB, Kling Chong WK, et al. Cerebral magnetic resonance biomarkers in neonatal encephalopathy: a meta analysis. Pediatrics 2010; 125: e382-e395. 5. Levene ML, Kornberg J, Williams THC. The incidence and severity of post-asphyxial encephalopathy in full-term infants. Early Hum Dev 1985; 11: 21–6. 12. Kurth CD, Levy WJ, McCann J. Near-infrared spectroscopy cerebral oxygen saturation. Thresholds for hipoxia ischemia in piglets. J Cereb Blood Flow Metab 2002; 22: 335-41. 6. Murray D, Bala P, O´Connor C, Ryan C, Connolly S, Boylan G. The predicitive value of early neurological examination in neonatal hypoxic ischaemic encephaopathy and neurodevelopmental outcome at 24 months. Dev Med Child Neurol 2010, 52: e55-e59. 13. Ancora G, Maranella E, Locatelli C, Pierantoni L, Faldella G. Changes in cerebral hemodynamics and amplitude integrated EEG in an asphyxiated newborn during and after cool cap treatment. Brain Dev 2009; 31:442-4. 7. James LS. Acidosis of the newborn and its relation to birth asphyxia. Acta Paediatr Suppl 1960; 49(Suppl 122): 17-28. 14. Menache CC, Hüppi PS. La importancia de la resonancia magnética en la atención del recién nacido en riesgo de lesión cerebral. En: Perlman J. Neurología: preguntas y controversias en neonatología. 1 ed. Buenos Aires: Journal, 2011: 51-9. Dr. Miguel Martell | Dra. Fernanda Blasina 109 110 Archivos de Pediatría del Uruguay 2012: 83 (1) Archivos de Pediatría del Uruguay 2012: 83 (1) OBITUARIO Profesor José Portillo Ha fallecido el Prof. Portillo. La Sociedad de Pediatría le debe a este hombre gran parte de su mejor historia. En poco más de dos años nuestra sociedad cumplirá 100 años de vida científica y gremial y esta larga existencia, que la convierte en la institución de su género más antigua de nuestro país, se ha forjado, sin duda, sobre el legado de personalidades como las del Dr. Portillo. El 24 de setiembre del año 2001 las autoridades de la SUP de ese momento, habían nombrado al Prof. José Portillo como Presidente de honor de nuestra institución. Hasta ese momento sólo el Prof. Luis Morquio en 1915 y el Dr. Conrado Pelfort en 1955 habían recibido esta distinción de sus pares. En sus inicios como estudiante y médico joven, Portillo asistió a las últimas clases dictadas por Morquio y rápidamente se integró a la naciente y pujante pediatría de nuestro país con grandes figuras de la época, en la década del 40 y principios del 50, como Euclides Peluffo, Alfredo Ramón Guerra, Ramón Carlos Negro y Julio Marcos. Fue un investigador innovador y estudioso como lo demuestran sus numerosas publicaciones sobre temas tan variados como poliomielitis, genética clínica, hipotiroidismo, fiebre reumática, meningitis, malformaciones congénitas, neonatología y epidemiología junto a la joven Dra. Ruocco. Su actitud emprendedora y generosa con los jóvenes estimuló el desarrollo de muchas de las especialidades pediátricas que lo reconocen como su mentor inicial. El Prof.Portillo desempeñó la jefatura del servicio de Pediatría del Hospital P.Visca, donde se formaron muchos pediatras que difundieron sus conocimientos en todo el país. Fue también un firme impulsor de la educación médica permanente, aunque probablemente no se la llamaba así en ese momento, mediante cursos de actualización en Montevideo y en el interior de nuestro país. En 1964 presidió el primer Congreso Uruguayo de Pediatría, durante su presidencia de la SUP, lo que luego se constituyó en un evento clásico de nuestra especialidad. Como lo recordaba el Dr. Batthyany en un merecido homenaje hace más de 10 años, fue además miembro del Comité de Ética y Conducta Universitaria en el Sindicato Médico del Uruguay, en los primeros años luego del fin de la dictadura, lo que sin duda significó un arduo compromiso de entrega y dedicación republicana. El Prof. Portillo integra, sin duda, la lista de hombres y mujeres de la pediatría donde las nuevas generaciones, incluyendo aquellas que están por venir, podrán rescatar los hitos éticos y científicos de nuestra especialidad. Dr. Walter Pérez Presidente de la Sociedad Uruguaya de Pediatría 111 112 ARGENTINA ARTÍCULO ORIGINAL Archivos de Pediatría del Uruguay 2012: 83 (1) Archivos de Pediatría del Uruguay 2012: 83 (1) Este logo distingue los artículos originales seleccionados cada año en el “Encuentro de editores” de las revistas científicas de las Sociedades de Pediatría que integran el Cono Sur. Estos ya fueron publicados en cada país en el transcurso del año 2010. http:// www.pediatriaconosur.org. Efecto del clampeo demorado del cordón umbilical en la ferritina sérica a los seis meses de vida. Estudio clínico controlado aleatorizado José Ceriani1, Guillermo Carroli 2 , Liliana Pellegrini 3, Marina Ferreira 1, Carolina Ricci 1 , Ofelia Casas 3, Jaime Lardizabal 2, María del Carmen Morasso 4 1. Servicio de Neonatología, Hospital Italiano de Buenos Aires. 2. Centro Rosarino de Estudios Perinatales. 3. Maternidad Martin de Rosario. 4. UNICEF Argentina. • Resumen Introducción: el clampeo demorado del cordón umbilical aumentaría el depósito de hierro en lactantes. Para comprobar esta hipótesis medimos la ferritina sérica a los seis meses de vida en niños nacidos a término, participantes en un estudio controlado aleatorizado que evaluó el efecto del tiempo de clampeo del cordón en el hematocrito venoso y la evolución neonatal. Métodos: de 276 neonatos incluidos en el estudio original, 255 (92,4%) fueron seguidos seis meses, 86 tuvieron clampeo temprano, 83 al minuto y 83 al tercer minuto. La variable principal de resultado fue la concentración de ferritina sérica a los seis meses. Resultados: las características de los grupos de madres y niños fueron similares. La ferritina fue significativamente más alta en los niños con clampeo al tercer minuto (33,2 μg������������������������������ /L) que en los de clampeo temprano (20,9 μg/L) (diferencia de medias geométrica: 1,6; IC 95%: 1,2-2,1). No hubo diferencia significativa entre clampeo al minuto (25,5 μg/L) y clampeo temprano. Tampoco hubo diferencia en los valores medios de hemoglobina entre los grupos temprano [10,6 g/ dl (DE 1,11)], al minuto [10,8 g/dl (DE 0,86)] y tres minutos [10,7 g/ dl (DE 0,97)], respectivamente. La prevalencia de anemia ferropénica fue tres veces mayor en niños con clampeo temprano (7%) en comparación con los del tercer minuto (2,4%) (diferencias no significativas; RR: 0,30; IC 95%: 0,10-1,60). Conclusión: en niños nacidos a término, el clampeo del cordón umbilical a los tres minutos del nacimiento aumentó significativamente las concentraciones de ferritina a los seis meses de edad. No hubo diferencias significativas en los niveles de hemoglobina. • Palabras clave: CORDÓN UMBILICAL CONSTRICCIÓN FERRITINAS HEMOGLOBINAS CONSENTIMIENTO INFORMADO • Summary Background: delayed umbilical cord clamping could increase iron stores and prevent iron deficiency in infants. To test this hypothesis we measured serum ferritin and hemoglobin levels at six months of age in term infants who had participated in a randomized controlled trial, assessing the effect of cord clamping timing on neonatal hematocrit values and clinical outcome. Main outcome measure: serum ferritin level at six months of age. Methods: out of the 276 mothers and their infants that participated in the initial study, 255 (92,4%) were followed up to six months and included in this study. Of these, 86 had their cords clamped within the first 15 seconds (early clamping), 83 at one minute, and 83 at three minutes. The pediatricians in charge of the evaluations during the follow-up period and personnel in charge of the biochemical tests were blinded to the as- signment group. In all but 3 infants the ferritin levels and hemoglobin levels were measured at six months of age. Results: mothers and infants in the three groups had similar baseline characteristics. Serum ferritin levels were significantly higher in the infants of the three minutes group than in the infants of the early group: 33.2 μg/L vs. 20.9 μg/L (geometric mean ratio: 1.6; 95% CI: 1.2 to 2.11) but no difference was observed in one minute group (25.5 μg������������������������� ��������������������������� /L) vs. early group. There were no significant differences in mean hemoglobin values, 10.6 g/dl (SD 1,1); 10.8 g/dl (SD 0.9) and 10.7 g/dl (SD 1.0) bet- ween groups early, one minute, and three minutes, respectively. Although there were no significant differences between groups, the prevalence of iron deficiency anemia (hemoglobin < 10.5 g/dl and ferritin < 9 μg/L) was 3 times more frequent in early clampling group (7.2%) than in three mi- nutes group (2.4%) (RR: 0.30; IC 95%: 0.10 1.60). Conclusions: delayed umbilical cord clamping at three minutes 113 114 Archivos de Pediatría del Uruguay 2012: 83 (1) Archivos de Pediatría del Uruguay 2012: 83 (1) significantly increases serum ferritin levels in infants at 6 months of age. No significant differences were found between groups in mean hemoglobin levels. •Key words: UMBILICAL CORD CONSTRICTION FERRITINS HEMOGLOBINS INFORMED CONSENT • Introducción La anemia por carencia de hierro es la deficiencia nutricional más frecuente en niños menores de 2 años. En un estudio reciente se observó que, en Argentina, el 34,1% de los niños de entre 6 meses y 2 años de edad padecen anemia (1). Dadas las consecuencias de la anemia y la deficiencia de hierro en la salud y el desarrollo cognitivo de los niños pequeños (2), preocupan los resultados de un estudio realizado en nuestro país que arrojó altas prevalencias de esta patología a los 6 meses de vida, aun en niños de término con peso adecuado al nacer (3). Estos hallazgos sugieren que existen causas de la anemia generadas durante el embarazo o en el período perinatal, o en ambos. Entre estas últimas, el clampeo o ligadura del cordón umbilical en los primeros segundos de vida ha sido involucrado como una posible causa (4), ya que priva al recién nacido (RN) de un apreciable volumen de sangre, aproximadamente 35 ml/kg de peso en los primeros 3 minutos de vida, lo que podría representar más de 50 mg de hierro (5). Las bondades de generalizar el clampeo demorado del cordón umbilical siguen siendo polémicas, por las posibles consecuencias perjudiciales en el período neonatal, hecho no sustentado por evidencia sólida alguna. En una publicación previa comunicamos los resultados de la primera etapa de este estudio (6), que demuestran que no existen efectos clínicos perjudiciales atribuibles al clampeo demorado del cordón umbilical en neonatos de término y que, por el contrario, la prevalencia de anemia (hematócrito venoso <45% en las primeras 48 horas de vida) fue significativamente mayor en los RN a los que se les practicó clampeo temprano (primeros 15 segundos). Un escaso número de estudios suministra información que permite verificar si la cantidad adicional de hierro que aporta el clampeo demorado del cordón umbilical mejora los depósitos de hierro más allá de los 2 meses de vida (7). Sin embargo, un estudio reciente aleatorizado controlado observó, en el grupo con clampeo a los dos minutos, niveles más altos de ferritina e incremento de los depósitos de hierro a los seis meses de edad (8). Asimismo, una revisión sistemática Cochrane, que incluyó 11 estudios con 2.983 madres y sus RN, mues- tra la creciente evidencia acerca de que el clampeo demorado del cordón umbilical mejora, significativamente, las reservas de hierro hasta los seis meses de vida (9). En el presente estudio, se analizaron los resultados del seguimiento de la población de la primera etapa del estudio ya mencionado (6) con el objetivo principal de evaluar el impacto de los diferentes tiempos de clampeo del cordón umbilical, en recién nacidos de término, sobre las concentraciones de ferritina a los seis meses de edad. Hipótesis El clampeo demorado del cordón umbilical (entre 1 y 3 minutos), en recién nacidos de término sanos, aumenta los niveles de ferritina sérica a los seis meses de edad. • Población y métodos Diseño Estudio clínico aleatorizado controlado. Población Los criterios de elegibilidad para el enrolamiento en el estudio fueron: neonatos únicos, sin complicaciones, de término, en presentación cefálica, sin malformaciones congénitas, sin restricción del crecimiento intrauterino, nacidos por vía vaginal o cesárea. En las visitas de control neonatal en el primer mes de vida, los neonatólogos a cargo de la investigación invitaron a los padres a participar en la segunda fase del primer estudio, que incluía el seguimiento de su hijo hasta el sexto mes, con la consiguiente medición de ferritina sérica e índices hematimétricos. Los padres firmaron el consentimiento informado como requisito imprescindible para que los niños pudieran participar en el estudio. Los Comités de Ética de protocolos de investigación de ambos hospitales aprobaron el estudio. • Métodos Intervenciones Los neonatos fueron asignados aleatoriamente a tres intervenciones diferentes: 1. Clampeo temprano del cordón (dentro de los primeros 15 segundos de vida). 2. Clampeo del cordón al minuto de vida. 3. Clampeo a los 3 minutos de vida. Los últimos dos grupos fueron considerados como clampeo demorado del cordón. La técnica de clampeo fue similar en los tres grupos. Más detalles acerca de los métodos se describen en el estudio original (6). Variables de resultado La variable primaria de resultado fue el nivel de ferritina sérica a los seis meses de edad. Las variables secundarias fueron: hemoglobina venosa, volumen corpuscular me- 115 116 Archivos de Pediatría del Uruguay 2012: 83 (1) dio, suplementación con hierro, tipo de alimentación (lactancia materna o fórmula, o ambos), crecimiento y evolución clínica del niño. Procedimientos El hematócrito materno se evaluó en las horas previas al nacimiento mediante su medición en sangre capilar. El manejo activo del tercer período del trabajo de parto (alumbramiento) fue definido como la administración de uterotónicos a la madre previo a la expulsión de la placenta. La ferritina y hemoglobina neonatal fueron medidas en sangre obtenida por punción de venas de la región antecubital. La ferritina se midió mediante el método de inmunoanálisis (VitrosTM), la hemoglobina y el volumen corpuscular medio se midieron, respectivamente, con los métodos calorimétrico-cianometahemoglobina e impedancia. Los niños incluidos en el estudio fueron controlados tres veces en el primer mes y mensualmente hasta el sexto mes. En esas visitas se realizó el control clínico y de las características de la alimentación y la ingesta de hierro medicamentoso. Estas dos últimas variables se obtuvieron de las historias clínicas y se corroboraron mediante la información de la madre. • Definiciones Se consideró déficit de hierro a una concentración de ferritina sérica <9 μg/L y anemia por deficiencia de hierro a hemoglobina <10,5 g/dl y ferritina <9 μg/L(10). Incorporación de los datos y análisis estadístico La información obtenida en la recolección de los datos fue incorporada a la base de datos por diferentes operadores, con una técnica de doble entrada. Los operadores también detectaron y validaron las inconsistencias. Los informes de las instituciones participantes fueron corregidos toda vez que se detectó un error o una falla. El análisis se realizó con el programa SAS. Las características basales y de evolución a los seis meses, que son de tipo continuo, se describen a través de la mediana y los cuartiles, pues algunas de ellas no resultan simétricas; mientras que las variables categóricas se expresan en términos de porcentajes. Debido a la falta de normalidad, la variable principal (ferritina) fue descripta a través de la media geométrica y el desvío estándar (DE). La comparación entre los grupos se llevó a cabo a través de la construcción de intervalos de confianza (IC) para el cociente entre las medias geométricas. El resto de las variables continuas referentes a parámetros hematológicos, que cumplían Archivos de Pediatría del Uruguay 2012: 83 (1) el supuesto de normalidad, fueron representadas por la media aritmética y su desvío estándar (DE). Su comparación se llevó a cabo a través de la construcción de intervalos de confianza (IC) para la diferencia de medias aritméticas. En todos los casos, el error de tipo I se controló mediante intervalos de confianza de Dunnett, tomando como referencia al grupo de clampeo inmediato. El grado de confianza utilizado fue del 95%. Las variables categóricas se compararon (respecto del grupo de clampeo inmediato) calculando los riesgos relativos (RR) y sus correspondientes intervalos con un nivel de confianza del 95% (IC95%). El análisis de los grupos se realizó de acuerdo al concepto de intención según tratamiento asignado. Aleatorización El proceso de aleatorización fue realizado por el Centro Rosarino de Estudios Perinatales y se generó una secuencia de números aleatorios con bloques de extensión variable, mediante el uso de una computadora (SAS/STAT software system, versión 8). La aleatorización fue estratificada por hospital y, a su vez, en cada institución, por el modo de nacimiento (vaginal o cesárea). La correspondiente asignación de la intervención se colocó en sobres opacos sellados que se numeraron secuencialmente. Los sobres fueron consecutivamente ubicados en una caja, de la cual se podía extraer sólo uno de ellos por vez. Los pro- fesionales que efectuaron la generación de los números aleatorios y el ocultamiento de la asignación no participaron en la fase de reclutamiento del estudio. Enmascaramiento Debido a las características de la intervención, el médico a cargo del clampeo del cordón, una vez abierto el sobre, conocía la intervención asignada. Sin embargo, los pediatras que realizaron los controles clínicos entre el mes y los seis meses y aquellos encargados de efectuar las pruebas de laboratorio desconocían el momento de clampeo del cordón umbilical al que había sido asignado el neonato. • Resultados El estudio fue realizado en el Hospital Italiano de Buenos Aires, Argentina, y en la Maternidad Martin de Rosario, Argentina. El Centro Rosarino de Estudios Perinatales (CREP) actuó como centro coordinador. El reclutamiento del estudio original se efectuó entre el 27 de noviembre de 2002 y el 28 de abril de 2003. El control a los 6 meses se realizó entre el 27 de mayo y el 28 de octubre de 2003. De las 276 madres y sus niños incluidos en el estudio inicial, 21 no se incorporaron o abandonaron el seguimiento por diversas razones y 255 (92,4%) completaron el seguimiento hasta el sexto mes. En tres niños no se determinó la ferritina sérica, por lo que 252 fueron analizados para esa variable (figura 1). 117 118 Archivos de Pediatría del Uruguay 2012: 83 (1) Archivos de Pediatría del Uruguay 2012: 83 (1) Los tres grupos fueron comparables debido a la similitud biológica de las variables pronósticas (tabla 1 y tabla 1 bis). No hubo diferencias entre los grupos en relación al momento de evaluación de la variable principal de resultado. Las medias y desvíos estándares de la medición de ferritina sérica fueron: 6,02 meses (0,13), 6,05 meses (0,26) y 6,05 meses (0,20) en los grupos con clampeo temprano, al minuto y los 3 minutos, respectivamente. El valor medio de ferritina fue más alto en el grupo con clampeo a los tres minutos (33,2 μg/L) que en el grupo con clampeo temprano (20,9 μg������������������������������� /L) (diferencia de media geométrica: 1,6; IC 95%: 1,2-2,1) y que en el grupo con clampeo al primer minuto (25,5 μg/L) (RR: 1,22; IC 95%: 0,91-1,63), aunque esta diferencia no fue estadísticamente significativa (tabla 2). La proporción de niños con bajos depósitos de hierro varió desde 15,1%, en el grupo de clampeo inmediato, hasta 7,2%, en el de clampeo a los 3 minutos. La proporción de niños anémicos por deficiencia de hierro fue de 7,0% en el grupo con clampeo inmediato, de 3,6% en el clampeo al minuto (RR: 0,5; IC 95%: 0,1-2,0) y de 2,4% en los que el cordón se clampeó al tercer minuto (RR: 0,3; IC 95%: 0,1-1,6) (diferencias no significativas, tabla 2). No se observó diferencia alguna entre los grupos en los niveles medios de hemoglobina y en el volumen corpuscular medio. Las concentraciones de hemoglobina al sexto mes fueron de 10,6 g/dl (DE 1,1) en el grupo asignado a clampeo temprano, 10,8 g/dl (DE 0,9) en el grupo con clampeo al minuto y 10,8 g/dl (DE 1,0) en el grupo con clampeo a los tres minutos (tabla 2). Los datos de los grupos en cuanto al peso, talla y perímetro cefálico a los 6 meses de vida, tipo de alimentación y porcentaje de lactantes a los cuales se les indicó suplementación con hierro, se detallan en la tabla 3. El grupo de clampeo temprano recibió una dosis promedio de hierro suplementario mayor que los otros dos grupos (tabla 3), aunque no queda claro la causa de esa diferencia, que no fue estadísticamente significativa. Del total de niños que tuvieron indicación de suplementación de hierro en dicho grupo, sólo el 12% recibió dosis terapéuticas. No se hallaron diferencias entre los grupos con relación a enfermedades del niño en los primeros seis meses de vida, ni tampoco en la internación hospitalaria. Figura 1. Flujo de la población estudiada Aleatorizados n=276 Clampeo al minuto n=91 Clampeo en los primeros 15 seg. n=93 Clampeo al tercer minuto n=92 Sin consentimiento n=4 Sin consentimiento n=2 Sin consentimiento n=5 No contactados n=2 No contactados n=5 No contactados n=3 Seguidos hasta el sexto mes n=87 Seguidos hasta el sexto mes n=84 Ferritina no medida n=1 Analizados n=86 (92,5%) Seguidos hasta el sexto mes n=84 Ferritina no medida n=1 Analizados n=83 (91,2%) Ferritina no medida n=1 Analizados n=83 (90,2%) 119 120 Archivos de Pediatría del Uruguay 2012: 83 (1) Archivos de Pediatría del Uruguay 2012: 83 (1) Tabla 1 bis. Características basales de la población en estudio (sólo pacientes con seguimiento a los 6 meses) Clampeo primeros 15 seg n=87 Clampeo al minuto n=84 Tabla 2. Valores de ferritina sérica y parámetros hematológicos a los seis meses de edad Clampeo a los 3 minutos n=84 Sin dato Mediana Q1-Q3 Sin dato Mediana Q1-Q3 Sin dato Mediana Q1-Q3 Edad de la madre 1 29 24-32 1 29 25-33 2 27 22-32 Número de partos 2 2 1-3 0 1 0-2 0 1 1-2 Edad gestacional al parto 0 Controles prenatales 0 39 8 Anemia maternaab 14/86 (16,3) Cesáreasa 23/86 (26,7) Manejo activo del alumbramientoa 47/87 (54,0) Hematocrito previo al parto 5 Peso del neonato 0 34 3.400 a. n/N (%). b. Hemoglobina < 10 g/dl durante el embarazo. Q1-Q3: intervalo intercuartil. 39-40 6-10 0 2 39 9 38-40 7-10 0 0 39 9 39-40 7-10 Clampeo primeros 15 segundos n Media (DE) Clampeo al primer minuto n Media (DE) Comparación de medias (IC 95%) Clampeo a los 3 minutos n Media (DE) Comparación de medias (IC 95%) Ferritina (ug/L)a 86 20,9 (26,3) 83 25,5 (26,0) 1,2 (0,9-1,6) 83 33,2 (36,8) 1,6 (1,2-2,1) Hemoglobina (g/dl)b 86 10,6 (1,1) 84 10,8 (0,9) 0,2 (-0,1-0,5) 83 0,8 (1,0) 0,1 (-0,2-0,5) Volumen corpuscular mediob 86 74,8 (4,6) 84 75,8 (4,6) 1,0 (-0,5-2,6) 83 75 (4,3) 0,8 (-0,7-2,4) a. Media geométrica. Comparación de medias: Cociente de medias geométricas. b. Media aritmética. Comparación de medias: Diferencia de medias aritméticas 32-36 3.0803.650 4 0 35 3-435 33-36,5 3.1503.740 0 0 34 3.460 32-36 3.1553.650 Clampeo primeros 15 segundos n/N (%) Clampeo al primer minuto n/N (%) RR (IC 95%) Clampeo a los 3 minutos n/N (%) RR (IC 95%) Ferritina (< 9 ìg/L) 13/86 (15,1) 10/83 (12,1) 0,8 (0,4-0,7) 6/83 (7,2) 0,5 (0-1,2) Hemoglobina (< 10,5 g/dl) y ferritina < 9 g/L) 37/86 (43,0) 27/84 (32,1) 0,8 (0,5-1,1) 29/83 (34,9) 0,8 (0,6-1,2) Anemia ferropénica (hemoglobina < 10,5 g/dl y ferritina < 9 g/L) 6/86 (7,0) ---- 3/84 (3,6) 0,5 (0,1-2,0) 2/84 (2,4) 0,3 (0,1-1,6) 121 122 Archivos de Pediatría del Uruguay 2012: 83 (1) Archivos de Pediatría del Uruguay 2012: 83 (1) • Discusión Tabla 3. Evolución a los seis meses Clampeo primeros 15 seg n= 87 Clampeo al minuto n= 84 Clampeo a los 3 minutos n= 84 Sin dato Mediana Q1-Q3 Sin dato Mediana Q1-Q3 Sin dato Mediana Q1-Q3 Peso (gramos) 0 7.700 7.1408.400 1 7.800 7.3008.380 1 7.800 7.2008.400 Longitud (cm) 1 67 65-69 0 67,3 65,5-69 0 67 65,1-68 Circunferencia cefálica (cm) 3 43 42,5-44 1 43,5 42,5-44 0 44 42,2-44,5 Alimentación a los 6 mesesa Pecho exclusivo 43/86 (50,0) 38/84 (45,2) 36/83 (43,4) Pecho + fórmula 11/86 (12,8) 5/84 (6,0) 9/83 (10,8) Fórmula exclusiva Pecho y/o fórmula + semisólidos Leche de vaca fluida Tiempo de alimentación exclusiva al pecho(meses) 0 Suplementación con hierroa 3/86 (3,5) 3/84 (3,6) 0/83 (0,0) 29/86 (33,7) 37/84 (44,1) 38/83 (45,8) 0/86 (0,0) 1/84 (1,2) 0/83 (0,0) 6 4-6 1 20/86 (23,3) 5 3-6 1 10/83 (12,1) 5 4-6 19/80 (23,8) Meses de suplementación 1 1 1-4 1 2 1-4 4 2 1-3 Dosis (mg/kg/día) 2 6 1-6 1 1,5 1,5 4 1 1-6 Transfusión de sangrea 0/87 (0,0) 0/84 (0,0) 0/82 (0,0) Enfermedades 6/87 (6,9) 5/84 (6,0) 5/83 (6,0) 44/87 (50,6) 43/84 (51,2) 46/84 (54,8) 4/87 (4,6) 1/84 (1,2) 1/84 (1,2) Infección respiratoria baja 11/87 (12,6) 4/84 (4,8) 10/84 (11,9) Infección respiratoria alta 15/87 (17,2) 26/84 (31,0) 20/84 (23,8) Infecciones otorrinolaringológicas 2/87 (2,3) 5/84 (6,0) 5/84 (6,0) Infecciones virales no clasificadas 6/87 (6,9) 4/84 (4,8) 1/84 (1,2) Otras 3/87 (3,5) 1/84 (1,2) 1/84 (1,2) Dermatitis 2/87 (2,3) 0/84 (0,0) 0/84 (0,0) a Ninguna Infección urinaria a. n/N (%). Q1-Q3: intervalo intercuartil. Los resultados de este estudio confirman la hipótesis planteada, en cuanto a que las reservas de hierro fueron significativamente mayores en el grupo con clampeo del cordón umbilical al tercer minuto respecto del grupo con clampeo temprano en los primeros 15 segundos después del nacimiento. Esta diferencia también se observó en la comparación con el grupo de clampeo al minuto, aunque en este caso no fue estadísticamente significativa, lo cual podría sugerir que el tiempo eficaz de transfusión de sangre placentaria después del alumbramiento para aumentar las reservas de hierro de los niños requeriría un lapso mayor al minuto. Los resultados comunicados por Chaparro y colaboradores (8) en México, muestran diferencias significativas en los depósitos de hierro en los niños con clampeo del cordón a los 2 minutos en comparación con aquellos en los que se efectuó clampeo inmediato. Se han realizado muchas especulaciones teóricas sobre la implicancia del clampeo demorado del cordón umbilical sobre las reservas de hierro de los niños durante su primer año de vida. A partir de datos acerca del volumen de sangre placentaria transfundido, las estimaciones indican que los niños con clampeo demorado recibirían entre 40 y 50mg de hierro adicionales, los cuales representan una importante proporción del hierro corporal total al nacimiento (5,11,12). 123 124 Archivos de Pediatría del Uruguay 2012: 83 (1) Archivos de Pediatría del Uruguay 2012: 83 (1) En nuestro estudio utilizamos, como nivel normal de ferritina a los 6 meses, el valor límite de ferritina recomendado por Domellöf (10), que se basa en que a la edad de 6 meses los niños atraviesan un período de alta velocidad de crecimiento y reciben una escasa ingesta de hierro. Ese valor (9 μg������������������� ��������������������� /L) es sensiblemente más bajo que el sugerido por la OMS (13) para niños menores de 5 años (12 μg/L) y existe consenso respecto de que sería el más apropiado para los lactantes entre los cuatro y seis meses de edad. Los niveles de hemoglobina promedio no mostraron diferencia entre los grupos y resultaron cercanos al límite inferior del valor normal de referencia. Estos bajos valores promedio en todos los grupos podrían explicarse por el patrón de ingesta alimentaria, con predominio de la alimentación al pecho, posiblemente con baja ingesta de hierro.Alos 6 meses de edad, la lactancia materna exclusiva estuvo presente en el 46% de los niños, tasa bastante más elevada que lo habitual en estudios previos (14). Por ende, podría especularse que los niños amamantados al pecho en forma exclusiva tengan valores de hemoglobina inferiores a los de los niños alimentados con fórmula, hipótesis que merecería corroboración. En los niveles de hemoglobina también podría influir el escaso número de lactantes que recibieron suplementación con hierro. Cabe notar que la proporción de niños anémicos por deficiencia de hierro resultó 3 veces más frecuente en el grupo de niños con clampeo inmediato que en el de clampeo a los 3 minutos, aun cuando la diferencia no fue significativa. Asimismo, la prevalencia de anemia ferropénica en los tres grupos fue más baja que la de niños con niveles de hemoglobina por debajo del valor límite, lo cual sugiere que existe una alta proporción de niños con hemoglobina baja, pero con suficientes depósitos de hierro. Domellöf (15) señala que los coeficientes de correlación entre hemoglobina, ferritina y otros parámetros sobre el estado nutricional de hierro son bajos en niños entre 4 y 6 meses de edad. Esto estaría avalado por la revisión sistemática Cochrane ya citada (9), donde a los seis meses no se observó diferencia alguna en los niveles de hemoglobina entre los niños con clampeo temprano y demorado, mientras que la ferritina fue significativamente más alta en este último grupo. Entre las limitaciones de este estudio mencionamos, como la más importante, que el tamaño muestral fue calculado en el primer estudio para evaluar los efectos inmediatos del tiempo de clampeo de cordón sobre el recién nacido. La posibilidad de seguir a las madres y niños que participaron en ese estudio hasta los 6 meses no estuvo contemplada originariamente, por lo cual el tamaño de la muestra es insuficiente para realizar ciertos análisis. Asimismo, se ha omitido efectuar una observación más precisa de la cantidad de hierro provisto por las fórmulas lácteas y otros alimentos ingeridos por los niños. • Conclusión A los seis meses de edad, los niños nacidos a término con clampeo del cordón umbilical al tercer minuto después del nacimiento presentaron un nivel de ferritina plasmática significativamente mayor que el de los niños con clampeo en los primeros 15 segundos. No se observaron diferencias significativas en los valores de ferritina de los niños con clampeo al minuto ni en los niveles de hemoglobina entre los tres grupos. • Agradecimientos A UNICEF Argentina por su colaboración para que el estudio pudiera realizarse. Al Dr. Fernando Viteri por su permanente estímulo y asesoramiento en el programa “Ligadura oportuna del cordón umbilical”. Correspondencia: Dr. José M. Ceriani Cernadas. Correo electrónico: [email protected] 125 126 Archivos de Pediatría del Uruguay 2012: 83 (1) • Referencias bibliográficas 1. Durán P, Mangialavori G, Biglieri A, Kogan L, et al. Estudio descriptivo de la situación nutricional en niños de 6-72 meses de la República Argentina. Resultados de la Encuesta Nacional de Nutrición y Salud (ENNyS). Arch Argent Pediatr 2009; 107(5): 397-404. Archivos de Pediatría del Uruguay 2012: 83 (1) 10. Domellöf M, Dewey KG, Lönnerdal B, Cohen RJ, et al. The diagnosis criteria for iron deficiency in infants should be reevaluated. J Nutr 2002; 132: 3680-6. 11. Yao AC, Lind J. Placental transfusion.AmJ Dis Child 1974; 127: 128-31. 2. Grantham-Mc Gregor S, Ani C. A review of the studiesof iron deficiency on cognitive development in children. J Nutr 2001; 131: 649S-668S. 12. Lind J. Physiological adaptation to the placental transfusion: the eleventh Blackader Lecture. Can Med Assoc J 1965; 93: 1091-100. 3. Morasso MC, Molero J, Vinocur P, Acosta L, et al. Prevalence of anemia, iron and vitamin A deficiency in children between 6 to 24 months of age in Chaco, Argentina. Arch Lat Nutr 2003; 53,1 (Spanish). 13. WHO/UNICEF/UNU Iron deficiency anaemia. Assessment, prevention and control. A guide for programme managers. 2001 4. Gillespie S. Mayor issues in the control of iron deficiency. Micronutrient InitiativeUNICEF 1998. 5. Usher R, Shepard M, Lind J. The blood volume of the newborn infant and placental transfusion. Acta Paediatr 1963; 52: 497-512. 14. Ceriani Cernadas JM, Noceda G, Barrera L, Martínez AM, et al. Maternal and perinatal factors influencing the duration of exclusive breastfeeding during the first 6 months of life. J Hum Lact 2003; 19(2): 136-44. 15. Domellöf M. Iron requirements and iron status during infancy. Report of the 2004 International Nutritional Anemia Consultative Group Symposium. 6. Ceriani Cernadas JM, Carroli G, Pellegrini L, Otaño L, et al. The effect of timing of cord clamping on neonatal venoushematocrit values and clinical outcome at term: a randomized, controlled trial. Pediatrics 2006; 117(4): e779 e786. 7. Grajeda R, Pérez Escamilla R, Dewey KG. Delayed clamping of the umbilical cord improves hematological status of Guatemalan infants at 2 months of age. Am J Clin Nutr 1997; 65: 425-31. 8. Chaparro C, Neufeld LM, Álavez GT, Eguia R, et al. Effect of timing of umbilical cord clamping on iron status in Mexican infants: a randomized controlled trial. Lancet 2006; 367: 1997-2004. 9. McDonald SJ, Middleton P. Effect of timing of umbilical cord clamping of term infants on maternal and neonatal outcomes. Cochrane Database Syst Rev 2008, Issue 2. Art.No.: CD004074. DOI: 10.1002/14651858. CD004074. pub2. Los trabajos del Cono Sur, por tratarse de artículos ya publicados en revistas regionales, son editados en Archivos de Pediatría del Uruguay tal como fueron publicados en su versión original, excepto las palabras clave que son adaptadas a los descriptores del Mesh. Las referencias bibliográficas se presentan como en la versión original, siendo responsable de su presentación el Comité Editorial del país correspondiente. 127 128 Archivos de Pediatría del Uruguay 2012: 83 (1) Archivos de Pediatría del Uruguay 2012: 83 (1) ARGENTINA ARTÍCULO ORIGINAL Este logo distingue los artículos originales seleccionados cada año en el “Encuentro de editores” de las revistas científicas de las Sociedades de Pediatría que integran el Cono Sur. Estos ya fueron publicados en cada país en el transcurso del año 2010. http:// www.pediatriaconosur.org. • Resumen Prevención de la infección asociada a catéteres: utilidad y costo-eficacia de los catéteres con antisépticos en pediatría Ana Lenz , Juan Vassallo , Guillermo Moreno 1, María Althabe 1, Silvia Gómez 1, Ricardo Magliola 1, Lidia Casimir 2, Rosa Bologna 3, Jorge Barretta 4, Pablo Ruffa 4 1 1 1. UCI 35. 2. Microbiología. 3. Infectología. 4. Cirugía cardiovascular. Hospital Nacional de Pediatría “Prof. Dr. Juan P. Garrahan”. Buenos Aires, Argentina. Conflicto de intereses: Los autores declaran no tener posibles conflictos de interés. La empresa American Fiure proveyó a la farmacia del hospital los catéteres Arrow® con antisépticos utilizados en el trabajo, a un costo similar al de un catéter estándar. Recibido: 7-7-09 | Aceptado: 5-1-10 Objetivo: evaluar la relación costoeficacia de catéteres venosos centrales con antisépticos comparados con catéteres convencionales en la prevención de episodios infecciosos asociados. Diseño: análisis de costo-eficacia; ensayo clínico, experimental, aleatorizado, controlado, abierto. Población y métodos: pacientes con catéteres venosos centrales, menores de 1 año o 10 kg, posquirúrgicos cardiovasculares. Se compararon las características de los pacientes y la permanencia, costos y complicaciones de los catéteres venosos centrales. Intervención: catéter venoso central Arrow®, doble lumen, > 48 h de duración; grupo de intervención: catéteres con antiséptico contra grupo control: catéteres convencionales. Resultados: se estudiaron 172 catéteres pertenecientes a 149 pacientes. La tasa cruda de episodios infecciosos asociados fue del 27% en los catéteres con antisépticos y 31% en los catéteres convencionales (p=0,6), con incidencia acumulada similar de bacteriemia asociada a catéter: 2,8 contra 3,3 por 1000 días-catéter. No se encontraron diferencias entre los grupos, excepto en el menor peso: mediana 4,0 kg (r 2-17) contra 4,7 kg (r 2-9) p= 0,0002 y edad mediana 2 m (r 1-48) contra 5 m (r 1-24) p= 0,0019 en la población de catéteres venosos centrales con antisépticos. Estas diferencias se consideraron clínicamente irrelevantes. El costo promedio por paciente internado en el grupo con catéter convencional fue $ 3.417 (359-9.453) y en el grupo catéter con antisépticos fue de $ 4.962 (239-24.532), p= 0,10. Conclusiones: el uso de catéteres venosos centrales con antisépticos comparado con el de catéteres convencionales no redujo los episodios infecciosos asociados, con una tendencia de mayor costo en el grupo de catéteres con antisépticos. Estos resultados no respaldan el uso de estos catéteres en nuestro medio. • Palabras clave: CIRUGÍA TORÁCICA CATETERISMO VENOSO CENTRAL CONTROL DE INFECCIONES AGENTES ANTIINFECCIOSOS LOCALES-uso terapéutico CONSENTIMIENTO INFORMADO • Summary Objective: to evaluate the costeffectiveness of the antiseptic-impregnated catheter compared with conventional catheters in preventing catheter-related blood stream infections (CR-BSI). Design: cost-effectiveness analysis; clinical trial, experimental, randomized, controlled, prospective, open label. Patients and methods: a 172 patient cohort, under 1-year-old or less than 10 kg, postoperative cardiovascular children with central venous catheters (CVC) admitted to Cardiac Intensive Care Unit (UCI 35) at Hospital Nacional de Pediatría “Prof. Dr. Juan P. Garrahan”, since September 2005 to December 2007. Demographic and CVC data were retrieved to compare: age, gender,weight, diagnosis, surgery, CVCdays, costs and complications. Intervention: CVC Arrow, double-lumen, > 48 h of duration; intervention group: antiseptic-impregnated CVC vs. control group: CVC without antiseptics (conventional). Results: the incidence of CR-IE (CRInfected Events: colonization, local infection and/or CR- BSI; combined end point) was 27% for antisepticimpregnated CVC vs. 31% for conventional catheters (p= 0.6) with similar accumulated incidence of CR- BSI: 2.8 vs. 3.3 per 1000 dayscatheter. We found no differences between groups, except in weight: median 4.0 kg (r 2-17) vs. 4.7 kg (r 2-9) p= 0.0002 and age, median 2 months (r 1- 48) vs. 5 months (r 124) p= 0.0019 in antiseptic-impregnated CVC group. These differences, though statistically significant were clinically non relevant. Median cost per patient during intensive care stay in the conventional CVC group was $3.417 (359-9.453) and in the 129 130 Archivos de Pediatría del Uruguay 2012: 83 (1) Archivos de Pediatría del Uruguay 2012: 83 (1) antiseptic-impregnated-CVC group was $4.962 (239-24.532), p= 0.10. Conclusions: the use of antisepticimpregnated CVC compared with conventional CVC did not decrease CR-BSI in this population. The cost per patients was higher in the antiseptic impregnated CVC group. These results do not support the routine use of this type of CVC in our population. • Key words: THORACIC SURGERY CATHETERIZATION, CENTRAL VENOUS INFECTION CONTROL ANTI-INFECTIVE AGENTS, LOCAL -therapeutic use INFORMED CONSENT • Introducción La mayoría de las cardiopatías congénitas en los primeros meses de vida pueden ser corregidas satisfactoriamente con cirugía, con buena expectativa y calidad de vida a largo plazo. Estos pacientes tienen una elevada incidencia de infecciones intrahospitalarias, cuando se comparan con otros casos pediátricos internados en la unidad de cuidados intensivos (UCI) (1-3). Es habitual el uso extensivo de catéteres venosos centrales (CVC), que permiten el acceso al monitoreo hemodinámico, medicación inotrópica en forma segura y soporte nutricional parenteral. Desafortunadamente, su uso puede estar asociado con episodios adversos; entre ellos, complicaciones mecánicas e infecciosas, locales y sistémicas, tales como tromboflebitis séptica, endocarditis y bacteriemias, que demandan esfuerzos multidisciplinarios tendientes a reducir su incidencia. La infección asociada a catéter es una causa frecuente de morbimortalidad y es una de las causas más comunes de bacteriemia nosocomial, con guarismos que oscilan entre 3 y 8 infecciones por 1.000 días-catéter o de 1%-13%, con una incidencia mayor de infecciones en las vías de uso intensivo (1-3). Estudios con adecuado nivel de evidencia avalan la eficacia de los catéteres multilumen de poliuretano impregnados con antisépticos (4,5) para reducir la infección de las vías venosas centrales en pacientes adultos. Sin embargo, su empleo es todavía controvertido por la posible aparición de microorganismos resistentes, los costos y una eficacia cuestionable (6). Recientemente se han publicado recomendaciones para adultos y niños sobre el uso de catéteres con antibióticos o antisépticos, que sugieren considerar emplearlos en unidades con elevada incidencia de bacteriemia asociada a catéteres (> 3,3 infecciones por 1000 días-catéter) y también en población de alto riesgo (inmunocomprometidos, quemados, pacientes de UCI) (7,8), pero otros autores han sugerido que la eficacia para reducir la frecuencia de la infección asociada a catéteres (IAC) debería ser la única indicación (9). Existe limitada información sobre la relación costo-eficacia del uso de catéteres impregnados con antisépticos (5) en la población adulta o sobre su eficacia en niños (10). El costo unitario es 50%-100% mayor que el del catéter convencional, y en la bibliografía se estima un costo adicional de US$ 10.000 por cada episodio de IAC (11-13). Como en nuestra institución la introducción de catéteres con antisépticos tendría un fuerte impacto sobre los costos, importa definir desde la perspectiva hospitalaria la oportunidad de incorporar esta nueva tecnología (útil pero más costosa). Hipótesis del estudio El uso de catéteres centrales con antisépticos (CVC-A) reduciría los episodios infecciosos asociados a CVC sin mayor incidencia de complicaciones no infecciosas (reacciones alérgicas, rechazo, trombosis, ruptura, etcétera) y con menor costo final que los CVC convencionales (CVC-C). • Objetivos 1. Evaluar la eficacia comparativa de los CVC-A (grupo experimental) contra los CVC-C (grupo control) en la reducción de episodios infecciosos asociados a catéteres. 2. Comparar la relación costo-eficacia (CE) del uso de ambos tipos de catéteres. • Población y métodos Se realizó un ensayo clínico, experimental, abierto, aleatorizado, controlado, poscomercialización, de fase IV. El protocolo fue aprobado por el Comité de Ética, Subcomisión de Investigación y la Dirección de Docencia e Investigación del Hospital y se solicitó el consentimiento informado a todos los pacientes. Se incluyeron pacientes < 1 año y/o < de 10 kg, postoperatorios de cirugía cardiovascular, que requirieron CVC con una duración anticipada > 48 h, internados en recuperación cardiovascular (UCI 35) del Hospital Nacional de Pediatría “Prof. Dr. Juan P. Garrahan”, en el período septiembre 2005-diciembre 2007. Se excluyeron los pacientes con alergia a los antisépticos clorhexidina y/o sulfadiazina de plata evaluados por interrogatorio a los padres y a aquéllos cuyos padres no brindaron el consentimiento. Se utilizaron catéteres Arrow® doble lumen de 13������������� cm con clorhexidina sulfadiazina de plata y sin ellas, y el procedimiento para la inserción y el cuidado del catéter se realizó según las normas del Servicio de Infectología y de la Unidad. Una vez que el paciente cumplía con los criterios de elegibilidad, se solicitó el consentimiento informado al padre, madre o tutor legal; si aceptaban la participación en el estudio luego de comprender sus objetivos y alcances, se procedía a la aleatorización mediante el uso de sobres opacos que aseguraban el ocultamiento. Se registraron los datos demográficos (edad, peso, puntaje RACHS (14) ), diagnóstico principal y tipo de cirugía; las características del catéter (tipo, colocación, permanen- 131 132 Archivos de Pediatría del Uruguay 2012: 83 (1) Archivos de Pediatría del Uruguay 2012: 83 (1) cia, complicaciones infecciosas y no infecciosas, tipo y duración del tratamiento antibiótico). Las variables se registraron inmediatamente después de colocado el catéter y luego diariamente hasta su retiro por cualquier causa. Si el paciente sufría algún episodio desfavorable, se lo registró junto con las otras variables correspondientes. En este estudio se decidió cultivar la punta de los catéteres (técnica de Maki) (15) acompañados de un hemocultivo de sangre periférica al retirarlos. Los catéteres se retiraron cuando se sospechó sepsis o cuando eran innecesarios por el cuadro clínico del paciente, aunque en este último caso la colonización es irrelevante. Los pacientes fueron seguidos hasta el alta hospitalaria, el óbito o la finalización del trabajo. Las variables predeterminadas principales fueron: infección, bacteriemia asociada a catéter (BAC) y/o colonización asociada a catéter, o infección local. Costos: costos directos, por día, modulados y microcosteo para variables de importancia (antibióticos, catéteres). No se contemplaron otros costos relacionados con la internación o la cirugía, pues se consideraron idénticos en ambos grupos. La perspectiva del análisis fue hospitalaria. Las fuentes de costos utilizadas fueron las bases de datos de la gerencia de compras del Hospital. Los costos modulados del día-cama de UCI son los costos que el Hospital utiliza para facturación, por lo que no necesariamente son costos reales; los costos de los catéteres y de los antibióticos fueron desagregados dado que reflejan una parte relevante del costo del tratamiento de la BAC y fueron costos hospitalarios directos, medidos en pesos, valor año 2005. No se contemplaron los costos médicos indirectos, ni los intangibles, como la incomodidad, el sufrimiento o los días laborales perdidos por la prolongación de los días de internación. Las intervenciones se compararon sobre los costos medidos en valor de pesos (costos catéteres, días de antibióticos y días de internación en terapia intensiva) y efectos, medidos en porcentaje de BAC, ambos en cada grupo. La relación CE fue calculada según el método tradicional como costo por unidad de efecto en salud, medida en este caso como incidencia de la EIA-CVC. Las variables predeterminadas secundarias fueron la permanencia y las complicaciones asociadas. En las definiciones operativas de las variables, los episodios infecciosos asociados a CVC (colonización, infección local y bacteriemia asociada a catéter), se tomaron las recomendaciones más restrictivas del Centro de Control de Enfermedades (CDC según sus siglas en inglés), de uso en el hospital (tabla 1) (7,16,17). Análisis estadístico: el tamaño muestral, con una incidencia calculada de episodios infecciosos asociados a CVC(colonización, bacteriemia e infección local) de un 40% y una reducción del 50% de la variable predeterminada principal en el gru- po tratamiento, con una potencia del 80% y un grado de confianza del 95%, fue de 77 catéteres por cada rama. El análisis estadístico se realizó sobre la intención de tratar de ambos grupos, con media y desvío estándar o mediana e intervalo para las variables continuas y valor absoluto y porcentual para las categóricas. La significación de las diferencias entre los grupos fue calculada con la prueba X2 o la exacta de Fisher para los datos categóricos y por análisis de varianza de variables clasificadas según orden para los datos continuos. Se consideró estadísticamente significativa una p < 0,05, con prueba bilateral. Se utilizó el paquete estadístico STATA 8.0, California, EE.UU. Tabla 1. Definiciones de infección asociada a catéteres (guías del CDC) • Colonización del catéter: crecimiento significativo de un microorganismo, mayor de 15 UFC en la punta del catéter, segmento subcutáneo del catéter o del tapón del catéter. • Infección local o infección en el sitio de salida del catéter: eritema o induración dentro de los 2 cm de diámetro del sitio de salida del catéter, en ausencia de sepsis concomitante y sin secreción purulenta concomitante. • Bacteriemia asociada a catéter: bacteriemia o fungemia en un paciente portador de catéter intravascular con por lo menos un hemocultivo positivo de vena periférica, manifestaciones clínicas de infección (ejemplo: fiebre, escalofríos, y/o hipotensión) y sin origen aparente de la bacteriemia excepto el catéter. Uno de los siguientes debería estar presente: un cultivo semicuantitativo (>15 UFC en algún segmento del catéter) o cuantitativo (>103 UFC en algún segmento del catéter) aislándose el mismo microorganismo (especie y antibiograma), tanto en el segmento del catéter como en el hemocultivo periférico; cultivos simultáneos cuantitativos con un índice =5:1 del cultivo de CVC contra el hemocultivo periférico; período diferencial de positividad > a 2 h entre cultivo de CVC contra cultivos de sangre periférica. UFC: unidad formadora de colonias; CDC (Centers for Disease Control): Centro para el Control de Enfermedades de los EE.UU.; CVC: catéter venoso central. 133 134 Archivos de Pediatría del Uruguay 2012: 83 (1) Archivos de Pediatría del Uruguay 2012: 83 (1) Tabla 2. Datos demográficos. Características de los pacientes y de los catéteres venosos centrales Grupo 1 (CVC-A) Grupo 0 (CVC-C) P Número de pacientes 80 92 Complicaciones asociadas al catéter 2 5 NS Edad (meses) (mediana e intervalo) 2 (1-48) 5 (1-24) 0,0002 Sexo (fem/masc) 33/39 39/45 0,0055 Puntaje RACHS (mediana e intervalo) 3 (1-6) 3 (1-6) 0,41 Peso (kg) (mediana e intervalo) 4 (2-17) 4,7 (2-9) 0,0019 Tiempo de CEC (minutos) 144,5 (0-318) 126 (0-313) NS Tiempo de clampeo (minutos) 89 (0-194) 83 (0-194) NS Femoral 39 51 Yugular 36 36 Otros 5 5 Sitio de inserción Lugar de colocación NS NS Quirófano 51 58 UCI 29 33 Permanencia del catéter (días) (mediana e intervalo) 7 (3-14) 7,5 (2-20) NS p no significativa: < 0,05. NS: no significativa. CEC: circulación extracorpórea. UCI: unidad de cuidados intensivos. CVC-A: catéter venoso central con antisépticos. CVC-C: catéter venoso central convencional. Aspectos éticos Comité de Ética de Investigación: Fue aprobado por la Dirección Asociada de Docencia e Investigación del Hospital Garrahan con fecha 16de diciembre de 2004, y por el Comité de Ética y el Subcomité de Investigación con fecha del 15 de noviembre de 2004. Notificación al ANMAT: Expediente 1-47-1539305-0. • Resultados Se aleatorizó la indicación de 185 catéteres, de los cuales se perdieron 13 (no fueron cultivados, 7 en el grupo CVC-A y 6 en el grupo CVC-C); esta diferencia no es significativa. El análisis se realizó sobre 172 catéteres, en 149 pacientes, ya que algunos recibieron más de un catéter. No se observaron diferencias significativas entre ambos grupos en puntaje RACHS, tiempo de circulación extracorpórea (CEC), tiempo de clampeo, sitio de inserción del catéter, lugar donde se realizó el procedimiento de colocación y tiempo de permanencia, pero sí se observó una diferencia significativa en edad y peso (el grupo con antisépticos fue de menor edad y peso pero la diferencia se consideró clínicamente irrelevante) (tabla 2). Las complicaciones fueron obstrucción de un lumen (tres catéteres), hemorragia (un catéter) y pérdida de líquido (un catéter) en el grupo sin antisépticos; y trombosis en la punta del catéter (dos catéteres) en el grupo con antisépticos, diferencia que no fue significativa. No hubo mayor morbilidad para los pacientes una vez extraído el catéter, ni se observaron óbitos relacionados con la utilización de ambos tipos de catéteres. En la tabla 3 se describen los episodios infecciosos relacionados a CVC. No se encontraron diferencias significativas en colonización, BAC, infección local. Se observó menor colonización en los CVC-A, pero la diferencia no fue significativa. El RR de presentar episodios infecciosos asociados a CVC-A fue de 0,83 (IC 95% 0,401,7), con una p=0,6. Para controlar posibles variables de confusión se usó un modelo de regresión logística multivariado y la variable dependiente fueron los episodios infecciosos asociados a CVC; se estimó el OR de los CVC-A, ajustado por la edad, el peso y el RACHS, indicador que permite ajustar el riesgo quirúrgico de los pacientes con valores establecidos internacionalmente. Se evaluó la adecuación global del modelo mediante la prueba de Hosmer-Lemershow, que mostró adecuada calibración sin observarse diferencias entre los datos observados y los predichos por el modelo (p 0,80). En cuanto a los datos bacteriológicos (tabla 4) se observó una mayor colonización por Staphylococcus sp en los CVC-C. En el grupo CVC-A se observó una mayor colonización por levaduras, sin alcanzar valores de significación estadística. No se observaron diferencias significativas en el uso de antibióticos y los días de internación (tabla 5). En cuanto a la evaluación económica se observa un costo promedio de 135 136 Archivos de Pediatría del Uruguay 2012: 83 (1) Archivos de Pediatría del Uruguay 2012: 83 (1) Tabla 3. Descripción de los episodios infecciosos asociados a catéteres venosos centrales Tabla 5. Costos CVC-A CVC-C p Variable (mediana e intervalo) CVC-A CVC-C P Días de UCI 26 (2-205) 20 (3-79) NS Colonización 17 (21,2%) 27 (29,3%) NS BAC (bacteriemia asociada a catéteres) 2 (2,5%) 2 (2,1%) NS Costos de UCI ($) 3111 (239-24 532) 2393,4 (359-9453) NS Infección local 0 0 -- 9 (2-79) 8 (0-44) NS BAC + Infección local (IAC) Días de vancomicina 2 (2,5%) 2 (2,1%) NS Costos de antibióticos ($) 226,9 (0-2299) 211,7 (0-2299) NS Costo crudo del catéter 215 121 Costo por catéter insertado (catéter + días de internación + costo de vancomicina) 4.962 (r 23924.532) 3.417 (r 359-9.453) Variable predefinida combinada (colonización, infección local y BAC), tasa cruda 22 (27,8%) Tasa ajustada de BAC/por 1000 días catéter 3,3 Tasa ajustada de BAC global 29 (31,5%) NS 2,8 NS 3,03/1000 días catéter BAC: bacteriemia asociada a catéter. IAC: Infección asociada a catéter. P no significativa: < 0,05. NS: no significativa. Tabla 4. Patrón microbiológico de los episodios infecciosos asociados a catéteres venosos centrales Microorganismo CVC-A (80) CVC-C (92) Total (172) p Staphylococcus sp 6 18 24 0,02 Bacilo gramnegativo 14 13 27 NS Klebsiella 1 3 4 NS Acinetobacter 9 6 15 NS Pseudomonas aeruginosa 0 4 4 0,05 Enterobacter cloacae 4 0 4 0,03 Levaduras 3 1 4 NS CVC-A: catéter venoso central con antisépticos; CVC-C: catéter venoso central convencional; NS: no significativo. P no significativa: < 0,05. NS CVC-A: catéter venoso central con antisépticos; CVC-C: catéter venoso central convencional; UCI: unidad de cuidados intensivos; ATB: antibióticos; NS: no significativo; r: intervalo; P no significativa: <0,05. $ 4.962 en el grupo CVC-A (23924.532) y, en el grupo CVC-C, el costo fue $ 3.417 (359-9.453) con un valor de p=0,10. Como el estudio no logró demostrar una mayor eficacia con el uso de CVC-A (27% de episodios infecciosos asociados contra 31% con CVC-C) no resultó posible realizar el análisis de costo-eficacia incremental, ya que la estrategia más costosa no resultó más eficaz y, por lo tanto, no se observó dominancia. • Discusión En relación al análisis de eficacia, con respecto a la variable predeterminada combinada (colonización, infección local y/o BAC), si bien el RR fue menor en el grupo de CVC-A, estas diferencias no fueron estadísticamente significativas, lo que indica que los CVC-A no proporcionarían, en nuestro medio, un efecto protector de colonización con respecto a losCVC-C. Este resultado difiere de lo publicado en relación al impacto en la reducción de la IAC de los CVC-A. El porcentaje de colonización fue cercano al 30%, valor que coincide con lo publicado habitualmente en la bibliografía internacional (18-20). Existen escasos datos locales publicados o presentados (21,22). En nuestra institución, la incidencia de BAC oscila entre 6 y 8 por cada 1.000 días de uso de CVC y con una BAC 137 138 Archivos de Pediatría del Uruguay 2012: 83 (1) cercana al 4% (año 2000-2001) (23), valores que se encuentran dentro de los estándares internacionales de referencia. La estimación inicial de la tasa de complicaciones en el grupo control fue menor de la registrada (40% contra 31%), pero sólo reduce levemente la potencia del estudio (80% contra 77,25%), que se mantiene por encima del 75%. En relación al análisis de costos no hemos encontrado beneficios en la relación costo-eficacia con el uso de CVC-A respecto de los CVC-C, ya que la BAC entre ambos grupos fue similar y el CVC-A es más costoso. El costo por paciente por uso de catéteres puede variar de una institución a otra y, por tratarse de un análisis de costos realizado con datos reales, no probabilísticos, los datos de nuestro trabajo no pueden extrapolarse a todos los grupos de pacientes, pero podrían ser comparados con otras situaciones y servir como guía general. El Centro de Prevención y Control de Enfermedades de los EE.UU. presentó un índice de IAC de 2,9 (en terapias cardiovasculares) a 11,3 (en terapia neonatal) infecciones por 1000 días catéter (mediana de 5,3 para posquirúrgicos pediátricos) (16). Veenstra y colaboradores, en el año 1999 (5), concluyen que el uso de CVC-A disminuiría costos por paciente en aquellos grupos de alto riesgo donde el índice de IAC es elevado (índice de 4,9-8,2 por 1000 días catéter). Nuestro trabajo mostró que el porcentaje de colonización fue de alrededor del 30% en ambos grupos (tabla 2) con una incidencia de BAC global (entre ambos grupos) de 3,03 por 1.000 díascatéter, no observándose reducción alguna en el índice de colonización, ni infección local, ni de BAC; por lo tanto, tampoco de la variable predeterminada combinada, concluyendo que no hay reducción de efecto con el uso de CVC-A. Varios trabajos han examinado laCEde los catéteres impregnados con antimicrobianos al prevenir las BAC. Marin y colaboradores (24), concluyen que, cuando el costo por BAC excedía los US$ 3.495, el uso de catéteres con antibióticos ahorró costos. Veenstra y colaboradores (5), también realizaron un estudio de costoeficacia de catéter impregnado extraluminal con antiséptico contra catéter no impregnado y determinaron que, con el uso regular de los CVC-A, se ahorran US$ 59.000 por cada 300 catéteres colocados y que en una cohorte de 300 pacientes podrían evitar 7 BAC y prevenir un óbito. También observaron que podrían ahorrar entre US$ 68-391 por cada CVC-A colocado. Este trabajo se realizó con datos infectológicos de 1988-1990 y, en los últimos años, se han modificado mucho los días de internación de los pacientes, así como las medidas de cuidado y prevención de IAC en el uso de catéteres endovasculares. En su análisis, los autores no incluyeron los costos indirectos (costos Archivos de Pediatría del Uruguay 2012: 83 (1) de procedimientos, de los profesionales, etcétera), por lo cual, de haber sobreestimación, estaría compensada con los costos no analizados. Nuestro modelo difiere de estos trabajos porque se ha realizado en población pediátrica, analiza los catéteres comercialmente disponibles en nuestro país y compara directamente los CVC-A con los CVC-C. No se consideró la mortalidad, porque si bien las infecciones nosocomiales se asocian con mortalidad, en la IAC existe controversia sobre hasta dónde la mortalidad podría ser atribuible a esta complicación y por la baja incidencia de este episodio en la población estudiada. Nuestro trabajo tiene varias limitaciones. En primera instancia, nuestro modelo no contempla los días de permanencia de los catéteres como un factor de riesgo para el desarrollo de IAC. La permanencia por más de 7 días predispondría a mayor incidencia de colonización y, por ende, de IAC (13), pero el CDC no sostiene el recambio electivo de estos catéteres para reducir la IAC. En nuestro trabajo se excluyeron los catéteres cuya duración fue menor de 48 h. Es muy difícil estimar el tiempo que permanecerá colocado el catéter pues eso depende de las necesidades, muchas veces variables, de cada paciente. Segundo, se tomó como subrogante de la sepsis asociada a catéter (25-27) una variable predeterminada combinada, es decir, colonización, infección local y BAC, pues la incidencia de BACesmuy baja (< 2%) y, para realizar un estudio en la población pediátrica con una potencia adecuada, se necesitaría incorporarmás de 2.500 catéteres en cada rama, pero se comunican los resultados primarios en forma independiente. Sobre este punto en particular, si bien la presencia de colonización no suele presentar significación clínica, existe una aceptada asociación fisiopatológica y epidemiológica entre la colonización y la bacteriemia y/o sepsis asociada a catéter. Tercero, si bien no se detectaron problemas relacionados con la aleatorización y/o asignación del tratamiento, los grupos presentan una diferencia, siendo el grupo con antiséptico de menor peso y edad, un potencial sesgo que podría requerir mayor uso de antibiótico, de permanencia en UCI y de costos en este grupo, aunque no presentan diferencia significativa en el puntaje RACHS, que mide la gravedad según el tipo de cardiopatía y de cirugía realizada, así como tampoco existe diferencia significativa en el tiempo de clampeo, lo que disminuiría el potencial sesgo dado por la diferencia de peso y edad entre ambos grupos. Cuarto, no tenemos datos precisos del costo de una IAC para el hospital; además, se estima que el costo final de una IAC puede estar afectado por el tipo de germen que la produce, debido a los distintos costos de antibiótico y la duración del tratamiento. Quinto y último, con el empleo de CVC-A existe la posibilidad de generar mayor resistencia en los 139 140 Archivos de Pediatría del Uruguay 2012: 83 (1) Archivos de Pediatría del Uruguay 2012: 83 (1) microorganismos, pero hasta el momento no se la ha comunicado in vivo.No analizamos rutinariamente la sensibilidad de los gérmenes colonizadores a la clorhexidina ni a la sulfadiazina de plata, pero se observó una leve mayor incidencia de colonización por hongos en los CVC-A. Existen otras alternativas propuestas para reducir la incidencia de colonización de catéteres y, por ende, de la BAC, menos costosas y que probablemente tengan mayor repercusión en nuestromedio. Se destacan: la elección del sitio de colocación del catéter (ejemplo: vena subclavia), la educación del personal en el uso de técnicas estériles, tanto en la colocación del catéter como en la curación y en el manejo de las llaves de tres vías, así como la curación con clorhexidina en vez de yodo-povidona, en elmarco institucional de programas de educación y capacitación del personal para la prevención de esta complicación. • Conclusión El análisis de costo-eficacia realizado en nuestra población no avala el uso rutinario de los CVC-A comparado con los CVC-C, ya que no se observó reducción en la incidencia de colonización, infección local y/o BAC, ni tampoco reducción de costos. • Agradecimientos Al personal de enfermería de UCI 35 por su tolerancia y dedicación, y a la Dra. Susana Rodríguez por la revisión crítica del manuscrito. • Referencias bibliográficas 1988; 85: 307-14. 5. Veenstra DL, Saint S, Sullivan SD. 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Correo electrónico: [email protected] Los trabajos del Cono Sur, por tratarse de artículos ya publicados en revistas regionales, son editados en Archivos de Pediatría del Uruguay tal como fueron publicados en su versión original, excepto las palabras clave que son adaptadas a los descriptores del Mesh. Las referencias bibliográficas se presentan como en la versión original, siendo responsable de su presentación el Comité Editorial del país correspondiente. 143 144 Archivos de Pediatría del Uruguay 2012: 83 (1) Archivos de Pediatría del Uruguay 2012: 83 (1) 145 146 Archivos de Pediatría del Uruguay 2012: 83 (1) Archivos de Pediatría del Uruguay 2012: 83 (1) 147 148 Archivos de Pediatría del Uruguay 2012: 83 (1) Archivos de Pediatría del Uruguay 2012: 83 (1) 149 150 Archivos de Pediatría del Uruguay 2012: 83 (1)