El Parrissal de Beseit + Els Estrets d`Arnes + La
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El Parrissal de Beseit + Els Estrets d`Arnes + La
El Parrissal de Beseit + Els Estrets d'Arnes + La Fontcalda Esta vez hemos ido a conocer otro trocito más del sur de Catalunya, y otra vez la provincia de Tarragona nos ha vuelto a sorprender gratamente, el Parque Natural de Els Ports es una zona fantástica para explorar. El jueves cargamos la furgo y salimos de Barcelona dirección sur; lo peor de este trayecto es que tenemos que cruzarnos toda la ciudad condal que siempre es un drama y el maldito peaje... a la altura de Ginestar el bebe ya estaba harto y paramos a dormir. Es un pueblo pequeño curiosamente con una importante población de origen anglosajón. Sólo tuvimos tiempo de hacer una vueltecita, la cena y a dormir. Al día siguiente buscamos el horno del pueblo para comprar el pan para el desayuno y seguimos en ruta dirección Beceite. Ya en Aragón, una vez se llega al pueblo de Beceite, hay que seguir las indicaciones de El Parrizal por una carreterita estrecha durante unos 6 km hasta llegar a un parking habilitado durante el día (por la noche está prohibido estacionar/pernoctar), en principio es de pago pero sólo en fin de semana, festivos y vacaciones; como era viernes laborable por la mañana, el punto de control estaba cerrado y no tuvimos que abonar los 4 € de turno. Aquí empieza la ruta de unos 12 km de recorrido sorteando el río Matarraña por pasarelas de madera, troncos y piedras y alguna remojada de pies, también, hasta llegar a los Estrechos del Parrizal de unos 60 metros de altura y sólo 1’5 de ancho. Hay restos de las pasarelas que algún día debía haber, pero ahora mismo, sólo se puede ver esta zona que tiene 200 metros de longitud a través del agua helada. Sólo se metió el padre de la criatura que berreaba viendo cómo se alejaba y lo perdía de vista entre las rocas… Teniendo en cuenta que es una ruta de pago pienso que el mantenimiento y las indicaciones podrían ser mejores, aun y así, es una excursión muy bonita. Para disfrutar del agua llena de peces en un entorno privilegiado de montañas de rocas de formas caprichosas rodeadas de buitres. Al ser una ruta bastante conocida, decidimos hacerla en viernes laborable para ahorrarnos la procesión de gente que hay en días festivos y que para nosotros le hace perder el encanto a este tipo de espacios. El desnivel es inapreciable, pero la longitud y los 14 kilos del bebe en la espalda me dejaron ko. Por la tarde condujimos la furgo hasta Arnes, otra vez en Catalunya, hicimos un paseo por el pueblo y aparcamos en el área Recreativa de La Fuente del Cigró que hay junto a la ermita de Sta. Madrona. Es un espacio típico de picnic, con barbacoas, lavabos, mesas y columpios junto al río. Pero lo mejor son los cerezos que para esta época estaban repletos de cerezas buenísimas… lástima que aún no era tiempo de higos porque también había muchísimas… Después de disfrutar de una puesta de sol preciosa, hicimos la cena y a descansar. Al día siguiente nos dimos cuenta de que no estábamos sólo, durante la noche llegó otra T3 a pernoctar. Por la mañana fuimos con la furgo por una carreterita estrecha hasta el parking habilitado para conocer la zona de los Estrechos de Arnes y el Toll Blau, donde sólo había 1 coche. Es un sendero sencillo a pesar de que con bastantes piedras para los pies del bebé. Pudimos observar algunos animalitos, cabras salvajes haciendo equilibrio en las paredes de roca donde también había gente escalando, serpientes, ratas de agua… En un rincón suficientemente llano e íntimo, hicimos una larga parada para disfrutar del agua: nos bañamos (unos más que otros, al peque no lo acaba de convencer esto del agua y a Lüa cada vez le gusta más, es una gran nadadora jijij) Y cuando ya empezaba a apretar el calor, hicimos el camino de vuelta; ahora sí que nos cruzamos algunas personas aunque nada agobiante. Cabe decir, que nosotros siempre vamos muy temprano a los sitios, claro, nos levantamos temprano y después de desayunar ya lo tenemos todo hecho en la furgo, no te puedes entretener mucho en 2 metros cuadrados, en casa o en un hotel, los tiempos se alargan mucho más. Sólo le veo cosas buenas hace menos calor, no hay nadie, comemos en horario infantil… que más se puede pedir? Aprovechando la siesta del bebé llegamos hasta la antigua estación de tren de Prat de Comte, el destino era La Fontcalda, pero el acceso por carretera es difícil para un vehículo como el nuestro, así que hemos optado para llegar a través de la famosa vía verde de las Tierras del Ebro. Aparcamos la furgo donde acaba la carretera, también hay mesas y columpios y andando unos 900 metros se llega a La Fontcalda a través de 2 túneles de los más de 40 que tiene la vía verde. A estas horas de la tarde todavía había gente, hicimos el recorrido por el desfiladero y volvimos atrás para regresar al día siguiente por la mañana a saborear plenamente la naturaleza en solitario. Desgraciadamente hay gente que pasa con los vehículos a motor por la vía verde reservada para bicis y peatones, pero bueno, siempre hay gente que quiere llegar en coche hasta el punto de interés sin tener que andar ni medio minuto… Después de almorzar, volvimos hacia La Fontcalda, era un antiguo balneario donde hay una fuente de agua minero-medicinal que sale a 38º del río Canaletes y ahora sí pudimos disfrutar de toda la zona para nosotros solos. Buscamos un rinconcito y nos instalamos para poder deleitarnos con el agua, Lüa disfrutó como nadie, nos bañamos, chapoteamos, nos divertimos y cuando el sol ya empezaba a picar y la gente a llegar, volvimos hacia la furgo a preparar la comida y una vez más, aprovechando la siesta del bebe, emprendimos el camino de vuelta a casa, que sorprendentemente pudimos hacer de un tirón, 3 horitas largas conduciendo, todo un récord para nuestro bebe!