leo y conejito construyen una casa

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leo y conejito construyen una casa
LEO Y CONEJITO
CONSTRUYEN UNA CASA
LEO Y CONEJITO
CONSTRUYEN UNA CASA
Ni bien terminaron el desayuno,
Conejito llevó a Leo a un costado. "¡Debemos hablar!" dijo Conejito, con cara de
serio. "¡Las cosas no pueden seguir así!"
"¿Así cómo?", Leo
estaba sorprendido.
"Tú tienes tu propia
habitación", dijo Conejito. "Mia
también tiene la suya. Pero los
conejitos también necesitamos nuestra
propia habitación.” "¡Es lógico!" pensó
Leo. "¿Qué te parece si construimos una
casa para ti?", preguntó Leo. "¡Gran idea!"
dijo Conejito. "Ya lo había pensado, por
supuesto". "Seguro" afirmó Leo. "Los
conejos piensan en todo, ¿no?"
"No hace falta ni decirlo",
dijo Conejito.
Entre los dos juntaron todo lo
que necesitaban para construir la
casa de Conejito: un cartón grande,
lápices de colores y tijeras.
Con las tijeras cortaron
ventanas y una puerta en el
cartón. Y un gran agujero
para que Conejito pudiera
subir al techo.
Después pintaron la casa: cada
lado de un color diferente, dibujando
flores y pasto. En la parte de arriba
del cartón Leo colocó una pequeña
almohada para que Conejito pudiese
recostarse a tomar sol. Dentro de la casa
Leo puso una almohada aún más grande
para que Conejito la use como cama
porque, por supuesto, Conejito quería
dormir en su propia cama.
Luego de la cena, y después de
lavarse los dientes, Leo recibió un
poquito de crema mágica en la punta
de su nariz. Conejito también, por
supuesto. Después Leo fue a la cama y
Conejito saltó a su casa. "¡Esto es genial!",
dijo Conejito, ni bien se sintió cómodo,
"¡Una cama sólo para mí!" "Tienes
razón", bostezó Leo.
Conejito pensó lo cómodo que era
dormir solo. Sin embargo, sintió que algo
le faltaba. ¡Y mucho! “Hay mucho más
lugar que lo habitual”, dijo Conejito, en voz
baja. "Es verdad" respondió Leo, mientras
se estiraba ya muy cansado.
"Por supuesto" agregó pensativo
Conejito. "Si estuviese contigo
quizás podríamos jugar un poquito
más”. "Sí, o sólo dormir" respondió
Leo. "La cama podría ser un cohete y
estaríamos ahora en un viaje a la luna",
sugirió Conejito. “Estás arrepentido
ahora que no estoy en la cama contigo,
¿no?”. Leo no respondió.
“La cama podría ser un auto de
carrera - ¡y nosotros estaríamos
ganando!”, dijo Conejito impaciente.
"Prefiero la nave espacial - o un barco,
y podríamos estar descubriendo nuevos
continentes", dijo Leo. "Sí, ¡somos
exploradores!" Conejito se sintió
aliviado y al segundo subió a la cama
de Leo.
"Y ahora, partimos a alta mar…", susurró
Conejito antes de dormirse. Leo sonrió y
tomó a Conejito en sus brazos.
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®
LEO Y CONEJITO
CONSTRUYEN UNA CASA
Escrito por Udo Weigelt
Ilustrado por Joëlle Tourlonias
© 2015 Beiersdorf AG, 20245 Hamburgo, Alemania
NIVEA® y el logo de NIVEA® son marcas registradas
de Beiersdorf AG.

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