DETOX - Semana 4

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DETOX - Semana 4
DETOX
SEMANA 4: JESÚS ME AMA Y LO SÉ.
“Pues ustedes pasan por alto la ley de Dios y la reemplazan con su
propia tradición.” Marcos 7:8
Esto es lo que les dijo Jesús a los religiosos, hombres más preocupados
por su reputación y poder, que por el plan de Dios para sus vidas. Es lo
que Jesús les diría hoy en día a los religiosos que están más preocupados en las tradiciones cristianas que por Cristo.
Ellos son los llamados “legalistas”, y deberían mirarse a sí mismos en
lugar de estar viendo al resto. Dicen que las tradiciones están diseñadas para mantener la fe viva frente a la muerte (los santos y
Apóstoles). Lo que hace el legalismo, sin embargo, es tomar esas tradiciones y matar la fe de aquellos que viven.
Tendría mucho que decir respecto a lo que el legalismo ha hecho: dividido las iglesias y alejado personas de Jesús. Puedes comprobarlo
preguntando a personas no cristianas acerca de por qué no aceptan el
cristianismo. La mayoría de veces sus respuestas tendrán que ver con
cómo fueron tratados por otros cristianos, o la manera en que estos
viven su fe.
En pocas palabras: eres salvado por gracia y eres santificado por
gracia. Punto final. La idea de agradar a Dios por obras es una mentira
diseñada para que los creyentes crean que pueden ganar la aprobación de Dios y es el mismo viejo juego de orgullo en el cual tú y yo
podemos caer.
Quizá es momento de comenzar a leer la Biblia:
Estamos todos infectados por el pecado y somos impuros. Cuando
mostramos nuestros actos de justicia, no son más que trapos sucios.
Como las hojas del otoño, nos marchitamos y caemos, y nuestros pecados nos arrasan como el viento. Isaías 64:6
Yo no tomo la gracia de Dios como algo sin sentido. Pues, si cumplir la
ley pudiera hacernos justos ante Dios, entonces no habría sido necesario que Cristo muriera. Gálatas 2:21
Sin embargo, los que dependen de la ley para hacerse justos ante Dios
están bajo la maldición de Dios, porque las Escrituras dicen: «Maldito
es todo el que no cumple ni obedece cada uno de los mandatos que
están escritos en el libro de la ley de Dios. Gálatas 3:1O
Sé a lo que le temen los legalistas: “Si las personas no tienen una lista
de reglas, podrían ir y hacer lo que quieran.” Y… están en lo correcto. Así
es como los fariseos mantenían a sus seguidores. Pero es así como se
han perdido de lo que realmente trata la gracia. Si alguien me da un
millón de dólares, ¿acaso voltearía y le daría una cachetada? ¡De
ninguna manera! Dios nos ha dado algo infinitamente superior a un
millón de dólares, y obviamente querré vivir por él...La parte triste es
que el legalismo se ha perdido de la verdad más grandiosa en el
universo: “Jesús me ama y lo sé.”
¿Qué “lista” tienes y crees que debes cumplir para lograr que Dios te
siga amando? ¿Es alguna tradición? (En una hoja, haz una lista de
todas esas cosas que crees que necesitas para agradar a Dios).
Esta semana intenta ir borrando esta “lista” y haz una nueva lista con
las verdades que Dios dice, como:
Si Dios está con nosotros, ¿quién contra nosotros? Dios no escatimó
ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros. Acaso quien
nos dio a Cristo, ¿no nos dará todo lo demás?
¿Quién se atreve a acusar a quienes Dios ha escogido como suyos?
¿Dios lo haría? ¡No! Él es quien nos ha dado el derecho de estar a su
lado. Entonces, ¿quién nos condenará?
¿Lo haría Jesús? No, porque Él es quien murió por nosotros y resucitó
por nosotros, y está sentado en un lugar de honor en lo más alto junto
a Dios.
¿Puede algo separarnos del amor de Cristo?
¿Quiere decir que ya no nos ama si estamos en problemas, somos
perseguidos, o si tenemos hambre, frío, o estamos en peligro? (Incluso
las Escrituras dicen: “Pero por tu causa, nos matan cada día; nos tratan
como a ovejas en el matadero.” No, a pesar de todas estas cosas,
nuestra victoria es abrumadora por medio de Cristo, quien nos amó y
nos sigue amando cada día de nuestras vidas.
“Y estoy convencido de que nada podrá jamás separarnos del amor de
Dios. Ni la muerte ni la vida, ni ángeles ni demonios, ni nuestros
temores de hoy ni nuestras preocupaciones de mañana. Ni siquiera los
poderes del infierno pueden separarnos del amor de Dios. Ningún
poder en las alturas ni en las profundidades, de hecho, nada en toda
la creación podrá jamás separarnos del amor de Dios, que está revelado en Cristo Jesús nuestro Señor.” Romanos 8:38-39

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