f\FUNTf\CIONES SOBRE MITOLOCIf\ CHIBCHf

Transcripción

f\FUNTf\CIONES SOBRE MITOLOCIf\ CHIBCHf
f\FUNTf\CIONES
SOBRE
El e:,;tuclio de las antiguas religione con sus
mitos, da idea bastante clara del grado de adelanto intelectual de los pueblos que las idearon
o que, teniéndolas por ciertas, las veneraron.
E.n las agrupaciones humanas donde ya había
un sentido claro de las maravillas de la vida
y de los fenómenos meteorológico , las religiones y sus mitos son más nobles y elevado porque nacen de la tendencia natural del entendimiento a buscar y conocer las causas; tendencia que constituye el distintivo del hombre con
relación a los demás seres animales, que lo caracteriza y lo distingue, que lo pone en grado
de superioridad verdaderamente notable y del
cual no participa ninguno de los otro entes
animados que e.xisten sobre la tierra.
Lo - salvajes enteramente primitivos no tienen idea de la divinidad y por consiguiente
no pueden ser idólatras, como no lo son 10s animales mejor dotados de cualidades anímicas'
la adoración relativa a ídolos que hoy consideramo como seres inferiores al hombre, revela
ya una vaga sospecha de una causa superior,
pero en esa forma es tan mezquina y burda que
apenas separa al ser humano del bruto.
Las gradaciones para apreciar el desarrollo
intelectual de los pueblos primitivos están marcadas por la clase de divinidades a que dieron
culto, y de ahí la importancia del estudio de las
mitologías. Se pueden dividir, para este objeto, en tres categorías que corresponden a otros
tantos períodos de adelanto intelectual:
1" Aquella en que los ídolos son directamente las divinidades;
2~ Aquella en que los ídolos son reconocidos
como las manife tacione o los símbolos de lo
poderes misteriosos de la naturaleza;
3'! Aquella en que la veneración se dirige a
seres ficticios, representados o no materialmente; entes reconocidos como las diversas manifestaciones del demiurgo, lo que implica atribuir a un ser superior los poderes de la natu-
MITOLOCIf\
CHIBCHf\
raleza más o menos directamente ligados a su
propia idiosincra ia. La evolución hacia este
período está reconocida por los mitólogos en el
ente casi universal que e ha llamado la MADRE DE LOS DIOSES.
E l culto de los muertos puede aparecer en
cualquiera de las etapas anteriore ; pero es lógico uponer que comenzará a manifestarsl'
más preponderantemente durante el segundo.
y que podrá tener manifestaciones independientes de la idolatría y luégo mezclarse con ella.
Después siguen los períodos en que el espíritu se va emancipando de la idolatría . pero
é tos no corre pon den a nuestro estudio.
Las manife tacione de la idolatría, que van
clasificadas arriba, pueden coexistir, porque el
adelanto intelectual no cobija simultáneamente a todas la' capas sociales' a este re pecto ~
observa que los sacerdotes y muchas veces los
dirigentes son los que primero ascienden en
categoría intelectual, lo cual es enteramente
natural por la cla e de estudios a que se redican y entregan.
Hecho el anterior proemio, haremos una )" seña de la mitología chibcha y algunas observacione que nos ha sugerido, dejando al lector
el cuidado de cla ifiear el grado de intelectualidad del pueblo que le dio culto.
Panteón chibcha. El conjunto de diose chibchas es uno de los má sencillos y lógicos de los
antiguos grupos de habitantes de América;
está constituído así:
Chiminingagua es el dios superior; no tenía
representación material ninguna; de él procedía todo lo creado. El principal concepto sobre
su divinidad procedía de que era tenido por el
principio mismo de la luz; la difundió por todos
los ámbitos valiéndose de unas aves negras procedentes de su misma 'ustancia y antes de haber existido el sol y la luna. Por esto se ve la
elevada idea que los chibchas tenían de la naturaleza de la luz. egún los cronistas, a Chi-
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miningagua no e le atribuía forma ninguna
y lo consideraban como una cosa que los indios
no podía n describir.
Chibchacun o Chibchacum personificaba las
fuerzas de la naturaleza; manejaba 'las lluvias,
hacía salir de madre los ríos y producía los
temblores de tierra. Aunque se decía que estaba condenado a sostener en sus hombros la tierra, no tengo noticia de que se haya encontratJo alguna representación de él.
Bachú e era la diosa que representaba el principio germinador de la naturaleza; fue la maere del género humano. Presidía el crecimiento
de la. plantas y en especial el de la sementel'as y legumbres . Simboliza el principio germinador femenino. Se le representaba, como veremos adelante, en la forma en que 10 pueblos antiguo del "iejo continente repre entaban el mismo principio.
Sua era el sol y en él veneraban a la criatura
más sorprendente del Ser Supremo; no era la
luz, porque la luz residía en Chiminingagua.
Sugunsua era el esposo de Bachúe y a quien
ella crió sin ser su madre. Simboliza el principio germinador masculino.
Bochica fue el dios civilizador, el que enseñó
las artes y la moral; simboliza, pues, el principio que determina la inte1igencia humana.
Tampoco parece que haya tenido representación material.
Chía es la dio. a que pre ide la noche; por 108
hechos que le atribuyeron simboliza el principio que produce la:- pasiones de la humanidad,
lo apetitos y los deseos. El castigo que le impuso Bochica de trasformarla en lechuza y finalmente en la luna es tan simbólico como la
más afortunada de las leyendas griegas . Algunos autores la tienen por esposa de Bochica.
Chaquen cuidaba los términos, las etapas de
las carreras religio as y presidia lo regocijos.
Simbolizaba, pues, el principio que inspira la
alegría y el contento.
Nencatacoa encarnó el poder que infunde la
embriaguez y el que trasforma las cosas con
otra apariencias. Presidía por eso las borracheras y protegía a los tejedores y estampadores de tela. . Solía manifestarse a veces en
forma de zorra y por e o se le apellidaba también Fo.
Cuahaioque era, como su nombre lo indica,
el :símbolo o el signo de la muerte; infundía
pa '"o]', como es natural suponerlo. Los cronistaR
tradujeron este nombre por la palabra demonio
y dicen que los indios 10 ! epresentaban con formas y aspecto horribies.
Cuchayira e]'a el arco-iris y se le tenía como
mediador entre los dio es y lo hombres. La:,;
mujeres lo invocaban en sus trances.
Fomagata o Tomagata era el espíritu del
fuego. Según algunos autores, no era un dios,
sino un brujo que fue mortal.
Sua tiva era el dios que determinaba 10R infortunios y las desgracias; encarnaba el espíritu del mal. Pero parece que su culto no era
muy extendido.
Loí' chibchas re\'erenciaban los lugares excelentes que presentaba la naturaleza, como la.
lagunas, los montes, los picachos prominente';
pero no los re,"erenciaban directamente como
a diose sino como a manifestaciones de la sublimidad del Creador.
Los rito eran numerosos, y muchos de ellos
sanguinarios y crueles, otros inadecuados a la
idea de sobrehumanidad de . sus dioses; pero
hay que tener en cuenta que no han sido de
otro modo los primiti\'os ritos en todas las na ciones porque sus caracteres perduran a pesar
de la evolución del entendimiento.
Los chibchas "creían que las almas son inmortales. y que en la muerte se separan de los
cuerpos y bajan al centro de la tierra por unos
caminos y barrancas de tierra amarilla y negra. pasando primero un gran río en unas barcas de te:a de araña ... " Tanto los malos como
lo bueno:,; "bajaban a'1 centro de la tierra, pero
"mientras los unos gozaban de gran descanso y
placer", a los otros les infligían castigos, azotes,
dice don Vicente Re trepo, de quien son la, frases trascritas.
Haremos ahora un glosario sobre algunas de
las deidade de que se ha hecho mención.
BACHUE. Lo que más impresiona al género
humano es la muerte; es un fenómeno de tanta
trascendencia, e implica un cambio tan profundo, que conduce a pen al' naturalmente en dos
cosas trascendentales; en la continuación de la
vida bajo otra forma y en un poder invisible y
ob]'enatural capaz de regir esos cambios o de
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~Ul'ltelltal' e.sa:,; cifel'ente~ formas. Surge, naturalmente, por contraposición, la consideración
del principio que da la vida, tanto animal como
\'egebl. A tal principio. que en la imaginación
toma el carácter de la individualidad de un dios .
hay que venerarlo; para manifestar esta veneración hubo de bu~car::;e un símbolo, y naturalmente la atención ::;e fijó en la madre, en 'la
mujer, en el prodigio de la leche. Esta consideración se conformó, y entre lo~ caldeos dio forma a Na na, la diosa de su principal acatamiento y que entre otros pueblos se llamó Astal'té.
"En las capas más profundas de las ruinas
caldeas y stlsiana. , ha:,;ta la que contiene ']os vasos pintados de la industria eneolítica. ,e encuentran toocas figuras de esta diosa (fig. 1)
incluso su emblema (fig. 2) : imagen que más
adelante, en los tiempos históricos. aparecerá
abundantemente en forma de exvoto de arcilla (fig. 3) . Ahora bien, esta imagen. que simboliza la fertilidad, la hallamos en Egipto
(fig. 4), ya real, ya simbolizada (fig. 5), según gusto egipcio, pues en Caldea no aparece
iamá:,; en esta forma. Después de ' aparece del
\'alle del Nilo, a partir del establecimiento de
la CÍviliz:ación faraónica; pero no es el Egipto
el único país adonc1e ha llegado procedente de
~1esopotamia: la encontramos en Hü\sarlik, en
la1'\ ruinas de la segnnda ciudad (fig. 7), en Cilicia, en Ac1alia (fig. 9), en ]af'\ isla~ griegas,
Chipre (figs. 6, 10, 11, 12), acompañando la
industria neolítica. y hasta en la cuenca del Danubio, en Cli<;evac, cerca de Belgrado (fig. 13).
Todo el oriente y alguno:::; países europeos han
yen erado la diosa madre, dispen:,;adora de la
fertilidad de los CámpOf'\, de los anima'les y los
hombref'\." (Jaime de Morgan).
Pero el caso digno de atención y que motiva
estas líneas, es que entre los antiguos chibchas se encuentra esta misma representación
de la diosa, ya en oro, ya en arcilla, ya en las
pictografías, y corresponde a la representación
de la diosa Bachúe, cuyo nombre ignifica pechos prominentes; pues bta significa levantados
o enhiestos, y ch ue pechos, segím la "Gramática, \'ocabulario y confe~:;ionario de la lengua
chibcha", por E. Uricoechea. La figura 14 representa dos terracotas qu conservarnos Y que
fueron hallada en antiguas sepulturas de Sibaté. Entre los tunjos (idolillo: de oro) se ha
encontrado también esta mi ' ma representación;
el lector aficionado podrá yer ejemplos en la
obra de don Miguel T1'iana "La Ci\'ilización
Chibcha", nágina 144; en el álbum publicado
por don Vicente Restl'epo, página 92, y en la
Enciclopedia Espasa. palabra América, tomo 5,
página 132, figma 9.
En el interesante trabajo titulado "Arte monumental prehistórico", por el profe:,;or doctor
K. Th . Preu '::l. edición de Bogohí, plancha 67,
se \'e otra representación qu e recuerda la Astarté chibcha; esto puede inducir a pensar que
los chibchas procedieron quizá de los agustinianos.
En la reglón del Amazonas, en el Brasil, sobre todo en la isla de Marayó, e han encontrado
ex\'otos de arcilla cocida. de la misma forma
ele los que simbolizaban a Nana o Astarté en el
Antiguo Continente. Se les da e11 el Bra 'il el
nombre de tangas (fig. 15).
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S e ndero"
La diosa chibcha, según la leyenda, surgió de
una laguna lleyanclo de la mano un niño qu e
cuando creció fue su espORO, y fundándonos en
esto, crepmos ver HU representación en las figuras de una pictografía que hay en la ha-
"nr.,.a. cotas
ert.
Sioald
ha llar:i'e:cs
¡:-/y:
/4
tienda de Se\'illa, municipio de El Colegio, y
qu e está reproducida en la página 175 del libro
citado del doctor Tl'iana; figuras que podrá!l
,'erse hacia el ángulo inferior izquierdo.
Todas las leyendas griegas primitiyas hac en
suponer que al desembarco de los primeros heleno' en la isla de Creta, encontraron el culto
(1(, una diosa dominando a los otros, al cual estaba asociada la figura de un dios joven o la
de un niño; de lo cual nació el culto de la Rhea
cretense y el Meter tontheion, y se desarrolló
bajo su influencia en algunos territorios griegos el culto al niño Zeus. (Espasa. Madre de los
<l.,
TUII/COTA
¡¡Mil ZOf{IIS.
Frff
15 TANGAS.
r,.,AI/;/jo)
~/Ó 77rPA'IÓS.
Dioses). Welcker en su Griechische Gotterlchere. también dice que al invadir lo griegos la
isla de Creta encontraron que allí se adoraba
una ivinidad femenina acompañada de su hijo.
En la teogonía chibcha se refiere que cuando
hubo luz r fueron hechas todas las cosas del
mundo por el Ser Creador Chiminingagua, amaneció el primer día :'lobre los cerros y los peñasco ' de Iguaqu€ que aparecieron cubiertos de
niebla; éRtas al descol'rerse dejaron al descubierto un hermoRo lago en cuyo cristal se copiaban las bellezas creada", Entonces de aquel pequeño lago surgió, junto con un niño, una mujer preciosa que al correr de los tiempos fue
designada con el nombre de Bachúe y a quien
sus hijos apellidaron Furachogue, que significa
mujer buena raíz de casta (1).
Bachúe salió de las aguas, lo que tiene un
hondo sentido, pueR es cosa conocida ya de mucha antigüedad que el agua, la humedad, e' elemeuto indispensable a la germinación.
Ya hemos \Tisto que la representación de Bachúe e igual a la que los antiguos habitantes
del \'iejo contienente daban a la diosa que encarnaba el mismo principio y que se llamó Nana
entre los caldeos. Nana se fue trasformando entre los arcaicos pueblos y tomó distintos caracteres, entre otros el de haber sido esposa de
un joven que ella crió con esmero. Estudiando
la s diferente formas que tomó el mito referente a estas di\-iniclades orientales. resulta que
el de los chibchas relativo a Bachúe y Sugun.'ua. e::: más noble y está concebido con mayor
eleyación de sentimientos.
Cabe preg-untar: ¿ Bachúe es la misma Nana
() A ' tarté:
CHIl\UNINGAGUA.-Este dios entre los
chibchas representa al Hacedor Supremo; Uricoechea traduce su nombre por El Creador. Chimy. significa pulpa , carne, sustancia de que está
hecha una cosa que tiene \-ida; la n se agrega
al impuesto cuando éste termina en vocal y da
comienzo a la frase; nga da la idea de ser o
existir en lo futuro, y guat quiere decir elevado. supremo; de modo que el nombre de este
dios podría traducirse por suprema su tanda
perdurable.
Algunos autoreB opinan que Chiminil1gagua
no debe "el' el dios supremo porque gagua. dicen, . ignifica hijo; pero en chibcha, hijo se
traduce por chuta; primogénito es chyty (la y
se pronuncia entre e e i) : guasgua. no gagua.
(1) Fura, fucha o tuza, significa mujer; cho, buena;
glie, es casta, tronco, ra1z.
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significa mancebo y también niño, egún el su tantivo que acompañe.
Hay una curiosidad que conviene anotar:
gua quiere decir pez, y entonces el nombre del
dios podría significar pez de s ustancia perdurable; ahora bien. entre los primitivos sirios, Dagon era el dios-pez, que personificaba
el principio masculino de la generación; así
como Atergatis, que es la misma Nana caldea y
que después fue la Astarté de los fenicios, l'ellre 'entaba el principio femenino.
Si Re admite que haya alguna alteración en
la pronunciación ele la penúltima sílaba del
nombre del creador chibcha, y sabiendo que en
la mayoría de los casos la eh de los aborígenes
de Cundinamarca tenía un sonido más suave
que en castellano, algo así como la ch francesa.
podría sospecharse que la forma original del
nombre del di0~, ]Judo haber sido Chiminingchaguat, cuya traducción es sustancia y genitiYO
supremos. (Chimin= sustancia; ing= y:
cha= generador; guat= alto, supremo).
Los cronistas afirman que este ser superior
no tenía imagen o representación material ninguna; pero hacemos natal' que con re pecto a
la espiral que dibujaban lo. indios en sus pictografías. tenemos un dato importante suministrado por don Jorge Isaacs en su estudio sobre las tribus indígenas del departamento del
Magdalena; estu'dio esmerado. que ha sido criticado con poco fundamento y con meno, justicia. pero que es de suma importancia para la
historia (le esas tribus y más aún para la prehistoria de los indios o~cidentales. Isaacs vivió
con los indios de la~ montañas de la Sierra Nevada y se granjeó su estimación y cariño; allí
' e conservaban ca i intactas las costumbres de
los moradores autóctonos con u antiguos cultos. El autor dice, refiriéndose a lo emblemas
que halló pintados en recónditos adorat~rios:
"los sacerdotes indígenas, no obstante la veneración de que son objeto las piedras sagradas
sólo conocen el significado de tres emblemas .. .'
El primero (una espira1) es l;¡:jpresentación de
la divinidad; el segundo (unos toscos círculos
concéntricos). del sol; y el tercero, una interminable e\'oluta, de la eternidad".
Las espirales de las pictografías chibchas
pueden representar también la divinidad y en
especial al dios que nos ocupa.
La espiral se encuentra también en las ideografías de ios primiti\'os estados orientales, y
con respecto a la representación del 01, copiaremos lo que dice Margan: "Pero en Persia, el
culto solar era ciertamente muy anterior a Zoroa,;tro, puesto que en las sepulturas más antiguas hallamos el disco, la es\'ástica y otros
símbolos que hoy día se reconoce que no son
más que una e, tilización de la imag-en solar".
K o ' atrevemos a deducir de todo esto que la
espiral que los chibchas emplearon en muchas
de sus obras, también daba idea del Hacedor
Supremo : por eso es de fmponer que la espiral
con que se figuran las orejas de algunos tunjos,
no indican la riqueza del 'upuesto magnate representado por ellos, como dice el señor Restrepo Tirado en su laborioso estudio sobre la~
antiguas tribus colombianas: no hay razón
plau, ible para esta suposición. En cambio i se
le da a la espiral el significado de idea de la
divinidad, sí se entrevé la razón de su empleo:
así, en la pictografía de que se hizo mención antes, al hablar de la representación de Bachúe
y su compañero niño, el infante está sostenica por una e piral (teograma) y lo ojos y lo;,;
pechos de Bachúe están figurados por sendas
espirales.
Podríamo" pues, deducir que el símbolo de
C"himiningagua es la e piral aislada y que lo
que con ella Re repre enta debe tenerse como
un atributo divino; por con~iguiente, Bachúe
y Sugunsua están representados como provenientes del dios , upl'emo y dotados de diYinidad.
BOCHICA y CHIA.-La mayoría de los cronistas tienen a Bochica por la deificación del
civilizador que, viniendo de oriente, estuvo entre
lo chibcha enseñándoles las artes y la moral.
Algunos e critores dicen que hubo varios nombres con los que fue conocida esta personalidad;
tale:; son: Chimisapagua, Nemterequeteba o
Nemqueteba; Xue; otros autore suponen que
estos nombres corresponden a otros tanto civilizadore '. El padre Simón dice que en Iraca se
conocía a Bochica con tres nombres: Sugumonxe, Sugunsua y Sadigua; pero don Vicente Restrepo apunta muy tinosamente que estos distintivos cuadran más bien a Idacansás, perso-
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naje que se constitnyó en suce or de Bochica.
aunque hay autores que confunden las do
persona de Bochica e Idacansás y toman este
último nombre como otro de 10 que se daban
al civilizador. El señor Vicente Restrepo demuestra concluyentemente que son dos individualidades diferentes, y se ,'ale para ello de los
eRcl'itos de Ca tellanos, quien fue el primero
que escribió la leyenda de Idacansá .
Bochica también se ha escrito Bóchica y Bozica.
Chía, Huitaca o Jubchasguaya, son tres nombres de una mujer de gran belleza que vino despué.. de Bochica, enseñando todo lo contrario
del maestro en cuanto a vida moral, y con respecto a ella también cabría la duda de si son
tres mujeres o una sola.
No satisface bien al entendimiento que un
solo per onaje, tan popular, fuera conocido con
nombres tan diferentes en regiones cercanas;
es cierto que eran muchos los dialectos que ~e
hablaban en el territorio chibcha, pero lo historiadores hacen notar que esos idiomas eran
todo muy semejantes entre sí, y tanto, que el
que .. abía una lengua de ésta podía sin mayor
dificultad entender las otras; podría admitirse
que fueran nombres de una misma procedencia
si tuvieran alguna semejanza mutua, por leve
que fuera, porque alguna raíz debe conservarse,
como se nota en Juan, Joan, Iván, o en lago,
Yago, Tiago, Diago, Diego, Yaco, Yacomo, Yacobo, J acobo.
Si la consideración anterior es aceptable, se
puede optar por la tesis de los historiadores
que opinan ser diferente las personas que corresponden a cada uno de los nombres apuntados para el civilizador, y que esas personas debieron pre entarse toda por la misma época; si
esta hipótesis es aceptable, tendremos que con\'enir en que hubo un grupo inmigrante de gentes que enseñaron las arte, 'las virtudes y los
dcios de una sociedad más avanzada que la
chibcha.
Estudiemos el camino má probable que debió seguir tal inmigración: el grupo entró por
el sur del territorio chibcha, por el lado de Sumapaz, egún escribieron los cronistas, y por
donde había un camino de los indios que conducía a los llanos orientales hacia la región del
Meta. Este río es navegable en toda 'u exten-
sión hapta dar con el Orinoco, y desde la desembocadura del Meta, el río Orinoco es navegable
hasta el mal': no lo es hacia arriba en dirección a sus fuentes, porque se interponen los raudales de Tabajé. Anaveni, Atures, lVIaipures y
otros más.
En estoE' trayectos na\'egableR del Orinoco y
el :;\lleta las embarcaciones suben impulsada~
por los dentos alisios, y aun hoy este modo de
na\"egar es común en tales regione cuando se
"a en contra de la corriente.
Por la época en que hay que suponer la inmigración, no había en todo el territorio americano sociedades capaces de dar civilizadores
ele la categoría de los que nos ocupan; es, pues,
lógico suponer que los inmigrantes llegaran a
la desembocadura del Orinoco, habiendo cruzado los mares. Ahora bien, el camino más .fácil para atravesar el océano en aquellos tiempos, dado 1m; medios de navegación propios de
la época, eR la ruta natural de la corriente marina que coincide con la de los vientos alisios y
que, procediendo de regiones no lejanas de las
costas de Portugal, va a dar a la América del
Sur en las cercanías del Orinoco y de las Antillas Menores.
La mencionada corriente marina, que se ini- .
cia en el océano hacia el occidente de Portugal. toma hacia el sur en dirección de las islas
Canarias y recibe el nombre de Corriente de la '
Canarias, ya hacia las costas de Africa, donde
se une a la corriente ecuatorial del norte; ésta
llega a las costas de la América de'l Sur, precisamente hacia la de embocadura del Orinoco,
en la región de las Guayanas; de allí toma hacia el norte, JI al encontrarse con las Antillas
se divide en dos: una sigue próximamente lo:,;
contornos del continente, entra a'l Golfo de Méjico y lo circuye hasta el canal de Florida, donde se une a la segunda rama de la corriente que
va por el norte de la Antillas, y juntas vuelven hacia Europa a dar sobre las costa de Francia y del sur de Inglaterra' corriente que es conocida con el nombl'e de Corriente del Golfo.
Los viento alisios del hemisferio boreal soplan desde la altura de las costas de Portugal
en dirección casi meridional al principio y luégo
tuercen al oeste hacia las CORta. de América;
sobre el territorio americano, en la región de
las Guayanas, oplan hacia el oeste también y
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siguen poco más o menos la dirección del Orinoco y luégo la del ::\ieta, hasta dar con la serranía de los Andes, determinando 10R vientos que
se hacen sentir en Cundinamarca en los meses
de julio y agosto.
Como Re comprende por lo dicho, las corrientes marina y aérea que se han descrito, 1'-e
superponen sobre el océano y van poco más o
menOR en el mismo sentido; de donde se colige
que barcos antiguoR, provenientes de las costas
occidentales de la península ibérica, que no fueran obligados a seguir un rumbo definido, tomarían naturalmente la vía que habría de lle\"Cu'los a las costas de las Guayanas.
Tenemos. pues, definida una vía en que
las fuerzas de la naturaleza pudieron haber impelido navíos desde Portugal hasta el Meta en
región no distante de la cordillera oriental de
los Andes.
El célebre geógrafo alemán ::YIartín Behaim,
que estuvo al servicio de Portugal y que construyó la primera esfera terrestre con la representación del mundo conocido hacia 1492, dice
lo siguiente: "Según se cuenta, el año 734. después del nacimiento de Cristo, cuando toda España re, uItó conquistada por los paganos de
Africa, fue poblada la isla Antilia, llamada
Septe Citarle por un arzobispo de Porto (Portugal), acompañado de seis obispos y otros
cristianoR, hombres y mujeres, que escaparon
de España embarcados. En el año 1414 un buque español llegó hasta esta isla". (1).
Los hiRtoriadores conceptúan que las islas de
Brasil, Antilia y Royllo, mencionadas por los
antiguos desde más de un siglo antes del descubrimiento de Colón, deben tenerse como los
nombres de tierras a las que habían llegado ya
los navegantes europeo. De tales nombre. provienen los modernos de Antillas y Brasil.
K ta disquisición nos conduce a la idea de
que el grupo inmigrante de Bochica pudo haber
provenido ~e España o Portugal cuando se efectuó la im'agión musulmana; conviene ver si se
encuentra algún indicio, y creemos tener uno.
como se explica en lo que sigue_
El historiador árabe Abu'Jcasin, citado por
Ining en Pérdida de España, dice que cuando
MClza, ayudado por el ejército africano que ha(1)
n. Benchat, Manual de Arqueología Americana.
bía pedido a su hijo Abdalasis. rindió la ciudad
de Mérida que estaba en los provincias lusitana" hizo llevar a su presencia al general Sacarus que había defendido la plaza con obstinado
\'Í¿-or y le hizo toda clase de halagos para comprometerlo en su ~ervicio; pero Sacarus, que
no logró hallar la muerte en las batallas, como
Tendero el Conde de la ciudad, se negó firmemente a servir a los musulmanes. El heroico
defensor de Mérida no pudo vivir conforme en
su país natal caído en poder de los árabes, y
viendo perdidas las e 'peranzas de libertar a su
patria, reunió a todos los que quiSIeron acompañarle en su deRtierro, y juntos se embarcaron
en busca de algún país en que pudieran vivir en
paz y seguir libremente en el culto de su religión. Nunca se ha sabido a que tierras 'llegaron
esos peregrinos que cruzaron el océano, pero
según vagamente indica la traclición, debe creerse que arribaron a alguna isla desconocida que
se encuentra enmedio del Atlántico. (Obra citada.)
Con los anteriores relatos es imposible no
pensar que estos peregrinos fueran los civilizadores de la América Ecuatorial: la nave o las
naves que utilizaron, debieron dejarse navegar
al acaso, entregándolas a la misericordia divina; las corrientes marinas y aéreas mencionada,:;, las llevaron a las costas americanas cerca
de la cleRembocadura del Orinoco; unos, en su
propia nave o en otra de las que debían usar
los naturales del país, siguieron, al impulso del
viento, remontando el Orinoco y luégo el Meta:
los otros pudieron seguir a merced de la corriente costanera, contorneando el continente
hacia el norte. A este respecto conviene escribir lo siguümte: lo.:; indios de la Sierra Nevada
el Santa Marta, según Isaacs, conservan aún
la tradición de que su civilizador, a quien llaman Peiko (y nótese la semejanza con Pech,
antiguo sacerdote de Yucatál1, de quien se consen'an frases en los libros de Chilan-Balam),
lJeg-ó Dor el mar, cOJ1\'ivió con ellos algún tiempo, les enseñó a cultivar la tierra, a tejer lienzos para sus vestidos. a labrar joyas de piedra
y de oro, y les dio máximas y leyes; corridos
algunos añoi', debía regresar, y bajó a la costa,
donde se embarcó en un navío tripulado por
marinos de su país. Los indio dicen que el bar(;0 era de oro. con remo!'> del mismo metal y que
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S enderos
lo contemplaron alejándose hasta perderse en
el mar azul. El civilizador Votan, llegó también
por. mar a Yucatán y remontó el curso del Lacandón.
En la creencia de la peregrinación esbozada.
..;egún el itinerario de crito, nos afirman los siguientes hechos fuera de los ya consignados anteriormente:
La pictografía de la pied ra pin tada de Pandi,
en la que hemos creído ver representado un
crismón, signo muy usado por los cristianos de
mediados de la edad media, sobre todo en los
sepulcros; y en la parte baja nos parece que
hay una inscripción en la cual puede leerse la
palabra Sacarus, escrita en caracteres antiguos; estO. si en nuestro ánimo no ha influído
el afán de demobtrar la hipótesis de la inmigración hispánica del siglo VIII. El lector podrá
juzgar mejor si commlta 10 que al respecto escribimos en 1921 y qu~ se publicó en "Cromos"
en los números 255 y 258.
Otro hecho que puede aducirse, es la existencia, hacia el sur del territorio chibcha, de
nombres geográficos indígenas que corresponden a nombres españoles. En esto hay que tener gran prudencia y cautela porque muchas
\"eces no será posible saber si tales nombres
los usaban ya los indios cuando llegaron 101'
primeros conquistadores, o si fueron éstos 'los
que dieron esas denominaciones. Pero el caso
es que se pueden hacer las siguientes menciones:
Pasca en Cundinamarca, y en España hay do
lugares con el nombre de Pascais. Muña por los
lados de Sibaté, y l\Iuñas en España. Bosa aquí
y Boza en España. Cota es también un lugar
de Ponte\'edra en Aragón. De los nombres Tena y Chía no hay duda de que sean indígenas
de nue tra tierra, y en España hay lugares de
estos nombres y hasta títulos nobiliarios con
ellos. "En España existen varios lugares llamados Iza"; al re pedo véase lo que dice don
Eduardo Po. ada en "Santafé y Bogotá", número 62.
No es. pues, un ade~esio suponer que Bochica, Chimi. apagua, Nemqueteba, Xue y Sadigua, con laR mujeres Chía, Huitaca y Jubchas.
y quizá algunos má .. , ~on los nombres de otras
tantas perRonas que negaron al territorio chibcha hacia la primera mitad del siglo VIII pro-
cedentes de Iberia, y que por ser muy superiores a los habitantes de la región y por haberles dado muchos conocimientos que debieron
parecerle, sorprendentes, los h L1 bieran civilizado, personificando a IOR hombres en Eochica y
a las mujeres en Chía, mediante un proceso intelectual inconsciente dimanado de las tradiciones que debieron quedar y que se irían trasformando al pasar de una generación a otra.
CHIRCHACUK-E~te nombre aparece también en los escrito::: de los historiadores con las
formas de Chibchacum y Chibchachum. El dios
a que corresponde representaba las fuerzas de
la ,1aturaleza y era el protector de los chibchas;
l.odia l esa tar a voluntad los elementos; por
Yenganza inundó la Sabana haciendo desbordar los ríos Sopó y Tibitó ayudado por Huitaca ;
pero Bochica, atento a las súplicas de su pueblo, de~hizo el mal creando el salto de Tequendama por donde se precipitaron las aguas, y en
ca:::tigo obligó a Chibchacun a cargar la tierra.
Los moyimientos :::ísmicos se producen cuando
el dios pasa de un hombro al otro su pesada
carga.
El doctor Triana apur,ta en su libro "Civilización Chibcha", página 46, que Bryante, en la
obra de qur es autor y que trata sobre mitologías antiguas, dice que los tebanos llamaban
Con al dios de la fuerza, y agrega Triana que
Gomal'a en su Historia de las Indias lo encuentra en tI Perú, como un viajero impalpable e
in\"isible. Este viajero procede del norte. Otros
autore:>. e~cribel1 eun el nombre del dios peruano . pero hay que advertir que en el idioma quechua el sonido de la o no es puro, como en castellano, sino que participa de los de o y ti ; estas
dos vocales en quechua se confunden y aun es
indiferente usar una u otra, y cosa semejante
pa a en el idioma chibcha.
El dio Cun del Perú castigó con la aridez
el suelo de ese paí~, porque sus habitantes prestaron más atención a un nuevo dios venido del
Hur, Pachacamac. Esta leyenda tiene cierta
analogía con la del castigo que Chibchacun (el
Cun chiLcha) infligió a los habitantes de la
Sabana.
En el lenguaje de los chibchas, muisca sig-
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©Biblioteca Nacional de Colombia
Senderos
nifica ser humano, hombre; y chibcha designa
al muisca perteneciente a su nacionalidad: de
modo que Chibchacun significa el Cun del chibcha, algo así como el dios nacional.
Sabido es que la palabra Cundinamarca es
de origen quechua ; fue el nombre con que los
indios del Ecuador designaron a los soldados
ele Belalcázar (o Benalcázar), el país de los
chibchas. En quechua la t tiene un sonido fuerte parecido al de la d; este idioma carece de
la d ca~tellana. La partícula ntin se agrega en
la::; palabras compuestas del quechua para indicar correlación, dependencia; na es partícula
que denota certeza, seguridad; marca o mallca
significa región y entra en la formación de muchos nombreR geográficos; de modo que Cunlltin-na-marca, que se pronunciaría Cundinamarca, significa verdadera patria de Cuno o
bien comarca de donde procede Cun; por tanto
ntinamarca o dinamarca, en quechua, equivale
poco más o menos a la terminación castellana
onia. en palabras como Vasconia, país de los
vascos; l\Iacedonia, región cuyo nombre se deriva elel que llevó el personaje mitológico Macedón.
La YOZ Chibchacún indica, pues, una distinción o una advocación de un dios, entre los chibchas; en el Perú este dios procedía del norte,
como lo indica la tradición y la etimología de la
palabra Cundinamarca; por otra parte, los
~'llÍas peruanos que trajo Belalcázar, 10 condujeron por las cercanías de los parajes de San
AguRtín. De estas consideraciones puede cole.~ir8e que el dios Cun pudo haber procedido de
la antigua nación que prosperó en San Agustín
y Moscopán: que de allí pasó su conocimiento,
tanto a Cundinamarca como a1 Perú, porque es
probable que los antiguos peruanos designaran
con el vocablo Cundinamarca toda la región colombiana que hoy comprende la actual Cundina marca y el Huila. Según la obra recientemente publicada del señor Leonardo Tascón, intitu lada "Quechuismos usados en Colombia",
Uyumbe es un sitio del valle de San Agustín.
y halla que su etimología en quechua equivale
más o menos a peregrinación.
Hay autores que dicen que Chibchacún significa báculo de los chibchas o apoyo; pero según
Uricoechea, bordón o báculo se dice chune. Sin
embargo, apoyo, sustentáculo, se traduce por
quyne, y fuerza por quyn; y recordando que el
' onido de la y es parecido al de la e, tendríamos
que Chibchaquen o Chibchaquene daría un
nombre que etimológicamente estaría muy de
acuerdo con el carácter del dios' pero hasta ahora no hemos "isto escrito el nombre de e ta divinidad en tal forma.
El TOTElVI de lo::; Chibchas. Parece que la
rana fue un símbolo que se usó mucho en el
pueblo chibcha, y quizá esto se debe a que tenían la rana corno su totem. El totem es considerado como el signo de un clan, el distintivo
que usan los de una misma procedencia genealógica. La rana, al parecer totémica, se ve en
las esculturas de San Agustín y se observa
también representada frecuentemente en 'los
objetos indígenas hallados en la isla de Marayó en la boca del Amazonas .
Bogotá, abril de 1935.
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©Biblioteca Nacional de Colombia
DARlO ROZO M .

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