informs - JDC - Archives - American Jewish Joint Distribution
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DOMINICAN REPUBLIC SETTLEMENT ASOCIATION NEW YORK INFORMS DEL PRESIDENTE HONORARIO, SENOR JAMES N. ROSENBERG EDITORA UONTALVO Ciudad Txujillo, B, D. 1 9 4 9 DOMINICAN REPUBLIC SETTLEMENT ASSOCIATION, INC. 165 Broadway New York 6, N. Y. 15 de Diciembre de 1948. I N F O R M E del Presidente Honorario Senor JAMES N. ROSENBERG a los Senores LOUIS CAPLAN, JOSEPH A. ROSEN, LEON FALK Jr., CLARENCE E. PICKETT, MAURICE B. HEXTER, ROBERT PILPEL, JOSEPH C. HYMAN, DAVID STERN, BERNHARD KAHN, NATHAN STRAUS III, LOUIS KENEDY, ROBERT I. WISHNICK Y HON. RAFAEL L. TRUJILLO Miembros de la Junta Directiva de la Dominican Republic Settlement Association, Inc. Senores: Ustedes recordaran que en marzo del ano en curso, con la mayor satisfaccion nuestra, el Dr. Mauricio B. Hexter consintio en sustituir al abajo firmado como Presidente de esta Asociacion. Por consiguiente, es de orden ahora suministrar un sumario de lo que se ha efectuado en los nueve anos transcurridos desde que el Gobierno Dominicano, a instancias del Presidente Trujillo, hospitalariamente abrio sus puertas a los refugiados. Como recordaran tambien, el proyecto de Sosiia tuvo su origen en la Conferencia de Evian (en Francia), convocada por el extinto Presidente Fran klin D. Roosevelt en 1938, y presidida por el Hon. Myron C. Taylor, para considerar la ayuda que se debiera dar a los refugiados de Alemania acosados por los nazis. De las 32 naciones representadas en aquella conferencia, solamente una, la Republica Dominicana, brindo, en aquel momento, asilo irrestricto a dichos refugiados. Entonces el Comite Intergubernamental para Refugiados, con el Muy Ho norable Conde Winterton, de la Gran Bretana co mo Presidente, y Stephanas Van Cortlandt Morris, de los Estados Unidos como Secretario, fue formado. A1 punto, la Refugee Economic Corporation de Nueva York sometio a estudio la factibilidad de la inmigracion a la Republica Dominicana. El cc4ebre.geo^afo, Dr. Isaiah Bowman, Presidente de la Universidad de John Hopkins, superviso los estudios. El selecciono para los colonos los expertos en terrenos y en posibilidades agricolas y economicas, etc. Estos expertos fueron escogidos del Cuerpo de peritos al servicio del Gobierno de los Estados Uni dos. Se trasladaron a la Repi'iblica Dominicana e hicieron estudios extensos. Rindieron informes favorables. A pesar de que las dificultades de traer personas desde una Europa destrozada por la guerra, a una vida nueva bajo un clima sub-tropical, fueron muy bien reconocidas, el informe rendido por ellos servi'a de incentivo para que el esfuerzo de establecer la colonia fuera emprendido en serio. En octubre del 1939, el Presidente Trujillo se encontraba en la Ciudad de Nueva York en mision oficial de su pais. Aquella gran organizacion, la American Jewish Joint Distribution Committee (J. D. C.), a pesar de encarar problemas agobiantes de auxilio a los judios en Europa, resolvio aprovecharse de la oportunidad de salvar vidas, ofrecida por el Presidente Trujillo. Suplico al infrascrito, como Jefe de la American Jewish Joint Agricultu ral Corporation (Agro-Joint) se entrevistara con el Presidente Trujillo. En seguida la entrevista fue concedida. El Presidente resulto ser mas de un me re cooperador. Aseguro la bienvenida a los refugiados en su pais. Prontamente se formulo un plan. El 19 de octubre del 1939 llego a mis nianos, del Gobierno Dominicano, una propuesta definitiva y generosa por escrito. Al instante, esta Asociacion (conocida generalmente por Dorsa) fue formada. El Presidente Trujillo invito a un grupo de nosotros a visitar la Repiiblica Dominicana, a fin de concluir un convenio formal. Se formo una comision compuesta por: Stephanms Van Cortlandt Morifis, Secrejtario del Comite Intergubernamental para Refugiados. Harold F. Linder, en representacion de la Co ordinating Foundation. Robert T. Pell, representando al Departamento de Estado de los Estados Unidos. James N. Rosenberg, representando a J. D. C. Agi-o-Joint and Dorsa. El Dr. Joseph A. Rosen, Jefe Ejecutivo del Agro-Joint, y agronomo de fama internacional, habiendo terminado su notable trabajo de colonizacion en otra parte, fue a la Repiiblica Dominicana precediendo a nuestra comision, con el proposito de escoger un sitio conveniente en donde dar principio a nuestro trabajo. A la llegada de los miembros de nuestra comision a Ciudad Trujillo, ellos fueron objeto de una recepcion muy hospitalaria por par- te del Gobierno Dominicano. Nos suministraron alojamientos. Nos proporcionaron todas las facilidades. Despues de un recorrido extenso por toda la Repiiblica Dominicana, el Dr. Rosen selecdono como el sitio mas conveniente para el primer colono, una propiedad grande en Sosiia, situada en la libera norte de la Republica Dominicana, con una extension lineal de unas ocho millas de frente a lo largo del Oceano Atlantico. Sus condiciones climaticas eran particularmente favorables. El Presidente Trujillo nos informo que dicha propiedad era suya, por compra hecha a la United Fruit Compa ny. Sin esperar que nuestro contrato con el Gobier no Dominicano fuera ultimado, el Presidente Tru jillo, en una carta fechada en enero 20 del 1940, obsequio a nuestra Asociacion con la propiedad In tegra de Sosua. En su carta decia que esa gran pro piedad, con 24 casas, reservoir y otras instalaciones, represent© para H una inversion de no menos de §100.000.00. Con esta munifica dadiva nos £ue asegurado un sitio en que dar comienzo al trabajo. Lo que a continuacion se expresa es un extracto de su carta: "Como Ud. me ha informado, mi propiedad ru ral situada en Sosiia, Provincia de Puerto Plata, ha sido seleccionada por el Dr. Joseph A. Rosen, como un sitio apropiado para la colonia. "Esia propiedad que consta de alrededor de 26.685 acres, contiene veinticuatro casas, un reservoir y otras instalaciones para el servicio de los colonos. La propiedad tiene 4.950 acres de pasto artificial, y una gran extensi6n de floresta virgen con abundancia de maderas preciosas, y representa para mi una inversi6n actual de no menos de $100,000.00. "Estoy sumamente interesado en cooperar de un modo prdctico en los planes humanitarios del Presi- dente Roosevelt. Espero que la inmigraci6n de los refugiados europeos a la Repiiblica Dominicana estianulara el progreso de nuestro pais e intensificara el desarrollo tanto de nuestros recursos naturales como de nuestras industrias. "Vuelvo a repetir, estoy sumamente interesado en la realizacidn de esta empresa de colonizacion, porque estoy convencido de que, dentro de nuestras posibilidades, debemos todos cooperar para el ^xito de este esfuerzo noble y humanitario. Es, por lo tanto, mi querido Senor Rosenberg, un placer para mi ofrecer a la Asociaci6n de Refugiados, de la cual Ud. es digno Presidente, mi propiedad de Sosiia, como una contribuci6n personal mfa para establecer alii la primera colonia de refugiados de la Repiiblica Domi nicana". El 30 de enero del 1940, en una ceremonia que presidio el Presidente Trujillo, y a la cual asistieron prominentes hombres y mujeres dominicanos, y funcionarios representatives de muchas naciones, firmaron un convenio los representantes acreditados de ia Republica Dominicana, y el abajo firmado como Presidente y el Dr. Joseph A. Rosen como Vice-Presidente de la Dominican Republic Settlement Association Inc. (Dorsa). El convenio fue debidamente atestiguado por Stephanus Van Corttandt-Morris en representacion del Presidente, por el Muy Honorable Conde Winterton, y por Sir Herbert Emerson, Director del Comite Intergubernamental para Refugiados; por Harold F. Linder en representacion del Executive Committee of the Co ordinating Foundation (Comite Ejecutivo de la Fundacion de Coordinacion). El Arti'culo I de este memorable documento merece ser citado. Se lee como sigue: "Por la presente, la Repiiblica en conformidad ; con su Constitudon y sus leyes, garantiza a los colonos y a sus descendientes una excelente oportunidad de continuar sus vidas y sus ocupaciones libres de molestias, discrimenes o persecuciones con libertad completa de credo y de rito, con igualdad de oportunidades y de derechos civiles, legales y econbmicos, como tambi^n de todos los otros derechos inherentes a ios seres humanos". Estas palabras revelan el espi'ritu de araistacl que animo al Presidente Trujillo y a la gente de su pais. El convenio fue ratificado pronto despues, en una sesion especial del Congreso de la Republica Dominicana. En el momento en que se liizo el convenio, la Segunda Guerra Mundial estaba en su apogeo. El AtUntico estaba infestado de submarinos. El craslado de gentes desde Europa a la Republica Domi nicana resulto una ernpresa llena de problemas de transporte increi'blemente dificiles. Era casi imposible obtener los visados de salida para sacar gente del caos de Europa. A pesar de que nuestro esfuerzo no era sectario tanto en principio como en proposito, las personas que tratabamQs, principalmente de pacar, eran vi'ctimas de los nazis, es decir, los judios alemanes. En cuanto a aquellas personas que aun quedaban en Alemania, todos los esfuerzos de conseguir el consentimiento de los nazis para que nos permitieran trasladarlos, fueron vanos. Los nazis asesinaban a los ancianos. Los jovenes cuyos servicios queriamos especialmente utilizar para la agricultura eran encerrados como animales en los campamentos de trabajo esclavizado. Debido en parte a esas condiciones mundiales, y tambien en vista de que tanto el Gobierno Dominicano qomo nosotros reconoci'amos que) sola,mente un modesto experimento debiera ser emprendido al principio en Sosua, el Articulo II del — 10 — convenio estipulaba, como paso preliminar, la admision de 500 familias aproximadamente de colonos hebreos o no hebreos en la Republica Dominicana. El tiempo se encargaria de los desarrollos fu tures. A pesar de todos nuestros esfuerzos, ni siquiera se lograria libertar de Europa im numero de familias tan reducido. Solomon Trone, un ex alto empleado de la Ge neral Electric Corporation, nos representaba en Europa. El y la senora de Trone seleccionaban las personas aptas para ser colonos y cuyo traslado a ultramar se podn'a efectuar. Para llenar este cometido, viajaban de pais en pais. El servicio consagrado que prestaron es digno de mencion. Mientras tanto el Dr. Joseph A. Rosen trabajaba duramente en preparar el recibimienlo de los refugiados en Sosiia. El numero reducido de colonos procedentes de Europa que vinieron primero, llegaron a Sosua en mayo del 1940. Pero en las primeras etapas de la guerra, los nazis obtuvieron repetidas victo rias; y luego sucedio lo de Pearl Harbor. Nuestros esfuerzos fueron casi completamente paralizados. Sin embargo, muchas vidass fueron salvadas. Actualmente, un numero considerable de refugia dos se encuentra en la Republica Dominicana, en parte dedicado a la agricultura en nuestra colonia de Sosua; y otros en Ciudad Trujillo y otras ciudades de la Republica Dominicana trabajando co mo artesanos, etc. Estos han introducido nuevos oficios e industrias. Se hizo posible tambien, que muchos refugiados vinieran a la Repiiblica Dominicana en donde se quedarian hasta que pudieran reunirse con sus parientes en otros pai'ses. Con la expedicion de grandes niimeros de visados a personas en Em-opa, el Gobierno Dominicano realizo una accion significativa, que tendi'a a la salvacion de vidas. Despues de la aceptacion del convenio del 1940, la Repiibli ca Dominicana expidio muchos visados aprobados — 11 — por la Dorsa, de esa clase, a refugiados en Europa que querian venir a la Republica Dominicana. Con frecuencia, la mera posesion de estos visados servia para salvarles las vidas a personas a quienes se impedia salir de Europa. Un analisis hecho por nosoLros revela que todo considerado, la cooperacion de la Republica Dominicana y de nuestra Asociacion salvo por lo menos, miles de vidas. Ai ver frustradas nuestras esperanzas de traer familias jovenes entrenadas en las faenas agrkolas, nos vimos obligados a aceptar las que podi'amos lescatar. Actualmente hay alrededor de 300 colonos en Sosua, y las dos terceras partes de estos ocupan 65 heredades. Se estan estableciendo 28 mas. Con la excepcion de aquellos colonos instalados recientemente en sus haciendas, los que ocupan here dades se sostienen practicamente por si mismos. Ademas de estas 93 heredades, se epera que se estableceran mas o menos 25 familias mas en Sosua. Cada colono recibe 30 hectareas (75 acres) de tierra, de las cuales 28 son de pasto, siendo el resto tierra cultivable para hortalizas, etc.; tambien 10 vacas, una vaca adicional para la esposa del colono y dos mas para cada nino. Tmbien, un caballo, una mula y un credito o emprestito para sus necesidades diversas. Cada colono, tambien, recibe una casa (que consta de 2 habitaciones, con cocina, ducha e instalaciones sanitarias) un establo para va cas, un cobertizo y varios otros equipos. A fin de no empobrecer a los colonos, se han hecho arreglos que les permitan efectuar el reembolso gradual duran te un periodo de anos. Hasta la fecha, los reembolsos efectuados por cuenta de los colonos han sido hechos con una puntualidad razonable. En algunos casos los reembolsos han sido anticipados. Los colonos se ocupan principalmente de la crianza de ganado vacuno, de productos agricolas y de lechen'a. Hoy dia son duenos de alrededor de — 12 — 5.000 reses —un hato importante— y han mejorado la crianza. Cultivan, mas o menos, 5.000 acres de tierra. Segun demuestra el sumario rnds abajo, las entradas originadas por la venta de mantequilla, queso y otros productos de lecheria, como tambien de la de productos de carne, durante los ultimos dos anos y medio, ascendieron a alrededor de $>600,000.00. Los colonos han desarrollado sus propias cooperativas, las cuales son administradas dilectamente por ellos bajo la direccion de la Dorsa. En el 1946, las entradas de la lecheri'a cooperativa (CILCA) ascendieron en niimeros redondos a $156,000.00, con un beneficio de $10,000.00 (2.500.000 libras de leche); en el 1947, a $174,000.00, con un beneficio de $14,000.00 (2.500.000 libras de leche); y alrededor de $125,000.00 por los primeros seis nieses del 1948, con una ganancia de mas o me nos $10,000.00. En el 1946, su primer ano de existencia, la cooperadva de carnes (Ganadera) tenia unas entra das de $41,000.00, cOn un deficit de $4,000.00; eii el 1947, las entradas ascendieron a $62,000.00, con una ganancia de mas o menos $1,000.00; y alrede dor de $42,000.00 durante los primeros seis meses del 1948, con una ganancia de aproximadamente $2,000.00. Ademas, en el 1946, la bodega (Colmado) cooperativa, tuvo unas entradas de $100,000.00, con un beneficio de $4,500.00; y en el 1947, las entradas ascendieron a $135,000.00, con una ganancia de mas de $4,000.00. Con el fin de facilitar fondos contingentes a los colonos se estableci6 un emprestito en el 1946. De dichos fondos los colonos pueden conseguir creditos que no excedan de $300.00 por persona, reembolsable en un ano. EI emprestito cooperativo tiene tambien una sucursal que suministra creditos de mayor cuantia a las cooperativas. Los datos cita— 13 — clos a continuacion demuestran la evolucion del emprestito cooperative, indicando el desarrollo de la economfa de la Colonia. En el 1947, la cooperativa de prestamos concedio prestamos por mas de $28,000.00 a los colonos y las cooperativas; recibio depositos de arabos por mas de $10,000.00, e hizo varios prestamos sin interes a corto plazo de mas de $82,000.00. Durante los primeros cinco meses del 1948, la cooperativa de prestamos recibio nuevos depositos que ascendieron a $37,000.00, mientras en el mismo periodo fueron retirados $32,000.00. En el mismo periodo de cinco meses, la cooperativa de prestamos tenia entradas de $90,000.00 comparado con $82,000.00 durante el aiio entero del 1947. El informe intesro O de la cooperativa de prestamos puede ser consultado. Cada colono tiene un promedio de entradas brutas de $2,500 a $3,000.00 al ano, segun el tipo y el desarrollo de su granja. Tambien son disponibles para el examen los informes rendidos por nuestro Administrador, el senor David Stern. Fue debido a los esfuerzos del Dr. Hexter que la Dorsa obtuvo los servicios expertos del sefior Stern quien ha estado en Sosua por algunos anos, y ha rendido una labor notable en fortalecer la confianza y la independencia economica de los colonos. La experiencia del seiior Stern adquirida anteriormente en trabajos de esa clase en Palestina nos ha servido muy bien. ^Los datos positives contenidos en este in forme son basados en parte en los informes del se fior David Stern, en parte en los del senor Jaques Solomon (antiguo jefe de contabilidad de nuestra organizacion en Sosua) y en parte sobre informes de Messrs. Loeb &: Troper, Contadores Piiblicos habilitados y revisores de las cuentas del American Jewish Joint, Distribution Committee, quienes han — 14 — hecho la revision anual de las cuefttas de la Dorsa desde su fundacion). Debido al tamano limitado de la colonia, la Dorsa aun se ve obligada a subvencionarla para el mantenimiento de sus instituciones publicas tales como el hospital, la escuela, y el trabajo de saneamiento y campana antipaludica. Pero se propone y tiende a traspasar progresivamente a los colonos mismos estas instituciones. Bajo las estipulaciones del convenio entre la Republica Dominicana y nuestra Asociacfion, la Dorsa queda exonerada de los derechos de aduana sobre los materiales importados a Sosua para su desarrollo, y tambien sobre ciertos materiales como la gasolina, el aceite, la madera de construccion etc. que obtiene en la Republica Dominicana. Hasta la fecha, la Dorsa ha gastado $3,000,000.00 en la empresa de Sosiia; una gran parte de esta cantidad representa sumas contractuales pagaderas por los colonos por adquisicion de sus heredades y de las cooperativas, como tambien inversiones capita^ les para el establecimiento y el desarrollo de la Co* Ionia. En los archivos de nuestra oHcina hay para el examen de la Junta, un informe cumulativo y comprensivo hasta diciembre 31 del 1947, rendido por los senores Loeb & Troper. Casi todos los fondos recibidos por la Dorsa han venido del American Jewish Joint Distribution Committee. Con esa notable organizacion de soco" rro mundial, los colonos y los otros refugiados hebreos de la Republica Dominicana han contraido una deuda eterna. Sin su ayuda, la Dorsa se hit^ biera encontrado imposibilitada. Ademas de los $3,000,000.00 contribuidos por el Comite hasta ahora, para la empresa, la Dorsa ha contribufdo tam bien alrededor de $500,000.00 para los refugiados hebreos en la Republica Dominicana pero no en Sosua. Tomando en consideracion la inmensidad de — 15 — la carga que pesa sobre el J. D. C. en socorrer a los hebreos sufridos de todos los rincones del mundo, expresamos nuevamente nuestro inmenso reconocimiento por su apoyo magnifico dado a la empresa Dorsa. Para las relaciones que existen entre el Gobierno Dominicano y nuestra Colcaiia, no hay elogios demasiado grandes. No solamente el Presidente Trujillo sino tambien los diferentes departamentos gubernamentales de la Repiiblica Dominicana ban cooperado con nosotros en todo. Siempre ha existido una comprension mutaa y un intercambio sincero de ideas. La Dorsa, por su parte, siem pre ha cooperado de todos los modos posibles con la Republica Dominicana. La Dorsa nota con satisiaccion que muchos dominicanos vecinos dependen de Sosua para ganarse la vida. Los ninos domini canos asisten a nuestra escuela en Sosua. En nuestro hospital en Sosua muchos dominicanos ban sido sometidos a tratamientos y se encuentran bajo tratamiento. Debido al resultado de nuestra campana antipaludica y otras labores sanitarias, Sosua esta casi libre del paludismo. Debido al perfecto cuidado profilactico, tanto medico como veterinario de la Dorsa, no hay enfermedades contagiosas en Sosua. El record de salubridad es excelente. Nos proporciona placer especial informar que el Dr. Hexter pronto girara otra visita a la Repiiblica Dominicana a fin de constatar la situacion actual de Sosua. El Dr. Hexter, cuya vida entera ha sido dedicada al servicio social y a las causas humanitarias, no es solamente un idealista sino un hombre de negocios, perspicaz, competente y practico. Para nosotros el ha sido una divina merced en los ultimos cinco anos. Confiamos en que cuando visite la Repiiblica Dominicana tendra la oportunidad de ver al Presidente Trujillo y de poder expre— 16 — sarle, de nuevo, personalmente, nuestro profundo sentimiento de gratitud por la cooperacion constante dadanos durante estos nueve anos. A1 dirigir nuestros pensamientos hacia el futuro, parece que con la creacion del Estado de Israel, todos los hebreos jovenes de ambos sexos, o la mayon'a de ellos, que residen en ultramar, y que tienen el deseo de trabajar la tierra, estaran deseosos de irse a dicho Estado. En consecuencia, no podemos prever ningun aumento, en gran escala, del trabajo de la Dorsa. Puede que resultara conveniente, por lo tanto, que hagamos el proposito de dar fin a esta empresa como una que se realize en una hora infausta, y que aprovechandose del humanitarismo del Presidente Trujillo, ha salvado muchas vidas. Este es un asunto sobre el cual el Dr. Hexter esta haciendo un estudio especial. Parece razonable esperar que las personas que fueron ayudadas tanto por el gesto de la Republica Dominicana como por el de la Dorsa a escapar de los horrores de Europa, llegaran dentro de un periodo de tiempo bastante corto, con la continuada cooperacion de las autoridades dominicanas y de nosotros, a ser hombres y mujeres independientes. Desde el principio de esta empresa y hasta el mes de marzo pasado, el abajo firmado actuo como Presidente de la Dorsa. Es motivo de satisfaccion que el Dr. Hexter, un servidor piiblico tan competente y consagrado, sea, actualmente, Presidente de dicha organizacion. Mencionar todos los hombres, todas las mujeles y todas las organizaciones que cooperaron en la empresa sera imposible. Sin embargo, no podemos concluir este informe sin reiterar nuestra expresion de gratitud al Presidente Trujillo, al Gobicrno y al pueblo de la Repiiblica Dominicana, al American Jewish Joint Distribution Committee, a la American Jewish Joint Agricultural Corpora _17 — tion, a su personal, a los directores antiguos y a los directores actuales de dicha Asociacion, y a su per sonal, con mencion especial de Ruby Frisch Mo ses, Secretaria Ejecutiva; al Dr. Joseph A. Rosen, quien hasta que su salud se resintio, fue el Jefe Administrador del trabajo de Sosiia, y sin la cooperacion de quien esta empresa de salvamento jamas podn'a haber sido iniciada, les expresamos a todos una vez mas, nuestras gracias. Ultimo en orden pero no en importancia, hacemos constar nuevamente con agradecimiento, el hecho de que fue debido imicamente a la direccion humanitaria de Franklin Delano Roosevelt el que esta obra pudiera haber sido iniciada. De Ud. sinceramente, James N. Rosenberg, Presidente Honomrio de la Dominican Republic Settlement Association, Inc. — 18 —