TRATADO DEL TODO-MUNDO Edouard Glissant

Transcripción

TRATADO DEL TODO-MUNDO Edouard Glissant
TRATADO DEL TODO-MUNDO
Edouard Glissant
Colección P e n s a m i e n t o de la Diversidad
T i t u l o o r i g i n a l : Traite du Tout-Monde
© É d i r i o n s G a l l i m a r d , 1997
© d e l a t r a d u c c i ó n : M a r í a T e r e s a G a l l e g o U r r u t i a , 2006
Diseño gráfico: G. Gauger
P r i m e r a edición: s e p t i e m b r e d e l 200fi
E l C o b r e E d i c i o n e s , 2006
c/ F o l g u e r o l e s , 15, p r a l . 2. a - 08021 Barcelona
Maquetación: Víctor Igual
Impresión y encuadetnación: Industrias Gráficas Mármol
ElCobre
D e p ó s i t o l e g a l : B. 3 0 . 5 6 1 - 2 0 0 6
ISBN: 84-96501-15-9
Impreso en España
E s r a o b r a s e b e n e f i c i ó d e l P.A.P. G A R C Í A L O R C A ,
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de C u l t u r a f r a n c é s - Centro N a c i o n a l del Libro.
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ni total ni p a r c i a l m e n t e ,
sin el previo permiso escrito del editor.
Todos l o s d e r e c h o s r e s e r v a d o s .
T r a d u c c i ó n d e M a r í a Teresa G a l l e g o U r r u t i a
Nos dicen, y qué verdad es, que está doquier averiado, desnortado y marchitado todo, y fuera de sí; lo están la sangre
y el viento. Lo estamos viendo, y viviendo. Pero os habla el
mundo entero por tantas voces amordazadas.
Torzáis por donde torzáis, hay desconsuelo. Pero torcéis,
empero.
Aportamos entonces sin duda^fodos'y cada uno al con^
cierto de todo^conocimiento, cuando nos esforzamos en
compartirlo, lo que llevamos mucho meditando o a lo que
hemos dado muchas vueltas y, en lo que a rrujserefiere, los
contados presentimientos a los que debo el hecho de escribir y que he transcrito una y otra vez, o he traicionado por
insuficiencia de la escritura.
La idea del mestizaje, del trémulo valor no sólo de los
mestizajes culturales sino, más allá de ellos, de las cultor as_
del mestizaje^que nos resguardan quizá de los límites o de
las intolerancias que nos acechan y nos franquearán nuevos
espacios en donde relacionarnos.
El impacto rnundial de las técnicas o de (as mentalidades
de lo oral y lo escrito y las inspiraciones que esas técnicas
insuflaron a nuestras tradiciones de escritura y a nuestros
fffeDatos^de voz^de ademanes y gritos.
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El lento desvanecimiento de los absolutos de la Histor.ia, según las historias de los pueblos inerme^ y dominados, a menudo en vías, sin más, de desaparición, pero que
no obstante irrumpieron en nuestro teatro común, acabaron por coincidir y contribuyeron a cambiar la mismísima representación que nos hacemos de la Historia y su
sistema.
La labor_ cada vez más evidente de eso que he llamado la
, imprevisible, que tan alejada está
de las aburridas síntesis que ya refutó Víctor Segaíen, a las
que nos ha alentado quizá.un a forma de rjensax.rnoraliza.dofa^
Las poéticas difractadas de este Caos-mundo que compartimos^ cuerpo a cuerpo con tantos conflictos y obsesiones de muerte y más allá de ellos, y a cuyos invariantes tendremos que aproximarnos.
•j
La sinfonía y, en movimiento no menos vivace, las disfamas que engendm^eji^n^sotr^s^hnujtílíngMismo, está pasión"
Ahueva 3e nuestras vocejj^iuesjrosj-itrrto>fiiás secretos.
Ésos son algunos de los ecos_gue han conseguido que ahora
nos avengamos a escuchar juntos el grito del mundo y sepamos, también, que, al escucharlo, caemos en la cuenta de
que ^partir de^ahora lo oyen todos.
No siempre vemos -y, las más veces, intentamos no
ver- la miseria del mundo, la de los bosques de Ruanda y
las calles de Nueva York, la de los talleres clandestinos de
Asia, en donde los niños se encanijan, y la de las cimas
silenciosas de los Andes, y la de todos íos lugares de rebaja20
miento, de degradación y de prostitución, y cuántos más,
que nos centellean, allá, delante de los ojos desorbitados,
pero no podemos dejar de admitir que todo junto hace un
ruido incansable que mezclamos, sin darnos cuenta, con la
musiquilliTmecánica y machacona de nuestros progresos y
nuestras derivas.
Cada cual tiene sus razones para allegarse a esta escucha, y esas formas diferentes valen para cambiar el ruido
del mundo que todos al tiempo oímos acá y acullá.
Y estas razones, que hemos extirpado con una dificultosa pasión de escribir, de crear, de vivir y de luchar, se nos
convierten hoy en lugares comunes que aprendemos a compartir; pero lugares comunes inestimables: contra los desarreglos de las maquinarias de la(Tdentidaa)que con tanta
frécüeñcíá~nos co^ylerterrerTsu p^esa_comojjx)r ejemplo, eT
derecho de sangre, Impureza de_xaz^r4a4ntegralidad,yaque
no la integridad, del dogma.
Nuestr os lugares comunes, aunque hoy en día no tienen
ya ninguna eficacia, lo que se dice ninguna, contra las opresiones concretas que asombran almundo, se consideran no
obstante capacesde cambiar la. imagineríajde las humanidadesj_mediante esa imaginería será_como tengamos másTuerza que los apartamientos que nos asuelan, no "inferior a la
ayuda que nos presta ya, encaminando nuestras sensibilidades, a combatirlas.
Tal será mi primera propuesta: en donde han desfallecido los sistemas" y las "ideologías^ y sin renunciar ni poco ni
mucho al rechazo o al combate que tenemos que pelear en
nuestro particular ámbito, prolonguemos a lo lejos lo imaginario con un infinito desperdigamiento y_una ^ejpetición
\1
hasta el infinito de los temas del
mcTy la jcnollizacíón.
Quienes celebran ízgw/ sus citas vienen siempre de un
«allá», del ancho mundo, y helos aquí decididos a aportar a
este aquí el frágil conocimiento que han atoado fuera de ese
lugar. Frágil conocimiento no es ciencia imperiosa. Intuimos que vamos siguiendo una huella.
Ésta es mi segunda propuesta:
Que ía idea de huella se adhiera, por oposición, a la idea
de sistema, igual que una erranza que orienta. Sabemos que
es lajnoella lo que a todos nosj:olfl£.a, vengamos de donde
vengamos, en Relación.^
Ahora bien, la huella la vivimos algunos de nosotros, allá,
tan lejos, tan cerca, aquí-allá, en la cara oculta de la tierra,
como uno de los lugares de la supervivencia. Por ejemplo, los
descendientes de los africanos a quienes deportaron, esclavos, a ese sitio que no tardaron en llamar el Nuevo Mundo,
no tuvieron, las más veces, sino esto a lo que recurrir.
(Toda una fracción de la realidad, arramblada de un pasado
reacio que se repite una y otra vez en cada rincón de la
vida, que se repite en todos los libros:)
La huéllales al camino igual que la rebelión a la intimación, el júbilo al garrote.
Esos africanos de la trata que iba a las Américas llevaron
consigo, allende las Aguas Inmensas, la huella de sus dioses,
de sus hábitos, de su lenguas. Enfrentados al desorden
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implacable del colono, fueron de condición tal, trenzada
con los sufrimientos que padecieron, que supieron fecundar
esasjmellas,^ creando -násM£^jmas~sínj^sjs- unas resultantes que dejan^sorprendído .
Lgs lenguas criolías^son huellas, abiertas en el charco del
Caribe o del océano Indico. La música de jazz_es una huella
reconstruida que ha recorrido el mundo. Y también todas
las músicas de ese mismo Caribe o de las Américas.
Cuando los deportados cimarronearon por los bosques,
yéndose de la Plantación, las huellas que fueron siguiendo
no implicaron ni abandono de sí mismos ni desesperación,
aunque tampoco orgullo o henchimiento de la persona. Y
no agobiaron con su peso la tierra nueva igual que irremediables estigmas.
Cuando violentamos en nosotros, en los de las Antillas
quiero decir, esas huellas de nuestras historias ofuscadas, no
es para perfilar a no mucho tardar un modelo de humanidad que estuviéramos oponiendo, «por senderos hollados»,
a esos otros modelos que nos imponen a la fuerzaLa huella no tiene la apariencia de una senda inconclusa
en donde no queda más remedio que tropezar, ni de una
avenida que bordea un territorio mordiéndose la cola.^La
lía va por_la tierra, que nunca volveráaser territorio.
uella es forma opaca de aprendizaje de la rama y el
viento: ser unojnismo^ero derivado al otro. Es la arena en
auténtico desorden de utopía.
La^noción de la huella permite ir más allá de los estrechamientos del sistema. Y refuta así cualquier colmo de posesión.
Resquebraja la dimensión absoluta del tiempo. Se asoma a
esos tiempos difractados que las humanidades de hoy en día
multiplican entre sí por conflictos y todo lo por haber.
Es el errabundo y violento derrotero del pensamiento
compartido.
23
(Como para mí, de grito a palabra, de 5o/ de la conciencia a la Poética de lo diverso, esta misma vacilación.)
Si renunciamos a las nociones del sistema es porque hemos
sabido que impusieron acá y acullá una dimensión absoluta
del Ser que fue hondura, magnificencia y limitación.
" ¡Cuántas comunidades amenazadas no tienen en la actualidad más alternativa que ejegir entre el desgarramiento esencial, la identidad anárquica, la guerra de las naciones y de
los dogmas, por una parte y, por la otra, una paz romana
impuesta por la fuerza, una neutralidad de par en par con
que probablemente un Imperio todopoderoso, totalitario y
benevolente cubre todo.
¿No nos queda más salida que esos imposibles? ¿No
tenemos derecho a vivir, ni medios para hacerlo, en otra
dimensión de humanidad? Pero ¿cómo?
Más que nunca tienen amenazados a tropeles de negros, los
oprimen porque son negros; y de árabes, porque son árabes; de judíos, porque son judíos; de musulmanes, porque
son musulmanes; de indios, porque son indios; y así hasta el
infinito con todas las diversidades del mundo. Pues es, efectivamente, una letanía que no acaba nunca.
La idea de(identidad\:omou:aíz únicajda la medida en
cuyo nombre algunas comunidades esclavizaron^ a esas
otras; y en cuyo nombre buena parte de ellas llevaron adelante sus luchas de liberación.
Pero ¿no nos atreveremos acaso a proponer a la raíz
única, que mata lo de alrededor, que se amplíeja raíz^erT
rizoma] que abre las puertas de Relación? Que noestade-^
senraizacía, pero no^su7pa~Tínira"lrededofr"
En la imaginería de la identidad raíz-única injertemos
esta imaginería de la identidad-rizoma. _^^
A|Ser'que se impone mostremos el/^iendoj que se yuxtapone.
Rechacemos, al tiempo, las reincidencias del nacionalismo reprimido y la estéril paz universal de los Poderosos.
En un mundo en donde tantas comunidades ven cómo se
les niega, con efectos letales, el derecho a cualquier identidad, es paradoja proponer la imaginería de una identidadrelagión, de una identidac^rízomju Creo, sin embargo, que
ésa es una de las pasiones de esas comunidades oprimidas:
conjeturar este adelantamiento, llevarlo integrado en sus
sufrimientos.
*
No se necesita pedir plañideramente una vocación humanista para entenderlo sin más.
Llamo Caos-mundo al actual choque de tantas culturas que
se prenden^ se rechazan^ desaparecen, persisten sin"embargo, se adormecer|o se transforman, despacio ^avelocíclad
fulminante: esos destellos, esos estallidos cuyo fundamento
aún no Tiernos empezado a comprender, ni tampoco su
organización, y cuyo arrebatado avance no podemos pre- ¡^ L -yyü¿
ver. ElJTodoj^Mundp, que es totalizador, no es (para no- '
sotros) total.
Y llamo Poética de la Relación a esa posibilidad de lo *™-¿ (imaginario que nos mueve a concebir ¡a^globalidad^inasíble
24
25
de un Caos-mundp^como ése, al tiempo que nos permite
hacer que despunte algún detalle y. muy particularmente,
nos permite cantar .el l u-_a r u eJ j i a a - —^ Q r r e sf o n= e ^4 insondar
---- ^.i"*i_
ble e irreversible. Lo imaginario no es ni el sueño ni el
vaciado de la ilusión.
Intuido está que una de las huellas dehesa Poética pasa por
el lugar común. Cuántas personas al mismo tiempo, bajo
auspicios opuestos o convergentes, piensan lo mismo y preguntan lo mismo. Todo está en todo, sin que ello quiera
decir^uejgnga forzosamente que mezclarse. Conjeturamos
una idea y otros la recogen ávidamente; es suya. La pregonan. La reivindican para sí. Y ése es el indicio del lugar
común. Agrupa_ éste nuestras imaginerías infinitamente
mejor que ningún sistema de ideas,p£rp con la^condición
de que estemos ojo avizor para_cacr_en'ia -cuenta de ello. He
aquí unos cuañtoslugáres comunes que tienen que ver con
la relación entre las culturas dentro de la Relación mundial.
- Por vez primera, está en contacto la semi-totalidad de
las culturas humanas, por completo y de forma simultánea;
y entran en efervescencia al reaccionar unas con otras.
(Pero todavía existen lugares cerrados y tiempos diferentes.)
- La globalidad, o la totalidad, del fenómeno traza su
peculiaridad: los intercambios entre las culturas no tienen
matices; y las adopciones y los rechazos son brutales.
(La ley del disfrute elemental, individual o colectivo, que
refuerzan o sustentan los mecanismos de poder y persuasión, dispone tanto la aceptación cuanto el rechazo.)
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- También por vez primera, los pueblos tienen completa
conciencia de ese intercambio. La televisión de todas las
cosas exacerba esa categoría de relación.
(Si aparecen repercusiones subrepticias, enseguida se las
localiza.)
- Las interrelaciones se fortalecen o se desploman a velocidades inusuales.
(Que es como decir que esta velocidad constituye luz
para nosotros en la espantosa inmovilidad de tantos cambios vertiginosos del mundo.)
- Brazadas de influencias (las dominantes) toman cuerpo
y hay ocasiones en que conducen a una estandarización
generalizada.
(Nadie debe creer que puede combatirlo sólo con lo
exasperado de su enclaustradura.)
- La Relación_no implica ningunajtra.nscendeneia legitimante. Aunque Tas sedes del poder sean efectivamente invisibles, los Centros de Derecho no se imponen en parte alguna.
(En consecuencia, la Relación no tiene ética: no elige. De
la misma forma que no tiene por qué dejar constancia de
cuál podría ser su «contenido». La Relación debe ser totalizadora, es intransitiva.)
- Las interrelaciones funcionan principalmente por fracturaj$xnipti¡ras. Es posible incluso que sean de naturaleza^fractal: de ahí se deriva que nuestro mundo sea un caos-mundo.
Su organización general y su vacilación son las de la
criollización.
-.,•,.,--.
27
^
<
Desde estos Archipiélagos en los que vivo, que han crecido
entre tantos otros, propongo que pensemos en esa criollización.
siendo cambie, al tiempoquejKgdura, no es aproximarse a
nada__a_bsoíuto. Lo que perdura en el cambio o en el concambio o en el intercambio es quizá, en primer lugar, la
propensión a cambiar o la audacia para hacerlo.
Proceso imparable, que mezcla la materia del mundo, que
conyuga y cambia las culturas de las humanidades de hoy
en día. Lo que la^Relación nos permite imaginar^ la^crioílizacióqjnos jjermitió vivirToT
TíT criollización^no desemboca en pérdida de identidad,
n disolución del siendo. No se infiere de ella la renuncia a
uno mismo. Sugiere la distancia (el irse) con las trastornadoras paralizaciones del Ser.
No es la criolíización lo que altera desde dentro una cultura determinada, incluso aunque sepamos que a muchas culturas las dominaron, las asimilaron, las condujeron al filo de
la desaparición; y que volverá a suceder. Lo suyo, más allá
de esas condiciones, desastrosas en su mayoría las más veces,
es establecer^relación^ntre dos o^varías «zonas» culturales
convocadas en un puntp_de_encuentro,_de la misma forma
que una lengua criolla actúa desde «zonas» lingüísticas diferenciadas para sacar de ellas su materia inédita.
Os brindo, como ofrenda, la palabra ^crioílización,i para
expresar ese hecho imprevisible de inauditas resultantes que
nos preservan de que nos persuada una esencia o nos empecinemos en exclusivas.
Se concibe enseguida que siempre han perdurado lugares
de criollización (los mestizajes culturales), pero que la criollización que hoy nos interesa tiene que ver con la totalidadmundo, cuando ya se ha dado (sobre todo por obra de las
culturas occidentales en expansión, es decir, debido a las colonizaciones) esa totalidad. La Relación nutre la imaginería,
siempre por imaginar, de una criollización que en adelante
se va generalizando, y no mengua.
La;criolíizadón es imprevisible, es/irtiposible que se^estabilice, que se detenga, que se incluya dentro de unas esencias, dentro de identidades absolutas. Consentir en que el
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Este espejeo del siendo salpica mi lenguaje: nuestra común
condición^sjicjuí el multUingüísmo^
Escribo a partir de ahora en presencia en todas las lenguas del mundo, con la punzante nostalgia de su devenir
amenazado. Me doy cuenta de que en vano intentaríamos
saber cuantas fuera posible; el ^uldiingüismojio es cuantitativo^ Es uno de los modos de la imaginería. En la lengua_ ,
_
sólo pudiera alegar ésa,
ya no escribo de forma monolingüe.
«Mantener» las lenguas contribuye a salvarlas del desgaste
y de ia desaparición e instituye esa imaginería de la que tanto
hay que decir. No debemos creer que una lengua podría ser, el
día de mañana, y sin inconvenientes, universal: no tardaría en
perecer, en sucumbir a ese mismo código que habría nacido de
su uso generalizado. Lo primero que la jerigonza anglo-norteamericana tiene amenazado son las sorpresas, los cambios
bruscos, la vida orgánica y enérgica, las valiosísimas flaquezas
y los retiramientos secretos de las lenguas inglesa y norteamericana y canadiense y australiana, etc. La simplificación, que
posibilita los intercambios, los desnaturaliza en el acto.
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La primera reunión del Parlamento Internacional de Escrirores de Estrasburgo, en 1993, no era completamente políglota, pero sí era, por descontado, multilingüe.
No es la primera vez que escritores e intelectuales intentaban reunirse en un congreso o en una asamblea; nos ha
quedado, en la historia, memoria de ilustres ejemplos.
No es la primera vez, quizá, que había intención de devolver a esa palabra: P^arnento, su sentido no tanto de lugar
en donde eligen a las personas, en donde se vota y se decide, sino de lugar en donde se habla.
Pero era la primera vez que un Parlamento así se proponía también, y sin más, escuchar. ¿Qué? Ya lo hemos dicho,
el grito del mundo.
Escuchar no las teorías, ni las ideologías, ni los poderes
-no un sistema o una idea del mundo-, sino la tremenda
maraña en la que ya no se trata ni de caer en lamentaciones
ni de entregarse a esperanzas desenfrenadas. La palabra a
gritos del mundo, en la que tiene alcance ía voz de todas las
comunidades. La acumulación de lugares comunes, de gritos
deportados, de silencios mortales en los que comprobar que
el poder de los Estados no es lo que nos mueve de verdad y
aceptar que nuestras verdades no conyuguen con el poder.
(Y por haber nombrado las lenguas amenazadas, las lenguas con sentencia aplazada, vuelvo a otro de mis padecimientos y repito mi palabra, como un eco que estría una
tiza que, a su vez, escribe en una piedra calcárea muy frágil.
Lo hago para ensalzar los escapes que dispone entre lenguas
y lenguajes el ejercicio de la traducción:^
La traducción es como un art£jle_la fuga, es decir, de
forma tan hermosa, una renunciación que se consuma.
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Hay renunciación cuando el poema, transcrito a otra
lengua, ha tenido la pérdida de tan gran parte de su ritmo,
de sus estructuras secretas, de sus asonancias, de esos azares
que son el accidéntenla pérdida deja_escrttura^
Hay que aceptar ese escape; y esa renunciación^es la parte
de uno mismo que, en cualquier poética, cedemosjil^tro.
El arte de traducir nos enseña la noción de esquivar, la
práctica de la huella que, en contra de las nociones del sistema, nos indica lo incierto y lo amenazado, que son convergentes y nos fortalecen. Sí, la traducción, arte_de_la_aproximación y el roce, es una manera de frecuentar la huella.
En contra de la absoluta limitación de los conceptos del
«Ser», el arte de traducir acumula el «siendo». Ir dejando
huellajmjas lenguas_esjreco^er_la^parteimprevisible del
mundo. Traducir no equivale a reducir a una transparencia, ni por supuesto, a conyugar dos sistemas de transparencia.
Y por eso está esta otra propuesta, que nos sugiere el uso
de la traducción: oponer a la transparencia de los modelos'
la abierta opacidad de las existencias que no se pueden
reducir.
Pido para todo el mundo el derecho a la opacidad, que no
es la cerrazón.
Para poder reaccionar así contra tantas reducciones a la
engajiojsa_jjjmíiajjje los modelos universales.
No necesito «entender» a naoTe, ya sea individuo, comunidad, pueblo, ni «hacerlo mío» a costa de asfixiarlo, de que se
pierda, así, dentro de una totalidad quebrantadura que tendría yo que gestionar para asumir el convivir con ellos, el
construir con ellos, el arriesgarme con ellos.
Que la opacidad, la nuestra, si la hay para el otro, y si í
para nosotros la hay del otro, no cierre vistas, cuando ocu- ^
rra, que no tenga vistas al oscurantismo ni al apartheid, que
sea para nosotros una fiesta y no un espanto. Que el (jereV.
cho a la opacidad, que puede amparar la Diversidad de la
mejor manera posible y puede fortalecer la aceptación, veíe
¡ah, lámparas! por nuestras poéticas.
Todo lo dicho, someramente referido, no tiene más virtud
que la de franquear la huella a otros dichos. Y ahora apelo
a las poéticas cónyuges. Cuanto hagamos en el mundo llevará el cuño de la esterilidad si no cambiamos cuanto esté
en nuestra mano la imaginería de esas humanidades que
constituimos.
Me lo garantiza el gentío que congregó Matta a la entrada del Parlamento de Escritores de Estrasburgo en 1993.
Nos recibía todo un grito hecho muchedumbre. Gentío de
estatuas en que el tocado inca remataba la toga egipcia, en
que el sari africano envolvía el porte inuit, en que las salpicaduras de bronce o cobre, amarillo que respira y violeta
que padece, adoptaban toda clase de formas estilizadas,
reconocibles y mezcladas, venidas de todos los lugares del
mundo, surgidas de tantas bellezas del mundo. Eran obras
mestizas, aparecía en su arquitectura la diversidad, que un
artista había atropado en inesperada resultante. Sí. Aquel
grupo de estatuas convocaba aquel grito.
El pensamiento archípjglar encaja bien con la estampare
nuestros mundos. Le toma prestadas la ambigüedad, la fragilidad, la derivación. Admite la práctica del desvío, que no
es ni huida ni renuncia. Reconoce el alcance de las imaginerías de la Huella y las ratifica. ¿Acaso es renunciar a gobernarnos? No, es sintonizar con esa parte del mundo que,
precisamente, se ha extendido en archipiélagos, esas a
modo de diversidades en la extensión, que, no obstante,
aproximan orillas y desposan horizontes. Nos damos cuenta de qué lastre continental y agobiante, y que llevábamos a
cuestas, había en esos suntuosos conceptos del sistema que
hasta hoy han empuñado las riendas de la Historia de las
humanidades y han dejado de ser adecuadas para nuestros
desperdigamientos, nuestras historias y nuestros no menos
suntuosos derroteros errabundos. La idea del archipiélago,
de los archipiélagos, nos franquea esos mares.
Un pueblo que habla así es un país que comparte.
32
33
;xr
MEMORIAS DEL SILENCIO:
LITERATURAS EN EL CARIBE
Y CENTROAMÉRICA
Compilación, edición y prólogo
GRACIELA SALTO
CORREGIDOR
Memorias del silencio: literaturas en el Caribe y Centroamérica /
Graciela Nélida Salto ... [et.al.]; compilado por Graciela Nélida
Salto ; edición literaria a cargo de Graciela Nélida Salto ; con
prólogo de Graciela Nélida Salto. - la ed. - Buenos Aires :
Corregidor,
2010.
352 p. ; 20x14 cm.
ISBN 978-950-05-1909-0
1. Crítica Literaria. I. Graciela Nélida Salto II. Graciela Nélida
Salto, comp. III. Graciela Nélida Salto, ed. lit. IV. Graciela Nélida
Salto, prolog.
CDD801.95
Diseño de tapa:
P.P.
'Indos los derechos reservados.
" ) i'iiirinnrs Corregidor, 2()io
Rodríguez Pella 432 (C1020ADJ)Bs. As.
Wdisile: www.corregidor.com
c-niíiil: [email protected]
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ISBN 978-950-05-1909-0
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permiso previo por escrito de la editorial viola derechos reservados, es ilegal y
constituye un delito.
ÍNDICE
'
. i . . | - . . Memorias del silencio
11
l.i S.illo
TRADUCCIONES Y DIFRACCIONES EN EL CARIBE
I I li-uKuaje-nación y la poética del acriollamiento.
i '11:1 c< MI versación entre Kamau Brathwaite y
l'dimiird (Jissnnt
hn |.,i- Miiif-Rheinberger (ed.)I i . i . l i i r c i ó n y notas de Carolina Benavente Morales
I 1 .nliirir en el espacio criollo: sobre el diálogo
K.1111:111 Brathwaite/Édouard Glissant editado
l»i»r liivkc Phaf-Rheinberger
\i i-xperiencia de llevarlo al español
('ai'olina Benavente Morales
17
45
I ,a creación literaria de Aimé Césaire en la década
dr 1960. Una aproximación a su teatro
lnntrud Kónig
67
Jamaica Kincaid y la literatura caribeña
iin^lófona actual: el microrrelato como crítica
María Alejandra Olivares
83
CUBA: LAS FICCIONES DE LA TRADICIÓN
La 'suave risa' cubana en la crítica cultural:
del choteo al camp
Graciela Salto
123
X
EL LENGUAJE-NACION
Y LA POÉTICA DELACRIOLLAMIENTO
UNA CONVERSACIÓN ENTRE KAMAU
BRATHWAITE Y ÉDOUARD GLISSANT1
Edición de
INEKE PHAF-RHEINBERGER
Traducción y notas de
CAROLINA BENAVENTE MORALES2
BRATHWAITE: Ya que el punto de partida de esta discusión es el
lengua] e-nación3, intentaré explicar a qué se parece. En primer
lugar, esta noción expresa la experiencia de un pueblo oprimido
que siempre ha sido criticado y denigrado por el establishment
Este texto es la transcripción de la conversación que Kamau Brathwaite y
Edouard Glissant sostuvieron entre el 21 y el 22 de marzo de 1991 en el
Departamento de Español y Portugués de la Universidad de Maryland,
EE.UU. La conversación fue editada por Ineke Phaf-Rheinberger a partir del
registro original en video y luego fue revisada por ambos autores. Esta información está contenida en una nota de la segunda edición de este texto. Todas
las notas restantes son de la traductora. La versión original en inglés ha sido
publicada en dos ocasiones. La primera de ellas como: Brathwaite, Kamau
y Edouard Glissant (19%). "A dialogue. Nation language and poeücs of
creolizaíion". En: Phaf-Rheinberger, Ineke, ed. Presencia criolla en el Caribe
y América Latina. Creóle Presence in the Caribbean and Latin America.
Frankfurt am Main: Vervuert / Iberoamericana. 19-42. La segunda como:
Phaf-Rheinberger, Ineke, ed. (2005). "Anexo 2: Nation language and poetics
of creolization. A conversaron between Kamau Brathwaite and Edouard
Glissant". En: Phaf Rheinberger, ed. Memorias de la fragmentación. Tierra de
18
MEMORIAS DEL SILENCIO:
LITERATURAS EN EL CARIBE Y CENTROAMÉRICA
lil /.«VfJfM/fi • AM< »>AI V I A hit t i l \KII
Ir HtiitlAMII'NIII
l()
iNIÍKIi I'IIAI líHlílNW'Hlll l<
debido a su estatus. El lenguaje-nación no se ensena en las
escuelas; no se considera que sea una versión respetable del
discurso y la literatura. El único lugar del Caribe anglófono donde
puede ser escuchado públicamente es en la radio, es decir, en los
avisos comerciales y en las canciones. Esto significa que, al menos
de manera semi-oficial, este lenguaje goza hoy en día de reconocimiento; que a través de él puede llegarse a la masa del pueblo.
También se le puede escuchar en el teatro, pues en el drama resulta
necesario para representar la lengua de la gente. Esta área de experiencia y de expresión que es el lenguaje-nación siempre nos ha
acompañado, pues ha sido uno de nuestros mayores recursos. Lo
trágico es que, al igual que tantas otras cosas, este recurso fundamental ha sido marginado.
Permítanme ejemplificarles cómo suena. Cuando la gente dice
"deja que el agua de los ojos bese la luz de tus pestañas"4, "el
agua de los ojos" significa "lágrimas" y "la luz de tus pestañas"
libertad y paisajes del Caribe. Berlín; WVB. 115-130. No hay prácticamente
diferencias entre estas ediciones, con excepción del título. Me baso en la
segunda edición, pero ocupando las cursivas ocupadas en el título de
la primera. Estas cursivas, aplicadas a "Naíion Language" y "Poetics of
creolizatíon", son utilizadas en el cuerpo del texto de la segunda edición. Esta
traducción fue publicada en Literatura y Lingüística 19 (2008): 311-329. Se
reproduce aquí con permiso de la traductora y de la editora de la conversación
original.
Agradezco la ayuda brindada por Rcmy Amezcua y en particular por Patricio
Tapia en la traducción de algunos pasajes especialmente controversiales.
La expresión original en inglés ocupada por Brathwaite es "Nation
Language". En inglés no se distingue entre lengua y lenguaje, pero aunque
Brathwaite muchas veces se refiera a la lengua, el sentido de la expresión
trasciende la esfera verbal para abarcar otros recursos comunicativos, motivo
por el cual traduzco esta expresión como "lenguaje-nación". Sigo en esto
asimismo una sugerencia de Ineke Phaf-Rheinberger, quien me señala que
"todo elemento lingüístico que une al Caribe es 'lenguaje'" y me propone la
expresión utilizada finalmente en lugar de "lenguaje de la nación".
"Let ¡he eyewater kiss [he light ofyour lashes".
describe el efecto que tienen las lágrimas sobre las pestañas de
los ojos. En un inglés estándar decimos "veo tus ojos brillar
mientras lloras" o algo similar. De hecho, la expresión "el agua
de los ojos" proviene de una traducción del kwa, que es una
lengua aka5 donde no existe un verbo específico para "llorar". Es
decir, un adjetivo aquí se utiliza como un verbo, transformando
la sintaxis. Esta sintaxis es interesante en sí, pero todavía no
hemos sido capaces de estandarizarla.
Otro ejemplo es "haga el dumplin 6 bom tu panza"7. Aquí
estamos utilizando un montón de explosivos. "Haga" por "haz"8, y
"dumplin", que es un alimento que comemos por montones y al
que le damos forma de albóndiga. Si el "dumplin" estalla en tu
panza, significa que golpeará tu estómago y que lo hará con fuerza,
es decir, que creará una fuerza dentro de ti que te producirá cierta
pesantez. Hay también un encantador proverbio antiguo: "El ave
ñam cucarachas en la corte de los reyes"9. Nuevamente "ñam"
proviene del África occidental, es el verbo para "comer" en numerosas lenguas africanas y ha sido transferido al Caribe, donde es
usado de la misma manera. Pero esta forma decorativa también se
usa para mostrar que la corte inglesa de los reyes es un concepto
extranjero yuxtapuesto a una expresión africana. Otro ejemplo es
"el sonido del grillo se desliza sigiloso como las estrellas"10.
Significa que el sonido de los grillos está deslizándose sigilosamente entre la hierba y que se mueve así, lentamente, en la noche y
al igual que ella.
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8
9
10
Se refiere Brathwaite a una lengua africana,
"Bola de masa hervida para servir con guiso", definición del Collins English
Dictionnary Online.
"Mek dumplin bom yoitr belly".
" 'Mek 'for 'Make'".
"Fowl nyam cockroach in the court ofkings".
"Cricket sonad creep like Stars".
IX
MEMORIAS DEL .SILENCIO:
LITERATURAS EN EL CARIBE Y CENTROAMÉRICA
debido a su estatus. El lenguaje-nación no se enseña en las
escuelas; no se considera que sea una versión respetable del
discurso y la literatura. El único lugar del Caribe anglófono donde
puede ser escuchado públicamente es en la radio, es decir, en los
avisos comerciales y en las canciones. Esto significa que, al menos
de manera semi-ofícial, este lenguaje goza hoy en día de reconocimiento; que a través de él puede llegarse a la masa del pueblo.
También se le puede escuchar en el teatro, pues en el drama resulta
necesario para representar la lengua de la gente. Esta área de experiencia y de expresión que es el lenguaje-nación siempre nos ha
acompañado, pues ha sido uno de nuestros mayores recursos. Lo
trágico es que, al igual que tantas otras cosas, este recurso fundamental ha sido marginado.
Permítanme ejemplificarles cómo suena. Cuando la gente dice
"deja que el agua de los ojos bese la luz de tus pestañas"4, "el
agua de los ojos" significa "lágrimas" y "la luz de tus pestañas"
2
3
4
libertad y paisajes del Caribe. Berlín: WVB. 115-130. No hay prácticamente
diferencias entre estas ediciones, con excepción del título. Me baso en la
segunda edición, pero ocupando las cursivas ocupadas en el título de
la primera. Estas cursivas, aplicadas a "Nation Languagé" y "Poetics of
creolizatiori", son utilizadas en el cuerpo del texto de la segunda edición. Esta
traducción fue publicada en Literatura y Lingüística 19 (2008): 311-329. Se
reproduce aquí con permiso de la traductora y de la editora de la conversación
original.
Agradezco la ayuda brindada por Rémy Amezcua y en particular por Patricio
Tapia en la traducción de algunos pasajes especialmente controversiales.
La expresión original en inglés ocupada por Brathwaite es "Nation
Languagé". En inglés no se distingue entre lengua y lenguaje, pero aunque
Brathwaite muchas veces se refiera a la lengua, el sentido de la expresión
trasciende la esfera verbal para abarcar otros recursos comunicativos, motivo
por el cual traduzco esta expresión como "lenguaje-nación". Sigo en esto
asimismo una sugerencia de Ineke Phaf-Rheinberger, quien me señala que
"todo elemento lingüístico que une al Caribe es 'lenguaje'" y me propone la
expresión utilizada finalmente en lugar de "lenguaje de la nación".
líi. LENGUAJE-NACIÓN Y LA POÉTICA DEL ACRIOLLAMIKNTO
INI-KE PHAF-RHEINBERGER
I')
describe el efecto que tienen las lágrimas sobre las pestañas de
los ojos. En un inglés estándar decimos "veo tus ojos brillar
mientras lloras" o algo similar. De hecho, la expresión "el agua
de los ojos" proviene de una traducción del kwa, que es una
lengua aka5 donde no existe un verbo específico para "llorar". Es
decir, un adjetivo aquí se utiliza como un verbo, transformando
la sintaxis. Esta sintaxis es interesante en sí, pero todavía no
hemos sido capaces de estandarizarla.
Otro ejemplo es "haga el dumplin 6 bom tu panza"7. Aquí
estamos utilizando un montón de explosivos. "Haga" por "haz"8, y
"dumplin", que es un alimento que comemos por montones y al
que le damos forma de albóndiga. Si el "dumplin" estalla en tu
panza, significa que golpeará tu estómago y que lo hará con fuerza,
es decir, que creará una fuerza dentro de ti que te producirá cierta
pesantez. Hay también un encantador proverbio antiguo: "El ave
ñam cucarachas en la corte de los reyes"9. Nuevamente "ñam"
proviene del África occidental, es el verbo para "comer" en numerosas lenguas africanas y ha sido transferido al Caribe, donde es
usado de la misma manera. Pero esta forma decorativa también se
usa para mostrar que la corte inglesa de los reyes es un concepto
extranjero yuxtapuesto a una expresión africana. Otro ejemplo es
"el sonido del grillo se desliza sigiloso como las estrellas"10.
Significa que el sonido de los grillos está deslizándose sigilosamente entre la hierba y que se mueve así, lentamente, en la noche y
al igual que ella.
5
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Se refiere Brathwaite a una lengua africana.
"Bola de masa hervida para servir con guiso", definición del Collins English
Dictionnary Online.
8
"Mek dumplin bom your belly".
"'Mek'for 'Make"\ "Fow/ nyam cockroach in ¡he court ofkings".
10
"Cricket sound creep like Stars".
7
"Leí the eyewater kiss the light qfyour lashes".
20
EL LENGUAJE-NACIÓN Y LA POÉTICA DEL ACRIOLLAMIENTO
LNEKE PHAF-RHRINBERGER
MEMORIAS DEL SILENCIO;
LITERATURAS EN EL CARIBE Y CENTROAMÉRICA
El lenguaje-nación no es ni un dialecto ni un pidgin ni una
lengua vernácula, pese a que tal vez se base en estos elementos. A
diferencia del dialecto, es decir, entendiendo este término tal como
se usa en ei Caribe, asociándolo a la idea de lo roto, lo subestándar, lo estúpido, ignorante, no importante o marginal, el
lenguaje-nación implica un cosmos-lengua por derecho propio.
Implica una energía-lenguaje que, al transportar la memoria y el
bagaje de los ancestros, incorpora la sabiduría enriquecedora (la
reverberación) del pro/verbio, la itálica y la nomenclatura, donde
el nombre de las cosas equivale a su sonido, a su canto, a su
profundidad o bien participa de ellos. Por sobre todo, a través del
conjunto de sus elementos, tanto los antiguos como los modernos
(demoníacos, mágicamente surreales, vuduistas), el lenguajenación siempre mira hacía el futuro de la nación / la lengua / la
cultura. La Fola de Lamming11, el kumina de Miss Queenie, el
limbo de EKB, Divina Trace12, de Bob Antoni, Beloved1^, de Toni
Morrison, Swim around Barbados de Julián Hunte ("mar no tener
puerta trasera"; "panza llena no temer viento"; "Dios no amar
feos"14). Es parte de la expresión de nuestro pueblo, pero no se le
ha permitido formar parte centra! de nuestra cultura oficial.
Forcejeamos con ella, es decir, muchas veces la usamos de manera
consciente, pero al mismo tiempo la mantenemos sumergida.
11
12
13
14
21
Quiero darle un ejemplo personal acerca de lo difícil que fue
alcanzar este concepto de ía realidad. Yo nací en Barbados, que es
una isla de coral muy pequeña, la más oriental de todas las islas caribeñas. El Caribe hoy es un destino turístico, un arco de 2.000
millas13, un encantador arco de unas 2.000 islas, para el caso, que se
extiende desde ía punta de Florida hacia la costa sudamericana. Sus
cumbres son una cordillera de montañas hundidas que, hace un
millón de años atrás, formaron una gran espiral angular hacia el este
a partir de las Américas, desde las Rocallosas hacia la Cordillera de
América central y hasta los alucinantes Andes. Somos perpendiculares a esta formación y, debido a ello, fuimos más frágiles, pues
Quedamos más expuestos a las presiones de la deslizante curva del
movimiento. Y es así como colapsamos hacia el océano, originando
una catástrofe cuya memoria está hundida y dejando únicamente las
cumbres sumergidas de estas memorias volcánicas, las islas del
Caribe. Tengo la impresión de que, aún hoy, un millón de años
después, seguimos escuchando el eco de aquella catástrofe y que
gran parte de nuestro trabajo se relaciona con esa memoria. Hemos
en cierto modo perdido el sentido del continente, el sentido de la
totalidad, y nos hemos convertido en agujeros en el océano. Como
pueblo nos dirigíamos hacia Atlantis en el océano Atlántico y
quedamos atrapados como tortugas ciegas en aquel mar.
Desde luego, mientras crecía en esa pequeña isla de Barbados,
yo sólo tenía una conciencia difusa de todo esto. Solía caminar
todo el día a lo largo de la playa, creciendo, lanzando piedras hacia
el océano y escuchando el sonido de aquel mar, de aquel poderoso
océano, de aquel sentido de la distancia en una isla muy pequeña
de apenas 144 millas cuadradas16. Mi sentido del espacio y de la
distancia, por ende, tuvo que venir del océano y del cielo. Tuve la
sensación de que en algún lugar allá afuera\a el génesis^ del
Brathwaite se refiere al escritor caribeño George Lamming (Barbados).
"La huella de Divina". Esta novela de Robert Antoni (Trinidad / EEUU),
publicada originalmente en 1991, aún no ha sido traducida al español.
"Amada", Beloved, novela de la Premio Nobel 1993 Toni Morrison (EE.UU.),
fue publicada originalmente en 1987. El título es el nombre de la protagonista,
motivo por el cual sus traducciones al español lo conservan en inglés:
Morrison, Toni (1993). Beloved. Barcelona: Ediciones B; Morrison, Toni
(2004). Beloved. Barcelona: Mondadori - Debolsillo.
"Sea doan have back door; Full belly na fraid a wind; God doan love ugly;
She delight in thefrítter of de finder-dem".
3.218 km.
231 km2.
i
22
MEMORIAS DEL SILENCIO:
LITERATURAS EN EL CARIBE Y CENTROAMÉRICA
Caribe, la respuesta a lo que yo esperaba poder crear como artista,
un génesis que es realmente donde todo arte comienza.
Mientras caminaba a lo largo de esa playa me di cuenta de que
la historia que me había sido legada no me permitía heredar de
ningún sentido natural del génesis. Más bien, me permitió heredar
de un sentido del genocidio, lo que es muy diferente del génesis y,
fundamentalmente, es su opuesto, porque la gente que hereda ese
paisaje recogiendo el eco de aquella catástrofe ha sido exterminada
por los españoles, por los conquistadores de Colón: en treinta años
murieron cerca de treinta millones de personas, de manera que
cuando el Caribe fue heredado por lo que ha sido llamado el Nuevo
Mundo, por el mundo moderno, no teníamos ancestros nativos.
Teníamos en cambio una lengua impuesta, una política impuesta,
una cultura impuesta que no me permitían, al caminar por Ja playa
en Barbados, digamos, en 1960, en vísperas de la Independencia,
tener un sentido natural, heredado, del génesis.
Esto hizo que mi anhelo de escribir acerca de los orígenes del
Caribe fuera muy grande. A menos que yo pudiera escribir acerca
de los orígenes de la situación geofísica natural en que me encontraba, no podría dar origen a mi propia poesía. De modo que hice
rebotar mis guijarros sobre el océano, haciendo florecer nuestras
islas que, en mi imaginación, se movían como ballenas en el horizonte. Pero no podía escribir el poema del génesis porque no tenía
ni un modelo ni un sentido de la historia natural de nuestro archipiélago. AI intentar hacerlo, tropecé con incómodos modelos
emanados del prejuicio, de la literatura, de la escuela. En lugar de
escribir sobre 2.000 millas de islas, sólo lograba hacerlo sobre un
pequeño charco a mis pies, pues estaba la influencia de JohnJCeats,
"Oda al charco, o charco solitario en el océano poderoso". O bien,
si intentaba escribir el génesis de otra manera, se entrometía el
poderoso Milton, se interponían estilos que no me permitían aprehender la esencia de nuestra historia. Esto me impedía capturar la
catástrofe a la que me referí. A través del pentámetro yámbico, que
\.\.LKN(;i/AJK-NACIÓN
Y LA POÉTICA DELACKIOI.IAMIt.NID
2Ü
iNf-KH PHAK-RHF.INBERGER
heredamos como colonizados y que estaba consagrado en nuestras
escuelas, hice cosas como "vagué solitario como un... en
colinas... narcisos... o días de despedida" y escribí maravillosos
versos a lo Milton y a lo Shakespeare.
Pero el huracán que cada año rompe hacia el Caribe no ruge en
pentámetros y no existe métrica inglesa para la niña esclava cuya
espalda es destrozada por el látigo del amo cuando aulla de dolor. A
menos que pudiese encontrar algo que sonara como un fósil nativo,
no podría escribir más que sobre charcos y cosas semejantes.
Entonces lancé al charco mis guijarros, pero seguí siendo
incapaz de llegar a ningún lado hasta que, a partir de las piedras
rebotando sobre el agua, tuve por primera vez un sentido visual: si
Dios hubiese creado el Caribe, habría usado un guijarro, no un
yunque ni un discóbolo, y cada una de estas piedras lo convertía,
finalmente, en un dios caribeño. No habría usado ni una brocha, ni
un lienzo, ni el techo de la Capilla Sixtina, como Miguel Ángel, ni
tampoco una tormenta como Thor, Balder o Richard Strauss, sino
un guijarro, y cada rebote de la piedra sobre el agua habría creado
una isla, y así es como yo tenía a Cuba, Santo Domingo, Puerto
Rico, las Islas Vírgenes, las islas Santas, Antigua, Montserrat,
Martinica, Trinidad, Barbados. Al deslizarse sobre el agua, la
piedra incluso creó la curva con su inercia y esto explica la forma
curvada del Caribe.
Pero me seguía pareciendo que esa piedra no se deslizaba realmente, en mi mente, al ritmo de mi canción. Sólo fue al descubrir
que el desliz de la piedra, esta síncopa puntillista, este inesperado
movimiento de la piedra sobre el agua, era muy parecido en su
forma ligeramente curvada a la cara de lo que habíamos creado en
el Caribe y que llamábamos un steelpan17, que pude escribir el
17
El steelpan, literalmente un "tambor de acero" o "tambor metálico", es un
instrumento de percusión musical y designa, por extensión, el género musical
al que éste da lugar. Preservo la expresión en inglés pues su uso se ha extendido en el idioma castellano.
•I
MHMORIAS DI-I.SILKNCIO:
' \IUIM'. i n i i ( 'AKIUI-. V Cl-NTKOAMÉRICA
|Hn'iii;i. I i n . i tic Lis invenciones originales del siglo veinte, el
siivlpan, constituye básicamente la música de Trinidad. Y con ese
sentido de la mariposa, de Anansi18, del steelpan, del calípso, se
me ocurrió que disponía -pese a que las escuelas no me permitían
comprenderlo- de una canción antigua y muy moderna a la vez; de
una canción que podía correlacionar con el desliz de la piedra
sobre el agua, permitiéndome escribir aquel sencillo génesis caribeño. Si lograba establecer la relación con el sonido de la piedra
deslizante, me sería posible encontrar mi propia expresión. No sólo
sería capaz de escribir el primer capítulo del génesis, sino también
de iniciarme en la poesía del Caribe. Y así fue como este poema,
que está en el corazón de mi concepto del lenguaje-nación en
cuanto me permite relacionar la piedra deslizante a la canción del
calipso, me liberó de Milton, del pentámetro, de Miguel Ángel y de
cualquier otra cosa. Celebra los ritmos de nuestro propio pueblo
porque permite entrar en la experiencia del ritmo. Es muy importante reconocer que cada ritmo, cada metáfora, cualquier cosa
originaria es el símbolo silencioso de algo mucho más profundo,
mucho más originario, que, al comenzar a relacionarte con él, te
conduce al futuro de su realidad escrita.
Y así fue cómo comencé a escribir: "la piedra se deslizó arqueó
y floreció hacia las islas, Cuba y Santo Domingo, Jamaica, Puerto
Rico, Granada, Guadalupe, Bonaire". Así comienza este sencillo
poema, ésta es la piedra deslizante. Pero, de hecho, aunque pueda
parecer eso en la página, hay en él mucho más que sólo escritura,
porque el lenguaje-nación es esencialmente una experiencia holística. El lenguaje-nación es una experiencia conectada al mismo
"Anansi" en los cuentos criollos caribeños es la arana, muchas veces
mezclada con humano, y simboliza la astucia popular. El vocablo es originario del África occidental selvática. Otro gran personaje de los cuentos africanos, esta vez en zona de sabana, es la liebre, la que también tiene presencia
criolla.
EL LENGUAJE-NACIÓN Y LA POÉTICA DEL ACRIOLLAMIENTO
INKKE PHAF-RHBNBERUER
tiempo a lo visual y a lo auditivo. El lenguaje-nación necesita tener
movimiento en su interior. Ésta es su esencia. Es capaz de crear un
cuadro total de la experiencia mediante un simple sonido. Es un
poema que no está para ser dicho, sino para ser cantado. De manera
que el primer poema que escribí suena parecido a esto:
La piedra se deslizó arqueó y floreció hacia
las islas:
Cuba y Santo Domingo
Jamaica y Puerto Rico
Granada Guadalupe Bonaire
la piedra curvada silbó hacia el arrecife
las olas dentadas desgarraron la arcilla
la espuma blanca destelló en rocío
Bathsheba Montego Bay
Florecer de los veranos que se arquean... (1973) 19
GLISSANT: Fue muy interesante escuchar lo planteado por
Brathwaite. Veo alguna^ inferencias, sin embargo, respecto a mi
propia situación. Primero que nada, en mi país, Martinica, hay una
lengua creóle20. Existió en Trinidad, en Jamaica y en Barbados
20
"The stone had skidded arc'd and bloomed into / islands: / Cuba and Santo
Domingo /Jamaica and Puerto Rico / Grenada Guadeloupe Bonaire // curved
stone hissed into reef/wave teethfanged into clay/while splashflashed into
spray / Bathsheba Montego Bay // Bloom ofíhe arcing summers... (1973)".
"Creóle": criollo / criolla, es decir, lengua criolla. Al usar la expresión
"creóle" me refiero a esta lengua surgida en el Caribe. Mantengo la grafía
anglófona y francófona (si bien en francés lleva un acento agudo en la primera
"e": "creóle"), aunque propongo pronunciar la palabra en español omitiendo
la última "e": "creo!". Otra grafía, en lengua creóle, es por ejemplo "kweol".
26
MEMORIAS DKL SILENCIO:
LITERATURAS EN EL CARIBE Y CENTROAMÉRICA
bajo una variante anglófona, pero luego desapareció. En Martinica
todavía tenemos un creóle que es francófono porque, en el siglo
diecisiete, los franceses ocuparon Martinica, así como Santa Lucía
y Dominica. En estas islas se habla el mismo creóle que en
Martinica, pero la gente de Martinica llama ingleses a la de Santa
Lucía y la de Santa Lucía llama franceses a la de Martinica, pese a
que hablan el mismo creóle. Cuando me encuentro con mi amigo
Derek Walcott, hablamos creóle porque es más fácil.
Una definición del creóle es la de una lengua mezclada con
elementos tomados de dos diferentes lenguas-madres. Esto significa que, en Martinica, Haití, Guadalupe, Santa Lucía o Dominica,
el creóle está hecho a partir de un léxico francés. Para decirlo con
más precisión, no es el idioma francés; sino la lengua de
Normandía y de Bretaña, la lengua hablada por los marineros y
otros inmigrantes. La sintaxis es una suerte de sintaxis de varias
lenguas de la costa occidental de África. El creóle, por tanto, es
realmente una_lengua de mezcla, así como una lengua de compromiso entre los antiguos esclavos y los antiguos amos. El genio de
nuestro pueblo es haber hecho de este compromiso una lengua real.
En general, es posible distinguir el creóle del pidgin o de un
dialecto. El pidgin o cualquier dialecto están hechos a partir de una
lengua, pero no se encuentra la mixtura específica de un léxico
occidental y de una sintaxis africana en ningún otro lugar, solamente en e! Caribe. En mi opinión, aquí no hay solamente mest>
zaje. Es imposible predecir los resultados del acriollamiento21
31
El término original en inglés es "creolization", que en francés es "créolisalion"
y en castellano es "criollización". Aunque se trate de una operación riesgosa
porque la noción de "poética de la criollización" está en cierta forma instituida,
me aparto de la traducción literal para adoptar la versión de "acriollamiento"
usada por los cubanos Emilio Rodríguez-Jorge y Nancy Morejón. Mientras que
la noción de criollización evoca la idea de un proceso sin fin, de una interminable difracción, la de acriollamiento transmite mucho mejor el pensamiento
EL LENGUAJE-NACIÓN Y LA POÉTICA DEL ACKIOI.IAMIENTO
INEKE PHAF-ÜHEINBERGER
\l
porque es impredecible y esto es lo principal que debo señalar
aquí: en el Caribe, la mezcla y el compromiso cultural son impredecibles.
Me impresionó escuchar a Brathwaite hablando acerca del
Caribe porque, desde mi punto de vista, sí quiere hacerse un paralelo entre el Caribe y el antiguo Mediterráneo, el viejo
Mediterráneo, puede encontrarse que este últinjo es un mar que
concentra, que fuerza a la unidad del ser. Puede observarse que
todas las religiones monoteístas nacieron en torno al Mediterráneo.
Es allí donde nació la filosofía de "/'im"22, de la unidad, de lo uno.
Y, si se mira al Caribe, se advierte que es un mar que difracta. No
que concentra, sino que difracta. El mar y las tierras no están alrededor de él, sino en su interior. Esto es algo que mis amigos en
París no entienden. Ellos me preguntan: "¿Cómo puedes vivir en
un país tan pequeño?". Piensan que me siento encerrado porque
Martinica es una pequeña isla, pero no es así, porque Martinica no
es un mundo que concentra; puedo pasar allí seis años sin ir a
ninguna parte porque el genio del país es difractante, consiste en
imaginar cosas que ocurren en cualquier otro lugar. Esta esja_
poética de lo que llamo él acriollamiento,^una poética mezclada,
impredecible y multilingüe.
Cuando escribí Le discours antillais2^ ["El discurso antillano]
(1981), selectivamente traducido como Caribbean discourse24 ["El
22
2:1
24
orientado o convergente de Édouard Glissant hacia un lugar específico concebido como "punto de intrincación": las Antillas, en el Caribe, y éste en las
Américas.
En francés en el original.
Glissant, Édouard (1981). Le discours antillais. París: GalHmard. Traducido
recientemente al castellano: Glissant, Édouard (2005). El discurso antillano.
Trad. de Aura Marina Boadas y Amelia Hernández. Caracas: Monte Avila.
Glissant, Édouard (1989). Caribbean discourse. Selected Essays /by Édouard
Glissant: translated and with an introduciion by J. Michael Dasli.
Charlottesvilleí University of Virginia.
¡8
MEMORIAS DEL SILENCIO:
LITERATURAS EN EL CARIBE Y CENTROAMÉRICA
discurso caribeño] (1989) al inglés, algunos jóvenes escritores de
Murtinica bien conocidos en el área tomaron tópicos de mi trabajo
para desarrollar la teoría de la criollidad ["creo/iré"]. A partir de esto
publicaron un libro, Eloge de la créoliíé25 [Elogio de la criollidad]
(1989), en París, donde se refieren permanentemente a Le discours
antillais como su fuente y raíz. Cuando me dieron el manuscrito, les
dije que siguieran adelante. Pero una vez que el libro fue publicado,
les señalé que no estaba de acuerdo con la teoría de la criollidad
' porque, para mí, el acriollamiento es un proceso que difracta. No
pretendo proponer un modelo para la humanidad del modo en que lo
han hecho para nosotros las culturas occidentales. Estamos en un
proceso de acriollamiento. No somos una definición del ser criollo
y esto marca una gran diferencia.
Hay un concepto contra el cual estoy peleando en relación .al
lugar que ocupan la filiación y la legitimidad en las culturas occidentales. Estas culturas han desarrollado un concepto de transparencia de la humanidad al cual han de ajustarse todos los hombres
y todas las mujeres del mundo. Algunos están cerca del modelo y
otros están lejos de él. El problema de este concepto de transparencia es que toda la gente debe corresponder con su modelo. Pero
hay algo más. El concepto del derecho a la diferencia ha sido muy
fuerte en la lucha por la descolonización, pero no es suficiente. Yo
quiero tener derecho a la opacidad,,es decir, que no me sea necesario entender lo que soy, que pueda sorprenderme de mí mismo y
aún así seguir haciendo cosas, trabajar y así sucesivamenteT
Cuando mencioné por primera vez este concepto de opacidad, hace
unos seis años atrás, todo el mundo dijo "¡cómo puedes vivir con
KL LENGUA JE-NACIÓN Y \.\ DELACRioi.iAMii-Nn>
INEKE PHAF-RHBNBERGER
algo o alguien que no entiendes!", pero creo que este punto de vista
es una trampa. El primer sentido de comprendre [comprender] ya
es significativo. Porque comprendre significa preñare [tomar] e
incluso tal vez estrangular. Esta es una típica actitud científica
occidental, según la cual los países y las culturas como las de las
Indias occidentales26 no podrían constituir ningún modelo para la
humanidad. Sólo que yo no pienso que estemos únicamente encontrando un génesis en las Indias occidentales, es decir, un génesis de ^
nuestra cultura, sino que además estamos volviendo a la narrativa.
Estamos conquistando un futuro. Esto puede diferir un poco de lo
señalado por Brathwaite pero, en general, estoy totalmente de
acuerdo con lo que él planteó.
BRATHWAITE: Aunque me he encontrado con Glissant en varias
ocasiones, ésta es la primera vez que hemos intercambiado
opiniones. Estoy muy agradecido por ello porque, como lo dijo y lo
confirmo, compartimos muchas ideas acerca de conceptos tales
como el futuro, la transparencia y la opacidad. Por supuesto, yo lo
planteo de otra manera, dado que provengo del Caribe anglófono y
él de un área francófona. Pero lo que me entusiasma es que
compartimos esta base común, que en cierto sentido constituye
otro aspecto del lenguaje-nación. Aunque hemos estado separados
por la distancia, el idioma y la política metropolitana, seguimos
estando comunicados a través de esta interconexión. Estoy de
acuerdo en cuanto a que no deben hacerse paralelismos. Yo solía
decir que las culturas occidentales eran como misiles y Glissant
26
25
Bernabé, Jean, Patrick Chamoiseau y Raphael Confíant (1989). Éloge de la
créolité. París: Gallimard. Un fragmento de esta obra está traducida al español
como: Bernabé, Jean, Patrick Chamoiseau y Raphael Confíant (1996). "Nos
proclamamos 'creóles'". En: López Morales, Laura, comp. Literatura francófona. II. América. México: Fondo de Cultura Económica 49-55.
••.
En el mundo anglófono, la expresión "Indias occidentales" o "West Iridies"
designa los territorios americanos y, debido a la temprana emancipación de
los EE.UU., muy especialmente las posesiones coloniales británicas en el
Caribe. Dentro del Commonwealth se les distingue de las "Indias orientales"
o "East Indies", que son los territorios asiáticos y en particular la India. La
expresión "Indias occidentales" no es muy recurrida en la francofonía y
Glissant la usa porque se está dirigiendo a un auditorio inglés.
30
MEMORIAS DEL SILENCIO:
LITERATURAS EN EL CARIBE Y CENTROAMERICA
hi/.o ludos los movimientos de unjriisil. La otra cultura, la del
l<'iit¿u((ií'-nacióti, es la cápsula, la cosa que es acarreada por el misil
en su dcspla/amiento por el espacio. La cápsula contiene sus
luer/as vitales auto-contenidas. Su paradigma no es el de cortarse
las piernas, sino el de auto-contenerse, es decir, lo que él llamója
opacidad, el reclamo a la privacidad. Constituye por tanto un aserto
de anti-conquista, se trata de una cultura que no está preocupada
por adquirir o por reclamar las lenguas o las posesiones de otros
pueblos. Es un sueño y una idea, pero pienso que debemos decirlo
cada vez más, y lo más fuerte posible.
GLJSSANT: Es interesante pensar, en este contexto, en el
concepto_de^ paisaje, 'aplicado tan a menudo como modelo de
humanidad. Yo solía citar un trabajo de Ernst Robert Curtius,
Literatura europea y Edad Media latina (1948). Curtius señala que
todos los parámetros de la literatura europea tienen un tópico que
es el paisaje ideal, el del prado y la fuente. De acuerdo con este
autor, los parámetros y la prosodia de todas las literaturas europeas
tienen este tópico como base común. Me di cuenta de que en el
caso del Caribe es diferente porque, en nuestra región, todas las
literaturas hablan de la selva, de los terremotos o de Tas tormentas.
¡ Ud. dijo lo mismo, Brátfiwaite, al hablar de la piedra deslizante en
el mar! En la gran literatura europea, el paisaje es un decorado, un
marco. Cuando un poeta o un novelista describen el paisaje,
pueden hacerlo maravillosamente bien. Me gusta el paisaje en El
lirio en el valle (1863), de Honoré de Balzac, y podría dar muchos
otros ejemplos, pero en ellos siempre hay un decorado, no una
parte interna. En nuestras literaturas, el paisaje no es un decorado,
sino un personaje en sí mismo.
Tenemos dos variantes de paisaje^Primero, porque vinimos por
mar, a través del Paso del Medio27, hacia las islas, y allí jmagi27
''"Midáis Passage". La expresión en inglés y con mayúsculas, desde que la
acuñara V. S. Naipaul, se utiliza para designar la porción del océano Atlántico
EL LENGUAJE-NACIÓN Y LA POÉTICA DEL ACRIOLLAMIENTO
INEKE PHAF-RHEINBERGER
II
namos el mar, como señaló Kamau. Y, junto con esto, estábamos
en el período de la esclavitud,, Al decir "esclavitud" pienso en los
cimarrones que huyeron hacia el bosque, hacia las montañas, para
liberarse. Por tanto, nuestras ideas de libertad están vinculadas a
las montañas y al mar. Y la libertad debemos conseguirla entre
ambos extremos, entre las montañas y el mar.
Estas ideas sobre la libertad nos condicionan de manera muy
importante. Por ejemplo, cuando Fidel Castro estaba en la oposición, podría haberse ido a La Habana y vivir en la ciudad, pero en
lugar de eso se fue a la Sierra Maestra. Por un lado, esto fue políticamente estúpido, dado que los soldados de Batista lo esperaban
allí. Pero, por otro lado, es increíble lo típico que resulta estar en la
Sierra Maestra para un cimarrón, es decir, se trató de acto propio de
las Indias occidentales. La relación con el paisaje provino de una
larga historia. Tal vez no lo sabía, pero el simbolismo de ese acto
fue muy fuerte.
Está claro que nuestra relación con el paisaje es algo que no
puede imaginarse si no se tienen en mente este tipo de imágenes.
Cuando estaba en Martinica, podía observarlo en las casas. Está la
C£Ímaj^ tradicional mente, todas las casas de los amos estaban allí,
porque es donde hay más aire fresco, y todas las casas de los
esclavos se ubicaban más abajo, no sólo por el aire, sino también
por los huracanes, porque toda la tierra desciende a las casas de los
pobres. Y ahora puede verse a los martiniqueños conquistando la
cima, lo que sociológicamente es muy importante, pues esta relación significa que el estatus no cambia únicamente por hacerse rico
y comprar una casa. Más importante que esto es la relación con el
paisaje, que cambia; tú cambias. Yo no lo llamaría un modelo para
la humanidad, sino más bien un modo de estar en el mundo.
por donde transitaban los barcos negreros entre África y América, en el
período histórico de la esclavitud (siglos XVI a XIX) y dentro del llamado
"comercio triangular" que vinculaba estos continentes a Europa.
1.'
MEMORIAS DEL SILENCIO:
LITERATURAS EN EL CARIBE Y CENTROAMÉRICA
BRATHWAITE: Quisiera agregar algo más. Nuestro paisaje es
mucho más violento, cambia constantemente debido a la luz del
sol, al terremoto, a la tormenta. En un sentido, uno debe retrotraerse a la situación previa para describir el paisaje. Permítame
darle el ejemplo de mi propio poema "Flautas"l"/7/Mí^í"]- Hasta
1988 viví en las colinas en Jamaica, en un lugar llamado Irish
Town, y había allí un boscaje de bambú. Cada año se acercaba más,
así es que finalmente escribí un poema que yo consideraba el
poema del bambú, "Flautas". Mi relación con aquel ramaje de
bambú fue muy cercana hasta 1988, cuando el huracán Gilbert
transformó ese lugar de dorado bambú en un sitio lúgubre, oscuro,
catastrófico, dos veces más alto que mi casa. Todo lo que había
tenido relación con el bambú se volvió oscuro y cataclísmico. El
ejercicio de mi poesía se vio alterado y fue como si toda mi alma se
hubiese derramado en este tipo de inmundicia. Existe una relación
con eí paisaje que está presente en las obras de muchos artistas
caribeños.
Siendo una poesía de la luz y el destello, una poesía suave y
esperanzada, ella se volvió muy oscura y sísmica. A partir de ese
momento, se convirtió en una suerte de prosa, única manera de_
relacionarme con ese tipo de desastre en particular. Pero, como
señaló Glissant, es imposible conformar un modelo a partir de esto,
pues un modelo de 1986 es diferente en 1988. Ahora el bambú ha
comenzado a retroceder nuevamente y pronto tendremos un
paisaje criollo, un paisaje que nació siendo oscuro y catastrófico
sin dejar de ser verde y esperanzador. Tendré que llegar a un equilibrio. Es sólo después de vivirlas que se disponen de expresiones
suficientes para designar este tipo de experiencias, entonces la
crítica comienza a destacar un denominador común; es lo que
llaman teoría. Pero las expresiones de estas experiencias preceden
a la teoría. Un artista caribeño no puede comenzar con una teoría,
con un modelo; siempre debe empezar a partir de su relación con lo
que está ahí.
EL LENGUAJE-NACIÓN Y LA POÉTICA DLL ACRIOUAMIKNI-O
INEKE PHAF-RHEINBERGER
33
GLISSANT: ¡Esto es muy importante! Tome por ejemplo nuestra
relación con América Latina. En el siglo dieciséis, el mar Caribe era
llamado "El Mar del Perú" y el Perú está al otro lado del continente,
dé modo que se llamaba así porque en esos tiempos debía atravesarse el Mar Caribe para llegar hasta allá. No había otras rutas para
los conquistadores; pienso que esto es importante. Hay muchas
Américas: América del Norte, América del Sur, América Central y
las Indias occidentales o el Caribe. Esto de no tener filiación, de
carecer de un vínculo con los orígenes, es igual para todos estos
tipos de génesis. Sin embargo, al estudiar las culturas y las teologías
de los mesoamericanos, encontré un concepto de génesis y de filiación muy interesante, consistente en un sistema de períodos cíclicos
de 52 años. ¡O sea que hay un hoyo! ¡No hay génesis! Esto nunca se
encontrará en un mito griego o en la religión cristiana, pues en ellos,
cuando hay un hoyo, se decide que Matusalén vivió 900 años o que
Noé vivió 700 años. Es necesario hacerlo de este modo para poder
conquistar una legitimidad. En las culturas mesoamericanas no
existe esta preocupación. Tampoco existe este tipo de vínculo en las
culturas africanas. Se tienen filiaciones no por legitimidad, sino por
adopción. Éste es el acri olí amiento que está operando alrededor del
mundo y que yo llamo \apoetica del acriollamiento.
BRATHWAITE: Es interesante que Glissant se refiera a Martinica
^ como parte de América Latina. Es impensable que Jamaica y
Barbados o Antigua o Saint Kitts alguna vez hayan soñado con
América Latina. Ni siquiera saben lo que significa esa palabra.
Nuestro concepto de historia del mundo es muy afro-sajón y
protestante, pues es el producto de una sociedad inglesa muy
extraña y materialista. Crecimos en el Caribe, donde solamente se
conoce Londres o Australia o Canadá, es decir, cualquier cosa que
sea vital para el imperio Británico. Pero nos estaba prácticamente
prohibido involucrarnos con lo caribeño, fuese lo que fuese:
nuestra propia música, nuestras propias expresiones en el lenguaje,
en el lenguaje que hemos creado a lo largo de los años y, sobre
todo, a partir de nuestro aislamiento del resto del Caribe.
34
MEMORIAS DEL SILENCIO:
LITERATURAS EN EL CARIBE Y CENTRÜAMÉRICA
Permítanme darles un ejemplo. Si yo hubiese vivido en la isla
de Santa Lucía en el año 1.400 y hubiese querido visitar a 'Glissant
en Martinica, podría haber ido al Morne28 sobre Castries y haberle
enviado a él o a su tío una señal de humo, o bien haber usado un
espejo para avisarle "llego esta tarde en una canoa". Nos habríamos adentrado en el mar en el momento correcto y, sin duda,
habríamos llegado sanos y salvos a la playa. Hoy, si quiero visitar
a Glissant desde Santa Lucía a Martinica, todo lo que debo hacer es
tomar un crucero de Santa Lucía a Londres, luego cruzar el canal
desde Londres hasta Calais y después tomar un crucero francés.
Hasta el teléfono funciona de esta manera. Es que la distancia es
P?íte.del. problema, no es un asunto solamente lingüístico o político; es parte de la totalidad de un^sistema de compartí mental i zación (compartiMENTALización) de la comunicación. Y es particularmente el caso para el Caribe anglófono. En el caso de las islas
francesas, han seguido vinculadas a Europa, de manera que tienen
una salida hacia el mundo. En cierto modo, son parte de Francia,
aún cuando su situación pueda ser incómoda. Las metrópolis jamás
pensaron que nosotros merecíamos recibir educación, de modo que
ésta tenía que ser, en cierto sentido, ilegítima. Nos enseñarnos a
nosotros mismos, lo que fue extraordinario. El profesor no podía
enseñarnos lo que queríamos que se nos enseñara, así es que nuestros padres pidieron que la escuela nos permitiera enseñamos a
nosotros mismos y también que tomáramos nuestros propios
exámenes, que seguían siendo públicos. Al enseñarnos a nosotros
mismos, descubrimos Harlem29 y a T. S. Elliot.Y al descubrir a
28
29
Pequeño poblado situado sobre Castries, capital de Santa Lucía. En el Caribe
la palabra "morne" designa un monte. En francés "mome" significa también
"oscuro" o "apagado".
El llamado "Renacimiento de Harlem", florecer artístico de la cultura negra
que tuvo lugar en Nueva York a comienzos del siglo XX, acompañó el
despertar de la conciencia negra en el Caribe y otros lugares, influenciando
EL LENGUAJE-NACIÓN Y LA POÉTICA DEL ACRIOLLAMIENTO
INEKE PHAF-RHEINBERC,ER
35
Elliot descubrimos una voz poética moderna. Sin esto, habríamos
caído en el pentámetro inglés, en los románticos ingleses, Uds.
saben, en la actitud de Swinburne. En la escuela yo no tuve ningún
tipo de contacto con un hombre llamado Nicolás Guillen. No sabía
que Brasil tenía esclavos y que era una sociedad de plantación
similar a las nuestras. Tampoco sabía que África existía y que era
un gran lugar, aunque Barbados sea la más oriental de las islas caribeñas y que desde allí, en un día neblinoso, sea posible imaginar la
costa de Guinea.
Al descubrir Harlem vimos la conexión de la voz poética
moderna con la música, la relación de la música y la palabra en
Louis Armstrong o Duke Ellington, por ejemplo. Se trataba de una
total liberación del arte expresada en la música-palabra-danza. En
otras palabras, nos dimos cuenta de que algunos de nosotros podíamos cantar, de que algunos de nosotros estábamos cantando
incluso en otro país, aún cuando se nos había hecho entender que el
canto no era bueno para nosotros. En ese entonces, el calipso
estaba prohibido en Barbados. Los padres se disgustaban mucho si
lo cantabas y nunca se le escuchaba en la radio. La gente pensaba
que era una música del demonio, que sólo era la expresión de algún
tipo abominable de personas. Y esto seguramente no era sólo el
caso de Barbados, sino también el de otras islas.
En la enseñanza, sin embargo, estos conceptos de opacidad,
transparencia y futuro siempre resultan engañosos. Yo trabajo en el
asimismo las vanguardias europeas y americanas. Su resultado más destacado
es el jazz, como lo traslucen las palabras de Brathwahe, pero en él participaron asimismo escritores como Countee Cullen, Charles MacKay o
Langston Hugues. Una traducción al español de algunos de los textos
asociados al Renacimiento de Harlem se encuentra en: Pereda Valdés,
Ildefonso (1936). Antología de la poesía negra americana. Santiago de Chile:
Ercilla. Agradezco al estudiante de la Universidad Católica Silva Henríquez
Milton Carrasco el hallazgo y el préstamo de tan raro y valioso volumen.
36
MEMORIAS DEL SILENCIO:
LITERATURAS EN EL CARIBE Y CENTROAMÉRICA
Departamento de Historia, pero soy un poeta y opero como tal, así
es que, si los estudiantes esperan tener lecciones de historia, sobre
todo de historia económica, no las recibirán de mi parte. No he
investigado en archivos buscando hacer una historia política y
económica. Mi investigación siempre surge de las metáforas que
descubro en mi poesía. Sólo ahora estamos descubriendo las áreas
sumergidas deí Caribe, las vidas de la gente y las instituciones que
crearon durante el largo período de la esclavitud y la colonización.
Una institución como "Landship"30, una organización de autoayuda en Barbados, por ejemplo, me inspira e incluye la noción de
susu o coumbite, como puede encontrarse en Guadalupe y Haití.
Al escribir mi poema "La cabana" ["The Cabin"], basado en
una cabana de esclavos en Jamaica, fui capaz de describirla porque
pude verla. Pero al abrir su puerta, me di cuenta de que no sabía lo
que había allí y que no conocía a la gente que estaba dentro. La
única cabana que conocía en ese momento era La cabana del Tío
Tom (1855), de Harriet Beecher Stowe, así es que, como historiador, tuve que hacer la investigación necesaria para descubrir qué
es lo que hacían los esclavos jamaicanos en ese momento, qué se
les exigía que hicieran y qué tipo de amoblado mental y físico
formaba parte de su mundo. Éste es el tipo de investigación que yo
realizo, siempre surge de una metáfora, de un poema que permanecía irresuelto debido a la ignorancia. Cualquier intento por
descubrir algo del Caribe se ha basado primero en un_salto imaginativo hacia lo desconocido y, después, en un esfuerzo historiográfico, archivístico, para entenderlo y definirlo. Y yo diría que ocurre
lo mismo en cualquier parte del mundo, sólo que en el Caribe nuestros recursos son tan ricos y a la vez tan poco explotados, incluso
tan poco explorados, que eso debe necesariamente llevarse a cabo.
30 "Navelierra".
EL LENGUAJE-NACIÓN Y LA POÉTICA DEL ACRIOLLA/MENTÓ
INEKE PHAF-RHEINBERGER
37
Por tanto, esta aproximación multidisciplinaria es fundamental
en el Caribe. Cualquier cosa a la que uno se aproxime tiene una
multiplicidad de connotaciones, de matices, de implicaciones en
muchos niveles. Aprendí esto por accidente. Estudié historia en la
Universidad de Cambridge, donde tuve que elegir entre literatura e
historia. Me incliné por la historia porque sentía que sería más
difícil, puesto que la literatura ya estaba conmigo. Al partir de
Cambridge, escapé de la historia por muchos años, como esperaba
hacerlo. Mientras vivía en la isla de Santa Lucía, en cierto modo
escondiéndome en ella, fui descubierto por un historiador, un
académico de la Universidad de West Indíes. Le pareció que era
una desgracia para un historiador, para hombre de Cambridge,
como decía él, permanecer oculto de este modo. Y planificaron mi
regreso a Jamaica, lo que ocurrió hace cerca de veinte años atrás.
/No es necesario decir que ios académicos, mis colegas profesio! nales, difícilmente me hablaban en el Departamento de Historia.
No entendían cómo funcionaba esta cuestión, pero ahora han aceptado que funciona. Y gracias a nuestros esfuerzos, la historia
cultural y social está pasando a tener un lugar fundamental en la
Universidad de West Indies. Ahora todo el mundo está haciendo
historia social y cultural.
Es muy importante, incluso como académico, tener tu propia
biografía, tu propia autobiografía, saber cómo alcanzaste tal
conclusión a partir de tu propia experiencia. Y esto es lo que
siempre intento hacer. No estamos separando !a palabra de la
esencia, para nosotros la palabra y el mundo siguen siendo contiguos, mientras que en muchas otras disciplinas y sociedades, a
partir del Renacimiento, la palabra y el mundo han evolucionado
de manera separada. Yo todavía estoy "descubriendo" el Caribe,
así es que no tengo la sensación de estar "inventando" algo. ¡En_
cualquier caso, es el Caribe el que me está inventando a mí! Es el
Caribe el que me ha transformado cada vez más a medida que he
dedicado mis esfuerzos a trabajar en el área. Y debo usar una
38
MEMORIAS DEL SILENCIO:
LITERATURAS KN EL CARIBE Y CF.NTROAMÉR1CA
palabra como '^esfuerz^', Uds. saben, debido a que los británicos.
anglófonos y protestantes -desde luego-, aunque sean similares a
nosotros, hicieron nuestra historia colonial. Nos cortaron del resto
del Caribe.
GLISSANT: Mi experiencia proviene de la plantación en la que
nací. Mi padre era una especie de capataz y viajaba de lugar en
lugar, así es que pude conocer bastante bien todos los aspectos de
las culturas de Martinica. Durante mi infancia escuché los cuentos
criollos y la música en el campo. Es por esto que necesito intelectualizar todas aquellas experiencias en lugar de volcarme hacia la
esencia. Es una diferencia con algunos de mis camaradas escritores
en la Martinica de hoy, jóvenes escritores que viven en las
ciudades y no conocen la vida de la plantación. De manera que
tengo una tendencia a considerar una suerte de ser total. en_ el
mundo, enfatizando no sólo la esencia, -no me gusta esta palabra-,
sino también la comprensión intelectual de las cosas, mitad y
mitad. Tal vez sea pre-socrático, ciertamente no heideggeriano.
Siento una gran predilección por los pre-socráticos porque no creo
que haya sido en el Renacimiento cuando los hombres se separaron
del mundo, sino que desde Sócrates y Platón. Tal vez los pre-socráticos eran hombres negros en sus corazones. No formaban parte de
la cultura occidental. Eran algo más que se ha perdido y que tal vez
debamos reencontrar.
Lo otro es que, al escuchar a Brathwaite, pensaba en las Indias
Occidentales francófonas.Tenemos la mejor y la peor de las partes.
La mejor porque tenemos acceso al conocimiento, pero sin la
actitud que hay en las Indias Occidentales anglo .^hispanohablantes. Siempre me sorprendieron (mientras trabajaba en la
UNESCO) los conflictos entre mis amigos de Jamaica y Trinidad y
Barbados y Santo Domingo y Cuba. Siempre había algún
conflicto. Había una mujer de Trinidad, muy inteligente, que decía:
"Trinidad es una potencia atlántica". Y yo le preguntaba: "¿De qué
está hablando, qué es eso?". Y los indo-occidentales anglófonos
EL LENGUAJE-NACIÓN Y LA POÉTICA DEL ACRIOLIAMIENTO
INEKE RHAK-RHEINEERGER
39
decían: "Ustedes, los de Cuba, intentan colonizarnos"; y así sucesivamente. Pero estos puntos de discusión me resultan paradójicos.
Tal vez tengamos la oportunidad de acercarnos más a los latinoa- •
mericanos y a los anglófonos, de manera de poder formar una <
especie de liga.
Entonces, los indo-occidentales
1 francófonos tuvimos acceso al
.
conocimiento, lo_que fue bueno. Lo malo es que esto significó
que fuéramos asimilados. La colonización inglesares ciertamente
mala, porque el inglés no puede considerar que un trinitense o un
Barbádense sean realmente ciudadanos ingleses. Pero al hacerlo,
en cierto modo, el inglés respeta la otra cultura. No hace nada en
su favor, pero tampoco !a toca, no la contamina. Cuando fui a
Dominica no pude creer lo que veía. El inglés no había hecho
nada, ninguna carretera, ninguna casa, nada de nada. Los franceses en Martinica nos dieron carreteras, electricidad, teléfonos,
pero fuimos contaminados en nuestras mentes debido a esta
asimilación por su cultura, de manera que los anglófonos y los
hispanohablantes en las Indias Occidentales están más cercanos a( X)
su "esencia", es decir, a su relación con ellos mismos, que los
francófonos.
Recuerdo algo que los cubanos me contaron hace mucho
tiempo atrás. Estaba discutiendo con algunos líderes en Cuba y en
ese momento ellos solamente tenían una palabra en mente:
"América Latina"31. Yo les respondí, "okay, 'América Latina'",
pero Uds. son indo-occídentales y, si no lo son, su ser-"América
Latina" es falso, no es real, sino retórico. Y recuerdo que no entendieron lo que les estaba diciendo. Para ellos, en ese momento, !as
Indias Occidentales no eran nada y les tomó quince años entender
que era imposible ser "América Latina" sin ser indo-occidentales.
Al finalizar la discusión, me sorprendió que me dijeran: "Uds. los
En castellano en el original.
40
MEMORIAS DEL SILENCIO:
LITERATURAS EN EL CARIBE Y CENTROAMÉRICA
de Martinica y Guadalupe son más precisos de mente porque son
los más frágiles y amenazados". Y me pareció que éste es el verdadero punto de la situación de las Indias Occidentales en relación a
los francófonos, los anglófonos o los hispanohablantes. Mi conclusión es que no hacemos lo suficiente por converger. Tal vez esto
suceda por la fuerza de la historia.
BRATHWAITE: Bueno,'la primera convergencia debiera ser política. Las Indias occidentales británicas estuvieron planificandcTuña
unión política durante mucho tiempo, pero jamás incluyeron en su
visión a los franceses o a los españoles. Pienso que esto tendría que
ser lo primero^Lo otro sería realizar congresos culturales y romper
la barrera comunicativa de las lenguas asegurándonos de que los
escolares aprendan todas las que se usan en el Caribe. Carecemos
de una lengua unifícadora que pueda facilitar la comunicación en
todos los niveles. Esto coincidiría con una estructura política
común. Difícilmente habría conocido a Glissant en el Caribe. No
hay relación entre la Universidad de West Indies y las universidades de Martinica y Guadalupe. De vez en cuando enviamos a
nuestros estudiantes al extranjero y tenemos intercambios, pero
éstos se organizan con muy poco entusiasmo y no es posible
llevarlos a cabo por cuenta propia, porque se quemarían todas las
energías en el intento y la cosa se transformaría en una especie de
cruzada. Además, dudo que estas iniciativas tengan algún tipo de
continuidad mientras siga habiendo tan poco contacto entre las
estructuras.
Por supuesto, tenemos un vínculo natural, África. Siempre que
nos encontramos en los festivales o en cualquier otro lugar, reconocemos esta "mismidad" ["sameness"] en muchos aspectos, pero
ella no ha sido utilizada como fuerza unifícadora porque, en el
Caribe, África sigue siendo un tema sobre el cual ño se habla. Hay"
dos razones que lo explican: la buena es que no sabemos nada de
África -ésta es la buena. La mala es que, cuando lo hacemos, ¡los""
demás grupos étnicos del Caribe protestan chiflando! Por ejemplo,
EL LENGUAJE-tiACIÓfi Y LA POÉTICA DEL ACRIOLLAMIENTO
INEKE PHAF-RHEINBERGER
>
41
el juego del criquet, ese gran juego que tenemos. Nuestro capitán
dijo hace pocos años atrás que habíamos ganado una serie gracias
al excelente juego de un joven (caribeño) "africano" [de aspecto
africano] que estaba en el equipo. La gente nunca lo perdonó y
cuando varios años después fue a Guyana, donde el 70% de la
población tiene herencia india [de la India], fue abucheado. Sólo
por esa declaración. De modo que África no puede ser utilizada
como fuerza unifícadora. Los amerindios tal vez podrían ser una
mejor base, pero aquí, nuevamente, nuestra ignorancia de los
amerindios es incluso mayor que la de los africanos. Nuestra ignorancia del pasado es atemorizadora.
GLISSANT: Esto puede ser verdad pero, en mi opinión, la difí^
cuitad es que somos prisioneros de nuestra propia concepción de la
identidad. Pienso que la cultura occidental, en particular, fue la que
nos metió en esto. La identidad como concepto se desarrolló en las
culturas occidentales con el fin de conquistar el mundo, Tenemos
que definir otro concepto de identidad que no esté ligado al concepto
de la raíz, pues éste excluye al otro por motivos de guerra, de
conquista o de intolerancia. Lo digo porque tengo la experiencia
personal de las luchas políticas en mi propio país, así como la visión
de las luchas políticas en otros países, como Argelia, por ejemplo. Y
cada vez que he visto esta intolerancia, me he dado cuenta de que el
resultado no sería el que esperábamos y que una vez más surgirían
la intolerancia, el racismo, el anti-femínismo, el fundamentalismo o
el anti-fundamentalismo religioso. Debemos intentar definir otro
tipo de identidad, no el del enraizamiento seccionado, sino el de una
relación que se teje como una red32.
32
Siguiendo a la chilena Ana María Baeza, uso la expresión "una relación que se
teje como una red" en lugar de la traducción literal de la oración, que sería
"una relación a través de una red". Ver; Baeza, Ana María (2005). "Bolero,
memoria, y el Loco afán en obras de Pedro Lemebel y Luis Rafael Sánchez",
En: Phaf Rheinberger, ed. Memorias de la fragmentación. Tierra de libertad y
paisajes del Caribe. Berlín: WVB. 75-96.
42
MEMORIAS DEL SILENCIO:
LITERATURAS EN EL CARIBE Y CENTROAMÉRICA
En América Latina y en las Indias Occidentales hay una serie de
niveles que se contradicen entre sí. Está la construcción de la
nación, la que se contradice con la lucha de clases, y ambas definen
ía identidad colectiva y comunitaria. Hay cinco o seis comunidades
étnicas diferentes y, cuando una nación intenta construirse, una de
estas comunidades puede decir que lo está haciendo sobre sus
hombros. Entonces están todas estas contradicciones, especialmente en América Latina, ¿pero cómo podremos vivir en comunidad mientras sigamos propagando la idea de que el ser humano
sólo encuentra su identidad en las raíces? Yo, por ejemplo, vengo
de una plantación, así es que sé lo que eso, pero eso no es todo lo
que soy. Mi identidad no es solamente la cabana donde nací, el
cañaveral donde crecí. Conozco eso, está dentro de mí. Como
persona, no necesito retrotraerme a eso todo el tiempo. Sólo es
necesario hacerlo como colectividad. Porque eso fue cortado de
nuestra memoria y debemos recuperar esta historia. Si los indooccidentales y los latinoamericanos no intentan hacerlo, serán
aplastados por fuerzas externas. Sea como sea, no es la forma de
cambiar la mente de la humanidad. Las construcciones identitarias
basadas en la raíz no son suficientes. Según entiendo el concepto
de la poética del acriollamiento, debemos luchar contra cualquier
tipo de mono-algo. Si defiendo mi lengua materna creolé,~ñcTes
sobre la base de una mono-lengua. Defiendo mi propia lengua
porque pienso que, si ella desaparece, morirá algo que es propio de
la imaginación del hombre. Y no> pienso solamente en mi lengua.
Cada año muere una lengua en África y esto es increíble. Una de
las políticas que pueden seguirse para vencer al tiempo es luchar
contra el mono-algo, el mono-legalismo, la mono-concepcíón del
estado-nación, el concepto de raza, etc. Y si luchamos por la multiplicidad y nuestra lucha resulta exitosa en esta vida, entonces
también lo será en otras vidas después de nosotros. Este concepto
de multiplicidad no se opone al concepto de unidad. Pienso incluso
EL LENGUAJE-NACIÓN Y LA POÉTICA DEL ACRIOLIAMÍENTO
INEKE PHAF-RHEINBERGER
43
mii
que,:, rfuentras
más se considera ía multiplicidad, más es posible
alcanzar la unidad.
Éste es mí primer punto. El segundo es que el poderío político,
'militar o económico está evidentemente del lado del concepto de ,
identidad que denuncio. Pero la historia es impredecible. ¡No se
sabe sí en veinte o diez años más la economía aquí en los Estados
Unidos o bien en el Japón se derrumbará! ¡No se sabe lo que va a
pasar! Si alguien, hace un año atrás, hubiese dicho que el imperio
soviético estaba por caer, se habrían reído de él y habría parecido
imposible. No es posible predecir lo que sucederá en las relaciones
internacionales, como no es tampoco posible fiarse de las acciones
concretas que se lleven a cabo en la materia.
BRATHWAITE: Sus preocupaciones me parecen notablemente
políticas e intelectuales. Ud. señaló que un estado-nación puede
caer. Yo quisiera señalar otra cosa. De hecho, me interesaba lo que
considero ía divergencia de preocupaciones propia de la poesía, la
que, espero, es capaz de subvertir al estado-nación desde dentro. Si
no puede hacerlo, ¡¿entonces qué estamos haciendo sentados aquí?!
Porque significa que somos completamente inútiles si no tenemos
ningún sueño utópico, si no creemos real y fundamentalmente que
un estado-nación es parte de nosotros y que podemos influenciarlo
de alguna manera. O sea que la cuestión depende de la definición
que tengamos del estado-nación, del modo en que concebimos sus
extraños aparatos de funcionamiento. ¿Tenemos algún estadonación? ¿Podemos cambiarlo como intelectuales o poetas? Yo diría
qué, si"es que efectivamente podemos hacerlo, deseo leer poesía, y
un tipo de poesía que tenga un fuerte impacto rítmico. En mi caso,
el ritmo se hace mucho más evidente cuando la poesía toma vuelo y
aparecen la síncopa, la cesura y así sucesivamente.
En cualquier obra caribeña el ritmo responde de la manera lo
más cercana posible al ritmo primordial del paisaje, a un verdadero
juego de rayuela del paisaje. Este crea el ritmo con el cual se tiene
que vivir, el ritmo que se observa y que se ve, el ritmo con el que se
44
MEMORIAS DEL SILENCIO:
LITERATURAS EN EL CARIBE Y CENTROAMÉRICA
sueña. Entonces el abrupto cambio de estaciones constituiría otro
ritmo, además, por supuesto, del mismo ritmo de la gente, de la
forma en que caminan, en que hablan en los mercados, la violencia
repentina seguida de las risas, el constante signo de un vacuno
muerto en las calles cuyo cadáver tiene la señai de una mariposa.
Estos son ritmos que forman buena parte de nuestras vidas, porque
la mariposa está chupando algo de la sangre que está creando un
signo de amor sobre ese destino, cuando se tiene una forma que
contrapone dos conflictos. Y me parece que el estado-nación
podría ser la vaca, que el estado-nación podría ser ese cadáver, y
que deberíamos crear el signo, que es en cierto modo la señal de
una posibilidad de metamorfosis.
GLISSANT: Volvemos entonces al inicio de esta discusión sobre
el lenguaje-nación, su cosmos-lengua y sus ritmos. Toda la música
nacida en las Indias Occidentales, los gospels, el blues, la biguine,
el calando, nacieron def silencio. Porque estaba prohibido hablar
fuerte y cantar. Nació del silencio y en el silencio. Uno de los
aspectos culturales de la música que resultan comunes a todas las
áreas de plantación en las Américas fue la necesidad de cantar sin
ser escuchado por nadie más, trátese del amo o de cualquier otra
persona. El arte del silencio es fundamental en este tipo de música.
Y cuando la música estalla en sonidos, sigue estando presente en
estos estallidos, en este tipo de arte del silencio. Él le da la síncopa
a esta música. Por tanto, estas preocupaciones políticas e intelectuales en cierto modo son incorporadas en sus ritmos, con "lo
impredecible de su síncopa puntillista y de su inesperado movimiento", tal como lo explicó Brathwaite y dentro de lo que yo
llamo nuestra poética delacriollamiento.
TRADUCIR EN EL ESPACIO CRIOLLO:
SOBRE EL DIÁLOGO KAMAU BRATHWAITE /
ÉDOUARD GLISSANT EDITADO POR
INEKE PHAF-RHEINBERGER Y LA
EXPERIENCIA DE LLEVARLO AL ESPAÑOL
CAROLINA BENAVENTE MORALES
a Ximena Morales
I. Inmersión
En este artículo abordo un texto originalmente publicado en inglés,
dando cuenta asimismo de la experiencia que significó traducirlo
al español. Editado por la académica holandesa Ineke PhafRheinberger (1996; 2005)', este texto, titulado "El lenguajenación y la poética del acriollamiento. Una conversación entre
Kamau Brathwaite y Édouard Glissant" plasma la voz de dos de
los principales intelectuales caribeños del siglo veinte: la del historiador y poeta anglófono Kamau Brathwaite, nacido en Barbados
en 1930, y la del poeta, ensayista y novelista francófono Édouard
Glissant, nacido en Martinica en 1928. Sostenida en la Universidad
de Maryland en 1991, esta conversación no tenía precedentes ni ha
tenido repeticiones en lo sucesivo, constituyendo todo un hito en
El texto ha sido publicado en dos ocasiones, con muy pocas variaciones
(Phaf-Rheinberger 1996; 2005).

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