Revista del Conservatorio Superior de Música de Vigo
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diapente Revista deldel Conservatorio 2015 Nº 4 Revista ConservatorioSuperior Superiorde deMúsica Música de de Vigo Vigo | Junio Mayo 2015 Web: http://www.diapente.es | E-mail: [email protected] Diseño y Maquetación: Mauro José Mariño Suárez Portada, Contraportada, Fotografía Índice y Editorial: Mª José Cid Castro ISSN: 2174-0054 diapente | Revista del Conservatorio Superior de Música de Vigo | 2015 Índice Artículo Autor/a Página Los niños prodigio: Reflexiones sobre aspectos relacionados con su vida personal, extraídas de publicaciones periódicas de principio de siglo XX Isabel Gil Lloréns 4 Don Juan en la música y en el pensamiento: Don Giovanni de Mozart a través de la mirada de Kierkegaard Pablo Rodríguez Fernández 8 Las primeras Sociedades del Cuarteto en España e Italia Mauro José Mariño Suárez 18 “Tous pour un, un pour tous” Achegamento sociolóxico ao cuarteto de corda Jennifer Gómez Vilar 35 Cuarteto de Cuerda: “La música empieza donde se acaba el lenguaje “ Editorial E. T. A. Hoffman En este nuevo número de Diapente se entremezclan diversos espacios. El binomio música – literatura, los niños prodigio y el cuarteto de cuerda. Al igual que un músico de jazz se inspira en las improvisaciones de otros para “crear”, la literatura ha servido de inspiración a la música desde los inicios y viceversa. En concreto, en un artículo se aborda el personaje universal de D. Juan. Quizá “nowadays”, con la tecnología que nos inunda y nos hace perder el hilo de nuestro ritmo natural, es necesario traer a la memoria símbolos y leyendas que sirvieron de inspiración a grandes artistas. En la línea de las referencias literarias, el artículo de D. Juan, está basado en la ópera D. Giovanni, bajo la mirada de Osten Kierkegaard (filósofo danés 1813 – 1855), desde el punto de vista musical y del pensamiento, reflejando la fascinación por la ópera en el periodo romántico, y la trascendencia en el plano filosófico. Goethe, en una de las cartas perteneciente a su extensa correspondencia con Schiller, también expresó su admiración por la ópera D. Giovanni, después de una representación a la que asistió en Weimar: “Mozart se une a la pequeña banda inmortal de hombres cuyos nombres y obras no serán olvidadas con el tiempo” . Pero ¿disfrutaría Mozart realmente?, pensando en su condición de niño prodigio, con incesantes viajes y una prematura y pesada responsabilidad….al hilo de estos pensamientos, en este número encontramos una reflexión acerca de los niños prodigio , de su vida personal , documentada en publicaciones del siglo XX, ¡ interesante meditación!. Para finalizar, dos artículos y un mismo tema: el cuarteto de cuerda, importante agrupación camerística. En ellos un acercamiento al tema bajo 2 vertientes diferentes, el primero de ellos se centra en las primeras sociedades del cuarteto en España e Italia, y el segundo en la dimensión humana, social y psicológica, aportándonos una rica perspectiva, siendo fruto, ambos artículos, de sendos trabajos fin de master en Italia. En este multicolor y variado paisaje los tres primeros artículos han sido elaborados por profesorado del Conservatorio y los 2 últimos por alumnos egresados del Conservatorio, ya titulados superiores, y que nos aportan un afán por investigar y su ilusión, desde aquí un agradecimiento especial a todos. Mª José Cid Coordinadora de la revista Diapente Los niños prodigio : Reflexiones sobre aspectos relacionados con su vida personal, extraídas de publicaciones periódicas de principio de siglo XX Isabel Gil Lloréns En la prensa nacional de principios del siglo XX aparecen numerosas reseñas sobre niños prodigio en el mundo de la música. Este articulo se centra en aspectos relacionados con la vida personal de estos niños y trata de clasificar en apartados concretos aquellos aspectos de sus biografías que aparecen reflejados en la mayoría de los artículos consultados. L as dos primeras décadas del siglo XX fueron una época especialmente “fructífera” en lo que a niños prodigio se refiere: aparecen numerosas reseñas en periódicos y revistas de esa época que hacen referencia a estos casos de precocidad, como es el caso de Pepito Arriola o Cubiles en el piano y el de Quiroga o Rico Losada en el violín. Este articulo, que se centra en aspectos relacionados con la vida personal de estos niños, está estructurado en estos cuatro epígrafes: niños con un “don divino”; niños prodigio, ¿niños desequilibrados?; niños prodigio, ¿niños explotados?; falsos y verdaderos niños prodigio. La fuente de datos utilizada es la prensa entre 1900 y 1920 en las que encontramos artículos sobre estos músicos precoces así como críticas de sus conciertos. Siendo Gaceta de Instrucción pública y Bellas Artes1, de la que más información se ha extraído. La mayoría de estos niños prodigo tenían como instrumento el piano. Las razones de ello pueden leerse en el siguiente texto, referido a Pepito Arriola: …está visto que los genios músicos, por lo general y salvo rarísimas excepciones, se revelan en el piano sin duda por ser este el instrumento que ofrece mayor facilidad, y el que mejor responde a la iniciación de estos artistas espontáneos (Gaceta de Instrucción Pública y Bellas Artes, 1909, p. 2). La edad de comienzo de los estudios musicales era alrededor de los cinco años o incluso antes. Del niño Arriola se decía que ya tocaba el piano cuando contaba “treinta y seis meses de edad”. Niños con un “don divino” Son numerosos los artículos y reseñas periodísticas consultados que expresan las cualidades “divinas” de estos niños a los que consideraban “seres escogidos”: La obra del Sumo Hacedor se refleja prodigiosamente en la inteligencia de este ser singularísimo (Gaceta de Instrucción Pública y Bellas Artes, 1910, p.1). Con su muerte, nos queda el consuelo de la resignación porque los seres escogidos vuelan al Creador (Cabanillas, 1920, p. 17). Los efectos de sentimiento y expresión no pueden producirse sin que aliente en el corazón del artista ese algo sobre natural y semidivino que caracteriza a los verdaderos genios. (Alba, 1911, p.1). Otros artículos utilizan expresiones como: “niño dotado por Dios de asombrosas facultades” (Contreras, 1909, p. 1), “arte divino” (Gaceta de Instrucción Pública y Bellas Artes, 1909, p. 1), “..sublime don del cielo...”(El Álbum IberoAmericano, 1909, p. 351). Niños prodigio, ¿niños desequilibrados? José Grinda, (1902) alerta en su artículo sobre el peligro de que puedan aparecer en este tipo de niños desequilibrios en sus funciones. Opina que puede suceder, que mentes con una sensibilidad especial sometidas a “unas imprudentes y repetidas llamadas a su actividad funcional”, desarrollen sus capacidades intelectuales enormemente descuidando el resto de capacidades del ser humano, pudiendo llegar a ser “histéricos, epilépticos o al menos, neurasténicos”. Al respecto puede leerse: Todos los seres vivos necesitan guardar el equilibrio conveniente entre una y otras funciones y entre los órganos que las desempeñan. El caballo de carreras gana en ligereza lo que pierde en redondez y belleza de formas, y es innecesario traer a cuento multitud de casos en que, por exagerar una función, se amortiguan o desaparecen otras. Por eso, muy pocas veces se hallará un niño que se adelante de modo extraordinario en sus funciones del cerebro sin que sea a costa de la 4 | diapente | Revista del Conservatorio Superior de Música de Vigo | Junio 2015 Nº 4 | ISSN: 2174-0054 robustez de su cuerpo (p.10). Relacionado con este aspecto podemos leer la descripción de Luis de Alba (1911) sobre el modo de vida del niño violinista Dámaso Rico Losada, el cual sobresalía en su instrumento sin ser a costa de perder su infancia: Nuestro admirado violinista asiste al colegio, al gimnasio, pasea diariamente, se distrae en los juegos propios de su edad y hace en suma una vida higiénica y reglamentada que trasciende a su exterior en salud y alegría (p.2).2 El autor culpa de dichos desequilibrios, en muchas ocasiones, a las personas que rodean o educan al niño, el cual se ve sometido a una excesiva presión para aprender a dominar su instrumento: Apenas ha articulado el primer sonido o ha fijado su mirada por vez primera, ya no se le deja descansar. Todos hacen desfilar por las estrecheces de su oído gritos y palabras a toda hora, queriéndoles enseñar muchas cosas, o se hacen pasar delante de su atónita mirada, multitud de objetos que han de tener en constante agitación sus ojos. A medida que muestra más adelantos más se le excita, y en la carrera emprendida nadie divisa que al final puede estar el precipicio. Si alguien advierte los inconvenientes de tal educación, se le contesta: “No tenga usted cuidado, es muy listo y todo lo comprende”, como si en ello no estuviese el más evidente riesgo (ibid). Niños prodigio, ¿ niños explotados? Luis del Alba (1911) distingue entre los niños que destacan en el instrumento por el gran esfuerzo que realizan estudiando bajo la presión familiar y los “verdaderos” genios que les basta poco tiempo de estudio para sobresalir de una forma portentosa. Sobre el niño prodigio del violín, Dámaso Rico dice, encuadrándolo en el segundo grupo: No se ha sacrificado jamás en el estudio del instrumento que domina, ni mucho menos, ha tenido la presión de la autoridad familiar para conseguir perfeccionar su labor al extremo que hemos admirado. Nació con ese don y le basta por consiguiente para llegar al pináculo de la gloria, con media hora de estudio diaria (p.2). De igual forma en el grupo de los verdaderos genios debemos incluir a Pepito Arriola, de quien su biógrafo James Cooke (2013), dice que le bastaban dos horas diarias de estudio; y entre una hora y hora y media si estaba de gira. La presión familiar a la que nos referimos puede venir del interés de utilizar a los hijos como fuentes de ingresos. Luis Mera (2010), haciendo referencia al caso de los padres de Pepito Arriola y sus hermanas (también precoces) se pregunta respecto a la madre de estos niños: Teniendo tan preciados y dotados niños en sus manos, ¿le interesó más la inmediatez que el futuro? ¿Explotó Josefa Rodríguez Carballeira a sus tres precoces niños? ¿Ganaron los niños dinero para sí y para ella, perdiendo la infancia y un futuro musical como intérpretes? Este punto de partida materno es esencial a nuestro entender porque nos conduce al mundo de las tentaciones, del abuso material y afectivo que muy posiblemente amenazaron sin cesar a los tres jóvenes pianistas. (Mera, 2010, p.6)3 También Félix Méndez (1911, p.5) en su artículo sobre los niños prodigio, censura en tono sarcástico la actitud interesada de algunos padres, que hacen planes con el dinero que piensan recaudar por las actuaciones de su hijo: “Eso, eso, bravísimo; y con eso, tenemos para pagar la casa”. Falsos y verdaderos niños prodigio Hay un artículo que denuncia que puede suceder que se le atribuya a un niño el calificativo de prodigio, no por sus cualidades excepcionales sino por el hecho de tener un contacto influyente en la prensa, tal como se explica en el siguiente texto: Aquí, donde precisamente se concede el título de genio al primer advenedizo que se presente con una buena carta al portador, siempre que este lleve la firma de un influyente, ISSN: 2174-0054 | Junio 2015 Nº 4 | Revista del Conservatorio Superior de Música de Vigo | diapente | 5 Isabel Gil Lloréns: Los niños prodigio aquí-repito-a no prevalerse de unas buenas aldabas, como se dice en el lenguaje vulgar, hay que contentarse con lo que nos quieran dar aquellos que por capricho de la suerte, se erigen en autoridad para juzgarnos y están en condiciones de formar la opinión por medio de la prensa (Gaceta de Instrucción Pública y Bellas Artes, 1909, p.1). Obviamente, no es intención de este artículo profundizar en el complejo y controvertido tema de los niños prodigio. Tan solo pretende servir como una pequeña reflexión sobre la vida y la educación de estos pequeños genios. Al contrario, si un verdadero niño prodigio no tiene quien escriba sobre él en la prensa loando sus virtudes, puede no tener la consideración merecida y no llegar a ser reconocido públicamente: Su nombre ya tendría la resonancia que merece si en nuestra patria se rindiese el debido tributo y no pendiesen las reputaciones, más o menos merecidas, del favor y de la influencia; sin cuyos elementos los méritos quedarían ignorados u oscurecidos (ibid). Sobre esto puede leerse: ¿Qué hace el Circulo de Bellas Artes? ¿Qué hace su presidente efectivo el Excmo. Sr. Conde de Romanones, que no se ha enterado de que existe este genio, digno de que se le proteja? Acuerde pronto una subvención decorosa para que pueda ampliar sus estudios (Rode, 1914, p.6). La presencia de falsos niños prodigio en la época debía ser evidente, cuando el crítico Félix Méndez (1911) escribe en tono satírico y ficticiamente que unos padres van a intentar conseguir que se reconozca a su hija como prodigio al poco de nacer, promocionando la valía de sus llantos como si de canto se tratase: Pepito Arriola, un caso excepcional de precocidad musical (foto cedida por Alejo Amoedo) Y para que veas que me preocupo por el porvenir de nuestra hija, y del nuestro de paso, en cuanto esté bautizada voy a proporcionarme una carta de recomendación para Saint–Aubin4 a ver si quieren que la oigan llorar en el Salón del Heraldo. Ya sabes que ellos mismos, los del Heraldo, han declarado que tienen muy buena mano para colar artistas. Después, cuando ya tenga la autorizada opinión de Saint-Aubin, me la llevo con la ropa de cristianar a que la oiga llorar un ratito la infanta doña Isabel y puede ocurrir que la señale una pensioncita, aunque sea modesta (p.5). 6 | diapente | Revista del Conservatorio Superior de Música de Vigo | Junio 2015 Nº 4 | ISSN: 2174-0054 Isabel Gil Lloréns: Los niños prodigio Bibliografía Notas Alba de, Luis, “Velada musical en el Ateneo”, Gaceta de Instrucción Pública y Bellas Artes, 15-V-1911, pp. 1-2. El Álbum Ibero-Americano, 14-VIII-1909, p. 351. Cabanillas, Alfredo, “Dámaso Losada”, Ilustración Española y Americana, 8-II-1920, p. 17. Contreras, Pilar, “En el Conservatorio”, Gaceta de Instrucción Pública y Bellas Artes, 5-X-1909, pp. 1-2. Cooke, J. F. (2013). Great pianists on piano playing: Godowsky, Hofmann, Lhévinne, Paderewski and 24 other legendary performers. Courier Dover Publications. Gaceta de Instrucción Pública y Bellas Artes, 15-X-1909, pp. 1-3. Gaceta de Instrucción Pública y Bellas Artes, 30-VI-1910, p. 1. Grinda, José, La Ilustración Española y Americana, 22-101902, p. 10. Méndez, Félix, “Los niños prodigio”, Mundo Gráfico, 6-XII1911, pp. 4-5. La Gaceta Instrucción Pública y Bellas Artes es un periódico de carácter profesional dirigido a los pedagogos de la enseñanza primaria, secundaria y universitaria, así como a las enseñanzas especializadas, que se publicaba los días 5, 10, 15, 20, 25 y 30 de cada mes. Mera, Luis, (2010), “José Arriola, un compositor de Galicia. Flamante revelación”. Consello da Cultura Galega. Santiago de Compostela. Rode, F., El Correo Gallego, 17-VII-1914, p. 6 1 Stefan Zweig relata en su libro “El mundo de Ayer” que es a principios del siglo XX cuando asistimos a la puesta en valor del ejercicio físico como una actividad saludable: “las personas se hicieron más bellas, más fuerte, más sanas, desde que el deporte aceró sus cuerpos”. Antes de esa época se consideraba “cualquier actividad física como una absoluta pérdida de tiempo”; “no se dejaba espacio para el desarrollo del cuerpo, el deporte, los paseos, y menos todavía para el ocio y la diversión”. 2 Tendo tan prezados e dotados nenos nas súas mans, interesoulle máis a inmediatez que o futuro?, explotou Josefa Rodríguez Carballeira aos seus tres precoces nenos?, gañaron os nenos cartos para si e para ela, perdendo a infancia e un futuro musical como intérpretes? Este punto de partida materno é esencial ao noso entender porque nos conduce ao mundo das tentacións, do abuso material e afectivo que moi posiblemente ameazaron sen cesar aos tres mozos pianistas. (Mera, 2010, p.6) 3 Crítico de arte del diario El Imparcial, El Liberal y El Heraldo de Madrid. 4 ISSN: 2174-0054 | Junio 2015 Nº 4 | Revista del Conservatorio Superior de Música de Vigo | diapente | 7 Don Juan en la música y en el pensamiento: Don Giovanni de Mozart a través de la mirada de Kierkegaard Pablo Rodríguez Fernández El personaje del burlador Don Juan Tenorio, cuya creación se atribuye a Tirso de Molina hacia 1630, ha evolucionado en virtud de la literatura inspirada en él hasta constituirse en una verdadera figura mítica. A su vez, el mito ha ido filtrándose con gran fortuna en el campo de la música, de forma que ya no es posible comprenderlo sin tener en cuenta la visión que del mismo elaboraron Lorenzo Da Ponte y Wolfgang Amadeus Mozart en 1787 en la ópera “Il dissoluto punito, o sia Il Don Giovanni”. Esta versión, en virtud de su calidad e influencia posterior, ha sido erigida por la historiografía como la canónica del mito donjuanino, y se convierte en el umbral que da acceso al Don Juan del Romanticismo. El primer análisis de la ópera mozartiana que intenta dilucidar cuáles son las características que la convierten en una obra maestra, expresando además la fascinación que la obra ejerció en la época romántica, es el debido al pensador danés Søren Kierkegaard (1813-1855) en su ensayo De umiddelbare erotiske Stadier eller det Musikalsk-Erotiske (Los estadios eróticos inmediatos o el erotismo musical) (1843). El presente trabajo analiza el discurso que realiza Kierkegaard con el fin de expresar su devoción por una ópera que considera la obra clásica por excelencia, a la vez que sienta de manera diferida las bases de su pensamiento existencialista, analizando al personaje de Don Juan como paradigma del estadio existencial estético. Introducción Don Juan Tenorio hace su primera aparición en la comedia El burlador de Sevilla y convidado de piedra de Tirso de Molina, fechada hacia 1630. Sin embargo, Tirso crea el personaje, pero no un mito. Las características del argumento de la comedia, que enfrenta el abandono a lo sensual y su castigo a través un personaje sobrenatural desde una perspectiva teológica, fueron muy atractivas desde el principio para el público y los dramaturgos, de tal forma que rápidamente se encendió la mecha de un reguero de adaptaciones de la misma que poco a poco fueron estableciendo ciertos invariantes de la historia, hasta convertirse en un verdadero mito literario. Dichos invariantes fueron definidos por Rousset (1978) y, entendidos como personajes, son el muerto, el grupo femenino y el héroe;1 entendidos como conceptos, son la seducción, la rebelión y la disyuntiva electiva entre el tiempo y la eternidad. Dichos conceptos constituyen la base que utilizan las diversas versiones del mito para establecer una determinada dialéctica. Los desequilibrios que se dan entre estos elementos al encarnarse en una visión concreta generaron asimismo procesos de desmitificación o de remitificación del argumento, analizados con detalle por Becerra (1997). El mito fue filtrándose con gran fortuna en el campo de la música, de tal forma que ya no es posible comprenderlo sin tener en cuenta la visión que del mismo elaboraron Lorenzo Da Ponte y Wolfgang Amadeus Mozart en 1787 en la ópera Il dissoluto punito, o sia Il Don Giovanni. Esta versión, en virtud de su calidad e influencia posterior, ha sido erigida por la historiografía como la canónica del mito donjuanino, y se convierte en el umbral que da acceso al Don Juan del Romanticismo. Massin (1993) ha determinado de este modo las etapas en las que se puede dividir la evolución del mito: • una primera fase, denominada barroca o premítica, que comprende desde el nacimiento de la figura de Don Juan con Tirso de Molina (1630) hasta la madurez perfecta del mito en el personaje de Don Giovanni de Mozart y Da Ponte; • una segunda fase, denominada romántica o propiamente mítica, que comprende las variaciones del mito realizadas a partir de este estado perfecto y a la vez abierto del mismo que constituye la ópera mozartiana hasta 1850; • una tercera fase de tipificación, en la que el mito desaparece para dar lugar a un tipo de conducta denominada donjuanismo, de la que se establece su inicio con Don Juan de Nikolaus Lenau en 1850. Por tanto, el Don Giovanni de Mozart y Da Ponte tiene una posición preeminente, culminante, dentro de la historia del mito de Don Juan, y será Søren Kierkegaard en 1843 quien por vez primera explique qué características concretas de la obra la hacen ocupar este lugar. El presente trabajo analiza con detalle la argumentación de Kierkegaard, tanto en el aspecto musical como en su encuadre dentro del pensamiento del filósofo danés. Acercamiento al pensamiento de Kierkegaard Søren Kierkegaard (Copenhage, 1813-íd.1855) fue alumno de Friedrich Schelling2 en Berlín entre finales de 1841 y principios de 1842. Tras las grandes expectativas que el danés había puesto en principio en el pensamiento del filósofo alemán, se distanció enseguida de este modelo, que consideró cercano a la especulación abstracta propia de la filosofía hegeliana imperante. En sus textos Kierkegaard se 8 | diapente | Revista del Conservatorio Superior de Música de Vigo | Junio 2015 Nº 4 | ISSN: 2174-0054 opondrá a la objetividad de la corriente idealista alemana, a su pretensión de explicar la existencia sin que el que piensa se tenga en cuenta a sí mismo como existerende, es decir como el ser que experimenta dicha existencia reflexionando en función y afección de la misma y, concretamente, dentro de la cultura cristiana. Kierkegaard da primacía al sujeto en tanto que intérprete de su propia existencia sobre la racionalización apriorística propia de la filosofía de Hegel: “existenz is, for Kierkegaard, the experience of the Christian as he develops his spiritual powers, faces crises, make decisions, summons his whole personality to meet the demands of faith” (Bixler, 1940, pp.38-39). Existencia quiere decir para el pensador danés, por tanto, cambio continuo que impulsa a cada ser humano a vivir su vida hacia delante y a poder entenderla sólo mirando hacia atrás. La vida humana se despliega como temporal Existents y tiene tres características fundamentales: es cambio, radica en cada ser humano, y se diversifica principalmente en dos tendencias contrarias, una hacia delante y otra hacia atrás. El ser humano está, como lo formula Kierkegaard, “en medio de” y por eso no puede elevarse y contemplar toda su vida desde arriba, sub specie aeternitatis, sino que está envuelto en ella y en las tendencias contrarias que la conforman hasta su muerte. Este principio existencialista está en todo momento presidido por la figura omnipotente de la divinidad cristiana, abordando Kierkegaard en sus obras la dimensión inescrutable del espíritu que los hegelianos obvian por incomprensible a la racionalidad, pero aún así real (el temor, la angustia, el mal, lo demoníaco), para determinar una gestión de la culpa desde una perspectiva luterana a través de la teología de la cruz: tanto la interiorización del sufrimiento de Cristo como la asunción de la participación simbólica en su muerte devienen en el pensamiento kierkegaardiano claves para la autocomprensión que fundamenta el sentido del individuo: copartícipe del mal en su vivencia inmanente de la carne, de la finitud de lo corpóreo, apunta a la trascendencia a través del salto purificador que la fe exige (Zabalo, 2011, p. 318). En el pensamiento de Kierkegaard se da de base una oposición entre lo inmediato y lo reflexivo, relacionándose de manera esencial lo estético con la inmediatez. El concepto de inmediatez proviene del pensamiento hegeliano y se refiere a todo aquello que es previo a la reflexión y por tanto susceptible de ésta. Lo inmediato, pues, apela a la naturaleza primigenia del ser humano y en concreto a las pasiones. Para Kierkegaard, la inmediatez se manifiesta en el abandono al goce de lo sensual, a lo erótico, llegando a limitar en el extremo con lo demoníaco, y la existencia inmediata constituye el estadio existencial estético que él postula. Por oposición, y de manera excluyente, está lo ético, y así lo explica Kierkegaard en la segunda parte de O lo uno o lo otro: pero ¿qué es vivir de manera estética, y qué es vivir de manera ética? ¿Qué es lo estético en un hombre, y qué lo ético? A esto responderé: lo estético en un hombre es aquello que él inmediatamente es; lo ético es aquello a través de lo cual llega a ser lo que llega a ser. El que vive en, por, de y para lo estético en él, ése vive de manera estética. (Kierkegaard, 2006, p. 165). La reflexión es el camino hacia la transformación existencial y la aposentación en otras esferas diferentes, como establece en Estadios en el camino de la vida. La reflexión, cuyo vehículo natural de manifestación es el lenguaje, ayuda a desvelar la esencia del estadio estético y sus diversas tensiones o grados con respecto al ético. De aquí surge, por ejemplo la figura del “seductor reflexivo” de Diario de un seductor en oposición al “seductor inmediato” que es el Don Juan de Los estadios eróticos inmediatos, o el análisis del dolor frente a la pena en su interpretación del personaje de Antígona en El reflejo de lo trágico antiguo en lo trágico moderno. En cualquier caso, es importante señalar que el análisis de lo erótico se realiza siempre desde un punto de vista masculino, tanto en el caso del proceso interior (valgan los ejemplos de los seductores antes citados), como el del objeto amoroso (como en el análisis de la feminidad y el matrimonio en In vino veritas). ISSN: 2174-0054 | Junio 2015 Nº 4 | Revista del Conservatorio Superior de Música de Vigo | diapente | 9 Pablo Rodríguez Fernández: Don Juan en la música y en el pensamiento Contextualización de Los estadios eróticos inmediatos De umiddelbare erotiske Stadier eller det MusikalskErotiske (Los estadios eróticos inmediatos) es el primer ensayo de los que conforman Enten-Eller (O lo uno o lo otro), la primera obra publicada por Kierkegaard el 20 de febrero 1843. Está por tanto incluido dentro del período inicial de su actividad literaria, que comprende hasta 1846, en el que sus escritos ven la luz bajo diferentes pseudónimos. Así, Kierkegaard imagina a Víctor Eremita como el editor de O lo uno o lo otro, quien en el Prólogo presenta la obra como una serie de escritos que ha encontrado por casualidad y pertenecientes a dos autores diferentes, que denomina “A” y “B”. De este modo, el trabajo está dividido en dos partes que representan los polos entre los que se da la disyunción existencial inicial que constituye la base sobre la que Kierkegaard desarrolla su pensamiento, esto es, la alternativa, o lo uno o lo otro: los “Papeles de A” son siete ensayos y un relato epistolar circunscritos en la esfera de lo estético, mientras que los “Papeles de B” son tres cartas dirigidas por este segundo autor al primero, y que se inscriben en la esfera de lo ético. Así, Kierkegaard presenta por vez primera dos esferas existenciales exclusivas y excluyentes, que complementará posteriormente con una tercera, la de lo religioso, y con sus categorías limítrofes, la ironía y el humor, en Postscriptum a las Migajas Filosóficas, escrito en 1846. O lo uno o lo otro representa el hito inicial que establece con claridad las cuestiones que delimitan el pensamiento kierkegaardiano, como se ve en la particular organización del contenido de la obra. Se determina una diferencia de posiciones que corresponde en primer lugar a un exaltación de ciertos motivos estéticos, representados por los “Papeles de A”, que, por los principios de oposición y exclusión, favorece la proclamación de valores tanto morales como religiosos a través de la interpelación ética que son los “Papeles de B”, en los que se explicita la disyunción existencial indicada en el título y ante la que Kierkegaard pretende poner al lector. La primera parte de O lo uno o lo otro, los “papeles de A”, la conforman los siguientes textos: -ΔΙΑΨΑΛΜΑΤΑ (Diapsálmata) -Los estadios eróticos inmediatos, o el erotismo musical -El reflejo de lo trágico antiguo en lo trágico moderno -Siluetas -El más desdichado -“El primer amor”, comedia en un acto de Scribe, traducida por J. L. Heiberg -La rotación de los cultivos -Diario del seductor Como explica Darío González (2006) en su introducción a su edición de O lo uno o lo otro, Kierkegaard comenzó a trabajar en la elaboración de los escritos que conforman la obra poco después de leer su tesis doctoral el 16 de julio de 1841, y la idea de unificarlos bajo un título único junto a otros más antiguos y fragmentarios fue probablemente concebida en el otoño de este año. Pero la redacción final de la obra está íntimamente ligada a su estancia en Berlín, a donde Kierkegaard había partido desde Copenhage el 25 de octubre de 1841 con el fin de estudiar con Friedrich Schelling, de donde regresa a la capital danesa el 6 de marzo de 1842. Esta estancia parece actuar como un giro existencial y un catalizador de la producción de la que será su primera obra publicada, y en particular de la redacción de la parte dedicada a lo estético. Análisis argumental de Los estadios eróticos inmediatos, o el erotismo musical Este ensayo de Kierkegaard supone por un lado una apología del Don Giovanni mozartiano como obra de arte y por otro una descripción esencial de la estructura y significación de la ópera de Mozart. Al interés que de entrada tiene el análisis que una gran figura del pensamiento europeo como es Kierkegaard realiza sobre esta obra de Mozart, se une el hecho de que dicho análisis es el primero que se realizó de manera argumentada para determinar la estructura interna de la ópera y desvelar el por qué de su atractivo en el Romanticismo. Es de este modo una pieza literaria de profundo valor para establecer, por un lado, la centralidad que el personaje de Don Juan tuvo en el Romanticismo, donde resurge con fuerza en la literatura, y por otro, la importancia que la ópera de Mozart tuvo para asentar este resurgir. Los estadios eróticos inmediatos supone una visión muy aguda de la contextura interna de la ópera, de los mecanismos esenciales que animan a los personajes, realizado en todo momento en función del tratamiento musical mozartiano. Es cierto que el pensador hace en último término un uso de las implicaciones del drama musical para apoyar su propio discurso filosófico (esto es, tiene un fin utilitario más allá del ámbito de la estética), encaminado a la edificación individual dentro de una cultura cristiana, pero no es menos cierto que refleja la fascinación que la obra suscitó en todos los artistas románticos, y el ensayo constituye, junto con el relato de E.T.A. Hoffmann Don Juan, eine fabelhafte begebenheit (Don Juan, un incidente fabuloso),3 uno de los ejemplos más sobresalientes de la visión literaria romántica sobre la naturaleza particular que la música de Mozart posee. Centrando el discurso en el ensayo del filósofo danés, uno de sus objetivos es caracterizar a la ópera mozartiana como 10 | diapente | Revista del Conservatorio Superior de Música de Vigo | Junio 2015 Nº 4 | ISSN: 2174-0054 Pablo Rodríguez Fernández: Don Juan en la música y en el pensamiento una obra de arte de una calidad y cualidad excepcionales, que la colocan dentro del canon de las obras consideradas clásicas, de tal modo que, según su propio criterio, sería la que las presidiría todas, significándose por tanto como la obra maestra del compositor de Salzburgo. Esto se debe, siguiendo los principios hegelianos de unidad entre contenido y forma, a que Mozart escoge como tema para la ópera la sensualidad, cuya forma natural y única de expresión es la música. De ahí que Don Giovanni constituya una cumbre insuperable de la música y del arte en general, y se explique la absoluta fascinación que despertaba en su época, y que a juicio de Kierkegaard, despertará siempre. El pensador recorre las siguientes etapas para argumentar su tesis: Música y lenguaje. Determina a la música como medio inherente a la expresión de la sensualidad, frente al lenguaje como medio inherente a la expresión de lo espiritual. Así, se da una oposición entre abstracción y concreción, entre forma y contenido, en cada binomio, en la línea de las ideas hegelianas (Kierkegaard, 2006, pp. 89-93). La sensualidad como principio. Afirma que el origen de la sensualidad está ligado a la aparición del Cristianismo, al introducir éste en la civilización el concepto de espíritu, pues aquélla dimana como una consecuencia y complemento de este concepto (está determinada espiritualmente). Así explica Kierkegaard el desarrollo de la música en la cultura cristiana y la prevención del Cristianismo ante ella como medio de expresión (Kierkegaard, 2006, pp. 94-95). La genialidad erótico-sensual y sus diversos estadios. La genialidad sensual corresponde a la concentración en un solo individuo del erotismo, entendido como deseo, goce espontáneo e irreflexivo, inconsciente, Umiddelbarhed (inmediato), y concebido como principio universal derivado de la sensualidad (Kierkegaard, 2006, pp. 87-88). Don Juan es la figura mítica representativa de la genialidad sensual. Ésta no se puede asociar al pecado, pues su existencia se mueve en la inmediatez irreflexiva y por carecer de premeditación no puede ser enjuiciada. Sí que, en cambio, se puede asociar a lo demoníaco, por estar la naturaleza de la genialidad sensual determinada dentro de todo lo ajeno al principio espiritual que introdujo el Cristianismo: “Don Juan es, pues, la expresión de lo demoníaco definido como lo sensual” (Kierkegaard, 2006, p.110). La música como lenguaje de la sensualidad. La genialidad sensual es una de las manifestaciones extremas del estadio existencial estético, y constituye el objeto absoluto que se aprehende a través de la música: la genialidad sensual, por tanto, es el objeto absoluto de la música. La genialidad sensual es absolutamente lírica, y hace irrupción en la música con toda su impaciencia lírica (…) Si tuviera que caracterizar ese lirismo con un único atributo, debería decir: suena; de este modo vuelvo a la genialidad sensual como aquello que se muestra de manera inmediatamente musical (Kierkegaard, 2006, p.94). Los estadios eróticos inmediatos y Don Juan como encarnación de la existencia estética. De todo lo anterior, Kierkegaard concluye que la expresión más perfecta de la encarnación de la genialidad sensual es el Don Juan mozartiano. Lo justifica apelando al procedimiento en que dicha encarnación se realiza, que es la dramaturgia musical que Mozart lleva a cabo. El tema (la genialidad sensual) y la forma natural de expresarlo (la música, y en concreto, el drama musical) confluyen, y Mozart crea así una obra de una perfección inusitada. Además, el pensador muestra que otras manifestaciones derivadas o particulares de esa genialidad erótica son tratadas por Mozart en sus dramas musicales: Querubino, o el deseo que sueña; Papageno, o el deseo que busca, y finalmente Don Juan, o el deseo que desea (Kierkegaard, 2006, p. 102). Don Giovanni se erige, por tanto, como la cumbre absoluta de la producción musical mozartiana, y yendo más lejos, del arte en general: “quien quiera observar a Mozart en su magnitud verdaderamente inmortal, debe escuchar su Don Juan; en comparación con el Don Juan, todo lo demás es accidental, algo carente de importancia” (Kierkegaard, 2006, p.96). Aspectos de la figura de Don Juan. Kierkegaard insiste en que Don Juan representa una potencia que se resiste a encarnarse en un individuo particular, de ahí que el medio para manifestarse sea la música y lo eterno. Esto lo diferencia de la figura de Fausto, la encarnación necesaria de la dualidad demoníaco-espiritual en un individuo, cuyo medio para manifestarse es fundamentalmente la poesía y la historia: ISSN: 2174-0054 | Junio 2015 Nº 4 | Revista del Conservatorio Superior de Música de Vigo | diapente | 11 Pablo Rodríguez Fernández: Don Juan en la música y en el pensamiento Don Juan reside en la permanente oscilación entre ser idea, es decir, fuerza, vida....y ser individuo. Pero esa oscilación es musical (…) Es una figura que siempre aparece, pero no cobra fisonomía ni consistencia, que siempre se forma, pero que nunca se completa (Kierkegaard, 2006, 112). Además, Don Juan es un seductor cuyo objeto de seducción no está personalizado, el objeto de su deseo es lo sensual y nada más que eso y, por tanto, es naturalmente infiel. Por su propia naturaleza inmediata, vive en el momento y en la repetición victoriosa de la seducción, pero sin conciencia ni reflexión sobre sus actos: “verla y amarla son lo mismo, eso es el momento, en el mismo momento todo ha terminado, y lo mismo se repite al infinito” (Kierkegaard, 2006, p.114). Por tanto, el tema del catálogo del innúmero de seducidas por Don Juan es un símbolo de su naturaleza potencial, pues aplicado a una naturaleza individual dicho tema resultaría cómico, y el hecho de que comprenda mujeres de todos los tipos y clases advierte de que “para Don Juan, toda muchacha es una muchacha corriente, toda historia de amor es una historia cotidiana” (Kierkegaard, 2006, p.116). La figura de Don Juan ha sido objeto de adaptaciones literarias, pero siguiendo la teoría de Kierkegaard, la representación de su naturaleza esencial puede ser sólo musical, y se corresponde con la del seductor inmediato, extensivo: cuando Don Juan es concebido musicalmente, escucho con él toda la infinitud de la pasión, pero también el infinito poder al que nada puede resistirse; escucho el salvaje apetito del deseo, pero también la absoluta victoria de ese deseo, a la que sería vano querer oponer resistencia (Kierkegaard, 2006, p.124). La adaptación adecuada de Don Juan al lenguaje sólo es posible individualizándolo como seductor intensivo, esto es, reflexivo, cuya acción se cierne sobre un objeto también individual, representándose a través de la palabra la premeditación del engaño y el goce posterior al mismo.5 Esta adaptación es la que realiza Kierkegaard en Diario del seductor. A continuación, el pensador analiza otras adaptaciones del mito, entre ellas la de Molière (1664), la de Heiberg (1814) y la de Byron (1821), para resaltar sus aciertos y debilidades en sus respectivas adecuaciones a la teoría que ha expuesto previamente. Aspectos esenciales del tratamiento dramático y musical mozartiano. Finalmente, Kierkegaard realiza un análisis de aspectos concretos de la ópera, llegando a la conclusión de que existe una relación de necesidad perfecta entre el tema de la misma (la sensualidad), el medio de expresión (la música) y el discurso dramático (los personajes, sus acciones y las situaciones), abundando más en la idea del clasicismo inherente a esta obra. La relación entre tema y medio de expresión ya fue en gran medida estudiada en los anteriores apartados, por lo que Kierkegaard se centra ahora en el estudio de los personajes en relación a las situaciones dramáticas. La ausencia de acción propia de lo lírico está en este caso plenamente justificada, y es evidenciada conscientemente a nivel dramático, pues la naturaleza irreflexiva de Don Juan, constitutiva del tema de la ópera, sólo se puede transmitir a través de estados de ánimo no penetrados por el pensamiento, ajenos a la acción consciente, que es lo único que, a juicio de Kierkegaard, puede transmitir la música. Siguiendo esta línea, los personajes de la ópera han sido tratados por Mozart de la única manera posible, es decir, como estados de ánimo derivados de la vida de Don Juan y no como caracteres que obran (actúan) en función de una reflexión: Don Juan es el héroe de la ópera (…) pero eso no es todo, sino que él brinda también interés a todos los otros personajes (…) El secreto mismo de la ópera consiste en que su héroe sea además la fuerza de los demás personajes, que la vida de Don Juan sea el principio vital de aquéllos. Su pasión pone en movimiento la pasión de los otros, su pasión resuena por doquier (…) Toda existencia es tan sólo derivada con respecto a la suya (…) Los demás personajes de la ópera tampoco son caracteres sino esencialmente pasiones producidas por Don Juan, y en este sentido son también musicales. (Kierkegaard, 2006, p.135). Los personajes, por tanto, están inflamados por la pasión que en ellos suscita Don Juan. Ésta devora completamente sus personalidades y los vuelve completamente musicales. Kierkegaard dibuja los perfiles singulares de todos ellos en 12 | diapente | Revista del Conservatorio Superior de Música de Vigo | Junio 2015 Nº 4 | ISSN: 2174-0054 Pablo Rodríguez Fernández: Don Juan en la música y en el pensamiento relación al reflejo que irradia Don Juan sobre cada uno: • El Comendador representa una energía espiritual y, consecuentemente, lo ético y lo religioso, en virtud del esquema ontológico establecido por el autor. Su figura enmarca, entre la Introduzione y la penúltima escena, “la frase intermedia” que es Don Juan: muestra en la primera escena una seriedad que nos dice que “es espíritu antes de morir” y se expresa como espíritu en la escena penúltima con “la atronadora voz del cielo” y “ya no habla, sino que juzga”, como le corresponde de manera esencial (Kierkegaard, 2006, p.139). Con respecto a él, el Don Juan siempre victorioso no puede ejercer ningún poder, pues la seducción fracasa ante la conciencia espiritual; • Leporello es el personaje más importante después de Don Juan, constituyendo de facto su doble, manteniendo con él una relación de posesión erótica, de tal modo que suplanta a Don Juan en los momentos en que éste se lo propone; • En Doña Ana la pasión por Don Juan resuena en forma de odio y venganza. A diferencia de la visión de Hoffmann mencionada anteriormente y de gran aceptación durante el Romanticismo, en la que se señala al personaje de Doña Ana como el contrapunto necesario de Don Juan, para Kierkegaard Doña Ana no tiene esa centralidad, llegando a considerar una de sus arias superflua dentro del discurso dramático de la ópera; • En Doña Elvira la seducción se traduce en ira y confusión al ver que su amor no es correspondido durante todo el drama. En ella se detiene Kierkegaard en diversas ocasiones en el ensayo. Afirma que representa para Don Juan “un enemigo peligroso”, y que “Don Juan teme a Elvira”, pues la pasión que ella experimenta eleva su personalidad a un plano superior. Además, examina detenidamente la escena de la primera aparición de Elvira como ejemplo de la perfecta adecuación de la acción dramática a la expresión musical, en la línea de lo expuesto anteriormente. El pensador volverá sobre la figura de Elvira en Siluetas, otro de los ensayos que conforman la primera parte de O lo uno o lo otro; • Zerlina complementa el espectro social de la mujer dentro de la ópera, de forma que se advierte la universalidad tanto de la capacidad de seducción de Don Juan como de sus efectos sobre lo femenino. Zerlina, una vez seducida, participa de una pasión singular, pero de idéntica magnitud que la del resto de personajes femeninos; • Don Ottavio y Masetto son personajes subsidiarios de los femeninos, “se unen en razón de los lazos de sangre”, y las pasiones que en ellos despierta Don Juan, la noble caballerosidad y los celos, son reflejos secundarios de la energía erótica donjuanina; Kierkegaard considera que en la ópera se dan tres momentos culminantes en los que se evidencia que la relación esencial entre tema de Don Juan y música es el germen que se desarrolla y genera la ópera en su totalidad. Estos momentos son la obertura, el aria del catálogo de Leporello y el aria del champán de Don Juan: • • • La obertura constituye una obra maestra porque “está impregnada de la esencia de la ópera en su totalidad. Es poderosa como el pensamiento de Dios, activa como la vida del mundo, acometedora en su seriedad, estremecedora en su deseo” (Kierkegaard, 2006, p.141). Se establece una dialéctica entre la energía espiritual del Comendador y la energía sensual de Don Juan, aunque se alumbra que el tema de la ópera no es dicha dialéctica, sino que es Don Juan exclusivamente. Esto se muestra claramente en la obertura al apagarse paulatinamente la voz del Comendador ante la carrera desenfrenada de Don Juan, que se precipita al primer término del discurso musical,6 carrera que desemboca en la primera intervención de Leporello, el siguiente personaje más importante después de Don Juan, dando comienzo la ópera.7 El aria del catálogo constituye el momento épico de la ópera, y en ella se manifiesta Don Juan con toda su energía sin la necesidad de que esté presente: se evidencia la absoluta influencia que tiene sobre Leporello, ya que mientras realiza el panegírico de su padrone “es una figura musical que se sumerge en Don Juan. La vida que describe lo absorbe totalmente, se olvida de sí mismo en Don Juan. Aquí se vuelve a encontrar un ejemplo que muestra en qué sentido Don Juan resuena en todas partes” (Kierkegaard, 2006, p.146). Al mismo tiempo se contempla la traición a Elvira, presente y muda mientras es objeto de una de las muchas crueldades a las que se verá sometida a lo largo de la obra, y evidenciando la gestación de su ira apasionada contra su amado Don Juan. Aún a pesar de la ausencia de éste en escena, la música es la que “precisamente nos hace escuchar a Don Juan, escuchar sus variaciones, la que provoca un efecto que la palabra y la frase no pueden brindar” (Kierkegaard, 2006, p.145).8 Por último, el momento más lírico, entendido como carente de acción dramática y reflexiva con el fin de ISSN: 2174-0054 | Junio 2015 Nº 4 | Revista del Conservatorio Superior de Música de Vigo | diapente | 13 Pablo Rodríguez Fernández: Don Juan en la música y en el pensamiento trasladar de manera inmediata un estado de ánimo debería estar destinado lógicamente a Don Juan y, en palabras de Kierkegaard, así también lo entendió Mozart a través del aria del champán: la vitalidad interior prorrumpe en él (Don Juan) con más fuerza y riqueza que nunca. Mozart no ha cesado de concebirlo de manera ideal, como vida, como poder, pero idealmente con respecto a la realidad; en este caso (el de esta aria), está como idealmente ebrio de si mismo (…) Aquí se muestra a las claras en qué sentido la esencia de Don Juan es música. (Kierkegaard, 2006, p.148).9 Conclusiones La finalidad última del escrito de Kierkegaard es la de describir una determinada esfera existencial desde una perspectiva cristiana, analizando el personaje de Don Juan como el paradigma de la existencia estética y postulando así uno de los axiomas en los que se basa la dialéctica de su pensamiento. Por tanto, aborda la interpretación de la obra Mozart y Da Ponte de una manera utilitaria, pues es un ejemplo afortunado por su atractivo para el público a la vez que idóneo para profundizar en la especulación de los fundamentos del estadio estético. Sin embargo, este fin utilitario no empaña en absoluto la realización de un análisis agudo y profundo de la significación de la ópera de Mozart y Da Ponte, aportando claves fundamentales para la comprensión de la arquitectura musical de la obra. Kierkegaard establece con meridiana claridad y por primera vez la importancia que la música de Mozart tiene para que este Don Giovanni se convierta en la versión canónica del mito, con respecto al que se pueden comparar todas las demás. Sin profundizar aquí en la influencia que el compositor pudo tener sobre la elaboración del libreto realizada por Lorenzo Da Ponte, es sin duda la arquitectura musical de la pieza la que convierte un texto teatral de interés relativo en una obra maestra de la lírica. Kierkegaard explica de manera argumentada por qué esto sucede, y por qué en esta ópera y no en otras adaptaciones líricas del personaje: Don Juan es una alegoría de un modo de comprender la existencia humana y la expresión más natural de la misma es a través de la música y no de la palabra; Mozart halló, a juicio de Kierkegaard, el tema más adecuado para basar la expresión de su genio musical, y es en virtud de su música que el personaje de Don Juan resuena con toda su fuerza erótica. Por tanto, el texto de Da Ponte queda relegado a un papel completamente secundario. Quizá el mayor mérito de Da Ponte no sea la creación del texto en sí, sino la conceptualización de las situaciones en las que se ven envueltos los personajes. Para Kierkegaard, Don Juan se diluye en la música. Para aprehender su esencia hemos de escucharlo sumergiéndonos en aquélla que para él escribe Mozart. A eso nos invita con vehemencia en Los estadios eróticos inmediatos; quizá no sea mala idea seguir su consejo: escucha a Don Juan, pues si no puedes hacerte una idea de él al escucharlo, entonces no lo harás nunca (…); escucha el apetito desenfrenado de la pasión, escucha el murmullo del amor, escucha el susurro de la tentación, escucha el torbellino de la seducción, escucha el silencio del instante... escucha, escucha, escucha el Don Juan de Mozart (Kierkegaard, 2006, p. 121). Bibliografía Becerra Suárez, C. (1997). Mito y literatura: estudio comparado de Don Juan. Vigo: Servizo de publicacións da Universidade de Vigo. Bixler, J. S. (1940). The Contribution of Existenz-Philosophie. Harvard Theological Review, 33(01), 35-63. González, D. (2006). Introducción. En N. Cappelørn, D. González & B. Saez Tajafuerce (eds.), O lo uno o lo otro: un fragmento de vida I (pp. 17-24). Madrid: Trotta. Kierkegaard, S. (2006). Los estadios eróticos inmediatos, o el erotismo musical. En N. Cappelørn, D. González & B. Saez Tajafuerce (eds.), O lo uno o lo otro: un fragmento de vida I (pp. 73-155). Madrid: Trotta. Massin, J. (1993). Présentation. En J. Massin (ed.), Don Juan (pp. 9-73). Bruselas: Éditions Complexe. Mozart, W. A. (2006). Il dissoluto punito ossia Il Don Giovanni. Recuperado de http://dme.mozarteum.at/DME/ nma/nmapub_srch.php?l=2 Rousset, J. (2012). Le Mythe de Don Juan. París: Armand Colin. Zabalo, J. (2011). Actualización del fundamento oscuro. De Schelling en Kierkegaard. Ars Brevis 2011, 315-342. 14 | diapente | Revista del Conservatorio Superior de Música de Vigo | Junio 2015 Nº 4 | ISSN: 2174-0054 Pablo Rodríguez Fernández: Don Juan en la música y en el pensamiento Notas Rousset (2012, p. 8) explica de este modo los elementos que constituyen el “escenario permanente” de Don Juan: 1 la Ilíada, el contenido es lo épico y la forma que lo enmarca y manifiesta es la poesía, siendo ambos conceptos transculturales. El seductor extensivo (Don Juan) no termina por perfilarse como tal seductor, en el sentido que finalmente pretende dar Kierkegaard al concepto, pues lo que en su caso activa la pasión en el objeto erótico es su capacidad infinita de deseo, a la que nadie puede resistirse. El seductor real es el intensivo (Johannes de Diario del seductor). En este caso, la seducción se convierte en un juego intelectual, artístico, obsesivo, en el que el seductor manipula conscientemente su objeto de deseo para vencerlo psicológicamente y finalmente rechazarlo, por el puro placer de gozar el proceso seductivo (Herwitz, 2006). La lectura del diario personal de Kierkegaard como medio para explicar el existencialismo de su filosofía y relacionarla directamente con su pensamiento filosófico (contra lo que muchos estudiosos se manifiestan, intentando establecer la división estructuralista entre obra y autor) relaciona la figura de Johannes con la del propio Kierkegaard, de modo que Diario del seductor sería un relato epistolar autobiográfico que mostrase el desarrollo psicológico de su relación y ruptura con su prometida Regine Olsen, entre 1837 y 1841. 5 Le Mort: l’Invité de Pierre, j’ai montré que sá presence était fondamentale, que sans lui on raconterait une autre histoire, qu’on passerait à côté du mythe; le groupe féminin: une serie n de victimes, d’heroïnes, afin que soient attestées l’inconstance du séducteur, sa polygamie indifférenciée, sa manie de répetér, de toujours recommencer l’enterprise de voleur de femmes; parmi elles, victime privilégiée, la fille du Mort; le héros, Don Juan, celui qui s’attaque au Mort auquel il est relié intimement, puisqu’il a tenté de lui voler sa fille, qu’il l’a tué, qu’il en recevra le châtiment final. Schelling (17751854) fue condiscípulo de Georg Wilhem Friedrich Hegel (1770-1831), principal figura de la corriente filosófica idealista alemana de la primera mitad del siglo XIX, en el seminario de Tubingen y sucedió a éste en su cátedra de teología en la Universidad de Berlín en 1841. Otro condiscípulo fue el poeta Friedrich Hölderlin (1770-1843). En el mismo seminario se formó el escritor y poeta Eduard Mörike (1804-1875), autor del relato Mozart auf der Reise nach Prag (Mozart de camino a Praga) (1855-56), sobre el viaje de Mozart y su esposa hacia la capital bohemia para llevar acabo el estreno del Don Giovanni, y de textos poéticos a los que pusieron música Schumann, Brahms y Wolf. 2 Publicado dentro de sus Phantasiestücke in Callots manier (Fantasías a la manera de Callot) de 1813. 3 Se establece así un punto de vista nunca antes evidenciado según el cual para concebir el Don Giovanni mozartiano como una obra clásica es necesario encuadrarla dentro de la cultura cristiana, cosa que no sucede por ejemplo con la Ilíada, otro de los ejemplos de obra clásica en el sentido estético hegeliano que Kierkegaard señala en el ensayo. En 4 6 Kierkegaard traduce literariamente lo que musicalmente Mozart realiza asignando los temas de La Estatua a la introducción Andante de la Obertura (cc.1-30), sección que se enlaza con el Molto Allegro en forma sonata, de desenfrenada vitalidad que preconiza la figura de Don Juan, a través de dos compases en los que aparece en los violines primeros una referencia al motivo que éstos realizan repetidamente en el aria del catálogo (vid. Obertura en Don Giovanni, NMA, p.8, cc.29-30 y Aria de Leporello, íd., p.76, cc.1-2). La relación de la música de esta aria con la figura de Don Juan se discutirá posteriormente. La obertura tiene la característica peculiar de que no es un objeto cerrado sobre sí mismo, como en el resto de óperas mozartianas, sino que en lugar de terminar con una 7 ISSN: 2174-0054 | Junio 2015 Nº 4 | Revista del Conservatorio Superior de Música de Vigo | diapente | 15 Pablo Rodríguez Fernández: Don Juan en la música y en el pensamiento cedencia perfecta modula en su lugar de Re a Fa, terminando en una semicadencia en este último tono, enlazándose así sin solución de continuidad con la primera escena de la ópera, la que comienza Leporello con las palabras “Notte e giorno faticar” (vid. Obertura en Don Giovanni, NMA, pp.25-26, cc.272-292 e Introduzione, íd., p.28 y ss.) Existe un final alternativo de la Obertura para su interpretación en versión de concierto (vid. íd., p.27, cc.286-292), pero de autenticidad dudosa (vid. íd., p.XVII), lo que indica una vez más la importancia esencial que Mozart da a este fluir de la obertura a la ópera, a la interdependencia entre ambas. De aquí que la observación de Kierkegaard a este respecto merezca ser destacada por su agudeza. La música del Allegro del aria de Leporello Madamina, il catalogo è questo (Don Giovanni, acto I, escena Vª, nº4) presenta una relación patente con la música del Molto Allegro de la obertura, la cual se asocia a la figura de Don Juan. Están en el mismo tono, ambas se desarrollan sobre una pulsión constante de corcheas y el perfil y orquestación de sus diseños melódicos es muy similar. De nuevo, la observación de Kierkegaard está plenamente justificada musicalmente, es decir, stricto sensu “oímos” a Don Juan a través de Leporello. 8 El aria de Don Giovanni Fin ch´han dal vino (Don Giovanni, acto I, escena XVª, nº11) no es la única de Don Juan, ni el único momento en que éste expresa su estado anímico esencial. Pero sí es el único en que el texto y la música se unen de manera indisoluble con este cometido. Don Juan canta otra aria, Mitá de voi quá vadano (íd., acto II, escena IVª, nº 17) en la que se muestra su carácter manipulador y coercitivo, continuando el juego del intercambio de su identidad con la de Leporello. En el sexteto Maestoso correspondiente al momento de la llegada de las máscaras al baile que se celebra en el palacio de Don Juan en el Finale del primer acto, el disoluto exclama “viva la libertá!”, siendo replicado con la misma frase por Leporello y posteriormente por las tres máscaras (Doña Ana, Doña Elvira y Don Octavio), hasta lograr repetir lo mismo doce veces. En el primer caso, el texto dramatiza el juego sin mucha trascendencia, pero la música es relativamente compleja (síncopas, figuras ornamentales rápidas, escalas ágiles) para traducir este juego con la vitalidad propia que corresponde a Don Juan. En el segundo, la lapidaria arenga a la vida libre e irreflexiva (aunque podría en la época asociarse a una connotación revolucionaria, como algunos estudiosos han querido ver), de gran trascendencia en su brevedad, se superpone a una música casi marcial, hímnica y homofónica, y que no tiene en ningún caso el perfil de las músicas que hasta ahora se han asociado a la figura donjuanina. 9 16 | diapente | Revista del Conservatorio Superior de Música de Vigo | Junio 2015 Nº 4 | ISSN: 2174-0054 Cuarteto de Cuerda O cuarteto de c0rda está considerado, históricamente, un dos máis elevados xéneros musicais. Aínda hoxe, os compositores fican extasiados pola espiritualidade, o potencial estético e o poder penetrante que esta forma recolleu nos últimos trescentos anos, dende Joseph Haydn a Pascal Dusapin. Quizáis é a súa omnipotencia, a introspección, claridade, equilibrio, intimidade, o seu elitismo o que o fai ser o medio de transporte dos máis místicos pensamentos e estados de ánimo. ISNN: 2174-0054 | Junio 2015 Nº 4 | Revista del Conservatorio Superior de Música de Vigo | diapente | 17 Las primeras Sociedades del Cuarteto en España e Italia Mauro José Mariño Suárez El cuarteto de cuerda pasó de ser un evento de entretenimiento reservado a unos pocos, a convertirse en la cita obligada dentro de cualquier temporada de conciertos. Este proceso no fue inmediato, ni siquiera fue compartido en toda Europa del mismo modo ni con igual entusiasmo. La iniciativa de unos pocos artistas, que decidieron dedicar gran parte de su tiempo, dinero y esfuerzo para difundir este género, hoy considerado uno de los pilares de la música de cámara, merece una crónica y un agradecimiento; no solo por sentar las bases, también por todo lo que hemos podido aprender Introducción y contexto: L os orígenes del cuarteto de cuerda no están ligados ni a un único autor ni a una nación específica pero, con el avance del tiempo se convirtió en un género muy cultivado y apreciado en las regiones europeas de habla alemana. Se entiende el Cuarteto de cuerda, no solo como una composición escrita para formación de 2 violines, viola y violoncello sino como un lenguaje musical específico en el que prevalecen los conceptos de dialogo, la exposición de nuevas ideas y la división en movimientos de carácter contrastante. Estas características hacen referencia seguramente a las obras de Luigi Boccherini y Franz Joseph Haydn. Ambos autores desarrollaron las posibilidades expresivas y estructurales de este género llegando a resultados excepcionales aunque solo el último obtuvo un reconocimiento universal en toda Europa que lo hizo convertirse en “el padre del cuarteto”; siendo sus obras, la referencia para todos los compositores posteriores. La razón del éxito, o precisamente su ausencia, desde el punto de vista de la difusión y de la tradición musical es uno de los temas que trata este texto; esta se debe al interés que mostraban las diferentes sociedades que rodeaban a estos dos compositores en el momento de difundir la música de cuarteto y la música de cámara en general. Tanto Boccherini come Haydn estuvieron aislados, por un largo período de su vida, dentro de las cortes en donde trabajaban y, aunque hoy la figura del artista-compositor es vista como una distinción social, para sus superiores ellos no eran más que siervos de palacio. Por suerte, ambos mantenían el contacto con los editores de música y se hacían publicar y difundir su obra fuera de palacio. Luigi Boccherini trabajó en el palacio del infante Don Luis (hijo de Felipe V) durante los últimos 36 años de su vida (1769-1805). Esta situación no fue del todo ventajosa para la difusión de su música en toda Europa. La tradición musical europea había llegado a España desde el sur de Italia (reinos de Nápoles y Sicilia, ligados a España hasta 1713) hace relativamente poco tiempo y se limitaba casi exclusivamente al ambiente de la nobleza. España no contaba entonces con una imprenta musical (la más cercana estaba en París) y la difusión de la música instrumental fuera de la corte era nula. Además, debido a la mala situación económica que dejó la Guerra de Sucesión, se cancelaron gran parte de los eventos musicales y se bloqueó la importación de partituras. El paso del reinado de Carlos IV al de Fernando VII en 1808 supuso un gran paso hacia atrás en la práctica de la música instrumental en las cortes, que pasa a ser algo eventual. La situación solo mejora desde la segunda década del siglo XIX, en la cual la burguesía obtiene más poder y relevancia social. En Italia los conciertos de música instrumental, raramente organizados, no suscitaban tanto interés como la opera que, llevando consigo una industria potente y una emergente cultura musical, se imponía al resto de géneros musicales. El desarrollo y la importancia de la ópera en Italia en el siglo XIX fue tal que condicionó a los compositores italianos, y excepto pocos casos como el célebre Niccolò Paganini, estos se dedicaron a dicho género para tener éxito y beneficio económico, dejando la música instrumental como mera subordinada (arreglos de arias para instrumentos) o como trabajo experimental de difusión privada. También en España, durante todo el siglo XIX, cosechó un gran éxito la Zarzuela (basada, en origen, en modelos de ópera italiana desarrollados por músicos italianos de las cortes españolas del siglo anterior, como Luigi Boccherini, entre otros) en detrimento de la música instrumental pura. Por otro lado, en las regiones de habla alemana la difusión durante el siglo XIX fue enorme y no era raro sentir las obras maestras de la música de cámara de Haydn y Mozart en tardes de música programadas dentro de los salones de las casas de los burgueses. Precisamente, en este ambiente, nace un tipo de concierto que no es un mero entretenimiento público sino una especie de reunión en comunidad. Se interpretaban obras ya famosas y, también, se dejaba espacio a los compositores para mostrar sus últimos trabajos. El ambiente era íntimo y quedaba reservado a aquellos que estaban de verdad interesados en escuchar e interpretar música que exigía una cierta atención y dedicación. 18 | diapente | Revista del Conservatorio Superior de Música de Vigo | Junio 2015 Nº 4 | ISSN: 2174-0054 Antecedentes: Los primeros intentos de establecer una temporada de música de cuarteto de cuerda en España e Italia no tuvieron el éxito esperado. En España la difusión de la música del resto de Europa llega solo a los núcleos urbanos importantes. Solo en las grandes ciudades como Madrid o Barcelona se puede hablar de una vida musical moderna y en conexión con el resto de Europa. La idea de los conciertos de Cuarteto en España vino de la moda de los Café-Concierto importados de Francia. Estos eventos eran, en realidad, entretenimientos que tenían lugar en las cafeterías y bodegas de las ciudades durante la tarde/noche. Habitualmente, un pianista acompañado de un cantante o un violinista, tocaban arreglos de arias de ópera o piezas virtuosísticas breves y de escasa calidad compositiva. La atención del público no era dedicada y, obviamente, en estos locales la gente no se reunía solo con el fin de escuchar música. En 1822 el Cuarteto formado por Francesco Maria Vaccari, Manuel Sánchez Rueda, Asensio y Francisco Brunetti ofrecía tardes de música para Cuarteto de cuerda en la Botillería de Canosa, una bodega situada en la calle Carrera de San Jerónimo de Madrid. Otros hechos fundamentales de este siglo son la apertura de los dos conservatorios de las principales ciudades españolas: el Conservatorio Real de Madrid (nombrado originalmente “Real Conservatorio de Música y Declamación de María Cristina”) en 1830, que tuvo destacados maestros como Jesús de Monasterio y Jesús del Hierro; y el Conservatorio de Barcelona (nombrado originalmente “Liceu Filo-dramàtic de Montesion”), abierto en 1837, donde estudió el virtuoso Juan Manén. Abren, años más tarde, los dos teatros más importantes de España: en 1847 el “Teatre del Liceu” en Barcelona (bajo financiación privada y sin ayuda económica de la familia real) y en 1850 el Teatro Real de Madrid (financiado, como su nombre indica, por la reina Isabel II). En Italia, las primeras actividades en torno al cuarteto beben directamente de la tradición autóctona de la música instrumental barroca ligada a las “Accademie filarmoniche”. Estas no tenían un objetivo profesional y tampoco tuvieron continuidad bajo forma de temporadas regulares de conciertos. La práctica de la música instrumental se asociaba al mundo aristocrático y a los espectáculos semiprivados, Estaba, por ello, limitada a una pequeño círculo de entendedores. En el mundo burgués, la música para Cuarteto de cuerda aparecía principalmente bajo forma de arreglos operísticos (dentro de los catálogos de Ricordi y Lucca hay óperas enteras reducidas para Cuarteto, sinfonías y ouvertures, cavatinas, duetos, etc.), trascripciones de Lieder y piezas vocales, piezas breves y romances. De estos dos últimos géneros, originales para Cuarteto (también para quinteto o para instrumento solista y cuerda), existe una cantidad considerable de repertorio cultivada por compositores de un cierto prestigio como Giacomo Puccini (“Crisantemi”), Giancinto Luzzi, Giovanni Bolzoni, Alfredo Catalani, Giuseppe Martucci, Stanislao Falchi, Leone Sinigaglia, etc. Eran, no obstante, música de consumo, dedicada al entretenimiento del público burgués de la época y no se interpretan actualmente por su escaso interés. La composición infrecuente y de calidad variable de música escrita para Cuarteto no implicaba la incapacidad o poca preparación de los compositores italianos de la época. La escritura instrumental a cuatro se estudiaba durante el período de formación para, más adelante, ser abandonada por otros géneros seguramente más rentables (caso de compositores como Rossini y Donizetti). Partiendo de esta premisa, parte del repertorio cuartetístico italiano del siglo XIX fue escrito, bien al inicio de la carrera musical del compositor (como ejercicio escolástico) o bien, al final de esta (después de haber tenido éxito en otros géneros). Influencia del resto de Europa En las regiones europeas de habla alemana, las exigencias del nuevo repertorio de cámara (por ejemplo, las últimas composiciones de Beethoven y las de Schubert y Schumann) llevan a la creación del Cuarteto de cuerda como grupo profesional y dedicado a este repertorio. En épocas anteriores, la preparación de los conciertos de música de cámara era mínima y tantas veces se dejaba en manos de aficionados. La organización de ensayos era una costumbre rara y prácticamente todo el trabajo se desarrollaba en el día del concierto. El nuevo repertorio presentaba tantas dificultades técnicas, estructuras rebuscadas y disposiciones inusuales del material musical que, profundizar en el estudio de cada obra se convierte en algo totalmente necesario. Son los propios compositores los que exigen también un resultado convincente a los intérpretes y se preocupan del trabajo durante los ensayos, guiados, en muchos casos, por ISNN: 2174-0054 | Junio 2015 Nº 4 | Revista del Conservatorio Superior de Música de Vigo | diapente | 19 Mauro José Mariño Suárez: Las primeras Sociedades del Cuarteto en España e Italia ellos mismos. El primer caso destacable de este tipo de relación entre compositor y grupo de cámara fue el de Ludwig van Beethoven y los diferentes cuartetos guiados por el célebre violinista vienés Ignaz Schuppanzigh (profesor de violín del compositor de Bonn y amigo de confianza) Austria. Schuppanzigh Quartett/Böhm Quartett: Ludwig van Beethoven e Ignaz Schuppanzigh se conocieron durante un concierto ofrecido en la corte de Karl Lichnowsky (príncipe y embajador de la corte imperial austriaca que ofreció apoyo económico a Beethoven durante la etapa inicial) donde Schuppanzigh trabajaba como primer violín del Cuarteto de cuerda del príncipe. El violinista acepta enseñar a Beethoven a tocar el violín y se establece entre los dos una fuerte amistad. Los cuartetos de Beethoven desde el Op. 59 hasta el Op. 127 fueron interpretados por primera vez por cuartetos guiados por Schuppanzigh, sea en el Razumovsky Quartett (nombrado por el príncipe cellista que encargó los tres cuartetos del Op. 59) en el que trabajó entre 1808 y 1816 así como en las distintas formaciones del Schuppanzigh Quartett, considerado el primer cuarteto de cuerda profesional de la historia. Este cuarteto aparece en 1804 y, durante su existencia, estuvo formado por Schuppanzig y otros músicos como Josef Mayseder, Franz Weiss, Peter Hänsel, Anton Kraft, Emanuel Aloys Förster, el cellista Joseph Linke (desde 1808) y el violinista Karl Holz (desde 1823). El éxito del cuarteto supone un cambio de la percepción, por parte de público y compositores, de lo que suponía la profesión del cuartetista, que ya entonces, exigía tiempo y dedicación casi exclusiva. Este hecho provoca la aparición de otros cuartetos de cuerda profesionales en Austria y Alemania. Schuppanzigh fue convocado también por otros compositores de la época, entre ellos Schubert, que encargó el estreno de su Cuarteto “Rosamunda” Op. 29. Entre 1821 y 1823, Ignaz Schuppanzigh trabajó fuera de Viena (en un cuarteto en la ciudad de Prater, que se dedicaba a música ligera y de entretenimiento) y fue sustituido por el violinista húngaro Joseph Böhm. Después de su regreso, Schuppanzigh y Böhm se alternaron como primer violín del mismo Cuarteto (junto a Karl Holz, Franz Weiss y Joseph Linke) hasta 1827, año en el que se retira de la vida de músico y deja definitivamente la silla a Böhm. El Cuarteto, conocido entonces como Böhm Quartett, interpreta por primera vez los últimos cuartetos de Beethoven, Op.130, 132, 135 y la Grosse Fuge Op. 133. Alemania. Gewandhausquartett de Leipzig: Del mismo modo, Felix Mendelssohn contó con la colaboración del Cuarteto de cuerda de la Gewandhaus de Leipzig. Este Cuarteto se formó con las primeras partes de la orquesta de dicho auditorio y, bajo este mismo modelo, sigue existiendo en la actualidad. En su primera formación de 1808 tocaban Heinrich August Matthäi (primer violín), Bartolomeo Campagnoli (segundo violín. Concertino de la orquesta del Gewandhaus), Voigt (viola) y Dotzauer (cello). Al contrario de lo que se podía esperar, Matthäi (que se sentaba al lado del concertino y solo ocupó oficialmente el puesto de principal desde 1816) ejercía el rol de primer violín en lugar de Campagnoli. Después de la muerte de Matthäi en 1835, este fue sustituido por Ferdinand David (nuevo concertino de la orquesta). Aunque la formación del Cuarteto variaba con los años (siguiendo los cambios en la orquesta), la temporada de conciertos de Cuarteto de cuerda se mantiene estable (más de 200 años de conciertos) y se interrumpe solo durante las guerras mundiales. El cuarteto ofrecía en sus temporadas de conciertos, no solo el repertorio cuartetístico clásico de Haydn, Mozart y Beethoven sino que, contaba también con la participación de solistas come: Clara Schumann, Johannes Brahms, Edvard Grieg, Felix Mendelssohn o Arthur Nikisch. Francia. Quatuor Baillot: El mundo musical francés recibe el repertorio austriaco y alemán para música de cámara y empieza a ofrecer temporadas de música de cámara en pocos años. El violinista Pierre Baillot fue reconocido como el descubridor de este género en Francia y el primero a difundirlo entre el público parisino. Después de numerosas giras de conciertos internacionales y 3 años como concertino de la orquesta privada de Napoleón durante su campaña en Rusia, el célebre violinista francés vuelve a París en el 1809 la idea en mente de difundir el repertorio de Cuarteto de cuerda que tanto éxito cosechaba en Austria y Alemania. Con este objetivo, forma en 1814 el Quatuor Baillot junto a Charles Guynemer (segundo violín), Antoine-Alexander Tariot (viola) y Louis-Pierre Norblin (violoncello). Años después, Guynemer fue sustituido por Eugène Sauzay y Tairot por Chrétien Urhan. La idea de Baillot era presentar al público francés el repertorio camerístico de diferentes épocas, a través de las composiciones de Boccherini, Mozart, Haydn y Beethoven. Las temporadas de conciertos empiezan el 12 de Diciembre de 1814 con gran éxito. El Quatuor Baillot fue el primer cuarteto de cuerda profesional de Francia y fue muy apreciado por los compositores franceses, españoles e incluso italianos, que les dedicaron varias de 20 | diapente | Revista del Conservatorio Superior de Música de Vigo | Junio 2015 Nº 4 | ISSN: 2174-0054 Mauro José Mariño Suárez: Las primeras Sociedades del Cuarteto en España e Italia sus composiciones. El primero en componer un cuarteto de cuerda para Baillot en Francia fue un compositor italiano, Luigi Cherubini, que trabajaba habitualmente con Baillot en el Teatro de Ópera de París. En 1814 le dedica un cuarteto (el primero de una serie de seis), celebrando el inicio de la actividad del Quatuor Baillot. La influencia de Baillot (y su alumno y sustituto en el conservatorio de París, Charles de Beriot) en España fue enorme ya que sus métodos de enseñanza de violín eran los que se usaban de forma oficial en los conservatorios de muestra un elenco de compositores (y el número de cuartetos de cuerda escritos) que se dedicaron durante gran parte de su vida a este género: (ver fig.1) * como se dijo anteriormente, tiene también una producción importante de romanzas y piezas breves La primera sociedad del cuarteto italiana nace en Florencia en 1861 gracias a la iniciativa del editor Giovanni Gualberto Guidi y el teórico y músico Abramo Basevi. Ya en décadas anteriores, la capital toscana era famosa por Compositores italianos del siglo XIX (nº de obras para cuarteto de cuerda) Filippo Filippi (1830-1887) (8) Francesco Anichini (1830-1901) (4) Giulio Cottrau (1831-1916) (3 aprox.) Giuseppe Marcarini (1832-1905) (3 o más) Federico Consolo (1841-1906) (5 o más) Giovanni Sgambati (1841-1914) (2) Giovanni Bolzoni (1841-1919) (1*) Giuseppe Sasso (1842-1916) (3 o más) Carlo Del Signore (1843-1897) (2 aprox.) Niccolò Massa (1854-1894) (2) Giovanni Battista Faini (1857-1941)(2 aprox.) Vincenzo Ferroni (1858-1934) (2) Vittorio Norsa (1859-1933) (2 aprox.) Emilio Pizzi (1861-1940) (2) Marco Anzoletti (1867-1929) (18 aprox.) Camillo De Nardis (1857-1951) (2) Giovanni Serra (1787-1876) (4 o más) Ferdinando Giorgetti (1796-1867) (5) Giovanni Pacini (1796-1867) (7) Giuseppe Ghebart (1796-1870) (4 aprox.) Luigi Savi (1803-1843) (4) Pietro Tonassi (1800-1877) (7) Giuseppe Mascia (1808-1879) (19 o más) Salvatore Pappalardo (1817-1884) (7) Stefano Golinelli (1818-1891) (3) Antonio Bazzini (1818-1897) (6) Carlo Andrea Gambini (1819-1865) (4) Giovanni Bottesini (1821-1889) (7 o más) Giulio Roberti (1823-1891) (2 o más) Guglielmo Quarenghi (1826-1882) (3 o más) Pietro Platania (1828-1907) (2 o más) Pietro Bianchini (1828-1905) (2) (fig.1) Madrid y Barcelona. En la primera mitad del siglo XIX había en España un seguimiento de la actividad del Quatour Baillot y el posterior Quatuor Armingaud (formado en 1855 por Jules Armingaud junto a L. Jacquard, E. Lalo y Mas), que fueron los modelos a seguir para los primeros cuartetos de cuerda españoles. Orígenes de las primeras sociedades en España e Italia Las Sociedades del cuarteto italianas: Las sociedades del cuarteto surgen numerosas con el objetivo de difundir a través de conciertos, en un principio, casi exclusivamente reservados a los abonados y, más adelante, de forma abierta, un repertorio de cámara que se consideraba importante y que, en la Italia recién unificada del momento, parecía que no había encontrado sitio en el panorama musical. Su actividad definió el renacimiento de la música instrumental italiana, representado por una gran cantidad de compositores que, por diferentes motivos, están olvidados para el público actual. En la siguiente tabla se su actividad artística en el campo de la música instrumental y ,especialmente, por el aprecio que se mostraba por las novedades provenientes del extranjero. Desde el año 1830 trabajaban en la ciudad florentina la “Società per lo studio della musica classica” (fundada por Geremia Sbolci) y la “Società della musica strumentale” que organizaron (con la colaboración del gran-duque de Florencia y la Filarmónica) conciertos con ejecuciones de cuartetos enteros de Haydn y Beethoven, el oratorio “El Mesías” de G. F. Händel, la 6ª Sinfonía de Beethoven (en 1857) y varias ouvertures de óperas de Wagner (en 1859). También se publicaban en la ciudad dos periódicos dedicados íntegramente a la música: “Rivista musicale di Firenze” (el primero de Italia, fundado por Ferdinando Giorgetti, violinista y compositor) y “Gazzetta musicale di Firenze” (fundado por Ferdinando Casamorata, compositor y musicólogo). Cubriendo todos los gastos, Abramo Basevi organizó en 1859 una serie de conciertos en Florencia para que se interpretaran los seis cuartetos de cuerda Op.18 y posteriormente el Septimino op. 20 de Beethoven. Pidió en alquiler la Sala del Istituto Lemonnier, en Via Sant’Egidio, y allí inauguró sus “Mattinate beethoveniane”, antecedente directo de la primera temporada de conciertos de la sociedad ISNN: 2174-0054 | Junio 2015 Nº 4 | Revista del Conservatorio Superior de Música de Vigo | diapente | 21 Mauro José Mariño Suárez: Las primeras Sociedades del Cuarteto en España e Italia del cuarteto. Cada sesión incluía un discurso ilustrativo del propio Basevi. La sociedad del cuarteto tuvo la gran fortuna de contar con el apoyo de un editor como G. Guidi que decidió publicar un periódico desde 1862 (llamado originalmente: “Boccherini: Giornale musicale per le Società del Quartetto” que luego cambió por “Boccherini: Giornale musicale mensile” en 1873) para promocionar y difundir la actividad de la sociedad. El periódico servía , además, para incentivar a los compositores a dedicarse al cuarteto de cuerda mediante la convocatoria de concursos de composición de obras de este género que más adelante vendrían interpretadas y publicadas. Como extra del periódico, se ofreció a los socios partituras generales de estudio (ediciones “de bolsillo”) de las obras que se interpretaban en las temporadas de concierto. El éxito que cosechó la sociedad florentina impulsó definitivamente a otros emprendedores a abrir sociedades similares por toda Italia, siendo las dos primeras en aparecer la de Lucca y la de Nápoles en 1862. No siempre estas primeras sociedades tuvieron la capacidad de mantenerse después de un comienzo lleno de optimismo. En el año 1863 se inauguran las sociedades del cuarteto de Módena y de Milán, siendo la última de una importancia par a la florentina. La sociedad milanesa se forma con Tito Ricordi como promotor que retoma la idea de tener una publicación oficial de la sociedad. Nace así el “Giornale della Società del Cuarteto” dirigido por Alberto Mazzucato (desde 1851 profesor de composición en el Conservatorio y director de este desde 1872) que, por varios motivos, tuvo una breve vida editorial (no sucedió lo mismo con la sociedad, que sigue activa a día de hoy). Otras iniciativas de menor relevancia surgieron en los años siguientes: en Orvieto (1864), Turín (1866), Bari y Cuneo (1869), Arezzo (1870), Parma (1876), Ancona (1877) y Boloña (1879). Las Sociedades del cuarteto españolas: La primera iniciativa que tuvo éxito y continuidad en territorio español fue promovida por Jesús de Monasterio, uno de los violinistas españoles más influyentes y apreciados de la época. Monasterio regresó a Madrid en 1862 después de una gira de conciertos en Francia y Bélgica (su segunda gran gira europea) llena de éxito. Decidió, por suerte para la capital española, establecerse en Madrid e impulsar actividades pedagógicas para dar a conocer las obras que había tocado durante su permanencia por estudios en Bélgica y la experiencia de los conciertos en Francia. Preocupado por el escaso conocimiento del repertorio de cámara en España, funda junto al pianista Juan María Guelbenzu la Sociedad de Cuartetos de Madrid a finales de 1862. La Sociedad tomó la sala de ensayos del Conservatorio como espacio para sus conciertos dominicales, como ya había hecho Guelbenzu con sus sesiones de música de cámara. En un principio, el Cuarteto de cuerda estaba formado por Monasterio (primer violín), Rafael Pérez (segundo violín, concertino de la orquesta del Teatro Real), Tomás Lestán (Primer viola y violinista al Teatro Real), Ramón Rodriguez Castellanos (Cellista en la orquesta del mismo teatro). Estos tres músicos tocaban junto a Monasterio desde 1861 en varios eventos relacionados con la música de cámara, como fueron los conciertos de Abril de 1862 en los que Monasterio, Castellanos y Guelbenzu interpretaron un Trío de Mendelssohn. La idea de incluir el piano dentro de los proyectos de la sociedad vino de Basilio Montoya (tutor de Monasterio desde 1845, tesorero y archivero de la nueva asociación). De este modo, la sociedad podía ofrecer un repertorio más amplio incluyendo quintetos, cuartetos y también música a dúo y piano solo; siempre interpretada por Guelbenzu que era, entonces, un pianista muy apreciado en Madrid sobre todo por su interpretación de las sonatas de Beethoven. Dentro de las intenciones de la sociedad madrileña estaba el hacer algunos conciertos fuera de Madrid para dar a conocer su actividad. Gracias a estas presentaciones, tantas otras ciudades españolas y portuguesas sintieron la necesidad de abrir sus propias sociedades de cuartetos. Aunque fueron iniciativas de gran valor, no llegaron a ofrecer temporadas de conciertos con la calidad, seriedad y continuidad de las que se ofrecían en Madrid y más adelante en Barcelona. Siguiendo el modelo de la sociedad madrileña (Cuarteto de cuerda y pianista), nacieron nuevas asociaciones en Cádiz (1866), Valencia (1868), Granada (1871), Barcelona (1872), Victoria (1879), Zaragoza (1880) y Sevilla (1891). La Sociedad de cuartetos de Barcelona nació dentro del ambiente de la sociedad sinfónico-operística “Sociedad Wagner” (que promovía la interpretación de sus obras en el Teatre del Liceu y mantenía contacto con el compositor por vía epistolar) organizada por el maestro Felipe Pedrell. Era, en realidad, la continuación de una experiencia previa: los conciertos hechos en 1866 por el cuarteto formado por Gimferrer, Magrí, Vilar y Conde. En la nueva sociedad tocaba todavía Gimferrer como primer violín junto a Masschek, Antonio Lupresti, Domingo Lupresti y Leigh. El propio Monasterio fundó, junto al violinista Teodoro Ballo, la Sociedad de Cuartetos de Zaragoza en 1880 que ofrecía programas con una parte de música de estilo clásico (Haydn y Mozart) y otra con música más cercana a los gustos del público asiduo de los café-concierto. 22 | diapente | Revista del Conservatorio Superior de Música de Vigo | Junio 2015 Nº 4 | ISSN: 2174-0054 Mauro José Mariño Suárez: Las primeras Sociedades del Cuarteto en España e Italia La Sociedad del Cuarteto de Florencia (1861-1870): La Sociedad fundada por Basevi y Guidi permaneció en intensa actividad por casi una década entera. A pesar de haber tenido una breve existencia, fue de una relevancia enorme ya que estableció el modelo a seguir para las otras sociedades del Cuarteto italianas. En los siguientes puntos se intenta, en manera resumida, describir los aspectos más importantes de su actividad. Músicos Los intérpretes eran habitualmente Giovacchino Giovacchini y Landi (violinistas), Giovanni Bruni (violista), Jefte Sbolci (violoncellista) como formación base de Cuarteto de cuerda a la que se añadían otros músicos para formar quintetos, sextetos, obras con piano, etc. dependiendo del evento y la temporada. Desde la cuarta temporada, Guido Papini sustituyó a Landi como segundo violín. Solo en la quinta temporada (1865-1866) el Cuarteto habitual fue sustituido por el “Quartetto di Firenze” formado por Becker, Masi, Chiostri y Hilpert. Este Cuarteto tocó también un programa en la Sociedad del Cuarteto de Milán y en otras sociedades italianas. Sala Los primeros 6 conciertos tuvieron lugar en el Palazzo Ricasoli de Florencia que el gran-duque puso a disposición de la sociedad. Desde la 7ª “mattinata” (11 de Mayo de 1862) en adelante, los conciertos tuvieron lugar en la “Sala del Buon Umore” de la Academia de bellas artes de Florencia (actualmente sala de conciertos del mismo nombre en el conservatorio de música “Luigi Cherubini”). Desde la 7ª Temporada (1867-1868) se trasladan a la Sala Brizzi e Nicolini (P.zza Madonna 8) Tarifas Abono anual: Socios Protectores: 30 Francos/Liras Socios Protectores no florentinos (y no asistentes a los conciertos): 16-18 Francos/Liras Socios Ordinarios: 11-20 Francos/Liras Abonados solo a los conciertos: 20 Francos/Liras por 2 entradas, 15 Francos/Liras por entrada única. Entrada por concierto: 5 Francos/Liras Los socios protectores contaban con 2 entradas para cada concierto de la sociedad, partituras y el periódico “Boccherini”. Además, eran siempre agradecidos y nombrados en el “Boccherini”, en las partituras e incluso inscritos en una placa presente en la sala de conciertos. Entre los socios protectores no florentinos se encontraban músicos de fama mundial como Delphin Alard y Charles de Beriot, G. Meyerbeer, Henri Vieuxtemps e incluso un músico catalán, José Jurch (clarinetista del Teatre del Liceu). Los socios ordinarios tenían derecho a una entrada en los conciertos, partituras y periódico. Los abonados solo a los conciertos no recibían las partituras y podían pedir 1 o 2 entradas para los conciertos por un precio módico. Frecuencia Desde la primera temporada, la sociedad organizó un mínimo de 10 conciertos al año sin contar los conciertos extraordinarios. Las temporadas de conciertos se desarrollaban, en dos series de conciertos, de Noviembre a Marzo y de Septiembre a finales de Octubre de cada año. Los conciertos empezaban a las 12:00. Repertorio Los conciertos se dedicaban, por lo general, al repertorio de cámara con evidente predilección por el canon austroalemán. El autor preferido fue Beethoven, seguido por Mozart, Haydn y Mendelssohn. Los compositores italianos contemporáneos tuvieron una presencia destacada, no solo los ganadores de los concursos organizados por la sociedad, sino compositores famosos de la época como Luigi Cherubini. Programa La sociedad ofrecía programas en tres partes, en las que se alternaba repertorio de Cuarteto/Quinteto, Obras de cámara con piano, Obras con viento, ensembles varios (sinfonías reducidas para piano y cuerda) y música orquestal. Actividad de la primera temporada: El 14 de Octubre de 1861 tuvo lugar en el Palazzo Ricasoli la “mattinata” inaugural. El programa comprendía: Cuarteto nº 2 en La del Op. 18 de Beethoven Cuarteto en Sol mayor de Haydn Cuarteto en Re menor de Mozart ISNN: 2174-0054 | Junio 2015 Nº 4 | Revista del Conservatorio Superior de Música de Vigo | diapente | 23 Mauro José Mariño Suárez: Las primeras Sociedades del Cuarteto en España e Italia El concierto tuvo un gran éxito anche no hubiera una gran afluencia de público. Las obras fueron interpretadas por Federigo Consolo (de paso en Florencia) y Giovanni Bruni (violinistas), Alessandro Asso (violista) y Jefte Sbolci (violoncello). -Segunda “mattinata”, el 29 de diciembre de 1861: Cuartetos del Op. 18 de Beethoven en Fa y Do menor, Cuarteto en Re menor de Haydn. Giovacchini y Landi (violinistas), Bruni (violista) y Jefte Sbolci (violoncello) formarían en este concierto el Cuarteto definitivo de la sociedad. -Tercera, el 9 de febrero de 1862: Dos cuartetos del Op. 18 de Beethoven en Sol y Fa y el 2º Cuarteto de Gambini. -Cuarta, el 16 de marzo de 1862: Septimino Op. 20 de Beethoven, 2º Cuarteto de Gambini y Cuarteto en Sol M Op. 18 de Beethoven. -Quinta, el 25 de marzo de 1862: Septimino Op. 20 de Beethoven, Cuarteto en La Op. 18 Beethoven y Trío para Piano, violín y Violoncello de Vannuccini -Sexta, el 20 de abril de 1862: Concierto para violín y orquesta Op. 61 de Beethoven (reducido para piano y orquesta de cuerda), 5º Cuarteto en do menor de Giorgetti y quinteto de viento y piano de Beethoven. -Séptima, el 11 de mayo de 1862: Quinteto de clarinete de Mozart, Cuarteto en Re Op. 18 de Beethoven y Sexteto para 2 trompas y Cuarteto de cuerda de Beethoven. -Octava, el 29 de mayo de 1862: Serenata de Beethoven (Trío violín, viola y violoncello), quinteto con clarinete de Mozart, Sinfonía 3 “Eroica” de Beethoven (reducida para piano a 4 manos y quinteto de cuerda) -Novena, el 7 de Septiembre de 1862: Quinteto con piano de Boccherini, Trío para piano, violín y violoncello de Anichini y Cuarteto en Si b Op. 18 de Beethoven. - Décima, el 5 de Ottobre de 1862; Cuarteto en Fa Op. 18 de Beethoven, Cuarteto de Pappalardo, Septimino Op. 20 de Beethoven. - Sesión extraordinaria: Música de jóvenes autores italianos escrita para el concierto: Cuarteto de Alfonso Dami y quinteto de Edoardo Perelli. Breve resumen de las siguientes temporadas concurso de la sociedad), Cuarteto en Si b de Onslow y el Octeto de Mendelssohn (primera ejecución en Italia). Dentro de la misma temporada, fueron especialmente destacables la interpretación del Cuarteto en mi bemol de Luigi Cherubini, la ejecución “a partes dobladas” del Trío de Beethoven op. 3 (para violín, viola y violoncello), el “Gran Septimino” de Hummel (para piano, flauta, oboe, trompa, violín, violoncello y contrabajo) y el Noneto Op. 31 de Spohr (para violín, viola, violoncello, contrabajo, flauta, oboe, clarinete, fagot y trompa). En 1863, se incluye por primera vez en los programas algunas interpretación “a piano solo”, ofreciendo al público la llamada entonces “Fuga del gatto” (Sonata K 30 en Sol minore) de Domenico Scarlatti y la Sonata “Clair de lune” (Do# menor Op. 27 ) de Beethoven. El año académico 1864 se abre con la ejecución de tres Tríos compuestos respectivamente por Corelli, Haendel y Boccherini, siguió con la Sonata “Kreutzer” Op. 47 de Beethoven (con el violinista G. Papini y el pianista Giuseppe Ducci) y el quinteto Op. 44 de Schumann. En 1865 se interpreta el Cuarteto con piano en Mi bemol mayor Op. 47 de Schumann y el Sexteto op. 18 de Brahms (para 2 violines, 2 violas y 2 violoncellos). Repertorio italiano no contemporáneo Los intentos de impulsar un proceso de recuperación nacionalista del pasado musical italiano fueron escasos (incluso habiendo tomado el nombre de Boccherini como figura representativa de la música instrumental italiana) en comparación con la difusión de la producción musical italiana contemporánea. Boccherini aparece en los programas de la sociedad por primera vez en el concierto del 7 de septiembre de 1862, con la ejecución de un quinteto de cuerda. Hasta 1870 no se interpreta ningún Cuarteto suyo en las temporadas de conciertos. En el ámbito de la serie de conferenciasconcierto (sostenidas por Girolamo Alessandro Biaggi) sobre la historia de la música de cámara, se interpreta un quinteto (La menor Op. 47) y un Cuarteto (Do menor) el 1 de mayo de 1864 y el 1 de marzo de 1868 (esta vez solo el Cuarteto). Lista parcial* del repertorio interpretado por la sociedad #Obras interpretadas en los conciertos complementarios a las conferencias *Faltan algunas obras para piano solo, vientos y demás grupos sin cuerda. Empieza la segunda temporada el 1 de Noviembre con la interpretación del Cuarteto de Bottesini (1er Premio en el 24 | diapente | Revista del Conservatorio Superior de Música de Vigo | Junio 2015 Nº 4 | ISSN: 2174-0054 Mauro José Mariño Suárez: Las primeras Sociedades del Cuarteto en España e Italia Compositor (nº de obras) Nombre de la obra Anichini (2) Cuarteto premiado en el Concurso Basevi de 1862 Trío para piano, violín y violoncello Bazzini (2) Cuarteto en Do Quinteto en La (1865) Beethoven (20) Serenata en Re para violín, viola y violoncello op. 8 6 Cuartetos Op. 18 3 Cuartetos Op. 59 Cuarteto Op. 74 Quinteto en Do Trío op. 3 en Mib M y Trío op. 4 en Do m Septimino Op. 20 Concierto para violín y orquesta Op. 61 (reducción para piano y cuerda) Quinteto para viento y piano Sexteto para 2 trompas y Cuarteto de cuerda Sinfonía 3 “Eroica” (reducida para piano a 4 manos y quinteto de cuerda) Sonata para piano en Do# menor Op. 27 Sonata para violín y piano “Kreutzer” Op. 47 #Cuarteto op. 130 (parte del 1er tempo y Cavatina) #Cuarteto op. 127 (solo Adagio) #Quinteto op. 29 Boccherini (4) Quinteto (?) Quinteto op. 47 en La m Trío (probablemente uno de los dos para dos violines y violoncello op. 2 o op. 3) #Cuarteto en Do m Bottesini (1) Cuarteto en Re Brahms (1) Sexteto op. 18 Castrucci (1) Cuarteto Cherubini (1) Cuarteto en Mi b Corelli (1) Trío (probablemente una Sonata a trío de los op. 1, 2, 3 o 4) Croff (1) Cuarteto (1er premio en el Concurso Basevi de 1863) Dami (1) Cuarteto Fetis (2) 1er y 2º Quinteto Fiori (1) Cuarteto Gambini (2) 2º y 3er Cuarteto Giorgetti (3) 5° Cuarteto en Do m, dedicado a la Sociedad Cuarteto (?) a partes dobladas menos el primer violín 3er Cuarteto a partes dobladas Haendel (1) Trío (arreglo de una de las Sonatas “para dos violines o flautas” op. 2 o op. 5) Haydn (8) op. 76: n.2 en Re m y n.3 en Do op. 77 n.2 en Fa Cuarteto en Sol (?) (interpretado en 1861) Cuarteto en Sol (?) (interpretado en 1864) Cuarteto en Sol (?) (interpretado en 1870) Cuarteto en Sol (Op. 74 o Op. 76. incorrectamente listado como Op. 71) #Cuarteto op. 103 Hummel (1) Gran Septimino Langhans (1) Cuarteto (1er premio en el Concurso Basevi de 1864) ISNN: 2174-0054 | Junio 2015 Nº 4 | Revista del Conservatorio Superior de Música de Vigo | diapente | 25 Mauro José Mariño Suárez: Las primeras Sociedades del Cuarteto en España e Italia Mendelssohn (9) Octeto Quintetos en La op.18 y en Sib op. 87 Cuartetos Op. 12 y Op. 13 3 Cuartetos Op. 44 Cuarteto con piano en Si menor Op. 3 1867 3 Romanzas sin palabras (1866) Capriccio Op. 22 (1866) 17 variaciones para piano (1866) Mozart (6) Quintetos (2 violas) en Sol m K.516 y en Do (podría ser K.406 o K.515) Cuartetos dedicados a Haydn: Re m (K 421), Mib (K.428) y Do M (K 465) Quinteto con clarinete Onslow (1) Cuarteto en Sib Pacini (2) Cuartetos nº2, dedicado a Giorgetti, y nº 3, dedicado a la Sociedad Pappalardo (1) Cuarteto Perelli (1) Quinteto Ricordi (1) Cuarteto en Sol Scarlatti (1) Sonata K 30 en Sol minore Schubert (2) Cuarteto en Re m D.810. Quinteto D. 956 Schumann (2) Quinteto op. 44 Cuarteto con piano en Mi bemol mayor Op. 47 #Cuarteto op. 41 en La (primeros dos movimientos) Spohr (4) Doble Cuarteto op. 65 Cuarteto Op. 59 en La m Un cuarteto del Op. 82 Noneto Op. 31 Tartini (1) Sonata “trillo del diavolo” (1865) Chopin (1) Nocturno en Re b (1866) Tonassi (1) Cuarteto premiado en el Concurso Basevi 1862 Conferencias Las conferencias ilustrativas trataban temas como la “Historia de la música instrumental de cámara” o “Los literatos músicos”. Para la organización de estos eventos, Basevi confió en el bergamasco Alessandro Girolamo Biaggi, profesor de historia y estética musical del Istituto Cherubini. La enseñanza de estas asignaturas en los Conservatorios y escuelas de música fueron promocionadas en estos eventos y en otros similares presentes en aquellos años. En las conferencias de 1864 fue Biaggi el relator y en 1868 fueron varios: Casamorata, Biaggi, Gamucci d’Arcais y Filippi. Para ciertas conferencias se organizaron conciertos complementarios, en los que se interpretó el siguiente repertorio: (ver fig. 2) Concursos Los concursos de composición organizados por la sociedad valían para impulsar las actividad de los compositores italianos de la época dentro del campo de la musica instrumental. Los ganadores recibían un premio económico y tenían la oportunidad de difundir sus nuevas obras a través de los conciertos de la sociedad y las ediciones de bolsillo de la editorial de Guidi. Aunque, en la actualidad, muchos de estos compositores han sido olvidados (no se interpretan casi nunca en las temporadas de conciertos) representan una parte de la producción de música instrumental italiana del siglo XIX, de una actividad intensa y una cantidad de obras considerable. Muchos de estos autores, sin embargo, no llegaron a hacerse reconocer fuera del ambiente de las sociedades del Cuarteto (que, era un ambiente reducido y local, en comparación con la ópera). La primera vez que se programó una obra de un compositor premiado fue en la 3ª sesión, el 9 de Febrero de 1862, donde se interpreta un Cuarteto de Carlo Andrea Gambini (Génova 1819-1865). Conciertos Sinfónicos En 1863, 1867 y 1869 se programaron conciertos sinfónicos que incluyeron obras de Mozart, Beethoven, Mendelssohn, Rossini, Meyerbeer, Wagner y Weber. En 1867 la sociedad sustituyó los conciertos de cámara con 3 conciertos sinfónicos a precios populares.. Para estos conciertos Guidi encargó algunas composiciones a G.S. 26 | diapente | Revista del Conservatorio Superior de Música de Vigo | Junio 2015 Nº 4 | ISSN: 2174-0054 Mauro José Mariño Suárez: Las primeras Sociedades del Cuarteto en España e Italia Mercadante (sinfonía “L’insurrezione polacca”) y a G. Pacini (sinfonía “Dante”, estrenada en 1865 para celebrar el 600 aniversario de Dante). Boccherini, el periódico de la sociedad del cuarteto de Florencia El “Boccherini” salió desde marzo de 1862 hasta el 30 noviembre de 1882. Inicialmente con frecuencia mensual, pasó a salir cada quince días desde marzo de 1864 hasta el año 1871, en el que volvió a la frecuencia mensual. Se Compositor tono romántico y descriptivo de su época y profundizan en todos los aspectos esenciales de cada obra, presentando al lector un análisis estético, histórico (complementado por las biografías publicadas en el mismo periódico), armónico, contrapuntístico, instrumental y rítmico. La primera serie de análisis musicales se centra en los 6 cuartetos Op.18 de Beethoven y fueron publicados en 1862 y 1863 (más tarde reunidos en un volumen en 1874). Vistos desde el punto de vista actual, sorprende el rigor mostrado por el autor aún prescindiendo de muchos términos convencionalmente usados en los análisis actuales (entre otros, “forma sonata”, Conferencias de 1864 (Biaggi): Conferencias de 1868 (Casamorata, Biaggi, Gamucci d'Arcais y Filippi): Beethoven Cuarteto en Fa op. 18 (primeros dos movimientos) Cuarteto en Mi m op. 59 (Adagio y Finale) Cuarteto op.130 (1° tempo y Cavatina) Cuarteto en Fa op. 18 (Primer movimiento) Cuarteto op. 74 (Adagio y Finale) Quinteto op. 29 Boccherini Cuarteto en Do m Quinteto en La op. 47 Cuarteto en Do m Haydn Cuarteto en Re m 1er Cuarteto (1er movimiento) Cuarteto en Sol (probablemente Op. 74 o Op. 76. Incorrectamente listado como Op. 71) Cuarteto op. 103 Mendelssohn Quinteto en Si b op. 87 Quinteto en Si b op. 87 Cuarteto en Mi m op. 44 Mozart Quinteto en Sol m Quinteto en Sol m (K.516) Cuarteto en Do (K 465) Schumann Cuarteto op. 41 en La (primeros dos movimientos) (fig.2) publicaban a menudo varios números suplementarios y fascículos. De la redacción, en un principio, era responsable en gran parte Abramo Basevi. Colaboraron, entre otros: G.A. Biaggi, L.F. Casamorata, A. Catelani, B. Gamucci, R. Gandolfi, y A. Mazzuccato. El “Boccherini”, aparte de las crónicas de los conciertos de la Sociedad, publicaba artículos teóricos, artículos históricos, artículos biográficos, crónicas teatrales internacionales y críticas. En los años 70 se dedica, sobre todo, a promocionar la actividad comercial de Guidi. A traves del periódico se intentó también promover la fundación de sociedades del Cuarteto en otras ciudades italianas incluso publicando una guía para la creación de una nueva sociedad y ofreciendo la colaboración entre las nuevas sociedades hechas a modelo de la florentina. La actividad de las sociedades del Cuarteto de Nápoles, Milano, Lucca y Módena fue cubierta por el “Boccherini”. Desde el segundo número del periódico (30 de Abril de 1862) se incluían una serie de análisis musicales (de obras programadas en temporada) escritos por Basevi. Estos textos tienen una gran importancia histórica por ser algunos de los primeros textos analíticos (en un sentido moderno) aparecidos en Italia. Los análisis de Basevi superan el que no aparece nunca en ninguno de los artículos) e insistiendo, alguna vez, en referencias extra-musicales (aludiendo a carácteres, sentimientos y estados de ánimo) como era habitual en muchos textos musicales del siglo XIX. Siguiendo el objetivo de la sociedad de cambiar el panorama musical italiano, el periódico se usaba como vehículo para anunciar los concursos de composición, y las conferencias organizadas por la sociedad (habitualmente dedicadas a la figura de Beethoven). ISNN: 2174-0054 | Junio 2015 Nº 4 | Revista del Conservatorio Superior de Música de Vigo | diapente | 27 Mauro José Mariño Suárez: Las primeras Sociedades del Cuarteto en España e Italia Sociedad de Cuartetos de Madrid (1863-1894) Esta sociedad representa la primera iniciativa seria y duradera dentro del panorama de la música instrumental española del siglo XIX. Su actividad se desarrolla a través de 31 temporadas de conciertos en la capital y algunos conciertos ofrecidos fuera de Madrid. A modo de resumen, se describe en los siguientes párrafos, los aspectos más importantes de su actividad. Dentro de la larga historia de la sociedad se pueden distinguir dos etapas: Primera etapa (1863-1884): La sociedad ofrece sus temporadas de conciertos (“sesiones” como las definían entonces) en la sala de ensayos del Conservatorio de Madrid. La sociedad estaba formada oficialmente por Jesús de Monasterio (violín primero), Rafael Pérez (violín segundo), Tomás Lestán (violista), Ramón Rodriguez Castellanos (cellista), Juan María Guelbenzu (pianista) y Basilio Montoya (tesorero). Segunda etapa (1884-1894): Las temporadas de conciertos tenían lugar en el “Salón Romero” de Madrid. Después de la muerte de Guelbenzu (pianista) y Basilio Montoya (tesorero), en 18 de Ottobre del 1884 la sociedad escribe nuevos estatutos para establecer: los socios del Cuarteto de cuerda original (Monasterio, Pérez, Lestán y Castellanos), las nuevas condiciones para los contratos de músicos externos y las nuevas tarifas para el público. Como homenaje a Guelbenzu, la sociedad programó un concierto sin música para piano en el que se puso una corona de flores encima del piano de cola del Salón a modo de recuerdo a su carrera. Las salas de conciertos: Sala de ensayos del conservatorio Esta sala, conocida también como “Sala pequeña” se usaba para las clases de declamación del conservatorio. Habitualmente descrita como pequeña, fría, sobria y pobremente decorada. Tenía sillas y bancos de paja para el público, un pequeño palco con 4 atriles y un piano de cola de la casa Pleyel. Después de los primeros conciertos, la sala se volvió insuficiente para alojar al público. La sala se renueva en 1879: Desaparece el palco y se mete un suelo de parqué, que ofrecía un espacio más amplio a los intérpretes. las modificaciones no son del gusto de Monasterio, que se queja de una sonoridad excesiva y problemas de reverberación. Salón Romero Inaugurado el 30 de Abril de 1884 (anteriormente “CaféTeatro de Capellanes” un salón de baile y reuniones). Mostraba una decoración suntuosa, aforo para 450 personas sentadas (ampliable hasta 700) y un escenario circular con capacidad para 50 intérpretes. Tenía excelentes condiciones acústicas. La capacidad del salón permitió a la sociedad rebajar el precio de las entradas para ciertas secciones de la platea, con la idea de atraer público con menor disponibilidad económica. Frecuencia de la actividad Las temporadas de conciertos se desarrollaban de Noviembre a Marzo. De forma extraordinaria se ofrecía una segunda serie de conciertos en el mes de Abril. El primer año hubo solo 4 sesiones. Del segundo año en adelante se ofrecieron una media de 6 sesiones por temporada (cifra considerada insuficiente por parte de crítica y público; por este motivo, la sociedad decidió ofrecer sesiones extraordinarias). En la primera etapa (1863-1884): Los conciertos se ofrecían los domingos a las 14:00 cada 15 días o semanalmente (desde 1866). En la segunda etapa (1884-1894): Los conciertos se ofrecían los viernes de 21:00 a 23:00 con frecuencia semanal Precio de las entradas: En la primera etapa (1863-1884): Abono de temporada: 60 reales.* Sesión individual: 20 reales. En la segunda etapa (1884-1894): Abono de temporada (6 conciertos): 15-25 Pesetas. Segunda serie anual (3 conciertos): mitad precio. Sesión individual: 3-5 pesetas. * La peseta nace como moneda en el año 1869. Consistía en 5 gramos de plata con un valor de 4 reales. Las tarifas de la sociedad eran consideradas “precios populares” de su época. Se fijaron intentando dar acceso a los eventos a la mayor parte de la sociedad. 28 | diapente | Revista del Conservatorio Superior de Música de Vigo | Junio 2015 Nº 4 | ISSN: 2174-0054 Mauro José Mariño Suárez: Las primeras Sociedades del Cuarteto en España e Italia Beneficio Dividido entre los miembros de la sociedad (como descrito anteriormente, 6 personas en la primera etapa y 4 en la segunda). Para los músicos externos (incluyendo todos los pianistas desde 1884) se hacían contratos individuales. La sociedad tenía un objetivo pedagógico y divulgativo, absolutamente no lucrativo; por esta razón no fue una iniciativa con grandes ganancias. Sirva como ejemplo, el balance de la primera temporada (1863): De un total de 5580 reales (recaudados mediante abonos, entradas y donaciones de los socios), restando todos los gastos (1671 reales), quedarían 3909 reales a dividir en cinco partes exactas = 781 reales con 80 céntimos a cada socio fundador. Años 60 Principalmente se programa Haydn, Mozart, Beethoven y Mendelssohn. Eventualmente Spohr, Weber, Nicolás Ruiz Espadero* (compositor cubano), Rafael Perez (2º violín del cuarteto) Martín Sánchez Allú y Marcial del Adalid. otro lado, era muy riguroso con la afinación y la coordinación rítmica del Cuarteto. No llegaría, hasta los años 80, una corriente de músicos que buscaban una interpretación más fiel y menos artificiosa de los autores clásicos. La nueva corriente fue representada por Arbós (a su regreso de Alemania) que hizo más de una crítica a su maestro. Repertorio: Entre todos los conciertos de la sociedad se interpretaron un total de 173 obras de 33 compositores diferentes. Estos compositores fueron introducidos progresivamente durante las tres décadas de actividad: (ver fig. 3) * concierto del 27 de diciembre de 1868: Se interpreta Años 70 Se introducen nuevos compositores: Onslow, Rubinstein, Mayseder, Tartini (sonatas 7 y 8 para violín), Verdi (cuarteto de cuerda), Schumann. Años 80-90 Nuevos compositores: Schubert, Raff, Svendsen, Godard, Brahms, SaintSaens, Scarlatti, Delsart, Nawratil, Asioli, Dvorak, Tchaikovsky y Grieg. Compositores españoles: Monasterio, Bretón, Arriaga. (fig. 3) Afluencia de público: En la primera etapa (1863-1884): Más afluencia de la permitida por la pequeña sala del conservatorio. En muchas ocasiones, una buena parte del público quedaba en pie. En la segunda etapa (1884-1894): No llega a llenar la platea del Salón Romero. los conciertos tuvieron un público poco numeroso pero entendedor, minoritario en comparación con el de la ópera y la zarzuela. La sociedad recibió criticas favorables y tuvo una presencia progresivamente más amplia en los periódicos locales y nacionales. Según las críticas publicadas, se puede confirmar la alta calidad interpretativa de todos los músicos, especialmente del violinista Jesús de Monasterio. El estilo interpretativo del violinista estaría visto, desde el punto de vista actual, no del todo respetuoso con los criterios históricos de interpretación ni con los deseos de los autores más antiguos. Como descrito en textos de sus colegas de Cuarteto, Monasterio tomaba a menudo licencias artísticas, sobre todo en lo que se refiere a la elección de los tempos y el carácter y las dinámicas de ciertas frases musicales. Por la Sonata para piano en Mi bemol y “Melodía” para violín y pianoforte. Tocan Adolfo Quesada (pianista) y Jesús de Monasterio. Obras y compositores más interpretados: Observando los programas de la sociedad, se puede apreciar una preferencia por los compositores de Austria y Alemania. Los autores más difundidos fueron: Beethoven (37 obras diferentes), Mozart (25), Haydn (14), Mendelssohn (18), Schumann (13), Rubinstein (8), Schubert (solo 5). Sorprende el hecho de que Schubert haya aparecido relativamente tarde en las temporadas de concierto (desde 1889) y que no haya cosechado un gran éxito ni se programara habitualmente. Las repeticiones de ciertas obras en los programas se deben a peticiones del público. Siguiendo este criterio se puede ver que el quinteto en Sol menor de Mozart K618, fue la obra más interpretada (33 veces entre 1863 y 1891), seguida por la Sonata para violín y piano nº 9 “Kreutzer” Op. 47 de Beethoven (29 veces) y el Cuarteto en Re menor K421 de Mozart (23 veces). Lista íntegra de repertorio: (ver tabla siguiente página) ISNN: 2174-0054 | Junio 2015 Nº 4 | Revista del Conservatorio Superior de Música de Vigo | diapente | 29 Mauro José Mariño Suárez: Las primeras Sociedades del Cuarteto en España e Italia Compositor (nº obras) Nombre de la obra (fecha de 1ª interpretación) 1ª Etapa (1864-1884) Sonata en Do (5-12-1890) Asioli (1) Beethoven (37) Cuarteto en Do op 59 (18-12-1881). Cuarteto en Fa op 59 (21-12-1879). Trío en Re op 70 (10-11-1878). Trío-Serenata en Re op 8 (13-11-1876). Trío en Mib op 1(2-01-1876). Cuarteto en Sol op 18 (29-11-1874). Sonata en Fam op 57 (8-11-1874) Cuarteto en Mi b: arreglo del quinteto op 16 (1801-1874). Cuarteto en Do m op 18 (15-12- 1872). Cuarteto en Si b op 18 (14-01-1872). Cuarteto en Mib op 74 (8-01-1871). Cuarteto en La op 18 (6-11-1870). Sonata en Mib op 7 (9-01-1870). Sonata en Si b op 22 (31-01-1869). Sonata en La op 2 (6-12-1868). Sonata en Do # menor op 27 (19-01-1868). Romanza en Fa op 50 (3-11-1867). Trío en Do m op 9 (2-12-1866). Sonata en La b op 26 (25-11-1866). Sonata en Dom op 13 (11-03-1866). Sonata en Dom op 30 (28-01-1866). Cuarteto en Mi m op 59 (4-11-1866). Sonata en Dom op 10 (18-11-1866). Septimino en Mi b op 20 (18-12- 1864). Sonata en La op 47 (10-01-1864). Cuarteto: arreglo de la Sonata para piano en Re op 28 (24-01-1864). Sonata en Mi b op 12 (29-11-1863). Cuarteto en Fa op 18 (15-11-1863). Trío en Do m op 1 (22-11-1863). Cuarteto en Re op 18 (1-11-1863). Sonata en Fa op 24 (1-11-1863). Brahms (4) Trio en Si b. op 97 (8-12-1893). Sonata en Do m op 111 (27-11-1891). Cuarteto en La m op 132 (28-11- 1890). Quinteto en Do op 29 (15-11-1889). Trío en Sol op 9 (22-01-1886). Quinteto en Si m op 115 (15-12-1893) Trío en Do m op 101 (13-11-1891). Sexteto en Si b op 18 (8-11-1889). Cuarteto en Sol m (28-01-1887). Bretón (1) Chopin (7) 2ª Etapa (1884-1894) Cuarteto en Mi b (21-01-1887). 1er Cuarteto en Re m. (23-01-1885). Arriaga (2) Trío en Mi (11-01-1889). Polaca brillante para piano y violoncello op 3 (22- Nocturno en Fa (27-11-1891). 01-1882). Polonesa en Mi bemol (18-09-1890). Sonata en Si m op 58 (8-11-1889). Sonata en Si bemol menor op 35 (27- 01-1888). Nocturno en Fa # (10 -02- 1887). Polonesa en La bemoll (10-11- 1887). D. Scarlatti (4) Zarabanda en Sol m. (29-01-1886). Minuetto en Sol (29-01-1886). M. Burlesca en Sol M. (29-01-1886). Sonata en Re M (29-01-1886). Delsart (1) Transcripción para violoncello y piano de “Korn gane” (18-09-1890). Dvorak (1) Quinteto en La op 18 (25-10-1889). Espadero (2) Melodía en Si b “La caída de las hojas”. (27-121868). Sonata en Mi b (27- 12-1868). 30 | diapente | Revista del Conservatorio Superior de Música de Vigo | Junio 2015 Nº 4 | ISSN: 2174-0054 Mauro José Mariño Suárez: Las primeras Sociedades del Cuarteto en España e Italia Cuarteto en La op 136 (4-12-1893). Sonata en Re m op 104 (31-03-1889). Godard (2) Grieg (2) Sonata en Fa op 8 (4-12-1881). Guelbenzu (1) 2 composiciones para piano (30-03- 1872). Haydn (14) Cuarteto en Do op 74 (15-11-1874). Cuarteto en Re op 50 (1-12-1872). Cuarteto en Sib op 76 (11-12-1870). Cuarteto en Sol op 64 (2-01-1870). Cuarteto en Sol m op 74 (6-12-1868). Cuarteto en Sol op 76 (17-11-1867). Las siete últimas palabras de Cristo (13-04-1867) Cuarteto en Fa op 77 (25-11-1866). Cuarteto en Re op 64 (4-03-1866). Sonata en Sol M (22-01-1865). Cuarteto en La op 55 (20-11-1864). Cuarteto en Re m op 76 (15-11-1863) Cuarteto en Sol op 77(1-11-1863). Cuarteto en Do op 76 (8-11-1863). M. Adalid (1) Sonata en Sol (16-11-1868). Sonata en Sol m op 13 (22-12-1893). M. Sánchez Allú Sonata en Re (16-11-1868). (1) Mayseder (1) Trío en La b op 32 (4-11-1877). Mendelssohn (18) Trío en Do m op 66 (7-12-1879). Sonata en Mi op 6 (25-11-1887). Romanza sin palabras op 109 (29-12- 1878). Octeto en Mib op 20 (26-12-1884). Sonata en Re op 58 (2-12-1877). Quinteto en Si b op 87 (2-01-1876). Cuarteto en Si m op 3 (5-12-1875). Concierto para violín en Si m op 64 (8-11-1874). Cuarteto en Mi op 81 (8-12-1872). Cuarteto en Fam op 2 (7-01-1872). Romanza sin palabras en Mi op 19 (18- 12-1870). Sonata en Si b op 45 (24-01-1869). Cuarteto en Mi op 44 (17-11-1867). Capriccio en La m op 33 (3-11-1867). Trío en Re m op 49 (16-12-1866). Cuarteto en Mi b op 12 (4-12-1864) Cuarteto en Re op 44 (22-11-1863) Monasterio (3) Sierra Morena (23-05-1883). Adiós a la Alhambra. (18-09-1890). Rondó Liebanense (18-09-1890). Mozart (25) Cuarteto en Do K.465 (26-12-1880). Sonata en Re K.576 (29-12-1878). Cuarteto en Fa K.590 (11-11-1877). Quinteto en La K. 581 (10-01-1875). Sonata en Do m K.457 (29-11-1874). Fantasía en Do m K.475 (3-01-1875). Sonata en Fa K.497 (29-01-1871). Quinteto en Re K.593 (30-01-1870). Cuarteto en Re K. 575 (27-12-1868). Cuarteto en Re K.499 (15-12-1867). Cuarteto en Si b K.458 (27-01-1867). Quinteto en Do m K.406 (18-11-1866). Cuarteto en Re m K.421 (8-01-1865). Sonata en Si b K.454 (20-11-64). Sonata en La K.526 (24-01-1864). Quinteto en Sol m K.516 (29-11- 1863). Cuarteto en Sol m. K.478 (15-11- 1863). Sonata en Fa K.376 (8-11-1863) Sonata en Re K.1,Núm. 2. (4-12-1891). Sonata en Do K.1, Núm. 1. (4-12-1891). Rondó en La m K.511 (4-12-1891). Sonata K. 448 (16-01-1885). Sonata en Mi m. K.304 (26-12-1884). Sonata en Re K.306 (26-12-1884 ) Nawratil (1) Onslow (1) Quinteto en Do m. op 17 (7-11-1890). Cuarteto en Si b op 21(18-12-1870). ISNN: 2174-0054 | Junio 2015 Nº 4 | Revista del Conservatorio Superior de Música de Vigo | diapente | 31 Mauro José Mariño Suárez: Las primeras Sociedades del Cuarteto en España e Italia R. Pérez (1) Cuarteto en Mi b (16-11-1868). Raff (4) Trío en La m op 155 (4-01-1880). La Fileuse (27-11-1891). Cuarteto en Re op 192 (17-12-1886). Sonata en Re m op 183 (13-11-1885). Rubinstein (8) Trío en Fa op 15 (12-12-1875). Sonata en La m op 19 (3-01-1875). Sonata en Sol op 39 (18- 12-1891). Barcarola (18- 12-1891). Trío en Si bemol op 52 (29-11-1889). Melodía op 3 (2-04-1889). Sonata en Fam op 49 (2-12-1887). Sonata en Re op 18 (26-11-1886). Trío en Fa op 18 (18-11-1892). Sonata en Do m op 32 (20-11-1891). Cuarteto en Si b op 41 (30-11-1888). Saint-Saens (3) Schubert (5) Quinteto en Do D.956 (8-01-1882). Cuarteto en Re m, Op. post. (16-01-1881). Quinteto en La D. 667 (7-11-1890). Gran Fantasía D.760 (21-01-1887). Trío en Si b D.898. (10-12-1886). Schumann (13) Cuarteto en Mi bemol op 47 (25-12- 1882). Sonata en La menor op 105 (3-12- 1882). Cuarteto en La m op 41 (5-12-1880). Quinteto en Mi b op 44 (21-01-1872). Sonata en Fa m (29-12-1893). Elevation (18-12-1891). Wiseau prophete (18-12-1891). Sonata en Sol m op 22 (18-12-1891). Berceuse (18-12-1891). Sonata en Re m op 121 (6-11-1891). Carnaval op 9 (28-12-1888). Cuarteto en Fa op 41 (19-11-1886). Trío en Fa op 80 (2-01-1885). Spohr (1) Cuarteto en La m op 74 (29-11-1863). Svendsen (3) Tartini (2) Quinteto en Do op 5 (28-12-1888). Romanza op 26 (10-11-1887). Octeto en La op 3 (31-12-1886). 8ª Sonata para violín y bajo continuo (29- 121878). Tchaikovsky (1) 3ª Sonata en Re m. (13-11-1885). Cuarteto en Re op 11 (5-01-1894). Verdi (1) Cuarteto en Mi m op 31 (31-12-1876). Weber (2) Sonata en Re m op 49 (10-01-1869). Modelo de programa de una sesión de concierto: 1ª parte: Cuarteto de cuerda de Mozart, Mendelssohn o Beethoven 2ª parte: Sonata para violín y piano: Mozart, Haydn o Beethoven (sobre todo la nº 9 “Kreutzer”) 3ª parte: Cuarteto de cuerda de Haydn (desde los años 80: cuartetos de Beethoven, Mendelssohn, Schumann o Schubert) o quinteto K618 de Mozart Desde los años 80, era habitual presentar obras de nuevos autores en las dos primeras partes. Concierto de Música Española (16 de Febrero de 1868): Único concierto de la sociedad dedicado por completo a compositores españoles. Se programa como sesión extraordinaria con entrada libre. Fue un éxito de crítica pero, no tuvo una gran afluencia de público. Sonata en Mi b op 47 (2-12-1892). El programa consistió en: Cuarteto en Mi bemol de Rafael Pérez (2º violín de la Sociedad) Sonatina en Sol para piano a cuatro manos de Marcial del Adalid Sonata para violín y pianoforte de Martín Sánchez Allú (interpretada por segunda vez en 1889) Conciertos ofrecidos fuera de Madrid: (ver fig. 4) Sociedad de música de cámara de Madrid (1889-1890) La demanda de repertorio más moderno e innovador por una parte de los socios de la Sociedad de Cuartetos de Madrid fue en aumento desde la década del 1880. Las discusiones continuas entre los integrantes de la Sociedad por la elección 32 | diapente | Revista del Conservatorio Superior de Música de Vigo | Junio 2015 Nº 4 | ISSN: 2174-0054 Mauro José Mariño Suárez: Las primeras Sociedades del Cuarteto en España e Italia 1ª Etapa (1864-1884) -1878: Intento de organización de un concierto en París. Propuesto por Monasterio después de una gira de conciertos en Francia y Bélgica. no se consigue organizar el concierto por motivos económicos. -1882: En el mes de Abril se ofrecen 3 conciertos en Lisboa. (Rafael Perez es sustituido por Arbós) 2ª Etapa (1884-1894) -1886: Se ofrece un concierto en Lisboa (en un principio, estaba previsto ofrecer cuatro conciertos) -1889: en las fechas 29, 31 de Marzo y 2 de Abril si ofrecieron 3 Conciertos en el Conservatorio de música de Valencia. -1890: Gira en los meses de Febrero/Marzo por Valladolid, Burgos, Bilbao, Barcelona (Teatro Lírico) y Zaragoza. -1890: Gira en el mes de Septiembre: Conciertos en Asturias: Oviedo, Avilés y Gijón. Otros 4 Conciertos en Bilbao. (fig. 4) del repertorio siempre se remediaban con la imposición del criterio de Monasterio. Dicho criterio (que tenía el objetivo pedagógico por encima de todo, intentaba acercarse todo lo posible a los grandes maestros alemanes y austríacos) no era siempre del gusto de todos y tampoco del público (valga como ejemplo las interpretaciones de obras de Schumann, cuya falta de éxito se debía, según Monasterio, a la falta de educación musical del público). Parte de los colaboradores de la Sociedad, guiados por el célebre violinista Enrique Fernandez Arbós proponen a Monasterio la creación de un grupo paralelo que interpretara un repertorio más actual y tuviera en cuenta las peticiones del público. Recibiendo una respuesta negativa de Monasterio, este nuevo ensemble decidió organizar una sociedad propia. El grupo inicial, formado por Arbós, Tragó, Rubio, Gálvez y Urrutia, ofrece tres conciertos en Oporto en Febrero de 1889. Sigue el concierto ofrecido en Marzo del mismo año en la Academia de Arte de Madrid, en el que se interpretaron obras de Schumann, Schubert, Liszt, Ketterer Gottschalk, Chopin y Sarasate. Como última pieza, interpretaron el Cuarteto con piano Op. 25 de Brahms. Las dos sociedades compartían el Salón Romero de Madrid intentando no perjudicarse en el momento de programar la temporada de conciertos. Ofrecían sesiones paralelas en distintos días de la semana (normalmente la nueva sociedad tocaba los viernes). Aunque cosechó un gran éxito al principio, la nueva sociedad no duró más de 2 años, en los cuales, por extraño que pueda parecer, la sociedad de Monasterio decidió finalmente renovar el programa e introducir nuevos compositores. Los problemas económicos y la dificultad en la organización del segundo año hicieron que se perdiera el interés en el proyecto. En el Salón Romero la sociedad ofreció tres sesiones (más una extraordinaria) y dos temporadas de seis sesiones cada una en las que se interpretaron 10 obras por primera vez en España y se dejó espacio a los nuevos compositores. En 1904 Arbós ofrece los últimos conciertos ligados a este nuevo grupo junto a Agudo, Rubio, Galvez e Isaac Albéniz. Bibliografía Este artículo se basa en la tesis “Le prime Società del Quartetto in Spagna e Italia” presentada en marzo de 2014 como Trabajo de Fin de Master de Cuarteto de Cuerda en el Conservatorio “C. Monteverdi” de Bolzano (Italia). El director del trabajo fue el Dr. Alberto Fassone, profesor de historia del conservatorio, historiador, ensayista y traductor oficial de autores como Karl Dalhaus. Para la versión completa en italiano y cualquier aclaración: [email protected] Artículos de Wikipedia en italiano, español, inglés, francés y alemán: Casa Ricordi, Tito Ricordi, Jesús de Monasterio, Sociedad de Cuartetos de Madrid, Sociedad de Conciertos de Madrid, Ignaz Schuppanzigh, Schuppanzigh Quartett, Gewandhaus Quartett, Ferdinand David, Joseph Böhm, Pierre Baillot, Luigi Cherubini, Enrique Fernández Arbós, Luigi Boccherini, Luis de Borbón y Farnesio, Palacio del Infante don Luis (Boadilla del Monte), Teatro Real de Madrid, Gran Teatro del Liceo. The New Grove Dictionary of Music and Musicians (edición de 2006): Artículo “String Quartet” “Boccherini: Giornale musicale per le Società del Quartetto” (1862-1882): Edición de Giovanni Gualberto Guidi. Disponibles todos los números en: http://www. internetculturale.it BIANCA MARIA ANTOLINI: “Dizionario Biografico degli Italiani” Volúmen 61 (2004). Biografía de Giovanni Gualberto Guidi. Portal Treccani.it. Disponible en: http://www.treccani.it/enciclopedia/giovannigualberto-guidi_%28Dizionario-Biografico%29/ ENNIO SPERANZA: “Il Quartetto per archi en Italia nella seconda metà dell’Ottocento tra precettistica, recezione ISNN: 2174-0054 | Junio 2015 Nº 4 | Revista del Conservatorio Superior de Música de Vigo | diapente | 33 Mauro José Mariño Suárez: Las primeras Sociedades del Cuarteto en España e Italia y produzione. Uno sguardo preliminare” Accademie e società filarmoniche en Italia, Quaderni dell’Archivio delle Società Filarmoniche italiane, volume 6, a c. de A. Carlini, Società Filarmonica Trento, 2006. Disponible en: http://www. enniosperanza.it/images/ES/ScrittiMusicali/Quartettoitalia. pdf J. M. GARCÍA LABORDA: “Presencia y recepción de Mozart en España a comienzos del Siglo xx (Mozart en la Sociedad Filarmónica de Madrid y la Asociación de Musica de Cámara de Barcelona)” 2008. Disponible en: http://gredos.usal.es/jspui/ bitstream/10366/18328/1/DDEMPC_Presenciayrecepcion. GIULIO CONFALONIERI: Prólogo de “I primi cento anni del Quartetto” (1964) Disponible en: http://docs.wisi.it/2Bi5RDpD7d.pdf MONICA GARCÍA VELASCO: “La Sociedad de Cuartetos de Madrid (1863-1894”. Cuadernos de Música Iberoamericana, volúmenes 8-9. 2001. pdf KETHER PEROLFI GARRO: Ficha informativa sobre “Studio sulle opere de Verdi” (1859) de Abramo Basevi. 2010 Disponible en: http://www.examenapium.it/libri/basevi.htm ENZO BEACCO: “Storia del Cuartetto” (2012) Disponibile su: http://www.Quartettomilano.it/DOCS/ YrXXsUFnNN.pdf Joachim Quartett 34 | diapente | Revista del Conservatorio Superior de Música de Vigo | Junio 2015 Nº 4 | ISSN: 2174-0054 “Tous pour un, un pour tous” Achegamento sociolóxico ao cuarteto de corda Jennifer Gómez Vilar A complexa e poderosa natureza da experiencia musical é misteriosa e fascinante. Nesta, as actividades en grupo ocupan un lugar preponderante. No presente artigo preténdese explicar o funcionamento dun tipo particular de conxunto musical: o cuarteto de corda. Analizarase e tratarase esta formación deixando nun segundo plano o repertorio e a historia. O que nos vai ocupar é a súa dimensión humana, social e psicolóxica. Metodoloxía N ingunha outra formación camerística conta con tan varia e numerosa literatura como o cuarteto de corda. Á marxe do repertorio propiamente dito, podemos atopar innumerables investigacións e estudos sobre a súa orixe, a súa evolución ou o seu establecemento como o xénero musical máis elevado. Pero a maioría dos manuais caen nos topos da historia, da análise, da estética, da composición ou a divulgación musical, e son poucos os autores que trataron de desentrañar o seu compoñente humano. O cuarteto de corda sufriu ao longo da súa historia revolucións e mudanzas estruturais, reflexo dunha sociedade en continua evolución. Poderíase parangonar a supremacía do primarius1, nos cuartetos de Haydn, co absolutismo monárquico, mentres que as obras de Beethoven parecen acollerse ao lema da Revolución Francesa, Liberté, Égalité, Fraternité. Este artigo baséase na tesi “Tous pour un, un pour tous: avvicinamento alla psicología del Quartetto d’archi” presentada en marzo 2014 como Traballo de Fin de Master na especialidade de Cuarteto de Corda no Conservatorio “C. Monteverdi” de Bolzano (Italia).3 As fontes utilizadas para a súa elaboración foron bibliográficas, a conversación con cuartetistas de renome, a observación e análise de ensaios e concertos de cuartetos profesionais, estudantís e amateurs e, sobre todo, a experiencia propia. Así mesmo, tivéronse en conta investigacións e estudos sobre o mundo empresarial e o comportamento e dinámicas das masas sociais. Nocións Previas Na sociedade occidental actual, máis ou menos democrática, os cuartetistas atópanse co seguinte conflito: os instrumentistas actuais confesan ter elixido esta formación para ter voz e voto na praxe musical pero o repertorio tradicional dálle, pola contra, a supremacía musical ao ViolinI. Os individuos comparten de modo idéntico o poder de decisión e os beneficios, pero, ao mesmo tempo, o violín primeiro ten o maior número de oportunidades e responsabilidades musicais nas composicións tradicionais. Dende o momento no que o primeiro violín é o máis recoñecido polo público respecto aos outros membros do grupo, este convértese no seu portavoz natural. Os músicos de cuarteto recoñecen a necesidade de ter un líder que tome o control en momentos cruciais. É certo que o traballo realízase a máis velocidade cando existe un xefe definido, o que non quere dicir que isto sexa sempre algo positivo. Ter un líder que dite as pautas a seguir é cómodo, pero durante un tempo prolongado pode resultar frustrante.2 Neste artigo falaremos das diferentes estratexias para a constitución do grupo, a optimización do tempo de ensaio e daremos algunhas recomendacións para a resolución dos conflitos. Trataremos, pois, de aportar algunhas das claves para o bo funcionamento da agrupación. Os aspectos sociais e psicolóxicos teñen, no sistema ‘cuarteto de corda’, un papel moito máis importante que noutras formacións camerísticas. O cuarteto non é só unha máquina irracional para emitir sons, senón un xeito de afrontar a vida entre a homoxeneidade e a individualidade. Pero, onde acaba o individuo e empeza o conxunto? Un gran número de investigacións sociolóxicas e psicolóxicas demostraron que os grupos de catro son os máis desafiantes: ou chégase á formación de parellas ou un dos membros queda illado. De feito, un dos retos máis grandes do cuarteto é atopar o xusto equilibrio entre a vida privada e o traballo de tódolos días, cousa esta, aínda máis ardua se os músicos da formación comparten, a maiores, algún tipo de relación familiar ou afectiva. O éxito do cuarteto de corda baséase sobre aspectos sonoros, estéticos, sociolóxicos, filosóficos e esotéricos. Chega con recordar a ‘perfección’ do número ‘catro’, teorizada por Pitágoras na Tetraktýs4 e os pensamentos de D. Hume5, J. W. Von Goethe6 ou I. Kant7, que inspirarán o que coñecemos como ‘Psicoloxía da Gestalt, forma ou representación (o conxunto é máis que a suma das súas partes)’.8 Todo isto fai do cuarteto o xénero nobre por ISNN: 2174-0054 | Junio 2015 Nº 4 | Revista del Conservatorio Superior de Música de Vigo | diapente | 35 Jennifer Gómez Vilar: “Tous pour un, un pour tous” Achegamento sociolóxico ao cuarteto de corda excelencia: a súa escoita é sinónimo de contemplación das formas musicais polo que son, un fenómeno superior respecto á suma dos seus compoñentes. Antes de mergullarmos no tema a tratar, é necesario suliñar e ter claros algúns presupostos importantes: • • • • • • • • • • • • Un grupo é a asociación de dúas ou máis persoas que interfiren e son verosimilmente independentes. Os grupos son unidades elementais de organización. Os grupos de catro teñen máis probabilidades de desenvolver conflitos que se manifestarán como esenciais para o progreso do mesmo. O cuarteto é a formación máis pequena divisible en dúas partes iguais. Nos grupos máis grandes, a división a partes iguais é pouco probable. O cuarteto de corda é un grupo instrumental composto por dous violíns, unha viola e un violoncello. A interpretación musical é un acto de comunicación complexa. Na cultura occidental, os músicos traballan sobre unha partitura profundamente influenciada por regras socioculturais. Estas normas dan valor á composición e ás súas relativas interpretacións. Os cuartetistas dependen dun conxunto de capacidades interpersoais complexas para producir unha execución unida. O cuarteto non ten sempre un líder definido. Cada un dos membros do cuarteto é directamente responsable do seu éxito ou fracaso como grupo. O nivel técnico e artístico do cuarteto determínao o eslavón máis débil. O cuarteto de corda fundaméntase sobre dous aspectos: autogobérnase e constitúe unha organización por si mesmo (non existe un ente superior a el mesmo) e o seu proceso creativo é especialmente intenso, artístico, inmediato, completo e interdependente. Organización social do cuarteto de corda No cuarteto de corda os membros son reciprocamente dependentes e usan a produtividade dos compañeiros como propia enerxía. Esta dependencia é completa e inmediata: o seu oficio enténdese só como unidade. Os músicos non poden, de feito, interpretar unha composición para cuarteto de corda sen dedicar simultaneamente a súa concentración sobre si mesmos e sobre os compañeiros. En efecto, moitos cuartetistas afirman que a habilidade de escoitarse e dialogar cos camaradas é a característica que marca a diferencia STRUCTURE 1. General Plan • Overall schedule of rehearsals (e.g. time, frequency, etc.). • Goals (e.g. performances, exams, competitions, auditions). • Plan of repertoire to learned/rehearsed. 2. Session Plan • Structure of rehearsal (including objectives/ outcomes). • Length of rehearsal and pace of activity. • Timing and distribution of activities (e.g. warm-up, work on old/new pieces). 3. Approach to individual piece • Stages of practice over time (first “run” to “polishing”). • Function of run-throughs and close-up work in each session. • Agenda according to segmentation: sequential/ non-sequential. (fig. 1) entre un cuartetista e un solista.9 A meta colectiva é alcanzar un alto nivel de coordinación sonora. As composicións, así e todo, poden interpretarse nunha infinidade de modos distintos, variando a velocidade, a énfase, a agóxica, o equilibrio entre as voces e o fraseo, sen, por iso, cambiar a súa esencia. Cada cuarteto quererá facer unha interpretación característica por medio de ensaios, pero aínda así, os membros serán quen de sorprenderse mutuamente con adobíos espontáneos10, nutríndose reciprocamente ata alcanzar a ‘experiencia espiritual’.11 Son numerosos os estudosos interesados no desentrañado do cuarteto de corda. Cabe salientar as investigacións que realzan o urdido das relacións persoais entre os seus compoñentes. Algunhas cuestións comúns son: • • • • Aprender a entretecer distintas personalidades e modos de ser. A xestión dos conflitos. O reparto de responsabilidades. O apoio recíproco. T. Butterworth12 chegou ás seguintes conclusións: • • Os factores socio-organizativos son elementos moi importantes no traballo cuartetístico e é unha das razóns máis relevantes para establecer o triunfo do grupo. Os membros teñen completa autonomía para decidir sobre os seus deberes e as pautas a seguir, así como determinar as normas de conduta a desenvolver, que guiarán o seu comportamento. 36 | diapente | Revista del Conservatorio Superior de Música de Vigo | Junio 2015 Nº 4 | ISSN: 2174-0054 Jennifer Gómez Vilar: “Tous pour un, un pour tous” Achegamento sociolóxico ao cuarteto de corda • • Os cuartetistas teñen un forte sentimento da responsabilidade colectiva para co resultado do seu traballo. Non existe a figura do supervisor ou do administrador para forzar as opcións do cuarteto. 2. Exhibición: require outros modos de comunicación distintos á palabra. Os participantes deben crear unha estratexia implícita de comunicación para a toma de decisións en momentos críticos da execución musical, tales como os ataques, cambios de dinámica, o tempo e o axuste da articulación: predomina a comunicación auditiva e a linguaxe corporal. Esta fase presenta factores non presentes nos ensaios que inciden no conxunto, tales como a ansiedade escénica, o público e todas as variables físicas relacionadas coa sala de concertos (tipo de palco, acústica, temperatura, etc.). Para A. Gilboa e M. Tal-Shmotkin13, un cuarteto de corda funciona de xeito moi similar ao que na linguaxe empresarial se coñece como Self-management Team (SMT), ou sexa, un equipo de persoas que se autoxestiona, que é o único responsable do proceso de creación e do produto final. Os elementos constituíntes, cada un coa súa propia identidade individual, carácter, puntos fortes e debilidades, deben deprender a traballar xuntos co fin de mellorar as propias cualidades, ocuparse dos problemas que poidan xurdir día tras día e planificar e controlar a súa labor. O grupo decide os propios obxectivos e os seus métodos para alcanzalos. O SMT, unha vez constituído, despois dun período máis ou menos largo de selección, concéntrase en levar adiante un produto para despois obter ganancias. Tamén o traballo do cuarteto de corda, despois da súa constitución pódese dividir en dúas fases: TECHNIQUES 1. General • Intonation-building techniques. • Tuning-up/Warming-up techniques. • Preparing scores/editions/programs. • Balancing “runs” and “work”. 2. Piece-specific • Segmentation/Chunking • Slow practice (with/without metronome). • Trial-and-error. • Analysis of score/form (e.g. to isolate key lines) • Hearing select parts together. • Tuning specific cords and progressions (from bass upwards) 3. Group-specific • Metronome exercises to improve group's timekeeping. • Intonation-building techniques. • Techniques to support weaker players (if necessary). • Techniques to improve blending of sounds/ timbres. (fig. 2) 1. Ensaios: adóitanse dividir en dúas partes: unha dedícase á tradución en sons da partitura e a outra á discusión da interpretación. Os instrumentistas acordan o repertorio, negocian a interpretación, estudan, experimentan, traballan sobre problemas técnicos ou pasaxes complicadas. O obxectivo dos ensaios é establecer e chegar á interpretación ideal no máis breve tempo posible. A actividade dun SMT debe regularse escrupulosamente co fin de obter o máximo rendemento posible. Hainos que traballan xuntos fisicamente (p. ex. na oficina, grupos de brainstorming) e, outros nos que se presenta o traballo individual en xuntanzas periódicas. Tamén nos cuartetos de corda podemos atopar modos distintos de afrontar e organizar o traballo a medio e longo plazo. Un bo exemplo é o elaborado por J. Cox:14 (ver fig. 1) Este xeito de estruturar o traballo úsano a maioría dos cuartetos cando se trata da preparación de concursos15, gravacións ou concertos importantes.16 Esta primeira fase da vida dun cuarteto é a máis desafiante, pero tamén a de maior importancia. Na seguinte táboa resúmense algunhas técnicas de estudo efectivas a ter en conta.17 (ver fig. 2) Os cuartetos consolidados deben planificar a fase de estudio de novo repertorio co tempo restrinxido que lles queda entre tempada e tempada de concertos. Quitándolle aos doce meses do ano, aqueles empregados na actividade concertística, o tempo sobrante para o estudio e o descanso é limitado. É imposible definir normas precisas sobre a subdivisión destes períodos, pois queda subordinado á maior ou menor actividade do cuarteto e da capacidade de asimilación do conxunto, ademais das dotes de resistencia e das ocupacións privadas dos músicos. Algúns investigadores intentaron definir os factores que determinan a efectividade da xestión autónoma, baseándose nas teorías do comportamento organizativo e a experiencia. Este é o modelo que propoño, engadindo unha columna para o tema que nos ocupa: (ver táboa seguinte páxina) ISSN: 2174-0054 | Junio 2015 Nº 4 | Revista del Conservatorio Superior de Música de Vigo | diapente | 37 Jennifer Gómez Vilar: “Tous pour un, un pour tous” Achegamento sociolóxico ao cuarteto de corda Factors Self-management Team Quartetto d'archi Group task design - Livello in cui i membri del gruppo sono coinvolti con l’incarico da inizio a fine. Group Characteristics - Conoscenze, nozioni e abilità collettive degli elementi del gruppo. - Dimensione del numero di persone coinvolte necessaria per la elaborazione del prodotto finale. - Percentuale di rotazione e/o ricambio di elementi. - Norme e criteri comuni al gruppo per regolare il suo comportamento, lavorare insieme senza perdere sforzo e costo, e la abilità per inventare e adempire nuovi modi di fare il lavoro. - Abilità di ciascuno di ascoltare e di adattarsi al modo di suonare degli altri. - Quattro persone: due violinisti, un violista e un violoncellista (eventuali aggiunte per la formazione di quintetti, sestetti...) - Rotazione periodica fra i due violinisti e/o possibili sostituzioni di elementi per incompatibilità di carattere o 'conflitto d'interessi'. - Compromesso tra le parti. Coordinazione tra le ore di studio della propria parte e le prove a gruppo completo. Buona organizzazione delle ore di studio. Encouraging supervisory behaviour - Comportamenti di comando o leadership per incrementare l'effettività. - Come incoraggiare il team per coinvolgere in autovalutazione, stabilire i scopi, autocritica referente alla esecuzione di gruppo, mantenere le alte aspettative per il rendimento e pensieri di gruppo prima della attuazione. - Leader interno (Violino I?); Leader esterno (Tutore/Coach); Democrazia. - Realizzazione di concerti o prove di ascolto di ingresso libero, masterclass, autocritica, chiarezza di quale è il fine ultimo (suono coesivo). Employee involvement context - Il quartetto ha il livello del suo elemento più debole. Ricerca della perfezione individuale e collettiva. - Esperienza personale nella musica d'insieme, letteratura varia, leader esterno, ecc. - Realizzazione di concerti, registrazioni; partecipazione a concorsi, propria soddisfazione. - Anni di studio dello strumento, conoscenze teoriche, gusto estetico […] strumenti e partiture adatte (senza dimenticare tutta l'attrezzatura necessaria). - Compromesso dei quartettisti dal momento della formazione del quartetto fino la sua dissoluzione. - Abilità musicali (controllo dello strumento, conoscimenti teorico- La varietà di abilità e talento richiesto estetici vari, ecc.), organizzative e per portare avanti il compito. comunicative, ecc. - L'impatto significativo dell'opera su - Concerti, Masterclass, Corsi, ecc. altre persone o sulla società. - Lavoro autonomo sulla parte - L'autonomia che hanno i membri individuale e influenza sulla dentro il gruppo esecuzione delle altre parti per la - La quantità di retroazione o feedback creazione dell'insieme. che la squadra riceve dall'esterno. - Recensioni di concerti/registrazioni. - Potere che ha il gruppo per agire e decidere sul rendimento. - L'informazione necessaria che il gruppo ha sul processo di lavoro. - Sistemi di ricompensa correlati alla performance. - Training specifico necessario per ciascun elemento per la corretta esecuzione del lavoro e materiali che permettano ai membri di eseguire bene il proprio lavoro. 38 | diapente | Revista del Conservatorio Superior de Música de Vigo | Junio 2015 Nº 4 | ISSN: 2174-0054 Jennifer Gómez Vilar: “Tous pour un, un pour tous” Achegamento sociolóxico ao cuarteto de corda Role Description and contribution Allowable Weaknesses Leader Confident, chairperson; clarifies goals, Controlling dictates action and discussion of musical ideas. Deputy-leader Supportive, challenging, dictates some Sometimes wants more control; can action and discussion of musical ideas. provoke leader (if present). Contributor Cooperative, mild; gives opinions and Can be easily influenced. makes suggestions. Inquirer Anxious, communicative; asks for Needs support and guidance. advice/help about technical and/or musical points. Fidget concentration; Noisy, energetic; presence made Poor know by (unconscious) background uninterested/bored. utterances (audible/physical). Distractor Confident, sarcastic; consciously Can provoke others and break group's disrupts rehearsal with verbal concentration. utterances. Joker Confident, funny; makes utterances Lacks desire for seriousness. to produce laughter by group; averts friction. The quiet one Introvert, listens, responsive; virtually Lacks confidence says nothing. contribute. or appears desire to (fig. 3) Como se pode observar, son múltiples os puntos de contacto entre un SMT e o funcionamento do cuarteto. Aínda así, existen algúns aspectos dos cuartetos que non se corresponden co funcionamento normal dos grupos autoxestidos: • • • • Os cuartetistas poden desenvolver o seu traballo soamente como unidade. Aínda cando a xestión ao interno do cuarteto pode variar, os deberes desenvoltos de maneira individual son fixos. Os SMT traballan no interno dunha estrutura que controla o seu quefacer, mentres que non existe unha estrutura paralela para a supervisión do cuarteto (agás no caso dos cuartetos estudantís). O esquema de liderado no cuarteto de corda non é claro. Os cuartetos que teñen un ‘xefe’ (tradicionalmente o violín I) parécese máis ao grupo tradicional de traballo, mentres que aqueles que non teñen un líder definido achéganse máis a idea do SMT. O centro de Casa Paganini-InfoMus Lab, do Departamento de Informática, Bioenxeñería, Robótica, e Enxeñería de sistemas da Universidade de Xénova, en colaboración co Cuarteto de Cremona, elaborou un algoritmo18 para a identificación do músico máis dominante.19 Demostraron empiricamente que o primeiro violín é o máis dominante dos catro (os seus movementos son seguidos polos outros nunha relación de acción-reacción) e que o segundo violín emerxe como un executor dominante secundario despois do primeiro. O violista é aquel co indicador de dominio máis baixo.20 Avi Gilboa e outros21 manifestaron que a presenza regular dun xefe asegura a cohesión e facilita o proceso de facer música xuntos. Foron demostrados tres resultados principais: • • • A relativa prominencia do violín I. Dous modelos de liderado: unipolar (un só músico asume a dirección e os outros ségueno) e bipolar (dous músicos constitúen un subgrupo de guía). Impacto dos modelos de liderado ao interno da comunicación do conxunto. Cada cuartetista desenvolve un papel específico que, así e todo, pode ir cambiando de forma dinámica durante a interpretación. E. C. King22 distinguiu diversos roles nos cuartetos de corda. Estes modos de comportarse poden ser fixos ou intercambiables. Cada individuo pode interpretar máis dun papel á vez. Para establecelos téñense en conta: o status social (p. ex. na tradición europea o primeiro violín é o xefe natural do cuarteto), a estrutura musical (como norma xeral, quen ten o tema musical dita as regras) e as técnicas de execución do conxunto (linguaxe corporal para indicación de tempo e expresividade). ISSN: 2174-0054 | Junio 2015 Nº 4 | Revista del Conservatorio Superior de Música de Vigo | diapente | 39 Jennifer Gómez Vilar: “Tous pour un, un pour tous” Achegamento sociolóxico ao cuarteto de corda R. M. Belbin SMT Quartetto d'archi Violino II - Personalità - Abilità mentali - Valori e motivazioni attuali - Limitazione di campo - Esperienza - Apprendimento dei ruoli Elaborazione e contribuzione con iniziative positive proprie nell'assenza di supervisione diretta e abilità nel raggiungere i propri oggettivi. - Voglia di sviluppare un ruolo specializzato, accettare la responsabilità, e attuare con integrità. - Acquisizione delle abilità tecniche, amministrative e interpersonali, per la risoluzione dei conflitti e lo sviluppo del lavoro collaborativo (ascoltare ai altri e consulenza con l'uguali). Avere voce propria nelle riunioni, dimostrare assertività appropriate e iniziative. - Autocritica, dimostrare abilità per migliorare il rendimento basato sul feedback. - Dimostrazione dell'elasticità personale, flessibilità nell'imparare nuove abilità. - Pratica nella gestione efficace della tempistica. - «Amare la musica al di sopra del proprio strumento». - «Conoscere ogni opera nella sua forma, armonicamente ed esteticamente». - «Possedere un eccellente bagaglio tecnico come strumentista e quartettista». «Avere estro e temperamento». - «Essere dotati di sensibilità culturale». - «Lavorare con umiltà, con coraggio, ma senza temere il dubbio». «Sapersi considerare tutti “un quarto” di un unico organismo». - «Eseguire tutta la musica con lo stesso impegno». - «Diffondere la musica contemporanea convinti della sua importanza storica ed estetica». - «Eseguire solo la musica degna di essere eseguita». - «Amare la musica e essere un violinista di primo grado». - «Buona salute, vigore e resistenza fisica». - «Essere organizzato a livello mentale e avere tatto per le negoziazioni». - «Avere immaginazione, visione e intuizione». - «Compromesso, serietà e affidabilità». - «Essere in grado di lavorare all'interno di un'organizzazione e assumere la leadership se fosse necessario». - «Aver iniziativa propria». - «Essere sufficientemente realista per riconoscere le limitazioni naturali e le possibilità esistenti». - «Avere senso dell'umorismo e alcune conoscenze di programmi di viaggio». - «Conoscenze di contabilità e psicologia». (fig. 4) Estes poden ser: • • • Funcionais: aqueles que executan os deberes do grupo. Cooperativos: aqueles que axudan ao crecemento do grupo. Individuais: aqueles que satisfán as necesidades individuais. Nos cuartetos de corda pódense distinguir as seguintes personaxes (ver táboa23). Polo que parece, nos cuartetos, estes papeis tenden a manterse máis ou menos estables. (ver fig. 3) A estas alturas, xorde a pregunta de como escoller as persoas axeitadas para a formación dun SMT. Cales son os aspectos a ter en conta na etapa de constitución ou introdución dun novo membro no conxunto? Un proceso de selección eficiente pódenos aforrar tormentos futuros e previr cambios frecuentes. Selección do persoal Na seguinte táboa represéntanse, de esquerda a dereita, as calidades que segundo R. M. Belbin24 describen a un bo xestor, as características que definen aos mellores candidatos para traballar nun SMT segundo J. D. Osburn e L. Moran,25 o decálogo de P. Borciani26, que determinan a un bo cuartetista e as aptitudes que segundo Siegmund Nissel27 (violín II do cuarteto Amadeus) debe posuír un bo segundo violinista. (ver fig. 4) Autocrítica, habilidades interpersoais, flexibilidade e aceptación de novos puntos de vista para o desenvolvemento das propias capacidades técnicas, persoais e sociais, xunto a doses de creatividade e iniciativa e unha boa equipaxe de coñecementos xerais e específicos, son os puntos de encontro de todos os citados. Algúns factores que inciden, para ben e para mal, sobre a efectividade do grupo cando realizan a súa actividade son: • A satisfacción dos individuos sobre o traballo que están a realizar. 40 | diapente | Revista del Conservatorio Superior de Música de Vigo | Junio 2015 Nº 4 | ISSN: 2174-0054 Jennifer Gómez Vilar: “Tous pour un, un pour tous” Achegamento sociolóxico ao cuarteto de corda • • • • A complexidade e interdependencia que xera o propio traballo. A rutina. Recoméndase a inserción de novidades. Circuítos alternativos. Maior interacción. O momento máis importante é o da escolla das persoas adaptas para elo, cuxas dotes humanas sexan a humildade, a honestidade, a xenerosidade, a disciplina, o espírito de sacrificio, pero tamén a autonomía, a iniciativa propia, a imaxinación, a capacidade de autocrítica e a elasticidade persoal. É notable o forte sentimento de responsabilidade colectiva que xorde cando hai unha meta en común. Este tipo de grupos de traballo moi especializados, permiten mellorar ademais as propias dotes sociais, habilidades colectivas e a capacidade de resolución de conflitos. Tamén estimulan o desenvolvemento de cualidades persoais novas así como a adquisición de coñecementos teórico-prácticos descoñecidos previamente. Os SMT, como cuarteto, deben ser unha unión de persoas libres, conscientes dos seus propios dereitos e deberes. Débese antepor, dende o inicio, a calidade do produto a calquera outro criterio de carácter persoal. Por exemplo, a miúdo séntese dicir, que o cuarteto é como un ‘matrimonio’ entre catro persoas, xa que, como aquel, esixe da constancia e fidelidade absoluta. O sentido de compromiso debe ser permanente. Como recorda S. Simmenauer: “Se un deserta, arrastra aos demais con el ao abismo”.28 Os conflitos nos grupos son inevitables.29 Determinar a interpretación de cada detalle das composicións leva, obviamente, a discusións. O modo no que se negocian os seus conflitos, entre os extremos do enfrontamento ou á busca dun compromiso, ten un grande impacto sobre o éxito do equipo e a súa existencia.30 Por unha parte o conflito necesita ser solucionado, por outra banda, as veces, este é necesario para provocar cambios, para a solidez do grupo, para a creatividade e a liberdade individual. Evitar as disputas abertas ten efectos colaterais (conflitos reprimidos: frustración, irascibilidade, etc.). Confiándose soamente ao compromiso, pola contra, créase unha mediocridade xeral. Puntos de vista distintos poden contribuír á conquista dunha consistencia máis rica e interpretacións máis creativas. Os modelos de resolución de conflitos suxiren que os grupos deberían fuxir tanto da evasión de discusións como do compromiso cego, a favor dun achegamento activo e coadxuvante focalizado nos aspectos musicais máis que nos conflitos persoais. Case todas as discusións que afloran nos cuartetos céntranse na materia musical. No canto de prolongar estes enfrontamentos, ás veces decídese abandonar a discusión (time-out, cooling-off period), sobre todo se esta é inoportuna e obsesiva como para botar a perder o traballo feito ou por facer. Esta é unha estratexia efectiva para resolver controversias desaxeitadas e destrutivas. Cando estes enfrontamentos sobre como se debe interpretar ou non unha composición en concreto non se aclaran, téndese a decidir executala unha vez dunha maneira e outra vez doutra: na meirande parte das veces a segunda interpretación non é necesaria. Neste caso non se chega a un compromiso aberto pero evítase o enfrontamento continuo. Outra estratexia común para a resolución das disputas musicais é a de dar precedencia de fraseo a quen propón o tema en primeiro lugar. Ironicamente, esta opción reforza a filosofía do primeiro violín como xefe do conxunto. Outras estratexias adicionais das que se serven os cuartetos de renome na súa rutina son: • • • • • Os membros non fan concesións se teñen un forte sentimento sobre unha cuestión en concreto.31 Nos ensaios os instrumentistas tocan en vez de falar para ser máis funcionais. Cando se toca emerxe o que é xusto e o que non o é e evítanse así conflitos disfuncionáis. Tócase ou discútese.32 Establécense normas implícitas non escritas respecto ao que se pode dicir e o que non. Cada cuartetista debe considerar que levar demasiado lonxe certos argumentos podería abrir a Caixa de Pandora e violar estas normas non escritas.33 Todos son conscientes de que comparten unha única meta: facer música.34 As discusións poden ser/son unha fonte creativa.35 Evitar conflitos, falar de mais durante os ensaios, ter percepcións distintas sobre a orixe dun problema e espremer soamente os puntos de discordancia nos peores dos modos posibles, pero tamén contentarse ás ideas dos outros sen espírito crítico, pode levar á disolución do grupo.36 Para os cuartetos, o encargo de facer música debería ser por si mesmo a fonte de inspiración para converter os conflitos en algo secundario. Como toda asociación, o cuarteto de corda debe regularse por normas que, se ben sobreentendidas, deben ser totalmente respectadas. É necesario que se poñan dende un principio algunhas normas de conduta que garantan o respecto recíproco. A ausencia dun líder claro acentúa o carácter democrático do grupo, no que se interpreta a vontade e os desexos da maioría e as decisión tómanse a través da discusión e do voto libre.37 ISSN: 2174-0054 | Junio 2015 Nº 4 | Revista del Conservatorio Superior de Música de Vigo | diapente | 41 Jennifer Gómez Vilar: “Tous pour un, un pour tous” Achegamento sociolóxico ao cuarteto de corda Como xa se dixo anteriormente, na etapa de selección dos compoñentes, é aconsellable limitar as diferencias de carácter. Cun atento control dos propios comportamentos e unha certa tolerancia cara os demais, pódese chegar a unha coexistencia responsable e tolerable. É importante que non existan graves desequilibrios de valores xa que un único elemento é suficiente para botar por terra o conxunto. Algunhas diverxencias nas intencións particulares poderán ser superadas por un traballo asiduo e apaixonado, algunhas disposicións naturais, desenvoltas ou corrixidas co estudo e coa experiencia. Como veremos a continuación, as distintas posicións dentro do cuarteto implican distintas responsabilidades musicais e sociais. • Violín I → No repertorio clásico tradicional é o líder musical. As súas partes son xeralmente máis difíciles tecnicamente e é o instrumentista máis facilmente audible para o público. Polo xeral, é o que recibe máis atención e aclamacións. Aínda que as voces internas foron medrando en importancia e aumentando en independencia, o violín I continúa a ser o membro naturalmente máis brillante. Isto non significa que debe ser implacable co seu predominio: un primeiro violín debe estar preparados para deixar o seu poder aos demais compoñentes, a sentirse parte da color e do tecido xeral. O seu dominio débese quizais ao feito de que, a pesares de que tocar en cuarteto é un feito altamente cooperativo, debe existir, un punto focal arredor do cal xira toda a execución. Se ben é o músico con mais experiencia o que guía naturalmente o grupo, o violín I é o que ten a responsabilidade de manter o conxunto compacto durante as interpretacións públicas. • Violín II → O violín II é considerado frecuentemente a parte menos significativa, aínda se, teoricamente, nunha formación exclusiva como cuarteto, cada instrumento é ipso facto igualmente importante. Hai que considerar que o segundo violín é o mesmo instrumento que o primeiro, e polo tanto, ten menos diferencia tímbrica. As composicións tradicionais requiren que o primeiro violín domine a música, pero esíxenlle igualmente un son complementario e convincente ao segundo. Para o éxito dun cuarteto, o violín II non pode perderse nun murmurio de fondo.38 Os segundos violíns dun cuarteto teñen deberes únicos e, consecuentemente, problemas co papel que desenvolven. Deben ter grandes habilidades que raramente atoparán a súa completa expresión. O seu papel é de sostemento na sombra. Ao contrario do que se podería pensar, o violín II é o verdadeiro director do cuarteto, o concertador, unha das bases sobre as que avaliar a calidade do grupo, aínda se os seus méritos se recoñecen raras veces. Pero o segundo violín recibe menos atención do público e, ás veces, incluso dos propios compañeiros. É frecuente que as comparacións entre o primeiro e o segundo non teñan nada que ver co dominio técnico do instrumento, senón que sexa unha cuestión de carisma ou de inspiración. Algúns violinistas segundos ocupan, habitualmente, esta posición á espera de converterse en primeiros (como, por exemplo, Joe Roismann do cuarteto de Budapest39). Curiosamente, aínda que os cuartetistas son conscientes da importancia e das dificultades que ten o papel do segundo violín, dun modo inconsciente aínda hoxe en día existe o prexuízo de que o violín II ten menos que facer que o violín I.40 Na investigación de J. K. Murnighan e D. E. Conlon41, conclúese que nos cuartetos de renome, os primeiros violíns conquistan a súa posición, sobre todo, grazas á propia personalidade e só de xeito secundario ao saber facer.42 Os segundos violíns dos cuartetos estables non se mostran satisfeitos coa súa posición pero tampouco resignados.43 Aínda cando os violín II, incluídos os dos cuartetos de máis éxito, din estar satisfeitos e contentos coa súa posición, cultivan, consciente ou inconscientemente, o desexo de tocar a parte do primeiro sempre que sexa posible, aínda se ao mesmo tempo, espremen reservas da súa capacidade para ser bos primarius. Por desgracia, non sempre as persoas conseguen soster a presión psicolóxica de tal posición. Chega con pensar en Jac Gorodetzky,44 que acabou coa súa vida nun pequeno hotel de Washington en Novembro de 1955. Os outros dous membros do cuarteto, viola e violoncello, séntense complementarios ao segundo violín. De feito, a maior ou menor profundidade acadada por un cuarteto vén das voces medias e do violoncello, como ben souberon describir S. Nissel,45 F. Galimir46 ou Sasha Schneider.47 Este é seguramente o papel no que se producen máis frecuentemente substitucións. Existen cuartetos nos que, a segundo do programa a interpretar, o violín primeiro e o violín segundo se intercambian, como, por exemplo, o cuarteto Artemis.48 Pero chegados a este punto cómpre facerse unha pregunta: hai que considerar que é sempre o mesmo cuarteto ou son dous cuartetos diferentes formados polas mesmas persoas?49 42 | diapente | Revista del Conservatorio Superior de Música de Vigo | Junio 2015 Nº 4 | ISSN: 2174-0054 Jennifer Gómez Vilar: “Tous pour un, un pour tous” Achegamento sociolóxico ao cuarteto de corda • • Viola → Xunto co violín II, forma o soporte central do cuarteto. O instrumento ten un timbre distintivo, melancólico e actúa como unión entre as voces superiores e inferiores. O seu son flexible mestúrase perfectamente cos violíns e co violoncello. A viola atopa a súa dimensión no cuarteto, xa que en poucas outras formacións chega a ter unha parte tan vigorosa. Nos ‘solos’ o seu son pode ser rico, escuro, emocional, as veces vago, noutras nasal. A condición indispensable para ser un bo violista de cuarteto é a adaptabilidade, ser un camaleón preparado para cambiar de cor e mimetizarse co ambiente. Violoncello → É literalmente o baixo do grupo, o apoio fundamental necesario para facer brillar as voces superiores. Xeralmente o violoncellista segue ao primeiro violín no referente ao número de guías e ‘solos’. Debe estar sempre nunha relación moi estreita co primeiro violín e anticipar as súas indicacións.50 Como se pode notar, pídense contribucións persoais e profesionais distintas para cada un dos músicos. Por unha parte, moitos cuartetos afirman que o segundo violín debería ser un mellor intérprete que o primeiro.51 Por outra banda, o primeiro violín debe ter unha musicalidade rexa; non se pide necesariamente que sexa o mellor, pero, sen dúbida, debe ter unha forte percepción e visión musical. O violoncellista debe ser completamente fiable: sen unha base sólida, o cuarteto dificilmente poderá funcionar de xeito satisfactorio. Polo que respecta ao violista, é o músico a quen se lle pide o menor número de requisitos: demándaselle, substancialmente, un son fermoso. Os cuartetos máis apreciados pídenlle aos seus membros dominar o instrumento con mestría solística pero sen o temperamento propio do solista. Como xa se dixo anteriormente, as similitudes de proveniencia (mesmo recorrido académico, mesmas experiencias laborais, etc.) axudan á interacción na primeira etapa, a alixeirar o camiño cara un son homoxéneo e minimizar os conflitos. Non obstante, Lópes, Vale e GarcíaMarquez52 demostraron que os grupos heteroxéneos son, pola contra, moito máis creativos. Segundo as estadísticas os cuartetos resultan ser máis estables cando están constituídos por persoas do mesmo sexo, de idade semellante e con percorridos académicos similares. Aínda a día de hoxe pénsase que nos cuartetos mixtos se xeran máis frecuentemente puntos de fricción que inciden sobre a estabilidade do mesmo. Seguramente este argumento terá que ser revisado e anulado en breve, xa que ao día de hoxe a maioría dos cuartetos de renome son mixtos (Artemis, Belcea, Brentano, Casals, Hagen, Minetti, Mosaïques, Quiroga...). Coordinación e sincronización A música é un acto de comunicación. Un emisor envía unha mensaxe que é recibida por un interlocutor destinatario. A mensaxe refírese a un contexto, que é o conxunto de circunstancias particulares nas que se insiren os eventos. Para poder levar a cabo esta operación, son necesarios un código que resulte común ao emisor e ao destinatario, e unha canle, que é unha conexión física e psicolóxica entre o emisor e o destinatario, que lles permite establecer e manter a comunicación. No caso particular do cuarteto de corda, o compositor preséntase como emisor primario e o público como destinatario final. Pero entre un e o outro hai varios intermediarios: o revisor/editor e o grupo intérprete, que son simultaneamente destinatarios e emisores secundarios da mensaxe, a cal, aínda que similar á mensaxe orixinal creada polo emisor primario, non chegará xamais ao último destinatario na súa forma xenuína. Tamén no interno do cuarteto existen emisores, mensaxes e destinatarios. A comunicación entre os membros depende de habilidades interpersoais altamente complexas, que se poden analizar segundo a dimensión nas que se producen: • • • • • Co-presenciais: dúas ou máis persoas comparten o mesmo ambiente físico. Visuais: as persoas son visibles unhas ás outras. Audibles: os individuos pódense ouvir e ser ouvidos polos outros. Contemporáneas: un recibe aproximadamente ao mesmo tempo que o outro produce. Sincrónicas: cada un pode lanzar e recibir inmediata e simultaneamente. Nas dimensións da visibilidade e da simultaneidade os cuartetistas sérvense do contacto visual e de xestos non verbais particulares. Podemos distinguir entre dous tipos de acenos: • Ilustrativos: xestos explicativos e enfáticos conscientes que se verifican para o seguimento de ideas. • Emblemáticos: úsanse de xeito variado. Algúns incorpóranse á linguaxe corporal habitual e convértese polo tanto en naturais; outros son moito máis abstractos.53 ISSN: 2174-0054 | Junio 2015 Nº 4 | Revista del Conservatorio Superior de Música de Vigo | diapente | 43 Jennifer Gómez Vilar: “Tous pour un, un pour tous” Achegamento sociolóxico ao cuarteto de corda Os executores necesitarán o suficiente tempo para aprender e recoñecer os xestos dos outros e desenvolver a familiaridade necesaria para entenderse e intuírse. Os acenos e os diálogos cos ollos transmiten informacións importantes durante o proceso de interpretación musical. Existen tres tipos principais de xestos:54 • • • Signos xestuais para o inicio ou fin de frase, entradas, etc. Sinais para o uso das dinámicas. Oscilación circular dos intérpretes: son formalmente similares a todos os cuartetistas. Parece que axudan a establecer a total enteireza da música. No Jazz úsase a expresión striking the groove para describir a habilidade de atopar unha enerxía colectiva para a interpretación musical. Ás veces pódense notar cambios sorprendentes nunha interpretación se o discorrer das ideas se produce nunha mesma liña creativa, común a todos os executores. Na interpretación do repertorio clásico, os coñecementos previos son o ingrediente principal do resultado musical: non obstante, a sintonización colectiva e o sentido de groove parecen ser igualmente necesarios. De feito, algunhas características da partitura poden resultar máis ou menos enfáticas contando coas modificacións plenamente espontáneas dos executores. No cuarteto de corda, como noutros grupos de cámara, os músicos coordinan as súas accións con excepcional precisión e flexibilidade. Como xa se deixou intuír máis veces neste artigo, a cohesión resultante fúndase no feito de que os membros comparten o mesmo obxectivo: o son ideal. A habilidade da sincronización baséase sobre consideracións distintas ao dominio técnico do instrumento. Os cuartetistas interactúan para darlle ao producto unha identidade musical coherente. Partes instrumentais ben diferenciadas fúndense para formar unha única Gestalt auditiva. As metas establécense nos ensaios, mentres se prepara o repertorio, sexa a nivel individual privado como a nivel cooperativo cos outros membros do grupo. O prototipo de son ideal reside na memoria como unha representación mental. Con este obxectivo, os músicos desenvolven plans de execución que guían os procesos motorios involucrados, traducindo así, a representación mental do son nos movementos corporais apropiados. Podemos describir tres procesos cognitivos que permiten ao cuarteto chegar á liña de meta: • Imaxinación auditiva de anticipación: require que cada executor anticipe o propio son e aquel producido polos compañeiros mentalmente. Polo que respecta á anticipación do propio son, a intuición musical indica que unha execución excelente pódese obter imaxinando o son ideal en vez de concentrarse soamente nas técnicas motorias. O principio central do enfoque ideomotor reside no feito de que as accións son activadas automaticamente polos efectos distais. A imaxinación auditiva anticipada, facilita a exhibición, nun gran número de modos distintos. As imaxes sonoras poden por en marcha os movementos apropiados, grazas aos enlaces entre as areas auditivas e motorias do cerebro que se desenvolveron a través do estudo continuado do instrumento musical. • Adecuación da medida do tempo: o requisito fundamental dun cuarteto ou calquera formación musical é a coordinación temporal dos propios movementos ao son emitido polos outros. Os músicos deben, polo tanto, ‘axustar’ constantemente o seu metrónomo interno a fin de conservar a sincronía. O cerebro humano é capaz de cronometrar os aspectos temporais de percepción e acción. O éxito da imitación, a sincronización e as experiencias en común teñen que ver coas chamadas ‘neuronas espello’.57 Os ensaios son a ocasión para aprender a partitura, planificar a coordinación da sincronización e establecer as características xerais de expresión. Na transposición ao vivo, as variacións espontáneas son criticamente dependentes da capacidade dos executores de individualizalas e actuar consecuentemente: en resumen, atopar o groove. Os principais factores que poden incidir sobre a concentración dos músicos e. polo tanto, na calidade do seu espectáculo son: • • • • • • Factores socio-culturais: normas estéticas, normas de etiqueta, etc.55 Factores socio-emocionais: medo e ansiedade escénica, outros factores de estrés, etc. Distraccións: internas (confianza e seguridade para coa obra a interpretar) e externas (ruídos na sala, etc.). O estudo previo e a satisfacción do traballo feito.56 O papel de persoas-chave como soporte: profesores, familia, amigos, etc. O influxo exercido polo estado de ánimo do propio grupo. 44 | diapente | Revista del Conservatorio Superior de Música de Vigo | Junio 2015 Nº 4 | ISSN: 2174-0054 Jennifer Gómez Vilar: “Tous pour un, un pour tous” Achegamento sociolóxico ao cuarteto de corda • Atención integrada prioritaria: os músicos, a nivel individual, non son só responsables de realizar a súa parte en modo correcto, senón que deben manter ao mesmo tempo conciencia das relacións que existen entre a propia parte con aquela dos outros. Esta atención integrada implica dividir a atención entre as propias accións e aquelas dos outros mentres se controla o son colectivo e global. Esta estratexia de atención, facilita a cohesión do cuarteto permitindo aos músicos axustar as propias exhibicións baseándose na comparación da propia representación mental do son ideal e a información que chega do son real a través dos sentidos. Diversos aspectos do proceso musical empregan case todas as rexións do cerebro, da cortiza prefrontal ao sistema límbico, amígdala e tálamo incluídos. Os potentes efectos da música sobre a plasticidade neural están ben documentados.58 Aínda se chegar a definición do ‘son ideal’ ten que ver co traballo cotián, futuras investigacións sobre as neuronas espello poderán prover moitas informacións útiles. Conclusións A música non é un mero estímulo auditivo pasivo, senón unha importante experiencia de aprendizaxe social. Os que sabemos o que é formar parte dun cuarteto de corda non podemos deixar de sentir bolboretas no estómago cada vez que ouvimos estas palabras máxicas: cuarteto de corda. O cuarteto é como un amante celoso co cal se comparten momentos marabillosos (os concertos, o estudo de repertorio, os premios...) e outros tantos de rabia, de impotencia, de incomprensión, de extenuación que nos leva a maldicilo, a odialo con tódalas nosas forzas ata chegar a xurar e perxurar que ‘nunca máis’. Pero a cóbrega negra do eterno retorno59 morde unha e outra vez. Definitivamente, o cuarteto de corda ten algo de extraordinario, de extraterrestre, pero sobre todo, moito de humano. “Todos para un, un para todos”, esa é a verdadeira filosofía. Sosterse reciprocamente sen preguntar, por honor, por amor a unha realidade superior. Bibliografía Fontes Impresas: AA.VV. 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Vivaldi” e membro Akademie für Mozart-Forschung da fundación Mozarteum. Para quen puidera ter interese en ler a versión completa (en italiano), quixera facerme preguntas sobre o tema ou suxestións, pode contactarme vía mail: [email protected] 4 Para os pitagóricos a tetraktis representaba a sucesión aritmética dos primeiros catro números enteiros positivos, un ‘cuarteto’ que xeometricamente se pode dispor na forma dun triángulo equilátero de lado catro, ou sexa nun modo de formar unha pirámide que sintetiza a relación fundamental entre as primeiras catro cifras e a década: 1+2+3+4=10. (Segundo Platón, o número 10 era o número perfecto.) Filolao (470 a. C. - 390 a. C.), un pitagórico de segunda xeración, deu unha correspondencia simbólica a cada nivel da tetraktis, segundo a cal cada un dos niveis corresponderíase cun dos catro elementos: o punto superior representa a unidade fundamental, a plenitude, a totalidade, o lume; os dous puntos do segundo nivel a dualidade, os opostos complementarios, o feminino e o masculino, o ar; os tres puntos do terceiro nivel simbolizan a medida do espazo e do tempo, a dinámica da vida , a creación, a agua; o cuarto e último nivel está polo material, os elementos estruturais e a terra. En: C. Morel, Dizionario dei simboli, p. 836 // Do mesmo xeito podemos atopar analoxías entre as catro partes do discurso musical e os catro elementos noutros tratados e compendios de autores varios p. ex. Macrobio, Commentarium, pp. 169-174, Boezio De institutione, pp. 78-81, Guido d’Arezzo Micrologus, pp. 48-49, Zarlino Le istitutioni, pp. 5-11. 5 Cfr. D. Hume A Treatise, pp. 18-21. 1 Nome que recibe o Violín I. 2 “Boris, who was used to playing in quartets in which the first violinist decided matters, had other reasons besides the fee to be dismayed. “I sometimes wished Roismann would say, «Now, play like this and don’t spend so much time on these bowings. I will take all parts and I will write all the bowings.»” But Roismann would not and did not take the lead about anything musical. To Mischa, that was a plus. “He would never impose his ideas. He would say, «It would be good if you play it like that.» 6 «Die menschliche Gestalt kann nicht bloß durch das Beschauen ihrer Oberfläche begriffen werden, man muss ihr Inneres entblößen, ihre Teile sondern, die Verbindungen derselben bemerken, die Verschiedenheiten kennen, sich von Wirkung und Gegenwirkung unterrichten, das Verborgene, Ruhende, das Fundament der Erscheinung sich einprägen, wenn man dasjenige wirklich schauen und nachahmen will, was sich als ein schönes, ungetrenntes Ganze in lebendigen Wellen vor unserm Auge bewegt.» J. W. von Goethe Schriften zur 48 | diapente | Revista del Conservatorio Superior de Música de Vigo | Junio 2015 Nº 4 | ISSN: 2174-0054 Jennifer Gómez Vilar: “Tous pour un, un pour tous” Achegamento sociolóxico ao cuarteto de corda Kunst, p. xiii. 7 «Man irret nicht deswegen, weil der Verstand die Begriffe reglos verknüpfet, sondern, weil man dasjenige Merkmal, was man in einem Dinge nicht wahrnimmt, auch von ihm verneinet, und urteilt, daß dasjenige nicht sei, wessen man sich in einem Dinge nicht bewußt ist.» I. Kant Untersuchung, pp. 87-88. 8 Corrente psicolóxica centrada na percepción e na experiencia. Para a psicoloxía da Gestalt non é xusto dividir a experiencia humana nos seus compoñentes elementais e ocorre, pola contra, considerar o todo como un fenómeno superior respecto á suma dos seus compoñentes. Por exemplo, as características dunha sociedade non corresponden a aquelas dos individuos que a constitúen. Aquelo que nós somos e sentimos, o noso comportamento, é o resultado dunha complexa organización que guía tamén os nosos procesos de pensamento. A mesma percepción non é precedida da sensación senón que é un proceso inmediato que deriva da Gestalt, como combinación dos distintos compoñentes dunha experiencia real-actual. 09 «The first requisite for a good ensemble is that each player shall have the sense of the whole. This he can only feel by listening to the others […] With practice, then, he becomes familiar with the other parts and is ready to adjust himself to them or to assert himself so that they can adjust themselves to him, but he can never afford to stop listening.» M. D. Herter Norton The Art, p. 22. 10 «During the intermission, Michael came to my backstage room. “I just want to warn you. I’m going to try a slower tempo for the last movement.” Michael made the tour of dressing rooms, informing John and David of his plan. I was hardly surprised. The tempo of the last movement was one large question mark. Beethoven’s metronome indication was laughably fast and at the twilight zone of impossibility. Purists insisted that any musician worth his salt must adhere to the master’s instructions (a whole note was marked for 84 on the metronome), but here the plot thickened. Opus 59, no. 3, had been written before Maelzel had invented his metronome, and Beethoven had added the tempo markings years later, when he was totally deaf. Still, being young and rambunctious, we tried our hardest to approach his speed of light, racing through the movement as if menaced by the metronome’s flailing rod. The question of what constituted a good tempo was still very much alive as we prepared to continue the Eindhoven concert, but I gave a little thought to Michael’s backstage announcement. After all, he played the first fugal entry by himself. One by one, John, David, and I added our voices, but Michael controlled the tempo. Whatever he did, we would do. The last notes of the third movement, upper and lower voices in contrary motion, settled into a final dominant seventh chord – four voices poised tranquilly at the water’s edge before diving one after the other into the whirlpool. The embers of the chord faded away and Michael began the fugue. His plan had been to ratchet down our usual tempo one or two notches, a change from wildly fast to simply fast, but Michael had somehow miscalculated. In his effort to slow the fugal theme, he overshot the mark, and it emerged sounding like a fast practice tempo. The rest of us exchanged looks of disbelief as we waited our turns to enter. No whirlpool here! This was a hot tub that each of us entered at leisure, with a glass of Chardonnay in hand. But it was hard to play so slowly. After willing your fingers for a lifetime to be fleet, they tended to stumble over each other in slow motion. Such is the brilliance of the fugue, however, that even played somnolently it makes an impression. The Dutch public clapped enthusiastically. Striding into the wings, we fell upon Michael. “What kind of tempo was that?” we demanded in that brief moment out of public view, and then we reemerged onto the stage, smiling insincerely, for a bow. We returned to the wings. Off came the smiles. “I told you I would try a new tempo,” said Michael, covered in sweat and consternation as he faced his accusers. Out for another bow and back to the wings. Smile, than glower. The clapping continued. “We really should play one encore,” David said above the din. “And the encore will be” - John uttered these words with glee - “the same movement, but faster, Michael!” “Yes, faster!” David and I added in chorus. We heard Michael, already halfway onto the stage. “All ISSN: 2174-0054 | Junio 2015 Nº 4 | Revista del Conservatorio Superior de Música de Vigo | diapente | 49 Jennifer Gómez Vilar: “Tous pour un, un pour tous” Achegamento sociolóxico ao cuarteto de corda right, all right. I’ll start it faster.” There was an edge to Michael’s voice that should have warned us. We had hardly seated ourselves when he bolted out of the starting gate – it was the fastest tempo I had ever heard. Again David, John, and I looked at each other in disbelief, but one by one, we were sucked into the maelstrom. The Guarneri Quartet achieved the speed of light.» A. Steinhardt Indivisible, pp. 196-198. 11 Ao respecto deste concepto, relacionado coa idea fundamental da Gestalt, gustaríame recomendar a lectura do capítulo V A Fifth Presence do libro de D. Blum The Art, pp. 168-170 «[…] In the Finale some inexorable force seemed to be directing and shaping every bow stroke in that demonically propelled rhythm. At such times one feels something beyond four individuals; the whole becomes more than the sum of the parts. […] When a performance takes flight I feel as if all four personalities meet somewhere in the air – maybe two and a half feet above the quartet. […] I have a very weird sensation that someone is looking over my shoulder.[…] It’s as if some sort of presence is there watching me, or even watching the whole quartet.» man sich schon auf, um sich zu überprüfen. Dann erst kommen wir zusammen, um zu proben – dann auch jeden Tag. […] Am Vormittag spielt sich jeder solistisch ein, probt für sich. Wir standen vor dem Wettbewerb um sechs Uhr auf, übten schnell, also SevcikTonleitern zum einspielen. Dann kam die Einzelstimme. Dan trafen wir uns, es folgte eine kurze Mittagspause, dann eine zweite Probe am Nachmittag, dann Überprüfung des Einstudieren anhand einer Aufnahme.» C. Dürer Leben zu viert, p. 27. 16 Ivi, p. 124. 17 E. C. King, Collaboration, p. 15. 18 Cfr. http://www.infomus.org/eyesweb_ita.php 19 Enténdese por dominación á habilidade de regular a actividade dos outros. 20 Para esta investigación usáronse obras para cuarteto do repertorio clásico e romántico, concretamente obras de Haydn e Schubert. Estou convencida de que usando pezas do repertorio contemporáneo os resultados serían máis apertados, sen posibilidade de establecer unha relación de dominio clara. 12 Cfr. T. Butterworth Detroit, pp. 440-448. 21 A. Gilboa String quartets, pp. 14-17. 13 A. Gilboa y M. Tal-Shmotkin String quartets, pp. 6-7. 22 E.C. King The roles, pp. 261-282. 14 Información extraída do artigo de E. C. King Collaboration, p. 12. 15 «Wir haben natürlich nicht nur motorisch gearbeitet, sondern uns intensiv mit Partituren beschäftigt, das war und ist die Hauptarbeit. Zudem haben wir versucht, alle Hintergründe zu erfahren, haben Sekundärliteratur gelesen, um die ganzen gesellschaftlich-biografischen Hintergründe zu wissen. […] Streichquartett ist natürlich ein Fulltime-Job, man macht das also von morgens bis abends. Natürlich gehört dazu, dass man die Aufführungspraxis und die Tradition kennt. Zuerst analysieren wir die Partitur, erst jeder für sich, dann besprechen wir das gemeinsam, um die fünfte Ebene des Gemeinsamen herauszufinden. Dann arbeitet jeder für sich an seiner Stimme. Da nimmt 23 Ivi, p. 265. 24 Para máis información sobre os roles no traballo, cfr. R. M. Belbin Team Roles 25 J. D. Orsburn & L. Moran The new, pp. 12-14. 26 P. Borciani Il Quartetto, p. 7. 27 M. Nissel Married, p. 164. 28 S. Simmenauer, Muss es sein?, p. 56. 29 Ivi. p. 9. 30 Cfr. N. Brandt, Con Brio, p. 77 e p. 129. 50 | diapente | Revista del Conservatorio Superior de Música de Vigo | Junio 2015 Nº 4 | ISSN: 2174-0054 Jennifer Gómez Vilar: “Tous pour un, un pour tous” Achegamento sociolóxico ao cuarteto de corda 31 «Wenn ich etwas tue und die anderen Musiker es verstehen, dann können wir einen gemeinsamen Weg gehen, wenn nicht, dann nicht.» Verbas de A. Keller para C. Dürer, Leben, p. 184. 32 «Another problem was the endless talking that went on. How could we ever get anything done if we talked all the time? Discussions were fine, but we couldn’t bring them to a close easily or recognize when a solution to a problem was simply not yet available. Nevertheless, our Mozart inched forward by trial and error.» A. Steinhardt, Indivisible, p. 24. 33 «Another question: How does one criticize without creating bad blood? “You’ve gotten behind every time we’ve played those sixteenth notes,” one of the group complained to me, unable to keep the irritation out of his voice. It is one thing for your teacher to give you hell during weekly lessons, but when it came from the pipsqueak with acne sitting across from me, I stiffened. Moments later, the slight was forgotten as I informed our violist that he was out of tune. “I don’t think I was,” he said, trying not to sound defensive. “That’s the way I’ve always played it.” This was too big an issue for short-term solution. We bumbled along, trying bravely to accept the stings of criticism, which would thankfully cease when our transient group disbanded in a matter of weeks.» A. Steinhardt, ivi, pp. 23-24. 34 «Joel Smirnoff (Vln. I): “Uns geht es wirklich darum, die vier Stimmen in ihrer spezifischen Qualität, ihrem individuellen Charakter hörbar zu machen. Das führt natürlich auch schon mal zu Konflikten.” Samuel Rhodes (Vla.): “Ich fürchte, es gibt gar kein Streichquartett ohne Konflikte. In jedem Quartett, das diesen Namen verdient, gibt es ja vier sehr ausgeprägte Meinungen über Musik, und jeder vertritt die seine, so gut er kann. Da bleiben Meinungsverschiedenheiten nicht aus.” Joel Kosnick (Vlc.): “Wir sind vier sehr starke Stimmen, die aber einander respektieren und von denen jede bereit ist, ihre Individualität mit dem Ganzen in Einklang zu bringen.”» C. Dürer, Leben, pp. 178-179. 35 «Das Zusammenspiel bietet Reibungsflächen und dadurch dann auch Anregungen.» A. Arndt para C. Dürer, ivi, p. 53. 36 «We usually manage to reconcile the various viewpoints. I’m happy to say, but there are occasions when we don’t. Unfortunately, a quartet is composed of an even number of players, and two against two creates an impasse. Obviously, one of the interpretations must then prevail; yet it’s not as if it «wins out» for all time. […] One mustn’t forget that in developing a quartet, personal qualities play as important roles as musicianship; the two can’t be easily separated. Each of us has to be strong enough to exert his leadership, strong enough to endure the constant criticism of his colleagues, and strong enough to let go of cherished ideas when they don’t coincide with the majority opinion. […] Alexander Schneider, for many years second violinist of the Budapest Quartet, had a helpful idea as to how to instill a sense of democracy in action into young quartet players. He suggested letting a different member of the quartet take on responsibility for the evolution of each movement of a work. Should any questions be raised about interpretation, that player would have the deciding vote. In this way everyone has an opportunity at some time to assert his or her musical convictions but must at other times submit to another point of view.» D. Blum, The Art, pp. 7-8. 37 Como xa vimos, no caso específico do cuarteto isto non é tan simple. En contraposición á idea tradicional de cuarteto (1+3), os cuartetos modernos descríbense como sociedades paritéticas, autárquicas ou exemplos perfectos de democracia práctica, no que todos os compañeiros se observan con iguais dereitos, opcións e deberes (4x1). Pero como habitualmente sucede cando se traballa con seres humanos, as posibles respostas a estímulos externos non sempre se corresponden coas previsións. 38 Baseándome na miña propia experiencia como cuartetista, considero que o violín II é o auténtico director do grupo, xa que é este o que coñece á perfección as dificultades técnico-musicais da parte do I e, polo tanto, aquel máis ISSN: 2174-0054 | Junio 2015 Nº 4 | Revista del Conservatorio Superior de Música de Vigo | diapente | 51 Jennifer Gómez Vilar: “Tous pour un, un pour tous” Achegamento sociolóxico ao cuarteto de corda preparado para predicir a súa execución en consecuencia e guiar aos outros. Nalgunha ocasión teño participado en grupos nos que se intercambiaban o violín I e II e a segundo de quén fora o violín II o cuarteto funcionaba mellor. Un segundo violín inseguro propaga a propia inseguridade. 39 Cfr. N. Brandt, Con Brio, pp. 52-53. 40 «The wives of second violinists and violists, in particular, goaded their husbands into demanding a bigger share of concert fees, argued for or against playing in certain cities, were jealous of the first violinist’s receiving all the public attention, and pressured for the playing of works in which their husbands had solo parts. […] A minor problem occurred in 1920 when Indig quit the Quartet after a little more than two years. Apparently, as was common with so many other frustrated second violinists, he wanted a more important career for himself. His departure was the first of nine shifts in personnel, involving eleven members, that the Budapest Quartet would experience over the next thirty-five years. Six of the changes involved the position of second violin.» ivi, pp. 37-39. 41 J. K. Murnighan & D. E. Conlon, The Dynamics, pp. 165-185. 42 Ivi, p. 176. 43 «I’m naturally a second fiddle. I think it’s a basic psychological difference.» «I don`t mind saying I’m a good second fiddle.» Ibid. 44 Cfr. N. Brandt, Con Brio, pp. 120-122. 45 «A quartet is like a bottle of wine. The first violin, who sits out front and gets everyone’s attention, is the label. The cellist, who acts as the base for the group, is the bottle. The second violin and the viola are the contents.» Cit. J. K. Murnighan & D. E. Conlon, The Dynamics, p. 176. Esta cita pódese atopar tamén en M. Nissel, Married, p. 157: «In a BBC broadcast entitled ‘A Second Violin Speaks’, Sigi compares a string quartet with a bottle of wine. The first violin is the label, the cello is the bottle – it holds the stuff – and the middle parts are the wine itself, determining the quality of the product and giving colour and flavour and enduring reliability.» 46 «...aggressive, in a positive sense, because the second violin is always in the worst register in order to match up with the brilliant register of the first violin. You have to overplay in a certain sense. If you don’t do that, there is a hole in the middle voices. And so is the viola player – he’s being overshadowed by the cellist. In my mind, the necessity in a really great quartet is the middle voices with a very firm sound, a little aggressive sound.» N. Brandt, Con Brio, p. 100. 47 «There was another factor as well in Sasha’s decision to leave the Quartet, one he did not admit to but was apparent to others. “Hello,” he liked to answer the telephone, “this is the world’s greatest second violinist.” It was meant as a joke, but it was a bittersweet one that hid the truth about the way he felt about himself. Being second violinist – the second fiddle – has always carried with it certain stigma. Historically, the second fiddler is often secondrate, not good enough to be first, the least competent player of the four members of a quartet, so weak a musician that he, or she, could not play first violin. And if he is a good musician, he is still usually considered to be what Boris called “a stepbrother who seldom has opportunity to show himself.” Who would want to be known as a second fiddle? Sasha, moreover, felt stifled within the Quartet. The Budapest’s rule against outside performances prevented him from exploring and experimenting with different musical experiences. And he also felt blocked by Roismann, who would not relinquish his seat when the Quartet played trios or piano quartets, which require only one violin. Joe would not switch chairs with him even at rehearsals, as the first and second violinists of the Flonzaley Quartet had. Many years later, Sasha advised the members of the newly formed Guarneri Quartet: “Whenever you play string trios and piano quartets, make it a rule that the second violinist plays it and not the first violinist.” […] Ironically, Sasha really was the world’s greatest second violinist; probably the greatest in the history of 52 | diapente | Revista del Conservatorio Superior de Música de Vigo | Junio 2015 Nº 4 | ISSN: 2174-0054 Jennifer Gómez Vilar: “Tous pour un, un pour tous” Achegamento sociolóxico ao cuarteto de corda chamber music. He revolutionized the role that the second violin serves in chamber music, making it pivotal. Together with Kroyt, he made the middle voices of a quartet stand out as never before. He recognized that the Budapest was not, as virtually every other quartet before them, “just a star violinist combined with a frustrated second fiddle, a disappointed violist and an indifferent cellist.” The “most important voices” in a quartet, he wrote, “are the middle voices, which fill out and bring out the sound of a quartet to perfection, and if both of them are just as good musicians, then you have a first class quartet.» Ivi, pp. 98-99. 48 Só ata o ano 2012. 49 O paradoxo da nave de Teseo espreme a cuestión metafísica da efectiva ‘persistencia da identidade’ orixinal, por unha entidade cuxas partes cambian no tempo; noutras palabras, se un ‘único todo’ permanece verdadeiramente o mesmo todo (ou non) despois de que, co paso do tempo, todos os seus compoñentes sexan substituídos (con outros iguais ou similares). Nárrase que a nave de madeira na que viaxaba o mítico heroe grego Teseo foi conservada intacta no devagar dos anos, substituíndo as partes segundo se deterioraban. Chegou, polo tanto, un punto no que todas as partes usadas na orixe para a súa construción foran cambiadas por outras, aínda cando a nave conservaba exactamente a súa forma orixinal. Reflexionando sobre esta situación (a nave foi completamente substituída pero ao mesmo tempo restou sendo ‘a nave’ de Teseo), a cuestión que se presenta é: a nave de Teseo conservouse ontoloxicamente ou non? Ou o que é o mesmo: a identidade (a nave), modificada na sustancia pero sen variacións na forma, é aínda a mesma identidade ou tan só se parece? Cando hai unha substitución nun cuarteto, é o mesmo cuarteto ou é un distinto?, porque parece lóxico pensar que o son resultante vai ser distinto. 50 Temos que considerar neste punto tres aspectos: 1. Compositivo: Son moitos os compositores que escriben primeiro a parte do baixo e a melodía (violín I) simultaneamente e despois as partes internas, como consecuencia da práctica habitual na música barroca para voz e baixo continuo; 2. Histórico: O violoncello é un dos instrumentos de modo entre aristocracia (vienesa) do século XVIII e seguintes. Son moitos os nobres violoncellistas que encargan a composición de cuartetos con partes importantes de violoncello para demostrar o seu virtuosismo; 3. Fisiolóxico: Sendo o instrumento máis grande do cuarteto, a emisión do son é distinta. O violoncellista deberá anticipar as súas accións xa que as cordas, máis largas e gordas, teñen tempos de reacción máis lentos respecto a aquelas dos violíns ou da viola. 51 Como sucede tamén na música orquestral, a parte do violín II é frecuentemente ‘incómoda’ por varios motivos: xiros melódicos pouco intuitivos, rexistro máis grave e polo tanto dificultade na emisión do son, alternancia entre momentos de sostén da melodía (p. ex. acompañamentos rítmicos, dobraduras, respostas, etc.) e solos, etc. É interesante ver p. ex. a parte do segundo nos cuartetos xuvenís de Mozart. 52 D. Lópes, J. Vala & L. García-Marquez Social, pp. 223239. 53 J. W. Davidson & J. M. M. Good Social, pp. 187-201. 54 Ibid. 55 «Ein Ritual ist wie eine selbst auferlegte Spielregel: Regelspiele haben eine ungeheure Faszination. […] Darüber hinaus bringen Regeln ein Gefühl von sozialer Sicherheit. […] Auch zwischen Künstler und Publikum existieren solche Regeln. Das beginnt beim Verbeugen und endet noch nicht beim Applaus. […] Ich befolge einerseits von aussen auferlegte Regeln, aber ebenso kann ich nicht an von mir selbst erstellte Regeln halten, wie sie ein Ritual vor einem Konzert darstellt, um den darin liegenden Sicherheitsgewinn für mich zu nutzen.» Ivi, pp.181-182. 56 «Um die Selbstzweifel, die durch das Lampenfieber entstehen können, zu überwinden, stehen mir neben der optimalen Vorbereitung meines Programms und der organisatorischen und mentalen Vorbereitung des Auftritts auch die Haltung und Bewegung meines Körpers zur Verfügung.» G. Mantel Mut, p. 205. 57 As neuronas espello son una clase particular de neurona que se activa cando un animal cumpre unha acción e cando o animal observa a mesma acción completada por outro suxeito. Esta clase de neuronas foi individuada nos primates, nalgunhas aves, e no ser humano. No ser humano, localízanse nas areas motorias e premotorias, e tamén na Area de Broca e na cortiza parietal inferior. Algúns ISSN: 2174-0054 | Junio 2015 Nº 4 | Revista del Conservatorio Superior de Música de Vigo | diapente | 53 Jennifer Gómez Vilar: “Tous pour un, un pour tous” Achegamento sociolóxico ao cuarteto de corda científicos consideran o descubrimento das neuronas espello unha das máis importantes dos últimos dez anos no ámbito da neurociencia. A función do sistema espello é suxeito de moitas hipóteses teóricas. Estas neuronas poden ser importantes para a comprensión das accións doutras persoas e. polo tanto, para a aprendizaxe a través da imitación. 58 Cfr. web da Max-Planck-Gesellschaft: www.mpg.de 59 Segundo a célebre representación en Also sprach Zarathustra de F. Nietzsche. 54 | diapente | Revista del Conservatorio Superior de Música de Vigo | Junio 2015 Nº 4 | ISSN: 2174-0054 ISSN: 2174-0054 | Junio 2015 Nº 4 | Revista del Conservatorio Superior de Música de Vigo | diapente | 55