En el Marco del Protocolo de Kyoto: Qué se espera con la venta de
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En el Marco del Protocolo de Kyoto: Qué se espera con la venta de
Los suelos Terra Preta do Indio Los antiguos habitantes del Amazonas construyeron a partir de suelos tropicales rojos (Oxisoles), ácidos y de baja fertilidad, los suelos conocidos como Terra Preta do Indio. Estos suelos tienen un horizonte A con una profundidad hasta de 2 m y fueron fabricados por los amerindios del Amazonas hace más 2000 años y aún siguen siendo los más fértiles de la región, a pesar de la intensa explotación a que han sido sometidos. Su extensión total puede ser tan grande como Francia y forman los suelos negros orgánicos, llenos de vida microscópica. En muchas regiones amazónicas es posible observar el contraste en el desarrollo de la vegetación en Oxisoles sin intervención vs. terra preta (Oxisoles mejorados con biocarbón). Lo notable de las tierras negras del Amazonas es que con un adecuado y casi elemental nivel de manejo no pierden la fertilidad, ni con el tiempo ni con las cosechas sucesivas (Petersen et al., 2001). La fertilidad de estos suelos tiene como base el carbón vegetal molido e incorporado al suelo. Este carbón es producido mediante la combustión incompleta y lenta de leña con exclusión parcial de oxígeno, en un proceso que usa relativamente bajas temperaturas (alrededor de 300 ºC). Las partículas de carbón, y no sus propiedades químicas, son las que tienen el efecto altamente positivo sobre la CIC del suelo. Con la ayuda de sofisticados métodos analíticos, en el Project on Amazonian Dark En el Marco del Protocolo de Kyoto: Qué se espera con la venta de Certificados de Reducción de Emisión de CO2 Sergio Salas * Ciclo del carbono Los Mecanismos de Desarrollo Limpio aportan a la reducción directa de emisión de gases y por ende, al control de los cambios climáticos. Colombia aún tiene mucho por hacer en el marco de estos proyectos. El cambio climático tiene hoy un impacto significativo en la estrategia, rentabilidad y decisión de inversión de muchas de las compañías y grupos del sector industrial a nivel mundial. Para poder cumplir las cuotas de reducción en la emisión de sus gases de efecto invernadero –GEI, los países del Anexo 1 del Protocolo de Kyoto compran las reducciones que se hacen en los países no anexados. Colombia, por ejemplo, si bien firmó el Protocolo de Kyoto por pertenecer a los países que no aparece en el Anexo 1, no tiene Horno artesanal para producir carbón de leña un compromiso diplomático que le imponga hacer reducciones, por lo cual tiene la posibilidad de vender éstas. Así, los países que no son del anexo ganan en dos sentidos: por un lado, en la preservación del medio ambiente y por otro, las empresas ganan dinero que invierten en la sostenibilidad del Proyecto. En este entendimiento han vendido la reducción de sus emisiones de GEI a los países en el Anexo 1, haciendo uso del Mecanismo de Desarrollo Limpio -MDL. Los proyectos de MDL pueden brindar oportunidades de inversión o compras * Gerente Sustainability Business Solutions PricewaterhouseCoopers Colombia 16 25 EN EL MARCO DEL PROTOCOLO DE KYOTO atractivas, así como posibles fuentes de créditos a costos más bajos de financiación en función de los créditos de carbono. Es decir, fuentes de financiación a partir de los bonos de carbono, que se transan en el mercado europeo. Muchos de los participantes en estos proyectos se han enfocado solamente en el flujo de crédito, pero también pueden brindar oportunidades para la inversión directa y para la construcción de alianzas estratégicas en nuevos territorios y mercados. ¿Pero que pasará después del 2012?, fecha en la cual culminará el primer periodo del Protocolo, ¿seguirá siendo interesante el mercado de venta de reducciones de emisión para los países pertenecientes al Protocolo? ¿Y cómo se ve el escenario para los proyectos actualmente en preparación en ese contexto futuro? En el marco de estas preguntas cabe mirar qué se está ‘cocinando’ hasta el 2050 1 . Las siete economías emergentes, llamadas E7: China, India, Brasil, Rusia, México, Indonesia y Turquía muestran un crecimiento acelerado en materia de emisiones frente al Grupo de los 7, dependiendo de la proporción en que sean empleadas. La diferencia oscila entre un 25% y un 75%, teniendo en cuenta que las llamadas economías emergentes serán el motor del crecimiento global, pero, ¿el mundo puede sostener tal crecimiento acelerado sin sufrir serios impactos adversos en el clima? Muchas opciones políticas relevantes son planteadas, pero vale la pena mirar en detalle algunos temas claves que pueden surgir _no obstante vayan más allá del alcance del presente documento para tener más que un punto de vista general de los mismos. 1. Impuesto al carbono 2. Acuerdo de emisiones de carbono 3. Implicaciones políticas del cambio tecnológico inducido. El impuesto al carbono El impuesto al carbono en un enfoque estándar desde la economía al problema de la contaminación ambiental es, acorde con Pigou 2 , la imposición de un impuesto a la fuente contaminante a un nivel que refleje los costos sociales de sus efectos negativos (‘externalites’) asociados con la actividad contaminante. En la práctica, estimar los costos sociales asociados con las emisiones de carbono es un gran reto, porque: • Aunque ya existe un consenso científico universal sobre el hecho de que las emisiones de carbono están vinculadas al calentamiento global, la cantidad precisa en escala y tiempo de este efecto aún no es contundentemente clara en cuanto a los requerimientos de disminución en la producción de GEI. • El impacto social y económico que causará el calentamiento global variará ampliamente entre los diferentes países y regiones (en algunas áreas, por ejemplo, temperaturas moderadamente más altas podrían ser vistas como un beneficio neto) de una manera que no tenga relación con las emisiones de esas áreas. •aun si se pudiera evaluar este impacto, expresarlo en términos financieros con el fin de traducirlo a una unidad de impuesto por CO2 emitido no es sencillo. largo plazo, sin embargo, esto no ha sido tarea fácil y nunca ha estado dentro de los objetivos principales de los agricultores. El biocarbón y la MO en el suelo.Muchos de los residuos orgánicos pueden permanecer en el suelo durante varios meses y el compost puede durar por años, no obstante, son susceptibles de pérdida debido al laboreo del suelo. La descomposición de residuos vegetales y animales en el suelo constituye un proceso biológico básico en el cual el carbono es reciclado a la atmósfera como CO2, el nitrógeno se torna disponible como amonio (NH4) y nitrato (NO3) y otros minerales como fósforo y azufre se presentan disponibles para las plantas, dentro del proceso conocido como ciclo del carbono (Burbano, 1989). Según el Nacional Resources Conservation Service (NRCS) muchas propiedades de los suelos pueden impactar su calidad, pero la MO merece una atención especial porque afecta muchas funciones del suelo que son críticas y pueden ser modificadas por las prácticas de manejo de los campos. La MO aumenta la capacidad del suelo para retener agua y nutrientes, mejora la estructura del suelo y almacena carbono reduciendo la cantidad de CO2 en la atmósfera. No obstante, aumentar la MO es un proceso lento, por ejemplo, 1 ha de suelo hasta 15 cm de profundidad pesa aproximadamente 2500 t, en consecuencia para aumentar la proporción de MO de 2% a 3% se necesitarían 25 t de residuos. Es obvio que no es posible agregar 25 t de residuos orgánicos y esperar que el contenido de MO aumente un punto porcentual, más aún, si se tiene en cuenta que sólo entre el 10% y el 20% del material original viene a formar parte de la MO. Con la adición de residuos orgánicos, primero aumenta la MO activa y gradualmente cambian las especies y la diversidad de los organismos en el suelo, al mismo tiempo, que la cantidad de MO estabilizada empieza a aumentar. Se requiere aproximadamente una década para que ocurra un incremento significativo en la MO total. Aunque los efectos benéficos de los cambios aparecen mucho antes de que los más altos niveles de MO sean cuantificables, es posible, que como resultado del regreso a prácticas no adecuadas de manejo del sistema, estos beneficios se pierdan. Es aquí donde entra a jugar un papel importante el conocimiento del material vegetal carbonáceo que incorporado en el suelo es una alternativa diferente de mejoramiento continuado en el largo plazo de las condiciones biológicas y de la CIC. El biocarbón Terra Preta do Indio‚ acelera el proceso de regeneración de los suelos y la acumulación de MO y nutrientes de manera estable y sostenible. Además, como el cambio climático es un fenómeno global idealmente se requiere 1 El Mundo en el 2050. Implicaciones del crecimiento global en la política de emisiones de carbono y cambio climático Jophn Hawksworth. Septiembre de 2006. PricewaterhouseCoopers 2 El Mundo en el 2050. Implicaciones del crecimiento global en la política de emisiones de carbono y cambio climático. Jophn Hawksworth. Septiembre de 2006. PricewaterhouseCoopers 26 Pérdida y recuperación de la materia orgánica 15 AUMENTO DE LA PRODUCTIVIDAD DE LA CAÑA DE AZÚCAR Calentamiento global el consenso mundial sobre el nivel del impuesto al carbono por unidad de emisión, que por ende incrementa los problemas de coordinación política internacional, así como las consideraciones de justicia en términos de cómo se debería distribuir la carga entre los países ricos y pobres. Si los países de forma individual establecen sus propios impuestos al carbono, entonces la preocupación por los impactos adversos sobre la competitividad de los sectores más afectados, podría llevar a presiones políticas significativas para mantener bajos los niveles del impuesto al carbono o para permitir excepciones o tasas menores para los sectores de carbono intensivo expuestos a la competencia internacional. Estas presiones políticas pueden ser más difíciles de resistir para los gobiernos nacionales en ausencia de un consenso internacional fuerte sobre la necesidad de impuestos al carbono. KLessmann 3 Edenhofer y (2006) comparan los resultados desde un rango con distintos modelos mirando los niveles del gravamen/precios al carbono necesarios para alcanzar la estabilización de los niveles atmosféricos de CO2 alrededor de 450 partes por millón. • Si los modelos no permiten el cambio tecnológico inducido, el rango de gravamen al carbono requerido hacia el 2050 estaría alrededor de los US$60 hasta los US$750 por tonelada de carbono en dólares americanos constantes de 1995; y • Si se tiene en cuenta el cambio tecnológico inducido (es decir, el aprendizaje 3 Edenhofer, O., KLessmann, 2006. Induced technical change: Exploring its implication for the economics of atmospheric stabilization. Synthesis Report from the Innovation Modelling Comparison Project. 28 MO, aumentan el riesgo de erosión, destruyen el hábitat de organismos benéficos y causan compactación. La porosidad y la infiltración de agua disminuyen generalmente después de las operaciones de preparación intensiva de los suelos. El aumento de la aireación debido al laboreo del suelo, unido a la ausencia de carbono orgánico en las fertilizaciones, ha causado más del 50% de la reducción en la cantidad del humus natural de muchos suelos de EU, y sin ninguna duda, en los suelos agrícolas de Colombia. El intenso laboreo del suelo que se hace en la zona azucarera puede reducir el porcentaje de MO a niveles por debajo del 1%, lo cual es biológicamente negativo para el desarrollo de cultivos. Cada vez que se remueve el suelo existe el peligro de erosión por efecto de las gotas de lluvia, el viento o por el riego. Independientemente de la cantidad de suelo erosionado en cada evento, los daños al sistema suelo-planta son acumulativos y se manifiestan en el tiempo con menores producciones de caña y azúcar. El suelo removido por erosión tiene tres veces más nutrientes y es entre1.5 y 5 veces más rico en materia orgánica; por esta razón, el 13 suelo en los primeros 10 cm del perfil es el principal capital del agricultor, donde ocurre la actividad biológica más intensa. La materia orgánica y la fertilidad del suelo La importancia de la MO en la fertilidad del suelo ha sido objeto de numerosos estudios a través del tiempo (Lync, 1982; Suárez de Castro, 1980). El agricultor no está en capacidad de cambiar la pendiente ni la textura del suelo y muchos menos el clima; pero sí puede reducir o eliminar la mecanización, hacer rotaciones de cultivos, aplicar enmiendas apropiadas y escoger opciones de manejo más amigables con el ambiente. Esto le permite cambiar o mantener la estructura, la actividad biológica y el contenido químico de los suelos. Consecuentemente puede influir sobre la tasa de erosión, las poblaciones de insectos, la disponibilidad de nutrientes y la producción de cultivos. Aumentar el contenido porcentual de MO mediante aplicaciones regulares de residuos orgánicos puede ser la forma más importante para regenerar la calidad de un suelo y garantizar su desempeño en el AUMENTO DE LA PRODUCTIVIDAD DE LA CAÑA DE AZÚCAR para sorpresa de muchos y en contra de los resultados estadísticos se recomendaron consistentemente dosis más altas. Desafortunadamente la forman como están planteados los experimentos no permite un análisis económico confiable por lo que Cenicaña no ha dado recomendaciones de uso de fertilizantes con base en este tipo de análisis. crecimiento y reduce el azúcar recuperable y la pureza de los jugos. Los aminoácidos reaccionan con los azúcares reductores durante la molienda y producen colorantes de alto peso molecular, que afectan la calidad del azúcar. La probabilidad de la ocurrencia de volcamiento y chulquines aumenta con las dosis altas de N (Manual of canegrowing, Queensland, Australia). La urea y su impacto en la fertilidad del suelo. Investigadores de la Universidad de Wisconsin (Madison) después de 37 años de observaciones encontraron que la aplicación continuada de fertilizantes nitrogenados ocasionó daños irreparables en los suelos. En las granjas americanas el N tiene una tasa de eficiencia del 50%, o sea, que sólo la mitad del N aplicado es realmente utilizado por las plantas y el resto se convierte en el dañino ácido nítrico. Después de tres décadas de aplicación excesiva de N se ha destruido un porcentaje de la fertilidad de los suelos equivalente al alcanzado con 5000 años de agricultura utilizando fuentes orgánicas naturales como insumos. Para evitar este efecto negativo de la urea en los microorganismos del suelo, es urgente reconocer que en el manejo del cultivo debe haber más biología que química y que mientras más rápido se empiece a manejar la vida en los suelos, más cultivos alta y sosteniblemente productivos se van a lograr. Mediante el entendimiento de los principios sobre cómo funcionan los suelos en estado natural, los agricultores pueden desarrollar y mantener productivos y rentables los suelos, no sólo para ellos sino también para las futuras generaciones. Algunas de las labores que se hacen ahora a un alto costo pueden ser hechas mediante procesos naturales a muy bajo costo o totalmente gratis utilizando los recursos de las propias fincas. Ejemplos de esta situación son los trabajos que actualmente se adelantan en el ingenio Providencia (Besosa et al., 2003) y en la reserva El Hatico (Molina et al., 2003) Las excesivas aplicaciones de N acidifican los suelos y estimulan una intensa actividad microbiana que, a su vez, acelera la descomposición de la MO. El N en exceso reduce la relación de C/N en el suelo, lo cual dispara la actividad de los microorganismos que entran a descomponer más MO. Eventualmente, el carbono baja hasta niveles en los cuales las poblaciones de bacterias se reducen en número, lo que ocasiona una menor mineralización y una mayor pérdida de N por lixiviación (Sustainable Soil Management, ATTRA, NCAT, 2004). Esto explica, en parte, lo que ocurre con la excesiva aplicación de N como urea en campos de caña de azúcar. Adicionalmente, en la planta resultan altos niveles de aminoácidos, principalmente aspargina en los tallos, que prolonga el en la experiencia) los efectos en el rango de gravamen al carbono requerido estaría alrededor de los US$50 hasta los US$450 por tonelada de carbono en dólares americanos constantes de 1995. Al expresarlo en dólares americanos de 2005, el rango general se traduce alrededor de los US$60 – US$900 por tonelada de carbono o lo que equivale a decir casi US$15 - US$250 por tonelada de CO2 equivalente. Al final el menor valor de este mayor rango es similar al reciente gravamen al carbono en el Esquema de Comercialización de Emisiones de la Unión Europea, pero un tanto por debajo de los niveles del impuesto al carbono en Noruega. En resumen, los impuestos al carbono, en teoría, son atractivos, pero enfrentan un número significativo de problemas prácticos y políticos que pueden bloquear su introducción o llevar (como en el caso noruego) a excepciones o tasas reducidas que silencien los efectos del gravamen a las emisiones. Acuerdo de emisiones de carbono En relación con la comercialización de emisiones, en contraste con el impuesto al carbono el cual busca gravarlas, la comercialización de emisiones busca establecer el monto total de emisiones y dejar que la demanda y oferta del mercado establezca el precio. Si las cuotas de las emisiones a comercializar no cubren el total de las emisiones actuales, entonces aquellas con costos de mitigación relativamente bajos se pueden vender a aquellos con costos altos de mitigación de emisiones, de tal forma que se promueva su reducción de la manera más efectiva en cuanto a costos, mientras que al mismo tiempo se establezca el precio del carbono para que actúe como señal para los potenciales inversionistas en tecnologías de carbono a futuro. El Reino Unido estableció en el 2002 un sistema de comercialización de emisiones relativamente pequeño, pero por lo lejos del desarrollo más significativo y grande en el Los cañicultores australianos sufrieron durante 25 años el llamado ‘long term yield declining problem’, una situación muy parecida a la diagnosticada en este documento. No obstante, salieron del problema cuando le devolvieron la vida a sus campos y los comenzaron a tratarlos como los entes vivos que son. La erosión del suelo. Arar y subsolar el suelo son prácticas comunes en el cultivo de caña de azúcar. Muchas veces estas labores destruyen la estructura natural del suelo, aceleran la descomposición y la pérdida de 12 29 EN EL MARCO DEL PROTOCOLO DE KYOTO área de comercialización del carbono, en enero de 2005 se lanzó el Esquema de Comercialización de Emisiones (ETS por sus siglas en inglés) de la Unión Europea-UE, el cual cubre casi la mitad de las emisiones de carbono de los 25 miembros de la UE (sólo aplica a la generación de energía y a los sectores de la industria pesada). Por tanto, el enfoque se hará en lo que queda de esta subsección en el futuro, tanto del ETS de la UE como de los futuros esquemas de este tipo. En el 2005 se estimó que el mercado del ETS de la UE manejó un volumen de comercialización cercano a las 322 millones de toneladas de CO2, equivalente con un valor comercial total alrededor de los ¤6.6 billones (US$8.2 billones). Después de comenzar por debajo de los ¤10/t CO2 equivalente, los precios del carbono aumentaron a un pico cercano a los ¤30/t CO2 equivalente a mediados del 2005 antes de que oscilara en un rango entre los ¤20-30/t CO2 equivalente, lo cual llevó a precios extraordinarios de Reducción de Emisiones Certificadas (CER¨s por sus siglas en ingles) para los países no Anexo 1 del Protocolo de Kyoto, incluso alrededor de los ¤15 /t CO2 equivalente. En la primavera de 2006, no obstante, la verificación de los datos arrojó que, en total, las cuotas distribuidas libremente excedieron las emisiones reales en un margen considerable, excepto en la generación de energía. Con la oferta superando la demanda, los precios del carbono cayeron drásticamente a casi ¤10-15/t CO2 equivalente, lo cual implico una caída en los precios de los CER´s para los países no Anexo 1 del Protocolo, cerca de ¤5 /t CO2 equivalente. La conclusión que (con el beneficio de la retrospectiva competente) muchos de los comentaristas han puntualizado es que el mercado y la verificación han funcionado bien, pero que la distribución inicial puede haber estado establecida a un nivel muy alto. se hace subsolado profundo con equipos de alta capacidad, lo que trae como consecuencia mayores pérdidas de la MO. En este sentido es necesario reconocer que en la región se ha avanzado muy poco en el desarrollo de tecnologías de labranza mínima como sistema de cultivo sostenible y amigable con el medio ambiente. Aquí vale la pena mencionar apartes del texto de Paul Hepperly (The Rodale Institute, Pennsilvania -2005): ‘los plaguicidas y los fertilizantes modernos son ejemplos de tecnologías estériles y extensiones de tecnologías de guerra, diseñadas para matar. Basar nuestros sistemas de producción de cultivos y alimentos en venenos y pretender reemplazar la fuerza de la vida en los suelos con simples sales de síntesis química, son ejemplos perfectos de cómo la ciencia y la tecnología pueden ser usadas por el hombre de forma destructiva, con un enfoque ignorante y egoísta. Con demasiada frecuencia es muy poco lo que sabemos de los resultados de nuestras acciones y de cómo ellas afectan los balances naturales, por ejemplo, al eliminar un insecto plaga también se están eliminando los polinizadores y otros organismos benéficos. Sería mejor trabajar con la naturaleza y ser conscientes de su grandeza. Cuando se asume que algo vivo es el enemigo, estamos montando un conflicto contra nosotros mismos, pues todos somos parte del gran tejido de la vida’. Y verdaderamente, la única manera de ganar, es que la naturaleza prevalezca, así los seres humanos quedemos algo cortos en nuestras metas. Son muchos los casos, en los cuales la mal llamada moderna agricultura intensiva, que está manejada por restricciones económicas de corto plazo se ve forzada a sobre utilizar fertilizantes artificiales en detrimento de la fertilidad natural de los suelos. En el caso del Valle del Cauca, por ejemplo, en el período 1975-85 se aplicaba urea a razón de 200 kg/ha en socas y 100 Emisión de carbono a la atmósfera y emisión de carbono por deforestación según los países. 30 11 kg/ha en plantillas. Esto era cuando sobraban recursos económicos, porque cuando no los había, que sucedió con mucha frecuencia, se aplicaba la mitad de la dosis a las socas y nada a las plantillas. Con esta fertilización se alcanzaba una productividad de caña de 1.33 TC/kg de N aplicado, que es un muy buen resultado para el dinero invertido en el insumo urea. Hoy en día, la productividad de cada kilo de nitrógeno aplicado ha caído a un nivel tan bajo como 0.67 TC cuando se aplican hasta 400 kg/ha de urea para producir igual o menos cantidad de caña. El punto a recalcar es que hace 30 años se aplicaba la mitad o menos de la dosis actual y se obtenían resultados productivos similares, luego la contribución marginal de la mitad de la dosis tiende a ser cero. Bajo el actual sistema de manejo estándar convencional para producir caña, la urea ha sido un insumo fundamental y por mucho tiempo el costo del nitrógeno sintético fue considerado barato. Pero ahora las cosas han cambiado y los costos del gas, el principal insumo para su producción, han subido. La urea ya no es el producto barato que solía ser y no parece que en el futuro vuelva a serlo, su precio está ligado al del petróleo y tiene el agravante de que hay un alto costo de energía para producir los fertilizantes nitrogenados, por tanto, de ahora en adelante los balances de energía van a ser los que den las pautas para su uso. Surge, entonces, la utilización de la MO y el manejo de los microorganismos como alternativas posible para mejorar y mantener la fertilidad de los suelos Un ejemplo del uso excesivo de urea en caña lo constituyen algunas experiencias en Cenicaña. Prácticamente, y como una constante, es evidente en la representación gráfica de los resultados que los puntos físicos y económicamente óptimos para las aplicaciones de nitrógeno aparentemente se encuentran entre 90 y 110 kg/ha, sin embargo, AUMENTO DE LA PRODUCTIVIDAD DE LA CAÑA DE AZÚCAR de microporos debido a la dispersión de éstas causada por el exceso de Mg++. Todos los equipos utilizados en el transporte de caña compactan el suelo hasta niveles similares y los daños se concentran en los primeros 30 cm de profundidad (Torres y Villegas, 1993). Las conclusiones de algunos trabajos indican que la compactación del suelo y la cosecha en época humedad pueden resultar en pérdidas hasta del 42% en los rendimientos de la cosecha siguiente (Torres y Pantoja, 2005). En consecuencia, se puede asegurar que los suelos con cultivo de caña en Colombia se encuentran altamente compactados como resultado de prácticas no adecuadas de manejo que han ocasionado igualmente la pérdida de la MO y de la CIC. El exceso de cationes. En el Valle del Cauca existen cerca de 117,000 ha que presentan una alta saturación de Mg++ intercambiable el cual afecta las propiedades químicas, físicas y biológicas del suelo. En áreas bajas existen, además, evidencias de sobresaturación de Ca++ con su consecuente precipitación como calcita o dragonita, siendo evidente la alcalinidad ligera en todos los horizontes superiores del perfil . En general los suelos arcillosos magnésicos frecuentes en la zona presentan baja capacidad de aireación, baja permeabilidad y de almacenamiento de agua (García et al., 2003). Las prácticas tradicionales de cultivo. El cultivo de la caña de azúcar en el Valle del Cauca se basa en la aplicación de los postulados de la revolución verde que considera como única alternativa de producción el uso intensivo de insumos químicos y maquinaria. Para la fertilización se hacen aplicaciones de sales simples de síntesis química que proporcionan los nutrientes que la planta necesita para su producción y desarrollo, pero que alteran el balance químico en el suelo especialmente el pH. Para mejorar las condiciones de los suelos compactados Dr. Al Trouse Adelantándonos a la siguiente fase del ETS de la UE, el cual cubre el periodo crítico entre 2008-12 para lograr las metas de Kyoto, una lección obvia es que el monto de cuotas libres necesita establecerse de alguna forma por debajo de los niveles de emisiones, aunque éste podría complementarse con la subasta de algunas cuotas adicionales (con utilidades recicladas en las medidas que sustentan la reducción en las emisiones de carbono). Cambio tecnológico inducido La introducción de los cambios ha sido uno de los desarrollos más recientes en el modelo económico y en el análisis relacionado con el cambio climático. Este se refiere al crecimiento endógeno extensivo de la literatura y a los efectos del aprendizaje por la experiencia de permitir medidas políticas climáticas que influencien la dirección y el ritmo del desarrollo tecnológico en el modelo, en lugar de que solamente sea una presunción de ingreso ajustado (exógeno), como en realidad es el caso, relativamente sencillo en referencia al sector energético. pobres se incorpore a los modelos. Una de las razones para ello es que como el cambio climático se avecina en la agenda, las compañías en las economías industrializadas van a estar bajo una presión en aumento de sus clientes y posiblemente también de sus gobiernos para implementar políticas climáticas amables a nivel mundial, no solamente en sus propios países. Los modelos tradicionales con cambios tecnológicos exógenos tienden a encontrar, que si se estimula a las economías industrializadas para reducir sus emisiones a través de un impuesto al carbono o un sistema de ‘captura y comercialización’, esto probablemente los llevará a la migración de los sectores contaminantes a desarrollar economías donde tales costos/restricciones no apliquen. Como lo argumentan Grubb 4 (2000) y Grubb 5 (2002), no obstante, esto ignora los excedentes positivos que probablemente ocurran una vez que la difusión tecnológica de los países más ricos a los más La conclusión general es que existe un caso fuerte para actuar anticipadamente con base en las distintas mezclas políticas. Esto podría incluir los impuestos al carbono y/o su comercialización, pero también incluiría el rango de otras políticas para estimular la innovación en tecnologías de carbono bajo. Los gobiernos tendrían un papel relacionado con la investigación científica básica, pero existe un vacío en desarrollar políticas que soporten la inversión semilla en el marco amplio de las nuevas tecnologías. Esto podría ser particularmente importante en el sector del transporte, donde (con la excepción parcial 4 Grubb, M (2000), Economic dimensions of technological and global responses to the Kyoto Protocol”Journal of Economic Studies 5 Grubb, M,J Koehler and D Anderson 2002. Induced technical change in energy and environmental modeling . Annual Reviue of Energy and the environmental. Suelo compactado por mecanización 10 31 EN EL MARCO DEL PROTOCOLO DE KYOTO de los biocombustibles) aun no existe una tecnología baja en carbono probada que reemplace a la gasolina y el diesel, en oposición al sector eléctrico donde ya existe un rango de tecnologías de tal tipo, así no sean económicamente viables del todo. Otro punto importante es que las economías emergentes como la China e India son cada vez más conscientes de sus propios problemas ambientales y quieren desarrollar por su propia cuenta tecnologías bajas en carbono, así como la imposición de estándares ambientales más altos para los inversionistas internos. Grubb 6 (2002) señala que la India en este momento es el segundo mercado más grande de energía renovable en el mundo, después de la Unión Europea y muy posiblemente China también comience a incursionar significativamente en este mercado con el transcurrir del tiempo. Así las cosas, no es claro para los países no Anexo 1 del Protocolo, como Colombia, si continuará existiendo una buena expectativa en cuanto al precio de venta de reducciones certificadas de emisión, siendo claro que se tendrá que ser más eficiente en el corto plazo en el aprovechamiento de las oportunidades de proyectos armonizados al Mecanismo de Desarrollo Limpio MDL, de tal suerte que se logre la venta hoy a los precios del mercado, considerados atractivos. Colombia y el mecanismo de desarrollo limpio -MDL Aún quedan muchas posibilidades por explorar en los campos como: cogeneración de energía; eficiencia energética de instalaciones y procesos; energía renovable en cuanto a biomasa; fuentes menos intensivas de carbono; transporte sostenible y en general, en proyectos que conlleven a una reducción directa en la emisión de gases. En este sentido es importante que los diferentes sectores entren a cuestionarse y evalúen en profundidad y detalle sus potenciales y oportunidades, con el fin de plantear acciones que les permitan generar una armonía entre su desempeño sostenible y su estrategia de MDL, potencializando el uso de los Certificados de Reducción de Emisión (CER), al igual que el valor de la empresa, su potencial contribución y el aporte al control de los cambios climáticos en el país y en el mundo. La MO estable alcanza valores de CIC entre dos y 30 veces más altos que las arcillas, llegando a ser responsable del 90% de la disponibilidad total de nutrientes en el suelo. Generalmente, la CIC no es modificable en forma directa para manejar la fertilidad del suelo ya que la respuesta sólo ocurre en el largo plazo, no obstante, se utiliza como referencia. La forma más practica de controlar y mantener la CIC es mantener volúmenes adecuados de MO en el suelo. Es posible que el agricultor no pueda cambiar la proporción de arcillas en el suelo, pero si podrá fácilmente reducir la cantidad de MO y con mucha más dificultad aumentarla. La MO estable actúa como una esponja que puede llegar a retener agua hasta seis veces su peso, así, en un año seco en suelos arenosos el agua retenida por la MO puede hacer la diferencia entre el éxito y el fracaso del cultivo. El suelo y la productividad del cultivo de caña En este documento se presenta el problema que significa la baja capacidad de los suelos en el Valle del río Cauca para producir más caña por hectárea (TCH) como resultado de la pérdida de fertilidad, lo que demanda la adopción inmediata de tecnologías para garantizar la sostenibilidad de la agroindustria en el tiempo. Algunas de las evidencias que sustentan esta hipótesis son las siguientes: El bajo contenido de MO. En la parte plana del Valle del río Cauca el 32% de los suelos contiene menos de 2% de MO, el 66% contiene entre 2% y 4% el 2% restante contiene más del 4% de MO (Quintero, 2003). Un ejemplo de esta condición se presenta en suertes del Ingenio Central Castilla donde bajo condiciones de suelos y topografía diferentes, el 50% de ellas tiene menos que 2% de MO y el 97% restante menos que 4%, cuando lo normal en la zona estaría entre 4% y 5% de MO (Guillermo Ayalde, com. personal); es decir, que en las suertes de este ingenio el contenido de MO no es suficiente para garantizar la fertilidad. Según Alvaro García (com. personal) entre 1975 y 2006, los suelos agrícolas de la región han perdido el 50% de su MO. La pérdida de porosidad en los suelos. García et al. (2003) encontraron en un porcentaje considerable de suelos del Valle del Cauca altos contenidos de arcilla y ausencia Partículas de Suelo Agua Aire 6 Grubb, M,J Koehler and D Anderson 2002. “Induced technical change in energy and environmental modeling . Annual Reviue of Energy and the environmental. 32 Suelo no Compactado 9 Suelo Compactado AUMENTO DE LA PRODUCTIVIDAD DE LA CAÑA DE AZÚCAR