En el Marco del Protocolo de Kyoto: Qué se espera con la venta de

Transcripción

En el Marco del Protocolo de Kyoto: Qué se espera con la venta de
Los suelos Terra Preta do Indio
Los antiguos habitantes del Amazonas
construyeron a partir de suelos tropicales rojos
(Oxisoles), ácidos y de baja fertilidad, los
suelos conocidos como Terra Preta do Indio.
Estos suelos tienen un horizonte A con una
profundidad hasta de 2 m y fueron fabricados
por los amerindios del Amazonas hace más
2000 años y aún siguen siendo los más fértiles
de la región, a pesar de la intensa explotación
a que han sido sometidos. Su extensión total
puede ser tan grande como Francia y forman
los suelos negros orgánicos, llenos de vida
microscópica.
En muchas regiones amazónicas es
posible observar el contraste en el desarrollo
de la vegetación en Oxisoles sin intervención
vs. terra preta (Oxisoles mejorados con
biocarbón). Lo notable de las tierras negras
del Amazonas es que con un adecuado y casi
elemental nivel de manejo no pierden la
fertilidad, ni con el tiempo ni con las cosechas
sucesivas (Petersen et al., 2001). La fertilidad
de estos suelos tiene como base el carbón
vegetal molido e incorporado al suelo. Este
carbón es producido mediante la combustión
incompleta y lenta de leña con exclusión parcial
de oxígeno, en un proceso que usa
relativamente bajas temperaturas (alrededor
de 300 ºC). Las partículas de carbón, y no
sus propiedades químicas, son las que tienen
el efecto altamente positivo sobre la CIC del
suelo. Con la ayuda de sofisticados métodos
analíticos, en el Project on Amazonian Dark
En el Marco del Protocolo de Kyoto:
Qué se espera con la venta de
Certificados de Reducción de Emisión de CO2
Sergio Salas *
Ciclo del carbono
Los Mecanismos de Desarrollo Limpio aportan a la reducción directa
de emisión de gases y por ende, al control de los cambios climáticos.
Colombia aún tiene mucho por hacer en el marco de estos proyectos.
El cambio climático tiene hoy un impacto
significativo en la estrategia, rentabilidad y
decisión de inversión de muchas de las
compañías y grupos del sector industrial a
nivel mundial. Para poder cumplir las cuotas
de reducción en la emisión de sus gases de
efecto invernadero –GEI, los países del Anexo
1 del Protocolo de Kyoto compran las
reducciones que se hacen en los países no
anexados.
Colombia, por ejemplo, si bien firmó
el Protocolo de Kyoto por pertenecer a los
países que no aparece en el Anexo 1, no tiene
Horno artesanal para producir carbón de leña
un compromiso diplomático que le imponga
hacer reducciones, por lo cual tiene la
posibilidad de vender éstas. Así, los países
que no son del anexo ganan en dos sentidos:
por un lado, en la preservación del medio
ambiente y por otro, las empresas ganan dinero
que invierten en la sostenibilidad del Proyecto.
En este entendimiento han vendido la
reducción de sus emisiones de GEI a los países
en el Anexo 1, haciendo uso del Mecanismo
de Desarrollo Limpio -MDL.
Los proyectos de MDL pueden brindar
oportunidades de inversión o compras
* Gerente Sustainability Business Solutions
PricewaterhouseCoopers
Colombia
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25
EN EL MARCO DEL PROTOCOLO DE KYOTO
atractivas, así como posibles fuentes de
créditos a costos más bajos de financiación
en función de los créditos de carbono. Es
decir, fuentes de financiación a partir de los
bonos de carbono, que se transan en el
mercado europeo. Muchos de los participantes
en estos proyectos se han enfocado solamente
en el flujo de crédito, pero también pueden
brindar oportunidades para la inversión directa
y para la construcción de alianzas estratégicas
en nuevos territorios y mercados.
¿Pero que pasará después del 2012?,
fecha en la cual culminará el primer periodo
del Protocolo, ¿seguirá siendo interesante el
mercado de venta de reducciones de emisión
para los países pertenecientes al Protocolo?
¿Y cómo se ve el escenario para los proyectos
actualmente en preparación en ese contexto
futuro?
En el marco de estas preguntas cabe
mirar qué se está ‘cocinando’ hasta el 2050 1 .
Las siete economías emergentes, llamadas
E7:
China, India, Brasil, Rusia, México,
Indonesia y Turquía muestran un crecimiento
acelerado en materia de emisiones frente al
Grupo de los 7, dependiendo de la proporción
en que sean empleadas. La diferencia oscila
entre un 25% y un 75%, teniendo en cuenta
que las llamadas economías emergentes serán
el motor del crecimiento global, pero, ¿el mundo
puede sostener tal crecimiento acelerado sin
sufrir serios impactos adversos en el clima?
Muchas opciones políticas relevantes
son planteadas, pero vale la pena mirar en
detalle algunos temas claves que pueden surgir
_no obstante vayan más allá del alcance del
presente documento para tener más que un
punto de vista general de los mismos.
1. Impuesto al carbono
2. Acuerdo de emisiones de carbono
3. Implicaciones políticas del cambio
tecnológico inducido.
El impuesto al carbono
El impuesto al carbono en un enfoque estándar
desde la economía al problema de la
contaminación ambiental es, acorde con
Pigou 2 , la imposición de un impuesto a la
fuente contaminante a un nivel que refleje los
costos sociales de sus efectos negativos
(‘externalites’) asociados con la actividad
contaminante. En la práctica, estimar los
costos sociales asociados con las emisiones
de carbono es un gran reto, porque:
• Aunque ya existe un consenso
científico universal sobre el hecho de que las
emisiones de carbono están vinculadas al
calentamiento global, la cantidad precisa en
escala y tiempo de este efecto aún no es
contundentemente clara en cuanto a los
requerimientos de disminución en la producción
de GEI.
• El impacto social y económico que
causará el calentamiento global variará
ampliamente entre los diferentes países y
regiones (en algunas áreas, por ejemplo,
temperaturas moderadamente más altas
podrían ser vistas como un beneficio neto) de
una manera que no tenga relación con las
emisiones de esas áreas.
•aun si se pudiera evaluar este
impacto, expresarlo en términos financieros
con el fin de traducirlo a una unidad de
impuesto por CO2 emitido no es sencillo.
largo plazo, sin embargo, esto no ha sido tarea
fácil y nunca ha estado dentro de los objetivos
principales de los agricultores.
El biocarbón y la MO en el suelo.Muchos
de los residuos orgánicos pueden permanecer
en el suelo durante varios meses y el compost
puede durar por años, no obstante, son
susceptibles de pérdida debido al laboreo del
suelo.
La descomposición de residuos
vegetales y animales en el suelo constituye
un proceso biológico básico en el cual el
carbono es reciclado a la atmósfera como
CO2, el nitrógeno se torna disponible como
amonio (NH4) y nitrato (NO3) y otros minerales
como fósforo y azufre se presentan disponibles
para las plantas, dentro del proceso conocido
como ciclo del carbono (Burbano, 1989).
Según el Nacional Resources
Conservation Service (NRCS) muchas
propiedades de los suelos pueden impactar
su calidad, pero la MO merece una atención
especial porque afecta muchas funciones del
suelo que son críticas y pueden ser modificadas
por las prácticas de manejo de los campos.
La MO aumenta la capacidad del suelo para
retener agua y nutrientes, mejora la estructura
del suelo y almacena carbono reduciendo la
cantidad de CO2 en la atmósfera. No obstante,
aumentar la MO es un proceso lento, por
ejemplo, 1 ha de suelo hasta 15 cm de
profundidad pesa aproximadamente 2500 t,
en consecuencia para aumentar la proporción
de MO de 2% a 3% se necesitarían 25 t de
residuos. Es obvio que no es posible agregar
25 t de residuos orgánicos y esperar que el
contenido de MO aumente un punto
porcentual, más aún, si se tiene en cuenta
que sólo entre el 10% y el 20% del material
original viene a formar parte de la MO.
Con la adición de residuos orgánicos,
primero aumenta la MO activa y gradualmente
cambian las especies y la diversidad de los
organismos en el suelo, al mismo tiempo, que
la cantidad de MO estabilizada empieza a
aumentar. Se requiere aproximadamente una
década para que ocurra un incremento
significativo en la MO total. Aunque los efectos
benéficos de los cambios aparecen mucho
antes de que los más altos niveles de MO
sean cuantificables, es posible, que como
resultado del regreso a prácticas no
adecuadas de manejo del sistema, estos
beneficios se pierdan.
Es aquí donde entra a jugar un papel
importante el conocimiento del material vegetal
carbonáceo que incorporado en el suelo es
una alternativa diferente de mejoramiento
continuado en el largo plazo de las condiciones
biológicas y de la CIC. El biocarbón Terra
Preta do Indio‚ acelera el proceso de
regeneración de los suelos y la acumulación
de MO y nutrientes de manera estable y
sostenible.
Además, como el cambio climático es
un fenómeno global idealmente se requiere
1 El Mundo en el 2050. Implicaciones del crecimiento global en la política de emisiones de carbono y cambio climático
Jophn Hawksworth. Septiembre de 2006. PricewaterhouseCoopers
2 El Mundo en el 2050. Implicaciones del crecimiento global en la política de emisiones de carbono y cambio climático.
Jophn Hawksworth. Septiembre de 2006. PricewaterhouseCoopers
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Pérdida y recuperación de la materia orgánica
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AUMENTO DE LA PRODUCTIVIDAD DE LA CAÑA DE AZÚCAR
Calentamiento global
el consenso mundial sobre el nivel del impuesto
al carbono por unidad de emisión, que por
ende incrementa los problemas de
coordinación política internacional, así como
las consideraciones de justicia en términos
de cómo se debería distribuir la carga entre
los países ricos y pobres.
Si los países de forma individual
establecen sus propios impuestos al carbono,
entonces la preocupación por los impactos
adversos sobre la competitividad de los
sectores más afectados, podría llevar a
presiones políticas significativas para mantener
bajos los niveles del impuesto al carbono o
para permitir excepciones o tasas menores
para los sectores de carbono intensivo
expuestos a la competencia internacional.
Estas presiones políticas pueden ser más
difíciles de resistir para los gobiernos
nacionales en ausencia de un consenso
internacional fuerte sobre la necesidad de
impuestos al carbono.
KLessmann 3
Edenhofer y
(2006)
comparan los resultados desde un rango con
distintos modelos mirando los niveles del
gravamen/precios al carbono necesarios para
alcanzar la estabilización de los niveles
atmosféricos de CO2 alrededor de 450 partes
por millón.
• Si los modelos no permiten el
cambio tecnológico inducido, el rango de
gravamen al carbono requerido hacia el 2050
estaría alrededor de los US$60 hasta los
US$750 por tonelada de carbono en dólares
americanos constantes de 1995; y
• Si se tiene en cuenta el cambio
tecnológico inducido (es decir, el aprendizaje
3 Edenhofer, O., KLessmann, 2006. Induced technical change: Exploring its implication for the economics of atmospheric
stabilization. Synthesis Report from the Innovation Modelling Comparison Project.
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MO, aumentan el riesgo de erosión, destruyen
el hábitat de organismos benéficos y causan
compactación. La porosidad y la infiltración
de agua disminuyen generalmente después
de las operaciones de preparación intensiva
de los suelos.
El aumento de la aireación debido al
laboreo del suelo, unido a la ausencia de
carbono orgánico en las fertilizaciones, ha
causado más del 50% de la reducción en la
cantidad del humus natural de muchos suelos
de EU, y sin ninguna duda, en los suelos
agrícolas de Colombia. El intenso laboreo del
suelo que se hace en la zona azucarera puede
reducir el porcentaje de MO a niveles por
debajo del 1%, lo cual es biológicamente
negativo para el desarrollo de cultivos. Cada
vez que se remueve el suelo existe el peligro
de erosión por efecto de las gotas de lluvia,
el viento o por el riego. Independientemente
de la cantidad de suelo erosionado en cada
evento, los daños al sistema suelo-planta son
acumulativos y se manifiestan en el tiempo
con menores producciones de caña y azúcar.
El suelo removido por erosión tiene tres veces
más nutrientes y es entre1.5 y 5 veces más
rico en materia orgánica; por esta razón, el
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suelo en los primeros 10 cm del perfil es el
principal capital del agricultor, donde ocurre
la actividad biológica más intensa.
La materia orgánica y la fertilidad del suelo
La importancia de la MO en la fertilidad del
suelo ha sido objeto de numerosos estudios
a través del tiempo (Lync, 1982; Suárez de
Castro, 1980). El agricultor no está en
capacidad de cambiar la pendiente ni la textura
del suelo y muchos menos el clima; pero sí
puede reducir o eliminar la mecanización,
hacer rotaciones de cultivos, aplicar enmiendas
apropiadas y escoger opciones de manejo
más amigables con el ambiente. Esto le
permite cambiar o mantener la estructura, la
actividad biológica y el contenido químico de
los suelos. Consecuentemente puede influir
sobre la tasa de erosión, las poblaciones de
insectos, la disponibilidad de nutrientes y la
producción de cultivos. Aumentar el contenido
porcentual de MO mediante aplicaciones
regulares de residuos orgánicos puede ser la
forma más importante para regenerar la calidad
de un suelo y garantizar su desempeño en el
AUMENTO DE LA PRODUCTIVIDAD DE LA CAÑA DE AZÚCAR
para sorpresa de muchos y en contra de los
resultados estadísticos se recomendaron
consistentemente dosis más altas.
Desafortunadamente la forman como están
planteados los experimentos no permite un
análisis económico confiable por lo que
Cenicaña no ha dado recomendaciones de
uso de fertilizantes con base en este tipo de
análisis.
crecimiento y reduce el azúcar recuperable y
la pureza de los jugos. Los aminoácidos
reaccionan con los azúcares reductores durante
la molienda y producen colorantes de alto peso
molecular, que afectan la calidad del azúcar.
La probabilidad de la ocurrencia de volcamiento
y chulquines aumenta con las dosis altas de
N (Manual of canegrowing, Queensland,
Australia).
La urea y su impacto en la fertilidad del
suelo. Investigadores de la Universidad de
Wisconsin (Madison) después de 37 años de
observaciones encontraron que la aplicación
continuada de fertilizantes nitrogenados
ocasionó daños irreparables en los suelos.
En las granjas americanas el N tiene una tasa
de eficiencia del 50%, o sea, que sólo la mitad
del N aplicado es realmente utilizado por las
plantas y el resto se convierte en el dañino
ácido nítrico. Después de tres décadas de
aplicación excesiva de N se ha destruido un
porcentaje de la fertilidad de los suelos
equivalente al alcanzado con 5000 años de
agricultura utilizando fuentes orgánicas
naturales como insumos.
Para evitar este efecto negativo de la
urea en los microorganismos del suelo, es
urgente reconocer que en el manejo del cultivo
debe haber más biología que química y que
mientras más rápido se empiece a manejar la
vida en los suelos, más cultivos alta y
sosteniblemente productivos se van a lograr.
Mediante el entendimiento de los principios
sobre cómo funcionan los suelos en estado
natural, los agricultores pueden desarrollar y
mantener productivos y rentables los suelos,
no sólo para ellos sino también para las futuras
generaciones. Algunas de las labores que se
hacen ahora a un alto costo pueden ser hechas
mediante procesos naturales a muy bajo costo
o totalmente gratis utilizando los recursos de
las propias fincas. Ejemplos de esta situación
son los trabajos que actualmente se adelantan
en el ingenio Providencia (Besosa et al., 2003)
y en la reserva El Hatico (Molina et al., 2003)
Las excesivas aplicaciones de N
acidifican los suelos y estimulan una intensa
actividad microbiana que, a su vez, acelera
la descomposición de la MO. El N en exceso
reduce la relación de C/N en el suelo, lo cual
dispara la actividad de los microorganismos
que entran a descomponer más MO.
Eventualmente, el carbono baja hasta niveles
en los cuales las poblaciones de bacterias se
reducen en número, lo que ocasiona una
menor mineralización y una mayor pérdida de
N por lixiviación (Sustainable Soil Management,
ATTRA, NCAT, 2004). Esto explica, en parte,
lo que ocurre con la excesiva aplicación de N
como urea en campos de caña de azúcar.
Adicionalmente, en la planta resultan altos
niveles de aminoácidos, principalmente
aspargina en los tallos, que prolonga el
en la experiencia) los efectos en el rango de
gravamen al carbono requerido estaría
alrededor de los US$50 hasta los US$450 por
tonelada de carbono en dólares americanos
constantes de 1995.
Al expresarlo en dólares americanos
de 2005, el rango general se traduce alrededor
de los US$60 – US$900 por tonelada de
carbono o lo que equivale a decir casi US$15
- US$250 por tonelada de CO2 equivalente.
Al final el menor valor de este mayor rango
es similar al reciente gravamen al carbono en
el Esquema de Comercialización de Emisiones
de la Unión Europea, pero un tanto por debajo
de los niveles del impuesto al carbono en
Noruega.
En resumen, los impuestos al carbono, en
teoría, son atractivos, pero enfrentan un
número significativo de problemas prácticos
y políticos que pueden bloquear su introducción
o llevar (como en el caso noruego) a
excepciones o tasas reducidas que silencien
los efectos del gravamen a las emisiones.
Acuerdo de emisiones de carbono
En relación con la comercialización de
emisiones, en contraste con el impuesto al
carbono el cual busca gravarlas, la
comercialización de emisiones busca
establecer el monto total de emisiones y dejar
que la demanda y oferta del mercado
establezca el precio. Si las cuotas de las
emisiones a comercializar no cubren el total
de las emisiones actuales, entonces aquellas
con costos de mitigación relativamente bajos
se pueden vender a aquellos con costos altos
de mitigación de emisiones, de tal forma que
se promueva su reducción de la manera más
efectiva en cuanto a costos, mientras que al
mismo tiempo se establezca el precio del
carbono para que actúe como señal para los
potenciales inversionistas en tecnologías de
carbono a futuro.
El Reino Unido estableció en el 2002
un sistema de comercialización de emisiones
relativamente pequeño, pero por lo lejos del
desarrollo más significativo y grande en el
Los cañicultores australianos sufrieron
durante 25 años el llamado ‘long term yield
declining problem’, una situación muy parecida
a la diagnosticada en este documento. No
obstante, salieron del problema cuando le
devolvieron la vida a sus campos y los
comenzaron a tratarlos como los entes vivos
que son.
La erosión del suelo. Arar y subsolar el suelo
son prácticas comunes en el cultivo de caña
de azúcar.
Muchas veces estas labores
destruyen la estructura natural del suelo,
aceleran la descomposición y la pérdida de
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29
EN EL MARCO DEL PROTOCOLO DE KYOTO
área de comercialización del carbono, en enero
de 2005 se lanzó el Esquema de
Comercialización de Emisiones (ETS por sus
siglas en inglés) de la Unión Europea-UE, el
cual cubre casi la mitad de las emisiones de
carbono de los 25 miembros de la UE (sólo
aplica a la generación de energía y a los
sectores de la industria pesada). Por tanto,
el enfoque se hará en lo que queda de esta
subsección en el futuro, tanto del ETS de la
UE como de los futuros esquemas de este
tipo.
En el 2005 se estimó que el mercado
del ETS de la UE manejó un volumen de
comercialización cercano a las 322 millones
de toneladas de CO2, equivalente con un valor
comercial total alrededor de los ¤6.6 billones
(US$8.2 billones). Después de comenzar por
debajo de los ¤10/t CO2 equivalente, los
precios del carbono aumentaron a un pico
cercano a los ¤30/t CO2 equivalente a
mediados del 2005 antes de que oscilara en
un rango entre los ¤20-30/t CO2 equivalente,
lo cual llevó a precios extraordinarios de
Reducción de Emisiones Certificadas (CER¨s
por sus siglas en ingles) para los países no
Anexo 1 del Protocolo de Kyoto, incluso
alrededor de los ¤15 /t CO2 equivalente.
En la primavera de 2006, no obstante,
la verificación de los datos arrojó que, en total,
las cuotas distribuidas libremente excedieron
las emisiones reales en un margen
considerable, excepto en la generación de
energía. Con la oferta superando la demanda,
los precios del carbono cayeron drásticamente
a casi ¤10-15/t CO2 equivalente, lo cual implico
una caída en los precios de los CER´s para
los países no Anexo 1 del Protocolo, cerca de
¤5 /t CO2 equivalente. La conclusión que
(con el beneficio de la retrospectiva
competente) muchos de los comentaristas
han puntualizado es que el mercado y la
verificación han funcionado bien, pero que la
distribución inicial puede haber estado
establecida a un nivel muy alto.
se hace subsolado profundo con equipos de
alta capacidad, lo que trae como consecuencia
mayores pérdidas de la MO. En este sentido
es necesario reconocer que en la región se
ha avanzado muy poco en el desarrollo de
tecnologías de labranza mínima como sistema
de cultivo sostenible y amigable con el medio
ambiente.
Aquí vale la pena mencionar apartes
del texto de Paul Hepperly (The Rodale
Institute, Pennsilvania -2005): ‘los plaguicidas
y los fertilizantes modernos son ejemplos de
tecnologías estériles y extensiones de
tecnologías de guerra, diseñadas para matar.
Basar nuestros sistemas de producción de
cultivos y alimentos en venenos y pretender
reemplazar la fuerza de la vida en los suelos
con simples sales de síntesis química, son
ejemplos perfectos de cómo la ciencia y la
tecnología pueden ser usadas por el hombre
de forma destructiva, con un enfoque ignorante
y egoísta. Con demasiada frecuencia es muy
poco lo que sabemos de los resultados de
nuestras acciones y de cómo ellas afectan los
balances naturales, por ejemplo, al eliminar
un insecto plaga también se están eliminando
los polinizadores y otros organismos benéficos.
Sería mejor trabajar con la naturaleza y ser
conscientes de su grandeza. Cuando se
asume que algo vivo es el enemigo, estamos
montando un conflicto contra nosotros mismos,
pues todos somos parte del gran tejido de la
vida’. Y verdaderamente, la única manera de
ganar, es que la naturaleza prevalezca, así
los seres humanos quedemos algo cortos en
nuestras metas. Son muchos los casos, en
los cuales la mal llamada moderna agricultura
intensiva, que está manejada por restricciones
económicas de corto plazo se ve forzada a
sobre utilizar fertilizantes artificiales en
detrimento de la fertilidad natural de los suelos.
En el caso del Valle del Cauca, por
ejemplo, en el período 1975-85 se aplicaba
urea a razón de 200 kg/ha en socas y 100
Emisión de carbono a la atmósfera y emisión de carbono por deforestación según los países.
30
11
kg/ha en plantillas. Esto era cuando sobraban
recursos económicos, porque cuando no los
había, que sucedió con mucha frecuencia, se
aplicaba la mitad de la dosis a las socas y
nada a las plantillas. Con esta fertilización se
alcanzaba una productividad de caña de 1.33
TC/kg de N aplicado, que es un muy buen
resultado para el dinero invertido en el insumo
urea. Hoy en día, la productividad de cada
kilo de nitrógeno aplicado ha caído a un nivel
tan bajo como 0.67 TC cuando se aplican
hasta 400 kg/ha de urea para producir igual o
menos cantidad de caña. El punto a recalcar
es que hace 30 años se aplicaba la mitad o
menos de la dosis actual y se obtenían
resultados productivos similares, luego la
contribución marginal de la mitad de la dosis
tiende a ser cero.
Bajo el actual sistema de manejo
estándar convencional para producir caña, la
urea ha sido un insumo fundamental y por
mucho tiempo el costo del nitrógeno sintético
fue considerado barato. Pero ahora las cosas
han cambiado y los costos del gas, el principal
insumo para su producción, han subido. La
urea ya no es el producto barato que solía ser
y no parece que en el futuro vuelva a serlo,
su precio está ligado al del petróleo y tiene el
agravante de que hay un alto costo de energía
para producir los fertilizantes nitrogenados,
por tanto, de ahora en adelante los balances
de energía van a ser los que den las pautas
para su uso. Surge, entonces, la utilización
de la MO y el manejo de los microorganismos
como alternativas posible para mejorar y
mantener la fertilidad de los suelos
Un ejemplo del uso excesivo de urea
en caña lo constituyen algunas experiencias
en Cenicaña. Prácticamente, y como una
constante, es evidente en la representación
gráfica de los resultados que los puntos físicos
y económicamente óptimos para las
aplicaciones de nitrógeno aparentemente se
encuentran entre 90 y 110 kg/ha, sin embargo,
AUMENTO DE LA PRODUCTIVIDAD DE LA CAÑA DE AZÚCAR
de microporos debido a la dispersión de éstas
causada por el exceso de Mg++. Todos los
equipos utilizados en el transporte de caña
compactan el suelo hasta niveles similares y
los daños se concentran en los primeros 30
cm de profundidad (Torres y Villegas, 1993).
Las conclusiones de algunos trabajos indican
que la compactación del suelo y la cosecha
en época humedad pueden resultar en
pérdidas hasta del 42% en los rendimientos
de la cosecha siguiente (Torres y Pantoja,
2005). En consecuencia, se puede asegurar
que los suelos con cultivo de caña en Colombia
se encuentran altamente compactados como
resultado de prácticas no adecuadas de
manejo que han ocasionado igualmente la
pérdida de la MO y de la CIC.
El exceso de cationes. En el Valle del Cauca
existen cerca de 117,000 ha que presentan
una alta saturación de Mg++ intercambiable
el cual afecta las propiedades químicas, físicas
y biológicas del suelo. En áreas bajas existen,
además, evidencias de sobresaturación de
Ca++ con su consecuente precipitación como
calcita o dragonita, siendo evidente la
alcalinidad ligera en todos los horizontes
superiores del perfil . En general los suelos
arcillosos magnésicos frecuentes en la zona
presentan baja capacidad de aireación, baja
permeabilidad y de almacenamiento de agua
(García et al., 2003).
Las prácticas tradicionales de cultivo. El
cultivo de la caña de azúcar en el Valle del
Cauca se basa en la aplicación de los
postulados de la revolución verde que
considera como única alternativa de producción
el uso intensivo de insumos químicos y
maquinaria. Para la fertilización se hacen
aplicaciones de sales simples de síntesis
química que proporcionan los nutrientes que
la planta necesita para su producción y
desarrollo, pero que alteran el balance químico
en el suelo especialmente el pH. Para mejorar
las condiciones de los suelos compactados
Dr. Al Trouse
Adelantándonos a la siguiente fase
del ETS de la UE, el cual cubre el periodo
crítico entre 2008-12 para lograr las metas de
Kyoto, una lección obvia es que el monto de
cuotas libres necesita establecerse de alguna
forma por debajo de los niveles de emisiones,
aunque éste podría complementarse con la
subasta de algunas cuotas adicionales (con
utilidades recicladas en las medidas que
sustentan la reducción en las emisiones de
carbono).
Cambio tecnológico inducido
La introducción de los cambios ha sido uno
de los desarrollos más recientes en el modelo
económico y en el análisis relacionado con el
cambio climático. Este se refiere al crecimiento
endógeno extensivo de la literatura y a los
efectos del aprendizaje por la experiencia de
permitir medidas políticas climáticas que
influencien la dirección y el ritmo del desarrollo
tecnológico en el modelo, en lugar de que
solamente sea una presunción de ingreso
ajustado (exógeno), como en realidad es el
caso, relativamente sencillo en referencia al
sector energético.
pobres se incorpore a los modelos. Una de
las razones para ello es que como el cambio
climático se avecina en la agenda, las
compañías en las economías industrializadas
van a estar bajo una presión en aumento de
sus clientes y posiblemente también de sus
gobiernos para implementar políticas climáticas
amables a nivel mundial, no solamente en sus
propios países.
Los modelos tradicionales con
cambios tecnológicos exógenos tienden a
encontrar, que si se estimula a las economías
industrializadas para reducir sus emisiones a
través de un impuesto al carbono o un sistema
de ‘captura y comercialización’, esto
probablemente los llevará a la migración de
los sectores contaminantes a desarrollar
economías donde tales costos/restricciones
no apliquen. Como lo argumentan Grubb 4
(2000) y Grubb 5 (2002), no obstante, esto
ignora los excedentes positivos que
probablemente ocurran una vez que la difusión
tecnológica de los países más ricos a los más
La conclusión general es que existe
un caso fuerte para actuar anticipadamente
con base en las distintas mezclas políticas.
Esto podría incluir los impuestos al carbono
y/o su comercialización, pero también incluiría
el rango de otras políticas para estimular la
innovación en tecnologías de carbono bajo.
Los gobiernos tendrían un papel relacionado
con la investigación científica básica, pero
existe un vacío en desarrollar políticas que
soporten la inversión semilla en el marco
amplio de las nuevas tecnologías. Esto podría
ser particularmente importante en el sector
del transporte, donde (con la excepción parcial
4 Grubb, M (2000), Economic dimensions of technological and global responses to the Kyoto Protocol”Journal of
Economic Studies
5 Grubb, M,J Koehler and D Anderson 2002. Induced technical change in energy and environmental modeling . Annual
Reviue of Energy and the environmental.
Suelo compactado por mecanización
10
31
EN EL MARCO DEL PROTOCOLO DE KYOTO
de los biocombustibles) aun no existe una
tecnología baja en carbono probada que
reemplace a la gasolina y el diesel, en
oposición al sector eléctrico donde ya existe
un rango de tecnologías de tal tipo, así no
sean económicamente viables del todo.
Otro punto importante es que las
economías emergentes como la China e India
son cada vez más conscientes de sus propios
problemas ambientales y quieren desarrollar
por su propia cuenta tecnologías bajas en
carbono, así como la imposición de estándares
ambientales más altos para los inversionistas
internos. Grubb 6 (2002) señala que la India
en este momento es el segundo mercado más
grande de energía renovable en el mundo,
después de la Unión Europea y muy
posiblemente China también comience a
incursionar significativamente en este mercado
con el transcurrir del tiempo.
Así las cosas, no es claro para los
países no Anexo 1 del Protocolo, como
Colombia, si continuará existiendo una buena
expectativa en cuanto al precio de venta de
reducciones certificadas de emisión, siendo
claro que se tendrá que ser más eficiente en
el corto plazo en el aprovechamiento de las
oportunidades de proyectos armonizados al
Mecanismo de Desarrollo Limpio MDL, de tal
suerte que se logre la venta hoy a los precios
del mercado, considerados atractivos.
Colombia y el mecanismo de desarrollo
limpio -MDL
Aún quedan muchas posibilidades por explorar
en los campos como:
cogeneración de
energía; eficiencia energética de instalaciones
y procesos; energía renovable en cuanto a
biomasa; fuentes menos intensivas de
carbono; transporte sostenible y en general,
en proyectos que conlleven a una reducción
directa en la emisión de gases.
En este sentido es importante que los
diferentes sectores entren a cuestionarse y
evalúen en profundidad y detalle sus
potenciales y oportunidades, con el fin de
plantear acciones que les permitan generar
una armonía entre su desempeño sostenible
y su estrategia de MDL, potencializando el
uso de los Certificados de Reducción de
Emisión (CER), al igual que el valor de la
empresa, su potencial contribución y el aporte
al control de los cambios climáticos en el país
y en el mundo.
La MO estable alcanza valores de CIC entre
dos y 30 veces más altos que las arcillas,
llegando a ser responsable del 90% de la
disponibilidad total de nutrientes en el suelo.
Generalmente, la CIC no es modificable en
forma directa para manejar la fertilidad del
suelo ya que la respuesta sólo ocurre en el
largo plazo, no obstante, se utiliza como
referencia. La forma más practica de controlar
y mantener la CIC es mantener volúmenes
adecuados de MO en el suelo. Es posible que
el agricultor no pueda cambiar la proporción
de arcillas en el suelo, pero si podrá fácilmente
reducir la cantidad de MO y con mucha más
dificultad aumentarla. La MO estable actúa
como una esponja que puede llegar a retener
agua hasta seis veces su peso, así, en un año
seco en suelos arenosos el agua retenida por
la MO puede hacer la diferencia entre el éxito
y el fracaso del cultivo.
El suelo y la productividad
del cultivo de caña
En este documento se presenta el problema
que significa la baja capacidad de los suelos
en el Valle del río Cauca para producir más
caña por hectárea (TCH) como resultado de
la pérdida de fertilidad, lo que demanda la
adopción inmediata de tecnologías para
garantizar la sostenibilidad de la agroindustria
en el tiempo. Algunas de las evidencias que
sustentan esta hipótesis son las siguientes:
El bajo contenido de MO. En la parte plana
del Valle del río Cauca el 32% de los suelos
contiene menos de 2% de MO, el 66% contiene
entre 2% y 4% el 2% restante contiene más
del 4% de MO (Quintero, 2003). Un ejemplo
de esta condición se presenta en suertes del
Ingenio Central Castilla donde bajo condiciones
de suelos y topografía diferentes, el 50% de
ellas tiene menos que 2% de MO y el 97%
restante menos que 4%, cuando lo normal en
la zona estaría entre 4% y 5% de MO
(Guillermo Ayalde, com. personal); es decir,
que en las suertes de este ingenio el contenido
de MO no es suficiente para garantizar la
fertilidad. Según Alvaro García (com. personal)
entre 1975 y 2006, los suelos agrícolas de la
región han perdido el 50% de su MO.
La pérdida de porosidad en los suelos.
García et al. (2003) encontraron en un
porcentaje considerable de suelos del Valle
del Cauca altos contenidos de arcilla y ausencia
Partículas de Suelo
Agua
Aire
6
Grubb, M,J Koehler and D Anderson 2002. “Induced technical change in energy and environmental modeling . Annual
Reviue of Energy and the environmental.
32
Suelo no Compactado
9
Suelo Compactado
AUMENTO DE LA PRODUCTIVIDAD DE LA CAÑA DE AZÚCAR

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