PDF - Revista El Búho

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de nuestra portada
René Avilés Fabila
E
n el Jean-Paul Sartre crítico literario encontramos
su
deslumbrada
admi-
ración por la literatura norteamericana del siglo pasado, tormentoso
y atormentado, que acabó dejando millones de muertes y oleadas
de destrucción, sueños, utopías
y grandes aspiraciones sociales,
abandonando asimismo obras fundamentales de la poesía y la prosa. Estados Unidos se llenó muy
pronto de figuras memorables,
por ejemplo: Edgar Allan Poe, Herman Melville y Mark Twain. De este
Guillermo Ceniceros
último, Ernest Hemingway decía
que descendía toda la literatura estadunidense, al de
en medio, Ermilo Abreu Gómez lo señalaba como el
más grande novelista del siglo XIX con Moby Dick.
El primero no necesita otra recomendación luego
El Búho
que Baudelaire lo describiera como un inmenso
bre. Era la primera piedra de un edificio lumi-
poeta, un narrador de sumo talento y lo tradu-
noso, un edificio que alberga magia y soledad
jera al francés. Más adelante, el propio Sartre,
y que tiene una atmósfera misteriosa. Algunos
quien viviera tanto momentos de impulso revo-
críticos suelen compararla con dos de sus paisa-
lucionario como de conservadurismo implacable
nos sureños: William Faulkner y Truman Capote.
y siempre consiguió mantenerse como literato
Se insiste en ponerla como hermana menor del
de especial hondura, filósofo original y crítico
primero y señalan afinidades. La verdad es que
literario que concentrara su atención en Flaubert
son muy distintos. William Faulkner posee temas
y se permitiera rechazar el Premio Nobel (porque
y tratamientos de alta complejidad, el segundo
pensaba que le restaría independencia, libertad),
amó tanto al periodismo que lo convirtió en gran
añadiría a algunos más a su listado de preferen-
literatura y de esta forma la non fiction es un in-
cias: el John Dos Passos de Manhattan Transfer y
vento suyo. Por su lado, Carson McCullers, pu-
el John Steinbeck de Las viñas de la ira.
lió y pulió sus frases y diálogos hasta hacerlos
EU, entre otras cosas, rápidamente se con-
poesía pura, poesía en prosa, novelas y cuentos
virtió en un formidable productor de literatura
poéticos, cargados de una dulce violencia rural.
(en este trabajo me concentro en narradores),
Desde su primera obra, El corazón es un cazador
con figuras que han conmovido y sacudido al
solitario, se convierte en una de las más formi-
mundo como Hemingway, Faulkner, Truman
dables escritoras de todos los tiempos, en una
Capote, Henry Miller y Norman Mailer. Hablemos
novelista singular. Esto quiere decir, que nació
por ahora de una escritora enigmática, de pro-
adulta para las letras, que estaba perfectamente
funda belleza espiritual que nos consta por sus
diseñada para escribir un puñado de libros per-
fotografías y de un talento sin par. Comienzo
fectos, inobjetables. Pero si así lo quieren muchos
siendo tajante: Carson McCullers es para mi gus-
críticos, no hay problema, sólo que también sería
to dueña de la prosa más hermosa y delicada del
bueno pensar que el sur los marcó a todos ellos,
inglés contemporáneo, tanto o más, quizás, que
que existe en efecto una narrativa típicamente
Scott Fitzgerald.
sureña, caracterizada por elementos poéticos,
Carson McCullers nació en 1917 en Georgia
y murió en 1967 en Nueva York. Su primer libro
de atrasados acentos rurales y precisiones psicológicas que les dio afinidades.
fue publicado en 1940: El corazón es un caza-
Reflejos en un ojo dorado, le sigue, la publi-
dor solitario. Este libro, de extensión modesta
ca en 1941. Es una obra ya clásica junto con La
como todo lo suyo, la hizo de inmediato céle-
balada del café triste. Esta segunda novela le per-
de nuestra portada mite conformar un mundo de atmósfera melan-
prana celebridad, hasta ahora Carson McCullers
cólica, de nostalgias y amarguras. Miss Amelia
no ha desmentido su eminencia.”
se convierte en un personaje de la literatura anti-
He llegado a la época de las relecturas y a
épica, de una soledad interna irrepetible. Vale la
la búsqueda de libros y autores que se me esca-
pena señalar que este papel en cine lo hizo Vanessa
paron a causa del novelista actual que innovaría
Redgrave y la novela anterior fue llevada a la pan-
las letras universales. Vuelvo a aquellos libros
talla por John Houston en 1967 con Marlon Bran-
que en etapas de formación me impresiona-
do y Elizabeth Taylor en los papeles principales.
ron. A veces me confirman sus valores y otras
Insistiría, si he de ser franco y tenaz: el Sur
aparecen aires de decepción. Las obras de
de EU, para mi gusto, es más hermoso y profun-
Carson McCullers están entre las primeras.
do en la versión de esta narradora de excepción.
Sólo que ahora encuentro mayor belleza de
La belleza y el talento en Carson McCullers co-
la que antes capté. Son relatos de un arte su-
mienzan, explicó un crítico, por los títulos, to-
premo, de una perfección casi mágica. Su
dos son notables y un tanto extraños. Otro es-
realismo es pura apariencia, Carson McCullers
tudioso, Heinrich Straumann, en la Literatura
escribió sobre seres irreales, fantásticos.
norteamericana del siglo XX insiste en encontrar
Centrémonos en Reflejos en un ojo dorado y
semejanzas entre Faulkner y Carson McCullers,
en La balada del Café Triste porque entre nosotros
“no sólo porque ambos son sureños y les obse-
son más fáciles de obtener y normalmente sue-
siona el problema de la inaprensible naturaleza
len venir juntas en un volumen. La primera tiene
del hombre, sino también por la preferencia que
un inicio excepcional, que de inmediato capta la
muestran por sus personajes de mentalidad sub-
atención del lector: “Un puesto militar en tiempo
desarrollada o anómala. Carson McCullers tiene
de paz es un lugar monótono. Ocurren cosas,
sin embargo más fuerza en la creación de una
pero se repiten una y otra vez. El mismo plano
atmósfera consistente y pocas veces es confusa
de un campamento contribuye a la monotonía.
en sus elementos. Además, hay en sus obras
Enormes barracas de concreto, filas idénticas de
visión, una búsqueda de algunos valores remo-
cuidadas casitas de oficiales, el gimnasio, la ca-
tos que, por más grandes que sean las diferen-
pilla, el campo de golf, las piscinas -todo está
cias en otros aspectos, la colocan también al lado
proyectado ciñéndose a un patrón más bien rígi-
de otro escritor: Thomas Wolfe. Alcanzó la fama
do. Pero quizá sean las causas principales del
antes de llegar a los 30 años y cualesquiera que
tedio de un puesto militar, el aislamiento y un
puedan ser las reservas que despierte tan tem-
exceso de ocio y seguridad; ya que si un hom-
El Búho
bre entra en el ejército sólo se espera de él que
tales que ordenaban esas acciones. En Reflejos en
siga los talones que le preceden. Y a veces pasan
un ojo dorado no hay explicaciones para que al-
también en un puesto militar ciertas cosas que
guien meta un gatito en un buzón o para que una
probablemente nunca se repitan. Hay un fuerte
mujer se corte los pezones con unas tijeras de
sureño, donde, hace pocos años, se cometió un
podar pasto o que la señora Penderton, la dueña
asesinato. Los participantes en esta tragedia
del caballo Firebird sea una hermosa retardada
fueron dos oficiales, un soldado, dos mujeres, un
incapaz de hacer una suma más que para recor-
filipino y un caballo.”
El célebre dramaturgo Tennessee Williams explicó que esta breve
novela “es una de las obras más
puras y profundas concebidas con
el sentido de lo terrible que es la
oscura raíz desesperada de casi todo
el arte moderno más significativo,
desde Guernica de Picasso hasta
los dibujos humorísticos de Charles
Adams.” Habría que añadir, que pese
a las insistencias de diversos críticos, su mundo literario es único e
irrepetible. Acepto que hay ciertas
afinidades entre Carson McCullers y
Faulkner y Capote, más con el primero que con el segundo, y que en efecto hay alguna relación con Flannery
O’Connor y William Styron, pero son
muchas más las diferencias con todos ellos. Carson McCullers es una
mujer eminente, que observó detenidamente no los movimientos de sus
paisanos sino los mecanismos men-
Carmen Parra
de nuestra portada dar a sus muchos amantes. Podríamos decir que
pianísimo, nunca de allegro. Y es que para hablar
sus obras son de un alto grado de observación
del alma de sus personajes no se necesitan as-
psicológica y que en términos literarios se tra-
pavientos ni ruidosas descripciones. En Frankie
duce en eficaces personajes de historias torvas
y la boda, el enfrentamiento generacional, la in-
y trágicas, narradas con brutal naturalidad y un
seguridad de los jóvenes y un mundo de incom-
lenguaje maravilloso.
prensión es el eje de una historia de apariencia
Carson McCullers también estudió música,
sencilla, pero que refleja grandes evoluciones de
pero sus más afortunadas clases fueron de crea-
la vida norteamericana, particularmente en el
ción literaria en la Universidad de Nueva York y
Sur, que se sigue antojando como un vasto terri-
en Columbia. Quizás su gusto por la música haya
torio desgarrado por múltiples problemas que ni
derivado en esa prosa delicada de adagio, de
el Oeste ni el Este de esa nación poseen.
La guerra civil y los problemas
raciales, un modo de vida predominantemente agrario y un
espíritu ajeno a los cambios
son
algunos
elementos
que
detienen el avance impetuoso
que se dio en otros territorios
estadunidenses.
La
narrativa
de
Carson
McCullers tiene una elegante sencillez y es resultado de
muchas lecturas y de un rigor
inusitado que le permitían pulir sus frases, algunas memorables, como aquélla que encontramos en Reloj sin manecillas:
“la muerte es siempre la misma,
pero cada hombre se muere a
su manera”. Es una narrativa de
hondura poética, un universo de
Enrique Zavala
10 El Búho
sutilezas y extrañas experiencias, de aires me-
tención, fue desabrochándose el pantalón de
lancólicos, gobernada por la soledad y la inco-
montar y se lo quitó. En un momento se quedó
municación. Su talento para narrar va más allá
desnuda junto a la chimenea. Su cuerpo resul-
de lo habitual, yo la considero genial.
taba magnífico frente al fulgor dorado y naranja
No soy crítico experto, me he limitado a ad-
del fuego. Sus hombros eran tan rectos que las
mirarla y gozar la belleza extraña de sus his-
clavículas formaban una línea preciosa y pura.
torias, de sus personajes reales e imaginados,
Entre sus pechos redondos había venas azules y
seres anormales o complejos y retorcidos, den-
delicadas. Pronto alcanzaría su cuerpo la pleni-
tro de escenarios detenidos en el tiempo, como
tud de una rosa de sueltos pétalos, pero ahora la
aquellos que encontramos en La balada del Café
suave redondez estaba sujeta y disciplinada por
Triste, ruinosos, a punto de derrumbarse.
el deporte. Aunque permanecía allí de pie muy
Los mexicanos nos sorprendemos del éxito
quieta y plácidamente, había en todo su cuerpo
local que pronto alcanzaron algunos de nuestros
una vibración sutil, como si al tocar su carne ru-
narradores. Pero Carson McCullers a los vein-
bia se pudiera llegar a sentir el lento y vivo fluir
tidós años era una celebridad. El corazón es un
de su sangre lozana.” Una descripción de un fino
cazador solitario la reveló como una novelista de
erotismo, que continúa mientras la extraña mu-
talla internacional. Los siguientes títulos sirvier-
jer se pasea desnuda por la casa con movimien-
on para confirmar la opinión y extender su fama
tos lánguidos y sensuales, observada a través de
con traducciones múltiples y versiones cine-
la ventana por el perturbado soldado Williams,
matográficas. No es un caso único. Raymond
quizá el personaje más solitario y oscuro de la
Radiguet falleció poco después de los veinte
literatura de Carson McCullers.
años. Meses antes había escrito El diablo en el
Poco más adelante, en la hermosa y sor-
cuerpo, y Rimbaud sin cumplir treinta, enmu-
prendente descripción de la señora Penderton,
deció: todo lo había escrito ya. La perdurabili-
Carson McCullers escribe: “Leonora Penderton
dad de Carson McCullers se debe no tanto a sus
no temía a los hombres, ni a los animales, ni al
historias terribles como a su fuerza expresiva.
diablo. A Dios no le había conocido nunca. Si oía
En Reflejos en un ojo dorado, dentro de una es-
el nombre del Señor se acordaba de su padre,
cena violenta, el capitán Penderton va del tono
que algunas tardes de domingo leía la Biblia.
frío (“Me das asco”) al iracundo (“¡Te mataré!”);
Dos cosas recordaba de aquel libro con claridad:
Leonora “Se quitó el jersey, hizo una bola con
una, que Jesús había sido crucificado en un sitio
él y lo arrojó a un rincón. Luego, con toda in-
llamado Monte Calvario; la otra, que en alguna
de nuestra portada 11
ocasión había tenido la ocurrencia de montar
nos, con las mismas susceptibilidades de ambos
una burra.”
sexos y sin las potencias activas de ninguno de
Uno, como escritor, se esfuerza porque los
los dos’, mata a un soldado a quien lo une una
principios y finales de cada historia sean contun-
mezcla de amor y de odio, y que durante sema-
dentes, convenzan al lector. Carson McCullers
nas enteras ha estado observando por la noche a
los hacía de manera natural, sin frases grandi-
la mujer del oficial” ¿Y qué decir de la enfermiza
locuentes, con una elegante sencillez. Veamos
relación de Miss Amelia y el jorobado? Quienes
el final de Reflejos en un ojo dorado: “El cuerpo
han visto en esto una estética del horror no están
del soldado tenía incluso en la muerte un aire de
lejos de la verdad. Como en Poe, lo enfermizo, lo
bienestar cálido y animal. No se había alterado
morboso, sirve para crear una novedosa y sober-
su rostro grave, y sus manos morenas yacían con
bia narrativa.
las palmas hacia arriba sobre la alfombra, como
si durmiera.”
McCullers puso su enorme talento al servicio del reino de la imaginación y el Sur de EU
La manera en que concluye La balada del Café
se pobló de figuras fantasmales, inasibles, que
Triste, una suerte de epílogo, pues antes hemos
vagan por las páginas memorables de una autora
dado por concluida la historia de una patética
tímida, de grandes ojos nostálgicos, que, como
Miss Amelia en un pueblo olvidado, desolado,
decía Borges, la sabían escritora. Su obra no
donde no hay buen licor y las almas se enfer-
tolera otra lectura que la estética. Es probable
man de aburrimiento, es a la vez desconcertante
que con el paso del tiempo el Sur haya modificado
y mágico: “¿Quiénes son estos hombres, capaces
su apariencia, lo que a nadie le importa; lo que ha
de hacer una música así? Sólo doce mortales,
quedado para siempre es el misterioso universo
siete muchachos negros y cinco muchachos
que creó con los elementos que le dio su natal
blancos de este condado. Sólo doce mortales
Columbus, Georgia. Imágenes como la siguiente,
que están juntos.”
nunca se repetirán: “Era agosto, y el firmamento
Los aspectos psicológicos son resaltados con
había estado ardiendo toda el día sobre el pueblo
maestría por Carson McCullers. Lo hace, como ha
como una sábana de fuego.” Como tampoco el
dicho el crítico Straumann, como una sorpren-
arte prodigioso de una mujer que describió per-
dente mezcla de “casos virtualmente clínicos y
sonajes de una gran complejidad sin recurrir a
de una franca narración de horror. Un capitán del
muchas palabras, sólo ateniéndose a los gestos y
ejército sureño que tiene ‘en sí un delicado equi-
movimientos de manos, a los impulsos del alma
librio entre los elementos masculinos y femeni-
y a rostros como máscaras de gran infelicidad.
12 El Búho
Héctor Ceballos Garibay
E
n su Comunicado del 24 de mayo de
2014, Marcos hace mutis de la escena política al decretar su “muerte” y
reconocerse como un simple holograma publicitario, un distractor mediático, una botarga que
cometió errores y desfiguros. Sorprende este
“suicidio” repentino y la autoflagelación, pues
la finalidad de su texto no es otra que exaltar al
EZLN, luego de sus 20 años de existencia.
Esta reaparición discursiva, donde el Sub
anuncia la muerte de su personaje, justifica
hacer aquí un recuento de las “otras muertes”
que ha padecido un movimiento social que en
sus inicios transformó positivamente la agenda
política nacional: al situar la marginación de los
indígenas de este país como una problemática
crucial y aún pendiente de resolver; al poner en
el tapete de la discusión asuntos controversiales:
reforma o revolución, democracia representativa o democracia directa, república centralista o
Juan Manuel de la Rosa
de nuestra portada 13
autonomía; y al entusiasmar Marcos al público de
1. El victimismo. Presentarse a sí mismos como
aquellos años noventa del siglo pasado con su len-
víctimas ancestrales del “mal gobierno”, resulta una
guaje novedoso, humorístico y a veces poético (un
estrategia de lucha errónea pues no basta el chan-
estilo que, por desgracia, posteriormente derivó en
taje moral para legitimar una causa política, sino
una retórica trillada, panfletaria y cursi.)
que también, a fin de transformar la realidad, se
He aquí las razones que refieren las “muertes”
anteriores del guerrillero con pipa:
debe recurrir al diálogo, a la no imposición del todo
o nada, y al reconocimiento de que el “otro” igualmente tiene su cuota de verdad y su derecho
a existir. El victimismo, provenga de quien
provenga (negros, indígenas, mujeres), impide la asunción de las propias responsabilidades e impide el avance concreto, ya que
siempre se parapeta en culpabilizar de todos los males a los “otros”.
2. El maniqueísmo. Resulta insensato
auto concebirse como un grupo social integrado por gente buena e impoluta, inocente y virginal: los pueblos originarios que
siempre hablan con la verdad. Del otro lado,
por supuesto, se encontrarían los malos
(los conquistadores, los explotadores, las
trasnacionales, la banca internacional, los
partidos políticos, la prensa comercial),
personas e instituciones corroídas por la
perversidad intrínseca y absoluta. El pensamiento maniqueo incurre en generalizaciones falaces y dogmáticas dado que las sociedades humanas son, en su esencia, entes
complejos, plurales y cambiantes.
3. El militarismo. Luego del derrumbe
del socialismo totalitario y ante el fracaso
Perla Estrada
14 El Búho
de las guerrillas urbanas y rurales del siglo XX,
intentos por desestabilizar al Estado mexicano me-
alarma que el mundo haya visto con tan buenos
diante la Convención Nacional Democrática (1994),
ojos un movimiento revolucionario que presumía
el Movimiento de Liberación Nacional (1995), su
de su estructuración vertical-militarista, que nun-
apoyo a la huelga estudiantil en la UNAM (1999),
ca hizo la autocritica de su levantamiento armado
sus varias giras publicitarias a la ciudad de México y
inicial, y cuyos comandantes a la fecha ostentan
por el territorio nacional, y finalmente con la suicida
sus rifles, pistolas, cananas como parte de un tin-
decisión de aislar políticamente al EZLN y guardar
glado que nunca representó poder bélico alguno.
sepulcral silencio. Su responsabilidad política en
Y esta parafernalia castrense que antes obnubiló a
esos fracasos está documentada: sus pleitos perso-
muchos, hoy padece rigor mortis
nales con aliados nacionales e internacionales, sus
4. El indigenismo. Según Marcos, los pueblos
regaños a diestra y siniestra a los intelectuales, a
originarios, por el simple hecho de serlo, “hablan
los medios informativos y a los partidos políticos,
con la verdad”. Los “otros” (blancos, mestizos, ladi-
y su nefasta manía de querer imponer a control re-
nos) tienen, por consiguiente, un pecado de origen:
moto y desde la selva chiapaneca lo que la socie-
ser extranjeros, fuereños, diferentes. He aquí una
dad civil tenía que pensar y hacer, obedeciendo sus
suerte de “racismo invertido”, justo cuando la gené-
mandatos intergalácticos. Y aunque su popularidad
tica y la antropología han demostrado que la pureza
se fue derrumbado paulatinamente, resulta patético
racial o étnica es un mito al servicio de doctrinas
ver cuán difícil le resulta a la izquierda nacional e
xenófobas y fascistas. ¿Qué decir, por lo demás, de
internacional desprenderse de esa compulsión por
la paradoja de que sea un blanco, universitario y
la idolatría que aún genera el carismático guerri-
clasemediero, quien se haya erigido en el portavoz
llero, quien se dio el lujo de boicotear el voto a favor
de los indígenas? ¿Aceptarían las mujeres feminis-
de López Obrador en el 2006 y aún sigue burlán-
tas a un hombre como su imagen mediática, o los
dose con particular énfasis del PRD y de la dinámica
homosexuales a un heterosexual como su ideólogo
democrático-electoral.
más conspicuo? Poco ayuda a resolver esta inconse-
6. Populismo comunitario. Los antecedentes ul-
cuencia política la simulación de que existe una co-
traizquierdistas de Marcos, saturados de una con-
mandancia indígena por encima del propio Marcos.
cepción visceralmente anti capitalista y anti gobierni-
Y el “mandar obedeciendo” no es otra cosa que un
sta, se embonan a la perfección con su mitificación
ingenioso galimatías.
y mistificación de los pueblos concebidos como
5. Vedetismo. La verdadera muerte política de
comunidades idílicas donde los zapatistas supues-
Marcos ocurrió hace mucho, cuando fracasaron sus
tamente han construido pequeños paraísos terre-
de nuestra portada 15
nales: sin alcoholismo, sin prostitución, sin lucha
quinquenio le fue suficiente al Municipio Indígena
de clases, sin disputas de poder. ¿Qué decir, sin em-
de Cherán, sin recurrir al militarismo ni a la retórica
bargo, de las expulsiones de protestantes producto
antigubernamental, para conseguir su derecho a
de la intolerancia de los indígenas católicos, de los
tener un gobierno autónomo (recientemente vali-
conflictos entre los pueblos vecinos y sus disputas
dado por la Suprema Corte de Justicia) y para estar
sangrientas para apropiarse de las minas, el agua y
en condiciones de usufructuar sus bosques; todo
las tierras? ¿Cómo armonizar los sacrosantos usos
lo cual, sumado a los apoyos estatales y federales
y costumbres, en los cuales prolifera la misoginia
que jamás han rechazado, ya se está traduciendo en
y el autoritarismo caciquil, con esa democracia y
mayores cuotas de desarrollo social.
libertad que sólo aparece en los discursos pontifi-
A raíz de una disputa por la extracción de arena
cadores del Sub? Nada más dramático, frente a la
en territorio de Las Margaritas, Chiapas, ocurrió a
candidez de los intelectuales pro-indigenistas, que
principios de mayo un sangriento enfrentamiento
la crudeza de los datos duros: luego de veinte años
entre dos grupos indígenas antagónicos, la CIOAC
de existencia del experimento zapatista, la situación
Histórica y los zapatistas. Hubo violencia extrema
de miseria y marginación es mucho peor que antes
entre ambos grupos, amén de retenidos, heridos y
de la insurrección de 1994. En contraste, apenas un
un muerto: Galeano, miembro prominente del EZLN.
De inmediato, Marcos aprovechó
la ocasión para culpar al gobierno
federal y estatal de lo acontecido.
Y logró su objetivo: posicionarse
en los medios discurriendo sobre su
muerte simbólica. Una puntada muy
suya. Pero más allá de la efímera reactivación publicitaria que ha tenido
durante estos días, no hay duda que
es el paradigma político ensayado
por él con los indígenas de Chiapas
lo que desde tiempo atrás adquirió
el rictus de una calavera.
Sés Jarhani, Uruapan, Michoacán, 31
de mayo del 2014.
Roger von Gunten
16 El Búho
Manu de Ordoñana, Ana Merino y Ane Mayoz
C
onstruir un relato no es tarea fácil.
Escribir es algo más que utilizar
los dedos de tu mano en el teclado
del ordenador. Hasta que no te pones a ello, no
eres consciente del gran abismo que hay entre
lo que tienes en la mente y lo que has plasmado
en la hoja. Ese paso es el primer obstáculo al
que te debes enfrentar. Luego llegará la buena
utilización del lenguaje, la claridad de ideas, la
necesidad de transmitir un mensaje, condición
que todo relato ha de poseer. Pero no te desanimes. Todo lo contrario. Lo fundamental es
que tengas seguridad en ti mismo y que seas
consciente de que cuanto más leas y escribas,
mejor. La práctica constante te ayudará.
Quizá tú eras de los que creías que escribir
sólo está al alcance de unos pocos iluminados
que han sido tocados por la gracia del talento. Pero un buen día te armaste de valor y te
sentaste frente a la pantalla con una idea muy
clara incrustada en tu mente: “Tengo algo que
Octavio Ocampo
de nuestra portada 17
decir… y lo voy a decir”. Entonces te diste cuenta de
no olvidar que hacer literatura es, por encima de
tu yerro —si fuiste capaz de superar el tormento del
todo, imaginar. Porque si uno opta por contar
comienzo—, descubriste que, con algo de esfuerzo,
sus historias, por decir lo que piensa y no piensa,
el parnaso no es un club cerrado de privilegiados,
por filosofar e intentar convencer a los otros, enton-
sino asequible a quien lo persigue… y te sentiste
ces se convierte en ensayista sin querer, y lo malo es
reconfortado.
hacerlo sin querer.
Porque, como dice Enrique Vila Matas. “Escribir
Sugerir. Trata de no mencionar los sentimien-
vale la pena, no conozco nada más atractivo que la
tos, que sean los propios personajes quienes los
actividad de escribir, aunque al mismo tiempo haya
demuestren y que sea el lector el que deduzca su
que pagar cierto tributo por ese placer”. Entrarás
estado de ánimo.
así en el ámbito privilegiado de los que se han per-
2.- Lo que no debe faltar
catado del poder mágico que ofrece la literatura
Claridad. Tienes que comprobar que la historia
para crear un mundo a tu medida, para exponer a
se entiende, que se sigue sin problema. Que haya
través de los personajes tus opiniones y tu manera
claridad en lo que se cuenta y que se cuenta lo
de entender la sociedad en que vives.
imprescindible.
1.- Lo más importante
Sencillez. Empieza por la sencillez en la trama
Escribir la historia tal cual te viene o tal cual
y en el lenguaje. Luego irás complicando ambas
la tienes planeada en tu mente. Una vez escri-
cuando adquieras mayor destreza. Excluye lo barro-
ta, déjala reposar y a los días léela buscando una
co, lo abstracto… porque puedes cansar al lector.
cierta distancia, es decir, pensando: ¿qué poner aquí? ¿qué es esto que estoy leyendo?
Esta distancia te hará colocarte en el lugar del
lector.
Contar lo justo. No es bueno querer contar todo. Evita insertar todas las ideas que
tienes en la mente, no quieras meter todas en la misma historia. Ahora puede ser
el momento de tachar, eliminar lo sobrante,
lo que está de más, lo que no aporta, lo que se
repite.
Escribir de forma literaria. Es importante
Max Sanz
18 El Búho
Originalidad. Es el sueño de todo escritor. A ve-
con él. “En los cuentos, no son lo principal el mun-
ces está más cerca de lo que piensas. Todo está es-
do exterior, ni la narración interesante de vicisi-
crito, sí. Todos los temas están tratados, sí. Pero la
tudes históricas, sociales, sino el hombre interior,
originalidad puede venir de lo que cuentas dándole,
su pensamiento, su sentir, su voluntad” (Leopoldo
por ejemplo, un punto de vista distinto. También se
Alas “Clarín”).
puede ser original en la forma de contar. “La origi-
Diálogos. Intenta que un diálogo no se con-
nalidad de un autor no reside tan sólo en su estilo
vierta en un monólogo; que el primer personaje que
sino en su manera de pensar y en sus convicciones”
tome la palabra no la suelte y acabe hablando él
(Anton Chejov).
solo. Sírvete del estilo indirecto cuando lo que dicen
Verosimilitud.
Como
tú
también
sabes,
cualquier asunto es susceptible de ser tomado como
los personajes no tiene mayor relevancia y, por lo
tanto, se puede resumir.
tema central de nuestro relato y será la manera de
4.- Y también
moldearlo, la forma de tratar ese contenido esen-
Ajustar. Ten en cuenta que muchas veces cada
cial, lo que podrá despertar y mantener en el lector
trama tiene una forma determinada para ser escrita.
algún efecto. Procura que tus palabras parezcan una
Búscala, no te quedes con lo primero que te venga,
gran verdad, que lo sean, realmente, a los ojos del
hazla encajar.
lector.
Repeticiones. En esto hay una máxima: no im-
3.- A tener en cuenta:
porta repetir si se repite lo importante. Y siempre
Perspectiva narrativa. Adecua lo que cuentas a
teniendo en cuenta que esa repetición aporte algo
quién lo cuenta. Echa mano de las diferentes posibilidades que te ofrece la técnica narrativa: externos
a la historia o que formen parte de ella.
nuevo.
Un todo. Es primordial que siempre tengas presente que la historia es un todo; un conjunto en el
Tiempo. Objetivo (si es vital para la trama, sírve-
que nada tiene que faltar ni nada tiene que sobrar.
te de todas las posibilidades que te brinda el calen-
Déjate aconsejar. Permite que los demás lean tu
dario, las referencias meteorológicas…) o subjetivo
escrito y bríndales la oportunidad de que te ayuden
(a través de paradas de tiempo, flash backs…)
a mejorarlo. Invítales a que te comuniquen su ver-
Personajes. No metas personajes
por meter,
dadero parecer; escucha lo que te sugieren y ponlo
dales un papel, el lector debe ver la necesidad, el
en práctica, siempre y cuando sean personas brega-
hueco, que ocupan en la historia. Además, trata de
das en el tema.
no demorar la presentación al personaje principal;
facilítale el camino al lector que busca identificarse
http://serescritor.com.
de nuestra portada 19
José Miguel Naranjo Ramírez
Ignacio Solares
J
osé Gordon puede ser descrito en una frase: No es cínico,
por lo tanto, es un buen periodista. Generoso en su tiempo,
brinda a quien le busca una charla, un consejo, su amis-
tad. Sus colegas se deshacen en halagos hacia él y a su trabajo:
“es un hombre leal, generoso, negado a los odios gratuitos o a
fáciles aversiones, es un hombre de ciencia”, dicen unos y otros
al ser consultados. Pepe, como lo conocen todos, es un periodista
cultural y un divulgador de la ciencia. Nunca ha usado el periodismo para destruir sino lo contrario.
CoIgnacio Solares (1945- ) es un distinguido escritor, dramaturgo, fue director de teatro en la UNAM, ganador del premio
Xavier Villaurrutia, ha escrito una valiosa y abundante obra, tal
vez, para las nuevas generaciones no sea un escritor muy conocido, pero quien se anime a leer su obra se llevará una muy grata
Gelsen Gas
impresión, porque además de ser una lectura clara y fluida, gran
parte de sus novelas son históricas, y a través de ellas podemos conocer hechos importantes de nuestra historia, pero sobre todo, conocer las partes más íntimas de personajes como Francisco I. Madero,
20 El Búho
Gustavo A. Madero, Emiliano Zapata, José María
ro como el gran revolucionario y transformador,
Pino Suarez, Bernardo Reyes, Victoriano Huerta,
después como el candidato presidencial y final-
entre otros.
mente como el Presidente de la República.
La novela histórica parte de datos y aconte-
El personaje que tiene la voz narrativa en la
cimientos, que regularmente para el lector intere-
novela y que bien puede ser el propio espíritu
sado son hechos conocidos, lo anterior no es una
de Madero, es quien le habla al Madero tendido
regla o requisito elemental para leerla, sin embar-
y ensangrentado, al Madero recién asesinado por
go, ¿Quién no ha escuchado o leído algo sobre el
órdenes de todos los traidores, en especial por el
gran Apóstol de la Democracia Francisco I. Madero,
más grande traidor de la historia, Victoriano Huerta,
sobre la triste y lamentable decena trágica o sobre
pero vayamos al diálogo del espíritu vivo con el cuer-
el traidor Victoriano Huerta? Todo lo señalado son
po tendido:
conocimientos básicos de la historia de México,
¿No eras tú el que siempre se refirió a su cuer-
por lo tanto, partiendo de este punto, el libro con
po como un mero instrumento para cumplir los
el que festejaremos los setenta años de Ignacio
designios de la Providencia, y llegaste a casi despre-
Solares, es con una de sus obras más leídas, titu-
ciarlo? No le dijiste a Roque Estrada: “Mi valor nace
lada: Madero, el otro”.
de que no estoy atado al cuerpo, solo el olvido de
La novela salió publicada en 1989 por la Editorial Joaquín Mortiz. El personaje central es Fran-
nosotros mismos nos hace vivir, nos entrega a más
altas ocupaciones.”
cisco I. Madero. Ignacio Solares en esta obra, par-
Cuando se va leyendo la novela, casi obligada-
tiendo de su personaje aborda varios temas, pero
mente uno se detiene a investigar si esta parte es
considero que existe un tema esencial en la histo-
ficción o realidad, y vaya sorpresa cuando en las
ria y es darnos a conocer a Madero el espiritista, el
investigaciones se descubre que Madero fue un hom-
místico, el hombre que hablaba con los espíritus,
bre totalmente místico, que uno de sus libros favori-
el hombre poco comprendido y mal entendido, es
tos era: El Bardo Thodol, un libro tibetano que habla
por ello que muchos actores políticos de la época
exclusivamente sobre la muerte, la iluminación, el
decían que estaba loco, e incluso su propia familia
diálogo con los espíritus. Después de investigar
no llegó a comprenderlo.
todo esto, cuando regresamos a la lectura de la
Lo antes señalado es poco conocido de la vida
novela, se comprende más fácilmente porque Made-
de Madero, pero conocer a Madero, el otro, es decir,
ro el vivo, habla con su hermanito Raúl el muerto.
al espiritista, es fundamental para comprender me-
La parte espiritista de Madero inició por el año
jor su actuar en la vida pública de México, prime-
1903, pasaba horas en un tapanco meditando,
de nuestra portada 21
tratando de comunicarse con los espíritus, sobre
veo chico de cuerpo, pero creo que es muy grande su
todo con el de su hermano Raúl, muerte que le
alma. Si fueran como él todos los ricos y poderosos
dolió toda su vida. Pero Madero no era ni loco ni
de México, nadie tendría que pelear y los sufrimien-
fanático, al contrario, su fe y forma de vivir la vida,
tos de los pobres no existirían.
lo hizo un hombre bueno, generoso, leal, honesto,
En esta obra Ignacio Solares aborda muchos
íntegro, humano, y a pesar de pertenecer a una de
acontecimientos y personajes, nos narra novelada-
las familias más ricas del País, Madero buscaba un
mente (muy cercana a la realidad) la cruel muerte
cambio profundo, se puso del lado de los pobres,
que le dieron los enemigos a Gustavo A. Madero, el
quería que se respetara la ley, que se acabara con la
triste final de don Bernardo Reyes, un interesante
dictadura y viviéramos en Democracia, es por ello
diálogo entre don Porfirio Díaz y Madero, en gene-
que para los políticos, los ricos e incluso su familia,
ral, Madero, el otro, es una narrativa magistral,
Madero estaba loco, era un desadaptado, un soña-
que nos hace recorrer y conocer lo muy íntimo de
dor, un Quijote.
México y sus personajes.
Esta aparente locura de Madero, esa fe en el
Finalmente, se tiene que estar loco para poder
humano, en la ley, en la libertad, en esta novela
intentar transformar este mundo cruel y bárbaro,
se manifiesta en cada página, por eso cuando se
gracias a la locura de Madero tenemos otro Méxi-
iban a realizar las elecciones, Madero le decía al
co, por supuesto, que la realidad de hoy también
pueblo que lo escuchaba: -Óiganme. Vayan a votar.
es espantosa, pero ya no es culpa de Madero, sino
Es su única esperanza. Ustedes con su voto, tienen
de nosotros, lamentablemente hoy tenemos puros
más fuerza que ellos con sus armas y sus cárceles.
políticos ¡cuerdos! y no se ve cómo vaya a mejo-
Si se unieran en un clamor común, el poder de ellos
rar esta amarga realidad, por lo pronto, cierro esta
se derrumbaría como un montón de piedras. La ley
parte con el final de la novela: Madero, el otro:
nos iguala a todos al votar, nos vuelve responsables,
Ese mismo loco Madero que, sin embargo, lo
a cada uno, del destino de la patria. Vamos, no se
supo todo desde el principio, desde aquí, desde el si-
dejen vencer desde el principio por las dudas o por
lencio, y sin embargo salió a la algarabía del mundo
la apatía.
a plantar la semilla de un sueño que le dictaron. Por
Fueron pocos los que conocieron y entendie-
defender y realizar un sueño parecido -¿el mismo
ron el espíritu de Madero, Emiliano Zapata a pesar
sueño?- morirán millones de hombres en los años
del distanciamiento fuerte que tuvieron creía en él,
siguientes, y aún más y más después. Casi, la hu-
y Pancho Villa sobre Madero declaró: Este hombre
manidad toda irá detrás de ese sueño de libertad del
es un rico que pelea por el bien de los pobres. Yo lo
loco Madero.
22 El Búho
Héctor Manjarrez
mo hoy ha caído en el olvido: así Roger Martín du
Gard.
Hay autores cuyo nombre todos conocen, pero cuyas
Hay un autor mexicano que en este 2015
obras probablemente nadie lee: André Gide es un
cumplirá setenta años de vida, y si bien no es con-
caso de estos. Hay autores que en una época fueron
siderado hasta ahora, un autor celebérrimo, puedo
objeto de culto apasionado y minoritario, y que hoy
decir que es un escritor culto, profundo, destacado
son aclamados, célebres: Mílan Kúndera es uno de
poeta, narrador y sobre todo gran ensayista. Cuan-
ellos. Hay autores cuya larga obra se comenta por
do uno lo lee, inmediatamente se sabe que se está
doquier hace unas décadas, pero cuyo nombre mis-
ante un escritor poseedor de una cultura universal
Edgar Mendoza Mancillas
de nuestra portada 23
impresionante, me refiero al gran escritor Héctor
por varios ensayos, divididos en cinco secciones,
Manjarrez (1945- ).
las cuales son: “Revuelta”, “Gracia”, “Revolución”,
Mi primer acercamiento a Héctor Manjarrez fue
“México” y “Etcétera”.
leyendo parte de su obra ensayística, es por ello
Todos los ensayos que se encuentran en: El
que festejaremos al escritor presentando su libro: El
camino de los sentimientos, de entrada son todas
camino de los sentimientos, publicado en su prime-
las experiencias vividas por Manjarrez, en sus años
ra edición en el año 1990. La obra está integrada
de lecturas, que sin duda alguna, son muchísimos.
Se debe tener cuidado en la lectura de
cada apartado con sus ensayos, porque
si bien al inicio provoca interés, emoción,
asombro, curiosidad, investigación, también puede provocar un fuerte desanimo
por ignorar tantas cosas importantes,
que considero deberíamos saber. Sin embargo, no hay porqué desanimarse, para
eso son estas lecturas, para ir aprendiendo poco a poco, y, tal vez, cuando festejemos nuestros setenta años, poseeremos
una cultura general aceptable, la cual nos
ayudará a disfrutar de otras lecturas, y eso
implica vivir otras experiencias de vida
muy enriquecedoras, esos son los caminos de la cultura, tal como los pensaba,
como los creía y como los imaginaba.
Los temas son abundantes, trataré
de compartir momentos que para el escribidor fueron cumbres. En la primera
sección “Revuelta”, me encontré con
cuatro ensayos excelentes, en los primeros dos, por honradez intelectual tengo
que confesar que si bien la temática no era
Carlos Pérez Bucio
24 El Búho
desconocida, los escritores ensayados lo eran total-
(sexualidad, ritmo, funk) a ojos de todos. (Tal vez,
mente. Cuando leí los nombres de Eldridge Cleaver
por eso conocí de los Beat hasta que me encontré
y de Jack Kerouac, lo primero que hice fue inves-
con Manjarrez, porque crecemos siendo snob y sólo
tigar quiénes eran, y resultaron ser dos escritores
las lecturas te vuelven clásico.)
norteamericanos importantísimos en el siglo XX.
Cuando llegué al tercer ensayo del libro El cami-
En el ensayo que realiza Héctor Manjarrez so-
no de los sentimientos, mi espíritu empezó a tran-
bre Eldridge Cleaver, si bien la temática central es
quilizarse, (no todo era desconocimiento), porque
presentar al escritor que se formó en la cárcel y allí
me encontré con un nombre un poco más familiar,
escribió parte de su obra, de la misma manera pre-
el de un escritor que conocí a través del maestro
senta hechos claves en la vida de Cleaver, como el
Sergio Pitol, me refiero a Witold Gombrowicz, quien
hombre de raza negra que violaba a mujeres en se-
fue un destacado escritor polaco. Manjarrez realiza
rie, primero a las de su color y luego a las blancas,
un interesante estudio sobre las diferencias entre
nos presenta al hombre transformado por las letras
Gombrowicz y Thomas Mann, pero al mismo tiempo
y convertido en un activista político, defendiendo el
explica la enorme similitud entre el personaje crea-
derecho de los negros, siendo un elemento impor-
do por Mann, llamado Tonio Kröger y Gombrowicz,
tante en el conocido Partido Político estadunidense:
es por ello que Manjarrez escribe:
Las panteras negras.
Querido diario: fue Tonio Kröger, pues, el per-
A través de Manjarrez, conoceremos que Jack
sonaje que le reveló su vocación a Gombrowicz.
Kerouac, fue un escritor americano de mitad del si-
Recordemos quién es Tonio: un doble de Mann, un
glo XX, y figura clave de la Generación de los Beat, la
muchacho hijo de gran burguesía, comerciante de
cual buscaba vivir en un liberalismo total hacia las
un puerto del mar del norte (Mann era de Lübeck)
drogas, el sexo, etc. Manjarrez señala que en Esta-
que siempre es rechazado por los que ama en su
dos Unidos todo cambia de un momento a otro, y se
adolescencia. Luego se hace escritor y conquista cierta
tiene poca memoria del pasado, porque apenas Los
fama, pero añora la condición del “hombre normal”.
Beat estaban siendo leídos: pronto pasaron a segun-
Estimado lector, todo lo anterior apenas si es
do plano a principios de los sesentas. El saxo tenor
el inicio, porque en la obra El camino de los sen-
se volvió requinto eléctrico. Bird reencarnó como
timientos, faltan por mencionar ensayos donde se
Jimi Hendrix. El viejo borracho Dylan Thomas -al que
encontrará con Camus, Sartre, Kundera, Cortázar,
los Beat habían venerado- le prestaba su nombre a
Revueltas, Rulfo, Poniatowska, y muchos más. En
Bob Dylan. Jim Morrison hacía sus largos poemas
particular hay un ensayo del cual me gustó mucho
eléctricos. Los Stones sacaban las raíces del blues
el título: Los autores secretos. En este ensayo Man-
de nuestra portada 25
jarrez hace una gran selección de autores dándoles
Finalmente, para la realización de las colum-
características particulares como autores conoci-
nas semana a semana, tengo cada año temas muy
dos, desconocidos, amados, olvidados, leídos, ca-
definidos, pero cuando se oscurece el panorama,
ducos, etc. y después de un gran recorrido señala:
cuando hay dudas sobre temas, autores, libros, etc.
Yo tengo otro autor secreto. Tan secreta -pues es
quiero decirles a mis lectores, que yo tengo un ami-
autora- que nunca la he mencionado en conversa-
go secreto, que siempre me sugiere gran cantidad
ciones o artículos. Tan secreta, que para mí mismo
de autores y libros muy selectos, algunos autores
era secreta: yo mismo me he ocultado durante años
son famosos y conocidos, otros, tal vez, no lo sean,
(diecinueve años) que sus cuentos me producen un
pero gracias a mi amigo secreto, con el transcurso
deleite especial. No la considero, es cierto, una gran
de los años he conocido y compartido con ustedes
escritora; pero hace unos días, cuando escudriñaba
muchos autores secretos y selectos, hoy fue el turno
mi biblioteca en busca de un autor qué releer para
para el festejado Héctor Manjarrez, ¿Mañana quién
escribir esta columna, de repente contuve la respi-
será?
ración, Katherine Mansfield.
[email protected]
Carlos Bazán
26 El Búho

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