número 6 de la Revista Terral

Transcripción

número 6 de la Revista Terral
EDITORIAL
Estimados lectores de la revista Terral:
Coincidiendo con la primavera, os presentamos el número 6 de la
Revista Terral. Los que la hacemos posible, número a número,
somos conscientes de la gran variedad y cantidad de personas que
intervienen en ella. Escritores, artistas, pintores, fotógrafos,
músicos, críticos, investigadores, diseñadores… se esfuerzan y
ponen su talento para llevaros a casa sus creaciones, de manera
altruista. Ya es un mérito, que hay que agradecer, en estos tiempos
de despilfarro por parte de algunos cuyos méritos, en ocasiones, es
el oportunismo político.
La foto de portada, de Carlos Tajuelo, es un homenaje a Brassaï, el
fotógrafo húngaro que retrató la noche parisina en 1933. Se trata de
una obra a manera de collage con sugerencias surrealistas.
El día 14 de Abril vamos a celebrar la I Jornada lúdico-literaria, en
el Albergue de la música de Torremolinos. Nos reuniremos
colaboradores y amigos de Terral, así como antiguos y nuevos
alumnos del taller literario “El desván de la memoria”, para debatir y
compartir nuestras experiencias y gozos en la escritura.
Lola Buendía
Directora de la Revista Terral
www.revistaterral.com
Terral se edita trimestralmente
Larga vida a terral, el viento que modela las nubes
Revista Terral
©Todos los derechos reservados
ISSN 2253-9018
Edición: Lola Buendía López _ Enrique Bodero Moral
Colaboradores en este número:
Foto de portada: “Homenaje a Brassaï” de Carlos Tajuelo Sánchez
Diseño de portada: Enrique Bodero
Editorial: Lola Buendía López
Cine: Ramón Alcaraz _ Ximo Tejado _Cine-Club Mas Madera
Opinión: Erena B. Burattini
Crítica literaria: Ricardo Guadalupe _Manuel Martín Miras
Poesía: Abel Santos_Felicidad Añaños_MargaritaSoubiron_Mercedes
Ridocci_ José Antonio J. García
Relatos: Rafael Borrás_ M. José Moreno_Marta Berastain_Elisa
Blanca
Participación del portal “Mundo palabras”
Infantil: María Barrionuevo _ Mar Solana
Flamenco: Rafael Silva Martínez
Trazos: Ellen Rollin ( Pintora) _Pablo Rodriguez Guy- (pintor)
El viajero: Lola Buendía_ Rafael Borrás _Esperanza Liñán
La otra realidad: Mariano José Vázquez Alonso
Entrevista: Ramón Alcaraz García (profesor y editor )
Diseño digital : Lola Buendía_Carmen Guerrero_Ana García de la
Serna_ M. José Moreno
Maquetación: Lola Buendía López
Diseño Web: Ana García | 672 721 314 ~ [email protected]
CINEXPLICABLE
(Ramón Alcaraz García. www.tallerliterario.net)
¿Sabías que el proyecto del primer largometraje de dibujos
animados se llevó a cabo en Argentina en 1917?
Aunque la gran mayoría de aficionados al cine piensa que el primer
largometraje de animación fue Blancanieves y los siete enanitos; en realidad,
veinte años antes de su estreno, el pionero fue el ítalo-argentino Quirino
Cristiani con su película El Apóstol, una sátira política de 60 minutos de
duración, para la que se emplearon 58 mil dibujos. Y este mismo director y
caricaturista rodó en 1931 (seis años antes que el estreno de Blancanieves) el
primer largometraje de animación sonoro, titulado Peludópolis, de 80 minutos
de duración.
La aparición de la empresa Disney, con sus grandes producciones, obligó
a Cristiani a dedicarse a trabajos de laboratorio cinematográfico, doblaje y
subtitulado de películas extranjeras, porque no podía competir con dinero ni
con medios. El mismo Walt Disney fue a Argentina en 1941 y le propuso que
trabajara en sus estudios, pero Cristiani lo rechazó porque sus nuevos
negocios iban bien y no quiso abandonarlos.
Un incendio en 1926 destruyó las copias de El apóstol, de la que apenas
quedaron algunas imágenes; y otros incendios en 1957 y 1961 acabaron con el
resto de las películas de Cristiani, excepto una titulada El mono relojero, la
única del director argentino que ha llegado hasta nuestras días.
Blancanieves y los siete enanitos fue un proyecto concebido por Walt
Disney que se estrenó en 1937 gracias al tesón del productor. Para lograrlo,
Disney tuvo que vencer la oposición de todos los que le rodeaban, que no
veían sentido a realizar cortos de animación de más de ocho minutos, los que
se hacían en aquella época. La aparición de este largometraje y su gran éxito
lo encumbraron y le dieron la fama que ha llegado a nuestros días; además de
iniciar el impulso del “imperio” Disney,
una de las empresas más poderosas y
conocidas del siglo XX.
Otra
película
anterior
a
Blancanieves fue la producción italiana
Las aventuras de Pinocho, estrenada en
1936. El mérito, eso sí, del largometraje
de animación de Disney es que fue el
primero sonoro y en color.
Una de las causas de la decisión de Disney del paso del corto al largo fue
comercial, los cortometrajes apenas generaban ingresos, comparados con las
demás películas de la época; pero también ocurría que los cortos no permitían
ampliar el desarrollo narrativa de las historias, las tramas y la construcción de
personajes más elaborados. Walt Disney asumió un gran riesgo y puso en el
proyecto toda su fortuna, y de no haber tenido éxito se habría arruinado por
completo. La prensa, al conocer la idea, lo calificó de “locura de Disney”. Se
llegó a decir que nadie pasaría tantos minutos delante de un dibujo animado sin
volverse ciego; si es que alguien llegaba al final, porque la gente se cansaría y
se marcharía antes.
Los estudios Disney iniciaron una búsqueda de talentos y e hicieron una
primera selección de más de 300 artistas, entre dibujantes, arquitectos,
publicitas… Como no eran animadores (no existían), se crearon cursos de
formación para ellos, para prepararlos y entrenarlos para el proyecto. Se
grababa a actores con los más diversos movimientos y se analizaban hasta los
efectos de los mismos en la ropa que llevaban. Al final trabajaron unos 750
artistas.
Al éxito de Blancanieves le sucederían una innumerable serie de títulos
que son clásicos del cine y de los cuentos infantiles, y que llevarían a la
productora Disney a lo más alto de la industria del celuloide. En su trayectoria
destaca la obtención de 26 premios Oscar, con más de 60 nominaciones; lo
cual es mucho más meritorio si pensamos que hasta el año 2001 no se creó el
Oscar a la mejor película de animación, por lo que los ganó por cortometrajes
de animación, documentales, canción o banda sonora y premios honoríficos,
pero ninguno por los largometrajes que han sido cásicos durante más de
sesenta años.
La compañía Disney abandonó la ilustración manual y en la actualidad
trabaja la animación 3D en ordenador. Su creador Walt Disney falleció en 1966,
a la edad de 65 años. El presidente Johnson escribió una carta a su viuda que
finalizaba con estas palabras: “… Millones de nosotros vivimos una vida más
brillante y feliz a la luz del talento de su esposo. La magia de Walt Disney fue
más grande que la vida, y los tesoros que dejó perdurarán para entretener y
educar a generaciones venideras”.
Quirino Cristiani sobrevivió casi veinte años a Disney; murió en el año
1984, a la edad de 88 años. Había nacido en Italia, en Santa Giuletta; y emigró
a la edad de 4 años con sus padres a Argentina, donde vivió hasta su muerte.
Pocos años antes, había recibido merecidos homenajes en ambos países.
NO DISPAREN, SOY GENTE
Cine
Ximo Tejado
No disparen, soy gente. De esta manera tan sencilla nos presenta el genial y
lejano Akira Kurosawa, al protagonista de esta oda a la desvergonzada
inocencia, a la bondad intrínseca, a la hermana naturaleza y a la amistad
desinteresada. Un pequeño gran hombre, Dersu Uzala, al que todos
debiéramos imitar cada vez que miramos por la ventana y vemos el desalmado
mundo que habita el exterior.
Con la misión de realizar prospecciones geológicas, el capitán del
ejército ruso Vladimir Arsenyev, allá por principios del siglo pasado, al mando
de unos cuantos soldados se interna en lo profundo de los bosques siberianos.
Entre la maraña de flora, una noche y después de anunciarse con la frase
anterior, tan lógica como abstracta, surge bajo la escasa luz de la luna, como
un lince sigiloso y rogando un poco de pan y compañía, el cazador llamado
Dersu Uzala; enjuto, de aspecto curtido y viejo, estatura baja y piernas
arqueadas.
Así comienza esta inolvidable historia de amistad entre un capitán y un
cazador, un cosmopolita y un nómada aventurero, un futuro grisáceo y un
pasado ermitaño, que planeara a través del tiempo y de los grandiosos paisajes
de la taiga siberiana que nos muestra pausadamente la cámara de su director,
con el fin de hacernos entrar en razón y enseñarnos el valor y el respeto por el
prójimo y por la naturaleza.
Dersu Uzala, nunca olvidé el nombre de este místico hombrecillo, que
me enseñó que la recompensa de toda buena acción esta en la satisfacción de
realizar esa misma acción aunque recaiga sobre alguien que ni siquiera
conozco. Que el fuego tiene vida y no hace más que quejarse, que las huellas
sobre el barro hablan al que sabe leerlas, que la generosidad ha de ser
desinteresada y la amistad pura y sincera.
Esta película es una disputa constante entre dos mundos tan diferentes
y cercanos como son la vida en la ciudad donde la rutina y la incomprensión lo
encharcan todo y la vida en el campo, lejos del sedentarismo, los humos y el
ruido desorientador; en el cual el individuo es verdaderamente libre y
consciente de que esa libertad conlleva una responsabilidad con el entorno y
consigo mismo.
Dirigida en el año setenta y cinco, esta cinta de Akira Kurosawa,
ganadora del oscar a la mejor película de habla no inglesa ese mismo año, nos
retrata los extraviados atributos esenciales e innatos del ser humano original, la
inocencia y la pureza.
No es que recomiende volver a verla, lo que recomiendo es que la
recordéis y en un ejercicio nostálgico seáis capaces de volver a ver el mundo
como lo veía este cazador, que no conocía ni la envidia ni el interés, la codicia
o el egoísmo ni comprendía por que el agua o los troncos para el fuego
pudieran costar dinero teniéndolos en el bosque al alcance de la mano. O cual
era el sentido de robar si con el simple hecho de rogar las cosas se otorgaban
sin más.
Conmovedora. Simplemente imprescindible.
PROGRAMACION DE PRIMAVERA
12 ABRIL
KATMANDÚ, un espejo en el cielo. (V.O.)
Dirección: Icíar Bollaín.
Interpretación: Verónica Echegui, Sumyata Battarai
España. 2011. 104 min.
A principios de los años 90, Laia, una joven maestra catalana, se traslada a
Katmandú, la capital de Nepal, como voluntaria en una escuela local. Pronto
descubrirá una pobreza extrema y un panorama educativo desolador que además
deja fuera a los más necesitados. Tras contraer, a su pesar, un matrimonio de
conveniencia para legalizar su situación, Laia se embarca en un ambicioso y
personal proyecto pedagógico en los barrios de chabolas de Katmandú. En
seguida se enfrenta a la evidencia de que no puede hacerlo sola. Pero también se
encuentra con un hermoso regalo que no esperaba: enamorarse del desconocido
con el que se ha casado. De la mano de su amiga y joven maestra Sharmila, Laia
emprende un viaje que la llevará hasta el fondo de la sociedad nepalí y también
hasta el fondo de sí misma.
19 ABRIL
WINTER’s BONE. (V.O.S.E.)
Dirección: Debra Granik.
Interpretación: Jennifer Lawrence, John Hawkes,
USA. 2010. 100 min.
Ree Dolly, de 17 años, decide buscar a su padre después de que éste ofrezca la
casa familiar como garantía para la fianza que le permitirá salir de la cárcel y
desaparecer sin dejar rastro. Antes de perder su hogar y encontrarse sin techo en
medio de los bosques de las montañas Ozark, Ree prefiere enfrentarse a la ley del
silencio de sus parientes con tal de salvar a su familia. Poco a poco, consigue
abrirse paso a través de las mentiras, evasivas y amenazas de sus parientes hasta
llegar a la verdad.
26 ABRIL
SILENCIO DE AMOR (V.O.S.E.)
Dirección y guion: Philippe Claudel.
Interpretación: Stefano Accorsi, Neri Marcorè
Francia. 2011. 106 min.
“Silencio de amor” nos cuenta la historai de Alessandro, un italiano que enseña
música barroca en Estrasburgo. Vive con su hija Irina, de 15 años, en plena
crisis adolescente, y con su hermano Crampone, un encantador y excéntrico
anarquista que pide asilo político desde que Berlusconi subió al poder. En
ciertos momentos, Alessandro siente que cría a dos adolescentes, pero no ve el
vacío en su propia vida. Se esfuerza en ser el padre perfecto y ha olvidado
reconstruir su vida afectiva, sobre todo porque está rodeado de amigos
divertidos que le impiden sentirse solo. Pero cuando su hija descubre la emoción
del primer amor, la vida de Alessandro sufre un cambio tan inesperado como
dramático.
3 MAYO
LA HISTORIA DEL CAMELLO QUE LLORA (V.O.S.E.)
Dirección: Luigi Falorni y Byambasuren Davaa.
Interpretación: Janchiv Ayurzana (Janchiv), Chimed Ohin
Alemania y Mongolia. 2003. 90 min.
Narra las aventuras de una familia de nómadas en el desierto de Gobi (Mongolia)
que tienen que afrontar una crisis cuando una camella rechaza a su recién nacido
después de un parto difícil. Sin su leche materna, el pequeño camello no
sobrevivirá así que, conforme a un antiguo ritual, llaman a un músico vecino de un
pueblo remoto para realizar un ritual que con-siga que la madre se haga cargo de
su cría. Además de volver a unir a la madre con su recién nacido, la leyenda del
peculiar ritual dice que éste tiene como efecto secundario hacer que la madre llore.
10 MAYO
MIDNIGHT IN PARIS (V.O.S.E.)
Dirección y guion: Woody Allen
Interpretación: Owen Wilson, Marion Cotillard
España y USA. 2011. 94 min.
“Midnight in Paris”, de Woody Allen, nos cuenta la historia de una familia que viaja
a la capital francesa por asuntos de negocios, incluyendo entre ellos a una joven
pareja que está prometida, y cuyas vidas cambian gracias a este viaje. La cinta
aborda la idea que tiene la gente de que una existencia distinta a la suya quizás
podría ser mejor.
17 MAYO
ARRUGAS (V.O.)
Dirección: Ignacio Ferreras.
Género: Animación,
España. 2011. 89 min.
“Arrugas” es una película de animación para un público adulto basado en el cómic
del mismo título de Paco Roca (Premio Nacional de Cómic 2008). Narra la amistad
entre Emilio y Miguel, dos ancianos recluidos en un geriátrico. Emilio, que acaba
de llegar a la residencia en un estado inicial de Alzheimer, será ayudado por
Miguel y otros compañeros para no acabar en la planta superior de la residencia,
el temido piso de los asistidos —que es como llaman allí a los desahuciados—. Su
alocado plan tiñe de comedia y ternura el tedioso día a día de la residencia porque
aunque para muchos sus vidas habían acabado, ellos acababan de empezar una
nueva.
24 MAYO
LA FUENTE DE LAS MUJERES (V.O.S.E.)
Dirección: Radu Mihaileanu.
Interpretación: Leïla Bekhti, Hafsia Herzi,
Bélgica, Italia y Francia. 2011. 135 min.
En un pequeño pueblo, en algún lugar entre el norte de África y Oriente Medio, la
tradición exige que las mujeres vayan a buscar el agua a la fuente que nace en lo
alto de una montaña, bajo un sol ardiente. Ha sido así desde el principio de los
tiempos. Pero un día, Leila, una joven casada, propone al resto de mujeres una
huelga de amor: nada de sexo hasta que los hombres colaboren en el traslado del
agua hasta la aldea.
31 MAYO
ROUTE IRISH (V.O.S.E.)
Dirección: Ken Loach.
Interpretación: Mark Womack , John Bishop
Reino Unido 2010. 112 min.
Liverpool, agosto de 1976. Fergus, de 5 años, conoce a Frankie en su primer día
de colegio. Se convertirán en inseparables. Siendo adolescentes, faltan a las
clases para ir a beber sidra en el ferry que cruza el río Mersey, mientras sueñan
con viajes alrededor del mundo. Pero Fergus nunca imaginó que su sueño se
haría realidad mediante una carrera en el cuerpo de élite de las fuerzas
especiales del Reino Unido, las SAS. Tras haber dimitido, en septiembre de
2004, Fergus logra convencer a Frankie (a su vez, antiguo paracaidista) de
incorporarse a su equipo de agentes de seguridad, en Bagdad, a cambio de un
salario mensual de 10.000 libras libres de impuestos. Es su última oportunidad
para “ganar pasta” en esta guerra cuya privatización va en aumento. Juntos,
arriesgarán su vida en una ciudad en la que reina la violencia, el terror y la
codicia.
7 JUNIO
THE ARTIST (V.O.S.E.)
Dirección: Michel Hazanavicius
Interpretación: Jean Dujardin, Bérénice Bejo
Francia. 2011. 98 min.
Hollywood, 1927. George Valentin es un célebre actor del cine mudo al que todo
le sonríe, pero la llegada del cine sonoro marca el final de su carrera y le lleva a
caer en el olvido, mientras la joven extra Peppy Miller empieza a ser propulsada
hacia el firmamento de las estrellas.
14 JUNIO
UN DIOS SALVAJE (V.O.S.E.)
Dirección: Roman Polanski.
Interpretación: Jodie Foster, Kate Winslet
Francia, Alemania, Polonia y España. 2011. 79 min.
Dos niños de unos once años se enfrentan con violencia en un parque. Labios
hinchados y algún diente roto…. Los padres de la “víctima” han invitado a su
casa a los padres del “matón” para resolver el conflicto. Lo que comienza
siendo una charla con bromas y frases cordiales, adquiere un tinte más
violento a medida que los padres van revelando sus ridículas contradicciones y
grotescos prejuicios sociales. Roman Polanski dirige esta película que lleva a
la gran pantalla “Un dios salvaje”, la obra de teatro de Yasmina Reza.
Todas las proyecciones se realizarán en la Casa de la Cultura
de Arroyo de la Miel
a las 21:00h.
Opinión
No salen las cuentas
Erena B. Burattini
Llevamos más de una década con escasos aumentos de sueldo, y en el último
año hasta con rebajas. Esto ya lo sabemos, aunque hay algo más…
Resulta que con la entrada del euro perdimos como mínimo un 60% de poder
adquisitivo. A eso hay que sumarle el continuo alza de los precios, que no de
los sueldos o salarios, y cada vez más debemos pagar un sin fin de servicios
que antes eran gratuitos.
Los coches utilitarios han pasado a tener costes similares a artículos de semilujo. Los precios del carburante están por las nubes; apenas quedan zonas de
aparcamientos
que
no
sean
zonas
azules.
Las
multas
de
tráfico,
estratosféricas. Se puede decir que basta con respetar las normas. Pero en la
Costa del Sol tenemos kilómetros y kilómetros en que la velocidad máxima es
de 50, a lo que hay que sumar las múltiples rotondas e infinitos lomos rompecoches. Total, que para un trayecto de pocos kilómetros se tarda un mínimo de
media hora, con o sin tráfico. Resultado, no solo pérdida de tiempo que impide
ser más productivo, creamos más contaminación, más gasto energético
nacional, disminución de presupuesto familiar.
Hasta las bolsas plásticas están dejando de ser una atención en
supermercados o en ciertas tiendas. ¿Es por economía o por un afán
ecologista? Lo extraño es que en el último tiempo los supermercados han
sustituido materiales delgados más biodegradables por plásticos gruesos en los
envoltorios de sus productos.
El precio del gas ha subido, también el IVA, y por supuesto la energía eléctrica
varias veces durante el año pasado. Ah, ¿habéis mirado en detalle las facturas
desde que se implantó el método de facturación estimada cada dos meses? No
deja de ser un alza encubierta, puesto que al efectuar la devolución de lo
calculado en exceso, no se tienen en cuenta los impuestos cobrados por esa
cantidad… que no se devuelven. De modo, que lo que no sube oficialmente, se
sube o se tima extraoficialmente. ¡Y no pasa nada!
Sorprende que aún seamos capaces de llegar a fines de mes.
Y ahora comienza la reducción del servicio sanitario, de la educación y lo que
venga. Es de esperar que no prospere la aplicación de la normativa comunitaria
del pago por préstamo de obras sin tener en cuenta las actuales excepciones
como bibliotecas, archivos, etc. Sin comentario.
Supongo que quienes manejan estas situaciones cuentan con ingresos que les
alejan de la realidad… ¿O es que la conocen tan bien que se aprovechan a
conciencia para vivir como los dioses del Olimpo?
Y seguimos callando.
Crítica literaria
El territorio no es el mapa
Manuel Martín Miras
El mapa, como representación imperfecta del territorio que quiere significar, ha sido
objeto de distintas interpretaciones, según el grado de acercamiento a la realidad que se
le ha otorgado. Al ingeniero polaco A. Korzybsky (1879-1950), que realizo aportaciones a
la semántica hoy desfasadas, se le atribuye la frase “el mapa no es el territorio “, donde se
reconoce la imposibilidad de conocer el territorio, a partir del mapa.
Borges, en el relato “Del rigor de la ciencia” da cuenta
de unos hombres que pretenden hacer el mapa perfecto y para
ello lo amplían al mismo tamaño del territorio, manifestándose
de esta manera su inutilidad para el uso pretendido. Esta
paradoja es recogida después por el pensador Baudrillard, que
ve en el mapa una abstracción y un simulacro de la realidad
que se anticiparía al propio territorio y llega a hacerse más
real que este.
Ahora, en la postmodernidad desde donde estamos
instalados, el mapa ya no es una guía para el viajero, como lo
ha sido durante siglos; ahora es un mapa global, instantáneo y
permanente que ha acabado con la geografía. El viajero actual
tendrá que descubrir además otros aspectos de la realidad (del territorio) que no sea el
paisaje, que ya ha visto en tantos formatos.
Es frecuente en literatura el uso en los títulos de estas palabras: geografía, mapa,
anatomía, para describir la condición humana, como si de accidentes naturales u órganos
del cuerpo se trataran. En este contexto hay que situar la novela de Michel Houellebecq
“El mapa y el territorio”, ganadora del premio Goncourt (Proust, Malraux, Gracq, S. de
Beauvoir, M. Duras), y que ha situado a su autor en primera línea de la provocación y la
transgresión, pero a la vez de la aceptación como uno de los mejores escritores galos
actuales. Houellebecq es un autor, irónico y nihilista, al que se le ha tachado de cínico y
reaccionario, que nos sumerge en sus novelas en un futuro próximo donde destaca su
visión ácida y corrosiva de la sociedad.
En esta novela nos presenta la vida de Jed Martín, un artista plástico que
desarrolla su actividad primero fotografiando útiles y herramientas, se hace famoso
fotografiando mapas Michelin, para pasar luego a la pintura donde trata de reflejar
distintas situaciones de personajes claves de la economía y la industria, con los que se
consagra como artista de elite, llegando a alcanzar sus cuadros una alta cotización en el
mercado. Los cuadros que Jed realiza van componiendo un mapa del mundo, que se va
conformando como representación estática de la sociedad contemporánea.
Es de destacar en el desarrollo de la trama, las opiniones de críticos e
historiadores que han estudiado su obra, que se van distribuyendo por toda la obra, al
mismo tiempo que la trayectoria vital del artista se cruza con la de su padre (arquitecto de
éxito) y con la del propio autor de la novela que se convierte en un personaje más. Entre
distintas escenas y disgregaciones el autor va desgranado sus opiniones sobre la
sociedad moderna y planteándonos al mismo tiempo un futuro decadente, en una prosa
directa, aunque ampulosa, y donde no se priva de dar descripciones detalladas de todos
los temas que toca (sacadas de Wikipedia según el autor), así como citar marcas y
modelos de todo tipo, que no sabemos si le pasaran factura al autor, en el futuro, por la
perdida de vigencia.
De lo mejor, las conversaciones que el personaje central tiene tanto con su padre,
como con Houellebecq personaje, donde temas como la arquitectura utópica (mas bien
distopica), la simulación y la apariencia en el arte, la soledad del artista ante la sociedad,
dibujan un futuro donde la condición humana se desdibuja hasta ser solo un mapa que
homogeniza y anula todas las diferencias.
En la ultima parte el autor se sacrifica a si mismo como personaje (aparece
Houellebecq troceado y esparcido por toda su vivienda), y nos describe a través de dos
policías bien dibujados la secuencia de una investigación fallida, que se resuelve al final
sin ningún tipo de causalidad con el relato y con una falta total de lógica narrativa. No
obstante, esta parte tiene una construcción literaria, que vuela a bastante altura.
A pesar de algunos defectos de traducción (“los teleobjetivos de muy grande
aumento”, “la noche misma”, o unos “mostachones” que varios párrafos después se
convierten en “macarrones”), podemos decir que se trata de la mejor novela del autor
hasta la fecha.
Crítica literaria
Mañana en la batalla piensa en mí, de Javier Marías
Ricardo Guadalupe
‘Mañana en la batalla piensa en mí’, ‘y caiga tu espada sin filo: desespera y
muere.’ ‘Pese yo mañana sobre tu alma, sea yo plomo en el interior de tu
pecho y acaben tus días en sangrienta batalla: caiga tu lanza.’ ‘Piensa en mí
cuando fui mortal: desespera y muere’. Estas citas de Shakespeare, a quien
tanto admira Javier Marías, aparecen en el libro, siendo una de ellas su título. Y
lo es porque indudablemente la historia que cuenta
tiene que ver con la escena III, del acto V, de la
obra teatral Ricardo III. En ella Shakespeare habla
de la carga de los muertos y de los remordimientos
de los vivos, tal como hace Javier Marías en el
libro.
Otro tema que plantea el libro es el azar, aunque
sea en su vertiente envenenada, aviesa. Un azar
al que los personajes se entregan de antemano sin
resistencia, resignados, no porque no vivan el hoy,
sino porque no esperan nada del mañana. No
creen en la justicia, para ellos por encima de la
justicia está el azar, siempre envenenado.
Los personajes, sobre todo el protagonista, claro, llevan un muerto encima, en
el sentido amplio de la palabra y en el concreto también. Sus muertos les
atormentan, les mantienen bajo encantamiento, se vengan. Al menos así lo
vive el personaje principal, casi a lo Ricardo III, y no es que haya matado a
nadie, simplemente está capturado por la visión de la muerte ajena,
concretamente, y por la experiencia de alguna muerte propia, en el sentido
amplio de la palabra.
El encantamiento, por ende, se traslada a los lectores, gracias al buen hacer
del autor. Si se me permite el paralelismo, el autor se convierte en nuestro
muerto, y el libro en su venganza, sin por ello poder dejar de leerlo ni admirarlo,
estamos capturados, bajo encantamiento. Es alta literatura. Vengativa y alta
literatura.
Menos mal que el protagonista, y nosotros con él, se encamina a la expiación a
través de la confesión de lo ocurrido. No por mala conciencia, para la que no
tiene muchos motivos, quizá por cansancio, fatiga, lo que es seguro es que lo
hace para romper el encantamiento.
Como decía, alta literatura. Javier Marías, con una escritura tan atractiva como
reflexiva, hace lo que se debe esperar de todo gran escritor: Muestra un mundo
y lo enjuicia. Toma como base su singular capacidad de observación y la
integra en una trama que, instintiva o premeditada, le sirve para poner caras y
escenarios a todas sus voces con maestría.
Al mismo tiempo, como también venía a decir antes, su punto de vista no es el
más optimista del panorama literario, tampoco lo pretende, es oscuro, negro.
Otro tinte que envuelve el mundo que nos presenta, el mundo que describe, es
el de los barrios de clase alta, a los que Marías está habituado. Al fin y al cabo
uno cuenta lo que observa; Y con el estilo al que le acostumbran a uno la
educación y la posición social. Lo digo porque Javier Marías bien podría pasar
por un caballero británico, y esa distinción, para bien o para mal, se nota en su
escritura.
Pero que nadie se confunda por esto último que acabo de señalar. Y baste
como ejemplo la desternillante escena de la novela en la que aparece el rey
don Juan Carlos I, al que irónicamente llama el Único, el Solitario, Only the
Lonely, Only You o el Llanero. Sólo por esta escena merecería la pena leer el
libro, y mucho. Aquí don Javier Marías, republicano convencido, da rienda
suelta a su humor, y, por qué no decirlo, a su valor, para hablar sin complejos
de lo que piensa sobre la monarquía. Para enmarcarlo.
Así que el humor también es un aliciente en este libro, como lo es el sexo, que
sin ser explícito está latente cada vez que Víctor Francés, el narrador y
protagonista de la historia, se cruza o encuentra con alguna fémina. Además, a
ese alter ego mujeriego de Marías no son pocas las ocasiones que se le
ofrecen, se diría que el autor no tiene ningún problema en regalarle de cuando
en cuando las situaciones necesarias para complacerlo. O para complacerse.
Con una cita galante echada a perder comienza la novela. Mi recomendación
es que la sigas leyendo. Marías es uno de los grandes. Y si la lees, acuérdate
de mí. Mañana en la batalla piensa en mí.
Nuevo libro de Ricardo Guadalupe
FRASES EN EL MURO, Un diccionario de intuiciones
Tras “Palabras literarias” (ed. Octaedro, 2010), el escritor Ricardo
Guadalupe nos sorprende esta vez con un libro más personal dedicado al difícil
arte de la frase justa. En “Frases en el muro” (ed. Octaedro, 2012) encontramos
frases tan concisas como precisas. Unas apuntan hacia la razón, otras
directamente hacia el corazón. Y todas ellas aludiendo uno por uno a los
conceptos que manejamos en nuestro día a día. Amistad, amor, camino,
deseos, personalidad, vida, son algunos de los
conceptos que redefine y que ordena en forma de
diccionario para ofrecernos una alternativa a las
ideas preestablecidas y convencionales. “Frases en
el muro” es un diccionario de intuiciones con el que
además el autor nos anima a que cada uno cree su
propio diccionario. Para no dar nada por sentado,
para que cada uno busque su verdad.
Aquí tenéis algunas de las frases contenidas en
el libro:
Amor: “Es lo que da la vuelta al reloj de arena
cuando se está agotando la arena”
Beso: “El ángulo cambiante que forman tu boca y la mía”
Memoria: “La memoria es la que hace durar el tiempo”
Miedo: “El miedo es el fango que me impide saltar. No se puede saltar en el
fango”
Vida: “Imagina que eres un piano. Procura tocar todas las teclas de tu teclado”
Poesía
DESAMOR ( I )
Margarita Soubiron
Estoy mirando al suelo todo el día,
deambulo con los brazos encogidos,
cerrada la garganta y los oídos…;
la manta de mi piel, pálida y fría,
apenas si la siento como mía,
a estímulos no atienden mis sentidos,
me atasco en movimientos repetidos
carentes de intención y de energía.
Incógnito el pronóstico y temible,
me encuentro en un estado tan precario
que hallar la medicina no es posible
pues no hay para este mal un recetario :
Es único remedio a él sensible
volver a ver tu ropa en el armario.
DESAMOR ( II )
Margarita Soubiron
Debió ponerse el sol aquella tarde
y no lucir radiante un nuevo día,
debió sufrir la tierra una avería,
quedar a oscuras todo lo que arde.
Debió el espacio en un gentil alarde
de compasión celeste y empatía
parar el tiempo, ya que al fin dormía,
y hacer eterno aquel sueño cobarde.
Pero llegó insolente la mañana,
le dio una bofetada de evidencia…,
estaba sola y triste, tan temprana;
confuso el corazón y la conciencia,
le vio al espejo su primera cana :
No vale el desamor como experiencia.
Poesía
Fecundidad
Teresa Gallego
Inmensa tierra fértil
abrazada a tu universo,
brazo enlazado amanece
en tu lánguida cintura.
Lejos la niebla templada
se evapora en el espacio.
Vientos retumban con tu voz,
viajan hacia huecos vacíos,
hueco inmenso envuelve
Universo y Tierra.
¡Pálpito, pálpito lento
pálpito que acelera el ritmo!
Lenguas lamen húmedas aguas,
cascadas pródigas y frescas
se deshacen en la montaña
y fluyen por los meandros.
Fusión de entidades,
de contrastes e inversos.
Temblorosa llama alumbra,
fuego abrasando los campos
prenden imágenes ardiendo,
robustos troncos de un árbol.
Noche que yace dormida
fecunda así en tu vientre.
Poesía
EXPERIENCIAS
ABEL SANTOS
Las más guapas siempre mienten
con sus vidas complicadas
Y sus mundos de piernas infinitas.
Duncan Dhu
(Nunca me enamoraría de noche)
Que la vida es una partida
donde el tiempo
es la puja inicial,
y donde el corazón puede ganar
o descorazonarse
bajo la triste luz de un farol,
yo doy crédito de ello.
Pero
no verás cada carta
aquí,
en mi mano,
joven jugador.
MENOS ES MÁS
ABEL SANTOS
A la vida
no le importa si te escondes
Al lado de definiciones tipo:
O blanco. O negro.
Todos nos veremos las caras
en esta mesa redonda y gris.
Mientras tanto,
la vida
te besa
con sus llamativos labios.
Poesía
SUEÑO A ORILLAS DEL EGEO
Mercedes Ridocci
Soy ágil y bella amazona,
deidad en el uso del arco,
luna de nombre Atalanta.
A orillas del Egeo
alumbro la noche atávica.
Tenso el hilo en seno ausente,
y apunto la flecha hechizada al cruzado Minotauro.
Debatimos en amores
entre su ancho puñal y mi afinada ballesta,
entre sus bélicos brazos y mi pecho de valquiria,
entre sus piernas nervudas y mis muslos de heroína,
entre su lengua vacuna y mi viscosa laguna.
LUNA DE HIEL
Mercedes Ridocci.
Retuvo para el todas las caricias,
todos los besos,
las palabras bonitas.
Se envolvió en raso blanco
anudó sus recónditos labios con lazos de deseo,
que él desataría con manos expertas,
ávidas del calor que le ofrecía.
No hubo caricias,
ni besos,
ni palabras bonitas.
Con manos frías y violentas
mancilló el blanco raso de gris ceniciento,
desgarró los lazos del deseo,
derramó hielo sangriento en sus labios heridos.
Infectó todo su ser de rabia y miedo.
Poesía
Contrapuestos (José Antonio J. García)
Unos pasos cansinos
Y tus pies ligeros…
Candiles de poca lumbre
Y tus ojos, aceite y fuego…
Una cosecha segada
Y tu cuerpo, reluciente trigo…
Una boca sedienta,
Una fuente, torrente en vilo…
Una esperanza sin rumbo
Y un día amaneciendo…
Unos suspiros sin aire,
Y un corazón latiendo…
Una noche que se cierra
Y un sol ardiendo…
Un río sin cauce
Y la mar rugiendo…
Un hombre llorando
Y una mujer riendo…
Tú
Y yo…
Del libro: “Mi manera de decir IV”
AURORA
Marta Berastain
No consigo escribir. La mancha sombría me invadió hace un tiempo, y campa a
sus anchas en mi cabeza. Codiciosa, me robó todos los recuerdos. Miro la
pluma, tan familiar. Un nudo se me viene a la garganta. Sé que hace no mucho
tiempo fluía entre mis dedos y me ofrecía inagotables placeres. Ahora se niega
a dejarse acariciar. No puedo escribir nada Aurora, no sé hacerlo. Mis dedos no
obedecen a mis gritos ahogados. Mis manos no responden y se mantienen
muertas sobre la butaca.
Algunas noches, cuando crees que duermo en mi butaca, te oigo llorar. Abres
solemne los libros que coronan nuestra estantería. Sé que los he escrito yo
porque me lo cuentas orgullosa; acaricias las páginas, y me lees fragmentos de
uno y de otro con el anhelo de quien busca la palabra que encienda la chispa
de mi memoria. Pero no. No reconozco esos libros Aurora.
Ayer cumplí años. Invitaste a toda aquella gente, la misma que me viene a ver
cada tarde, y que me vigila desde las fotografías que hay en mi despacho. Me
esperaban en casa a la vuelta de la rehabilitación; sostenían globos, y un cartel
enorme. No sé qué decía, pero te emocionaste. Siempre fuiste tan sensible…
También vinieron varios niños que corrieron a abrazarte en cuanto cruzamos la
puerta. Te llamaban abuela. Se te veía feliz.
Me giro hacia la entrada de mi despacho, y te veo entrar. De tu mano uno de
los niños que estuvo ayer en casa. Os acercáis a mi butaca. El chiquillo es
guapo; me recuerda a alguien, pero no sé a quién. Es rubio y se me acerca con
descaro; me desconcierta esa confianza y a la vez me invade una sensación de
familiar calor. "Xabier, dale un beso al abuelo". Te miro atónito. El niño se pone
de puntillas y me besa. Y me mira y sonríe. Tiene una sonrisa amplia y azul. Le
acaricio el pelo rubio. A quién me recuerda…mi pensamiento se ve
interrumpido por un "te quiero abuelo". Otra vez el nudo en la garganta. Sé que
debería saber quién es. Me ha llamado abuelo, y me interrogas con la mirada.
No, no sé quién es. Asiento. Torpemente. No respondo. Sigo mudo, y os vais
como habéis venido. Lo siento Aurora, no sé quién es…si supieras que hay
días que me sobresalto cuando me miro al espejo, si supieras que no me
reconozco en el reflejo…quisiera hacer algo para aliviar esa pena que hace un
tiempo te asalta y que se que tiene que ver conmigo y con la mancha, pero
cada día que pasa es peor y el abismo se cierne sobre mis ojos, mi boca, y mi
alma, profanando mis recuerdos.
Oigo la puerta de la calle cerrarse. El niño se ha ido. Vuelves arrastrando los
pies- cansados-por el pasillo. Me miras al entrar, has vuelto a llorar, pero
sonríes. Te acercas a mí, me tomas la cara entre tus manos suaves, sabias, y
me preguntas: "Alfonso, ¿sabes quién soy?". Y me zambullo en tu mirada. Las
palabras se amontonan en mi garganta. No puedo hablar. Te abrazo fuerte, con
urgencia, y trato de que mi abrazo te transmita las palabras que han muerto en
mis labios. Quisiera gritar pero las garras ávidas y feroces de la amnesia no me
dejan ni siquiera recordar lo que quiero decirte. Cierro los ojos y hundo mi vieja
cabeza en tu cuello, entre tu pelo. Aspiro profundo y dejo que tu olor me llene
los pulmones…
http://recortablesyquimeras.blogspot.com
CARTA DESDE ALEJANDRÍA
Rafael Borrás
Después de tanto tiempo la encontré muy desmejorada. Su frontis
neoclásico daba pena de tan descolorido y cuarteado, como si lo
hubieran rascado con un gigantesco cepillo de púas. El edificio en
conjunto parecía un león agonizante, sembrado de grietas, desconchados y
excrementos de ave. El espectáculo, de puro triste, me hizo vacilar. Pero me palpé
por encima de la chaqueta, a la altura del corazón, y el contacto con la frágil solidez
de la cartulina me empujó a cruzar resuelto la calle.
Una vez en el pórtico pulsé el timbre. Al poco, un bedel muy joven me recibió
con una sonrisa afable. Me presenté como antiguo alumno de la facultad,
matemático recién jubilado, y añadí que, al enterarme de su próxima demolición, de
repente me habían entrado la morriña y las ganas de dedicarle una visita antes de
que desapareciera. Y el chico que no faltaba más, amigo, que entendía mis
sentimientos y que desde luego no era el primero que había pensado lo mismo, sino
más bien de los últimos. Me advirtió que tras semanas transportando todo lo que
pudiera resultar útil no quedaba prácticamente nada interesante. Que la mayor parte
había ido a parar a los contenedores. Y terminó pidiéndome que, puesto que se
acercaba el fin de su jornada y no quedaba ningún trabajador dentro, que le hiciera
el favor de, al marcharme, cerrar dando simplemente un portazo.
La desolación invadía cada metro del claustro de la antigua facultad de
Ciencias Exactas, en su momento orgullo de la Universidad Complutense. Me
recordó una de esas playas batidas por los restos de un naufragio. El suelo lleno de
cascotes y desperdicios, gatos merodeando entre restos de bocadillos, paredes
enmohecidas por humedades, la mayoría de las ventanas sin cristales. Abandono,
suciedad y brozas por todas partes. Inmersas en un silencio de oquedad, infinitas
moléculas de polvillo en suspensión danzaban al sol del atardecer creando una
atmósfera irreal y fangosa. Ascendí apoyándome en balaustradas de piedra
descarnada y escaleras con peldaños destrozados.
En el piso superior finalmente desemboqué en la biblioteca, en cuya sala
principal y entre largas hileras de estanterías con textos y cartapacios pulcramente
ordenados, cuatro décadas atrás Virginia y yo coincidimos en tardes enteras de
aplicado estudio. La recorrí con devoción: completamente desposeída de sillas y
mesas, vitrinas y anaqueles vacíos que seguramente acabarían hechos añicos; tuve
que caminar sorteando libros desmochados, papeles rotos y utensilios en desuso
como reglas de cálculo y escalas logarítmicas. En un rincón algunas cajas con las
restantes pilas de carpetas y objetos a vaciar. Tan solo me reconfortó un poco el
aroma añejo a madera noble.
Por una puerta lateral pasé al archivo que en tiempos se utilizó como almacén
de la biblioteca y de la secretaría. Miré al fondo y no pude evitar un suspiro de alivio.
Había llegado a tiempo. Por fortuna el armario era demasiado viejo para reutilizarse
y demasiado grande para ser transportado. Me dio por pensar que en eso nos
parecíamos: ambos éramos considerados ya por la sociedad entes obsoletos e
inservibles. Con una barra de hierro que encontré hice palanca para separarlo del
muro. Luego me arrodillé y, alargando el cuello, extendí el brazo por detrás del
mueble. Palpando con las yemas de los dedos rastreé la superficie de la madera
hasta tropezar con la concavidad, un hueco entre estantes que el carpintero no tuvo
más remedio que dejar para que acoplaran dos de diferente profundidad. Allí seguía.
1
Lo así por la punta y estiré, despacio, no fuera que con el tiempo la tela se hubiera
ajado y acabara rasgándose. El pañuelo de seda de Virginia. La única prenda de
todas las que vestía que no le quité.
En aquella lejana jornada de estudio nos demoramos más de la cuenta, y otro
bedel, recuerdo que con bigote y cara de policía, también tuvo necesidad de irse.
Para acudir a una cita con el médico, nos dijo. Y también nos pidió que al salir
cerráramos con un portazo y que las luces se quedaran apagadas; había confianza,
nos conocía de sobra después de cinco largos cursos.
La facultad casi desierta y Virginia y yo los dos sufridos resistentes de la
biblioteca. Faltaba muy poco para los exámenes de junio, los últimos de la carrera, y
exprimíamos hora tras hora para memorizar docenas de páginas de apuntes.
Se dan episodios que surgen una vez en la vida y enseguida se tiene la áspera
certeza de que no se repetirán. Hace muchos años que me resigné a no volver a
poseer en ningún rincón de un oscuro archivo a una Virginia enredada en mis brazos
y apoyada en un armario, ni a absorber entre gemidos el sabor agridulce de su pelo
enmarañado, ni a morder sus labios y besar con los míos cada recodo de su torso
húmedo y jadeante. Cuando ocurrió, deseé que el instante fuera eterno. Pronto supe
que fue tan efímero como irrepetible, y que luego se perdió para siempre, como el
agua de un cubo arrojada en el mar.
En esa caliginosa tarde los dos fuimos uno por primera y última vez, y lo
fuimos con toda la pasión furibunda de los veinte años, sin apenas palabras, sin
miedos ni vergüenzas. Y, al acabar, Virginia desanudó el pañuelo de su cuello, lo
impregnó con el sudor de nuestros cuerpos y los restos de los flujos de ambos, y,
blandiendo la sonrisa más fascinante y pecadora que mis ojos han disfrutado jamás,
lo escondió en un hueco tras un armario archivador que los operarios habían
ensamblado por la mañana, todavía sin atornillar a la pared. La guarida perfecta
para el amuleto de un éxtasis.
Me senté en una caja y extraje del bolsillo interior de la chaqueta el sobre, y de
éste su contenido. Una postal con la foto de un vistoso distrito residencial de
Alejandría junto a una hoja escrita con cuidada letra redondilla.
Mi querido Enrique:
Espero que mi correo te llegue; no dispongo más que de tus antiguas señas,
las mismas que nos intercambiamos tras la fiesta de despedida de la promoción.
Hay que ver, ¡tiemblo al considerar que de eso hace más de cuarenta años! Aunque,
si bien lo pienso, a estas alturas me parece que de todos los brillos de mi vida hace
ya cuarenta años.
Nuestra compañera Carmen me comunica que trasladan la vieja facultad de
Exactas a la Universidad Politécnica y que van a demoler el edificio y construir
oficinas o algo parecido. Quizá ya lo sepas. No me importa que lo derriben, pero hay
un objeto que quiero que rescates antes de que la piqueta lo sepulte. Te lo pide de
todo corazón una vieja amiga como un íntimo favor personal. ¿Te acuerdas del
pañuelo que oculté en la biblioteca? ¡No te perdonaría que lo hubieras olvidado!
Quiero que lo recuperes y lo guardes donde no tengas que darle explicaciones a
nadie. Pero no lo tires, por lo que más quieras. Me reconfortará saber que lo
conservas tú. Y sólo tú, porque me temo que nunca podrás devolvérmelo. Pero así
está bien.
Tras mucho deambular resido en Egipto, donde vivo razonablemente feliz, con
la cercanía de mis hijos y nietos, y junto a Karim, mi marido. ¿Recuerdas?, mi novio
de entonces. Al final consiguió regresar a su país con una española en la maleta...
2
La memoria no me funciona como antaño: aumenta la distorsión de unos
recuerdos en los que se entremezclan personas y fechas deformadas por la realidad
actual, como los países cuya ubicación confundo constantemente. A pesar de ello,
en mi mente han quedado prendidas para siempre algunas imágenes nítidas que, te
juro, nunca se perderán, y que al cabo de una montaña de años a menudo
reaparecen como una placentera reliquia gráfica, sobre todo si mi ánimo decae en
momentos de pesimismo, nostalgia o soledad. En este caso, en tu caso, ¿fue
culpable el más divertido, tierno, guapo, y un poco temerario, de todos los chicos de
la promoción 1964-1969 de la facultad de Ciencias Exactas?
Mira la foto de la postal, mi barrio en Alejandría. Y mi casa es la grande de
color blanco, a la derecha del minarete. La tuya la tendrás siempre dentro de mí.
Virginia
3
Relato
La alargada sombra de la duda
María José Moreno
Sabía con total seguridad que existía otra.
Nuestro amor siempre sincero y
entregado se había convertido en rutina
opresiva que ninguno controlábamos.
Si me preguntaran el momento
exacto en que lo advertí, no podría decirlo;
una
sonrisa
a
destiempo,
un
beso
innecesario, una pregunta sin respuesta,
un silencio…Nada era igual.
De reojo le observaba nervioso
coger el móvil cuando le llegaba un
mensaje y al instante, una explicación no
pedida.
—De la oficina, que no encuentran unos
informes.
—¿Qué vas a hacer?
—Nada. Que se la apañen como puedan. Ya estoy harto de ser el que
resuelva todos los contratiempos.
A partir de ese momento su pecho se debatía en una ansiosa respiración, un
exagerado temblor de piernas; nerviosa agitación de manos que constituían
la antesala de un ir y venir con aspavientos hablando solo y que concluían
en:
—Me voy y regreso en un minuto.
Un beso lanzado al aire y un perdona, cariño, pero no me fío de ellos.
Un ritual que llevaba a cabo cada vez con más asiduidad generando en mí
una intensa pena, que me devoraba por dentro nublando mi razón,
llevándome a los extremos del delirio.
—Eres una celosa patológica, una enferma. No existe ninguna otra, me gritó
una tarde que cansada de vivir de aquella manera, le escupí lo que pensaba
y me planté delante de la puerta para que no se encontrara con la otra.
Lo mismo, con palabras más suaves, me dijo el psiquiatra al que me
obligó a ir.
—Señora, no sé si lo que usted dice es verdad o no, pero no nos interesa.
Lo importante es lo mal que lo está vivenciando.
—¿Eso significa que soy una enferma?
—Usted tiene una personalidad
suspicaz y desconfiada, y ello
puede
hacerle ver fantasmas donde nos las hay...
Al salir de la consulta tome conciencia de que todo era producto de mi
mente enferma, el médico y mi marido llevaban razón. Mi desconfianza me
llevaba a malinterpretar aquello que sucedía, me repetía una y otra vez,
cuando el corazón se me paró a la vez que los ojos se me salieron de las
órbitas. Paseando, delante de mí, agarrados de la cintura, besándose sin
disimulo alguno, exhibiendo obscenamente su amor.
Allí estaba mi delirio, era cierto, me equivocaba; mi marido llevaba
razón, no existía otra… era un otro.
Ya está a la venta el primer libro digital publicado por la editorial El desván de la memoria.
Su titulo es Bajo los Tilos, escrito por María José Moreno Díaz, que ya ha superado las
15.000 descargas de su anterior novela (Vida y milagros de un ex).
Puedes leer el primer capítulo de su nueva obra en su blog:
http://www.mjmorenodiaz.com/2012/03/bajo-los-tilos.html
Su precio es 2,99 euros.
Y puedes comprarlo desde ese blog
Relato
Rojo para Dumas (Elisa Blanca)
Se sobresaltó al oír el teléfono. Casi no había dormido en toda la noche
pensando en Jorge, en la última vez que le vio, en el por qué de su matrimonio
roto y en el por qué de su soledad. Al girarse para contestar la llamada
despertó a su perro Dormilón, enroscado a los pies de la cama.
-Sí, ¿dígame?
-¿Blanca Miralles? Buenos días, soy el abogado del doctor Buendía,
siento tener que comunicarle su muerte.
Sintió un extraño escalofrío. Quizás porque aún seguía adormilada,
quizás al oír su nombre tras tantos años de silencio. Blanca miró el balcón
entreabierto y se dio cuenta entonces que había permanecido así toda la
noche. A través del cristal el cielo amenazaba lluvia.
-No sabía que estuviera enfermo. Sí. Entiendo. ¿A qué hora? Por
supuesto, allí estaré. Gracias.
El abuelo muerto. Sólo tenía diez años cuando le vio por última vez, pero
aquella barba blanca y sus ojos negros e intensos, habían permanecido en su
memoria desde entonces.
Blanca nunca supo lo ocurrido entre el abuelo y su madre, aquella noche
veinte años atrás, cuando les oyó gritar y algo resultó roto en aquella
habitación, y no fue sólo el jarrón de porcelana azul de la abuela. Aquél día se
rompió algo más importante, su familia.
Serían las cuatro y media cuando llegó al aparcamiento. Seguía
teniendo el mismo coche, aquél que comprara Jorge el año anterior a su
separación, el mismo del que le diera las llaves antes de irse definitivamente de
casa. <<Tómalo como un regalo de despedida, es tuyo. No quiero nada,
puedes quedarte también la casa>> ¿Sentimientos de culpa? Nunca volvieron
a hablar del tema, de hecho no volvieron a hablar nunca más. Jorge y Lucía, su
amante, murieron al día siguiente. Su vuelo, el BT328, jamás llegó a Brasil.
Tuvo la impresión de que el tiempo no había pasado. La grava, como
siempre, cubría el camino desde la portilla hasta la entrada de “La Casona”. El
cuidado parterre, que daba acceso a la escalinata, denotaba la presencia de
Mauricio, el viejo jardinero, al servicio de su abuelo desde que éste se
estableciera como médico en el pueblo.
Todo seguía tal como lo recordaba. Aquél magnífico salón de amplios
cortinajes que ocultaban las balconadas, los altos paneles de madera que
cubrían las paredes, dejando solo a la vista la magnífica colección pictórica del
abuelo –paisajes, bodegones y retratos del XIX español–, obras, en las que la
calidad y el buen gusto, superaban el escaso número. El terciopelo rojo
granate, seguía destacando en el tapizado del amplio sofá y las cuatro butacas,
que aún formaban una media luna frente a la chimenea de piedra.
La tecnología apenas se había hecho un hueco en aquella estancia,
limitándose a un ordenador portátil sobre la antigua mesa de caoba, junto a la
1
que tantas veces viera sentado a su abuelo, encuadernando su maravillosa
colección de libros antiguos, escribiendo o leyendo, bajo aquella luz que se
colaba a través de los diáfanos cristales.
Pero ahora en vez del abuelo, era el notario quien ocupaba su sillón y
leía su testamento. Pudo observar con detenimiento a los dos primos Buendía
sentados junto a su madre, la tía Luisa, a Rosalía, el ama de llaves, a Mauricio,
quien también haría de chofer para el abuelo en sus últimos años de vida. Solo
la presencia de aquél hombre correctamente vestido con su traje negro, que le
dio la bienvenida al llegar y que ahora se hallaba junto al notario, parecía fuera
de lugar.
Apenas prestaba atención a la lectura del testamento, absorta en su
nueva novela. Blanca posó la mirada sobre el magnífico retrato de su abuelo,
situado justo donde ella lo recordaba, sobre la chimenea. Siempre le
impresionó la inteligente mirada de aquél hombre de rostro bondadoso.
-“Lego a mi nieta Blanca Miralles, las colecciones de libros de caballería,
viajes y aventuras, que tanto leía de niña, y que una vez prometí que serían
suyas a mi muerte. Todas las obras así como sus autores, están especificadas
en lista aparte.”
Al oír estas palabras, Blanca dio un ligero brinco en el asiento, <<los
libros del abuelo>> Vino a su memoria la habitación de la casa donde más
horas pasó de niña, la biblioteca del abuelo. Estanterías repletas de libros
cubrían por completo las paredes de suelo a techo, esos libros que tanta
compañía le hicieran de niña y que ella tanto quería. Aquél gran sofá de piel
marrón en el que tantas veces su madre la encontrara durmiendo la siesta en
las largas y tediosas tardes de verano o leyendo los libros que con tanto mimo
él encuadernaba, con sus increíbles historias de caballeros y princesas por
rescatar, con sus viajes al fondo del mar o a las más inhóspitas selvas, libros
que le hacían vivir durante unas horas en un mundo irreal y maravilloso.
No pudo resistir la tentación de dirigirse a la habitación de su niñez. Casi
con la misma ingenuidad que le acompañó la primera vez que descubrió
aquellas paredes forradas de libros, Blanca fue pasando su mano por los lomos
de las viejas encuadernaciones, con sus inconfundibles letras doradas en el
lomo: rojo para Dumas, azul para Salgari, verde para Verne. Ellos formaron su
mundo imaginario, su mundo secreto, un mundo que ahora sería suyo para
siempre.
-Gracias abuelo.
Los volvió a acariciar, a mimar durante un momento, mientras pensaba
que en su novela, las aventuras de los personajes ya no se desarrollaban en
una selva lejana, en una isla desierta o en el fondo de un mar azul y profundo,
sino en un mundo virtual, un mundo de apariencias y engaños donde nada es
lo que aparenta ser, pero que al mismo tiempo, puede llegar a convertirse en
un mundo más real que cualquiera de los inventados por los clásicos.
-Abuelo, ¿qué color le pondrías a Internet?
2
Espacio Mundo Palabras: donde la gente disfruta del lenguaje
Relatos ganadores
EL BAR DEL PUERTO
María Florencia Ducha
De noche el café huele. Huele a rancio. Huele a humo. El globo de gas del
centro de la sala ilumina pálidamente el centro del recinto y en penumbras, el
espectáculo, una y otra vez de sillas vacías entre noctámbulos personajes
sentados a sus mesas; en el café donde por esas horas, se cuecen susurros
clandestinos,
negocios
indiscretos,
amores
frustrados,
complicidades
prohibidas….
Aquí, mi taza de café en una redonda mesita de madera.
Desde mi silla, puedo oír,
silencios, suspiros, insultos que
se perpetúan;
siempre lo hacen, en el café del puerto.
Desde mi silla, puedo ver, allá un caballero, abrazado a su botella de vino,
susurrando palabras; más allá, una mujer de rostro pálido, con vestido de
escote pronunciado y reputación dudosa, mira absorta por la ventana, callada,
su mirada perdida. Cerca de mí, un muchacho, dice palabras indebidas en una
de sus fracasadas apuestas de pócker.
Observo y escucho, una y otra vez, el mismo espectáculo, como en una cinta
animada en donde se repite la misma escena: los mismos silencios, los mismos
suspiros, los mismos insultos, los mismos personajes de ayer. La misma taza
de café. El bar que siempre huele. Huele a rancio, huele a humo. Y en centro
de la escena, Don Vincent mira. Siempre mira.
A las 5 de la madrugada, a punto de cerrar, Vincent extiende la cuenta a cada
mesa. Nos esboza una sonrisa. A esa hora de la madrugada, a punto de cerrar,
Vincent, el dueño, es el único que por este lugar, sonríe.
SOLO DE VIOLÍN
Julio Alejandre
La niña abandona las bambalinas por la soledad del escenario y cuenta,
cabizbaja, los pasos que la llevan frente al atril. En el salón resuenan
murmullos de último momento, carraspeos secos, alguna voz infantil, un papel
que se dobla, que se guarda. La niña tiembla por dentro mientras acomoda el
violín entre el cuello y la barbilla, los inclinados ojos observan al ras el
instrumento, la superficie tostada y brillante,
curvilínea, con aristas y suaves dunas. Las
cuerdas se fugan en perspectiva cónica
hacia el otro extremo, donde la mano
izquierda sujeta con firmeza el astil. Los
dedos recorren las cuerdas, las reconocen,
acarician
sus
distintivas
cualidades;
su
naturaleza tensa y metálica le transmite la
tranquilidad necesaria, la cotidiana complicidad.
La luz cenital se derrama
sobre el escenario, sacando cálidos reflejos a las tablas del parqué. El
pentagrama reposa en el atril como una gaviota con las alas abiertas, dispuesta
a alzar el vuelo. El arco se acerca a la segunda cuerda y arranca de ella un fa
sostenido, algo ronco, que acalla el salón.
Una niebla de talco, tenue, próxima, diminuta nevada, envuelve la zona de
contacto, allí donde la crin se desliza sobre la cuerda. La fricción calienta el
material, su densidad se transforma sutilmente, leyes de la física, la calidad del
sonido se afirma, ahora es un si bemol fugaz, en semicorchea, el brazo se
anima y empieza a hilvanar notas que salen despedidas de la parrilla de sirga
en rápida sucesión. La mano aumenta el ritmo, su cadencia de vaivén se
acelera y por momentos se hace frenético. Vibra cada cuerda haciendo suyo el
pentagrama, procesándolo en notas singulares que, todas juntas, hacen un
todo más allá de las partes. La niña absorbe con la mirada el código ideográfico
y crea un puente en arco voltaico desde la partitura hasta sus ojos negros. La
caldera de un cerebro en ebullición transmite en impulsos nerviosos órdenes
precisas, milimétricas, a cada brazo, a las muñecas, al dorso de la mano, a los
esbeltos dedos, a cada falange y articulación, a cada fibra muscular. El arco
baila sobre las cuerdas en un paradigma de amor fecundo, alumbrando un
ejército de blancas, negras y redondas, silencios, con abundancia de corcheas
y semicorcheas que nacen pequeñas, arrugadas y lineales, ondean un
momento en el aire próximo, dadas de la mano, antes de expandirse por el
auditorio como las moléculas de un gas, abarcándolo en su completa oquedad,
haciendo vibrar el espacio desde su naturaleza ondulatoria y matemática y
multiplicándose en tantas réplicas como oídos hay.
Ya nadie ve la delgada palidez de la niña que ejecuta la pieza para violín en el
escenario, ni siente la presión del asiento en las posaderas, ni sabe del vecino,
ni le molesta la cabeza impertinente de delante, ni siquiera piensa: el auditorio
está lleno de orejas enormes, radares carnosos ocupados en recoger la
melodía prodigiosa que danza en el aire. Ahora es zumbido de abeja, gota de
lluvia, olor, ahora ronquido de borracho, llanto, viento, eco, silencio, ahora es
luz, ahora sombra. Las notas giran sobre sí mismas en vertiginoso remolino, la
mano es más veloz que la vista, el arco marca trayectorias imposibles y los
dedos revolotean sobre el astil en orbitales indeterminados, la cabeza sube,
baja, se ladea, un mechón se ha escapado del rígido peinado, en la frente
inclinada minúsculas gotas de sudor marcan los poros, la mirada despega a ras
de las cejas en busca de más combustible y el acto final es un estallido de
color, fuegos artificiales que iluminan el sonido antes de la penúltima nota,
rotunda, y del silencio final.
HUIDA A NINGUNA PARTE
Ana Eva Suarez
La brisa me revolvía el pelo e impregnaba mi piel de olor a salitre. De
vez en cuando cerraba los ojos buscando con desesperación sentirme libre,
etérea, compañera de ese aire, de ese mar, de esa nueva tierra en que
pretendía enraizar mis pies. Me acerqué a la barandilla y a lo lejos, en la misma
línea del horizonte, el sol se despedía un día más tomando la forma de una
media naranja ardiente, cálida a pesar del frescor que siempre portaba el
atardecer. Una media naranja, que en escasos minutos se llevaría el calor, el
aroma y el contacto, dejando el cielo en brazos de la luna una noche más.
Entregándolo sin más a la oscuridad.
Decidí bajar a la playa. Cerca de la orilla, algunos rezagados aún no
veían el momento de regresar a sus casas; y recostados en la arena otros
disfrutaban de un buen libro, buena música o simplemente buena compañía.
Me detuve sin prisa a contemplarlos, quería empaparme de… otras ilusiones,
otras preocupaciones, otros planes… simplemente: otras vidas.
Me descalcé y hundí mis pies en la arena, convirtiendo la firmeza en un
espejismo ya pasado. Demasiado pasado. Caminé despacio hasta que el
contacto del agua con mis tobillos desencadenó un fuerte escalofrío y… los
recuerdos se abigarraron en mi mente y el dolor volvió a invadir mi pecho con
fiereza. Quise despertar mi razón, imponer orden en semejante caos, un caos
que me abordaba sin previo aviso y que me invalidaba. Y entonces lo vi claro:
era otra playa, no cabía duda; era otra brisa, más fría y de aromas más
penetrantes, eso estaba claro; era otro mar, más bravo y menos cálido; eran
otras vidas, mas no mías. Porque yo… seguía siendo yo y… mientras mi
equipaje continuara siendo el mismo, lo mío era una huída a ninguna parte.
Espacio Mundo Palabras
CRISIS PASAJERA
Microrrelatos ganadores
Luis Juan Salamanca
No me mires así. Sabes que lo odio. No soporto tus blancos ojos fijos en mí. Ya
sé que las cosas no van muy bien entre nosotros, y créeme, lo siento. Entiendo
que últimamente no te lleno, que te sientes incompleta, medio vacía sino vacía
al completo. Perdóname, claro está que no han sido nuestros mejores
momentos juntos, ni mucho menos, pero no te alarmes, regresarán. Llegará el
día en el que todo vuelva a ser tan bello y sincero como lo era antes. Una vez
más encajaremos a la perfección, conectaremos, y tendremos conversaciones
tan excelsas e interesantes que el mundo se coloreará de viveza, de amor, de
locura y pasión. Las nubes llorarán de alegría y no de tristeza, el sol brillará
por su grandeza, y no por su ausencia. Cada día será una nueva aventura.
Todo volverá a ser como tú y yo queramos, sin malos finales ni historias sin
sentido. Y nunca, nunca jamás volverás a mirarme como lo haces ahora, ya no
serás más una simple, monótona, lúgubre, solitaria hoja de papel en blanco.
TRISTE BLUES BAND
Francisco Rubio
Del piso de arriba llegaban párrafos sueltos de trompeta y saxo; los
hermanos Nájera ensayaban los jueves, y en verano lo alargaban. Sin previo
aviso, las lágrimas llenaron de lluvia mi alma; imparables, tampoco yo quería
ponerles dique. Quizá fue una nota mal tocada, quizá el vaso que estaba lleno:
el lunes, mi ex con la moto; martes el perro; ayer, mi padre de viejo. Parecía
como si los tres hubiesen quedado de acuerdo.
Por eso, esta mañana, cuando el jefe me despidió, más que alivio
sentí libertad, campos abiertos. Necesitaba aire y las lágrimas me lo estaban
dando esta noche. ¡Qué mal tocan esos cabrones! –pensé.
Solo quedaba, pues, una salida: subir al tercero y pedirles a ese par de
chiflados que me dejasen cantar con ellos.
Cuento
FLORA Y TROMPITA
Mar Solana
Para M.A. por su sensibilidad, su cálida amistad y su gran generosidad… y porque siempre está
ahí para echarme una mano con el buril de las letras…
Había una vez una flor muy bella a la que una lluvia delgadita, con sonrisa de
arcoíris, le planchaba su traje de pétalos de seda, azules y blancos. Vivía en el
bosque azul llamado “De las Cuatro Ninfas”, tenía las hojas muy verdes y el tallo
más bonito del bosque. Su nombre era Flora y lució mucho tiempo tersa y fresca
como un melocotón en verano. Sin embargo, ahora estaba enferma y todo lo que
le rodeaba, de color amarillo pajizo, se había secado y se quebraba con el más
diminuto de los pasos. Como los de Glïky, el duendecillo, que caminaba con sus
cortas piernas a brinquitos menudos. Era el guardián del bosque y cuidaba de
todas las plantas. De pronto, algo había crujido bajo sus rojas botitas y vio, con
triste sorpresa, como Flora se marchitaba entre los
quejidos de una tierra seca.
Flora no podía dormir desde que comprendió las
cosas que se había perdido por presumida y egoísta.
Rechazar a Trompita, el abejorro, fue un error, ahora lo
sabía. Se extendió la voz por el bosque, tan rápido como un fuego, de que la
engreída flor no quería en sus estambres más insectos que le arrugaran su
belleza. Pasaba las noches con su vestido de seda totalmente abierto a la
incertidumbre de la madrugada. Su carita de estambres, su tallo y sus hojas
colgaban mustios, ni siquiera el primer rocío de la mañana conseguía reanimarla.
Ya no tenía energías para protegerse de noche y así deslumbrar por el día. Con
las pocas fuerzas que le quedaban, y entre suspiros de agotamiento, le había
suplicado ayuda a la señora Luna. La señora Luna avisó al Mago Lumbrel, que
era el responsable de todas las criaturas del bosque. El Mago, con la sabiduría de
sus fábulas, alimentaba el corazón del duendecillo y de las cuatro Ninfas; así, en
silencio, ayudaban a todos los habitantes del bosque. El Mago Lumbrel llamó al
duendecillo y le pidió que fuera a ver a Flora lo antes posible. Mientras tanto, él
iría en busca de Daphne, la Ninfa que cuidaba de los árboles y las cosechas, y de
Ondina, encargada de que la tierra no pasara sed. También buscarían a Eolina,
ayudaba a esparcir muy lejos las nuevas semillas, y a Samdra, que encendía
hogueras para regalar luz a la oscuridad.
─ ¡Deprisa, deprisa…! ¡Flora está muy malita!─gritó Glïky, al encontrarse con
el Mago y las Ninfas. Daphne caminaba a elegantes zancadas con sus piernas
largas como estambres. Le seguía Ondina, mostraba su particular brillo líquido en
sus ojos de espuma; y Samdra, con sus chispeantes brazos y piernas de fuego.
Alrededor de ellas, nerviosa, desplegaba sus alas de plata Eolina.
─ Ningún insecto ha conseguido extraer ya nada de mis jugos, ¡estoy tan
seca! Han buscado a Trompita sin descanso, él podría libar todavía en alguno de
mis pétalos y, aunque yo muera, esparcir mis semillas en el bosque… Trompita es
el abejorro que mejor conoce los rincones donde atesoro mi néctar, si es que
todavía me queda alguno. Le eché de mi lado con desprecio, creía que cada vez
que él bebía de mí, yo me volvía fea y vieja…─les explicó Flora con tristeza,
mientras se dejaba abatir de nuevo sobre la tierra seca.
─ ¡Se me ha ocurrido un plan con el que, además de salvarte, tendrás
muchas hermosas florecillas junto a ti! ─exclamó Lumbrel con regocijo. Flora le
dedicó una mirada cansada pero llena de esperanza.
─Dime, Mago, ¿de qué se trata?
Bajo las órdenes de Lumbrel, Eolina rebuscó
entre los estambres de Flora algunas semillas.
Ondina regó con su agua fresca el rincón que
momentos antes Glïky, con ayuda de Samdra, había
dejado limpio de hojas, broza y maleza. Y se
sentaron a esperar…
Pasaban los días y Flora no mejoraba, cada vez
se encontraba más débil.
Y ocurrió que una mañana apareció Trompita. Se acercó a Flora y le regaló el
beso más largo y dulce que ningún abejorro diera nunca a una flor. Ayudado por
Eolina, esparcieron con sus alitas las últimas semillas por el marchito hogar de
nuestra flor. Ondina volvió a regar el lugar y a impregnarlo de amor y esperanza.
El Mago Lumbrel, alrededor del calor de la hoguera que Samdra acababa de
encender, les alentó con sus fábulas mágicas.
Después de una larga noche de inquietud y tristeza, con la primera sonrisa del
sol, todos descubrieron con sorpresa que Flora volvía a ser la más radiante del
lugar; a sus pies se abrían un montón de preciosas florecitas. Glïky, el
duendecillo, brincaba entre todas ellas lleno de júbilo.
Acerca de Mar Solana
Mar Solana es “violín” de almas y escritora… Es violín porque es como un instrumento
que ayuda a crear nuevas melodías en las almas que han extraviado el pentagrama…
Nació un lunes de una fría mañana de noviembre de 1965, en el otoño de un
Madrid incierto y convulso. Empezó a escribir a los once años, la misma época en
la que descubrió que los Reyes Magos eran los padres de cada uno y que las
ilusiones eran como los castillos de naipes de aquel país mágico de Carroll… Le
gustaba mucho imaginar y escribir historias que contasen todo lo que vivía
jugando en soledad. Títulos como: "Jorge y su abuela", "Tom y Tomasa en el país
de la limpieza" y "Margarita y el tunel" dieron nombre a los primeros cuentos que
se atrevió a escribir. "El principito" de Saint-Exùpery, "El patito feo" de Andersen,
la "Cinderela" de los hermanos Grimm o
"La Cenicienta" de Perrault; fueron los
libros de cuna que más influyeron en su
imaginación. Todo el amor hacia la
literatura se lo debe a su padre, le inculcó
la curiosidad por el papel, la tinta y las
letras
desde
muy
pequeña,
y
la
imaginación… es culpa de las historias
que su madre inventaba para ella.
Durante su adolescencia y juventud hizo sus pinitos en poesía y ensayo;
todavía conserva esos folios amarillentos que recogieron su vehemente
inspiración pueril y que sirvieron de alacena a sus creaciones… Debido a los
altibajos de esta noria que es la vida, no había vuelto a escribir hasta hace cuatro
años, coincidiendo con el ecuador de su existencia y porque dice que es la forma
más hermosa que conoce de mirar al Ocaso... Y lo ha retomado, con el
entusiasmo y tesón que dormían en algún lugar de su memoria de letras, para
tender más historias y orear sus impresiones al barlovento del papel. Se animó a
abrir su propio espacio web, un blog literario que le ha ayudado a sacudirse la
vergüenza de descubrir la soledad de sus escritos.
Hace tres años, publicó su primer relato novelado: “Juan Cano Solana: 19151936. Un poeta en tiempos de guerra”, un libro en coautoría sobre la
recuperación de la memoria histórica de un familiar muy cercano. Ha dedicado
mucho tiempo a profundizar en su escritura y a pulir su estilo (aún continua en la
tarea…) con la ayuda de varios Talleres Literarios intensivos, presenciales y por
internet, y se ha formado en Escritura Creativa, Relato y Novela. Tiene
publicados algunos de sus cuentos, relatos y microcuentos en sendas Antologías
y en varias revistas literarias.
Le gusta pensar que es escritora, no porque sea su profesión o se gane la vida
con ello, sino porque se imagina como un alfarero, artesano de los de antaño,
dueña de un inmenso taller de letras y que en lugar de barro, moldea y pule
palabras, ánforas de sus historias…
Este es el enlace que te llevará “mar adentro”, hacia su bergantín virtual:
http://www.marsolana.blogspot.com/
La Salamandra y el Tambor
LA SALAMANDRA Y EL TAMBOR
Texto e ilustración: María Barrionuevo Almansa
Nota: Se recomienda tener a mano un tambor para leer este cuento poema.
También pueden servir una mesa, una silla, un cubo de fregona, una caja de
zapatos, o cualquier superficie lisa para palmear.
Tam Tam... Tam Tam Tam... Tam Tam Tam... Tam Tam...
La Salamandra baila al ritmo del Tambor,
con su cuerpo acuático,
la Salamandra baila... Tum Tam Tammm..
Con su piel moteada
y sus diminutos ojos de sueño y letargo,
la Salamandra baila....Tam Tum... Tam Tum...
A la Salamandra le gusta el canto del Tambor...
Al Tambor, el baile de la Salamandra...Tam Tam Taaa Tam... Tam Tum..
La Salamandra vibra bajo su piel negri-azul,
su cuerpo cimbrea al compás del Tambor
como serpentinas en una balanza.
Sus manchas plateadas y púrpuras saltan,
se trenzan entre las ondas que despide la piel estirada del tambor...
Tam Tam Tem... Tam Tam Tum...
La música se expande, plateada y púrpura, la música se expande...
El Tambor vacila, la Salamandra vigila.
María Barrionuevo Almansa
1
La Salamandra y el Tambor
El Tambor descansa, la Salamandra se para.
Schsss... Silencio, solo se oye el crepitar de los álamos.
La Salamandra espera; paciente y estática.
El Tambor retoma su canto, la Salamandra su danza...
Tem Tam Tem Tem Tam... Tem Tem...
Una cabeza de Salamandra en movimiento
en un cuerpo quieto de Salamandra.
Al Tambor le acompaña una Voz....
Heia, Heiaaaaaaa, Heiaa, Heiaa...
El Tambor retumba, profundo y hueco....
Tom Tom Tem... Tom Tom Tom
Temmmm.... Tum Tom Tum Temmm....
La Salamandra se menea, corta y rápida.
La Salamandra se muestra... Tim Tum
Tam... Tum Tam Tim...
La Salamandra se acerca, quiere sentir al
Tambor más adentro.
En las cavernas del ritmo, la Salamandra se
acerca....
Heiaa, Heiaaaa...
Las estrellas cubren el cielo, el Tambor
brama.
La Luna se une a la danza.
La Salamandra se sacude al ritmo del Tambor.
La Sombra de la Salamandra también baila.
Ahora la Salamandra ya está dentro del tambor;
y el Tambor dentro de la Salamandra.
María Barrionuevo Almansa
2
La Salamandra y el Tambor
La Salamandra siente el calor que despide el Tambor...
¿Sangre fría, caliente o templada?...
¿De miel o salada?...
El Tambor siente tres dedos rudimentarios aferrados a su cuello de barro...
Tam Tammm Tamm Temm...
La Salamandra se empuja, escala, quiere llegar a lo alto, al centro.
El Fuego aparece de la tierra, del árbol, del viento.
La Salamandra se une a su espíritu elemental.
El Fuego se funde en la cadencia, la eleva hasta el cielo.
La Salamandra, el Fuego, el Tambor y la Sombra de la Salamandra bailan...
Tlom Tom Tlommm Tumm Tlumm Tommm..... Heiaaa, Heiaaaa, Heia,
Heia...
El bosque huele a incienso, a hierba quemada, a naranja y vapor...
¡Chispas, cascabeles y sombras!
El Tambor protege a la Salamandra con su fragor,
la Salamandra brinda su sonrisa al canto del Tambor.
El humo los envuelve y comunica...
Humm... Hummma...
El Tambor persuade a la Salamandra con su olor... Niff... Niff... Uuummm...
La Salamandra incita a otras Salamandras que se acercan...
Avanzan y retroceden... retroceden y avanzan...
Tum Tam Tlem... Tam Tum Tam... Humma... pero se acercan...
Al Tambor le rodean varias pieles de Salamandras húmedas,
salpicadas de motas y agua.
Llegan desde el río, desde el río llegan girando,
dejando el rastro de la espiral en el barro.
María Barrionuevo Almansa
3
La Salamandra y el Tambor
Tam Tam Tem... Tem Tam Tum...
El Tambor retumba, llama, convoca...
Tom Tom Tom...
Al baile de la Salamandra se unen sus primos,
gitanos de bronquios y sangre fría que retozan vibrantes unidos en círculo...
¡Y el Fuego descubre sus sombras!
Tam Tam Tem...
Lagartijas sin cola, Gallipatos y Samarugos...Tam Tum...
Camaleones de colores maleables... Tem Tam...
Salamanquesas Blancas de cal y verano... Tam Tam...
Lagartos con gorra, Renacuajos y Zapateros sin remilgo.
¡Todos se unen al baile de la Salamandra!...Tam Tam Tem...
Es el gran baile, la gran fiesta... ¡La Gran Charanga!
Juntos y unidos alrededor del Tambor.
Las Sombras se alargan y los Árboles también bailan.
Bailan la Luna, las Estrellas y la Voz que acompaña al Tambor.
La Voz que sabe y baila... Heiaaa ... Huiaaaa... Heiaa...
En comparsa, la Tierra tiembla y rezuma, oscila y se endulza.
Las Estrellas se convierten en motas plateadas y púrpuras ...
y la piel de la Salamandra se llena de luz estrellada.
Un caos de luz, un caos de quieta luz que todo lo cubre.
Hasta el amanecer,
la Salamandra baila al ritmo del Tambor,
el Tambor al ritmo de la Salamandra...
Tumm… Temm…Tamm...
María Barrionuevo Almansa
4
“Nadie es profeta en su tierra:
Málaga no apuesta por sus artistas sin
consagrar”
consagrar”
LA SAVIA MALAGUEÑA
MALAGUEÑA
DEL NUEVO FLAMENCO
BARRIO,, a la guitarra
OSCAR BARRIO
JOSÉ “EL RECORTAO”, al cante
OSCAR BARRIO, guitarrista
guitarrista y compositor
flamenco
proyecta su cuarto trabajo discográfico lejos de su
Málaga Natal
Oscar Barrio En Directo” será el
titulo del nuevo álbum de este
artista flamenco, natural de
Torremolinos y perteneciente a la
denominada joven generación de
Compositores y concertistas
andaluces de Guitarra Flamenca.
El disco contiene siete piezas
extraídas de conciertos ofrecidos
a lo largo de este año,
compuestas e interpretadas en
Directo por Oscar y
próximamente estará a la venta
en ITunes, Emusic, Napst
Napster
er y
Spotify..
Spotify
Toda una vida dedicada al estudio del Flamenco, treinta y siete años.
No solo un músico de talento, sino además un artista completo:
completo:
intérprete,
intérprete, acompañante, arreglista y excelente compositor.
compositor
Biografía
a
Biografí
Inicia estudios de guitarra flamenca y composición de forma autodidacta,,
influenciado por la afición de su madre al cante, heredada a la vez de su abuela,
abuela
natural del Puerto Santa María (Cádiz). Comienza a tocar profesionalmente
acompañando al cante , y elabora sus primeras composiciones y letras flamencas
En el 97´ realiza una gira por Alejandría- Egipto acompañando al baile y
tocando sus primeras obras de guitarra
Ha ofrecido conciertos como solista de Guitarra Flamenca en escenarios
destacados de ámbito nacional e internacional, destacan entre otros: CASTILLO
BILalmádena,;
,; Auditórium Mu
Municipal
BIL-BIL , Benalmádena
Benalmádena
nicipal Príncipe de Asturias ,Torremolinos;
MOON
Hotel MO
ON PALACE de Alejandría EGIPTO,; Sala BIDE ONERA de Vizcaya BILBAO;
Teatro Cervantes de Almería, Gran Teatro de Córdoba, Peña Flamenca LA UNIÓN
en Murcia, …
En 2010 obtiene el Titulo Profesional de Música en la Especialidad e Guitarra por
el
Conservatorio Manuel Carra ( Málaga ) .
Pero al igual que otros artistas malagueños, que en busca de reconocimiento
han
tenido que dejar su tierra, , hace dos años Oscar Barrio hizo las maletas y tomó
rumbo a
Barcelona, donde actualmente reside e imparte clases de guitarra flamenca.
Músico lleno de inquietudes y ansias por
desarrollar su arte , ha experimentado con
otras músicas, como la popular andaluza,
el jazz, el clásico o la bossa
bossa brasileña,
brasileña pero
siempre teniendo como eje central el
flamenco.
Desde el 96´ hasta la fecha, ha compuesto
más de 90 obras, entre ellas: Salve
Marinera, para Coral a 4 voces mixtas,
Solos para guitarra flamenca,, Bolero
Boleros
s,,
Rumbas instrumentales Jazz/Latino para
Saxo Tenor y Guitarra flamenca,, Sevillanas y Fandangos de Huelva. y una
Malagueña para Coros
Coros Rocieros
Rocieros,, "De Biznagas y Verdiales", con la que obtuvo un
1er premio del VIII Certamen de Coros Rocieros Costa del Sol 2005.
Igualmente ha elaborado un Método propio de Guitarra Flamenca con más de
20 Obras para Guitarra
Discografía
Primer CD "La
La Imaginación y el Sentir" grabado en Marzo de 1998. Todos los
temas Compuestos por Ó. BARRIO.
Segundo CD "Aromas de la Noche", grabado en directo del concierto ofrecido en el
Bide Onera de Ondarroa (Bizkaia) Bilbao, Diciembre de 2000.
Graba su tercer CD "De Cá y De
Arena", seis temas, Guitarra
Flamenca- flauta- violín- bajocajón y conga. Todos los temas
compuestos , arreglados y
producidos por él.
Colaboraciones
Ha colaborado con Antonio Rubio,
Rubio,
acompañándolo al cante a en una conferencia sobre la Soleá en la Peña Flamenca
Amigos del Arte Torremolinos . También con el Realizador de Cine Malagueño
Manuel Núñez componiendo una pieza de Baile para una Banda Sonora .Escribe
música y hace transcripciones a grupos , cantaores y cantautores .
MAS INFO
http://www.myspace.com/oscarbarrio-compositor
http://es-la.facebook.com/OscarBarrioRuiz
http://oscarbarrio.over-blog.com/
“EL RECORTAO”
CANTAOR VERSATIL Y MODERNO
A PESAR DE SU INCUESTIONABLE TALENTO Y DE UNA CARRERA MUSICAL
IMPECABLE, AÚN NO ENCUENTRA SU LUGAR …
http://www.myspace.com/elrecortao
Sin duda, Málaga es tierra de mestizaje de músicas, y, si vamos a hablar de
flamencos capaces de romper con los arquetipos tradicionales ”, tal como lo ha
sido el granadino Enrique Morente , en Málaga tenemos que nombrar a El
Recortado como máximo exponente de esta corriente vanguardista.
Con tres discos en el mercado y numerosas colaboraciones junto a artistas
consagrados como Raimundo Amador o Chambao, , tal y como sucede con otros
músicos malagueños de talento, a pesar de gozar del respeto y admiración de
muchos, no ha logrado ser reconocido como lo que es, uno de los mejores
artistas que ha dado nuestra ciudad.
José Rodríguez Corpas, “El Recortao”, cantaor-compositor, aficionado al cante
desde niño, se inicia en la vida artística en peñas flamencas, tablaos y fiestas
privadas.
Pero fue a finales del 95´, a raíz de telonear a Tabletom en el histórico directo de
la sala Pincho Luna de Cártama,
Cártama cuando se empieza a hablar de El Recortao en
los círcuitos musicales . En este
grandioso concierto, al que acudimos
más de 3000 malaguitas, quedó bien
patente su arte , y además, su versión
por bulería del Me estoy quitando se
incluyó en el disco “Vivitos y Coleando”
editado poco después.
Es entonces cuando surge en la escena
malagueña LOS RECORTAOS, donde
José, de la mano de los hermanos Perico
y Pepillo Ramirez , fusiona el flamenco
con estilos dispares, tales como el jazz,
funky, salsa, rock, etc.. De esta
combinación Tabletom
Tabletom-Recortao , viene al mundo su primer disco “Dos Aceras”
Aceras” .
Poco después, y tras su separación de los Ramirez, el Recortao se rodea de
otros músicos malagueños de primera fila, como Agustín Carrillo, Toni Romero,
Joseito Marín, Oliver Sierra o Carlos Becerra , con los que graba su segundo Cd
bajo la producción de Jose María Cortina, que ,en aquel momento, trabajaba con
la cúspide del panorama musical del nuevo flamenco: Ketama, Niña Pastori,
Vicente Amigo…
De este memorable encuentro, sale a la luz uno de los mejores discos de
BEBAS,”, repleto de preciosas canciones:
flamenco fussion “PA
PA QUE TU ME BEBAS
- El Tito, - Africa viene , La lima y el limón , - Safi …
Leonardo el de la bici ,,A partir de entonces, cuenta con el apoyo y colaboración de grandes artistas como
Jorge Pardo o Raimundo Amador , con los que lleva a cabo grabaciones y
directos. Además. colabora en
varios discos recopilatorios
recopilatorios (
Jóvenes Flamencos Volumen VII,
Entre dos Deltas, Fuego y Pasión
Flamenca),
Flamenca y en una película
americana dirigida por el director
Zalman King,
King cantando temas de su
segundo trabajo discográfico.
Pero a pesar de estos inmejorable
apoyos, la suerte no acompaña a
este peculiar artista, y no consigue abrirse camino en el complicado mundo de la
industria musical .
Recientemente, en 2009´, lanza su tercer disco, esta vez en solitario, con la
editorial Warner “SIN RUMBO FIJO”, combinando el flamenco-fusión con el
flamenco puro. Ocho de los diez temas del álbum están compuestos ( letra y
música) por él mismo. Producción con dos vertientes antagónicas y, a la vez, muy
parejas, desde el martinete a los ritmos caribeñ
caribeños,
una
os, desde la bulería a u
na version
de Orfeo Negro. Contando con la colaboración de La Mari,
Mari, Toni Romero, Juan
Heredia y Oliver Sierra (músicos de Chambao) , Sicario(Hablando en Plata) , Jorge
Pardo , Carlos Pino, Daniel Casares, Chande, Pepe El Marqués, etc..
etc..
Precisamente a raíz de estas colaboraciones, surge un nuevo y original proyecto
de,
de, “fusion etno – flamenco – jazz”.,
jazz” , ZURNA , un viaje musical entre África y
Estambul con el flamenco como hilo
conductor. Ell Recortao se une al
guitarrista de jazz Carlos Pino y su banda,,
Toonik, al guitarrista flamenco Daniel
Casares y al flautista Agustín Carrillo.,
Carrillo., en
una gira de conciertos por tierras francesas.
La música del Recortao adquiere una
dimensión elegante, donde el cantante
revela su talento original de raíz flamenca,
dejando abierto el espacio instrumental a
excelentes músicos , que llevan sus canciones hasta el corazón de sus letras
El Recortao, artista versátil, amante de la fusión y abierto a todas las músicas es,
sin duda, un flamenco de honor con alma rockera, un artista
de l que
Málaga se debe enorgullecer y asi lo hara… algún día.
Actuación en Canal Sur http://www.youtube.com/watch?v=rbATxtgp3jM
Conciertos de Radio 3 Pop http://www.youtube.com/watch?v=YYpCYDOTbps&feature=relate
Audio Recortao y Agustin Carrillo
Carrillo a la flauta http://www.youtube.com/watch?v=He6WezwuB4A&feature=related
,Directo de Zurna http://www.youtube.com/watch?v=Zp6IX_tTvC8
Cita con
en
ALBERGUE DE LA MUSICA
DE TORREMOLINOS
Creación – Producción - Formación – Diversión
SALAS DE ENSAYO – ESTUDIO DE GRABACION – AUDITORIO
AULAS DE MUSICA MODERNA, DANZA Y TEATRO
PRODUCION DE CONCIERTOS - EVENTOS – EXPOSICIONES
JORNADAS CULTURALES - PRESENTACIONES ARTISTICAS
FOTOS http://www.flickr.com/photos/inturjoven/sets/72157623406700932/show/
VIDEOCLIP DEL ALBERGUE DE LA MÚSICA
http://www.youtube.com/watchv=m2jcdNYF18Y&feature=share
FACEBOOK Pam Music proyecto musical
http://www.facebook.com/pages/PAM-MUSIC-proyecto-musical/314016635282973?sk=photos
Próximas Actividades Culturales
Abril´
Sábado 14, 10.30 h
I Jornada lúdico-literaria TERRAL
Presentación nº 6 de la Revista Terral, Charlas-coloquio,
performance de pintura , taller de baile y compás
flamenco …
Programa
http://www.revistaterral.com/revista5/5_16%20Novedades/I%20Jornada%20lúdico.pdf
Domingo 15, 13 h.
Participación en el DIA DE LOS VERDIALES
Pinares de Torremolinos
La música de nuestros montes y pueblos.
Pandas de verdiales y grupos de baile
Sábado 21, 18.00 h FESTIVAL DE RAP
Domingo 22, 12.00 h PEQUE MUSIC( 3º domingo de cada mes)
espectáculo y talleres infantiles con
ILIRONDO Teatro4
Mayo´
Viernes 4 y Sábado 5 JORNADAS
“Mujer y Madre en el
Mundo de la Cultura” Charla-taller de arte fractal, Tertulia,
música en vivo…
- Sábado 12, 20.00 h.
Inauguración Auditorio Inturjoven
2012´ciclo “TEATRO A LA LUZ DE LA LUNA”
Junio´
Sábado 2, 20.00 h. MercaMusic Mercadillo Musical y artesanal
( siempre los 1º sábados del mes)
Jueves 21 y Viernes 22 Celebración
DIAINTERNACIONAL
DE LA MUSICA homenaje a Luz Casal
Flamenco
SOBRE LA GÉNESIS MUSICAL DEL FLAMENCO (y II)
Rafael Silva Martínez
Bien, vamos a ir acabando en este número de Terral, dentro de su Sección
Flamenco, con lo relativo a la génesis musical de nuestro Arte, para ir
desarrollando en siguientes números otros aspectos interesantes, también muy
ligados con los orígenes del cante, del baile y del toque, como puede ser la
aportación gitana a todo este mundo. En el número anterior habíamos
comentado algunas referencias de autores y sus diversas corrientes,
mencionando las opiniones existentes en cuanto a las aportaciones bizantina y
judía (además de las aportaciones indígenas).
Sobre la posible aportación judía, no obstante,
tenemos que recordar que Rossy, quien
habíamos comentado que se oponía a dicha
corriente, no rechazó nunca sin embargo
cierta analogía de algunos cantes hebreos
con el cante jondo. Concretamente, Hipólito
Rossy afirmaba lo siguiente, que puede
resumir perfectamente su tesis: “Los 80 años
que los bizantinos ocuparon militarmente el
sur de la Península Ibérica tuvieron gran
importancia para la cultura hispánica, porque
le inyectaron nueva savia de la civilización greco-bizantina. Las plazas y fajas
de terreno que ocuparon, comprenden casi la totalidad del área de expresión
del cante jondo; y aunque Sevilla y las tierras al oeste, hasta el Guadiana, no
llegaron a ocuparlas, fueron influídas por extensión y porque sus principales
eruditos acudían a Bizancio para ampliar estudios…De esta forma, el arte
musical griego, que se extendió desde el Indo hasta España e Irlanda, y que
estaba influido por la música de Asiria, Mesopotamia, Israel, Canaán y Persia,
influyó a su vez, por más de mil años, en el folklore sureño español; de tal
modo, que la escala fundamental del sistema griego (la escala en mi), conocida
como modo dórico, sigue siendo el tronco estructural y básico del cante jondo
más puro y antiguo”. Rossy pensaba que saetas y peteneras eran los dos
cantes donde la influencia judía se manifestaba más claramente.
Por su parte, Ricardo Molina (junto con Antonio Mairena, en su gran obra
“Mundo y Formas del Cante Flamenco”) percibía ecos del canto sinagogal en
algunas seguiriyas y también en las saetas, emparentadas con la oración
hebrea del Kol Nidrei. En cambio, los hermanos Carlos y Pedro Caba, quien en
su obra “Andalucía, su Comunismo y su Cante Jondo” realizaron también
algunas reflexiones muy interesantes, señalaban que a su juicio, el Kol Nidrei
(lo jondo hebreo) era cantado especialmente por los sefarditas, es decir, por los
judíos de origen español, lo que les llevó a creer precisamente que el Kol Nidrei
imitaba a lo jondo, y no al revés. Y por su parte, otro gran musicólogo como fue
Arcadio Larrea, se mostraba también muy escéptico sobre la influencia judía en
el cante flamenco. Por fin, Manuel García Matos tampoco creía en una relación
directa entre nuestro Arte Jondo con respecto a lo hebreo.
Y en cuanto a las influencias de la música árabe, no podemos por menos que
reconocerlas en muchas formas de expresión flamencas, en muchos “recursos”
que se utilizan en el cante jondo, y que recuerdan expresiones de la música y
de los cantos árabes. Quizá el ejemplo más paradigmático pueda ser la
comparación de nuestras tonás (hablaremos más a fondo de ellas en
siguientes números) con los cantos que realizan los almuédanos llamando a la
oración desde lo alto de las mezquitas, donde como decimos, la apariencia en
tonalidades, modos y recursos es amplísima. El cantaor Juan Peña “El
Lebrijano” comenzó en la década de los años 80 un genial experimento, que
llevó tanto a grabaciones discográficas como a actuaciones en directo,
cantando diversas composiciones con la Orquesta Andalusí de Tánger, para
demostrar las analogías existentes. No obstante, los árabes piensan que el
Flamenco es de origen netamente andaluz, pues ellos diferencian entre la
música árabe pura, que es la oriental, y la música andalusí, que es del norte de
África Occidental.
El problema de las influencias que pueden hallarse en la génesis musical del
flamenco es, pues, muy complejo, múltiple y de difícil análisis, demostración y
comprensión.
Bernard
Leblon
se
expresaba con gran acierto a este
respecto en los siguientes términos: “Las
referencias habituales a la música árabe
y a las músicas litúrgicas judía, bizantina
y hasta gregoriana delatan quizá la
persistencia de un prejuicio tenaz: la
voluntad de relacionar una manifestación
musical riquísima (aunque nacida en las
malvas) con unas fuentes cultas.
Ninguna de estas hipótesis es realmente
descabellada, pero en su mayoría,
carecen de base científica, o por lo
menos,
de
una
demostración
convincente. Incluso, a veces, los
investigadores de paternidades ocultas
se olvidan de que los andaluces (enigmático
pueblo oriental) no tuvieron que esperar las
diversas aportaciones culturales que se han
mezclado en el territorio de la antigua y brillante
Tartessos para inventar su propia expresión
musical”, lo cual liga perfectamente con la
portentosa capacidad andaluza de crear y recrear
expresiones musicales diversas que han ido
robusteciendo y ampliando su folklore, uno de los
más ricos del mundo.
Evidentemente, y como ya se ha dicho en otros
números, Andalucía fue siempre un inigualable
crisol de culturas, que fueron conformando un
acervo constantemente enriquecido y a su vez enriquecedor de las sucesivas
culturas que se asentaron en nuestra tierra. Y en cualquier caso, tenemos que
aplicar el sentido común y concluir que todas las posibles influencias son
dignas de consideración, porque nada surge de la nada, nada se crea de la
nada, y mucho menos lo que atañe a los valores del espíritu. Esto es
interesante también a la hora de comprender la gestación de muchos cantes y
estilos flamencos, pues cuando hablamos de que tal o cual cantaor/a “creó” tal
o cual estilo nunca estamos queriendo decir que lo creara sin base alguna,
completamente desde cero, sino que siempre se basaron en rudimentos
musicales existentes, en estilos existentes, en formas y modos existentes, que
ellos readaptaron o reconvirtieron a sus propias intuiciones o necesidades
expresivas.
Bien, una vez estudiados algunos procesos e influencias en cuanto a la génesis
musical del Flamenco, nos centraremos en el próximo número en un tema que
ha generado siempre y continúa generando mucha polémica, como es la
aportación gitana a nuestro arte, tanto en su génesis como en su posterior
desarrollo. Vamos a intentar enfrentar las dos posturas antagónicas, y a ofrecer
una tesis de acercamiento intermedia, que es en la que fielmente creemos y
defendemos.
El viajero
EN UN AUTOBÚS GREYHOUND POR LOS EEUU
Mercedes Salvador
Por la campiña del estado de Nueva York, me dirigía al estado de Maine en un
autobús Grey Hound, por autopistas, como serpientes gigantes, que parecían haberse
abierto camino entre
edificios de ventanas
pequeñas
y
suburbios de fábricas
maltrechas.
Quedaban
atrás
coches abandonados
y solares desiertos,
desplegados
margen
al
de
las
normas urbanísticas,
como
si
alguien
desde el cielo los hubiera dejado caer y allí yacieran abandonados, como huérfanos.
La vegetación se iba convirtiendo en más nítida y pulida a medida que nos
alejábamos de los rascacielos de la ciudad y nos internábamos en el estado de Nueva
York.
Después de tres horas sola en mi asiento, me preguntaba a dónde podría dirigirse
toda aquella algarabía de pasajeros; mujeres de cabellos rustidos por el tinte y
hombres con gruesos medallones de oro colgando del cuello. Los ojos de un hombre
demacrado se encontraron con los míos. Transpiré un poco. Yo sólo había visto a
gente así en películas de miedo, donde uno de ellos sacaba una pistola y comenzaba a
disparar indiscriminadamente.
A mí alrededor, los otros pasajeros no parecían preocuparse; unos escuchaban
música en su radiocasete portátil, otros comían galletas de mantequilla de cacahuete y
algunos dormían con la boca abierta.
Ninguno de ellos sabía quién era yo,
ni de mi amistad con Helena,
o de mi pasado de secretos ocultos,
y por primera vez me sentí libre,
como un trashumante sin pasado ni futuro,
pero con la opción de reinventarlo.
En la siguiente parada, se sentó a mi lado un chico mexicano, de cara redonda,
con botas de vaquero propias de los afincados en Texas.
–Sí, soy de España; bueno, de Barcelona –le dije cuando quiso saber de mi
acento.
–Voy al entierro de una amiga. Ha muerto en Maine –le conté, en agradecimiento,
por salvarme de una posible muerte prematura, en un autobús cualquiera
–Lo siento mucho. Mi nombre es Daniel, para servirle.
Continuamos el viaje, deteniéndonos en los lugares más dispares; solitarias
gasolineras con agujeros de balas en los váteres, bares de carretera perdidos en medio
de la nada o estaciones de tren, como hervideros de gente.
Daniel me contó, después de un buen rato, que iba a Albany a casa de su primo
hermano, donde pensaba vender discos compuestos por él mismo. Me cantó una
canción suya y luego tocó en flauta una música triste, escrita especialmente para
entierros, que me hizo llorar. Luego me ofreció tamales para comer.
–Shh –oímos desde atrás.
Él bajó la voz, guardó la flauta en una funda color morado y murmuró:
–Estos gringos, lo quieren todo a su manera… La música me ayuda a levantarme
cada mañana. Tocaría la flauta aunque no me pagaran por ello.
El autobús continuó su trayecto, acunando en su traqueteo adormecedor los
pensamientos de aquel grupo diverso que viajaba en el autocar. Éramos como una
pequeña representación de los seres que pueblan la tierra. Afuera los árboles se
hacían cada vez más altos y los lagos cada vez más grandes como si nos
adentráramos en un parque nacional.
Me dormí pensando en Helena. Me despertó el contacto de la cabeza de Daniel
dormitando sobre mi hombro. Quise empujarla hacia el otro lado, pero se había creado
una complicidad entre nosotros, difícil de explicar, derivada de haber compartido
comida cocinada por él, un par de confidencialidades, unas cuantas canciones, unas
lágrimas y el mismo idioma. Por un momento me pregunté si se sentiría tan a gusto a
mi lado si supiera quién era yo de verdad
Cuando Daniel despertó, yo ya me había escurrido afuera y trataba de entender
los tipos de salsa con que podía acompañar a un hot dog.
–Que si quieres chile y cebolla en el sándwich –gritó Daniel desde la puerta.
–No Gracias, no, no –respondí.
Otra vez dentro, ya familiarizados con el traqueteo, continuamos nuestro
interminable viaje de diez horas. El paisaje espesaba cada vez más y más
internándonos en una floresta infinita, cubierta de nieve.
Daniel se bajó en Albany.
–¡Es usted muy buena amiga!
–¿Por qué lo dices?
–Por el viaje que se ha dado por ella… Aquí le dejo una estampita de la Virgen de
Guadalupe para que le acompañe –dijo ya desde afuera.
Yo continué el trayecto en autobús, sin atreverme a bajar en el pueblo natal de
Helena, después de todo lo que ni siquiera pude contarle a Daniel. Y seguí viajando,
para poder recordarla.
El viajero
Barcelona: la ciudad de la insólita gravedad y la geometría curva
•
•
Texto: Lola Buendía
Imágenes: Carmen Pau- Celia Miralles (Life)
He regresado a Barcelona después de muchos años, con un breve paréntesis
para asistir a unas jornadas poéticas en 2010, Vilapoética, en las que
aproveché unas horas recorriendo su barrio gótico mientras hacía tiempo para
la salida de mi vuelo a Málaga. Como digo, he vuelto a la ciudad de la
geometría curva y las columnas que desafían la gravedad, sin un motivo
especial. Dice Baudelaire
que “Los verdaderos viajeros son aquellos que
parten por partir”.
Me instalé en un hostal de La Rambla, cerca de la Boquería. El sol salía a la
derecha de mi balcón, y por encima de mi cabeza se alzaban las inquietantes
gárgolas del edificio contiguo, que por la noche parecían tomar vida para
adueñarse de los extraños inquilinos que osaran perturbar su silencio. Por si
acaso, siempre cerraba el balcón cuando me iba a dormir.
Mi primera visita fue al
mercado de la Boquería. A
pesar de la temprana hora,
ya había muchos turistas
con su cámara enfocando
los deslumbrantes colores
de las frutas, que se abrían
lujuriosas a los ojos y al
olfato, incitando al paladar,
y reclamaban una de aquellas tarrinas primorosamente preparadas con frutas
exóticas traídas de los más variados países. Luego me detenía en los puestos
de bombones, colocados en receptáculos ascendentes para que todos gozaran
de la misma oportunidad al comprador: chocolate blanco, negro, de color
cacao; con variedad de formas, delicias rematadas por sombrerillos de frutos
1
secos, provocando al paladar…y las pinzas por aquí y por allá tanteando cuál
me llevaría al cartucho…Vasos de zumos dignos de la paleta de un pintor o del
objetivo de un fotógrafo. Gentes moviéndose de un puesto a otro, deteniéndose
para
apuntar
algún
nombre
desconocido,
hacer
una
instantánea
o,
simplemente, mirar. Un mercado abierto desde las 8 de la mañana a 8 de la
tarde; con la paciencia de sus vendedores aguantando el torrente turístico.
Solía comprar una tarrina de fruta: 2 o 3 euros, según tamaño y variedad. La
degustaba sentada al filo de mi cama mirando al Bulevar. Enfrente se colocaba
una estatua viviente de un senador romano, vestido con toga. A los turistas que
se hacían una foto con él, el senador les colocabas una corona de laurel
dorado en la cabeza. A lo largo del Paseo de la Rambla hay más estatuas
vivientes: La del hombre bicicleta con la niña-esqueleto, frente al Liceo, que
pedalean cuando se les echa una moneda, Cleopatras aguardando a su Marco
Antonio, toreros en paro, esqueletos boxeadores, ángeles femeninos, duendes,
monstruos inquietantes, cortesanas escapadas de la guillotina… Más abajo, en
dirección a la estatua de Colón se encuentran los pintores y caricaturistas, que
se quejan de la crisis, y soportan mucho frío.
Pero como no hay ciudad que pueda prescindir del turista, a lo largo del bulevar
hay muchos kioscos con miles de souvenires: reproducciones en miniatura de
las obras de artistas que han dejado impronta en la ciudad, Miró, Gaudí,
Picasso…, asequibles en precio y tamaño para que entren en la maleta.
En la Rambla he vivido durante unos pocos días. Ella ha sido testigo de mis
paseos solitarios, donde mis ojos se han cruzado con ojos de rostros de
muchos países, he escuchado lenguas que no conocía salvo por la cadencia, y
me he dejado llevar por la riada humana que intenta sobrevivir el día a día
como en cualquier lugar de la tierra. No me he sentido extraña, salvo conmigo
misma, en ocasiones. He visitado los barrios emblemáticos de Barcelona, que
me recomendó Merche, mi amiga catalana-neoyorkina, tan acertadamente: El
Borne, El Gótico, con sus callejuelas antiguas, cargadas de historia, remozadas
por multitud de tiendas, cafeterías, charcuterías… Placitas acogedoras y
catedrales cuyas piedras han sido testigos de importantes y solemnes
acontecimientos.
2
- Perdón ¿por dónde se va a la Plaza de Cataluña?
-Todo recto, señora… siga todo recto, era la amable respuesta de la gente a la
que preguntaba.
Y otro día un hueco para recorrer la Barceloneta, el barrio de pescadores que
me recordó a los de Nápoles, con sus callejuelas colgadas de ropa, como
abanderando la ciudad, sus casas aún conservan el ocre desvaído de sus
fachadas, algunas muy viejas, pero que llevan su vejez con dignidad. Todo el
barrio tiene una unidad arquitectónica que afortunadamente no ha sido
alterada, y que debe ser respetada.
Desemboqué en la playa de la Barceloneta, donde me senté frente al mar, de
un azul luminoso y tranquilo, que se resistía al invierno de Enero. Por el paseo
marítimo, algunos ancianos paseaban su nostalgia, quizás de pescadores, y
otros más jóvenes, con prendas deportivas, corrían al ritmo de sus auriculares.
Me senté en un bar a tomar un café. Pensé que tenía aquella noche una cita
con una amiga: Celia, la fotógrafa que capta con su cámara la belleza de los
detalles que animan las cosas. También sabía que Celia recorre la ciudad en
su Harley, a la que mima y abrillanta y de la que tengo una foto preciosa del
espejo
Celia
llamarse
retrovisor.
le
A
gusta
Life,
así
firma su blog y sus
correos, así figura en
el
costado
de
su
moto. Aún no conocía
de ella su amoroso
carácter, su sonrisa
serena, su apacible
conversación. Después de un tiempo robado a su descanso, he compartido con
ella los momentos más emotivos de mi viaje a Barcelona.
Ahora ya conozco el motivo de mi viaje
3
El viajero
VIENA, UN PASEO CON LOS MAESTROS
Pepa J. Calero
Soma Morgenstern adoraba Viena, en ella encontró “la sociedad de sus
amigos”. No era su ciudad; sin embargo, para Joseph Roth Viena siempre fue
la amante poco solicita y bella que tanto buscó entre sus mujeres. Roth la
alababa como “La eterna conexión de la ciudad con la naturaleza”.
Llegué a Viena un lunes de otoño, la tarde languidecía al tiempo que una
lluvia terca y fina cubría sus calles. El martes amaneció gris, pero yo me sentía
luminosa, emocionada, callejeando por espacios donde tiempo atrás habían
paseado Zweig y Roth. Esa era la intención de mi viaje. Caminando por las
calles de la vetusta ciudad, el sonido rítmico, alegre, del trotar de los caballos,
me llevó a recordar las palabras de Roth sobre los adoquines, en contraste con
el asfalto “Era un signo muy evidente y claro. Las piedras eran el regalo de la
naturaleza a la ciudad… Viena jamás dejó de ser campo”.
El día transcurrió ligero, yo caminaba entre párrafos, mirando las
avenidas, los edificios, los palacios, los comercios antiguos, las cornisas de las
ventanas, las jambas de las puertas… Todo. Buscaba contemplar la Viena de
aquellos años, los rostros de las gentes. Cualquiera de esos seres podía haber
inspirado los libros de Cartas de una desconocida, Amok, Job, La marcha
Radetzky, La cripta de los capuchinos y tantos otros. Solo había que cambiar
el atrezzo, como en el teatro, y ahí estaban ellos y sus personajes, de carne y
hueso.
“Nos encontrábamos ya en la plaza Schwarzenberg y enseguida nos
dieron las once y media. Bajamos por el Ring hacia el parque, luego lo
atravesamos y volvimos por la calle del Ring hasta el ministerio de la guerra.
Ante el edificio, a Joseph Roth, que entonces gestaba su Marcha Radetzky, le
1
vino la idea, como no es posible hacer menos: Aquí es preciso que hablemos
del emperador Francisco José…”.
El miércoles fue día de cafés. ¡Ay, los cafés vieneses! Allí el intrépido
Roth escribía sus libros y sus crónicas periodísticas. Pasé horas en el café
Central, sin prisas, observando a las damas, los caballeros, los amantes, los
amigos, los extraños, los camaradas y, en especial, a los camareros, vestidos
de pingüinos, con sus delantales largos y sus gestos contenidos, amables,
sencillos. Por fortuna, el café Melange lleva poca cafeína, para no excitar el
corazón en exceso, y
suficiente
crema
la
para
suavizar las aristas de la
nostalgia.
Sobre las doce de la
mañana el sol brillaba en lo
alto, orgulloso y altanero
como un emperador. En
una de las salidas de los
jardines de Burggarten hay
una estatua en bronce de
Goethe,
que
se
alza
soberbia y majestuosa sobre su pedestal. Yo iba en el tranvía número uno
cuando la vi. Soma cuenta como Roth erró al confundir el bronce con la piedra,
hablando de ella en un artículo en el periódico.
A Zweig la inspiración le llegaba a través del aire. Lo entiendo: “En Viena
y en el campo mis versos me salen en las calles y en los jardines”.
El jueves recorrí con ellos la Ringstrabe o calle del anillo, un paseo que
rodea el centro como un abrazo, redondo, circular. Me detuve en la plaza
Karntnerstrabe, y terminé en el gran parque de Leopoldstadt: el Prater. En su
avenida central, la Hauptallee, las hojas caídas coloreaban el suelo de cálidos
amarillos, ocres y dorados. El crepúsculo se extendía entre los árboles. Qué
sensación tan pequeña e inmensa; allí, sentada a los pies del álamo negro, con
un libro de Zweig entre las manos, pensando en aquel triste tiempo de
2
decepciones y desánimos que ellos vivieron. El viernes, cuando salí de la
ciudad, los niños correteaban por los jardines Stadtpark persiguiendo unos
traviesos rayos de sol que entraban y salían de las nubes. Volví del viaje más
sabia, más liviana, más inquieta, como si entre sus muros hubiera dejado el
equipaje vacío y pesado de tantos pensamientos inútiles. A veces cierro los
ojos y regreso a la Ringstrabe, a seguir el rastro de los maestros, con la mirada
en lo alto, pegada al cielo de Viena. Paseando.
Cuadro
de
Ernest
Descals.
Café
Central
de
Viena.
Tomada
de
http://ernestdescals.blogspot.com/2007/06/cafe-central-de-vienauna-de-las.html
3
Currículum de la pintora Ellen Rolli
www.ellenrolli.com
Ellen es una pintora contemporánea, de Boston, que está interesada en la
interpretación de temas y emociones de una manera abstracta e intuitiva. Se
entusiasma por el proceso, por la aplicación de la pintura atrevida, por el color, la
textura y el elemento de descubrimiento.
Ellen mantiene a tiempo completo estudio / galería en el distrito de artes SoWa en el
South End de Boston. Es una artista miembro de la Sociedad de Arte de Copley de
Boston, donde fue ascendida recientemente a la condición de artista Copley. Ellen
recibió una beca para perfeccionarse en el prestigioso Centro de Bellas Artes de
Provincetown Massachusetts.
Imparte un día de talleres de
pintura en su estudio dos veces al
mes. Un artículo sobre sus talleres
se publicó en la edición del Verano
2008 en la revista American taller
del Artista.
El trabajo de Ellen se ha expuesto
en
galerías
de
arte
de
Massachusetts, asociaciones y
lugares tales como hoteles de
Boston, restaurantes y comercios.
Ha tenido varias exposiciones
individuales,
incluyendo
una
exposición Salón Rojo de la
Sociedad de Arte de Copley.
Andalucía
Ha recibido numerosos premios y sus pinturas están expuestas en numerosas
colecciones privadas de Estados Unidos y el extranjero. Ellen aparece en un libro
recientemente publicado titulado "100 Artistas de Nueva Inglaterra". Su trabajo fue
presentado en el 2011 septiembre / octubre de emisión de Artscope. También está
representada por la Galería de Hutson de Provincetown, MA., La Galería de Edgewater
de Middlebury Vermont y Galerie SoNo de Norwalk Connecticut.
Urbanbalance
Connectivity
Appearance
Hommage
Enroute
Madrid era una fiesta
Pablo Rodríguez Guy
“Madrid
era
contemporáneo,
una
fiesta”
claro.
del
ARCO,
arte
ART
MADRID, JUST MAD, y un sinfín de
exposiciones, en Museos, Instituciones o
en las propias galerías. Lo que podríamos
decir para darse un “jartá”.
No es fácil moverse por las ferias de arte y no quedar saturado en la segunda hora de
visita. Personalmente me dejo llevar por los pasos y captar la atmósfera, el ambiente, el
colorido general, las vibraciones y, solo después de que me atraiga alguna obra, me
acerco y la contemplo con cierto detenimiento.
ARCO sigue ofreciendo, como siempre, una oferta muy variada y sugerente, muy
dinámica y con las novedades que solemos esperar en cada edición. Este año el conjunto
era más moderado que en años anteriores. Aunque también se mostraban obras
epatantes y arriesgadas.
Por su parte ART MADRID era algo más dinámica que en anteriores ediciones. Con su
peculiar propuesta más ortodoxa, más pictórica y escultórica. Muy variada y con una
oferta a la medida de los amantes del arte, para disfrutar de las muchas obras, tanto de
artistas consagrados, como de jóvenes y novísimos. Este año, con más presencia de los
más jóvenes, con sus novedades y propuestas. Todo muy medido y ordenado, pero
sugerente.
Tanto en ART MADRID como en ARCO, se podía ver una buena participación de
galerías y artistas malagueños. En ARCO con las galerías Alfredo Viñas y Javier
Martín. Y en ART MADRID con Baikal Arte y Ediciones de Benalmádena y Espacio
Tres de Málaga, con los artistas Manolo Jurdao, Salvador Palomo, Carmen Pau y
Rodríguez Guy. Y por parte de Espacio Tres, Antonio Casares, Leocadia L. Casilari,
Carmen Gago, May Herman, Luchy Humet, Mar Llorente, Gema del Pino, Javier Ponce
y Ángeles Sioli. En un espacio conjunto y con unas obras variadas y muy evocadoras.
Taller-Galería Gravura
El Taller Gravura se crea en 1979.
Desde sus comienzos Paco Aguilar,
pintor y grabador, que lo dirige y
gestiona, desarrolla una importante labor
difusora de la obra gráfica. Este trabajo
se diversifica en distintas actividades;
cursos de iniciación al grabado y especializados, ediciones de obra y organización de
exposiciones.
Gravura se ha convertido en un lugar de encuentro para artistas que aman el lenguaje
gráfico, dando como resultado múltiples ediciones de grabados, carpetas colectivas e
individuales acompañadas la mayoría de textos literarios.
El importante fondo de taller cuenta con artistas de varias generaciones como
Paco Aguilar, José Faria, Ana Bellido, Enrique Brinkmann, Óscar Pérez,
Michele Lehmann, Lorenzo Saval, Ángel l. Calvo Capa, Pablo Alonso Herrainz,
Francisco Peinado, Christian Bozon, Vargas Machuca, Javier Roz, Natalia
Resnik, Diazdel, Rafael Alvarado, Sebastián Navas, José Ganfornina.
A partir de 1990 el Taller Gravura comienza su actividad expositiva, contando
para ello con la gestión de Mariana Martín. Se muestran exposiciones tanto de
artistas consagrados (Peinado, Brinkmann, Capa, Zachrisson...) como noveles
(Christian Bozon, Ana Bellido, Javier Roz....)
El taller ha adquirido personalidad propia participando en ferias, colaborando
con organizaciones e instituciones públicas y privadas, y mostrando el
interesante fondo de obra gráfica reunido a lo largo de estos años.
Taller-Galería Gravura
Psj. Ntra. Sra. De los Dolores de San Juan,3,1º
Málaga
[email protected]
www.gravura.es
La otra realidad
Hablemos de la Kabbalah
Mariano José Vázquez Alonso
El término procede de la voz hebrea cabbalah, tradición, que a su vez deriva
del verbo cabbal, recibir. Advirtamos antes de seguir adelante que esta
kabbalah nada tiene que ver con la cábala
esotérica, con la que la une tan sólo su
parecido fonético. Algunos autores quieren
remontar la Kabbalah a Moisés, asegurando
que fue él quien la recibió directamente de Dios
en el monte Sinaí. Incluso hay una tradición
rabínica que afirma que fue enseñada por el
arcángel Gabriel a Adán, el primer hombre, en
el jardín del Edén. Pero, al margen de estas
interpretaciones
legendarias,
la
kabbalah
constituye toda una fase en la historia mística
hebrea.
Su comienzo - según A. Franck, uno de los más
importantes estudiosos de la materia-, se
puede datar en el siglo III, antes de la era cristiana. Se trataba, en principio, de
recoger todo cuanto no venía claramente expresado en las Escrituras. De ello
se encargaron los Thannaïm, los más antiguos y respetados de todos los
doctores de Israel, que formaban una larga cadena cuyo último eslabón lo
constituyó Judas, llamado el Santo, autor de la Mischna, quien recogió para la
posteridad todos los escritos de sus predecesores.
Entre estos "padres de la kabbalah" se encuentra Akiba y Simón ben Jochai,
junto con su hijo. Ben Jochai gozó de gran renombre como hombre piadoso y
santo, dedicando toda su vida al estudio de las Escrituras y las tradiciones
judías, en su residencia del pueblo de Meron, en la Alta Galilea. Afirma la
tradición que, al morir, su cuerpo ascendió al cielo precedido de un rayo de
fuego.
Inmediatamente después de la muerte de Judas, hacia fines del S.II de nuestra
era, empieza una nueva generación de doctores, los Amoraïnm, que reciben
este nombre porque no tienen voz por ellos mismos, sino que repiten todo
cuanto han escuchado de los precursores y dan a conocer los escritos que no
habían sido todavía redactados. Todos estos comentarios y nuevas tradiciones
quedaron recopilados bajo el nombre de Guemura.
En próximos artículos seguiremos hablando de esta kabbalah hebraica, y de
sus libros más famosos, por el interés que el tema indiscutiblemente posee.
Entrevista
Ramón Alcaraz García
Escritor, profesor y editor
Colaborador de la revista cultural y artística Terral
Cómo se define Ramón Alcaraz desde el punto de vista personal y
profesional?
Soy una persona apasionada por la literatura, que ha tenido la suerte de poder
unir afición y trabajo. Me defino como una persona constante, ilusionada y muy
vocacional de lo que hago.
¿Qué es para usted la escritura?
Desde hace unos años es mi forma de
vida, y eso es algo por lo que me siento
privilegiado. La escritura tiene un gran
componente estético; pero también
personal,
introspectivo,
incluso
terapéutico. Siempre insisto en que
primero hemos de escribir para nosotros
mismos, ha de ser algo con lo que
disfrutemos, que nos entretiene. La
palabra es magia, fuerza, ilusión. La
escritura es fantasía y es también la
memoria del mundo y del tiempo.
Usted es también redactor y corrector. ¿Por qué decidió organizar el
taller de escritura, El desván de la memoria?
Me di cuenta de que solo algunas grandes ciudades permitían recibir clases
presenciales de escritura. Internet era una “recién nacida” y comenzábamos a
tener los primeros ordenadores en las casas, por lo que pensé que podría ser
un buen medio para llegar a cualquier lugar y que la gente aprendiera sin tener
que desplazarse ni depender de fechas ni horarios. Desarrollé un programa de
lecciones y ejercicios, para apreciar desde el primer momento qué errores
cometemos al escribir y cómo podemos mejorar. Clases individuales, a medida,
con la corrección y análisis de cada texto; porque quien empieza a escribir es
lo que necesita. Aquella idea fue realmente una “aventura” hace ya algo más
de 10 años, porque entonces internet era un medio al que poca gente tenía
acceso.
Después lo complementé impartiendo cursos presenciales en diversas
ciudades.
El desván de la memoria es ya un referente, tanto en la red como en
cursos presenciales, para todos los que quieren aprender o mejorar su
estilo literario ¿Cuáles cree que han sido las razones de su éxito?
El trabajo individual, eso es lo más importante. Aunque puedan ser útiles, los
consejos generales o las tareas en grupo no son efectivos como explicar qué
errores comete alguien en particular, qué debe mejorar y cómo va a potenciar
su estilo. Eso implica mucha dedicación, pero los resultados son inmediatos;
desde el primer intercambio de correcciones se aprecian fallos concretos y
cómo resolverlos. Y sobre todo, en estos tiempos tan tecnológicos, la gente
agradece sentir a alguien al otro lado de la pantalla, que responda a todas las
preguntas y resuelva dudas; y también que motive, que valore lo bueno y no
tenga reparo en decir lo que se ha de mejorar. Otra razón del éxito han sido los
premios literarios y las publicaciones conseguidas por los participantes del
taller, que son muchos durante estos años. Para mí son importantes porque
animan a seguir escribiendo. Y sobre todo, el Desván se ha convertido en un
lugar de encuentro de quienes comparten la literatura, tanto a través de los
foros, blogs o reuniéndonos en diversas actividades. Ese es el que considero el
mayor éxito de este proyecto, el clima generado a partir del taller y el
compañerismo y las buenas amistades que surgen de él.
¿Qué cursos oferta el taller literario?
Como ya he comentado, al ser un trabajo individual los cursos se adaptan a
cada caso concreto. En general, trabajamos relato, poesía, novela y guion
cinematográfico. Y a veces, en los cursos presenciales: microrrelatos,
creatividad, figuras literarias…
¿Cuáles son los más demandados?
La verdad es que todos; aunque por, extensión y características, el relato es lo
que más trabajamos. En los presenciales tiene mucho éxito el de relato erótico,
en los que hemos pasado momentos realmente divertido; y en el que siempre
me piden una segunda parte… “¡¡práctica!!”.
¿Qué buscan los alumnos en estos talleres?
Aprender, mejorar en general su redacción, relacionarse con quienes
comparten su misma afición, divertirse, compartir su afición y contar con
alguien como referencia y motivación. Disponer de ayuda en un proyecto
concreto, como es escribir un libro; y en general, conocer mejor el mundo
literario o del guion, incluso con vistas a dedicarse a él profesionalmente.
Podría poner tantos motivos como participantes.
Como alumna suya que he sido, creo que el taller de escritura creativa me
ha servido para mejorar mi estilo a la vez que es fuente de recursos para
desbloquear al escritor y conseguir algunos premios. ¿Qué aconsejaría a
los escritores que empiezan para motivarles?
Que piensen en la escritura como una afición muy hermosa que siempre les va
a dar satisfacciones. Nada es tan gratificante como la propia creación. Que
pierdan el “temor” a que lean sus textos. Que disfruten del camino y que lean y
escriban, sin prisa y sin pausa. Y que lo importante son ellos mismos, su
potencial, la capacidad de hacer algo exclusivo, único. A partir de ahí, sin
buscarlo, es cuando llegarán la posibilidades de ganar certámenes, de publicar;
pero todo eso no es un fin, sino una consecuencia de esa ilusión que nunca
deben perder.
Parece que sus alumnos no dejan de obtener premios y reconocimientos,
eso habla muy bien de ellos y de usted. A su juicio, ¿cuáles cree que son
las claves del éxito de estos autores?
Mucho trabajo, constancia, ganas. Cuando se dan cuenta de que no tienen
nada que perder y todo por ganar, se pierde la presión y es más fácil. Para mí
el éxito llega con cada relato, poema o novela que han escrito, ese es el mayor
de los premios. Después llega el reconocimiento en algún certamen, una
primera publicación, una segunda, otro premio…, y eso anima más. Si uno se
anima, escribe más; y cuanto más se escribe, se hace mejor y las posibilidades
aumentan. Es un círculo positivo al que, como he dicho, se entra desde la
satisfacción personal que supone crear y escribir.
¿Cuáles son los ingredientes de un buen relato?
Que se ciña a una idea única, que es la que mueve y articula toda la historia.
No
entrar
en
descripciones
elaboradas y dar la relevancia
precisa a los personajes (que solo
nos interesan al servicio de esa
idea). Captar la atención desde las
primeras líneas, que los lectores no
puedan abandonar el relato hasta el
final. Y que el desenlace aporte algo,
o bien resuelva la intriga planteada,
transmita un mensaje, aporte una
revelación o invite al lector a
reflexionar o le emocione de cualquier modo, desde provocarle tristeza a
generar una sonrisa. O lo que es lo mismo, que no deje indiferente.
Su proyecto más actual es la creación de la editorial El desván ¿Cómo la
ha concebido y qué clase de literatura va a publicar?
En principio la editorial ha sido concebida para dar oportunidad a autores
noveles, a primeras obras. Abrir una puerta para las buenas ideas y el esfuerzo
de muchos autores aún anónimos, llena de ilusiones. Me gusta publicar poesía
y prosa poética, porque para las grandes editoriales la poesía no es comercial
y es un género que no tiene oportunidad frente a la narrativa. Pero también
quiero editar novela, antologías y ediciones críticas de autores y obras del
pasado que han caído en el olvido o que son desconocidos en España. Y
también quiero publicar libros sobre técnicas de escritura, que reflejen toda la
experiencia y trabajo del taller. Y libros especiales, originales. Como yo digo:
“libros con alma”.
Dificultades que se encuentra a la hora de la distribución y competencia
con las grandes editoriales
Todas. Hasta ahora, las distribuidoras nacionales con las que he contactado
me han negado la distribución. Algunas me han dicho claramente el motivo: “no
distribuyen a las editoriales que empiezan si no tienen nombres famosos o de
escritores conocidos”. Esa respuesta ha sido muy dura para mí, no porque no
pueda vender libros, sino porque son el reflejo de un mercantilismo puro y duro
que cierra las puertas a la literatura. No les interesan la obras, ni la calidad;
solo el dinero rápido y fácil. Y esto es más difícil de entender porque ellos no
arriesgan nada, es el editor quien corre con todos los gastos, mientras ellos
solo reciben los beneficios. Son meros intermediarios que hasta ahora han
ejercido un control absoluto de este “negocio”. Y lo malo es la consecuencia: si
un autor es novel no edita, si no edita no será conocido, y si no es conocido no
edita… Un círculo que es necesario romper, y esa es otra de las razones por
las que puse en marcha la editorial. Si es necesario, asumiré la distribución a
través de internet, presentaciones y directamente con las librerías, que sí aman
los libros y la literatura.
¿Cómo cree que puede influir Internet en la Literatura?
Mucho, creo que va a cambiar por completo los conceptos de edición y
distribución. Antes, un autor solo podía llegar a los lectores a través del texto
impreso, de ahí el poder de las editoriales, la publicidad y la distribución;
aunque siempre la última palabra la tienen los lectores, eso no lo hemos de
olvidar. Con internet se abre un amplio “escaparate” a través del cual nuestros
escritos pueden llegar al instante a cualquier lugar del mundo. Es un potencial
que se debe aprovechar; que va a suponer “romper” esa dependencia con
intermediarios que tiene el papel, pero que también les va a exigir a los autores
más trabajo e implicación.
Usted es un experto conocedor de la historia del cine y es colaborador
habitual en la sección Cinexplicable, de la revista Terral. ¿Qué opinión le
merece la edición en formato digital?
Pues casi lo he dicho en la respuesta anterior al mencionar internet, la edición
en formato digital es una forma de llegar a todos y a cualquier parte del mundo
(lo cual se dice pronto, pero es así). Lo veo como un cambio similar al que
causó la imprenta hace unos siglos, que va a cambiar también la forma de leer
en la actualidad. El libro de la imprenta de Gutenberg permitió el acto individual
de la lectura, la lectura como una actividad solitaria, intimista y en silencio, que
hasta entonces había sido oral y colectiva para casi la totalidad de oyentes, la
mayoría analfabetos. Estamos, por tanto, viviendo un momento de “revolución”
en ese sentido, del cual tal vez no somos conscientes ahora en su verdadera
dimensión.
www.tallerliterario.net)

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