NUEVO LIBRO MÉTODO A4 TNR 12

Transcripción

NUEVO LIBRO MÉTODO A4 TNR 12
Alan Sandey
Alan Sandey
* * *
2
“La felicidad no es una
cosa. Es un estado mental…
La verdadera felicidad nunca se
encuentra fuera de uno mismo.
Los que la buscan afuera es como si
buscaran un arco iris entre las nubes”
Paramahansa Yogananda
“Si no cambias de dirección…
lo más probable es que acabes
llegando donde te has marcado.”
Proverbio Chino
El método de autodesobsesión
El camino de la liberación espiritual
- 1a ed. - Buenos Aires: Alan Sandey, 2013.
125 p. + EBook; 21x15 cm.
ISBN 978-987-33-3242-5
1. Espiritualidad. I.
Título: El método de autodesobsesión
El camino de la liberación espiritual
CDD 291.4
Fecha de catalogación: 01/03/2013
Queda hecho el depósito que establece la ley 11.723
Año 2013 - Buenos Aires
[email protected]
www.autodesobsesion.com.ar
Queda libre la reimpresión, copiado total o parcial
y traducción de esta obra a cualquier idioma con el
riguroso compromiso de que no se ha de modificar
en lo más mínimo
3
ÍNDICE
Prólogo ------------------------------------------------------------------------------------
6
LIBRO1: EL MÉTODO DE AUTODESOBSESIÓN
Qué es El Método ---------------------------------------------------------------------Historia del método ------------------------------------------------------------------Cómo se creó y que base doctrinaria tiene El Método -----------------------¡No puede ser solo para mi! --------------------------------------------------------El Método utilizado como tratamiento en pacientes psiquiátricos ---------Casos del Hospital --------------------------------------------------------------------Ventajas del método -----------------------------------------------------------------El legado espiritual --------------------------------------------------------------------
8
9
9
14
15
16
19
19
LIBRO 2: MI EXPERIENCIA PERSONAL -----------------------------------Historia de Paulina -------------------------------------------------------------------Historia de Nicolás -------------------------------------------------------------------Reflexiones Generales ----------------------------------------------------------------
20
23
24
25
LIBRO 3: LA FELICIDAD EN LA TIERRA
¿Es Posible la felicidad en la tierra? ----------------------------------------------¿Qué se opone a nuestra felicidad? -----------------------------------------------Diagnóstico Breve: Males Físicos, mentales y espirituales -----------------Soluciones:
- Males físicos
-Los problemas materiales y La ley de la abundancia ---------------Los problemas de salud –--------------------------------------------------Afirmaciones para la salud ------------------------------------------------
27
28
28
29
31
32
Los problemas mentales ----------------------------------------------------
33
- Males espirituales
-Los defectos ------------------------------------------------------------------La Culpa ---------------------------------------------------------------------La obsesión -------------------------------------------------------------------La insatisfacción interior -------------------------------------------------
34
36
37
37
La búsqueda de Dios o la verdadera felicidad ----------------------------------Cómo amar a Dios --------------------------------------------------------------------La adoración y devoción ------------------------------------------------------------La meditación a través de la oración ---------------------------------------------¿Cómo puede la meditación ayudarme a solucionar mis problemas? ----Las oraciones ---------------------------------------------------------------------------
38
41
42
43
44
46
-
4
LIBRO 4: MÉTODO DE AUTODESOBSESIÓN – Parte Práctica
¿Qué son los problemas espirituales y como solucionarlos? ------------¿Qué es el método de autodesobsesión? -------------------------------------¿Qué beneficios se obtienen? --------------------------------------------------Resumen de conceptos básicos ------------------------------------------------Objeciones más comunes ----------------------------------------------------Explicación de los ejercicios ----------------------------------------------------
51
52
52
53
56
59
Parte 1: La búsqueda de Dios --------------------------------------------------Parte 2: Ayuda a los espíritus en turbación --------------------------------Parte 3: Ayuda a los seres que persisten en el mal --------------------------
67
68
69
APÉNDICE
Encarnar no es tan fácil -------------------------------------------------------------Conocimiento de sí mismo ----------------------------------------------------------Cuestionario Breve -------------------------------------------------------------------Cuestionario Extenso ----------------------------------------------------------------Puntos de meditación -----------------------------------------------------------------
71
73
74
75
77
5
PRÓLOGO
Cualquier persona que desee sinceramente salir de sus problemas espirituales y/o
psicosomáticos, encontrará en este breve libro una metodología que lo auxiliará y que se
convertirá en una herramienta muy efectiva para combatir la obsesión1. Dicho mal nos afecta
a todos, ya que es inherente al ser humano inferior encarnado en este plano terrestre. En los
casos más leves la obsesión se presenta como una simple obnubilación de las facultades o a
veces dolores inexplicables de cabeza o malestar general, esto es bastante común en la
mayoría de las personas. Pero a veces este mal adquiere características muy pronunciadas
llevando a la persona a verdaderas enfermedades de tipo psicosomático y mental. El método
de autodesobsesión es una herramienta poderosa para combatir ese mal y tiene probados
resultados en cientos de personas que lo practican. Aún en casos más graves de tipo
psiquiátrico, su éxito fue notable, experiencia que fue llevada a cabo en un hospital espírita de
Brasil.
Los conocimientos en los que se asienta este método están basados en la doctrina espírita
codificada por Allan Kardec.2
Este libro es de distribución totalmente gratuita en internet y está destinado a todas las
personas que sufren de males psicosomáticos y espirituales.
Lo dedico especialmente a mis hermanos espíritas, quienes lidian frecuentemente con el
problema de la obsesión. Al ayudar a otras personas que padecen graves males, muchas veces
los seres obstinados en el mal, se encarnizan con esos emisarios del bien a quienes persiguen
y terminan obsesando también. Siempre que se realiza una tarea de ayuda a una persona que
está gravemente enferma espiritualmente, hay posibilidades de que “se nos pegue” (por
decirlo de una forma coloquial) un ser inferior con malas intensiones, lo que resulta
inevitablemente en una obsesión.
Este método es de probada eficacia, solo se debe realizarlo con perseverancia todos los días.
Su ejercicio no lleva más de diez minutos y su beneficio es enorme.
El libro está dividido en cuatro partes. En la primera se explica qué es el método y de donde
surgió, cuáles son sus beneficios y ventajas sobre otros métodos de desobsesión. También se
brindan ejemplos de casos psiquiátricos – que son los más graves – solucionados con la
metodología.
En la parte dos se relata mi propia experiencia y la de personas allegadas.
1
Se llama Obsesión en el encuadre dado por la filosofía espírita, a la influencia que sobre nosotros ejerce el mundo espiritual
inferior.
2
La doctrina espírita está contenida principalmente en El libro de los Espíritus obra de Allan Kardec, que es la base de la
filosofía Espírita. Allan Kardec, seudónimo de Leon H Denizard Rivail, vivió a mediados del siglo XIX. Fue un hombre de
una vasta cultura. Era bachiller en letras y ciencias, doctor en medicina y lingüista distinguido. Se desempeñó como profesor
de química, física, astronomía y anatomía comparada . Escribió varias obras muy populares en su época, especialmente textos
de estudio sobre gramática, aritmética y métodos de estudio entre otros. Fue pedagogo y discípulo predilecto del eminente
pedagogo Pestalozzi en Francia. Fue miembro de varias sociedades sabias, especialmente de la Academia Real de Arras, fue
premiado, en 1831, por la monografía ¿Cuál es el sistema de estudio más en armonía con las necesidades de la época?
En determinado momento de su vida, llaman su atención algunos fenómenos que no tenían explicación científica, como
movimiento de objetos, mesas que aparentemente se movían solas y además contestaban preguntas, mediante un alfabeto
realizado con golpes. Todos estos fenómenos fueron estudiados por Kardec, quien puso en juego su reputación, al aplicar la
metodología científica al estudio de cuestiones que la mayoría daba por supercherías o fraudes. Después de mucho investigar
con sobriedad y metodología, llega a la conclusión de que el mundo espiritual existe realmente y se comunica con nosotros
de diferentes maneras y que el fenómeno no es nuevo sino que ocurrió desde los albores de la humanidad y en las diversas
culturas.
Kardec, pregunta al mundo espiritual superior sobre todas las diversas cuestiones que atañen a la filosofía y al conocimiento
de la vida después de la muerte. Sus preguntas y las respuestas del mundo espiritual superior, están compiladas en “El libro
de los espíritus” principalmente y en otras obras del mismo autor.
6
La parte tres, está dedicada a las personas que ya utilizaron el método y salieron de sus
problemas físico-espirituales y desean incrementar su nivel espiritual y realización interior,
con la obtención de una verdadera paz y felicidad, productos de la búsqueda de Dios y del
conocimiento y dominio de sí mismos.
La parte cuatro es el método de autodesobsesión en sí mi mismo, con su explicación
detallada y los ejercicios espirituales propiamente dichos. En esta parte se explica nuevamente
qué son los problemas espirituales, de donde provienen y cómo solucionarlos. Esto si bien es
un poco redundante, pues ya se explica esto en capítulos anteriores, se organizó así para que
esta última parte, la parte cuatro, pueda ser separada del libro principal y entregada a la
persona que padece un problema de obsesión, y que puede no tener la paciencia o la lucidez
para leer todo el libro y de esta manera trabajar directamente sobre el problema.
Finalmente El Apéndice es un anexo muy importante para el método porque profundiza en
técnicas de conocimiento y dominio de sí mismo, ya que sin esto la obsesión seguiría
presentándose continuamente, dado que siempre está relacionada con nuestros propios
defectos. Aquí se transcriben los cuestionarios realizados por Kardec a tal fin y que son de
gran ayuda para la persona que desee realizar su propio conocimiento con seriedad.
Sé que algunas personas piensan que nada nuevo puede darnos la doctrina espírita, que ya nos
ha dado suficientes e increíbles frutos y beneficios para una humanidad en sufrimiento y en la
ignorancia de las verdades espirituales más sencillas. Pero este método se basa íntegramente
en los conocimientos doctrinarios y sin embargo es algo totalmente nuevo, es una manera
muy simple y por ello no menos eficaz, de realizar la desobsesión. Para comprobar su
efectividad solo basta probarlo al menos por un mes. Su práctica no lleva más de diez minutos
y en breve tiempo se comienzan a sentir su influencia beneficiosa, sea curándose de un mal
psicofísico o de angustias y tormentos interiores. A veces las curaciones son muy rápidas,
verdaderos “milagros”. Otras veces, en casos muy tenaces, se debe realizarlo más tiempo.
Pero siempre se obtendrá algún resultado positivo y quien persevere en su práctica podrá tener
a su alcance una increíble ayuda para su propia evolución espiritual y la de los demás.
Sé que será de ayuda a los practicantes sinceros que tomen la metodología con perseverancia
y decisión. Con el tiempo, cuando ya no padezcan los problemas espirituales por los que
comenzaron su práctica, muchos seguirán haciéndolo por caridad hacia los hermanos
espirituales que están en sufrimiento y que nuestra palabra puede realmente ayudar y evitarles
así, años y a veces siglos de sufrimiento.
Es mi sincero deseo que esta bella joya de la doctrina, que por supuesto no es de mi autoría,
que fue descubierta dentro de la doctrina por personas mucho más capaces y evolucionadas
que yo, lleve paz, salud y alegría a los hermanos que la practiquen, pues no pertenece a una
persona y al igual que la filosofía espírita dada por el mundo espiritual de luz, es para la
humanidad toda.
Alan Sandey
7
LIBRO 1
EL MÉTODO DE AUTODESOBSESIÓN
El Método es la moralización a un espíritu utilizando tanto la palabra hablada (no solo el
pensamiento) y la aplicación del pase magnético con la finalidad de moralizarlo o ayudarlo a
comprender su situación real, pero sin la incorporación de ese espíritu en un médium.
Consta de tres partes. La primera parte es una oración llamada “la búsqueda de Dios”. No
tiene que ver con los espíritus obsesores sino con nosotros mismos. Sabemos por la doctrina
que todos nuestros males provienen de nuestra inferioridad moral, de nuestros defectos, vicios
e imperfecciones tanto mentales como espirituales. La finalidad de la oración es ponernos en
comunicación con nuestro Padre Celestial, para que nos ayude a vernos mejor a nosotros
mismos, para que podamos vencer nuestros defectos y seamos merecedores de la ayuda del
mundo espiritual superior. Sin este requisito, no existe desobsesión que funcione. Porque
nuestras imperfecciones son las que atraen al mundo espiritual negativo, aún en los casos de
venganzas por cuestiones de nuestro pasado, la obsesión es permitida hasta que superamos de
nuestras inferioridades. Cuando lo hacemos, aunque un espíritu sea muy obstinado en su odio
hacia nosotros, no le es concedido ejercer su acción funesta.
Por todo ello es imprescindible que emprendamos con decisión nuestro mejoramiento y
acercamiento a los seres superiores, a través del conocimiento y dominio de nosotros mismos.
La segunda parte, es una orientación a los espíritus que están en la confusión y que no
comprenden que están en el mundo espiritual y se creen vivos aún en la tierra. Este estado tan
particular es llamado turbación por la doctrina. Si bien estos seres no son necesariamente
malos, incluso algunos de ellos fueron buenas personas en la tierra y difícilmente podrían
querer dañarnos; siguen padeciendo por los males que los afligieran en la tierra, las
enfermedades, los dolores e incluso los sufrimientos acarreados por el tipo de muerte. Este
estado suele ser bastante aflictivo (salvo en los seres moralmente avanzados, que aún no
estando del todo lúcidos, no resulta penoso y hasta puede ser algo placentero) estos seres
sufrientes y confusos se acercan a nosotros por afinidad, ni siquiera son consientes de ello,
pero al hacerlo nos transmiten, a través del periespíritu, sus propios sufrimientos, lo que
deriva lógicamente en un tipo de obsesión. El esclarecimiento de estos espíritus es bastante
simple. Se les habla con dulzura y comprensión buscando que entiendan que ya no están en la
tierra y haciéndoles ver que el cuerpo que ahora tienen no es el cuerpo de la tierra. A la vez
se ejerce sobre ellos una acción magnética con las manos, con la finalidad de hacerles llegar
más efectivamente nuestras intenciones benévolas y también para ayudar a la ruptura de los
lazos materiales que los unen a la tierra. Al principio se muestra sorprendido y no cree que le
estemos hablando a él, porque asocia la muerte a la desaparición de la conciencia, pero luego
al ver que no posee el cuerpo material, sino uno igual en apariencia (el periespíritu), termina
aceptando su situación y puede ser ayudado por seres superiores que siempre están allí para
ayudar.
La tercera parte es la dedicada a los espíritus malos que ya saben que están en el mundo
espiritual y utilizan este estado para provocar daños a los encarnados.
La evangelización de estos espíritus debe comenzar con una acción magnética mucho más
enérgica que la de la segunda parte, porque ahora esa acción tiene la finalidad de reducir al
espíritu, impidiéndole el movimiento. Es como si a una persona encolerizada y violenta se la
sujetara con firmeza como primer paso para que se calme y escuche y poder sacarlo así del
círculo vicioso de su propia ira. Luego vendrán las palabras de esclarecimiento que serán
dichas no con enojo por haber sido nuestro obsesor, sino con verdadero amor cristiano,
porque no debemos olvidar que todos hemos sido y lo somos todavía, deudores con la ley
divina. Y que todos somos hijos de Dios y nos reuniremos al final en el amor divino como
hermanos; aún aquellos que parecen irrecuperables, que están empedernidos en el mal, serán
8
como todos arrastrados por la inmutable ley del progreso. Lo único que realmente depende de
nosotros es el tiempo que tardamos en llegar a la meta, pues ésta ya fue establecida por el
Señor desde nuestra creación y es que alcanzaremos la perfección y la dicha suprema.
Por ello no debemos pensar que el hecho de reducirlos e inmovilizarlos sea algo impropio, es
una acción necesaria para un ser empecinado en el error y que de otra manera no nos
escucharía y estaría por mucho más tiempo, a veces siglos, en ese estado de estancamiento.
Con esa acción se consigue que escuche, aunque a veces a regañadientes, la palabra que lo
conducirá nuevamente por el camino del Señor. Es posible que no acepte la verdad la primera
vez, pero a la larga esa acción, hará mella en el blindaje que se auto impusiera ante la luz del
conocimiento verdadero.
HISTORIA DEL MÉTODO
Cómo se creó y que base doctrinaria tiene El Método
Los conceptos implicados en el ejercicio del Método están íntegramente basados en los
conocimientos brindados por la doctrina espírita codificada por Allan Kardec.
Su creador siempre quiso permanecer en el anonimato porque entendió que este
descubrimiento dentro de la doctrina, no era propio, sino de la humanidad3 y que por otro lado
le fuera inspirado. Por respeto a su voluntad lo llamaremos Anselmo.
Anselmo conoció la doctrina siendo muy joven, la estudió con pasión y reverencia,
comprendiendo que allí estaban las respuestas a las preguntas que siempre se hiciera sobre la
vida y la muerte, sobre Dios y tantas otras cosas.
Comenzó a frecuentar la sociedad espírita de su ciudad natal, en Argentina, con asiduidad. Se
convirtió primero en un excelente colaborador y llegó a desempeñar los diversos cargos que
hacen a la tarea en una sociedad espírita, salvo la de médium, ya que no lo era. Se desempeñó
tanto en los cargos administrativos como de adoctrinamiento y ninguna tarea le parecía
pequeña, ni muy grande.
Por su trabajo viajaba mucho y tuvo la oportunidad de pertenecer a diversas sociedades
espíritas tanto de Argentina como de Brasil, recogiendo una amplia experiencia en los
diversos trabajos que se realizan en dichas entidades.
Era un hombre bueno, emprendedor y estudioso de la doctrina a la que entendía como la
tercera revelación y como un compendio filosófico y moral a la cual procuraba adaptar su
conducta. Es decir era lo que podría considerarse un “espírita” en toda la acepción de la
palabra.
A pesar de todo esto, se veía afectado por una obsesión feroz, que fuese debida a
compromisos kármicos, a antiguos enemigos o simplemente a seres perversos que pretendían
detener su accionar, la cuestión es que este estado obsesivo le causaba muchos contratiempos,
dolores y dificultades de todo tipo.
Como primera medida procuró ayuda en la sociedad espírita que con las técnicas de
desobsesión tradicionales y pases, lograban que el problema desapareciera por un tiempo,
pero siempre volvía. Le producía terribles dolores de cabeza, que llegaban incluso a hacerlo
vomitar, padecía insomnio y problemas físicos de todo tipo, siendo tanto así que un médico
llegó a decirle que no le quedaba mucho tiempo en esta vida.
Un día mientras oraba a Dios por la solución de su problema tuvo una inspiración. Si los
espíritus obsesores, al ser incorporados por el médium escuchaban la voz del adoctrinador,
¿porqué no habrían de escuchar la voz aunque no estuvieran interactuando con un médium?
Nada se oponía a ello, solo el hecho de que cuando uno intenta moralizar a un espíritu que
3
Por esta razón la distribución del método debe ser completamente libre y gratuita, siguiendo la enseñanza de Jesús “..de
gracia recibisteis…dad de gracia”
9
está empecinado en una acción mala, simplemente se retira o se ríe de lo que le decimos.4
Entonces tuvo la inspiración de que la solución para tener un escenario similar a la sesión de
desobsesión era sujetar fluídicamente al ser, para que escuche “la palabra”.
Sabido es por los espíritas que el pase magnético puede ser usado de múltiples maneras, para
curar, para hipnotizar, para adormecer y anestesiar, para bendecir el agua, etc.
¿Entonces pensó, porqué no usar los pases para sujetar al espíritu? La acción magnética
podría usarse en forma envolverte sobre el ser con la finalidad de reducirlo e inmovilizarlo
momentáneamente, para que se vea obligado a escuchar. Lógicamente el espíritu siempre
seguirá manteniendo su libre albedrío de seguir los buenos consejos o no, pero en ese
momento, por lo menos se vería obligado a escuchar. Esa palabra que puede no ser aceptada
en un primer momento, es como la semilla que queda en estado latente hasta que se den las
condiciones propicias; a la larga fructificará, porque todos estamos destinados a
perfeccionarnos; y permanecer estacionarios en el camino del error, no puede hacerse para
siempre; más tarde o más temprano el espíritu debe progresar.
Una vez que el espíritu se hallara sujeto por los lazos fluídicos blancos que lo envuelven
debería hablársele con la mayor caridad de la que se fuera capaz, la finalidad sería hacerle
ver su error y de conducirlo, a través de la prédica evangélica a deponer su actitud negativa,
que en principio al primero que perjudica es a sí mismo.
Esto no es ni más ni menos que lo que se practica en las sesiones de desobsesión, la diferencia
es que el espíritu se ve obligado a escuchar y en este caso no puede responder, ya que no está
incorporado en un médium.
Comenzó a realizar esta práctica (que luego llamó método de autodesobsesión) con excelentes
resultados, ya no precisaba ir continuamente a la sociedad para que lo ayuden y estaba a su
vez en mejor condición de ayudar a otros.
Esta acción demostró ser altamente efectiva, porque si bien el espíritu en error no siempre va
a atender y seguir los consejos para su recuperación en la primera vez que le hablemos, si lo
hará por la persistencia en el tiempo de esta acción. Es decir, si se hace El Método dos veces
al día, como se recomienda, más pronto o más tarde aún el espíritu más empedernido, termina
conmoviéndose.
Para comprender su accionar, hay que tener en cuenta, cuál es el mecanismo que utilizan los
seres inferiores para mantenerse en el error. La doctrina dice que mientras el espíritu malo
está realizando su actividad perversa es “casi feliz”
Podemos leer en el cielo y el infierno5, el cuadro completo de un espíritu empedernido en el
mal:
“Los espíritus malos, egoístas y endurecidos, están, después de la muerte, entregados a una duda
cruel sobre su destino presente y futuro. Miran a su alrededor, no ven al principio ningún objeto
sobre el que puedan ejercerse sus fechorías, y la desesperación se apodera de ellos, porque el
aislamiento y la inacción son intolerables para los malos espíritus: no se elevan hacia los lugares
habitados por los espíritus puros. Consideran lo que les rodea, e impresionados al instante por el
abatimiento de los espíritus débiles y castigados, se adhieren a ellos como a una presa, y les
recuerdan sus pasadas faltas, que ponen sin cesar en acción por sus gestos irrisorios. No bastándoles
esta burla, se sumergen en la Tierra como buitres hambrientos, buscan entre los hombres el alma
más accesible a sus tentaciones, se apoderan de ella, exaltan su concupiscencia, procuran apagar su
4
Cuando el espíritu está incorporado en un médium, no tiene todas las libertades que puede gozar en el mundo espiritual, se
halla confinado a “ese lugar y ese tiempo” donde puede expresarse, a veces con enojo e incluso violencia, pero debe también
escuchar.
5
Espíritus en sufrimiento - El castigo
Exposición general del estado de los culpables a su entrada en el mundo de los espíritus, dictada a la Sociedad Espirita de
París en octubre de l860. “El cielo y el Infierno” – Allan Kardec
10
fe en Dios, y cuando, en fin, dueños de su conciencia, consideran su presa asegurada, extienden sobre
todo lo que rodea a su víctima el fatal contagio.
“El espíritu malo, cuando puede ejercer su ira, es casi feliz. No sufre sino en los momentos en que no
puede obrar y en los que el bien triunfa sobre el mal.
“Sin embargo, los siglos corren. El espíritu malo siente de repente que las tinieblas le invaden, su
círculo de acción se estrecha, su conciencia, sorda hasta entonces, le hace sentir las puntas aceradas
del arrepentimiento. Inactivo, llevado por el torbellino, corre al azar sintiendo, como dice la escritura,
erizársele de espanto los cabellos. Pronto se hace un gran vacío a su alrededor. El momento de su
expiación ha llegado, la encarnación se le presenta amenazadora. Ve como en espejismo las pruebas
terribles que le aguardan. Quisiera retroceder, adelanta, y precipitado en el ancho abismo de la vida,
divaga espantado hasta que el velo de la ignorancia cae sobre sus ojos. Vive, obra, aún es culpable.
Siente en él no sé qué recuerdos que le inquietan, presentimientos que le hacen temblar, pero no
retrocede en la vía del mal. Cargado de violencias y de crímenes, va a morir. Extendido en el suelo o
sobre su cama, ¡qué importa! El hombre culpable siente, bajo su aparente inmovilidad, removerse y
vivir un mundo de sensaciones olvidadas. Bajo sus párpados cerrados ve apuntar una luz, oye sonidos
extraños. Su alma, que va a dejar su cuerpo, se agita impaciente, mientras que sus manos crispadas
tratan de agarrarse a las sábanas. Quisiera hablar, quisiera gritar a los que le rodean: Retenedme, veo
el castigo. No lo consigue: la muerte se fija sobre sus labios descoloridos, y los asistentes exclaman:
¡Descansa en paz!
“No obstante, lo oye todo. Gira alrededor de su cuerpo, que no quiere abandonar. Una fuerza
secreta le atrae. Lo ve y reconoce todo. Desatinado, se lanza en el espacio, donde quiere ocultarse.
¡No puede retroceder! ¡No tiene reposo! Otros espíritus le vuelven el mal que ha hecho, y castigado,
burlado, confuso a su vez, camina y caminará al azar, hasta que la divina luz se deslice en su
endurecimiento y le ilumine para mostrarle el Dios de justicia, el Dios triunfante del mal, que no
podrá aplacar sino a fuerza de gemidos y de expiaciones.” George
Jamás se ha trazado un cuadro más elocuente, más terrible y más verdadero de la suerte del malo.
¿Qué necesidad hay, pues, de recurrir a la fantasmagoría de las llamas y de los tormentos físicos?
Los espíritus malos se arman de una coraza con la que impiden, no solo que espíritus
superiores que desean su bien puedan acceder a ellos, sino y por sobretodo que su propia
conciencia pueda aflorar. Pues, como sabemos, Dios coloca en cada ser la conciencia del bien
y del mal. En cuanto el espíritu “escucha” la voz de la conciencia, comienza el sufrimiento
por la culpa. Y aunque ese estado también puede llevar largo tiempo de proceso, finalmente
concluirá con el arrepentimiento del ser que será el comienzo de su redención. Pero solo el
comienzo, seguirán la aceptación del pago de las deudas contraídas con la ley divina, que
siempre implican sufrimiento de algún tipo, generalmente similar al que el espíritu causó.
Los seres inferiores que por su voluntad permanecen en el mal, no son ignorantes de este
proceso, porque lo han visto miles de veces en otros seres como ellos. Por esto se arman de
esa coraza, que parece impenetrable, donde no piensan en su futuro (sería un tormento pensar
en la eternidad en esa situación) ni en el pasado, donde residen los daños que han cometido a
sus semejantes, procuran vivir un permanente presente.
Cuando se los reduce con la magnetización, se les obliga a escuchar y la coraza comienza a
agrietarse por la verdad de nuestra prédica evangélica, porque no existe fuerza más poderosa
que la verdad.
Con esta acción no se atenta contra su libre albedrío como podría pensarse en un primer
momento, pues hay que recordar que ese ser está allí intentando hacernos un daño. Con la
acción de envolverlo y sujetarlo solo se lo detiene y luego se lo moraliza. Muchos
simplemente querrían deshacerse de los seres negativos, echándolos. Esto es lo que se intenta
hacer con los exorcismos y otras prácticas similares. Los espíritus superiores nos enseñan que
la actitud correcta es la moralización de esos seres desafortunados con los que muchas veces
tenemos deudas anteriores, quien sabe si en un comienzo no fuimos nosotros en otra
11
existencia los causantes de ese odio. Por otro lado el ayudarlos es un bien para ellos y también
para nosotros mismos, no solo porque nos deshacemos de la obsesión, sino porque hemos
practicado la ley de amor y caridad que debe unirnos fraternalmente como hermanos que
somos y que vamos por el mismo camino, hacia el mismo destino, nuestro padre celestial.
Volviendo a la historia del descubrimiento del método. Encontramos a Anselmo en la
sociedad espírita, donde ya no necesita que lo ayuden, sino que está en condiciones de ayudar
a los demás. Todos están sorprendidos por este cambio, pero él no atina a contarles todavía la
verdad, porque siente que si este método es de aplicación general, sería una verdadera
revolución dentro del tratamiento espírita de la obsesión.
A la moralización de los seres inferiores (que luego sería la tercera parte del método) agrega
La primera parte que es la búsqueda de Dios y el conocimiento de nosotros mismos porque
entiende que esto es imprescindible para nuestra evolución espiritual y para tener cada vez un
mayor ascendiente con los espíritus inferiores. Pero, percibe que “El Método” aún no está
completo, que “algo” le falta.
En la intimidad de su casa, releyó nuevamente los libros de Kardec, y percibió que debía
incluir a la gran masa de seres espirituales que desencarnan a diario sin tener los
conocimientos necesarios para superar la turbación en breve tiempo. De allí nació la segunda
parte del método, para ayudar a los espíritus que aún no reconocen que ya dejaron el cuerpo
físico y se creen aún vivos en la tierra. A través de la magnetización se los ayuda, y con la
palabra hablada, se les revela que ya no están en la tierra y se les da la prueba pidiéndoles que
se toquen, que se miren, que “ese” no es el cuerpo de la tierra. Las bases para esta acción las
encontró en la doctrina:
“Un fenómeno muy frecuente, que tiene lugar entre los Espíritus de cierta inferioridad moral,
consiste en creerse todavía vivos y esta ilusión puede prolongarse por muchos años, durante los
cuales sienten todas las necesidades, todos los tormentos y todas las perplejidades de la vida.6 ”
“7En el momento de la muerte, todo es al principio confuso, y el alma necesita algún tiempo para
reconocerse, pues está como aturdida y es el mismo estado del hombre que, despertándose de un
sueño profundo, procura explicarse su situación.
La lucidez de las ideas y la memoria del pasado le vuelven a medida que se extingue la influencia de
la materia, de que acaba de separarse. y se disipa la especie de bruma que nubla sus pensamientos.
La duración de la turbación subsiguiente a la muerte es muy variable, puede ser de algunas horas, de
muchos meses y hasta de muchos años.
Es menos larga en las personas que, desde esta vida, se han identificado con su estado futuro;
porque entonces comprenden inmediatamente su posición.
La turbación presenta circunstancias especiales, según el carácter de los individuos, y sobre todo
según la clase de muerte. En las violentas, ocasionadas por suicidio, suplicio, accidente, apoplejía,
heridas, etc., el espíritu está sorprendido, admirado y no cree estar muerto; lo sostiene con
terquedad; ve, sin embargo. su cuerpo, sabe que es el suyo, y no comprende que esté separado de él.
Se acerca a las personas a quienes aprecia, y no comprende por qué no le oyen. Semejante ilusión
dura hasta la completa separación del periespíritu, y hasta entonces no se reconoce el espíritu, ni
comprende que ha dejado de pertenecer a los vivos. Este fenómeno se explica fácilmente.
Sorprendido de improviso por la muerte, el espíritu queda aturdido con el cambio brusco que en él
se ha verificado; para él la muerte continúa siendo sinónimo de destrucción, de extinción, y como
piensa, ve y oye, no se considera muerto.
6
El cielo y el infierno cap. VII- 23 .Las penas futuras según el espiritismo - Código penal de la vida futura
7
Libro de los espíritus - 165
12
Lo que aumenta su ilusión es el verse con un cuerpo semejante al anterior, en cuanto a la forma,
cuya naturaleza etérea no ha tenido tiempo de estudiar aun; lo cree sólido y compacto como el
primero que tenia, y cuando sobre este punto se llama su atención, se sorprende de no poderse
palpar. Este fenómeno es semejante al de los sonámbulos novicios que no creen estar dormidos.
Para ellos el sueño es sinónimo de suspensión de facultades, y como piensan libremente y ven, se
figuran estar despiertos.
Ciertos espíritus ofrecen esta particularidad, aunque la muerte no haya sobrevenido
repentinamente; pero siempre es más general en los que, aunque estaban enfermos, no creían que
irían a morirse. Se ve entonces el raro espectáculo de un espíritu que asiste a su entierro como al de
un extraño, y que habla de él como si no le incumbiera; hasta que comprende la realidad.
La turbación subsiguiente a la muerte no es nada penosa para el hombre honrado; sino tranquila y
semejante en todo al que se despierta apaciblemente.
Para el que no es puro de conciencia, la turbación abunda en congojas y angustias, que aumentan a
medida que se reconoce.
En los casos de muerte colectiva, se ha observado que todos los que mueren a un mismo tiempo no
se vuelven a ver inmediatamente. En la turbación subsiguiente a la muerte, cada uno toma por su
lado, o no se ocupa más que de lo que le interesa. ”
“ La naturaleza de la envoltura fluídica se relaciona siempre con el grado de progreso moral del
espíritu. Los espíritus inferiores no pueden cambiarla a voluntad y, en consecuencia, no les es posible
por iniciativa propia trasladarse de un mundo a otro. Los hay cuyos cuerpos fluídicos, aunque etéreos
e imponderables en relación con la materia tangible, son aún demasiado groseros, si así podemos
calificarlos, en relación con el mundo espiritual, como para permitirles salir de su medio. Debemos
incluir en esta categoría a esos espíritus que, en razón de ser sus periespíritus muy condensados
confunden a éstos con sus cuerpos carnales pretéritos y, por ello, creen estar vivos aún. Estos
espíritus, cuyo número es cuantioso, permanecen en la superficie de la Tierra al igual que los
encarnados, creyendo ocuparse de sus asuntos. 8 “
Estando completo El Método con las tres partes comenzó a hacerlo dos veces diarias y los
resultados fueron espectaculares, los estados obsesivos eran menos frecuentes y cuando se
daban, con la realización del método cesaban. Pero surgió en su mente la duda... ¿y si esto
solo me sirviera a mi? Entonces se lo dio a su mujer que también era espírita y que tenía
algunos problemas, de los que ahora llamaríamos psicosomáticos. Ella comenzó a hacerlo y
obtuvo también los resultados benéficos casi de inmediato. Él estaba rebosante de alegría,
pero siendo un hombre cauteloso, antes de presentarlo al público en general y en la sociedad
espírita, decidió probarlo en situaciones críticas. Se hizo voluntario de un hospital
psiquiátrico9. Es bien sabido que en los hospitales psiquiátricos es altísimo el índice de
pacientes que padecen procesos obsesivos o de subyugación que los llevaron a ese nosocomio
ya que la medicina actual, aún no acepta la cura espiritual. El contacto con esos
desafortunados hermanos, no es tarea fácil, pues es altamente probable que se nos “adhiera”
algo de ese ambiente y que nos vayamos de ese lugar “acompañados”. Y así fue, cada vez que
volvía del hospital, sentía nuevamente todos los malestares que antaño lo atormentaban, pero
ahora tenía El Método. Con este recurso comprobó que siempre podía salir de la obsesión sin
recurrir a la ayuda de otras personas.
8
el génesis cap. XIV los fluidos – Punto 9
9
El hospital Neuropsiquiátrico “José Tiburcio Borda”, ciudad de Buenos Aires. Argentina
13
¡No puede ser solo para mí!
Con esta experiencia y la seguridad de que este método funcionaba y que cualquiera podía
aplicarlo, se dirigió a sus compañeros de la sociedad espírita, para presentarles esta buena
nueva, pero fue tomado con escepticismo por los hermanos espíritas, que pensaban que nada
nuevo podía extraerse ya de la doctrina espírita y que si bien no podían dudar de los
resultados que estaban frente a sus ojos, lo atribuían a las causas más diversas, pero no al
método. Esto se parecía mucho, salvando las distancias, a lo que le aconteció al maestro Jesús,
cuando predicó en su pueblo natal y fue rechazado no solo por los que lo conocían desde niño,
sino por su familia.10
Se sintió con una gran responsabilidad por tener un remedio tan eficaz, para uno de los
mayores males que afligen al hombre y entendió que sería un gran egoísmo mantenerlo para sí
mismo o solo su familia y allegados.
Decidió realizar una serie de conferencias públicas, en principio para los hermanos espíritas
de otras sociedades y también para el público en general. El Método fue muy bien acogido.
Todas las personas que concurrían al curso y comenzaban a realizarlo, tenían resultados casi
en forma inmediata. Los casos más difíciles, a veces requerían al comienzo la ayuda de un
compañero que realizara El Método con la persona, pero la consigna era siempre que la
persona debía tomar las fuerzas necesarias para salir de su problema por sí misma y que “la
ayuda de un tercero”11 solo debía ser algo transitorio. Con el tiempo se fueron formando
grupos de estudio de la doctrina espírita donde todos los integrantes hacían El Método en sus
casas. Es importante resaltar que cuando una persona comienza a realizar esta metodología en
general lo hace porque reconoce que tiene un problema espiritual en donde la obsesión puede
estar ejerciéndose a veces en forma sutil y en otras de forma muy manifiesta a través de
síntomas muy específicos o de enfermedades de origen espiritual. Pero, una vez que la
persona resolvió su problema con El Método, surge naturalmente la pregunta ¿debo seguir
haciéndolo?
Puedo dejarlo si considero al método como un remedio. Algunas personas dejan de realizarlo
cuando solucionaron su problema y lo retoman cada vez que se sienten mal. Pero, si lo
consideramos una herramienta para ayudar a los hermanos desencarnados, entonces
deberíamos seguir haciéndolo como una tarea de caridad.
10
(Mc 6 1-6) Salió de allí y fue a su patria, y sus discípulos le siguieron.
Cuando llegó el sábado se puso a enseñar en la sinagoga. La multitud, al oírle, quedaba maravillada, y decía: «¿De
dónde le viene esto? y ¿qué sabiduría es ésta que le ha sido dada? ¿Y esos milagros hechos por sus manos?
¿No es éste el carpintero, el hijo de María y hermano de Santiago, Joset, Judas y Simón? ¿Y no están sus hermanas
aquí entre nosotros?» Y se escandalizaban a causa de él.
Jesús les dijo: « Todos honran a un profeta, menos los de su tierra, sus parientes y los de su casa.»
Y no podía hacer allí ningún milagro, a excepción de unos pocos enfermos a quienes curó imponiéndoles las manos.
(San Marcos. 3 20 - 21) Y vinieron a la casa y concurrió de nuevo tanta gente, que ni aun podían tomar alimento. - Y cuando
le oyeron los suyos, salieron para echarle mano, porque decían: "se ha puesto enajenado".
Y llegaron su madre y sus hermanos, y quedándose de la parte de afuera, le enviaron a llamar. - Y estaba sentado alrededor
de él un crecido número de gente, y le dijeron: Mira, tu madre y tus hermanos te buscan ahí fuera. - Y les respondió diciendo:
"¿Quién es mi madre y mis hermanos?" - Y mirando a los que estaban sentados alrededor de sí: He aquí, les dijo, mi madre y
mis hermanos. - Porque el que hiciere la voluntad de Dios, ese es mi hermano, mi hermana y mi madre.
11
476. ¿No puede acontecer que la fascinación que ejerce el espíritu malo sea tal, que la persona subyugada no caiga en
cuenta de ello? ¿Puede entonces un tercero poner término a la sujeción, y en este caso, qué condiciones debe reunir?
«Si es un hombre de bien, su voluntad puede cooperar apelando al concurso de los espíritus buenos; porque mientras más
hombre de bien es uno, mayor imperio se tiene sobre los espíritus imperfectos para alejarlos y sobre los buenos para atraerlos.
Seria, no obstante, impotente, si el que está subyugado no se presta a ello, y personas hay que se gozan en la dependencia que
halaga a sus gustos y deseos.
En todo caso aquel que no es puro de corazón ninguna influencia puede tener. Los espíritus buenos la desprecian y los malos
no le temen ». El libro de los Espíritus. Allan Kardec
14
Por otro lado se debe tener en cuenta también que ya que no somos espíritus avanzados y por
nuestras imperfecciones siempre se acercan espíritus por afinidad. Siempre estamos expuestos
a la obsesión y por ello, se debería continuar con esa tarea, que además es muy simple y breve
(el ejercicio lleva unos diez minutos). Esta es una labor que podemos hacer para ayudar al
mundo espiritual en sufrimiento y que nos permite cumplir con la ley de amor y caridad, con
un costo mínimo de tiempo y esfuerzo.
El Método utilizado como tratamiento en pacientes psiquiátricos
Con el tiempo y los indudables éxitos obtenidos con esta metodología quiso intentar un viejo
sueño, el poder ayudar a esos hermanos recluidos en los hospitales psiquiátricos, a los que
solo se les da medicación que la más de las veces, solo los adormece hasta el punto en que
dejan de ser ellos mismos, sin ninguna capacidad como personas libres y en otros más
cuestionables aún se aplicaba la técnica de electroshock12, dejándolos en un estado espantoso
y sin conseguir curar, por supuesto, su enfermedad. Pero el problema radicaba en que no se
podía proponer El Método en un hospital donde esa técnica no era aceptada por la comunidad
científica, de su país. Entonces pensó en Brasil. Allí, existen hospitales espíritas. Comenzó a
estudiar el idioma con esmero y a buscar la manera de poder sostenerse en un país extraño,
pensando que si esta tarea era buena a los ojos de Dios, no tendría nada que temer porque los
medios materiales no le faltarían, tal como prometió el maestro Jesús13. Y así fue, se radicó
por cerca de dos años en Brasil y propuso su técnica e n e l Hospital Psiquiátrico Espírita
“Bezerra de Menezes” en la ciudad San Pablo.
La tarea en el hospital, no fue nada fácil, siempre es difícil vencer los preconceptos respecto a
una nueva forma de abordar los problemas. A esto se sumaba el problema de que no todos los
médicos eran espíritas, así es que algunos, miraban con escepticismo que alguien que no fuera
profesional del área tuviera contacto con los enfermos y menos aún que pudiera hacer algún
tipo de tratamiento. Así es que en principio su intervención se circunscribía a casos muy
simples, que siempre tenían resultados positivos. Esto llamó la atención de los médicos, que
siguieron paso a paso, el “tratamiento” que se les daba a los pacientes; quizá por curiosidad o
tal vez para encontrar alguna actividad que pudiera ser considerada como una forma de
ejercicio ilegal de la medicina. Pero, nada de ello tenía el tratamiento espírita. Se trataba solo
de palabras y de ciertos movimientos de los brazos (la práctica del método), y eso no podía
ser menos que inocuo.
Como una especie de prueba o tal vez de broma, le derivaron a Anselmo, algunos casos que la
medicina no podía curar y para sorpresa de todos, los enfermos sanaban. Esto fue registrado
por los profesionales a los cuales Anselmo solo les pedía que junto al enfermo que le
derivaban, le adjuntaran un informe de qué síntomas tenía el paciente , qué tratamiento había
recibido y que resultados se habían obtenido hasta ese momento, que siempre eran escasos,
justamente por ello se los derivaban. Todos estos casos quedaron registrados en el hospital,
con el nombre del paciente, la patología que le habían diagnosticado, los síntomas, los
12
Técnica que se basa en la aplicación de descargas eléctricas al paciente, con miras a provocarle convulsiones
“controladas”. En la actualidad ya no se utiliza tanto esta técnica, que siempre fue muy cuestionada porque sus resultados no
eran concluyentes, las más de las veces inocuos como tratamiento y devastadores para la persona que quedaba en un estado
horrible de confusión y dolor. Muchos lo consideran una tortura injustificable en los tiempos modernos, aunque algunas
corrientes de la psiquiatría siguen defendiendo su uso.
13
No andéis, pues, preocupados diciendo: ¿Qué vamos a comer?, ¿qué vamos a beber?, ¿con qué vamos a vestirnos? Que
por todas esas cosas se preocupan los gentiles; pues ya sabe vuestro Padre celestial que tenéis
necesidad de todo eso…Buscad primero el reino de Dios y su justicia, y todas esas cosas se os darán por
añadidura. Así que no os preocupéis por el mañana: pues el mañana traerá su propia preocupación. Cada día tiene
bastante con su propio mal. (Mt Cap. VI 19)
15
tratamientos empleados antes de usar El Método y finalmente los resultados obtenidos
después de su utilización, registro que era firmado por los médicos intervinientes en el caso.
Esta forma de proceder permitió tener un registro científico de la utilización del método. A
continuación se detallan solo algunos de los muchos casos que se trataron en esos años,
especialmente los relacionados con la segunda parte del método.
Casos del Hospital
Caso de Silvana
Cierto día un médico, que había seguido de cerca todo el proceso y estaba muy impresionado
y tenía por Anselmo un gran respeto le dijo: Mire, Anselmo tenemos un caso que nos está
volviendo locos a todos. Hace más de dos meses que estamos tratando a una paciente y no
solo no conseguimos curarla, sino que se está agravando y no llegamos a entender las causas
de su afección.
Anselmo aceptó el caso. La paciente era una niña que hacía tres meses y de forma repentina,
comenzó a tener una tos rara. No se trataba de la clásica tos que nace en los pulmones, sino de
algo parecido a un carraspeo en la garganta. En principio, era solo una molestia, pero con el
tiempo se había agudizado a tal punto que la niña no podía emitir dos palabras sin carraspear.
Esto primero entorpecía su comunicación con los demás, pero luego se vio impedida de
hablar, pues su garganta estaba toda irritada y los médicos la trataban con tópicos, para
suavizar los efectos, porque no habían encontrado nada en los análisis que se le hicieron. No
tenía nada pulmonar, no tenía nada en su garganta. Le hicieron todo tipo de análisis y
estudios, sin encontrar la causa del problema, que dieron en catalogar como una afección
psicológica. Los psicólogos del hospital y psiquiatra, la trataron también, encontrando a la
niña del todo normal, salvo por el síntoma, al que no acababan de calificar y menos aún de
hallar su causa.
Anselmo, en la primera entrevista con la niña y con los padres, comenzó por estudiar los
pormenores del inicio de la afección, convencido de que se trataba de un problema espiritual.
Les preguntó si la niña había cambiado de ambiente, si se habían mudado recientemente, si
había comenzado alguna actividad distinta a las que realizaba anteriormente, si había sufrido
alguna situación traumática hacía tres meses; a lo que los padres contestaron negativamente.
Decían que tenían un buen pasar económico, que la niña no había cambiado de escuela, que
realizaba las mismas actividades de siempre. Les preguntó si la niña era propensa a la
depresión, a lo cual contestaron que no, que era una niña alegre y que tenía amigas con las
que se veía diariamente y que últimamente la relación con ellas había disminuido hasta casi
desaparecer por el tipo de problema que la aquejaba, ya que le impedía hablar con normalidad
y resultaba muy molesto no solo para ella, sino para el interlocutor.
Les preguntó entonces, si no había fallecido alguien en la familia, si no había sufrido alguna
pérdida reciente. Los padres dijeron que no. Entonces la niña, que hasta ese momento había
permanecido callada, increpó a sus padres diciendo: ¡Pero mamá como puedes decir eso, si la
abuela murió hace tres meses!
La madre, bastante turbada y avergonzada por el comentario de su hija, dijo: ¡Es verdad, no sé
cómo pude olvidarlo! Mamá murió hace tres meses.
-¿Cuál era la relación de la niña con su abuela?
- Dormían en el mismo cuarto y eran inseparables.
De la investigación de este hecho, por demás sugestivo se determinó que:
La abuela jugaba con la niña como si fuera una amiga más, con esa facilidad que tienen los
ancianos de acercarse a los niños.
La Sra. Había fallecido hacía tres meses y poco después comenzó el problema de la niña.
Ambas eran muy unidas y se tenían un gran y mutuo afecto.
16
La abuela había fallecido de una afección a la garganta y sus últimos días, tocía mucho y
apenas podía hablar.
De los hechos, Anselmo concluyó que el espíritu que estaba enfermando a la niña no era otro
que el de la abuela. Los padres dudaron mucho de esta conclusión, no es que no creyeran en la
influencia del mundo espiritual, pues de hecho habían llevado a su hija a un hospital espírita,
sino que no podían entender cómo la abuela, que adoraba a su nieta y hubiera sido capaz de
cualquier cosa por ella, ahora en el mundo espiritual se dedicaba a atormentarla.
La explicación que Anselmo les dio era simple: La abuela no sabía que estaba haciendo eso…
Comenzó por explicarles el mecanismo de la obsesión y específicamente el de la obsesión
causada por seres en turbación que aún no saben que dejaron el cuerpo. Éstos se creen aún
vivos en la tierra y tratan de realizar las mismas actividades que tenían en la vida. Muchas
veces se enojan de que no se les escuche, de que no haya un plato de comida en la mesa para
ellos, que se regalen sus ropas y pertenencias y que nadie les conteste cuando hablan. Se
sienten ignorados y no entienden por qué todos se volvieron tan indiferentes hacia ellos.
Cuando padecían alguna enfermedad, al no comprender que ya dejaron el cuerpo, creen sentir
las mismas sensaciones. Si bien el cuerpo ya no existe y no puede ser causa de dolor, el
espíritu tiene la “sensación” de lo que le causaba dolor, algo semejante a lo que ocurre cuando
llevamos puesto un sombrero mucho tiempo, y luego al quitarlo, se tiene la impresión de
llevarlo todavía. Si este espíritu, por una razón cualquiera se apega a un individuo, puede
transmitirle sus propias impresiones.
Al estar unidos los periespíritus14 de ambos seres –encarnado y desencarnado- se unen y es
por esa unión por donde el espíritu, sin ser consciente de ello, transmite sus sensaciones
dolorosas a la persona.
Cuando existe un vínculo afectivo fuerte entre dos personas, éste no se rompe con la muerte.
Cuando una de ellas muere, suele apegarse a la otra. No con malas intenciones, como lo haría
un ser negativo, sino porque se sienten a gusto con esa persona.
En este caso específico, la abuela que tenía predilección por su nieta, cuando dejo el cuerpo,
se apegó fuertemente a ella. Dado que la mujer murió de una seria afección a la garganta y al
no saber que dejo el cuerpo, seguía sintiendo que tenía el mismo problema. A través de la
unión entre ambos periespíritus, le transmitía la misma molestia a la nieta, en el mismo lugar
donde estuvo afectada, la garganta.
Dado que se trataba de una niña, Anselmo realizó él El Método y le habló al espíritu de la
abuela, para que comprendiera que estaba en el mundo espiritual, que había dejado el cuerpo
y los sufrimientos de la tierra y que sin quererlo estaba perjudicando a su nieta a quien tanto
quería.
La cura duró menos de una semana, ya desde la primera aplicación se obtuvieron resultados.
Se indicó a los padres que tenían que hacer El Método todos los días dos veces al día, junto
con la niña durante un mes. Y luego cada uno de la familia, seguir haciéndolo en forma
individual.
Desde el primer día de hacer El Método la niña dejó de toser y pudo hablar normalmente con
todos, para sorpresa de todo el cuerpo médico y psiquiátrico del hospital. El resto de la
semana, se trató a la paciente con medicamentos leves, que disminuyeran la gran inflamación
que tenía en la garganta.
14
El periespíritu es el cuerpo espiritual. Al morir el cuerpo físico, el espíritu conserva el periespíritu que es idéntico en todos
sus aspectos a lo que era el cuerpo físico, al que estuvo unido molécula a molécula durante la vida en la tierra. Al
desprenderse del cuerpo físico, el periespíritu conserva muchas veces las impresiones recibidas sobre el cuerpo, tales como
enfermedades, amputaciones y otros males. Durante la vida terrenal el periespíritu tiene la función de intermediario entre el
cuerpo y el espíritu y permite a éste, manejar el cuerpo grosero, a través del sistema nervioso central y periférico.
17
El psiquiatra que la trataba dictaminó que había sido un caso de autosugestión tanto para la
adquisición de la enfermedad como para su cura, sin explicar porque no había usado él la
sugestión para curarla…
Los médicos no pudieron dar a todo el episodio una explicación plausible, que no fuera la
existencia del mundo espiritual y su influencia en las enfermedades.
Caso de OCTAVIO
Joven de 18 años que fue diagnosticado por de epilepsia y alcoholismo. Convulsiones y
manifestaciones de violencia, con roturas de muebles y de vidrios de su cuarto de interno.
De la investigación previa se sabe que hace más de dos años fallece su padre, que era
alcohólico, de paro cardíaco. Se comienza haciendo El Método con él. El paciente queda en
un estado general de debilidad. Al día siguiente, segunda aplicación. El paciente está
visiblemente mejor, se baña, cambia de ropa y de habitación y luego cena en el comedor
general. Esa noche duerme con tranquilidad, sin sedativos. Al día siguiente, se hace la tercera
aplicación, con la colaboración del paciente y de un tío. Se le enseña a ambos a realizar El
Método y la importancia de hacerlo sin interrupciones. En la tarde de ese día es examinado en
la Dirección del Hospital y recibe el alta. Cuatro meses después, el paciente continuaba sin
problema alguno.
Caso de VERA LUZIA
Una paciente externa del hospital, de 20 años de edad se acerca a la institución por padecer
desde hace un año sufre fuertes dolores de cabeza, con mareo. Los exámenes médicos no
revelan ninguna causa orgánica.
Se le aplica la metodología y se le enseña a realizarla por sí misma. Al día siguiente, la
paciente manifiesta sentirse mejor .Se le realiza la segunda aplicación. Luego continuó ella
misma con el tratamiento y el problema no se volvió a presentar.
Caso de EUNICE
Era una paciente de 24 años que se estaba tratando por estados nerviosos, tristeza y llanto sin
causa aparente. Lo más conmovedor de este caso era quizá el hecho de que la joven tuvo los
primeros síntomas a los 5 años de edad, el problema se fue agudizando con los años y
finalmente fue internada en clínica general y con consulta al Hospital Psiquiátrico de San
Pablo.
La investigación previa determina que cuando la niña era pequeña, fallece su abuelo,
Sebastián con parálisis generalizada, sin poder hablar y en llanto permanente.
Se realiza una aplicación del método y se le enseña la auto aplicación, a los cuatro días se
vuelve a realizar la aplicación del método con ella. La paciente se sentía mucho mejor y fue
dada de alta, sin retornar al hospital.
Caso de JOSE
José, no era paciente, era un enfermero del hospital, que viendo las increíbles y rápidas
curaciones que se producían por este tratamiento espírita, solicita una consulta. Su problema
era que padecía úlceras estomacales desde hacía cuatro años, se estaba tratando con la
medicina clásica, lo que calmaba sus dolores y pero los síntomas no desaparecían.
La investigación previa determina que su padre había fallecido hacía unos años. Era
alcohólico y antes de morir tenía fuertes dolores estomacales.
Se le aplica la metodología y se le enseña la auto aplicación. Manifestó encontrarse cada día
mejor hasta que el problema no retornó.
18
Ventajas del método
- Produce resultados positivos, SIEMPRE, si se realiza como es indicado.
- Simplicidad, Sencillez y corto tiempo de realización (diez minutos aproximadamente)
- Comodidad y posibilidad de tener una herramienta de desobsesión “a mano” en todo
momento y lugar, ya que no siempre es posible hacer una reunión de desobsesión que implica
una serie de personas (adoctrinador, médium, etc.)
- Se logra una verdadera libertad y autonomía al no tener que recurrir a terceras personas en
busca de ayuda
- Reduce el tiempo de evangelización de los espíritus obsesores más rebeldes: Como El
Método se hace normalmente dos veces diarias, las oportunidades de moralización se
multiplican enormemente respecto a la desobsesión común que suele hacerse una vez a la
semana.
Cabe aclarar que todas las ventajas no significan que la desobsesión tradicional esté perimida,
este método es un complemento indispensable para el obsesado y también para el grupo de
desobsesión, que como sabemos, suelen ser víctimas del mundo espiritual negativo que se
organiza para atacar a los defensores del bien. Por otro lado hay espíritus en desgracia, que no
necesariamente son obsesores y también necesitan de nuestra ayuda, para lo cual la reunión
espírita de desobsesión cumple una función importante.
El legado Espiritual
En la actualidad Anselmo ya desencarnó y su legado es el de cientos de personas que realizan
El Método con resultados siempre positivos y que le estarán siempre agradecidos por su
compromiso con la tarea y por el beneficio del que gozan. Yo especialmente, le debo mucho
por haberme ayudado a encontrar el camino especialmente en un momento crítico de mi vida.
Pero, lo que más recuerdo siempre, lo que más me impresionó de su personalidad era que nos
decía siempre: “…lo espiritual va primero, todo lo demás es secundario”. Con esto se refería
al concepto que nos dejara el mesías, cumplir con el deber espiritual, que lo demás vendrá
por añadidura.
“…Si quieres estar triste, nadie
en el mundo puede hacerte feliz.
Pero si acostumbras a tu mente a
ser feliz, nadie ni nada en la
tierra pueden quitarte esa
felicidad….”
Paramahansa Yogananda
19
LIBRO 2
MI EXPERIENCIA PERSONAL
Tú lector que has llegado hasta estas páginas, puedes obviar esta parte si lo deseas, pues son
los simples apuntes de cómo llegó la doctrina y el método a mi vida, mi humilde experiencia
y algunos casos que fui recogiendo en mi camino espírita.
Me relacioné con los grupos de estudio de la doctrina y de la práctica del método en mi
temprana juventud y han pasado casi cuarenta años desde ese bendito momento. Ahora, aún
después de tanto tiempo, siento que Dios me dio un regalo, uno de los mayores tesoros que
puede tener un hombre, que es el conocimiento verdadero.
Fui testigo a lo largo de los años, de innumerables curaciones de diversas afecciones tanto de
las que aparentaban ser solo físicas como de las que eran notoriamente espirituales.
Comprendí, que siempre, aún en las enfermedades puramente orgánicas, existe un
componente espiritual, que no debe desestimarse, pues muchas veces solucionándolo, y
poniéndose en las manos de nuestro Padre celestial, la enfermedad remite.
Tuve mi crisis existencial, siendo muy joven. Recuerdo que tenía unos 16 años y me gustaba
divertirme como cualquier joven. Iba a bailar bastante seguido y me gustaba ir a la piscina del
club con mis amigos, pero comencé a sentir en mi interior un gran vacío que ninguna de esas
cosas que me gustaban, lograba llenar. Empecé a preguntarme cual era el sentido de la vida,
para qué tenía que estudiar, y más adelante trabajar, casarme, quizá tener hijos y un día
morirme. ¿Para qué? ¿Qué significado tenía todo ello si parecía que estábamos predestinados
a la desaparición…? Desde que nacemos, toda la vida se encamina indefectiblemente hacia la
muerte. ¿Qué sentido podía tener todo eso?
No es que me pasara todo el día en estas elucubraciones filosóficas, pues tenía muchas
actividades, pero estas preguntas estaban grabadas a fuego en mi alma y me producían una
desazón que mal podían adivinar mis amigos que me conocían como alguien más bien
divertido y un tanto frívolo.15 Además sentía una perturbación en mi mente que no acababa de
comprender (que era debida a la obsesión).
Me gustaba mucho leer. Recuerdo que leí casi todas las obras que tenía mi madre en la
biblioteca, salvo algunas que en ese momento no entendí o me aburrieron. Pero entre los
libros que encontré, había uno de Lobsang Rampa, llamado “El tercer ojo”. Estaba escrito
supuestamente por un monje tibetano (con el tiempo me enteré de que el autor en realidad era
un inglés que adoptó ese nombre para hacer más creíbles sus libros). Su lectura me fascinó,
me hizo tomar contacto por primera vez con las cuestiones del alma. El libro describía cosas
como los viajes astrales, el aura de las personas, la telepatía y muchas otras cosas que en ese
momento me fascinaron, quizá porque estaba escrito en forma de novela que era el tipo de
lectura al que estaba acostumbrado. Ese libro me inició en las cuestiones espirituales, pero no
15
Se sabe que la adolescencia es un período turbulento en la vida de las personas y aunque un análisis superficial pueda
mostrar que el joven pareciera estar inmerso en un mundo bullicioso de constantes estímulos y diversiones, un estudio más
profundo indica que es una etapa crucial y especialmente conflictiva, en la que la búsqueda incesante de nuevos goces suele
encubrir estados de insatisfacción profundos que pueden llevar en muchos casos al suicidio. Los estudios revelan que del 12
al 25 por ciento de los niños mayores y adolescentes experimentan algún tipo de idea acerca del suicidio (pensamiento
suicida) en algún momento. Cuando los sentimientos o pensamientos se vuelven más persistentes y vienen acompañados de
cambios en el comportamiento o planes específicos de suicidio, el riesgo de un intento de suicidio se incrementa.
Según la OMS el suicidio entre jóvenes de 12 a 24 años es la segunda causa de muerte en países latinoamericanos como
Argentina, Méjico y Brasil y Según el Instituto Nacional de la Salud Mental (National Institute of Mental Health, NIMH) es
la tercera causa principal de muerte en jóvenes dependiendo del país. En lugares como Japón los índices pueden ser aún
mayores. Muchos factores inciden en la decisión de un adolescente de tomar su propia vida, sin embargo, las causas más
comunes son: La depresión, la baja autoestima y el no encontrarle sentido a la vida.
20
respondía con suficiencia los interrogantes de mi alma, que por otro lado, tampoco era el
objetivo del libro.
Un día alguien me habló de Kardec y del libro de los espíritus. Recuerdo que compré el Libro
con mucha ilusión. Pero lo comencé a leer y pronto lo abandoné porque era una lectura que
exigía más atención de la que estaba acostumbrado. Yo intuía que esa lectura, que era más
árida, también encerraba cuestiones más serias pero igual quedó en un estante de la biblioteca
por un tiempo. Hasta que un día en que me sentía especialmente angustiado tuve la
inspiración de que allí estaban las respuestas a mis preguntas. Entonces lo comencé a leer de
nuevo con mayor concentración y no paré hasta que lo hube terminado. Mi alma se llenó con
el conocimiento espírita, había encontrado lo que siempre había buscado. Pero aún persistían
mis perturbaciones y confusiones, que luego supe se debían a la obsesión.
La misma persona que me había hablado de la doctrina, me invitó a una reunión donde se iba
a hablar de algo que me interesaba…no me dijo qué y como siempre tuve un espíritu curioso,
fui. La conferencia se trataba sobre el método de autodesobsesión, allí conocí a Anselmo.
Luego se iniciaron reuniones semanales en donde se enseñaba la doctrina codificada por el
maestro Allan Kardec y se les brindaba a las personas que se acercaban, el método de
autodesobsesión.
Comencé a hacer el método y las perturbaciones que tenía poco a poco fueron
desapareciendo. Con el tiempo, aún siendo muy joven, me integré a grupos de estudio de la
doctrina A través de los años vi desfilar innumerables personas con los problemas de obsesión
más diversos, y fui testigo, además de mi propia experiencia personal, de la superación de
muchos padecimientos tanto físicos como psíquicos, a través de la práctica de esta
metodología.
Recuerdo a Clara16 que era en ese momento una joven de unos 14 años. Padecía epilepsia
desde muy pequeña. Los padres, habían intentado los tratamientos tradicionales, sin ningún
éxito. Los ataques podían darse en cualquier momento poniendo incluso su vida en peligro.
Los padres estaban, muy afligidos y preocupados y se enteraron del tratamiento espírita con la
metodología de autodesobsesión. Comenzaron a ir la madre y la hija a las reuniones y a hacer
el método. En breve tiempo los ataques cesaron y como Clara continuó realizando la práctica,
los episodios no volvieron nunca.
Este caso me impresionó mucho, porque yo tenía una experiencia cercana con la epilepsia y
siempre había oído que era una enfermedad neurológica.
Recuerdo que cuando tenía unos 11 años, estaba en la escuela primaria, y teníamos por
compañera a una niña epiléptica. La primera vez que le dio un ataque, estábamos en el aula y
ella comenzó a moverse espasmódicamente y a echar espuma por la boca, además se orinó
encima. Fue tan perturbador que todos salimos huyendo despavoridos del salón, incluso la
maestra que era también muy joven. No sé bien por qué nos causó tal terror, quizá pensamos
que estábamos en presencia de algo demoníaco o algo así. La cuestión es que nadie durmió
esa noche.
Al día siguiente, la niña no vino a la escuela y la directora aprovechó para explicarnos lo que
había ocurrido y que no debíamos tener miedo, sino por el contrario, tratar de ayudarla en ese
momento para que no se golpee la cabeza y no se mordiera la lengua. Nos explicaron qué
debíamos hacer.
La compañera volvió y al tiempo también los ataques, pero esta vez estábamos prevenidos,
hasta nos dábamos cuenta cuando iba a sobrevenir un episodio, porque se quedaba tiesa, algo
que llamaban “una ausencia”. Entonces todos corríamos a ayudarla, la acostábamos en el piso,
le poníamos algo bajo la cabeza y la maestra se encargaba de que no se tragara la lengua.
Parecía que todos lo habíamos asumido con mucha naturalidad, pero la realidad era que todos
16
Los nombres no son los reales, por respeto a las personas involucradas
21
teníamos pesadillas, no queríamos dormir en la oscuridad y hasta temíamos cuando íbamos al
baño a la noche…no se qué temíamos en realidad…pero el miedo era muy concreto y
generalizado.
Nunca supe los pormenores, imagino que algunos padres se habrán quejado del estado
calamitoso en que estaban sus hijos e hijas, entre ellos yo; pero lo cierto es que la niña
abandonó la escuela y me enteré que no fue a otra nunca más.
Pese a que todos la apreciábamos, en el fondo, estábamos aliviados de no tener que lidiar con
esas cuestiones tan perturbadoras…
Cuando el caso de Clara apareció muchos años después, reviví todas esas vivencias de mi
niñez. Y me dio una gran pena por esa niña, que había perdido su oportunidad de estudiar y
quien sabe de qué otras cosas y me propuse encontrarla.
Empecé por ir a la casa de compañeros de la escuela (que estaba en otro barrio a unos
kilómetros de mi casa) de los que tenía la dirección y haciendo una pesquisa al fin di con
alguien que conocía donde vivía.
La madre y la hija se sorprendieron mucho, pero gratamente de mi visita. No les dije a que
venía pero fui llevando el tema hacia el problema y allí me enteré que efectivamente, no había
estudiado más, que tampoco salía con otras chicas, ni chicos; que no tenía amigas ni
practicaba deportes, siempre con el temor de que los ataques se produjeran en una situación
en la que la pusiera en peligro.17 A mí me parecía una vida desperdiciada, así es que, les hablé
del método y de los milagros que podía realizar su práctica. No sé si porque ya estaban
desahuciados o por mi entusiasmo, comenzaron la práctica. Acordamos hacer un grupo de
estudio de la doctrina, como aquellos a los que yo asistía. Vimos en varias clases a lo largo de
tres meses, lo más sustancial de la doctrina y por supuesto, la práctica del método. Los
resultados fueron increíbles, tanto para mí, como para la familia, pues de tener dos ataques
semanales y de tomar varios fármacos, se llegó en tres meses a no tomar más medicación y
los ataques no volvieron... Sé que tuve también mucha ayuda y que el caso era apropiado,
pues hay cierto tipo de epilepsias que son de etiología orgánica, que son más tenaces, aunque
siempre existe un estado obsesivo. Desconozco si en esos casos donde hay organicidad, la
enfermedad es realmente irremisible. Los casos con los que yo me tope a lo largo de mi vida,
siempre se curaron con la aplicación del método (el evangelio refiere varios casos en los que
la epilepsia era de origen espiritual y es curada por Jesús.18).
17 Hoy en día la medicina tradicional está más avanzada y los fármacos que se les suministran a los pacientes son más
efectivos y les permiten desarrollar las actividades cotidianas con mayor normalidad, aunque siguen atacando el síntoma y no
la causa, por lo que estas personas padecen la enfermedad toda su vida.
18
“..Le Respondió uno de la multitud: --Maestro, traje a ti mi hijo porque tiene un Espíritu mudo y dondequiera que se
apodera de él, lo derriba. Echa espumarajos y cruje los dientes, y se va desgastando. Dije a tus Discípulos que lo echasen
fuera, pero no pudieron.
Y respondiendo les dijo: --¡Oh Generación incrédula! ¿Hasta Cuándo estaré con vosotros? ¿Hasta Cuándo tendré que
soportaros? ¡Traédmelo!
Se lo trajeron; y cuando el Espíritu le vio, de inmediato Sacudió al muchacho, quien Cayó en tierra y se revolcaba, echando
espumarajos. Jesús Preguntó a su padre: --¿Cuánto tiempo hace que le sucede esto? El dijo: --Desde niño. Muchas veces le
echa en el fuego o en el agua para matarlo; pero si puedes hacer algo, ¡ten misericordia de nosotros y Ayúdanos!
Jesús le dijo: --¿"Si puedes..."? ¡Al que cree todo le es posible! Inmediatamente el padre del muchacho Clamó diciendo: -¡Creo! ¡Ayuda mi incredulidad!
Pero cuando Jesús vio que la multitud se agolpaba, Reprendió al Espíritu inmundo diciéndole: --Espíritu mudo y sordo, yo te
mando, ¡sal de él y nunca Más entres en él!. Entonces, clamando y Desgarrándole con violencia, el Espíritu Salió; y el
muchacho Quedó como muerto, de modo que muchos Decían: --¡Está muerto!. Pero Jesús le Tomó de la mano y le Enderezó,
y él se Levantó.
Cuando él Entró en casa, sus Discípulos le preguntaron en privado: --¿Por qué no pudimos echarlo fuera nosotros?
El les dijo: --Este género de espíritus con nada puede salir, sino con Oración…” Marcos (9,17-18)
22
Este caso así como muchos otros que vi en el devenir de mi vida espírita, fueron los que
sustentaron mi fe inconmovible en las verdades de la doctrina, además de su racionalidad;
pues no fui beneficiado con ningún tipo de mediumnidad; así es que, estos “milagros” que ni
los médicos ni los psicólogos podían entender, fueron para mí la comprobación de la
existencia real del mundo espiritual y de allí, por inducción a las demás verdades doctrinarias.
Historia de Paulina
Paulina era la madre de una compañera de estudio. Un día fuimos a su casa, éramos un grupo
de seis o siete estudiantes que invadimos el living de Paulina, quien no solo no opuso
resistencia, sino que nos agasajó con unos deliciosos escones caseros. Era una señora de unos
57 años, con una notable tendencia a la obesidad. De un carácter afable y de una charla
amena, que matizaba con unos mates, los interludios en nuestro estudio.
Un día conversando con Virginia, su hija, salió el tema del stress y de las complicaciones que
trae y como de la nada me dijo:
- Sabes , mi mamá tiene agorafobia
-¿Cómo?
- No puede salir afuera
- ¿A la calle?
- No puede salir ni al patio a colgar la ropa
- Me estás embromando….a mí me pareció de lo más normal
- Sí, es normal en todo, menos en eso – nada menos – Le da terror salir afuera. Para ir a
cobrarle la pensión, la tengo que acompañar en un remis y no te cuento el lío que es llevarla
desde la puerta hasta el coche y otro tanto del coche al cajero…
Me impactó lo que me dijo y sentí mucha pena por esa señora que nos había tratado con tanta
amabilidad y que nos había abierto las puertas de su casa. Tenía entendido que la agorafobia,
como la mayoría de las fobias, lleva a tratamientos psicológicos en general largos. Me quedé
pensando…¿hasta dónde la obsesión podría causar este síntoma? Me parecía que el principal
componente era mental. La persona se convence de que hay un peligro y el cuerpo reacciona
teniendo un ataque de pánico, que lo inmoviliza y no le permite avanzar. Hasta aquí el
tratamiento psicológico parecía lo más indicado porque habría que deshacer el camino que la
mente hizo para llegar hasta ese lugar. Pero, ¿hasta qué punto no puede un ser espiritual,
influenciar en los pensamientos de la persona y convencerla de un peligro inexistente? Sin
duda que los espíritus malos, que se regocijan en nuestros sufrimientos, serían muy capaces
de provocar ese estado.
Me convencí de que, el origen de esa afección, bien podría ser la obsesión y por lo tanto yo
podía ayudarla dándole el método, del cual había tenido innumerables comprobaciones de su
eficacia. Despejando el ambiente espiritual, se eliminaría el 80% del problema. Luego tendría
que seguir, un trabajo lento y paulatino de convencer a la mente de la inexistencia del peligro,
hasta su total recuperación. Me pareció que tenía, un buen esquema del problema y de la
solución. Por supuesto, que el método lo tendría que hacer ella, pues muchas veces nos
habían recalcado los maestros, que no debíamos hacer nosotros el método por otra persona,
porque eso era “meterse” con el mundo espiritual del otro y podría suceder que no tuviéramos
la suficiente autoridad moral para salir airosos del asunto y hasta podría suceder que ese ser se
nos “pegara” a nosotros.
Con cierta timidez, le dije a Virginia al día siguiente que yo tenía la solución para el
problema de su mamá, le conté de que se trataba y me miro con cierta sorpresa ya que ella era
una consabida atea. Le dije, mirá con probar no se pierde nada. Tu mamá ya estuvo con
23
psicólogos durante un tiempo, según me contaste, y al parecer el problema no se solucionó.
Por otro lado la que tiene que creer es ella y no vos, pero hacé como te parezca mejor.
Al otro día estaba con Paulina explicándole el método. Lo asimiló perfectamente, parecía
como si tuviera conocimientos anteriores sobre el tema, porque nada le sorprendió de lo que
le decía sobre la influencia del mundo espiritual sobre nosotros. Esa misma noche comenzó a
hacer el método.
A la tarde siguiente, estaba yo en mi casa porque no tenía materias en la Universidad y sonó el
teléfono, era Paulina. Me dijo que se sentía mucho más tranquila y que había dormido
plácidamente toda la noche (allí me enteré de que hacía mucho tiempo que no dormía bien) y
que se sentía más tranquila, pero que todavía no se animaba a salir al patio. Le dije que no
apresurara la cosa, que si estuvo en un tratamiento de varios meses y no le había dado
resultado, que bien podía esperar un poco. Que hiciera el método durante una semana al
menos, tres veces al día y que luego intentara salir.
Esa semana me llamó dos veces más, para consultarme distintas dudas.
Como llegaba la época de exámenes, la verdad es que me olvidé de Paulina. Un día vino
Virginia y con una sonrisa en sus labios, me dijo: Mi vieja sale sola al patio y ayer dio la
vuelta a la manzana acompañada por mí. No sé si creer en esto o en el poder de la sugestión,
la cuestión es que a la vieja le está sirviendo…
Me alegré muchísimo con la noticia y a la vez me sentí un poco compungido de no haberme
acordado de mi “alumna”. Esa noche la llamé yo, y me contó sus logros –que ya conocía- y
me preguntó como seguía esto. Le dije: Mire Paulina, yo no soy un maestro espiritual ni
mucho menos y no puedo guiarla por este camino, solo puedo decirle que si sigue practicando
el método, al menos dos veces al día y tratando de modificar en su conducta aquellas cosas
que estén mal, estará en el camino correcto. También le hablé de la doctrina espírita y del
“Libro de los Espíritus” y le recomendé su lectura. Después de eso no volví a verla, pero le
pregunté a Virginia varias veces por su salud y me dijo que había avanzado mucho. Que salía
todos los días con una vecina mayor que ella, a caminar por el barrio y que no solo le servía
de ejercicio sino que sentía que estaba totalmente curada, que hasta se había animado a tomar
el colectivo y a ir al cajero sola.
Me sentí muy bien por sus progresos aunque mi intervención había sido un poco descuidada.
Pero como siempre solían decirnos: “…Si alguien tiene hambre no le des un pez…enséñale a
pescar”
Historia de Nicolás
Yo ni sabía que el gordo sufría de asma, nunca me lo había mencionado. Un día fui a su casa
para visitarlo y la madre me cuenta que está en cama. Me acerco y le digo: que se cuenta… no
me podía contestar. Me impresionó que hiciera un tremendo ruido para respirar. Cuando logró
articular la palabra, lo hizo con enorme dificultad y le salió una voz ronca y gutural. Ese día
me tuve que ir porque yo no podía ayudar en nada y tampoco parecía hacerle bien la
compañía.
Unos días después lo vi de nuevo. Yo sabía que hacía poco había comenzado a hacer el
método y le pregunté si lo que tenía era totalmente físico o si la parte espiritual tenía alguna
influencia. Me dijo:
-Mirá en mi caso me parece que todo es más espiritual que físico. Cuando comencé a hacer el
método, noté una increíble mejoría en mi problema. No lo podía creer, en menos de un mes
deje de tomar los broncos dilatadores y el problema parecía vencido para siempre, me sentía
imbatible. Pero como ya ves, la cosa no es tan simple.
-Pero no entiendo le dije, si el método te sirvió y te curaste ¿porqué volvió el problema?
24
- Creo que tiene que ver con que me confié demasiado y el otro día me agarré una bronca
bárbara por un problema que tuve, a la tarde empecé a sentir los síntomas y a la noche estaba
en el estado catastrófico en que me encontraste.
-Pero ¿por qué no tomaste nada?
-Mirá, creo que esto es espiritual y que yo puedo vencerlo. El problema es que me confié
demasiado y “los ñatos” (el mundo espiritual negativo) aprovecharon la ocasión para tirarme
de nuevo.
Con el tiempo Nicolás tuvo cada vez menos episodios de asma y comenzó a entrever con
bastante exactitud, qué cosas eran las que atraían a seres espirituales muy negativos, que le
causaban ese problema. Después de seis meses no tuvo más ataques.
Fuimos amigos durante años y nunca supe que le volviera el problema. Un día le pregunté:
Che, te sentís totalmente curado del asma? Sí, pero nunca dejo de estar alerta, porque sé que si
me descuido, los “ñatos”19 pueden volver…
Reflexiones Generales
Sin duda que el comentario final de Nicolás es del todo exacto. Los problemas espirituales
comienzan cuando uno abre una puerta. Esa puerta son nuestras imperfecciones. Son como
heridas abiertas, a las que uno debe espantar a los insectos para que no se posen sobre ella;
hasta que no cierre totalmente. Hasta que no se cure, siempre habrá moscas rondando,
intentando posarse allí. Si bien la metáfora es un poco fuerte, no deja de ser muy cierta. Son
nuestras imperfecciones y no otra cosa, lo que habilita a los seres inferiores a obsesarnos.
Cuando un espíritu se asocia a una persona para obsesarla, ambos periespíritus, el del ser
espiritual y el de la persona, se ponen en contacto. De esta manera el espíritu malo puede, no
solo transmitir sus pensamientos –que escuchamos como una voz interior- sino que también,
si la unión persiste durante algún tiempo, puede incluso transmitir un dolor físico, y si ese
tiempo es muy largo, puede convertirse en una enfermedad.
El mecanismo por el cual nosotros como espíritus que somos podemos manejar un cuerpo
físico de materia grosera, es el siguiente: Nuestro periespíritu, se une al cuerpo desde la
gestación, molécula a molécula, ya que tiene propiedades tanto espirituales como
semimateriales. A través de esta unión, y por intermedio del sistema nervioso central y
periférico, le es posible a la mente gobernar el cuerpo.
Cuando otro ser espiritual se adhiere a nosotros, su periespíritu se confunde con el nuestro, y a
través de esa unión, le es posible al obsesor, transmitirnos un dolor físico. La zona del cuerpo
en la que este espíritu puede ejercer su influencia, es por general la cabeza. De allí que sea tan
comunes las jaquecas, después de una situación estresante o violenta. Pero también puede
adherirse a una zona cualquiera del cuerpo, que por alguna razón se halle ya debilitada. Si una
persona, como el caso de Nicolás, tiene una debilidad en su sistema respiratorio, es muy
probable que allí sea donde se ejerza la acción del espíritu negativo que desea atormentarlo. Si
esa influencia dura mucho tiempo, finalmente esa zona se verá aún más debilitada y se
generará una enfermedad. Así, si lo vemos solo desde el punto de vista de la materia; la
persona tiene una enfermedad física que puede responder o no a ciertos medicamentos, pero la
causa de la enfermedad no radica en el físico sino en la influencia del mundo espiritual
negativo.
19
Se refiere a los seres inferiores que causaban su obsesión
25
Por lo tanto la causa y el remedio están en nosotros mismos. Corrigiendo nuestras
imperfecciones, que son las que atraen a los espíritus malos y practicando el método de
Autodesobsesión, es posible eliminar el mal y la enfermedad de nuestras vidas.
El estudio serio de la doctrina espírita codificada por Allan Kardec20 es de suma importancia
para salir de cualquier problema tanto espiritual como material, ya que es la esencia misma
del conocimiento espiritual.
20
El libro principal de la doctrina es “El libro de los Espíritus”. Le siguen entre otros: “El Evangelio según el espiritismo”,
“El cielo y el infierno”, “El Génesis, los milagros y las profecías según el Espiritismo”, “El Libro de los Médiums” y “Obras
Póstumas”
26
LIBRO 3
LA FELICIDAD EN LA TIERRA
¿Es Posible la felicidad en la tierra?
Todos sabemos o creemos saber, que la felicidad no es de este mundo…que la tierra es un valle de lágrimas…que estamos aquí para sufrir pacientemente las pruebas y expiaciones
provenientes de nuestro pasado y nuestros desajustes con la ley divina. Pero cabe una legítima
pregunta ¿no es posible ser feliz en la tierra a pesar de todos los sinsabores? ¿Es necesario
solo sufrir, por la vida que nos ha tocado? ¿Es completamente inmutable el destino y no hay
manera de superarlo?
Pues los espíritus dicen que no todos nuestros males provienes de nuestro mal karma21, sino
que la mayoría de nuestras dificultades provienen de nuestra falta de sabiduría, de nuestra
deficiente manera de pensar, sentir y querer, es decir de nuestra inferioridad y también de las
decisiones equivocadas que tomamos. Pero ¿hasta cuándo vamos a cargar con ese peso? Los
espíritus superiores nos dicen que el hombre que decide en esta vida, seguir el camino de
Dios, no solo es ayudado por los buenos espíritus, sino que muchos males son mitigados y
logra una relativa felicidad en la tierra. Sin embargo, existe la creencia muy popular entre los
espíritas y en las religiones cristianas, de que solo venimos a sufrir. Es cierto que la doctrina
espírita, nos prepara para sufrir con resignación pues sabemos que todos los sinsabores y
dolores de esta existencia tienen su origen o en una falta actual o en una pasada y que la vida
en la tierra es efímera comparada con la vida espiritual que nos espera. Pero también nos
habla de la felicidad.
Podemos leer en el Libro de los Espíritus:
920. ¿Puede el hombre gozar en la tierra de perfecta felicidad?
»No, puesto que a vida le ha sido dada como prueba o prueba o expiación; pero de él depende el
dulcificar sus males y el ser tan feliz como es posible en la tierra».
Obsérvese que se está hablando de que se puede ser feliz en la tierra, pero lógicamente no es
posible la “perfecta felicidad” que está reservada a mundos más adelantados. En la siguiente
pregunta Kardec procura esclarecer más el tema:
921. Se concibe que el hombre será feliz en la tierra cuando la humanidad haya sido transformada;
pero, en el ínterin, ¿pude cada uno constituirse una dicha relativa?
»Las más de las veces el hombre es causante de su propia desgracia. Practicando la ley de Dios, se
evitan muchos males, y se proporciona la mayor felicidad de que es susceptible su grosera
existencia».
El espírita que logra soportar sus pruebas y expiaciones con resignación y con fe, ya ha dado
un enorme paso y sin duda tendrá su recompensa en nuestra verdadera patria, el mundo
espiritual. Pero justo es decirlo la doctrina no solo nos habla del bien sufrir, sino también de
que podemos dar un paso aun mayor y buscar la felicidad en esta tierra.
Podemos leer en El Evangelio según el Espiritismo Capítulo XI:
“…Sin embargo, tendríais razón afirmando que la felicidad está destinada al hombre en la tierra, si
la buscaseis, no en goces materiales, sino en el bien. La historia de la cristiandad habla de los
mártires que iban al suplicio con alegría; hoy, en vuestra sociedad, no hay necesidad, para ser
21
La palabra Karma, que en principio proviene de las religiones orientales, se refiere a lo que en la doctrina se conoce como
Ley de causas y efectos, y es usada en este texto en ese sentido.
27
cristiano, ni del holocausto, ni del martirio, ni del sacrificio de la vida, sino única y sencillamente del
sacrificio de vuestro egoísmo, de vuestro orgullo y de vuestra vanidad. Triunfaréis si la caridad os
inspira y si la fe os sostiene. (Espíritu protector, Cracovia, 1861)….”
La pregunta pertinente sería, como ser felices si venimos al mundo a pasar todo tipo de
pruebas y expiaciones. Pues, la experiencia demuestra que no son más felices los que no
tienen ninguna prueba ruda, los que no carecen de nada y tienen en exceso; sino por el
contrario en general muchas de esas personas viven en una permanente inquietud, son presas
del estrés, y de todo tipo de enfermedades psicológicas y psicosomáticas. Y por otro lado
vemos personas muy humildes y que tendrían, según nuestros conceptos, que estar muy
afligidas por su situación y por el contrario, las vemos felices y algunas hasta, no teniendo
nada, tienen para dar a los demás. Hemos visto personas de lo más humildes poner
comedores para los niños pobres, sin tener ellas mismas lo necesario, pero…el Señor no las
abandona y siempre tienen lo necesario para dar, según lo que Jesús mismo nos prometiera.
Los parámetros para medir la felicidad varían de una persona a otra, pero en general el
hombre común, tiene un idea muy errada de la felicidad pues la confunde con el goce de los
placeres, sin percibir que éstos son efímeros y que la felicidad es otra cosa…Es un estado más
o menos permanente de alegría interior.
La felicidad verdadera es en cierto modo independiente de las circunstancias externas y muy
relativamente tiene relación con los acontecimientos de nuestra vida. La persona equilibrada
no se permite alegrías desenfrenadas ni tristezas insuperables y cultiva el gozo inefable de la
relación personal con Dios.
El maestro espiritual, Paramahansa Yogananda lo expresa así:
“La felicidad consiste esencialmente en una actitud mental, y depende solo muy secundariamente de
los factores externos. Así pues, no permitas que los embates de la pobreza, la enfermedad, o el pesar
extingan tu felicidad. Busca, en cambio, en tu interior, y encontrarás allí la suprema fortaleza que
necesitas para vencer cuanto obstáculo o tentación puedan presentársete. El secreto para despertar
ese indomable poder que se oculta dentro de ti consiste en permanecer siempre alegre, incluso en
medio de circunstancias adversas. Es solamente cuando pierdes la ecuanimidad mental que te vuelves
vulnerable al sufrimiento. Así pues, cada vez que las llamas de las dificultades te acosen, recurre al
bálsamo de la alegría y aplícalo hasta que logres restaurar la calma y el equilibrio en tu ser”
En esta visión de la vida, el desarrollo de la paz y alegría interiores no son algo que nos será
dado como fruto de nuestros esfuerzos cuando pasemos al mundo espiritual…son algo que
podemos y debemos cultivar en esta vida y hacerlos parte de nuestra personalidad.
¿Qué se opone a nuestra felicidad?
Diagnóstico Breve
Los males del hombre se pueden resumir en tres facetas: Males físicos, mentales y
espirituales.
Males físicos: En ellos están incluidos los problemas de salud y también todos los
relacionados con nuestra vida en la tierra, los problemas materiales como la insolvencia
económica, la falta de trabajo, etc; que perturban y menoscaban nuestra felicidad.
Males Espirituales: Son los que provienen directamente de nuestros defectos y vicios. Por
ejemplo una persona celosa o envidiosa sufre una verdadera agonía en vida por cuestiones que
28
muchas veces son solo fantasías y estos sufrimientos son causados principalmente por sus
defectos.
La obsesión es sin duda otro problema espiritual que es la causa de enormes aflicciones para
el ser humano.
La angustia existencial, es un profundo malestar espiritual y se refiere a la sensación de vacío
que produce la existencia, como si la vida no tuviera sentido, esto produce un gran dolor
espiritual, que a veces puede conducir incluso al suicidio. Quien ve las circunstancias desde
afuera, no puede comprender cómo algunas personas que parecen tenerlo todo, son tan
infelices y no le encuentran atractivo a la vida y son víctimas de la angustia existencial.
Males mentales: Nuestra mente es muy poderosa, puede sanar y puede enfermar el cuerpo.
Es conocida la utilización de placebos por parte de los médicos. Ellos le dicen al paciente que
le van a dar un medicamento que es maravilloso y que con eso se van a curar de determinado
síntoma y le dan una pastilla totalmente inocua, pero lo sorprendente es que causa el efecto
que el paciente esperaba. Es evidente que no fue el medicamente lo que curó a la persona de
sus síntomas, ya que no tenía ninguna droga específica. ¿Qué fue entonces? Pues simplemente
el convencimiento de la persona de que ese tratamiento lo iba a curar. Es decir el poder de su
propia mente.
El problema realmente se presenta cuando la mente se convence de algo negativo, cuando
adquiere alguna fobia, o algún nefasto mecanismo para lidiar con determinado problema. Allí
se aloja, en la mente, el convencimiento de que no se puede cambiar esa circunstancia. Y ese
convencimiento es tan poderoso, que la persona lo arrastra aún después de su desencarnación.
Es muy común el espectáculo de espíritus que están convencidos que tienen determinada
deformidad o enfermedad y sufren todos los dolores y padecimientos como si tuvieran el
cuerpo. Por ello la limpieza de nuestros hábitos mentales es tan importante o más que la
limpieza de nuestro cuerpo.
**************************************************************************
SOLUCIONES
Males físicos
- Los problemas materiales: Jesús ya nos dio hace dos mil años la receta para no padecer por
los problemas materiales. Cuando vio que los discípulos estaban afligidos por las cuestiones
terrenales les dijo algunas de las parábolas más hermosas del evangelio:
«No os amontonéis tesoros en la tierra, donde hay polilla y herrumbre que corroen, y ladrones
que socavan y roban.
Amontonaos más bien tesoros en el cielo, donde no hay polilla ni herrumbre que corroan, ni
ladrones que socaven y roben.
Porque donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón.
…Nadie puede servir a dos señores; porque aborrecerá a uno y amará al otro; o bien se
entregará a uno y despreciará al otro. No podéis servir a Dios y al Dinero.
«Por eso os digo: No andéis preocupados por vuestra vida, qué comeréis, ni por vuestro
cuerpo, con qué os vestiréis. ¿No vale más la vida que el alimento, y el cuerpo más que el
vestido?
Mirad las aves del cielo: no siembran, ni cosechan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre
celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros más que ellas?
Por lo demás, ¿quién de vosotros puede, por más que se preocupe, añadir un solo codo a la
medida de su vida?
29
Y del vestido, ¿por qué preocuparos? Observad los lirios del campo, cómo crecen; no se
fatigan, ni hilan.
Pero yo os digo que ni Salomón, en toda su gloria, se vistió como uno de ellos.
Pues si Dios viste así a la hierba del campo, que hoy es y mañana se echa al horno ¿no lo hará
mucho más con vosotros, hombres de poca fe?
No andéis, pues, preocupados diciendo: ¿Qué vamos a comer?, ¿qué vamos a beber?, ¿con qué
vamos a vestirnos? Que por todas esas cosas se preocupan los gentiles; pues ya sabe vuestro
Padre celestial que tenéis necesidad de todo eso…
Buscad primero el reino de Dios y su justicia, y todas esas cosas se os darán por añadidura.
Así que no os preocupéis por el mañana: pues el mañana traerá su propia preocupación.
Cada día tiene bastante con su propio mal. (SM Cap. VI 19)
La parábola no significa que debemos dejar todo y dedicarnos a la mendicidad, sino hacer lo
que es debido para mantenernos nosotros y a nuestra familia, pero sin preocuparnos todo el
tiempo por ello. Esta enseñanza encierra un concepto tan verdadero y profundo que se cumple
siempre y que descubre quien se decide a seguir el camino de la verdad.
Las personas tienen siempre prioridades, que suelen ser primero la vida material, el trabajo, el
dinero y al final si nos queda tiempo lo espiritual. A lo que Jesús nos invita es a invertir ese
orden, a poner lo espiritual primero. Esto no significa dejar de trabajar, ni de hacer lo que
hacemos, sino espiritualizar nuestra vida. Quien se decide a mejorarse a sí mismo y a transitar
el sendero de la búsqueda de Dios, comienza a observar que muchos de los problemas que lo
acuciaban, principian a solucionarse o que surgen las ideas creativas necesarias para que la
situación que parecía imposible, sea factible. Y con el tiempo empieza a cumplirse la ley de la
abundancia. Esto significa que la persona que dedica su tiempo y facultades a su progreso
espiritual y el de los demás, empieza a tener lo que necesita para su vida material, incluso
pareciera que el Señor lo surte a manos llenas, con abundancia.
Cuentan que en una oportunidad la Madre Teresa de Calcuta, recibió la visita de alguien que
conmovido por su obra le propuso, que mensualmente le daría una cuota generosa para su
obra para que no le faltara nada de lo necesario y la Madre Teresa, ante la sorpresa de todos,
le dijo que no podía aceptar semejante oferta; que sí, sería bien recibida su caridad para la
obra, pero que no podía ser algo permanente porque eso equivaldría a acostumbrar a sus
monjas y a todos a que el dinero necesario provenía de una persona y no de Dios. Que ella
sabía por experiencia que siempre el Señor le brindaría su generosa asistencia y que a eso
debían ellas como religiosas acostumbrarse.
Tal actitud no puede ser comprendida por la persona común, solo quien se compromete con su
evolución espiritual y comienza en sí mismo a comprobar esta verdad puede entender el
proceder de esa elevada mujer.
Este mecanismo es verdaderamente una ley, que las filosofías orientales llaman la ley de la
abundancia. Quien pone en primer lugar lo espiritual, nunca es abandonado por el Señor que
le brinda a manos llenas su propia abundancia. Esto no debería sorprender a nadie. Dios es el
supremo rey del universo y nosotros somos sus hijos y herederos. En la medida en que nos
ponemos en sintonía con sus leyes divinas y dejamos de dar tanta importancia a este mundo
material que no es otra cosa que un lugar de paso, nuestras necesidades son cubiertas por
nuestra Madre Divina, por nuestro Padre Celestial, porque es el creador de TODAS las cosas,
es el que posee las llaves de todas las puertas. Aún en situaciones en las que parece que sería
imposible salir, no existen imposibles para Dios. Los recursos aparecerán cuando sea el
momento si nuestra fe nos acompaña sin temores.
Por supuesto que seguiremos teniendo pruebas en este mundo, porque no vinimos aquí de
turismo, sino a justamente a superar nuestras falencias. Por supuesto también, que debemos
trabajar para conseguir nuestras metas, no vendrán por arte de magia del cielo, pero los
30
caminos del Señor se abrirán para nosotros, porque somos sus hijos y nos ama
inconmensurablemente.
- Los problemas de salud: Los problemas de salud, son siempre una prueba y a veces una
expiación. Y si bien dependen de factores físicos, no nos es ajena la comprensión de que
muchos de ellos se deben a problemas espirituales, que son su causa primera y solucionando
ésta, el problema físico se revierte.
Por otro lado, quien se sintoniza con la fuente de todo bien, con fe y perseverancia y trabaja
firmemente por la limpieza de su ambiente espiritual y por su mejoramiento, puede obtener
una curación que incluso puede parecer a los ojos profanos, como “un milagro”; salvo en
aquellos casos en que esa dolencia sea una expiación que el ser deba pasar para depurar
deudas contraídas con la ley divina. Pero aún en estos casos, la misericordia y el amor
incondicional de Dios por nosotros es tan inmenso, que aquella persona que se esfuerza
realmente en el camino del bien, ve suavizada su prueba en forma muy considerable.
Puede ocurrir que determinada enfermedad sea una expiación que la persona deba transitar y
que esté dentro del plan que la misma persona trazó para sí misma. En este caso, el trabajo
diario de desobsesión, la práctica de la meditación en la oración y el permanente
conocimiento y dominio de sí mismo y de las imperfecciones, tienen como fruto suavizar el
mal y lograr que la persona aún a pesar de las circunstancias adversas sienta en su ser íntimo
la paz y la alegría que son la realidad de Dios en nuestro interior, sonriendo con nosotros,
bendiciéndonos con su amor. Los seres superiores que han pasado por nuestro suelo, a veces
también han estado en situaciones de sufrimiento físico y sin embargo, esto no disminuía su
dicha interior de sentirse unidos al Padre. Y aún hay seres a los que incluso el duro látigo del
dolor no lograba penetrar su coraza de felicidad interna. Son conocidos los casos de Santos
que en el rigor del sufrimiento parecían tener una especie de anestesia espiritual. En una
oportunidad San Francisco, tuvo que ser tratado por la medicina de la época con un hierro
candente en una herida. Le habló al fuego como si fuera su hermano, porque él comprendía
que en la naturaleza todo está unido. Y le pidió al hermano fuego que sea cortés con él,
entonces el médico cauterizó una herida con un hierro al rojo vivo y se sorprendió de que
Francisco no sintiera ningún dolor y que al terminar le dijese que si no estaba bien cauterizada
que le pusiera de nuevo el hierro ardiente…
Son muchos los casos en que aún en enfermedades muy duras, la persona no siente las
angustias de la situación, sino que puede incluso sentir la alegría de la comunión con el Señor.
Por otro lado las curaciones milagrosas22 existen, porque no hay imposibles para Dios. A
veces nos parece que no podría ser factible que algo material pudiera revertirse porque está
sujeto a las leyes de la biología y nos olvidamos de que existen otras leyes que actúan
también. Toda la materia grosera de nuestro mundo esta penetrada por la materia sutil del
fluido cósmico universal y por la mismísima presencia divina que es ubicua y está en todos
los lugares y penetrando todas las cosas. Por ello, algunos cambios radicales que pueden
ocurrir a la materia ante nuestros ojos, se deben a la acción de sutiles fuerzas y leyes
espirituales que aún no comprendemos. Aun la gravedad que parece una de las leyes más
obstinadas de la física, puede ser vencida por estas sutiles leyes de la materia espiritual. Es
conocido el caso comprobado de personas que podían levitar y que esta increíble acción fue
presenciada por muchos testigos confiables, como en el caso del famoso médium Daniel
Dunglas Home, de San Cupertino, de Santa Teresa de Ávila y muchos otros.
El caso del Sr Home es de los más conocidos y comprobados de la historia, es uno de esos
médiums intachables, que pese a todas las pruebas que le hicieran, jamás pudieron
22
En todo el texto se utiliza la palabra “milagro ” o “milagrosa” en el sentido de algo muy inusual, pero no como
una derogación de la ley divina, que sabemos que no es posible.
31
comprobarle que hiciera ningún tipo de truco, ni que utilizara sus dones para beneficio propio.
Muchas personas distinguidas de la sociedad e incluso aquellas que no creían en él, lo vieron
elevarse desde el suelo hasta el techo y en una oportunidad salió por una ventana y entró por
otra en un primer piso, ante la vista de varios testigos fiables. En el caso de Santa Teresa y de
San Cupertino al parecer el fenómeno no dependía de su voluntad sino que se presentaba en
cualquier momento, especialmente si estaban rezando, de repente todos los veían elevarse
desde el suelo.
Estos casos son traídos a colación como algunos de los increíbles prodigios que pueden
ocurrir y que parecieran romper las leyes naturales. Nosotros sabemos que tal cosa no es
posible, no se puede trasgredir las leyes, lo que ocurre es que existen otras leyes que apenas
empezamos a comprender que pueden ejercer su acción y producir fenómenos que nos son
totalmente incomprensibles. Por ello, las curaciones “milagrosas” existen y hay abundantes
ejemplos de ellas. Todo es posible, para el Señor.
Quien padezca una enfermedad debe recurrir a Dios con toda su fuerza y concentración.
Orando diariamente y en todos los momentos en que no está realizando una actividad. Pues la
enfermedad no es el verdadero estado del ser, sino la salud y la felicidad. Por ello la
enfermedad es algo transitorio y sin duda que Dios puede curarnos, no importa lo que la
ciencia médica dictamine, no existen imposibles para Dios.
Afirmaciones para la salud
Las afirmaciones son una herramienta espiritual y mental muy efectiva. Como vimos la mente
tiene un potencial extraordinario y nosotros utilizamos solo un porcentaje mínimo del mismo.
Una manera de convencer a la mente subconsciente de trabajar a nuestro favor, son las
afirmaciones. Esta técnica es muy conocida y aplicada desde tiempos remotos por todo tipo de
personas desde los militares y deportistas hasta aquellos que deben enfrentar un determinado
desafío.
Se basa en la repetición de una determinada frase con el convencimiento de que es la verdad.
Son dichos como “...yo puedo lograrlo y lo voy a hacer..” , “..Somos los mejores y nadie
podrá vencernos..” , etc, etc. A veces puede parecer hasta gracioso, ver a los soldados
marchando y cantando determinada frase, pero estas afirmaciones tienen un poder
subconsciente, que inducen a la realización de algo específico. Aunque visto
desapasionadamente parecieran solo frases, en realidad las mismas predisponen a la mente a
realizar aquello que propugnan y tienen un poderoso efecto.
En el caso de las enfermedades, es bueno y muy útil, convencer a la mente de que nuestro
estado natural es la salud. Y esto en realidad es una gran verdad. Nuestro ser básico es todo
salud, energía y alegría. Nosotros con nuestras imperfecciones, actos y pensamientos
imperfectos nos envolvemos de energías negativas (y de obsesores) que terminan
menoscabando la salud del cuerpo.
Cada persona puede hacer sus propias afirmaciones para la salud, aquí a modo de ejemplo
presentamos una:
32
Padre Perfecto, Tu luz fluye a través de Cristo, a través de los santos de todas las religiones y a través
de mi propio ser. Tu divina luz está presente en todas las regiones de mi cuerpo. Estoy sano. ¡Oh,
Consciente Energía Cósmica, Tu vida es la vida mía! Tú espiritualizas y transformas en energía los
alimentos sólidos, líquidos y gaseosos con los cuales sustento mi cuerpo.
Padre Celestial, las células de mi cuerpo están hechas de luz, mis células corporales están hechas de
Tí. Puesto que Tú eres perfecto, ellas son perfectas. Puesto que Tú eres Salud, ellas son sanas.
Tu energía dadora de vida renueva y fortalece mi ser.23
Es recomendable realizar las afirmaciones al levantarse y antes de dormirse a la noche.
Concentrándose en su profundo significado. No se deben esperar los resultados, sino
convencer a la mente de que lo que se dice es la verdad. Para Dios no hay imposibles y si
corresponde, la salud vendrá a su debido tiempo.
Los problemas mentales
Salvo en los casos más graves, donde existe una patología orgánica comprobada; la mayoría
de los llamados problemas psicológicos o mentales son remisibles. El principal trabajo a
realizar por el aquejado, es su propia desobsesión, pues siempre que existe un problema de
este tipo está también asociado a la obsesión, pues el mundo espiritual negativo no pierde
oportunidad de atormentar a quienes ve débiles. Es decir que cuando hay un problema mental,
también coexiste un problema espiritual (obsesión). Cuando la persona sale de su problema de
obsesión en general descubre que ya no tiene más el problema que llamaba mental, sea esta
una fobia, depresión, neurosis. Etc. Aún en los casos en que la etiología es orgánica, se logran
resultados sorprendentes en la evolución del paciente, si se trata el problema obsesivo.
La otra tarea imprescindible es recuperar la calma mental, para ello existen muchas técnicas
de respiración, yoga y meditación que trabajan principalmente sobre la mente, esto ayuda
mucho, porque al tener mayor calma interior, también se está en mejor situación para soportar
los embates del estrés de la vida moderna y de las distintas pruebas a las que nos somete la
providencia, con miras a que desarrollemos la paciencia y paz interior.
Hay otro aspecto de la mente que es interesante e instructivo analizar y es la formación de los
hábitos. Por la natural economía de la existencia, nuestra mente está diseñada para adquirir
hábitos, esto permite que realicemos una multitud de actividades sin necesidad de pensar en
ellas. Tanto al caminar, andar en bicicleta, nadar o escribir a máquina, utilizamos el
mecanismo de los hábitos. Si tuviéramos que realizar conscientemente cada una de esas
actividades, insumiríamos un tiempo valioso y se convertirían todos estos actos en cuestiones
francamente tortuosas. Al comienzo de toda actividad, se debe realizar una operación
consciente y trabajosa para lograrla, pero luego cuando hemos internalizado los movimientos
necesarios, nuestra mente se ocupa de ellos y libera nuestra conciencia para utilizarla en otra
actividad. Así, acciones tan complicadas como manejar un auto en una ciudad superpoblada,
donde no solo se deben accionar todos los mecanismos del propio vehículo para que realice lo
que nosotros queremos, sino que se tiene que además tener en cuenta, las señales de tránsito,
los otros vehículos, las condiciones de la ruta, la velocidad e incluso los posibles imprevistos,
como animales que solemos ver en la acera y que podrían cruzarse en nuestro camino. Todas
estas actividades son realizadas por la mente subconsciente y sin darnos cuenta estamos quizá
enfrascados en pensar otras cuestiones que nada tienen que ver con el manejo. Esto es posible,
porque hemos adquirido ese hábito, lo cual es altamente productivo para nosotros. El
problema es que ese mecanismo es utilizado por la mente para todas las cosas y es así que
adquirimos los malos hábitos que tienen que ver con nuestras imperfecciones.
23
Del libro “Afirmaciones científicas para la curación” de Paramahansa Yogananda. A las personas con problemas de salud u
otros recomendamos la lectura de este pequeño libro de cómo aplicar las afirmaciones a diferentes situaciones negativas.
33
Si nos gustan los dulces por ejemplo y nos acostumbramos a comerlos en determinadas
situaciones, cuando estamos deprimidos, cuando estamos alterados o después de comer, etc,
sentiremos que “el cuerpo nos pide” dulces en esas circunstancias. Lo mismo se da en las
personas que se acostumbraron a fumar un cigarrillo después de las comidas o cuando están
alteradas.
Quizá lo peor del mecanismo de los hábitos, es cuando alcanzan nuestras propias
imperfecciones. Hay personas que “sienten” que deben explotar en un acceso de ira para
después poder calmarse, incluso piensan que eso les hace bien… que después están calmadas
y tranquilas. Como es obvio, no es este el camino que nos conducirá a nuestro progreso y
felicidad.
Pero ¿Cómo es posible cambiar los hábitos muy arraigados? Pues simplemente hay que
cambiar la dirección del hábito, realizando la acción opuesta. Si nos sentimos tentados en
ciertas circunstancias a reaccionar con ira, hacerlo con suavidad y paciencia. Si nos
acostumbramos a ver películas o leer libros que percibimos que nos afectan negativamente y
que no nos aportan nada bueno, cambiarlos por otros más edificantes. Incluso muchos
fumadores, cambian el hábito de fumar por el de comer pastillas, cada vez que el deseo se
torna muy fuerte reemplazan un habito por otro. Si bien puede parecer algo extraño, cambiar
el hábito de fumar por el de comer pastillas, sin duda este último es menos perjudicial y a la
larga la persona que se mantiene firme en su decisión de no fumar, deja completamente el
hábito, aún el de las pastillas.24
Como en toda creación de un hábito nuevo, debe intervenir la concentración, la conciencia del
acto, la voluntad y el esfuerzo para realizarlo. Luego, con el tiempo se convierte en hábito y
así cambiamos uno malo por uno bueno y beneficioso para nuestra alma.
Males espirituales
- Los defectos personales son la fuente principal de las aflicciones, porque nos alejan de la
felicidad que nace del cumplimiento de la ley divina. La ira, la iracundia, el egoísmo, el
orgullo, la vanidad, los celos, envidia, sensualismo, enojo, mal humor, intemperancia…etc;
son nuestros verdaderos enemigos, contra los que hay que ejercer una acción directa y
permanente. Pero esa tarea nos va a llevar la vida entera y posiblemente varias vidas.
¿Debemos esperar tanto para ser felices? Pues no. La doctrina espírita dice que el hombre que
va ajustando su conducta a la ley de Dios, va alcanzando paulatinamente un mayor grado de
perfección y con ello va aparejado un mayor bienestar interior.
Pero hay personas que aún sabiendo todo esto, no consiguen ser plenos y felices. Antes que
nada hay que comprender que la felicidad en los seres inferiores, es posible, pero no es un
estado permanente y está subordinada a la continua evolución espiritual. Y es importante
comprender esto puesto que no hay quien escape a este mecanismo. El camino del progreso se
parece mucho a la subida de una cuesta empinada y resbalosa, mientras estamos atentos a
donde ponemos nuestras manos y pies y tenemos la firme voluntad de subir, todo va bien. Se
siente una enorme satisfacción interior y hasta cierta euforia; pero en cuanto nos detenemos “a
descansar” comenzamos a veces de golpe y a veces en forma imperceptible a deslizarnos
hacia abajo. Y esto sucede porque la Ley divina del progreso, no se toma “descansos”. Y si
bien la doctrina nos dice que el espíritu no retrocede nunca y que a lo sumo puede quedar
estancado, se debe ser cuidadoso con el análisis de esta sentencia. Pues, podemos no
retroceder del estado originario con el que encarnamos, pero bien podemos dar marcha atrás
en buenas resoluciones que hayamos tomado, hecho del cual la mayoría de nosotros tenemos
sobrada experiencia.
24
Hay personas con un gran dominio de sí mismas, que con solo decidirlo, dejan de fumar y no vuelven a recaer. Pero la
mayoría pasa por situaciones de éxito y caída hasta que logra vencer totalmente un mal hábito
34
Pongamos un ejemplo (tomado de un caso real). Un hombre se daba a la bebida, salía de su
trabajo y en vez de ir a su casa con su familia, se iba a un bar con sus amigos y se embrutecía
tomando alcohol y con todo tipo de degradaciones. Volvía a su casa en un estado lastimoso,
muchas veces golpeado y con la ropa rota por pleitos injustificables. Muchas veces cobraba su
sueldo y le era arrebatado en esos mismos antros y volvía a su casa sin un centavo y dejando a
la familia en un total desamparo y pasando privaciones durante todo el mes. Cuando no
tomaba no era mucho mejor en su hogar, era un déspota doméstico y tanto su mujer como sus
hijos debían hacer su voluntad sin ninguna discusión. Si por algún motivo, sus deseos no eran
cumplidos irrumpía en estados de iracundia incontenibles, en los que golpeaba a todos,
especialmente a su esposa. Cuando no estaba en esos estados, no parecía una mala persona, se
reía y jugaba con sus hijos y pedía disculpas a su mujer jurándole que no la volvería a golpear.
Pero todas estas actitudes nefastas se agravaban mil veces cuando era víctima de su vicio.
Un día una persona de su trabajo que era de una religión evangélica, lo convenció de concurrir
a su iglesia, en la que lo iban a ayudar. El hombre comenzó a ir a esas reuniones y a
compenetrarse de esa religión. En poco tiempo se notó un cambio radical. Dejo de beber y de
ir a los antros que frecuentaba. Se lo veía feliz y contento como el más bendecido de los
hombres. Su familia no podía creer el cambio que había tenido y estaban por supuesto muy
felices y agradecidos por ello. Este estado de “felicidad” duró unos cuantos meses. Pero, con
el tiempo, comenzaron de nuevo los golpes a la esposa y a los hijos y los estados de iracundia.
Seguía yendo a la iglesia y ya no tomaba. Mientras estaba en esos momentos de oración y
cánticos de alabanza a Dios, se sentía bien, pero cuando volvía a su casa, lo asaltaba de nuevo
la depresión y una violencia que no podía contener. Después de esas descargas, se sentía
culpable y pasaba a estados depresivos en los que a veces no podía ni siquiera ir a trabajar. En
muchas ocasiones tenían que venir “hermanos” de la iglesia a ayudarlo y darle ánimo. La
felicidad se le había escapado.
Vemos en este ejemplo el típico caso de alguien que logró un progreso importantísimo para
él, el abandono de un vicio, conducta que no es fácil de conseguir y que al lograrlo le reportó
un estado de satisfacción interior (felicidad) y el ser acompañado por seres buenos que lo
ayudarían en su progreso. Pero los laureles de ese logro no podían durar para siempre. Seguir
sin corregirse de sus muchos defectos, no podría nunca depararle la verdadera satisfacción
interior. Logró algo positivo que, de mantenerlo, no podrá serle arrebatado que es la supresión
de su adicción, pero el progreso no termina allí y la providencia pone en nuestro interior el
goce o la insatisfacción íntimas que nos revelan si estamos yendo en el sentido correcto.
Sin duda que los mayores males espirituales provienen de nuestra inferioridad. Nuestra
deficiente manera de pensar, sentir y querer; es decir el poco dominio de nuestro pensamiento,
nuestros defectos como el egoísmo y el orgullo que son los causantes de todos los demás y
nuestra débil voluntad, nos ponen en una situación de inferioridad moral frente a las leyes
divinas y superar estas deficiencias no es otro que el objetivo de nuestra encarnación. Pero
estas imperfecciones actuales y pasadas, nos ponen en desarmonía con la ley divina y nos
hace permeables a la obsesión25. Este es el origen de muchísimos de nuestros males y
sufrimientos, tanto físicos como mentales y espirituales.
Es decir el hombre que logra una armonía positiva entre los atributos, pensamiento,
sentimiento y voluntad y disciplina su mente para estar en armonía con la ley de Dios,
empieza a gozar en la tierra de la tan ansiada felicidad. El hombre que se encamina por el
sendero del progreso con decisión y perseverancia, logra ya en esta vida un bienestar. Si bien
25
OBSESIÓN, dentro del conocimiento brindado por la Doctrina Espírita codificada por Allan Kardec, es la influencia de
espíritus inferiores sobre nosotros. Puede tener diversos grados: Obsesión simple, fascinación y subyugación (mal llamada
posesión)..
35
es cierto que muchas de nuestras pruebas y expiaciones, son vallas que debemos saltar, eso no
impide que seamos felices.
- La Culpa: Muchas veces la culpa no nos permite ser felices. No deberíamos permitir que
eso suceda. Lo que ya pasó…pasó y no se puede cambiar, condenarnos a nosotros mismos no
aporta en nada positivo. Se debe analizar qué es lo que se hizo mal y repararlo con la persona
afectada de ser posible, de no serlo, siempre la justicia divina nos permite reparar con otras
personas y circunstancias lo que hicimos mal y si esto nos acarrea consecuencias kármicas,
debemos aceptarlas con humildad, mirando hacia nuestro futuro y no al pasado que no tiene
retorno. ¿y cuál es nuestro futuro? Los espíritus superiores le dicen a Kardec, que Dios no
deshereda a ninguno de sus hijos, ni siquiera a los que a nuestros ojos son los más
equivocados o pecadores de los hombres. Todos estamos destinados a reunirnos con nuestro
amado Padre celestial, con nuestra Madre Divina, en la inefable alegría de su amor. Todos
estamos destinados a ser felices, ese es nuestro destino y meta. Por ello el cultivo de la
felicidad, es importante y de consecuencias prácticas y altamente productivas para nosotros.
No debemos permitir que algo que hicimos mal, se convierta en el centro de nuestra atención,
en el eje de nuestra vida. Si se puede, hay que reparar lo equivocado, si no se puede, hay que
mirar para adelante con fe y convencidos de que más tarde o más temprano, Dios nos dará la
oportunidad de deshacer el error y nuestro destino de felicidad y armonía, se concretará en
nuestro interior.
Siempre se ha dicho que los extremos son malos…y en esto los dos extremos serían: por un
lado la persona orgullosa que es incapaz de aceptar sus errores y que no siente ninguna culpa
por nada porque se cree superior a todos. No hace falta analizar mucho este tipo de
personalidades, pues sabemos que tarde o temprano, la ley divina, cual gota de agua que orada
la piedra, hará sentir sus efectos en ese ser anestesiado al discernimiento espiritual.
El otro extremo, es la persona altamente culposa, que se considera indigna de cualquier bien,
que se siente poco menos que un gusano, arrastrándose por la piel del planeta. Esta persona,
se está poniendo trabas a sí misma y a su evolución. Pues Dios no quiere que seamos
mendicantes eternos, sino que nos comportemos como sus hijos y herederos de su reino. Si en
algún momento hacemos algo que no está bien, debemos analizar la cuestión sin
apasionamientos y sin tener en cuenta lo que los demás puedan opinar del asunto, pues la
responsabilidad de todo acto es propia e ineludible. Debemos observar con la mente lúcida y
con confianza en Dios, qué hicimos mal y porqué. Cual de nuestras muchas imperfecciones,
nos llevó al desatino. Enfrentar dicho acto con valor y planificar cómo hacer para no “caer”
nuevamente en la misma situación.
Lo que no debemos hacer nunca es paralizarnos y pensar…”esto no lo voy a lograr
nunca...soy un caso perdido..”. Pues, más tarde o más temprano, vamos a tener,
ineludiblemente que atacar el problema, la Ley de progreso así lo exige. Quien piense en
dejarlo para más adelante, se equivoca, pues ¿Cuándo vamos a estar más preparados para
atacar el problema de lo que lo estamos ahora con este conocimiento? ¿Acaso en otra vida
vamos a estar mejor preparados? Pues no, el momento mejor para ello, es ahora que hemos
sido bendecidos con un conocimiento que es un verdadero tesoro y que de no aprovecharlo
bien, quién sabe si será nuestro patrimonio en una vida venidera.
Pero, puede ocurrir que un defecto muy arraigado, termine siempre o casi siempre, “ganando
el terreno”. El desánimo, no es una opción. Una estrategia que funciona, cuando no podemos
desarraigar totalmente una imperfección, es minimizar todo lo posible sus efectos, evitar todas
las situaciones que le dan alimento, huir de toda circunstancia que sabemos que terminará
36
mal26. Y si bien, no estaremos mejorándonos completamente de ese mal, al menos tratemos de
no incrementarlo y mientras tanto podemos ocupar nuestras energías en purificarnos de otros
defectos que sin duda tenemos. Esto reporta un beneficio tangencial, que es muy productivo,
pues al ir mejorando en otras cuestiones, nos hacemos más fuertes y merecedores de la ayuda
superior, lo cual a la larga va a incrementar nuestras fuerzas interiores para la lucha.
Sin duda que el peor escenario es el haber caído a consecuencia de una imperfección y
considerarnos derrotados y sin esperanza. Esto debería evitarse a toda costa. Es muy difícil,
sin duda, caer y reponerse, sabiendo que tenemos tantas herramientas espirituales a nuestro
alcance y sin embargo fallamos..pero este es nuestro estado verdadero, no podemos huir de él,
solo nos queda enfrentarlo de la mejor manera que nos sea posible y no caer vencidos por la
culpa y el desaliento, sabiendo que aún en nuestros peores momentos, Dios nos ama
tiernamente y espera que nos levantemos con valor para seguir su sendero hacia la salud, la
alegría y la abundancia.
La obsesión: La obsesión es una causa permanente de sufrimiento para el ser encarnado en la
tierra. Nadie está libre de este flagelo27 pues para estarlo deberíamos tener bajo control todos
nuestros defectos, y si esto fuera así, no estaríamos en este mundo (salvo en misión) sino en
un planeta de una condición superior.
Los seres negativos se acercan a nosotros por nuestros defectos. Estas son las puertas que les
dan cabida. Aún en los casos de venganzas por cuestiones ocurridas en nuestro pasado, son
siempre nuestras imperfecciones actuales las que atraen a las malas influencias. Sabemos por
la enseñanza doctrinaria, que por más que un espíritu nos odie y quiera nuestro mal, no se le
permitirá que ejerza esa acción a menos que le abramos las puertas con nuestros pensamientos
y acciones erradas.
La obsesión se remedia completamente con la práctica diaria del método de autodesobsesión.
- La insatisfacción interior: Muchas veces se debe al desconocimiento del sentido íntimo de
la existencia y suele llamarse “angustia existencial o problemas existenciales”. Quien estudie
seriamente la doctrina espírita y comprenda los principios básicos y leyes por los que se rige
todo el universo y la creación, se liberará de la angustia existencial, porque comprenderá que
la vida tiene sentido y ese sentido es el progreso espiritual para alcanzar la evolución
necesaria para acceder a estados interiores más plenos y felices y la meta superior de llegar a
Dios nuestro creador.
26
Santa Teresita usaba esta estrategia cuando veía que una situación se le podía escapar de las manos. Ella misma relata, que
en algunas oportunidades, cuando veía que le iba a ser imposible mantener la calma frente a una determinada persona o
situación “huía del lugar” …simplemente se alejaba en silencio sin hacer ningún comentario, para recomponerse y volver al
estado de calma interior.
27
La obsesión simple es común a todas las personas ya que nadie puede presumir de ser perfecto en esta tierra y cualquier
mal pensamiento, enojo, susceptibilidad, egoísmo, etc atraen a un mundo espiritual acorde a esos defectos que se empeña en
que los mantengamos y aumentemos.
37
La búsqueda de dios o la verdadera felicidad
El camino del progreso es arduo. Quitarnos las imperfecciones que ostentamos hace tantos
milenios, despojarnos del apego a la materia y de los impulsos e instintos del cuerpo, es una
tarea enorme.
Pero aunque el camino es espinoso, el premio es grande…y no todo es tan terrible como
parece porque para quien busca el premio mayor que es Dios mismo, todo parece
simplificarse. Dios es la fuente de toda felicidad, el goce supremo al que podemos aspirar.
Lógicamente para la persona que emprendió el camino del progreso con seriedad y que hizo
lo que recomienda San Agustín en el libro de los espíritus28, para conocerse a sí mismo, es
posible que se sienta desanimado por descubrir lo inferiores que somos en realidad. Pero todo
camino tiene un atajo y en el camino espiritual, el atajo es buscar a Dios primero, no esperar a
ser seres superiores para poder verlo y conversar con Él, porque somos sus hijos. Quien dirija
su amor a Dios con todo su corazón jamás se sentirá decepcionado29. El Señor, nos ama de
una manera tan increíble, tan perfecta que ninguno de los amores que hemos tenido o
tendremos, puede darnos una idea. Si pensáramos en el amor incondicional de una madre y en
el del perdidamente enamorado, solo nos daría una pálida idea del amor de Dios por nosotros.
Y siendo así, ¿no responderá Dios si nos sintonizamos con su amor? ¡Por supuesto que sí…!.
Es increíble, pero en mi experiencia como espírita esta revelación me llegó después de mucho
28
919. ¿Cuál es el medio práctico más eficaz para mejorar se en esta vida y resistir a la solicitación del mal?
«Un sabio de la antigüedad os lo dijo: Conócete a ti mismo».
919 a-Comprendemos toda la sabiduría de esta máxima; pero la dificultad consiste en conocerse a sí mismo. ¿Qué medio hay
para conseguirlo?
«Haced lo que durante mi vida terrena: al terminar el día interrogaba a mi conciencia, pasaba revista a lo que había hecho y
me preguntaba si no había infringido algún deber, si nadie había tenido que quejarse de mi. Así fue como llegué a conocerme
y a ver lo que en mí debía reformarse.
Aquel que cada noche, recordase todas sus acciones del día y se preguntase el mal o el bien que ha hecho, suplicando a Dios
y a su ángel guardián que le iluminasen, adquiriría una gran fuerza para perfeccionarse, porque, creedlo, Dios le asistiría.
Formulaos preguntas, inquiriendo sobre lo que habéis hecho, y el motivo con qué, en tal circunstancia, habéis obrado; si
habéis hecho algo que en otro hubieseis censurado; si habéis ejecutado alguna acción que no os atreveríais a confesar.
Preguntaos también lo siguiente: Si a Dios le pluguiese llamarme en este momento, ¿tendría, al entrar en el mundo de los
espíritus donde nada hay oculto, que temer la presencia de alguien? Examinad lo que hayáis podido hacer contra Dios, contra
vuestro prójimo y por último contra vosotros mismos. Las contestaciones serán un reposo para vuestra conciencia, o la
indicación de un mal que es preciso curar. »El conocimiento de sí mismo es, pues, la clave del mejoramiento individual, pero
diréis ¿cómo juzgarse uno a si mismo? ¿No tenemos la ilusión del amor propio que empequeñece las faltas y las excusa? El
avaro se cree económico y previsor, el orgulloso no cree tener más que dignidad. Esto es muy cierto, pero tenéis un medio de
comprobación que no puede engañaros.
Cuando estéis indecisos acerca del valor de una de vuestras acciones, preguntaos cómo la calificaríais, si fuese de otra
persona. Si la censuráis en otro, no podrá ser más legítima en vosotros, pues no tiene Dios dos medidas para la justicia.
Procurad también saber lo que piensan los otros, y no olvidéis la opinión de vuestros enemigos; porque éstos no tienen interés
en falsear la verdad, y a menudo Dios los pone a vuestro lado como un espejo, para advertiros con mayor franqueza que un
amigo. Aquel, pues, que tenga la voluntad decidida de mejorarse, explore su conciencia a fin de arrancar de ella las malas
inclinaciones, como de un jardín las plantas nocivas; pase balance moral del día transcurrido, como lo pasa el comerciante de
sus ganancias y pérdidas, y yo le aseguro que el uno le será más provechoso que el otro. Si puede decirse que ha sido buena
su jornada, puede dormir tranquilo y esperar sin temor el despertar a otra vida. »Haceos, pues, preguntas claras y terminantes
y no temáis el multiplicarlas, que bien puede emplearse algunos minutos para lograr una dicha eterna. ¿Acaso no trabajáis
diariamente con la mira de recoger medios que os permitan descansar en la ancianidad? ¿No es semejante descanso objeto de
todos vuestros deseos, objeto que os hace sufrir trabajos y privaciones momentáneas? Pues bien, ¿qué es ese descanso de
algunos días, interrumpido por las flaquezas del cuerpo, en comparación del que espera al hombre de bien? ¿No vale esto la
pena de hacer algunos esfuerzos?
Ya sé que muchos dicen que el presente es positivo, e incierto el porvenir, mas precisamente esta es la idea que estamos
encargados de desvanecer en vosotros, porque queremos haceros comprender aquel porvenir de tal modo, que no deje duda
alguna en vuestra alma. Por esto, al principio, llamamos vuestra atención con fenómenos aptos para excitar vuestros sentidos,
y luego os damos instrucciones que cada uno de vosotros está obligado a propagar. Con este objeto hemos dictado El libro de
los espíritus. San agustín«.
29
Muchas de las religiones orientales se basan en este principio y enseñan a sus fieles, técnicas de meditación que tienen por
objetivo primordial la búsqueda de Dios, o la unión con el absoluto y el practicante debe ir despojándose de sus deseos y
adaptando su vida a la práctica del bien, con la finalidad de adquirir cada vez mayores condiciones para ese objetivo.
38
tiempo, a pesar de que ese conocimiento siempre estuvo allí, es el primero y más sagrado
mandamiento que nos dio Jesús:
Mas los fariseos cuando oyeron que había hecho callar a los Saduceos, se juntaron en consejo. - Y le
preguntó uno de ellos que era doctor de la ley, tentándole:
Maestro: ¿Cuál es el más grande mandamiento en la ley? - Y Jesús le dijo:
Amarás al Señor tu Dios de todo corazón, con toda tu alma y con todo tu entendimiento. - Este es el
mayor y el primer mandamiento.-Y el segundo, semejante es a éste. "Amarás a tu prójimo como a tí
mismo". De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas. (San Mateo, cap. XXIII, v. 34
a 40)
Si nos proponemos buscar y amar a Dios por sobre todas las cosas, nuestro progreso, nuestros
esfuerzos por superar nuestra inferioridad, nuestras penas, contrariedades, pruebas y
expiaciones, se dulcifican con el sentimiento de su amor.
Amar a Dios puede ser una consecuencia o una meta: La primera, es el caso de quien se
despoja de sus imperfecciones y dedica su vida a la caridad y el bien, ese ser, comienza a
sentir en su interior las dulzuras que aporta el bien y en forma natural comienza a percibir de
una forma más personalizada la relación con el mundo espiritual de luz y con nuestro Señor,
comienza así a amarle y a desearle cada vez más.
La segunda manera es aquella de la que hablábamos. No necesitamos llegar a ser espíritus
puros para amarle con todo nuestro corazón, aún en medio de nuestras equivocaciones y
torpezas podemos amarle. Las ventajas de esta adoración es que cuando se convierte en una
necesidad de nuestra alma, cuando sentimos que Dios es lo más importante, que Él es nuestro
sol, que es el amor de nuestros amores, aquel que siempre buscamos en forma imperfecta por
otros caminos. En fin, cuando entendemos que Él es nuestra meta suprema, nuestro deseo por
mejorarnos tiene otra finalidad, no solo lo hacemos para no sufrir, sino porque queremos
más … más de Dios en nuestros corazones, más de la dulzura de su presencia. Y para ello no
es necesario llegar al estado más evolucionado. Dios responde a nuestras oraciones siempre.
Cuando la realizamos desde los hondones del corazón, sin importar qué palabras
utilizamos…el nos responde en nuestro interior. Y a pesar de nuestros muchos defectos, a
pesar de que muchos de ellos no logramos aún desterrarlos completamente de nuestras vidas,
Dios nos responde igual.
39
Un maestro espiritual de nuestra época Paramahansa Yogananda30 decía:
«En uno de sus aspectos -un aspecto muy conmovedor se puede decir que el Señor es un mendigo. Él
suspira por conquistar nuestra atención. El Amo del Universo, ante cuya mirada todas las estrellas,
soles, lunas y planetas tiemblan, está continuamente persiguiendo al hombre, para decirle: "¿No me
darás tu afecto? ¿No me amas a mí, el Dador, más que a todas las cosas que he creado para ti? ¿No
habrás acaso de buscarme?". «Pero el hombre responde: "Estoy demasiado ocupado ahora; tengo
mucho trabajo. No puedo darme tiempo para preocuparme de Ti". «y el Señor afirma: "Esperaré ..."».
Buscar el amor a Dios primero, hace que nuestras pruebas y expiaciones se suavicen y que
nuestro esfuerzo por mejorarnos y despojarnos de la influencia de la materia, tenga la
finalidad de ser mejores devotos, de amarle a Él, por sobre todas las cosas.
Muchas veces cuando nuestras pruebas nos hacen caer, cuando somos vencidos por nuestros
defectos nos sentimos tan decepcionados, tan inferiores que pareciera que no somos dignos de
elevar nuestra mirada al supremo hacedor, pero es en estos momentos cuando más tenemos
que sobreponernos y recordar que el camino suele ser como una gran espiral, donde subimos
y luego bajamos y luego de nuevo subimos y bajamos; pero si vemos el conjunto, en
promedio siempre estamos avanzando, aun cuando caemos, no lo hacemos tan bajo como la
vez anterior.
Pocos seres desarrollan una voluntad tan firme que su camino es una recta sin pausa hacia el
progreso. La mayoría de los seres que desean mejorarse, suelen tener estas recaídas, que no
son deseables para nada, pero que tampoco deben ser motivo de parálisis espiritual y de
sentirnos tan inferiores e indignos que no podemos elevarnos al Señor. Hay una oración
hindú, que es muy conmovedora y que expresa este pensamiento:
Señor, siempre te amaré
Aunque me desgarre el sufrimiento o me laceren las dificultades.. seguiré amándote.
Aún ahogado en mis propios deseos o flotando en la paz de la renuncia, seguiré amándote
Bueno o malo, santo o pecador seguiré amándote.
Aunque todos me olviden en el desierto de la ingratitud.. seguiré amándote
Aunque mis defectos se multipliquen a pesar de mis esfuerzos por superarlos
O mis virtudes crezcan…seguiré amándote.
En la riqueza y en la pobreza, en la salud y en la enfermedad... seguiré amándote….
30
Paramahansa Yogananda (5/1/1893 – 7/3/52) Nació en India. Desde pequeño se sintió inclinado a la búsqueda de Dios. A
los 17 años conoce a quien sería su gurú de toda la vida Sri Yuteswar; bajo su espartana disciplina corrige, según sus propias
afirmaciones, sus defectos y debilidades. Se convierte en un yogui primero y en un Swami con el tiempo. Su método yogui
para buscar a Dios por sobre todas las cosas, es una técnica milenaria de la India llamada Kriya yoga. Después de terminar la
escuela secundaria, ingresa en la Universidad de Calcuta y recibe su licenciatura en Filosofía y letras. En 1917 crea una
escuela para niños donde combina modernos sistemas de aprendizaje con la enseñanza y práctica del yoga, buscando el ideal
de la perfección cuerpo, mente, espíritu. En 1920 viaja a EEUU como representante de la India, a un congreso de Religiones
liberales. Se quedaría en este país hasta su muerte, a excepción de un viaje que realiza en 1935 a la India y Europa. Funda una
institución con la finalidad de dar a conocer su método de la búsqueda de Dios a los occidentales. Sus clases públicas se
cuentan entre las más concurridas de la historia de ese país. Los teatros se llenaban y la gente hacía cola afuera para escuchar
sus palabras sobre Dios. Los asistentes decían que “algo emanaba de su persona” que hacía que la gente se sintiera bien y que
buscara las cosas del alma. Es considerado uno de los hombres más espirituales del siglo XX, junto con la madre Teresa de
Calcuta y el Padre Pio.
En 1977 la India emitió un sello postal con su rostro, en reconocimiento a su servicio para la unión espiritual de oriente y
occidente. Su vida y obra está compendiada en “Autobiografía de un yogui” escrito por él mismo y con relatos de otros
testigos y fotos de su actividad y encuentro con distintos personajes distinguidos, entre ellos el presidente de los EEUU y
Gandhi.
A su muerte su cuerpo siguió incorrupto (como ocurrió con otros santos) hecho que fue corroborado por innumerables
testigos y periodistas. Al momento de su entierro, 20 días después seguía igual que el día de su fallecimiento. Su legado
espiritual es inmenso y se cuentan por miles los fieles de todo el mundo que practican su técnica de meditación y sus
enseñanzas para buscar a Dios.
40
Cómo amar a Dios
Sobre este particular cada quien tiene su manera y todas son aceptables, porque Dios no tiene
preferencias, solo que nuestras oraciones y nuestro amor brote sincero de nuestros corazones.
Los seres más evolucionados pueden amar a Dios tal cual es: Un ser infinito, inmaterial y
único, que es ubicuo y por lo tanto todas sus facultades están en todas partes del universo al
mismo tiempo. Los seres menos evolucionados necesitan aferrarse a una imagen de Dios y lo
adoran como si Dios mismo fuera la imagen. En un escalón intermedio están aquellos que
comprenden que Dios no es la imagen, sino que ésta lo representa, pero necesitan tener una
representación de Dios, para concebirle de alguna manera. La mayoría de las religiones
cristianas resolvieron esta cuestión haciendo a Jesús, Dios. Aunque el maestro se esforzó
siempre por demostrar que el obedecía el mandato del Padre Celestial, igual lo hicieron
Dios.31
Y aún a pesar de ese error que persiste aún después de varios siglos, esa imagen de Jesús Dios
fue y es utilizada por innumerables personas a las que ayudó en su evolución espiritual. Todos
los santos adoraban a Jesús como Dios y al individualizarlo así, es dable suponer, que les
permitía tener un amor a él, mucho más personal. Son conocidos los arrobamientos extáticos
que tenía Santa Teresa, en los que conversaba con su amor…con su Dios…con Jesús mismo.
En esos momentos toda su fisonomía cambiaba y su mirada se perdía en un inconmensurable
amor. Como ella muchísimos santos católicos buscaban amar a Dios en la figura de Jesús.
Para nosotros que ya sabemos que el maestro es el mesías, pero no Dios mismo, eso ya no es
posible. Pero la idea de concebir a Dios con una imagen que nuestra mente pueda aprehender
es muy efectiva. Los hindúes suelen amar a Dios en la imagen de la Madre Divina, es decir,
ven a Dios no como el Padre, sino como la madre, pues la madre siempre representa las
virtudes del perdón incondicional, de la comprensión ilimitada, del sostén permanente aún a
pesar de todas nuestras debilidades. Las virtudes que vemos en las madres terrenales, por
cierto que las posee en forma absoluta e infinita la Madre Divina. Por eso esos devotos buscan
por sobre todas las cosas amar a la Madre Divina y la suelen representar en una figura muy
parecida a las que en occidente se tiene de la virgen María.
Es muy posible que algunos hermanos espíritas miren con escepticismo estos relatos e
inclusive que condenen por iconolatría estas aseveraciones, pero lo cierto es que estas formas
de adoración son muy comunes y muy efectivas. Por supuesto, quien puede adorar a Dios, sin
representarlo de ninguna manera material, está mucho más adelantado y es en realidad el
estado final de la adoración a la que llegan los espíritus más elevados. Quien puede amar a
Dios, como es en realidad, un ser atemporal, ubicuo, inmaterial y desprovisto de cualquier
forma imaginable, debe hacerlo. Pero la experiencia muestra que esa forma de adoración tan
evolucionada solo le es posible a unos pocos. Muchas personas necesitamos “algo” a lo que
aferrar la mente cuando nos dirigimos al señor. Yo personalmente elegí a la Madre Divina. Su
imagen despierta en mí la más dulce ternura, que me conmueve hasta lo más profundo y me
permitió ir logrando una adoración y una relación mucho más personal y directa que la que
tenía cuando rezaba a Dios sin imagen, sin ubicación y sin tiempo…
Esta es una cuestión absolutamente personal y solo estoy contando mi humilde experiencia
personal, que por supuesto no tiene nada de absoluto. Cada quien debe encontrar su manera
particular de adorar al Señor, pero lo que sí es imprescindible es que pongamos esta adoración
31
Son innumerables las ocasiones en que Jesús se demuestra distinto a Dios y en las que le pone muy por encima de su
persona. Cuando reza en su última hora en el monte de los olivos y le pide a los apóstoles que no se duerman y que lo
acompañen en la oración para que Dios le dé fuerzas..cuando le pide “Padre..si es posible que pase este cáliz…y sino que sea
tu voluntad”. Cuando alguien lo llama “maestro bueno” y él le dice “…no me llames bueno, porque solo nuestro Padre
celestial es bueno”. Cuando en sus últimos momentos dice “Padre celestial..perdónalos que no saben lo que hacen” y en fin,
en un sinnúmero de ocasiones el maestro se nos presenta como un mensajero, como el Mesías, pero nunca como Dios mismo.
41
por sobre todas las otras prioridades “…Amarás al Señor tu Dios de todo corazón, con toda tu
alma y con todo tu entendimiento…”
(Voy a pedirte hermano lector que si en algo no concuerdas conmigo no desestimes por ello el
valioso mensaje de este exiguo libro, que es el Método de autodesobsesión, pues ese mensaje
no es mío, sino de todos Sería una verdadera pena, que por mi impericia literaria, por mi bajo
nivel espiritual o por mi inferior manera de adoración, desecharas también esa importante
herramienta que el mundo espiritual de luz nos ha dado, a través de personas mucho más
evolucionadas y dignas que yo.)
La adoración y devoción
Siempre es bueno para desentumecer nuestros espíritus dormidos, la lectura de bibliografía
espiritual. Sin lugar a dudas los libros de Allan Kardec y El evangelio son los más importantes
y antes de emprender otras lecturas es importante conocer bien la doctrina, pues ella encierra
todas las verdades que necesitamos para nuestra evolución. Pero también son muy útiles, la
vida de los santos y personas elevadas, cristianas y no cristianas, aún los libros sagrados de
otras religiones; porque Dios no tiene ninguna preferencia al respecto. No nos preguntará si
fuimos espíritas, hindúes o musulmanes. Sino qué hicimos para el bien de nuestros semejantes
y sobre todo como aprovechamos el tiempo que nos fue concedido en este plano para
progresar y elevarnos espiritualmente; así es que todo lo que contribuya de una manera u otra
a ese fin, es bueno para nosotros.
Con respecto a la adoración a Dios, los hindúes usan técnicas de meditación específicas, otras
personas usan una sola oración repetida innumerables veces convirtiéndola en un mantra que
hace que la mente se coloque en un estado receptivo especial y en fin hay muchas maneras de
buscar a Dios y Él no prefiere ninguna sobre las demás, solo que la persona sea cada vez más
devota y ajuste su interés a las cosas espirituales y a su evolución espiritual.
Una manera de adoración que permite un incremento en el nivel devocional de la persona, es
sin duda la oración. Armarse de una serie de oraciones que deben ser dichas con profunda
atención (y no recitadas como se suele hacer con el Padrenuestro) es un método muy bueno
para la finalidad de la que hablamos. Esto permite que nos relacionemos con nuestro Padre
Celestial, con nuestra Madre Divina, de una manera simple. Permite que nuestra
concentración que en general suele ser dispersa, se focalice en Dios. Es conveniente saberlas
de memoria, lo que facilita la concentración y también que puedan ser emitidas no solo en el
momento que elijamos en el día para nuestra meditación sino también en cualquier lugar y
momento, lo que ayuda a desapegarnos un poco de lo material y de la intrusión que ejercen
sobre nuestra mente, la realidad de la materia y de las complejidades de este mundo.32
La oración es el método primordial que nos sugieren los espíritus para nuestra relación con
Dios en el Libro de los Espíritus en la ley de adoración. puede leerse:
»No preguntéis, pues, si existe una forma de adoración más conveniente que otra: porque es lo
mismo que preguntar si es más grato a Dios que se le adore en un idioma más que en otro. Vuelvo a
deciros, que sólo por la puerta del corazón se elevan hasta él los cánticos».
. ¿Cuál es el carácter general de la oración?
«La oración es un acto de adoración. Rogar a Dios, es pensar en él, acercarse a él, ponerse en
comunicación con él. Tres cosas puede uno proponerse en la oración: alabar, pedir y dar gracias».
32
«La verdadera adoración reside en el corazón. Siempre que hagáis algo, pensad que el Señor os está mirando» L de los E
653
42
660. ¿La oración hace mejor al hombre?
«Sí; porque el que ora con fervor y confianza es más fuerte contra las tentaciones del mal, y Dios le
envía buenos espíritus para que le asistan. La oración es un auxilio que nunca se niega, cuando es
pedido con sinceridad».
La meditación a través de la oración
El tipo de oración que uno haga no tiene nada de absoluto, no existe una oración mejor que
otra, lo que realmente existe es la devoción y concentración que en ella pongamos.
Kardec da varias oraciones que se encuentran “El evangelio según el espiritismo” y en el
“Devocionario Espírita”.
Aquí brindamos oraciones que no se encuentran en la bibliografía espírita y como dijimos no
tienen nada de absoluto. Pero son oraciones destinadas a desarrollar la paciencia y la
resignación en las pruebas, la concepción del mundo como un lugar de tránsito y sobre todo la
devoción a Dios, en la figura de la Madre Divina. Quien considere mejor rezarle al Padre
celestial, solo debe cambiar el nombre. El verdadero sentido de las mismas y su acción
reformadora, solo se logra si se dicen con profunda concentración. Si te distraes, vuelve a
comenzar, hasta que puedas “pensar” en el sentido profundo de las palabras que emites.
Estas oraciones, son para utilizarlas en nuestra meditación diaria. Puedes elegir solo algunas
de ellas o ir incorporándolas de a una, a medida que las aprendes de memoria.
La devoción a Dios conduce siempre al perfeccionamiento y a la dicha personal, esta forma
de orar concentrada es una forma de meditación que ha sido usada por los devotos de todas las
religiones, no se trata solo de repetir una frase, sino como dijimos, de compenetrarse con
concentración de su profundo sentido.
Quien practique esta meditación sentirá que Dios responde realmente a nuestras oraciones y
que todas las cosas que nos pasan en la vida, tienen la finalidad de que nos perfeccionemos y
nos acerquemos cada vez más al creador. No hay dicha más grande que sentir su divina
presencia en nuestros corazones. A pesar de lo inferiores que somos, a pesar de las pruebas
que debamos pasar, esta dicha no le es negada a nadie que con fervor se dirija a la Madre
Divina y busque con sinceridad su amor.
Las oraciones dichas con sinceridad y concentración, pueden llevar un cierto tiempo, de
quince a treinta minutos o más, dependiendo de la concentración que tengamos. Hay personas
que deben realizar la misma oración varias veces hasta que pueden realmente “sentir” su
contenido.
Puede haber quienes piensen que todo esto es una pérdida de tiempo, pues lo cierto es que, el
acercarnos a Dios debería ser la tarea más importante del día. Todo lo demás es secundario,
no vinimos al mundo a realizar todas las cosas materiales que insumen nuestro tiempo,
vinimos a progresar y a acercarnos a Dios. Esto no implicaría lo contrario, no hacer nada
material y dedicarnos a orar todo el tiempo. El señor quiere que nos fogueemos en las
peripecias y desafíos que nos presenta el mundo material todos los días, esa es la manera de
probarnos, pero no que estemos “absorbidos” por esas complejidades. Si dedicamos tanto
tiempo al mundo, ¿no merece el Señor de todas las cosas, un tiempo, menos de una
veinticuatroava parte del día, para desarrollar nuestro amor por Él?
Quien medita con dedicación todos los días, va de a poco sintiendo dentro de sí, el bálsamo
dulce de la devoción. No existe sensación más hermosa que sentir brotar la alegría de su
divina presencia en nuestros corazones. Esa debe ser sin duda la sensación que experimentan
todo el tiempo, los seres superiores. Desgraciadamente, nosotros la perdemos fácilmente. En
cuanto nos abocamos de nuevo a nuestras diarias tareas, parece esfumarse esa dulce alegría.
Dichosos los seres que logran mantenerla en sus corazones todo el tiempo. Esa es la meta,
poder mantener esa dulce sensación de la presencia divina todo el tiempo. No importa qué
actividad estemos realizando, pensar en Dios, en que somos parte de Él, en que nos ama
43
tiernamente. Este pensamiento consolador ayuda a sobreponerse de todo mal y a doblegar esa
fiera de la inferioridad que desde hace siglos acecha en nuestro interior transformándose ora
en egoísmo, ora en ira o vanidad o cualquiera de nuestros muchos defectos.
No debemos olvidar también, que siempre es importante realizar el método, aunque estemos
realizando la meditación con éxito, porque si ya solucionamos nuestro problema, siempre hay
seres espirituales desdichados que nos necesitan y la caridad con ellos es también una manera
de adorar a Dios.
¿Cómo puede la meditación ayudarme a solucionar mis problemas?
Como ya vimos los problemas materiales, de salud, espirituales o mentales; son la causa de la
mayoría de nuestras aflicciones. Quien seriamente trabaje con el método de autodesobsesión y
en el análisis y dominio de sí mismo, buscando perfeccionarse cada día, irá recogiendo los
frutos de esta tarea, porque el objetivo de nuestra encarnación, es ese y no otro, el
perfeccionamiento espiritual integral. Por ello, a medida que la persona comienza a salir de
los problemas espirituales con el método de autodesobsesión empieza a clarificarse su mente
y se vuelve más receptiva a las influencia de los buenos espíritus que están siempre prontos a
ayudarnos. Ese ya es un paso importantísimo para cualquiera y quien así lo haga se ahorrará
muchos males en esta vida y en la venidera. Pero un paso mayor lo dará quien busque cumplir
con el primer mandamiento que nos diera el Maestro: Amar a Dios por sobre todas las cosas.
Desarrollar la devoción es también una práctica. No viene sola, por lo menos en nuestro nivel
actual de evolución, hay que desarrollarla. Para ello se debe cumplimentar lo primero que
dijéramos, liberarnos diariamente de la obsesión y ayudar a los hermanos en el error. La
caridad de esta acción diaria es muy grata a Dios y a los espíritus buenos. Eso nos prepara
para la búsqueda de Dios, a través de la meditación.
Existen técnicas de meditación devocionales que utilizan los orientales, pero deben ser
enseñadas por un gurú o maestro y generalmente exigen años de práctica y posturas
corporales específicas. La meditación a través de la oración es muy simple y sin embargo muy
productiva y al alcance de nosotros los occidentales. Quien comience con esta práctica verá
que parece muy fácil, pero nuestro pensamiento es muy rebelde y cuesta trabajo llevarlo a la
concentración real en el sentido de cada oración. Ese trabajo lleva de a poco a sentir a Dios de
una manera diferente. Se comienza a sentirlo muy cercano y en cada una de nuestras
actividades. Porque sin duda es un Padre y una Madre Divina amorosa que solo desea nuestro
bien y que seamos felices. El amor de Dios hacia nosotros es tan inmenso que cuesta
imaginarlo. No estamos muy preparados para concebir lo infinito y menos aún, un amor
infinito. Sintonizarnos con ese amor, eso es la devoción y eso nunca nos defraudará.
En sus memorias cuenta Santa Teresita que cuando era niña, venía durante los veranos, una
vecina de su familia que tenía su edad. Se hicieron grandes amigas y se profesaban un tierno
amor entre ambas. Pasado el verano la niña volvía a su lugar de origen y ella quedaba con
cierta nostalgia, esperando el siguiente verano.
Ocurrió una vez, que vuelta la niña a esos pagos, el amor de Teresa por su amiga no había
mermado pero aquella apenas si le daba importancia. Ahora tenía otros amigos e intereses.
Ella cuenta que esa fue una dura y buena lección en su vida. Que a pesar de ser muy pequeña,
comprendió la fragilidad de los amores humanos, tanto los de la amistad como los de las
parejas y eso la decidió a buscar un amor que jamás la defraudara, el amor de Dios; y que así
fue, que ese amor se mantuvo fiel en su corazón durante toda su vida y aún en los grandes
sufrimientos que tuvo que pasar antes de su muerte corporal.
El amor de Dios por nosotros es incondicional, solo se debe preparar la mente y el terreno
fértil de nuestro espíritu para que asome su dulzura en nuestros corazones. No existe bien
44
mayor, no hay alegría o goce que se compare a los momentos en que Dios se asoma en
nuestro interior y le percibimos en la alegría y paz interior. Pero además nuestros problemas,
que a veces nos parecen tan intrincados empezarán a solucionarse.
Al finalizar nuestra meditación es útil, imbuidos de la paz que conseguimos en ese momento,
ponernos a pensar con serenidad en los problemas que nos afligen. En ese momento estamos
mucho más receptivos para recibir la ayuda que Dios nos manda a través de las inspiraciones
de los buenos espíritus. NO EXISTE PROBLEMA INSOLUBLE, cada problema tiene su
solución. En la inspiración que recibamos, aunque a veces no es inmediata, sino que viene
después de un tiempo y como una idea que se nos ocurre a nosotros; encontraremos la manera
de manejar las situaciones difíciles, el discernimiento adecuado para saber si es algo a lo que
pacientemente debemos resignarnos o debemos aplicar toda la fuerza y el coraje para luchar
por el objetivo deseado. Para Dios no existen imposibles. Ni curaciones de las enfermedades,
ni problemas económicos, de trabajo o de cualquier otro tipo. El tiene las llaves de todas las
puertas…está en nosotros sintonizarnos con su divino amor y ternura. Es por ello, que la
práctica del método y de la meditación conducen no solo a la solución de los problemas
espirituales o mentales que nos afligieran sino también a la solución de los problemas
materiales que nos afectan. La ley de la abundancia, se cumple siempre en las personas que
ponen en primer lugar lo espiritual…lo material comienza a solucionarse y surgen las ideas
creativas y lúcidas para la solución adecuada de cada problema.
“…El éxito en la vida de
un hombre no debe
medirse por las posesiones
que tiene o adquirió, ni
por su buen pasar, sino
por
su
realización
espiritual y por la paz y
alegría interior que son
su verdadero tesoro….”
45
LAS ORACIONES33
ORACIÒN 1: El reino de mi mente
Señor el reino de mi mente está sucio de ignorancia,
haz que lluevan fuertes lluvias de diligente autodisciplina
Que pueda limpiar mis ciudades del abandono espiritual y los escombros del error
Que pueda limpiar los barrios bajos de ignorancia y confusión
Que mis niños pensamientos sucios y desaliñados
puedan bañarse en tus aguas de orden y pureza.
ORACIÒN 2 : La brújula de mi mente
Madre Divina ayuda a la brújula de mi mente a apuntar siempre hacia ti
aunque me azoten los embates de la suerte,
aunque me empapen las tormentas del infortunio,
aunque me cubran los velos oscuros del mundo material
Enséñale a la paloma mensajera de mi amor
a atravesar las nubes de ignorancia,
las tormentas de las dificultades y los torbellinos del destino
para poder llevarte las flores de mi amor a tus pies
en el altar de mi silencio.
ORACIÒN 3: Un puente hacia ti
Madre, un gran mar nos separa
y se ensancha más con las torrenciales aguas de mi olvido de ti
yo estoy parado en mi escollo material
y miro con añoranza las playas de tu divina presencia.
Enséñame a construir un puente con el arco iris
de mi continuo pensamiento en ti
para que pueda avanzar por el
y llevarte las flores de mi amor a tus pies..
En esta oración representa el ideal de estar siempre unido a Dios, aún en medio de nuestras
habituales tareas, que siempre sea Él, el trasfondo de nuestro pensamiento.
ORACIÓN 4 Tu y yo somos uno
Madre, puesto que la indeleble imagen de tu perfección está en mi
Enséñame a borrar las superficiales manchas de la ignorancia
Comprendiendo así que tú y yo somos UNO.
Enséñame a curar mi cuerpo con tu energía cósmica,
Mi mente con tu concentración y mi alma con la intuición que proviene de ti.
Enséñame a recordarte siempre: en la pobreza y en la prosperidad,
en la salud y en la enfermedad, en la ignorancia y en la sabiduría.
Que pueda yo abrir mis ojos a tu luz,
luz sagrada que sana en un instante.
Divino pastor, rescata las ovejitas de mis pensamientos
perdidas en un desierto de inquietud y condúcelas al sagrado redil de tu paz
Que pueda sentir que el invisible manto de tu amor me rodea siempre:
en la dicha y en el dolor, así en la vida como en la muerte..Amén
33
La mayoría de las oraciones fueron tomadas o inspiradas del libro “Susurros de la eternidad” de Paramahansa Yogananda
46
ORACIÓN 5 Tu sagrada protección
Madre ayúdame a saber que siempre estaré envuelto
en la aureola de tu sagrada protección
Tanto en la tristeza como en la alegría
en las dificultades y problemas
y en medio de la oscuridad y confusión.
NADA TEMO porque sé que mi Padre, Mi madre mi amigo, mi amor divino
Está conmigo siempre ESPECIALMENTE ATENTO,
para cuidarme y protegerme de todo mal “verdadero”34.
Marcharé con fe perfecta confiando en el bien omnipresente
Que me da lo que necesito en el momento en que lo necesito.
ORACIÓN 6 Lo que tú quieras, como tú quieras, donde tú quieras
Madre ayúdame a estar en sintonía contigo
Que con absoluta confianza en tí
Lo acepte TODO con humildad y devoción
Dondequiera que me pongas y hagas lo que hagas de mí
Enséñame a comprender que todo lo que sucede proviene de ti
Y jamás me lo envías para perjudicarme,
sino para darme fortaleza, paciencia y sabiduría.
Lo que tú quieras, como tú quieras, cuando tú quieras..
Lo que tú quieras, como tú quieras, cuando tú quieras..
Lo que tú quieras, como tú quieras, cuando tú quieras…
ORACIÓN 7 Yo siempre te amaré
Madre, siempre te amaré
Aunque me desgarre el sufrimiento o me laceren las dificultades. Seguiré amándote.
Aún ahogado en mis propios deseos o flotando en la paz de la renuncia, seguiré amándote
Bueno o malo, santo o pecador seguiré amándote.
Aunque todos me olviden en el desierto de la ingratitud.. seguiré amándote
Aunque mis defectos se multipliquen a pesar de mis esfuerzos por superarlos
O mis virtudes crezcan. seguiré amándote.
En la riqueza y en la pobreza, en la salud y en la enfermedad. seguiré amándote
Solo o acompañado, casado o soltero. seguiré amándote
Aunque me azoten los embates de la suerte
O me empapen las tormentas del infortunio.. seguiré amándote.
En la alegría y en la tristeza, en la sabiduría y en la ignorancia.. .. seguiré amándote.
Sea que respondas o no a mis oraciones y súplicas ..
o que las cosas se den o no como yo las quiero, que sea tu voluntad y no la mía
YO SIEMPRE… SIEMPRE TE AMARÈ….
34
Muchos de los males que nos aquejan son principalmente producto de nuestra forma de relacionarnos con el mundo
material. En muchas ocasiones damos tanta importancia a determinadas situaciones que se convierten en una fuente de
aflicción y si analizamos detenidamente el asunto, es muy probable que esas situaciones que nos causan tanta inquietud se
desvanezcan y ni siquiera las recordemos pasados tan solo unos días, lo que indica que no eran tan importantes. A eso se
refiere, al decir “todo mal verdadero”, entendiendo por ello, las verdaderas cuestiones que pueden afectar nuestra alma. La
Madre Divina vela por cada uno de nosotros en forma permanente y aquellas vicisitudes que nos azotan a veces, son solo
pruebas para fortalecernos y no tienen una contundencia real en nuestra vida y depende de nosotros tomarlas con paciencia y
hasta un poco en broma, sin permitir que enturbien nuestra alegría interior.
47
ORACIÓN 8 Yo fui hecho para tí
Madre divina, mis manos fueron hechas para trabajar afanosamente por ti
Y para esperar entrelazadas con unción tu llegada,
y a tu arribo para limpiar tus pies con mis lágrimas
Mis pies fueron hechos para buscar por doquier tus templos35
Y mis ojos para verte en la belleza de tu naturaleza,
mis oídos para escucharte en los sonidos y melodías que me elevan a ti.
Mi voz para cantar tus alabanzas y ser tu mensajero entre los hombres de buena voluntad
Mi pensamiento fue hecho para estar absorto en ti, a los pies de tu divino amor
Y mi amor es el fuego sagrado que arde en mi alma,
no permitas que nada los sofoque, lo apague o lo merme;
sino por el contrario que pueda yo avivarlo día a día
alimentándolo con los leños de mis imperfecciones
y aventándolo con soplo de mi voluntad.
Mi corazón fue hecho para responder a tu llamado
Y mi alma un cauce para tu amor
Cada buena acción, cada buen pensamiento
Abrirán puertas en el templo de mi alma
Para que tu luz sagrada entre en mí y me libere de sombras y oscuridad.
Te buscaré como la belleza y la inteligencia en el templo de la naturaleza
Como el poder en el templo de la actividad
Y como la paz y la alegría en el templo de mi alma.
Te buscaré primero a ti, a ti al fin y a ti siempre
Porque sé que buscándote a ti primero encontrare en ti todo lo que ambiciono
ORACIÓN 9 Quiero amarte
Madre quiero adorarte como adora el avaro su dinero
Quiero apegarme a ti como el ebrio a su bebida
Quiero sentir tanto deseo de ti como el mundano por sus posesiones y negocios
Quiero cuidar nuestra unión como una madre cuida a su niño
Quiero amarte con el amor apasionado con que se aman los amantes
Quiero amarte con el amor íntimo y personal con que te amaron todos tus santos
35
Dios reside en todas partes y en todo lugar del universo. Pero en los templos de todas las religiones, donde las personas se
juntan para orarle, sin duda el Señor es más percibido que en otros lugares más vulgares. Sin necesidad de ser de ninguna
religión una persona devota al Señor, puede visitar cualquier templo y orarle y con seguridad sentirá su presencia, si lo hace
con sinceridad y devoción.
48
ORACIÓN 10 Que pueda sacar de mi 36
Madre ayúdame a sacar de mi, mis defectos la ira, la iracundia
Que nada de lo que digan o hagan los demás pueda molestarme ni separarme de ti
Que nada ni nadie me pueda desviar de tí ni alterar mi paz interior.
Que pueda sacar de mi el enojo y el mal humor y transformarlo
en alegría y amor a ti, en paciencia y humildad , en mansedumbre y dulzura.
Que pueda sacar de mi la intranquilidad y el apuro y transformarla en paz y calma
Que pueda sacar de mi la debilidad y transformarla en temperancia:
(Autodisciplina y control, firmeza, fortaleza y valentía, castidad y pureza37.)
Que pueda sacar de mí el egoísmo y transformarlo en Caridad:
(perdón de las ofensas, indulgencia para las faltas ajenas, benevolencia para con todos.)
Que pueda sacar de mí la mezquindad y pueda transformarla en largueza y generosidad
Que pueda sacar de mí la tonta vanidad y transformarla en humildad y modestia
Que pueda sacar de mi el sensualismo y el apego material y transformarlo en adoración y amor a ti
ORACIÓN 11 Este mundo es como un sueño
Madre ayúdame a ser tu hijo de la alegría y de la paz
Sentado en mi trono de equilibrio dirigiendo las actividades de la vida material
Ayúdame a ser tu hijo de la alegría y de la paz
actuando en el drama de las alegrías y tristezas de la tierra
sabiendo que este mundo es como un sueño, que es tu divino teatro y yo tu humilde actor.
Señor ayúdame a desprenderme de las cosas materiales y a no apegarme a nada ni a nadie, sabiendo
como sé, que todo es pasajero y que nada…nada, importa demasiado, solo tu amor…
ORACIÓN 12
Ayúdame a amarte más y a ser cada día mejor para tí
Señor, ayúdame a despertar en mí, un profundo sentimiento de amor a ti, para que en todo momento
pueda amarte con toda mi alma, con toda mi mente y con todas mis fuerzas; por sobre todas las cosas
de éste mundo.
Ayúdame a sentir amor por todas tus criaturas y por todos mis hermanos... Que pueda triunfar sobre el
desaliento y las vicisitudes de ésta vida.
Que pueda sentir : Alegría y paciencia; Mansedumbre y humildad; Paz y calma interior; Temperancia
y autocontrol. Y por sobre todo Caridad: Perdón de las ofensas, indulgencia para las faltas ajenas,
benevolencia para con todos ” Amen.
36
Esta oración puede ser incluida dentro de la primera parte del método, como una extensión de la misma.
La castidad no se refiere a la completa castidad de los monjes, sino al control de los pensamientos y actos de sensualismo
que nos apegan a la materia. Según las enseñanzas de los Espíritus Superiores, Dios no prohíbe los placeres sino los excesos,
por otro lado el hombre debe desapegarse de a poco de los goces puramente materiales e identificarse con los espirituales.
37
49
ORACIÓN 13 Las playas de tu divino amor
Madre ayúdame a caminar plácido entre el ruido y la prisa gozando la paz que existe en el silencio y
la unión contigo.
Enséñame a caminar sereno por las playas de tu divina presencia, atento a las aguas del mundo
material para que nada pueda hacer que me olvide de ti
Más cuando deba entrar a esas aguas para mis tareas cotidianas, ayúdame a tener mis pies firmemente
hundidos en las arenas de tu sabiduría y mis ojos elevados al cielo de tu amor.
Que no puedan cubrirme las mareas de las ocupaciones cotidianas, ni puedan derribarme las tormentas
de las dificultades y problemas.
Más si me pierdo, Madre, ayúdame a regresar rápidamente a tus playas a secarme al sol de tu divino
amor y retomar mi camino, sin perder tiempo con la culpa y las lamentaciones.
ORACIÓN 14 Extensión del Padrenuestro
Madre que la repetición de tu nombre nos transforme a tu semejanza
Madre divina, Madre divina, Madre divina…
Que a través de la pureza de nuestros corazones descienda tu reino en este mundo
Que el amor y el apego a las cosas de la tierra se transforme en adoración a ti
Que el sol de tu divina presencia entre en el oscuro cielo de mi alma
Que lo oscuro pueda ser iluminado, que lo impuro pueda ser purificado.
Enséñame a fortalecer mi voluntad para librarme de mis malos hábitos
debilidades e imperfecciones del cuerpo, de la mente y del espíritu
y así poner mi voluntad en armonía con la tuya.
Dame la sabiduría para seguir siempre con alegría el camino de la rectitud
y el divino discernimiento para detectar el mal aún en las formas más sutiles
y seguir siempre el humilde sendero del bien
Danos el pan nuestro de cada día: alimento, salud y prosperidad para el cuerpo
eficiencia y control para la mente y sobre todo tu amor y sabiduría para el alma
tu paz y alegría para mi corazón.
Enséñame a perdonar a los que me ofenden como tu me perdonas todo el tiempo
Y no me dejes caer en la tentación, mas si haz de ponerme a prueba recuérdame
que tú eres más hermoso y tentador que cualquier cosa material.
Enséñame a cortar con las ligaduras del único mal que es nuestro olvido de ti
porque tu eres el reino de luz y de amor que he buscado siempre por los siglos de los siglos
Amen
50
LIBRO 4
MÉTODO DE AUTODESOBSESIÓN
PARTE PRÁCTICA
¿Qué son los problemas espirituales y como solucionarlos?
Cuando una persona muere, su alma o espíritu sigue viviendo, conservando su misma
personalidad. Este es un hecho cuya comprensión es substancial, no solo porque nos da
una respuesta respecto al crucial problema de nuestra muerte y la de nuestros seres
queridos sino, y por sobre todo, porque nos da un conocimiento que será de la mayor
importancia en nuestra vida actual.
Siendo los espíritus los mismos hombres que vivieran en la tierra, ya despojados de su
envoltura corpórea, mantienen sus virtudes, defectos y vicios. Los hay buenos y malos,
desde los más bajos hasta los más elevados, comúnmente llamados ángeles.
Su influencia sobre nosotros depende del espíritu que se trate. Si es bueno su influencia
será positiva, nos alentará con sus consejos que solemos escuchar como una voz en la
conciencia, nos confortará y ayudará y si son malos se apegan a nosotros tratando de
hacernos sufrir, sea por medio de ideas negativas y malos sentimientos, así como también,
de una acción directa sobre nuestro cuerpo físico que puede acarrearnos desde un simple
dolor de cabeza hasta enfermedades. Esta influencia negativa de los espíritus sobre los
hombres es llamada “obsesión”. No es un fenómeno nuevo, bien es sabido que estas
obsesiones existieron siempre. En el nuevo testamento se encuentran por doquier relatos
sobre cómo Jesús ayudaba a estos obsesos echando a los espíritus impuros:
“....No bien habían salido aquellos cuando le presentaron un hombre mudo, poseído del
demonio. Y después que echó fuera al demonio, el mudo comenzó a hablar. La gente se
maravillaba y decía: Nunca hemos visto tal cosa en Israel....(Mt 9-32)”.
“...Y Jesús llamando a sus doce discípulos les dio poder de arrojar a los espíritus impuros y de
curar todas las enfermedades...(Mt 10-1)”
“Y saliendo de allí, se retiró Jesús a la tierra de Tiro y de Sidón. Una mujer cananea, que era de
aquel país, comenzó de pronto a gritar, Señor, Hijo de David, ten piedad de mí; mi hija es
atrozmente atormentada por el demonio....Entonces Jesús dirigiéndose a ella, exclamó: ¡Mujer,
grande es tu fe!. Sea como tú deseas. Y en aquel mismo momento su hija recobró la salud....(Mt
15-21)”
Jesús, al ser un ser superior, tenía un ascendiente tal sobre los espíritus inferiores que su
sola palabra bastaba para que se retiraran. Nosotros no poseemos su altura moral, por lo
que utilizamos herramientas concretas para “limpiar” nuestro ambiente espiritual.
51
¿Qué es el método de autodesobsesión?
Jesús curaba las enfermedades echando a los malos espíritus (o demonios) imponiéndoles
las manos o simplemente con la autoridad de su palabra. La Doctrina espírita nos enseña
una manera de poder nosotros mismos desprendernos de la influencia de los malos
espíritus a través de un método científico “El método de autodesobsesión”
Su práctica aporta a quien la practica un beneficio casi inmediato, porque a través de las
palabras apropiadas se hace reflexionar a los espíritus que están ejerciendo una mala
influencia sobre nosotros, alejándolos.
Este ejercicio es simple, consta de tres partes que son como oraciones destinadas a
producir diferentes efectos.
El tiempo para su aplicación es de aproximadamente 10 minutos, para los ejercicios 2 y 3
(parte práctica propiamente dicha) y solo se requiere que la persona que lo emprenda lo
haga con concentración, seriedad y perseverancia. Aún aquellos que no crean en la
influencia espiritual, si lo realizan de la manera apropiada tendrán resultados que les
confirmaran que el problema es de índole espiritual.
Paralelamente a la práctica del método es importante ir adquiriendo conocimientos
espirituales. Los mismos no solo coadyuvarán a la desobsesión sino que se convertirán en
nuestro acervo espiritual inalienable. Conformarán un marco de referencia espiritual que
nos permitirá sobrellevar todos los contratiempos de nuestra vida y encaminarnos con
éxito por la senda que conduce a nuestra libertad espiritual y al desarrollo personal. Los
conocimientos básicos e imprescindibles se encuentran en la obra fundamental de Allan
Kardec, “Libro de los espíritus” y también en sus otros libros.
¿Qué beneficios se obtienen?
Los beneficios que obtendrá se podrían catalogar como:
1) Físicos y Mentales: Se sentirá mejor de su dolencia, si ésta es de origen espiritual y
eventualmente se curará de la misma. TODAS las enfermedades psicosomáticas se
curan al erradicar la causa que las genera, que siempre es de índole mental y espiritual.
La parte espiritual es la que erradicamos con el método. La parte mental es el
conocimiento y dominio de sí mismo y la adquisición de grados mayores de calma y
paz interior (a través de la meditación y la Búsqueda de Dios)
2) Existenciales: Si usted no padece un problema espiritual específico pero se siente
“vacio”, o no encuentra un sentido en la vida, está padeciendo lo que se conoce como
“angustia existencial”, que proviene del desconocimiento de nuestra verdadera
naturaleza espiritual y de las leyes que la rigen, así como del alejamiento del camino
espiritual que fue planeado para nosotros. Todos tenemos un camino y un destino y a
medida que nos sintonizamos con ese camino adquirimos cada día más fe, esperanza y
alegría.
Los conocimientos y prácticas que emprenderá, le permitirán tener una vida más
plena, feliz y realizada. Porque en última instancia, lo que todos buscamos de la vida,
es la felicidad, solo que a veces lo hacemos por caminos que no conducen a ella. La
felicidad verdadera no se obtiene buscando tener más posesiones materiales, sino
poniéndonos en sintonía con el verdadero objetivo y sentido de nuestra vida, que es el
avance espiritual. Al realizar el método, se va aclarando nuestro entorno espiritual y
las ideas creativas y las sugerencias de los buenos espíritus, se comienzan a percibir
con más claridad. Como ya dijimos es importante también acompañar el método con
el estudio serio de la doctrina y fundamentalmente con el conocimiento y dominio de
52
sí mismo, a fin de ir corrigiendo los defectos que son el ancla que nos detiene y hacia
la cual gravitan todos nuestros problemas.
3) Materiales: Los problemas de orden material sean estos problemas de dinero, vivienda,
trabajo u otros, provienen muchas veces de decisiones erradas que tomamos y que nos
van “enredando” cada vez más en una maraña material que pareciera imposible de
acomodar. Pero a medida que se va trabajando en el camino espiritual comienzan a
tenerse ideas creativas y condiciones favorables para que los problemas materiales se
vayan resolviendo. A veces estos cambios positivos no son espectaculares sino que
pasado un tiempo de práctica espiritual, y al mirar hacia atrás uno descubre que una
multitud de problemas que nos agobiaban se fueron resolviendo. También lo que
llamamos “suerte” comienza a tener más presencia en nuestra vida, porque la suerte no
es otra cosa que la acción de las leyes naturales a favor de quien se pone en
consonancia con ellas.
4) Adquisición de una fe inquebrantable: La práctica del método de Autodesobsesión
además de ayudarle con su propio problema, le hará sentir que realmente hay a su
alrededor espíritus y que Ud. mismo es un espíritu encarnado, lo que contribuirá a
incrementar su fe en el provenir y disminuir el temor a la muerte.
Los conocimientos espirituales que se adquieren son el acervo propio e indeleble de
la persona y le serán de utilidad TODA LA VIDA. Porque ¿qué no daría cualquier ser
humano por tener la certeza de que después de la muerte se continúa viviendo, que
existe un Dios que nos ama, que pueden explicarse y darle sentido a la mayoría de las
cosas que nos parecen inexplicables e injustas de la vida?
Todo ello será posible si tiene Ud. la voluntad y perseverancia para realizar el método todos
los días. Y como ya dijimos es importante también comenzar a estudiar la ciencia espiritual en
forma concienzuda y diligente.
Resumen de conceptos básicos
El ser humano está compuesto por un cuerpo físico y por un alma o espíritu. Éste último es
en realidad el verdadero ser; el asiento de la inteligencia, los sentimientos y la voluntad.
El cuerpo sin el espíritu no sería más que un vegetal. Es el espíritu el que confiere todas las
capacidades, cualidades y defectos “humanos”, al cuerpo físico. Pero, ¿qué ocurre a la muerte
del cuerpo?
El cuerpo se desintegra y los elementos orgánicos vuelven a la tierra y sirven para la
constitución de otros organismos, pero el espíritu sigue viviendo...pasando a conformar lo que
se denomina “mundo espiritual o espírita”.
Por el hecho de haber abandonado el cuerpo material, el espíritu no cambia su personalidad,
ni su inteligencia. Sus virtudes y vicios siguen intactos, sigue siendo “el mismo” que
conocimos en la tierra.
El espíritu propiamente dicho o alma no se encuentra totalmente descubierto, sino que lo
rodea una sustancia “vaporosa” denominada periespíritu. Este es un fluido semimaterial que
adopta la forma que el espíritu quiere.
Después de la muerte física, el periespíritu tiene la forma que tenía su cuerpo de la última
encarnación. Es por ello que si el espíritu se nos apareciera lo veríamos con la misma forma
física con que lo conocíamos.
El cuerpo espiritual es idéntico al cuerpo físico que acaba de abandonar, por ésta razón
muchos espíritus no terminan de comprender que ya no están en la tierra y mantienen la
ilusión de creerse aún vivos en el mundo material. Este estado, se denomina turbación y es
53
más o menos penoso de acuerdo a lo apegado que ese ser estuviera a las cosas materiales. Es
decir un ser elevado, que fuera en la vida un ejemplo de virtud y de desprendimiento pasará
por este estado de turbación en forma muy rápida y sin ningún sufrimiento.
En los casos de accidentes, el alma tiene fuertes vínculos con el cuerpo y por ello la ilusión
de creerse vivo (todavía en la tierra) es más fuerte aún y la turbación suele durar más tiempo.
La turbación es un estado siempre un tanto penoso y puede durar desde unas horas, hasta
varios días, e incluso años en algunos casos; siempre condicionada al tipo de vida que se
llevó en la tierra, al bien o mal que se haya realizado y también al conocimiento espiritual de
la persona en cuestión (el saber que se sigue viviendo y el conocimiento de las leyes que rigen
este acontecimiento son, sin duda, de gran ayuda).
En el mundo espiritual así como en la tierra existen leyes divinas que gobiernan la situación y
estado en que se encuentran los espíritus. No existe el infierno como un “lugar” determinado
y circunscrito en el espacio; pero cada ser lleva consigo su propio cielo e infierno allí a donde
vaya.
Quien fuera malo en la tierra padece un sinnúmero de sufrimientos que le impiden ser feliz.
Se siente desgraciado y sufre. Pero aún es peor, cuando comprende que el alma jamás muere,
que vive para siempre...entonces supone que sus males no tendrán fin y eso hace aún más
dolorosa su situación, pues cree que su sufrimiento será eterno.
Sabemos que Dios es infinitamente justo y bueno. Ahora bien, ¿sería concebible que un padre
“infinitamente bueno” pudiera castigar a sus hijos en forma perpetua?
Supongamos que una persona fue extremadamente mala en su vida en la tierra en la que vivió
80 años. Es justo que su situación no sea la misma que la de aquel que fue bueno. ¿Pero es
verdaderamente justo que sufra ¡para siempre!?
Como ya se dijo los espíritus malos sufren un verdadero infierno en su interior y durante
largos períodos de tiempo, “pero nunca eternamente” pues eso no se condice con la bondad y
justicia divinas; pues no sería proporcionado que por 80 años de error en la tierra fuera el
espíritu condenado “para siempre”, por los siglos de los siglos, para toda la eternidad.
Dios en su infinito amor y sabiduría, da siempre una nueva oportunidad a sus hijos que se
equivocan. Pero para ello es menester que primero se arrepientan de sus errores e imploren
por su perdón, luego Dios les da la oportunidad de enmendar sus faltas con su propio esfuerzo
hasta que algún día alcancen la dicha que se encuentra en el bien y en el amor de Dios. Por
ello el poder convencerlos de que están equivocados, que se están perjudicando con su
accionar y de que si se arrepienten con sinceridad, Dios les dará las oportunidades que
necesiten para “limpiar” su pasado y prepararse un porvenir venturoso; es una tarea de caridad
importantísima y de resultados casi inmediatos para el espíritu en cuestión y para quien la
realiza.
El mundo material y el mundo espiritual no están tan separados como lo que nuestros sentidos
parecen mostrarnos (dado que no podemos ver a los espíritus salvo en situaciones muy
excepcionales),. Las almas de aquellos que ya dejaron la tierra están a nuestro alrededor. Los
dos planos, el material y el espiritual, están interrelacionados. Tanto los espíritus buenos,
como los malos y los que están en la turbación, ejercen una influencia en nuestros actos y
pensamientos, mayor de lo que pensamos. Esta influencia cuando es mala se llama
OBSESIÓN.
54
Los malos
Los espíritus malos no se arrepienten en forma inmediata de sus errores. Suelen pasar
períodos muy largos de tiempo en el sufrimiento y causando daño a otros seres, sin
arrepentirse.
Un espíritu bajo puede asociarse a una persona viva y causarle malestares y padecimientos de
índole mental, espiritual o incluso físico (como muchas de las enfermedades llamadas
Psicosomáticas que no reconocen otro origen). Solo están a salvo de ella, aquellos seres que
tienen siempre un pensamiento puro y que están libres de toda imperfección moral, como es el
caso de algunos santos.
La obsesión tiene una infinita variedad de grados que van desde lo que se llama obsesión
simple hasta la subyugación o mal llamada “posesión”. La primera la padecen la enorme
mayoría de las personas y puede ir desde el simple pensamiento malo que una persona
escucha en su interior y al cual puede aceptar o rechazar, hasta el grado más avanzado, en que
el espíritu malo se adhiere fuertemente a una persona, causándole no solo malestares de índole
espiritual o emotiva, como congoja, angustia, stress, decaimiento, depresión y otras; hasta
padecimientos físicos.
En la subyugación o “posesión”, que es el grado máximo de obsesión, el espíritu malo llega
al extremo de dominar completamente la voluntad de la persona, obligándola a hacer cosas
que sabe que están mal o son ridículas, pero que no tiene la fuerza para resistir. En estos casos
extremos puede llevarlo a la locura. En otros ámbitos suele denominarse a esas obsesiones
intensas, “posesiones” y son tratadas con ciertos ritos llamados exorcismos o suele
internárselos en instituciones psiquiátricas que nunca logran rehabilitarlos porque desconocen
la causa del verdadero problema.
Los confundidos
Los seres que no saben que han muerto, es decir que están turbados, también pueden
causarnos daño y contribuir a la obsesión, aunque generalmente no tienen conciencia de ello.
Pueden “ pegarse" a nosotros a través del pensamiento, por una ley de afinidad y transmitirnos
sus sensaciones penosas. Lo que puede traer aparejado dolores de cabeza, sensación de
angustia sin motivos aparentes, depresión, insomnio, stress y muchas otras perturbaciones; y
pueden terminar causando una enfermedad psicosomática.
Siempre que un espíritu se “asocia” con una persona es por una ley muy sutil en la que el
espíritu se siente “atraído” hacia la persona por afinidad con sus pensamientos.
Es decir cada vez que pensamos u obramos mal, cada vez que nos enojamos, que somos
egoístas, que sentimos envidia, celos o cualquiera de nuestras muchas imperfecciones; nos
exponemos a la obsesión.
Un ser superior que fuera siempre bueno, que pensara solamente en el bien, que cumpliera
siempre y en todo momento con la ley de Dios, no estaría jamás obsesado y además tendría un
gran ascendiente moral sobre los espíritus malos, podría ayudar a otros a salir de sus
perturbaciones espirituales. Un ejemplo de ello fue Jesús, quien en muchas ocasiones curó de
sus obsesiones y en consecuencia de sus padecimientos físicos, a las personas que se lo
pedían.
En muchas citas del evangelio encontramos a Jesús diciendo a una persona enferma “..espíritu
inmundo retírate...” y la persona quedaba curada. Desgraciadamente no existen muchos
“Jesús”, que puedan ayudarnos con nuestros problemas espirituales aquí en la tierra. Pero toda
persona tiene en sí misma la capacidad de superar o curar sus propias obsesiones.
55
Objeciones más comunes
Es común en las sociedades espíritas el tratamiento de la obsesión, a través de la
incorporación del espíritu perturbador en un médium y mediante una paciente evangelización,
que a veces puede ser inmediata o durar muchas sesiones, se termina casi siempre
adoctrinando al espíritu para que siga el camino divino de su evolución y al hacerlo la persona
obsesada “se libera” del yugo, al menos por un tiempo.
El método de autodesobsesión es un ejercicio práctico que tiene por finalidad enseñar a las
personas a salir de sus problemas espirituales u obsesiones, por sí mismas. Hay espíritas, que
consideran que esto no es posible, es decir que la autodesobsesión no es factible dado que la
persona no estaría en condiciones por sí misma de ahuyentar a los espíritus que la obsesan.
Esto es un grave error y se parece mucho a la opinión de algunos psicólogos que proclaman
que no es posible el autoconocimiento y que siempre la persona necesita que otro la ayude a
ver en sí misma los problemas que la aquejan. Como todo espírita conoce, esto es una falacia,
ya que es un pilar básico de la doctrina es el autoconocimiento y el dominio de sí mismo,
como base de nuestra evolución espiritual. De la misma manera, la autodesobsesión no solo es
posible sino que es un deber hacia los espíritus que se nos acercan por afinidad y a los que
podemos moralizar, sin necesidad de incorporarlos a través de un médium, ya que ellos nos
escuchan todo el tiempo. La doctrina lo expresa así:
El libro de los Espíritus
475. ¿Puede uno por si mismo alejar a los malos espíritus y emanciparse de su dominación?
« Siempre se puede sacudirse un yugo, con tal que se tenga la firme voluntad de hacerlo.».
Libro: El libro de los médiums 254
5. ¿Pueden combatirse las influencias de los Espíritus malos, moralizándoles?
"Sí; esto es lo que no se hace y es lo que no debe olvidarse de hacer, porque a menudo es una tarea
que se os ha dado y que vosotros debéis cumplir caritativa y religiosamente.
Por sabios consejos puede excitárseles al arrepentimiento y activar su adelantamiento."
- ¿Cómo puede un hombre con relación a esto tener una influencia que no tienen los mismos
Espíritus?
"Los Espíritus perversos se aproximan más bien a los hombres que procuran atormentar, que a los
Espíritus buenos, de los que se alejan todo lo posible.
En este contacto con los humanos, cuando encuentran quien los moraliza, en un principio no le
escuchan, se ríen; después, si se les sabe conducir, concluyen por dejarse conmover.
Los Espíritus elevados no pueden hablarles sino en nombre de Dios, y esto les asusta.
El hombre no tiene, ciertamente, más poder que los Espíritus superiores, pero su lenguaje se
identifica mejor con su naturaleza, y viendo el ascendiente que puede ejercer en los Espíritus
inferiores, comprende mejor la solidaridad que existe entre el cielo y la tierra.
Por lo demás, el ascendiente que el hombre puede ejercer sobre los Espíritus está en razón de su
superioridad moral. No domina a los Espíritus superiores, ni aun a aquellos que, sin ser superiores,
son buenos o benévolos, pero puede dominar a los Espíritus que le son inferiores en moralidad."
El método de autodesobsesión, es una técnica de moralización que combina también el pase
magnético y cuyos principios se encuentran en la doctrina espírita. Su eficacia es asombrosa.
Se cuentan por cientos las personas que lo practican y que han salido de obsesiones más o
menos intensas; así como también de enfermedades psicosomáticas, lo que causa no poco
asombro en los médicos que han tratado esas dolencias sin éxito y que observan la remisión
de la enfermedad por procedimientos que no alcanzan a comprender.
El método de autodesobsesión SIEMPRE da resultado, si se realiza con perseverancia y
recogimiento.
56
Fue probado aún en personas que sufrían alguna obsesión pero no tenían la fe espírita es decir
no creían demasiado en la existencia del alma después de la muerte. En esos casos siempre se
recomienda, hacer el método aceptando “provisoriamente” la premisa de la existencia del
espíritu obsesor, aunque más no sea durante el ejercicio práctico. Es notable que aún en esos
casos la efectividad no disminuye y el método se convierte entonces en una prueba de la
existencia del mundo espiritual. Pues al mejorar la persona de su dolencia, no puede menos
que creer que “algo pasó” mientras hablaba al supuesto espíritu, al que no podía ver.
Algunos objetan que la persona obsesada no tiene la capacidad para hablarle al obsesor y que
precisa que otra persona lo haga por él, pero como vemos la doctrina nos dice que se puede
dominar a los espíritus que nos son inferiores en moralidad.
La enorme eficacia del método, hace suponer a ciertas personas, que la reunión espírita con
finalidad de moralización estaría totalmente anacrónica. Esto no es necesariamente así, ya que
la doctrina y el mismo Jesús, nos enseñan que siempre que se junten varias personas con la
finalidad de hacer el bien, se tornaran más fuertes en conjunto y serán auxiliadas por el mundo
espiritual de luz, que colabora en esa tarea evangelizadora. Si bien es cierto que la persona
puede ahora por sí misma moralizar a los espíritus inferiores con el método, no es menos
cierto, que ciertos espíritus necesitan más tiempo… y es necesaria una gran paciencia y
vocación para ayudarlos a comprender la verdad, sobretodo en los casos más graves de
subyugación, en las que la persona está realmente incapacitada, la ayuda de los compañeros
espíritas es fundamental, aunque se recomienda que la persona también realice el método para
colaborar con la tarea, aunque los resultados no sean inmediatos, con paciencia se logrará el
objetivo y el método se convierte en un poderoso auxiliar, para la tarea adoctrinadora. De
hecho, una vez que la persona subyugada sale de ese estado, es imprescindible que realice el
método para mantener “a raya” al mundo obsesor, que en general suele permanecer
agazapado a la espera de poder nuevamente ejercer su acción perniciosa; de allí, que muchas
personas que son tratadas en las sociedades espíritas, recaigan periódicamente en los mismos
padecimientos.
Si bien la tarea evangelizadora que se realiza sobre los espíritus inferiores en las sociedades
espíritas es sumamente importante, debe siempre tenderse a la normalización de la persona
que padece el mal. Es decir, se debe independizarla y para ello debe realizar el método de
autodesobsesión, pues desgraciadamente, muchas personas se convierten en una especie de
“mendigos” espirituales, siempre solicitando pases y ayuda de todo tipo.
Si tú eres espírita y padeces obsesión, es el momento de que comiences a liberarte. Si para
salir de tu problema espiritual recurres a otra persona, en principio no puedes saber si ésta
tiene la suficiencia moral para ayudarte. Pero aún si pudiera hacerlo esto te convierte en un
dependiente del otro. Porque si alguien te ayuda y no has eliminado en ti mismo la causa de
mal, el mismo volverá y cada vez que necesites ayuda tendrás que recurrir a otros. Esto te
convierte en un esclavo moral.
Tú tienes en ti mismo el poder para curarte y este método te enseñará cómo lograrlo, si tienes
perseverancia; te enseñará a ser verdaderamente “libre”. Su eficacia está probada por
infinidad de personas que lo realizan o que lo realizaron en un momento de sus vidas. Se
cuentan por cientos los ejemplos de personas curadas incluso, no solo de padecimientos
emocionales o espirituales, sino también físicos. Solo se necesita perseverancia y dedicación
diaria a un ejercicio que no insume más de diez minutos.
Las personas que no creen en Dios, o en que se sigue viviendo (y por ende en la existencia del
mundo espiritual), tardarán un poco más de tiempo en percibir los resultados, pero los
mismos, si se tiene la constancia de realizarlo como se explica aquí, llegarán sin duda alguna
a la misma meta. Y con los resultados llegará también la fe. Porque ¿qué mayor prueba de la
57
existencia del mundo espiritual (y por ende de Dios que es el Espíritu supremo) que realizar
un ejercicio de plática con el mundo espiritual y obtener resultados?.
Algunos materialistas empedernidos pueden decir que los resultados del Método se deben a la
sugestión. Si así fuera y esto ayuda a las personas a salir de sus males, ¡Pues bienvenida sea la
bendita sugestión!...Pero quien lo realiza sin preconceptos, descubrirá por un sinnúmero de
comprobaciones, que suelen ser muy sutiles y que solo la persona que lo realiza percibe, que
el mundo espiritual es una realidad y por ende que es verdad lo que hace siglos nos dicen las
distintas religiones en sus postulados esenciales ¡Que la muerte no existe, que se sigue
viviendo después de la extinción del cuerpo!. Cuando una persona logra este tipo de fe, que se
basa en su experiencia personal, toda su vida se transforma. Esta seguridad le ayuda a transitar
los momentos difíciles con un mayor aplomo y serenidad. Le da la certeza de que sus
sufrimientos no son en vano y que la muerte de sus seres queridos no significa una separación
para siempre, sino que ellos nos esperan a nuestro regreso al mundo espiritual de dónde
venimos y hacia dónde vamos, nuestro verdadero hogar.
Otra objeción muy común es la de las personas que piensan que al hacer el método “están
llamando al mundo espiritual” y que luego puede ocurrir esos seres inferiores no quieran
irse… Debe comprenderse que el Método, en esta cuestión es muy diferente de la desobsesión
que se realiza en el grupo espírita, pues en ese caso sí se llama a un espíritu obsesor para
adoctrinarlo, en el Método la persona le habla a los espíritus que le “pertenecen”, por su
propia situación espiritual, por sus defectos y pensamientos negativos. Es decir, claramente no
se está haciendo una evocación, sino que se les habla a los espíritus que ya están a nuestro
alrededor. Si no se realiza esta tarea, esos espíritus seguirán estando y es muy posible que
incrementen su accionar y con el tiempo, la obsesión sea más pronunciada.
Conocimos a una señora que pensaba de esta manera y no quería hacer el Método porque
tenía ese prejuicio, pero reconocía que sufría una fuerte obsesión, que le producía ciertos
padecimientos físicos pero sobre todo pensamientos muy negativos que ella reconocía como
ajenos. El sistema que se propuso emplear era el de rezar y tener buenos pensamientos, con el
tiempo la vimos agravarse de su situación física por lo que fue internada y finalmente se alejó
de todo conocimiento espiritual y se vio impelida a un fuerte vicio…
En realidad no estaba mal “su sistema” pues los obsesores se acercan por nuestros malos
pensamientos, si pensamos siempre bien, rezamos con fervor y logramos un control absoluto
de nosotros mismos y de nuestros pensamientos, sin duda que el mundo espiritual inferior se
retirará porque no habrá con ellos ninguna afinidad. El problema es que hasta llegar a ese
nivel de evolución, somos víctimas de nuestros propios pensamientos incorrectos, todo en este
mundo inferior nos invita a ello, desde el cine y las publicidades hasta las permanentes
pruebas a las que nos somete la vida cotidiana en un planeta habitado por otros seres
inferiores, a veces muy desajustados con la ley divina. Por ello el Método es una herramienta
muy importante y efectiva, al realizarlo diariamente, “limpiamos” nuestro ámbito espiritual,
permitiéndonos tener nuevamente una mayor claridad y percepción positiva.
Por supuesto que la persona que pretenda solamente hacer el método y no realizar ningún
avance espiritual sobre sí misma en el control de sus imperfecciones, se encontrará en la
situación de alguien, que hallándose todo sucio debiera permanentemente alejar a las
moscas…ese no es el sentido de la metodología, sino ir despejando nuestro ámbito espiritual,
para ayudar al mundo inferior, como un acto de caridad y para permitirnos empezar cada día
con una predisposición a lo espiritual y con un ambiente propio purificado, lo que nos
permitirá ir avanzando en el camino de nuestro mejoramiento de una manera mucho más
efectiva y superadora.
58
Otra objeción que suelen presentar las personas que recién comienzan en este camino, es
pensar que no van a “tener suficiente fuerza” para hacer el método y convencer al mundo
inferior. Sobre esto diremos simplemente que debe descartarse completamente esta suposición
pues, desde el mismo momento en que decidimos emprender esta tarea, somos auxiliados por
el mundo espiritual de luz, que quiere ayudar a esos seres en desgracia, por lo que nos
convertimos en colaboradores de esos seres superiores, que jamás nos abandonarían a nuestra
suerte. Por otro lado, el hecho mismo de querer hacer una tarea para el bien de nuestro
prójimo (en este caso el mundo espiritual inferior que nos necesita) nos sitúa en un peldaño
más arriba que esos seres, aunque tengamos imperfecciones en común, por las que justamente
se sintieron atraídos hacia nosotros.
EXPLICACIÓN DE LOS EJERCICIOS
El método consta de tres partes. La primera parte se trata de una oración a Dios en la que le
pedimos fuerza para mejorarnos de nuestros defectos, que son los que atraen a los espíritus
malos. Esta parte puede ampliarse a gusto, incluyendo otras oraciones o una meditación
espiritual.
En la parte 2 del método, le hablamos a los seres que están en turbación, que no comprenden
que su cuerpo físico murió y que se asocian a nosotros, casi siempre sin ser consientes de ello,
causándonos malestares espirituales. Al explicarles su situación de desencarnados, les damos
una prueba cuando les decimos “...tócate, mírate, pálpate, fíjate ...ese no es el cuerpo de la
tierra...”, al hacerlo el espíritu comprueba que ya no tiene el cuerpo físico, aunque él se vea
con la misma apariencia. Hay algunos casos en los que el espíritu está tan groseramente
materializado que aún esto es inefectivo, porque al tocarse puede hacerlo, ya que su
periespíritu es muy condensado. Por ello es que también se ejerce una acción magnética que
ayuda a la palabra que le trasmitimos, además le damos también otras pruebas, diciéndole que
se puede trasladar con el pensamiento, que puede atravesar la materia sólida…y finalmente al
solicitarle al Maestro Jesús que lo ayude a comprender, completamos la acción, por la que el
ser “despierta” a su realidad.
Finalmente el espíritu termina comprendiendo su situación y retirándose de nuestro lado con
lo cual hemos logrado dos cosas a saber: primero liberarnos de una obsesión que nos
perturbaba y además ayudar a un ser a salir de una situación penosa, cumpliendo así con una
ley universal de amor y caridad.
En la parte 3 del método, hablamos con espíritus malos, que saben perfectamente que están en
el mundo espiritual y utilizan esa ventaja para causarnos daño. El trabajo con ellos tiene que
ser más enérgico que en la parte 2, pero no menos imbuido de un sentimiento de caridad; pues
no se trata de otra cosa que de seres ignorantes que están padeciendo muchísimo y que no
atinan a comprender como salir de su terrible situación y que se creen condenados a ella, para
siempre.
Primero se los domina con una enérgica acción magnética, pero luego se les debe hablar
como a seres que están en sufrimiento, haciéndoles comprender que para salir de esa situación
deben en principio arrepentirse de sus errores pidiendo perdón a Dios. Cuando ellos
comprenden esto y se arrepienten son escuchados por Dios, que nunca deshereda a ninguno de
sus hijos. Cuando este ser se retira lo hace agradecido por nuestra intervención con lo cual
nos liberamos de la obsesión y ayudamos a un ser en sufrimiento.
59
El método (las partes 2 y 3) debe realizarse principalmente a la mañana al levantarse y por la
noche antes de acostarse.
Puede ejercitarse también en otros momentos que lo necesitemos porque nos sentimos
perturbados por algún malestar espiritual.
Este método siempre da resultado si se ejercita con fe y sobre todo con perseverancia; todos
los días.
Puede Ud. “probarlo " durante un período no inferior a un mes y obtendrá resultados. Una vez
comenzada su práctica no debe dejarse, pues su eficacia depende de la realización “diaria “;
es como un medicamento que debe tomarse en su debido tiempo pues si no se anula su efecto.
Es importante comprender que una vez que Ud. resuelva el problema que le aqueja (puede ser
psicosomático, estrés, depresión, etc) siempre habrá igual a su alrededor seres que están en
sufrimiento y que Ud. puede ayudar con la práctica del método. Esta es una tarea que no todo
el mundo realiza y que es de gran ayuda para el mundo espiritual que lo necesita, como dicen
los espíritus superiores: “esto es lo que no se hace y es lo que no debe olvidarse de hacer,
porque a menudo es una tarea que se os ha dado y que vosotros debéis cumplir caritativa y
religiosamente” Es decir que es una gran oportunidad para ejercitar la ley de Amor y Caridad,
y con un costo de tiempo, verdaderamente pequeño.
Al realizarlo NUNCA ESTAMOS SOLOS, siempre hay seres superiores a nosotros que nos
ayudan y que están muchas veces esperando nuestro concurso para ayudar a ciertos espíritus,
que por su gran inferioridad escuchan más nuestra palabra hablada a través de los órganos
de la fonación que las sutiles vibraciones del pensamiento que ellos les transmiten. Así,
también estamos colaborando con la obra de los espíritus superiores y con los deseos de Dios
mismo, que solo quiere el bien de sus hijos.
Como ya expresamos los espíritus inferiores se acercan a nosotros por nuestros defectos, por
ello mientras no nos esforcemos por mejorarnos a nosotros mismos, la obsesión podrá solo en
parte ser controlada con el método. Por ello debe realizarse también diariamente la parte 1.
La parte 1 del método está destinada a la búsqueda de Dios y al reconocimiento de nuestras
imperfecciones con la finalidad de corregirlas. Es quizá la tarea más importante de todas las
que realicemos en el día.
Si nos ponemos a pensar en cual es el objetivo de nuestra vida, cual es la razón por la que
Dios habiéndonos creado espíritus, nos envía a un planeta como la tierra, veremos que no
puede ser solo para que trabajemos, comamos, durmamos, nos procreemos y algún día
muramos.
Dios tiene reservado un destino glorioso para todos sus hijos. Todos los grandes profetas de
todos los tiempos nos han traído el mismo mensaje: QUE EL OBJETIVO DE LA VIDA ES
MEJORARNOS A NOSOTROS MISMOS Y BUSCAR A DIOS EN NUESTRO INTERIOR.
No importa en realidad la religión que profesemos. A la hora de la verdad Dios no va a
preguntarnos si éramos de tal o cual credo, si practicábamos tal o cual rito, si creíamos en
éste o aquel profeta. Solo importará el bien que hayamos realizado, la mejora que hayamos
hecho de nosotros mismos en la superación de nuestros defectos y la devoción y amor a Dios
que hayamos desarrollado.
De ésta manera el método deja de ser solo un ejercicio efectivo para la solución de nuestros
problemas espirituales y se convierte en un camino de vida, en la concreción diaria de nuestro
destino espiritual que no es otro que nuestro mejoramiento a través del conocimiento y
dominio de sí mismos. Las personas que deseen ahondar aún más en su avance espiritual
60
deberían realizar La meditación a través de la oración que puede efectuarse antes o después
del método y que tiene por finalidad La búsqueda de Dios de una forma más profunda. 38
Cómo realizar la parte práctica
Se recomienda como mínimo realizar las partes 1, 2 y 3 a la mañana y la 2 y 3 por la noche
(Si puede realizarlo completo ambas veces, mejor).
El orden de las tres partes del método puede invertirse de acuerdo a nuestras necesidades. Así,
cuando nos sintamos mal, podemos realizar la parte 3, luego la 2. O podemos realizar durante
el día la parte 1 que es una meditación que nos es muy provechosa y que puede realizarse
mentalmente.
El método se practica mejor cuando lo aprendemos de memoria, dado que su lectura nos
distrae del sentimiento que se debe poner en su práctica.
Es preferible ajustarse lo más posible al texto sin cambiarlo, aunque podemos, con la práctica,
agregar alguna frase que nos parezca atinada, o alguna oración breve al comienzo o al final.
----------------------------------------------------------------------------------PARTE 1: Se aconseja hacerlo por la mañana al levantarse, como primera tarea de la
jornada. Ello predispone y alienta para desarrollar el día con una preparación en lo espiritual.
La parte 1 podemos ampliarla a nuestro gusto con aquellas oraciones que nos sean predilectas
y que nos ayuden a sentir más devoción hacia Dios.
Cuanto más profundicemos en la meditación más se inundará de paz nuestro corazón. Esta es
una de las experiencias religiosas más intensas y dichosas que puede sentir el ser humano.
La meditación abre las puertas del infinito. Nos pone en contacto con nuestro creador, nuestro
Padre y Madre Divina, nuestro amigo y confidente que jamás nos abandona y que siempre
está atento a nuestro bien.
Buscar en el interior de nuestro ser, el contacto con Dios es nuestro primer deber; profundizar
cada día más nuestra devoción al creador. Al comienzo puede no sentirse demasiado, pero si
persistimos con constancia y con fe nuestra búsqueda de Dios, Él, tarde o temprano habrá de
revelarse y sentiremos que una gran paz y gozo interior nos inunda.
Es preciso ser constantes. No podemos pretender que después de un par de intentos, sintamos
la presencia de Dios, cuando le hemos tenido en el olvido a veces por muchos años.
Dios nos escucha y espera que seamos perseverantes en el camino del bien, que le busquemos
con fe y devoción y que nos mejoremos de nuestros defectos.
Cuando nos sintamos abrumados por los problemas cotidianos siempre podemos dirigirnos al
Padre que todo lo sabe y consultarle como lo haríamos con un amigo o con alguien que nos
quiere de verdad. Hagámosle una pregunta y a su debido tiempo, si nos mantenemos
receptivos, la respuesta llegará. Dios no es indiferente a nuestros problemas, Él solo quiere
nuestro bien.
Para la práctica diaria de la parte 1, debemos buscar un lugar de la casa en la que estemos
solos y en silencio, libre de ruidos y molestias.
Sentarse en meditación en una posición cómoda que puede ser con las piernas cruzadas o de
cualquier otra manera que nos resulte mejor. Mirar hacia el interior del ser y orar en silencio a
nuestro creador.
Mentalmente ir en la búsqueda de Dios. Dialogar con él como con el mejor y más querido de
nuestros amigos. Es una tarea a la que no se está habituado y por ello pareciera difícil. Sin
38
Puede encontrarla en el libro “El método de autodesobsesión – El camino de la liberación Espiritual” En esta
obra se cuenta la historia del método, se dan muchos ejemplos de personas que lo realizaron y sus resultados e
incluso una experiencia hecha en un hospital espírita de Brasil con casos que los médicos no podían curar y
fueron sanados con esta metodología, se brindan además Técnicas de meditación. Este y otros libros espirituales
pueden descargarse gratuitamente en formato pdf y en epub, de la página: www.autodesobsesion.com.ar
61
embargo debería ser fácil el dialogar con el Padre, con nuestra Madre Divina, con nuestro
creador.
Las palabras de esta 1º parte, si bien es importante aprenderlas de memoria, no deben ser
dichas al azar y maquinalmente, sino con profunda concentración en el sentido de las
mismas.
También es recomendable realizar la parte 1 durante el día, elevar nuestro pensamiento a
Dios en toda ocasión en que podamos hacerlo.
Muchas veces nuestro pensamiento vaga sin un sentido, recordando cosas, imaginando otras;
es decir que no gobernamos nuestro pensamiento y ese desorden se convierte en un campo de
cultivo para la acción de los espíritus negativos.
Una manera de ocupar útilmente nuestro pensamiento es realizar mentalmente la parte 1;
mientras viajamos o estamos en actividades que no necesitan de nuestra atención. Con ello
nos ponemos en contacto con los seres superiores que desean ayudarnos y con Dios para
quien deberían ser todos nuestros pensamientos y acciones.
Dios nos escucha y nos ama en forma individual y única; de la misma manera en que cada
devoto le expresa a él su amor a su especial manera. Pero recordemos que: No hay para Dios
mejor oración que el estudio de nuestros defectos a fin de hacernos mejores cada día.
También es sumamente importante para nuestro progreso espiritual aprender a vernos a
nosotros mismos, a nuestros defectos sin concesiones, por más cruda que pueda ser nuestra
realidad interior, con la finalidad de corregirnos.
Esta es una tarea que no siempre es fácil dado que no estamos acostumbrados, pues en general
tenemos la tendencia a responsabilizar a los demás o a las circunstancias de nuestros males,
antes que a nosotros mismos. El avaro se cree simplemente previsor, el orgulloso que tiene
dignidad y así por el estilo.
Debe recordarse que la obsesión, es decir la influencia de los malos espíritus sobre nosotros,
se debe a las imperfecciones del alma, se nos acercan estimulados por nuestros defectos.
Conocernos y Dominarnos a nosotros mismos es el único medio para combatir la obsesión y
progresar espiritualmente y por ende para lograr ser cada día más felices; pues es en la
libertad del alma donde se encuentra la fuente de toda dicha.
PARTE 2: Este ejercicio puede ser realizado a continuación del anterior y también repetirlo
por separado, durante el día o cuando la situación personal lo requiera.
Recuérdese que estos espíritus se creen aún vivos en la tierra y que padecen; por cuyo motivo
debe ponerse en esta tarea un creciente acto de amor, traducido en la vibración de la palabra,
en el buen pensamiento dirigido a ellos y en la acción de origen magnético.
Todos poseemos una energía y unos fluidos que nos son propios y de los cuales podemos
hacer un buen o mal uso. Cuando una madre acaricia a su niño que llora, además de
transmitirle su cariño le impregna con sus fluidos magnéticos que se desprenden de sus
manos; así también se sabe de personas que son capaces de curar enfermedades con la sola
imposición de las manos. Esto se debe a la potencia curativa de los buenos fluidos, que todos
poseemos en mayor o menor grado.
En este ejercicio deben moverse los brazos suavemente por sobre la cabeza como si viésemos
a alguien delante nuestro, a quien vamos envolviendo en unos lazos blancos que salen de
nuestras manos ( Si tuviéramos la facultad de la visión espiritual, realmente veríamos al
espíritu y a los fluidos blancos que lo van envolviendo).Esta acción magnética tiene por
finalidad, no reducirlo como en el caso de la parte 3 que ya veremos, sino de hacerle sentir
más fuertemente nuestra buena intensión y ayudarlo a desprenderse de los lazos que lo unen a
la materia.
62
Mientras se realiza la acción magnética se pronuncian las palabras del ejercicio en voz
baja, dado que estos seres comprenden mejor la voz hablada que el pensamiento puro, esto es
igual para las partes 2 y 3.
PARTE 3: Este ejercicio va dirigido a los espíritus perversos o malos que conociendo su
situación de desencarnados, aún se complacen en hacer el mal, en buscar venganza o cumplir
el mandato de otro espíritu que lo domina.
Para estos obsesores las palabras y la actitud del ejercicio 2 no tienen ningún efecto. Se ríen o
les es indiferente y el nombre de Dios carece de significado para ellos. En consecuencia es
necesario desplegar una acción magnética más enérgica, acompañada del firme pensamiento
en el bien, a fin de doblegarlos primero, para luego ayudarlos a salir de su situación, si es
posible o de mantenerlos alejados hasta su arrepentimiento.
Desarrollar con los brazos extendidos una acción en círculo en torno a sí mismo, como en el
ejercicio anterior; pero con mayor energía. Decir el ejercicio (en voz baja) como si se viera a
la figura y se la envolviera con lazos fluídicos blancos, mientras el pensamiento va dirigido en
el mismo sentido y en un acto de amor hacia el ser, en el error.
La acción magnética cumple la función de envolverlos, “de atarlos” de alguna manera, para
obligarlos a que nos escuchen. Esta acción que puede parecer demasiado enérgica es
indispensable pues de otra forma el espíritu en error, no nos escuchará.
Es como si una persona estuviera muy nerviosa y totalmente descontrolada y violenta. La
única forma de ayudarla es primero sujetarla enérgicamente para poder hablarle y calmarla.
No debe temerse de no poseer la fuerza para realizarlo, pues siempre, a pesar de nuestros
defectos, estamos en una situación superior a la de un espíritu que solo desea el daño de otros
y por otro lado SIEMPRE hay seres buenos que nos acompañan en la tarea que realizamos
con el método y que colaboran con la acción de sujetarlos para que escuchen la palabra que
los hará evolucionar.
ACCIÓN MAGNÉTICA: Se aplica a los ejercicios 2 y 3 aunque con diferente intensidad.
Se deben mover ambos brazos en torno a nosotros mismos, por sobre nuestra cabeza.
Imaginando al ser al que estamos envolviendo, frente a nosotros.
En el caso de la parte 3, se debe imaginar que los lazos blancos lo van reduciendo, atando,
hasta que está completamente envuelto y sin fuerzas, pues ese es el momento para hablarle.
Si al realizar esta acción se cansan los brazos puede bajarse uno y otro brazo al costado del
cuerpo en forma alternada, mientras que con el otro se realiza la acción magnética.
No se debe tener ningún tipo de temor al realizar este método, pues Ud. está realizando una
acción buena y será ayudado por espíritus protectores, por un lado. Por el otro, estos espíritus
a los que les habla ya estaban allí a su lado desde antes (no se acercan a Ud. porque realiza
este método), se acercan a nosotros por las imperfecciones que aún tenemos y NUNCA
pueden ser más fuertes que Ud. si en algún momento lo son es porque nosotros se lo
permitimos, pero ahora es el momento y la oportunidad de liberarse de ese yugo.
Realice el método con toda la convicción que le sea posible y será ayudado. Luego con el
tiempo Ud. mismo tendrá comprobaciones de que todo esto es cierto, que se sigue viviendo
luego de la muerte física, que la muerte tal como la entendemos no existe.
Sea perseverante y no se deje vencer por la desidia. Hágalo como se indica, todos los días y
tendrá resultados.
Es obvio que el mundo espiritual que ahora tiene alguna influencia sobre ciertas personas, no
desea que ésta se libere. Quiere seguir obsesándola y haciéndole padecer todo tipo de
inconvenientes.
63
Por ello cuando se comienza con el método, se puede sentir cierta resistencia de ese mundo
espiritual que no se resigna a dejarlo libre. La misma puede consistir en que Ud. se sienta sin
ganas para hacerlo, que tenga sueño, que se olvide, que le duela la cabeza en ese momento,
que suene el teléfono, que “justo” venga alguien a vernos o a hablarnos o en fin, un sinnúmero
de dificultades menores que habremos de usar nuestra inteligencia y firmeza para solucionar.
El éxito depende de su voluntad en ser libre. Debe ser firme y realizarlo pese a las
dificultades. No se deje vencer y será ayudado.
Muchas veces se obtiene algún resultado y algunas personas abandonan la práctica, esto
tampoco es recomendable ya que la fortaleza e independencia total del mundo espiritual
negativo, se logra después de un cierto tránsito por este camino y de la superación de nuestros
defectos.
Si cree conveniente volver a realizar el ejercicio (2 o 3) porque no lo hizo con suficiente
concentración, puede hacerlo, ello redundará en su beneficio.
“El método NO es una oración más, es un instrumento sumamente efectivo para combatir la
obsesión.”
Si va a comenzar a realizarlo hágalo con perseverancia. No tiene el mismo efecto si se lo hace
esporádicamente. Es como un tratamiento, debe realizarse todos los días; al menos por un mes
o dos como mínimo; luego Ud. decidirá la validez de su práctica y si continúa o no con él.
Aquellos que comprenden la “verdad” que está implícita en el método, lo realizan durante
toda su vida, así como la meditación aunque sus problemas espirituales y materiales hayan ya
desaparecido hace tiempo. Esto se debe a que el método y los conocimientos espirituales son
“un camino de vida” que nos ayuda a progresar cada vez más y que a su vez nos permite ser
caritativos y generosos con otros hermanos espirituales que están en sufrimiento, con lo cual
nos ponemos en “sintonía” con los deseos de Dios. Pero esta es una decisión que cada quien
debe tomar.
Este método es realizado actualmente por cientos de personas que están inmensamente
agradecidas de haberlo encontrado en el camino de sus vidas, ya que lo que el método
soluciona, no lo hace ni la medicina, ni la psicología, ni otras disciplinas.
Si Ud. tiene un problema físico, comience igual con la práctica del método, pero vaya al
médico (el método complementará seguramente su tratamiento). Muchas veces la obsesión
comienza siendo una simple influencia y con el tiempo se convierte en una afección de tipo
psicofísica, en donde la persona comienza a sentir efectos físicos, dolores y malestares. Si no
se soluciona el problema y el mismo se mantiene durante mucho tiempo, finalmente el cuerpo
físico se resiente y lo que empezó como un problema espiritual se convierte en una afección
corporal o enfermedad y aquí ya es necesaria la intervención de la medicina para recuperar o
mejorar la parte física afectada. Si sólo se hace esto, es decir si solo se atiende al cuerpo,
seguramente el problema volverá, porque no fue extirpada la causa primera del mal, que fue la
obsesión.
Si su afección es de origen mental, psicológico o su enfermedad es del orden de las llamadas
psicosomáticas, COMIENCE YA SU PRÁCTICA.
Este método fue y es realizado por cientos de personas en un período de más de 40 años con
probados resultados.
Se pueden citar numerosos casos de curaciones, que algunos consideran milagrosas, de
enfermedades como asma, cierto tipo de epilepsias, eczemas de la piel de origen nervioso,
64
insomnio, ataques de pánico, recesión de enfermedades con pronostico negativo,
enfermedades derivadas del estrés, etc.39
“Solo depende de su voluntad y perseverancia, comience ahora, éste es un camino de vida,
que lo conducirá a su propio progreso y acercamiento a Dios, a su propia y verdadera
Libertad y Felicidad.
39
Muchas de ellas se consignan en el libro “El Método de Autodesobsesión – El Camino de la liberación
espiritual”
65
66
PARTE 1
LA BÚSQUEDA DE DIOS
“Padre, perdón por mis errores, inspírame para que siempre pueda hallar el
camino del cumplimiento de mi deber espiritual; que siempre pueda tomar la
fuerza espiritual positiva que me rodea y que me sea posible adquirir cada día
más fe, más amor y más caridad.
Inspírame para que pueda sacar de mí todo pensamiento y sentimiento de
orgullo y egoísmo de donde derivan todos mis otros defectos.
Que pueda sacar de mí la vanidad, el amor propio, celos, envidia, sensualismo
y apego a las cosas materiales. Que pueda sacar de mí la ira y la iracundia.
Que nada de lo que digan ni hagan los demás pueda molestarme ni
separarme de ti. Que pueda sacar de mí la soberbia, la altanería, que pueda
reemplazarlas por un creciente sentimiento de humildad.
Quiero ser manso y bueno, un manso cordero del rebaño de Jesús y un digno
mensajero portador de tu palabra entre los hombres de buena voluntad.
Quiero fortalecer los lazos que me unen a mi guía espiritual para comprenderlo,
y amarlo, para conocer qué es lo que debo hacer en cumplimiento del plan
espiritual que me trajo a la tierra. Quiero mantener abierto un canal de
comunicación con él, para que pueda influir en mi pensamiento y guiarme
siempre por el camino de la verdad.
Quiero fortalecer los lazos que me unen a todos mis hermanos, para amarlos
y para trabajar juntos en la obra de Jesús.
Quiero tener la seguridad y la serenidad para tratar siempre con discernimiento
todas las cuestiones de la vida terrenal. Que nada, ni nadie, pueda desviarme
del buen camino, ni alterar mi paz interior.
Padre, inspírame para que siempre pueda hallar el camino del cumplimiento
de mi deber espiritual, por sobre todas las dificultades de la vida terrenal.
Quiero cumplir con los compromisos contraídos en el mundo espiritual, no
importa cuáles sean los inconvenientes de la tierra.
Padre inspírame para que siempre pueda encontrar el camino en medio de la
confusión; que pueda hallar las palabras, las actitudes y los pensamientos
adecuados a ese cumplimiento. Que no decaiga mi ánimo en los momentos de
luchas y enfrentamientos y que deponiendo mis debilidades pueda marchar
seguro por el camino de la verdad.”
67
PARTE 2
AYUDA A LOS ESPÍRITUS EN TURBACIÓN
“ Hermano, hermana, tú que estás aquí escuchándome; quiero decirte algo que si lo
comprendes te va a ayudar a salir de la situación en la que te encuentras.
Hace tiempo que dejaste el cuerpo de la tierra y no te diste cuenta, porque tienes el
pensamiento fijo en las cosas que te preocupaban en la tierra.
¿ No sabes que cuando el cuerpo terrenal muere se sigue viviendo?
¡ El alma, el espíritu sigue viviendo! con los mismos pensamientos, las mismas
preocupaciones, los mismos sufrimientos...pero sin el cuerpo de la tierra. Tu cuerpo
material murió. Ahora tienes un cuerpo espiritual.
En ti mismo está la prueba, compruébalo: Tócate, mírate, pálpate, fíjate... ese no es el
cuerpo de la tierra...
Despierta...estás en el mundo espiritual. Tú te ves igual que antes porque tu cuerpo
espiritual es igual al cuerpo que tenías en la tierra, pero no tiene la misma consistencia,
ahora puedes trasladarte con el pensamiento, puedes atravesar la materia física…eres
libre.
Nada debes temer. Pídele a Dios que te ilumine para poder comprender tu situación.
Yo te ayudaré. En el nombre de Dios todopoderoso y de Jesús de Nazaret, que caigan
esos velos oscuros que envuelven a este hermano y no le permiten ver su situación
espiritual.
¡Despierta de ese sueño!. Estás en el mundo espiritual. No pienses más en las cosas de
la tierra, ya nada puedes hacer y eso te perjudica.
Pídele a Jesús que te acompañe. Jesús está vivo igual que tú. Murió su cuerpo en la
cruz, pero su espíritu vive. ¡El maestro está aquí!. Clámale que te ayude.
Maestro, te pido por éste amigo, para que pueda darse cuenta de su situación, que
pueda comprender que ya ha dejado su cuerpo de la tierra, que ahora está en el Mundo
espiritual. Que pueda llegar a él, tu luz y tu amor para que se sienta iluminado y
confortado.
¡Comprendes ahora que estás en el mundo espiritual! Ahora tienes un cuerpo
espiritual liviano que te permite ir a todas partes, allí donde vayas con el pensamiento.
Pero por ahora no pienses en las cosas terrenales, porque en este momento eso te hace
daño.
Mira a estos seres espirituales de blanco que están aquí. ¿ Los ves? ...son amigos
espirituales que vienen a ayudarte. Te llevarán a un lugar de descanso y amor, donde
puedas comprender mejor tu situación.
Si tú piensas que vas con ellos podrás ir, pues tu cuerpo espiritual irá donde vaya tu
pensamiento.
Ten confianza, son amigos que te van a ayudar. Yo te invito a ir con ellos.
Piensa que vas con ellos... piensa que vas con ellos... ve con ellos..ve con ellos..ve con
ellos….son amigos que te van a ayudar...
68
PARTE 3
AYUDA A LOS SERES QUE PERSISTEN EN EL MAL
Hermano, tú que estás en contra de las leyes de Dios que son inmutables.
Que estás en contra de la obra de Jesús. ¿ Por qué te opones a mi tarea?
¿ Por qué obedeces a los que te mandan en mi contra?
Mira éstos lazos blancos espirituales que te están envolviendo; es por tu bien
para que dejes de hacer daño; porque ese mal caerá sobre ti y luego sufrirás
mucho para repararlo.
...Pierdes fuerza...pierdes fuerza... pierdes fuerza... te sientes envuelto...
te sientes envuelto...te sientes envuelto... ya no tienes fuerza...ya no tienes
fuerza... ya no tienes fuerza...estás envuelto...estás envuelto...estás envuelto...
Este es el momento para pensar en lo que has hecho hasta ahora, para
reflexionar. ¡Mira el camino oscuro que has recorrido! cuánto daño has
cometido...cuantos seres han sufrido por tu culpa... Y lo que es peor aún para ti,
te has olvidado de tí mismo, te olvidaste de trabajar por tu progreso espiritual.
Cuanto tiempo perdido...Reflexiona...arrepiéntete...clámale a Dios que te
ilumine y que te perdone...
Ya no podrás continuar más tiempo así, cada paso que das en éste camino del
mal te lleva a más sufrimiento ... a más oscuridad... Porque la ley de Dios es
simple: “..se cosecha lo que se siembra…” piensa que sembraste en tu vida, si
sembraste oscuridad y sufrimiento es eso lo que cosechas ahora. ¿Quieres acaso
seguir así para siempre? Tu puedes ser feliz, pero la verdadera felicidad solo se
encuentra en el camino hacia Dios. Solo de ti depende salir ésta situación.
Clámale a Jesús que te acompañe, que pueda conmoverse tu sentimiento para
que te arrepientas con sinceridad y le clames a Dios que te ilumine y te perdone.
Cuando lo hagas, estos ser espirituales de blanco que están aquí, que son seres
superiores, entonces podrán ayudarte. No temas no habrá castigo ni venganza.
Dios en su bondad infinita te dará el tiempo y la oportunidad que necesites,
para que con tu propio esfuerzo puedas reparar tus errores. Podrás limpiar tu
pasado y preparar tu porvenir para la verdadera felicidad...¡solo tú puedes
hacerlo...!..¡Solo de ti depende!. No te demores más...Decídete, ahora...¡dá ese
paso!...
Arrepiéntete...arrepiéntete...arrepiéntete...pídele a Dios que te ilumine y que te
perdone...que te perdone...que te perdone...
Padre perdónalo que no sabía lo que hacía.
69
70
APÉNDICE
¡Encarnar no es tan fácil!
Hay gente que pasa su vida entera engañándose a sí misma, creyendo ser lo que en realidad no
es. Tarde descubren esos seres, en el mundo espiritual, que ese autoengaño no les sirvió de
mucho y que perdieron una gran oportunidad para mejorarse.
Cada vida es una importante oportunidad para el espíritu, que no hay que desaprovechar.
Cuando una persona muere, al comienzo no percibe su situación, se cree viva en la tierra, cree
tener todavía el cuerpo material. Esta ilusión se sostiene ( a veces por mucho tiempo) porque
las facultades del espíritu que recién deja el cuerpo no están totalmente en plenitud. El ser está
como aturdido y confuso, su razonamiento no trabaja con eficiencia. A esto se suma que su
cuerpo espiritual (el periespíritu) tiene la misma forma que tenía su cuerpo de la tierra; es
decir que la persona se ve igual que en la tierra, siente igual y piensa igual. ¡Se cree vivo en el
mundo material!.Estos espíritus son los que ayudamos en la segunda parte del método.
Pasado un tiempo, el espíritu reconoce que no está más entre los vivos. Si es un espíritu muy
inferior, materialista o perverso, puede seguir rondando los mismos lugares que cuando estaba
vivo intentando procurarse algún placer material, sin conseguirlo nunca o tratando de molestar
o perjudicar a otros seres encarnados. Estos seres son los que ayudamos en la tercera parte del
método, los que persisten en el mal.
Pero, si el espíritu no es de esta clase reconoce enseguida que la vida en la tierra era como
una gran ilusión, que él siempre fue espíritu y que su pasaje por la vida material solo fue un
momento en la eternidad y entonces rápidamente se desentiende de las cosas materiales y
pone su atención en otras cosas.
Comienza por reconocer que hay seres en situaciones mucho más favorables que la suya,
seres que gozan de un bienestar y alegría que le están vedados.
Siempre el guía espiritual o protector que cada ser tiene, tanto mientras está en la tierra como
cuando vuelve al mundo espiritual, lo ayuda con pensamientos positivos para que analice su
situación y reconozca el origen de sus males.
En esta etapa el espíritu comienza a darse cuenta que la vida en la tierra le fue concedida con
una finalidad, su progreso espiritual.
Empieza a recordar todas las cosas que hizo bien y mal, todas las oportunidades que tuvo de
hacer el bien y no lo hizo, todas las veces que obró con mezquindad y egoísmo, en fin todas
las imperfecciones que son en definitiva la causa de que su situación espiritual no sea más
dichosa.
Aquí el espíritu hace un exhaustivo análisis de sí mismo, pues la memoria espiritual es
inexorable; permite el recuerdo no solo de TODA nuestra vida, de todos los acontecimientos
sino también de LOS SENTIMIENTOS Y PENSAMIENTOS que tuvimos en ese momento.
Ante memoria tan implacable el espíritu reconoce con mayor penetración sus defectos y
comienza a nacer en él, el deseo de progresar, de ser más feliz y para ello debe volver a la
tierra, debe reencarnar.
Pero, no es tan fácil…. Las oportunidades de reencarnar en un determinado planeta no son
inagotables, ya que la población del mismo es limitada.
Es decir que no todo espíritu que quiere encarnar puede hacerlo en el momento en que lo
desea.
A veces debe esperar mucho tiempo…Si bien ese tiempo no es igual para el espíritu, que para
nosotros, pues para ellos un siglo no significa demasiado, pues su vida va a ser eterna y la
sujeción al parámetro “tiempo” desaparece; pero sí es cierto que deberá esperar.
Esto implica lo que antes mencionábamos, que cada vida es una oportunidad para progresar y
que debemos aprovecharla al máximo.
71
Es cierto que tendremos otras encarnaciones y que Dios jamás nos abandona y siempre nos
dará una nueva oportunidad. Pero quien nos quita los sufrimientos y pesares que tendremos si
dejamos para más adelante nuestra tarea, nuestra misión: Mejorarnos a nosotros mismos y a
nuestro entorno. Por otra parte, hay personas que dicen: …este defecto que tengo está muy
arraigado y no lo puedo vencer… Deberíamos preguntarnos ¿voy a estar en mejor condición
en otra encarnación para superar ese mal? Ahora tenemos una gran oportunidad, que es el
conocimiento espiritual, que no todas las personas tienen claro, es quizá la mayor oportunidad
de nuestras vidas. Por ello, debe trabajarse sobre todos los defectos. Si alguno en particular
nos es muy penoso, podemos comenzar por otro que nos sea más sencillo, pero no podemos
relegarlo al olvido y ….¡dejarlo para otra encarnación!, pues quizá no estaremos en mejor
situación que ahora, para comenzar a vencerlo.
Por ello es que el conocimiento y dominio de nuestras pasiones y defectos es de enorme
importancia. Esta es la primera tarea de todo ser encarnado. ¡Es lo que vinimos a hacer!. Todo
lo demás es en realidad secundario. De ello no se sigue que tengamos que dejar de hacer las
cosas que habitualmente hacemos, sino que debemos realizarlas con una comprensión
diferente, concientizándonos cada día más de que: “somos espíritus dentro de un cuerpo y no
un cuerpo que tiene un espíritu”
La felicidad no solo es algo que obtendremos al final del camino como una paga por un
trabajo bien hecho. En realidad a medida que nos vamos mejorando nuestra felicidad va
también incrementándose gradualmente.
Es cierto que hay pruebas que no podemos cambiar, pues a veces el mismo espíritu antes de
encarnar, cuando está en el mundo espiritual, elige ciertas pruebas que sabe que lo harán
evolucionar.40
Pero aún ante las mayores pruebas quien tiene la certeza del porvenir, puede sobrellevarlas
mucho mejor.
La persona que se va mejorando cada día más, se acerca cada vez más a Dios su creador y él
es la fuente de toda dicha.
Todos los goces que conocemos, todos los placeres que puede darnos el cuerpo, son
esencialmente efímeros y muchas veces nos rebajan y nos detienen en nuestro progreso. Pero
el regocijo espiritual de acercarnos a Dios, nos da un siempre renovado gozo que no tiene
comparación con ninguno de los placeres a los que estamos habituados.
Es de vital importancia reconocer los propios defectos a fin de poder combatirlos.
Kardec, auxiliado por el mundo espiritual de luz, diagramó dos cuestionarios: los
cuestionarios breve y extenso, que tienen por finalidad ayudarnos en la tarea del conocimiento
de nosotros mismos.
Las preguntas nos ayudan a identificar con mayor precisión nuestras debilidades e
imperfecciones y este es el primer paso y quizá el más importante en el camino de nuestra
evolución y acercamiento a Dios y por ende de nuestra felicidad.
Por ello Kardec, siguiendo el consejo de San Agustín, quien dijo que en su vida usaba este
procedimiento, redacta una serie de preguntas que están contenidas en los cuestionarios y que
permiten a la persona que sinceramente quiere mejorarse, un mejor análisis de la propia
situación.
40
Cuando está sujeto a la materia ya no recuerda esta decisión que él mismo tomó y al enfrentar una dura prueba puede caer
vencido ante ella. Pero quien ha adquirido los conocimientos espirituales necesarios tiene otras herramientas para enfrentar el
mal momento. La persona sabe que su mal es solo momentáneo y que si logra soportar su prueba con resignación estará
aportando a su propio bienestar y felicidad.
72
CONOCIMIENTO DE SI MISMO 41
Conócete a ti mismo, ha dicho un sabio; y el único medio de conocerse es hacer el análisis de
la propia conciencia. Tal es el fin de las preguntas que siguen, las cuales podemos formular
pensando íntimamente en Dios, a quien será ésta, sin duda, la más agradable oración.
Aquel que, en vez de examinarse a sí mismo, examina a los demás, es digno de censura,
pudiéndosele aplicar aquellas palabras de Jesús: “Veis la paja en el ojo del vecino, y no veis la
viga en el vuestro”
Y lo sería más todavía si se sirviese de ese examen para criticar con malevolencia a sus
semejantes. Si, por el contrario, ve con indulgencia las faltas de los demás y se sirve de ellas
como de un ejemplo que se esfuerza en no seguir, entonces no tienen nada de reprensible (Ev.
Cap X 19,20,21).
Quien medite profundamente sobre las preguntas que siguen, reconocerá en seguida que
pueden darnos el balance casi exacto de nuestra propia conciencia.
Pero como resolvernos a hacer diariamente este examen? No se opondrán a ello las cotidianas
ocupaciones?. A esto puede contestarse con el axioma: Quien quiere de veras el fin, quiere los
medios. Nos dirigimos, pues, a aquellos que quieren el bien en la práctica, no en la teoría
solamente; a aquellos que quieren el bien en ellos mismos y no tan solo en los demás: a
aquellos en fin, que comprenden que para cosechar es preciso sembrar. Se puede aún añadir
que, si pasamos horas y días sacando cuentas que han de producirnos algún dinero, bien
podemos consagrar unos minutos a sacar la cuenta de un provecho mucho más duradero.
Supongamos que hay muchas personas imbuidas de tales principios, esforzándose en trabajar
por su perfección, con la mira de obtener la mayor suma posible de respuestas satisfactorias a
las preguntas siguientes, es evidentísimo que sus relaciones serán a la vez seguras, agradables,
exentas de todo engaño, puesto que todos ellos evitarán hacer nada que pueda perjudicar a los
demás, o siquiera causarles la más simple contrariedad. Que los padres inculquen esta
costumbre a los hijos, los maestros a sus discípulos, los jefes a sus subordinados; que en las
reuniones piadosas de familia, cada uno de esos artículos sea motivo de una instrucción; así se
hará penetrar en los corazones el sentimiento del deber y se ayudará a la reforma moral de la
humanidad. Un pueblo que estrictamente se guiase por estas reglas realizará toda la felicidad
que puede esperarse en la tierra.
Pero, quien dará a los hombres la fuerza de vencer sus inclinaciones?. La certeza de que les va
en ello un interés inmenso, un interés superior a los intereses de la tierra. Esta certeza la
hallarán en la fe inquebrantable que el espiritismo da en un porvenir que la razón admite y
cuya realidad demuestran los hechos. Con el espiritismo, la duda deja el lugar a la convicción,
y con la convicción el hombre se eleva, mediante el pensamiento, por encima de la esfera
material.
La fe en el porvenir es la piedra angular de la perfección moral del hombre en la tierra, ella
sola le dará fuerzas para vencerse a sí mismo, sin ella, concentra todas sus facultades en los
placeres de la vida corporal y acaba por ser profundamente egoísta, la caridad y la fraternidad
son para él palabras cuya acción se detiene ante la tumba: con la fe en el porvenir, el hombre
puede operar prodigios de transformación sobre sí mismo.
Nota: Las preguntas de la primera serie, bajo el epígrafe de Cuestionario breve, contienen
implícitamente todos los deberes y bastan para el examen cotidiano que puede hacerse de las
propias acciones.
Las preguntas de la segunda serie son su desenvolvimiento, y precisan los hechos de manera
que se puedan fijar con más exactitud las ideas de los que seriamente quieran trabajar en su
41
Tomado del “Evangelio según el espiritismo” de Allan Kardec, aunque hay algunas ediciones que no traen los
cuestionarios, pues los mismos originariamente estaban en otra obra del mismo autor.
73
perfección. En virtud de su mayor extensión, pueden reservarse para cuando se disponga de
mayor espacio de tiempo.
CUESTIONARIO BREVE
1- ¿He olvidado elevar mi alma a Dios, darle gracias por los beneficios que me ha
concedido, por las alegrías que he gozado, por las buenas inspiraciones que ha
permitido que me diesen los buenos espíritus?
2- ¿He dudado acaso de la justicia y de la bondad de Dios? ¿He murmurado contra sus
designios o las pruebas de la existencia?
3- ¿He dado a mi tiempo y a mis facultades un empleo útil, inútil o perjudicial para mí o
para los demás?
4- ¿Puedo decir, al fin de la jornada: He hecho algo bueno, he sido útil a mis semejantes,
no he causado mal a nadie, no he faltado a los deberes de mi posición?
5- ¿He cometido alguna acción que me avergonzaría declarar?
6- ¿He hecho algo que considere causa de censura en los demás?
7- ¿Me he complacido en malos pensamientos, o bien los he rechazado?
8- ¿He resistido a la tentación de hacer el mal, o bien he cedido al impulso de algún mal
pensamiento? ¿He logrado sobre mí mismo alguna victoria?
9- ¿He dicho alguna palabra, he cometido alguna acción que pudiese perjudicar a otro,
herir su susceptibilidad o causarle pena?
10- ¿Ha debido sufrir alguno las consecuencias de mi carácter, de mi cólera, de mi mal
humor, de mi irritabilidad, de mis excesos, de mi negligencia o de mi orgullo?
11- ¿He olvidado consolar a los que se hallan en la aflicción, o mitigar algún sufrimiento
habiendo podido hacerlo?
12- ¿Acaso he hecho a alguien lo que no hubiese querido que me hicieran a mí? ¿He
hecho por los demás lo que hubiese querido que hicieran por mí?
74
CUESTIONARIO EXTENSO
1- ¿Me he procurado algún placer o alegría a costa de terceros o bien ha sufrido alguien
por mí?
2- ¿Voluntariamente o involuntariamente he hecho daño a alguno? ¿He olvidado reparar
el daño que haya podido causar?
3- ¿Me he negado a auxiliar a alguno de mis semejantes, o he rehusado servirle, solo
porque no participaba de mis opiniones o de mis creencias?
4- ¿He hecho el bien pensando solo en mi provecho personal o cuando lo hacía calculaba
las ventajas que podía traerme?
5- ¿He hecho el bien por ostentación? ¿He buscado los aplausos por el bien que cumplía?
¿Me he alabado por los servicios que había hecho a otros?
6- Al prestar a alguien un servicio, ¿lo he hecho de modo que pudiese herir su
susceptibilidad o su amor propio? ¿He procurado nunca humillar a aquellos que me
estaban obligados o agradecidos? ¿He reprochado nunca a nadie el bien que le hubiese
hecho?
7- ¿Me he negado alguna vez a hacer el bien, por haber sido antes pagado con ingratitud?
8- ¿He dado algo que luego haya sido para mí una privación? ¿Me he alabado de haber
dado lo que no me hacía ninguna falta o bien de la privación que con ello me impuse?
9- ¿He obrado con mezquindad o con avaricia, cuando podía haberlo hecho con largueza
y generosidad?
10- ¿Me ha faltado indulgencia por las faltas del prójimo?
11- ¿He sido más rígido para los demás que para mí mismo? ¿He buscado las faltas de los
demás antes que las mías? ¿He reprochado en los demás aquello de que yo también
soy culpable?
12- ¿He hecho resaltar y puesto en evidencia las faltas de los otros, en vez de disimularlas
o atenuarlas?
13- ¿He perdonado las ofensas como yo quisiera que me fuesen perdonadas las mías? ¿Lo
he hecho sin reticencias y sin segundas intenciones?
14- ¿Han perdurado en mí los sentimientos de odio, de rencor o de animosidad contra
alguien? Si pluguiera a Dios sacarme hoy mismo de este mundo, ¿puedo estar seguro
de no llevarme ningún resentimiento?
15- ¿He concebido ideas de venganza contra alguien? ¿He ejercido acaso alguna
venganza?
16- ¿He deseado bien o mal a aquellos de quienes tengo alguna queja? ¿Me he alegrado o
me he entristecido por el bien que han alcanzado mis enemigos? ¿He deseado la
muerte de mis enemigos?
17- ¿He tenido más presente el mal que el bien que se me ha hecho?
18- En tal o cual circunstancia, ¿he devuelto bien por mal, mal por mal o mal por bien?
19- Si en tal circunstancia no he hecho el mal, ¿ha sido por mi voluntad o porque me ha
faltado la ocasión? ¿He ahogado la voz de mi conciencia cuando me decía que lo que
iba a hacer era cosa mala?
20- ¿Me he dejado dominar por la vanidad y el amor propio? ¿He buscado lo que podía
halagar mi orgullo y mi vanidad?
21- ¿Me he envanecido de los bienes que me fueron concedidos, de la fortuna o las
perfecciones físicas, de mi inteligencia o de mi saber? ¿He procurado poner en
evidencia mis ventajas personales, hacerlas valer en perjuicio de otro, humillando a
alguien con su comparación?
22- ¿Me he guiado en mis acciones por el temor de la opinión antes que por mi propia
conciencia?
75
23- ¿He sentido herida mi susceptibilidad por los consejos que me han sido dados, por las
críticas que se han hecho de mis ideas, de mis opiniones o de mis producciones? ¿He
concebido animosidad contra los que no me han aprobado?
24- ¿He mostrado encono o susceptibilidad por parecerme que se me faltaba en algo o que
se atacaba mi dignidad?
25- ¿He dado más importancia a las cosas temporales que a las espirituales? ¿Me ha
causado pena la pérdida de algún bien temporal?
26- ¿Me ha faltado valor para sufrir la adversidad?
27- ¿He deseado la muerte? ¿He tenido la idea de sustraerme, por la muerte, a las pruebas
de la vida?
28- ¿He envidiado la suerte de los que poseían lo que yo no tengo y pueden darse los
placeres que yo no puedo procurarme?
29- ¿He envidiado alguna vez los bienes, las ventajas y los éxitos de los demás? ¿He
ambicionado el bien o la posición de los que están por encima de mí?
30- Los celos ¿me han llevado alguna vez a cometer actos o decir palabras reprensibles?
31- En las instrucciones dadas por los espíritus, ¿he buscado lo que podía aplicare a mí
antes que a los demás? ¿Me he esforzado en aprovecharme de sus enseñanzas?
32- ¿Hay alguna imperfección de la cual me haya corregido por la influencia del
espiritismo? ¿Soy más sinceramente religioso, más caritativo, más indulgente, más
benévolo para con el prójimo, más sobrio y más moderado en todas las cosas, más
indiferente a las tribulaciones de la vida?
¿Me espanta menos la muerte, soy menos orgulloso, menos egoísta, menos amante de
las ventajas materiales y de las distinciones mundanas, menos ambicioso y menos apegado
los bienes temporales?
76
PUNTOS DE MEDITACIÓN
1- Pensando En la brevedad de la vida corporal, en comparación de la espiritual, que es
infinita, he de considerar de cuan corta duración son los males terrestres para aquel
que hace lo que debe a fin de no merecer otro castigo después de esta existencia.
2- Elevándome, con el pensamiento, por encima de la vida terrestre, para considerarla
desde el punto de vista del más allá, he de comprender cuan pueriles son y cuan
mezquinas las cosas a que damos tanta importancia y que tanto nos atormentan en la
tierra.
3- Antes de quejarme, he de mirar por debajo de mí, y ver a otros más infelices he de dar
gracias a Dios por haberme ahorrado mayores sufrimientos.
4- Remontando a la fuente de mis aflicciones, he de ver sin no soy yo acaso la primera
causa de ellas, o son tal vez las consecuencias de una primera falta, de una
imprevisión, del orgullo, de la ambición, de la avaricia o de los impulsos de pasiones a
las cuales no he sabido resistir. En este caso no puedo acusar a nadie sino a mí mismo.
5- Siendo Dios soberanamente justo y bueno, no puede afligir a sus criaturas sin motivo.
Debo pues, decirme que si padezco este sufrimiento ha de tener una causa, y que esta
causa ha de venir de mí mismo, nunca de Dios, que si mis aflicciones no tienen su
origen en las faltas de esta vida, han de ser forzosamente el castigo de faltas cometidas
en una vida anterior.
6- Si sufro en mi orgullo humillado, he de pensar que, sin duda, yo humillé a otros, si me
desprecian o me maltratan, es que yo maltraté o desprecié a otros, y estoy sufriendo la
pena del talión; que si sufro por la falta de lo necesario, si padezco frío o hambre, es
tal vez porque fui rico e hice mal empleo de mi fortuna. Si mis padres me martirizan,
será porque yo fui quizás un mal padre, y si sufro por mis hijos, fui tal vez un mal hijo,
y así sucede para hacerme padecer lo que yo hice padecer a otros.
7- Debo decirme también que si mis actuales sufrimientos no son castigos directos por
faltas análogas, son tal vez pruebas libremente elegidas por mí, con la mira de mi
perfección, y que los frutos que ellas den han de hallarse en razón directa de mi
paciencia y mi resignación.
8- Al ver a un miserable que me tiende la mano, he de pensar que si la desprecio yo seré
despreciado igualmente a mi vez, si en esta existencia no, en una existencia futura, SÍ.
9- En mi conducta para con mis servidores y mis inferiores he de pensar que puedo a mi
vez tener que servir a aquellos a quienes he mandado; que si soy duro, exigente y
arrogante con ellos, de igual manera seré tratado; que los que son hoy mis inferiores o
mis subordinados, han podido ser antes mis iguales o mis superiores y aún estar
ligados a mí por los lazos de familia o de amistad.
10. No podemos pedir a Dios más que lo necesario, no tenemos derecho alguno a lo
superfluo, ateniéndonos a que este derecho tendría que ser igual para todos y que, en
el estado actual de nuestro mundo hay imposibilidad material de que cada uno de los
habitantes de la Tierra pueda disfrutar de lo superfluo. Si tengo lo necesario, pues, he
sentirme feliz; si tengo lo superfluo he de decirme que, si nada he de llevarme de la
Tierra, la fortuna de que gozo no es más que un depósito del cual soy únicamente el
administrador y usufructuario; que, al concentrarla en mis manos, Dios me ha confiado
un poderoso instrumento para el progreso y el bien de todos, con la misión de dirigir
su empleo, y del cual habré de dar debida cuenta. Si no la hago servir más que para mi
personal satisfacción, Dios me aplicara estas palabras: Tú haz recibido ya tu
recompensa..
11. Si me siento afligido por la pérdida de personas que me fueron queridas, he de
felicitarme de que hayan salido antes que yo de su destierro y antes que yo gocen de la
77
felicidad de la vida espiritual, exenta de las amarguras de la vida terrestre; y he de
consolarme de su partida pensando que no hay entre ellas y yo más que una separación
momentánea, y que más a menudo y más fácilmente podrán hallarse ahora cerca de
mí.
12. No hay una sola imperfección que no tenga sus consecuencias inevitables en el
presente o en el porvenir; he de decirme pues, que todos los defectos de que yo me
hubiese corregido, todas las faltas que no hubiese expiado o reparado en esta vida, son
otras tantas deudas que me será preciso pagar tarde o temprano y que en una nueva
existencia habré de sufrir las privaciones, las penas y los sufrimientos que son sus
efectos naturales.
13. La nada después de la muerte es lo que haría inútiles los esfuerzos que yo pudiese
hacer para mejorarme. Gracias al conocimiento que tengo de la vida futura, sé que
nada de lo que se adquiere esta perdido y que todo sirve para el propio progreso. No he
de despreciar, pues, ocasión alguna de mejorar mi Espíritu y de purificar mi alma, aun
con la certeza de que me queden pocos años de vida, diciéndome que todo eso lo tengo
ganado para otra existencia.
14. Los accidentes y las enfermedades que ponen a nuestra vida en peligro son
advertencias para hacemos pensar en la fragilidad de nuestra existencia, que puede
quedar trunca de un momento a otro; ellos nos previenen de la necesidad de
aprovechar para nuestro progreso intelectual y moral, el plazo que nos es concedido,
pues no nos llevamos de este mundo más que las cualidades del alma, buenas o malas,
y únicamente ellas conforman nuestro verdadero patrimonio.
“…No son los más inteligentes
ni los más dotados los que
alcanzan el verdadero éxito en
su vida, sino los que más
perseveran…” Anónimo
78

Documentos relacionados