Percepción de los medios de comunicación sobre el

Transcripción

Percepción de los medios de comunicación sobre el
Presentado: 2/04/2013
Aceptado: 2/06/2013
Percepción de los medios de
comunicación sobre el protocolo
Perception of Media about Protocol
CARLOS FUENTE.
[email protected]
Universidad Camilo José Cela
156
Fuente, C. (2013): “Percepción de los medios de comunicación sobre el protocolo”.
Compé, Revista Científica de Comunicación, Protocolo y Eventos. Núm 1, pp. 156-174. Madrid: Ediciones Protocolo.
CARLOS FUENTE
R esumen :
Los últimos casos de corrupción política acaecidos en España y que supuestamente han
servido para la financiación ilícita de partidos políticos o para el lucro personal de algunos altos
representantes, han estado muy vinculados al sector de los grandes eventos. Concesión de contratos
a determinadas empresas para la organización de diferentes actos de coste millonario, de los que a
posteriori se ha conocido que o bien no se han celebrado o cuyo valor real estaba muy por debajo
del facturado, ha causado una profunda herida en sector profesional de quienes se dedican al Protocolo y la Organización de Eventos.
Pero especialmente, ha conseguido que los medios de comunicación influyentes hayan terminado por asociar el Protocolo a los gastos innecesarios y generando con ello el efecto rebote en
los políticos que tratan de mejorar su imagen de austeridad en estos tiempos de crisis con supuestos
recortes a los gastos de protocolo. A lo largo de esta aportación trata de demostrarse el tratamiento
que tanto los medios de comunicación y los representantes públicos dan a la cuestión, generando
una confusión alta sobre lo que en realidad es Protocolo.
Expresiones como la de la Defensora del Pueblo de España relativos a la total supresión de
los gastos de protocolo en su institución, cuando se refiere a invitar a cafés o al uso de vehículos
oficiales, han contribuido a desvirtuar lo que realmente es hoy esta disciplina en España y en el
mundo. Un problema que afecta a todas las instituciones públicas y que ha generado un alto descrédito profesional probablemente irreparable. A lo largo de este texto trata de reflexionarse sobre
esta cuestión mediante el estudio de casos reales y su análisis.
Palabras clave: Protocolo, gastos de representación, suntuoso, medios de comunicación, actos,
ceremonia, evento.
A bstract :
The last cases of political corruption in Spain and supposedly served to illicit financing of
political parties or for personal gain of some senior officials have been closely linked to major events
sector. Awarding contracts to certain companies for organizing various millionaire-cost events of
which was afterwards known that either have not been held or whose real value was well below
the baggage, has caused a deep wound in the professional sector of those engaged in Protocol and
Event Management.
157
Percepción de los medios de comunicación sobre el protocolo
But especially, has made influential media have come to associate the Protocol to unnecessary spending and thereby generating the rebound effect politicians who try to improve their image
of austerity in these times of crisis spending cuts assumptions protocol. Along this input processing
is shown that both the media and the public representatives give the question, generating a high
confusion about what is actually Protocol.
Expressions such as the Spanish Defensora del Pueblo concerning the total abolition of the
costs of protocol at their institution, when it comes to inviting cafes or use of official vehicles, have
helped to undermine it really is today the discipline in Spain and the world. A problem affecting all
public institutions and generated a high professional discredit probably irreparable. Throughout this
text is reflect on this question by real case studies and analysis.
Key words: Protocol, expenses, sumptuous, media, events, ceremony, event.
158
NÚMERO 1 • AÑO 2013 • Nº ISSN PENDIENTE
CARLOS FUENTE
Índice:
1. Introducción.
2. Estudio de campo.
3. Conclusiones a modo de decálogo
1. Introducción
Es oportuno en un Congreso Universitario de este tipo, en el que se pretende reflexionar
sobre la comunicación y los eventos, hacer referencia a la percepción que los medios de comunicación tienen sobre el ámbito estricto del protocolo. existe una sensación general en el sector profesional protocolario, de que periódicos, radios, televisión y medios digitales “vapulean” cada día
el ejercicio de esta profesión por la desacreditación que hacen sobre la cuestión.
El movimiento virtual “Queremosorganizareventos” (QOE), un fenómeno sin precedentes en
España con casi de un millar de seguidores, que ya extiende sus redes por América Latina, y que ha
generado más de un millón de comentarios y más de un millar de debates, no hay día que eleve a
la red referencias periodísticas que denostan al protocolo y a quien lo ejerce. Incluso evidencia en
sus post y comentarios un cierto canibalismo endogámico que contribuye a la división interna, lo
que agrava más la cuestión. Invitamos pues a quien no haya accedido a estas redes que lo haga y
pueda comprobar de primera mano la realidad de lo que aquí se dice.
Las propias asociaciones profesionales existentes en este país, como la Asociación Española de Protocolo (AEP) o la Asociación Catalana de Protocolo y Relaciones Institucionales (ACPRI)
muestran su preocupación por este creciente desprestigio hacia el Protocolo que generan los medios de comunicación y el intrusismo evidente que la mala conciencia política tolera como una
forma de mostrar su alejamiento del Protocolo como instrumento necesario para la preparación y
realización de sus eventos y ceremonias. Hasta tal punto llega esta hostilidad política, que algunos
departamentos protocolarios han quedado sin funciones, que han sido traspasadas de forma velada
a los servicios de comunicación o asesores sin denominación que con mucho desconocimiento se
ocupan cada vez más de este campo. Estas asociaciones están comenzando a desarrollar acciones
para mejorar la imagen del Protocolo, pero se ven abocadas a hacerlo a través de la denominación
eventos, que al menos hasta ahora no son objeto de crítica.
Subyace en el fondo una gran confusión para los medios de comunicación de los que realmente es Protocolo, confundiéndolo normalmente con comidas, viajes y otros boatos, que realmente no deben asociarse a protocolo, sino a gastos de representación. Igualmente, el Protocolo es
159
Percepción de los medios de comunicación sobre el protocolo
un “arma” idónea para que los grupos políticos en la oposición traten de desgastar a los gobiernos
sacando siempre los espinosos gastos mal definidos como protocolarios. En realidad, deberían definirse como gastos de relaciones institucionales, de relaciones públicas o de representación institucional. Pero ¿qué tiene que ver el Protocolo con los viajes de un alcalde? ¿Es el protocolo caro y
por lo tanto hay que eliminarlo? Sería una falacia pensar así. Un desacierto. Pero la impopularidad
de la palabra ha perjudicado notablemente a la profesión. Tanto, que la mayoría prefiere acogerse
a la denominación de profesional de los eventos.
Centrémonos pues en lo que dicen y dan a entender los medios de comunicación, siempre
influyentes, a través de sus medios impresos o audiovisuales y digitales. De su percepción se empapa, evidentemente, la sociedad, razón que justifica esta reflexión que sobre datos objetivos se
hace. Este primer estudio en realidad es una declaración de intenciones, pues requiere de mayor
investigación, contraste y análisis, por lo que constituye un simple punto de partida que habría de
refutarse con mayores abundamientos que deben de acometerse con urgencia para extraer conclusiones precisas y muy realistas que permitan establecer una estrategia para recuperar un prestigio
hoy cuestionado.
2. Estudio de campo
Lo cierto es que la respuesta que se detecta con un sencillo seguimiento de los medios de
comunicación pone en evidencia el hecho comprobado de que el Protocolo es el gran enemigo
a extinguir, quizá en parte porque se ha confundido a la sociedad con la circunstancia de que los
gastos poco justificables de la representación política o empresarial emanan de la necesidad de
una supuesta política protocolaria o de relaciones institucionales o sociales. Nadie discute hoy que
unos padres gasten doscientos euros en el “vestidito” de su hija para la ceremonia de graduación
de bachillerato a sus 18 años en el instituto de turno, y sí en cambio los medios de comunicación
y la sociedad en general valoran como un boato innecesario la etiqueta exigida en determinados
eventos oficiales, por poner un sencillo ejemplo. Una contradicción. Por otra parte, las imágenes
trasladan como dos mundos: el de la corbata y vestidos de marca inalcanzables para la mayoría
y el de las prendas alternativas. El primero se asocia al protocolo y el segundo sencillamente a la
normalidad. Mal binomio.
Casos de supuesta (y ya no tan supuesta) corrupción cometidos a la sombra de la celebración
de eventos protocolarios para obtener recursos de forma fraudulenta, han hecho un grave daño a
los protocolistas y a los organizadores de eventos en general, probablemente irreparable. No sólo
porque salgan a la luz cifras astronómicas injustificadas, sino por el hecho mismo de que aunque
fueran correctamente ajustadas el país pueda permitirse de determinados “actos y mal llamados
gastos protocolarios” (se señala esta expresión con comillas). El daño tiene tan difícil reparación que
160
NÚMERO 1 • AÑO 2013 • Nº ISSN PENDIENTE
CARLOS FUENTE
hoy vende recortar en Protocolo y hasta muchos políticos y empresarios no quieren ni oír hablar de
responsables de protocolo o de acciones protocolarias en su ámbito competencial. Se han refugiado
en la expresión “evento”, como si en él no existiera el protocolo. Y todo evento es puro protocolo.
Las palabras de la Defensora del Pueblo, Soledad Becerril han contribuido negativamente a
esta ceremonia de la confusión: “Hemos suprimido algunas cosas. Había un capítulo de protocolo, pues cero, se acabó. Se puede invitar a un café, pero nada más. Vamos a reducir a la mitad los
158.000 euros que había para reuniones y conferencias”. Y si era poco el dardo, remata: “Había
seis coches oficiales, pues lo hemos dejado en tres y los demás se envían al parque móvil. Se tiene
que notar la austeridad. Estos son los tiempos”.
El protocolo para esta alta representante llamada a defender los derechos ciudadanos se reduce a quitar tres de seis coches, y a dejar el café con pastas en un sencillo café. Eso es para ella el
protocolo. ¿No es indignante para la profesión que se transmita una idea de que hemos vivido por
encima de nuestras posibilidades por los excesivos gastos en este capítulo? El experto y delegado
territorial de la Asociación Española de Protocolo en Galicia, Juan José Feijoo, decía recientemente
en la Revista Protocolo1 que diariamente actualiza Ediciones Protocolo2 y el Instituto Superior de
Protocolo y Eventos (ISPE)3, que es fácil para un político “llenarse la boca cuando habla de gastos de
protocolo”. El profesional y columnista de este medio abunda: “El gestor público o político de turno
enseguida se presta a anunciar a los cuatro vientos que prescindirá de coche, comidas y aquellos
gastos que generen “fastos”. O sea, aquello que mediáticamente es correcto. Y en ese lote, como
repetidamente hemos dicho, entra el papel de los asesores de protocolo cuya misión es mucho más
seria que todo eso y cuyo trabajo es tan digno como el que pueda realizar otro profesional. Por eso,
cada vez que en un medio de comunicación hace referencia a los la llamados “gastos de protocolo”
habría que transmitir a la sociedad que una cosa son los “gastos de representación”, donde entran
cafés, comidas, regalos y atenciones, viajes y alojamientos, y otra que es la gestión estricta del protocolo que si está en manos de verdaderos profesionales no es gasto, sino inversión de la que se
espera resultados favorables, es decir, un ROI4 positivo.
2. 1 Titulares periodísticos agresivos
Lo cierto es que en los últimos años no hay día que a los buscadores de Internet salten noticias de los medios como éstas:
ABC5: “Dos millones y medio de euros para gastos de protocolo y representación en el Ayun1www.revistaprotocolo.com
2www.edicionesprotocolo.com
3www.protocolo.eu
4
Siglas correspondientes a la traducción inglesa de Retorno de la Inversión (Return on investmen).
5http://www.abc.es/local-aragon/20130328/abci-gastos-protocolo-ayuntamiento-zaragoza-201303211006.html
161
Percepción de los medios de comunicación sobre el protocolo
tamiento de Zaragoza”.
Deia6: “El PNV de Lemoa pide los gastos de protocolo por las críticas de Bildu”.
Europa Press7: “Sanz se felicita por haber reducido un 93% los gastos de protocolo en
­ omares”.
T
Diario Información8: “Esquerra Unida critica los gastos municipales en protocolo”.
El Norte de Castilla9: Polémica por los gastos de protocolo.
El Confidencial10: “Dívar pasó como gastos de protocolo las cenas con su jefe de seguridad
en Marbella”.
El País11: La Casa del Rey reducirá sueltos de altos cargos y gastos de protocolo.
El Mundo12: El PP pide todos los gastos de Visa de la Junta y los de Protocolo.
Son solo algunos de los cientos de titulares que en los últimos años se han registrado en los
medios de comunicación, abriendo noticias que normalmente van acompañadas de comentarios
de los oyentes que son aún más incisivos y crueles en el tratamiento de esta cuestión, pero que tiene
un factor que le da relevancia: esa es la percepción real que la mayoría de los ciudadanos tienen al
respecto. Sería muy interesante y se anima desde aquí a que algún investigador haga un análisis en
profundidad sobre el trinomio protocolo-medios de comunicación-crisis, al que debería sumarse lo
que la sociedad piensa al respecto.
Por lo visto y leído, se puede adelantar que obviamente el sector no sale bien parado, lo que
ha obligado a las administraciones públicas a tomar presentar la cuestión como mejor cala en el
electorado: “Reducimos gastos de protocolo”, aunque se mantengan partidas presupuestarias para
eventos ineludibles. Esto ha generado un efecto colateral grave para la profesión: la pérdida de
influencia de los responsables de protocolo, a quienes en ocasiones físicamente se les esconde, o
sencillamente se les deja sin marco de actuación, o son sustituidos por personas ajenas, favoreciendo el intrusismo, que dentro del epígrafe de asesores se ocupan de la materia sin que en momento
6http://www.deia.com/2013/05/03/bizkaia/arratia-nervion/el-pnv-de-lemoa-pide-los-gastos-de-protocolo-por-las-criticas-de-bildu
7http://www.europapress.es/andalucia/sevilla-00357/noticia-sanz-estoy-muy-tranquilo-despues-anostomares-sea-unico-escandalo-encontrado-psoe-20130503113154.html
8http://www.diarioinformacion.com/alacanti/2012/01/22/esquerra-unida-critica-gastos-municipalesprotocolo/1214596.html
9http://www.elnortedecastilla.es/20091105/valladolid/polemica-gastos-protocolo-20091105.html
10http://www.elconfidencial.com/espana/2012/06/12/divar-paso-como-gastos-de-protocolo-las-cenascon-su-jefe-de-seguridad-en-marbella-99881/
11http://politica.elpais.com/politica/2012/04/11/actualidad/1334139072_934850.html
12http://www.elmundo.es/elmundo/2011/07/13/andalucia/1310537231.html
162
NÚMERO 1 • AÑO 2013 • Nº ISSN PENDIENTE
CARLOS FUENTE
alguno se les relacione con el departamento de Protocolo.
Al respecto, el jefe de Protocolo del Ayuntamiento de Yecla (Región de Murcia), titulaba
recientemente en su blog (2013)13: “Tiempos difíciles para el protocolo municipal”. En su escrito
denuncia el ataque continuado al que se someten estos departamentos y lamenta la confusión de
gastos de protocolo con gastos de representación, algo que considera absolutamente injusto, “si
tenemos en cuenta que la organización de estos actos genera trabajo para las empresas que intervienen en su producción y ejecución”. Denuncia que bajo esta política se esconde el despido a
magníficos profesionales, que son “sustituidos por personas ajenas a este mundo” y que en otros
casos, “la jubilación de determinados profesionales, supone la amortización de su plaza, o se contratan externamente los servicios de protocolo”.
Son excepcionales los medios de comunicación que dan oportunidad a explicar el punto de
vista profesional, ese que permite situar al Protocolo en el centro de una estrategia encaminada a
generar imagen, marca, proyección, negocios, transparencia, acercamiento, rentabilidad, ahorro,
etc. A uno por lo menos le cuesta personalmente encontrar oportunidades para extenderse en ese
matiz (La Nueva España; 2012)14.
Incluso existe entre los profesionales la certeza de que es mejor no acceder a entrevistas en
los medios porque al final se van a la segunda consideración que tienen hacia el Protocolo, que no
es ni más ni menos que la etiqueta y el saber estar, o como mucho lo vinculado con la realeza o determinados eventos diplomáticos o la anécdota que genera lo que denominan fallos de protocolo.
De ello hay también un buen compendio de artículos y entrevistas donde prestigiosos profesionales terminan cayendo en las garras periodísticas conducentes a presentar el Protocolo como saber
estar, la etiqueta o las anécdotas. Así le ocurrió al que fuera primer jefe de Protocolo del Estado
de España, Joaquín Martínez-Correcher quien con ocasión de unas jornadas en Asturias el diario
La Voz de Avilés (Gutiérrez, Silvia; 2012) le interpela sobre “¿cómo afecta al protocolo el carácter
campechano del Rey?”. El hábil diplomático sabe driblar con habilidad el disparo (“el carácter de
una persona no tiene nada que ver con el protocolo”, respondió), pero no pudo evitar que el medio
titulara con aquello que engancha a la opinión pública aunque se descontextualice: “El Rey no se
salta el protocolo, lo cambia, que es distinto”.
El Protocolo gana, en otro sentido, espacio en los medios cuando aporta anécdotas, glamour
y etiqueta, y, especialmente, cuando se pillan los denominados errores, que en muchas ocasiones
no son tanto, y sobre los que los periodistas o blogueros se ceban en ocasiones para desacreditar a
personajes determinados. Son cientos las referencias que recogen los periodistas en sus diferentes
medios a propósito de supuestos errores de protocolo, como el diario ABC que, en su sección de
13
14
http://alfonsoyague.blogspot.com.es/
http://mas.lne.es/cartasdeloslectores/carta/9990/buen-protocolo-aporta-imagen-negocio.html
163
Percepción de los medios de comunicación sobre el protocolo
Gente y Estilo15, titula: “ Fallos de Protocolo ‘Reales’ ”. Entiende el diario como tales el incorrecto
brindis del presidente estadounidense, Barack Obama ante la Reina Isabel II, el abrazo de Michell
Obama a la intocable Reina británica, la risa de un bebé en el telefóno del Rey mientras el embajador de Marruecos le presentaba cartas credenciales en Palacio Real, la no petición de permiso en la
ceremonia de la Infanta Elena en su boda sevillana, la no atención a la Princesa Letizia en su visita
oficial a la Presidencia de Perú mientras su esposo pasaba revista de honores, o que la misma vistiese de pantalón en el desfile del Día de la Hispanidad o que no le hubieran indicado correctamente
el sitio en la tribuna del desfile del Día de las Fuerzas Armadas celebrado en 2012 en Valladolid.
Son muchas referencias, como el atasco del coche oficial de Obama en su viaje a Irlanda16, al dar
con los bajos del vehículo en el suelo. Realmente más que errores (que a veces lo son, pero no
imputables estrictamente al protocolo), generalmente son meras anécdotas. Errores que en las redes
sociales el público termina por burlarse con expresiones como: “Señor presidente, bájese a ayudar
a empujar”.
2.2 Protocolo versus realeza
Son innumerables las referencias al Protocolo cuando se trata de eventos relacionados con
las casas reales, tomas de posesión de los jefes de Estado, así como en las cumbres internacionales
o bilaterales. Esencialmente puede acreditarse que normalmente el Protocolo para los medios se
ciñe exclusivamente al ámbito de los actos más ceremoniosos de Estado, a las actividades solemnes
de las administraciones y en su aspecto social al saber estar y la etiqueta masculina y femenina.
Se habla de Protocolo constantemente cuando son actos de la realeza, situaciones de cortesía en
las actuaciones de los representantes de los poderes, las relaciones entre gobernantes de diferentes
países e, incluso en el ámbito deportivo a las acciones colaterales a la propia celebración de la
competición. “Los jugadores se saludan protocolariamente antes de iniciarse el partido…”, “Nadal
recoge el trofeo en un acto protocolario…” o “Jorge Lorenzo respetó el Protocolo”.
Lo ocurrido en Estados Unidos, con ocasión de la visita de la Reina de Inglaterra, es un buen
ejemplo de ello: “Los estadounidenses se ponen al día en protocolo para recibir a Isabel II”, titulaba
el diario El Mundo (2007)17, que iniciaba su crónica con este párrafo: “La reina de Inglaterra visita
la antigua colonia y los estadounidenses han desempolvado los manuales de protocolo para no olvidar detalles como que los sombreros, poco populares a este lado del charco, no se deben utilizar
tras caer la tarde”. La cuestión llega a tal extremo que Efe en su crónica dice: “La lista protocolaria
recuerda a unos estadounidenses poco amigos de las formalidades que, al menos en Gran Bretaña,
cuando la reina deja de comer durante un ágape, el resto también debe hacerlo. Además, cuando
Isabel II entra en una habitación todo el mundo se pone en pie, aunque, en contra de lo que pueda
15
16
17
164
http://www.abc.es/20110527/estilo/abci-fallos-protocolo-201105271209.html
http://www.youtube.com/watch?v=CH0UqNjpZQM&feature=fvwp&NR=1
http://www.elmundo.es/elmundo/2007/05/04/internacional/1178269615.html
NÚMERO 1 • AÑO 2013 • Nº ISSN PENDIENTE
CARLOS FUENTE
parecer, las reverencias son prescindibles y “es aceptable”, llegado el caso, el socorrido apretón de
manos”. El fenómeno alcanza tales magnitudes que para resolver dudas sobre cómo proceder en
caso de toparse con la realeza pueden llamar a una “línea caliente” habilitada para la ocasión. “Ese
esfuerzo informativo podría permitir que no se repita el aprieto que pasó el presidente Ronald Reagan (1981-1989) cuando en la Casa Blanca sirvieron una taza de té al príncipe de Gales, durante
una visita oficial, al estilo americano y dejaron la bolsita dentro del recipiente”.
Todos los medios, con ocasión de la boda del Príncipe Guillermo y la hoy su consorte Kate
Middleton, el 29 de abril de 2011, volcaron grandes esfuerzos por intentar explicar todos los detalles de Protocolo, e incluso en su plantel de comentaristas no podía faltar un experto en acreditado
en la cuestión. La Revista Vogue18 incluso admitía la necesidad de conocerlo: “Así que todos vamos
a estar presentes de alguna manera deseándoles lo mejor, y necesitaremos estar al tanto del protocolo y el cronograma de los festejos”. Toda su crónica sobre un titular de gran tamaño: “El Protocolo
de la Boda Real”. Terra TV19, bajo el título global de “Protocolo de la Boda Real del Príncipe William
de Gales y Kate Middleton, se permite incluso dar con todo detalle las reglas a tener en cuenta si
se asiste a la boda. “Cómo funciona el protocolo en una boda real”, titula lainformación.com20, que
subtitula: “Saludos, vestimenta y comportamiento en la mesa son algunas de las cuestiones principales que hay que conocer”.
La reciente ceremonia de investidura del Rey Guillermo de Holanda, tras la abdicación de su
madre la Reina Beatriz, llenó multitud de espacios dedicados a hablar del protocolo de la misma. El
Diario La Prensa de Argentina21 titulaba: “Las ceremonias del traspaso bajo un protocolo flexible”.
En su crónica alude de nuevo a expresiones muy comunes en este tipo de crónicas: “ ‘Tenemos un
protocolo que podría decirse que es estricto, pero algo más relajado que el de otras casas reales europeas’, dijo un portavoz del servicio de información de la casa real neerlandesa”. Todos los medios
consultados en España tanto escritos como audiovisuales incluyeron en su programación continuas
referencias al protocolo, dedicándose amplias tertulias a los aspectos concretos protocolarios.
La Familia Real Española no es ajena a esta cuestión, aunque a veces de forma contradictoria. Los medios cubren con mucha atención sus eventos, en los que no suele faltar la referencia
al Protocolo. La Boda del Príncipe Felipe y doña Letizia en 2004 fue un claro ejemplo de ello, en
esa ocasión en tono dulce y glamouroso. Pero, en cambio, cuando se tratan aspectos que van más
allá de la incidencia estrictamente protocolaria, los medios de referencia española obvian en su
mayor parte la expresión protocolo. Es curioso el tratamiento dado con motivo del Día de la Fiesta
18http://www.vogue.mx/articulos/el-protocolo-de-la-boda-real-de-los-principes-de-gales/139
19http://www.youtube.com/watch?v=aCi-U4q5S9Y
20http://relaciones.practicopedia.lainformacion.com/protocolo/como-funciona-el-protocolo-en-una-boda-real-13056
21http://www.laprensa.com.ar/406231-Las-ceremonias-del-traspaso-bajo-un-protocolo-flexible.note.
aspx
165
Percepción de los medios de comunicación sobre el protocolo
Nacional, al novedoso protocolo sobre la posición de la Infanta doña Elena. A excepción del diario
Público22, que titulaba: “La Casa Real estrena un nuevo protocolo que margina a las infantas”, los
demás medios apenas utilizaron la palabra protocolo. Así El Mundo23 titulaba: “La infanta Elena,
ni en la Tribuna con el Rey ni en el saludo en la recepción” y en su crónica no hay referencia a la
palabra estudiada. Periódico Que!24: “Desfile militar de la Fiesta Nacional: La Infanta Elena fuera de
la tribuna de autoridades”. Diario de León25: “La Infanta Elena, en un segundo plano en el desfile
militar”. Tampoco aparece la palabra protocolo en su crónica, como ocurriera lo mismo en la Revista Hola26: “La nueva imagen de la Familia Real española se escenifica en los actos del día de la
Fiesta Nacional”. Telecinco en la misma línea: “La Infanta Elena, ausente en el palco presidencial”.
Cadena Ser27: “La infanta Elena no sigue el desfile desde la tribuna con los reyes y los príncipes”. El
Correo28: “Este día tenía que llegar, explica la infanta Elena, que se ‘cae’ de la tribuna presidencial”.
Libertad Digital29: “El desprecio a Elena: con Rubalcaba y lejos del palco”. La sexta30: “La infanta
Elena, ni en la tribuna del rey ni en el saludo de la recepción”. La Razón31: “Este momento tenía que
llegar”. El diario El País32: “La infanta Elena queda fuera del ‘núcleo central’ de la Familia Real”, y
en su crónica solo alude a un “diferente tratamiento protocolario”. Y así sucesivamente. En conclusión, ni en situaciones claramente de protocolo en Estado puro los medios hacen referencia a su
contexto claramente profesional.
2. 3 Saltarse el protocolo
Sobretodo los medios de comunicación tienen especial sensibilidad cuando se refieren a
“saltarse el protocolo”, lo que de alguna forma viene a poner de manifiesto esa idea preconcebida
que los comunicadores tiene del Protocolo como algo que ata, férreo y rancio. Por eso se jalea
la ruptura. De hecho, introduciendo los términos “el Rey se salta el protocolo” Google muestra
258.000 resultados. Titulares como éstos: “Berlusconi se salta el protocolo y ‘toquetea’ al Rey” (El
Economista, 2011)33. Un reportaje del periódico Hoy de Extremadura, titulado “Así es la oficina del
fantas
html
22http://www.publico.es/espana/443814/la-casa-real-estrena-un-nuevo-protocolo-que-margina-a-las-in-
23http://www.elmundo.es/elmundo/2012/10/12/espana/1350038285.html/
24http://www.que.es/ultimas-noticias/espana/201210121337-desfile-militar-fiesta-nacional-infanta-cont.
25http://www.diariodeleon.es/noticias/espana/la-infanta-elena-en-un-segundo-plano-en-desfile-militar_733417.html
26http://www.hola.com/realeza/casa_espanola/2012101261207/reyes-principes-asturias-desfile-militar/
27http://www.cadenaser.com/espana/articulo/infanta-elena-sigue-desfile-tribuna-reyes-principes/
csrcsrpor/20121012csrcsrnac_9/Tes
28http://www.elcorreo.com/vizcaya/20121012/mas-actualidad/politica/infanta-elena-tribuna-presidencial-201210121552.html
29http://www.libertaddigital.com/chic/corazon/2012-10-12/el-desprecio-a-la-infanta-elena-sentadacon-rubalcaba-y-lejos-del-palco-1276471199/
30http://www.lasexta.com/videos-online/noticias/nacional/infanta-elena-tribuna-rey-saludo-recepcion_2012101200033.html
31
http://www.larazon.es/detalle_hemeroteca/noticias/LA_RAZON_494158/5723-la-infanta-elena-en-latribuna-de-las-autoridades
32
http://politica.elpais.com/politica/2012/10/11/actualidad/1349988805_279448.html
33http://ecodiario.eleconomista.es/internacional/noticias/3123645/06/11/Italia-conmemora-los-
166
NÚMERO 1 • AÑO 2013 • Nº ISSN PENDIENTE
CARLOS FUENTE
Rey”, escribe su autora (Veiga, Y.; 2013): “En este rincón donde cuelga la obra de Dalí despacha el
monarca con las visitas. El protocolo ordena que don Juan Carlos reciba en la sala de audiencias
-esa grande donde los políticos juran su cargo- y pose para la prensa durante un minuto antes de
pasar al despacho. Pero en ocasiones, como cuando recibió al Papa y a Angela Merkel, se salta el
protocolo. Les atendió directamente en el despacho para dar a entender que la reunión era más
personal y privada”. Las referencias a saltarse el protocolo son altísimas cuando se refieren al Papa
Francisco, pero incluyen también a gobernantes y políticos: “Angela Merkel se salta el protocolo
Vaticano: sin velo y con pantalones” (Periodista Digital; 201334). En su interior trata la noticia de
tal forma que refuta lo antes señalado en el sentido de que saltarse el protocolo es más próximo y
humano, frente al estricto oficialismo: “Como cuenta Mábel Galaz en El País, la canciller alemana
ha sido fiel a su manera de vestir y ha acudido con un traje oscuro de pantalón, cuando las normas
indican que las mujeres deben llevar en estas ocasiones falda por debajo de la rodilla y la cabeza
cubierta con un velo. La norma es obligatoria para las católicas aunque por respeto a la tradición es
habitual que quienes no lo son también la sigan. Merkel ha hecho valer su condición de protestante.
El Vaticano es últimamente más tolerante en la ausencia de velo. A los hombres se les exige frac o
traje negro y a los militares, uniforme de gala. Solo color blanco les está permitido usar a las reinas
católicas. En esta ocasión han sido Paola de Bélgica y la Gran Duquesa María Teresa de Luxemburgo quienes han hecho uso de este privilegio y han lucido en la misa un traje de este color con una
mantilla a juego”. De la lectura de esa noticia puede derivarse cómo sale mejor parada la canciller
federal que las reinas, proyectando de ellas una imagen más obsoleta y tradicional. La reina Sofía
también se suma a este protocolo cuando acude al Vaticano, incluyendo además una peineta para
colocarse el velo.
2. 4 Las anécdotas de protocolo
Son muchas las referencias periodísticas que aparecen en torno a las anécdotas al Protocolo,
siendo junto a la expresión de saltárselo, lo que más puede verse. La Revista Semanal, citando al
diplomático José Antonio de Urbina, que fuera Introductor de Embajadores y director general de
Protocolo del Ministerio de Asuntos Exteriores recoge el hecho de que Jordi Pujol no pudo llegar
hasta la escalinata de La Moncloa donde le esperaba el Presidente Felipe González por “un funcionario de seguridad, al no ver el otro banderín con la enseña nacional, detuvo el coche y le pidió
al conductor que se identificara. Felipe González que vio abrirse la puerta del coche y salir como
un jabalí a Pujol, saltándose cualquier norma de protocolo, corrió a abrazarlo, ante la multitud de
fotógrafos que cubrían el encuentro”.
Como ya se señalaba anteriormente, don Juan Carlos, al que más fama se le atribuye de
150-anos-de-su-unificacion.html
34http://www.periodistadigital.com/religion/vaticano/2013/03/19/angela-merkel-se-salta-el-protocolovaticano-sin-velo-y-con-pantalones.shtml
167
Percepción de los medios de comunicación sobre el protocolo
saltarse el Protocolo y protagonizar anécdotas en ese sentido, no hace eso en opinión de Joaquín
Martínez-Correcher (La Voz de Avilés; 2012): “Cuando a don Juan Carlos se le dicen cosas así, contesta que él no se salta jamás el protocolo, él lo cambia, que es distinto. Porque es el Jefe del Estado
y es el creador de la norma, todos los honores se dan en nombre del Rey, por lo que él no se salta
el protocolo nunca”.
El compositor italiano Gioacchino Rossini tras terminar una cena ofrecida por un distinguida
señora muy conocida por su tacañería a la hora de servir raciones, respondió a la anfitriona a su
deseo de que volviera a cenar lo más pronto posible con la siguiente frase: “Por mi, señora, ahora
mismo, si no le importa” (protocolo.org35). El mismo portal da cuenta del hecho de que George W.
Busch no cumpliese el protocolo de tratar como Santidad al Papa, al espetarle la frase: “Estoy muy
contento de estar con usted, Señor”.
Vanitatis36 resume los 75 años del Rey en ocho anécdotas. ABC37 cuenta en un artículo titulado “Don Juan Carlos una vida dedicada a España”, que el Rey ha protagonizado cientos de anécdotas, “siempre provocadas por su forma de actuar. Si haces las cosas pensándolas, no salen bien
–dice el Rey-. Pero si sigues tu instinto, si actúas espontáneamente, te salen”. Y celebra otra ocasión:
“Don Juan Carlos es también el insospechado intérprete entre Aznar y Clinton en un paseo a bordo
del «Fortuna»; el que, cuando un sorprendido Vaclav Havel le pregunta si el Rey de España puede
almorzar en una terraza al aire libre, sin más (estaban en Andratx), responde: “El Rey de España no
sé; yo, sí”.
Tienen eco en los medios diferentes entrevistas con jefes de protocolo, recurriendo los periodistas por una parte a dulcificar la función de sus profesionales (El País38: Entrevista a Josu Alberdi,
director de protocolo del Ayuntamiento de Vitoria: “Lo mejor muchas veces es olvidar el protocolo
estricto”; La Voz de Galicia39: Entrevista a Miguel Utray, director de Protocolo de la Presidencia del
Gobierno: “La visita del Papa será un reto para el Protocolo”; La Nueva España40: Entrevista con Enrique Fernández: “Gabino41 rompe el protocolo cada dos segundos”; La Nueva España42: entrevista
con Felio Vilarrubias: “Oviedo es un faro en el mundo del buen protocolo”), reducir el protocolo a
mera cortesía (Diario de Cádiz43: entrevista Antonio Sancho, jefe de Protocolo de la Diputación de
35http://www.protocolo.org/miscelaneo/curiosidades_y_anecdotas/anfitriones_tacanos.html
36http://www.vanitatis.com/casas-reales/2013/01/01/los-75-anos-del-rey-juan-carlos-en-ocho-anecdotas--22242/
37http://www.abc.es/informacion/juancarlos/vida/05.asp
38http://elpais.com/diario/2008/08/06/paisvasco/1218051610_850215.html
39http://www.lavozdegalicia.es/santiago/2010/09/10/0003_8717523.htm
40http://www.lne.es/oviedo/2009/01/27/gabino-rompe-protocolo-segundos/719864.html
41
Gabino de Lorenzo fue Alcalde de Oviedo y actualmente Delegado del Gobierno en el Principado de
Asturias.
42http://www.lne.es/oviedo/2010/10/19/felio-vilarrubias-oviedo-faro-mundo-buen-protocolo/982218.
html
43http://www.diariodecadiz.es/article/cadiz/1501796/protocolo/es/educacion/cortesia/amabilidad/no/
tiene/nada/cursi.html
168
NÚMERO 1 • AÑO 2013 • Nº ISSN PENDIENTE
CARLOS FUENTE
Cádiz: “El protocolo es educación, cortesía, amabilidad…no tiene nada de cursi”; Radiotelevisión
Canaria44: José Arturo Navarro: “Un buen jefe de protocolo tiene que tener sentido común, cultura
y conocimiento”) y desgraciadamente, por otra parte, para reflejar asuntos turbios (Diario de Mallorca45: “Cañellas acusa al jefe de Protocolo del Consell de manipular concursos”; La Voz de Galicia46:
Rafael Betoret, procesado en la causa de los trajes, cesa como jefe de Protocolo de la Diputación).
2. 5 Ausencia de periodistas especializados
En cualquier caso, después de múltiples averiguaciones, se puede afirmar que apenas existen
en España periodistas contratados en medios que sean especialistas en la materia, lo que obviamente hace que el tema pase más desapercibido, e incluso aspectos protocolarios que podrían arrojar
luz a determinadas situaciones que se reflejan en las noticias de actualidad no son aprovechados.
Cuando por necesidades de cubrir de forma íntegra un evento, acuden a la búsqueda de colaboradores puntuales, que en muchas ocasiones no son estrictamente expertos en la temática elegida,
pero que por su condición de profesional de protocolo se le presupone que es conocedor de todo
tipo de ceremoniales, lo que a priori constituye un error flagrante que ha de preocupar al sector,
cada vez más identificado con la necesidad de especializarse dentro de la propia profesión.
La inexactitud sobre lo que realmente es Protocolo lo genera en ocasiones el propio sector
a través de entidades o personas con claros afanes lucrativos y ajenos a la sensibilidad general del
profesional, aspecto éste sobre el que las asociaciones profesionales en su conjunto deberían combatir con cierta premura. Así, una entidad formativa no tiene inconveniente alguno en presentar
abiertamente el Protocolo como el “Saber ser y saber estar aplicado a la práctica política”47. U otras
que abiertamente difunden un concepto del protocolo asociado a la buena educación o determinados consejos de comportamiento, que enseguida convierten de forma errónea en “reglas”, como
algunos cursos llamados de protocolo y que realmente son de imagen.
3. Conclusiones a modo de decálogo
Este pequeño repaso que se ha dado a la visión general que los medios de comunicación
transmiten acerca del Protocolo y su entorno, permite alcanzar diferentes conclusiones que deben
ser objeto de una ardua reflexión por parte de los profesionales de los eventos y, al mismo tiempo,
de los periodistas y responsables de medios de comunicación. Obviamente estas conclusiones no
pueden refutarse al cien por cien sin un estudio mucho más exhaustivo, pero permite al menos
sentar las bases para una posible configuración de investigaciones posteriores. Se dan cuenta de las
44http://www.rtvc.es/noticias/navarro-un-buen-jefe-de-protocolo-tiene-que-tener-sentidocom%C3%BAn-cultura-y-conocimiento-96205.aspx
45http://www.diariodemallorca.es/mallorca/2012/06/02/canellas-acusa-jefe-protocolo-consell-manipular-concursos/770178.html
46http://www.lavozdegalicia.es/espana/2011/07/28/0003_201107G28P17994.htm
47http://www.youtube.com/watch?v=bJann7ZCxu4
169
Percepción de los medios de comunicación sobre el protocolo
conclusiones principales que de esta comunicación, fruto de un primer trabajo, en los apartados
siguientes:
Los expertos de la organización de eventos, tanto oficiales como no oficiales, consideran
que los medios de comunicación transmiten una imagen distorsionada de lo que realmente es el
protocolo desde el punto de vista profesional. Tienen tendencia a enmarcarlo en el contexto de lo
oficial, y muy especialmente, al entorno de la realeza. En cualquier caso, encasillan el protocolo a
lo estricto, al encorsetamiento y a lo muy oficial.
Fuera del ámbito oficial, los periodistas vinculan de inmediato el Protocolo al saber estar y a
la etiqueta, no reparando en momento alguno en la importancia de sus actuaciones para la proyección de las instituciones y las empresas.
Celebran subjetivamente los Medios que las autoridades se salten el protocolo, porque de
alguna manera los humaniza y les acerca a la Sociedad en general. Una percepción que refuta su
predisposición a pensar que el Protocolo es sinónimo de rigidez e inflexibilidad.
No rehúyen los Medios hacerse eco del Protocolo, pero sólo cuando aporta claridad a conflictos derivados de su aplicación, origina anécdotas o situaciones divertidas, curiosidades o frivolidades.
Como consecuencia de lo que trasladan o recogen dichos medios, la percepción social que
tienen los profesionales de lo que piensa la sociedad sobre Protocolo en su conjunto es negativa,
estimando que se dedican solo a cuestiones de etiqueta, festejos, comidas, boatos, influencias,
montaje de ceremonias innecesarias y estiman que su función es poco relevante o carece de sentido. En este sentido, establecen un estereotipo de persona rígida, muy formalista, ordenada y experto
en saber estar y buenos modales, sin que apenas se le observe como una persona que contribuye a
la buena imagen de la institución y a la Marca de país, región o ciudad, y que hace posible que los
eventos intenten cumplir sus objetivos.
Tanto los medios como la Sociedad consideran que el Protocolo genera gastos superfluos
que en la medida de lo posible son necesarios reducir o eliminar, sin que realmente sepan cuál es el
destino real de los presupuestos destinados a eventos. En este sentido, es una realidad la confusión
entre protocolo y gastos de representación.
Estas percepciones están generando desasosiego en la profesión, que se siente amenazada y
erróneamente valorada, hasta el punto de que muchos profesionales hablan abiertamente de “malos tiempos para el Protocolo”.
Apenas los Medios hacen críticas a los eventos, salvo algunos ya de por sí disparatados o sin
170
NÚMERO 1 • AÑO 2013 • Nº ISSN PENDIENTE
CARLOS FUENTE
sentido alguno. No son objeto de crítica, ni se les cuestiona, pero si sobre ellos aparece la acepción
Protocolo o Ceremonial toma una consideración radicalmente opuesta.
Resulta necesario a todas luces que los periodistas sean conocedores de lo que realmente
es protocolo, su significado y su contenido, cuestión que seguramente contribuiría a erradicar la
percepción negativa. En este sentido, sería conveniente que los medios de referencia contasen con
expertos en su plantilla o comentaristas especializados que sepan de la materia para contribuir a
una mejor y precisa divulgación de los diferentes actos y eventos.
Los gobernantes y políticos en general muestran sus temores a exhibir el Protocolo y en la
medida de lo posible procuran prescindir de un servicio o profesional que actúe bajo tal nombre,
prefiriendo otra denominación. Al objeto de evitar críticas, las partidas de protocolo se han reducido drásticamente en los últimos años, pero parte de ellas se contemplan de forma dispersa bajo otro
epígrafe en los presupuestos generales, con lo que en realidad es muy difícil hoy establecer el gasto
real que en Protocolo existe en España.
4. Referencias bibliográficas
ÁLVAREZ RODRÍGUEZ, M. L. (2008): «Nociones de protocolo desde la bibliografía de sus autoridades», en Revista Latina de Comunicación Social, 63, páginas 165 a 173. Universidad de La Laguna.
La Laguna (Tenerife). Consultado el 14 de noviembre de 2011 en http://www.ull.es/publicaciones/
latina/_2008/15_08_Vigo/ML_Alvarez_Rodriguez.html
ARÉVALO, J.P. (2001). Ciencia del protocolo. Ediciones Protocolo, Burgos.
CAMPOS, G. (2008). Producción de Eventos. La puesta en escena del Protocolo. Oviedo. Ediciones
Protocolo.
CAMPOS, G. (2011). Las artes escénicas, el espacio y su relación con los eventos. En Barañano, K
y Escanero, P. (Eds.); Escultura y paisaje. Pp. 229-258. II Congreso Internacional Suppot/Surface.
Escultura y paisaje. Valencia. Noviembre 2010. Fundación Cañada Blanch.
CAMPOS, G. (2012). Eventos para comunicar. En Misiego, F. y Ortega, E. (coord.). Cómprame y
¡vende!. 20 píldoras de los maestros del marketing. Editorial Rasche. Madrid.
CAMPOS, G. (2013). La puesta en escena, los espectáculos y la creatividad en los eventos de empresa. España 2005-2010. Madrid. Tesis doctoral. Paper.
CEBALLOS-ESCALERA, A. y GARCÍA-MERCADAL, F. (2003). Las órdenes y Condecoraciones civiles del Reino de España. Centro de Estudios Políticos y Constitucionales. Boletín Oficial del Estado.
171
Estrategias de comunicación y nueva diplomacia pública
Madrid. 2ª ed.
CHÁVARRI, T. (2004). Protocolo Internacional. Tratado de ceremonial diplomático. Ediciones Protocolo. Oviedo.
ENRÍQUEZ, C. y OLIVA, E. (2010). Los Príncipes. Preparados para reinar. Aguilar. Madrid.
F. ARIAS, I. (2012). Los presidentes y la diplomacia. Ediciones Plaza y Janés. Barcelona.
Feijoo, J.J. (2011). Prontuario básico de Protocolo. Ediciones Trea. Gijón.
FRANKLIN, E. B. (2007). Auditoría administrativa: Gestión estratégica del cambio. Pearson Educación.
FUENTE, C. (2007 a). Manual práctico para la organización de eventos. Ediciones Protocolo. Oviedo.
FUENTE, C (2007 b). Protocolo para Eventos. Ediciones Protocolo. Oviedo.
FUENTE, C. (2010). Protocolo Oficial. Las instituciones españolas del Estado y su ceremonial. Ediciones Protocolo. Oviedo.
GRANDVILLE, N. (2012). El Protocolo en la Unión Europea. Ponencia en las I Jornadas Europeas
de Protocolo, organizadas conjuntamente por la Asociación Española de Protocolo, Asociación
Portuguesa de Estudios de Protocolo e Instituto Mediterráneo de Protocolo. Elche (Alicante). 12 de
mayo. Elche.
GUTIÉRREZ, S. (2012). “El Rey no se salta el protocolo, lo cambia, que es distinto”. La Voz de
Avilés. 2 de agosto, recuperado el 9 de mayo de http://www.elcomercio.es/v/20120802/aviles/saltaprotocolo-cambia-distinto-20120802.html
HERRERO, J. C. y FUENTE, J. L. (2004). La Comunicación en el Protocolo. Ediciones Protocolo.
Oviedo.
LÓPEZ CABALLERO, B (2006). La diplomacia y su protocolo. Ediciones Protocolo. Oviedo.
LÓPEZ-NIETO, F. (1997). Manual de Protocolo. Barcelona. Ediciones Ariel. Segunda edición.
LÓPEZ-NIETO, F. (2000). Honores y Protocolo. El Consultor de los Ayuntamientos y Juzgados. Madrid.
MARÍN, F. (1997). Fundamentos del Protocolo en la comunicación Institucional. Editorial Síntesis.
172
NÚMERO 1 • AÑO 2013 • Nº ISSN PENDIENTE
ALFREDO A. RODRÍGUEZ GÓMEZ
Madrid.
MARÍN, F. (2004a). El Protocolo en los actos de empresa. La gestión de eventos corporativos. Editorial Fragua. Madrid.
MARÍN, F. (2004b). Diccionario de Comunicación Corporativa e Institucional y Relaciones Públicas. Editorial Fragua. Madrid.
MARTÍNEZ SUÁREZ, I. (2006). El protocolo en la administración local. Ediciones Protocolo. Oviedo.
MEDINA, C. J. (2005). La institución militar. Ceremonial, protocolo y símbolos. Ollero y Ramos
Editores y Ministerio de Defensa. Madrid.
OTERO, M. T. (2011). Protocolo y Empresa. El Ceremonial Corporativo. Editorial UOC. Barcelona.
PUMAR, J. (1990). Guía de Ceremonial y Protocolo. Santiago de Compostela. Caixa Galicia. La
Coruña. 2ª edición.
RAMOS, F. (2008). El Protocolo de empresa. Herramientas para crear valor. Instituto Tecnológico
Empresarial, Caixa Galicia. Oleiros (La Coruña).
RAMOS, F. (2010). La Comunicación y el Protocolo en el espacio local. Imagen y transparencia de
las instituciones públicas. Diputación de Pontevedra. Pontevedra.
RUBIO, P. V. (2006). Derecho Premial. Ediciones Protocolo. Oviedo.
RUEDA, F. y SANJUÁN, J. C. (1996). El Protocolo en la Sociedad y en la Empresa. Unión Fenosa.
Madrid.
RODRÍGUEZ, A (2007). Protocolo y Ceremonial en las Fuerzas Armadas. Ediciones Protocolo.
Oviedo.
RUBIERA, P. (2013). El escaparate internacional de Asturias. La Nueva España. 21 de abril. Pp 7475.
RUIZ MANTILLA, J. (2008). Una reivindicación del humanismo. El País. 25 de octubre. Madrid.
SIERRA, J. (2008). Protocolo: herramienta comunicativa, persuasiva y simbólica. Zar. Vol. 13. Nº 24.
SISKIND, B. (2007). Marketing de eventos. Ediciones Deusto. Barcelona.
173
Estrategias de comunicación y nueva diplomacia pública
TORRENTS, R. (2005). Eventos de empresa. El poder de la comunicación en vivo. Deusto. Barcelona.
URBINA, J. A. (2001). El Gran Libro del Protocolo. Ediciones Temas de Hoy S.A. Madrid.
VILARRUBIAS, F. (1992). El protocolo en los actos de la Administración, de las Corporaciones y de
las empresas. Servicio de Publicaciones de la Universidad de Oviedo. Oviedo.
VILARRUBIAS, F. (2004). Tratado de Protocolo. Ediciones Nobel. Oviedo
174
NÚMERO 1 • AÑO 2013 • Nº ISSN PENDIENTE