Descárgate el número 37 - Franciscanos Conventuales

Transcripción

Conventual
Antena
Nº 37. DICIEMBRE 2014
Revista de la Familia Franciscana Conventual
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La rnada
a
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en
Navidad
sumario
EN PORTADA
Detalle del Nacimiento en el Belén que
se coloca en Navidad en la parroquia
Nuestra Señora del Rosario de Madrid.
eDITORIAL De baja cuna. EN FAMILIA
Emoción en Palencia. José Luis Laiz Grandes recuerdos. Ursi Carrascal PROYECTO PASTORAL
Descubre la belleza del Adviento. Juan Antonio Adánez educación
Hermanos de Francisco, amigos de la paz. Bernardino Román Un curso lleno de belleza. Francisco Cezón CONVENTUALES
Santos y señas franciscanas. Gonzalo Fernández Adiós a Fr. Eloy Gómez. Redacción ENTRE COMILLAS Ahora que de todo hace 20 años. Asunta Utande PASTORAL
Hacia una pastoral de la belleza y del don. José Julio Diez CONVENTUALES
Medio siglo del Seraphicum. Sergio Barredo García Nuevo beato conventual. Juan Miguel Vicente concomitancias De pura cepa. Isabel Español
FRANCISCANISMO
“Comencemos, hermanos”. Javier Ortega
NAVIDAD
Solo los niños lo ven. Luis E. Larra Lomas ASÍS DIRECTO Cuando una vez es poco. Abel García-Cezón PASTORAL JUVENIL VOCACIONAL Educar en el asombro. Juan Cormenzana
HISTORIA Y VIDA
Presencia conventual en Sevilla: Parque Alcosa. Sergio Barredo García MISIONES Buena madre y mejor patrón. Segundo Anacona
DEsde la palabra La ley del maná. Juan Miguel Vicente
miradas Amigos. Inma Viguera en primera persona
Fr. Pedro Mayo: “Doy gracias a Dios por el don de la educación y la enseñanza”. Fr. Bernardino Palacios: “Continúo con la misma alegría, entusiasmo e ilusión”. Fr. Esteban Lomas: “Mi deseo ha sido estar siempre cercano a las personas”. 3
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Conventual Revista de la Familia Franciscana Conventual
Antena
Edita: Provincia Ntra. Sra. de Montserrat. Franciscanos Conventuales (España).
director: Luis E. Larra Lomas.
CONSEJO DE REDACCIÓN: Bernardino Román • Sergio Barredo • Juan Miguel Vicente •
Abel García-Cezón. CONSEJO ASESOR: Juan Antonio Adánez (Pastoral) • Bernardino Hos-
pital (Formación) • Roberto Llorente (Centros Educativos) • Juan Luis Cormenzana (Pastoral Juvenil Vocacional) • Jordi Alcaraz (Misiones-Justicia y Paz) • Antolín Mayo (Orden Franciscana Seglar) •
Gonzalo Fernández-Gallardo (Milicia de la Inmaculada).
administrador: Julián Pascual. diseño y maquetaciÓn: Diego Tapia.
redacciÓn y administración: C./ El Greco 16 (Batán). 28011 Madrid.
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2 / diciembre 2014 Conventual
Antena
La iglesia de San Juan de los Reyes, en
Toledo, detrás de una escultura en forma
de mano.
editorial
De baja cuna
Es diciembre, es Navidad. Cada mes tiene lo suyo, lo propio, y el
Puerta de acceso a la basílica
de la Natividad, en Belén.
último mes del año llega cargado de esperanza y preñado de promesas. Lo de siempre, lo de cada Navidad, pero, al mismo tiempo,
siempre nuevo, como si fuera la primera vez: el primer Belén, el
Nacimiento primero, el Misterio original, el Pesebre originario.
Quizás no nos caiga el Gordo, pero siempre nos tocará un Niño.
Dios siempre toca a los hombres en Navidad.
Lo saben muy bien quienes en parroquias, hogares y establecimientos, en espacios públicos o privados montan cada año el Belén
con la ilusión de la primera vez. Las piezas pueden ser las mismas,
las figuras, también, muchas o pocas, grandes o pequeñas, pero los
preparativos, el montaje, el diseño, el resultado final y, sobre todo,
la ilusión hacen que cada diciembre sea siempre nuevo y original.
Ningún Belén se parece a otro, aunque aparentemente sean iguales.
Así es Dios, que entró una vez en el mundo y para siempre, pero
cada Navidad viene de nuevo, también como si fuera la primera
vez, a la espera de su llegada definitiva, en gloria, como nos recuerda la liturgia de Adviento. Entre aquella primera venida y la última
que esperamos se van sucediendo otras venidas, porque, como
reza la oración, Dios viene, viene siempre. Es cuestión de nacer y
renacer, crear y recrear.
De estas venidas, entradas y presencias nos hablan los Belenes
que montamos cada Navidad. Este año nos hacemos eco en estas
páginas del que se coloca a la entrada de la parroquia Nuestra
Señora del Rosario, en Madrid. No puede ser más sencillo, pero
tampoco más emotivo. Es pequeño de tamaño, de reducidas dimensiones, pero grande en expresividad, con sugerentes mensajes.
Si la calidad de un Belén se mide por su capacidad para que el
espectador se sumerja en las escenas que narra o en la atmósfera
que crea, a fe que este lo consigue con creces.
Los ambientes de un Belén tienen que conseguir aquello que
expresaba tan bien José Luis Martín Descalzo, maestro de la
palabra y de la vida, cuando decía que, aunque no era probable
que nevara en Belén aquel año, el primero de la era cristiana, sin
embargo el polvo blanco nos llevará a concluir, con el salmista, que
con el nacimiento de Jesús “la misericordia del Señor llena la tierra”. O que para entender la encarnación del Verbo haya que hacer
necesariamente lo que hacen los peregrinos cuando entran en la
basílica de la Natividad, en Belén: ser como un niño o agacharse,
por las reducidas dimensiones de la puerta.
El Belén de la parroquia Nuestra Señora del Rosario solo los niños lo ven, o los que se hacen como tales. Esa es la medida de Jesús,
esa es la estatura de Dios. ¿Quién puede entender ese Misterio?
“¿Qué Belleza salvará el mundo?”. La Belleza encarnada: la que nace
en la Cueva de Belén, entre pajas, junto a un buey y una mula; la que
muere en el Calvario de Jerusalén, entre dos malhechores, junto
al discípulo y las mujeres. La Cuna y la Cruz, la carne y la sangre.
Amén. Hágase.
Conventual diciembre 2014 / 3
Antena
en familia
Emoción
en Palencia
Salud y paz a todos los que hemos tenido ocasión de reencon-
trarnos gracias a la asociación de antiguos (y actuales) compañeros y
estudiantes del seminario de los Franciscanos Conventuales de Palencia,
actualmente en proceso de reforma, como parroquia y residencia de
hermanos franciscanos.
Han pasado bastantes años desde aquellos años 1959,1960 y 1961,
y personalmente confieso que la influencia y educación que allí me fue
impartida ha sido un referente en el que se ha basado mi quehacer en
toda mi vida, que me sirvió para continuar mis estudios y adaptarme a
todo tipo de conocimientos profesionales de mi vida laboral, ya finalizada por jubilación.
Es difícil explicar que a mi edad (66 años) haya sentido tal emoción
al encontrarme en el seminario de Palencia y contactar con otros
compañeros que, como yo, estudiaron allí. Algunos finalizaron con éxito
su formación sacerdotal, hoy son personas encantadoras y con una gran
humanidad y comprensión hacia los que no finalizamos la formación
religiosa y franciscana.
Debo añadir que, por supuesto, a estas alturas no valen excusas del
porqué abandonamos algunos los estudios y formación encaminada a
servir a la sociedad, pero aquellos tiempos fueron difíciles para algunas
familias y tanto la economía como otras vicisitudes influyeron en el
camino a seguir.
Una vez confesado mi estado de ánimo,afirmo con la mayor vehemencia que he encontrado la paz y tranquilidad de espíritu en aquel antiguo
seminario, que mantiene para mí toda la esencia y recuerdos de los años
pasados y que siguen vigentes en mi corazón. Gracias, hermanos, por
vuestra atención y compañía, sois a mis años lo mejor que me ha pasado
y, parafraseando el lema de la Orden, paz y bien a todos.
JosÉ Luis Laiz Vallejo Tarragona
Cartas
de los
lectores
Estimados amigos: He visto con
agrado el reportaje de Sergio Barredo en el
último número de vuestra revista sobre el
colegio San Francisco de Asís de Valladolid
y me ha traído grandes recuerdos. Por un
lado, deciros que yo mismo he hecho un
blog con fotos de mi curso en este colegio
que tenía el profesor José Luis Mayo y que
podéis ver en http://loschicosdedonjoseluis.blogspot.com.es/2012/04/la-foto-denuestro-curso.html.
Por otra parte, hacer dos precisiones
sobre el artículo, que tampoco tienen mayor
importancia. La primera es que en el primer
párrafo donde dice que se trasladaron al
centro de la villa, donde más tarde se levantara el célebre Teatro Calderón, debería
decir Teatro Zorrilla, sito en la plaza Mayor.
De hecho se conserva cerca un mosaico con
la imagen de la muy antigua iglesia de San
Francisco.
En segundo lugar, me han parecido
deliciosas las fotos; me ha recordado ese
chandal azul claro con el que empezamos
en el colegio, con el nombre impreso en
la espalda. La clase, la iglesia (yo hice la
Primera Comunión en la capilla que hubo
en el propio colegio a la derecha de la
puerta principal, en 1973), y la foto desde
la calle, aunque en esta última veo un
problema y es que está invertida, desde
la fachada principal la iglesia está a la
izquierda y no a la derecha, como aparece
en la foto. En cualquier caso, gracias por
todo. Un abrazo.
Ursi Carrascal Valladolid
Esta página está reservada a los lectores de la revista. Por eso pueden enviar sus cartas,
comentarios o reflexiones a la dirección postal:
Antena
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O al correo electrónico: [email protected]
4 / DICiembre 2014 Conventual
Antena
Grandes recuerdos
proyecto
pastoral
Juan Antonio Adánez Barcelona
Descubre la belleza del Adviento
C
El Adviento trae consigo la esperanza. Es la antesala de la belleza de
la Navidad, pero también es un tiempo litúrgico bello en sí mismo.
uando la revista llegue a vuestras manos, estaremos de lleno en el tiempo precioso del
Adviento. De la espera. De lo nuevo. Ya sé que es
difícil predicar la esperanza en unos tiempos en
los que la corrupción y el engaño se han apoderado de la vida política y social, y se han reventado
las costuras de nuestro aguante.
Porque es inadmisible que mientras vemos,
casi impasibles, las crónicas de desahucios, de recortes, de la tasa del paro… un grupo de personas
sin conciencia haya montado esta dinámica de
engaño y perversión. Sin embargo, eso es precisamente lo que Jesús nos recuerda en el Evangelio:
No te cierres al otro, no te vuelvas indiferente ante
las lágrimas del que sufre.
Y, a pesar de todo, llega el Adviento para recordarnos que es posible la esperanza.Y que la venida
de Jesús está llena de una belleza capaz de regenerar al hombre. Por eso, este tiempo es maravilloso,
porque nos recuerda que a Dios hay que esperarlo y buscarlo. En este
sentido, las cuatro semanas del Adviento se convierten en la escuela
del deseo, de la espera y de la búsqueda de Dios.
Anhelo de Dios
Tenemos que mirar nuestro interior para desempolvar nuestro
anhelo de Dios, que se queda oscurecido y atrapado entre tantas
cosas que nos parecen importantes y urgentes, y no son más que
distracciones para caminar por el auténtico sendero de la salvación.
¡Qué vértigo! La Navidad a la vuelta de la esquina: cenas de
empresa, de trabajo, de amigos, los precios que suben, los turrones,
la carne, el marisco, los adornos de casa, de las calles –cada vez menos religiosos, para no herir sensibilidades–, algún viaje, la nieve, la
lotería… ¡qué estrés!
Y Tú viendo a nuestras vidas.Y nosotros sin enterarnos de qué va
la cosa. Y Tú, Señor, con tus ritmos. Y nosotros con los nuestros, sin
encontrarnos.Y Tú dándote.Y nosotros desparramando.
Prueba a orar un ratito. Haz un poco de silencio, exterior e interior. Relájate, abandona por un momento tus preocupaciones.
Respira tranquilo. Háblale a Él, que siempre te escucha:
Ven, Señor. Sigue viniendo porque necesitamos.
No te canses de venir, de habitar en nosotros.
Ven a sacudir nuestras perezas y nuestras inercias.
Ven a llenar de fuego nuestras cenizas rancias.
Ven a avivar los amores apagados y a calentar los hogares fríos.
Ven y haznos más necesitados los unos de los otros, más mendicantes, más franciscanos.
Ven en espíritu, en palabra, en verdad y vida.
Ven como viniste en María, como un surco abierto donde el cielo se siembra.
Antena
educación
En el colegio, la parroquia y la ciudad de Valladolid
Hermanos de Francisco, amigos de la paz
La fiesta de San Francisco y la celebración de la jornada de oración
en el Espíritu de Asís marcaron la hoja de ruta del colegio y la parroquia San Francisco
de Asís de Valladolid, y de la familia franciscana de la ciudad.
Bernardino Román Valladolid
Nada más iniciar octubre, en la
parroquia se celebró un triduo en
honor de san Francisco, que fue precedido por el rezo de Vísperas y al
que asistieron los miembros de la
comunidad, un buen número de fieles y devotos del santo. El último día
se celebró el Tránsito de San Francisco
en medio de un gran silencio. El día
4, solemnidad del Seráfico Padre, la
eucaristía fue presidida por el guardián, Fr. Laurentino Gil, que se refirió
en la homilía al lema pastoral de este
curso: “Tú eres belleza”.
en la sala de música y en la iglesia.
Finalmente, los de ESO y Bachillerato
tuvieron tutorías, asistieron a la eucaristía y participaron en una yincana
en la plaza y en las canchas del colegio.
Valores hechos realidad
En el colegio, los profesores se
implicaron en la adecuada preparación de las diversas actividades y
acciones programadas. Como resultado de esos trabajos, los alumnos
de Ludoteca e Infantil celebraron en
sus aulas una tutoría preparada por el
equipo de pastoral, honraron al santo
en la iglesia parroquial y asistieron a
un taller de marionetas en el salón
de actos.
Los alumnos de Primaria celebraron la eucaristía, tuvieron tutorías en
las aulas y participaron en actividades
Antena
El 14 de octubre hubo una reunión en
el convento de los Capuchinos para
preparar la oración por la paz en el
Espíritu de Asís, que toda la Familia
Franciscana de Valladolid celebró el
27 de octubre en la iglesia de las clarisas del monasterio de Santa Isabel.
En el altar se colocaron varios carteles anunciadores del encuentro y
sobre las escaleras del presbiterio un
gran icono del Cristo de San Damián
rodeado por velas de colores y una
mesita con tarjetas con valores que
recogían los asistentes en el momento
del gesto, comprometiéndose a hacer
realidad en su vida el que le tocara a
cada uno.
En el colegio, la oración por la paz
en el Espíritu de Asís se llevó a cabo
de la siguiente manera: el día 27 todos
los alumnos, distribuidos por secciones, acudieron a la iglesia parroquial
acompañados por sus tutores y profesores para, dentro de ella y en un
ambiente de silencio y recogimiento,
rezar la oración por la paz, que tuvo
el mismo esquema pero adaptada a
cada grupo.
Como gesto, se plantó una planta
de la paz para que a lo largo del curso
recorra cada clase, cada día una, para
cuidarla y en torno a ella recitar la oración de la mañana y recordar a todas
las personas que lo están pasando
mal en el mundo. La oración terminó
rezando juntos la plegaria franciscana
“haz de mí un instrumento de tu paz”.
En el colegio San Buenaventura de Madrid
Un curso lleno de belleza
En septiembre arrancó un nuevo curso en el colegio San Buenaventura de Madrid plagado
de actividades, que en esta ocasión girarán en torno al lema “Tú eres belleza”.
Francisco Cezón Madrid
El curso escolar 2014-2015 empezó
con las convivencias en la Casa de
Espiritualidad Rivotorto, en la sierra
de Guadarrama; la celebración de
la fiesta de san Francisco el 4 de
octubre; la participación de padres,
profesores y alumnos en el día de la
bicicleta; el inicio del voluntariado
de 2º de Bachillerato y sus profesores
en el comedor social Masarnau; la
celebración del DOMUND; las convivencias en Tablada, también en
la sierra madrileña, de los alumnos
de Confirmación; y los oratorios de
Educación Primaria.
Como cada año, a principio de curso
el Departamento de Pastoral organizó
las Convivencias con el objetivo de
fomentar la relación entre los com-
pañeros de curso y potenciar valores
cristianos en un ambiente distinto al
habitual.A lo largo de los meses de septiembre y octubre, todos los alumnos
de Primaria, Secundaria y Bachillerato,
unos mil, vivieron un día diferente,
junto a sus compañeros y tutores.
Durante la jornada, los alumnos
disfrutaron de tiempo al aire libre,
alejados de las clases y en contacto
con la naturaleza, donde pudieron
orar y conocer a Dios con canciones
y juegos adaptados a las distintas etapas. Hubo tiempo para comer, jugar,
disfrutar de las vistas, cantar, tener
ratos de oración y de reflexión. Las
tutorías de este año han estado centradas en temas como el racismo o
la libertad.
Un momento de oración
al aire libre durante las
convivencias de Primaria.
Oración antes de
participar en la Fiesta
de la Bicicleta.
Conocer al santo
Como cada año, el colegio celebró la
fiesta de san Francisco, en la que los
alumnos desayunan chocolate con
porras, participan en la Misa, hacen
una yinkana y pasean por la aledaña
Casa de Campo. Pero lo más importante es que conozcan, cada año, un
poco más a nuestro santo. Con este
fin, se dedica un tiempo de tutoría
para descubrir y recordar lo que hizo,
cómo vivió y por qué es tan actual.
Por otro lado, y por tercer año consecutivo,se convocó a alumnos,padres
y profesores del colegio a participar y
disfrutar de la Fiesta de la Bicicleta,
que el 5 de octubre recorrió a lo largo
de 20 kilómetros las principales calles
de Madrid. El punto de partida fue la
emblemática Puerta de Alcalá, donde
Fr. Miguel Ángel Marcos hizo una
oración antes de empezar la carrera
(ver foto superior).
Estas actividades son solo una
pequeña muestra que refleja la
belleza de la importante labor pastoral que el centro lleva realizando
ininterrumpidamente desde hace
casi cincuenta años con los alumnos
y sus familias.
Antena
Santos y señas
franciscanas
El 6 de noviembre, fiesta
de los beatos mártires
conventuales, el obispo
auxiliar de Terrassa,
Mons. Salvador Cristau,
bendijo la Cruz de San
Damián y los dos cuadros
que ocupan el centro
del presbiterio de la
parroquia Nuestra Señora
de Montserrat
y San Antonio de Padua
de Granollers.
Gonzalo Fernández Granollers
L os cuadros son obra de Carlos del
Álamo, pintor y profesor del colegio
San Buenaventura de Madrid: el de
los beatos lo realizó en 2001 con ocasión de la beatificación de los mártires; el de los santos franciscanos lo ha
pintado recientemente.
Los cuadros han sido colocados
en el presbiterio para “franciscanizar”
más nuestra iglesia y para recordarnos constantemente que ellos son
nuestro modelo de vida, nuestros
más valiosos intercesores y los que
nos preceden en la alabanza del
Señor. ¡Es muy hermoso sentir su
presencia en los momentos diarios
de oración!
Además, en verano se llevaron
a cabo una serie de trabajos en la
iglesia para contribuir a un mayor
decoro y belleza de las celebraciones: pintura del interior del templo,
limpieza de los tejados del ábside,
impermeabilización exterior de las
vidrieras de la nave central, mejoras sustanciales de la iluminación y
reforma de la capilla del Cristo.
Adiós a Fr. Eloy Gómez
Fray Eloy fue director de los tres colegios de la Provincia en España y
En el balance de 2014
nos hacemos eco de una
pérdida: con 84 años,
63 de profesión solemne
y 61 de sacerdote, el 11
de junio nos dejó Fray
Eloy Gómez, que falleció
en Barcelona después
de varios años de
enfermedad.
Redacción Madrid
Antena
guardián de las fraternidades de Utiel (Valencia), Tarancón (Cuenca), San
Buenaventura, en Madrid, y San Francisco de Asís, en Valladolid. También
ejerció su ministerio en las fraternidades de Palencia, Sevilla y Barcelona.
A nivel de Provincia, fue secretario provincial, custodio capitular y asistente
nacional de la Orden Franciscana Seglar (OFS). A él se debe también la traducción del latín al castellano de las Constituciones de la Orden.
Nacido en Celadas (Teruel) en 1930, Fr. Eloy ingresó en el seminario de
Granollers en 1941, donde también estuvieron sus hermanos Ignacio, Pedro y
Cándido (después Fr. Buenaventura). Comenzó el Noviciado en 1946, emitió
la profesión temporal en 1947 e hizo los votos solemnes en 1951. Fue ordenado sacerdote en Barcelona el 15 de marzo de 1953 y tres días después cantó
su Primera Misa en Tarancón.
Su inquietud intelectual le llevó a estudiar, varios años después de realizar los estudios eclesiásticos, en las universidades de Madrid, Valladolid y
Valencia, donde se licenció en Filosofía y Letras. Fr. Eloy dedicó su actividad
fundamentalmente al ámbito educativo y una vez jubilado de la enseñanza
colaboró con entusiasmo en la pastoral a través de las visitas a los enfermos y
las celebraciones litúrgicas.
En Barcelona, su último destino como fraile desde 1996, celebraba la
Misa en catalán y participaba, hasta el agravamiento de su enfermedad, en la
actividad de la comunidad eclesial, donde era conocido y apreciado por todos.
Descanse en paz.
Entre comillas
Ahora que de todo hace 20 años
Asunta Utande
“Ahora que de todo hace 20 años”. Estos famosos versos de Gil de Biedma han paseado
mucho por mi memoria en los últimos meses, en
los que, no sé si por edad, por contexto o por
momento histórico, me ha tocado vivir algunos
reencuentros con mi pasado. El motivo, celebraciones de 25, 40 años o una década compartida.
En todos ellos he podido contemplar con una
mezcla de nostalgia y ternura eso que llaman el
paso del tiempo. Mezcla que se veía ligeramente
alterada si en algún momento alguien aportaba
testimonios fotográficos, que suelen ser menos
compasivos que nuestra memoria.
No es lo único que he podido comprobar. Hay
unas palabras de Francisco (el Santo, no el Papa,
que las circunstancias me obligan a matizar) que
han resonado con fuerza e insistencia en mi interior, como si de un mantra se tratara: “El Señor
me dio hermanos”.
Es una afirmación, y una oración, y una alabanza. El Señor me dio hermanas. Hermanas con
las que seguir compartiendo conversaciones, risas, incluso discusiones, más allá de la distancia
y los diferentes modos de vida, conscientes de
que el vínculo que nos une es más fuerte que las
circunstancias que nos rodean.
El Señor me dio hermanos. Hermanos que
comparten mi fe y la sustentan. Hermanos que
han compartido momentos importantes en mi
historia de fe y cuya vida me importa no solo
porque me sigue interpelando sino porque esa
historia, mi historia, con minúscula, ha hecho que
la fe y el cariño se entrelacen de modo que, aunque los años pasen a veces de un modo inmisericorde, forman parte de mis raíces. Y renunciar a
ellas supondría renunciar a lo que soy.
El Señor nos dio hermanos. Hermanos de vida,
con los que has crecido, te has hecho mayor y
con los que quieres seguir compartiendo también
la vejez, si la vida te lo permite. Hermanos con
los que compartes tantos recuerdos que su sola
mención te arranca la risa o el llanto. Hermanos
que te conocen tan bien, que no solo te aguantan
tus manías sino que te quieren por ellas. Hermanos a los que agarras por los hombros para sostenerlos o para cantar… esos hermanos que son
como un paisaje amado al que no siempre le da
la misma luz, que ni siquiera está siempre igual de
verde, pero al que reconoces y quieres por encima de otros incluso más bellos, porque ha estado
siempre ahí y quieres que esté siempre ahí. Mirarlo
es mirarte y sentirte confiado y completo.
El Señor te dio hermanos. Cuídalos, disfrútalos,
comparte momentos con ellos, con motivo o sin
motivo. Porque te configuran, te alimentan, te necesitan, te hacen ser quien eres y te acompañan
en esto que llamamos vida.
Algunos habrán oído hablar de esa fase que
existe en toda “borrachera” en la que se produce “la exaltación de la amistad y la negación de
lo evidente”. Pues bien, les aseguro que todo lo
escrito no está hecho bajo los efectos del alcohol, sino que soy plenamente consciente de mis
palabras, a la que quisiera añadir una última que
es a la vez una afirmación, una oración y una
alabanza: GRACIAS.
Antena
pastoral
41º Encuentro de
párrocos conventuales
del área mediterránea
Hacia una pastoral
de la belleza y del don
Del 6 al 10 de octubre tuvo lugar en Barcelona el encuentro de
párrocos conventuales de las Provincias del área mediterránea, que
este año ha llegado a la 41ª edición y se ha celebrado bajo el lema
“Tú eres belleza”, con el templo de la Sagrada Familia de fondo.
José Julio Diez Palencia
El encuentro comenzó la tarde del
día 6 con la llegada y la acogida de los
párrocos venidos principalmente de
Italia y España, alrededor de 60 frailes.
El segundo día tuvo un sentido artístico y religioso. Tras el rezo de Laudes
asistimos a una explicación del templo
de la Sagrada Familia de Barcelona
por parte de Armand Puig, decano de
la Facultad de Teología de Cataluña y
gran estudioso del templo barcelonés.
El ponente dijo que el templo es un
libro abierto, donde se puede leer lo
que el arquitecto Gaudí quiso reflejar
Antena
en él. Comentó que la Sagrada Familia
tiene que ser un lugar de encuentro,
acogida y celebración, y que las claves de lectura para poder comprender,
contemplar y admirar esa grandiosa
obra son tres: la naturaleza, para ello
se inspiró en Montserrat; la liturgia,
lugar y momento de celebración y encuentro con el Misterio; y la Escritura,
Dios nos habla desde la Palabra y la
naturaleza, desde el hermano y los
acontecimientos de la vida.
Terminada la conferencia, los asistentes se desplazaron a la basílica para
poder contemplar in situ la reflexión
realizada por el ponente y entender
el lema del encuentro. Por la tarde
tuvo lugar un trabajo en grupos donde hubo reflexión e intercambio de
experiencias. Las ideas principales
fueron que tenemos que ser libros
abiertos: saber transmitir la alegría
del Evangelio, que nuestras parroquias
sean lugares de encuentro y celebración, que sepamos ser comunidades
acogedoras y comunicar la alegría del
encuentro con el Señor y la belleza
como don.
Virolai en Montserrat
La tercera jornada peregrinamos al
santuario de Montserrat, patrona de
la Provincia de España. El día se presentó claro y luminoso, el “hermano
sol” no quiso estropear el lema del
encuentro. Allí compartimos la Misa
conventual con la comunidad benedictina. Después tuvimos un encuentro con el abad, P. Josep Mª Soler, que
explicó los orígenes del monasterio,
sus vicisitudes a lo largo de la historia,
sus luces y sus sombras, y lo que ha
sido y es como lugar de encuentro, de
oración, de recogimiento y de cultura.
Finalizada la recepción pudimos disfrutar de la escolanía de Montserrat;
especialmente emotivo fue el canto
del Virolai.
Tras la comida en Montserrat se
tuvo un encuentro para evaluar la
experiencia de acogida a los peregrinos en el Camino de Santiago que
se realiza en verano en Ponferrada
(León) y comentar aspectos relativos
al próximo encuentro internacional
de “Jóvenes hacia Asís”. A la reunión de
la tarde asistieron los frailes españoles
encargados tanto de la acogida a los
peregrinos como los responsables de
la organización del encuentro de Asís
en agosto de 2015.
Finalizada la reunión, los asistentes fuimos acogidos por la fraternidad
de Barcelona. En la iglesia conventual,
tras una breve explicación de nuestra
presencia en dicha ciudad y de la historia del convento, destacando, de una
manera especial, el mosaico exterior
y la vidriera interior, ambos de grandes dimensiones, rezamos Vísperas,
que fueron presididas por el obispo
auxiliar de Barcelona, Mons. Sebastià
Taltavull, con gran asistencia de fieles.
El obispo destacó en su breve homilía la conexión entre Francisco de
Asís y Antonio Gaudí, resaltando que
ambos supieron valorar la belleza de
las criaturas, contemplar y admirar a
Dios en lo bello y transmitir la belleza
de Dios y de lo creado. Finalizado el rezo, agradecimos a la comunidad y a los
laicos el refrigerio que compartimos
en el patio del Centre Sant Francesc.
Respuestas concretas
El penúltimo día, tras el rezo de
Laudes, tuvimos la conferencia de Fr.
Juan Antonio Adánez, presidente de
la Comisión de Pastoral, con el título
“Tú eres belleza. Hacia una pastoral del
don”. La charla estuvo enfocada sobre
cuatros ejes vertebradores: belleza, alegría, libertad y corazón. Propuso cin-
Celebración de la eucaristía
en Granollers. Al lado, encuentro
con el abad de Montserrat.
En la otra página, el grupo de
párrocos participantes en el aula.
co sectores en los que dar respuestas
desde nuestras realidades concretas
(culto, cultura, convivencia-fiesta, solidaridad y comunicación) para recuperar la gratuidad de nuestra vida, la
alegría de la entrega, la belleza de Dios
y de lo creado.
Esa misma tarde, todos los participantes nos desplazamos al convento de Granollers, donde rezamos
Vísperas con la comunidad y varios
fieles de la parroquia. Al finalizar la
oración se celebró la eucaristía, presidida por el vicario provincial, Fr.
Ángel Mariano Guzmán, acompañado por el asistente general de la CIMP,
Fr. Joaquín Agesta, el guardián de la
fraternidad, Fr. Gonzalo Fernández, y
todos los participantes.
Previamente, el guardián nos
explicó cómo vive la fraternidad
la nueva experiencia de presencia
franciscana en medio de la gente. Al
acabar la eucaristía, todos subimos al
camarín de la Virgen de Montserrat
para entonar el “Salve Regina”. La comunidad nos agasajó con una sencilla cena en la que, al igual que en
Barcelona, colaboraron los seglares
de la parroquia. A todos muchas gracias por vuestra generosidad, entrega
y cercanía.
Con el cansancio en el cuerpo, regresamos a Barcelona para, al día siguiente, emprender viaje de regreso y
dar por finalizado el 41º Convegno
Parroci CIMP.
Antena
Medio siglo del
Seraphicum
Se abrió la jornada con la eucaristía presidida por Mons. Angelo V. Zani,
El ministro general
secretario de la Congregación para la Educación Católica, acompañado por
Paolino Schiavon, obispo auxiliar de Roma; el obispo conventual de
sueña con una única Mons.
Terni, Mons. Giuseppe Piemontese, exalumno del Seraphicum; y el ministro
general, Fr. Marco Tasca.
Universidad franciscana
El 16 de octubre se celebró
en Roma el 50º aniversario
de la nueva sede del Colegio
internacional Seraphicum y
de la Facultad de Teología
San Buenaventura, dirigida
por los franciscanos
conventuales.
Sergio Barredo García Barcelona
Después nos aguardaba el salón de actos para escuchar tres conferencias.
En primer lugar, Fr. Luciano Bertazzo presentó el libro que rememora la historia del Seraphicum, escrito por Fr. Francesco Costa, profesor emérito e ilustre
historiador. En su confección ha colaborado Fr. Juan Miguel Vicente, profesor
de Biblia y secretario de la Facultad.
Seguidamente intervino el presidente de la misma, Fr. Domenico Paoletti,
para destacar que el Seraphicum nos ayuda a sentirnos familia y posibilita la
detección de los signos de nuestro mundo, siendo novedoso que alumnos y
profesores formen una única comunidad. Finalmente intervino Fr. Roberto
Carboni, secretario general para la Formación, quien señaló que nuestra meta
formativa consiste en unir los horizontes del desarrollo y de la esperanza.
Cerró el acto el ministro general, que manifestó: “Tengo un sueño: que
todas las fuerzas franciscanas se enlacen en una única Universidad al servicio de la Iglesia y del mundo. Confío en que los ministros generales sepamos
madurar y caminar en la dirección de esta ilusionante realidad”.
Fray Francesco Zirano, de Cerdeña
Nuevo beato
conventual
El 12 de octubre, en Sassari
(Cerdeña), su ciudad
natal, fue beatificado
Fray Francesco Zirano,
fraile menor conventual
que murió mártir el 25 de
enero de 1603 en Argel,
a los 39 años.
Juan Miguel Vicente Roma
Antena
L a pasión que marcó su vida y su muerte fue el deseo de dedicarse a la
asistencia y liberación de los cautivos cristianos, capturados por corsarios
musulmanes y reducidos a la esclavitud.
En el verano de 1602, después de haber viajado a España para buscar el
apoyo de la Corte de Felipe III, el anhelo de devolver la dignidad y la libertad
a quienes las habían perdido condujo a Francesco Zirano a tierras argelinas,
donde pocos meses después afrontaría el martirio. Ante sus verdugos, murió
profesando con firmeza su fe y su pertenencia a la Orden franciscana: “Soy
cristiano y religioso de mi padre San Francisco, y como tal deseo morir.
Suplico a Dios que os ilumine para que podáis conocerlo”.
El mismo día de la beatificación, tras la oración del Ángelus, el Papa
Francisco recordaba la figura y el testimonio luminoso del mártir sardo:
“Prefirió ser asesinado a renegar de la fe. Demos gracias a Dios por este sacerdote y mártir, testigo heroico del Evangelio. Su valiente fidelidad a Cristo es un
gesto de gran elocuencia, especialmente en el contexto actual de persecuciones despiadadas contra los cristianos”.
Concomitancias
De pura cepa
C
Isabel Español
onozco a una rara avis en peligro de extinción, ya no digo en la sociedad sino –¡qué
absurdo!– en la vida académica. Aunque es
creyente, no se ha injertado en ninguna cepa
nacionalista ni religiosa; pertenece más bien a
una variedad laica, cosmopolita y antitribal. No es
un intelectual “de oficio”, al servicio de un partido o una institución, sino un intelectual “libre”,
podríamos decir “sin denominación de origen”,
macerado en eso que llamamos entendimiento
o razón humana, es decir, al alma en cuanto discurre, conoce y juzga. Investigadores y expertos,
transmisores del conocimiento, los hay muchos
y buenos en nuestras universidades, pero eso
no los convierte en intelectuales. La contribución
esencial del intelectual es proponer un tipo de
discurso no instrumental ni conformista y, a ser
posible, encarnarlo.
Tiene dos misiones. La primera, educativa:
promover el diálogo entre voces diversas, reforzar la actitud crítica con la opinión recibida. La segunda, combativa. Hoy, en las sociedades desarrolladas, consiste en alzarse contra el nihilismo
promovido por los medios de comunicación (el
relativismo, el materialismo y también la ideología
de la “democracia cultural”, que suele despreciar
el idealismo, el sacrificio y, en general, la búsqueda de perfección, por considerarlos elitistas,
excluyentes y, en el fondo, incordiantes y frikis).
El tema es difícil: a diferencia del deber jurídi-
co, el deber moral es voluntario –no coercitivo–,
y además hay más de un valor superior, y en circunstancias concretas no se puede honrar a la
vez todo lo que de por sí es incondicionalmente
bueno. Así sucede, por ejemplo, con la justicia y
la verdad. Puestos a tener que elegir entre una y
otra, el intelectual “francotirador” suele elegir la
verdad.
Una vez, este profesor formó parte de un tribunal de oposiciones a las que concurrían dos
candidatos: uno de otra ciudad y uno “de la casa”.
El tribunal eligió por unanimidad al de fuera y el
“de la casa”, que llevaba años ayudando en el departamento de la universidad, se quedó sin plaza.
La superioridad del de fuera era pública y notoria
y no se atrevieron a rechazarlo a la cara. Pero la
decisión provocó tal escándalo que, presionado,
a la mañana siguiente el tribunal se reunió de
nuevo para anular y modificar su veredicto anterior “por error de puntuación”. Quizá era “más
justo” que el candidato local ganara, pero, objetivamente, no era verdad que fuera mejor en
mérito y capacidad.
Al ser el único en negarse a rectificar, el intelectual cavó su propia tumba. Desde entonces
fue arrinconado y finalmente despedido. Como
vemos cada día, bastante trabajo tienen los fiscales con los grandes delitos como para intervenir
en causas de tan poca monta. Sin embargo, en
la raíz está el mismo mal, y quien no es fiel en
lo poco, tampoco será fiel en lo mucho, dice el
Evangelio. En la tierra, estas causas se dirimen
solo en el fuero interno de la conciencia y se archivan hasta el día del Juicio Final, donde intervendrá Dios, en cuya Justicia creemos porque Él
se nos ha revelado como un Dios justo.
Las obras de la mente son como telas de
araña (Virginia Woolf): atadas a la realidad por
las cuatro patas, hiladas por criaturas que, como
todas las demás, sufren y han de comer, pagar el
piso y el colegio de sus hijos. Hay que tener valor
para irse al paro por disentir y no poner una firma.
Hay que tener valor para apoyar a un padre, a un
hijo, a un marido en una postura problemática y
no tentarlo con un “no te compliques, total, ¿qué
importa?”. Pero, si nada importa, entonces no hay
nada que salvaguardar.
Antena
franciscanismo
Capítulos electivos
nacional y general
de la OFS
“Comencemos,
hermanos”
Corren nuevos tiempos para los hermanos
de la Orden Franciscana Seglar (OFS),
que en los últimos meses han sido testigos
de importantes acontecimientos, como
la celebración de sus Capítulos electivos tanto
a nivel nacional como internacional.
a
Javier Ortega Madrid
l final de sus días, san Francisco animaba a sus primeros
compañeros a seguir la senda del servicio exhortándoles
con estas palabras: “Comencemos, hermanos, a servir al
Señor, que hasta ahora poco o nada hemos hecho”. Con el mismo espíritu del Seráfico Padre, los hermanos de la Orden Franciscana Seglar
(OFS) han hecho una profunda revisión de su vocación y su misión en
el marco del XIV Capítulo General y VI Capítulo Electivo, celebrado del
1 al 9 de noviembre en Asís, donde se reunieron más de 170 hermanos
llegados de todos los rincones del mundo.
En la Misa inaugural, celebrada en la basílica inferior de San
Francisco, que contó, entre otros, con la presencia de Fr. Marco Tasca,
ministro general de los franciscanos conventuales, el obispo de Asís,
Mons. Domenico Sorrentino, invitó a los franciscanos seglares a vivir la
fe en el espíritu de las bienaventuranzas.
El Capítulo, en el que se abordaron importantes aspectos para la vida
de la OFS, tuvo un emotivo sabor a despedida, ya que la hasta ahora ministra general, la española Encarnita del Pozo, finalizó su mandato tras
doce años como cabeza de la Tercera Orden, fundada por san Francisco.
Antena
Miembros de la nueva Presidencia del
CIOFS. Arriba, abrazo de Encarnita al
nuevo ministro general. En la otra página,
foto de familia del Capítulo Nacional.
Antes de dejar su servicio, Encarnita —muy
querida por toda la familia franciscana y especialmente por los conventuales, por haber
pertenecido durante varios años a la fraternidad seglar de Granollers— expresó a los
hermanos la necesidad de un mayor conocimiento de la Regla, una mayor sobriedad y
sencillez de vida y un mayor testimonio de la
propia comunidad.
Los capitulares eligieron como nuevo ministro general al húngaro
Tibor Kauser, de 55 años, que junto con el resto de miembros de la
Presidencia del Consejo Internacional de la OFS (CIOFS) servirá en su
ministerio durante el sexenio 2014-2020. Por parte de la familia conventual seguirá prestando su cargo como asistente general el argentino
Fr. Martín Bitzer.
experiencia con los frailes de la comunidad y
la fraternidad franciscana seglar de Nuestra
Señora del Rosario de Madrid, informa Fr.
Francisco Pesquera, asistente nacional conventual de la JUFRA.
Nueva Junta Nacional
Previo a la celebración del Capítulo General en Asís, la OFS en España
celebró su propio Capítulo Electivo el fin de semana del 10 al 12 de
octubre, presidido por Fr. Martin Bitzer y por Consuelo Núñez, en ese
momento consejera del CIOFS para la lengua española y ahora nueva
viceministra general de la OFS.Ambos disertaron a los capitulares sobre
el darse a los demás, bajo el lema “Servicio, llamado a una vida más alta”.
En el marco del Capítulo fue elegida la nueva Junta Nacional de la
OFS, siendo designado para el cargo de ministro el hermano José Luis
Por otra parte, los hermanos menores conventuales que prestan su servicio como asistentes espirituales de la OFS en España se
reunieron el pasado mes de octubre en la
Curia Provincial para reflexionar sobre su
trabajo y profundizar en el importante papel
que juegan en la vida de las fraternidades de
la Tercera Orden, informa Fr. Antolín Mayo,
asistente nacional conventual de la OFS.
Lopetegui, de la Zona del País Vasco. Los desafíos para la OFS de España
que quedaron reflejados en los trabajos del Capítulo fueron, entre otros,
el de incidir en la formación necesaria para los candidatos a ingresar
en la Orden, trabajar por una asistencia espiritual idónea y preparada,
buscar una correcta gestión del patrimonio documental y reorganizar
la actividad apostólica en los campos de la acción social y cultural.
Unos días antes, el último fin de semana de septiembre la rama más
joven de la familia, la Juventud Franciscana (JUFRA), celebró también
su espacio anual de encuentro, la Asamblea Nacional, en la que compartieron lo vivido en sus fraternidades locales y prepararon con ilusión
el próximo curso. El encuentro discurrió en la Casa de Espiritualidad
Rivotorto, en Los Molinos (Madrid), y la eucaristía final se celebró en la
iglesia conventual de Santa Clara, donde los jóvenes compartieron fe y
Durante el encuentro, uno de los principales puntos de reflexión fue el de la necesidad
de una preparación idónea para este acompañamiento. Se constató también como fundamental el concienciar a todos los frailes, no
solo a aquellos que ejercen como asistentes,
sobre la importancia del cuidado y la promoción de las fraternidades de la OFS como
prioridad en la acción pastoral. Por ello, los
hermanos propondrán que se incluya en los
programas formativos de la Provincia el estudio de la OFS, de su Regla, sus Constituciones
y su estructura.
Asistentes conventuales
Antena
Solo
los
niños
lo
ven
Belén de la
parroquia
Nuestra Señora
del Rosario de
Madrid
Luis E. Larra Lomas Madrid
Fotos: Ángel Cascales
Desde hace tres años, Pablo
Vázquez monta el sencillo pero
emotivo Belén de la parroquia
Nuestra Señora del Rosario
de Madrid. En apenas ocho
metros cuadrados despliega
su creatividad belenística para
deleite de todos los fieles.
Antena
P
ablo animaba con su voz y su guitarra la Misa de 13:00 horas de los
domingos. Lo de montar el Belén vino
por añadidura. Durante años, Rafael Gañán,
fallecido en el verano de 2013, se encargaba
de preparar la estructura junto con Felipe
Robledano, y Mª José León montaba el diseño
y el decorado. En su día, los tres dejaron de
realizar su cometido por motivos ajenos a su
voluntad.
En noviembre de 2011, Pablo se enteró
de que Rafael estaba muy delicado de salud.
“Surgió la necesidad urgente, dadas las fechas,
de dar con alguien que quisiera continuar con esta labor, aunque fuera
de manera provisional. Paloma, mi mujer, se enteró y, conociendo mi
afición, que también es la suya, pensó que quizás seríamos capaces de
montar el Belén”, recuerda Pablo.
Afición belenística
El “culpable” de la afición belenística de Pablo fue su padre, oriundo
de Málaga. “No había una Navidad en que no fuéramos a visitar los
belenes de las parroquias vecinas, incluso nos desplazábamos al centro
de Madrid para visitar los más artísticos de la ciudad. También guardo
un grato recuerdo de nuestras visitas a la Plaza Mayor. Aquellos puestos
llenos de luces y colores, con casitas, animalitos y figuritas de personajes
tan llenas de vida… Supongo que a cualquier niño le fascinaba, y a mí
desde luego no me dejaba impasible”, evoca Pablo.
El presupuesto para el Belén familiar era escaso, pues eran cuatro
hermanos y había muchos gastos en casa; por eso había que agudizar el
ingenio.“Dábamos paseos por la Casa de Campo y recogíamos todo lo
que pudiera ser útil para montar el Belén, como piedras, palos, ramitas,
cortezas de árbol, arena, corchos… Recuerdo que las esparragueras
hacían muy bien las veces de árbol. Las pinchábamos en plastilina, las
espolvoreábamos con harina y ¡listo!, un abeto nevado”.
Cada año aprendía algo nuevo, pero se veía obligado a imaginar,
improvisar, probar, fabricar, inventar… “A mí todo eso me fascinaba.
Escena del Misterio con la adoración de los Magos.
En la otra página, Pablo y su hija Laura
en pleno montaje.
Antena
Pablo monta las primeras casas del Belén.
Al lado, dos escenas del conjunto.
Sin embargo, hoy todo es diferente, pues te
puedes documentar en Internet, descubres
materiales nuevos, puedes aplicar lo que han
hecho otros, comparar los diferentes tipos de
belenes… Mi tiempo libre es muy limitado,
pero algún día me gustaría realizar mis propias figuras”.
Pasión y responsabilidad
Para Pablo, montar el Belén es apasionante;
pero eso no puede evitar “sentir cierta responsabilidad mezclada con una sensación de
estar jugando, como cuando tenía doce años”.
Ambos sentimientos le parecen importantes,
pero sin duda el segundo es fundamental
para obtener buenos resultados.“No en vano,
los niños son la mejor referencia para valorar
el trabajo final, y por eso contraté a mis dos
hijos, Laura y Álvaro, para que me ayudaran
con el diseño, la iluminación, la fabricación de
utensilios, la colocación de piezas... Al fin y al
cabo, los belenes son para los niños y para los
que aún se sienten como tales”.
De hecho, la mayor recompensa para
Antena
Pablo es “la mirada ilusionante de los niños que se quedan atónitos
frente al Belén”. Toda la familia interviene en el montaje.“Mi mujer me
ayudó con el cortinaje, la instalación del entablado, me asesoraba a cada
instante y, sobre todo, sufrió durante meses que tuviera el taller en pleno
salón de casa”.
A Pablo le encantan los Belenes andaluces, porque los ve muy cercanos.“No me siento en un lugar lejano de una época remota que ya pasó,
sino, al contrario, todo sucede aquí y ahora. Trato de usar piezas grandes
para facilitar su visión y no perder detalle de lo que sucede en cada escena. Me gusta incluir acciones de la vida cotidiana, como el panadero,
la lavandera, el típico pastor, pero también escenas familiares, como una
pareja paseando con sus ovejas, una madre con su hijo yendo al mercado, unos niños jugando en el parque… todos ellos ataviados con ropajes
que podríamos llevar en la actualidad. Con la arquitectura de las casas,
los balcones, las farolas, las puertas y las ventanas ocurre lo mismo, pues
podrían pertenecer a cualquier de nuestros pueblos”.
Numerosos detalles
Pese a su reducido espacio, el Belén cuenta con numerosos detalles.
“Si reparas, al final, quieras o no, los detalles acaban metiéndote en la
escena, formando parte de ella, de un entorno cálido, tranquilo, alegre,
sencillo, acogedor y cercano. Mi deseo es que todo el mundo viva la
Navidad en un ambiente lo más parecido a este, sabiendo que Jesús nace
cada año, cada mes, cada día, y en el corazón de cada uno”.
Como en todos los Belenes,la escena más importante es el Nacimiento,
un detalle que Pablo cuida con mimo.“Jesús nace en un pesebre hecho
con heno del que comían los animales, con los que compartía habitación con absoluta humildad, rodeado de la más perfecta sencillez. Así
quiso que fuera y así he intentado reflejarlo en este Misterio”. Es posible
que a algunos la cueva en la que está ubicado les recuerde la gruta que
san Francisco utilizó en Greccio para celebrar la Navidad de 1223. No en
vano, el Belén está ubicado en una parroquia franciscana.
Asís directo
Cuando una vez es poco
E
Abel García-Cezón
n las Alabanzas al Dios altísimo, tal y como
las conocemos, la expresión “Tú eres belleza” aparece dos veces (al igual que “Tú eres
caridad”), lo cual no se debe a un lapsus de san
Francisco, a una mera repetición o a un error
del amanuense, sino a una intencionalidad más
profunda: refleja la importancia que para el Poverello tuvo el encuentro con la Belleza de Dios
a través de la belleza de aquello que le rodeaba.
Por eso, decir que Dios es belleza una sola vez
le parecía poco.
En todo lo creado, por ser obra salida de la
mano del Creador, incluso aquello más insignificante y ordinario, san Francisco fue capaz de
escuchar y descifrar ese lenguaje profundo que
expresa lo inabarcable, lo indecible, lo que nos
desborda siempre: el Misterio de Dios. El gran
maestro san Buenaventura dirá de él: “Contemplaba en las cosas bellas al Bellísimo” (LM
9,1). Pero para escuchar ese lenguaje y captar
su mensaje es necesario saber escuchar y mirar.
Para san Francisco, nada era anodino o indiferente; anodino o indiferente pueden ser nuestras capacidades perceptivas, por no estar bien
entrenadas. El gran poeta Rainer María Rilke escribía a un joven escritor que comenzaba a dar
sus primeros pasos en el apasionante mundo de
las letras: “Si tu vida cotidiana te parece pobre,
no la culpes, cúlpate a ti mismo; quizás no eres
lo bastante poeta para descubrir sus riquezas.
Para los creadores no hay pobreza ni lugar pobre, indiferente”.
San Francisco tuvo la dicha, entre otras, de
abrazar una de las experiencias más hermosas de esta vida, la experiencia estética, don de
Dios y, a la vez, fruto de un exigente proceso de
simplificación de la mirada y del corazón hasta hacerlos capaces de asombro y admiración
como los de un niño (“Si no os hacéis como
niños...”, había dicho el Maestro). Gracias a esta
experiencia, somos capaces de “ver más que lo
que ven” los ojos de la carne, pues “despositiviza” nuestros sentidos dándonos así la clave para
percibir el resplandor de la verdad más profunda
de las cosas, es decir, su belleza, que es siempre
reflejo de la Belleza.
Qué triste reducir los horizontes del mundo y de la
existencia a la mera materialidad, a una visión limitada y sin alma. San Francisco, utilizando un lenguaje
bíblico, hablará de “ver espiritualmente” frente a
“ver carnalmente”, es decir, acceder al corazón de
lo real traspasando su nuda positividad. Los cristianos hemos recibido el don de la fe como una
luz nueva para poder “ver más de lo que ven” los
ojos de la carne y comprender que Dios se ha
hecho bendición eterna para nosotros en la encarnación de su Hijo, donde la Belleza de Dios
en este mundo quedó desvelada...
Todo está lleno de su presencia, pero hacen
falta ojos nuevos para descubrirlo. Él es la Palabra con la que, como en la creación descrita
en el Génesis, no solo todo va existiendo desde Dios, sino también llenándolo de belleza y
libertad. ¿Hasta dónde estamos convencidos de
esto? ¡Feliz y Bella Navidad!
Antena
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E asombro
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Hace un mes tuvimos las primeras convivencias del año
con los chicos de Confirmación. Según la programación
que habíamos hecho a principio de curso, el tema no
podía ser mejor: san Francisco de Asís.
l fin de semana estaba muy bien
preparado: los sueños del joven
Francisco el viernes por la tarde,
su conversión el sábado por la mañana, el Cántico de las Criaturas por la
tarde, la vigilia de oración por la noche
y la eucaristía conclusiva el domingo
por la mañana. La dinámica de los
sueños fue genial y la catequesis que
recogió los tres momentos fundamentales de la conversión de Francisco (el
leproso, el Evangelio y el Cristo de san
Damián) tocó a los chicos.
El problema vino en la actividad de
la tarde. Estando en Tablada, en plena
sierra madrileña, pensamos que para
trabajar el Cántico sería una buena
idea dar un paseo por la montaña,
contemplar las maravillas de la creación y acercarnos a la experiencia de
san Francisco de descubrir en las cosas bellas al Bellísimo. Lo teníamos
claro, pese a las quejas de los chicos
cuando la semana anterior les avisamos que trajesen calzado cómodo
para caminar. Atención, digo paseo,
Antena
no marcha, ni ruta, ni escalada. Por si
fuera poco, la previsión del tiempo para el fin de semana no podía ser peor:
frío y lluvia. Pero, mira tú por dónde
(providencia, lo llamo yo), cuando empezamos a caminar no llovía.
La primera criatura era el hermano sol, pero como la previsión era de
nublado, los catequistas Sergio y Rocío
habían escogido un texto precioso:
que no veamos el sol no quiere decir
que no exista. Pero mira tú por dónde
(providencia, lo llamo yo), de repente
salió el sol y no solo pudimos experimentar cómo acariciaba nuestra cara
sino que incluso tuvimos el privilegio
de ver cómo se escondía tras la montaña. Con la previsión meteorológica
tan mala, ¿quién nos lo iba a decir?
¡Menudo regalo!
Seguimos subiendo y empezaron
las quejas: yo no vengo para esto, es
una encerrona, si lo sé no vengo, nos
estáis amargando el día… De verdad,
no exagero. Es verdad que era subida,
pero os aseguro que el paisaje era espectacular: un sendero entre árboles
centenarios salpicado de todo tipo de
setas, y todo ello con una vista preciosa
de Madrid al fondo. Pero daba igual,
los chicos no veían nada de todo esto.
Se limitaban a mirar el suelo y, cómo
no, a su whatsapp para comentar con
sus contactos lo mal que lo estaban
pasando y de paso ver cómo iba el partido del Barça. En lugar de escuchar el
canto de los pájaros, muchos prefirieron la música que llevaban en el móvil.
Asombro y emoción
¿Qué pasa con nuestros jóvenes?
Recuerdo con cariño mi etapa en los
scouts. Pasear por la sierra y contemplar la naturaleza era para nosotros
motivo de asombro y emoción. Nos
encantaba ponernos las botas, cargar
con el macuto, coger unos bocatas y
salir a patear la sierra. A nuestros chicos no les gusta caminar, quizás nadie
les ha llevado a la sierra alguna vez.
Tampoco les llama la atención la belleza de la sierra de Madrid, porque han
visto en Youtube (y encima en HD)
los Pirineos, el Cañón del Colorado y
la selva del Amazonas… todo ello sin
salir de su tablet moviendo un dedo y,
por supuesto, sin cansarse.
Mucho me temo que están tan saturados de ver tantas cosas en Internet
que ya nada les asombra. ¿Cómo no
asombrarse por un atardecer en la
montaña? ¿Cómo no emocionarse al
sentirse parte de un mundo inmenso
y maravilloso? ¿Cómo no preguntarse
por la causa de tanta belleza? ¿Cómo
no alabar a Dios por el hermano sol?
Si nuestros jóvenes son incapaces de
asombrarse ante la belleza de la hermana madre tierra, ¿qué les asombrará?, ¿ante quién se asombrarán?
Aguantar el chaparrón
Las cosas se estaban poniendo tan mal
que al llegar a la tercera criatura, la hermana agua, algunos catequistas me
pidieron dar por concluido el paseo.
Me negué en rotundo. Es verdad que
faltaba el último tramo de subida, el
más duro, pero la vista que se contemplaba desde la cima era tan hermosa
que no quería que los chicos se la
perdieran. Merecía la pena aguantar
el chaparrón, esta vez no de lluvia, sino
de quejas.
Con algún que otro bufido fuimos
llegando poco a poco a la cima. Por fin
habíamos llegado a la meta. Desde allí
la vista era espectacular. Sin decirles
nada, los chicos se fueron sentando
en el suelo y haciendo silencio. Creo
que fue un silencio elocuente: habían
comprendido que la subida tenía un
sentido y que aquel esfuerzo“inhumano” había merecido la pena.
Cuando descansamos un rato,
Rocío nos pidió que cerráramos los
ojos y sintiéramos la última criatura,
el hermano viento. Es verdad que a
los jóvenes les cuesta estar callados
(como a nosotros), pero tener ante ti
a cincuenta chavales escuchando el
silencio e intentando descifrar lo que
el viento les susurraba al oído puso de
manifiesto que el silencio no es un lujo
sino una necesidad.
Al acabar intenté explicarles que
la vida es un camino y que para no
estar perdido ni ir a la deriva es prioritario marcarse una meta hacia la
que orientar nuestros pasos. Cuando
nos asalta la tentación de tirar la toalla,
contemplar la cima nos recuerda de
dónde venimos y a dónde queremos
llegar. Así fue la vida de san Francisco,
un camino intenso, un camino cuesta
arriba, un camino fatigoso pero en el
que todo recobró sentido al coronarla
cima del monte Alverna.
Mirar y admirarse
Dice Francesc Torralba que una cosa es mirar y otra admirarse de la
realidad. Muchos de nuestros jóvenes
ven, algunos miran pero pocos son
los que se asombran. Todo les parece evidente, incluso su propia vida se
da por descontado. Todavía no han
descubierto que son, pero podrían no
ser. Creo que es una urgencia educar
a nuestros jóvenes en el asombro. El
ritmo frenético que llevamos (y al que
tantas veces sometemos a nuestros
jóvenes) impide pararnos y descubrir
que lo más bello, lo más extraordinario
puede estar pasando a nuestro lado y
no darnos cuenta.
Es verdad que andan entretenidos en mil cosas, pero tenemos que
ser osados y hacerles propuestas que,
aunque cuesten, merezcan la pena. ¿Es
mucho pedirles que una hora a la semana desconecten el whatsapp, hagan
un poco de silencio,den un paseo por el
campo y presten atención a la vida que
les rodea? En absoluto, pero siempre
que creamos en nuestra propuesta. Si
aquella tarde, ante las quejas de los
chavales, hubiéramos tirado la toalla y
hubiéramos vuelto a la casa nos hubiésemos perdido lo mejor: no habríamos
contemplado la vista desde la cima ni
hubiéramos escuchado al viento.
Tras la pausa emprendimos el camino de regreso a casa. La bajada fue
preciosa. Estábamos muy contentos.
Empezaba a oscurecer y contemplamos cómo se encendían las luces de
los pueblos vecinos. Desde la montaña, el valle parecía un Belén. Llegamos
a casa cansados pero felices sabiendo que nos esperaba un bocadillo de
nocilla para merendar. Mira tú por
dónde (providencia, lo llamo yo), nada más entrar en la casa comenzó a
diluviar.
Antena
Historia y vida
Sergio Barredo GARCÍa Barcelona
Presencia
conventual
en Sevilla:
Parque
Alcosa
Las líneas que siguen recuerdan la llegada
contemporánea (¡ya han pasado 42 años!) a
Sevilla de la familia que Francisco de Asís fundó
entrando el siglo XIII y que por razones ajenas a
ella tuvo que ausentarse de la capital andaluza.
Aunque este no sea el tema, la presencia de los
Hermanos Menores (=Conventuales) fue notable
hasta los siglos XV-XVI en la actual provincia
sevillana. Por ejemplo, estuvieron en el mismo
Sevilla, en Alcalá de Guadaira, Constantina,
Marchena, San Pedro de Beube, Utrera, Villaverde
del Río… Bastante tuvieron que ver en dicha
historia el nepotismo del cardenal Cisneros y el
regalismo del emperador Carlos V.
Antena
Al sur de España
Había un anhelo por hacerse presentes en Andalucía, y en estas se estaba cuando el P. Lorenzo
Castro, párroco de Santa Clara, en Madrid, asistió
a una reunión de zona presidida por el arcipreste
de San Roque, Antonio Valera, quien al final le
llama aparte y le comunica que el capuchino P.
Emilio Álvarez, de Sevilla, acusado civilmente con
el pretexto de implicaciones económicas, estaba
en la cárcel de Carabanchel, aunque podía cumplir la condena en un convento.
El P. Castro consulta con el provincial, P.
Juan Cebrián, el deseo del arzobispo madrileño Casimiro Morcillo de que la cumpliera en el
convento madrileño de San Buenaventura. Se
acepta. Se ponen en contacto con el mentado
Varela y con el capellán de la cárcel, Evaristo
Martín. Avisada la autoridad civil, el P. Emilio va
está a cinco kilómetros del centro de Sevilla, junto a la antigua
carretera Nacional IV y a dos pasos del aeropuerto San Pablo; por
el este pasaba el canal “Ranilla”, al sur la cooperativa algodonera
Virgen de los Reyes y al oeste la Central Lechera de Sevilla. Los
primeros inquilinos provenían de casas de vecinos y corrales de
los barrios del centro y de pueblos aledaños.
Nuevo campo pastoral y social
Placa de la plaza dedicada al P. Castro.
En la otra página, debajo, un momento del
acto y, arriba, vista del templo parroquial.
a convivir con los frailes al colegio San Buenaventura, donde tuvimos ocasión de conocerle
constatando su solidaridad, algo precipitada a
veces, y su cercanía a la gente; ayudó voluntarioso en la pastoral. Era al comienzo de 1971.
En el Parque ALCOSA
El P. Emilio, agradecido, escribe al obispo auxiliar de Sevilla, Mons. Antonio Montero, pidiéndole
autorización para que los conventuales pudieran
abrir una casa en Sevilla. Al haber vivido varios
años con los capuchinos de la Ronda, donde
destacó por sus obras sociales y su cercanía al
cardenal José Mª Bueno y Monreal y al obispo
auxiliar, la amistad con estos se estrechó. Siendo
positiva la respuesta, el P. Juan Cebrián, con el
párroco del Rosario madrileño, P. Andrés Ureta,
van a Sevilla en diciembre de 1972 para entrevistarse con aquellos; se hospedan en los capuchinos, donde gozan de atenciones y familiaridad.
El cardenal les indicó, antes de ubicarlos en
un sitio concreto, que visitaran algunas barriadas de la periferia sevillana más necesitadas de
templos y pastores. Se inclinan por el incipiente
Parque ALCOSA, cuya construcción se inició en
1969 y se inauguró el 14 de julio de 1971. El
nombre proviene del constructor valenciano Alfredo Corral Cervera, que reprodujo el plano de
otro barrio que construyó en Alfafar (Valencia).
Se trata de una zona llana, de terreno arcilloso,
donde estaba el cortijo San Ildefonso en medio
de un gran bosque de reses bravas, de olivos y
de encinas, propiedad de la familia del célebre
Gregorio Marañón, que cedió en parte. El Parque
Verbalmente el cardenal dio su aprobación para el establecimiento de los frailes. El provincial y sus consejeros, tras una visita a
Sevilla, dan el visto bueno. De inmediato se envía al P. José Gómez para poner en marcha el convento y dar los últimos retoques
al acuerdo con el arzobispado. El 2 febrero de 1972 el cardenal
autoriza fundar en Sevilla; y la Curia General dio su aprobación el
1 de marzo de 1972, firmándose el contrato con el arzobispado
el 7 de octubre; la parroquia se crea el 26 de noviembre de 1972.
La empresa Alcosa había cedido unos trasteros de herramientas y material en malas condiciones, “El Polvero” famoso, a sacerdotes de la Obra de la Iglesia. En estos locales comenzaron su
labor el P. José Gómez (mayo y junio de 1972), con el P. Isidoro
Gutiérrez y el clérigo Fr. Tomás Gálvez; vivían en un piso cedido
gratis por la empresa en el nº 8 de la calle Ayora. Tras el Capítulo
Provincial, en julio de 1972 es nombrado párroco de Alcosa y superior el P. Castro y coadjutor el P. Benjamín Miedes. Al tratarse
de un piso reducido, el 22 de abril de 1973 se trasladaron a dos
pisos de alquiler en el nº 2 de la calle Alfafar.
Patrona y pueblos valencianos
La parroquia lleva el nombre de Nuestra Señora de los Desamparados, patrona de Valencia, al igual que las calles los nombres
de pueblos valencianos. Se coloca la primera piedra del templo el
8 de julio de 1973 presidiendo el acto el provincial, P. Conrado
Ortiz, asistiendo Alfredo Corral y una hermandad valenciana de
la Virgen de los Desamparados. El templo es bendecido por el
cardenal Bueno y Monreal el 14 de marzo de 1974. Por entonces
se crea la hermandad de la Santa Cruz y Nuestra Señora de los
Desamparados; y años más tarde otra.
El nuevo convento se termina en noviembre de 1976 por la
constructora Vansa. Desde el comienzo, los frailes, micrófono
en mano, se entregaron a difundir la fe, potenciando también la
dimensión social a favor de la gente; incluso se hizo una labor
admirable en favor de algún encarcelado por motivos políticos,
como el bueno de Paco, el zapatero comunista.
Aunque todos los frailes trabajaron con una entrega generosa,
es de justicia señalar al P. Castro visitando a las familias, a los enfermos, a los encarcelados y procurando trabajo a no pocos en las
industrias cercanas. Si bien Cáritas surgió más tarde, su espíritu
estuvo presente desde el inicio. Debido a su labor modélica en
favor del barrio los alcosanos le dedicaron una plaza en 1991.
Quede también constancia y reconocimiento a todos los que han
trabajado, espiritual y humanamente, por los alcosanos: franciscanos conventuales, religiosas y laicos.
Antena
misiones
20 años de la Custodia
de Colombia
Buena madre
y mejor
patrón
Diecisiete años después de la llegada
de los primeros frailes españoles
a Colombia, en 1977, la presencia
de nuestra Orden en Colombia fue
constituida hace veinte años Custodia
Provincial bajo el patrocinio de
San Francisco de Asís.
Segundo Anacona Medellín (Colombia)
ste acontecimiento tuvo lugar el 4 de octubre
de 1994 como fruto de la primera siembra de
Paz y Bien cultivada con espíritu evangélico
por los hermanos de la Provincia de España
en los campos de la misión, la pastoral parroquial, el cuidado de las vocaciones nativas y el testimonio
de vida fraterna en diversos puntos de la geografía
colombiana.
Los primeros religiosos que viajaron a Colombia fueron Fr. Pedro Mayo (guardián y párroco) y Fr. Andrés
González, acompañados por el ministro provincial, Fr.
Juan Cebrián. Llegaron a Medellín a las diez de la mañana del 21 de agosto de 1977, según se lee en el Libro de
Crónicas del convento de Medellín.
Los primeros pasos de nuestra presencia como Custodia Provincial fueron acompañados por Fr.
Antonino Jarabo en el servicio de primer ministro custodial (1995-2001). La alegría franciscana y el empeño
generoso de Fr. Antonino, en comunión fraterna con la
Antena
Provincia de España y el entusiasmo de los hermanos
nativos, afianzaron los ánimos para continuar la misión
junto al pueblo colombiano más necesitado de la esperanza salvadora del Evangelio.
Durante estos años se consolidó la formación de
nuestros frailes en el nuevo seminario San Antonio de
Padua, ubicado en la zona norte de la ciudad de Bogotá,
donde también se creó la parroquia san Luis de Tolosa,
encomendada a nuestro cuidado. De igual manera, se
abrió una nueva presencia de la Orden en Corozal-Sucre,
con un amplio campo de misión entre los más desfavorecidos de la región.
Constante crecimiento
La segunda hora de nuestra Custodia estuvo animada
por Fr. Rafael José Garavito (2001-2013), uno de los
primeros frailes colombianos fruto de la primera
siembra del carisma franciscano conventual en nuestra tierra.
Al celebrar durante este año el vigésimo aniversario de
la Custodia Provincial San Francisco de Asís de Colombia,
junto con el nuevo ministro custodial, Fr. Jhon Jairo
Molina, damos gracias al Señor por todas las bondades
derramadas sobre nuestra jurisdicción y compartimos
la alegría de nuestro presente con siete conventos en diferentes regiones del país, veinticinco profesos solemnes,
seis profesos temporales y quince postulantes.
Futuro con esperanza
Con la animación del gobierno custodial y en comunión
con la Provincia, nuestra presencia en Colombia mira
al futuro con esperanza. El proyecto personal de cada
hermano tiene como objetivo la entrega sencilla y generosa de vida para hacer posible el proyecto custodial
para los años venideros. Los esfuerzos están orientados
a la renovación espiritual de nuestras presencias para
ofrecer un testimonio creíble de paz y bien en las actuales
circunstancias que vive el
país, deseoso de poner fin
al conflicto armado.
Además, la Custodia
apuesta por una nueva
presencia ad experimentum en la ciudad de Cali,
en la parroquia María
Misionera; se busca por
todos los medios la consolidación de un proyecto
que pueda sostener económicamente los gastos de
la formación de las nuevas generaciones de hermanos; se vislumbra una
generosa respuesta de los
jóvenes que atienden la llamada vocacional para vivir
nuestro estilo de vida; la
Bendición del icono conmemorativo (arriba) del 20 aniversario de la Custodia
Orden mira en la Custodia
de Colombia. En la otra página, conventuales colombianos en una celebración.
una prometedora presenEstos años fueron de un constante crecimiento en cia y por ello se hacen esfuerzos para que el Noviciado
número de hermanos y de apertura de nuevos horizontes de la Federación de Conventuales de América Latina
pastorales en comunión con la Provincia, entre los que se (FALC) de la zona norte tenga en Medellín una sede
destacan el apadrinamiento de niños de escasos recursos con todos los recursos necesarios para la formación de
económicos, cuyas familias viven en nuestros entornos futuros hermanos.
parroquiales, la obra del comedor social de Corozal, la
A lo largo de estos años de presencia de la Orden en
apertura de la parroquia Hermano Francisco de Medellín Colombia hemos recibido muchas bendiciones; por eso
y la nueva presencia de la Orden en la parroquia del mu- hoy damos gracias por el bien que se ha podido hacer
nicipio de Filandia-Quindío. Asimismo, estos años fueron y pedimos la fuerza del Espíritu Santo para continuar
oportunos para crecer como fraternidad custodial a través anunciado el Evangelio en nuestra tierra con la esperande la formación permanente y la preparación académica za puesta en Aquél que nos conforta en todas nuestras
luchas (cf. 2Cor 1,1-7).
de algunos frailes colombianos en Roma y España.
Antena
Desde la Palabra
Juan Miguel Vicente Roma
La ley
del maná
Apenas liberados de la esclavitud en Egip-
to, los israelitas, acuciados por el hambre y la
sed en el desierto, se rebelan contra Moisés
y parecen añorar su condición anterior: «La
comunidad de los israelitas protestó contra
Moisés y Aarón en el desierto, diciendo:
“¡Ojalá hubiéramos muerto a manos del Señor en Egipto, cuando nos sentábamos junto
a la olla de carne y comíamos pan hasta hartarnos! Nos ha sacado a este desierto para
matar de hambre a toda esta comunidad”»
(Ex 16,2-3). Mejor la servidumbre con pan
que la libertad sin nada que llevarse a la boca,
concluye el pueblo de Israel. El sufrimiento
y las privaciones, cuando se prolongan en el
tiempo, hacen olvidar los dones recibidos, el
camino abierto en el mar, la libertad recién
estrenada, y en el recuerdo son capaces de
transformar en “época dorada” la más amarga
esclavitud.
Moisés y Aarón, en el desierto, van aprendiendo a escuchar e interpretar el lenguaje
de su pueblo, que habla con los cánticos y la
danza de las mujeres (Ex 15) y también con
las repetidas murmuraciones. Y Dios, que camina con su pueblo, escucha sus protestas y
nostalgias y le envía el maná, con unas reglas
muy concretas: «Moisés les dijo: “Es el pan
que el Señor os da para comer. Estas son
las órdenes del Señor: que cada uno recoja
Antena
lo que pueda comer, dos litros por cabeza para todas las
personas que vivan en cada tienda”. Así lo hicieron los israelitas: unos recogieron más, otros menos. Y al medirlo en
el celemín, no sobraba al que había recogido más, ni faltaba
al que había recogido menos: había recogido cada uno lo
que podía comer» (Ex 16,16-18).
Todos tienen derecho a la misma cantidad de maná, que se
distribuye según el número de miembros de cada familia, es
decir, conforme a las necesidades de cada uno. En lo relativo
al pan y a las necesidades básicas de la existencia, somos –o
deberíamos ser– todos iguales. En aquel campamento de los
israelitas habría, sin duda, algunos más hábiles y raudos que
otros a la hora de recoger el maná, pero a la hora de comerlo,
nos dice el texto del Éxodo, no cuentan los méritos, la fuerza,
la habilidad, la edad, la condición social: todos reciben la misma ración de maná, porque todos son miembros del pueblo
de Dios, iguales ante él.
Tiene que haber algo que nos haga iguales, antes y por
encima de las numerosas diferencias. El maná es símbolo de
esos bienes primarios a los que todos deberían tener acceso,
aunque no puedan comprarlos, porque somos seres humanos antes que consumidores o clientes. Cada vez que alguien
muere porque carece de poder adquisitivo para obtener el
pan y los demás bienes necesarios para la subsistencia, estamos renegando de la ley fundamental del maná.
Además, el maná no puede ser acumulado y, por tanto, no
puede convertirse en objeto de comercio: «Moisés les dijo:
“Que nadie guarde para mañana”. Pero no le hicieron caso,
sino que algunos guardaron para el día siguiente, y salieron
gusanos que lo pudrieron» (Ex 16,19-20). El maná no se
deja usar con fines lucrativos, se pudre en las manos de quien
pretende acumularlo y comerciar con él. En definitiva, el maná
nutre solo cuando es reconocido como don y no se convierte
en mercancía. La ley del maná nos recuerda que no todos
los bienes son bienes económicos y que los bienes dejan de
serlo cuando se convierten en mercancías.
El sufrimiento y las privaciones,
cuando se prolongan en el tiempo,
hacen olvidar los dones recibidos,
el camino abierto en el mar,
la libertad recién estrenada.
Miradas
Amigos
“Al final del camino me preguntarán: ¿Has vivido? ¿Has amado?
Y yo, sin decir nada, abriré el corazón lleno de nombres”.
Pere Casaldáliga
Inma Viguera
Los amigos de los amigos entran
siempre por la puerta grande. Cuando un buen
amigo nos presenta a alguien diciendo que ellos,
a su vez, son buenos amigos, ponemos la ilusión
y la simpatía hacia esa persona. Y la confianza
también, claro.
Por eso, cuando la amiga de mi amigo resultó
algo brusca con las palabras, cuando su tono era
abrupto e incómodo, mi primera intención fue la
de huir de aquella aspereza en dirección contraria
y lo más rápido posible. Sin embargo, más tarde
sentí que debía darnos una segunda oportunidad,
a ella y a mí; que las personas, a veces, necesitan acomodarse las unas a las otras. Como hay
puertas que se abren a la primera, las hay que
no. Como hay zapatos que se adaptan a nuestro
caminar como un guante,
los hay que no. Es cierto
que hay algo de magia en
que alguien nos guste a la
primera, que una persona,
de repente, sin apenas conocerla, te sea familiar y que
con el tiempo aún se pueda
ahondar más en esos sentires. Sí, eso es fácil, es bonito
y está bien, pero ¿qué hay
del poco a poco?
Hay relaciones que precisan de más escucha y, a
veces, nos cuestan, porque
se salen de nuestras rutinas
e inercias, porque requieren
un poquito de esfuerzo; tal vez porque nuestras
cabezas tienen planes que no todo el mundo
quiere cumplir –por suerte–; pero vale la pena
abrir la puerta, dejarla entornada al menos, pues
las personas que llegan a nuestra vida, los amigos nuevos, nos traen preguntas y dudas, rutinas
que se rompen y pereza que debemos quitarnos
de encima, y la posibilidad de volvernos a explicar, de actualizar quiénes somos, de mirarnos
desde fuera y desde dentro. De reinventarnos.
No importa la edad que tengamos, ni lo mucho que nos sintamos seguros con nuestras maneras de hacer: unos ojos nuevos son una oportunidad de mirar de nuevo y mejor, más actual
y adecuada a quienes ahora somos, lo que nos
habita y nos rodea. A veces, pasa que el que tenemos enfrente es un amigo de siempre al que
vemos distinto y debemos re-conocerle, agudizar
la escucha o achicar los ojos para entenderlo por
primera vez, para mirar diferente, que “lo de siempre” ya no nos sirve.
Hace años, un amigo, de esos que entran por
la puerta grande, me comentó que en la vida hay
personas con las que puedes llorar y siempre
estarán dispuestas a escuchar tus lágrimas y
a ser bálsamo. Otras, con las que compartir las
risas y los éxitos, que no es
tan fácil como puede parecer,
ni lo uno ni lo otro. No todos
reímos las mismas cosas.
Compartir el humor es también compartir carácter, y alegrarse por el éxito ajeno, sea
cual sea tu situación, requiere generosidad y templanza.
Seguía Julius diciendo que
había amigos que reunían
las dos posibilidades. A esos
había que cuidarlos como el
regalo más preciado.
A mí me gustaría añadir a
esos amigos que te dicen la
verdad aunque duela; a esos
que te ayudan a crecer y ser mejor persona; a
esos que han estado siempre ahí y forman parte
de tu historia, de la misma manera que tú formas
parte de la suya; a esos otros que saben quién
eres y cuidan de ti, y un día te descubres sintiéndoles familia.
Recuerdo a otro buen amigo, de esos que
entran sin avisar y se instalan en tu vida solo el
tiempo necesario, que me dijo: “Mi mejor cualidad son mis amigos”. Pues eso.
Antena
en primera persona
Fr. Pedro Mayo
Nací el 18 de mayo de 1943 en el seno una familia numero-
Hace 50 años, Fr. Pedro
Mayo, Fr. Bernardino
Palacios y Fr. Esteban
Lomas emitieron su
profesión solemne en
la Orden de Hermanos
Menores Conventuales.
Fue el 15 de noviembre
de 1964 en Granollers,
a caballo entre los
estudios que habían
iniciado en esta localidad
y los que proseguirían
después en Padua. Hoy
celebran sus bodas de
oro como franciscanos
conventuales en
Barcelona y Tarancón,
después de un recorrido
por varias comunidades
donde han trabajado y
siguen haciéndolo en
la pastoral parroquial
y educativa. A ellos se
une este año Fr. Sergio
Barredo, que el pasado
19 de febrero celebró
las bodas de oro de
profesión solemne. La
ceremonia coincidió con
la inauguración de la
capilla de la nueva sede
del colegio internacional
Seraphicum, en Roma.
Antena
sa con cuatro hijos; posteriormente nacieron otros dos hermanos más.
A los siete años hice la Primera Comunión al amparo de la vida cristiana de mi familia. Cumplidos los 13 años entré en el seminario menor
de los franciscanos conventuales de Palencia, en octubre de 1956. El
motivo principal por el que fui al seminario fue el temor a cumplir la
“mili”, el servicio militar, sobre el que había una literatura un tanto macabra de lo que allí sucedía a los novatos.Y, como Dios escribe recto con
renglones torcidos, cuatro años más tarde recibí el hábito franciscano,
comenzando el noviciado el 4 de octubre de 1960.
El 15 de octubre de 1961, en Granollers (Barcelona), me comprometí a vivir el Evangelio al modo de san Francisco, guardando los votos
de pobreza, castidad y obediencia. De esto ha hecho ya 53 años, los que
en realidad celebro como fraile, pues
lo que cuenta es la primera profesión,
aunque sea temporal. En el mismo
convento, con la profesión solemne,
que tuvo lugar el 15 de noviembre de
1964, mi compromiso de vida franciscana, de vivir el Evangelio al modo
de san Francisco, guardando los votos
de pobreza, castidad y obediencia, fue
para toda la vida.
Cumpliendo la voluntad de mis
superiores, terminé los estudios eclesiásticos en el Instituto Teológico San
Máximo de Padua, en Italia. Allí fui
ordenado sacerdote el 6 de abril de
1968. De vuelta a España, en el verano
de 1968, por voluntad de los superiores me he dedicado a la enseñanza
y la educación de preadolescentes
y adolescentes en nuestro seminario menor de Palencia, en la casa de
Noviciado de Zaragoza y en nuestros colegios de Valladolid, Madrid y
actualmente en Tarancón (Cuenca).
Por todo ello, Señor, mi agradecimiento: Señor, te doy gracias por el
don de la educación y de la enseñanza que me has otorgado. Tú has estado siempre a mi lado. Gracias, Señor. Te pido fortaleza para continuar
esta labor docente y educadora mientras pueda. Bendice a los niños,
adolescente y jóvenes. Gracias, Señor.
“Doy gracias a Dios
por el don de la educación
y la enseñanza”
Fr. Bernardino Palacios
Nací en Celadas, un pequeño pueblo de la provincia de Teruel.
En 1955 ingresé en el seminario de Tarancón (Cuenca). Mi primera
escuela de formación fue mi familia, donde se vivían los valores humanos y cristianos, junto a mis padres, Juan Ramón y Javiera, y mis
hermanos. Pero la primera llamada que recibí fue en la escuela del
pueblo. Con nueve años me eligieron para ser monaguillo a petición
del cura, don Bartolomé, que nos visitaba frecuentemente. Pude decir,
como el joven Samuel: “Heme aquí, pues me has llamado”. ¡Qué gran
ilusión ser monaguillo!
marché a Padua, donde concluí la Teología
y fui ordenado sacerdote el 18 de marzo de
1967. Previamente, el 15 de noviembre de
1964 emití la profesión solemne en manos
del P. Castro, ministro provincial entonces.
Todos esos años ciertamente no fueron nada fáciles, pero siempre vividos con alegría,
entusiasmo e ilusión, tratando de superar las
dificultades que pudieran surgir.
Mi opción religiosa y sacerdotal la he
vivido durante estos años principalmente en
seminarios y parroquias: Palencia, Zaragoza,
Granollers, Valladolid, Pamplona y finalmente en Barcelona. ¡Qué gratificante y enriquecedor es darte a los demás! ¡Qué gratos
recuerdos guardo de todos ellos! ¡Siempre
recibes mucho más de lo que das! Y esto te
enriquece y te hace vivir tu entrega de forma
desinteresada.
Toda una vida
Fr. Bernardino en el
bautizo de un familiar.
Estuve tres años de monaguillo, el último incluso de sacristán, cantando en los funerales y en las Misas de los domingos, con los latinajos
a mi modo, pues no sabía lo que decía. ¡Con qué ilusión ayudaba en
las Misas! En esa época
había ocho franciscanos
conventuales de Celadas
y procuraba estar cada
día para ayudarles en la
Misa. Todos estos detalles y la presencia de un
hermano en el seminario
de Granollers fueron el
detonante para decidirme a ir al seminario. Mis padres ultimaron los
preparativos en el verano de 1955, con el maestro, P. Emilio Ubed, que
también era de mi pueblo.
Han pasado 50 años, mejor dicho 54, pues
emití mis primeros votos en octubre de
1960. Después de tantos años, toda una vida,
continúo con la misma alegría, entusiasmo
e ilusión. En un momento el Señor se fijó en
mí, me llamó y le respondí con generosidad.
No obstante los halagos del mundo, fue Él
el que venció. Todos los
días me ha sentado junto
a Él en su mesa. Me ha
perdonado con amor mis
fallos. Me ha disculpado
siempre. Su Cuerpo y su
Sangre han estado prestos
para embellecer mi vida,
para que el Padre me mirara como hijo predilecto.
Cuantas veces me he parado a pensar:
¿por qué a mí, Señor? Solo me brota del
corazón una palabra: gracias, Señor, por todo
cuanto me has dado. Te pido que continúes
bendiciéndome con tu gracia y con tu amor,
para que te sea siempre fiel. Y que estas
bodas de oro sean el fruto de arranque para
identificarme más contigo y con Francisco
de Asís. Ojalá que esta celebración sea ocasión de nuevas vocaciones franciscanas conventuales. ¡Merece la pena!
“Continúo con la
misma alegría,
entusiasmo e ilusión”
Difíciles comienzos
El 5 de octubre de ese año ingresé en el seminario. El primer año
fue inolvidable. En octubre de 1956 nos trasladaron al seminario de
Palencia, recién inaugurado. Como todos los comienzos suelen ser
difíciles, los dos años que allí estuve también lo fueron: el número
mayor de seminaristas, la disciplina de la época… En octubre de
1958 nos trasladaron a Granollers, donde cursé cuarto de Bachillerato,
hice el noviciado, estudié Filosofía y dos años de Teología. Después
Antena
en primera persona
Fr. Esteban Lomas
Han transcurrido 50 años desde aquel 15 de noviembre
de 1964 en que emitimos los votos en la profesión solemne. Este
tiempo va unido a lo vivido precedentemente. El recuerdo no es otro
que pensar de dónde vengo: de un pueblo pequeño de la provincia de
Burgos llamado Susinos del Páramo, un pueblo levítico, pues no había
un hogar en que alguno de la familia no hubiese ido a la vida religiosa.
El haber tenido un hermano paúl hizo que me inclinara por la
vida consagrada.
En el pueblo viví los primeros años de mi vida,
en el seno de una familia humilde y pobre en recursos que me educó en la fe. El hecho de haber nacido en una familia cristina hizo que
aprendiera a ser piadoso. Me inculcaron el
amor a Dios y a María, y la devoción a san
Vicente mártir, patrono del pueblo. Así
transcurrieron los años de mi infancia:
ir a la escuela y ayudar a mis padres en
las labores del campo.
Escuché la llamada de Dios cuando
un buen día el párroco, don Julio, nos
dijo que había recibido una carta de
un franciscano conventual llamado P.
Gabriel Gómez invitando a ir al seminario que se iba a abrir en Palencia. Corría
el año 1956. Respondí con generosidad a
la llamada e ingresé en el seminario. Fue mi
padre quien me acompañó. Allí transcurre
el tiempo en medio de los estudios, para tres
años después ir a Granollers (Barcelona) y terminar en Padua (Italia), donde recibimos la ordenación
sacerdotal.
Momentos tristes y gozosos
Quiero recordar también que en mi vocación influyó Isaac Tobar, un
chico de mi pueblo, que estando de seráfico en Granollers me enviaba
estampas de san Francisco invitándome a ir al seminario. Durante
ese período, el Señor nunca me ha dejado solo; he percibido su ayuda,
tanto en los momentos tristes como en los gozosos, y me ha asistido a
través de las personas que me han formado, animándome siempre y
teniendo el apoyo de mis hermanos, a los que he sentido muy cercanos.
El Espíritu Santo ha jugado un papel decisivo en estos 50 años de
“Mi deseo ha sido
estar siempre cercano
a las personas”
Antena
consagración. Lo he experimentado en el
apostolado que he llevado a cabo, sobre todo
en las parroquias donde he ejercido el ministerio. Mi deseo ha sido estar siempre cercano
a las personas, interesándome por sus problemas, queriendo resolverlos y, cuando no
era posible, me entristecía. Son muchas las
personas que se han acercado a mí para
escuchar una palabra de aliento; no
sé si me he dado totalmente, pero de ellas he recibido mucho.
Opción de vida
En los momentos de
desánimo, uno llega a la
conclusión de que, por
encima de todo, es el
Señor el que está a tu
lado y por Él he hecho
esta opción de vida. Es
la fe puesta en Dios la
que te hace ir adelante, y la constancia en
la oración. El ejemplo
de las personas fieles
me ha ayudado también
a permanecer firme en la
fe. Y esa presencia de fe en los
demás me ha llevado a descubrir
a Dios presente en mi vida.
No quiero pasar por alto los diez años
transcurridos en Italia, en la Provincia de la
Puglia. Han sido para mí años vividos con
ilusión, encontrándome con mis hermanos
frailes que siempre me han aceptado, ayudado y animado. De la labor pastoral realizada
allí guardo un grato recuerdo.
Al dar testimonio de mi vida consagrada,
he de decir con el salmo 123:“A ti levanto mis
ojos, a ti que habitas en el cielo”. Agradecido
por todo, siguiendo al Señor tras las huellas
de san Francisco que, acercándose al leproso,
de él recibe la luz y, levantando los ojos, supo
decir:“Mi Dios y mi todo”. Sé que me irán faltando las fuerzas, pero el Señor responderá
con su presencia, me acompañará siempre.
Por eso, vale la pena seguir al Señor, porque
con Él caminaré seguro y me hará mirar allí
donde habita.
Misiones Franciscanas Conventuales
15
V Campo de
Solidaridad Misionera
Una oportunidad
para colaborar desde
el carisma franciscano
en un proyecto
de desarrollo en América Latina, trabajando
con los misioneros y los hombres y mujeres del Sur.
[
Objetivos:
[
Requisitos:
[
Acercarse a la realidad socioeconómica y cultural de pueblos y personas del Sur.
Potenciar la cooperación, la solidaridad y la convivencia, frente a actitudes asistencialistas.
Conocer iniciativas ciudadanas, institucionales y religiosas que promueven el desarrollo.
Es necesario ser mayor de 23 años y realizar previamente un curso de voluntariado.
La formación se desarrollará durante varios fines de semana, a partir de febrero de 2015.
El campo de trabajo tendrá lugar el próximo verano y su duración será de un mes.
Información:
Si deseas recibir más información, puedes asistir a los encuentros que tendrán lugar
el próximo mes de enero en nuestras casas de:
Madrid (día 28, a las 19:30 h.), Barcelona (día 26, a las 21:00 h.),
Pamplona (día 16, a las 20:30 h.) y Valladolid (día 22, a las 20:00 h.).
También puedes escribir al correo [email protected] o
llamar al teléfono 616 313 882. Inscripciones: antes del 15 de febrero.

Descárgate el número 37 - Franciscanos Conventuales

Transcripción

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