Artículo de Trascendencia El hombre que no se dejó taclear
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Artículo de Trascendencia El hombre que no se dejó taclear
Artículo de Trascendencia El hombre que no se dejó taclear Francisco Lazo En su vida equivocó la táctica y por ello recibió duras tacleadas, pero el fútbol americano le cambió la perspectiva... Una larga condena en el Reclusorio Norte y un reducido espacio no significaron el final del Camarón. Su juego en la calle se detuvo, pero comenzó uno nuevo en prisión: “Hoy, todo gira alrededor de mi balón de fútbol americano”. Jesús Solórzano Martínez, conocido como el Camarón por el color de su piel, vive con una alegría que contagia. Apresado por una juventud descontrolada y condenado a 42 años de prisión, escapó de las garras de la desesperanza uniéndose al equipo de futbol americano del Reclusorio Norte: “El americano me enseñó que el encierro no significa perdición; este deporte me hizo ver la vida como un juego de ajedrez, a ser inteligente en mis actos, a tener ánimos de superación y a no rendirme”. No es casualidad que cada sábado –día de juego- las gradas del emparrillado del Reclusorio se abarroten cuando los Renos juegan. Desde la llegada del Camarón los Renos son un equipo de internos sanos, que crecen cada día y contagian a su difícil entorno. “Camarón es un interno con mucha energía, -dice la encargada del Área Cultural y Deportiva, la licenciada Magali Pérez-, antes de que llegara, el equipo no daba una, pero él les infunde tantos ánimos que todos los vienen a ver”. Desde las siete y media de la mañana levanta a empujones a sus compañeros para ir a entrenar: “Los ayudo a pensar como en los juegos, a ser disciplinados y a pensar antes de actuar, pero eso lo hace el americano, no yo”, afirma satisfecho Jesús. Marzo Artículo de Trascendencia El hombre que no se dejó taclear Gracias a su liderazgo, pasó de corredor a entrenador en jefe, pero su equipo no gana los juegos gracias a una técnica depurada, sino a los ánimos y el coraje con el que los motivó a jugar. Él es el interno con más influencia en todo el Reclusorio, es querido y respetado, organiza toda clase de actividades, tiene un cineclub los lunes además de clases de pintura, de teatro y de dibujo. “Fue difícil hacer que los internos se interesarán en actividades como el americano, porque están acostumbrados a no hacer nada, pero poco a poco se acercaron, porque es bonito ganar. El fútbol americano es un deporte completo, tanto física como mentalmente, combina estrategia y disciplina, fuerza e inteligencia, y resulta en una actitud de triunfo, no sólo en los juegos, sino en la vida”, dice categórico. “No me importa quedar bien con nadie, lo hago porque me hace sentir productivo. Tal vez es demasiado tarde, pero ya enderecé mi vida, y quiero que los internos con pocos años de condena salgan con una actitud diferente y no regresen”. Jesús pasará una temporada larga en prisión, y aunque le duele no poder ver a su familia, vive en paz, con la esperanza de contribuir a mejorar la calidad de vida de la población del Reclusorio Norte. Colaboración de Fundación Teletón México. “Como te tratas, te ven”. Marzo