EL PRESIDENTE VALENCIA, PERSONAJE EJEMPLAR Palabras
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EL PRESIDENTE VALENCIA, PERSONAJE EJEMPLAR Palabras
EL PRESIDENTE VALENCIA, PERSONAJE EJEMPLAR Palabras del Presidente Belisario Betancur al descubrir un óleo del expresidente de Colombia y creador de la Junta Monetaria: Banco de la República, Diciembre 3 de 1985. Al descubrir el retrato del estadista que fue Guillermo León Valencia, nos honra la compañía de dos eminentes compatriotas, Carlos Sanz de Santamaría y Joaquín Vallejo Arbeláez, quienes en el ministerio de hacienda fueron responsables de la acertada política económica de su administración, con el tempranamente desaparecido Diego Calle Restrepo. 1.- VALENCIA Y LA JUNTA MONETARIA La Junta Monetaria, ese instrumento que se ha revelado tan valioso para el diseño de nuestras políticas financieras, se creó por iniciativa de su gobierno, y esta muy bien así que su imagen ocupe en este recinto el sitio privilegiado que merece. Para mí esta ceremonia reviste una particular significación política y afectiva: tuve el privilegio de hacer parte del gabinete del Presidente Valencia en condición de Ministro del Trabajo, y creo que resultan innumerables las comunes reminiscencias que comparto con los doctores Sanz de Santamaría y Vallejo Arbeláez. Evocaciones y recuerdos que no son ocasión de nostalgia sino de orgullo, la satisfacción de haber servido en uno de los mejores gobiernos que el país haya tenido y de haber colaborado con ese ejemplar personaje de nuestra historia, con ese excepcional ser humano sobre cuya obra de gobierno convergen el respeto y el afecto del país. 2.- LOS OJOS HUMEDECIDOS Otro distinguido colaborador de ese cuatrienio, nuestro gran escritor Pedro Gómez Valderrama; en el décimo aniversario del fallecimiento del Presidente Valencia lo exaltaba con estas palabras elocuentes: “AL hablar aquí, frente a su tumba, es necesario recordar cuánto fue su amor por Colombia, cómo su sentido del patriotismo inspiró todas sus acciones, y cómo ese amor a la patria, y esa austera conciencia de magistrado, se conjugaron con una fibra humana imponderable, generosa como un manantial, pura como el agua más cristalina, y reveladora de una condición humana superior. Yo vi, en momentos graves del país, humedecerse sus ojos, y dar sin embargo la orden que correspondía, y que el país esperaba. Le vi mantener, en todos los momentos, la rectitud de la magistratura, profundamente saturada de comprensión humana. Valencia fue sin duda alguna el caso ejemplar de lo que un político puede ser humanamente, en materia de comprensión y de nobleza de espíritu”. 3.- EL PRESIDENTE DE LA PAZ Tuve la fortuna de conocer y admirar esas virtudes de su personalidad diamantina, tan bellamente definidas por Gómez Valderrama. Y en éste, como en todos los momentos, quiero confesarme también su discípulo en el campo de la política. O, más precisamente, de una política. Pues fue él quien de sus compatriotas recibió calurosa y justamente el calificativo de “Presidente de la Paz”. El asumió una de las recurrentes modalidades de la violencia que ha acompañado nuestra vida republicana, con un magnánimo ademán de paz y con una invencible vocación de paz. Para bien de Colombia, sus esfuerzos fueron recompensados, y son su empeño y su perseverancia el legado que le dejó a las generaciones posteriores y que irrevocablemente recae sobre quienes por voluntad popular lo hemos sucedido en la primera magistratura. Nos enseño que el mandato constitucional tiene que inflamarse y chispear con la energía moral, que el objetivo de la paz debe ser, además de una convicción y de una obligación, una pasión. Sí, estuvimos muy cerca de su grandeza, también a la vera de sus afectos, a orillas de esa amistad inconmensurable, que a torrentes se prodigaba, manantial que no cesaba. Evoquémoslo. Pidámosle que, desde la alta cima de su plenitud bienaventurada, siga manteniendo los ojos humedecidos, sobre la suerte de sus compatriotas. ¡Cuánto, ahora, lo necesitamos! ¡Cuánto, ahora, lo añoramos: la paz por la que suspiró y trabajó, es la misma paz que buscamos anhelantes! ¡Dios se la dé a Colombia!