Limpieza, Pulido y Aplicación de Cera Protectora al Latón y el Cobre

Transcripción

Limpieza, Pulido y Aplicación de Cera Protectora al Latón y el Cobre
Notas del ICC
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Las versiones en inglés y francés de esta publicación, así como sus modificaciones posteriores realizadas por el
Instituto Canadiense de Conservación (ICC), se consideran las versiones oficiales. El ICC no asume ninguna
responsabilidad por la exactitud o confiabilidad de esta traducción al español.
Limpieza,
Pulido y
Aplicación de
Cera Protectora
al Latón y el
Cobre
Introducción
a la limpieza solamente.
Los objetos de latón y cobre que se
exhiben o almacenan en un museo
requieren mantenimiento y limpieza
periódicos. La primera consideración
se refiere a si el objeto debe presentar
un aspecto pulido. Muchas piezas,
por ejemplo los utensilios de cocina,
adquieren un deslustre protector con
el uso, mientras otras han recibido
una pátina artificial en la fabricación,
como algunas medallas y estatuas.
A algunos objetos se les aplicaban
revestimientos de laca coloreada,
como en el caso de los instrumentos
científicos, lo que constituye un factor
destacado de su apariencia original. Se
debe poner especial cuidado respecto
de algunos "bronces" de fines del
siglo XIX y comienzos del siglo XX,
pues en realidad se han fundido en
un metal blanco y blando, y luego
se han "bronceado" con un barniz
transparente y coloreado. El pulido,
o incluso la limpieza con un solvente,
puede remover este barniz de los
puntos elevados, desfigurando la
pieza. Nunca se deben pulir los bronces
orientales patinados.
La limpieza por sí sola mejora la
apariencia de los objetos de cobre
y, al eliminar fuentes de corrosión
tales como grasa, polvo, residuos
de pulimento metálico y huellas
dactilares, contribuye también a
reducir el deterioro ulterior.
El aspecto adecuado de un objeto en
particular debe ser decidido por un
curador y, si hay dudas al respecto,
lo más seguro es limpiar sin pulir. Es
preciso destacar que en los objetos en
depósito el tratamiento debe limitarse
Por el contrario, el pulido representa
una operación abrasiva que remueve el
deslustre y algo del metal superficial.
Los pulidos reiterativos pueden
provocar pérdidas del detalle de la
superficie. No obstante, es posible
disminuir la frecuencia tanto de la
limpieza como del pulido encerando
los objetos para impartirles un
revestimiento protector.
Lugar de Trabajo
Se necesita un lugar de trabajo
despejado, con un banco o mesa, buena
iluminación y ventilación adecuada.
Poniendo algunas capas de papel
sobre la mesa, ésta se protege de las
manchas y los objetos quedan mejor
acolchados. El papel debe cambiarse
con frecuencia para mantener limpia
la superficie de trabajo. Resulta útil
contar con una bandeja para colocar los
materiales de limpieza, ya que puede
recibir algún derrame accidental. Es
preciso dejar un espacio reservado
para tomar notas.
Centro Nacional de Conservación y Restauración
Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos
Recoleta 683 - Recoleta - Santiago de Chile
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Limpieza
Siempre se deben anotar los números
de registro antes de comenzar un
trabajo, ya que la limpieza y el pulido
los pueden remover.
Las superficies metálicas recién limpias
y pulidas son particularmente sensibles
a las huellas dactilares. Dado que
la humedad, las sales y los aceites
corrosivos se pueden traspasar desde
los dedos durante la manipulación de
los objetos, es necesario usar guantes
de fotógrafo limpios.
En primer lugar se eliminan el polvo
y la suciedad, cepillándolos en seco.
Los cepillos que se recomiendan son
los de pelo natural de cerdo, aunque
existen diferentes tipos que resultan
útiles para este trabajo. La limpieza
general puede efectuarse con cepillos
cuyas cerdas estén ubicadas en ángulo
recto con respecto al mango, por
ejemplo los cepillos de dientes de
cerdas naturales (suaves o medianos) o
los que utilizan los joyeros para limpiar
relojes. Se puede realizar un trabajo
más detallado con pinceles de cerda
redondos para óleo (números 4-6) o
brochas para estarcir.
Los residuos grasos se eliminan con
una mezcla de volúmenes iguales
de hidrato de metilo y agua. Por lo
general esta mezcla se aplica mejor
con tórulas de algodón (cotonitos),
pero cuando la grasa se muestra
resistente puede servir una brocha
para estarcir. Agregar algunas gotas
de un detergente suave a la mezcla
ayuda a cortar la grasa (véase Notas
del ICC 13/9, Detergente Aniónico). En
todo caso, es necesario llevar a cabo
una prueba preliminar para detectar
si la solución de limpieza remueve los
números de registro.
Los residuos de pulimento de
tratamientos anteriores corresponden
habitualmente a un polvo gris, blanco o
verde en zonas inaccesibles del objeto.
Es importante quitar tales residuos y,
allí donde demuestren ser resistentes
al procedimiento recién descrito, se
puede emplear un mondadientes de
madera humedecido con una mezcla
2
de volúmenes iguales de hidrato de
metilo y agua.
Es posible encontrar ceras, pinturas
y lacas durante la limpieza. En cada
caso se debe determinar si provienen
de la fabricación o el uso del objeto y,
por consiguiente, si forman parte de
su historia. La preservación de estas
capas puede presentar dificultades
técnicas y su remoción generalmente
exige productos químicos que son
tanto tóxicos como inflamables. En
casos conflictivos debe solicitarse
asesoría a un conservador o remitirse
a él el tratamiento.
Pulido
El pulido siempre es abrasivo. Al
analizar si se pule o no, siempre
empiece con el método más suave
y menos abrasivo, que consiste en
usar un paño de joyería con una capa
exterior de franela fina para pulir, y
una franela interior impregnada en
"jeweller's rouge", que es un abrasivo
fino. Se puede lograr un pulido muy
ligero, controlado y parejo frotando
la superficie del metal con la franela
interior, lo cual deja algunos residuos
negros que se eliminan mediante
un pulido final con el paño exterior.
Si no basta con el paño de joyería,
se puede recurrir a un paño con
pulimento incorporado. Sin embargo
tales productos deben usarse con gran
precaución, ya que son más abrasivos
y, al frotar en exceso, pueden producir
rayas visibles en la superficie del metal.
Por último se saca brillo a mano con
un paño limpio, suave y sin pelusas.
Encerado
Después de limpiar o pulir, la aplicación
de una capa de cera otorga cierta
protección tanto contra el ambiente
como contra la manipulación. Es
posible preparar una cera adecuada
mezclando volúmenes iguales de
Shellsol o Varsol con una cera en pasta
blanqueada, tal como Renaissance
o cera para muebles. El producto
resultante debe guardarse en un
frasco hermético. La cera se esparce
sobre el metal con un paño o cepillo,
luego de lo cual se espera que el
solvente se evapore. Con este método
es preciso asegurarse de aplicar la
cera parejamente. Si el metal no
está adosado a madera, marfil u
otros materiales sensibles al calor,
simplemente derrita la cera en forma
pareja sobre la superficie y hágala
penetrar en las cavidades, calentando
el metal con un secador de pelo; luego
absorba el exceso de cera con pañuelos
de papel mientras el objeto aún está
caliente.
Después de que la cera se ha
endurecido, se puede sacar brillo a
la superficie con un paño limpio y
sin pelusas. Una delgada capa de
cera permanece sobre el metal. Con
el fin de disminuir la necesidad de
efectuar limpiezas frecuentes, los
objetos encerados deben protegerse
del polvo. Cuando sea preciso realizar
una limpieza y pulido más profundos,
la cera se puede quitar fácilmente con
Shellsol o Varsol. Este procedimiento
no debería afectar las pinturas, lacas y
números de registro, pero nuevamente
se recomienda llevar a cabo una prueba
preliminar como confirmación.
Observaciones Relativas a la
Seguridad
Los solventes como el hidrato de
metilo, Shellsol y Varsol sólo deben
emplearse en un recinto bien ventilado,
evitando el contacto con la piel. La
ingestión de tales solventes puede
provocar la muerte.
Para eliminar pequeños restos de
solvente en los paños de limpieza
u otros elementos, pueden dejarse
evaporar hasta que queden secos
en una zona bien ventilada, como
por ejemplo al aire libre o bajo una
campana. En cuanto a los residuos
sólidos, cuando están completamente
secos se pueden botar a la basura en
bolsas plásticas.
Proveedores
Shellsol, Varsol o hidrato de metilo:
ferreterías
Tórulas de algodón o cotonitos:
supermercados
Notas del ICC 9/3
Ceras:
proveedores de cera Renaissance
Paños con pulimento incorporado:
ferreterías
Cepillos de relojería y paños de joyería:
reparadoras de relojes y joyas
Guantes de fotógrafo:
Tiendas de artículos fotográficos
Bibliografía
Instituto Canadiense de Conservación.
Detergentes Aniónicos. Notas ICC 13/9.
Ottawa: Instituto Canadiense de
Conservación, Enero 1984.
Notas del ICC 9/3
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por Bob Barclay y Charles Hett, un
antiguo empleado de ICC.
Versión disponible en inglés y
francés en Government of Canada,
Canadian Conservation Institute
www.cci-icc.gc.ca
Versión en español disponible en
www.cncr.cl
Versión en español traducida
e impresa por CNCR- DIBAM.
Traducción financiada por
FUNDACIÓN ANDES.
© Government of Canada,
Canadian Conservation Institute
(CCI), edición en inglés y francés.
© Centro Nacional de Conservación
y Restauración (CNCR), 2ª ed. en
español, 2014.
ISSN 0717-3601
Permitida su reproducción citando
la fuente
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Notas del ICC 9/3

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