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COFRADÍAS Y SOCIEDAD CRISTIANOMORISCA EN VILLANUEVA DEL
SEGURA
Vicente Montojo Montojo
Juan Romero Díaz
Introducción
Tras el fracaso de las expediciones contra Argel (1516/1520) y las Comunidades y
Germanías (1519-1523), una sublevación de moriscos valencianos en la Sierra del
Espadán fue sometida (1526), casi al mismo tiempo que era derrotado y muerto Luis II
de Hungría en Mohacs por Solimán el Magnífico; pero si nos quedamos en el
Mediterráneo Occidental, resulta que en los 5 años que transcurrieron entre 1529 y 1534
Kairedín Barbarroja, pachá de Argel, logró consolidar su dominio en Berbería (Magreb)
y en el Mediterráneo Occidental, pues consiguió derrotar a la flota española en Ibiza,
expulsar a los españoles del Peñón de Argel (1529), saquear Parcent y Murla, en el
Reino de Valencia (1532), y conquistar temporalmente Túnez, obligando a Carlos V a
realizar su primera gran expedición militar para recuperar esta segunda ciudad (1535),
una vez que había sido coronado emperador en Bolonia (1530), y había vencido a la
Liga Clementina (1527-1529) y detenido a los turcos en Viena (1529/1532) 1 .
En el Reino de Murcia, Cartagena y Mazarrón sufrieron especialmente las
consecuencias de la agresividad argelina (1505, 1512, 1521, 1528-1530, 1532-1542,
1547, 1550) durante la primera mitad del siglo XVI 2 , y fue en dicho periodo cuando se
formó Villanueva de Segura o del Valle de Ricote, la última población constituida de las
seis villas de la Encomienda del Valle de Ricote, a partir de un caserío escaso, por lo
que no contó con una parroquia propia, siendo anejo de la de Ulea, según testimonio de
1500 y la visita de la Orden de Santiago de 1507 3 .
El papa Julio II había erigido las primeras parroquias del Valle (Ricote con Ojós; Ulea,
a cuyo curato se uniría Villanueva; Abarán y Blanca), en 1505, tras la conversión de los
mudéjares, en unos casos voluntaria y en otros obligada por orden de los Reyes
Católicos (1502). Sobre la mezquita del caserío conocido por Asuete o Asnete se
levantó la iglesia de San Mateo de Villanueva del Segura, llamada Benmur según la
visita de 1507, cuando tenía 23 familias 4 , todo ello en una época de difícil repoblación,
como en la que mudéjares de Hellín habían hecho en Abarán unas décadas antes (1488)
y de Abarán salieron familias que repoblaron Villanueva, según el dominico fray Juan
de Pereda 5 .
Cuando en 1533 los oficiales reales Diego de Molina y Juan Franco hicieron una
averiguación sobre el rendimiento del servicio ordinario y extraordinario que votaban
las Cortes para repartir, de Villanueva de Ricote dijeron que "tiene 28 vecinos pecheros,
gente pobre, necesitada la mayor parte; están en tierra áspera y tienen poco término y
poca huerta, y falta de agua para regarla por no tener buena acequia; hay 7 u 8 vecinos
que tienen razonablemente; en la huerta tienen moreras y viñas de pasa, y cogen pan
1
Hess, A.C. "La batalla de Lepanto y su lugar en la historia del Mediterráneo", en Elliott, J., Poder y
sociedad en la España de los Austria, Barcelona, 1982, pp. 90-114.
2
Montojo Montojo, Vicente, Cartagena en la época de Carlos V, Murcia, 1987, pp. 57-96.
3
López Jiménez, José Crisanto, "Asnete (Asuete), actual Villanueva de Segura, en el Valle de Ricote,
Reino de Murcia", en Las Ciencias, n. 23, año XXIII, 1958, pp. 331-333.
4
Lisón, Luis, "Historia de la Parroquia de Villanueva del Segura", en I Centenario de la Parroquia de
Villanueva del Segura, Murcia, 1982, s.p.
5
González Castaño, Juan, "El informe de fray Juan de Pereda sobre los mudéjares murcianos en vísperas
de la expulsión, año 1612", en Äreas, Revista de Ciencias Sociales, 14, 1992, pp. 217-235, cfr. 230.
morisco y frutas, y tienen algunos ganados, cabrío todo; pagaron del servicio el año de
1528 1903 maravedís, parécenos que deben pagar 1400 maravedís" 6 .
La situación económica que refleja el censo o averiguación de 1533 parecía negativa,
aunque la población había crecido en 10 vecinos desde 1500, crisis que correspondería a
la prolongación de una época (1503-1528) muy difícil para todo el Reino de Murcia,
pues lo fue de inestabilidad política y socioeconómica: inundaciones (1528, 1545),
sequías y carestías de alimentos (1503, 1529-1530), muertes de Isabel la Católica
(1504) y Fernando el Católico (1516), con sucesivas regencias de Cisneros (1516-1517)
y Adriano de Utrecht (1519-1522), y revoluciones de Comunidades y Germanías (15191523), rebeliones de los moriscos de Granada (1500) y Valencia (1526); epidemias de
peste (1507-1508, 1523-1524), guerra en Italia (1526-1529), bloqueo argelino de las
costas de Cartagena, Lorca y Murcia (1524-1542), esto último hasta el punto de que el
Rey dio licencia para que se arrendara la pesca de la Albufera de Cabo de Palos (Mar
Menor) para terminar las obras de las torres de defensa contra los moros en dicha zona.
En 1533 se denunciaban ante la Corte abusos de los portazgueros del Puerto de la
Losilla y de la Mala Mujer 7 .
La situación mejoró hacia 1540-1550, sobre todo en el interior del Reino y también en
la Encomienda de Ricote, de tal forma que en 1569 don Francisco Enríquez de Rojas,
Comendador del Valle de Ricote, pidió al Consejo de Órdenes que hiciera probanza
sobre el diezmo que le correspondía por los huertos que los moriscos habían hecho
desde 20 años antes (hc.1549): "y (un testigo dijo) que en la villa de Villanueva de dicha
encomienda se han hecho de nuevo de los dichos 20 años a esta parte los siguientes, que
son de las personas que de yuso van declaradas: la viuda de Martín López 2 huertos; la
viuda de Juan López, Mari Gallega, 2 huertos; Rodrigo Fernández 2 huertos; Juan
López de Martín López 1 huerto; Turpín Rodríguez 1 huerto; Juan Llorente el viejo 1
huerto; Gonzalo Gallego de la Puerta 2 huertos; Pedro Gallego de Juan Gallego 2
huertos; la viuda de Diego Gallego; los hijos de Diego López 2 huertos; los de Juan
Boroscut 2 huertos; Diego Adán, los de Esteban Turpín 1 huerto; todos vecinos de la
dicha villa de Villanueva" 8 .
Efectivamente los huertos que los vecinos de la encomienda habían labrado,
cercándolos, eran una buena inversión, vendiéndose bien, como hicieron algunos de
Abarán (1565): Diego Gómez y doña Francisca Cabeza de Vaca a Leonor Gómez, su
tía, y a Francisco del Amor, a 30 y a 47 ducados, respectivamente 9 .
Según fray Juan de Pereda (1612), "Villanueva es el más nuevo lugar de todo el valle,
fundóse en nueve casas que salieron de Abarán; estuvo su iglesia algunos años sin
sacramento y los López de allí lo hicieron poner".
La importancia de estos López, de los que nos vamos a servir para nuestra exposición,
podemos retrotraerla a 1561, pues cuando el 14 de diciembre se hizo por orden de
Felipe II la averiguación sobre las alcabalas, formaban el concejo o ayuntamiento
Alonso López, alcalde ordinario, junto con Pedro Gallego y García Rodríguez,
regidores, quienes hubieron de informar sobre el valor de las rentas de abastos de vino,
carne, aceite, alcabalas del viento y otras en 1557-1561, y el padrón de los vecinos.
Villanueva estuvo encabezada en 7000 maravedís anuales en dicho periodo, la taberna
de vino fue arrendada a Juan Gallego de la Puerta en 7872 maravedís (1557), a
6
Chacón Jiménez, F. (edición y estudio), Censo de población de 1533. Reino de Murcia, Murcia, 2000, p.
45.
7
Torres Fontes, Juan. "Documentos carolinos en el Archivo Municipal de Murcia", en Murgetana, 103
(2000), pp. 109-188, cfr. 141/152.
8
AHN, Órdenes militares, Archivo Histórico de Toledo, legajo 7629, caja 1, 1-2-175.
9
AHPM, Prot. 9280, fs. 79v y 157r / Obligación y venta de los otorgantes (Abarán, 24-8 y 9-12-1565).
Bernardino Turpín por 2625 maravedís (1558), a Juan Ayuel en 3000 (1559), por 7125
maravedís haciéndole suelta de 1125 maravedís (1560), y a Luis de Aranda en 7500
maravedís con 375 de prometido por pujar (1561); el abasto de la carnicería, que no se
arrendó algunos años por falta de arrendador, a causa de la carestía, fue consultado a
Pedro López el viejo y Juan López, quienes informaron que se dio por 4 ducados, y en
1558, se dio a Nicolás Vázquez, de Murcia, pero no se pudo hacer a causa de la peste,
huyendo los vecinos a los montes; se arrendó a Francisco Gaspar en 1500 maravedís
(1559), a un vecino de Ojós en 204 maravedís o 6 reales; y la alcabala del viento a
Alonso López en 612 maravedís (1557); a Pedro López en 1500 maravedís, "por razón
que muchos vecinos de Murcia estaban en esta villa y había mercaderes forasteros y la
dicha alcabala se había de cobrar de 21 y de ahí adelante" (1558), a Juan Turpín en 782
maravedís, a Bernardino Turpín en 750 maravedís (1560) y a Juan Turpín en 816
maravedís (1561) 10 .
De esta averiguación de 1561 no sólo se deduce la importancia de los López y, además,
de los Gallego y los Turpín, estos últimos procedentes de Abarán, sino también el
crecimiento de las rentas del concejo, a pesar de la epidemia de peste de 1558, que
provocó que se instalaran en Villanueva muchos vecinos de Murcia, huidos de la
ciudad, entre ellos algunos mercaderes, y finalmente el contagio de la villa y la huida a
las montañas de los lugareños.
La epidemia tuvo mayor incidencia en Murcia y en Cartagena, en esta coincidente con
una mayor presión militar argelina, que se manifestó en el saqueo de su lugar de los
Alumbres Nuevos (1558) y en un ataque directo a Cartagena (1561), y en aquélla con
una división entre su oligarquía y la Inquisición murciana que acabó en un proceso y
ajusticiamiento de personas importantes, como Juan de Balibrera y otros (1559-1560).
La finalidad de la averiguación era obtener más dinero de las alcabalas encabezadas a
los reinos castellanos, parte de una escalada fiscal que en lo que se refiere al reinado de
Felipe II había empezado en 1557, año de la victoria de San Quintín sobre Francia y de
una suspensión de pagos, lo que para el Valle de Ricote se manifestó en la venta de una
escribanía a cada lugar, separada de la escribanía de gobernación de Caravaca, y que
tendría su colofón en la elevación de las alcabalas a los pocos años (1564).
En 1568 Gonzalo López dotó a su hija ireneCatalina López para su casamiento, ya
realizado, con Gonzalo el Pay, hijo de Lucas Pay, vecino de Ulea 11 . Catalina López,
hija de Gonzalo López y de Beatriz Rodríguez, vecinos de Villanueva, recibió 42.829
maravedís en ajuar, preseas de casa, tierras y morerales, dándole su marido en arras
12.000 maravedís. Este año de 1568 Felipe II, rey de España, perdió a su mujer, la reina
Isabel de Valois, y a su hijo el príncipe Carlos, encerrado por causa de un
enfrentamiento con su padre en el que se incluía la acusación de ser cómplice con los
rebeldes holandeses, que se habían iniciado su sublevación en 1566, que derivó en la
Guerra que ellos llamaron de los 80 años (1568-1648), hasta alcanzar el reconocimiento
de su independencia.
También en 1568 se inició la rebelión y guerra de los moriscos del Reino de Granada
(1568-1570), mucho más breve pero de más influencia en el Valle de Ricote, hasta el
punto de prestar servicios los moriscos murcianos en la Guerra de Granada en contra de
los granadinos, como lo habían hecho contra comuneros castellanos (1520-21),
agermanados y moriscos valencianos (1522 y 1526), méritos de los que se valió el
10
AGS, EH, leg. 132, fs. 407-410 / Averiguación de alcabalas de Villanueva (1561) AGRM, Fondos
reproducidos, AGS, rollo 20.
11
AHPM, Prot. 9885, Villanueva, n.2 / Dote recibida por Gonzalo el Pay de Lucas Pay, vecino de Ulea
(Villanueva, 27-11-1568).
Ayuntamiento de Villanueva contra las acusaciones del de Mula12 . Felipe II había
obtenido 10 años antes la Paz de Cateau-Cambrésis (1559), a costa de un esfuerzo
económico tal de los reinos españoles que condujo a la primera bancarrota de la
Hacienda real, contemporánea de la victoria de San Quintín sobre Francia (1557), lo que
condujo a la búsqueda de nuevos medios fiscales, que se obtuvo mediante la
averigación sobre la renta de las alcabalas (1561) y su subida en un 14%, junto con la de
otras rentas (1564).
La segunda hija de Gonzalo López casó en 1575 con otro Pay vecino de Ulea: Francisco
el Pay, hijo de Alonso el Pay 13 , en este caso fue María López la que recibió una
cantidad menor, 30.434 maravedís en ropas, preseas de casa y tierras en la huerta de
Villanueva. En 1575 Felipe II decretó suspensión de pagos a los asentistas, de Génova
sobre todo, pues había tenido que enfrentarse a grandes gastos en Flandes, donde se
perdió Middelburgo que pasó al dominio de Holanda (1574), hasta el punto de no poder
pagar a los tercios españoles que saquearon Amberes, y en el Mediterráneo Occidental,
donde hubo de afrontar otras dificultades, como la pérdida definitiva de Túnez (1574),
recuperada el año anterior por don Juan de Austria, que pasó a ser ciudad aliada del
Imperio Turco. La suspensión de pagos conllevó la elevación de la renta real de las
alcabalas a un 10% en las transacciones, lo que supuso una subida de la presión fiscal
mucho mayor que la de 1564.
Cuando su tercera hija, Juana López, se casó con Juan López, vecino de Ojós, además
de darse un cambio en el lugar de procedencia del marido, se dio una fuerte disminución
de la dote 14 , que fue de 16195 maravedís en bienes raices, muebles, ajuar y preseas de
casa, dándole el marido en arras 10000 maravedís (1579). Por entonces, tras la muerte
de don Juan de Austria en Flandes por enfermedad (1577) y el asesinato de su secretario
Juan Escobedo (1578), se produjo la detención del secretario real Antonio Pérez y de la
princesa de Éboli, lo que condujo a un cambio en las secretarías del Consejo de Estado,
pues Juan de Idiázquez sustituyó a Antonio Pérez, y un giro en la política internacional
española, ya que a la muerte del rey don Sebastián de Portugal en Alcazarquivir (1578),
contemporánea de la tregua con el Imperio Turco (1580), y de Enrique I de Avís, rey de
Portugal (1580), seguiría la anexión de Portugal a las coronas de Felipe II (1580-1581),
quien tuvo que hacer que tropas castellanas impusieran sus derechos sucesorios 15 .
De esta Guerra de Portugal intentaba zafarse en 1581, año de la expedición contra la isla
Tercera, donde se había refugiado el pretendiente Antonio de Braganza, Prior de Crato,
con ayuda francesa (1582-1583), Juan Mateo, hijo de Francisco Mateo y de Juana
Hernández, vecino de Jumilla, al intentar legalizar su matrimonio con Ana Ramón,
también vecina de Jumilla, al dar poder en Villanueva a Juan Andrea Ulio, vecino de
Alicante, probablemente de origen italiano, para obtener dispensa en Roma, por haber
consumado antes de celebrar dicho matrimonio.
Al final del siglo XVI alguno de los López de Villanueva continuaba detentando cargos
relevantes en el municipio, como el de alguacil mayor por Tomás López, quien tuvo que
12
Hernández Franco, Juan, "Aproximación a la Historia de la minoría Morisca en el Reino de Murcia
durante la Edad Moderna", en Anales de la Universidad de Murcia, Letras, v. XL/3, 1983, pp. 69-101, 77.
13
AHPM, Prot. 9885, Villanueva, n.3 / Dote recibida por Francisco el Pay, hijo de Alonso el Pay, vecino
de Ulea (Villanueva, 15-12-1575).
14
AHPM, Prot. 9885, Villanueva, n.4 / Obligación de Juan López, hijo de Diego López, vecino de Ojós,
por su matrimonio con Juana López, hija de Gonzalo López y Beatriz Rodríguez, vecinos de Villanueva,
de recibo de dote (Villanueva, 9-8-1579).
15
Salvador Esteban, E. "La política exterior", en Historia General de España y América, t. 6, Madrid,
1991, pp. 493-571, cfr. 558-569.
afrontar la deuda contraida por Diego Halaza, vecino de Ricote, con Martín de Molina
Candel, vecino de Blanca, porque aquél se escapó de la cárcel 16 .
1. Las cofradías de Villanueva en la Edad Moderna (1580-1793).
No sabemos si en la primera mitad del siglo XVI, en que la población del Valle era
mayoritariamente morisca, tenía Villanueva cofradías, entidades tan características de
las parroquias cristianas en aquel periodo. Desde luego ya entonces la iglesia parroquial
de Villanueva, que recibiría el nombre de la Asunción 17 , es decir una advocación que se
había extendido por todo el Reino de Murcia en el siglo XIII (desde Moratalla hasta
Cartagena y Biar), y sí tenía cofradías a finales del siglo XVI (1580-1600).
Anteriormente la iglesia se había llamado de San Mateo, pero esta advocación no
persistió. De los moricos de Villanueva y Ulea dijo fray Juan de Pereda: "Esméranse en
el adorno de las iglesias y en las fiestas que hacen y en acudir a las cofradías, que sirven
bien. Hay en las dos iglesias 120 misas dotadas" (1612).
Según un testimonio anterior (1610): "La villa de Ricote tiene la cofradía del Rosario y
del Santísimo y de la Madre de Dios … y es muy público y notorio que Tomás de
Bobadilla que fue natural de ella, estando cautivo, … con una galera de moros y trajo un
estandarte de la ciudad de Argel y lo entregó en Madrid al rey don Felipe, nuestro señor,
el segundo, y le hizo merced y le dio en Nápoles treinta ducados de plata en renta, y en
la dicha villa asimismo sabe que hay memorias de misas perpetuales en la iglesia de
ella; y en la villa de Ojós hay la cofradía del Rosario y de San Agustín con jubileo por la
dicha villa y muchas misas perpetuales dejadas por personas naturales de la dicha villa y
de ella han salido y habido muy buenos soldados, en Flandes, en servicio de Su
Magestad, que esto es muy público y notorio; y la villa de Villanueva tiene las cofradías
del Rosario, del Sacramento, de la Asunción y de la Madre de Dios, con jubileo, y hay
muchas misas y memorias que han dejado vecinos particulares naturales de la dicha
villa; y la villa de Ulea tiene la cofradía del Rosario y de la Asunción y del Sacramento
y de San Bartolomé, con jubileo en las dichas fiestas y muchas memorias y misas
perpetuales, en la iglesia de la dicha villa, dejadas por naturales de ella, y sabe por muy
público y notorio que las dichas villas acudieron a la derrota de Orihuela con su bandera
y su gente y a la guerra y levantamiento de los moriscos del Reino de Granada y al
socorro de esta ciudad cuando la quisieron saquear los alemanes" 18 .
La Asunción de la Virgen dio nombre a una de las cofradías y fiestas de Villanueva 19 .
Otras cofradías fueron las del Santísimo Sacramento, que recibió numerosas donaciones
de cera para alumbrar a la Eucaristía; la de la Concepción, la del Rosario y la de la
Soledad. Estas tres últimas devociones, que ya se extendían por otras poblaciones, no
eran sostenidas por órdenes religiosas, como franciscanos, dominicos y mercedarios en
Murcia y Lorca 20 , sino que eran arropadas por los propios seglares de Villanueva.
Recibían estas cofradías numerosas donaciones de dinero, procedentes de mandas
testamentarias, aunque de cantidades pequeñas, como las de 0'5 a 5 reales, pero con
predominio de las de 1 o 2.
En unos pocos casos las donaciones eran más elevadas con el fin de aportar a una
construcción, como la Ermita de la Soledad, y siempre eran semejantes a las de otros
fines (la Fábrica o construcción parroquial y la asistencia a los pobres) o superiores a
otras (la redención de cautivos y otras mandas forzosas).
16
AHPM, Prot. 8595, f. 66 / Obligación de pago de Tomás López, vecino de Villanueva, a Martín de
Molina Candel, vecino de Blanca (Blanca, 7-8-1595).
17
AHPM, Prot. 9933, s.f. / Testamento de Francisco Hurtado de Alonso Hurtado (Villanueva,24-8-1644).
18
AGS, E, leg. 227 / Testimonio de Andrés de Cisneros, secretario del Santo Oficio (Murcia, 17-2-1610).
19
AHPM, Prot. 9923, f. 221 / Testamento de Pedro López de la Carnicería, vecino de Villanueva
(Villanueva, 20-10-1598).
20
Munuera Rico, Domingo, Blancos, azules y el cortejo bíblico-pasional de Lorca, Lorca, 1990, p. 15.
En Ojós las cofradías estaban puestas bajo parecidas advocaciones, como las del
Santísimo Sacramento y el Rosario, pero otras eran diferentes: Nuestra Señora de la
Cabeza; y algo parecido sucedía en Ulea 21 , o en Blanca 22 y Ricote 23 , con la del Rosario.
La entrega de limosnas a cofradías, mandas forzosas y pobres estaba generalizada y
respondía a actitudes ante la muerte, pues se disponían en los testamentos y en relación
a devociones cristianas: las cristocéntricas (Nombre de Jesús) o las marianas (Belén, su
Soledad y Piedad, Asunción de la Virgen) eran comunes entre los pobladores de
Villanueva, que en algún caso pretendieron contribuir a celebrar (la Asunción, muy
arraigada) o a instaurar alguna de estas advocaciones, como la de Nuestra Señora de
Belén 24 . No obstante, los lugares que atraían la devoción eran, además de la iglesia
parroquial y la Ermita de la Soledad, otros que podían estar en el valle (San Cosme y
San Damián de Abarán o San Roque de Blanca) o que frecuentemente lo trascendían:
los conventos murcianos de el Carmen, la Merced, la Trinidad, San Agustín y San
Francisco, el jumillano de Santa Ana del Monte, la entonces capilla caravaqueña de la
Vera Cruz o la Casa de Cristo en Moratalla 25 .
Después de la devoción a la Asunción quizá haya que destacar la de la Soledad, objeto
de representaciones pictóricas, como un cuadro de la dote de doña Isabel de Villa Talón
en su matrimonio con don Fernando López Suárez y Robles 26 ..
Predominaba, por lo tanto, la influencia de los conventos de religiosos sobre las iglesias
parroquiales, a lo que debió contribuir la influencia de algún religioso que ayudaba en la
iglesia local, con amplia aceptación, hasta el punto de ser escogido para la celebración
de los entierros, como Miguel Ponce, fraile trinitario, y de recibir los trinitarios de
Murcia algunas donaciones de los moriscos expulsados que fueron revocadas en el
último momento en beneficio de familiares que pudieron quedarse 27 .
2. Sociedad cristianomorisca en Villanueva del Valle de Ricote (1501-1614).
Villanueva era la primera población de acceso al Valle de Ricote desde Murcia y por
ella empezaba el tránsito de ganados y mercancías a través de la encomienda, que
contaba con un puerto de recaudación del portazgo, el de la Losilla, del que conocemos
un arancel de principios del siglo XVI (1507) 28 , es decir del mismo año en que las
aljamas moriscas del valle perdieron la capacidad de elegir concejos 29 .
Los habitantes del valle de Ricote, que contaba con abundante agua de río, aunque de
difícil distribución para los de Villanueva que recurrieron a la Acequia de Archena y al
Azud de Ojós 30 , lo explotaban fundamentalmente con cultivos de regadío (seda, pasa,
frutales como limoneros, naranjos, oliveras), por lo que necesitaban cereal gramíneo, y
aunque se cultivaba el arroz, también adquirieron trigo fuera del valle (algunos vecinos
21
AHPM, Prot. 9924, fs. 23v-26r / Testamento de Damiana López, vecina de Ulea (Ulea, 3-5-1695).
AHPM, Prot. 9937, f. 138-139 / Testamento de Nicolás Fernádez, de Villanueva (Villanueva, 20-81598)
23
AHPM, Prot. 9928, fs. S.n. / Testamento de Gonzalo Saorín, vecino de Ricote (Ricote, 22-11-1667).
24
AHPM,Prot. 9923, f. 233r-235v / Testamento de Leonor Martínez, mujer de Jaime de Robles, vecina de
Villanueva (Villanueva, 15-11-1598).
25
AHPM, Prot.9923, fs. 40v-45r / Testamento de Juan López el viejo, hijo de Juan López, vecino y
regidor de Villanueva (Villanueva, 27-3-1600).
26
AHPM, Prot.9929, fs. S.n. / Dote de doña Isabel de Villa, hija de Salvadora Talón (Ceutí, 14-6-1682).
27
AHPM, Prot. 5450, fs. 13v-14r / Revocación de Pedro García a los trinitarios (Cartagena, 4-1-1614).
28
Torres Fontes, Juan, "Puerto de la Losilla, portazgo, torre y arancel", en Miscelánea Medieval
Murciana, IX, 1982, pp. 57-86.
29
López Ortiz, Jesús Mª, "La sublevación mudéjar del valle de Ricote en 1517", en Sarasa Sánchez,
Esteban/Serrano Martín, Eliseo eds., Señorío y feudalismo en la Península Ibérica (ss. XII-XIX), IV,
Zaragoza, 1993, pp. 67-75, cfr. 73.
30
García Avilés, José Mª, El Valle de Ricote: fundamentos económicos de la encomienda santiaguista,
Murcia, 2000, pp. 165-167.
22
de Abarán lo compraron a don Luis Ferrer, alcaide de Cieza en 1565), o en el caso de
Villanueva se hizo un pósito o depósito de cereal.
Archena, muy próxima a Villanueva, era de la Orden de San Juan, como Calasparra,
pero en alguna escritura notarial advertimos que se la incluye en el Valle de Ricote,
aunque realmente no pertenecía a él, pero su población tenía numerosos contactos con la
de Villanueva, adquiriendo algunos de sus vecinos arroz 31 y seda 32 en ella, por ejemplo;
como, en menor medida también los tenían las poblaciones de Ceutí y Molina.
Para algunas familias de Villanueva, sin embargo, era notoria la "estrechez del lugar" en
lo que se refiere a posibilidades de matrimonios, por lo que abundaron las peticiones y
gastos de dispensas de consanguinidad solicitadas a la Santa Sede. Así, se explica que
don Luis Fajardo, almirante del Mar Océano, distinguiese a los moriscos mudéjares del
Reino de Murcia (8462), "que han vivido cristianamente, y emparentado con cristianos
viejos y que por ningún caso se precian de ser moriscos", de los esclavos granadinos
(103), pues "los moriscos antiguos que en este reino llaman mudéjares, en que hay los
lugares del valle de Ricote y otros en esta huerta (de Murcia), los cuales se han juntado
siempre con cristianos viejos, así en la lengua como en el traje y uso de las armas,
acudiendo con ellas a los rebatos contra los moros, frecuentando las confesiones y
comuniones, el fundar capellanías en las iglesias y hacer otras memorias de buenos
cristianos" 33 .
En 1595-1625 nos consta la actividad comercial de algún portugués (Felipe Díaz 34 ),
como Lionel Fernández en Abarán (1565), y de mercaderes de Cartagena: Diego
Fernández de Santo Domingo, Jerónimo Fernández, Juan del Poyo y Diego Monzón,
quizá también Juan Bautista Prebe, todos ellos vendedores de tejidos.
Cada uno de estos personajes tiene una historia relativa al Valle de Ricote a cual más
interesante, pues Diego Fernández de Santo Domingo, cuya actividad comercial estuvo
muy ligada a asientos de abastecimiento a la Proveeduría de Armadas y Fronteras de
Cartagena (de carne, por ejemplo), fue suegro de Alonso del Hoyo, alcaide de la
Encomienda de Ricote hacia 1589-1594, fechas entre las cuales Enrique IV de Borbón
se hizo con el trono de Francia, desde que consintió el asesinato de Enrique III de
Valois en Blois hasta que se apoderó de París 35 . En torno a esta última fecha se iniciaría
un camino sin retorno, por el que algunas ciudades que habían resistido a Enrique IV,
abandonaron la Liga Católica y le abrieron sus puertas al Borbón: Marsella y Saint
Maló de Bretaña. De esta última saldría Juan del Poyo, siguiendo la estela de otros
bretones: Junge, Launay 36 .
31
AHPM, Prot. 9923, fs. 14v-15r / Obligación de Ginés Fernández y Pedro Rodríguez, vecinos de
Archena, a Fernando López Suárez, vecino de Villanueva (Villanueva, 31-1-1601); y 9923, fs. 52v-53r /
Obligación de Ginés de Murcia, hijo de Francisco de Murcia, vecino de Archena, a Juan López de Martín
López, vecino de Villanueva (Villanueva, 4-5-1601).
32
AHPM, Prot.9923, f. 104v / Obligación de Juan Hurtado, vecino de Archena, a Juan López de Martín
López, vecino de Villanueva (Villanueva, 30-8-1600).
33
AGS, E, leg. 227 / Don Luis Fajardo al Rey (Murcia, 19-1-1610 y 6-4-1610).
34
AHPM, Prot. 9923, f. 233r-235v / Testamento de Leonor Martínez, mujer de Jaime de Robles, vecina
de Villanueva (Villanueva, 15-11-1598).
35
Descimon, Robert/Ruiz Ibáñez, José Javier, "La imagen de Felipe II en la Liga radical francesa", en
Martínez Millán, José dir. Felipe II (1527-1598). Europa y la Monarquía Católica, I, Madrid, 1998, pp.
111-136; Descimon, Robert/Ruiz Ibáñez, José Javier, "Marineros con brújula pero sin mar. Los exiliados
católicos radicales franceses al final de las Guerras de Religión: discurso, acción política, interés social y
procesos de desagregación", en Historia y Política: Ideas, procesos y movimientos sociales, 9, 2003/1, pp.
219-244.
36
Ruiz Ibáñez, José Javier/Montojo Montojo, Vicente, Entre el lucro y la defensa. Las relaciones entre la
Monarquía y la sociedad mercantil cartagenera (comerciantes y corsarios en el siglo XVII), Murcia,
1998.
La relación de Juan del Poyo, casado en primeras nupcias con doña Juana Martínez
(1593), con el Valle de Ricote pudo estar motivada, entre otras cosas, en su parentesco
con Diego Fernández de Santo Domingo y, por lo tanto, con Alonso del Hoyo. Juan del
Poyo el viejo tuvo negocios en Villanueva y Archena, pero no fue sucedido en ellos por
Juan del Poyo el joven, su hijo, que murió antes que él (1636) 37 , facultando aquél a
Damián Linares, vecino de Archena, "en el valle de Ricote", quien vendió por él una
casa a Isabel Márquez, viuda de Fernando Rodríguez, vecina de Archena, por 500
reales 38 , y dio a censo a Ginés de Luna 5 tahullas de tierras blancas (La Algualeja,
Cartena y El Molino-Archena), olivares y morerales (El Alcázar-Archena), por 320
ducados de principal y 16 ducados de pensión anual (1629) 39 .
A don Juan del Poyo el joven, regidor de Cartagena, casado con doña María García de
Cáceres, sucedió primero su hijo don Juan del Poyo (1645) 40 y después Jaime Gilabert,
casado con doña Luisa del Poyo, otra hija, a quienes fue reconocido el censo de las
tierras de Archena por Marcos Rodríguez (1648) 41 . La importancia de estas propiedades
de Archena fue tal que Juan del Poyo el viejo las vinculó para su hijo y, aunque Félix
del Poyo, su nieto, vendió algunas (1656) 42 , doña Juana del Poyo, su biznieta, viuda de
don Pedro Segura Bezón, cobró rentas de los censos sobre estas propiedades (1686) 43 .
Por su parte, Jerónimo Fernández 44 y Diego de Monzón, otros mercaderes, tuvieron
asimismo negocios en Villanueva, en el segundo caso que continuó su hijo Francisco,
facultado por su madre doña Teresa Bolea, adquiriendo mulas 45 , como hacían Alonso
Rosique, por su padre el capitán Andrés Rosique (1609), al regidor de Villanueva Juan
Hurtado 46 y otros.
Estos comerciantes de Cartagena surtían de tejidos a algunos habitantes de Villanueva,
aunque también en esta población había alguno que los vendían, ya adquiridos de fuera,
o a partir de su propia industria sedera, como algún hilador o telar, así Martín López,
mercader, o Juan López, regidor 47 , dando además trabajo de hilar a mujeres. Por otra
parte abastecían de bacalao o saladura al pueblo 48 y compraban en él animales de tiro,
esto último como lo hacían otras personas de pueblos cercanos: Alcantarilla 49 ,
Campos 50 o Molina.
En tan temprana fecha para Villanueva como 1584 Gonzalo López, vecino de
Villanueva, dejaba algunos bienes a la Cofradía de Nuestra Señora del Rosario 51 y
37
AHPM, Prot. 5399, fs. 152r-v / Poder para testar de Juan del Poyo a Juan del Poyo,su padre(24-31636).
38
AHPM, Prot. 9930, fs. 15r-18v / Venta de Damián de Linares a Isabel Márquez (22-11-1629).
39
AHPM, Prot. 9930, fs. 19r-20v / Dación a censo de Juan del Poyo a Ginés de Luna (22-11-1629).
40
AHPM, Prot. 5182, f. 77 / Poder de doña María García de Cáceres a Juan del Poyo, su hijo (15-61645).
41
AHPM, Prot. 9934, fs. 4r-9v / Acotación de censo de Marcos Rodriguez a Jaime Gilabert (3-1-1648).
42
AHPM, Prot. 9347, fs. 105-106. / Venta de Félix del Poyo a Francisco Hurtado(Villanueva,4-10-1656).
43
AHPM, Prot. 9342, f. 140 / Obligación de Francisco Hurtado a Juana del Poyo(Villanueva,10-12-1686)
44
AHPM, Prot. 9923, f. 80 / Venta de Jerónimo Fernández a Beatriz López (Villanueva, 22-9-1598).
45
AHPM, Prot.9926, f. 244 / Obligación de pago de Francisco Monzón a Juan Hurtado (21-9-1609).
46
AHPM, Prot.9926, f. 247 / Obligación de pago de Alonso Rosique a Juan Hurtado (22-9-1609).
47
AHPM, Prot.9923, 2ª, fs. 22r-23v / Testamento de Diego López el viejo, de Villanueva (5-2-1600).
48
AHPM, Prot.9923, f. 40 / Obligación de Francisco de Robles, vecino de Villanueva, a Juan Márquez,
vecino de Cartagena (Villanueva, 8-3-1600).
49
AHPM, Prot.9923, fs. 45r-v / Obligación de Ginés Carrillo, hijo de Pedro Carrillo, vecino de
Alcantarilla, a Juan López, vecino y regidor de Villanueva (Villanueva, 27?-3-1600).
50
AHPM, Prot.9923, f. 69v / Obligación de Pedro Melgarejo, vecino del lugar de Campos, a Juan de
Villa, vecino de Villanueva (1600).
51
AHPM, Prot.9885, sin foliar / Testamento de Gonzalo López, vecino de Villanueva (1580).
Pedro Adán, vecino de la villa, dejaba limosnas a la Cofradía y a la Fábrica de la iglesia
parroquial 52 .
Veinte años después Pedro Vega, vecino asimismo de Villanueva, destinaba limosnas a
las cofradías de la Asunción y del Rosario 53 , mientras que otros no lo podían hacer, por
ser pobres, como Gonzalo García: "digo y aclaro que yo soy hombre pobre y tengo muy
pocos bienes que hemos ganado yo y Catalina Adán, mi mujer, como son los muebles y
ropas que tenemos en nuestra casa, mando que con todo ello se quede la dicha Catalina
Adán, pagado lo que montaren las dichas honras y misa de enterramiento, que para ello
se venda de las ropas que yo tengo y ninguna persona le pueda pedir ni pida cuenta de
ello, porque esta es mi voluntad". Trabajaba en la cría de seda 54 .
Por entonces (1603) se planteaba ya la expulsión de los moriscos, que en el caso del
Valle de Ricote se haría 10 años después (1613-1614), aunque con preparativos
anteriores (1610) 55 .
Entre 1588-1593 y 1613, es decir durante 25 años, las 6 villas del Valle de Ricote con
su población morisca presente, detentaron la jurisdicción concejil o municipal de sus
asuntos y territorios, aunque con algunas limitaciones, como las derivadas del gobierno
de la Encomienda por el comendador santiaguista y de sus oficiales: el alcaide y
administrador, único para todas las villas. Cada vez que cambiaba el comendador, su
alcaide y administrador hacía visita e inventario de los bienes o miembros
pertenecientes a la Orden de Santiago y tomaba posesión de ellos, como se hacía
normalmente entre todas las personas que heredaban unos bienes, que los recibían tras
su inventario y partición, tomando posesión de la herencia, todo ello con unos signos
simbólicos de antigua tradición. Así lo hizo (1631), por ejemplo, el capitán Laurencio
Padilla González, alguacil mayor perpetuo de Cieza, alcaide y administrador de la
Encomienda de Ricote, en nombre de don Fadrique de Toledo Osorio, marqués de
Villanueva de Valdueza, capitán general de la Real Armada y Ejército del Mar Océano
y de la gente de guerra del Reino de Portugal, por muerte de don Pedro de Toledo
Osorio 56 .
En el último cuarto del siglo XVI el Valle de Ricote no sólo experimentó un
crecimiento demográfico y de su actividad agrícola, sino también de la ganadera. Los
concejos y muchos de sus vecinos obtenían importantes ingresos de la ganadería, hasta
el punto de que los ayuntamientos reservaban dehesas y ejidos en las huertas para los
ganados trashumantes, que también proporcionaban buenos ingresos a través del medio
diezmo.
Beneficiarios de estos recursos lo fueron especialmente quienes participaron en las
rentas fiscales sobre ellos, como Juan Hurtado y Fernando López Suárez de Villanueva,
el primero regidor y el segundo alférez mayor perpetuo de la villa. Este último, además,
obtuvo una buena aportación económica al casar con Baltasara de Padilla González, hija
de Laurencio de Padilla y Francisca González y hermana de Diego de Padilla, fiel
ejecutor perpetuo de Cieza, padre del capitán Laurencio de Padilla González, que
llegaría a ser alférez mayor perpetuo de Cieza.
Fernando López Suárez era hijo, según su declaración testamentaria, de Pedro Martínez
y María Suárez y hermano de Francisca Suárez, casada con Rodrigo Maldonado y Juan
Romero, y Blas Martínez.
52
AHPM, Prot.9885, fs. 46-48 / Testamento de Pedro Adán, vecino de Villanueva (25-8-1581).
AHPM, Prot.9925, fs. 64v-65v / Testamento de Pedro Vega, vecino de Villanueva (21-5-1603).
54
AHPM, Prot.9923, f. 73 / Testamento de Gonzalo García, vecino de Villanueva (Villanueva, 26-61600).
55
AGS, E, legajo 227 / Relación de don Luis Fajardo sobre despachos de expulsión (16-1-1610).
56
AHN, Órdenes militares, Archivo Histórico de Toledo, legajo 7629, cajón 293, n. 12 / Descripción de
la Encomienda de Ricote y de sus anejos o miembros: Abarán, Blanca, Ulea, Villanueva y Ojós (1631).
53
Todos estos parientes fueron objetos de mandas de misas, mientras que las cofradías del
Santísimo Sacramento, de la Virgen de la Asunción y de la Virgen de la Soledad de
Villanueva lo fueron de limosnas (2 ducados a cada una por cada uno de ellos), y la de
la Virgen del Rosario había de recibir 20 ducados para un pendón con la imagen de la
Virgen en medio bordada en seda, mientras que para la Fábrica de la Parroquia
dispusieron la donación perpetua de 2 bancales de oliveras y moreras en la huerta,
encima del puente de la Acequia de Archena, en el Camino Real, junto a la acequia y a
tierras de Andrés López, destinando el aceite de las oliveras a la lámpara de la Iglesia
Mayor.
Además, recibieron diferentes donaciones Isabel Miñano, criada (10 ducados); Felipa
Marín, mujer de Alonso Adán (6 ducados por amor y servicio); Ana de Vilches, sobrina
(12 ducados); Alonso Faura, hijo de Francisco Faura, sobrino (12 ducados); Juan de
Vilches Ruiz, sobrino (lo que debiere); Francisco Faura el mozo, regidor (suelta de 8
arrobas de arroz de Lorquí); Leandro Faura (suelta de 8 ducados); Francisco López, hijo
de Diego López Carrillo (8 ducados por amor y servicio); Ana Turpín, casada con
Francisco López Ramón, excriada (perdón de 10 ducados que debía su madre): "por el
amor que le tenemos y en pago y renumeración del servicio que nos hizo, y asimismo le
hacemos la dicha gracia de otros 14 ducados que gastamos en calificar la donación que
su madre le dejó al tiempo de la expulsión, y si la dicha Ana Turpín u otra cualquier
persona pidiere a nuestros herederos alguna cosa en razón del tiempo que nos sirvió no
le hacemos la dicha suelta de las dichas cantidades, antes queremos y es nuestra
voluntad que nuestros herederos las cobren".
Vemos que 14 años después de la expulsión de los moriscos, ésta seguía coleando o
estando presente en razón de deudas contraidas. A ellas, de hecho se refieren otras
declaraciones de Fernando López Suárez y su mujer: "Iten declaramos que Francisco
López Ramón, vecino de esta villa, nos debía al tiempo de la expulsión 14 arrobas de
arroz, como parecerá por la escritura que está en nuestros papeles; queremos y es
nuestra voluntad se cobre del susodicho lo contenido en la dicha escritura por cuanto el
susodicho hasta hoy no nos lo ha pagado".
Si Felipe III decretó la expulsión, aconsejado por el patriarca de las Indias Juan de
Ribera, arzobispo de Valencia 57 , Felipe IV y el Conde Duque de Olivares adoptaron una
actitud nueva: declarar cristianos viejos a algunos de los expulsados, como Hernán y
Alonso Cobarro Molina y María Gómez, vecinos de Abarán (1622) 58 , o permitir su
regreso 59 .
Unos años después (1625) Juan del Poyo el viejo comerciaba en Archena y Villanueva,
surtiendo de productos al mercader Alonso de Santacruz 60 , por ejemplo, lo que
explicaría su adquisición de propiedades en Archena.
Fernando López Suárez y Baltasara de Padilla González fundaron 2 mayorazgos, uno
para Juan López Romero, regidor de Villanueva, y otro para el capitán Laurencio de
Padilla González, disponiendo el primero que si faltaba Juan López le sucediera
Laurencio de Padilla González, Juan de Vilches Ruiz, Cristóbal de Vilches Ruiz,
Catalina de Vilches Ruiz y Francisco Faura; o, en el segundo mayorazgo, Juan López
Romero y otros 61 .
57
Westerveld, Govert, Blanca, "El Ricote" de Don Quijote. Expulsión y Regreso de los Moriscos del
Último Enclave Islámico más grande de España. Años 1613-1654, Murcia, 2001
58
AHPM, Prot. 5316, f. 160v / Cédula real declarando cristianos viejos a los mencionados (1622).
59
AHPM, Prot. 9332, fs. 18-19 / Poder de Gonzalo Marín y consortes a Diego Vázquez(Ojós, 20-2-1621)
60
AHPM, Prot.9930, s.f. / Obligación de pago de Alonso de Santacruz a Juan del Poyo (25-2 y 6-3-1625).
61
AHPM, Prot.9930, fs. 11v-17r / Testamento de Fernando López Suárez y Baltasara de Padilla
González, vecinos de Villanueva (28-6-1627)
El mismo Fernando López Suárez estuvo presente 2 años más tarde (1629) en la reunión
conjunta de los ayuntamientos de Ricote, Ojós y Villanueva para oponerse a la venta de
la jurisdicción de la Venta de la Rambla al doctor don Diego de Rueda, arcediano de
Cartagena 62 .
Una de sus biznietas, doña María López Suárez, hija de don Fernando López (Romero)
Suárez y López, alférez mayor perpetuo, y de doña Josefa de Robles, casó con otro
vecino de Cartagena: Pedro Calderón Bolea, morador en San Ginés de la Jara 63 . Pero
volviendo a Villanueva, hay que hacer observar que los enlaces matrimoniales de don
Fernando López Suárez y sus sucesores se hicieron con parientes de personas que, como
él mismo, que fue fiel o administrador de las haciendas de los moriscos expulsados, o
Jaime de Robles, se beneficiaron de las ventas de los bienes confiscados, algunos, por
cierto, objeto de pleitos, como los de Francisco Hurtado, alférez mayor, pues del fiel se
anotó "ojo, ha de dar cuenta de lo procedido de los bienes de Francisco Hurtado,
difunto, que fue expelido y hay pleito sobre ellos, remitido al Consejo de Hacienda por
el contador Pedro de Carranza, y sin embargo, están mandados vender" 64 .
Alonso Hurtado, otro expulsado, concertó antes de embarcar el matrimonio de su hija
Catalina Hurtado con el escribano Juan de Vilches Ruiz 65 , otro de los beneficiados por
las ventas de bienes de los moriscos de Villanueva, y aunque Alonso dejó un censo que
pagaba a Juan López, regidor, que pasó a Isabel de Murcia, la viuda de este último 66 ,
volvió a Villanueva 67 , como lo hicieron tantos otros de Blanca.
Juan Hurtado, regidor de Villanueva, en cambio, no fue expulsado. Era un hombre rico
y muy bien relacionado en sus negocios, hasta el punto de ser facultado por don Pedro
Puxmarín, administrador de sacas y cosas vedadas del Reino de Murcia, para lo
concerniente a esta renta 68 , y destacaba por sus ventas de ganado mular. Un antecesor
de don Pedro Puxmarín, don Rodrigo Puxmarín, había ostentado el cargo de alguacil
mayor, a lo que se había resistido el licenciado Artiaga, corregidor de Murcia 69 . Uno de
ellos, siendo alcalde de sacas, pretendía que los moriscos expulsados habían de pagar
derechos de la mitad de la hacienda de lo que se les dejaba sacar, pero no se consintió 70 .
La Encomienda del Valle de Ricote era sede de un puerto seco, el de la Losilla, además
de una rica comarca agrícola, regada por el río Segura, junto al que estaban todas las
poblaciones con excepción de la de Ricote. En 1584 el puerto seco era objeto de
transacción entre don Baltasar Catáneo, administrador de los puertos secos de Castilla,
por medio de Gaspar de Zaera, con Alonso López, Diego de Alcaraz, Gonzalo Banegas
de Martín Banegas y Juan Manda, en nombre de los vecinos de Ojós señores de ganados
menores y mayores o lanares y cabríos, para pagar 250 reales de plata por el portazgo de
1581 a mediados de 1584 71 .
La pretensión de constituir un señorío en el Valle de Ricote por don Diego de Rueda,
arcediano de Cartagena, no sería de ningún modo algo extraño en las encomiendas
62
AHPM, Prot.9938, fs. 10r-v / Poder de los concejos de Ricote, Ojós y Villanueva a Gregorio de la Osa
y consortes (7-1-1629).
63
AHPM, Prot. 9928, f. 1 / Dote de María López Suárez, mujer de Pedro Calderón Bolea (19-18-1685).
64
Archivo General de Simancas, Contaduría Mayor de Cuentas, 3ª época, leg. 2706, n. 5 (1624/1630).
65
AHPM, Prot. 1739, f. 166 / Concierto de Alonso Hurtado y Juan de Vilches (Cartagena, 28-12-1603).
66
9937, f. 79v / Testamento de Isabel de Murcia, viuda de Juan López, regidor (Villanueva, 26-1622).
67
AHPM, Prot. 9931, fs. 99-102 / Testamento de Catalina Hurtado, viuda de Juan de Vilches (Villanueva,
8-12-1634).
68
AHPM, Prot.9330, fs. 77r-78v / Obligación de pago de Alonso López y otros a Gaspar de Zaera (11-61584).
69
AGS, E, legajo 227 / Fray Crisóstomo de Porras (Murcia, 22-1-1610).
70
AGS, E, legajo 227 / Don Luis Fajardo (Murcia, 22-4-1610) y traslado de la comisión del contador
Antonio de Paz (Madrid, 3-4-1610).
71
AHPM, Prot.9926, fs. 10r-v / Poder de don Pedro Puxmarín a Juan Hurtado (27-9-1609).
santiaguistas, pues 10 años antes lo intentó don Juan de Cevallos y Montefur, vecino y
regidor de Murcia, con Bullas y Cabeza Gorda (1619) 72 , y es posible que también lo
intentara don Pedro Saavedra con su heredad de Pliego. Por lógica, al arcediano de
Cartagena don Diego de Rueda le hubiera sucedido un sobrino, hijo de su hermano don
Sebastián de Rueda, quizá doña María de Rueda y Benavides, viuda de don Antonio
González de Sepúlveda, vecino y regidor de Murcia, madre de don Sebastián, don
Antonio y doña Luisa González de Sepúlveda, con intereses en Ulea y Villanueva 73 .
Otro de entre los grandes beneficiados al cabo de mucho tiempo de la expulsión de los
moriscos, a pesar de ser quizá expulsado Juan de Molina Vázquez, su abuelo, fue don
Martín de Molina de la Vega, regidor perpetuo de Blanca y recaudador general de las
rentas reales y servicios de millones del Reino de Murcia, que no dejó ninguna limosna
a cofradía alguna, aunque sí hizo una gran contribución a la iglesia parroquial de
Blanca, que se rehizo de nuevo por entonces (1705) 74 , relacionado posiblemente con
Ginés de Molina, que compró la hacienda de Luis Fernández, granadino expulsado con
los moriscos de Villanueva 75 .
Los López Poveda serían otro ejemplo de familia de Villanueva, quizá de origen
morisco, que prosperó después de la expulsión, a diferencia de otros López.
Doña Ángela López del Castillo, hija de Antonio López Poveda, natural de Villanueva,
al disponer su última voluntad, modificaba la fundación de un vínculo hecha por su
abuelo, don Juan López Poveda, eliminando de su composición el tercio de libre
disposición y reduciéndolo al remanente del quinto; además de dejar como sucesores, en
caso de falta de sucesión directa, a las benditas ánimas del purgatorio y obligando a los
directos a hacer celebrar 12 misas anuales por ella y don Francisco Molina Serrano
Buendía, su marido: "Es condición que los sucesores de este vínculo han de ser
obligados, así hombres como mujeres, a casar con persona de su igual, cristianos viejos,
no descendientes de moros, negros, esclavos, judíos, ni recién convertidos a nuestra
santa fe católica, ni penitenciados por el Santo Tribunal de la Inquisición, ni otro
alguno, pública ni secretamente, ni que ellos ni sus antepasados hayan seguido secta
alguna, ni opinión condenada por la Santa Iglesia, y que como limpios y exentos de
dichas malas razas u otro algún defecto semejante puedan obtener todo empleo
honorífico, y que cualquiera que no casare como dicho es y fuera de las calidades
referidas, no pueda suceder en este vínculo, ni su descendencia, aunque alegue
ignorancia o cualquiera otra cosa, que nada de ello les ha de valer, y aún estando en la
posesión, siendo de todas las circunstancias expresadas para obtenerlo, cometiendo
algún delito por el cual incurran en los referidos, desde luego los excluyo como si no
fueran llamados a esta fundación, y es mi voluntad pase al siguiente poseedor" (1735) 76 .
Conclusiones
La formación de una sociedad cristianomorisca peculiar en Villanueva del Segura, por
existir en ella una mayor porción de cristianos viejos, singular en comparación con las
demás poblaciones del Valle de RicoteI77 , no debe distraernos de que la expulsión de
los moriscos (1613-1614), el hecho que marcó dramáticamente a esta comunidad, fue
72
AGS, DGT, legajo 288, exp. 6 / Asiento de don Juan de Cevallos y Montefur para la compra del
señorío de Bullas y Cabeza Gorda (1614-1619).
73
AHPM, Prot.9934, fs. 48r-49r / Memorial de doña María de Rueda a Francisco Hurtado (1655).
74
AHPM, Prot. 3793, fs. 166-186 / Testamento de Martín Molina de la Vega y su mujer (20-8-1705).
75
AHPM, Prot. 9331, fs. 102-103 / Testamento de Ginés de Molina (Blanca, 30-10-1619).
76
AHPM, Prot. 9366, fs. 79-86 / Testamento de doña Ángela López del Castillo, de Blanca (4-6-1735).
77
Vilar, Juan Bautista, “La rebelión y dispersión de los moriscos: el caso murciano”, en Pérez Villanueva,
Joaquín/Escandell Bonet, Bartolomé (dirs.), Historia de la Inquisición en España y América, Madrid,
1984, pp. 772-780.
una cuestión de Estado 78 , que se inscribió en un contexto marcado por la continuación
de la lucha en el Mediterráneo Occidental entre España, Argel y Marruecos, como
indica para estos años la conquista de La Mamora (1614) y el recrudecimiento del
corsarismo tanto cristiano como musulmán, de un enfrentamiento que recrudeció 50
años después de los combates entre Malta y Lepanto (1565/1571).
La fórmula de exclusiones, que es posiblemente conocida, nos recuerda la suma de
conflictos y las expulsiones a que dieron lugar durante la Edad Moderna desde la Guerra
de Granada (1482-1492) y las expulsiones de judíos (1492) y mudéjares (1502), tras la
sublevación de los de Granada (1500), hasta las rebeliones de comuneros y
agermanados (1520-1523) o las de los moriscos de la Sierra de Espadán (1526) y de las
Alpujarras (1568-1570), y sus definitivas dispersión (1569-1571) y expulsión (16091614), o las rebeliones de holandeses (1566-1609/1621-1648), catalanes (1640-1659),
portugueses (1640-1668) y barretines o gorretes (1687-1689) y la Guerra de Sucesión
(1701-1715) y la de la Independencia (1808-1815), con los motines de Esquilache
(1766) y Aranjuez (1808) en medio. Todo lo cual generó abundantes destierros y
confiscaciones de bienes de los llamados expelidos y expulsos (1613) o difidentes y
tránsfugas (1715).
A diferencia de unas poblaciones moriscas sinceramente musulmanas, como las de los
reinos de Granada 79 , las del Valle de Ricote fueron en líneas generales sinceramente
cristianas. De aquí que se pueda dar la razón a don Luis Fajardo, a pesar de sus intereses
particulares en los moriscos de la huerta de Murcia, cuando diferenciaba a los moriscos
granadinos de los moriscos mudéjares del Valle, predominantes aquéllos en las huertas
de grandes poblaciones, como Murcia, Lorca, Caravaca y Cehegín 80 .
Los de Villanueva, cristianos y moriscos, declaraban su fe en Dios y tener una especial
devoción a Santa María, fuera en su advocación de Reina de los Ángeles o de Virgen de
la Inmaculada Concepción o del Rosario, creencias estas últimas que estaban en
consonancia con las de los moriscos granadinos de mediados del siglo XVI 81 , pero no
en lo que se refiere a su adscripción a cofradías, pues según el Tratado de los moriscos,
de Pedro de Valencia, estaban los granadinos “apartados de las iglesias y cofradías” 82 ,
lo que quizá indique la diferente catequización de muchos de los moriscos del Valle 83 .
En medio de la sucesión de épocas de convulsión y de paz el hecho es que Villanueva
mostró una posición geográfica abierta y económicamente privilegiada, pues estaba
situada en una encrucijada de caminos, muy próxima a otros pueblos como Archena,
Ceutí, Lorquí, Alguazas y Molina, con los que hacía abundantes intercambios, o de los
que procedían muchos contratos que se hacían en Villanueva. Aglutinó, además, una
población de mayor composición cristiano vieja que las demás villas del valle de
Ricote. No consta que por ello hubiera en ella más colaboracionistas con la expulsión 84 ,
aunque sí que algunos de los beneficiados por las ventas de las propiedades confiscadas,
78
Epalza, Mikel de, Los moriscos antes y después de la expulsión, 2ª edición, Madrid, 1994, pp. 125-126.
Galán Sánchez, Ángel, “Segregación, coexistencia y convivencia: los musulmanes de la ciudad de
Granada (1492-1570)”, en González Alcantud, J.A./Barrios Aguilera, M. Las tomas. Antropología
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80
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81
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84
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Ricote", en Äreas, Revista de Ciencias Sociales, 14, 1992, pp. 143-170.
79
como Fernando López Suárez (llamado antes Hernán López), interesados según Pereda
en la expulsión por beneficiarse de las propiedades 85 , fueron de los primeros individuos
que formaron mayorazgos y grandes propiedades. En este caso cabe decir que se
benefició tanto del gobierno del Duque de Lerma en su última etapa, tras la caída de
alguna de sus criaturas como don Rodrigo Calderón (1614-1617), como de los
valimientos del Duque de Uceda (1617-1621) y del Conde Duque de Olivares (16221643) con sus respectivas Juntas de Reformación. Con el último pudo perpetuar el
oficio de alférez mayor que antes detentó uno de los expulsados: Francisco Hurtado, a
pesar de lo cual la familia de éste permaneció y prosperó en Villanueva. Otro Hurtado
importante, Alonso, regidor de Villanueva, también fue expulsado, de tal forma que la
obligación de pago que a su favor suscribió Juan Pay, hijo de Gonzalo El Pay, de 109
reales por 3 varas y 3 cuartas de paño veintidoseno pardo de Albacete y una manta
frazada, la cobró Juan de Vilches Ruiz, vecino y alférez de la milicia de Ulea, por
Catalina Hurtado, hija de Alonso Hurtado de Francisco, de Francisco Muñatones,
poseedor de las propiedades de los expulsados 86 .
La anualidad de la duración de algunos cargos del Ayuntamiento o Concejo de
Villanueva, como en Blanca 87 , desapareció antes de la expulsión, por lo tanto; y la
ventas venal, que convertiría el oficio en perpetuo, fue accesible en este caso a un
morisco. Ésto, junto con las ventas de las haciendas de los moriscos expulsados,
permitió por primera vez la formación de una oligarquía de regidores, y de grandes
propietarios al mismo tiempo, compuesta en parte por algunos de los grandes
beneficiados por las confiscaciones y subastas: Fernando López Suárez, Sebastián de
Arce, Jaime y Juan de Robles, Rodrigo de Campos, o el jurado de Murcia Francisco de
Muñatones 88 . En el caso de Muñatones, el éxito social se unió al económico,
caracterizado por la adquisición de bienes confiscados y su creciente comercio,
actividad que realizó en relación con mercaderes genoveses de Cartagena (Alejandro
Chaparra y Juan Agustín Capelo) y Génova (Juan Bautista Digueri), y otros de Toledo
(Juan y Sebastián Hurtado de Herrera; Pedro López de Alarcón, Fernando Ortiz, Pedro
y Juan Ortiz de la Fuente) entre 1611 y 1624 89 .
En mi opinión, la condición de los moriscos de Villanueva quedó sólo en claro con la
expulsión. De hecho no nos es revelada hasta que fueron trasladados a Cartagena (1613)
y registraron ventas, donaciones y obligaciones, y en la relación jurada de Fernando
López Suárez, en la que abundan los Gallego (Diego G. de la Puerta, Juan, Hernando G.
Çarco, Francisco, Pedro), los López (los menores Diego y María; Juan L. de Pedro
López; Beatriz, mujer de Diego Gallego; Francisco), algunos Adán (Alonso, María),
algún Peñalver (Pedro), algún Rodríguez (Alonso), algún Bermejo (Juan), algún
Berescut (Rodrigo).
Todo ello, a pesar de que las diferencias numéricas eran señaladas por averiguaciones y
padrones fiscales, en un contexto de convivencia entre cristianos viejos y moriscos 90 y
de crecimiento demográfico y económico, por lo menos en lo que se refiere a
85
Chacón Jiménez, Francisco, “El problema de la convivencia...”, op.cit., p. 128.
AMM, legajo 2743/ Obligación de Alonso Hurtado contra Juan Pay(1-8-1613) y nota(Ulea,23-6-1616).
87
AMM, legajo 2745/ Ejecución de Juan Tomás de Oluja, alcalde mayor de Murcia, contra Blanca(1610).
88
AGS, Contaduría Mayor de Cuentas (3ª época), leg. 2706, expediente 5 / Relación jurada de Fernando
López Suárez, fiel (Villanueva, 30-10-1624).
89
AMM, legajo 3040 II / Correspondencia de Francisco de Muñatones (1611-1621).
90
Castillo Fernández, Javier, "La asimilación de los moriscos granadinos: un modelo de análisis", en
Mestre Sanchís, Antonio/Giménez López, Enrique (coord.), Disidencias y exilios en la España Moderna
(Actas de la IV Reunión Científica de la Asociación Española de Historia Moderna. Alicante, 27-30 de
mayo de 1996), Alicante, 1997, pp. 347-361.
86
Villanueva de Segura entre 1561 y 1631 91 (anexo 3), pero especialmente de 1595 92 a
1614 93 , a pesar de las crisis de subsistencias alimenticias (1606-1607) 94 y de la presión
fiscal, que aumentó en efectivo y en procesos ejecutivos que se incrementaron en estos
años y los siguientes, a diferencia del reclutamiento militar que lo haría a mediados del
siglo XVII (Guerra de los 30 años) y a principios del XVIII (Guerra de Sucesión):
anexo 1.
No obstante todas estas circunstancias, a pesar del trauma y el drama que supuso la
expulsión de los moriscos, la evolución demográfica en 1631 aún mostraba una
tendencia que era o había sido alcista, por lo menos en comparación con las cifras de
1595, que son las únicas comparables, por ser de tipo fiscal. Quizá contribuyera a ello,
en el caso de Villanueva, una mayor actividad comercial, como se deduce de su mayor
contribución en alcabala del viento, con excepción de Blanca (anexos 4-5) 95 .
En este contexto económico y en el religioso de la devoción podemos situar las
limosnas dispuestas en mandas testamentarias para cofradías (anexo 7). Junto a muchas
declaraciones de última voluntad en las que no se dejan limosnas a cofradías, en
especial entre los ricos, que quizá no necesitaban de ellas, destacan pequeñas
aportaciones de unos pocos reales a unas mismas cofradías que atrajeron la devoción de
la mayoría. Esta actitud se extendió entre cristianos viejos y nuevos, y como en el Reino
de Granada 96 , tanto entre los llamados mudéjares como entre los granadinos, lo que en
este caso tuvo lugar en un ámbito de gran asimilación.
91
AGS, DGT, inventario 24, legajo 1168 / Relación de las ciudades, villas y lugares que don Antonio de
Mendoza Manrique deja acopiados en su partido de Murcia, así voluntariamente como por repartimiento
(Madrid, 6-6-1631).
92
AGS, DGT, inventario 24, legajo 1434, n. 7 / La ciudad de Murcia, Relación de lo que resultó de las
averiguaciones que se hicieron del valor de las rentas de ella y su tierra, de los 6 años que comenzaron el
de 1590 y se cumplieron el de 1595 (1595).
93
AMM, legajo 3040 II / Resultas de rentas reales de 1597-1598 (1598); Hacimiento de rentas de 1605
(Murcia, 3-1-1605) y Certificación del valor de las rentas reales según hacimiento (Murcia, 25-11-1614).
94
AMM, legajo 3040 II / Documentación del Pósito de Murcia (1607).
95
Este trabajo ha sido realizado dentro del Proyecto de Investigación "Sociedad y Familias. Redes de
relación y estrategias de reproducción social en Castilla durante el Antiguo Régimen", con número de
registro BHA 2002-00901, financiado por el Ministerio de Ciencia y Tecnología, Dirección General de
Investigación Científica y Técnica.
Abreviaturas de fuentes archivísticas: AGS (Archivo General de Simancas), AHN (Archivo Histórico
Nacional), AHPM (Archivo Histórico Provincial de Murcia), AMM (Archivo Municipal de Murcia),
DGT (Dirección General del Tesoro), E (Estado), EH (Expedientes de Hacienda), fs. (folios), Prot.
(Protocolos), s.f. (sin foliar).
96
García Pedraza, Amalia, Actitudes ante la muerte en la Granada del siglo XVI: los moriscos que
quisieron salvarse, Granada, 2001.

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