Lección para células Puerta Norte

Transcripción

Lección para células Puerta Norte
Mensaje escrito
Cita con la Vida Puerta Norte
El Maná, la palabra de Dios
Al leer la escritura en el nuevo testamento, el Apóstol Pablo en 1 Corintios 10 habla
sobre el éxodo de Israel, enfatizando en el verso 11, que fue escrito como enseñanza
para nosotros, para que no murmuremos como ellos lo hicieron y nos quedemos
postrados en el desierto, Dios quiere llevarnos a la vida en abundancia, pero debemos
entender, que antes tiene que prepararnos, sino asimilamos esta verdad, podemos caer
en desesperación, y terminar murmurando contra él, y como consecuencia terminar
postrados en el desierto, como muchos del pueblo terminaron no haber entendido, y
creído a Dios.
El pueblo, al verse ante la situación de escasez, empezó a renegar, y maldecir, decían
que era preferible haber muerto viviendo de placeres en Egipto, que estar en el desierto.
Yo no se cual sea tu situación, pero ante la dificultad económica, familiar, sentimental o
conyugal, debes saber que Dios quiero bendecirte, y llevarte a una vida de abundancia
plena, pero antes, debe grabar en tu corazón, la verdad del evangelio, el relato continua
diciendo que el Señor les envió pan del cielo en respuesta a su necesidad:
Éxodo 16:4 Entonces el SEÑOR dijo a Moisés: He aquí, haré llover pan del cielo para
vosotros; y el pueblo saldrá y recogerá diariamente la porción de cada día, para ponerlos
a prueba si andan o no en mi ley.
La Palabra que Desciende del Cielo
Medita en lo siguiente, Dios pudo hacer que el pan saliera de la tierra, o de un árbol, o
que simplemente apareciera allí, ¿Por qué tuvo que hacer que descendiera del cielo? El
Señor les quería hacer entender que debían vivir por su palabra, que desciende del cielo,
para lograr en nosotros los propósitos que él tiene preparados:
Isaías 55:10 Porque como descienden de los cielos la lluvia y la nieve, y no vuelven allá
sino que riegan la tierra, haciéndola producir y germinar, dando semilla al sembrador y
pan al que come, 11 así será mi palabra que sale de mi boca, no volverá a mí vacía sin
haber realizado lo que deseo, y logrado el propósito para el cual la envié.
Dios quería enseñarles a depender de su palabra, recuerda este camino es de fe, todas las
pruebas y situaciones de la vida tienen como propósito enseñarnos a depender de Dios,
confiando plenamente en su palabra, dice que este maná les era proveído todos los días,
no había otro tipo de alimento, el maná no era diferente, era el mismo todos lo días que
estuvieron en el desierto. El propósito de llevarlos a la escasez, era mostrarles que
debían depender no del pan (recursos) del mundo, sino de aquel que desciende del cielo,
de la palabra que Dios ha enviado:
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Deuteronomio 8:3 Y te humilló, y te dejó tener hambre, y te alimentó con el maná que
no conocías, ni tus padres habían conocido, para hacerte entender que el hombre no sólo
vive de pan, sino que vive de todo lo que procede de la boca del SEÑOR.
El Señor Jesús es El Verdadero Pan del Cielo
La base de la vida cristiana, es la declaración que Jesucristo vino a la tierra a morir por
nosotros para perdón de nuestros pecados, y que también resucitó para darnos vida
eterna, ese es el fundamento de nuestra fe, creer en Dios, creer lo que el ha dicho en su
palabra, el Señor Jesús declaró que es el pan del cielo que da vida al mundo:
Juan 6:32 Entonces Jesús les dijo: En verdad, en verdad os digo: no es Moisés el que os
ha dado el pan del cielo, sino que es mi Padre el que os da el verdadero pan del cielo. 33
Porque el pan de Dios es el que baja del cielo, y da vida al mundo. 34 Entonces le
dijeron: Señor, danos siempre este pan. 35 Jesús les dijo: Yo soy el pan de la vida; el
que viene a mí no tendrá hambre, y el que cree en mí nunca tendrá sed.
Al leer el evangelio de Juan (Juan 1:14), nos damos cuenta que Jesucristo es el verbo
que tomo un cuerpo de carne (y sangre), por eso continúa diciendo que es necesario
comer su carne y beber su sangre para permanecer en él y tener vida eterna:
Juan 6:41 Por eso los judíos murmuraban de Él, porque había dicho: Yo soy el pan que
descendió del cielo...48 Yo soy el pan de la vida. 49 Vuestros padres comieron el maná
en el desierto, y murieron... 50 Éste es el pan que desciende del cielo, para que el que
coma de él, no muera. 51 Yo soy el pan vivo que descendió del cielo; si alguno come de
este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo también daré por la vida del mundo es mi
carne... 54 El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna, y yo lo resucitaré
en el día final. 55 Porque mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera
bebida. 56 El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí y yo en él.
Ellos no entendieron, que el Señor se refería a su palabra, y dice que muchos se
retiraron, aun sus discípulos murmuraban (Juan 6:61), amado hermano, el ignorar la
realidad del evangelio hará que algunos se queden postrados en el desierto, el Señor
quiere que entendamos que su palabra es la que nos da vida, él es la palabra hecha
carne, por eso Pedro declara al final:
Juan 6:67 Entonces Jesús dijo a los doce: ¿Acaso queréis vosotros iros también? 68
Simón Pedro le respondió: Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna.
Dios quiere hacernos entender que ellos debemos buscar su palabra cada día, el Apóstol
Pedro declara que deseemos la lecha pura de la palabra para crecer (1 Pedro 2:2), pero
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en Hebreos 5:13-14 se nos enfatiza que debemos ponerla por obra, amado hermano, el
mundo pasa y sus deseos, pero la palabra de Dios permanece para siempre. El Señor
Jesús dijo que fuera de él nada podemos (Juan 15:5), pero permanecemos en él por su
palabra (Juan 15:6-7), el que "come y bebe su palabra permanece en él", y tiene vida
eterna. Es por su palabra, que Dios nos ha hecho nacer de nuevo:
1 Pedro 1:23 Pues habéis nacido de nuevo, no de una simiente corruptible, sino de una
que es incorruptible, es decir, mediante la palabra de Dios que vive y permanece.
El relato del éxodo nos dice que finalmente terminaron su trato en el desierto, y
entonces dejó de caer el mana, pues estaban ya en Canaan.
Éxodo 16:35 Y los hijos de Israel comieron el maná cuarenta años, hasta que llegaron a
tierra habitada; el maná comieron hasta que llegaron a los límites de la tierra de Canaan.
Prosperados por la palabra
Amado hermano, no hay otro medio para llegar a la verdadera vida en abundancia, que
no sea la palabra de Dios, Dios quiere llevarnos a una vida prospera, y lo hace a través
de su palabra, sin la palabra no hay madurez, sin madurez, no podemos recibir la
herencia de Dios (Gálatas 4:1), este es un camino de fe, pero de fe en su palabra, pero
recuerda que la fe sin obras es muerta, debemos poner por obra su palabra, esto hará que
alcancemos la vida en abundancia. Esta debe ser nuestra búsqueda diaria, recibir de
Dios "el pan nuestro cada día", que bendice integralmente nuestro ser, dándonos
restauración y prosperidad en todo. Al entrar a Canaan Dios le dijo a Josué como ser
prospero, como conquistar la vida en abundancia, y ese método consiste en meditar día
y noche en la palabra y ponerla por obra, no hay otro camino:
Josué 1:8 Este libro de la ley no se apartará de tu boca, sino que meditarás en él día y
noche, para que cuides de hacer todo lo que en él está escrito; porque entonces harás
prosperar tu camino y tendrás éxito.
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