[Provincia del Neuquén] Archivo Histórico Provincial, Libro copiador
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[Provincia del Neuquén] Archivo Histórico Provincial, Libro copiador 1, folios 207-211. Ñorquín diciembre de 1886 Excmo. Señor Ministro del Interior Doctor Don Eduardo Wilde Someto a la consideración de V.E. algunos informes y observaciones relativas a este Territorio de mi mando, a fin de obtener las órdenes que crea conveniente impartirme y resolver sobre las indicaciones que me permito hacerle respecto de ciertas medidas y trabajos que contribuirán a realizar progresos importantes. Supongo que ya tendrá V.E. conocimiento por mis partes anteriores, de que he pedido trasladarme hasta este punto, centro hoy del mayor movimiento de población y comercio que se ha formado en el Territorio de Neuquén, y en el que es indispensable, al menos por ahora, la estabilidad y atención preferente de las principales autoridades de la Gobernación. He aprovechado pues los días de buen tiempo que se han sucedido a cada uno de los temporales continuados periódicamente aún después del invierno, para efectuar el laborioso transporte de nuestro material hasta aquí, lo que se ha terminado sin ninguna pérdida. Viajando como lo he hecho desde Paso de los Indios, donde terminaba el camino carretero, con todo el personal de empleados y familias que me acompañaron y un convoy de doce soldados con gran cargamento de útiles de trabajo, provisiones y equipajes, he tenido que detenerme en todo el trayecto, que por la primera vez se abre a un trabajo semejante, se me ha presentado la ocasión de estudiar detenidamente muchos puntos esenciales de topografía y también patentizar la necesidad de ciertos trabajos y medidas de progreso que con urgencia se hacen sentir. Comenzaré por asegurar a V.E. que precisamente el camino que así he recorrido desde Patagones hasta este punto, se manifiesta ser hoy la más importante vía de corriente comercial que cuenta la República para el movimiento de su riqueza ganadera en los mercados del Pacífico. Este acontecimiento que no es sino una de las consecuencias obligadas e inmediatas de la pacificación del desierto y su entrega al dominio de la civilización, se lo explicará muy fácilmente V.E. fijándose un momento en el inmenso desarrollo que ha hecho la ganadería en estos últimos años en toda la zona de la Pampa hasta la parte austral inclusive del Río Negro, teniendo además en vista la avidez del mercado chileno por la adquisición de ese artículo, y que la vía que aquí se presenta para su transporte, es la más directa y la más cómoda para los arreos, socorrida de pastos y agua, y más que todo terminando en las excelentes invernadas y veranadas que ofrece este Territorio a las puertas mismas del mercado que se solicita, siendo esta última circunstancia una de las que más favorecen a introducir previamente el ganado en el territorio chileno para proponerlo a la venta, y presentarlo en el estado de desmejoramiento que causan las largas marchas y asperezas del suelo, como sucede en las vías de Mendoza y más al norte, ni está sujeto a pasar por la depreciación forzada que siempre ha sufrido por aquellas causas, aprovechadas por los compradores que se confabulaban ante la necesidad imperiosa de vender para evitar fuertes gastos de pastajes y estadías en el suelo extranjero. Este movimiento tiene todavía que aumentar en la proporción inmensa de la extensión territorial que todavía hay desocupada en esta gran zona de pampa y cordilleras, útil para recibir nuevos establecimientos de pastoreo y aún de agricultura. Después el clima que suprime las epidemias, y la población que afluye realizando progresos de cultivo y de bienestar en todas partes, harán pronto de esta región austral uno de los emporios de riqueza ganadera más considerables de la Tierra. Tal estado presente y de positivos augurios para el porvenir, ha creado aquí necesidades de imprescindible atención por parte del gobierno, en cuyo ilustrado juicio, no tengo la menor duda, serán inmediatamente reconocidas, con tanta más razón cuanto que las medidas que aquellas requieren vendrán a completar esta obra sorprendente de la transformación operada en seis años, del desierto ruinoso y secular de los indios, en un nuevo mundo abierto a la opulencia argentina, obra debida a la administración que se eternizará en la historia bajo el nombre “General Roca” y de la que es, como el país lo espera, solidaria continuación la presente. La primera de las necesidades aludidas es la apertura de un camino carretero bastante cómodo para facilitar el gran movimiento de transporte de gente y haciendas a que me refiero, desde la región de la Pampa a las cordilleras. La llanura natural del terreno y algunos trabajos que ya se han hecho ofrecen hoy este camino expedito hasta el lugar llamado Paso de Indios, última estación de la línea telegráfica que viene al oeste y norte desde Viedma capital de la Gobernación del Río Negro, pero de Paso de Indios adelante está erizada de dificultades y malos pasos que perjudican mucho el tráfico y detienen visiblemente el progreso del comercio y las poblaciones, que de otro modo ya habrían tomado mayor importancia, y aún se evitarían gastos excesivos que el gobierno tiene que hacer en el servicio de transporte y administración militar. Lo que a este respecto me permito someter a la decisión de V.E. es el arreglo de la parte comprendida entre Paso de Indios y Ñorquín, trabajo que aseguro a V.E. puede realizarse en muy pocos meses y que no costaría más de seis mil ciento treinta y un pesos moneda nacional según se demuestra en el plano nº 1 y presupuesto adjunto, calculados prolijamente con las investigaciones y trayectos que he hecho hasta aquí. El presupuesto, como verá V.E., está calculado en el concepto de hacer el trabajo con peones chilenos (20 o 30) a quienes se daría el racionamiento, pero si el gobierno quisiera ocupar en esto una compañía de soldados asignándoles como gratificación la parte que sea de su agrado, de lo presupuestado por subdivisión de movimiento de tierra (o como lo estime conveniente) el costo del camino se reduciría a una insignificancia y pronto estaría hecho. La apertura de este camino fue autorizada hasta Campana Mahuida por decreto del excmo. gobierno fecha 14 de diciembre de 1884, y según el expediente relativo que últimamente me remitió ese Ministerio se esperaba el plano y presupuesto correspondiente para acordar los fondos. Debo hacer presente a V.E. que si fuera posible emprender ese trabajo a la par de la línea telegráfica que por decreto reciente se me autorizó a construir en la misma dirección, se ahorrarían considerables gastos, evitando duplicación de transportes y brazos. Como no ha llegado aún a Roca el material telegráfico que el gobierno dispuso se me remitiera de Patagones por vapor Limay, si V.E. creyera conveniente que los trabajos del camino carretero se emprendieran conjuntamente, esta Gobernación tendría tiempo de preparar sus elementos a fin de que al traer el material a Paso de Indios se iniciara ya la obra del camino que debe facilitar la otra. La parte de vía que ya hemos allanado, trabajando por la necesidad de llegar hasta aquí con los carros, queda reducida a ciertos puntos de dificultad marcados en el plano citado con las letras A, F, I y J, los cuales he salvado aligerando la carga con mulas aparejadas y pasando los carros uno a uno. Ejecutando los movimientos de tierra que van indicados en el plano y presupuesto, quedará toda la vía perfectamente sólida y practicable en cualquier tiempo para carruajes desde Paso de Indios (y por consiguiente desde Patagones) hasta Ñorquín, lo que importaría dejarla casi desde luego planteada hasta Chile, pues hace ya dos años que llegan carretas pequeñas con familias desde aquella República, según ya tuve el honor de anunciarlo en mi memoria del Departamento de Parques Militares fecha 20 de junio de 1883. Otra obra que creo indispensable fundado en las mismas consideraciones que dejo expuestas, es la construcción de un puente sobre el río Neuquén, en el paso que encuentra el camino propuesto frente al fortín Paso de Indios. El puente sería una obra muy fácil y barata de realizar, inmediatamente después de terminado el camino carretero, pues este hará practicable la conducción de toda la madera de roble y pino que se necesita, y que puede sacarse en abundancia de las inmediaciones de Codihue.1 1 Nota del editor: Aquí se interrumpe el informe, quedando en blanco el resto del folio y los folios siguientes del libro copiador. Por la fecha, corresponde al gobernador Olascoaga.