Pacific Press® Publishing Association Nampa, Idaho
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EL PLAN ORIGINAL DE DIOS Pacific Press® Publishing Association Nampa, Idaho Oshawa, Ontario, Canadá www.pacificpress.com 1 EL HOGAR QUE YO SOÑÉ CONTENIDO INTRODUCCIÓN ....................................................................... 5 EL PLAN ORIGINAL DE DIOS ................................................ 15 ETAPAS DEL MATRIMONIO ................................................... 26 COMUNICACIÓN .................................................................... 36 ACEPTACIÓN ............................................................................ 52 RELIGIÓN ................................................................................. 71 TIEMPO JUNTOS ..................................................................... 87 APOYO MUTUO ..................................................................... 101 SEGURIDAD ECONÓMICA .................................................. 107 CONCLUSIÓN ........................................................................ 119 PREGUNTAS PARA REFLEXIONAR ..................................... 126 2 EL PLAN ORIGINAL DE DIOS INTRODUCCIÓN Fue amor a primera vista. Esteban y Lorena* se conocieron un cálido día de otoño en una salida al campo que habían organizado los jóvenes de la iglesia de la universidad en el comienzo del año escolar. Como nueva estudiante del colegio, Lorena estaba contenta por haber sido incluida en este grupo, que por cierto contrastaba con el grupo y las actividades de sus dos últimos años de escuela secundaria. Sus amigos parecían inmaduros, las clases aburridas y su vida personal no tenía rumbo. Esteban resaltaba como líder natural en el grupo. Las personas se sentían atraídas hacia él. Su sonrisa cálida también sorprendía a Lorena, que más de una vez quedó impresionada por su figura alta y su musculatura. Esteban recordaba muy bien esa ocasión. Recordaba que no podía apartar la vista de Lorena luego de verla por primera vez. La había observado todo el tiempo, esperando que ella no notara sus miradas. Cada vez que la veía sentía un éxtasis que jamás había experimentado. Tenía que esforzarse para mirar en otra dirección. Ella era magnífica. Su cabello marrón claro se tornaba dorado bajo los rayos del sol, su piel parecía suave, y su cara irradiaba entusiasmo por vivir. *Para salvaguardar la identidad de las personas comprometidas en las historias, hemos usado nombres ficticios. 3 EL HOGAR QUE YO SOÑÉ Durante la cena, Esteban buscó la forma de estar con el grupo en el que estaba Lorena. Luego de la cena, los chicos se sentaron alrededor de la fogata a cantar y a disfrutar la noche. El corazón de Lorena se aceleró cuando Esteban le preguntó si podía sentarse junto a ella. A pesar de que se encontraban en medio de un grupo de gente, ella sentía que estaban solos frente al chispeante fuego. Lorena recordaba la calidez de sus brazos que la rozaban mientras estaba a su lado. Deseaba que la hubiese abrazado para quitarle el frío de la noche, pero sabía que esto era esperar demasiado... ya que apenas se conocían. Ambos disfrutaron de la velada, cantando, sentados a la par, y deseando más. Luego que el grupo se separó, Esteban le preguntó a Lorena si podía acompañarla hasta su dormitorio. Su respuesta afirmativa y rápida, también un tanto ansiosa, le dio ánimo: así que al llegar le tomó la mano y le dijo que deseaba verla nuevamente. Lorena respondió con un sí que perforó el corazón de Esteban. Esteban trataba de sacar de su mente la imagen de Lorena, pero ella se le colaba en la cabeza persistentemente. A pesar de haberla visto por primera vez unas pocas horas atrás, anhelaba estar cerca de ella y conocerla. En forma repetida se decía a sí mismo que esto no era posible, pero le parecía que estaba enamorándose de una chica a quien recién había conocido. Esteban llamó a Lorena a la mañana siguiente, y la salida de ese día fue el principio de un romance que se movió rápidamente lleno de momentos alegres, de cosas para compartir, y de pasión. Se comprometieron la siguiente primavera, después de ocho meses de haberse conocido. Lorena había terminado su primer año de universidad y Esteban su tercero. El primer año de noviazgo fue difícil. Los padres de ambos estaban de acuerdo con la decisión que habían tomado de casarse, pero 4 EL PLAN INTRODUCCIÓN ORIGINAL DE DIOS alentaron a Esteban a finalizar sus estudios antes de dar ese paso. La atracción física del uno por el otro era fuerte. Ambos estaban comprometidos con Cristo, pero frecuentemente los deseos de acariciarse mutuamente eran irresistibles. La culpa resultante parecía estar dañando su relación espiritual. Finalmente, Esteban se graduó y Lorena terminó su segundo año. La boda fue una explosión de alegría e ilusiones, habida cuenta que recibieron todo el apoyo de sus familias, amigos y compañeros de la universidad. Todos coincidían en que eran la pareja perfecta. Casi todas las parejas comienzan su matrimonio con elevadas expectativas, pero luego se frustran ante los primeros obstáculos que tienen que afrontar: en nuestros días, la mitad de los matrimonios fracasa. Además, muchas de las parejas que no se divorcian son infelices. David y Vera Mace, quienes han escrito mucho sobre la vida conyugal y familiar, dicen que muy pocos matrimonios llegan a ser considerados muy buenos: “La proporción de matrimonios estables-satisfactorios en los Estados Unidos no supera actualmente el 5 o el 10 por ciento”. En este libro compartiremos los rasgos o cualidades de los matrimonios que han salido adelante. Muchos de ellos han tenido tiempos difíciles, pero se han mantenido juntos. Pero primero volvamos a la historia de Esteban y Lorena, pues su experiencia nos puede mostrar cómo cambian los matrimonios en las diferentes etapas de la vida familiar y matrimonial. Incluso muchos podemos vernos reflejados en algunos aspectos de esta historia. Luego de la boda, Lorena dejó sus estudios y ambos comenzaron a trabajar tiempo completo, Esteban para una firma de electrónica y Lorena como secretaria. Sus planes eran trabajar allí durante cuatro años… y mientras tanto 5 EL HOGAR QUE YO SOÑÉ ahorrarían dinero. Esteban ganaría experiencia, y luego podría comprar una parte de la compañía para la que trabajaba. No obstante, su primer hijo, Tomás, vino luego de un año y medio de casados. Esteban se puso de acuerdo con Lorena para que ella dejara su trabajo. Decidieron permanecer en el departamento en el que estaban, para seguir ahorrando algo de dinero, postergando así sus sueños algunos años más. Después de todo, tendrían suficiente tiempo, y el bebé era una alegría para ellos. Cuando Esteban cumplió 29 años todavía vivían apretujados en ese departamento. Tenían muy poco dinero en el banco. Él estaba comenzando a inquietarse con su lento progreso en el negocio de la electrónica, y Lorena estaba nuevamente embarazada. Un creciente sentimiento de urgencia y ansiedad roía el interior de Esteban. Él se había ajustado fácilmente a los primeros cambios en la agenda de su vida, pero ahora sentía que no estaba encaminándose hacia ninguna parte. Lorena había deseado tener su tercer bebé en ese momento, porque sentía que era importante que no hubiera mucha diferencia de edad entre sus hijos. También deseaba tener un tercer hijo mientras ella era aún joven y con energía suficiente para criarlo. Argüía que el dinero no era importante, pero sí la familia. “A largo plazo estaremos más felices con más hijos que con mayores logros financieros”, solía decir. Esteban estaba de acuerdo, pero realmente deseaba avanzar más hacia sus metas profesionales antes de incrementar sus responsabilidades financieras y parentales. Sin darse cuenta, ambos se habían convertido en dos personas diferentes de las que eran cuando se conocieron y se casaron. Cada uno tenía valores distintos y pensaba que las metas del otro estaban equivocadas. Comenzaron a sentir resentimiento. 6 EL PLAN INTRODUCCIÓN ORIGINAL DE DIOS El temor de compartir nuestros más íntimos deseos con nuestra pareja es el comienzo de un cambio en el nivel de intimidad, como si una raíz estuviese creciendo por debajo de una vereda levantando gradualmente una baldosa hasta que finalmente alguien tropieza con ella. Cuando Esteban cumplió 32 años, uno de los antiguos socios de la compañía de electrónica comenzó una nueva compañía e invitó a Esteban a unírsele. Esto era aquello por lo cual Esteban y Lorena habían estado orando. Las dudas y temores que Esteban había albergado durante los últimos años se desvanecieron. Tenía más energía. Estaba disfrutando de la vida. Su relación matrimonial pareció mejorar. Lorena estaba ocupada con los niños, pero ahora que dos de ellos estaban en la escuela, tenía más tiempo para Esteban. Esteban estaba siendo un buen esposo y padre. Sentía que la vida se había encarrilado nuevamente. El nuevo trabajo proveyó más dinero y prestigio, pero demandó también más tiempo fuera del hogar. Esteban deseaba que su jefe viera que haberle solicitado que se uniese a la nueva firma había sido una decisión acertada. Sabía también que un buen progreso ahora le abriría las puertas para futuros logros, hasta alcanzar a tener su propia compañía. Los siguientes cinco años fueron pacíficos y satisfactorios para Esteban y Lorena. Sí, hubo luchas, pero buenas luchas: vestir a tres felices niños en crecimiento, cuidar de los cachorritos, comprar bicicletas nuevas, llevar a los chicos a las clases de piano, a los campamentos de verano, pasar juntos las vacaciones, etc. Cuando Esteban cumplió 37 años, Lorena tenía 35 y su hijo mayor 13 años y medio. Estos tres miembros de la familia estarían experimentando cambios mayores durante los próximos años; cambios que ninguno de ellos estaba preparado para afrontar. Esteban y Lorena, padeciendo la 7 EL HOGAR QUE YO SOÑÉ crisis de la mediana edad, actuaban prácticamente como adolescentes; Tomás, con la rebeldía propia de su edad, buscaba su identidad y su libertad. La mediana edad es una etapa de la vida llena de peligros y estrés para el hombre y la mujer. De acuerdo a los estudios hechos por Jim y Sally Conway, alrededor del 75 por ciento de los hombres y las mujeres experimentarán una crisis moderada o severa en esta etapa, la etapa de la mitad de la vida. Esta crisis afecta a personas de todos los niveles sociales y culturales. La crisis de la mitad de la vida puede interrumpir el flujo de una vida normal y producir desastres en el matrimonio. Esteban y Lorena entraron en ese peligroso período. Esteban sentía que había logrado todo lo que podía en su actual trabajo, ya no quería trabajar en relación de dependencia y deseaba tener su propia empresa. Ellos habían ahorrado algo de dinero, pero se endeudaron más de la cuenta para comenzar con la compañía de Esteban. Lorena sentía que ella era el pegamento que mantenía todo unido. Trató de ser una esposa comprensiva mientras su esposo comenzaba su propio negocio, y una madre paciente para su hijo adolescente y sus dos hijas en edad escolar. En ocasiones sentía que todos esperaban todo de ella, una tarea imposible de cumplir. Lorena comenzó a preguntarse a sí misma: “¿Por qué es así la vida? Estoy trabajando en algo que no me agrada, para un negocio que está alejando a mi esposo, para hijos que se sienten avergonzados de estar a mi lado”. Estaba feliz de ver crecer a sus hijos, pero al mismo tiempo se sentía asustada. Mariel, su hija, era ahora una adolescente de 13 años, pero parecía de 19. Y Lorena se preguntaba: “¿Quién soy y quién seré cuando ellos se hayan ido?” En ocasiones cuando veía el cuerpo firme de Mariel se daba cuenta de los muchos cambios que su cuerpo había experimentado. “A lo mejor 8 EL PLAN INTRODUCCIÓN ORIGINAL DE DIOS ya no soy atractiva para Esteban. Quizá su cansancio no se deba a su trabajo, sino a otra mujer. ¿Quién me ama? ¿Quién me necesita?” Fueron años difíciles en los que luchaba con esas dudas, pero sin dejar de apoyar a la familia y de servir de sostén y lazo para ellos. Luego de todos estos interrogatorios, Lorena concluyó que era tiempo de que ella se convirtiera en una persona por sí misma. Como estudiante de la secundaria había tenido el sueño de ser una abogada. Ahora era el momento de ir tras ese sueño. Dejó su trabajo y se inscribió en una escuela cercana, como estudiante de medio tiempo. Al principio la familia ignoró el regreso de mamá a la escuela para finalizar sus estudios. Pero pronto notaron que la empleada doméstica no los estaba sirviendo como ellos acostumbraban. Finalmente la situación hizo crisis y la familia se vio obligada a reconsiderar las responsabilidades que tenían que ver con el funcionamiento de la casa. Lorena todavía llevaría la parte más pesada, pero los hijos y Esteban tomarían algunas de las tareas. Durante su primer año en la escuela, Lorena se hacía las mismas preguntas. Estaba preocupada por su matrimonio rutinario, y abrumada por el rápido crecimiento de sus hijos adolescentes. Había sido una mujer confiada toda su vida, segura de sí misma, de su relación con Dios y su compromiso con su esposo. Pero ahora comenzó a pasar dos tardes por semana tomando café con Pedro, un compañero de estudios. No era una relación amorosa. Era sólo una amistad. Él estaba interesado en los sueños de Lorena de llegar a ser una abogada. No la despreciaba como Esteban lo hacía en forma sutil. Era mayor y parecía estar más establecido y menos tenso frente a la vida. Lorena comenzó a sentir temor cuando se dio cuenta de que deseaba ver a Pedro cada vez que iba a clases. Esto se 9 EL HOGAR QUE YO SOÑÉ convirtió en una batalla espiritual y se alegró cuando terminó el semestre, ya que no podría verlo tan fácilmente. Esta experiencia la hizo darse cuenta de cuán vulnerable se encontraba frente al afecto de un hombre. Ella imploraba amor. Lo deseaba de parte de Esteban, pero él estaba muy preocupado y exhausto. Durante este delicado momento en su matrimonio, Lorena entregó nuevamente su vida a Cristo, determinando no estar envuelta en ningún tipo de relación amorosa. Al mismo tiempo se comprometió consigo misma a terminar sus estudios. Pero entonces fue Esteban quien comenzó a hacerse preguntas: “Bueno, he logrado que mi compañía tenga éxito. Tengo una casa grande con un triple garaje, dos lindos autos, un bote y una cabaña en el lago. Soy respetado en la ciudad y en la iglesia. Pero, ¿cuál es el propósito de todo esto? Estoy muy ocupado con mi trabajo como para disfrutar todo lo que tengo. Lorena está ocupada con su trabajo, y los niños nos están dejando. ¿Qué es la vida? Me siento vacío por dentro. No deseo vivir los próximos 30 ó 35 años que me quedan con este vacío”. Esteban tenía una relación especial con sus dos hijas, quienes le recordaban a Lorena en sus años más jóvenes. Pero ahora estaba viendo el final de esa cercana relación con ellas. Mariel estaba comprometida. Joanna estaría en casa un año más antes de comenzar el colegio, y entonces él se quedaría con una enorme casa vacía, una esposa que siempre estaba abogando por casos de otros, y un negocio exitoso que ya no representaba un reto para él. Se encontró a sí mismo reflexionando acerca de su vida pasada, deseando haber hecho algunos cambios. A veces deseaba no haber comenzado su negocio. Se había endeudado, por lo cual tuvo que sufrir y trabajar muchos años, y además había alejado a Lorena de su lado. ¿Para qué? ¿Para esa gran casa vacía? Muchas personas lo alababan y 10 EL PLAN INTRODUCCIÓN ORIGINAL DE DIOS felicitaban por sus logros. Era agradable tanto reconocimiento, pero la mayoría de las veces ellos querían algo más de él. Muy pocas personas lo aceptaban tal como él era. A lo mejor esa era la razón por la que le agradaba quedarse un tiempo extra en la oficina conversando con Marlene. Ella nunca parecía estar obnubilada por su éxito. Aparentemente siempre podía sacarlo de su depresión. Cuando en cierta oportunidad lo encontró llorando en la oficina, no lo hizo sentir menos hombre. Le dijo que estaba bien llorar. Marlene era diez años más joven que Esteban. Estaba luchando con su propio matrimonio y sus propios cuestionamientos acerca de la vida. Trataba de encontrar un hombre que le diera significado a su vida… y Esteban estaba buscando una mujer que le diera calor. Antes de que se dieran cuenta, Esteban y Marlene estaban envueltos en una relación que iba más allá de una amistad. Esteban volvió a sentir la pasión que no había experimentado en años. La relación, en un principio secreta, pronto se hizo pública, tanto en el trabajo como en su familia y en su iglesia. Lorena confrontó a Esteban, y él empacó una valija y dejó la casa. Pocas semanas después, Esteban fue a un centro de retiro en el que pasó momentos de quietud, reflexionando sobre las preguntas que lo habían estado persiguiendo durante el año y medio pasado. Se dio cuenta de que necesitaba intimidad, pero que ésta debía venir de Lorena. Necesitaba el amor y cuidado que se habían prodigado al principio de su matrimonio.Y decidió regresar y hablar con ella. Al final de la primera conversación se comprometieron a continuar hablando, a leer y a ver un consejero. Su matrimonio, decidieron, tendría la prioridad. Al pasar los meses se encontraron en una creciente atracción mutua y pudieron sentir cómo renacía la llama de 11 EL HOGAR QUE YO SOÑÉ amor que habían experimentado. Tuvieron muchos altos y bajos, pero gradualmente les fue posible alentar la esperanza de que su matrimonio no sólo sobreviviría sino que alcanzaría su mejor nivel. Estarían juntos para ver a sus hijos en sus elecciones de pareja. Uno junto al otro podrían disfrutar de sus preciosos nietos. Juntos enfrentarían la menopausia de Lorena y ambos entrarían a una etapa madura. Más tarde se apoyarían en los ajustes del retiro. Cuando uno o los dos tuviesen enfermedades mayores, las enfrentarían juntos. Mientras se hacían viejos, tendrían la satisfacción de un largo matrimonio y una cálida compañía. Serían mejores amigos y tendrían un amor conocido sólo por quienes han pasado exitosamente los obstáculos de la vida. En las páginas de este libro veremos el plan original que Dios tuvo cuando instituyó la relación matrimonial. También observaremos que, así como fue el caso de Esteban y Lorena, los matrimonios pasan por diferentes etapas. Y finalmente analizaremos los seis rasgos o características que ayudan a superar con éxito la etapa del desencanto. Su matrimonio puede ser un matrimonio saludable y duradero, o inestable y estresante. No importa cuán frustrante haya llegado a ser su relación matrimonial o cuán sólida pareciera ser hoy, usted puede enriquecer su matrimonio y su familia. 12 EL PLAN ORIGINAL DE DIOS CAPÍTULO 1 EL PLAN ORIGINAL DE DIOS E n la descripción que hace Moisés de la semana de la creación, registrada en Génesis 1 y 2, encontramos la obra maestra de Dios. Me impresiona el poder del Creador. Su poder se ve manifiesto por la forma en que trae todo a la existencia. Dios enuncia la obra que desea hacer y al momento, en toda su plenitud y perfección, aparece lo solicitado. Dios dice: “¡Que haya vegetación!”, y apenas termina de pronunciar las palabras aparece la vegetación en todo su esplendor. Enuncia: “Que haya luces en el firmamento!”, y los astros y las estrellas llegan a fulgurar en el espacio. ¡Qué Dios poderoso es nuestro Creador! Su poder no sólo se manifiesta en la forma en que llegan a la existencia los objetos de su creación, sino también en el hecho de que los llama desde la nada. Lo que creó no existía antes en alguna forma rudimentaria o básica. No aceleró, desde una materia preexistente, el proceso de formación de las cosas. No. Dios enunció lo que deseaba ver en existencia y esto surgió de la nada, apareció en forma completa e instantánea. Lo que Dios había visualizado se vio realizado. En esa semana hay una secuencia de pensamiento que se repite a partir del tercer día, el día en que es creada la 13 EL HOGAR QUE YO SOÑÉ vegetación: “Y Dios consideró que esto era bueno” (Génesis 1:12). Esta expresión se repite a partir de ese momento hasta el sexto día, donde se enuncia dos veces. Muchas veces, cuando vemos la obra de un arquitecto reflejada en una maqueta, nos quedamos admirados por la belleza, la simetría y el gusto con que ha planeado la construcción. Sin embargo, cuando el constructor toma los planos y los transforma en realidad, con frecuencia se nota una diferencia. Es más fácil hacer maravillas con el papel que con el cemento y los ladrillos. En el caso de la creación del mundo, tanto el arquitecto como el constructor son la misma persona. ¡Y qué persona! Dios mismo. La obra de la creación sigue una secuencia que va de lo menos a lo más significante, de lo incompleto a lo completo. Cada día, Dios hace algo más significativo. En el sexto día (cerca de la conclusión de esa semana inicial), probablemente durante la mañana, creó los animales domésticos, los animales salvajes y los reptiles; y luego califica su obra: “Me salió bien”. Génesis 2 describe en detalle la obra que realizó en la tarde del sexto día, cuando creó la raza humana. En el primer capítulo del libro se hace una rápida descripción de la obra realizada en la creación del hombre y de la mujer. La descripción es semejante a la realizada en referencia a la creación de las demás obras; mientras que en este segundo capítulo el autor se detiene para señalar algunos detalles adicionales de la obra que llegaría a ser la corona de la creación divina. En este segundo capítulo se interrumpe la secuencia del capítulo uno, y en su momento declara: “No es bueno” (Génesis 2:18). Con esas palabras, Dios mismo denuncia que lo que acababa de crear no había salido bien. Cuando hizo a los animales dijo que su obra era buena, pero cuando crea al hombre dice que no le salió bien. 14 EL PLAN ORIGINAL DE DIOS Creación del doble desigual Acompáñenme con la imaginación a ver lo que estaba sucediendo en ese momento. Adán había recibido la asignación de dar nombre a los animales. Delante de él pasaban los diferentes “animales domésticos, las aves del cielo y todos los animales del campo” (Génesis 2:20), y Adán les asignaba un nombre. Al verlos pasar, Adán nota que aparecían de a dos. Por eso, cuando vio al león con una compañera semejante la llamó leona. Lo mismo sucedió con los demás: el oso y la osa, el mono y la mona, el tigre y la tigresa, el ratón y la ratona. Y mientras realizaba ésa, su primera tarea, comenzó a darse cuenta de que él no tenía a alguien semejante. Hasta ese momento no se había dado cuenta que le faltaba algo y que no tenía la suerte de los otros seres creados. Mientras pasaban los animales y las aves frente a él, imagino que miró a Dios y le dijo: “¿Y para mi qué hay, Señor?” Dios había decidido no completar la obra que tenía planeada hasta que Adán se diera cuenta de que le hacía falta alguien. Y ese “alguien” llegó a la mente de Adán al ver a los animales en pareja. Al seguir con la imaginación los sucesos de ese viernes de tarde, pienso que Adán, mirando a los ojos al Señor, le dijo: “Querido Dios, ¿será que tienes en mente darme a alguien parecido a mí como lo haz hecho con los animales? Al verlos andar juntos me parece que mi vida podría ser más placentera y gozosa, ya que compartiría lo que estoy recibiendo de ti. Es cierto que entre tú y yo hay una relación diferente a la que tienen los animales contigo, pero no creo que la afinidad que tenemos sea semejante a la que la pareja de cada especie de animales tiene entre sí. Y eso es lo que me gustaría tener”. Luego que Adán se diera cuenta de que faltaba alguien a su lado, Dios se lo proveyó. Y para crear a ese nuevo ser, Dios se tomó su tiempo, como indicando la importancia de la persona que estaba por crear, una persona especial para Adán. 15 EL HOGAR QUE YO SOÑÉ Dios realiza la primera operación de la raza humana, y pone a Adán bajo los efectos de la primera anestesia. Me imagino lo que habrá pasado por la mente de Adán mientras dormitaba bajo sus efectos. Recuerdo cuando tuve que ser intervenido quirúrgicamente por primera vez en mi vida: quise saber qué sucedía cuando me inyectaran la anestesia. Sin embargo no alcancé a enterarme por la rapidez de sus efectos. Lo único que recuerdo es lo que estaba soñando al concluir los efectos de la anestesia. Algo similar imagino que le ocurrió a Adán. Nuestro primer padre no tenía punto de referencia como para pedirle a Dios un modelo especial. Nada que saliera de las manos del Creador sería semejante a lo que ya había creado. Y efectivamente, cuando pasaron los efectos de la anestesia vio delante de sí a alguien parecido aunque no igual. Y al ver la belleza de ese nuevo ser, imagino que se habrá pellizcado porque creía que todavía esta soñando. Quedó tan admirado de la obra que Dios había realizado de su costilla, que con tono poético, expresó la primera declaración admirativa del lenguaje humano. La traducción del hebreo al español dice: “Ésta sí es hueso de mis huesos y carne de mi carne” (Génesis 2:23). Parafraseando el texto, podríamos decir: “Ésta sí que es como yo”. Y mirando a Dios con un rostro de gratitud, pienso que Adán habrá dicho: “Creo que me quedé corto con mi imaginación”. Cuatro principios para la felicidad permanente del matrimonio Dios convocó a los novios y realizó la primera y más corta ceremonia de bodas de la raza humana. El mensaje central ocupa el espacio de tan sólo un versículo. En este mensaje se encuentran los cuatro principios para la felicidad del hogar. Esa felicidad debía ser perdurable, pues fue expresada antes de la introducción del pecado. Estos mismos principios, aplicados a nuestros días, traerían hoy una 16 EL PLAN ORIGINAL DE DIOS armonía y felicidad semejante a la original de la creación. Génesis 2: 24 enuncia tres de los cuatro principios de la siguiente manera: “Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne”. 1. Separación: “Dejará el hombre a su padre y a su madre”. El primer principio-consejo divino suena llamativo. Como podemos ver, Dios no estaba dirigiendo estas palabras directamente a Adán y a Eva sino a sus descendientes, ya que ellos no tenían ni padres ni suegros (algunos dirán que por eso eran felices). Además es llamativo porque Dios mismo, al instituir el matrimonio y la familia, está trayendo a la existencia a los padres. Y en este primer principio divino para la felicidad del hogar el Señor habla de mantener distancia con los padres. Ese Dios que valora tanto las relaciones, que hizo a los seres humanos para que se relacionen unos con otros y con él, dice que al casarnos debemos dejar a los padres. Dios, que sabe la importancia que tiene el matrimonio en la vida de sus hijos, dice que siendo que esta nueva relación requiere una medida grande de atención, energía y tiempo, para que se forme y sostenga correctamente, invita a los padres a que se pongan a un lado. Esa separación generacional involucra tanto el distanciamiento físico y financiero, como también un reajuste emocional. El dinero es necesario para la formación de un hogar. Aunque no compra la felicidad, utilizado correctamente puede contribuir al bienestar de la familia. La separación financiera a la que hace referencia este principio requiere que el dinero provenga de la pareja misma y no de sus padres, aunque no impide que éstos puedan ayudar en ocasiones o bajo circunstancias especiales. Dios quería evitar que el hecho de contribuir en forma económica fuera usado para “interferir” en las decisiones de la pareja. Así como la separación financiera con los padres contribuye a la formación de la nueva pareja, 17 EL HOGAR QUE YO SOÑÉ también es necesaria la separación física (“el que se casa, casa quiere”) y emocional. A causa de que la nueva pareja necesita ajustes porque tienen diferentes historias y diferentes estilos de vida, Dios invitó a los padres a que establecieran distancia con los hijos, y le dijo a la pareja que cortara los lazos de dependencia con sus progenitores. Mediante este principio, aparentemente negativo, en el sentido que propone la separación, Dios anima a cada uno a contribuir con lo mejor de lo que extrajo de su respectiva familia para la construcción de la nueva familia. 2. Unidad: “y se unirá a su mujer”. El segundo principio del sermón de bodas dado en el jardín del Edén antes de la introducción del pecado fue: “Y se unirá a su mujer”. Lo que une a un hombre y a una mujer en el matrimonio no es meramente la firma de un documento ante un dirigente religioso o un juez civil. La cantidad de divorcios en el mundo nos demuestra que el acta matrimonial no es pegamento suficiente para el matrimonio. Dios tiene dos pegamentos que cuando se unen hacen que el hombre y la mujer sean inseparables, no se puedan despegar. Cuando era niño recuerdo que había un pegamento llamado Poxipol. Lo particular de ese pegamento es que venía en dos pomos. Según la propaganda, al unirse los productos que venían en cada pomo se producía un efecto que pegaba todo lo que uno imaginara. Los dos pomos que, según la instrucción divina, unen al hombre y a la mujer en el matrimonio son el amor y el compromiso. Alguien ha definido al amor como “un sentimiento que se siente cuando uno siente que está por sentir algo que nunca antes sintió”. ¿Pero es el amor meramente un sentimiento? ¿Que es el amor? Si le preguntamos a un joven, nos dirá que es lo que siente por su novia cuando dice “estoy locamente enamorado”. El joven dice que “ella es la princesa de mi vida” 18 EL PLAN ORIGINAL DE DIOS y ella encuentra que el joven de quien está enamorada “es el príncipe azul”, a quien soñó toda su vida. En un tono más significativo, otra persona ha definido al amor como el acto de llevarle un vaso de agua a alguien a medianoche. ¿Qué es el amor? El amor es un principio más que un sentimiento. Dios, quien no cambia, no muda ni tiene variación de días, es definido en la Biblia como amor. “Dios es amor” (1 Juan 4:8) nos dice su Palabra. Sin embargo, en nuestros días es más común entender al amor como un sentimiento que varía según las circunstancias. Estamos acostumbrados a oír expresiones como ésta: “ya no siento que te amo... se me apagó el amor por ti”. El principio del amor se expresaría en palabras como éstas: “Te quiero no porque te quiero para mí ni porque te necesito; te quiero porque me necesitas”. También se podría expresar: “Te quiero y te querré no importa lo que hagas conmigo. Puede ser que me duela lo que haces, sin embargo nunca dejaré de quererte, de amarte”. Así es como Dios nos ama. “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo el que en él cree no se pierda, mas tenga vida eterna” (Juan 3:16). “¿Puede una madre olvidar a su niño de pecho, y dejar de amar al hijo que ha dado a luz? Aun cuando ella lo olvidara, ¡yo no te olvidaré!” (Isaías 49:15). Si consideramos el amor como un principio inamovible, ¿será suficiente pegamento como para que un hombre y una mujer se unan para siempre? Otra descripción del amor dice: “Amar es aceptar a una persona como es”. Mientras que otro pensador dijo que “el amor es lento en sospechar, rápido en confiar; lento en condenar, rápido en justificar; lento en ofender, rápido en defender; lento en exponer, rápido en proteger; lento en reprender, rápido en tolerar; lento en menospreciar, rápido en apreciar; lento en demandar, rápido en dar; lento en impedir, rápido en ayudar; lento en resentir, rápido en perdonar; lento en provocar, rápido en reconciliar”. 19 EL HOGAR QUE YO SOÑÉ Amar es creer, confiar, ayudar, compartir, alentar, comprender, proteger, sentir, acariciar, dar, orar. El amor es comunicación. El amor es una emoción profunda y perdurable. ¡El amor es apasionado, vivo, vibrante y cálido! El amor es algo que mejora sin cesar. El amor es la mayor necesidad del hombre, y por eso el amor es el mayor servicio que se le pueda prestar al hombre. El amor es espiritual, pero se manifiesta en lo físico. El amor se ve cuando se pone en acción. El amor es consideración. ¡El amor nunca deja de ser! No sabe de horas ni de días. Amar es hallar siempre una salida. Amar es darlo todo. El amor es desinteresado. El amor no tiene precio. El amor tiene recompensa en sí mismo. Amar es no herir a nadie. Amar es preferir sufrir y herirse uno mismo con tal de ayudar a alguien. Amar es tener valor. ¡El amor es entrega total! El amor nunca está de más. Siempre surte efecto, tarde o temprano. El amor es eterno. El amor pide perdón. El amor perdona sin vacilar. Del amor nace la humildad. Los que aman de verdad son humildes de verdad. El otro pegamento que sostiene a un hombre y a una mujer en el matrimonio es el compromiso. Este es un pegamento fundamental en el pensamiento bíblico. El apóstol Santiago lo expresa del siguiente modo: “Que vuestro sí sea sí, y vuestro no sea no” (5:12). En tiempos bíblicos, en el día de la boda, luego de escuchar las palabras del mensaje del dirigente religioso, los novios intercambiaban sus votos matrimoniales. Se prometían apoyo, fidelidad y afecto mientras ambos vivieran. Y entonces declaraban las palabras de Santiago delante de testigos y ante la presencia de Dios. Era la costumbre de la época, como también lo es todavía hoy en algunos países árabes, que los padres tuvieran una parte marcada en la elección del cónyuge de sus hijos. Esta característica fue común no sólo entre los hebreos del Antiguo Testamento sino en la mayoría de las culturas que 20 EL PLAN ORIGINAL DE DIOS existían en los tiempos antiguos. Me imagino a un joven novio sacándole el velo a la novia con cierto grado de nerviosismo: recién entonces se enteraba cómo era su futura compañera. ¡Qué sorpresa! De sus labios podía salir tanto una expresión de agradecimiento como de lamento: “¡Oh, esto es lo que me tocó!” Aunque como progenitores podemos ver ciertas ventajas en este método, para que el vínculo entre los novios se fortalezca y sea cada vez más rico, es necesario que nazca de una libre elección de los enamorados, al amparo del consejo de los padres y con la seguridad de la aprobación divina. Un matrimonio que intenta sostenerse con sólo uno de los dos pomos, no se mantendrá mucho tiempo unido. Aquel matrimonio que se sostiene solamente con el pomo del compromiso, puede convertir el lazo conyugal en un lazo que ahoga y mata, en una cárcel, donde sus miembros viven juntos por el “deber”, donde se sienten “atrapados”. Por otra parte, el pomo del amor sin compromiso no puede dar perdurabilidad al matrimonio, porque lo que el recién casado siente hacia su nueva compañera puede cambiar con el paso del tiempo. Si bien es cierto que, como dijimos, el amor es un principio, se alimenta también de los sentimientos y de las emociones. Y éstas son cambiantes. A menos que también haya un fuerte compromiso, el amor no alcanza para mantener unida a la pareja. Los dos pomos deben unirse, los dos pomos deben juntarse para que el matrimonio pueda ser feliz y duradero, para que “el hombre se una a su mujer”. 3. Aceptación: “Ayuda idónea”. El tercer principio divino está registrado en el siguiente versículo: “No es bueno que el hombre esté solo”. El texto continúa diciendo: “le haré ayuda idónea para él (Génesis 2:18). Esta declaración denota que Dios no iba a hacer un doble para Adán, sino alguien parecido pero distinto a él. Esa persona llamada “ayuda idónea” sería más parecida a Adán que a los animales, que a los ángeles y que al 21 EL HOGAR QUE YO SOÑÉ mismo Señor, pero no sería como él. “Va a ser alguien que te completará”, le dijo Dios a Adán. A ambos los haría completos. Eva era hermosa, tan hermosa que cuando Adán salió de los efectos de la anestesia no sabía si era un sueño o realidad lo que veían sus ojos. Y ahora, ante el altar, Dios le refiere el principio de “semejante pero no igual”. Desde el momento que Dios le presentó a Eva, Adán no podía dejar de mirarla. Era tan bonita y suave que no se daba cuenta del tiempo que llevaba mirándola. Creo que incluso Adán estaba distraído por la belleza de su compañera mientras Dios realizaba la ceremonia de bodas. En aquel viernes de tarde, cuando la institución del matrimonio fue establecida, pienso que Dios le pudo haber dicho a Adán: “Adán, esta es la persona que me pediste, alguien semejante a ti; esta es la persona que buscabas entre los animales y no encontrabas. Ella es semejante a ti pero no es tu copia. Aunque tiene muchas semejanzas contigo, tiene diferencias porque para mí ella es única, así como tú. Acéptala plenamente. Complétate con ella”. Creo que Dios le debe haber dicho también a Eva: “Yo soy quien hizo a Adán diferente. Y lo hice diferente a propósito. No pretendas cambiarlo, porque si lo que tú crees que necesitas es un doble tuyo, te lo habría provisto. Soy yo quien se dio cuenta que te hacía falta alguien parecido pero no igual. Si te hubiese hecho alguien igual a ti, mi imagen no estaría completa en ustedes. Yo puse en cada uno de ustedes algo de mi imagen. Ninguno posee el total, sino que cada uno comparte algunas características de mi imagen en ustedes. 4. Celebración: “Los dos se funden en un solo ser”. El cuarto principio divino en el jardín del Edén, está registrado en las palabras “los dos se funden en un solo ser”. El llegar a ser uno involucraba unidad en pensamiento, objetivos y motivos, al igual que unidad física o sexual. Refiriéndose a este último aspecto, alguien ha dicho apropiadamente: “El 22 EL PLAN ORIGINAL DE DIOS postre se come después de la comida, no antes ni fuera de la comida”. Lo que Dios les debe haber dicho a Adán y a Eva sobre este principio pudo haber sido así: “No manchen el principio de fundirse en uno, porque el regalo de la sexualidad que les doy (dos en uno) es una figura que dejo con ustedes para que puedan comprender lo que significa lo que somos nosotros: la Trinidad. Ahora que los casé, ahora que bendije e instituí vuestra boda, gocen de la unidad física, sexual, mental y espiritual que he preparado para ustedes”. Cuando terminó la boda, Adán y Eva se miraron por primera vez como esposos y sus ojos brillaban de amor. ¿Recuerdan cómo brillaban nuestros ojos cuando mirábamos a esa muchachita que nos gustaba? Creo que nosotros no nos dábamos cuenta, pero los que nos conocían, nos miraban y decían que había algo especial que nos sucedía, porque los ojos nos delataban. Algo semejante debe de haber pasado con la mirada de Adán y Eva. Era viernes de tarde, tal vez cerca de la puesta de sol. Adán y Eva caminaban tomados de la mano por las onduladas colinas del jardín, rodeados del aire fresco y el aroma de las flores. Los ángeles se habían unido a la felicidad de la pareja al entonar alabanzas al Creador del matrimonio. A éstos se le unieron las aves quienes parecían decir con sus trinos “muy bien hecho Señor”. Era sin duda alguna un gran festejo. Ese viernes de tarde, antes de la puesta de sol, la felicidad alcanzaba su máxima expresión. En ese momento escuchan la voz de quien los había casado, que dice: “Esto es maravilloso”. “Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera” (Génesis 1:31). “La verdad es que salió fantástico”. 23