EL PERIODISMO CULTURAL A DEBATE

Acta del I Congreso de Periodismo Cultural
Santander, 10 y 11 de abril de 2015
www.periodismocultural.es
EL PERIODISMO CULTURAL A DEBATE
La disgregación propia de la profesión hace que hasta
algunos de los asistentes al I Congreso de Periodismo Cultural
llevaran en las maletas de ruedas un equipaje de escepticismo:
¿Qué demonios hacemos los periodistas celebrando un congreso?
Un texto de Antonio Iturbe
A todo el mundo le parece muy lógico que se celebren
congresos de veterinarios, astrólogos o sexadores de pollos, pero
eso de que se reúnan los profesionales del periodismo suena raro.
La falta de costumbre. Los periodistas se pasan la vida diciendo
cómo funciona el mundo, pero les cuesta horrores detenerse
cuarenta y ocho horas a reflexionar sobre cómo funciona su
propio taller.
Finalmente ha sido la Fundación Santillana y, sobre todo,
el empeño de su director, Basilio Baltasar, el que logró arrastrar
en su entusiasmo a la alcaldía de Santander, la Fundación Botín y
la Universidad Internacional Menéndez Pelayo para sentar
durante dos días a medio centenar de periodistas en el palacio de
la Magdalena, en Santander.
Una vez solventadas las bienvenidas institucionales,
Baltasar apretó el acelerador. Afirmó en el marco tan
incomparable que tenemos un gobierno que ha puesto en marcha
una campaña a favor de la masturbación: “han puesto el IVA del
teatro al 21% y el de las revistas porno al 4%”. Pidió para España
el modelo de “excepción cultural” francés. Se supo después que el
ministro de Educación, Cultura, Deporte y Toros, José Ignacio
Wert, andaba por Santander, pero por el palacio de la Magdalena
no apareció, no se le fuera a pegar algo. Rumores no confirmados
hablan de un compromiso ineludible con una cata de sobaos
(pasiegos).
Igualmente, WERT estuvo presidiendo todas las sesiones
del congreso desde el cartelón ingeniosamente diseñado por la
organización para asegurarse la presencia de la autoridad: la
franja de teclado mostrada en la imagen del cartel mostraba
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justamente las teclas “W-E-R-T”. El congreso arrancaba ya con una
primera victoria: frente al pesimismo, sentido del humor.
50 profesionales de muy distintas trincheras hablando
durante 16 horas dio para mucho: momentos emocionales, risas,
un par de rifirrafes, pasión y también alguna cabezada.
¿LA BOTELLA LLENA O MEDIO VACÍA?
La metáfora dio mucho de sí. Medio llena la vio, por
ejemplo Xavi Ayén (La Vanguardia): la norma de que una buena
noticia no es noticia no rige en nuestra sección”, aunque advirtió
que “nunca hay que dejar de insertar espíritu crítico a la
información”.
Guillermo
Busutil
veterano
todoterreno
actualmente director de la revista Mercurio, afirmó que más que
de botella era de petaca y que “la cultura es una forma de mirar la
realidad y traducirla”. Olga García, directora de la radio digital El
Extrarradio se situó en la periferia de la periferia y que ellos no
tenían ni para botella, que bebían agua del grifo.
Medio vacía la vio Martín Caparrós “mucho periodismo
pasivo en las secciones de cultura”. Afirmó que “no se pueden
conformar los periodistas con ser meros receptores. La coartada
es que como la cultura es buena, difundirla es bueno. Imaginad
que en la sección de Política animaran a la gente a ir a los mítines.
¡Sería un disparate!”.
Peio Riaño (El Confidencial): “yo veo la botella a un
cuarto”. Lamentó que “las secciones de cultura viven atrapadas
por el marketing y confunden promoción con información. Un
periodista no es un escaparatista. Hemos de morder más y
relamer menos”.
LOS SABERES DEL PERIODISTA CULTURAL
Sergi Dòria (ABC/Catalunya) reclamó el conocimiento para
el manejo del oficio. Contó algunos desastres cotidianos, como el
becario que para impresionarlo introdujo un latinajo en su texto,
haciendo mención al quid de la cuestión… “el problema es que
escribió ‘kit’. Ya le dije que los únicos kits que conocía eran los de
Ikea.” Y desde Claves de la Razón Práctica Nuria Claver estaba
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segura de que “sólo nos va a salvar la excelencia”. “La amenidad
no es incompatible con la erudición”, apuntó Eva Díaz Pérez.
¿OBSERVADOR O TRANSFORMADOR DE LA REALIDAD?
Guillermo Balbona (Diario Montañés) reclamó para el
periodista “el papel de agitador”. Contó que Santander parece The
Walking Dead: vas pisando cadáveres de periodistas. Y puso como
ejemplo de cómo abordar los temas: “en mi diario hay un
suplemento gastronómico de 24 páginas… pero a ver si han
contado cómo es un menú de cocina creativa en los comedores
sociales.”
Peio Riaño dejó clara su poética: “no somos mediadores,
no somos enunciadores sino denunciadores. El periodista no hace
rehenes: ni somos dulces ni somos cariñosos: venimos a contar
noticias, le joda a quien le joda. Este oficio es un servicio público”.
Antonio Lucas (El Mundo) lo veía desde otro ángulo: “el
periodismo no es un servicio público sino un negocio donde se ha
ganado dinero y algunos vivimos muy bien”. Y añadió que “aquí
nadie viene a cambiar el mundo, pero sí intentamos combatir la
indiferencia”.
BORJA CASANI (El Estado Mental), después de hacerse una
pregunta filosófica: “¿por qué Rhiana aparece todo el tiempo en
los telediarios? ¿Llevarán algún tipo de royaltie?” opinó que la
función de la cultura no es transformar el mundo sino
interpretarlo. Y echando mano de Josep Maria Esquirol (que había
debido echar mano de André Gide) dejó sentado uno de los leitmotives del congreso “la profundidad está en las grietas de la
superficie”. Ahí es donde los periodistas escarbamos. O
deberíamos.
¿ES LÍCITO QUE UN CRÍTICO PUEDA SER AMIGO DEL
AUTOR CRITICADO?
Una mesa moderada por Juan Cruz (El País), puede ser
cualquier cosa menos aburrida. Se contaba con un crítico,
espécimen de otra especie zoológica, el catedrático de sociología
Bernabé Sarabia, un erudito simpático y despeinado que explicó
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que “la objetividad sólo existe en la Física y algo en la Biología. Ni
siquiera en las matemáticas, cuyos axiomas no pueden
demostrarse”. Sarabia se giró muy serio y le hizo una revelación a
Juan Cruz:
-Hay críticos que no se leen los libros enteros
-¿No me digas?
La cosa subió en grados Fahrenheit en el debate de si era
conveniente que un crítico que conocía al autor pudiera hacer la
crítica de su obra. Sergio Vila-Sanjuán (La Vanguardia) opinó que
no se puede aplicar el sistema norteamericano de separar críticos
y amigos porque aquí el mundo cultural es muy pequeño “y el
máximo experto en la obra de un autor suele conocer siempre al
autor”.
Desde la mesa, Berna González Harbour discrepó: “Hay
que ser cuidadoso con los amiguismos”. Tomó la palabra Antón
Castro (Heraldo de Aragón) probablemente el periodista más
encantador de toda la península ibérica y con dulzura metió el
dedo en el ojo: la crítica en Babelia/El País de la última novela de
Pérez-Reverte se la habían encargado a Darío Villanueva, que era
incluso personaje en el propio libro. A Peio Riaño los ojos le
hacían chiribitas: “¡por fin entramos en el barro: los conflictos de
intereses!”. Cruz afirmó que había sido idea suya porque la novela
iba sobre la Real Academia y pensó que un director de la RAE era
el personaje idóneo para valorarla.
En una mesa posterior se sumó al debate Antonio Lucas:
“me divierte escribir de mis amigos, no creo en la pureza de la
raza, prefiero la bastardía.”
EN QUÉ CONSISTE SER PERIODISTA CULTURAL
Toni Puntí (TV3) llegó a Santander con cara de astronauta,
quizá por el anuncio en la cadena pública de que van a convertir lo
que queda de su programa Ànima en cápsulas. Explicó que en una
reunión con directivos le dijeron que lo que había que hacer era
vender entradas… “yo no vendo nada, al público le explico
historias”. TV3 disgrega su Ànima.
Marta Peirano (Eldiario.es), tras señalar que los
webmasters de páginas porno son los que inventaron el pay per
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click, cree que “el periodismo solo de palo es destructivo” y se va
del lado de Marco Polo: “ayudar a encontrar en el infierno lo que
no es infierno”.
“Periodismo es publicar lo que no quieren que publiques,
lo otro son relaciones públicas” afirmó Xesús Fraga (La Voz de
Galicia). Por su parte, Valerie Miles (Granta) desde el punto de una
revista de grandes crónicas y reportajes afirmó que “somos
testigos de la imaginación”. Carles Foguet (Jot Down) explicó que
su “medio es neutral pero no queremos que nuestros autores lo
sean, queremos que se apasionen con lo que escriben, a favor o en
contra.” Por cierto, cosas de la vida, reveló que el artículo más
leído de su publicación es uno sobre sexo con pulpos.
CULTURA Y EDUCACIÓN, UNA CONJURA NECESARIA
César Coca (El Correo español. El Pueblo Vasco) denunció
que “el deterioro del sistema educativo español es tan brutal que
nos vamos a quedar sin público”. El fundador de la revista Ajo
Blanco, Pepe Ribas apuntó que “hay intereses contrarios a que la
gente sea culta” y Manuel Pedraz (RNE) pidió un debate sobre la
enseñanza del periodismo cultural en las universidades y
consideró “una aberración vivir en un país sin un ministerio
específico de cultura y en una comunidad sin una consejería de
cultura. Y si además al que ponen sabe algo de cultura… ya sería
fabuloso”.
MOMENTOS ESTELARES:
- Hubo recuerdo para dos grandes periodistas
desaparecidos muy recientemente: Xavier Vinader y
Margarita Riviére.
- La Premio Nacional de Periodismo Cultural, Ana
Borderas, una maravillosa bestia radiofónica, fue
sorprendentemente despedida hace dos meses de la
cadena SER. Olga García, de El Extrarradio, se levantó
entre el público y dijo que “todo el que ama a la radio
ama a Ana Borderas”. Hubo la más emotiva ovación del
congreso.
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El mejor relato, con una pasión irónica, fue el de la
subdirectora de El Extrarradio, María Jesús Espinosa
de los Monteros. Cuando trabajaba en una radio
convencional (ella no lo dijo pero lo digo yo, la COPE)
hacía una tertulia literaria una vez al mes de 15
minutos. Su jefe la llamó al despacho y le dijo que se
hacía demasiado larga, mejor iban a ocupar ese tiempo
en organizar un concurso de all-i-olis. Se dio cuenta
que no era un lugar para ella, pero en la emisora aún se
dieron cuenta antes porque enseguida fue despedida.
Y lo más extraordinario: los jóvenes estudiantes que se
pagaron un billete de avión y se gastaron un dinero del
que no debían ir sobrados para estar ahí para escuchar
y participar. Su pasión es el futuro del periodismo.
El I Congreso de Periodismo Cultural tuvo en Santander
lugar los días 10 y 11 de abril de 2015.