Exiles - Círculo Lacaniano James Joyce
Transcripción
Exiles - Círculo Lacaniano James Joyce
Larriera, Sergio En funcióón de Exiless Ciclo: Le ngüajes III,, 2014 Fuente: C Cuadernos de d Psicoanállisis 37, ICF España, 20115 Círculo L Lacaniano Jaames Joyce. Madrid. 20116 En n funció ón de Exiles E Serggio Larrriera Inteervención:: 15 de jullio Intrroducció ón El texxto que vamo os a encarar es el más serrio de Jooyce, en el sentido de que no esstá presente la ironíaa, la comicid dad, o la buurla joyceaana, sino quee se ajusta a los l cánones ddel teatroo, contempo oráneo de su s época. SSus modeelos son Henrik H Ibsen y Gerhaart Haupptmann. Exile les es una obrra en tres acttos con m múltiples cuuadros. Y en ncontramos llos momentos de tran nsición de un n cuadro a ottro l cánones del teatro. E En indicaados según los ese seentido, se ajuusta a todos los l requisitoss y estánddares del teaatro. Digo que q es el texxto más serio de Jo oyce, especiialmente serrio, nca, ya no digamos allgo porquue no arran pareccido a una sonrisa, s sino que transm mite preoccupaciones quue el lector va v siguiendo en sus vvaivenes, en n sus avatarres, con tooda serieddad. ue no hay nadda más serio que lo Laacan decía qu có ómico, serio en el sentiddo de lo quee hace seerie. Es un dicho lacania iano que vam mos a paarafrasear con una inverssión, diciend do que paara Joyce no hay nada m más cómico que q lo seerio. ¿Por qué digo esto? Porque, cu uriosamente, aunque naddie ha reído jamás co on Exiles, ni en su lecturaa ni en sus puestas p en n escena –qu ue fueron m muchas, sin ningún n tip po de éxito de d crítica ni dde público, saalvo la dee Harold Pin nter en 197 0—, digo cómico po orque Joyce no n se cansó de repetir, hasta el fin nal de sus días, que E Exiles es unaa obra có ómica. Esttaría tan próxima a lo au utobiográfico o, a reflejar uun momento o de la viida de Joyce y Nora Barnnacle –la obrra está am mbientada en n el momentto en que reggresan en n 1912 a Irlan nda desde el exilio de Trieeste— qu ue le producía un efecto cómico. Esaa sería mi m hipótesis, mi m forma de interpretar lo l que le causaba tan nta gracia a JJoyce. Pienso que 1 Larriera, Sergio En funcióón de Exiless Ciclo: Le ngüajes III,, 2014 Fuente: C Cuadernos de d Psicoanállisis 37, ICF España, 20115 Círculo L Lacaniano Jaames Joyce. Madrid. 20116 veía, con tal exactitud y precisión, reflejaddos sus ppensamientos,, sus actos y circunstanciias, u profundo efecto cómicco. que lee producían un Si noo, es imposib ble entender a qué atribuuye esa coomicidad. Mi eencuentro co on esta obraa de Joyce se produujo no hace mucho, unoss tres años. E En una ssegunda lectuura anoté, a pie de págiina que m me gustaría hacer un trabajo t que se titularría “En funcción de Exilees”, a modo de homeenaje a mi paadre, que fuee un hombre de teatroo, un autor teeatral. Esa no ota está fechaada en dicciembre de 20012. En uuna ocasión más recientee, a finales de 2013,, yendo en co oche por la avenida a del D r. Esqueerdo hacia ell centro, me desvié por uuna diagoonal hacia el Cementerio C de d la Almudeena siguieendo un miisterioso imp pulso. Ante el nichoo donde se encuentran e las cenizas de mi padree, escribí una esquela que dejé d depositaada allí: “Yo, Sergio Larriera, hijoo de Teófilo L Larriera, nietoo de Teófilo Larriera, L yo, qque he sido Erik E Van Helden, H Luis SSchultz, José Pedreira, P Gustaavo Sánchez, m me proclamo enn este acto Teófiilo Tercero”. Jamáss se me hab bía ocurrido nada pareciddo. Hoy al dirigirmee a ustedes, evoco esttos antecedentes y comprendo que q es Teóffilo Terceero quien less está hablan ndo en funciión de Exxiles. ¿Cóm mo se ha veertido a nueestra lengua el término inglés exxiles? La prim mera traducciión fue ppublicada porr la editorial Sur de Buennos Aires en 1937. Reealizada por Jiménez J Frauud, D de laa Residencia de quienn había sido Director Estuddiantes de Madrid M desde 1910 hasta el comieenzo de la guerra g Civil en e 1936. En el momento de la aparición dee esta primeera versióón en castelllano de la pieza p teatral de Joycee, Jiménez Fraud ya estáá en su proppio destieerro. Y si utilizó el vocabblo “desterrados” es porque “exilio” “ es un o, con remottos arcaíssmo culto caíído en desuso an ntecedentes en e Gonzalo dde Berceo y Ju uan de Mena M (Coromiinas y Pascuaal 1980), quee había sid do tomado del latín exxsilium (desttierro), deerivado de ex xsilire (saltar affuera). Es a partir deel final de laa guerra, en 1939, uando vuelvee a ponerse een uso por influjo i cu deel catalán exilli y del francéés exil. Hace H unos treeinta y cinco años la R.A A.E ha fijjado la form ma “exiliado”” como participio ad djetivo de “exiliar” o “exiliarsee”, al in ncorporar las palabras derrivadas de “eexilio” (M Moliner 1983 3). “Exilado””, del catalán n exilat (ggalicismo corrriente en lu lugar del co orrecto ex xiliat), así com mo “excilarsse” y “exilar””, son fo ormas que resistirán r a las más reccientes fijjadas por la Academia, A poor estar cargadas de affecto especialmente en Hispanoam mérica, co omenta Maríaa Moliner. Tenemos una muestra de eesta oscilación n de la lengua en las traducci ciones de Javier Feernández de d Castro (Joyce 19771) y Feernando To oda (Joyce 1987), quienes traducen respectivamentte Exilado os y Exiliados. Quisiera Q agreggar que tenggo una etim mología peersonal de “exilio”, coomo la tenggo de muchas m otras palabras. Mee sucede que tengo ettimologías propias, etimollogías bárbaras que vaan en contrra de todass las corrien ntes y esstudios etimo ológicos. Paraa mí, exilio siempre qu uiso decir fueera del hilio. Ex-hilio. Mee viene dee la anatomíaa. Saben que yo fui médicco. Un hiilio es, en un n órgano, el ppunto de enttrada y saalida de lo os vasos saanguíneos y los co onductos seccretores. Porr ejemplo ell hilio heepático. Enttonces, el hhilio es esa zona fu undamental de d la glándulaa, sin la cual aquélla a no o tendría nin nguna relacióón con el ressto del orrganismo. Essta sería la ggravedad quee tiene paara mí la palaabra exilio, loo que está fu uera de esse centro nutricional, de intercaambios en nergéticos, dee flujos de aliimentación. Para P la Academia A el téérmino médicco “hilio” pro oviene deel latín hilium,, que es la hebbra de las hab bas. 2 Larriera, Sergio En funcióón de Exiless Ciclo: Le ngüajes III,, 2014 Fuente: C Cuadernos de d Psicoanállisis 37, ICF España, 20115 Círculo L Lacaniano Jaames Joyce. Madrid. 20116 Ediiciones Jo oyce caracteriiza la obra ccomo algo có ómico, ju uicio que sosttuvo hasta ell final de sus días, in ndudablementte se debe a un exceso de prroximidad. Una voz ííntima debiió de ad dvertirle: “no o tanta risa, Jiimmy, que esto e va en n serio”, im mpidiendo quue representtase a Riichard Rowaan cuando see le sugirió que q lo hiiciera. Consid deró que no ppodía hacerlo o, pues esstaba muy próximo p dee él, no ten nía la diistancia suficciente y neccesaria para poder acctuar. Creo que éste es unn argumento más a prropósito de la comicidad que percibía en su ob bra. Le resu ultaba cómicco verse tan n bien reetratado. Exiles E se estren nó en Municch en 1919. Dice D al reespecto Carlo os G. Santa C Cecilia: Primeera edición de Exiles, E 1918, Nueva N York ón de Exiles está datada en La prrimera edició 1918 en Nueva York. La leeyenda inferiior indicaa que este drrama en tres actos, se alinnea con IIbsen y Haup ptmann. Hay otra edición en Londdres en el mism mo año. Son las dos primeeras edicioness de Exiles. L Las primeeras notas del autor comienzan a pergeeñarse en 1913. En 19915, ya en el segunndo exilio dee Trieste a Zú úrich impuessto por lla guerra, es cuando Joyyce empieza la redaccción, que term mina en 19177. Joycee tenía un n empecinaamiento m muy particcular con quue esta obra se pusiese en escenna. Siempre fue fu muy activvo con respeccto de toddos sus texto os, y con Exiiles insistió enn la mism ma línea hasta conseguir su representación. Una U pruebaa más de lo próxima que Joyce debía sentir esta obra y la serieddad de lo quee encara y plaantea en ella en el ám mbito person nal y de reflexión sobre el amor, la fidelidad y los celos. Una prueba de esa prroximidad ess que, en los avatares acerrca de la puesta en esccena de la ob bra se le sugieere o del personaaje principal. Si que hhaga él mismo “La obra irritó tanto al ppúblico que huubo ras una soola de ser retirada tra representaciión. En 19200 se estrenó en Nueva York con cierto ééxito, y en 19226 The Stage Society la pressentó en Londrres, después de varios rechazoss por considerarrla E 1991 fuue estrenada en obscena. En España enn el Centro D Dramático de la Generalitatt Valenciana, bajo la direcciión de Carlos Creus”. (Santa ta Cecilia 19997: 117) Versión de Gallimard, Les exillés 3 Larriera, Sergio En funcióón de Exiless Ciclo: Le ngüajes III,, 2014 Fuente: C Cuadernos de d Psicoanállisis 37, ICF España, 20115 Círculo L Lacaniano Jaames Joyce. Madrid. 20116 A la versión de Gallimard G del año 1950, L Les exilés, hace refereencia Lacan en el Seminaario 23, que tanto invocamoss y al qque permanentementee estamos recurriendo. Enn él enconntramos meddia página deedicada a Exxiles (Lacaan 2006: 68). Ahí, ddice Lacan sobre la tradu ucción franceesa Les E Exilés, que debería tenersee en cuenta qque en innglés exiles no o solamente es los exiliaddos, sino que es tamb bién exilios. Y a Lacan essta vertieente le intereesa más que los exiliados. Le intereesa más recaalcar la cuesttión del exillio, porquue dice que el exilio fundaamental del qque se traata es el exilio o de la relació ón sexual. Ésste sería el síntoma fundamentaal que padeece Joycee en esta pieza teatral, la no relaciión sexuaal, la ausenccia de relacción sexual, la carenncia de la relaación sexual. Este es el daato fundaamental que tiene en cuenta Lacan paara propooner como título t de la obra o Exilios en lugar de Exiliadoss. Considero que la versiión o-psicoanalíticco, de Laacan es un exxceso poético con toda la fueerza que lee transmite la imposibilidad de laa relación sexxual. Barral de 1970 1 traduc ucida por Javier Feernández de Castro y la ssegunda ediciión de 19971, que es la que yoo manejo en n esta occasión, y a laa que perteneecen las citass y las pááginas que iréé mencionanddo. Ed dición de 1971 1 Laa portada de la seguunda edición n del diibujante Julio o Vivas trataa de meterse en la esstructura. Porrque esta obrra es, en esen ncia, la reelación de cu uatro personaas, dos homb bres y do os mujeres, aunque a hay aalgunos personajes laterales que también vaamos a com mentar. Peero como digo, fundaamentalmentee son cu uatro personajes caractterizados por la sim metría que haay entre elloss. Joyce era un n gran am mante de la simetría, cossa que le vieene de Tomás de Aqu uino. Laa estructura de d la obra esstá configurad da por do os hombres, Richard R Rowan y Robert R Hand, H y por dos d mujeres, Bertha y Beeatrice Ju ustice. La priimera versión en castellano de d Exiles se titu tula Desterr rrados Pasam mos ahora a las ediciones en castellan ano actualles, con lass que contaamos aquí en Españña. Tenemo os la primerra edición de 4 Larriera, Sergio En funcióón de Exiless Ciclo: Le ngüajes III,, 2014 Fuente: C Cuadernos de d Psicoanállisis 37, ICF España, 20115 Círculo L Lacaniano Jaames Joyce. Madrid. 20116 lo os movimientos posibles que hay en n este cu uadrado de esstructura básiica. El ilusstrador, en la portada, p sitúa el e cuadrado R,, R, B, B: R Robert, Richarrd, Bertha, Beaatriz. Esta cuestión se repite enn la ilustración de Dionisio D Simón utilizada poor Diego Larra para el diseño de cubierta c de laa versión Ex xiliados dee Cátedra (19 987). Vemos qque en esta im magen in nsiste la cuestión del cuaddrado y los cuatro peersonajes, aunque en estaa ocasión el artista haa atravesado el diagramaa con el recorrido deel hijo Arch hie en relacción al carrro del lechero. Al reespecto, Willliam York Tindall (19771) dice: “Un cuadriláátero complicaddo por triánguulos interioores. Un cuadriilátero de tres laados, un triánggulo de cuuatro lados. Extravaganciaa geométrica del invento tor de ruedas cuadradas”. Va aaventurando, a su man nera, fórmul ulas aproxximativas, com mo cuando decía d Pascal uuna esferaa cuyo centro o está en tod das partes y su circunnferencia en ninguna. Metáfora M que da una iddea del tratam miento del in nfinito pero qque no resuelve la cuestión. Estas aproximacion a nes tampooco la resuellven. Es lo que q dice Tinddall de eesta estructtura, una “extravaganccia geom métrica”. Con nsiderarla como Grupo de Kleinn hubiera simp plificado la cu uestión. Po ortada de la veersión Exiliadoss de Cátedra Exiles E Estrucctura de cuatro o elementos e caada En laa estructura de cuatro elementos elemeento puede rotar en cuaalquiera de llos dos ssentidos así como se pu ueden produucir todas las permuttaciones indicadas por las diagoonales y doblees flechas. Vemos V así toddos Po or mi parte, he h tratado dee llevar las distintas esscenas de Ex xiles a un trrenzado de cuatro elementos. Co orresponde a preocupaciones peersonales. An nduve extraviiado varios días, he frracasado en este e intento, pero vale laa pena deejar constanccia del esfuerzzo realizado. Traté dee llevar la cueestión a lo quue pienso que es la 5 Larriera, Sergio En funcióón de Exiless Ciclo: Le ngüajes III,, 2014 Fuente: C Cuadernos de d Psicoanállisis 37, ICF España, 20115 Círculo L Lacaniano Jaames Joyce. Madrid. 20116 estrucctura lacaniaana de la ob bra Exiles, uuna trenzaa de cuatro o elementos, buscando las combbinaciones y anudamiento os. Pero com mo digo, son intento os fracasados. Es una línnea que rrecomiendo para p los psico oanalistas, puues sería motivo de todo t un curso de topologgía o, así como nos n planteam mos sobree Exiles. Pero atendder a casos clínicos c con estructuras de trenzaas para darr cuenta dee los distinttos momentos de la clínica c (Schejtman 2013), lo mo ocurre en n una obra de d teatro com mo mism Exiless. Yo creo quue se puede hacer, h que es un caminno que hay que transitarr. Sería lo qque deberrían hacer loss psicoanalistaas para cumpplir lo quue proponía Joyce en unas u notas qque acom mpañaron a laa redacción de Exiles, donnde planteeaba la neceesidad de un n sketch, de un esqueema que ilustrara lo qu ue hacen esttos cuatroo personajess a la nochee. Esta era su preoccupación un tanto absurd da, pues no es necessario, para la estructura dee la obra teatrral, saber qué hacen los personajes por la nochhe. Pero él, en su indaagación exhaaustiva de toddas las cirrcunstancias concurrentess a una relaciión entre cuatro perssonas, con la l complejiddad mentando, creee necesario un que eestamos com sketchh, un boceto acerca de lo que hacen ssus mo persoonajes por la noche. Yo lo tomo com metáffora, porquee lo que im mporta son las relaciones entre ellos, e ver cómo se puedden matizar, no recurriendo a bosquuejar, esquem metáfforas impossibles, sino dando uuna estrucctura topológgica posible. Tenem mos ya los cuuatro personajes principal ales de la obra. En laa casa del esscritor Richaard burbio dublin nés de Merrioon, Rowaan, en el sub transccurre el prim mero y el terceer acto. Berthha, su m mujer, para nosotros es Nora puues, evidentemente, está e muy cerca c de ellla. Todavvía no alcanza el desarro ollo literario de Mollyy Bloom. Beertha es un personaje m muy ceñiddo a lo teaatral, no haay concesionnes descriiptivas, todo está y se prresenta en booca de los personajes de forma estricta. La iddea de Laacan también es que Berth ha tiene un grran pareccido con No ora. Archie es el hijo de mbos, un niñ ño de unos ocho años. Va a am teener importtancia en el sentido que co omentábamos en la expoosición de Miriam M Chorne sobre Lucía Joycee, a saber, ell trato peeculiar que tu uvieron los Jooyce con sus hijos. En Exiles, Arcchie le habla a su papá Richard R Giorgio le hab blaba a deel mismo modo en que Gi Jaames Joyce en n la vida. Vem mos incluso que q en algunas secuen ncias se dirigee a él en italiaano. Robert Hand es periodistaa. Viene a seer un hííbrido, una mezcla m de peersonajes qu ue han exxcitado y mo ortificado a JJames Joyce en su exxperiencia. Vemos reeminiscencias del itaaliano Prezio oso, el italiaano que corrtejaba assiduamente a Nora. La rela lación entre Joyce y Prrezioso term minó, comoo veíamos en la peelícula de No ora, en un graan escándalo o, pues Jo oyce lo incrrepa en la calle, por haber co ortejado a su u mujer. Prezzioso queda mudo deespués de haaber sido la rrelación entrre él y Nora N fomenttada por eel propio Joyce, deejándolos so olos, permitieendo, empu ujando, su ugiriendo, siem mpre al estiloo Joyce. Tenemos lueggo a Beatricee, la profeso ora de música m de Archie y prim ma de Robeert. Y Brrigid, una vieja v criada de la familia. Y ap parece tambiién una pesscadera, personaje muy m interesantte que irrumppe en el tercer acto. Es la única vo oz de Dublín que entra po or una veentana. Y ju unto con el niño, es el único peersonaje que hace referenncia a algo distinto a toda la en nsalada afecttiva, emocio onal y seentimental dee los personajjes de la obraa. En boca del niño, n vamos a ver referen ncias a n lechero y a sus vacas. PPero la pescad dera es un un na voz que ess incluida com mo personajee de la ob bra. Una voz v que vennde arenquees de Dublín, D algo cargado de sim mbología parra toda la crítica. A saber s lo quee eso quiere decir. uso resonanccias bíblicas.. Para Pllantean inclu mí, m esa voz, en e esta cápsuula en la quee están en nquistados y apresadoss los perso onajes, do onde nada lees interesa dde fuera pues sólo haacen refereencia a ssus sentimiientos, em mociones y afectos, esa voz es com mo un 6 Larriera, Sergio En funcióón de Exiless Ciclo: Le ngüajes III,, 2014 Fuente: C Cuadernos de d Psicoanállisis 37, ICF España, 20115 Círculo L Lacaniano Jaames Joyce. Madrid. 20116 señalaamiento de que q los perso onajes están en Dublíín. Aunque no habríaa que olviddar tampooco a la famosa Molly M Malonne, persoonaje clásico de Irlanda que q vendía, ddos sigloss antes, ostraas y pescado o por la callle, persoonaje que, además, a tien ne estatua en Dublíín. Tambbién tenemoss los nombress referidos a llos suburrbios de Dub blín: Merrion y Ranelagh. E En este úúltimo lugar se ubica el pisito de solteero que tiene Robert Hand, un u pisito qque comppartían Roberrt y Richard en la juventtud primeera, y dondee vivían sus aventuras, ssus excesos, sus bo orracheras. Es E decir, s on dos, por eso lo persoonajes que están muy ligad llamoo al pisito gaarçonnière, es decir, piso de solterro. Ahora, para enttrar en el meollo de la mos en cuenta lo que diice cuestiión, tendrem Lacann a propósito o de Exiles: “Todo lo qque ocurrre en Exiless gira en to orno a la nno relación”. No rellaciona cualq quier momennto oyceana con la no relaciión de laa escritura jo d que ésta es la obra dee la sexuaal, sino que dice no reelación. Adeemás, para Lacan, L aquí se planteean las circuunstancias de la no relaciión sexuaal como sínto oma de los haablantes y com mo síntom ma particularr y singular de d Joyce. Y eeso fuerzaa a un tipo dee resolución específica, noo a una resolución cualquiera. Y en Exxiles m especcífica que tieene enconntramos la manera Joycee de resolverr la cuestión n a través ddel persoonaje de Richaard Rowan. “Exilles es verdadeeramente el acercamientoo a algo que constituuye para él el síntoma. El ma principalm mente es, po or supuesto, el síntom síntom ma constituiddo por la careencia propia de la rellación sexuall. Pero es prreciso que essta carenncia cobre una formaa. No cobbra cualqu quier forma. Esa E forma es para Joyce la que llo ata a su mujer, m la tal Nora, durannte cuyo reinado él eluucubra Exiless.” Para L Lacan, el pro oblema que see plantea es qque una m mujer es unaa mujer entre otras. Así lo o hay diice: “La no relación ees que no veerdaderamentte ninguna rrazón para que q él co onsidere com mo su mujer a una-mujer--entreottras. Una-mu ujer-entre-otrras es también la qu ue se relacion na con cualqquier otro ho ombre. Y se trata preecisamente dee este cualquiier otro hoombre en el personaje que él imagina, y para el cual, en esa época de su vida, sabe deespejar la elección de la una-mujeer en cuestión n, que o es otra que Nora.” no Entonces, ¿qué es lo que ppuede hacer que q un ombre como o Richard Rowan, o James ho Jo oyce, haga suya s a una mujer entrre ese co onjunto de mujeres, m es deccir, tome a un na y la haaga suya en un u gesto de appropiación? A juicio de Lacan es vverdaderamen nte el accercamiento a algo que coonstituye paraa Joyce el síntoma. Un U verdaderoo acercamien nto al sín ntoma prin ncipal, consstituido porr “la caarencia propia de la relaciión sexual”. A eso reeal sólo pued de uno acerc rcarse, y Joycce, en Exiles, E realiza una u aproximaación verdadeera: “Pero es preciso p que estta carencia cobbre una forma. No cobra cuallquier forma”. Exiles E es la pueesta en escenna de esa form ma. Es la forma por la que Joyce está atado a Nora. De D modo qu ue “la carenncia propia de la reelación sexuaal” cobra forrma, no cuaalquier fo orma, sino laa que alcanzza en la puesta en esscena de Ex xiles. Puesto que “todo lo l que occurre en Ex xiles gira enn torno a la l noreelación”, bajo o las inexorrables formaas que ad dquiere en la cuaternidadd de sus personajes (R Richard, Berth ha, Robert, B Beatrice). Riichard “debee casi todo loo concernientte a su caarácter y circcunstancias a la idea que Joyce teenía de sí mismo m y a suu experienciaa”. Se pu uede afirmar que es, de toodas las apariciones dee Joyce en su us personajess (Stephen, Bloom, B Sh hem, etc.) la que se ajustaa a la perfección a su u modelo. No sóllo en detalles d reeiteradamentee señalados por los crítticos Riichard regresando de suu exilio en 1912, co omo Joyce, se s niega a cassarse con la mujer 7 Larriera, Sergio En funcióón de Exiless Ciclo: Le ngüajes III,, 2014 Fuente: C Cuadernos de d Psicoanállisis 37, ICF España, 20115 Círculo L Lacaniano Jaames Joyce. Madrid. 20116 sociallmente inferiior, Bertha, con la que se habíaa fugado; el hiijo, Archie, lllama “babbo”” a su paadre, al igual que el hijo de Joyce, ettc.sino, esencialmentte, en sus em mociones, en llos rasgos de su caráácter, en la ambivalencia de sus sentimiento os, en el dominio y sometimiento quee pone en juego con ssus comppañeros de escena. El prooblema concomitante es el e hecho de qque una m mujer sea un na mujer entrre otras, y qque eso se relacion ne, inmediaatamente, c on quier otro hombre. h Unaa mujer enttre cualqu otras,, y cualquier otro hombrre, están ahí en una rrelación dialééctica que haay que resolvver, que ccada hombre tiene que reesolver. Porqque se traata, fundamen ntalmente, deel problema ddel deseoo masculino, de la confro ontación conn la preguunta “¿Qué es una mujer?”. Pregunnta que, aademás, aparrece formulad da tal cual enn la obra en boca de d Robert Hand. ¿Cóm mo resolvver esta cuesstión de apro opiarse de uuna mujerr que, por deefinición, es una u mujer enttre otras y que está en relación con cualquuier otro hhombre? En el caso partiicular de Exiiles, sostieene Lacan quue Joyce, a traavés de Richaard Rowaan, va a reso olver la cuestión hacienndo que, en ese perssonaje, ese cualquier ottro hombbre tome poteencia. ¿Por qué una mujjer entre otraas? Porque uuna n marrca mujerr entre otrass no tiene ninguna para un hombre. Es algo que, no sabem mos por qqué, uno eligge, otro deja de elegir, ottro pierdee, otro gana. Hay un flujo o que, cada veez, hay qque definirlo y sostenerlo. Es el modo en que R Richard Row wan se sostieene, consiguee y logra el objetivo. Para Lacan, el objetivo esstá lograddo en Exilles. Dice qu ue, finalmennte, muestra cómo ha hecho, de una u mujer enttre otras,, su mujer. Y la obra, esccuchando esttas atinaddas palabras de Lacan un na vez más, nnos lo muuestra con claridad, c se muestra m de qqué modoo la hace suyaa. Hacer de una u mujer, enttre otras,, mi mujer, ess cada vez sin ngular, cada vvez propiio de cada uno, u es algo que sucede de una fforma especiaal, y Exiles es e la forma qque tieene Joyce, co on Richard R Rowan, de haacer de un na mujer su mujer. No siempre paara un ho ombre será así, pero en esste caso es asíí. Toma muy en cuenta la cueestión de cuaalquier ottro hombre, la rivalidadd y la pugna con cu ualquier otro hombre. Y en esta obra, una mujer m entre ottras son dos mujeres, Beertha y Beatrice. Resp pecto a cualqquier otro ho ombre, teenemos a Ro obert Hand como rival, como ottro hombre, y el mismoo Richard Rowan R co omo cualquieer otro hombbre. ¿Cómo es e que Rowan se aprropia de esa mujer?, ¿có ómo la haace propia? El E martirio y eel sufrimiento o es el caamino de esa e elección.. Es lo qu ue va im mponiendo a sus compaññeros de escena, a su us compañeeros de drrama. Fundamentaalmente, va fo orzando el traabajo empujaando a Bertha a una relación con R Robert, dispu utando on Robert la posesiión de Bertha, B co co ondenando a Robert porr traidor, peero no deeja de emp pujar a Berrtha a que viva lib bremente su relación con Robert Hand. Por ottro lado, va viviendo su relación de amor co on Beatrice, que q no se connsuma, pero que es un na relación de amor literaaria que se so ostiene deesde nueve años atráss, desde que q el matrimonio m Rowan sse exilió. Una co orrespondenccia muy floridda y frecuentte que, po or supuesto, va a ser paraa Bertha, la esposa e dee Richard, motivo de celos. Ellla, en deeterminados momentos de la obra, tiene diisputas con Richard R respeecto de la callidad y en ntidad de esa corresppondencia, como diiciéndole que no se hagga el santo,, pues esstuvo escribieendo nueve aaños literario os con Beatrice. es trata la sedu ucción Laa primera esccena de Exiles dee Richard avanzando sobbre Beatrice, y ésta reesistiendo, deefendiéndosee. Es la pro ofesora dee piano de su s hijo, una chica moren na con muchos m encan ntos para Ricchard. Éste sería el clima de la obra, todos está tán implicado os, por esso se hablabaa de triánguloos, de cuadrilááteros, ettc. Recuerdo que en uno dde los episod dios de Ulises, U concretaamente en Ci Circe, Bloom plantea p 8 Larriera, Sergio En funcióón de Exiless Ciclo: Le ngüajes III,, 2014 Fuente: C Cuadernos de d Psicoanállisis 37, ICF España, 20115 Círculo L Lacaniano Jaames Joyce. Madrid. 20116 a la seeñora Breen una relación de cuatro, éll lo llama square party, una partida cuadrada, uuna partidda de cuatrro, un mixed marriage, un matrimonio m mezclado por p nuestrros “conyyugalitos”, seegún la tradu ucción de Sal alas Subirrats. Este tema de la partida de cuatro, que ya arrancca en 1914 en e esta obra, después tieene un traato amable, risueño e iró ónico en Ulisises. Pero aquí no tienee nada de risueño, aquí esstá ma permaneentemente. S on al boorde del dram situacciones y confrontacio ones de llos persoonajes, diáloggos en torno al problemaa, a los ceelos, a la traicción, a propiiciar la traicióón, la traaición empujaada, diálogoss en torno a la recrim minación porr haber empu ujado a aquelllo, etc. Y no sabem mos qué pasó ó la noche ddel encueentro entre Robert R y Berrtha, si huboo o no enncuentro carn nal. Pero en el e último actoo, a la maañana siguien nte, después de d esa supuessta nochee trágica en la l que Berthaa pasó la nocche con R Robert, emp pujada por Richard, R éste le dice a su mujer quue goza de liibertad. Vem mos el dessarrollo de un na teoría sobre la libertadd y el libbre albedrío que corresponde, com mo proceedimiento seexual y am moroso, a llos cónyuuges y a loss novios. Ess algo que nno condiice exactamen nte con la po osición de cellos extrem mos que padeece Richard. La obra Lo que me gusta g de esta e obra es, q se le crittica. Nos diccen precissamente, lo que que no resuelvee los conflicctos, que nnos n entiende ppor confuunde, que el espectador no dónde van las cossas. Hay unaa reclamaciónn a Joycee, se le dicce que ha producido un engenndro confuso o sin valor teaatral. Tal vezz la excesiva proximiidad de Jo oyce con llos persoonajes, en paarticular con Richard, haace que todo sea muyy íntimo, algo o que él mism mo celebrra, pero que no está lograado teatraalmente. Sin embargo, crreo que es uuna bra excelente, es un teeatro intimistta, un ob teeatro de gabiinete al estillo Henrik Ib bsen y Gerhart G Hau uptmann, coomo dice en la po ortada de la primera edici ción de New York. Esa es la escuela de Joycce, pero creo que upera la cosaa. Para mí, ccomo digo, es e una su ob bra excelen nte. Y paraa nosotros,, que co ontamos con n el inconscieente, que sab bemos lo o que es el goce g y el maasoquismo, es e una ob bra fundamentalmente ambivalente.. Hay am mbivalencia en todo, y eso es lo que no to olera la crítica. Quieren qque el probleema se reesuelva, y acáá no se resueelve nada. Laa obra teermina sin que q nadie haaya resuelto nada, po orque pasó de todo perro no se resuelve naada. En el final sí, pues como siemp pre, las mujeres m de Joyyce, sean cualles sean, vuellven al reedil a pesar de haber ssido empujad das al peecado, o haaber deseadoo pecar, o haber peecado efectiv vamente, com mo Molly Bloo om. Si en n Ulises Mollyy termina coon unas cariñosas y en nternecedoras palabras ppara referirsee a su marido m Bloom m, fíjense en el último diálogo d en ntre Richard d y Bertha aaquí en Exiilados: [p pp.117-118] RIICHARD. Esttoy herido, Berrtha. BE ERTHA. ¿Có ómo herido, D Dick? ¿Qué quieres q deecir? Trataré de entenderllo todo ¿dón nde te sieentes herido? RIICHARD. (Suuelta su mano y tomándole la caabeza la echha hacia tras y la mira fijamennte a los ojos)- Tengo un na profunda, una u profunda hherida de dudaa en mi co orazón. BE ERTHA. (Inmóvil.) ¿Dudas dde mí? RIICHARD. Sí. BE ERTHA. Soy tuya. (Susurraa.) Si me muriiese en esste momento, moriría m siendoo tuya. RIICHARD. (Toodavía mirándola la y hablando coomo con unna persona ausennte.)- Herí mi alma por ti. La L herí co on una duda profundísimaa que nunca podrá ciccatrizar. Jamáss podre saber.. ¡Nunca! No quiero saaber ni creer nada, n no me im mporta. No es en la osscuridad de la fe como yo tte quiero, sino o en la vivviente, incansable, hiriente duda. Para retenerte no o quise utilizaar lazos, ni siqquiera los del amor. Lu uchaba solo para quedar unnido a ti en cu uerpo y 9 Larriera, Sergio En funcióón de Exiless Ciclo: Le ngüajes III,, 2014 Fuente: C Cuadernos de d Psicoanállisis 37, ICF España, 20115 Círculo L Lacaniano Jaames Joyce. Madrid. 20116 alma, en absoluta deesnudez… Sin n embargo, ahoora me siiento fatigado. Me cansan mis heridas. (Se estira ffatigadamente enn el canapé. Berrtha coge su maano, hablanndo quedamente.) BERT THA. Olvídam me, Dick. Olvíd dame y quiérem me de nuevo como la primera p vez. ¡Q Quiero de nueevo a mii amante! Encontrarlo, …, E ir hacia él… entréggame a él. A ti, Dick. ¡O Oh, mi extraaño amantte salvaje, vuellve otra vez! (C Cierra los ojos.) Vemoos acá la filosofía de Richard. Es maravvilloso, “no es en la oscu uridad de la fe comoo yo te quierro”. No es qu ue quiera creeer en ellla, porque auunque le pregu unte e indaguue, ya saabe que no podrá p saber nunca. Nunnca nadie podrá saberr lo que le pasa p al otro, es e en la oscu uridad de la fe imposible. “No es o, sino en n la viviennte, comoo te quiero incannsable e hirien nte duda”. Ess decir, el am mor de Riichard se insttala en esa duda d que nunnca podráá asegurarse acerca del am mor de ella. E En Los m muertos ocurree lo mismo, de manera qque podem mos establecer una contin nuidad entre las dos pprotagonistass, Greta y Bertha. Es la consttatación de que q “no lo saabe nunca”, ssin embaargo impulsa a que las cosas se produuzcan. Pero o no es que q se queeda espianndo, porque también un marido celosso, un coompañero celloso, puede dar d ese paso. T Tú te enncuentras con n Robert y yo y miro dessde afueraa. Pero ahí tampoco sabrá. s No hhay maneera de saber, porque el allma del otro es absoluutamente inssondable. “¿Q Qué sentiste ?”. Es im mposible desccifrar ese miisterio, hay qque sostennerse en esta hiriente, viviennte, incannsable e infattigable duda. Esto tambiién se traansmite en laas cartas. Joycce nunca poddrá saber, es algo que se repitee y se retom ma continnuamente. También apareece en Ulisess y, más cconcretamentte, en Bloom. Yenddo a otro aspecto a qué quedaría ppor comeentar, la cuestión del niñ ño, de Archhie. Tienee una peculiar presencia en esta obbra. Voy a leer una esccena dónde vemos v reflejaado comoo está actuadda la relación n de este paddre con eese hijo. Arcchie está mu uy presente en Exiles, E va, viene, v apareentemente recibe attenciones, peero siempre llateralmente, pues, o bien está en n manos de lla sirvienta, o va a c el lecheroo, o comentaa no sé daar un paseo con qu ué y no le haccen caso. La siguiente esccena lo piinta de cuerpo entero: [ppp.47-48] ARCHIE. ¡Eh, papaíto! p RIICHARD. (Au usente) ¿Qué? ARCHIE. Quiero preguntartee algo. RIICHARD. (Seentándose en lla punta del canapé, c mira m fijamente ante a sí.) ¿Qué hhay? Vemos V que no está todavvía captado por p el niiño, sino que está pensaando en la escena e an nterior donde pasaronn cosas baastante drramáticas enttre la pareja. ARCHIE. ¿Le pedirás a maamá que me deje ir mañana m con el lechero? RIICHARD. ¿Co on el lechero? ARCHIE. Sí. En E el carro dde la leche. Me M ha prrometido dejarrme conducirloo en los camin nos que no o haya gente. El E caballo es uun animal muy bueno ¿P Puedo ir? RIICHARD. Sí. ARCHIE. Pídele a mama que me deje ¿quieeres? RIICHARD. (Miira hacia la pueerta.) Si. ARCHIE. Me prometió quue me enseñaaría las vaacas que tiene en el campo. ¿¿Sabes cuántass tiene? RIICHARD. ¿Cu uántas? ARCHIE. Oncee. Ocho colorradas y tres blancas. b Peero una está enferma ahora. Bueno, no en nferma…es qu ue se cayó RIICHARD. ¿Vaacas? ARCHIE. (Conn un gesto.) ¡Cllaro! No van n a ser to oros, porque lo os toros no daan leche. Oncee vacas deeben dar un montón de leeche. ¿Por qu ué dan lecche las vacas? Fííjense ahora el e vuelco quee viene. RIICHARD. (Lee coge de la m mano.) ¿Quién n sabe? ¿T Tú entiendes lo o que es dar alggo? ARCHIE. ¿Dar? Sí. 10 Larriera, Sergio En funcióón de Exiless Ciclo: Le ngüajes III,, 2014 Fuente: C Cuadernos de d Psicoanállisis 37, ICF España, 20115 Círculo L Lacaniano Jaames Joyce. Madrid. 20116 RICH HARD. Siemprre que tengas una cosa, tee la puedeen quitar. ARCH HIE. ¿Los ladrrones no? RICH HARD. Pero sii la das, ya estáá. No hay ladrrón que puueda quitártelaa. (Inclina la caabeza y aprietaa la mano de su hijo co ontra su mejillla) Es tuya paara siemppre, en cuanto la regalas… tu uya para siemppre. Eso es dar. Esta es la filosofíía de Richard d. Vemos to do ese eempujar a la l entrega de d Bertha. La entregga de la pro opiedad, en relación a llas mujerres de Joycee, tiene que ver con essta filosoofía. Fíjense primero como arrastra al niño, como lo saaca del mund do infantil y lo ón haciendo caso c omiso ddel lleva a su reflexió diáloggo sobre las vacas. v Porque le preguntaa si sabe llo que es darr, para entrar en una especcie de sooliloquio don nde el niño es un partenaaire mudoo. Ahí desarrrolla su teorría del dar, su gran preocupación n. Ni escuch ha al niño qque hablaa de vacas quue dan leche para llevarloo al otro tterreno. Ento onces sigue: ARCH HIE. Pero, pap pá... RICH HARD. ¿Sí? ARCH HIE. ¿Cómo pueden robaar una vaca llos ladronnes? Todo el mundo m los verría. De noche tal vez… HARD. De nocche…claro. RICH ARCH HIE. ¿Hay aquuí ladrones com mo en Roma? RICH HARD. En toddas partes hay gente g pobre. Aquí vuelve a su ronroneo r celo otípico. ARCH HIE. ¿Tienen revólveres? r RICH HARD. No. ARCH HIE. ¿Y navajaas? ¿Tienen naavajas? RICH HARD. (Gravvemente.) Síí, cuchillos y revólvveres. ARCH HIE. (Soltánddose.) Pregún ntaselo a mam má ahora.. Ahí viene. RICH HARD. (Hace mención de levantarse.) Lo haré. ARCHIE. No, siéntate aquuí, papá. Esp pera y prregúntaselo cuando vuelva. N No quiero queedarme aq quí. Estaré en el e jardín. RIICHARD. (R Recostándose de nuevo.) Bueno. B Márchate M ARCHIE. (Le besa b rápidamennte.) Gracias. Vemos V de modo patente loo que comen ntamos ayyer en la sesiión de Miriaam Chorne y en la an nterior de Gu ustavo Dessaal, esta relaciión de lado, con los hijos, h pues ahhí, Richard no n está on el chico. El E chico está en la escenaa, pide, co qu uiere estar co on el lecheroo, pero el pad dre no esscucha, está en otra cosaa. Y los ladro ones y lo os revólveress lo vuelvenn a la escen na. La co omprobación n la tenemoos en una escena e po osterior, en el e final del act cto segundo, dónde Robert y Rich hard están haablando de Bertha, B haablando de laa tentación dee poseer a Beertha y am marla, lo quee le pasa a R Robert con eso, e lo qu ue le pasa a Richard. Y Ya se produ ujo la sittuación de en ncuentro entrre Robert y Bertha, B la seducción, la l escena quee no se sabe cómo A see cierra, no se sabe qué ppasó en ella. Ahora Riichard está reecriminándolee a Robert: [p p.64] RIICHARD. ¿Haasta? RO OBERT. (Valientemente.) Hasta que hubiese h lleegado a quereerla más y m más—porque, puedo assegúratelo, sólo o ha sido algo ligero por mi parte-, hasta que laa quisiese proofundamente, y me ubiese enamo orado de el ella. ¿Me haablarías hu en ntonces com mo lo hacess ahora? (R Richard peermanece silencioso. s Robert co ontinúa vaalerosamente). Hubiese sidoo muy diferente, ¿no? Po orque en ese caso seríaa demasiado tarde, mientras m que ah hora no lo es. ¿¿Qué hubiese podido p deecir yo? Sólo esto: Eres m mi amigo, mi mejor am migo. Lo sientto, pero estoyy enamorado de d ella. (C Con un súbito gesto de fervvor) La amo y te la vo oy a quitar com mo sea, porqque estoy enam morado dee ella. (Se miraan uno a otro een el silencio durante d un nos segundos).. RIICHARD. (C Con calma.) E Ese es el tiipo de len nguaje que ya he oído en ottras ocasiones y en el qu ue no creo. ¿Q Quieres decir qque me la rob barás, o qu ue me la quitarás por la fuerza? No puedes p 11 Larriera, Sergio En funcióón de Exiless Ciclo: Le ngüajes III,, 2014 Fuente: C Cuadernos de d Psicoanállisis 37, ICF España, 20115 Círculo L Lacaniano Jaames Joyce. Madrid. 20116 robarlla, porque las puertas de mi casa esttán abiertaas. Tampoco o quitármela por la fuerrza, porquue no habría reesistencia. Esta ees la manera en que se protege de quee lo despoojen de la mujer m amada. Es la filosoofía del ddar. Más o menos m es la idea de cóm mo funcioona esta obrra y los distintos conflicttos que se van producciendo. Insistto, para quiennes tenem mos una teoría del gocee, para quiennes tenem mos una teo oría del inco onsciente, to do esto es de una claridad c meridiana. Por eeso decía que es una obra de absoluuta ambivvalencia, porque no hay ninggún persoonaje, ningún n pasaje, en el cual no se maniffieste un senttimiento y lo o contrario, uuna emocción y lo con ntrario, un plan paranoicoo y lo coontrario. Ess una obra esencialmennte ambivvalente. Es freudiana f haasta el tuétanno. Pero claro, tambiéén entiendo que, quizás, nno u éxito teattral sea pposible hacerr con esto un salvo que grandess intérpretes pesquen estoo y compprendan lo quue hay. Estam mos ante la esencia e de laa fantasmagooría humaana. No hay relación de cuatro que nno pongaa en juego essto. En un en ncuentro de ddos matrimonios se pueden p jugarr las cartas de manera, siemp pre están mirrando qué paasa, esta m ¿Por qué dijiste essto?, ¿No te diste cuenta de lo quee hizo cuando sirvió el té??, etc., etc. Essto es abbsolutamentee esencial, es e lo mínim mo. Joycee lo capta en n 1910, y yo o lo pongo en paraleelo con Freud. Joyce es a Dublín lo qque Freudd es a Viiena. Pone en juego el levantamiento de la parálisis irlandesa i com mo la moojigatería, al igual que Freud tiene qque recorrrer ese camin no heroico para p decir cossas impennsables en su época. Y Exiles tambiién tiene ese gran mérrito. ¿Y qqué ocurre respecto a los símboloos? Encoontramos dos muy importtantes, la rosaa y la pieedra. Respectto al primero o, hay un ram mo de roosas que juegaa un papel, acerca del cuual, ue me resulltó un crítico ha diicho algo qu d que toda su crítica fueese atinaddo, a pesar de in nconsistente o fuera de lug ugar. Dijo quee estas ro osas juegan, fundamentalm f mente en el primer p accto y en un cuadro del segundo actto, un paapel de puntu uación, de siggnos de puntu uación dee la oración teatral, es decir, puntú úan el deesarrollo de la obra. Soon unas rosaas que Robert le regaala a Bertha een el inicio mismo m dee la obra, y a partir de eso empiezaan sus viicisitudes. Essto es muy joyceano, siempre haay elementoss inertes. Resspecto a la piedra, p taambién juega su papell. Son elem mentos in nertes, o elem mentos como el lechero, laa vaca, ettcétera, que tienen un ppapel simbólico o, más m apropiadamentte, imáágenes co oncomitantess. Hay una cconcomitanciia, por ejemplo, entre este ramo dde rosas y lo que q va paasando con n ellas een las distintas pu untuaciones del primer accto. Pero son n algo más m que símbo olos, porque no vamos a entrar en n esas signiificaciones aacerca de lo o que siggnifica una rosa, sino qque vamos a ver có ómo la rosa va cumplieendo su reco orrido. Aparece A Robeert con las fflores para Bertha, B qu uedan deposiitadas, y entraan en juego de d esta manera. m Robeert coge el rramo que le había traído de rosass, que estaba encima de un na silla y le dice a Berttha: [p.31] RO OBERT. (Coge el ramo dde rosas que estaba so obre la silla.) Las traje para ussted. ¿Las acep pta? BE ERTHA. (To omándolas.) G Gracias. (Las coloca so obre la mesa y las envuelve de nuevo.) ¿P Por qué no o se atrevía a decírmelo d anocche? … BE ERTHA. (Tom ma las flores de la mesa y se las accerca al rostro.) ¿Esto es lo que quiere qu ue haga co on ellas? RO OBERT. (Con ntemplándola.)) Su cara tamb bién es un na flor, pero más m bella. Unaa flor silvestree en un seeto. (Acercando más la silla) ¿De qué se rííe? ¿De mis m palabras? BE ERTHA. (Dejjando las flore res sobre su regazo.) Me M pregunto si eso es lo que lles dice a las otras. [p p.32] 12 Larriera, Sergio En funcióón de Exiless Ciclo: Le ngüajes III,, 2014 Fuente: C Cuadernos de d Psicoanállisis 37, ICF España, 20115 Círculo L Lacaniano Jaames Joyce. Madrid. 20116 Ven como la cossa va puntuaando la escenna. Ahora vamos a ottro momento o. Están Robeert y Beerta en estaa conversaciión y apareece Richaard: [p.37] RICH HARD. (Quitan ndose el somb brero mientrass se acercaa) ¡Buenas tarddes! ROBE ERT. (Se levaanta con nerviiosa cordialidaad.) ¡Buennas tardes, Rich hard! BERT THA. (Cogienddo las rosas qu ue están sobree la mesa) Mira qué bo onitas rosas me m ha traído el señor Hand. ROBE ERT. Me teemo que esstán demasiaado abiertaas. … THA. (Yéndosse.) Debo pon ner estas rosas en BERT agua: [p.38] Está clara la pun ntuación, lass rosas entraan, salen,, y todo ello e según los l momenttos dramááticos. Ahoraa quedan Ricchard y Berthha, mariddo y mujer a solas: s [p.49] RICH HARD. Sí. Lo vi. v ¿Qué más pasó? p BERT THA. Me pidió ó que le diese la l mano. RICH HARD. (Sonrieendo.) ¿En mattrimonio? BERT THA. (Sonrien ndo.) No. Sólo para cogérmeela. RICH HARD. ¿Se la diste? d BERT THA. Sí. (Arrranca unos péétalos.) Despuués me accarició la man no y me preguntó que si le dejaríaa darme un beso… y le dejé.. RICH HARD. ¿Y bien n? BERT THA. Entoncces me pidió ó que le dejaase abrazaarme… aunqque sólo fueese una vez y despuués… RICH HARD. ¿Y desp pués? BERT THA. Me rodeeó con sus brazzos. RICH HARD. (Conteempla el suelo o un momentoo y vuelvee a mirarla.) ¿Y Y después? BERT THA. Dijo quue tenía bon nitos ojos y m me pregunnto si podía beesarlos. (Con un u gesto) Le ddije: hazlo.. RICH HARD. ¿Y lo hizo? h BERT THA. Sí. Prim mero uno y luego el ottro. (Repeentinamente ro ompe a llorar.)) Dime, Richaard, y te advertí qque ¿te inqquieta todo essto? Porque yo no o quería hacerrlo. Pienso quee sólo finges que q no te importa. ¡A mí m sí que no mee importa! Termina la escena e y ellaa arrancó pétalos p ro ománticamente de esas rosas un poco ch hamuscadas. En un mom mento determ minado esstán Richarrd y Berrtha discutiendo fu uertemente. Richard R arrannca una rosa y se la arrroja a los piees. Acá, los ccríticos interp pretan qu ue es un gestto de dominiio, del domin nio del ho ombre que tira una rosa al suelo, qu ue está exxpresando qu ue domina a lla mujer, porrque la ro osa es símbolo de la mujerr. Para nosotrros no ess así, lo to omamos com mo un sign no de pu untuación. Es más sencillla la interprettación, sin n simbologíías, simplem mente como o una “iimagen conco omitante”, quue es otro téérmino dee Joyce, más adecuado al ffuncionamien nto de esste tipo de ob bjetos. En ottro momento o de la esscena, hablan ndo de la otrra mujer, Beeatrice: [p p.57] BE ERTHA. (Señ ñalando hacia eel jardín.) Ellaa sí que no o es generosa. Recuerda lo qque te digo. RIICHARD. ¿Qu ué quieres deccir? BE ERTHA. (Se acerca. a Con toono de calma.)) Dick, le has dado mucho m a esa mujer y ella puede merecérselo, m y hasta h puede enntender todo esto. e Sé qu ue es de esa claase de personaas. RIICHARD. ¿Crrees lo que dicces? BE ERTHA. Sí. Pero P también creo que a cambio c vaas a obtener muy m poco de el ella, ni de ningguna de lass de su clasee. Recuerda m mis palabras. Dick. Po orque ella no es e generosa, nii tampoco las demás. ¿C Crees que todo o esto es mentiira, verdad? RIICHARD. (So ombrío.) No. N No en absoluto o. (Ella see detiene y reco ogiendo la rossa del suelo, la coloca dee nuevo en el florero. Él laa mira. Brigid asoma po or las puertas plegables p de laa derecha) Y a continuación la últimaa vez que apaarecen las rosas, están hablando Robert y Riichard: p.62-63] [p 13 Larriera, Sergio En funcióón de Exiless Ciclo: Le ngüajes III,, 2014 Fuente: C Cuadernos de d Psicoanállisis 37, ICF España, 20115 Círculo L Lacaniano Jaames Joyce. Madrid. 20116 RICH HARD. Incluso o si Bertha no o me lo hubieese dicho,, lo hubiese sabido. s ¿No te t fijaste cuanndo llegué esta tarde quee de repente me m fui al estudioo? ERT. Si, ahoraa recuerdo. ROBE RICH HARD. Fue para p darte tieempo a que te repusiieras. Me puso o triste ver tus ojos. Y tambiién las roosas…no sabíía decir por qué. Una grran montaaña de rosas paasadas. ROBE ERT. Pensé, que deb bía regalársellas. ¿Resuultaba extraño o? (Mira a Richard ccon expressión torturadaa) ¿Había dem masiadas, tal veez? ¿O eraa demasiado evvidente y común? RICH HARD. Por eso no te odio. Todo el asunnto me haa puesto triste. ROBE ERT. (Para sí mismo.) Y esto e es real. N Nos está suucediendo... a nosotros. … ERT. ¿Y tamb bién ella estab ba probándom me. ROBE ¡Estabba haciendo un n experimento o conmigo en tu benefi ficio! RICH HARD. Tú con noces a las mu ujeres mejor qque yo. Diice que le dabaas lástima. ROBE ERT. (Pensativvo.) Se compaadeció porque ya no soyy… el amante ideal. Como mis m rosas: viejoo y vulgarr RICH HARD. Tienes un corazón tonto y erráticco, como todos los hom mbres Comoo digo, estta es la última vez qque apareecen las rosaas, desaparecen de la obbra. mo han ido o funcionanndo Pero fíjense cóm comoo signo de puntuación, enfatizando y recorttando distintos momentos dramáticos.. Luegoo tenemos la piedra. Es laa última imaggen concoomitante. Un na piedra herm mosa, bellísim ma, redonnda, de las que q se recogeen en la playya, que B Bertha ha traíído al escrito orio de Richarrd. Y Roobert, hablaando de las mujeres c on Richaard, hablando o sobre qué es una muj er, pone la piedra en n contacto con su rostroo y hablaa de la suavidaad de la piedrra, de la belleeza de laa piedra, unaa metáfora en torno a la bellezza. Comenta la crítica que es cierto qque hay uuna parte dee la obra en que Robert le dice aal niño que nada n como una u piedra, qque se vaa al fondo, y hay otra parte en qque Berthha, en una dee sus discusio ones, dice: ¿qqué te creees, que soy una piedra? Esta presenccia dee la piedra la toma com mo que todo os los acctores, todoss los personaajes están to ocados po or un elemen nto pétreo. E El que no ap parece id dentificado co on la piedra yy, sin embargo o, dice la crítica, es un na piedra, es R Richard. Es el más magen frrío, el más duro. Esta sería otra im co oncomitante dentro ddel conjunto o de im mágenes habittuales en Joycce. Volviendo V sob bre la teoría ddel don de Riichard, la que desarro olla ante su hijo y que luego one en jueggo ante Robbert, digamo os que po Archi, A tras hab ber introduciido la cuestió ón del “d dar”, vuelve ahora a a propoorcionar a su padre ottra palabra claave, “ladrón””. En efecto, Ro obert es un ladrón que quiere uitarle a Berth ha, por lo cuual Richard laa incita qu a la entrega, pues sólo ddándola a Robert R odrá hacerlaa suya parra siempre. Esta po sin ngular concepción del darr la mujer am mada al ho ombre rival, verdadero conjuro de d las fu uerzas centrrífugas parra asegurarsse la po osesión de ellla, no es más que una mezzquina faantasmagoría de apodeeramiento de d la vo oluntad de una mujer. Es una rettorcida fo orma de amo or que no tiiene para naada en cu uenta a la persona p amaada y que sólo la co onsidera com mo mero objeto narccisista. Fó órmula morttificante paraa la concienccia del su ujeto, que rev vela la intranqquilizante agiitación deel deseo hom mosexual, recchazado de manera m exxplícita. So on al respeccto particulaarmente clarras las no otas de 1913 3, previas a lla redacción de la ob bra, en las que Joycee reflexiona: “La po osesión corp poral de Beertha por Robert, R reepetida freecuentementee podría traer ciertamente un n contacto caasi carnal enttre los ho ombres. ¿L Lo desean ellos? Unirse U caarnalmente, es e decir, a travvés de la persona y el cuerpo de Bertha B comoo ellos no pu ueden, sin n disgusto y degradaciión, estar unidos u caarnalmente hombre a hombre como ho ombre a mujeer”. 14 Larriera, Sergio En funcióón de Exiless Ciclo: Le ngüajes III,, 2014 Fuente: C Cuadernos de d Psicoanállisis 37, ICF España, 20115 Círculo L Lacaniano Jaames Joyce. Madrid. 20116 Esta rechazada teendencia sum mirá a Joyce,, a m próxim mos personaajes travéss de sus más (Stephhen, Gabriel Bloom, Richard) R en un martirio ambivalen nte donde lo os celos atrocces empuujan a la entreega de la mujer amada a llos rivalees masculinoss, sometiéndo ola a la vez a la cruel indagación acerca a de sus modos de gooce con llos otros. Ell paroxismo masoquista de estos arrebatos indduce en el su ujeto estados de q alimentan n los momenttos éxtasiis doloroso que de creeación. Este circuito celos-infidelidad es el motor de los trres actos de Exiles. Es laa forma que en esta oobra adopta la l imposibilid dad de inscribbir la rellación sexuaal. Aun cuan ndo hay vari rias situacciones quue manifiestan diccha imposibilidad, perro son subssidiarias de eesa tensióón central. Si, como aventuura Lacan, exiles e es tannto p teatral de exilios como exiliiados, esta pieza Joycee nos presentta dos personajes exiliadoos, Richaard Rowan y Bertha, liado os en su retorn rno con ddos de la tierrra, Robert y Beatrice, en un cuatríípodo de acciones drramáticas qque muestran el exilio o de cada uno o de los cuattro respecto de la relaación sexual. En fin, exilioosliadoss. Bibliogra B afía Corominas, Joan; J Pascuual, José. 1980. Diccionario Crítico Etiimológico Casteellano e Madrid. Hispánicco. Gredos, M Jo oyce, James. 1937. Desteerrados. Tradu ucción Jiménezz Fraud. Sur, Buenos Aires. Jo oyce, James. 1971. Exililados. (Tradu ucción Javier Fernández F dde Castro). Barral, B Barcelon na. Jo oyce, James. 1987. Exilliados. (Tradu ucción Fernand do Toda). Cát átedra, Madrid d. Laacan, Jaques. 2006. El ssinthome. Sem minario dós. Buenos A Aires. 23. Paid Moliner, M Maríía. 1983. Diciccionario del uso u del español. Gredos, G Maddrid. Saanta Cecilia, Carlos G. 19997. 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