Angela Gilardi Resignificar el Cuidado en nuestra vida
Transcripción
Angela Gilardi Resignificar el Cuidado en nuestra vida
Metafóricamente podemos decir que el cuidado es la mano abierta que se extiende para la caricia esencial, para el apretón de manos. Dedos que se entrelazan con otros dedos para formar una alianza de cooperación y de unión de fuerzas. L.Boff • Los seres humanos hemos evolucionado en el cuidado desde los orígenes. • Cuidar la vida no es sólo una reacción instintiva de protección individual o de grupo ante un agente que amenace a la persona o al conjunto, se trata de una actitud del Ser consciente, para realizar acciones concertadas y con un propósito definido: cuidarse y cuidar a los otros. Así el cuidado tiene hondas bases éticas. • El cuidado es inseparable del Hombre mismo, no de un género, no de un momento de la vida. • Somos hijos e hijas del cuidado. Cuidar y ser cuidado son elementos existenciales indisociables en la especie humana. • Cuidado es prevención y precaución, es preocuparse y ocuparse de las personas y realidades con las cuales estamos afectivamente implicados y de las que nos sentimos responsables. • El cuidado es la actitud orientadora de nuestras acciones, protegiendo y conservando todo lo que consideramos válido y evitando y previniendo aquello que daña, afecta o lleva a la destrucción. Cuidamos lo que amamos. Amamos lo que cuidamos. NATURALMENTE CUIDAMOS AQUELLO QUE AMAMOS, QUE CONSIDERAMOS VÁLIDO, O IMPORTANTE… Y HOY CONSCIENTEMENTE, CUIDAMOS TAMBIÉN DEL OTRO Y LOS OTROS… Históricamente el cuidado está relacionado al mundo de la mujer, a su interés moral y a la sensibilidad por las necesidades de los demás y en consecuencia a su capacidad para asumir la responsabilidad del cuidado. “Para una mujer lo bueno es asimilado como cuidado a los demás, sin embargo cuando los demás quedan legitimados como receptores de su cuidado, la exclusión de sí misma, la lleva a plantearse quién cuida de ella, conduciéndola a reconsiderar las relaciones en un esfuerzo por aclarar la conjunción entre auto sacrificio y cuidado.” (Carol Gilligan- Teoría de la ética del cuidado) Decía un filósofo que “la vida es aquello que nos va sucediendo mientras nos empeñamos en hacer proyectos para otros…” Hasta que un día nos damos cuenta que no hemos cumplido nuestros propios sueños; Ni hemos cuidado de nosotros, porque para ser bueno, solo había que cuidar al otro… REAPRENDER EL CUIDADO CONSIGO MISMO, CON EL OTRO,CON LOS OTROS… • No es dedicarse de forma egoísta a satisfacer todos nuestros deseos en detrimento de los otros. • Es valorarnos por lo que somos y no sólo reconocernos en lo que hacemos o hicimos… • Es sentir y asumir que somos responsables de nosotros mismos, física, emocional y mentalmente…y que por lo tanto podemos modificar aquello que depende de nosotros. • Es preocuparnos y ocuparnos por aquello que reconocemos como válido y benéfico para nuestra vida. • Es aceptar que la verdadera “razón” es sensible y afectuosa, que la vida sin emociones, nos seca el alma y nos hace perder el significado de las cosas. • El cuidado de sí es una inteligencia del “que sí puedo”, sin estancarse en el “lo que no puedo”. • Nos sentimos responsables del bienestar o malestar del otro y de los otros, en la medida en que nuestros comportamientos y nuestro lenguaje, afectan a los otros. • No solo es cuidar la salud del otro, es cuidar todo aquello que para el otro es importante en las relaciones. • Puedo cuidar del otro porque comprendo que el otro, como yo, necesita valoración, reconocimiento, afecto y claro, también un pedazo de pan, pero ante todo mi afecto y mi sonrisa. • No olvidemos que el cuidado en el ser humano es, ante todo, afectos, lazos, vínculos: pertenencia, amor, cariño, respeto, valoración, reconocimiento…Momentos de tranquilidad y confianza. • El ser humano sufre y se enferma en la vida porque experimenta con demasiada frecuencia el déficit de amor, de ternura, de compasión y sobre todo de cuidado. • Que los afectos curan y enferman hoy es una realidad incontestable. 1. Saber recuperar el balance mente-cuerpo, que me permite parar, detenerme, observar. Ser consientes de la interacción mente-cuerpo y su influencia en mis procesos de salud/enfermedad. 2. Encontrar espacios de quietud, seguridad y satisfacción. 3. Reconocer los estilos de lenguaje que obstaculizan o abren nuevas vías de dialogo. 4. Estar presentes, estar enteramente atentos en el aquí y ahora, enriqueciendo nuestras relaciones, la conexión con el otro, la escucha y el aprendizaje a través de nuestra propia experiencia. 5. Observar qué hábitos son generadores de estrés y de sufrimiento. 6. Saber que cuando nos sentimos bien, emocionalmente, todo mejora. • Enseñar el cuidado de la vida partiendo de nosotros mismos. • Aceptar el reto de la responsabilidad y la autonomía para recuperar la sabiduría y la ternura del cuidado. • Volvernos coherentes con nosotros y con la vida, trasmitiendo con el ejemplo a las jóvenes generaciones, lo importante de vivir el cuidado , la inteligencia y el afecto como generadores de un mundo más humano y feliz.