Cualquier impacienci..

Transcripción

Cualquier impacienci..
“Cualquier impaciencia nuestra,
traducida en ayuda, estrangula
sus esfuerzos”1
Por Counselor Alejandra Lara
Compartiendo un rato con el
jardinero del edificio donde vivo,
mientras él punteaba la tierra del
jardín, yo le contaba mi experiencia
con el jazmín que había puesto en el
patio de mi departamento tiempo
atrás: “… las ramas crecían a pasos
agigantados moviéndose de aquí
para allá, a menos de un centímetro
de un alambre artístico ideado para
que se enredara ya que tiene esa
particularidad. Pasaban los días y
veía cómo seguía creciendo y no se
enredaba. Yo me sentía tentada,
tentadísima a llevarlo con mi mano
por cada agujerito para que lo hiciera.
Si había algo de viento se movía, se
agitaba y mi temor era que se
rompiera, que desperdiciara todo lo
que había crecido. El tiempo corría y
la maniobra esperada no la hacía;
esto me llenaba de ansiedad y me
llevaba a suponer que algo le pasaba
y que necesitaba ayuda. Hasta que
un día… al fin estaba enredado. Qué
alivio!!! ”
Ante esto el jardinero me dice: “si
mete mano, la planta va a tener que
ocuparse de arreglar lo que usted
forzó en vez de seguir creciendo.
Déjela sola, ella sabe cuando hacer
cada cosa, Ud. dele buena tierra, que
siempre esté húmeda… del resto se
ocupa la planta.”
Cuánto tiempo me pasé
maniobrando a mano con alguna
técnica
especializada, con algún comentario
sutil, que ayudara a algún consultante
a ver lo que no veía, a hacer lo que no
hacía, ante determinadas situaciones
que a mi criterio lo requerían.
Recuerdo en más de una
oportunidad dar alguna explicación
verbal sobre determinado tema
relacionado con la experiencia que
traía, de hecho yo había invertido
mucho en profundizar en distintos
temas con sus respectivas
propuestas específicas.
Tengo muy vívida la sensación de
seguridad que me otorgaba disponer
de algún recurso que facilitara su
proceso, como también sentir alivio
por acceder a alguna herramienta
que agilizara su desarrollo. Recuerdo
que en más de una oportunidad
pasado un cierto tiempo la persona
dejaba de hablar de eso que a mi
criterio requería algo más… en más
de una oportunidad ésta misma
persona empezaba a faltar. En más
de una oportunidad yo empezaba a
dudar.
También aparecen en mi memoria
momentos de mi proceso personal
sintiendo a ese ser humano ahí
conmigo, entrando en mi mundo y
al ser así generar en mí que me
animara a hablar de “eso” que me
parecía terrible, inconfesable y
pudiéndolo hacer porque ya no
estaba sola frente a eso mío tan
horroroso para mí, estaba con esa
persona a mi lado y de mi lado,
como nunca nadie lo había estado,
sin juzgarme, sin apuros, sin
cuestionar lo que surgía como surgía,
empezaba a experimentar que yo
valía, que tenía permiso de existir
aún con eso. Cuán distinto a
aquellos otros momentos donde
alguna maniobra externa
interrumpía, alguna explicación
teórica con su conveniente
proceder se entrometía, y mi
sensación de que “algo” se había
esfumado, quedando otra vez sola, y
además, sintiéndome culpable y
confusa por vivirlo así. Hasta que de
“eso” prefería no volver a hablar.
Recién cuando pude capitalizar todas
y cada una de estas experiencias
llegué a la conclusión de que nada
me asegura que las personas, el otro
o yo, podamos modificar
situaciones, dejemos de sufrir,
logremos que nuestra vida vuelva a ir
hacia adelante, porque alguien
desde afuera, el otro o yo, nos traiga
un modelo de solución, nos proponga
por dónde ir, pero además nada me
asegura que al intentar hacerlo no
esté estrangulando el esfuerzo de
seguir explorando.
Rogers ya se había referido a esto,
cuando escribió: “…Cuando el
consejero está preocupado por sí
mismo y por lo que debiera hacer,
hay necesariamente un
decrecimiento de la concentración en
el respeto que siente por el cliente.
Cuando piensa en términos
evaluativos, ya sea que la evaluación
sea objetivamente adecuada o
inadecuada, en alguna medida asume
un marco mental judicativo, considera
a la persona como un objeto, más que
como una persona, y en esa medida la
respeta menos. Por el contrario,
penetrar profundamente con este
hombre en su confusa lucha por su
identidad, tal vez sea la mejor
instrumentalización que conocemos
para indicar el significado de nuestra
hipótesis básica: que el individuo
representa un proceso
profundamente digno de respeto,
tanto por lo que es como por sus
potencialidades”2
Me llevó mucho tiempo, años,
entender, comprender cuál era el quid
de la cuestión del Counseling desde
el Enfoque Centrado en la Persona
basado en la propuesta de Carl
Rogers con su hipótesis básica,
fundamental, con su “el ser humano
es un organismo básicamente
digno de confianza”3.
¡Lástima no haber conocido al
jardinero antes!
Toda esta experiencia de un lado y
del otro del mostrador que en
realidad es el mismo sitio, fue muy
confusa, paralizante, abrumadora,
esclarecedora, apasionante para mí, y
cuyo tránsito difícil y re
compensador permitió que pudiera
elegir en qué counseling me quería
enrolar, aceptando el riesgo y
desafío que ello implicaba,
vislumbrando la liberación que
esto me deparaba.
Me despido con un párrafo de Dave
Mearns que a mi criterio no tiene
desperdicio, hasta la próxima
Alejandra
de las memorias del pasado de todo
tipo de inconsistencias aniquilantes.
La empatía intermitente no es solo
cruel sino potencialmente letal…” 4
Counselor Alejandra P. Lara
Procesos de Counseling Centrado en
la Persona
Encuentros/ Grupos de estudioprofundización –práctica:
“ Rogers más allá de Kinget-Rogers”
15-572-14783 [email protected]
“Ser comprendido y ser aceptado tal
como uno es, es experimentar la
posibilidad de un mundo en el que es
posible respirar sin miedo. Sin
embargo, el impacto puede ser
devastador si esta empatía
desaparece, no por la torpeza del
terapeuta (counselor), por creer que
su deseo de empatizar sea suficiente
a corto plazo, sino por la falta de
deseo o incapacidad del terapeuta
(counselor) de seguir valorando al
cliente. Sentirse valorado,
comprendido y acompañado durante
una semana, y sentir que la empatía
ha desaparecido a la semana
siguiente, aboca a la confusión que
rápidamente aumentará sobre la base
Bibliografía:
1 “Psicoterapia Centrada en el Cliente “–
C:Rogers –
Editorial Paidós / pág.66
2 “Psicoterapia Centrada en el Cliente“C:Rogers /pág.
53
3 “El Poder de la Persona” – C:Rogers –
Ed. El Manual
Moderno / pág.9
4 “La Terapia Centrada en la Persona Hoy”
Dave Mearns / Brian Thorne – Ed- Desclée
De Brouwer S.A./ pág. 163

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